la nación quijos y jumady su gran cacique de guerra

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LA NACIN QUIJOS Y JUMANDY, SU GRAN CACIQUE DE GUERRADavid Guevara Ypez Ph.D

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REPRESENTANTES DE LA FASE COSANGA El padre Pedro Porras Garcs, luego de varios estudios arqueolgicos en la provincia de Napo, estableci la Fase Cosanga, la misma que tendra una antigedad probada de dos mil cuatrocientos aos. Los representantes de esta fase que elaboraron objetos cermicos, labraron y levantaron monolitos, trabajaron terrazas escalonadas, construcciones piramidales, como quijos. Ellos vinieron desde el valle de San Agustn, Colombia, donde se gener una cultura de caractersticas relevantes. San Agustn es el resultado del compendio cultural de chibchas, caribes y otros grupos migrantes donde los shamanes, en estado alterado de conciencia, dieron forma a los glifos grabados en las piedras, guardando su mensaje y significado nicamente para los iniciados en los ritos de la ayawasca. All naci el culto a los felinos y las ranas adquirieron un simbolismo de lluvia y fertilidad. Para llegar a la provincia de Napo surcando el alto Magdalena, cruzaron el ro San Miguel y siguieron por las estribaciones de la cordillera oriental hasta asentarse en las zonas de Baeza, Archidona, Tena. petroglifos con figuras antropomorfas, zoomorfas y figuras abstractas, montculos artificiales o tolas, seran conocidos posteriormente

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UN PUEBLO CON HISTORIA Y NOMBRE PROPIO Los quijos tienen races histricas que se extienden a un pasado pre incsico. Algunas crnicas antiguas narran que Hualcopo Duchicela II, a orillas del Curayay, se entrevist con los jefes quijos, cofanes, omaguas; con los mensajeros de los mainas, andoas y bracamoros, en procura de conseguir el apoyo blico y consolidar una alianza para enfrentar el peligro de los incas Mara Elena Porras, al referirse a los pueblos aborgenes del Ecuador, basndose en varias investigaciones, afirma que antes de la llegada de los incas los quijos ya habitan la regin amaznica. Cuando los espaoles fundaron la ciudad de Quito, en 1535, establecieron los lmites orientales por la va de Quixo hasta el pueblo Hatunquixo. Esta mencin presume que el nombre Quixo o Quijos pertenece a una de las lenguas aborgenes de la regin. Luis Guzmn Palomino menciona que en el tiempo del Virrey Toledo se le cit en la guerra antiespaola de los pendes, sacerdotes de la nacin de los quijos. Afirma que sus descendientes habitan hasta hoy las mrgenes del alto Napo y sus afluentes. En las primeras crnicas equivocadamente se los llam tambin canelos, jbaros, omaguas. El doctor Guillaume Fontaine anota que el nombre de quijos fue por mucho tiempo usado para designar a los indgenas que habitaban la vertiente oriental de los Andes En 1538 eran alrededor de 15.000. Serrano Prez Vladimir, citando a Tessman y Oberem, escribe que los quijos reciban diferentes nombres por parte de sus vecinos: Los piojeses o secoyas los denominaba: Ari Bai; los jbaros, Chna; los aushiris, Asnke y los zparas los llamaba Tawo

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Todos los documentos y citas geogrficas de los primeros tiempos de la Colonia coinciden en identificar a los habitantes de este territorio ubicado en el piedemonte oriental de los andes como quijos, nombre que misteriosa e inexplicablemente fue suplantado por otros a partir del levantamiento de Jumandy de 1578. EL IDIOMA DE LOS QUIJOS Existen estudios de varios investigadores que permiten afirmar que los quijos, como unidad tnica, tuvieron caractersticas propias que definieron su identidad como nacin. Entre esas caractersticas estuvo el idioma que fue perdindose durante el proceso de la conquista y con la implantacin de las doctrinas que impusieron el kichwa como lengua general. Juan Marcos Mercier, basndose en los trabajos del padre Pedro Porras, confirma esta aseveracin cuando sostiene que a la llegada de los espaoles muy pocos quijos conocan la lengua del inga. El cacique Hacho, cuya hermana era casada con un cacique quijo, sirvi de intrprete a los espaoles, especialmente a Gil Ramrez Dvalos, cuando ste ingres a nuestro territorio, en 1559, para la fundacin de la ciudad de Baeza. Tambin Augusto Javier Lpez, hace notar que los misioneros franciscanos y jesuitas, como poltica de evangelizacin, implantaron la enseanza del seona y quichua, suplantando los idiomas vernculos, en buena parte de la amazonia ecuatoriana. Por ello concuerda con Udo Oberem que afirma que los quijos habran tenido su propia lengua materna, aunque para el siglo XVIII ya eran quichua hablantes como consecuencia de los sostenidos procesos de aculturacin. Jos Barletti, basndose en los estudios de Juan Marcos Mercier, descarta toda posibilidad de que en la zona del alto Napo se hablara quichua antes de la conquista, ya que este idioma lleg desde Quito de la mano de los misioneros, conquistadores y caucheros3

El idioma de los quijos perdi su vigencia cuando los curas y doctrineros cumplieron las constituciones sinodales que exigan que se predicara en la lengua de los indios, y el nico idioma originario que conocan era el kichwa o lengua general. En lo que tiene que ver a sus races lingsticas este idioma perteneca al grupo shillipanu, an existen algunas palabras que en su pronunciacin y significado se parecen a la de los idiomas que hablan los cofanes, ztchilas y chachis. Los estudios realizados por Eduardo Bedoya determinan que los quijos, coayqueres, zatchila, chachis y cofanes son parte de la familia etno lingstica shillipanu. LA HEREDAD TERRITORIAL El territorio de los quijos se extenda desde la ceja de la cordillera oriental de los Andes hasta la llanura amaznica en un rea rodeada por los ros Quijos y Napo. El ro Quijos primero se llama Papallacta, luego Quijos y por ltimo Coca, nombre con el que desemboca en el Napo. El Conde de Lemus, en la descripcin de la Gobernacin de Quixos, documento escrito en 1608, informa que esta jurisdiccin ocupa una extensin de 7.500 kilmetros cuadrados, en la vertiente oriental de la cordillera de los Andes, entre los 2.000 y los 400 metros de altura sobre el nivel del mar. Este informe est acompaado por un mapa, cuyo valor radica no solamente por los detalles geogrficos que contiene sino porque es el primero que se ha trazado de la zona. Los quijos habitaban un territorio excepcional donde se concentra la mayor diversidad biolgica del planeta distribuida en lo que podramos establecer como seis zonas de vida que ascienden desde el bosque hmedo tropical (600 msnm) hasta el bosque pluvial montano ubicado en la franja comprendida entre los 2800 y 3700 metros sobre el nivel del mar.

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ORGANIZACIN SOCIAL Y POLTICA La organizacin social y poltica de los pueblos indgenas prehispnicos de los Andes tena como base al grupo familiar que se denominaba ayllu, unidad demogrfica que promediaba las doscientas personas. El jefe era conocido como principal o cacique (kuraka) menor. La unin de varios ayllus daba origen a un cacicazgo o kurakazgo. Un cacicazgo era un ncleo con autonoma poltica y econmica. La autoridad estaba en manos del cacique mayor o seor tnico. En las selvas amaznicas, por lo general, se desarrollaron las sociedades tribales, basadas en la recoleccin y una incipiente agricultura. Las prcticas comerciales les permitieron relacionarse con comunidades de regiones diferentes. Los quijos tenan un territorio que comparta las condiciones geogrficas de la sierra y la amazonia; su contacto con las culturas amaznicas y andinas les permiti desarrollar una organizacin social y poltica donde la sociedad tribal y el kurakazgo convivan complementariamente. Sobre este tema Frederica Barclay sostiene que en las estribaciones andinas etnias como los quijos jugaron un papel de bisagras, facilitando procesos de integracin entre la sierra y la amazonia, gracias a un sustrato cultural comn y a la existencia de especialistas en comercio diplomacia. Los quijos fueron conocidos como buenos comerciantes y excelentes viajeros. Recorran largos trayectos visitando pueblos y comunidades de la sierra y la costa con productos como tabaco y coca. Muchos cronistas coinciden en afirmar que en Hatunquijos, frente a la actual poblacin de Cuyuja, en el cantn Quijos, mantenan un tianguez o mercado donde se comerciaban productos procedentes de muy adentro de la amazonia, del mar y del Reino de Quito.

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Frank Salomon y Udo Oberem al revisar un informe preparado por Diego de Ortegn en 1557, hallan indicios que en Hatunquijos se comerciaba vestidos, adornos de oro, alimentos y otros productos de la regin Antes de la conquista espaola y durante su proceso de dominacin, el territorio de los quijos estuvo divido en los siguientes kurakazgos: Hatunquijos con las poblaciones de Chalpe, Chumifo, Tazallacta etc. Cosanga con las poblaciones de Cosanga, Conduceta, Guacamayo etc. Coca con las poblaciones de Anche, Befa, Cenu, Tonta, Concn etc. Sumaco con las poblaciones de Acande, Achifa, Comate, etc. Los Algodonales con las poblaciones de Beto y Nayora. Las Calientes con las poblaciones de Chahui y Huarozta Esta forma de organizacin fue anulada por las autoridades espaolas a raz del levantamiento de 1578, cuando como represalia y castigo dieron muerte a pendes y kurakas. Autoridades del Rey y de la iglesia introdujeron el sistema de waynaros, capitanes, tenientes, etc., impuestos por ellos para controlar todos los movimientos y evitar nuevas rebeliones. Ms tarde los agruparon en muntun, clasificndonos por familias y procedencia. Generalmente el nombre del muntun estaba dado por el lugar de residencia o por el burla o sobrenombre del jefe del grupo. Actualmente estn organizados en comunidades y las autoridades son nombradas mediante votacin de los socios.

ALGUNOS RASGOS CULTURALES De la memoria oral de los descendientes de los quijos, Juan Carlos Gamboa y Ramiro Muoz Macanilla, compilaron algunos rasgos de la cultura kichwa. Este es un apretado resumen6

Sus ritos son parte de su cosmovisin y estn ligados a muchos actos de su vida. Para el matrimonio los novios deben realizar los rituales de cumplimiento de las obligaciones y el la pactachina o

matrimonio. El novio previamente ha

pedido a Amasanga, espritu mayor de la selva, que lo cure y proteja de los supaybiruti, los dardos espirituales del mal, que envan los celosos pretendientes de la novia; ella debe visitar a Nunghui esposa de Amasanga para que le ofrezca sus piedras yuca y trabajar la cermica Los ritos funerarios son igualmente importantes; el temor que tienen al aya sagradas y el conocimiento para cultivar la

o alma del muerto, exige la realizacin de un ritual, a fin de espantarla y alejarla de la casa; as: despus de que se saca al muerto del hogar donde habit, la casa es ortigada, se barren los caminos tambin con no haga dao. ortiga, para que el alma se aleje y

Una de sus celebraciones rituales anuales ms importante es la fiesta de la Jista mediante la cual agradecen a las fuerzas reproductivas de la selva. ella se evidencia una percepcin diferente del tiempo y el espacio. Los quijos ocupan los sitios alejados de la misin, de la iglesia y de la plaza, dominio de los no runa; y escogen aquellos que estn cercanos a los ros, que corresponden al Unai, su tiempo - espacio mtico. Los quijos destacan por el trabajo cermico, actividad exclusiva mujeres, pues as les ense de las En

Nunghui desde tiempos mticos; el

conocimiento del trabajo de la tierra, est vinculado con las tradiciones de sus propios ayllus y se transmiten de madres a hijas o de madres a nueras. Se trabaja la cermica mediante la tcnica del acordelado; para el decorado emplean tres colores bsicos, blanco, rojo y negro; los diseos hacen referencia a sus animales sagrados como el tigre y la boa; la quema la hacen a fuego vivo y al aire libre. Elaboran vasijas de distintos tamaos;

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las mucahuas, que son el smbolo del trabajo de la mujer, reflejan la visin que sta tiene del mundo y su papel dentro de su sociedad y de su cultura. Los hombres construyen sus viviendas. El tejido con fibras vegetales y la cestera es otra artesana importante, tejen tambin sus herramientas para la caza, shigras y hamacas. Trabajan pucuna o bodoquera, lanzas de

chonta, para la pesca y la agricultura. Son hbiles en la talla en madera especialmente de balsa, con la que hacen: pjaros, tucanes y otras aves de la selva. El vestido tradicional de las mujeres, era una pampalina ( que la usaban para cubrir su cuerpo; adems una saya), maquicona

cutuma o camisa recogida Los

desde el cuello y el anaco una tela que se envolvan como falda ; la vestimenta se complementa con collares de cuentas de vidrios. hombres usaban pantalones hasta la rodilla. Antiguamente acostumbraban tatuarse la piel, empleando la pepa del cabello. (En el siglo XVI los quijos de Baeza y vila vestan dos mantas anudadas a los hombros. Las mujeres una faja por debajo del ombligo que les llega hasta las rodillas. Y lo dems en cueros. Los naturales de Archidona andaban desnudos; excepto las mujeres que traan por la cintura un pedazo de manta hasta la rodilla. Los hombres ataban sus miembros viriles con una soguita como cinturn. Todos estos indios, aunque desnudos, solan sacar oro y hacer joyas para pechos, brazos y narices, en cantidad; en todas las casas haba fundiciones. La yuca es la base de su alimentacin diaria , adems de varios tubrculos y frutas: papaya, aguacate, guabas, man de monte, pan de rbol. witu, con la que tambin se tean el

La chicha de yuca, asua, es el centro de su dieta, infaltable en la comida diaria as como en las ocasiones rituales, pues cumple una funcin importante en las interacciones simblicas interfamiliares e intercomunitarias.

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La carne es un producto bsico de su dieta, la misma que obtienen de la cacera y de la pesca. Los descendientes de los quijos tienen una serie de tabes alimenticios que son rigurosamente cumplidos; as por ejemplo no pueden comer sesos de ningn animal pues existe la creencia de que mientras cazan, un ave les defecar en los ojos y no podrn ver a su presa; tampoco pueden comer vsceras de animales porque se enredarn mientras cazan y fracasaran en esta actividad. Crean que el cosmos est compuesto por tres espacios. El primero es el Kay Pacha , que es la seres humanos y, seres de la

Janan , que es el mundo espiritual; el segundo es el

naturaleza en la que se vive, es el lugar donde viven los naturaleza que estn tanto dentro del astros y las deidades.

el tercero, es el Uku Pacha , que es el mundo de adentro. Hay

Uku Pacha , como del Kay Pacha .

Tambin existe el Jawa Pacha , en donde estn los espritus como los

Todos los seres vivos, animales y plantas son amigos y hermanos, son seres iguales a los humanos. Algunas plantas y animales nos ha dado Dios para que los seres humanos se alimenten de ellos. Para ser recprocos los seres humanos estamos obligados a cuidar a las plantas y los animales. A las plantas no se las debe daar sin motivo, siempre que se las quiebre debe ser para algo. Igual con los animales. A estos no se les debe matar por matar, sino que se los debe ellos. En la arquitectura de los quijos se refleja tambin el proceso de interacciones socioculturales con los otros pueblos de la regin. Sus casas influencia en las relaciones intertnicas. Las casas tradicionales, son con techo tejido con hojas de palma de nupu, disponen de una muy rgida delimitacin del espacio interior, que refleja, el nivel de sacrificar nicamente para servirnos de

los bordes tienen una altura sobre el suelo de un metro, mientras que en el centro de cinco a seis metros. El tejido del techo de la casa, lo hacen9

con mucha dedicacin y es tan elaborado como el trabajo de cestera de sus canastos. Junto a la casa generalmente se encuentra una chagra con los cultivos bsicos para su subsistencia. La construccin se haca de forma ya sea redonda u ovalada. Se construa directamente en el suelo y se le pona techo de palma. Estas viviendas eran totalmente cerradas con paredes de chonta. Si el eje de la casa estaba orientado de Este a Oeste, la parte Este corresponda a la mujer y la Oeste era para el hombre. El lado del hombre se llamaba hatunwasi. Para la construccin de su vivienda se utilizaba pambil de chonta, hojas de palma, yarina y lisn. Para construir una casa se necesitaban ciertas maderas finas y paja toquilla que duraban mucho tiempo si se las cortaba en buena temporada. As fabricada poda llegar a durar hasta veinticinco aos, en un ambiente siempre fresco, saludable y sin peligro de enfermedades como las que se derivan de los techos de zinc. Los pendes son los poseedores del conocimiento y la capacidad para interactuar con el mundo espiritual. Nuestros primeros pendes fueron tan poderosos que podan convertir a los hombres en plantas, animales o minerales. Nuestros sabios gozaban de tanta fama que resultaba familiar encontrar en sus tambos a personas de otras comunidades de la sierra y la costa que llegaban en busca de sanacin, conocimiento y consejo. An hoy persiste en forma vigorosa la institucin shamnica. Todos los esfuerzos de erradicacin desplegados por autoridades y misioneros resultaron intiles. EXPANSIN DE LOS QUIJOS Max Uhle, Pedro Porras Garcs y Jacinto Jijn coinciden en establecer que los quijos, luego de consolidar su presencia en Napo durante mil aos,10

iniciaron un proceso de expansin hacia la sierra y la costa ecuatorianas, el mismo que tendra lugar a partir del ao 600 de nuestra era: Estas migraciones tendran lugar por Huaca y San Gabriel para acceder a la provincia del Carchi; por Pimampiro para llegar a Imbabura; por Guaman a Pichincha; por el Chalupas para la provincia de Cotopaxi y por el can del Pastaza para las provincias de Tungurahua, Chimborazo, Guayas etc. En el Carchi se encontr cermica de la fase Cosanga en un cementerio pre incsico; en Pimampiro hay muestras de cermica en varios asentamientos prehistricos; en Pichincha se hallaron vasos cermicos en Cochasqu, cermica en un cementerio de Cumbay, cermica en Pifo, Tumbaco, Chilibulo; en Tungurahua, cermica en Tunguipamba cerca de Pllaro; en Cotopaxi existe toda una tradicin de pueblos y cacicazgos de origen quijo; en Chimborazo se encontr cermica Cosanga en Macaj, Elen Pata, San Sebastin. En el Retrato Histrico del cantn Alaus, documento preparado por el Gobierno Municipal de Alaus para su portal de internet, se anota que en los bailes y cantos tpicos los puruhaes sostienen que sus mayores haban salido del Oriente. La misma tradicin viva entre los indgenas Ambatos y Tacungas; stos ltimos reconocan lazos de parentesco con los quijos. Marcelo Villavicencio Naranjo, al referirse a los primeros habitantes de la provincia de Manab explica que en el rea del actual Chone, se sabe que se asent la nacin de los Chonos compuesta aproximadamente por 16 parcialidades ubicadas, casi todas, en la cuenca del ro Guayas y organizadas en torno a un jefe o Seor Etnico, bajo cuyo mando directo estaban las parcialidades de Daule, Quixos - Daule, Chonana y Saco. Algunos historiadores incluso sostienen que los chonos seran

descendientes de los quijos.

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En su condicin de viajeros y comerciantes los quijos consolidaron su presencia en la costa a travs de uniones matrimoniales. Toms Caiche de la Cruz nacido en 1645 hered los kacikazgos de Daule y Quijos - Daule, Yanco, Jiguaya. Estos territorios y respectivas dignidades constituyen la prueba de la capacidad de expansin de los quijos y su vocacin diplomtica para hacer presencia en diferentes regiones del Ecuador. Durante el perodo de Integracin (500 d C - 1.500 d C), la cultura Cosanga - Pllaro, se mezcl con la Puruh en parte del territorio de la provincia de Chimborazo, formando confederaciones, intercambio comercial, desarrollo de la orfebrera. Algunos arquelogos como Max Uhle, Jacinto Jijn y Ziga consideran que la civilizacin primitiva que lleg a la sierra central fue la proto - panzalea de descendencia Chibcha; otras seran la de los Cayapas - Colorados procedentes de Centroamrica, los Atacameos, los Quijos procedentes del Oriente y que habran formado los cacicazgos independientes de Tacunga, Mulliambato, Pllaro, Quizapincha y otros. Los quijos fueron una nacin importante desde antes de la llegada de los espaoles. Mantuvieron relaciones de comercio y amistad con los pueblos de la sierra y la costa y sus conocimientos shamnicos fueron respetados y valorados por todos. Mariusz S Zitkowski, comenta que segn datos de varios autores, los quijos se sintieron siempre superiores a todas las tribus vecinas, incluyendo los kichwa hablantes. Existe evidencia suficiente incluso para sostener que uno de nuestros kurakas, Zocozo Paupar, en alianza con los shirys, luch contra los invasores espaoles luego de la muerte del Atahualpa. Salomon recoge un testimonio de la probanza de mritos de Hernando de Para, efectuado en 1560, donde se narra que luego de la muerte de Atahualpa dos de sus capitanes se retiraron e hicieron fuertes en sus respectivos pueblos. Rumiahui en Pllaro y Zocozo Paupar en territorio quijo.12

Tambin existe constancia histrica que derrotado Rumiahui muchos soldados indgenas es internaron en territorio quijo. LOS TIEMPOS DE CONQUISTA La decisin libertaria y su identificacin con el terruo cualifican la personalidad real y el carcter distintivo de los quijos. Con los shirys mantuvieron nexos de amistad y comercio; no hubo rubores de dependencia ni crisis de servilismo. Los incas, en los tiempos de Tpac Yupanqui, Huayna Cpac y Atahualpa, intentaron, no pocas veces, conquistar el hbitat victorias deslucieron la borla carmes del incaicato. Vencedoras o vencidas, las tribus orientales, cotizaron demasiado alta su independencia. La codicia peninsular no logr resultados positivos. El capitn Gonzalo Daz de Pineda, en su primera entrada al territorio quijo, perdi hombres, vituallas y toda la serenidad en las mltiples emboscadas de los indios. Su mirada no pas de la seorial mole del Sumaco. Pizarro y Orellana, los colosos de la jornada del 12 de febrero de 1542, no llevaron la mejor parte. Sus conquistas apenas rebasaron la epopeya gloriosa del Amazonas. Demasiada hostilidad aborigen desanim cualquier intento de posterior colonizacin. de los quijos. Prricas

Es el 14 de Mayo de 1559, cuando el egregio (clebre) capitn Gil Ramrez Dvalos, con una poltica de amistad, reconociendo derechos ancestrales de los nativos, mediante un trato igualitario, funda, con el beneplcito de los quijos, la ciudad de Baeza del Espritu Santo de Nueva Andaluca. Por esas rencillas caseras, envidias obtusas y ambiciones dscolas Gil Ramrez debe entregar la Gobernacin de los Quijos, el 14 de septiembre de 1559, al capitn Rodrigo Nez de Bonilla.

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Bonilla traslada de lugar la ciudad de Baeza. Su gobierno tiene corta duracin. Muere en Quito, el 21 de marzo de 1561, a los dos meses de abandonar la jurisdiccin de su gobierno. Le sucede el decrpito Don Melchor Vsquez de Virrey Conde de Nieva. En estos meses de desgobierno Alonso de Bastidas estuvo frente a la administracin de Baeza, Melchor Vsquez de vila, el 23 de junio de 1562, enva a Bastidas la provisin del Virrey para que lo reemplace en las actividades inherentes a su cargo de Gobernador. EL LEVANTAMIENTO DE 1562. Una vez que Gil Ramrez Dvalos hubo salido de la Gobernacin de los Quijos, comenz una etapa de explotacin y servidumbre para los indios. El repartimiento de naturales con detrimento de la libertad personal, desmejoramiento social y econmico genera odio contra los encomenderos. En 1560 algunos caciques, mediante las armas impiden el repartimiento de indios, creando focos de rebelin y oponindose tenazmente a la utilizacin de los aborgenes como cargueros para transportar vveres de Quito a Baeza. El odio se va acumulando da a da y fermentndose noche a noche. El 23 de julio de 1562 se produce un levantamiento de peligrosas consecuencias. Ya no es la lucha aislada de determinados caciques que defienden sus intereses; los pueblos se han unido para expulsar definitivamente a los espaoles de su territorio. Es el poder poltico y administrativo el que se rebela a una extraa intromisin. Con los repartimientos los caciques han perdido autoridad sobre los sbditos. Su condicin de jefes se ve disminuida ante la preponderancia vila, quien recibe el

nombramiento de Gobernador el 24 de diciembre de 1561, firmado por el

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conquistadora. Haba que cortar de raz el mal mediante un levantamiento colectivo que pusiera coto a la codicia peninsular. La lucha es suicida. Se destruyen todos los puentes; los caminos se llenan de trampas y estacadas; se queman los tambos; se tumban las cruces; se roban caballos y se toman prisioneros a los yanaconas de tribus quiteas que prestan servicios a los espaoles de Baeza. Los insurrectos llegan a Baeza y queman las casas que se hallan un tanto alejadas de la poblacin. Alonso de Bastidas organiza la resistencia. Se arman palizadas para fortificar la ciudad. Cuando se ha terminado las balas, Bastidas ordena fundir su vajilla de plata; son caros estos ltimos cartuchos. Bartolom Marn viene con refuerzos desde Quito. En Hatunquijos los caciques que Mazpa y Chalpa le ponen sitio tres meses hasta que es rescatado en el mes de octubre por Andrs de Contero. Cuando estos espaoles llegan a Baeza, los indios han abandonado la lucha y se han retirado a sus territorios. El capitn Andrs Contero fue recibido como Teniente General del Gobernador Melchor Vsquez de vila. Bastidas para defender la ciudad ha empeado hasta las joyas y ropas de su mujer, pues a los ms poderosos caciques les ha enviado regalos de camisas, sombreros, cuchillos, collares y medallas.

JUMANDY, SEOR DE LA PROVINCIA SUMACO. Pacificada Baeza, Andrs Contero y Bartolom Marn, deciden recorrer la extensa geografa de la Gobernacin de los Quijos. Penetran unas cuarenta leguas hacia Guarozta donde asientan su campamento. Es el mes de febrero de 1563. Jumandy, Cacique Principal de la provincia de Sumaco, se entera de que a tres jornadas de su territorio han acampado 150 soldados. Enva a su lugarteniente Guayllabamba para que invite a15

Bartolom Marn a visitar su casa, Marn con seis soldados es agasajado por Jumandy. Le facilita cargueros para llevar las vituallas del campamento de Contero. Jumandy es el cacique ms poderoso de la provincia de Sumaco y del sector de vila; le rendan vasallaje los caciques Acande, Achifa, Anoqui, Aragua, At, Buji, Bondoy, Boruca, Chui, Capua, Carito, Cito, Coho, Comate, Conchocomi, Corbia, Jamato, Manta, Moti, Orufa, Paugato, Quindofa, Quingue, Quiruca, Somdoca, Tambisa, Toimbatio, Yacho y Ynoto. Jumandy, si bien ha estado al tanto de todos los acontecimientos suscitados en la regin de Baeza con motivo de la dominacin espaola, no ha tomado parte activa en las acciones blicas por cuanto su territorio an no haba sido hollado por pisada depredadora. Es precisamente Jumandy quien invita a Bartolom Marn; conoce que en el sitio de Hatunquijos este espaol trat bien a los indgenas. Sin embargo, luego del agasajo le hace notar que dispone de 15.000 guerreros para desalojar a los invasores que pretendan aduearse de su tierra recomendndole que las tropas espaolas procuren movilizarse lejos de sus dominios. Jumandy se halla consciente de su fuerza. No teme a los espaoles. Los trata de igual a igual. El territorio de Sumaco apetecible y frtil permanece en manos de los quijos. El 10 de marzo de 1563, Contero funda la ciudad de vila, en la parte superior del ro Suno, en los linderos de la Provincia de Sumaco. El 24 de agosto nace la ciudad de Alcal del Ro Dorado en el valle de Coca. En otoo del mismo ao, Bartolom Marn, luego de violentos combates contra los indgenas de los Algodonales funda la ciudad de Archidona.

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Cuando retornan a Baeza, Bartolom Marn sale a la ciudad de Quito, donde es reducido a prisin por denuncias provenientes de Espaa, mientras Contero inaugura un gobierno de frrea servidumbre para los quijos. LOS AOS DE OPRESIN.Es dura la vida de los quijos a partir de 1563. Los indios son reducidos a la ms cruel servidumbre, mientras mujeres e hijas pasan al lecho del patrn. El azote es la respuesta fcil a todo intento de reclamo. Los que huyen de las encomiendas son entregados para comida de los perros. A las indias se les cortan los pechos como marca imborrable de atrocidad ilmite. Las chacras son saqueadas a mansalva; muchos mueren de hambre. Hay que trabajar en los campos, tejer telas en las factoras de Archidona, lavar oro en la orillas del Napo, prestar servicios domsticos, servir de cargueros a la Sierra, llevar en silla de manos a las mujeres y concubinas de los blancos. No hay tiempo para descanso que disminuya la fatiga. Tanta es la atrocidad en el trato que los quijos prefieren matar a sus tiernos hijos antes de que sirvan de esclavos a los blancos. El Rey mediante Cdula del 26 de mayo de 1576, dispone una visita investigativa por parte de un Oidor de la Real Audiencia de Quito, para constatar lo que se vive en la Provincia de los Quijos. Diego de Ortegn es el encargado de recorrer la jurisdiccin. Multa a encomenderos por violacin de las Nuevas leyes de Indias, dictadas en 1542. Los encomenderos para pagar las multas exigen mayores tributos a los indios, especialmente con la confeccin de telas. Ortegn pide regalos a los quijos. Contribuciones, multas, regalos. Todo sale del esculido presupuesto indgena. Para acelerar la cristianizacin de los infieles, Ortegn establece las doctrinas que constituyeron la tea incendiaria de la revolucin. DOCTRINA Y BRUJERA17

Hasta el momento los espaoles haban tratado con mano fuerte a los indios, dejando libre su pensamiento, su filosofa y su religin. Con el advenimiento de las doctrinas se iniciaba la conquista espiritual. En la lucha por la libertad tomaron parte muchos caciques que vean disminuidos sus derechos, que miraban con encono como se diezmaba y someta a su raza. Esta campaa tuvo sus altibajos pero en toda circunstancia palpitaba un espritu de inquietud en el ambiente. La doctrina pospuso los valores espirituales y religiosos milenarios de los quijos, para dar paso a una religin que vena de mano de la espada. Los brujos, pendes o hechiceros vieron que perdan terreno en la credibilidad de los suyos; su capacidad de conocer el ms all, de dominar los fenmenos de la naturaleza quedaban en entredicho, ante un Cristo que era dueo de todo el universo. La prdida de tierras, vidas y mujeres; el trabajo oprobioso y agotador; la humillante realidad del repartimiento, se complement con la implantacin de la doctrina. Mediante el adoctrinamiento los quijos deban aprender el catecismo, los mandamientos de la iglesia, a recibir con devocin la cruz y llenarse espiritualmente de la nueva religin. Esta colonizacin religiosa incomod sobremanera a los brujos, quienes vieron en los curas y doctrineros serios contrincantes a su condicin de sustitutos de sus dioses en la tierra. Es entonces cuando se unen brujos y caciques para fomentar una asonada general que permita erradicar la presencia de los blancos de la Provincia de los Quijos. Brujos y caciques, juntos, recorren los lodosos chaquianes predicando el rojo evangelio de la revolucin. SNTOMAS DE DESTRUCCIN. Es el ao 1578. El hechicero Beto, de la encomienda de Diego de

Montalbn, vecino de Archidona y el Brujo Guami, oriundo de Tambisa,18

perteneciente a la encomienda de Sebastin Daz de Pineda, vecino de vila, hacen un llamamiento a todos los indgenas de la regin para que se levanten en armas contra los espaoles. Las primeras vctimas son 5 espaoles que recorran los pueblos de Amoqui y Baji. Pedro de Sols, Pedro Moreno, Hernando Arias de Mansilla, Juan Garca y Francisco Baos sucumben bajo la magia despiadada de las lanzas de los brujos. En Tambisa se festeja el inicio del castigo exterminador a los invasores de la tierra. Se echa suertes para designar al jefe de la revuelta. Guami asume la responsabilidad y programa la destruccin de vila y Archidona. LAS CENIZAS DE AVILA. El 28 o 29 de noviembre de 1578, a la mitad del da, Guami y sus huestes penetran en la ciudad de vila. Los acompaa el Cacique Boruca con fuerte dotacin armada. Se integra el hechicero Imbate que reclama un puesto de primera fila en la blica empresa. Los sublevados se apoderaron de la plaza principal. La carnicera fue completa. Los espaoles trataban de hacerse fuertes en ciertos lugares pero lo sorpresivo del ataque no les permita organizar su defensa. Los quijos atacaban con piedras, lanzas y saetas, con hondas y palos mientras tronaban unos pocos arcabuces, que no hacan sino incentivar el furor y el coraje de los indios. Alonso de Araque muri a manos del yanacona Apancaro que lo traspas con sus dardos; Juan Bez de Francia fue abierto la cabeza de un hachazo propinado por un pende para luego ser cosido a dardazos las entraas. De forma similar perecieron Juan Bautista Ginovs, Garci Lpez Zambrano, Alonso de Vargas, Rodrigo Arias de Mansilla, la familia de Sebastin Daz de Pineda, Juan Bustos, el padre Juan Rodrguez, Juan de Ubernia, Pedro

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Moreno Prez, Juan Sols, Juan de Pineda Carvajal. Todos fueron vctimas del furor indiano. Terminada la matanza prendieron fuego a la ciudad. Una inmensa columna de humo atestiguaba la presencia vengadora de una raza indmita y aguerrida. Jumandy con alguna dotacin de sus mejores guerreros se haba apostado en los alrededores de la ciudad para no permitir la huida de ningn espaol. Su presencia significaba el comprometimiento a tomar parte activa en la dura lucha que se avecinaba. La desesperacin de su gente herva odio en sus venas y predispona su nimo para unirse definitivamente a las huestes que luchaban por reivindicar sus derechos avasallados. HOGUERAS EN ARCHIDONA Mientras humeante trajinaba en cenizas la ciudad de vila, Beto pone sitio a la poblacin de Archidona. Un traidor alerta a los espaoles quienes improvisan una palizada para defender la ciudad, logrando enviar emisarios a Baeza. Pronto se terminan las pocas municiones y la plvora escasea. Con lanzas y ballestas los peninsulares se defienden con la desesperacin entre los dientes. La lucha es desigual. Por cada blanco atacan cien indios con piedras, dardos y palos. Al cabo de tres das la ciudad cae en manos de los sublevados. Nadie queda con vida. Hombres, mujeres, nios, yanaconas y animales fueron presa de la furia destructiva de los quijos. Los rboles de los huertos fueron arrancados de raz; la ciudad saqueada y quemada hasta cimientos. LA GRAN CAMPAA Despus de la destruccin de estas dos ciudades, los caciques y brujos confabulados se retiran a la provincia de Jumandy para efectuar los ayunos rituales que duran cinco das. Jumandy, en mrito a sus capacidades y20

valenta, es electo Gran Cacique de Guerra a fin de que dirija las huestes victoriosas a la toma de Baeza. Con la frialdad de un estratega consumado, Jumandy organiza la campaa. Su pensamiento rebasa la ciega venganza salvaje para proyectar la expulsin de los espaoles del territorio de sus mayores y del Reino de Quito. Quedan atrs el rencor de los brujos y el malestar de los caciques por la disminucin de sus privilegios, para cuajar la idea libertadora que recorrera en el sudor de veloces chasquis todos los senderos de la selva. Jumandy hace contacto con las tribus de las orillas del Napo, con caciques de la Sierra para promover un levantamiento general que coincida con el asalto a Baeza. El compromiso es la sangre. La guerra a muerte al podero espaol ha sido declarada por primera vez en Amrica. Jumandy recluta grandes contingentes de guerreros que llegan de todas las provincias colindantes. Sus lugartenientes Paujimato y Busi llevan la voz revolucionaria a muchas poblaciones indgenas. Cuando Paujimato intenta levantarse con el mando, en un acto de desobediencia pueril, es ahorcado en presencia de Guami, su padre. La marcha hacia Baeza se hace con espritu de victoria, seguros de que los dioses premiarn el coraje de sus hijos. Son miles los soldados de Jumandy que a pecho descubierto se aprestan a la batalla final. EL FRACASO DE BAEZA En la ciudad de Baeza, en virtud de los despachos que llegaron de Archidona, se conoca la movilizacin indgena. Los espaoles fortificaron la ciudad y doblaron la guardia velando da y noche. La municin y la plvora llegaban desde Quito en grandes cantidades as como una dotacin de 300 hombres al mando del capitn Rodrigo Nez de Bonilla, hijo del que fuera segundo Gobernador de los Quijos.21

Jumandy rode la ciudad tratando de forzar una entrada. Dos pelotones ingresaron a la ciudad por los extremos tranquilidad. Los indios caan unos sobre otros traspasados sus cuerpos por el plomo encomendero. El asalto era ciego. Inmensos grupos de indgenas se lanzaban al combate haciendo de escudo el cuerpo de sus compaeros. La plaza principal, y por ende la victoria, estaba cerca. El capitn Ojeda cae en la refriega con un devastador golpe de pica. Los indios retroceden. Demasiados muertos paralizan su valor y su coraje. La lucha ha concluido. La victoria es de los citadinos. Jumandy se retira a su provincia donde sus caciques y guerreros oponen feroz resistencia a las espadas de Nez de Bonilla que trata de reducirlos a prisin. En cada recodo hay una emboscada; cada noche un asalto. No se pide ni se da cuartel. Se ha perdido una batalla pero no la guerra. Jumandy combate hasta el agotamiento. Con su ejemplo otros caciques se unen a esta singular guerra de guerrillas. de una calle. Los espaoles, estratgicamente ubicados, disparaban sus arcabuces con pasmosa

LA TRAICION DE LA SANGRE. El fracaso de la campaa blica de Jumandy se debi bsicamente a la traicin de los mismos indgenas que por prebendas otorgadas por las autoridades espaolas se haban convertido en aclitos incondicionales de los blancos. El cacique principal de Cayambe, Jernimo Puento, estuvo entre los que acompaaron a Bonilla y fueron precisamente sus tropas las que tomaron prisionero a Jumandy. Por qu este cacique descendiente de los valerosos22

Nasacotas estaba colaborando con los conquistadores? Simplemente por un ttulo nobiliario y una encomienda donde laceraba a sus hermanos de raza. Otro indgena, Diego Figueroa de Caxamarca, que antepona el Don a su nombre, tambin estuvo en la lucha contra los quijos con igual recompensa que Jernimo Puento. En Cuenca devela la conspiracin Don Francisco Atahualpa, hijo del Inca sacrificado en Cajamarca. Tiene ttulos y encomiendas que lo sitan a un nivel superior y le permiten codearse con los blancos. En Riobamba es el clrigo Diego Lobato de Sosa quien da la voz de alarma sobre el movimiento revolucionario que se gestaba. Don Diego es hijo de Isabel Yarucpalla, una de las mujeres de Atahualpa. Dentro de la lucha comandada por Jumandy no hubo flaquezas entre los quijos. Las vergonzantes traiciones vinieron de ciertos elementos serranos que haban probado los privilegios que otorga la nivelacin con los blancos. Son ellos quienes hacen fracasar el ideal libertario de este gran guerrero de proyeccin americana que se llama Jumandy.

TENAZAS Y PICOTA.Jumandy, como lo anotamos, cae en manos de los espaoles a travs de las huestes de Jernimo Puento. Cuatro meses ha durado la contienda. Con Jumandy son hechos prisioneros los caciques Beto y Ayca que son llevados a Quito, en donde la Real Audiencia los condena a muerte. Los otros cabecillas de la revolucin fueron muertos en los lugares de combate por disposicin expresa de Nez de Bonilla.23

El da de la ejecucin las autoridades dispusieron que todos los indios de las cercanas a Quito, con los mejores trajes, se dieran cita para asistir a este brutal espectculo a fin de que observen el destino que tienen los indios que se levantan en armas contra los blancos. La ciudad pareca de fiesta. En una carreta los caciques quijos salen de la crcel y toman la calle de los Tratantes. Jumandy va amarrado las manos a la espalda. Su figura hiertica no expresa ninguna emocin. Su mirada est perdida en el horizonte azul que delimita su tierra. El cortejo marcha a paso lento. Con tenazas al rojo se arrancan trozos de carne de la espalda de Jumandy. Un gesto desdeoso es la respuesta a la tortura. En la plaza de San Blas, los brujos de los quijos, - como se llama a los vencidos suben a la horca. Sus cuerpos son descuartizados para exponer sus miembros en las esquinas de las calles. Las cabezas colocadas en picotas sirven de sealizacin vial en los caminos del Oriente. JUMANDY, FIGURA AMERICANA Jumandy es una figura de dimensin continental. La proyeccin de su movimiento indgena apuntaba muy lejos. l quera devolver la tierra a sus legtimos dueos forzando, mediante las armas, la desocupacin del territorio por parte de los espaoles. Es la primera revolucin india de Amrica que tiene objetivos claros e ideales definidos. La insurreccin de Manco Inca Yupanqui de 1536 no fue ms que un desesperado esfuerzo por conservar la hegemona de un linaje. La sublevacin de los jbaros al mando de Quirruba, en 1599, es producto de la tea incendiaria prendida por Jumandy en las selvas amaznicas.

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La rebelin de Tpac Amaru del Per se da doscientos aos despus del levantamiento de los quijos y no cubre la importancia que imprimiera Jumandy a la organizacin blica de su pueblo. Cuando los historiadores investiguen con detenimiento la revolucin gestada en nuestra provincia en 1578, habrn de descubrir la seera figura del cacique Jumandy y sus mritos sern puestos de relieve, porque es hora de conocer nuestros propios valores para proyectarlos en la dimensin que se merecen. Es un orgullo para quienes habitamos en la Regin Amaznica Ecuatoriana contar con un hroe que abarca con su inmensa talla guerrera los bordes salobres de Amrica cobriza. PROYECCIN DE LOS QUIJOS A partir del levantamiento de Jumandy dej de escucharse la palabra quijo. El genocidio del pueblo quijo se convirti en poltica estado. La presencia de lderes como Jumandy y sus caciques pona en peligro el xito de la conquista. Muchos quijos tuvieron que huir hacia la sierra y lo que hoy son Per y Colombia; una minora guiada por sus pendes se sumergi en el anonimato tnico como estrategia de supervivencia. Cerca de Cotundo existe una laguna donde, en ciertas noches de luna, es posible escuchar la bulla y los cnticos de los quijos que viven en una dimensin paralela a la nuestra. Los conquistadores en su afn de borrar toda huella de su existencia comenzaron a nombrarlos como yumbos o alamas. Los jesuitas introdujeron el seona primero y kichwa despus como lengua general de catequesis y comunicacin. Ocuparon este territorio con grupos de cofanes, oas, omaguas etc. trados desde lugares lejanos, con el propsito de establecer un mestizaje que apacige la sangre indomable de los quijos. Los quijos, desde la clandestinidad racial y con gentilicios prestados idearon varias formas de lucha contra la esclavitud y la opresin.25

Fueron los primeros en liberarse del yugo de la encomienda. Para 1662 eran hombres libres que tributaban directamente al Rey. Los misioneros intentaron que desaparezcan las prcticas shamnicas y los congregaron a vivir en pueblos dirigidos por ellos. No lo consiguieron. Los comerciantes los endeudaron hasta convertirlos en esclavos. Al final ellos desaparecieron y los descendientes de los quijos siguen en su tierra. En 1808, ante el abuso de las autoridades, con los jeberos y mainas lanzaron su grito de independencia como ejemplo de lo que sucedi un ao despus en Quito. El Gobierno trat de embrutecerlos pagando su trabajo con el trago de los estancos. Este es un mal del cual an luchan por salir. Pueblos completos, de la noche a la maana, se trasladaban de un lugar a otro, para evitar la opresin de curas y autoridades. Cuando introdujeron el sistema de waynaros, los quijos utilizaron esa forma de autoridad en su propio beneficio y para trasladarse hasta donde el Presidente a denunciar a quienes los explotaban o trataban mal. Todos los jvenes saben leer y escribir. Muchos son profesionales salidos de la universidad y especializados en el exterior que ocupan puestos de importancia en la administracin pblica. Un alto porcentaje de los estudiantes de los institutos superiores que forman maestros, como descendientes de los quijos, se preparan para servir a sus comunidades. En la dcada del sesenta del siglo pasado los dirigentes descendientes de los quijos impulsaron la organizacin indgena que ms tarde tom fuerza a nivel nacional, organizacin que ha protagonizado alzamientos y paros destinados a conseguir la recuperacin y reconocimiento de los derechos ancestrales de los pueblos originarios.

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Desde hace varios aos lograron introducirse en el sistema occidental de gobierno y han participado exitosamente en varias contiendas electorales. Han designado diputados, prefecto, alcaldes, consejeros y concejales. El territorio original de los quijos ha ido expandindose de acuerdo a la expansin de su gente. Estn en las provincias de Orellana, Napo, Sucumbos, Pastaza; en el departamento de Loreto en Per y en Puerto Leguzamo en Colombia Ha llegado el momento de recuperar la identidad original y volver a llamarse quijos a fin de empatar con un pasado donde yace el orgullo de la raza y la sangre.

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