La Navidad de un Preso

(La escena representa una crcel. Un preso aparece detrs de una reja, agarrado a los barrotes y con la cabeza reposada sobre los brazos, en actitud de honda tristeza...) Personajes: El Preso Noem Gaspar Pastor 2 Un Soldado Ana Baltasar Pastor 3 Martha Madre Melchor Jovencita

Rab ngel Pastor 1

Cuadro I Escena I

Preso: Que vida ms triste! Es preferible mil veces la muerte! Humedad,

oscuridad, cadenas, hambre y todo por no tener dinero con qu pagar el tributo al odioso Imperio de Roma. Algn da, la ira de Jehov caer sobre esa bestia inmunda, ese Cesar miserable y despreciado.

Escena II

Soldado: Qu hablas perro Judo? Te he dicho que no quiero orte hablar. Un

Judo como t, no tiene derecho a nada. Preso: Olvidas soldado que mi pueblo no estar siempre sometido al poder

de Roma. Llegar un da en que Jehov librar a su pueblo y todos los otros pueblos le sern sometidos.

Soldado: Calla! Judo despreciable! Cmo te atreves a decir semejante

cosa? Cundo un vil gusano se ha atrevido a desafiar al guila poderosa? Ustedes sern los que son gusanos asquerosos. Todos deban estar en la crcel.

Preso: Soldado, tengo hambre. Me dars hoy algo de comer? El fro y el

hambre acabarn conmigo. Soldado: Hoy slo tendrs tu racin de pan y agua, y esa,... Ms corta que

otras veces, pues tenemos ms ladrones como tu, que le roban el tributo al divino Cesar y... el pan est escaso. Adems, si fuera por m, te dejara morir de hambre. Qu ms merecen ustedes los Judos?

(Sale)

Escena III

Preso: Quiz tenga razn... Mejor me sera morir. Tal parece que Jehov no se acuerda de su pueblo!

Escena IV

Soldado: (Entrando) Toma! Aqu est tu racin. Es una comida como de un

prncipe Ja, ja, ja! (El preso tiende la mano para tomarla. El soldado la retiene un

momento.) Ten cuidado que no me toques, podras mancharme las manos.

Tmala por ese lado y cmelo pronto, porque tienes visita; una de esas que nunca lo miran a uno y siempre parece que me quieren morder. Lbrenme los dioses de una fiera como esa!

Escena V

Preso: Pan y agua! Agua y pan! Hasta cundo Seor?

Escena VI

(Entra el soldado, una hebrea lo sigue) Soldado: Venga por aqu. Ah lo tiene, est dndose un banquete. Slo unos

minutos pueden hablar. Yo volver a buscarle.

Escena VII

Martha: OH, Nathan! Cunto debes sufrir! Se me rompe el alma en pedazos al verte. Hermano mo, si con mi vida pudiera librarte de ese sufrimiento, la dara gustosa!

Preso: Martha, hermana ma, no sufras. Tu cario y tus cuidados me hacen

olvidar las crueldades de estos sanguinarios romanos. No has podido conseguir el dinero para pagar mi tributo?

Martha: No, hermano mo. He llorado, he suplicado, mas ese usurero no ha

querido ayudarnos. Fui a vender nuestras cabalgaduras, pero no la quisieron. Est tan flaca la pobre bestia!

Preso: No te aflijas, yo creo que todo se arreglar. No quiero que llores.

Pidamos ayuda a Jehov! Martha: Mi fe en las promesas vacila, al verte aqu, preso y sufriendo, cuando

s, hermano mo, que eres tan bueno y tan noble.

Preso: No desesperes, habla a los de nuestro pueblo y nuestra raza, si quiz ellos te ayuden y me puedan librar de este sufrimiento.

Martha: Ir, s. No quedar uno solo en Beln que no haya recibido mis

suplicas.

Escena VIII

(Soldado entrando) Soldado: Bueno, basta de conversaciones, es hora de que se vaya. Bastante

tiempo les he dado; me parece que me estoy volviendo demasiado indulgente. Vamos!

(Empuja con la lanza a Martha) Martha: Adis, hermano mo! Preso: Jehov te ayude, querida Martha. Soldado: Va... Va! No hablen mas tonteras (Salen)

Escena IX

Preso: Otra vez solo! Ahora s que tengo fro! (Se sienta en la banqueta, con las manos en la cabeza) ........................................................................................

Cuadro II Escena I

Personajes: Martha Rab Noem Ana (La escena se representa en la casa del Rab) Martha: (Con suplica) No podis hacer algo por mi afligido hermano? Rab: Qu puedo hacer yo, Martha? Mi condicin es tan triste como la

tuya. Hasta mi ltimo centavo lo he dado para librar de la crcel a nuestros compatriotas y siento no tener para librar a tu hermano; pero quiz lo podamos conseguir con otros. He mandado a Noem y Ana, para ver si ellas puedan ayudarnos.

(Tocan a la puerta)

Creo que estn ah. Tengamos esperanza. (Sale y al momento entra seguido de las dos mujeres)

Escena II

Rab: Les esperbamos impacientes. Han podido conseguir ayuda para ese pobre joven?

Martha: OH, si pudierais ayudar a mi hermano! Noem: Martha, no te aflijas. No hemos podido conseguir dinero alguno; pero

esperemos. Jehov no te abandonar, an nos quedan esperanzas. Ana: Martha, he puesto en venta mi pobre casita. Quiz me la compren y

podremos libertar a mi padre y a tu hermano; estos das me parecen eternos. Que afliccin y tristeza han cado sobre nuestro pobre pueblo!

Rab: No desesperemos. Acaso no tenemos las promesas de Jehov que

l no abandonar a su pueblo? Con seguridad vendrn das de felicidad para Israel, y no han de tardar; estas aflicciones indican que estn prximos. Estn sucediendo cosas muy raras y extraas.

Noem: As es, lo he notado. Aparte del movimiento propio de estos das de

empadronamiento, con que han cargado ms a nuestro pueblo; Estn ocurriendo cosas anormales. Yo no los he visto, pero me han dicho que han pasado por Beln, tres Magos del lejano Oriente.

Ana: Yo lo supe tambin y los vi; Dijeron que seguan una estrella, que les

guiaba hasta donde ha de nacer el Rey de los Judos. Rab: Todas estas cosas nos dicen que debemos estar preparados para

ver el cumplimiento de las promesas. El da de la liberacin de Israel est por llegar.

Martha: Mi alma est llena de esperanzas y siento en m algo extrao que me

anuncia grandes y encontradas alegras o tristezas. Siento tanto que llegue el Mesas prometido y mi pobre hermano no pueda recibirle.

Rab: Ve a descansar Martha, con seguridad maana tu hermano estar

libre. Haremos nuevos esfuerzos. Martha: Decs bien noble Rab; estoy muerta de fatiga y de cansancio; las

piernas se niegan a sostenerme. Ir a descansar y pondr mi carga en Jehov.

Noem: Dices la verdad, Martha, recuerda que las escrituras dicen: Espera

en l y l har. Descansa y confa. Martha: Hasta maana! Rab: Adis Martha, Jehov te ayuda! (Sale Martha)

Escena III

Rab: Pobre chica, tan buena y tanto que sufre! Esos romanos son seres sin corazn.

Noem: Ya pronto cesarn nuestros sufrimientos! Ana: No les parece que debiramos averiguar todo lo relacionado a esos

Magos del Oriente y el motivo de su viaje? Rab: Eso iba a proponerles. Iremos los tres unidos? Noem: S, no nos separemos; su compaa nos alienta y nos instruye en la

casa del Seor. Rab: Vamos pues! ...........................................................................................................

Cuadro III

(La escena se representa de noche. Junto al preso una pequea lamparita. Parece dormido...)

(Se oye la voz del carcelero) Soldado: Maldita sea! Si me dejaran dormir! Estos Judos creen que uno no

tiene ms que estar atendindolos. (Entra y se dirige a la mujer que viene detrs) Ah lo tiene. (Abre la reja y hace salir al preso) Vamos, sal fuera, ya ests libre! (Estos Judos tienen mucha suerte).

Yo voy afuera. Cuando quieran, pueden marcharse. Lstima que no se los lleve un cicln!

(Sale) Madre: (Con temor llama a su hijo que aun no la ha visto) Nathan!

(El preso levantando la cabeza, se echa e los brazos de la madre)

Preso: Madre ma! Tu aqu? Madre: Nathan, hijo querido, cmo he llorado, cmo he sufrido, pero al fin te

veo y te abrazo! Nathan: Cmo has podido llegar hasta aqu madre ma? Cmo has logrado

librarme? No acierto a comprenderlo. Madre: Algn da lo comprenders, quizs cuando seas padre y sepas lo

mucho que se ama a un hijo, cuando sepas lo que se quiere a un pedazo de tus entraas.

Nathan: Yo s cmo me amas, madre... pero... qu has hecho para

conseguir el dinero del tributo? Madre: El Seor me ayud a conseguirlo; pero estaba decidida a hacer

cualquier cosa con tal de no verte sufrir, hijo mo, pasando hambre y fro en esta prisin. Te sientes enfermo?

Nathan: Me siento bien, madre, y ahora inmensamente feliz. Madre: Que feliz me siento, Nathan! Te veo y parece mentira. Que horas

ms tristes he pasado! Un rato qued medio dormida y so mataban a mi hijo, que ese infame soldado te ahogaba, Te vea morir! Que momentos ms tristes! Pero ya todo ha pasado!

Nathan: Y Cmo t has hecho lo que no han podido hacer otros? Madre: Para una madre no hay imposibles, hijo mo, y aun a costa de mi vida

hubiera logrado tu libertad. Nathan: Gracias, madre ma! (En ese momento se oye un cntico. Venid pastorcillos)

OH, esos cnticos! Quines cantarn? Esa msica es divina! Qu suceder madre?

Madre: Algo sobrenatural est sucediendo...! (De pronto surge un resplandor y aparece un ngel) ngel: No temis, esos cnticos son entonados por los ngeles del Cielo,

anunciando a los vecinos pastores el nacimiento del Mesas prometido a Israel. Jess ha nacido! Ha alumbrado el Sol de Justicia a la humanidad.

Este lbrego lugar ha sido testigo de un gran amor; una madre que salva a su hijo. Venid presurosos para que veis al Hijo de Dios que ha nacido para salvar a los hombres de sus pecados!

Id al pesebre para q