lacan - el seminario libro 12 clase del 5 de mayo de 1965

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Clase del seminario de jacquez Lacan

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  • Los PROBLEMAS CRUCIALES PARA EL PStCOANUSlS, SEMlNARiO 964- i 96:5. LECCN DIECiS~ETE

    Leccin 17 5 de mayo de 1965

    ser psicoanalista es una posicin responsable, la ms responsable de todas puesto que ste es aquel a quien se le confa la operacin de una conversin tica radical, aqulla que

    al sujeto en el orden del deseo, orden cuya posicin filosfica tradicional intenta situar todo Io que en enseanza concierne a la retrospeccin histrica, este o:rden les muestra que ha quedado en cierta fonna excluido. Ha de saberse cules son las condiciones

    se requieren para que alguien pueda decirse "soy psicoai1alista". lo que aqu les demuestro nareda desembocar claramente en que esas condiciones son tan especiales

    en nin~n caso de una investidura que, a1 al

    se pue

  • Los PROBLEMAS CRUCIALES PARA EL PS!COAN.LJS!S, SEMlNAR!O 964-1965, LECC!N D!EC~SETE

    Asimismo, pensaba yo que era justamente esencial llegar hasta all para que pudieran la distincin que hay entre toda concepcin de la tendencia en tanto cientfica, en tanto nos lleva al orden de lo general; que la tendencia es especfica y que el error de traducir por instinto consiste precisamente en el hecho de que hara de la tendencia propiedad, algn estatuto que se insertara en e1 algo vivo en tanto que es tpico, que cae bajo el orden, b

  • Los PROBLEMAS CRUC!AU:S PARA EL PS!COAN.US!S, SEM!NARIO 964- 965. LECC~N DiEcistETE

    sentidos, de la direccin que indica la lnea en la que se articula esa pareja significante, por una parte la cita para el encuentro, y por la otrn el deseo que lo subtiende, que surge de formulacin misma'?

    No es todo; el estatuto de lo que se articula ah es en cierta forma independiente de cualquier hecho; se ofrece ante todo como algo significado, como ese ms aH que yo llam con el tnnino con el que los estoicos lo designan, el AzK1:v, as como fe de los estoicos

    , l ' . d , 18 d . l d 1 .,;; ' h . que tome e termmo r e 'tuyxavro para es1gnar o que se pro uce en ia wrecc10n ac1a ,_a derecha donde se constituye el Hamado al solo para las cinco. Que se pueda dar este ejemplo, ese n1odelo, en cierta fonna rndimentario, o tal vez somero, les permite captar

    seguir abierta la discusin sobre el estatuto que hay que darle a este encuadre de !a ah es lo que recubre lo real en su movimiento, en su multiplicidad, que le da

    sujeto de frase.

    Esta frase es frase en la medida en que por en ese sola~ algo emerge qae no es sino del orden del sujeto, muF-,u.H respondiente real. Como les dije, qu es estar solo, en lo real? Qu es solo? Ese

    en rigor evocar la suficiencia, pero es precisamente lo que es, ahL no solamente por no evocar sino por evocar lo contrmic\ a saber, la falta. Si se lo toma en ese nivel de lgica donde se muestra lo pri:morctial del deseo respecto a toda reparticin, vemos, en cierta fonna, invertirse lo que 1a lgica clsica nos presenta en

    registro de la necesidad, se necesita y basta. Es en el orden inverso que se presenta aqu, a lo que aparentemente se anuncia corno bastarse, le falta esencialmente, le falta algo surgir entre el solo y la hora. En otras palabras, el nivel en que tenemos que captar lo que concierne a nuestro campo se distingue por una reparticin fundamental que

    a intentar una vez ms subrayar con otros ejemplos_ del conocm.1H':nto

    . , .

    rn. .. ,,,,,,...,, y part!cmarmente, que le concierne al

    es puesta de :relieve de signo es, esencialmente, no hay htm10 sin fuego, como lo saben

    ustedes, e igualmente, de hecho, no hay nada mejor que el hmno para ocultar el fuego. El fuego, referente real, el hun10, signo que lo cubre, y por ah en alguna plli4e el

    receptculo m versal de lo que detrs de los signos hay por conocer de supuesto reaL

    en un proceso demasiadas ocasiones

    notar que no har uso enteramente distingue la relacin del sujeto en el estatuto del significante.

    resulta para el estatuto del

    1.;1.1u1v1>;;ut en q11e se

  • Los PROBLEMAS CRUC~ALES PARA EL PS!COANLISiS~ SEf\.HNARfO 1964-1965~ LECCiN D~EC!S1ETE

    Hemos de [?], nos dice la frmula que pla.rite ante ustedes: que el significante es representa a un sujeto parn otro significante. Qu se nos sugiere con esta qu no 1a Have y la cerradura? En ctia,'1to a la cerradura, no se trata de Io que nos descubrir cuando haya cado el pestillo o la clavija, sino de su relacin con algo que funcionar. Pero qu es Ja Have119 Ja Have y ia cerradura todava est ia cifra: llave es engaosa. Lo que nos interesa en esto, mm cerradura~ que significante, es la interntdad de esta composicin c0111a polivalencia, para el caso de la cifra, lo que le pennitir funcionar. En un cierto estado de la cerradura, slo hay una cifra que puede operar, ese uno de que supone un sujeto reducido a este uno de una combinacin. AJ1 no hay juego; el no es el universal: tiene cifra o no la tiene. Y el rol es bastante divertido para representamos que es en efecto un resto, una un desecho en el asunto, pero indispensable que, a de cuentas, representa soporte y real donde intervendr el sujeto. En otras palabras, en la fnnuia aqu segunda [figura XVII- 3bj que se sustituye a Ja primera [figura XVII-3a! en tanto fa primera nos designa el S1 que representa ante el S2 ai S debajo del S que si qnieren en este caso es lo siguiente: [lla] que es el uno del en

    que qoe proveer.

    Fig. Si s

    " (' 1" /Ji a ~

    Esta pequea presentacin, prembulo, es esencial para 1 .. ,, .... ,,

  • LCl5 PROBLEMAS CRUCIALES PARA EL PSiCOANLIS~S, SEt-;HNP. ... F?!O 1964-1965. LE:CCiN DiEC~S~ETE

    vez demas:iado abundantement

  • Los PROBLEf\;1AS CRUCtALES PARA EL PStCOANL~SS, SEM}NARiO 1964-1965. LECCN DlECISIETE

    nicamente de los signos de algo que recibe e1 parano:ico, es e.f signo de (JUe en se sabe qu quieren decir esos signos, que l no conoce.

    Esta dimensin ambigua, por el hecho de que hay algo por saber y que est indicado, puede ser extendido a todo el campo de la sintomatologa psiquitrica en la medida en d anlisis introduce all est dimensin nueva, que es precisamente que su estatuto es el del significante. Miren hasta qu punto (por supuesto no pretendo agotar en estas palabras inf,Iiita multiplicidad, el brillo en cierta manera tornasolado del fenmeno) qu pm1to en la neurosis, est implicado, dado, en el sntoma original, que el a saber, y el estatuto de la perversin est tambin estrechamente ligado con que se sabe, pero que no se puede hacer saber.

    Es de la indicacin definida, en sntoma saber, de donde quisiera ver en llfl reumon que cum""' cerrado y tendr lugar, no como dije el 20 de junio sino ei 27 de junio, de un gmpo (que la gente calificada recibir y que quienes no estn cahficauu:> ms que a conocer para recibirla), que me gustara que paiia lma cierta propiamente hablando nosolgica, me gustalia verla al nivel dei elemento es el sntoma. ouesta en de esta dimensin, de esta instancia y su su

    t.1na..-t;t" (debo decir eme lo e11

    cuestin, en hasta fracaso, se planos aqu aislados del deseo las tres

    de la psicosis que sabe que un significado, hasta dira que es un pero no por eHo est segura de nada, la neurosis con su -rnvvrn encuentro? Cundo tendr, no

    sino fa cifra? y aei perverso para qmen dimensin de un secreto dimensin de su goce.

    deseo mismo se sita, propiamente hablando, en la como taL y que como tal la

    lc~(>S IS

    lf..)l 7 ff_;{.!S tS'

    lf

    Pero de decirse adems de ese saber, que se inscribe proseguido de la

    negacin el requiere no sepa", el qne yo no haya sabido"', que es la prolongacin del pegado~ donde ese yo fieJ tiene un estatuto muy difenmte ai

    que "'yo te hablo" puesto que el (vo)te hablo no es ms actualidad una articulacin que en s misma sigue siendo se siempre como instituyendo una relacin. Ese yo estaba y era antes de iustamente donde se encuentrn el momento prop1cw evocar la dimensin en que la 7,.~.-.,,,-'f, f'>~ r-..t- ... en la medida en que ahi acaba un c1erto estatuto del

    263

  • Lt"' fhw ,,, de~"'"'""" Cil 01 .... ~1..\...:.a.l~~"=-' "(ti....., '\,,;l( "' -~vv ...... u

    ser vivo y que a partir de entonces, 10 que trazamos del retomo

    decir que Es dd todo

    hombres que se llaman psicoanalistas y a quienes ..'lterese esta ese registro el psicoanalista, ante todo, se

    supuesto saber, es i es psicoanalista, no

    tras categmias en medio de las cuales intenta arreglrselas para hacer cajones en los que organizar los sntomas que registra, de su paciente, psictico, neurtico u otro,

    sino en la medida en que entra en el juego significante. Y es por eso que un examen dinico, una presentacin de enformo no puede de ningtma manera ser fa misma en los tiempos del psicoanlisis o en los tiempos que lo preceden.

    que lo precede11, h.~dependientemente de la genialidad que Je ha:ya pu.este \..1rn1v.J (sabe dios que hace poco pude refrescar mi admiracin por el estilo deslumbrante de Kraepelin cuando describe sus diversas formas de paranoia) ha de distinguirse radicalmente de lo que, por lo menos tericamente, en potencia, de lo que ha de exigirse de la del dinico con el enfenno, as fuera en el plano de la primera presentacin. Si el clnico, si

    presenta no sabe que una mitad del sntoma (como acabo de articull: recordndoles esos ejemplos de Freud}, que de una hay presentacin de enfonnos sino del dilogo de tas dos personas y que sin esta segunda persona 110 .habra sfatoma acabado, est condenado, como sucede para 1a mayrnia, a dejar

    estancarse en el camino del cual deberla haberla sacado la doctrina

    v ache1tr lo intraducible no concierne a que el_ uso antittico de esta palabra es, como en espaol, tanto perfeccionar algo t,'Omo que ''algo se acabe", sino porque est el sentido de "acabar" sexual

    una crnmotacin sexuai: a pesar de quernr decir bavan:kr, muy indirectamente para evocar una situacin sexual y que

    entonces ~;.aHar traduccin en expresiones colombianas como ''l1ablar etctera fN. de

    264

    '"'mamar

  • Los PROBLEf,AAS CRUCIALES PARA EL PSICOANLISIS, SEM!NAR!O 1964-l 965~ LECC~N D!EC~SiETE

    EI sntoma tenemos que definirlo como algo que se seala como un saoer ya a.in, para un sujeto que sabe que eso le concierne, pero que no sabe !o que es. En qu medida podemos~ los analistas, decir que estamos a la altura de esta tarea de ser aquel que, en cada caso, sabe lo que es? Slo a ese nivel, ya ah donde est ubcada, se plantea la pregunta por el estatuto del psicoanalista.

    La pregtmta est facilitada por 1a evolucin de las concepciones de respecto al saber. Pudimos creer durante mucho tiempo que el problema de lo real estaba planteado; que todo el estatuto de la ciencia de prueba, del tanteo de la percepcin. Pero qu quiere decir esta posicin rea!, sino que io real en cuestin, as sea el de la ciencla ms antigua, es lo lo que no se ''"e es ese real del erudito, a saber lo que es un saber menos que un significantes y ninmma otra cosa! Si pudo tomar esta forma annima que

    es en la medida en el amacenam1ento, basta a s nlismo ante nuestros ojos para const.nm supuesto que eso slo importa donde, y no evitar su les place escribir en tnninos de infonnacin el "'"'''-''"'.u

    independientemente de (no necesariamente en la

    en alguna pmte, en secrecin interna). a u11 tm suieto aue se escabulle. un Por ese saber,. tal como hemos de darle un estatut(\ ya no es una pueda responder, que, ya lo vern, basta con plantear la ciencia, de una moderna, de una ciencia problemas muy curiosos en su ca,~, se trataba contingente. ahora que tendr o no tendr lugar? :::i1 es ahora. Por supuesto, Aristteles era un espritu con demasiado evadirse de tal y esto es para que subrayemos proposicin debe ser verdadera o falsa. Esta solucin, sea buena o mala, ha sido discutida. No es esto lo cuenta de que podemos plantearnos 1a pregunta de saber si la doctrina antes de que fa Newton. Pues bien, me gustara asamblea al respecto! Pero para m, con gusto mostrar mis cartas wi..,1;;;,nuu poco verosmil decir el saber newtoniano era cie1to antes de vvu0urn Nev,'ton~ por la de que a11ora ya no lo es. No lo necesidad misma de la articulacin significante, est esta de no ser mas que una

    Nosotros, los m tenemos que tan lejos; est hecho para nos hallemos ta..11 exigencia tan. Cul

    265

  • LC)S PROBLE~,;1AS CRUClALES PARA EL PSiCOANLJS!S, SEfvHNARO 1964-1965_ LECCiN D~ECfSiETE

    diplomtico dd su.jeto ante otro signi:fic&'lte, va a exigirse de nosotros que fo hallemos en toda ocasin? Cul selia la paradoja de una exigencia y de nn deber que no seria aquel que siempre ha asumido el erndito, como el sofista, que es el de tener respuesta para todo? ... para todo lo que se ha organizado como discurso, para todo lo que se ha montado como combinacin significante; estar siempre a !a altura del discurso, no de ese algo absolutamente original que es o que seria ese significante nico y supuesto ese ovo~1~ primordial donde el sujeto se especificara respecto a1 mundo entero del significante. absurdo de esta posicin se demuestra suficientemente, y ah est el punto de vrtigo que conlleva incluso la idea de jnterpretacin; es a la vez lo que nos permite escapar de ah, eso es lo que la relativiza. No es con eso con lo que tenenws que vrnosla, no n1s de lo que nuestro conocimiento de psicoanalista podra desembocar en esa especie de fatalismo de saber segn el cual la respuesta ya estara en nosotros y no por el hecho de que de nosotros se espere la respuesta.

    posibilidades del :reencuentro, que es de lo que se trata en el llamado del deseo, son en s mismas ms que improbables, e igualmente el hmizonte de signos, de significados sobre

    que se despliega la experit:mcia subjetiva es por su naturaleza enigmtica y se mmncia como tal al nivel del f..f:K'!v. En lo que concierne al deseo, n.o ser hoy que avance el

    para decir que se trata de lo real del deseo y de su estatuto en ,, . D. . , . . , rl ,

    anantlca. 1 igamos sm1p1ememe que en pnmer mgar y tenomenotog1camente, se nos siendo el campo de

    bien cercados. ~ posicin de! analista se resumira en ese llru:nmiamos, no fatalismo del saber de un saber inmosible de

    sostener, el analista sera algo cmno el borne o 1a pequefia viga?

    Ah el punto de impasse entiendo ~._,~-mu intentar, ia prxima vez que 11os vearnos, ~,lDl"verlo a abrir.

    ~------- ------

    Traduccin: Pio Eduardo Samniguel .A.rdila Colaboraron en la revisin de la traduccin y de esta en espanm:

    Esta tracmccmn

    Beln del Roco MORENO CARDOZO Can:nen Luca Dl\Z LEGUIZA.t\r1N Eduardo ARISTIZiIB1\L CARDONA

    Javier JAP-....Al'vflLLO GIR.A.LDO Bernaxdo FIGUEROA lvruOZ

    Pilar GONZLEZ RIVERA ROELENS fIRl'..fCIR.OV A

    en proceso; as que, "'-"'"-i'.u'"'~ favor, a la sig .. "'~-'-'-