la libertad de expresión

3
Los medios de comunicación: ilusiones de verdad Por Paloma Botero Hoy por hoy los medios de comunicación son galerías de estilos, vitrinas de cuerpos hiperestesiados, almacenes de ilusiones, escenarios dedicados al espectáculo de su propia humanidad, lugares dedicados a la farándula del morbo y especializados en vulgarizar cualquier tipo de oposición. La libertad de expresión se ha convertido en la bandera que dan los medios de comunicación ante la opinión pública para dar una apariencia de verdad y ante todo de imparcialidad. Lugares con apariencia de cárceles de alta seguridad, que más que proteger la verdad y velar por los intereses colectivos. Están más ocupados protegiendo intereses privados de cemento o lo que es peor tierras hurtadas. Porque los medios de comunicación se han transformado en aparatos privados, enajenados y olvidados de las realidades polisémicas que transitan por las calles. El problema entre otras cosas consiste en que la libertad de expresión se

Upload: paloma-botero

Post on 27-Jul-2015

158 views

Category:

Documents


3 download

TRANSCRIPT

Page 1: La libertad de expresión

Los medios de comunicación: ilusiones

de verdad

Por Paloma Botero

Hoy por hoy los medios de

comunicación son galerías de

estilos, vitrinas de cuerpos

hiperestesiados, almacenes de

ilusiones, escenarios dedicados al

espectáculo de su propia

humanidad, lugares dedicados a la

farándula del morbo y

especializados en vulgarizar

cualquier tipo de oposición.

La libertad de expresión se ha

convertido en la bandera que dan

los medios de comunicación ante

la opinión pública para dar una

apariencia de verdad y ante todo

de imparcialidad. Lugares con

apariencia de cárceles de alta

seguridad, que más que proteger

la verdad y velar por los intereses

colectivos. Están más ocupados

protegiendo intereses privados de

cemento o lo que es peor tierras

hurtadas.

Porque los medios de

comunicación se han transformado

en aparatos privados, enajenados

y olvidados de las realidades

polisémicas que transitan por las

calles. El problema entre otras

cosas consiste en que la libertad

de expresión se ha desvirtuado, ha

perdido su esencia, al punto que

hemos olvidado cual es su

verdadero propósito, cual es su fin

y su principio.

Pero como sí acaso se tratara de la

más escalofriante historia de terror

jamás contada o acaso

estuviésemos transitando por las

calles de Macondo en compañía de

ese ambiguo personaje llamado

Rebeca Buendía cuyo equipaje

constaba sencillamente de una

bolsita en, la cual, cargaba los

Page 2: La libertad de expresión

huesos de sus padres y que al ser

abierta difuminaba la enfermedad

del insomnio que como efecto

colateral genera olvido. Nuestra

sociedad se sumergió en la más

tenebrosa de las epidemias. La

leteomasis.

La leteomasis es definida como

una enfermedad social, que

deteriora altera y difumina la

memoria de la solitaria población.

De esa población ensoñadora y

mítica que asiste a su propia

enajenación y acude a quien

hábilmente la engaña, con un

descaro sorprendente, con una

facilidad asombrosa.

Los medios de comunicación, salvo

contadas excepciones, están

parcializados con sus

apreciaciones poco sensibles y su

cinismo. Se han convertido en una

galería que carga pornomiseria a

cuestas, de manera frívola,

superflua, que no hace análisis

profundos de los asuntos y se

olvida de la pluridimensionalidad

de la existencia humana. En el

marco de un mundo

convulsionado, triste y asustado al

vislumbrar su propia barbarie.

En el evento “La libertad de

expresión en los medios digitales y

convergentes” estuve presente en

una exposición que tuvo como

nombre: Nuevas formas de

socialización: Posibilidades en las

nuevas redes sociales virtuales. En

este trabajo los ponentes hablaban

acerca de cómo las redes sociales

en tanto espacios para la

socialización se daban relaciones

(a su juicio) interesantes, dado que

había una gran libertad para

comentar hechos de actualidad.

A mi juicio, considero que la

exposición era reiterativa y tenía

apariencia de ser improvisada. No

decía nada innovador, se tornaba

densa y poco critica. Dichas

conclusiones las saco desde la

formación que he tenido como

periodista en el cual el discurso

sobre redes sociales y manejo de

la red, era prejuiciosa e

improvisada debido a su manejo

del lenguaje, interpretación de la

información, entre otros. Que

llevaron a perder la expectativa

por que la formación de los

expositores demostraron no poder

rebasar mi formación como

periodista.