LAS PLANTITAS DE LA SEMILLA DE ORO

Un día el jardinero Danielito fue a un lugar y compró una gran semilla de oro.

Después de una semana la semilla de oro germinó - nacieron así unas lindas plantitas.

Estas plantitas vivieron muy felices y se encariñaron con él porque las quería y cuidaba

mucho.

Cuando estas crecieron Daniel las trasplanto en su lindo jardín del patio trasero de su

casa junto a su piscina, hasta que una tarde cuando sus padres habían salido de compras

- unos ladroncillos - quisieron robarle todas sus cosas que tenía en su casita.

Entonces sucedió lo inesperado - alguien desde el jardín grito - ¡Alto

ahí ladroncillos! Daniel estaba asustado, se asomó a la ventana y vio que sus plantitas

estaban protegiendo su jardín y se disponían a defender su casa.

Vio como una de las plantitas explotó - era el ají- su intenso olor hizo

escapar al primer ladroncillo, la segunda planta era un lanza guisantes, tiraba

bolitas tras bolitas que causaban dolor a un segundo ladroncillo quien huyó muy

asustado. Daniel siguió observando la escena y vio una tercera planta - era la

cereza- que explotaba igual que el ají, pero lograba capturar al tercer ladroncillo en

el piso con su goma pegajosa y el cuarto ladrón que se había metido en la piscina,

fue capturado por su plantita la más rara, llamada Zampalga la que tenía lianas con

espinas la que enredó al ladrón en el agua por un largo tiempo.

Después de lo sucedido, el ultimo ladroncillo al ver lo ocurrido huyó del jardín

quedando un girasol sonriendo a carcajadas y feliz de haber cuidado la casa de Danielito

el jardinero.

Y así todas las plantitas del jardín se sintieron felices de su

hazaña y Danielito con mayor esmero siguió día a día cuidando y

queriendo a sus lindas plantitas de la semilla de oro.

Autor: GERARDO MAURICIO ROJAS CRUZ