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LAS COOPERATIVAS DE PRODUCCiÓN DE ESPAÑA

Proyecto Rivas Moreno. Digitalización: Centro de Estudios de Castilla-La Mancha (UCLM)

BIBLIOTECA de"La Cooperación"

. VOLUll~ENX

RIVAS MORENO

Las coo~erativas ~e ~roducción

DE ESPANA

SEVILLA 1913

Est. Tip. de J. Santigosa,S. en e., Albareda, 45


ADVERTENCIA

Se autoriza la reproducC'ión de este follelo en todoo en parte.

El autor no se 1'eserva ningún derecho,


Si es socialismo el esfuerzo colectivo sustituyendo a laacción individual, socialistas somos los cooperadores.

Para nosotros está fuera de toda duda que el mundomarcha, pero la ley del progl'eso se cumple por la Evolu"ción, no por la Revolución.

Hay que evidenciar que la obra de la evolución es lenta, pel'o de carácter permanente, y en cambio el esfuerzorevolucionario nada edifica y sus efectos son livianos unasveces y negati vos en muchos casos.

Frente a la lucha de clases defendemos la armonía detodos los intereses sociales,

El Coopel'atismo admite la intervención del Estado,pero con cttenla-golas.

LosCooperadores nos damos porsatisfechos consiguiendo del Estado que ampare en sus justas aspiraciones y derechos a nuestras instituciones'; pretender que la acciónoficial extienda su brazo tutelar por encima de todas lasacciones humanas, es caer en la más absurda de las dicta-.duras.

El desenvolvimiento de todas las actividades nacionales se realizará por el acertado esfuerzo de las Cooperativas de Producción.

Nosotros deseamos hacer de cada colono un propietario, pero abonando al terrateniente el valor de las fincasque entregue a la colectividad.

Terminaremos en todas las ramas de la industria conla lncha entre el capital y el trabajo, pues en las Cooperativas de Producción todos aportarán sus energfas físicas yserán al propio tiempo socios capitalistas.


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En estas instituciones nadie podrá discutir con razónlas horas de trabajo ni el salario minimo, pues no existirán explotadores ni explota.dos.

Para formar parte de las Cooperativas de producciónjamás se p¡'eguntará a los que lo soliciten en que partidomilitan, ni en que ¡'eligión comulgan.

La experiencia me ha enseñado que en donde más urgeque se lleven ideas de innovación y pl'ogr'eso, es precisamente donde los fueros de la r'utina swdefienden con mayor ofuscación y terquedad.

Hablar de la cooperación a un país en que el espíritude asociación está-tan adormecido como en España, es ejercer el apostolado con voluntad firme y entusiasmos a prueba de todo li naj e de contrariedades.

Si traemos a nuestra causa al Magisterio de InstrucciónPrimaria, la generación que nos siga la formarán cooperadores convencidos y entusiastas, que llevarán solucionesde concordia a las contiendas de carácter sociológico. _

A las leyes deben preceder la educación y la cultura delos pueblos, porque la indisciplina es dolencia social deperniciosos resultados, y la ignorancia ofr'ece siempre resistencia sistemática a todas las innovaciones, por útilesque sean.

En Francia, como en los demás paises, los obreros delevita son los que han tomado, con relación a los problemas sociológicos, iniciativas de mayor transcendencia parael porvenir de las clases trabajadoras.

Hombres de estudio, influídos por los más nobilfsimossentimientos, han marcado la páuta a que deblan acomodar su conducta los que sentían anhelos de í'eivindicación.

Los éxitos parciales de tales empresas sólo han beneficiado a los trabajadores de fábricas y talleres, y en menorescala a los braceros del campo; quedando relegados a olvido bien injustificado los ob¡'eros de levita, que no disponen de mayores recmsos económicos que los que sin razónhap vinculado el-calificativo de desheredados de la fortuna.

Monsieur Bouchez demostró en 1830, de Llna manerapráctica, que los obreros asociados podían conseguir grandes ventajas sin el concurso del Estado y hasta con la decidida opo¡¡;ición de lós patronos,

Agrupados por gremios, formaron Asociaciones obre-

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-7ras que eran verdaderas Cooperativas de producción, quecon parte de los beneficios atendían el alivio de los enfermos y de los ancianos. Esta denoTDinación no se empleó enFrancia ha!3ta que fué importada de Inglaterra algunos lustros después. Nadie excedió en entusiasmo a M. CasimirPerier, y de su labol'iosidad y competencia es testimoniobien elocuente el famoso libl'o que publicó en 1864 con elUlulo LAS SOCIllDADR5 COOPEHATlVAS.

Que '!o es baldía la labor de propflganda que estarnosrealizando algunos entusiastas, pOI' medio del periódico, elfolleto y el libro, en favor de las Asociaciones Cooperativas,lo están pregonando por todos los ámbitos' de la Penínsulalas muchas instituciones de esta clase que se han creadoen plazo rélativamente corto,

Por lo mismo que la población agrícola ¡'evela tan buenas disposiciones en pro dc las Cooperativas de producción y consumo, es deber inexcusable el contribuir conlas enseñanzas más prácticas a fOl'talecer esos sentimientos, cuidando al propio tiempo de ensanchar el campo denuestros esfuerzos, a fin de ganar para la buena causa adictos a millares, pues por este camino no será empresa mnlarga y costosa la regene¡'ación de la Pátria corno sospechan los pesimistas, que tienen el alma inundada por eldesaliento.

No se trflta de llevar ideales a la piedra de toque de larealidad, a fin de comprobar si tienen la virtualidad queles atribuye un exagerado espil'üu sectario: nosotros hablamos de iniciativas que han tenido ya en otros países éxitosenvidiables, y aspimnios a que esas empresas se acometanen la Penfnsula en coüdiciones más ventajosas, y, por lomismo, con resultados más satisfactorios. Tiene España unsuelo y un cielo que nos envidian las demás naciones, ycontando con estos factores, no hay fundamento para tachar mis augurios de optimistas.

Ir

Bodegas cooperativasLa primera i.niciativa para fundar bodegas cooperati

vas, se tomó en Suiza, pero los alemanes tardaron poco enseguir el camino abierto al progreso agrícola.


-8-En 1898 había 140 bodegas cooperativas distribuidas

por todos los puntos productores del Imperio.Esto dem uestra el espíritu de sociabilidad de aquel país

y su gran cultura.Las bodegas)' destilerías cooperativas tenemos el firme

convencimiento de que pueden llevar a la riqueza vitivinícola de EspaJia a un estado de prosperidad de que ho)' estámuy lejos, y que jamás alcanzará si los productores cierranlos ojos y los oídos a las experiencias y con.sejos que lesofl'ecen los hombres de ciencia de aquellos países que vana la vanguardia de la cultura universal.

Por la aEociación puede el que tiene mil vides disponer de iguales elementos de vinificación que .el que tienemillones de cepas, y las destilerías cooperativas, a semejanza de lo que sucede con las lecherías cooperativas, pondrán a los labriegos más humildes en condiciones de alcanzar productos tan excelentes y económicos como puedatenerlos el fabricante más culto y adinerado.

En Italia, Alemania y Argelia han dado los primerosensayos que se han hecho con las bodegas cooperativas unresultado en extremo satisfactorio, y de tal suerte estimula esto a viticultores y vinicultores a tomar nuevas iniciativas, que es de esperar que en plazo breve sean muy contados los modestos viticultores italianos, alemanes y argelinos que no figuren en las listas de socios de las bodegascooperativas.

En estas asociaciones los modestos viticultores y vinicultores alcanzan grandes ventajas, pues si los que disponen de grandes medios de fortuua pueden,' sin ayuda ajena, cultivar sus viñedos y elaborar los vinos empleando losprocedimientos más perfeccionado, por costosos que sean,el esfuerzo colectivo de los cosecheros de mediana fortunasirve para igualar y aun superar las ventajas que, para laparte industrial y mercantil tienen los que disponen decuantiosos recursos.

uestros viñedos se cultivan, por regla general, conbastante descuido; de modo, que si por la asociación de viticultores se hiciera en España algo delo que puede aprenderse en Francia, Alemania, Italia y Suiza, la primera materia mejoral'ía notablemente y los vinos espafioles esta-


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rían en condiciones de competir en precio y calidad conlas mejores marcas del mundo.

Los franceses, a pesar de su mayor riqueza y dominiode la enología, han reconocido que en la cooperación tenían elementos de defensa de que hasta. ahora habían prescindido en la lucha comercial.

Francia exporta menos cantidad de vino que las demásnaciones reunidas, pero en cambio sus ingresos e.x:cedenen más de LOO millones de francos a los que alcanzan losdemás países.

Desde 1884, los sindicatos han impulsado el progresoagrícola en Francia de una manera que asombra. Estasasociaciones han roto coa todo linaje de rutinas, y cuantas iniciativas recomendó la ciencia, otras tantas ensayaronlos sindicatos.

El agricultor, cuando obra por su cuenta, es medroso,porque teme que los gastos hechos en experiencias seaninfructuosos y sólo sirvan para recal'gar el coste de producción, pero en los esfuerzos colectivos las experiencias enpequeño no representan un sacrificio de importancia paralos socios, y de aquí arranca esa decisión por las innovaciones.

Hablar de la bondad de los filtros a un modesto vinicultor, es predicar en desierto; la primera razón, porqueno lo entiende, y la segunda porque su cosecha no permite desembolsos de cierta importancia.

En las naciones que, como España, están in'vadidas porla filoxera y tienen que reconstituir los viñedos recurriendo a la vid americana, es de una importancia extraordinaria enseñar a los viticultores las variedades que mejor seadaptan a cada suelo y clima, y el resultado que para lavinificación pueden prometerse, yeso se alcanza, sin lamenor violencia, por la cooperación, gracias a la legítimainfluencia clue sobre los socios de cada bodega ejtlrce elpersonal técnico.

En Italia, como en España, los acaparadores fueron enemigos encubiertos de las coopel'ativas agrícolas.

Para apreciar lo que vale una buena elaboración, losprofesores italianos encargados de las cátedras ambulantes,recuerdan con frecuencia que Francia caliza el heclólitro


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de vino, por término medio a 40 liras (pesetas) y que enItalia no se pasa, generalmente, de 20 a 25 liras,

Para la vinicultura espafíola hubo uu largo período deprosperidad que fué mal apl'Ovechado, porque no se consagraron parte de los pingües rendimientos a mejorar laelaboración estudiando al propio tiempo las exigenciasmercantiles del negocio, por ser bien notOl'io en los centl'OS prod.uclol'es de otras naciones lo mucho que la buenapresentación de los productos influye en su mejor cotización,

Con los aceites y los vinos hubo, y desgraciadamentehay, la práctica dafíosa de ofrecerlos al comercio extranjero como pl'imems materias, cuando gastando algo en suelaboración se formarían tipos permanentes que permitirían aCl'editar buenas marcas en los puntos de mayor consumo,

Si durante el tratado con Francia, en Españá se establecen bodegas coop!,rati vas, donde los modestos viticullores hubiesen llevado las uvas para elaborar y criar vinoscon los cuidados y esmero tan corrientes en Francia, elcomercio de exportación hubiera tenido que admitir cotizaciones mucho más allas, y a la rica clientela que fmnceses e italianos tienen en Europa y AméJ'ica, se le podíanhaber ofrecido vinos españoles mejores que los que consumían y precios más económices.

Las bodegas cooperativas deben formal' una federaciónpara acometer empresas que aisladamente ninguna podríallevar a feliz término por falta de elementos.

Esto ocurre, por ejemplo; con el envío de comisionistas y viajantes a Jos mercados de América para acreditarmarcas, estudiando el gusto de los consumidores y las condiciones en que trabajan los países con quienes hemos desostener porfiada com petencia.

Puede afirmarse que en las bodegas de los cosecherosque siguen las prácticas antiguas son tantos los tipos de vino como envases existen, y esto para el comercio de exportación tiene muy graves inconvenientes, porque se remiten muestras que, lacmdas y precintadas, cuando lleganlas remesas y se hace el cotejo, las reclamaciones y disgustos surgen a docenas.

El coúpage permite formar tipos permanentes de vi-


-11-nos, yeso, que es la clave de este gran negocio, solo puéden lograrlo los modestos vinicultores asociándose y estableciendo bodegas cooperativas.

Por este medio el labrador se emancipa de la ruinosatutela del usurero, pues si necesita dinel'o para la recolección, la bodega cooperativa tiene un fondo de resel'va conque poder atender las necesidades de los asociados a.ntes ydespués de la crianza del vino.

Para los agricultores es moti va de ruina el tener quevender fuera de oportunidad, porque los apl'emios de la familia, las exigencias del fisco o las necesidades de los cultivos, obligan a propol'cionarse dinero sin reparar en los sacrificios quéesto impone.

Las cooperativas no venden un hectólitro de vino hasta que las condiciones del mercado son favorables, y si algún socio precisa recursos, se los facilitan con la garantíade su participación.

Las bodegas cooperativas se cuidan mucho de que elcultivo del viftedo se haga con el mayor esmero, pOl'quenadie ignora que con mala uva no se hace buen vino, y porésto se tienen en tanto aprecio los servicios de personal activo y competente,

El bodeguero, que será al propio tiempo director decultivos, se paga, como todos los demás gastos, a prol'rata,según el número de kilógramos de uva que aporta a la bodega cada socio.

El fruto se recibe sin hacer distinciones, porque losmodestos viticultores tienen la propiedad muy dividida, ysi en un viftedo resulta la uva mediana, en otro será buena y en alguno superior.

La primera bodega cooperativa se estableció en España en el Campo de Criptana.

Más tarde se fundó otra en la provincia de Omnse, y deAndalucla me pidieron los Estatutos para formal' una fue!'te asociación de viticultores; pero esta iniciativa debió fl'acasal', porque nada han vuelto a decirme los iniciadores.

El porvenir de la viticultura y vinicultura está en España ligado al éxito de las coopel'ativas agrlcolas.


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ITI

Destilerias cooperativasLas grandes fábricas han hecho cerrar los pequeños ta

lleres; y las deslilel'Ías modelos, que dan una producciónenorme, traen apal'6jada la muerte de aquellos alambiq uesque'hace algunos lustros utilizábamos todos los vinicultores.

Para que las destilerí~s cooperativas se establezcan enlas comal'cas vitivinícolas, hace falta una activa campañade propaganda, con el fin de llevar al ánimo de los coseclIeros de vinos el convencimiento de que, acudiendo a laasociación, pueden alcanzar provechos de que se verán privados mientras intervengan en la lucha comercial sin otroselementos que los del esfuerzo individual.

En Bélgica se establecieron las destilerías cooperativasal amparo de la ley de 16 de Abril de 1896, que les concedió un 16 por 100 de rebaja en la tributación,

Esta medida legislativa dió margen a muy serias discusiones, pues los grandes industriales protestaban de que sepusiera a las cooperativas en condiciones de hacerles unacompetencia ruinosa, y las asociaciones de templanza estimaron que la reforma había de fomentar el alcoholismo.

Los socialistas abogaron con gran viveza porque se reservara el Estado el privilegio de la rectificación de los alcoholes, y hay que reconocer que su campafla no fué baldía pues logl'aron ganar la ayuda de muchas personas quemilitaban en campo político muy distante.

En Bélgica trataron muchos industriales de hacer pasar por coopel'ativa~, destilel'Ías particulares que estabanmuy lejos de reuní;' las condiciones que exijía la ley parapoder disfmtar los p"ivilegios que quedan mencionados.

Con el propósi to de estirpar estos abusos, se publicó elHeal decreto de 26 de :Marzo de 1899 estableciendo, entreotras cosas, que cada coopeJ'ativa había de tener como mfnimun quinGe socios, que éstos no podían interesarse envarias de estas asociaciones, y reduciendo al máximun deproducción a seis heclólitros por día.

Los pequeños propietarios son refractarios a la asociación, y a ellos y no a los grandes cosecheros es a quien se

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trata de dal' facilidades para trabajar con menos gastos ytrabas.

El personal técnico no debe pagarse jamás con tacañería, pel'O en cambio hay que exijirle gl'an competencia ylaudable celo. Siempre resultal'án estos sacl'ificios muy repl'Oductivos.

Las destilerías coopemtivas han de perseguir como fininmediato el aprovechar los orujos 'f el proporcionarsebuenos alcoholes vinicos para los encabezamientos, y sipOI' exceso de producción o por exigencías de la demanda,el negocio industrial aconsejase subol'dinar en parte la bodega a la destilería, la empl'esa sel'Ía de fácil realizacióndesde el momento que las cooperativas tengan una buenaorganización.

Para establecer una destilería cooperativa, los asociados pueden utilizar, como en las bodegas, algunos elementos de los que ellas emplean en la actualidad, y tal vez ellocal con reformas no muy costosas; pero el gasto que estimo inexcusable es el de los aparatos de destilel'Ía, porquelos antiguos alambiques y las modestas instalaciones queestos últimos afios han hecho algunos vinicultores, no responden a los fines industl'iales y econór.nicos que debenperseguirse, ni a los deseos en que la Ley y Reglamentode Alcoholes. están informados,

Los verdaderos vinicuitores no deben conceder a ladestilería mayor importancia que la de una industria auxiliar, por 10 mismo que con buena elaboración y crianzade vinos pueden alcanzar suficientes rendimientos para notener que pensar en ninguna otra transformación del producto.

Las destilerías vínicas se alimentaban de caldos enfel'mas en unos casos, y e¿ años abundantes de vinos sanos,que se cotizaban a pI'ecios muy bajos. inguna ele estasdos cosas hubiera sucedido con las bodegas coopemtivas,porque la enfermedad de los vinos es resultado de la incompetencia y el descuido, y el exceso de oferta obedecea la falta de medios para esperar mejores cotiz3.ciones.

La Ley y Reglamento ele 7 de Septiembre ele 1904 favorecieron la creación de elestilel'Ías cooperati vas, concediéndoles privilegios de notoria importancia; pero la opi-


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ni6n no estaba preparada para estas innovaciones y el fracaso fué inmediato.

Se establecieron destilerías cooperativas en Játiva, Valladolid y otros puntos; pero estas empresas no tenían granimportancia y llevaron vida precaria.

En la reforma de la Ley se suprimieron los privilegios alas destilerías cooperativas.

Somos los espai'ioles más propensos a corlcur el nudoque a desatarle.

IVCooperativas de olivicultores

Los aceites se elaboran en Espai'ia con descuido muylamentable, pues siendo la primera materia de condicionesinmejorables, son muy contados los fabricantes que pueden ofrecer al público un producto verdaderamente selecto.

Para Francia se hace una gran exportación de aceitesde oliva espai'ioles con objeto de clarificarlos y venderloscon marcas acreditadas en envases de buena p¡'esentae:iÓn.

Comarcas hay, como la Mancha, donde las prensas deaceite trabajan a máquina la aceituna que llevan los modestos propietarios y cuando el fruto se conduce a la molienda sale del depósito en estado de fel'mentación.

Las cooperativas olivareras acreditarían los aceites espai'ioles en forma tal, que sostendrían la competencia en elmercado mundial con los productos similares de otros países.

Para los agricultores' los beneficios serían de muchamonta, porque quedarían a su favor las grandes utilidadesque ahora consiguen los fabricantes franceses sin más quesometer el producto comprado en Espai'ia, a manipulaci.ones poco costosas.

En los aceites como en el vino hay que cuidar muchode la calidad porque las cotizaciones se elevan de una manera extl'aordinaria.

Los agricultores de Alcañiz y otros pueblos del BajoAragón hace ya muchos ai'ios que iniciaron la idea de formar cooperativas oli vareras de producción.

Si estas iniciativas prosperan, las comarcas olivarerasverán aumentar los beneficios en muchos millones de pesetas.


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VFábricas cooperativas de azúcar

En Granada y Málaga han sido graves y frecuentes losconfliclos entre los fabricantes de azúcar de remolacha yde caña- y los agricultores, porque rara vez llegaban a unacuerdo para marcar la riqueza del producto y determinarel precio.

Las Cooperativas agrícolas de producción hubieranpuesto término a estas querellas llevando a los cultivadoresde remolacha y_ caña, las pingües utilidades que por su falta de espíritu de asociación iban a manos ele los fabricantes.

El capital para estas 'empresas se reune fácilmente porlo mismo que los socios tienen sólidas garantías.

La fábrica cooperativa de azúcar de remolacha que seestableció en Granada, evielenció con sns éxitos que nnestros razonamientos están fundados en enseflanzas recogidas de la realidad.

Estas cooperativas, como las Bodegas y prensas de aceites son siempre de resnltado muy satisfactorio, si se tienela fortuna de llevar a las Juntas directivas personas debuena voluntad y capacitadas para conducir a felíz témino el cometido que se les confía.

VILos latifundios y la cooperación

En las comarcas de EspaJ1a donde la población ruralpasa pOI' mayores apremios económicos y se vé precisadaa emigrar, la cooperación puede realizar el milagl'O deabrir anchos cauces a-Ia prosperidad agrícola exti rpando deraíz las causas de tanta miseria.

Los grandes latifundios de Andalucía y Extremadurapueden entregarse a las cooperativas ele producción agrícola para que los culliven en común, abonando a los dueflOsde los terrenos u importe en las anualidades que se estipulen.

Es trisle, muy lrisle que millares de familias emigrena América a cultivar el suelo cuando en los pueblos dondeestos desgraciados viven, háymiles de hectáreaseledicadas apastos, que rotu radas por labradores expertos serían unrico filón de producción agrícola,


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Con esta fórm ula se respeta el derecho de propiedad,se traen a la vida de la actividad agrícola nuevos elementos de. riqueza y se redimen del cautivel'io de la miseriacientos de familias.

e.. 'eria pedir demasiado si proponemos que pal'a excu- Jsal' toda resistencia a la entrega de los latifundios a losCooperadores, el Estado sirviera como de fiador respon-diendo del pago y recibiendo como garantía los terrenoscedidos y las mejoras que en ellos se realicen?

Formando en Andalucía un pequeño plantel de cooperadol'es convencidos y activos, el espíritu de asociación haría yerdaderos milagros, porque la tierra y el sol, como elementos de producción, no se ofrecén en mejores condiciones en ninguna otra región del mundo, y en cuanto a loshabitantes, si bien hay que reconocer que predomina el carácter vivo y voluble, en cambio, tienen una nobleza de alma que no hay idea generosa a la que no abran su corazón pal'a darle el calor de sus entusiasmos.

La cultura y la educación remediarían ciertos defectosde carácter.

Los gastos de cultivo no están en la agricultul'a andaluza en correspondencia con los rendimientos, porque se desconoce el verdadero valor de los abonos y de la selecciónde semillas, y en cnanto a labores, son mny contados lospropietarios qne tienen el ganado que precisan para labrarlas tierras como debe hacerse en buenas reglas de agronomía,

Cuando se comparan los esfnerzos que atrás nacionesrealizan para alcanzar su régeneración agrícola, con el quietismo musulmán de nuestro pueblo, se entristece el ánimoporque no ve tan cerca como los anhelos del patriotísmolo desean, el día fausto en que España entre de veras porlos caminos que la Europa moderna tiene trazados al desarrollo de nuestra principal fuente de producción na(.ionaL

VIITejar Cooperativo

El establecido en Barcelona otrece ensellanzas muy interesantes.

Jamás hubo entre los socios contrariedades por las con-


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diciones en que se realiza el trabajo ni por la remuneración que este alcanza.

En todas las cooperativas de producción sucede lo mismo que en el Tejar Cooperativo, y esto es lógico, pues haytal solidaridad de intereses entre los socios que no quedalugar a los antagonismos.

Económi~amenté El Tejar Oooperativo es un granéxito.

Las ventas aumentan de año en afIO y los productospueden competir ventajosamente con los de las fábricasparticulares más acreditadas.

VIlI

FarmaciasYa sé que hablar a mis'compatriotas de que deben mu

nicipalizarse ciertos servicios, es por ahora predicar en desierto; pero todas las grandes ideas, en su periodo de gestación, han luchado con dificultades sin tasa, y no por estosus apóstoles abandonaron el campo.

Cuando se figura en el número de los convencidos, lasdificultades, en vez de arredrar, son acicate que estimulana la lucha.

Los Ayuntamientos pueden establecer farmacias porsucuenta, costeándolas con los fondos municipales y destinando las utilidades a cubrir las atenciones locales.

Si los fondos municipales no permiten estas empresas,queda el recurso de organizar una farmaciacooperativa.

El Ayuntamiento suscribe las acciones que permila elTesol'o municipal y los vecinos cubren el resto, hasta reunir la suma que se precise para instalar la farmacia.

En estos casos, la Corporación Municipal sólo es uno detantos accionistas,

Lo mismo las farmacias municipales que las cooperativas, deben federarse con objeto de hacer las compras engrande escala y conseguir en los precios mayores ventajasque obrando aisladamente.

Puedo ofrecer un ejemplo muy interesante de lo que lasfarmacias consiguen por la Asociación.

Los farmacéuticos de Córdoba han tenido la feliz ideade fundar una gran droguería cooperativa para comprar

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los productos en grande escala y abastecerse todos deella.

Están realizando un gran negocio.El Gerente de la Farmaciacooperativa cuenta con todos

los elementos precisos para hacer el despacho con arregloa la más escrupulosa conciencia profesional, y como a estose une su interés personal de que todos queden satisfechosde la labor científica, la baratu ra en estos casos no puedaestimarse como indicio de despreocupación y codicia.

La enfermedad ha dejado de ser motivo de censurableespeculación desde que existen las fal'macias cooperativas.

La adulteración de las' sustancias alimenticias puedeoriginar graves tt'astornos en la salud, pero losmedicamentos propinados en malas condiciones llevan el luto a lasfamilias, donde bien aplicados los remedios de la ciencia,ningún duelo hubieran suft'ido.

La Federación de los moutepíos, escuchando los consejos de los hombl'es más prestigiosos del cooperatismo catalan, se decidió en 1904 a fundar una farmacia popular, ydesde los primel'Os pasos para colocarse al amparo de lalegalidad, tropezaron nuestros amigos con trabas ydificultades sin cuento.

Es la misma historia de Italia, Francia y otros muchospaises, donde se puso el interés colectivo frente a las conveniencias particulares.

Las cooperativas deben pagar con liberalidad a los farmacéuticos, y les concederán una participación en las uti-lidades. .

En estos institutos no se busca más que la bondad delos productos, y por esta causa, hasta medicamento comoelláud;lllO, que l'al'a vez se expende en estado de pureza,se ofrece en las coopemtivas, preparado tan escl'Upulosamente que no hny médico que le ponga el veto.

Nunca fuí partidario de que las asociaciones mutualistas contt'aten con las farmacias particulares el servicio demedicinas. Ciertas economías se consiguen con daño dela salud.

Las farmacias cooperativas de Barcelona, Mataró, Valencia y otros puntos de la Península, han sido objeto de lamás apasionada oposición por parte de los farmacéuticQs


19particulares; pero los cooperadores han salvado todas lasdificultades amparados en la fuerza de su derecho.

IXTallercooperativo de alpargaterla

Esta induslria que en las provincias de Levante da trabajo a tantos brazos, con la circunstancia de poder realizarla labor a domicilio, hace tiempo que debió acapararse para la Cooperación Obrera.

El capital que se necesita para llevar a feliz términoesta iniciativa, no es de extraordinaria importancia y pudiera haberse reunido suscribiendo acciones de cinco odiez pesetas, reintegrables y con un interés muy módico.

Mis esfuerzos para crear Bancos populares que anticiparan fondos a las agl'upaciones obreras con objeto de llevar por su cuenta las empresas industriales, no han tenidohasta ahora el éxito que sería de desear, pero alentado porla bondad del pensamiento, persel'ero en mis empeños yconfio en que tanto los alpargateros como los abaniquerosen día no lejano podrán llevar por su cuenta ('stas negociosy por medio de la Cooperativa de pl'Oducción, mejoraránsu condición económica y acabarán con la Itwha funestaentre el capitall' el trabajo. .

La Cooperativa de Alpargatm-os establecida en Vallde Uxó ha consegnido mejorar los prodnctos y aliviar la situación económica de los asociados.

Establecieron una Caja de CI'édito que recibla en casosprecisos la ayuda del Banco de León XIII.

El fondo social se (armó con aportaciones de cincuentapesetas.

En la Caja admiten imposiciones desde una pesela.Esta institución f:worece los hábitos de economía y

ahorro.

X

Talleres cooperativos para labores de mujerLos calados en Cflnarias y las blondas en la Mancha

son industrias domésticas que organizadas en forma cooperativa se verían libl'es de la tutela de algunos intermediarios que por el hecho de anticipar fondos a las obreras acaparan los productos con cptizaciones muy inferiores a las


- 20-que se alcanzarían en una venta normal, y cobran por eldinero intereses usurarios.

Falta pal'a llevar a la realidad estas ideas, media docena de personas de buena voluntad, que por estimulas delmás puro altl'Uismo organicen los talleres cooperatistas deblondas y calados.

Invitado por el inolvidable fundador de la Caja Ruralde Javaliviejo, Sr. Fontes, a visitar la institución y dar unaconferencia, accedí con sumo gusto, a los deseos del entusiasta cooperador y amigo cariñoso, y cumplido tan honroso encargo pude infonnarme de que los dos ángeles quehacían tan agradable la viela del anciano militar, tomabanuna parte muy principal en Jos trabajos de la Caja Rural, yademás habían establecido en su casa solariega talleres para que las híjas ele sus colonos y ele los labriegos de la comarca, aprendieran las labores propias de la mujer, desdela más sencilla hasta las más eli.íciles y costosas.

Las familias más linajudas de la Corte, han hecho encargos de mucho valor a la Cooperati\'a feminista de Javaliviejo, yen muchas iglesias hay ornamentos qLle son obrasprimorosasde las lugarel'ias de la provincia ele MUl'cia y'quepresentados en una exposición 'internacional hubieran alcanzado segnramente distinciones muy honrosas.

Cuando la ielea coopel'ativa recibe el calor de una voluntad firme y bien dirigida, los resultados son siempm tansatisfactorios como inmediatos,

XICooperativas eléctricas

De todas las Cooperativas de producción, las que hantenido resultado más PI,'ósperos e inmediatos son las de laluz eléctrica.

Estas industrias son de las llamadas a municipalizarseen todas partes, pero como uuestras Corporaciones localesllevan en su mayal' parte vida poco regular, hay que abandonar por ahora los derroteros de la municipalización confiando en cambio al esfuerzo colectivo fa creación de fábricas de luz eléctrica.

En La Corul'ia, en Madrid y en algunos otros puntos,gracias a las fábricas CoopeI'ativas de luz eléctrica, el pre(;io del fluido que era muy elevado, tuvieron que fijarielas


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industrias particulares con una rebaja considerable, demostrándose de este modo una vez más, que los beneficios dela Cooperación alcanzan aún a los no afiliados a nuestrasinstituciones.

Las Cooperativas eléctricas han dado beneficios muypositivos en La Coruña, Madrid, Cádiz y otras poblacionesimportan tes.

En mi sentil' las ntilidades debieron emplearse en parte en la construcción de viviendas económicas pora obreros haciendo de este modo que llegaran los beneficios detales empeñoscooperatistas, hasta las familias de condicióneconómica más modesta.

XII

Fábricas cooperativas de abonos minerales

Hace dos lustros el consumo de abonos minerales eramuy reducido en la Península;hoy la demanda es tan grande que se cuentan por docenas las fábricas que se han establecido con grandes capitales y disponiendo de la últimay más perfeccionada maquinaria que en el extt'anjero emplea esta industria.

Los Sindicatos y Cajas Rurales han tenido en las provincias Vascongadas, en Extl'emac!ura y en algunas otrasregiones de España, un éxito muy lisonjero y a esto se debe que tanto las primeras materias para la preparación deabonos, como las semillas seleccionadas, se adquieran encomún por cifl'as que nadie pudo imaginar.

No está justificado que las Cooperativas Agrícolas sigancomprando a los intermediarios muchos milesde toneladasde abonos cuando tan fácil les sería por medio de la fede

'ración, realizar un soberbio negocio e.:;tableciendo una fábrica ele abonos que se encargara de abastecer a todos losorganismos cooperatistas.

En la venta de abonos se han cometidJ abusos muy escandalosos y cuando los agricultores compran aisladamente abonos de los llamados compuestos, ni saben apreciar lariqueza fertilizante de éstos, ni si el precio rebasa CO'1 exceso las cotizaciones elel mel'cado,

Prescindiendo de los intermediarios y realizando esta


- 22-empresa, las Cooperativas conseguirían cuantiosos beneficios y cE;lrrarían con siele llaves la pnerta del abuso.

El negocio es de los más claros y fáciles de realizar.

XIIIPanaderias cooperativas

Nada importa tanto a la vida nacional como el abaratarlas subsistencias purgándolas al propio tiempo delas máculas a que recurre el comercio de mala fé para aumentar lasganancias.

El pan es la base de la alimentación en Espana, y estápor lo tanto bien justificado el interés con que se estndiacnanto hace relacion con la bondad y precio de este pro-~~. .

Los cooperadores nos proponemos que la máquina hnmana con alimentación sana y suficiente, dé el máximunde rendimiento con el mínimun de gasto. .

Es preciso convencer al obrero de que está muy lejosde la verdad cuando cree que el alcohol sustituye conventaja al pan.

El precio de este producto en el mer~ado, si los intermediarios proceden de buena fé, se puede precisa!' sin másque ver las cotizaciones del día en los mercados de cereales, pues sabido es que a cada kilógramo de trigo corresponde aproximadamente otro de pan, dependiendo las maYOI'es alteraciones que ocurran, de la can Lidad de agua queel industrial quiera dejar cuando haga la cocción.

La libertad de contratación debe llevar aparejada unasanción penal, dura e inescusable para los que apelando amedios reprobados sorprenden la buena fé de los consumidores.

En ningún país por condescendiente qne sea el sentidomoral, puede admitirse qne al comprador que paga un kilo de pan o de otro pl'oducto cualquiera, el intermediariole estafe impunemente 150 o 200 gramos.

Los factores que han jugado un pap 1 principal en elenriquecimiento de la industria de mala té son el peso, lasmezclas de las harinas y las condiciones ele la cocción delpan.

No vendiendo éste al peso, como suc2de en Madrid, laspiezas sueltas se prestan a los abusos escandalosos que a


- 23-

diario se denuncian en la Corte, sin que jamás llegue elmomento de aplicarles el duro correctivo que merecen.

La mezcla de las harinas con sustancias de menos valorperjudica las energías físicas de los consumidores restándoles calorias, y acusa mayor criminalidad en los autorespor lo mismo que esta clase de estafas exige estudio detenido de los elementos que iqtegran la industria que nosocupa.

El obrero rara vez puede alimentarse en condicionesde llegar a las 2.800 03.000 calorias que nec'esita un hombre en estado normal y el déficit será mucho mayor si losalimentos que utiliza no tienen la fuerza nutritiva que corresponde al precio quese pagaron. Según el Dr. Konín, elpan normal debe tener un 35 por 100 de agua y el 65 desustancias alimenticias.

El peso del pan, que es la única prueba a que se sometela buena fé de los industriales, para que surta anto la conciencia pública y los tribunales de justicia los efectos deseados, es preciso que vaya acom pañado de otras dos pruebas de valor bien notol'io; de que la cocción se hizo conarreglo a las prácticas normales, no dejando agua en susti tución de ha ri na y que ésta sea de la calidad y clase aque corresponde el pl'ecio del pan.

Puede darse éste producto hasta con exceso de peso yq[Jedar estafado el consumidor, bastando para esto que lamiga de pan conserve agua en cantidad bastante para queresulte el peso que desee el industrial.

En Ingtaterra y en Bél¡Sica los cooperadores tu vieronque luchar con muy sérias complicaciones originadas porla mala fé de los fabricantes de harinas. Estos se habían dejado influir por los intermediarios y destinaban a las coope¡'ativas hal'inas de pésimas condiciones que no permitíanelaborar un producto aceptable.

Estos abusos, que consti tu yen una verdadera estafa, seremediarían facilmente aplicando a las harinas disposiciones análogas a las que hOl' rigen para la ven ta de abonosminerales. Es sabido que estos han de lleva l' en los envases y lactu l'as un análisis bien detallado, para que en todomomento el compl'ador pueda comprobar si le entl'egaronen la debida cantidad las materias fertilizantes que pagó ysi éstas tenlan la riqueza que acusaba ~I análisis,


- 24-

Fabricando el pan por cuenta de las cooperativas, comono hay estímulos personales mal sanos que induzcan a buscar ganancias pOI' caminos reprobados, el p¡'oducto se elabora sin adulteraciones en las harinas, con una cocción esmerada y sin que en el peso se resten a los consumidorescantidades de pan que consfituyen una verdadera estafa.

Las panaderías cooperativas se han organizado en Barcelona yen algunos otros grandes centros de población deE~pai'ia, federándose algunas cooperativas d~ consumo.

Cada una de estas aporta elementos proporcionados alnúmero de socios con que cuenta o a al importe total de lasoperaciones anuales que realiza.

La prácica más generalizada es la de reunir el capitalsuscl'jbiendo acciones de 5 a 20 pesetas, con objeto de quepuedan adquirirlas hasta los más modestos obreros.

Las Panaderías Cooperativas son el negocio de beneficios más inmediatos y de éxito más seguro.

Los socios comen pan mejol' y más barato que el quepodían adquirir de los intermediarios y la caja de la sociedad tarda poco tiempo en' disponer de fondos para reintegrar las sumas anticipadas y acometer mejoras tanto en loslocales como en la maquinaria de la fábrica,

Las cooperativas de consumo procederán muy cuerdamente reduciendo algo los dividendos actiYos y reforzandoel fondo de reserva con recursos que permitan acometer laempresa de fundar panaderías cooperativas.

Los convenios que celebran con los intermediarios algunas Cooperativas de consulno, para pl'oporcionarse pancon la rebaja de algunos céntimos, merecieron siempre mimás ~cre censura pOI' lo mismo que con dicha conducta sehace labor anticoope¡'atista.

Los obreros de las panadel'Ías que hacen unO! labor tanpesada y que no siempre están debidamente relt'ibuídos,han debido acometer la empresa de fundar por su cuentaPanaderías Cooperativas, sacudiendo de este modo una tutela que les cierra el camino de sus alivios económicos ymorales.

Bastan tes fábricas de harinas, cuando tratan con personal idóneo y de moralidad bien notoria, no tienen inconveniente en abrirles crédito, y lo propio acontece con lascasas que se dedican a la venta de maquinaria.


- 23-

Las pamiderías cooperativas han arraigado fuertementeen algunas poblaciones de la Península, como por ejemploBarcelona, pOl'que los hechos han evidenciado que ellasatienden por igual a' las "exigencias de la higiene y a laeconomía doméstica.

Los fondistas de Barcelona se han asociado para fundar una Panadería Cooperativa y han conseguido que suclientela consuma pan de calidad inmejorable a pesar deque el coste es inferior en algunos céntimos al que pagaban por kilo a los intermediarios.

Las cooperativas de consumo «La Dignidad> y «El Reloj, tienen desde 1903 un horno cooperativo que dá muybuenos resultados.

Hace pocos meses, visité en Barcelona la Cooperativade consumo <La Flor de Mayo. y tuve ocasión de apreciarlo admirablemente que estaban organizados los trabajos delos dos hornos cooperativos que sostiene.

Recuerdo además las Panaderías Cooperativas ele «LaAlianza> en Molins ~le Reig, <La Amistad. en Calella, <LaCastellarense' en San Esteban ele Caslella¡', <La Confian-,za' en Esplugas del LJobregat, <La Fraternidad, en Premiá de Dalt, <La NIútua de Pan. en ;\Ianlleu, «La Paz Ro-

. dense' ~n Roda, «La Regeneradora, en ViIlanueva y Geltrá, <La Rubinense. en Hubí, <La Sabadellense' e'n SabadeH y .La Tahona Cooperatista.• en ;\lataró.

En Tarragona lleva \'ida muy próspera la PauaderiaCooperativa de <La Tarraconensa•.

Sirven el pan a domicilio yel precio y calidad son muy\'entajosos a los que tienen las panadel'Ías particulares.

Las Panaderías Cooperativas de más importancia en laprovincia de Geroha son la que en La BisbaJ se titula <LaRectitud' y La Casa del Pueblo de i\fassanet de Cabrenys.

Las Cooperativas Civico Militar de La Coruña y OrenseIIm'aron con mny buen éxito a la práctica la fundación elePanaderías Cooperati vas.

Los obreros ele las miuas de'carbón de Belmez (Córdoba) y los de la provi ncia de Huelva tienen varias panaderías coope¡'ativa3 montadas con los últimos adelantos eleesta industria. Entre ellas la más notable es la de Silos deCalañas.

En Madrid los socialistas tenían el proyecto de fundllr3


- 26-

una panadería cooperativa en la Casa del Pueblo, aneja ala Cooperativa de consumo que hace afios establecieron yque ha tenido un éxito envidiable.

Se fundó en Cádiz en 1898 la .Sociedad CooperativaGaditana de fabricación de pDn> con 200 acciones de a 50pesetas. La iniciativa tuvo tan buena acogida que huboque hacer una segunda emisión de 1.000 acciones.

Han luchado, estos entusiastas cooperadol'es, con dificultades sin cuento,originadas unas por las fábricas de harina y otras por los obreros, habiendo orillado todos losobstáculos con fortuna y contando con recu rsos para nuevas empresas. La Cooperativa Gaditana estableció hace alg-unos años en el mismo local que tiene la Panadería, unafábrica de fideos. .

XIV

Producción Cooperativa de ieglaLas Cooperativas pertenecientes a la Federación Cata

lana-Balear venden legías de condiciones inmejorables queles facilita en condiciones muy ventajosas una cooperatiYa de producción establecida en Barcelona.

Son muchas las cooperativas de consumo que piensanfabricar por su cuen ta jabón y legías.

Estos artrculos son de gran consumo y su fabricaciónno ofrece serias dificultades.

XV

Lecherlas y Queserlas CooperativasNo hay país que aventaje a Espaila en buenos propósi

tos; pero la acción oficial y la iniciativa"privada se rindenante las primeras dificultades que presenta la realizaciónde cualquier proyecto de reconoGida utilidad.

La única tacha que se pllede señalar a la legislación española, es que muchas veces queda incumplida.Losgobiernos harían en España una: buena obra dejando descansarpor algún tiempo a los cajistas de .LaGaceta» y dedicándosea crear hábitos de respeto al dcrecho constituido.

Las filen tes de producción cuentan con leyes y reglamentos que se dictaron para su desarrollo y fomento; pero~sta es la hora en que todo está por hacer gracias a la flo-


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jedad de los que mandan y a la indiferencia y apatía de losllamados a obedecer.

Más, mucho más que la industria fabril están necesitadas las industrias ru rales de la ayuda oficial, en la formaque yo entiendo que los poderes públicos deben proteger altrabajo nacional.

En Holanda la Cooperación recibió de la acción oficialun concurso eficacísimo y a esto se debe la prosperidad enque se encuentran las lecherías y queserías Cooperativas.

Al Estado, opino que nada debe pedirse que pueda realiz:¡r el esfuerzo individual o colectivo, pero las ensefLanzas oficiales son obra de gobierno y a él incumbe por tantoestablecer estaciones pecuarias con escuelas donde se apren"da la fabl'icación de quesos y mantecas. r

El eminente Ingeniero Sr. Alval'ado en la carta pl'ólogoque aparece en mi libro <Lecherías y Ques~rías Coopel'ativas>, dice que es sin duda cLlguna la industria lechera una de las llamadas a ser Coope¡'ativas y qu,e paTecena ció paTa set·lo.

Poco, muy poco han hecho en las provinciasde Ovicdo,León y Santandel': pero con lo que sc conoce basta pal'<1poder afirmar sin mel'ecer la tacha de optimista, que hayen EspafLa elementosbastantes para producir quesos l' mantecas de tan buena calidad como los mejores que se traendel extranjel'o, y en la cantidad qne pueda exigir el comcr'tia interior.

La importación de quesos, mantecas y leches quedaráreducida a cifras de poca imp0l'tancia si se fomenta la cooperación en tre los ganaderos de la Península, pues estoaumentará la cultura, abaratará los gastos de pl'oducción,dará mayores utilidades y servirá para acreditar tipos escogidos y permanentes de qnesos y mantacas en los morcados nacionales y extranjeros.

Son muchos los comerciantes que sistemáticamentedespreciaJl todo lo que no lleva en el envase indicacionesprecisas de sn pI'ocedencia extl'anjera.

Es inexplicable el empeilo de querer aCl'editar mar'casextranjeras con pI'odllctos nacionales.

En vinos, aceites, mantecas y quesos en igualdad decondiciones, se prefiere siempre lo que viene de fuera a loque tenemos en casa.


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Si en los grandes centros de población resulta en España, empresa muy árdua la de dar vida al espíritu de asociación, no hay por qué extrailar que los labmdores y ganaderos que se educan en el alejamiento de toda cultura,yen muchos casos hasta en la incomunicación, pl'esentengrandes resistencias a formar parte de aquellas empresasque tienen por base el esfuerzo colecti va.

Las lecherías y queserías cooperativas cumplen finessociales v mel'cantiles tan diversos como interesantes. Faltos los ganaderos de medios económicos, de cultura indust,'[al y de relaciones mercantiles, tienen que limital'se avender la leche, mantecas y quesos en las poblaciones máspróximas al punto de pl'oducción; y no disponiendo de medios paea hacer una buena pl'esentación del al'ticulo, elcomel'Cio y los particulares le dan una estimación muy distinta de la que alcanzaría si en vez de ir en forma tosca yordinal'ia, el queso y la manteca se ofrecieran con los refinamientos y buen gusto con que saben hacerlo las casasexportadoras de Dinamarca, Suiza, Francia, Alemania yotros paises.

Las primeras lecherías cooperativas pusieron ele manifiesto, a los poco;; meses ele existencia, que los ganaclel'Osaumentaban los beneficios en más ele un 25 pOI' 100, porque la alimentación ele! ganaelo se habia mejomelo, los 10-'cales tenían las condiciones precisas para que las reses llevasen viela sana y apacible; y la leche y losproeluctos eleriYados se trabajaban con arreglo a los últimos adelantoscienllficos e industriales, y se ofrecían al consumo con losalicíentes que pam estos casos impone una especulaciónllevaela con ielea exacta ele las exigencias elel público.

Las lecherías cooperati vas de Palma ele Mallorca eEtáninstaladas en locales modestos, pero limpios y bien ventilaelos,

Hay que reconocer que en losestablecimientosque sostienen los intermediarios se han hecho de algunos años aesta fecha, reformas de verdadera importancia, en un todode acuerelo con los cánones de la higiene.

La fabricacíón de qúesos y mantecas ha tenido un desa.rrollo extraordinario en las provincias de León, Santanderyen Galicia y las Vascongadas.

Las variedades de queso que se ofrecen al consumo per-


29miten compararse con las marcas de máscréditodel extranjero.

Hace pocos meses se ha constituído una suciedad de ganaderos importantes de la Mancha con objeto de estableceruna Quesería Cooperativa en Villanueva ele los Infantes.

He oido que se proyectaba establecer una Sociedad enel Norte de España para acometer con graneles recursos lafabricación de leche condensada.

La idea es muy feliz y es indudable que los que la lleven a buen tél'mino, conseguirán para el capital en \·ertido,un inte¡'és elevado.

Se han generalizado mucho en la Península los procedimientos más aCl'editados en el extranjero para la esteri-lización de la leche. -

Todas estas iniciativas se realizan en condiciones modestas porque el apostolado cooperatista, donde ha encontrado hasta ahora mayores resistencias, ha sido precisamente en los elementos inelustriales de que vengo ocupándome,

Nuestro deber es em pero, insisti r en que la Coopentción es la única que pneele p!'oporcionar al modesto y mediano propietal'io meelios de información y elementos deestudio y trabajo par.l pode!' utilizar los gmndes ]'ecursosque los adelantos moelcl'l1Os ponen adisposición de losagricnltores adine!'aelos.

La obra más meritoria que la coopflracióo realizará enEspaña es formar cinelaelanos de espíl'illl noble y concienciarecla que cierren los oidos a los estimulas dela malsana codicia, y estimen su buen nombre en mucho más que elfausto y las comodidades que pndiera proporcionarles unacto criminal.

XVIUna fábrica Cooperativa de abonos

Et empleo de los abonos minerales se está generalizando eo la Península de tal suerte, que estableciéndose todoslos años nuevas fábricas, las más acreditadas, coo dificultad pueden servir los pedidos que reciben,

Para los modestos agricultol'es ofrece dificultades muygraves la solución satisfactoria del problema de los abonos.

Desconocen las condiciones del suelo en que trabajan,


c..=... so -'-j:Jbr'~llC nunca le mandaron analiz.lr, y no saben las exigen".ci[ls de:l9-s plantas que cultivan, factores ambos de interésCjlpj tal para poder om plear los abonos con acierto y recogor.de estos gastos, por el mayor rendimiento de las cosechas, los beneO.cios que, en buenas reglas culturales, hayderecho a esperar.

Los Sindicatos agrícolas son los llamados a remediar es.tas eontrariec;lade!" porque pueden costear personal técnico· eLlle a:oalic'e las tielTas y estudie las condiciones del cl i'ma y las conveniencias que ofrece cada oultivo.

La mala Je de algunos expendedoro.; de abonos ha sidola causa de q.ue la población rural se lJam:lr,¡ a engaiio enlo referente al empleo .de los abon03 minel'ales." Hoy, dirigiéndose a las fábricas,nohayel peligro de que

.se repitan Jas estafas realizadas por ciertos intermediarios,

.que vendieron cpmo abonos muy ricos en substancias fer.tilizantes. ti9rras de ningún valor.

La gran economía en el empleo de los abonos minerales,se encllerüra.prescindiendo de los mal llamados completos, y utilizando en cada caso 1<lS primeras materias quel.os terrenos, el clima y las plantas precisen.".' .Hay que rechazar, por absurda, la creencia de que los'.abonos minerales sólo son aplicables a detel'lninados terrenos..' .En estas empresas, las fórmulas fijas para el cultivo de.cada planta son una verdadera quimera por lo mismo que'han de aplicarse a tierras de composición muy diversa.

Afortunadamente, el movimiento cooperatista agrícolamarcha en Espana por muy buenos C<1.minos y estamos yaen la hora oportuna para estudiar cómo se puede pa3ar de11s Cooperativas de consumo a las de producción.

Los Sindicatos agrícolas hacen pedidos a las fábricas deabonos, .que r-epresentan muchos cientos de vagones, y lafedemGión,·de dichos organismos pude utitizarse paraJll1;ldar un'a fábri.ca cooperativa de abonos.. Por este medio las necesidades de las Asociaciones agrícolas serían conocidas con la precisa anticipación y atendidt;ls sin la menor demora, l' en cuanto a los precios, dicho~e e,sJá, que quedarían siempre muy por bajo de las cotiza.~iones del,mercado.,'Hay que pensar en que la poblaoión agrfcola se bene-


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ficie con las ulilidades que hoy quedan en manosde inter-mediarios. -

Abaratando los gastos y mejorando los productos, elagricultor espaiiol podl'ia concurrir al mercado mundial asostener la competencia con las naciones que tienen cultivos análogos a los de la Península.

La empresa no es ardua, y su feliz realización dependede que tomen la iniciativa hombres de competencia y buena fe.


APÉNDICEEMIGRACiÓN, LOTERíA Y AHORRO

Siempre que llegan los días de Diciembre, recuerdo queen mis viajes por algunas provincias del Norte, era muyraro el caserío donde no encontraba un edincio público levantado con dinero de algún indiano que quiso deja¡' imperecedera memoria de su amo!' a la tierra que le vió nacer, haciendo a la vez ala!'des de riqueza ante sus coterráneos, o un hotel suntuoso rodeado de soberbio parque, quepregonaba venturas sin tasa conquistadas al otro lado delos mares por un humilde T'apaz que marchó a Méjico o ala Argentina, sin conciencia de los riesgos que iba a correr,ni de las energías ¡¡sicas y morales que tendría que desplegar en la ruda lucha por la existencia.

La gente se admira y hace lenguas del indiano adinerado, y la emulación en unos casos y la envidia en otros,sil'ven de acicate para que millares de infelices abandonenla Patria y familia y tomen un décimo de esa lotería dela emig1'ación, cn que SOlJ más dificiles de alcanzar lospremios gordos que en los sorteos de Navidad..

Los pobres labriegos, alucinados pOI' la ostentación deriqueza que ven en los indic¿nos, no recuerdan que porcada uno de los que volvieron con salud y fortuna, quedaron algunos millares de víctimas en los lejanos paises queles habían pintado como nlleya Jauja.


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Todos los años, durante los días que síguen al sorteode Navidad, la prensa dá noticias muy minuciosas de ladistribución que han tenido los primeros premios, y losilusos se olvidan del dinero que quedó en las arcas del Tesoro y de lo difícil, o punto menos que imposible que estraducir en realidades esos sueños del jugador, que tantaanalogía guardan can los del incauto emigrante.

Desde hace muchos años venimos prestando nuestromodesto concurso a la humanitaria empresa de propagarpor la Pinínsllla los beneficios de la econamía y el ahorro,y el argumento de más fuerza que ofrecemos a la consideración pública para que estas ideas sean bien acogidas, esque, donde arraiga la virtud del ahorro, muere el vicio entodas sus repugnantes formas, pero más especialmente enla del juego.

La economía y el ahorro encuentran en la Lotería unenemigo implacable, por lo mismo que esta forma de practicar el vicio del juego tiene sobre las demás la ventaja dellevar la imaginación por mundos de ventura que se desvanecen cien y cien veces como el humo; pero que unaterquedad mal dirigida vuelve a levantar, como si el tejery destejer fuera castigo impuesto por la Providencia a losque olvidan que no hay nada tan noble y tan grato comoganar el pan con el sudor de la frente.

El Estado, al monopolizar el "icio del juego, es un donJuan de Robres, que hace los pobres, pero que se olvida delevantar el santo hospital en que tendría que dar albergue a tantas legiones de ilusos.

Resulta la más absurda de las inconsecuencias que enEspaña sea delito en unos casos el juego y que en otros deje de sedo, porque el Estado hace del vicio una fuenteabundante de ingresos.

Pal'a pl'oceder con lógica, sería preciso, o suprimir lalotería o reglamentar la vida de los ga.-itos.

Si España fignra en el último lugar de la estadística delahorro, cúlpese de ello a la defectuosa organización denuestra Hacienda, que para sostener las cargas públicas,acude a fuentes de tributación como la Lotería.

Fíjese elleclor en el hecho de que a mayores rendimientos tienen que corresponder mayores infortunios.

Las clases menos acomodadas se educan en España ex-


- 30-poniendo sus ahorros a los azares del juego, con la idea depasar de la mañana a la noche de un estado de desventuray pobreza, a la opulencia más fastuosa.

En nación que nutre con tales delirios las imaginaciones de la juventud, no es mucho que los oídos se cierrencuando se habla de lo que una voluntad persevemnte puede alcanzar puesta al servicio de la virtud del ahorro.

El delirio cle grandeza, sostenido y fomentado por el vicio de la Lotería, es una de las mayores dificultades conque t¡'opezamos los cooperadores para que estas ideas deredención social encamen en el alma española.

La obra de la evolución requiere calma, cultura y laboriosidad.

La cooperación y las pensiones para la vejez

Hay que divulgar los grandes beneficios de la cooperación en orden a todas las manifestaciones de la act;vidad.

Cierto que la cooperación es el camino más corto y seguro para llegar al abaratamiento de las subsistencias; perolejos de la vel'dad se coloca quien crea que lacooperaciónno ofrece otras soluciones que lascompl'endidasen el consumo, la producción y el crédito.

Con esto hay bastante para transformar radicalmentela manera de ser delos pueblos; perolas horizontesdenuestras ideales son muchos más amplios y el altruista generoso y noble puede dar cumplida satisfacción a lacios sus anhelos en fa Val' de los asala riadas.

Jamás escribió mi pluma una palabm de censura contra las instituciones de pr~visión, pues el hecho de que porla cooperación pueden los obreros asegurar los gastos desubsistencias para los últimos años de vida, no excluye ningún otro procedimiento que tenga la misma finalidad.

Creo sinceramente que a las Cooperativas de consumoles es fácil establecer las pensiones para la vejez, con facilidades que no tienen las c'emás institutioncs, y como en


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estos casos no basla ha~er afirmacion<'s rotunda~, yayadar una prueba irrefubble de la certeza de cuanto vengososteniendo.

Las Cooperativas de Consumoabaratanlosartfculos, losdan de mejor calidad y cortan de raíz los abusosen las adulteraciones y en el peso y la medida.

A pesar de todos estos beneficios aún queda un margen de utilidades para formal' el fondo de reserva conque se hace frente a los qu~bl'antos de una compra desacertada y a la pérdida de productos que por su índole especial sufrieron averías irremediables.

'Si los coo;¡eradores qu ieren establecer el seguro prorala vejez, este mismo fondo de reserva puede servir para llevar a feliz término tan laudable iniciativa.

No hay que alterar los precios de los artículos; bastacon que al hacer el reparto de ganancias a fin de afio sedestine al fondo de reserva por lo menos el 50 por 100.

No cl'eo discreto admitíl' las pensiones por invalidezpara el trctbajo, porque esto llevaría sobl'e las cooperati·vas desembolsos inciertos y de importancia que pondríansu vida económica en riesgo inminente y nuestras instituciones deben conocer en todo momento su estado de solvencia.

Las pensiones para la vejez pueden ser de una peseta diaria, 0'75 o de 0'50, según que los socios de la Cooperativa lleven 20, 15 o 10 aoos perteneciendo a ella, conun mínimum de compras anuales aCI·editado.

Si la Cooperativa tiene el temor de que pueda lIezarun día en que las pensiones excedan de la suma disponible a este objeto, para conjurar todo linaje de complicaciones le queda el recurso de fijar el número de pensiones,formando con el excedente un escalafón por orden de antigüedad.

.Las Sociedades de seguros de vida y las Cajas de ahorros pueden ofrecer ejemplos a millares de personas queparecían decididas a tener la vista fija en el porvenir y lavoluntad dispuesta a sacrificar algo del presente al día demañana, pero que cambiaron de propósito cuando sólo habían dado los primeros pasos en el camino de la previsióny el ahorl'o.

En las Cooperativas no .ti3ne razón de ser tales I'olubi·


- 31 ~Hdades porque los ingresos van como sobreprecio de losarllculos de consumo, y como éstos no se encontrarian enlas tiendas de los intermediarios, ni de mejor calidad ni acotizaciones más bajas, los asalariados jamás abandonariannuestras instituciones y el seguro para la vejez está librede quedar en proyecto por falta de perseverancia en loscooperadores.

Estas ideas se llevarán pronto a la piedra de toque dela realidad y los hechos pondrán al descubierto los puntosvulnerables del proyecto que con tanta sinceridad recomiendo.

Mi ánimo no tendrá que pasar por la menor violenciasi llega el momento de confesar que las enseñanzas recogidas imponen ineludibles rectificaciones en la lfnea de'conducta que vengo recomendando a las Cooperativas que meconsultan, pues el interés de los asalariados le puse siempre mucho más alto que las solicitudes de mi amor propio.

Congreso Nacional Cooperatista

El éxito de esta Asambleaha excedido a los cálculos másoptimistas.

Lo mismo las Cooperativas católicas que las socialistas,las de consumo que las agricolas, han mandado numerosay lucida representación.

De Inglaterra, Ifrancia y otros paises han venido a España para tomar parte en las sesiones del Congreso Nacional Cooperatista sociólogos de fama mundial.

En la sesión inaugural los Sres. Bipoll y Salas Antónpronunciaron discursos muy elocuentes, que la Cámara recibió con grandes aplausos.

Salas Antón dedicó un saludo efusivo, en francés e inglés a los asambleistas extranjeros, y éstos, con tal motivodedicaron a España y a los cooperadores de la Ilenlnsulapalabras de gran afecto y encomio.

El secretario doctor RQduá, dió lecl:ura de una notabi-


~ 38 ~

!isima Memoria-, en que se exponen juicios y se consignandatos de gmn aprecio para la historia de la cooperación.

Los cooperadores extranjeros, han podido comprobarque éste no es el pals donde las intransigencias de todoshacen imposible ei convivir los hombres ele distintas tendencias sociólogicas.

Al Congreso Nacional Cooperatista han mandado representación numerosa los católicos y socialisbs, para discutirlos extremos que a las dos tendencias importaban por igualy los temas se han discutido en ambiente de gran tolerancia y sin que nadie tuviera que hacer abdicación de principios.

Los acuerdos de la asamblea y otros particulares queme son desconocidos serán objeto de un arllculo o.de varios, pues qada la gran importancia que tieueel movimiento cooperativo en España, considero de capital interés eldivulgar las enseñanzas recogidas-en la Asamblea de Barcelona.

He colaborado al buén éxitode esk'1 por cuantos mediosestuvieron a mi alcance, y Dios sabe con cuanta pena hetenido que renunciar a tomal' parte en las deliberacionesdel Congreso. _

El telegrama que voy a copiar es un testimonio de cariño y solidaridad, que aprecio en lo mucho que merece.

Dice así:Congresistas primer Congreso Nacional de Cooperati

vas, reunidos en la granja Flor de Mayo, saludan en ustedal ferviente cooperatista que constantemente se ha desvivido en pró de las ideas coopel'ati vas, y que en espiritu hapermanecido a nuestro lado con motivo del Congreso.

Presidente, Ripoll.-Secretario, Raduá,.He contestado en los siguientes términos:<Correspondo muy reconocido a 'saludo Congreso Coo--

peratista, lamentando no poder hacer acto presencia. Felicito ol'ganizadores y pl'Ometo entusiasta concurso paraacuerdos Asamblea.

Tanto el ministro de Fomento, señor Ugarte, como el_Ayuntamiento de Barcelona, han mostrado las mejores disposicion'es para facilitar auxilios eCJlnómicos con destino alos gastos del con¿reso Nacivnal Cooporatista_


- 3a-Celebraré mucho que la próxima Asamblea se verifi

que en Madrid, pues los hechos pondrán de manifLeslo quela Cooperación tiene en la corle muchos y muy valiososelementos,

DE COOPERACIÓN

Ideas sueltas

ILa Cooperación crea lazos de fraternidad "enl,'e todas

las clases sociales, elevando el nivel moral y mejorando elestado económico de los trabajadores,

IIEl crimen y el vicio, reducen sus fronteras en la medi

da que las ensancha la Cooperación,

IIIEn la bandera de los asalariados solo deben leerse es

tas dos palabras: PREVISÓN y PERSEVERANCIA,

IVLa Cooperación es escuela donde el alma se educa en

las expansiones de la generosidad, y llevado al corazón delos jóvenes el gél'meo del desinterés, la ,'oJuntad informamás tarde todas sus resoluciones en la her'mosa máximacristiana que enseila a amar al prójimo como a nosotrosmismos,

VLas Cajas Rurales concurren a solucionar satisfactoria

mente el problema social, fOJ'mando de los colonos modestos propietar'ios que puedan sel'vir do mul'O de contenciónpara impedil' que la ola anarquista, al rebasar las gmndesciudades, encuentre a las gentes de la campiila en disposición de patrocinar los mayores extravíos por haberseapoderado de su ánimo el más negro pesimismo,


las cooperativas de producciÓn de espaÑabiblioteca2.uclm.es/biblioteca/ceclm/libros/rivas...para...

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