la voz numero 3

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AÑO 1 No. 3 COOPERACIÓN VOLUNTARIA 31 DE MARZO DEL 2013 Sr. Cura Efraín Humberto González González Vicario Luís Armando Dueñas Gómez Calle Sol No. 2615 Col. Jardines del Bosque TEL: 3121 6038 C.P.44520 Guadalajara, Jal. Muy queridos hermanos y hermanas: La Iglesia se desborda de alegría por tan gozoso aconte- cimiento: ¡Cristo, el Señor, ha resucitado! Esta es la gran noticia que el ángel del Señor anuncia a las mujeres que se adentraron en el sepulcro: “Buscan a Jesús de Naza- ret, el que fue crucificado, no está aquí; ha resucitado” (Mc 16,6); y es la misma noticia que hoy día la Iglesia sigue proclamando por todos los rincones de la tierra, pues la muerte y la resurrección de Jesucristo constituyen el fundamento de nuestra fe. La razón última del hombre no es un absurdo, un sin sentido, sino, más bien, una plenitud de vida que se encuentra en la resurrección que posibilita la esperanza y la libertad total. Es la resurrección de Jesucristo la que se convierte en fuerza transformadora, gracia salvadora, luz vital para toda la Iglesia del Señor. De esta forma, la experiencia de la cruz y la experiencia de la resurrección son el cimiento de la fe de la comunidad cristiana y el anuncio más gozoso que podemos proclamar y comu- nicar al mundo. La resurrección de Cristo es, pues, nuestra esperanza. La Iglesia la proclama con inmensa alegría y anuncia que Dios ha resucitado a Jesucristo de entre los muertos; además, comunica la espera gozosa, que lleva en el corazón y la quiere compartir con todos, en cualquier lugar, especialmente allí donde los cristianos sufren persecución a causa de su fe y su compromiso por la justicia y la paz (cfr. Mensaje Urbi et Orbi de S.S. Benedicto XVI con motivo de la Pascua 2009); por eso, para nuestra realidad, la resurrección de Jesucristo tiene que ser una fuente de transformación para ella misma. Busquemos seguir caminando con un gozo que brote de la victoria de Cristo sobre la muerte. Que nuestro corazón manifieste la alegría del resucitado, que nues- tras obras testifiquen que Cristo vive; así mismo, que nuestras familias impregnadas de la luz de Cristo, sean capaces de iluminar a las demás familias que viven en la oscuridad de las diver- sas situaciones de la vida, para que sean, de verdad, discípulas misioneras de Cristo resucitado. Queridos hermanos y hermanas. Cristo resu- citado camina delante de nosotros hacia los cielos nuevos y la tierra nueva (cf. Ap 21,1), en la que finalmente viviremos como una sola familia, hijos del mismo Padre. Él está con nosotros hasta el fin de los tiempos. Vayamos tras Él en este mundo lacerado, cantando el Aleluya. En nuestro corazón hay alegría y dolor; en nuestro rostro, sonrisas y lágrimas. Así es nuestra realidad terrena. Pero Cristo ha resucitado, está vivo y camina con nosotros. Por eso cantamos y caminamos, con la mirada puesta en el Cielo, fieles a nuestro compromiso en este mundo. ¡Dichosa tú, María, testigo silencioso de la Pascua! Tú, Madre del Crucificado resucitado, que en la hora del dolor y de la muerte tuviste encendida la lámpara de la esperanza, enséñanos también a nosotros a ser, entre las contradicciones del tiempo que pasa, testigos convencidos y gozosos del perenne mensaje de vida y de amor que trajo al mundo el Redentor resucitado Que el Señor nos conceda anunciar a todos la alegre noticia de la resurrección de Cristo con el testimonio de nuestra vida y con nuestras palabras. ¡Cristo ha Resucitado! ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Felices Pascuas de Resurrección! Sr. Cura Efraín Humberto González González Pbro. Luis Armando Dueñas Gómez

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Boletin semanal de la Parroquia del Calvario en Guadalajara

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Page 1: La Voz numero 3

AÑO 1 No. 3 COOPERACIÓN VOLUNTARIA31 DE MARZO DEL 2013 Sr. Cura Efraín Humberto González GonzálezVicario Luís Armando Dueñas Gómez

Calle Sol No. 2615 Col. Jardines del Bosque TEL: 3121 6038 C.P.44520 Guadalajara, Jal.

Muy queridos hermanos y hermanas:La Iglesia se desborda de alegría por tan gozoso aconte-

cimiento: ¡Cristo, el Señor, ha resucitado! Esta es la gran noticia que el ángel del Señor anuncia a las mujeres que se adentraron en el sepulcro: “Buscan a Jesús de Naza-ret, el que fue crucificado, no está aquí; ha resucitado” (Mc 16,6); y es la misma noticia que hoy día la Iglesia sigue proclamando por todos los rincones de la tierra, pues la muerte y la resurrección de Jesucristo constituyen el fundamento de nuestra fe.

La razón última del hombre no es un absurdo, un sin sentido, sino, más bien, una plenitud de vida que se encuentra en la resurrección que posibilita la esperanza y la libertad total. Es la resurrección de Jesucristo la que se convierte en fuerza transformadora, gracia salvadora, luz vital para toda la Iglesia del Señor. De esta forma, la experiencia de la cruz y la experiencia de la resurrección son el cimiento de la fe de la comunidad cristiana y el anuncio más gozoso que podemos proclamar y comu-nicar al mundo.

La resurrección de Cristo es, pues, nuestra esperanza. La Iglesia la proclama con inmensa alegría y anuncia que Dios ha resucitado a Jesucristo de entre los muertos; además, comunica la espera gozosa, que lleva en el corazón y la quiere compartir con todos, en cualquier lugar, especialmente allí donde los cristianos sufren persecución a causa de su fe y su compromiso por la justicia y la paz (cfr. Mensaje Urbi et Orbi de S.S. Benedicto XVI con motivo de la Pascua 2009); por eso, para nuestra realidad, la resurrección de Jesucristo tiene que ser una fuente de transformación para ella misma.

Busquemos seguir caminando con un gozo que brote de la victoria de Cristo sobre la muerte. Que nuestro corazón manifieste la alegría del resucitado, que nues-tras obras testifiquen que Cristo vive; así mismo, que nuestras familias impregnadas de la luz de Cristo, sean capaces de iluminar a las demás familias que viven en la

oscuridad de las diver-sas situaciones de la vida, para que sean, de verdad, discípulas misioneras de Cristo resucitado.

Queridos hermanos y hermanas. Cristo resu-citado camina delante de nosotros hacia los cielos nuevos y la tierra nueva (cf. Ap 21,1), en la que finalmente viviremos como una sola familia, hijos del mismo Padre. Él está con nosotros hasta el fin de los tiempos. Vayamos tras Él en este mundo lacerado, cantando el Aleluya. En nuestro corazón hay alegría y dolor; en nuestro rostro, sonrisas y lágrimas. Así es nuestra realidad terrena. Pero Cristo ha resucitado, está vivo y camina con nosotros. Por eso cantamos y caminamos, con la mirada puesta en el Cielo, fieles a nuestro compromiso en este mundo.

¡Dichosa tú, María, testigo silencioso de la Pascua! Tú, Madre del Crucificado resucitado, que en la hora del dolor y de la muerte tuviste encendida la lámpara de la esperanza, enséñanos también a nosotros a ser, entre las contradicciones del tiempo que pasa, testigos convencidos y gozosos del perenne mensaje de vida y de amor que trajo al mundo el Redentor resucitado

Que el Señor nos conceda anunciar a todos la alegre noticia de la resurrección de Cristo con el testimonio de nuestra vida y con nuestras palabras.

¡Cristo ha Resucitado! ¡Aleluya! ¡Aleluya!¡Felices Pascuas de Resurrección!

Sr. Cura Efraín Humberto González González Pbro. Luis Armando Dueñas Gómez

Page 2: La Voz numero 3

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PRIMERA LECTURA Del libro de los Hechos de los Apóstoles.10,34.37-43En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo: “Ya saben

ustedes lo sucedido en toda Judea, que tuvo principio en Galilea, después del bautismo predicado por Juan: cómo Dios ungió con el poder del Espíritu Santo a Jesús de Nazaret y cómo éste pasó haciendo el bien, sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.Nosotros somos testigos de cuanto él hizo en Judea y en

Jerusalén. Lo mataron colgándolo de la cruz, pero Dios lo resucitó al tercer día y concedió verlo, no a todo el pueblo, sino únicamente a los testigos que él, de antemano, había escogido: a nosotros, que hemos comido y bebido con él después de que resucitó de entre los muertos.El nos mandó predicar al pueblo y dar testimonio de que Dios

lo ha constituido juez de vivos y muertos. El testimonio de los profetas es unánime: que cuantos creen en él reciben, por su medio, el perdón de los pecados”.

Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL Del salmo 117R/. Éste es el día del triunfo del Señor. Aleluya.Te damos gracias, Señor, porque eres bueno,porque tu misericordia es eterna.Diga la casa de Israel:“Su misericordia es eterna”. R/.La diestra del Señor es poderosa,la diestra del Señor es nuestro orgullo.No moriré, continuaré viviendopara contar lo que el Señor ha hecho. R/.La piedra que desecharon los constructores,es ahora la piedra angular.Esto es obra de la mano del Señor,es un milagro patente. R/.

SEGUNDA LECTURA De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios.5,6-8Hermanos: ¿No saben ustedes que un poco de levadura hace

fermentar toda la masa? Tiren la antigua levadura, para que sean ustedes una masa nueva, ya que son pan sin levadura, pues Cristo, nuestro cordero pascual, ha sido inmolado.Celebremos, pues, la fiesta de la Pascua, no con la antigua levadura, que es de vicio y maldad, sino con el pan sin levadura, que es de sinceridad y verdad.Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIOR. Honor y gloria a ti, Señor Jesús. Cristo, nuestro cordero pascual, ha sido inmolado; celebremos,

pues, la Pascua.

R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.

EVANGELIO Del santo Evangelio según san Lucas. 24,13-35

El mismo día de la resurrección, iban dos de los discípulos hacia un pueblo llamado Emaús, situado a unos once kilómetros de Jerusalén, y comentaban todo lo que había sucedido.

Mientras conversaban y discutían, Jesús se les acercó y comenzó a caminar con ellos; pero los ojos de los dos discípulos estaban velados y no lo reconocieron. Él les preguntó: “¿De qué cosas vienen hablando, tan llenos de tristeza?”

Uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: “¿Eres tú el único forastero que no sabe lo que ha sucedido estos días en Jerusalén?” Él les preguntó: “¿Qué cosa?” Ellos le respondieron: “Lo de Jesús el nazareno, que era un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo. Cómo los sumos sacer-dotes y nuestros jefes lo entregaron para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él sería el libertador de Israel, y sin embargo, han pasado ya tres días desde que estas cosas sucedieron. Es cierto que algunas mujeres de nuestro grupo nos han desconcertado, pues fueron de madrugada al sepulcro, no encontraron el cuerpo y llegaron contando que se les habían aparecido unos ángeles, que les dijeron que estaba vivo. Algunos de nuestros compañeros fueron al sepulcro y hallaron todo como habían dicho las mujeres, pero a él no lo vieron”.

Entonces Jesús les dijo: “¡Qué insensatos son ustedes y qué duros de corazón para creer todo lo anunciado por los profetas! ¿Acaso no era necesario que el Mesías padeciera todo esto y así entrara en su gloria?” Y comenzando por Moisés y siguiendo con todos los profetas, les explicó todos los pasajes de la Escritura que se referían a él.

Ya cerca del pueblo a donde se dirigían, él hizo como que iba más lejos; pero ellos le insistieron, diciendo: “Quédate con nosotros, porque ya es tarde y pronto va a oscurecer”. Y entró para quedarse con ellos. Cuando estaban a la mesa tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero él se les desapareció. Y ellos se decían el uno al otro: “¡Con razón nuestro corazón ardía, mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escri-turas!”

Se levantaron inmediatamente y regresaron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, los cuales les dijeron: “De veras ha resucitado el Señor y se le ha aparecido a Simón”. Entonces ellos contaron lo que les había pasado en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

DOMINGO DE RESURRECCIÓN

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Mudos ante Dios (Parte uno)

difícil hablar de física cuántica con un ama de casa, ni de relatividad con un tendero.

Recordemos dos características importantes de este idioma, llamado oración, con el que podemos platicar con Dios y que son indispen-sables para “hablarlo” correctamente: el amor y la humildad.

El amor como condición para la oración lo explica el mismo Cristo en el evangelio. “Si, pues, al presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas entonces de que un hermano tuyo tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelves y presentas tu ofrenda” (Mt 5,23-24).

Es importante notar que primero hay que ir a pedir perdón para después acercarse a la presencia de Dios y ser escuchado. ¿Por qué es condición, para una buena oración, el amor a nuestro próximo? Jesucristo en el evangelio identi�có el amor a Dios con el amor al próximo. Si no somos capaces de hablar con nuestro hermano y decirle “perdón” ¿cómo queremos decirlo a Dios? ¿Podemos decir a Dios “Te quiero” si no amamos a nuestros hermanos, a sus hijos? Cuando no se ama al próximo no se ama a Dios y ¿cómo quieres hablar con una persona a la que no amas?

La humildad es otro elemento fundamental, por desgracia muy olvidado. No es raro encon-trar personas que han abandonado la oración después de haber sido antes cristianos fervorosos. Muchos de ellos a�rman haber con�ado en el poder de pedir a Dios gracias y favores en la oración pero, al no conseguir lo

Decía Juan XXIII: “El que no ora es un mudo ante Dios”. Cuando se tiene la experiencia de estar en un país donde no se conoce el idioma o la cultura, muchas veces uno pasa la mayor parte de su tiempo en silencio. Se puede estar en Roma en un restaurante y mientras todos ríen uno intenta comer la pasta a la italiana sin mancharse. Es hacer la experiencia de un mudo.

Esto mismo puede pasar en la oración, como dice la frase del Papa Roncalli: “El que no ora es un mudo ante Dios”.

La oración, como enseña la doctrina católica, es una conversación, un diálogo; con la característica especial de que este coloquio es con Dios. Quien no reza puede ser considerado un mudo para Dios, pues no habla con Él.

Hay personas que son mudas porque nunca oran y otras lo son porque no saben hacerlo. El problema de mudez de estas últimas no es que no dediquen tiempo a rezar, sino que lo hacen mal.

Por eso es necesario darse cuenta de que la oración es un lenguaje, un idioma que nos urge aprender. Con el inglés nos comunicamos casi en cualquier parte del mundo, con el chino con más de una sexta parte de la población mundial, pero con la oración podemos hablar nada más y nada menos que con el mismísimo Dios. ¿A quién, que sea medianamente inteligente y humilde, no le interesa hablar el mismo idioma que habla Dios?

En la vida cotidiana una conversación requiere un idioma común, un lenguaje comprendido por los dos interlocutores, un cierto ámbito de entendimiento común. Es muy

que reclamaban, llegan a la conclusión de que rezar no sirve para

nada, de que Dios no nos escucha. ¿Qué pasó? Estas personas no sabían orar.

Pensaban que la oración cristiana era arrodi-llarse y pedir hasta sacarle a Dios lo que querían. Cuando los discípulos le dijeron a Jesús “Señor, enséñanos a orar”, Jesús les dijo: “Cuando oréis decid: Padre nuestro que estás en el cielo... hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”. He aquí un detalle impor-tante. No decimos: “Haz mi voluntad en la tierra como en el cielo”. Esta última parece ser la actitud de fondo que tienen muchos cristianos que han dejado la oración por considerarla ine�caz, pero esto es un gran error. El objetivo de la oración no es hacer que Dios quiera lo que yo quiero, sino querer lo que Dios quiere. Si pedimos algo debemos siempre tener presente esa segunda parte de la oración de Jesús en el huerto de los olivos: “pero no se haga mi voluntad sino la Tuya”. Hay que pedir con insistencia, pero con humildad.

Continuará... Pbro. Luis Armando Dueñas Gómez

La profesión de la Fe

A partir de la Creación, esto es, del mundo y de la persona humana, el hombre, con la sola razón, puede con certeza conocer a Dios como origen y �n del universo y como sumo bien, verdad y belleza in�nita.

Tomado del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica. Número 3

¿Cómo se puede conocer a Dios con la sola luz de la razón?

La Sagrada Liturgia es la cumbre y la fuente de la vida cristiana. -Cumbre, pues supone la evangeli-zación, la conversión y la aceptación de la fe-Fuente, ya que nos lleva al compro-miso y testimonio de vida.Dice el Concilio Vaticano II : La sagrada liturgia no agota toda la actividad de la Iglesia, pues para que los hombres puedan llegar a la liturgia es necesario que antes sean llamados a la fe y a la conversión… No obstante, la liturgia es la cumbre a la cual tiende toda la actividad de la Iglesia y, al mismo tiempo, la fuente

de donde mana toda su fuerza” (SC # 9-10)

LA ORACIÓN ES UN DIÁLOGO, UNA CONVERSACIÓN CON DIOS.

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alvario

En este espacio podrás expresar tus testimonios y oraciones de la familia o alguna necesi-dad en particular. Felicitación a un ser querido por su cumpleaños o aniversario de alguna ocasión especial y anunciar tu negocio.

Te invitamos a colaborar con el Boletin Parroquial

Mencionando en estos espaciostu Negocio y así tener un mayor

alcance con tus clientes.Informes en la Notaría.

MISA DE LA DIVINA PROVIDENCIA

MISA DE VIERNES PRIMERO

Mañana lunes 1° de Abril a las 12:00 del día, es la Misa en honor a la Divina Providencia. No olviden traer su ofrenda para los más necesitados.

El viernes 5 por ser el primero del mes se tendrá Hora Santa y Procesión con el Santísimo a partir de las 7:00 de la noche.

ADORACIÓN NOCTURNALos invitamos a la Adoración Nocturna el sábado 6 de Abril, a las 8:30 de la noche.

MISA EN HONOR AL SEÑOR DE LA MISERICORDIALos esperamos en la Misa solemne en honor al Señor de la Divina Misericordia, el próximo domingo 7 de Abril a la 1:00 de la tarde.

OFICINAS CERRADASLa semana de Pascua estarán cerradas las oficinas de la notaría y de pastoral.

¡Cristo ha Resucitado! ¡Aleluya! ¡Aleluya!

¡Felices Pascuas de Resurrección!

“El Señor puso su trono en el cielo, y su realeza gobierna el universo”Salmo 103,19

FelicesPascuas!!!