la procesión de retorno de nuestra señora de las nieves

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Inicio de la Subida de la Virgen (2015). APPC Veve Rodríguez Rodríguez La procesión de retorno de Nuestra Señora de las Nieves: el pleonasmo de «subir pa’arriba»

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Inicio de la Subida de la Virgen (2015). appc

Veve Rodríguez Rodríguez

La procesión de retorno de Nuestra Señora de las Nieves:

el pleonasmo de «subir pa’arriba»

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Es 5 de agosto. Alborea el día de Las Nieves. Es el día de la Virgen.

Nuestra Señora de La Palma, la Virgen Madre, después de permanecer durante veinticuatro días en el centro urbano de Santa Cruz de La Palma, extendiendo su manto de auxilio y amparo sobre oriun-dos, residentes y visitantes entre adoqui-nes y gárgolas renacentistas, emprende hoy el tornaviaje a su casa del monte, al Real Santuario Insular de su mismo nom-bre, tras haber recorrido, por última vez en estas Lustrales durante la tarde de ayer, las principales calles de la vieja ciudad en su «procesión de despedida» de la zona sur, ya entonces al abrigo de sus áuricas andas de viaje.

Al alba, la parroquia Matriz de El Sal-vador, tras mantenerse abierta al culto du-

rante toda la noche para quienes quisieran acompañar a nuestra patrona en las horas previas a su partida, despierta para celebrar la primera eucaristía de la jornada a las 6:00 horas, y una segunda que se significa, una hora después, como la misa del adiós hasta que se cumpla otro quinquenio. Tras estos sesenta minutos en los que la emoción no se contiene, el repique alegre de las campa-nas de la vetusta torre negra de la iglesia y cientos de voladores anuncian al cielo y a los presentes la cercana salida del templo de la Dama del Monte y de Las Nieves.

La Virgen, de blanco y oro, asoma sobre los complacidos hombros de sus custo-dios, que la portan conmovidos hasta el rellano de la escalinata de una plaza de España nutrida de autoridades civiles, militares, religiosas, pero sobre todo de gente de a pie turbada por su presencia, al tiempo que recibe los honores del Himno nacional que interpreta, solemne, la banda de música del municipio. En aquel enclave

Loa de Despedida «Ofrenda gentíl» (2015). appc

«Se despidieron y en el adiós ya estaba la bienvenida».

Mario Benedetti

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de tantos encuentros y tantas memorias, una suerte de melancolía se entrevera con el alborozo de los corazones de los que allí concurren: pesadumbre por la despedida, júbilo por haber tenido «en casa» (en la casa de abajo) a la Santa Reina. Todos los ojos lloran. Todas las lágrimas piden, pero, sobre todo, recuerdan.

Comienzan a sonar los primeros acordes sinfónicos de la Loa de Despedida Palmera, ofrenda gentil. Hijos de la isla ejecutan los arpegios de alabanza, mientras las voces blancas y graves del coro del terruño se entrelazan con dulzura y maestría. Huele a La Palma. Huele a la Virgen. A un tiempo, aparece un cuadro visual: distintos perso-najes de las Fiestas Lustrales (una pequeña representación de la Pandorga, del Minué, de la Danza Infantil Coreada, del Carro Alegórico y Triunfal, de los Acróbatas, de los Mascarones, de la Danza de Enanos, del Diálogo del Castillo y la Nave, de la Batalla de Flores y de la Cabalgata Anunciadora),

como un epítome de fantasía, le rinden re-verencia a la santísima en su retorno a casa desde el atrio del ayuntamiento.

Nuestra Señora de las Nieves abando-na en procesión el núcleo de la ciudad y asciende por la calle Anselmo Pérez de Brito entre vítores, lluvias de pétalos y sollozos controlados. Reposteros y da-mascos granates y púrpuras de dorados bordados cuelgan enfrentados de balcones y ventanas. Al llegar a las Cuatro Esquinas, calla la música que la acompaña y una única corneta hace sonar Toque de silen-cio. Dios está cerca. El tiempo se detiene, como se detiene la Virgen para girarse y brindar un último adiós al sur. Se erizan las emociones y se suceden las plegarias. Se nos va nuestra Madre, ya se nos va. Al enmudecer el cornetín, los cañones de su Castillo, a los pies de La Encarnación, expulsan embelesados veintiún disparos de salva que desbloquean la magua y la procesión reanuda su ruta por las calles

Virgen al paso del Cuadro Plástico del atrio de las Casas Consistoriales (2015). appc

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de Baltasar Martín y camino de Velachero hasta alcanzar la urbanización Benahoare.

Allí, en el último enclave urbano de Santa Cruz de La Palma, las corpora-ciones insular y municipal la despiden oficialmente, junto con numerosos niños ataviados con el traje típico que le hacen coloristas ofrendas con tímida pleitesía. Tras discursos y dádivas, el desfile proce-sional, ya sin la presencia de autoridades y sin acompañamiento musical, únicamente escoltada por los peregrinos, prosigue su marcha por el álveo seco del barranco que concluye a las puertas de su santuario.

A mitad del mismo, en la cueva de El Roque, se representa por sus vecinos desde hace nueve décadas la alegoría de José Felipe Hidalgo (1884-1971) del encuentro y fusión de las razas auarita y española, bajo la tutela de nuestra Patrona: «—¡Atrás, atrás, no prosigáis subiendo ese sendero!». Tras la asunción de la divinidad mariana por los benahoaritas, la Virgen de Asieta sigue ascendiendo serpenteante, flanqueada por los morros del barranco, hasta que el Ave María del cuadro plástico representado por niñas de la zona rompe el murmullo cortés de los caminantes. En el preciso instante en que esto sucede, la talla gótica parece tomar vida y ascender con su solo y único esfuerzo el último tra-mo, como una epifanía natural. Más arri-ba, otra Loa estalla, los indígenas hacen resonar, con tambores, bucios y cánticos, Asieta de los Benahoaritas, regocijados en-

tre la presencia y el avance de la Virgen, mientras otros le muestran sus honores descendiendo por los riscos del barranco, deslizándose hasta la explanada de El Se-reno por la madera de sus lanzas. Cientos de palomas —verdad, pureza y fe— ini-cian vuelo entusiasmadas, custodiando a Nuestra Señora de las Nieves hasta su lle-gada a la plaza del Real Santuario Insular a mediodía. La Gran Dama cruza el pórtico del templo entre aplausos y voces con-movedoras. Alguien entona una oración: «Salve, Virgen pura, salve, Virgen madre, salve, Virgen bella, reina Virgen, salve».

La Virgen sigue en casa, solo «subió pa’arriba».

Representación de la «Alegoría de la Conquista» (2015). ja

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Créditos La loa Palmera, ofrenda gentil, compuesta

por Juan Cavallé Cruz, fue interpretada por la Banda Sinfónica de la Universidad de La Laguna, dirigida por Mario Gonzá-lez García, y la Coral Polifónica Isla de La Palma, dirigida por José Manuel González Concepción; coordinó su representación Sergio Armas Pérez. El cuadro visual representado en el atrio del ayuntamiento fue dirigido por Isabel Santos Gómez e Isabel Concepción Rodríguez. En la des-pedida y ofrenda en la urbanización Bena-hoare participaron las aa. vv. Benahoare y La Encarnación, así como el Mercado Municipal de Abastos de Santa Cruz de La

Palma. La alegoría de José Felipe Hidalgo del encuentro y fusión de las razas auarita y española fue dirigida por Miguel Ángel Batista Rey e interpretada por él mismo, José Antonio Clemente Pérez, la aa. vv. El Roque y la Asociación de Recreación His-tórica de la Guarnición del Siglo xviii de Santa Cruz de La Palma «Los doce de Su Majestad» y la colaboración de Víctor J. Hernández Correa. El cuadro plástico en el barranco fue realizado por la aa. vv. El Roque, interpretando el Ave María Irene Martín Castillo. La loa Asieta de los Be-nahoaritas, compuesta, dirigida y cantada por Luis Morera, con la participación de la voz de Daniel Concepción, y de César Cabrera Vargas, Santiago Sicilia Bethen-court y Francisco Medina Concepción con los bucios, así como con Francisco Sicilia Bethencourt, Gaumet González Pérez y Óscar Samuel Pérez Pérez con los tambores, contó con la colaboración y actuación de Natan Teutsch, del Grupo de Danza «Corpus de Mazo», y las jurrias y clubes de salto del pastor canario Gareha-gua, Aifaraga y Jurria Tenerra (El Paso) y El Espigón (Puntallana). La suelta de palomas fue realizada por los clubes co-lombófilos Nuevo Amanecer, Miraflores y Centro Colombófilo de Santa Cruz de La Palma. Acompañaron la procesión la Ban-da Municipal de Música San Miguel y las bandas de cornetas y tambores A. J. Gayfa y Nisamar. Las innovaciones introducidas en este día fueron propuestas por el cro-nista oficial de Santa Cruz de la Palma.

Cuadro Plástico en el barranco de Las Nieves (2015). jfa