Lección 13 para el 27 de junio de 2009

“Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.

Romanos, 10: 13-15

¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han

creído?

¿Y cómo predicarán si no fueren enviados?

Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de

los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas

nuevas!”

¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído?

¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?

Todas las personas necesitan que se les predique el Evangelio para poder ser salvas.

Jesús hace todo lo posible para que todos sean salvos. Él quiere que sus seguidores tengan el privilegio de participar de esa labor.

Por eso nos dio la Gran Comisión.

“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.” (Mateo, 28: 19-20)

“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.” (Mateo, 28: 19-20)

“Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” (Marcos, 16: 15-16)

“Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” (Marcos, 16: 15-16)

“Como me envió el Padre, así también yo os envío” (Juan, 20: 21)

“Como me envió el Padre, así también yo os envío” (Juan, 20: 21)

“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis

testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hechos, 1: 8)

“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis

testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hechos, 1: 8)

“Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas”

Apocalipsis, 14: 6-7

“Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación”

“Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación”

Apocalipsis, 14: 8

“Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre.”

Apocalipsis, 14: 9-11

“Los tres ángeles de Apocalipsis 14, representados como volando por en medio del cielo, simbolizan la obra de aquellos que proclaman los mensajes de los ángeles primero, segundo y tercero… La influencia de estos mensajes se ha estado profundizando y ensanchando, poniendo en movimiento los resortes de la acción en millares de corazones, sacando a la existencia instituciones de saber, casas editoriales y sanatorios. Todos éstos son instrumentos de Dios para cooperar en la gran obra representada por los ángeles primero, segundo y tercero, la obra que consiste en advertir a los habitantes del mundo que Cristo viene por segunda vez, con poder y grande gloria.” E.G.W. (Joyas de los Testimonios, tomo 2, p. 372-373)

“Estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante

todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros”

“Estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante

todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros”1ª de Pedro, 3: 151ª de Pedro, 3: 15

Todos los que hemos aceptado a Cristo como nuestro Salvador somos llamados a transmitir a otros esta verdad.

A cada uno Dios le da dones que le capacitan para realizar su misión de una manera especial e individual.

“Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo”

Efesios, 4: 11-12

“Recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”Hechos, 1: 8

“Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho”

Juan, 14: 26

Todos los que hemos aceptado a Cristo como nuestro Salvador somos llamados a transmitir a otros esta verdad.

A cada uno Dios le da dones que le capacitan para realizar su misión de una manera especial e individual.

Recibimos poder y preparación del Espíritu Santo para realizarla.

“Y os aseguro que estaré

con vosotros siempre,

hasta el fin del mundo”

Mateo, 28: 20 NVI

Todos los que hemos aceptado a Cristo como nuestro Salvador somos llamados a transmitir a otros esta verdad.

A cada uno Dios le da dones que le capacitan para realizar su misión de una manera especial e individual.

Recibimos poder y preparación del Espíritu Santo para realizarla.

Jesús ha prometido que siempre estará con nosotros. No estamos solos.

Si queremos compartir a Jesús, debemos conocerle íntimamente.

Este conocimiento lo encontraremos diariamente a través de la comunión con Él y el estudio de su Palabra.