la revolución gráfica en ii república - eric satué

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  • 7/22/2019 La Revolucin Grfica en II Repblica - Eric Satu

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    32 EL PAS, mircoles 10 de diciembre de 2003LA CULTURA

    La frase con la que Enric Satucomienza el libro resume todo elvolumen: Quiz sea la espaolaa nica vanguardia artstica en el

    mundo que enseguida fue del do-miniopblico.La rusa,recuerda,

    s la nica experiencia compara-ble, aunque la creatividad e in-luencia de sus logros artsticos se

    haban impuesto despus de unaangrienta revolucin que cost

    muchas vidas. En Espaa, al prin-cipio, no fue as. Casi de inmedia-o, una vez se proclam de forma

    pacfica la Repblica en abril de931, se vivieron momentos de ex-

    citacin y esperanza sin preceden-es, que rpidamente se reflejaronn un cambio de imagen de las

    cosas ms cotidianas. Se anuncia-ban jarabes con dibujos expresio-nistas, las letras del jabn de lavar

    opa ms comn tenan una tipo-grafa aptapara revistasde poesa,as cajetillas de cigarrillos y las ho-as de afeitar baratas incorpora-

    ban sombreados y combinacionesde colores inusuales, se puso demoda el papel pintado de inspira-cin cubista, el diseo de librosvivi una poca dorada en la que

    e experiment con la tipografa ye incorpor la fotografa en las

    portadas y, ya declaradala guerra,os carteles de propaganda se con-

    vertan en autnticos manifiestosvanguardistas.

    Satu destaca tambin la proli-eracin de los cactus como planta

    decorativa, que atribuye a la fortu-na que tuvieron entre los arquitec-os racionalistas y a su utilizacin

    como modelo porpartede fotgra-os y artistas de vanguardia.

    La sociedad vivi una euforiancreble porque haba una volun-ad de modernizar un pas que es-aba atrasadsimo, con la mitad dea poblacin analfabeta y muchos

    dficit sociales y polticos, explicaSatu. La ciudadana entendique no podan ponerse trabas a lamodernizacin que representaba

    l diseo y ste utiliz el lenguajems vanguardista para reflejar esaansia transformadora. Era un fe-

    nmeno paradjico porque en elesto de Europa en aquel momen-o las vanguardias las experimenta-

    ban slo las lites intelectuales.Aquaterrizaron sin previo aviso y,adems, aplicadas por gente mu-chas veces annima y muy joven

    que no formaba parte de ningunatendencia o grupo.

    Cuando se proclam la Rep-

    blica, por ejemplo, Jos Renau, co-nocido por sus fotomontajes, tena24 aos; Pere Catal Pic, autor deuno de los ms famosos cartelesantifascistasdurantela Guerra Ci-vil y padre del fotgrafo Catal-

    Roca,tena 32 aos;Antoni Clav,que entonces pintaba innovadorescarteles anunciadores de ciney des-pus ha gozado de gran fama co-mo pintor, tena 18 aos; Carles

    Fontser, que despus fue repu-tado cartelista durante la guerra,tena 14 aos; Ricard Giralt Mira-cle, Salvador Ortiga y Luis Seoanetenan 21 aos... Enric Satu desta-ca tambin a Josep Sala, un barce-lons que entonces tena 29 aos y

    que, explica, apareci de repente,como la Repblica, dando unosaos de gloria sin par al diseo de

    anuncios, folletos y revistas, sibien su brillante carrera dur loque la dcada y acab al tiempoque la Repblica.

    Los aos del diseo est dividi-do en dos grandes partes. La pri-mera incluye 10 captulos en losque Enric Satu analiza y revisadiversos aspectos de esta dcadadorada para el grafismo aportan-do valiosa informacin historio-grfica tanto en lo que se refiere alos protagonistas como al contex-to social y poltico de la poca. Lasegunda parte, mucho ms am-plia, es una inmersin en la histo-riade la dcada ya que combina larecopilacin de textos oficiales ogacetillas informativas con la re-produccin de todo tipo de imge-nes grficas aplicadas a la publici-

    dad, los envases, el cartelismo y laedicin, entre otros soportes.La principal revolucin es ti-

    pogrfica, y ms concretamente lamoderna tipografa de palo seco,que significaba una alternativaa laesttica que vena arrastrndose

    desde el Renacimiento, explicaSatu. Y tambin la introduccinde la fotografa, porque hasta en-

    tonces ilustrarcubiertas de libros oanuncios con fotografas y no condibujos era una autntica proeza.El espejo de la revolucin rusa, unanhelo de las clases trabajadorasde muchospases,provoc una ava-

    lancha de libros sobre marxismo yfeminismo al tiempo que influyen el cambio de imagen. Fue unfenmenorpidoy nico,provoca-do, indica Satu, por lo inmediato

    delcambio,el lastredel atraso secu-lar, la experiencia de otros experi-mentos vanguardistas anteriores,como la generacin del 27, y lasensacin de que no haba tiempoque perder porque la situacin po-da volver a dar un vuelco. A lo

    largo del siglo XX ha habido hitosdel grafismo con personalidadesimportantes, pero en aquel mo-mento coincidieron la cantidad yla calidad. Se sumaron muchosfac-toresal mismo tiempoy esto expli-ca la explosin creativa del mo-mento, que se vio reforzada por lailusin colectiva.

    De hecho, explica, el diseoes un servicio a la comunicacinenel quecuentatantoel diseadorcomo el cliente. Y cuando estecliente, sea individual o colectivo,es valiente, el resultado puede serptimo. Por ejemplo, en EstadosUnidos, durante la poca de Ken-nedy, el grafismo tuvo una fuerzaincreble. Ahora, en cambio, desdehacemuchos aosel grafismo esta-dounidenseno tienedemasiado in-ters. Basta ver el diseo de lasmarcas de Windows o de Enron,por ejemplo, comparadas con lasde aquella poca, como la de CBSo Westinghouse. Y en Espaa pa-sa lo mismo. No en vano, la graneclosin del diseo grfico fueronlos aos ochenta, que recogieronla euforia de la transicin y la ilu-sin por el cambio de izquierdas ydespus, en Catalua, por los Jue-gos Olmpicos y en Sevilla por laExpo. Ahora el momento no esparticularmente interesante.

    Con Los aos del diseo, EnricSatu lleva ya escritos 14 libros so-bre diseo en los que ha abordadola historia de la publicidad y elgrafismo en Espaa.Su trabajoco-mo terico e historiador se combi-na con su labor docente en dosuniversidades catalanas y su facetade diseador, que le vali en 1988el Premio Nacional de Diseo. Sa-tu no se ha sentido especialmentemotivado por el programa delAo del Diseo aunque siem-pre est bien que se hable de estostemas, en el que echa en faltamayor inters por el grafismo, yconsidera que las nuevas tecnolo-gas contribuyen a mejorar el niveltcnico del diseo, pero la mate-ria gris que hace avanzar la histo-ria cada vez est ms escondida.

    Sihay quejuzgarel diseo gr-ficoeuropeoen funcinde losbille-tesde euro,estamosen unaEuropaanacrnica. Esun modelo decultu-ra muy alejado del rigor, la ilusiny la exigencia que hicieron vibrar aaquella gente de la Repblica.

    La revolucin grfica en la II RepblicaEl diseador Enric Satu analiza por qu entre 1931 y 1939 la vanguardia fue un fenmeno popular

    CATALINA SERRA, Barcelona

    De repente, la vanguardia entr en lascasas de los pobres. Se pusieron de mo-da los cactus y los papeles pintados con

    motivos cubistas.La publicidad incorpo-raba la fotografa y modernas tipogra-fas e incluso en los envases de detergen-te se realizaban innovaciones grficas.

    La excitacin por el cambio y el progre-so que vivi la gran mayora de la socie-dad espaola en 1931, con la llegada dela II Repblica, tuvo en el diseo grfico

    unode sus mejores exponentes. EnricSa-tu (Barcelona, 1938) analiza esta pocadoradaen el libro Losaos deldiseo. Ladcada republicana. 1931-1939 (Turner).

    El diseador e historiador Enric Satu, en Barcelona. / JOAN SNCHEZ

    De izquierda a derecha: publicidad de Josep Sala para el Ron Negrita, envase annimo del blanqueador Azul, cartel antifascista de Pere Catal Pic y cartel republicano de Mauricio Amster durante la guerra.

    El diseo utiliz unlenguaje vanguardistapara reflejar las ansiasmodernizadoras

    Si hay que juzgar elgrafismo europeo porel euro, estamos en unaEuropa anacrnica