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Que hay algo más que lo que alcanzan ver, oír, tocar o gustarlos sentidos es evidente. Los sentidos captan más o menos. Laciencia se asoma a lo infinito precisamente por la sospecha deque hay algo más de lo ya alcanzado. Quedarnos en los datosya alcanzados y desterrar esta sospecha sería tapiar el camino ala ciencia para nuevas investigaciones. Los datos nos empujan air más allá. El investigador es un hombre de fe, oteando desdeel límite; la sospecha le apasiona y le empuja a seguir buscandonuevos vestigios.

Hoy tenemos medios poderosos que nos llevan hacia vi-siones insospechadas ayer de lo infinito (hacia el mundo sideral),y lo infinitesimal (el campo del microscopio). La razón se ali-menta de la evidencia de los sentidos e igualmente evolucionadesde la sospecha de ese “plus” oculto aún.

El ser humano, de corazón y mente inquieta, vuelve sureflexión sobre las cosas y se pregunta sobre sí mismo. Estamosen la metafísica: ¿Quién soy yo? Admítanme siquiera la sospe-cha de ser algo más de lo que capto que soy.

El materialismo cree poco en la materia. Es urgente liberar elpensamiento encarcelado en el materialismo y abrirle ventanasal muro que le impide asomarse a la noche. Si aguantara la mi-rada en la oscuridad de la noche y no cerrara la ventana queninguna visión le ofrece, sino la oscuridad, vería el amanecer ycontemplaría con gozo las maravillas que la noche le ocultaba.

Mario

La sospecha de algo más

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Editorial

¿“Dios contra Dios”?

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SUMARIO

3 EditorialMario Melgosa

5 El último tramoEnrique Ordiales

8 Derechos de los ancianosClemente Sobrado

10 Restar o sumar puntosJ. Sáenz de Buruaga

12 Menores que agreden...Esther Marín

14 Cuatro columnas

16 ¿Qué quieres para el final?Sanxao

17 Catquesis juveniles (2)(R)

21 Para preguntar bienJesús Prieto

22 Siempre juntosGema Sáez

24 Viñetas pasionistasZenón Urigüen

25 El abono de la vidaMari Jose Laña

26 No dejes que me detengaPedro Mª Zalbide

28 La internacionalización...

30 GaliciaRosendo Díaz

32 EuskeraTxema Arzalluz

33 Martzel Andrinua

34 Virutas

l sufrimiento del inocente y el triunfo del malsiempre han golpeado la fe del creyente,

empujándolo hacia la increencia. La oración de unniño, rezando hasta las lágrimas y con fe limpia pi-diendo a Dios, a su “Jesusito” y a la virgen que nomuera su mamá, y verle luego a su madre muerta,nos pone difícil la fe en un Dios que es amor dePadre y Madre entrañable.

Decir que Dios es amor y que se ha queri-do reflejar en el amor de una madre que no puedeabandonar al hijo de sus entrañas (Is 49,15) es fá-cil. Pero el realismo de tantas oraciones angustio-sas no escuchadas parece desmentirlo.

El corazón recoge la dolorosa experienciadonde se hace presente esta lucha –a veces agó-nica- de la fe y la esperanza contra la experiencia.Escuchar al mismo Cristo, que una y otra vez in-siste en el evangelio “pedid, y se os dará; buscad,y hallaréis; llamad, y se os abrirá” (Mt 7,7), puedenresultar palabras apenas creíbles. La preguntaaquí se hace inquisitoria: ¿dónde está Dios? Lapregunta en el corazón de un creyente es doloro-samente apremiante: ¿dónde te escondiste?

A veces esta experiencia de oraciones no atendi-das nos lleva a decir en un acto de fe desnuda:¡Dios sabrá por qué! Otras, nos lleva a abandonarla oración y hasta la fe en Dios que confesábamosomnipotente y misericordioso, y que, cuanto máslo necesitamos, nos quedamos defraudados con laexperiencia desoladora de no ser escuchados. Sinembargo, Jesús insiste una y otra vez en acudir aDios con la confianza de un niño que se sabe que-rido y atendido en todo por su Padre.

E

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Mario Melgosa

Editorial

7 Si alguien sufrió este silencio de Dios y cuantomás necesitaba una presencia sentida de su Padre fue elmismo Cristo: conocemos sus palabras en su agonía an-te la pasión y muerte horrorosa que se le venía encima;escuchamos su grito en la cruz, nacido de su desampa-ro y soledad infernal: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué mehas abandonado?”. Ése era su sentimiento en la cruz.Pero sobreponiéndose a ese sentimiento de abandonototal dice: “A tus manos encomiendo mi espíritu”.

Los acontecimientos se comprenden mejor a cierta dis-tancia. Hoy decimos con perspectiva histórica: fue mejorasí. Dios, su Padre, no lo bajó de la cruz maldita e inhu-mana (lo bajaron muerto). Pero su Padre lo escuchó a sumanera, lo salvó y creció en la cruz. Y esa maldita cruzse convirtió en bendición y manantial de vida y vida eter-na para el mundo. Entonces resultó escándalo para la fe;también para sus discípulos. Hoy constatamos que el Pa-dre lo escuchó, lo convirtió en luz y en una presenciaamiga que puede iluminar, acompañar y salvar a todoslos crucificados de la tierra de ayer y hoy.

El cristiano ha aprendido mucho de esta cruz. Yse mantiene en la espiritualidad del Padrenuestro, laoración que Jesús nos dejó para que fuéramos confor-mando nuestra vida en una espiritualidad filial: las sietepeticiones van precedidas de la invocación ¡Padre nues-tro!; decir padre-madre es decir que tenemos casa, ho-gar y abrazo.

La petición es una verdadera y útil oración; y en ciertosentido la más sincera. La oración de petición no apuntaa convertir a Dios, que Él ya sabe lo que necesitamos,como un hijo no necesita comprar el amor de su madrepara que ésta le siga amando y le proteja; la oración depetición nos sirve a nosotros para mantener viva la con-ciencia de creaturas y confesar algo tan fundamental ennuestra esencia de hombres, que no nos bastamos anosotros mismos.

El silencio de Dios nos llevaa recordar que los caminosde Dios no son nuestroscaminos, ni nuestros proyec-tos son sus proyectos. QueDios no es una hechura anuestra imagen y semejan-za, que es el totalmenteOtro. En definitiva, nos llevaa la adoración.

El que suplica está siempreconvencido de que Diostiene firmemente en sumano los acontecimientos. La cruz no fue la última pa-labra de la historia sobre suHijo. La última palabra deDios es de vida, incluso so-bre la última desgracia quees la muerte.

La oración de petición noasume jamás la forma deevasión, sino que empuja ahacer frente a las circunstan-cias, libera nuevas energías,más allá de que veamos ono sus frutos.

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Enrique Ordiales

EL último tramoEL último tramo

De nuevo estamos en noviembre, elllamado mes de los muertos, porque

en él, y en todos los países de tradicióncristiana, los fieles recuerdan y oran porsus difuntos. Honrar a los difuntos es unatradición muy antigua y universal, anterioral cristianismo y de prácticamente todaslas culturas, excepto la musulmana.

Fechas y ritos

La fecha, forma y ritos actuales de la Igle-sia Católica tienen su origen en Cluny enel siglo X, extendiéndose rápidamente através de los benedictinos y de los cartu-jos, para quedar fijados en el siglo XIV.Los protestantes lo fusionaron con el díade Todos los Santos, que desde el sigloVIII se celebra el 1 de noviembre, dandoorigen a la tradición anglosajona llamadaHalloween, que aúna Todos los Santoscon los difuntos y con el año nuevo celta.

El día de los difuntos es eminente-mente una fiesta religiosa, cuya finalidadinicial era “sacar” del purgatorio a las al-mas de los difuntos, que aún pudiesen es-tar en él, mediante indulgencias alcanza-das en misas y oraciones. En España,

Portugal y Latinoamérica, el ritual permitíaa los sacerdotes decir tres misas. Des-pués del concilio Vaticano II el ritual se haaligerado considerablemente, pero siguehabiendo una misa comunitaria especial ylas consabidas visitas a los cementerios.

Un bUen momento

Mirando hacia atrás, y a mi edad es unatentación, desgranamos los recuerdos deesos seres que han compartido parte denuestras vidas y nos han precedido en elencuentro definitivo con el Padre. ¿Tene-mos que seguir rezando por ellos o másbien ellos por nosotros?

No lo sé, pero sí sé que es un buenmomento para “convertirnos”, para acer-car nuestra forma de vida lo más posible ala del Hijo, y para reflexionar por nuestrapropia vida… y nuestra muerte. ¿Qué nosespera allá? ¿Quién rezará por nosotros?Ésa es nuestra casa definitiva; aquí nosrecordarán unos pocos años, y luego,cuando a su vez los que nos hayan cono-cido se vayan reuniendo con nosotros,aquí no quedará ni rastro nuestro. Mi nom-bre, al menos, no aparecerá entre los par-

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ticipantes de batallas famosas, ni ningunagran pintura, escultura colosal o poemaapasionado llevará mi firma, ni habré reci-bido nunca uno de esos grandes premiosque me den la más mínima fama… No. Loimportante no es eso. Lo importante es sihe amado mucho, si he hecho felices a losque me rodean…

sentirse a gUsto

Después de un largo camino de subidahe llegado a un pequeño altozano desdeel que diviso el camino recorrido y vislum-bro la empinada cuesta que, entre nieblas,me lleva a la cumbre definitiva. No consi-go ver la cima, ni sé cuánto me queda aúnpara llegar, pero a mi edad ya sé que noestá lejos. Me queda el último tramo.

Me siento bien, a gusto, en este re-codo del camino, no tanto por haber vistoel ir y venir de las estaciones, o por habervivido una época de cambios realmenterevolucionarios, muchos para bien… yotros no tanto. Pero no, no me siento agusto ni orgulloso por lo vivido o lo apren-dido… Creo que he amado a la gente, alos míos y a los no míos, e incluso a mu-chos desconocidos cuyos sufrimientos sehan colado en mi corazón y me han ense-ñado a ser un poco más humano.

Tengo la cabeza llena de nombres yel corazón a rebosar de rostros queridos…Pero no estoy orgulloso… ¿Cuántas ve-ces he pasado de largo ante el dolor o lanecesidad ajenos? ¿Cuántas veces sigoacogiendo a la gente según su clase ocondición? ¿Cuántas veces vuelvo la ca-beza o bajo la mirada para no perder un

ápice de mi comodidad?... No. No estoyorgulloso, pero hoy me siento feliz, profun-damente feliz, porque a estas alturas de lavida, cerca de la cota 70, he descubiertoque nunca he estado solo, que he pasadomomentos difíciles, pero que siempre hetenido una mano amiga en la que apoyar-me o un hombro en el que recostarme.Ahora me doy cuenta de que a lo largode todo el camino he tenido las ayudas eindicaciones necesarias para retomar elcamino. En algún momento me ha pareci-do incluso que esos difuntos que tengo enel otro lado han velado de alguna formapor mí…

nombres y rostros

Soy feliz, porque ahora he descubiertoque Alguien me ha amado siempre aun sindarme cuenta yo. Ahora, aquí en este alto-zano, recostado en esta Roca, para con-templar un nuevo amanecer y hacer ora-ción con los recuerdos de todas aquellaspersonas con las que me he cruzado a lolargo de la vida… Familia, maestros, pro-fesores, catequistas, amigos… todos elloshan ido dejando su impronta en mí y, en nopocos momentos, han sido para mí expre-siones concretas del Evangelio.

En primer lugar recuerdo a mis pa-dres. Ellos fueron quienes me transmitie-ron amorosamente su fe. Luego mis her-manos, con quienes he compartido y sigocompartiendo toda mi vida y un sinfín deexperiencias y recuerdos. Además de lafamilia y los amigos, en mi vida han tenidouna presencia especial muchos religiososque, creo sinceramente, han dado lo mejorde ellos mismos para que nosotros crecié-

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no, que por cierto tengoque ir dejando para prose-guir mi camino. No sé có-mo será ese último tramoque me queda, ni cómo se-rá el paso definitivo. Res-pecto a esto último nadapuedo decir ni pedir. Hevisto morir a tantos inocen-

tes que sólo puedo pedir que el Señor medé la fuerza que he visto en ellos.

mis “últimas volUntades”

Respecto al resto del camino, lo primeroque he hecho, por si acaso, es apuntarmea un cursillo de esos rápidos para llegar aser un “viejecito encantador”, porque ten-go muy claro que no me gustaría ser uncascarrabias. Nada me gustaría más quepoder transmitir a las siguientes genera-ciones ese amor que yo por mi parte he re-cibido.

Me gustaría cantar esta historia deamor de Dios por la humanidad, desde lamañana hasta la noche, con el canto delos pájaros, con las gotas de la lluvia, losaullidos del viento, el retumbar de los true-nos o, también forman parte de la realidad,el ulular de las ambulancias. Me gustaríaque vosotros, posibles lectores, escucha-rais en vuestros corazones el eco de estecanto, y encontraseis el amor desbordan-te de Dios, el único capaz de darnos la pazdefinitiva. Ésta es la perla escondida queyo he encontrado a estas alturas de la vi-da. Atrás quedó la inocencia de la infancia,los miedos de la adolescencia, el ímpetude la juventud, la arrogancia de la madu-rez… ¡No temáis a la vejez: es un tesoro!

ramos: los PP. de los Sa-grados Corazones que medieron las primeras cate-quesis; las Carmelitas dela Caridad, las primeras le-tras y los maravillososcuentos de la “Historia Sa-grada”; los Franciscanos,con quienes estudié ingre-so y bachillerato; los Jesuitas, con quienesfundí mi vida durante casi diez años, y dequienes debo sobre todo el haberme cen-trado en Jesucristo, dejando atrás todoslos miedos infantiles y el laberinto de nor-mas y ritos, que sólo tienen sentido si nosllevan a él. Y ¿qué decir de los Pasionis-tas? Forman parte también, desde hacemás de treinta años, de mi propia familia.Ellos me han enseñado que la pasión y lamuerte de Cristo son el mayor aconteci-miento de amor que haya conocido la hu-manidad.

No puedo olvidar a mi mujer sobre to-do, ni a mi hija. Ellas son parte de mí mis-mo. En ellas el amor alcanza su plenitud ytambién sus contradicciones, verificándo-se en el roce de cada día. Si no amo a losque tengo cerca ¿cómo podré amar a losque están lejos?

malos pasos

También he pasado momentos difíciles.Ahora, ¿será la vejez?, los contemplocomo desiertos atravesados en otra vidaanterior: momentos de soledad, de inma-durez afectiva, de dudas de fe, de indefini-ción evangélica, de no sentirme a gusto enmi Iglesia… Todo eso ha pasado, no sé siserá la euforia momentánea de este rella-

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derechos de los ancianosderechos de los ancianos

iempre se nos ha hablado másde los “deberes” que de los “de-rechos”. Felizmente los últimos

años pareciera que se ha despertado unasensibilidad sobre los derechos de las per-sonas. Aunque a decir verdad, no sé has-ta dónde muchos de esos derechos nopasan de bonitas palabras. Disponemosde “Carta de los derechos humanos”,“Carta de los derechos del niño” etc., pe-ro tengo la impresión de que o nos hemosolvidado o el cartero todavía no nos haregalado y traído la “Carta de los dere-chos de los ancianos”. Por eso se meocurre pensar un poco en cuáles sonlos derechos más naturales de todo an-ciano.

derecho a envejecer

ToDo ANCIANo TIENE DERECHo a enve-jecer. Pero a envejecer con dignidad. Ypor tanto, todos tenemos derecho a serviejos. Así como tenemos derecho a serniños y vivir como niños también existe elderecho a envejecer, y envejecer con to-das las consecuencias: físicas, psíquicas,corporales y espirituales. Es que la vejeznos afecta no sólo en el cuerpo, haciendoque se vayan cayendo las hojas del árbolde nuestra vida, sino también en nuestrascondiciones sicológicas. El calendario ylos cumpleaños no es sólo cuestión dearrancar una hoja, sino que es una reali-dad de la vida.

SS derecho a Un hogar

ToDo ANCIANo TIENE DERECHo a un ho-gar, una familia en la que pueda sentir elcalor humano de los suyos. Se dirá quehoy los hijos tienen que trabajar y no dis-ponen ni de espacio ni de tiempo para losviejos. Lo mismo hubiesen podido decirellos cuando nosotros nacimos. Y sin em-bargo trataron de darnos un hogar calien-te. No estoy en contra de esas casas dereposo; sin embargo, vivir es algo másque disponer de una comida y un televisoren el cuarto. Si el niño necesita del calorde los padres, los padres ancianos nece-sitan del calor de los hijos. Los ancianostienen derecho a una vida digna, sin lasangustias económicas de cada día. Tie-nen derecho a ser escuchados por los su-yos y por la sociedad. Porque quien no esescuchado vive condenado a la soledadconsigo mismo y siente que ya no es na-die y no significa nada.

ToDo ANCIANo TIENE DERECHo a loscuidados de la salud por parte de los su-yos y de la sociedad. Pero no sólo a la sa-lud del cuerpo, sino también a la salud desu corazón y de su espíritu. Salud que só-lo se puede lograr con el calor de aquellospor quienes ellos gastaron sus vidas.

derecho a ser aceptado

ToDo ANCIANo TIENE DERECHo a seraceptado como él es, incluso con sus ca-

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Clemente Sobrado - Lima

prichos típicos de sus años. En el fondo,los mismos caprichos que todos hemos te-nido cuando éramos niños y que fastidiá-bamos que era un gusto.

ToDo ANCIANo TIENE DERECHo a que ledediquemos el tiempo necesario para ha-cerle más humana su existencia. Se pue-de existir solo, pero no se puede vivir solo.Porque una cosa es la existencia y otramuy distinta es vivir, que es algo más querespirar, comer y ver televisión. No pode-mos vivir humanamente sin los otros. Erestú el que me hace sentir que soy yo. Es elotro el que nos hace experimentarnos co-mo que somos alguien y no sólo algo.

ToDo ANCIANo TIENE DERECHo a que-jarse de sus malestares y de sus sufri-mientos. ¿Acaso no nos quejábamoscuando éramos niños e incluso cuando de-jamos de serlo? ¿Por qué negarles a losancianos el derecho a quejarse de tantascosas que a nosotros nos parecen tonterí-as, pero que para ellos son cosas impor-tantes?

derecho ala atención espiritUal

ToDo ANCIANo TIENE DERECHo a laatención espiritual propia de su edad. Poreso me gustan esos movimientos que tie-nen una especial sensibilidad para llevar elconsuelo espiritual a los viejos. Me encan-ta ver cómo aquí en la parroquia existe un

grupo de fieles cuyo compromiso es visitarsemanalmente a los ancianos, llevarles lacomunión, leerles la Palabra de Dios; lesllevan la Hoja Parroquial e incluso les gra-ban ciertas cosas para que las puedan es-cuchar.

derecho al esparcimiento

ESTAMoS ACoSTuMbRADoS a ver a nues-tros viejos sentados en el parque e inclusocon una mesita para jugar a las cartas, almus o al tute. Es que todo anciano tienederecho a cierto esparcimiento que le ayu-de a evaporar sus propias tensiones. Por-que, aunque ellos ya no vivan ese estrésdel trabajo y de la oficina, también tienen elestrés del aburrimiento, del cansancio deánimo. A nosotros es posible que los díasse nos hagan demasiado cortos, pero aellos es posible que se les hagan dema-siado largos. ¿Qué hacemos con ellos envacaciones? ¿Cuánto tiempo hace que yano saben los cambios que ha sufrido la ciu-dad, o incluso el monte y menos la playa?

Y finalmente todo anciano tienederecho a morir con dignidad,sin que nosotros le prolongue-mos artificialmente la vida, y sinque se la acortemos por falsamisericordia y compasión. Esdecir, tiene derecho a morircuando le llegue el momento.Porque ése es su momento.

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J.M Sáenz de Buruaga

L LAMARLE a uno “ingrato” no es unpiropo, aunque no son pocos los

que aparentemente pasan de cum-plidos; sólo aparentemente.“De gen-te bien nacida es ser agradecida”.

El agradecimiento es un valorhumano a cultivar. Genera actitudespositivas ante la vida: alegría, con-fianza... Las personas agradecidasson seres agradables por su senci-llez. Todo el mundo gustamos estarcon ellas. Hacen la vida propia y lade los demás (familia, amigos, tra-bajo…) más amable, más grata y ri-ca. En el regalo uno se ve aprecia-do y querido: ”tú existes para mí”.

“Te doy para que me des”

La sociedad mercantilista, por esamirada obsesiva hacia la rentabili-dad y la consecución de objetivos,tiende a destruir la pureza de la gra-titud. Hasta los favores son calcula-dos: los bancos tienen en lista losclientes con los que se ha de cum-plir (para mantenerlos) y la calidadde los regalos a entregar. Los rega-los no son regalos, obedecen a lasreglas del juego mercantil, “do utdes”.

Sin salirnos de las lindes fami-liares, algunos invitados y regalosde boda, bautizos, cumpleaños…vienen marcados por esta rentabili-dad del cumplido, donde hasta elcoste del regalo a “regalar” viene aser calculado y comparado.

Un mundo, una familia que ha per-dido el sentido de lo gratuito es unmundo, una familia sin alegría, deexigencias constantes, abocado a lainsolidaridad en una fría soledad,donde el hombre pronto se verá uti-lizado por el hombre, cuando no enuna agresiva competencia. Las rela-ciones humanas en cualquiera delos ámbitos (amigos, hermanos, pa-dres e hijos) degenerarán en rela-ciones de conveniencia, interesadas.

el mejor regalo

El agradecimiento es un caminohacia el encuentro entre las perso-nas, que proporciona profundidad,transparencia y armonía a la vida.No se puede ser agradecido e infe-liz al mismo tiempo. Quien no sabeser agradecido degrada el mundo;quien no es capaz de experimentarni expresar agradecimiento carecede algo importante para la saludmental.

Restar o sumar puntos en familia

Me dan pena los hijos que siempreestán con el imperativo “me tienesque…”, y no saben decir “por fa-vor” ni “gracias”. O desprecian unregalo que resultó no ser de sugusto. Nos han enseñado a gritarnuestros derechos y silenciar nues-tros deberes. A pensar que el otrome debe y no lo que yo debo alotro, a que cada uno se saque suscastañas del fuego, o a poner pre-cio a nuestros favores.

No se requiere mucha inteli-gencia para experimentar y expresarel agradecimiento; el niño lo hacemuy bien y con espontaneidad. Ra-diante de felicidad, “embobado”, mecontaba un padre que llegar a casa,sentarse en el sofá y que la peque-ña corra a encaramarse en tus rodi-llas y te “achuche” a la vez que te di-ce una y otra vez que te quieremucho, te está dando el mejor rega-lo del día y te descansa de todas laspreocupaciones. Todo puede con-vertirse en un precioso regalo, ex-presión de agradecimiento: una mi-rada, una caricia, una palabra, unaflor recogida en un ribazo, una con-cha en la playa. El regalo verdaderono va en relación precio=calidad. Lacalidad la pone el corazón.

encUentros verdaderos

El agradecimiento es un caminohacia el encuentro verdadero: nos li-bera del orgullo y de la falsedad quenos hace creer que sólo importamosnosotros y por nuestros propios mé-ritos. Quizás la primera cosa para li-brarnos de este “yo” hinchado quesiempre va por delante y atrofia lagratitud sea experimentar el mundoy lo que nos rodea (personas ycosas) como gracia. Si cada unose mira a sí mismo advertirá que esun puro don. Qué importante es des-cubrir esta verdad y vivir la existen-cia como regalo. Como decía Una-muno: “Yo no me nací, menacieron”.

Cuando bebas agua, Cuando bebas agua,

recuerda la fuente.recuerda la fuente.Proverbio chino

En la niñez y en la vejez, ad-vertimos más claramente la impor-tancia y la necesidad de estos ges-tos de gratuidad que nos hacenvivir.

para apoyarla memoria del corazón

El agradecimiento extiende susraíces por la memoria del corazón yva descubriendo lo que el otro hasupuesto para mí; así convertiremoslas relaciones hoscas, indiferentes oegoístas en relaciones cálidas y deamistad sincera.

Ejercicio:

Hacer una lista de motivos (6 por lomenos) por los que dar gracias aDios, a nuestros padres, hijos, ami-gos, los abuelos, médicos, maes-tros..., gracias a los científicos, a loscantantes..., a la iglesia; gracias delobrero al patrono que le ofrece unpuesto de trabajo; del patrono alobrero por su trabajo; entonces des-cubriríamos que el mundo y las per-sonas están ahí como un regalo.Las cruces de la vida serían más lle-vaderas y la convivencia más gratifi-cante.

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menoreS que agreden a SuS padreSmenoreS que agreden a SuS padreS

TTodos tenemos conocimiento dealgún menor que insulta o pe-

ga a sus padres, abuelos, cuidado-res o maestros. Este tipo de conduc-tas que podríamos calificar de anti-natural es cada vez más frecuente.Estudios sobre el tema indican quees una conducta más frecuente enniños y adolescentes que en niñas,en una proporción de una niña porcada diez niños. Desplantes, ame-nazas, insultos, vejaciones o agre-siones físicas de distinta intensidad,forman parte del día a día de mu-chos padres.

agUante y secretismoLos padres suelen aguantar estaviolencia de sus hijos hacia elloshasta límites extremos. Al principiocon el convencimiento, erróneo, deque es producto de su edad, que esuna forma de afirmación de su per-sonalidad, y cuando la violencia sematerializa en agresiones frecuentesy causantes en muchos casos de da-ños físicos importantes, por el temora su fracaso como padres, al que di-rán y por la idea de que “los trapossucios se lavan en casa” que es untema familiar y que es la familia laque lo tiene que resolver. De estemodo el hecho se convierte en el se-creto de la familia.

el tipo de agresiones

Los chicos suelen ser más prima-rios, más brutales, llegando a extre-

mos intensos de violencia física. Lasacciones de las chicas son más refi-nadas, de carácter psicológico, afec-tan al mundo de la mente y los senti-mientos y pueden desbaratar seria-mente el equilibrio psicológico desus progenitores. La víctima por ex-celencia de este tipo de acciones esla madre, y la explicación es sencilla:la madre es considerada como lamás débil y es la que más tiempo es-ta con sus hijos.

¿cómo se llega a este tipode sitUaciones?

Aunque os pueda sonar a tópico, labase de este tipo de conductas estáen la propia dinámica familiar. Los ni-ños crecen en un entorno donde nose les ponen límites ni normas y don-de no hay consecuencias negativaspara ellos cuando las normas no soncumplidas. Resumiendo, hogaresdonde los padres no saben decir NOy en los que el “no” de los padres esacompañado a su vez de conductasviolentas para el cumplimiento de lasnormas. Esta forma de actuar se in-terioriza enseñando al niño que siquiere conseguir algo, la forma ade-cuada de hacerlo es a través del usode la violencia. Por otro lado vivimosen una sociedad con altos índices depermisividad, donde parece que notiene que haber normas y donde to-do debe de ser permitido en aras deuna libertad que no entiende de res-ponsabilidad.

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Esther MarínEstherpsico@telefonica.net

menoreS que agreden a SuS padreSmenoreS que agreden a SuS padreS

No nos podemos olvidar de latendencia actual en muchos hogaresa delegar la educación en los vídeo-juegos o la TV, convirtiéndose éstosen “educadores” de muchos niños,sin la adecuada supervisión por par-te de los padres.

La inmadurez personal y de pa-reja de muchos padres, contribuye aldesarrollo de las conductas violen-tas. Son padres que no se implicanen la educación de sus hijos alegan-do mil excusas, no comparten jue-gos y tiempo con ellos y, por su-puesto, no ponen límites al comportamiento de sus hijos, argumentandopor un lado no querer ser la causade traumas futuros de los niños si seles contradice, o también un argu-mento muy extendido es el temor ano saber cómo educar a los hijos.

Nada más lejos de la verdad.Nadie nació sabiendo, y ser padreno es un oficio que se enseñe enninguna escuela: se aprende poco apoco aplicando el sentido común, te-niendo en cuenta que en los prime-ros años debemos de guiar a nues-tros hijos en su comportamiento paraque luego cuando maduren ellospuedan guiarse a sí mismos.

Cuando detectamos una conductaagresiva en un niño no debemosreírnos de ella, ni disculparlo alu-diendo a que “son cosas de niños”;al actuar así estamos reforzando

esa conducta y con ello aumentare-mos el número de veces que el niñola haga.

¿QUé hacer?

Cuando un niño traspasa un límite,hay que hacer algo..Emplearemos un tono de voz ade-cuado a la situación, no hace faltagritar para ser más efectivos; másbien al contrario..Decirle claramente qué regla o nor-ma ha infringido..Aplicar una consecuencia negativade forma inmediata (pérdida de privi-legios, tareas extraordinarias en casao usar el tiempo fuera)..Ser firme ante las quejas, acusa-ciones o intentos de chantaje afecti-vo. Acabará dándose cuenta de quesu estrategia no funciona y usaráotras más adaptadas..No ceder ni recular por muy escan-dalosa que sea la pataleta que orga-nice..No culparnos por hacerlo mal:cambiemos..Tener siempre presente que no es,en sí mismo, un niño malo, sino unniño que se ha portado mal. El niño nies malo ni debe escucharlo con fre-cuencia, o corremos el riesgo de queacabe creyéndoselo y se comportehabitualmente como le dicen que es.

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4 COLUMNAS 4 COLUMNAS 4 COLUMNAS 4 COLUMNAS 4 COLUMNAS 4 COLUMNAS

eSpaña en eL negoCio

España es ya una de las naciones quemás armas vende del mundo. Según da-tos de la Secretaría de Estado de Comer-cio, nuestro país exportó en 2009 materialbélico por valor de 1.346,52 millones deeuros, récord histórico y un 44% más quelas ventas del año anterior. Ello quiere de-cir que uno de cada diez euros ingresadospor nuestras exportaciones procede ya dela venta de armas, algo que nunca se ha-bía producido hasta la fecha.

El 65% de las armas españolas fue-ron vendidas a socios de la unión Euro-pea y de la oTAN, pero el 35% restante tu-vieron por destino países “sensibles”como Israel, Marruecos, Colombia, Vene-zuela, Cuba, India, Pakistán, Arabia Sau-dí, brasil, México, ghana, Ruanda, Kenia,gabón, botswana y Tailandia. Y esto, lógi-camente, no gusta a nadie. De hecho, al-guna de esas transacciones, como la deTailandia, ha sido denunciada porque po-dría haber violado el código de conductade venta de armas de la uE, que trata de“impedir la exportación de equipos que pu-dieran utilizarse para la represión interna”.

Armas hay de muchas clases: nucleares,biológicas, convencionales, pesadas, lige-ras… Pero, por muy peligrosas y destruc-tivas que sean las primeras, la verdaderasangría la causan las armas convenciona-les y, en especial, las armas ligeras. En elmundo circulan 500 millones de armas li-geras.

eL negoCio de LaS armaS

Parece que los países ricos tratan de le-vantar cabeza a su manera: fabricando yvendiendo más armas que nunca.

A la cabeza se halla Estados unidos,que acapara el 30% de las exportacionesmundiales de armamento. Le siguen Ru-sia (con un 23% del mercado), Alemania(11%), Francia (8%) y Reino unido (4%).Estos cinco Estados –miembros todosellos del Consejo de Seguridad de la oNu,excepto Alemania– venden el 76% de lasarmas que se producen en el mundo. Es-tados unidos lo hace a 76 países, aunquesus principales clientes del año pasadofueron, sobre todo, Corea del Sur, Israel yEmiratos Árabes unidos. Las armas rusasfueron a parar, principalmente, a China, In-dia y Argelia; las alemanas, a Turquía,grecia y Sudáfrica; y las italianas (por unimporte de 4.500 millones de euros, un61% más que hace un año), a Marruecos,Nigeria, Libia, Arabia Saudí, Qatar, Emira-tos Árabes unidos, etc.

A pesar de la crisis mundial, los gastos enarmas aumentaron un 5,9% en 2009 (¡un49% con respecto a diez años atrás!) yque éstos superaron ya el ¡billón y mediode dólares! La cifra es espeluznante. Amás conflictos, más demanda de armashabrá y más fácil será colocarlas.

*Del último informe anual del INSTITuTo INTERNA-CIoNAL DE INVESTIgACIóN SobRE LA PAz de Estocol-mo, publicado el pasado 2 de junio sobre arma-mentos, desarme y seguridad internacional.

A A 44 columnascolumnas negocios suculentos con la muertenegocios suculentos con la muerte

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4 COLUMNAS 4 COLUMNAS 4 COLUMNAS 4 COLUMNAS 4 COLUMNAS 4 COLUMNAS

maLa ConCienCia

Resulta esclarecedor que los empeña-dos en considerar el aborto como un dere-cho exijan la mayoría de edad para acce-der a documentales que muestran latragedia tal cual es, al mismo tiempo quefacilitan a las niñas de dieciséis años lacapacidad de destrozarse la vida, evitan-do incluso el apoyo y el consejo paterno.

La multinacional abortista no temeque perjudiquen su negocio las objecionesmorales ni religiosas de las que hablabaneciamente Aído, sino el hecho de que lasmujeres que se encuentran en una situa-ción dramática puedan acceder a una in-formación veraz sobre el aborto, ese terri-ble callejón sin salida que ellos –econó-micamente implicados– pretenden mos-trarles como una solución.

Y es que existe unanimidad médicaa la hora de concluir que el aborto es ma-lo para la mujer, y no es casualidad ni reli-gión ni un nostálgico apego al juramentohipocrático lo que hace que la inmensamayoría de los médicos se declaren obje-tores de conciencia, negándose a partici-par en la carnicería. Restado el compo-nente publicitario –que vende el abortocomo una solución indolora e inocua– y lapropaganda ideológica, ¿quién querría so-meterse a una intervención quirúrgica a laque se niega la inmensa mayoría de losespecialistas? De conocerse toda la ver-dad, es indudable que ese sangriento ne-gocio quebraría.

La objeCión de ConCienCia médiCa, protegida por eL ConSejo de europa

El amparo a la objeción de concienciamédica, que recientemente realizó el Con-sejo de Europa, es un signo de esperanza,porque en las instituciones de la unión Eu-ropea queda, al fin y al cabo, algo de cor-dura: «Ninguna persona, hospital o institu-ción será coaccionada, considerada civil-mente responsable o discriminada debidoa su rechazo a realizar, autorizar, participaro asistir en la práctica de un aborto, la rea-lización de un aborto involuntario o deemergencia, eutanasia o cualquier otro ac-to que cause la muerte de un feto humanoo un embrión, por cualquier razón».

La resolución ha sido publicada, trasla votación sobre el controvertido InformeMcCafferty, que negaba la objeción deconciencia en casos de aborto a personalmédico no relacionado directamente conuna intervención abortiva, y promovía lacreación de un registro de médicos objeto-res y una oficina de quejas del paciente,además de dejar la puerta abierta a la re-gulación de la eutanasia.

Además de proteger el derecho deconciencia de los médicos y obviar cual-quier mención a un registro de objetores,ampara también el derecho a la objeciónde cualquier persona u organización impli-cada indirectamente en este tipo de prácti-cas. Algo que la nueva ley española delaborto sólo reconoce para los «profesiona-les sanitarios directamente implicados enla interrupción voluntaria del embarazo».

negocios suculentos con la muertenegocios suculentos con la muerte

CELEBRAR

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CULTURA YCULTURA Y VIDAVIDASanxao

¿Qué quieres para el final?

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mi amigo, médico intensivista, le da por pensar (porque aún queda gen-te que piensa), y desde la uCI del gran complejo hospitalario me comen-ta, mirando por la ventana, el humo gris del tanatorio de enfrente sin de-jar de observar al paciente crítico con el que se está empleando a fondo.

¿Ves cuánta gente se mueve? Nacemos, si nos lo permiten. Vivimos los indica-dos. Parecemos hormiguitas inconscientes. Ahora nos vemos de pie, aunquenuestros antepasados, a veces más jóvenes que nosotros, están todos en hori-zontal. Vamos y venimos mientras podemos. Algo nos falla. Entramos por ur-gencias. Quirófano. Las cosas se complican y nos morimos, los médicos comolos demás. Y al final, ese humo que sube al cielo, al lado mismo del hospital.¿Qué te parece? o hay vida eterna, o todo este complejo no pasa de ser un vul-gar montaje para el reciclado de residuos.

Mi amigo médico es cristiano, de los que les gusta confesar la resu-rrección de la carne. Su reflexión es cruda, como la de un biólogo-químico. Pe-ro la alternativa está planteada: ¿crees o no crees en la vida para siempre?

En realidad, los desequilibrios que fatigan a nuestro mundo están conectadoscon ese otro desequilibrio fundamental que hunde sus raíces en el corazón hu-mano. He dicho corazón, una dimensión irrenunciable de la persona que ha deintegrarse y llevarse bien con la razón, la investigación y la ciencia, sin que unamuera a manos de la otra. Son las dos citas que se encuentra en el camino pa-ra buscar la verdad y vivir la vida.

Sin darme cuenta acabo de indicar tres nombres con que se define Je-sús en su evangelio. Él es el único garante de la vida. Porque la de los que enti creemos, Señor, no termina, se transforma; y al deshacerse nuestra moradaterrenal, adquirimos una mansión eterna en el cielo. Y, porque él aceptó la muer-te, uno por todos, para librarnos del morir eterno; es más, quiso entregar su vi-da para que todos tuviéramos vida eterna.

Por eso: Alza tu voz, Jesús Resucitado; / detente, caravana de la muer-te, / mira al Señor Jesús, él ha pagado / el precio del rescate de tu suerte.Noviembre: Santos y Difuntos. Los fieles difuntos son santos en la sala de es-pera, ese camerino de lujo para el acicalado definitivo y glorioso. Por eso se lla-man fieles.

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8Catequesis JuvenilesCatequesis JuvenilesLa inquietud, la búsqueda,las preguntas, son ilumina-das por Jesucristo, que es la Revelación de Dios. Dioses amor ofrecido, invitaciónal amor. La Luz que es Je-sucristo no sólo responde anuestras preguntas; su res-puesta abre a horizontescompletamente nuevos.

EL HoMbRE ES uN SER PARADóJICo, puessiendo finito y limitado piensa lo infinito y lodesea. Ante esta paradoja surge una dobletentación: o se niega que somos limitadoso se niega nuestra apertura al infinito. Setrata de tentaciones mucho más actualesde lo que se pueda pensar a primera vista.

RESPECTo A LA PRIMERA, negar el límite delhombre es la pretensión secreta que guía,en muchos casos, la aplicación de la tec-nología y de la ciencia al inicio y al fin de lavida del hombre. Los acuciantes proble-mas bioéticos de nuestros días tienen ensu base la gran pregunta sobre el hombre:¿somos capaces de dominar nuestro inicioy nuestro fin?, ¿podemos considerarnos"creadores" de nosotros mismos? La tenta-ción de negar nuestro ser limitado haacompañado siempre el camino del hom-bre; la encontramos ya en el génesis: «Re-plicó la serpiente a la mujer: ‘De ninguna

manera moriréis. Es que Dios sabe muybien que el día en que comiereis de él, seos abrirán los ojos y seréis como dioses,conocedores del bien y del mal’. Y comoviese la mujer que el árbol era bueno paracomer, apetecible a la vista y excelente pa-ra lograr la sabiduría, tomó de su fruto y co-mió, y dio también a su marido, que igual-mente comió» gn 3, 4-6.

El hombre no resiste en la espera de larespuesta que colme la sed infinita de sucorazón, y cede a la tentación de pensarque puede darse esa respuesta por sí mis-mo. Sabemos bien cuál es el final de dichointento: «Entonces se les abrieron a en-trambos los ojos, y se dieron cuenta de queestaban desnudos» (gn 3, 7). El intento falli-do de darse respuesta por sí mismo con-duce al hombre a la vergüenza: su límitedeja de ser ocasión de apertura y espera, yse convierte en herida y condena.

dios nos sale al encuentro en jesucristodios nos sale al encuentro en jesucristo22

1. LA PARADoJA DE LA ESPERA

2Dios mismo, enviando a su Hijo,satisface nuestra sed.

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LA oTRA gRAN TENTACIóN: pensar que el lí-mite es la última palabra sobre nuestra vi-da, negar nuestra apertura, nuestra espe-ra de lo infinito. Se abre paso en la vida delhombre ese terrible enemigo que se llama"escepticismo". Esta tentación también haacompañado a los hombres desde el iniciode la historia. Hoy este escepticismo semanifiesta en la búsqueda frenética de sa-tisfacciones y placeres limitados que sesuceden unos a otros vertiginosamente.

La tentación del escepticismo se es-conde en el modo con el que, en muchasocasiones, afrontamos nuestra jornada deestudio o de descanso.

ATENCIóN: ¡el mundo no se divide en pre-tenciosos y escépticos! Todos somos unpoco pretenciosos y un poco escépticos.Es más, normalmente pasamos a ser es-cépticos cuando nos damos cuenta de quenuestra pretensión no tiene fundamento,cuando nuestras fuerzas nos desilusionan.Pero apenas nos reponemos un poco, noes difícil que al escepticismo suceda denuevo la tentación del superhombre.

El problema es que decir "soy capazpor mí mismo" o, por el contrario, afirmar"no es posible", son dos formas de censu-rar y negar la paradoja del ser hombre.Son dos formas de abandonar la espera.

LA ALTERNATIVA A DARSE RESPuESTA por símismos y a negar la posibilidad de una res-puesta, consiste en la espera. Los profetasdel Antiguo Testamento expresan con par-ticular intensidad esta espera que es elhombre. Es la espera del Mesías, de la res-puesta de Dios a su pueblo.

PERo ¿ES PoSIbLE ESPERAR? Péguy escribe«Para esperar, hija mía, hace falta ser felizde verdad, hace falta haber obtenido, reci-bido una gran gracia». Porque sólo la res-puesta de Dios que sale a nuestro encuen-tro salva y alimenta la espera que cons-tituye nuestro ser hombres.

En efecto, la espera se mantiene y cre-ce porque la respuesta sale a nuestro en-cuentro. Es una respuesta que no viene denosotros, que no es limitada como noso-tros, porque tiene las dimensiones de lo in-finito. No es una respuesta que me ofrece

2. DIoS RESPoNDE A LA ESPERA DEL HoMbRE

otro hombre, radicalmente sediento comoyo. No es simplemente la ayuda de un "ge-nio humano", capaz de expresar mejor queyo cuanto vive en mi corazón sediento. Esuna respuesta capaz de responder a mised de infinito, porque proviene del infinitomismo que sale a mi encuentro.

La respuesta, en efecto, es la expre-sión de la piedad de Dios por el hombre.Dios, en efecto, no abandona al hombre ala pretensión de dar respuesta por sí mis-mo a la sed que lo constituye o a una de-sesperación escéptica, sino que inicia conlos hombres una historia de salvación.

Dios responde a la espera del hombreen la historia. Dios sale al encuentro delhombre allí donde el hombre vive, ama,trabaja, sufre, goza: «Bien vista tengo laaflicción de mi pueblo en Egipto, y he es-cuchado su clamor...” Ex 3, 7-10.

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La historia de salvación que Dios obra consu pueblo encuentra en la liberación deEgipto -la Pascua- y en la alianza del Sinaísu momento culminante. Dios ha respondi-do y lo ha hecho con sobreabundancia y alalcance del hombre: el pueblo de Israel hapodido comprobar en su propia carne queDios salva. Y, sin embargo, la infidelidadcomo presunción o escepticismo -¡las dostentaciones contra la espera del hombre!-rebrotan en la vida del pueblo.

Pero Dios no cede ante la fragilidad desu pueblo. Es más: por los profetas, Diosforma a su pueblo en la esperanza de lasalvación, en la espera de una Alianzanueva y eterna destinada a todos los hom-bres Is 2,2-4, y que será grabada en los co-razones Jr 31,31-34; Hb 10,16. Los profetasanuncian una redención radical del pueblode Dios, la purificación de todas sus infide-lidades Ez 36, una salvación que incluirá atodas las naciones Is 49,5-6; 53,11.

DIoS No CESA DE RESPoNDER, y lo hace ca-da vez con mayor misericordia y sobrea-bundancia. Ha querido responder en len-guaje humano a nuestra espera en lahistoria y por medio de la historia: «Al lle-gar la plenitud de los tiempos, envió Dios asu Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley,para rescatar a los que se hallaban bajo laley, y para que recibiéramos la filiaciónadoptiva» gál 4, 4-5.

Es importante que confrontemos laidea que tenemos de la fe, con este anun-cio, sencillo y radical al mismo tiempo. RA-DICAL porque si Dios ha enviado su Hijo,entonces mi sed de infinito puede encon-trar quién la sacie. SENCILLo porque se tra-ta simplemente de encontrar o, mejor, deser encontrado por Aquel que Dios ha en-viado: el Hijo de Dios ha sido enviado porel Padre para salir a mi encuentro. El Hijoes, como recitamos en el credo cada do-

mingo, «Dios de Dios, Luz de Luz, Diosverdadero de Dios verdadero, engendrado,no creado, de la misma naturaleza del Pa-dre». Esto significa que el Hijo puede res-ponder a nuestra espera: es el Infinito quesale al encuentro de nuestro corazón quedesea todo.

El Hijo de Dios se ha hecho hombrepara responder humanamente a nuestrased, para establecer un diálogo con elhombre, pues en Jesucristo «Dios invisiblehabla a los hombres como amigos, movidopor su gran amor y mora con ellos, para in-vitarlos a la comunicación consigo y reci-birlos en su compañía» (Dei verbum 2).

Si nos acercamos a los encuentros de Je-sús que nos narran los Evangelios, pode-mos verlo descrito con sencillez. Jesús en-cuentra sus primeros discípulos, Juan yAndrés, mientras éstos escuchaban predi-

3. JESuCRISTo: LA RESPuESTA DE DIoS AL HoMbRE

MásMás que una revelación de verdades y de preceptos, heque una revelación de verdades y de preceptos, he--mos aprendido que, ante todo,mos aprendido que, ante todo, Él nos revela su Rostro yÉl nos revela su Rostro ysu Proyecto salvador. Por esta revelación, Dios invisible,su Proyecto salvador. Por esta revelación, Dios invisible,movido por su gran amor, habla a los hombres como amovido por su gran amor, habla a los hombres como aamigos y habita con ellos para invitarles a comunicarseamigos y habita con ellos para invitarles a comunicarsecon él y recibirles en su compañía con él y recibirles en su compañía (DV2)(DV2)..

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car al bautista. Llenos de curiosidad por laspalabras que el profeta del Jordán dice so-bre Jesús, le siguen y reciben una res-puesta humanísima a su pregunta: «Jesússe volvió y al ver que le seguían les dice:"¿Qué buscáis?". Ellos le respondieron:"Rabbí -que quiere decir 'Maestro'- ¿dóndevives?". Les respondió: "Venid y lo veréis"»Jn 1, 35-39. El Evangelio continúa narrandoque le siguieron y estuvieron con Él: pasa-ron juntos la tarde. Y a través de esa con-vivencia entre amigos, se revela el misteriode la persona de Cristo: «Hemos encontra-do al Mesías» Jn 1, 41, dirá Andrés a su her-mano Simón Pedro.

zaqueo promete devolver lo que ha ro-bado, porque la salvación ha entrado en sucasa Lc 19, 1-10; los apóstoles se preguntanquién es Jesús, viéndole calmar la tempes-tad Mt 8, 23-27; la Samaritana anuncia a suspaisanos que ha encontrado uno que le hadicho todo lo que ha hecho Jn 4, 1-42; el cie-go de nacimiento da testimonio de su cura-ción milagrosa 9, 1-41; la multitud se asom-bra y glorifica a Dios viendo la curación delparalítico y el perdón de sus pecados Mc 2,1-1; el buen ladrón pide al Señor participardel paraíso con Él 23, 39-43.

Los Evangelios testimonian continuamente

cómo en la vida, en la humanidad de Jesússe hace presente Dios mismo respondien-do a la espera del hombre. Éste es el ca-mino que la Trinidad ha querido recorrerpara salir al encuentro del hombre: se lla-ma Encarnación.

Haciéndose hombre para encontrar alos hombres, como un amigo encuentra aotro amigo, Dios ha revelado hasta el fon-do el rostro del hombre. «En realidad, elmisterio del hombre sólo se esclarece en elmisterio del Verbo encarnado. PorqueAdán, el primer hombre, era figura del quehabía de venir, es decir, Cristo nuestro Se-ñor, el nuevo Adán, en la misma revelacióndel misterio del Padre y de su amor, mani-fiesta plenamente el hombre al propio hom-bre y le descubre la sublimidad de su vo-cación» g.S 22.

En Jesucristo, la respuesta que Diosha ofrecido humanamente al hombre, éstereconoce la verdadera naturaleza de su es-pera y recibe "la gran gracia" que le permi-te continuar en la espera.

Si el cristianismo es Dios que envió a suHijo, si Jesucristo es la respuesta que Diosha ofrecido humanamente a la espera delhombre, entonces "la cuestión fundamen-tal" de la vida es encontrarse con Él.

PARA LA PERSONALizACióN DEL TEMA Y LA PROVOCACióN DEL DiáLOGO.

1ª ¿Qué dice esta exposición de la 2ª Catequesis? Advierte los subrayados como señales de un paisaje, que invitan a no pasar de largo.

2ª ¿Qué te dice o cómo te afecta?Pon tus propios subrayados: sorpresas, preguntas, dudas que te suscitan...

3ª ¿Qué me digo, qué le digo?Si hablamos de fe, hablamos de escucha y de respuesta. Y de oración.

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acompañando

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Jesús Prieto

Para preguntar bien

stamos de acuerdo en que hoy nadie puede procesar sanamente ni un tercio dela información con que se nos bombardea en los medios. Y también que las no-

ticias frías de lejos invaden, hasta anularlas, las noticias calientes de cerca. Por las delejos nos relacionamos superficialmente y sin compromiso con muchas realidades ypersonas y, además de pagar por ello una factura abultada, nos privan de las noticiascaseras que son inmediatas, habitan la casa, hacen familia y liberan de la soledad, elaislamiento y la despersonalización.

Seguro que nos viene bien de cuando en vez una desintoxicación mediática.Hay quien emplea la primera semana de sus vacaciones para cortar con los mass/me-dia y regalarse tres días de viaje a su interior y cuatro a observar y escuchar a las per-sonas que le rodean y los acontecimientos caseros de su barrio. La experiencia resul-tante es aleccionadora porque muestra a las claras la vorágine que pretendefogacitarnos y confirma que, más que vivir, nos ‘viven’.

s ésta una práctica de Cuaresma o de Pascua, de verano o de invierno? Dado que es para aprender a vivir, haciendo ejercicios prácticos, cualquier tiempo es bueno.

Para motivarlo y enriquecerlo de verdad y profundidad, el cristiano tiene una referenciaespléndida en el Jesús del Evangelio. Él hizo y enseñó. Curó, llamó y anunció. Pero losprimeros verbos de los que él aparece como sujeto los consigna san Lucas cuando elNiño de doce años decidió “perderse”. Sus padres, con razón tan angustiados, lo en-contraron entre los doctores sentado-escuchando-preguntando. Y este estilo lo mantu-vo toda la vida. Jesús es un sabio que dignifica al que encuentra, lo hace crecer y lo in-corpora a su escuela preguntando. Sólo algunos botones:¿Qué te parece, Simón? (Mt 17,25) ¿Qué queréis que haga por vosotros? (Mc 10,36)¿Quién dice la gente que soy yo? (Mt 9,18) ¿Por qué lloras, a quién buscas? (Jn 20,15)¿De qué venís hablando por el camino? (Lc 24,17) ¿Quieres curarte? (Jn 5,6) ¿Ves algo?(Mc 8,23) ¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto? (Mc 9,21) ¿Quién me ha tocado el man-to? (Mc 5,30)

Jesús pasa entre nosotros como un verdadero terapeuta porque es un maes-tro en el difícil arte de la observación y de la escucha, capaz de reconocer los ‘dialec-tos’ de quienes carecían de significatividad y hasta de voz. Él capta gritos y silencios,súplicas y desesperanzas, quejas y agradecimientos. Así es capaz de entender e inter-pretar lo que a menudo ni sabemos expresar.

Y es que para preguntar bien, hay que escuchar mucho.

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Gema Sáez

H abían llegado a celebrar ca-si sesenta años de casados.Muchos años juntos, en lo

bueno y en lo malo. Eran del mismopueblo y la guerra les partió la ju-ventud en dos; truncó sus planes deboda y tuvieron que esperar a quese acabara para casarse.

a novia se vistió de negro, co-mo no podía ser de otra ma-

nera en aquel tiempo. No había di-nero, no había comida, pero elpueblo sacó sus reservas, su grano,sus rebaños y se celebró la bodadurante varios días.

Por supuesto que no hubo via-je de novios, ni fotos, ni regalos, pe-ro su amor era tan grande que esta-ba por encima de todo.

e despidieron de los suyos y sefueron a vivir a la ciudad, allí se

instalaron en un pequeño cuarto,con derecho a cocina. Estuvieronpoco tiempo, ya que al año les die-ron una casa por la que pagaríanuna renta y al cabo de veinticincoaños podría ser de ellos; les parecíaalgo muy lejano. Jamás llegaremosa verlo, se decían.

uando se instalaron en aquellacasa, nunca pensaron que no

tendrían hijos. Era lo suficientemen-te grande como para atender todas

Siempre juntos

las posibles vicisitudes: ampliaciónde la familia, cuidado de los padres,de los sobrinos. De aquí no nos mo-veremos, tenemos de todo: una ca-sa amplia y con un pequeño huertopara cultivar lo necesario para vivir ysi es preciso para vender algunosfrutos a los vecinos, pensaron.

ran dos grandes trabajadores;él fuera de casa y ella dentro,

cosiendo. Sus vidas transcurrían sinsobresaltos, mientras iban crecien-do juntos en madurez y generosi-dad. Su día a día lo compartían losdos, viendo cómo iban creciendo loshijos de los vecinos.

* * *

os hijos no llegaron nunca yaunque los dos eran muy ni-

ñeros, no se traumatizaron y com-prendieron que tendrían que vivir eluno para el otro.

Pero su vida no se circunscribióa su entorno; ayudaron y cuidaron atodo aquel que lo necesitó. En sucasa siempre había sobrinos y niñosde otros. Durante las largas y durastardes del invierno jugaban a lascartas o al parchís al amor de lalumbre de la cocina.

e vez en cuando volvían alpueblo a algún funeral o a ha-

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cer la matanza; les gustaba volver asus raíces. Les gustaban los largospaseos por el campo, recogiendosetas o endrinas según la época.

Su vida era sencilla, discutíancomo todas las parejas, pero no hu-bo un día que se fueran a la camasin haber hecho antes las paces.

Los dos tenían un profundosentido religioso, tal vez porque ha-bían tenido tíos curas por ambaspartes.

* * *

ueron pasando los años y cele-braron los veinticinco años de

casados y tuvieron la propiedad desu casa y cumplieron también loscincuenta. Las bodas de oro las ce-lebraron rodeados de hermanos yde sobrinos, con fiesta, con regalos,con todo lo que en su boda no tu-vieron.

Cuando la salud se empezó aresentir, empezaron a hacer planesde futuro, lo que cada uno queríadejar bien claro, y decidieron quequerían ser enterrados en su propiopueblo, los dos juntos.

l pueblo castellano frío y desha-bitado en invierno al pie de una

montaña donde tantos paseos habí-an dado, de novios y de casadossería su último refugio. Pero algo lespreocupaba: para ser enterrado enel cementerio del pueblo que estabajunto a la iglesia, era necesario quecada persona se hubiera cavado su

tumba, ya que el enterrador se ha-bía muerto y nadie había cubiertoeste puesto. “Mayores como somos,ya sea el uno o el otro, ninguno delos dos podremos hacerlo, se de-cían”. Un pariente del pueblo les di-jo que eso no sería ningún proble-ma, que aunque no vivía nadie deforma permanente en invierno,siempre había gente del pueblo dis-puesta a hacerlo.

falleció él con casi noventaaños y le dejó a ella en una so-

ledad tremenda. Cualquier proble-milla se le hacía un problema gigan-te, y mirando al cielo decía: “Teparece a ti en el lío que me has de-jado, cuando te vea, te voy a estirarde las orejas” Y se vio sola y tomó ladecisión de incinerar a su marido,para no separarse de él.

ivió ella un par de años másque él y de vez en cuando se le

oía hablar con él. Murió cristiana-mente, como había vivido, y dejó elencargo a sus sobrinos de lo quedebían hacer.

Y siguiendo su voluntad, esedía en su pueblo sonaron campanasde boda. Allí delante en el altar de laiglesia donde se habían casado ca-si sesenta años antes, estaban lascenizas de los dos unidas por dosanillos de flores. Hubo una misa y latierra del camposanto les cubrió consu manto, allí a la sombra de lamontaña.

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La felicidad de nuestras gentes sencillas

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zenón Urigüen

La resurrección

Viñetas Pasionistas

n lo más hondo de la conciencia humana aletea el anhelo de la supervivencia yde la inmortalidad. En la rica gama de las culturas humanas se ha manifestadoeste anhelo con variadas expresiones y sistemas religioso-filosóficos. Las gran-des religiones del oriente han sistematizado la supervivencia con las teorías de

la reencarnación y la transmigración. Son doctrinas religiosas y filosóficas según las cua-les las almas, después de la muerte, transmigran a otros cuerpos más o menos perfec-tos para su purificación, conforme a la vida que hayan vivido. Hay otras culturas natura-listas, antiguas y modernas, que proclaman la felicidad temporal de la carne y que sóloensalzan la vida presente y niegan la vida futura.

Mientras la cultura helenista habla de la inmortalidad del alma, la fe cristiana confiesa ala luz de la revelación divina la vida futura unitaria de todo el ser humano. El apóstol Pa-blo posee una fe por la que proclama: “Porque si hemos sido injertados en Cristo por lasemejanza de su muerte, también lo seremos por la de su resurrección” (Rm 6,5). ParaPablo, la resurrección del Señor es la clave de la fe cristiana y garantía de nuestra resu-rrección. “¿Cómo entre nosotros algunos dicen que no hay resurrección de muertos? Sila resurrección de los muertos no se da, tampoco Cristo resucitó” (1Cor 15,20).

Nosotros, los cristianos, no creemos en la reencarnación ni en la metempsicosis. Nos-otros creemos en la resurrección de todo nuestro ser, confiados en la palabra del Señor:“Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí, aunque haya muerto vivirá, y el queestá vivo y cree en mí no morirá para siempre” (Jn 11,25-26).

La resurrección de Jesús ha merecido en nuestros tiempos profundos estudios. Es bue-no que la ciencia y la teología agoten todos los recursos para su estudio. Pero vemosque Jesucristo nunca se preocupó de dar explicaciones teóricas sobre su resurrección.

Cómo resucitó Cristo? El gran escritor Martín Descalzo nos hace esta presentación: “ElJesús que resucita es el mismo que nació, vivió, sufrió y murió, pero es diferente. Por-que resucita con un cuerpo glorioso, espiritualizado, transformado, como se aparecía alos apóstoles”.

No podemos trasladar a la vida futura las categorías físicas de esta tierra. Resucitare-mos como Cristo con un ser espiritualizado, transformado y glorioso.

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Mari Jose Laña

El abono de la vidaEl abono de la vida

E nuEvO ES OtOñO. Se nota en los árboles, que se van quedando desnudos de hojas; en el cielo,que frecuentemente se cubre de nubes, en la lluvia y el frío… Sí, en otoño de nada les sirvea los árboles querer retener sus hojas, porque se ha completado su ciclo vital y van cayendo

lentamente para convertirse en el humus que da vida a la tierra. Y estos días, cuando voy de cami-no, me gusta verlas caer y reposar sobre la hierba de los jardines y parques. Y mientras las con-templo, pienso en esas otras hojas de carne y hueso que también han caído ya y que se han con-vertido en humus que da vida a nuestra historia, a nuestra cultura, a nuestra humanidad.

La televisión nos traía a la memoria hace poco a John Lennon, aquel miembro de los Beatles quehabría cumplido ahora 70 años, pero que fue asesinado cuando tenía 40. Me gustó recordar todolo que de positivo aportó a nuestra historia colectiva: su música, su voz, su denuncia de las injusti-cias de su país y su trabajo a favor de la justicia y de la paz... Me gustó volver a ver su imagen, susgestos, su actitud inconformista. Decía un comentarista que, posiblemente en estos tiempos, habríacaído en la melancolía viendo este mundo tan lejos de sus sueños, tan materialista, tan violento einhumano. Y me pareció que es muy importante esa memoria histórica que nos recuerda lo mejorde lo que somos y de lo que estamos llamados a ser.

También estos días, la televisión emitió un reportaje sobre la lucha de los trabajadores de los as-tilleros de Euskalduna, hace ya algunos años, en 1984. Las imágenes me hicieron recordar la ten-sión que se vivió entonces: la angustia de los trabajadores que veían amenazado su puesto de tra-bajo, la preocupación de sus familias, la violencia que se vivía en esta zona de Deusto... Fuerontiempos duros y difíciles para muchos, que quedaron grabados para siempre en la piel de la ciudad.

Han pasado los años, pero aquellas imágenes nos recuerdan que la unión hace la fuerza, y queesta nueva situación de crisis que amenaza hoy el trabajo de muchos hombres y mujeres tambiéntiene salida, aunque quizá no sea como nos gustaría ni como ahora la pensamos o imaginamos.

El paisaje de la ría ha cambiado mucho. Lo que antes eran astilleros ahora es un espacioso y her-moso paseo; pero me parece bueno recordar que su suelo está abonado por el humus de aquelloshombres y mujeres que dejaron su vida trabajando y luchando.

DE nuEvO ES OtOñO, sí, y ahora que se acerca la fiesta de todos los Santos, me parece bonito re-cordar que esta tierra y esta historia nuestra están abonadas por el humus de la vida de muchas per-sonas, algunas conocidas y otras muchas desconocidas, que han reído y han amado, que han sufri-do y han trabajado, haciendo posible lo que hoy somos y vivimos. Es una realidad que me recuerdalas palabras de Jesús: “Si el grano de trigo no cae en tierra y muere queda él solo; pero si muereda mucho fruto” (Juan 12, 24).

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No dejes que me detenga(Homilía en la apertura del curso 2010-2011)

Pedro Mª zalbide,Consiliario Nacional de Vida Ascendente

n año más, nos reunimos en estetemplo de La Pasión del Señor,que es como nuestra casa, para

celebrar la apertura del nuevo curso2010-2011. Hace apenas cuatro meses,en junio, clausurábamos nuestra anteriorandadura, despidiéndonos entonces denuestra presidenta Marijose Manso y denuestro vicepresidente Victoriano Arríen.Hoy, iniciamos una nueva etapa, reci-biendo al nuevo presidente, Alberto Pa-yás, y a la nueva vicepresidenta, MariLuz Lekue, recientemente nombradospor nuestro obispo, D. Mario Iceta.

Con ilusión y entusiasmo emprendemosuna nueva andadura en esta parcela pri-vilegiada de la “viña del Señor”, que es elmundo de los mayores. Sabemos quecontamos con la ayuda de Dios y connuestro esfuerzo, atemperado por nues-tros achaques y limitaciones… Decía Ci-cerón que “en la edad mayor, sufren mer-ma las facultades físicas, pero quecrecen y se hacen fuertes las capacida-des morales”. Este espíritu es el que nosanima a seguir colaborando en la cons-trucción del Reino.

Al estrenar un nuevo curso, me atrevo asugeriros, y sugerirme, unas sencillas re-comendaciones que debemos tenersiempre a mano, de la misma maneraque llevamos el reloj por si nos preguntanla hora. Son como prendas de nuestrouniforme de cristianos, como signos in-confundibles de nuestra identidad.

La primera prenda de nuestro uniformese llama alegría. Yo no concibo un cris-tiano triste, deprimido, pesimista. No mecabe en la cabeza, y menos en el cora-zón, que la fuerza de nuestra fe en Jesúsy en su evangelio no llegue a exteriori-zarse y traducirse en obras de bien. unafe auténticamente vivida debe traslucirseforzosamente en gestos de jovialidad, desonrisa, de gozo.

otra pieza de nuestro atuendo tiene unnombre luminoso: esperanza. No sé porqué, hay personas marcadamente incli-nadas –yo diría de manera enfermiza-hacia el derrotismo. Son aquellas que,desde que comienza el día, se calan susgafas oscuras, pesimistas, y lo ven todonegro, no dejando ni un mínimo resquicio

UU

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La sonrisa de la paz

Amigos y amigas de bizian gora – VidaAscendente: animado a seguir traba-jando en la “viña del Señor” hacién-donos eco del poema-oración queacabamos de escuchar, y deseandolo mejor para nuestro presidente ynuestra vicepresidenta en su nuevaencomienda, damos por comenzado

el curso 2010-2011, que esperamossea fructífero y provechoso. Continua-mos la eucaristía y encomendamos elresultado de nuestro esfuerzo a Dios ya su Madre y nuestra Madre María, cu-ya fiesta celebramos hoy en la advo-cación de Ntra. Sra. Del Rosario… Queasí sea.

fico” del amor, de la entrega, de la gene-rosidad…, pararse es retroceder. A ve-ces, en el seguimiento de Jesús nos visi-ta el cansancio, experimentamos que losobstáculos son más fuertes que nuestraspiernas, flaquea nuestra voluntad ante eltamaño voluminoso de la adversidad ysentimos la tentación de tirar la toalla, declaudicar… Pero no. una voz interna nosdice de manera contundente: “Prohibidodetenerse”. Y nosotros nos unimos a laoración de un poeta anónimo:

no permitas que me pare, / pues, por andar, te he encontrado.no dejes que me detenga, / rendido por el cansancio,pues estos pies no me importan / tanto como éstos mis pasos.

Que no me siente en la tarde / para esperar el ocaso,pues, si el sol preña la noche, / quiero hallarlo caminando.Que no ambicione, en la roca, / un refugio acomodado,si es en la sed del desierto / donde mi vida te ha amado.vuelva siempre mi mirada / hacia lo profundo y anchodel horizonte, que es rostro / del amor enamorado.

Que los oasis de un sueño / no me dejen embobado.Que no se paren mis ojos, / pues, por andar, te he encontrado.Que la miseria no teja / cadenas entre mis pasos,que no me frene mi nada, / que no me atrape mi barro.sea mi sino el andar, / pues, por andar, te he encontrado.

para la esperanza. un cristiano debesiempre esperar con ilusión, confiandoen ese Dios que es siempre fiel a suspromesas.

Y por último, como tercera prenda denuestro uniforme, quisiera hacer hincapiéen la entrega generosa de nuestro ser,esa entrega que va siempre acompañadadel esfuerzo. Estoy plenamente conven-cido de que, en el seguimiento de Jesús,está prohibido frenar. En las “leyes de trá-

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eso, los dueños de las reservas se sientenen el derecho de aumentar o disminuir laextracción de petróleo y de subir o no suprecio. De la misma forma, el capital finan-ciero de los países ricos debería ser inter-nacionalizado.

Si la Amazonia es una reserva paratodos los seres humanos, ella no puedeser quemada por la voluntad de un propie-tario o de un país. Quemar la Amazonia estan grave como el desempleo provocadopor las decisiones arbitrarias de los espe-culadores globales. No podemos dejar quelas reservas financieras sirvan para que-mar países enteros en medio de la espe-culación.

Antes que la Amazonia, me gustaríaver la internacionalización de todos losgrandes museos del mundo. El Louvre nodebe pertenecer apenas a Francia. Cadamuseo del mundo es el guardián de lasmás bellas piezas producidas por el geniohumano. No se puede dejar que ese patri-monio cultural, como el patrimonio naturalamazónico, sea manipulado y destruidopor el gusto de un propietario o de un pa-ís. No hace mucho, un millonario japonésdecidió enterrar su cuerpo con un cuadrode un gran maestro. Antes que eso, aquel

Un discUrso a recUperar decristovão bUarQUe

durante un debate en una universidadestadounidense, el 23 de octubre de2000, el ex gobernador del Distrito

Federal y actual ministro de Educación debrasil, Cristóvão buarque, fue interrogadosobre qué pensaba de la internacionaliza-ción de la Amazonia, una tesis sostenidapor los círculos de poder de Washington.El joven que hizo la pregunta dijo que es-peraba la respuesta de un humanista y nola de un brasileño. Ésta fue la respuestade Cristóvão buarque:

De hecho, como brasileño yo simplemen-te estoy en contra de la internacionaliza-ción de la Amazonia. Por más que nues-tros gobiernos no tengan el debido cui-dado con este patrimonio, la Amazonia esnuestra. Ahora, como humanista, sabien-do del riesgo de degradación ambientalque sufre la Amazonia, puedo imaginar suinternacionalización, como también de to-do lo demás que tiene importancia para laHumanidad.

Si la Amazonia, desde el punto devista de una ética humanista, debe ser in-ternacionalizada, internacionalicemos tam-bién las reservas de petróleo del mundoentero. El petróleo es tan importante parael bienestar de la Humanidad como laAmazonia para nuestro futuro. A pesar de

La internacionalización de la amazoniaLa internacionalización de la amazonia

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veces mayor que las lamentables quema-zones hechas en las florestas del brasil.En los debates los actuales candidatos ala presidencia de los EE.uu. han defendi-do la idea de internacionalizar las reservasforestales del mundo como canje de ladeuda. Comencemos usando esa deudapara garantizar que cada niño del mundotenga posibilidad de comer y de ir a la es-cuela. Internacionalicemos a los niños, tra-tándolos a todos -no importando el paísdonde nazcan- como patrimonio que me-rece cuidarse en el mundo entero, aúnmás de lo que brasil merece la Amazonia.Cuando los dirigentes traten a los niñospobres del mundo como un patrimonio dela humanidad, ellos no dejarán que traba-jen cuando deberían estudiar, que muerancuando deberían vivir.

Como humanista, acepto defender lainternacionalización del mundo. Pero,mientras el mundo me trate como brasile-ño, lucharé para que la Amazonia sigasiendo nuestra. ¡Sólo nuestra!

cuadro debería haber sido internacionali-zado.

Durante este encuentro, las Nacio-nes unidas están realizando el Forum delMilenio, pero algunos presidentes de paí-ses tuvieron dificultades para asistir porrestricciones en la frontera de los EE.uu.Por eso yo pienso que Nueva York, comosede de las Naciones unidas, debe ser in-ternacionalizada. Por lo menos Manhattandebería pertenecer a toda la Humanidad.También París, Venecia, Roma, Londres,Río de Janeiro, brasilia, Recife... Cadaciudad del mundo, con su belleza especí-fica, su historia, debería pertenecer almundo entero.

Si los EE.uu. quieren internacionali-zar la Amazonia, por el riesgo de dejarlaen las manos de los brasileños, interna-cionalicemos todos los arsenales nuclea-res de los EE.uu. Ellos ya demostraronque son capaces de usar esas armas,provocando una destrucción millares de

EEstamos finalizando el año 2010 y todavía haystamos finalizando el año 2010 y todavía haysuscriptores que suscriptores que no han abonadono han abonado el importe de lael importe de la

revista correspondiente al año 2009.revista correspondiente al año 2009.debemos rogarles encarecidamente se hagan cargo dedebemos rogarles encarecidamente se hagan cargo de

su recibo, pagando en portería o poniéndose en contacsu recibo, pagando en portería o poniéndose en contac--to con nosotros en el teléfono 944.75.45.06. o si loto con nosotros en el teléfono 944.75.45.06. o si lo

desean, ingresando su importe en la cuenta que figuradesean, ingresando su importe en la cuenta que figuraen la primera página de la revista. También puede coen la primera página de la revista. También puede co--

municarse a través de nuestro correo electrónicomunicarse a través de nuestro correo electrónico“revistaredencion@gmail.com”“revistaredencion@gmail.com”

¡aviso a los suscriptores!¡aviso a los suscriptores!

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GALICIA Rosendo Díaz

DE CANDO AS VACAS

FALABAN GALEGO

-Ao longo do pasado século XX, o agro galego pasou do arado romano, tirado por xuga-das de bois ou vacas, ao tractor. o país de “un millón de vacas” convertérase nun es-caparate de novísima maquinaria agrícola; mesmo as tradicionais feiras se moderniza-ban en “exposición” da nova ferramenta; a rubia galega era sustituida pola importaciónmasiva de vacas frisonas (as “pintas”).

-o vacún ten que se especializarna produción láctera, mentres que o abasto de carneás vilas consiste na de porco e de polo: entre 1960 e 1975 multiplicáronse este tipo degranxas, ao tempo que se xeralizan as rotas fixas de recollida do leite, a rede de mata-doiros e o mercado de xatos de recría.

-o presidente da cooperativa ecolóxica bIoCooP, de Verín (ourense) expoñía á prensaalgún dos problemas que afectan, ao ser ver, aos produtores de vacún autóctono: “Coaretirada das subvencións por recría, as razas de vacas autóctonas acabarán desapare-cendo… Son etnias que aforran moitos cartos en cuadrillas de extinción de lumes e hi-droavións, porque non só limpian os pastos de herba, senón que tamén pacen toxos ebrezos… o criador recibe uns 5 euros por kilo/canal, as mesmas 800 pts. de hai trentaanos… Estas vacas, con menos rendimentos en canal ca outras, van a ser cruzadascon especies diferentes para obtérense híbridos aos que se lles poder sacar 40 ou 50

kilos máis, para asícompensar a perda dassubvencións, porén arazas perderá pureza eadaptabilidad á contor-na”.

-biocoop conta actual-mente con 30 socios ecoida dunhas 3.000 va-cas reprodutoras, nun-ha extensión de 6.000hectáreas de terreo.

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razas bovinas autóctonas

A RuBiA gALEgA chegou a extenderse po-las 4/5 partes do país; apenas estabamesturada coa raza asturiana e as more-nas de ourense e algo co barroçao por-tugués. A súa mellora arrinca do séculoXIX coa importación de sementais de fóra(simmentahal, Durham, Hereford) paraproducir os famosos “cebóns galegos”que se exportaban a Inglaterra, barcelonae Madrid. En 1906 (I Congreso Agrícolade galicia) estala un movemento a prolda selección da “raza do país”, que de-fenden veterinarios e gandeiros. Rof Co-dina (1916) distinguía xa as catro capas(color do coiro) típicas: bermella, teixa,marela e varela. Trátase da primeira razaen produción de carne, tanto en cantida-de coma en calidade (hoxe de moda, a“carne de boi galego”).

Raza cALDELá: debe a súa denominaciónao concello ourensán de Castro Caldelas.Nada que ver ten coa rubia galega, e di-ferénciase do grupo das morenas galegas(limiá, vianesa, verinesa). Polos anos1980 rondaban as dúas mil cabezas.Destinadas á produción de carne e, sobretodo, a traballaren en zonas de alta mon-taña.

A LiMiá habita a comarca de A Limia: aconca do río Limia e as terras periféricasdo que foi a lagoa de Antela (disecada).ofrece exemplares que ben poden consi-derarse como “os xigantes rexionais daespecie bovina”. Caso non se dedicaron aleite nin a crías, por seren estas de gran-

de tamaño e peso elevado, mais de lentocrecimiento. Excelentes animais de carne.

A raza VERiNESA pode derivar do cruza-mento coa limiá-portuguesa. o seu intere-se comercial limítase ao concello de Ve-rín. Esta e mais a vianesa sonpracticamente dúas variantes dun só gru-po étnico.

A raza fRiEiRESA, ou mirandesa, ou “gan-do da Mezquita”, está configurada por re-ses de enorme volume, con máis de 400kgs. en canal; etnia tan fértil coma de es-casa produción leiteira.

Raza PiScA ou cAcHENA: consérvase enreducidos enclaves dos municipios ouren-sáns de Entrimo e Lobios. Locen airosacornamenta de tamaño desproporcionadaá súa masa corporal: una “reliquia” bovinade singular fermosura plástica.

Raza ViANESA: “dócil, boa nai, forte, tra-balladora, oscura de pelo”. un “descubri-mento” de hai poucos anos, porén hoxeestá moi solicitada por varios granxeiros.Forma parte do grupo das “Morenas deNoroeste”, autóctonas en perigo de extin-ción. Pacen polos montes do Invernadoiroe a Serra de Queixa. Segundo o censode 2008, existen uns 1.500 exemplares. Acada vez mellor valoración do autóctonofronte ao foráneo, da mantenza naturalfronte aos pensos, da gandeiría extensivafronte á estabulación, fan da vianesa unaoportunidade única para os donos das ac-tuais 74 explotacións, de 15 cabezas demedia cada unha.

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Joxemari Arzalluzz

beste etxeak

rain arte izendatu ditugun komentuetaz aparte, Euskalerriko pasiotarrok beste hain-bat etxe izan ditugu. ona urtearen arabera jarriak:Peñafiel (Valladolid): 1882-? Erri-misioak eta Ikastetxe Apostolikoa urtea askotan.

1923an Madril-go erlijiosoen eskuetan uzten da.corella (Nafarroa): 1900-? Nobiziadua, estudianteak, gogartetxea. 1910. urtean zaragoza-koen eskuetan geratzen da. Peñaranda (burgos): 1887 mondoñedo (Lugo): 1885-1964. Ikastetxe Apostolikoa eta estudianteen etxea. gotzainak es-kainitakoa gotzainari itzultzen zaio.zintruenigo (Nafarroa): 1903-1908. Inguruko umeei eskola eman zitzaien Peñafiel-era joanaurretik.santander (Cantabria): 1902. Madrilgoen esku dago orain.mieres (Asturias): 1907-1923. Parrokia. orain Madril-en eskuetan.daimiel (Ciudad Real): 1908-?. Filosofia eta Teologia ikasketak. Etxe onetan bizi ziren guda-tean ildako Erlijioso gazteak: “Daimiel-ko martiriak” deituriko taldea. Tartean bat euskalduna:Juan Pedro bengoa zoriontsua, Santa Ageda-koa. orain zaragoza-koen eskuetan. gabiria (gipuzkoa): 1917-1965. Ikastetxe Apostolikoa. Aurretik, ordea, zaragozako probin-tziakoa izan zen (1907-1910). balnearioa zen. Anaien arteko guda asi zenean (1936) gaz-tetxoak etxera joan bear izan zuten.alcantara (Lugo): 1909-1964. Ikastetxe Apostolikoa.arroniz (Nafarroa): 1910-1916. Mendia-ko Andre Mariaren santutegiko zaindari.tafalla (Nafarroa):1915-2000.Filosofia ikasketak eta fraide-gaien etxea urte gutxi batzutan.caldas de reis (Pontevedra): 1925-2000. Komentua eta erri-misioakazkaine (Lapurdi): 1931-1964. Emengo guda garaian joan ziren erlijioso batzuk, ziurtasun billa.ermua (bizkaia): 1974-1977. Parrokiako pastoral lana.berriz (bizkaia): 1977-1992. Parrokiako pastoral lana.zizur nagusia (Nafarroa): 2000. Itxita une onetan.

Ameriketako errialdeetan komentu, ikastetxe eta eliza asko eraiki dituzte Euskalerritikjoandako pasiotarrek: Txile, Peru, Colombia, Puerto Rico, Mexico, Dominikar Errepublika.

“Eman eta zabal zazu munduan frutua…”

OO

Agradecidos

Difuntos

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Martzel Andrinua

HOGEITA BOST URTE DIRA

BIDEAN HASI GINALA

HOGEITA BOST URTE DIRA

GU HASI GINALA

(“egixe da! egixe da”)

1

Mendi tartean gordetabada herri polit bat (2)Ez da ez,ez da beste bat, ez da, ez (2)Ez da beste bat EZMañaria langorik.

2

Orain hogeita bost urtebide barri bat hasi (2)Aurrera,Aurrera doa, aurrera (2)aurrera doa BAIGuRASO ALKARtEA

3

Andra Mari” dantzari“Kirikiño” kantari (2)Ez da ezalbiste txarra ez da, ez (2)albiste txarra EZMañariaren alde.

4

Hogeita bost urte dirahazia erein zala (2)Hor dago,tantai galanta hor dago (2)tantai galanta BAIhor dago Mañarian.

5

Gaur frutuak ikusitaeskerronez beterik (2)Ez da ez,bide hoberik ez da, ez (2)bide hoberik EZherri bat egiteko.

6

Zenbat ordu eta neke,eta zenbat ahalegin! (2)Jai egin,jai egin daigun, jai egin (2)jai egin daigun BAIguztiok alkarrekin.

7Ume, gazte, gurasoaketa aititamamak (2)Ez da ez,ez da izango, ez da ez (2)ez da izango EZgaur poztuko ez danik.

8

Aurrera anai-arrebakguztiok alkarturik(2)Holan baijarraituko dau holan bai (2)jarraituko dau BAIMañariak bizirik

A Coruña - Pilar FragaCarballiño - Pilar EstévezBilbao - Esteban Moriles VerdeDonostia - Amaya EstebanezOviedo - Mª Carmen López ÁlvarezPontevedra - Mariana Díez TeixidoDima - María Zubero Garaitagorta

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. “La curiosidad es hija de la ignorancia y madre de la ciencia” (Gianba-ttista Vico)

. “En las ausencias largas, mucho más peligra la constancia del hombreque la de la mujer” (Lucio Septimio Severo)

. “Ascender por pendientes empinadas requiere paso corto al principio”(William Shakespeare)

. “A veces rechazar un honor no es humildad, sino explícita soberbia,afán de superar a los que antes los aceptaron. Pocas veces asoma contanta nitidez a la superficie la violencia del subconsciente” (Gregorio Ma-rañón)

. “Loa al mar; pero quédate en la orilla” (John Florio)

. “Casi nadie repara por sí mismo en el mérito de otro” (Jean de la Bru-yère)

. “El aprendizaje del hombre suele pasar por tres etapas. En la primeraaprende las respuestas correctas. En la segunda, a hacer preguntas. Enla tercera y última, qué preguntas vale la pena plantear” (Bits and Pie-ces)

. “Se toma a cada uno en el mundo por lo que da de sí; pero debe daralgo. Se soporta mejor a los molestos e importunos que a los hombresinsignificantes” (Johann W. Goethe)

. “Quien al tocar ciertos puntos o al profundizar ciertas materias no pier-de la razón, prueba que no la tiene” (Gottlieb E. Lessing)

. “La costumbre de callar en una conversación es laudable cuando cons-ta que la persona que calla posee cuanto ha menester para hablar concompetencia y acierto” (Giacomo Leopardi)

. “De un pequeño descuido nace una gran desgracia” (Proverbio francés)

. “Entre negocio y negocio mete algún ocio” (X)