8/9/2019 La Voluptuosidad Del Ogro

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LA VOLUPTUOSIDAD DEL OGRO

JUAN ARIAS BERMEO

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(Fragmento)

Kantoborgy se anima por la escapada de engorde a la montaa, junto a su

familia perruna e incorporndose luego a la tropa mamfera el seor

Lovochancho y don Lester Gonzlez (ste ltimo viene haciendo mritos para

ganarse el don de los caballeros andantes) . Hoy madrug ms que un monje

que practica el chan wu yien un monasterio al tope de una montaa de granito;

tratndose de este tipo de excursiones rpidas a la cordillera, suele calcular

bien para que el sol se levante cuando ya est con su comitiva adentrndose

en las estribaciones menores del objetivo. Visitar al Ogro, el monte Quilindaa,

es el objetivo que lo tiene movindose a travs de la noche. No durmi

profundamente pero s dormit como un bendito hasta casi la medianoche de

ayer, levantndose a preparar horchata y de paso encendi la radio para

sintonizar con el dial de Olegario Castro. Madrugar as nunca es vano cuando

se da unos minutos para conectarse con radio-libre Maran.

Arriba muchachos, es hora de partir, musit el montaero sorbiendo del

termo un trago caliente de horchata. Los canes saltan al balde de Rocinante

para ocupar sus respectivas cajuelas sin atropellarse, irn rumbo a la guarida

de Lovochancho donde ha pernoctado para la ocasin Lester Gonzlez. Le

entusiasma hacerlos madrugar a esos dos, se habrn desvelado aguardando

que Rocinante se estacione entre los lamentos sublunares de los pavos reales

de la mansin lovochanchesca, arropada bajo las faldas occidentales del

manso Ilal. Ya sabe Lovochancho que l no da telefonazos ni enva mensajes

cuando se moviliza haca la montaa; no est para eso de estoy saliendo,

estoy acercndome, ya mismo arribo, llegu! El invitado debe estar listo y

empacado, con la mirada fija en el Ogro, y no dejarse llamar la atencin con un

bocinazo traducido como despierta perezoso y salta a la intemperie que

estamos aburridos de aguardarte. A la fecha, es bastante con el aviso aullante

de la jaura y, segundos despus de que Rocinante se para en la morada del

matemtico, la puerta se abre automticamente. En esto de no hacer esperar a

otro ni que lo dejen esperando a l, Lovochancho, es temtico, y no permite

que lo sorprendan; poco le falta para estacionarse en el portal de su domicilio,

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en una suerte de vivaque al borde de las luces mortecinas del barrio

amurallado, y as adelantarse al llamado de la mana da. En su lar,

Lovochancho, es el que pasma de la cola a la nariz a su amigo Pincho,

hacindole creer a ste que lo detect a una legua como de verdad s lo hace

el can con su humanidad.

Kantoborgy tena una visita pendiente a las msticas lagunas del

Quilindaa, y, despus del salto mtico de Pincho al pie del filo de Las

cajetonas, decidi premiarlo con un banquete de tierras altas: agua lacustre,

almohadillas de pramo, nubes, roca oscura y cielo maanero en lo posible

azur. Aprovech la ocasin para invitar al matemtico de Guangopolo, que dijo

un s rotundo al reencuentro con el Ogro y al disfrute que le brinda la visin de

la jaura desatada. Asimismo, por un plpito de que se est dando unacercamiento real con Lester Gonzlez, le envo un cor reo invitndolo a que se

una a la excursin, cosa que el ejecutivo contest agradecido, y de viva voz,

que se unira a la salida sin falta. Que el triple -ingeniero manifieste su deseo de

abandonar sus ocupaciones positivas a mitad de semana, es una novedad que

lo alienta a seguir invitndolo a disfrutar de lo agreste, despus de haberlo

llevado al Guagua y a los Illinizas, donde realiz dos memorables caminatas

descendentes que lo han tonificado de pies a cabeza, el hombre parece estar

fermentando un cambio ineludible.