la teorización de las clases sociales

11
104 La teorización de las clases sociales Augusto Longhi pp. 104-114 ARTÍCULOS Revista de Ciencias Sociales Departamento de Sociología Año XVIII / Nº 22 SETIEMBRE 2005 Coincidencias y diferencias fundamentales de los enfoques marxista y weberiano La teorización de las clases sociales Augusto Longhi * La supuesta tendencia a la convergencia Ha sido tradicional dentro de la sociología concebir a los enfoques marxista y weberiano de las clases sociales como opuestos e irreconcilia- bles. Tal visión se basó en el supuesto, en general compartido, de que la visión de Weber intentó ser una reacción y superación de Marx desde un pun- to de vista acritico y conservador de la sociedad capitalista, que se construyó desde objetivos y premisas radicalmente distintos, y que originó por tanto modelos de representación y análisis de la estructura de clases claramente diferenciados en lo que respecta a consecuencias observacionales y predictivas. Si bien es cierto que ha existido a lo largo de la historia de la sociología una diferencia de carácter “paradigmático”, lo es también que recientemente viene ocurriendo una tendencia de influencia de intercambio mutuo, y de acercamiento entre estos marcos teóricos. Esto es muy visible a través del exa- men y comparación de las obras de los principales representantes de ambas escuelas en Europa y Amé- rica ( 1 ), y también en la muy vasta diversidad de investigaciones que se realizan hoy en día a nivel mundial, una de cuyas muestras pueden ser los con- gresos mundiales de sociología. Val Burris (Burris, 1995) reflexiona sobre esto en los siguientes términos: “Sin reconocer siempre el hecho (o sin ser siquiera necesariamente conscientes de él), los marxistas contemporáneos han hecho un amplio uso de conceptos weberianos en su esfuerzo por adaptar el marxismo clásico a las condiciones del capitalismo de finales del siglo XX. Esta tendencia caracteriza particularmente a los recientes escritos marxistas sobre el Estado, la burocracia, la legitima- ción y la estructura de clases. Los enfoques teóricos que en su día fueron “externos” al marxismo, y sir- vieron por lo común como base para criticar o recha- zar el marxismo, se han incorporado así (aunque sin alteraciones) a la propia teoría marxista. Al mismo tiempo ha habido una tendencia paralela, aunque menos pronunciada, entre los teóricos weberianos a reinterpretar la sociología de Weber con objeto de ha- cerla más compatible con las premisas del marxismo. Esta “desparsonalización” de Weber, como a veces se la ha llamado, ha supuesto una desacentuación de los temas subjetivistas en los escritos metodológicos de Weber y una elaboración de la dimensión socioestructural implícita en sus posteriores trabajos sustantivos” (pág 127-128). Tres observaciones nos parecen centrales en el texto precedente. Por una parte el hecho de que ambos marcos teóricos han incorporado de forma parcial y marginal elementos teóricos del otro, y por tanto que la influencia ha sido mutua. Que ello ha sido más noto- rio o marcado en la teoría marxista. Y que esto respon- de a una necesidad de adecuación teórica a los cambios sociales acontecidos. Estas afirmaciones son compartibles en tanto remiten a cambios evidentes. Sin embargo, estos cambios no son señalados, y tampoco la relación que ellos guardan con los cambios aludidos. * Profesor e Investigador con Dedicación Total en las Facultades de Ciencias Económicas y de Administración y de Ciencias Sociales de la Universidad de la República. Master en Ciencias Sociales de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), y Diploma de Estudios Avanzados en Sociología de la Universidad de Salamanca para la que actualmente realiza su tesis doctoral. [email protected] 1 Esto es visible en especial en las diversas obras de los neomarxistas Wright, E (Véase Wright 1978, 1992, 1994,1995, 1997) y Carchedi, G. (Carchedi 1977), y en los neoweberianos Giddens, A (Giddens 1993), Golthorpe (Golthorpe 1992 y 2000), Erikson, R y Goldthorpe, J (1993), y Pakin, F. (Parkin 1979).

Upload: anna-suarez

Post on 19-Oct-2015

43 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

  • 104

    La teorizacin de las clases sociales Augusto Longhi pp. 104-114 ARTCULOS

    Revista de Ciencias Sociales Departamento de Sociologa Ao XVIII / N 22 SETIEMBRE 2005

    Coincidencias y diferencias fundamentalesde los enfoques marxista y weberiano

    La teorizacin de las clases sociales

    Augusto Longhi *

    La supuesta tendencia a la convergencia

    Ha sido tradicional dentro de la sociologaconcebir a los enfoques marxista y weberiano delas clases sociales como opuestos e irreconcilia-bles. Tal visin se bas en el supuesto, en generalcompartido, de que la visin de Weber intent seruna reaccin y superacin de Marx desde un pun-to de vista acritico y conservador de la sociedadcapitalista, que se construy desde objetivos ypremisas radicalmente distintos, y que origin portanto modelos de representacin y anlisis de laestructura de clases claramente diferenciados enlo que respecta a consecuencias observacionales ypredictivas.

    Si bien es cierto que ha existido a lo largo de lahistoria de la sociologa una diferencia de carcterparadigmtico, lo es tambin que recientementeviene ocurriendo una tendencia de influencia deintercambio mutuo, y de acercamiento entre estosmarcos tericos. Esto es muy visible a travs del exa-men y comparacin de las obras de los principalesrepresentantes de ambas escuelas en Europa y Am-rica (1 ), y tambin en la muy vasta diversidad deinvestigaciones que se realizan hoy en da a nivelmundial, una de cuyas muestras pueden ser los con-gresos mundiales de sociologa.

    Val Burris (Burris, 1995) reflexiona sobre estoen los siguientes trminos: Sin reconocer siempre elhecho (o sin ser siquiera necesariamente conscientesde l), los marxistas contemporneos han hecho un

    amplio uso de conceptos weberianos en su esfuerzopor adaptar el marxismo clsico a las condiciones delcapitalismo de finales del siglo XX. Esta tendenciacaracteriza particularmente a los recientes escritosmarxistas sobre el Estado, la burocracia, la legitima-cin y la estructura de clases. Los enfoques tericosque en su da fueron externos al marxismo, y sir-vieron por lo comn como base para criticar o recha-zar el marxismo, se han incorporado as (aunque sinalteraciones) a la propia teora marxista. Al mismotiempo ha habido una tendencia paralela, aunquemenos pronunciada, entre los tericos weberianos areinterpretar la sociologa de Weber con objeto de ha-cerla ms compatible con las premisas del marxismo.Esta desparsonalizacin de Weber, como a veces sela ha llamado, ha supuesto una desacentuacin delos temas subjetivistas en los escritos metodolgicosde Weber y una elaboracin de la dimensinsocioestructural implcita en sus posteriores trabajossustantivos (pg 127-128).

    Tres observaciones nos parecen centrales en eltexto precedente. Por una parte el hecho de que ambosmarcos tericos han incorporado de forma parcial ymarginal elementos tericos del otro, y por tanto quela influencia ha sido mutua. Que ello ha sido ms noto-rio o marcado en la teora marxista. Y que esto respon-de a una necesidad de adecuacin terica a los cambiossociales acontecidos. Estas afirmaciones soncompartibles en tanto remiten a cambios evidentes.Sin embargo, estos cambios no son sealados, y tampocola relacin que ellos guardan con los cambios aludidos.

    * Profesor e Investigador con Dedicacin Total en las Facultades de Ciencias Econmicas y de Administracin y de Ciencias Sociales de la Universidad de laRepblica. Master en Ciencias Sociales de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), y Diploma de Estudios Avanzados en Sociologa de laUniversidad de Salamanca para la que actualmente realiza su tesis doctoral. [email protected]

    1 Esto es visible en especial en las diversas obras de los neomarxistas Wright, E (Vase Wright 1978, 1992, 1994,1995, 1997) y Carchedi, G. (Carchedi1977), y en los neoweberianos Giddens, A (Giddens 1993), Golthorpe (Golthorpe 1992 y 2000), Erikson, R y Goldthorpe, J (1993), y Pakin, F. (Parkin1979).

  • 105

    La teorizacin de las clases sociales Augusto Longhi pp. 104-114ARTCULOS

    Revista de Ciencias Sociales Departamento de Sociologa Ao XVIII / N 22 SETIEMBRE 2005

    Desde nuestro punto de vista, las bases de estaconvergencia parecen encontrarse en dos transforma-ciones ocurridas a lo largo del siglo XX que se sobreim-ponen sobre los marcos tericos, obligndolos al ajusteo adecuacin. Cabe citar aqu dos procesos paralelosde fuerte incidencia en la teorizacin e investigacinsobre las clases.

    En primer lugar, deben mencionarse los cambiosocurridos en la estructura social de las sociedadesmodernas, tanto en sus aspectos morfolgicos comosimblicos, y que en conjunto constituyen un ordensocial muy distinto al existente en el momento defundacin de estos marcos tericos. Marx escribe enla segunda mitad del siglo XIX, y Weber lo hace haciafines de este siglo y comienzos del siguiente. Desdeentonces han ocurrido cambios sociales muy relevan-tes, entre los que por su efecto sobre las clases hayque destacar el aumento y diferenciacin de los nive-les educativos de la poblacin o sea del capital esco-lar y del capital cultural (Bourdieu 1988), la ele-vacin y diferenciacin de las cualificaciones labora-les (Becker 1983), el aumento de la productividad, lariqueza, y del excedente producido, y de una distri-bucin ms compleja y desigual de los mismos (Sweezy1973; Mandel, 1980), la creciente burocratizacin yracionalizacin de las empresas y de la diferenciaciny segmentacin de sus mercados internos de trabajo(Doeringer y Piore 1983; Edwards 1979; Gordon,Edwards y Reich 1986); el fuerte desarrollo del deno-minado excedente de fuerza de trabajo y del desem-pleo (Braverman, 1974), el aumento de la movilidadsocial de los trabajadores (Golthorpe y Llewellyn, 1977;Golthorpe, 1992), la ampliacin progresiva de la di-mensin, racionalizacin, diferenciacin, intervenciny poder regulador del estado y sus diversos aparatos(Offe, 1984, 1990), el creciente peso o relevancia delmercado y de las relaciones mercantiles en el conjun-to de las actividades econmicas y como mecanismoregulador de la vida social (Polanyi, 1975), y de losmecanismos de intercambio mercantil como base dela explotacin (Roemer 1989a,1989b; FernndezEnguita 1999).

    Estos cambios ya estn en gestacin hacia finesdel siglo XIX. Pero lo que importa es que han tenidoun sentido evolutivo o tendencial de creciente desa-rrollo y expansin a lo largo de todo el siglo XX, con-centrndose sus manifestaciones, cristalizacin yconsecuencias en especial en la segunda mitad delmencionado siglo, y teniendo continuidad y proyec-cin en el presente siglo.

    Fenmenos cuya mencin y relevancia radica enque justamente marcan cambios muy significativosen la conformacin de la estructura social y de cla-ses, en aspectos tales como la diferenciacin y des-igualdad de la misma tomada globalmente o comototalidad, en las dotaciones de recursos materiales(ingreso, riqueza, y posesiones), de cualificacin (sa-

    ber terico, prctico, y habilidades), culturales (debagaje cultural) y normativos (derechos y obligacio-nes jurdicas) de que son portadoras las distintas cla-ses, en las relaciones de poder y de dominacin queexiste entre las mismas y en la constitucin, dife-renciacin y legitimacin de dichas relaciones, en lasoportunidades vitales sea en relacin a la movilidadhorizontal o vertical (el cierre y permeabilidad de lasclases), como la calidad de vida que existe en ellas,en la organizacin morfolgica y funcionamiento delos mercados de trabajo y en la diferenciacin de lasrelaciones laborales y de los puestos de trabajo sobretodo en su calidad cualificacin, derechos e ingreso-y estabilidad riesgo de desempleo, en los intercam-bios sociales materiales y sus saldos que se procesanentre stas en la produccin, en el mercado, y en susrelaciones con el Estado, en la formacin de las prc-ticas o acciones sociales individuales y colectivas sur-gidas de sta, slo para mencionar quizs los que sonms importantes y evidentes.

    De todos estos cambios han tomado o debidotomar nota todos los socilogos, cualquiera sea suorientacin terica. Se insiste y es importante tomarcuenta de los procesos mencionados, porque todosellos implican cambios profundos, sostenidos, y dealto impacto en las bases de constitucin de las cla-ses concebidas como posiciones y/o colectivos o fuer-zas operantes, de los que es o ha de ser consciente lareflexin sobre las clases en los autores que se inscri-ben en las corrientes mencionadas.

    En segundo lugar, ha ocurrido un muy signifi-cativo desarrollo de la sociologa vista como discipli-na y comunidad acadmica. La sociologa de las cla-ses cuenta ahora con una acumulacin conceptual,instrumental e informativa o fctica que le viene dadapor el trabajo realizado sobre las clases, pero tambinen otros campos o especialidades, que comprueba overifica la ocurrencia de los cambios mencionados.Estos desarrollos representan una acumulacin o he-rencia comn y compartida que ha influido sobre laelaboracin terica: ha significado ciertamente unaprueba o contrastacin de la misma, y por ende, unajuste y adecuacin necesarios a nivel de la teora.

    En forma paralela, el desarrollo terico-metodolgico, la prctica comn y compartida, y laformacin de un patrimonio percibido como herenciacolectiva, han operando como fuerza integrativa ohacia la cohesin de la comunidad sociolgica comotal. Es el desarrollo de la disciplina, como herencia otradicin comn, lo que tambin empuja hacia lamayor frecuencia e intensidad de intercambios, lainfluencia, y as, la semejanza y la identidad.

    La tendencia al intercambio y la convergenciaexiste, ciertamente, somos concientes de ello y lapostulamos. Pero tambin tiene lmites que se man-tienen y de los cuales es necesario y conveniente sertambin conscientes, y que repasamos y postulamos

  • 106

    La teorizacin de las clases sociales Augusto Longhi pp. 104-114 ARTCULOS

    Revista de Ciencias Sociales Departamento de Sociologa Ao XVIII / N 22 SETIEMBRE 2005

    en este trabajo. Y ello se deriva, a nuestro parecer,de que los enfoques marxista y weberiano constitu-yen paradigmas y relativamente cerrados, con supues-tos o axiomas, y asimismo perspectivas metodolgicas,muy dismiles y hasta contrapuestas.

    En efecto, la tradicin marxista se funda en unaconceptualizacin objetivo-materialista de la histo-ria, de mtodo histrico-dialctico centrado en losantagonismos, contradicciones, y conflicto social pre-sentes en todos los modos de produccin y de la quedepende su estructuracin, cambio y devenir, fuerte-mente influenciada por la teora del valor-trabajo pro-pia de la escuela clsica, y que concibe como rasgoprincipal del sujeto individual (el ser humano) y delos colectivos (las clases), ser agentes influenciadospermanentemente por la ideologa y superestruc-tura (conciencia falsa y alienante) frente a la cualsu instrumento o cualidad esencial es la praxis (ac-cin reflexiva, prctica y transformativa) con la na-turaleza las fuerzas productivas o recursos-, y conla estructura social (las instituciones, reglas y ele-mentos simblicos) con los que se encuentra en unarelacin de intercambio, o de ida y vuelta, de la quedependen tanto la reproduccin como la transforma-cin o mutacin histrica tanto de la naturaleza comola estructura social.

    Por su parte, la tradicin weberina posee unavisin de la historia de carcter subjetivo-idealista,donde se postula el mtodo histrico-comprensivo(verstehen) en combinacin con la causalidad singu-lar y concreta, como central para la comprensin dela historia y de las distintas formaciones histricas osociales, influenciada fuertemente por la escuela his-trica alemana y la teora del valor subjetivo, y por elindividualismo metodolgico propios de la escuelaneoclsica, en el que el rasgo distintivo del sujeto,en este caso el ser humano individual y social, es elde realizar siempre una accin social con sentido(racional con arreglo a fines, racional con arreglo avalores, tradicional, o afectiva), que en una visinindividualista metodolgica es la que compone o de-termina las colectividades, la estructura social quelas contiene, y su reproduccin y transformacin.

    Este cierre deriva de premisas de los cuales de-pende la subsiguiente construccin terica, y por su-puesto tambin la observacin, anlisis y reconstruc-cin emprica de realidad. Son tan centrales esos su-puestos de partida que su abandono de hecho signifi-ca el abandono o transformacin del marco terico.Por eso creemos que esta tendencia de acercamientoo hacia la convergencia opera ciertamente, pero deforma podramos decir tensional o ambivalente,dado que ha de realizarse siempre sin negar o contra-decir las premisas de partida, que por otra parte sesabe y admite son, podramos decir, fundantes.

    En las lneas siguientes se trabajar sobre losque consideramos son los principales puntos de coin-cidencia y de diferenciacin de la corriente marxistay de la weberiana. Luego de pasar revista a las coinci-dencias que existen entre los marcos tericos, se ar-gumenta respecto de las fuertes rupturas existentesentre los mismos, y en favor de la superioridad relati-va del enfoque marxista de las clases sociales, tantoen vistas de las derivaciones que se pueden realizar apartir de sus premisas bsicas, como por mayor apti-tud y capacidad de integracin, de aportes concep-tuales de la otra escuela, esto es de los aportesweberianos, sin que la otra escuela tenga la mismacapacidad. Y esto es visible y comprobable especial-mente en las nuevas elaboraciones acerca de la es-tructura de clases o de la estratificacin formuladapor lo que recientemente se ha denominado elneomarxismo, trmino genrico con el que se hacereferecia a autores tales como Wright (Wright1978,1992,1994,1997), Offe (Offe 1984, 1990),Przeworski (Przeworski 1988a, 1988b), Roemer(Roemer1989a, 1989b).

    Coincidencias y componentes comunes

    Existen en primer lugar las que podramos de-nominar las coincidencias de larga data o bsicas.Son las que existen desde la misma construccin delas respectivas teoras de las clases, y que en generalremiten a algunos supuestos. Es claro, como se ver,lo mostraremos y se verificar, que estas coinciden-cias estn claramente marcadas por el contexto inte-lectual y cultural en que se formaron estas teoras: lafuerte huella o influencia del pensamiento econmi-co clsico y neoclsico, y con ello el fuerte predomi-nio en los crculos acadmicos de las visionesracionalistas, materialistas y utilitaristas de la vidasocial (2 ).

    Un primer punto de semejanza se encuentra enel plano o esfera que se considera base de constitu-cin de las clases. Las clases se constituyen en laesfera econmica, siendo esta esfera el espacio deter-minante del orden social, y asimismo el plano deter-minante de un vasto conjunto de acciones o prcticasde los actores. En este sentido puede sealarse que sibien la teora de Weber y de los neoweberianos repre-senta una crtica y un intento de superacin de lateora de Marx, ni la posicin de Weber ni la de susseguidores neoweberinos dejan de admitir que elorden econmico es en el cual se constituyen o ter-minan de constituirse las clases y sus acciones eco-nmicas.

    En Marx la diferencia esencial determinante dela formacin de las clases es la desigual distribucin

    2 Decimos esto a sabiendas y aceptando las fuertes influencias e improntas que existieron en la teora weberiana de las tradiciones idealistas yespiritualistas representadas por Kant, Diltley y Rickert y de la escuela histrico alemana. Vase al respecto Aron (Aron, 1970) y Zeitlin (Zeitlin 1986).

  • 107

    La teorizacin de las clases sociales Augusto Longhi pp. 104-114ARTCULOS

    Revista de Ciencias Sociales Departamento de Sociologa Ao XVIII / N 22 SETIEMBRE 2005

    de la propiedad de los medios de produccin o bienesalienables -en los que se distinguen a su vez un de-terminado desarrollo tcnico y una acumulacin yconcentracin especfica- que ocurre en la organiza-cin de la produccin, de lo que derivan relacionessociales asimtricas de intercambio desigual y apro-piacin disproporcional del producto, y as a la orga-nizacin polarizada y dicotmica en las clases de lasociedad civil. As entonces, esta desigual distribu-cin de la propiedad -o de acceso a la misma- deter-mina una desigual participacin de los sujetos en elproceso social de la produccin, su posicin desigualy asimtrica en las relaciones histricas de produc-cin, y concomitantemente, en las instancias de in-tercambio, distribucin, consumo, y de participa-cin social en general (3 ). Quedan definidas as lasclases como los principales colectivos y agentes de laproduccin y de la estructura social. Siendo la ins-tancia o esfera de la produccin el momento clave dela constitucin de las clases. Obviamente, estos sonsupuestos o premisas bsicas de la teora.

    La desigual distribucin de los medios de pro-duccin o alienables, determina la organizacin de laproduccin, la formacin de la relacin social bsicade la estructura social y as las clases fundamentales.Dicen los fundadadores del marxismo en un conocidoy muy citado texto (Marx y Engels 1985): La historiade todas las sociedades hasta nuestros das es la his-toria de la lucha de clases. Hombres libres y esclavos,patricios y plebeyos, seores y siervos, maestros yoficiales, en una palabra: opresores y oprimidos seenfrentaron siempre, mantuvieron una lucha que ter-min siempre con la transformacin revolucionariade toda la sociedad o el hundimiento de las clases enpugna(...) Nuestra poca, la poca de la burguesa,se distingue sin embargo, por haber simplificado lascontradicciones de clase. Toda la sociedad va divi-dindose, cada vez ms en dos campos enemigos, endos grandes clases, que se enfrentan directamente: laburguesa y el proletariado (Pg 36). Y en nota apie de pgina Engels, refirindose a las dos grandesclases del modo de produccin capitalista, la burgue-sa y el proletariado, los identifica y define como si-gue Por burguesa se comprende a la clase de loscapitalistas modernos, que son los propietarios de losmedios de produccin social y emplean trabajo asala-riado. Por proletarios se comprende a la clase de lostrabajadores asalariados modernos que, privados demedios de produccin propios, se ven obligados a ven-der su fuerza de trabajo para poder existir (Pg 36). (4 )

    En tanto que en Weber la diferenciacin surgirde las distintas oportunidades econmicas que tie-

    nen los sujetos de valorar en el mercado -mercado debienes y mercado de trabajo- bienes y trabajo de queson portadores, como lo veremos ms adelante en lacita de la definicin de clase que da este autor.

    Chance u oportunidad que a su vez est influidapor los cierres discriminatorios o excluyentes querealizan los agentes mercantiles, lo que a su vez im-plica y requiere el ejercicio de poder y correlativa-mente, la existencia de un marco normativo o jurdi-co. La situacin de mercado y las oportunidades eco-nmicas consiguientes, a su vez, son el determinan-te principal de las oportunidades vitales.

    Las orgenes de esta conceptualizacin proce-den de Weber, y a su visin del cierre y exclusinsocial como fenmenos caractersticos del funciona-miento de los mercados en tanto implican determina-cin de oportunidades econmicas, y por ser a suvez mecanismos fundamentales de la formacin delas corporaciones y de las clases, en tanto implicandeterminacin de oportunidades o probabilidades devida. El intento de asegurar y preservar las oportu-nidades o probabilidades econmicas, conduce al cie-rre y la exclusin, y as asegura y preserva para elgrupo o clase las denominadas oportunidades o pro-babilidades vitales.

    Al respecto afirmaba el autor alemn: Una for-ma frecuente de condicionalidad econmica que seencuentra en todas las clases de comunidad es creadapor la competencia por las probabilidades (oportuni-dades) econmicas, como las supuestas por los car-gos pblicos, la clientela, los puestos de trabajo, etc.El nmero creciente de los que compiten en compa-racin con las posibilidades adquisitivas acrecienta elinters de los partcipes de limitar su nmero de al-gn modo. La forma como esto suele ocurrir es que setome algn carcter exteriormente comprobable delos competidores (reales o potenciales), por ejemplola raza, la religin, el idioma, el lugar de nacimiento,la clase social, el domicilio, etc., para basar sobre lla exclusin (...) Este proceso de cierre de una co-munidad, como lo llamaremos (...). (...) En todos es-tos casos encontramos como fuerza impulsora la ten-dencia al monopolio de determinadas probabilidades(oportunidades), por regla general de carcter eco-nmico (...) Su finalidad est en cerrar en algunamedida a los de afuera las probabilidades (u oportu-nidades) sociales y econmicas que estn en juego(Weber; 1922; pg 276) (Citado por Fernndez Enguita;1999; pg 73).

    En los dos marcos tericos las clases son enton-ces en primera instancia posiciones relacionales rela-tivas a recursos o bienes econmicos, y su prctica o

    3 En todas las obras de Marx la produccin siempre fue la base y el punto de partida de las otras instancias del proceso productivo, esto es de ladistribucin, el intercambio o cambio, y el consumo, y por ello el determinante fundamental de la estructura social en su conjunto, incluido porsupuesto a la estructura de clases. Vase al respecto Marx, K (1970) Introduccin general a la crtica de la economa poltica; Cuadernos de Pasado yPresente, No 1; Crdoba. Tambin y en especial su obra mxima y posterior El capital. Crtica de la Economa Poltica; Siglo XXI; 1981.

    4 Ntese que Engels utiliza una definicin amplia y genrica de proletariado, denotando al conjunto de los trabajadores asalariados: que lo son porqueestn desposedos de los medios de produccin y que por ello deben vender su fuerza de trabajo como nico medio para la subsistencia.

  • 108

    La teorizacin de las clases sociales Augusto Longhi pp. 104-114 ARTCULOS

    Revista de Ciencias Sociales Departamento de Sociologa Ao XVIII / N 22 SETIEMBRE 2005

    accin consiste mayoritariamente en acciones o rela-ciones sociales dirigidas directa e indirectamente a laproduccin, circulacin, intercambio y distribucinde dichos bienes o recursos. Es en este sentido quepuede afirmarse que existe en estos marcos tericosuna fuerte aceptacin o impronta de carcter ma-terialista.

    El segundo punto de coincidencia se encuentra,entendemos, en la conceptualizacin del actor social.En ambos enfoques tanto el actor individual como elcolectivo se comportan como racionales y agentesutilitarios. Con ello se quiere significar que ambasconcepciones establecen la maximizacin de utilidadcomo el objetivo o fin principal de la accin, enten-dindose por tal una relacin positiva -o de ganan-cia- entre utilidades tales como ingresos, recursos,satisfactores de necesidades, ocio, o posiciones queacrecientan los bienes anteriores, de una parte, ydesutilidades como trabajo, intensidad de esfuerzo,riesgo, desvalorizacin, o prdida de posiciones deotro.

    En el mbito econmico el actor es siempre -ypor supuesto, de forma no exclusiva- un agente pre-dominantemente utilitario, que acta desde una de-terminada posicin, intentando maximizar posicio-nes (5 ), recursos, y saldo de intercambio, esto es, unagente que intenta maximizar su situacin de bien-estar actuando de forma racional. Por ello se puedeafirmar que ambos marcos tericos postulan que elactor acta siempre como guiado mayoritariamente -y no exclusivamente(6 )- por su inters material y enun tipo de accin racional de acuerdo a fines.

    En Marx la racionalidad es la esencia humana yla differentia specifica del hombre, y lo que dominao predomina en su actuar. Queda subsumida terica yempricamente en el concepto de praxis, esto es,accin, de carcter interactivo, dirigida a la transfor-macin de la naturaleza o de las relaciones sociales,en tanto que la praxis se liga en forma interactiva ypor tanto reproductora y transformadora de una de-terminada visin del mundo o weltanchaung, estoes, representacin ideolgica. O sea, est influida porella y al mismo tiempo la determina. En Weber laracionalidad es una tendencia secular dominante dela sociedad moderna y capitalista, fundada en la ex-pansin o desarrollo de dos tipos de acciones socialesy por tanto premisas: la accin racional de acuerdo afines y la accin racional de acuerdo a valores.

    En el caso de Marx y la tradicin marxista elobjetivo del actor es mejorar y desarrollar su condi-ciones de existencia material, mejora de las condi-ciones de trabajo, de ocio, de sus posesiones o recur-

    sos, y del producto, excedente o ingreso obtenido;pero tambin de poder.

    En referencia a la teora marxista del actor y dela accin, y en afirmaciones que compartimos, diceErik Wright (Wright 1992): Las relaciones socialesde produccin determinan un conjunto de mecanis-mos mediante los cuales los individuos consiguenacceso a los recursos materiales y al producto socialgenerado con esos recursos. Dos tipos cruciales deintereses materiales estn ligados a estos mecanis-mos: primero, los intereses vinculados al bienestareconmico y, segundo, los intereses vinculados alpoder econmico (...) El bienestar econmico, eneste contexto no equivale al ingreso o al consumo.Antes bien, se refiere al paquete total de trabajo-ocio-ingreso del que dispone la persona. As, decirque los individuos tienen un inters objetivo enpromover su bienestar econmico no significa quequieran aumentar sin ms su consumo, sino que, per-maneciendo igual lo dems, tienen un inters obje-tivo en el equilibrio ms favorable entre trabajo, ocioy consumo. (...) Los intereses de clase respecto albienestar econmico vienen determinados por lo queuna persona debe hacer para conseguir un determi-nado nivel de bienestar econmico, esto es, por losmecanismos generadores de bienestar, no por el re-sultado en s. Hablar de intereses comunes de clase,pues, significa que los individuos de una clase dada,en virtud de su relacin con los mecanismos subya-centes insertos en las relaciones sociales de produc-cin, se enfrentan objetivamente a la misma estruc-tura general de elecciones y objetivos estratgicoscuando intentan promover su bienestar econmico,es decir, el paquete de trabajo-ocio-ingreso disponi-ble para ellos (Pg 34). Y en la pgina siguienteidentifica y define el segundo objetivo de la accinde los sujetos al decir : Las relaciones sociales deproduccin no se limitan a distribuir, mediante unaserie de mecanismos, el bienestar econmico entrelos individuos; tambin distribuyen una forma deci-siva de poder: el control sobre el plusproducto (Pg35).

    En Weber y en la tradicin weberiana el agenteeconmico es un agente racional y utilitario que bus-ca maximizar las oportunidades econmicas, y porall y consecuentemente, las oportunidades vitales,como lo mostramos ya, y lo desarrollaremos ms ade-lante al citar la definicin de clase que da el autor.En efecto, y segn lo mostramos en este trabajo, elactor social se mueve en el campo econmico o msconcretamente en el mercado guiado por el tipo deaccin social racional siendo aquellos los espa-

    5 Una posicin puede ser vista como un conjunto de derechos y obligaciones, y a la vez como un conjunto determinado de recursos o de posibilidad deposesin y empleo de recursos. Cualquiera de estos dos componentes -reglas y recursos- tienen un origen y base esencialmente relacional, al remitir arelaciones conflictivas y de poder establecidos con otros actores individuales y colectivos, y con la sociedad, o en forma ms precisa a los gruposdominantes.

    6 Su inters material est siempre fundado y limitado por valores -Weber- y por una visin del mundo o ideologa -Marx. Pero activacin y su cargamotivacional se constituye siempre en base a la realizacin de un inters material y utilitario.

  • 109

    La teorizacin de las clases sociales Augusto Longhi pp. 104-114ARTCULOS

    Revista de Ciencias Sociales Departamento de Sociologa Ao XVIII / N 22 SETIEMBRE 2005

    cios tipicos o expresin fundamental de la mis-ma- maximizando sus oportunidades, sea a travs delcierre de oportunidades o exclusin de otros acto-res, en funcin de mantener y valorizar los recursos uoportunidades, o posicin social que posee, seamaximizando sus intereses lucrativos o de posesinde bienes en su participacin en el mercado.

    Un tercer punto de semejanza o coincidenciaderiva de la misma perspectiva sociolgica en cons-truccin por parte de ambos autores clsicos: la cons-titucin y desarrollo de las clases remite a la natura-leza y desarrollo de las acciones y relaciones socia-les materia u objeto central de la disiciplina sociol-gica. Las posiciones de clase se conforman en el pro-ceso de interaccin y relacin que los actores socialesrealizan en su vida social: se podra decir que es siem-pre un resultado o arreglo relacional, que implica arre-glos impuestos de distribucin y control de recursos,calificaciones, y poder-control, esto es, de las basesfundamentales de la desigualdad y de formacin delas clases. Desde el punto de vista analtico, enton-ces, relacional significa en este sentido que una posi-cin de clase dada se define en virtud de las relacio-nes sociales que la vinculan con otras posiciones declase. La dotacin de recursos del sujeto, est relacio-nada y depende de la dotacin de recursos del con-junto social, y de la posicin e interacciones que semantienen con otros sujetos. Su situacin es siemprerelativa. De all que se pueda afirmar que tanto en laperspectiva weberiana como en la marxista haya exis-tido siempre un reconocimiento de la incidencia de laaccin social y de los arreglos relacinales como de-terminantes de la conformacin de la estructura declases.

    Al respecto afirma Weber marcando o resaltan-do el carcter relacional de las clases y los mbitos oesferas en los que se realizan y concretan en la socie-dad capitalista estas relaciones (Weber 1984): Por lotanto, si las clases no son por s mismas comunida-des, las situaciones de clase surgen nicamente sobreel suelo de las comunidades. Pero la accin cumunitariaque le da origen no es fundamentalmente una accinrealizada por los pertenecientes a la misma clase, sinouna accin entre miembros de diferentes clases. Lasacciones comunitarias que, por ejemplo, determinande un modo inmediato la situacin de los trabajado-res y de los empresarios son las siguientes: el merca-do de trabajo, el mercado de bienes y la explotacincapitalista (Pg 686).

    Dando por sentado el carcter relacional einteractivo de las clases, por su parte, Marx afirma(Marx 1979) Por consiguiente, el capital presuponeel trabajo asalariado, y ste, el capital. Ambos se con-dicionan y se engendran recprocamente. Un obrerode una fbrica algodonera produce solamente tejidode algodn? No, produce capital. Produce valores quesirven de nuevo para mandar sobre su trabajo y crear,

    por medio de ste, nuevos valores. El capital slo puedeaumentar cambindose por fuerza de trabajo, engen-drando el trabajo asalariado. Y la fuerza de trabajodel obrero asalariado slo puede cambiarse por capi-tal acrecentndolo, fortaleciendo la potencia de quees esclava. El aumento del capital es, por tanto, au-mento del proletariado, es decir de la clase obrera(Pgs 27 y 28).

    Obviamente, como el mismo Marx y losneomarxistas se han preocupado de destacar y subra-yar, la relacin entre trabajo asalariado convertidoen mercanca- y capital conjunto de materias pri-mas, instrumentos de trabajo o maquinaria, y fuerzade trabajo alquilada- es directa o indirectamente unarelacin entre sus poseedores o portadores, esto es,los trabajadores asalariados y el o los capitalistas o supersonal delegado esto es directores o gerentes.

    A estos elementos comunes, de larga data oprimigenios, Val Burris (Burris, 1995) anota cuatropuntos o problemas conceptuales en los que se vieneobservando una fuerte influencia, acercamiento ycoincidencia entre los marcos tericos. Se trata ob-viamente de un acercamiento y coincidencia recien-te, que ha sido ms marcada dentro del marxismo, yque permite hablar o identificar a lo que se ha venidodenominando neomarxismo. Los cambios fundamen-tales seran estos cuatro:

    a) Un esfuerzo por incorporar y articular las ca-tegoras de estructura y accin social en la interpre-tacin sociolgica, en el sentido de que existe unmargen y condicionamiento estructural o posicionalde accin para los actores, en tanto que a la vez laaccin es el elemento constitutivo, reproductivo ytransformativo de las estructuras sociales, b) la dis-posicin a incorporar en la definicin y conceptuali-zacin de las clases a otros factores junto a la propie-dad de los medios de produccin, en especial la cali-ficacin, y la posicin de control o dominacin en lasorganizaciones, c) muy ligada a la anterior, el incor-porar al proceso de explotacin elementos o dimen-siones de la relacin de dominacin, como instrnsecosy constitutivos, y finalmente, d) el extender las rela-ciones de explotacin y extraccin de plusvalor msall de las relaciones de produccin para otorgar unpeso creciente a las relaciones de intercambio y almercado.

    Segn este autor, stas seran caractersticas dis-tintivas del denominado neomarxismo el que po-dra verse entonces como un punto intermedio entrela teora clsica y ortodoxa de Marx y la corrienteweberiana. Como lo sostuvimos al inicio, para noso-tros, este esfuerzo de revisin, articulacin y snte-sis terica realizado por estos autores dentro del mar-xismo, hecho sin el abandono de las principalespremisas del pensamiento de Marx, es mucho mayor,ms completo y abarcativo que el realizado por los

  • 110

    La teorizacin de las clases sociales Augusto Longhi pp. 104-114 ARTCULOS

    Revista de Ciencias Sociales Departamento de Sociologa Ao XVIII / N 22 SETIEMBRE 2005

    neoweberianos en su lectura o integracin de elemen-tos conceptuales del marxismo.

    Rupturas y diferencias fundamentales

    Por sobre los puntos de semejanza sealados,las coincidencias y el esfuerzo de sntesis especial-mente marcado en el neomarxismo, existen diferen-cias tericas significativas o fuertes que derivan delas premisas o supuestos bsicos de los modelos te-ricos. Es esto lo que permite hablar de una identidadbsica de cada teora, y a la vez de limites a la incor-poracin de conceptos del otro marco terico.

    La primera diferencia que se observa tanto enlos autores clsicos y fundadores, y sus seguidorescontemporneos, remite a la esencia y fundamentode los dos paradigmas, y desde nuestro punto de vis-ta, en particular, al lugar que se da al poder y msconcretamente al orden jurdico y al Estado en rela-cin a la constitucin y naturaleza de las clases.

    As, en Marx y en sus seguidores contempor-neos (Wright 1978; Offe 1984; Przeworski 1988), elorden jurdico y el Estado, no pueden comprendersepor s mismos, en lo que son o en su evolucin, sinoen relacin a la base real, infraestructura y estructu-ra y relaciones de clase sobre las que se erigen, y a loscuales dan apoyo funcional, legitimidad y as ca-pacidad reproductiva y perdurabilidad. Dice esteautor al respecto (Marx 1970b) Tanto las relacionesjurdicas como las formas de Estado no pueden com-prenderse por s mismas ni por la llamada evolucingeneral del espritu humano, sino que radican, por elcontrario, en las condiciones materiales de vida cuyoconjunto resume Hegel siguiendo el precedente delos ingleses y franceses del siglo XVIII, bajo el nom-bre de sociedad civil, y que la anatoma de la socie-dad civil hay que buscarla en la economa poltica(...) El resultado general a que llegu y que, una vezobtenido, sirvi de hilo conductor a mis estudios,puede resumirse as: en la produccin social de suexistencia, los hombres contraen determinadas rela-ciones necesarias e independientes de su voluntad,relaciones de produccin de clase agregamos noso-tros- que corresponden a una determinada fase dedesarrollo de sus fuerzas productivas materiales. Elconjunto de estas relaciones de clases agregamosnosotros- forma la estructura econmica de la socie-dad, la base sobre la que se eleva un edificio (Uberbau)jurdico y poltico y a la que corresponden determi-nadas formas de conciencia social (Pg 35). confi-guraciones ideolgicas clasistas o Weltanchaung.

    De esta manera, en Marx, y en sus seguidorescontemporneos, las relaciones de produccin y laestructura de las relaciones de clase a que da lugar,preceden, anticipan y determinan al orden jurdico,al Estado, y a las construcciones ideolgicas o simb-

    licas que justifican y legitiman al orden jurdico y alEstado, y as a las relaciones de poder y de autoridadque rigen mediante la cohersin y la coaccin- laorganizacin y funcionamiento de las unidades eco-nmicas privadas y pblicas, y a la organizacin yfuncionamiento de los mercados de trabajo.

    En Weber, y en sus seguidores contemporneos(Dahrendorf 1974; Parkin 1979; Golthorpe 1992;Giddens 1993), por contraposicin, el poder y el or-den jurdico son constitutivos de las clases y de losmercados de trabajo en que stas se conforman y re-producen. Poder, norma, orden jurdico y Estado sonla esencia que est en la base de la fundamentacinde la propiedad de los recursos de que son portadoraslas clases, del cierre corporativo en que se fundan lasclases y que stas implementan, de las relaciones dedominacin y autoridad y de los conflictos consiguien-tes que existen entre ellas.

    El fundamento de esta conceptualizacin se en-cuentra por cierto en Weber. Dice el autor alemn(Weber 1984) Todo ordenamiento jurdico (y no sloel estatal) influye directamente, en virtud de suestructura, sobre la distribucin del poder dentro dela comunidad respectiva, y ello tanto si se trata depoder econmico como de cualquier otro. Por po-der entendemos aqu, de un modo general, la proba-bilidad que tiene un hombre o una agrupacin dehombres, de imponer su voluntad, en una accin co-munitaria, inclusive contra la oposicin de los demsmiembros. Como es natural, el poder condicionadoeconmicamente no se identifica con poder engeneral. Ms bien ocurre lo inverso: el origen del po-der econmico puede ser la consecuencia de un po-der ya existente por otros motivos. Por su parte elpoder no es ambicionado slo para fines de enrique-cimiento econmico. Pues el poder, inclusive el eco-nmico, puede ser valorado por si mismo, y congran frecuencia, la aspiracin a causa de l es moti-vada tambin por el honor social que produce (Pg682 y 683).

    La segunda diferencia a destacar entre estos dosparadigmas radica en las relaciones sociales de la es-fera econmica que se toma como esencial o axial alas clases. Los marxistas ubican la formacin de cla-ses en las relaciones de produccin, esto es, en ladivisin del trabajo definida en la creacin del valor,en tanto que los weberianos lo han hecho en el fun-cionamiento de los mercados y en la participacin delos sujetos en el mismo, es decir, en las relaciones deintercambio y de valorizacin.

    Fue el mismo Weber que procur destacar ensus escritos sobre las clases esta diferencia muy im-portante de su enfoque. En su conocida definicinde las clases dice el autor (Weber 1984): As, habla-mos de una clase cuando: 1) es comn a ciertonmero de hombres un componente causal especfi-co de sus posibilidades de existencia, en tanto que,

  • 111

    La teorizacin de las clases sociales Augusto Longhi pp. 104-114ARTCULOS

    Revista de Ciencias Sociales Departamento de Sociologa Ao XVIII / N 22 SETIEMBRE 2005

    2) tal componente est representado exclusivamen-te por intereses lucrativos o de posesin de bienes,3) en las condiciones determinadas por el mercado(de bienes y de trabajo) (situacin de clase). Cons-tituye el hecho ms elemental que la forma en quese halla distribuido el poder de posesin sobre bie-nes en el seno de una multiplicidad de hombres quese encuentran y compiten en el mercado con finali-dades de cambio crea las posibilidades especficas deexistencia (Pg 683).

    De esta forma la definicin weberiana de las cla-ses utiliza tres dimensiones o instancias, que se puededecir que desde el punto de vista determinstico yteortico estn invertidas en relacin a como apare-cen en la definicin, y que siguen a una cuarta di-mensin ya vista y que es precedente en el texto y enel orden conceptual. En efecto, como ya se vio, es elorden jurdico y estatal, el que determina el podereconmico, esto es, la distribucin y posesin legti-ma de los recursos o activos, o clases de bienes y detrabajo, marcando as la estructura, morfologa o ana-toma del mercado. En las condiciones o coyunturasdeterminadas y variables del mercado de las distintasclases de bienes y de trabajo, las clases de sujetos,definidas por su similitud de posesin de las distin-tas clases de bienes y de trabajo, concurren al mismocon un inters lucrativo o de posesin de bienes, sien-do as portadores de determinadas oportunidades eco-nmicas variables y contingentes. Esta similitud cau-sa, para Weber, en forma tambin variable y contin-gente, las distintas oportunidades vitales que exis-ten entre las distintas clases de portadores de lasdistintas clases de recursos o de activos, o clases debienes y de trabajo.

    Definicin sta que por cierto no otorga un rolcausal o determinante a los arreglos establecidos enla esfera mercantil. De all que en esta concepcinsituacin de clase es, en ltimo trmino, situa-cin de mercado que identifica y define a una parti-cular o concreta clase de poseedores de bienes y detrabajo. Por ello Weber afirma lneas despus (Weber1984): No obstante, corresponde siempre al concep-to de clase el hecho de que las probabilidades que setienen en el mercado constituyen el resorte que con-diciona el destino del individuo. La situacin de cla-se significa ltimamente, en este sentido la posi-cin ocupada en el mercado. (Pg 684). Y ms ade-lante: ...una pluralidad de hombres cuyo destino noest determinado por las probabilidades de valorizaren el mercado sus bienes o su trabajo como ocurrepor ejemplo con los esclavos- no constituye, en elsentido tcnico, un clase (sino un estamento).Segn esta terminologa, son intereses unvocamenteeconmicos, intereses vinculados a la existencia delmercado los que producen la clase. (Pg 684).

    Es cierto que el mismo arreglo y desenvolvimien-to de la produccin implica o conlleva en su seno

    intercambios, que hasta podra decirse se realizan enun mercado, esto es el mercado de trabajo, o mejoran los mercados internos de trabajo. Pero tambinson ciertas las siguientes observaciones: a- se tratade intercambios que tienen por finalidad la produc-cin material y de un excedente material, b- confor-mados por las relaciones de propiedad y control, defi-nidas y hasta ajustadas tambin por el desarrollo delas fuerzas productivas, de su propiedad y concentra-cin y, c- y por lo tanto, con una diferenciacin so-cial o de los participantes -o escenario- que quedandefinidos en esta instancia o momento de la produc-cin de valor. Se podra decir entonces que la forma-cin de clases para los marxistas es previa, y hastaautnoma de la esfera mercantil, aspecto ste queciertamente constituye una premisa bsica de estemarco terico. Puede existir intercambio desigual oapropiacin diferencial en el momento de la distribu-cin y el intercambio, pero ello est precedido y con-dicionado por la posiciones que los actores ocupanen las unidades empresariales, sean del mbito priva-do o del pblico.

    No slo se concibe al mercado como una instan-cia secundaria y derivada, sino adems d- como vol-til, fluctuante, variable, en el que las posiciones y losagrupamientos de actores estn marcados por dichascaractersticas. El mercado posee entonces un nivelde estructuracin y estabilidad menor, y permite alian-zas o agrupamientos mltiples y sucesivos.

    Un cuarto punto de diferencia y desavenenciaradica en la relacin existente, especialmente impor-tante, para el analista de coyunturas o de procesoshistricos, entre la situacin de clase, la socializa-cin, organizacin y el comportamiento colectivo oasociativo. Weber niega esta secuencia determinsticao causal como tendencial, necesaria, o recurrente, enuna crtica evidente al marxismo. En frase previa a sudefinicin de clase vista precedentemente- afirma-ba (Weber 1984): Las clases no son comunidades enel sentido dado aqu a la palabra, sino que represen-tan solamente bases posibles (y frecuentes) de la ac-cin comunitaria (Pg 683).

    La similitud en la situacin de clase tiende msbien a la produccin de acciones reactivas, individua-les, desconectadas y amorfas. Dice al respecto (Weber1984): En modo alguno constituye un fenmenouniversal que, a consecuencia de una posicin comnde clase, surja una socializacin, o inclusive una ac-cin comunitaria. Ms bien puede limitarse su efectoa la produccin de una reaccin esencialmente ho-mognea y, por consiguiente (segn la terminologaaqu empleada), a la produccin de una accin demasas. Pero puede no tener ni siquiera estas conse-cuencias (Pg 685).

    La accin asociativa y concertada es vista comoalgo poco frecuente o excepcional, en la que debencombinarse la accin de diversos factores para desen-

  • 112

    La teorizacin de las clases sociales Augusto Longhi pp. 104-114 ARTCULOS

    Revista de Ciencias Sociales Departamento de Sociologa Ao XVIII / N 22 SETIEMBRE 2005

    cadenarla, entre los que hace mencin a efectos ideo-lgicos como la socializacin, las condiciones cultu-rales, y la percepcin de la relacin entre los funda-mentos y las consecuencias de la situacin de clase.Dice al respecto (Weber 1984): La proposicin enque, por la accin de masas de los pertenecientes auna clase, se origina una accin comunitaria y even-tualmente ciertas socializaciones, depende de con-diciones culturales, especialmente de tipo intelectual,y de la intensidad alcanzada por los contrastes, ascomo especialmente de la claridad que revela la rela-cin existente entre los fundamentos y las consecuen-cias de la situacin de clase. (Pg 685).

    Est de ms sealar que Marx y los neomarxistascomparten que la similitud de intereses materiales ode bienestar no conduce siempre y de modo inevita-ble a acciones asociativas o comunitarias de carctermacro o global. Pero en esta tradicin terica no pue-de dejar de sealarse que la existencia de las relacio-nes de explotacin, y sus derivadas relaciones de con-trol y dominacin, que tienen un carcter bsico,fundante, y por ello esencial en la estructura social,tienden a determinar cuatro efectos ubicuos estoes, presentes en todo momento y lugar en una es-tructura social: a- la existencia de acciones concer-tadas o comunitarias a nivel micro, en puntos de-terminados, y especficos de la sociedad, y que ocu-rren de forma contnua o recurrente, b- la existenciade acciones concertadas y comunitarias disea-das para ser llevadas adelante o concretadas de al-cance nacional o general en momentos o perodosespecficos, c- la existencia de rganos o institucio-nes de concertacin y comunitarias de represen-tacin, expresin, negociacin, presin, que funcio-nan en forma permanente en representacin de losintereses de clases frente a otras clases o al Estado las organizaciones corporativas de clase, y d- las in-negables acciones concertadas o comunitarias queimplican las frecuentes rebeliones, o revoluciones,aunque en ellas no participen todos o la mayora delos miembros de una clase explotada y dominada. Porello para el marxismo, la clase en s, deviene por su-puesto con el transcurrir del tiempo histrico y de laprctica de los actores, necesariamente en clase paras. Postulado del que no es necesario la derivacin deque todos los miembros de la clase acten en formacomunitaria, concertada o unitaria en un determina-do momento y lugar.

    No obstante esto, muchos marxistas no ubicanexclusivamente en los tres puntos tratados anterior-mente, las nicas o quizs principales diferenciasentre las dos tradiciones intelectuales. En efecto, parala teora marxista lo distintivo del concepto de claseses la nocin de contradiccin y antagonismo en losintereses materiales, que se derivan de las relacionesque los hombres mantienen entre s, y por consi-guiente en la situacin de bienestar y en los intere-

    ses surgidos de ella. Las situaciones de bienestar delas clases sociales son relacionales, y en su seno, con-tradictorias y antagnicas, y por ello constituyen labase fundamental de los conflictos en las sociedadesmodernas. Y ello deriva de la situacin de explota-cin que existe entre ellas, definida sta como inter-cambio desigual o apropiacin disproporcional delproducto y del ingreso.

    Wright (Wright, 1995) expresa muy bien estocuando afirma Mejor que considerar las relacionesde mercado vs. las de produccin como la base delcontraste entre las tradiciones marxista y weberianadel anlisis de clase, creo que el contraste centralentre estos dos puntos de vista est en el modo es-pecfico en que teorizan la estructura causal de losintereses materiales. Esto lo capta el contraste entrelas palabras favoritas de cada tradicin terica: opor-tunidades vitales determinadas por las probabili-dades econmicas en el mercado agregara a la cita-entre los weberianos, explotacin entre los mar-xistas (pg 48).

    Para los weberianos, lo que es central en el con-cepto de clases es la nocin de oportunidades vitales,determinadas por las oportunidades econmicas enel mercado agrego, y el nexo o cadena de determina-ciones que existe entre la posesin de recursos -encantidad y calidad-, los intereses materiales y de aso-ciacin que activan, las oportunidades econmicasque generan, y as los efectos de ellos en las oportu-nidades y vitales. Y lo central en la formacin de lasclases est en el resultado o consecuencia de esosnexos determinsticos: las oportunidades econmicasy vitales, las que se terminan de constituir en el mer-cado. Como lo afirma el socilogo alemn: las clasesno son comunidades; representan meramente posi-bles y frecuentes bases para la accin comunitaria.

    Esto es afirmar que la accin de los sujetos y delos grupos en el mercado tendr un papel decisivo enla constitucin de clases, y asimismo, que las clasestendran un alto carcter contingente, fluctuante yde formaciones variables. No existira como en elmarxismo un conjunto de lugares y de relaciones fi-jos, esto es una estructura estable y recurrente ydefinible a priori, la que por definicin tendra unaalta persistencia, y conducira a un alto nivel de cer-tidumbre en relacin al lugar de los sujetos en la es-tructura de clases, y a sus conductas ms probables.

    Para los marxistas, en cambio, el concepto ejede definicin de las clases es la relacin de explota-cin que se constituye sobre la propiedad-no propie-dad de los medios de produccin, en tanto relacinestructural de posiciones sociales, que implica de suyointercambio desigual y/o apropiacin disproporcionaldel producto y del ingreso, y tambin de poder decontrol de la produccin y de su resultado, y por ellooposicin sistemtica de intereses y de posibilidadesde bienestar. La relacin de propiedad-explotacin es

  • 113

    La teorizacin de las clases sociales Augusto Longhi pp. 104-114ARTCULOS

    Revista de Ciencias Sociales Departamento de Sociologa Ao XVIII / N 22 SETIEMBRE 2005

    fundamentalmente una relacin de oposicin y deconflicto sistemtico y duradero entre actores socia-les, aspecto ste que no es incorporadosistemticamente en el concepto weberiano de clasessociales, que como vimos se asienta en las nocionesde oportunidades econmicas y vitales.

    Por ello compartimos la posicin de Wright cuan-do afirma que el focalizar la nocin de clase -yconsiguientemente el anlisis- sobre la relacin depropiedad-explotacin tiene para Wright (Wright,1995) tres ventajas tericas -es decir analticas ypredictivas- sobre la conceptualizacin weberiana:

    En primer lugar, conduce a atender sistemtica-mente sobre un aspecto principal de los mercados detrabajo y organizacin capitalista lo cual es el reque-rimiento de extraer sobretrabajo de los obreros. Lareproduccin de la sociedad capitalista no consistemeramente en la separacin entre capital y trabajoasalariado, sino tambin en la obtencin del mayoresfuerzo laboral y excedente posible de los trabaja-dores asalariados, de forma sistemtica y duradera.Esto por supuesto conduce a atender sistemticamentea los aspectos de intercambio y de dominacin exis-tentes en las relaciones capitalistas, pero de formafundada, derivada o determinada por la relacin deexplotacin.

    En segundo lugar, permite tambin un abordajesistemtico del conflicto social en tanto en este marcoterico existe una visin integrada o deductiva delmismo. La relacin de propiedad-explotacin impli-ca, se orienta y se sustenta, como lo venimos sea-lando, en el intercambio desigual y la apropiacindisproporcional del producto, funda una fuerte des-igualdad o asimetra de poder y de dominacin, de-terminando as una alta y significativa intensidad deoposicin o antagonismo de intereses materiales, as-pectos todos stos que marcan de por s la existenciade un alto grado de tensin y antagonismo en la so-ciedad, y que llevan a predecir que esta relacin seala principal fuente de conflicto de la sociedad capita-lista. Adems de esto, dada la relevancia determinsticaque se asigna a la relacin de propiedad-explotacinen relacin a otras dimensiones de la constitucin delas clases tales como el control-dominacin y el co-nocimiento-calificacin, se facilita un abordaje e in-terpretacin integral del conflicto, an de aquellosque en primera instancia surgen o se expresan en losplanos del poder y del conocimiento, pues ellos pue-den ser derivados de las relaciones de propiedad y deexplotacin, como mvil de ltima instancia.

    Finalmente, y en tercer lugar, el anlisis de lasclases centrado en la relacin de posesin-explota-cin, adems implica que las clases pueden existir ensociedades sin mercado, mientras que el anlisisweberiano restringe la validez del concepto de clase ala existencia del mercado y a su predominio dentrode las formaciones sociales. Al hacer esto, este enfo-

    que limita la extensin del concepto de clase, y hastapodra decirse esconde la relevancia del concepto depropiedad o posesin desigual y de explotacin enotras fases y formaciones histricas, en especial si setienen en cuenta sus vnculos determinsticos conotros fenmenos sociales.

    Es sta una ltima diferencia de premisas y deparadigmas, que marca tambin las fuertes y signifi-cativas diferencias que existen entre los mismos, yasimismo la superioridad abarcativa y comprensivade la tradicin marxista sobre todo y en relacin a laconstruccin de un teora de la historia, o de las for-maciones sociales del pasado.

    Bibliografa de referencia

    Aron, Raymond: Las etapas del pensamiento socio-lgico; Tomo II; Ed. Siglo Veinte; Buenos Aires; 1970.

    Becker, Gary : El capital humano; Alianza Editorial:Madrid; 1983.

    Bourdieu, Pierre: La distincin. Criterios y bases so-ciales del gusto; Ed.Santillana; Madrid; 1988.

    Braverman, Harry: Labour and monopoly capital. Thedegradation of work in the twentieth century;Monthly Review Press; Nueva York; 1974

    Burris, Val: Classes in Contemporary CapitalistSociety: Recent Marxist and Weberian perspectives;en Clegg, S.R (de) Organization theory and classanalysis: new approaches and new issues; New York;1990.

    Burris, Val : La sntesis neomarxista de Marx y Webersobre las clases; en Carabaa, J y De Francisco, A:Teoras contemporneas de las clases sociales; Ed.Pablo Iglesias; Madrid; 1995

    Carchedi, G : On the economic identification of so-cial classes; Routledge and Keagan Paul; London;1977.

    Dahrendorf, Ralf : Las clases sociales y su conflictoen la sociedad industrial; Ed. Rialp; Madrid; 1974.

    Doeringer, P y Piore, M: Los mercados internos detrabajo; en Tohara L comp. El mercado de trabajo.teora y aplicaciones; Alianza Universidad; Madrid;1986.

    Edwards, Richard: Conested Terrain: thetransformation of the workplace in the twentiethcentury; Basic Books; Nueva York; 1979.

    Erikson, R y Goldthorpe, J: The Constant Flux. AStudy of Social Class Mobility in Industrial Societies;Clarendon Press; Oxford; 1993.

    Fernndez Enguita, M: El engranaje de la desigual-dad: explotacin, discriminacin y exclusin; Mimeo;Universidad de Salamanca; 1999. (En edicin).

  • 114

    La teorizacin de las clases sociales Augusto Longhi pp. 104-114 ARTCULOS

    Revista de Ciencias Sociales Departamento de Sociologa Ao XVIII / N 22 SETIEMBRE 2005

    En este artculo se desarrolla un anlisis comparativo de los principales principios y supuestos, yasimismo derivaciones, de las tradiciones marxista y weberiana de anlisis de clases. El artculo parte delsupuesto acercamiento, intercambio y confluencia de dichos marcos tericos, sealando las bases o razonesdel mismo, y los resultados que ello ha implicado en trminos de elaboracin terica, lo que ha impulsadoa ambos marcos tericos a un esfuerzo de sntesis de los mismos, aparentemente mayor en el denominadoneomarxismo. En una segunda parte se pasa revista a los puntos comunes, de coincidencia y semejanzaque existen entre ellos. En una tercera parte, en continuacin y contraste con lo anterior, se examinan lasque consideramos son los principales puntos de diferenciacin o distanciamiento de ambos marcos tericosque mostramos se encuentran y derivan de las principales premisas de los mismos. En vistas de los anlisisanteriores, y no obstante las diferencias anotadas, la tesis y conclusin principal del mismo es que compa-rando las elaboraciones de ambos marcos tericos se infiere y observa una mayor capacidad integradora,abarcativa, sinttica y explicativa en el marco marxista.

    DESCRIPTORES: Clases sociales / Estructura de clases / Estratificacin social / Desigualdades sociales

    Resumen:

    Giddens, Anthony: La estructura de clases en las so-ciedades avanzadas; Alianza Universidad; Madrid;1993.

    Golthorpe, J y Llewellyn, C: Class Mobility in ModernBritain: Three Thesis Examined, Sociology, No 11, 2;1977.

    Goldthorpe, John : Sobre la clase de servicios, suformacin y su futuro; en Revista Zona Abierta, No59-60; Madrid; 1992.

    Goldthorpe, John: Social Class and the Differentiationof Employment Constracts en John Golthorpe: OnSociology. Numbers, Narratives and the Integrationof Research and Theory; Oxford University Press;Oxford; 2000.

    Gordon, D; Edwards,R; y Reich,M: Trabajosegmentado, trabajadores divididos. La transforma-cin histrica del trabajo en Estados Unidos; Minis-terio de Trabajo y Seguridad Social; Madrid; 1986.

    Mandel, Ernest: Las ondas largas del desarrollo capi-talista; Siglo XXI; Madrid; 1980.

    Marx, Karl: Introduccin general a la crtica de laEconoma Poltica (1857); Cuadernos de Pasado yPresente, No 1; Crdoba; 1970a.

    Marx, Karl: Prlogo a Contribucin a la crtica de laeconoma poltica; en Cuadernos Pasado y Presente,No 1; Crdoba; 1970b.

    Marx, Karl : Trabajo asalariado y capital; Ed. Pro-greso; Mosc; 1979.

    Marx, Karl: El capital. Critica de la economa polti-ca; Sixlo XXI; Mxico;1981

    Marx, K y Engels, F: Manifiesto del Partido Comunis-ta; Ed. Progreso; Mosc; 1985.

    Offe, Claus: Problemas estructurais do Estado capi-talista; Bibilioteca Tempo Universitario; Ro deJaneiro; 1984.

    Offe, Clauss: Contradicciones en el Estado de Bienes-tar; Alianza Ediorial; Mxico; 1990.

    Parkin, Frank : Marxism and class theory: a bourgeoiscritique; Columbia University Press; Nueva York;1979.

    Polanyi, Karl: The Great Transformation: BeaconPress; Boston; 1975.

    Przeworski, Adam : Capitalismo y socialdemocracia;Alianza Editorial; Madrid; 1988a

    Przeworski, Adam: Marxismo e escolha racional;Revista Brasileira de Ciencias Sociales; 1988b.

    Roemer, John: Teora general de la explotacin y delas clases; Siglo XXI; Madrid; 1989a.

    Roemer, John (1989b): El marxismo: una perspecti-va analtica; Fondo de Cultura Econmica; Mxico;1989b.

    Sweezy, Paul: Teora del desarrollo capitalista; Fon-do de Cultura Econmica; Mxico; 1973.

    Weber, Max : Economa y Sociedad; Fondo de Cultu-ra Econmica; Mxico; 1984.

    Wright, Erik O: Clase, crisis y estado; Siglo XXI;Madrid; 1978.

    Wrigth, Erik O.: Reflexionando, una vez ms, sobreel concepto de estructura de clases; en Revista ZonaAbierta, No 59-60; Madrid; 1992.

    Wright, Erik O.: Clases; Siglo XXI; Madrid; 1994.

    Wright, Erik: Anlisis de clase; en Julio Carabaa(comp): Desigualdad y clases sociales. Un seminarioen torno a Erik O. Wright; Fundacin Argentaria-Vi-sor Distribuciones; Madrid; 1995.

    Wright, Erik.O: Class Count. Comparative Studies inClass Analysis; Cambridge University Press; 1997.

    Zeitlin, Irving: Ideologa y teora sociolgica;Amorrortu Editores; Buenos Aires; 1986.