las pudriciones la complejidad del del cogollo en desorden ... · alzado su voz, para hacer notar...

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Carlos Chinchilla* Febrero 2010 Contenido Introducción ......................................... 1 Breve historia del problema ................................ 1 Síntomas: las múltiples caras del desorden ....................... 2 Los elementos involucrados en la PC (o el triángulo de la enfermedad) ...... 4 Los microorganismos .................................... 4 El hospedero ...................................... 5 El ambiente ....................................... 5 La Predisposición como elemento a considerar ..................... 6 Énfasis de los esfuerzos de manejo tradicionales ................... 8 Sobre los microorganismos asociados ....................... 8 El hospedero ...................................... 8 El ambiente ....................................... 9 Propuesta de manejo .................................... 9 Acciones contra microorganismos y otros organismos asociados ....... 9 Material genético ................................... 13 Ambiente ........................................ 13 Escogencia del sitio ............................... 14 Preparación del terreno para la siembra ................... 14 Siembra y calidad de las plantas de vivero .................. 15 Aeración del suelo ................................ 15 Déficit hídrico .................................. 18 Nutrición ...................................... 19 Conclusiones ........................................ 21 Referencias ......................................... 22 Agradecimientos ...................................... 22 * Consultor para ASD Costa Rica, P.O. Box 30-1000, San José, Costa Rica, [email protected], [email protected] Las pudriciones del cogollo en palma aceitera: La complejidad del desorden y una guía de convivencia

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Carlos Chinchilla*

Febrero 2010

Contenido

Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1Breve historia del problema . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1Síntomas: las múltiples caras del desorden . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2Los elementos involucrados en la PC (o el triángulo de la enfermedad) . . . . . . 4Los microorganismos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4

El hospedero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5El ambiente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5

La Predisposición como elemento a considerar. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6Énfasis de los esfuerzos de manejo tradicionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8

Sobre los microorganismos asociados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8El hospedero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8El ambiente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

Propuesta de manejo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9Acciones contra microorganismos y otros organismos asociados . . . . . . . 9Material genético . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13Ambiente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13

Escogencia del sitio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14Preparación del terreno para la siembra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14Siembra y calidad de las plantas de vivero . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15Aeración del suelo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15Déficit hídrico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18Nutrición. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19

Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21Referencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22Agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22

* Consultor para ASD Costa Rica, P.O. Box 30-1000, San José, Costa Rica,[email protected], [email protected]

Las pudricionesdel cogollo en

palma aceitera:

La complejidad deldesorden y una guíade convivencia

IntroducciónLas pudriciones del cogollo penden como la

espada de Damocles sobre todas las plantacio-nes de palma aceitera en América tropical, yeventualmente, de todo el mundo. Muchasplantaciones han permanecido libres del pro-blema por años, en otras, la incidencia ha sidomuy baja y sin importancia económica, algunaspocas han experimentado este flagelo por añosy eventualmente han salido avante, y otras hantenido que abandonar sus operaciones ante laincapacidad de convivir con el problema. Tra-dicionalmente, se ha buscado un patógeno ogrupo de ellos que explique el síndrome entodas sus fases, de manera que enfrentándolose pueda eliminar el problema. Hasta ahora, losresultados de este enfoque han sido poco con-cluyentes. Paralelamente, algunos pocos, hanalzado su voz, para hacer notar las múltiplesrelaciones que existen entre una alta incidenciade PC y diversos problemas agronómicos delas plantaciones que la sufren, pero se argu-menta que tales relaciones son circunstancia-

les. Sin embargo, si bien es cierto todavía notodo está claro (ni del lado de una causa bióticaúnica, como de una abiótica), parece razonableaceptar que existe algo de las dos.

Esta guía o propuesta de manejo de laspudriciones de cogollo en palma aceitera, nopretende, por supuesto, ser la única forma dever y manejar el problema; ni tampoco ser laversión final. Reconocemos nuestra ignoran-cia respecto a muchos aspectos de este tipo deproblemas, y todavía se requiere de muchainvestigación para esclarecer sus causas yforma de manejarlos. Sin embargo, este es unprimer documento en el que se resumen losresultados de nuestras investigaciones y expe-riencias a través de los años en muchas regio-nes y países en donde hemos encontrado a laPC mostrándonos sus múltiples caras. Nues-tro deseo es mejorarlo en el futuro, conformese conozcan nuevos elementos sobre la palma,los patógenos asociados y por supuesto, delambiente en que crece la palma.

Breve Historia del ProblemaLa historia de las pudriciones en el cogollo

(tejidos cercanos al punto de crecimiento api-cal) en palma aceitera en América tropical, seremonta al momento mismo en que fueron traí-das las primeras palmas con la intención deestablecer plantaciones comerciales. Esto ocu-rrió a principios de los años veinte, cuando laentonces United Fruit Company trajo algunaspalmas desde África a Panamá. Un memo deaquella época indica que algunas de esas pal-mas presentaron pudrición en las hojas jóve-nes y flechas, y otros síntomas similares a loque hoy se llama pudrición común de la flecha(¿o de cogollo?) y que resultó letal para algunasde las plantas afectadas.

Los nombres dados a ese tipo de desórdeneshan sido variados, y de alguna manera indicancuán comunes son y su severidad: pudricióncomún de la flecha, mal de juventud o arqueofoliar (ambos trastornos estrechamente aso-ciados), pudrición del cogollo (PC), pudriciónletal del cogollo, amarelecimento fatal, pudriciónseca de la flecha (flecha seca), pudrición severa

del cogollo, pudrición húmeda del meristemo,etc.

Las pudriciones de cogollo son bien conoci-das en la región de origen de la palma aceiteraen África del Este, y existe en todos los sitiosen donde se ha sembrado palma aceitera, inclu-yendo los países asiáticos. Algunos de los bro-tes han causado la muerte de una proporciónimportante de las palmas afectadas. No obs-tante, es en América tropical, en donde estacondición ha adquirido notoriedad por losdesastres que ha causado en varias plantacio-nes. El primero de tales brotes ocurrió enColombia (Turbo), a finales de los 60's. Más omenos al mismo tiempo, otra plantación en lazona de Colon en Panamá fue también muyafectada, así como otra pequeña plantación enla costa Atlántica de Costa Rica. Otros brotesimportantes de la llamada PC ocurrieron enSurinam (1982), Pará, Brasil en 1985, elOriente y Pacífico Ecuatoriano, Costa Rica(Pacífico central, 1994), y más recientementeen Tumaco, Colombia.

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Síntomas: Las Múltiples Caras del DesordenLos términos 'pudrición del cogollo' y simi-

lares, se refieren a un grupo de síntomas, endonde las hojas jóvenes sin abrir (flechas)desarrollan lesiones discretas oscuras, quepueden localizarse en cualquier parte de su lon-gitud, particularmente en la base en la regiónmisma del cogollo (en muchas ocasiones esdifícil discernir si realmente ocurrieron inicial-mente pudriciones o si simplemente las flechasse secaron, por lo cual en Costa Rica a este pro-blema se le conoce como flecha seca). Los sín-tomas pueden o no estar precedidos de clorosis(amarillamiento) en porciones dispersas de lashojas más jóvenes, pero particularmente en labase de algunos foliolos de la base. Las pudri-ciones pueden penetrar profundamente en laregión del cogollo y causar la muerte de lasplantas, aunque esto es más probable que ocu-rra, si los olores que emanan las plantas enfer-mas atraen adultos del picudo de las palmas(Rhynchophorus palmarum), cuyas larvas son enrealidad las que eventualmente matan laplanta. Las hojas más viejas nunca son afecta-das inicialmente.

Algunos elementos en común de estosdesórdenes son: a las hojas jóvenes y los tejidoscercanos al meristemo apical son afectados, )b

el desarrollo radical (particularmente las raícesfinas) aparece alterado, lo cual normalmenteocurre aún antes de que se desarrollen los sín-tomas aéreos, c) no se ha identificado unagente causal único como causa de todos lossíntomas, a pesar de varias décadas de esfuer-zos en esta dirección, d) la incidencia, la severi-dad de los síntomas y la habilidad de la plantapara recuperarse se asocian con condicionesde estrés, particularmente aquellas que afectanla formación de raíces, su salud y longevidad,e) el trastorno está asociado a una nutriciónpobre y desequilibrada, f) un porcentaje de lasplantas se recupera de los síntomas en forma'espontánea' (aún en lugares en donde la granmayoría de las plantas sucumbe a los sínto-mas), g) el mejoramiento de las prácticas agro-nómicas se asocia con una reducción en la inci-dencia, la severidad de los síntomas y la habili-dad de las plantas para recuperarse, h) el pro-blema aparece "súbitamente" con gran intensi-dad en pocos años, aún después de décadas enque se ha presentado con muy baja incidencia obien había sido desconocido. Luego de esteperiodo de gran intensidad, la incidenciapuede reducirse dramáticamente, e incluso'desaparecer', tal como parece haber sido elcaso en algunas plantaciones que se abandona-

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Izquierda. Lote en donde la PC y plagas asociadas han causado la muerte de algunas plantas y no sehicieron las mejoras agronómicas apropiadas. Derecha. Un área en Costa Rica en donde la PCafectó la mayoría de las palmas, pero fue recuperada a través de mejoras agronómicas y controladecuado del picudo (Rynchophorus palmarum)

ron por varios años y luego fueron 'restauradas '.Este fenómeno fue observado en una planta-ción en la costa Atlántica de Nicaragua, endonde varios lotes viejos que sufrieron unafuerte pérdida cuando jóvenes, fueron encon-trados libres de casos después de más de unadécada de abandono.

Las pudriciones del cogollo, no son necesa-riamente letales, y una proporción variable delas plantas (que puede ser cercana a 100%)puede recuperarse de los síntomas. La severi-dad de los síntomas, la velocidad de la recupe-ración y la proporción de plantas que se recu-peran normalmente dependen del sitio esco-gido para hacer la plantación y su historial demanejo agronómico, incluyendo la prepara-ción del terreno y las prácticas de siembra. Esfácil olvidar estos aspectos cuando después de10 o más años aparece el problema en granmagnitud.

La severidad de los síntomas puede variargrandemente, aún entre palmas que crecen enproximidad. Una planta con un ataque ligerode PC puede mostrar uno o dos círculos dehojas con amarillamiento parcial, pero sin queesto degenere en pudrición de otros tejidos, osolamente una pudrición/secamiento limitadaen un lado de los peciolos. Normalmente, estasplantas se recuperan con facilidad y en algunoscasos puede incluso desaparecer el amarilla-miento de algunas porciones de las hojas afec-tadas. Este tipo de síntomas aparece con másfrecuencia en lotes en donde se ha sido exitosomejorando las condiciones agronómicas aso-ciadas con síntomas más severos.

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Izquierda. Síntomas típicos de PC con pudriciones y amarillamientos en el cogollo.Derecha. Síntomas de flecha seca, con secamientos y sin amarillamiento

Los Elementos Involucrados en la PC (o el Triángulo de laEnfermedad)

Los microorganismosDurante décadas (desde los años veinte al

menos), se han hecho esfuerzos para tratar deasociar las pudriciones de flecha y cogollo a laacción de diversos organismos potencialmentepatogénicos que se han encontrado (o no) en eltejido enfermo. En un intento por contrarres-tar los efectos de estos patógenos (reales o fic-ticios), se han aplicado todo tipo de agroquími-

cos sobre las plantas afectadas, incluyendoproductos con acción contra fitoplasmas, fun-gicidas, bactericidas, nematicidas etc., sin re-sultados consistentes.

Todos los organismos aislados de tejido in-fectado comparten, sin embargo, algunas ca-racterísticas: 1) todos son patógenos débiles,oportunistas y presentes en casi cualquier eco-sistema, 2) solo prosperan en tejidos previa-

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Izquierda. Planta con hojas jóvenes amarillas pero con escasa pudrición o secamiento de tejidos.Derecha. Palma mostrando amarillamiento en las hojas intermedias, pero que no desarrollópudriciones y se recuperó de los síntomas (nuevas hojas son normales).

Palma afectada por pudrición severa del cogollo, en donde las lesiones alcanzaron el punto decrecimiento, pero no hubo amarillamiento previo

mente debilitados por algún tipo de estrés y 3)atacan tejidos en activo crecimiento. Este tipode organismos están también presentes en losllamados 'declines' que afectan varias especiesforestales y otros cultivos. Ejemplos de esosmicroorganismos son Pythium spp., Phythophto-ra sp. Fusarium spp., Thielaviopsis spp., Erwiniaspp., entre otros.

Otro tipo de organismos asociados a las pu-driciones pueden, sin embargo, agravar severa-mente la condición de una planta afectada. EnEcuador por ejemplo, el ataque del barrenadorde las raíces, Sagalassa valida puede debilitar elsistema radical a un punto intolerable para laplanta y la presencia de Cyparisius daedalus enPara, Brazil ha sido ligada estrechamente conla muerte de las plantas. En la mayoría de lospaíses de América tropical, el ataque de R. pal-marum ha sido la causa final de la muerte de mi-les de palmas afectadas por pudriciones de co-gollo.

El hospederoLa relación entre incidencia de la PC y las

variedades de E. guineensis no siempre ha sidoclara. En la historia de la PC en América tropi-cal hay ejemplos de brotes devastadores en va-rios países y regiones en donde se había sem-brado materiales genéticos de muy diferentesorígenes.

Existe evidencia concreta de que las madresDeli son particularmente susceptibles, y queuna de las variedades más populares, Deli xAVROS puede ser severamente afectada. Has-ta el momento, todas las variedades comercia-les 'guineensis ' son susceptibles, pero algunaspresentan tolerancia que puede expresarse poruna combinación de las siguientes característi-cas: 1) el desorden aparece más tardíamentedespués de la siembra en el campo, 2) la tasa deincremento del problema en el tiempo es me-nor, 3) los síntomas son menos severos, 4) larecuperación de los síntomas es más rápida, 5)hay menor incidencia final, 6) los efectos sobreel rendimiento son menores. Estas caracterís-ticas parecen estar presentes en algunas pobla-ciones originadas en Bamenda, Tanzania, Mo-bai, Enthebe, Malawi y La Mé entre otras. Laidea de que existen factores de predisposición

(estrés) como elementos previos al desencade-namiento de los síntomas de la PC y trastornossimilares, se fortalece debido al hecho de quelas variedades que presentan tolerancia a es-trés (hídrico, bajas temperaturas, etc). tiendena ser tolerantes también a estos desordenes enpalma aceitera.

Por otro lado, la especie E. oleifera es unafuente importante de tolerancia a las pudricio-nes del cogollo, y esta característica puede sercombinada con los genes de E. guineensis paraobtener los híbridos OxG, que han sido planta-dos en sitios previamente afectados por la PCcon un grado variable de éxito.

El ambienteEn el caso de la pudrición común de la fle-

cha/arqueo foliar (que normalmente no causala muerte de la planta), la susceptibilidad estáen parte genéticamente determinada, perotambién existe evidencia de que la incidencia yseveridad está asociada a factores que perjudi-can el desarrollo de las raíces, tal como una ae-ración pobre del suelo y una nutrición desequi-librada, particularmente una relación N/Kalta.

En plantaciones comerciales, normalmentese notan dos picos de mayor incidencia del pro-blema, los cuales son más notorios en regionesen donde existe un periodo seco definido. Elprimero de estos picos coincide con el estable-cimiento del siguiente periodo de lluvias luegodel trasplante al campo. En épocas de sequía seforman pocas raíces nuevas y más bien se da lamuerte de mucho del sistema radical superfi-cial. Cuando las lluvias se inician, es prácticacomún aplicar el fertilizante, a veces altas can-tidades de nitrógeno, para estimular el nuevocrecimiento aéreo, en detrimento del desarro-llo radical. Esta secuencia de eventos se asociacon un primer aumento en incidencia del pro-blema. El segundo pico normalmente ocurrehacia el final del periodo de lluvias cuando elsuelo se ha saturado de humedad, con el consi-guiente daño al sistema radical.

Las pudriciones del cogollo en general seasocian con factores que afectan en forma ne-gativa el desarrollo radical (formación de nue-

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vas raíces y deterioro de las ya formadas), y lahabilidad de la planta de defenderse de patóge-nos oportunistas (balance energético altera-do). Estos son los factores de predisposición,tales como una mala aeración de los suelos, unperiodo de sequía prolongado, una alta cargade racimos (en particular en una situación pos-terior desfavorable para la fotosíntesis), y unanutrición desequilibrada. El efecto negativo deuna sequía sobre el sistema radical es acentua-do en suelos con una baja capacidad de reten-ción de humedad y bajos contenidos de pota-sio. En general, cualquier factor que afecte enforma negativa la formación y longevidad delsistema radical, y el balance energético de laplanta, podría predisponerla a un ataque.

La PC y trastornos similares comparten va-rias características con lo que se conoce en la li-teratura fitopatológica como 'declines ', que ocu-rren por la inhabilidad de una población deplantas de sostener un crecimiento de biomasaen condiciones marginales o drásticamentecambiantes. Algunas de las característicascompartidas por las pudriciones de flecha y decogollo en palma aceitera con los llamados 'de-clines' son: 1) el incremento de la incidencia enel tiempo sigue una tendencia lineal, duranteaños, aunque luego puede cambiar bruscamen-te a un incremento explosivo que no necesaria-mente es explicado por la diseminación de unpatógeno, 2) una porción o toda la poblaciónafectada puede recuperarse parcial o totalmen-te de los síntomas, 3) existe un fuerte efecto de'sitio' sobre la incidencia y severidad, 4) no se

pueden asociar todos los síntomas con un pa-tógeno particular y 5) los organismos asocia-dos son oportunistas, patógenos débiles.

Desde el punto de vista nutricional, la PCtiende a alcanzar mayores incidencias en sue-los con bajos contenidos de potasio y fósforo,o en donde existen desequilibrios entre las ba-ses (Mg, Ca y K). Una combinación potencial-mente desastrosa podría ser el uso de cantida-des excesivas de nitrógeno en una situación, endonde el potasio está en condiciones de defi-ciencia (o desequilibrio con las otras bases) yque además se presente un déficit hídrico seve-ro en un suelo con baja capacidad de retenciónde humedad, seguido de anegamiento del suelopor altas precipitaciones y baja radiación solar.Esta combinación de eventos causa la pérdidaexcesiva del sistema radical fino y la incapaci-dad de renovarlo, y ha precedido una alta inci-dencia de PC en muchos sitios. La presencia dePC también ha sido asociada con bajos conte-nidos de zinc y cobre, un desequilibrio en la re-lación Mn/Fe, bajos contenidos de boro y laincapacidad de la planta de obtener el calcio enperiodos críticos del desarrollo de los puntosde crecimiento, pero estas relaciones no sonsiempre claras. Recientemente, se ha sugeridola asociación entre una alta saturación de alu-minio en el suelo y la PC, aunque en condicio-nes naturales con frecuencia la palma aceiteracrece en suelos fuertemente ácidos con un altonivel de ese elemento.

La Predisposición como Elemento a ConsiderarLos que abogan por un papel central de un

patógeno en el síndrome de la PC, tienden a mi-nimizar el papel que juega el ambiente y suefecto sobre la manifestación de la toleranciadel hospedero. Una argumentación frecuente,es que toda la evidencia que existe es circuns-tancial, lo cual es cierto para este trastorno,pero también prácticamente para cualquierotra enfermedad conocida. El problema radicaen la dificultad de establecer tales relaciones yen la idea de que en la naturaleza las relacionessimples de causa efecto prevalecen, lo cual noes necesariamente es cierto. Un ejemplo es lacomplejidad que existe en las causas del cáncer

gástrico en los mamíferos; en donde intervie-nen elementos de la herencia, alimentación,actividad física, y, claro, algunos patógenosque muchas personas saludables también lle-van consigo.

La caracterización de lo que constituye unaplanta predispuesta, sería un paso importantehacia el entendimiento de las pudriciones delcogollo y su manejo. Por ahora, conocemos al-gunas características que parecen estar presen-tes en una planta predispuesta (estresada): a) lapresencia de un sistema radical deteriorado y lapersistencia de los factores que llevaron a ese

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deterioro, b) reducción en la tasa de elonga-ción de algunos órganos como el raquis y el pe-ciolo, c) una alta carga de racimos en condicio-nes desfavorables para su mantenimiento, d)baja disponibilidad de potasio, e) cambios enlas gradientes de nutrientes en los tejidos, par-ticularmente K, Ca y la relación N/K, f) acu-mulación de metabolitos de bajo peso molecu-lar (azúcares solubles, compuestos nitrogena-dos y otros productos de degradación) en lashojas, g) balance hídrico alterado (regulaciónestomática y potencial hídrico), h) posibles re-laciones desfavorables Fe/Mn y entre otroselementos (bajo Cu y Zn), e i) posible deficien-cia inducida de Ca (alteración de corriente detranspiración).

Sin embargo, no todos los elementos arribamencionados estarán siempre presentes en unaplanta predispuesta, y es seguro que habráotros, que hay que dilucidar a través de la inves-tigación. En general, pareciera que existe unaalteración importante en el flujo floemáticoque no llega a los tejidos en crecimiento que de-penden enteramente de nutrientes externos(tejidos en activo crecimiento). Este tipo dedesorden explicaría los síntomas catastróficosque son observados en algunas plantas.

La aparición de síntomas de la llamada flechaseca en Costa Rica parece estar precedida poruna secuencia de eventos que podrían indicarla presencia de uno o más tipos de estrés que es-tuvieron afectando a la planta por algún tiem-po antes (incluso meses) de que aparecieran losprimeros síntomas claros del desorden. Elefecto adverso parecía ser más negativo enaquellas plantas que en el momento del ataqueestaban creciendo en forma muy vigorosa, par-ticularmente en su parte aérea, y tenían una altacarga de racimos. La secuencia de eventos (pre-vios, contemporáneos y posteriores) a la apari-ción de los síntomas clásicos en palmas jóve-nes fue: 1) aborto de inflorescencias, 2) reduc-ción en el 'fruit set' (flores que desarrollaronfrutos normales), 3) reducción en la seccióntransversal del peciolo y el largo del raquis, 4)reducción en la cantidad de raíces finas, 5) apa-rición de los primeros síntomas clásicos (ama-rillamiento en la base de algunos foliolos loca-lizados en la base de algunas hojas jóvenes

acompañado o no de pudriciones o secamien-tos en áreas limitadas de las hojas flecha) y 6)reducción en el peso promedio del racimo y enel contenido de aceite. Varias de estas tenden-cias habían sido también observadas en plan-tas que eventualmente desarrollaron la condi-ción de pudrición común de la flecha.

Los primeros eventos que se consideraronanteriores a la aparición de los síntomas típi-cos de la enfermedad fueron observados al me-nos 5-6 meses antes (la reducción en el 'fruitset'). Si consideramos el aborto de inflorescen-cias, entonces, tendríamos que retroceder aúnmás en el tiempo (¿Coincidente con una sequíasevera, anegamiento prolongado y cambiobrusco en la razón de sexo?). El tipo y severi-dad de los síntomas (amarillamiento, deseca-ción y pudrición de tejidos) y la rapidez conque una planta pudo recuperarse estuvieronrelacionados con el grado de deterioro del sis-tema radical y la habilidad de la planta de recu-perar las raíces perdidas. Todo esto previo a laaparición de los síntomas aéreos.

Una secuencia de eventos que puede condu-cir a un debilitamiento de la planta y mayor sus-ceptibilidad a la PC podría ser como sigue:

Condiciones climatológicas excepcionales(alta luminosidad, sin excesos de precipita-ción, suelos no saturados, nutrición apropia-da, etc.) llevan a la planta a cargarse de fruta. Simeses después, las condiciones cambian drás-ticamente (baja luminosidad, excesos de llu-via, suelos saturados, alto N con respecto al K,etc.) la planta posiblemente no podría obtenersuficientes fotosintatos para madurar los raci-mos y posiblemente tendría que recurrir a susreservas del tronco para tratar de madurarlos(aunque podrán presentarse caídas en el fruitset -por baja en la actividad de polinizadores ofalta de polen-, y baja en la tasa de extracciónde aceite). Si las condiciones adversas a la foto-síntesis continúan por más tiempo, se llegará ala condición de pérdida importante del sistemaradical (en parte debido a falta de oxígeno en elsuelo y en parte debido a carencia de carbohi-dratos). La eventual falla del transporte de car-bohidratos hacia otros puntos de crecimiento,como las hojas nuevas, llevará a un debilita-miento de sus defensas (en parte también debi-

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do a bajos contenidos de potasio, pérdida deboro y carencia transitoria de calcio por bajatasa de transpiración: suelos saturados y altanubosidad), que conduciría a su muerte (seca-miento) y/o ataque por oportunistas. Una esta-ción seca fuerte posterior (o tal vez anterior) aestos eventos, resulta en el golpe de gracia parala planta. Esta secuencia de eventos se puedeasociar con las variaciones climáticas ocasio-nadas por las fluctuaciones del niño.

La investigación enfocada a entender y ca-racterizar con claridad lo que constituye unaplanta (o plantación) predispuesta es todavíaescasa, pero esto no debe impedir que se tomen

las medidas de corrección oportunamente (re-moción de los factores de estrés conocidos)antes de que el desorden se generalice. La anti-cipación a los periodos de estrés (ej. alta cargade racimos, estrés hídrico, aeración pobre delsuelo, baja disponibilidad del luz fotosintéti-camente activa, desequilibrios nutricionales,etc.) es de fundamental importancia. Dentrode este esquema es también esencial definir loseventos fisiológicos previos que eventualmen-te conllevan al desencadenamiento de los sín-tomas clásicos. Adicionalmente, todos los fac-tores agravantes, tales como el ataque de Rhyn-chophorus palmarum, Sagalasssa valida o Cyparisiusdaedalus deben ser detectados tempranamentey manejados en forma oportuna.

Énfasis de los Esfuerzos de Manejo TradicionalesSobre los microorganismosasociados

Este ha sido el camino preferido de la mayo-ría de las personas que han trabajado con laspudriciones del cogollo en palma aceitera. Lalógica detrás de estos esfuerzos es simple: a)existe un patógeno como causa única y prima-ria del problema, luego b) eliminando este pa-tógeno se resuelve el problema. La lógica seapoya en observaciones, tales como a) los sín-tomas observados son similares a otros causa-dos por patógenos en otras especies, b) algu-nos datos epidemiológicos parecen indicar queexiste un patógeno que se disemina, c) la evi-dencia de que exista una causa abiótica es cir-cunstancial (sic).

Los principales problemas que ha encontra-do este enfoque son: a) en varias décadas debúsqueda, la existencia de tal patógeno(s) noha podido ser demostrada de forma convincen-te, b) todos los patógenos encontrados en lostejidos enfermos pueden ser consideradoscomo oportunistas que atacan tejidos previa-mente estresados, c) la evidencia epidemioló-gica no ha soportado otros análisis más detalla-dos de la misma información, d) ningún pro-ducto (agroquímico) probado sobre palmas en-fermas ha dado resultados consistentes, e) elenfoque tiende a ignorar el principio básico deque aún en enfermedades que involucran unpatógeno muy virulento, el efecto del ambiente

y de la condición particular del hospedero, jue-gan un papel fundamental en cuanto a inciden-cia y severidad de la enfermedad resultante.Por el momento, este camino parece no condu-cir a ninguna estrategia segura para el manejosostenible de las pudriciones de cogollo en pal-ma aceitera.

El hospederoLa búsqueda de tolerancia o resistencia a las

pudriciones de cogollo es claramente una partefundamental para lograr un manejo sostenibledel problema y estas características parecen es-tar tanto en E. oleifera y sus híbridos con E. gui-neensis, como dentro de esta última especie.

La siembra generalizada de los híbridosOxG actualmente disponibles en áreas afecta-das por PC podría no lograr las expectativasdeseadas. Aparte de los problemas agronómi-cos de estos materiales (hojas muy largas, ne-cesidad de polinización asistida, dificultadespara la cosecha, bajo contenido de aceite en elracimo…), la capacidad de producción de se-millas de progenies superiores podría ser insu-ficiente para satisfacer la demanda. Por otrolado, la esperada tolerancia a la PC podría que-brarse si no se brinda un manejo agronómicoadecuado. Tampoco se debe obviar la suscepti-bilidad de estos materiales a enfermedadescomo el anillo rojo, Ganoderma y el anillo cloró-tico (virus) entre otras, y plagas como Sagalassa

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valida. El mejoramiento genético encaminado amejorar su potencial de producción de aceite,podría conducir (como ha sucedido con otroscultivos) a aumentar la susceptibilidad a la PCu otras enfermedades; lo cual comúnmenteocurre cuando se empuja a una planta hacia al-tos rendimientos con un manejo agronómicoinadecuado en un ambiente cambiante.

Una solución, aunque a mayor plazo, es eldesarrollo de variedades de E. guineensis tole-rantes, e híbridos OxG que retengan las carac-terísticas de tolerancia y que adquieran a tra-vés de retrocruces hacia E. guineensis, las bon-dades agronómicas de esta especie. Los híbri-dos comercialmente disponibles ahora, toda-vía están lejos de este ideal, pero se ha avanza-do con algunos como el Amazonas de ASD. Noobstante, cualquier material genético debe re-cibir un manejo agronómico apropiado, de ma-nera que se cree un ambiente benévolo para la

producción, y lo menos favorable posible a laaparición y desarrollo de cualquier problemafitosanitario.

El ambienteExisten muy pocos esfuerzos de investiga-

ción enfocados en buscar las relaciones entrela PC y los factores ambientales; aunque talesrelaciones existen para las pudriciones de co-gollo y de hecho para cualquier otro problemafitosanitario. Cuando se han hecho esfuerzossostenidos para estudiar con mayor detalle es-tas relaciones, se ha logrado acumular infor-mación confiable para apoyar recomendacio-nes de manejo agronómico que fortalecen lasdefensas de la planta, reducen la incidencia y laseveridad de los síntomas, aceleran la recupe-ración y a la vez mejoran la productividad. Losresultados de estos estudios son la base parauna parte importante de las recomendacionesdadas en el siguiente capítulo.

Propuesta de ManejoLa propuesta siguiente se basa en la consi-

deración de que las acciones de mayor impactocontra las pudriciones de cogollo en palmaaceitera se deben de tomar desde el momentomismo en que se escoge un área para sembrareste cultivo. Muchas de tales acciones son de-talladas en el apartado sobre manejo del am-biente y tienen como objetivo reducir la proba-bilidad de que el problema se presente, o bien,de que no ponga en riesgo a la plantación si lohace. Por otro lado, se ha demostrado que tam-bién puede lograrse un progreso significativoen la recuperación de plantaciones ya estable-cidas, las cuales presentaban condicionesapropiadas para la aparición del problema condiferente grado de incidencia. No obstante,existen plantaciones en sitios con limitacionesmuy serias para su buen desempeño, donde lasmejoras agronómicas tomarán más tiempo yesfuerzo para poder ser implementadas, y porconsiguiente lograr los objetivos buscados.

Acciones contra microorganismosy otros organismos asociados

En el caso de los patógenos oportunistasque causan pudriciones, se debe ver su papelcomo tal y por lo tanto no ameritan recibir un

ataque frontal, sino más bien a través de las ac-ciones que fortalecen las defensas de la plantay cambian el ambiente hacia uno hostil para susactividades. No obstante, se puede recurrir a lapráctica de las cirugías con el objeto de acele-rar el proceso de recuperación de las palmas yaafectadas por pudriciones de cogollo.

No existe una forma 'correcta ' de hacer ciru-gía, pero en general, se trata de cortar las hojasmás afectadas (la idea es no cortar hojas verdeshasta donde sea posible), y con una herramien-ta filosa se penetra gradualmente dentro delcogollo hasta localizar tejido aparentementesano haciendo al final un corte en bisel paraque no se acumule agua. Luego, el corte se tratacon insecticida (agregando normalmente al-gún fungicida de amplio espectro) y finalmen-te se cubre con pintura de agua para exteriores(latex).

Además, no se puede dejar de lado la impor-tancia y omnipresencia de varias plagas que seasocian a estas pudriciones y pueden en últimainstancia causar la muerte de la planta, talescomo Sagalassa valida, Cyparisius daedalus y so-bre todo R. palmarum. No puede concebirse unmanejo adecuado de las pudriciones de cogollo

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en una plantación sin mantener la población deeste último insecto en un bajo nivel. Las si-guientes acciones de manejo del picudo son re-comendables en plantaciones en donde existao no la PC.

a. Localización y eliminación de los sitiosde cría del insecto. Los sitios donde R. palma-rum es comúnmente atraído y se reproduce loconstituyen palmas enfermas con anillo rojo,pudriciones de cogollo, daños mecánicos (pormaquinaria, poda de hojas, ratas (en palma jo-ven), vientos fuertes, rayos, etc.). La planta-ción debe ser vigilada de cerca en busca de es-

tos problemas y realizar los tratamientos res-pectivos de manera oportuna para evitar que lapoblación del insecto se incremente.

Cuando el daño es tan severo que impide larecuperación de la palma atacada, o se trata deun caso de anillo rojo, se procede como en elpunto b siguiente. Por otro lado, si el daño noes muy severo y resulta práctico (palmas jóve-nes normalmente), las palmas afectadas pue-den limpiarse y tratarse al menos con un insec-ticida con efecto contra R. palmarum. Debeprestarse especial cuidado a aquellas palmasque han sido dañadas por rayos y que hayan su-frido fractura de la corona por viento.

b. Eliminación de palmas invadidas porlarvas (comúnmente en la región superior del tallo).En algunos casos, tales como palmas con sínto-mas iniciales del anillo rojo, se puede intentarenvenenar la planta con el herbicida MSMA,que mata rápidamente la palma y el deteriorode los tejidos impide que las larvas presentespuedan terminar su ciclo. Este producto tam-bién parece hacer a la planta poco atractivapara la llegada de nuevos adultos del picudo. Lamejor respuesta se logra cuando el tratamientose hace en suelos no saturados con humedad.Otros herbicidas como el Glifosato matan laspalmas, pero no necesariamente previenen eldesarrollo de las larvas del insecto. En los ca-sos en que las larvas ya han causado la muerte

de las palmas, estas deben eliminarse de otraforma, para lo cual se conocen al menos tresopciones:

i. Desenraizar la palma con pala, quitarleluego la corona de hojas y después llevar eltronco a un lugar en donde pueda ser que-mado o enterrado. Esta opción es costosa eimpráctica cuando el número de palmas portratar es muy alta, pero puede aplicarse enpalmares jóvenes, y en general en donde laincidencia del problema es baja

ii. Botar la palma enferma y cortar el tronco enpedazos pequeños. Los pedazos deben serde un tamaño que no contenga alimentosuficiente para que una larva pueda comple-tar su ciclo de vida (chips). El balde de un ret-

Las pudriciones del cogollo en palma aceitera, Feb. 2010

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Ejemplos de palmas que muy probablemente albergan una gran cantidad de larvas de R. palmarum; ala izquierda una palma con anillo rojo y a la derecha una impactada por un rayo.

roexcavador puede ser modificado para lo-grar este objetivo. Los trozos son extendi-dos y se les aplica un insecticida (ej. Car-baryl).

iii. Sacar la palma con pala o cortarla con motosier ra tan cerca del suelo como sea posible.El tocón se cubre con tierra luego de aplicarinsecticida. Después, la región del cogollose parte en trozos pequeños hasta donde ex-

ista evidencia de que hay larvas en el tejidodeteriorado; de manera que queden expues-tas y puedan ser tratadas con insecticida (ej.Carbaryl). La parte del tronco que no hayasido picada con la moto sier ra debe revisarseluego (preferiblemente antes de cumplirdos meses de cortado), para verificar que nose haya convertido nuevamente en un cria-dero de picudos.

c. Reducción de la población adulta del in-secto. Los adultos de R. palmarum son atraídospor los volátiles que emanan de cortes en algu-nos tejidos vegetales (en palmas, caña de azú-car, etc.), ciertas pudriciones y varias frutascomo piña y banano. Este comportamiento seha utilizado para atraer y capturar a los insec-tos adultos en trampas preparadas con estosmateriales. El costo de preparación y manteni-miento de las trampas es alto, pues normal-mente deben de ser reemplazadas cada semana.Conforme el tejido se seca (lo cual ocurre másrápidamente durante el verano), el poder deatracción disminuye. Cuando la población delinsecto es muy alta, estas trampas pueden serinsuficientes para reducirla a un nivel acepta-ble.

El uso del "rincoforol", feromona de agrega-ción producida por el macho de R. palmarum,permite aumentar la eficiencia de las capturasen estas trampas en 6-30 veces o más. Una delas trampas más eficientes probadas comer-cialmente en el campo, consiste en un recipien-te de plástico con una capacidad entre 5 y 20 li-tros. Envases de desecho de algunos agroquí-micos son adecuados para preparar las tram-pas. Como fuente de alimento se ha preferidousar caña de azúcar por ser un material normal-mente fácil de obtener y porque el mismo per-manece atractivo al insecto por un periodo dehasta dos semanas según su preparación. Eljugo de piña también es un atractivo muy efi-caz. La caña puede impregnarse con un insecti-cida como Carbaryl, de manera que los insec-tos que visitan la trampa mueran al alimentar-se. Se deben evitar los insecticidas de fuerte

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Izquierda. Cirugía en una palma con pudrición de cogollo. Se avanzó hasta alcanzar tejidoaparentemente sano. Derecha. Las larvas de R. palmarum habían invadido el cogollo de esta palmaque fue tumbada con un back hoe y luego partida en pequeños pedazos. La parte sana del tronco fuepintada con alquitrán en un intento de impedir la oviposición del insecto.

olor pues estos podrían actuar como repelen-tes para el insecto.

La fuente de alimento se coloca en el fondodel recipiente en una cantidad suficiente, for-mando dos capas y de tal manera que cubratodo el fondo. La feromona se coloca en la par-te superior de la trampa. Para permitir la entra-da de los insectos visitantes se hacen agujerosen la parte superior del recipiente, los cualestambién sirven para la ventilación de la fero-mona. Siempre debe verificarse que exista unaforma fácil de entrada para los insectos, quenormalmente primero se posan sobre el troncode la palma y luego caminan hacia la trampa.Como la población adulta de R. palmarum estáfuertemente agregada, las trampas deben mo-verse inicialmente para buscar los sitios de má-ximas capturas. Las trampas se colocan sobreel tronco de las palmas o en el suelo entre losmontones de hojas.

Dependiendo de la población inicial, sepueden necesitar hasta 1 o 2 trampas por hectá-rea. Luego de reducir significativamente la po-blación, se puede disminuir la densidad detrampas hasta una cada 10 ha, aunque siemprehabrá áreas que requieran de un trampeo másintensivo. Se considera que dos o menos insec-tos por trampa en dos semanas es una baja cap-tura. Ocho o más insectos capturados portrampa por semana es un número elevado y re-quiere probablemente intensificar el trampeo.Las trampas deben tener un mantenimientopermanente, en cuanto al suministro de sufi-ciente cantidad de caña fresca, ubicación de lastrampas y feromonas en buen estado, que per-mitan una buena atracción y captura de los in-sectos que llegan.

Trampeo en áreas para resiembra. Los lotes de másedad en la plantación deben de ser renovadoscuando la productividad cae por debajo de unnivel económico aceptable, o bien cuando unacondición como la PC o el anillo rojo ha diez-mado severamente la población de palmas. Eluso de maquinaria para botar las palmas, alige-ra enormemente la preparación del terreno,pero provoca muchas heridas en las plantas.Cuando existe una población alta de insectos,lo cual es frecuente en plantaciones viejas, mu-

chos de ellos pueden ovipositar en las heridasprovocadas antes de abandonar el área y el re-sultado puede ser un aumento en la población.Los troncos pueden permanecer atractivospara la oviposición hasta por un año, lo cualpermite la producción de varias generacionesde insectos. Para evitar estos riesgos se debentomar al menos dos precauciones:

i. Reducir con un trampeo intensivo la pobla-ción residente de insectos en el área antesde eliminar las palmas

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Trampas para adultos de R. palmarum con la feromona de agregación y diferente ubicación: sobre eltronco y directamente sobre el suelo.

ii. Envenenar las palmas con un arboricida(MSMA) y tumbarlas o dejarlas en pie de-spués de secas. Existe también la posibili-dad de tumbar las palmas con un tractor yquemarlas posteriormente. Para esto es ne-cesario planear muy bien el trabajo demanera que se haga durante la estación seca,a fin de reducir la compactación del suelo ypermitir que el follaje se seque completa-mente y permita una buena quema. Todos es-tos casos se refieren a palmas sanas, pues deno ser así habría que proceder como sedetalla en la sección anterior

d. Manejo agronómico. Debido al gusto delinsecto adulto por sitios húmedos y sombríos,es claro que las medidas de control deben in-cluir el mejoramiento del drenaje dentro de laplantación, así como mantener las podas al díay realizar los cortes de hojas lo más cerca posi-ble al tallo sin dañarlo, para no crear sitios (pe-ciolos largos) en donde puedan las larvas com-pletar su ciclo de vida.

e. Ley de sanidad. Un elemento que se con-sidera muy importante es la promulgación deuna ley (decreto) que obligue a todo productora considerar el combate de este tipo de plagascomo prioritario, de manera que el esfuerzo sepueda extender a grandes áreas.

Material genéticoEn regiones en donde la PC está presente o

existan condiciones apropiadas para que ocu-rra, se debe evitar la siembra de variedades degran desarrollo vegetativo, que han mostradoser particularmente susceptibles. Tal es el casode la mayoría de los cruces Deli x AVROS, Delix Yangambi y algunos Deli x Ekona. La mayorsusceptibilidad de estos materiales puede estarrelacionada con una mayor demanda del mediopara mantener su crecimiento vigoroso (luz,nutrientes, etc.).

No obstante, la siembra de otros cruces 'gui-neensis ' disponibles en el mercado, no necesa-riamente es garantía de que el problema no sevaya a presentar en gran escala, si no se tomanen cuenta las demás recomendaciones de ma-nejo. Actualmente algunos programas de me-joramiento genético hacen esfuerzos para de-sarrollar variedades guineensis con tolerancia a

la PC, con algunos resultados promisoriosdentro de materiales de origen La Mé, Bamen-da, Tanzania, Malawi, Enthebe y Mobai entreotros. La siembra de varios cruces comercialesguineensis, sigue siendo una alternativa econó-micamente viable para muchas plantaciones endonde la PC se mantiene a un bajo nivel y aúnpara aquellas en donde la incidencia fue alta enel pasado, ya que se ha probado que con el me-joramiento agronómico es posible recuperarlas plantas en un periodo corto, y reducir la in-cidencia y severidad en las nuevas siembras.

Aunque todavía existen problemas agronó-micos importantes por solucionar en los híbri-dos OxG disponibles, varios programas traba-jan activamente para superarlos en las nuevasgeneraciones, que para algunos son una alter-nativa viable para renovar plantaciones quefueron fuertemente diezmadas por la PC, par-ticularmente en Suramérica.

AmbienteLa mayoría de las recomendaciones en esta

sección, se refieren a decisiones que deben ne-cesariamente tomarse en cuenta desde el mo-mento mismo en que se escoge la zona y lugarpara iniciar la plantación. La falta de planifica-ción y de recursos en el momento preciso, pue-de ser el talón de Aquiles en muchos proyec-tos, pues comprometen el potencial de pro-ducción e impiden a la planta iniciar y mante-ner un crecimiento saludable. No obstante,muchos problemas pueden corregirse, al me-nos parcialmente, en plantaciones estableci-das e intentar prolongar su vida productivadespués de que fueron afectadas por pudricio-nes de cogollo.

Escogencia del sitio. El deseo de plantar lapalma aceitera para aprovechar sus múltiplesventajas económicas y sociales, ha hecho quemuchos proyectos se desarrollen en zonas conlimitaciones importantes de suelos y climapara un buen desempeño de ese cultivo. Si taleslimitaciones no son eliminadas, al menos par-cialmente, no se obtendrán los rendimientosesperados y las plantas crecerán en forma vul-nerable a plagas y enfermedades. Los proble-mas más comunes que se pueden enfrentar sonun clima fuera del ámbito adecuado para la es-

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pecie, en cuanto a luminosidad (por debajo delmínimo requerido), excesos de lluvia, déficithídrico y un manejo inadecuado del suelo. Esdifícil proponer soluciones para el problemade baja luminosidad, aparte de aumentar el es-paciamiento de siembra y buscar variedades

más eficientes para utilizar la luz incidente,pero el exceso de lluvia, el déficit hídrico y elmanejo del suelo tienen, al menos, solucionesparciales (drenaje y prácticas para mejorar laeconomía del agua; secciones adelante).

Preparación del terreno para la siembra.Muchas plantaciones de palma aceitera tienenuna historia de fallas en la planificación queocasionaron siembras apresuradas, fuera detiempo, en suelos marginales, y con malas prác-ticas de preparación de la tierra y de manteni-miento de la plantación durante su fase juvenil.Uno o varios de estos problemas son denomi-nador común en plantaciones que han sufridoataques muy generalizados de PC, de maneraque se debe evitar cometer esos errores nueva-mente. Las diferencias de suelo, ciertamenteno permiten elucidar las diferencias en inci-dencia de las pudriciones del cogollo, sin em-bargo la forma del manejo del suelo, si permiteexplicar muchas de ellas.

El manejo del suelo, específicamente supreparación para la siembra, puede tener unprofundo impacto sobre la salud futura de laplantación y su potencial productivo y todoempieza antes de la siembra, incluso con el di-seño y trazado de los caminos y otras obras ci-viles.

Los caminos principales, y el sistema prin-cipal de drenaje deben estar listos antes de ini-ciar la preparación del terreno. La preparaciónde la tierra para la siembra depende del gradode deterioro de la misma (principalmente porcompactación), lo cual a su vez está relaciona-do con el uso anterior del suelo. Una prepara-ción inadecuada de suelos con estructura débily con una capa superficial delgada, puede tenerrepercusiones negativas que perduran portoda la vida de la plantación. La preparacióndel suelo debe ser hecha con implementos queno deterioren la estructura del suelo y no arras-tren su capa superficial y en el momento ade-cuado (según la humedad del suelo), de tal ma-nera que se cause el mínimo deterioro de laspropiedades físicas del suelo y se preserve lacapa superficial rica en materia orgánica. La la-branza en general se realiza en forma perpendi-cular o diagonal a los canales principales parafacilitar la evacuación de las aguas, y no crearobstáculos que impidan la salida del agua de unsitio particular.

Las pudriciones del cogollo en palma aceitera, Feb. 2010

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Dos tipos de suelo que impedirán un desarrollo saludable del sistema radical: Izquierda. Suelopoco profundo sobre piedras y grava. Derecha. Suelo con alto contenido de arcillas con altaplasticidad (montmorillonitas)

La ayuda de profesionales expertos es fun-damental para identificar y poner en prácticasoluciones a cada problema específico, pues deotra manera podría causarse un daño adicional.Por ejemplo, proponer subsolado cuando elproblema de compactación es superficial y talvez solo se requiera de una arada hasta 25-30cm; la cual puede ser complementada con el

paso de otro implemento para romper terronesgruesos, pero no de una rastra pesada que pue-da dañar severamente la estructura. Otro pro-blema común es hacer un subsolado cuando elsuelo está muy húmedo; lo cual impide lograrel objetivo buscado.

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Izquierda. La capa superficial de tierra con la mayor concentración de materia orgánica fuearrastrada hacia los sitios en donde se acumuló la vegetación. Derecha. Tractor de orugas equipadocon una pala tipo rastrillo para evitar el arrastre de la capa superficial de materia orgánica durante lapreparación del terreno

Malas prácticas posteriores pueden even-tualmente deteriorar la estructura del suelo,aunque la preparación para la siembra hayasido adecuada. La más nefasta de estas prácti-

cas es el abuso con la maquinaria en labores decosecha y combate de malas hierbas principal-mente.

Abuso del paso de maquinaria dentro de la plantación que causa deterioro de la estructura del suelo yreduce la aeración. Izquierda. Repetidas pasadas con un rodillo para controlar malezas. Derecha.Laboreo sobre un suelo muy frágil y con exceso de humedad.

Aeración del suelo. Los problemas de aera-ción del suelo pueden tener múltiples causasque deben ser identificadas por un profesionalespecilizado quien propondrá soluciones paracada caso en particular. En general, los proble-mas por baja aeración son de dos tipos: 1) subsuperficiales, causados por un nivel freáticofluctuante, capas impermeables y baja conduc-tividad hidráulica (texturas finas o contrastan-tes), y 2) superficiales, originados por estratoscompactados y por depresiones del terreno.No es aconsejable intentar solucionar un pro-blema sin un entendimiento cabal de su origen,pues se podría causar un daño mayor.

El suelo debe ser bien drenado antes de lasiembra, por lo cual las necesidades de drenajese determinan antes de sembrar, y no cuando laplantación está ya establecida. Asimismo, unaspecto tan fundamental como propiciar ymantener una aeración adecuada del suelo,debe estar en manos de un profesional especia-lizado. En términos generales, los expertos re-

comiendan la guía siguiente para definir las ne-cesidades de drenaje de un sitio en particular:

a. Información previa. La información necesariapara la evaluación de las condiciones del dre-naje de un área determinada debe colectarsecon anticipación, para poder construir la in-fraestructura básica de drenaje antes de sem-brar la palma. En lo concerniente al estudiodel movimiento del nivel freático, es aconseja-ble contar con lecturas de dos periodos lluvio-sos (inviernos). La evaluación inicial debe per-mitir obtener una idea general sobre el origen,y las posibles soluciones de los problemas dedrenaje y la misma incluye aspectos como elmicro relieve (depresiones que causan enchar-camientos), cambios de color de los cultivospresentes y las malezas, presencia de capas im-permeables, moteados y horizontes "gleysados"en el perfil, flora característica de áreas húme-das, etc. Idealmente se requiere de un plano ocroquis de la finca o proyecto, hojas cartográ-ficas y fotografías aéreas. Los planos debenmostrar los linderos de la propiedad, las calles,

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Las fotografías ilustran dos ejemplos de prácticas de siembra inadecuadas. Izquierda. Siembra muyprofunda y abuso de algún agroquímico. Derecha. Planta etiolada y sembrada en un sitio maldrenado

Siembra y calidad de las plantas de vivero.La calidad de las plantas de vivero (determina-da en gran medida por las reservas acumuladasen el bulbo), la época de siembra (con la hume-dad adecuada del suelo), la siembra misma (ej.el hoyo de siembra y el trato a la planta duranteel proceso), y el cuidado pos siembra (control

de malezas y plagas, fertilización etc.), son to-dos aspectos fundamentales que determinan elvigor de la plantas, su potencial de produccióny su habilidad de afrontar estrés y el acoso deorganismos enemigos.

las vías de agua, dirección de la pendiente y lainfraestructura de drenaje disponible, sobretodo los puntos de salida del agua. Cualquierotra información faltante que se considere re-levante, debe ser agregada al plano durante laprimera evaluación. La información más rele-vante de un estudio preliminar es la siguiente:

Ubicación y capacidad de los drenajes existentes.Evaluación del caudal hidráulico y la capacidadde los drenajes naturales existentes como posi-bles colectores de la red de drenaje. El tipo,ubicación, espaciamiento, profundidad y efec-tividad de los drenajes existentes en el sitio o laperiferia permite realizar un trazo preliminardel diseño de la red de drenaje.

Ubicación y estado de las salidas naturales. Esta in-formación se usa para establecer los puntos ha-cia donde todo el sistema de drenaje debe serdirigido. Hasta donde sea posible, se debe res-petar los cursos naturales del agua. Con el co-nocimiento de las características de estas sali-das se estima el tipo de infraestructura necesa-ria, y se determina la posible existencia de pro-blemas legales que pueden limitar el proyecto(presencia de humedales, acuíferos, cultivosadyacentes, etc.).

Indicadores de riesgo de inundación. Presencia deespecies vegetales que se desarrollan en condi-ciones de alta humedad, y la evidencia dejadapor inundaciones pasadas. Una o más visitashacia el final del periodo de lluvias, y duranteeventos climáticos importantes permite teneruna idea clara de los riesgos presentes.

Prácticas culturales actuales y pasadas. La condi-ción del cultivo actual, y el manejo dado, puedehaber causado algunos problemas importantespara el buen desempeño de la palma aceitera:compactación, concentración de sales, obs-trucción o relleno de vías de salida de aguas.

Relieve. Algunos accidentes del terreno puedenafectar el diseño y el trazado de los drenajes.

Nivel freático. Es esencial tener una idea sobre lafluctuación y dirección del movimiento delagua subterránea. Por consiguiente, es vitalprocurar cualquier información al respectoque esté disponible en instituciones estatales oproyectos privados.

b. Levantamiento de suelos. Es esencial para cono-cer la distribución geográfica y las posibles li-mitaciones de las distintas unidades de suelopresentes. Para la selección de tierras para elcultivo de la palma aceitera es vital que, ade-más de la información de rutina (física y mor-fológica del suelo), se incluya informaciónmuy precisa sobre todos aquellos factores queafecten la aeración del suelo, tal como la con-ductividad hidráulica y la profundidad de lascapas impermeables. Las unidades cartográfi-cas deben incluir información de los sitios endonde deben realizarse las evaluaciones deconductividad hidráulica y de infiltración, e in-cluir un mapa de capas impermeables en cadaunidad de suelos. Esta información es vitalpara el responsable de poner en marcha el pro-yecto de drenaje para la zona. La presencia demoteados que indican reducción en el perfil, ypeor aún, de horizontes "gleysados", son unaclara indicación de la existencia de problemasen la aeración del suelo, que deben corregirsenecesariamente.

Los suelos con texturas arcillosas o arcillo-limosas con estructura pobre (masivos) no de-ben ser utilizados para el cultivo de la palmaaceitera, particularmente en áreas con alta pre-cipitación pluvial. Cuando el patrón de sueloses complejo se requiere de un alto grado de de-talle del estudio, si se quiere anticipar con cer-teza muchos problemas de bajo rendimiento yenfermedades. El estudio topográfico debe se-guir al levantamiento de suelos, de manera quese identifique aquellas características del terre-no que determinan el movimiento de las aguassuperficiales e internas en el perfil del suelo.Es importante indicar los puntos en donde seubicarán los pozos de observación del nivelfreático y de ser necesario, los tensiómetros.El estudio topográfico también es esencialpara definir el mapa de isohypsas, los estudiosde escorrentía, el diseño de canales, y otros es-tudios claves del drenaje. Los mapas con lascurvas de nivel se utilizan para definir los sitiosque podrían tener problemas de drenaje, eldesnivel del terreno y su dirección, las vías deagua y la presencia de depresiones (en donde esdifícil sacar el agua), la dirección de los cana-les, posibles puntos de salida del agua y trazospreliminares de las líneas de canales.

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c. La red de pozos de observación del nivel freático.Esta es esencial para determinar la profundi-dad del nivel freático, sus fluctuaciones, las lí-neas de flujo y el movimiento del agua en elsubsuelo. Con esta información se puede en-tender la situación del sitio y proponer solucio-nes a los problemas de drenaje. Las medicionesno solo deben registrarse a intervalos regularespreestablecidos, sino que también deben to-marse en forma repetida después de una lluviafuerte, para determinar la rapidez con que bajael nivel freático. Cuando hay anisotropía (tex-turas contrastantes en el perfil), el pozo debeestar por encima del estrato impermeable, yaque si está por debajo de este y hay agua confi-nada esta aflora a través de la perforación y dalecturas superficiales erróneas. Como parte dela información a compilar para determinar lasnecesidades de drenaje del área escogida, esimportante incluir un mapa (con informaciónsobre textura y estructura del suelo), en el que

se indique la presencia de estratos con limita-ciones para el movimiento del agua en el perfil.Este mapa se usa para ubicar drenajes, su pro-fundidad y estimar el volumen de agua que semueve en el subsuelo. El estudio se hace hastauna profundidad de 1.8 m.

Los canales primarios, secundarios y partede los terciarios se construyen antes de la siem-bra. La red de evacuación de aguas superficia-les se completa luego de la siembra, cuando seidentifican los sitios en donde se acumula elagua superficial. Debe tenerse presente que ensituaciones de excesos de precipitación pluvial(mayor a 400 mm/mes), y con suelos con bajaconductividad hidráulica (alto contenido dearcilla y estructura pobre), se pueden tenerproblemas, aún cuando haya una red de drena-je construida.

Déficit hídrico. El déficit hídrico anual parano afectar significativamente la producción deracimos de fruta fresca de la palma aceitera de-bería ser menor de 200 mm/año, y no hay otraopción aparte del riego, cuando este es mayorde 500 mm. El déficit hídrico es agravado poraltas temperaturas (que en el suelo pueden cau-sar muerte generalizada del sistema radicalfino superficial), suelos livianos (alto conteni-do de arena), siembra tardía (particularmente

con plantas de vivero subdesarrolladas), bajafertilidad (principalmente bajo potasio o rela-ciones inadecuadas con el calcio y el potasio),prácticas pobres de fertilización, bajos conte-nidos de materia orgánica, etc.

El déficit hídrico puede atenuarse medianteprácticas agronómicas, algunas de las cualestienen un gran impacto sobre las palmas jóve-nes que son más vulnerables:

Las pudriciones del cogollo en palma aceitera, Feb. 2010

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Izquierda. Canal profundo para evacuar agua subterránea (bajar el nivel freático). Derecha.Construcción de canales pequeños en una plantación establecida para eliminar encharcamientosuperficial.

Nutrición. No hay duda de que aún falta gene-rar mucha información básica a través de la in-vestigación para definir las relaciones óptimasentre nutrimentos con el fin de reducir las pro-babilidades de que una palma sea afectada porla PC, y en caso de serlo, que el ataque sea lomás leve posible y permita una rápida recupe-ración de los síntomas.

Los años en que ocurren picos de produc-ción ameritan un cambio en las prácticas defertilización. Si el rendimiento promedio deuna plantación es de 25 t de fruta fresca poraño, y por los censos de productividad se anti-cipa una producción de 30 o más toneladas, en-

tonces se debe dar a esta plantación lo corres-pondiente para la demanda que está por venir,particularmente en lo que se refiere al potasio.Si la cantidad de fertilizante tradicional semantiene, y el suelo no puede suplir la mayordemanda, se creará una situación de estrés so-bre la planta que tendrá que recurrir a sus re-servas. Esta situación puede dejar a las plantaspobremente preparadas para soportar, porejemplo, un déficit hídrico inusual en el futu-ro. Esta ha sido una situación frecuente enplantaciones que han sufrido fuertes ataquesde PC.

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Izquierda. Infraestructura de riego por subirrigación (represa). Derecha. Mulch de raci-mos vacíos en una planta antes de la entrada de la primera época seca después de la siem-

� Preparar el suelo de manera que permita eldesarrollo radical sin impedimentos

� Siembra durante los dos primeros meses dela época de lluvias

� Utilizar palmas vigorosas de vivero: altasreservas en el bulbo

� Reducir el estrés de trasplante (protocolode siembra) para permitir un establecimien-to más rápido de las plantas

� Iniciar la siembra en los sitios con menor ca-pacidad de retención de humedad

� Establecer una cobertura de leguminosascon la siembra de las palmas

� No usar altas dosis de nitrógeno antes de laépoca seca.

� Los contenidos de potasio en la planta de-ben ser altos al inicio de la época seca

� Incorporar materia orgánica, en especial ra-cimos vacíos de la palma. El beneficio esmayor cuando esta práctica se hace en pal-mas antes de establecerse la primera épocaseca después de la siembra

La fertilización debe ser en cantidades sufi-cientes, oportuna (épocas y lugares de aplica-ción) y equilibrada (entre elementos). El prin-cipio del barril de Spengel-Liebig indica quecuando uno de todos los elementos esencialesestá deficiente el rendimiento y la sanidad delcultivo se encuentran comprometidos. Noobstante, en lo que se refiere a las pudricionesde cogollo, parece que existen algunos elemen-tos y relaciones que deben mantenerse bien vi-giladas en forma rutinaria. El orden de impor-tancia no es conocido, pero las siguientes reco-mendaciones son relevantes:

a. Los contenidos de potasio en los foliolos dela hoja 17 deben mantenerse por encima0.90% todo el año, particularmente en losmeses en que por la variación estacionaltienden a bajar. En palmas jóvenes, en lahoja 9 se deben mantener por encima de1.3%. La relación K/CT* en la hoja 17 de-bería de ser superior a 0.30.

b. El contenido de K en el raquis debe sermayor a 1.3% y el de P debe encontrarse en-tre 0.05 y 0.10%. Concentraciones excesi-vas de P en el raquis se asocian con baja con-centración de P y K en el follaje.

c. Aplicar zinc (además del potasio) si los con-tenidos foliares de potasio son bajos y ex-iste evidencia de que el zinc es bajo en el su-elo (nivel crítico 2.5 mg/l en suelos con <10cmol+/l de Ca y 3.5 en suelos con > 10cmol+/l de Ca) y los tejidos (18 mg/kg).

d. Los contenidos de potasio en el suelo, se de-ben mantener por encima de 0.35 cmol+/l,y los de fósforo por encima de 20 ppm(mg/l). Cuando existen severos desequi-librios de bases, el K en el suelo debería es-tar alrededor de 5% de la CICE (saturaciónde K).

e. El cobre en el suelo debe mantenerse por en-cima de 10 ppm.

f. Las relaciones de bases en el suelo deberíanmantenerse dentro de los siguientes ámbi-tos: Mg/K entre 4 y 8; Ca/Mg entre 4 y 5.5.

g. No debe aplicarse altas cantidades de N dosmeses antes de que empiece una época secaen lugares con fuerte déficit hídrico (supe-

rior a 300 mm); es necesario aplicar bas-tante K antes de la época seca, ya que au-menta la tolerancia al estrés. No debeaplicarse N en ausencia de K al inicio de laépoca de lluvias, especialmente en el se-gundo año de siembra, cuando la planta esmás susceptible al arqueo foliar, que even-tualmente puede desembocar en pudricio-nes de flecha y cogollo.

h. Es suelos susceptibles de acidificación, sedebe vigilar la saturación de acidez, optarpor fuentes de fertilizante menos acidifican-tes y considerar el encalado como alterna-tiva de manejo desde el punto de vista nutri-cional y de regulación de la reacción del sue-lo. El sulfato de amonio es la fuente másacidificante, mientras que para suelos áci-dos la roca fosfórica, es una fuente de P delenta liberación y a su vez contiene algunaproporción de carbonato de calcio queayuda a neutralizar la acidez del suelo. Lassiguientes son recomendaciones generalespara mejorar el aprovechamiento de los fer-tilizantes aplicados (suficientes, oportunosy equilibrados):� Colocar el fertilizante según el riesgo

que exista de pérdidas por escorrentíasuperficial (ej. nitrógeno) o fijación en elsuelo (ej. fósforo).

� Fraccionamiento de las aplicaciones(según el régimen de lluvias, la edad delas plantas, tipo de suelo etc.). Por ejem-plo, suelos de textura arenosa necesitande aplicaciones más seguidas de fertili-zantes para evitar deficiencias de ele-mentos como N, K y B, que fácilmente sepueden lixiviar.

� Definir y reducir los factores causantesde pérdidas (escorrentía, lixiviación,volatilización). Por ejemplo, la urea esfácilmente volatilizada cuando se aplicaen suelos de pH alto, alto contenido deCa, y alta humedad y temperatura.

� Definir las necesidades para cada varie-dad y para sus distintas etapas de desa-rrollo.

� Dar la cantidad justa de fertilizantesegún el potencial de cada sitio, para estose debe:

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* K/CT/ = (%K/39.1)/((%K/39.1+%Mg/12.14+%Ca/20.04)

� Tomar en cuenta las cantidades deelementos ya presentes en el suelo ysus relaciones.

� Procurar satisfacer la necesidad deacuerdo con la productividad es-perada

� Atender al aporte nutricional de lasfuentes usadas y la presentación (granu-lometría) y no únicamente al costo.

� Encalar con moderación si es necesario.� Reciclar tantos elementos como sea po-

sible en forma de racimos vacíos o com-post.

ConclusionesEn plantaciones establecidas hay que man-

tener una alerta a señales de estrés sobre laspalmas, que pueden manifestarse en la formade un acortamiento de hojas, reducción delgrosor del peciolo (PxS) y deterioro radical ex-cesivo, particularmente del sistema fino. Estasson las manifestaciones de la palma que indi-can estrés y generalmente están precedidos decondiciones climáticas adversas para la fisiolo-gía de la planta (excesos de precipitación, altanubosidad persistente, sequía…). Los factoresque limitan el desarrollo saludable del sistemaradical pueden ser climáticos (ej. altas tempe-raturas), físicos (ej. mala aeración), químicos(ej. bajo potasio) o biológicos (presencia deoportunistas agresivos), y por supuesto invo-lucran complejas relaciones entre ellos. Cadaplantación y cada lote dentro de ella debe sersujeto de un estudio serio para identificar, ca-racterizar y corregir estos factores, preferible-mente antes de que el daño a la planta sea exce-sivo.

El siguiente trabajo es establecer protoco-los que definan qué medir y cómo hacerlo, ycuáles labores realizar y la secuencia que deberespetarse. Ejemplos de tales protocolos se re-fieren a las acciones para anticiparse al desgas-te energético que sufre la planta ante picos dealta producción, para mejorar la física y aera-ción del suelo, y para mantener la población deR. palmarum bajo control. Algunos de estosprotocolos (manejo del picudo por ejemplo)deben ser seguidos por todos, para lo cual sedeben realizar reuniones y charlas de educa-ción de toda la comunidad palmera de la re-gión.

Los diferentes elementos detallados en lapropuesta de manejo de la PC, no actúan porseparado, sino que interactúan entre ellos, y elconocimiento de estas interacciones puede

evitar que ocurran combinaciones potencial-mente muy peligrosas para la planta. Tal es elcaso del uso de dosis excesivas de nitrógeno enuna situación en donde el potasio está en con-diciones de deficiencia (o desequilibrio), sepresenta un déficit hídrico severo en un suelocon baja capacidad de retención de humedad,seguido de anegamiento del suelo por altasprecipitaciones y baja disponibilidad de luz.Esta combinación de eventos causa la pérdidaexcesiva del sistema radical fino y la incapaci-dad de renovarlo y ha precedido a una alta inci-dencia de PC.

El desarrollo de variedades comercialescon resistencia/tolerancia es también parteimportante del manejo, pero debe recordarseque no puede obtenerse un rendimiento eco-nómico sostenido con ningún genotipo si elmanejo agronómico es inadecuado. Esto esparticularmente cierto si efectivamente, la to-lerancia al estrés y a las pudriciones de cogolloestán asociadas, puesto que debe esperarse quelos mecanismos fisiológicos responsables de latolerancia al estrés demandan energía, que deotra manera podrían destinarse a la produc-ción de aceite.

La solución final para todos estos trastor-nos solo se obtendrá a partir de la investiga-ción y exigirá el trabajo de un grupo multidisci-plinario. Este trabajo de equipo necesita de es-pecialistas en suelos y en fisiología y no solo defitopatólogos. Al final, la solución vendrá po-siblemente de una combinación de mejoresprácticas agronómicas adecuadas para cadaplantación particular, que tomen en cuenta lascaracterísticas del sitio en cuanto a sus suelos ycondiciones climáticas, y del uso de variedadestolerantes (o resistentes). Los genes de tole-rancia parecen estar en ambas especies, E. olei-fera y E. guineensis.

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Agradecimientos

El autor agradece el trabajo de revisión y los aportes de Floria Ramírez(Palma Tica, nutrición), Allen Rodríguez (Palma Tica, riego y dre-naje), Hector Albertazzi, Francisco Peralta, Ricardo Escobar (ASD,aspectos generales) y Alvaro Carmona (CDC, Nicaragua).

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