la rana~...- no sabes lo que dices. y deja ya de quejarte, ¿est,1 bien? el bebé rana no probó ni...

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La rana~ . y la serpiente U n bebé rana ih,~ s:iltando por el cam~o, feliz de haber <lejado de ser rcnacua¡o, cu,mdo se cncontro con un ser muy raro arrnstdndo-;c por el piso. Al principio se asustó mucho, pues jamás en su cort,1 vida terrestre habfa visto un gusano tan largo y tan gordo. Adem;1s, el ruido que hacía al meter y sacar la lengua de su boca era como para ponerle la pid de gallina a cualquier rana. Se trataba en \ er<laJ <le un bicho raro, pero tenía, eso sí, los colores más hermosos que el hebé rana había visto jamás. Este vistoso colorido alegró inmensamente al bebé rana y le hizo abandonar de un momento a otro sus temores. Fue así como se acercó y le habló. - ¡Hola!- dijo el bebé rana, con el tono de voz más natural y selvático que encontró-. ¿Quién eres tú? ¿Qué haces arrastrándote por el piso? -Soy un bebé serpiente-. Contestó el ser, con una voz llena de silbidos, como si el aire se le escapara sin control por entre los dientes-. Las serpientes caminamos así. ¿Quieres que te enseñe?

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Page 1: La rana~...- No sabes lo que dices. Y deja ya de quejarte, ¿est,1 bien? El bebé rana no probó ni una sola de las deliciosas moscas que su mamá le tenía para el almuerzo. Se le

La rana~ . ~ y la serpiente

Un bebé rana ih,~ s:iltando por el cam~o, feliz de haber <lejado

de ser rcnacua¡o, cu,mdo se cncontro con un ser muy raro

arrnstdndo-;c por el piso. Al principio se asustó mucho, pues jamás

en su cort,1 vida terrestre habfa visto un gusano tan largo y tan gordo.

Adem;1s, el ruido que hacía al meter y sacar la lengua de su boca era

como para ponerle la pid de gallina a cualquier rana. Se trataba en

\ er<laJ <le un bicho raro, pero tenía, eso sí, los colores más hermosos

que el hebé rana había visto jamás. Este vistoso colorido alegró

inmensamente al bebé rana y le hizo abandonar de un momento a

otro sus temores. Fue así como se acercó y le habló.

- ¡Hola!- dijo el bebé rana, con el tono de voz más natural y

selvático que encontró-. ¿Quién eres tú? ¿Qué haces arrastrándote

por el piso? -Soy un bebé serpiente-. Contestó el ser, con una voz llena

de silbidos, como si el aire se le escapara sin control por entre

los dientes-. Las serpientes caminamos así.

¿Quieres que te enseñe?

Page 2: La rana~...- No sabes lo que dices. Y deja ya de quejarte, ¿est,1 bien? El bebé rana no probó ni una sola de las deliciosas moscas que su mamá le tenía para el almuerzo. Se le

¡St. ~í! exd.1111ú el behe r,ma, 11np11ls.índose h,1tia ,11ril,,1 r1m sur.

do~ brguísim,1s p;1ta, tr:1ser:1s, en senal de alegt í.1

El hclif serpiente k dio entonces un.1s c:uan,.1.., d:ises del ..,u I el"

.11 te de :lrrastr;trsl' por d piso, t:n l'I que n111g1111;1 rnna se h.11>1,1 ,l\ enturado h,1sta en tome..,, Lttt.:go de un par de ho1 ,ls dl' intentos

fallidos, en lo'> que l'l hehe r.111;1 u:wo tierra ¡lOr 111on1one.., \' terminr, ~ .

con la cabeza chn ada en el sucio} sus l:irg.lS pat;1s agitandose ,·n el aire, pudo por fin :nantar algunos rnetn,s, :1u11q11<.' de forma l,ast.lllk

cómica.

-Ahora yo quiero enseñarte :1 s:1lt,1r. ~'Je gu-.t.1rí:1? le pregunto

el bebé nmJ a su nuevo amig-o.

-¡Fncant,Hlo~- repuso el bebé serpiente, haciendo remolinos en

el sucio Je la emocion.

Y el bebé rana le cnscfió entonces al bebé serpiente el difícil arte

de caminar saltando, en el que ninguna serpiente se hahfo aventurado

hasta entonce<;. Para el bebé serpiente fue tan difícil aprender a saltar

como para el hebé rana aprender a arrastrase por el piso. Fueron

precisas más de dos horas para que el bebé serpiente pudiera despegar

del suelo por completo su larguísimo cuerpo. AJ fin lo logró, pero

se veía tan gracioso cuando se elevaba, y chapoteaba tan

fuertemente entre el barro después de cada salto, que los dos

amigos no podían menos que reírse a carcajadas.

Así pasaron toda la mañana, divirtiéndose como enanos y burlándose amistosamente el uno del otro. Y hubieran seguido

todo el día si sus respectivos estómagos no hubieran empezado

a crujir, recordándoles que era hora de comer.

J 1

Page 3: La rana~...- No sabes lo que dices. Y deja ya de quejarte, ¿est,1 bien? El bebé rana no probó ni una sola de las deliciosas moscas que su mamá le tenía para el almuerzo. Se le

D~ la s11biduria popular

~Lo cortes"º quit,1 /o , ,llimte .. _

"Entre gustos

110 hay di)xustos ''.

-¡~os ,cmos m,iñ.ma a la misma hor:1!- dijeron al dcspcdir~c.

-¡ J lola m:uná. mir,1 lo que aprendí ,1 hacer!- gril<> el bebé r.111,1 :ti entrar a su casa. Y de inmediato se puso ,1 arrnstrarsc por el piso,

oqrulloso de lo que hahía aprendido.

-¿Quién te cnsc11ú .i hacer eso?- gritó la 111,1111.í rana furio"ia,

tan furiosa que el hché r.ma qucdf> paralizado del susto.

-Un hché serpiente de colores que conocí cst,1 m:iñana- contestó

atemorizado d bebé rana.

-¿~o sahcs que la familia serpiente y la familia rana somos

cnemigas?-sib11.ii6 tronando mamá rana.-'Ie prohibo terminantemente

que te vuelvas a ver con ese bebé serpiente.

-¿Por qué? -Porque las serpientes no nos gustan, y punto. Son ,·encnosas y

malvadas. Además nos tienen odio. -Pero si el bebé serpiente no me odia. Él es mi amigo. -Replicó

el bebé rana, con lágrimas en los ojos. - No sabes lo que dices. Y deja ya de quejarte, ¿est,1 bien?

El bebé rana no probó ni una sola de las deliciosas moscas que

su mamá le tenía para el almuerzo. Se le había quitado el hambre

y no entendía por qué. (Lo que pasaba era que estaba triste

y no lo sabía).

Page 4: La rana~...- No sabes lo que dices. Y deja ya de quejarte, ¿est,1 bien? El bebé rana no probó ni una sola de las deliciosas moscas que su mamá le tenía para el almuerzo. Se le

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Cu.mdo el hebé serpiente llegc'> ~, ~u c:.1sa, lt m urri<'> .1lgo <.;imilar.

-¿<)uién te ensl'ÚÓ a s.1lt.1r dt e,.1 m:mer.t t,m ndícub?- le

preg1mtú -.u m,m1~1, p:1dndo...,<.: en la cob de la r.1hi.1 .

-l n bebe rana gr,l<.'iosísimo que conocí est:1 111:111:m.L

-¡ Las r.ma'> y las serpientes no pueden ,mcbr 1unt:1s! ¡<)ue

\crgüen1 .. a! ¡L.1 próxima \et qut: te encuL'nllc., con ese hehé r:111:1,

m·,1ulo y cometelo!

-(P01 qué? - pregunto el hchc ser¡m:nte, ,HerrJdo.

-Porqm' bs -.erp1cntc., siempre h.m matado) se h.111 comido a

\.1s ranas .. \s1 \u sido y ucne que -.e~uir sien<lo c.,icmpn:.

"'¡ falta hace decir n)mo se -.111t10 el hebc -;crpicnte de sólo

imaginar-;c mat:mdo a su amigo y luego comiéndoselo como si nada .

. \\ Lha ,iguiente, ;1 b hora de la cita, el bebé rana) el bebé

!'>erpicntc no -;e saludaron. Se nuntu\'ieron alejados el uno del otro,

mirándose con desconfianza) recelo, aunque con una profunda

triste,a en d corazon. Y así ha seguido siendo desde cntonccc.;.

- Cuento trndmon,1/ afi·tcano -

11, 10 1. 21

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