las emociones del cerebro parte 1

8/17/2019 Las Emociones Del Cerebro Parte 1

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El diseño biológico que rige nuestro espectroemocional no lleva cinco ni cincuentageneraciones evolucionando; se trata de un

sistema que está presente en nosotros desdehace más de cincuenta mil generaciones yque ha contribuido, con demostrado éxito, anuestra supervivencia como especie. Por ello,no hay que sorprenderse si en muchasocasiones, rente a los comple!os retos quenos presenta el mundo contemporáneo,respondamos instintivamente con recursosemocionales adaptados a las necesidades delPleistoceno.

En esencia, toda emoción constituye unimpulso que nos movili"a a la acción. #apropia ra$" etimológica de la palabra da

cuenta de ello, pues el lat$n movere signi%camoverse y el pre%!o edenota un ob!etivo. #aemoción, entonces, desde el plano semántico,signi%ca &movimiento hacia', y basta conobservar a los animales o a los niñospequeños para encontrar la orma en que las

emociones los dirigen hacia una accióndeterminada, que puede ser huir, chillar orecogerse sobre s$ mismos. (ada uno denosotros viene equipado con unos programasde reacción automática o una serie depredisposiciones biológicas a la acción. )inembargo, nuestras experiencias vitales y el

medio en el cual nos haya tocado vivir irán



moldeando con los años ese equipa!e genéticopara de%nir nuestras respuestas ymaniestaciones ante los est$mulos

emocionales que encontramos.*n par de décadas atrás, la ciencia psicológicasab$a muy poco, si es que algo sab$a, sobre losmecanismos de la emoción. Perorecientemente, y con ayuda de nuevos mediostecnológicos, se ha ido esclareciendo por ve"

primera el misterioso y oscuro panorama deaquello que sucede en nuestro organismomientras pensamos, sentimos, imaginamos osoñamos. +racias al escáner cerebral se hapodido ir desvelando el uncionamiento denuestros cerebros y, de esta manera, laciencia cuenta con una poderosa herramienta

para hablar de los enigmas del cora"ón eintentar dar ra"ón de los aspectos másirracionales del psiquismo.

lrededor del tallo enceálico, que constituyela región más primitiva de nuestro cerebro yque regula las unciones básicas como la

respiración o el metabolismo, se uecon%gurando el sistema l$mbico, que aportalas emociones al repertorio de respuestascerebrales. +racias a éste, nuestros primerosancestros pudieron ir a!ustando sus accionespara adaptarse a las exigencias de un entornocambiante. s$, ueron desarrollando lacapacidad de identi%car los peligros, temerlos



y evitarlos. #a evolución del sistema l$mbicoestuvo, por tanto, apare!ada al desarrollo dedos potentes herramientas- la memoria y el

aprendi"a!e.En esta región cerebral se ubica la am$gdala,que tiene la orma de una almendra y que, dehecho, recibe su nombre del vocablo griegoque denomina a esta ltima. )e trata de unaestructura pequeña, aunque bastante grande

en comparación con la de nuestros parientesevolutivos, en la que se depositan nuestrosrecuerdos emocionales y que, por ello mismo,nos permite otorgarle signi%cado a la vida. )inella, nos resultar$a imposible reconocer lascosas que ya hemos visto y atribuirles algnvalor.

)obre esta base cerebral en la que se asientanlas emociones, ue creándose hace unos cienmillones de años el neocórtex- la regióncerebral que nos dierencia de todas lasdemás especies y en la que reposa todo locaracter$sticamente humano. El pensamiento,

la re/exión sobre los sentimientos, lacomprensión de s$mbolos, el arte, la cultura yla civili"ación encuentran su origen en esteespon!oso reducto de te!idos neuronales. lorecernos la posibilidad de plani%car a largopla"o y desarrollar otras estrategias mentalesa%nes, las comple!as estructuras delneocórtex nos permitieron sobrevivir como



especie. En esencia, nuestro cerebro pensantecreció y se desarrolló a partir de la regiónemocional y estos dos siguen estando

estrechamente vinculados por miles decircuitos neuronales. Estos descubrimientosarro!an muchas luces sobre la relación $ntimaentre pensamiento y sentimiento.

#a emergencia del neocórtex produ!o unsinnmero de combinaciones insospechadas y

de gran so%sticación en el plano emocional,pues su interacción con el sistema l$mbico nospermitió ampliar nuestro abanico dereacciones ante los est$mulos emocionales yas$, por e!emplo, ante el temor, que lleva a losdemás animales a huir o a deenderse, losseres humanos podemos optar por llamar a la

polic$a, reali"ar una sesión de meditacióntrascendental o sentarnos a ver una comedialigera. simismo, con el neocórtex emergió ennosotros la capacidad de tener sentimientossobre nuestros sentimientos, induciremociones o inhibir las pasiones.

0rgullosos de nuestra capacidad paracontrolar nuestras emociones, hemos ca$do enla trampa de creer que nuestra racionalidadprima sobre nuestros sentimientos y que a ellapodemos atribuirle la causa de todos nuestrosactos. Pero, a dierencia de lo que pensamos,son muchos los asuntos emocionales quesiguen regidos por el sistema l$mbico y



nuestro cerebro toma decisionescontinuamente sin siquiera consultarlas conlos lóbulos rontales y demás "onas anal$ticas

de nuestro cerebro pensante. 1ecuerde,simplemente, la ltima ve" en que perdióusted el control y explotó ante alguien,diciendo cosas que !amás dir$a.

#os estudios neurológicos han encontrado quela primera región cerebral por la que pasan las

señales sensoriales procedentes de los o!os ode los o$dos es el tálamo, que se encarga dedistribuir los mensa!es a las otras regiones deprocesamiento cerebral. 2esde all$, las señalesson dirigidas al neocórtex, donde lainormación es ponderada mediante dierentesniveles de circuitos cerebrales, para tener una

noción completa de lo que ocurre y %nalmenteemitir una respuesta adaptada a la situación.El neocórtex registra y anali"a la situación yacude a los lóbulos prerontales paracomprender y organi"ar los est$mulos, enorden a orecer una respuesta anal$tica y

proporcionada, enviando luego las señales alsistema l$mbico para que produ"ca e irradielas respuestas hormonales al resto del cuerpo.

unque esta es la orma en la que uncionanuestro cerebro la mayor parte del tiempo, 3oseph #e2oux 4en su apasionante estudiosobre la emoción4 descubrió que, !unto a lalarga v$a neuronal que va al córtex, existe una



pequeña estructura neuronal que comunicadirectamente el tálamo con la am$gdala. Estav$a secundaria y más corta, que constituye

una suerte de ata!o, permite que la am$gdalareciba algunas señales directamente de lossentidos y dispare una secreción hormonalque determina nuestro comportamiento, antesde que esas señales hayan sido registradaspor el neocórtex.

El problema que esto puede y suele suscitarconsiste en que la am$gdala orece respuestasinmediatas que no tienen en cuenta lasituación en toda su comple!idad, sino que selimitan a asociarla con los recuerdosemocionales que guarda almacenados paraproveer as$ la repuesta que considere

adecuada. )i bien esto podr$a serdeterminante para la supervivencia denuestros ancestros en situaciones en las queunas milésimas de segundos signi%caban ladierencia entre vida o muerte, en elso%sticado mundo social de hoy en d$a puede

resultar desproporcionado y hastacatastró%co.



s$, por e!emplo, no es de sorprender que unapersona que haya surido un uerte traumatras haber sido asediada sexualmente por un

antiguo !ee, tenga una reacción exagerada yviolenta cuando se enrente a un escenariosimilar al del ataque o cuando se encuentrecon una superior que le recuerde de algunaorma a su agresor. 2e hecho, la situación sehace más comple!a si tenemos en cuenta quela mayor$a de los recuerdos emocionales másintensos que están almacenados en laam$gdala proceden de los primeros años devida, de hechos que no sólo escapan a nuestrocontrol, sino que ni siquiera entran en elámbito de nuestros recuerdos conscientes.

En cada uno de nosotros se solapan dos

mentes distintas- una que piensa y otra que



siente. 5stas constituyen dos acultadesrelativamente independientes y re/e!an eluncionamiento de circuitos cerebrales

dierentes aunque interrelacionados. 2ehecho, el intelecto no puede uncionaradecuadamente sin el concurso de lainteligencia emocional, y la adecuadacomplementación entre el sistema l$mbico y elneocórtex exige la participación armónica deambas. En much$simas ocasiones, estas dosmentes mantienen una adecuadacoordinación, haciendo que los sentimientoscondicionen y enrique"can los pensamientos ylo mismo a la inversa. lgunas veces, sinembargo, la carga emocional de un est$mulodespierta nuestras pasiones, activando a nivel

neuronal un sistema de reacción deemergencia, capa" de secuestrar a la menteracional y llevarnos a comportamientosdesproporcionados e indeseables, comocuando un ataque de cólera conduce a unhomicidio.

En el uncionamiento de la am$gdala y en suinterrelación con el neocórtex se esconde elsustento neurológico de la inteligenciaemocional, entendida, pues, como un con!untode disposiciones o habilidades que nospermite, entre otras cosas, tomar las riendasde nuestros impulsos emocionales,

comprender los sentimientos más proundos



de nuestros seme!antes, mane!aramablemente nuestras relaciones o dominaresa capacidad que señaló ristóteles

deenfadarse con la persona adecuada, en elgrado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto.

La inteligencia más allá del intelecto

2iversos estudios de largo pla"o han ido

observando las vidas de los chicos quepuntuaban más alto en las pruebasintelectivas o han comparado sus niveles desatisacción rente a ciertos indicadores 6laelicidad, el prestigio o el éxito laboral7 conrespecto a los promedios. 8odos ellos han

puesto de relieve que el coe%ciente intelectualapenas si representa un 9: de los actoresdeterminantes del éxito.

El <: restante depende de otro tipo devariables, tales como la clase social, la suertey, en gran medida, la inteligencia emocional.s$, la capacidad de motivarse a s$ mismo, deperseverar en un empeño a pesar de lasrustraciones, de controlar los impulsos, dierirlas grati%caciones, regular los propios estadosde ánimo, controlar la angustia y empati"ar ycon%ar en los demás parecen ser actoresmucho más determinantes para la



consecución de una vida plena que lasmedidas del desempeño cognitivo.

8al como sucede con las matemáticas o lalectura, la vida emocional constituye unámbito que se puede dominar con mayor omenor pericia. menudo se nos presentan enel mundo su!etos que evocan la caricaturaestereot$pica del intelectual con unaasombrosa capacidad de ra"onamiento, pero

completamente inepto en el plano personal.=uienes, en cambio, gobiernanadecuadamente sus sentimientos, y sabeninterpretar y relacionarse eectivamente conlos sentimientos de los demás, go"an de unasituación venta!osa en todos los dominios dela vida, desde el novia"go y las relaciones

$ntimas hasta la comprensión de las reglastácitas que determinan el éxito en el ámbitoproesional.

)i bien es cierto que en toda personacoexisten los dos tipos de inteligencia6cognitiva y emocional7, es evidente que la

inteligencia emocional aporta, con muchadierencia, la clase de cualidades que más nosayudan a convertirnos en auténticos sereshumanos. *no de los cr$ticos máscontundentes con el modelo tradicional deconcebir la inteligencia es >o?ard +ardner.Este mantiene que la inteligencia no es unasola, sino un amplio abanico de habilidades



dierenciadas entre las que identi%ca siete, sinpretender con ello hacer una enumeraciónexhaustiva.

+ardner destaca dos tipos de inteligenciapersonal- la interpersonal, que permitecomprender a los demás, y la intrapersonal,que permite con%gurar una imagen %el yverdadera de uno mismo. 2e orma másespec$%ca, y siguiendo el sendero abierto por

+ardner, Peter )alovey ha organi"ado lasinteligencias personales en cincocompetencias principales- el conocimiento delas propias emociones, la capacidad decontrolar estas ltimas, la capacidad demotivarse uno mismo, el reconocimiento delas emociones a!enas y el control de las

relaciones.

#as habilidades emocionales no sólo noshacen más humanos, sino que en muchasocasiones constituyen una condición de basepara el despliegue de otras habilidades quesuelen asociarse al intelecto, como la toma de

decisiones racionales. El propio +ardner hadicho que en la vida cotidiana no existe nadamás importante que la inteligenciaintrapersonal, ya que a falta de ella, noacertaremos en la elección de la pareja conquien vamos a contraer matrimonio, en la

elección del puesto de trabajo, etcétera.



El caso de Elliot constituye un e!emplointeresante de la orma en que esto sucede. 8ras una intervención quirrgica en la que le

extirparon un tumor cerebral, Elliot surió uncambio radical en su personalidad y en pocosmeses perdió su traba!o, arruinó sumatrimonio y dilapidó todos sus recursos.unque sus capacidades intelectuales segu$anintactas, como corroboraban los tests que sele reali"aron, Elliot malgastaba su tiempo encualquier pequeño detalle, como si hubieraperdido toda sensación de prioridad. 8rasestudiar su caso, ntonio 2amasio encontróque con la operación se hab$an comprometidoalgunas conexiones nerviosas de la am$gdalacon otras regiones del neocórtex y que, en

consecuencia, Elliot ya no ten$a conciencia desus propios sentimientos.

Pero 2amasio ue un poco más allá, y logróconcluir que los sentimientos !uegan un papelundamental en nuestra habilidad para tomarlas decisiones que a diario debemos adoptar,

pues al parecer, la presencia de una sensaciónvisceral es la que nos da la seguridad quenecesitamos para renunciar o proseguir conun determinado curso de acción,disminuyendo las alternativas sobre las cualestenemos que elegir. En suma, muchas de lashabilidades vitales que nos permiten llevar

una vida equilibrada, como la capacidad para



tomar decisiones, nos exigen permanecer encontacto con nuestras propias emociones.

Habilidad 1: autocontrol, el dominio de uno mismo

#os griegos llamaban sofrosyne a la virtudconsistente en el cuidado y la inteligencia enel gobierno de la propia vida; a su ve", losromanos y la iglesia cristiana primitivadenominabantemperancia 6templan"a7 a la

capacidad de contener el exceso emocional.#a preocupación, pues, por gobernarse a s$mismo y controlar impulsos y pasiones pareceir apare!ada al desarrollo de la vida encomunidad, pues una emoción excesivamenteintensa o que se prolongue más allá de lo

prudente, pone en riesgo la propia estabilidady puede traer consecuencias neastas.

)i de una parte somos esclavos de nuestrapropia naturale"a, y en ese sentido es muyescaso el control que podemos e!ercer sobrela orma en que nuestro cerebro responde alos est$mulos y sobre su manera de activardeterminadas respuestas emocionales, porotra parte s$ que podemos e!ercer algncontrol sobre la permanencia e intensidad deesos estados emocionales.

s$, el arte de contenerse, de dominar losarrebatos emocionales y de calmarse a unomismo ha llegado a ser interpretado por



psicólogos de la altura de 2. @. @innicottcomo el más undamental de los recursospsicológicos. A como ha demostrado una

prousa investigación, estas habilidades sepueden aprender y desarrollar, especialmenteen los años de la inancia en los que el cerebroestá en perpetua adaptación. Paracomprender me!or estas a%rmaciones, veamossu aplicación en el caso del enado y latriste"a.

El enado es una emoción negativa con unintenso poder seductor, pues se alimenta a s$misma en una especie de c$rculo cerrado, enel que la persona despliega un diálogo internopara !usti%car el hecho de querer descargar lacólera en contra de otro. (uantas más vueltas

le da a los motivos que han originado suenado, mayores y me!ores ra"ones creerátener para seguir eno!ado, alimentando consus pensamientos la llama de su cólera. Elenado, pues, se construye sobre el propioenado y su naturale"a altamente in/amable

atrapa las estructuras cerebrales, anulandotoda gu$a cognitiva y conduciendo a lapersona a las respuestas más primitivas.

2ol Billmann, psicólogo de la *niversidad delabama, sostiene que el detonante universaldel enado radica en la sensación de hallarseamena"ado, bien sea por una amena"a $sica ocualquier amena"a simbólica en contra de la



autoestima o el amor propio 6como, pore!emplo, sentirse tratado de orma in!usta oruda o recibir un insulto o cualquier otra

muestra de menosprecio7.Por su naturale"a invasiva, el enado suelepercibirse como una emoción incontrolable eincluso euori"ante, y esto ha omentado laalsa creencia de que la me!or orma decombatirlo consiste en expresarlo

abiertamente, en una suerte de catarsisliberadora. #os experimentos liderados porBillman han permitido concluir que el hechode airear el eno!o de poco o nada sirve paramitigarlo. n más, 2iane 8ice ha descubiertoque expresar abiertamente el enadoconstituye una de las peores maneras de

tratar de aplacarlo, porque los arranques deira incrementan necesariamente la excitaciónemocional del cerebro y hacen que la personase sienta todav$a más irritada.

Cen!amin Dranlin sentenció que siempre hayrazones para estar enfadados, pero éstas rara

vez son buenas. El problema está en saberdiscernir. #os estudios emp$ricos de Billman lehan servido para descubrir que una de lasrecetas más eectivas para acabar con elenado consiste en reencuadrar la situacióndentro de un marco más positivo. Para ello,conviene hacer conciencia de lospensamientos que desencadenaron la primera



descarga de eno!o, pues muchas veces unapequeña inormación adicional sobre esasituación original puede restarle toda su

uer"a al enado.En un experimento muy elocuente, un grupode voluntarios deb$a reali"ar e!ercicios $sicosen una sala, dirigidos por un ayudante que, enrealidad, era cómplice del investigador y selimitaba a insultarlos y a provocarlos de

mltiples ormas. l terminar la actividad, losvoluntarios ten$an la posibilidad de descargarsu cólera, evaluando las aptitudes delayudante para una eventual contrataciónlaboral. (omo era de esperar, los ánimosestaban caldeados y las cali%caciones que elsu!eto obtuvo ueron ba!$simas.

En una segunda aplicación del experimento seintrodu!o una variante- cuando terminaban lose!ercicios, entraba una mu!er con losormularios y el ayudante, que en esemomento sal$a, se desped$a de ella de ormadespectiva. Ella, sin embargo, parec$a tomarse

sus palabras con buen humor y luego lesexplicaba a los asistentes que su compañeroestaba pasando por muy mal momento,sometido a intensas presiones por un examenal que se someter$a pronto. Esa pequeñainormación bastó para modular el enado delos voluntarios, quienes en esta ocasión



cali%caron de orma mucho más benévola lasaptitudes del ayudante.

Por otra parte, Billman ha descubierto queale!arse de los est$mulos que pueden recordarlas causas del enado y cambiar el oco deatención es otra orma muy eectiva deaplacarlo, pues se pone %n a la cadena depensamientos irritantes, se reduce laexcitación %siológica y se produce una suerte

de enriamiento en el que la cólera vadesapareciendo. !uicio de Billman, medianteunas distracciones adecuadas en las que lamente tenga que prestar atención a algonuevo, dierente y entretenido 6como ver unapel$cula, leer un libro, reali"ar un poco dee!ercicio o dar un paseo7, es posible modi%car

el estado an$mico y suavi"ar el enado, pueses muy di$cil que éste subsista cuando uno loestá pasando bien.

2e manera seme!ante a lo que ocurre con elenado, la triste"a es un estado de ánimo quelleva a la gente a utili"ar mltiples recursos

para librarse de él, muchos de los cualesresultan poco eectivos. Por e!emplo, 2iane 8ice ha comprobado que el hecho de aislarse,que suele ser la opción escogida por muchoscuando se sienten abatidos, solamentecontribuye a aumentar su sensación desoledad y desamparo.



#a triste"a como tal no es necesariamente unestado negativo; por el contrario, puededesempeñar las unciones necesarias para una

recomposición emocional, como sucede con elduelo tras la pérdida de un ser querido. Perocuando adquiere la naturale"a crónica de unadepresión, puede erosionar la salud mental y$sica de una persona llevándola incluso acometer un suicidio.

Entre las medidas que han demostrado mayoréxito para combatir la depresión se encuentrala terapia cognitiva orientada a modi%car laspautas de pensamiento que la rigen. Estaterapia intenta conducir al paciente aidenti%car, cuestionar y relativi"ar lospensamientos que se esconden en el ncleo

de la obsesión y a establecer un programa deactividades agradables que procure algunaclase de distracción, como por e!emplo elaeróbic, que ha demostrado ser una de lastácticas más e%caces para sacudirse deencima tanto la depresión leve como otros

estados de ánimo negativos.

Habilidad 2: el entusiasmo, la aptitud maestra para lavida

Por su poderosa in/uencia sobre todos losaspectos de la vida de una persona, las

emociones se encuentran en el centro de la



existencia; la habilidad del individuo paramane!arlas acta como un poderoso predictorde su éxito en el uturo. #a capacidad de

pensar, de plani%car, concentrarse, solventarproblemas, tomar decisiones y muchas otrasactividades cognitivas indispensables en lavida pueden verse entorpecidas o avorecidaspor nuestras emociones. s$ pues, el equipa!eemocional de una persona, !unto a suhabilidad para controlar y mane!ar esastendencias innatas, proveen los l$mites de suscapacidades mentales y determinan los logrosque podrá alcan"ar en la vida. >abilidadesemocionales como el entusiasmo, el gusto porlo que se hace o el optimismo representanunos est$mulos ideales para el éxito. 2e ah$

que la inteligencia emocional constituya laaptitud maestra para la vida.

)i comparamos a dos personas con unascapacidades innatas equivalentes, una de lascuales se encuentra en la cspide de sucarrera, mientras la otra se codea con la masa

en un nivel de mediocridad, encontraremosque su principal dierencia radica en aspectosemocionales- por e!emplo, el entusiasmo y latenacidad rente a todo tipo de contratiempos,que le habrán permitido al primero perseveraren la práctica ardua y rutinaria durantemuchos años.



2iversos estudios han tra"ado la correlaciónentre ciertas habilidades emocionales y eldesempeño uturo de una persona. 2elante de

un grupo de niños de cuatro años de edad secolocó una golosina que pod$an comer, perose les explicó que si esperaban veinte minutospara hacerlo, entonces conseguir$an dosgolosinas. 2oce años después se demostróque aquellos pequeños que hab$an exhibido elautocontrol emocional necesario para rerenarla tentación en aras de un bene%cio mayoreran más competentes socialmente, másemprendedores y más capaces de arontar lasrustraciones de la vida.

2e orma seme!ante, la ansiedad constituyeun predictor casi inequ$voco del racaso en el

desempeño de una tarea comple!a,intelectualmente exigente y tensa como, pore!emplo, la que desarrolla un controladoraéreo. *n estudio reali"ado sobre F.GH:estudiantes de control del trá%co aéreo arro!óque el indicador de éxito y racaso estaba

mucho más relacionado con los niveles deansiedad que con las ciras alcan"adas en lostests de inteligencia. simismo, F9I estudiosdierentes, en los que participaron más deJI.::: personas, han rati%cado que cuantomás proclive a angustiarse es una persona,menor es su rendimiento académico. s$ pues,

la ansiedad y la preocupación, cuando no se



cuenta con la habilidad emocional paradominarlas, actan como proec$asautocumplidas que conducen al racaso.

En cuanto al entusiasmo y la habilidad parapensar de orma positiva, (. 1. )nyder,psicólogo de la *niversidad de Kansas,descubrió que las expectativas de un grupo deestudiantes universitarios eran un me!orpredictor de sus resultados en los exámenes

que sus puntuaciones en un test llamado )8,que tiene una elevada correlación con elcoe%ciente intelectual. )egn )nyder, laesperan"a es algo más que la visión ingenuade que todo irá bien; se trata de la creenciade que uno tiene la voluntad y dispone de laforma de llevar a cabo sus objetivos,

cualesquiera que estos sean.

(on el optimismo sucede algo parecido.)iempre que no se trate de un antasear irreale ingenuo, el optimismo es una actitud queimpide caer en la apat$a, la desesperación o ladepresión rente a las adversidades. Lartin

)eligman, de la *niversidad de Pensilvania, lode%ne en unción de la orma en que la gentese explica a s$ misma sus éxitos y susracasos. Lientras que el optimista ubica lacausa de sus racasos en algo que puedecambiarse y que podrá combatir en el uturo,el pesimista se echa la culpa de sus reveses,atribuyéndolos a alguna caracter$stica



personal que no es posible modi%car. El mismo)eligman lideró un estudio sobre losvendedores de seguros de una compañ$a

norteamericana- as$ descubrió que, durantesus primeros dos años de traba!o, losoptimistas vend$an un JG más que lospesimistas, y que las tasas de abandono delpuesto entre los pesimistas doblaban a las desus colegas optimistas.

En s$ntesis, canali"ar las emociones hacia un%n más productivo constituye una verdaderaaptitud maestra. Aa se trate de controlar losimpulsos, de demorar la grati%cación, deregular los estados de ánimo para acilitar elpensamiento y la re/exión, de motivarse auno mismo para perseverar y hacer rente a

los contratiempos, de asumir una actitudoptimista rente al uturo, todo ello parecedemostrar el gran poder de las emocionescomo gu$as que determinan la e%cacia denuestros esuer"os.

Habilidad 3: la empatía, ponerse en la piel de losdemás

lgunas personas tienen más acilidad queotras para expresar con palabras sus propiossentimientos; existe otro tipo de individuoscuya incapacidad absoluta para hacerlo los

lleva incluso a considerar que carecen de



sentimientos. Peter )ineos, psiquiatra de>arvard, acuñó el término &alexitimia', que secompone del pre%!o a 6sin7, !unto a los

vocablos lexis 6palabra7 ythymos 6emoción7,para reerirse a la incapacidad de algunaspersonas para expresar con palabras suspropias vivencias.

Mo es que los alexit$micos no sientan,simplemente carecen de la capacidad

undamental para identi%car, comprender yexpresar sus emociones. Este tipo deignorancia hace de ellos personas planas yaburridas, que suelen que!arse de problemascl$nicos diusos, y que tienden a conundir elsurimiento emocional con el dolor $sico. Peroel eecto negativo de esta condición rebasa el

ámbito privado de la persona en cuestión, enla medida en que la conciencia de s$ mismo esla acultad sobre la que se erige la empat$a.s$, al no tener la menor idea de lo quesienten, los alexit$micos se encuentrancompletamente desorientados con respecto a

los sentimientos de quienes les rodean.#a palabra empat$a proviene delgriego empatheia, que signi%ca &sentirdentro', y denota la capacidad de percibir laexperiencia sub!etiva de otra persona. Elpsicólogo norteamericano E.C. 8iteheneramplió el alcance del término para reerirse altipo de imitación $sica que reali"a una



persona rente al surimiento a!eno, con elob!eto de evocar idénticas sensaciones en s$misma. 2iversas observaciones in situ han

permitido identi%car esta habilidad desdeedades muy tempranas, como en niños denueve meses de edad que rompen a llorarcuando ven a otro niño caerse, o niños unpoco mayores que orecen su peluche a otroniño que está llorando y llegan incluso aarroparlo con su manta. Nncluso se hademostrado que desde los primeros d$as devida, los bebés se muestran aectados cuandooyen el llanto de otro niño, lo cual ha sidoconsiderado por algunos como el primerantecedente de la empat$a.

lo largo de la vida, esa capacidad para

comprender lo que sienten los demás aectaun espectro muy amplio de actividades, quevan desde las ventas hasta la dirección deempresas, pasando por la pol$tica, lasrelaciones amorosas y la educación de loshi!os. su ve", la ausencia de empat$a suele

ser un rasgo distintivo de las personas quecometen los delitos más execrables-psicópatas, violadores y pederastas. #aincapacidad de estos su!etos para percibir elsurimiento de los demás les inunde el valornecesario para perpetrar sus delitos, quemuchas veces !usti%can con mentiras

inventadas por ellos mismos, como cuando un



padre abusador asume que está dándoleaecto a sus hi!os o un violador sostiene quesu v$ctima lo ha incitado al sexo por la orma

en que iba vestida.#os estudios adelantados por el NationalInstitute of ental !ealth han puesto derelieve que buena parte de las dierencias enel grado de empat$a se hallan directamenterelacionadas con la educación que los padres

proporcionan a sus hi!os. 2aniel )tern, unpsiquiatra que ha estudiado los breves yrepetidos intercambios que tienen lugar entrepadres e hi!os, sostiene que en esosmomentos de intimidad se está dando elaprendi"a!e undamental de la vida emocional. su !uicio, existe sintonización entre dos

personas 4una madre y su hi!o, o dos amantesen la cama4 cuando la una constata que susemociones son captadas, aceptadas ycorrespondidas con empat$a.

las emociones del cerebro parte 1

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