“las huellas del pasado en el turismo” necochea 1930-1955

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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL CENTRO- FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS- SEDE QUEQUÉN 2017 “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955 Tesis de Licenciatura en Turismo Arce Natalia Heiland Mercedes T UTORA : D RA . P ALAVECINO V ALERIA

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Page 1: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL CENTRO- FACULTAD DE CIENCIAS

HUMANAS- SEDE QUEQUÉN

2017

“Las huellas del

pasado en el turismo”

Necochea 1930-1955

Tesis de Licenciatura en Turismo

Arce Natalia – Heiland Mercedes

T U T O R A : D R A . P A L A V E C I N O V A L E R I A

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i

RESUMEN

Esta investigación busca comprender la realidad turística actual de la localidad de

Necochea analizando los comienzos de la actividad en la ciudad. El foco de

atención estuvo en el periodo comprendido entre 1930 y 1955, periodo en el cual

se observa la diagramación, formación y consolidación de la ciudad, la Villa

balnearia, y por consiguiente su desarrollo como destino turístico.

Este recorte se fundamenta en relación al contexto de transformación a nivel

nacional que atravesó nuestro país. Se buscará dar cuenta en la medida de lo

posible de manera se plasmó esta realidad en la localidad, buscando poner en

evidencia cuáles habían sido (en caso de haberlos) los efectos del modelo

peronista vinculados al turismo en Necochea, sin por supuesto descuidar y a

apuntar las particularidades del caso de estudio.

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ii

AGRADECIMIENTOS

La presente investigación no hubiera sido posible sin la colaboración del Museo

Histórico Regional, el Archivo Histórico del Museo Regional y la Biblioteca Popular

Andrés Ferreyra de nuestra ciudad, quienes nos otorgaron las fuentes disponibles

para la concreción de nuestro trabajo.

De igual manera agradecemos el apoyo incondicional de nuestros familiares y

amigos, de la coordinadora de la carrera de Licenciatura en Turismo Prof. Valeria

Capristo, que estuvo presente no sólo en el desarrollo de este trabajo, sino a lo

largo de toda la carrera, y nuestra tutora la Dra. Valeria Palavecino, quien nos guió

y aconsejó en el mejoramiento del mismo.

Page 5: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

iii

INTRODUCCIÓN 2

Arce Natalia

CAPÍTULO I LINEAMIENTOS TEÓRICOS/METODOLÓGICOS 5

1.1 DESCRIPCIÓN DEL TEMA 6

1.2 LINEAMIENTOS METODOLÓGICOS 7

1.3 MARCO DE REFERENCIA: NECOCHEA 10

1.4 LINEAMIENTOS TEÓRICOS 12

1.4.1 TURISMO: HACIA UNA CONCEPTUALIZACIÓN 12

1.4.2 DIFERENTES ANALOGÍAS EN EL ESTUDIO DEL TURISMO 16

Heiland Mercedes

CAPÍTULO II TURISMO DE SOL Y PLAYA: ANTECEDENTES DE SU INVESTIGACIÓN 21

2.1 ALGUNOS ESTUDIOS SOBRE LA PROBLEMÁTICA TURÍSTICA DESDE UNA PERSPECTIVA GENERAL 22

2.2 ESTUDIOS DE CASO 30

CAPÍTULO III MARCO HISTÓRICO-CONTEXTUAL: POLÍTICA, ECONOMÍA, SOCIEDAD Y TURISMO EN

LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX 51

3.1 LA POLÍTICA ENTRE 1916-1955 52

3.2. LA ECONOMÍA ENTRE 1916-1955 63

3.3 SOCIEDAD Y CULTURA ENTRE 1916- 1955 73

3.4 EL TURISMO EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX 78

3.4.1 EL TURISMO DE ÉLITE Y LOS PRIMEROS DESTINOS TURÍSTICOS 78

3.4.2 LOS PRIMEROS PASOS HACIA EL TURISMO DE MASAS 80

3.4.3 EL PERONISMO Y EL TRIUNFO DEL TURISMO DE MASAS 82

Page 6: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

iv

CAPÍTULO IV NECOCHEA: SU TRANSFORMACIÓN EN CIUDAD TURÍSTICA 85

Arce Natalia

4.1 EL TRAZADO DE LA CIUDAD DE NECOCHEA 86

4.2 LOS PRIMEROS CAMBIOS HACIA LA “MODERNIZACIÓN” DE LA CIUDAD 87

4.3 CÓMO LLEGAR A NECOCHEA Y A LA PLAYA: DESARROLLO DEL TRANSPORTE HACIA Y EN LA CIUDAD 96

Heiland Mercedes

4.4 SERVICIOS Y OBRAS PÚBLICAS EN LA CUIDAD: BENEFICIOS PARA LOS TURISTAS Y LOS RESIDENTES 103

4.5 DESARROLLO HOTELERO 112

4.6 PLAYAS, BAILES Y TERTULIAS: ESPACIOS DE SOCIABILIDAD PARA TURISTAS Y RESIDENTES 115

4.7 EL TURISMO DE MASAS EN NECOCHEA 122

Arce Natalia - Heiland Mercedes

CONCLUSIONES 130

ANEXO 135

LÍNEA HISTÓRICA DE LAS INTENDENCIAS DEL PERÍODO ESTUDIADO (1930- 1955) 136

FUENTES CONSULTADAS 138

IMÁGENES 140

BIBLIOGRAFÍA 143

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INTRODUCCIÓN

Tarjeta postal de 1915 con la inscripción: “Hotel La Perla y Diagonal Atlántica. Necochea”. Fuente:

Archivo Histórico del Museo Regional.

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3

La presente investigación tiene como objetivo principal realizar un aporte al

estudio de la ciudad de Necochea entre 1930 y 1955. Ello permitirá ir avanzando

en el conocimiento de los diversos factores que permitan entender y dar respuesta

a algunos de los interrogantes que surgen en relación a la situación actual que

está atravesando el turismo en la ciudad de Necochea. Como se mencionó

anteriormente, se analizará un periodo central en la conformación del modelo

turístico de la Argentina y de la ciudad en particular, en este sentido sostenemos

que este se configuró no solo a partir de las políticas sociales-culturales y

turísticas que se implementaron durante el gobierno Peronista sino que también

responden a un claro esfuerzo por parte de distintos sectores de la ciudad de

Necochea que “trabajaron” en pos de desarrollar a la ciudad como destino

turístico.

El trabajo se encuentra dividido en 4 capítulos. En el primero “Lineamientos

Teóricos/Metodológicos”, se presentará el tema de estudio, los objetivos

propuestos a lo largo de la investigación, las herramientas metodológicas

utilizadas, como así también una breve descripción del área de estudio elegida.

En el segundo capítulo “Turismo de sol y playa: antecedentes de su investigación”

se definen un conjunto de conceptos que resultan fundamentales para el

desarrollo de la investigación. Además se presentan una serie de trabajos

relacionados con el área temática de investigación que sirvieron de antecedentes

para articular la presente investigación.

En el tercer capítulo “Marco Histórico Contextual: política, economía, sociedad y

turismo en la primera mitad del siglo XX”, se buscó a partir de una descripción de

la política, la económica, la sociedad y de la actividad turística en el periodo a nivel

nacional, dar un marco general que posibilite situar a nuestro objeto de estudio en

un contexto más amplio. De esa manera se va de lo general a lo particular, en un

juego de escalas que hacen posible una mejor comprensión del fenómeno

estudiado.

En el cuarto capítulo “Necochea: su transformación en ciudad turística”, se

Page 9: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

4

desarrolla una breve historia sobre la fundación de la ciudad de Necochea, su

paulatina transformación en ciudad turística haciendo hincapié en los factores que

influyeron en la misma y cambiaron la fisonomía de la ciudad. En este sentido

apuntamos a delinear cuestiones que a nuestro entender permitirán dicha

transformación: transporte, servicios, obras públicas, hotelería, entre otros.

También se consideran en el período 1930-1955 las características que tomó el

principal atractivo de Necochea, es decir la playa, y qué rol jugó en esa

configuración los esfuerzos locales por potenciar el desarrollo turístico en la

ciudad.

La tesis finaliza con una serie de reflexiones elaboradas como resultado de la

investigación, las cuales retoman los temas considerados de mayor importancia.

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CAPÍTULO I

Lineamientos

Teóricos/Metodológicos

Vista aérea Villa Díaz Vélez, 1927. Fuente: Archivo Histórico del Museo Regional.

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6

1.1 Descripción del tema

Esta investigación busca dar a conocer una parte de lo acontecido en la ciudad de

Necochea durante el período 1930-1955, época en la que comenzó a

desarrollarse masivamente la actividad turística. El recorte temporal no fue

seleccionado de manera aleatoria, sino que la elección del mismo intenta reflejar

un período de esplendor, no sólo de la oferta turística local, sino de la costa

atlántica en general. En dicho proceso confluyen distintos factores de los cuales

pretendemos dar cuenta. Algunos de estos vinieron de la mano del Estado

nacional y provincial, aunque partimos de la hipótesis de que muchos de estos

cambios fueron posibles en la medida en que distintos sectores de la ciudad

impulsaron el desarrollo masivo de la actividad en el país.

De esta manera se ha planteado como objetivo general aportar al esclarecimiento

de la situación actual del turismo en la ciudad, a partir de una reconstrucción y

análisis histórico del período 1930- 1955, caracterizado por el auge turístico a nivel

local y nacional. Esta investigación estará basada en diversas publicaciones y

documentos, como los anuarios editados por el diario local “Ecos Diarios”, además

de producciones escritas sobre la historia de la ciudad, también se utilizarán

diversas imágenes fotográficas, que permitirán no sólo ilustrar la realidad del

período seleccionado, sino también evidenciar el crecimiento que presenciaba la

ciudad. En palabras de Ivan Gaskell en Peter Burke (1993) sobre la historia de las

imágenes “aunque la gama de imágenes que su técnica es capaz de generar no

sea, en cierto sentido, muy grande, su ámbito de importancia cultural es

considerable, al ser tratada, por un lado, como recursos transparentes para

transmitir información y, por otro, como un medio artístico opaco” (Peter Burke,

1993: 212).

Para aproximarnos al objetivo general, nos hemos planteado los siguientes

objetivos específicos:

● Explicar el contexto histórico en el cual comienza a desarrollarse

masivamente la actividad turística, tanto a nivel nacional como local.

● Describir las principales características del partido de Necochea,

Page 12: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

7

identificando los condicionantes políticos, económicos y sociales en el

período estudiado, y las transformaciones sufridas en dichas estructuras.

● Definir los actores que intervinieron, y su relación con el desarrollo de la

actividad turística.

● Delimitar las cuestiones que tuvieron mayor importancia en el desarrollo de

la oferta turística local.

El problema que se intenta ampliar y debatir en este trabajo de investigación,

sostiene como hipótesis que el período de auge turístico de la ciudad de

Necochea responde a la lógica (y/o políticas si se quiere) de turismo

implementado por el gobierno Peronista y por el rol jugado por los distintos

sectores de la ciudad que coadyuvaron a delinear la Necochea turística.

Un gran inconveniente que se presentó al momento de realizar la investigación y

el análisis bibliográfico, propiamente dicho, fue la imposibilidad de acceder al

archivo de Ecos Diarios, diario local y único medio gráfico de la ciudad. A raíz de

esta situación, decidimos centrarnos en las ediciones de los anuarios publicados

por dicho medio. Fue así que los directivos de la Biblioteca Popular de Necochea

Andrés Ferreyra y del Archivo Histórico de la ciudad, entendidos de la finalidad del

presente trabajo, nos facilitaron el material. Conjuntamente con el análisis

bibliográfico, se utilizarán fotografías (que nos fueron brindadas por el Archivo

Histórico), como una estrategia de provocar en el lector, una proyección de la

realidad de la época que procuramos dilucidar.

1.2 Lineamientos metodológicos

La elección del lineamiento metodológico a utilizar, estará determinada por los

objetivos de la investigación y las circunstancias del contexto a analizar. Por lo

tanto, siguiendo a Rosana N. Panero, la metodología seleccionada es de tipo

cualitativo, ya que lo que se intenta realizar en este caso es comprender los

procesos por los cuáles tienen lugar los acontecimientos y acciones, que

Page 13: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

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cimientan la vida social a través de una explicación interpretativa de la realidad

social.

Como señalan Hernández Sampieri, Fernández Collado y Baptista Lucio (2006),

las investigaciones cualitativas van de lo general a lo particular, es decir, el

investigador comienza examinando el mundo social y a través de dicho proceso

desarrolla una teoría relacionada a lo que observa qué ocurre. Por lo tanto,

podemos decir que son fundamentadas a través de un proceso inductivo, que

busca en primer lugar explorar y describir, para luego desarrollar perspectivas

teóricas:

“Se fundamenta en una perspectiva interpretativa centrada en el

entendimiento del significado de las acciones de seres vivos,

principalmente los humanos y sus instituciones (busca interpretar lo que

va captando activamente)” (Hernández Sampieri, Fernández Collado,

Baptista Lucio: 2006, 9).

Como plantean los autores antes mencionados, este tipo de investigaciones tienen

como objetivo reconstruir parte de la realidad como la observan los actores de un

contexto social previamente definido. Se denominan holísticas porque consideran

el todo, sin reducirlo al estudio de sus partes. También suelen caracterizarse por

no probar hipótesis, por el contrario, estas son generadas durante el proceso y van

siendo modificadas conforme a la recolección y análisis de los datos o son

resultado de la misma investigación.

Esta metodología nos permite, según Maxwell (1996), la comprensión del

significado, que para las personas que son objeto de estudio tienen, las

situaciones y acciones en las que están involucradas y cómo esta significación

influye en su comportamiento; la influencia y entendimiento del contexto dentro del

cual actúan los participantes; la identificación de fenómenos e influencias no

previstos; la comprensión del proceso por el cual tienen lugar los acontecimientos

y acciones; y el desarrollo de explicaciones causales.

El tipo de muestreo seleccionado será según propósitos o selección basada en

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9

“una estrategia en la cual escenarios particulares, personas o eventos son

seleccionados deliberadamente con el fin de obtener información importante que

no puede ser conseguida de otra forma” (Maxwell, 1996: 6). Existen cuatro metas,

planteadas por el mismo autor, para este tipo de muestreo, que consideramos

relevantes:

● Lograr representatividad de los contextos, individuos o actividades

seleccionadas.

● Captar adecuadamente la heterogeneidad de la población.

● La selección de una muestra para examinar deliberadamente casos que

son críticos.

● La posibilidad de establecer comparaciones para iluminar las razones de

las diferencias entre contextos o individuos.

Las decisiones sobre el muestreo fueron tomadas en base a la relación y a la

factibilidad de la recolección de datos, las cuestiones de validez y la ética. Para la

concreción de los objetivos planteados se han seleccionado las siguientes

herramientas:

● El análisis bibliográfico “es un conjunto de operaciones que consisten en

examinar un documento para encontrar sus elementos esenciales y las

relaciones entre ellos” (Golpe, 2009: 3).

● El apoyo de medios fotográficos. “La fotografía es el registro visual de un

acontecimiento desarrollado en un momento y en un tiempo concreto” (Lara

López, 2005: 3). A su vez “juega un importante papel en la transmisión,

conservación y visualización de las actividades políticas, sociales,

científicas o culturales de la humanidad, de tal manera que se erige en

verdadero documento social” (del Valle, 1999: 13).

La importancia de esta investigación radica en el aporte a la comprensión de la

oferta turística actual de Necochea a través de una mirada histórica, como así

también al turismo como una nueva disciplina en proceso de formación. Es por

eso que desde los ámbitos académicos se plantean este tipo de estudios para

contribuir al fortalecimiento del turismo. Importancia de este hecho se observa en

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10

la relevancia que han tomado la temática en diversos tipos de investigaciones en

relación a la actividad turística, en pos de contribuir a la comprensión del

fenómeno.

En cuanto al aporte particular esta investigación, está relacionada a la cuestión de

que no hemos encontrado estudios sobre esta temática que brinde una

información detallada en relación al desarrollo y características del funcionamiento

de la actividad en dicha localidad, a través de una reconstrucción y análisis

histórico, lo que repercutirá directamente en el conocimiento de cuáles fueron los

factores determinantes en la época donde el turismo comenzó a desarrollarse de

forma masiva en el destino.

1.3 Marco de referencia: Necochea

Necochea, el área de estudio seleccionada, es una ciudad argentina ubicada en la

costa atlántica al sureste de la provincia de Buenos Aires. Es cabecera del partido

homónimo y posee un importante puerto, de gran porte, al encontrarse en la

desembocadura del Río Quequén Grande al océano Atlántico.

Según el Ente Necochea de Turismo los orígenes de su fundación datan del año

1854 cuando un grupo de terratenientes dedicados a la producción de tasajo

solicitan respaldo a las autoridades provinciales para construir un pueblo en la

desembocadura del Río Quequén. A pesar de la autorización del gobierno para su

fundación, los propietarios de las tierras (familia Guerrico) impidieron su

concreción, paralizando casi 30 años su creación.1

En 1865, una nueva jurisdiccional de la Provincia conforma 72 partidos, entre los

que surge General Necochea, en una región de 7.130 kilómetros. Los progresos

económicos y productivos conllevaron nuevamente a dueños de estancias

ganaderas a volver a solicitar el apoyo provincial para fundar una ciudad cabecera.

Recién en 1881, y después de varios debates acerca de donde debía ubicarse, el

1 Ente Necochea de Turismo (ENTUR). Temporada 2006/2007. Reseña histórica del partido de

Necochea.

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11

comandante Ángel Ignacio Murga, que había participado de forma activa en la

Expedición al Desierto bajo las órdenes de Julio Argentino Roca, contó con el

respaldo del diputado José Hernández y el gobernador Dardo Rocha para la

fundación del pueblo en las tierras del propietario Eustaquio Díaz Vélez. Así, el 12

de octubre de 1881 en cuatro leguas cuadradas en la ribera derecha del Río

Quequén y las costas del Atlántico, se fundó la ciudad de Necochea. Su nombre

es en homenaje al General Mariano Necochea, quien integró el regimiento de

Granaderos a Caballos en la lucha por la Independencia de Argentina, Chile y

Perú al mando del General Don José de San Martín. Su trazado fue realizado en

forma de damero, con cuadras bien marcadas y en cuyo centro se destaca la

plaza principal.2

Murga desempeñó el primer cargo de Presidente de la Municipalidad, Juez de Paz

y presidió la urbana que, según los datos del Censo de 1881, contaba con 139

habitantes, comisión de fomento que manejó el negocio de loteo de quintas y

chacras. De esta manera, el pueblo contaba con su primer núcleo de población

mientras que 3222 vivían en la zona rural dedicados a la actividad agrícola -

ganadera.3

Dos hechos importantes marcaron el crecimiento de la región: la llegada del

Ferrocarril del Sud en 1892 que favoreció el progreso agropecuario y consolidó la

idea de complementar la economía con la formación de un balneario y la

construcción del puerto Quequén en 1911.4

La economía estuvo principalmente relacionada con la producción ganadera y

cerealera y años más tarde se incorpora la industria alimenticia y la actividad

turística proporcionando una muy buena fuente de ingresos.

Actualmente la ciudad de Necochea, según el Censo Provincial del año 2010,

cuenta con aproximadamente 92.933 habitantes. La principal actividad económica

2 Ecos Diarios, 1881-1981, Centenario de la Fundación de Necochea. 3 Ecos Diarios, 1881-1981, Centenario de la Fundación de Necochea. 4 Ecos Diarios, 1881-1981, Centenario de la Fundación de Necochea.

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12

la brinda el puerto de Necochea - Quequén, al llegar a ser uno de los más

importantes del país por su gran envergadura, la siguen las actividades agrícola-

ganadera, pesquera y turística.

1.4 Lineamientos Teóricos

1.4.1 Turismo: hacia una conceptualización

Existen diversas definiciones relacionadas al concepto de turismo, esto se debe a

su relativa juventud como actividad socioeconómica y a su carácter

multidisciplinario (su análisis engloba varias disciplinas). Muchas de las

desarrolladas dejan de lado componentes esenciales del mismo como los son los

turistas, los atractivos, los servicios, el transporte, la infraestructura, etc. Sin ir más

lejos la definición formal del turismo que nos brinda la Organización Mundial del

Turismo (OMT) en 1994 lo define de manera limitada como aquel que “comprende

las actividades que realizan las personas durante sus viajes y estancias en lugares

distintos a su entorno habitual, por un período de tiempo consecutivo inferior a un

año, con fines de ocio, por negocios y otros”. En un sentido más amplio

economistas suizos Walter Hunziker y Kurt Krapf lo definen como “el conjunto de

relaciones y fenómenos que se producen como consecuencia del desplazamiento

y estancia temporal de personas fuera de su lugar de residencia, siempre que no

esté motivado por razones lucrativas”.5

Siguiendo lo planteado por A. Sancho (1998) nos lleva a considerar al turismo,

como la suma de un conjunto de elementos interrelacionados que evolucionan de

manera dinámica, entre los que se pueden distinguir: la superestructura

(organizaciones tanto públicas como privadas e intergubernamentales), la

demanda (consumidores o posibles consumidores de bienes y servicios turísticos),

el atractivo (principales motivadores del viaje, sean naturales o culturales), el

equipamiento e instalaciones (conjunto de productos, servicios y organizaciones

5 Citados en Castillo Nechar y Lozano Cortés, 2006: 69.

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involucradas activamente en la actividad), infraestructura (es el sistema de

servicios básicos para el desarrollo de la actividad), el espacio geográfico (base

física donde tiene lugar el encuentro entre la oferta y la demanda y donde se sitúa

la población residente), la comunidad local (conformada por los individuos que

residen permanentemente) y los operadores del mercado (empresas y organismos

cuya función es facilitar la interrelación entre la oferta y la demanda. Entre ellas

podemos mencionar a las agencias de viajes y las compañías de transporte, por

ejemplo.6

Siguiendo a Bertoncello podemos afirmar que un destino turístico se caracteriza

por contar con cualidades propias que constituyen un atractivo turístico que motive

al turista a visitarlo. Los atractivos turísticos no son atributos absolutos de un lugar,

sino que serán valorados como tales si logran coincidir con las demandas

existentes en la sociedad de origen (lugar de residencia habitual) de los turistas.

Existen diversas clases o tipos de turismo que pueden clasificarse según el origen

o procedencia de los turistas (nacional o internacional), según la motivación o

intención del viaje (cultural, de sol y playa, ecológico, aventura) según la actitud

del turista (activo o pasivo), por el tiempo destinado al desplazamiento o la

estancia (turismo de estancias o itinerante), entre otros. Siguiendo a López

Brenner (2002), también es posible considerar otra clasificación que nos habla de

la manera en que esta actividad se desarrolla, es decir: turismo de masas o

tradicional y turismo alternativo.

El turismo de masas o tradicional se caracteriza por una oferta homogeneizada y

de bajo precio, una fuerte concentración espacial, desarrollo de grandes

instalaciones de alojamiento y esparcimiento, una marcada estacionalidad, el cual

es principalmente practicado por turistas generalmente de tipo pasivo, estático y

con un bajo nivel de formación. Dentro de esta clasificación podemos incluir al

turismo de sol y playa y al turismo de nieve y esquí (Pérez, Rodríguez y Rubio,

6 Véase también: OMT (2001); Revista de FUSDA, México, Turismo Sustentable, octubre-

diciembre 2008, entre otros.

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14

2003).

Por otro lado, el turismo alternativo se caracteriza por una oferta que pone al

turista en contacto directo con la naturaleza, la cultura y la gastronomía local,

respeta el patrimonio natural y cultural del lugar. El turista que lo practica es de

tipo activo, dinámico, participativo y culto, está orientado a una demanda individual

y muy específica, se desarrolla a lo largo de todo el año, el tipo de alojamiento

está compuesto por casas rurales y hoteles pequeños y singulares. Dentro de esta

clasificación incluimos al ecoturismo, el turismo aventura y el turismo cultural

(Martín de la Rosa, 2003).

Entendemos que en nuestra investigación es fundamental también definir el papel

que juega el Estado en relación a la actividad turística, ya que es el encargado de

asegurar que dicha actividad se desarrolle dentro de un marco administrativo,

legal e institucional beneficiando a la población residente, cuyos territorios serán

intervenidos, protegiendo el medio ambiente y generando ingresos de divisas que

permanezcan en el país. La intervención del mismo consiste en promover y

regular el desarrollo adecuado de la actividad a través de promociones a nivel

nacional e internacional, atraer inversiones extranjeras, elaborar planes

estratégicos, coordinar y financiar la infraestructura, brindar bienes y servicios,

resguardar la seguridad, entre otros (López Palomeque, 1999; Monforte Mir,

2000).

La Política Turística es una herramienta que busca a partir de distintos

lineamientos un mayor bienestar de los ciudadanos de un país, complementando

la actuación de los agentes privados que intervienen en el mercado turístico con la

finalidad de evitar comportamientos que alejen su funcionamiento del objetivo

principal. Para ello, el sector público regula la actividad turística, utilizando

medidas de tipo coactivo o concediendo incentivos con la finalidad de favorecer

determinadas iniciativas que no puede afrontar el sector privado por sí solo. Así el

objetivo principal del Estado debe ser crear y mantener las condiciones adecuadas

para fomentar la competitividad de las empresas y regiones turísticas. De hecho,

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15

su trabajo forma parte de los requisitos necesarios para que se pueda ofrecer una

experiencia turística integral de calidad, y sin él es imposible lograr la total

satisfacción del consumidor, su fidelización y la competitividad de los destinos

turísticos (Sancho, 1998).

No debemos dejar de lado el papel que cumple también el sector privado en el

impulso de la actividad, ya que para que el turismo se desarrolle de una manera

eficiente y adecuada es necesaria una tarea compartida entre ambos sectores. El

sector público es el encargado de crear el marco regulador, facilitador, promotor e

inversor, para que el sector privado, quien está a cargo de la generación de los

productos y la competitividad de la oferta, pueda trabajar en mejores condiciones

(Schulte Silke, 2003). En efecto,

“la experiencia turística integral (ETI) se compone de una amplia gama

de elementos donde se combinan bienes públicos y privados: cada uno

de los bienes y servicios que el consumidor adquiere durante su

estancia en el destino, además de los factores de entorno como paisaje

urbano y natural, actitudes de acogida por parte de la población

residente, seguridad, salubridad, etc. El consumidor tiene expectativas

respecto a la calidad de cada uno de esos elementos. Debido a la

amplitud del espectro de componentes de la experiencia turística

integral y a la inherente complejidad de las relaciones que surgen entre

ellos, sólo la acción pública es capaz de asegurar la coordinación entre

los distintos agentes implicados, a fin de responder a las necesidades

de los consumidores”. (Sancho, 1998: 172)

En este sentido, y siguiendo los planteos de Mantero (2004) en relación al

desarrollo local en los destinos turísticos, cabe remarcarse que “sustentar la

aptitud de negociar en la capacidad de gestión se torna responsabilidad y el

liderazgo casi inexcusable de la agencia municipal o, en su defecto, de la agencia

regional del desarrollo” (Mantero, 2004: 28), en relación al contexto de

competitividad que viven los destinos turísticos. Lo anterior supone una

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16

consideración amplia del concepto del desarrollo local asociado al turismo, en el

que confluyen múltiples dimensiones y actores. La identificación e inclusión de los

mismos supone la generación de un proceso beneficioso para la sociedad local.

1.4.2 Diferentes analogías en el estudio del turismo

En la teoría, las distintas formas que ha adquirido la actividad turística a lo largo de

la historia suelen ser asociadas al modo de organización de la economía en

general. En este sentido Ioannides y Debbage (1997), han elaborado una

clasificación en la cual se distinguen tres modelos bien diferenciados ligados a las

formas de producción y consumo del ocio turístico en las sociedades desarrolladas

y en vías de desarrollo. Estos son:

● El modelo Prefordista

● El modelo Fordista

● El modelo Postfordista

Cabe destacar que estos tres modelos de práctica turística pueden convivir en un

mismo espacio, y en algunos casos se pueden visualizar en la actualidad en

especial en economías subdesarrolladas o en vías de desarrollo.

En lo que respecta al “modelo prefordista” cabe remarcar que su aparición se sitúa

en torno a inicios en el siglo XIX. Este está representado por pequeñas empresas

de propiedad familiar y explotados por la misma familia. El número de trabajadores

y los niveles de tecnología empleados son muy bajos, con una pequeña inversión

de capital. Caracterizado por ser intensivo en el uso de mano de obra, con

utilización de técnicas orientadas a una producción limitada y mercados reducidos.

Cuenta con débiles habilidades de gestión, los empleados trabajan muchas horas

y ejercen varias tareas a la vez. Los turistas que consumen este tipo de turismo

son inexpertos por lo que se encuentran motivados por todas las formas de

turismo (Lopez Brenner, 2002).

Por su parte el “modelo fordista” se asocia con los métodos de producción

Page 22: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

17

fordistas. Estos fueron aplicados por primera vez en la compañía Ford Motor, en

Detroit, en 1913 bajo la dirección de Henry Ford (1863 -1947). La lógica fordista

constituye una forma de organización de la producción particular caracterizada por

hacer que la misma se realice en serie o en cadena. Consistía en dividir el trabajo

de un modo significativo haciendo que la producción sea segmentada y con un

operario responsabilizándose de modo repetitivo de una determinada tarea. Esta

forma de organización permitía producir bienes homogéneos en gran cantidad y a

bajo costo, haciendo viable que productos antes destinados a un segmento de

elite, ahora fueran accesibles a un público más amplio.

El fordismo dejó su huella en la historia por organizar a la producción de un modo

más eficiente, por lograr mejoras significativas en la situación financiera de

muchos trabajadores y por hacer accesible a sectores populares bienes antes

considerados costosos. Prevalece desde la segunda guerra mundial hasta la

década de los 80, pero en realidad, en muchos lugares sigue siendo el modelo por

excelencia. Frente a la búsqueda de nuevos mercados, dentro de estrategias de

globalización, las grandes compañías se esfuerzan por alcanzar una mayor cuota

de mercado, reflejando características que se han vuelto cada vez más comunes

tanto en la fabricación o producción como en el servicio al consumidor.

Las formas de producción fordista se caracterizan por ser en masa y en cadena.

Cada trabajador realiza una única función altamente especializada, el mercado es

denominado por un reducido número de productores, se elaboran y consumen

productos estandarizados al menor costo posible, orientados hacia mercados muy

amplios con escasa segmentación, existe poca competitividad entre los destinos y

una concentración temporal de las vacaciones. La demanda se caracteriza por ser

inexperta con un bajo nivel de exigencia, búsqueda de precios reducidos,

motivados por el sol, la playa y el exotismo, un consumo estandarizado, son

pasivos y estáticos.

La oferta turística fordista no ha sido capaz de incorporar avances tecnológicos

que permitan una innovación en los procesos de producción y una mayor

Page 23: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

18

capacidad de adaptación a las necesidades de la demanda. El principal objetivo

del turismo fordista ha sido el incremento del número de visitantes, siendo este el

principal responsable de los procesos de deterioro ambiental. La creciente

sensibilidad hacia los problemas ambientales y la progresiva implantación de una

ética ecológica entran en contradicción con las formas turísticas fordistas que

generan fuertes impactos ambientales en el destino.

De manera general el modelo turístico fordista que había prevalecido de forma

hegemónica desde la década de los 60 muestra, a mediados de los años 80,

claros síntomas de decadencia. En este contexto el modelo tradicional fordista es

lentamente sustituido por un nuevo modelo complementario a la oferta básica del

turismo de masas.

Ahora bien, en el caso puntual de la Argentina este modelo encuentra paralelismo

con lo que se ha dado en llamar el turismo industrial que si bien poseen una

amplia cronología que va de 1810 al 2000 aproximadamente. Para los fines de

esta investigación se toma en consideración el periodo trascurrido desde las

primeras décadas del siglo XX hasta 1955, momento en el cual el turismo de

masas alcanza su madurez. Como hemos enunciado anteriormente, el desarrollo

turístico de la ciudad de Necochea se ubica en el marco en el cual este modelo se

encuentra en desarrollo y podría decirse también en su mejor momento. A priori

se sostiene que su desarrollo turístico se ha caracterizado por el crecimiento

espectacular y casi ininterrumpido de la demanda y de la oferta y por una

expansión urbanística y una concentración espacial en torno a la línea costera.

También presenta elevadas tasas de estacionalidad propias del producto que se

comercializa (sol y playa), implicando que la demanda se concentre durante los

meses de verano. Además ello presenta un claro conflictivo ya que es un proceso

que se desenvuelve sin control ya que la mayor parte ha crecido sin ningún tipo de

planeamiento desencadenando la visita de grandes volúmenes de turistas lo que

conlleva al deterioro de los servicios públicos y privados.

El desarrollo del modelo post-fordista coincidió con los cambios culturales

Page 24: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

19

(posmodernismo), económicos (neoliberalismo) y tecnológicos de se profundizaron

a principios de la década de los 90, ello se plasmó, por ejemplo, en cambios en el

comportamiento del turista y en los patrones de viaje.

En el contexto de una sociedad en continuo cambio, ecológicamente cada vez

más concientizada, que demanda una nueva calidad de vida y consciente de los

efectos negativos del turismo masivo, ha sentado las bases para el resurgimiento

de un turismo diferente denominado alternativo, ligado a las áreas rurales y

naturales.

El mismo se caracteriza por un mercado bien diferenciado que produce bienes y

servicios de acuerdo a los gustos cambiantes del consumidor, intensifica los

desplazamientos cortos, coexisten grandes y pequeños productores, existe una

gran competencia entre las empresas, los consumidores son quienes determinan

la cantidad y el tipo de producto, mayor utilización de tecnología y constante

capacidad de innovación. Los turistas que lo practican poseen un alto nivel de

exigencia, son experimentados e independientes, están dispuestos a pagar más

por productos diferenciados, son activos, dinámicos y participativos.

En este último paradigma es en el cual la actividad turística se relaciona con la

sustentabilidad, ya que aumenta la preocupación por los impactos sociales,

económicos y ambientales. La Organización Mundial del Turismo ha adoptado un

enfoque sostenible para el turismo y lo define como:

“aquel que atiende a las necesidades de los turistas actuales y de las

regiones receptoras y al mismo tiempo protege y fomenta las

oportunidades para el futuro. Se concibe como una vía para la gestión

de todos los recursos de forma que puedan satisfacerse las

necesidades económicas, sociales y estéticas, respetando al mismo

tiempo la integridad cultural, los procesos ecológicos esenciales, la

diversidad biológica y los sistemas que sostienen la vida” (OMT: Guía

para administradores locales: Desarrollo Turístico Sostenible, 1999).

Para concluir resulta pertinente tener en cuenta como plantea la OMT que el

Page 25: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

20

turismo sostenible es “un modelo de desarrollo económico”, y no solo eso, que

busca mejorar la calidad de vida de la sociedad residente facilitando al turista una

experiencia inigualable que protege al medio ambiente.

Page 26: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

CAPÍTULO II

Turismo de sol y playa:

Antecedentes de su

investigación

Playa de Necochea, 1940. Fuente: Archivo Histórico del Museo Regional.

Page 27: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

22

2.1 Algunos estudios sobre la problemática turística desde una perspectiva

general

Existen diversos estudios que analizan el desarrollo del turismo a nivel nacional

con claras intenciones de historiar el fenómeno. Estos nos han permitido

comenzar a pensar distintas variables que atraviesan esta cuestión y que hacen

posible situar esta investigación en una perspectiva más amplia.

Entre estos trabajos podemos destacar el de Regina G. Schlüter, en “El turismo

en Argentina. Del Balneario al campo” (2003). Aquí se realiza un análisis

histórico de la actividad turística en Argentina durante el siglo XX. La autora busca

dilucidar diversas cuestiones que han marcado el rumbo del turismo en nuestro

país. Desde los grandes hoteles de lujo que marcaron el comienzo de un turismo

de élite, pasando por el desarrollo de las líneas ferroviarias, que conjuntamente

con las reformas que se produjeron en el ámbito laboral, durante los años

peronistas, dieron lugar a la popularización de la actividad. Así considera los

diversos balnearios de la costa Atlántica, como así también los inicios de las

agencias de viajes y líneas aéreas, y los Parques Nacionales. Además, cabe

destacar que su análisis se extiende hasta tiempos actuales lo que le permite

incorporar temáticas más recientes como son las cuestiones ambientales, turismo

alternativo y turismo rural.

Su trabajo resulta sumamente interesante ya que considera al turismo como una

herramienta de desarrollo en distintos espacios de Argentina y en especial para

las áreas rurales. Cabe destacar la importancia que le otorga, la autora, a los

Parques Nacionales en su papel de coadyuvadores en el desarrollo de la actividad

turística, y cómo funcionaron desde un principio hasta la actualidad, como un

fomento de los viajes de ocio, Además sostiene que el turismo ha hecho posible la

generación de una alternativa económica en las diferentes regiones donde se

ubican, en especial en las provincias que componen la Patagonia.

Por otro lado encontramos los estudios geográficos del turismo. Estos han estado

asociados a lo que se conoce como a una investigación de tipo tradicional,

centrando su atención en la descripción de los lugares turísticos abarcando

Page 28: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

23

solamente sus atractivos, su equipamiento y su configuración territorial. Dentro de

esta perspectiva otro grupo de geógrafos ha analizado al turismo exclusivamente

como actividad económica o como práctica social en sentido estricto. Por su parte

y buscando distanciarse de estas miradas Rodolfo Bertoncello en su trabajo

“Turismo, territorio y sociedad. El mapa turístico de la Argentina” (2006),

propone combinar ambas posturas en busca de generar una mirada diferente

sobre el turismo en nuestro país. Así ambas miradas permitirán caracterizar el

mapa turístico de Argentina. Propone en este sentido no solo hacer hincapié en el

estudio de los lugares turísticos (para describir sus rasgos fundamentales, sus

transformaciones a lo largo del tiempo y atributos que definen los atractivos

turísticos), como así también las modalidades que el turismo adopta en cada

momento, vinculado a las tendencias y transformaciones sociales por las que ha

atravesado el país.

En su análisis considera y caracteriza lo que se ha denominado “turismo

tradicional” que según el autor corresponde a una forma de organización del

territorio turístico que se consolida hacia 1970. Luego hará hincapié en describir

“el nuevo mapa turístico” en el cual se consideran las transformaciones que dicha

organización ha atravesado en las dos últimas décadas del siglo XX. Esta

distribución, según el autor, no debe ser interpretada como un quiebre en el

proceso de transformación, por el contrario, sostiene que el mismo se encuentra

caracterizado no solo por fuertes cambios sino también continuidades.

En esta línea el autor destaca que con el retorno a la democracia, en 1984, el

nuevo plan federal de turismo enumera para cada región del país los destinos

turísticos destacados y sus características. Entre ellos se encuentra Quebrada de

Humahuaca, Salta, Cataratas del Iguazú, Mendoza, Córdoba, Mar del Plata, entre

otros. Dicha descripción del sistema turístico nacional es tomada por el autor como

punto de partida para su análisis.

Según el autor, puede decirse que el período de consolidación del turismo en

Argentina define un mapa turístico integrado por destinos de gran importancia, que

Page 29: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

24

reciben una gran afluencia de turistas, y que pueden ser caracterizados en función

de atractivos específicos como sol y playa, por ejemplo. Sin embargo, más allá de

las cualidades intrínsecas de cada destino, son las funciones que la sociedad les

asigna junto con las posibilidades y la utilidad de hacerlo las que acaban

definiendo dicha condición. Las profundas y diversas transformaciones sociales y

económicas que se desarrollan a partir de la segunda mitad de los años setenta, y

que se consolidan en los noventa, se ven expresadas en el turismo definiendo un

nuevo mapa turístico argentino.

En un contexto en el que hay un paulatino abandono del modelo de desarrollo

orientado al mercado interno y con fuerte intervención estatal, dando lugar a un

modelo económico neoliberal abierto al mercado internacional y asociado a la

reducción del estado trae como consecuencia cambios en el mercado de trabajo:

precariedad laboral, flexibilización, aumento de la desocupación y por ende

disminución del salario. Esto trae consecuencias significativas para el modelo

turístico provocando una crisis en el turismo masivo por varias razones: el

empobrecimiento excluyendo a una gran cantidad de argentinos de la posibilidad

de realizar turismo, disminución de la cantidad de afiliados que se benefician de

los sindicatos, mayor flexibilidad laboral generando una fragmentación del tiempo

libre, entre otros. Dicha situación tuvo su máxima expresión, según Bertoncello, en

los destinos turísticos de sol y playa provocando consecuencias negativas en los

balnearios por la disminución de la actividad económica y la incapacidad de poder

invertir en el mantenimiento de su equipamiento o por la depreciación simbólica

que sufren como destinos turísticos al ser asociados con “los pobres y

perdedores”. Destinos turísticos en crisis que van perdiendo su atractivo a medida

que se van degradando sus condiciones materiales y simbólicas.

El mapa turístico argentino actual muestra infinidad de lugares valorizados como

destinos turísticos que coexisten y compiten con los tradicionales respondiendo a

las nuevas tendencias de la práctica turística orientadas a formas de turismo más

específicas (turismo alternativo) relacionadas con las tendencias de fragmentación

social y el consumo diferenciado según nichos de demanda dominantes en este

Page 30: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

25

nuevo contexto sumado a los avances tecnológicos.

Otro artículo importante para mencionar es “La política turística en la Argentina

en el siglo XX” (2006) de César Alejandro Capanegra. El mismo tiene como

objetivo ahondar en el rol jugado por el turismo como herramienta/estrategia de

política pública en los diferentes modelos de acumulación que han definido a

nuestro país en el siglo XX en nuestro país. Cabe destacar que el turismo es

objeto de la política pública por los beneficios económicos, sociales, políticos y

culturales que genera.

En un primer momento el autor considera el Modelo Agroexportador en sus

primeros cincuenta años (1880-1930). Alrededor de 1880 la Argentina se incorpora

a la economía mundial como exportadora de materias primas agrícola-ganaderas.

La clase dominante controlaba de manera monopólica las tierras fértiles y

establecía alianzas con el capital extranjero. La ideología dominante en lo

económico era el liberalismo con distintos grados de intervención del Estado. Este

cumplió un rol substancial en la consolidación del modelo ya que ocupó el

territorio, desarmó la resistencia autonomista, unificó la legislación básica, la

educación y la moneda, intervino en la economía (medidas fiscales y aduaneras),

desarrolló infraestructura, políticas de población y también fue un instrumento de

intervención social porque disciplinó el mercado de trabajo y se constituyó en

canal de movilidad social para las clases medias (Capanegra, 2006:45).

El turismo comienza a configurarse como política pública con la crisis de este

modelo. Así la actividad turística comenzó a expandirse durante la primera guerra

mundial, aunque cabe remarcar que en los años ´20 tuvo su mayor progreso con

la consolidación de las clases medias, la difusión del automóvil y las políticas

sectoriales. El mismo representó un instrumento de modernización que contribuía

de manera eficaz en la transformación de la Argentina de país rural a moderna

nación urbana.

Con la crisis de 1929, Argentina tuvo que readaptarse y pasar de un modelo

abierto de crecimiento a otro semi cerrado con una declinación de la base

Page 31: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

26

agropecuaria y de apertura comercial. En consecuencia despegara en forma

creciente una industria liviana sustitutiva de antiguas importaciones, que debería

de crecer bajo marcos de protección. En este período se consolida la centralidad

de la manufactura orientada al mercado interno conocida como industrialización

sustitutiva. Esta toma forma en los años comprendidos entre 1930 y 1945.

La función civilizadora que se le otorga al turismo registró un salto cualitativo en

los años ´30 donde las transformaciones legislativas (el sábado inglés, la jornada

laboral de 8 horas, las vacaciones obligatorias y pagas) favorecieron el desarrollo

del mismo en los sectores medios que luego se extendería a los sectores obreros

con el peronismo a mediados de la década del 40´. Así lentamente el turismo va

ganando terreno y va formando parte de la política pública. La misma puede

visualizarse en el papel que juega la acción del Estado en su desarrollo:

pavimentación de la RN2, ampliación de la red caminera, equipamiento urbano,

sanción de la ley 12699/39 de fomento turístico y de la ley 12103 de Creación de

la Dirección General de Parques Nacionales (Capanegra, 2006:48)

Los cambios se profundizarán en tiempos del peronismo (1945-1955), se introduce

un modelo socio-económico redistributivo con una economía industrial protegida y

orientada al mercado interno, el Estado se levanta como orientador de la

producción y agente redistributivo, con una modalidad corporativa de negociación

de las demandas. En lo que respecta a la política turística peronista es muy

ambiciosa y tiene rasgos característicos: figura en la planificación quinquenal del

gobierno, busca brindar como alternativa a los circuitos comerciales paquetes de

vacaciones a precios controlados, amplía y mejora la infraestructura turística,

incrementa la capacidad hotelera, aplica descuentos en las tarifas de transporte y

organiza el turismo popular y/o social administrado por el Estado, los sindicatos y

la Fundación Eva Perón. En este sentido, Capanegra sostiene que el gobierno

peronista reconoce que una activa intervención del Estado en el tiempo libre a

través de políticas turísticas para asegurar la difusión de los mensajes ideológicos

a través de canales distintos a los tradicionales, organiza y controla a las masas y

amplía su consenso político (2006: 51-52).

Page 32: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

27

Cómo ha podido observarse hasta aquí la cuestión del turismo como política

pública resulta central para comenzar a pensar este fenómeno. En este sentido,

Melina Piglia busca caracterizar los elementos que asume el turismo como

cuestión pública. En su artículo “La incidencia del Touring Club y del ACA en la

construcción del turismo como cuestión pública 1918-1929” pone de

manifiesto el modo en que,

“durante la década del 20, el Touring Club Argentino (TCA) y el

Automóvil Club Argentino (ACA) instalan al turismo como problema

público. Esto es posible ya que lo posicionan como una industria, como

fuente de civilización para los pueblos atrasados y como agente de

fomento de la salud pública, la armonía social y el patriotismo. Dichos

clubes demandaron la intervención estatal en la promoción y regulación

del turismo y buscaron reemplazar parcialmente la ausencia de la

acción estatal y orientar las políticas públicas” (2008: 51).

Estas dos entidades fueron clubes sociales y deportivos asociados al

automovilismo de la Argentina de entreguerras. Entre sus fundadores se destaca

la elite porteña de la primera década del siglo XX, fueron muy importantes al

desarrollar acciones públicas a favor de la vialidad, el automovilismo y el turismo,

alcanzando gran repercusión gracias a la prensa. En lo que respecta al TCA tenía

como objetivo fomentar el turismo en Argentina, brindando información a los

turistas y promoviendo excursiones y deportes mecánicos. De acuerdo con el

diagnóstico que daba a conocer la revista del club, en nuestro país el turismo no

era ni podía llegar a constituirse en lo inmediato como una actividad rentable. A

partir de la primera guerra mundial esta concepción se fue modificando ya que

esta situación desalentaba los viajes a Europa. El TCA comenzó a plantear al

turismo entonces como potencial fuente de riqueza, sobre todo para las zonas

atrasadas. Junto a la elite argentina, las dirigencias del TCA confiaban en que

también los extranjeros podían visitar nuestro país aprovechando la coyuntura de

la guerra (Piglia, 2008:53-54)

Page 33: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

28

Por otro lado, las intervenciones del ACA en relación al turismo se centraron en el

fomento práctico: la expansión de los servicios recreativos para los socios,

instalación de casillas y estaciones de servicio, publicación de mapas y guías,

propaganda, realización de conferencias y difusión de descripciones de los sitios

en el marco de las competencias deportivas organizadas por el club. Hasta fines

de los años 30 la demanda del ACA al Estado se concentró casi exclusivamente

en la cuestión vial. Recién a partir de 1938 surgió en su discurso la idea de que el

Estado debía regular la actividad turística.

Así puede visualizarse que durante este periodo el ACA tuvo como objetivo

promover el turismo en automóvil, es decir, que desde su perspectiva, la actividad

era un asunto privado y el club se concentraba únicamente en incitar a los

automovilistas de viajar por el país y facilitar su viaje, mientras el rol del Estado se

limitaba a proveer infraestructura vial necesaria. Por el contrario, el TCA instaló al

turismo como una cuestión pública que debía ser objeto de políticas públicas, por

lo cual la intervención del Estado estaría relacionada con la regulación, la

organización y el fomento de la actividad turística.

Estos avances llevan a la autora a interesarse por el rol de las políticas turísticas

en un periodo posterior. Así en el artículo “En torno a los parques nacionales:

primeras experiencias de una política turística nacional centralizada en la

Argentina 1934 – 1950”, la autora busca avanzar en el estudio de las políticas

turísticas a partir de la reconstrucción y el análisis de la misma llevada a cabo por

de la Dirección de Parques Nacionales (DPN) y de la Administración General de

Parques Nacionales y Turismo (AGPT), que fue quien la sucedió.

Como ya marcamos en el contexto de la primera guerra mundial y la posguerra se

desalentaron los viajes a Europa y se fomentaron los viajes al interior del país

demostrando los beneficios económicos que este producía. Es decir, que si el

turismo contribuía a la riqueza nacional y al desarrollo de las zonas atrasadas se

convertiría entonces en interés público y su fomento no debía limitarse solo al

sector privado, era necesaria la cooperación del gobierno. Así en octubre de 1934

Page 34: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

29

se sancionó la ley de Parques Nacionales, siendo el primer ensayo consistente y

sistemático de política turística nacional, la cual creó la DPN dependiente del

ministerio de agricultura. Este organismo estuvo a cargo de Ezequiel Bustillo hasta

1944 quien buscó cumplir con dos objetivos: el desarrollo económico de las zonas

comprendidas en los parques, su integración simbólica y material al territorio

nacional. Para ello era fundamental el turismo ya que para Bustillo este era un

instrumento clave para realizar ambos cometidos.

La política turística de parques de abocó a la construcción de los parques

nacionales como lugares turísticos, a través de la remodelación del paisaje, de la

inversión en infraestructura y de su instalación en el imaginario como lugar

turístico deseable y como paisaje patriótico. La misma estaba basada en la

propiedad estatal de los atractivos y podía imponer en su jurisdicción una

supervisión de la actividad privada en todo lo que pudiera afectar al desarrollo del

turismo.

Al analizar la trayectoria de estas primeras políticas turísticas nacionales en la

Argentina, la autora reflexiona en torno a dos cuestiones: en primer lugar la

nacionalización y mercantilización de los parques se asoció con una construcción

simbólica y material del paisaje que lo convertía en un paisaje extranjero. En este

sentido se puede tomar como ejemplo la “Suiza Argentina” que se materializó en

la reforestación con especies europeas, además de la introducción de peces

exóticos y la imposición de un estilo arquitectónico que imitaba las villas alpinas y

poco tenía que ver con las construcciones de la argentina. A partir de esa

extranjerización dichos paisajes se volvieron deseables para la elite. Si bien a

priori podría pensar que con el peronismo esto cambiaría el periodo analizado por

M. Piglia da cuenta que no se rompió con esta imagen previa (Piglia, 2012: 70).

En segundo lugar, la autora toma como punto de partida el análisis de las políticas

de la DPN y de la AGPT para a reflexionar y caracterizar al Estado peronista y sus

políticas públicas. Así ella encuentra continuidades en algunas de las premisas

que le dieron razón de ser a ambas reparticiones. Entre ellas se destacan la

Page 35: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

30

construcción de obras de infraestructura y hotelería, la propiedad estatal de los

atractivos naturales, la regulación y control de la actividad privada. En los 2 casos

la política de inversiones públicas apuntó a potenciar y articular la actividad

privada y no reemplazarla.

El análisis de la trayectoria de la AGPT, da a conocer por otro lado, las tensiones

que atravesaban las políticas turísticas peronistas. Por un lado, una política que

buscaba ampliar su capacidad estatal y por otro, una estrategia discrecional y

pragmática, que ponía aspectos importantes de la decisión y ejecución de políticas

turísticas en manos de la Fundación Eva Perón. Para la autora con ello el

peronismo pudo manejar diferentes prioridades y habilitaba un uso patrimonial de

los recursos del Estado.

2.2 Estudios de caso

Los destinos de sol y playa han comenzado a ser investigados desde distintas

aproximaciones y temáticas, aunque cabe destacarse que el turismo como

práctica social es un elemento central en las mismas como así también

perspectiva que privilegia el estudio de caso como punto de partida para el

análisis. En este sentido, a continuación, se podrán observar un conjunto de

trabajos que abordan dicha problemática a partir de cuestiones como:

surgimientos de los destinos, sus características, elementos que han hecho

posible su desarrollo, ocio, sociabilidad, etc.

Entre estos trabajos podemos mencionar “Las puertas al mar. Consumo, ocio y

política en Mar del Plata, Montevideo y Viña del Mar” (2002) compilado por

Elisa Pastoriza. En esta obra se analizan los balnearios como lugar de ocio, de

uso social y de consumo en el que se disputa el límite entre lo público y lo privado.

Esta perspectiva da lugar a una nueva línea para abordar los espacios turísticos

ya que comienzan a ser pensados como escenarios de desenvolvimiento social,

también resulta importante analizar cómo esta actividad influye en el crecimiento

de la ciudad, en este caso particular Mar del Plata, Montevideo y Viña del Mar.

Page 36: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

31

Para el caso de Viña del Mar, se observa una estrategia analítica que contrapone

dos realidades de la ciudad, el suburbio ferroviario y la villa de descanso (1870-

1910). Para los autores -Quiero, Sabatini y Booth- los suburbios representan una

autosegregación espacial por parte de las élites, siguiendo un modelo anglosajón

que habría tomado la burguesía local, en el cual la lejanía de las residencias les

permitía distanciarse de la densidad habitacional, considerada excesiva y, que a

su vez, les confería un mayor status a los miembros de la sociedad, que allí se

erradicaban. Así “la inauguración del primer tramo del ferrocarril Santiago-

Valparaíso en 1855 brindó una excelente oportunidad para ampliar el área

urbanizable hacia el norte” (Quiero, Sabatini y Booth, 2002: 37), que

conjuntamente con la abundante oferta de lotes a bajo precio y la belleza del

paisaje, convirtió a Viña del Mar en un lugar atractivo para que importantes

ciudadanos de Valparaíso e incluso Santiago, quisieran construir grandes

viviendas allí.

A medida que la ciudad se fue consolidando pudo observarse que comenzó a

desenvolverse a partir de la línea del tren y alejada de la costa, un proceso de

popularización de sus playas, de la mano de la estación del ferrocarril, que no fue

muy bien vista por la burguesía que allí se había establecido en los orígenes de la

la ciudad. Fue así como surge Miramar como un nuevo balneario, una playa de

difícil acceso, que le permitía a la élite “resguardarse” de la mirada de los

trabajadores, que habían irrumpido la exclusividad y privacidad de la costa de Viña

del Mar. Fue así como Miramar, ribera más sobria, rústica y con menos

comodidades, se convierte en el principal punto de encuentro para la

sociabilización de la burguesía que frecuentaba la playa.

En relación a la intervención gubernamental, si bien las demandas de la población

eran muchas, el financiamiento por parte del estado, no apareció sino hasta

después de la década de 1930. De la mano del gobierno de facto, liderada por el

Coronel Ibáñez del Campo (1927-1931), se concretó la modernización urbana tan

añorada de Viña del Mar, que trajo aparejada la apertura de la ciudad, al consumo

de la clase media. Entre las obras más importantes que se desarrollaron se

Page 37: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

32

encuentran la construcción del Casino, del nuevo palacio de descanso

presidencial, se terminó el Teatro Municipal y demás obras de infraestructura y

equipamiento que permitieron arrimar la localidad a la margen costera.

El segundo caso de estudio abordado en la ciudad de Montevideo, entre finales de

del siglo XIX hasta aproximadamente la década del ’40, momentos en los cuales

esta localidad experimentó el auge de la actividad turística, y además se produce

la valorización y construcción del espacio recreativo. Se intentará dilucidar cuál fue

el rol que asumió el gobierno local en dicho proceso con el fin de acondicionar los

recursos con que se contaban en vías de satisfacer la demanda turística.

En el período que va de 1868 a 1950 se observa una clara intención de

adquisición por parte del municipio de espacios colectivos, lo que le permite iniciar

proyectos para la expansión de los espacios recreativos, entre los que se

encuentran: el Club Náutico Carrasco y Punta Gorda, el Yach Club Uruguayo en el

predio municipal de la barra de Santa Lucía y el Polo Club. Los paseos marítimos,

con las ramblas como principal elemento del paisaje costero, representaron el eje

para el uso social de esta zona. Pero tenían una doble función, ya que además de

ser un espacio de recreación público, también sirvió de sostén al avance de la

propiedad privada, ya que durante el período se presenció una fuerte ampliación

del mercado inmobiliario, a partir de la especulación de la tierra y la construcción

de residencias en torno a estos paseos.

Para llevar adelante estos centros recreativos (expropiación y adquisiciones para

ampliación de parques y construcción de ramblas), el municipio recurrió a fuentes

extrapresupuestarias. Las principales fuentes de recursos y formas de financiación

fueron:

“1) aportes especiales sin reintegro y un préstamo de origen estatal; 2)

parte de los empréstitos externos contratados en bancos extranjeros

(1867, 1901, 1922); 3) emisión de deuda pública interna bajo la forma

de bonos y títulos con diferentes destinos en los que se incluye la

extensión de la infraestructura urbana, y 4) adelantos del Banco de la

Page 38: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

33

República para la adquisición de terrenos” (Da Cunha, 2002; 125).

Y para afrontar el pago de estas deudas y demás obras

“1) recuperación de costos mediante gravámenes a los propietarios en

casos concretos, como la pavimentación de las ramblas, a partir de

1921, y 2) fondos generados en la venta de terrenos sobrantes en el

diseño de parques y ramblas” (Da Cunha, 2002; 126).

Así entre 1904 y 1909 el paisaje de las playas de Montevideo iniciaba su segunda

transformación vinculada al acercamiento social al mar. De la mano de diversas

obras como la construcción de ramblas, el alumbrado público, el seguimiento y

control del aprovechamiento comercial privado de las playas y la reglamentación

de la ocupación comercial del Parque Urbano. Junto con ello llegara el control de

estado sobre las mismas, en 1917 nace la Ordenanza de Playas, reglamento que

apunta a fiscalizar y ordenar las conductas de los usuarios y concesionarios dentro

de la zona costera, equipamiento, como así también la vestimenta que se

consideraba adecuada para asistir a la misma. A partir de la década del 30 se

registra un nuevo cambio en relación con el mar y la costa, con la modernización

de los trajes de baños, la utilización del bronceado como símbolo del “ocio

saludable”, el traslado de los veraneantes hacia la playa con la indumentaria

adecuada y la crisis económica de 1929, hizo peligrar a los concesionarios de

servicios, en especial a los que poseían casillas de baño. Según Cunha para el

caso de Montevideo, en el periodo analizado se observó una clara voluntad

política de transformar a la ciudad y acrecentar así el flujo turístico. El accionar del

municipio fue claro en la búsqueda de recursos para el financiamiento de diversas

obras, y por otro, el establecimiento de reglamentaciones que controlaban, no sólo

el uso comercial, sino que también social de los espacios recreativos de carácter

público.

Cabe mencionarse también el artículo de E. Pastoriza, “Turismo Social y

acceso al ocio: el arribo a la ciudad balnearia durante las décadas peronistas

(Mar del Plata, 1943-1955)”, en el libro “las Puertas al Mar”. Aquí la autora analiza

Page 39: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

34

los factores que han permitido el desarrollo turístico de la localidad. Ella observa

que la ciudad de Mar del Plata a partir de 1910 atraviesa un proceso de

modernización, que se encuentra en clara consonancia con el que vivió el país

entre los años 1880 y 1930. Este período se caracterizó por la expansión

económica, social y territorial que se vio favorecido por la abundante oferta de

tierras loteadas, inversión que se aconsejaba realizar por aquel entonces, ya que

se veía favorecido por el clima de la especulación, durante los primeros años del

siglo XX. A esto también hay que sumarle el aumento poblacional que sufrió la

ciudad, por los numerosos inmigrantes que allí se emplazaron, aunque muchos se

instalaron en las áreas rurales, una gran porción de ellos se ubicaron en el núcleo

de la ciudad, lo que favoreció la diversificación de la economía.

Desde la llegada del ferrocarril en 1886 (extensión de la línea férrea, que hasta

ese entonces llegaba a la ciudad de Maipú), Mar del Plata era el balneario por

excelencia de la élite porteña, pero con la llegada del peronismo hubo cambios

importantes. El turismo social significó el acceso de la clase obrera al ocio,

enmarcado por ciertas reivindicaciones como fueron el aguinaldo, las vacaciones y

la jubilación. Si bien el socialismo en el poder comunal, ya había planteado en la

década del ’20 quitarle el sesgo exclusivista al verano y modificar la índole social

de los veraneantes, fue el peronismo quien le dio un marco legal e hizo posible el

fomento del mismo. Así, la manera en que el peronismo prestaba sus servicios,

fue bajo la construcción de complejos turísticos (los más importantes en Río

Tercero, Córdoba, y Chapadmalal, Buenos Aires), la adquisición de hoteles, ya

sea propios o alquilados a los gremios durante las temporadas estivales, y

diversos planes encarados por cada provincia, bajo el lema “Usted paga el viaje, la

provincia el hospedaje” (Pastoriza, 2002:100).

Junto con este cambio que se relaciona con las políticas públicas que fomentaron

el turismo en la ciudad de Mar del Plata también emergió una legislación que

reglamentaba las costumbres y comportamientos, además del equipamiento a

instalarse sobre la arena, la autora menciona el Reglamento de Baños que estaba

vigente desde el siglo XIX, sancionados por el Estado nacional, teniendo como

Page 40: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

35

base el Código Civil. La ley 4.739/39 de Urbanización de Playas y Riberas,

representó el marco para la construcción de las grandes obras (Rambla Casino y

demás construcciones en Playa Grande), que dio lugar a partir de diversas

construcciones la arquitectura de la costa cambiará radicalmente y se pusiera fin a

los establecimientos precarios que la habían caracterizado décadas atrás. Así “la

Nación inicialmente produjo la legislación general, pero en forma posterior

reconoció la potestad provincial en las playas y limitó su actuación, dejando

establecida su jurisdicción a las cuestiones relativas a la navegación” (Pastoriza,

202: 136), el final de la década del ’30 marcó, definitivamente, la posesión

provincial de la jurisdicción de las costas. Este hecho provocó un largo conflicto

entre el gobierno local y el provincial, por el dominio de este espacio, ya que no

sólo se presentaba como un escenario de identificación cultural, sino que también

representaba una importante fuente de recurso financiero para ambos. El

argumento peronista que justificaba su accionar, se basaba en una planificación

centralizada del turismo, que evitará la inequidad en la distribución de las

necesidades económicas y paisajísticas en la provincia. Pero los enfrentamientos

por esta cuestión continuarían por varias décadas.

También podemos mencionar el trabajo “Prácticas de sociabilidad en un

escenario argentino. Mar del Plata 1870-1970” de Graciela Zuppa, Mónica

Bartolucci, Gabriela Méndez y Elisa Pastoriza (2004). El mismo es el resultado

de un proyecto de investigación elaborado en la Facultad de Arquitectura,

Urbanismo y Diseño de la Universidad Nacional de Mar del Plata, en el año 2000.

Las autoras intentan, a través de diversas investigaciones, dar a conocer la mirada

social, cultural y política de la ciudad de Mar del Plata desde la formación como

balneario hasta la década de 1960. Según las autoras estas miradas son

importantes para poder observar las variaciones en el espacio (evoluciones o

regresiones) por la que ha atravesado el destino y que pueden observarse a

través del tiempo en los cuales las distintas formas que toma “la sociabilidad”

resulta fundamental para el análisis.

Así la sociabilidad es el eje central que articula las distintas investigaciones que

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36

condensa el libro. Las autoras parten de reconocer que la conceptualización que

utilizan como punto de partida ha sufrido cambios y a implicado diversos enfoques.

Así en sus inicios se lo consideraba como sinónimo de vida cotidiana, historia de

las costumbres, buena educación y en ocasiones, únicamente sinónimo de vida

política o religiosa. Ellas pretenden avanzar en esta conceptualización, además de

redefinir el concepto a partir de enfocarse en las relaciones que los individuos

establecen en los espacios de ocio, en campañas políticas o para conseguir

matrimonio, por ejemplo. Los trabajos se centran en las experiencias que los

sujetos obtenían en sus relaciones cotidianas y encuentros sociales con cierta

frecuencia, lo que conlleva a los actores a desarrollar vínculos familiares, al

consumo de bienes materiales y simbólicos y a la manifestación de las

desigualdades sociales y políticas. Avanzar en el conocimiento de estos

elementos les permitirá acercarse a los nuevos espacios para el disfrute del

tiempo libre que impulsan las prácticas dentro de la cultura del ocio como gestos,

vestimentas, juegos, encuentros, bailes, deportes, teatros, entre otros.

El grupo de actores a analizar estará conformado por la elite porteña, los

residentes y por último los turistas que practican el turismo de masas, todos ellos

insertos en un estado en plena modernización y en una cultura de ocio y turismo.

En “Sociabilidad y familia. Matrimonios y sociabilidad. Mar del Plata, 1870 –

1900”, G. Méndez, pretende identificar los vínculos, lazos e interacciones

establecidas por los habitantes de la ciudad de Mar del Plata que conducen al

matrimonio. La autora considera al matrimonio como uno de los actos más

importantes en la vida, por lo que supone que el estudio de las relaciones sociales

para su concreción permite descubrir los modos de sociabilidad particulares. La

investigación se llevó a cabo a través del análisis de las actas matrimoniales del

periodo seleccionado. Para comprender el fenómeno de las relaciones sociales es

muy importante para la autora tener en cuenta las relaciones parentales como la

pertenencia étnica pero también los vínculos establecidos de manera vertical

como por ejemplo, las relaciones económicas de superioridad. A modo de

conclusión, la sociabilidad llevada a cabo por los actores sociales en las últimas

Page 42: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

37

décadas del siglo XIX en Mar del Plata, se aleja de una mirada simple, sino que

requiere de un análisis de tipo complejo y complementario hacia una visión

integradora.

Por otro lado, G. Zuppa en el capítulo “Sociabilidad y espacio. Prácticas de

sociabilidad en la construcción de la villa balnearia. Mar del Plata y el acceso

al siglo XX”, relaciona el concepto de sociabilidad con los vínculos que

establecen los grupos entre sí, como así también con las acciones interpersonales

que estos plasman en sus encuentros. Dicho sistema de relaciones informales

necesita además, de una serie de aportes como el lenguaje, la indumentaria, los

gestos y los objetos que refuercen la lectura de las representaciones de los

actores (Zuppa, 2004: 56). La autora buscará distinguir diferencias y similitudes en

las formas de sociabilidad entre los residentes de la ciudad de Mar del Plata y los

veraneantes porteños a través de los gustos, los usos de signos culturales

materiales e inmateriales y de la construcción de los entornos espaciales. Según

Zuppa,

“el escenario en el cual se llevan a cabo los encuentros sociales resulta

ser un campo espacial móvil (abierto potencialmente cuyos límites son

fronteras dinámicas) y significativo en el que se construyen nexos, se

movilizan estrategias y se modifican disposiciones” (Zuppa, 2004: 56).

Antes de la llegada de los veraneantes a Mar del Plata, los residentes ocupaban

su tiempo libre en billares, canchas de bochas, pelotas, tiro al blanco, orquestas,

bailes, carrera de bicicletas, entre otros. Pero la playa comenzó lentamente a ser

un espacio codiciado por aquellos que buscaba en nuestro país un lugar para

descansar así comenzaron a gestarse distintos proyectos en pos de satisfacer la

demanda de los futuros veraneantes. Los variados servicios buscaban atender los

gustos de los veraneantes, en especial, porteños. Esta situación fue configurando

dos universos el de los “residentes locales”, quienes avanzaban lentamente

instalando lo que podían y como podían; y “los veraneantes”, que gracias a la

inversión empresarial realizaron instalaciones costosas. Así se fueron

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38

construyendo diversos espacios que transformaron la ciudad. Las nuevas

demandas permitieron la construcción de hoteles, el arribo de trenes de pasajeros,

mejoramiento de los accesos, el embellecimiento de la ciudad, etc. (Zuppa,

2004:59)

La llegada de veraneantes y de inversiones marcará una clara división en la

ciudad que se verá representada por residentes y turistas. En este sentido se

visualizará la “ciudad de los residentes” al norte de la misma en torno a la playa

“La Perla” en la cual los servicios que se ofrecían eran modestos y precarios. En

contraposición, la elite veraneante se ubicó en la Rambla Bristol, construida con

un estilo afrancesado en la que se encontraban diversos locales comerciales,

confiterías, clubes y cines. Dicha élite se caracterizaba por el gran despliegue de

la posesión de bienes y un comportamiento sofisticado y ostentoso. La exhibición

de indumentaria europea y los modales refinados conformaban su clase de vida

concentrada en la competencia de lujos y el buen gusto (Zuppa, 2004:62-63).

La influencia del veraneante penetró en diversos ámbitos de la ciudad. Así el

comportamiento social en los hoteles del balneario respondía a formas adoptadas

en ámbitos porteños y europeos, marcando las formas de relación social, hasta

que los visitantes deciden construir sus propias viviendas. Estas últimas fueron

objetos de cultura material que reproducían prácticas sociales y comportamientos

de sus propietarios. En esta misma línea se encuentra la indumentaria que

permitía la identificación frente a otros, expresando así distinción y marcando

diferencias sociales.

Estos elementos le permiten a Zuppa (2004) sostener que tanto residentes como

veraneantes crearon un conjunto de representaciones implicaron y generaron

relaciones de interdependencia. Ambos constituyeron dos mundos de complejos

significados, capaces de estratificar la organización de la villa balnearia; su

proximidad permitió el entrecruzamiento de solicitudes y demandas, como el

conocimiento recíproco y diferenciado entre ellos. Investigar los ámbitos de

sociabilidad de ambos grupos permitió individualizar señales de comunicación,

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referencias legitimadoras de cada uno y comportamientos adoptados para poder

comprender los modos de interacción social. Las formas de comportamiento

analizadas y las actitudes adoptadas responden a factores culturales, los cuales

permitieron caracterizar las formas de apropiación del espacio, la construcción de

representaciones, los modos de emitir efectos simbólicos frente a otros y las

formas de referenciar las posiciones sociales.

En el caso del capítulo de Mónica Bartolucci , “Sociabilidad y multitudes. La

foto en “La Bristol”. Sociabilidad, circulación y consumo en la década de los

sesenta en Mar del Plata” propone una mirada diferente y original de la época.

Durante la década de los ´60 la sociedad Argentina tenía 2 visiones del mundo a

veces opuestas y otras complementarias. Por un lado, una sociedad apegada al

consumo y al bienestar material producto de las sociedades capitalistas, en este

sector se ubica la clase media tradicional; y por otro una sociedad integrada por

jóvenes que a partir de la política buscaban generar cambios y reformas que

conllevarán a una revolución. Ambas visiones generaron tensiones culturales, las

cuales formaron parte del proceso de modernización.

En este contexto, Mar del Plata fue un ámbito esencial para el desarrollo del

consumo del ocio durante el verano, lo que permite considerarla como un

escenario privilegiado para observar los cambios culturales de la época. Así el

turismo de masas impulsó el comercio, la hotelería y la construcción (en sus

diversas ramas) transformando no solo la ciudad sino también a residentes,

veraneantes y clase dirigente. La sociedad y sus dirigentes ya no observaban a

los balnearios europeos para su imitación. Los cambios que se producían en la

ciudad eran muy bien vistos (Bartolucci, 2004:110-111).

Los turistas que visitaban Mar del Plata no buscaban paz y descanso durante sus

vacaciones, sino, por el contrario el ruido y la saturación típica de las ciudades

modernas .El corazón de la nueva ciudad renovada era la Rambla Bristol-Casino,

un paseo informal sobre un tablado frente a las casillas de baño, reconocido como

un lugar de encuentro de la elite. Desde sus orígenes fueron perfeccionando su

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40

aspecto para ofrecer al visitante un sitio de consumo y placer. Decenas de

fotógrafos ofrecían sus servicios con dicha edificación detrás o con la imagen de

los lobos marinos de cemento, ya que llegar a ambos lugares era resultado de una

conquista social.

Según Bartolucci, al observar la playa desde arriba se distinguen un conjunto

indiferenciado de construcciones y gente, desde lejos parece una totalidad

homogénea, sin embargo, al mirar detenidamente los espacios en relación con los

hábitos muestra signos de diferenciación social. El espacio ocupado por los

balnearios privados demostraba una sociabilidad diferente entre las personas,

reproduciendo vínculos más sólidos de los que se dan en la orilla, ya que el

alquiler de espacios de sobra implicaba semejanzas económicas y una similitud de

gustos e intereses entre los compañeros, y la reiterada sociabilidad anterior al

verano. Se caracterizaban por ser grupos de una clase media acomodada

(Bartolucci, 2004:117-118).

La década de los ´60 demostró una serie de cambios culturales en la Argentina:

desde el punto de vista económico el país vivió un proceso de concentración que

apuntó a sostener el consumo de los sectores medios, fortalecidos después de

una serie de conquistas laborales y sociales vividas durante el primer y segundo

gobierno peronista. Realidad que tendió a la sociedad al consumo de bienes

materiales y simbólicos. El turismo se convirtió en un bien que afirmaba la

identidad de la clase media. Por lo tanto, la sociedad en “La Bristol” demostraba

las características de la época, donde convivían ocasionalmente tres sectores

sociales (burgués, medio y popular) generando, según la autora, un imaginario en

el que la ciudad era un “espacio para todos”.

Otro trabajo que merece ser destacado es el dirigido por E. Pastoriza, “Un mar

de memoria. Historias e imágenes de Mar del Plata” (2009). Los distintos

trabajos que componen la obra buscan reconstruir el desarrollo de la ciudad y el

turismo a través de testimonios, relatos e imágenes durante el período

comprendido entre la década del 30 hasta la actualidad. Resalta la importancia de

Page 46: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

41

la fotografía en el análisis histórico, ya que son las que confirman y refuerzan las

narraciones de inmigrantes, turistas y residentes. Estos trabajos han sido de gran

importancia para comenzar a pensar la problemática que nos ocupa. El trabajo de

investigación retrata aspectos del balneario y las formas de socialización entre los

actores, como así también la vida rutinaria de los residentes como partes

integrantes de una misma ciudad, dando a conocer la memoria social, política y

cultural de la misma.

El mar es una de las temáticas que abordan Favero, Pedetta y Portela (2009),

para estos, el mar hizo posible el surgimiento de la ciudad, ella creció junto a él, lo

que le otorgó sentido a su identidad. En este sentido debe considerarse que, si

bien “el mar” permitió generar una importante actividad turística, es parte

integrante de la vida cotidiana de los marplatenses representando su lugar de

trabajo y de radicación de barrios y viviendas.

Hacia fines del siglo XIX los primeros visitantes hacían uso de él únicamente para

baños curativos, a medida que el balneario fue creciendo y mayor cantidad de

personas accedían a él se creó un estricto reglamento el cual establecía que trajes

de baños eran adecuados y delimitaban los sectores masculinos y femeninos.

Durante los años ´30 y ´40, las variaciones en el turismo y en el empleo del

espacio público hicieron que cambiara la relación con el mar. Nuevos sectores

sociales tuvieron acceso al disfrute de la ciudad, hombres y mujeres ya no se

bañaban por separado, el mar comenzó a ser escenario de nuevas prácticas

turísticas como por ejemplo los deportes acuáticos. La villa se transformó en

ciudad y multiplicó su población estacional como permanente. Resultó ser una

urbe con características turísticas de masas y con una vida activa y dinámica

durante todos los meses del año.

Por otro lado, Bartolucci y Pilcic (2009) analizaran la ciudad material. Para estas

autoras, a lo largo del siglo XX la ciudad ha atravesado cambios espaciales

acelerados con el fin de modernizarse y convertirse en la ciudad turística de la

Argentina en la que vacaciona gran parte del país. Los grandes cambios edilicios

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que sufre Mar del Plata son acompañados por una transformación social. Entre los

grandes cambios pueden mencionarse: el reemplazo de la clásica rambla con un

estilo afrancesado construida en 1913 por los complejos Bristol Casino y Hotel

Provincial, la pavimentación de las principales rutas de acceso, la demolición de

las casonas con el fin de dejar disponibles terrenos para la construcción de

edificios de altura, entre otros. Todos estos proyectos estarán orientados a dotar a

la ciudad de capacidad para alojar una masa importante de turista y dar por

iniciado el proceso de turismo masivo en la ciudad.

Consumo y ocio es otras de las problemáticas abordadas en este libro que resulta

fundamental para pensar la conformación de los destinos de sol y playa en las

primeras décadas del siglo XX. Así M. Piglia y M. Pedetta (2009) plantea que si

bien hacia fines del siglo XIX Mar del Plata era un lugar de entretenimiento

exclusivo de las elites con mayor poder económico, el transcurrir el siglo XX, fue

abriendo sus puertas a nuevos sectores sociales y junto con ellos surgieron

nuevos gustos y modas que reinventaron los consumos y el uso de las playas y de

los lugares de la ciudad en relación a sus “usuarios”.

También los hoteles serán objeto de investigación. Para E. Pastoriza y F. Reis

(2009) resulta fundamental adentrarse en el recorrido que la hotelería ha

transitado, ya que los recuerdos de la vida en los hoteles que se instalaron en la

costa permiten observar y analizar el desarrollo de la ciudad. También hace

posible una comprensión más amplia de las relaciones sociales. Buscará dar

cuenta de las diferencias y similitudes que caracterizarán la hotelería, así se

podrán visualizar distintas realidades como los hoteles equipados para las elites

porteñas (grandes edificios con salones de baile y juegos, con muchas

habitaciones con alas especiales para el personal de servicio y con 3 o 4

comedores), los generados por emprendimientos familiares (durante la década del

´20 y del ´30 respondiendo a las demandas de la clase media), los surgidos por

iniciativas del Estado (como consecuencia del declive de la hotelería de lujo) y

aquellos diseñados para el turismo social y el hospedaje sindical.

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Por su parte B. Favero S. Delgado y F. Reis (2009), plantean como eje

fundamental de su investigación las relaciones sociales que se vincularon con

distintos ámbitos de sociabilidad, que a su vez les permite abordar “rasgos

identitarios de la ciudad de masas” (2009: 109). En lo que respecta a su análisis

sobre la presencia de la elite porteña en la ciudad en la temporada veraniega

sostiene que esta buscaba un estilo propio, pero a la vez muy europeizado, que

promovió pautas culturales muy definidas por el deseo de la distinción, el

refinamiento y la exclusividad. En cuanto a la población estable su rol fue algo

diferente en especial porque fue un sector que se transformó en la mano de obra

permanente y complementó los servicios necesarios para el desarrollo turístico de

la villa balnearia. Así la ciudad permite visualizar un escenario en el que se ven

reflejada una compleja dualidad en los comportamientos y las prácticas: por un

lado, una más refinada y exclusiva propia de los veraneantes, y por otro, una más

simple, modesta y familiar de los residentes que no dejaban de mirar al otro.

En este contexto, las autoras destacan la búsqueda de una “sociabilidad deseada

a partir de diversas estrategias de ascenso social desarrolladas por los distintos

sectores que llegaron a la villa desde principios del siglo XX” (Favero et.al 2009:

110). Además, debe tenerse en cuenta que entre 1930 y 1950 la playa fue

conquistada por un turismo masivo originándose, como consecuencia, nuevas

aéreas de sociabilidad unidas a los cambios culturales de la época. En

consecuencia “la sociabilidad deseada” fue cambiando su aspecto, igualmente

siempre concibiendo la idea de que Mar del Plata es el escenario ideal para

conquistar una posición social.

Otro trabajo que merece atención particular es el de Elisa Pastoriza: “La

conquista de las vacaciones” (2011). Como la mayoría de sus trabajos, este,

tiene como protagonista a la ciudad de Mar del Plata, presentando una breve

historia del turismo en nuestro país. Paralelamente considera la conformación del

sujeto social que lo desarrolla: el turista, haciendo hincapié en los fenómenos

sociales y culturales que lo definen como tal. Su investigación comienza hacia

fines del siglo XIX cuando surgen los primeros balnearios en la costa bonaerense,

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estando destinada la práctica del turismo a la clase alta. Finaliza su análisis a

mediados del siglo XX cuando el turismo se masifica con las políticas públicas

llevadas a cabo por el peronismo permitiendo el acceso de las clases medias y de

los trabajadores al consumo del tiempo libre y las vacaciones pagas.

En este sentido, y en relación a los objetivos de la autora, el libro se encuentra

dividido en 3 partes. En la primera y segunda sección analiza la construcción y la

evolución de algunas de las ciudades costeras como Necochea, Miramar, Mar del

Sud y Ostende. La autora pone el acento en la definición de estas ciudades como

balnearios, remarcando los aspectos socio-económicos que formaron parte de la

misma, y le dieron sentido como tales. Paralelamente, desarrolla también otros

espacios que cobraron importancia por, además de tener grandes atractivos

naturales (sierras y montañas), poseer climas beneficiosos para la salud como

Córdoba y Mendoza.

En lo que respecta a nuestro estudio de caso, E. Pastoriza sostiene que la ciudad

de Necochea es considerada el segundo balneario atlántico de la Argentina,

después de Mar del Plata. Comienza con una breve descripción geográfica e

histórica del surgimiento de la ciudad, además de hacer hincapié en el desarrollo y

crecimiento de la misma como balneario. Destaca la llegada del ferrocarril (febrero

de 1892) como dinamizador de la región como a partir de este se va afianzando la

idea de complementar la economía agrícola – ganadera de Necochea con la

formación de un balneario. Años más tarde comenzaron a construirse los primeros

hoteles e infraestructura necesaria para la recepción del turista consolidándose

como uno de los balnearios más destacados del país.

El surgimiento de estos nuevos balnearios y las transformaciones en el turismo

serrano configuran un nuevo mapa turístico en el país que tuvo como corolario una

mayor urbanización y modernización. Dichas transformaciones se desarrollaron en

un contexto de crisis económica de 1929 en el cual los conservadores retornaban

al poder luego del golpe militar (1930). La crisis implicó la disminución de los flujos

migratorios internacionales y provocó migraciones masivas hacia el litoral. Esto fue

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potenciado por el proceso industrial de sustitución de importaciones que se genera

en respuesta a la crisis y a la posterior Guerra Mundial. De esta manera, la

tradicional élite dirigente, nuevamente en el control del Estado, será quien lleve a

cabo un segundo proyecto modernizador, de carácter económico y social, en

simultáneo con la restauración de un orden político restrictivo.

A partir de 1930 la Argentina atravesará transformaciones en distintos ámbitos

aunque especialmente en el plano económico. Estos cambios permitirán nuevas

formas en el uso del tiempo libre, además harán aparición nuevas ideas y

prácticas recreacionales en las que comenzarán a formar parte nuevos tipos de

visitantes. Así se generaron iniciativas conjuntas de la gestión estatal nacional y

provincial, junto a la sociedad civil para poner en marcha un complejo programa

turístico, en el que nuevos turistas acceden a nuevos bienes sociales.

La autora afirma que el cambio social, las políticas públicas y las iniciativas

privadas que se llevaron a cabo durante los años 30 por los conservadores,

sentaron las bases de las políticas peronistas que harían posible unos años más

tarde conformar un turismo de masas. Entre ellas se destaca la construcción de

caminos, obras de infraestructura, modernización y disminución de los precios de

alojamiento y el transporte. Fueron iniciativas apoyadas por un plan de amplia

difusión y propaganda en la prensa, el cine y la radiofonía. También tuvieron gran

protagonismo las asociaciones civiles vinculadas al Automóvil Club Argentino y el

Touring Club Argentino en el desarrollo de la vialidad y la construcción de

caminos, generando una incipiente “cultura del automóvil” (Pastoriza, 2011:144-

149).Dichas transformaciones generaron tensiones entre las elites y los nuevos

sectores sociales que comenzaron a tener acceso a los balnearios y que

manifestaron diferentes hábitos de consumo, gustos y desplazamientos.

Finalmente, en la tercera y última parte del libro Pastoriza desarrolla las políticas

peronistas orientadas a la implantación del turismo popular en la Argentina,

colocando las cuestiones de tiempo libre y ocio en un lugar destacado del Estado

Nacional. La implementación de las vacaciones pagas, por ejemplo, permitieron el

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acceso a las clases obreras y trabajadoras al consumo turístico, conllevando a una

amplia gama de planes vacacionales y excursiones garantizando el hospedaje.

Mediante el viaje turístico se pretendía que nuevos actores conocieran la historia y

los paisajes de la Nación. Este proyecto social de las vacaciones populares

produjo un gran impacto y significación en la memoria colectiva de la sociedad

argentina marcando un antes y un después, otorgándole al turismo dos roles bien

definidos: indicador de distinciones e inclusiones sociales.

Para finalizar, siguiendo con la temática abordada por Pastoriza en relación a Mar

del Plata como estudio de caso, hemos seleccionado tres artículos breves de la

misma pero cada uno con un enfoque diferente que permiten ampliar la

perspectiva estudiada. El primero de ellos se denomina “Estado, gremios y

hoteles. Mar del Plata y el peronismo” (2008); el segundo “El turismo social

en la Argentina durante el primer peronismo. Mar del Plata, la conquista de

las vacaciones y los nuevos rituales obreros, 1943-195” (2008); por último,

“Dos balnearios atlánticos entre el fin de siglo y la crisis del treinta. San

Sebastián y Mar del Plata. Un ejercicio comparativo” que E. Pastoriza realizó

junto a C. Larrinaga (2010).

En estos artículos, la autora hace especial hincapié en el desarrollo de la ciudad

de Mar del Plata como balneario turístico, y en particular como se fue dando la

masificación de la actividad, ésta apoyada por las políticas sociales durante los

gobiernos peronistas. En el primero de los artículos mencionados aborda la

trayectoria del hospedaje en la ciudad y su modificación a partir de la intervención

de los gremios y el gobierno. La diversidad social de los veraneantes que asistían

a la ciudad, dio lugar a la diversificación de los modos de albergue, conjuntamente

con el decaimiento de los grandes hoteles de lujo que caracterizaron a Mar del

Plata desde finales del siglo XIX y principios del XX. Así la hotelería tradicional fue

poco a poco desplazada por los departamentos, el hospedaje estatal y el gremial

cambiando radicalmente las características de los mismos. El escenario podría

plantearse de la siguiente manera: la clase media obrera podía acceder a la

adquisición de inmuebles en la costa, lo que favoreció el boom de la construcción;

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también existía la posibilidad de hospedarse en colonias de vacaciones y hoteles

organizados por la Fundación Eva Perón, a partir de convenios que esta

organización realizaba con diferentes gobiernos provinciales, bajo la propaganda

“Usted se paga el viaje, la provincia el hospedaje” muy difundida en la época. Esto

provocó el decaimiento de gran parte de la hotelería tradicional como ya

marcamos, muchos de ellos fueron demolidos, otros se reconvirtieron en

propiedad horizontal y los de mayor categoría tendieron a achicarse, dando inicio

a la transferencia de algunos de ellos a las organizaciones sindicales (Pastoriza

2008).

Para la autora “estos modernos complejos vacacionales representaron la

consumición de una tendencia anterior” (Pastoriza, 2008: 19) refiriéndose a

diversos ensayos que se venían poniendo en práctica, con el fin de atender el ocio

popular. En este sentido la autora destaca el Complejo Vacacional en Los Cocos

de la Asociación cristiana de Jóvenes, las empresas ferroviarias británicas que

construyeron hoteles y complejos recreativos en Córdoba y Mendoza, el antiguo

Ferrocarril Buenos Aires-Pacífico inauguraba en 1912 en Yacanto una colonia de

vacaciones, lo propio hace 1921 el Ferrocarril Central Argentino en Alta Gracia,

entre otros.

En el segundo artículo, E. Pastoriza (2008), intenta a partir de la recopilación de

un conjunto de hechos que terminaron por convertir a Mar del Plata en la gran

figura de la costa Atlántica, abordar y develar el significado que estos hechos

tuvieron para el común de la gente, además, deja a partir de su análisis entrever el

mensaje político que el gobierno deseaba instalar en la sociedad. Así el tiempo de

las vacaciones y del viaje turístico se convirtió en la conquista de la clase obrera.

En particular la ciudad de Mar del Plata representó el eje central del mensaje del

proyecto político, basado en una conquista simbólica, por parte de la clase

trabajadora y de la sociedad en su conjunto, de un espacio que, desde larga data,

había sido reconocido como un bien de uso de las clases ricas de la capital

porteña. Así, bajo este discurso fuertemente obrerista del derecho al descanso, las

clases medias podían acceder a un tiempo de vacaciones, antes impensado, a

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partir de la intervención Estatal.

Por último, el tercer artículo seleccionado es un ejercicio comparativo entre San

Sebastián y Mar del Plata. Sus planteos nos llevan a un repaso de los

antecedentes que dieron lugar a la proliferación de las ciudades con mar, a

mediados del siglo XVIII, como por ejemplo, el paradigma higienista el cual otorga

“una gran influencia e importancia al entorno social y ambiental en la génesis y

evolución de las enfermedades” (Larrinaga y Pastoriza, 2010: 282). También

marcan la preocupación por la salud en las grandes ciudades industrializadas, la

revolución del consumo de la época, y los beneficios del baño termal y de ola. El

predominio de este paradigma convirtió a ambas ciudades, en las favoritas de las

élites políticas, económicas y sociales de sus respectivos países. Aunque a

diferencia de San Sebastián, ciudad ya desarrollada, que contaba con vida social y

económica desde tiempo a atrás, Mar del Plata se fue urbanizando paralelamente

al fervor de la extensión de la villa balnearia: con la llegada del ferrocarril, las

diversas instalaciones hoteleras y la llegada de numerosos veraneantes que

cambiaron la fisonomía con la construcción de mansiones de verano.

Los autores estructuran el análisis a partir de tres elementos: alojamiento,

transporte y ocio. Para el caso que aquí nos interesa, que es el de la ciudad de

Mar del Plata, la primera etapa como ciudad balnearia, estuvo caracterizada por

estar destinada a las clases altas del país, que eran alojadas en grandes hoteles

de lujo, que se habían convertido en los grandes centros de sociabilidad porteña,

ya que contaban con salones de baile y juego, momento donde los miembros de

esta élite, aprovechaban para lucir sus galas en sociedad. El hotel Bristol fue el

máximo exponente “de la percepción del gusto de lo más distinguido por aquella

sociedad veraneante” (Larrinaga-Pastoriza, 2010:302).

Un punto a destacar del artículo, es el hecho de que muchos de los inmigrantes

que llegaron a la Argentina a mediados del siglo XIX, y que se instalaron en la

ciudad de Mar del Plata, fueron de la comunidad vasca. A partir del análisis que

realizan los autores llegan a la conclusión que generaciones de diversos firmas

Page 54: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

49

comerciales, entre los que se pueden mencionar almacenes, fondas y hoteles,

estuvieron en las manos de la comunidad vasca marplatense, dentro de la cual se

encontraba el impulsor Pedro Luro, ejemplo paradigmático del inmigrante exitoso.

En relación a esto los autores sostienen que:

“Posiblemente, conjeturamos, los balnearios situados en las

riberas del golfo de Vizcaya, recordados de su infancia, lo

estimularon. Biarritz y San Sebastián representaban una

significación especial para los nacidos en el País Vasco.

¿Hasta qué punto estaríamos ante una trasposición del

modelo de Biarritz y San Sebastián a la Argentina? Muy

posiblemente estos vascos que eligieron probar suerte en la

Argentina, junto a otros integrantes de las clases altas,

quisieron re-editar aquellos balnearios europeos en la

pampa, al otro lado del océano. Y, en parte, lo lograron.”

(Larrinaga-Pastoriza, 2010:293)

La emergencia del modelo de veraneante clasista vino de la mano con la

modificación de la sociabilidad marplatense. El escenario de cambio estuvo

marcado, entre otros aspectos, por la construcción de un edificio propio destinado

para el casino (entre 1936 y 1940), el surgimiento del automóvil como medio de

aproximación y prácticas turísticas, el aumento del número de veraneantes, cada

vez más alejados de las posiciones económicas más altas, y las políticas sociales

adoptadas por el gobierno de Juan D. Perón.

Los autores concluyen que, si bien la evolución turística de las ciudades de San

Sebastián y Mar del Plata fueron diferentes, ya que la primera contaba con su

propia estructura económica, la iniciativa turística pasó a constituir un sector

importante dentro de la economía de ambas, favorecidas por el valor que habían

adquirido las aguas frías con el paradigma higienista, aunque las dos tardías en

comparación con la costa británica. Si bien ambos se convirtieron en importantes

centros de distinción dentro de sus respectivos países, San Sebastián no vivió la

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50

popularización que si Mar del Plata.

En resumen, a lo largo de este capítulo hemos realizado un recorrido por diversos

estudios que han abordado la cuestión del turismo desde distintas perspectivas.

En un primer momento describimos un conjunto de trabajo que analizaba la

problemática desde una mirada macro lo que hizo posible establecer las

características que fue adquiriendo la actividad turística desde finales del siglo XIX

hasta la actualidad en nuestro país. Por otro lado, se consideraron otro grupo de

investigaciones que tomaron como perspectiva de análisis micro priorizando en

sus análisis el estudio de caso. En este sentido, han sido de gran utilidad los

distintos trabajos de E. Pastoriza en relación a la ciudad de Mar del Plata, en la

medida que permite avanzar en el análisis del destino Necochea objeto de nuestro

estudio entre 1930 y 1955). Este ha sido un punto de partida para iniciar esta

investigación, en particular, no sólo como parámetro de comparación con el

balneario por excelencia de la costa Atlántica, como es la ciudad de Mar del Plata,

sino también, y por qué no, en contraposición a la forma de desarrollarse.

Page 56: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

CAPÍTULO III

Marco histórico-contextual:

política, economía, sociedad y

turismo en la primera mitad

del siglo XX

Tarjeta postal de 1920 con inscripción “Avenida Emiliano Abásolo” vista del Royal hotel, autos y

tranvías. Fuente: Archivo Histórico del Museo Regional.

Page 57: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

3.1 La política entre 1916-1955

Con la asunción del radicalismo al poder en el año 1916, comienza una

experiencia de gobierno para el país caracterizada por la combinación de nuevas

prácticas con viejos modos de hacer política. Este ascenso fue posible a partir de

la sanción de la ley electoral 8.871 en 1912, también conocida como la ley Sáenz

Peña. La misma establecía que para todos aquellos hombres nativos o

naturalizados mayores de 18 años (sin discriminar por razones económicas,

sociales o culturales) el voto será universal, secreto y obligatorio. En teoría se

buscaba garantizar la participación más amplia en los comicios, y evitar el fraude y

la manipulación del elector.

La apertura electoral, planteó el debate sobre un nuevo diseño institucional,

proceso de democratización con los principios republicanos, representativos y

federales. El actual gobierno (los conservadores) no logró adaptarse a este nuevo

contexto, quedando expuesto frente a una nueva y desconocida competencia

electoral, cerrando un ciclo de predominio conservador y dando lugar al

radicalismo.

La política Argentina se encontraba, para ese entonces, fragmentada en grupos

como Unión Cívica Radical, Partido Demócrata Progresista, Conservadores y

Partido Socialista, los cuales a su vez estaban subdivididos notablemente en

algunas provincias, lo que generó conflictos internos. A pesar de estas diferencias,

la disputa política Argentina estuvo centrada en el conflicto entre los radicales y

conservadores. Siguiendo a Cattaruzza estos últimos definían a los radicales

como “los incapaces que se imponían, sin más virtudes ni méritos, por la

supremacía del voto y el poder del número” (2009:50).

El partido Radical asume la presidencia como la fuerza opositora al gobierno

actual, por lo que su principal misión era la construcción de una nación, como la

principal causa colectiva. Era un partido que se estaba constituyendo como una

organización que perseguía diferenciarse del personalismo de la cuña oligárquica.

El primer gobierno radical que tuvo Argentina, como resultado de los comicios del

2 de abril de 1916, fue presidido por Hipólito Yrigoyen, cuyo mandato abarcó

Page 58: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

53

desde 1916 hasta 1922. Su presidencia estaba orientada a la construcción de la

Nación, como el elemento que articulaba, de forma privilegiada, la síntesis y

agregación del conjunto social; con un marcado liderazgo indiscutido que giraba

en torno a la figura de Yrigoyen.

Para fines de 1918, comenzaron a hacerse más evidentes las diferencias hacia el

interior del partido, cuestionando la gestión Yrigoyenista. El radicalismo no logró

articularse en un movimiento de alcance nacional, sino por el contrario se

generaron disputas por el manejo de la administración o el reconocimiento de los

organismos del partido. Para ese entonces, tanto el congreso como varios

gobiernos provinciales, estaban en manos opositoras, lo que dificultaba el

desempeño y accionar del gobierno (Roy Hora, 2011).

Durante la primera guerra mundial, Yrigoyen se mantuvo en una posición neutral a

pesar de que el gobierno norteamericano presionó para que cambiara de posición

y rompiera relaciones con sus enemigos.

Por otra parte, en lo que se refiere a su posición ante las cuestiones sociales,

intentó colocar al gobierno como árbitro frente a los conflictos obreros, postura

muy criticada por la oposición por su debilidad frente a los conflictos sociales.

En 1921 comenzaron a gestionarse las negociaciones para definir al próximo

candidato radical para la presidencia, siendo Marcelo T. de Alvear el elegido en la

convención nacional de la UCR. Como plantea Cattaruzza “Alvear era un

importante dirigente, con experiencia parlamentaria y diplomática, de lealtad

probada incluso a pesar de las diferencias de criterio, con extensa pertenencia

partidaria y relación personal con el líder” (2009:55). Las listas radicales lograron

imponerse en 12 distritos en un total de 15. El primer gesto de autonomía que tuvo

Alvear respecto de Yrigoyen fue en el momento de designar a los ministros, ya

que solo uno de ellos sostenía contacto con el ex presidente. De esta manera los

radicales se distanciaron de Yrigoyen y luego de que el bloque parlamentario se

dividiera, en 1924 los que estaban disconformes organizaron un partido

diferenciado: Unión Cívica Radical Antipersonalista. Lo que los unía era la crítica

Page 59: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

54

hacia el expresidente buscando construir el auténtico radicalismo denunciando la

actitud política personalista.

Quienes apoyaban a Yrigoyen, por su parte, sostenían una política fundamentada

en lo popular, antiimperialista y en defensa de la soberanía nacional e

interpretaban al antipersonalismo como una división conservadora impulsada por

aquellos que no eran verdaderamente radicales. El congreso fue uno de los

lugares en el cual se pudo ver reflejado el conflicto entre personalistas y

antipersonalistas, ya que gran parte de las bancas radicales en diputados estaban

en manos “Yrigoyenistas” y la obstrucción fue moneda corriente. El gobierno de

Alvear intentó diferenciarse, sin provocar rupturas, de la política intervencionista

del período precedente, a través de una reforma parcial de la Constitución en

1923, como fueron la reducción del mandato de los diputados a tres años, la

elección directa de los senadores a las legislaturas provinciales, que mejorará la

relación entre el gobierno nacional y el provincial.

Entre las líneas de acción de dicho gobierno se puede destacar la sanción de

varias leyes laborales (se reglamentó el trabajo de mujeres y menores y estableció

el descanso dominical). En 1924, estableció por decreto el 1° de Mayo como

feriado nacional. Dicho año también se presentó un proyecto para extender el

sistema de jubilaciones que terminó fracasando porque suponía la disminución del

salario. A lo largo de su mandato los conflictos sociales fueron menores

comparados con el período 1917-1921, lo que se pudo observar en la disminución

de huelgas y en el estancamiento del reclutamiento sindical (Cattaruzza, 2009).

En los comicios llevados a cabo en abril de 1928, la UCR obtuvo la mayoría de los

votos, seguido por la UCR antipersonalista con el apoyo conservador. En dichas

elecciones hubo la mayor participación de electores hasta el momento, y el triunfo

de Yrigoyen fue rotundo en todos los distritos. Muchos de los dirigentes

conservadores y antipersonalistas justificaban el triunfo del radicalismo con la falta

de cultura cívica, incluso llegó a ponerse en duda la reforma electoral de 1912 y

comenzaron a evaluar la posibilidad de recuperar el gobierno a través de otras

Page 60: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

55

vías.

Los conflictos políticos se intensificaron, el propio presidente incluso fue víctima de

un atentado fallido a cargo de un anarquista. También tuvieron lugar

enfrentamientos callejeros entre diversos grupos políticos.

En 1930, la opinión pública iba cambiando y aumentaban las movilizaciones en

contra del gobierno. La violencia era cada vez más intensa previo a las elecciones

de diputados, en la cual el radicalismo era la fuerza dominante. La oposición ya no

solo incluía a los partidos, sino también a la prensa y agrupaciones estudiantiles.

En dichos ámbitos comenzaron a sembrarse las bases de un golpe de estado a

cargo del ejército, con el objetivo de recuperar la vigencia de la Constitución

Nacional y las reglas que debían regir la vida institucional, desconocidas según la

oposición, por Yrigoyen.

Existían en el ejército dos grupos diferenciados para la organización del golpe: uno

dirigido por Agustin P. Justo (ministro de guerra de Alvear) y el otro por el General

José F. Uriburu. Justo convocaba a aquellos que tenían un perfil conservador y

liberal entre los cuales se destacaban varios antiguos radicales; mientras que

Uriburu nucleaba a antiguos conservadores de extrema derecha. Por su parte el

partido Socialista y el Demócrata Progresista no estaban de acuerdo con esta

medida a pesar de sostener que Yrigoyen había llevado a las instituciones a una

situación crítica.

Finalmente el 6 de septiembre de 1930 triunfó, prácticamente sin resistencia el

golpe de estado en Buenos Aires. El gobierno surgido de este contexto fue

encabezado por Uriburu como presidente provisional. Con la UCR derrocada, se

abrió una controversia política entre los grupos que habían participado del golpe.

El nuevo presidente era apoyado por los nacionalistas y conservadores que

estaban lejos de ser mayoritarios en el ejército. Por su parte Justo tenía mayor

poder, ya que contaba con varios contactos en el ámbito político. La disputa entre

ambos terminó con el triunfo de este último, quien fue candidato a presidente en

las elecciones celebradas en noviembre de 1931. El año próximo asumió como

Page 61: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

56

presidente (de Privitellio, 2012).

Poco después del golpe militar se conformó la Federación Nacional Democrática,

en la cual se constituyó el Partido Socialista Independiente integrado por los

conservadores de la provincia de Buenos Aires y otros grupos conservadores y

antipersonalistas, quienes estaban de acuerdo con el golpe, pero no apoyaban a

Uriburu.

Siguiendo la misma línea de acción, un grupo de oficiales a comienzos de 1931 le

exigían a Uriburu una rápida normalización institucional planeando un contra

golpe. Frente a esta situación se vió obligado a organizar un llamado a elecciones.

El radicalismo continuaba teniendo un peso importante en el ámbito político debido

a que contaba con un gran apoyo popular, motivo por el cual Justo se esforzaba

por convertirse en el candidato de dicho partido. Sin embargo, Marcelo T. de

Alvear, quien se encontraba fuera del país, regresó para reorganizar el partido y

postularse como presidente. En julio de 1931, algunos militares Yrigoyenistas

intentaron la realización de un movimiento armado que fracasó, lo que provocó

que varios dirigentes radicales (entre ellos Alvear) fueran deportados.

En noviembre la dictadura convocó a elecciones y la UCR proclamó la candidatura

de Alvear; por su parte el general Justo construyó otra base de apoyo y en

simultáneo presionó para que el gobierno vetara la candidatura de Alvear, hecho

que logró poco antes de las elecciones. El radicalismo ante esta circunstancia

decidió abstenerse, ya que significaba otorgarle la presidencia a Justo.

Finalmente, en febrero de 1932, asume como presidente Justo y como

vicepresidente el conservador Julio A. Roca apoyados por el Partido Demócrata

Provincial (conservadores provinciales), el Partido Socialista Independiente

(subdivisión del partido Socialista) y por la Unión Cívica Radical Antipersonalista.

En segundo lugar, se ubicaron las listas de la Alianza Civil, integrada por el Partido

Demócrata Progresista y el Partido Socialista, quienes intentaron conformar la

oposición de izquierda al partido de Justo. Cabe destacar que en dichas

elecciones hubo varias denuncias de fraude realizadas por las agrupaciones que

Page 62: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

57

apoyaban a Justo para impedir que los radicales llegaran al poder (Cattaruzza,

2009).

Durante los primeros años de su gobierno y hasta 1935 la UCR decidió sostener la

abstención electoral. Otro factor importante que caracterizó la política de la época

fue la difícil relación entre los partidos que componían el oficialismo, cuya alianza

se denominó concordancia. Competían por conseguir puestos en el gobierno,

hecho que fortaleció a Justo como mediador. Otra particularidad fue la relación

que mantuvo el gobierno con la oposición, ya que, a pesar de las disputas, esta

última participaba de las actividades del congreso.

El 3 de julio de 1933 fallece el ex presidente Hipólito Yrigoyen, contexto en el cual

se demostró la fidelidad hacia el radicalismo a través de una masiva movilización

que acompañó su entierro. Este hecho provocó la reorganización del partido para

presentarse a elecciones en 1935. Así algunos dirigentes e intelectuales radicales

que cuestionaban los principios del “auténtico” radicalismo fundaron la Fuerza de

Orientación Radical de la Joven Argentina (FORJA), definiéndose como

Yrigoyenistas antiimperialistas denunciando la dependencia económica y política

de Inglaterra (Cattaruzza, 2009).

Entre 1935 y 1936 se llevaron a cabo las elecciones a diputados nacionales y

gobernador en algunas provincias, en las cuales las denuncias de fraude y voto

cantado seguían siendo recurrentes. Los éxitos radicales alertaron al oficialismo

para garantizar las elecciones presidenciales de 1937. Con el objetivo de no correr

riesgos, el gobierno aprobó una reforma de la ley electoral eliminando la lista

incompleta para los miembros del Colegio Electoral que elegiría al presidente, así

quien triunfaba conseguía todos los electores.

En noviembre de 1937 varios procedimientos de fraude otorgaron el triunfo a la

fórmula oficialista integrada por Ricardo Ortiz (radical antipersonalista) y Ramón

Castillo (conservador) frente a la fórmula radical encabezada por Alvear. Ortiz fue

el candidato elegido por Justo, en febrero de 1938 asumió su cargo. Siguiendo a

Cattaruzza “es altamente probable que el cálculo de Justo fuera que la presidencia

Page 63: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

58

de Ortiz constituía la mejor apuesta para su propio retorno, en las elecciones de

1943” (2009: 127). Por el contrario la política de Ortiz fue muy independiente.

Ortiz durante su presidencia llevó a cabo una campaña en contra del fraude

orientada a garantizar elecciones limpias, hecho que lo alejaba de sus aliados. A

mediados de 1940,el presidente comenzó a sufrir problemas de salud que lo

obligaron a solicitar licencias en varias ocasiones. Castillo, en su reemplazo, logró

conformar su propio gabinete con importante presencia conservadora. En este

contexto se rompe la política dirigida en contra del fraude y el radicalismo vuelve a

quedarse sin estrategias, ya que habían sido formadas en función a la política de

Ortiz. Frente a esta crisis atravesada por la UCR, fueron varios los distritos en los

que fueron derrotados en las elecciones para diputados en marzo de 1942 (De

Privitellio,2012).

Días más tarde falleció Alvear y en julio Ortiz. Frente a esta situación garantizar el

triunfo en las elecciones era muy difícil. En enero de 1943 también fallece Justo

complicando la alternativa del Frente Democrático. La situación política para ese

entonces era compleja, ya que eran varios los dirigentes que sostenían que la

única salida era un nuevo golpe militar.

El actual presidente (Castillo) había seleccionado como candidato del oficialismo,

a pesar de que no convencía a las fuerzas conservadoras, a Patrón Costas, quien

era senador por Salta, conservador, además de terrateniente vinculado al negocio

del azúcar y partidario de los aliados en la segunda guerra mundial.

Finalmente, el 4 de junio de 1943 tuvo lugar el golpe militar, siendo derrocado el

actual gobierno sin resistencia alguna. El general Arturo Rawson fue el elegido

para ocupar la presidencia, sin embargo, tres días más tarde en un movimiento

militar interno y sin haber alcanzado a prestar juramento, fue reemplazado por el

General Pedro Ramírez. La disputa entre los militares culminó pronto con la

presidencia de Ramírez, quien en marzo de 1944 entregó el mando al general

Edelmiro Farrell.

En este contexto y de forma paralelamente, comenzaba a hacerse visible y ganar

Page 64: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

59

poder el coronel Juan Domingo Perón, quien fue designado secretario del

Departamento Nacional del Trabajo en diciembre de 1943, logrando transformar

dicho organismo en Secretaría de Trabajo y Previsión. Cuando en 1944, Farrell

asume como presidente, Perón toma el mando del Ministerio de Guerra. Durante

este período comenzó a consolidarse una relación entre Perón y los dirigentes

sindicales, dando como resultado disposiciones legales que mejoraron las

condiciones laborales y otorgaron estabilidad para los trabajadores. Entre ellas

podemos mencionar el establecimiento de tribunales de trabajo, el control del

cumplimiento de las jornadas laborales, la extensión del régimen jubilatorio, las

vacaciones pagas, el aguinaldo, la sanción del Estatuto del Peón que mejoraba las

condiciones del trabajador rural, entre otras (Sidicaro, 1996).

Simultáneamente los opositores al gobierno militar comenzaron a asumir

posiciones más duras. Entre ellos se destacaron los sectores medios urbanos con

el apoyo de las organizaciones de estudiantes y las patronales. En septiembre de

1945 se realizó una enorme manifestación opositora denominada “La Marcha de la

Constitución y la Libertad”, en la cual los militares opuestos a Perón decidieron

actuar forzandolo a renunciar a sus cargos el 9 de octubre. Como consecuencia,

días después fue encarcelado y enviado a la isla Martín García. Por su parte el

Comité Central de la CGT se reunió con el fin de discutir qué posición tomar frente

a la prisión de Perón, acordando finalmente una huelga general en defensa de las

conquistas laborales obtenidas. El 17 de octubre los trabajadores colmaron

masivamente el centro de la ciudad, mientras lo mismo sucedía en otras ciudades,

teniendo como objetivo primordial la libertad de Perón. Al anochecer, el ex

secretario, luego de una serie de discretos traslados, se dirigió a sus fieles desde

el Balcón de la Casa Rosada en la Plaza de Mayo. Así el peronismo transformó el

17 de octubre en la fecha fundacional del movimiento (Cattaruzza, 2009).

A partir de entonces, el gobierno convocó a elecciones generales en febrero de

1946 y comenzaron a configurarse los dos partidos opositores. Por un lado, la

Unión Democrática integrada por el radicalismo, el socialismo, el Partido

Demócrata Progresista y el Partido Comunista; y por el otro el Partido Laborista

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60

integrado por la unificación de fuerzas que apoyaban la candidatura de Perón

sobre una base sindical denominada UCR-Junta Renovadora. El 24 de febrero de

1946 hubo llamado a elecciones, en las cuales triunfó el Partido Laborista,

asumiendo Juan Domingo Perón como presidente y Hortensio Quijano como

vicepresidente, el 4 de Junio del año en curso (Cattaruzza, 2009).

Entre 1946 y 1948, el incremento del número de afiliados sindicales representó un

crecimiento de más del 50% comparado con la década anterior. Este crecimiento

tuvo como base que el estado reconocería la personería gremial a la organización

con mayor número de afiliados en el sector, permitiéndoles participar en las

negociaciones de los convenios de trabajo. Los sindicatos eran instituciones

eficaces para resolver disputas en el ámbito laboral y garantizar estabilidad. En

este contexto varias fueron las huelgas llevadas a cabo por los trabajadores con el

objetivo de que el gobierno interviniera en su apoyo.

En 1949, las leyes que regían las elecciones se modificaron, teniendo lugar una

importante reforma constitucional que estableció el voto directo para presidente,

vicepresidente y senadores nacionales, con la posibilidad de reelección. En el

preámbulo de la nueva Constitución figuraba la fórmula peronista que se haría

clásica: el objetivo era “construir una nación socialmente justa, económicamente

libre y políticamente soberana” (Cattaruzza, 2009:212). Además reconoció

también derechos especiales como a la ancianidad y fijó los derechos del

trabajador (derecho a una retribución justa, condiciones de trabajo y vivienda

dignas, al esparcimiento, la seguridad social y la salud). Otro aspecto importante

fue la sanción de la ley que les otorgó a las mujeres el derecho a votar y se realizó

una modificación que restableció el sistema de circunscripción uninominal.

Durante ese mismo año, el Partido Peronista se dividió en tres: sindical, masculino

y femenino; siendo Perón siempre el jefe. Simultáneamente, Evita poseía un

liderazgo peronista caracterizado por su relación más directa con los partidarios,

en particular con los sectores más desprotegidos, dejando de lado el protocolo.

Entre los apoyos iniciales al gobierno se destaca la iglesia y la mayoría de las

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61

fuerzas armadas. Con la reforma constitucional Perón podía ser reelecto en las

próximas elecciones, sin embargo, la vicepresidencia no estaba definida y fue

disputada dentro del oficialismo. En 1951 la CGT comenzó una campaña para que

Evita fuera la candidata a la vicepresidencia, sin embargo, fue criticada por la alta

jerarquía, hecho por el cual renunció días más tarde a la candidatura. A pesar de

que los jefes militares consiguieron su objetivo, el 28 de septiembre de 1951 el

general Benjamín Menéndez intentó un golpe de estado que fue rápidamente

fallido, ya que nadie de importancia lo acompañó. Las elecciones desarrolladas en

noviembre de 1951 le otorgaron una nueva victoria al peronismo. La fórmula Perón

- Quijano obtuvo el 62% de los votos. Asumieron su segundo mandato el 4 de

junio de 1952. Evita para ese entonces estaba enferma de gravedad y falleció el

26 de julio de ese mismo año (Cattaruzza, 2009).

A partir de los años 50 Perón comenzó a introducir el peronismo en instituciones

estatales, transformando los principios doctrinarios en “doctrina nacional”. Impulsó

una política de difusión de los principios peronistas en el ejército y en las escuelas,

haciendo que la bibliografía oficial tuviera a Evita y Perón como referentes. Incluso

se había expropiado del diario porteño La Prensa, que luego quedó en manos de

la CGT.

En 1953 una nueva ley fue sancionada con el objetivo de reglamentar la

radiodifusión y la televisión. De esta manera muy pocos medios recogían las

voces opositoras. Ese mismo año la creación de la Confederación General

Económica (CGE) les permitió una intervención estatal mucho mayor buscando

controlar la expresión pública de los intereses sectoriales.

La CGT, formando parte del movimiento peronista, fue incorporada en el manejo

del estado. Durante estos años pudo verse un crecimiento significativo de afiliados

que transformaron a los viejos sindicatos en importantes organizaciones llegando

a tener sus propias administraciones y empleados. En este contexto, el conflicto

entre peronismo y antiperonismo se tornó cada vez más tenso. A comienzos de

1953 Juan Duarte (secretario de Perón y hermano de Evita) fue acusado de haber

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62

participado de un hecho de corrupción, hecho por el cual Perón mandó a

investigar la cuestión. Días más tarde apareció muerto y comenzaron a circular

rumores de que el gobierno era responsable. La CGT decidió movilizarse en

apoyo al presidente y mientras Perón daba su discurso en la Plaza de Mayo,

explotaron dos bombas que produjeron 7 muertos y 100 heridos. Esa misma

noche grupos peronistas atacaron e incendiaron el Jockey Club y las sedes de

algunos de los partidos opositores.

Sumado a esto, en 1954 las diferencias entre el peronismo y la iglesia

comenzaron a aparecer, pasando a ser esta última aliada de los partidos

antiperonistas. A pesar de que en 1946 la Iglesia apoyó la candidatura de Perón,

en 1950 tuvo lugar su primer conflicto en ocasión del Congreso Eucarístico. En el

peronismo se argumentaba que la prédica de Jesús tenía un importante contenido

social y manifestaban su preferencia por un tipo de cristianismo espontáneo que

no estaba asociado a la liturgia ni la jerarquía eclesiástica. A su vez, el estado

peronista proponía extenderse socialmente, siendo esto difícil de tolerar por el

catolicismo, acostumbrado a organizarse y discutir acerca de cuestiones sociales y

políticas.

En noviembre durante un acto peronista los discursos en contra de la iglesia

fueron muy duros, hecho que se acentúo en diciembre con la eliminación de los

subsidios para los colegios católicos, con la prisión de varios sacerdotes, la

sanción de una Ley de Divorcio y la reducción de los feriados religiosos. También

para ese entonces se consideraba una nueva reforma constitucional para separar

el estado de la iglesia. Como consecuencia para comienzos de 1955 la iglesia era

apoyada por militantes y dirigentes de partidos opositores.

En Junio de ese mismo año, oficiales de la marina y de la fuerza aérea intentaron

un nuevo golpe de estado, que tenía como objetivo primordial el asesinato de

Perón. Hecho que se vio reflejado en bombardeos en la Plaza de Mayo y zonas

céntricas dejando más de 300 muertos y un alto número de heridos. En represalia

esa misma noche activistas peronistas quemaron templos e iglesias importantes

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63

de la ciudad. El conflicto político y social había alcanzado un alto nivel de violencia

(Cattaruzza, 2009).

Perón por su parte levantó el estado de sitio, permitió a los opositores hablar por la

radio e hizo cambios en su gabinete. Poco tiempo después, observando el fracaso

de su política retomó la actitud de enfrentar a la oposición, hecho que provocó un

golpe de estado llevado a cabo el 16 de septiembre de 1955. Las tropas leales al

gobierno fueron derrotadas y el 23 de ese mismo mes asume como presidente el

general Eduardo Lonardi; sin embargo, la interna militar llevó a que el general

Pedro E. Aramburu desplazara a Lonardi, de esta manera las fuerzas armadas

estaban de nuevo en el poder.

3.2. La economía entre 1916-1955

El comienzo de la Primera Guerra Mundial causó el rompimiento de un orden

económico que se había instaurado desde las últimas décadas del siglo pasado: el

modelo agro-exportador. Esta paralización económica mundial provocó un cambio

en el proceso productivo, ya que los países intervinientes en el conflicto bélico,

eran los principales importadores de la materia prima producida en el país (Basky

y Gelman, 2001).

La antesala a esta situación, se vio marcada por la quita de las inversiones en

latinoamérica por parte de Gran Bretaña, por efecto de la guerra de los Balcanes,

combinada con la peor cosecha de la historia argentina hasta el momento,

sucedida en 1913-1914, que obligó al gobierno a suspender la convertibilidad en el

mes de agosto de 1914, para evitar la falta de liquidez. Esta circunstancia nos

indica que el país ya venía atravesando una crisis, antes de que se desatara la

guerra.

Dentro de las principales consecuencias a nivel internacional, podemos mencionar

la desestabilización del sistema monetario, se estrechan los mercados para los

productores de materias primas, y se desmorona el poder hegemónico del que

Page 69: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

64

gozaba, hasta aquel entonces Gran Bretaña por su propia economía importadora,

dando impulso a Estados Unidos como el nuevo centro de finanzas y créditos.

Este nuevo surgimiento de Estados Unidos en el panorama mundial, pudo darse

de esta manera porque norteamérica contó con la ventaja de no haber sido

epicentro bélico.

En este nuevo panorama global, Argentina se vio obligada a reestructurar su

sistema económico, cuyo eje central de comercialización era Gran Bretaña, bajo la

premisa del modelo agroexportador, en contraprestación de inversiones de capital

de dicho país, especialmente en infraestructura de transporte. Esto además fue

necesario a partir de diversas fisuras que se visualizaron claramente, como el

límite de la expansión horizontal de la agricultura, la reorientación del comercio

exterior, el detrimento de las inversiones británicas, combinado con el aumento de

las norteamericanas. En este período también se destacan la creciente relevancia

del oro negro respecto del carbón, y el consecuente desarrollo de caminos y de los

automotores, con su posterior industria en formación, con la merma del emblema

británico en nuestro país: el ferrocarril (Palacio, 2000).

Si bien son muchas las opiniones con respecto a la realidad vivida durante el inicio

de la guerra, la argentina no fue el país que mayores beneficios obtuvo durante

esta época, ya que por un lado la industria de la transformación de materias

primas nacionales, como alimento, indumentaria y talleres de reparación de

máquinas y herramientas, crecieron considerablemente, otros como el sector

metalúrgico, estratégico para el crecimiento interno, se vieron más afectados,

porque dependía de materia prima importada. En consecuencia, se paraliza la

obra pública y el empleo público, generando una caída del salario real, el aumento

de los precios de los artículos de consumo y grandes niveles de desocupación. El

camino que encontró el gobierno para subsanar esta realidad, fue a través del

inicio de la dependencia crediticia con Estados Unidos (Regalsky, 2011).

Una vez entrados en la década del ‘20 y la finalización de la guerra, Argentina vive

un período de recuperación, con el retorno de las inversiones, la recuperación de

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65

los precios, reactivación del comercio exterior y las arcas públicas se estabilizan.

Paralelamente se vive el rompimiento del bilateralismo comercial con Gran

Bretaña, que significó el quiebre de la estructura tradicional de especialización en

el sector primario con una limitada industrialización. El comercio con Estados

Unidos se mantuvo estable, lo que permitió el abastecimiento de la industria a

partir de la inversión de capitales privados extranjeros, lo que hace crecer ese

sector nacional y peligrar el comercio de manufacturas con Gran Bretaña (Diaz

Alejandro, 1975).

Se asistió el crecimiento gradual y sostenido del sector industrial durante esta

década. Se registró un alto nivel de importación de maquinarias y equipos

industriales, la incorporación del motor a explosión, que termina de modificar las

técnicas de productividad, a la vez que se consolida el sistema del petróleo para

reemplazar al carbón. Los sectores que registraron mayor crecimiento fueron los

frigoríficos, automotores, petrolero, construcción, electricidad y teléfonos. Aún así,

el funcionamiento de la industria nacional seguía dependiendo del comercio

exterior, debido a que los insumos que se utilizaban eran en gran parte

importados, por lo que la estabilidad económica seguía subordinada al capital

extranjero (Regalsky, 2011).

La industria en sus inicios tuvo un desarrollo acotado asociado con la producción

de bienes para el mercado interno y luego, a raíz de la disminución del comercio

durante la guerra se vio favorecido el desarrollo de algunas industrias que

sustituían importaciones. Hacia finales de la década de 1920, se convirtió en un

sector importante para la economía: se radicaron en la Argentina varias grandes

empresas extranjeras, entre las que se destacaron las norteamericanas (Barbero y

Rocchi, 2002).

En octubre de 1929 los primeros indicios de la crisis que conducirían finalmente a

la caída de wall street se comenzaron a sentir en nuestro país. Los fondos fiscales

menguaron, el gasto del estado disminuyó produciendo como consecuencia una

baja en los sueldos y un proceso inflacionario. Según la Unión Industrial Argentina,

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66

hacia 1933 la industria utilizaba el 43% de la mano de obra ocupada. Dicha

tendencia creció desde mediados de la década de 1930. A pesar de estas

circunstancias, cuando se produce la crisis de 1929 y el golpe de Estado, la

economía seguía centrada en la producción primaria para el mercado externo en

un esquema de relación comercial triangular que incluía a la Argentina junto con

Inglaterra y Estados Unidos. Así con la caída de la bolsa de Nueva York en 1929,

deviene una gran depresión que trae aparejado la necesidad de un cambio

rotundo en la orientación económica que tenía Argentina hasta aquel entonces: la

exportación hacia el mercado internacional dejó de ser el gran impulso de

crecimiento del país que caracterizó al período anterior.

A nivel internacional se observó la disminución del comercio mundial y la

retracción de la inversión de capital fuera de las fronteras de cada país, se

abandona el patrón oro en búsqueda de acuerdos bilaterales, superando el

comercio abierto-multilateral propio de la etapa anterior. Para el caso de

Argentina, la caída de los valores de la carne y el cereal de exportación, provocó

una gran dificultad para la obtención de divisas con las que se afrontaba el pago

de las importaciones y el pago de la deuda externa. Esto desencadenó en graves

problemas de financiamiento del Estado, ya que gran parte de sus ingresos

provenían de los gravámenes del comercio exterior. A nivel social, la

consecuencia más evidente fue la desocupación (Rocchi, 2011).

Los gobiernos de la década del ‘30 tomaron diversas medidas tendientes a

afrontar la situación hostil que se vivía, entre las que se pueden mencionar la

búsqueda de financiamiento, especialmente interno, la creación del Banco Central

de la Nación, el mantenimiento de la inconvertibilidad monetaria, la disminución de

las importaciones, el apoyo y regulación a la producción agropecuaria, como así

también salvaguardar las relaciones comerciales con Gran Bretaña. Ejemplo de

este último punto es el tratado Roca-Runciman7 en 1933, que se basaba

7 Sólo llegó a la aprobación de la Cámara de Diputados durante el segundo mandato de Yrigoyen,

firmado por él también. No alcanzó a contar con la aprobación del Senado por el advenimiento del Golpe de Estado, aunque terminó siendo dispuesto en 1933 durante el gobierno de facto.

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67

principalmente, en asegurar determinados niveles de exportación de carne hacia

Inglaterra bajo una tarifa congelada y la reducción de gravámenes para los

productos importados de dicho país, a cambio la Argentina se comprometía a

comprar en el mercado inglés los insumos necesarios para continuar los

ferrocarriles del Estado durante tres años. El principal, por no decir único,

beneficio que obtenía nuestro país de este tratado comercial, es la obtención de

libras esterlinas a partir del acceso al mercado británico, que le permitiría equilibrar

su balanza de pagos. En 1936 vuelve a extenderse dicho tratado bajo el nombre

de Eden-Malbrán (Korol, 2001).

Encaminados hacia la autarquía, los ingresos del Tesoro Nacional no podían

seguir dependiendo exclusivamente de los recursos externos, producto de

derechos a la importación y exportación y de la venta y locación de tierras de

propiedad nacional. Durante el gobierno de Uriburu las medidas tomadas como

respuesta a la crisis estaban orientadas a equilibrar el presupuesto del Estado: se

disminuyen gastos en salarios de empleados públicos y en obra pública, se intenta

incrementar los ingresos a partir de diversos impuestos internos y el aumento de

los aranceles a las importaciones. Por otro lado, el problema más serio era el

mantenimiento del pago de la deuda pública, compuesta por la deuda flotante y la

deuda externa, esta última en su mayoría en libras.

En 1933, con Pinedo a cargo del Ministerio de Hacienda durante el gobierno de

Agustín P. Justo, existió una continuidad en las medidas tomadas por parte del

gobierno, con el fin de mantener una estabilidad económica y recaudatoria. Entre

los más representativos podemos mencionar la creación del Banco Central en

1935, la devaluación de la moneda y los impuestos internos a los réditos y a las

ventas constituyeron los gravámenes federales, precursores del nuevo régimen de

rentas anticonstitucional que adoptó la Argentina desde esa época. Se establece

una mayor intervención del Estado en el comercio exterior a partir de un control de

cambio y en el sostenimiento de los precios y en la regulación de la producción de

dicho sector (Belini, 2012).

La creación del Banco Central permitió contar con una institución que se

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68

encargara de regular un sistema crediticio, actividades comerciales y el circulante,

concentrar las reservas y mitigar las fluctuaciones de capital extranjero sobre la

moneda nacional, producto por las exportaciones e inversiones y promoción de la

liquidez, entre otros. Estas medidas mostraban una continuación en la

reestructuración de la deuda pública, que se sostenía en el cambio de bonos a

corto plazo por otros bonos de un pago anual menor, pero que se prolongaban en

el tiempo, lo que permitía disminuir los costos anuales que le representaban al

Estado.

La mejor herramienta con la que contaba el Estado era el sistema de control de

cambio, que le permitía disponer quienes tendrían acceso a las divisas más

baratas del mercado oficial, y beneficiarse de la actividad comercial de las

empresas extranjeras. Pero este sistema acarreaba la creación de un Mercado

Oficial que regulara el precio de venta y compra de moneda extranjera, y que

además, estableciera un precio sostén para los productos agropecuarios (maíz,

trigo y lino). A esto también se sumó la creación de diversas juntas reguladoras de

diversos sectores (agrícola-ganadera, granos, carnes, vinos, leche, etc), y tenían

como fin proteger la producción agrícola, a la vez que se combinaban al convenio

con Inglaterra para asegurar el mercado de carnes (Girbal, 2002).

El gobierno logra una mejora sustancial en las cuentas públicas con estas

medidas, y se consigue la repatriación (en peso) de parte de la deuda. Situación

que desmejora que 1937 con la devaluación del peso y la ampliación del crédito, a

lo que también se suma la alerta por los efectos de la Segunda Guerra Mundial en

Europa. Además emerge con claridad en un clima de corrupción y descrédito que

envuelve al gobierno, tras la denuncia de evasión que realiza Lisandro de la Torre

hacia un frigorífico, y el posterior asesinato de Enzo Bordabehere en el mismo

senado de la Nación.

Aunque los efectos de la guerra no fueron tan adversos como los que se

esperaban, la economía creció hacia finales del conflicto, ya no basado en las

exportaciones, sino en el desarrollo de la industria. Si bien el desarrollo de la

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69

misma en la Argentina creció bajo el auge de una economía agroexportadora,

desde finales del siglo XIX se había desarrollado una industria ligada a la

elaboración de productos y derivados de la producción agropecuaria, con el fin de

ser exportados, como es el caso de los frigoríficos y los molinos harineros.

Paralelamente durante este período de crecimiento económico impulsado por las

exportaciones, se desarrolló un mercado interno que animó a diversas industrias,

a satisfacerlo (Korol, 2001).

De esta manera, el impedimento de importar los productos, que habitualmente

adquiría la Argentina por el conflicto bélico a nivel mundial, permitió que se

reforzaran las medidas tendientes a reducir las importaciones durante los años

´30, lo que favoreció el desarrollo de la industria nacional, período caracterizado

bajo la premisa “sustitución de importaciones”.

Con la culminación de la segunda Guerra Mundial en 1945, se vislumbran grandes

dificultades para mantener el orden económico en un ambiente de posguerra. Se

vive la ampliación de los roles del Estado a nivel mundial, políticas de

nacionalización, a la vez que se extendía el socialismo de estado en el oriente

europeo y prácticas de regulación pública en los Estados Unidos. Los conflictos

bélicos y las posteriores depresiones, generaron un clima de solidaridad, y a su

vez un vuelco en la visión de que el desempleo y la pobreza eran problemas

políticos que se resolverían con mayor intervención estatal. Este era el panorama

que se observaba a nivel mundial y que sería tomado en cuenta por Juan D. Perón

al momento de hacerse cargo de la presidencia del país, tras las elecciones de

febrero de 1946 (Belini, 2012).

Para este momento, Argentina vivía un proceso de industrialización que venía

acumulándose desde hacía tiempo. Desde 1880 de la mano del imperio inglés,

con actividades industriales que giraban en torno al ferrocarril y la elaboración de

alimentos, pasando por el primer y efímero impulso de sustitución de

importaciones durante la Primera Guerra Mundial. Ello se incrementara durante la

década del ´20 con el flujo masivo de inversiones norteamericanas que aceleró la

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70

gama de la producción nacional, y que siguió creciendo y diversificándose con el

cambio de régimen macroeconómico tras la depresión del ´30.

La Segunda postguerra traía aparejada una dinámica distinta a las anteriores

crisis: sobraban las divisas y faltaban bienes, en especial los indispensables para

la maquinaria de la producción industrial, que no se canalizaba a través de

importaciones. Por su parte los dirigentes no estaban tan aferrados a las

bondades indiscutibles del bilateralismo comercial que caracterizó a las décadas

anteriores, lo que dió como resultado un proceso de industrialización pujante, con

el fin de sustituir las importaciones, lo que trajo aparejado el crecimiento del

empleo (Gerchunoff y Antúnez, 2002).

Esta última puede considerarse una pieza fundamental de la política económica

del peronismo, que no fue distintiva de los años iniciales (época dorada que va

desde 1946 a 1948), como sí lo fueron la persecución del pleno empleo, el

aumento de los salarios reales y el cambio profundo en la distribución. Esto pudo

darse gracias al legado de una estructura productiva profundamente modificada

por la expansión de la manufactura, y que se benefició por políticas de

industrialización aranceladas. A ello debemos sumarle un esquema de comercio

internacional básicamente cerrado, con la nacionalización de los servicios públicos

como así también de algunas manufacturas y la consolidación de políticas

sociales. Estos elementos fueron fundamentales para la multiplicación del poder

de compra de los sectores más bajos, también la clase media accedió a nuevos

bienes, lo que implicó un salto en la calidad del estilo de vida de la población

(Belini, 2012).

Para ello se necesitaba consolidar una demanda interna que hiciera una suerte de

motor de un período de crecimiento económico y cuyo punto de partida sería la

expansión del consumo, y el gobierno contaba con dos herramientas

fundamentales: una cantidad abundante de reservas internacionales en oro y

divisas que se habían acumulado entre 1940 y 1948, y el IAPI (Instituto Argentino

de Promoción del Intercambio) con poder autónomo y multifacético dentro del

Page 76: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

71

aparato estatal que se encargaba de diversas actividades como la venta de

artículos argentinos a países europeos, importación de otros, subsidió productos

de consumo masivo, participó en la adquisición de los ferrocarriles, otorgó créditos

a empresas públicas y ministerios para alentar las inversiones previstas en el

Primer Plan Quinquenal, pero su rol fundamental para aumentar los salarios

reales, fue la centralización del comercio exterior. Esta dinámica se vio favorecida

también con las políticas de control de precios, la institución del aguinaldo, la ley

de alquileres, la política monetaria y crediticia, palanca fundamental para el sostén

de la industria (Girbal Blacha, Zarrilli y Balza, 2001).

La política que llevaba a cabo el peronismo se benefició por una serie de hechos:

los salarios reales aumentaron, la distribución era más igualitaria, la demanda del

dinero aumentó, y como consecuencia las presiones inflacionarias se mantienen

moderadas. La transformación del Estado debía concretarse a partir de la

mantención y extensión de la plataforma de la industrialización, y para ello debía

coordinar voluntades, crear nuevas instituciones, estatizar los servicios públicos,

realizar inversiones y preparar las fuerzas armadas, acciones todas contempladas

en el Primer Plan Quinquenal (1947-1951). Durante este período se estatizaron

puertos y elevadores, los ferrocarriles, los servicios telefónicos, las usinas

eléctricas, empresas de gas, plantas de servicios sanitarios entre otros, lo que da

surgimiento a nuevas empresas estatales que impulsaron la inversión pública

(Girbal Blacha, Zarrilli y Balza, 2001).

Como marcábamos más arriba en 1949, en un contexto de vacilación económica,

se produce la reforma de la Constitución, que incluyó los derechos del trabajador,

ancianidad, educación y “función social”. Para seguir garantizando la expansión

productiva y la justicia social debía cumplirse con dos aspectos fundamentales: la

perdurabilidad de los beneficios de intercambio del comercio exterior y mantener

controlada la inflación. Pero el contexto no ayudaría, con la implementación del

Plan Marshall en Estados Unidos, la crisis que atravesaba Berlín y la guerra en

Corea, sumada a la fuerte sequía que atravesó el país durante ‘49-’50, hizo que se

produjera una caída en los precios, reducción de los volúmenes de producción y

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72

en la exportación agropecuaria, una drástica reducción de las divisas que obligó a

restringir todavía más las importaciones, afectando la producción industrial

(Gerchunoff y Antúnez, 2002).

Ante esta situación, el gobierno emprendió un vuelco de la economía para

mantener la “revolución industrial”, entonces apostó al campo: el IAPI se limitó a la

comercialización de las cosechas, comprando a precios mayores de lo que lo

vendía en el mercado internacional para mantener las cotizaciones. Así, entre

1949-1952 se reasignó el crédito del sistema financiero nacionalizado al sector

agrario, y por último proveyó al campo de bienes e insumos de capital, en especial

para la adquisición de maquinaria agrícola. Ello permitiría incrementar la

productividad y el volumen de producción.

Paralelamente la inflación era un problema que debía ser atendido, y para eso el

gobierno implementó ciertas medidas para reducir el desequilibrio fiscal como

fueron la aplicación de nuevos impuestos sobre los salarios y gravámenes a

personas, corporaciones, y cargas indirectas sobre el consumo. Pero ello implicó

el frenó al gasto público con la suspensión de obras y la cancelación de otras,

presupuestos más austeros a las fuerzas armadas, así se logró desacelerar el

sistema crediticio por la selectividad y condicionalidad (Belini, 2012).

Perón comenzó a abandonar sus ideas para poder aceptar que un poco de ahorro

externo serviría para menguar la situación que se estaba viviendo y así amortizar

el nivel de vida popular alcanzado. La prioridad era mantener la productividad de

la Nación, poniendo en orden las bases que la conformaban como el transporte, la

siderurgia y la energía y la comunicación, o también llamadas “industrias

pesadas”, aspecto que estaba contemplado en el nuevo Plan Quinquenal de 1953.

Esto podía conseguirse por el aumento en las inversiones y por la apertura al

capital extranjero. Pero para ya entrado el año 1955, el desgaste político ya estaba

acelerado en un contexto de violencia y levantamiento militar en el interior del

país, y cada vez eran más fuertes los rumores de un levantamiento militar

(Gerchunoff y Antúnez, 2002).

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73

3.3 Sociedad y cultura entre 1916- 1955

Entre los años 1914 y 1937 no se realizaron censos nacionales, hecho por el cual

se conocen cifras provisorias de los cambios ocurridos en la época en lo que

respecta a la población. Así para 1930 se estimaba que la población total del país

oscilaba entre los 11.000.000 y los 12.000.000 de habitantes, mientras que a fines

de la década era de unos 14.000.000. Sobre estas cifras aproximadas, el

porcentaje de extranjeros era alrededor del 24% en 1930 y descendió al 19% en

1939. Finalmente en 1947, a través del Censo, se dieron a conocer cifras exactas:

Argentina contaba con 15.890.000 habitantes; el porcentaje de extranjeros seguía

disminuyendo y llegaba al 15%; mientras que por el contrario la tasa de población

urbana crecía alcanzando el 62% (Cattaruzza, 2009: 156).

El quiebre de la tendencia al crecimiento de la población extranjera comenzó a

registrarse luego de la crisis económica internacional de 1929, este había sido

producto de la expansión del modelo agroexportador. La restricción de la

inmigración ultramarina registrada luego de la crisis hizo dar un giro a la tendencia

de las décadas anteriores. Dicha circunstancia cambiaba una de las

características de la sociedad argentina desde fines del siglo XIX.

Con la llegada de los inmigrantes el Estado buscando homogeneizar la sociedad y

por ende la cultura. Ello fue a través de políticas públicas que tenía como misión la

nacionalización de los hijos de inmigrantes, esto fue posible a partir de la

expansión de la escuela primaria y del servicio militar obligatorio (Miguez, 2011).

Durante los años 30, limitada la llegada de inmigrantes de ultramar, se produjo un

aumento y reorientación de las migraciones internas, alentadas por el proceso de

industrialización por sustitución de importaciones, hecho que se aceleró a lo largo

de la segunda mitad de la década. Durante los años posteriores a la crisis, en los

cuales la desocupación comenzó a crecer, se desarrollaron las primeras villas

miseria.

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74

Este contexto comenzó a mejorar a partir de 1934, cuando las industrias

sustitutivas se instalaron en las ciudades y comenzaron a demandar mano de

obra. La mayoría fue aportada por quienes migraban del campo o de las ciudades

pequeñas a las grandes ciudades, esto provocó que el despoblamiento rural se

convirtieran en una preocupación para el Estado (Caimari, 2012).

Bajo estas circunstancias ciudades como Buenos Aires, Mendoza, Córdoba y

Rosario sufrieron modificaciones económicas y demográficas. Multiplicaron el

número de casas, departamentos y rascacielos, a su vez ampliaron y construyeron

nuevas calles y avenidas, conllevando procesos de modernización que perduraron

hasta la actualidad.

Por su parte, en lo que respecta a lo cultural, se destacó un importante crecimiento

en las tasas de alfabetización y escolarización. Consolidándose entonces,

consumidores de bienes culturales como libros, diarios y revistas de diversos

temas. También la radio y el cine sonoro se ampliaron y afirmaron durante esta

época (Cattaruzza, 2009).

El crecimiento del sector industrial y el aumento de puestos de trabajo fue paralelo

a un aumento de los sectores medios, vinculado a las posibilidades de ascenso

social. La Unión Industrial Argentina estimaba que, entre 1933 y 1938, el

porcentaje de la población económicamente activa ocupada en el sector creció del

43% al 47%. El aumento de trabajadores, empleados y obreros no calificados

iniciaron el declive de un tipo de sindicato de etapas previas, que agrupaba

artesanos y trabajadores altamente especializados y desconfiaba del estado y la

política. Como consecuencia, durante los años 30, comenzaron a reorganizarse y

ampliar los sectores de trabajadores que formaban parte del mismo. Varias

organizaciones obreras empezaron a negociar con el estado para la resolución de

conflictos y la obtención de herramientas legales relacionadas con las condiciones

de trabajo. De este modo, la política comenzó a ser importante para el movimiento

obrero.

Durante el estado de sitio, la dirigencia obrera sufrió represión, expulsiones del

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75

país, torturas e inclusive ejecuciones. Sumado a esto la desocupación y la

disminución de salarios dificultaba la actividad de los militantes sindicales. Sin

embargo, a pesar de las circunstancias, dos de los centrales (La Unión Sindical

Argentina y La Confederación Obrera Argentina) se unieron, retomando iniciativas

de años anteriores, para construir la Confederación General del Trabajo (CGT)

(Cattaruzza 2009).

La llegada de Justo al poder mejoró las condiciones para el desarrollo de los

sindicatos posibilitando la negociación entre el gobierno y las organizaciones

obreras. Sin embargo, tuvieron lugar importantes huelgas, en las cuales el 75% de

los casos los trabajadores fueron derrotados. A partir de 1934, el porcentaje de

derrotas de los trabajadores en conflictos comenzó a disminuir paulatinamente a lo

largo del período.

En 1941, según el censo llevado a cabo por el Departamento Nacional del

Trabajo, eran aproximadamente 440.000 los trabajadores que estaban

sindicalizados, representando un importante crecimiento desde 1930. En su

mayoría las bases sindicales se ubicaban en las grandes ciudades del Litoral. La

situación para ellos no era sencilla, ya que los escasos convenios conseguidos

eran desconocidos por las empresas, hasta incluso algunas de las mejoras

obtenidas por ley. El poder de las organizaciones sindicales era insuficiente para

llevar adelante el control de las condiciones de trabajo en fábricas y talleres.

Los casi diez años de gobierno peronista representaron importantes mejoras en

franjas muy amplias de la población, sobre todo en los sectores populares. Se

amplió el número de personas con posibilidades de acceso a bienes y servicios

que antes eran reservados a sectores sociales restringidos. Entre ellos se

destacan los relacionados al equipamiento y mantenimiento del hogar,

esparcimiento, salud, educación y vivienda.

Como consecuencia de la mejora de los salarios reales y de la legislación laboral,

creció el tiempo libre del que disponían quienes trabajaban, y a su vez las

posibilidades de utilizarlo en entretenimiento. El consumo de sectores populares y

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76

medios aumentó en alimentos, bebidas, electrodomésticos y espectáculos. Se

aceleró el crecimiento de la escolarización primaria y secundaria, mientras se

ampliaban los grupos que aportaban estudiantes a la universidad (Caimari, 2012).

Esto sumado a la extensión de las jubilaciones, las mejoras en la salud pública, la

puesta en marcha de planes oficiales de vivienda, el congelamiento de alquileres y

la apertura de línea de créditos económicos para la construcción, así como la

ampliación del turismo social fueron algunos de los cambios ocurridos durante el

período peronista que llevaron a una recuperación de las posibilidades de ascenso

social y a una mayor integración.

Para 1955, los asalariados percibían aproximadamente el 50% de la riqueza

nacional, los salarios reales eran de un 60% superior en relación con los de 1945.

Dichos aumentos implicaron un movimiento general de redistribución de la

riqueza; igualmente dicha tendencia se ajustó de acuerdo con la situación previa

de los distintos sectores.

Entre 1946 y 1953 el consumo de carne, bebida, vestimenta, electrodomésticos y

calzado crecieron a niveles superiores al 100%. En general el consumo se

expandió a un promedio anual del 13, 5%. En cuanto a la vivienda, en 1946 los

datos señalan que entre los trabajadores el 64% no era propietario de la casa que

habitaba. A su vez el Censo Nacional realizado en 1947 indicaba que las viviendas

alquiladas rondaban el 70% del total. Así como el congelamiento de alquileres

permitió consolidar las mejoras nominales de salarios, los créditos a tasa baja y la

propia construcción encarada por el estado de monoblocks y barrios de nuevas

viviendas puestas a la venta con facilidades, permitieron la ampliación de números

de propietarios (Cattaruzza, 2009:231). Simultáneamente, junto con la migración

interna crecían las villas miseria: en 1956, 110.000 personas se hallaban en esa

situación en Buenos Aires.

La salud pública fue otra de las áreas importantes en este proceso: se impulsaron

campañas de prevención y erradicación de enfermedades y se llevaron a cabo

vacunaciones masivas. Dichas campañas eran acompañadas con propagandas

Page 82: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

77

que fomentaban la educación sanitaria. Entre 1946 y 1954 se duplicó el número de

camas disponibles en los hospitales.

Medidas como las vacaciones pagas y el aguinaldo regían para todos los

trabajadores impulsando el desarrollo del turismo de masas. El gobierno construyó

colonias turísticas manejadas por la Fundación Eva Perón (desarrollaba tareas

asistenciales dirigidas a los grupos más vulnerables entre los sectores populares).

A Mar del Plata en 1940, habían arribado 380.000 turistas, mientras que en 1955

llegaron a 1.400.000; hecho que demuestra la masividad y crecimiento del sector

(Cattaruzza, 2009:233).

En cuanto a la educación; en la enseñanza primaria la tasa de crecimiento anual

de la matrícula se recuperó y superó las cifras de los años 30. Los avances más

significativos se dieron en el nivel secundario: el crecimiento anual promedio de la

matrícula rondó el 11,5 % superando las cifras de los años 30. Simultáneamente

aumentaba el número de estudiantes que eran miembros de sectores

trabajadores, así como la extensión de la escolarización secundaria a gran parte

de los grupos medios. También creció el número de estudiantes universitarios,

integrado por 6 universidades nacionales: Córdoba, Buenos Aires, La Plata,

Tucumán, Litoral y Cuyo. Desde 1949 el área de educación tenía su propio

ministerio y en 1950, a través de un decreto, se estableció la enseñanza

universitaria gratuita.

Entre 1946 y 1950, el gobierno peronista quiso impulsar sus propias políticas

culturales reformando las reparticiones que habían sido creadas en la década

anterior. Se creó la Subsecretaría de Cultura y la Junta Nacional de Intelectuales.

Otro proyecto fue el de poner al alcance de auditorios y públicos más amplios un

conjunto de productos culturales relacionados con la argentina tradicional que el

gobierno consideraba como parte de la educación y mejora en la calidad de vida.

Así se estableció que en las radios debía difundirse un 50% de música nacional,

se organizaron viajes en tren por el interior, se creó la Orquesta Sinfónica

Municipal y luego la Nacional, se dieron recitales gratuitos de música clásica en el

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78

Teatro Colón y se brindaban funciones gratuitas en el salón de actos de la

Facultad de Derecho para los sindicatos y la Fundación Eva Perón (Saitta, 2012).

3.4 El turismo en la primera mitad del siglo XX

3.4.1 El turismo de élite y los primeros destinos turísticos

El turismo en la Argentina comienza a desarrollarse en las últimas décadas del

siglo XIX, momento en el cual se consolida el proceso de organización nacional y

el Estado-Nación, a la vez que se afianza el modelo agroexportador, en el cual la

Argentina se posicionó como proveedor de materias primas – cereales y carnes –

en el orden mundial como hemos venido marcando en estas páginas.

En sus inicios, la demanda turística se circunscribía a los miembros de la élite, es

decir, a los sectores sociales más acomodados de la población, quienes imitaban

comportamientos sociales de las élites europeas, con los que se sentían

identificados. Tenían un estilo de vida caracterizado por el lujo y la ostentación.

Así, como plantea Bertoncello, “el turismo tiene para estos grupos una clara

función social, en la medida en que se trata de una práctica compartida que define

y refuerza el grupo de pertenencia y establece claras distinciones respecto de los

otros.” (2006:319).

La élite se desplazará hacia destinos cuyos principales atractivos eran la playa y la

montaña, similares a los que se desarrollaban en los destinos turísticos europeos.

El alojamiento jugaba un papel fundamental en este tipo de turismo, ya que los

grandes hoteles debían ofrecer servicio y confort semejante al modelo europeo:

contaban con grandes salones comedores donde se desarrollaban las fiestas

aristocráticas, sala de espectáculos, sala de juego, sala de lectura, además de las

espaciosas y lujosas habitaciones. Un papel secundario o casi inexistente tenían

los baños en el mar, ya que el papel fundamental lo ocupaba el disfrute del paisaje

(Walingre, 2007).

En lo que respecta a las localidades de montaña, en ellas se consolidó un turismo

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79

relacionado con la salud. Así se le otorgaba al aire serrano un conjunto de

cualidades sanativas que prometían hacer posible la cura de afecciones comunes

en la época, como aquellas relacionadas a las vías respiratorias, por ejemplo. Otro

destino destacado eran los centros termales, con sus grandes hoteles,

organizados alrededor de sus salas de baño, donde la importancia radicaba en las

propiedades curativas de las aguas para las enfermedades reumáticas, afecciones

herpéticas, enfermedades nerviosas y crónicas (Schluter, 2003).

El desarrollo de esta forma de turismo estuvo apoyado en mejoras significativas no

sólo en aspectos edilicios y de infraestructura hotelera, sino que fue posible por el

desarrollo ininterrumpido que tuvo en las primeras décadas del siglo XX el

transporte ferroviario y automotor en el país. Como marca acertadamente Schluter

(2003), en esta época el ferrocarril se convirtió en un elemento central para

desarrollar y potenciar el turismo. En 1880 se contaba en la Argentina con una

extensión de 2516 kilómetros de líneas férreas, número que fue cuadruplicado

para 1890 y llegó a alcanzar los 28332 kilómetros en 1910. Estas cifras

demuestran la importancia que adquirió este medio de transporte, que no solo

impactó en el transporte de mercaderías –destino fundamental de sus servicios–,

sino también en el transporte de personas.

En ese sentido, el turismo se vio beneficiado ya que por una parte proporcionó

viajes más cómodos y seguros, y por otro, las empresas ferroviarias se

encargaron de la construcción y de la administración de hoteles en sitios que

carecían del equipamiento necesario para hospedar a los viajeros, aumentando el

tráfico de pasajeros por todo el territorio nacional. En las primeras etapas de este

proceso el ferrocarril tuvo un papel destacado, por haberse extendido en el

territorio nacional permitiendo la accesibilidad a los lugares turísticos, y

posibilitando el traslado de los turistas. Es de suma importancia destacar el rol que

las empresas ferroviarias jugaron en la prestación de dichos servicios, ya que

edificaban hoteles en zonas potencialmente turísticas y ofrecían boletos

económicos y combinados que incluían el transporte y la estadía (Wallingre,

2007).

Page 85: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

80

Además del ferrocarril, otro medio de transporte iba emergiendo como alternativa

para los turistas: el automóvil. Su impacto positivo en el turismo no puede

disociarse de la acción de asociaciones como el Automóvil Club Argentino (ACA) y

el Touring Club Argentino (TCA), a comienzos del siglo XX, que exigían al Estado

la construcción de caminos, la señalética correspondiente y la difusión de una

pedagogía automovilística. Ambas entidades desarrollaron numerosas actividades

que fomentaron el desarrollo de la actividad, tales como publicar planos camineros

del país, diagramar paseos por zonas pintorescas, brindar información necesaria

al público en general en materia de turismo, entre otras. Junto a esto, el Estado

nacional profundizó desde los años veinte un plan de construcción de carreteras y

mejora de caminos que fue fundamental en la expansión automovilística en el

país, fomentando la circulación por zonas antes vedadas e incentivando nuevos

destinos turísticos en todo el territorio nacional (Piglia, 2014).

3.4.2 Los primeros pasos hacia el turismo de masas

Durante la década del 20, el turismo fue impulsado en el interior del país con una

doble función: buscar des-provincializar a los habitantes del interior y argentinizar

a los porteños. La expansión del turismo con esta doble función había comenzado

durante la Primera Guerra Mundial, pero el progreso más notable ocurrió durante

estos años con la consolidación de las clases medias, sumado a la difusión del

automóvil y a ciertas políticas sectoriales. En este sentido, “el turismo representó

un instrumento de modernización que contribuía eficazmente con la

transformación de la Argentina de país rural en moderna nación urbana; este junto

con la expansión de la red caminera y la obra pública, era símbolo y acción de

progreso” (Capanegra, 2006:46).

Dichas transformaciones tuvieron lugar, como ya marcamos, en un contexto en el

cual retornaban los conservadores al poder mediante un golpe militar, se produjo

una marcada crisis económica que se desarrolló en los años treinta a nivel

mundial, lo que generó reducción de flujos migratorios internacionales, y se dieron

Page 86: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

81

migraciones internas en la Argentina que llevaron a un número importante de

individuos del interior hacia los grandes centros urbanos. Este fenómeno fue

potenciado por el proceso de industrialización por sustitución de importaciones. De

esta manera, la Argentina pasó de un modelo abierto de crecimiento a uno semi

cerrado, con una declinación de la base agropecuaria y de apertura comercial,

sobre la que se había afirmado la fortaleza de su economía, pasando a desarrollar

una industria liviana sustitutiva de importaciones. Esto influyó claramente sobre el

modelo turístico.

El cambio fundamental que se produjo durante dicha década en materia turística

fue convertir a la actividad en una preocupación pública y, por consiguiente, el

Estado jugó un importante papel para fomentar su desarrollo. Dentro de las

acciones realizadas podemos destacar la construcción de obras públicas e

integración territorial mediante un mayor tendido vial, la sanción de la Ley

12.699/39 la cual faculta a la Dirección General de Arquitectura a otorgar créditos

para la construcción de hoteles y su amueblamiento, y la sanción de la Ley

12.103/34 de la Dirección General de Parques Nacionales dentro del Ministerio de

Agricultura, que habilitaba la creación de zonas protegidas dentro del territorio

nacional, potenciales destinos turísticos centrados en el contacto con la

naturaleza.

Durante la década infame, la función civilizadora que se le otorgó al turismo,

sumado a las transformaciones legislativas que favorecieron el desarrollo de la

actividad en los sectores medios (sábado inglés, la jornada laboral de ocho horas

y las vacaciones obligatorias pagas), alentaron un proceso de democratización del

acceso al ocio, que pocos años después el peronismo extendería a los sectores

obreros. Las clases acomodadas y los sectores medios comenzaron a veranear en

las mismas regiones, aunque en zonas y hoteles diferentes. Se generaron

entonces conflictos entre una elite que participaba mayoritariamente del turismo y

mantenía la exclusividad durante muchos años, con otras clases sociales que

incomodaban su privacidad (Walingre, 2012).

Page 87: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

82

Dichos cambios sociales conllevaron la transformación de la práctica turística, la

modificación de los destinos tradicionales y la consolidación de nuevos destinos.

El derecho al descanso se fue asociando cada vez más con el turismo, ya que

este fue visto como instancia de recuperación física y mental necesaria para el

mundo laboral. Como plantea Bertoncello, “paulatinamente, el turismo se instala

como una necesidad, y también, como un derecho” (2006: 322).

3.4.3 El peronismo y el triunfo del turismo de masas

Con la llegada de Juan D. Perón al gobierno (1946-1955), este se constituirá en un

momento paradigmático de ese proceso de democratización del ocio que hemos

mencionado. Ello será posible en especial porque las políticas que se desplegaron

en estos años lograron incluir a los hasta entonces excluidos de las prácticas

turísticas. Así en un contexto económico con un fuerte rol del Estado, se sostendrá

una política económica preocupada más por la redistribución que por la

generación de nuevos recursos. En el plano institucional se traducía en una fuerte

intervención en favor de nuevos beneficiarios sociales – los trabajadores –, el

papel de Estado se impuso sobre los partidos políticos como canales de

intermediación de los intereses.

El peronismo buscaba crear un vínculo sólido entre el régimen y sus seguidores,

basado en compartir costumbres y gustos comunes con el fin de crear en el

imaginario popular un recuerdo no solo de un buen gobierno, sino también de un

clima festivo en el cual las clases populares tuvieran un acceso fácil al

consumismo, la diversión y mayor tiempo libre. En ese contexto, las vacaciones se

transformaron en un derecho, y los sectores trabajadores en naturales

beneficiarios de las mismas. Su éxito fue factible cuando el gobierno reconoció la

importancia de una activa participación del Estado en el fomento del tiempo libre,

por medio de la puesta en marcha de un programa de políticas públicas con la

finalidad de difundir el turismo y los diferentes destinos turísticos a lo largo del país

(Pastoriza, 2011).

Page 88: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

83

Estas acciones fueron una entre tantas que tenían como objetivo importante

organizar y controlar a las masas y ampliar su consenso político. El turismo fue

posible para los sectores trabajadores porque fue acompañado de otras acciones

que permitieron la mejora de sus condiciones de vida como marcábamos páginas

atrás: la fijación de salarios mínimos, el congelamiento de los alquileres, el

establecimiento de precios máximos a los artículos de consumo popular, los

créditos y los planes de vivienda, las mejoras en la oferta de salud pública, la

construcción de escuelas y colegios, la organización del sistema de seguridad

social, entre otras. En ese contexto, la implementación de los programas de

turismo social fue un elemento más que, junto a los antes mencionados,

proporcionaron cambios significativos en el nivel de vida de las clases

trabajadoras (Wallingre, 2007-2011).

En cuanto a las políticas relacionadas con la actividad turística, las cuales serán

de gran importancia para nuestra investigación, podemos mencionar el

otorgamiento de paquetes vacacionales a precios controlados, la ampliación y

mejora de la infraestructura necesaria para el desarrollo del turismo, el incremento

de la capacidad hotelera, descuentos en tarifas de transporte y la organización del

turismo popular y/o social administrado desde el propio Estado, los Sindicatos y la

Fundación Eva Perón.

Cabe destacar que es el primer gobierno de Perón el que incluye al turismo en su

planificación nacional. Según las palabras del presidente Perón, en el contexto de

estas políticas sociales, el turismo social:

“tendrá como finalidad posibilitar el acceso de la población

trabajadora a los lugares de turismo y será organizado

facilitando a los servicios de bienestar y asistencia social de

las asociaciones profesionales, la construcción de hoteles y

colonias de vacaciones, y las franquicias posibles en los

medios de transporte. No es un objetivo “ideal”. Está en

plena marcha. Los trabajadores saben cuánto hizo el

Page 89: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

84

Gobierno y la Fundación Eva Perón en esta tarea de

fundamental trascendencia social” (citado en Pastoriza,

2008:203).

El ocio popular estaba integrado por dos tipos de demandas claramente definidas:

las áreas marginales comprendidas por los Parques Nacionales y aquellas ya

consagradas por las elites y las clases medias altas, como Mar del Plata y

Córdoba. Desde sus inicios, uno de los propósitos del Estado fue promover una

fuerte vinculación con el sector sindical, ya que los mismos serían los encargados

de la organización y prestación de la actividad turística para sus afiliados. Dichas

vacaciones fueron promocionadas a través de un eslogan muy recordado: “Usted

se paga el viaje, el gobierno el hospedaje”. El mismo era asociado a los premios

relacionados con una mayor y mejor producción en las fábricas, los talleres y las

áreas rurales.

Paulatinamente se fue consolidando una organización nacional del turismo

mediante la creación de una Escuela de Capacitación Hotelera y Turística, la

generación de una nueva clasificación y sistema tarifario hotelero, la elaboración

de una Ley Nacional de Turismo y un sistema de inversiones e incentivos

destinados a la industria privada. Dichas políticas produjeron un gran impacto y

significación en la memoria colectiva de la sociedad, sobre todo en las clases

trabajadoras. Marcaron un corte en la historia que perdura hasta la actualidad, ya

que para muchos representó la ampliación de sus horizontes al poseer el acceso a

una mayor cantidad de beneficios con una estructura de ingresos más igualitaria.

También se deben destacar factores intangibles que formaron parte de esta

significación integrados por sentimientos y emociones desconocidas hasta

entonces, como son el orgullo, el respeto, la dignidad y el llegar a “ser alguien”.

Según Pastoriza, la actividad turística durante el gobierno peronista cumplió dos

funciones fundamentales: por un lado, ser indicador de distinciones, y por otro de

inclusión.

Page 90: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

CAPÍTULO IV

Necochea: su

transformación en ciudad

turística

Vista Aérea de la playa céntrica y Rambla Municipal 1968. Fuente: Archivo Histórico del Museo

Regional.

Page 91: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

86

4.1 El trazado de la Ciudad de Necochea

A principios de 1890 comenzó a desarrollarse la venta de terrenos en la costa

marítima de la ciudad de Necochea originando el barrio balneario, a más de cuatro

kilómetros del centro de la ciudad. Unos años antes, emprendimientos privados

habían comenzado a dinamizar la costa. En 1885 un inmigrante vasco llamado

Julián Arzúa inaugura el primer hotel en la ciudad denominado “La Perla de San

Sebastián Argentino”, y posteriormente el “Balneario Arzúa”. Dos años después se

construye el segundo hotel, “La Perla Hotel Marino” y en 1892 “La Perla General

Díaz Vélez”. Así de manera paulatina, la costa marítima se fue poblando con

edificaciones de diversos estilos, teniendo como eje central a la Rambla Municipal,

la cual era un importante centro de encuentros sociales y paseos. Los baños de

mar comenzaron a ponerse de moda incentivando la construcción de un

importante número de negocios y alojamientos.

Aunque al fundarse la ciudad, en 1881, los necochenses ya soñaban con un

balneario y algunos de los fundadores plantearon que la ciudad fuera creada sobre

la costa, no fue hasta 21 años después que comenzó a hacerse realidad aquel

sueño y recién en 1945 se expropiaron las tierras para urbanizar la zona balnearia.

A fines de 1901 Eustaquio Díaz Vélez (heredero del general Eustaquio Díaz Vélez)

había comenzado las gestiones para la fundación de un pueblo entre el ejido de

Necochea y el océano. En febrero de 1902, el ingeniero Carlos Paquet realizó el

proyecto. El Departamento de Ingenieros de la Provincia de Buenos Aires

dictaminó que el proyecto debía ser modificado, pues la extensión de las

manzanas era considerada excesiva. Allí comenzaron los inconvenientes y no por

Díaz Vélez, sino por las autoridades. Los herederos del dueño de la tierra

proyectaron un trazado de avanzada turística, superior al de Pinamar.

Aunque se escucharon voces de protesta contra la familia Díaz Vélez, fue el

Concejo Deliberante el que no aprobó el proyecto.

El 26 de septiembre de 1927, al aprobarse la ley 3.928 de ensanche del ejido de

Necochea en 10.000 hectáreas, los herederos de Díaz aceptaron también el

Page 92: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

87

ensanche de lo que ya comenzaba a llamarse la Villa Díaz Vélez.

En 1939, la señora Mathilde Álvarez de Toledo de Díaz Vélez solicitó la

aprobación de la división de tierras en lo que hoy es la villa balnearia. Intervino el

ingeniero Justo Duggan y la dirección de Geodesia aprobó el proyecto, ya que se

trataba de una ampliación del ejido y las reservas de uso público sobrepasaban el

porcentaje establecido por la ley. Sin embargo, este proyecto encontró oposición

en la Municipalidad de Necochea por considerarse que la "subdivisión es

inconveniente para una ciudad balnearia cuya población estable y de temporada

no es de gran densidad". Se consideraba que era inútil la ampliación de la zona

balnearia en "regiones actualmente despobladas".

La Dirección de Geodesia expresó en ese momento "que no puede privarse a un

particular la facultad que tiene de dividir o vender su propiedad, siempre que se

ajuste a las reglamentaciones vigentes". El asesor del Gobierno adhirió a la

opinión de Geodesia y aconsejó la aprobación del fraccionamiento. El Consejo de

Obras Públicas de la Provincia consideró que podían aprobarse las subdivisiones

propuestas. El Comisionado Federal, por decreto 6.043, aprobó el proyecto. Pero

la Municipalidad de Necochea, basándose en opiniones de la Asociación de

Fomento y de la Cámara Comercial local, dictó una resolución que estableció

"oponerse en forma terminante a la ampliación del ejido” de la villa balnearia.

Recién en 1945 las autoridades municipales y entidades locales parecieron

ponerse de acuerdo al respecto y comenzaron a exigir la aprobación del proyecto

de expropiación de las tierras que pertenecían a doña María del Carmen Felicitas

Díaz Vélez de Álvarez de Toledo.

4.2 Los primeros cambios hacia la “modernización” de la ciudad

Como habíamos marcado en páginas atrás, entre finales del siglo XIX y principios

del XX se desarrolla lo que se conoce como la “belle époque”, época que estuvo

marcada por la ostentación y el lujo de las clases pudientes. Ello se reflejó en

diversos ámbitos de la sociedad, desde la arquitectura hasta los espacios de ocio.

Page 93: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

88

Un ejemplo, de esto son los llamados “hoteles de lujo” que se crearon en ese

tiempo, que a su vez eran frecuentados por los miembros de la elite. Dentro de

este grupo se encuentran el hotel Edén en la localidad de La Falda, Córdoba; el

Bristol Hotel en Mar del Plata; hotel Termas Rosario de la Frontera, Salta; Hotel y

Casino Termas de Reyes, a 30 km. de la ciudad de San Salvador de Jujuy, entre

otros. Parte del imaginario de los veraneantes de la época, era encontrarse con

paisajes, no solo naturales, sino también arquitectónicos, que les representara al

viejo continente. Cabe destacar que gran parte de la aristocracia que comenzó a

movilizarse por el país por motivos de descanso a finales del siglo XIX y

comienzos del XX, había tenido oportunidades de conocer Europa, ya sea por

viajes de estudio, negocios, o por socializar con personas que habían visitado el

continente (Schlüter, 2003).

A pesar del incipiente desarrollo que tenía Necochea como ciudad, en ella se

visualizaron en 1914 varios hoteles (volveremos sobre esta cuestión). Además,

contaba, gracias a un arduo trabajo de la Sociedad de Fomento8 (encabezada

ésta por el vecino Domingo Olivera), con un sistema de tranvías que unía a la

ciudad con la playa abarcando aproximadamente 80 cuadras saliendo por la actual

calle 62 y siguiendo por 61, 56, av. 59, av. 42, 87 hasta av. 2. En un principio dicha

línea iba a ser a tracción eléctrica, razones de última hora determinaron la tracción

a vapor (véase Imagen 4.1).

8 Sociedad de Fomento: Institución creada y sostenida por vecinos que se unen de manera

voluntaria sin fines de lucro con el objetivo de llevar a cabo acciones que beneficien el desarrollo y progreso de la ciudad. Sus fondos han sido constituidos con “honorosos y voluntarios aportes de los señores vecinos, que han facilitado nuestra labor en pro del adelanto local…” (Anuario de Ecos Diarios, 1941:26) La misma fue fundada en 1881, junto con la fundación de la ciudad y fue la encargada de hacer entrega de los terrenos a los vecinos adquirentes. Fué presidida por Ángel Ignacio Murga.

Page 94: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

89

Imagen 4.1

Inauguración del tranvía a vapor (3 de enero de 1913)

Fuente: Primer Museo Virtual del Transporte Argentino. www.busARG.com.ar

Pero la vida del tranvía fue corta en nuestra ciudad. En aquel entonces, Necochea

se había transformado en una de las ciudades turísticas más importantes del país,

por lo que requirió un sistema de tranvía más eficiente, renovándose las viejas

máquinas por tranvía eléctrico a trolley (véase Imagen 4.2).

Page 95: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

90

Imagen 4.2

Inauguración del tranvía eléctrico (8 de febrero de 1914)

Fuente: Colección Aquilino González Podestá.

El tranvía cambió la fisonomía de la ciudad, ello fue posible debido al trabajo de la

Asociación de Fomento, quien realizó importantes obras que le imprimieron un

halo de esplendor y despegue para Necochea en los años comprendidos entre

1910 y 1914.

El trabajo de esta asociación no se circunscribió solo a la instalación de los

tranvías, sino que también participó en la construcción del Casino, con amplias

salas que se caracterizaron por estar lujosamente ambientadas.

Según los Anuarios del Ecos Diarios, a partir de los años veinte y treinta, la ciudad

tenía una amplia variedad de alojamientos y transportes de diversas tarifas que

facilitaban una estadía más económica, lo que generó que las primeras familias

ricas veraneantes fueran acompañadas por otras procedentes de clases sociales

más bajas. A partir de este hecho la ciudad amplió su paisaje social estival. En

relación a esto, Antonio F. Ignacio, propietario de Ecos Diarios, sostenía en 1931,

que: “Como balneario propicio para descansar y disfrutar de unas gratas

vacaciones, no existe en nuestro país ningún otro que aventaje al de Necochea”.9

9 En los ´30 Necochea recibía 10.000 turistas por verano. En el álbum del Cincuentenario de

Page 96: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

91

En esta misma línea y para sostener esta argumentación es importante remarcar

que para los necochenses la ciudad estaba atravesando importantes

transformaciones que se visualizaban

"magníficos lugares de recreo a lo largo de la costa y en la

riberas del Río Quequén Grande. La belleza admirable de

sus paisajes y los encantos múltiples que Necochea ofrece

por doquier, hacen de él el sitio ideal para todos los

veraneantes que buscan reposición de energías y

esparcimientos saludables a pleno contacto con la naturaleza

pura”.10

Estos cambios también fueron captados a través de la fotográfica unos años antes

(véase Imagen 4.3).

Imagen 4 .3

Vista aérea Villa Díaz Vélez (1927)

Fuente: Archivo Histórico del Museo Regional

Necochea recuperado el 11 de noviembre de 2014 de http://www.ecosdiariosweb.com.ar/nuestra-historia/2014/11/11/necochea-recibia-10000-turistas-verano-32474.html 10 En los ´30 Necochea recibía 10.000 turistas por verano. En el álbum del Cincuentenario de

Necochea recuperado el 11 de noviembre de 2014 de http://www.ecosdiariosweb.com.ar/nuestra-historia/2014/11/11/necochea-recibia-10000-turistas-verano-32474.html

Page 97: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

92

En relación a la playa sostenían que "su edificación es modernísima. Aparte de los

suntuosos hoteles construidos últimamente, un sinnúmero de elegantes y

confortables chalets ofrecen una espléndida impresión de conjunto”.11 (véase

Imagen 4.4)

Imagen 4.4

Playas céntricas de Necochea

Fuente: Ecos Diarios, Anuario 1931.

Así el comienzo de la década del 30´se visualizaba muy próspera para la ciudad

balnearia y para la Villa Díaz Vélez, en particular:

"va progresando en forma asombrosa”, …”los grandes

adelantos que en pocos años a esta parte se han operado en

la villa, hacen que ésta vaya perfilándose como la gran

ciudad balnearia del futuro”. 12

Esta prosperidad se visualizaba en La Villa Díaz Vélez, por ejemplo, a partir de

numerosos hoteles que se había instalado en la zona: Necochea, La Perla Hotel

Marino, Royal, Atlántico, París y Playa (véase Imagen 4.5 y 4.6). Además, sobre

11 Álbum del Cincuentenario de Necochea recuperado el 11 de noviembre de 2014 de

http://www.ecosdiariosweb.com.ar/nuestra-historia/2014/11/11/necochea-recibia-10000-turistas-verano-32474.html 12 Ibidem.

Page 98: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

93

la misma playa se encontraba el establecimiento balneario La Sirena, dotado de

un moderno servicio especial de baños calientes y fríos de agua de mar.

Imagen 4.5

Postal del Hotel Necochea y balneario (1930)

Fuente: Archivo Histórico del Museo Regional

Page 99: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

94

Imagen 4.6

Royal Hotel (1940)

Fuente: Archivo Histórico del Museo Regional

Para estos años no faltaron tampoco "los establecimientos de baños con casillas

movibles figuran los de Barbarito Hnos., Manuel Uzobiaga y de los hoteles La

Perla, Royal y París”13. Hay que tener en cuenta que "las comodidades en materia

de hospedaje que ofrece Necochea durante el verano, son completadas con los

establecimientos existentes en el centro de la ciudad y que funcionan todo el año:

España, Vasconia, Gran Hotel, La Paz, Liverpool, Averhoff e infinidad de casas de

pensión”14, concluía la nota.

El desarrollo urbanístico de la ciudad fue acompañado por un auge en el comercio.

Este se visualizaba claramente en la Rambla Municipal que era considerada un

verdadero centro comercial, en el que los turistas podían acceder a comercios de

13 Ibidem. 14 Ibidem.

Page 100: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

95

diferentes ramos y comprar los más diversos productos (véase Imagen 4.7). Por

otra parte, el balneario contaba con cine, bares, servicios de telégrafo, teléfono,

tranvía eléctrico y ómnibus.

Imagen 4.7

Entrada a la Rambla ubicada en actual Avenida 2 y calle 83 (1930-1940).

Fuente: Archivo Histórico del Museo Regional.

A principios de la década del 30, la joven Villa Díaz Vélez albergaba a unos 10.000

turistas por año, de acuerdo a las cifras dadas a conocer por el Ferrocarril del Sud.

Los veraneantes se alojaban en los hoteles y casas de pensión del balneario y de

la ciudad, viviendas particulares y chalets.15

15 Ibidem.

Page 101: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

96

4.3 Cómo llegar a Necochea y a la playa: desarrollo del transporte hacia y en

la ciudad

Como hemos marcado páginas atrás, desde finales del siglo XIX y principios del

XX, la red ferroviaria se extendió por todo el país y por supuesto Necochea no fue

la excepción. Este fue el medio de transporte por excelencia que utilizaban los

turistas para llegar a la ciudad. Gracias al Ferrocarril del Sud Buenos Aires y

Necochea se encontraban cada vez más cerca. El número de trenes para los años

30 había aumentado considerablemente, se incorporaron 3 trenes más semanales

que circulaban vía Chas y Tandil, vía Las Flores, Cañuelas y Tandil y vía Dolores.

Así la temporada 1935/36 “arrojó un saldo favorable”: según las estadísticas

otorgadas por el Ferrocarril del Sud son más de 15.000 los turistas que visitan

nuestra ciudad brindando un aporte anual del 25% a la economía local. Las cifras

fueron iguales a la temporada anterior16. No hubo aumento debido a la

inestabilidad del tiempo, factor que afectó a todos los balnearios de la costa. Cabe

destacar que en dicha época la temporada estival tenía una duración total de 5

meses comenzando el 1 de diciembre y finalizando el 30 de abril. Necochea tenía

una doble condición, por un lado era un centro granero exportador y por otro un

lugar de veraneo. Como consecuencia las obras de vialidad se llevaban a cabo

con doble función: por un lado son caminos de trabajo y por otro de turismo.

Algo similar sucedió “durante la temporada 38/39 vinieron a Necochea 25.000

turistas. En pocos años, la afluencia de veraneantes al segundo balneario del país

se ha triplicado. Ya en el período 1937/38 la estadística del F.C. SUD señalaba

para Necochea el récord de aumento proporcional sobre todos los puntos del

circuito marítimo y serrano del sud bonaerense” expresaba con entusiasmo el

diario local en 1940. 17 Además en referencia a las cifras de visitantes estivales,

datos que corroboraba la Asociación de Fomento según se expresa en el Anuario

del Ecos Diario de 1940, la cantidad de pasajes expedidos hacia la localidad de

16 Ecos Diarios, Anuario 1937. 17 Ecos diarios, Anuario 1940.

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97

Necochea por el F.C.S. (Ferrocarril del Sud)18 desde Plaza Constitución,

Temperley y La Plata sumaron 12.95019, sin incluir en dicha cifra, los veraneantes

que viajaron en otras líneas del F.C.S, ni los que se aproximaron en automóviles

particulares. Estas estadísticas levantaban un fuerte entusiasmo en la comunidad

con respecto a las temporadas venideras, ya que año tras año, las cifras de

visitantes iban en ascenso. Ello se visualiza claramente en playas repletas de

veraneantes (véase Imagen 4.8).

Imagen 4.8

Playa céntrica en 1940.

Fuente: Archivo Histórico del Museo Regional

Además, debe tenerse en cuenta que durante los meses de diciembre, marzo y

abril comienzan a regir los boletos ferroviarios combinados con hospedaje

ofreciendo al turista un veraneo económico, tanto en lo que respecta al viaje como

a la estadía. Los boletos de turismo más económicos valían $35 por persona ida y

vuelta en coches de primera clase, mientras que los boletos de temporada alta

(enero y febrero) el precio era a partir de $40 por persona ida y vuelta también en

18 A partir de aquí se utilizará la abreviación F.C.S para referirse al Ferrocarril del Sud. 19 Ecos Diarios, Anuario 1940.

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98

primera clase. Entre Necochea y localidades vecinas (Mar del Plata, Miramar,

Lobería y Balcarce) había ómnibus dos veces por día. Los precios de los mismos

oscilaban entre $ 4 y $ 5.20

En 1938 comienza la construcción de varias rutas, entre ellas la ruta Mar del Plata

– Necochea y la ruta de Lobería. Estas serían punto de convergencia de varias

otras rutas que permitirán seguir fomentando el balneario. Aunque cabe remarcar

que el ómnibus no era aún, una competencia para el tren ya que el servicio de

ómnibus de la empresa “El Rápido” tardaba desde Buenos Aires 8 horas y 20

minutos mientras que el tren 7 horas y 45 minutos.

Para 1947 cuatro eran las rutas pavimentadas principales que facilitaban las

relaciones sociales y comerciales de Necochea con ciudades y pueblos de la

región. Estas eran: la de Mar del Plata, la de Lobería, la de Juárez y la de Tres

Arroyos. Para completar el circuito pavimentado regional y turístico solo faltaba

unirnos con Balcarce y Tandil. Un aspecto que se hallaba retrasado es el referido

a los accesos de los pueblos del interior de nuestro partido a las rutas

pavimentadas que se internan en el mismo.

También atravesó Importantes progresos la empresa de transporte de pasajeros

que prestaba servicios entre el centro y el balneario, conocida como Compañía de

Ómnibus Pampa. Esta aumentó la cantidad de coches e incorpora “3 super-

pullman” con capacidad para 15, 21 y 25 pasajeros cómodamente ubicados. Estos

eran coches modernísimos proporcionados por una importante empresa de

Buenos Aires, conocida por la gran comodidad que ofrecen sus coches y la

rapidez y seguridad de su correcto servicio (véase Imagen 4.9).

20 Ecos Diarios, Anuario 1942.

Page 104: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

99

Imagen 4.9

Fábrica de la carrocera Vaccaro Hnos., que entregó el primer vehículo de la

Cía. Pampa.

(1938).

Fuente: Colección Sergio Ruiz Díaz.

En los últimos 8 años las corrientes turísticas han aumentado extraordinariamente,

fueron duplicadas las cifras de la temporada 1946/1947 en la temporada

1947/1948. En ningún periodo similar de años anteriores hubo tanta concurrencia

de viajeros como en diciembre de este año21.

Numerosos pasajeros arribaban por vías directas de ómnibus desde Buenos Aires

por las rutas de Mar del Plata y Azul, fijándose turnos para la reserva de pasajes.

Se manifestó también activo, el movimiento de la nueva línea directa entre Bahía

Blanca y nuestra ciudad, inaugurada en la temporada 1947/1948. El ferrocarril por

su parte, también atendió una demanda creciente y sus trenes nocturnos llegaban

colmados de viajeros, siendo problemático obtener boletos con 2 o 3 días de

antelación. Debido a la extraordinaria demanda en los trenes de la línea Plaza

Constitución, la empresa de F. C. S debió ampliar el servicio de expresos diurnos,

21 Ecos Diarios, Anuario 1947.

Page 105: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

100

teniendo un total de tres trenes semanales22.

En el orden de los servicios públicos, se estableció la línea de ómnibus entre el

balneario y la estación de ferrocarril, atendiendo el reclamo de los vecinos. Era

común ver a los colectivos frente a la estación ferroviaria, en actual calle 62 y 45,

se alinean los vehículos esperando a los pasajeros del tren, puntual por entonces,

para trasladarlos a la Villa Díaz Vélez (Imagen 4.10 y 4.11).

Imagen 4.10

Colectivos esperando los pasajeros del tren

Fuente: Gran Libro del Milenio, Ecos Diarios, 5 de diciembre de 1948.

22 Ecos Diarios, Anuario 1947.

Page 106: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

101

Imagen 4.11

Aviso de Transportes General Necochea S.R.L. en el Anuario Regional. Año

1947.

Fuente: Colección Aníbal Trasmonte.

En el ámbito turístico el crecimiento de la afluencia de turista se mantuvo

constante, la Asociación de Fomento daba a conocer que para la temporada 48/49

la cantidad de pasajeros alcanzaba los 77.34923 y de 130.00024 para la temporada

49/50; por lo que las empresas de transporte, tanto los micros de larga distancia

como las líneas de ferrocarril, aumentan la frecuencia de sus servicios para poder

abastecer la demanda de movilización hacia la costa25.

Otro avance importante para nuestra ciudad fue la habilitación de nuevos circuitos

telefónicos entre Necochea y Tres Arroyos, y entre Mar del Plata y nuestra ciudad,

elevándose a cinco los circuitos existentes entre las dos ciudades balnearias. Esto

representó también un progreso de orden técnico, ya que se trató de una

instalación denominada “a onda portadora”, que ofrecía un alto nivel de eficiencia

23 Ecos Diarios, Anuario 1950. 24 Ecos Diarios, Anuario 1951. 25 Ecos Diarios, Anuarios 1950 y 1951.

Page 107: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

102

en la transmisión de la voz. Por otra parte, Teléfonos del Estado se propuso

aumentar las comodidades de su oficina en Necochea, en beneficio del público y

del personal de la dependencia, a cuyo efecto proyectó la construcción de un

edificio moderno y amplio, dotado de todas las condiciones necesarias para el fin a

que sería destinado26.

El organismo de Correo y Telecomunicaciones estableció un importante servicio:

el transporte de correspondencia en ómnibus a los demás destinos unidos por

líneas automotoras. Medida que se aplicaba los días en que no funcionaba el

vagón postal o que no había adecuadas combinaciones de trenes. La

correspondencia salía así diariamente desde el balneario.

El transporte a la ciudad crecía en la medida que aumentaba el número de

turistas, así lo marcaba el Anuario del Ecos Diario de 1945: “durante dicha

temporada desde el mes de diciembre se pudo observar una afluencia de turistas

muy superior a la que se registró la temporada anterior”. Al promediar dicho mes,

las empresas concesionarias de las líneas automotoras de Buenos Aires a

Necochea colocaban la totalidad de los pasajes con una semana de anticipación a

la fecha de salida de los coches. En el ferrocarril el movimiento fue importante

también. El expreso “Brisas del Mar” llegaba repleto de pasajeros a partir de los

primeros días de enero. Los trenes de baja categoría también sufrieron una

importante crecida en la cantidad de viajeros. Así sin tener en cuenta a los turistas

que llegaban en automóviles particulares, según el anuario de 1954, el promedio

diario de personas que arribaron entre el 21 de diciembre de 1953 y el 10 de enero

de 1954 fue entre 950 y 1000. Esto mereció la atención de la Asociación de

Fomento, junto con la Asociación de Hoteles quienes buscaron ampliar los medios

de transporte de los pasajeros entre Buenos Aires y nuestra ciudad, siendo este

un importante factor para contribuir al progreso de la actividad turística ante una

demanda de pasajes en constante aumento. Como consecuencia, apoyaron la

exitosa gestión de la Compañía Colectiva Costera Criolla para que se le autorizara

26 Ecos Diarios, Anuario 1953.

Page 108: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

103

a extender hasta Necochea sus servicios del permiso provincial. Así

“Necochea es el centro de veraneo adecuado para disfrutar

de cómodas vacaciones. Su amplia playa da cabida a un

mundo de gente sin molestias para nadie. En las confiterías,

restaurantes, cines, etc. no hay que hacer cola. Todo está a

mano, sin problemas ni dificultades engorrosas” (Anuario

Ecos Diario, 1954).

4.4 Servicios y Obras públicas en la cuidad: beneficios para los turistas y los

residentes

En relación al desarrollo de los servicios y obras públicas en la ciudad de

Necochea, cabe remarcar nuevamente el gran protagonismo que sigue teniendo la

Asociación de Fomento en gestiones de suma importancia que benefician no solo

a los usuarios del puerto sino también del balneario. En este sentido, en 1938 sus

representantes se entrevistaron con el presidente de la Nación Agustín P. Justo, y

además fueron recibidos por el ministro de obras públicas quien les aseguró la

construcción de un hotel moderno y de un casino. También mostró interés en

cuestiones de vialidad y propaganda veraniega.27

Con respecto a los servicios y a las obras públicas que se llevaron a cabo en la

ciudad hasta 1940, puede mencionarse: la puesta en marcha de la tercera

temporada consecutiva del Casino, concesionado por la empresa U.K.A., la

inauguración del nuevo Palacio Municipal a fines de 1938, la extensión de la red

telefónica hasta la zona de la villa balnearia, destacando que algunos hoteles ya

poseían el servicio dentro de las habitaciones.

Además, en 1939 inició sus servicios en la localidad la Usina Popular Cooperativa

de Necochea, que se ocuparía de la extensión del servicio eléctrico particular

hacia la zona balnearia, que hasta entonces se había encargado la Compañía

27 Ecos Diarios, Anuario 1938.

Page 109: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

104

Eléctrica del Sud Argentino. Por otra parte, durante la temporada de verano, la

Dirección de Correo y Telégrafos establece oficinas en la rambla municipal que

favorecían el servicio de recepción y reparto de correspondencia. En lo que

concierne a obras de mayor envergadura se destaca el proyecto de ampliación del

puerto, y la pavimentación de dos grandes accesos a la ciudad, como son la RP88

que une Mar del Plata con Necochea, y la RP86 que une la última localidad con

Benito Juárez. Estos últimos proyectos a partir de la sanción de la ley 4540

(también conocido como el plan de 70 millones) por la que el Gobierno de la

Provincia de Buenos Aires establece 2.500km de pavimentación.28

Como consecuencia de la intensa actividad comercial que estaba atravesando la

ciudad y las exigencias del turista derivadas del contacto que deben tener con las

localidades en las cuales residen, Necochea contó con teléfonos automáticos.

La fisonomía de la ciudad iba modificándose de a poco, entre las mejoras que

podían observarse hacia comienzos de 1941 estaban el embellecimiento de la

avenida 9 de Julio (actual avenida 2), arteria principal de la Villa Díaz Vélez,

trabajo conjunto realizado entre el comisionado Montangero y la Asociación de

Fomento, con una inversión de $20.000 por partes iguales29; la realización del

acceso hacia la escollera, prolongando así el camino de la avenida costanera; se

adquirió el terreno para la construcción de una Iglesia frente a la plaza principal de

la zona balnearia; entoscado, adobamiento y servicios de conservación de todas

las calles de tierra del ejido urbano; se resolvió el mejoramiento y prolongación de

la Avenida Sarmiento hasta el empalme con el camino ribereño en construcción

(Juárez-Necochea);se culminó el pavimento de la ruta provincial 88 que une Mar

del Plata-Necochea.30

Sigue el reclamo de urbanización de la zona balnearia, en la que se aúnen el

esfuerzo provincial y municipal, para estimular el esfuerzo privado, al cual se debía

casi todo en lo que adelanto se refiere.

28 Ecos Diarios, Anuario 1940. 29 Ecos Diarios, Anuario 1941. 30 Ecos Diarios, Anuario 1942.

Page 110: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

105

En cuanto a los accesos, se le solicitó al Gobierno de la Provincia la apertura de la

Avenida 10, la cual uniría el puerto con Punta Negra (un pintoresco y frecuentado

paraje de nuestras playas). La nueva Avenida empalmaría con la Avenida 9 de

Julio, significando un paso importante para efectivizar el proyecto de ampliación

del balneario hacia el Sur, base esencial del plan orgánico de la Dirección de

Arquitectura de la Provincia.

En 1947 Ernesto Presa (comisionado municipal), solicitó y obtuvo la colaboración

de las entidades del bien público para integrar la Junta Consultiva y Asesora de

vecinos, la cual quedó constituida el 22 de octubre en la sala de sesiones del

Concejo Deliberante. A través de ella se designaron comisiones internas: de

legislación e interpretación, hacienda, cuentas y presupuesto, obras públicas y de

higiene y moralidad. Las mismas se encargaban de estudiar diversos asuntos y

problemas formulando despachos que servían de base a sugerencias que el

organismo hacía llegar al comisionado municipal.31

En los primeros días de diciembre la junta destacó una delegación que se trasladó

a La Plata, quién entrevistó al Gobernador de la Provincia, ministros del poder

ejecutivo y otros importantes funcionarios, ante quienes fueron expuestas diversas

necesidades de Necochea, relacionadas con aspectos de competencia del

Gobierno Central. Durante noviembre, diciembre y enero la junta sesionó todos los

miércoles en forma activa e ininterrumpida. Posteriormente, distintas

circunstancias, fueron determinando su desintegración como consecuencia de

varias renuncias de sus miembros. En todo momento los vecinos integrantes de la

junta demostraron su excelente disposición en el sentido de trabajar por los

intereses generales de Necochea. Así quedaba demostrado en la memoria anual

de la junta, en la que se expresaba:

“Nos permitimos hacer notar que, consecuentes con los

fundamentales propósitos que dieron origen a la Asociación

de Fomento, la Comisión Directiva se ha preocupado con

31 Ecos Diarios, Anuario 1947.

Page 111: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

106

todos los medios a su alcance de intensificar una

propaganda seria y eficaz, a la vez que ha dedicado especial

atención, tratando de interesar a los poderes públicos,

nacionales, provinciales y municipales, a las necesidades de

todo orden que reclama el porvenir de la ciudad, sin cuyas

realizaciones no será posible pensar en aumentar aún más

las actividades de propaganda; y es por ello, como podrá

verse en el balance respectivo, que se ha tratado de

conservar fondos de reserva al solo efecto de realizar o

coadyuvar con los poderes públicos en la ejecución de obras

que siendo exponentes de progreso, sirvan a la vez de

propaganda objetiva, que es a nuestro entender la más

efectiva, real y económica” (Ecos Diarios, Anuario 1940: 80)

No todo serían logros, la ciudad y sus vecinos debieron afrontar momentos

difíciles que no solo tenían que ver con acontecimientos que transcurrían en la

ciudad. Así los años 1941 y 1942 fueron complicados para Necochea ya que

debieron afrontar los problemas generados por la situación imperante a nivel

mundial, que desencadenó en la segunda guerra mundial. Ello implicó un

importante decrecimiento de la exportación, lo que generó una disminución de la

actividad portuaria, agravando la economía general de la ciudad (y el partido) que

tenía como principal motor de la economía los productos agropecuarios. Sin

embargo, frente a esto no se observa desaliento de la comunidad, por el contrario,

renace el espíritu de empresa y de lucha que se manifestó en nuevas iniciativas y

realizaciones, mayormente manifestadas en el ámbito turístico, sector que se

perfilaba con cierta esperanza, a pesar de la situación que se vivía a nivel mundial.

En relación a las obras portuarias, uno de los focos económicos más importantes

de la ciudad, cabe destacar los emprendimientos de la Dirección Nacional de

Navegación y Puerto que elevó al Ministerio de Obras Públicas de la Nación el

Page 112: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

107

proyecto de ampliación del Puerto Quequén32, el cual comprendía la prolongación

de la escollera oeste33, obra indispensable para la solución integral del problema

del acceso, seguridad y defensa del puerto. El mismo fue incorporado en 1942

dentro del plan orgánico.

Además, no podemos perder de vista que este desarrollo no solo estuvo marcado

por diversos emprendimientos que llevaba adelante el estado, sino también

importantes empresas, asociaciones y entidades de bien público de la ciudad que

han estado siempre presentes con su calificado apoyo a favor de las gestiones

inspiradas en el progreso de Necochea y la región. Entre ellas se destacan: el

Centro de Acopiadores de Cereales, la Cámara Comercial e Industrial, el Club

Náutico, el Automóvil Club Argentino, la Asociación de Hoteles y Afines y la

Asociación de Fomento, entre otras.34

En 1945 continuaron los cambios en la ciudad, para este año se visualiza como

central, la ampliación del balneario y la creación de un parque recreativo para la

ciudad. Así en junio de 1945, luego de varios días de tensión con las entidades

locales, la Provincia de Buenos Aires decretó finalmente la expropiación de 119

hectáreas y 2.030 metros de frente costero con el objetivo de la ampliación del

ejido urbano necochense. Las mismas eran propiedad de la familia Díaz Vélez, la

cual fue debidamente indemnizada por esta cuestión.

Días antes, el 1º de dicho mes, se realizaba una reunión en la Asociación de

Fomento en la que, además de representantes de dicha entidad, participaban

referentes de la Cámara Comercial e Industrial, el Rotary Club y la Asociación de

Hoteles. El objetivo de la reunión era analizar la demora del gobierno para

disponer la expropiación de las tierras destinadas a la ampliación del balneario.

Las entidades estaban dispuestas a impulsar una medida de fuerza, con el cierre

de todos los locales comerciales de la ciudad, a fin de presionar a las autoridades

32 Ecos Diarios, Anuario 1941. 33 Escollera Oeste, o también llamada escollera Sur, está localizada en el antepuerto en la

desembocadura del Río Quequén Grande, sobre la margen derecha, en la ciudad de Necochea. 34 Ecos Diarios, Anuario 1943, 1949, 1950.

Page 113: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

108

provinciales.

El martes 5 de junio, el comisionado municipal, Néstor Montangero, se reunió con

el interventor federal, Juan Atilio Bramuglia, a fin de expresarle la inquietud

despertada en las instituciones locales por la falta de una resolución sobre el tema

en cuestión. Durante dos días Montangero desarrolló intensas gestiones en La

Plata. Se reunió con autoridades de Lotería Nacional, la Dirección de Escuelas,

con el director general de Correos y Telecomunicaciones y el jefe de Policía. De

esta manera, logró el interés de las autoridades escolares respecto de la

habilitación de una escuela en la Villa balnearia. También dialogó sobre la

instalación de una sucursal de correos y un destacamento policial.35 Finalmente, el

viernes 8 de junio de 1945, el comisionado municipal recibía en la Casa de

Gobierno una copia autenticada del decreto número 8.76236, fechado y suscripto

ese mismo día.

Normalizada la situación de posguerra se visualizó un anticipo del nuevo impulso

que recibió Necochea. Una importante masa de capitales se aplicó a la edificación,

levantándose un conjunto de nuevos hoteles y casas de hospedaje. En momentos

en los cuales el valor de los materiales resultó altamente oneroso, la iniciativa

35 El largo camino hacia una ciudad turística. En Ecos Diarios recuperado el 28 de enero de 2015

de http://www.ecosdiariosweb.com.ar/nuestra-historia/2015/1/28/largo-camino-hacia-ciudad-turistica-34228.html 36 El decreto 8.762 disponía la expropiación de las tierras. Constaba de seis artículos. En el primero se leía:

"Declárase expropiado el lote 4, ubicado en el partido de Necochea, (…) con superficie total de 119 hectáreas,

2.030 metros cuadrados, de acuerdo con el informe de la Dirección de Geodesia, Catastro y Tierras”.El

artículo segundo autorizaba al fiscal de Estado, "conforme a las prescripciones de ley de la materia, a deducir

las acciones judiciales pertinentes, a fin de obtener la posesión del inmueble referido e iniciar el juicio de

expropiación respecto contra la señora María del Carmen Felicitas Díaz Vélez de Álvarez de Toledo o a quien

resulte propietario del inmueble relacionado”. Además, el decreto ofrecía como "precio de la tierra afectada la

suma de 44.900 pesos moneda nacional, importe de la tasación del impuesto de contribución directa”.Artículo

4º: "La suma que se manda depositar se imputará a la cuenta de "Urbanización del Balneario de Necochea”,

Ley 4.588, artículo 13”.El decreto llevaba la firma del interventor federal, doctor Juan Atilio Bramuglia y el

ministro de Obras Públicas, Víctor Rivarola. Citado en Ecos Diarios recuperado el 28 de enero de 2015

de http://www.ecosdiariosweb.com.ar/nuestra-historia/2015/1/28/largo-camino-hacia-ciudad-

turistica-34228.html

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109

privada se manifestó activa. La notable escasez de neumáticos y el severo

racionamiento de la nafta redujeron la afluencia de turistas por vía automovilística,

lo cual no fue un obstáculo para que siguiera en constante aumento la

concurrencia de veraneantes a nuestras playas ya que el transporte ferroviario

cubría una importante demanda. Ello no impidió que las proyecciones que se

tenían sobre la red caminera se frenaran, por el contrario con 2 rutas

pavimentadas que unían la ciudad con la Capital Federal, el turismo en automóvil

tendrá un importante incremento cuando se disponga de nafta, cubiertas y coches

sin limitaciones.37

Como destacamos anteriormente, los efectos de la guerra se dejaron de sentir

antes de lo esperado, lo que resultaba sumamente prometedor para Necochea

que tenía en el puerto una de sus principales fuentes de recursos y mano de obra,

además eran considerado la esperanza más fuerte para el futuro de la ciudad. La

intensidad de la demanda y la riqueza de nuestro granero se adelantaron a la

solución del problema técnico del puerto, superando sus dificultades. Es

lamentable que la morosidad oficial haya retardado la construcción del nuevo

tramo de la escollera, lo que significó para esa época un cuantioso perjuicio para

la economía de la zona, la cual perdió millones de pesos al año en concepto de

diferencias en el flete marítimo y en los precios del cereal. La demora de los

poderes públicos en corresponder a las exigencias locales pudo observarse

también en lo relacionado al balneario. Las acciones privadas marcharon más

rápido que las gestiones gubernativas, que gracias a ellas sin duda, Necochea

continúo su progreso.38

Por otro lado, importantes obras sanitarias se llevaron a cabo en la zona balnearia

que sirvieron de base para el desarrollo urbano, edilicio y estético de la zona:

instalación de agua corriente y cloacas. Dichas obras tienen una trascendental

importancia para el futuro como resorte indispensable para resolver la expansión

del balneario hacia el sur, en línea paralela al mar, y dentro de la franja de tierras

37 Ecos Diarios, Anuario 1946. 38 Ecos Diarios, Anuario 1946.

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110

expropiadas por el gobierno, conforme a los planos del proyecto orgánico de

urbanización trazado por la Dirección de Arquitectura de la Provincia. El mismo

considera que todo el sector de la Villa Díaz Vélez reviste un carácter

esencialmente residencial, que deberá ser respetado por los proyectos que se

conciban para el futuro.39

En materia de obras sanitarias, se emprendieron las labores de instalación de la

red de agua caliente y cloacas en la Villa Díaz Vélez durante la temporada de

verano del 47/48, a cargo de la Dirección de Obras Sanitarias de la Provincia,

dicha obra, ya licitada, es ampliada hacia la planta urbana en el año 1950. Estos

hechos marcan una conquista urbanística local que promueven el futuro desarrollo

edilicio, lo anterior puede observarse en un artículo del anuario de 1950, donde

hace referencia al notorio desarrollo de la edificación en la ciudad, donde

representantes de la oficina de catastro daban cuenta de la incorporación de 366

nuevos edificios y 127 ampliaciones. Se complementa así el proceso de

mejoramiento iniciado en 1929. Cabe mencionar que en 1948, quedan

reglamentados ciertos aspectos relacionados con los frentes y alturas mínimas de

los edificios que fueran construidos sobre la avenida costanera.

Se observan incipientes pasos en pos de favorecer la expansión de la zona

balnearia de la ciudad. Testigo de ello es la aprobación por ordenanza municipal

del anteproyecto de urbanización del “lote mar N°4” (que incluía trazado y

fraccionamiento), también conocido como “Parque Díaz Vélez”, que fue parte de la

expropiación de tierras del año 1945 por el gobierno de la provincia, para la

ampliación del balneario en 1951. Esta situación coloca dentro de la órbita política

municipal, la posibilidad de extensión de la Villa balnearia, a partir del loteo de

terrenos en desuso.40

A partir de 1948 se dan comienzo a obras de gran envergadura para la ciudad,

como la adhesión por parte de la municipalidad a la ley provincial de bonos de

39 Ecos Diarios, Anuario 1949, 1950 y 1951. 40 Ecos Diarios, Anuario 1952.

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111

pavimentación, que permitirá entre otras cosas, la ampliación del afirmado en la

zona urbana y zona balnearia, pavimentación de accesos al puerto, cementerio,

RN 228 que comunica con Tres Arroyos, y la RP 43 que comunica con la localidad

de Juárez; en 1950 comienzan los trabajos de construcción del último tramo de la

escollera Oeste, lo que permitirá obtener un mayor calado, de vital importancia a

partir de que el puerto local queda habilitado para la importación en 1947.

La Asociación de Fomento contó con la oportunidad de poder dirigirse

directamente al gobernador de la Provincia para darle a conocer las necesidades

de Necochea con el objetivo de que sean contempladas en el plan general de

gobierno para el quinquenio 1953-1957. Entre ellas podemos destacar: la

terminación de la red de desagües cloacales y las deficiencias de la red del

balneario; el mejoramiento del servicio de trenes para la temporada; y por último la

instalación de una oficina de Gas del Estado en nuestra ciudad.

En concordancia con las economías que dispusieron las autoridades nacionales y

provinciales en la administración municipal de Necochea, se estableció un plan de

restricción de gastos en conformidad con un decreto del intendente, el cual

comprendía varias disposiciones: reducir un 50% la intensidad del alumbrado de

las avenidas céntricas, limitar el uso de los automotores municipales a los

servicios estrictamente necesarios, dejar sin efecto toda adquisición que no sea de

imperiosa necesidad, limitando especialmente los gastos en conceptos de

combustible, entre otras.

En conformidad con la ordenanza de 1953 las calles de nuestra ciudad que hasta

ahora tenían dos nombres, llevarán uno solamente. Además, le corresponderá un

número a cada una de ellas, como el sistema ya aplicado a la Villa balnearia. Las

impares iniciaban en la Ribera del Río Quequén y las pares en la Avenida

Costanera.

Durante 1955 se puso en marcha el Plan Municipal de Pavimentación juntamente

con la instalación de la red de desagües residuales. Estas integran las

realizaciones de más alta importancia y trascendencia edilicia que se ha encarado

Page 117: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

112

en los últimos quince años, según el anuario de dicho año.

La nueva pavimentación urbana y suburbana se ha ido cumpliendo por medio de

sucesivos contratos concertados por la municipalidad después de los respectivos

actos de licitación, y alcanzó en conjunto a 350 cuadras, cantidad requerida por

las necesidades de la evolución edilicia de la ciudad.

4.5 Desarrollo hotelero

Durante la temporada estival 1937/1938 se destacaron varios hoteles por ser

lugares elegantes, acogedores y divertidos tanto para los turistas como los

necochenses. Entre ellos podemos nombrar al Hotel Marino, al Royal Hotel y el

Hotel Necochea. Los meses de diciembre y marzo eran los indicados para

veraneos económicos debido a que las tarifas de los hoteles eran más accesibles.

Los mismos eran en diciembre, marzo y abril a partir de $8 diarios por persona,

mientras en los meses de enero y febrero eran a partir de $10 diarios por persona.

Se constituyó la Asociación de Propietarios de Hoteles integrada por los

propietarios de todos los hoteles de la ciudad, formándose su primera comisión

directiva bajo la presidencia de Juan José Marino, dueño del mítico hotel que lleva

su nombre. Su finalidad fue defender los intereses comunes del gremio, favorecer

la coordinación de los servicios y contemplar la propaganda veraniega. En este

último aspecto trabajaba en cooperación con la Asociación de Fomento.

Page 118: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

113

Imagen 4.12

Vista panorámica de la rambla y playa de Necochea de la década del ‘40

Fuente: Archivo Histórico del Museo Regional

El progresivo incremento anual de la afluencia de turistas estaba señalando las

insospechadas posibilidades del balneario, por lo que habría que imponer la

realización de construcciones frente al mar, en la extensa zona expropiada por la

provincia, con el fin de satisfacer la enorme demanda de hospedaje y proporcionar

al turista mayores comodidades y atractivos.

El hotel más antiguo de nuestra playa, Hotel Marino, mantuvo en los círculos de la

colonia de veraneantes una marcada preferencia (véase Imagen 4.13). Esto se

debe a que ha conservado la higiene, el confort, el trato correcto y el ambiente

familiar y grato. Ha conservado su línea tradicional al mismo tiempo que ha

seguido el ritmo del progreso. También era para destacar la excelencia de su

cocina de primerísima categoría, la cual representaba uno de los puntales del

establecimiento. Su tradicional restaurante era una nota de excepción, no solo en

nuestro balneario, si no en el conjunto de los centros de veraneo de la Provincia.

En momentos en que la suba de precios era furor en la época, dicho restaurante

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114

ofrecía su selecto menú al precio de $5 el cubierto.41

Imagen 4.13

Hotel Marino (1948)

Fuente: Archivo Histórico del Museo Regional.

Por otro lado, la Asociación de Hoteles y afines prosiguió su labor en defensa de

los intereses generales del balneario, interviniendo con eficacia en diversas

gestiones destinadas a solucionar problemas de orden público y formulando

oportunas sugestiones a las autoridades. En el orden gremial trabajó activamente

a fin de superar las dificultades que se presentaron con respecto a los convenios

con el personal, tarifas, etc. También colaboró empeñosamente en pro de toda

iniciativa interesante para el progreso local: desarrolló un extenso plan de

propaganda balnearia para la temporada 1953/1954. Junto con la agencia de

publicidad “ABC”, acordó un contrato por la suma de $120.000 comprendiendo

propaganda de televisión desde el 20 de octubre hasta el 20 de enero 3 veces por

semana; televisación de películas documentales sobre Necochea y sus playas;

difusión de frases referentes al balneario con intervalos de media hora por Radio

41 Ecos Diarios, Anuario 1947.

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115

Belgrano y Radio El Mundo todos los días; filmación de una película que se

exhibió en todos los cines del país; y publicidad en diarios y revistas de la Capital

Federal y del interior del país.42

4.6 Playas, bailes y tertulias: espacios de sociabilidad para turistas y

residentes

“Balneario familiar, libre de lujos excesivos y de derroches

vanidosos, la grandeza imponente de su playa sin par

pareciera advertir a los hombres de su pequeñez,

infundiéndoles el sentido de la modestia, que elimina la

fatuidad, reprime el falso orgullo y facilita el amistoso

acercamiento social” (Ecos Diarios, Anuario 1941; 19).

Así describe el diario local de 1941, el ambiente social que se podía percibir en

nuestra ciudad por aquellos años, haciendo referencia a una “playa democrática”,

a la que todos podían acceder al disfrute de la misma, siempre con un especial

hincapié en sus bondades naturales como la extensión y el suave declive, lo que

la convertía, según describe el Anuario de 1941, ideal para el disfrute en familia.

Otro factor importante para resaltar es que “está consagrada la playa de Necochea

como la playa ideal para los niños”: los niños necesitan más que sol y aire puro,

necesitan libre expansión y la gran amplitud de nuestras playas se lo permiten.

Entre otras ventajas podemos mencionar la abundante proporción de hierro en

polvo en la arena que presenta un beneficio importante para la salud de los

mismos, así como también excelentes condiciones climáticas. Como consecuencia

se instalaron importantes colonias de vacaciones que recibían alrededor de 3500

niños por temporada. Entre ellas podemos mencionar: Colonia de niños débiles

(que funcionaba a cargo de la Municipalidad de Capital Federal), la Sociedad aire

y sol, La Sociedad femenina de vacaciones (para empleados de establecimientos

42 Ecos Diario, Anuario 1954.

Page 121: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

116

comerciales) y La Sociedad de obreros y empleados de la Compañía Italo

Argentina (véase Imagen 4.14).

4.14 Imagen

Colonia de Niños Débiles (1938).

Fuente: Archivo Histórico del Museo Regional

Cabe destacar también que la afluencia de niños porteños crecía cada año,

llegando a superar los 5000 niños por temporada. Los mismos viajaban en trenes

especiales nocturnos provistos de cómodos coches dormitorios. Su traslado desde

la estación de ferrocarril hasta las colonias marítimas se llevaba a cabo en

ómnibus de la Compañía Transportes General Necochea. Su estadía constaba de

3 semanas completas, en las que realizaban diversas actividades como disfrutar

de la playa, fiestas, clases de canto, etc. Estaba plenamente comprobado a través

de estadísticas otorgadas por las colonias de vacaciones, que nuestra ciudad

poseía importantes condiciones para la salud física y moral de los niños. Esto

podía observarse en su aumento de peso, en la mejora de su apetito y en el ánimo

Page 122: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

117

alegre de los pequeños, a los pocos días de haber llegado.43

Durante toda la temporada de verano no hay un solo día sin tertulias y bailes en

los hoteles principales (véase Imagen 4.15). El objetivo de las mismas es vincular

a los veraneantes con los residentes. Cada uno de los hoteles buscan hacer las

fiestas más atrayentes, manteniendo el interés del público y estimulándolo con

innovaciones. Las fiestas con mayor esplendor se llevaban a cabo durante las

semanas de carnaval. 44

Otro de los grandes centros de esparcimiento que existía en la época era el Cine

Teatro París perteneciente a los hermanos Lafourcade, que funcionaba en la

ciudad desde septiembre de 1904. Su sala no sólo presentaba estrenos a la par

de Capital Federal, sino que sus propietarios se encargaban de incorporar los

mejores avances para brindar un mejor servicio.45

43 Ecos Diarios, Anuario 1947. 44 Ecos Diarios, Anuario 1937. 45 Ecos Diarios, Anuario 1938.

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118

4.15 Imagen

Baile en el Hotel París (1936).

Fuente: Archivo Histórico del Museo Regional.

En el año 1937 la línea de tranvías fue suplantada por nueve líneas de ómnibus,

que se distribuían entre la ciudad, la rambla, la playa y el puerto, favoreciendo así

al turista que en pocos minutos pudiera trasladarse a los diversos puntos de la

ciudad.

En este mismo año Necochea recibió la visita del presidente Agustín P. Justo con

el fin de conocer personalmente la ciudad y sus necesidades, debido a que existía

una gran indiferencia del poder central en contraste con la acción privada. Gracias

a una iniciativa del diputado Dr. Emilio Ferreyra, nuestra ciudad fue incluida en el

presupuesto provincial de dicho año. Con excepción de la Rambla y del muro

contenedor, nada más ha hecho el gobierno en relación al desarrollo del

balneario.46

46 Ecos Diarios, Anuario 1937.

Page 124: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

119

Varias provincias comienzan a presentar interés en nuestras playas; Tucumán,

Catamarca, Santiago del Estero, Entre Ríos y Santa Fe. Las primeras familias de

dichas ciudades que nos visitaron fueron las encargadas de recomendarnos a sus

amistades. Con el correr de los años, la mayor contribución de turistas provenía de

Capital Federal, según los boletos que eran expendidos para Necochea en Plaza

Constitución. De las principales ciudades de la provincia se puede mencionar

Avellaneda, La Plata, Bahía Blanca y Tres Arroyos; en cuanto a los visitantes de la

zona, de pueden mencionar las ciudades de Tandil, Balcarce, Juárez, Lobería y

González Chávez.47

Para 1938 Necochea ya estaba ubicada en 1° lugar dentro de las playas de

Sudamérica y en 1° lugar en Argentina por el aumento de veraneantes y 2° lugar

por su importancia. Estaba atravesando un ininterrumpido progreso que le

proporcionaba al veraneante comodidades, atractivos, distracciones y paseos que

el confort moderno exigía, generando una estadía amena y prolongada.48

Un aspecto particular de la época para destacar es la reglamentación de las

playas bonaerenses, que surge como iniciativa de la legislatura provincial. La

misma ha sido encarada desde la seguridad y la moral pública y contemplaba

horarios, zonas de baños, la indumentaria que debían utilizar los bañistas, los

modales, entre otros. A modo de graficar el pensamiento del período con respecto

a la exhibición del cuerpo en este espacio público (véase Imagen 4.16), se

transcribe unas breves líneas de la publicación del Anuario ’40, la cual exponía lo

siguiente:

“A veces no es tanto el traje como la pose atrevida o el

ademán incorrecto lo que constituye la nota indeseable. Va

sin decir que aquello resulta doblemente ingrato cuando

proviene de una dama, pero en materia de trajes de baño

hemos señalado alguna vez, y ahora lo repetimos, que si es

47 Ecos Diarios, Anuario 1937. 48 Ecos Diarios, Anuario 1938.

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120

tolerable la exhibición discreta de los encantos femeninos,

resulta en cambio chocante y desagradable el aspecto que

ofrecen algunos presuntos dechados de “belleza masculina”,

exponiendo sus desnudeces de mal gusto estético y luciendo

“trajes” reducidos a dos tiritas y un pequeño pantalón”

(Anuario Ecos Diarios, 1940:14)

Imagen 4.16

Turista en la playa de Necochea (1940).

Fuente: Museo Histórico Virtual Diario Necochea

A la hora de darse baños de mar había que respetar determinados horarios (por la

mañana de 8:00 a 13:00 hrs y durante la tarde de 15:00 a 18:00 hrs) debido a que

durante dichas horas existía vigilancia y servicio de auxilio a cargo de los bañeros,

por lo que convenía respetarlos. No era recomendable bañarse en las playas que

no estaban oficialmente habilitadas, ya que no existía servicio de guardavidas.49

El casino continúo en funcionamiento como en los años anteriores en los salones

del “Necochea Hotel” frente al mar. Él mismo constituyó un centro de reunión

49 Ecos Diarios, Anuario 1942.

Page 126: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

121

social otorgando brillo a la vida del balneario. Turistas de diversos lugares eran

atraídos por la fama que él mismo había conquistado.

Otra forma alternativa para fomentar el balneario y prolongar la temporada fue la

organización de la carrera de automóviles denominada “Circuito Necochea”. Fue

una manera práctica de organizar un programa social y deportivo que signifique

una importante atracción. Fiestas, concursos de regatas, natación, polo, carreras

de motos y bicicletas eran algunas de las actividades que formaron parte de este

programa. También se sumaron propuestas a destacar durante el año 1947 fue la

realización de la primera “Semana Deportiva de Necochea”, ya que arribaron

calificadas embajadas del deporte de varias localidades, quienes tuvieron la

oportunidad de conocer y promocionar la ciudad.50

Los concesionarios de las playas por su lado, buscando embellecer y mejorar el

estado de nuestro balneario, hicieron una importante propuesta a las autoridades

provinciales, queriendo realizar por su cuenta obras de mejoramiento a cambio de

la renovación de las concesiones en las condiciones actuales (véase Imagen

4.17). El 28 de septiembre de 1953 se inauguró el nuevo tramo de la escollera

oeste, dando lugar a la realización de importantes festejos populares en el puerto

local. La empresa Gruen y Bilfinger hizo entrega del tramo de prolongación al

Ministerio de Obras Públicas de la Nación. La misma consistía en un largo de 350

metros, siendo este el mínimo indispensable para proteger la entrada al puerto

contra los vientos que soplan desde el cuadrante sur-este. La obra fue iniciada en

1947, habiendo empleado 5 años en su construcción.

50 Ecos Diarios, Anuario 1947.

Page 127: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

122

Imagen 4.17

Escollera Oeste durante los trabajos de prolongación

Fuente: Ecos Diario, Anuario 1951, Biblioteca Municipal Andrés Ferreyra.

4.7 El turismo de masas en Necochea

La comisión directiva del centro Pro Necochea (contra-poder de la administración

socialista) siempre se ha preocupado en conseguir del Ferrocarril del Sud nuevas

ventajas para nuestra ciudad. También podemos destacar varias acciones

llevadas a cabo por este gobierno en relación al desarrollo del turismo. Entre ellas

se distingue la colocación de una oficina de informes turísticos sobre Necochea en

Capital Federal, concursos de propaganda balnearia publicados en el diario

metropolitano “Noticias Gráficas” otorgando como premio veraneo gratis,

propagandas radiotelefónicas en varias difusoras de Buenos Aires, entre otras.

Dicha comisión también dio a conocer un importante proyecto que consistía en la

construcción de un gran edificio social en la playa con la finalidad de dotarla con

elementos adecuados para el veraneante que le permitieran una estadía amena y

prolongada. Edificio, según ellos, sumamente necesario para los días frescos y

lluviosos que no se pueden disfrutar de la playa. El mismo contaría con: confitería,

cine, teatro, salón de fiestas, pileta, cancha de bochas, de tenis, de basket, juegos

infantiles, etc. Para dar a conocer una visión exacta del edificio se realizó una

maqueta que fue exhibida primero en Capital Federal en vidrieras de importantes

Page 128: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

123

negocios y durante la temporada se exhibió en nuestra ciudad.

Es para destacar el especial hincapié que realiza el medio gráfico local en la

continuidad de los años, en realizar una dura crítica dirigida al Gobierno Provincial

con respecto a la desatención de las demandas locales en materia de inversión en

obras para el desarrollo del turístico y aplazar indefinidamente la realización de las

mismas, para cuya financiación se cuenta con recursos aportados por el propio

Balneario. Con respecto a este tema, diarios como “La Prensa”, “La Nación”, “La

Razón” y “El Día” de La Plata, hicieron voz de estos reclamos, y al respecto se

puede leer textual en el Anuario de 1940 “Aquellos diarios expresaron la cruda

verdad sin eufemismos, haciendo conocer a la opinión pública la irritante injusticia

que constituye la retención de fondo expresamente establecidos para el

mejoramiento de las condiciones de nuestro balneario en tanto que la ayuda oficial

se ha manifestado pródiga en otros lugares de escasa atracción del turismo, como

son los balnearios de lagunas” (Anuario ‘40, 1940: 77)

Paralelamente a esta situación, seguía movilizándose la organización creada y

sostenida por los vecinos, que trabajaba en pos del crecimiento de la ciudad y en

defensa de sus intereses: la Asociación de Fomento de Necochea, que contaba

con recursos propios y se ha cargado con el peso de actividades tales como el

fomento y publicidad de la ciudad como destino turístico a través de diversos

medios de comunicación, también participando en congresos y charlas, diversas

gestiones que han derivado en el mejoramiento de diferentes aspectos, como por

ejemplo la construcción del camino a “los manantiales”, intervención para el

mejoramiento de diversos servicios públicos de importancia, como por ejemplo el

ferroviario, edilicios y viales, como así también la intervención ante los distintos

organismos de gobierno, intentando interesar a los poderes públicos respecto de

las necesidades de diverso índole que reclama el porvenir de la ciudad.

Ya para el inicio de la temporada de 1941, la ciudad de Necochea se perfilaba

como un destino fuerte de sol y playa, lo que se reflejaba en el hecho de que año

tras año se superaba el número de visitantes de la temporada anterior. Con

Page 129: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

124

especiales ventajas naturales, nuestras playas eran promocionadas como

propicias para la familia, debido a las propiedades ferruginosas de la arena y el

suave declive de la costa que la convertía en segura para los juegos infantiles.

Durante la temporada de 1941/1942 la ciudad llegó a atraer 25.000 turistas, según

el anuario de Ecos Diarios del año 1942, “debido a la atracción que ejerce por sí

misma su playa incomparable, el clima noble, el sol radiante, la brisa marina, el

panorama amplio, el arenal ferruginoso y la serena tranquilidad de su playa sin

límites”.

Por su parte la Asociación de Fomento durante este año no ha perdido

oportunidad para defender los legítimos intereses del balneario en lo que respecta

a las inversiones que deben hacerse en obras para la playa de la ciudad y no ha

cesado en reclamar el cumplimiento de la ley de casinos. También ha continuado

la involucración en temas como puerto, balneario, caminos, propaganda de verano

(tarea en la que colabora la Asociación de Propietarios de Hoteles) y la relación

con el turista.

Se destaca la participación de dicha institución en la 2° Conferencia Regional de

Turismo del Circuito Mar y Sierras (la 1° Conferencia fue realizada en 1938 en la

ciudad de Tandil), realizado en 1942 en la ciudad de Miramar, en la que ratifica los

anhelos locales, entre los que se destaca la formación de un parque en la ribera

del río Quequén y la unión del mismo con los paseos comúnmente llamados “los

manantiales” y “las cascadas”; la creación de un cuerpo especial de vigilancia y

salvataje para los balnearios; el arbolados de caminos de la zona y régimen a

seguirse; la creación de un estación experimental dunícola y la construcción de un

muelle de pesca. Estos dos últimos aprobados en la 2° Conferencia de Turismo.

También se hizo presente en el Congreso Nacional de Turismo llevado a cabo en

Capital Federal, donde no sólo se reprodujeron las ponencias del Congreso Mar y

Sierras, sino que además se manifestó la preocupación por la procreación de

especies de peces y la reglamentación de la actividad pesquera, justificación

ligada a motivos de atracción turística (se proponen estaciones de siembra de

Page 130: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

125

especies y la división de zonas de pesca comercial y aficionada).

Para los últimos años (1948-1955) decidimos realizar un análisis conjunto de los

principales aspectos que se tomaron en cuenta en esta investigación, para poder

mostrar la constancia, la evolución, el avance o no de las cuestiones más

trascendentes para el turismo en Necochea, a modo de comenzar a introducirnos

en la conclusión de nuestro trabajo de tesis de grado.

Necochea comienza a figurar dentro del nuevo sistema provincial de veraneo

económico que se inició en diciembre de 1949 por la Dirección de Turismo y

Parques de la provincia de Buenos Aires, que consistía en diez días de

vacaciones a razón de $100 por persona, que incluía el pasaje y el hospedaje. El

éxito de este sistema oficial de turismo social posibilitó la divulgación de la ciudad

de Necochea como balneario turístico, ya que un gran sector de trabajadores, en

su mayoría provenientes de la ciudad de buenos aires, se adherían a este sistema

de vacaciones económicas, además que diversos gremios de trabajadores (como

por ejemplo el bancario) realizaban convenios con los diferentes prestadores de

servicios, para ofrecerles a sus afiliados un combo vacacional. La Asociación de

Hoteles accedió al pedido de la Dirección de Turismo y Parques de la Provincia,

de mantener una tarifa de $12 por día por persona el hospedaje destinado a

contingentes de empleados u obreros y sus familias. Además siguen vigentes las

diversas colonias de vacaciones infantiles, que reciben cientos de niños

provenientes de la capital cada temporada.

A partir de la temporada ‘49/’50, la Dirección de Turismo y Parques de la provincia,

con sus oficinas de informes turísticos ubicadas en la rambla municipal, cedidos

por la comuna, realizan tareas de información turística y además comienzan con el

registro estadístico de pasajeros, a fin de superar las dificultades que hasta ese

entonces se tenían en obtener dicho registro, también requerido por la Asociación

de Fomento local. A partir de los dos primeros años de registro, se pudo

establecer que las principales corrientes que afluyen a la ciudad de Necochea son:

Capital Federal y el Gran Bs. As. con el 75% de pasajeros por temporada, le

Page 131: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

126

siguen sur de la provincia, liderando la ciudad de Bahía Blanca y la provincia de La

Pampa con un porcentaje considerable, una corriente de Rosario que se mantenía

constante, y por último las provincias de Mendoza, Córdoba, Tucumán, Salta y

Santiago del Estero con un número cada vez mayor.

Imagen 4.18

Avenida costera (1950)

Fuente: Archivo Histórico del Museo Regional.

Por decreto del Poder Ejecutivo, el 17 de enero de 1952, la comuna de Necochea

fue intervenida, expresándose en la resolución que la municipalidad se hallaba en

virtual estado de acefalia por las sucesivas renuncias presentadas por la mayoría

de los concejales. En virtud de esta medida, finalizó la administración que dirigiera

el intendente Sr. José Marchetti, quien actuaba en dicho cargo desde el 1° de

mayo de 1950. Mediante el decreto de intervención, se designó como comisionado

municipal al Sr. Lerio Rossi, quien se efectuaba cargo de oficial 4° en La Plata,

actuará hasta el 30 de abril de 1952, pues el 1° de mayo siguiente asumiría la

comuna el Intendente municipal electo en los comicios del 2 de noviembre de

1951, el Dr. Rodolfo Arce quien encabezaba la lista de candidatos del partido

Page 132: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

127

peronista.

Imagen 4.19

Grupo de jóvenes posando para el fotógrafo

Fuente: Ecos Diarios, Anuario 1950.

Durante su periodo (1952-1955) en relación al turismo específicamente ha llevado

a cabo varias tareas: desarrolló obras públicas con el objetivo de mejorar y

embellecer el balneario; determinó prolongar la temporada hasta fines de marzo

en consecuencia de iniciarse el período lectivo a comienzos de abril, aseguró un

excelente servicio de guardavidas para los bañistas a cargo del cuerpo de

guardavidas del Ministerio de Salud Pública de la Provincia complementado con

salas de primeros auxilios de la Municipalidad; dispuso implantar en conjunto con

las autoridades provinciales, el turismo escolar en nuestra ciudad. Los

participantes gozaban de una estadía de 20 días en hoteles previamente

contratados, viajaban con pasajes de primera clase, asistencia médica y asistían a

Page 133: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

128

actos culturales y recreativos, especialmente organizados.

“Las temporadas 1953/1954 y 1954/1955 se destacan entre las mejores de la

historia de nuestro balneario” desarrollaba el anuario de 1955. La avalancha de

turistas durante enero y febrero constituyó un hecho sin precedentes que indicó el

desarrollo creciente de la moderna actividad social del turismo y el progresivo

interés que Necochea despertó como centro de veraneo. Durante estos meses

estuvo colmada la capacidad de hospedaje (tanto en el centro como en el

balneario). La construcción de nuevos hoteles, era para las próximas temporadas

una necesidad de carácter impostergable.

Este interés se debe, siguiendo al anuario de dicho año, a 2 razones: la

insuperable amplitud y seguridad de su extraordinaria playa y a la cómoda estadía

que proporcionaba en condiciones más económicas que cualquier otra ciudad de

la costa sudamericana.

Imagen 4.20

Portada Anuario 1955. Vista Aérea de la Villa Balnearia.

Fuente: Ecos Diarios, Anuario 1955. Biblioteca Municipal Andrés Ferreyra.

Page 134: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

129

Para que la marcada preferencia que demostraba por Necochea una importante

corriente turística del país pudiera encontrar el camino abierto a una rápida

expansión, hacía falta que se llevara a cabo el plan de mejoras y ampliaciones del

balneario, plan originalmente trazado por la Dirección de Arquitectura de la

Provincia, siendo luego encomendada su ejecución al Instituto Inversor.

Concluimos nuestra investigación con el Golpe de Estado que tuvo lugar el 22 de

septiembre de 1955 al arribar a Necochea una importante dotación militar al

mando del Capitán de Corbeta Rafael González Aldalur quién tomó posesión de la

intendencia y comisaría local. Se procedió al desarme de quienes se encontraban

en su interior portando armas siendo registrado la totalidad del edificio municipal

realizando tareas de registro y empaquetamiento de documentación. Además de

haberse arrojado por la ventana simbología partidaria y bustos referidos al

régimen depuesto ante un numeroso público reunido en la Plaza Principal.

El Capitán González Aldalur emitió un comunicado a través de la principal emisora

de radio de la ciudad advirtiendo al vecindario aguardar orden y observar las

disposiciones del comando militar, siguiendo el anuario emitido por el principal

diario local el pueblo de Necochea celebró jovialmente el triunfo de la revolución

libertadora.

Page 135: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

CONCLUSIONES

Playas céntricas de Necochea, 1940. Fuente: Archivo Histórico del Museo Regional.

Page 136: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

131

El partido de Necochea, con la ciudad homónima como cabecera de partido, nace

en 1881. En los albores del modelo agro-exportador impulsado por el gobierno de

Julio Roca, la actividad principal que imperó desde sus inicios fue la agrícola-

ganadera y portuaria, debido a la ubicación geográfica que favorece el desarrollo

de las mismas. No fue hasta las primeras décadas del 1900 que las élites porteñas

comienzan a trasladarse hacia la costa atlántica, no sólo en búsqueda del

descanso, sino también a modo de continuación de un ritual social de pertenencia.

Dicho traslado lo permitió la gran extensión de las líneas ferroviarias que vino de la

mano de capital extranjero, mayormente británico, a modo de inversión en el

desarrollo económico y territorial del país. Esta serie de acontecimientos nos

muestra que Necochea no nace con una finalidad turística, sino que esta actividad

fue desarrollándose paralelamente conforme la ciudad iba creciendo.

Con el correr de los años, en las primeras décadas del siglo XX sería su periodo

de esplendor como se pudo visualizar en último capítulo de esta tesis. Luego del

cual comenzaría un largo proceso transformación y de “decadencia” (periodo de

análisis que este trabajo no considera), a partir de la llegada de nuevos turistas y

de la modificación de las prácticas y los lugares turísticos. Ello a su vez dará lugar

a un turismo de tipo masivo, como consecuencia de la consolidación de derechos

laborales (limitación del tiempo de trabajo, días de descanso y vacaciones pagas)

en Argentina. El derecho al descanso se ve asociado con el turismo, ya que es

visto como una recuperación necesaria para el mundo laboral.

Con la crisis del modelo agroexportador y la paulatina consolidación del modelo

económico vinculado a la industrialización y el mercado interno, junto con la

ampliación de los derechos laborales y el creciente acceso al consumo, permitió

que sectores cada vez más amplios de la sociedad pudieran acceder a la práctica

turística. Dentro de este contexto de expansión del turismo, tuvo un rol protagónico

la difusión del transporte automotor, que dejó en un segundo plano al ferrocarril y

permitió viajar a lugares a los cuales este último no tenía acceso. De esta manera

comienza a consolidarse una clase media popular que empieza a desplazarse

sobre el territorio argentino, prefiriendo mayoritariamente, la costa atlántica para

Page 137: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

132

disfrutar de las vacaciones de verano.

La masificación del turismo tuvo como destinos privilegiados a los de “sol y playa”,

destacándose la ciudad de Mar del Plata en Argentina. La expansión del veraneo

provocó el surgimiento de nuevos balnearios en la provincia de Buenos Aires

vinculado con los negocios inmobiliarios que buscaban la transformación de tierras

rurales de muy escaso valor agropecuario. Este escenario favoreció a la ciudad de

Necochea y le permitió en parte posicionarse en la agenda turística del país.

Considerando el período analizado, la noción de turismo que se gesta, sigue un

proceso lineal, inclusive hasta los años peronistas (1946 - 1955). Ello permite en

parte afirmar que el desarrollo turístico de Necochea es anterior a la época del

gobierno de Perón. Así el auge turístico en la ciudad antecede a las políticas de

turismo implementado por el gobierno Peronista lo que no significa que ellas no lo

favorezcan. Ello en parte se debe a los distintos emprendimientos que realizan los

vecinos de Necochea (por ejemplo, Sociedad de Fomento) los cuales por

supuesto no son pensados en su totalidad para favorecer a la “masa de turistas”

que llega cada verano sino también a la población local que alberga.

Inclusive en parte nuestra investigación deja entrever en algunos casos que el

progreso del balneario estuvo dado por iniciativas privadas por encima de las del

gobierno. Las fuentes utilizadas marcan de forma constante la inconformidad

sobre la tardía evolución hacia la zona balnearia, con reiteradas quejas hacia la

municipalidad, y sobre todo a la provincia por la falta de atención a las

necesidades de crecimiento. Así el acento y el énfasis está puesto en la voluntad y

el espíritu progresista del sector privado. De esta manera, un sector de la

comunidad de Necochea toma la iniciativa de favorecer el desarrollo local de la

misma, así se observan pequeños pasos, pero seguros que van favoreciendo la

expansión de la zona balnearia. Un ejemplo claro de esta situación es la

importancia que tomó la Asociación de Fomento, entidad que se ocupó de bregar

por diversas cuestiones que hacen al crecimiento de la ciudad. Aunque cabe

marcar que los debates de mayor envergadura se los llevaba los temas

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133

relacionados con el desarrollo turístico, la expansión territorial, la ampliación de

servicios, la propaganda turística, el incentivo de inversión privada, como así

también el progreso portuario.

En lo que respecta a las cuestiones turísticas, también se observaron otras

entidades que trabajaron en el impulso de la misma. Entre ellas se destaca la

Asociación de Hoteles y Afines de Necochea, que tuvo una participación especial

en el programa de veraneo económico que se promocionaba a nivel nacional.

Quienes participaban del mismo que además de ofrecer alojamiento accesible,

coordinaban demás servicios como traslados y gastronomía. Esta última

organización, tenía una estrecha colaboración con la Asociación de Fomento en la

financiación de la propaganda veraniega, que se realizaba conjuntamente con la

empresa Ferrocarril del Sud. Otra entidad con compromiso en la labor turística, fue

la Dirección de Turismo y Parques de la Provincia de Buenos Aires, que contaba

con oficinas en la Rambla Municipal, y realizaban trabajos de información al

turista, y relevaba los pasajeros que arribaban a la ciudad. En estos últimos

ejemplos puede observarse distintas vinculaciones entre el sector público y el

privada. También permite en parte observar el impacto de las políticas públicas de

corte nacional y provincial en el espacio necochense.

Así dos de las más importantes asociaciones de la ciudad de Necochea que

mayor peso tenían en el periodo analizado como así también un claro

involucramiento en el desarrollo de las cuestiones turísticas eran de procedencia

local. Este escenario denota que el crecimiento de la ciudad en general, y del

turismo en particular, estuvo muy ligado a los miembros de la misma localidad,

que se asociaron e involucraron para tratar y “pelear” por la mejora de las

cuestiones que afectaban a la comunidad, aun encontrando claras limitaciones y

abruptos cambios que sucedían en la intendencia municipal.

Este trabajo de investigación deja claro que no es pertinente la asociación

automática y de sentido común en la cual el apogeo turístico en la mayoría de los

destinos de sol y playa de la costa atlántica bonaerense son producto directo de

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134

las medidas tomadas por el gobierno peronista. El desarrollo lineal y sostenido que

venía manteniendo la ciudad, fue gracias al aporte local y privado, no fueron las

medidas peronistas las que dieron el puntapié inicial, si permitieron la continuidad

y la expiación del destino a través distintas políticas públicas de corte turístico y

social.

Page 140: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

ANEXO

Señores frente a Rambla de madera, al fondo Hotel Necochea, 1920. Fuente: Archivo Histórico del

Museo Regional.

Page 141: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

136

Línea histórica de las intendencias del período estudiado (1930- 1955)

La localidad de Necochea sufrió de abruptas y consecutivas interrupciones del

poder ejecutivo municipal, propios de la inestabilidad que sufrían los gobiernos

durante el período analizado. Lo que se intenta realizar aquí, es una descripción

de cómo fueron modificándose las titularidades de dicho cargo, a fin de poder

ilustrar en el siguiente apartado, su influencia en el desarrollo turístico de la

ciudad.

José Pucciarelli gobernó la ciudad durante 10 años consecutivos, comprendidos

entre septiembre de 1930 y julio de 1940. Dos de las más grandes obras

proyectadas y licitadas por el anterior mandato, el del señor Alejandro Calzada,

fueron concluidas durante el mandato de Pucciarelli, las mismas fueron la

pavimentación de la Villa Díaz Vélez, y el empedrado del boulevard Pellegrini,

actualmente parte de la Avenida 59.

El 22 de julio de 1940, asume con el cargo de Comisionado, designado por la

intervención nacional, el Doctor Néstor R. Montangero, y junto con esta

modificación se iniciaba un período de inestabilidad política que se prolongaría

durante varios años. Siguiendo el texto del archivo digital del diario local 51 “en los

siguientes 10 años, el mismo lapso que Pucciarelli fue intendente, se sucedieron

14 comisionados al frente del gobierno comunal”.

De ahí en adelante el listado de comisionados que siguieron fue facilitado por el

Departamento Ejecutivo de la Municipalidad de Necochea a la Biblioteca

Municipal, que se detalla a continuación:

- 17/09/1930 a 18/7/1940 José Pucciarelli.

- 18/7/1940 a 16/1941 Nestor R. Montangero.

- 21/4/1941 a 1/7/1943 José García Landera.

- 27/7/1943 a 5/4/1944 Arturo Villafañe.

- 05/04/1944 a 11/09/1944 Víctor Mercante.

51http://www.ecosdiariosweb.com.ar/nuestra-historia/2014/10/28/decada-ganada-necochea-

32157.html

Page 142: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

137

- 11/09/1944 a 21/12/1944 Enrique Cárdenas.

- 3/3/1945 a 4/10/1945 Néstor Montangero.

- 2/2/1946 a 26/4/1946 Hernan Morgante.

- 26/4/1946 a 17/7/1946 Humberto Bonaura.

- 19/7/1946 a 31/5/1947 Antonio Ugo.

- 10/8/1947 a 3/2/1948 Ernesto Presa, quién en el breve lapso de su

actuación ha contado con el auspicio de diversas instituciones locales para

el desarrollo de su gestión administrativa. Una de sus primeras

preocupaciones fue la de velar por el buen cumplimiento de ordenanzas y

disposiciones reglamentarias.

- 3/2/1948 a 5/4/1948 Eulogio Bengochea.

- 5/4/1948 a 1/5/1948 Francisco Fusté Padrós.

- 1/5/1948 a 17/12/1949 José Brun, su mandato sería desde 1948 hasta

1952, como resultado de los comicios del 14 de marzo de 1948.

- 17/12/1949 a 1/5/1950 Andrés Villanueva del Gage, Comisionado municipal

puesto en posesión del cargo, en nombre y representación del poder

ejecutivo de la provincia, por el señor Ernesto Girbal Argüello.

- 1/5/1950 a 19/1/1952 José Marchetti.

- 19/1/1952 a 2/5/1952 Lerio Rossi.

- 1/5/1952 a 22/9/1955 Rodolfo Arce, resultado de los comicios del 2 de

noviembre de 1951.

- 22/9/1955 a 13/4/1956 Rafael González Aldalur.

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- Imagen 4.7: Archivo Histórico del Museo Regional.

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- Imagen 4.9: Colección Sergio Ruiz Díaz.

- Imagen 4.10: Gran Libro del Milenio, Ecos Diarios, 5 de Diciembre de 1948.

- Imagen 4.11: Colección Aníbal Trasmonte.

- Imagen 4.12: Archivo Histórico del Museo Regional.

- Imagen 4.13: Archivo Histórico del Museo Regional.

- Imagen 4.14: Archivo Histórico del Museo Regional.

- Imagen 4.15: Archivo Histórico del Museo Regional.

- Imagen 4.16: Museo Histórico Virtual Diario Necochea.

- Imagen 4.17: Ecos Diarios, Anuario 1951. Biblioteca Municipal Andrés

Ferreyra.

- Imagen 4.18: Archivo Histórico del Museo Regional.

- Imagen 4.19: Ecos Diarios, Anuario 1950.

- Imagen 4.20: Ecos Diarios, Anuario 1955. Biblioteca Municipal Andrés

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- Imagen de Introducción: Archivo Histórico del Museo Regional.

- Imagen de portada de Capítulo 1: Archivo Histórico del Museo Regional.

- Imagen de portada de Capítulo 2: Archivo Histórico del Museo Regional.

- Imagen de portada de Capítulo 3 : Archivo Histórico del Museo Regional.

- Imagen de portada de Capítulo 4: Archivo Histórico del Museo Regional.

- Imagen de portada de Conclusiones: Archivo Histórico del Museo Regional.

- Imagen de portada de Anexo: Archivo Histórico del Museo Regional.

Page 147: “Las huellas del pasado en el turismo” Necochea 1930-1955

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- Imagen de portada de Fuentes: Archivo Histórico del Museo Regional.

- Imagen de portada de Imágenes: Archivo Histórico del Museo Regional.

- Imagen de portada de Bibliografía: Archivo Histórico del Museo Regional.

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