la sierra de guadarrama y la mujer muerta (origen, leyendas y simbolos)
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LA SIERRA DE GUADARRAMA
Y LA MUJER MUERTA (ORIGEN, LEYENDAS Y SIMBOLOS)
José M. Portero (2011)
La Sierra de Guadarrama y La Mujer Muerta (Origen, Leyendas y Símbolos). José M. Portero (2011) 2
INDICE
LA SIERRA DE GUADARRAMA...………………………………………………………….. 3
RELIEVE Y ROCAS….…………………………………………………………………………………………… 4
CLIMA Y VEGETACIÓN.…………………………………………………………………………………………. 5
LA FORMACIÓN DE LAS SIERRAS…………………………………………………………………………… 9
MODELADO RECIENTE DEL RELIEVE………………………………………………………………………. 12
LA MUJER MUERTA.................................................................................................... 17
ORIGEN Y LEYENDAS...……………………………………………………………………………………….. 23
SIMBOLOS………………………………………………………………………………………………………… 25
GLOSARIO DE TÉRMINOS NO EXPLICADOS EN EL TEXTO............................................................. 27
REFERENCIAS……………………………………………………..…………………………………………… 29
La Sierra de Guadarrama y La Mujer Muerta (Origen, Leyendas y Símbolos). José M. Portero (2011) 3
LA SIERRA DE GUADARRAMA
La Sierra de Guadarrama está situada entre las mesetas norte y sur, en el centro del Sistema
Central (entre Gredos y Sierra de Ayllón), entre los frentes lluviosos procedentes del Norte,
Noroeste y los del Suroeste, entre dos grandes cuencas hidrológicas y geológicas (Duero y
Tajo) y entre las comunidades autónomas de Castilla y León (Segovia, Ávila) y Madrid
(Barbadillo F.J.2009). Está, pues, centrada en la zona central de la península.
Situación de la Sierra de Guadarrama
El paisaje de la Sierra de Guadarrama está fuertemente influido por la cercanía del área
metropolitana de Madrid que, con 6 millones de habitantes, hace que la vertiente sur se
encuentre intensamente urbanizada.
Navacerrada y Siete Picos
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RELIEVE Y ROCAS Luis Solé Sabarís, en su Geografía de España y Portugal (1952), utilizando el lenguaje poético
y culto de los naturalistas de la época, inicia su descripción de la Sierra de Guadarrama
escribiendo: “Desde los cerros y altozanos de las proximidades de Madrid cuando el cielo
castellano, límpido y azul intenso como en los lienzos de Velázquez, deja perfilar los horizontes
lejanos se divisa la silueta sombría y violácea del Guadarrama, la Sierra por antonomasia de
los madrileños, que destaca sobre el blanco ocráceo de las arcillas terciarias.”
Efectivamente la mole de la sierra emerge poderosa por encima de los materiales que rellenan
las cuencas sedimentarias del Duero y Tajo. Esta modelada con laderas de fuerte desnivel
coronadas en suaves cumbres y amplios cordales alomados que superan los 2.000 m. de
altura sobre el nivel del mar.
Cumbres de la Sierra vistas desde los granitos de La Pedriza
Los principales materiales que ahora componen la Sierra de Guadarrama corresponden al
Proterozoico (de -2.500 a -542 millones de años) y, sobre todo al Paleozoico (hasta -250
millones de años).
Las rocas más antiguas son los neises glandulares y laminares (bandeados) que se conservan
en diferentes parajes de la Sierra de Guadarrama: Peñalara, Cuerda Larga, Mujer Muerta
(puerto de Pasapán). Son materiales con una acusada foliación (disposición en láminas) que
han sufrido una intensa transformación (metamorfismo) por las altas presiones y temperaturas
soportadas durante los períodos orogénicos del Paleozoico, los cuales dieron lugar a la
formación de cordilleras hoy erosionadas y sin ninguna relación topográfica con el Sistema
Central actual.
En la orogenia Hercínica ó Varisca, durante el Carbonífero-Pérmico Inferior (aproximadamente
entre -325 y -280 millones de años), se formaron los granitos de la Sierra. Los granitos
provienen de magmas y los magmas de la fusión parcial de rocas en la corteza o el manto
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superior de la tierra que se solidifican lentamente y a gran presión. La generación de los
granitos abarcó un período de 40 a 50 millones de años.
Los núcleos graníticos de la Sierra de Guadarrama configuran hoy paisajes como los de La
Pedriza, La Cabrera, Siete Picos, Maliciosa, La Peñota, Las Machotas, Abantos, y la Sierra de
Hoyo de Manzanares. Son también relativamente abundantes las rocas filonianas y los diques
de cuarzo.
Los macizos rocosos quedaron intensamente fracturados y afectados por grandes fallas como
consecuencia de las fuertes presiones sufridas durante el proceso orogénico. Estas grandes
fallas van a jugar un rol esencial en la creación del relieve actual al ser reactivadas durante el
Terciario.
Neis glandular y neis bandeado
Desde finales del Paleozoico y a lo largo del Mesozoico (entre 250 y 65 millones de años) las
montañas hercínicas quedaron expuestas a la erosión, originándose una extensa penillanura
de arrasamiento en la que penetraron las aguas marinas. El mar somero del Cretácico superior
llegó a cubrir el Macizo Ibérico antiguo por el oeste hasta Villacastín (Ávila) y Quijorna (Madrid),
donde se conservan los sedimentos arenosos y rocas carbonatadas depositados en estos
mares, que se retiraron a principios del Terciario a medida que el clima se hacía más árido.
CLIMA Y VEGETACIÓN
El clima actual tiene clara influencia continental y en la mayoría de la sierra y somontanos
(rampas de la sierra) se sitúa entre el seco superior y subhúmedo: de 550 a 1.000 mm (litro por
m2) de precipitación anual. En los puertos y collados elevados se pone de manifiesto un clima
de alta montaña mediterránea, húmedo en relación con el de las tierras llanas, pero con un
período de sequía acusado en julio y agosto.
Cada 100 m ganados en altura el termómetro desciende aproximadamente 0’7º C de Tª media,
lo que influye, gradualmente, en el régimen de precipitaciones y en la vegetación. Los pisos
bioclimáticos de la Sierra de Guadarrama responden, en gran medida, al modelo de la montaña
mediterránea (Barbadillo F.J.2009).
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Piso de la encina. El somontano constituye este piso hasta la cota de 1.200 m. La vegetación
característica está formada por encinares. En los pastos crece la tubelaria de flores amarillas,
junto a otras plantas herbáceas anuales. Existen jarales y tomillo. En ciertas zonas bajas de la
sierra hay pinares de pino piñonero entre cotas de 700 y 1100 m.
Encinas y pradera en el somontano de la Mujer Muerta (Ortigosa del Monte)
Piso del roble rebollo ó melojo. Desde 1.000 y hasta unos 1.600 m de altitud se sitúa el piso del
roble melojo, en zonas con una temperatura media anual de entre 8º y 12ºC y precipitación
media anual de 800 mm o superior. El roble rebollo es endémico de la Península Ibérica y
Mediterráneo occidental. De modo natural el robledal sería el bosque dominante en la sierra,
pero fue muy mermado por la intervención humana, razón por la que este piso se entrecruza y
solapa con el anterior (encinar). Enseguida se alcanza su límite superior donde comienza el
pinar.
Robledal de roble rebollo a comienzos del otoño
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Hojas y fruto (bellota) de roble melojo
Además contiene fresnedas, con melojo en fondos de valle y sauces y álamos junto a ríos y
arroyos. También se encuentran algunos pinos resineros, así como sabinas frecuentes en la
base segoviana de Guadarrama. Hay escasos abedulares en rincones lluviosos y sobre suelos
húmedos (puertos de Canencia y de Somosierra) y acebos dispersos, con excepciones como la
acebeda de Prádena en la vertiente segoviana y la acebeda de Robregordo en Madrid.
Asimismo se observa una discreta población de tejos.
Acebo en Prádena
Pinares. A cotas más elevadas se extiende el pinar, en ocasiones hasta casi los 2000 m., cota
a partir de la cual los intensos vientos y la escasez de suelo dificultan su crecimiento. El viento
es el causante de las bellas formas que muestran los pinos del Guadarrama, con todas sus
ramas indicando la dirección predominante.
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Pinares en Valsaín
Piso del enebro enano. En laderas y collados ubicados entre 1.600-1.800m y hasta 2.000 m,
con temperatura media anual entre 4º y 8ºC y precipitación media anual de 1.000 mm o
superior, se dan las condiciones bioclimáticas para el desarrollo del enebro enano. Prosperan
además piornos o retamas y algunos pinos albares. Una extensa superficie queda ocupada por
matorrales (enebrales, piornales y cambronales) sin que falten turberas y lagunas.
Enebro enano, piornos y praderas en Navafría
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Piso de praderas de alta montaña. A partir de 2.000 m las mayores altitudes de la Sierra de
Guadarrama tienen pastizales adaptados a ambientes fríos. La temperatura media anual es
inferior a 4ºC y el clima resulta húmedo de modo estacional si bien los hielos y vientos limitan el
aprovechamiento del agua por las plantas. Las cumbres muestran un aspecto desolador con
afloramientos rocosos y muy poca vegetación.
Alta montaña del Guadarrama
LA FORMACIÓN DE LAS SIERRAS Nuestro Sistema Central no ha existido siempre. A finales del Cretácico superior (-65 millones
de años) el paisaje era muy llano, con gran parte del territorio cubierto por un mar tropical muy
poco profundo y próximo al continente. Los dinosaurios que se manejaran bien en zonas
pantanosas o supieran nadar un poco, podrían ir cómodamente, chapoteando, de Madrid a
Segovia.
Paisaje del Cretácico superior (desde De Vicente G. 2009)
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El relieve del Sistema Central se originó en varios impulsos durante el Terciario desde el
Eoceno superior, sobre todo entre el Oligoceno y Mioceno inferior (de - 34 a -17 millones de
años), con algunas fases en el Mioceno medio-superior y Plioceno (de - 17 a - 2 millones de
años). La formación de la cadena montañosa está relacionada con los movimientos relativos de
las placas europea y africana y con los esfuerzos transmitidos por los procesos recientes de
apertura de la dorsal del centro del atlántico, cuyos empujes elevaron la penillanura
mesozoico-terciaria en sucesivos escalones hasta llegar a los niveles de cumbres, por lo que
las zonas altas presentan perfiles alomados como herencia de la antigua superficie de erosión.
Situación de las placas (Eurasia‐Iberia‐África) en el Oligoceno y fuerzas tectónicas actuantes. El actual borde de placas marcado por flechas negras a trazos (desde De Vicente G. 2009).
En el momento de mayor actividad del Sistema Central el límite de placas activo se situaba al
norte. Iberia estaba mecánicamente acoplada a África. Los esfuerzos tectónicos (máxima
compresión norte-sur) se transmitieron hacia el macizo ibérico produciendo una deformación
severa con una serie de cuencas y cadenas espaciadas regularmente (De Vicente G. 2009).
Distribución de Cadenas y Cuencas Cenozoicas de Iberia. Las fallas con triángulos son
cabalgamientos, que absorben la deformación de la litosfera ibérica durante el Terciario
(desde De Vicente G. 2009).
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Por efecto de la compresión se reactivan las antiguas fallas hercínicas y se generan otras
nuevas. El Sistema Central se configura como un “pop-up” limitado por grandes fallas inversas
o cabalgamientos.
El desnivel entre la penillanura situada bajo la cuenca del Tajo y la de las cumbres supera los
5.000 metros, lo que da idea de la extraordinaria magnitud de los esfuerzos geológicos
capaces de elevar en esa medida los inmensos volúmenes de rocas graníticas y neísicas que
constituyen el Sistema Central. Los movimientos de las fallas generan terremotos por lo que la
actividad sísmica fue muy intensa durante el Terciario. Todavía, hoy en día, se registran
pequeños seísmos que son testigo de esa actividad que dura hasta el Cuaternario e indican
que la cordillera sigue sometida a un estado tensional activo.
Entre los períodos de levantamiento del relieve y durante ellos, se produjo la erosión de los
flancos de las sierras, con producción de importantes masas de detritos (sedimentos) que
fueron rellenando las cuencas de ambas mesetas.
Esquema geológico del Sistema Central (Gredos‐Guadarrama‐Somosierra) y su estructura en
pop-up (desde De Vicente G. 2009). Las líneas negras dentadas son grandes fallas inversas.
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MODELADO RECIENTE DEL RELIEVE
Durante la mayor parte del Terciario dominaron las condiciones climáticas semiáridas. Después
de la creación del relieve y antes de la instalación del glaciarismo cuaternario, en el Plioceno
(de -6,5 a -2 millones de años), el clima fue tropical/subtropical, muy agresivo químicamente
debido a las elevadas temperaturas y precipitaciones, por lo que las rocas se alteraron hasta
niveles muy profundos. Los feldespatos y micas se transformaron en arcillas en su mayor parte,
permaneciendo el cuarzo, más resistente. Se formaron grandes volúmenes de rocas
disgregadas y alteradas que fueron erosionados y transportados hacia las cuencas del Duero y
Tajo, generándose los somontanos con sus característicos perfiles cóncavos.
Las rocas del Guadarrama tienen una importante red de fracturación (fallas y diaclasas)
originadas tanto por la retracción de enfriamiento de los magmas (granitos) como por las
presiones geológicas. Esta red limita bloques independientes de roca paralepipédicos y
prismáticos. La alteración progresó especialmente a través de ella atacando las aristas,
redondeando los bloques y jugando un papel esencial en los procesos que han dado lugar a
los “Berrocales” y otras formas del modelado granítico, actualmente observables.
I. Estado inicial: relieve con discontinuidades (fallas y diaclasas), favoreciendo la penetración del agua
y la meteorización.
II. La alteración, junto al subsiguiente arrastre de material arenizado, ensancha las discontinuidades y
hace aparecer bloques individuales, formando así domos degradados con lanchas y bolos en superficie
(a y c) o berrocales y pedrizas (b).
III. La progresión del fenómeno anterior conduce a un relieve degradado, con acumulaciones de
bloques dispersos (bolos) y arenización.
Punto de partida: (a) domo con diaclasado en aspa; (b) relieve acastillado y diaclasas ortogonales; (c)
domo en el cual predomina el diaclasado de descompresión (curvo).
Leyenda : 1 y 2, diaclasado curvo y en aspa; 3, masa de roca; y 4, zonas arenizadas.
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A lo largo del Cuaternario (desde hace 2 millones de años) tienen lugar las últimas glaciaciones
(más de 20). Quedan restos de los últimos períodos del Würm (entre -20.000 y -10.000 años).
Se establecieron nieves perpetuas a partir de la cota 2.100-2.200 m. con un glaciarismo de
montaña y desarrollo de glaciares de circo (Somosierra, Peñalara), cuencas nivales (Sª de
Guadarrama) y excepcionalmente desarrollo de glaciares más importantes, de ladera y valle,
en Gredos. Los circos y cuencas en el Guadarrama reciben el nombre de “hoyas”.
El circo glaciar de Peñalara
Por debajo de la cota glaciar, tanto durante los períodos fríos como hasta tiempos recientes,
gran parte de la sierra ha estado sometida a un modelado condicionado por el ambiente
periglaciar, definido por la sucesiva congelación y descongelación del roquedo y los suelos
que, aún hoy en día, sigue actuando en las cimas durante el invierno. Hay gran variedad de
formas periglaciares actuales y fósiles en la sierra del Guadarrama. El aumento de volumen
producido al helarse el agua contenida en las grietas de la red de facturación va rompiendo las
rocas repetidamente durante los períodos de helada (“gelifracción”).
En la montaña, la disgregación mecánica por el hielo genera de bloques y cantos angulosos de
bordes vivos (“crioclastia”), pues no hay transporte que los redondee ni apenas acciones
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químicas que los ataquen. La crioclastia da lugar a paisajes ásperos, con relieves de agujas y
aristas, como consecuencia del arrancamiento de fragmentos de roca por efecto de la cuña de
hielo.
Bloque granítico afectado por gelifracción Macizo rocoso con crioclastia
Estos fragmentos se acumulan al pié de las laderas formando taludes de derrubios
llamados “canchales o pedreras”, tan abundantes y espectaculares en La Mujer Muerta.
Canchal y ladera de bloques de neises laminares, al pié de la cabeza de La Mujer Muerta
Los canchales pueden llegar a tapizar casi completamente las vertientes dando lugar a “laderas
de bloques” o acumularse en los fondos de vaguadas entre los relieves formando “ríos de
bloques”.
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Río de bloques
Existen también otras formas menos espectaculares pero frecuentes que afectan a las capas
superficiales del terreno y suelos vegetales. Entre ellas las siguientes:
Las “terracillas (o terrassettes)” forman escaloncillos en la parte alta de laderas sometidas
a fenómenos de solifluxión, consistentes en el desplazamiento masivo y lento por gravedad del
nivel superior del suelo sobre el nivel inferior helado a causa de la plasticidad y fluidez
adquirida cuando tienen gran cantidad de agua en el deshielo. También se llaman senderos de
vacas.
Terracillas periglaciares
El desplazamiento lento (o reptación) del manto de alteración, como consecuencia de
fenómenos de solifluxión, provoca la deformación o desplazamiento de vallas, postes o
cualquier estructura situada en la ladera. En suelos afectados por reptación es muy
característica la inclinación del tronco de los árboles, que van recuperando progresivamente la
verticalidad al crecer.
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Suelos con reptación
Los céspedes almohadillados son abultamientos que se desarrollan en zonas de escasa
pendiente afectando a suelos con cierta proporción de material fino y cubierto de césped o
turberas (en el fondo de hoyas y cubetas glaciares, como en el circo de Peñalara). Se forman
por crioturbación superficial (hinchamiento debido al aumento de volumen del paso agua a
hielo) debida a ciclos de hielo-deshielo diario o estacional.
Céspedes almohadillados
El tránsito de las condiciones glaciares y periglaciares al clima actual no se realiza de ni de
forma instantánea ni paulatina, sino que alternan irregularmente períodos fríos/templados de
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diferentes duraciones, siendo frecuentes los cambios bruscos de temperatura con rápidas
heladas y violentos deshielos.
El modelado periglaciar, unido a la erosión fluvial propia de la cabecera de los ríos y al
desarrollo de la vegetación de montaña, da el último retoque a la morfología y paisaje que hoy
podemos contemplar en la sierra.
LA MUJER MUERTA
La Mujer Muerta se sitúa en el sector central de la Sierra de Guadarrama.
La Mujer Muerta en invierno, desde Ortigosa del Monte
Es un cordal o alineación montañosa que se extiende de suroeste a noreste a lo largo de unos
11 km. En su línea de cumbres, formada por neises laminares y glandulares, hay elevaciones
que superan los 2.100 metros de altitud. El pico más alto es La Pinareja, con 2.197 metros
seguido por Oso (2.196 m) y el Pico de Pasapán (2.005 m). En su extremo occidental se
encuentra la Sierra del Quintanar donde afloran rocas graníticas.
OSO 2.196 m
LA PINAREJA 2.197 m
PASAPAN 2.005 m
La VENTA VIEJA
Peña del hombre
Peña del cuervo
EL GANCHO
Mapa topográfico de La Mujer Muerta
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Pertenece a la provincia de Segovia. Su ladera noroeste está en los términos municipales de
Ortigosa del Monte, La Losa y Navas de Riofrío y la sureste en los de El Espinar y La Granja.
En el somontano del noroeste, o falda de la Mujer Muerta, transita la Cañada Soriana
Occidental en la que confluyen algunas ”Veredas” y “Cordeles” (como el de Navaloshaces),
herencia de las vías pecuarias de trashumancia de ganado que en esta zona están bien
conservadas.
También encontramos cabeceras de ríos y arroyos rápidos, con fuertes pendientes y
encajados (ríos Milanillos, Peces y Frío y arroyos de las Víboras, Majada Conejo, de la
Pedrona y de Peña del Oso). En ellos aparece la flora característica de las riberas de cabecera
de los ríos del Guadarrama con sauces, fresnos, álamos y chopos. Nacen en las partes bajas
los canchales que descienden por debajo de los 1.500 metros y que son los más extensos de
la Sierra de Guadarrama.
El Milanillos con sauces y fresnos
En la vertiente sureste está el valle alto del río Moros, una zona cubierta por espesos bosques
de pino silvestre.
El perfil de la Sierra visto desde el pie de monte y la llanura Segoviana tiene la forma de una
Mujer tumbada, dormida o muerta. La cabeza con la melena extendida (algunos dicen que
cubierta por un velo), las manos entrelazadas, el vientre prominente (embarazada) y las
piernas extendidas.
Tiene el aspecto de un gigantesco sepulcro con la talla de una efigie semejante a las que
cubren las lápidas de antiguas reinas y mujeres de la nobleza.
Los mejores puntos de observación de la silueta se sitúan en los municipios de Ortigosa del
Monte, La Losa y Navas de Riofrío.
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La Mujer Muerta vista desde los alrededores de Segovia
A lo largo de la carretera N-603 (San Rafael-Segovia) entre el Río Peces y La Venta Vieja
pueden verse las formas con detalle. Así en la cabeza puede distinguirse la melena (o el velo),
las cejas, los ojos, la nariz la boca y la barbilla, el cuello y a continuación los nudillos de las
manos entrelazadas sobre el pecho.
Cabeza y manos entrelazadas. Detalle de la cara desde la N-603
Las imágenes de satélite de Google Earth muestran que la Mujer Muerta es también
reconocible desde las alturas, sobre todo en la parte noroccidental de las cumbres. En la
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imagen orientada hacia el NE son espectaculares los extensos canchales que aparecen con
colores grises. Las manchas verde oscuro del fondo y laterales son pinares de tipo Valsaín.
CABEZA
MANOS ENTRECRUZADAS
VIENTRE
La Mujer Muerta. Imagen de Google Earth orientada hacia el NE
El paisaje vegetal está en parte alterado por la acción del hombre. Se conservan bien restos de
encinares entre 900-1.200 metros que se entrelazan con niveles de robles con fresnos situados
a 1.000-1.100 m. (Berrocal de Ortigosa del Monte). A partir de esta cota se encuentran encinas
y chaparras aisladas en praderas, que, en algunas ocasiones, fueron campos de cultivo de
cereales hasta mediados del siglo pasado. Empiezan a aparecer retamas (piornos). La
transformación de este nivel, situado entre las poblaciones y el comienzo de las pendientes
acusadas del terreno, también se debe al uso ganadero del territorio claramente influido por la
presencia de importantes vías pecuarias (cañadas y cordeles) hasta tiempos recientes.
Por encima de 1.200 metros aparecen los pinares, en gran parte de repoblación, a los que
siguen los enebros y piornos. A más de 1.700-1.800 metros, abundan los roquedales y las
praderas alpinas salpicadas de matorrales bajos de alta montaña. La presencia de extensos
canchales impide el desarrollo normal de la vegetación. La secuencia de pisos vegetales
(pisos bioclimáticos), descrita en apartados anteriores, se conserva mejor en el entorno de los
valles del río Frío y del Peces (Navas de Riofrío).
Además de macizos rocosos con intensa crioclastia, canchales, ríos de piedras y de otras
formas menores de origen periglaciar, como los céspedes almohadillados y terracillas, se
observan formas glaciares de cuencas nivales (o nichos de nivación) en la cabecera del Arroyo
de La Becea. Se trata de “incipientes” circos originados por la erosión y transporte de
materiales provocado por los ciclos hielo/deshielo (solifluxión) en el contacto entre el suelo y
grandes masas de acumulación de nieve.
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CUENCA NIVALDE LA BECEA
Sierra del Quintanar (al ONO del pié de la M. Muerta). Imagen de Google Earth hacia el O.
Otras formas del relieve, abundantes y espectaculares, son los Berrocales, Pedrizas, Piedras
caballeras etc., propios de los paisajes graníticos.
Peña Campanario. El Berrocal (Ortigosa del Monte)
Destacan por su singularidad y belleza los de “El Berrocal” y “La Cerca del Pico” en Ortigosa
del Monte y, ya en la propia montaña, la caprichosa forma de serpiente erguida o de cuello y
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cabeza de un dinosaurio (el Gancho) entre las Peñas del Hombre y del Cuervo, en la Sierra del
Quintanar, junto al pié de la Mujer Muerta.
"El Huevo" (Cerca del Pico) y "El Gancho" (Sª del Quintanar)
Otra vista de "El Gancho"
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ORIGEN Y LEYENDAS
La formación de la Sierra de Guadarrama y La Mujer Muerta puede ser explicada, como hemos
visto, por la ciencia moderna en términos geológicos y de evolución geomorfológica del relieve.
Los neises que forman la mayor parte del sustrato de la Mujer Muerta presentan una acusada
laminación (bandeado). La forma de los macizos de roca tiende a adaptarse paralelamente a la
orientación de este bandeado, dando lugar a afloramientos alargados.
La dirección de las grandes fallas, a partir de las que se levantó el relieve, condiciona la
orientación general del mismo. Estas fallas llevan asociada una fracturación de menor orden
que es congruente con ellas y se configura en familias paralelas, perpendiculares y oblicuas
(de cizalla) con respecto al esfuerzo tectónico principal, como ocurre en todos los procesos
geológicos de esta naturaleza. Cesados los esfuerzos, la morfología actual se debe a la
confluencia entre la alineación del relieve, la orientación local de los macizos rocosos, los
fenómenos de erosión ocurridos desde el Terciario y los de meteorización reciente
esencialmente periglaciares (crioclastia y gelifracción).
Sin embargo, para justificar el porqué visualmente tiene el aspecto de una gigantesca efigie
femenina tallada en la roca, hay que invocar a la casualidad de los caprichos de la naturaleza.
La erosión, a partir del intrincado complejo formado por el bandeado y la fracturación de los
neises, quiso moldear en las cumbres una silueta femenina de la cabeza a los pies, pasando
por el abultado vientre, con todas las partes del cuerpo en su sitio y la gelifracción fue selectiva
cincelando los rasgos de la cabeza, desde el pelo a la barbilla, así como el contorno de unas
manos entrelazadas a continuación del cuello: ¿Por qué?
La aridez de la explicación geológica contrasta con la trágica sencillez de las Leyendas que
narran el origen de La Mujer Muerta, que quedan en cierto modo justificadas por la alusión
final de la ciencia a los caprichos de la naturaleza. Son muy numerosas y tienen diferentes
versiones. Entre ellas y para no ser prolijos seleccionamos estas:
“Hace mucho tiempo, cuando la sierra no existía, había un gallardo pastor
enamorado de una hermosa joven que le correspondía. Pero un día el pastor vio a
otro mancebo que rondaba la casa de la joven, se volvió loco de celos y mató al
mancebo en la misma puerta. La joven al oír los golpes y los gritos salió al exterior
corriendo. Al ver un hombre muerto a sus pies, dio un alarido de espanto, pero el
pastor interpretó su grito como de dolor al ver morir al ser amado y, cegado por los
celos, la mató también a ella. Tras esto, las familias de la joven y el mancebo,
quisieron vengar su muerte y se fueron a buscar al pastor, lo que motivó una batalla
con la familia del asesino.
Estando en lo más arduo de la lucha, se levantó una gran tormenta de nieve y hielo
(en pleno verano según algunas narraciones) y una voz surgió del cielo
diciendo: "¡Miserables! ¡Sois unos egoístas que os dejáis dominar por las pasiones!
¡Sólo ella era inocente: todos vosotros desapareceréis sin dejar recuerdo, pero ella
tendrá una tumba que durará tanto como el mundo!"
En ese momento, la tierra tembló y surgió una mole de granito que tomó la forma de
una mujer muerta, dejando sepultados los cuerpos de todos los combatientes”.
Hay una que nos cuenta que fue Hércules el que fundó la ciudad de Segovia y talló la figura
de La Mujer Muerta:
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“En aquel tiempo, vivía en aquellas tierras un gran rey. El rey era viudo y tenía una
sola hija, a quien quería y mimaba como a nadie en el mundo.
La princesa, de aspecto agraciado, iba cumpliendo la edad de casarse y se
esperaba la hora de que algún pretendiente pidiera su mano y la desposara.
Estaba jugando con sus doncellas en las estribaciones de aquellos montes cuando
se presentó de repente ante ellas un príncipe extranjero que parecía haber llegado
por los aires, acompañado de un hombre grande y fuerte que era el mismísimo
Hércules que venía a construir la ciudad de Segovia. Ante estos dos extraños, las
doncellas huyeron asustadas hacia el bosque, quedando solo la princesa, quieta y
en silencio ante los hombres. Ante los gritos de socorro de las doncellas, acudió la
guardia del rey, pero fueron rechazados por Hércules y su acompañante.
Finalmente, el rey aceptó la llegada de ambos hombres y los hospedó en su corte.
Más tarde, el príncipe pidió al rey la mano de su hija, siéndole concedida por este.
Pero una mañana, mientras Hércules y el príncipe fundaban Segovia, el rey y la
princesa partieron solos hacia la serranía. Pero solo el rey volvió.
Cuando el príncipe y Hércules regresaron preguntaron al rey por la princesa, pero el
silencio fue su única respuesta. Nadie sabía nada de ella. Fueron entonces a
caballo hacia el bosque en el que habían tenido el primer encuentro. Y entonces la
vieron. Allí se encontraba la princesa tendida en medio de una pradera, con sus
manos cruzadas sobre el pecho. Estaba muerta.
El príncipe mandó entonces a Hércules que tallara en aquellos mismos montes el
cuerpo de la joven tal y como estaba según podemos comprobar en su silueta.
Dicen que el príncipe desapareció de forma misteriosa por los aires y que desde
entonces regresa, convertido en nube, a contemplar a la princesa”.
¿La mató el rey porque estaba embarazada, en un absurdo arrebato por defender un mal
entendido honor?
Según esta leyenda los canchales serían las esquirlas y restos de rocas del ciclópeo cincelado
realizado por el mítico Hércules.
Otra leyenda nos narra la rivalidad entre dos hermanos por liderar una tribu que vivía en
aquella zona:
“Tras la muerte del padre y jefe de la tribu ambos hermanos con sus seguidores se
enfrentaron por el poder. La esposa del rey muerto y madre de los dos príncipes
ofreció su vida a los dioses a cambio de la paz entre sus dos hijos. Su petición fue
escuchada. Tras una gran tormenta, apareció el cuerpo de la madre dibujado en el
horizonte en forma de gran montaña. Al contemplarla, los hijos reconocieron a su
madre y arrepentidos hicieron la paz entre ambos”.
Muchas leyendas se basan en acontecimientos extraordinarios que no pudieron ser escritos
por quienes los presenciaron, sencillamente porque no conocían la escritura, y fueron
transmitidos verbalmente de generación en generación al tiempo que se mitificaban,
adornaban o adaptaban.
En casi todas las de la Mujer Muerta, incluidas las que no han sido citadas (que son muchas) y
menos en la de Hércules, se alude a grandes tormentas (algunas de nieve y en verano),
terremotos y truenos ensordecedores acompañando al origen de la figura en la sierra.
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¿Se trata de adornar las leyendas con fenómenos naturales catastróficos y extremos dado el
tamaño de la figura? ¿O es que en realidad hubo una helada súbita, casi instantánea, en los
comienzos del período integlaciar actual, cuando el somontano de la sierra estaba ya habitado
por los primeros segovianos? Si así hubiera sido tendríamos la tormenta de hielo y nieve por
condensación rápida de la humedad del aire, los truenos ensordecedores por el estampido
derivado de la rotura repentina de las rocas por el hielo y el fragor de los canchales
derramándose por la ladera, lo que a su vez daría lugar a temblores del terreno: los terremotos.
¿La imagen de La Mujer Muerta se hizo claramente visible a partir de ese instante? Nunca lo
sabremos… pero quizá pudo ser.
En todos los casos la mujer es víctima (involuntaria o voluntaria) de la brutalidad de los
hombres, bien porque fuera asesinada por uno de ellos o porque se inmolara en sacrificio para
evitar la lucha entre sus hijos y seres queridos. Así pues la figura de La Mujer Muerta es
también la expresión pétrea monumental de una realidad que está y ha estado presente al
menos desde que la humanidad tiene memoria histórica: la violencia de género. Violencia que
no sólo alcanza a la mujer sino que también afecta a su descendencia: La Mujer Muerta estaba
embarazada a pesar de que las leyendas no lo mencionen.
SIMBOLOS
Al margen de las interpretaciones de las leyendas, La Mujer Muerta y su vertiente noroeste
contienen un conjunto de símbolos tallados en las rocas y en el paisaje.
Los símbolos son la representación sensorialmente perceptible de una realidad o idea
mediante rasgos que se asocian con ellas. También son la forma de exteriorizar un
pensamiento. Varios símbolos en una misma localización o entorno deben estar relacionados
entre sí por su naturaleza o historia.
El más evidente por su espectacularidad y tamaño es la figura femenina yacente sobre el
sarcófago constituido por la sierra.
Es el homenaje de la naturaleza a la especie humana y su estirpe a través de una mujer
embarazada. Está sustentando en lo distintivo de lo femenino que se resalta por los símbolos
de la V o cáliz que dibujan los arroyos, ayudados en ocasiones por la vegetación actual.
"Uves o cálices" bajo La Mujer Muerta
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En la sierra del Quintanar está la peña de “el gancho”. Tiene la forma de serpiente erguida, en
posición de ataque hacia los pies de la mujer. También se asemeja al cuello y cabeza de un
dinosaurio que parece mirar con gesto airado hacia los pies, apartando la vista de la llanura
para no contemplar los restos de los barros y arenas de su mar cretácico y el huevo estéril que
simboliza el fin de su descendencia. Representa lo viejo, caduco y también lo agresivo.
Símbolos en el entorno de La Mujer Muerta
Este entorno contiene dos de los hitos más significativos de la historia de la tierra: la expansión
y predominio del género humano y la extinción de los grandes reptiles.
El libro entre los libros de las epopeyas, leyendas y profecías cuenta la creación del mundo.
Narra que, tras el disfrute del paraíso por Adán y Eva y su posterior expulsión por culpa de la
serpiente, que entonces era un animal tan majestuoso como muchos dinosaurios, Jehová le
dijo a esta:
- Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del
campo; te arrastrarás sobre el vientre, y polvo comerás todos los días de tu vida (Génesis 3:14)
-Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar (el talón) (Génesis 3:15) Es el modo en que la Biblia recoge la desaparición de los dinosaurios y el siguiente predominio de los homínidos hasta llegar al homo sapiens.
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Pero como indica el nombre del paraje y expresa la figura, la mujer (la especie humana) está
muerta y su descendencia contenida en el vientre también. ¿La mató el reptil o se trata de una
profecía? ¿Es una advertencia?
A lo largo de los tiempos geológicos no sólo han desaparecido los dinosaurios sino que han
tenido lugar numerosos episodios de extinción de formas de vida. Algunos de ellos fueron tan
catastróficos que afectaron a la mayor parte de las especies hasta ese momento existentes
(eventos de extinción masiva). Se produjeron por causas “naturales” no controlables, como
impacto de asteroides, volcanismo generalizado a lo largo y ancho de las dorsales oceánicas
(supervolcanes), glaciaciones intensas, cambios climáticos rápidos etc. Desde el tránsito del
Ordovícico al Silúrico (hace 444 millones de años) se han producido al menos cinco extinciones
masivas de las que la fauna y flora tardaron millones de años en recuperarse mediante la
aparición de nuevas especies.
Muchos biólogos piensan que estamos a las puertas de la extinción masiva del Cuaternario,
que será causada por el ser humano contaminador y depredador de la naturaleza. Si no
cambiamos nuestra conducta, se estima que en 100 años el 50% de las especies
desaparecerán. En algo más de tiempo, probablemente la nuestra también.
GLOSARIO DE TÉRMINOS NO EXPLICADOS EN EL TEXTO
Berrocal: zona en la que aparecen una gran cantidad de berruecos o bolones. Consiste en una agrupación de bolones graníticos resultante de la meteorización de una formación granítica a través de las líneas de diaclasas que éste presenta y del desplazamiento de los materiales de alteración.
Cabalgamiento: rotura en la corteza de la Tierra a través de la cual se ha producido un desplazamiento relativo, en el que las rocas de posición estratigráfica inferior son empujadas hacia arriba, por encima de los estratos más recientes. Las fallas de cabalgamiento son el resultado de fuerzas de compresión.
Cordal: en geografía, línea superior de una sucesión de montañas.
Cuenca: término geológico que se refiere a zonas deprimidas, hundidas, donde se producen procesos de sedimentación.
Cuenca nival: depresión debida la erosión del suelo causada por los procesos de gelifluxión derivados de grandes acumulaciones de nieve.
Diaclasa: fractura en las rocas que no va acompañada de deslizamiento de los bloques que determina, no siendo el desplazamiento más que una mínima separación transversal. Se distinguen así de las fallas, fracturas en las que sí hay deslizamiento de los bloques.
Dorsal oceánica: gran elevación submarina situada en la parte central de los océanos de la tierra. Tienen una altura media de 2 a 3 kilómetros y poseen un surco central, llamado rift, por donde sale magma y se expanden 2,4cm/año de media.
Glaciar de circo: glaciar que se limita a su cuenca o circo de acumulación, que apenas tiene lengua glaciar y una reducida zona de ablación.
Granito o piedra berroqueña: roca ígnea plutónica constituida esencialmente por cuarzo, feldespato y mica. Es la roca más abundante de la corteza continental.
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Litosfera: capa superficial de la Tierra sólida, caracterizada por su rigidez. Está formada por la corteza terrestre y por la zona contigua, la más externa, del manto residual, y «flota» sobre la astenósfera, una capa «blanda» que forma parte del manto superior. Es la zona donde se produce, en interacción con la astenósfera, la tectónica de placas.
Magma: nombre que recibe la materia rocosa fundida. Masa ígnea en fusión que existe en el interior de la tierra.
Metamorfismo: transformación sin cambio de estado de la estructura o la composición química o mineral de una roca cuando queda sometida a condiciones de temperatura o presión distintas de las que la originaron o cuando recibe una inyección de fluidos.
Mesozoico o Era Secundaria: conocida zoológicamente como la era de los dinosaurios o botánicamente como la era de las cícadas, es una división de la escala temporal geológica que se inició hace 251millones de años y finalizó hace 65,5 millones de años. Se divide, de más antiguo a más moderno, en los sistemas: Triásico, Jurásico y Cretácico.
Neis: roca metamórfica compuesta por los mismos minerales que el granito (cuarzo, feldespato y mica) pero con orientación definida en bandas, con capas alternas de minerales claros y oscuros. A veces presenta concreciones feldespáticas distribuidas con regularidad, denominándose en este caso neis glandular.
Orogenia hercínica o varisca: formación de montañas que se produjo entre finales del Devónico y en el Carbonífero. Su característica principal fue la unión de todas las masas continentales en un único megacontinente denominado Pangea.
Penillanura: amplia llanura casi uniforme, con ligeras desnivelaciones producto de una prolongada erosión y de la coalescencia de cuencas hidrográficas. Es un conjunto de vaguadas e interfluvios de escaso desnivel respecto de los valles, con algunos relieves residuales a lo largo de la cuenca de los ríos.
Piso bioclimático: cada uno de los espacios que se suceden en altura y se delimitan en función de las temperaturas, de las precipitaciones y de la distribución de ambas a lo largo del año. A cada piso bioclimático le corresponden, una serie de comunidades vegetales que varían en función de las regiones.
Pop-Up: zona o conjunto de bloques elevados limitado por fallas inversas.
Paleozoico: división de la escala temporal geológica de más de 290 millones de años de duración, que se inició hace 542 y acabó hace unos 251. Su nombre significa "vida antigua". Abarca desde la proliferación de animales con concha o exoesqueleto hasta el momento en que el mundo empezó a ser dominado por los grandes reptiles y por plantas relativamente modernas. Se divide, de más antiguo a más moderno, en los sistemas: Cámbrico, Ordovícico, Silúrico, Devónico, Carbonífero y Pérmico.
Proterozoico: división de la escala temporal geológica perteneciente al Precámbrico que abarca desde hace 2.500 millones de años hasta hace 542 millones de años., durando 1.958 millones de años. Significa “vida inicial”
Solifluxión: proceso geomorfológico característico de zonas de clima periglaciar consistente en el desplazamiento masivo y lento por gravedad de formaciones arcillosas o arenosas sobre el suelo helado a causa de la plasticidad y fluidez adquirida por aquéllos cuando absorben gran cantidad de agua.
Somontano: al pié del monte, bajo el monte.
Tectónica: especialidad de la geología que estudia las estructuras geológicas producidas por deformación de la corteza terrestre, las que las rocas adquieren después de haberse formado, así como los procesos que las originan.
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Terciario o Era Cenozoica: división de la escala temporal geológica que se inició hace 65,5 millones de años y que se extiende hasta la actualidad. Significa "animales nuevos". El Terciario, actualmente no reconocido por la Comisión de Estratigrafía, comprendía la Era Cenozoica excepto los últimos 2.5 millones de años, cuando se inicia el Cuaternario. Se divide, de más antiguo a más moderno, en los sistemas: Paleógeno (con los pisos Paleoceno, Eoceno y Oligoceno) y Neógeno (con los pisos Mioceno y Plioceno).
REFERENCIAS
Barbadillo, Francisco Javier (2009). La Sierra de Guadarrama. Claves para entender sus paisajes. enelultimorincon.blogspot.com
De Vicente, Gerardo (2009). Guía ilustrada de los cabalgamientos alpinos en el Sistema Central. Reduca (Geología). Serie Geología Regional. 1 (1): 1‐151.
Fotografías. Imágenes de Google y fotografías propias. Imágenes de satélite. Google Earth. Solé Sabarís, Luis (1952). Geografía física de España. Tomo 1, en Geografía de España y Portugal de R. de Terán. Ed. Montes y Simón. 500 págs. Barcelona.