En fecha reciente, el realizador alemán Werner

Hervor firmo una estupenda película sobre este

personaje, y hace mas de medio siglo el novelista

Jakob Wasserman escribió una historia que

obtuvo al instante la mejor de las acogidas. Su

trama era original e ingeniosa. Era un poco que

aquel que solo en las novelas podía aparecer.

Sin embargo, Wasserman se había inspirado en

un hecho real sucedido a comienzos del siglo XIX

en la ciudad de Núremberg. Ludwig von

Feuerbach, autor de la esencia de la religión y d

otras obras que inspirarían a Carlos Marx y a

Federico Engels, había declarado al conocer este

caso que Gaspar Hauser no era de este mundo y

que tal vez que procedía de otro planeta.

¿En qué se basaba un

filosofo y magistrado tan

serio para afirmar tal

cosa?¿ Por que un

hombre se atrevía a decir

tales palabras, mas de un

ciclo antes de pisar un

cosmonauta la superficie

de la Luna?¿Que tenia

en particular aquel

Gaspar, para comentar

comentarios tan

aventurados?

Esta historia dio comienzo en

un día del mes de mayo de

1828, en ciudad de Núremberg,

que posee en Alemania

justificada fama por los

insólitos fenómenos que en

ella o en sus alrededores han

sucedido.

No muy lejos se encuentra la población de Hamelín,

donde circula todavía la leyenda del flautista que al son

de su música se llevo consigo a todos los niños del

lugar. En opinión de los investigadores del fenómeno

OVNI, el flautista era un ser llegado dele espacio, que

robo los niños para estudiarlos sus superiores.

Un agente del orden vio

a un grupo de

muchachos rodeando a

otro sentado en el suelo.

Parecía tener el forastero

unos quince años de

edad, vestía ropa que

no era de su talla y

balbuceaba como niño

que aun no aprende a

hablar. Fue hacia el

para preguntar su

nombre, y como no

recibiera constatación lo

agarro por un brazo y lo

zarandeo molesto

porque el niño repetía

sus mismas palabras

como una cotorra.

Condujo al

desconocido hasta la

comisaria de policía,

donde registraron sus

ropas en busca de una

pista que acarrase el

misterio. Encontraron

dos cartas. Una de

ellas decía l9os

siguiente:” agradeceré

se ocupen de mi hijo.

Ha sido bautizado. Yo

soy soldado de Sexto

Regimiento de

Caballería.”

Se examinó la tinta y se

aprecio que era reciente.

Mucho mas que los

quince años que

representaba el

muchacho. Por otra parte,

ningún sexto de

regimiento de caballería

había paso por las

cercanías de Núremberg,

ni ahora ni en años

pasados. No había menor

duda de que la primera

carta era falsa.