las dificultades del espíritu crítico-científico en una sociedad autoritaria1185-3462-1-pb

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  • 7/24/2019 Las dificultades del espritu crtico-cientfico en una sociedad autoritaria1185-3462-1-PB

    1/13

    Las dificultades del espritu crtico-cientfico

    en una sociedad

    autoritaria

    H. C. F Mansilla

    (Academia de Ciencias de Bolivia)

    Resumen

    El rea andina de Amrica Latina ha experimentado tres grandes corrientes

    histrico-culturales que han contribuido a moldear

    la

    mentalidad colectiva:

    ( 1) el legado civilizatorio precolombino, (2)

    la

    tradicin ibero-catlica, y (3)

    la recepcin instrumentalista de la modernidad occidental. Las dos primeras

    fomentaron una cultura autoritaria y colectivista, poco favorable al

    espritu

    crtico-cientfico. La restauracin de la democracia (a partir de

    1980)

    fomenta,

    con muchos obstculos, una .miversalizacin

    de

    los derechos humanos y la

    introduccin de un espritu abie1to a la investigacin cientfica seria. Estos

    esfuerzos han mitigado

    la

    fuerza del autoritarismo y han debilitado las certezas

    dogmticas.

    Palabras clave: autoritarismo - colectivismo - cultura precolombina -

    tradicin ibero-catlica - democratizacin.

    bstract

    The Andean area ofLatn America has experienced three main historical

    and

    cultural currents, which

    had

    a strong influence

    on

    collective mentality:

    (

    1 the pre-Hispanic

    1

    ndian civilizations, (2) the

    1

    berian-Cathol ic tradition,

    and

    (3) a mere

    in

    strumental reception

    of

    actual western modernity. Both first

    influences furthered an authoritarian

    and

    collectivistic culture

    and

    were

    not

    favourable to a critica and scientific spirit. The re-establishment ofdemocra

    cy since 1980 promotes (with many impediments) a generalization of human

    rights and the introduction

    ofa

    mentality opened to serious scientific research.

    These efforts have softened the power of authoritarianism and weakened the

    dogmatic attitudes.

    Key words: authoritarianism - collectivism - pre-Hispanic culture -

    lberian-Catholic tradition - democratization.

    Araucaria. Rerista Iberoamericana de Filosofa Poltica

    y

    Humanidades N 19.

    Primer

    semestre de 2008.

    Pgs. 65-77.

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    2/13

    66 H. C F

    Mansilla

    Sin

    entrar a un debate terico -siempre insatisfactorio- sobre definicio

    nes

    conceptuales y problemas afines, se pueden hacer algunas aseveraciones

    de ndole provisoria

    en

    torno a los complejos nexos entre

    el

    espritu crtico

    cientfico y

    una

    sociedad

    con

    rasgos autoritarios .

    Las

    afirmaciones siguientes

    estn pensadas para el rea andina de Amrica Latina, sobre todo para la regin

    comprendida entre Ecuador y Bolivia

    1

    Aunque las generalizaciones

    en

    ciencias

    sociales resultan siempre precarias e inexactas, son, por otra parte, indispen

    sables

    si

    se quiere decir algo

    que

    tenga relevancia terica y sea algo ms

    que

    una

    mera reproduccin de la realidad emprica.

    Esto

    es tanto ms necesario

    cuanto faltan estudios serios y bien documentados sobre los vnculos entre la

    actividad que habitualmente llamamos cientfica y las mentalidades

    que han

    prevalecido y que

    aun son

    dominantes

    en la

    zona andina

    2

    Durante

    el

    ltimo

    medio

    siglo todos los pases andinos

    han

    experimen

    tado notables procesos de modernizacin, que han generado una marcada

    especializacin de roles y funciones,

    una

    intensa diferenciacin de

    los

    tejidos

    sociales y una expansin

    sin

    precedentes de los estratos medios. Algunos de

    los aspectos ms importantes de este proceso son

    las

    mltiples modificaciones

    acaecidas

    en

    la esfera de aquello

    que

    imprecisamente llamamos la cultura

    popular.

    El

    fenmeno ms importante y curioso es, empero, la pervivencia de

    mentalidades premodernas en medio del proceso de modernizacin acelerada.

    El trmino

    premoderno

    alude aqu a actitudes autoritarias, prerracionales, con

    vencional-conservadoras y tradicionalistas, las cuales persisten paralelamente

    a la adopcin de normativas occidentales modernas en la esfera econmica, la

    administracin pblica y el mbito acadmico.

    En

    la regin andina la situacin

    del

    espritu crtico-cientfico puede ser

    mejor comprendida si consideramos brevemente

    las

    tres grandes corrientes

    histrico-culturales que

    han

    contribuido a moldear la mentalidad colectiva:

    1)

    el

    legado civilizatorio precolombino, 2) la tradicin ibero-catlica, y 3)

    la

    recepcin instrumentalista

    de la

    modernidad occidental.

    El legado civilizatorio prehispnico y su pervivencia

    en

    el

    m ito indgena

    No hay duda de los notables logros del Imperio Inca y de las culturas

    que

    lo

    antecedieron) en

    muchos

    terrenos

    de la

    actividad humana,

    logros

    que

    Sabine Kurlenbach et

    al.. Die

    Andenregion-

    Neuer

    Krisenbogen

    in

    teinam?rika.

    Frankfrt.

    Vcrvue1t

    2004

    2 CJ: los volmenes siguientes,

    que

    contienen textos sobre la cultura poltica en la zona andina:

    Jorge Nieto Montesinos comp.), Sociedades 11111/ticulturales y democracias en

    Amrica

    latina

    Mxico. UNICEF 1999; Arturo Escobare/ al. comps.),

    Poltica

    cultural culturapoltica. Una

    nueva

    mirada

    sobre

    los movimientos sociales

    latinoamericanos 13ogol.

    T

    au

    rus

    2001

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    3/13

    l s d[ficultades del espritu crtico-cient{fico en una sociedad autoritaria

    7

    se

    extienden desde

    la

    arquitectura y

    la

    infraestructura de comunicaciones hasta

    prcticas

    de

    solidaridad inmediata y un sentimiento estable

    de

    seguridad cer

    tidumbre e identidad lo cual no

    es

    poco ciertamente. La dignidad superior

    atribuida a

    lo

    supra-individual foment valores

    de

    orientacin y modelos orga

    nizativos

    de

    ndole colectivista.

    Los

    padrones ejemplares

    de compo11amiento

    social eran

    la

    predisposicin a

    la

    abnegacin y

    el

    sacrificio

    la

    confianza en las

    autoridades y

    el

    sometimiento

    de los

    individuos

    bajo los

    requerimientos

    del

    Estado

    3

    Todo esto condujo a una actitud bsica que perciba en la institucin

    gubernamental algo natural y bienvenido y

    que

    consideraba

    todo

    cambio social

    y poltico como algo negativo e incmodo.

    Las

    civilizaciones precolombinas no conocieron ningn sistema para diluir

    el

    centralismo poltico para atenuar gobiernos despticos o para representar

    en forma permanente e institucionalizada

    los

    intereses

    de los

    diversos grupos

    sociales y

    de las

    minoras tnicas.

    La

    homogeneidad era

    su

    principio rector

    como

    puede detectarse parcialmente

    aun

    hoy en el seno de

    las

    comunidades

    campesino-indgenas.

    Esta

    constelacin histrico-cultural no

    ha

    fomentado en

    estas latitudes

    el

    surgimiento

    de

    pautas normativas

    de

    comportamiento y de

    instituciones gubernamentales que resultasen a

    la

    larga favorables

    al

    indivi

    duo

    como persona autnoma a

    los

    derechos humanos como

    los

    concebimos

    hoy,

    a

    una

    pluralidad

    de

    intereses y opiniones

    que

    compitiesen entre

    s

    y,

    por

    consiguiente

    al

    florecimiento

    de

    un espritu crtico-cientfico.

    Las

    comunidades indgenas

    se

    hallan

    hoy

    inmersas

    en un

    proceso de

    modernizacin y es verosmil que esto ltimo haya sido inducido por factores

    exgenos como

    el

    contacto diario

    con el

    mundo moderno y la influencia

    de la

    escuela y de

    los medios

    masivos de comunicacin

    Paralelamente a este decurso

    modernizante las culturas indgenas del presente conservan a menudo rasgos

    autoritarios en

    la

    estructuracin social en

    la

    mentalidad colectiva y tambin

    en la

    vida cotidiana y familiar. Estos fenmenos

    no

    concitan

    el

    inters de los

    partidos indigenistas y

    de

    sus

    intelectuales quienes

    ms bien

    fomentan una

    autovisin

    de los

    aborgenes basada en un panorama idealizado y falso del

    pasado: las culturas precolombinas habran sido profundamente democrticas

    y no habran conocido relaciones

    de

    explotacin y subordinacin

    5

    En resumen

    para

    el

    mbito andino:

    la

    civilizacin incaica debera ser vista como un socia-

    3 Cf . Magnus Momer. llie

    Andean Past:

    lands, Soci: tiesand Co1?f/icts. Ncw York:

    Columbia U. P

    J985.- Esta cultura poltica

    del

    autoritarismo

    no ha

    tenido significacin para

    las

    etnias

    tupi-guaranes

    de

    Sudamrica.

    que

    se

    han

    destacado

    por

    una

    actitud anti-estntista.

    CI .

    la

    obra

    clsica:

    Pierre

    Clastres.

    l socit co/1/re l

    wt. Recherches

    d

    anthropo

    logie poli ique, Pars. Minuit 1974.

    4 Cf . Jos Antonio Lucero (comp .), Beyo11d the

    lost

    Decade: lndigenous Moveme/1/s

    and the

    7ians-

    jomwtion

    of

    Democracy and

    Developme11t in

    latin

    Ame

    rica,

    Princeton. Princcton U. P 2001

    5 Guillem1013onfil Batalla (comp.),

    Utopa

    y re

    Polucin.

    El

    pensamiento poltico co11te111por11eo

    de los indios en

    Amrica latina,

    Mxico, Nueva Imagen 1981. passi111.

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    4/13

    68 H C F Mansilla

    lismo revolucionario y original, pero en estadio embrionario

    6

    Es precisamente

    esta concepcin la que dificulta la difusin de un espritu crtico-cientfico:

    promueve una visin complaciente y embellecida de

    la

    propia historia. atri

    buye todas las carencias del pasado y de la actualidad a los agentes forneos

    y evita un cuestionamiento del comportamiento,

    la

    mentalidad y los valores

    de

    orientacin del propio pueblo. En este campo las corrientes izquierdistas y

    nacionalistas no han significado una ganancia cognoscitiva de la comunidad

    respectiva y ms bien han contribuido a menudo a consolidar

    los

    aspectos

    autoritarios en

    el

    mundo indgena.

    Tambin

    hoy

    entre cientistas sociales existen tabes, aun despus del

    colapso

    del

    socialismo. As como antes entre marxistas era una blasfemia im

    pronunciable achacar

    al

    proletariado algn rasgo negativo,

    hoy

    sigue siendo

    un hecho difcil de aceptar que sean precisamente los pueblos indgenas y

    los

    estratos sociales explotados a lo largo de siglos -y por esto presuntos deposi

    tarios de una tica superior y encargados de hacer avanzar la historia- los que

    encarnan algunas cualidades poco propicias con respecto a la cultura cvica

    moderna, a

    la

    vigencia de los derechos humanos y al despliegue

    de

    una actitud

    bsicamente crtica.

    No

    hay

    duda de que casi todos

    los

    grupos poblacionales indgenas intentan

    adoptar lenta pero seguramente numerosos rasgos bsicos

    del

    mundo occidental,

    sobre todo en los campos

    de

    la tcnica y

    la

    economa. Como este designio tiene

    lugar, al mismo tiempo, con el redescubrimiento de sus valores ancestrales,

    lo

    que finalmente emerge es una compleja y contradictoria amalgama

    que

    tiene

    una relevancia decisiva para la configuracin de las identidades colectivas del

    presente

    7

    Esta problemtica se halla inmersa en el debate mayor entre valores

    particularistas y coerciones universalistas

    8

    , por un lado, y en la discusin so

    bre

    la

    identidad colectiva

    9

    por otro.

    En los

    pases andinos se puede constatar

    una controversia tcita entre

    la

    conservacin

    de la

    tradicionalidad aborigen y

    6

    Uno de los

    mejores trabajos sobre esta problemtica

    ha

    pasado totalmente desapercibido:

    Ma

    nuel Sarkisyanz, 1 0111 /ndigenismus als Mythos vom Indianer und indianischer Vergangenheit. en:

    Manuel

    Sarkisyanz

    (comp.).

    Vo

    Beben

    in den

    Anden. Propheten

    des

    indianischen Aujbruchs

    in

    Peru. Munich,

    Dianus-Trikont

    1985, pp.

    i-xxxiii.

    7

    1-lelga

    von

    Kgelgen

    (comp.).

    Herencias indgenas tradiciones europeas y

    la

    mirada europea.

    Madrid

    /

    Frankfurt:

    Iberoamericana/

    Vervuert 2002

    8

    C el

    ensayo

    fundamental:

    Giacomo Marramao.

    Paradojas del universalismo en: SOCIEDAD

    Buenos Aires), N

    4.

    mayo

    de

    1994. pp. 25-38

    9

    Ct . Nelly

    Arenas,

    Globalizacin e identidad latinoamericana en: NUEVA SOCIEDAD (Ca

    racas),

    N

    147. enero-lebrero

    de 1997, pp

    .

    121-131; Jorge Larran lblez. Afodemi::.acin ra::.n e

    identidad

    en

    Amrica Latina Santiago de Chile: Andrs Bello

    1996; Daniel

    lnnerarity. Qu ines

    somos nosotros? Preliminares para una poltica de la identidacf

    en :

    REVISTA

    DE

    ESTUDIOS

    POLITICOS

    (Madrid),

    N

    113,julio-septiembre

    de

    2001,

    pp.

    225-236.

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    5/13

    las

    d[ficultades del espritu crtico-cient{fico en una sociedad autoritaria 69

    los intentos de alcanzar la modernidad a la brevedad posible, controversia no

    explcita que tiene lugar

    en el

    seno

    de

    cada comunidad indgena

    y, en

    realidad,

    en

    la consciencia de muchos individuos. Esta pugna es particularmente clara y

    de intensidad mayor

    en

    grupos indgenas de urbanizacin reciente y formacin

    universitaria. Adems

    hay

    que consignar que numerosas reivindicaciones ind

    genas encubren conflictos muy habituales por la posesin de recursos naturales

    cada vez

    ms

    escasos, como tierras agrcolas y fuentes de agua

    Nada de

    esto es sorprendente, pues pertenece al acervo de la historia universal

    Actualmente se puede aseverar que

    en

    la regin andina se dan dos fenmenos

    al mismo tiempo. Por

    un lado

    el proceso de modernizacin, por ms modesto

    que sea, ha socavado

    en

    forma lenta pero segura

    la

    autoridad,

    el

    prestigio y las

    funciones que eran inherentes a

    las

    colectividades indgenas definidas segn

    criterios tnico-culturales. La mayor autoconsciencia individual, la construccin

    de la personalidad de acuerdo a parmetros urbanos, racionales y universales y

    las imgenes omnipotentes de la globalizacin cultural contribuyen a debilitar

    todo nexo identificatorio tradicional. Por otro lado, la misma accin moderni

    zadora provoca una fue1te reaccin defensiva de

    las

    comunidades aborgenes,

    que intentan preservar sus valores y normas y el control sobre sus miembros

    precisamente con ms ahnco cuando se saben amenazadas de muerte, a menudo

    revitalizando tradiciones autoritarias

    2

    En

    la actualidad

    las

    tendencias indigenistas e indianistas

    3

    hacen evidente

    un cierto fundamentalismo sobre todo

    en el

    anhelo de reconstruir

    lo

    propio

    diferencindose

    de

    lo ajeno

    lo

    extranjero, moderno y occidental; y

    en

    el re

    chazo

    del

    imperialismo cultural de Europa y

    los

    Estados Unidos, rechazo

    que engloba creaciones civilizatorias

    de

    ndole universalista como

    el

    espritu

    1OSobre los nexos entre las luchas tnico-culturales y

    la

    pugna por recursos naturales (espe

    cialmente tierra y territorio) a nivel mundial.

    cf.

    el nmero monogrfico de INTERNATIONALE

    POLITIK UNO GESELLSCHAFf (Bonn). N 2, abril-junio de 2003

    11

    Cf. paralelismos con

    el

    mundo islmico: Bassam Tibi,

    lim1

    Gottesreich zwn Nationalstaat.

    Islam

    und

    panarabischer Nationafismus. Frankfu11:

    Suhrkamp

    1987. p.

    30 sqq.; Tibi,

    Der Islam

    und

    das Prob/em

    der

    kulturellen Bewtiltigung soziafen Wandels

    Frankfrt, Suhrkamp 1985 , p. 157

    sq

    .,

    16 1.

    12 C

    f Be11hold Weig, Die vergessenen Vofker Lateinamerika

    s.

    lndigene Bevolke

    mng :;ll is

    chen

    Neo-Romantizismus und politischem Extremismus. en: KAS-AUSLANDSINFORMATIONEN

    (Berln), vol. 21.

    N

    1, en ero de 2005.

    pp.

    4-12; Ul rich Goedeking. ber ichtbarkeit und Diversittit

    e

    n:

    ib

    id

    .. pp. 1

    18-I

    30.

    13 Sobre

    la

    diferencia entre indianismo (tendencia de

    los

    propios indios a la autonoma poltica e

    independencia cultural) e indigenismo (corriente proveniente de fuera de los indios y favorable a la

    mejora de

    los

    mismos mediante

    la

    aculturacin y la imitacin de modelos forneos),

    cf.

    Jos

    Alci

    na

    Franch, El indianismo de Frav Bartolom de Las Casas en: Alcina Franch comp.), lndianismo e

    indigenismo en Amrica. Madrid. Ali anza 1990, p. 38.

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    6/13

    70

    H C

    F Mansilla

    crtico-cientfico, los derechos humanos y ciudadanos, algunas pautas contem

    porneas

    de

    comportamiento socio-poltico (como

    la

    democracia representativa

    liberal) y algunos valores actuales de orientacin (por ejemplo el individualismo

    y

    la

    tolerancia pluralista). Esta inclinacin fundamentalista, aunque atenuada,

    impide

    el

    autocuestionamiento de

    la

    propia constelacin,

    de

    sus valores

    de

    orientacin y

    de

    sus metas histricas,

    lo

    que constituye, en el fondo, el factor

    ms importante

    de

    una actitud crtica.

    Por otra parte, este intento

    de

    recrear un modelo civilizatorio propio pue

    de

    ser calificado

    de

    traumatizante y de intil: los ingredientes aparentemente

    ms slidos y

    los

    factores ms sagrados del acervo cultural e histrico del

    actual espacio andino resultan ser una mixtura deleznable y contingente

    de

    elementos que provienen que otras tradiciones nacionales o que tienen una

    procedencia comn con

    los

    ms diversos procesos civilizatorios

    14

    La quin

    taesencia identificatoria nacional o grupal , estimada _como algo primordial,

    bsico e inalterable, slo puede ser definida y comprendida con respecto a lo

    complejo, mltiple y cambiante que est encarnado en lo Otro, es decir en los

    elementos determinantes

    de las

    culturas ajenas y hasta hostiles.

    Este

    ejercicio

    de

    la

    bsqueda por lo autntico y propio tiene efectos traumticos porque pone

    de

    relieve

    el

    hecho

    de

    que

    el

    ncleo cultural que puede ser considerado efec

    tivamente como la identidad nacional incontaminada constituye un fenmeno

    de

    impOJtancia y extensin decrecientes.

    La

    inmensa mayora de

    los

    estados

    existentes actualmente

    no

    posea una consciencia nacional hace escasamente

    doscientos afios

    15

    El despertar poltico de la poblacin indgena en toda el rea

    andina puede estar justificado en trminos sociales e histricos, pero conlleva

    el

    peligro

    de

    un renacimiento del autoritarismo colectivista, lo que

    no

    es fa

    vorable a un espritu crtico

    16

    14

    Sobn: los muchos aspectos

    del

    indigenismo, su intento

    de

    revitalizar

    el

    pasado

    una

    utopa

    arcaizante). sus

    frutos

    literarios y sus magras perspectivas actuales,

    et el

    hernioso l

    ibro de

    Mario

    Vargas Llosa, La utopa arcaica. Jos Mara Arguedas y las ficciones del indigenismo. Mxico. FCE

    1996: et: tambin Eduardo Devs Valds,

    El pensamiento indigenista

    en

    A111rica

    L lf

    ina 1915- 930.

    en: UNIVERSUM. REVISTA

    DE

    LA UNIVERSIDAD DE TALCA. vol. 12. 1997 , pp . 37-56.

    15 Sobre las ficciones que fundan y sustentan los nacionalismos cf.

    el

    interesante ensayo de

    Holm-Detlev Ktihler. El nacionalismo: un pasado ambiguo y un.futuro

    sa11grie1110. en:

    REVIS lA

    DE

    ESTUDIOS POLITICOS (Madrid).

    N 98,

    octubre/diciembre de 1997.

    pp.

    172-175: William

    Pfafl:

    La ira de las

    naciones, Santiago de Chile, Andrs 13ello 1994

    16 Cf. entre otros: Manfred Rabcneick. fndigene Interessenorganisation 2 d Ar tsbekii pji g

    in Ekuador.

    en : KAS-AUSLANDSINFORMArIONEN

    13erlin), vol. 21.

    N

    l

    enero

    de

    2005,

    pp.

    13-29:Angcla Meentzen.

    fndgena d f olilik im

    And1?11raw11:

    Peru. en:

    ibid .. pp. 30-56: Stcfan

    .lost,

    fndigener Protes/

    in

    Bolivien. Zie/e ei11er radika/isierte11 lndgena-Beweg11ng, en: ibicl

    ..

    pp . 57-78.

  • 7/24/2019 Las dificultades del espritu crtico-cientfico en una sociedad autoritaria1185-3462-1-PB

    7/13

    l s dificultades del espritu crtico-cient{fico en una sociedad autoritaria

    71

    La tradicin ibero-catlica y su influencia actual

    No hay duda de que la larga era colonial espaola y luego la republicana,

    que continu algunos elementos centrales de la explotacin y subordinacin

    de los indgenas, han generado

    en

    las etnias aborgenes una consciencia muy

    di

    atada de nacin oprimida, de una injusticia secular

    no

    resuelta y de agravios

    materiales y simblicos aun vivos en

    la

    memoria popular. Estas tendencias no

    formulan soluciones practicables, pero s han fomentado

    un

    imaginario colec

    tivo altamente emocional, que simultneamente se cierra al anlisis racional y

    al debate realista de su condicin actual. La exacerbacin de elementos comu

    nitaristas y pai1icularistas deb lita los aspectos razonables de la modernidad,

    como la democracia pluralista,

    el

    Estado de Derecho, la concepcin de los

    derechos humanos y la moral universalista.

    La

    mentalidad prevaleciente

    en el

    rea andina

    no

    puede ser disociada del

    relativo estancamiento histrico que sufrieron Espaa y Portugal a partir del

    siglo

    XVI.

    Este atraso evolutivo no puede ser desvinculado del conocido talante

    iliberal y acrtico que perme durante largo tiempo las sociedades ibricas, el

    que fue responsable parcialmente por la esterilidad de sus actividades filosficas

    y cientficas, por

    la

    propagacin de una cultura poltica del autoritarismo y por

    la falta de elementos innovadores

    en

    el terreno de

    la

    organizacin social. Se

    pueden aducir varios argumentos contra estas aseveraciones, como su carcter

    generalizante,

    el

    tratamiento poco diferenciado de unos fenmenos histricos

    altamente complejos y el dejar de lado el erasmismo espaol

    17

    la ensaystica

    poltica espaola de los siglos XVII y XVIII y los aportes originales de la

    Ilustracin en la pennsula ibrica. Pero lo determinante es que estos factores

    histrico-culturales no tuvieron ninguna influencia digna de mencin en el

    rea andina, la que tampoco experiment la notable modernizacin espaola

    a partir de las ltimas dcadas del siglo XIX.

    En la

    regin andina

    se

    expandi una forma particularmente dogmtica

    y retrgrada del legado cultural ibero-catlico, que

    se

    destac por su espritu

    irracional, autoritario, burocrtico y provinciano. A causa del llamado Patronato

    Real establecido en

    1508

    por una bula papal, la Corona castellana y luego el

    Estado espaol ejercieron una tuicin severa y rgida sobre todas las actividades

    de

    la

    Iglesia Catlica en el Nuevo Mundo

    18

    La Iglesia result ser una institu-

    17 Ct . Marce Bataillon,

    Erasmo

    y Espai a, Mxico, r E 1966; Jos LuisAbelln.

    El

    eras111Lm10

    espai o/,

    Madrid. Espejo 1976.

    18

    Cf'.

    entre otros: 1-lorst Pietschmann. Staat und staatliche Enflvicklungam Beginn der spanischen

    Ko/onisation Amerikas (El Estado y el desarrollo estatal al comienzo

    de

    la colonizacin espmiola en

    Amrica). Mnster. GiilTes 1980; J. Lloyd Mecham, Church and State in latn A111erica: A /fisto1-;'

    of Politico-Ecclesiastical Relations Chapel

    HilL

    North Carolina U. P

    1966;

    Frederick C. Tumer,

    Catholicis111 and Politica/ Deve/opme111 i latn

    A111erica,

    Chapel Hill. No1th Carolina

    U.

    P 1971.

  • 7/24/2019 Las dificultades del espritu crtico-cientfico en una sociedad autoritaria1185-3462-1-PB

    8/13

    72 H C

    F Mansi/la

    cin intelectualmente mediocre, que irradi pocos impulsos creativos en los

    mbitos de la teologa, la filosofa y

    el

    pensamiento social. Durante la colonia

    el clero goz de un alto prestigio social; la Iglesia promocion un extraordi

    nario florecimiento de las artes, especialmente de la arquitectura, la pintura y

    la escultura. La Iglesia respet de

    modo

    irreprochable el

    modus vivendi

    con la

    orona

    y el Estado; toler sabiamente rituales y creencias sincretistas; y sus

    tribunales inquisitoriales procedieron, en contra de lo que ocurra en Espaa,

    con una tibieza encomiable. Pero esta Iglesia no produjo ningn movimiento

    cismtico; le faltaron la experiencia del disenso interno y la enriquecedora

    controversia terica en torno a las ltimas certidumbres dogmticas. Debido

    a la enorme influencia que tuvo la Iglesia en los campos de la instruccin,

    la vida universitaria y la cultura en general, todo esto signific un obstculo

    insuperable para

    el

    nacimiento de un espritu cientfico.

    Las naciones ibricas no estimularon

    ni

    contribuyeron esencialmente al

    nacimiento del mundo moderno, basado en el desarrollo impetuoso de la ciencia

    y la tecnologa, en la industrializacin y la regulacin metdica de la vida coti

    diana. Al sur de los Pirineos y en el mbito colonial espaol y portugus no se

    dio hasta

    el

    siglo XIX una comprensin adecuada de los cimientos espirituales y

    cognoscitivos de los procesos modernizadores y tampoco, paradjicamente, una

    actitud crtica con respecto a lo negativo de la modernidad. Cuando las naciones

    latinoamericanas y especialmente las andinas ingresaron

    al

    arduo camino de

    la modernizacin,

    lo

    hicieron copiando indiscriminadamente los modelos

    ya

    existentes, ofreciendo

    muy

    poca resistencia a los aspectos antihumanos conte

    nidos en aquellos sistemas imitativos de modernizacin, los cuales predominan

    aun hoy en la fase contempornea de la evolucin latinoamericana.

    Algunos males del presente (baste el referirse a las prcticas cotidianas

    del Poder Judicial, de la administracin pblica y de la universidad) tienen que

    ver

    casi directamente con aquella tradicin socio-histrica. La poca colonial

    conllev en la regin andina

    una

    marcada propensi n al centralismo

    1

    \

    una

    clara inclinacin al estatismo y al burocratismo y

    un

    cierto desprecio por

    labores intelectuales y creativas. La atmsfera de las universidades

    de

    esa

    poca

    era similar a la prevaleciente en las Altas Escuelas de la Edad Media:

    no exista la inclinacin a relativizar y cuestionar las certidumbres dogmticas

    19 Cf. la brillante obra

    de

    Claudia Yliz.

    The

    Ce111ralist 7iadition o La/in America. Princelon.

    l'rinceton U. P.

    1980

    .-

    Para una

    visin diferente el . Colin

    M.

    MacLachlan. Spain s Empire in 1he

    N

    ew

    World.

    7lie

    Role

    o

    Ideas

    in

    lnstitutional and Social

    C hange.

    Berkeley etc

    .

    California

    U.

    P

    1988 : Richard

    M. Morse, El

    espejo

    de

    Prspero.

    Un

    estudio

    de la

    dialctica del

    Nuevo Mundo,

    Mxico,

    Siglo

    XXI 1982

    .

    20 Cf.

    Howard l

    Wiarda,

    Politics and Social Change in Latin America. T/1e Dislinc/ Ti-adilion,

    J\mherst, Massachusetts U. P 1982: Mario Gngora, Su1dies in the Colonial H i s t o ~ ofSpanish

    A111erica. Cambridge

    U.

    P 1975 .

  • 7/24/2019 Las dificultades del espritu crtico-cientfico en una sociedad autoritaria1185-3462-1-PB

    9/13

    l s

    d{ficultades del espritu crtico-cient{fico en una sociedad autoritaria 73

    y los conocimientos considerados como verdaderos. Predominaba en ca1rbio

    una enseanza de naturaleza receptiva, basada en la memorizacin de textos

    y en la formacin de destrezas retricas. La investigacin cientfica y las ca

    pacidades crtico-analticas no fueron desarrolladas. Los debates podan ser

    intensos, pero acerca de cuestiones triviales

    2

    Varias de estas caractersticas

    han persistido hasta hoy; los intelectuales adscritos al sistema universitario

    han sido --

  • 7/24/2019 Las dificultades del espritu crtico-cientfico en una sociedad autoritaria1185-3462-1-PB

    10/13

    74

    H C

    F Mansilla

    XIX)

    y

    por

    lo

    tanto, de una validez relativa. Fenmenos de vigencia parcial

    no merecen, obviamente, que

    se

    les preste una atencin demasiado intensa y

    menos an que sean integrados dentro de los valores de orientacin de la vida

    cotidiana y de

    los

    parmetros

    de

    la planificacin del desarrollo.

    n el rea andina est difundida la idea tcita de que es posible y deseable

    separar un invento tcnico de su contexto cientfico de origen La impo11acin

    masiva de tecnologas ha dejado de lado el sustrato cientfico, el espritu crtico

    e indagatorio que hicieron posible

    la

    ciencia y por consiguiente, el florecimiento

    tcnico-industrial contemporneo.

    La

    apropiacin incesante de tecnologas

    civiles y militares, consideradas como productos neutrales de

    la

    inventiva

    humana

    y

    por

    lo

    tanto, como libres

    de

    las peligrosas inclinaciones occidenta

    les

    en favor

    de

    actitudes indagatorias y probatorias, sirve para tender

    un

    velo

    sobre

    la

    posible intencin socio-poltica que subyace a numerosos intentos

    de

    modernizacin acelerada: la preservacin de estructuras premodernas de tinte

    marcadamente antidemocrtico, iliberal y antipluralista.

    En

    tierras andinas

    el

    resultado

    es

    una modernidad de segunda clase: hay

    enormes ciudades que poseen todos los inconvenientes y pocas de

    las

    ventajas

    de

    las grandes urbes del Norte;

    la

    urbanizacin apresurada 'y la apertura de

    vastos territorios suceden sin una preocupacin colectiva por

    la

    contaminacin

    ambiental y la destruccin de la naturaleza; la construccin de instituciones

    cvicas y polticas ha ocurrido hasta cerca de 1980 prescindiendo de los de

    signios de liberalidad, democracia, tolerancia y pluralismo que animaron los

    orgenes de aqullas

    en

    el marco de la civilizacin occidental.

    Las grandes creaciones del Occidente europeo han pasado al Nuevo Mun

    do por

    un

    tamiz de economicismo, pragmatismo e instrumentalismo, dando

    como efecto una recepcin acrtica, unilateral y parcialmente deformada de la

    modernidad. Estas aseveraciones se entienden como limitadas al campo de su

    aplicacin prctica y

    no

    conciernen obviamente

    los

    afanes de eruditos, literatos

    y artistas.

    El

    sesgo utilitarista y tecnocrtico que ha tomado

    la

    modernidad

    en

    el rea andina viene a ser mucho ms pronunciado que

    en

    sus sociedades

    metropolitanas de origen y

    se

    manifiesta

    en

    la cultura popular y

    en

    el destino

    experimentado por las universidades.

    Lo rescatable de las tradiciones y los dilemas actuales

    Esta crtica de las tradiciones socio-culturales del rea andina es a todas

    luces insuficiente, ya que deja

    de

    lado los aspectos positivos-es decir, vlidos

    hasta hoy- de aquellas herencias histricas. En lo referente al legado ibero

    catlico hay que considerar los rasgos razonables que pueden ser localizados

    en

    la configuracin de

    la

    vida cotidiana, en las estructuras familiares, en

    los

    ritmos laborales, en el ornato y la esttica pblicas, en el mayor respeto por los

  • 7/24/2019 Las dificultades del espritu crtico-cientfico en una sociedad autoritaria1185-3462-1-PB

    11/13

    Las d{ficultades del espritu crtico-cientfico en una sociedad autoritaria 75

    ecosistemas naturales y en el reconocimiento de las limitaciones inherentes a la

    especie humana, lo cual

    ha

    estado ligado a sentimientos religiosos. Aunque nos

    encontramos con un tema altamente complejo, cuyo tratamiento diferenciado

    puede despertar la impresin

    de

    un argumento esquizofrnico, es indispensable

    ver estas tradiciones desde una perspectiva adicional para percibir, aunque sea

    someramente, sus elementos rescatables y provechosos.

    Por ejemplo: la tradicin ibero-catlica ha conocido tambin normativas

    y comportamientos, a los que ahora se les atribuye el carcter de lo anticuado

    y depasado por el rumbo pretendidamente inevitable del progreso material e

    histrico, los que, sin embargo, han simbolizado y encarnan todava hoy-en la

    literatura y en la memoria colectiva de muchos pueblos de la regin- diversos

    fragmentos aun vlidos

    de

    una vida ms plena y humana y de un convivencia

    ms sana que los principios comparables derivados de la cultura de la moderni

    dad. La herencia ibero-catlica implicaba una relacin distanciada, escptica y

    hasta ingeniosa con respecto a la administracin pblica y al Estado: contena

    adems una tica laboral que no exaltaba el trabajo metdico y continuado ni

    el ascetismo intramundano a la categora

    de

    fin ptimo

    de

    la especie

    humana

    y actitud gratsima ante los ojos de Dios -como lo hace todava la mayora de

    las confesiones protestantes.

    Estos aspectos de la tradicin ibero-catlica no juegan empero, un rol

    importante en la cultura practicada actualmente.

    El

    punto de referencia para

    la lite burocrtica del poder, para los responsables de configurar la opinin

    pblica y para la mayor parte de las clases medias no es la cultura indgena ni la

    herencia ibero-catlica, sino las normas y los valores encarnados en la cultura

    globalizada de las naciones del Norte

    23

    Todos estos segmentos sociales han

    sufrido un proceso ms o menos largo de asimilacin y aculturacin, tomando

    como propios los padrones de orientacin de la civilizacin norteamericana

    del presente y considerndolos

    como

    parmetros obligatorios de la evolucin

    histrica universal. Al mismo tiempo, la consciencia colectiva en los pases

    andinos intenta renovar su legado socio-cultural y contraponerlo

    al

    modelo

    irradiado desde los centros metropolitanos, pero con un result

    ado

    mediocre.

    23 Con

    referencia al mundo islmico

    13assam Tibi

    acu la expresin: ..disposicin hacia una

    pennanente esquizofrenia , para denotar esta tendencia socio-poltica. No hay

    dudas de

    que existen

    notables paralelismos entre el mbito musulmn y el rea andina. Cf.

    13assam

    Tibi,

    lnternationale

    Politik und

    En

    twicklungs/tinder

    -Fo

    rschung

    Frankfurt, Suhrkamp 1979,

    p.

    181;

    cf tambin la

    impor

    tante obra de

    Samuel

    Kodjo, Probleme der Akkulturation

    in

    Aji-ika

    (Problemas

    de la

    aculturacin en

    A rica , Meisenheim: Hain 1973, cuyo

    autor

    present un interesante marco terico

    para

    la

    comprensin

    de fenmenos

    actuales

    de

    aculturacin

    en

    el 1ercer Mundo. Una

    de

    las obras ms impo1tantes sobre

    esta temtica

    es

    la

    de

    13assam Tibi,

    Die

    Krise des modernen

    /slams.

    Ei e vorindustrielle

    Kultur

    im

    wissenschafl ich-technischen Zeitalter,

    Munich,

    13eck 1981 .- Estas obras, pioneras en

    su

    campo. no

    han

    perdido vigencia.

  • 7/24/2019 Las dificultades del espritu crtico-cientfico en una sociedad autoritaria1185-3462-1-PB

    12/13

    76

    H

    C

    F Mansi//a

    Las culturas andinas se hallan

    a la defensiva

    dentro del universo del desarrollo

    cientfico-tecnolgico de proveniencia metropolitana. Pero esta resistencia es

    mayoritariamente retrica y de poca influencia real en la praxis cotidiana.

    Conclusiones provisionales

    El

    carcter imitativo del desarrollo andino actual debe ser visto en con

    juncin

    con la mencionada recepcin unilateral de importantes fragmentos

    del pensamiento occidental. Se ha adaptado como genuinamente autctono el

    precepto occidental de que los designios humanos son factibles

    si

    hay la firme

    voluntad poltica de implementarlos.

    Al

    mismo tiempo se difunde la concepcin

    judeo-cristiana en torno a la desacralizacin de la naturaleza: el cosmos deja

    de

    ser

    un objeto de contemplacin y admiracin con valiosas connotaciones

    estticas, religiosas y morales) y se transforma

    en el

    mero substrato de recursos

    que puede y debe ser aprovechado hasta

    el

    ltimo resquicio sin consideraciones

    ecolgicas o conservacionistas. La consecuencia global2

    4

    es un ordenamiento

    econmico, poltico y cultural con rasgos claros de imitacin subalterna, carente

    de originalidad en las esferas decisivas de la

    vida

    moderna, especialmente en

    el

    campo

    de la economa, la tecnologa y la organizacin empresarial e insti

    tucional,

    y,

    a causa de su falta de racionalidad a largo plazo, con el peligro de

    socavar su propio fundamento natural si persiste el ritmo actual de destruccin

    del medio ambiente y del crecimiento demogrfico.

    La adopcin de los paradigmas metropolitanos de desenvolvimiento

    socio-econmico y de pautas de consumo de proveniencia occidental ha sido

    facilitada enormemente por las mejoras en el campo de las comunicaciones,

    por el incremento de los contactos personales entre individuos de la civilizacin

    industrial y de los pases andinos y por la ampliacin de las oportunidades

    de educacin superior. Las aspiraciones colectivas cada vez ms altas

    en

    lo

    que concierne al nivel de vida, al consumo y a las distracciones conforman

    el

    fenmeno moderno de la

    revolucin de las expectativas crecientes

    que

    puede ser tambin definido

    como

    el anhelo colectivo de obtener

    lo

    ms pronto

    posible los frutos de las sociedades altamente desarrolladas del No1te, frutos

    que desde

    el

    interior de los pases andinos son vistos como reivindicaciones

    justas

    deseables y obvias por casi todas las corrientes de opinin del espectro

    poltico-ideolgico. Por la ausencia de

    una

    tradicin cultural verdaderamente

    crtica, la consciencia colectiva est abierta y simultneamente sometida a los

    24

    Sobre

    las

    ambigedades de la globalizacin el .

    los

    estudios crticos: Anbal Quijano, Colo-

    nia/idad del

    pode1; globalizacinyde111ocracia

    en: TRAYECTORIAS. REVISTA

    DE

    CIENCIAS

    SOCIALES

    (Monten-ey),

    vol. 4,

    N

    7/8, septiembre de

    2001

    /abril de 2002, pp. 58-90:

    Ulrich I3eck,

    ll c1s ist G/obalisierung? Frankfurt, Suhrkamp 2002; Femando

    Mires, Teora

    del

    nuevo

    rnpitalis1110

    o el discurso

    de

    la

    globalizacin

    Caracas. Nueva

    Sociedad

    2000.

  • 7/24/2019 Las dificultades del espritu crtico-cientfico en una sociedad autoritaria1185-3462-1-PB

    13/13

    l s d{ficultades del espritu crtico-cient fico

    en

    una sociedad autoritaria

    77

    llamados efectos de demostracin

    de un

    modo

    de

    vida supuestamente superior.

    El impacto

    de

    estos efectos ha sido singularmente fuerte entre Jos intelectuales,

    las

    lites polticas y empresariales y

    los

    estratos medios, y

    ha

    conducido a que

    la

    actividad primordial

    de

    estos grupos est centrada

    en

    torno a

    los

    conceptos

    mgicos de progreso y desarrollo.

    Los

    resultados avasalladores de

    los

    efectos

    de

    demostracin sobre la consciencia colectiva representan, en

    el

    fondo, efectos

    defascinacin

    5

    , ya

    que los

    modelos metropolitanos tienden a ser internalizados

    como bsicamente propios e histricamente justificados.

    Importantes sectores de la opinin pblica

    en el

    rea andina anhelan que

    la consecucin de progreso y desarrollo englobe los valores metropolitanos

    de

    orientacin colectiva -modernizacin y urbanizacin aceleradas, consumo

    masivo, tecnificacin de

    la

    vida cotidiana- juntamente con

    la

    preservacin

    de

    la cultura poltica tradicional y

    de

    pautas premodernas

    de

    comportamiento

    en las esferas familiar y cultural. Esta mixtura

    es al

    mismo tiempo favorable

    para perpetuar prcticas irracionales y autoritarias

    en

    nombre de

    una

    herencia

    cultural genuinamente propia y bajo

    el

    barniz

    de un

    designio progresista

    de

    desarrollo. La fatal combinacin de

    tecnofilia ingenuay autoritarismo prctico

    parece ser una posibilidad bastante expandida de evolucin histrica,

    no

    slo

    en

    Amrica Latina, sino

    en

    dilatadas zonas

    del

    Tercer Mundo.

    En los

    pases

    andinos

    el

    futuro

    del

    espritu crtico permanece entonces como precario e

    impredecible.

    25 Ct: la obra que no ha perdido vigencia: Torcuato

    S

    Di Tella, Populism and Refurm in

    l tin

    America,

    en: Claudia Vliz comp),

    Obstacles to Change in Latin America.

    Londres etc., Oxford