la toxicidad bioquÍmica
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INTRODUCCION
Lo que generalmente se entiende por el término “compuestos químicos” con
respecto a los alimentos son aquellas sustancias que no forman parte
normalmente del alimento en su estado natural. Su presencia puede ser el
resultado de una contaminación accidental o pueden haber sido
deliberadamente añadidos para mejorar la elaboración o complementar los
nutrientes que ya se hallan en los alimentos.
Afortunadamente, la adulteración deliberada practicada con la intención de
engañar ya no es tan común en nuestros días gracias a la regulación de la
calidad de los productos y sus procesos de producción. No obstante,
muchas personas consideran que los adulterantes de otros tiempos han sido
sustituidos por los aditivos alimentarios actuales. ¿Cuál es la posición
correcta? Consideremos primero qué sustancias químicas están presentes
en los alimentos y por qué están incluidos.
Por otra parte, los problemas de orden toxicológico que se presentan debido
a los productos alimenticios pueden clasificarse en cuatro grupos, según se
refieran a:
Contaminaciones de naturaleza química
Sustancias presentes de forma natural en los vegetales o animales,
Microorganismos;
Aditivos
TOXICIDAD BIOQUIMICA EN LOS ALIMENTOS
Evaluación de la toxicidad.
La toxicidad de cualquier sustancia debe considerarse siempre en relación
con la dosis, es decir, no hay un grupo de sustancias tóxicas y otro de
sustancias no tóxicas, sino únicamente diferencias en el grado de toxicidad.
Los productos alimenticios comunes, tales como la sal (cloruro de sodio) o la
leche son nocivos por encima de una dosis determinada o bajo ciertas
circunstancias; por el contrario, un elemento tan tóxico como el selenio (Se),
es indispensable para el organismo animal. Por lo tanto, si se consaidera
como tóxica toda acción fisiológica perjudicial al organismo, no resulta
exagerado decir que cada alimento tomado en dósis excesiva es tóxico,
como también lo es cualquier régimen desequilibrado.
Contaminantes químicos.
La palabra contaminación implica que no se trata de una adición deliberada,
sino de la presencia accidental o al menos dificil de evitar de una sustancia
indeseable. De hecho no importa de qué sustancia se trate, bien sea tóxica o
al contrario anodina.
Productos fitosanitarios.
Un grupo amplio e importante de
contaminantes lo constituyen los
productos fitosanitarios utilizados
en agricultura.
Según la Organización Mundial de
la Salud (OMS), un producto
fitosanitario es aquella sustancia o mezcla de sustancias destinadas a
prevenir la acción de, o destruir directamente, insectos (insecticidas), ácaros
(acaricidas), moluscos (molusquicidas), roedores (rodenticidas), hongos
(fungicidas), malas hierbas (herbicidas), bacterias (antibióticos y
bactericidas) y otras formas de vida animal o vegetal perjudiciales para la
salud pública y también para la agricultura (es decir, considerados como
plagas y por tanto susceptibles de ser combatidos con plaguicidas); durante
la producción, almacenamiento, transporte, distribución y elaboración de
productos agrícolas y sus derivados.
Las legislaciones tratan de proteger a los consumidores de este tipo de
productos, ya sea prohibiendo el empleo de todo compuesto no autorizado o
incluso prescribiendolo y también aplicando reglas precisas sobre su
empleo, así como estableciendo contenidos máximos en el producto
ofertado al público.
Las autorizaciones se establecen tomando en cuenta el grado de toxicidad,
eficacia, persistencia, asimismo el modo de degradación del compuesto
considerado y su importancia en la lucha contra determinado parásito.
Sustancias presentes de forma natural en los vegetales o animales.
El abuso que hace la publicidad del adjetivo natural y el valor que parece
tener este calificativo hace olvidar que un gran número de productos
vegetales y animales utilizados como alimentos, contienen o pueden
contener, en estado natural, sustancias altamente tóxicas.
Compuestos que favorecen el bocio.
El bocio es una hiperplasia de la glándula tiroides debida a un defecto de
incorporación de yodo; una carencia de yodo en el régimen alimenticio es
una de los causas. Otra causa reside en el hecho de que diversos vegetales
usados como alimentos, especialmente las hojas de cruciferas (col col de
Bruselas, coliflor, rabano, berros) y leguminosas (soya, habichuelas, ricino)
contienen compuestos que por diversos mecanismos biológicos impiden la
incorporación de yodo en la glándula tiroides.
Microorganismos.
Normalmente, el término intoxicación alimentaria, aplicado a enfermedades
producidas por microorganismos, se utiliza en un sentido muy amplio para
designar tanto a las enfermedades producidas por la ingestión de toxinas
elaboradas por los microorganismos, como para designar a aquellas otras
debidas a la infección del hospedador a través del tracto intestinal.
Los patógenos transmitidos por alimentos incluyen parásitos multicelulares,
protozoos, hongos, bacterias y virus. A continuación se presenta un resumen
relacionado los hábitats, la manera como entran a los alimentos y los
mecanismos generales de patogénesis; se hace énfasis en las bacterias las
cuales presentan mayor índice de casos y brotes.
La expresión infección alimentaria bacteriana se refiere a las enfermedades
alimentarias originadas por la entrada de bacterias en el organismo
provocada por su presencia o por sus metabolitos.
Toxicidad en las comidas
La comida chatarra, la que se comercializa en todo lado con trust
internacionales millonarios, a la que se aplica toda clase de excentricidades,
camuflados de bienes suntuarios, adornos psicodélicos, y gigantografías
exóticas para llamar su atención, revestida de variados colores, envoltorios
sugestivos y una gama de sabores sintéticos de imitación de todo lo
tradicional y folklórico del planeta, irradiados a todas las clases sociales, y
que causan malestar en la salud, hasta contraer enfermedades incurables
que ha llevado a la tumba a no muy pocas personas.
El desarraigo de la alimentación natural tradicional de nuestros abuelos, para
converger en la globalización tecnológica de la civilización, ha dejado lacras
de las cuales no han podido fácilmente levantarse los sometidos. “La
nutrición esencial significa seleccionar los alimentos en apropiada cantidad y
calidad para privilegiar la comida interior y familiar sobre las comidas
sociales”.
El problema es la toxicidad.
La comida rápida y la
comida basura, los
conservantes y los aditivos,
el aire y el agua
contaminados con
productos químicos, un
estilo de vida de locos y el
consumo indiscriminado de
drogas, tanto medicinales
como recreativas mediante
la automedicación, la
consulta de curanderos ignorantes, han contribuido a degradar en conjunto
la salud humana y a contaminar sin tregua el cuerpo humano.
Muchas de las enfermedades más comunes y mortales de hoy día, como el
cáncer, la diabetes, cardiovasculares, artrosis, osteoporosis, la cirrosis
hepática, la artritis, la arteriosclerosis y la inmunodeficiencia… se deben a la
acumulación en el cuerpo, durante mucho tiempo, de toxinas y desechos
ácidos.
El valor nutritivo de un alimento no está en su composición química, sino en
su grado de digestibilidad. El alimento indigesto, en lugar de nutrir, intoxica,
pues está demostrado que el único régimen fortificante es el que asegura
una buena digestión, se debe comer alimentos adecuados en calidad y
cantidad y también en combinación conveniente. Alimento adecuado es
aquel que conviene a nuestra estructura orgánica y a nuestras necesidades
fisiológicas.
La sabia Naturaleza ha dotado a todos los seres de los medios necesarios
para subvenir a sus necesidades, sin recurrir a artificios y así nutrirse
adecuadamente, es frugívoro, o sea, está destinado por la Naturaleza a
alimentarse sólo de frutas y semillas de árboles en su estado natural.
Se ha denunciado que ingerimos alimentos que no cumplen estándares
mínimos de seguridad nutricional; presencia de residuos químicos,
bacteriológicos, sobre utilización de agroquímicos en los cultivos, utilización
equívoca de información en las etiquetas, tales como producto 100% natural
y una enorme debilidad de las instituciones públicas llamadas a protegernos.
Que existe “ausencia de mecanismos efectivos de coordinación entre las
agencias públicas responsables: Ministerio de Agricultura, Ambiente y Salud
y sus entidades adscritas (Agrocalidad, INIAP, Inquieta Pérez). No sólo que
la responsabilidad no parece estar claramente definida, sino que no hay
ningún mecanismo efectivo para el trabajo conjunto. Es el reino de Fuente
ovejuna. A ello se añaden las deficiencias institucionales: los laboratorios de
Agrocalidad (el antiguo SESA), no están certificados ni reconocidos
internacionalmente, y el MAGAP no tiene un sistema de extensión que
aconseje a los productores de alimentos sobre cómo y en qué cantidades
utilizar los agroquímicos, por lo que los únicos consejeros son los
comerciantes de insumos.
La ley orgánica de soberanía alimentaria es un listado de buenas intenciones
y en su mayor parte se remite a leyes futuras, que a unas normas claras de
cumplimiento obligatorio. Tampoco resuelve el tema de responsabilidades y
coordinación institucional”.
Los directivos de la educación, y autoridades subsidiarias, deben buscar los
caminos que permitan a los adolescentes obtener en forma higiénica y pura
los alimentos naturales, evitando los enlatados y enfundados en cuyo
contenido se han encontrado ácaros debido a la manipulación antihigiénica,
caducidad y mala fe. En otras regiones ya han sido prohibidos, pero en este
país a más de los males de la política bastarda y populachera, la basura de
los desarrollados nos la ponen encima. Un asesoramiento de nutricionistas
académicos se requiere, no de los que venden productos naturales sin
registro sanitario y se han autotitulado nutricionistas.
LA COMIDA CHATARRA
Mucho de lo que consumimos a diario, por más que haya sido elaborado en
casa, puede alterar el normal funcionamiento del organismo y terminar por
generar una enfermedad, como consecuencia de la toxicidad corporal. Qué
erradicar de la dieta
Ninguna práctica depurativa podrá resultar efectiva si no rectificamos los
hábitos nocivos que nos atiborran de tóxicos y nos privan de sustancias
esenciales para la buena química corporal. Si nos damos cuenta de esto (y
modificamos hábitos), habremos hallado la génesis (y al mismo tiempo la
solución) de gran parte de los modernos problemas de salud: la toxicidad
corporal crónica.
El cambio de hábitos alimentarios forma parte indisoluble del tratamiento
depurativo recomendado para resolver nuestros problemas crónicos. De
poco servirá la eliminación de la vieja escoria tóxica, si seguimos
introduciendo nuevos desechos y no logramos satisfacer las fisiológicas
necesidades orgánicas. Por ello la necesidad de adoptar una alimentación
nutritiva, pero no “ensuciante”.
Las mal llamadas “enfermedades”, son apenas un síntoma de “toxicidad
corporal”, estado generado por una combinación de factores:
- Malfunción de los órganos de eliminación (sobre todo intestino e hígado y
riñones colapsados)
- Crónica sobrecarga tóxica (alimentos no fisiológicos, modernas parasitosis,
contaminantes químicos)
- Estado de acidosis corporal (desorden ácido-alcalino)
- Baja inmunología (por colapso hepático, desorden nutricional, toxemia,
exceso de exigencias)
- Flora intestinal desequilibrada (por antibióticos alimentarios y medicinales,
alimentos refinados y aditivados, falta de fibra, carencia enzimática,
conservantes, parasitosis)
- Disfunciones hormonales (menopausia, andropausia, resistencia a la
insulina, parasitosis, desorden tiroideo)
- Exceso de fósforo (consumo de lácteos, gaseosas, soja, conservantes,
fertilizantes, aditivos)
- Carencia de nutrientes esenciales (magnesio, silicio, AGE, enzimas,
vitaminas, oligoelementos, mucílagos)
- Represión de síntomas (abuso de medicamentos)
- Exceso de estímulos (carencia de reposo adecuado)
- Sedentarismo (falta de actividad física y oxigenación)
Para resolver esto, es obvio que debemos corregir el desorden nutricional,
principal responsable de dicho caos orgánico. Tan importante como las
cosas que conviene introducir en la dieta, son aquellas que deben
eliminarse. A menudo los beneficios de los nuevos aportes, son
neutralizados por el nefasto efecto de los alimentos artificializados y
ensuciantes que seguimos ingiriendo a diario.
Debemos tomar conciencia que el organismo se renueva diariamente (en un
año cambiamos el 98% de los átomos del cuerpo), y la calidad de
renovación depende de la calidad de nutrientes que ingerimos. Es como si
tuviésemos una fábrica modelo, comprásemos materia prima defectuosa y
pretendiésemos que se hagan productos perfectos. Nuestros operarios no
podrían hacer milagros.
El organismo tampoco puede hacer milagros: mala calidad de nutrientes
implica mala calidad de células nuevas, mala calidad de los órganos que se
renuevan y consiguiente aumento de la toxemia corporal por malfunción
orgánica y acumulación cotidiana. Resulta importante aprender a identificar
los alimentos ensuciantes o no fisiológicos, para limitarlos o descartarlos de
la dieta cotidiana, la cual debería basarse en alimentos más genuinos y
mejor adaptados a nuestra natural capacidad
Alimentos chatarra
Las patatas fritas, la pizza, las hamburguesas, los dulces, el huevo frito, el
chocolate, las gaseosas, los helados, los adictivos snacks y otros tantos
menús que nos encantan pertenecen al grupo de lacomida chatarra...
Seguramente has escuchado esa expresión varias veces, ¿no? Pero ¿qué
es la comida chatarra?
Hemos oído esa clasificación de alimentos en miles de oportunidades,
aunque no todos sabemos qué significa.
La expresión “comida chatarra” fue creada por Michael Jacobson, el director
del Centro para la Ciencia en el interés público, en 1972. Esta expresión
designa a todos aquellos alimentos que no poseen valor nutricional, es decir,
que no nos aportan nutrientes.
Lo único que nos suman son muchas calorías, sal, azúcar y grasas para el
organismo, por eso es que la comida chatarra es muy poco saludable.
El Peligro De Comer Comida Chatarra
Si nuestra alimentación se basa en el consumo excesivo de este tipo de
comidas, los resultados para nuestra salud pueden ser realmente peligrosos.
Entre las más graves consecuencias de la comida chatarra cuando la
comemos con mucha frecuencia, y sin equilibrarla con alimentos nutritivos y
saludables, encontramos:
Aumento de peso y más posibilidades de desarrollar obesidad
Colesterol malo alto
Riesgo de enfermedades cardiovasculares
Deficiencia cardíaca
Resistencia a la insulina
¿Y sabías que otro efecto tiene abusar de la comida chatarra? Aunque no lo
creas, una investigacion demostró que los alimentos chatarra también
aceleran el envejecimiento. Así que, como si los peligros de la lista fueran
pocos, estas comidas -al largo plazo- perjudican tu salud y también tu
apariencia.
Sin embargo, a pesar de que sabemos qué es la comida chatarra y las
consecuencias negativas que tiene para con nuestra salud, nos resulta difícil
no caer en la tentación de probar alguna de ellas. ¡Es que son tan pero tan
ricas!
¿A quién no se le ha hecho agua la boca con estas imágenes? ¡Mmmm!
¿Por qué nos atrae la comida chatarra?
Esto pasa porque la comida chatarra nos conquista por dos motivos. En
primer lugar, porque son alimentos muy sabrosos y hasta adictivos. ¿Quién
puede negarse a un plato de patatas fritas? ¿O una pizza con muzzarella?
En segundo lugar, porque son muy fáciles de preparar o conseguir a través
del delivery, de manera que si estamos apurados o si no tenemos ganas de
cocinar, la primera opción generalmente es un alimento chatarra.
Sí, lamentablemente lo rico es lo que más engorda y hace mal... Pero por
nuestra salud debemosconsumir lo menos posible de comida chatarra y
aumentar nuestro consumo de frutas, verduras y granos integrales, que son
sanos y deliciosos al mismo tiempo.
Según descubrieron en las últimas investigaciones, "La comida chatarra, no
sólo perjudica a los dientes o agranda la cintura, sino que también perjudica
al cerebro."
El consumo de grasas trans, que se encuentra generalmente en los
alimentos fritos o elaborados, envía señales confusas y perjudiciales para el
cerebro y disminuye su capacidad para controlar el apetito.
Según el doctor Gene Bowman de la Oregon Health & Science University,
"Por el consumo de comida chatarra, el cerebro se vuelve menos capaz de
decir lo que ha comido y continúa con apetito y lo lleva a seguir comiendo",
"está claro que las grasas trans son perjudiciales para el corazón y ahora,
como vemos, para el cerebro."
Las grasas trans es el nombre común de las grasas no saturadas que son
más difíciles para el cuerpo de digerir debido a su doble enlace carbono-
carbono.
La lesión cerebral se presenta como la última incorporación a una larga lista
de problemas de salud que derivan del consumo de grasas insaturadas. Las
enfermedades coronarias, colesterol alto obesidad y la diabetes.
La batalla contra las grasas trans no es nueva.
Mientras que en los restaurantes de Nueva York y Suiza se prohibieron los
platos que tienen altos niveles de grasas trans, todavía hay un montón de
alimentos diarios que esconden sigilosamente los ingredientes destructivos.
Las palomitas de maíz para microondas, y las galletas saladas son algunos
de los 'peores alimentos', y eso es ignorar las opciones obvias como papas
fritas o el pollo frito.