laura utrera, más que naturalismo: melodrama, exceso y abandono en “la gallina degollada” de...

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414 CUADERNOS DE LITERATURA VOL. XIX N.º38 JULIO-DICIEMBRE 2015 ISSN 0122-8102 PÁGS. 414-431 Más que naturalismo: melodrama, exceso y abandono en “La gallina degollada” de Horacio Quiroga Beyond Naturalism: Melodrama, Excess, and Abandonment in “La Gallina Degollada” by Horacio Quiroga Mais do que naturalismo: melodrama, excesso e abandono em “La gallina degollada” (A galinha degolada) de Horacio Quiroga Laura Utrera UNIVERSIDAD NACIONAL DE ROSARIO/ CONICET, ARGENTINA Profesora de Análisis del Texto de la carrera de Letras, Facultad de Humanidades y Artes (UNR). Doctora en Letras de la misma UNR. Ha publicado numerosos artículos en revistas especializadas de América Latina, Estados Unidos y Europa. Profesora invitada en la Universidad Federal de San Carlos, Brasil; Universidad Católica de Porto Alegre, Brasil; Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago de Chile, entre otras. Correo electrónico: [email protected] Artículo de reflexión Documento accesible en línea desde la siguiente dirección: http://revistas.javeriana.edu.co doi: 10.11144/Javeriana.cl19-38.mnme

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Este trabajo propone otra lectura del cuento “La gallina degollada” de Horacio Quiroga a través de la cual pueden plantearse los límites del naturalismo en el relato. Se parte de la lectura tradicional para advertir el ingreso de elementos vinculados con el abandono, el melodrama y el exceso. De este modo, la nota monocorde que aporta el naturalismo en el relato no alcanza a justificar la dimensión de lo narrado, no alcanza solo con pensar en el objetivo de toda ficción naturalista: demostrar el funcionamiento de las patologías sociales. El relato actualiza el horror aprehendido de Edgar A. Poe y de Guy de Maupassant (extremado al máximo), se vuelve más real y en su cruce con las páginas de crímenes y rarezas de la prensa de la época, el infanticidio que también puede leerse como una forma de abandono, se articula con una intuición retórica: el melodrama y el sensacionalismo típico de muchas de las ficciones del escritor

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414CUADERNOSDELI TERATURAVOL. XI XN. 38JULI O- DI CI EMBRE2015 I SSN0122- 8102PGS. 414- 431Ms que naturalismo: melodrama, exceso y abandono en La gallina degollada de Horacio QuirogaBeyond Naturalism: Melodrama, Excess, and Abandonment in La Gallina Degollada by Horacio QuirogaMais do que naturalismo: melodrama, excesso e abandono em La gallina degollada (A galinha degolada) de Horacio QuirogaLaura UtreraUNI VERSI DADNACI ONAL DEROSARI O/ CONI CET, ARGENTI NAProfesora de Anlisis del Texto de la carrera de Letras, Facultad de Humanidades y Artes (UNR). Doctora en Letras de la misma UNR. Ha publicado numerosos artculos en revistas especializadas de Amrica Latina, Estados Unidos y Europa. Profesora invitada en la Universidad Federal de San Carlos, Brasil; Universidad Catlica de Porto Alegre, Brasil; Ponticia Universidad Catlica de Chile, Santiago de Chile, entre otras. Correo electrnico: [email protected] de reexin Documento accesible en lnea desde la siguiente direccin: http://revistas.javeriana.edu.co doi : 10. 11144/Javer i ana. cl 19- 38. mnme415CUADERNOSDELI TERATURAVOL. XI XN. 38JULI O- DI CI EMBRE2015 I SSN0122- 8102PGS. 414- 431Ms que naturalismo: melodrama, exceso y abandonoen La gallina degollada de Horacio QuirogaResumen: Este trabajo propone otra lectura del cuento La gallina degollada de Horacio Quiroga a travs de la cual pueden plantearse los lmites del naturalismo en el relato. Se parte de la lectura tradicional para advertir el ingreso de elementos vinculados con el abandono, el melodrama y el exceso. De este modo, la nota monocorde que aporta el naturalismo en el relato no alcanza a justicar la dimensin de lo narrado, no alcanza solo con pensar en el objetivo de toda ccin naturalista: demostrar el funcionamiento de las patologas sociales. El relato actualiza el horror aprehendido de Edgar A. Poe y de Guy de Maupassant (extremado al mximo), se vuelve ms real y en su cruce con las pginas de crmenes y rarezas de la prensa de la poca, el infanticidio que tambin puede leerse como una forma de abandono, se articula con una intuicin retrica: el melodrama y el sensacionalismo tpico de muchas de las cciones del escritor.Palabras clave: Quiroga; naturalismo; melodrama; abandono; excesoAbstract: This work proposes another reading of the story La gallina degollada by Horacio Quiroga, through which we can establish the limits of naturalism in the tale. We start with a traditional reading to notice the introduction of elements related to abandonment, melodrama, and excess. In this way, the monotonous note brought to the tale by naturalism is not enough to justify the dimension of what is told; it is not enough just to think in the objective of all naturalist ction: to demonstrate the workings of social pathologies. The tale updates the horror grasped from Edgar A. Poe and Guy de Maupassant (taken to the extreme). It makes it more real and, in collating it with the pages of crimes and rarities of the press of the time, infanticide which can also be read as a form of abandonment articulates with a rhetorical intuition: the melodrama and sensationalism typical to many of the works of ction of this writer. Palabras clave: Quiroga; naturalismo; melodrama; abandono; excesoResumo: Este trabalho prope uma outra leitura do conto A galinha degolada de Horacio Quiroga atravs da que podem se colocar os limites do naturalismo no relato. Parte da leitura tradicional para advertir a entrada de elementos vinculados com o abandono, melodrama e excesso. Deste modo, a nota monocorde que aporta o naturalismo no relato no consegue justicar a dimenso do narrado, no consegue com apenas pensar no objetivo de toda co naturalista: demostrar o funcionamento das patologias sociais. O relato atualiza o horror apreendido de Edgar A. Poe e de Guy de Maupassant (extremado ao mximo), torna-se mais real e no cruzamento com pginas de crimes e esquisitices da imprensa da poca, o infanticdio que tambm pode se ler como forma de abandono, articula-se com uma intuio retrica: o melodrama e o sensacionalismo tpico de muitas das ces do escritor.Palabras clave: Quiroga; naturalismo; melodrama; abandono; excesoRECI BI DO: 1DEOCTUBREDE2014. ACEPTADO: 20DEOCTUBREDE2014. DI SPONI BLEENL NEA: 01DEJULI ODE2015Cmo citar este artculo:Utrera, Laura. Ms que naturalismo: melodrama, exceso y abandono en La gallina degollada de Horacio Quiroga. Cuadernos de Literatura 19.38 (2015): 414-431. http://dx.doi.org/10.11144/Javeriana.cl19-38.mnme416CUADERNOSDELI TERATURAVOL. XI XN. 38JULI O- DI CI EMBRE2015 I SSN0122- 8102PGS. 414- 431LAURAUTRERAElcuentoLagallina degollada se public por primera vez en la revis-taCarasyCaretasel10dejuliode1909,acompaadopordosilustracionesde Friedrich. En este cuento, repercute la herencia decadente y modernista que, a nalesdelsigloXIXyprimerosaosdelXX,dominaronlamayorpartedelas produccionespoticasynarrativasdeAmricaLatina.EnQuiroga,dichahe-rencialiterariatienedosvertientes:unadeellaseslalecturaquerealizdelos cuentosdeEdgarA.PoeyGuydeMaupassantylaotra,laqueefectudesus pares latinoamericanos Rubn Daro y de su exponente en Argentina, Leopoldo Lugones(estoypensandoprecisamenteenLasfuerzasextraas,perotambin, en que fue Lugones el que introdujo a Quiroga en el Modernismo y en la selva1). QuirogaheredadePoeydeMaupassantdosrecursos:elhorroryla narracindedoshistoriasenlasqueelefectoylasorpresanalseconstru-yeproduciendounaconexininesperadaentrelasdosancdotas(Piglia64). Aprendi de ellos a transformar en ancdota los problemas de la narracin. La gallinadegolladaesunafbulatenebrosasobrelaniezyelparentesco(Pi-glia, 64) a lo que agrego, de carcter brutal en la que el horror se actualiza por mediodeunahistoriafamiliarmuyparticularqueextremaalmximolanota melodramtica.Setratadeunahistoriatruculentadehorrorfamiliarenlaque estn involucrados cinco nios: cuatro idiotas y la nia vestida de azulcntico que tararea la nia en la ilustracin de Alberto Breccia. Y el relato muestra dos sistemasdiferentesdecausalidad,lasdoshistorias:ladelnacimientodehijos enfermos (su consecuente idiotismo, en exagerada sucesin herencia sangunea, descendencia podrida) y la del asesinato de Bertita.Aunqueesterelatoestlejosdeconsiderarseunamsdelastantasc-ciones que en el marco de la produccin naturalistas se public en Argentina, ilustra algunos de los lineamientos generales y caractersticos ms caros a dicha esttica: el tratamiento del caso y de la herencia, el mdico que sabe y viene a ponerle un nombre al mal, la enfermedad como entidad viviente que respira a lo largo del cuento. La historia supera la nota naturalista porque en la narracin 1En 1903, recin llegado a Buenos Aires, Quiroga le propone a Lugones integrar como fotgrafo la caravana arqueolgica con destino a las Misiones Jesuticas. Dicha expedicin hacia las rui-nas de San Ignacio respondi a un encargo del Ministro del interior de la Nacin, Dr. Joaqun V. Gonzlez. Como producto de las tratativas que hizo Lugones, Quiroga integr la comitiva y registr en imgenes aquellos pueblos devorados por bosques y mantenidos en el secreto de sus entraas. Quiroga se provey de una mquina de madera con fuelle, portaplacas, cubetas, qumicos,negativos,talvezunaprensaparahacerelpapelydelostilesnecesariosparael cumplimiento de sus tareas que haba aprendido en la Escuela Politcnica de Salto. All recibi las primeras instrucciones sobre el ocio de fotgrafo y de revelado. Y con mquina en mano, se introdujo en la selva misionera. 417CUADERNOSDELI TERATURAVOL. XI XN. 38JULI O- DI CI EMBRE2015 I SSN0122- 8102PGS. 414- 431Ms que naturalismo: melodrama, exceso y abandonoen La gallina degollada de Horacio Quirogase explota la veta sensacionalista y melodramtica que estn en el centro de la concepcindelaccindeQuiroga(horroryexceso)yalosquehabrque sumarleloscaracterespropiosasusonomapotica:intensidad,brevedad, linealidadyprecisin,locualsalvaalrelatodelatentacinmonocordedel mero naturalismo social (Piglia 66).En Una historia inmoral (Nosotros, 1907) o en Idilio (El gladiador, 1903; El crimen del Otro, 1904)2 Quiroga ironiza acerca de la objetividad en la mirada mdicapresenteenobrasliterarias.Aunqueensuproduccinsehallanvarios relatos que responden y problematizan este tpico, en La gallina degollada no forma parte de la lnea narrativa. Quiroga reelabor la mirada objetiva del saber mdico a travs de historias sobre la locura. Entre ellas la que mejor lo ilustra es El conductor del rpido (La nacin,1926; Ms all, 1935). El narrador de dicho relato se pregunta: Para qu ver a los mdicos de la empresa si por tratamiento racional me impondrn un rgimen de ignorancia?. Para escribir este cuento Quiroga viaj en tren hacia el Tigre con el obje-tivo de obtener algunas respuestas reales del maquinista o del guardatrn; las obtuvoporcierto,perosinmayornovedad.Quirogalepreguntalmaquinista cmo pedir desvo frente a una situacin de emergencia: pido desvo, simple-mente, contest el maquinista. El viaje qued registrado en una nota publicada enlarevistaElHogar3,Cadveresfrescosde1930,enlaquelaaparicindel Quiroga-documentalistaabrepasoalaimperiosanecesidaddelaspalabrasdel testigocomodocumentovivo,comoexperienciaqueharlasvecesdemateria prima del narrador a la hora de escribir (en esta nota se registra adems la visita deQuirogaaunacasafnebre.Alllapreguntaseresposibleenterrarenel mismofretroadospersonas?Estarespuestapretendiobrardemateriapara la escritura del relato Ms All (La Nacin, 1925). De modo que el documento vivoobradecontextoparalaccinaunqueelregistrodelanotalotengamos cuatro aos ms tarde que la publicacin del relato en La Nacin4.2Todos estos datos provienen de Horacio Quiroga todos los cuentos, coleccin archivos. Noso-tros, El gladiador, El hogar, etc. son las revistas en las que Quiroga publicaba, algunos de los cuentos luego integraron libros y otros no. 3Tomados de Horacio Quiroga los trucos del perfecto cuentista (1993). Edicin en la que estn compilados los artculos de Quiroga. 4Ntese lo sugestivo del ttulo de la nota Cadveres frescos. Sobre todo teniendo en cuenta lo que mile Zola sostiene concretamente en el prlogo a Thrse Raquin. Cuando se reere a la composicin de la novela, Zola advierte que: Hice simplemente en dos cuerpos vivos el trabajo analtico que los cirujanos hacen en los cadveres y ms adelante: Me olvid del mun-do, me perd en la copia exacta y minuciosa de la vida. Podemos sostener esta consideracin 418CUADERNOSDELI TERATURAVOL. XI XN. 38JULI O- DI CI EMBRE2015 I SSN0122- 8102PGS. 414- 431LAURAUTRERAEl acopio de datos reales con el que Quiroga intent resguardar su empresa ccional al igual que Manuel Glvez, Lugones, Elas Castelnuovo, entre otros corresponde a la necesidad de una instantnea de la realidad en la que prime la valoracinideolgicayestticadeldato,porcuantotieneestedevida-verdad, otorgndole a la narracin la autenticidad suciente a la hora de determinar su composicin potica pero adems, la mirada del escritor-observador instituye la experimentacin: La informacin literaria del escritor, vale decir el acopio de datos contingentes con el tema que se ha elegido, se obtiene por lo comn sin otra dicultad que las inherentes a la prdida de tiempo que exigen [...] Cuesta en ocasiones un ojo de la cara obtener dos o tres datos vivos sin los cuales el relato [] bam-bolea y se desmorona como un castillo de naipes. (Quiroga, los trucos, 1993)Los motivos y la informacin literaria, entonces, sern obtenidos de lecturas anteriores, de las experiencias, de las palabras de un testigo; como tambiny te-niendo en cuenta la intervencin cultural lograda por las revistas ilustradas donde Quiroga public sus cuentos de ese espacio-material narrativo y de imaginacin que obra como su ms estricto contexto (Contreras 2007). La convivencia de di-versos gneros discursivos en una misma revista es acaso el disparador ms caro a su imaginacin. Quiroga es un gran escritor popular cuyos cuentos,sonunasuertedecomplementomuyelaboradodelaspginasdecrmenes queseibanadesarrollarenesosaosenCrtica[].Susrelatostienena menudolaestructuradeunanoticiasensacionalista:lainformacindirecta aparece hbilmente formalizada sin perder su carcter extremo. (Piglia 64)puesto que Quiroga era lector de Zola. En Diario de viaje a Pars y en algunas de sus cartas, se hallan registros de esas lecturas.En el ensayo La novela experimental, Zola hace una lectura de la obra clave de Claude Bernard: Introduccin al estudio de la medicina experimental, en la que Bernard inserta al razonamiento experimentalqueseapoyasobreladudasistemtica.Enestostrminos,todoesexplicabley susceptibledesersometidoalaexperimentacin.Zolaensuensayoadvertirqueantes delnaturalismolaliteraturasesirvislodelaobservacinysepreguntasielempleodela experimentacin tambin es posible y responde: En la novela vemos que el novelista es simul-tneamente un observador y un experimentador. El observador suministra los hechos como los haobservado,jaelpuntodepartida,estableceelterrenoslidosobreelquevanacaminar lospersonajesydesarrollarselosfenmenos.Luego,apareceelexperimentadoreinstituyela experimentacin, es decir el movimiento de los personajes en una historia particular para mostrar que la sucesin de hechos ser tal que exija el determinismo de los fenmenos en estudio.419CUADERNOSDELI TERATURAVOL. XI XN. 38JULI O- DI CI EMBRE2015 I SSN0122- 8102PGS. 414- 431Ms que naturalismo: melodrama, exceso y abandonoen La gallina degollada de Horacio QuirogaEnelanlisissobreelcuentoElalmohadndepluma,AlfredoVeirav cita el hallazgo de Aledo Luis Meloni quien encuentra en la prensa un pseudo-antecedente del relato. El 7 de noviembre de 1880 cuando Quiroga tena casi dos aos de edad el diario La prensa public una noticia policial de un caso raro en el que la protagonista era una nia de seis aos de edad. La nia, perteneciente a una conocida familia de la ciudad, fue vctima de un parsito que, alojado en su almohada,lechupabalasangre.Descartandolascoincidenciasinmediataspor incongruencia cronolgica claro est, volvemos a levantar la cabeza y pensamos: otravezlatcnicanarrativa,otravezlosvnculosconlarealidadmsconcreta, con la realidad mediata5. Por su parte El almohadn de pluma es un relato que hasta el nal parece pertenecer a la serie de cciones fantsticas, otra vez el mito tardo-romntico del vampiro,construidodesdeunverosmilefectivoyalojadoenunparsitopero que por simbiosis coquetea con el personaje de Jordn. Sin embargo, el nal se actualiza, hace posible su verismo, por mediacin de la descripcin pormeno-rizada del parsito. Vale decir en primer lugar, que la historia real acontecida en Buenos Aires puede actuar como marco del relato y en segundo lugar, que la explicacin objeti-va (positiva) del cierre no deja de resultar bastante intolerable a la lectura, si acaso nos quedamos con el mbito imaginario logrado y al que nos traslada el relato: Estosparsitosdelasaves,diminutosensumediohabitual,lleganaadquirir enciertascondicionesproporcionesenormes.Lasangrehumanapareceserles particularmente favorable, y no es raro hallarlos en los almohadones de pluma (101). Este nal hace que el cuento que vena mostrando algunas liaciones con la esttica de Poe ingrese en los posibles de lo real y que el horror del norteamerica-no desaparezca dando lugar a otros efectos tambin de horror a travs del ingreso de una voz narrativa que explica el caso. Asimismo,lacrticahaestablecidolamarcapersonaldeQuirogaenel cuento, porque si bien su temtica es a lo Poe el insecto-vampiro, la vctima, el ambientelgubre,entreotroselanlisisdetenidodeterminalamanipulacin que Quiroga realiza de los temas y el juego de analogas que construye entre la gura de Jordn y del parsito, corporizando al monstruo chupasangre, volvin-dolo ms humano. Quiroga vuelve sobre el vampiro de Stoker.5Veirav, Alfredo. Cuentos de amor de locura y de muerte (1917). El almohadn de pluma. Lo cticioylorealenFloresngel,AproximacionesaHoracioQuiroga.MontevilaEditores. Caracas, 1976, p. 210.420CUADERNOSDELI TERATURAVOL. XI XN. 38JULI O- DI CI EMBRE2015 I SSN0122- 8102PGS. 414- 431LAURAUTRERALagallinadegolladadialogaconnoticiassensacionalistasypoliciales publicadasenlosdiariosyrevistasdelapoca,comolasquecuentandiversas anomalas y casos raros en los que el cronista le informa a la sociedad respecto a las ltimas investigaciones cientcas; adems de vincularse con el paradigma cientco que Quiroga consuma6. A sus lecturas habituales se le suman las que realizadelasteorascientcasdeGustaveLeBon(bilogoyfsico),William Thompson (fsico), Alfred Edmund Brehm (naturalista alemn), Claude Bernard (silogo francs), entre otros. No Jitrik analiza esta liacin cuando estudia las novelascortasfolletinesdeQuiroga.Enellas,elcrticoargentinodetectalos vnculos que articulan las temticas de este conjunto de folletines como tambin observalasrelacionesconlostpicosdeotrosrelatosyconlaspginasdelas revistas ilustradas: [] el tipo de lectura de las que estos cuentos traen reminiscencias y que cons-tituyen su declarado alimento intelectual, algunos de ellos incluso se inscriben en la oleada de literatura fantstica que tuvo una expresin soberana en 1906 con Las fuerzas extraas de Leopoldo Lugones. (Jitrik, Obras inditas, 9)7 En La gallina degollada el asesinato de una nia evidencia la entrada del relato en lo intolerable. El asesinato de Bertita en manos de cuatro nios retrasa-dos resulta excesivo y ms an, si pensamos en cuestiones de parentesco que, en trminos de la construccin narrativa, se sostiene en un melodrama exacerbado que se contina. La vctima es una menor, los victimarios tambin, algo los iguala, los acerca y es tal vez el lugar marginal que las cinco criaturas ocupan en el relato. Precisamente porque es en y desde un margen ilegal desde donde se activan las accionesdelosnios:loscuatroidiotasespanalasirvienta,lavenmatarala gallina y con el resto que guardan, ejecutan a su hermana. Bertita se escapa del cuidado de sus padres, se adelanta y encuentra la muerte. A la vez, su protago-nismoparecesoloportarelestigmadelaniaprodigio,notieneposibilidades de elegir porque es la elegida. Con todo, el relato narra una condena irrecusable atravesada y protagonizada por los cinco nios. 6Prximo a La gallina degollada se encuentra la nota La nia degollada (Caras y Caretas 451), y prximo tambin al folletn de divulgacin cientca Viaje a travs de la estirpe (Con-treras 2007).7Quiroga public seis folletines entre 1908 y 1913 bajo el seudnimo de Fragoso Lima: Las e-ras Cmplices, El mono que asesin, El hombre articial, El devorador de hombres, El remate del imperio Romano y Una casera humana en frica; todos, con excepcin de este ltimo, fueron publicados en la Revista Caras y Caretas. El otro en Fray Mocho (Jitrik, Horacio Quiroga 7-22). 421CUADERNOSDELI TERATURAVOL. XI XN. 38JULI O- DI CI EMBRE2015 I SSN0122- 8102PGS. 414- 431Ms que naturalismo: melodrama, exceso y abandonoen La gallina degollada de Horacio QuirogaAunquetambinydeunmodofragmentario,algoloshaceabsolutamente diferentes: por su propia condicin los cuatro idiotas son diferentes del resto de los nios y del mundo circundante que los expulsa. Sin embargo, Bertita tambin es la/lo diferente, representa a la normal, la que se distingue de sus cuatro hermanos y la que nace con el estigma de sanear la culpa del matrimonio Mazzini-Ferraz: la diferente viene a cortar con la descendencia podrida, dice el relato. Desdeestalectura,elcuentonoescapaaunafrmularepetidaenlasc-ciones naturalistas argentinas en las que de lo que se trata es de excluir-aislar al diferente: constituyendo su lugar marginal dentro de la sociedad, el lugar de una raza biolgica aparte (Nouzeilles 41)8.La exclusin y el aislamiento del diferente determina dos sucesos y tal vez alnpodamosescapardelnaturalismouniforme:porunlado,elasesinatono deliberadosinocopiado-imitadodeloqueloscuatroniosvieronhacer.El crimeneslarespuestaanteelestmulodeunamuerteenpresenciadelacto:el degello de la gallina, sumado a la provocacin del color rojo rojo del atardecer y de la sangre que lanza a estos cuatro nios a una prueba singular: asesinar a suhermana.Porotro,deloquesetrataesdelaexclusin,delaislamientoque se presenta como el efecto pragmtico en el que la idea de casa como dulce hogar essubvertidaporlaideadecrcel,losniossonvctimassociales.Exclusin queademsseelaboraenelrelatoatravsdedosmecanismos:elolvidoyel abandono (volveremos sobre esto). Laculpadelospadresfrenteaunaexageradao,paradecirloconPiglia, alucinada sucesin de hijos idiotas busca ser saneada en los motivos, en los por qu de la meningitis: acaso en la herencia del pulmn picado de la madre, es decir en una enfermedad fsica que atenta contra el estamento de la salud, que funcion deatributoenelcontextodelpensamientopositivista;acasoenlacrispacin nerviosa del abuelo paterno que no resulta menor a la hora de armar una genea-loga culpable de los motivos de cuatro meningitis sucesivas. La bsqueda de los motivos hace que ingrese al relato la mirada de la ciencia y que cobre legitimidad 8Gabriela Nouzeilles en Ficciones somticas. Naturalismo, nacionalismo y polticas mdicas del cuerpo (Argentina 1880- 1910), sostiene que [] en el realismo naturalista, los mecanismos interpretativos paranoicos se usaron sobre todo para identicar sujetos cuya Otredad era su-puestamente origen de lo patolgico que conspiraban a travs del fantasma del contagio, contra el equilibrio sociobiolgico de la sociedad nacional entendida como macrocuerpo. Con elprogramaexperimentaldeZola,lanovelaargentinadevinoprincipalmenteunamquina policialconlacualclasicarlodiferente(43).Cabeagregarque,enlagranmayoradelas obras del naturalismo argentino, la exclusin y el aislamiento del diferente responde a razones ideolgicas y/o polticas. Esto no se repite en la estructura narrativa del relato de Quiroga.422CUADERNOSDELI TERATURAVOL. XI XN. 38JULI O- DI CI EMBRE2015 I SSN0122- 8102PGS. 414- 431LAURAUTRERAa travs de la voz positiva de un mdico que, cual profeta iluminado, busca la cura por todos los medios de todos los males o al menos tantea, a travs del supremo poder de la opinin autorizada, el poder de la palabra, una posible respuesta al por qu de la anomala.La voz cientca libera al relato de lmites morales y esto de algn modo, le permite al narrador omnisciente relatar de soslayo la vida sexual del matrimonio. Luego de cada uno de los enfrentamientos violentos y desalmados, de las peleas que el matrimonio tena con motivo de la idiotez sucesiva de sus hijos (en las que era habitual el cambio de pronombre: tus hijos), vena la inevitable recon-ciliacin: Pero en las inevitables reconciliaciones sus almas se unan con doble arrebato y ansia por otro hijo. Este cuento entonces, relata tambin la sexualidad delapareja.EnElalmohadndeplumaporejemplo,semuestraconvigor semejante la sexualidad de Alicia y de Jordn, aunque con diferentes elementos narrativos: un insecto chupa la sangre de Alicia insecto que representa analgi-camenteaJordn.Peroalmismotiemposeilustraunalunademielenlaque elsexoconguraelmarcodelrelato,laprdidadelavirginidad,elmanchn desangreenlassbanasblancas,lapruebadeamor.EncambioenLagallina degolladalostorrentessanguneosqueinvadenelrelatoarmanunpanorama hereditario desde los parmetros de una potica naturalista: el mal estaba en la sangre,enlaherencia.Conestaideacomocorolario,elcuentotambinmues-tranodeunmododeliberadoelcarcternocivodeciertasunionessexuales que en este caso, no responde a la mezcla social de clase o a la violencia sexual (comoocurreenalgunasccionesdeEugenioCambaceres:Enlasangreoen Sin Rumbo) sino a ciertas uniones entre sujetos incompatibles que en el relato se hacen evidentes por medio de las suras heredadas, por medio de la grieta: la del pulmn picado y la de la locura. Poresoycontodo,unodelosmotoresdelrelatoquedaexpuestoenel excesodeliberadoqueconguralabsquedapermanentedeunhijonormal, lafantasadellinajeperfecto,lapreservacin-cambiodelpasadoculposoyhe-rederodelameningitis.UnhijoparalosMazzini-Ferrazrepresentaelporvenir vitaldesuunindemodoque,cuandolaenfermedadacontece,eseporvenir no se encuentra amenazado sino extinguido. Nada est por venir ms que puro idiotismo, lo cual extingue el porvenir. En las cciones del naturalismo el exceso de sexualidad representa a modo de espectculo lo inhumano, patolgico e inherentemente antisocial (Nouzei-lles 86). En este relato sobrepasa los lmites del mero deseo, del sentimiento y se convierte en la bsqueda patolgica (en trminos de obsesin neurtica) de un nio como el de los dems, el matrimonio peda un hijo pero un hijo, un hijo 423CUADERNOSDELI TERATURAVOL. XI XN. 38JULI O- DI CI EMBRE2015 I SSN0122- 8102PGS. 414- 431Ms que naturalismo: melodrama, exceso y abandonoen La gallina degollada de Horacio Quirogacomo todos! (90). Mas, cuando la combinacin corporal no es la apropiada, el contacto sexual entre sujetos incompatibles entre s desencadena necesariamente unprocesoaceleradodecorrupcinqueensuestadionalcoincidenarrati-vamenteconlaguradelmonstruo(Nouzeilles87).Laincompatibilidadque presentan Mazzini y Berta da origen a los monstruos pues su sangre, su amor estaban malditos! (90). En el relato se nombra a modo de rtulo a los cuatro hi-jos mayores como monstruos que, cual muertos vivientes, representan la sombra de la culpa, la marca de la herencia.En este sentido, el cuento trabaja con el temor a lo monstruoso en dos nive-les: los monstruos que semejan la animalidad ms absoluta, los cuatro son ms animales que humanos, comen como bestias; los cuatro son idiotas antes que ni-os, mugen en vez de llorar, imitan las acciones de los otros en vez de representar o simbolizar: Todo el da, sentados en el patio en un banco estaban los cuatro hijos idiotas del matrimonio Manzini-Ferraz (89): [] mugan hasta inyectar-se de sangre el rostro [...] (91); Otras veces, alineados en el banco, zumbaban horasenterasimitandoaltranvaelctrico(89).Enotronivelseencuentralo monstruoso que se concentra y concreta en el asesinato de la menor, de la nica hija mujer normal del matrimonio9. Los engendros se estimulan con los colores brillantes y cuando presencian el degello de la gallina, la operacin rojo-rojo activa de un modo escandaloso su aptitud imitativa. Entonces ocurre el asesinato de Bertita, mares de sangre inun-dan an ms el relato. De esto resultan tres estados de muerte: la consideracin de la muerte en vida de los engendros, el degello de la gallina y el asesinato de la nia. Vale decir que el relato se presenta como un estado de permanente pul-sin en el sentido deleuzeano del trmino. Deleuze sostiene que entre la imagen accinrealismo(mediosdeterminados-comportamientos)ylaimagenafec-cinidealismo(espacioscualesquiera-afectos)existeunparextrao:mundos originarios-pulsiones elementales naturalismo (este nuevo conjunto posee una consistencia y una autonoma perfectas): Un mundo originario no es un espacio cualquiera (aunque pueda asemejr-sele),porquenosurgesinoenelfondodelosmediosdeterminados;pero tampocoesunmediodeterminado,elcualderivasolamentedelmundo originario.[]Elmundooriginarionoexistenioperasinoenelfondode 9Nouzeilles advierte que el temor a lo monstruoso es lo que dene al naturalismo tal cual lo en-tenda Antonio Argerich en el prlogo a su novela Inocentes o culpables. Segn este escritor las cciones somticas del naturalismo tenan como n didctico demostrar mediante una justicia potica basada en la determinacin biolgica el carcter nocivo de ciertas uniones sexuales (Ficciones 47). 424CUADERNOSDELI TERATURAVOL. XI XN. 38JULI O- DI CI EMBRE2015 I SSN0122- 8102PGS. 414- 431LAURAUTRERAun medio real, y no vale sino por su inmanencia a este medio cuya violencia y crueldad l revela. (Deleuze 370)Elinstintodemuerteeslaherenciamismaquesecontinaalolargodel relato y est presente en la aparente inaccin de los cuatro nios, en el degello de la gallina, en el degello de Bertita. El instinto de muerte no es un instinto entre otros sino la grieta (entendida como lo hereditario) en persona, en torno de la cual todos los instintos hormiguean (Deleuze 373).Lneas atrs advert que en el relato, la exclusin y el aislamiento del dife-renteseproducatambinpormediacindelabandonoqueentiendo,segn lo analiza Lloyd de Mause, como forma de infanticidio y del olvido vale decir, delacesacindelafectoquesetena.Elabandonoseefectivizadeunmodo progresivo y para siempre, poco a poco los nios son sometidos al descuido, ellos representan el fracaso del matrimonio pues su apasionada ternura no alcanzaba a crear un tomo de vida normal (90) y al nacer Bertita los cuatro signicaron un mal recuerdo, un rencor, una infamia. En este marco, se ausenta la funcin social de toda familia tipo como clula primaria de la integracin social del nio (cuya tarea responde al amparo y proteccin del menor) e incluso, con el nacimiento de Bertita, la familia Mazzini-Ferraz, inserta en el modelo nacional, se piensa como espacioprivilegiadodeunadinmicaesencialmenteacumulativa,entrelapro-piedad de la regeneracin y los estigmas contrarios de la degeneracin (Vezzetti 1985). Insisto, entonces, en que si el concepto de familia desde el positivismo se planteaba como la procreacin biolgica y social, la transmisin del patrimonio ylapurezadesangre(AmadoyDomnguez2004),todoaquelloqueopaque estos criterios merece el estatuto del olvido. Existe otro elemento que hace leer las razones posibles del abandono en el relato:loscuatroidiotascarecendenombrepropio,loscuatrosonnombrados como bestias, monstruos y engendros. La funcin del nombre propio responde a identicar y particularizar al individuo en la familia, pero hay un elemento ms revelador an: el nombre propio estructura el linaje del sujeto que en este relato es sinnimo de lo abyecto. El relato lo dice, los padres se deshacen de los nios por medio del olvido: [] al nacer Bertita olvidse casi del todo de los otros (91). Este olvido resignica la estructuracin del linaje familiar, en el que Bertita es la que existe como hija, como continuidad y garanta de esa genealoga. Acaso al nombrar a los cuatro nios como animales no solo se les decreta ese lugar en la familia sino que ese precepto instituye el acto, pues la facultad imitativa de los cuatro(quesemejaladeloschimpancs)jugueteaconlaideayelestatutodel nombrepropio,locorrompeyloanimaliza:Alponerlenombreaunnio,en 425CUADERNOSDELI TERATURAVOL. XI XN. 38JULI O- DI CI EMBRE2015 I SSN0122- 8102PGS. 414- 431Ms que naturalismo: melodrama, exceso y abandonoen La gallina degollada de Horacio Quirogarealidad lo que se est nombrando es el lugar que se desea que ese nio ocupe dentro de una historia (Gache 251).. Los cuatro recurren a la repeticin del de-gellodelmismomodoqueTitnmonoqueprotagonizaelrelatoElmono ahorcado imita y repite lo que su dueo le ensea10.Los cuatro idiotas (tus hijos) son etiquetados con el tus, pronombre de segunda persona que gerencia y garantiza la propiedad desvinculante del yo que lo enuncia, vale decir, construye a los nios en trminos de ajenidad, buscando, sencillamente, la instalacin del inocente y la sura del culpable en la propiedad del otro. En el momento en el cual se hace uso del tus se expropia la mancha y su inercia invierte a los sujetos en objetos, sencillamente, porque son mltiples lospuntosdevistaquealudenasuexistenciacomotales(enlapropiavozdel narradorydelospersonajes).CuandonaceBertita,elnarradorrecurrealpro-nombre otros que representa ni ms ni menos que lo que no se quiere nombrar y que, de hecho, decticamente carece de persona para formalizarse en la idea de no persona, pura referencia de la que el relato va a hablar. De modo que parece como si los cuatro idiotas fueran pura imagen, fueran pura representacin. De he-cho, representan un mal recuerdo, una pesadilla que retorna cuando la pequea Bertita enferma. Y que se concreta cuando la asesinan.El asesinato de Bertita no es el producto reactivo al abandono de los cuatro sino que representa un resto narrativo, un motor-tpico que justica la necesidad de escribir este relato de efecto. En el asesinato hay una suerte de fracaso del aban-dono narrado inicialmente: el abandono fracasa ante la accin de los cuatro idiotas que a partir de ahora sern todo movimiento, todo ojos. Las vctimas estticas del relato se convierten en actores cuya inaccin inicial que los tipicaba Todo el da, sentados en el patio, en un banco estaban los cuatro hijos idiotas del matrimonio Mazzini, Ferraz (89) es desplazada por la accin absoluta convalidada en el crimen 10ElmonoahorcadofuepublicadoenCarasyCaretas,n472,aoX,BuenosAires,octubre 19 de 1907. Este cuento se inserta en la serie inaugurada por Historia de Estilicn (1904) y se contina con el folletn El mono que asesin (1909). Lo que subyace en El mono ahorcado yElmonoqueasesineslaprobableintertextualidadconYzurdeLugones(Lasfuerzas extraas, 1906 la lectura de este libro es apenas mencionada en una carta a Jos Mara Fernndez Saldaa, del 26 de marzo de 1906: Lugones se fue a Europa por 9 meses, el 10 del corriente. A nes de abril aparece un libro de cuentos, suyo. Tiene cosas buenas) (Quiroga, 2007 133). La escritura de este relato es econmica y precisa. En el contexto del libro de 1906, Yzur crea un verosmil cercano a la retrica del discurso cientco, juega con la ausencia de articios y se con-vierte en una suerte de informe cientco, una variante subversiva de la teora de la evolucin de Charles Darwin como tambin, ciertas hiptesis del relato dialogan con algunas nociones sobre el lenguaje que estaban presentes en las doctrinas lingsticas producidas por el positivismo y el estamento cientco que vino de la mano de Ferdinand de Saussure.426CUADERNOSDELI TERATURAVOL. XI XN. 38JULI O- DI CI EMBRE2015 I SSN0122- 8102PGS. 414- 431LAURAUTRERA(esuncrimen?).Laaccinconcretadeldesplazamientoquerealizanloscuatro idiotas hacia la cocinalugar en el que ven cmo Mara desangra con parsimonia a una gallina se completa con el movimiento, con el caminar hacia Bertita, narrado en el tramo nal del relato:Pero la mirada de los idiotas se haba animado; una misma luz insistente estaba ja en sus pupilas. No apartaban los ojos de su hermana, mientras una creciente sensacin de gula bestial iba cambiando cada lnea de sus rostros. Lentamente avanzaron hacia el cerco. La pequea [] sintise cogida de una pierna. Deba-jo de ella, los ocho ojos clavados en los suyos le dieron miedo. (95)Laherenciasangunea,lameningitis,elexcesooincompatibilidadenla prctica sexual, el saber de la ciencia (por el que ingresa en el relato no solo una vozautorizadasinotambinlacienticidaddelaformaqueestudiaBeatriz Sarlo en La imaginacin tcnica)11, la muerte de una nia, la permanente proyec-cin de una pulsin de muerte, la exclusin del diferente, el caso que le da al relato el carcter errante de lo monstruoso son algunos de los elementos que me permiten pensar el cuento dentro de esta serie. Sin embargo y para de decirlo con Piglia, el relato es una especie de fbula tenebrosa sobre la niez. El relato actualiza el horror aprehendido de Poe y de Maupassant (extremado al mximo), se vuelve ms real y en su cruce con las pginas de crmenes y rarezas de la prensa de la poca, el infanticidio que tambin puede leerse como una forma de abandono, se articula con una intuicin retrica: el melodrama y el sensacionalismo tpico de muchas de las cciones de Quiroga. La suma de estos factores salva al relato de la nota monocorde del naturalismo social. A su vez y pensando en lo memorable de este relato que se sigue leyendo, surge algo valioso a pesar del paso del tiempo, an hoy el relato genera rechazo, an hoy la grieta de ese pasado rige en el presente12.11Elingresodelsabercientcoenlaliteraturaproponeunaexplicacindelascausasdelas afecciones que, segn Sarlo, decretan una cienticidad de la forma: Lejos de una cienticidad de lo dicho, unacienticidad de la forma: lo dicho se certica por la forma que lo presenta. El recurso a la ciencia, en su modalidad discursiva, debe ser puesto, entonces, entre comillas, porquesetratadeloquepiensacomoformadelacienciaimpresasobrelaformadeldis-curso literario. La forma cientca, a diferencia de la tcnica que remite al saber hacer y a la descripcin, propone una explicacin: en consecuencia un esquema causal y, a partir de l, en sede literaria, un argumento. La Literatura no piensa como la ciencia sino como cree que la ciencia piensa; obtiene as un compromiso y una caucin [] El informe cientco transere a la Literatura no slo su ideologa (como se ha dicho muchas veces sobre el naturalismo) sino tambin su autonoma moral (Sarlo 35-39). 12A modo de trabajo de campo, y si bien entiendo que esta informacin se articula con la mera ancdota, no me parece menor lo que me ha ocurrido cuando he propuesto la lectura de este relato en programas de Escuelas Medias de Argentina. Adems, lo he trabajado con docentes 427CUADERNOSDELI TERATURAVOL. XI XN. 38JULI O- DI CI EMBRE2015 I SSN0122- 8102PGS. 414- 431Ms que naturalismo: melodrama, exceso y abandonoen La gallina degollada de Horacio QuirogaLagallinadegolladaeselttulodelaadaptacinquehizoCarlosTrillo (1985)yqueenmanosdeAlbertoBrecciafuemotivodehistorieta.Dehecho, intuyoquelaversindeestosartistasaclaraeiluminanuestralectura.Eltinte monocordedelblancoydelnegrodelosdibujos,sumadoalasescasaslneas deescritura,esiluminadoporloqueaparentaser,enunprimermomento,un manchn rojo, una gota de tinta que se le cay al dibujante sobre el papel, que jugar en la ilustracin de color primario en lo que tiene de primitivo y de vio-lento y que iluminar las escuetas palabras de los cuatro idiotas: los cuatro nios enlahistorietadicen:lindo,brilla,rojo.Almonocordeblancoynegrodelas vietas lo enciende el sol (rojo), el rojo inyectado en los cuatro pares de ojos, en el cuchillo (utilizado para el degello de la gallina), en la gallina, en la tabla donde yace la gallina, en el mismo cuchillo (utilizado para el crimen) y por ltimo, en los guardapolvos de los cuatro idiotas salpicados con la sangre de su hermana.Enel2004seestrenenMadridelcuentometrajeEscarnio(2004)diri-gidoporRalCerezo,querecrealahistoriadeestecuentoyque,aunqueno deja de resultar una propuesta original e interesante, prorrumpe de un modo ms calculadoysisequiere,msfrvoloqueelrelato.Serodenvideodigitalyse transri a 35 mm en un empeo por conseguir lo mejores resultados visuales. Su director busca la mirada activa de un espectador que tendr por tarea determinar acaso quin es el culpable en esta historia. Cerezo crea un clima Leonardino en lasinfonacompuestaporoncesecuencias,elcortometrajenacebuscandoun prismaLeonardinocapazdeconcentrarlasartesquerequeralanarracinde Quiroga (Cerezo 2004). Este poner algo en otro sitio, extirpando ciertos modelos y pensando en otro registro o sistema que es el concepto mismo de transposicin, segn Sergio Wolf funciona de un modo sugestivo en la apuesta de Cerezo y nos dispone la mirada de manera diferente puesto que, atentos a los veintitrs minutos de duracin del cuentometraje, nos sumerge tanto en la esttica que alcanzan algu-nas imgenes que escapan a la narracin de Quiroga pero que no desanan ni en la propuesta de Cerezo ni en la del narrador como tambin hacen serie de un modo antagnico con la historieta de Breccia. deeducacininicialyprimariayresultasignicativocmocuestalareproduccindeluso discursivo que hace el narrador. Los estudiantes de quince aos, frente al relato del argumento han dicho: [] los cuatro nios con sndrome de down, los cuatro hijos con problemas mentales,pobrecitos,ellosnopodanresponderalmaltratodelnarrador.Asimismoen un programa que present en una Universidad de Brasil en el que propona la proyeccin del cortometraje Escarnio de Ral Cerezo, me dijeron que no, que si ese lme se articulaba con La gallina degollada preferan que cambiara de pelcula (y por ende de narracin).428CUADERNOSDELI TERATURAVOL. XI XN. 38JULI O- DI CI EMBRE2015 I SSN0122- 8102PGS. 414- 431LAURAUTRERAEscarnio puede pensarse en aristas opuestas a la obra de Breccia porque en la historieta las imgenes se presentan en los valores del blanco y negro y la irrupcin que incurre en la sptima vieta de un rojo furioso es decir, de un color y no de un valor iluminan los momentos ms violentos de la obra, muestran un extraamien-to del mundo de esos cuatro idiotas propuesto desde una sensibilidad exasperada: Breccia representa el mundo de los padres y de Bertita a travs de trazos oblicuos en oposicin a la horizontalidad esttica del cuadro de los idiotas que por cierto, ser mimada-animada por el uso del rojo. Mientras que Cerezo propone una sensacin cromtica saturada, sobre todo en el uso que hace de los colores primarios, persi-guiendo la re-creacin de un ambiente a la vez infantil y angustiante. No obstante y ya en el terreno de las especulaciones, es preciso aadir que el rojo de Breccia tiene elmismoprotagonismosalvajequeloscoloresprimariosenelplandeEscarnio: pues ambos usos comparten primitivismo y violencia. As, Escarnio se nos presenta comounmodelodelamspurafusinyanidadpormediodelacualseasiste tanto a una lectura posible del relato de Quiroga cuanto a una nueva obra flmica. Algunas de las imgenes logradas son muy descarnadas y esa apropiacin que hace el director las vuelve extremadamente selectas. Cerezo usa planos largos y cortos en los momentos indicados. Cuando el relato cinematogrco tiene ms para contar utiliza el detalle, recurre al plano corto que da cuenta de un ahorro en el uso del metraje dentro del cual se completa el relato.Aunquepuedehaberms,dosmotivosmellevanavalorareltrabajode Cerezo, a los que puedo sumarles, por cierto, el volver sobre un relato de Qui-roga,actualizndolo.Elprimeroeselespacioelegidoqueentendemoscomo escenario en el cual se han de desarrollar las escenas como metraje de la cinta, puesserdeterminanteparaelrelatodelcorto.Sunominacinimponeunade lasexigenciasesencialesdelcine:laeconomaalcontardeterminadorelato,la descripcin de las situaciones por medio del movimiento de la cmara, la muestra dedeterminadotipodeimagenyporotroyadiferenciadeloquesucedeen elcuentodeQuiroga,suligaznalconceptodetiempoderepresentacin.Es decir, el relato se adjunta al espacio disponible. Aunque, resulta curioso cmo, en la versin flmica de Cerezo, parecen intervenir las interpelaciones que Quiroga encuentra en algunas pelculas y registra en sus notas sobre cine.El segundo: en el corto interviene protagnicamente la idea de don y de regalo. El personaje del mdico no funciona del mismo modo que en la propuesta de Quiroga y esto resulta muy interesante porque, si el mdico ser en La gallina degolladaquienlepongapalabras,quienintentenombrarloquelepasaalos cuatro idiotas, en Escarnio es quien le regala a Bertita el libro Ricitos de oro, es quien le muestra a la nia que existe otro universo disponible y posible que se 429CUADERNOSDELI TERATURAVOL. XI XN. 38JULI O- DI CI EMBRE2015 I SSN0122- 8102PGS. 414- 431Ms que naturalismo: melodrama, exceso y abandonoen La gallina degollada de Horacio Quirogaabre con la literatura y que se expone a travs de la lectura de un cuento artce de la desobediencia: es posible escapar de los padres y hacer lo que ellos nos pro-hben; es posible penetrar curiosamente en terrenos desconocidos y apropiarnos del espacio de los otros. Esta evidencia no impide decir que en ambas obras la -gura del mdico es la clave para la progresin del enigma. En Escarnio, el mdico juega con ser una suerte de sombra, una voz que narra lo que sucede, por medio deaccionesynodepalabrasyporquno,tambinjuegaconserelnarrador omnisciente que acompaa a sus personajes iluminando el camino hacia el nal del relato, hacia el destino trgico. Como la msica, como las imgenes de un sol particular, como los colores, como los dibujos de Ricitos de oro, la imagen del mdico-brujo tambin anticipa los acontecimientos del relato cinematogrco.Si en el relato de Quiroga el infanticidio es producto del olvido y del aban-dono de los padres, en la narracin de Cerezo la muerte es producto de la lectura: Bertita escucha la lectura del cuento que le hace su madre todas las noches, del cuento que le regal el mdico y mira atentamente las ilustraciones imgenes que anticipan metonmica y metafricamente las resoluciones del corto. Bertita juega a ser Ricitos de oro y encuentra la muerte.La historia de Ricitos de oro ser muy signicativa en el relato cinemato-grco tanto como la de La gallina degollada. Escarnio resulta ser un producto polifnico abierto al dilogo con Ricitos de oro, que material y visualmente for-ma parte de las escenas y con La gallina degollada, que determina la herencia literaria signicante en la transposicin. Ambas lecturas sern integrales porque funcionanccionalydiscursivamenteenelrelatocinematogrco:elcarcter fantstico del mundo de esta particular Ricitos, hizo que el abanico de irrealidad seextendiera,agrupandotodaslasimgenesqueibannaciendoporelcambio delucesydecoloresalqueestamosinscriptoscomoespectadoresapartirdel momento en que el cuento-obsequio llega a manos de la nia; as como la par-cialidad real que otorga un relato como La gallina degollada que no podemos leer solo como naturalista propone un desvo de tal fantasa.En la apuesta cinematogrca de Cerezo, asistimos a una lectura novedosa del cuento de Quiroga y del relato tradicional Ricitos de oro. Cerezo pone en consonancia a ambas obras colocndolas en el mismo nivel de cuento tradicional, de cuento oral. El lenguaje visual desarrollado en Escarnio apuesta por un mbito con cierta pulsin realista a pesar del uso de los mejores tintes tardo-romnticos, de la sistematizacin de una cmara mvil y del juego entre luces y contraluces, planos y contraplanos. El corto busca y encuentra un tono notable que acompaa tambinelfueradecamponalfaltodeingenuidadqueCerezoarticulaenel momento de la muerte.430CUADERNOSDELI TERATURAVOL. XI XN. 38JULI O- DI CI EMBRE2015 I SSN0122- 8102PGS. 414- 431LAURAUTRERAAlberto Laiseca en el ciclo Cuentos de terror que se emiti por el canal I-Sat de Argentina rearma este relato desde una performance salvaje (a lo Laiseca) que encierra el misterio de una forma de narrar y que persiste en la opacidad de aquelqueescucha.Estadialcticaentreoralidadyescrituradeunmismorela-totomalasformasdelmbitodesdedondesenarra,dequinycmolohace. Piensoconcretamenteenlaemisintelevisivadeesteprogramaascomoenla intervencin artstica del ciclo Noches de luna y misterio que el escritor llev a cabo en las puertas del Cementerio de la Recoleta, el 19 de marzo de 2011 (y donde Laiseca vuelve a elegir un relato de Quiroga, esta vez, El almohadn de pluma) y que tuvo su antecedente en Rosario bajo la denominacin Cuentos de terror bajo la luna. En este encuentro Laiseca reedit sus relatos de terror en el Patio de los Cipreses del Centro Cultural Parque de Espaa (abril de 2009). EnlaemisindeI-Sat,resultacontundentelanarracinquesearticula conlosrecursostcnicos:lailuminacin,lossonidos,losplanos,elhumodel cigarrillo, la voz de Laiseca que imita a la de los nios con gestos de idiotez y con un tono probable, exclama: rojo, comida, la voz de la sirvienta, de la madre y del padre de los nios mimadas tambin y no ya desde un tono sino desde un modo de enunciar. Esta intervencin explicita la idea de Borges cuando respecto delagradoporlasrepeticionesylassimetrasdelosdestinos,advierteestas palabrashayqueorlasynoleerlas(Borges205).Dehecho,Laisecalasactiva en sus ciclos y restituye la gura arcaica del que escucha. Borges era un detractor de la novela como gnero literario ya que no era oralizable como el cuento o la poesa.Polmicasaparte,lodelatransmisinoralesalgoquenohaperdido su seduccin; hasta supera al cine si se quiere porque, el relato oral da un mar-gen amplsimo para la imaginacin que el cine lo reserva solo para el fuera de campo, el resto se ve en pantalla. En la intervencin de Laiseca sin embargo, se articula el valor borgeano con ayuda de la tcnica.A su vez, Laiseca construye explcitamente la analoga que en el relato solo est sugerida, aquella que sintetiza el cuello de Bertita y el cogote de la gallina: mientrasunolatomabadelcuelloaparaacallarla,relataLaiseca,comosise tratara de un cogote lleno de plumas[]. Y modula el nal del relato cuando convierte a los cuatro idiotas en perfectos canbales.Obras citadasAmado, Ana y Nora Domnguez. Comps. Lazos de familia. Herencias, cuerpos, cciones. Buenos Aires: Paids, 2004.Borges, Jorge Luis. La Trama. El Hacedor. Obras completas 2, 1952- 1972. Buenos Aires: Emec, 2007. 431CUADERNOSDELI TERATURAVOL. XI XN. 38JULI O- DI CI EMBRE2015 I SSN0122- 8102PGS. 414- 431Ms que naturalismo: melodrama, exceso y abandonoen La gallina degollada de Horacio QuirogaContreras, Sandra. En torno a la denicin al pudor artstico: Quiroga, 1916- 1917. El vendaval de lo nuevo. Gloria Chicote y Miguel Dalmaroni Eds. Rosario: Beatriz Viterbo Editora, 2007. 173-195.Escarnio. Dir. Ral Cerezo. Actores Beln Ponce de Len, Ignacio Gijon, Pilar Serrano, Sara Pea, Javier Pez. 2004.Flores, ngel. Aproximaciones a Horacio Quiroga. Caracas: Monte vila Editores, 1976.Gache, Beln. Las derivas de Juanito Laguna. Lazos de familia. Herencias, cuerpos, cciones. Ana Amado y Nora Domnguez Comps. Buenos Aires: Paids, 2004. 245- 265.Jitrik, Noe. Prlogo. Horacio Quiroga. Novelas cortas.(1908-1910).Tomo I. Montevideo: Editorial Arca, 1967. 7-22. Prlogo. Obras inditas y desconocidas. Montevideo: Arca, 1968. Mause, Lloyd de. Historia de la infancia. Madrid: Alianza, 1982. Nouzeilles, Gabriela. Polticas mdicas de la histeria: mujeres, salud y representacin en el Buenos Aires del n de siglo. Mora. Revista del Instituto Interdisciplinario de Estudios de Gnero 5 (1999): 97-112.. Ficciones somticas. Naturalismo, nacionalismo y polticas mdicas del cuerpo (Argentina 1880-1910). Rosario: Beatriz Viterbo Editora, 2000. Piglia, Ricardo. Quiroga y el horror. La Argentina en pedazos. Buenos Aires: Ediciones de la Urraca, 1993. 64-66. Quiroga, Horacio. Obras inditas y desconocidas. Montevideo: Arca, 1968. . Los trucos del perfecto cuentista y otros escritos. Beatriz Colombi y Danilo Albero-Vergara, Comps. Buenos Aires: Alianza Bolsillo, 1993.. Lo que no puede decirse y otros textos. 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