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Cuade rnas de Arte Rupestre · lI úmera 1• o2004• Pág i nas 1 31 ·139 La representación pictórica en la Cultura del Argar Sacra//lell lo Ji//léllez Lorenle . Ma ría M anuela Aya /a iuan . RESUMEN Algunas vasi jas argá ricas decoradas con pinturas de carácter figu- rat ivo, se rep res entan mu jeres, h ombr es y animal es. Las man ifesta- ciones artísticas sobre soporte cerámico perviven desde el Neolítico. PAlAB RAS ClAVE Cultura argárica, cerámica, decoraci ón . A BST RACT Th e pa inti ng vase ls fro m th e Br on ze Age has several mo tives in their representa tio ns, there are wor ne n, men a nd anima ls. These rep reser ua tions till Neol íth ic unt ill B ron ze Culture. KEY WORDS Culture of "El Argar", potte ry, decoration. • Departamento de Prehistoria, Arqueología, llistoria Anrigu.i, Historia medieval y Ciencias Historiogr áficas. Un iversidad de Murcia. Santo Cristo, 1. 30001, Murcia, mayala@um .es

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Page 1: La representación pictórica en la Cultura del Argar · puede tratarse de un círculo de tendencia oval, realizado con trazo muy ancho y con un punto central, o bien se puede interpretar

Cuadernas de Arte Rupestre · lIúmera 1• Año2004• Páginas131 ·139

La representación pictórica en laCultura del Argar

Sacra //lell lo Ji//léllez Lorenle .Ma ría M anuela Aya/a i uan .

RESUMEN

Algunas vasi jas argá ricas decoradas co n pint uras de carácter figu­rat ivo, se rep resentan mu jeres, hombres y animales. Las man ifesta­ciones artís ticas sobre soporte cerá mico perviven desde el Neo lítico .

PAlABRAS ClAVE

Cultur a argárica, cerám ica, decoración .

A BSTRACT

Th e pa inti ng vase ls from the Bronze Age has several motives inth eir representa tions, there are wo rnen, men and anima ls. Theserep reseruations till Neol íth ic unt ill Bronze Culture.

KEY WORDS

Culture of "El Argar", pottery, decorat ion.

• Departamento de Prehistoria, Arqueología, l l isto ria An rigu.i, Hi sto ria medievaly Ciencias H isto rio gr áficas. Un ive rsidad de Murcia . Santo Cristo, 1. 3000 1,Murcia , mayala@um .es

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l . Introducción

Trad icio na lmen te se co ns ide raba que la sociedad argan ca carecíade manifestaciones artísticas e incluso, se afi rma ba que era un pu e­blo belicoso. Estas ideas han ido queda ndo obso letas co nfo rme lainvestigación ha ido propo rcionando nu evos datos, de tal fo rmaque los descubrimi entos que se vien en realizando desde la décadade los setent a en la Región de Murcia, han provo cado qu e sereplan teen a lgunas cuestiones , qu e en su momento se co nside ra­ro n inam ovibles en funció n de los co noc im ien tos que se teníansobre el tema.

Ya en la segu nda mi tad de los años setenta se documentó queel poblamient o argár ico se asen tó tan to en altura co mo en llan uray que si estos últim os so n mu ch o más escasos se debe a la co nt i­nu ad a ro turació n de los sue los, particu larm ente los locali zadosjun to a cursos de agua , pa ra las prácticas agríco las, lo que provoca,en mu chas ocasiones, la desap arición to tal de los vestigios a rqueo­lógicos (Ayala, 1977- 1978: 5- 10).

Por o tro lad o, el a jua r metá lico se va co ncibiendo más co moeleme nto de prestigio q ue de fina lidad bélica, máxim e si tenern osen cue nt a las escasas evidencias hall adas qu e se pueda co nsiderarque tenga n un carácte r puramente bélico.

Los hermanos Siret ya documentaron la presen cia de un aspeque ñas terraco tas representando vacas o to ros, aunque éstos noles atribuyeron la catego ría de obra a rtís tica (Siret, 1890 ).

Ce ntrándonos en el tema de la pi ntura , las primera s not iciasnos llegan de forma verbal a través de un a de nosotra s, de Ma

Manuela Ayala Juan, qu ien a finales de los seten ta, ya afirma ba lapresencia de pintu ra en la cerám ica argárica, au nque no lo plasmópo r escrito hasta 1990, a ño en qu e presentó su Tesis Docto ra l sobrela cultu ra argá rica en la comarca de Larca (Ayala, 1991 : 55 -58 ).

Los ejemplos de fragmentos de cerámicas co n restos de pint uraso n muy nu merosos, estando presentes en mu chos yacim ientos,tanto de llanu ra como de altu ra. Es el caso de los poblad os delRincón de Alrn endricos, los Cipreses, la A!cana ra, el Cabez o Arrn ao,el Cerro de las Vi ñas, el Castillo de Félix, la Viuda, la Bastida y elCabezo Go rdo. Algunas de las urnas funerarias exhumadas por JulioMart ínez de San ta-Olalla y su equipo en la Bastida de Totana duran­te las excavaciones arqueológicas realizadas en la década de los cua­ren ta también presenta n pinturas qu e no fueron advertidas porellos. En el Bar ranco de La Viud a o Cueva de la Palica se hallaronenterramientos infantiles en urn a que presentan decoración pi ntadaen su exterior (Ayala y lirn énez, 2001). En tod os ellos se emplea latécni ca de la tinta plan a de co lo r ro jo vinoso.

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En general se puede afirmar que estas manifestaciones pictóricassobre cerámica presentan características comunes, así:

- En cuanto a la tem ática, están represent ad os la figura human a, an i­males, útiles y símbo los de distinta natu raleza.

- Los temas están constatados al menos desde el Neo lítico: arquero,ara cn iforme, figura o rante, círcu lo co n pu nto cent ra l etc.Representacio nes zoo mo rfas como cabra, pájaros, cán idos v e!caba llo. .

- Se pinta sobre vasijas p reviamente cocidas con lo que éstas sufrenuna doble cocción.

- El colo r empleado es el ro jo vinoso, en algunos casos se da unacolo ració n más oscura deb ido a la propi a cocció n.

- Hasta e! momento, la decoración afecta só lo a las paredes exterio­res de la vasija.

- Se utiliza la técnica de la tinta plan a.- Las figuras se dispo nen tanto de forma individu al como fo rman -

do escenas. Algunas de ellas se represen tan en movim iento .- Es un a pintura de natu raleza poco consistente, muy frágil, qu e se

deteriora fácilme nte fuera de! ambiente de humedad y tem peratu ­ra que las ha conse rvado.

- Se realiza en vasijas de uso doméstico siendo algunas de ellas pos­teriormente utili zad as como urnas de inhumación, por lo qu e enpri ncipio no hay un a intencio nalidad meramente funerar ia.

- Hasta e! momento, las cerám icas p intadas están representadas enla forma 4 de Siret, a excepción de! yacim iento de El Cerro de lasVi ñas en do nd e apa recen en las formas 4, 5 Y G.

En la mayo r parte de los fragmentos só lo se d istinguen manchasinformes de di fícil int erpretación. Sin embargo en dos yacimientosargáricos de altura se han document ado restos cerámicos en los que sepuede habl ar de pintura figu rativa. Nos referimos al Cerro de las Viíiasde Coy, La rca, y a los Molinicos de Moratalla, ambos en la Región deMurcia.

2. El Cerro de las Viñas

En este pob lado, entre los num erosos fragmentos qu e conservan restosde pintura, tres de ellos presentan figuras claramente identificables.Concretame nte se representan un círculo con punto cent ral o unamama, un aracniforrn c o hacha votiva y un arquero en actitud de tiro .

2. l . Círculo con punto central

Sobre un fragmento de cerám ica procedente de un a recogida supe r­flcial, ante esta figura se pu ede plantear un a dobl e lectura, bien

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pu ed e tratarse de un círculo de tenden cia oval, rea lizado con trazomuy ancho y co n un punto central, o b ien se puede int erpretar comola representación de una mama (fig, 1).

En cua nto a la primera o pció n, hay que decir que el tem a del cír­cu lo ya está documen tado en la p intura rupestre esq uemática mur­cia na, aunq ue en este caso el trazo es mucho más fino (Ma teo 1999:SS, 11 1 Y 243 ).

En una segunda lectura se pu ed e interpretar co mo un a mama,q ue ade más está do tada de un import ante efecto de vo lume n al estarsitua da int en cionalmente en el galbo. La represe ntació n plásti ca demam as so bre so porte cerá mico está documentada en el pobladoneol ítico del Chorrillo Bajo y en el po blado neo lítico-en eo lítico deEl Capitán ambos en la comarca de l.orca (Murcia] (Ayala ee atii1995: 41 y ss.; San Nicolás, 1994: 44 y ss; Aya la y lim énez, 200 1l.

2.2. Aracn iforme

Realizado sobre un fragmento de cerámica localizado en prospec­ció n sup erficial (fig. 2 l. Es ta figur a también ofrece un do ble trata­miento tem ático . En pr imer lugar, co mo la rep resen tació n de treselem entos, dos co rresponde n a barras casi paralel as y horizo nta les,aunque ligera mente inclinadas; el trazo superio r, en su extremo, secu rva hacia aba jo. El tem a de las barras está cons tatad o en la pintu­ra esque mática murcian a, aunq ue en es te caso se di sponen en verti-

Figura 1. Mamo o círculo con punto centrol (Cerro de las Viñas, Coy, larca).

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Figura 2. Arácniformeo hacha votivo (Cerro de lasViñas, Coy, torco) .

ca l (M ateo , 1999: 242 ). El tercer e lemen to, q ue esta si tuado ady a­cen te a l trazo in fe rior y debajo de él, es una forma a rac u ifo rm e, com­pues ta por dos trazos sem icircu lares q ue se unen en la parte su pe­rior. El tema del aracn iforrnc es t á present e en la pi nt ura rupestre, as íest á documentado en el Abrigo 111 de la Cañ a ica del Cala r (Beltr án.1968: 251) .

Por o tro lado , también se puede rea lizar u na segu nda lectura, enla que se pued e in terp retar como un hach a vo tiva o decorada, s imi ­lar a las co ns ideradas por Breui l y Acosta y representadas en elAbrigo Grande de xtínateda y en el Abrigo Peque ño del Puerto deMalas Cab ras, en tre otros. Acosta les atribuye una crono lo gía neolí­tica, por lo q ue si co nside ra m os esta segunda lectura, pervive es tarepresentació n hasta la Edad del Bronce (Breuil , 1933-35: 79;Acosta, 1968: 107 y ss.) .

2.3. Arquero

Du ran te la cam pañ a de 1997, en el ni vel 11 del co rte ,\ IN yen el irue­rior de una casa a rgarica, debajo de un nivel de incend io, se h a lla ronva rias vas ijas rotas en sus vas ares, éstos ub icados sobre un ba ncoadosa do a la pa red occiden ta l de la vivienda . La casa se destruyódeb id o a u n incend io q ue p rovocó la ca ída d e la techumb re y laspared es so br e e l nivel de h ábitat, ap lasta ndo el ajua r domés tico.Algu nos fragm entos de ce rá m ica presen taban restos de p in tura , dosde ellos al un irlos se o bserv ó que se hab ía pintad o un arq uero m uy

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estilizado, en tinta plan a de co lo r rojo vinoso. El arquero se repre­sentaba de perfil y en actitud de movim iento, po rtando un arco enposición de tiro , la cabeza rematada co n un tocad o de dos pen achos(fig. 3J. El cue rpo se represent a muy estilizado y las piernas cubier­tas co n una especie de pantalón an cho. A la derecha de la figuraenco ntramos dos barras verticales qu e tiend en a co nverger en suextremo superior (Ayala y lirn énez, 2001J.

Figura 3. Arquero (Cerro de las Viñas, Coy, larca).

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3. los Molinicos de Moratalla

De este pobl ado es un a urna procedente de un ente rramiento indi vi­dual en posición fetal. qu e presentaba además un profuso ajua r. Esteyacimiento , aunque es fundamenta lmente ibérico, tamb ién presentaen sus niveles in feriores un asenta miento argárico. Fue excavado porel profesor Lillo Carp io qu ien ya en 1988 señal ó qu e esta urn a teníarestos de pintura en la pub licació n de las mem ori as de excavación.

Ayala Juan y lim énez Lorente ya realizaron un primer aná lisis deestas pint uras y en él se document ó la presencia de decoració n zoo­morfa. La vasija está decorada en su tot alidad, aunque en una de suscaras la p intura está muy deteriorada y sólo se d istinguen man chas(Ayala y Iirn énez, 2001 ).

Haciendo una lectura desd e la part e supe rio r podem os compro­bar que confo rme descend emos la decora ción se hace más profusa yal mismo tiem po men os identi ficab le (fi g. 4 )

Número l. En la zo na próxim a al cue llo, ini ciando el galbo, un afigura fem en ina. Lleva un amplio vestido que le cubre hasta los pies,los brazos ab iertos en actitud de movimi ento, la cabeza delimi tadapor un trazo circular de color más intenso .

Núme ro 2. A su derecha y a la mism a altura , una figu ra demen o r tama ño, co n los brazos en alto en act itud orante, se repre­senta mu y estilizada y most ran do una ligera curvatura en el trazovertical.

Núme ro 3. Rep resentación de un cáp rido de color ro jo, la cabe­za del an ima l presenta con tod a clar idad las ma mellas y la corna­menta.

Número 4. Más abajo, a nuestra derecha, se aprecia el perfil dere­cho de un cuad rúpedo, la cabeza practicamen te es irreconocib le aun­que se aprecia un a mancha y lo que podría co rrespo nde r a un a cor­namenta.

Núme ro 5. Junto al cuad rúpedo anterior y ligeramen te adelanta­do, lo que se ha identificado co mo un cánido, dad a la fuerte muscu­latura que presentan los cuartos trasero s. Ambas figuras diri gen sumirada hacia el mismo punto .

A la izquierda y deb ajo del grupo ante rio r dos aves en plen ovuel o.

Núme ro G. Se ap recia un pr ime r pájaro con las alas ab iertas ymu y desarrollad as.

Núme ro 7. En diagonal un segundo ejem plar qu e parece realizarun vue lo sincró n ico. Esta disposición en diago nal de las figura s lepropo rcio na profundidad a la composición.

Número 8. Éq uido representad o de perfil, claram en te delim ita­do todo su cuerpo, a excepció n de la cabeza de la qu e só lo se iden-

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Figura 4 . Urna de enterramiento (los M olinicos, Moratalla ).

ti fi ca un a man cha. El caballo tien e las pa tas del anteras rígidas, resal­tando la u ña delantera del an ima l y los cuarto s traseros flexionad os,q ue parecen man ifestar una act itud de frenada brusca.

Núme ro 9. La fi gura central es la representació n de un ma chocabrío co n una gran co rna me nta y en act itud de sal to . El an ima l estárepresentad o co n los cuernos y la cabeza ligeramente ladead os haciasu derecha, de ta l forma que parece mirar a l caba llo y la pro porciónde los cuernos en relación co n su cabeza está exage rada ; el cue rpo serepresenta de perfil. A a mbos lados de la co rna men ta se documen ­tan formas semicircu lares.

Número 10. En el tercio inferio r un a figura en actitud de ca rrera,co n los brazos sepa rados del cue rpo. Es sim ilar a lo s tres antro po­morfos esq ue máticos, aunque éstos carentes de movimi ento, de laCueva 11 de los Ca ntos de la Visera y a la del Tío Lab rao r. El antro­po mo rfo se encue ntra dent ro de una mara ña de trazos y man chas dedi fícil id entificación.

4. Últimas consideraciones

Se puede afirmar ante lo anterior me nte visto, que al igual q ue en elNeolítico y Caicolítico, en la cu ltura arg árica hay mani festacionesartísticas so bre so porte cerámico. Co n el descubrimi ento y demos­tra ción de la presen cia de manifestaciones artís t icas en la culturaarg.irica. se abre una llueva vía para UIl mayor co noc imiento de estasgentes, de sus sentimien tos e inquietudes estét icas. Se co nside ra qu e

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dichas expresio nes estéticas no sólo hacían referencia a lo simbó licosino que también tenía n un a preocupación po r la búsq ueda de labelleza, incluso en los elementos funcio na les, co mo es la cerám icade uso cotid iano.

Por otro lado, parece evidente que hay una cont inu idad de lasmanifestacion es gráficas desde el Paleo lítico , que van pau latina­mente adap tándose a cada so cieda d, cam bia el estilo, cam bia cl tra­tamien to de los tem as y cam bia o se am plia la varieda d de so po rtes.Co n el Neo lítico apa rece la cerám ica y ésta se va a uti lizar comosoporte de las expres iones artíst icas, em pleando para ello variadastécnicas, inc isas, im presas, plásticas y pictóri cas.

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