laplazapublica. uso propagandistico del espacio urbano

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HAOL, Núm. 20 (Otoño, 2009), 101-121 ISSN 1696-2060 © Historia Actual Online 2009 101 LA PLAZA PÚBLICA. USO PROPAGANDÍSTICO DEL ESPACIO URBANO Francisco Javier Gallego Dueñas Universidad Nacional de Educación a Distancia, Spain. E-mail: [email protected] Recibido: 27 Agosto 2009 / Revisado: 12 Septiembre 2009 / Aceptado: 20 Septiembre 2009 / Publicación Online: 15 Octubre 2009 Resumen: La idea de esta propuesta de investigación es tomar un ejemplo de cómo el espacio público urbano es también utilizado y modificado por la propaganda política en sus múltiples formas. El ejemplo sería una pequeña ciudad en la que se observarían, de un lado, las estructuras simbólicas permanentes y heredadas y por otro lado se estudiaría un proceso electoral concreto como las elecciones municipales de 2007. Así tendríamos el punto de unión entre la estructura y la coyuntura. Palabras Clave: espacio urbano, plaza pública, propaganda, valor simbólico. ______________________ Urge la pregunta: ¿serán los sitios primero y sólo el resultado, la consecuencia del situar? ¿O recibe el situar su mismidad a partir de la acción de los sitios encontrados? Si eso fuera exacto, tendríamos que buscar la mismidad del espaciar en la fundamentación de sitios y considerar al sitio como correlación de sitios. Martin Heidegger, Espacio y tiempo INTRODUCCIÓN n agosto de 2007 se publicaba en los periódicos que la alcaldesa de Pinto del Partido Popular había decidido eliminar los nombres de políticos de las calles del nuevo barrio de La Tenería II y los había sustituido por músicos. Los nombres de políticos respondían a presidentes de gobierno y alcaldes democráticos, así como los llamados “padres de la Constitución”: Adolfo Suárez, Felipe González, José María Aznar, Manuel Fraga o Miquel Roca. Habían sido colocados por un equipo de gobierno formado por el PSOE e IU el año pasado. Para el nuevo ejecutivo “se ha tenido en cuenta el sentir general de los ciudadanos de Pinto, a los que le parecía poco adecuado que se eligieran los nombres de los propios miembros de la corporación o familiares allegados”. Para los miembros de la anterior, es una medida “revanchista y deslegitima a personas elegidas de forma libre por la ciudadanía” 1 . De todas formas, se mantiene el nombre de la calle Juan Pablo II, “por haber sido aprobado en un pleno municipal”. Es sólo un ejemplo del valor simbólico y el enfrentamiento político que supone el espacio urbano. La llamada Ley para la Memoria Histórica que recalca el valor simbólico de ciertos monumentos franquistas es el ejemplo llevado al plano normativo. La idea de esta propuesta de investigación es tomar un ejemplo de cómo el espacio público urbano es también utilizado y modificado por la propaganda política en sus múltiples formas. El ejemplo sería una pequeña ciudad en la que se observarían, de un lado, las estructuras simbólicas permanentes y heredadas y por otro lado se estudiaría un proceso electoral concreto como las elecciones municipales de 2007. Así tendríamos el punto de unión entre la estructura y la coyuntura. 1. CUESTIONES PREVIAS “El espacio público es el de la representación, en el que la sociedad se hace visible. Del ágora a la plaza de las manifestaciones políticas multitudinarias del siglo XX, es a partir de estos espacios como se puede relatar, comprender la historia de una ciudad” 2 . La tradición del estudio de organización del espacio en la ciudad comienza sistemáticamente con la Escuela de Chicago, y una perspectiva esencialmente socio- E

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LaPlazaPublica. Uso Propagandistico Del Espacio Urbano

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  • HAOL, Nm. 20 (Otoo, 2009), 101-121 ISSN 1696-2060

    Historia Actual Online 2009 101

    LA PLAZA PBLICA. USO PROPAGANDSTICO DEL ESPACIO URBANO Francisco Javier Gallego Dueas

    Universidad Nacional de Educacin a Distancia, Spain. E-mail: [email protected] Recibido: 27 Agosto 2009 / Revisado: 12 Septiembre 2009 / Aceptado: 20 Septiembre 2009 / Publicacin Online: 15 Octubre 2009

    Resumen: La idea de esta propuesta de investigacin es tomar un ejemplo de cmo el espacio pblico urbano es tambin utilizado y modificado por la propaganda poltica en sus mltiples formas. El ejemplo sera una pequea ciudad en la que se observaran, de un lado, las estructuras simblicas permanentes y heredadas y por otro lado se estudiara un proceso electoral concreto como las elecciones municipales de 2007. As tendramos el punto de unin entre la estructura y la coyuntura. Palabras Clave: espacio urbano, plaza pblica, propaganda, valor simblico. ______________________ Urge la pregunta: sern los sitios primero y slo el resultado, la consecuencia del situar? O recibe el situar su mismidad a partir de la accin de los sitios encontrados? Si eso fuera exacto, tendramos que buscar la mismidad del espaciar en la fundamentacin de sitios y considerar al sitio como correlacin de sitios. Martin Heidegger, Espacio y tiempo

    INTRODUCCIN

    n agosto de 2007 se publicaba en los peridicos que la alcaldesa de Pinto del Partido Popular haba decidido eliminar

    los nombres de polticos de las calles del nuevo barrio de La Tenera II y los haba sustituido por msicos. Los nombres de polticos respondan a presidentes de gobierno y alcaldes democrticos, as como los llamados padres de la Constitucin: Adolfo Surez, Felipe Gonzlez, Jos Mara Aznar, Manuel Fraga o Miquel Roca. Haban sido colocados por un equipo de gobierno formado por el PSOE e IU el ao pasado. Para el nuevo ejecutivo se ha tenido en cuenta el sentir general de los ciudadanos de Pinto, a los que le

    pareca poco adecuado que se eligieran los nombres de los propios miembros de la corporacin o familiares allegados. Para los miembros de la anterior, es una medida revanchista y deslegitima a personas elegidas de forma libre por la ciudadana1. De todas formas, se mantiene el nombre de la calle Juan Pablo II, por haber sido aprobado en un pleno municipal. Es slo un ejemplo del valor simblico y el enfrentamiento poltico que supone el espacio urbano. La llamada Ley para la Memoria Histrica que recalca el valor simblico de ciertos monumentos franquistas es el ejemplo llevado al plano normativo. La idea de esta propuesta de investigacin es tomar un ejemplo de cmo el espacio pblico urbano es tambin utilizado y modificado por la propaganda poltica en sus mltiples formas. El ejemplo sera una pequea ciudad en la que se observaran, de un lado, las estructuras simblicas permanentes y heredadas y por otro lado se estudiara un proceso electoral concreto como las elecciones municipales de 2007. As tendramos el punto de unin entre la estructura y la coyuntura. 1. CUESTIONES PREVIAS El espacio pblico es el de la representacin, en el que la sociedad se hace visible. Del gora a la plaza de las manifestaciones polticas multitudinarias del siglo XX, es a partir de estos espacios como se puede relatar, comprender la historia de una ciudad2. La tradicin del estudio de organizacin del espacio en la ciudad comienza sistemticamente con la Escuela de Chicago, y una perspectiva esencialmente socio-

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    econmica (zonas homogneas tnica y econmicamente). Desde comienzos de los aos 60, el estudio de la percepcin subjetiva de la realidad, lo que se ha dado en llamar la construccin social de la realidad ha aportado una perspectiva fundamental en las ciencias sociales. En el terreno del urbanismo, la obra de Kevin Lynch, La imagen de la ciudad3 tom conciencia del valor de los elementos del paisaje urbano para la percepcin de los ciudadanos. El imaginario de la ciudad pas a tener un primer plano que tambin ha sido privilegiado en las corrientes radicales y crticas del estudio de la ciudad. Lefbvre y el primer Castells reivindicaron el llamado derecho a la ciudad con una intencin claramente movilizadora frente a la planificacin urbana. Tradicionalmente, la geografa urbana4 ha clasificado a las ciudades dependiendo de su funcin, y adems de las funciones comerciales e industriales, la funcin militar (la famosa fortaleza y mercado de Ramn Carande), y la funcin poltica son bsicas. La funcin poltica se suele hacer corresponder con las capitales de los estados, donde tienen su sede los organismos y las instituciones oficiales (Brasilia). Esta funcin poltica tiene un correlato en la propaganda poltica que no suele aparecer en los manuales de urbanismo. Castells seala que adems de la articulacin poltico-institucional del espacio urbano, el sistema ideolgico organiza el espacio marcndolo con una red de signos, cuyos significantes se componen de formas espaciales y los significados, de contenidos ideolgicos cuya eficacia debe medirse por sus efectos sobre el conjunto de la estructura social5. Vamos a tomar la concepcin de propaganda poltica en un sentido amplio, un poco al estilo de Domenach6, es decir, tcnicas simblicas para influir, sugerir opiniones, modificar comportamientos. sobre las convicciones filosficas o religiosas, una presin para influir sobre la opinin pblica. Tambin el sentido de transmisin ideolgica. Por ideologa poltica vamos a entender no slo las de un partido poltico, sino tambin las organizadas en cuanto a grandes bloques: democracia, dictadura, conservadurismo, que no siempre coinciden con un partido poltico actual. Benevolo en su Historia de la Arquitectura Moderna, explica que las instituciones salidas de la Revolucin realizan una transformacin de la ciudad, por medio de planes reguladores,

    se toman iniciativas jurdicas y administrativas para modificar las ciudades del Antiguo Rgimen. Los catastros permiten delimitar los espacios pblicos y privados, incluso las situaciones intermedias relacionadas con los usos tradicionales. Es en este momento cuando las calles reciben un nombre oficial y se numeran las casas. Estos proyectos deben ser aprobados por los poderes pblicos, que tambin empiezan hacerse cargo de los servicios pblicos7. As pues la nueva perspectiva poltica tiene su reflejo en el espacio urbano, que a su vez, sirve de propaganda de un nuevo rgimen racionalista y burgus8. Otros diseadores como los utopistas Ledux o Boulle, y ms tarde, Gropius en la Bauhaus, aprovechan el espacio urbano tambin como transformacin poltica y como propaganda, frente, por ejemplo a una arquitectura tradicionalista, medievalizante o pseudo-clsica. El propio Ledoux reconoca que la arquitectura posee un uso poltico, los edificios pblicos se transforman en el ornamento de un pas, definen a una Nacin, atraen gente y comercio, y hace que la gente ame a su pas de origen, pasin que es la semilla de las grandes acciones de un gobierno9 Adems de cuestiones de urbanismo que responden a necesidades econmicas o demogrficas, hay tambin una cierta especificidad de la instancia ideolgica a nivel del espacio urbano10. Se manifiesta a nivel de una realidad histrica, por la forma de las viviendas; por la estructura urbana, que es donde se da la mediacin, la simblica urbana. Las ideologas polticas, su propaganda debe medirse por el efecto social que intentan lograr, en especial, el de legitimacin. La ideologa racionaliza los discursos a fin de presentarlos como expresin del inters general, procura el reconocimiento entre los sujetos de manera que desaparezcan los discursos contrarios. La legitimacin de un rgimen democrtico pasa por el reconocimiento de sus lderes, o de los monumentos bsicos (lase constitucin), mientras que la legitimacin de una revolucin pondr el acento en la creacin de nuevos valores y mrtires. En un nivel muy bsico la descripcin de las formas y sobre todo a partir de las mediaciones de las relaciones sociales. Castells propone un anlisis de la comunicacin dentro del espacio urbano: las

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    formas arquitectnicas, su emplazamiento pueden ser los emisores de una ideologa poltica. El uso propagandstico del espacio urbano slo aparece como tema en los manuales de urbanismo al hablar de los totalitarismos. Especficamente tanto la arquitectura del III Reich, de Mussolini o de la URSS, y en menor medida el urbanismo franquista, son los nicos casos en los que se denuncia un uso propagandstico11. Segn Trotski, la separacin entre arte e industria desaparecer. El gran estilo artstico no ser decorativo, sino formativo12. La urbanstica y la arquitectura, comenta Parking, deben seguir los principios del realismo socialista, deben desaparecer las diferencias entre ciudades y pueblos y as una serie de normas que no slo obedecen a una planificacin extrema, sino que esta propia planificacin es en gran medida, representacin propagandista del nuevo estado sovitico. Por su parte Franco arrasa tambin con el valor simblico de la arquitectura racionalista propia de la Repblica, que proclamaba, con su lenguaje, ideas de igualdad social. Se inventa as un nuevo enemigo, el racionalismo; el cual quedar identificado con el proyecto social desaparecido, y, en consecuencia, se perseguirn, por lo tanto, la lnea recta, la ventana corrida, los volmenes puros, etc.13. La misin primordial de intervencin sobre la ciudad ser esencialmente la reconstruccin. Se crea en 1938 el Servicio General de Regiones Devastadas que luego se convirti en la Direccin General de Regiones Devastadas que efectuar operaciones de carcter propagandstico en Madrid y reconstrucciones en el campo mediante el Instituto Nacional de Colonizacin de 1939. La bsqueda de un lenguaje arquitectnico adecuado al Nuevo Estado culminara con la definicin de una arquitectura nacional entroncando con la herencia clasicista de Herrera y Villanueva, sublimase lo rural y lo antiguo, lo folklrico y lo historicista14.En septiembre de 1939 se promulga un decreto por el que se regula la adopcin por el Jefe del Estado de aquellas poblaciones que hubieran sufrido un dao extremo durante guerra civil (como Barbate de Franco, o El Ferrol del Caudillo15). Las democracias occidentales contemporneas parecen, pues que tienen una actitud neutral en lo concerniente a la aparicin de la poltica en el espacio urbano. Esta aparente neutralidad esconde la propaganda que todos los poderes

    pblicos municipales y supramunicipales se empean en mostrar como logros. Como deca Ricoeur de la ideologa, la ideologa siempre es la de los otros, as la propaganda slo la hacen los otros, los totalitarios o los republicanos, segn de quien sea el discurso-. Uno de los estandartes de las campaas electorales es siempre la transformacin del espacio urbano, la adecentacin, la construccin de viviendas o de parques Como iremos desarrollando, en las elecciones municipales el principal logro de una corporacin municipal tiene carcter urbano. Los folletos de los partidos polticos que defienden una gestin se basan en un porcentaje muy alto en los logros urbansticos. El espacio urbano funciona como fachada propagandstica de la buena gestin de un Ayuntamiento16. Jordi Borja recuerda los lugares y momentos histricos como las manifestaciones en Pars o la plaza de las Tres Culturas en Mxico, o Tiananmen, el uso de la calle para los desfiles del orgullo gay o la sentencia de Manuel Fraga cuando se arrog con la propiedad de la calle17. De hecho, la privatizacin del espacio pblico supone, por ejemplo para Habermas o Sennett, un reflejo de la tendencia privatizadora de lo pblico propia del neoliberalismo18. Como reclama Marisa Garca Vergara en su anlisis sobre las transformaciones del espacio pblico en Montevideo, el rechazo de cualquier ideologa urbana como determinante del plan implica aceptar la imposibilidad de ejercer una determinacin absoluta sobre la materializacin de la ciudad19. Jos Antonio Hidalgo, en La ciudad soada, para la ciudad de Cdiz, hace un recorrido por los grandes proyectos que han ido quedando aparcados en el desarrollo urbanstico de la capital. Todos estos han sido presentados como logros de un alcalde, como muestra de una ideologa, como propaganda del rgimen: el aeropuerto para Cdiz, campos de golf, derribo de murallas20 De igual forma, son los distintos grupos polticos los que se movilizan para poner en marcha o paralizar ciertos proyectos. La justificacin suele plantearse en trminos de valores, como una campaa poltica. As surgen protestas ciudadanas contra derribos, por cambios de calles o para evitar la urbanizacin de determinadas zonas. Para Manuel Castells en su ya clsico estudio sobre La cuestin urbana plantea que el pensamiento urbanstico, en sus diferentes versiones, entre las cuales la ideologa del

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    medio ambiente parece ser la ms acabada, es patrimonio de la tecnocracia y de las capas dirigentes en general, sus efectos se dejan sentir en el movimiento obrero y, ms an, en las corrientes de revuelta cultural y poltica que se desarrollan en las sociedades capitalistas industriales21. La intervencin poltica en los barrios, los equipamientos colectivas, es decir, en el marco vital. Un ejemplo, la separacin entre el lugar de trabajo, el lugar de residencia y los lugares de ocio es muestra de la integracin ideolgica de la clase obrera en la ideologa dominante22, y la tecnocracia es la que vela por el mantenimiento del sistema. Una de las caractersticas de la tecnocracia es su transparencia ideolgica, como si, en la expresin de Saint Simon, se pasara del gobierno de los hombres, a la administracin de las cosas. De una forma asimtrica podemos comprobar que el espacio urbano es tambin el campo de batalla para la resistencia al poder, para incitar los cambios, para la protesta, para la manifestacin. El concepto de participacin informal o no convencional23 supone el ejercicio y ampliacin del concepto democrtico a otras formas participativas informales, tambin se utiliza el concepto de democracia continua. Si los poderes pblicos condicionan la parte institucional del urbanismo, el uso del mismo pertenece en parte a la sociedad, civil o politizada, a la accin colectiva24,con protestas econmicas o religiosas El nuevo derecho a la calle que Naomi Klein muestra en diversos puntos del globo, la apropiacin por parte de las neotribus que sugiere Maffesoli por medio de Love Parades o de raves ilegales, la protesta colectiva o el movimiento okupa que describe el profesor Adell25 o las manifestaciones de adhesin a los clubes de ftbol pueden tener un contenido propagandstico, incluso poltico. Ramn Adell conviene que, si bien el movimiento social implica necesariamente una forma de accin, no todas las organizaciones eligen la calle como escenario de parte de sus acciones, pero para una gran parte de ellas, la calle es su escenario natural de expresin26. De hecho una de las variables fundamentales en el estudio de las manifestaciones es su itinerario, puesto que permite conocer cules son los escenarios preferidos por los convocantes y asistentes y elaborar as un mapa de itinerarios y aforos, administraciones destinatarias de las quejas, lugares simblicos y escenarios del conflicto y capitalidad27.

    2. USO PROPAGANDSTICO DEL ESPACIO URBANO DE ROTA La organizacin social del espacio, seala Castells, se puede comprender a partir de la determinacin de las formas espaciales: las instancias econmica, poltico-jurdica e ideolgica; as como la combinacin de stas y su relacin con formas ecolgicas anteriores28, lo que vamos a llamar tradicin, ya que, en palabras de Chueca Gotilla, la ciudad es archivo de la historia29. Por ltimo, la accin concreta de los individuos y los grupos sociales sobre el espacio urbano, de las que hablaremos bajo el concepto de creacin de una tradicin. En este estudio nos centraremos en un primer momento en los elementos ms estticos, los que ofrece el urbanismo y que se van heredando, y en un segundo lugar pondremos el espacio urbano al servicio de una campaa electoral. El municipio de Rota (Cdiz) puede ser considerada como una pequea ciudad, tanto por el nmero de habitantes, algo ms de 25.000, en el ltimo censo, como por la consideracin de su actividad econmica, principalmente turstica y con un importante contingente trabajando para la Base Naval, sin embargo, los criterios cualitativos de apariencia urbana deberan ser considerados en un sentido ms lato30. Los comportamientos urbanos habra tambin que inscribirlos dentro de la especial rea metropolitana de la Baha de Cdiz, donde el eje Jerez-Puerto de Santa Mara ejerce de centro de una macro-zona de servicios urbanos: hospitales, administracin, centros comerciales y de ocio que se distribuyen en esta zona, El plano urbano responde a varias fases histricas. Un centro de origen medieval y plano irregular conserva su delimitacin por la transformacin de las murallas en calles que diferencian lo ms histrico-monumental31. A partir de ah salen una serie de radios que conformaron el municipio hasta mediados del siglo XX, con la llegada de la Base Naval. La gran expansin que sufri el pueblo durante esos aos hace aumentar espectacularmente la urbanizacin con dos grandes avenidas, que irn siendo habitadas paulatinamente. El crecimiento local estaba limitado por el mar, por la Base naval en un extremo y por unas instalaciones militares que comenzaban en un sistema de dunas y un pinar hasta que, a finales de siglo, sufra otra transformacin con la creacin de un polgono industrial y una nueva entrada al

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    pueblo, y por el otro extremo, se llegue a superar esas instalaciones militares y comience la urbanizacin con zonas preferentemente de viviendas unifamiliares (plano 1)32. El plano de una ciudad puede expresar el inconsciente urbano33, donde hay zonas que condensan los monumentos y funcionan como centro simblico, y calles que expresan ejes simblicos que delimitan los bordes entre zonas. No slo hay que verlas desde un punto de vista esttico, formal, sino como lugar de interaccin, de prcticas sociales que dotan de sentido a los smbolos urbanos. Podemos analizar los espacios para la propaganda en diferentes categoras urbanas: Grandes arterias de trnsito: son las avenidas y calles ms transitadas, bsicamente comienzan en las entradas al pueblo (avenida de la Libertad, que contina en la calle Mara Auxiliadora, avenida de la Diputacin, avenida San Fernando, calle Calvario) y las que dan acceso a las zonas del centro (avenida Sevilla, avenida de la Marina, Avenida Prncipes de Espaa). Casco antiguo: una zona poco poblada y con escaso movimiento comercial. Tiene el valor simblico de las plazas de Andaluca, plaza de Espaa y la plaza de la Iglesia que linda con el Palacio Municipal. Centro: Alrededor del casco antiguo. Rota tiene un plano bsicamente radiocntrico y del casco antiguo salen las calles Higuereta, Charco, Rosario, Veracruz y calle de las Almenas. Tiene tambin poca poblacin, pero sin embargo tiene mayor actividad comercial. Zonas residenciales y barriadas: componen la mayor parte de la zona poblada de Rota, pero existen algunas barriadas peculiares. La barriada de San Antonio est compuesta por construcciones de los aos 50 y 60, la poblacin est muy envejecida, aunque se est renovando con nuevas construcciones. La zona alrededor de la avenida Crucero Baleares tuvo hace una dcada una expansin muy fuerte de parejas jvenes, aunque gran parte de las viviendas fueron compradas por veraneantes, por lo que queda bastante despoblada en invierno. El resto de esa zona llamada El Molino se caracteriza por tener poblacin, pero muy escasa actividad comercial y de ocio.

    Alrededor de la Avenida Sevilla las casas estn dedicadas al veraneo, por lo que en invierno no tienen apenas poblacin. Las nuevas edificaciones estn situndose por un lado en la barriada de las 512 viviendas, de proteccin oficial, y rodeando el polgono industrial estn bloques de pisos de proteccin oficial, vivienda libre y algunas unifamiliares de hace algunos aos, Por otro lado, alrededor de la avenida Prncipes de Espaa y de la Diputacin predominando las urbanizaciones de unifamiliares. 5. Polgono Industrial. Zona de naves industriales y un centro de ocio, El Portalejo, con un multicines y varios locales de restauracin. 1. La tradicin El espacio urbano de Rota est cargado de sentido, se articulan en una estructura simblica, podemos leerlo como un texto urbano34 pero no slo es el significante de la estructura social, sino que en s mismo crea un hecho social, como en el concepto de Aug de no-lugares35. La clave de la organizacin del espacio se encuentra en la relacin con el significado social. Lynch propone que una imagen urbana tiene una serie de contenidos fsicos precisos, con sus recorridos, bordes, zonas, nudos y marcas. Estos se combinan para formar una identidad, provista de sentido. Pero, la imagen se establece en una cooperacin de lo real y lo irreal. Segn Entrikin, el lugar no es una coleccin de objetos y acontecimientos empricamente observables, sino ms bien el depositario del significado36. Cada barrio y cada edificio posee a la vez caracteres funcionales, y simblicos, se descubren la valorizaciones sociales colectivas y los mitos espaciales37. En un primer momento se analizaran aquellos emblemas de propaganda heredados, lo que nos situara en el marco de la estructura simblica del pueblo. Nos estamos refiriendo a los nombres de las calles y a los monumentos que sitan los ejes de la percepcin colectiva del espacio urbano. Los nombres de las calles pertenecen a la potestad del alcalde, aunque pueden sugerirse a travs de la comisin de portavoces, o pueden hacerse peticiones por parte de la ciudadana.

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    1. 1. Propaganda Fide. Plano 2 El primer elemento que se observa, cronolgica e incluso espacialmente, es el simbolismo religioso. Sera un comienzo interesante, teniendo en cuenta, adems el origen etimolgico del trmino. Aqu entraran tanto los smbolos religiosos: estatuas, monumentos, smbolos iconogrficos, como en un segundo trmino la nomenclatura de las calles resultado del paso del tiempo. El hecho de incorporar emblemas religiosos dentro de un estudio sobre propaganda poltica cobra, adems, significado por el uso que el nacional-catolicismo hizo de la religin, y tambin porque hay grupos polticos que tambin tienen como bandera la defensa de la religin. Los templos, las hermandades y otros edificios religiosos, evidentemente suponen una fachada en la que se muestra una propaganda (fotografa propaganda fide 1 y 2). Tambin antiguos edificios religiosos que tienen diferentes usos en la actualidad, como el mercado de abastos que toma el antiguo patio de un convento. Otros smbolos ciudadanos estaban imbuidos de espritu religioso, como son las puertas de la villa medieval. Aqu tenemos la puerta que daba acceso al camino a Chipiona, llamada Puerta de Regla, por el santuario y las dos rotondas que actualmente indican la entrada y la salida del pueblo (propaganda fide 3 y 4). Decimos entrada y salida porque, mientras que una, Virgen del Rosario, est de cara a la carretera, Mara Auxiliadora est de espaldas a sta. Parece como si una diera la bienvenida a los que entran y otra saludara a los que salen. Otros hitos en el paisaje urbano, como plazas y otros enclaves han tenido una tradicin religiosa, uno de ellos es de 1830 cuando el Cardenal de Sevilla hizo una visita a la localidad, de mediados del siglo XX o actuales como la estatua en honor de San Juan Bosco. Las corporaciones municipales han tenido tambin cuidado de asociarse a smbolos religiosos. Esto es especialmente significativo en el caso del franquismo, cuando los Ayuntamientos adornan con azulejos de tipo religiosos la fachada de edificios (propaganda fide 5). No slo durante la poca franquista, tambin los ayuntamientos democrticos han

    tenido a bien colocar placas conmemorativas e incluso imgenes religiosas, como la que preside la Barriada de las 512 Viviendas (propaganda fide 6). Por ltimo podemos resear aquellas barriadas que se caracterizan por nombres de tipo religioso, como la llamada Barriada San Antonio, construida como casas baratas en los aos 50, o la Barriada de la Blanca Paloma, donde se encuentra la Plaza de la virgen del Roco (propaganda fide 7). Otras urbanizaciones tienen nombres como Virgen del Mar, San Alberto, Santa Marta, o el Parque San Fernando al principio de la Avenida San Fernando. Tambin a nivel particular la devocin religiosa se muestra en el espacio urbano (propaganda fide 8 y 9)38. Los nombres de las calles tambin obedecen a una tradicin religiosa. As nos encontramos 82 nombres de 550 calles aproximadamente. Y quizs habra que sumar un grupo de calles con nombres de saeteros (10 calles), un maestro tallista y un grupo rociero. 2. 2. Smbologa poltica Los nombres de los hitos, sean calles, plazas o espacios simblicos tambin se han ido construyendo con el tiempo. Para la propaganda poltica se han significado algunos muy interesantes. Por un lado estn los nombres de calles que responden a una poltica concreta desarrollada en el momento histrico o poltico concreto, pero tambin encontramos los cambios de nombre que dejan al descubierto lo que pretenden ocultar. Cambiar el nombre de Queipo de Llano por Blas Infante no slo es reconocer la recin descubierta nacionalidad andaluza, es que adems el fusilado sustituye al fusilador. Hemos querido reunir en un cuadro aquellas calles con nombres de relevancia y ponerlos en relacin con otros dedicados a personajes de diversa ndole. No es igual de representativo dedicar una calle a un alcalde frente artistas o personajes histricos que entre otros alcaldes o personajes significados polticamente. Como podemos comprobar, si bien, numricamente no son significativos si comparamos con los personajes histricos o los artistas espaoles o universales, los personajes con relevancia ideolgica poltica s son significativos. Encontramos lejanos ecos imperiales dedicando una avenida a Fernando

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    III el Santo (desconocido patrn de la villa pues fue su reconquistador), Guzmn el Bueno, Batalla de Lepanto o Cristbal Coln y los Hermanos Pinzn. El caso de Zafadola obedece ms bien a un empecinamiento de tipo localista39. Tenemos hroes como Gravina y polticos de significado carisma dentro del liberalismo decimonnico como Argelles, Castelar, ODonnell o Prim, habiendo desaparecido Cnovas y Sagasta. Algunos recuerdos del franquismo como el Aviador Durn, el Doctor Gmez Ulla, Jos Mara Pemn, insigne poeta del rgimen que tiene una glorieta, una plaza y el muelle o incluso la denominacin de la Avenida Prncipes de Espaa (frente a la actual denominacin del sucesor como Prncipe de Asturias). La renovada dinasta borbnica cuenta con una calle precisamente Prncipe de Asturias, y toda la familia real. Recientemente tambin ha tenido Adolfo Surez su reconocimiento local. La repblica vuelve a contar con algunos hroes como Clara Campoamor, Fermn Salvochea o el padre de la patria andaluza, Blas Infante. Dos policas roteos, vctimas de ETA tienen una calle dedicada, sin mencin expresa de su condicin de vctimas del terrorismo. De los polticos locales destacamos la inclusin de alcaldes de la poca de la dictadura (y algn destacado poltico provincial como Ramn de Carranza, procurador en Cortes y Marqus de Villapesadilla): Antonio Maa, Garca Snchez, Jos Barros, Miguel Navarro, Garca de Quirs, Zoilo Ruiz-Mateos (que lo fue durante Primo de Rivera), Ignacio Liao. El nico alcalde de la democracia es Fernando Tejedor, de 1979 a 1987, pero se ha recuperado el de Antonio Pacheco, primer alcalde de la II Repblica. Es digno de mencin que se dedicara una plaza al concejal Justo de la Rosa, miembro del Partido Comunista en la clandestinidad, encarcelado durante los aos del tardofranquismo y concejal en varias legislaturas, siendo el equipo de gobierno formado por una coalicin del PP con el partido local Roteos Unidos de tendencia conservadora-catlica. Otras significaciones polticas tienen la dedicacin de calles a entidades como la Plaza de Espaa y la Avenida de Andaluca, tras la Plaza de Andaluca (aunque tambin hay una Avenida de Castilla-La Mancha, por ejemplo). Avenida de la Diputacin, de la

    Mancomunidad del Bajo Guadalquivir tienen que ver con remarcar entidades en las que el municipio est integrado, mientras que la Avenida V Centenario contina cierto espritu de la Plaza del Descubrimiento o la Plaza de la Hispanidad. Ms tpicamente desarrollista es la nomenclatura de Calle Progreso, mientras que fue ms urgente sustituir la calle 18 de Julio por la Calle Constitucin. En el ejemplo que nos ocupa tienen una especial significacin los nombres dedicados a singularidades militares, la existencia de la Base Naval contagia de alguna forma, y se perpetan nombres propios de la Guerra Civil, como la Avenida Crucero Baleares y otros como Avenida de la Marina o Corbeta Cazadora. Los nombres de las calles Italia y calle Portugal no indican meramente pases europeos. Junto con las actuales Calle de la Constitucin y Gmez Ulla son las que confluyen en la Plaza de Espaa. Durante el franquismo, la calle Gmez Ulla era la calle Alemania, y la de la Constitucin, era 18 de Julio. Tenemos, pues, los pases aliados de Franco y la conmemoracin del Alzamiento. Todos estos nombres, claramente belicosos, estn tmidamente compensados con una reciente Avenida de la Paz. Mucho ms interesante resulta comprobar los cambios que se han realizado en las calles ms significativas del casco antiguo. Seguimos aqu el librito del antiguo maestro y alcalde franquista, Ignacio A. Liao40. Sealemos a modo de ejemplo cmo la Calle Cuna recupera el nombre despus de haber sido General Mola, la Plaza Barroso, tras llamarse Jos Antonio Primo de Rivera, la Calle de la Constitucin fue Calle de la Torre, Caballerizas del Duque y Altozano hasta 1896, luego Sagasta, en 1931, 14 de Abril, 18 de Julio y por fin Constitucin. Fermn Salvoechea tuvo su calle en la repblica, la perdi a favor de Sanjurjo y la volvi a recuperar. La principal conclusin que podemos sacar es que hay calles que se significan polticamente y un cambio de rgimen rpidamente implica un cambio de nombre. Como vemos, es a lo largo del siglo XVIII y XIX cuando se rotulan la mayora de las calles, pero es precisamente a

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    partir de 1800 cuando los nombres empiezan a tener connotaciones polticas. El rgimen liberal haba abierto las puertas a la opinin pblica como dira la polmica traduccin de Habermas, o a la propaganda poltica en el espacio urbano. Los grandes nombres como Gravina, Argelles, Espartero, Prim, ODonnell, y ms tarde Castelar, Sagasti o Cnovas, pero tambin Alfonso XII y Alfonso XIII. Ser la II Repblica quien intente imprimir un cambio ms radical a la nomenclatura urbana: Fermn Salvochea, 14 de Abril, Antonio Pacheco, Garca Hernndez, Ferrer Guardia, Fermn Galn, o la calle de la Libertad. Y estas, precisamente, sern las que acaben cambiando ms rpidamente. Para el franquismo la Repblica siempre se ha considerado un parntesis en la Historia de Espaa, por lo que haba que volver a renombrar las calles, adornar con smbolos del nuevo Estado cada rincn significativo de cada pueblo41. Adems de colocar nuevos nombres con los hroes de la Cruzada, se erige el Monumento a los Cados, que normalmente se haca en las fachadas de las Iglesias principales, pero que el Arzobispo de Sevilla, en un curioso plante al Caudillo, prohbe, por lo que acaba en uno de los muros del Castillo de Luna, en la misma plaza. Durante los primeros gobiernos democrticos, formados por la coalicin de izquierdas (PSOE, PSA y grupo Independiente, germen de Izquierda Unida en la localidad) se procede de nuevo a retirar dichos smbolos y a volver a cambiar los nombres de las calles. En algunos casos se recuperan los nombres republicanos y en otros se opta por recuperar los nombres tradicionales (Calle Charco, Puyana). A la calle 18 de Julio, que haba sustituido a otra fecha, el 14 de abril de la Repblica, le sucede la Calle Constitucin . Tambin se van incorporando nuevos homenajes como el de Blas Infante, ya comentado, o la Plaza de Andaluca. Estos cambios no siempre imponen una vuelta a los valores republicanos, sino que se integran en el famoso espritu conciliador de la Transicin Espaola. La retirada de los smbolos no siempre ha sido rpida, ni de una forma oficial como muestra la lpida de la Plaza de Espaa42, que no fue retirada y continu bastantes aos con el escudo ante-constitucional hasta que fue arrancado esa parte del azulejo. Los ltimos gobiernos municipales tambin han tenido un papel a la hora de significar los

    valores democrticos a partir de monumentos especficos. Dos rotondas con estatuas algo controvertidas sirven de homenaje a los 30 aos de los ayuntamientos democrticos (democracia 1) y a la mujer trabajadora. El equipo de gobierno tambin presenta sus logros y sus proyectos urbansticos como propaganda poltica mediante vallas que anuncian los proyectos sin prisa, sin pausa (ayuntamiento 1 y 2). La inauguracin del Teatro Municipal ha sido tambin motivo de polmica, tanto en su aspecto puramente arquitectnico como por su oportunidad previa a las elecciones (espacios publicitarios del ayuntamiento 1). La publicidad de dicho teatro va a tener un lugar que va a interferir en los espacios destinados a la propaganda electoral (ayuntamiento 3). El propio nombre del Teatro Municipal se cambia por el del alcalde del Partido Popular, Felipe Bentez Ruiz Mateos. Del uso que de la calle por parte de la ciudadana no hemos tenido constancia durante el perodo estudiado salvo en una pequea manifestacin simblica en apoyo a los trabajadores de la empresa multinacional Delphy que ha cerrado. Algunas pegatinas de Delphi no se cierra, slogan heredado de las luchas en Astilleros y un cartel de apoyo en el Ayuntamiento. En cuanto a los graffiti, las zonas bsicas de graffitis estn a las afueras y no hemos encontrado ninguna expresin de contenido poltico. El apoliticismo, aun siendo narcisista, es tambin una postura significativamente poltica. Esta desmovilizaicn, esta ausencia de grupos radicales o alternativos que usan de estos canales, es sintomtica de una poblacin que tradicionalmente tiene la conciencia de no estar concienciada polticamente. Rota sin pulso. 2. La Coyuntura Aqu daramos paso al anlisis del proceso electoral municipal de 2007, pero slo en la vertiente espacial, aquella cuyo campo de batalla es el espacio pblico. Se analizaran los sitios, los hitos espaciales donde se concentra tanto la propaganda poltica como los lugares simblicos: las sedes de los partidos, los espacios elegidos para los mtines, la distribucin espacial de los carteles y de la publicidad poltica. Las elecciones municipales tienen un contenido, a priori, local, donde el

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    urbanismo parece ser el foco de atencin de los ciudadanos43. 2.1. Consideraciones generales La adjudicacin de espacios es algo relevante. El ayuntamiento suele facilitar vayas publicitarias y tambin se cuenta con la distribucin de propaganda a travs de prensa afn a cada partido. Sera interesante estudiar la posible racionalidad en esa distribucin. Estaramos atentos a los lugares donde se despliega la propaganda, y a los lugares por donde discurren comitivas, concentraciones o manifestaciones, dejando al margen las campaas propias de prensa, radio, televisin o Internet. La propaganda poltica sera explicada desde el punto de vista espacial, pero tambin estaramos hablando de cmo la propia propaganda poltica es un factor que crea y explica la definicin del espacio pblico. Las elecciones municipales de 2007 tienen en Andaluca una particularidad, puesto que pocos meses antes se ha votado la reforma del Estatuto de Autonoma, por lo que la actividad propagandstica de los partidos polticos ha tenido un alcance mayor. As encontramos desplegadas varias pancartas referentes al da de Andaluca en la plaza del ayuntamiento, en las que se puede advertir contenido poltico ms cercano a las elecciones municipales que a una conmemoracin. Roteos Unidos tiene una pancarta con la bandera de Andaluca y el lema el orgullo de ser andaluz (estatuto de autonoma 1). El Partido Popular presenta el slogan Por una Andaluca de primera (estatuto de autonoma 2). El PSOE en el texto de sus pancartas acompaa al lema Yo (corazn con colores de la bandera) Andaluca con un slogan significativo Socialistas de Rota por la mayora necesaria. Esta frase hace referencia a las elecciones anteriores en las que el grupo socialista tena mayora casi absoluta y 10 concejales, e inesperadamente los otros dos grupos municipales, PP de 7 y Roteos Unidos de 4 realizan un pacto y arrebatan la alcalda en el momento de la investidura, con la llamativa peculiaridad que el alcalde fue el candidato por Roteos Unidos. Bajo esta perspectiva, el concepto de mayora necesaria es ms significativo. Tambin se encuentran otras pancartas de este tipo en otros lugares de la localidad pancartas que se mantendrn hasta

    ser sustituidas por las especficamente electorales. El ayuntamiento, por su parte tiene establecidos una serie de paneles a lo largo del pueblo para publicidad, que podrn ser utilizados por los partidos polticos durante la campaa (espacios publicitarios del ayto 1) as como las vallas publicitarias a disposicin de cualquier anunciante. Lo cierto es que no tendrn un uso exhaustivo, sino ms bien ocasional por parte de los partidos polticos. Adems de los medios impresos, el ayuntamiento coloca en los meses anteriores a las elecciones una serie de vallas con los proyectos que se estn realizando o estn por realizar: un centro de salud, un colegio de primaria, remodelaciones, etc... Sobre estas vallas se realizar una denuncia ante la junta electoral que ordenar taparlas (paneles del ayuntamiento 1), pero no todas. Estas vallas tienen el lema sin prisa, sin pausa. Otro punto de discrepancia es la inauguracin del Teatro Municipal Alcalde Felipe Bentez Reyes el da 28 de febrero. Adems del enfrentamiento por el nombre, ya que el homenajeado es del PP, se despliegan por las principales avenidas grandes cartelones. Estos carteles servirn de punto mximo para la colocacin de otros carteles electorales. 2.2. La campaa electoral En primer lugar hemos recogido muestras de las distintas tipologas de propaganda electoral utilizadas: carteles tradicionales (carteles 1, 2, 3, 4), vallas publicitarias que slo utilizan PSOE, PP y PA (vallas publicitarias 1, 2), incluso folios por parte de Roteos Unidos y PSA (folios 1, 2, 3). Carteles ms grandes, banderolas, utilizan PSOE y PP. El PP coloc un cartel enorme de su candidata en su sede y Roteos Unidos despleg dos en su sede y en un inmueble cntrico (grandes carteles 1). Tambin se utilizaron otros medios, como Roteos Unidos con carteles ms pequeos (otros tipos 1) o los expositores de IU alrededor de farolas donde se pegan los carteles. Este sistema era conocido en el partido como pipicn, por el orn de los perros en los rboles44. Sobre ellos se agregan folios con el texto sin manipular, sin retoques fotogrficos, este es nuestro candidato, jugando con el humor y la conocida fama de poco agraciado del candidato (otros 2).

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    Lo ms usado son los carteles sobre farolas y rboles (lugares). El candidato de Izquierda Unida lleva a gala su prohibicin de colgar carteles de los rboles. Las sedes son tambin un lugar destacado para colocar publicidad. PP, Roteos Unidos e IU tienen su sede en calles ms transitadas, por lo que procuran aprovechar el espacio (grandes carteles 1). Otros mecanismos usados son las pancartas. Roteos Unidos en su pgina web lleg a subir fotografas de cmo iban colocando las pancartas por la noche. Pancartas del PSOE (pancartas 2), PP (pancartas 1), Roteos Unidos (pancartas 5), Izquierda Unida (pancartas 3 y 4), PSA (pancartas 5) y PA. Lo ms llamativo de la campaa electoral desde el punto de vista de lo urbano es la lucha por el espacio. En las farolas se agolpan las pancartas (luchas por el espacio 1) y los carteles de diferentes partidos (luchas por el espacio 2, 9, 10) o incluso el mismo (luchas por el espacio 2, 5, 6, 8, 11). Adems como hemos sealado, los carteles del Teatro Municipal tambin se agolpan en los mismos lugares (luchas por el espacio 3). A pesar de no estar utilizados exhaustivamente, los paneles municipales son tambin escenario de competencia para pegar los pocos carteles que se han pegado. Estas luchas llegan al extremo de romper los carteles de la candidata del PP

    (luchas por el espacio 7) o poner boca abajo el cartel (luchas por el espacio 11). La imagen del candidato de IU tambin sufre las agresiones (otros tipos 2). Esta competencia por lograr espacios propagandsticos llega al humor, en el boletn interno de Roteos Unidos, Agita Clara de mayo, apareci un chiste grfico en el que se vea al candidato del PSOE, Domingo Snchez Rizo, subido en uno de los pasos de Semana Santa, conocido popularmente como La Borriquita. Uno de los penitentes le increpa: Domingo, qu haces en lo alto de la Borriquita!?, y ste le responde Es que es la nica palmera que me falta para ponerle carteles. Un episodio interesante sucedi en Semana Santa. El PSOE ya haba comenzado a desplegar con intensidad la propaganda, y haba llenado el centro urbano con sus carteles. La agrupacin de Hermandades y Cofradas les tramit una peticin para que retiraran la propaganda durante la Semana Santa, tanto por respeto a las imgenes religiosas como para facilitar la labor de los fotgrafos que trabajan buscando encuadres durante las procesiones. El PSOE retir la cartelera pero acus al alcalde, de Roteos Unidos de haber incitado a las Hermandades en respuesta a la rapidez con que haban colocado la propaganda.

    Tabla 1. Distribucin urbana

    1. Grandes arterias 2. Casco antiguo 3. Centro 4. Zonas residenciales 4.1. Barriada San Antonio 4.2. Crucero Baleares 4.3. El Molino 4.4. Avenida Sevilla 4.5. 512 Viviendas 4.6. Unifamiliares Prncipes de Espaa 5. Polgono Industrial

    Vamos a considerar cada una de las zonas como variable independiente a la hora de explicar el comportamiento propagandstico delos partidos. As podremos explicar por qu

    en ciertos sitios se concentra la propaganda y en otros desaparece. No obstante, una de las variables ms importantes que explican la mayor parte de los comportamientos

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    electorales proviene del presupuesto en publicidad. Los grandes partidos tienen una mayor disponibilidad de espacios porque tienen, a su vez, mayor disponibilidad de cartelera. Por partidos grandes no slo hay que entender los partidos de mbito estatal, sino que un partido local, como Roteos Unidos, puede contar con un presupuesto generoso a la hora de afrontar los gastos de una campaa. La labor de los poderes pblicos, en principio, oscila entre la neutralidad institucional hacia las distintas formaciones, y la labor facilitadora y reglamentadora de las campaas. Este punto para el caso que nos atae es especialmente significativo puesto que desde el propio Ayuntamiento nos confirman que no se han limitado a reglamentar el uso del espacio pblico, sino que se han encargado de la infraestructura de los mtines, cediendo los espacios, montando los escenarios, proporcionando luz, agua, la limpieza y la seguridad. Estas actuaciones hay que enmarcarlas en una posicin de ms protagonismo al ayuntamiento, que tambin ha proporcionado a los partidos polticos espacios en las televisiones locales. La labor reglamentadora de los poderes pblicos se centra por un lado en la Junta Electoral y por otro lado en la propia labor del consistorio. En las elecciones para la Reforma del Estatuto de Autonoma, el Bando anunciaba que se reservar aquellos lugares especiales para la colocacin gratuita de carteles se distribuirn equitativamente entre todas las candidaturas, con igual superficie y anloga utilidad. Slo pueden colocarse carteles de propaganda en los espacios comerciales habilitados por el Ayuntamiento, y no fuera de esos lugares, como fachadas, papeleras, rtulos, semforos bajo sancin. Tambin estn restringidas las pancartas, por motivos de seguridad, a lugares donde su fijacin sea slida. Dichos espacios se solicitan al Ayuntamiento, que lo estudia y concede en la junta de portavoces de los grupos municipales45 Con estas medidas, se trata de evitar que con motivo de los actos de propaganda de la prxima campaa electoral, a celebrar en nuestro Municipio, se afecte con la colocacin indiscriminada de carteles electorales, menoscabando y daando el ornato y la esttica de nuestra Villa. que tanto esfuerzo nos ha costado alcanzar y que queremos seguir

    conservndola con la colaboracin de todos los ciudadanos, y en esta ocasin, con las de las Candidaturas. Partidos Polticos, Coaliciones, Federaciones y Agrupaciones Electorales, que vayan a actuar en nuestro Municipio, ya que con los espacios y lugares que sern habilitados a los actos de la propaganda electoral, anteriormente citada, se podr conseguir una total compatibilidad de la Campaa Electoral, con respeto de nuestro entorno46 Si bien la estructura urbana del municipio va a condicionar la colocacin de la propaganda, tambin se tiene que considerar que los partidos polticos tienen unas expectativas de voto repartidas por las mesas electorales en parte, segn, el tipo de poblacin de cada zona. Por esta razn pueden volcarse ms en determinados espacios frente a barriadas tradicionalmente hostiles, o viceversa, dependiendo las aspiraciones de conservar o conquistar votos. La percepcin del espacio tiene tambin un componente simblico que los partidos tienden a utilizar y a modificar, en cierta forma, la actividad electoral puede dotar de mayor importancia a unas zonas, con lo que el imaginario urbano puede verse magnificado en unos lugares frente a otros. La propaganda poltica sobre determinadas zonas puede influir en la concepcin de esos espacios urbanos, por lo que no slo se produce una relacin unidireccional entre la estructura urbana/propaganda poltica, sino que estn relacionadas bidireccionalmente: no existe imagen ms que vinculada a una prctica social47. Adems de la observacin directa del despliegue electoral, hemos procurado contactar con los responsables de las campaas para tener un acercamiento emic, a las intenciones a la hora de llevar a cabo el uso del espacio en la campaa de propaganda. a) PSOE: Plano 3 Presenta un amplio despliegue de cartelera y pancartas. Fue la segunda fuerza poltica en colocar propaganda electoral en el tiempo. Primeros con carteles de pre-campaa, con el candidato y el lema ahora + rota48. EL despliegue se hace especialmente en las grandes arterias de trnsito y zonas pobladas de la Barriada san Antonio, 512 Viviendas, Crucero Baleares y el Molino (4.1, 4.2 y 4.3),

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    alrededor del centro y en las grandes avenidas. Incluso en zonas donde no hay poblacin: polgono industrial y nuevas avenidas sin edificar. Parece que prima por un lado, el acercamiento a las zonas pobladas y la facilidad de colocacin de los carteles en las farolas Para Enrique Almisas, responsable de la campaa, el despliegue de propaganda depende del histrico, es decir aquellos sitios donde el partido ha venido consiguiendo buenos resultados electorales. Resalta, por otra parte la enorme participacin de los militantes a la hora de volcarse con la cartelera. La intencin era conseguir una abundancia de carteles, aproximadamente 1200 carteles de 25x70 cm. que van fijados a las farolas y a los rboles bien situados. Y tambin 10 banderolas, que hubo que quitarlos, a pesar de que representaban, segn el responsable de la campaa, una imagen de mayor Modernidad. Estos se colocaron en las entradas y salidas del pueblo, en el recinto ferial y en el cruce del Centro de Salud. Los lugares privilegiados que fueron buscando eran los mercados, los colegios, las grandes avenidas de trfico, donde va la gente. Adems de buscar los espacios visibles, buscaban el voto por barrios, especialmente mantener el de las 512 viviendas, y ampliarlo a las zonas de nueva construccin, la Barriada del Descubrimiento. Los paneles del Ayuntamiento no supusieron una prioridad y se pegaron carteles con la intencin de evitar que los usen otros. La lluvia les oblig a ir reponiendo los carteles, llegando a tener dos equipos de despliegue, uno para nuevas zonas, y otro para la reposicin. La impresin buscada era cubrir todo el espacio, por lo que estuvieron pendientes de que no se vieran los huecos. No obstante, tambin les preocupaba la saturacin que pudiera molestar a los votantes. Otra de las prioridades fue la de comenzar antes la colocacin de carteles porque en esta lucha, hace cuatro aos gan Lorenzo [candidato de RRUU] y nos pill desprevenidos. Los mtines los realizaron en los lugares habilitados por el Ayuntamiento. La plaza Alfonso XII en El Molino, la plaza de las Canteras, buscando un pblico ms joven, con un sentido ms ldico y grupos de rock locales; y por ltimo el cierre de campaa en la plaza del Ejrcito, en las 512 viviendas. La polmica sobre Semana Santa no les afect mucho,

    segn las declaraciones de Enrique Almisas. Intentaron volver a coger sitio, como en un cine con entradas sin numerar. En la planificacin de campaa barajaron la posibilidad de utilizar publicidad esttica, pero se sala del presupuesto y pensaron tambin en globos, pero los descartaron. Se encuentran satisfechos especialmente de la fotografa del candidato, muy trabajada y la aprovecharon para otros medios, como la prensa y las pancartas que la agrupacin local se encarg e hacer. En resumen, el responsable de la campaa, concluye que la estrategia es como los circos, que llegan a un pueblo y ponen los carteles. b) PP Plano 4 Han seleccionado su actividad propagandstica en las grandes avenidas, las que circunvalan el municipio y las arterias de trnsito hacia el centro. Tambin hay carteles por la zona de Crucero Baleares y la Barriada San Antonio, y 512 Viviendas. Un punto especial es la colocacin en una casa de mltiples carteles, ya que se trataba de la casa familiar. La densidad de carteles es menor y son los que han sufrido mayores actos de vandalismo. Los carteles de la pre-campaa tenan el lema adelante, y ms tarde se coloc en algunos una pegatina con vota. Otro modelo llevaba el slogan confianza. Si uno era con fondo azul, el otro primaba el naranja. Comparado con localidades vecinas, el presupuesto pareca ms ajustado. El responsable de la campaa electoral, Juan Antonio Liao, actual delegado Rgimen Interior y Gobernacin, Patrimonio y Contratacin en el Ayutamiento, nos informa que la campaa electoral tena dos ejes principales. Por un lado las reuniones sectoriales con los agentes sociales en la Sede del Partido y la cartelera y mtines. Los carteles supusieron aproximadamente slo unos 300 y 6 pancartas, de las cuales hubo que retirar la que estaba en El Molino por los problemas para el trfico de camiones. Se buscaron los sitios visibles, las grandes avenidas, con el trfico de vehculos y de personas. La intencin era lograr el impacto visual, con menos carteles pero ms estratgicos. En las barriadas se procur poner una pancarta en la entrada. Para Juan Antonio

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    Liao la cartelera es un gasto innecesario, la gente est harta. Los mtines se realizaron en la plaza Alfonso XII de El Molino, la plaza del Ejrcito de las 512 viviendas y el cierre de campaa fue en la plaza de las Canteras. El uso de dos modelos de propaganda vino motivado porque mientras que el partido en toda Espaa, tena Confianza y la tipografa en naranja, la agrupacin local promovi el fondo azul y el lema adelante con una visin unitaria con la campaa en televisin que utilizaba esa cancin (popularizada por Operacin Triunfo). Los carteles de la candidata tenan el fondo azul porque ampliaban la foto, y se colocaron durante la precampaa. Ms adelante, para pedir el voto, se pusieron pegatinas con fondo naranja y vota. Esta estrategia estuvo motivada por el presupuesto. Por ltimo, para terminar, el responsable de la campaa confiesa que hubiera preferido otro tipo de campaa, en el que se hubiera presentado el programa por barriadas, con reuniones sectoriales, puerta a puerta, buscando la cercana, al estilo de Tefila Martnez, con el PP de Cdiz, ms orientada a los grupos que al espacio. c) Roteos Unidos Plano 5 Con diferencia el partido poltico que ms espacio ha ocupado, combinando la concentracin de muchos carteles en zonas determinadas de trnsito, con muestras ms desperdigadas, pero sin dejar zonas libres de cartelera. Hay despliegue por las grandes avenidas, por las zonas de poblacin de las barriadas, por el centro y el casco antiguo. Y es especialmente significativo el despliegue por las nuevas zonas de doblamiento de unifamiliares. El detalle ms llamativo es la colocacin de carteles incluso en calles todava no terminadas de asfaltar y en plenas obras. Las obras son de viviendas de proteccin oficial por lo que los carteles reforzaban la identificacin de dichas viviendas con la gestin municipal, efecto esperado porque dicha calle estaba cerrada antes del periodo electoral y se volvi a cerrar inmediatamente despus. Llega incluso a poner carteles en el polgono industrial y es el nico partido que coloca propaganda en Costa Ballena (lugares 2), zona donde incluso los lugares habilitados por el ayuntamiento se quedan sin utilizar por ser zona de veraneantes, poca poblacin estable y censada fuera de la localidad.

    El responsable de la campaa electoral, Pedro Snchez Rodrguez nos informa de algunos aspectos de la planificacin de la campaa. Fueron 900 carteles grandes y 200 pequeos los que se desplegaron, as como 22 pancartas y folletos distribuidos en los coches. La distribucin se realiz atendiendo a aquellas vas y arterias, y aquellas zonas fuertes, barriadas donde el partido haba conseguido buenos resultados en convocatorias anteriores. Tambin se plante acercarse a otras en el sentido de trabajar con ellos y conseguir mayor nmero de votos. Las limitaciones presupuestarias imponen racionalizar los recursos y as a travs de un sondeo comprobaron si mereca la pena el desgaste. El contrincante mayor en cuanto a la lucha por el espacio fue el PSOE, que haba comenzado antes la campaa y que se adelantaba y contestaba a las acciones propagandsticas, en una guerra de carteles. Si se utilizaban los carteles grandes en la plaza, el PSOE responda a la noche siguiente. Una de las escaramuzas se plante en Semana Santa. El PSOE ya haba comenzado su actividad y haba inundado el centro con sus carteles. Entonces se promovi que las Hermandades solicitaran la retirada de todos los carteles, con las razones de no interferir en la estampa de las procesiones, especialmente a la hora de tomar fotografas artsticas y tursticas. De esta manera se castiga al PSOE. Siempre intentaron colocar los carteles encima de los contrincantes y acusa precisamente al PSOE de colocar los carteles en palmeras y sufragar la multa gracias a un mayor presupuesto. Otro episodio fue el mitin, que en principio deba celebrarse en el espacio designado por el Ayuntamiento en la plaza del Ejrcito en plena barriada de las 512 viviendas, zona totalmente PSOE. La estrategia consisti en separarse un poco de esa zona, ms hacia los bulevares nuevos, donde se haba trabajado ms a travs del ayuntamiento con la comunidad gitana, y cerca donde est su iglesia. Para evitar la protesta del PSOE el lugar del mitin se cambi un par de das antes, para que no diera tiempo al trmite. Se hizo publicidad a travs de A3 y folios anunciando el cambio de emplazamiento. Por ltimo, nos inform de otro de los actos con dimensin espacial en la campaa, la pitada con los coches y carteles. El recorrido estuvo marcado por las arterias principales que

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    marcan un itinerario bsico y evidente, un tontdromo en su expresin. d) IU Plano 6 Izquierda Unida fue la ltima formacin en colocar carteles durante la campaa. La escasez de medios es la causa aludida. El partido tena como objetivo las arterias de comunicacin, las avenidas de entrada, las calles de acceso a los barrios y el centro urbano. Los carteles se colocaron empezada la campaa y en la recta final se hizo uso de unos paneles de madera que rodeaban las farolas con los carteles del candidato pegados. De esta forma, decan, se evitaba la saturacin de los carteles en alto convencionales y se daba un golpe de efecto por la novedad del sistema. El candidato haba dado instrucciones precisas a los encargados de desplegar la propaganda de no usar rboles ni palmeras, en consonancia con el credo ecologista de la formacin. Otro enclave para poner propaganda ha sido en los alrededores de algunos centros educativos49. Es la nica formacin que ha utilizado el humor en la propaganda urbana. Manuel Martn-Arroyo, encargado de la campaa electoral de IU nos informa que los carteles son los que el partido a nivel nacional enva, igual que el eslogan, contigo es posible, a diferencia de aquellos ayuntamientos gobernados por IU. Se fueron colocando los carteles en los paneles que prepara el Ayuntamiento. IU haba pedido que esos carteles permanecieran durante todo el ao, para dar informacin de actos culturales. Se colgaron de las figuras, adems de la ideologa ecologista, porque el candidato no quera que lo tapasen las ramas. Para la distribucin, se hizo un estudio previo segn los votos. As se colocaron alrededor de los centros educativos, especialmente donde imparte clases el candidato, en las zonas ms humildes y se trabaj mucho la zona juvenil. Sin embargo, han constatado que no es en la zona de nueva construccin, de mejor nivel adquisitivo y mayor nmero de licenciados donde sacan mayor nmero de votos. La novedad formal ms llamativa fue el uso de paneles de madera que rodeaban los rboles, pipicn. Para Manuel Martn-Arroyo, a los mtines slo acuden los convencidos o los que buscan cerveza gratis. Prefirieron la plaza de Espaa, aunque utiliz el nombre tradicional, la Alameda, antes que la plaza de las Canteras,

    porque este ltimo era un sitio demasiado grande. En el mitin intervinieron un grupo de rock y un cantautor. En el que hicieron en la plaza del Ejrcito en las 512 Viviendas, actu una chirigota rotea. Acompaaron el mitin con puestos de venta. Desecharon una campaa ms agresiva con Banderas Rojas, pero s que completaron la campaa en la calle con faldones de prensa (Esta cara no va a cambiar), y pegatinas que iban repartiendo. Una de stas utiliza las manos del monumento a los Ayuntamientos Democrticos para rematar un eslogan, Vota Vilela, VV. El candidato se llama Manuel Helices, pero es conocido por Vilela. Nos parece interesante que se haya utilizado un elemento urbano en la campaa (otros tipos 3). Adems se distribuyeron folios con una direccin de Internet, como cuando se anuncian clases particulares y en los flecos est el telfono. Esa direccin era la de los vdeos electorales en YouTube. e) PA. Plano 7 Tambin ha sido de las ltimas formaciones en colocar carteles y las ha desplegado esencialmente en grandes avenidas y lugares concretos como la plaza de Espaa, o alrededor del mercado pblico. Ha usado carteles en farolas y en vallas del ayuntamiento, as como una valla publicitaria y una pancarta. La densidad de colocacin ha sido menor que los grandes partidos. El diseo del cartel (carteles 2) utiliza la imagen urbana como fondo del retrato del candidato. Es un diseo estndar del partido, as que no se corresponde con el municipio, pero s pretende asociarse a la imagen del pueblo. La formacin en Rota se form tres meses antes, por lo que la falta de tiempo ha sido la constante en la campaa, segn nos confirma el candidato Antonio Rodrguez, Candelaria. Se desplegaron 300 carteles y 6 pancartas. Una de ellas desapareci y otra tropez con un camin. 200 carteles se colocaron en los paneles del Ayuntamiento, respetando a los dems, segn una cuota establecida. Cualquier normativa municipal se va comunicando por circulares a los partidos. Segn Antonio Candelaria la campaa en Rota ha sido muy civilizada. El PA fue colocando los carteles en los sitios ms vistos, con ms pasos. Iban dos coches y dos equipos, colocando en las rotondas, los faroles, los

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    rboles, y especialmente en el centro comercial Mercadota, con mayor afluencia de pblico. La barriada de las 512 Viviendas, que es donde el PSOE saca ms votos, la quiere todo el mundo. No hicieron mtines porque, a juicio del candidato, la gente slo va para comer, beber y por la actuacin. f) PSA. Plano 8 Un partido poltico que fue el segundo en colocar propaganda, por lo que sufri el deterioro del tiempo. La mayor concentracin la tenemos en la gran avenida de la Libertad, acceso al pueblo. Tambin en la Avenida de la Marina, en competencia con el todas las formaciones polticas. El resto de la propaganda se sita en los paneles colocados por el ayuntamiento, algunas pancartas, e incluso dos carteles pegados en un muro. 2.3. Conclusiones de la campaa. En general podemos advertir la existencia de zonas vacas de propaganda en las calles que se sitan entre las grandes arterias, por ejemplo entre la avenida Sevilla y la Avenida de La Marina, o entre sta y la avenida Prncipes de Espaa. No slo porque gran parte de las viviendas estn en manos de veraneantes, que no votan en las elecciones municipales, por lo que no son el pblico a convencer; sino tambin porque la propaganda est diseada especialmente para ser percibida en vehculo. Los carteles estn orientados en el sentido de la direccin de la marcha. Si una de las arterias tiene un nico sentido, todos los carteles se orientan en ese sentido. Los nodos que forman las plazas son tambin enclaves apetecidos por los distintos grupos polticos, por lo que se produce una saturacin de carteles y pancartas. Para los actos pblicos, como mtines, se han utilizado las plazas, concretamente la plaza del Ejrcito en el centro de la Barriada de las 512 viviendas (PSOE, PP), plaza de las Canteras (PSOE y PP), la plaza Nuestra Seora de Guadalupe (RRUU), plaza Alfonso XII en El Molino (PP y PSOE) y la Plaza de Espaa (IU) CONCLUSIONES Las ciudades son sistemas complejos. Para entender su funcionamiento hemos realizado una aproximacin dinmica y cualitativa de sus

    espacios desde la perspectiva de la propaganda poltica. La poltica precisamente naci en un espacio urbano, fue el gora lo que configur esta actividad. Hanna Arendt calificaba de propiamente personal este mbito, la actividad que verdaderamente constitua la esencia del hombre, por encima del animal. Lo pblico daba la esencia, frente a lo privado meramente reproductivo. El nacimiento de la publicidad en las sociedades burguesas que Habermas describe, termina por separar y trastocar la unin entre pblico y privado. Lo uno queda fuera de casa y para dentro guardamos lo ntimo, lo verdaderamente personal. La propaganda va a intentar acometer, con distinto xito, una invasin del espacio ntimo desde lo pblico. La propaganda poltica intentar cambiar conciencias, agregar voluntades, transmitir sentimientos, y lo har en mltiples frentes. Hemos comenzado una posible va de anlisis, el espacio urbano, que transfiere no slo publicidad al individuo, sino que conforma todo un imaginario colectivo instituyente (Castoriadis50). El estudio cartogrfico de los servicios urbanos desvela tambin una intencin poltica, cuando menos de servir de Arco del Triunfo simblico. La misma preocupacin por la seguridad afirma el carcter espacial de los delitos y la solucin espacial de ellos51, Requena Hidalgo pone, acertadamente, en relacin los aspectos urbansticos de limpieza, asfaltado, el saneamiento con los de vigilancia. Todos son financiados de la misma forma, pasando de ser subvencionados por los vecinos a ser funcin del Estado, que impone su racionalizacin de los espacios pblicos. Es un lugar comn poner en relacin el urbanismo de Haussmann con la eliminacin de barreras a la represin policial de las manifestaciones obreras. El Plan Cerd tiene tambin una historia de desencuentros ideolgicos. Si fue rechazado por la burguesa catalanista fue por provenir de un ingeniero formado en Madrid, si el gobierno lo acepta fue porque fue el partido liberal quien instaur la Escuela Superior de Ingeniera, en la que se gradu Cerd en sus primeras promociones. Si Cerd estaba interesado es porque de esa forma traduca a lenguaje urbano sus preocupaciones sociales, y son precisamente esas preocupaciones sociales las que se sacrifican en la realizacin del plan52. Lo que todos los rechazos tienen en mente es que el propio urbanismo es propaganda poltica. En una campaa electoral, el uso de la propaganda responde ms a usos codificados que a

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    resultados constatables. Numerosos estudios resaltan que el efecto de la campaa electoral es, por lo tanto reducido53, se intenta, ante todo el proceso de reforzamiento de la intencin de voto, por eso los partidos intentan situar su despliegue propagandstico en los barrios ms favorables; y en segundo lugar, convencer a los indecisos, por lo que se aventuran en zonas menos trabajadas. El espacio urbano condiciona y es condicionado a su vez, por el trabajo propagandstico de los partidos polticos en la campaa (y despus, una vez llegados al poder). Deca Lacan que nombrar constituye un pacto mediante el cual dos sujetos llegan a acordar simultneamente el reconocimiento del mismo objeto54. Ese acuerdo social inviste al nombre con su poder de conferir durabilidad y reconocimiento a lo que nombra. Ese pacto social es el que se rompe y se impone con la rotulacin de las calles. La creacin de una tradicin supone la inoculacin de un ideario concreto en un magma social. Las luchas ideolgicas y polticas llegadas con el liberalismo son la expresin ms evidente de esta tensin entre el poder y la resistencia. Cuando un grupo poltico gana, impone un nombramiento, lo que es, a su vez un reconocimiento como bien conoce el movimiento feminista-, de su existencia, salir de la invisibilidad. Cuando el grupo rival lo derrota, sistemticamente borra esos nombres y coloca a sus propios hroes. La repblica y la dictadura franquista hacen ms que evidente esta lucha por el reconocimiento y la invisibilidad. Si unos clebran el 14 de marzo, otros retitulan con el 18 de julio. Si unos proclaman la Plaza de la Repblica, otros proclamarn el sagrado nombre de Espaa. Si unos Fermn Salvochea, otros General Sanjurjo. Si unos proclaman la Libertad, los otros reivindican la Virgen del Rosario. En numerosas ocasiones juegan al mismo juego, hroes sustituyen a hroes, conceptos a conceptos. La llegada a la democracia debe tambin imponer su imaginario, y lo que ms urgencia tiene es la invisibilidad del pasado franquista. Se retoma a Fermn Salvochea, el General Franco es sustitudo por Andaluca y Queipo de Llano por Blas Infante. Slo se salvaron aquellos nombres olvidados por el imaginario de nuevas generaciones como el Aviador Durn, Gmez Ulla, y los homenajes a Portugal e Italia, descontextualizados y reinventados. Norbert

    Elas seala en sus relaciones entre conocimiento y poder que los smbolos tienen funciones de conocimiento. En un periodo histrico determinado sus redes de significacin puede verse remodeladas con el fin de lograr una simbolizacin mejor de la que exista con anterioridad. Estos smbolos pueden adems expandirse o decaer. Su red puede ser utilizada para cubrir reas de objetos o para establecer conexiones previamente no cubiertas por ellos y, por tanto, inimaginables y desconocidas hasta entonces para los seres humanos, pero pueden tambin languidecer y degradarse hasta tal punto que las reas que cubran pueden llegar a ser de nuevo una realidad desconocida e inimaginable55 Pero, como insiste Michel Maffesoli, existe una corriente subterrnea, una centralidad vital que resiste, que sobrevive a cualquier imposicin del poder. Si el poder ejerce la imposicin, la potencia resiste, y en los momentos de debilidad, emerge para retomar el control de los nombres y las cosas. Si a la calle Charco se le impuso primero a Garca Hernndez, y luego a Calvo Sotelo, siempre permaneci Charco. La democracia recurri a esta vitalidad cotidiana para borrar aquellos nombres imposibles de reemplazar. Y por fin se volvi a Puyana, a Higuereta, Comps del Convento, o a la (calle) Cuna. BIBLIOGRAFIA - ADELL, Ramn (2003): El estudio del contexto poltico a travs de la protesta colectiva. La transicin poltica espaola en la calle en FUNES RIVAS, Mara Jess y ADELL ARGILS, Ramn (2003): Movimientos sociales: cambio social y

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    ANEXOS

    PLANO 1, Vista area PLANO 2, Propaganda Fide

    PLANO 3, PSOE PLANO 4, PP.

    PLANO 5, ROTEOS UNIDOS PLANO 5 b R U en Costa Ballena.

    PLANO 6, IU PLANO 7, PA

    PLANO 8, PSA

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    NOTAS 1 El PP de Pinto da nombres de msicos a calles que el PSOE bautiz con polticos en elmundo.es (21/08/2007) y El PP borra a Aznar del callejero de Pinto en elpas.es (22/08/2007) 2 BORJA, Jordi y MUX, Zaida (2003): El espacio pblico: ciudad y ciudadana. Barcelona. Electa. P 15 3 LYNCH, Kevin (2008): La imagen de la ciudad. Barcelona. Gustavo Gili. GG Reprints. 4 Cfr BIELZA DE ORY, V. (1984); Geografa general. Madrid. Taurus. 2 vols. Pgs. 259-320 5 CASTELLS, Manuel (1988): La cuestin urbana. Mxico. Siglo XXI 6 DOMENACH, Jean-Marie (2001): La propaganda poltica. Buenos Aires, Eudeba, 7 BENEVOLO, Leonardo (2002): Historia de la arquitectura moderna. Barcelona. Gustavo Gili. Pag. 46 8 En Estados Unidos, la edificacin de Washington supone un reto a la hora de elegir un estilo arquitectnico que defina de manera propagandstica el nuevo ideal de la repblica. Ser Jefferson quien se encargue en su calidad de estadista y arquitecto y se basar en el estilo clsico francs BENVOLO, Leonardo: op. cit. P. 227 9 Citado en RIVAS KERDEL, Alberto (2007): El uso poltico de la arquitectura en Espacio arquitectnico (11 febrero, 2007), disponible en http://bitacoramedica.com/weblog/?author=60 10 CASTELLS, Manuel (1988): La cuestin urbana. Mxico. Siglo XXI. Pg. 258 11 Los artistas usan las plazas como paletas, segn la exhortacin de Maiakovsky; decoran la escena de la accin revolucionaria; los muros de las casas, las vallas de las obras, las paredes de los vagones ferroviarios, o bien proyectan monumentos irrealizables, como la torre de Tatlin para la Tercera Internacional. BENEVOLO, Leonardo: op. cit. P. 590. 12 Citado en BENEVOLO, Leonardo: op. cit. P. 590 13 BENEVOLO, Leonardo: op. cit. P. 897 14 Ibidem. Ejemplos: Sueo arquitectnico para una Exaltacin Nacional (Luis Moya, de carcter neoplatnico y catlico), Ministerio del Aire en Madrid (Gutirrez Soto), o el Grupo de Viviendas Virgen del Pilar en Madrid (Francisco Cabrero) 15 De hecho, Rota estuvo a punto de ser propuesta para esta adopcin. 16 Concretamente, en el caso que nos ocupa, el folleto editado como memoria de la gestin municipal, fue retirado por orden de la Junta Electoral de Zona por considerarlo propaganda, as como los carteles de futuras obras municipales (colegio, centro de salud) 17 BORJA, Jordi y MUX, Zaida (2003): op.cit. P. 15 18 Habermas distingue un modelo griego, el gora frente al modelo burgus que utiliza el espacio pblico como medio de difusin de su poder, escarmiento de delincuentes y espacio para los

    negocios privados. Cfr. HABERMAS, J. (1994): Historia y crtica de la opinin pblica. Barcelona. Gustavo Gili. SENNETT, Richard (1978): El declive del hombre pblico. Barcelona. Pennsula. 19 GARCA VERGARA, Marisa (1999): Las transformaciones actuales del espacio pblico en el centro urbano de Montevideo en Scripta Nova, Revista electrnica de Geografa y ciencias

    Sociales. Iberoamrica ante los retos del siglo XXI. Nmero extraordinario dedicado al I Coloquio Internacional de Neocrtica, n 45 (5), 1 de agosto de 1999, disponible en http://www.ub.es/geocrit/sn-45-5.htm. 20 HIDALGO, Jos Antonio (2005): La ciudad soada. Los grandes proyectos urbansticos de

    Cdiz en el siglo XX nunca ejecutados. Cdiz. Qurum Editores. 21 CASTELLS, Manuel (1988): La cuestin urbana. Mxico. Siglo XXI. Pg. 5 22 CASTELLS, Manuel (1988): op.cit. pg. 32 23 FUNES RIVAS, Mara Jess y ADELL ARGILS, Ramn (2003): Movimientos sociales: cambio social y participacin. Madrid. UNED. Pg. 15. 24 se considera accin colectiva toda accin conjunta que persigue unos intereses comunes y que para conseguirlos desarrolla unas prcticas de movilizacin concretas. FUNES RIVAS, Mara Jess y ADELL ARGILS, Ramn (2003) op. cit. Pg. 23 25 ADELL, Ramn (2003): El estudio del contexto poltico a travs de la protesta colectiva. La transicin poltica espaola en la calle en FUNES RIVAS, Mara Jess y ADELL ARGILS, Ramn (2003): op. cit. pp. 77-108 y MARTNEZ LPEZ, Miguel y ADELL ARGILS, Ramn (coords) (2004): Dnde estn las llaves? El movimiento okupa : prcticas y contextos sociales. Madrid. Libros La Catarata. 26 ADELL, Ramn (2003). Pg. 82 27 ADELL, Ramn (2003). Op. cit. Pg 95. 28 CASTELLS, Manuel (1988): La cuestin urbana. Mxico. Siglo XXI. Pg. 155 29 CHUECA GOITIA, Fernando (1993). Breve historia del urbanismo. Madrid. Alianza. Pg. 24. 30 Para la definicin de la ciudad de provincias como nexo de unin entre las identidades rurales y los cambios sociodemogrficos propios de la urbanizacin: LAMELA VIERA, M del Carmen (1994): La ciudad de provincias: lugar de cambios y de identidades en REIS (n 67), pg. 207-217 31 CHUECA GOITIA, Fernando (1993): Op.cit.. Pp. 96 y ss. 32 Para un mayor acopio de datos, la Diputacin de Cdiz public una serie de libros sobre cada municipio CAAS, CARO, DE LAS CUEVAS y RUANO (1985): Rota, Cdiz. Diputacin Provincial, col. Los pueblos de la provincia de Cdiz, vol. 30. 33 CASTELLS, Manuel (1988): op.cit. pg. 269 34 CASTELLS, Manuel (1988): op.cit.. Pg. 256

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    35 AUG, Marc (2000): Los no lugares. Espacios del anonimato. Una antropologa de la

    sobremodernidad. Barcelona. Gedisa. 36 Citado en BAILLY, Antoine S. (1989): Lo imaginario espacial y la geografa en Anales de Geografa de la Universidad Complutense, n 9. Pgs. 12 37 BAILLY, Antoine S. (1989): . Pgs. 16 38 El caso ms interesante de esta confluencia entre el sentimiento religioso y el propagandstico poltico lo tenemos en una placa que rememora un milagro ocurrido en esa casa (propaganda fide 24 y 25). El texto dice as: El da 10 de junio de 1951, la bendicin de nuestra Seora del Rosario de Ftima descendi sobre esta casita, en la persona del obrero Jos Castellanos Prez, de 39 aos, casado y con 5 hijos que se encontraba paraltico del lado derecho de su cuerpo haca 4 aos, devolvindole repentinamente la salud y sus fuerzas y dando instantnea vida y vigor a los miembros muertos cuando fue invocada por el enfermo mientras terminaba de decorar, con su mano izquierda un modesto cuadrito dedicado a dicha imagen. La Falange de Rota asocindose de corazn a la gratitud del camarada favorecido hacia la celestial seora le dedica este recuerdo para perpetua constancia Y se acompaa del yugo y las flechas, con la retrica propia de la etapa ms azul del franquismo. 39 Zafadola fue el rey de la Taifa de Zaragoza, y por algn error tipogrfico, en la Historia del Padre Mariana se confunde Rota con Roda y se le hace seor de Rota. El catedrtico de medieval de la Universidad de Cdiz crey solucionada la confusin editando un libro, pero sigue apareciendo en las obras del cronista oficial y en los rtulos de las calles. 40 LIAO, Ignacio A. (1989): Viejas calles roteas. Rota. Ayto. de Rota. Las fechas son, en cierto modo provisionales. No se han podido comprobar por la prdida del volcado informtico del Archivo Municipal que haca inviable comprobar las Actas Municipales buscando las fechas de cada nombramiento de calle. 41 . BONET CORREA, Antonio (coord.) (1981): Arte del franquismo. Madrid. Ctedra. 42 Plaza Espaa - 1549, Plaza - 1689, Plaza del Altozano - 1716, Alameda - 1802, Plaza de la Trinidad por la capilla - 1812, Plaza de la Constitucin (2 das despus de que se fueran los franceses) - 1814, Plaza del rey, el gobernador militar de Cdiz orden que se quitase dicha lpida sin ruidos ni alborotos, practicndolo de noche para evitarlos 42 - 1820, Plaza de la Constitucin viva el Rey! - 1823, Plaza de la Constitucin

    - 1873, Plaza de la Repblica (en el reverso de la lpida) - 1875, Plaza de la Constitucin (se le vuelve a dar la vuelta) - 1931, Plaza de la Repblica - 1936, Plaza de Espaa 43 Cfr. CAP GIOL, Jordi (1991): Elecciones municipales, pero no locales en Reis, (56, 1991), pags. 143-166. El autor defiende que el carcter localista se da principalmente en municipios de menos de 20.000 habitantes y que la mayor parte de los concejales electos de estos partidos pertenecen a esta categora. Sin embargo, para ciudades mayores, el sistema de partidos nacional o regional impone sus reglas de juego. Se votara entonces ms al partido que al candidato, dejando de tener as, ese carcter local. Rota se encontrara en el punto intermedio entre una pequea ciudad y un gran pueblo. 44 Pipicn es tambin el espacio que el Ayuntamiento prepara en algunas zonas verdes para que los dueos de los perros los lleven a hacer sus necesidades. 45 A pesar de lo que pueda parecer, la reglamentacin es bastante laxa comparada con otros pases. Por ejemplo, en el Conejo Municipal de San Juan de Lurigancho (Per) llegan a especificarse los medios (letreros, carteles, paneles... y folletos, boletines, volantes) y sus dimensiones. Se prohibe el empleo de pintura en las calzadas, la utilizacin de rboles o cualquier otro elemento del mobiliario urbano. Se especifican tambin las multas. Cfr. Ordenanza del Concejo Municipal de San Juan de Lurigancho, (25 julio 2002) disponible en http://www.munisjl.gob.pe/pmp/docs/ordenanza.pdf 46 Bando de enero de 2007. Disponible en http://aytorota.es/doc/Bandos/bando_electoral_18_02_07.pdf 47 CASTELLS, Manuel (1988): La cuestin urbana. Mxico. Siglo XXI. Pg. 257 48 Es un slogan institucional del PSOE en toda Espaa, pero en el caso de nuestro municipio, y con la tipografa minscula, el texto queda un poco ambiguo y sugiere un sentido contrario al que se intenta. 49 Tal vez sea slo anecdtica que el candidato sea maestro de primaria., pero puede interpretarse tambin como un lugar de gran trnsito por la poblacin. 50 Cfr. CASTORIADIS, Cornelius (1997): El imaginario social instituyente descargado de http://www.educ.car 51 Cfr. REQUENA HIDALGO (1997): La gestin poltica del espacio urbano. La organizacin de los servicios municipales de polica en Barcelona en Coloquio sobre El desarrollo urbano de Montreal

    y Barcelona en la poca contempornea: estudio

    comparativo. Universidad de Barcelona, 5-7 de mayor de 1997, disponible en http://www.ub.es/geocrit/reqbcn.htm

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    52 Cfr. ESTAP, Fabin (2001): Vida y obra de Ildefonso Cerd. Barcelona. Pennsula. 53 FERNNDEZ MELLISO-SOTO, Mara (2001): Para qu sirven las campaas electorales?: los efectos de la campaa electoral espaola de 1993 en Reis, (n93, 2001)pp. 61-87. Pg. 61 54 En el Seminario II, citado por BUTLER, Judith (2005): Cuerpos que importan. Buenos Aires. Paids. Pg. 220 55 ELAS, Norbert (1994): Conocimento y poder. Madrid, Ediciones de la Piqueta, Pg. 55