la política del gobierno porteño muestra un desprecio de...

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Twittear 1 Recomendar 17 0 Por: Oscar Martínez En relación a los sindicatos no ha hecho cosas muy diferentes de lo que han hecho la mayoría de los gobiernos, pero demostró una fuerte capacidad de imitar todos los vicios conocidos. Sin duda no puede ser comparado con las atrocidades de la dictadura militar, pero la represión es prácticamente su primer reflejo ante cualquier acción colectiva que se articule para cuestionar alguna de sus políticas. La Policía Metropolitana, conformada con lo peor de la Federal, la Bonaerense y los servicios, es una clara muestra de ello. Su intervención en el Parque Indoamericano y recientemente en Parque Centenario exime de mayores comentarios. En nombre de la eficiencia, del manejo "gerencial" y de la "no política", puso en marcha todos los recursos de la peor política, legales e ilegales, legítimos e ilegítimos, para judicializar la protesta social, desconocer o destruir los derechos laborales y cooptar a quien estuviera dispuesto a ser cooptado. Se puede afirmar que la administración macrista ha implementado todas las acciones de discriminación sindical imaginables. A modo de ejemplo pueden citarse las resoluciones de su Ministerio de la Modernización (¿?) que prohíbe la realización de asambleas en los lugares de trabajo, despidos de delegados contratados, traslados de los delegados o de su base, amenazas de no renovación de contratos, los descuentos salariales a los docentes por los días de huelga, el ataque a delegados y activistas en hospitales públicos, las denuncias presentadas contra dirigentes docentes, las multas y denuncias contra el Sindicato del Subte, etcétera. Por una parte, impugna o desconoce a decenas de cuerpos de delegados elegidos por las bases de acuerdo a la legislación vigente, se arroga el derecho de elegir con quienes negocia y con quienes no (es decir que decide en nombre de los trabajadores quien es el representante con quien discutir), reprime las movilizaciones y pretende limitar el derecho de huelga y desconocer a la representación de los trabajadores de Metrovías. Por otra parte se maneja en forma prebendaria con algunos dirigentes o sectores sindicales, cuenta con su “propio” sindicalista-legislador, y realiza todos los acuerdos que sean funcionales a su objetivo de gerenciar una Ciudad como un negocio privado. Tal vez Macri pueda acordar con algunos dirigentes sindicales, pero él y todo lo que representa son enemigos declarados de la organización de los trabajadores y sus derechos. Inicio > Editorial 03.02.2013 | La política del gobierno porteño muestra un desprecio de clase a la organización y acción colectiva No se puede decir que Macri sea original, pero sin duda es coherente. Su posición frente a las organizaciones gremiales, sociales y vecinales, y cualquier forma de acción colectiva autónoma, muestra y resume un profundo desprecio de clase, acorde a una tradición oligárquica que recorre tristemente la historia Argentina.

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Page 1: La política del gobierno porteño muestra un desprecio de ...tel.org.ar/spip/medios/tiempo030213.pdf · legales e ilegales, legítimos e ilegítimos, para judicializar la protesta

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Por:

OscarMartínez

En relación a los sindicatos no ha hecho cosas muy diferentes de lo que hanhecho la mayoría de los gobiernos, pero demostró una fuerte capacidad deimitar todos los vicios conocidos.Sin duda no puede ser comparado con las atrocidades de la dictaduramilitar, pero la represión es prácticamente su primer reflejo ante cualquieracción colectiva que se articule para cuestionar alguna de sus políticas.La Policía Metropolitana, conformada con lo peor de la Federal, laBonaerense y los servicios, es una clara muestra de ello. Su intervención enel Parque Indoamericano y recientemente en Parque Centenario exime de

mayores comentarios. En nombre de la eficiencia, del manejo "gerencial" yde la "no política", puso en marcha todos los recursos de la peor política,legales e ilegales, legítimos e ilegítimos, para judicializar la protesta social,desconocer o destruir los derechos laborales y cooptar a quien estuvieradispuesto a ser cooptado. Se puede afirmar que la administración macristaha implementado todas las acciones de discriminación sindical imaginables.A modo de ejemplo pueden citarse las resoluciones de su Ministerio de laModernización (¿?) que prohíbe la realización de asambleas en los lugaresde trabajo, despidos de delegados contratados, traslados de los delegados o

de su base, amenazas de no renovación de contratos, los descuentossalariales a los docentes por los días de huelga, el ataque a delegados yactivistas en hospitales públicos, las denuncias presentadas contradirigentes docentes, las multas y denuncias contra el Sindicato del Subte,etcétera.Por una parte, impugna o desconoce a decenas de cuerpos de delegadoselegidos por las bases de acuerdo a la legislación vigente, se arroga elderecho de elegir con quienes negocia y con quienes no (es decir que decideen nombre de los trabajadores quien es el representante con quien discutir),

reprime las movilizaciones y pretende limitar el derecho de huelga ydesconocer a la representación de los trabajadores de Metrovías.Por otra parte se maneja en forma prebendaria con algunos dirigentes osectores sindicales, cuenta con su “propio” sindicalista-legislador, y realizatodos los acuerdos que sean funcionales a su objetivo de gerenciar unaCiudad como un negocio privado.Tal vez Macri pueda acordar con algunos dirigentes sindicales, pero él y todolo que representa son enemigos declarados de la organización de lostrabajadores y sus derechos.

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03.02.2013 |

La política del gobiernoporteño muestra un despreciode clase a la organización yacción colectivaNo se puede decir que Macri sea original, pero sin duda es coherente. Suposición frente a las organizaciones gremiales, sociales y vecinales, ycualquier forma de acción colectiva autónoma, muestra y resume unprofundo desprecio de clase, acorde a una tradición oligárquica querecorre tristemente la historia Argentina.