8/8/2019 Las Trampas Del Sistema Al Activismo Social y Ecologico

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LAS TRAMPAS DEL SISTEMA AL ACTIVISMO SOCIAL Y ECOLOGICO

Bittor Nuez Rodriguez . ( Iruea- Pamplona, 10 de Noviembre de 2008)

En la era de la comunicacin y la tecnologa, dominar el discurso, moderar y regular el mensaje, estudiar

las tendencias e inquietudes sociales, es fundamental e irrenunciable, ya que permite optimizar lasrespuestas y contraofensivas que el sistema a de perpetrar para frenar toda disidencia y discursodisgregador de la mxima imperante; esa idea que apuntala que el actual es el nico pensamiento,sistema y organizacin posible: el capitalismo. Significativo y preocupante sin lugar a dudas es que ante

la crisis econmica actual, un mximo responsable de gobierno como el presidente Frances, en losmomentos ms palpables del reconocimiento social de la crisis financiera internacional, se atreva adecir, con una sonrisa de amigo de barrio en la boca, que hay que refundar el capitalismo . En lugar de

reconocer la obsolencia de un sistema absolutamente colapsado, con importantes significancias de tipomoral y tico en algunas de las causas detonantes de esta debacle econmica las hipotecas subprimes,la falta de control y gobierno que delimitar riesgos y practicas mafiosas veladas bajo neologismosactuales, como creatividad financiera o ingeniera financiera , - ahora un envalentonado Presidente

Sarcozy, se permite lanzar un globo-sonda a la sociedad hamburguesada actual, para comprobar congran satisfaccin, que no existe reaccin alguna de cierta significancia, como para que puedan hacer y

deshacer a su antojo. Estos nuevos Marxistas-Leninistas del reparto de la ruina entre las clases medias yel pueblo obrero, llevan aos ganando batallas a todos cuanto han estado defendiendo otro mundoposible, a travs de robar, maquillar y manipular el propio discurso de las bases sociales. Ahora seapoderan de la solidaridad: las gentes de a pie somos unos insolidarios cuando nos oponemos a que seinyecte liquidez de las arcas pblicas en el sistema financiero, que no es otra cosa que los bancos, las

grandes entidades intermediarias de gestin de inversin, las compaas aseguradoras, etc. Hace pocosaos los movimientos pacifistas en su oposicin a los ejrcitos y las guerras, tuvieron que ver como losejrcitos se transformaban en los principales interesados en desarrollar misiones de Paz. Hace veinteaos los movimientos feministas que reivindicaban la igualdad en la incorporacin de la mujer al mundo

laboral, consiguieron que el sistema contar con nuevo capital humano, nuevas productoras-consumidoras que apuntalaban el crecimiento insostenible de una econmica voraz, esclavizadora y

materialista, ms mano de obra y recursos humanos que aceleraran la capacidad productiva yaumentara las cuentas de resultados. A fin de cuentas, todos estamos apuntados a la filosofa del

cuanto ms mejor , sin darnos cuenta de que el sistema porta un cronometro de cuenta atrs, el cual acomenzado en este mercado global a dar tan solo los primeros sntomas de su colapso. Esto no indica

que las mujeres no tengan el derecho a incorporarse al mundo laboral, a decidir en que trminos lohacen, con la misma legitimidad y derecho que cualquier otro hombre. Ser conscientes de ciertasenseanzas que da la perspectiva histrica tambin ayudar a la mujer a ser ms libre.

Continuando con esta misma lnea argumental, debemos aadir aqu como el propio discurso ecologista,esta sirviendo para apuntalar negocios, generar pingues beneficios y lavar las dcadas de daos

ambientales irreparables, con operativas de marketing verdaderamente perversas, causados bien por laindustria del automvil bien por los lobbies de la energa. Sirvan estos dos ejemplos como exponentes

de la absorcin por parte del sistema de trminos como sostenibilidad, ecologa, reciclaje, consumoresponsable, etc. Si a mediados de los ochenta, aquellos que siendo todava unos imberbes muchachos

idealistas, en nuestras campaas de reciclaje hubiramos sabido que estbamos posibilitando lacreacin de negocios privados basados en la produccin de la basura, habriamos acentuado con mucho

mayor ahinco la importancia de Reducir y Recuperar, dos normas de capital importancia, e indisociablesde las ya famosas tres R. No quiere decir esto que no remarcaramos su importancia. Hoy en da, el

reciclaje, en lugar de estar gestionado por instituciones publicas, ha pasado a estar en su mayor parte en

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manos privadas, cuyo negocio esta muy de lejos relacionado con la reduccin del consumo.Ms bien al

contrario. A mayor consumo, mayor residuo, a mayor residuo mayor beneficio. No ocurre esto en todoslos materiales, pero si que resulta significativo al menos con cierto valor simbolico, para ilustrar l o que

vengo a querer denunciar en este articulo, y es que el sistema nos gana la partida neutralizando el valory significado de nuestro discurso apoderndose de los trminos, practicando una ciruja disgregadora

del fondo y profundidad de los mismos, y transformndolos en herramientas en su propio beneficio.

Todo ello no es indicativo, ni sirve como excusa para desechar en nuestros criterios, habitos y modos deconsumo, por poner un ejemplo el reciclaje. Esto sera hacer tanta trampa como la que hace el sistema.Lo que debemos muy por el contrario hacer los ciudadanos conscientes, es incorporar aquellas partes

del discurso que es sistema ha querido invalidar. Aquellos presupuestos teoricos que dan sentido porseguir el simil, al reciclaje. El reciclaje es un mal, menor, y aunque sea un mal necesario, ello no nos

puede servir para obviar que es ms importante reducir el consumo y reutilizar que reciclar, ya que estaindustria del transformado es tambin costosa, contaminante y precisa de la reduccin de los niveles de

consumo demas la progresiva incorporacin de la ecoeficiencia en los procesos de diseo y produccin,para alcanzar algn dia la optimizacin de ciclo completo de los materiales. El trmino eco-eficiencia fueacuado por el World Business Council for Sustainable Development (WBCSD) en su publicacin del ao1992 "Changing Course". Est basado en el concepto de crear ms bienes y servicios utilizando menos

recursos y creando menos basura y polucin. En 2002, se public el libro de Michael Braungart y WilliamMcDonough Cradle to Cradle: Remaking the Way We Make Things sobre las ideas de eco-eficiencia y sus

aplicaciones prcticas. Est ecoeficiencia, tampoco debe ser aislada de la aplicacin de las tres RS, yaque por si sola no apuntala las causas principales que generan el colapso econmico y medioambiental.

Es importante estar atento con un muy necesario espritu critico a dichas trampas. Para comprender

bien como algunas cuestiones son veladas bajo el termino de ecolgico , debemos tomar en cuentacuestiones como el modo de produccin, sus costes medioambientales en su produccin, etc. Un coche

elctrico que no produzca contaminacin atmosfrica directa por que su principal batera energtica nosea de combustin sino de carga elctrica, deber ser valorado tambin por los costes ambientales que

genera la produccin de la electricidad. Esa electricidad en Espaa, esta asociada a la combustin deCarbn en nada ms y nada menos que un 24%, a la energa nuclear en un 18,4%, al gas natural en un

22,6%, a otras en un 13,7 y finalmente a renovables en un 20,6%. La suma total de energascontaminantes y/o agotables superan con mucho a las fuentes renovables, y cabe aqu tomarse muy en

serio que para la produccin de esa electricidad si que ha existido una contaminacin previa muy avalorar.

Los ciudadanos conscientes radicalizaran sus practicas, es decir, iran a la raz del problema, y preferirn

el transporte publico y colectivo, la bicicleta, caminar en la ciudad- siempre y cuando sea posible su uso -antes que el coche elctrico, si buscan una alternativa al actual coche de gasolina. Ello no les impedir

incorporar vehculos para uso particular que incorporen otras tecnologas alternativas, si estuvierademostrada su ecoeficiencia y una considerable reduccin de su impacto ambiental. Decidirn en el

actual panorama internacional, como muchos holandeses lo han hecho ya, ante la sospecha de bancarota de una de sus ms tradicionales compaa bancaria, cambiar sus practicas de ahorro y banca,

inicindose en la banca tica ( en Espaa operan ya algunas de estas entidades), pero tambin puedentratar de evitar la intermediacin de entidades y compaas en sus inversiones y ahorros, y apoyar

movimientos y proyectos coperativos con la inversin directa en aquellas empresas con un alto valor ycomponente medioambiental. Los ciudadanos conscientes incorporaran en sus criterios de inversin, no

solo los riesgos financieros, si no los riesgos medioambientales, ticos, y sociales, como valoresindisociables del concepto de rentabilidad y buscando una tangibilidad no solo econmica en dichasinversiones, sino tambin de hechos demostrables en el discurso mediatico y de marketing. Detalles tansimples como evitar usar la bolsa de plstico en los supermercados y volver a la bolsa de tela (reutilizar),

consumir productos frescos y locales de temporada (reduccin de embalajes, reduccin de transporte y

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su consabida costes ambientales y de explotacin en otros pases subdesarrollados), compartir la ropa

entre amigos y hermanos, recuperar modos de ocio comunitarios y de encuentro en medios naturalesmediante practicas medioambientalmente conscientes, frente a los individualistas, y aquellos que

faciliten el consumo compulsivo de tecnologa, son posibilidades que se abren y recuperan ante elcambio de paradigma al que asistimos. Como diran los hermanos Wakowsky, en boca de su personaje

Morfeo, salir de Matrix es posible, eligiendo, la pastilla roja o la pastilla azul. A veces es ms fcil

permanecer en el mundo feliz de Aldoux Huxley, que despertar de este largo sueo. T eliges, tdecides.