le goff jacques - los intelectuales en la edad media

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    Tftulo del original frances:Les intellectuels au Moyen Age by du Seuil, Paris, 1985

    Introduccion .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 21EI s iglo XII. Nacimiento de los intelectuales . . . . . . . . . ... 25

    Renacimiento urbano y nacimiento del intelectualen el siglo XII. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .l,Hubo un renacimiento carolingio? .Modernidad del siglo XII. Antiguos y modemos .La contribucion grecoarabe .Los traductores. . . . .Paris, l,Babiionia 0 Jerusalen? .Los goliard os . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .El vagabundo intelectual .La critica a la sociedad . . . . . . . . . . . . . . .Abelardo .Eloisa .La mujer y el matrimonio en el siglo XII .Nuevos combates. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .El moralista . . . . . . . . . . .El humanista .Chartres y el espiritu chartrense .El naturalismo chartrense .El humanismo chartrense .El hombre micro cosmo .La fabrica y el homo faber .Figuras :, .Proyeccion .El trabajador intelectual y el taller urbano .Investigacion y ensefianza .Los instrumentos .

    INDICETraduccion: Alberto L. Bixio

    Diseiio de cubierta: Marc Valls Prefacio .

    Cuarta reimpresion, noviembre de 1996, Barcelona

    Derechos reservados para todas las ediciones en castellano

    by Editorial Gedisa, S.A.Muntaner, 460, entlo., 1.'Tel.201 600008006 - Barcelona, Espana

    ISBN: 84-7432-251-0Deposito legal: B-41.47511996

    Impreso en LimpergrafC/ del Rio, 17- ripollet

    Impreso en EspanaPrinted in Spain EI siglo XIII. La madurez y sus problemas .Perfil del siglo XIII .Contra los poderes eclesiasticos .Contra los poderes laicos .Apoyo e influencia del papado. . . .Contradicciones intemas de la corporacionuniversitaria .Organizacion de la corporacion universitaria .

    . I Queda prohibida la reproduccion total 0parcial por cualquier media de im-presion, en forma identica, extractada 0modificada, en castellano a cual-quier otro idioma.Tftulo del original frances:

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    Organizaci6n de los estudios .... . . . . . . . . . . . . . ..Los programas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Los examenas , . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Clima moral y religioso .La piedad universitaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .El instrumental " .Ellibro como instrumento .EI metodo eclesiastlco . . . . . .. . . . . . " .EI vocabulario .La dialectica .La autoridad .La raz6n; la teologfa como ciencia .Los ejercicios: Quaestio, disputatio , quodlibet .Contradieeiones r-gComo vivir? i,SaIario 0 beneficio? .La querella de los regulares y de los seglares .Contradicciones del escolasticismo: los peligrosde imitar a los antiguos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Las tentaciones del naturalismo .EI dlffcU equilibrio de la fe y de la raz6n:el aristotelismo y el averroismo .Las relaciones entre la razon y la experiencia .L as relaciones entre la teorfa yla praetica .

    Del universitarlo al humanista ~~. . . . . . . . . . . . '. . . ~~.La decadencia de la Edad Media .La evoluclon de la fortuna de los universitarios .Hacia una aristocraeia hereditaria .Los colegios y la aristocratizaci6n de lasuniversidades .Evoluci6n del escolasticismo .Divorcio de la razon y la fe .Lfmites de la ciencia experimental .E I antiintelectualismo .La nacionalizacion de las universidades.La nueva geograffa universitaria .Los unlversitarios y la politica .La primera universidad nacional: Fraga .Paris: grandezas y debilidades de la polftlcauniversitaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .La esclerosis del escolasticismo .Los universitarios se abren ai humanismo .EI retorno ala poesfa y a la mfstica .Alrededor de Aristoteles. El retorno a la bellaexpresi6n .El humanista aristocrata .El retorno al campo. . . . . . . . . . . . . . . .L a ruptura de la ciencia y la ensefianza .Referencias cronologicas . . . .'. . . . . . . . . . . . . . . . . . .Ensayo bibliografico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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    PrefacioPodra parecer presuntuoso reeditar un libro de historia,sin modificarlo, veintisiete afios despues de su publicaci6n.Pero no creo que 10 esencial de la concepcion del mundo es-colar y universitario medieval que se presento entonces haya.envejecido. Por e l contrario, me parece que el punto de vistacentral de ese ensayo no dejo de verse confirmado y enrique-cido desde 1957.Ese punto de vista se expresa ante todo con la palabra"intelectual " cuyo in teres consiste en desplazar la atencionde las instituciones hacia los hombres, de las ideas hacia lasestructuras sociales, las practicas y las mentalidades, en situarel f'enomeno universitario medieval en el largo plazo. La bo-ga registrada, desde la aparicion de ese libra, de los estudios

    sobre "el intelectual " a los "intelectuales" no es solamenteni debe ser solamente una moda ..Si, como en toda perspecti-va comparativa pertinente, no se separa, por un lado, el pun-to de vista sociologico que pone de manifiesto la coherenciadel tipo, de las estructuras y. por otro, el estudio historicoque valora las eoyunturas, loscambios, los virajes, las ruptu-ras, las diferencias, la insercion de una epoca en la sociedad glo-bal, el empleo del termino "intelectual" esta [ustificado y esutil. En 1957 no quise entregarme a una exposicion teoricasobre el concepto que habia tornado de la historia, de la so-ciologfa, de la epistemologfa del mundo occidental a partirdel siglo XIX, y hoy tampoco me propongo entregarmea ta-les-consideraciones.Pero no se debe a un azar el hecho de que la mayor par-te de los estudios mas interesantes sobre los "intelectuales"del pasado vieran recientemente la luz en la Italia de Gramsci.Alberto Asor Rosa- propuso un bosquejo de conjunto; el con-

    1 A. Asor Rosa, "Intellettuaii", Eneiciopedia, VII, Turin, Einaudi, 1979,pags.801-827.9

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    cepto de "intelectual" fueextendido en un coloquio de Geno-va a la sociedad antiguae ; Giovanni Tabacco en un notableestudio situo al "intelectual medieval en el juego de las insti-tuciones y de las preponderaneias sociales", dentro de un vo-lum.en de Ja Historia de Italia del editor de Gramsci, Einaudi,dedicado enteramente a las relaciones de los intelectuales conel poder>.Para volver a "mis inteleetuales", dire que me animover en un excelente estudio dedicado a l nacimiento de laUniversidad de Modena (la segunda universidad italiana des-pues de Bolonia, a' fines del siglo XII) como Giovanni Santini-. .. ' - . - _ - - . ,aI refenrse a mi libro de'1957, declaraba mejor de 10 que yo10 habfa hecho que: "El nacimiento del 'intelectual' comotipo sociolcgico nuevo presupone la division del trabajo ur-bano asf como el origen de las instituciones universitarias pre-supone un espacio cultural comun.ien el que esas nuevas 'ca-tedrales del saber' puedsn surgir, prosperar y enfrentarse li-bremente?-,La division del trabajo , la ciudad, nuevas instituciones,unespacio cultural. comun a toda Ia cristiandad y no ya en-camado en el parcelamiento geografico y politico de la AltaEdad Media son los rasgos esenciales del nuevo paisaje intelec-tual de la cristiandad occidental en el paso del siglo XII a l

    siglo XIII. 'Lo que, en efecto, es decisive en el modele del intelec-tuaI medieval es su vinculo can la ciudad. La evoluci6n esco-lar se inscribe en la revolucion urbana de los siglos que vandel Xal XIII. La division entreescueIa monastica reservadaa los futures monjes y escuela urbana en principio abierta atodo el mundo, ineluso a estudiantes que continuaran siendolaicos, es fundamental. Pero yo deberfa haber mostrado masla atraccion que ejercfan sobre el medic monastico las escue-las y las universidades urbanas. Si desde eI comienzo las or-denes mendicantes -a pesar del debate iniciado entre los fran-ciscanos por el propio san Francisco entre pobreza y saber-se vuelcan al mundo de las escuelas urbanas, mas significativa

    aun es la conversion de ciertas ordenes rnonasticas (premons-tratenses, cistercienses) a la ensefianza universitaria en vir-tud de la Iundacion de colegios para los novicios de sus orde-nes en las ciudades universitarias a partir del siglo XIII.Hombres de ciudad, los nuevos intelectuales son hombresde oficio, Lo tienen, como los eomerciantes, puesto que son"vendedores de palabras", as! comoestos son "vendedores decosas temporales", Y deben veneer eI elise tradicional de laciencia que no puede venderse pues es don de Dios, En la mis-rna linea del medievalista norteamericano Gaines Post, subra-ye el caracter profesional y corporativo de los maestros y es-tudiantes universitarios. Ademas de los grandes libros de PearlKibre, una serie de estudios precise las condiciones materia-les, tecnicas y juridic as de la profesion universitaria.En esta perspectiva yo deberfa haber insistido mas en elcaracter revolucionario de los planes de estudios universitarioscomo modo de reclutar a las elites gobernantes. El Occiden-te solo habia conocido tres modos de acceso al poder: el na-cimiento, que erael mas importante, la riqueza, muy seeun-daria hasta el siglo XIII salvo en la antigua Roma, y el sorteo,de alcance limitado entre los ciudadanos de las aldeas griegasde la antigtiedad. La Iglesia cristiana en. principio habia abier-to a todos el camino a los honores eclesiasticos. En realidad, lasfunciones episcopales y abaciales,' las dignidades eclesias-tic as estaban en su mayoria reservadas a los miembros de Ianobleza, si no ya de la aristoeracia, J6venes nobles y bien pron-to jovenes burgueses constituyen ciertamente la mayor partede los estudiantes y de los maestros, pero el sistema universi-tario permite un verdaderoascenso social a cierto mimero dehijos de campesinos, Es pues importante que haya estudiossobre los estudiantes "pobres". En la tipologfa de la pobreza,tipologfa que tanto hicieron progresar Michel MoUat y su,sdiscfpulos, la pobreza universitaria representa un caso parti-cular. EI analisis de su realidad y de su coyuntura sobrepasa eldominio de la anecdota y los trabajcs de Jean. Paquet fueronesclarecedoresen esta cuestion, La que sobre to do deberiayo haber puesto de relieve es el hecho de que aquella promo-cion social se realiza por medio de un procedimiento compte-tamente nuevo y revolucionario en Occidente: el examen.El Occidente seentroncaba asi modestamente en un sistemadel que mi amigo Vadime Elisseeff cree que seria interesanteencarar en una perspectiva comparativa:el sistema chino.

    2 II comportamento delt'tntellettuale nella societa antica. Genova Insti-tuto di filoIogia classica e medievale, 1980. "3 G. Tabacco, "GIi intellettuali del medioevo net giuco delle instltuzionie delle preponderanze sociali", Storia d'Italia, AnnaU 4, ed. C. Vivant!Intellettualie potere, Turin, Einaudi, 1981, pags. 7-46. '4. G. Santini, Uniuersita e societe nel XlI secolo: Pilio da Medicina e 1 0Studio di Modena, Modena, STEMMueehi, 1979, psg. 112.

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    Sin caer en el anacronismo me vi pues llevado a definirel nuevo trabaio intelectual como la union de la investigaciony de la ensefianza en el espacio urbano y no ya en el espaeiomonastico. De manera que puse el acento, entre la multitudde maestros y estudiantes, en aquellos que se elevaron a lasciispides de la creacion cientifica e intelectual y del prestigiomagistral, en las figuras de envergadura. Tal vez cometf unerror al excluir a los vulgarizadores, a los compiladores, a los~ciclopedistas pues, habiendo pasado por las universidades,estos hombres difundieron los resultados recientes de la in-vestigacion y de la ensefianza escolasticas entre los clerigos ylos laicos instruidos y tam bien entre las masas par obra de Iapredicacion. Aqui se trata de una cuestion mas bien sugesti-va. La compilacion, hoy desacreditada, fue en la Edad Mediaun ejercicio fundamental de la actividad intelectual, no solode la difusion sino tam bien de la invencion de las ideas. Elpadre Chenu, el gran teologo e historiador que abri6 el caminode las investigaciones por el que tom6 este Iibrito, no conside-ra gran cosa a Pedro Lombardo, el obispo de Paris, de origenitaliano, muerto en 1160, cuyo Libra de las sentencias, quetransform a la Biblia en cuerpo de ciencia escolar, llego a serel manual basico de las facultades de teologia del siglo XIII.En cambio, me parece un intelectual importante ese canonigoparisiense que actuo poco despues deaquel, Pedro el Comedor(Petrus Comestor), devorador de libros, que con su Historiaescokistica y otros escri tos integra las novedades intelectualesde su tiempo en un instrumento elemental pero muy importan-te para los futuros profesores y estudiantes .. En cambio, meresisto a colocar entre los intelectuales eminentes del sigloXIII a ese dominico, muy privado de San Luis, Vicente deBeauvais, que redact6, con el Speculum Majus, el Gran espejo,una encicIopedia en la que volco, sin ninguna originalidad depensamiento, todo el saber de su epoca, enciclopedia que sir-vi6 para difundir ese saber en las generaciones siguientes. Tam-poco contaria entre los intelectuales eminentes a Roberto deSorbon, canonigo parisiense de quien la parte esencial desu obra (sobre todo sermones) esta todavia inedita, pero cuyaimportancia historica consiste en haber fundado un colegiopara. doce estudiantes pobres de teologia, colegio que fue elnucleo de Ia futura Sorbona, a la cual el canonigo lego su hi-blioteca, una de las mas importantes bibliotecas privadas delsiglo XIII. Este Roberto de Sorbon, de quien tenia celos Join-

    I I En el extremo final de esta evolucion profesional, sociale institucional hay un objetivo: eI poder. Los intelectualesmedievales no escapan al esquema de Gramsci, a decir ver-dad muygeneral, pero operante. En una sociedad ideo16gica-mente controlada de muy cerca por la Iglesia y polfticamentecada vez mas regida por una doble burocracia, laica y eclesias-tica (en este sentido el mayor "exito logrado" es la monarquiapontifieia que precisamente en el siglo XIII reune los dos as-pectos), los intelectuales de la Edad Media son ante todo inte-lectuales "organicos", fieles servidores de la Iglesia y del Es-tado. Las universidades son cada vez mas semilleros de "al-tos funcionarios". Pero muchos de ellos a causa de la funci6nintelectual y a causa de la "libertad" universitaria, a pesar desus limitaciones, son mas 0 menos intelectuales "cri ticos"que rayan en la herejia. En coyunturas hist6ricamente dife-rentes y con personalidades originales, cuatro grandes intelee-tuales de los siglos XIII a l XIV pueden ilustrar la diversidad delos comportamientos "criticos" en el mundo medieval de laensefianza superior: Abelardo, santo Tomas de Aquino, Sigerde Brabante, Wyclif.Sobre todo yo deberia haber detectado mejor (perotodavia no habia Ieido el articulo de Herbert Grundmann,

    de 1957, "Sacerdotium-Regnum-Studium") la formacion delpoder universitario. Tambien deberfa haber reconocido, a. tra-yeS de esos tres poderes (el clerical, el rnonarquico, el universi-tario) el sistema trifuncional puesto de relieve por GeorgesDumezil, De manera que junto ala funcion religosa y ala fun-cion politicoguerrera se afirma una funcion de la ciencia quees, al comienzo, un aspecto de la tercera funcion, la de laabundancia, la de la economia productiva. Asi se justificate6ricamente el intelectual autorizado, 1 0 mismo que el merca-der, a aprovechar de su oficio por su trabajo, por su utilidad,por su creaci6n de bienes de consumo. Los esfuerzos que rea-liza el intelectual a partir del siglo XIII para participar tambiendel poder eelesiastico (su encarnizamiento en defender su si-tuacion juridica de cterigo), para ejercer una influencia poli ti-ca (perceptible en Paris desde fines del siglo XIII) manifiestanIa voluntad del trabajador intelectual de distinguirse del tra-bajador manual a toda costa y a pesar de sus origenes en eltaller urbano. En la epoca de San Luis, el intelectual marginalparisiense Rutebeuf 1 0 reivindica asf: "Yo no soy obrero delas manos".

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    ville porque debra eompartir con ella frecuentaeicn familiarde San Luis y a quien como noble no le faltaba ocasion dereeordar al otro su origen campesino,era un intelectual "or-ganico" de segundo orden, Pero sembro bien.Aun hoy vacilo en trazar fronteras en el mundo intelee-tual de la Edad Media entre los universitarios propiamentediehos y los "literates" de los siglos XIII a XV. Incluf a Rute-beuf y a Juan de Meung, el autor de la segunda parte delRoman de la Rose porque, habiendo side estudiantes pari-sienses, en su obra se hieieron eeo de los conflictos ideologicosde lit Universidad de Paris en el siglo XIII y expresaron oiertosaspectos importantes de la "mentalidad universitaria": "ten-dencia a razonar" (pero no cabe hablar aqui de raeionalis-mo), espfritu corporativo,antic1ericalismo +sobre todo diri-gido contra las ordenes mendicantes-, propensiona Ia polerni-ca. Y si me hubiera propuesto el estudio de los intelectualesde fines de la Edad Media habria recurrido a aquel estudiantemarginal, a Francois Villon .. Perc me arrepiento de no haberdado un Iugar a grandes "escritores" impregnados de la forma-cion yel espiritu universitarios y parte de cuya obra deriva dela teologia 0 del saber cientffieo. Pienso sobre to do en Dante,genic a decir verdad inclasificable, y en Chaucer, en quien seequilibran 1a curiosidad cientifica y la imaginaeion creadora,por mas que deba solo a la segunda su gloria.Lamento tambien no haber insistido mas, no tanto enla etispide cuanto en Ia base del mundo intelectual, en esosprofesionaIes que en el siglo XII anunciaron el lugar de la cul-tura en el movirniento urbano, Junto a ciertos hombres de igle-sia, profesores de gramatica y de retorica, jueces, abogados ynotaries se contaron entre los artesanos del poder de las ciu-dades. Hoy en dia se reconoce con razon cada vez mas su Iu-gar a los elementos culturales dentro de la naturaleza y el fun-cionamiento de las ciudades rnedievales, junto a los aspectoseconomicos y propiamente juridicos y politicos, EI mercaderno es ya el unico y tal vez ni siquiera el principal actor en lagenesis urbana del Oecidente medieval, Todos aquellos que porsu ciencia de Ill. escritura, par su competencia en derecho yespecialmente en derecho romano, par su ensefianza de lasartes "liberales' y ocasionalrnente de las artes "meeanicas"permitieron afirmarse a la ciudad y especialmente en Italiaeonvertir el Comune en un gran fenomeno social, politicoy cultural, merecen ser eonsiderados como los autores intelec-

    tuaJes del crecimiento urbano, y uno de los principales gru-pos socioprofesionaJes a los que la ciudad medieval debesu poder y su fisonomfa.Desde 1957 valiosos estudios permitieron enriquecernuestro conocimiento de las universidades y de los universi-tarios de la Edad Media sin modificar el marco que yo habfapropuesto . . Incorporar esas contribuciones a in i ensayo habriasignificado reelaborar cas! por complete mi libro ..En la abun-dante bibliograffa de este volumen se encontrara la lista delos trabajos mas importantes cuya lectura permitira densificarmi texto.Mencionare tres dorninios en los que las recientes apor-taciones fueron particularmente significativas.En primer lugar el de Ia documentacion, Se han publieadoimportantes bibIiograffas que permitiran conoeer major loscentros universitarios que, eclipasados por las "grandes" uni-versidades 0 situados en zonas geograficas mas 0men os excen-tricas, no hahian entrado en el conocimientoeomun. Trabajosprosopograficos impresionantes por su amplitud entronizan1 0 cuantitativo en la hsitoria de los intelectuales de la EdadMedia. El inventario de los universitarios que pasaron por Ox-ford 0 Cambridge, de los universitarios oriundos de Suiza,del pais de Lieja 0 de Escocia permitira hacer avanzar la geo-graffa historic a universitaria y suministrara datos preciosospara la historia social, institucional y polftiea. Ademas laspublicaeiones de fuentes 0 el tratarniento informatica deciertas fuentes se hanreanudado despues de la aetividad defines del siglo XIX y decomienzos del sigloXX; estas contri-buciones permit iran tal vez modificar eiertos puntos de vista.Una tesis reciente dedicada a la nacion angloalemana de laUniversidad de Paris en el siglo XIV, tesis todavia inedita ysostenidaen la Escuela de Altos Estudios de Ciencias Socialespor un investigador [apones, ayudado por Andre Tullier, direc-tor de la biblioteca de la Sorbona, aporta algo mas que maticesa la imagen de una universidad de Paris en decadencia a finesde la Edad Media. La bibliogrsffa eontenida en esta nueva edi-cion de mi libro no cornprende, salvo por excepcion.xeteren-cias a ediciones de documentos porque este ensayo, aunque sefunda en una larga Investigacion cientfflca, no esta dlrigido alos eruditos, Pero corresponde aquf rendir homenaje a aque-Ilos sabios que en el pasado y en tin presente en eI que su tareano se ve facilitada por la evolucion de las condiciones cientf-

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    ficas, hicieron y hacen posible, en virtud de su trabajo ya menudo de su inteligencia, asentar sobre bases solidas lasnuevas interpretaciones e interrogaciones que los historiado-res elaboran hoy.El segundo progreso se refiere aI dominic de 10 cotidia-no. Cada vez sabemos mejor donde y como vivian los profe-sores y los estudiantes, como se vest i an , 10 que bebian y co-rnfan, comoempleaban su tiempo, cuales eran sus costumbres,sus devociones, su conducta sexual, sus diversiones, su muertey sus testamentos y a veces sus funeraIes y sus tumbas. Y claroesta tam bien conocemos cada vez mas sus metodos e instru-mentes de trabajo, su papel en la evolucion de las tecnieasintelectuales y los. modos de comportamiento frente al manus-crito y luego frente al libro irnpreso. Saenger mostro como loscursos universitarios eontribuyeron a haeer evolucionar al lee-tor medieval, que paso de la lectura en voz alta a la lectura vi-sual, silenciosa. Se va construyendo una antropologfa de losintelectuales medievales.Por fin, se ha ido revelando cada vez mas el papel quedesempefiaron las universidades y los universitarios en la po-litica y a partir del siglo XIII, en la gran polftica. En la Franciade la sucesion de los Capetos a los Valois y de los desgarra-mientos de la guerra de los Cien Aiios (una universidad de Pa-ris colaboradora y asesina de Juana de Arco), en la Inglaterrade la lucha de los barones contra los reyes en el siglo XIIIy de las sucesiones dinasticas de los siglos XIV y XV, en laconstrucclon de los estados checo, polaeo y escoces, en lascuestiones del gran cisma y de los grandes concilios de Cons-tanza y Basilea se afirma la aecion de Ia universidad comopoder, como poder polit ico.

    Para terminar con los arrepentimientos dire que sobretodo tienen que ver con la diacronia. El tema de este ensayoes el surgimiento y el triunfo de un nuevo tipo socioprofesio-nal en los siglos XII y XIII. Solo evoque la Alta Edad Mediacomo una prehistoria de mi tema, prehistoria barbara y balbu-ceante y evoque 10 que ya nadie se atreve a Hamar la Baja EdadMedia, los siglos XIV y XV, solo como la decadencia, comola traicion del modelo anterior.Ciertamente pinte con tintas demasiado oscuras que ra-yan en la caricatura la Alta Edad Media. En su originalidadasf como en su larga duracion, el periodo carolingio no volviociertamente del to do las espaldas a modelos comparables,

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    mutatis mutandis, a los de la Edad Media en su apogeo y nun-ca se me ocurrio negar la realidad intelectual de un "renaci-miento carolingio ", por m a s que se hayan exagerado. sus di-mensiones. Pero creo que en la Iglesia y en la monarquia delos tiempos carolingios la naturaleza y la funcion de las escue-las, de los pensadores y de los productores de ideas eran rnuydiferentes de las que fueron en la epoca del predominio de lacultura urbana y que su difusion no paso de ciertos cfrculosaristocraticos +eclesiasticos y laicos+ restringidos. Sin dudahabria que estudiar de mas cerca el funcionamiento de las es-cuelas urbanas de los siglos X y XI en la sociedad de la epoca.En Lieja, en Reims, en Laon se esboza en la actividad intelec-tual algo que anuncia el escolasticismo, pero desde las artesliberales a las materias de las cinco facultades (artes, medici-na, derecho civil, derecho canonico, teologfa), desde la sabi-duria (sapientia) a la ciencia (scientia, incluso la ciencia teo-Iogica) se percibe mas una ruptura que una eontinuidad. UnRathier de Verona, un Gerbert, un San Anselmo presentanalgunos rasgos de los grandes intelectuales del siglo XIII,pero las iglesias episcopales en las que ellos piensan y ensefianno son las corporaciones universitarias que se constituyen enel siglo XII. Para tomar el ejemplo parisiense, cuando pasamosde Pedro Lombardo, de Pedro el Corned or, de Pedro el Chan-tre a Alejandro de Hales, a Guillermo de Auvemia (por masobispo de Pans que fuera), a Juan de Garlande observamosque cambia el tipo de "maestro". Cuando sa pasa a la orillaizquierda, cuando se pasa de la Cite al Barrio Latino, de laescuela del capitulo catedral a las escuelas de los maestros uni-versitarios, en unas poeas decenas de aiios y en unas pocasdecenas de metros, el paisaje cambia profundamente.Y cambio mucho tambien, aun permaneciendo dentrodel mismo marco institueional, en los siglos XIV y XV. Aqufmi ensayo resulta enteramente insuficiente y los trabajos deeste ultimo cuarto de siglo deben corregirlo considerablemen-teo Sf, la ensefianza universitaria de los colegios es diferentede la ensefianza de la universidad sin edificios del siglo XIII;si, ya no hay una doctrina dominante como fue (mas breve-mente y rnenos completamente de 10 que 10 afirma una histo-riografia neotomista del escolasticismo) el aristotelismo;sf, la "razon" asumio a fines de la Edad Media formas di-ferentes de las que tenia ell el apogee de la Edad Media. Sf, hu-bo una crisis universitaria que es un aspecto de "la" crisis de

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    5 V'ease R. w . . Southern, Western Society and the Church in the MiddleAges, Harmondsworth, Penguin Books, 1980, pags, 334 y siguiantes.

    versitaria lejos de decrecer aurnenta, aunen las gran des univer-sidades antiguas, Los herrnosos trabaios de Jacques Vergerentre otros, corrigan las ideas recibidas, Hay que revisar l~oposicion de escolasticismo y humanismo. Las universidadesdssempefian un papel mas import ante de 10 que se creta enla difusion de la imprenta,Lo que el mayor conocimiento de las fuentes permiteestudiar mejor son las relaciones entre las universidades y lasociedad. Sobre esta cuestion muchos estudios sobre Oxfordy Cambridge son ricosen snsefianzas.Lo cierto es queesta rehabilitacion parcial de la univer-sidad a fines de la Edad Media (por 1 0 menos, todo serfa mu-cho mas claro si se abandonara la division tradicional de EdadMedia y Renacimiento y si se considera una larga Edad Mediahasta el siglo X IX ) y la riqueza de las informaciones sobre losaspectos soeiales de las universidades de los siglos XlV y XVestan vinculadas en profundidad can unaevolucion esencialdel mundo universitario, Las universidades, los profesores uni-versitarios, ya no tienen el monopolio de la produccion inte-lectual y de la ensefianza superior. Hay circulos, como en laFloreneia de los Medicis, hay colegios de los cuales el masilustre sera el Colegio de Francia en Paris, que elaboran y di-funden un saber en gran parte nuevo y en condiciones elitis-tas nuevas. Las universidades asignan una mayor importaneiaa su papel social. Forman cada vez mas juristas, medicos, maes-tros de escuela para los estados en que nuevas capas socialesentregadas a profesiones mas utilitarias y menos brill ante pi-den un saber que se adapte mejor a sus carreras y CllrSOS queaseguren a hombres de ciencia, separados de la ensefianza,subsisteneia y reputacion. El intelectual de la Edad Media sali-da de la ciudad y del trabajo universitario, destinado a gober-nar a una cristiandad en 10 sucesivo fragmentada, desaparece.

    Io s siglos X IV y XV yque, como esta, es anterior a la PesteNegra de 1348 y se revela en el paso del siglo XIII al sigloXlV, a partir de 1270-1277 sin duda can las condenacionesdoctrinales del obispo Etienne Tempier en Paris. Sf, es ver-dad por ejemplo. que uno de los grandes adeptos de la devo-tio moderna, de las nuevas forrnas de piedad que seducen aIa sacie~ad de fines de la Edad Media, Gerhard Groote, hijode un nco mercader de Deventer, despues de sus exitos aca-demicos en la Universidad de Paris, se retiraen 1374 can loscartujos eerea de Arnhem y expresa sentimientos violenta-mente antiuniversitarios al afirmar la inutilidad de la cienciaconsiderada como instrumento de codicia y ruina del a l-rna. Solo la fe y una vida simple salvans . Sf, aparece un nue-vo .tipo .d~ in.telectu~i, el humanista que tiende a reemplazara l universitano medieval y a menu do se afirma contra este.Pero 10 que confunde ya las cosas y 10 que ahara comenzamosa percibir mejor es el hecho de que algunos universitarios sont.ambh~n humanistas sinrenegar par esto del modelo de que sa-heron. Un Gerson, un Nicolas de Cusa son ejemplos de estehecho.Y hay algo mas. La extension geografica del mundo uni-versitario modifica el paisaje universitario sin destruir su mar-co . . En pafses germanicos (Viena 1883 Erfurt 1379/1392Heidelberg 1385, Colonia 1388, Wurzburg 1402, Leipzi~1409, etc ..),e.n Bohemia (Fraga 13(7), en Polonia (Cracovia1364-1400), sin hablar del florecimianto universitario esco-ses, espafiol, portugues, frances. italiano etc. nacen nuevasuniversi~ades fundadas segun el modele bolofies 0 parisiense,con I'll SIstema de las facultades 0 de las "naciones" con elbinomio de profesores y estudiantes, etc. aunque frecuente-mente en una nueva relacion con las eiudades los estados Iareligion (movimiento husitaen Praga, conversion de litua~osen Cracovia, averrofsmo en Padua, etc.)Si el esco~asticismochisica y en particular la teologfase estancan y SI el control eclesiastico paraliza con la censuraa numerosas facultades, no en todas partes ocurre esto. El es-colasticismo tardio parece, a la luz de ciertos trabajos sabretodo polacos en elcaso de Cracovia, mas original, mas creati-vo y de mejor nivel de 10 que se ha dicho. La frecuentacion uni-

    Jacques Le GoffNoviembre de .1984

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    I II

    IntroduccionLa danza macabra que a fines de la Edad Media conducea los diversos "estados" del mundo --es decir, a los diferentesgrupos de la sociedad+ hacia la nada en la que se complace lasensibilidad de una epoca en su decadencia, arrastra a menudojunto a reyes, nobles, eclesiastieos, burgueses,gentes del pue-blo, a un elerigo que no siempre se confunde can los monies ylos sacerdotes ..Ese clerigo es e1 descendiente de un linaje ori-ginal en el Occidente medieval: eI de los intelectuales, "Porque el termino intelectual que da su titulo a este librito? Noes el resultado de una eleccion arbitraria .. Entre tantas pala-bras (sabios, doctos, clerigos, pensadores-Ia termlnologfadel mundo del pensamiento siempre fue vaga-), este termino

    designa un tipo de eontornos bien definidos: el de los maes-tros de las escuelas, Este tipo se anuncia en la Alta Edad Me-dia, se desarroUa en lasescuelas urbanas del siglo XII y flore-ce a partir del siglo XIII en las universidades, EI termino de-signa a. quienes tienen por ofieio pensar y ensefiar su pensa-miento. Esta alianza de la reflexion personal y de su difusionen una ensefianza caracterizarfa al intelectuaL Sin duda, antesde la epoea contemporanea, el intelectual nunca tuvo tan biendelimitado ni tuvo tanta conciencia de sf mismo como en laEdad Media. En Inga r de designarse can el terminG cltirigo,que es equfvoco, trato de bautizarse con un nombre del quese hizo campeon Siger de Brabanteen el siglo XIII, philosop-h U B , que yo descarte porque el filosofo es para nosotros otropersonaje, La palabra filosofo esta tornada de la antigiiedad.En la epoca de santo Tomas de Aquino y de Siger, el filoso-fo por excelencia, el Filosofo con P es Aristoteles. Solo que enla Edad Media este es un filosofo cristiano .. Es la expresionde aquel ideal de las escuelas desde el siglo XII al siglo XV:el humanismo cristiano. Pero para nosotros la palabra huma-

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    nista designa a otro tipo de sabio, el del Renacimiento de lossiglos XV y XVI que se opone precisamente al intelectualmedieval.En consecuencia, de este esbozo - - -al que yo habrfa pues-to como subtftulo, si no temiera ser demasiado ambicioso yabusar de terminos hoy gastados y mancillados, "Introducciona una sociologfa historica del intelectual occidental"- quedanexcluidos ilustres representantes del rico pensamiento medie-val. Ni los mfsticos encerrados en sus claustros ni los poetas, nilos cronistas alejados del mundo de las escuelas y sumidos enotros medios apareeeran aqu( si no es de manera episodica ycomo contraste. EI propio Dante, que domina el pensamientodel Occidente medieval, solo proyectara su silueta inmensacomo una sombra chinesca. Si frecuento las universidades,estuvo realmente alguna vez en Paris y en la calle del Fou~-rre?), si desde fines del siglo XIV su obra llega a ser en Itahatexto de explicacion, si la figura de Siger aparece en suParai-so en versos que parecieron extraiios, 10 cierto es que siguioa Virgilio mas alla de la selva oscura y anduvo por caminos di-ferentes de aquellos por los que transitaron nuestros intelec-tuales. Mas 0menos marcados por haber asistido a las escuelas,un Rutebeuf, un Juan de Meung, un Chaucer, un Villon seranevocados aqui solamente pOIesa circunstancia.

    De suerte que 10 que evoco aquf no es mas que un aspec-to del pensamiento medieval, un tipo de sabio entre otros.No desconozco la existencia ni la importancia de otras familiasdel f espiritu, de otros maestros espirituales. Pero este me pa-recio tan notable, tan significative en la historia del pensa-miento occidental y tan bien definido sociolcgicamente que sufigura y su historia acapararon mi atencion ..Por 10 demas, 10designo en singular con gran sinrazon pues el intelectual fuemuy diverso segiin 10 mostraran estas paginas, como espero.De Abelardo a Ockham, de Alberto el Grande a Juan Gerson,de Siger de Brabante a Besarion, [que temperamento, quecaracteres, que intereses diferentes, opuestos!

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    Sabio y profesor, pensador por oficio, el intelectual pue-de tambien definirse por ciertos rasgos psicologicos que sedisciernen en su espfritu, por eiertos aspectos del caracter quepueden endurecerse,. convertirseen habitos, en manias ..Razo-nador, el intelectual corre el riesgo de caer en exceso de ra-22

    CiOClDlO. Como cientffico, 1 0 acecha la sequedad. Como erfti-co, (,no destruira par principia, no denigrara por sistema? Enel mundo conternporaneo no faltan los detractores que 10convierten en cabeza de turco. La Edad Media, si se burlo delos escolasticos fosil izados, no fue tan injusta. No impute laperdida de Jerusalen a los universitarios ni el desastre de Azin-court a los profesores estudiantes de la Sorbona.Detras de la razon, la Edad Media supo ver la pasion de10 justo, detras de la ciencia la sed de 10 verdadero, detrasde la crftica la busca de 10 mejor. A los enemigos del intelec-tual, Dante respondio hace siglosal colocar en el Parafso, don-de los reconcilia, a las tres mas grandes figuras de intelectua-les del siglo XIII: santo Tomas, san Buenaventura y Siger deBrabante.

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    EI siglo XII. Nacimiento delos intelectualesRenacimiento urbano y nacimiento delintelectual en el siglo XII

    Al principio estuvieron las ciudades. EI intelectua1 de laEdad Media +en Occidente+ nace con las ciudades. Con el de-sarrollo de estas, debido a la funeion comercial e industrial-digamos modestamente artesanal- aparece el intelectua1como uno de esos hombres de oficio que se instalan en las ciu-dades en las que se impone la division del trabajo.Antes existfan apenas las tres clases sociales distinguidaspor Adalberon de Laon: la clase que reza (los clerigos), la queprotege (los nobles), la que trabaja (los siervos), que corres-pondfan a una verdadera especializacion de los hombres. Elsiervo, si cultivaba la tierra, era tambien artesano; el noble,soldado, era tarnbien propietario , juez, administrador, Losclerigos -sobre todo los monjes+ eran a menudo todas estascosas a Ia vez , EI trabajo del espiritu constituia solo una desus actividades. No era un fin en 5 1 mismo, sino que estabaordenado con el resto de su vida y se volvia a Dios en virtudde la regia. En los azares de la existencia monastica, los cleri-gas pudieron momentaneamente hacer las veces de profesores,de sabios, de escritores, Pero este es un aspecto fugaz, siempresecundario de su personalidad, Ni siquiera aquellos que anun-cian a los intelecutales de los futures siglos son todavia figuras

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    bien definidas, Un Aleuino esen primer lugar un alto funcio-nario, ministro de la eultura de Carlomagno .. Un Loup deFerrieres es ante todo un abad al que Ie interesan los Iibrosy a quien Ie gusta citar a Ciceron en sus cartas ...Un hombre euyo oficio es escribir 0ensefiar 0 las dos eo-sas a la vez , un hombre que profesionalmente tiene una acti-vidad de profesor y de sabio, en suma un intelectual, es unhombre que solo aparece con las ciudades.En el siglo XII ya se 1 0 discierne verdaderamente. Sinduda la eiudad medieval no se desarrolla en Occidente y enesa epocacomo un hongo que crece bruscamente. Hay histo-riadores que hasta yen la ciudad ya completamente constitui-da en el siglo XI, en el siglo X, y cada entrega de revistas es-pecializadas aporta consigo un nuevo renacimiento urbano,cada vez mas alejado en el tiempo ,Sin duda siempre hubo ciudades en Occidente, pero los"cadaveres" de las ciudades romanas del bajo imperio s610encerraban dentro de sus murallas un pufiado de habitantesalrededor de un jefe militar, administrativo a religiose, Eransobre todo eiudades episcopales que agrupaban a unos pocoslaicos alrededor de un elero algo mas numeroso, sin otra vidaeconomics que un pequefio mercado local destinado a lasnecesidades cotidianas,Cabe suponer que probablemente por influencia del mun-do musulman, que reclama para su enonne clientela urbana-de Damasco, de Tunes, de Bagdad, de Cordoba+ Ias mate-rias primas del Occidente barbaro (maderas, pieles, esclavos,espadas) se desarroHan embriones de ciudades, los "puertos",autcnomos 0 anexos a las ciudades episcopales 0 a los "bur-gos" militates desde el slglo X y tal vez desde el siglo IX.Pero el fenomeno no alcanza una amplitud suficiente hastael siglo XII. Entonces dicho fen6meno modifica profunda-mente las estructuras economicas y sociales del Occidente yeomienza,en virtud del movimiento comunal, a trastornarlasestructuras politicas,A esas revoluciones se agrega otra, Ia revolucion cultural.A esas expansiones 0 renacimientos se une otro que es inte-Iectual, Es la historia de sus protagonistas, de losavatares desus sucesores hasta el fin de 1 0 que se Ham; Edad Media, hastael otro "renacimiento" 1 0 que este librito se propone trazar.

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    I~

    lHubo un renacimiento carolingio?Si es diffcil aceptar un verdadero renacimiento urbanesuficientemente configurado antes del siglo XII i.se puede pa-sar por alto en el dominic de la civilizaci6n la epoca (fin delsiglo VIII y primera mitad del siglo IX) que tradicionalmentese llama el renacimiento carolingio?Sin llegar a negarlo, sin llegar a hablar de pretendido re-nacimiento, como eiertos historiadores, nosotros quisieramos

    precisar sus limites.Ese periodo no presenta ninguno de los rasgos euanti-tativos que parece implicar Ia idea de renacimiento. Si duranteese tiempo se meiora la cultura de los hijos de los nobles edu-cades en la escuela del palacio, de los futuros clerigos forma-dos en algunos grandescentros monasticos 0 episcopales,dicho renacimiento casi pone fin a los restos de la enseiianzarudimentaria que los monasterios merovingios irnpartfan en-tre los nifios .de los campos aledafios, Cuando se producela gran reforma de la orden benedictina en 817, reforma Ins-pirada alemperador Lu i s el Piadoso par san Benito de Ania-ne que determina el repIiegue en sf mismo del monaquismobenedictine primitive, las escuelas "exteriores" de los mo-nasterios quedan clausuradas. Renacimiento para una elitecerrada +numericamente muy escasa+ destin ad0 a dar a lamonarquia clerical carolingia un pequefio semillero de ad-ministradores y de politicos. Los manuales franeeses republi-canas de historia se han equivocado muehcal idealizar a unCarlomagno, por 1 0 dernas analtabeto, como protector de lajuventud de las escuelas y precursor de Jules Ferry.Pero aparte de este reclutamiento para la direeeion de lamonarquia y de la Iglesia, el movimiento inteleetual de la epo-ca carolingia no manif'estaba ni aspectos de apostolado, ni de-sinteres superior en su obraro en su espiritu.Los magnfficos manuscritos de la epoca son obras de Iu-jo. El tiempo que se emplea en escribirloscon una hermosaescritura -Ia caligraffa es, mas aim que la cacograffa, signo deuna epoca ineulta en la que la demanda de libros es muy po-bre+, en adornarlos esplendidamente para el palacio 0 para a l-gunos grandes personajes laicos 0 eelesiasticos, indica que lavelocidad de cireulacion de los libros es infima ..E s mas aiin, esos libros no estan hechos para ser Iefdos,van a engrosar los tesoros de las iglesias 0 de los ricos parti-

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    cuJares.. Son un bien seonomico antes que espiritual. Algunosde sus autores, al copiar las frases de los antiguos 0 de los pa-dres de la Iglesia, afirman ciertamente la superioridad del valordel contenido espiritual de dichos libros. Pero se cree en ellosbajo palabra. Y esto no hace sino acrecentar su precio mate-rial. Carlomagno vende una parte de sus hermosos manuscri-tos para repartir limosnas. Los libros son considerados exac-tamente como las vajillas preciosas,Los monjes que los escriben laboriosamente en los scrip-toria de los monasterios solo se interesan muy secundariamenteen el contenido de los Iibros: para ellos 10 esencial es la apli-eacion, el esmero, el tiempo empleado, las fatigas sufridaspara escribirlos. Ese trabajo es obra de penitencia que les val-dra el cielo. Por 10 demas, de conformidad con aquel gusto porla evaluacion tarifada de los meritos y de las penas que laIglesia de la Alta Edad Media recogi6 de las Iegislaciones barba-ras, esos monies miden par el numero de paginas, de renglones,de letras los afios de purgatorio remitidos 0, inversamente, selamentan de la falta de atenci6n que al hacerles saltar algunale-tra les prolonga su estada en el purgatorio ..Legaran a sus su-cesores el nombre de ese diablejo especializado en hacerlosrabiar, el demonio Titivillus de los copistas, al que AnatoleFrance volvera a encontrar.La ciencia, para aquellos cristianos en cuyo interior es-ta todavia adormecido el harbaro, es un tesoro. Hay queguardarlo cuidadosamente. Se trata de una cultura cerradajunto a una economia cerrada. EI renacimiento carolingio,en Iugar de sembrar, atesora. i.Puede haber un renacimientoavaro?En virtud de una especie de generosidad involuntaria,la epoca carolingia puede a pesar de todo conservar el titulode renacimiento. Sin duda el mas original y el mas vigoroso desus pensadores, Jua:n Escoto Erigena, careci6 de publico en sutiempo y solo sera conocido, comprendido y utilizado en elsiglo XII. Pero entonces, los manuscritos copiados en losscriptoria carolingios, la concepcion de las siete artes libera-les retomada por Aleuino al retorico del siglo V Marciano Cap-pella, la idea por el emitida de la translatio studii -el hechode que el Occidente, y mas precisamente la Galia, reempla-ce a Atenas y a . Roma como foco de la civilieacion+, todosesos tesoros reunidos seran de nuevo puestos en circulacion,voleados en el erisol de las escuelas urbanas, absorbidos (como28

    la ultima capa de contribucion de la antigtiedad) por el rena-cimiento del siglo XII.Modernidad del siglo XII. Antiguos y modemos

    Hacer algo nuevo, ser hombres nuevos, ese esel vivosen-timiento de los intelectuales del siglo XII. i.Y hay renacimien-to sin experimentar la impresion de renacer? Pensemos en losrenacentistas del siglo XVI, en Rabelais.Tanto de la boca de esos intelectuales como de su plu-ma sale la palabra moderni para designar a los escritores desu tiempo. Modernos, eso es 10 que son y saben ser tales rena-centistas. Pero son modernos que en modo alguno querellana los antiguos; por el contrario, los imitan, se nutren de elIos,se encaraman en sus hombros.

    "No se pasa de las tinieblas de la ignorancia a la luz de laciencia, exclama Pedro de Blois, si no se releen con amor cadavez mas vivo las obros de los antiguos. iQue ladren los perros,que gruiian los cerdos! No por eso dejare de ser el sectario delos antiguos. A ellos dedicate todos mis cuidados y cada diel amanecer me encontrard estudidndoloe."La siguiente es la ensefianza basica que daba en Chartres,

    uno de los mas famosos centros del siglo XII, el maestro Ber-nardo segun la tradicion recogida por un ilustre discipulo,Juan de Salisbury:"Cuantas mas disciplinas se conozcan y cuanto mas pro-[undamente se impregne uno de elias, mas plenamente seeaptar laperfeccion de los autores (antiguos) y mas claramen-te se los enseiiard. Estos, gracias a la diacrisis, palabra que po-demos traducir por ilustracion 0coloracion, y partiendo dela materia bruta de una historia, de un tema, de una {cibula,con la ayuda de todas esas disciplines y de un gran arte de lastntesis y de la razon, hacian de la obra terminada como unaimagen de todas las artes. La gramdtica y la poesia se mez-clan intimamente y abarcan toda la extension del tema. So-bre ese campo, la 16gica, al aportar los colo res de la demostra-cion, infunde sus pruebas racionales con el esplendor del oro;

    1 a ret6rica en virtud de la persuasion y del brio de la elocuen-cia imita el brillo de la plata. La matemiitica, arrastrada porlas ruedas de su cuadriga, pasa sobre las huellas de las otrasartesy deja en elias con una infinite oariedad sus colores29

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    y sus encantos. La [tsica, habienda penetrado los secretos dela naturaleza, aporta la oontribuoion del multiple encan-to de sus matices, Por fin, la mas eminente de todas las ramasde la filosafta, la etiea, sin la cual no hay [ilosofos ni siquierade n?mbre, sobrepasa a .todas las demds por la dignidad queeonfiere a la obra. Estudia atentamente a Virgilio 0a Lucanoy cualquiera que sea La filosofta que profeses, comprobardsque puedes acomodarla a ellos. En esto, segiin la capacidad delmaestro y la habil idad y celo del alumno, consiste elprovechode la lectura previa de los autores antiguos, Este era el metodaque segura Bernardo de Chartres, la mas abundante fuente delas bellas letras en la Galia de los t iempos modernos ... ..Pero esta imitacion lno es servilismo? Mas adelante ve-remos los obstaculos aportados por el hecho de admitir en 1acultura occiden!al prestamos antiguos mal digeridos, mal adap-tados. [Pero que nuevo es todo esto en el siglo XII!

    .. . Si aquell~s maestros que son clerigos, que son buenoscnstranos, prefieren como tex-book a Virgilio y no al Eclesias-tes, a Platen y no a san Agustin 10 hacen no solo porque estanpersuadidos de que Virgilio y Platen traen ricas ensefianzasmorale~. y de que debajo de la corteza esta el meollo (lY nohay ~,as de esto en las Santas Escrituras 0 en los Padres?) sinotam bien porque la Eneida y el Timeo son para enos obrasante todo cientificas, escritas por hombres de ciencia y apro-piadas como objeto de ensefianza especializada, tecnica, entanto que las Sagradas Escrituras y los Padres de la Iglesiaque pueden ser tam bien tan ricos en materia cientffica ( . noes ac~o? el

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    El medio arabe es en efecto ante todo un intennediario.Las obras de Aristoteles, Euclides, Ptolomeo, Hipocrates,Galeno fueron llevadas a 1 Oriente por los cristianos hereti-cos -monofisitas y nestorianos- y los judios perseguidospor Bizancio; esos hombres las legaron a las bibliotecas y lasescuelas musulmanas que las acogieron ampIiamente. Yahora,en un periplo de regreso, Hegan de nuevo a las orillas de lacristiandad occidental. Aqui es muy secundario el papelde la franja cristiana de los estados latinos de Oriente. EIfrente en que se encuentran el Occidente y el Islam es ante to-do un frente militar, un frente de oposicion armada, el frentede las cruzadas. Intercambio de ataques, no de ideas ni de li-bros. Raras son las obras que se filtran a traves de estas fron-teras de combates. Dos zonas principales de contacto reei-ben los manuscritos orientales: ItaIia y mas aun Espana.En esas zonas, las instalaciones transitorias de los musulmanesen Sicilia y en Calabria 0 las oleadas de Ia reconquista cristia-na en Espana no impidieron nunca los intercambios pacf-ficos.

    Los buscadores cris tianos de manuscritos griegos y arabesse despliegan hasta Palermo, donde los reyes normandos deSicilia y luego Federico II en su canci11erfa trilingile -griego,latin, arabe+ animan la primera corte italiana renacentistay Uegan hasta Toledo reconquistada a los infieles en 1087'donde bajo la proteccion del arzobispo Raimundo (1125~1151) trabajan activamente los traductores cris tianos.Los traductores

    Los traductores son los pioneros de este renacimiento.El Occidente -Abelardo 10 deplora y exhorta a las religio-sas del Paraclito a llenar esa laguna para superar asi a loshombres en el dominic de la cultura+ ya no comprende elgriego. La lengua cientfflca es el Iann. Origin ales arabes ver-siones .arabes d~ t~~tos griegos, origin ales griegos son, pues,trad.ucldos por l.n~lvlduos aislados 0mas frecuentemente porequipos, Los ~nstIanos de Occidente se hacen asesorar porcristianos espanoles, que vivieron bajo la dominaci6n musul-mana (los mozarabss), por iudios y hasta por musulmanes.De esta manera se reunfan todas las capacidades. Uno de esosequipos es celebre: esel que forma el ilustre abad de Cluny,Pedro el Venerable, para tradueir el Alcoran. Habiendo viaja-32

    do a Espana para realizar una inspeccion de los monasteriescluniacenses nacidos a medida que avanzaba la reconquista,Pedro el Venerable es el primero que concibe la idea de corn-batir a los musulmanes, no en el terreno militar, sino-en el te-rreno intelectual. Para refutar Ia doctrina de los musulmaneshay que conocerla; esta reflexion, que hoy nos parece deuna evidente ingenuidad, es una audacia en aquella epoca delas cruzadas,"a sea que se deal error mahometano el uergonzosonombre de hereiia, ya sea que se le de el infame nombre de

    paganismo, hay que obrar contra el, es decir, escribir. Pero losLatinos y sobre todo los modernos, habiendo perecido lacultura antigua, ya no conocen otra lengua que la de _supaisnatal, para decirlo con las palabras de aquellos judios queadmiraban otrora a los apostoles poliglotos. De manera queno pudieron ni reconocer Laenormidad de este error ni cerrar-Ie el camino. Mi coraz6n se inflatru) y ardio con fuego en mimeditacion. Me indigne al ver a los Latinos ignorar La c ausade semejante perdicion y ver como su ignorancia los priuabadel poder de resistir a ella; nadie respondia porque nadiesabta. Fui pues en busca de especialistas de la lengua cirabe quepermitio a ese mortal veneno infector a mcis de la mitad delmundo, Los persuadi a fuerza de suplicas y de dinero que tra-dujeran del cirabe al latin la historia y la doctrina de ese desdi-chado y hasta su misma ley que llaman Alcottin, Y para quela fidelidad de la traduccion fuera completa y para que r:!n-gUn error pudiera [alsear la plenitud de nuestra eomprension,a los traductores cristianos agregue un sarraceno. Los nom-bres de los cristianos son: Roberto de Ke tten , Hermann elDcilmata Pedro de Toledo; el sarraceno se llamaba Moham-med. Este equipo, despue de habet reuisado a fonda las bi-bliotecas de ese pueblo bcirbaro compuso un gran li~ro que ~epublico para los lectores Latinos. Este trabajo se hizo el anaen que fui a Espana y enel que tuue una entre_vista con ,elsenor Alfonso, emperador uictorioso de las Espanas, es decir,en el ana del Senor 1142. "

    Tomada como ejemplo, la empresa de Pedro el Venera-ble se sitiia en las margsnes del movimiento de traducci6n quenos ocupa. Los traductores cristianos de Espana no est~n i~-teresados en el islamismo; les interesan los tratados cientf-ficas griegos y arabes, El ahad de Cluny 10 subraya al decirque para asegurarse los servicios de estos especialistas tuvo que33

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    ofrecerles una generosa retribucion, Hubo que pagarles muchopara que abandonaran momentaneamente su trabajo profesio-na I .l,Que aporta al Oceidente este primer tipo de investiga-dores, de intelectuales especializados que son los traductoresdel siglo XII? l,Que aportan un Santiago de Venecia un Bur-gundi.o de P~sa, un Moisss de Bergamo, un Leon fuseo quetrabaia en ~l~~neio y en Italia del norte, un Aristipo de Pa-lermo en SICilIa, un Adelardo de Bath Platen de TIvoli unHerm~nn el Dal~ata,. un Roberto de' Ketten, un Hug~ deSantalia, ~n Gondisalvi, un Gerardo de Cremona en Espana?Ese tipo llena las lagunas que deja la herencia latina enla cultura occidental, las lagunas de la filosofla y sobre todode la ciencia, La inmensa contribucion que aportan esos obre-ros de la eultura es la matematica con Euelides, Ia astronomiacon Tolomeo, la medic ina con Hipocrates y Galeno la fisi-ca, la . 16gica y la etica con Arist6teles. Y tal vez rna's que lamat~na 10 que aportan es el metodo. La curiosidad, el razo-nanuento 7 . toda la Logica Nova de Aristotelss, la logica de lasdos Analiticas (priora y posteriora), la de los Topicos de losElenchi (SoI?h.istic,i ~lenchi) que van a agregarse a la' LogicaVetus -Ia Vieja LoglCa- conocida a traves de Boecio que vuel-ve a cobrar gran predicamento. Ese es el encuentro el esti-mulo, la .leccion que .el antiguo helenisrno, a l tennin'o de es elargo periplo por el Orients y el Mrica, comunica al Occidente.Agreguemos tam bien la contribucion propiamente arabe.L~ arltmet~ca con el algebra de Al-Kharizmi; y luego en lospnmeros anos del siglo XIII Leonardo de Pisa hace conocerlos mirneros llamadosanibigos, que en realidad son hindues pe-l? llegados desde la India por via arabs. La medieina con Rha-z~ que los. cristianos Haman Rhazes, y sobre todo con IbnSm~ 0 Avicena cuya enciclopedia medica 0 Canon iba a serel libro de cabecera de los medicos occidentales. Astronomosbotanicos, agronomos y mas aiin alquimistas que transmite~a los l.atinos l~ f~bril busca del elixir. Por fin, la filosoffa que,a partir de Anstoteles, eonstruye vigorosas sfntesis con AI Fa-

    rabi Y,Avicena. Y con ~asobras llegan las palabras mismas cifra,cero, algebra que los arabes ofrecen a los cristianos en el mis-rno memento en que les dan el vocabulario del comercio:aduana, bazar, fondouk 0 fondacco (almacsn de tejidos), gabe-la, cheque, etc.Asi se explica que viajen a Italia y a Espana tantos hom-

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    bres sedientos de conocimientos como aquel Ingles, Daniel deMorley, que describe al obispo de Norwich su itinerario inte-lectual."La pasi6n del estudio me habra hecho abandonar Ingla-terra. Permaneci algtin tiempo en Paris. Alit s610 vi a saIuajesinstalados con grave autoridad en sus asientos escolares tenien-do [rente a s( dos 0 tres escabeles cargados de enormes obrasque reproducian las lecciones de Ulpiano en letras de oro; ycon plumas de plomo en Lamano pintaban gravemente en suslibros asteriscos y obeles', Su ignorancia los obligaba a mante-

    nerse en una actitud de estatua, pero ellos pre tend (an mostrarsu sabiduria con su mismo silencio . Apenas se resoluian a abrirla boca s610 les o(a balbuceos de niiios. Habiendo comprendi-do la situacion, me puse apensar en los medios de rehuir estospeligros y abrazar las 'artes' que esclarecen las Escrituras deuna manera que no es saludcindolas de paso ni euitcindolas me-diante atajos, Y como en nuestros dtas es en Toledo donde laenseiianza de los drabes, que consiste casi enteramente en lasartes del euadriuio", se imparte a las multitudes me apresure allegarme haste alli para orr las lecciones de los fil6sofos massabios del mundo. Como unos amigos me llamaran e inuitarana regresar de Espana, uine a Inglaterra con una cantidad de pre-ciosos libros. Me dicen que en estas regiones la enseiianza delas artes liberates era desconocida, que Aristoteles y Platonestaban relegados al nuis profunda oluido en prouecho de Titoo de Seyo, Grande fue mi dolor y para no ser yo el unico grie-go entre los romanos me puse en camino para encontrar unlugar donde enseiiar a hacer florecer este genero de estudios ...Que nadie se escandalice si al tratar la creaci6n del mundo in-uoco el testimonio, no de los padres de la Iglesia, sino de lostiiosoto pagonos, pues, si bien estos ultimos no figuran entrelos fieles, algunos de sus palabras, desde el momento en queestdn llenas de uerdad, deben ser incorporadas a nuestra ense-iianza. A nosotros que nos uimos liberados m(sticamente delEgipto, el Senor nos orden6 que despojciramos a los egipcios de

    . sus tesoros para enriquecer con ellos a los hebreos; despoje-moslos, pues, de conformidad con el mandato del Senor y con

    1 Signos transversales con que se marcaba los errores.2 Es decir las ciencias.

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    su ayuda despojemos a los filosofos paganos de su sabiduria

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    y de su elocuencia, despojemos a esos infieles para enriquecer-nos con sus despojos en la [idelidad."Daniel de Morley solo vio de Paris e l aspecto tradicional,decadente, superado. En el siglo XII hay otra cosa en Paris.Espana e Italia solo llevan a cabo un primer tratamientode la materia grecoarabe; es el trabajo de traduccion que per-mitira asimilar las obras a los intelectuales del Occidente.Los centros de incorporacion de la contribucion orientalen la cultura cristiana se sinian en otras partes. Los lugares masimportantes son Chartres, Paris y los mas tradicionales Laon,Reirns y Orleans; esta es la otra zona de intercambio y de e la -boraeion donde seencuentran el mundo del norte con el mun-do del Mediodia. Entre el Loira y el Rin, en la region en que sedesarrollan el gran comercio y la banca, en las ferias de Cham-pagne se elabora esa cuItura que va a convertir a Francia en laprirnera heredera de Grecia y de Roma como 10 habia pronos-ticado Alcuino y como 10 cantaba Chretien de Troyes.

    Parfs, ;,Babilonia 0 Jerusalen?De todos esos centros, Paris, favorecida por el crecienteprestigio de la dinastfa de los Capetos, es el mas brillante. Pro-fesores 'y estudiantes se reunen en la Cite y en su escuela cate-dral 0 bien, cada vez mas numerosos, en 1aorilla izquierda don-de gozan de mayor independencia. Alrededor de San Julian e lPobre, entre la calle de la Boucherie y la calle de Garlande, ymas a l este alrededor de la escuela de los canonigos de Saint- .Victor; a l sur escalando la Montana que corona, con su otragran escuela, el monasterio de Santa Genoveva. Junto con pro-fesores regulates del capitulo de Nuestra Senora y junto cancanonigos de Saint-Victor y de Santa Genoveva, unos maestrosmas independientes, los profesores agregados que recibierondel obispo la licentia docendi, el permiso de enseiiar, atraenalumnos y estudiantes en mimero cada vez mayor a sus casasparticulares 0 a los claustros de Saint-Victor 0 de Santa Gena-

    veva que le son accesibles. Paris debe su renombre ante todo albrillo de la ensefianza teologica que se sitiia en la ciispide delas disciplinas escolares, pero poco despues a esa otra rama dela filosofia que, utilizando en su plenitud la contribucion aris-totelica y recurriendo al razonamiento, hace triunfar los trami-tes racionales del espiritu: la dialectica,36

    De manera que Paris, tanto en la realidad como simboli-carnente, es para unos la ciudad faro, la fuente de todo goceintelectual, y para otros, el antro del diablo en el que se mez-clan la perversidad de 'los espiritus entregados ala depravacionfilosofica y las torpezas de una vida licenciosa de juego, vino,mujeres, La gran ciudad es el lugar de perdicion, Paris es laBabilonia moderna. San Bernardo clama a los maestros y a losestudiantes de Paris:"Huid del centro de Babilonia, huid y salvad vuestrasalmas. Id juntos a esas ciudades de refugio donde potireis arre-pentiros del pasado, uiuir en la gracia durante el presente yesperar con confianza el poruenir (es decir, en los monaste-rios), Encontrards mucho mas en los bosques que en los libros.Los bosques y las piedras te ensei iardn mas que cualquier maes-tro, "Y otro cisterciense, Pedro de Selles, exclama:"[Oh. Pans, como sabes hechizar y engaiiar a las almas!En ti las redes de los vicios, las trampas de los males, las flechasdel inf ierno pierden a los corazones inocentes . . , Bendiia escue-la en cambia aquella escuela en la que es Cristo quieti enseiia anuestros corazones lapalabra de su sabiduria; en la que sin tra-

    bajo ni cursos nos enseiia el metodo de la vida eterna. Alii nose compran libros, no se pagan profesoree de escritura; alit nohay ningtin embrollo de las disputas ni ninguna urdimbre desofismas; la solucion de todos los problemas es alli simple y seaprenden las razones de todo."De esa manera el partido de Ia santa ignoraneia opone laescuela de la soledad ala escuela del ruido, la escuela del claus-tro a la escuela de la ciudad, la escuela de Cristo ala escuela deAristoteles y de Hipocrates.La oposicion fundamental entre los nuevos clerigos de lasciudades y los medios monastic os, cuya renovacion en el sigloXII vuelve a encontrar (mas alla de la evolucion del movimien-

    to benedictine occidental) las tendencias extremas del mona-quismo primitive, estalla en esta exclamacion del cistercienseGuillermo de Saint-Thierry, amigo intimo de san Bernardo:" iAh los hermanos del Mont-Dieu! Ellos aportan a las ti-nieblas del Occidente Laluz del Oriente y a La[rialdad de la Ga-

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    lia el fervor religiose del antiguo Egipto, esto es, la uida solita-ria, espejo del genero de vida del cielo. "Asi, en virtud de una curiosa paradoja, en el momentoenque los intelectuales urbanos absorben en la cultura greeoarabeel fermento del espfritu y de los metod os de pensamiento quehabran de caracterizar al Occidente y asegurar su fuerza inte-lectual (la claridad del razonamiento, la preocupaci6n por laexactitud cientffica, la fe y la inteligencia, apoyadas la una en

    la otra), el espiritualismo monastico reclama, en el seno mismodel Occidente, el retorno al misticismo del Oriente. Este es unmemento capital: 10s intelectuales de las ciudades van a apar-tar al Occidente de los espejismos de otra Asia y de otra Afri-ca, los espejismos del bosque y del desier to mfsticos.Pero el mismo movimiento de retiro de los monjes despe-ja el camino para el desarrollo de las escuelas nuevas . .El conci-llo de Reims de 1131 prohfbe a los monies el ejercicio de lamedicina fuera de los conventos: Hipocrates tiene el campolibre ,Los clerigos parisienses no escucharon la exhortaci6n desan Bernardo. En 1164 Juan de Salisbury escribe a Thomas deBecket:

    "Me he dado una uuelta por Pan-soCuaruio vi Laabundan-cia de uioeres, la alegria de las gentes, la consideracion de quegozan los clerigos, la majestad y fa gloria de toda la Iglesia, lasdiuersae actioidades de los fi losotoe, me parecio ver, lleno deadmiracion, La escala de Jacob cuyo extrema superior llegabaal cielo y que era recorrida por angeles que sub {an y bajabanpor ella. Entusiasmado por esta feliz peregrinacion tuoe queconfesarme: el Senor estd aqui y yo no 10 sabra; entonces re-corde aquellas palabras del poeta: Feliz exilio el de aquel quetiene por morada este lugar, "Y el abad Felipe de Harvengt, consciente del enriqueci-miento que aporta la enseiianza urbana, escribe a un joven dis-

    cipulo:"Empujado por el amor a Laciencia has venido a Parts yhas encontrado a esa Jerusalen que tantos desean. Esa es Lamo-rada de David . .. del sabio Salomon. Hay una concurrencia tal,una muchedumbre tal de clerigos que estos estdn a punta de

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    sobrepasar a la numerosa poblaci6n de los laicos. [Feliz ciudaden La que los santos libros se leen can tanto celo, en la que suscomplicados misterios son resueltos gracias a los donee delEspiritu Santo, en la que hay tantos profesores eminentes, enla que hay una ciencia teologica tal que bien se podria llamara Paris la ciudad de las bellas tetras!"Los goliardos

    En este concierto de alabanzas a Paris se distingue unavoz con singular vigor, la de UQ extraiio grupo de intelectuales:los goliardos. Para ellos, Paris es el paraiso en la tierra, la rosadel mundo, el balsam a del universe.Paradisius mundi Parisius, mundi rosa, balsamum orbis.i ,Quienes son esos goliardos? Todo se combina para ocultamossu figura. El anonimato que los cubre en su mayor parte, lasleyendas que eUos complacientemente hicieron correr sobre sfmismos, las leyendas +entre las cuales hay mucha calumnia ymaledicencia+ que propagaron sus enemigos, aqueUas leyendasforjadas por eruditos e historiadores modernos, desorientadospor falsas apariencias, enceguecidos por los prejuicios,Algunos estudiosos recogen las condenaciones de los con-cilios y de los sinodos y tarnbien de ciertos autores eclesiasti-cos de los siglos XII y XIII. Aquellos intelectuales goliardos 0errantes son llamados vagabundos, bribones, juglares, bufones.Se dice que son bohemios, falsos estudiantes, mirados a vecescon ojos enternecidos -la juventud ha de desahogarse+, a ve-ces con tern o r y desprecio, pues son turbadores del orden, ypor 10 tanto gente peligrosa, Otros, en cambio, ven en los go-liard os una especie de inteliigentzia urbana, un medic revolu-cionario que encarna todas las formas de oposicion decIaradaal feudalismo. i ,D6nde esta la verdad?Ignoramos el origen del termino mismo de goliardos yuna vez apartadas las etimologfas fantasiosas que 10 hacenderivar de Goliat,encarnaci6n del diablo, ensmigo de Dios, 0de gula para hacer a sus discfpulos unos glotones 0comilones,'y una vez reconocida la imposibilidad de identificar a un Go-lias historico fundador de una orden de la cual los goliardossedan sus miembros, nos quedan s610 algunos detalles biogra-ficas de algunos goliardos, colecciones de poem as con su nom-bre +individual 0 colect ivo, carmina burana= y los textos COD-temporaneos que los condenan 0 denigran.

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    El vagabundo intelectual critic an ala sociedad, algunos, tal vez muchos, suefian con con-

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    No hay duda de que los goliardos constituyeron un tipocontra el cual se enderezaba con complacencia la critica delasociedad establecida. De origen urbano, campesino 0 bastanoble, los goliard os son ante todo vagabundos, representantestfpicos de una epoca en que la expansion demografica, el desa-rrollo del comercio y la construccion de las ciudades rompenlas estrueturas feud ales, arrojan a los caminos y reiinen en suscruces, que son las eiudades, a marginados, a audaces, a desdi-chados. Los goliardos son el producto de esa movilidad socialcaracteristiea del siglo XII. El primer escandalo para los espi-ritus tradicionales es el hecho de que esas gentes escapan a lasestrueturas estableeidas. La Alta Edad Media se habfa esforza-do para hacer que cad a cual ocupara su lugar, desempeiiara sutarea, permaneeiera en su orden, en su estado. Los goliardosson evadidos. Evadidos sin recursos forman en las escuelasurbanas esas bandas de estudiantes pobres que viven de variosexpedientes, hacen las veces de domesticos de sus condiscipu-los rices y viven de Ia mendicidad, pues, como dice Evrard elAleman: "Si Paris es un paraiso para los ricos, para los pobreses una cienaga avid a de presas", y lamenta la Parisiana fames,el hamhre de los estudiantes parisienses pobres.Para ganarse la vida a veces esos estudiantes se convier-ten en juglares 0 buf'ones; de ahi sin duda el nornbre que se lesda a menudo, Pero pensemos que tambien el termino [ocula-tor, juglar, es en aquella epoca el epiteto con que se designa atodos aquellos que se consideran peligrosos, aquellos a quienesse quiere separar de la sociedad. Un joeulator es, pues, un inde-seable, un rebelde .. .Esos estudiantes pobres que no tienen domicilio fijo, queno gozan de ninguna prebend a ni beneficio se lanzan a la aven-tura intelectual, siguen at maestro que les gust a y van de ciu-dad en ciudad para difundir sus ensefianzas. Forman el cuerpode esos estudiantes vagabundos tan caracteristicos tam bien deese siglo XII. Contribuyen a darle su porte aventurero, espon-taneo y vivo, audaz. Pero esos estudiantes no forman una clase.De diverse origen, tienen ambiciones diferentes. Evidentemen-te se decidieron por el estudio antes que por la guerra. Pero sushermanos sin duda fueron a engrosar los ejercitos, las tropas delas cruzadas, merodean a 10 largo de lasrutas de Europa y Asiay llegan hasta Constantinopla para saquearla. Si todos ell os40

    vertirse en aquellos que critican. Si Hugo de Orleans, llamadoel Primado, que ensefio con exito en Orleans y en Paris y teniafama de ser hombre chistoso de aspeeto serio (personaje delque salio el Primasso del Decamer6n) parece haber llevadosiempre una vida de pobreza y haber conservado siempre unespiritu alerta, el archipoeta de Colonia vivio a expensas deReginaldo de Dassel, prelado aleman que fue canciller de Fede-rico Barbarroja, a quien cubrio de halagos, Serlon de Wilton seunio al partido de la reina Matilde de Inglaterra y arrepentidoingresoen la orden del Cister. Gautier de Lille vivio en la cortede Enrique II Plantagenet, luego en la de un arzobispo deReims y murio siendo canonigo, Suefian con un mecenas gene-roso, con una suculenta prebend a, con una vida holgada y fe-liz. Parece que quieren convertirse en los nuevos beneficiariesdel orden social en Iugar de querer cambiarlo.Sin embargo los temas de sus poesfas fustigan asperamen-te a esa sociedad. Es dif icil negar a muchos el caraeter revolu-cionario que se ha discernido en ellos. EI juego, el vino, elamor es principalmente la trilogfa a la que cantan, actitud quedesperto Ia indignacion de las almas piadosas de su tiempo,pero que incline mas bien hacia la indulgencia a los historiado-res modernos.

    Yo soy cosa ligera,Cualla hoja que arrastra indiferente el huraccin.Como el esquife que boga sin piloto,Como un pdjaro errante por los caminos del aire,No estoy fijado ni par el anela ni por las cuerdas.La belleza de las muchachas hirio mi pecho.Aquellas a las que no puedo tocar, las poseo con toda mi

    alma.En segundo lugar se me reprocha el juego,pero tan pronto como el j uego me deja desnudo y elcuerpo frio mi espiritu se enciende.Es entonces cuando mi musa compone mis mejorescanciones.En tercer Lugarhablemos de la taberna.

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    Quiero morir en Lataberna, comun de la Iiteratura burguesa- a todos los represent antes

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    Donde los uinos esten cerca de la boca del moribundo;Luego los coros de los angeles baiardn cantando;"Que Dios sea clemente can este buen bebedor",Esto parece anodino y no hace sino anunciara un Villoncan alguna diferencia de genio.Pero tengamos cuidado, puesel poema presenta rasgos mas penetrantes:Mas tioido de uoluptuosisdades que de lasalvaci6n eternaCan el alma muerta, s610 me importa la carne.. '[Que dif(cil es domeiiar lanaturaleza!i Yipermanecer puro de espiritu ante la vista de una bella!Los j6venes no pueden obedecer una ley tan duray no hacer caso de la disposicion de su cuerpo.i.R~sulta temerario reconocer aqui, en este inmoralismoprovocative, en este elogio del erotismo -que en los goliardosllega frecuentemente a la obscenidad- el esbozo de una moralnatural, la negacion de las ensefianzas de la Iglesia y de la mo-ral tradicional? i,No pertenece el goliardo a Ia gran familia delos.libertinos que, mas alla de 11'1ibertad de las costumbres yla hbertad dellenguaje, apunta a la libertad del espiritu?En 11'1magen de la rueda de 11'1ortuna, tema que se repite

    un,a y otra vez en la poesfa de los clerigeserrantes, hay algamas que un terna poetico y sin dud a mas de 10 que vieron en ii is~s contemp~raneo~ que representaban esa rueda sin malicia ysm segundas intenciones en las catedrales. Sin embargo, la rue-da de la fortuna que gila en un eterno retorno y el azar ciegoque 1 0 trastorna todo, i.no son temas revoluclonarios en suesencia? Niegan el progreso, niegan un sentido a la historia,P~eden. referirse a un trastorno de la sociedad, pero en Ia me-dida mrsma en que implican que uno se desinterese del futuro.De ahf precisamsnte el gusto que los goliard os manifiestan porestes temas +de rebelion, sino de revolucion+ que cantaron ensus poesfas y representaron en sus miniaturas. .La cntica a la sociedad. Es significative el hecho de que Ia poesia goliardesca fus-ngus +mucho antes de que esta actitud Hegue a ser un lugar42

    del orden de la Alta Edad Media: el eclesiastico, el noble y has-ta el campesino. .En la Iglesia, los goliard os ternan como blancos favoritosa los que socialmente, poHticamente, ideo16gicamente estanmas vinculados con las estructuras de la sociedad: el papa, elobispo, el monje,La inspiraci6n antipontificia y antirromana de los goliar-dos se rnezcla, sin confundirse con ellas, con otras dos corrien-tes: la corriente de los gibelinos, que ataca sobre todo las pre-tensiones temporaIes del papado y sostieneel partido del im-perio frente al del sacerdocio, y 11'1.orriente moralizadora, quereprocha I'll pontffice ya Ia corte romana los acomodos con elsiglo, el Iujo, el gusto por el dinero. Ciertarnente hubo goliar-dos en eI partido imperial -como el archipoeta de Colonia-y la poesfa goliardesca esta frecuentemente en el origen de lassa.tiras antipontificias,aun cuando estas se contenten can re-tomar un tema ya tradieional y a rnenudo desprovisto de suaspereza. Pero, porel tono y el espfritu, los goliardos se dis-tinguen muy claramente de los gibelinos. En el pontifice roma-no y en su corte atacan al jefe y a los garantes de un orden so-cial, politico e ideo16gico, es mas aun, de todo un orden socialjerarquizado, pues, mas que revolucionarios, los goliardos sonanarquistas. Desde el momenta en que el papado, a partir dela reforrna gregoriana: trata de desembarazarse de las estructu-ras feudales y se apoya en el nuevo poder del dinero junto conel antiguo poder de la tierra, los goliardos denuncian esta nue-va orientaci6n sin dejar por eso de atacar la tradicion antigua.Gregorio VI habra declarado: "EI Seiior nodijo mi nom-bre es la Costumbre" ..Los goliard os acusan a los sueesores deese papa de hacer decir I'llSefior: "Mi nombre es Dinero":

    COMIENZO DEL SANTO EV ANGELlO SEGUN ELMARCO DE PLATA. En aquel tiempo elpapa dijo a los roma-nos: "Cuando el hijo del hombre venga a la sede de nuestromajestad, decidle primero:'Amigo, iPor que has venido?' y siel sigue golpeando a la puerta sin daros nada, que sea rechaza-do a las tinieblas exteriores' ..Llego un pobre clengo a la cortedel senor papa y suplicante dijo: "Tened piedad de m r: uiieresdel papa, porque la mana de La pobreza me ha tocado. Soypobre e indigente, par eso os ruego que me ayudets en mi aflie-cion y en mi miseria' Los que Laoyeron hablar as: se indigna-

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    ron y dijeron: 'Amigo, que tu pobreza sea contigo para tu per- siasticos metamorfoseados en animales, haee surgir en el fren-

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    dicion; uete, Sataruis, tu no sabes 10 que puede el dinero,Amen, Amen. Te 10 digo: no entrartis en Laalegria de tu senorsi antes no das tu ultimo escudo'. Y el pobre se marcho, uen-di6 su manto, su tunica y todo cuanto tenia, y dio el dineroa los cardenales, a los ujieres y a Los camareros. Pero estos di-jeron: 'i Y que es esto para tanta gente?' Y 10 pusieron en Lapuerta. Expulsado el hombre lloro amargamente sin encon-trar consuelo.Despues lleg6 a Lacorte un ctertgo rico, grueso y bien ro-llizo que segun se establecio habfa cometido un homieidio du-rante una sedicion. El hombre dio dinero primero al ujier,luego al camarero y en tercer Lugar a los cardenales. Estos til-t imos deliberaron entre sipara obtener mas.EI senor papa, habiendose enterado de que los cardenalesy funcionarios habtan recibido numerosos regalos del cleri-go, cayo muy gravemente enfermo, Pero el clerigo rico fue yle enui6 un electuario de oro y de plata y el papa se cur6 in-mediatamente. Entonces el senor papa convoco a sus funciona-rios y les dijo: 'Hermanos, cuidad que nadie as seduzca conuanas palabras. Yo os doy el ejemplo. De la manera que yo re-cojo, recoged tambien. UOSOtr08', '.'I

    Comprometido con la nobleza, el clero se comprometeahora con los mercaderes. La Igleisa, que ha dado alaridos canlos senores feud ales, ahara ladra can los mercaderes. Los go-liardos, interpretes de ese grupo de intelectuales que trata deprom over en el marco urbano unaeultura laica, estigmatizanesa evolucion:

    EI orden del cleroCae en el desprecio del laico;la esposa de Cristo se hace venal,de dama se conuierte en mujer publica.(Sposa Christi fit mercalis, generosa generalis.)En la Alta Edad Media el debil papel que desempefiaba eldinero limitaba la simonfa. La creciente importancia del dine-ro determina que la simonia se generalice,EI bestiario satfrico de los goliardos, con el espiritu de 10grotesco romanico, haee que se desarrolle un fresco de ecle-

    1 Segiin la traducci6n de O. Dobiache-Rojdesvensky.44

    te de la sociedad un mundo de gargolas cleric ales. El papaleon, 10 devora todo, el obispo buey, pastor gloton, se come elpasta antes que sus ovejas; su arcediano es un lince que descu-bre la presa, su dean es un perro de caza que, con la ayuda delos oficiales, cazadores del obispo, tiende las redes y cobra laspiezas. Esaes "la regia del juego" en la Iiteratura goliardesca.Si en general es perdonado el cura, considerado victimadel sistema [erarquico y compaiiero en la miseria y en la explo-tacion, los goliardos atacan violentamente al monje. En esosataques ya no hay nada de aquellas bromas tradicionales so-bre sus malas costumbres: glotoneria, pereza, libertinaje, AlIise percibe el espiritu secular proximo al espiritu laico, que de-nuncia en los monjes a competidores que arrebatan a los po- Ibres curas, penitentes fieles, las prebendas. En el siglo siguientese comprobara que esta queellaa1canza un estado agudo en lasuniversidades. Yaqui hay algo mas aun: el repudio de todauna parte del cristianismo, esa parte que quiere apartarse delsiglo, esa parte que rechaza la tierra, que abraza 1a soledad, elascetismo, la po breza, la continencia y hasta la ignorancia, con-siderada como renuncia a los bienes del espiritu. Hay dostipos de vida que se enfrentan en una confrontacion extre-ma: la vida activa y la vida contemplativa, el paraiso en la tie-rra frente a la salvacion apasionadamente buscada fuera delmundo; esta diferencia es 10 que hay en el fondo del antago-nismo entre el monje y el goliardo y 10 que haee de este ulti-mo un precursor del humanista del Renacimiento. El poetadel Deus pater, adiuua, que apart a a un joven clerigo de'la vidamonastica, anuncia los ataques de un Valla contra la genscucullata, la gente de cogulla, .Hombre de ciudad, el goliardo manifiesta tambien su des-precio por el Mundo rural y detesta al grosero campesino que10 encarna y a quienel goliardo infama en la celebre Decli-nacion del patdn

    N .G .,D.A.V .A.N .G.

    ese villanode ese nisticopara ese tferfero 2a ese ladronjOh, bandido!Por ese saqueadoresos malditosdeesos miserables

    2 Para ese diablo (Teufel).45

    D.A .

    para esos mentirososa esos golfos En la Chanson de Phyllis et de Flore, una de las cualesama a un clerigo y la otra a un caballero (miles), la experien-

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    V .A. jOh, detestables!por esos infieles,El noble, por fin, es su tercer blanco. El goliardo Ie niegasu privilegio de nacimiento.El noble es aquel a quien fa uirtud ennoblecio ;El degenerado es aquel a quien ninguna uirtud enriquecio,AI antiguo, el goliardo opone un nuevo orden fundadoen el merito:La nobleza del hombre es el esp iritu, imagen de la diui-nidad,La nobleza del hombre es el ilustre linaje de las uirtudes,La nobleza del hombre es e/ dominio de SI rnismoLa nobleza del hombre es la promocion de los humildee.La nobleza del hombre son los derechos que tiene por na~

    turaleea,La nobleza del hombre es temer s610 las torpezas,En el noble, el goliardo detesta tambien al militar, al sol-dado. Para el intelectual urbano los combates del esniritu las,justas de la dialectic a han reemplazado en dignidad los hechosde armas y las hazaiias guerreras. El archipoeta de Colonia mani-

    festo su repulsion por el oficio de las armas (me terruit labormilitaris), 10 mismo que Abelardo, que fue uno de los mayo-res poetas goliardescos en obras que se recitaban y eantabanen la Montana Santa Genoveva (asf como hoy se tararean lascanciones que estan de moda) y que desgraciadamente se hanperdido.Tal vez en un dominio de singular interes para el socio-logo se haya expresado del modo mas claro el antagonism a delsoldado y noble, por un lado, y del intelectual de nuevo estilo,por otro: el dominio de las relaciones entre los sex os. En elfondo del famoso debate entre el hombre de pluma y el ca-ballero que inspire tantos poemas, esta la rivalidad de los

    dos grupos soeiales en relacion con la mujer. Los goliard oscreen que no pueden expresar de mejor manera su superiori-dad sobre los senores feudales que jactandose del favor que go-zan con las mujeres, Ellas nos prefieren, dicen,eI clerigo haceel arnor mejor que el caballero. En esta afirmacion el socio-logo debe ver la expresion cabal de una lucha de grupos sociales.46

    cia hace que las heroinas lleguen a una conclusion en unas pa-labras que imitan las cortes de amor cortesano:"Segun la ciencia,Segiin las usanzas,En amor el clerigo se revelaMas apto que el caballero".A pesar de la importancia que tienen, los goliard os que-daron relegados en . las margenes del movimiento intelectual.

    Sin duda ellos lanzaron temas de un futuro, temas que por10 demas se endulzaran en el eurso de su larga fortuna; losgoliardos representaron de la manera mas viva un tipo avido deliberarse; legaron a los siglos siguientes muchas de las ideasde moral natural de libertinaje de las costumbres 0 del espf-ritu, de erftica a la sociedad religiosa, ideas que se vo lverana encontrar en universitarios, en la poesia de Rutebeuf, enel Roman de la Rose de Juan de Meung, en algunas de lasproposiciones condenadas en Paris en 1277. Pero en el sigloXIII los goliardos desaparecieron. Las persecuciones y lascondenaciones los alcanzaron, sus propias tendencias a una cri-t ica puramente destruetiva no . les permitieron encontrar unlugar propio en el espacio universitario, del que desertarona veces para aprovechar ocasiones de' vida facil 0para abando-narse a una vida errante; la fijacion del movimiento intelec-tual en centros organizados, es decir, las universidades, termi-no por hacer desaparecer a esta clase de vagabundos,Abelardo

    Si Pedro Abelardo gloria del medio parisiense, fue goliar-do, signified y aporto mucho mas que los goliard os. Es la pri-mera gran figura de intelectual moderno -dentro de los Iimitesde la modernidad del sigloXII-, Abelardo es el primer profesor.Al principio su carrera es asombrosa, a medida del hom-bre. Ese breton de los alrededores de Nantes, nacido en el Pa-llet en 1079, pertenece a la pequefia nobleza cuya vida se ha-ce diffcil en los comienzos de la economia rnonetaria. Abelar-do abandona con alegria el oficio de las armas a sus hermanos

    y se entrega al estudio.47

    Si Abelardo renuncia a las armas del guerrero 10 hace "Me acerque pues a ese anciano que debra su reputacion

  • 8/6/2019 Le Goff Jacques - Los Intelectuales en La Edad Media

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    para entablar otros combates. Siempre batallador, habra deser segun las palabras de Paul Vignaux, "el caballero de la dia-lectica". Siempre inquieto, se encuentra en todas aquellaspartes en que haya que librar un combate. Suscitador de ideas,promueve discusiones apasionadas ..Esa cruzada intelectual 1 0 conduce fatalmente a Paris.Alli revela otro rasgo de su caracter. La necesidad de demolerlos idolos. La confianza en S 1 mismo que confiesa -de me pre-sumens, dice de buen grado, no significa "presumiendo dema-siado de mf", sino que significa "teniendo conciencia de mivalor"- 10 hace atacaral mas ilustre de los maestros parisien-ses, Guillermo de Champeaux. Lo provoca, 10 obliga a atrin-cherarse en sus defensas, conquista a los oyentes, pero Gui-llermo 10 oblige a marcharse. Sin embargo es demasiado tar-de para ahogar a ese joven talento, Ya se ha convertido enun maestro; para oirlo 10 siguen a Melun, luego a Corbeil,donde hace escuela. Subitamente el cuerpo desfallece en esehombre que solo vive para la inteligencia; enfermo, debe re-tirarse durante algunos afios a Bretafia.Una vez restablecido va nuevamente al encuentro de suviejo enernigo, Guillermo de Champeaux, que se encuentraen Paris. Nuevas justas; Guillermo, vencido, modifica su doctr i-na teniendo en cuenta las criticas de su joven opositor, Este,lejos de darse por satisfecho, redobla sus ataques y llega tanlejos que debe retirarse de nuevo a Melun. Pero la victoria deGuillermo es una derrota. Todos sus alumnos 10 abandonan.EI viejo maestro, vencido, renuncia a la ensefianza ..Abelardoretorna triunfador y se establece en ellugar mismo en que suviejo adversario se habra retirado: la Montana Santa Genove-va. La suerte esta echada. La cultura parisiense tendra parasiempre como centro, no la isla de la Cite, sino la Montana,la orilla izquierda; est a vez un hombre determine el destinede un barrio.Abelardo sufre por no tener ya un adversario de su esta-tura. Es un logico y se irrita al ver que los teologos son colo-cados pOI encima de todos. Hace un juramenta: tambien e lsera teologo. Vuelve a la condicion de estudiante y se precipi-ta a Laon para escuchar las lecciones del teologo mas ilustrede la epoca, Anselmo. La gloria de Anselmo no resiste muchotiempo ante la pasion inconoclasta del ardiente anti tradiciona-lista.II48

    mds a sus muchos arias que a su talento 0 a su cultura. Todoslos que 10 abordaban en busca de su opinion ,so?re un asu,:toen que se sentian inseguros se marchaban mas tnseguros aun.Si uno se limitaba a escucharlo parecia admirable. pero si se10 interrogaba era una nulidad. En cuanto a las palabras eraadmirable, en cuanto a la inteligencia digno de desprecio y,en cuanto a La r az6n, fatuo. Su llama llenaba de humo todala casa en Lugar de iluminarla. Desde leios su drbol de copio-so foliaje atra(a las miradas, pero cuando se 10 miraba demas cerca y con mas cuidado, adoertia uno que ese drbol notenta frutos. Cuando me acerque para recoger su fruto, com-probe que el drbol se parecia a Lahiguera maldita por el Se-nor 0 a ese viejo roble con el que Lucano compara a Pompeyo.

    Se mantiene enhiesto a Iasombra de un gran nombreCual un soberbio roble en media de los campos.Sabiendo a que atenerme, no perdi mas tiempo en suescuela. " 'Allile lanzan el desafio de hacer