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La derecha dejó en el esterero al pueblo de los Valles Altos de Carabobo La señorial Montalbán se repone de la pava y el desastre opositor La anterior gestión en manos de la derecha opositora y guarimbera dejó al municipio en estado calamitoso, sin parque automotor, problemas de agua, de luz, de recolección de basura. La alcaldesa, quien a veces se moviliza en moto, palía la situación con los pocos recursos propios, la ayuda del Gobierno Nacional y regional y la respectiva velita a la Virgen TyF/ Manuel Abrizo T arcia Morillo, la primera mujer alcaldesa de los Valles Altos de Carabobo, asumió el mando del municipio Montalbán sin imagi- narse que se encontraría prácticamente damnificada. El parque automotor por el suelo, con los vehículos inservibles. Se llevaron dos bombas de agua: la que permite surtir a la alcaldía, y además cargaron con el sistema de tuberías para regar las matas, y tambien cargaron con la bomba utilizada en los jardines de la plaza Bolívar. El pueblo de Montalbán quedó padeciendo las penurias de falta de agua con buena parte de los pozos da- ñados, un servicio eléctrico precario y sin camiones para recoger la basura. No pocas veces, la alcaldesa y sus colabora- dores deben viajar en moto, de parrille- ros, para atender las necesidades locales, incluyendo la supervisión del vertedero de basura. Para colmo, no se cuenta con la protección y vigilancia de la policía municipal ya que este cuerpo fue inter- venido durante los meses de violencia que sacudieron a Bejuma y Montalbán, dos alcaldías para entonces en manos de partidos miembros de la MUD. Desde entonces, este mujer, viuda del legendario guerrillero “Comandante Magolla”, ha distribuido su tiempo entre múltiples diligencias y gestiones ante los organismos competentes, ya sea en Domingo 10 de junio de 2018

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La derecha dejó en el esterero al pueblo de los Valles Altos de Carabobo

La señorial Montalbán

se repone de la pava y el desastre opositor

La anterior gestión en manos

de la derecha opositora

y guarimbera dejó al municipio

en estado calamitoso, sin parque

automotor, problemas de agua,

de luz, de recolección de basura.

La alcaldesa, quien a veces

se moviliza en moto, palía

la situación con los pocos recursos

propios, la ayuda del Gobierno

Nacional y regional y la respectiva

velita a la Virgen

TyF/ Manuel Abrizo

Tarcia Morillo, la primera mujer alcaldesa de los Valles Altos de Carabobo, asumió el mando del municipio Montalbán sin imagi-

narse que se encontraría prácticamente damnificada. El parque automotor por el suelo, con los vehículos inservibles. Se llevaron dos bombas de agua: la que permite surtir a la alcaldía, y además cargaron con el sistema de tuberías para regar las matas, y tambien cargaron con la bomba utilizada en los jardines de la plaza Bolívar. El pueblo de Montalbán quedó padeciendo las penurias de falta de agua con buena parte de los pozos da-ñados, un servicio eléctrico precario y sin camiones para recoger la basura. No pocas veces, la alcaldesa y sus colabora-dores deben viajar en moto, de parrille-ros, para atender las necesidades locales, incluyendo la supervisión del vertedero de basura. Para colmo, no se cuenta con la protección y vigilancia de la policía municipal ya que este cuerpo fue inter-venido durante los meses de violencia que sacudieron a Bejuma y Montalbán, dos alcaldías para entonces en manos de partidos miembros de la MUD.

Desde entonces, este mujer, viuda del legendario guerrillero “Comandante Magolla”, ha distribuido su tiempo entre múltiples diligencias y gestiones ante los organismos competentes, ya sea en

Domingo 10 de junio de 2018

2 Suplemento dominical del La Patria Buena Nº 380 2 Suplemento dominical del

oficinas en Caracas, Corpoelec, Hidro-centro, el ministerio de Ecosocialismo o en Valencia con el gobernador carabobe-ño Rafael Lacava.

Piensa que muy pronto las cosas de la gestión pública municipal comenzarán a caminar con propiedad.

“Yo soy positiva, creo que dentro de dos o tres meses podamos comenzar a trabajar con toda regularidad sobre los servicios públicos, el agua, el alumbrado, seguridad”, señala.

Montalbán, con unos 25 mil habitan-tes, es el segundo pueblo, en orden de ubi-cación geográfica, de los Valles Altos de Carabobo. Está situado a pocos minutos de Bejuma y antes de Miranda, la última ciudad de esta región occidental que cul-mina en la frontera con el estado Trujillo. La carretera Panamericana empalma el cordón de poblados y comunidades, des-de la llamada Encrucijada de Carabobo, donde la vía se desvía hacia la derecha y continúa hacia Bejuma, Montalbán, la yaracuyana Nirgua, y de allí hasta Bar-quisimeto, pasando por Chivacoa, Saba-na de Parra, Urachiche, Yaritagua.

De Montalbán, fundado en el siglo XVIII, se elogia su tranquilidad, su lim-pieza, su sabrosa estampa pueblerina con sus sábados y domingos de sancocho y chicharrón, y sus acogedoras casas de tejas rojas con salas en cuyas paredes cuelgan las fotos familiares antañonas, de rostros de mirada inocente. Desde adentro de estas frescas casas, algunas con jaulas de pájaros y loros en el patio interno, es común escuchar el “pase ade-lante y siéntese” . Y, a pesar de las dificul-tades, no falta el “¿Gusta un cafecito? ¿Un pedacito de torta? ¿Un dulcito de lechosa? ¿Le place un arroz con leche?

Mary Acuña Parra, quien con 101 años es la cronista de mayor edad en Ve-nezuela, escribió la letra del himno del municipio. En la segunda estrofa alude al entorno natural del pueblo: “Las mon-tañas que encierran tu valle/visten de neblina tu sencilla faz/y desde la copa tú recia atalaya/se ve tu silueta siempre señorial”.

AFRONTANDO EL SABOTEOTarcia Morillo, acompañada de Alexis Sánchez, director de servicios públicos y transporte, señala que en pocos días contarán con la renovada policía muni-cipal que había estado suspendida desde los días de la violencia guarimbera. En días pasados se procedió a la selección y entrenamiento de los nuevos efectivos.

“Estamos bastante adelantados con respecto a la seguridad. Ya cumplimos con los últimos requisitos para la insta-lación de la policía municipal”, explica.

La alcaldesa se refirió a una serie de acciones irregulares ocurridas en el mu-nicipio y no dudó en calificarlas como ac-tos de saboteo, sobre todo en los servicios de agua y luz.

“En cuanto al alumbrado, hemos he-chos gestiones con el gobierno regional y el nacional, ya pasamos un proyecto hace unos meses a Corpoelec a ver si arrancamos con la parte eléctrica. Se ha hecho un esfuerzo para darles respues-ta a algunos sectores en algunas calles,

pero tenemos el problema del saboteo de la delincuencia: se reparan algunas lám-paras, pero luego se roban los cables”, dice.

Alexis Sánchez completa lo dicho por la alcaldesa: “Hemos tenido algunos ata-ques en la parte eléctrica, yo lo veo así, y en la parte de agua. Hemos recibido denuncias de robo de cables. El sistema de cableado en los postes tiene cinco lí-neas, pero siempre se llevan la última, que es neutra, pero es la que permite que el bombillo se encienda. Las barras que van al lado de los postes también se las han robado. Por la recurrencia con que lo están haciendo, pienso que es un sabo-teo. Yo tengo toda mi vida aquí y jamás había visto que el robo se agudizara de esa forma en estos tres meses”.

Refiere Sánchez que generalmente, según las denuncias, llegan cuatro per-sonas encapuchadas a bordo una camio-neta pickup, o dos en una moto, y en 15 minutos cortan las líneas. Lo hacen de manera rápida, con pericia.

Un hecho que levantó la suspicacia tanto de la alcaldesa como de su jefe de servicios y del personal de Hidrocentro fue el robo semanas atrás de 30 metros del cableado de la principal bomba de agua que surte a una buena parte del pueblo.

La alcaldesa se refiere a este percance con el agua y otros hechos anteriores que la han dejado cavilosa.

“Es uno de los pozos que genera más agua. El domingo en la noche para ama-necer el lunes (hace dos semanas) corta-ron los cables de la bomba. Son especia-listas en eso. Estamos seguro de que es saboteo. Se llevaron como 30 metros de cable. Hay varios cables, pero curiosa-mente escogieron los que llegan al table-ro que hace funcionar la bomba. Ese pozo surte la caja de agua. Gracias a Dios con el esfuerzo de Corpoelec, Hidrocentro y la alcaldía se logró arreglar. Se hizo una inversión de 65 millones de bolívares, pero sí hemos tenido saboteo. Al princi-pio de este año se saqueó Mercal y eso no fue por obra y gracia de Dios. La Cáma-ra Municipal también la incendiaron un día antes de que se instalara; se robaron equipos de electricidad. Uno ve esto no como delincuencia común, es saboteo”.

Sánchez explica que cuando picaron el cable lo hicieron de una manera que afec-ta la graduación, de manera que cuando se restituya hay que reiniciar todo el equipo. A Sánchez le llama la atención que el tablero, que tiene un equipo de va-lor muy alto, no se lo hayan llevado.

La alcaldesa señala que han venido atendiendo el problema del agua alqui-lando camiones cisternas, que es cos-toso. Con la llegada de las lluvias se ha aliviado la situación.

Igual ha pasado con la recolección de desechos, ya que la administración oposi-tora anterior no dejó camiones rodando.

Alexis Sánchez describe la situación de descalabro en que dejó la alcaldía la anterior gestión.

“Lo primero que hay que resaltar es que recibimos una alcaldía con presu-puesto reconducido. Con el problema económico que hay en el país, la recu-peración se hace más difícil. Recibimos las instalaciones, el inmueble de la al-caldía deteriorado, el parque automo-tor inservible. Gracias a la alcaldesa se han contratado unidades a pesar de que los recursos son muy pocos. Se han contratado unidades por tres me-ses y medio y se ha podido solventar el servicio de aseo y agua, sin embargo, por cuestiones de presupuesto no con-tamos con esos camiones alquilados”, precisa.

DANDO LA BATALLAMontalbán tiene una placentera plaza Bolívar, en en cuyas áreas y espacios de sombra se encuentran sus habitantes, comadres, compadres, amigos y vecinos, armando una amena tertulia que aborda las cuestiones familiares y hogareñas, los pormenores cotidianos y hasta chis-mes y comentarios del pueblo.

Al frente de la plaza está la iglesia en honor a la patrona, la Inmaculada Con-cepción de María. En el recinto religioso se encuentra, según se dice, la Virgen Negra, Nuestra Señora de Atocha, pre-sentada como una singularidad y un atractivo turístico. Esta Virgen negra fue traída en 1874 por la familia Pérez Ortega y fue donada posteriormente a la parroquia.

“Bella, de piel negra, expresión dulce y serena y un niño en los brazos. Nues-tra Señora de Los Ángeles de Atocha es amada y venerada por todo el pueblo de Montalbán”, indica una referencia de la imagen, que está colocada en la nave iz-quierda, en el lado norte.

Montalbán, fundado en el siglo XVIII, nació como “pueblo de españo-les de la pura y limpia Concepción de Montalbán”.

En sus fértiles tierras se asentaron hacendados dedicados a la siembra de caña, tabaco, producción de papelón, cría de animales y caballos pura san-gre. En el siglo XX estalló el cultivo de cítricos, en los años 50 del siglo pasado, con la llegada de Antonio Rodríguez, quien había egresado como práctico fruticultor de la escuela El Mácaro, es-tado Aragua. Hoy las plantaciones de naranjas están siendo diezmadas por un hongo, virus, bacteria o gusano, que según se dice proviene del “limoncillo”, utilizado como barrera o cerca vegetal para proteger sembradíos.

La alcaldesa espera que el acuerdo, dirigido al saneamiento ambiental, re-cientemente firmado con el Ministerio del Poder Popular para Ecosocialismo y Aguas, traiga a corto plazo ingentes beneficios para el municipio, y además activar algunos pozos de agua.

Comenta satisfecha que se ha logrado mejorar el suministro de alimentos a tra-vés de los CLAP.

“Aquí estamos dando la batalla, tengo la fe y la seguridad de que poco a poco va-mos a resolver”, asienta

Carabobo

Viene de la página anterior

Toda sociedad, inclu-yendo las de los ani-males, funciona gra-cias al trabajo de sus

integrantes. En el colegio nos enseñan que, entre las más complejas, se encuentran la de las abejas y la de las hormigas. Además de jerarquías y rasgos muy definidos, actúan con una coordinación y un orden que ya quisiéramos los humanos. Entre nosotros, desde el mo-mento en que las sociedades comenzaron a estratificarse se inició también un proceso de diferenciación entre las mi-norías dominantes y las gran-des mayorías. Las minorías se dedicaron a defender e incre-mentar el poder económico-social y político adquirido y las minorías a trabajar para garantizar la producción de los bienes comunales, los que, a su vez, se concentraron en manos de los privilegiados. Unos asumieron importantes cargos con sus respectivos tí-tulos y les dejaron al resto las ocupaciones y los oficios. En la cúpula económico-política, re-yes y príncipes y en lo social, condes y marqueses. Y abajo, bien abajo, la gran masa de la-bradores o gañanes, de artesa-nos y de empleados.

Hoy, con rasgos bastante di-ferenciados, la estratificación social se ha complejizado tanto que resulta muy difícil distin-guir con precisión, sobre todo entre las ocupaciones y oficios (ver Recuadro) y sus respecti-vos cargos. Un trabajador del campo, (hoy los campesinos) puede ser tanto un pequeño propietario agrícola como un jornalero que trabaja en su pequeña propiedad –el modelo clásico es Cantaclaro, el conu-quero de la novela homónima de Rómulo Gallegos– o como peón o bracero en un latifun-dio. El portero o el vigilante de una pequeña empresa cam-pesina no detenta el mismo rango y la misma ubicación social que sus equivalentes del Ministerio de Interior y Justi-cia. En el caso de que alguno de ellos fuera víctima de un atentado, el periodista debería ser muy preciso en los detalles sociales, en especial cuando se sospechan motivaciones políticas.

En las altas esferas sucede algo similar. Aunque la bur-guesía no está tan estratificada como el proletariado, los esta-mentos se distinguen a partir de las áreas básicas en las que desarrollan sus actividades: la industria, el comercio y la banca. En general, se les lla-ma empresarios. En el cogollo se agrupan los ligados al gran capital transnacional. Luego se ubican los medianos y los pequeños industriales y comer-ciantes. Todos son capitalistas, pero el o los cognomentos uti-lizados por el periodismo di-fieren según el rango e impor-tancia del área de cada uno. En definitiva, es el adjetivo el que, para el gran público, los distingue: grandes, medianos o pequeños empresarios. A veces se usan vocablos menos espe-cíficos: magnates, potentados, multimillonarios y, en la ver-sión coloquial, ricos o ricacho-nes, adinerados o pudientes.

El sector con el que la gen-te tiene más contacto directo es con los comerciantes. Ya avanzado el siglo XX –son mis recuerdos de cuando iba con mi mamá al mercado libre–, los compradores eran los mar-chantes y el vendedor era el pulpero o el bodeguero. Hoy la relación es más impersonal: en un automercado no se le compra a una persona sino a una entidad comercial. En las instituciones educativas y, en especial en las universidades, sucede lo contrario. La colec-tividad –estudiantes, docentes, empleados y obreros– se refiere a las autoridades con el título de cada cargo: el (la) rector(a), el (la) decano (a), el (la) director(a) o el (la) profesor(a). Y, cuando le agrada al aludido, el dire o el profe. Se trata, pues, de un curioso caso de respeto democratizador.

Dejamos para el final el tema que hoy apasiona a todo el país: la Presidencia de la República. La designación oficial es Presi-dente de la República y, abrevia-do, Presidente. También se sue-le usar Primer Magistrado, Jefe del Estado o Mandatario. En los regímenes parlamentarios, que son casi todos los de Europa, ese cargo es el de Primer Ministro. En otras naciones, varía por ra-zones históricas y/o religiosas.

Así, pues, en este batiburri-llo, que se complica con los rangos, privilegios y fueros propios de todo poder –eco-nómico, social, político o cul-tural–, los que manejan otro poder, los periodistas, deben ser muy cuidadosos. Así como a veces encumbran a ilustres don nadies también descono-cen o maltratan a quienes me-recen respeto. Se trata, en todo caso, de hacer un buen uso de

cada una de las ca-tegorías so-

ciales que, como hemos mos-trado someramente, son tan heterogéneas y tan compro-metedoras. Así, pues, ¡mosca!, porque si no, se pone en riesgo la idoneidad profesional y el buen criterio del comunicador social. Al que por algo se le reconoce ese importantísimo plusvalor: ¡SOCIAL!

Suplemento dominical delNº 380 Parte de 3

I/ Edgar [email protected]

Ocupaciones, oficios, cargos y títulos

Albañil, autobusero, barbero, barman, cajero(a), camionero, carpintero, cauchero, conser-je, constructor, costurera, chi-chero, chofer(esa), electricis-ta, fotógrafo, frutero, herrero, librero, linotipista, locutor(a), mecánico, mesero(a), modis-ta, pedicuro(a), peluquero(a), peón, perrocalientero, pesca-dor, pulpero, sastre, tapicero, taxista, telefonista, telegrafis-ta, vaquero, zapatero.

4 Suplemento dominical del Parte de Música Nº 380 4 Suplemento dominical del

T/ Ángel MéndezF/ Cortesía

Tus manos se calzan en los bolsi-llos y miras al mar como quien busca el camino en medio del horizonte. El sombrero de paja

y de ala ancha impide que te cocines en fuego lento. La resolana y la brisa se mezclan con la arena y se pasean con suavidad por tu rostro. Nada se divisa en el infinito mientras cavilas en tor-no a los pasos vividos; surgen retratos de seres adheridos a los recuerdos. La madre que te habló de Alejandro Du-mas, las rancheras mexicanísimas en lentas muertes que se esparcen en un Pénjamo que conoces en la voz de aquel

Pedro Infante que un día se apareció en tu televisor. Las quimeras que se cru-zan haciéndote un guiño…

Sabes que el amor y la muerte igual que llegan, pasan. Sobre eso meditas en tanto contienes el llanto, pero per-mites que una lágrima se escape por el arado natural tallado en tu rostro por el tiempo. En medio de esa melancolía, llegan de alguna parte las notas de una canción que te traslada a esos años de juventud, esa que viviste sin percatar-te de la importancia del momento. En el ocaso sientes que se abren tus heridas con esas espinas que están demasiado llenas de un Evio contestatario e irre-primible; de un Joseíto Mateo, quien por haber sido tan alegre y dicharache-ro se fue bailando y bebiendo al final de su estadía; así lo quiso: “Cuando yo me muera oigan compañeros, oiga com-pañero, lo que yo me llevo es lo que me bebo. Cuando yo me muera no me pren-dan velas que las mujeres bailen y los hombres beban…”.

Te permites sonreír en medio de esas imágenes que decoran el disfrute del trayecto, porque de eso sí que estás

consciente. Es una simple travesía que te depara momentos de regocijo y de pena. Persiste la música y ahora las-tima el sonido, la voz del sonero que se estrella trágicamente al compás del “chucuchá” de los capachos. “Mango, mango, mango, mangó mangüé; traigo el rico mango que le gusta a usted…”. José Luis Peña es quien se prosterna en la despedida y Cheo Navarro suena con fuerza el bongó, como queriendo romper el cuero. El golpe seco que llo-ra en un sórdido eco para inundar los pensamientos. Se corren los amigos hacia alguna parte y tú intentas des-cubrir frente a las turbulentas aguas el camino que decidieron tomar. No debes hacerlo, tienes que dejar que Ca-ronte cumpla su cometido. Ellos muer-den las monedas de chocolate y sienten que sus vidas se derriten entremezcla-das con la sal.

Inevitable desandar los tristes pasos ante el ir y venir de la guadaña. Otro José Luis, un Perales, llega a tu men-te… y la ves tomando sus cosas, dis-puesta a navegar. Como en el cuento, ella carga con su camisa de seda un

pantalón vaquero, resuelta a navegar. En medio de la incertidumbre, presa del desconsuelo, te preguntas ¿dónde irá, dónde irá? Es el momento indeleble de la despedida, cuando ella decide ba-tirse a duelo con el mar cual tripulante de un velero al que llamó libertad. No hubo necesidad de oxígeno porque se marchó ahíta del amor que le regalaste y que merecía…

“y se marchó y a su barco le llamó libertad, /“y en el cielo descubrió ga-viotas / y pintó estelas en el mar. / Y se marchó / y a su barco le llamó liber-tad / y en el cielo descubrió gaviotas / y pintó estelas en el mar. / Su (débil) corazón buscó una forma diferente de vivir / pero las olas le gritaron vete / con los demás… con los demás. / Y se durmió / y la noche le gritó dónde vas / y en sus sueños dibujó gaviotas / y pin-tó estelas en el mar… Su (inerte) cora-zón buscó una forma diferente de vivir / y se marchó / y a su barco le llamó…¡Libertad!

[email protected]

“… y a su barco lo llamó ¡Libertad!”