la tabernera del puerto - lazarzuela.webcindario.com€¦ · romance marinero en tres actos . texto...

30
http://lazarzuela.webcindario.com/ La tabernera del puerto Romance marinero en tres actos Texto original de FEDERICO ROMERO y GUILLERMO FERNÁNDEZ SHAW Música de PABLO SOROZÁBAL PERSONAJES Y REPARTO MAROLA .................................. CONCHITA PANADÉS ABEL ........................................... ESTRELLA RIVERA ANTIGUA ...................................... MARÍA ZALDIVAR MENGA ...................................... TRINIDAD IGLESIAS TINA ............................................. PEPITA FONTFRÍA JUAN DE EGUÍA .......................... MARCOS REDONDO LEANDRO .................................. FAUSTINO ARREGUI SIMPSON .............................................. ANÍBAL VELA CHINCHORRO .................................. JOAQUÍN VALLE RIPALDA ................................... ANTONIO PALACIOS VERDIER ....................................... ANTONIO RIPOLL FULGEN ........................................ MANUEL MURCIA SENÉN ..................................... MANUEL LOPETEGUI VALERIANO ................................... FRANCISCO SANZ Estrenada el 6 de mayo de 1936 en el Teatro Tívoli de Barcelona. ACTO PRIMERO La acción se desarrolla en Cantabreda, ciudad imaginaria del Norte de España, en época del estreno. La escena presenta un suburbio de pescadores en donde está instalada la taberna del Marola y Juan de Eguía, haciendo frente a un café llamado «Café del Vapor». Al fondo se divisa la ría con sus pequeños vaporcitos pesqueros. En la otra ribera, la Cofradía de los Mareantes y la iglesia, de traza gótica, unidas con el pueblo por un viejo puente romano. Se oye el canto de unos marineros, que se supone en una embarcación de la ría. Aparece Verdier, que le pide a Ripalda, dueño del «Café del Vapor», un café caliente. Verdier ha atracado la noche anterior con su velero y hace seis años que falta de Cantabreda, por lo que no conoce la novedad de que hay una nueva taberna en el puerto, a la que, llevados por la belleza de Marola, la tabernera, acuden siempre todos los marineros. Aparece Abel, un chico de catorce años, descalzo, pobre, pero limpiamente

Upload: phungthu

Post on 19-Aug-2018

219 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: La tabernera del puerto - lazarzuela.webcindario.com€¦ · Romance marinero en tres actos . Texto original de FEDERICO ROMERO y GUILLERMO FERNÁNDEZ SHAW . Música de PABLO SOROZÁBAL

http://lazarzuela.webcindario.com/

La tabernera

del puerto

Romance marinero en tres actos

Texto original de FEDERICO ROMERO y GUILLERMO FERNÁNDEZ SHAW

Música de PABLO SOROZÁBAL

PERSONAJES Y REPARTO

MAROLA .................................. CONCHITA PANADÉS

ABEL ........................................... ESTRELLA RIVERA

ANTIGUA ...................................... MARÍA ZALDIVAR

MENGA ...................................... TRINIDAD IGLESIAS

TINA ............................................. PEPITA FONTFRÍA

JUAN DE EGUÍA .......................... MARCOS REDONDO

LEANDRO .................................. FAUSTINO ARREGUI

SIMPSON .............................................. ANÍBAL VELA

CHINCHORRO .................................. JOAQUÍN VALLE

RIPALDA ................................... ANTONIO PALACIOS

VERDIER ....................................... ANTONIO RIPOLL

FULGEN ........................................ MANUEL MURCIA

SENÉN ..................................... MANUEL LOPETEGUI

VALERIANO ................................... FRANCISCO SANZ .

Estrenada el 6 de mayo de 1936 en el Teatro Tívoli de Barcelona.

ACTO PRIMERO

La acción se desarrolla en Cantabreda, ciudad imaginaria del Norte de España, en época

del estreno. La escena presenta un suburbio de pescadores en donde está instalada la

taberna del Marola y Juan de Eguía, haciendo frente a un café llamado «Café del Vapor».

Al fondo se divisa la ría con sus pequeños vaporcitos pesqueros. En la otra ribera, la

Cofradía de los Mareantes y la iglesia, de traza gótica, unidas con el pueblo por un viejo

puente romano. Se oye el canto de unos marineros, que se supone en una embarcación

de la ría. Aparece Verdier, que le pide a Ripalda, dueño del «Café del Vapor», un café

caliente. Verdier ha atracado la noche anterior con su velero y hace seis años que falta

de Cantabreda, por lo que no conoce la novedad de que hay una nueva taberna en el

puerto, a la que, llevados por la belleza de Marola, la tabernera, acuden siempre todos

los marineros. Aparece Abel, un chico de catorce años, descalzo, pobre, pero limpiamente

Page 2: La tabernera del puerto - lazarzuela.webcindario.com€¦ · Romance marinero en tres actos . Texto original de FEDERICO ROMERO y GUILLERMO FERNÁNDEZ SHAW . Música de PABLO SOROZÁBAL

http://lazarzuela.webcindario.com/

2

vestido o a medio vestir. Abel está enamorado de Marola y recita y canta una canción en

honor de ésta. Algunas mujeres regañan a Abel por cantar así a Marola, ya que todas

ellas están, hasta cierto punto, celosas. Se oye después la salve de los marineros que se

mezcla con la canción popular de los de la barca. Verdier se asombra de oír aquella

salve, ya que, según manifiesta, él no cree en Dios o, lo que es lo mismo, no cree en la

Justicia Divina.

MARINEROS «Eres blanca y hermosa

como tu madre;

morena salada

como tu madre.»

VERDIER Buenos días, cafetero.

RIPALDA ¿Estoy despierto o dormido?

VERDIER Soy Verdier.

RIPALDA ¿Cuándo ha venido?

VERDIER Anoche atracó el velero.

Sírveme un café caliente,

que está la mañana fresca.

RIPALDA Menos mal que algo se pesca

y aún queda un hombre decente.

VERDIER ¿No hay nadie dentro?

RIPALDA Un borracho

que ha dormido aquí la mona.

Es que hay una lagartona...

VERDIER ¡El café! ¡Pronto, muchacho!...

ABEL En la taberna del puerto,

–¡qué joven la tabernera!,–

se bebe el mejor vinillo

que viene de extrañas tierras.

En la taberna del puerto,

–¡qué hermosa la tabernera!,–

se viven alegres horas,

bebiendo las horas muertas.

En la taberna del puerto,

–¡Dios salve a la tabernera!,–

los hombres parecen tigres

que buscan sabrosa presa.

¡Ay, que me muero

por unos ojos!

¡Ay, que me muero

de amores locos!

¡Ay, que me mire

aunque me muera!

Page 3: La tabernera del puerto - lazarzuela.webcindario.com€¦ · Romance marinero en tres actos . Texto original de FEDERICO ROMERO y GUILLERMO FERNÁNDEZ SHAW . Música de PABLO SOROZÁBAL

http://lazarzuela.webcindario.com/

3

¡Ay, que me mire

la tabernera!

RIPALDA ¡Vete al diablo, sinvergüenza!

ABEL Deme una perra, señor.

MENGA Tú eres un enredador.

ABEL ¡Trovador! ¡Como en Provenza!

VERDIER Toma, chico. Soy de allá.

Marsellés, aunque me pese.

RIPALDA ¿Le da usted limosna a ese?

TINA ¡Pronto se la beberá!

ABEL ¿Yo me emborracho?

TINA Tú y todos

estáis borrachos por ella.

MENGA ¡Y si fuese una doncella!...

ABEL Borrachos, dice.

RIPALDA ¡Beodos!

HOMBRES Y MUJERES ¡Salve, Señora,

reina y madre

de misericordia!

¡Vida y dulzura

y esperanza nuestra!

VERDIER ¿Qué canto es ese?

ABEL Ese canto

es la salve marinera.

Cuando pasa una trainera

por frente del camposanto,

como vive en su capilla

la Virgen del Carmen, cantan.

VERDIER ¿Y así las olas espantan?

ABEL Sí, señor. ¿Le maravilla?

VERDIER Está medio mundo loco.

Cóbrate de ese dinero.

¿Tú crees en Dios, cafetero?

RIPALDA Sí, señor...

...¡pero muy poco!

MUJERES ¡Madre!

Dios te escuche,

Dios te salve,

reina y madre.

¡Salve, Señora,

reina y madre

de misericordia!

Page 4: La tabernera del puerto - lazarzuela.webcindario.com€¦ · Romance marinero en tres actos . Texto original de FEDERICO ROMERO y GUILLERMO FERNÁNDEZ SHAW . Música de PABLO SOROZÁBAL

http://lazarzuela.webcindario.com/

4

HOMBRES «Eres blanca y hermosa,

como tu madre.»

Por la relación que Abel hace a Verdier nos enteramos de que Marola llegó a Cantabreda

apenas hace dos meses en compañía de Juan de Eguía, su marido. Verdier manifiesta

conocer muy bien a Juan de Eguía y le dice a Abel que le llame. Mientras tanto, aparecen

Chinchorro, un patrón maduro, casi viejo, con Fulgen y Senén, dos marineros jóvenes.

Todos llegan en busca de Leandro, un marinero robusto y simpático que se entretiene

más de lo debido en la taberna de Marola. Por culpa de Leandro, aquel día no sale la

barca de la que Chinchorro es patrono y todos le afean a Leandro el estar enamorado de

Marola y descuidar su trabajo. Luego Chinchorro y sus dos marineros jóvenes entran en

la taberna, mientras Leandro se marcha. Aparece después Simpson, marinero de origen

inglés, pero internacional a fuerza de rodar por todos los puertos. Simpson es un viejo

alcohólico, antiguo aventurero y hoy vagabundo, que vive y bebe de la caridad de los

pescadores. Simpson y Verdier se reconocen inmediatamente, como también Juan de

Eguía cuando sale de la taberna y se encuentra con ellos. Por Simpson nos enteramos de

que los tres son, en realidad, gente de mal vivir. Los tres amigos recuerdan sus días de

juventud, sus viajes y aventuras.

JUAN Hace días te esperaba.

VERDIER El asunto se dio mal.

JUAN ¡Hola, Simpson!

SIMPSON ¡Mala peste

con vosotros! ¡Vaya un par!

VERDIER Ese está con la ginebra

y a comprometernos va.

JUAN No le temas;

¡es un infeliz!

Le domino

como a un bergantín.

Obsérvale bien,

y ahora verás:

¡Ohé!

SIMPSON ¡A sus órdenes,

mi capitán!

JUAN ¡Qué días aquellos

de la juventud!

SIMPSON ¡La luna, tan blanca

y el mar, tan azul!

JUAN Bajo otros soles,

por otros mares,

¡con qué bravura

bogó mi nave!

Page 5: La tabernera del puerto - lazarzuela.webcindario.com€¦ · Romance marinero en tres actos . Texto original de FEDERICO ROMERO y GUILLERMO FERNÁNDEZ SHAW . Música de PABLO SOROZÁBAL

http://lazarzuela.webcindario.com/

5

Son otros tiempos

que ya no vuelven,

y el recordarlos

rejuvenece.

JUAN Y SIMPSON ¡Aquellas noches

de borrachera,

durmiendo en bazos

de torpes hembras!

¡Y aquellas horas

de corto idilio,

que eran amores

para el olvido!

SIMPSON ¡Y aquellas negras!...

¡Y aquellos vinos!...

LOS TRES ¡Cuántos caminos

tiene la mar!

¡Cuántos escollos

ocultos hay!

Juega el velero

con el azar,

y nunca sabe

ni cuando llega,

ni adonde va.

JUAN Tan sólo obediente

navega en la mar,

¡sumiso al mandato

de su capitán!

¡¡Ohé!!

Para hablar con mayor seguridad de sus asuntos, los tres amigos se introducen en el

«Café del Vapor», y mientras tanto el dueño, Ripalda, sale al exterior y encuentra a

Antigua, la mujer de Chinchorro. Para vengarse de Marola, que le quita todos sus clientes,

debido a su belleza, Ripalda le dice a Antigua que su marido, Chinchorro, no ha salido

de pesca y se encuentra en la taberna. Como es natural, Antigua, que ha sido previamente

emborrachada por Ripalda, se irrita y entra en la taberna, de la que saca a Chinchorro

cogido de una oreja.

ANTIGUA ¡Ven aquí, camastrón!

CHINCHORRO ¡Que me arrancas la oreja!

ANTIGUA ¡Si no fueras pendón!...

CHINCHORRO ¡Qué demonio de vieja!

Page 6: La tabernera del puerto - lazarzuela.webcindario.com€¦ · Romance marinero en tres actos . Texto original de FEDERICO ROMERO y GUILLERMO FERNÁNDEZ SHAW . Música de PABLO SOROZÁBAL

http://lazarzuela.webcindario.com/

6

ANTIGUA ¡A esa guarra también

voy a darle garrote!

CHINCHORRO No te expongas, mi bien,

que te arranca el bigote.

ANTIGUA Ven acá, tití:

¿qué le vistes a esa sinsorga,

que no me vieras a mí,

para siempre estar ahí?

CHINCHORRO Vengo aquí a beber,

y a olvidarme de que en mi casa

duermo con una mujer,

que parece un brigadier.

ANTIGUA ¡Ay, Señor!

¡Qué sufrir!

No me deja

ni vivir.

CHINCHORRO ¡Ay, Señor!

¡Por San Blas!

¡Cuándo te la llevarás!

¡Ven aquí, bacalao!

ANTIGUA ¡Que me rompes la falda!

CHINCHORRO ¿Dónde la has agarrao?

ANTIGUA ¡Es que me han convidao!

CHINCHORRO ¡Ay, pobre de mí!

Mi vieja está borracha.

¡Ay, pobre de mí!

Que yo lo estoy también.

Una vieja

gorda y pelleja,

y un abuelete

como pareja,

se van del bracete

por la calleja,

cae una teja

¡y hay un belén!

ANTIGUA ¡Ay, pobre de mí!

Mi viejo está borracho.

¡Ay, pobre de mí!

¡Que yo también lo estoy!

Este viejo,

necio y pendejo,

se ha sacudido

más de un pellejo,

Page 7: La tabernera del puerto - lazarzuela.webcindario.com€¦ · Romance marinero en tres actos . Texto original de FEDERICO ROMERO y GUILLERMO FERNÁNDEZ SHAW . Música de PABLO SOROZÁBAL

http://lazarzuela.webcindario.com/

7

y a mí me ha ocurrido

lo mismo que al viejo.

No sé cómo ha sido,

ni sé ya quién soy.

CHINCHORRO Ven acá, mujer,

que te lleve pronto a la cama,

porque te vas a caer...

¡y te voy a sostener!

ANTIGUA ¡Eso sí que no!

Tú no puedes con lo que llevas.

¡Mira qué bien ando yo!

¡Más salada que Charlot!

CHINCHORRO ¡Santo Dios!

¡Qué mujer!

De narices

va a caer.

ANTIGUA Eso, tú;

que ya estás

que no ves

por donde vas.

LOS DOS ¡Trumla, trumla,

trumla, la, la!...

Cogidos del brazo y olvidándose de la banasta y de las sardinas, se dirige el viejo

matrimonio hacia la ría bailando alegre. Detrás salen los dos marineros mozos y queda

en la taberna solamente Marola. Juan de Eguía vuelve del café y aprovecha la ocasión

de hablarla sin testigos. Y aunque Juan no le da cuenta de los negocios en los que anda

metido, la utiliza para la realización de sus planes. Esta vez lo que necesita es la

colaboración de alguien que no despierte sospechas. Como Marola, por imposición del

propio Juan, coquetea con los pescadores, debe buscar uno fuerte y bravío que se decida

a salir a la mar a «dar un paseo». Ese mozo, según Juan, no puede ser otro más que

Leandro, que está enamorado de Marola. A ella, que también siente algo más que

simpatía por el joven, le parece abominable la proposición, pero la indicación de Juan

no deja lugar a dudas; no es un ruego, es una orden. Verdier y Simpson, que salen del

café, no están conformes con que Juan haya mezclado a Marola en el asunto. Y

Simpson, que tiene en gran estima a Leandro, tampoco aprueba que se intente obligar al

pescador a realizar algo con feos procedimientos. La llegada de Leandro, que viene

ansioso de hablar con Marola, hace que los tres amigos le dejen solo intencionadamente.

Leandro se sienta, llama a Marola y, sin poderse contener, le dice que la ama. Marola

lucha consigo misma, pues no sabe si aceptar o rechazar el amor de Leandro, que tan

peligroso puede ser para él.

Page 8: La tabernera del puerto - lazarzuela.webcindario.com€¦ · Romance marinero en tres actos . Texto original de FEDERICO ROMERO y GUILLERMO FERNÁNDEZ SHAW . Música de PABLO SOROZÁBAL

http://lazarzuela.webcindario.com/

8

LEANDRO ¡Todos lo saben!

Es imposible

disimular.

No hay más caminos:

ella en mis brazos,

o renunciar.

¡Renunciar no puede ser!

¡Es mi vida esa mujer!

MAROLA ¿Qué quieres? ¿Qué te sirvo?

LEANDRO Marola, yo deseo...

Marola, yo quisiera...

una bebida tan rara,

tan dulce y tan buena,

que alumbre los sueños

y aplaque las penas.

MAROLA No sueñes, marinero.

LEANDRO Si no existieran tus ojos,

radiantes y bellos,

no habría en mi alma

ni penas ni sueños.

MAROLA Tengo los ojos radiantes

porque los miras al sol.

LEANDRO Verlos quisiera de noche,

que es el portal del amor.

MAROLA Esa aventura es difícil.

LEANDRO Amo la dificultad.

MAROLA Una mujer no es arena

que echa a la playa la mar.

LEANDRO Marola... No comprendes...

¡Te quiero con toda el alma!

Y he de luchar por lograrte,

–¡por verte en mis brazos!–,

con todos los vientos

que quieran en vano

tu amor apartar de mí.

MAROLA No delires, soñador.

LEANDRO Sé piadosa con mi amor.

MAROLA Marinero, vete a la mar;

que la tierra es mundo traidor,

y las rosas de mi jardín

envenenan, ¡ay de mí!,

con el olor.

Page 9: La tabernera del puerto - lazarzuela.webcindario.com€¦ · Romance marinero en tres actos . Texto original de FEDERICO ROMERO y GUILLERMO FERNÁNDEZ SHAW . Música de PABLO SOROZÁBAL

http://lazarzuela.webcindario.com/

9

LEANDRO Marinero soy de la mar,

y en el puerto está lo mejor:

son los ojos de una mujer

que me hicieron, ¡ay de mí!,

soñar de amor.

MAROLA Vete a la mar, marinero.

Ya no lo debes dudar.

LOS DOS Marinero

vete a la mar. (MAR.)

soy de la mar. (LEA.)

Se marcha Leandro ilusionado y queda Marola ensimismada. Aparece entonces Abel,

que ha observado el brillo alegre de los ojos de Leandro y tiene una bella escena con

Marola en la cual, sin pensarlo, le declara su amor. A Marola le hace gracia la declaración

del chico, que naturalmente no puede tomar en serio. Más en serio tiene que tomar al

grupo de mujeres que aparece, capitaneadas por Antigua y en son de motín. Vienen

contra Marola y le reprochan que atrae a sus maridos y éstos están más pendientes de

ella que de sus esposas. Marola asegura que su única falta es ser limpia y amable. La

reyerta entre mujeres la interrumpe Juan, apareciendo repentinamente. Pregunta qué pasa

allí, y las mujeres, indignadas, critican que emborracha y enreda a todos los hombres.

Aunque Marola niega furiosamente, Juan, violento, considera que en aquel momento lo

mejor es atacar a Marola y, cogiéndola de un brazo, la arroja al suelo con violencia.

Esto satisface a las mujeres, que abandonan el local contentas y alegres. Abel, que está

presente, protesta con rabia, pero Juan rompe en una burlona carcajada, extrae la pipa

del bolsillo, la carga tranquilamente y la enciende. Mientras tanto, a lo lejos suena la

voz de Leandro.

MUJERES ¡Aquí está la culpable!

MAROLA ¿De qué tengo la culpa?

MUJERES De jugar con los hombres

y volverlos tarumba.

MAROLA Yo no juego ni gano,

yo no salgo ni entro.

MUJERES Pero los emborrachas

y los tienes revueltos.

MAROLA ¿Yo revuelvo a los hombres?

MUJERES Bien revueltos los tienes.

MAROLA Si ellos vienen a casa,

¡ya sabrán a qué vienen!

Si vosotras supierais

alegrarles la vida...

MUJERES ¡A que acaben borrachos

le llamáis alegría!

Page 10: La tabernera del puerto - lazarzuela.webcindario.com€¦ · Romance marinero en tres actos . Texto original de FEDERICO ROMERO y GUILLERMO FERNÁNDEZ SHAW . Música de PABLO SOROZÁBAL

http://lazarzuela.webcindario.com/

10

ANTIGUA A Chinchorro, mi marido,

que en mi casa no lo prueba,

lo mismito que una cuba

le saqué de la taberna.

MAROLA Pero tú, que no te vimos

asomarte por mi casa,

has pescado una merluza

que parece un tiburón.

ANTIGUA Cállate,

perdición;

que te doy un coscorrón.

MUJERES Porque tú,

para hablar,

tienes mucho que callar.

MAROLA Pues entonces hablaré.

MUJERES ¡Tienes mucho que callar!

MAROLA Si vienen los hombres aquí,

vosotras la culpa tenéis;

que vais desgreñadas,

oléis a sardinas,

y estáis achicadas

en cuanto los veis.

Ninguno se puede alabar

de haber conseguido de mí

más que una sonrisa

y un aire atrayente,

que es el aliciente

que encuentran aquí.

Y no se devanen los sesos

pensando que soy Lucifer.

Ser limpia y amable

es indispensable

en una mujer.

MUJERES ¡Y encima se burla!

¡No hay quien lo tolere!

MAROLA A mí no me hiere

ni asusta una voz.

MUJERES ¡Los tiene atontados!

¡Los ha embrutecido!

MAROLA Veréis cómo ha sido.

Tomad la lección.

MUJERES Y encima tendremos

que oír sus lecciones.

Page 11: La tabernera del puerto - lazarzuela.webcindario.com€¦ · Romance marinero en tres actos . Texto original de FEDERICO ROMERO y GUILLERMO FERNÁNDEZ SHAW . Música de PABLO SOROZÁBAL

http://lazarzuela.webcindario.com/

11

ANTIGUA Tendrá sus razones.

MAROLA Más claras que el sol.

Si a tu marido tú

le quieres agradar,

en vez de hacerle ¡fú!

déjate acariciar.

Y si de paso

hueles a flores,

esos olores

le cautivarán.

Con una esposa

como una rosa,

el hombre contento está.

MUJERES A lo que hueles tú

yo nunca puedo oler,

que esos perfumes son

armas de Lucifer.

MAROLA No son del diablo,

como presumes;

que mis perfumes

bien cristianos son:

agua de río

y un estropajo...

¡y un cacho de jabón!

MUJERES ¡Cállate! ¡Cállate!

¡Mira que eso

no lo aguanto yo!

MAROLA Yo nada tengo

que callarme.

MUJERES ¡Cállate! ¡Cállate!

¡Cállate, ladrona!

¡Cállate, cochina!

MAROLA Lo que queréis

es asustarme.

MUJERES ¡Cállate! ¡Cállate!

MAROLA ¿Por qué? ¿Por qué?

MUJERES ¡Que te vamos a zurrar!

JUAN Marola, ¿qué pasa aquí?

ANTIGUA Que les sorbe los sentidos

y nos roba los maridos.

MAROLA No es verdad.

ANTIGUA ¡Juro que sí!

MAROLA ¡Mentira!

Page 12: La tabernera del puerto - lazarzuela.webcindario.com€¦ · Romance marinero en tres actos . Texto original de FEDERICO ROMERO y GUILLERMO FERNÁNDEZ SHAW . Música de PABLO SOROZÁBAL

http://lazarzuela.webcindario.com/

12

ANTIGUA Tú sí que mientes;

que eres de mala ralea. Y no está mal que lo sea,

sino que tú lo consientes. JUAN ¡Marola! ¡Siempre serás

la misma! ABEL ¿Qué?

MAROLA ¡Por favor!... JUAN ¡Calla y vete!

¿Queréis más? ABEL ¡Dame tu poder, Señor!

JUAN Los maridos complacientes no son hombres de mi casta.

ANTIGUA A las hembras imprudentes, con un trato así las basta.

JUAN Ya podéis marcharos presto. ANTIGUA Ya nos vamos satisfechas.

JUAN Tú, ¿qué miras? ABEL Yo, ¡protesto!

JUAN Tú, galán, ¡a tus endechas! LEANDRO Marinero soy de la mar

y en el puerto está lo mejor; son los ojos de una mujer,

que me hicieron, ¡ay de mí!, soñar de amor.

ACTO SEGUNDO Interior de la taberna. A través de una ventana se ve la arboladura de las embarcaciones

fondeadas en la ría, y al otro lado, el caserío y la iglesia. En la taberna hay animación;

Chinchorro, con Fulgen, Senén y otros juegan al dominó. En una de las mesas del fondo

hay cuatro marineros negros de la escuadra americana. En las demás mesas y en el

mostrador beben otros marineros, que pululan también de grupo en grupo. En una mesa,

solitario, Simpson. Algunos hombres cantan. Simpson propone a Marola que cante

también. Entra entonces Juan, y dispuesto a demostrar que en la taberna hay alegría,

pide a Marola que cante y él la acompañará a la guitarra. La tabernera canta y todos

escuchan. A continuación será el propio Eguía quien cante.

HOMBRES Eres blanca y hermosa como tu madre,

morena salada como tu madre;

Page 13: La tabernera del puerto - lazarzuela.webcindario.com€¦ · Romance marinero en tres actos . Texto original de FEDERICO ROMERO y GUILLERMO FERNÁNDEZ SHAW . Música de PABLO SOROZÁBAL

http://lazarzuela.webcindario.com/

13

eres como la rama

que al tronco sale,

morena salada

que al tronco sale.

Toda la noche estoy,

niña, pensando en ti.

¡Cuánto sufro de amores

desde que te vi,

morena salada

desde que te vi!

SIMPSON ¿Quieres tú cantar

una canción?

Tabernera graciosa,

canta, ¡canta!

¿Quieres alegrar

mi corazón?

Tabernera graciosa,

canta, ¡canta!

Canta una canción

para achicar

a todo este orfeón.

JUAN Buenas tardes, señores.

SIMPSON Juan de Eguía, salud.

JUAN Muy alegres estamos.

SIMPSON Porque no estabas tú.

Ya se acabó la alegría.

Callad, callad,

porque el patrón

es un sauce llorón.

JUAN ¡Marola!

MAROLA ¿Qué quieres?

JUAN Que cantes conmigo.

MAROLA ¿Que cante?

JUAN Pues claro.

MAROLA ¿Qué voy a cantar?

JUAN Tú sabes, Marola,

canciones muy lindas,

que yo, en la guitarra,

sabré acompañar.

MAROLA Siempre será lo que tú digas.

SIMPSON La tabernera va a cantar.

_____

Page 14: La tabernera del puerto - lazarzuela.webcindario.com€¦ · Romance marinero en tres actos . Texto original de FEDERICO ROMERO y GUILLERMO FERNÁNDEZ SHAW . Música de PABLO SOROZÁBAL

http://lazarzuela.webcindario.com/

14

MAROLA En un país de fábula

vivía un viejo artista,

que en una flauta mágica

tenía su caudal.

Tan pobre era, y tan rústico,

que el mísero flautista

dormía en copas de árboles

por falta de un hogar.

Y los pájaros de la selva

le venían a despertar;

y el viejo flautista

tocaba a su vez,

diciendo a los aires

con gran altivez:

«Yo también

soy un pájaro viejo

que lleno de trinos

el aire vernal.

Yo también

he volado en la vida

sin rumbo y sin nido

donde emparejar.

Vosotros cantáis

endechas de amor.

Yo canto amarguras

de mi corazón.»

Pero una noche trágica

durmióse el triste abuelo

sobre el pomposo vértice

de un árbol secular;

y, entre un fragor horrísono,

cayó una luz del cielo

y el miserable músico

durmió en la eternidad.

Ni los pájaros de la selva

consiguiéronle despertar.

Las aves cantaron

y el viento lloró:

el viento y las aves

copiaban su voz.

Page 15: La tabernera del puerto - lazarzuela.webcindario.com€¦ · Romance marinero en tres actos . Texto original de FEDERICO ROMERO y GUILLERMO FERNÁNDEZ SHAW . Música de PABLO SOROZÁBAL

http://lazarzuela.webcindario.com/

15

Juan de Eguía, que se siente alegre, también canta.

JUAN La mujer de los quince a los veinte

es más dulce que el pirulí;

de los veinte a los treinta emborracha

porque huele como el jazmín;

de los treinta a los treinta y cinco

es sabroso licor de anís.

Las mujeres de quince y de veinte,

de treinta y cuarenta me gustan a mí.

¡Chíbiri, chíbiri,

chíbiri, chíbiri!...

La, la, la, la,

la, la, la, la,...

Es la rubia cabello de ángel,

aunque el ángel sea Luzbel;

la morena rosquilla caliente

con almíbar de vino y miel;

la trigueña es jalea pura,

la castaña marrón glasé;

y no siendo rubita o trigueña,

morena o castaña, me chiflan también.

¡Chíbiri, chíbiri,

chíbiri, chíbiri!...

La, la, la, la,

la, la, la, la,...

Siempre el amor,

siempre el amor anda por el mundo

bogando a nuestro alrededor,

y es la mujer cebo que nos brinda

tan peligroso pescador.

De sobra sé que la red tendida está

y que el amor me pescará.

Dulce es caer en sus finas redes,

si el rico cebo es la mujer.

La mujer de los quince a los veinte

es más dulce que el pirulí;

de los veinte a los treinta emborracha

porque huele como el jazmín;

de los treinta a los treinta y cinco

es sabroso licor de anís.

Page 16: La tabernera del puerto - lazarzuela.webcindario.com€¦ · Romance marinero en tres actos . Texto original de FEDERICO ROMERO y GUILLERMO FERNÁNDEZ SHAW . Música de PABLO SOROZÁBAL

http://lazarzuela.webcindario.com/

16

Las mujeres de quince y de veinte,

de treinta y cuarenta me gustan a mí.

¡Chíbiri, chíbiri,

chíbiri, chíbiri!...

La, la, la, la,

la, la, la, la,...

Sigue el bullicio en la taberna. Lo interrumpe un momento Valeriano, el sargento de

carabineros que vigila siempre. Simpson se alarma un poco temiendo que haya podido

saber algo de los planes de Juan, pero éste le tranquiliza y le ordena guardar silencio.

Una vez que se ha ido el patrón entra Abel, que informa a los presentes de cómo Juan ha

maltratado a la tabernera delante de las mujeres, lo que conlleva una gran indignación de

los marineros, y salen en busca de Leandro para pedir explicaciones a Juan de Eguía a

pesar de las protestas de Marola. La taberna queda semivacía. Sólo están en ella el

grupo de marineros negros medio dormidos, para los que Simpson entona una canción.

SIMPSON Despierta, negro,

que viene el blanco.

Desde el navío

te está mirando.

Son dos cucuyos

sus ojos claros;

no son luceros

que van de paso.

El blanco tiene

la nave al pairo

y está despierto

como un alano.

La luna es blanca,

muy blanca.

La noche es negra,

muy negra.

El negro, drumi

que drumi,

y el blanco, vela

que vela.

Noche: que sale la luna.

Negro: despierta, ¡despierta!

Ya sabes, negro,

cómo es el blanco:

se finge ecobio,

te sube el santo,

Page 17: La tabernera del puerto - lazarzuela.webcindario.com€¦ · Romance marinero en tres actos . Texto original de FEDERICO ROMERO y GUILLERMO FERNÁNDEZ SHAW . Música de PABLO SOROZÁBAL

http://lazarzuela.webcindario.com/

17

collares cambia

por nenes guapos,

y al otro día

te lleva al barco,

te soba el cuero,

te quita el mando,

te da la pega,

¡y engorda el amo!

La luna es blanca,

muy blanca.

La noche es negra,

muy negra.

El negro, drumi

que drumi,

y el blanco, vela

que vela.

Noche: que sale la luna.

Negro: despierta, ¡despierta!

Los marineros han ido despertando poco a poco fijando una expresiva mirada en Simpson,

pero al final han quedado nuevamente adormilados. Aparece en una ventana un oficial

del crucero. Toca un pito y los marineros se ponen en pie, como movidos por un resorte,

y se marchan marcando el paso militar. Cuando está Simpson solo aparece Leandro, y

Simpson, que le quiere bien, le pone en antecedentes de todo lo que contra él se proyecta.

«¿Te habló Marola de un bulto –le dice– que en un peñón de la costa, en una cueva, a

diez millas, está escondido entre rocas?» Nada sabe Leandro, pero Simpson le asegura

que se trata de cocaína. Se precisa una persona que no despierte sospechas, que sea

diestra y que tenga algún motivo para callarse. El cebo es una mujer hermosa: Marola.

Leandro lo niega. No puede pensar que el amor de Marola no sea cierto. Simpson se

marcha y queda Leandro solo con sus pensamientos.

LEANDRO ¡No puede ser!

Esa mujer es buena.

¡No puede ser

una mujer malvada!

En su mirar,

como una luz singular,

he visto que esa mujer

es una desventurada.

No puede ser

una vulgar sirena

que envenenó

las horas de mi vida.

Page 18: La tabernera del puerto - lazarzuela.webcindario.com€¦ · Romance marinero en tres actos . Texto original de FEDERICO ROMERO y GUILLERMO FERNÁNDEZ SHAW . Música de PABLO SOROZÁBAL

http://lazarzuela.webcindario.com/

18

¡No puede ser!

Porque la vi rezar, ¡porque la vi querer,

¡porque la vi llorar! Los ojos que lloran

no saben mentir. Las malas mujeres

no miran así. Temblando en sus ojos

dos lágrimas vi, ¡y a mí me ilusiona

que tiemblen por mi! ¡Viva luz de mi ilusión!

¡Sé piadosa con mi amor! Porque no sé fingir,

porque no sé callar, ¡porque no sé vivir!

Sale Marola y se encuentra a Leandro, que le pregunta enseguida si no tiene algo que

contarle. Ella dice que no. Él insiste, pero ella nada dice porque no quiere ser cómplice

de Juan, y menos exponer a un peligro a Leandro, que vuelve a declararle su amor y la

abraza. En esto asoma Antigua, agradándole la actitud del muchacho hacia la tabernera,

pues así las librará de que sus maridos anden tras de ella. Por la mujer de Chinchorro se

entera Leandro de la paliza que le propinó Juan de Eguía a Marola. La mala intención de

la sardinera da sus resultados, porque ello encoleriza al marinero, que quiere saber cómo

cayó en manos de Juan. Marola, a solas con Leandro, le cuenta su verdadera historia.

MAROLA Yo soy de un puerto lejano donde el amor es un torvo

contubernio de mujeres, que ponen precio al tesoro

de sus caricias, y de hombres que las buscan, al retorno

de sus cruceros tan largos, que el olvido es fruto propio.

Y allí nací de mi madre y de un marino bisoño.

Crecí tirada en el muelle, como un pájaro gallofo

de esos que apenas consiguen lo que les sobra a los otros;

pero que cantan, no sé si de alegres o de tontos.

Page 19: La tabernera del puerto - lazarzuela.webcindario.com€¦ · Romance marinero en tres actos . Texto original de FEDERICO ROMERO y GUILLERMO FERNÁNDEZ SHAW . Música de PABLO SOROZÁBAL

http://lazarzuela.webcindario.com/

19

De tarde en tarde, venía

al puerto un velero corso y el capitán me buscaba

y, en hallando mi acomodo, ponía un beso en mi mano,

me daba unos luises de oro y a navegar, días, meses,

¡años tal vez! ¡Siempre hosco, siempre callado, hasta un día

que volvió... ¡tan cariñoso! Había muerto mi madre...

en un hospital... El logro de aquella vida tan triste

era un fin tan desastroso. Y el marino me llevó

con él a un puerto y a otro hasta varar en el tuyo,

y aquí estamos... y eso es todo. Marola relata a Leandro que Juan de Eguía no es su marido, como todo el mundo cree,

sino su padre. La felicidad de Leandro no tiene límites. Ahora es él quien por su gusto

irá a recoger el fardo de cocaína para arrojarlo a la mar; es un testigo engorroso y hay

que deshacerse de él. Marola le ruega que la lleve con él. Los dos jóvenes demuestran

entonces que se aman y quedan citados. Cuando se marcha Leandro entran Abel y Ripalda,

el cual quiere que Abel confeccione un anuncio de reclamo para el «Café del Vapor» y

Abel se niega porque la inspiración solamente es posible merced a la belleza de Marola.

ABEL Marola resuena en el oído

como una caracola que tiene dentro el mar.

RIPALDA Marola por fin me ha convencido.

Me explico su aureola brillante y popular.

MAROLA Marola jamás les dio motivos

para esos adjetivos que escucha por doquier.

Si tiene su casa nombre y fama,

será que sirve el ama de beber.

Page 20: La tabernera del puerto - lazarzuela.webcindario.com€¦ · Romance marinero en tres actos . Texto original de FEDERICO ROMERO y GUILLERMO FERNÁNDEZ SHAW . Música de PABLO SOROZÁBAL

http://lazarzuela.webcindario.com/

20

RIPALDA En la mía sirve el amo

y no van ni con reclamo.

ABEL En la tuya lo que ocurre

es que el público se aburre.

MAROLA Pues cualquiera pensaría

que hay conciertos en la mía.

ABEL No hay orquesta ni gramola

porque basta con Marola.

RIPALDA Si fuera soltera,

podría Marola

ser la cafetera

del vapor.

ABEL Si fuera soltera,

sería Marola

dulce carcelera

de mi amor.

RIPALDA Macaco.

ABEL Bellaco.

RIPALDA Pobrete.

ABEL Zoquete.

RIPALDA ¡Mocoso!

ABEL ¡Baboso!

RIPALDA ¡Cretino!

ABEL ¡Pingüino!

RIPALDA ¡Vamos a jugarla

a cara o cruz!

MAROLA Marola

no es una lotería

que sale en una bola

premiada o sin premiar.

Marola

su gusto escogería

si fuese libre y sola

y hubiera de opinar.

ABEL Y RIPALDA Marola:

si un día te decides,

te pido que no olvides

que estamos a tus pies.

MAROLA Si un día

de hacerlo no me asusto,

tendrá que ser a gusto

de los tres.

Page 21: La tabernera del puerto - lazarzuela.webcindario.com€¦ · Romance marinero en tres actos . Texto original de FEDERICO ROMERO y GUILLERMO FERNÁNDEZ SHAW . Música de PABLO SOROZÁBAL

http://lazarzuela.webcindario.com/

21

RIPALDA ¡Bonita!

ABEL ¡Salada!

RIPALDA ¡Rosita!

ABEL ¡Monada!

MAROLA ¡Eso es derrochar

el buen humor!

RIPALDA ¡Gitana!

ABEL ¡Graciosa!

RIPALDA ¡Barbiana!

ABEL ¡Preciosa!

MAROLA ¡Van a enrojecerme

de rubor!

RIPALDA Macaco.

ABEL Bellaco.

RIPALDA Pobrete.

ABEL Zoquete.

RIPALDA ¡Mocoso!

ABEL ¡Abel!

RIPALDA ¡Cretino!

ABEL ¡Pingüino!

MAROLA ¡Sálganse a la calle,

por favor!

ABEL Y RIPALDA Marola

merece la aureola

que tiene en Cantabreda

su hechizo singular.

MAROLA Marola

no sabe a qué obedece

que cada día crece

su fama popular.

Marola

jamás les dio motivos

para esos adjetivos

que escucha por doquier.

LOS TRES Si tiene

su casa nombre y fama,

será que sirve el ama

de beber.

Vuelve Juan a la taberna y llama a Marola. Ésta le pregunta si encontró a los marineros,

pues sabe que le buscan para desafiarle. Juan la tranquiliza y le pregunta si ya dio el

encargo a Leandro. Marola no se atreve a decirle lo que ha fraguado con Leandro y se

Page 22: La tabernera del puerto - lazarzuela.webcindario.com€¦ · Romance marinero en tres actos . Texto original de FEDERICO ROMERO y GUILLERMO FERNÁNDEZ SHAW . Música de PABLO SOROZÁBAL

http://lazarzuela.webcindario.com/

22

disculpa diciendo que no debe de exponer a ese muchacho. Su padre insiste explicándole

los motivos por los que desea obtener aquel contrabando.

MAROLA ¡Padre, yo no te comprendo!

¿Qué es lo que pretendes, padre?

JUAN En mi vida aventurera

he perdido mil caudales.

¡Ayúdame tú a ganar

el último!

MAROLA Un caudal así ganado,

¿para qué lo quieres, padre?

JUAN Para vivir a la orilla

de tu cariño inefable

y envejecer a la sombra

de tus caricias filiales;

para morirme tranquilo

de que mañana, por hambre,

¡no te consiga un pirata

como logré yo a tu madre!

MAROLA Yo tantas veces sumisa,

no puedo hablar a Leandro

de una aventura arriesgada

cuyo ideal no es honrado;

porque no quiero perderle,

porque le pierdo y no vivo,

¡porque me quiere y le quiero

como jamás he querido!

JUAN Si ya lo sabía.

MAROLA ¿Por eso quisiste

que yo le buscara?

JUAN Por eso, Marola.

MAROLA ¡Qué infamia!

Llegan los marineros en busca de Juan, trayendo a Leandro para que éste sea el que hable

en nombre de todos. Están indignados con él por haber maltratado a Marola. Entonces

Leandro pide explicaciones al tabernero, y le advierte que si vuelve a ponerle la mano

encima a Marola se las tendrá que ver con él; pero en cuanto éste dice que no le parece

de valientes que haya tantos contra uno, pide el muchacho a sus compañeros que le dejen

solo con Juan. Ya a solas, sabiendo Leandro que el otro es el padre y no el marido de

Marola, y ofreciendo Juan al marinero la mano de su hija si va a buscar el fardo al sitio

determinado, llegan los dos a un acuerdo.

Page 23: La tabernera del puerto - lazarzuela.webcindario.com€¦ · Romance marinero en tres actos . Texto original de FEDERICO ROMERO y GUILLERMO FERNÁNDEZ SHAW . Música de PABLO SOROZÁBAL

http://lazarzuela.webcindario.com/

23

MARINEROS No se puede consentir.

¡Ese es un pirata!

Tú lo debes comprender.

LEANDRO ¡No me deis la lata!

MARINEROS Sin piedad la maltrató.

LEANDRO Puede ser un cuento.

MARINEROS Por el suelo la tiró.

LEANDRO ¡Eso es un invento!

MARINEROS No es una impostura;

lo ha contado Abel.

LEANDRO Esa criatura

cumple su papel.

Es un romancero

de imaginación.

MARINEROS Esta vez infiero

que tiene razón.

¡Aquí está!

¡Míralo!

¡Ven aquí!

¡Cuéntalo!

LEANDRO Cuéntalo...

ABEL Las mujeres llegaron

y a Marola acusaron

de encender en vuestros ojos

llamaradas de pasión.

Lo escuchó Juan de Eguía

y, en presencia de todos,

con modales descompuestos

a Marola maltrató.

La tiró por el suelo,

la pegó sin clemencia,

y Marola, llorando,

le pedía perdón.

LEANDRO ¡Basta!

De él me encargo yo.

Pero, ¡a ver si os sentáis

y con él me dejáis!

SIMPSON Siempre llego en buena hora

¡y aquí estoy yo,

a ver qué pasa!

¿Quién convida, caballeros?

¿No hay quien sirva en esta casa?

Page 24: La tabernera del puerto - lazarzuela.webcindario.com€¦ · Romance marinero en tres actos . Texto original de FEDERICO ROMERO y GUILLERMO FERNÁNDEZ SHAW . Música de PABLO SOROZÁBAL

http://lazarzuela.webcindario.com/

24

JUAN ¡Marola! ¡Marola!

Esta dama remolona

va a tenerme que escuchar.

LEANDRO Cuidadito, Juan de Eguía,

¡no la vayas a pegar!

JUAN ¿Qué te importa a ti, muchacho,

si la pego o no la pego?

LEANDRO ¡Quien la pegue o la maltrate,

se verá conmigo luego!

JUAN No me vengas con desplantes.

SIMPSON ¡Humos de la mocedad!

JUAN Me dan ganas de zurrarla

para ver si eso es verdad.

LEANDRO ¿Cuál es tu derecho

para maltratarla?

JUAN ¿Cuál es, pues, el tuyo

para dar la cara?

LEANDRO ¡La quiero!

¡Sí! ¡La quiero!

JUAN Estamos en mi casa

dos hombres frente a frente.

No creo que esos vengan

contigo a defenderte.

LEANDRO ¡Marchaos y dejadme!

JUAN El hombre es un valiente.

LEANDRO ¡Fuera!

MARINEROS ¡Vamos!

SIMPSON ¡Calla!

LEANDRO ¡Vete!

JUAN Yo no soy un cobarde.

LEANDRO Ya lo sé, Juan de Eguía.

JUAN Pero estoy esta tarde

que ni yo me comprendo.

Yo, en cuestión de mujeres,

soy un poco corsario,

y la logras, si quieres,

porque yo te la vendo.

LEANDRO (Si supieras, Juan de Eguía,

que yo sé que no es tu amante.)

JUAN (Eso no lo esperaría

este joven mareante.)

LEANDRO Si el precio me conviene

¡yo compro a esa mujer!

Page 25: La tabernera del puerto - lazarzuela.webcindario.com€¦ · Romance marinero en tres actos . Texto original de FEDERICO ROMERO y GUILLERMO FERNÁNDEZ SHAW . Música de PABLO SOROZÁBAL

http://lazarzuela.webcindario.com/

25

JUAN El precio de la venta

lo vas a conocer.

Si sale tu barca

de noche la mar,

y en ella, tú solo,

me vas a buscar

un fardo en un punto

que yo te diré,

¡delante de todos

te la entregaré!

LEANDRO ¿Delante de todos?

JUAN ¡Palabra de honor!

LEANDRO Pues, esta es mi mano.

JUAN Muchacho: valor.

¡Marola!

LEANDRO ¿Qué quieres?

JUAN Que cumpla

con su obligación.

MAROLA ¿Me llamas?

JUAN Patrona:

dos copas de ron.

HOMBRES ¡Quién había de pensar

que se entenderían!

Algo debe aquí pasar

cuando se confían.

SIMPSON Este granuja

le conquistó;

pero no sabe

que aquí estoy yo.

ABEL ¿De esa manera

la has defendido

de los ataques

de ese bandido?

MAROLA ¡Muchacho!

JUAN Calla;

déjale hablar.

ABEL ¡Granuja!

SIMPSON ¡Chico!

¡Te va a matar!

ABEL ¡Bravo! ¡Que venga!

¡Le desafío!

JUAN ¿Sabes que tiene

coraje el crío?

Page 26: La tabernera del puerto - lazarzuela.webcindario.com€¦ · Romance marinero en tres actos . Texto original de FEDERICO ROMERO y GUILLERMO FERNÁNDEZ SHAW . Música de PABLO SOROZÁBAL

http://lazarzuela.webcindario.com/

26

ABEL ¡Ríete, infame;

pero contesta!

Y tú, gallina,

¿qué farsa es esta?

SIMPSON ¡Diablo de chico!

MAROLA ¡Cállate, loco!

ABEL ¡Suéltame, conchis!

SIMPSON ¡No bregas poco!

JUAN Es un valiente.

¿Quieres un vaso?

ABEL Soy un muñeco.

¡No me hacen caso!

ACTO TERCERO CUADRO PRIMERO.– En el mar navega una barca de vela que gobierna Leandro. Le

acompaña Marola. Es de noche. Estalla una fuerte tormenta y la embarcación parece

hundirse azotada por las olas.

MAROLA ¿No escuchas un grito

que suena lejano?

LEANDRO Son rachas de viento

que vienen volando.

MAROLA ¿No ves que no brillan

luceros ni estrellas?

LEANDRO Será que murieron

de envidia y de pena.

MAROLA De vagos temores

el alma se llena.

LEANDRO Si estás a mi lado

no sufras ni temas.

MAROLA ¿Qué miedo me puede asaltar

si estoy a tu lado y a ti me confío?

LEANDRO No temas al viento y al mar,

porque hace ya tiempo que son mis amigos.

MAROLA Me das confianza.

LEANDRO La vida te diera.

MAROLA ¡Ay, mi marinero!

LEANDRO ¡Ay, mi tabernera!

Page 27: La tabernera del puerto - lazarzuela.webcindario.com€¦ · Romance marinero en tres actos . Texto original de FEDERICO ROMERO y GUILLERMO FERNÁNDEZ SHAW . Música de PABLO SOROZÁBAL

http://lazarzuela.webcindario.com/

27

LOS DOS Por el ancho mar, en la noche,

suena mi canción.

En mi corazón

canta la juventud;

y en mi juventud

canta el amor.

MAROLA ¡Dios mío! ¡Leandro!

LEANDRO ¡Maldito sea el huracán!

MAROLA ¡Un rayo!

Brotó del fondo de la mar.

LEANDRO ¿No ves que vamos a volcar?

MAROLA ¡Oh, santo Dios!

¡Virgen mía!

LEANDRO ¡La he de salvar!

¡Es mi vida!

MAROLA ¡Leandro, ven!

LEANDRO Calma, mujer.

CUADRO SEGUNDO.– Estamos en el mismo lugar del acto primero. La taberna aparece

con la puerta cerrada y la ventana abierta. En el muelle, los grupos de marineros dan una

impresión de aburrimiento y nostalgia: las manos en los bolsillos; las espaldas apoyadas

en las paredes o en el pretil de la ría. Abel, sentado a la puerta del café, toca tristemente

su acordeón y canta. Los hombres, a boca cerrada, corean o armonizan su romance.

ABEL En la taberna del puerto,

desde que no hay tabernera,

los marineros asoman

y no hay cuidado que beban.

En la taberna del puerto,

los vinos saben a ausencia,

las horas huelen a envidia,

los hombres... si los hubiera,

maldecirían la noche

de un sábado de galerna

que un marinero corsario

se llevó a la tabernera.

¡Ay, que me muero

por unos ojos!

¡Ay, que me muero

de amores locos!

¡Ay, que me mire

aunque me muera!

Page 28: La tabernera del puerto - lazarzuela.webcindario.com€¦ · Romance marinero en tres actos . Texto original de FEDERICO ROMERO y GUILLERMO FERNÁNDEZ SHAW . Música de PABLO SOROZÁBAL

http://lazarzuela.webcindario.com/

28

¡Ay, que me mire

la tabernera!

Llegan Fulgen, Senén y Chinchorro y todos comentan con Abel el hecho extraordinario

de que Marola saliera con Leandro en la barca, imaginando ellos que así intentaban

burlar a Juan de Eguía. Temen que ambos perecieran en el mar, cuando la galerna. El

único contento ahora es Ripalda, porque cerrada la taberna, espera que su café sea por

fin negocio. Pero, ¿y el tabernero? Sólo se sabe que, medio loco, anda errante por el

pueblo. Llega después Juan de Eguía, decaído, pálido, con la mirada perdida. Le siguen

mujeres y hombres, que le miran intrigados y no se atreven a acercarse a él con

supersticioso temor. Juan se dirige en silencio a la puerta de la taberna y la abre... Antes

de entrar retrocede, como si viera un fantasma. Entonces Juan de Eguía dice a todos que

él era el padre, y no el marido de Marola, y que fue el culpable, como hombre infame y

padre corrompido, de todo lo que ha pasado.

JUAN No. ¡No! ¡No!

No te acerques;

no me persigas.

¡Apártate! ¡Perdona!

No me acuses. ¡No me maldigas!

Perdóname, Marola.

Mujeres: miradme,

huidme, ¡matadme!

O, al menos prestadme

los ojos para llorar.

Mis ojos de hiena

no lloran la pena

con tanta ternura,

ni tienen vuestro mirar.

¡Era Marola hija mía!

HOMBRES Y MUJERES ¡Su hija! ¡Quién lo pudo pensar!

JUAN Los ojos de Juan de Eguía

ya saben lo que es llorar.

Vosotros, marineros,

¿sabéis en dónde está?

No me guardéis rencor.

Mis culpas perdonad.

Yo he sido un hombre infame,

un padre envilecido.

Y hoy sé cuánto la quiero

después que la he perdido.

¿Tú sabes, marinero,

en dónde acaso está?

Page 29: La tabernera del puerto - lazarzuela.webcindario.com€¦ · Romance marinero en tres actos . Texto original de FEDERICO ROMERO y GUILLERMO FERNÁNDEZ SHAW . Música de PABLO SOROZÁBAL

http://lazarzuela.webcindario.com/

29

¡Marola! ¡Marola! ¡Marola!

¡Piedad! ¡¡Piedad!! ¡¡Piedad!!

El pueblo comenta horrorizado la información de que Marola es hija de Juan de Eguía.

Pero la voz de Simpson se oye desde lejos gritando: «¡Juan de Eguía!». Todos se vuelven

y entonces es cuando Simpson dice: «¡Viven Leandro y Marola!». Simpson relata a todo

el mundo el motivo de que Leandro y Marola se hubieran marchado juntos a retirar la

canasta de contrabando, que era el esfuerzo exigido por Juan de Eguía para entregarle a

su hija. El grito de «Juan de Eguía es culpable» surge de todas las gargantas. Poco después,

entre el silencio de la gente, interrumpido por algunos comentarios sueltos, van apareciendo

primero un grupo de hombres y mujeres que se unen a los de escena. Luego, un marinero

de la ayudantía del puerto. Detrás, Marola y Leandro, y por último, los carabineros. Todos

está horrorizados porque consideran que Juan de Eguía ha buscado la perdición a los dos

jóvenes; pero Juan de Eguía, sin poderse contener más, abraza frenéticamente a Marola,

pidiéndole perdón, al mismo tiempo que ante los carabineros se declara solo y exclusivo

culpable y solicita que le traten sin piedad.

HOMBRES Y MUJERES ¡Son ellos!

Era verdad.

¡Salvados!

Aquí están.

SIMPSON ¡Muchacho!

La perdición

ese hombre

te buscó.

LEANDRO Nada se pierde en la vida

cuando se encuentra un amor.

JUAN ¡No! ¡No!

¡Perdóname, Marola!

MAROLA ¡Padre mío!

JUAN Yo solo fui culpable.

¡Tratadme sin piedad!

No me guardéis rencor.

¡Mis culpas perdonad!

Yo he sido un hombre infame,

un padre envilecido.

Y hoy sé cuánto te quiero...

¡después que te he perdido!

Los carabineros le apartan de los jóvenes y parten con Juan de Eguía. Marola quiere

seguirle, pero Leandro la retiene en sus brazos. La gente, curiosa, ve marchar al detenido

y algunos le siguen. Ripalda aparece por el fondo cruzándose con Juan. Simpson se dirige

al cafetero.

Page 30: La tabernera del puerto - lazarzuela.webcindario.com€¦ · Romance marinero en tres actos . Texto original de FEDERICO ROMERO y GUILLERMO FERNÁNDEZ SHAW . Música de PABLO SOROZÁBAL

http://lazarzuela.webcindario.com/

30

SIMPSON ¡Guísame una purrusalda!

RIPALDA ¿Para quién?

SIMPSON Para los dos.

RIPALDA Pues, ¿qué sucede?

SIMPSON Ripalda:

¡ya voy creyendo que hay Dios!

Leandro conduce a Marola a la taberna, en la que entran ambos. Abel, sentado en el

pretil del muelle, les ve pasar con desilusión. Toma el acordeón en las manos, lo besa y

lo arroja a la ría. Simpson se sienta a la mesa de la puerta del café y, entretanto, va

lentamente cayendo el telón.