la manipulacion en los medios de comunicacion

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I Congreso Internacional sobre Ética en los Contenidos de los Medios de Comunicación e Internet Granada, 15, 16 y 17 de Octubre de 2001 http://www.ugr.es/~sevimeco Centro de Andalucía LA MANIPULACIÓN EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Joan Ferrés i Prats Universidad Pompeu Fabra de Barcelon 1. LA PERVIVENCIA DE LAS DENUNCIAS CONTRA LA MANIPULACIÓN En New York, un famoso publicitario de origen italiano, Jerry della Fontana, llamó un día a sus colaboradores y les comunicó que había aceptado llevar la campaña de un prestigioso político. Les dijo que les iba a contar el espot que había pensado realizar como eje de la campaña y que, al final de su explicación, si creían que votarían a aquél candidato, levantaran la mano. En el espot, les dijo, se verá a un hombre que juega con un perro grande y hermoso. A su lado habrá una mujer. El hombre pone delicadamente su mano derecha sobre el hombro de la mujer. Mientras con la otra mano acaricia al perro, una voz en off explicará que aquel hombre odia la guerra y que ha sido herido en una; que desea la paz, aunque el país viva momentos de peligro; y que representa la única alternativa para unificar y proteger los intereses del país. La voz en off acabará diciendo: «Este hombre es la fuerza más unificadora, porque es el representante de la gente corriente». El publicitario se detuvo y miró atentamente a sus colaboradores. Todos ellos habían levantado su mano. Jerry della Fontana les dijo: Mantened vuestra mano alzada. Os presento a vuestro candidato. Se llama Adolf Hitler. Hasta aquí la anécdota. Supongo que no tendríamos inconveniente en aceptarla como ejemplo de manipulación. Pero, si es así, nos plantea serios problemas, porque en esta propuesta de espot para la campaña de Adolf Hitler, Jerry della Fontana no decía ni una sola mentira. Todo lo que se representaba y se verbalizaba en el espot se adecuaba a la realidad del personaje. Y es que el concepto de manipulación es complejo, en el sentido de ambiguo, resbaladizo. A veces pienso que, además de complejo, el concepto de manipulación, como el de alienación, parece pasado de moda. Remite a preocupaciones muy vivas en épocas pasadas (el mayo del 68, sin ir más lejos), y muy diluidas en la actualidad. Tal vez el de la educación sea uno de los pocos ámbitos en los que esta preocupación sigue viva y en los que se siguen denunciando las supuestas acciones manipuladoras de los medios de masas. 1 Si hablo de supuestas acciones manipuladoras es porque la complejidad del tema exige un tratamiento mucho más matizado que el que se tiende a hacer en el ámbito educativo.

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    Granada, 15, 16 y 17 de Octubre de 2001 http://www.ugr.es/~sevimeco

    Centro de Andaluca

    LA MANIPULACIN EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIN

    Joan Ferrs i Prats Universidad Pompeu Fabra de Barcelon

    1. LA PERVIVENCIA DE LAS DENUNCIAS CONTRA LA MANIPULACIN

    En New York, un famoso publicitario de origen italiano, Jerry della Fontana, llam un da a sus colaboradores y les comunic que haba aceptado llevar la campaa de un prestigioso poltico. Les dijo que les iba a contar el espot que haba pensado realizar como eje de la campaa y que, al final de su explicacin, si crean que votaran a aqul candidato, levantaran la mano.

    En el espot, les dijo, se ver a un hombre que juega con un perro grande y

    hermoso. A su lado habr una mujer. El hombre pone delicadamente su mano derecha sobre el hombro de la mujer. Mientras con la otra mano acaricia al perro, una voz en off explicar que aquel hombre odia la guerra y que ha sido herido en una; que desea la paz, aunque el pas viva momentos de peligro; y que representa la nica alternativa para unificar y proteger los intereses del pas. La voz en off acabar diciendo: Este hombre es la fuerza ms unificadora, porque es el representante de la gente corriente.

    El publicitario se detuvo y mir atentamente a sus colaboradores. Todos ellos

    haban levantado su mano. Jerry della Fontana les dijo: Mantened vuestra mano alzada. Os presento a vuestro candidato. Se llama Adolf Hitler.

    Hasta aqu la ancdota. Supongo que no tendramos inconveniente en

    aceptarla como ejemplo de manipulacin. Pero, si es as, nos plantea serios problemas, porque en esta propuesta de espot para la campaa de Adolf Hitler, Jerry della Fontana no deca ni una sola mentira. Todo lo que se representaba y se verbalizaba en el espot se adecuaba a la realidad del personaje. Y es que el concepto de manipulacin es complejo, en el sentido de ambiguo, resbaladizo.

    A veces pienso que, adems de complejo, el concepto de manipulacin, como

    el de alienacin, parece pasado de moda. Remite a preocupaciones muy vivas en pocas pasadas (el mayo del 68, sin ir ms lejos), y muy diluidas en la actualidad. Tal vez el de la educacin sea uno de los pocos mbitos en los que esta preocupacin sigue viva y en los que se siguen denunciando las supuestas acciones manipuladoras de los medios de masas.

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    Si hablo de supuestas acciones manipuladoras es porque la complejidad del tema exige un tratamiento mucho ms matizado que el que se tiende a hacer en el mbito educativo.

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    2. UNA APROXIMACIN SEMNTICA

    Etimolgicamente el trmino manipulacin proviene del latn, de manipulus, que significa manojo, unidad militar. Si recurrimos a algunos de los principales diccionarios de la lengua espaola, advertimos que las definiciones del trmino manipular pueden agruparse en dos campos semnticos diferenciados. Las definiciones correspondientes al primer campo, en consonancia con la etimologa del trmino, son neutras desde el punto de vista tico. Las correspondientes al segundo tienen connotaciones ticas claramente negativas.

    Entre las primeras, destaca el Diccionario de la Real Academia Espaola, cuando define el trmino manipular como operar con las manos o con cualquier instrumento. O el Diccionario de uso del Espaol, de Mara Moliner, cuando define manipular como realizar operaciones con las manos en o con una cosa; particularmente con ciertas substancias para obtener un producto o algn resultado. Tambin el Diccionari General de la Llengua Catalana, de Pompeu Fabra, cuando lo define como Manejar escogindolas, mezclndolas, substancias qumicas, farmacuticas, etc.. O el Diccionario Castellano con las voces de Ciencias y Artes, de E. De Terreros, donde se habla de manipulacin como separacin o mecanismo que usan los mineros para sacar de las piedras y tierras el oro y la plata.

    Entre las definiciones con connotaciones ticas negativas, estara el Diccionario de

    la Real Academia Espaola cuando define el trmino manipular como intervenir con medios hbiles y a veces arteros, en la poltica, en la sociedad, en el mercado, etc., con frecuencia para servir los intereses propios o ajenos. O el Diccionario de uso del Espaol, de Mara Moliner, cuando define manipular como influir en alguien para hacerle pensar o actuar de una forma concreta. O como intervenir en algo alterndolo con habilidad y malicia para conseguir un objetivo. Si buscamos en los diccionarios de sinnimos, nos encontramos con una disparidad similar. En efecto, como sinnimos de manipular hay trminos que podramos considerar ticamente neutros, como accionar, manejar, maniobrar, actuar, trabajar, operar, emplear, utilizar, usar, tocar Pero tambin trminos con connotaciones negativas desde el punto de vista tico, como adulterar, mangonear, deformar, falsificar, viciar, engaar, imponer, entrometerse, obligar

    3. LA MANIPULACIN COMO CONSTRUCCIN

    La manipulacin ticamente neutra tiene que ver originariamente con la fabricacin o produccin de realidades fsicas, y por extensin como vamos a ver- con la produccin o construccin de realidades mentales, mientras que la manipulacin ticamente negativa tiene que ver con el hecho de que en esta construccin se adultere o falsifique la realidad, habitualmente en provecho propio y, a menudo, en perjuicio del manipulado. 2

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    Para ser ms precisos, habra que decir que el segundo tipo de manipulacin incluye las dos dimensiones del primero. Es decir, que en la manipulacin ideolgica o tica, con el fin de extraer un provecho se construyen realidades mentales deformadas mediante una hbil seleccin y ordenacin de realidades fsicas. En otras palabras, la manipulacin ticamente reprobable consiste en manejar hbilmente realidades fsicas (los signos de los cdigos utilizados) para construir unas realidades mentales que no se adecuan a la realidad, con el fin de obtener un beneficio. En rigor, todo proceso de comunicacin es un proceso de manipulacin, por lo menos en el primer sentido del trmino, por cuanto consiste en manipular signos, en seleccionar y mezclar signos, con el objetivo de crear un significado en la mente del receptor. En este sentido no es extrao que el pionero del cine sovitico Lev Vladimirovic Kulechov acuara el siguiente eslogan: La produccin de un filme no difiere de la construccin de una mquina. Veamos un ejemplo significativo, extrado de la gnesis del lenguaje cinematogrfico. El cineasta sovitico Vsevolod Iliarionovic Pudovkin, discpulo aventajado de Kulechov, refiere un experimento llevado a cabo por su maestro en 1920. En su clebre Laboratorio Experimental, Kulechov proyect a un grupo de personas una breve secuencia de cinco planos. En el primero se vea a un joven caminando de izquierda a derecha. En el segundo apareca una joven caminando de derecha a izquierda. En el tercer plano los dos jvenes se encontraban y se saludaban. El joven se giraba y sealaba fuera de campo. En el cuarto plano se vea un edificio monumental con una gran escalinata blanca. En el quinto y ltimo plano los dos jvenes suban juntos una escalera blanca. Los espectadores que tomaron parte en la experiencia no tuvieron dificultad alguna en interpretar adecuadamente la secuencia de imgenes, captando su coherencia interna: unos jvenes que caminaban en direcciones opuestas se encontraban, se saludaban y l le invitaba a ella a visitar un edificio monumental; ella aceptaba y ambos se disponan a entrar en el edificio.

    De hecho el experimento de Kuleschov pona de manifiesto el carcter artificial, construido, de las significaciones de las imgenes: los cinco planos haban sido filmados no slo en lugares diferentes, sino incluso en continentes distintos. Si el plano general del edificio monumental con una escalinata blanca corresponda a la catedral de Mosc, el ltimo plano cercano con la pareja subiendo una escalinata blanca corresponda a un edificio de Washington. Era el espectador el que confera a las imgenes sentido, significacin, ms all de sus referentes fsicos ms inmediatos.

    El propio Pudovkin realiz un experimento similar, muy conocido. Film un

    primer plano muy largo del rostro inexpresivo del clebre actor sovitico Ivan Mosjukin. En la sala de montaje lo fragment en tres planos ms breves y los yuxtapuso entre los planos de un plato humeante, de una mujer desnuda y de un cadver. Al ver la secuencia, el pblico quedaba admirado por la sutileza interpretativa de Mosjukin,

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    capaz de transmitir emociones diversas mediante finos matices ante cada situacin que contemplaba.

    4. CONSTRUCCIN Y NIVELES DE MANIPULACIN Hablando en rigor podra decirse que en los experimentos de Kuleschov y de

    Pudovkin haba manipulacin, haba engao, por cuanto se manejaban unos elementos fsicos (reproducciones icnicas) forzando un significado distinto del que tenan los respectivos referentes. En realidad, la grandeza de la comunicacin audiovisual radica en buena medida en esta habilidad manipuladora, en la capacidad de manejar sabiamente los cdigos, de seleccionar y combinar con sensibilidad los componentes expresivos para crear en el espectador una emocin y una significacin.

    De todos modos, seguro que no tenemos dificultad alguna en establecer una clara

    diferenciacin entre los experimentos de Kuleschov y de Pudovkin y el experimento de Jerry della Fontana, entre un tipo de manipulacin y el otro.

    Tal vez habra que hablar de una escala en el mapa de la manipulacin. Entre los

    diversos experimentos citados se podran situar muchos otros. Es conocida, por ejemplo, la aficin de los publicitarios a presentarnos unas modelos que podramos considerar mujeres puzzle: el cuerpo pertenece a una modelo, las manos a otra, la voz a una tercera En Barcelona, una de las capitales mundiales de la publicidad, hay tan slo dos modelos de manos, es decir, dos mujeres especializadas en prestar las suyas cuando en un anuncio deben aparecer unas manos en un encuadre muy cercano. Hablo de mujeres puzzle por cuando su supuesta belleza extrema es el resultado de la construccin idealizada que realiza el espectador a partir de los componentes que le ofrece el creativo.

    Vale la pena destacar que entre los pintores clsicos era conocida la experiencia

    de recurrir a la combinacin de los atributos de diversas modelos para crear un paradigma de perfeccin esttica. Y que en los aos veinte el citado Lev Kulechov ya haba creado un modelo ideal de belleza femenina combinando, mediante el montaje, partes anatmicas de diversas mujeres.

    Todos estos ejemplos ponen de manifiesto los diversos niveles de manipulacin

    que confluyen en la creacin audiovisual. Se seleccionan y combinan (manipulan) diversos componentes fsicos con el objetivo de que el receptor los reelabore (manipule) mentalmente, confirindoles sentido y valor.

    Planteado el tema de la manipulacin desde este punto de vista constructivista,

    quisiera centrarme en dos caractersticas que considero particularmente significativas para el educador: la especificidad del proceso de la manipulacin cuando se realiza mediante imgenes, y el papel decisivo que juegan en este proceso de construccin tanto el emisor como el receptor.

    La especificidad de la manipulacin audiovisual 4

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    Los experimentos llevados a cabo por Kulechov, Pudovkin y Jerri della Fontana ponen de manifiesto que nuestra aproximacin a la manipulacin tica slo puede hacerse desde una aproximacin a la manipulacin expresiva o esttica, es decir, desde un conocimiento en profundidad de los cdigos y de los mecanismos que maneja el creador para crear en el receptor unas determinadas realidades mentales.

    Es distinto referirse a la realidad mediante un discurso que referirse a ella

    mediante un relato. No es lo mismo codificarla mediante imgenes que mediante palabras. Hay diferencias radicales entre el hecho de que los contenidos sean expresados de manera manifiesta a que sean transmitidos de manera latente. En todos estos casos se trata de diferentes sistemas de codificacin, que apelan a diferentes componentes del cerebro del sujeto receptor.

    Lo dir de otro modo: si se manipula, se hace de manera muy distinta en la filosofa que en la televisin. Y es que, para construir mundos mentales, para construir significado, sentido y valor, se utilizan cdigos y mecanismos muy distintos en un libro de filosofa que en un programa de televisin.

    En la tica filosfica se toma partido por unos principios y se aborda su justificacin racional mediante argumentaciones. Si se pretende manipular, se hace mediante la utilizacin de sofismas, mediante el escamoteo de unos argumentos y la tergiversacin de otros En definitiva, mediante un uso habilidoso y artero de la racionalidad. En los medios de masas audiovisuales no suele haber una toma de partido explcita por unos principios ticos. La tica est inevitablemente presente, pero no de manera manifiesta sino latente, implcita. No hay argumentacin porque no hay explicitacin.

    Puede hallarse un ejemplo significativo en la manera como se construyen

    realidades mentales en la publicidad televisiva. Desde el punto de vista de una ocasional manipulacin tica, la perversin de la publicidad (si se me permite la radicalidad de la expresin) estriba en que se sita ms all del bien y del mal, ms all de la verdad y la mentira. Los publicitarios no suelen hacer afirmaciones sobre la funcionalidad de los productos promocionados, por lo que no puede discutirse si mienten o no. Se mueven en otra dimensin. Suelen limitarse asociar los productos promocionados con emociones positivas. Para ser ms precisos, habra que decir que suelen limitarse a asociar determinadas actitudes y valores con emociones positivas, para asociar luego los productos promocionados con estas actitudes y valores. De este modo, venden a un tiempo productos y valores, aunque no lo pretendan explcitamente.

    5. MANIPULACIN PUBLICITARIA No puedo evitar hacer referencia a un ejemplo clsico, proveniente tambin de la publicidad, un ejemplo en el que suelo reincidir por cuanto me parece una muestra

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    excelente de lo diferenciados que pueden ser los sistemas mediante los que se construyen mensajes interpretativos de la realidad. Cuando aparecieron en los Estados Unidos las primeras investigaciones que ponan de manifiesto la relacin directa entre tabaco y cncer y, por tanto, entre tabaco y muerte, las autoridades sanitarias comenzaron a elaborar discursos con un alto componente ideolgico y tico. Como es lgico, eran discursos con un mensaje explcito, con una fuerte carga emotiva, pero basados en la racionalidad, argumentados, rigurosos, reflexivos Cmo reaccionaron ante estos ataques las compaas de tabaco y sus agencias publicitarias? Por descontado, no contraatacaron utilizando las mismas armas. Ante todo, porque no tenan argumentos potentes, pero tambin y sobre todo- porque les resultaba ms eficaz recurrir a una estrategia diferente. Esta era la estrategia: Camel, la aventura, Venga al sabor de Malboro Son eslogans correspondientes a anuncios de tabaco en los que no se razona, no se reflexiona, no se argumenta. Los autores se limitan a asociar el tabaco con emociones positivas. Lo asocian con personajes sanos, fuertes, valerosos, atrevidos (el aventurero y el cowboy, respectivamente). Lo asocian con entornos fsicos saludables, limpios, incontaminados (la naturaleza pura y un ambiente virgen, sin conquistar, respectivamente). Lo asocian con unas acciones de carcter pico, grandioso, vitalista (el herosmo de la aventura y la conquista de un nuevo mundo, respectivamente). Lo asocian, en fin, con unas puestas en escena cuidadas, atractivas, estticas Nadie podra decir que estos anuncios mienten. No pueden mentir, porque se sitan en una esfera que est ms all de la verdad y la mentira. Se sitan en la esfera de la lgica de las emociones primarias. Es decir, crean sentido y valor mediante simple asociacin, mediante contaminacin. Del mismo modo que en las supersticiones una realidad adquiere sentido negativo por su simple asociacin con un acontecimiento negativo, sin que exista prueba alguna de una relacin causa-efecto entre ambas realidades, en estos planteamientos publicitarios o masmediticos las realidades se cargan de valor positivo o negativo por su simple conexin con emociones positivas o negativas. Es as como construye el cerebro humano cuando no entra en juego la racionalidad, cuando la construccin no tiene como fundamento la razn sino las emociones primarias. En estos casos construye mediante el pensamiento asociativo, mgico, mediante transferencias, mediante procesos metonmicos, mediante la transposicin de la parte al todo. Es otra clase de constructivismo, otra lgica interna Es la lgica que convierte en perverso un anuncio como el de Jerry della Fontana, aunque en l no se diga ni una sola mentira.

    6. MANIPULACIN E INCONSCIENTE 6

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    La supresin de determinados niveles de conciencia es consustancial con el fenmeno de la manipulacin. De ah que se tienda a equiparar el concepto de subliminalidad con el de manipulacin. Pero no suele entrarse a fondo en el tema, olvidando con frecuencia los distintos niveles de subliminalidad que puede haber en la comunicacin audiovisual. El escndalo producido en 1994 en los Estados Unidos con motivo de la venta, en formato de laserdisco, del filme de Robert Zemeckis Quin enga a Roger Rabbit? (Who Framed Roger Rabbit?, 1988) es uno de los ms recientes ejemplos de subliminalidad. La revista Variety descubri y denunci que en algunas copias haba fotogramas manipulados digitalmente, con contenidos explcitos de carcter sexual. Eran imgenes que slo podan descubrirse mediante el visionado fotograma a fotograma1. Una accin reprobable de por s, y agravada por el hecho de tratarse de una pelcula destinada sobre todo a un pblico infantil y juvenil. Es un ejemplo extremo de subliminalidad. A un nivel distinto suele denunciarse la prctica cada vez ms frecuente del product placement, es decir, del emplazamiento de productos en pelculas y series televisivas, aparentemente formando parte de la lgica interna del guin, pero en realidad como operacin mercantil, promocional.

    La prctica del product placement ha dado lugar a mercado creciente, que mueve fortunas (principalmente en los Estados Unidos) y que contribuye a la financiacin de la obras, a costa de influir en el espectador sin que ste sea consciente de ello. La prensa informaba recientemente de la primera experiencia conocida de aplicacin del product placement a la literatura. La veterana escritora Fay Weldon lleg a un acuerdo con Bulgari para escribir una novela patrocinada por esta firma de joyera. Bulgari ofreci una generosa cantidad a la escritora. Como contrapartida, sta se comprometa a hacer aparecer el nombre de la marca un nmero suficiente de veces. De hecho, hasta en el ttulo: The Bulgari connection2. Las empresas especializadas en el product placement audiovisual tienen unos curiosos baremos para medir lo que pueden pagar a las productoras por la inclusin de sus productos. Pagan ms si en la historia el producto queda asociado a un personaje principal que a uno secundario. Pagan ms si el personaje va a ser interpretado por una estrella que si va a ser interpretado por un actor o una actriz poco conocidos. Pagan ms si el producto va a aparecer en un momento cumbre del filme que si va a aparecer en un momento ms anodino

    1 Citado por R. Gubern (2000) El eros electrnico, Madrid, Taurus, Col. Pensamiento, p. 195. 2 La Vanguardia, 9 de septiembre de 2001, p. 55.

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    Esta regulacin demuestra que los especialistas en product placement conocen

    a la perfeccin la manera como construimos, como conferimos sentido y valor a la realidad cuando la racionalidad est aparcada. En otras palabras, las tcnicas del product placement son una nueva muestra de la construccin de sentido y de valor mediante mecanismos inconscientes, asociativos, contaminantes, que burlan la razn. En definitiva, el product placement representa un excelente negocio para las productoras de cine y de televisin (ahora parece que tambin para algunos escritores) y para las empresas que desean promocionar sus productos y una jugada manipuladora para los receptores, condenados a ser tratados como consumidores incluso cuando no quieren ser ms que espectadores o lectores. DEL PRODUCT PLACEMENT AL VALUE PLACEMENT Sorprende que los especialistas en product placement conozcan tan a fondo los mecanismos inconscientes mediante los que se puede conferir sentido y valor a los productos en los medios de masas, y los educadores seamos tan poco conscientes del hecho de que estos mismos mecanismos estn funcionando constantemente para la construccin de valores por parte de los espectadores y espectadoras. Y es que habra que hablar de un Value placement, del mismo modo que hablamos de un Product placement. Son estrategias muy similares, se rigen por los mismos parmetros expresivos, aunque el emplazamiento de valores a menudo no sea intencional y nadie cobre por su uso. Mientras los padres y educadores, los profesores de filosofa o de tica y los representantes de las religiones se empean en vender valores mediante discursos ms o menos afortunados, pero siempre argumentados, pensados, los medios de masas audiovisuales venden valores y contravalores, de manera intencional o involuntaria, sin otro esfuerzo que el de asociarlos con emociones positivas o negativas. Bastarn algunos ejemplos. Podra decirse que en el cien por cien de los relatos publicitarios se premia con una felicidad sin lmite a todos aquellos que han adquirido el producto adecuado, de manera que en la mente del receptor la felicidad acaba siendo asociada con el consumismo. En la misma lnea, abundan los relatos cinematogrficos y televisivos en los que se premia con la chica deseada al personaje ms competitivo, al ms ambicioso, al ms individualista, al ms obsesionado por el triunfo, con lo que estos valores o contravalores quedan reforzados en la mente del espectador. La presencia, todava abundante, de mujeres-objeto o de chicas-florero en la televisin y en la publicidad refuerza el estereotipo de que al hombre le corresponde

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    mirar y a la mujer ser mirada, as como la tendencia de la mujer a ser sumisa, pasiva, el premio del varn. Un ltimo ejemplo: en un nmero todava excesivo de relatos cinematogrficos y televisivos se premia con el xito narrativo a los personajes que recurren a soluciones violentas para resolver los conflictos, de manera que en los esquemas mentales del espectador se va reforzando la conviccin de que la violencia es el sistema ms eficaz para solventar conflictos. Ni en el Product placement ni en el Value placement hay argumentacin ni razonamiento. Los productos y los valores adquieren sentido positivo o negativo por su simple asociacin con emociones positivas o negativas. La diferencia es que, mientras los especialistas en productos conocen y dominan estos mecanismos, los educadores (supuestos especialistas en valores) no somos conscientes ni de su existencia ni de su potencialidad socializadora.

    7. LA IMPORTANCIA DECISIVA DE LA EDUCACIN DEL ESPECTADOR Si en algn momento he podido dar la impresin de defender un cierto

    determinismo en la construccin de sentido y de valor mediante las emociones primarias, nada ms lejos de mis intenciones. Muy al contrario. Estamos hablando de construcciones mentales, y desde el constructivismo sabemos que es el sujeto el que construye sus propias imgenes mentales. Las construye a partir de los elementos que le ofrece el emisor, por supuesto. Pero condicionado por su propia estructura mental, por sus conocimientos previos, por su sensibilidad, por su experiencia, por su capacidad de evaluacin crtica

    De ah la contradiccin en la que caen a menudo los educadores. Cuando se

    enfrentan a la problemtica de la manipulacin tienden a hacer un planteamiento dicotmico y maniqueo: por una parte, estn los medios de masas como agentes manipuladores o alienadores; por otra, ellos, los educadores, como denunciadores. Planteadas as las cosas, la responsabilidad cae de un nico bando, el de los emisores. Y las cosas no son as.

    Si es el espectador el que construye sus propias imgenes mentales a partir de los

    materiales que se le ofrecen, pero siempre en funcin de sus esquemas mentales previos, y si el educador tiene una gran incidencia en la configuracin de estos esquemas, resulta que el educador es responsable de que los mensajes de los medios de masas sean o no manipuladores.

    Permitidme una nueva ancdota extrada de mi experiencia personal. Hace dos

    aos se celebr en Barcelona una Jornada de evaluacin de la obra Com veure la TV? Material didctic per a infants i joves (Cmo ver la televisin? Material didctico para nios y jvenes). Estaba convocada por el Consell de lAudiovisual de Catalunya (CAC) y participaron maestros y maestras que haban experimentado el material durante un ao por lo menos. Una profesora de un instituto situado en una zona 9

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    marginal de Badalona, que haba trabajado el mbito de la publicidad, contaba lo que le decan sus alumnos tras varias semanas de trabajo: Ahora, cuando estamos viendo la TV en casa y comienzan los espots publicitarios, no dejamos que hagan zapping. Vemos los espots y les pegamos la paliza a los padres con lo que hemos aprendido en clase.

    La ancdota es significativa y ejemplifica la importancia del sujeto receptor en los

    procesos de construccin de realidades mentales. Un espot publicitario potencialmente alienante o manipulador producir unos efectos muy distintos en una persona con formacin que en una persona sin formacin. En otras palabras, a partir del espot, la primera persona construir unas imgenes mentales muy distintas que la segunda. SNTESIS CONCLUSIVA

    Llevando hasta el final la metfora del constructivismo, habra que concluir que en la construccin de imgenes mentales es fundamental el material con el que se cuenta para construir, y este material lo facilitan los responsables de los medios de masas. Pero es ms decisiva todava la responsabilidad del sujeto que construye. Con unos mismos materiales puede construirse un edificio slido o uno ruinoso. Depende de la capacidad del sujeto. De ah la importancia de una adecuada educacin en medios.

    Para que, como reza el subttulo de esta mesa redonda, las tecnologas de la

    comunicacin estn al servicio del desarrollo personal y de las libertades pblicas es imprescindible, ante todo, una actitud tica por parte de los profesionales de los medios. Pero falta hace tambin, y sobre todo, que los educadores sepamos impartir una educacin especfica, una educacin que tenga en cuenta los parmetros expresivos y los mecanismos psquicos mediante los que los medios de masas contribuyen a conferir sentido y valor a la realidad..

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