la pancita del gato

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“LA PANCITA DEL GATO” Marta Giménez Pastor Leopoldo es negro pero tiene la cola y las patitas blancas. También tiene los bigotes largos, la lengua rosadita y los ojos verdes. Y tiene además… una costura en la pancita, porque Leopoldo, ¡es el gato de trapo de Marcela!

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Un lindo cuentico para ti!!!

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Page 1: La pancita del gato

“LA PANCITA DEL

GATO” Marta Giménez Pastor

Leopoldo es negro pero tiene la cola y

las patitas blancas. También tiene los

bigotes largos, la lengua rosadita y los

ojos verdes. Y tiene además… una

costura en la pancita, porque

Leopoldo, ¡es el gato de trapo de

Marcela!

Page 2: La pancita del gato

Marcela anda todo el día de aquí para

allá con Leopoldo a cuestas. Lo alza, lo

estruja, lo zamarrea, lo abraza, lo besa

y lo hace dormir a su lado.

Page 3: La pancita del gato

Seguramente fue por eso… por tanto

moverlo que un día, un hilo hizo ¡clic!

Y a Leopoldo se le abrió un agujero en

la pancita.

—¡Leopoldo! ¿Qué te pasó? —gritó

Marcela a punto de dormirse. —Ahora

vos también tenés un agujerito en la

panza llena de algodón … —le decía

mientras metía el dedo por el pedacito

descosido y lo sacaba lleno de hilachas

grises.

—¿Sabés, Leopoldo? Se me ocurre

una cosa: ¡¿Dale que vos sos una

Page 4: La pancita del gato

alcancía?! —y sin esperar la

aprobación del gatito buscó una

moneda que tenía en el pantalón

vaquero y la metió por el agujerito.

Al día

siguien

te

buscó

las tres

que

tenía

en su

carterit

a de

jugar a las visitas y también las metió

Page 5: La pancita del gato

en la pancita de Leopoldo, y cuando

las monedas se acabaron metió el

lápiz de labios de mamá, los gemelos

de papá, el dedal de la abuelita, un

cigarrillo del abuelito, cuatro botones,

algunos tornillos, tres boletos capicúa

y un puñadito de tierra con piedritas

que trajo de la plaza. ¿Piedritas? No …

eran unas semillitas que andaban

volando por ahí. Y ellas fueron las

causantes de la sorpresa.

Después de algunos días, mamá

encontró a Leopoldo sobre la

alfombra y al levantarlo vio la pancita

descosida.

Page 6: La pancita del gato

-—- ¡Oh, pobre! Tenés un agujerito …

y la panza llena de cosas raras …¡Qué

Marcela ésta!

Mamá sacudió a Leopoldo hasta que

cayeron todas las cosas raras. Todas,

menos las semillitas, que sin duda

estaban muy cómodas y calentitas

entre el algodón. Después volvió a

cerrar el agujero con varias puntadas.

Le miró las patitas y dijo:

—Estas patitas están muy sucias,

Leopoldo … Te voy a bañar — y lo

Page 7: La pancita del gato

bañó y lo colgó al sol para que se

secara.

Y así fue lo que

pasó. Con tanto

sol en la terraza

y la tierrita que

se había

quedado

adentro y los

lindos días de

septiembre que se asomaban en el

cielo … las piedritas semillitas se

inflaron, se abrieron y ¡¡ a Leopoldo le

apareció una planta en la pancita!! La

plantita se estiró… el hilo de la costura

Page 8: La pancita del gato

se volvió a cortar y el último día de

septiembre, justo el último, a

Leopoldo le asomó una flor celeste

por la costura de la pancita.

Cuando Marcela lo vio … abrió

grandes los ojos … después infló los

cachetes, después frunció el ceño,

arrugó la nariz y gritó mientras

abrazaba al gatito:

Page 9: La pancita del gato

— ¡Mamiiii…! ¿A mí también me va a

salir una flor en la pancita?

Page 10: La pancita del gato