Dirección de Educación Especial

Coordinación 3Zona III-7. USAER

LA MAGIA DE ESTRELLITA

En un soleado y bello campo cerca de la isla más hermosa del mundo, había un chico llamado frijolito; era muy risueño, creativo, inquieto y le gustaba hacer malabares; cuando corría su cabello castaño brillaba al sol y sus grandes ojos cafés reflejaban su ilusión de jugar fútbol; sin embargo tenía un pequeño problema, no sabía jugar fútbol, y quería hacerlo en forma profesional, esta situación lo ponía muy triste y temeroso.Un día cuando se dirigía a entrenar, tuvo un afortunado encuentro con Juan el marinero.

Juan lo observa triste y pensativo,  se acerca a fríjolito y le pregunta:-¿Qué te sucede?Frijolito, le responde:- Estoy preocupado porque quiero ser futbolista famoso y las chilenas no me salen.

Juan sonríe y le cuenta una historia...

Sabes frijolito eso me recuerda cuando yo era niño y mi Papá me llevó por vez primera a la orilla del mar. Nuestro pueblo era un pequeño puerto, cada mañana sentía la brisa del mar y todas las aves cantaban encima de las palmeras. Eso me alegraba muchísimo.

Bien pues con esa alegría una mañana mi padre me tomó de la mano y muy sonriente me dijo- hoy conocerás el mar, el que nos da alimento y nos devuelve con las olas cada tarde para abrazar a nuestras familias-.

Y cuál fue mi sorpresa-dijo Juan- que al estar frente a ese espacio azul y verde, me solté llorando y me abracé a mi papá. Sentía que me jalaba el sonido de las olas.

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Mi padre comprensivo me cargo en sus hombros y me dijo: - poco a poco le irás teniendo cariño y respeto.

De regreso a casa encontramos una estrella de mar en medio de la arena era roja, roja, tan grande como la palma de la mano de mi papá. Me la entregó y me dijo que ella se llamaba estrellita, que tenía la magia de conocer el fondo del mar y que cada vez que me acercara a la orilla del mar me la pusiera cerca del oído para escuchar todas sus aventuras.

Entonces se hizo una disciplina que cada mañana mi Papá me llevaba a ver el amanecer a la playa. Y un día toqué el agua, otro me metí a nadar y más adelante, acompañé a mi Papá a pescar. Fue entonces que me di a la tarea de observar los movimientos del mar.

Y estrellita siempre me acompañó y me ayudaba a imaginar y hasta cantar. En un cerrar y abir de ojos ya era marinero ¡y de los buenos!

Te comparto este recuerdo con mucho cariño Frijolito, ya que la práctica y la confianza en ti mismo harán que hagas las mejores chilenas del mundo.

Cuando estés en el campo de Football piensa en “estrellita” e imagina que tus movimientos son suaves y que el balón es tan ligero como el agua. Y haz de esa magia tu compañera en cada partido, verás que de tanta alegría podrás aprender muchos movimientos.

Y entonces frijolito se imaginó a Estrellita. En un sueño la vio como si fuera una niña mágica con unas pequeñas y suaves manos, no era una estrella de mar como la de Juan el marinero. Con gracia y ternura la niña mágica le regaló una semilla de girasol susurrándole al oído le dijo que la sembrara en luna llena abonándola con una sonrisa sincera.

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Así que frijolito el chico futbolista al despertar, no espero un momento y corrió a conseguir la semilla de girasol, espero la noche de luna llena y como por arte de magia apareció Estrellita, y espontáneamente, le sonrió.

Fue así que frijolito se esforzó y gozó cada entrenamiento, cuando se cansaba o sentía que no podía hacer una chilena, se imaginaba a estrellita con cara de girasol, sonriéndole dulcemente y eso hacía que lograra ser cada vez mejor.

Así que el entrenador lo escogió para jugar en un partido muy importante.

Fríjolito llegó al estadio de fútbol y escuchó la afición muy emocionado, lo cual le dio seguridad y decidió probar su suerte. En su mente y corazón llevaba a estrellita el girasol.

Fríjolito se enojó mucho cuando quiso jugar en el equipo y los integrantes le dijeron que ya estaban completos.

Estrellita al escuchar el rechazo del equipo hizo que soplara un viento tan fuerte que el entrenador volteo a ver al equipo y les recordó que estaban para apoyarse los unos a los otros. Entonces los del equipo recapacitaron y felicitaron a Frijolito por todos sus avances.

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De repente una voz se escuchó y decía “recuerden la magia de sus recuerdos y del compañerismo”. El girasol estrellita de repente se convirtió en anturio, de donde salió un diminuto dragón que tenía el poder de conceder deseos. Así que fríjolito le pidió al dragón, que el equipo se uniera en armonía para ganar y después del partido viajar hasta donde vivía Juan el marinero y en su barco navegar con el dulce sabor de haber aprendido y tener más amigos.

Y así es como al viajar y viajar más historias de estas tendrán…

México D.F. a 10 de marzo de 2014Mtra. Lydia Peña González. ATP. SATC. DIA

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