LA TROCHA MAS CONVENIENTE

MIRADA BAJO EL PUNTO ESTRATÉJICO

La cuestion que discutimos es upadelas que mayores consecueIÍ-ciaspuedeteneren la grandeza futura de este pais i, por consiguiente,de aquellas llamadas a mover los espíritus de los que se creen real.mente patriota'B. .

Los militares, destinados por su profesion a dirijir el movimientode todas las fuerzas vivas del pais en el momento mas crítico iso-lemne para éste, que tendrán ante la historia el premio o el castigocorrespondiente al éxito bueno o malo de las futuras guerras, seencuentran en el imprescindible deber de terciar, allegando su granodearena a la patriótica obra de sus compañeros. Pido, pues, escusasa los miembros del Instituto i entro en materia.

¿Para fijar la trocha de nuestras líneas, será preciso tomar eucuenta únicamepte las economías en la construccion i en el acarreo,como si se tratara s610 de una empresa industrial cualquiera? ¿Serápreciso pensar en elpapel estratéjico que habrán de desempeñar ellosel dia que un enemigo llame a los chilenos a las armas en defensa desu honor o de sn integridad territorial amenazada? Creemos queambos factores deben entrar por igualenla resolucion de tan impor-tante problema i para probarlo permítasenos decir algunas palabras,ya que no todos habrán pensado en la importancia que los ferroca-rriles han tenido i tienen para los ejércitos de las naciones preocupa~das de su grandeza i porvenir.

Cuando 108romanos hacian una conquista, trazaban inmediata-mente el camino ancho i cómodo que debia unirla a Roma i sirvién-dose de él para conservarla i para continuarla despues.

118 LA TROCHA MAS CONVENIENTE

Napoleon 1 sacó, de las dificultades que hubo de vencer paraatravesar los Alpese invadir la Italia, la idea de abrir las carreterasde Saint"Denis i Q.elSan Bernardo, procursoras de los actuates ferro-carriles i, como aumentaban de dia en dla, no sólo los ejércit'os, sinoel material de boca i de guerra que éstos necesitan llevar consi~o)crece casi en progresion jeométricala importancia de las vías de co-municacioni sus factores principales, facilidad, comodidad i seguri- ,

dad del trasporte.[ como las guerras se hacen cada dia mas rápidas i mortíferas,

llegando a ser en realidad duelos de nacion a nacion, aquella que noquiera verse en el porvenir aplastada por algun vecino, necesita te-ner sus ferrocarriles montados bajo el punto de vista de la mayorrapidez en el trasporte de su material de guerra, animado o inanima-do, desde los centros de recursos hasta las ~ronteras amagables.

Los ferrocarriles no fueron usados estratéjicamente desde ,suintroduccion en el comercio humano porque al principio los jeneralestuviéronles cierta prevencion. En 1854 los ferrocarriles francesessólo sirvieron para reunir elmaterial pesado de sitio en Tolon i Mar-sella o para trasportarlo en Crimea desde el puerto de desémbarcohasta las trincheras que rodeaban a Sebastopo1. En 1859 fueronocupados en concentrar las tropas al pip de los Alpes, pudiendo, me.diante ese ensayo, invadir la Italia con mucha mayor rapidez que lohiciera Napoleon 1.

Los Estados Unidos fueron los primeros que hicieron bastanteuso de sus ferrocarriles en la ~uerra de secesion desde 1860 a 18641porque, como pais nuevo i mui adelantado, tenia mas líneas férreasque caminos carreteros i fué esa guerra por esta circunstancia llenade episodios o combates que se trababan por los ataqnes i defensasde estaciones o puntos importantes de las vías férreas.

Los prusianos estudiaron por medio de sus agregados militaresel Uj;JOútil que los norte-americanos hicieron de sus ferrocarriles ituvieron oportunidad de poner sus conocimientos en práctica en lagtlerra de Dinamarca.

Posteriormente, en la campaña de A.ustria, que terminó en Sa-

MIRÁDABAJO EL PUNTO ESTRÁ. TÉJICO 119

dowa, ambos paises hicieron uso de sus ferrocarriles para concentrarsus respectivas fuerzas, pero los prueianos tenian bien organizadossus servicios; miéntras que los austriacos nb estaban preparados!:"vacilando por ello al principio perdieron, los mejores momentos,dt)~biendo su derrota en g-ran parte a esta circunstancia.

Cuatro años despues se presentó nuevamente a Prusia la opor-tunidad de probar que una de las primeras condiciones de triunfo esel buen uso de los ferrocarriles en la concentracion. Se vió entónces .

que en dos semanas todas las tropas repartidas en Prusia fueronlanzadas al territorio frances con los bl1gajes, parques, servicios 'Sa-nitarios, etc preparados para comenzar la serie de victorias deSaarbruck a la toma de Paris.

Miéntras tanto Francia, que ya habia usado sus ferrocarriles enla campaña de Italia, no siguió mejorando su servicio hasta que laguerra de 1870 vino a mostrarle con dolorosa esperiencia que no sedebe descuidar en la paz los servicios militares utilizables en laguerra.

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Los ferrocarriles franceses, mui bien administrados, con un ma-

terial rodante de primer órden, con numerosos empleados perfécta-mente instruidos, fracasaron horriblemente cuando la patria tuvo"necesidad de sus servicios en defensa de su territorio, La moviliza-

cion primero ¡,la concentracion, en seguida, se llevaron a cabo en laspeores condiciones por la falta absoluta de preparacion del mismopersonal civil tan apto en la paz, i por no 'haber militarizado contiempo las líneas, Debo hacer notar que los ferrocarriles franceses, alo ménos en sus líneas principales, son de 1.45 metro, lo mismo quelos alemanes, austriacos, italianos, belgas i holandeses. Sólo Rusiai España tienen trochas diversas con 1.1')2metro, la primera i 1.73metro la segunda.

Cacúlese cuál habria sido el resultado si esas líneas hubiesen te.

nido dos o tres trochas distintas. Estamos seguros-que Francia nOhabria podido enviar a la frontera del Este ni la quinta parte de las'tropas que se batieron en la desgraciada campaña de 1870 i que losprusianos habrian llegado hasta Chalons barriendo a las pocas tro-

120 LA TROCIIA MAS CuNVENIENTE

pas francesas que encontraran por delante. Hé ahí el grave inconve-

niente que tiene mirar las las líneas í'érreas i demas vías de comuni-cacion bajo el punto de vista comercial sin acordarse de que el gran

d.ia para ellas es aquel en que la nacion las necesita para defender suhonor. Esto que han visto los hombres público¡;¡ i los jenerales de

todos los paises, ha producido un cambio radical en las ideas que

hasta entónces dominaban i ha heeho que todas las naciones euro. .

peas se preocuparan de la organizacion i union de los ferrocarrilesestratéjicos, militarizando las líneas- i dietando reglamentos severí.

simos para todas sus dependencias. Desgraciadamente en Chile ni s.eha hecho ni se hará nada en tal sentido, porque los hombres prácti.cos aseguran aquí, como los de Francia ántes de 1870, que las tro-pas aprenden i se disciplinan durante la campaña i los serviciosanexos se completan i perfecciona durante el mismo espacio detiem.

po. Aquéllos aprendieron despues en cabeza propia. ¡Quiera Dios queno aprendamos igualmente!

Si al construir una línea férrea no se tuviera f'n vista otra cosa

que sus condiciones comerciales, podria suceder que, llegado el casode guerra, no prestara utilidad i aun que fuese perjudicial al pais. Si,

por el contrario, en el trazo sólo se pensara en sus condicionesestratéjicas, podria, a su vez, ser inútil al comercio. A hermanar am-

bas condiciones tienden hoi todos los paises habta el punto de habermuchos que no permiten la construccion de línea alguna miéntrasno recaiga sobre ella el estudio i aprobacion de la seccion correspon-

diente del I~stado Mayor Jeneral o de la autoridad militar que10reemplace.

. Si el c~mercio desarrolla un pais enriqueci~ndole i dándole im-portancia ante los demas, su ejército, en cambio, está llamado a de-fenderlo de la codicia estranjera asegurándole la tranquila posesion

de sus bienes; sacrificar a aquél por éste seria tan absurdo como8"acrificar a éste por aquél, imponiéndose, en consecuencia, el térmi-no medio entre ambos estremos.

Sintetizando las consideraciones precedentes, talvez pudiéramos

ci tar la guerra del Transvaal i las derrotas de los ingleses como la

MIRADA BAJO EL PUNTO ESTRATÉJICO 121

resultante natural de la peparacion militar i sus servicios anexos enlas pequeñas repúblicas sud-africanas enfrente del olvido de ambascondiciones cuyas consecuencias sufre el gran coloso, hasta el puntode perder su flema tradicional. Las victorias de los boersson"hijasde la prevision de su gobierno que supo preparar al paisen su tiem~po oportuno. La Inglaterra paga hoi con la sangre de sus mejoreshijos la ignorancia o incuria de sus jeneráles o de sus ministros deguerra.

Las líneas férr!?as que pueden servir estratéjicamente a un paisson, en primer lugar, aquella!:::!que comuniquen sus principal~s cen-tros de recursos con las fronteras amagables, cuyas fronteras servi-rán de base de operaciones para la ofensiva o de líneas de operacio-nes en la defensiva: se las llaman líneas radiales. Quedan, en segun-do Iu~ar, las traDversaJes que, uniendo a aquéllas, servi.t:án para lareunion o concentracion de fuerzas i elementos bélicos en los pun-tos donde los habrán de tomar las radialeR para llevados a lasfronteras.

Jeneralmente las líneas radiales corren de las capitaleshácia

todas las frontera~ i se aumentan de dia en dia en número, lonjitudi comodidad, porque, tambien dia a dia, aumentan los efectivos mili-tares i los elementos de guerra en los paises que se preocupan de suporvenir. Las líneas tranversales, uniendo aquellas entre sÍ, ,obede-cen mas a {as necesidades del comercio i la industria que a las de la,guerra, razon por la cual los gobiernos son con ellos ménos exijentesrespecto a sus condiciones militares, sin que por eso se les descuideun momento ni se les exima del estudio i visto bueno correspondiente.Naturalmente, aquéllas, como llamadas a uÚ papel mas importanteque éstos, deben gozar de mas estabilidad, capacidad i rapidez, de-biendo ser por ello de trocha mas ancha. De donde se deduce que, encaso de disminuir un pais las tro~has dé sus vías férreas, podriahacerlosin perjuicio sólo con las tranversales.

Chile, tomándolo sólo en considfJracion bajo el punto de vista desus ferrocarriles, tiene dos fronteras que vijilar i defender: la cordille-ra i 'elrilat. Queremos descartadas provincias de Tarapacá i Anto-

r~

122' LA TROCHA MAS -CONVENIENTE

fagasta,pal'ano confundida idea que venimos desarrollando. Pa-

ra acumUll;tr,allí donde sea ne?esario, los elementos bélicos que ha.yau;de se.renviados a cualquiera de ambas fronteras, tenemos ad-

mirablemente colocada nuestra línea central de 1.68 metro, qUE;forma como la espina dorsal del pais~

Si algun enemigo pretendiera atravesar los Andes, podríamosaglomerar nuestras fuerzas en las ciudades i estaciones mas próxi-masa los caminos de invasion, haciéndolas desde allí marchar al

encuentro del enemigo para detenerlo el mayor tiempo posible den-tro .de la cordillera i deshacerlo ántes de salir a nuestros valles.

I~8ta línea central, de donde parten las radiales propiamentedichas, está llamada a ser el eje de la defensa del pais, eje que debe-mos manejar dotado de todos los elementos que faciliten la movili-zacion i concentracion en un momento dado. Felizmente el ancho de

su trocha nos permite esperar confiados, porque tiene la capacidadsuficiente para el trasporte de nuestros elementos de guerra, permi-tiéndonos acumularlos en Pitrufquen, 'remuco, AngoJ, Ánjeles, Con.cepcion, Chillan, 'ralca, Curicó, San Fernando, San Bernardo, San-tiago, San Felipe, Calera i Valparaiso.

Desde esos puntos parten o partirán en lo futuro líneas férreasque irán a la tosta o a la cordillera, verdaderas líneas radiales, des.tinadas a ser, con la línea central, el vehículo para todos los elemen-tos de guerr~ que Chile necesitará trasportar en brevísimo tiempo,si algQn enemigo poderoso tratase de molestado con una invasionpor el Oriente o con desembarcas en la costa. En ámbos casos, esaslíneas habrian de ser el gran recurso. !Ai de Chile si, llegado ese mo-mento, ellos no correspondiesen a los esfuerzos que el pais les exijie-ra. Hasta ahora sólo tenemos parte de la línea radial de Uspallata,con trocha. de 1 metro, pero no pasará mucho tiempo sin que seconstruyan las del 'ringuiririca, del Lontué, del Laja, de Villarrica,lfneas destinadas a llevar las tropas de la defensiva o de la ofensiva..hasta el divortiaa,quarumde los Andes i mas allá, si es preciso.

Las destinadas a la costa serian, principiando por elSur, laS'deImperial, Lebu, 'romé, Constitucion, Llico, Pichilemu, San Antonio,

MIRAD1\- BAJO EL PUNTO ESTRATÉJICO 123

Quinteros, Vilos,Ton@:oi,Coquimbo, Huasco, Caldera i Taltal. . De-jamos sin nombrar aquellas que formal). parte de la Jínea central conValparaiso i Talcahuano etc., por no ser enderezadas a esto nues-tras obi"ervaciones. Tampoco mencionamos a Puerto Montt, puesno podemos imajinar que la prolongacion de la línea central hastasu término natural puede ser de una trocha diferente.

Destinadas a trasportar en un momento de apuro i. escitá..cion una parte de los ejércitos, con su material de boca i de guerra;las nuevas vías destin~d as a -atravesar los Andes o a llegar sólo has-ta lugares mas o ménos próximos de la cadena central, deben cons-truirse de manera que puedan hacer esos estraordinarios serviciosque el pais en. aquella hora de angustia les ha de exijir. Pensar iobrar bajo otro punto de vista será uná falta enorme de prevision,que el pueblo en su hora oportuna deberá castigar en los culpables.

Como la naturaleza dél terreno que esas vías atravesarán no sepresta para hacerlas de 1.68 metro, como la central, porque.au-mentaria tanto el costo que llegarian a ser irrealizables, habrá que

. buscar en las trechas inferioresaquella quehermane las condicionesde practicabilidad dentro de los recursos del pais i de facilidad, rela-tiva alo ménos, para los trasportes militares. Nos parece que la tro-cha de un metro podria llenar ambas condiciones. La circunstan-.da de que los ferrocarriles trasandinos en construccion o por cons.truir tienen"esa trocha nos da cierta garantía de que no ha de ha-ber un espíritu bastante atrevido que pretenda reducirla para losque se proyecten, porque quedarian respecto de la otra en evidentescondiciones de inferioridad. Pero, a pesar de todo, seria convenien.te que se provocase un acuerdo para que jamas Jíneas destinadas aatravesar la cordillera de los Andes, cualquiera que sea el motivo desu construccion,tengan una trocha menor.

En cuanto a la costa, el peligro para el pais,a pesar de lo.que pue-dan creer algunos, es, segun nuestra humilde opinion, mucho mayor,porque por allí podemos ser atacado, no por una sola nacion, comoparecia por el oriente, sino por cualquiera otra que disponga en elPacífico de una escuadra superior a la chilena. ¿Quién podria asegu-

124. LA TROCHA MAS CONVENIENTE

rar que jamás tendremos reclamaciones injusta!'! de alguna nacionpoderosa europea o americana?

¿No tenemos en las salitreras de Tarapacá un posible jérmen dereclamaciones inglesas? Creemos que nadie podrá ser optimistahasta el punto de negar que pueda sobrevenirnos una guerra con'naciones que nos bloquearian los puertos i pudieran tentar un de-sembarco. 1 si ese caso llegara ¿cuál sería nuestra primera obliga-

cion? .Acumular. a11ídonde el enemigo pusier~ el pié, i en el menortiempo posible, la mayor cantidad de tropasi elementos bélicos parano permitir que el enemigo elevara sus fuerzas en tierra hasta ,unefectivo considerable.

Lle~aría entónces para las líneas radiales de la costa el momen-

to de manifestar al pais que habian sido construidos con un pensa-miento prudente i patriota o que s610 se habia tenido en vista elmercantilismo del momento sin acordarse del porvenir del pais ni desus necesidades. En el primer caso, el pueblo elojiaria la prevision desus gobiernos pasados i en el segundo los maldeciria con todas susfuerzas, lo que seria lejítimo i justo.

¿Podria conseguirse una rápida moviJjzacion con la trocha deO.75 metro para esas líneas? Basta enunciar el problema para resol-verlo. Es evidente que por medio de la línea central podríamos acu-mular gran cantidad de fuerzas en puntos que distaran hasta 20 le-guas de la costa; pero todos 'saben que las vías carreteras no eXIs-ten entodas partes i las que hai son tan malas que no servirian casipara llevar artilJería; de campaña sin municiones.' Podria traspor-tarse can retardo la infantería siempre que el tiempo fuera bastantebueno para que los caminos estuviesen transitables, pero la artille-ría, bagajes, tren de puentes, carros de muiciones i ambulancia co-rterian el peligro gravÍsimo de no llegar nunca al lugar de su desti-no o de llegarcuandó ya el enemigo hubiera deshecho a las tropasque se hubieran adelantado sin alg'una de esos elementos indispen-sables..

S~el invasor desembarcara al sur de Talcahuano, la línea cen-tral nos permitiría trasportar las fuerzas del pais cerca de aquellas

.,

MIRADA BAJO EL PUNTO ESTRA.TEJICO 125

rejiones i tendríamos tiempo para acumular tropas donde pudieranimpedir el avance hácia el norte. Iguales consideraciones existirianen elcaso de desembarco al norte de Valparaiso. Pero entre los dospuertos citados, principalmente de Constitucion a Cartajena, unenemigo audaz podria colocarse en la proximidad de la capital sJlos elementos de trasporte por las líneas de Melipilla, Pichilemu,Llicoi Talca nos faltaran en el momento oportuno. .

Con las ideas que hemos desarrollado, me parecerá entónces quepidamos para las líneas destinadas a servir estratéjicamente lastres condiciones de capacidad, estabilidad i lijereza, las que depen-den de muchas otras condiciones que deben determinar en cada' casolos señores injenieros. La velocidad de un tren depende tambien desus muchas condiciones. La estabilidad es funcion del ancho de la

trocha, del raMo de las curvas i de la velocidad de los trenes. Cadauno de estos datos puede ser sacrificado en parte en beneficio de laresultante, que vendrá a ser el costo de la obra, cuando se trata sólode un ferrocarril industrial o comercial, pero desde que ese ferroca-rril puede ser estratéjico, en tiempo oportuno, se hace indispensa-ble sacrificar el bolsillo, aumentando tal vez el precio de la obra idisminuyendo el tanto por ciento del interes que produzca para ha-cerla capaz de un gran trasporte en poco tiempo sin correr el peligrode dejar los trenes en el camino volcados con los elementos de gHe-rra. Hermanar todas esas condiciones no es una empresa tan arduani que necesite conocimientos especialísimos, pero sí es una cuestionque debe mirarse con altura., teniendo siempre preEente que no s610del comercio i de la industria vive una nacion, sino de su potenciamilitar, que la hace ser considerada de las demas.

Entre las naciones, a pesar de la cortesía diplomática i de lasuavidad de las comunicaciones oficiales, siempre será un axioma elprincipio de Bismarck cuando discutia en Versalies las condicionesde paz:: e,La force prime le droit."

Ya que no podemos tener grandes ejércitos, porque las escasasrentas no lo permiten, preparemos siquiera los elementos pa.ra eldia en que por desgracia la necesitemos i no 'por una miserable eco..-

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126 LA TROCHA ~iAS CONVENIENTE

nomía sacrifiquemos con el corazon lijero el porvenir de la patria.Debemos pensar que si la guerra estallase i por falta de los trenes detrasporte nos vencen, costaria a ésta muchos millones i muchosaños de retroceso la pequeña economía de hoi, de manera que, si nopor patriotismo, por negocio debemos trabajar en el sentido de quejamas falten en Chile los elementos de su defensa.

Encontrar la fórmula que reune todas las conveniencias, sinteti-zándola en una trocha dada, es asunto de los compañeros de la pro-fesion que, estoi seguro, la hallarán tal que produzca para el paistodos los beneficios, así en la paz como en la guerra. Por lo que anosotros respecta, sólo deseamos encontrarnos, si ésta estallase, encondiciones de cumplir, con bastantes i buenas líneas, las obli-gaciones de jefe de la seccion de trasportes del Estado MayorJ enera].

ALFREUO CHUZ VERGARA,Jefe de la Seccion de trasportes del Estado Mayor Jeneral.

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