La Revelación Del Evangelio De Dios En La Familia Pastor Byron Chúa Guatemala, 6 de marzo del Año De La Revelación

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Gálatas 1:11-12 LBLA Pues quiero que sepáis, hermanos, que el evangelio que fue anunciado por mí no es según el hombre. 12 Pues ni lo recibí de hombre, ni me fue enseñado, sino que lo recibí por medio de una revelación de Jesucristo. Iniciando el tercer mes del año de la revelación, hemos podido ver ya la manifestación de la revelación en nuestra vida como en nuestra casa. Sabemos que el evangelio son buenas noticias, o buenas nuevas del reino de los cielos, inicia el día en que recibimos a Cristo y debe continuar hasta el día en que Jesucristo venga. También sabemos que el evangelio no es sólo para el principio de la vida cristiana sino para siempre así como su trasladado a nuestro corazón, por medio de los cinco ministerios, quienes nos van formando a la imagen que Dios quiere. Es muy importante que traslademos en casa este evangelio, esperanza y bendición para aquellos que están cerca de nosotros. Juan 11:23-26 LBLA Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. 24 Marta le contestó: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día final. 25 Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá, 26 y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto? Marta y María habían sido enseñadas por el Señor Jesús, pero ahora había fallecido su hermano y entonces se puede ver que necesitaban buenas nuevas, una esperanza. Vemos entonces que el evangelio de Dios consuela. Al haber sido enseñadas por el Señor, tenían conocimiento, pero no habían podido aplicar la palabra recibida a sus vidas, por lo cual no había esperanza. Entonces el Señor mismo les dice que El es la resurrección y la vida, dándoles una esperanza, entonces dice: Juan 11:27 LBLA Ella le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que viene al mundo. La parte que le tocaba a Marta era creer, que es aceptar completamente que algo es posible. Todos creemos de acuerdo a cómo vemos las cosas y de acuerdo a nuestras fuerzas, sin embargo, cuando estamos llenos del Espíritu Santo, tenemos comunión con Él y escudriñamos las escrituras, entonces empezamos a ver la posibilidad de que las cosas que son imposibles para nosotros, se hagan posibles. Cuando creemos entonces empezamos a sentir gozo y a planificar en referencia a aquello que nos fue prometido. Marta fue a buscar a María, diciéndole que le llamaba el Señor. Juan 11:32 LBLA Cuando María llegó adonde estaba Jesús, al verle, se arrojó entonces a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. Dos personas que no creían y no tenían revelación dentro del discipulado de Cristo, dice la Palabra que el Señor lloró al ver la incredulidad, no así porque hubiera muerto Lázaro, sino porque las hermanas no habían creído que podía suceder un milagro.

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Juan 11:39-40 LBLA Jesús dijo: Quitad la piedra. Marta, hermana del que había muerto, le dijo: Señor, ya hiede, porque hace cuatro días que murió. 40 Jesús le dijo: ¿No te dije que si crees, verás la gloria de Dios? Las emociones que hay en casa no nos permiten recibir las revelaciones que Dios nos envía por medio de la piedra terrenal, y lo que está dentro es la revelación del Señor, si no hubiesen quitado la piedra, no hubieran visto al resucitado. De igual forma, necesitamos que sean quitadas las piedras de nuestros sepulcros, es decir, ministrarnos para que sean quitadas las cosas malas de dentro de nuestro corazón. Marcos 5:22-23 BAD Llegó entonces uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo. Al ver a Jesús, se arrojó a sus pies, 23 suplicándole con insistencia:—Mi hijita se está muriendo. Ven y pon tus manos sobre ella para que sane y viva. Marcos 5:35-36 BAD Todavía estaba hablando Jesús, cuando llegaron unos hombres de la casa de Jairo, jefe de la sinagoga, para decirle:—Tu hija ha muerto. ¿Para qué sigues molestando al Maestro? 36 Sin hacer caso de la noticia, Jesús le dijo al jefe de la sinagoga:—No tengas miedo; cree nada más. De su propia casa vinieron malas noticias a Jairo, pero Jesús le tenía una buena nueva diciéndole “no temas”. De la misma forma podemos dar o llevar el evangelio o las buenas noticias a los nuestros si hemos recibido malas noticias, la palabra hoy es “no temas!”, pues tenemos un Padre bueno y poderoso que siempre está de nuestro lado y nos cuida. A Josafat le fueron enviadas malas noticias de un ejército que quería matarles, pero el Señor empezó a recordarle al pueblo quién era el Dios de ellos y además les dijo que se presentaran a la batalla, Dios fue el que peleó esa batalla. En el hogar podemos recibir las buenas nuevas, recordando los milagros y maravillas que Dios hizo anteriormente en nuestras vidas. Si nos llenamos del Espíritu Santo habrá revelación en nuestra vida y podremos compartir adecuadamente las buenas noticias. Romanos 1:16 LBLA Porque no me avergüenzo del evangelio, pues es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree; del judío primeramente y también del griego. Donde hay predicación del evangelio revelado siempre hay milagros, hay un derramamiento de poder de parte de Dios, por lo cual en nuestra casa también puede haber revelación y poder, el poder de los cinco ministerios, allí Dios nos envió primero, después a los demás.