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Jóvenes 28 de enero de 2017

El relato bíblico: Lucas 2: 21-39.

Comentario: el Deseado de todas las gentes, cap. 5.Texto clave: Lucas 2: 25, 26.

4Lecc i ón

ANTES DE ENSEÑAR

I. sInOPsIs

Quizá uno de los momentos más profundos de losrelatos de la niñez de Cristo es aquel en el que José y María dedicaron a Jesús en el templo. Aunque se trata-ba de una ceremonia normal que formaba parte de la re-ligión de los judíos, algo realmente extraordinario ocurrió cuando Simeón reconoció al Salvador, y Ana respondió con una alabanza profética, dado que ella también ha-bía estado esperando la llegada del Cristo.

De la lección de esta semana podemos extraer di-versos matices de los cuales los jóvenes se pueden bene-ficiar. Primero, se nos presenta a un pequeño grupo de creyentes que esperan de manera activa la venida del reino de Dios. Claramente vemos la imagen de un re-manente activo similar a aquellos que estarán esperan-do la segunda venida de Cristo. Segundo, varias imáge-nes de la ceremonia de la dedicación transmiten algu-nas verdades sobre Cristo nuestro Redentor. El acto de llevar al primogénito para su dedicación estaba relacio-nado con la liberación de Israel durante el éxodo. Iróni-camente, el niño Redentor es presentado delante del sacerdote en un rito que simboliza la redención. Es más, Elena G. de White señala que «la presencia visible de Dios se había apartado del santuario, mas en el niño de Belén estaba velada la gloria ante la cual los ángeles se postran» (El Deseado de todas las gentes, cap. 5, p. 37). Y tercero, las personas que vieron a Cristo en el templo ese día eran creyentes comunes como los cristianos de hoy. Ana y Simeón son un modelo a seguir por los cris-tianos de hoy. Eran personas comunes con una esperan-

za bendita que era su razón de existir: la esperanza de un Salvador prometido que habría de venir. Los jóvenes de hoy pueden vivir con la misma esperanza y el mismo objetivo de Ana y Simeón.

II. OBjeTIvOs

Que los alumnos:

3 Entiendan la importancia de tener un espíritu inqui-sidor. (Saber)

3 Vean a un remanente de creyentes que permanecen con la mirada puesta en Cristo. (Sentir)

3 Decidan aprovechar al máximo cada momento de sus vidas. (Responder)

III. PARA AnALIZAR

3 El remanente.3 Las prioridades.3 La segunda venida de Cristo (creencia fundamental

n.o 25).

Usted hallará materiales que lo ayudarán a analizar estos y otros temas junto con sus alumnos en el sitio de Internet http://www.cornerstoneconnections.net [en inglés].

ENSEÑANZA DE LA LECCIÓN

I. PARA InTRODUCIR eL TeMA

ActividadPida a los alumnos que lean y completen la sección ¿Qué

opinas? de la lección del alumno de esta semana. A continua-ción, analicen juntos las respuestas que dieron.

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Invite a los alumnos a compartir sus respuestas a la ac-tividad de votación en la sección ¿Qué opinas? ¿En qué se parece el remanente que esperaba la primera venida de Cristo al remanente que espera el pronto regreso de Cris-to?

IlustraciónComparta la siguiente ilustración con sus propias palabras:Se cuenta que un día un guardabosque estaba dirigien-

do a un grupo de excursionistas hacia una vigilia forestal en un parque nacional. El guardabosque se sentía muy a gusto con su función de guía para el grupo, y les iba ha-blando de las diferentes especies de flores y animales que habitan el área. Pero a medida que los dirigía, las comuni-caciones que se escuchaban en su radio transmisor lo dis-

traían y asustaban la fauna salvaje con la que estaba tra-tando de interactuar tan sutilmente. Así que decidió apa-gar la radio para poder compartir las maravillas de la natu-raleza sin interrupciones. Los excursionistas estaban muy emocionados de escuchar al entusiasta guardabosque, y algunos tomaban nota de lo que escuchaban y veían. Pero había alguien que los venía siguiendo sigilosamente sin que el guardabosque lo notara. De repente, la entretenida caminata hacia la vigilia forestal fue interrumpida por otro guardabosque que llegó corriendo hasta donde ellos esta-ban. Con la respiración muy acelerada le dijo: «¿Por qué tienes la radio apagada? ¡Desde hace más de una milla he-mos estado tratando de advertirte que un enorme oso par-do ha estado siguiéndolos desde hace media hora!». Nin-guno de ellos se había percatado de que estaban a punto de aprender cuán peligrosa y salvaje puede llegar a ser la naturaleza. Muchas veces es posible que estemos en con-tacto con una cosa, pero al mismo tiempo completamente fuera de comunicación con otras.

II. enseÑAnZA DeL ReLATO

Para introducir el relatoComparta lo siguiente con sus propias palabras:¿De qué manera les ocurrirá algo parecido a los que vi-

van durante el tiempo de la segunda venida de Cristo? ¿Es posible que las personas hayan tenido la radio apagada du-rante su primera venida y que también ocurra lo mismo durante la segunda?

Simeón y Ana pertenecían a un pequeño grupo de per-sonas que estaban sintonizadas con la esperanza de que el día de Cristo finalmente llegaría. Y la única manera de ver al Salvador o el consuelo de Israel era esperar atentamente a que llegara ese día.

Lecciones del relato para los maestrosDespués de leer la sección Identifícate con la historia junto

con sus alumnos, exprese en sus propias palabras lo que sigue a continuación y analícelo con ellos.

3 Lean la historia y traten de imaginar la escena. Visualicen el templo, los sonidos, los olores y cómo deben haber ocu-rrido las cosas.

3 Subraye tres frases que les parezcan clave en el pasaje. 3 ¿Qué cosas nuevas se van aprendiendo de la historia a me-

dida que la leen y prestan atención a cada palabra? 3 ¿Por qué creen que esta historia aparece registrada en la Bi-

blia, la cual ofrece muy poca información sobre la niñez de Jesús?

O BÁsICO

Consejos para una enseñanza óptima

Una diversidad de sensaciones

A través de nuestros cinco sentidos somos capaces de descubrir el mun­do, las ideas y recibir información. Al­gunos sugieren que la intuición tam ­bién es un sentido que debe ser in­cluido. Pero, al enseñar, ¿usamos mé­todos que pongan los sentidos en ac­ción? La actividad de cierre de esta lección activa el sentido de la vista. To­dos los seres humanos parecemos fa­vorecer a uno o dos sentidos por enci­ma de los demás. Por tal motivo, es esencial que la enseñanza sea variada. Un maestro trajo un pan recién hor­neado a clase un sábado por la maña­na para que sus alumnos lo vieran, lo olieran, lo tocaran y lo probaran. Algu­nos alumnos dijeron de manera intui­tiva que se «identificaron» con el pan. La clase enseñaba que Jesús es el «Pan de vida», uno que saciará nuestra hambre para siempre. Pensemos en los sentidos y en cómo podemos esti­mularlos en favor de la clase.

3 Analicen lo que Simeón le dijo a Dios y también a María. Basados en sus señalamientos proféticos, ¿qué pueden per-cibir sobre la clase de persona que era Simeón?

3 Fíjense también en la respuesta de Ana (aunque sus pa-labras exactas no se mencionan). ¿Eran Ana y Simeón unos simples ciudadanos comunes con expectativas co-munes sobre el Mesías, o se trataba de personas fuera de lo común para su tiempo? ¿Qué creen ustedes y por qué?

3 ¿De qué manera creen que el estilo de vida de Ana, quien vivía siempre en el templo orando y ayunando, afectaba su influencia hacia los demás? La última frase del relato dice que Ana «comenzó a dar gracias a Dios y a hablar del niño Jesús a todos los que esperaban la liberación de Jerusalén». ¿Cómo creen que las personas respondieron a su llamado?

3 Como a Simeón se le había revelado que no moriría sin ver al Mesías, sus expectativas de envejecer sabiendo que algún día vería al Hijo de Dios deben haber sido enormes. ¿De qué manera su experiencia se compara con la nuestra, los que vivimos en este momento de la historia de la tierra? Use los siguientes textos que también se relacionan con la

historia de hoy: Isaías 6; Mateo 13: 14; Juan 4; Lucas 24; Mateo 25.

Preguntas adicionales para los maestros ¿En qué se parece la obra del Espíritu Santo al soplar del

viento? Después de discutir esta pregunta, busque Hechos 2: 1­12 y Hechos 2: 36­47 y observe las maneras específi-cas en que el Espíritu Santo obra en las personas.

Hablando con Nicodemo en Juan 3: 14, Jesús hace alu-sión a una antigua historia que como maestro de Israel este debía conocer. Lea Números 21: 4­9 y explique de qué manera esa historia está ligada a la misión de Cristo en la tierra. ¿Por qué la serpiente levantada en el desierto repre-senta a Cristo siendo levantado en el Calvario? Compare los dos acontecimientos y analice por qué creen que Jesús hizo esta comparación.

No cabe duda de que Juan 3: 16 es el versículo más co-nocido de la Biblia, tal vez porque es tan sencillo que has-ta un niño puede entenderlo, pero al mismo tiempo tan profundo que un erudito no puede comprenderlo en toda su plenitud. ¿Alguna vez ha escuchado algo tantas veces que finalmente termina perdiendo su significado? Reescri-ban este versículo con sus propias palabras sin utilizar nin-guna de las palabras del pasaje (excepto palabras básicas como en, el, a, pero, y, etc.) y compártanlo con sus compa-ñeros de clase.

Si pudieran hablar con Jesús a solas y en persona como lo hizo Nicodemo, ¿qué le dirían o preguntarían? ¿Por qué? Así como Jesús «cambió el tema» durante su conversación con Nicodemo, ¿qué tema creen ustedes que Dios sacaría a relucir en una conversación individual con ustedes? ¿Por qué?

El contexto y el trasfondo del relatoUtilice la siguiente información para arrojar más luz sobre el

relato. Compártala con sus alumnos con sus propias palabras. La lección de esta semana nos habla de lo que ocurrió

durante la dedicación del niño Jesús por parte de María y José, pero el tema principal de la historia está relacionado con las respuestas de Simeón y Ana, dos personas que es-taban esperando la llegada del Mesías.

En relación con este servicio de dedicación, Alfred Eders-heim nos dice: «Este consistía de la presentación formal del niño al sacerdote acompañada de dos pequeñas “ben-diciones”, una por la ley de la redención y otra por el don del hijo primogénito, después de la cual se pagaba el dine-ro por la redención. Cuán solemne debió haber sido este

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Enseñando...

Pida a sus alumnos que repasen las otras secciones de su lección.

3 Puntos de vista. Pregúnteles si las citas registradas en la sección Pun-tos de vista transmiten el mensaje central de la lección de esta semana.

3 Más luz. Lea la declaración que apa­rece en la sección Más luz. Pregúnte­les qué relación encuentran ellos en­tre la declaración de El Deseado de to-das las gentes y lo que han analizado en la sección Explica la historia.

3 Puntos de impacto. Indique a sus alumnos los versículos de la lección que están relacionados con el relato de esta semana. Haga que los lean y decidan cuál de ellos les habla de manera más directa. Pida que expli­quen las razones por las que esco­gieron ese texto particular. Si lo de­sea, puede asignar los versículos a pa­rejas de alumnos para que los lean en voz alta, los discutan con la clase y escojan cuál es el más relevante de todos.

Recuerde a sus alumnos el plan de lecturas del comentario inspirado de la Biblia, denominado la serie «El Gran Conflicto». La lectura que correspon-de a esta semana se encuentra en Deseado de todas las gentes, cap. 5.

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ritual, dado el lugar en el que se escenificó, y tomando en cuenta su significado simbólico como expresión de la rei-vindicación de Dios sobre cada familia de Israel, » (Life and Times of Jesus the Messiah [La vida y el tiempo de Jesús el Mesías], CD de estudio de la Biblia. Derechos reserva-dos © 1999, 2003, 2006 por Biblesoft, Inc).

Después de cuarenta días del nacimiento de Jesús, sus pa-dres María y José llevaron al Salvador del mundo para ser de-dicado, como una señal de la misericordiosa provisión divina y de su devoción a Dios. José y María llevaron a Jesús al tem-plo en obediencia a la ley. María tenía que pasar primero por el rito de purificación y luego Jesús sería dedicado. La visita al templo para este servicio consistía de tres partes. Primero, la madre tomaba parte del rito de la purificación. Cuando nacía un niño, la madre era considerada impura durante cuarenta días: siete días por su hijo varón y 33 días por la madre. Solo después de este tiempo podía visitar el templo para cumplir con el rito de la purificación, según Levítico 12: 1­4. Este rito incluía una ofrenda (un cordero para ofrecerlo en holocausto y una tórtola como sacrificio por el pecado). Como en ese tiempo solo los ricos podían costearse un cordero, las familias pobres podían ofrecer dos tórtolas o pichones de paloma (Le-vítico 12: 6­8). Obviamente, María y José no eran ricos.

Segundo, se hacía la dedicación del niño. Este acto tenía dos maneras de hacerse: si el niño era varón y pertenecía a la tribu de Leví, automáticamente comenzaba a formar parte de la casta de los sacerdotes. Si se trataba de un pri-mogénito de cualquier otra tribu, los padres debían traer una pequeña ofrenda por el servicio de los sacerdotes. Esta ofrenda consistía generalmente en el pago de cinco mone-das de plata (Números 18: 1­16).

La tercera parte de la dedicación se trataba de la con-sagración del recién nacido al Señor (Éxodo 13: 2, 12), la cual era requerida a todas las familias judías. Simeón, un fiel siervo del Señor, así como Ana, presenciaron este acto y se dieron cuenta de quién era Jesús, tal vez porque ellos formaban parte de los pocos que creían en su venida y la esperaban ansiosamente.

III. COnCLUsIón

ActividadConcluya con la siguiente actividad y resuma el tema con

sus propias palabras.

Divida a la clase en dos grupos. Invite a un grupo a ob-servar detenidamente el salón y fijarse en todos los objetos que sean azules o que contengan ese color. Pida a otro gru-po que observe el salón y busque los objetos rojos. Pida a los alumnos que le digan lo que encontraron y pregunte: «¿Al entrar hoy al salón se dijeron: “¡Vaya! Hay al menos cinco objetos en este salón que tienen el color rojo”?» Se-guramente no. Al examinar el salón estaban buscando algo específico. ¿En qué se parece eso a la visión que Ana y Simeón tuvieron relacionada con el Mesías? ¿Cómo creen que serían diferentes nuestras vidas si tuviéramos que esperar a Cristo de la misma manera? ¿Qué cambia-ría?

Resumen

Comparta los siguientes pensamientos con sus propias palabras:Es probable que cuando María y José llevaron al bebé

al templo para su presentación, aún no se habían recupe-rado completamente de todas las cosas que les ocurrieron relacionadas con el nacimiento de Jesús. Simeón, quien sabía que sus días estaban contados pero que tenía la pro-mesa de ver al Mesías, miró al bebé fijamente y se pregun-tó: «¿Será este?». Ana se la pasaba día y noche en el tem-plo sirviendo al Señor, dedicada a esperar el día en el que el Mesías hiciera su aparición. Tal vez jamás se imaginó que el Mesías vendría como un bebé, pero la gloria del cie-lo se hizo presente y solo un pequeño grupo estaba atento esperándola.

Es posible que nosotros vivamos nuestros días, nues-tras semanas, y aun nuestra vida entera, ocupados y dis-traídos por diversas cosas, excepto aquella que realmente importa. Tal vez podamos encontrar maneras de disponer de recordatorios a nuestro alrededor que nos señalen de manera constante el acontecimiento más importante que nos espera en el futuro. No es nuestra graduación, no es nuestro matrimonio, no es un empleo. Se trata de la veni-da del Mesías, el Salvador, Jesucristo. Así como él vino a la tierra hace dos mil años, nos ha prometido que regresará nuevamente. ¿En qué pondremos nuestra atención mien-tras esperamos la llegada de ese día glorioso?