la participación del ejercito en la organización y desarrollo del estado de chile (augusto...

158
REVISTA CUATRIMESTRAL (ORGANO OFICIAL DEL EJERCITO DE CHILE) TERCER CUATRIMESTRE ANO L X X X I 436 1990 NUESTRA PORTADA JOAQUIN PRIETO VIAL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA 1831-1841 ARTIFICE Y CONDUCTOR DE LA 1 a INSTITUCIONALIDAD REPUBLICANA CONSEJO CONSULTIVO -Jefe del Estado Mayor General del Ejército MGL RODRIGO SANCHEZ CASILLAS. 2. —Comandante del Comando de Institutos Militares BGL JAIME CONCHA PANTOJA. 3. Director de Instrucción del Ejército BGL. LUIS CORTES VILLA. 4—Secretario General del Ejército BGR SERGIO MORENO SARAVIA. 5. —Jefe del Departamento Comunicacional del Ejército BGR CESAR STREITT GONZALEZ. CONSEJO EDITORIAL a) Director de la Academia de Guerra del Ejército. b) Director de la Academia Militar Politécnica. c) Jefe de Docencia del Comando de Institutos Militares. d) Jefe del Depto. III del Comité Asesor del CJE. e) Jefe del Departamento Comunicacional del Ejército. f) Jefe de la Sección Relaciones Internas del Departa- mento Comunicacional del Ejército. SUMARIO EDITORIAL —Cumpliendo la misión 3 ACTUALIDAD —La participación del Ejército en la organización y desarrollo del Estado de Chile. CAP. GRAL. Augusto Pinochet Ugarte 5 —El Conflicto del Golfo Pérsico ACAGUE 16 —La Reunificación de Alemania TCL. Juan Carlos Salgado 46 —El temor a escribir MAY. Mario Polloni C 59 TECNICO-PROFESIONAL —Mando, Control y Coordinación a nivel regimentarlo CRL. Juan Emilio Cheyre E 61 —La Evaluación de Proyectos y la Planificación TCL. Carlos Villar R 80 —Nuevas teorías en la búsqueda de una eficiente Orga- nización Militar. MAY. Eduardo Convalía C 89 —Industria Militar y reconversión para fines pacíficos Sr. Nelson Campos 104 HISTORIA Y GEOGRAFIA Centenario de la Guerra Civil der 1891 Srta. Irma Albán Gutiérrez, Profesora de Estado 109

Upload: felipezuritagarrido

Post on 18-Dec-2015

23 views

Category:

Documents


5 download

DESCRIPTION

Perspectiva del dictador sobre el aporte del ejercito en la construcción estatal de Chile

TRANSCRIPT

  • R E V I S T A C U A T R I M E S T R A L(ORGANO OFICIAL DEL EJERCITO DE CHILE)

    T E R C E R C U A T R I M E S T R E

    ANO L X X X I N 4 3 6 1 9 9 0

    NUESTRA PORTADA

    JOAQUIN PRIETO VIALPRESIDENTE DE LA REPUBLICA 1831-1841

    ARTIFICE Y CONDUCTOR DE LA 1aINSTITUCIONALIDAD REPUBLICANA

    CONSEJO CONSULTIVO-Jefe del Estado Mayor General del Ejrcito MGL

    RODRIGO SANCHEZ CASILLAS.2. Comandante del Comando de Institutos Militares

    BGL JAIME CONCHA PANTOJA.3. Director de Instruccin del Ejrcito BGL. LUIS

    CORTES VILLA.4Secretario General del Ejrcito BGR SERGIO

    MORENO SARAVIA.5. Jefe del Departamento Comunicacional del Ejrcito

    BGR CESAR STREITT GONZALEZ.

    CONSEJO EDITORIALa) Director de la Academia de Guerra del Ejrcito.b) Director de la Academia Militar Politcnica.c) Jefe de Docencia del Comando de Institutos Militares.d) Jefe del Depto. III del Comit Asesor del CJE.e) Jefe del Departamento Comunicacional del Ejrcito.f) Jefe de la Seccin Relaciones Internas del Departa-

    mento Comunicacional del Ejrcito.

    S U M A R I O

    EDITORIAL

    Cumpliendo la misin 3

    ACTUALIDAD

    La participacin del Ejrcito en la organizacin ydesarrollo del Estado de Chile.CAP. GRAL. Augusto Pinochet Ugarte 5

    El Conflicto del Golfo PrsicoACAGUE 16

    La Reunificacin de AlemaniaTCL. Juan Carlos Salgado 46

    El temor a escribirMAY. Mario Polloni C 59

    TECNICO-PROFESIONAL

    Mando, Control y Coordinacin a nivel regimentarloCRL. Juan Emilio Cheyre E 61

    La Evaluacin de Proyectos y la PlanificacinTCL. Carlos Villar R 80

    Nuevas teoras en la bsqueda de una eficiente Orga-nizacin Militar. MAY. Eduardo Convala C 89

    Industria Militar y reconversin para fines pacficos

    Sr. Nelson Campos 104

    HISTORIA Y GEOGRAFIA

    Centenario de la Guerra Civil der 1891Srta. Irma Albn Gutirrez, Profesora de Estado 109

  • Direccin de la RevistaBGR. Csar Streitt GonzlezOficial ResponsableCAP. (F) Mara E Gopel FischerAsesora PeriodsticaGabriela Tapia MejaImpresinInstituto Geogrfico Militar

    -Visin estratgica de Bernardo O'HigginsCAP. de Navio Renato Valenzuela Ugarte

    -La Seguridad Hemisfrica: origen, evolucin, pers-pectivas. TCL. Germn Garca Arriagada 1

    "Los artculos son de responsabilidad de sus autores y no representan necesariamente elpensamiento de la Comandancia en Jefe del Ejrcito o la doctrina de la Institucin.

    Se autoriza la reproduccin parcial o total de los artculos de esta Revista. Basta indicarel nombre de la Revista "Memorial del Ejrcito de Chile".

    TT. GG. - INSTITUTO GEOGRAFICO MILITAR DE CHILE - 1990

    N O T A I M P O R T A N T E

    Toda correspondencia y el canje relacionado con esta publicacindebe dirigirse a:

    Comandancia en Jefe del EjrcitoDepartamento ComunicacionalMEMORIAL DEL EJERCITOCorreo 21Santiago de Chile

    La Direccin

  • EDITORIAL

    CUMPLIENDO LA MISION

    Al llegar al ltimo mes de un ao, surgen espontneos los deseos de evaluar elcamino recorrido, analizar los logros, sacar conclusiones enriquecedoras de las difi-cultades enfrentadas y, sin duda, asumir el compromiso de que la tarea que se debeiniciar el ao siguiente sea cumplida con xito.

    Mayor inters alcanzan estas reflexiones en el marco de una dcada que co-mienza y que nos acerca al siglo XXI

    Muchos han sido los acontecimientos que han marcado el devenir de este ao1990. En el curso de ste el Ejrcito de Chile, junto a sus instituciones hermanasde la Defensa Nacional, ha cumplido fielmente las misiones que la ConstitucinPoltica de la Repblica le ha asignado: la defensa de la patria, garantizar el ordeninstitucional de la Repblica y cumplir con su deber como institucin esencial parala seguridad nacional.

    Especial significado tiene el cumplimiento de las misiones antes enunciadas enel contexto global de un ao que enmarca el comienzo de la aplicacin plena de unorden institucional que es fruto de la accin de Gobierno de las Fuerzas Armadasy de las Fuerzas de Orden, y que ha permitido a Chile ubicarse en una posicin deprivilegio para enfrentar el desafo que impone un futuro que nos es cada vez msprximo.

    Hemos asistido al nacimiento de nuevas instituciones, hemos podido ver laaplicacin de novedosos y modernos mecanismos jurdicos que fueron concebidospara fortalecer la libertad y asegurar una evolucin normal y estable en el caminode consolidacin de un rgimen democrtico que fue siempre la aspiracin de lamayora de los chilenos.

    Somos testigos, tambin, del constante desarrollo de la ciencia y de la tecnologa,cuya aplicacin nos abre nuevas expectativas a la vez que nos demanda mayoresexigencias.

    El pas ha apreciado, igualmente, la frrea unidad de nuestro Ejrcito y laabsoluta cohesin de sus cuadros, bajo un mando que cumple con patritico profe-

  • 4sionalismo el rol constitucional que corresponde a la Institucin y que asu-me, dentro de dicho marco, los mltiples desafos que nos impone la horaactual, con la misma entereza, decisin y valenta que distingue a nuestratradicin militar.

    Cada vez resulta ms evidente que el pas mantiene inclume su afectopor sus organizaciones castrenses y comprende el sentido y necesidad deasegurar al Ejrcito, en su carcter de Institucin esencial para la seguridadde la nacin, el respeto a que lo hace acreedor una historia, lejana y reciente,que slo ha brindado gloria y prestigio a la Patria y llena, por lo tanto, delegtimo orgullo a sus integrantes.

    La ciudadana aprecia con nitidez que en ese respeto se funda el caminode la armnica convivencia en la que civiles y militares, como partes de untodo indivisible, sirven a Chile en la consecucin de su prosperidad y gran-deza.

    De ah que los intentos por agraviar a la Institucin, lejos de afectarla,renuevan en ella y en la familia militar toda una conviccin muy profundade que, en definitiva, el pas valora la misin cumplida por su Ejrcito enla gigantesca tarea de restaurar la libertad y el progreso para la Nacinchilena.

    En efecto, esa inmensa obra fruto de tantos aos de esfuerzo y sacrificio,es percibida por el pas entero como un logro que pertenece a todos y que,por lo tanto, no se puede desuanecer sino que por el contrario, debe serfortalecida y proyectada en todos los mbitos jurdico-institucionales.

    En esta tarea de fortalecimiento y proyeccin el Ejrcito debe seguircumpliendo el papel que la Constitucin Poltica le asigna, dentro del marcade un Estado de Derecho que debe preservar las garantas individuales,fortalecer las libertades de la persona y asegurar, a todos y cada uno de losmiembros de la comunidad nacional, su acceso a una realizacin personalms plena y efectiva, sin tener ms norte que la grandeza de la Patria y ebienestar de su pueblo.

    Ya queda atrs un ao que ha tenido una especial significacin paranuestra vida como Nacin.

    Del cumplimiento de la misin que el pueblo encomendara a las FuerzasArmadas y Carabineros de Chile en un pasado reciente, no cabe duda quesurge un pas ms unido, ms fuerte, ms libre y con un mejor futuro.

    El Ejrcito de Chile debe continuar, intransablemente, en el cumplmiento de las misiones que le establece el ordenamiento jurdico-polticodel pas, asumiendo con decisin las exigencias de un mundo en constanteevolucin y acelerado desarrollo, entregando con fidelidad inclaudicablesus valores y principios, y con imaginacin y creatividad, las respuesta,que le exige el desafo del futuro.

  • LA PARTICIPACION DEL EJERCITO EN LAORGANIZACION Y DESARROLLO DEL ESTADO DE CHILE

    Clase Magistral dictada por el Comandante en Jefe del Ejrcito,Capitn General Augusto Pinochet Ugarte, el 17 de septiembreen la Escuela Militar.

    SEORAS Y SEORES:El 12 de Octubre de 1492, Coln des-

    cubre nuevas tierras y, con ello, elmundo del siglo XV ampli sus horizon-tes.

    Desde ese momento histrico se ge-nera una cadena sin fin de incursionesexploradoras para ampliar el horizontedescubierto, as se organizan, una trasotra, expediciones para conquistar y co-lonizar las tierras encontradas.

    Grupos de hombres, vidos de aven-tura y de riquezas, invadieron las co-marcas del imperio azteca y otros pro-gresaron hacia el sur, por la parte occi-dental de nuestro continente.

    Algunos de los conquistadores lleganal Per y no se detienen en el rico terri-torio inca conquistado, ya que, entre s-tos, el lugarteniente de Pizarro, el Capi-tn Diego de Almagro, organiza y enca-beza la expedicin hacia Chile con laintencin de descubrir nuevos espaciosgeogrficos para extraer de ellos la ri-queza que, segn los nativos del Per,en esta zona exista en abundancia.

    En los primeros das de Marzo de1536, la expedicin lleg al valle de Co-piap, despus de cruzar por el paso de

    San Francisco y, ms tarde, alcanz lacomarca del ro Maipo, desde donde Al-magro envi una agrupacin de fuerzashacia el sur, la que, al tratar de ocuparlas tierras aledaas a los ros uble eItata, encontr una resistencia tenaz,que fue creciendo en la medida que con-tinu progresando, tornndose cada dams obstinada y ms fuerte.

    Los informes que Almagro recibi deGmez de Alvarado son decepcionantes,porque slo se habla de la pobreza, dela miseria de los habitantes primitivosy de lo inhspito del paraje, lo que con-duce a Almagro a optar, a fines de 1536,por el regreso al Per.

    Su ambicin por conquistar Chile hafracasado, sin embargo, deja iniciadaslas acciones destinadas a la ocupacinefectiva de este meridional territorio.

    A la poca, han pasado ms de cua-renta aos desde que la corona peninsu-lar ibrica conquistara con relativafacilidad ricos territorios en otras re-giones de Amrica.

    Sin embargo, los intentos por la defi-nitiva conquista de Chile fueron cadavez ms difciles, hasta llegar a una gue-rra que se prolongar por ms de tres-cientos aos, y que vino a concluir slo

  • 6cuando nuestro pas ya era una nacinlibre y soberana.

    En esos largos aos de guerra, el Ejr-cito realista, considerado el mejor de Eu-ropa, fue perdiendo tropas en cantidadesapreciables. No obstante, es importantedestacar que esas mismas fuerzas, ade-ms de las acciones militares de con-quista fueron contribuyendo, desde unprimer momento, a la formacin de unanueva raza.

    Tal como ya he expuesto, la expedi-cin de Almagro no consigui ocupar losterritorios que pretenda conquistar.

    Ello slo fue posible con la venida deun nuevo conquistador, considerado elprimer Gobernador del Reino de Chile,el Capitn don Pedro de Valdivia, cuyapresencia en el pas aport, entre otroselementos de progreso, nuevas costum-bres, nuevas formas de hacer la guerra,nuevos tipos de vivienda, nuevas locali-dades y organizaciones administrativas,a la vez que se mejoraron las vas decomunicaciones, especialmente terres-tres.

    En una palabra, la obra de Valdiviafue sumamente fructfera ya que, ade-ms de los aportes propios de la civiliza-cin, se materializ la fundacin de ciu-dades como Santiago, La Serena, Con-cepcin, La Imperial, Villarrica, LosConfines y los fuertes de Arauco, Tuca-pel y Purn.

    Desde la perspectiva de los conceptosgeopolticos del presente, esas ciudadesy esos fuertes constituyeron verdaderos"polos de desarrollo" en la conquista del"hinterland" del nuevo Reino, los que,impulsados por la autoridad militar yprotegidos por la fuerza a su mando, cre-cieron y se desarrollaron, dando solideza los noveles ncleos de crecimiento.

    De esta forma, dio vida a la organiza-cin poltico-administrativa del territo-rio, sobre cuya base se articul un inci-piente sistema social y se foment la ac-tividad comercial, junto al desarrollo deactividades culturales.

    Tambin se estimul la materializa-cin de los primeros esfuerzos integrado-res de la joven poblacin que reside enesta lejana colonia del Estado Indiano.

    Asimismo, se practicaron iniciativasabsolutamente desconocidas para otrasempresas conquistadoras de la poca, talcomo la enseanza de la lectura, cuyoprimer maestro es el Capelln MilitarRodrigo Gonzlez de Marmolejo, al quese agregan luego los primeros maestrosespaoles, que llegaron del Per.

    El legado de Valdivia no slo fue suobra material sino que a su muerte enla batalla de Tucapel dej una tras-cendental herencia espiritual caracteri-zada, entre otras cualidades, por la so-briedad, el espritu de sacrificio, la sere-nidad frente a la muerte, la concienciadel orden poltico, el respeto a la jerar-qua, el sentido de justicia y la voluntadde vencer, rasgos todos que, con el tiem-po,, pasaron a constituir parte muy im-portante de los valores permanentes dela nacin chilena.

    Ms tarde, sus sucesores en la conduc-cin poltica del Reino siguieron contan-do, para el desarrollo de sus iniciativasen beneficio del progreso del pas, conel apoyo de la fuerza militar, a cuyasfilas se integraron numerosos espao-les, atrados por el incentivo del estable-cer sus hogares en estas tierras y recibircomo premio ya sea solares repartidosen ciudades, chacras, mercedes de tierrao encomiendas de indios.

    Las encomiendas eran numerosas. Te-ner 1. 000 indios se consideraba una can-tidad normal, pues muchas encomien-das superaban los 10. 000.

    Sin embargo, las obligaciones milita-res de quienes las reciban constituye-ron siempre un elemento indispensable.

    Para clarificar el concepto es posiblesealar que las obligaciones militaresde los encomenderos recuerdan, encierto modo, al "servicio de hueste" exi-gido por el seor feudal a su vasallo, conla diferencia que la capacidad de los en-

  • comenderos para mantener soldados asu costa era limitada y, por consiguien-te, buscaban muchas formas de eludirlos pagos.

    En 1561 se inici la insurreccin ind-gena y, ante la gravedad del suceso, elRey pidi al Consejo de Indias que lepropusiera un Gobernador capaz de do-minar la rebelin de los mapuches y esas como, a sugerencia del Duque deFuentes, es nombrado Gobernador delReino de Chile el veterano soldadoAlonso de Ribera, prestigioso oficial quehaba luchado bajo las banderas de lamonarqua en Flandes, Francia y en laInvencible Armada.

    Sin embargo, pese a tan brillantes an-tecedentes, el Gobernador Alonso de Ri-bera no logr inicialmente adaptar estosconocimientos a las habilidades requeri-das para llevar a buen trmino la lucha.

    Por ello es que, durante su perodo de

    gobierno y en el plano militar, debi en-frentar duras contingencias, sobre todopor cuanto el tipo de guerra que l cono-ca no era aplicable a la forma de accinque empleaban las invictas huestes abo-rgenes.

    No obstante, en otros aspectos propiosde su cargo, todas sus experiencias lollevan a efectuar grandes reformas enel sistema defensivo de la colonia.

    Por ello, en vez de fundar ciudades,concibi y llev a cabo la construccinde una lnea de fuertes en los mrgenesdel Biobo, para desde all intentar laconquista de los territorios, an bajo do-minio de los indios.

    En 1603 se crea un Ejrcito perma-nente y remunerado que constituye, en-tonces, la primera institucin armadaprofesional de nuestro historia y, almismo tiempo, de toda Amrica.

    La presencia de un cuerpo armado es-

    7

  • 8table signific liberar a la poblacin delas obligaciones que los alejaban de lasciudades y de los campos en desmedrodel progreso de la colonia y, en se-gundo trmino, contar con elementosprofesionales aptos para la conquistagradual del territorio de Arauco.

    Es importante destacar, adems, quedurante su perodo de gobierno y con elpropsito de aprovisionar tanto a las tro-pas como a la poblacin civil, dispusosiembras y crianzas de ganado con cargoal Fisco, destinando para estos fines laisla Santa Mara y tres estancias: la delRey, otra al sur del Maule y una terceraen Quillota.

    A la vez, se robusteci la industriamanufacturera, al fundarse una fbricade paos en Melipilla, una curtiembreen Santiago y distintos talleres destina-dos al abastecimiento de la comunidad.

    Se destaca, tambin, el hecho que elGobernador Ribera solicit al Rey que,en vez de soldados antiguos, desechos delos tercios espaoles de Europa, le man-dara hombres jvenes y sanos, aunquefuera necesario darles enseanza mili-tar en Chile, sealndole textualmenteen su peticin que "la mitad de los cualesfuesen trabajadores, labradores y traje-sen palas y azadas y otros instrumentosde cultivar la tierra, que la de aqu estan frtil que los aficionara a quedarseen ella".

    Su idea era que, despus de combatiralgunos aos, el soldado se establecieracomo colono y aumentara la poblacincivil espaola en Chile, ofrecindolescomo premio, a los soldados que se dis-tinguieran, la asignacin de indios.

    Hasta el siglo XIX, se suceden unaserie de importantes gobernadores mili-tares que desarrollan una intensa ac-cin formadora de la comunidad nacio-nal chilena, con el permanente apoyo delos hombres de Armas.

    Revisando las administraciones de lapoca, puedo sealar a continuacin al-gunas de sus principales realizaciones:

    - El establecimiento del Cabildo, comorgano representativo de la sociedad,primer signo de participacin polticay social de los habitantes de Chile.

    - La efectiva puesta en vigencia de unsistema poltico-administrativo desti-nado a asegurar un efectivo controldel territorio conquistado y permitirla direccin centralizada de la expan-sin geogrfica prevista;

    - La fundacin de ms de 24 ciudadesy 20 fuertes, sobre cuya base se fueconsolidando la organizacin de la so-ciedad chilena y el desarrollo de nues-tra identidad histrico-cultural.

    - La organizacin, desarrollo y puestaen funcionamiento de un sistema eco-nmico moderno destinado a satisfa-cer las exigencias de vida de la comu-nidad, en cuya estructura la presen-cia militar tena un significativo ca-rcter;

    - La distribucin de la tierra para suexplotacin con un sentido efectiva-mente racionalizador;

    - La construccin de numerosas obraspblicas, especialmente vas de comu-nicacin, en beneficio del transportecomercial;- El desarrollo de un sistema educa-cional permanente, que alcanzaba in-cluso al nivel universitario.

    De lo expuesto fluye esta primera eimportante conclusin:

    Para que Chile haya logrado ser unEstado-Nacin, en el que hoy interac-tan armnicamente todos sus elemen-tos constitutivos fue preciso que, yadesde la poca de la Conquista, los hom-bres de armas lideraran, regularan e im-pulsaran el establecimiento de una so-ciedad nueva.

    Una sociedad establecida sobre un te-rritorio con una peculiar situacin geo-grfica y singulares condiciones geohu-manas, fisiogrficas y de todo orden, queexiga de sus hombres fortaleza, tesn,valenta y visin que fueran capaces de

  • 9lidiar con un medio hostil y desconocido,para as poder superar el desafiante de-rrotero reservado para los fundadoresde una nueva forma de vida.

    Para enfrentar la nueva realidad, loshombres pblicos de la poca estimaronnecesario concentrar los poderes pbli-cos en un solo cargo, que denominaronDirector Supremo.

    En consecuencia, el Padre de la Pa-tria, Libertador General BernardoO'Higgins, debe asumir la conduccinpoltica, en tal calidad, cargo que man-tiene desde el 17 de febrero de 1817hasta el 28 de enero de 1823.

    Durante su fructfera administracin,las realizaciones de O'Higgins fueronnumerosas, destacndose, entre otras:- La proclamacin de nuestra indepen-

    dencia;- La formacin de la Primera Escuadra

    Nacional;- La creacin de las escuelas Militar y

    Naval;- La transformacin urbana y adminis-

    trativa de Santiago;- La organizacin del Servicio Exterior;- La formacin y constitucin de la Ex-

    pedicin Libertadora y su envo alPer; y

    - La Constitucin Provisional de 1818y la Carta Fundamental de 1822 in-tentndose, a travs de esta ltima,transformar la sociedad colonial, aldotarla de caractersticas que la iden-tifican, desde sus comienzos, con losrasgos de la naciente patria chilena.Es posible que ste sea, quizs, el

    aporte ms significativo de aquellos con-quistadores militares que se atrevierona cruzar desiertos y montaas, penetrarbosques y selvas, atravesar pantanos ycerros para legar a esta noble tierranuestra, administraciones prdigas enobras de adelanto fsico, social, culturaly econmico.

    Ese es el Chile que nos leg Espaay, en consecuencia, he tratado de presen-tar, en un breve bosquejo, la participa-

    cin de los hombres de armas en Chile,durante la Conquista y en los aos dela Colonia.

    Muchas materias han quedado sinmencionar, pero de 300 aos de vida deuna nacin slo es posible presentar loshechos ms relevantes, tal como ocurrecon los icebergs en los que sobre lasaguas del mar slo se asoman sus pun-tas, pudiendo apenas estimarse cul se-ra su real dimensin.

    Seoras y seores:

    As llegamos al perodo del inicio dela gesta de la independencia, que permi-tir a la comunidad chilena llegar a seruna nacin libre y soberana.

    Son aos de lucha y de mucho sufri-miento, etapa en la que el Ejrcito pa-triota alcanz una importancia capital.

    Al trmino de la guerra de emancipa-cin y con el triunfo militar definitivosobre las fuerzas realistas en Maip fueposible dejar atrs, en parte, la domina-cin espaola, quedando su presenciareducida slo a la isla de Chilo.

    Al decir de destacados historiadores,cuando evalan la fecunda obra de unsoldado al servicio de su pueblo, O'Hig-gins contribuy decididamente a la mo-dificacin de la conciencia poltica de loschilenos, limando sus aristas colonialesy preparndolos para el ejercicio prc-tico de una ordenada democracia.

    A partir del trmino de su gobierno,en el Estado de Chile se inici un crticoperodo de anarqua, que se prolongardurante siete aos y durante el cual que-daron demostradas las ambiciones y lospersonalismos que caracterizaron lavida poltica del pas de aquel entonces.

    Ese perodo se extendi desde 1823 a1830, y durante ese lapso los chilenoslucharon incesantemente con el fin derecuperar la estabilidad del pas y orga-nizarlo definitivamente.

    Prueba de ello son, por una parte, losintentos de poner en prctica distintos

  • 10

    experimentos polticos, que dieron ori-gen a treinta gobiernos e incluso huboun momento en que la conduccin pol-tica del pas se encontr acfala y, porotra, la promulgacin de dos Constitu-ciones, la de 1823 y la de 1828, ademsdel ensayo federal de 1826.

    No obstante, durante estas perturba-ciones, el Ejrcito desarroll importan-tes acciones para reafirmar nuestra so-berana y la integridad territorial, comopor ejemplo, a fines de 1825, el GeneralRamn Freire en el cargo de DirectorSupremo organiz la segunda campaapara independizar los territorios deChilo.

    Cumple exitosamente su misin, ydespus de triunfar en las batallas dePudeto y Bellavista, el Ejrcito logra in-tegrar dicha regin a nuestro soberanoterritorio, con lo que malogra otros inte-reses extranjeros en la zona.

    Pese a esta favorable condicin, deter-minadas acciones polticas dividen- alEjrcito, producindose la Revolucin de1828, la que culmin con el triunfo delGeneral Prieto en la batalla de Lircay,quien dado el apoyo que le brind lafuerza militar que comanda y las nor-mas que estableci la Constitucin de1833, cont para el ejercicio del cargode Presidente de la Repblica con el res-paldo suficiente para aplicar sus precep-tos.

    El decenio del General Prieto se carac-teriz por el gran espritu de moral c-vica y patriotismo. Siempre procuraproximarse al bien mediante la justi-cia. Detestaba todo lo que pudiera daarla integridad de la nacin, en una pala-bra, fue un gobierno fuerte y centraliza-dor, cuyos miembros fueron modelos deprudencia, dignidad y firmeza, con unrechazo, en forma inflexible, de los abu-sos y el desorden.

    Durante este gobierno se destaca elgobernante impersonal y en el alma ciu-dadana se anida el sentimiento por elrespeto a la autoridad y al poder estable-

    cido, con independencia de quienes loejercieran.

    Debemos tambin sealar que el paslogr erigirse como actor independientey respetado en el sistema internacional,antes que lo lograran otros Estados na-cidos a la vida independiente de estaAmrica hispana, y ello fue posible gra-cias a la presencia militar en la faseformativa de la sociedad, por cuanto lasactuaciones militares fueron vitalespara el propsito de dar fuerza y legiti-midad a un orden poltico y social quefuera modelo para los pueblos que emer-gieron como naciones libres en similarperodo.

    Ahora bien, entre los aspectos origi-nales de la poltica chilena se encuentrael establecimiento de un gobierno si-tuado por encima de todos los grupos,banderas e intereses y que, en conse-cuencia, se constituy como rbitro im-parcial de las luchas sociales.

    Se trat de un gobierno autoritario eimpersonal, enmarcado estrictamenteen la ley. Es la sntesis ms elocuentede una creacin que fue capaz de cam-biar la vida poltica chilena, asegurn-dole un desarrollo donde rein el ordeny la libertad.

    La encarnacin humana de ese rgi-men es el Presidente de la Repblica,autoridad que goza de amplios poderes.

    Mas, junto a esas potestades y al reco-nocimiento de la ciudadana, tan pode-rosa autoridad tena, sin embargo, dosgrandes lmites provenientes del Dere-cho. El primero, que su calidad como taltena un carcter temporal y, el segun-do, que deba someterse a lo dispuestopor la Constitucin Poltica y las leyes.

    Como consecuencia de estas favora-bles caractersticas, entre los gobiernosde los Presidentes Prieto y Balmaceda,transcurrieron sesenta aos de progresoy avances de todo orden en nuestro pas.

    Hubo estabilidad y progreso en lo eco-nmico; avances notables en lo culturaly en lo educacional; se logr la victoria

  • en dos guerras exteriores dificilsimas;se pacific y se coloniz la Araucana;se adquiri y explot el salitre; y reinel orden y la paz social.

    En esa beneficiosa condicin, el Ejr-cito actu como importante elemento deseguridad para mantener la soberanadel territorio.

    En efecto, frente a los intentos hege-mnicos del Mariscal Santa Cruz fue ne-cesario su empleo con el objeto de impe-dir que se llevaran a la prctica sus am-biciosos planes.

    Fue as como el gran triunfo obtenidopor nuestras tropas al mando del Gene-ral Manuel Bulnes permiti no slo re-poner las condiciones de equilibrio en elsistema sudamericano, sino que sirvipara grabar a fuego, en las mentes ycorazones de los hijos de esta tierra, elsentimiento del ser nacional.

    En definitiva, la accin brillante del

    11

    Ejrcito, la certera conduccin militardel General Bulnes y ms tarde suobra como Presidente de la Repblicapermitieron reiniciar el desarrollo pol-tico, social y econmico bajo un ordena-miento institucional estable, ejemplo enAmrica.

    Pese a las favorables condiciones parael desarrollo y la estabilidad ya expues-tas, el pas fue afectado por determina-das tensiones polticas y sociales, cuyascausas son de la ms diversa ndole, lasque se tradujeron en fallidos intentosinsurreccionales.

    Asimismo, Chile debi asumir losefectos de la Guerra del Pacfico que, ajuicio de numerosos historiadores, signi-fic el acontecimiento ms importanteocurrido en el mbito de las relacionesinternacionales en Amrica del Sur.

    Desde el punto de vista que nos ocupa,el triunfo obtenido por nuestras tropas,

  • 12

    al mando del General Manuel Baqueda-no, provoc hondas transformaciones enla vida nacional.

    Entre las de mayor incidencia en eldesarrollo del Estado estn:- La transformacin sustancial de su

    territorio incorporando lo que hoy re-presenta parte importante de las I yII Regiones;

    - El cambio radical de la fisonoma eco-nmica de la sociedad, al iniciarse elproceso de industrializacin;

    - El nacimiento de la iniciativa privadacomo primer motor de la explotacinde la riqueza salitrera, expandin-dose luego a todas las actividades na-cionales; y

    - Junto a lo anterior, la movilidad so-cial se vio acrecentada por el espritusolidario y las convicciones democr-ticas que el conjunto de transforma-ciones sealadas, significaron para elChile de entonces.La Guerra del Pacfico, en sntesis,

    signific uno de los mayores triunfos queuna fuerza militar puede ofrecer a supueblo. Ella representa la prueba msirrefutable de que la realidad econmi-ca, social, poltica y cultural de esta na-cin, no sera lo que hoy nos enorgullece,sin el aporte incalculable de sus hom-bres de Armas.

    Sin embargo, la guerra no apart a laInstitucin de sus responsabilidades ha-cia el interior del pas.

    Por el contrario, la accin destinadaa la pacificacin de la Araucana conti-nu intensamente y, aun cuando el pasy sus fuerzas militares debieron dedicarsus esfuerzos prioritariamente a la gue-rra, el Ejrcito a la vez progres desdela lnea del Biobo a la del Malleco, yms adelante a la del Cautn.

    Asimismo, en la zona austral del terri-torio nacional, el Ejrcito haca impor-tantes esfuerzos para tomar posesinefectiva de las tierras que Espaa legaraa Chile.

    Por ello fue trascendente la participa-

    cin del Ejrcito en estas tareas. Les re-cuerdo que los tres primeros Gobernado-res de Magallanes fueron Oficiales enServicio Activo y al ltimo de ellos, elTeniente Coronel Jos de los SantosMardones, le correspondi decidir la ac-tual ubicacin de la ciudad de PuntaArenas.

    Mientras stas y otras acciones erandesarrolladas por el Ejrcito en bien dela comunidad nacional, diferentes acto-res o grupos buscaron la transformacindel rgimen presidencial de gobiernoque imperaba, por uno de carcter par-lamentario.

    Fue as como estos intereses polticoscontrapuestos condujeron a la GuerraCivil de 1891, conflicto que concluy conel triunfo de los congresistas, en las ba-tallas de Concn y Placilla, costando alpas alrededor de 10. 000 vidas y al Fiscoms de 100 millones de pesos de lapoca.

    A partir de 1891, se inici en Chileun perodo histrico que es conocido conel nombre de "Repblica Parlamenta-ria", el cual constituye, segn lo hanrecogido nuestros anales, uno de los msestriles de nuestra vida nacional.

    En este ambiente, caracterizado porla inestabilidad, se empezaron a produ-cir los primeros movimientos sociales,destinados a presionar a las autoridadespara que adoptaran medidas que dieranreal satisfaccin a urgentes demandasde la ciudadana, como era la promulga-cin de las leyes sociales largamente de-tenidas en el Parlamento.

    Por su parte, al interior de los cuerposarmados, como en otros sectores de lasociedad, se sentan las consecuenciasdel desinters parlamentario por lossueldos, las promociones, los ascensos ylos recursos materiales necesarios parael eficiente ejercicio de la profesin mi-litar.

    Este ltimo aspecto incida, enorme-mente, sobre la calidad de la instrucciny el entrenamiento que deba entregarse

  • 13

    a la conscripcin anual, que desde 1900y en cumplimiento de la ley de ServicioMilitar Obligatorio, concurra a loscuarteles a cumplir con esta exigencia.

    Se produce, en definitiva, el pronun-ciamiento militar del 5 de septiembrede 1924, y como consecuencia de l, lasFuerzas Armadas, junto con asumir res-ponsabilidades directas de gobierno,permiten que el 8 de septiembre serena el Congreso y se promulguen losproyectos de leyes pendientes, entreellos el Cdigo del Trabajo.

    Durante su gestin, facilitan el re-torno del Presidente Arturo AlessandriPalma, y con ello la posibilidad de ponertrmino al "parlamentarismo", a travsde la consagracin de un "sistema presi-dencial de gobierno", expresado en laConstitucin Poltica de 1925, CartaFundamental cuya aprobacin se consi-gue, al igual que con las leyes socialesdetenidas en el Parlamento, mediantela exigencia de la autoridad militar.

    He aqu otra importante actuacin delEjrcito, en orden a sealar el rumboque permitiera separar una etapa degran convulsin interna y estanca-miento socio-econmico.

    Gracias a esa oportuna intervencinmilitar, Chile pudo retomar la senda delprogreso y del orden que le haba permi-tido alcanzar un lugar de prestigio enAmrica.

    La Constitucin de 1925 asign a lasFuerzas Armadas un papel escueto, li-mitndose a sealar que "la fuerza p-blica es esencialmente obediente. Nin-gn cuerpo armado puede deliberar".

    Pese a esta discreta referencia consti-tucional, las Fuerzas Armadas fueronfrecuentemente requeridas por los dis-tintos gobiernos, para superar determi-nadas situaciones de conflicto interno,lo que se inserta dentro de su rol propioen la sociedad y, en consecuencia, se lesexigi actuar en el plano institucional.

    Hay innumerables situaciones queprueban lo dicho, como por ejemplo:

    - La decisin del Presidente AlessandriPalma quien, en 1936, emple lafuerza militar con el objeto de "recu-perar la estabilidad poltica de la so-ciedad nacional", amenazada a partirde una huelga ferroviaria y otras si-tuaciones de gran agitacin interna;

    - La utilizacin combinada de mediosdel Ejrcito, la Armada y Carabinerospara sofocar los intentos rebeldes defebrero de ese mismo ao;

    - La resolucin del Presidente AguirreCerca quien, al mes de asumir sucargo y ante el sismo que destruyChilln y Concepcin, dispuso el em-pleo de las Fuerzas Armadas, conven-cido de que eran las nicas organiza-ciones nacionales capaces de enfren-tar con xito los desafos de tan com-prometida situacin.En fin, sera demasiado extenso citar

    cada una de las oportunidades donde lasFuerzas Armadas, y en particular nues-tra Institucin, se ha empleado en asun-tos de responsabilidad pblica.

    Sin embargo, no podramos dejar derecordar en esta ocasin el papel desa-rrollado por las Fuerzas Armadas du-rante el gobierno que rigi los destinosde Chile entre 1970-1973, el cual, antela grave crisis en que se encontraba elpas, convoc a los Comandantes en Jefeinstitucionales a que integraran el Ga-binete Ministerial, como una forma debuscar superar la difcil situacin.

    En aquella oportunidad el Gabinete,que fue denominado de "Seguridad Na-cional", no logr concretar la intencindel gobernante y, por el contrario, la cri-sis progresivamente se agudiz, hastahacerse insostenible.

    Pese a todo, las Fuerzas Armadas co-laboraron con las autoridades estableci-das, sin dejar de representar la posicininstitucional en cada caso que fue nece-sario.

    Como es por todos conocido, el 11 deseptiembre de 1973, las Fuerzas Arma-das y Carabineros asumieron la conduc-

  • 14

    cin suprema de los destinos de la nacinchilena.

    Durante la gestin de nuestro gobier-no, los hombres de Armas y sus institu-ciones participaron, directa e indirecta-mente, en las ms diversas tareas, des-tinadas a conseguir los objetivos que nospropusiramos al asumir el mando su-premo de la nacin.

    Hoy nadie puede dudar que su presen-cia tuvo significativa importancia en lasdecisiones fundamentales adoptadas yen las acciones emprendidas para mate-rializar, eficientemente, el compromisohistrico que se asumi.

    As, por ejemplo, en el caso del Ejrci-to, motivo central de esta clase, algunosde sus integrantes participaron en laconcepcin y materializacin de los prin-cipales contenidos sobre los cuales seedific el orden institucional de la Rep-blica.

    En tal sentido, su aporte fue de unvalor incalculable, partiendo desde laDeclaracin de Principios en el ao 1974hasta la Constitucin Poltica que hoyrige el desenvolvimiento nacional.

    Con su esfuerzo, junto al de todos loschilenos, fue posible, en definitiva, lle-var a la prctica un rgimen plena-mente democrtico, acorde con la reali-dad social chilena y con los avances delmundo contemporneo.

    Otros tuvieron una importante parti-cipacin en la definicin y aplicacin delplan econmico que pusiramos en mar-cha, sistema que, en forma unnime, hasido reconocido como el camino adecuadopara los pases en vas de desarrollo.

    Lo que es ms, estas normas permitie-ron avances sustantivos, para conseguirque la sociedad chilena pudiera alcanzaruna posicin expectante frente a la posi-bilidad real de dejar atrs el subdesarro-llo y alcanzar los niveles de progresoque se merece.

    A lo anterior, se une la participacinactiva de miembros del Ejrcito en labo-res del campo de accin social, destina-

    das al mejoramiento de las condicionesde vida de los chilenos.

    En esta tarea fundamental, radicadaen la puesta en vigencia de planes y po-lticas gubernamentales en las distintasreas, esos soldados tuvieron especialdedicacin para generar las solucionesms adecuadas, dentro de las capacida-des propias de nuestra sociedad.

    En una dimensin fsica, el aporte delEjrcito al desarrollo del Chile contem-porneo se refleja, entre otras muchasrealizaciones, en el diseo y construc-cin de obras viales de especial significa-cin, a lo largo de todo el territorio.

    En ello, se destacan los valiosos servi-cios prestados en las titnicas obras deconstruccin de la Carretera Longitudi-nal Austral y sus caminos transversalesdonde, gracias a su esfuerzo y sacrificio,fue posible sacar del aislamiento a hijosde este suelo que no tenan la ms m-nima esperanza de lograrlo.

    Gracias a esto, pudo ampliarse el"hinterland" de Chile, creando el espa-cio necesario para que, a mediados y fi-nes del siglo XXI, se cobijen futuras po-blaciones.

    Por ahora, esas mismas vas de comu-nicacin permiten radicar un nmeroimportante de colonos en sectores de di-fcil acceso, con lo cual no slo se les diouna oportunidad de contar con la propie-dad de la tierra, sino que el pas con supresencia va logrando una mejor distri-bucin demogrfica y consolida su sobe-rana posicin en esas latitudes.

    Lo anterior, fue posible en gran me-dida gracias a los hombres de Armasque, tal como ayer, hoy y siempre, sehan interesado en asimilar una alta pre-paracin intelectual, probando, de caraa la Nacin y en cargos pblicos trascen-dentes, su real calidad profesional.

    Ello no es sino el reflejo de la filosofainstitucional que inspira a los cuerposarmados, como asimismo de sus clarosy definidos principios doctrinarios, quereflejan un espritu y unos valores mora-

  • 15

    les fundados, por sobre todo, en una tra-dicin de honor donde el amor a la patriaocupa un lugar principal, de cuya histo-ria y destino son celosos guardadores.

    Por todo ello, no debe extraar que enel articulado de la Constitucin Polticahaya quedado expresamente establecidoque:

    "Las Fuerzas Armadas existen parala defensa de la patria, son esencialespara la seguridad nacional y garantizanel orden institucional de la Repblica",tarea esta ltima a la cual se integraCarabineros.

    Es ste el mejor reconocimiento ciu-dadano al hecho de que las Fuerzas Ar-madas son parte fundamental de la na-cin y tienen, por ende, un deber inelu-dible frente a su destino!

    SEORAS Y SEORES:

    Lo expuesto precedentemente intentacompendiar, en apretada sntesis, elaporte de los militares a lo largo de nues-tra historia, resaltando su contribucinpatritica para participar en la consoli-dacin del Chile del presente.

    Un Chile en el que la experiencia delEstado constitucional es mirada con ad-

    miracin por otras naciones, as como elnivel de desarrollo alcanzado por sus es-forzados habitantes.

    Por consiguiente, toda la inmensaobra del Ejrcito en beneficio de la orga-nizacin y desarrollo del Estado nacio-nal, a travs de la historia, aparece su-bordinada, exclusivamente, a la necesi-dad de asegurar la dignidad, la integri-dad, la libertad y la independencia sobe-rana de la Patria, pilares sobre los quese ha edificado nuestra vida republica-na.

    Bajo esta perspectiva, podemos com-prender por qu razn los objetivos delEjrcito se encuentran comprometidoscon los grandes y permanentes interesesde la patria y, por consiguiente, las vir-tudes de la lealtad, la obediencia y ladisciplina, que caracterizan la vocacinmilitar, slo se explican al servicio deesos superiores intereses.

    Tal compromiso abarca a todos los in-tegrantes de la nacin; pero, en el casode los militares, adquiere ribetes parti-culares, toda vez que el inicio de nuestracarrera est marcado por un juramentode servicio y de entrega a la patria, quese superpone a todo inters o ambicinpersonal y que lleva, incluso, al sacrifi-cio de la propia vida cuando ello se tornanecesario.

  • EL CONFLICTO DEL GOLFO PERSICOACADEMIA DE GUERRA DEL EJERCITO

    INTRODUCCION

    EL PRESENTE trabajo tiene por objeto reunir en un solo documento aquellosaspectos descriptivos histricos, antecedentes geopolticos y poltico-estratgicos yuna secuencia general de acontecimientos, que permita al lector, al trmino deste, formarse una idea de cual ha sido el desarrollo de este conflicto, transcurridostres meses desde su inicio.

    Para el desarrollo de lo anterior, en una primera parte se entregarn antece-dentes referidos a la situacin geogrfica, la sntesis histrica y la importancia queha tenido a travs del tiempo esta zona, de permanente inters mundial.

    Posteriormente, se citarn los aspectos geopolticos ms resaltantes del reay sus repercusiones producto del hecho que actualmente nos preocupa.

    Finalmente, se pretender hacer un ordenamiento secuencial de los principalesacontecimientos que estn marcando este conflicto, para terminar con algunasconclusiones que, conforme al desarrollo de ste a la fecha, sea pertinente destacar.

    Cabe hacer presente que en atencin a lo extenso del tema y a la necesidad deque el lector se introduzca en la materia, el presente anlisis no consider aspectosestratgicos ms especficos como objetivos, anlisis del escenario y las fuerzas,cursos de accin posibles, maniobras y otras de ese carcter que significan unaapreciacin completa y detallada, objeto de otro trabajo.

    CAPITULO I

    "El Medio Oriente en general y caractersticas geogrficas e histricas de lospases involucrados en la crisis".

    A. El Medio Oriente en general.El Medio Oriente ha constituido en el transcurso de la historia un rea de gran

    importancia Estratgica y Geopoltica. Lo anterior ha significado que parte impor-tante de los imperios de la antigedad, como los babilonios, egipcios, griegos, roma-nos, rabes, turcos, etc., hayan buscado su mantencin o conquista a travs de lasarmas.

    El Medio Oriente se caracteriza, adems, por su importancia geoestratgica ygeoeconmica. Ha sido el punto de contacto tradicional entre Europa, Asia y Africa,siendo paso obligado entre el Mediterrneo, el Mar Rojo y el Golfo Prsico.

  • 17

    Actualmente, despus de la apertura del Canal de Suez y del aparecimientodel petrleo en el sector, que contiene ms del 60% de las reservas del mundo, seha constituido como un rea de tensin que ya ha sido testigo de innumerablesconflictos blicos entre sus habitantes.

    Las guerras entre rabes e israeles, los problemas suscitados al interior delLbano, la intervencin Siria en este pas, la problemtica palestina, la guerraentre Irn e Irak y ahora el conflicto en el Golfo Prsico hacen de esta zona unsector del planeta de permanente agitacin y es difcil predecir qu suceder en elfuturo.

    Se suma a lo anterior, la importancia ideolgica del rea en la cual se renensmbolos y ciudades como Jerusaln, La Meca y Medina, las que representan en smismas, y por su relacin con importantes hechos y personajes, una enorme trascen-dencia religiosa.

    B. Antecedentes geogrficos de Irak y Kuwait.

    1. Irak. El pas es esencialmente llano, dominado por los valles de la reginde Mesopotamia. Los ros Eufrates y Tigris nacen en las montaas orientales delAsia Menor (montes del Kurdistn) y se unen cerca del Golfo Prsico, en Shatt-el-rab. La regin es inundada peridicamente por los ros, desbordados, y presenta

    cinagas y lagunas frecuentes; al Sur-Oeste del Eufrates se extiende un grupo demesetas calcreas donde predominan la estepa rida y el desierto, que por el Surenlaza con el desierto de Siria.

    Aunque la mayor parte de los ingresos provienen del petrleo, un 50% de lafuerza laboral se dedica a la agricultura (mayor exportador de dtiles en el mundo).Irak es uno de los pases ms clidos del mundo en verano, pero los inviernos sonbastante fros.

    Tienen un rea de 434. 924 Km2, organizado polticamente en 15 provincias ytres regiones autnomas. Posee una poblacin de 17. 553. 000 habitantes. Su capitales Bagdad y dentro de las ciudades ms importantes destacan Basra o Basora,Morul e Irbil.

    Cabe hacer notar tambin que su moneda es el dinar y que el 95, 8% de supoblacin profesa la religin musulmana.

    2. Kuwait: El territorio es desrtico y llano, roto ocasionalmente por colinasbajas y leves depresiones. El Jar-az-Zawr al Nor-Oeste de la Baha de Kuwait seeleva slo a 145 metros de altitud. En las costas existen algunas zonas pantanosasy hacia el interior slo cuencas desrticas que se llaman playas y se llenan de aguaton las lluvias del invierno. El territorio est asentado sobre un inmenso mantode petrleo; ste, junto al gas natural, ha transformado al pas en uno de los demayor ingreso de dlares por habitantes en el mundo (US$ 14. 270 p/h. ).

    Las mayores islas son las de Budivn y el Warbah, ambas deshabitadas, y laisla de Faylakah. El clima es semitropical, algo moderado en las costas.

    El agua para uso domstico se obtiene a travs del proceso de desalinizacindel agua del mar. Importa la mayora de los alimentos y exporta petrleo, en unporcentaje importante a EE. UU. y pases de Europa. Sus reservas se estima quepodran asegurar una produccin de a lo menos 140 aos ms.

  • 18

    Su poblacin alcanza a 1. 873. 000 habitantes, de los cuales aproximadamente700. 000 son kuwaites, ya que existe un gran nmero de extranjeros contratadospara realizar la mayor parte de los trabajos. Su rea alcanza a 17. 818 km2, y dentrode las ciudades ms importantes encontramos Salmiya, Hawalli y Al Jahrah y sucapital es Al Kuwait. Su organizacin poltica es en cuatro distritos.

    Su idioma oficial es el rabe y el 95, 1% de sus habitantes profesa religinmusulmana.

    C. Sntesis histrica de Irak y Kuwait

    1. Irak. Esta es una regin que perteneci a la antigua Mesopotamia. En losaos 1534-35, Solimn el Magnfico conquista esta regin del mundo, la cual va aquedar bajo el dominio del imperio otomano, hasta el ao 1818.

    A partir de esta fecha, gran parte del Medio Oriente queda bajo el dominio deFrancia y Gran Bretaa. Irak queda bajo la influencia de este ltimo Imperio. En1921 la sublevacin popular obliga a los britnicos a conceder cierto grado deautonoma al pas. El emir Faisal, de la casa hachemita de Heyez, es elevado altrono. En 1932 el pas asume su plena independencia.

    En 1945, Irak se une a la Liga Arabe y a la O. N. U. En 1958 un golpe militaroriginado por el general Abdul Karin Kassem proclama la Repblica; el rey FaisalII es asesinado y promulga una nueva Constitucin.

    Despus de una serie de movimientos polticos y de conflictos blicos, en 1979, ise retira el presidente Al-Bakr y es sucedido por Saddam Hussein.

    En 1980 Irak cancela el acuerdo de 1975, por el cual cedera el estuario deShatt-el-Arab a Irn y se inicia el conflicto blico entre ambos pases que terminaraen el ao 1988.

    Se estima importante es este momento citar una breve resea del personajeque aparece como relevante dentro de este conflicto, cual es el presidente de Irak,Saddam Hussein.

    Saddam Hussein nace en Tahorit, un poblado a orillas del Tigris el 28 de abrilde 1937. Su verdadero nombre es Sadam el Takriti. A los 18 aos ingresa a lasfilas del Baas, partido poltico en el que se destaca por su accionar. Luego departicipar en un fallido atentado contra el gobernante de entonces, el generalKassem, huye a Siria, y luego a Egipto pas donde comienza a estudiar Derecho.

    Vuelve posteriormente a Bagdad en 1963 donde toma el control del partidoBaas, el que asume el poder en 1978. El 16 de julio de 1979 el Presidente Al-Bakrdimiti por razones de salud y Hussein asumi el poder.

    Se dice que Saddam Hussein Takriti quiere emular al gran rey Nabucodonosor,de Mesopotamia, que seis siglos antes de Jesucristo gobern lo que hoy es Irak,Kuwait, Siria, Israel, Jordania y Lbano.

    Encabezando Hussein un gobierno autoritario, aplica un programa destinadoa elevar el nivel de vida de los iraques, otorgar medicina y educacin sin costo,fomentar las obras pblicas y la construccin de viviendas y hospitales, y brindaragua y electricidad para toda la poblacin.

    Cul sera, entonces, su gran ambicin?

    Al parecer "Unir bajo su mano a todo el mundo rabe y convertirse en elguardin del Golfo Prsico".

  • 19

    2. Kuwait. Este pas nace en el siglo XVIII y es fundado por los anaizos deArabia Central.

    Durante el siglo XIX, Kuwait recurre varias veces a la proteccin britnicacontra turcos y wahabitas. En 1899, temeroso de una posible ocupacin turca, elJeque Mubasak suscribe un protectorado con el Reino Unido.

    En 1934 y durante el gobierno del jeque Ahmad-el-Jabir, se inicia la prospeccinde petrleo.

    Es importante destacar que desde 1756, Kuwait est gobernado por la dinastaAl-Sabah.

    El 19 de junio de 1961 Kuwait obtiene su independencia, pero su soberana noes reconocida hasta mayo de 1963, en que Irak renunci a sus posibles derechos.

    El nuevo Estado se enfrent a numerosos problemas. Por un lado estaban lasreclamaciones territoriales de Irak, quien deseaba la totalidad del territorio quehasta 1899 haba formado parte del Vilayado de Basora. Por otro lado, Arabia pidila zona del Sur de Kuwait, en un litigio que no se solucion hasta 1966.

    La Constitucin de Kuwait data de 1962; sta establece que el Jefe de Estadoles el Emir, elegido entre los miembros de la familia real. El actual Emir, Yaherel Ahmad al Sabah, naci en 1926, en la capital del pas. Durante su infancia yjuventud adquiri conocimientos en distintas ramas universitarias, aunque se es-pecializ en el estudio de la religin musulmana y la lengua y literatura rabe.

    En 1973, Kuwait tom parte en la guerra rabe-israel del Yom Kippur. Y en1980 prest su apoyo a Irak en la guerra contra Irn, pas que en 1987 bombardeen repetidas oportunidades su territorio.

    En julio de 1986 el Emir decret la disolucin del Parlamento, desapareciendoas la nica asamblea parlamentaria que exista en las monarquas rabes delGolfo. Sin embargo, en junio pasado, permiti de nuevo la eleccin de 75 miembrospara la Asamblea Nacional, con el fin de sentar las bases de la futura democracia.

    En 1934 la British Petroleum Company y la Gulf Oil Corporation of America,asociadas con el nombre de Kuwait Oil Company, obtuvieron la concesin para labsqueda y explotacin petrolfera en el suelo y en las aguas territoriales de Kuwait.

    El petrleo de Kuwait, descubierto en 1938, contribuy en gran medida acompensar el mercado mundial de la desaparicin del petrleo iran al ser naciona-lizado ste a comienzos de los aos cincuenta.

    CAPITULO II

    "ANTECEDENTES GEOPOLITICOS"

    ANALISIS GEOPOLITICO DEL GOLFO PERSICO

    1. Algunos cambios en el enfoque geopoltico de la regin.Los cambios ocurridos en el mundo en este ltimo perodo, especialmente los

    que dicen relacin con una nueva estructuracin y ordenamiento de fuerzas polticasy estratgicas, obligan a replantear a su vez el enfoque con que tradicionalmentese estudiaban los problemas que acontecan en el Medio Oriente, el cual por ciertoincluye el Golfo Prsico.

  • 20

    En efecto, teoras en relacin a este tema, tales como la de Saul Cohen (1)aparecen en la actualidad bastante desvalorizadas, si no por lo menos cuestionadas.Esta presentaba al mundo dividido en dos regiones geoestratgicas y otras tantasgeopolticas, y asignaba al Medio Oriente y el Sudeste Asitico un valor que elautor denominaba como "cinturones de fragmentacin", es decir, reas en dondelas potencias que lideraban en cada una de estas regiones iran a encontrarse enuna sucesin de conflictos por la disputa de sus intereses vitales.

    El motivo de tal cambio de concepcin geoestratgica es muy explicable: elesquema bajo el cual sta y otras teoras fueron elaboradas fue el de la bipolaridad(2)

    , estructura de equilibrio de poder surgida al trmino de la II Guerra Mundial,la cual privilegiaba la conformacin de alianzas en torno a dos actores principalesy en permanente pugna entre ellos. En este esquema, difcilmente los estadosnacionales podan permanecer independientes de uno de estos dos bloques.

    As presentada la situacin, era lgico que los anlisis geopolticos y geoestra-tgicos llegaran a la conclusin que el Medio Oriente era un escenario donde larivalidad entre Estados Unidos y la Unin Sovitica se haca palpable, si bien noen forma directa, s en trminos de apoyo a sus partes o "socios" que en formareiterada se vean enfrentados a conflictos blicos de cierta magnitud.

    Esta realidad de hecho cambi. Ya la situacin de bipolaridad en trminos deguerra fra, o incluso de distensin, ha sido sobrepasada por una relacin de mayorarmona entre las dos superpotencias, situacin que obliga a su vez a estudiar losacontecimientos que ocurren en el mundo bajo una perspectiva distinta. Perspectiva,eso s, que no puede basarse en ciertos extremos, como el de pensar que ya noexisten motivos por los cuales ambos rivales entren en espirales de crisis a futuro.Ms bien, lo que est ocurriendo es que esos motivos pueden ser distintos y tratadosen forma diferente, pero en ningn caso inexistentes. En este estudio se puede verque la presencia de ambas superpotencias en el rea obedece, por una parte, a laproteccin de sus intereses y, por otra, a impedir la hegemona de su contraparteen la zona.

    2. Los intereses geopolticos de las grandes potencias en el conflicto.De hecho, tal vez una equivocada percepcin de lo recin sealado fue el primer

    error cometido por el lder de Irak, Saddam Hussein, en el momento de evaluarlas implicancias de la operacin que termin con la invasin y posterior anexinde Kuwait. "Una vez que se dio cuenta de que no habra una confrontacin entrelas dos superpotencias en el rea, de que ya la Guerra Fra no impona ningunarazn para que EE. UU. y la URSS, intervinieran el uno contra el otro, evidente-mente supuso que no intervendran en absoluto en lo que l considera un asuntoestrictamente rabe", seala Flora Lewis al respecto(3). Segn Caspar W. Weinber-ger, ex secretario de Defensa de EE. UU. "Hussein calcul que podra tomar Kuwaitahora porque ambas superpotencias estn preocupadas con el desenlace de sushostilidades mutuas y porque el Congreso de los Estados Unidos estaba contem-plando profundos cortes en la Defensa"(4). Ambas superpotencias s tienen interesesen el rea, hecho que oblig a su intervencin en este conflicto (en el caso de EstadosUnidos en una forma decididamente ms directa que la Unin Sovitica).

    Por qu intervino Estados Unidos directamente en este conflicto? Por qu laUnin Sovitica tambin intervino, si bien no con el envo de tropas? En amboscasos, y en trminos globales, la razn es una sola: la existencia de intereses que

  • 21

  • 22

    comprometen la Seguridad Nacional de estos estados. Seala el mismo Weinbergerque la amenaza a los intereses vitales de EE. UU. es el primer y ms importantecriterio para decidir la intervencin militar norteamericana (5). Recurdese que dehaber estado en un esquema bipolar, lo ms seguro es que tanto EE. UU. como laURSS se encontraran en bandos distintos, pero lo aconsejable para ambos en elpanorama poltico internacional actual (y para el sistema como un todo) es queambos aparezcan unidos en un mismo frente, a pesar de las presiones y esfuerzosde Irak para forzar una situacin de enfrentamiento (6).

    Cules son los intereses vitales de EE. UU. en el Golfo? Estos son, sin lugara dudas, los recursos energticos que fluyen desde esta regin, y que permiten engrado importante suplir el dficit de ms del 50% de petrleo que precisa la economae industria norteamericana, como tambin el que necesitan sus aliados. Algunascifras al respecto pueden ilustrar y explicar lo dependiente que es Estados Unidosde este recurso. En 1990, segn Thomas Lippman, "el pas ha consumido un prome-dio de 16, 9 millones de barriles de 42 galones de crudo por da. La produccininterna es de unos 7, 1 millones de barriles (en 1970 era de 9, 6 millones de barrilesdiarios),... el resto 8, 5 millones de barriles diarios se import. Ms del 25% delas importaciones vinieron del Medio Oriente" (7).

    Cierto es que el problema inmediato no proviene de una falta de petrleo enlos mercados mundiales. De hecho, la mayor produccin del resto de los pasespetroleros ha salvado sin mayores complicaciones la paralizacin del "bombeo" delpetrleo de Irak y Kuwait; es ms, informaciones entregadas por la Agencia Inter-nacional de Energa (AIE) han sealado que los stocks de petrleo almacenadospor las naciones ms ricas del mundo al 5 de octubre de 1990 eran mayores quehace un ao (8).

    Esta situacin permitira mirar con tranquilidad el futuro cercano; sin embargo,las preocupaciones norteamericanas no estn orientadas precisamente en torno aeste futuro, sino en aquel de ms largo plazo. Y ah s que el Medio Oriente setransforma en un rea de mxima importancia geopoltica. Las razones para afirmarlo anterior estn dadas por las reservas de este recurso que esta zona alberga. Sise considera el territorio de Irak, Kuwait y Arabia Saudita en conjunto, las cifrassealan que el 45% de las reservas mundiales se encuentran en estos pases, contrael 2, 6% de Estados Unidos (9). Para citar el caso de Arabia Saudita, este pas cuentacon el 25% de estas reservas. En todo el Golfo, las reservas comprobadas de petrleosuperan los dos tercios mundiales.

    Por otra parte, no es difcil imaginar el poder que adquirira Irak si contaracon este 45% de reservas mundiales a su arbitrio (con la anexin de Kuwait yatiene el 20%)(10). Esa es una poderosa razn por la cual Estados Unidos se hacepresente en el Golfo con fuerzas nunca vistas despus de Vietnam. De este inters,definido por EE. UU. como vital, es que se derivan los objetivos poltico-estratgicosde Estados Unidos en el conflicto: primero, el retiro de las fuerzas iraques deKuwait y segundo, la conservacin de la integridad territorial de Arabia Saudita.

    La Unin Sovitica, por su parte, centra sus intereses vitales en un planodistinto al de Estados Unidos. Las razones de lo anterior radican en que estapotencia no depende del Medio Oriente ni de ninguna otra regin del planeta parasu abastecimiento de petrleo, ya que en la actualidad es uno de los mayoresproductores y exportadores de este recurso. Definitivamente el inters de la URSSno es econmico, sino que poltico: evitar la consolidacin hegemnica de EstadosUnidos en la regin(11).

  • 23

    En efecto, el xito de la poltica norteamericana en este conflicto le puedenacarrear saldos muy positivos a este pas en la influencia futura que pueda ejercersobre los pases del rea, como tambin en cuanto a asegurar el dominio del mercadoproductor petrolero. Esta situacin por supuesto no es rentable para la URSS. Porotra parte, la mayor influencia norteamericana le puede significar a la UninSovitica una importante disminucin en la libertad de accin para acceder a marescalientes, en este caso, el Ocano Indico. En efecto, un mayor control e influencianorteamericana sobre el Canal de Suez y el Golfo Prsico es un elemento negativopara su comercio martimo y su estrategia naval. De ah que se afirme el hechoque ambas potencias mantengan intereses en pugna en la regin, aun cuando losprocedimientos y mecanismos para manejarlos sean distintos a los aplicados enotras pocas.

    Ahora bien, queda pendiente una interrogante. Cules son los motivos queexplican la no presencia militar (directa) de la Unin Sovitica en el conflicto? Alparecer estos seran cuatro; el primero, los intereses soviticos se cautelan hasta elmomento con las medidas ya adoptadas por los encargados de su poltica exterior,las cuales bsicamente son las de apoyar y participar en el bloqueo econmico a Irakdecretado por Naciones Unidas en el transcurso de esta crisis. Segundo, difcilmentela Unin Sovitica podra solventar los enormes gastos en que tendra que incurrirde mantener estacionadas fuerzas en la pennsula Arbiga. Tercero, es difcil queesta potencia desee involucrarse militarmente en este conflicto despus de la traum-tica experiencia vivida en Afganistn. Finalmente, esta potencia privilegia ms lacelebracin de reuniones y acuerdos entre los pases rabes para solucionar la crisis,mecanismos que, al menos hasta la fecha, no han dado buenos resultados (12).

    Para finalizar este anlisis, respecto a los intereses de las potencias en el con-flicto, hay que sealar que existe para ambas un objetivo comn. Este dice relacincon la necesidad de mantener un equilibrio razonable en el rea. Ms adelante, ydurante todo el anlisis que siga, se har referencia a este punto. Sin embargo, esconveniente decir que para ninguna de las superpotencias es rentable abrir nuevosfrentes de desequilibrio que afecten sus armnicas relaciones, en especial en momen-tos en que en otras reas y en otros temas se tiende a buscar puntos de consenso.Slo para mencionar algunos de estos temas se cita el caso de las negociaciones entorno al Tratado sobre las Conversaciones de Desarme Convencional (CFE), firmadoen Pars, el 19 de noviembre, el cual establece una sustancial reduccin de arma-mento convencional en Europa. Cualquier interferencia podra afectar tanto stecomo otros acuerdos que se negocian en la actualidad. Adems, de acuerdo a losealado por Flora Lewis, "el nuevo entendimiento sovitico-norteamericano sobrela crisis del Golfo es de enorme importancia para avanzar hacia un rgimen inter-nacional ordenado y puede ser crucial al resolver los difciles problemas de crearnuevamente estabilidad en la regin cuando la crisis finalmente termine"'13'.

    3. Irak-Siria, intereses geopolticas en pugna

    Para Irak un claro incentivo de tipo econmico en la decisin de invadir Kuwaitfue el deseo de obtener nuevas fuentes de ingreso para poder manejar la abultadadeuda externa que mantiene con el resto de los pases rabes, como tambin conOccidente e incluso con la Unin Sovitica. En este contexto, la anexin de Kuwait,especialmente los ricos yacimientos petroleros como el de Rumailah, situado en lafrontera entre ambos, contribuye a satisfacer este deseo.

  • 24

  • 25

    Tambin constituye un objetivo importante asegurar un mayor espacio y controlen el poco acceso que tiene a las aguas del Golfo Prsico, tanto a travs del litoralkuwait como por la posesin de territorios insulares, como las islas de Bubiyn yWarba. Esta situacin le permitira a Irak emplear las instalaciones portuariaskuwaites para exportar el crudo y, por tanto, depender en menor medida de losoleoductos por los cuales lleva su petrleo hacia puertos de embarque, uno haciaTurqua, otro hacia el Lbano y un tercero hacia el Mar Rojo por territorio de ArabiaSaudita, los cuales se encuentran en la actualidad paralizados.

    Sin embargo, ms interesante aparece la ya mencionada intencin y ambicindel lder iraqu de constituirse en el gran conductor poltico de toda la nacin rabe,sueo o realidad geopoltica que choca frontalmente con su rival en tal pretensin:el presidente de Siria, Hafez Assad. Ambos lderes responden a una misma orien-tacin que los hace abrigar idnticos deseos de grandeza, pero incompatibles entres. Esta orientacin est dada por la misma ideologa secular, y religiosa a la vez,que profesan estos gobernantes. Esta es la del partido rabe socialista el Ba'th oBaas (resurgimiento). A modo de entender mejor este punto, slo una breve expli-cacin de esta ideologa(14).

    La idea central de este partido es lograr la unificacin del mundo rabe entorno a un mismo ideal de vida y de desarrollo. Al hablar del mundo rabe hayque pensar en un espacio de 14 millones de km2, con 160 millones de habitantesentre el Golfo Prsico y el Ocano Atlntico, y desde el Mar Mediterrneo hastael Sahara, las montaas de Etiopa y el Mar de Arabia. En este contexto, y en esteideal, aparece el Ba'th, fundado en Siria en 1940. Su caracterstica principal es serun partido rabe. Es el partido poltico de la Patria Arabe. Para este movimiento,rabe es toda persona cuya lengua es rabe y que aspira a vivir y que vive enterritorio rabe, y est convencida de su pertenencia a la lengua rabe. Para elBa'th, la lengua oficial es el idioma rabe, y la bandera es la de la revolucin de1916 para liberar y unificar a la nacin rabe.

    En su carcter fundamentalmente nacionalista, el partido Ba'th establece lossiguientes principios nacionalistas:

    a. La causa rabe es total e indivisible.b. La unidad rabe total es el eje de los objetivos de la lucha rabe.c. La verdadera lucha por la independencia de cualquier pas rabe es la que

    se obtiene con la unidad de la Nacin.d. Los problemas regionales deben verse desde el punto de vista de la unidad

    rabe.e. La organizacin regional es la primera condicin para salvaguardar la efi-

    cacia de la lucha unitaria, y,f. El objetivo de la unidad rabe es el ms fuerte y profundo motivo de la

    existencia del Ba'th Arabe Socialista como un movimiento popular, revolu-cionario y progresista.

    Esta ltima palabra, progresista, ha sido causa de rivalidades con los movimien-tos islmicos ms teocrticos, especialmente en Irn, que es de origen Chita. Ensu doctrina de carcter secular se pueden encontrar elementos de orden materialistaque son incompatibles con la visin teocrtica del mundo islmico. La doctrina delBa'th no hace ninguna referencia directa al Islam, "pero s propone de manerantida la separacin que debe existir desde el punto de vista secular entre lo religioso

  • 26

    y lo estatal entre lo espiritual y lo temporal lo cual, como ya se ha visto, resultaa todas luces incompatible con la doctrina islmica, que preconiza abiertamente sudominio y preponderancia en ambos casos"(15). En este punto, y para aclarar bienesta explicacin, vale la pena hacer una distincin entre el mundo rabe y el islmico.Si bien el mundo rabe se reconoce por la identidad y unidad cultural que le otorgael hecho de ser un pueblo islmico, no todas las naciones y pueblos que practicanesta religin, instituida por el profeta Mahoma, y cuyos preceptos estn contenidosen el Corn, son rabes. El ejemplo ms claro en esta materia se puede encontraren Irn, nacin que es de origen persa y no rabe(16). De ah se deriva una de lascausas entre el enfrentamiento entre Irn e Irak en la presente dcada.

    Luego volviendo al anlisis sobre las motivaciones que llevan a los lderespolticos de Siria e Irak a tomar una posicin de supremaca sobre el mundo rabe,queda clara y explicada la causa cultural que origina esta aspiracin. El problema,como se seal, radica en la imposibilidad de que ambos puedan satisfacer estasintenciones imperialistas.

    Cules han sido las "movidas" geopolticas para llevar a cabo estos deseos?Est claro que Irak aprovech la coyuntura producida por Kuwait, en el sentidode no respetar la cuota de produccin diaria fijada por la OPEP para invadirlo yanexarlo como una provincia ms de este Estado (la N 19). Segn Tom Clancy"Saddam Hussein quiere gobernar una superpotencia y ello no constituye unaambicin loca. Antes de invadir Kuwait, controlaba una fraccin importante delpetrleo del mundo. El ataque rpidamente duplic su capital lquido a un costomnimo. Una mayor expansin de su dominio hacia Arabia Saudita (ms los Emi-ratos Arabes, Dubai, Quatar, etc. ) habra redoblado su control sobre las reservasmundiales de energa, le habra otorgado una gran extensin de territorio y elcontrol potencial sobre dos valiosos corredores de embarque. Todo esto no es ningunalocura, es slo ambicin estratgica"*17'. Habra que agregar al anlisis de Clancy,que no slo es ambicin estratgica, sino el inicio del sueo del panarabismo.

    Incluso, para producir la unidad del mundo rabe, Saddam Hussein ha apeladoa la Guerra Santa contra los ateos, fundamentalmente los norteamericanos. Deesta manera Hussein ha pretendido transformar "la confrontacin en el Golfo Pr-sico en una lucha entre Occidente y el Islam. El hombre a quien Washington ayuden los aos '80 como un baluarte en contra de las fuerzas de la revolucin islmicaradical, repentinamente ha empezado a incitar a esas mismas fuerzas en busca deapoyo en contra de Estados Unidos y sus aliados"(18).

    Esta cruzada religiosa no tiene muchos visos de xito. El porqu de esta afir-macin hay que buscarlo en el carcter secular del partido Ba'th. Al respecto, laConstitucin de este partido seala: "La poltica educacional del partido est diri-gida a la creacin de una nueva generacin, que cree en la unidad de la nacinrabe y en la permanencia de su misin, una generacin que da la bienvenida alpensamiento cientfico y que est libre de las supersticiones de la tradicin retr-gada"19), clara indicacin de que la posicin del lder iraqu no es compatible conlas ideas de las fuerzas religiosas a las cuales pretendre influir.

    Por su parte, el presidente sirio Hafez Assad mantiene sus esperanzas deconstituir la "Gran Siria", y liderar a su vez el mundo rabe. Por lo pronto, el apoyobrindado en esta crisis por su adversario permanente, Estados Unidos, le ha permi-tido asumir el control en el Lbano. En efecto, la contribucin Siria a la causaanti-iraqu le ha permitido dirigir el ataque que derrot al General Michel Aouny restablecer, como se dijo, el control sirio sobre este estado, dando con este hecho

  • 27

    un paso muy importante en sus pretensiones hegemnicas en la regin. Esta accines lo que algunos han llamado "la primera victoria de la alianza anti-iraqu en elGolfo Prsico"*20).

    En tanto, el resto del mundo rabe no ha dado las seales de unidad que unoy otro bando hubiese esperado a su favor. Al menos 9 pases rabes, por causasdistintas, no han apoyado la concentracin de fuerzas lideradas por Estados Unidosen la regin, en cambio 12 s lo han hecho. Entre los primeros se cuentan laOrganizacin para la Liberacin de Palestina (OLP), Yemen, Libia, Argelia y Sudn.

    Hay que sealar, sin embargo, que la Liga Arabe, con fecha 1o de septiembre,aprob una resolucin que rechazaba la accin de Irak y exiga el retiro inmediatode Kuwait, la liberacin de los rehenes occidentales y el pago a este ltimo pasde indemnizaciones de guerra por los daos causados(21). Obviamente esta medidano ha dado los resultados esperados; no obstante, es un hecho claro que demuestrael fracaso de Saddam Hussein en sus intentos de convertir el conflicto en unacruzada rabe e islmica.

    De esta manera, se ha querido sintetizar en forma breve el principal intersgeopoltico en pugna entre Irak y Siria, el cual si bien no aparece en forma ntida,s est presente y vigente en las mentes de los lderes polticos de ambas naciones.A continuacin se harn algunas consideraciones en relacin a otros aspectos deinters geopoltico en este conflicto.

    4. Hacia una nueva configuracin regional.La zona del Golfo Prsico es un rea donde se puede ver con bastante claridad

    un fenmeno no tan inusual en este ltimo tiempo, y, por lo mismo, interesantede analizar y destacar. Este es el referido a la desaparicin real y potencial deestados, unos por causa directa de la crisis que se comenta en esta oportunidad yotros producto de concertaciones y acuerdos polticos de carcter pacfico. Estasituacin merece un breve anlisis descriptivo.

    El caso de Yemen reunificado ciertamente que ha pasado a un segundo planodebido a la trascendencia que ha tenido la unificacin de las dos alemanias; sinembargo, tambin es un hecho de importancia histrica, poltica, geopoltica yestratgica.

    En primer lugar, un Yemen unificado probablemente estabilice las relacionesentre el mundo rabe y Etiopa(22). En segundo lugar, hay que considerar la posicingeogrfica que ocupa Yemen, la cual domina el estrecho de Bab el Mandeb, lugarde salida del Mar Rojo, por donde pasan las dos terceras partes del petrleo Saudita.En tercer lugar, la reunificacin sita en la pennsula arbiga una naciente ypoderosa nacin, la cual puede amenazar a Arabia Saudita en forma real y creble.La unin de Yemen del Norte (no alineado y rgidamente islmico) con Yemen delSur (marxista) significa crear un pas con la poblacin ms grande en la pennsula(12 millones) y con el segundo Ejrcito ms numeroso (61. 000 hombres). Esta ame-naza estratgica ha obligado a Arabia Saudita a destacar importantes fuerzasmilitares en el presente conflicto en ese frente secundario (recurdese que estanacin no apoya la instalacin de fuerzas militares occidentales en Arabia Saudita).En este sentido, el cientista poltico egipcio Hassan Abu Taleb ha sealado: "nosignifica que el estado unificado de Yemen se va a convertir en una superpotenciaregional. Significa que ser una respetable potencia militar con la cual habr quetratar 2 3 .

  • 28

  • 29

    El otro casoen donde, esta vezde facto, se haproducido una ab-sorcin de un Es-tado por otro esjustamente laanexin de Ku-wait por Irak, he-cho que se produjoseis das despusde la invasin mi-litar. Esta situa-cin, por ciertoan no definida,est en la prcticallevando a algu-nas modificacio-nes que vale lapena consideraren este anlisisgeopoltico, aun

    cuando con posterioridad no resulten relevantes por los cambios que se produzcan.La primera dice relacin con un hecho ya comentado, y que se vuelve a men-

    cionar en esta oportunidad. Irak ve potenciado su Poder Nacional al incrementarsu territorio con reas de indudable valor econmico y poltico. Baste recordarsolamente el porcentaje de las reservas mundiales de petrleo que estn depositadasen suelo kuwait.

    La segun-da se refiere alintento de Irakpor propiciarcambios demo-grficos al in-terior del esta-do kuwait; enefecto, duranteel mes de sep-tiembre, Irakabri la fron-tera sur de Ku-wait con Ara-bia Sauditapara dejar sa-lir nicamentea kuwaites;junto a eso, haentregado lascasas de estos

  • 30

    ltimos a palestinos e iraques, sealndoles que stas sern su hogar definitivo'24'.Hay que hacer presente que esta medida, en un pas donde la poblacin nacionalrepresenta menos del 30% de los que habitan de hecho el territorio, no deja de serefectiva (de un total de 2 millones, slo 650. 000 son kuwaites). De esta manera,se estara forzando el desaparecimiento de un Estado al destruir uno de los elementosvitales que lo hacen existir: su poblacin.

    Ya en un terreno ms predictivo, y por tanto ms especulativo, se puede men-cionar otras situaciones en donde la amenaza de desaparecimiento de estados-nacio-nes est presente. Una de ellas es Jordania, pas de poco poder, con una poblacinde menos de 3 millones de habitantes, rodeado de dos poderosos vecinos y muydependiente en trminos de recursos para su supervivencia, por ejemplo, del petrleoiraqu (este pas suministra el 90% del petrleo que necesita Jordania, y que, araz del conflicto, ha debido suplir con entregas que le ha hecho Arabia Saudita).El gran problema que aqueja a Jordania est relacionado con los palestinos. Sabidoes que stos buscan instalarse en un territorio, y de esta manera consolidarse comoun Estado (el caso palestino es digno de mencin, ya que ha sido reconocido por lamayora de los miembros de la comunidad internacional como un estado soberano,pero sin contar an con territorio).

    Cul es el peligro para Jordania? La creacin del estado palestino en partede su territorio; al respecto, una cita que ilustra este peligro: "Israel podra cedera la gran tentacin de llenar cualquier vaco de poder en Jordania. En las primerassemanas de la crisis, los israeles han acatado las peticiones de Estados Unidos demantener su imponente podero blico totalmente fuera de la vista, as como susestrechos lazos estratgicos con el pas. Ser difcil pedirles que mantengan lamisma actitud si la vecina Jordania se vuelve inestable. Prominentes figuras delactual gobierno israel han sostenido desde hace tiempo que Jordania debera trans-formarse en un estado palestino cliente, al cual Israel podra 'transferir' palestinosdesde la Orilla Occidental y Gaza"(25).

    Un segundo estado que ve amenazada su supervivencia es el Lbano. Largosera entrar a un anlisis profundo de esta situacin, lo que no es posible en estaoportunidad. De manera tal que baste por ahora sealar la reducida capacidadsoberana, por no decir nula, de un pas que est literalmente ocupado militar y,en gran parte, polticamente por dos pases vecinos y, a su vez, rivales entre ellos.A esta situacin hay que agregar que el Lbano forma parte del sueo de HafezAssad de construir la "Gran Siria".

    Siempre en el plano especulativo, habra que preguntarse qu pasara con ladestruccin o desaparecimiento de Irak, en caso que ste fuera derrotado en unconflicto blico; la respuesta a esta interrogante la da un anlisis efectuado bajola perspectiva norteamericana por Helena Cobban, y que se cita a continuacin:"El desmantelamiento del rgimen iraqu pondra trmino temporal o perma-nente al sistema de tres centros de poder en el Golfo (Irak, Irn y una vagaconfederacin de monarquas rabes pro-occidentales encabezadas por Arabia Sau-dita). Quien quiera que aplastara a los iraques controlara tambin los yacimientospetrolferos de Irak y Kuwait. Si tal potencia dominara Arabia Saudita, podraejercer una autoridad formidable en los mercados mundiales del petrleo. Un resul-tado semejante cambiara radicalmente nuestras relaciones (las de Estados Unidos)con todo el mundo rabe y con los importadores de Europa y Japn.

  • 31

    Cualquier plan para desmantelar al rgimen iraqu debe ir acompaado poralguna idea de lo que debera reemplazarlo. Se trata de un pas de 17 millones dehabitantes relativamente bien educados. Ms de un 55% de ellos, que viven en lascercanas de los yacimientos petrolferos del sur, son musulmanes chitas. Aproxi-madamente un 25% no son rabes, sino curdos, y viven en los yacimientos petrol-feros del norte. La propia comunidad rabe sunita de Saddam Hussein completael 20% restante, junto a cristianos y otras minoras; semejante demografa invitaa la especulacin sobre arreglos formales e informales de particin... pero la parti-cin significa tambin ocupacin y esto slo podr lograrse a un enorme costopoltico y militar"(26). Concluye la autora de este anlisis, que Estados Unidos noest preparado para mantener un equilibrio global y regional que resulte de ladestruccin de Irak o de cualquiera de los tres centros de poder aludidos: "los riesgosque significa desmantelar el rgimen iraqu podran ser enormes. Semejante accintendra vastas repercusiones en el Golfo, en el resto del Medio Oriente y en elequilibrio global de las naciones industrializadas"*27'.

    Si bien por los motivos explicados no se estima probable que esta crisis llevea posiciones tan drsticas como la que se acaba de citar, no cabe duda que el conflictolleva en s el germen que puede generar inestabilidad para la supervivencia dealgunos estados, entre los cuales por cierto est Israel, pas que no se analiza enesta oportunidad por ser vastamente conocida su difcil y permanente situacingeopoltica. De ah que este problema deba ser constantemente tomado en cuentapara la bsqueda de soluciones al conflicto del Golfo Prsico.

    5. Algunas consideraciones finales en relacin al anlisis geopoltico.Sin lugar a dudas, se llegue o no a la confrontacin armada en este conflicto,

    los cambios que ya ha introducido en el orden mundial y regional son de gransignificacin.

    En este sentido, es conveniente destacar que, si bien la zona del Golfo mantieneen lo general el valor geopoltico que tradicionalmente se le ha asignado, hay quereconocer que esta crisis est demostrando que las frmulas que las potenciasadoptan para cautelar sus intereses (algunos antagnicos) se inscriben en un planode ms armona y convergencia. La causa de lo anterior radica de hecho en el nuevoentorno global en el cual se materializan las relaciones entre las potencias; perotambin el motivo que explica estos hechos se encuentran en una relativizacin delos esquemas geopolticos rgidos que el mundo bipolar exiga. De esta forma, sepuede afirmar que el Medio Oriente ya no es la zona de fragmentacin explicadapor Saul Cohen, en donde invariablemente los Estados Unidos y la Unin Soviticase enfrentaban mutuamente, y que, a la vez, controlaban en mayor o menor gradoa los actores regionales que directamente participaban en los conflictos, sino msbien en un rea de encuentros, encuentros nuevos, que obligan a las potencias adisear nuevas estructuras por las cuales puedan manejar sus intereses. Esta situa-cin est siendo demostrada fehacientemente en la actual crisis del Golfo.

    Por otro lado, el hecho de que ninguna de las potencias pueda ejercer un controlefectivo sobre alguno de los actores regionales que se enfrentan en este caso, Irakintroduce al sistema un alto grado de inestabilidad e incertidumbre. Si esta crisisse hubiera producido algunos aos atrs, seguramente habra existido un mayorcontrol de la situacin. Al respecto, nadie puede todava predecir qu actitud tomarel lder iraqu frente a las situaciones que se sigan produciendo.

  • 32

    En el plano regional, nuevas alianzas se materializan, algunas a costa de nopocos problemas. Es el caso de Estado Unidos en su relacin con Israel; por lgica,todo acercamiento de este pas con el mundo rabe preocupa a los israeles. Alrespecto, la siguiente cita sirve para ilustrar este juicio: "Gracias a la crisis delGolfo, Estados Unidos est consolidando definitivamente su presencia en el rea,incluso ganando amigos nuevos, como el presidente sirio Hafez Assad, tradicionalamigo sovitico en tiempos de la guerra fra"(28). Ms adelante se seala: "Estossocios rabes estn consiguiendo algo a cambio de su apoyo; El Cairo obtuvo lacondonacin de una deuda de siete mil millones de dlares; Arabia Saudita estrecibiendo armamento suficiente como para convertirse en una potencia regionalde altsimo poder disuasor, a la que se habla de venderle 20 mil millones de dlaresen equipos blicos"'29'.

    Si bien Arabia Saudita es un pas moderado, para Israel no resulta tranquiloel hecho de que un estado rabe localizado muy prximo a sus fronteras de seguridadincremente su poder militar en la forma como Arabia Saudita lo est haciendo.

    En este mismo plano, incluso se habla de formar una alianza sin la presencianorteamericana, como es el caso de la conformada por Siria, Egipto y Arabia Saudita,con el propsito de mantener bajo control a Saddam Hussein, an cuando esta ideano es aceptada por Estados Unidos, el cual pretendera a futuro "crear una estruc-tura de seguridad similar a la OTAN en la regin del Medio Oriente, que deberaincluir la participacin en el largo plazo de las fuerzas militares norteamerica-nas"(30).

    Esta es la situacin geopoltica del Golfo Prsico. Nuevas variables, nuevosesquemas, los cuales tendrn que irse adecuando conforme a las realidades impe-rantes y cambios que se sigan produciendo. Lo que s se puede afirmar con totalseguridad es que, sea cual sea la solucin del conflicto, el Medio Oriente no podrser visto y analizado bajo los enfoques tradicionales a los cuales el mundo estabaacostumbrado.

    CAPITULO III"EL CONFLICTO EN EL AREA"

    A. ANTECEDENTESEl Medio Oriente, tal como se mencionara, ha constituido un permanente estado

    de tensin. En junio del presente ao, el Presidente de Egipto Hosni Mubarak,adverta de los peligros de una nueva guerra en el rea. En la oportunidad elMandatario haca esta aseveracin producto de que para l la inmigracin de judossoviticos a Israel, "amenaza con colocar a toda la zona al borde de una sangrientaconfrontacin".

    Lo anterior trajo como consecuencia el que los jefes rabes convocaran a unareunin cumbre, en calidad de emergencia para discutir este asunto.

    Dieron una mayor urgencia a la situacin la conmocin desatada en las zonasocupadas del West Bank y la Franja de Gaza, a raz del asesinato masivo de sietepalestinos por un pistolero israel.

    Para muchos rabes la presente ola de inmigracin que podra elevar el nmerode habitantes de Israel a cinco millones para fines de siglo, revive los recuerdos de1948 y 1967.

  • 33

    Esto podra ser justificable por parte de los rabes, que radicaban sus esperanzasle los ltimos veinte aos en derrotar a Israel a travs del arma demogrfica, esdecir que el nmero de palestinos de los territorios ocupados pudiera llegar asobrepasar al de los judos, debido a su mayor tasa de natalidad, hiptesis que se(esfuma ante una inmigracin de la magnitud descrita.

    Por lo anterior es indudable la frustracin de los rabes.El intrprete particular de este sentimiento ha sido Saddam Hussein, Presi-

    iente de Irak, que desde el trmino de la guerra contra Irn se ha convertido enun personaje poderoso en el Medio Oriente.

    Este tiene una situacin similar a la de Nasser en Egipto hace 25 aos, esdecir, alberga la ambicin de imponer sus puntos de vista a la asamblea rabe.

    Pero el asun-to palestino y lascaractersticas deSaddam Hussein,no son los nicoselementos que in-quietan al MedioOriente, tambinest la presineconmica por laexplosin demo-grfica que existeen el arco que vadesde Marruecosa Siria; el extre-mismo islmicoque resurge; lossentimientos an-ti - estadouniden-ses en pasescomo Egipto, etc.como se dijo en elcaptulo anterior,todo esto ame-naza con provocarnuevos cambiosen la regin.

    Se suma a ello la situacin poltica de Israel, que est dividida en dos respectoa cmo enfrentar el problema palestino.

    La conferencia cumbre de los rabes fue el enfrentamiento entre dos posicioneso escuelas de pensamiento: una influida por Mubarak, quien cree en la diplomaciacautelosa y paciente; y la otra que lidera Saddam Hussein, quien es confrontacio-nista por naturaleza.

    La cumbre de Bagdad buscaba "reestablecer el equilibrio de poder entre losrabes e Israel".

    Israel mantiene su superioridad al contar con una capacidad nuclear disuasiva.Por otra parte, las divisiones entre rabes les impiden su coordinacin militar.

  • 34

    Esta era la situacin y la preocupacin principal en el rea a fines de juniodel presente ao.

    El 2 de agosto Saddam Hussein resuelve iniciar la invasin a Kuwait.Qu determin esta accin?El mundo rabe, desde el trmino de la II Guerra Mundial, ha buscado por

    diferentes formas el materializar su unin bajo la direccin de un lder que, aglu-tinando las capacidades de dicho mundo, tenga un papel protagnico en el conciertoactual de las naciones.

    Es as como se han materializado ensayos al respecto, con la Liga Arabe, laR. A. U. y la Federacin Arabe, las cuales no lograron los frutos deseados.

    Posteriormente, la participacin activa de los EE. UU. y la Unin Sovitica enel rea, difundieron posiciones ideolgicas, que con su permanente actuar, de unau otra manera permitan mantener un equilibrio en la regin.

    Los ltimos acontecimientos, como el trmino de la guerra fra, la evolucinde la poltica sovitica interna y externa, el relativo acercamiento que se preventre EE. UU., la URSS, y Europa, la dependencia de Japn, algunos pases delviejo continente y EE. UU., de los productores de hidrocarburos del rea; han per-mitido crear el espacio poltico que podra ocupar el Presidente de Irak.

    Si la idea de Saddam Hussein es erigirse como el lder Panarbico, tiene basesimportantes para hacerlo.

    Posee un podero militar importante, con un desarrollo obtenido despus deocho aos de guerra con Irn y gracias al apoyo de muchos pases de Oriente yOccidente, que se lo brindaron a fin de que derrotara al Ayatola Ruhola Komeini.

    Asimismo, posee un podero econmico de innegable importancia gracias a serel segundo productor de petrleo de la O. P. E. P.

    B. ORIGENES DE LA CRISISTodo lo anterior, le dio valor al Presidente Hussein para acusar a Kuwait, en

    el mes de julio en Jiddah (Arabia Saudita), de provocar la cada de los precios delcrudo, al rebasar las cuotas de petrleo, determinadas por la O. P. E. P.

    Tambin lo acus de robo de petrleo de su frontera en lmites nunca suficien-temente demarcados en el campo de Romailia, y de haberse enriquecido a costa delsacrificio de los iraques en la guerra de ocho aos con Irn.

    Durante esa guerra, Bagdad acumul una deuda externa de US$ 80. 000 millo-nes, de los cuales US$ 30. 000 millones se los facilitaron las monarquas rabes.Por todas las penurias, Hussein reclam la condonacin de la deuda, y le pas unafactura a Kuwait por US$ 14. 000 millones, ms una indemnizacin de US$ 2. 400millones por el supuesto robo de Romailia.

    Pero esto no qued as; le exigi a Kuwait la entrega de las islas de Budjaney Warbah, situadas frente a la pennsula de Fao, ambas capturadas a Irak durantela guerra con Irn.

    Con la posesin de esas islas, Bagdad adquiere los espacios suficientes paraexportar su petrleo directamente por el Golfo Prsico.

    Kuwait rechaz el ultimtum de Hussein, y el 2 de agosto este minsculo ymillonario pas fue invadido sin mayores problemas. De los 21 pases que componenla Liga Arabe, slo catorce condenaron a Irak; Jordania, Libia y la O. L. P. encabe-zaron las siete abstenciones.

  • 35

  • 36

    C. CAUSAS DE LA CRISIS DADAS POR IRAK

    Irak necesitaba justificar ante el mundo su agresin a Kuwait. Es as quedefini como causa aparente de sta, una supuesta revolucin de kuwaites jveneslevantados en armas para derribar la centenaria casa reinante, integrada segnBagdad por traidores y agentes de planes sionistas y forneos.

    Pero la causa real sera el apoderarse de los 100 mil millones de dlares eninversiones realizadas en el extranjero por el agredido y sus fantsticas reservasde hidrocarburos, a fin de cancelar su gigantesca deuda externa.

    Cabe sealar que el accionar de Hussein pr