la venganza

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LA VENGANZA Una tarde como cualquier otra, Samantha se encontraba recolectando frutos sola en el bosque, o eso creía ella; sin saberlo él la veía escondido detrás de unos arbusto de bayas. De pronto siente como unos ojos la observan fijamente sin pestañeo alguno y sin dudarlo gira su mirada hacia él; sobresaltado Stefano golpea rápidamente su espalda con el roble que se encontraba a su lado, esperando q ella no lo haya visto, pero sin éxito gira su mirada de nuevo a Samantha que se encontraba con una sonrisa radiante llena de alegría y timidez. El cielo se torna oscuro y cae desenfrenada una recia lluvia, corren, sin perder de vista uno del otro, en su trayecto de resguardarse divisan a lo lejos un viejo establo, su vestido se adhería lentamente con cada paso, dando detalles de cada parte de su cuerpo con tan solo un vistazo, desencadenando un terrible deseo en Stefano. Sin darse cuenta ambos caen en un profundo pozo de desgracia y deshonra, aunque, lleno de aventuras, pasión y lujuria. Sus encuentros cada vez son más frecuentes, dejan de ser accidentales; las dudas que los aquejaban de un principio han abandonado sus mentes, ya no queda rastro de preocupación en ellas; todo lo contrario, se tornan impetuosas y atestadas, sin embargo, después de cada momento de gloria, al regresar a la realidad, Stefano se revuelca de decepción y dolor por lo

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LA VENGANZAUna tarde como cualquier otra, Samantha se encontraba recolectando frutos sola en el bosque, o eso crea ella; sin saberlo l la vea escondido detrs de unos arbusto de bayas. De pronto siente como unos ojos la observan fijamente sin pestaeo alguno y sin dudarlo gira su mirada hacia l; sobresaltado Stefano golpea rpidamente su espalda con el roble que se encontraba a su lado, esperando q ella no lo haya visto, pero sin xito gira su mirada de nuevo a Samantha que se encontraba con una sonrisa radiante llena de alegra y timidez.El cielo se torna oscuro y cae desenfrenada una recia lluvia, corren, sin perder de vista uno del otro, en su trayecto de resguardarse divisan a lo lejos un viejo establo, su vestido se adhera lentamente con cada paso, dando detalles de cada parte de su cuerpo con tan solo un vistazo, desencadenando un terrible deseo en Stefano. Sin darse cuenta ambos caen en un profundo pozo de desgracia y deshonra, aunque, lleno de aventuras, pasin y lujuria.Sus encuentros cada vez son ms frecuentes, dejan de ser accidentales; las dudas que los aquejaban de un principio han abandonado sus mentes, ya no queda rastro de preocupacin en ellas; todo lo contrario, se tornan impetuosas y atestadas, sin embargo, despus de cada momento de gloria, al regresar a la realidad, Stefano se revuelca de decepcin y dolor por lo hecho, mientras que Samantha en sus aposentos flota de felicidad sobre su almohadn de plumas, pes ha dejado salir esa parte oculta en sus cofres y diarios de joven.La temporada de cosecha pasa, y sin sospecharlo crece en su vientre el fruto de su pasin, ambos ven cmo se va acercando una tormenta inevitable. Eduardo su padre ve con ojos acusadores el cuerpo de su hija, y sin dudarlo dos veces nota su cambio exterior, llenndolo de gran decepcin e ira. Cae en su gran silla, echa del mejor cuero, esa silla que refuerza su mpetu, de ir en busca de aquel que le ha trado deshonra a su apellido. Luego de das, confirma la peor de las verdades, es entonces, cuando espera en las sombras la llegada de su hijo, pues, es Stefano el encargado de zacear el deseo de venganza de su padre, partiendo en busca de aquel hombre que ha empujado a su familia al valle de la deshonra y el odio. Prepara su caballo, lo monta con espuelas y una escopeta al hombro, mientras siente detrs de l la mirada de Samantha, deseando que renuncie a su tarea; no voltea, simplemente le da marcha a su caballo, mientras cierra los ojos llenos de lgrimas y deseo para que ella se encuentre a su lado, aunque, en su interior sabe que no podr ser as pues deber llevar ese gran peso l solo.Su travesa no posee un rumbo fijo, pues pasara montaas, valles desolados y ciudades lleno de dolor y tristeza por abandonar a la mujer con la que vivio tantos momentos de incomparable alegra.Pasan los das, semanas y meses, su carga es cada vez ms pesada; piensa a diario sobre su amada y su hijo a quienes por infortunios del destino tuvo que dejar atrs. Con el paso del tiempo su mente se llena de pensamientos suicidas, pues para l su vida ha dejado de poseer sentido, no desea ms ese dolor en su interior. Toma su decisin y sin darle ms vueltas a su cabeza coge la escopeta otorgada por su padre, apunta fijamente su cabeza y sin dudarlo hala el gatillo, cumpliendo con la tarea encomendada hace tiempo atrs que por esperanza y amor no la haba realizado.