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Factótum 16, 2016, pp. 13-28 ISSN 1989-9092 http://www.revistafactotum.com La objetividad y los deberes profesionales con respecto a la Ciencia y la Tecnología Kristin Shrader-Frechette University of Notre Dame (Indiana, Estados Unidos) E-mail: [email protected] Resumen: ¿Tienen los profesionales el deber de defender el interés público o deberían mantenerse neutrales en nombre de la objetividad? Al defender que la objetividad no es neutralidad, mostramos que todos los ciudadanos, y especialmente los profesionales, tienen el deber de ser defensores del interés público. Bosquejamos la índole social del conocimiento, mostramos que proporciona razones éticas para tener en cuenta las creencias de todos los miembros relevantes de la comunidad moral, y afirmamos que este enfoque social precisa que las personas analicen, defiendan y critiquen posiciones alternativas. Por su amplia formación y su relación fiduciaria con otros miembros de la sociedad, los profesionales tienen deberes propios para garantizar la objetividad, tanto por medio de las interacciones y las críticas de la comunidad pertinente de conocedores como por medio de análisis en favor de la imparcialidad y la ausencia de sesgos. Después de responder objeciones sobre cómo este enfoque social del conocimiento fundamenta el deber de ser defensor del interés público, apuntamos las limitaciones éticas de la defensa del interés público. Concluimos, con Martin Luther King, que los “moderados” son peligrosos porque la gente piensa que son equilibrados, objetivos y, en consecuencia, éticos. Al igual que a King, nos preocupan los moderados porque están más dedicados al orden que a la justicia, mas la ley y el orden son medios para el fin de la justicia, y no al contrario. Igual que Martin Luther King se preguntaba si la religión estaba demasiado comprometida con el statu quo para salvar el mundo, nos planteamos si los científicos y los filósofos están demasido comprometidos con el statu quo para ayudar en la reforma de la Ciencia y la Tecnología. Palabras clave: Ciencia, interés público, deberes profesionales, ciudadanía, objetividad. Abstract: Do professionals have a duty to be public-interest advocates? Or should they remain neutral, in the name of objectivity? Arguing that objectivity is not neutrality, we show that all citizens and especially professionals have duties to be public-interest advocates. We outline the social nature of knowing, show that it provides ethical reasons for considering the beliefs of all relevant members of the moral community, and argue that this social account requires people to analyze, defend, and criticize alternative positions. Because of their extensive education and their trustee relationship with other members of society, professionals have special duties to secure objectivity, both by means of the interactions and criticisms of the relevant community of knowers and by tests for fairness and lack of bias. After answering objections to how this social account of knowing grounds duties to be public-interest advocates, we outline ethical constraints on public-interest advocacy. We conclude, with Martin Luther, King that "moderates" are dangerous because people think they are balanced, objective, and therefore ethical. Together with King, we worry about moderates because they are more devoted to order than to justice, yet law and order are means to the end of justice, and not the reverse. Just as Martin Luther King questioned whether religion was too bound up with the statu quo to save the world, we question whether scientists and philosophers are too bound up with the statu quo to help reform science and technology. Keywords: science, public-interest, professional duties, citizenship, objectivity. Reconocimientos: Versión final de la ponencia presentada el 12 de marzo de 2004 en las Jornadas sobre Ciencia, Tecnología y Sociedad: La perspectiva filosófica, organizadas por la Universidad de A Coruña con el respaldo de la Sociedad de Lógica, Metodología y Filosofía de la Ciencia de España. La versión inglesa se publicó como Shrader-Frechette, K., “Objectivity and Professional Duties regarding Science and Technology”, en González, W. J. (ed), Science, Technology and Society: A Philosophical Perspective, Netbiblo, A Coruña, 2005, pp. 51-79. Traductor: José Francisco Martínez Solano. RECIBIDO: 17-07-2016 ACEPTADO: 24-09-2016 Licencia CC BY-NC-SA 3.0 ES (2016)

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Factótum 16, 2016, pp. 13-28ISSN 1989-9092http://www.revistafactotum.com

La objetividad y los deberes profesionales con respecto a la Ciencia y la Tecnología

Kristin Shrader-Frechette

University of Notre Dame (Indiana, Estados Unidos)E-mail: [email protected]

Resumen: ¿Tienen los profesionales el deber de defender el interés público o deberían mantenerse neutrales ennombre de la objetividad? Al defender que la objetividad no es neutralidad, mostramos que todos los ciudadanos,y especialmente los profesionales, tienen el deber de ser defensores del interés público. Bosquejamos la índolesocial del conocimiento, mostramos que proporciona razones éticas para tener en cuenta las creencias de todoslos miembros relevantes de la comunidad moral, y afirmamos que este enfoque social precisa que las personasanalicen, defiendan y critiquen posiciones alternativas. Por su amplia formación y su relación fiduciaria con otrosmiembros de la sociedad, los profesionales tienen deberes propios para garantizar la objetividad, tanto por mediode las interacciones y las críticas de la comunidad pertinente de conocedores como por medio de análisis en favorde la imparcialidad y la ausencia de sesgos. Después de responder objeciones sobre cómo este enfoque social delconocimiento fundamenta el deber de ser defensor del interés público, apuntamos las limitaciones éticas de ladefensa del interés público. Concluimos, con Martin Luther King, que los “moderados” son peligrosos porque lagente piensa que son equilibrados, objetivos y, en consecuencia, éticos. Al igual que a King, nos preocupan losmoderados porque están más dedicados al orden que a la justicia, mas la ley y el orden son medios para el fin dela justicia, y no al contrario. Igual que Martin Luther King se preguntaba si la religión estaba demasiadocomprometida con el statu quo para salvar el mundo, nos planteamos si los científicos y los filósofos estándemasido comprometidos con el statu quo para ayudar en la reforma de la Ciencia y la Tecnología.Palabras clave: Ciencia, interés público, deberes profesionales, ciudadanía, objetividad.

Abstract: Do professionals have a duty to be public-interest advocates? Or should they remain neutral, in thename of objectivity? Arguing that objectivity is not neutrality, we show that all citizens and especially professionalshave duties to be public-interest advocates. We outline the social nature of knowing, show that it provides ethicalreasons for considering the beliefs of all relevant members of the moral community, and argue that this socialaccount requires people to analyze, defend, and criticize alternative positions. Because of their extensiveeducation and their trustee relationship with other members of society, professionals have special duties to secureobjectivity, both by means of the interactions and criticisms of the relevant community of knowers and by tests forfairness and lack of bias. After answering objections to how this social account of knowing grounds duties to bepublic-interest advocates, we outline ethical constraints on public-interest advocacy. We conclude, with MartinLuther, King that "moderates" are dangerous because people think they are balanced, objective, and thereforeethical. Together with King, we worry about moderates because they are more devoted to order than to justice,yet law and order are means to the end of justice, and not the reverse. Just as Martin Luther King questionedwhether religion was too bound up with the statu quo to save the world, we question whether scientists andphilosophers are too bound up with the statu quo to help reform science and technology.Keywords: science, public-interest, professional duties, citizenship, objectivity.

Reconocimientos: Versión final de la ponencia presentada el 12 de marzo de 2004 en las Jornadas sobreCiencia, Tecnología y Sociedad: La perspectiva filosófica, organizadas por la Universidad de A Coruña con elrespaldo de la Sociedad de Lógica, Metodología y Filosofía de la Ciencia de España. La versión inglesa se publicócomo Shrader-Frechette, K., “Objectivity and Professional Duties regarding Science and Technology”, en González,W. J. (ed), Science, Technology and Society: A Philosophical Perspective, Netbiblo, A Coruña, 2005, pp. 51-79.

Traductor: José Francisco Martínez Solano.

RECIBIDO: 17-07-2016 ACEPTADO: 24-09-2016 Licencia CC BY-NC-SA 3.0 ES (2016)

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La Royal Dutch Shell encontró petróleoen el delta del río Níger en 1958, y pocodespués se convirtió en el mayor productorde petróleo de Nigeria. La compañía recibióduras críticas porque proporcionó losbeneficios del petróleo al gobierno militar deNigeria, pero no a la tribu Ogoni cuya tierray gente ha sido destruida por su perforaciónpetrolífera.1 Peor aún, los oficiales delejército nigeriano dijeron que la Shellpresionó sobre el gobierno nigeriano paraque reprimiera al pueblo Ogoni, que protestópor el comportamiento negligente de la Shellrespecto del medio ambiente. Miles de Ogonihan sido asesinados por no hacer nada másque comprometerse en protestas noviolentas contra la destrucción de sus tierrasde cultivo y ríos por los vertidosincontrolados de petróleo, las filtracionesincontroladas de petróleo, y las explosionesincontroladas de gas natural.

1. Ken Saro-Wiwa

El escritor nigeriano Ken Saro-Wiwa —antes comerciante, profesor, escritor yproductor de televisión— criticó "laconnivencia de la empresa [Shell] y la fuerzamilitar [el régimen de Abacha]" responsablesde la destrucción del medio ambiente deNigeria y de deshumanizar al pueblo de losOgoni. Aunque él tenía el dinero suficientepara acomodarse tranquilamente y continuarcomo productor de televisión y escritor,Saro-Wiwa eligió en lugar de eso tomarpartido y ser un activista. Fundó el grupo noviolento de derechos humanos y ambientalesMOSOP (Movement for the Survival of theOgoni People —Movimiento para laSupervivencia del Pueblo Ogoni), organizóprotestas pacíficas de los Ogoni, condenó elgenocidio de la Shell, y luchó en favor de lalimpieza. Saro-Wiwa ganó numerosospremios cívicos y medioambientalesinternacionales por sus esfuerzos. Su hijo,un autor galardonado con el Premio Nobel,Wole Soyinka, continúa las campañas de supadre respecto de los derechos humanos.Pero, a pesar de las protestas generales dela comunidad internacional, en noviembre de

1 Cfr. BIELSKI, V., "Shell's Game", Sierra, v. 81, n. 2, (1996), pp.30-36; WHEELER, D., "Blood on British Business Hands", NewStatesman and Society, v. 8, n. 379, (1995), p. 14. Véase tambiénMCLUCKIE, C. W., Ken Saro-Wiwa, Writer and Political Activist,Lynne Rienner Publishers, Boulder, 1999. Economist, "CrueltyUnder the Microscope", Economist, v. 357, n. 8197, (2000), p. 58;PEGG, S., "Ken Saro-Wiwa", Third World Quarterly, v. 21, n. 4,(2000), pp. 701-708; y DANIELS, A., "The Perils of Activism: KenSaro-Wiwa", New Criterion, v. 18, n. 5, (2000), pp. 4-9.

1985, el gobierno militar nigeriano, quedepende del dinero de la Shell, se procuróun "tribunal arbitrario", dominado por losabogados de la Shell, y colgó después aSaro-Wiwa y a otros activistas y partidariosno violentos del MOSOP.2

Brian Anderson, jefe de la Shell Nigeria,le dijo al hermano de Saro-Wiwa que podríasalvar la vida de su hermano, siempre ycuando Saro-Wiwa y el MOSOP acabaran conlas protestas pacíficas en contra de la Shell.Saro-Wiwa y el MOSOP se negaron. Enconsecuencia, el gobierno militar ahorcó alos nueve activistas medioambientalespacíficos.3

Poco después de las ejecuciones, la Shelltuvo que contratar a siete sociedades derelaciones públicas de Estados Unidos paragestionar las protestas generalizadas sobreel comportamiento de la Shell y de Nigeria.Los miembros de la Sociedad Real británicade Geografía votaron expulsar a la Shellcomo uno de sus patrocinadores a causa desus operaciones en Nigeria. Y cincuenta ydos miembros de la Commonwealth británicaapartaron a Nigeria [de esta unión] y dijeronque, para evitar la expulsión, Nigeria tendríaque mostrar su adhesión a los principios delos derechos humanos del grupo. GranBretaña, los Estados Unidos, Sudáfrica,Alemania y Austria retiraron a susembajadores en Nigeria en respuesta a lasejecuciones. Lo mismo hicieron las[entonces] quince naciones miembro de laUnión Europea. Ésta suspendió su ayudapara el desarrollo de Nigeria y el BancoMundial rechazó conceder un crédito de cienmillones de dólares para Nigeria. Asimismo,en respuesta a la muerte de Saro-Wiwa, unacoalición enorme de grupos de gobiernos, detrabajadores, de derechos humanos y ONGsboicotearon la dictadura militar nigeriana.Shell Oil todavía está litigando en losjuzgados para evitar pagar daños por losproblemas humanos y medioambientalesque causó en Nigeria.4 Ken Saro-Wiwa, sin

2 Cfr. WHEELER, D., "Blood on British Business Hands", pp. 14-15; véase BOYD, W., "Death of a Writer", The New Yorker, v. 71, n.38, (1995), pp. 51-55. Véase NIXON, R., "The Hidden Lives of Oil",Chronicle of Higher Education v. 48, n. 30, (2002), pp. B7-B10.

3 Cfr. BIELSKI, V., "Shell's Game", pp. 30-36. Véase AINGER, K.,"Interview with Owens Wiwa", New Internationalist, n. 351, (2002),pp. 33-34.

4 Cfr. MITCHELL, J. G., "Memorial to a Warrior for theEnvironment", National Geographic, v. 189, n. 4, (1996), p. xxiv;MAYALL, J., "'Judicial Murder' Puts Democratic Values on Trial",The World Today, v. 51, n. 12, (1995), pp. 236-239; KUPFER, D.,"Worldwide Shell Boycott", The Progressive, v. 60, n. 1, (1996), p.13; ADAMS, P., "A State's Well-oiled Injustice", World PressReview, v. 43, n. 1, (1996), pp. 14-15; PYPKE, D., "Partners in

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embargo, ha ganado. Ha conseguido laatención internacional sobre las condicionesinjustas que la Shell Oil impuso a su pueblo.

Las acciones de Saro-Wiwa fueronéticamente incontrovertibles en la medida enque fueron pacíficas y en la medida en quevirtualmente todas las democraciasoccidentales del mundo estuvieron deacuerdo con sus tácticas y su postura. Desdela perspectiva de la universalizabilidad, sinembargo, sus acciones son polémicas,porque no puede esperarse que todos lassigan. ¿Existe un caso menos controvertidode una persona que intente reformar lapráctica y el uso de la Ciencia, un caso quesea más universalizable?

2. Ralph Nader

Denominado el "moderno paladín de losde abajo", un "Juana de Arco masculino" y"el abogado de la gente",5 Ralph Nader hadedicado su vida a trabajar para reformar laCiencia y la Tecnología, para cambiar laviolencia crónica de las industrias contra lagente y el medio ambiente. Durante tresdécadas, ha iniciado campañas queconllevaron una legislación mejorada sobrelas tecnologías asociadas a las industrias delautomóvil, química, del gas, de la carne,nuclear y textil. Sus cruzadas han llevado a[la promulgación de] docenas de leyes,desde la Ley de Libertad de Información de1966 y la Ley de Seguridad del TráficoNacional y de los Vehículos a Motor de 1966hasta la Ley de Seguridad del Consumidorde 1972. Nader también ayudó a crear laAgencia de Protección Medioambiental y laAdministración de Seguridad y Salud en elTrabajo. De no pocas maneras, ha mejoradola salud y el bienestar de la gente normal.Hizo campañas a favor de la obligatoriedadde los airbags en los coches y llegaron aconvertirse en equipamiento básico [de losmismos]. 6

Los compromisos de Nader venían engran parte de sus padres, inmigrantes

Crime", World Press Review, v. 43, n. 1, (1996), p. 16; HARINGTON,H., "A Continent's New Pariah", The Banker, v. 145, n. 838,(1995), pp. 63-64; BOYD, W., "Death of a Writer", pp. 51-55; KNOTT,D., "Shell the Target After Nigerian Executions", Oil and GasJournal, v. 93, n. 47, (1995), p. 37; y ANDERSON, A., "A Day in theDeath of Ideals", New Scientist, v. 148, n. 2005, (1995), p. 3.Véase LARSON, V., "Court Case Against Shell Can Proceed",World Watch, v. 15, n. 4, (2002), pp. 7-8.

5 Cfr. GOREY, H., Nader and the Power of Everyman, Grossetand Dunlap, N. York, 1975, pp. 147 y 176. Véase GOLDSMITH, Z.,"Mr. Nader Goes to Washington", Ecologist, v. 31, n. 1, (2001),26-X.

6 Cfr. MCCARREY, C., Citizen Nader, Saturday Review Press,N. York, 1972, pp. 29, 115, y 138; SCARLOTT, "Ralph Nader," en DE

LEON, (ed), Leaders, p. 330; STEWART, T., "The Resurrection ofRalph Nader", Fortune, (1989), p. 106.

libaneses, quienes le enseñaron a creer en lagente de la calle. La mayor fuerza de Naderes su calidad espiritual, según un asesor delCongreso: "Va por toda la ciudad comoalgunos franciscanos del siglo XV paraconvencer a los hombres de que hagan elbien".7

Nacido en 1934, Nader asistía a lassesiones públicas de los tribunales cuandotenía cinco años. Mientras que aún estaba enla escuela, leyó La Jungla, las revelacionesde Upton Sinclair en 1906 sobre el sistemafederal de inspección de la carne. Comoestudiante de Princeton, se distinguióacadémicamente, pero no pudo comprenderla indiferencia del campus ante amenazascomo el abundante uso de DDT. Después delicenciarse en la Facultad de Derecho deHarvard y de publicar su primer libro sobreseguridad en el automóvil, Inseguro acualquier velocidad, Ralph Nader se convirtióen un personaje público. Para atacar convehemencia la industria americana delautomóvil, sostenía que las industrias delautomóvil sacrifican la seguridad del usuariopor el aumento de los beneficios. Su libromostró que, en los sesenta y cinco añosanteriores, tecnología de bajísima calidadayudó a provocar más de un millón y mediode muertos en accidentes de tráfico enEstados Unidos. La respuesta de lasindustrias fue virulenta. Después de variosaños y un gasto de miles de dólares endetectives privados encubiertos, se obligó aGeneral Motors a renunciar a suinvestigación sobre Nader. En sesionespúblicas del Congreso, la industria admitióque sus investigadores privados no pudieronencontrar ninguna informacióncomprometedora sobre la vida personal deNader. De repente, el nombre de Nader seconvirtió en famoso y su libro en unbestseller. Esas confesiones permitieron aNader demandar a General Motors porinvasión de su privacidad, y se obligó a laindustria automovilística a pagarle cerca demedio millón de dólares por daños. Él usó eldinero para abrir su Centro para el estudiodel Derecho responsable que tiene su baseen Washington. Un Nader casi sin ayudaemprendió los movimientos de proteccióndel consumidor y del medio ambiente.Estudiantes universitarios, que hacíaninvestigaciones de interés público como los"tiburones de Nader", trabajaron con él, ylos "Grupos de investigación de Interéspúblico" (PIIPs) surgieron en los campusuniversitarios de Estados Unidos. Al trabajaren la reforma del uso de la Ciencia y de la

7 MCCARREY, C., Citizen Nader, p. 129; véase también CitizenNader, pp. 13 y ss., y p. 319.

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Tecnología, en especial a través de su ONG"Ciudadano público", los colaboradores deNader se ven a sí mismos como patriotas, nocomo radicales.8

Aunque se ha llamado a Nader "elantagonista individual más efectivo de losnegocios de América",9 de hecho, él es undefensor de la libre empresa. Nader sostieneque los abusos de las corporaciones sonposibles sólo cuando la competencia en elmercado no es abierta y pública. Lasindustrias químicas de Estados Unidos, porejemplo, son capaces de sacrificar laseguridad del consumidor por unosbeneficios más altos sólo cuando la gente notiene ninguna información sobre las toxinasni sobre las alternativas a su uso. Siempreque los consumidores posean tantoinformación completa como abiertacompetencia, Nader dice que la regulacióndel gobierno es innecesaria. Mantiene que laregulación puede promover los monopoliosque, en última instancia, amenazan losintereses del consumidor. La regulacióngubernamental ha entregado a los EstadosUnidos el control en monopolio de losservicios públicos, lo que les ha capacitadopara evitar las tecnologías de energíaslimpias y promover las energías sucias,como la energía nuclear. Como antídoto paratal dominio de los intereses particulares,Nader apoya la acción generalizada de laciudadanía y la competencia informada yabierta.10 Al hacer suyas posicionesintransigentes acerca del interés público,Nader admite que no es neutral.Washington, dice, no le permite a uno "ellujo de estar en la zona gris". Mantiene quealgunos asuntos son en blanco y negro,porque los riesgos son altos.11

El enfoque de blanco y negro de Naderplantea una cuestión importante: ¿Losintentos críticos e informados de reformar laCiencia y la Tecnología comprometen laobjetividad? Nader dice que no. Sostiene quetodos los ciudadanos, y particularmente losprofesionales, deberían educar "la concienciay la competencia ... una obligación paraavanzar en el interés público o para

8 Cfr. MCCARREY, C., Citizen Nader, pp. 28, 44 y 196;SCARLOTT, "Ralph Nader," en DE LEON, (ed), Leaders, pp. 330-331;STEWART, T., "The Resurrection of Ralph Nader", p. 106.

9 GOREY, H., Nader and the Power of Everyman, p. 29.10 Cfr. GOREY, H., Nader and the Power of Everyman, pp. 43,

46, 64 y 76-77. Véase NADER, R. ET AL., The Case Against FreeTrade, GATT, NAFTA, and the Globalization of Corporate Power,Earth Island Press y North Atlantic Books, San Francisco yBerkeley (CA), 1993.

11 Cfr. GOREY, H., Nader and the Power of Everyman, p. 199;MCCARREY, C., Citizen Nader, pp. 1-29; y THOMAS, R., "Safe atThis Speed?", Newsweek, n. 124, (August 22, 1994), p. 40.

protegerlo".12 ¿Tienen los ciudadanos, yespecialmente los profesionales, el deber deser defensores del interés público, comosugiere Nader? ¿O deberían mantenerseneutrales, en el nombre de la objetividad?

3. La objetividad y la neutralidad

Varios filósofos famosos, como G. E.Moore, apoyan el ideal de la completaneutralidad.13 Por ejemplo, Richard Haremantiene que la filosofía no debe implicarninguna toma de partido, sólo elentrenamiento imparcial en las destrezasmentales.14 Tanto Moore como Hare parecendefinir objetividad en términos deneutralidad. Sin embargo, si Hare estuvieraen lo cierto, sería imposible para los filósofosextraer conclusiones sobre qué actos y quénormas de la ética fueran más correctas.Puesto que la Filosofía incluye la éticanormativa, no siempre puede serestrictamente neutral. Además, si losfilósofos fueran siempre neutrales, a pesarde su experiencia en Ética, entoncesconsecuencias nefandas podrían ser másprobables. Si los profesionales semantuvieran siempre neutrales en lascontroversias que afectan al bien común, lasinjusticias podrían seguir sin oposición.Platón habló claro en contra de lasenfermedades cívicas de su tiempo.Comprendió que la participación en lasdiscusiones éticas y políticas de actualidadpromovían tanto el desarrollo personal comomejores normas de conducta pública.15 YJohn Locke criticó el supuesto derecho divinode los reyes. Cuando argumentó, en puestode eso, a favor de la democracia basada enel consentimiento de la gente, fueperseguido por traición. En una carta aNorman Malcolm, Ludwig Wittgenstein pusoen claro los deberes profesionales.

¿Cuál es la utilidad de estudiarFilosofía si todo lo que hace por ti escapacitarte para hablar con algunaplausibilidad sobre algunas cuestionesabstrusas de lógica, etc., y si no mejora tupensamiento sobre las cuestionesimportantes de la vida diaria?16

12 GOREY, H., Nader and the Power of Everyman, p. 29.13 Véase MIDGLEY, M., Wisdom, Information, and Wonder,

1989, p. 153, para críticas a Moore sobre este asunto.14 Cfr. MIDGLEY, M., Wisdom, Information, and Wonder, pp. 93,

99 y 106.15 Cfr. MIDGLEY, M., Wisdom, Information, and Wonder, pp. 93,

99, 106. Véase también FARRELLAJ, C., "Public Reason, Neutralityand Civic Virtues", Ratio-Juris, v. 12, n. 1, (1999), pp. 11-25.

16 MIDGLEY, M., Wisdom, Information, and Wonder, p. 239.

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Una de las razones por las que losciudadanos, los profesionales y los eruditos amenudo dejan de ayudar en la reforma de laCiencia y de la Tecnología, y, por tanto, deactuar como defensores del interés público,es que aceptan un modelo erróneo deobjetividad. Según este modelo positivista,las personas son "objetivas" cuando notoman partido y se mantienencompletamente neutrales, comoaconsejaban Moore y Hare. Un corolario deesta postura es que cada vez que laspalabras o las acciones de la gente no seancompletamente neutrales, están sesgadas deun modo reprensible. Según esta posición,toda clase de toma de partido o activismo,incluso en nombre del interés público, esuna prueba de prejuicio. Por el contrario,según el modelo de objetividad que sedefiende en este trabajo, toda la gente,particularmente los profesionales, tienen eldeber, en ocasiones, de ser defensores delbien común. No deben mantenerse siemprecomo simples observadores pasivos de lasociedad, en parte porque la auténticaobjetividad requiere a menudo una toma departido o una crítica.17 Además, si Quine,Kuhn, Kitcher y muchos otros están en locierto, ninguna afirmación puede ser neutralen el sentido de estar completamente librede inferencias evaluativas. Y si no, entoncesaunque algunas afirmaciones sean másobjetivas (menos sesgadas) que otras,ninguna está completamente ausente devalor (value-free). Algunas personas creenerróneamente que hay posiciones neutras olibres de valor (value-free), quizá porque nopueden distinguir entre diferentes tipos devalores, sólo algunos de los cuales reflejanun sesgo. Porque algunas clases de juiciosde valor subyacen a todas las afirmaciones,incluso en la Ciencia, la gente tiene el deberde evitar sólo los juicios de valor que seantanto sesgados como evitables. Pero, ¿quées sesgado y evitable?

En la clasificación de Longino, hay trestipos de juicios de valor —de sesgo oinclinación, contextuales y constitutivos— yninguno de ellos es ni mutuamenteexcluyente ni exhaustivo. Los valores desesgo (bias values) o inclinación ocurrensiempre que las personas malinterpretandeliberadamente u omiten algo de maneraque sirva a sus propios propósitos.Obviamente, la gente siempre puede y debeevitar cualquier valor de sesgo o inclinación.

17 Algunos de los análisis de este artículo se basan enSHRADER-FRECHETTE, K., Risk and Rationality, University ofCalifornia Press, Berkeley, 1991, cap. 4, pp. 53-65. Véasetambién SHER, G., Beyond Neutrality: Perfectionism and Politics,Cambridge University Press, New York, 1997.

Los valores contextuales (contextual values)son más difíciles de eludir. Incluyen acentospersonales, sociales, culturales o filosóficos.Los científicos emplean los valorescontextuales si las restriccionespresupuestarias los fuerzan a usar métodosparticulares o unos datos en vez de otros.Los valores contextuales podrían llevar a loscientíficos a aceptar datos viejos en vez degenerar nueva información. Aunque enprincipio algunas veces es posible evitar losvalores contextuales, en la práctica es difícilconseguirlo, porque el contexto influye atodos. Korenbrot, por ejemplo, mostró queel valor contextual de limitar el desarrollo dela población ha influido a muchosinvestigadores en Medicina, quienes hanpuesto un énfasis excesivo en los beneficiosde los contraceptivos orales y haninfravalorado los riesgos. Los valorescontextuales, tales como el incentivo delbeneficio, influyen mucho en la Ciencia, enparte porque la incompletud de lainformación obstaculiza toda investigación ocreencia. Al encarar una inevitable falta deinformación, la gente debe usar los juiciosde valor del contexto para llenar el hueco,18

o evitar todo juicio basado sobre informaciónincompleta o sobre inducción.

Los valores constitutivos ometodológicos (constitutive ormethodological values) son incluso másdifíciles de evitar, porque son necesarios enla elección de un método o regla deinferencia en vez de otra. Los científicos querecogen datos deben hacer juicios de valoracerca de qué datos reunir, cuáles ignorar,cómo interpretar las observaciones, cómoevitar las interpretaciones erróneas. Estosjuicios de valor constitutivos son esenciales,incluso para la ciencia pura, porque lapercepción humana no proporciona a lagente hechos puros. En cambio, lascreencias y los valores (que la gente todavíamantiene) juegan un papel clave en laaportación de categorías para interpretar lasobservaciones. Los científicos de altasenergías, por ejemplo, no consideran comoobservaciones de piones todas las señalessobre sus fotografías de cámara de Wilson.Sólo cuentan aquellas manchas que suscreencias indican que son piones. Del mismomodo que los contextos sociales, políticos yeconómicos articulan las creencias, asítambién las articulan los métodos científicos

18 Cfr. LONGINO, H., Science as Social Knowledge, PrincetonUniversity Press, Princeton, 1990. Véase SCOTT, P., "Captives ofControversy: The Myth of the Neutral Social Researcher",Science, Technology, and Human Values, v. 15, n. 4, (1990), pp.474-494, y BORNSTEIN, R., "Objectivity and Subjectivity inPsychological Science", Journal of Mind and Behavior, v. 20, n. 1,(1999), pp. 1-16.

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y lógicos. Inevitablemente, los valoresmetodológicos estructuran todo el conocer,porque no hay una separación total entrehechos y valores, y todos los hechos estándirigidos (al menos) por algunos valoresmetodológicos.19 Si los hechos y los valoresfueran separables, sería imposibledesarrollar teorías o explicar las conexionescausales entre los fenómenos. Porque losvalores metodológicos influyen en lo que lagente ve y en cómo lo ven; esos valores nose pueden evitar y, en el mejor de los casos,la gente sólo puede hacer mejores juicios devalor metodológicos en vez de peores.Aunque la gente pueda evitar todos losvalores de sesgo,20 las omisiones y malasinterpretaciones deliberadas,21 no puedenevitar los valores metodológicos.

4. La objetividad

Pero si resulta imposible evitar losvalores metodológicos, entonces losdefensores del interés público no tienenobligación de hacerlo. Pero no todos losjuicios de valor metodológicos se originanigual. Algunos son más objetivos yadmisibles que otros. Aunque todos losvalores son parcialmente subjetivos en elsentido de que ninguno puede serempíricamente confirmado, no todos sonsubjetivos de un modo censurable, porqueno todos los valores están sesgados o sonarbitrarios. Los valores conceptuales ológicos, como la capacidad explicativa opredictiva, pueden ayudar a garantizar laobjetividad. Del mismo modo que haybuenas razones, con poca confirmaciónempírica, para aceptar una creencia en vezde otra, así también hay buenas razonespara aceptar un juicio de valor sobre otro.22

19 Para el análisis de ejemplos relevantes de la Historia de laCiencia, véase BROWN, H. I., Perception, Theory andCommitment, The University of Chicago Press, Chicago, 1977,pp. 97-100 y 147, y SHRADER-FRECHETTE, K., "Recent Changes inthe Concept of Matter: How Does 'Elementary Particle' Mean?",en ASQUITH, P. D. y GIERE, R. N. (eds), Philosophy of ScienceAssociation 1980, v. 1, Philosophy of Science Association, EastLansing, 1980, pp. 302 y ss.

20 Cfr. MIDGLEY, M., Wisdom, Information, and Wonder, pp. 80-81.

21 Véase BEVIR, M., "Objectivity in History", History andTheory, v. 33, n. 3, (1994), pp. 328-344. Véase LONGINO, H.,Science as Social Knowledge: Values and Objectivity in ScientificInquiry, Princeton University Press, Princeton, 1990. Véasetambién SHRADER-FRECHETTE, K., Science Policy, Ethics, andEconomic Methodology, Reidel, Dordrecht, 1984, p. 73, ySHRADER-FRECHETTE, K., Risk and Rationality, pp. 40-44. VéaseELLIS, B., Truth and Objectivity, Blackwell, Oxford, 1990; yMIDGLEY, M., Wisdom, Information, and Wonder, p. 176.

22 Cfr. SHRADER-FRECHETTE, K., Science Policy, Ethics, andEconomic Methodology, pp. 73-74; SHRADER-FRECHETTE, K.,"Scientific Method and the Objectivity of Epistemic ValueJudgments", en FENSTAD, J., HILPINEN, R., y FROLOV, I. (eds), Logic,

Si no todos los valores son subjetivos deuna manera censurable, y si algunos valoresson mejores que otros, entonces defenderlos valores mejores es justificable sobrefundamentos epistemológicos y éticos.23 Sinembargo, mucha gente asume de modoerróneo que toda toma de partido entrañaun sesgo. Si esto fuera así, entonces todacrítica (o bien de las posiciones éticasinjustas o bien de la Ciencia equivocada)estaría sesgada. Pero si toda crítica fuerasesgada, entonces uno tendría que evitar lacrítica de cosas tales como los crímenesnefandos o las inferencias irracionales.Obviamente, no tiene ningún sentido evitartales críticas. Y si no, la crítica o la toma departido no precisan suponer un sesgo.24 Dehecho, la crítica o la toma de partido puedenser la única manera de evitar el sesgo. Si esimposible evitar algunos juicios de valor,incluso en la Ciencia, entonces la gente queno critica los juicios estériles simplementeaprueban cualesquiera valores que seandominantes. Tales personas, que creen quela objetividad precisa de una neutralidadcompleta, también se equivocan porinconsistencia; aprueban implícitamente losvalores establecidos si no dicen nada sobrejuicios de valor cuestionables, y, sinembargo, censuran explícitamente la tareade aprobar los juicios de valor.

Al mantenerse neutrales, de cara a lascreencias erróneas, también ponen enpeligro la objetividad, así como laconsistencia. Supóngase que un grupo conintereses especiales usa razonesprincipalmente políticas para que se acepteuna creencia concreta. Una instalaciónnuclear podría emplear suposiciones norealistas sobre la demanda futura de energíapara argumentar a favor de la construcciónde reactores generadores. No criticar esassuposiciones no realistas o juicios de valores erróneo, porque no todas las conjeturassobre el uso futuro de la electricidad sonigualmente correctas. Es más razonableasumir que el elevado coste de la energíareducirá la demanda, en vez deincrementarla. Y, si esto es así, la cosa más

Methodology, and the Philosophy of Science, Elsevier, N. York,1989, pp. 373-389. Véase también GRUENDER, D., "Values andPhilosophy of Science", Protosociology, v. 12, (1998), pp. 319-332.

23 Cfr. SHRADER-FRECHETTE, K., Science Policy, Ethics, andEconomic Methodology, p. 183. Véase AUDI, R., The Structure ofJustification, Cambridge University Press, N. York, 1993.

24 Cfr. MARGOLIS, J., "On the Ethical Defense of Violence andDestruction", en HELD, V., NIELSEN, K. y PARSONS, C. (eds),Philosophy and Political Action, Oxford University Press, N. York,1972, pp. 52-71. Véase también ENNIS, R. H., "Is Critical ThinkingCulturally Biased?", Teaching Philosophy, v. 21, n. 1, (1998), pp.15-33.

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objetiva por hacer, ante presupuestoscuestionables en relación con la políticapública, es ser crítico con ellos, nomantenerse neutral.

Por una parte, muchos relativistas éticosniegan que exista alguna objetividad, yexageran [el papel de] los juicios de valor enel conocimiento. Reducen toda afirmaciónepistémica simplemente a constructossociales. Por otra parte, muchos positivistasingenuos —así como otros proponentes deuna clara distinción entre hechos y valores—desestiman [el papel de] los valores.Reducen toda afirmación epistémica averdades lógicas o fácticas. Ignoran losaspectos evaluativos del conocer. Unenfoque más plausible de la objetividad estáa medio camino entre las concepciones delos relativistas culturales y aquellas de lospositivistas ingenuos. Según la concepciónintermedia que se defiende aquí,25 laobjetividad no está ligada a librarse de losvalores sino a librarse de los valores desesgo. Está vinculada a una representaciónhonrada e imparcial de la situación.

Si esos argumentos son correctos,entonces la objetividad, como ausencia desesgos, requiere a menudo tomar partido enfavor de las posturas correctas o menossesgadas. Puesto que a las personas se laspuede culpabilizar de su falta de objetividado imparcialidad, debe ser posible que ellassean más o menos objetivas. Pero, ¿cómopodría la gente reconocer la objetividad enuna situación determinada? En el sentidomás básico, las creencias o las posturas sonobjetivas y evitan el sesgo si sobreviven alas críticas de aquellos que las puedenconocer y que potencialmente les afecten.26

Parece razonable definir "objetividad" entérminos de supervivencia a la crítica,porque ésta no necesita ser subjetiva. Por

25 Cfr. SHRADER-FRECHETTE, K., Risk and Rationality, cap. 4, pp.53-65.

26 Véase HEMPEL, C. G., "Scientific Rationality: Analytic vs.Pragmatic Perspectives", en GERAETS, T. S. (ed), Rationality To-Day, University of Ottawa Press, Ottawa, 1979, p. 56; HEMPEL, C.,"Valuation and Objectivity in Science", en COHEN, R. y LAUDAN, L.(eds), Physics, Philosophy, and Psychoanalysis, Reidel,Dordrecht, 1983, p. 91; MCMULLIN, E., "Values in Science", enASQUITH, P. (ed), Philosophy of Science Association 1982, v. 2,Philosophy of Science Association, East Lansing, 1983; SELLARS,W., Philosophical Perspectives, C. Thomas, Springfield (IL), 1967,p. 410; y SMITH, M., "Objectivity and Moral Realism", en HALDANE,J. y WRIGHT, C. (eds), Reality, Representation, and Projection,Oxford University Press, N. York, 1993, pp. 235-256.

Además, según la versión convencional de la "ética deldiscurso", la objetividad de las normas morales reside en suaceptabilidad intersubjetiva bajo condiciones ideales de discurso.Véase APEL, K.-O., Towards a Transformation of Philosophy,traducción de G. Adey y D. Frisby, Routledge, Londres, 1980; yHABERMAS, J., "What is Universal Pragmatics?", en HABERMAS, J.,Communication and the Evolution of Society, traducción de T.McCarthy, Beacon, Boston, 1979, véase nota 24.

ejemplo, cuando la gente construye juiciosde valor metodológicos sobre cuáles son lasprobabilidades más exactas de dos riesgosmedioambientales, no están hablandosimplemente de un modo autobiográfico osubjetivo. Hacen afirmaciones sobrecaracterísticas de hechos externos que otragente puede conocer. Además, las destrezasasociadas a la construcción de esos juiciosestán en función de la experiencia, laeducación y la inteligencia. Pero, si esto esasí, al menos tres razones sugieren que laobjetividad no precisa tener ni un algoritmoni datos empíricos que garanticen lacorrección de los juicios resultantes. Enprimer lugar, los factores empíricos (talescomo la frecuencia real de accidentes)podrían asegurar la objetividad y cambiar lacorrección de los juicios sobre el riesgo. Ensegundo lugar, los factores éticos podríanasegurar la objetividad, porque la gentetiene el deber de cumplir con suscompromisos y de tratar a otros de modoconsistente. En tercer término, la capacidadexplicativa podría asegurar la objetividad,porque la gente razonable normalmenteacepta las creencias como objetivas sipueden explicar los problemas y sobrevivir alas críticas de las comunidades pertinentes.La gente razonable acumula observaciones einferencias hasta que la probabilidad de susjuicios es tan grande que no tienen dudassobre ellos. En consecuencia, llaman a susjuicios "objetivos" cuando sus pruebas losapoyan. Para asegurar la objetividad, no sebasan sólo en algoritmos o enconfirmaciones empíricas libres de valor,como hacen los positivistas ingenuos queproponen la neutralidad. Como se mantuvoal principio, debido a que no hay pruebasempíricas libres de valor, no tiene sentidoquejarse de los juicios bien fundamentados.La mayoría de los científicos nunca hansostenido una noción así de irrealista de laobjetividad (como infalibilidad). Porque no lohan hecho, la gente puede asegurar laobjetividad en función de criterios talescomo la crítica externa pertinente para laconsistencia y la supervivencia [de susafirmaciones].27

27 Cfr. SCRIVEN, M., "The Exact Role of Value Judgments inScience", en KLEMKE, E., HOLLINGER, R., y KLINE, A. (eds),Introductory Readings in the Philosophy of Science, Prometheus,Buffalo, 1982, y NAGEL, T., The View from Nowhere, OxfordUniversity Press, N. York, 1986, pp. 143-153. Para un enfoquerelacionado de la racionalidad y la objetividad dentro del contextode la evaluación del riesgo, véase RIP, A., "Experts in PublicArenas", en OTWAY, H. y PELTU, M. (eds), Regulating IndustrialRisks, Butterworths, Londres, 1985, pp. 94-110. Véase tambiénLICHTENBERG, J., "Moral Certainty", Philosophy, v. 69, n. 268,(1994), pp. 181-204; y HARE, R. H., "Objective Prescriptions", enGRIFFITHS, A. y PHILLIPS, A. (eds), Ethics, Cambridge UniversityPress, N. York, 1993.

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Pero, si los criterios sociales ayudan agarantizar la objetividad, entonces lospositivistas ingenuos están equivocados alexigir la confirmabilidad libre de valor enfavor de la objetividad de las afirmacionesempíricas.28 Los relativistas culturalestambién plantean exigencias muy estrictas sipresuponen que los juicios objetivos debenestar por completo libres de valor y, portanto, ser infalibles y neutrales. Muchosrelativistas creen que, debido a que todojuicio está teñido por un valor, y debido aque la gente a menudo discrepa sobre susjuicios, por eso ninguno es nunca objetivo.Por esta discrepancia, muchos relativistasmantienen que nunca ningún juicio es másobjetivo que otro, y que ninguno es mejorque otro. Aunque esos relativistas están enlo cierto al reconocer la incompletud delmodelo de objetividad de los positivistas,van demasiado lejos. Saltan a la prematuraconclusión según la cual puesto que la gentediscrepa acerca de sus afirmacionesepistémicas, por eso todos los juicios devalor son estrictamente relativos y ningunoes superior a otro.29

Si los que piden reformar la Ciencia y laTecnología buscan la infalibilidad, la certezaque trasciende la posibilidad de error,30

asumen erróneamente que, puesto que nohay juicio perfecto, por eso ninguno esobjetivo. Incluso si ningún juicio pudieraeludir la falsación, no se seguiría que todosfueran igualmente no fiables.31 Lasfalsaciones proporcionan condicionesnecesarias pero no suficientes para

28 Cfr. POPPER, K. R., The Open Society and Its Enemies,Princeton University Press, Princeton, 1950, pp. 403-406; POPPER,K. R., Conjectures and Refutations, Basic Books, N. York, 1962(3ª ed. revisada, 1969), p. 63; y POPPER, K. R., The Logic ofScientific Discovery, Harper, N. York, 1965 (publicadooriginalmente en 1959 por Basic Books, N. York), p. 56. Véasetambién GRATTAN-GUINNESS, I., "Truths and Contradictions aboutKarl Popper", Annals of Science, v. 59, n. 1, (2002), p. 89.

29 Para las tesis de los relativistas culturales, véaseWILDAVSKY, A. B. y DOUGLAS, M., Risk and Culture, p. 188. Véasetambién WILDAVSKY, A. B., Search for Safety, Transaction Books,New Brunswick, 1988, p. 3. Véase THOMPSON, M., "To Hell withthe Turkeys!", en MACLEAN, D. (ed), Values at Risk, Rowman andAllanheld, Totowa (NJ), 1986, pp. 113-135. Véase HANKINSON, R.J. "Values, Objectivity and Dialectic: the Skeptical Attack onEthics", Phronesis, v. 39, n. 1, (1994), pp. 45-68; WILBURN, R.,"Skepticism, Objectivity and the Aspirations of Immanence",Dialectica, v. 53, n. 4, (1998), pp. 291-318; y VICE, J. W., TheReopening of the American Mind: On Skepticism andConstitutionalism, Rodopi, Amsterdam, 1998. Véase también VAN

DER MERWE, W. L., "Cultural Relativism and the Recognition ofCultural Differences", South African Journal of Philosophy, n. 3,(1998), p. 313; y TILLEY, J. J., "Cultural Relativism", Human RightsQuarterly, v. 22, n. 2, (2000), p. 501.

30 Cfr. FEYERABEND, P. K., "Changing Patterns ofReconstruction", British Journal for the Philosophy of Science, v.28, n. 4, (1977), p. 368.

31 Véase KULKA, T., "How Far Does Anything Go? Commentson Feyerabend's Epistemological Anarchism", Philosophy of theSocial Sciences, v. 7, n. 3, (1977), pp. 279-280.

mantener que no hay ningún conocimientoobjetivo. Tanto la inferencia científica comola legal establecen en cambio que algo esprima facie verdadero (probable de un modorazonable, o debido a que cuenta con unapresuposición a su favor) no que seaverdadero de un modo infalible. Y si no es elcaso, no hay razón por la que los defensoresdel interés público necesiten más de loprima facie verdad, para asegurar laobjetividad de sus juicios.32 Lasdiscrepancias sobre cómo analizar lasafirmaciones epistémicas no quieren decir nique no haya ninguna regla informal del juicioni que una regla sea tan buena como otra.

Aquellos que rechazan la toma depostura por el interés público, como intentospara reformar la Ciencia y la Tecnología, yquienes defienden la neutralidad o elrelativismo ético absoluto parecen hacer estoporque confunden tres cuestionesdiferentes:

(1) ¿Existen principios generales (porejemplo, las probalidades postuladasde riesgo medioambiental que sonpertinentes a las frecuencias de losaccidentes observados) que dencuenta de la objetividad de algunasafirmaciones epistémicas?

(2) ¿Existen procedimientos concretos(por ejemplo, las frecuencias deaccidentes observados durante unperiodo de al menos cinco añosantes de concluir que sonpertinentes con las probabilidades deriesgo postuladas) que ayuden agarantizar la objetividad de losjuicios?

(3) De hecho, ¿ejemplifica siempre unaafirmación epistémica concreta obien los principios generales o losprocedimientos concretos?

Los relativistas éticos absolutos suponena menudo que, si uno responde a laspreguntas (2) y (3) negativamente,entonces la respuesta a (1) también lo es.Esto es falso. El debate sobre la pregunta(2) no compromete la objetividad de losjuicios, con tal de que la gente esté de

32 Véase HELLMAN, G., "Against Bad Method", Metaphilosophy,v. 10, n. 2, (1979), p. 194; QUINE, W. v. O. y ULLIAN, J., Web ofBelief, Random House, N. York, 2ª ed., 1978; y HEMPEL, C.,Aspects of Scientific Explanation, Free Press, N. York, 1965, p.463. Véase también SCRIVEN, M., "The Exact Role of ValueJudgments in Science", en KLEMKE, E., HOLLINGER, R. y KLINE, A.(eds), Introductory Readings in the Philosophy of Science, p. 277,y WEINBERGER, O., "Prima Facie Ought: A Logical andMethodological Enquiry", Ratio-Juris, v. 13, n. 3, (1999), pp. 239-251.

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acuerdo con (1). De hecho, el debate sobrela pregunta (2) debe presuponer laobjetividad en el sentido de la pregunta (1),o la discusión sería inútil.33 Por tanto, si lagente puede responder (1), entonces inclusosi no pueden responder a las preguntas (2) y(3), es posible tener conocimiento objetivo.

Además del acuerdo sobre (1), otramanera de sostener que los juicios teñidosde teoría de los defensores del interéspúblico pueden ser objetivos, es incorporarel conocimiento de la Filosofía moral. Comohan reconocido tanto los especialistas enÉtica desde Aristóteles y los teóricos de laLey natural como los analistascontemporáneos, la ética muestra unajerarquía de reglas metodológicas y dejuicios de valor. Diferentes grados de certezacorresponden a diferentes niveles degeneralidad, tal que las reglas másgenerales son las más seguras y las másuniversales (tales como "las probabilidadespostuladas de riesgo pertinentes con lasfrecuencias observadas de accidentes" o"haz el bien y evita el mal"). Las reglas ojuicios de valor menos generales son losmenos seguros y los menos universales(tales como "la persona x se equivoca almatar a su atacante bajo las circunstanciasy").34 Para aplicar las reglas desde el nivelmás universal y más general la gente debehacer un número de juicios de valor de nivelmás bajo. El hecho de que no haya ni unalgoritmo ni datos empíricos (para esosjuicios) no quiere decir que seanestrictamente relativos. Algunos son mejoresque otros. Algunos son mejores medios parael fin de la capacidad explicativa y el controlpredictivo.

Los relativistas culturales y lospositivistas que se oponen a la defensa delinterés público se equivocan en ambospuntos, porque parecen presuponer que losjuicios de valor deben ser infalibles, en vezde prima facie verdaderos. Comprender laobjetividad en términos de verdad primafacie requiere comprenderla (en parte) entérminos de algunas intuiciones de KarlPopper, John Wisdom y LudwigWittgenstein.35 Ellos enlazan la objetividad

33 Véase SIEGEL, H., "What is the Question Concerning theRationality of Science?", Philosophy of Science, v. 52, n. 4,(1985), pp. 524-526; y RUDNER, R., Philosophy of Social Science,Prentice Hall, Englewood Cliffs (NJ), 1966, pp. 4-5. Véasetambién NEWTON-SMITH, W. H., "Popper, Science, and Rationality",Philosophy, vol. supl. 39, (1995), p. 13.

34 Véase HARE, R. M., Moral Thinking: Its Levels, Methods andPoint, Oxford University Press, Oxford, 1981.

35 Véase NEWELL, R., Objectivity, Empiricism, and Truth,Routledge and K. Paul, N. York, 1986, notas 82-84, 86 y 89;STORTLAND, F., "Wittgenstein: On Certainty and Truth",Philosophical Investigations, v. 21, n. 3, (1998), pp. 203-331;

con las acciones, así como con la capacidadexplicativa y predictiva. No definen laobjetividad en términos de una imposiblenoción de justificación. En parte, se obtieneobjetividad por medio de las críticasrealizadas por las comunidades con elconocimiento adecuado. Según esteesquema, por ejemplo un juicio de valoracerca de la seguridad de algún conservantealimentario es objetivo si es capaz desobrevivir y responder a las críticas deaquellos que están informados sobre eltema, y están potencialmente afectados porel conservante.36 Este enfoque crítico y socialdel conocimiento presupone que laobjetividad, en sus estadíos finales, precisade que la gente apele a los casos concretos,como se requiere en la justificación legal.Este enfoque no presupone el recurrir areglas concretas del conocimiento, aplicablesa todas las situaciones. No obstante, lasreglas generales (tales como sobrevivir a lacrítica) son aplicables siempre. Un recursonaturalista a reglas generales, casos yvalores generales (tales como la consistenciay la capacidad predictiva), en vez de a reglasespecíficas, es central para este enfoquesocial del conocimiento. En lugar de reglasespecíficas, aplicables a todos los casos, lacomunidad pertinente de entendidos debedeterminar de un modo evaluativo quéjuicios son objetivos.

Como admitió Mary Midgley, lo queconstituye sesgo no es la aceptación de laescala de valores de uno mismo sino elnegarse a considerar la de cualquier otro.37

Porque el conocer se produce dentro de unavariada comunidad de sujetos cognoscentes,que tienen una multiplicidad de valoresdiferentes, la defensa del interés públicodebería ayudar a enfatizar la naturalezasocial y crítica del conocimiento.38 Deberíaayudar a la gente a reconocer que un sujetocognoscente individual no sesgado puede serun centro inadecuado para la comprensiónobjetiva.39 En cambio, el conocimiento y la

HULL, D. L., "The Use and Abuse of Karl Popper", Biology andPhilosophy, v. 14, n. 4, (1999), pp. 481-504; y ZECHA, G., CriticalRationalism and Education Discourse, Ámsterdam, Rodopi, 1999.

36 Véase REALE, M., "Axiological Invariants", Journal of ValueInquiry, v. 29, n. 1, (1995), pp. 65-75; y KITCHER, PH., "The Divisionof Cognitive Knowledge", The Journal of Philosophy, v. 77, n. 1,(1990), pp. 5-22.

37 MIDGLEY, M., Wisdom, Information, and Wonder, p. 176. 38 Algunas de estas propuestas sobre la naturaleza social del

conocimiento se basan en SHRADER-FRECHETTE, K., "FeministEpistemology and its Consequences for Policy", Public AffairsQuarterly, v. 9, n. 2, (1995), pp. 155-174.

39 Cfr. LONGINO, H., "Multiplying Subjects and the Diffusion ofPower", The Journal of Philosophy, v. 88, n. 11, (1991), pp. 666-674; y LONGINO, H., Science as Social Knowledge, pp. 109-121.Véase también TUANA, N., "The Radical Future of FeministEmpiricism", Hypatia, v. 7, n. 1 (1992), pp. 100-114.

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objetividad se consiguen porque losmiembros de una variada comunidad desujetos cognoscentes interactúa y clarificalos temas. Cada uno de los contextossociales de los miembros proporcionamuchas categorías y presupuestos quepermiten a la gente interpretar y corregir lacomprensión de los fenómenos.40 Puesto quetoda simple observación "es siempreselectiva", la mejor manera de ser objetivoes multiplicar los puntos de vista,"incrementar la experiencia", adoptar unaactitud crítica y estar dispuesto a modificarlas concepciones sobre la base de la crítica yla interacción.41 Pero, si esto es así, la genteno debe desatender los puntos de vistaalternativos de miembros distintos de lacomunidad con un conocimiento pertinente—incluidas las mujeres, las minorías, laspersonas que apuestan por el medioambiente, o gente oprimida. Si no, lossujetos cognoscentes podrían ser víctimasdel dogmatismo de un punto de vistaselectivo.

Como reconoció John Stuart Mill, unaforma totalmente segura de alcanzar laverdad sobre cualquier cuestión es examinartodas las objeciones relevantes que puedandirigirse contra las opiniones del candidato yde los puntos de vista alternativos.42 Eseenfoque crítico y multifacético del conocerprecisa de una comunidad de sujetoscognoscentes, cada uno con puntos de vistay tomas de partido de alguna maneradiferentes. Se precisa una "discusión libre"de los puntos de vista, que dé asentimientosólo a aquellas posiciones que sobrevivan lasevaluaciones críticas de los puntos de vistaalternativos. Como dice Philip Kitcher, paraconocer se necesita una "división del trabajocognitivo" entre los sujetos cognoscentes,una comunidad cuya existencia sugiere laincapacidad de privilegiar a cualquierobservador concreto como único [punto devista] "objetivo".43

40 Cfr. KUHN, TH. S., The Structure of Scientific Revolutions,The University of Chicago Press, Chicago, 2ª ed., 1970, pp. 91-204. Véase POLANYI, M., Personal Knowledge, Harper and Row,N. York, 1964; y HANSON, N. R., Patterns of Discovery, CambridgeUniversity Press, Cambridge, 1958.

41 Cfr. POPPER, K. R., "Science: Conjectures and Refutations",en FETZER, J. H. (ed), Foundations of Philosophy of Science,Paragon House, N. York, 1993, pp. 341-363, en especial, pp. 350-352. Véase POPPER, K., The Logic of Scientific Discovery, p. 106;y POPPER, K. R., Conjectures and Refutations, en especial cap.11, pp. 253-292. Véase también HACOHEN, M. H., Karl Popper,Cambridge University Press, Cambridge, 2000.

42 Cfr. MILL, J. S., On Liberty, Prometheus, Buffalo (NY), 1986,pp. 60-61.

43 Cfr. KITCHER, PH., "The Division of Cognitive Labor", TheJournal of Philosophy, v. 77, n. 1, (1990), pp. 5-22. Véase POPPER,K. R., "Science: Conjectures and Refutations", en FETZER, J. H.(ed.), Foundations of Philosophy of Science, p. 354; y POPPER, K.R., The Logic of Scientific Discovery, p. 106.

Parte de lo que está equivocado enaquellos que rechazan los intentos dereformar la Ciencia y la Tecnología, es suerror al ligar objetividad con imparcialidad yausencia de sesgo. Un punto de vista puedeser clasificado como "objetivo" sólo cuandocumple dos criterios: (1) sobrevive a lacrítica y la comprobación por miembros delas comunidades pertinentes, y (2) esconsistente con las limitacionesdemocráticas y de procedimiento tales comola imparcialidad y la justicia.44 Esa noción deobjetividad y de objetividad que se puededefender en la reforma de la Ciencia y laTecnología debe ser procedimental, abierta,y no elitista. En este enfoque, lo que unacomunidad plural de defensores del interéspúblico y de críticos debe creer impulsacómo deben actuar. La gente debe actuar demodo que evalúen imparcialmente ycomprueben predictivamente todas lasperspectivas relevantes, incluidas aquellasde las mujeres, los niños, las minorías, losecologistas, los empresarios industriales,etc. Esas acciones no sesgadas sonnecesarias para el conocer objetivo, y éste(en el sentido definido aquí) ayuda aproporcionar un fundamento fiable para ladefensa del interés público y la crítica.

Si este enfoque de la naturaleza socialdel conocimiento es correcto, proporcionaimportantes razones éticas para que losdefensores del interés público consideren lascreencias de todos los miembros relevantesde la comunidad moral. Debido a superspectiva inclusiva, este enfoque socialprecisa que la gente use el mercado de lasideas para analizar, defender y criticarposiciones alternativas. Este es uno de loscaminos más seguros de conocer de unmodo tan objetivo como sea posible.45 Losprofesionales interesados en la reforma de laCiencia y la Tecnología necesitan afianzar laobjetividad en parte de un modoprocedimental, por medio de lasinteracciones y las críticas de la comunidadpertinente de sujetos cognoscentes y pormedio de la comprobación de la justicia y la

44 Véase ADLER, J., "Reasonableness, Bias, and the UntappedPower of Procedure", Synthese, v, 94, n. 1, (1993), pp. 105-125; yWILLIAMS, B., Ethics and the Limits of Philosophy, HarvardUniversity Press, Cambridge (MA), 1985, pp. 199-200. VéaseANDREWS, R. N., "Environmental Impact Assessment and RiskAssessment", en WATHERN, , P. (ed), Environmental ImpactAssessment, Unwin Hyman, Londres, 1988, pp. 85-97; y COX, L. yRICCI, P., "Legal and Philosophical Aspects of Risk Analysis", enPAUSTENBACH, D. J. (ed), The Risk Assessment of Environmentaland Human Health Hazards, J. Wiley, N. York, 1989, pp. 1017-1046, para sugerencias a este respecto.

45 Véase, por ejemplo, POPPER, K. R., The Open Society andIts Enemies, pp. 403-406; POPPER, K. R., Conjectures andRefutations, p. 63; y MASO, I. (ed.), Openness in Research, VanGorcum, Assen, 1995.

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ausencia de sesgo. Aquellos que ignoran lascríticas relevantes son culpables de sesgarporque el conocer objetivo precisa de laconsideración de una variedad de puntos devista y prácticas diferentes.

Negarse a definir con exactitud"objetividad" puede también apartar a lagente de aceptar sus responsabilidadeséticas, incluidas aquellas de la reforma de laCiencia y la Tecnología. Aquellos que no secomportan como "ciudadanos públicos"pueden no serlo en parte porque no aciertana ver la intuición básica de Israel Scheffler:"la objetividad requiere simplemente de laposibilidad del debate inteligible sobre losméritos del paradigma rival".46 Si esto estodo lo que necesita la objetividad, entonceses hora de que los ciudadanos, estudiosos yotros profesionales participen en los debatespúblicos.47

5. Objeciones

En respuesta a este enfoque de losdeberes para reformar la Ciencia y laTecnología, los críticos podrían objetar: (1)Los reformistas podrían equivocarse ycontribuir así en políticas equivocadas. (2)Sin neutralidad, la pura política podríacontrolar la Ciencia y los principios [deactuación].

Como se sugiere en la objeción (1), notodos los intentos de reforma sonjustificables ética y prácticamente.48 Si loscientíficos se equivocan cuando denuncianalgún riesgo tecnológico, podrían poner enpeligro tanto la credibilidad científica comolos buenos procedimientos.49 A pesar de losexcepcionales logros de Nader, el presidentede un comité del Congreso manifestó queera "un bravucón y un ‘sabelotodo’, henchidode seguridad y con frecuencia equivocado".50

Daniel Simberloff, un distinguido biólogo, serefiere a esta objeción (1) cuando muestrasu preocupación por que si los científicos se

46 SCHEFFLER, I., "Vision and Revolution: A Postscript on Kuhn",Philosophy of Science, v. 39, n. 3, (1972), p. 369.

47 Algunas de estas propuestas acerca de la objetividad,denuncia y análisis ético a favor de la objetividad se basan enSHRADER-FRECHETTE, K., Ethics of Scientific Research, Rowmanand Littlefield, Savage (MD), 1994, pp. 55-61. Véase MOORE, A.W., "One or Two Dogmas of Objectivity", Mind, v. 108, n. 430,(1999), pp. 381-393. Véase también ALCOFF, L. M., "Objectivityand Its Politics", New Literary History, v. 32, n. 4, (2001), p. 835.

48 Véase SHRADER-FRECHETTE, K., Ethics of Scientific Research,pp. 130-133.

49 Cfr. SIMBERLOFF, D., "Simplification, Danger, and Ethics inConservation Biology", Ecological Society of America Bulletin, v.68, (1987), pp. 156-157. Véase también VESILIND, P. A. yBARTLETT, L., "The Ethics and Science of EnvironmentalRegulation", Journal of Environmental Engineering, v. 124, n. 8,(1998), p. 675.

50 THOMAS, R., "Safe at This Speed?", p. 40.

equivocan en sus recomendaciones, losfuturos organizadores de las políticas aseguir podrían no escucharlos.51 A diferenciade Simberloff, sin embargo, algunas veceslos profesionales deben aceptar el riesgo deintentar reformar, en parte porque sucomisión de errores raramente lleva a lapérdida de la credibilidad. Cuando losinvestigadores desautorizaron losfundamentos científicos de la Ley deEspecies Protegidas, la tesis de ladiversidad-estabilidad,52 los legisladores nola revocaron. Y cuando los investigadoresholandeses mostraron que el Informenorteamericano de Rasmussen, WASH-1400,53 estaba equivocado, que todas lasestimaciones de la frecuencia de accidentespor fallo de la experiencia operativa caíanfuera de las franjas del 90 por ciento deconfianza,54 las naciones no cerraron susplantas nucleares.

Cuando Robert Millikan,55 fundador deCal Tech y Premio Nobel, denominó lacreencia en la energía nuclear un "mito",menos de una década antes de que loscientíficos confirmaran la existencia de laenergía de fisión, Millikan no perdiócredibilidad. Si el trabajo de Kahneman,Tversky y otros es correcto, los expertos seequivocan repetidamente cuando razonan demodo probabilístico, incluso en sus propiasáreas de conocimiento. Al emplear lasestrategias de juicio necesarias (como losjuicios de valor metodológicos discutidosmás arriba) para hacer que sus problemas[sean] más fáciles de resolver, los expertosson víctimas de los mismos errores (talescomo el sesgo de la representatividad) que

51 Cfr. SIMBERLOFF, "Simplification, Danger, and Ethics inConservation Biology", p. 157.

52 Véase SHRADER-FRECHETTE, K. y MCCOY, E. D., Method inEcology, Cambridge University Press, Cambridge, 1993, cap. 2.Véase, por ejemplo, US CONGRESS, Congressional RecordSenate, 93rd Congress, First Session 119, US GovernmentPrinting Office, Washington, DC, 1973, p. 25668; COMMONER, B.,The Closing Circle, Knopf, N. York, 1971, p. 38; y MYERS, N., AWealth of Wild Species, Westview Press, Boulder (CO), 1983.

Véase también REICHHARDT, T., "Academy Backs Science inEndangered Species Act", Nature 375, n. 6530, (1995), p. 349;NOSS, R. F., The Science of Conservation Planning, HabitatConservation under the Endangered Species Act, Island Press,Washington, 1997; NATIONAL RESEARCH COUNCIL, Science and theEndangered Species Act, National Academy Press, Washington,1995. REICHHARDT, T., "Inadequate Science in US Habitat Plans",Nature, v. 397, n. 6717, (1999), p. 287.

53 US NUCLEAR REGULATORY COMMISSION, Reactor Safety Study,NUREG 75/014, WASH-1400, US Government Printing Office,Washington, DC, 1975.

54 Cfr. COOKE, R. M., "Problems with Empirical Bayes", RiskAnalysis, v. 6, n. 3, (1986), pp. 269-272; véase SHRADER-FRECHETTE, K., Risk and Rationality, pp. 109-111, 140-144 y 188-196.

55 Cfr. MILLIKAN, R. A., "Alleged Sins of Science", Scribner'sMagazine, v. 87, n. 2, (1930), pp. 119-130.

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los no expertos.56 Los científicos estabanequivocados cuando dijeron que lairradiación prolongada de las amígdalas erainocua. Estaban equivocados cuando dijeronque la radiación de los pies, para determinarel tamaño de los zapatos, era segura.Estaban equivocados cuando dijeron que elTitanic no se hundiría. Estaban equivocadoscuando dijeron que la irradiación de lospechos de las mujeres, para aliviar lamastitis, era inocua. Cuando lasevaluaciones gubernamentales del riesgo deun accidente serio en la Isla de las TresMillas (ITM) discreparon en dos órdenes demagnitud,57 la Comisión norteamericana deRegulación Nuclear no cerró ITM. Tuvo unaccidente, y no se perdió la credibilidadcientífica por hacer esto. Cuando 500.000soldados norteamericanos recibieroncantidades perjudiciales de radiación durantelas pruebas de armas nucleares en elPacífico y en los Estados Unidos en los añoscuarenta, cincuenta y sesenta, los científicosdel gobierno llamaron "seguras" esasexposiciones. No perdieron credibilidad.58

Incluso aunque muchos militares murieronde leucemia experimental inducida, laComisión norteamericana para la EnergíaAtómica y la Comisión norteamericana deRegulación Nuclear continuaron pidiendoconsejo a los mismos expertos que loshabían dirigido mal en las pruebasarmamentísticas. Los errores de los expertos

56 Cfr. KAHNEMAN, D. y TVERSKY, A., "Availability: A Heuristic forJudging Frequency and Probability", en KAHNEMAN, D. H. ET AL.(eds), Judgment Under Uncertainty: Heuristics and Biases,Cambridge University Press, Cambridge, 1982, pp. 63-78;KAHNEMAN, D. y TVERSKY, A., "Judgment Under Uncertainty", inKAHNEMAN, D. H. ET AL. (eds), Judgment Under Uncertainty, pp. 4-11.

57 Cfr. RASMUSSEN, N. C., "Methods of Hazard Analysis andNuclear Safety Engineering", en MOSS, T. y SILL, D. (eds), TheThree Mile Island Nuclear Accident, New York Academy ofScience, N. York, 1981.

58 Cfr. US CONGRESS, Government Liability for AtomicWeapons Testing Program, Hearings before the Committee onthe Judiciary, US Senate June 27, 1986, US Government PrintingOffice, Washington, DC, 1987. Véase también US CONGRESS,Cold War Human Subject Experimentation, Hearing before theLegislation and National Subcommittee of the Committee onGovernment Operations, House of Representatives, One Hundredand Third Congress, second session, 28 September, 1994,Government Printing Office, Washington, DC, 1994; USDEPARTMENT OF ENERGY, Human Radiation Experiments: TheDepartment of Energy Roadmap to the Story and the Records,National Technical Information Service, DOE/EH-0445,Springfield, VA, 1995; US CONGRESS, Human Subjects Research:Radiation Experimentation, Hearings before the Committee onLabor and Human Resources, United States Senate, OneHundred and Third Congress, first session, 13 January, 1994, USGovernment Printing Office, Washington, DC, 1994; USCONGRESS, American Nuclear Guinea Pigs: Three Decades ofRadiation Experiments on US Citizens, A report prepared by theSubcommittee on Energy Conservation and Power of theCommittee on Energy and Commerce, US House ofRepresentatives, US Government Printing Office, Washington,DC, 1986.

no son nada nuevo. A pesar de que RalphNader haya sido acusado de estarequivocado en varias ocasiones, la pureza desus intenciones es indiscutible, y esto es lomenos que la mayoría puede decir hoy demuchos errores científicos. La negación deNader a sacar ganancia personal de susactividades es bien conocida y ayuda ahacerle creible.59 Además, si la gente seabstuviera de tomar partido por miedo alerror, nunca tomarían posturas relevantes,incluso cuando fuera necesario hacerlo.60

Más aún, el antídoto para la toma de partidoextremista o la crítica no es prohibir losintentos de reforma sino usar la democraciacontra el extremismo. El antídoto es crear unmarco social ilustrado, un mercado de lasideas, en el que la gente pueda evaluar laspolíticas públicas alternativas.61 Como ya seargumentó, los humanos no toman lasdecisiones sociales en un medio neutro eindividual, sino por la interacción entre unapluralidad de partidarios.62 Pero si esto esasí, entonces evitar las reformas, so capa deneutralidad, no garantiza que se escuche alos demás. Simplemente, mantiene a todo elmundo callado, excepto aquellos con elsuficiente dinero para ser taimados ymanipuladores. Limita las interaccionesprecisas para educar a los ciudadanos y paracrear políticas democráticas.

Si alguno teme la defensa del interéspúblico por la razón (2), ¿Qué es lo quepodría provocar el dominio de la política o laideología en el terreno de la política pública?Como se argumentó en las seccionesanteriores, esta objeción es deficienteporque la investigación libre de valores(value-free) es imposible, y porque la mejor

59 Véase, por ejemplo, MCCARREY, C., Citizen Nader, pp. 12,13, 139, 212 y 213; GOREY, H., Nader and the Power ofEveryman, p. 23; ROWE, J., "Ralph Nader Reconsidered", enSCARPITTI, F. y CYLKE JR., F. (eds), Social Problems: The Searchfor Solutions: An Anthology, Roxbury Publishing Company, LosÁngeles, 1995, p. 65.

60 Véase, por ejemplo, RESCHER, N., "CollectiveResponsibility", Journal of Social Philosophy, v. 29, n. 3, (1998),pp. 46-58.

61 Véase POPPER, K. R., Conjectures and Refutations, pássim;KITCHER, PH., "The Division of Cognitive Labor", pp. 5-22; MAYO, D.y HOLLANDER, R. (eds), Acceptable Evidence, Oxford UniversityPress, N. York, 1991; y SHRADER-FRECHETTE, K., Science Policy,Ethics, and Economic Methodology, cap. 9, pp. 286-315.

62 Véase ANDREWS, R. N., "Environmental Impact Assessmentand Risk Assessment", en WATHERN, P. (ed), EnvironmentalImpact Assessment, pp. 85-97. Para otro debate acerca de estosmismos temas, véase QUADE, E. S., Analysis for PublicationDecisions, American Elsevier, N. York, 1975, pp. 269 y ss.; WEIS,C. H. y BUCUVALAS, M. J., Social Science Research and DecisionMaking, Columbia University Press, N. York, 1980, p. 26, yLINDBLOM, C. E. y COHEN, D. K., Usable Knowledge: SocialScience and Social Problem Solving, Yale University Press, NewHaven, 1979, p. 64. Véase SEN, A., Objectivity and Position,University Press of Kansas, Lawrence, 1992. Véanse las primerascuatro notas.

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manera de vencer los valores cuestionableses que los ciudadanos los reconozcan y loscritiquen.63 Si no, la gente que evita ladefensa del interés público o de la críticapodría usar su neutralidad como excusa paramantenerse en silencio mientras genteinocente se enfrenta a grandes riesgos omientras intereses poderosos divulgan ladesinformación científica. Camus hizo lamisma reflexión: "Somos culpables detraición a los ojos de la Historia si nodenunciamos lo que merece ser denunciado.La conspiración del silencio es nuestracondena a los ojos de aquellos que vienendespués de nosotros".64

Al mantenerse neutral y evitar estarinformado, los intentos de interés público afavor de la reforma de la Ciencia y laTecnología también podrían servir a losintereses relativistas y escépticos en vez dea los reformistas sociales, como ocurriódurante la Segunda Guerra Mundial. Cuandolos ciudadanos preguntaron a losantropólogos de la Universidad de Columbiapor su posición sobre las actividades de losnazis, los eruditos dijeron que ellos habían"tomado una postura profesional derelativismo cultural", ser "escépticos" conrespecto a todo juicio de valor.65 Pero si losciudadanos dejan de "comprometerse" en elintento de reformar la Ciencia y laTecnología, hay menos posibilidad de evitarla injusticia y de resolver las controversiaspúblicas. Como dijo un erudito "el Pirronismocontemporáneo no puede sustentarconflictos morales serios".66 De cara a unmal importante, si la gente adoptaposiciones de neutralidad, entonces no sonneutrales. Mientras se mantienen neutrales,contribuyen, en cambio, al mal ayudándolo aque perviva. En resumen, al menos seisrazones muestran que la objetividad no esneutralidad y, por tanto, que los intentosdocumentados y representativos de reformarla Ciencia y la Tecnología pueden serobjetivos:

63 Cfr. PARSONS, C., "Introduction", en HELD, V., NIELSEN, K. yPARSONS, C. (eds), Philosophy and Political Action, pp. 3-12.

64 CAMUS, A., Notebooks, trad. de J. O'Brien, Knopf, N. York,1974. Véase SAMUELS, S., "The Arrogance of Intellectual Power",en WOODHEAD, A., BENDER, M. y LEONARD, R. (eds), PhenotypicVariation in Populations, Plenum, N. York, 1988, pp. 113-120.

65 Cfr. SHRADER-FRECHETTE, K., Science Policy, Ethics, andEconomic Methodology, p. 88. Véase DECEW, J. W., "MoralConflicts and Ethical Relativism", Ethics, v. 101, n. 1, (1990), pp.27-41.

66 TAMAS, G. M., "The Political Irresponsibility of Intellectuals",en MACLEAN, I., MONTEFIORE, A. y WINCH, P. (eds), The PoliticalResponsibility of Intellectuals, Cambridge University Press,Cambridge, 1990, pp. 247-256; en especial, p. 256. Véasetambién MOSSER, K., "Should the Skeptical Live His Skepticism?",Manuscrito, v. 21, n. 1, (1998), pp. 47-84.

(1) Una vez que la gente admite que losjuicios de valor son parte de todo elconocimiento, entonces no evaluaresos juicios de valor es convertirseen sus rehenes.

(2) Si no todas las posiciones sonigualmente justificables, entonces laobjetividad precisa que la gente serepresente las posiciones menosjustificables como menosjustificables.

(3) De cara a una amenaza importante,la gente que presenta la objetividadcomo neutralidad sirve a losintereses de los responsables de laamenaza.

(4) La gente que presenta la objetividadcomo neutralidad alienta la falta deatención a los presupuestosevaluativos y así a la ausencia decontrol ciudadano sobre esospresupuestos.

(5) La gente que presenta la objetividadcomo neutralidad presupone queesto se pronuncia de alguna manera“desde arriba”, más bien que sedescubre socialmente por medio deltoma y daca de los puntos de vistaalternativos.

(6) La gente que presenta la objetividadcomo neutralidad aprueba o elrelativismo ético o el escepticismo yasí propicia la injusticia.

Algunos miembros de al menos tresgrupos de la sociedad contemporánea(posmodernos, positivistas y científicossociales relativistas) probablementeapoyarían a los antropólogos de laUniversidad de Columbia que semantuvieron neutrales frente a Hitler. Se lesdebilitaría con los argumentos que heconstruido, porque los miembros de los tresgrupos confunden objetividad con silencio oneutralidad. Confunden tolerancia conrelativismo ético.

6. Restricciones de la objetividad como toma de partido no sesgada enfavor de la reforma

Pero simplemente he mantenido que lagenuina objetividad puede requerir deberespara la reforma de la Ciencia y la Tecnología,no cuándo se precisa la objetividad. ¿Cuándoson más defendibles esos deberes? Mevienen a la cabeza, al menos, tressugerencias. La primera es que normalmentelos ciudadanos tienen responsabilidades másimportantes para frenar el sesgo hasta el

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punto de que sea de consideración, y soncapaces de hacerlo así. Pero si eso es así, losciudadanos deberían pedir un mayor nivel decerteza en situaciones donde las políticas seapliquen probablemente de manera quepuedan amenazar el bien común. En muchosterrenos que tienen consecuencias para elbien común —por ejemplo, la investigaciónquímica— los beneficios económicosinterfieren a menudo con la búsqueda de loshechos objetivos. Porque los miembros delas comunidades democráticas o bióticas sonmenos capaces (que los clientes de losnegocios individuales) de dar unconsentimiento libre e informado a lasacciones arriesgadas que les afectan, losciudadanos necesitan ayudar a garantizar aesos miembros la más importanteprotección. Una manera de promover esaprotección sería que los profesionalesayudaran a mejorar los niveles de evaluaciónpor pares (peer review) para la investigaciónde lo que afecta al bienestar ciudadano.67

También podrían trabajar, especialmente enla prensa de mayor difusión, en respuesta ala Ciencia que está sesgada y manipuladapor intereses creados y eliminar los sesgosque acompañan a menudo al trabajoprofesional.

Defender las responsabilidades de losciudadanos (y, especialmente, de losprofesionales) —para promover lainformación no sesgada que afecta al biencomún— es análogo a afirmar similaresdeberes en cuanto a las tecnologíaspeligrosas. De la misma manera que hay undoble nivel justificable (basado en lagravedad de la amenaza pública) paradenunciar la información sesgada, tambiénhay un doble nivel justificable (basado en laseveridad del riesgo de la salud pública)para criticar las tecnologías peligrosas. Enambos casos, la responsabilidad humana decontrarrestar la amenaza es proporcional asu importancia. Esa proporcionalidad explicala razón por la cual los profesionales,normalmente deben tener un alto nivel paraevaluar las tecnologías más peligrosas, comola energía nuclear. Porque las situaciones demayores amenazas precisan de mayoranálisis, las tecnologías con más riesgosdeben tener mayores beneficios encontraprestación.68

67 Véase, por ejemplo, LLOYD, J., "On Watersheds and Peers,Publication, Pimps and Panache", Florida Entomologist, v. 68,(1985), pp. 134-139; y HOLLANDER, R., "Journals Have Obligations,Too", Science, Technology, and Human Values, v. 15, n. 1,(1990), pp. 46-49.

68 Véase, por ejemplo, STARR, C., RUDMAN, R. y WHIPPLE, C.(eds), "Philosophical Basis for Risk Analysis", Annual Review ofEnergy, v. 1, (1976), p. 638. Véase también BAYLES, M.,Professional Ethics, Wadsworth, Belmont, 1981, p. 116; TVERSKY,

En otras palabras, a menudo laobjetividad es un tema de Ética además deEpistemología. La objetividad epistémicadirige las creencias. Precisa de ciudadanos yprofesionales para evaluar las hipótesis y susconsecuencias prácticas de formas queeviten la mala interpretación o el sesgodeliberados. La objetividad ética dirige lasacciones. Precisa de más que de evitarsimplemente el sesgo deliberado o la malainterpretación. En cambio, exige que losciudadanos tengan en cuenta lasobligaciones para con el bien común cuandoevaluan sus acciones, omisiones y creencias.Por ejemplo, los reformistas podrían seguirla objetividad epistémica y evaluar si unahipótesis (tal como "este experimentobiotecnológico no pondrá en peligro losecosistemas") es tanto probable comoverosímil que no lleve a ningunaconsecuencia no deseable. Para seguir unprincipio de objetividad ética, podríanevaluar si la sola objetividad epistémicapropociona una comprobación adecuada dela hipótesis o si uno debe considerar tambiénfactores como los derechos de protección dela comunidad y sus derechos de saber losactos potencialmente dañinos. En los casosque se suponen deberes de las partesinteresadas, la objetividad requiere no sólomeramente de una evaluación epistémica nosesgada de las creencias de uno, sinotambién una evaluación ética no sesgada delas acciones basadas en aquéllas creencias.Así, una segunda restricción sobre el apoyono sesgado en favor de la reforma es queuno reconozca tanto la objetividadepistémica como la ética.

Pero, ¿cómo puede la gente —especialmente, los reformistas de la Ciencia— ser éticamente responsables de suscreencias? W. K. Clifford argumentó a favorde la obligación ética de buscar la verdad.69

Esto presupone que la creencia puede estaral menos bajo algún tipo de controlvoluntario; que la gente puede, en parte,

A. y FOX, C. R., "Weighing Risk and Uncertainty", PsychologicalReview, v. 102, n. 2, (1995), p. 269; y VAN RAAIJ, W. F., "The Lifeand Work of Amos Tversky", Journal of Economic Psychology, v.19, n. 4, (1998), p. 515.

69 Cfr. CLIFFORD, W. K., Lectures and Essays, Macmillan,Londres, 1886. Véase también TOULMIN, S., "Can Science andEthics Be Reconnected?", Hastings Center Report, v. 9, (1979),pp. 27-34; HAACK, S., "The Ethics of Belief Reconsidered", enHAHN, L. E. (ed), The Philosophy of Roderick M. Chisholm, OpenCourt, La Salle (IL) 1997, pp. 129-144; y VORSTENBOSCH, J., "W. K.Clifford's Belief Revisited", en MEIJERS, A. (ed), Belief, Cognition,and the Will, University of Tilburg, Tilburg, 1999, pp. 99-111;FELDMAN, J., "The Ethics of Belief", Philosophy andPhenomenological Research, v. 60, n. 3, (2000), p. 667. Y PRYOR,J., "Highlights of Recent Epistemology", The British Journal forthe Philosophy of Science, v. 52, n. 1, (2001), pp. 95-124; enparticular, p. 52.

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decidir reconocer el sesgo o la malainterpretación; en parte, que pueden elegirser más o menos objetivos. No me detendréaquí para argumentar a favor de una éticade la creencia, pero el tema principal es que,si los hechos están dirigidos por los valores,entonces aceptar las interpretacionesconcretas de los datos científicos es en parteuna cuestión de elección, y, por tanto, enparte, una cuestión de control voluntario. Ysi esto es así, la Ciencia es por consiguienteen parte objeto de evaluación ética, una"ética de la creencia",70 en el sentido de quela gente tiene una obligación éticacontinuada de evaluar y reformar la prácticay el uso de la Ciencia y la Tecnología. Unmodelo para esta ética sería la famosapetición de Oliver Cromwell a la asamblea dela Iglesia de Escocia: "Os pido que penséisque es posible que podáis estarequivocados". La meta no es imponerconclusiones sobre lo que no se quiere, sinopromover el debate abierto, informado,público y crítico de las posiciones propias,además de las de los demás. Ni la verdad nila buena Ciencia sobrevivirán durante muchotiempo en una situación de neutralidad o dequedarse callado para evitar el error.

No hay condiciones necesarias ysuficientes para justificar moralmentecualquiera actos complejos en situacionesparticulares, como intentar la reforma de laCiencia y la Tecnología o comprometerse enla desobediencia civil.71 Hay, sin embargo,un tercer tipo de reglas generales útiles. Ensu célebre carta desde la cárcel deBirmingham, Martin Luther King proporcionaal menos tres de esas reglas generales: 1)recopilar hechos para determinar si existenrealmente las injusticias; 2) negociar paratratar de corregir las injusticias; y 3)depurarse uno mismo. El propósito de lapurificación es evitar el egoísmo y elfanatismo, lo que T. S. Eliot llamó “la últimatentación”: “Hacer lo correcto por la razónequivocada”.72 Una cuarta consideración queayuda a clarificar los deberes para reformar

70 Véase, por ejemplo, JAMES, W., The Will to Believe andOther Essays in Popular Philosophy, Dover, N. York, 1956, pp.17-30. Véase también OWENS, D., "John Locke and the Ethics ofBelief", Locke Newsletter, v. 30, (1999), pp. 103-127; ADLER, J. E.,"Ethics of Belief: Off the Wrong Track", Midwest Studies inPhilosophy, v. 23, (1999), pp. 267-285; y MADIGAN, T. J., "TheVirtues of Ethics of Belief", Free Inquiry, v. 17, n. 2, (1997), pp.29-33.

71 Cfr. KING, M. L., "Letter from Birmingham Jail", en HARRIS, P.(ed), Civil Disobedience, University Press of America, Lanham(MD), 1989, pp. 58 y 70; RAWLS, J., A Theory of Justice, HarvardUniversity Press, Cambridge (MA), 1971, pp. 363-377.

72 Citado en FORTAS, A., "Concerning Dissent and CivilDisobedience", en HARRIS, P. (ed), Civil Disobedience, p. 91(véase también pp. 91-105) y en KENNY, A., Thomas Moore,Oxford University Press, N. York, 1983, p. 1.

la Ciencia y la Tecnología fue formulada porJohn Locke. Advirtió de que, para atenderlos fines por los que existe el Estado, laspersonas deben actuar a veces contra lasupuesta ley civil antes de que ocurran lasmás serias violaciones de sus derechos; sino, las violaciones podrían volverseimposibles de eliminar.73 Lo mismo podríadecirse de las violaciones de la objetividadcientífica. Otras normas generales a favor dela reforma, la quinta, ha sido ofrecida en losmúltiples debates acerca de las condicionespara una denuncia justificada. Lacaracterística importante, sin embargo, noes ofrecer condiciones necesarias ysuficientes a este nivel, sino argumentar ensu lugar que la mayoría de los filósofos y delos científicos tienen probablemente algunosdeberes de asegurar la objetividad para lareforma de la Ciencia y la Tecnología.Muchos no han aceptado este deberfundamental.

No intentar la reforma equivale a unaprofecía autocumplida, un consejo para ladeseperanza. Hace más de una década,Alasdair McIntyre diagnosticó serios“problemas de pensamiento moral ypráctico” en la sociedad.74 Hizo undiagnóstico equivocado. La diferencia deopiniones morales, como tal, no es unproblema. La diferencia de opiniones puedeexistir porque una situación no esté clara,porque las personas no estén de acuerdosobre cómo interpretar los datos, o porque laÉtica consta de principios abstractos quenecesitan ser interpretados y, en casosconcretos, modificados a través de procesosdemocráticos. Sin embargo, la diferencia deopiniones a nivel concreto es, a menudo,una prueba de algún acuerdo a nivelabstracto o general. El conocimiento social,que precisa de toma y daca, y que funcionaa través del desacuerdo y la crítica, es unacondición necesaria para la objetividad, noun signo de su falta, como McIntyrepensaba. Sin este toma y daca, sólo hayacuerdo aparente, no objetividad, porque laspersonas probablemente no se han puestode acuerdo racionalmente sobre unaposición. El acuerdo aparente es un síntomade que probablemente las personas seanperezosas, o vivan con miedo, o esténobligadas a mostrar su acuerdo, o les falte lacapacidad o la inteligencia para debatirtemas éticos. La diferencia de opiniones noes pues sólo una condición necesaria para la

73 Cfr. LOCKE, J., Second Treatise on Civil Government,Prometheus Books, Buffalo (NY), 1986, Secciones 159, 160, 220,240 y 242.

74 Cfr. MACINTYRE, A., After Virtue, Duckworth, Londres, 1981,p. 6.

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objetividad sino que puede ser prueba deuna sociedad abierta en vez de represiva,resultado de una mayor autonomía moral, ouna consecuencia de la libertad paradesarrollar una vida que permita lasacciones o pensamientos alternativos. Ladiferencia de opiniones es muy superior alacuerdo irreflexivo o forzado, la represión ola pasividad que teme los desacuerdos. Ladiferencia de opiniones, o la necesariadiscrepancia para conseguir la reforma de laCiencia y la Tecnología es psicológica ypolíticamente incómoda. Esto quiere decirque las personas deben resolver susdiferencias, comprometerse para alcanzar unfin noble. Además, desde una perspectivaética, el acuerdo es irrelevante. Las accionesno son correctas o incorrectas porque laspersonas acuerden que son correctas oincorrectas sino que hay una justificaciónracional para su corrección o incorrección.

7. Conclusión

Puesto que se toma en serio lanecesidad de la reforma, incluso ladesobediencia civil, el activista negro MartinLuther King llega tan lejos como para decirque los “blancos moderados”, los queproponen la neutralidad que teme eldesacuerdo, son una amenaza mayor para lalibertad, la ética y la justicia que el miembrodel Ku-Klux-Klan que es racista y que linchaa los negros. Los “moderados” sonpeligrosos precisamente porque las personaspiensan que son equilibrados, objetivos y, enconsecuencia, éticos. A King le preocupanlos moderados porque están más entregadosal orden que a la justicia. Dice que olvidanque la ley y el orden son los medios para elfin de la justicia, no al revés. Martin LutherKing se preguntó si la religión estabademasiado atada al statu quo para salvar almundo.75 ¿Están tal vez los científicos y losfilósofos demasiado atados al statu quo paraayudar a la reforma de la Ciencia y laTecnología?

75 Cfr. KING, M. L., "Letter from Birmingham Jail", en HARRIS, P.(ed), Civil Disobedience, p. 69.

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