las pinturas de la casa del «monte de piedad»

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LAS PINTURAS DE LA CASA DE L «MONTE DE PIEDAD » PO R EL MARQUES DE LOZOYA Será una visión inexacta de la sociedad española de los si- glos pasados la de quien quiere ver, en cualquier casa blasona - da, la morada de una familia de elevada categoría . La nobleza , en lcs siglos que van del xv al xvu estaba muy difundida, y ha- bía dentro de ella infinidad de grados y de matices, desde e l simple hidalgo, dedicado frecuentemente a los oficios más hu- mildes, hasta el gran señor, dueño de castillos y palacios, d e lugares y de predios extensos, rodeado de una corte, como u n prí ; :cípe . Hay en esta jerarquía un estamento : el de los ca- balleros de las ciudades que por su posición económica y su te- nor de vida no era otra cosa sino una clase media blasonad a cuyos estratos superiores se codeaban con la alta nobleza y cu- yas capas inferiores estaban muy cercanas al pueblo (recorde- mos al padre dei cronista Diego de Colmenares sosteniendo a su familia con su trabajo manual de una modesta carpintería) . El tiempo ha borrado el recuerdo de los trabajos y de las mise- rias y permanece solamente lo que era el único lujo familiar, e n un tiempo en que se prefería la suntuosidad externa y el decor o a la comodidad y a la holgura económica : la piedra de arma s sobre la portada de la casa, la ejecutoria esmaltada de oro y d e vivos colores y la capilla funeraria en alguna parroquia o e n algún convento . De este estamento social, que en Segovia está constituido, . sobre todo, por modestos terratenientes, por ganaderos y po r fabricantes de paños, son testimonio muchas de las casas bla- sonadas que eran tan frecuentes—la mayor parte ha desapare- . cíelo o ha sido transformada en lo que va de siglo—en la parro - quia de San Martín y de sus aledañas de la Trinidad, San Ro- mán, San Facundo y San Nicolás . La «Caja de Ahorros y Mont e de Piedad de Segovia, puede gloriarse, entre sus numerosa s realizaciones, que la hacen benemérita del arte y de la cultura

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LAS PINTURAS DE LA CASA DE L«MONTE DE PIEDAD»

POR

EL MARQUES DE LOZOYA

Será una visión inexacta de la sociedad española de los si-glos pasados la de quien quiere ver, en cualquier casa blasona -da, la morada de una familia de elevada categoría . La nobleza ,en lcs siglos que van del xv al xvu estaba muy difundida, y ha-bía dentro de ella infinidad de grados y de matices, desde e lsimple hidalgo, dedicado frecuentemente a los oficios más hu-mildes, hasta el gran señor, dueño de castillos y palacios, d elugares y de predios extensos, rodeado de una corte, como u nprí ; :cípe. Hay en esta jerarquía un estamento : el de los ca-balleros de las ciudades que por su posición económica y su te-nor de vida no era otra cosa sino una clase media blasonad acuyos estratos superiores se codeaban con la alta nobleza y cu-yas capas inferiores estaban muy cercanas al pueblo (recorde-mos al padre dei cronista Diego de Colmenares sosteniendo asu familia con su trabajo manual de una modesta carpintería) .El tiempo ha borrado el recuerdo de los trabajos y de las mise-rias y permanece solamente lo que era el único lujo familiar, enun tiempo en que se prefería la suntuosidad externa y el decoroa la comodidad y a la holgura económica : la piedra de arma ssobre la portada de la casa, la ejecutoria esmaltada de oro y d evivos colores y la capilla funeraria en alguna parroquia o e nalgún convento .

De este estamento social, que en Segovia está constituido, .sobre todo, por modestos terratenientes, por ganaderos y porfabricantes de paños, son testimonio muchas de las casas bla-sonadas que eran tan frecuentes—la mayor parte ha desapare- .cíelo o ha sido transformada en lo que va de siglo—en la parro -quia de San Martín y de sus aledañas de la Trinidad, San Ro-mán, San Facundo y San Nicolás. La «Caja de Ahorros y Mont ede Piedad de Segovia, puede gloriarse, entre sus numerosa srealizaciones, que la hacen benemérita del arte y de la cultura

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de Segovia, de haber adquirido y conservado una de estas casa shidalgas, situada en el lado del naciente de la pequeña placet adonde se alzaba la iglesia románica de San Facundo, casi e nángulo recto con la que fué de los Arias-Dávila, de la ram amenor y luego de los Duques de Almenara, que solían habi-tarla en temporadas veraniegas . Ocupa el solar de la desapare-cida parroquia un jardinillo en donde permanece, un poco olvi-dado, el busto de don Lope de la Calle Martín que fué, en el Ins-tituto, nuestro profesor de Literatura . La casa del «Monte de Pie -dad» tiene una bella portada plateresca, labrada en granito, deun tipo frecuente en Segovia al mediar el siglo xvi : ancho dinte lsostenido por ménsulas en forma de roleo y sobre esta piezaotra gran losa coronada por una moldura y en la cual campa e lblasón, dentro de una laurea. Flanquean esta composición me-dias columnas con capiteles platerescos, sosteniendo sendoscarteles sobre los cuales se yerguen pináculos. En el zaguán, e nel cual la puerta de ingreso está descentrada con la de la calle ,a usanza morisca, hay una pequeña reja de gracioso dibujo qu eremata en un copete blasonado . El patio, que cubierto con un amontera de cristales, sirve ahora a la entidad propietaria d esala de despacho con el público, tiene por sus cuatro lados pór-tico sostenido por columnas : las de los centros con capitel dó-rico en el cual figuran escudos idénticos entre sí y semejante sal de la portada . Los capiteles de los ángulos son del tipo d etambor cilíndrico estriado que solía emplear el arquitecto de lo sMendoza Lorenzo Vázquez de Segovia, en los albores del Rena-cimiento. El escudo de la portada está cubierto en el tercio in-ferior por ondas ; el resto del campo aparece partido en pal ; enel primero de los dos espacios, un castillo almenado y corona -do por tres torres y, en el campo superior, dos calderas ; en elsegundo, un árbol con un jabalí pasante . En los blasones de lpatio no se ven las ondas y el animal ;que pasa ante el árbol ,toscamente esculpido, es difícil de identificar .

Suele ser fácil reconstruir por medio de la heráldica la his-toria de una casa solariega, pero en este caso, desgracíadamen-te, no sucede así. En las notas, ilustradas con dibujos colorea -dos, que de su archivo tomó el Marqués -de Miranda de Ebro ,don Joaquín de. CebalIos-Escalera , y que hoy son el último ves-

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tígio de esta importante colección genealógica, destruida en laguerra, figura un escudo idéntico al del segundo cuartel del bla -són de la Casa del Monte de Piedad, con la afirmación de qu ese trata del correspondiente al apellido Míramontes . El primercuartel—el castillo y las calderas—puede ser una simplificaciónde las armas del linaje de Villafañe, en las cuales figuran esta spiezas heráldicas dentro de una confusión de elementos ímposi-ble de reproducir en granito (1) . Es posible que la casa fues eedificada para doña Ana de Míramontes y Zuazola, hija d eFrancisco de Míramontes y mujer de jerónimo de Villafañe, al-cayde de los Reales Alcazares en 1565 . Si esto fuese así, los Vi-llafañe debieron de habitar poco tiempo esta mansión, pues e nel testamento de doña Ana consta que esta dama vivía, en la spostrimerías de su vida, en una casa principal de la parroqui ade la Trinidad . En el siglo xvll, los documentos revelan que e ledificio estaba en poder de la familia de El Espinar, cuya he-ráldica, mal conocida, no dejó en él huella clara (2) . No pertene-cía ya a esta familia cuando en el siglo xtx Io adquirió el Mont ede Piedad de doña Ana Victoria Martínez Cantelí autorizad apor su marido don Laureano Cífuentes del Cabo .

Doña Ana Victoria la tenía por herencia de su padre don An -tonio Martínez Zahonero, casado cón doña María Ramona Can-teli, quien la heredó del suyo don Antonio Martínez Aguirre, e lcual la poseía como mayorazgo del vínculo fundado por don Eu-genio Martínez y Gutiérrez en su testamento otorgado el 8 d eabril de 1745, ante el escribano de Segovia Manuel Góme áMonedero .

.La escritura fundacional del vínculo referido señalaba en pri -

mer lugar, como perteneciente al nuevo mayorazgo alas casasprincipales que tengo y poseo mías propias en esta ciudad enque al presente havíto síttas en dicha Parrochia de San Facun-do, cujas puertas principales salen a la calle publica y afrenta ncon la lga de dicha parrochial y casas que goza por sus mayo-razgos el Marques de Paredes y casas principales del mayoraz-go de Hernando de Arias y donde el dicho marques al present ehavíta y por una parte alindan con calle que desde dicha igl a deSan Facundo sube a la de San Roman y por la otra con coche-ras de dicho Marques de Paredes y al costado tambíen con casas

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que igualmente posee por sus mayorazgos y otra del mayorazg ode los Dazas y estas dos afrentan con el convento de N° PadreSan Agustín y las compré judicialmente y se vendieron (en) pú-blica subastacion por el nominado Marques de Paredes, en vir-tud de Real facultad que a este fin se le concedió de uno de su smayorazgos y señaladamente del fundado por Sancho Garcí adel Espinar, de que a mí favor se otorgó venta judicial por l aReal Xa desta ciudad por testimonio de Agustín Moche escriba-no del n° en 8 de agosto de 1742 y se me díó posesion por dich aReal justicia de dichas casas, por testimonio de Manuel Gome zMonedero escribano de dicho numero en el día dieciseis de fe-brero de mili setecientos quarenta y tres . Valen en el estado enque al presente se hallan 70 míll r . de vll» (3) .

El vendedor don José Orovio Bravo de Mendoza y Garcíadel -Espinar, marqués de Paredes, vecino y regidor perpetuo d eSegovia, cuya genealogía es notoria, era dueño de la casa com oposeedor del mayorazgo fundado por Sancho García del Espi-nar. Se hicieron para la venta treinta y seis pregones sin que s eofreciese postura alguna, desde el 7 de octubre de 1740 hasta e ldía 21 del mismo mes y año, por el pregonero público José Gar-cía . Reconoció la casa Antonio Ortiz, maestro alarife nombrad opara ello, declarando ser su fábrica antigua y necesitada d ecostosos reparos. La tasación resultó ser treinta mil reales devellón en venta y setecientos setenta en renta (4) .

Al efectuarse, recientemente, obras de ampliación en la vie-ja. morada aparecieron, en una de . las salas del piso principa lunas curiosísimas pinturas, en blanco y negro, con aspecto d egrabados ampliados por un hábil pintor . Se trata de una deco-ración mural, de un tipo no frecuente, que emplea, para cubri rlos muros composiciones tomadas generalmente de estampas .Las pinturas murales, tan frecuentes en los salones de los pala-cios italianos, son en España muy raras hasta el siglo xvtii . Engeneral, los muros de las estancias quedaban lisos, tendidos d ecal y-se cubrían con tapices en invierno y con guadamecílles e nverano. En casas modestas ; los tapices se sustituían- por tela sde sarga pintadas con historias, imitando tapicerías . Hemos dever en esto un vestigio de la influencia de oriente, tan honda enEspaña que, como recuerdo del nomadismo de los pueblo s

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orientales, hacía consistir el lujo en objetos fácilmente trans-portables .

En el salón de la casa de Sancho García del Espinar, l adistribución de los asuntos es la siguiente . El muro norte estárepartido en cinco composiciones, de las cuales las tres del cen-tro, de forma apaísada, están separadas entre sí y de las de losextremos por fingidas pilastras cuyo fuste está decorado conarabescos . La primera de estas composiciones a partir de la en-trada (situada en el muro del poniente), representa la lucha d eHércules con el león de Nemea (1,18 de alto por 0,45 y medio d éancho) . El segundo de los paneles, apaisado (1,18 por 1,57), fi-gura una escena humorística en la cual un buhonero dormido e sasaltado por una banda de monos que le desvalijan de su mer-cancía . El tercer compartimiento, de la misma forma (1,18 po r1,59), tiene por asunto un combate en una pobre estancia de hos-tería rural . Un personaje apalea a otros dos, que yacen derriba -dos en el suelo y a un cerdo, que huye . Otros tres hombres acu-den en socorro de las víctimas . En el fondo tres huéspedes, sen-tados en torno de una mesa redonda, suspenden el yantar par acontemplar la escena, que presencian también, desde diversos _puntos, personajes masculinos y femeninos . La composición si-guiente (1,18 por 1,60) es una evocación del mito de Orfeo, re-presentado como un juglar barbudo, que tañe, reclinado al pí ede un árbol, un violín cuya música congrega a una infinidad deanimales de toda especie . El quinto espacio, semejante al pri-mero en la forma alargada en sentido vertical (148 por 71), re -presenta también a Hércules, ahora dominando al toro de Creta .

Sin duda toda la sala estuvo decorada con pinturas seme-jantes, pero cuando se realizó el descubrimiento apenas queda-ban restos en los muros del poniente y del naciente . Solamenteen la pared del mediodía permanece, bien conservada, una gra ncomposición que se enfrenta con la segunda del muro frontero .Es apaísad d (1,34 por 1,80) y reproduce fielmente un grabado d ePedro Breughel «el viejo» : la " Cocina del pobre» . Probable-mente figuraría también en este lado la composición pareja enla serie del mismo artista : la «Cocina del rico» .

El caso de una estancia decorada con pinturas monócro-mas imitando estampas, no es frecuente, pero tampoco excep -

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cíonal. El sistema pudo tener un precedente medieval en los ali-ceres moriscos con escenas y tracerías de lazo que se encuen-tran por. toda España (Alcázar y torre «de Hércules», en Sego-via ; castillo de Brihuega, Palacio Real de Tordesíllas, etc .). Eraun procedimiento barato, como lo era, en general, la decoraciónmorisca y mediante el cual un pintor artesano podía fácilment edecorar grandres espacios sin más que seguir esquemas y plan-tillas. Cuando, a finales del siglo xv, los grabados se difundenpor España, nada era tan sencillo como ampliar por medio d ela cuadrícula una de tantas estampas, italianas, alemanas oneerlandesas, que los mercaderes vendían en la feria de Medi-na. De esta manera, imitando con pintura al temple los efecto sdel grabado, se obtenía una decoración de poco coste y que ha-lagaba la imaginación corno los tapices o los frescos . El más im-portante conjunto de este sistema estaba en eI palacio rural d eAoíz, cerca de Pamplona, en una de cuyas estancias una seriede composiciones representan, con gran lujo de detalles, la ba-talla del Mülberg, ganada por Carlos V a los protestantes ale -manes. Estas pinturas, que constituyen un inapreciable docu-mento histórico, ha sido arrancadas de su lugar y situadas en elMuseo de la capital de Navarra . En la misma Segovia debiero nde ser frecuentes las «estampas murales» . Quedan restos impor-tantes en una estancia del Monasterio del Parral, que hoy sirv ede caja de la nueva escalera que comunica el claustro inferio rcon las galerías altas, con escenas de la vida de San jerónimo ,y los hubo en el claustro del convento de San Francisco y en l aparroquia de San Miguel, donde todavía permanece una <Pie -dad> en la capilla de los Lagunas .

El procedimiento tuvo una extensa difusión en Méjico y e nGuatemala . Cuando en la primera mitad del siglo xvi se espar-cen por todo el país conventos misionales, Ios frailes (francisca -nos, agustinos y dominicos) que trataban de obtener, con su sescasos recursos, efectos ornamentales y expresivos que impre-sionasen la imaginación de los indios, encontraron en esta téc-nica fácil un medio de cubrir grandes paramentos con escena sque, al mismo tiempo que enriquecían las superficies lisas explí.-casen el Evangelio y la vida de los santos a los que no sabíanleer. Fueron los mismos frailes los primeros pintores, pero

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« Hércules dominando al toro de Creta» .Casa de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad . Segovia.

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pronto los indios se impusieron en el procedimiento y lo em-plearon con fidelidad admirable. Las líneas generales de l acomposición se trazaban al fresco, sobre el muro todavía húme-do, y se matizaban luego al temple en claro oscuro, empleand ono sólo el negro, sino algunos colores simples . La decoraciónamericana de estile más arcaizante, está en el convento mejica-no de Epazoyucan, donde se copian grabados góticos . La seriemás importante es la del convento de Actopan, de la orden d eSan Agustín, también en el antiguo virreinato de la Nuev aEspaña.

Al contemplar los seis paneles que permanecen de la deco-ración con que un artista anónimo adornó el salón de la cas adel «Monte de Piedad», se advierte que el decorador tuvo a l avista dos serles de grabados de muy diverso estilo . Para la re-presentación de escenas mitológicas—los trabajos de Hércu-les—se valió de estampas italianas que no hemos acertado aidentificar y que no me parecen excelentes, pues no Io son la scomposiciones, sin duda fielmente copiadas . Diego Angulo Iñi-guez, ha hecho notar la predilección de los segovianos por e lforzudo semidios, sin duda motivada por la creencia de que hu-biese sido el fundador de la ciudad . En la portada plateresca dela casa de los Salcedo que es, desde el siglo xvm, Palacio Epis-copal, aparecen representadas tres de las hazañas heracleas : lalucha con la serpiente, la victoria sobre el león de Nemea y elestablecimiento de las columnas del Estrecho .

Con estas ficciones mitológicas el artista quiso alternar es -cenas populares y para ello escogió como modelos estampas :neerlandesas. En dos de las composiciones, estos modelos son .fácilmente identificables. La segunda del muro norte y la que s eenfrenta con ella en el mediodía, son copias fíeles de dos graba -dos que reproducen dibujos de Pedro Breughel, «El viejo», un ode los más grandes artistas de los Países Bajos en el siglo xvl ,cuyas obras, difundidas por la estampa, alcanzaron en todaEuropa enorme difusión . Era originario de una aldea cercana aBreda, en el Brabante, de la cual tomó apellido (Breughel en fla-menco quiere decir « matorral») . Nació hacía 1530, en el hogarde unos pobres campesinos y el humilde ambiente rural en qu epasó sus primeros años se refleja luego en su obra pictórica .

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Su temprana vocación por la pintura le llevó a Amberes, dond ese hizo discípulo de Pieter Koeck, con cuya hija, muy niña en-tonces, había de casar años más tarde . En 1551, es recibid ocomo maestro en la «guilda» de Amberes . Peregrinó por la bri-llante Italia del Renacimiento, cuyos paisajes se reflejan en s uobra, pero que no pudo captar su espíritu, profundamente pene-trado de «Edad Medía». En 1553, Breughel permanecía e nRoma. Hacía el 1563, se establece en Bruselas, donde muere e n1569. Sus pinturas y sus dibujos para estampas, que bajo su as-pecto humorístico encierran una honda intención filosófica ymoral, tienen una enorme fuerza expresiva que, unida a la exac-titud del diseño y a la perfección de la técnica, le sitúan a la ca-beza de los neerlandeses del siglo xvt, superado solamente po rjerónimo Bosch . Marcel Bríon, su biógrafo, le compara a Goy amaestro en el arte de flagelar en sus composiciones humorísti-cas, a la sociedad de su tiempo (5) .

La segunda, al lado izquierdo_ comenzando desde el íngre-so, de las pinturas de la sala del «Monte de Piedad» represen -ta, según el completísimo repertorio de Hollsteín (6) : <El buho-nero dormido, rodeado de monos, Ios cuales juegan con sus bíe-nes» . Hay varías ediciones, de las cuales la primera es de 1557y la segunda, grabada por H . Cock, de 1562 . Es posible que e lasunto esté inspirado en el relato de algún viajero de los queacudían a Guinea para cambiar baratijas a los indígenas po roro o márfíl . Marcel Bríon que cree ver en la obra de Breughel ,realizada en los años de la rebelión de los Países Bajos contr aFelipe II, una intención antiespañola, supone que -esta estamp asimboliza las exacciones de los agentes españoles contra el co-mercio neerlandés . Me parece que es llevar demasiado lejos u nasunto humorístico, resuelto con viveza y gracia singulares .

La otra composición identificada es la llamada en los re-pertorios la <Cocina del pobre», y también en ella ha creído ve rBríon una crítica de la miseria originada por el dominio espa-ñol. Es bien claro, sin embargo, que, en relación con la estamp aque le hace pareja: la «Cocina del rico» (que no figura entre la scopiadas en el «Monte de Piedad») es simplemente una lecciónmoral . En la «Cocina del pobres, una familia hambrienta y es-cuálida se arroja ávidamente sobre parcos manjares entre tanto

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uno de estos espectros impide la entrado al gordo propietari ode la «Cocina del rico», que sin duda acude a lucrarse con l amiseria ajena . El ejemplar de la Biblioteca Nacional de Madrid ,lleva la firma : «breughel ínvnt 1563> . Según Holisteín, fué gra-bado por P. Van der Hayden. LIeva al pie un dístíco alusivo, e nfrancés, con su traducción al flamenco (7) .

La composición que hace el número tres, en eI muro norte ,es una de las más interesantes del conjunto, pues aporta un anovedad al estudio del arte de Breughel . Ya hemos descrito e lasunto: un campesino quizá borracho, apalea a Ios concurren -tes a una hostería . Se trata, sin duda alguna, de la cogía de otraestampa de Pedro Breughel : eI estilo es idéntico al de las ante-riormente citadas y los personajes, de famélica delgadez o de -insolente gordura, son los mismos, pero la estampa-modelo e sdesconocida o a lo menos no figura en el agotador catálogo deHollsteín ní en la copiosa colección de la Biblioteca Nacional .El citado crítico reproduce (111, pág . 288) una estampa de formacircular, grabada por Víscher en 1588, según un dibujo de Breu-ghel, que podría ser la continuación del desaparecido modelo d ela pintura segovíana ; unos enfurecidos personajes encierran aun campesino borracho en la pocilga de un cerdo. El borrach oes el mismo robusto personaje que en la pintura apalea a lo sconcurrentes a la hostería, y el cerdo es idéntico en ambas com-posiciones. Hemos de suponer la existencia de una pareja d eestampas en relación mutua, como la « Cocina del pobre» y l a`Cocina del rico» .

Tampoco he podido hallar en la Biblioteca Nacional ni e nningún catálogo de estampas, el modelo de la composición nú-mero cuatro, en la misma pared : el Orfeo representado como u njuglar barbudo . Está tomada, sin duda, de un grabado neerlan-dés, acaso del mismo Breughel . La composición que sigue (nú-mero cinco) que representa la lucha de Hércules con el toro d eCreta, es copia de un grabado italiano del Renacimiento, desco-nocido también .

Por tratarse de uno de los conjuntos más interesantes de u nestilo de decoración mural del cual quedan escasos vestigios ypor reproducir una composición perdida de uno de los má sgrandes artistas del siglo xvi, las pinturas del «Monte de Píe-

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dad» tienen un gran valor. Aparecieron muy deterioradas por l acostumbre de picar las superficies decoradas de este modo par anuevos blanqueos y, la Caja de Ahorros, percatada de la impor-tancia del hallazgo costeó la restauración que fué primorosa -mente realizada por los alumnos de esta especialidad en la Es-cuela de Bellas Artes de San Fernando . Es éste uno de los bene -ficios que la cultura segovíana debe a esta entidad ejemplar ,que tanto enaltece el nombre de Segovia .

NOTA S(1) Figura este escudo con sus colores en un códice de mi archivo : «Cé-

dulas Reales, títulos, mercedesy servicios de nobleza de la Casa de los Seño-res Aguilares y otros instrumentos que manifiestan el Lvstre de esta casa y losgrandes méritos del Señor Don Alonso de Agvilar» . Se puede describir así: Par-tido en faja. En el campo inferior dos castillos de plata, perfilados de sable, al -menados, con tres torres cada uno y puertas y ventanas de azur, en campo d eoro, de la parte izquierda surge un brazo con bocamanga de púrpura, que sos -tiene una llave de plata . La parte superior jaquelada, con cuatro puntos de go-les y cinco de oro. Bordura de gules cargada con ocho calderas de oro.

Este blasón figura también, algo alterado, en una losa sepulcral en pizarra,de Francisco de Villafañe, en el Museo Provincial .

(2) Las armas de los García del Espinar, a quienes según los documento sperteneció esta casa, están así descritas en el expediente del caballero de Cala -trava don Francisco Bravo de Mendoza (n . en 1634) . «León, cruz y árbol y un río ,y encima un castillo» . Así figuran cuarteladas en el capitel de una de las co-lumnas del patio de la casa vecina, que habitaba el Marqués de Paredes . En l acapilla de los Espinar en el Parral, aparece un blasón terciado en palo con león ,árbol arrancado y cruz floreteada vacía. Los mismos elementos heráldicos fi -guran en otros escudos de la misma capilla.

Ordenados de otra manera (cruz, león, árbol): puede verse en una piedrade armas que adorna la fachada de la casa que en los deslindes de las que no socupa, se dice que es del mayorazgo de los Daza, frente a la iglesia de SanAgustín, con la variante de que el árbol aparece sobra un río .

La familia Daza, a la que pertenecía la mujer de Sancho García del Espi-nar, usaba como emblema la cruz hueca flordelisada y las calderas .

En la capilla del brazo de la epístola, en la iglesia de San Miguel, fundad apor doña María de Orozco, mujer de Diego del Espinar, existen blasones co nun lobo pasante ante un árbol .

V. Juan de Vera, «Piedras de Segovia», págs. 98, 238, y sig. 301 y 305.

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(3) «Testamento de don Eugenio Martínez Gutiérrez, Administrador Pro-vincial de Rentas Provinciales de Segovia, natural y vecino de esta ciudad, e nla parroquia de San Facundo, hijo legítimo de don Ignacio Martínez y de doñ aAna Gutiérrez Alvarez, de la misma vecindad, ya difuntos» . 8 de abril de 1745 ,ante Manuel Gómez Monedero . Manda se le entierre en la capilla mayor de SanFrancisco, en su sepultura, y que se ponga una laude con sus letras y armas .Había estado casado con doña María Francisca García Durán, de quien teníahija ; doña María Martínez, y en segundas nupcias con doña Antonia Adriá nPalomeque, que le díó un hijo. Murió al día siguiente de testar . (Datos facilita -dos por don Juan de Vera.)

(4) Protocolo de Agustín Moche, núm. 2.687 . Archivo Histórico Provincia lde Segovia . «Escritura de venta hecha por don Joseph Orovio Bravo de Mendo-za, Marques de Paredes, vecino de la Zíudad de Segovia, Poseedor de los Ma-yorazgos que vacaron por la fin y muerte de don Juan Manuel Bravo de Men-doza, su Primo v° y rexidor Perpetuo que fue de ella cuía posesion tuvo donManuel ` de Chaves Xiron de la Hoz y Mendoza, Marques de Quíntanar v a y re-xidor Perpetuo desta dicha Ziudad y en virtud de Poder del señor don Josep hOrovio y de la Calle mí padre v° de la Villa de Agregada y como hijo lexítim ode la señora doña María Bravo de Mendoza mí madre muger del dicho Marque sde Paredes.. . que entre dichos Mayorazgos figura el que fundo Sancho Garcí adel Espinar, digo que tiene unas cassas Principales en esta referida Ziudad a l aParrochia de San Facuudo en las que al presente esta la Real Aduana que vivedon Eugenio Martínez Gutíerrez Administrador General de Rentas Reales y ser -vicio de Millones de esta Provincia i alindan Por la parte de harriva con la ca-lIexuela que suve a la yglesía de San Roman y casas Principales del Mayoraz-go de Hernando Arias Davíla, y en las que el otorgante vivo como poseedor d edichos Mayorazgos y por la parte de abaxo con otras casas principales de di-chos mis Mayorazgos i en que al presente tengo las Caballerizas y viviendapara los criados y con otras cassas Principales de dicho Mayorazgo en que viv edon Francisco Orovío Bravo de Mendoza mi hermano . Cuia puerta principa lafrenta con el convento de nuestro Padre San Agustin, y las dichas casas deSancho García del Espinar afrentan con la calle Real y Plazuela de San Fa -cundo y con dicha yglesía . Y por las espaldas con la plazuela de San Roman ydicha yglesía y los corrales de casas principales del Mayorazgo de doña An aDaza, de que actualmente es poseedor don Antonio Sanz Daza, hijo de don Ber -nardo Sanz Daza, difunto vecino que fue de la Villa de Sepulveda, cuyos lín-

deros son notorios y conocidos, y dichas casas fueron de doña María de He-rrera lexítima muger de Gabriel de Herrera vecinos que fueron del lugar de Lo-zoia jurídicion que fue desta Ziudad. .. y en virtud de Poder especial de la dichasu muger y lizencia de la justicia se la cedio y traspaso al dicho Sancho Gar-cía del Espinar en precio de mili y quatrocientos Ducados con diferentes cali-dades por escritura que paso por tettimonlo de Juan de Junguíto escrivano qu efue desta Zíudad en siete de febrero del año de mili Quinientos setenta i cinc oy despues ratifico dicha Benta Alonso de Herrera, vecino desta Zíudad en l acolaci.on de San Facundo por escritura ante dicho escrivano en nueve del mis-

Page 20: LAS PINTURAS DE LA CASA DEL «MONTE DE PIEDAD»

MARQUES DE LOZOYA

mo . .. y al dicho Sancho García del Espinar se le dio la posesion en dicha Cas-sa y el dicho Sancho García del Espíñar vecino y regidor perpetuo poseedo rdel Mayorazgo que fundo el Doctor Sancho García del Espinar y doña AnaDaza su muxer, sus bisabuelos octubo Real facultad para poder Bendér y ena -xenar unas casas en la calle Real que dicen del Puerco y Dosmill maravedís d ecenso perpetuo sobre otras casas de la calle de Reoío las que traspaso a favorde dicho Mayorazgo de Sancho García del Espinar doña Anan de Berrio su her -mana religiosa en el Monasterio de San Antonio . . . que todo componía un Quen-to setecientos Zuínquenta milI maravedís, eñ ciña cantidad estavan tasadas yBaluadas las dichas casas principales de San Facundo con las mejoras que enellas tenía hechas y compro de dicho Gabriel de Herrera y doña María de He-rrera su mugen . . Sancho Antonio del Espinar como poseedor de ellas cargo yfundo un censo de dos mili Ducados de veinte mili el millar en favor de los se -ñores Dean y Cabildo ante Gregorio Martínez en siete de octubre de mili seis -cientos treinta y nuebe. . . Sacada a Pregon se remataron en el mayor Postor, yvendidas con facultad Real, con la condicion de que en ningun tiempo se pudie-re fabricar a la vista dellas Capilla u otro edificio en las calles y Plazuelasquestan enfrente de dichas casas, vendo cedo a don Eugenio Martínez Gutíe-rrez las dichas casas principales de la Parroquia de San Facundo en que a lpresente vive el susodicho y esta la Real Aduana con todas sus oficinas Patiosy demas.. . en su precio y quantía de 30 .000 Reales de Vellon. . .». (Nota de do nJuan de Vera . )

(5) Sobre la vida y obra de Breughel, «El viejo», véase:Max J. Friedlander: Pieter Brueghel. Berlín, 1921 .-Marcel Bríon : Breughel:

Plon,1936.—Frítz Grossman : Brueghel. Colonia, 1955 .—M. Rodríguez Codolá'Un pintor que documenta un país y su época : Brueghel «El viejo» . Memoriade la Academia de Ciencias y Artes de Barcelona, 1933.

(6) F. W. H . Hollsteín: Duch asid flemísh Etchíng Engravíngs asid wood-cuts III. Amsterdam, sin fecha.

(7) Los versos, en francés arcaico, son los siguientes :

Ou maígre-os le pot mouue est vu pouure ConuiuePource, agrasse-cuisíne fray tant que fe víue

Debo la identificación de las estampas originales a Isabel Ceballos Esca-lera, del Cuerpo de Archivos, Bibliotecas y Museos .