El árbol cuando está en su pleno vigor,

ni con el primer hachazo, ni con el segundo, ni con el tercero,

muestra el más leve temblor; pero al final de varios hachazos

el árbol caerá en tierra y se volverá polvo. Así es la vida del hombre sobre la tierra.

Comienza a trabajar desde temprana edad; van pasando los días, los meses y los años.

El trabajo lo irá consumiendo,

los golpes de la vida y los desengaños lo derribarán por tierra,

hasta convertirse en polvo vomo lo manda Dios.

Ten fe en ti mismo; más no esperares tu triunfo

cruzado de brazos. Acompaña tu fe con tu trabajo.

Y que al final de la vida, Tengamos la dicha de encontrarlos con Dios

nuestro salvador, para gozarle por toda

Una eternidad. Amén.

Abuelo y patriarca del corregimiento de Mesopotamia.

Gran colaborador unitense.

Desde Mesopotamia también se mira Pal Páramo de Santa Inés.