lakatos imre – historia de la ciencia y sus reconstrucciones

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Imre Lakatos Historia cciones

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  • Imre Lakatos

    Historia cciones

  • SERIE DE F I L O S O F A Y ENSAYO Dirigida por Manuel Garrido.

    Alston, W. P.; Edwards, P.; Malcom, N.; Nelson, J. O,, y Prior, A.: Los orgenes de la filosofa analtica. Moore, Russell, Wittgenstem.

    Austin, J. L . : Sentido y percepcin. Boden, M. A.: inteligencia artificial y hombre natural. Bottomore, T.; Harris, L.; Kiernan, V. G.; Miliband, R.; con la colaboracin de Ko-

    lakowski, L.: Diccionario del pensamiento marxisa. Brown, H. I.: La nueva filosofa de la ciencia. Bunge, M.: El problema mente-cerebro. -Couturat, Louis: El lgebra de la lgica. Chisholm, R. M.: Teora del conocimiento. Dampier, W. C : Historia de la ciencia y sus relaciones con la filosofa v la religion. Da/, Elias: Revisin de Unamuno. Anlisis crtico de su pensamiento poltico. Doop. JosepH: Nociones de lgica formal. Eccles, J. C.: La psique humana. Edelman, B.: La prctica ideolgica del Derecho. Fann, K. T.: El concepto de filosofa en Wittgenstein. Ferrater Mora, J., y otros: Filosofa v ciencia en el pensamiento espaol contempor-

    neo (1960-1970). Feyerabend, P.: Tratado contra el mtodo. Garca Surez, A.: La lgica de la experiencia. Garrido, M.: Lgica simblica. Gmez Garca, P.: La antropologa estructural de Claude Lvi-Strauss. Gurmndez, Carlos: Ser para no ser. Ensayo de una dialctica subjetiva. Hierro, Jos S.-P.: Problemas del anlisis del lenguaje moral. Hintikka, J.: Lgica, juegos de lenguaje e informacin. Hintikka, J.: Saber y creer. Una introduccin a la lgica de las dos nociones. Kuhn, T. S.: Segundos pensamientos sobre paradigmas. Lakatos, Imre, y otros: Historia de la ciencia y sus reconstrucciones racionales (2.^ ed.). Lindsay, P, H., y Norman, D. A.: Introduccin a la psicologa cognitiva (2. ' ed.). Lorenzen, Paul: Metamatemtica. Lorenzo, J. de: El mtodo axiomtico y sus creencias. Lorenzo, J. de: La filosofa de la matemtica de Jules Henri Romear. Martn Santos, Luis, y otros: Ensayos de filosofa de la ciencia. Mates, Benson: Lgica matemtica elemental. Pars, Carlos: Hombre y naturaleza. Popper, Karl R.: Bsqueda sin trmino. Una autobiografa intelectual. Popper, Karl R.: Realismo y el objetivo de la ciencia. Post Scriptum a la Lgica de

    la investigacin cientfica, vol. 1. Popper, Karl R.: El universo abierto. Post Scriptum a la Lgica de la investigacin

    cientfica, vol. II. Popper, Karl R.: Teora cientfica y el cisma en fsica. Post Scriptum a la Lgica de

    la investigacin cientfica, vol. III. Prior, A. N.: Historia de la lgica. Quine, W. V.: La relatividad ontolgica y otros ensayos. Quintanilla, Miguel A.: Idealismo y filosofa de la ciencia. Rama, Carlos M.: Teora de la historia. Introduccin a los estudios histricos (3.^ ed.) Rescher, Nicolas: La primaca en la prctica. Rivadulla, A.: Filosofa actual de la ciencia. Robinei, Andr: Mitologa, filosofa y ciberntica. Rodrguez Paniagua, Jos M.^: Derecho natural o axiologa jurdica? Rodrguez Paniagua, Jos M.^: Marx y el problema de la ideologa. Sahakian, W. S.: Historia y sistemas de la psicologa. Smart, J. J. C , y Williams, B.: Utilitarismo: pro y contra. Sotelo, Ignacio: Sarre y la razn dialctica. Strawson, P. F.: Ensayos lgico-lingusticos. Vargas Machuca, R.: El poder moral de la razn. La filosofa de Gramsci. Veldman, D. J.: Programacin de computadoras en ciencias de la conducta. Wellman, C : Morales y ticas.

  • HISTORIA DE LA CIENCIA Y SUS RECONSTRUCCIONES RACIONALES

  • IMRE LAKATOS

    HISTORIA DE LA CIENCIA Y SUS

    RECONSTRUCCIONES RACIONALES

    SIMPOSIO con la participacin de

    HERBERT FEIGL RICHARD J. HALL

    NORETTA KOERTGE THOMAS S. KUHN

    tmos

  • Los derechos para la edicin castellana de esta obra que es parte de la que fue publicada originariamente bajo el ttulo: PSA 1970 - In Memory of Rudolf Carnap,

    1971 by D. Reidel Publishing Company, Dordrech (Holanda) son propiedad de Editorial Tecnos, S. A.

    Traduccin de Diego Ribes Nicols

    Impresin de cubierta: Grficas Molina

    1." edicin, 1974 2." edicin, 1982

    1." reimpresin, 1987

    Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de este libro puede reproducirse o transmitirse por ningn procedimiento electrnico o mecnico, incluyendo fotocopia, grabacin mag-ntica o cualquier almacenamiento de informacin y sistema de recuperacin, sin permiso escrito de Editorial Tecnos, S. A.

    EDITORIAL TECNOS, S. A., 1987 O'Donnell, 27 - 28009 Madrid

    ISBN: 84-309-0538-3 Depsito Legal: M-6-1987

    Printed in Spain. Impreso en Espaa por Gama. Tracia, 17. Madrid

  • NDICE

    HISTORIA DE LA CIENCIA Y SUS RECONSTRUCCIONES RACIONALES (por Imre Lakatos) Pg.

    Introduccin

    1. Metodologas rivales de la ciencia; las reconstruc-ciones racionales como guias de la historia A. Inductivlsmo B. El convencionalismo C. El falsacionismo metodolgico D. Metodologa de los programas de investigacin

    cientfica E. Historia interna y externa

    2. Comparacin crtica de metodologas: La historia como prueba de sus reconstrucciones racionales. A. El falsacionismo como meta-criterio: La histo-

    ria 'falsea' el falsacionismo (y cualquier otra metodologa)

    B. La metodologa de programas de investigacin historiogrfica. La historia en distintos gra-dos corrobora sus reconstrucciones racio-nales

    C. Contra las posiciones metodolgicas aprlorsti-cas y antitericas

    D. Conclusin Referencias

    NOTAS SOBRE LAKATOS (por Thomas S. Kuhn)

    I. Introduccin II. Paralelismos

    III. 'Interno' y 'externo' IV. Lakatos como historiador V. Historia e irracionalidad

  • 8 NDICE

    PROGRAMAS DE INVESTIGACIN E INDUCCIN (por Herbert Feigl) 97

    SE PUEDE UTILIZAR LA HISTORIA DE LA CIENCIA PARA DECIDIR ENTRE METODOtoGAS RIVALES? (por Rjchard J. Hall) ... 105

    LA CRTICA INTER-TERICA Y EL DESARROLLO DE LA CIENCIA (por Noretta Koertge) 121

    I. Una exposicin de la metodologia de Lakatos de programas de investigacin cientfica 124

    II. Critica de la posicin de Lakatos 128 III. El modelo del ascenso diaictico 131 IV. La significacin de la crtica nter-terica 138

    RESPUESTA A LAS CRTICAS (por Imre Lakatos) 143 Introduccin 145 1. El mito de la crtica inter-terica: Rplica al Pro-

    fesor Koertge 147 2. Interpretaciones errneas: Respuesta al Profesor

    Rjchard Hall 154

  • IMRE LAKATOS

    HISTORIA DE LA CIENCIA Y SUS RECONSTRUCCIONES RACIONALES

  • INTRODUCCIN

    "La Filosofa de la ciencia sin la historia de la ciencia es vaca; La Historia de la ciencia sin la filosofa de la cien-cia es ciega". Inspirndose en esta parfrasis de la famosa frase de KANT, el presente trabajo intenta explicar de qu modo la historia de la ciencia debera aprender de la filoso-fa de la ciencia y viceversa. Se intentar mostrar que: a) la filosofa de la ciencia proporciona metodologas norma-tivas con cuyos trminos el historiador^ reconstruye 'la his-toria interna' y aporta de este modo una explicacin racional del desarrollo del conocimiento objetivo; b) dos metodo-logas rivales pueden ser evaluadas con la ayuda de Ta his-toria (normativamente interpretada); c){pualquier recons-truccin racional de la historia necesita ser complementada por una 'historia externa' emprica (socio-psicolgica).^

    La demarcacin fundamental entre lo normativo-interno y lo emprico-externo es diferente en cada metodologa. A su vez, las teoras historiogrficas internas y externas de-terminan en muy alto grado la eleccin de los problemas del historiador. Pero algunos de los problemas ms crucia-les de la historia externa slo pueden formularse en trmi-nos de una metodologa determinada; por tanto, Jarlsteria

    Nota: Una de las primeras versiones de este escrito fue leda y criticada por COLN HOWSON, ALAN MUSGRAVE, JOHN WATKINS, ELIE ZAHAR y en especial por JOHN WORRAL.

    El trabajo que presento ahona desarrolla adems ailguna de las tesis propuestas en mi (1970). He procurado, al precio de alguna repeticin, que queden incluidas conservando su carc-ter autnomo.

  • 12 IMRE LAKATOS

    interna, asi definida, es primaria, y la historia externa slo secundaria. En realidad, y en virtud de la autonoma de la historia interna (autonoma que no posee la externa), la his-toria externa es irrelevante para la comprensin de la

    ciencia

    1. METODOLOGAS RIVALES DE LA CIENCIA;

    LAS RECONSTRUCCIONES RACIONALES

    COMO GUAS DE LA HISTORIA

    En la filosofa contempornea de la ciencia circulan va-rias metodologas; pero todas ellas se diferencian mucho de lo que usuaJmente se entiende por 'metodologa' en el si-glo XVII e incluso en el xviii. Entonces se esperaba de la metodologa que proveyese a los cientficos de un manual de reglas mecnicas para resolver projjlemas. En la actuali-dad tal esperanza-ha sido abandonadal las metodologasnao, dems o 'lgicas del descubrimiento' consisten simplemente en un conjimto de reglas (quiz no rigurosamente interre^ lacionadas, mucho m ^ o s mecnicas) para la evaluacin de teoras ya elaboradas ^TlAdems dichas reglas, o sistemas de estimacin, con frecuencia proporcionan 'teoras de la

    ^ 'La Historia Interna' es comnmente definida como his-toria Intedectual; 'La Historia Externa' como historia social (cf. e.g. KuHN (1968)). Mi nueva demarcacin, no ortodoxa, entre historia 'interna' y 'externa' constituye un considerable des-I>laza.raiento del problema y puede jKireoer dogmtica. Sin embargo, mis definiciones forman el ncleo firme de un pro-grama de investigacin historiogrflea; su evaluacin es una parte de la evaJuadn de la fecundidad de todo el programa.

    ^ Este es un cambio miuy importante en el poroblema de la filosofa normativa de la ciencia. El trmino 'normativo' no tiene el signlioado amplio de reglas iKira llegar a soduoiones, sino simplemente el de directrices para la istlmacln de solu-ciones ya existentes. De este modo la metodologa dista tanto de la heurstica como los juicios de valor distan de los C'nun-ciados normativos. (Debo esta analoga a JOHN WATKINS.)

  • HISTORIA DE LA CIENCIA 13

    racionalidad cientfica', 'cy^tgrios de demarcacin' o 'defi-niciones de ciencia'^. Al margen del dominio legislativode estas reglas normativas, existe, por supuesto, una psicologa y sociologa emprica del descubrimiento.

    A continuacin esbozar cuatro 'lgicas del descubrimien-to' diferentes. Cada una de ellas ser caracterizada por re-glas que rigen la aceptacin y el rechazo (cientficos) de teoras o programas de investigacin*. Estas reglas tienen una doble funcin. En primer lugar, actan como un cdigo de honestidad cientfica cuya violacin es intolerable; des-pus, como centros firmes de los programas de investiga-cin historiogrfica (normativa). Es en esta segunda funcin sobre la que preferira centrar la atencin.

    A. Inductivismo

    Una de las metodologas de la ciencia ms influyente ha sido el inductivismo.(Segn el inductivismo slo pueden aceptarse en el cuerpo de la ciencia, aquellas proposiciones que o bien describen hechos firmes o son infalibles genera-lizaciones inductivas de aqullosX Cuando el inductivista acepta una proposicin cientfica, la acepta como verdadera por prueba; en otro caso la rechaza. Su rigor cientfico es estricto: una proposicin debe estar probada por los hechos^ o bien debe ser una proposicin derivada deductiva o in-, ductivamente a partir de otras proposiciones ya demos-^ tradas.

    ^ Esta profusin de sinnimos ha probado ser bastante confusa.

    * La significacin epistemolgica de 'aceptacin' y 'recha-zo' cientficos est lejos, como veremos, de ser la misma en las cuatro metodologas que vamos a examinar.

    ' El 'Neo-kiduotivlsmo' exige .'lo generalizaciones de un grado de i>robabilMad alto. En lo que sigue, examinar slo el Inductivismo clsico. Sin embairgo, la variante neoinductivista, menos exigente, puede trataise de un modo similar.

  • 14 IMRE LAKATOS

    (Cada metodologa tiene sus problemas lgicos y episte-molgicos especficos. Por ejemplo, el inductivismo ha de establecer con certeza la verdad de las proposiciones 'fac-tuales' ('bsicas') y la validez de las inferencias inductivas) Algunos filsofos se hallan tan preocupados en sus proble-mas epistemolgicos y lgicos que nunca encuentran el mo-mento de interesarse en la historia real; si la historia real no se adeca a sus esquemas, pueden incluso tener la auda-cia de proponer que se empiece de nuevo el quehacer total de la ciencia. Otros, dan por supuesta una solucin tosca de tales problemas lgicos y epistemolgicos y se consagran a una reconstruccin racional de la historia sin ser conscien-tes de la debilidad (o incluso insostenibilidad) lgico episte-molgica de su metodologa*.

    El criticismo inductivista es primariamente escptico: consiste en mostrar que una proposicin no est probada, que es pseudocientfica, ms bien que en mostrar que es falsa'. Cuando el historiador inductivista escribe la prehis-toria de una disciplina cientfica, puede dejarse llevar pre-ponderantemente por tal actitud crtica. Con frecuencia ex-plica el primitivo y oscuro perodo cuando la gente estaba absorbida por 'ideas no-probadas' con ayuda de alguna expli-cacin 'externa', como la teora socio-psicolgica de la in-fluencia retardadora de la Iglesia Catlica.

    El historiador inductivista reconoce slo dos clases de descubrimientos cientficos genuinos: las firmes proposi-ciones tactuales y las generalizaciones inductivas. Ellas y slo ellas constituyen la mdula de su historia iraeria!) Las busca al escribir dicha historia encontrarlas representa un problema considerable. Y slo cuando las ha encontrado, puede empezar la construccin de su bella pirmide. Las revoluciones consisten en desenmascarar errores (irraciona-

    Cf. pp. 42-43. ' Para un examen detallado del cnticlsmo indoiotlvlsta (y

    del justificacionlsta en goneral) cf. mi (1966).

  • HISTORIA DE LA CIENCIA 15

    les) que inmediatamente son desterrados de la historia de la ciencia a la historia de la pseudociencia, a la historia de las meras creencias: el autntico progreso cientfico arran-ca de la ltima revolucin cientfica en cualquier campo determinado.

    Cada historiografa interna tiene sus caractersticos pa-radigmas victoriosos 8. Los principales paradigmas de la historiografa inductivista fueron las generalizaciones que KEPLER hizo a partir de las minuciosas observaciones de TYCHO BRA H E ; el descubrimiento de la ley de la gravitacin por NEWTON, generalizando inductivamente, a su vez, los 'phenomena' de KEPLER relativos al movimiento planetario; y el descubrimiento de AMPERE de la ley de la electrodin-mica, al generalizar inductivamente sus observaciones sobre corrientes elctricas. Algunos inductivistas consideran que tambin la qumica moderna comenz realmente con los experimentos de LAVOISIER y sus "verdaderas explicaciones" de los mismos.

    Sin embargo/el historiador inductivista no puede ofrecer una explicacin Interna ' racional de por qu fueron selec-cionados unos determinados hechos en lugar de otros.^Para l este es un problema no-racional, emprico y externo. El inductivismo en cuanto teora 'interna' de racionalidad es compatible con muchas teoras empricas o externas dis-tintas y complementarias, de la eleccin-de-problema. Es compatible, por ejemplo, con la postura sustentada por el marxismo-vulgar de que la eleccin-de-problsma est deter-minada por las necesidades sociales', es cierto que algunos marxistas vulgares identifican las fases ms importantes de la historia de la ciencia con las fases ms importantes del

    * Uso aqu 1 trmino 'paradigma' en su sentido pre-kuh-niano.

    ' Dicha compatibilidad fue subrayada ix>r AGASSI en pgi-nas 23-27 de su (1963). Pero no seala que una compatibilidad anloga se da en su poropla historiografa falsacionista; cf. ms adelante, i)p. 22-25.

  • 16 IMRE LAKATOS

    desarrollo econmico'". Sin embargo, no es necesario que la eleccin de los hechos est determinada por factores sociales; puede estarlo por influencias intelectuales extra-cientficas. El inductivismo es igualmente compatible con la teora 'externa' de que la eleccin de los problemas est primariamente determinada por estructuras innatas, o por estructuras elegidas arbitrariamente (o tradicionales), te-ricas (o 'metafsicas').

    Hay una rama radical de inductivismo que condena todas las influencias externas, sean stas intelectuales, psicolgicas o sociolgicas, como causantes de impermisibles prejuicios: los inductivistas radicales slo admiten una seleccin (cau-sal) por la mente vaca. El inductivismo radical es, a su vez, una clase especial de internalismo radical. Si se establece posteriormente la existencia de alguna influencia externa en la aceptacin de una teora cientfica (o proposicin fac-tual), entonces tal teora debe ser abandonada:_ la prueba de influencia externa significa invalidacin": pero, puesto que siempre existen influencias externas, el internalismo radical es utpico, y, como teora de racionalidad, autodes-tructivo ".

    Cuando el historiador inductivista radical afronta el pro-blema de por qu algunos de los grandes cientficos tuvieron un elevado concepto de la metafsica y por qu pensaban que sus descubrimientos fueron importantes por razones que, a la luz del inductivismo, parecen muy extraas, dicho historiador transferir tales problemas de 'falsa conciencia' a la psicopatologa, es decir, a la historia externa.

    1 Cf. e.g. BERNAL (1965), p. 377. " Algunos positivistas lgicos pertenecieron a esta corrien-

    te: se reoordaiT, el horror de HEMPEL ante el elogio que acci-dentalmente hizo POPPER de olertas influencias externas meta-flsloas sotare la ciencia (HEMPEL, 1937).

    12 cuiando ilos obscuranitietas alemanes se buirlabaai del po-sitivismo, se referan con frecuencia al intemailsmo radical, en particular, al inductivismo radical.

  • HISTORIA DE LA CIENCIA 17

    B. El convencionalismo

    ( p i 1 convencionalismo acepta la construccin de cualquier sistema de casillas que organice los hechos en algn todo coherente^ Decide mantener intacto el ncleo del sistema de casillas mientras sea posible: cuando se presentan difi-cultades a cuenta de una invasin de anomalas, slo cambia y complica los alineamientos perifricos. Sin embargofel convencionalismo no considera ningn sistema de casillas verdadero por prueba, sino slo ^erdadero por convencin' (o incluso, ni verdadero ni falso)p En las ramas revolucio-narias del convencionalismo no hay obligacin de adherirse para siempre a un determinado sistema de casillas: puede abandonarse- si deviene intolerablemente burdo y si se pro-pone otro ms simple que lo reemplace" La versin del convencionalismo es epistemolgicamente, y en particular lgicamente, mucho ms simple que el inductivismo: en l

    V no hay necesidad de inferencias inductivas vlidas. El autn-'tico progreso de la ciencia es acumulativo y tiene lugar en el terreno uniforme de los hechos 'comprobados'' ' '; los cambios a nivel terico son meramente instrumentales. El 'progreso' terico es solamente de conveniencia ('simplici-dad'), y no atae al contenido de verdad' ' . Desde luego el

    " Para el motivo de esta denominacin de convencionalis-mo revolucionario, ver mi (1970), pp. 105-6 y 187-9

    " Examino aqu principalmente slo una versin del con-vencionalismo revolucionario, la que AGASSI, en su (1966), ha llamado 'no-compleja': aquella que supone que las proposiciones faxstuailes a diferencia de los sistemas de casillas pueden ser 'probadas' (DUHEM, i>or ejemplo, no seala claramente la distincin entre hechos y proposiciones tactuales).

    " EB importante observar que la mayor parte de los con-vencionalisitas son reacios a abandonar las generallsaciDnes inductivas, distinguen entre 'nivel de hechos' y 'nivel de le-yes' (i.e. genetrailzaciones inductivas a partir de 'hechos') y 'nivel de teoras' (o de sistemas de casillas) los cuales olasifican convenientemente los hechos y las leyes. (WHEWELL, conven-cionajllsta conservador, y DHEM, convencionalista revoluciona-rlo, difie^ren menos de lo que generalmente se cree.)

  • 18 IHRE LAKATOS

    convencionalismo revolucionario se puede tambin introdu-cir en el nivel de las proposiciones 'factuales', en cuyo caso se aceptaran proposiciones factuales por decisin ms bien que por medio de 'pruebas' experimentales. Pero entonces, si el convencionalista ha de mantener la idea de que el des-arrollo de la ciencia 'factual' tiene algo que ver con la ver-dad objetiva y factual, debe idear algn principio metaf-sico para imponerlo a sus reglas de juego de la ciencia i*. Si no lo hace, no podr escapar al escepticismo o, al menos, a alguna forma radical de instrumentalismo.

    (Es importante clarificar la^ relacin entre el convencio-nalismo y el instrumentlismd^l convencionalismo descan-sa sobre el reconocimiento de que supuestos falsos pueden tener consecuencias verdaderas y, por tanto, falsas teoras pueden tener un gran valor predictive Los convencionalis-tas tuvieron que afrontar el problema de comparar teoras rivales falsas. La mayor parte de ellas encubren verdad entre sus signos y establecen como fimdamento propio al-guna versin de la teora pragmtica de la verdad. Pue la teora de POPPER sobre el contenido de verdad, verosimili-tud, y corroboracin la que finalmente sent las bases de una versin del convencionalismo filosficamente impeca-ble. Por otra parte algunos convencionalistas no posean la suficiente formacin lgica para darse cuenta de que algu-nas proposiciones pueden ser a la vez verdaderas y no-pro-badas, y que proposiciones falsas tengan consecuencias ver-daderas, e incluso que algunas sean ambas cosas: falsas y aproximadamente verdaderas.

    * Tales principios metasioos pueden denominarse 'prin-cipios inductivos'. Para un 'pirlnclpio inductivo' que tosca-mente hablando haga de los 'grados de corroboracin' de POPPER (una evaluiadn coixvencionailista) la medida de verosi-militud, segn POPPER (contenido de verdad menos contenido de falsedad), ver mi (1968a), pp. 390-408 y (1971a), p. 2. (Otro 'principio inductivo' ampliamente extendido puede orniulanse como sigue: Lo que el grupo cientfico, formado por expertos, decida aceptar como 'verdad', es verdad.)

  • HISTORIA DE LA CIENCIA 19

    Este tipo de gente opt por el 'instrumentalismo': llega-ron a considerar las teoras no como verdaderas o falsas sino meramente como 'instrumentos' de prediccin. El con-vencionalismo, tal como lo hemos definido aqu, es una postura filosficamente correcta; el instrumentalismo cons-tituye una degeneracin del mismo, que se basa en luia simple confusin filosfica producida a su vez por ima penuria de competencia lgica elemental.)

    El convencionalismo revolucionario surgi como la filo-sofa de la ciencia de los bergsonianos: libre arbitrio y crea-tividad fueron sus slogans. El cdigo de honor cientfico del convencionalista es menos riguroso que el del inductivista: no pone en entredicho la especulacin no comprobada, y acepta un sistema de casillas que est construido sobre una idea imaginaria. Adems el convencionalista no califica como acientficos los sistemas abandonados: el convencio-nalismo ve en la historia real de la ciencia mucha ms ra-cionalidad ('interna') que el inductivista.

    Para el historiador convencionalista, los mayores descu-bririentos son primordialmente las invenciones de nuevos y ms simples sistemas de casillas) En consecuencia los est comparando constantemente en busca de simplicidad: las complicaciones de los sistemas de casillas y su reempla-zo revolucionario por otros ms simples constituyen la m-dula de su historia interna.

    Para el convencionalista, el ejemplo paradigmtico de una revolucin cientfica es la revolucin coperniCana". Tamtai^ se han realizado esfuerzos para mostrar que las

    " La mayor parte de exposiciones histricas sobre la revo-lucin copernicana estn escritas desde el punto de vista convencionalista. Algunos defienden que la teora de Copmlco fue una 'generalizacin inductiva' a partir de ciertos 'descu-brimientos factuales'; o que fue jyropuesta como una teora audaa ilara reemplazar la teora de Ptolomeo que haba sido 'refutada' por adgn clebre experimento 'crucial'.

    Paras un examen mis amplio de la historiografa de la revo-lucia opemlcama, cf. mi (1971b).

  • 20 IMRE LAKATOS

    revoluciones de LAVOISIER y de EINSTEIN fueron sustitucio-nes, de complicadas teoras por otras ms simples.

    I La historiografa convencionalsta no puede ofrecer una ej^licacin racional de por qu determinados hechos fueron seleccionados con preferencia a otros p de por qu fueron aceptados ciertos sistemas de casillas particulares en lugar de otros, en una poca en la que sus relativos mritos toda-va eran discutibles. De este modo el convencionalismo, como el inductivismo, es compatible con varios programas emprico-externos diferentes.

    Por ltimo, el historiador convencionalsta, al igual que su colega inductivista, tropieza frecuentemente con el pro-blema de la 'falsa conciencia'. Segn el convencionalismo es una 'cuestin de hecho' el que, por ejemplo, los grandes cientficos Uegen a sus teoras por medio de los vuelos de su imaginacin. Entonces por qu afirman los cientficos que hacen derivar sus teoras de los hechos? La recons-truccin racional del convencionalsta difiere casi siempre de la propia reconstruccin de los grandes cientficos el historiador convencionalsta traspasa los problemas de falsa conciencia al historiador externalista '.

    C. El falsacionismo metodolgico

    El falsacionismo contemporneo surge como una crtica lgico-epistemolgica del inductivismo y del convencionalis-mo de DuHEM. El inductivismo fue criticado sobre la base de que sus dos supuestos fundamentales, a saber, que las proposiciones factuales pueden ser 'derivadas' de los hechos

    " Por ejemplo, para los historiadores no-lnduetivistas, la declaracin de NEWTON 'Hypotheses non fingo' representa un mayor problema. DHEM, quien a diferencia de la mayor parte de los hlstoriadoires, no se entrega al culto de NEWTON, repudia la mietocAoga. inductivista de NEWTON como un sinsentlrio lgico. Sin embairgo, KOYRE, cuyo rasgo ms sobresaliente no es jwecisamen'te la lgica, dedica extensos captulos a las 're-cnditas parofundidades' del confusionismo newtoniano.

  • IIISrORIA ni LA CIINCIA 21

    y que puede haber inferencias inductivas (con incremento-de-contenido) vlidas, son ellos mismos no-probados e in-cluso, probadamente falsos. D U H E M fue criticado sobre la base de que el criterio de simplicidad intuitiva slo puede ser una cuestin de gusto subjetivo y que es tan ambiguo que ninguna crtica slida puede apoyarse en l. POPPER, en su Logik der Forschung, propuso una nueva metodologa 'falsacionista'". Esta metodologa representa otra vertiente del convencionalismo revolucionario: la diferencia principal consiste en que la primera admite que, 'los enunciados b-sicos' factuales, espaclo-temporalmente singulares son los que han de aceptarse por convencin, ms bien que las teo-ras espacio-temporalmente universales.\gegn el cdigo de honor del falsacionista, una teora es cientfica slo si es posible contrastarla con un enunciado bsico; y una teora debe rechazarse si, de hecho, est en conflicto con un enun-ciado bsico aceptado.jPoppER seal una condicin adicio-nal que debe ser satisfecha por una teora para poder cali-ficarla de cientfica: debe predecir hechos nuevos, es decir, inesperados a la luz del conocimiento anterior. En conse-cuencia es contrario al cdigo popperiano del honor cient-fico proponer teoras infalsables o hiptesis ad hoc (que no implican predicciones empricas nuevas) del mismo modo que va contra el.cdigo inductivista (clsico) del honor cientfico proponer teoras no-prc badas.

    La enorme atraccin de la metodologa de POPPER se debe a su claridad y fuerza. El modelo deductivo popperiano de crtica cientfica contiene proposiciones empricamente alsables que son espacio-temporalmente universales, condi-ciones iniciales y sus consecuencias. El arma de la crtica

    ' ' En este escrito uso este trmino para referirme exclusi-vamente a una versin del falsacionismo, a saber, el 'falsa-clonismo metodolgico Ingenuo', segn lo defino en mi (1970), pp. 93-116.

  • es el modus tollens: ni la lgica Inductiva ni la simplicidad intuitiva complican el panorama*'.

    (El falsacionismo, si bien lgicamente impecable, tiene sus propias dificultades epistemolgicas. En su protoversin 'dogmtica' supone la posibilidad de probar las proposicio-nes factuales y consecuentemente la indemostrabilidad de las teoras una suposicin falsa ^'. En su versin poppe-riana, 'convencionalista', el falsacionismo necesita algn 'principio inductivo' (extra-metodolgico) para dar peso epis-temolgico a sus decisiones de aceptar enunciados 'bsicos', y, en general, para relacionar con verosimilitud las reglas del juego cientficos^.)

    ( E I historiador popperiano busca grandes, 'audaces' teo-ras falsables y grandes experimentos cruciales negativos) Ello forma el esqueleto de su reconstruccin racional. Los paradigmas de grandes teoras falsables, favoritas del poppe-riano, son las teoras de NEWTON y de MAXWELL, las frmu-las de la irradiacin de RAYLEIGH, JEANS y WIEN, y la revo-lucin einsteiniana; sus paradigmas favoritos en experimen-tos cruciales son el experimento de MICHELSON-MORLEY, el experimento del eclipse de EDDINGTON y los experimentos de LuMMER y PRINGSHEIM. Fue AGASSI quien intento convertir este falsacionismo ingenuo en un programa sistemtico de investigacin historiogrfica ^

    En particular AGASSI predijo (o si se prefiere, post-dijo) que detrs de cada gran descubrimiento experimental hay una teora a la que el experimento contradijo; la importan-cia de un descubrimiento factual ha de medirse por la im-

    ^^ Puesto que el concepto de simpliciajd Intuitiva no tiene cabida en su metodoiogia. POPPER pudo usar el trmino 'sim-plicidad' para indicar el 'grado de alsabliliidad'. No obstante, ei trmino simplicidad es ms amplio que 1 de grado de failsaMaid'ad: c. mi (1970), pp. 131 y ss.

    ^ Un examen de este punto, en mi (1970), en particular pp 99-100.

    ^^ Para un examen ms amplio, cf. pp. 43-46. " AGASSI (1963).

  • portaola de la teora refutada por l. AGASSI parece aceptar, ii afrontar el problema de la valoracin, los juicios de valor

    iiDe este modo AGASSI llega a una prediccin audaz: todos los cinco experimentos mencionados fueron refutaciones Kitosas en algunos casos incluso refutaciones planifica-ilas de teoras que l se propone descubrir y que, en la mayora de los casos, reivindica haber encontrado 5.

    La historia interna popperiana, a su vez, es fcilmente complementada por teoras externas de la historia. As POP-PER mismo explica que (por la parte positiva) (i) el principal estmulo externo de las teoras cientficas procede de la acientfica 'metafsica', e incluso del mito (ello fue ms tarde bellamente ilustrado por KOYRE); y que (en la parte negativa) (ii) los hechos no constituyen tales estmulos ex-ternos los descubrimientos factuales pertenecen comple-tamente a la historia interna, apareciendo como refutacio-nes de alguna teora cientfica, de modo que los hechos slo son tenidos en cuenta si entran en conflicto con alguna expectativa previa. Ambas tesis son piedras angulares de la psicologa del descubrimiento de POPPER -^ FEYERABEND

    ^* Un descubrimieinto experimental es un descubrimiento casual en sentido objetiix) si no es un caso de corroboracin ni de refutacin de lalguna teora del cuerpo objetivo de conoci-miento e la pooa; e^ un descubrimiento casual en sentido g^ubjetivo si no es producido (o reconocido) por el descubridor como un caso de confirmacin ni de refutacin de alguna teo-riu que l personalmente sustenta cuando realiza el experi-mento.

    " AGASSI (1963), pp. 64-74. * Dentro del crculo popperiano, fueron AGASSI y WATKINS

    quienes especialmente enfatlzaron la importancia de teoras

  • 24 IMRE LAKATOS

    desarroll otra interesante tesis psicolgica de Popper, a saber, que la proliferacin de teoras rivales puede favore-cer externamente la falsacin interna popperiana".

    Pero no es necesario reducir las teoras externas comple-mentarias del falsacionismo a influencias puramente inte-lectuales. Ha,de subrayarse (de acuerdo con AGASSI) que el

    ' ' ^ sacionismojno es menos compatible con un punto de ' vista maTjcsta-vulgar acerca d e l o j u e determina el proceso

    de la ciencia, que lo es el i hdu^ t iy i smo^a nica diferencia consiste en que mientras para el ltimc el marxismo debe ser invocado para explicar el descubrimiento de hechos, para el primero ha de serlo para explicar la invencin de teoras cientficas; mientras que la seleccin de hechos (es decir, la seleccin de 'posibles falsadores', para el falsacio-nista) est primordialmente determinada de modo interno por las teoras.

    Los 'saberes falsos' 'falsos' desde el punto de vista de su teora de la racionalidad plantean un problema al his-toriador falsacionista. Por ejemplo, por qu algunos cient-ficos creen que los experimentos cruciales son positivos y verificadores ms que negativos y falsadores? Fue el falsa-cionista POPPER quien, con el fin de resolver estos proble-mas, formul mejor que nadie antes que l la ruptura entre

    infalsables o de teoras 'empricas' escasamente comprobables para proporcionar estimuJos externos a desarrollos posteriores propiamente cientficos. (Cf. AGASSI, 1964 y WATKINS, 1958). Esta idea, por supuesto, se encuentra ya en POPPER (1934) y (1960). Cf. mi (1970), p. 184; sin embarco, la nueva formulacin de la diferencia entre su postura y la ma, que voy a dar en este escrito, ser, espero, mucho ms clara.

    ^' POPPER ocasionalmente y FEYERABEND siistemticamern-te acentan el paiDel cataltico (externo) de las teoras alter-nativas para idear los as llamados 'experimentos cruciales'. Sin embargo, las alternativas no son meros catalizadores que pueden ser abandonados en la reconstruccin racionad, sooi partes necesarias del proceso de falsacin. Cf. POPPER (1940) y FEYERABEND (1965); cf. adems .r,AKATos (1970), en particular p. 121, nota 4 de pie de pgina.

  • HISTORIA DE LA CIENCIA 25

    conocimiento objetivo (ubicado en su 'tercer reino') y sus distorsiones reflejadas en las mentes individuales ^^. De este modo POPPER abri el camino a mi demarcacin entre his-toria interna__y externa.

    D. Metodologa de los programas de investigacin cientfica

    Segn mi metodologa los ms grandes descubrimientos cientficos son programas de investigacin que pueden eva-

    Tuarse en trminos de problemticas progresivas y estanca-jilas \ l a s revoluciones cientficas consisten en que un pro-grama de investigacin reemplaza a otro (superndolo de modo progresivo) 2'. Esta metodologa proporciona una nue-va reconstruccin racional de la ciencia^ El mejor modo de presentarla es contrastndola con el falsacionismo y el con--vencionalismo, de los que toma prestados elementos esen-ciales.

    Del convencionalismo toma la libertad racional- de acep-tar pof convencin no slo 'enunciados tactuales' espacio-temporalmente singulares, sino adems teoras espacioitem-poraJffifitejimiyexsales: en realidad, ello se convierte en la gua ms importante de la continuidad del desarrollo cien-tfico ^'^ La unidad bsica de estimacin no debe ser una teora aislada ni una conjuncin de teoras, sino mas bien un Jpxx^gxama de investigacin' con un 'centro firme' con-vencionalmente aceptdo^y por una decisin provisional 'irrefutable')('y con una heurstica positiva' que defina pro-

    " Cf. POPPER (1968a) y (1968b). ^ Los trminos 'Problemticas progresivas' y 'estancadas',

    'programas de investigacin', 'reempdazo', sern burdamente definidas a continuacin para definiciones ms elaboradas ver mi (1968b) y, en particular, mi (1970).

    30 POPPER no acepta esto ltimo: 'hay una gran diferencia entre mis puntos de vista y el convencionalismo. Yo sostengo que lo que caracteriza el mtodo emprico es precisamente que las convenciones determinan la aceptacin de enunciados sin-gulares, no de enunciados universales' (POPPER, 1934, Seccin 30).

  • 2 6 IMRE LAKATOS

    blemas, esboce la construccin de un cinturn de hiptesis auxiliares, prevea anomalas y las transforme en ejemplos victoriosos; todo ello segn un plan preconcebido.) El cien-tfico registra las anomalas, pero mientras su programa de investigacin mantenga su fuerza, puede con toda libertad dejarlas de lado.' Es primordialmente la heurstica positiva de su programa, no las anomalas, la que determina la elec-cin de sus problemas ". Slo cuando la fuerza rectora de la heurstica positiva disminuya, se puede conceder ms atencin a las anomalas^ La metodologa de los programas de investigacin puede'^explicar de este modo el elevado grado de autonoma de la ciencia terica; los eslabones in-conexos de conjeturas y refutaciones del falsacionismo inge-nuo no son admisibles, ( L O que para POPPER, WATKINS y AGASSI es externo, influencias metafsicas, pasa a formar parte del 'ncleo firme' interno de un programa^^.

    La metodologa de programas de investigacin ofrece un panorama del juego de la ciencia muy diferente al pa-norama del falsacionismo metodolgico. La mejor jugada de salida no es una hiptesis falsable (y por tanto, consis-tente), sino un programa de investigacin. La Inera 'falsa-cin' (en sentido popperiano) no debe implicar rechazo' ' .

    " El falsacionismo niega esto fervorosamente: 'aprender de la experiencia es 'aprender de una nstamela refutado'ra. La instancia refutadora se convierte entonces en una Instancia problemtica'. (AGASSI, 1964, p. 201). En su (1969) AGASSI atri-buye a POPPER la afirmacin de que 'aprendemos de la expe-riencia por medio de refutaciones' (p. 169), y aade que segn POPPER, se puede aprender slo de la refutacin, pero no de la corroboracin (p. 167). FEYERABEND, en su (1969), dice que 'las instancias negativas son suficientes para la ciencia', Pero tales obsiervaciones revelan una teora totalmente unilaiteral acerca del aprendizfaje de la experiencia, (Cf. mi (1970), p. 121, nota 1 a pie de pgina y p. 123)

    "^ DUHEM, como fiel positivista sin filosofa de la ciencia, excluira, sin duda, la 'metafsica' como aclentflca y no per-mitira que tuviera influencia alguna sobre la genuina ciencia.

    =3 Cf. mi (1968a), pp. 383-6; (1968b), pp. 162-7; y (1970), pp. 116 y ss. y pp. 155 y ss.

  • HISTORIA DE LA CIENCIA 2 7

    Las meras 'falsaciones' (es decir, anomalas) han de ser re-gistradas, pero no es necesario que tengan una influencia primordial. Los grandes experimentos cruciales, negativos, de POPPER desaparecen; 'experimento crucial' es un ttulo honorfico, que, por supuesto, puede conferirse a ciertas anomalas, pero slo mucho despus del evento, slo cuando un programa ha sido rechazado por otro. Segn POPPER un experimento crucial se define por un enunciado bsico acep-tado que sea inconsistente con una teora segn la meto-dologa de programas de investigacin cientfica ningn enunciado bsico aceptado autoriza por s solo al cientfico a rechazar una teora. Un tal antagonismo puede represen-tar un problema (mayor o menor), pero en ninguna circuns-tancia una 'victoria'. La naturaleza puede decir no, pero la inventiva humana contrariamente a WEYL y POPPER '"

    siempre puede gritar ms fuerte. Con suficientes recursos y algo de suerte, cualquier teora puede ser defendida 'pro-gresivamente' durante mucho tiempo, incluso siendo falsa. El diseo popperiano de 'conjeturas y refutaciones', a saber, el diseo: ensayo-de-hiptesis seguido de error-mostrado-por-experimento, ha de ser abandonado: ningn experimento es crucial en la poca en que es llevado a cabo (excepto, posi-blemente, desde un punto de vista psicolgico). Slo a pos-teriori podr ser considerado como tal experimento crucial.

    Debera subrayarse, sin embargo, que la metodologa de programas de investigacin cientfica tiene ms garra que el convencionalismo de D U H E M : en lugar de dejar al confuso sentido comn de D U H E M ' ' que juzgue cundo un 'sistema' debe ser abandonado, yo introduzco algunos elementos fir-mes del popperianismo en la estimacin de si un programa avanza o degenera, o de si uno supera a otro. Es decir, doy criterios de progreso, y estancamiento en un programa y

    Cf. POPPER (1934), Seccin 85. Cf DUHEM (1906), II parte, Captulo VI, S. 10.

  • 2 8 IMRE LAKAT03

    adems reglas para la 'eliminacin' de completos programas de investigacin. QJn programa de investigacin se dice que es progresivo mientras su desarrollo terico anticipa su des-arrollo emprico, esto es, mientras contine prediciendo nuevos hechos con cierto xito ('problemtica progresiva'); est estancado si su desarrollo terico queda rezagado res-pecto a su desarrollo empricoAesto es, cuando slo aduce explicaciones post-hoc, o bien slo proporciona descubri-mientos por casualidad, o predice hechos anticipados por y descubiertos en un programa rival, ('problemtica estan-cada ')^. Si un programa de investigacin explica de modo progresivo ms que otro rival, el primero 'reemplaza' al se-gundo, y el programa rival puede eliminarse (o si se pre-fiere, 'archivarse' indefinidamente)".

    * En realidad, defino un programa de investigacin como estancado Inoluso si anticipa, hechos nuevos, piero lo hace segn un desarrollo fragmentario, ms que por medio de una heurs-tica positiva, previamente planificada y coherente. Distingo tres tpos de hiptesis auxiliares ad hoc: las que no' exceden

    'en contenido emprico a sus predecesoras Cad hoC'), las que si exceden en contenido, pero ninguna de ellas est corroborada Cad hoCa') y, por ltimo, aquellas que no son 'ad hoc' en ninguno de estos dos sentidos, pero no constituyen una parte integral de la heurstica positiva Cad hoca'). Ejemplos de una hiptesis 'ad hoc/ nos son proporcionados por las tergi-versaciones lingsticas de las i>seudoclencas, o por las estra-tagemas conveoicionalistas examinadas en mi (1963-4), como las 'salvo extravagancia', 'salvo excepcin', 'ajuste de extra-vagancias', etc. Un famoso ejemplo de una hiptesis 'ad hoc/ nos lo ofrece la hiptesis de contraccin de LORENTZ-FITZGERALD; ejemplo de hiptesis 'ad hoca', es la primera correccin por PLANCK de la frmula de LUMER-PRINGSHEIM (cf. adems pginas 32-33). Parte del desarrollo canceroso en las 'ciencias' sociales contemporneas consiste en una trama de tales hiptesis 'ad hoca', como fue mostrado por MEEHL y LYKKEN. (Para referen-cias cf. mi (1970), p. 175, notas 2 y 3 a pie de pgina.)

    ^' La rivalidad entre dos programas de investigacin es, por supuesto, un proceso prolongado durante el que es razona-ble trabajar con uno de los dos (o, si es posible, con ambos). Este ltimo modelo es importante, por ejemplo, cuando uno de los programas rivales es vago y sus oponentes desean des-

  • HISTOHIA DE LA CIENCIA 29

    Dentro de un programa de investigacin, una teora slo puede eliminarse por otra teora mejor, es decir, por una teora que exceda en contenido emprico a sus predecesoras, parte de dicho contenido es posteriormente confirmado. Para la sustitucin de una teora por otra mejor, la primera no tiene que ser 'falsada' en el sentido popperiano del tr-mino. De este modo el progreso viene indicado por instan-cias que verifican un exceso de contenido ms que por ins-tancias falsadoras ' la 'falsacin' emprica y el 'rechazo' efectivo son independientes' ' . Antes de que una teora haya sido modificada no podemos saber de ningn modo en qu forma ha sido 'refutada', y algunas de las modificaciones ms interesantes estn motivadas por la 'heurstica positiva' del programa de investigacin ms que por las anomalas. Esta distincin tiene consecuencias importantes y lleva a una reconstruccin racional del cambio cientfico muy di-ferente a la de POPPER'^.

    arrollarlo con mayor exactitud para mostrar su debjLdad. NEWTON elabor la teora cartesiana de los vrtices para de-mostrar que es inconsistente con las leyes de KEPLER. (El tra-bajo simultneo en programas rivales, ciertamente, socava la tesis de KUHN sobre la inconmensurabilidad de paradigmas rivales.)

    EJ pnogreso de un programa es un factor vital para el esan-oamiento de su rival. Si el programa Pj proporciona constan-t-emente 'nuevos hechos', stos, por definicin, sern ano-malas en el programa rival Pj. Si P, da razn de tales hechos slo de un modo 'ad hoc', est estancado por definicin. Ee este modo, a ms progreso de Pi, mayor dificultad tiene Pa en progresar.

    '* Cf. en particular mi (1970), pp. 120-1. ^ Cf. en particular mi (1968a), p. 385 y (1970), p 121. * Por ejemplo, ima teora rival que funolome como catali-

    zador externo en la falsacin popperlana de una teora, se con-vierte aqu en un factor interno. Bn lia reconstruccin de POPPER (y en la de FEYERABEND) una teora de este tipo, despu 3s de la falsacin de la 1?eora bajo prueba, puede ser dejadia fuera de la reconstruccin racional; en mi reconstruccin ha de permianecer dentaro de la historia interna piara que la fal-sajcdm no quede anulada. (C. nota 27.)

    Otra consecuencia importante es la diferencia entre la dis-

  • 30 IMRE LAKATOS

    (Es muy difcil decidir, ya que no se debe exigir progreso en cada paso, cundo un programa de investigacin se ha estancado definitivamente, o cundo uno de los programas rivales ha conseguido una ventaja decisiva sobre el otroT; Segn esta metodologa, como en el convencionalismo de DuHEM, no puede darse ningn tipo de racionalidad instan-tnea mucho menos mecnica. Ni la prueba de inconsis-tencia por parte del lgico, ni el veredicto de anomala por la del cientfico experimental pueden anular un programa de investigacin de un solo golpe. Slo se puede ser 'adivino* despus del evento'".

    En este cdigo del honor cientfico la modestia juega un papel ms importante que en otros cdigos. Se debe contar con que el rival, aunque vaya rezagado, puede representar todava un contratiempo. Ninguna ventaja de la especie que sea, puede considerarse como absolutamente concluyente. No hay nunca nada que garantice el triunfo de un progra-ma, como tampoco hay nada que asegure su derrota. Tal terquedad, respecto de la modestia, tiene un alcance ms 'racional'. Sin embargo, las razones de las partes rivales, deben ser recordadas siempre y pblicamente expuestas*^.

    (Debemos ahora mencionar, al menos, el principal pro-blema epistemolgico de la metodologa de los programas de investigacin. Representa, como el falsacionismo metodo-lgico de POPPER, una versin muy radical del convencio-nalismo. Y es necesario proponer algn principio inductivo extra-metodolgico para describir con cierta verosimilitud la tctica cientfica de las aceptaciones y rechazos pragm-

    cusln popperiana de la controversia DHEM-QUINE y mi propia discusin; cf. ix>r una parte, POPPER (1934), apartado ltimo de la Seccin 18 y la Seccin 19, nota 1 a pie de i>gina; POPPER (1957b), pp. 131-3; POPPER (1963a), p. 112, nota 26 a pie de pgina, pp. 238-9 y p. 243; y por otra parte, mi (1970) pp. 184-9.

    ' Tal idea es repulsiva para el falsacionismo; cf. e.g. AGASSI (1963), pp, 48 y ss.

    *^ FEYERABEND parece negar actualmente que esto sea po-sible; cf. su (1970a) y en particular (1970b) y (1971).

  • HISTORIA DE LA CIENCIA 31

    ticos ^ . Slo un 'principio inductivo' de este tipo puede transformar la ciencia de mero juego en un ejercicio episte-molgicamente racional; de ser un conjunto de tcticas bri-llantes y escpticas, utilizadas por diversin intelectual en una aventura falible ms seria de aproximacin a la Verdad del Universo''^.)

    La metodologa de los programas de investigacin cierit-ica colSttuyeTibrno cualquier otra metodologa, un pro-grama de investigacin historiogrfica. El historiador que acepte tal metodologa como gua, buscar en la historia programas de investigacin rivales, problemticas progre-sivas y estancadas.yonde el historiador duhemiano vea una revolucin en la simplicidad (como la de Coprnico), aqul buscar un programa progresivo a gran escala que se im-pone a otro estancado. Donde el falsacionista ve un exper-mentoCcucalegai^T^aqul 'predecir' que no haba tal experimento, que detrs de cualquier supuesto experimento crucial, detrs de cualquier supuesta batalla entre teora y experimento, hay una lucha oculta entre dos programas de investigacin. Slo ms tarde el resultado de la lucha es relacionado, al modo de la reconstruccin falsacionista, con algn supuesto experimento crucial.

    La metodologa de los programas de investigacin co-mo cualquier otra teora de la racionalidad cientfica debe ser complementada por la historia emprica-externa. Ninguna teora de la racionalidad resolver jams problemas como el de por qu la gentica, mendeliana desapareci de la Ru-sia sovitica en 1950, o por qu ciertas escuelas de investi-gacin gentica de las diferencias raciales o de investigacin econmica de ayuda al exterior cayeron en desgracia en los pases anglosajones en 1960. Sin embargo, para explicar los

    '^ Aqu uso- 'verasiinilitud' en ei sentido tcnico de POPPER, como 'la deferencia entre el contenido de verdad y el contenido de falsedad de una teora. Cf. POPPER (1963a), Capitulo 10.

    ** Para un examen ms ge-neral de este problema cf. i>p. 43-46.

  • amas dtf ir la hisl :ia (en el

    32 IMRE LAKATOS

    diferentes ritmos de desarrollo de distintos programas d^ investigacin, podemos vernos precisados a invocar toria externa. La reconstruccin racional de la ciencia sentido en que yo uso el trmino) no puede ser comprehen-siva, puesto que los seres humanos no son totalmente racio-nales; e incluso cuando actan racionalmente, pueden tener una concepcin falsa de sus propias acciones racionales ^

    Pero la metodologa de los programas de investigacin hace una demarcacin entre historia interna y externa que es notoriamente diferente de la que realizan otras teoras de la racionalidad. Lo que el falsacionista, por ejemplo, con-sidera como manifestacin (lamentablemente frecuente) de adherencia irracional a una teora 'refutada' o inconsistente y que, en consecuencia, confina dentro de la historia externa, puede explicarse internamente en trminos de mi metodolo-ga, como una defensa racional de un prometedor programa de investigacin. Por otra parte, predicciones exitosas da hechos nuevos que constituyen serias pruebas en un pro-grama de investigacin y, en consecuencia, partes vitales de la historia interna, son irrelevantes tanto para el inductivis-ta como para el falsacionista'''. Para_fiLInduGtivista-y-fa2sa-cionista, realmente no importa s i el descubrimiento de un hecl6""preced o sigui a una teora: slo su relacin l-gica ^ s decisiva. El impacto 'irracional' de la coincidencia histrica que acontece cuando una teorifa ha anticipado un descubrimiento factual, no tiene ninguna significacin inter-na. Tales anticipaciones no constituyen 'prueba, sino (simple-mente) propaganda"". Considrese, por ejemplo, la insatis-

    " Cf. adems pp. 16, 20, 24, 40 y 67. El lector debe recordar que en este escrito slo se exa-

    mina el falsaclonismo ingenuo; cf. nota 19. *' Tal

  • HISTORIA DE LA CIENCIA 33

    faccin de PLANCK con su propia frmula de la radiacin de 1900, que consider 'arbitraria'. Para el falsacionista, la frmula fue una hiptesis falsable audaz y el disgusto de PLANCK por ella fue un capricho no-racional, slo explicable en trminos psicolgicos. Sin embargo, en mi opinin, la insatisfaccin de PLANCK puede explicarse internamente: fue una condenacin racional de una teora 'ad hoc'*^. Para mencionar otro ejemplo: segn el falsacionismo la irrefu-table 'metafsica' es una influencia intelectual externa,^ en mi explicacin es una parte vital de la reconstruccin racio-nal de la ciencia.

    La mayor parte de historiadores han tendido hasta hoy n considerar la solucin de algunos problemas como un monopolio de los externalistas. Uno de ellos es el problema de la gran frecuencia con que ocurren descubrimientos si-multneos. El marxista-vulgar tiene una fcil solucin a este problema: un descubrimiento es hecho por muchas personas al mismo tiempo, una vez que haya surgido la necesidad social del mismo *'^. Ahora bien, qu constituye un 'descubrimiento', y en particular un descubrimiento ma-yor, depende de cada metodologa. Paruel_iliductivista los ms importantes descubrimientos son factuaes, f, en ver-dad, tales descubrimientos se dan con frecuencia simult-neamente. Para el falsacionista un descubrimiento mayor consiste en el descubrimiento de una teora ms bien que de un hecho. Una vez descubierta una teora (o mejor, in-ventada), se convierte en propiedad pblica; y nada es ms obvio que el hecho de que varias personas la ensayan simul-tneamente y realicen, simultneamente, descubrimientos [actuales (menores). Adems la publicacin de una teora

    mientras los tychonianos slo las explicaran por medio de re-ajustes post-hoc. En reailidad, ya que no ve la Importancia de-1 hecho, ni siquiera se- preocupa de mencionarlo.

    " Cf. noita 36. "' Para una exposicin de esta postura y una interesante

    discusin crtica cf. POLANYI (1951), pp. 4 y ss. y pp. 78 y ss.

  • 34 IMRE LAKATOS

    es un desafo para teorizar a ms alto nivel, independiente-mente de explicaciones comprobables. Por ejemplo, dadas las elipses de KEPLER y la dinmica rudimentaria de GALILEO, los 'descubrimientos' simultneos de una ley de la inversa del cuadrado no tienen nada de sorprendentes: siendo pblica la situacin de un problema, las soluciones simultneas pueden explicarse sobre bases puramente internas ^. Sin embargo, el descubrimiento de un nuevo problema puede que no sea tan fcilmente explicable. Si se concibe la historia de la ciencia como una historia de programas rivales de investi-gacin, entonces la mayor parte de los descubrimientos si-multneos, tericos o factuales, son explicados por el hecho de que siendo los programas de investigacin de propiedad pblica, muchas personas trabajan en ellos en diferentes partes del mundo, posiblemente desconocindose entre s. Sin embargo, los descubrimientos realmente nuevos, mayo-res, y revolucionarios son raramente inventados al mismo tiempo. Algunos descubrimientos de nuevos programas, su-puestamente simultneos, han sido considerados como tales solamente debido a una falsa interpretacin posterior: de hecho son descubrimientos diferentes, que slo ms tarde se fundieron en uno solo ^K

    Un tema preferido por los externalistas ha sido el pro-blema, afn al anterior, de por qu se atribuye tanta impor-tancia a y de por qu se han consumido tantas energas en las disputas de prioridad/Este problema slo puede explicarse externamente por el inductivista/el falsacionista ingenuo, o el convencionalista; pero a la luz de la metodo-loga de programas de investigacin algunas disputas de prio-ridad son problemas internos vitales, puesto que en esta me-todologa resulta absolutamente importante para la estima-cin racional saber qu programa fue el primero en ^titicipK

    = Cf. POPPER (1963b) y MUSGRAVE (1969). '^ Este punto fue convincentemente ilustrado por ELKANA,

    para el caso del as llamado descubrimiento simultneo de la conservacin de la energa; cf. su (1971).

  • HISTORIA DE LA CIENCIA 35

    un hecho nuevo y cul slo despus encaj el, ya entonces, hecho antiguo. Algunas disputas de prioridad pueden expli-carse por un inters racional y no simplemente por vanidad y deseo de fama. Entonces cobra importancia el que la teo-ra tychoniana, por ejemplo, tuviese xito en explicar slo post hoc las fases observadas de, y la distancia a, Venus que haban sido anticipadas originalmente y con precisin por los copernicanos 52; o que los cartesianos se afanasen en explicar pero slo post hoc todo lo que los newto-nanos haban predicho. La teora ptica newtoniana explic post hoc muchos de los fenmenos que fueron anticipados y observados en primer lugar por los huyghensianos ^\

    Todos estos ejemplos muestran cmo la metodologa de los programas de investigacin cientfica convierte muchos problemas, que haban sido ^xter^^ para otras historiogra-fas, en problemas internos. Pero en ocasiones la lnea divi-soria se mueve en direccin opuesta. Por ejemplo, puede haberse dado un experimento que fuese aceptado instant-neamente en ausencia de una teora mejor como expe-

    = Cf. adems la nota 47. = Segn la vertiente mertonlana del funcionalismo como

    me sugiri ALAN MUSGRAVE las disputas de prioridad constitu-yen, prima facie, una disfuncin y en consecuencia una ano-mala a la que MERTON se ha esforzado en darle una explicacin socio-psicolgica general. (Cf. e.g. MERTON, 1957, 1963 y 1969). iSegn MERTON, El conocimiento cientfico no es ms rico ni ms pobre por conceder la fama a quien le sea debida; es la institucin social de la ciencia y los cientficos individuales quienes sufriran por causa de repetidos fracasos en asignar la fama con justicia (MERTON, 1957, p. 648). Pero MERTON se excede en esta observacin: en casos importantes (como en algunas de las disputas de prioridad sobre GALILEO) haba en la palestra algo ms que intereses institucionales: el problema era si el programa de investigacin copernicano era progresivo o no. (Por supuesto, no todas las disputas de prioridad poseen relevancia cientfica. Por ejemplo, la disputa de ixrioridad entre ADAMS y LEVERRIER sobre quin fue el primero en descubrir Neptuno no ixjseia tal relevancia: Quienquiera que lo descu-briera fortaleci al mismo programa (el newtonlano). En tales casos la explicacin extema de MERTON puede ser verd'adera).

  • 36 IMRS LAKATOS

    rimento crucial negatii^o. Para el falsacionista tal acepta-cin forma parte de la historia interna; para mi no es ra-cional y ha de ser explicado en trminos de historia externa.

    NOTA.La metodologa de programas de investigacin cien-tfica h a sido criticada por FEYERABEND y KUHN. Segn KUHN. (Lakatos) debe especificar criterios que puedan aplicarse, a la hora de distinguir un programa de investigacin progresivo de otro estancado; y asi sucesivamente. De otro modo, no nos ha dicho nada en absoluto'". En la actualidad especifico tales criterios. Pero KUHN probablemente quiere decir que (mis) standards slo poseen fuerza prctica si se relacionan con un limite de tiempo (lo que parece ser una problemtica estancada puede ser el principio de un periodo de avance mucho ms am-plio) " . Puesto que no especifico de ningn modo tal limite temporal, FEYERABEND concluye que mis standards no son ms que adornos verbales '" . Una indicacin semejante me fue hecha por MusGRAVE en una car ta que contiene algunas criticas ms construotivas, y en la que me pedia que especificase, por ejem-pio, has ta que punto la adherencia dogmtica a un programa debe explicarse externamente mejor que interinamente.

    Permtaseme que intente explicar por qu tales objeciones es tn fuera de lugar. Es posible adherirse racionalmente a un programa estancado has ta que sea superado por otro rival e incluso despus. Lo que no debe hacerse es negar su pobre in-formacin pblica. FEYERABEND y KUHN confunden la evaluacin metodolgica de un programa con su heurstica firme que se-ala lo que hay que hacer ' ' Es perfectamente racional jugar con riesgo: lo que es Irracional es engaarse a s mismo sobre tal riesgo.

    Lo anterior no equivale, como podra parecer, a una autori-zacin para quienes se adhieren a un programa estancado. Pues ordinariamente pueden hacerlo slo en privado. Los editores de revistas cientficas rechazaran publicar sus artculos que, en general, constiituiran solemnes afirmaciones de una postura o la absorcin de una contraprueba (o incluso de programas rivales) mediante reajustes lingsticos ad hoc. Adems las Institucio-nes flnancladoras de Investigacin negaran el dinero *.

    KUHN (1970), p. 239; el subrayado es mo. FEYERABEND (1970), p. 215. dem. Cf. nota 2. No defiendo, por supuesto, que tales decisiones sean ne-

  • HISTORIA DE LA CIENCIA 37

    Estas observaciones contesftan tambin a la objecin de MUS-GRAVE al distinguir entre adhesin racional e irracionai (o bien honesta y deshonesta) a un programa estancado. Adems arro-jan nueva luz sobre la demarcacin entre historia Interna y ex-terna. Muestran que la historia interna es autosuiciente para la exposicin de la historia de la ciencia disgregada del cuerpo social, incluyendo las problemticas estancadas. La historia ex-Tema explica por qu algunos tienen falsas creencias sobre el progreso cientfico, y c6mo su actividaoT cientfica puede estar Influida por tales cuestiones.

    E. Historia tnterna y externa

    Hemos expuesto brevemente cuatro teoras de la racio-nalidad del progreso cientfico o lgicas del descubrimien-

    cesarlamente Incontrovertibles. En ellas se tiene que emplear adems el sentido comn. El sentido comn (es decir, juicio de casos particulares que no se hace segn reglas mecnicas, sino que slo sigue prineii>los que dejan algn Si>lelraum), juega un papel en todas las ramas de las metodologas no mecnicas. El convencionalismo duhemiano necesita del sentido com in para decir cundo un sistema terico se ha convertido en sufi-cientemente embarazoso como para ser reemplazado por otro 'ms simple'. El falsaclonismo jxjpperlano necesita del sentido comn para decidir cundo un enunciado bsico debe ser 'acep-tado', o a qu premisa debe aplicarse el modus tollens. (Cf. mi (1970), pp. 106 y ss). Pero ni DUHEM ni POPPER dan un cheque en blanco al 'sentido comn', sino que le otorgan un papel de guia muy definido. El juez duhemiano se dirige al jurado del sentido comn para convenir respecto a la simplicidad comparativa; el juez popperlano /se dirige al mismo jurado para buscar primero, y convenir 'despus, enunciados bsicos aceptados que choquen con teoras aceptadas. Mi juez se dirige Hi jurado i>ara canvenlar en una evaluacin de programas de investigacin progresivos y estancados. Pero, por ejemplo, pue-de haber puntos de vista contrapuestos sobre si un enunciado bsico aceptado expresa un hecho nuevo o no. Cf. mi (1970), p 156.

    Aunque es importante conseguir acuerdo efn tales veredictos, debe existir tambin la posibilidad de apelacin. En tales ape-laciones el sentido comn es cuestionado, puesto en entredicho v criticado. (La critica puede oscilar desde una crtica de ia Interpretacin de la ley hasta una crtica de la ley misma.)

  • 38 IMRE LAKATOS

    to cientfico. Se ha mostrado cmo cada una de ellas pro-porciona un sistema terico para la reconstruccin racional de la historia de la ciencia.

    (La historia interna de los inductivistas consta de supues-tos descubrimientos de hechos firmes y de las llamadas ge-neralizaciones inductivas. La historia interna de los conven-cionalistas consta de descubrimientos factuales, de la cons-truccin de/fei^tems^jde^ casla.s y su sustitucin por otros sistemas supuestamente ms simples ". La historia interna de los falsqcionistas expone conjeturas audaces, anticipos que, se dice, constituyen siempre un aumento de contenido y, sobre todo nos presenta 'experimentos cruciales negati-vos' victoriosos. La metodologa de programas de investi-gacin, por ltimo, enfatiza la rivalidad prolongada, terica y emprica, de programas mayores de investigacin, proble-mticas estancadas y progresivas, y la victoria, lentamente conseguida, de un programa sotare otro.

    Cada reconstruccin racional elabora algn modelo ca-racterstico del desarrollo racional del conocimiento cient-fico. Sin embargo, todas estas reconstrucciones normativas pueden ser completadas por teoras externas^mprcas para explicar los factores residuales no-racionales.jLa historia'de la ciencia es siempre ms rica que su reconstruccin ra-cional. Pero la reconstruccin racional o historia interna es primaria, la historia externa slo secundaria, ya que los problemas ms importantes de la historia externa son defi-nidos por la historia interna. La historia interna o propor-ciona explicaciones no-racionales de la rapidez, localizacin, selectividad, etc., de los acontecimientos histricos interpre-tados en trminos de historia interna; o bien, cuando la historia difiere de su reconstruccin racional, proporcin^ i una explicacin emprica de por qu difieren. Sin embargo.

    ' ' La mayor parte de convencionalistas disponen adems de un nivel inducfclvo de 'leyes' intermediario entre los hechos y las teorais; cf. nota 15.

  • HISTORIA DE LA CIENCIA 39

    el aspecto racional del desarrollo cientfico se explica com-pletamente por la lgica propia del descubrimiento cient-fico. Cualquiera que sea el problema que el historiador de la ciencia desee resolver, ha de reconstruir primero la par-cela relevante de desarrollo del conocimiento cientfico ob-jetivo, es decir, la parcela relevante de 'historia interna'. Como se ha indicado, lo que constituya la historia interna para un historiador, depende de su filosofa, tanto s es cons-ciente de este hecho como si no. La mayor parte ,de las teoras del desarrollo del conocimiento son teoras del des-arrollo del conocimiento disgregado del cuerpo social: que "un experimento sea crucial o no, que una hiptesis sea alta-mente probable o no a la luz de la evidencia disponible, que una problemtica sea progresiva o no, no depende lo ms mnimo de la autoridad, creencias o personalidad de los cientficos. Tales factores subjetivos no tienen ningn inters para la historia interna. El 'historiador interno' re-gistra, por ejemplo, el programa proutiano con su centro firme (que los pesos atmicos de los elementos qumicos puros son nmeros enteros) y con su heurstica positiva (para derribar y sustituir las falsas teoras experimentales de la poca, ocupadas en medir los pesos atmicos). Este programa fue abandonado ms tarde*. El historiador in-

    "" La proposicin el programa proutiano fue desechado* se parece a una proposicin factual. Pero no hay proposiciones 'factuaJ.es'; esta expresin slo cabe dentro del lenguaje ordi-nario del empirismo dogmtico. Las proposiciones 'tactuales' cientficas constituyen precipitados tericos: las teoras invo-lucradas son 'teoras observacionales'. Las proposiciones 'tac-tuales' historiogrficas tambin son precipitados tericos: las teoras involucradas son teoras metodolgicas. En la determi-nacin del valor de verdad de la proposicin 'factual'; 'el programa proutiano fue desechado' estn involucradas dos teoras metodolgicas. En primer lugar, la teora de que las unidades de evaluacin cientfica son programas de investiga-cin; en segundo lugar, alguna teora particular de cmo juz-gar si un programa fue desechado 'de hecho'. En todas estas consideraciones un historiador internalista popperiano no nece-

    http://'factuaJ.es'

  • 4 0 IMRE LAKATOS

    ternista prestar poca atencin a la creencia de PROUT de! que si las 'tcnicas experimentales' de su poca fuesen 'cui dadosamente' aplicadas y de si los descubrimientos experi mentales fueran interpretados con propiedad, las anomalas apareceran inmediatamente como meras ilusiones. El his-toriador internista considerar tal hecho histrico como un hecho del segundo jreino que slo es una caricatura de su contrapartida en el tercer remo". El por qu acaecen tales caricaturas no es de su incumbencia; debe transferirse al externalista en nota a pie de pgina el problema de por qu ciertos cientficos tuvieron 'opiniones falsas' sobre lo que estaban haciendo *2.

    De este modo, al elaborar la historia interna, ser en alto grado selectivo: omitir todo lo que sea irracional la luz de su teora de la racionalidad. Pero tal seleccin nor-| mativa no constituye todava una reconstruccin raciona completamente madura. PROUT, por ejemplo, jams habL del 'programa proutiano': el programa proutiano no es el> programa de PROUT. NO es slo el xito ('interno') o el fra-caso ('interno') de un programa lo nico que se puede juz-gar en una consideracin posterior: tambin se puede juzgar con frecuencia su contenido. La historia interna no es, exac-tamente, una seleccin de hechos metodolgicamente inter-pretados: puede ser, en ocasiones, una versin radicalmente modificada de los mismos. Se puede ilustrar esto con el

    sita interesarse en absoluto por las personas involuoradas, o por sus creencias sobre sus propias actividades.

    *' El 'primer reino' es el de la materia, el 'segundo' es el mundo de los sentimientos, creencias y de la conciiencia, el 'tercero' es el mundo del conocimiento objetivo, articulado en proposiciones. Se trata de una antigrua tricotoma muy impor-tante; el principal representante contemporneo de la misma es POPPER. C. POPPER (196aa), (1968b) y MUSGRAVE (1969) y (1971a),

    '^ Por supuesto, lo que en este contexto constituye 'falsa opinin' (o 'falsa conciencia'), depende de la teora de racio-nalidad del crtico: cf. pp 16, 20 y 24. Pero ninguna teora de la racionalidad puede jams asumir la direccln de 'la venla-dera comciencia*.

  • HISTORIA DE LA CIENCIA 41

    programa bohriano. B O H R , en 1913, no poda haber pensado Hn en la posibilidad del spin del electrn. Tena ms que suficiente en qu ocuparse sin contar con el spin. No obs-tante, el historiador, al describir posteriormente el programa ()ohriano, incluir dicho spin del electrn, puesto que ste encaja de modo natural en la descripcin original del pro-grama. B O H R podra haberse referido a l en 1913. El por qu no lo hizo, es un interesante problema que merece ser Indicado en una nota a pie de pgina". (Tales problemas podran entonces ser resueltos internamente, recurriendo a causas racionales del desarrollo del conocimiento objetivo, Impersonal; o bien externamente, recurriendo a motivos psi-colgicos del desarrollo de las opiniones personales de Bo H R . )

    / u n mtodo de sealar las discrepancias entre la historia y u reconstruccin racional consiste en exponer la historia Interna en el texto, e indicar en notas a pie de pgina cmo la historia real i^iscrepa' respecto de su reconstruccin ra-cional/*. ~~~~

    " Si la publicacin del programa de BOHR se hubiese de -morado por algunos aos, la especulacin posterior podra in -cluso haber conducido al problema del 'spin' sin la observacin previa del efecto anmalo de ZEEMAN. En realidad, COMPTON planteo dicho problema en el contexto del programa bohriano n su (1919).

    ^* He seguido por pr imera vez este expediente expositivo t-n mi (1963-4); lo he vuelto a empleiar en la detal lada expoei-cln de los programas proutiano y bohr iano; cf. mi (1970), i)p 138, 140, 146. Esta prctica fue cr i t icada en la conferiencia lie Minneapolis de 1969 por algunos historiadores, MCMULLII, t>0T ejemplo, defendi que tal presentacin puede ser clara en una metodologa, pero no en la historia rea l : el texto dice ai U'CtoT lo que deba haber sucedido, y las no t a s marginales, lo (lue de hecho ocurri (cf. MCMBLLIN, 1970). La-critica que hace, KuHN de mi exp'Dsioin sigue esencialmente la misma direccin: cree que se t r a t a de una exposicin especficamente filosfica: *un historiador no incluira en su narracin una informacin tactual que sabe que es fata. De hacerlo as, estarla tan expues-to a la afrenta que con toda seguridad no compondra una nota marginal llamando la atencin sobre ello. (Cf. KUHN, 1970, l> 256.)

  • 42 IMRE LAKATOS

    Muchos historiadores estn predispuestos contra la idea de cualquier reconstruccin racional. Gustan citar a LORD BOLINGBROKE: 'Historia es la filosofa que se ensea con ejemplos'. Dirn que ar tes de filosofar 'necesitamos muchos ms ejemplos'^-. Pero tal teora inductivista de la historio-grafa es utpica ^. Una historia sin ningn 'sesgo' terico es imposible ". Algunos historiadores buscan el descubrimiento de hechos firmes y generalizaciones inductivas; otros, teoras audaces y experimentos cruciales negativos; otros, grandes simplificaciones o problemticas progresivas y estancadas; todos ellos tienen algn 'sesgo terico'. Dicho sesgo, por supuesto, puede estar oscurecido por una variacin eclctica de teoras o por una confusin terica: pero ni el eclecticis-mo ni la confusin equivalen a una perspectiva-terica. Lo que un historiador considera como problema externo cons-tituye con frecuencia una pista excelente de su metodologa implcita, alguno se preguntar por qu un 'hecho firme' o 'una teora audaz' fue descubierta precisamente en el mo-mento y lugar en que efectivamente fue descubierta; otros se preguntarn por qu una 'problemtica estancada' pudo tener una ampla aceptacin popular durante un perodo increblemente largo, o por qu una 'problemtica progre-

    "= Cf L. P. WILLIAMS (1970). ''" Tal vez debiera subrayar la diferencia entre, por una

    parte, la historiografa inductivista de la ciencia, segn la cuaJ, la ciencia avanza a travs de descubrimientos de hechos firmes (de la naturaleza) y, posiblemente, por generalizaciones induc-tivas; y por otra parte, la teora inductivista de la historiogra-fa de la ciencia, segn la que la historiografa de la ciencia avanza a travs de descubrimientos de hechos firmes (de la historia de la ciencia) y, ixjslblemente, por generalizaciones inductivas. 'Conjeturas audaces', 'experimentos negativos cru-ciales', e incluso 'programas de investigacin progresivos y estancados', pueden ser considerados como 'hechos histricos firmes' por algunos historigrafos irductivistas. Una de las de-bilidades de AGASSI (1963) radica en que ha descuidado subrayar' esta distincin entre inductivismo cientfico e historiogrflco.

    " Cf. POPPER (1957b), Seccin 31

  • HISTORIA DE LA CIENCIA 43

    siva' pas 'irrazonablemente' desapercibida*'. Existen mu-chos escritos consagrados al problema de si y, en caso afir-mativo, de por qu, la aparicin de la ciencia fue un aconte-cimiento puramente europeo; sin embargo, una tal investi-gacin est condenada a continuar siendo una confusa di-vagacin hasta que se defina claramente el trmino 'ciencia' segn alguna filosofa normativa de la ciencia. Uno de los problemas ms interesantes de la historia externa es el de especificar las condiciones psicolgicas y sociales que son necesarias (pero no suficientes) para hacer posible el pro-greso cientfico; pero en la formulacin misma de este pro-blema 'externo' es preciso que entre alguna teora metodo-lgica, alguna definicin de cienciafLa historia de la ciencia es una historia de eventos seleccionados e interpretados de forma normativa t'. Siendo esto as, el hasta ahora descui-dado problema d la evaluacin de lgicas rivales del des-cubrimiento cientfico y, en consecuencia, de reconstruccio-nes rivales de la historia, adquiere suma importancia. Vol-vemos ahora mismo sobre este problema.

    2. COMPARACIN CRTICA DE METODOLOGAS:

    LA HISTORIA COMO PRUEBA DE SUS

    RECONSTRUCCIONES RACIONALES

    Las teoras sobre la racionalidad cientfica pueden cla-sificarse en dos grupos principales:

    ^^ Esta tesis implica que la obra de aquellos 'externalistas' (principalmente 'socilogos de la ciencia') que pretenden hacer historia social de ailguna disciplina cientfica sin conocer a fondo ia disciplina misma, no posee ningn valor. Cf. tambin MusGRAVE (1971a).

    "^ Por desgracia slo existe una sola palabra en la mayora de las lenguas para designar la historial (conjunto de eventoa histricos) y la historias (conjunto de proposiciones histricas) Cualquier historiaj es una reconstruccin terica y valorativa (le la historial.

  • 44 IMRE LAKATOS

    1. Metodologas justificacionistas, que establecen stan-dards de gran valor epistemolgico: para los justificacionis-tas clsicos una proposicin es 'cientfica' slo si est pro-bada, para los neojustificacionistas, si es probable (en el sentido del clculo de probabilidades) o corroborada (en el sentido de la tercera acepcin popperiana de corrobora-cin) con cierto grado de prueba. Algunos filsofos de la ciencia abandonaron la idea de probar o de hacer probables las teoras cientficas, pero continuaron siendo empiristas dogmticos: inductivistas, probabilistas, convencionalistas o falsacionistas an se adhieren a la com^robalidad de las proposiciones 'factuales'. En la actualidad todas estas for-mas distintas de justificacionismo han sucumbido bajo el peso de la crtica lgica y epistemolgica.

    2. Las nicas alternativas que quedan son las metodolo-gas pragmtica-.convencionalistas, coronadas por algn prin-cipio global de induccin. Las metodologas convencionalis-tas establecen, en primer lugar, reglas de 'aceptacin' y 're-; chazo' de proposiciones factuales y teoras antes de esta-blecer reglas de prueba o refutacin, verdad o falsedad. Despus se establecen diferentes sistemas de reglas del juego cientfico. El juego inductivista consistira en recoger datos 'aceptables' (no probados) e inferir de ellos generalizaciones

    ' Es decir, ma hiptesis (h) es cientfica slo si existe un nmero (q) tal que p(h,e) = q, donde e representa la evi-dencia disponible y p(h,e) = q puede ser probada. Es Irrelevante que p sea una funcin de confirmacin carnapiana o una fun-cin de corroboracin popperiana con tal que p(h,e) = q est supuebtamente probada. (La tercera acepcin popperiana de corroboracin, por supoiesto, es slo un curioso desliz que est en desacuerdo con su filosofia; cf. mi (1968a), pp. 411-7.)

    El probabls.mo nunca ha producido un programa de re-construccin historiogrfica; nunca ha dejado de luchar sin xito con los muchos problemas que origin. En cuanto pro-grama eipistemolglco, ha estado estancado durante mucho tiempo; como programa historiogrflco ni siquiera empez a funcionar.

  • HISTORIA DE LA CIENCIA 45

    inductivas 'aceptables' (no probadas). El juego convenciona-lista consistira en recoger datos 'aceptables' y ordenarlos en sistemas de casillas lo ms simples que sea posible (o idear los sistemas de casillas ms simples que se pueda y rellenarlos con los datos aceptables). POPPER especific otro juego 'cientfico'". Incluso las metodologas que han sido desacreditadas lgica y epistemolgicamente, pueden continuar funcionando, en estas versiones mutiladas, como guas de la reconstruccin racional de la historia. Sin em-bargo, tales juegos cientficos carecen de relevancia genui-namente epistemolgica a menos que se les aada algn tipo de principio metafsico (o 'inductivo' si se prefiere) que afir-me que el juego, especificado en la metodologa, ofrece la mejor garanta de acercamiento a la verdad. Un tal princi-pio convierte entonces las puras convenciones del juego en conjeturas falibles. Pero sin tal principio al juego cientfico es exactamente como cualquier otro juego'^.

    Es muy difcil criticar las metodologas convencionalistas como la de D U H E M y POPPER. No hay un modo obvio de criticar un juego o un principio metafsico de induccin. Con el fin de superar estas dificultades voy a proponer una nueva teora de cmo evaluar dichas metodologas de la ciencia (las que al menos en su primera etapa, antes de la introduccin de un principio inductivo son convencionalis-tas). Mostrar que las metodologas pueden ser criticadas sin referencia directa a ninguna teora epistemolgica o l-gica, y sin utilizar directamente ninguna crtica lgico-epis-temolgica. La idea bsica de tal crtica es queiodas las metodologas funcionan como teoras (o programas de in-

    ' ' POPPER (1934). Secciones 11 y 85. Cf. adems el comen-tarto de mi (1971a). nota 13 de pie de pgina.

    La metodologa de programas de investigacin tambin se define, en ltima Instancia, como un juego; cf. en particular pp. 25-28.

    ^ Este problema es el tema de mi (1968a), pp. 390 y ss.. P'ero en especial de mi (1971a).

  • 46 IMRE LAKATOS

    vestigacin) historiogrficas (o meta-histricas) y pueden criticarse, criticando las reconstrucciones histricas racio-nales a las que ellas conducen^

    Intentar desarrollar este mtodo historiogrfico de cr-tica en forma dialctica. Partir de un caso concreto: pri-mero 'refuto' el falsacionismo 'aplicando' el falsacionismo (a un meta-nivel historiogrfico normativo) as mismo. Des-pus aplicar tambin el falsacionismo al inductivismo y al convencionalismo, y, en realidad, probar que todas las me-todologas estn destinadas a terminar por ser 'falsadas' con ayuda de esta machine de guerre Pyrrhonian. Por ltimo 'aplicar', no el falsacionismo, sino la metodologa de pro-gramas de investigacin cientfica (tambin a un meta-nivel historiogrfico-normativo) al inductivismo, convencionalis-mo, al falsacionismo y a s misma, y mostrar que con este meta-criterio las metodologas pueden ser criticadas y comparadas constructivamente. Tal versin historiogrfico-normativa de la metodologa de los programas de investiga-cin cientfica hace las veces de una teora general de cmo comparar lgicas rivales de descubrimiento, teora en la que la historia (en un sentido que ha de ser cuidadosamente es-pecificado) puede considerarse como una 'prueba' de sus reconstrucciones racionales.

    A. El falsacionismo como meta-criterio: La historia 'falsea' el falsacionismo (y cualquier otra metodologa)

    En sus versiones puramente 'metodolgicas', las evalua-ciones cientficas, como ya se ha dicho, son convenciones y pueden siempre formularse como una definicin de ciencia ".

    " Cf. POPPER (1934), Secciones 4 y 11. La definicin poppe-riana de la ciencia es, por supuesto, su clebre 'criterio de demarcacin'.

  • HISTORIA DE LA CIENCIA 47

    Cmo se puede criticar una definicin de este tipo? Si se interpreta nominalisticamente ' \ una definicin es una sim-ple abreviatura, una evocacin terminolgica, una tautolo-ga. Cmo se puede criticar una tautologa? POPPER, por ejemplo, defiende que su definicin de ciencia es 'fructfera' porque muchos puntos importantes se pueden clarificar y explicar con su ayuda. POPPER cita a MENGER: 'las definicio-nes son dogmas; slo las conclusiones deducidas de ellas pueden aportarnos algn conocimiento nuevo'". Pero cmo puede una definicin poseer valor explicativo o proporcio-narnos conocimientos nuevos? La respuesta de POPPER es: 'slo a partir deJas_CQnsfiCUencias de mi definicin de cien-cia emprica, y de las decisiones metodolgicas que depen-den de dicha definicin, podr ver el cientfico hasta qu punto ella se conforma a su idea intuitiva de la meta de sus esfuerzos' "*.

    La respuesta encaja con la postura general popperiana de que las convenciones se pueden criticar examinando su 'idoneidad' respecto a algn propsito: 'As, las opiniones sobre la idoneidad de cualquier convencin pueden discre-par; y una discusin razonable acerca de estas cuestiones slo es posible entre partes que tengan algn objetivo co-mn. La eleccin de tal objetivo... est ms all de la con-troversia racional '". En realidad POPPER nunca ha ofrecido una teora de crtica racional de las convenciones consisten-

    '' Para un excelente examen de la diferencia entre nomi-nalismo y realismo (o, como POPPER prefiere llamarlo, 'esen-cialismo') respecto a la teona de las definiciones, cf. POPPER (1945), Volumen 11, Captulo 11 y (1963a), p. 20.

    '= POPPER (1934), Seccin 11. '^ dem. ' ' ' POPPER (1934), Seccin 4. No obstante, POPPER en su Logik

    der Forschung no especifica un objetivo del juego cientfico que vaya ms all de lo que contienen sus reglas. La tesis de que el objetivo de la ciencia es la verdad, aparece en sus escri-tos slo desde 1957. Todo lo que dice en su Logik: der Forschung es que la bsqueda de la verdad puede ser un motivo psicol-gico de los cientficos. Para un examen detallado cf. mi (1971a).

  • 48 IMRE LAKATOS

    tes. El no plantea, ni contesta, la cuestin: 'Bajo qu condiciones rechazara su criterio de demarcacin?' '*.

    Sin embargo, la cuestin puede contestarse. Yo la con-testo en dos partes: primero doy una respuesta ingenua y despus otra ms compleja. Empiezo recordando cmo POPPER lleg, segn declaracin propia ''*', a su criterio. Pensaba, al igual que los mejores cientficos de su tiempo, que la teora de NEWTON, aunque refutada, fue un logro cientfico maravilloso; que la teora de EINSTEIN era todava mejor; y que la astrologa, freudianismo y marxismo del siglo XX eran pseudociencias. Su problema fue encontrar una definicin de ciencia que fundamentase estos 'juicios bsicos' sobre teoras particulares; y ofreci una nueva solucin. Consideramos ahora la propuesta dgj iue una teo-ra de la racionalidad o criterio de demarcacin ha de ser rechazada si es inconsistente con un 'juicio de valor b-sico' aceptado por la lite cientfica. En realidad, tal regla meta-metodolgica (metafalsacionismo) parecera correspon-der a la regla metodolgica (falsacionismo) de POPPER de que una teora cientfica ha de ser rechazada si es inconsis-tente con un enunciado bsico ('emprico') unnimemente aceptado por la comunidad cientfica. Toda la metodologa de POPPER descansa sobre la contienda de si existen (rela-tivamente) enunciados singulares sobre- cuyos valores de verdad los cientficos pueden alcanzar acuerdo unnime; sin tal acuerdo tendramos una nueva Babel y el 'sublime edificio de la ciencia se derrumbara' ' ' ' . Pero si hubiese

    '* Esta deficiencia es muy seria, puesto que POPPER mismo ha explicitado los requisitos de su criterio. POT ejemplo, ea su (1963a) califica al 'dogmatismo', es decir, el tratar las ano-malas como una especie de 'ruido subterrneo', como algo 'necesario hasta cierto punto' (p. 49). Pero en la pgina si-guiente identifica a tal 'dogmatismo' con la 'pseudociencia'. En'tonces, Es la pseudociencia, hasta cierto punto, necesaria? Cf. 'adems, mi (1970), p. 177, nota 3 a pie de pgina.

    '" Cf. POPPER (1963), pp. 33-7. '^ POPPER (1334), Seccin 29.

  • HISTORIA DE LA CIENCIA 49

    acuerdo sobre los enunciados 'bsicos' y no lo hubiese sobre cmo evaluar los logros cientficos relativos a esta 'base emprica', no se derrumbara igualmente el sublime edi-ficio de la ciencia? Sin duda que s. Mientras que el acuer-do relativo a un criterio universal del carcter cientfico de las teoras ha sido escaso, se ha dado, durante las dos ltimas centurias, un considerable acuerdo sobre los logros particulares. Mientras que no ha habido acuerdo general sobre una "teora de la racionalidad cientfica, lo ha habido sobre si un paso particular del juego fue cientfico o no, o sobre si una tctica particular fue empleada correctamente o no. Una definicin general de ciencia debe por tanto es-

    tableger como 'cientficas' las estrategias reconocidamejite mejore^: si fracasa en este punto, debe ser rechazada*^. Despus propondremos a modo de ensayo que si un criterio de demarcacin es inconsistente con los juicios 'bsicos' de la lite cientfica, debera rechazarse.

    *" Ciertamente, esta postura no implica que se haya de creer que los 'juicios bsicos' de los eientificos son infalible-mente racionales; slo significa que han de aceptarse en orden a criticar las definiciones universales de ciencia. (Si se aadiese que uma "tal definicin universal no ha sido descubierta y no ser descubierta nunca, la situacin sena la establecida por la concepcin de POLANYI sobre la autocracia cerrada y carente de leyes de la ciencia.)

    Mi metaoriterio puede considerarse como una auto-apdica-cln 'cuasi-empirica' del falsacionismo popperlano. Tal 'cuasi-cmpirlcidad' la introduje originalmente en el contexto de la filosofa matemtica. De lo que fluye por los canales lgicos tie un sistema deductivo, sea ste cierto o falible, es posible abstraer su verdad y faJsedad, o bien su probabilidad e im-probabilidad, o incluso su moralidad o deseabilidad cientfica y su indeseabilidad: es el cmo de la corriente lo que decide H1 el sistema es negativista, 'cuasi-empirico', dominado por modus tollens o si es justificaclonista, 'cuasi-euclideano', do-minado por modus ponens (cf. mi (1967)). Esta perspectiva, 'cuasl-emprica' puede aplicarse a cualquier tipo de conoci-miento normativo; WATKINS lo ha aplicado ya a la tica en NU (1963) y (1967). Sin embargo, ahora prefiero otra perspec-tiva: cf. nota 122.

  • 5 0 IMRE LAKATOS

    Ahora bien, si se aplica este meta-criterio cuasi-emprico (que rechazar despus) al criterio de demarcacin de POPPER es decir, a las reglas que da POPPER del juego cientfico tal criterio debe ser rechazado*'.

    La regla bsica de POPPER es que el cientfico debe espe-cificar de antemano bajo qu condiciones experimentales estara dispuesto a renunciar incluso a sus presupuestos ms bsicos. Por ejemplo, al criticar el psicoanlisis, dice: 'los criterios de refutacin han de ser establecidos por ade-lantado: debe convenirse qu situaciones observacionales, si llegaran a observarse realmente, significaran que la teora queda refutada. Pero qu clase de reacciones clnicas refuta-ran, a satisfaccin del analista, no meramente un diagnstico analtico particular sino al psicoanlisis mismo? Han sido examinados y convenidos alguna vez tales criterios por los analistas? ^^. En el caso del psicoanlisis, POPPER tena ra-zn: no se ha dado ninguna respuesta. Los frendanos han sido puestos en apuros por el requisito bsico de POPPER relativo a la honestidad cientfica. En realidad, se han nega-do a especificar condiciones experimentales bajo las que estaran dispuestos a abandonar sus presupuestos bsicos Para POPPER sta fue la seal de su deshonestidad intelec-tual. Pero qu sucede si hacemos la pregunta de POPPER al cientfico newtoniano? 'Qu tipo de observacin refuta-ra, a satisfaccin del newtoniano, no meramente una expli-cacin particular de NEWTON sino su misma dinmica y su teora de la gravitacin? Han sido jams examinados y

    * Puede observarse que este meta-criterio no tiene que ser elaborado