la recepción de las suites para violonchelo solo julia_maria_martinez

Upload: onecellist

Post on 03-Apr-2018

228 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 7/28/2019 La recepcin de las suites para violonchelo solo Julia_Maria_Martinez

    1/7

    Las seis Suites para violonchelo de Johann Sebastian Bach sonaclamadas como uno de los ms grandes trabajos escritospara violonchelo solo. Contienen gran cantidad de dispositi-vos tcnicos, una amplia gama de contenido emocional, y lasinteracciones y dilogos entre voces propias del contrapuntode Bach. Sin embargo, es su intimidad lo que ha llevado a lasSuitesa situarse entre los trabajos ms populares de Bach enla actualidad, y su consecuencia ms inmediata son las diver-sas interpretaciones grabadas (defendidas ardorosamente porsus respectivos partidarios), as como los diversos usos quehan surgido en los siglos XX y XXI, fruto de los cambios ylas nuevas demandas sociales.

    Son numerosos los estudios realizados sobre Bach y su

    obra que incluyen las Suites para violonchelo. Sin embargo, es-tos estudios se centran en aspectos formales, ya sean tcnicas

    compositivas, interpretativas, historia, etctera. Este estudioque presentamos, no busca tan slo analizar el aspecto tcni-co e interpretativo de las Suites, sino que intenta ir ms all.Indagaremos en un campo que hasta ahora puede haber pa-sado desapercibido para muchos: la utilizacin de la obra deBach, y en concreto de las Suites, ms all de las puertas de lasala de concierto, de la msica, llammosla seria. Un temapoco explorado y sobre el que se ha escrito escasamente. A losumo podemos encontrar contadas referencias filmogrficasgracias a las grabaciones realizadas por Yo-Yo Ma.

    Las Suitesse han transcrito para diversos instrumentos, sehan empleado como mtodo pedaggico y como reperto-rio caracterstico fundamental. Pero la obra ha superado el

    mbito del msico profesional, dando un salto hacia la masasocial a travs del cine y de los mass media. En este aspecto y

    TRABAJO DE INVESTIGACIN

    La recepcin de las suitespara violonchelo solo: utilizacin enel siglo XX TEXTO: JULIAM. MARTNEZ-LOMB TESTA

    55

  • 7/28/2019 La recepcin de las suites para violonchelo solo Julia_Maria_Martinez

    2/7

    56

    en la influencia en los profesionales de la msica se centra lapresente investigacin.

    En el estudio pretendemos realizar un anlisis del uso eimportancia de las Suites para violonchelo solo. Atendiendo alempleo de stas en diferentes aspectos de la vida musical enlos siglos XX y XXI, intentaremos ofrecer respuesta a unaserie de preguntas: Por qu tantas y tan diversas interpre-taciones de una misma obra nacida hace ya unos tres siglos?Por qu su utilizacin en tan diferentes contextos y even-

    tos? Por qu su gran importancia para la familia violonche-lstica? Cmo, cundo y dnde surge esta necesidad vital detodo violonchelista de interpretar las Suites?

    En el transcurso de la investigacin se cotejarn conoci-mientos empricos acerca de la obra con conocimientos cien-tficos integrados en un sistema de conceptos, teoras, leyes ydatos histricos anteriormente conocidos. La investigacinen este campo del conocimiento cientfico se efectuar desdeuna posicin hermenutica, ya que la recepcin de una obraes fruto de teorizaciones y de un manejo crtico de los da-tos histricos que han podido ser demostrados. Del mismomodo se tratar la recepcin de la obra, desde su concepcincomo objeto ideal, con un sentido determinado, hasta la re-

    cepcin actual, cuyo objetivo depende del crtico o intrprete,y no siempre es la nica interpretacin adecuada1.

    Todo conocimiento es objetivo y subjetivo a la vez. Obje-tivo porque corresponde a la realidad; subjetivo porque estimpregnado de elementos pensantes implcitos en el actocognoscitivo. En funcin de esta premisa se desarrollar unestudio que combinar la interpretacin de la obra y posibleshiptesis acerca de su contenido con los datos conocidos re-lativos a la misma.

    Hemos de recordar la motivacin que ha originado estetrabajo y que persigue indagar en la revaloracin de las Suites

    para violonchelo solo de Bach y su uso y trascendencia msall de los criterios puramente profesionales de nuestra era.En este punto debemos explicar qu entendemos por recep-cin. Carl Dalhaus define el concepto de recepcin de unaobra musical como el fruto del anlisis de teorizaciones so-bre la misma, de un manejo de los datos propiamente hist-ricos que han podido ser demostrados, unido al concepto derecepcin actual de la obra concebida como objeto ideal yque depende del crtico, del agente o del intrprete. Es decir,podramos definir coloquialmente el concepto de recepcincomo la forma de interpretar, tratar, utilizar o sentir una obrapreexistente en la sociedad actual.

    Tras el anlisis tcnico e historiogrfico que nos centra enla poca y criterios compositivos dentro de los anales dondese cre la obra, nos adentramos en la situacin de la suite enel siglo XX. Si Bach compuso las Suiteshacia 1720, ser PauCasals quien las eleve al puesto que ocupan en la actualidad,teniendo en cuenta siempre que fue Mendelssohn el primeroen recuperar la obra del maestro alemn.

    Es habitual la creencia de que Bach compuso estas obraspara dos violonchelistas de la orquesta de la corte de Cthen:Bernard Linigke y Karl Ferdinand Abel. Linigke fue sinduda el primer intrprete.

    No se puede establecer una cronologa totalmente exac-ta de las Suites para violonchelo, ni el orden en el que fueroncompuestas, ni si su composicin fue anterior o posterior alas Sonatas de violn. Sin embargo, la mayora de los eruditoscree y para ello se fundan en un anlisis comparativo delos estilos con los que Bach trabaja en las Suites que fue-

    ron anteriores a las Sonatas. Apoyndose en la fecha de 1720,ao de la dedicatoria de las Sonatasque figura en su primerapgina, concluyen que las Sonatasfueron compuestas antesde dicho ao. Por tanto, las Suiteshabran sido compuestas,muy probablemente, durante el perodo 1717-1723, cuandoBach fue kapellmeisteren Cthen.

    Las Suitesno se conocieron extensamente antes de 1900,y durante mucho tiempo se pens que en su origen fueroncompuestas como estudios. Hubo incluso tentativas de com-

    poner acompaamientos de piano para estas piezas, siendo elms notable el de Robert Schumann.

    Pau Casals aument el renombre de estas piezas (fig. 1)despus de descubrir la edicin de Grtzmacher en unatienda de segunda mano. A partir de aquel momento, Ca-sals comenz a analizarlas y a trabajar en ellas. Durante diezaos estudi estas partituras y lleg a la conclusin de quecualquiera que las tocara bien podra tocar cualquier obra delrepertorio. Ya lo deca Casals: Para empezar, Bach. Y luegoya se puede uno poner a estudiar o a tocar cualquier otracosa. Pero lo primero es lo primero2. Todo ello 35 aos antesde realizar la que sera su primera grabacin de las mismas.Despus de esto, su fama y renombre aumentaron, estando

    todava hoy disponibles tanto esta grabacin como diversasremasterizaciones.

    En las Suites, Bach explor y desarroll el potencial queencontr en el violonchelo, que no haba sido contempladopreviamente como instrumento solista, y realiz incursionesen terrenos nuevos para s mismo y para la msica. Se diceque persigui objetivos pedaggicos, aparte del puramentemusical, pues es clara la dificultad creciente que cada suiteplantea al ejecutante (fig. 2).

    INTERPRETACINMuchas son las preguntas y discusiones que se plantean ala hora de decidir cul es la interpretacin correcta de Bach.

    Dada la enorme variedadde interpretaciones, nosorprende la ausencia deconsenso en las respuestasy que, probablemente, conlos medios que hoy se co-nocen, no haya respuestaverdadera. Sin embargo,tras este estudio llegamosa la conclusin de que noexiste un Bach verdaderoya que, del mismo modo

    Fig. 2. Anna Magdalena Bach, copia manuscrita, c. 1730

    Fig. 1.

  • 7/28/2019 La recepcin de las suites para violonchelo solo Julia_Maria_Martinez

    3/7

    57

    Fig. 3, 4, 5, 6, 7 y 8

    que no tenemos un manuscrito del propio compositor, tam-poco conocemos cmo quera l que se interpretase su obra.As, se podra afirmar que existen tantos Bach como intr-pretes, y tantas versiones correctas como ejecutantes convin-centes y oyentes convencidos.

    No es una sorpresa, por tanto, la falta de consenso en estesentido. Quiz lo ms acertado sea afirmar que lo ms apro-piado y realista es un hbrido de las dos posturas del estilo ala interpretacin realizada por Maurice Gendrom, en la que

    ana la fidelidad a la obra y el estilo barroco con los avancestcnicos e interpretativos de los dos siglos de evolucin mu-sical y violonchelstica. Esto es, aadiendo un uso mesuradodel vibrato sin disociar las emociones humanas del intrpre-te de la profundidad terica de las Suites. Si se decide tocarde una manera autntica, entonces se debe hacer con granconviccin. Pueden molestarse algunos ejecutantes, peroquiz se llegue a interpelar a su responsabilidad por no tocarms autntico. Y si se elige tocar a Bach de una maneraromntica, entonces pueden encolerizarse algunos erudi-tos, pero teniendo acceso a una interpretacin convincente,tal vez titubee su desaprobacin de aquellos intrpretes msexpresivos. Lo que se elija, deber ser lo correcto para uno

    mismo. El infinito de Bach aguantar.Al hablar de interpretaciones debemos resear que, ac-

    tualmente, el nmero de grabaciones de las obras ha ido increscendo desde que el ya citado Pau Casals realizase la pri-mera en 1936. Esto se debe a que hoy se considera a Bachcomo la fuente de referencia en la evaluacin y calificacinde un intrprete. Ya sea en exmenes, pruebas o concursos,en los cuales la interpretacin de una suite se ha convertidoen parte obligada, o en el mundo profesional, donde todointrprete que quiera ingresar entre los concertistas de re-nombre realiza su propia grabacin de la integral de las sui-tes e incluso su propia edicin. Esto le permite ingresar en lalite o, al menos, as lo consideran muchos profesionales quebuscan una consagracin definitiva. Las Suites para violon-chelo de Bach son una autntica pieza maestra de la msicay una de las obras emblemticas para este instrumento, a lacual se han acercado todos los grandes intrpretes, quedan-do subyugados por esta msica maravillosa. Buena pruebade ello es el inters que casi todos han tenido a la hora dedejar constancia fonogrfica de su interpretacin. Desde Ca-sals y Rostropvich hasta Yo-Yo Ma o Truls Mrks, hay enel mercado discogrfico una excelente coleccin de grandesinterpretaciones (figs. 3, 4, 5, 6 y 7).

    Hacamos aqu referencia a que las Suitesconstituyen par-te obligada en todas las pruebas de acceso a conservatorios,postgrados, oposiciones a orquesta o enseanza. Un claroejemplo de ello lo vemos en la entrevista que se plasma en eltrabajo de Greenhouse, donde nos habla de que, a la hora deingresar entre los alumnos de Casals, lo primero que exigaera tocar a Bach. Igual ocurre con Starker.

    Se pueden establecer tres tipos generales de interpretacio-nes atendiendo a criterios puramente estilsticos. Hablamosde las versiones clsicas de Casals y Gendrom o las inter-pretaciones histricas de Byslma y Wispelwey (instrumentosbarrocos, scordatura, arco barroco, cuerdas tripa o violonchelopiccolo de 5 cuerdas para la Sexta suite). Por otro lado, nosencontramos con la versin romntica del recientementefallecido Rostropvich o la ultrarromntica de Maisky (quedefini a Bach como el primer romntico, admitiendo quehay diferentes tipos de romanticismo) (fig. 8).Fig. 9. La autora con Pieter Wispelwey en el Auditorio

    Prncipe Felipe de Oviedo, 12 de enero de 2007

  • 7/28/2019 La recepcin de las suites para violonchelo solo Julia_Maria_Martinez

    4/7

    58

    Pero, hay una versin correcta? Rotundamente no. Lo quecada intrprete elija ser lo correcto para uno mismo.

    Julia M.: Cmo considera que debe interpretarsea Bach?

    Pieter Wispelwey: Respetando absolutamente todosy cada uno de los aspectos tal y como se realizaban en1720, cuando Bach compuso esta obra.

    J. M.: Por qu razn rechaza tocar con la tcnica

    conseguida actualmente y lo que hoy en da se sabeacerca del instrumento? Me refiero al uso del vibrato,de las digitaciones y las ligaduras, por ejemplo.

    P. W.: Simplemente porque eso no sera Bach. Youtilizo generalmente un instrumento barroco para to-car a Bach, aunque no siempre... [Ejecuta la 5. Suitecon scordaturay a menudo toca la Sextacon un instru-mento de cinco cuerdas].

    J. M.: Cierto, hace unos aos dio un concierto enLen de la integral de las Suitesde Bach.

    P. W.: Efectivamente, lo recuerdo, all toqu con unchelo moderno, si no recuerdo mal. Quiero decir que,aun tocando con un chelo moderno, considero que sise emplea una tcnica, llammosla moderna, con granuso del vibrato y otros recursos, se pierde la esenciabachiana, su atmsfera, su sonido, el timbre de Bach.Todo es diferente.

    J. M.: Muchas gracias.

    La trascendencia de Bach va ms all de la interpretacin.La lite de los intrpretes del instrumento se ha decidido arealizar su propia edicin de las Suites. De este modo encon-tramos cerca de un centenar de ediciones (ms que de lasPartitaspara violn). Grandes chelistas como Fournier, Ca-sals, Maisky, Starker, Jacqueline o Byslma han publicado lasSuitescon sus arcos y digitaciones.

    EDICIONESPARAVIOLONCHELORespecto a las ediciones de las Suites para violonchelo estu-diadas, podemos concluir que conseguimos responder a lapregunta inicialmente planteada: qu edicin o ediciones sedeberan comprar?

    Las Suitesde Bach han sido siempre objeto de estudio enel mundo del violonchelo. Al contrario que para el violn, nose tiene una copia del manuscrito de las Suites para violonche-lo del propio puo y letra de Bach. Perdida la fuente origi-nal y hasta que pueda aparecer un da, como ocurri con lasobras de violn, en 1909, lo ms cercano que tenemos son tresmanuscritos, copia del original: el de Anna Magdalena Bach(segunda esposa de Bach, c. 1730), el de J. P. Kellner (1726), ylos manuscritos de J. J. H. Westphal. Los dos ltimos son vi-dos copistas de la msica del tiempo de Bach. Desafortuna-damente, cada manuscrito contiene errores que proporcionanabundante material de discusin intelectual. Tambin existeuna versin annima del siglo XVIII en Viena.

    La copia de Anna Magdalena Bach contiene algunos erro-res. La de Kellner, realizada en 1726, es ms exacta, aunquefalta una pieza. De todas formas, Anna Magdalena da indi-caciones de fraseo muy valiosas. A pesar de que los estudio-sos afirmen que contiene 117 errores, es la ms frecuente-mente utilizada para realizar nuevas ediciones.

    La primera edicin impresa de estas Suiteses de 1825, enla casa Probst de Viena, bajo el ttulo de Seis sonatas o estudios

    para violonchelo solo. El trmino estudios, aplicado a las so-natas y partitas para violn solo en sus primeras ediciones, esutilizado con fines tanto comerciales como pedaggicos.

    Y adems:La trascripcin para lad, realizada por el propio Bach, de

    la Quinta suite(c. 1730).La primera edicin de Louis Norblin, en Janet et Cotelle,

    Pars (1824).Llegados a este punto, es indispensable aclarar cules eran

    los conocimientos musicales de Anna Magdalena Bach. Era lasegunda esposa de Bach y se haban casado cuando ella tenaslo 20 aos, en 1721. A pesar de ser la hija de un trompetistay de tener una voz agradable, musicalmente era inexperta y nosaba tocar ningn instrumento. Bach haba compuesto paraella el conocido Bchlein, que mucha gente joven ha tocado alcomenzar sus estudios de msica. En un artculo del Diario dela Sociedad Americana de Musicologa(vol. 52, n. 2), MatthewHead hace una comparacin muy juiciosa entre este Bchleiny el que est escrito para el hijo de Bach, de diez aos, Wil-helm Friedemann, casi al mismo tiempo.

    Matthew Head dice que una est destinada a un no pro-fesional/mujer, y la otra a un profesional/varn, demostrandoeste hecho que no tomaban a su mujer tan seriamente comoal muchacho joven. Y que no la consideraba msico experi-mentado ni su propio marido. Por tanto, su copia no puedeaceptarse como referencia, al contrario que la de Kellner, porejemplo, que, a pesar de sus defectos, era el trabajo de unmsico experto y fue creada cerca de la fecha de composi-cin de las Suites.

    A la hora de elegir una edicin para nuestra biblioteca par-ticular, se debera tener muy en cuenta la edicin de Wen-zinger para Brenreiter, puesto que es la ms honesta de lasque se han mostrado. La edicin de Casals-Foley es til paralas ideas musicales. Esta edicin soluciona muchas dificulta-des tcnicas de las Suites. La de Markevitch es til desde elpunto de vista de un estudiante y, cmo no, las de Alexaniany Mainardi son musicalmente interesantsimas por la clari-dad de voces que presentan, especialmente la ltima, ya quemuestran la separacin de voces que subyace en la escrituracontrapuntstica bachiana (fig. 10).

    Pero debemos reconocer que no sobrevive edicin alguna,si est estudiada, sin ninguna marca o anotacin realizadapor el intrprete. Comienza as el proceso de crear nuestrapropia edicin. Para permanecer tan cerca de Bach como seaposible, es de sentido comn comenzar por una edicin queest tan cerca de la original como sea posible (fig. 11). Si nolo hacemos, interpretaremos una interpretacin, que pudo ya

    Fig. 10. Detalle de la divisin de voces en la

    edicin de Alexanian

    Doble voz

    Voz 1

    Voz 2

  • 7/28/2019 La recepcin de las suites para violonchelo solo Julia_Maria_Martinez

    5/7

    59

    haber sido interpretada sobre otra interpretacin, o la edi-cin anterior, y as sucesivamente. Aunque hay solamentealrededor de 95 ediciones publicadas, en realidad hay unaedicin por violonchelista.

    Resulta interesante examinar todas estas nuevas edicio-nes pero, aunque cada una tiene su propia calidad, pocas sonproducto de violonchelistas profesionales con un buen fondohistrico y musicolgico.

    TRANSCRIPCIONESPARAOTROSINSTRUMENTOSOtro aspecto a destacar en este punto es el de la gran canti-dad de transcripciones. Puede que sea esta obra la que cuentecon un mayor nmero de ellas, y para un nmero amplio deinstrumentos. Debemos recordar que existen versiones paratodos los instrumentos de la familia de la cuerda (frotada ypunteada), para todo el viento-metal, viento-madera (excep-to el oboe, del que no conocemos versin alguna), clave ypiano, marimba, instrumentos de reciente creacin (stick), eincluso instrumentos fuera de la plantilla orquestal como lagaita, o versiones orquestadas de la obra (bien para orquestade cmara, bien para orquesta sinfnica), o para conjuntoscamersticos (fig. 12).

    Se observa que no de todas estas versiones existe graba-cin, pues algunos de los instrumentos (clarinete) las utilizana modo de estudio de determinadas tcnicas. Quienes msfrecuentemente las han grabado son los violistas, pues para

    ellos tienen una importancia similar a la violonchelsticacomo obra de repertorio.

    BACHCOMO BSOLa msica para el cine se ve supeditada a las imgenes queacompaa, pone de relieve los distintos aspectos de la ima-gen para guiar al espectador. Toda msica sirve para algo, secompone sabiendo para qu efecto va a provocar segn lasintenciones del director. Desde los tiempos del cine silen-te, la msica se ha incorporado a la cinematografa como unpersonaje ms. Esta funcin est especialmente bien desa-rrollada por el meditativo soliloquio de las Suitesde Bach.Se alzan en una msica no diettica que refuerza el intenso

    discurrir emocional de la escena, acentuando las emocionesque se pretenden transmitir.

    Fig. 11. Edicin de Mainardi de la Suite I. P reludio, de Bach

    En cuanto al anlisis de las diferentes pelculas halladas, esdestacable el sorprendente nmero de filmes que utilizan lasSuitescomo parte de la banda sonora, y subrayable el gustode grandes directores (en especial el director sueco IngmarBergman) por esta msica. Existen hasta hoy (2007) ms decuarenta pelculas (sin contar la conocida versin cinemato-grfica de la obraInspired by Bach, de Yo-Yo Ma) que, en ma-yor o menor medida, incluyen las Suitesen su banda sonora:Master and Commander, Sarabandde Ingmar Bergman,El

    pianistade R. Polanski, Granujas de medio pelo yAnother Wo-man de Woody Allen, Crueles intenciones,Msica del corazn,Hilary y Jackie, La cada de los diosesde L. Visconti, etctera.

    Los datos sobre el anlisis de las distintas bandas sonorasson ciertamente significativos, pues se asocian con una fun-cionalidad esttica determinada, o se yerguen como leitmotivde un personaje o situacin, o se constituyen como vncu-lo temporal entre presente, pasado y futuro. De este anlisispodramos determinar que:

    La versin ms comnmente usada es la original paraviolonchelo solo. Sin embargo, cuando se pretende reforzarla sensacin de majestuosidad, se realiza una orquestacin dela partitura.

    Las suites ms utilizadas son la Primera, en casi la mitadde los filmes analizados, y la Quinta(fig. 13).

    Las danzas ms empleadas son el Preludio (35% de loscasos) y la Zarabanda(33%) (fig. 14).

    La suite suena casi siempre ajena a la imagen y en suversin para violonchelo solo.

    Fig. 12. Manuscrito de la primera transcripcin de la Suite V,BWV, 1011, Laud, realizada por J. S. Bach

  • 7/28/2019 La recepcin de las suites para violonchelo solo Julia_Maria_Martinez

    6/7

    60

    Fig. 14.

    Fig. 15.

    Fig. 13.

  • 7/28/2019 La recepcin de las suites para violonchelo solo Julia_Maria_Martinez

    7/7

    61

    NOTAS

    1 D, Carl: Fundamentos de historia de la msica, Barcelona,

    Gedisa, 1997.

    2 Entrevista a Yo-Yo Ma, en: www.elmundo.es

    Grupo Lacera Telfono 902 190 090 Fax 985 203 720 www.lacera.es e-mail: [email protected]

    Destaca la aficin de Ingmar Bergman por la inclusinde las Suites.

    Se incluye la suite sin justificacin visual en la pantalla(47% de los casos).

    Frecuentemente esta msica se asocia a la familia y a latranquilidad del hogar (hasta en un 29% de los casos).

    La inclusin de las Suitescomo encuadre temporal hacereferencia mayoritariamente a la evocacin de recuerdos y altiempo pretrito (fig. 15).

    Por otra parte, son numerosas las series de televisin(HouseoExpediente X) y los espacios publicitarios en radio ytelevisin que acuden a la inmortal obra, as como tambinlo hacen enperformances(Charlotte Moorman, en Aanchem,Alemania, utiliza en So Langweil Wei Moglich, la Tercera Suitepara violonchelo solo de Bach, fragmentada entre conversacio-nes), e incluso como msica de fondo en videojuegos (GranTurismo IV).

    BACHCOMOFUENTEDEINSPIRACINHa sido especialmente sorprendente encontrarnos a Bach, yen concreto sus Suites para violonchelo solo, comofuente deinspiracin para otras disciplinas artsticas, ya sean obras pic-

    tricas o escultricas, o para la danza. Diversos trabajos y ex-posiciones de Eduardo Chillida estn inspirados o dedicadosal que consideraba su maestro, J. S. Bach. En 1999, NachoDuato realiza una coreografa para un espectculo dedicadoa Bach. En l, una bailarina simula un violonchelo mientrasun bailarn interpreta el papel de violonchelista. En delicaday sinuosa coreografa la hace sonar e interpreta la Suite paraviolonchelo solo de Bach.

    BACHENLAMUSICOTERAPIAPara finalizar, nos referiremos a otro aspecto especialmen-te singular e interesante. El de la influencia de las Suitesenla persona y su empleo en las terapias musicales. Si bien nose puede hablar de datos cientficamente demostrados, que-remos plantear una hiptesis de la que realmente estamosconvencidos.

    Y es que, a pesar de que los musicoterapeutas profesionalesafirman que las terapias son individualizas en funcin de lahistoria sonora del paciente, creemos firmemente en la po-sibilidad de extrapolar las Suites para chelo a terapias genera-les. Esto es, si bien la intervencin de las Suitesde Bach en

    tratamientos paliativos de enfermedades est condicionadapor la historia sonora del paciente, su aplicacin en terapiasde relajacin, concentracin, estabilidad emocional y desa-rrollo intelectual podra generalizarse. Afirmacin que noconsideramos exagerada tras realizar audiciones de las Suitesa grupos heterogneos de personas con el fin de descubrirqu generan en cada individuo. Se comprueba la hiptesisexistente y se descubre que el resultado sobre la persona noslo depende de su propia individualidad, sino tambin,

    y en gran medida, del t ipo de interpretacin. Se muestranms propicias para la relajacin o concentracin las versio-nes romnticas de las Suites, as como ms adecuadas parael fortalecimiento del nimo las versiones historicistas. Encuanto a los tratamientos partiendo de la historia sonora delpaciente, nos encontramos con el caso de Eduardo Chillida.Sus ltimos aos transcurrieron en el tenebroso tnel de lademencia presenil, que se define como sndrome de Alzhei-mer. Desde una fase temprana de su carrera artstica apareceBach y, cmo no, las Suites para violonchelo solo comofuente de inspiracin para su obra. Esto propicia que, du-rante su enfermedad, el tratamiento de musicoterapia parael alzheimer incorporase como parte fundamental la msica

    de Bach y, en concreto, las Suites para violonchelo solo. Se cree,por tanto, que ste es un aspecto que requerira una inves-tigacin ms amplia sobre la trascendencia de las Suitesenel mundo interior de la persona, fundamentada en criteriosclnicos con los que no se ha podido contar en esta ocasin.

    El carcter sublime de las Suites para violonchelo solo deBach trasciende la dimensin puramente esttica de la m-sica, llegando al interior del oyente y tocando su fibra mssensible. Son obras que permiten una amplia gama de per-cepciones, lo que motiva la gran cantidad de grabacionesexistente y permite que cada uno reciba y emita su propiomensaje de las Suites, atendiendo a la subjetividad indivi-dual.