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15 DE DICIEMBRE DE 1935 <> NUM. 12

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Nacimiento espiritual de Jesús, por Fr. Luis Barros.—Nos falta esperanza, por Fr. Gui-llermo Vázquez.—La Rvda. M. María Antonia de Jesús, por Fr. Guillermo Vázquez.—Noquiero otro premio.—Repastaban sus ganados (poesia), por Lope de Vega.—Página Misional.Tirso de Molina, poeta mariano, por Fr. José Cereijo.—Más sobre Fr. Agustín Leonardo, porFr. G. Vázquez. —De Junquera de ~la, por Fr. Gumersindo Placer.—Noticias.—Biblio-grafía.—Necrología.—Indice del año 1935.

•e11.13

NACIMIENTO ESPIRITUAL DE JESÚS

Christus natas est nobis. Cristo naciópara nosotros, canta la santa Iglesia enel oficio de Navidad, resumiendo en estafrase toda la teología del Verbo en ordena la Redención. Ya lo había dicho muyclaramente el Angel a los pastores alanunciarles el nacimiento del Niño-Dios:Ecce enim evangelizo vobis gaudiummagnum, quod erit omni popal°, quianatas est vobis hodie Salvator. Vengoa daros una nueva de grandísimo gozopara todo el pueblo, y es que hoy os hanacido el Salvador (S. Luc. I, 10 y 11).

Es, pues, una verdad de fe que paratodos, y por consiguiente para mí, comohace notar el Apóstol, nació en el tiempoel Hijo de Dios.

Claro está que el fin primario de laEncarnación, como el de toda obra di-vina, es la gloria de Dios Nuestro Señor;pero como la Redención tenía por obje-to la rehabilitación del hombre, cosa enque iba tanto la gloria del Padre, pre-

supuesto esto decimos simplemente ycon toda verdad, que: por nosotros ypor nuestra salud, descendió de los cie-los—Cristo—y se revistió de nuestracarne mortal.

Con razón el Angel invitaba a los pas-tores en aquella felicísima noche muymás clara que la alborada, a que se lle-nasen de inmenso júbilo, y con razón elnumeroso ejército de la milicia celestialque le acompaña prorrumpe en coro degloria y alabanzas al Dios Altísimo,mientras augura paz en la tierra a loshombres de buena voluntad.

Ahora bien; hay otro nacimiento deCristo no menos maravilloso que elanunciado por el Angel a los pastores,ni menos digno de ser celebrado, y porel que eternamente es debida infinitagloria y alabanza a Dios. Y tanto másnos importa y debemos celebrar este na-cimiento, cuanto es y significa de hechola realización de todo lo que motivó el

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primero; de tal forma, que aquél sinéste no sólo no sería para nosotros cau-sa de gran gozo y eterna dicha, sino que,por el contrario, significaría nuestra máscierta, segura y eterna ruina, como selo profetizó a la Virgen el ancianoSimeón.

Estamos hablando del nacimiento deJesús en el alma por la gracia.

En efecto, ¿qué cristiano mediana-mente enterado de la doctrina que pro-fesa ignora que, por la gracia, Diosmismo se le entrega, y todas las tresdivinas personas habitan en el alma deljusto, conforme a aquello del Evangelio:Si quis diligit me... et Pater meus dili-get eum, et ad eum veniemus et man-sionem apud eum faciemus; si algunome ama... mi Padre le amará y vendre-mos a su corazón y allí moraremos deasiento? (S. Joan, XIV, 23).

Sí, esta inhabitación de la SantísimaTrinidad en el justo, es una de las ver-dades mejor probadas en la mística teo-logía. San Pablo la hace objeto de suscomentarios muchas veces, y aún pode-rnos decir que forma el nervio de su ar-gumentación, cuando penetrado de estagrandeza de la criatura así dignificadapor Dios, llámala deiforme y participantede la divina naturaleza.

Para mejor inteligencia de esta doctri-na, distinguiremos con los teólogosestos dos elementos de la gracia habitualo santificante: Dios mismo (gracia in-creada) comunicándose al alma hasta elpunto de fijar en ella su morada para quepueda gozar de su presencia, y el riquí-simo don que llamaremos con el PadreAstete ser divino (gracia creada), comu-nicado por el Espíritu Sank, y que cons-tituye realmente ese principio vital so-brenatural que nos hace semejantes aDios y aun partícipes real, formal, peroaccidentalmente, de la naturaleza y vidadivinas. No es que se trate de dos espe-

cies de gracia habitual, sino de dos ele-mentos integrantes de la única graciasantifican/e. Porque, como dice el An-gélico, la gracia es producida en el hom •bre por la presencia de la divinidad,como la luz por la presencia del sol(2 . a 2.ae, q 24, a. 12); o sea que esta in-habitación de Dios en el almna no essólo efecto formal de su justificación,sino también causa eficiente de la graciacreada, produciéndola, conservándola yaumentándola precisamente por mediode esa íntima unión con ella.

El modo como se realiza esta uniónes algo tan sorprendentemente maravi-lloso, que si pudiéramos medir en todasu grandeza las operaciones divinas enel alma, no precisábamos otra cosa paraconsiderarnos en posesión de la mismadicha de los bienaventurados. DiosNuestro Señor, dice Santo Tomás, estáen el alma del justo como la cosa amadaestá en el amante y lo que se conoce en elentendimiento del que conoce, y así estapresencia es algo muy distinto y supe-rior al modo como está presente en todoslos demás seres. En el orden de la natu-raleza está Dios en nosotros como Cria-dor y soberano Señor, mas en el ordende la gracia se da a nosotros cornoPadre, como Amigo y como Santifica-dor, y quedamos penetrados de tal modode toda su vida que ya no somos nos-otros los que vivimos, sino que El es elque vive en nosotros.

He aquí, cristiano lector, de qué formaJesús, el Verbo, nació y vive en tu almasi posees para dicha tuya el don riquísi-mo e inestimable de la gracia que El temereció por su Encarnación. Sábete,pues, que Jesús no nació sólo para po-der morir por tí, y así redimirte, sinosobre todo para poder nacer en ti yhacerte vivir de su vida divina. Y no esque Jesús, como Dios, more en tí, tam-bién como hombre vive moralmente en

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• DE VIDA ESPIRITUAL

NOS FALTA ESPERANZA

el cristiano que incorporó a Sí mismo,al hacerlo miembro del cuerpo místicodel cual El es la cabeza. Nosotros somoslos sarmientos de la vid en que se quisosimbolizar, y toda nuestra savia es laque se nos comunica por su medio.Nunca podremos llevar flores y frutossino unidos a esta vid que es Cristo.

¡Oh maravillosa doctrina la de nuestraincorporación con Cristo! ¡Qué pena nosea suficientemente conocida y meditadapor los cristianos, para poder vivirconscientemente esa vida de Jesús en elalma! Entonces por ventura dejaríamosde ser niños fluctuantes en la virtud,exponiéndonos a la pérdida de ese bieninfinito. ¡Los niños viven y gozan, esverdad, del tesoro inapreciable de lavida; pero sin comprender ni estimar suvalor, ni el peligro constante en que sehallan de perderla, ni la desgracia de supérdida!

Así les ocurre a tantos cristianos conla vida de la gracia.

Por eso la mejor manera de celebrarel aniversario del nacimiento del NiñoDios sería procurando naciese realmenteJesús en el corazón de tantísimos de susredimidos, que viven una vida que no esla suya. Luego trabajar para que esa

Por la Sagrada Penitenciaría Apostó-lica, y a petición de nuestro Padre Pro-curador General, con fecha 1.° de febrerodel corriente año, fueron concedidas aperpetuidad las que ya lo estaban porsiete años, a ganar por todos los reli-giosos de la Orden y sus Terciarios entodas nuestras iglesias en los días y fes-tividades siguientes:

Cristo Rey.

vida se desarrolle y crezca vigorosa-mente en los que ya tienen la dicha deposeerla, conforme al consejo del após-tol de que crezcamos en gracia practi-cando en caridad la verdad y aumentan-do en todas las cosas en aquel que es lacabeza, Cristo (ad Eph., IV, 15). Deobrar con esta fe no nos extrañaría estaexclamación de los santos que haríamosnuestra: Ya encontré el cielo en la tierra,pues el cielo es la posesión de Jesús yya le tengo en mi corazón.

Hagamos grata al divino Huésped sumorada en nuestra alma, y sacando pro-vecho espiritual del recuerdo evangélicode las escenas de Belén, veamos de quela humildad de aquellas pajas, la blan-cura de aquellos pañales y, sobre todo,el amor de María y José sean el adornode este templo vivo, de este :alcázar sa-grado que El se reservó para sí.

La Virgen Madre haga, por quien Ellaes, que sepamos hacerlo así, a ejemplosuyo, a fin de que en medio de nuestramiseria y pobreza no aflore Jesús ennuestro corazón los fríos de la noche deBelén y las caricias de los rudos pastor-ellos de sus cercanías.

FR. LUIS BARROS

Exaltación de la Santa Cruz.Santo Nombre de María.Solemnidad de San José (miércoles de

la segunda semana después de Pas-cua).

Cátedra de San Pedro en Roma.Santiago Apóstol,Todos los Santos de la Orden.Dominicas, primera de Adviento y de

Cuaresma, la de Pasión y de Ramos.

¿Nos salvaremos?—pregunto a losniños del catecismo, y en sus rostrosaparece dibujada con rasgos de profun-da tristeza la duda terrible.

Evidentemente la esperanza es muydébil en mis niños e incapaz de moverlesa procurar eficazmente su salvación.

Los teólogos dicen, y es de buen sen-tido, que el acto.de esperanza teológicaincluye: 1. 0 El deseo de la felicidad eter-na. 2.° Confianza firme de alcanzarla.3.° Un ánimo esforzado para vencer lasdificultades que a ella se oponen.

Yo trato de sacar a los niños cuantoantes del estado angustioso en que sehallan con una afirmación rotunda, queellos repiten: ¡Nos salvaremos! ¡Todoslos que estamos aquí nos salvaremos!

¿De quién depende nuestra salvación?De Dios y de nosotros. El la desea ardo-rosamente, y para conseguirla derramósu sangre; nosotros hemos de corres-ponder también a sus deseos. ¿Hay al-guno que se resigne a perder el cielo y aarder eternamente en el infierno? ¡Impo-sible!

Es cierto, sin embargo, que mirandoa nosotros podemos temer, sin pecarcontra la esperanza, pero todos animo-sos, puestos los ojos en Jesús crucifica-do le diremos:

¡Dios mío, yo quiero salvarme! ¡Quie-ro ser buen cristiano, he de cumplirvuestros mandamientos! Dadme fuerzapara vencer las malas inclinaciones.¡Virgen santísima, Madre mía, ayudad-me! ¡Estad siempre a mi lado!

Tanto o más que la falta de fe, se pal-pa en el pueblo cristiano la falta de es-peranza. Sin confianza de salvación¿cómo trabajaremos para alcanzarla? Sino creemos posible corregir nuestrasmalas inclinaciones y defectos ¿cómoluchar contra ellos?

Bueno es que recordemos las dificul-tades que hay para salvarse, a fin de

que nadie se duerma en sueño de muer-te, pero debemos traer siempre en lamemoria que Jesús vino al mundo y mu-rió por nosotros, y no quiere que susangre sea inútil.

Cuando el joven del Evangelio, ansio-so de perfección, rechazó la vocación alestado religioso, negándose a repartirsus bienes entre los pobres e ingresaren el Apostolado, Jesús exclamó: ¡Cuándifícil es que un rico entre en el reino delos cielos! ¡Tan difícil como7pasar un ca-mello por el ojo de una aguja! Los dis-cípulos aterrados preguntaron: Señor,si así es, ¿quién se salvará? y el Salva-dor contestó: Lo que a los hombres esimposible, a Dios es posible.

Contra la esperanza se peca muchísi-mas veces, aunque algunos no quieranreconocerlo, y faltando la esperanza esimposible mantener el esfuerzo necesa-rio para la vida cristiana. La esperanzaes el ancla firme que nos une a Diose impide que seamos arrastrados porlas tormentas.

Este año se ha discutido no poco enEspaña y fuera de ella acerca de la es-peranza, a propósito del libro del PadreGetino, O. P., Sobre el gran número delos que se salvan.

Para algunos ese libro fue inoportunoy ocasionado a fomentar la presuncióno vana confianza de salvarse sin el nece-sario esfuerzo. Yo tardé en leerlo, puescreía no encontrar en él nada nuevo. Yen efecto, no hallé mayor novedad, perocreo que es útil para hacer renacer laconfianza decaída.

Al oir ponderar tanto las dificultadesque hay para salvarse, y el gran númerode los que se condenan, son muchoslos que desesperan y se dejan arrastrarpor la corriente del vicio.

Y no sólo eso, sino que muchos cris-tianos fervorosos no trabajan ni orandebidamente por la salvación de los de-

Concesión de absoluciones generales perpetuas

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Mercedarios IlustresLa Rvda. M. María Antonia de Jesús 1748

más creyéndola poco menos que impo-sible.

Yo lamento todavía que el autor dellibro no hallara mejor solución a la difi-cultad que se funda en aquellas palabrasdel Evangelio: Señor, ¿si son pocos losque se salvan?, a lo que Jesús contestó:Esforzaos por entrar por la puerta an-gosta (1). Y de esa puerta dice en SanMateo: ¡Cuán angosta es la puerta y es-trecho el camino que lleva a la vida ypocos son los que entran por él! (2).

El P. Getino responde que muchos delos que caminan por la senda ancha dela perdición, rectifican sus pasos antesde la muerte. No me parece muy tranqui-lizadora la solución.

Yo tengo por evidente que la gracia esmucho más abundante después de laRedención, y el bien ha aumentado enor-memente en el mundo. En los días deJesús sólo los judíos tenían la verdaderareligión; eran pocos y malos (unos tresmillones).

La gran multitud de fieles que siguena Cristo hará que la diferencia entre elnúmero de los que se salvan y el decondenados sea mucho menor, entrandoen cuenta el mundo entero; pues mirandosólo a los cristianos, muchos teólogosafirman que son más los que se salvan.

Por todo ello es preciso que arrojemosde nosotros el pesimismo venenoso,agostador de energías y mortal para elcristiano, reanimando por el contrarionuestra esperanza.

Sean en hora buena (o mala) pesimis-tas, los que no creen en Dios, ni enJesús, ni conocen a María; nosotros, loscristianos, tenemos que ser optimistas,alegres, confiados, animosos, empren-dedores, luchadores.

No importa que nuestros nervios sesientan a veces flojos, deprimidos, can-sados. Las grandes energías que brotandel Sagrario deben confortarnos y ha-cernos invencibles.

Jesús exigía como condición previa asus favores la confianza en El, y cuandofaltaba la confianza, limitaba sus mila-gros. Recordemos lo que sucedió al pa-dre del endemoniado curado después dela transfiguración. Al ver que el demonio

(1) Luc. 13, 24.(2) Math. 7, 14.

despedazaba a su hijo, acudió al Señor,diciéndole: —Si algo puedes, ayúdanos,compadecido de nosotros.

—Si puedes creer, todo es posible alque cree—contestó Jesús; y el afligidopadre replicó llorando: – ¡Creo, Señor;ayuda mi incredulidad! Eso mismo tene-mos que decirle nosotros muchas vecespara obtener sus gracias.

El mismo Señor nos manda confiarpara alcanzar lo que deseamos en laoración: Todo lo que pedís orando, creedque lo recibiréis (1). Y el apóstol San-tiago repite que el cristiano pida sintitubear. La causa más frecuente del fra-caso de nuestras oraciones quizá sea lafalta de confianza.

Reavivémosla, pues, y pidamos congran fervor gracias para nosotros y paratodos nuestros prójimos, gracias espiri-tuales y temporales. ¡Cuantas miseriasen ambos órdenes!

Jesús quiere que por todos nos intere-semos y por todos oremos; ¿para burlarnuestros deseos? ¡Blasfemia sería elpensarlo!

La falta de confianza es tan injuriosaa Dios como la falta de fe, y mas encierto sentido. El incrédulo duda o niegalas afirmaciones de Jesús; y el desespe-rado no cree tampoco en su bondad infi-nita ni en la seriedad de sus promesasdulcísimas. El pecado de Judas al des-esperar, fue mucho más grave que suavaricia y traición.

Hay que emprender una gran cruzadaen favor de la esperanza, comenzandopor llenar de optimismo nuestros pro-pios corazones. ¡Venceremos a todosnuestros en emigos interiores y exte-riores!

Terminaré por donde tal vez debíahaber comenzado, dando la definiciónjusta de la esperanza: Es una virtud di-vinamente infusa, con la cual confiamosobtener de la divina Omnipotencia laeterna felicidad y los medios necesariospara llegar a ella.

FR. GUILLERMO VÁZQUEZ

(1) Marc. 11. 24.

Para la canonización do la Beata Marica do JentoPesetas

Una devota madrileña 25,00

Podría sin escrúpulo incluírsela en elSantoral por sus virtudes extraordina-rias, pero a fin de evitar críticas, reser-vo el Santoral paralos religiosos quehicieron milagros ypara los mártires,que sin ellos pue-den ser canoniza-dos.

La M. María An-tonia de Jesús fuéuna religiosa edifi-cante, que conser-vó en el claustrola magnificencia degran señora y dejórecuerdo perdura-ble en su conventode Alarcón, dondefué comendadoracuarenta y tresaños.

Fue hija legítimade los marquesesde Santiago donFrancisco Estebande los Ríos y doña María Bueno y debiónacer en Madrid en junio de 1673, a juz-gar por la edad que dicen tenía al tomarel hábito.

Era el encanto y la esperanza de suspadres por su bondad, talento y hermo-sura, perpetuada en el retrato que deniña le hizo Carreño de Miranda. Pero,según ella declaró más tarde, entre losnueve y los once años se dió cuentacabal de lo que el mundo podía ofrecerle

y comenzó a pensar en amar sólo aJesús, que no muere.

La muerte de su abuelo a quien idola-traba y de quien eraqueridísima, acabóde decidirla al granpaso. Con llanto desus padres, perocon gran satisfac-ción suya, tomó elhábito de inerceda-ria en el conventode Don Juan deAlarcón el 14 deoctubre de 1685, alos doce años, cua-tro m eses y tresdías de su edad, demanos del MaestroFr. José González,provincial de Cas-tilla y luego obispode Ciudad Rodrigoy de Plasencia.

Era comendado-ra su tía carnal laAntonia de JesusMadre Constanza

de la Concepción, que la crió en grandeausteridad durante los cuatro años denoviciado, pues había de profesar cum-plidos los dieciséis. Aludiendo al rigorcon que la había tratado la comendadora,decía ella más tarde con gracejo: Porquererme tanto, me encomendaron a mitía, pero yo les hubiera perdonado tantafineza.

Dióle la profesión el general de la Or-den Rmo. Linás, más tarde arzobispo de

La Rvda. M. María

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Tarragona. Su vida correspondió a lagenerosidad con que había despreciadoel mundo y sus halagos. Era muy obser-vante y puntual en todo y la primera enacudir al coro, donde solía quedarsedespués de los maitines de media nochehasta prima, quitando ese tiempo alsueño.

Usaba ásperos cilicios hasta en laplanta de los pies. No comió carne hastaque en la vejez la obligaron a ello losmédicos. Absteníase de beber aun aguados y tres días seguidos. Trabajadoraincansable, repartía las horas entre lalabor y la lectura de libros espirituales,con los que enriqueció su monasterio.

Sus autores predilectos eran San Pe-dro de Alcántara, San Francisco de Sa-les, cuya dulzura y suavidad procurócopiar, y sobre todo la Imitación de Cris-to y Santa Teresa. Alcanzó permiso decomulgar diariamente, cosa entonces nogeneral.

Encantadas de su virtud las monjas,quisieron hacerla superiora a los veinti-nueve arios, alcanzando para ello dis-pensa del P. General y del Nuncio. Des-pués la reeligieron cuarenta y tres añosseguidos.

Su virtud predilecta era la mansedum-bre, conservada en medio de las contra-dicciones y choques con caracteresopuestos al suyo. Era muy caritativa contodas y en particular con las enfermas,a las que se esmeraba en consolar yalegrar por todos los medios. Reñíanlaalguna vez los confesores, pero ellacontestaba: Déjenlas tener algún con-suelo; tiempo tendrán de pasarlo mal.

No se encerraba su caridad en los mu-ros del monasterio, sino que socorríacon largueza cuantas necesidades cono-cía fuera de él, sobre todo a pobresviudas, a quienes vestía, alimentaba ypagaba el cuarto. Socorría también acomunidades necesitadas, y en toda la

Corte se conocía su virtud y generosi-dad

Contaba para todo ello con la confian-za en Dios y con el caudal de sus pa-dres, que la amaban tiernamente y ladieron con creces su legítima, que enellos había renunciado.

Al fin de su vida hallóse con que loslibros del convento arrojaban un saldo asu favor de mas de cuatrocientos milreales, cosa que admiró a las mismasque llevaban las cuentas, pues no com-prendían de dónde había salido tantodinero.

Era prudentísima y tenía una visiónclara del resultado que habían de dar lascosas, lo que algunos reputaban profe-cía, pero ella contestaba modestamente:Con la experiencia basta.

Tuvo la alegría de recibir en su con-vento a su hermana menor Sor Angelade Jesús, condesa viuda de la Vega delPozo. Tenia veinticinco años y en nuevede matrimonio había experimentado lasamarguras del mundo, tanto por su faltade vocación al estado, como por el ca-rácter duro de su marido. Perdió tam-bién el hijo único que habían tenido y,habiendo logrado que le abrieran la puer-ta reglar, para abrazar a su hermana, seentró en el monasterio, resuelta a nosalir de él. Murió en 1751, de sesenta ydos años, habiendo tenido el hábitotreinta y siete.

Finalmente se recogió también en Alar-cón al lado de sus hijas la marquesaviuda de Santiago, que profesó el 8 defebrero de 1728 y murió en 1736.

Hizo nuestra M. María Antonia gran-des mejoras en su convento. Alargó elpresbiterio de la iglesia, retirando atrásel altar mayor, para lo cual hubo de ad-quirir una casa contigua.

1-lizo el coro bajo con el precioso altarde jaspes que hoy existe y los de SanAntonio y de la Soledad en la iglesia,

con sus encantadoras imágenes y otrasmuchas que hay en el convento e iglesia.

Ensanchó la sacristía, adquiriendo amucha costa la casa de los patronos contribuna al presbiterio y proveyó la iglesiade ricos ornamentos de todas clases, yde candeleros, macetas y cuanto podíadesearse.

Conociendo su ardiente deseo de queel Smo. Sacramento fuera expuesto conel mayor ornato posible, el Marqués deSantiago hizo la custodia grandiosa dediamantes y esmeraldas que llamaban el«dios verde», valuada en 40.000 ducadosy un cáliz gemelo de ella. Podemos darla noticia sin temor, pues las piedrashan sido vendidas oportunamente parahacer el colegio gratuito donde se labranotras margaritas más preciosas a losojos de Jesús. Aun después de sustitui-das las esmeraldas con humildes ama-tistas, las dos joyas son de lo más her-moso de Madrid.

Dió también el Marqués las dos col-gaduras de seda para adorno de la igle-sia, de las cuales se conserva una, ydotó muchas capellanías, funciones ynovenas anuales, por el grande amorque tenía a su hija. Adornó igualmenteel coro y claustro con hermosas pinturasde los mejores pinceles, sobre todo dePalomino.

La M. Comendadora, que tan buengusto tenía en las bellas artes, escogíatambién los mejores predicadores parasu iglesia, exigiendo de ellos doctrina yno hojarasca. Preocupada estaba conbuscar quien predicara la cuaresmacuando se sintió enferma, y aunque tuvoalguna mejoría continuó en disponersepara el viaje a la eternidad con fervoro-ros actos de amor a Dios hasta el 26 demayo de 1748 en que el Señor la llamóa Si.

Tuvo el consuelo, que mucho habíadeseado, de ver a su lado en la última

hora, no sólo al confesor sino también atres PP. Maestros del convento de laMerced, entre ellos el comendador, loscuales cantaron el credo en la agonía,pues las monjas no podían hacerlo ane-gadas en llanto.

Su biografía en el libro de difuntosestá hecha también por uno de los pa -dres, de letra inconfundible, con lo queantecede y sigue. La M. María Antoniaescribió las vidas de las monjas muertasen su tiempo, que son treinta y dos, in-teresantes.

En sus honras predicó el M. Fr. Cris-tóbal Manuel Ximénez, catedrático deAlcalá y luego provincial de Castilla yGeneral de la Orden, cuya excelente ora-ción fúnebre imprimió sor Angela, her-mana de la difunta (1).

Esta había agenciado para su conven-to la hermandad con la provincia de Cas-tilla, en cuyos veinte conventos se habíade celebrar una misa por las monjas quefallecieran en Alarcón, haciendo estacomunidad otro tanto por los frailes.

FR. GUILLERMO VÁZQUEZ

(1) Madrid, 1798. En 8.° de 12-36 págs.

NO QUIERO OTRO PREMIO...Ante el portal de Belén

Dulce Jesús mío,de mi vida dueño:mi dicha seríaser siempre tu siervo.

No deseo en pagode aqueste mi anhelohalagos, ternuras,premios de este suelo...

Una sola cosa,mi Jesús, yo quiero:Tú eres mi señor,yo siervo perpetuo;tu Madre, mi Madre...¡No quiero otro premio!

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El Emmo. Sr; Cardenal Federico Tedeschini, Nuncio de S. S. in España durantequince años /favorecedor de nuestra Provincia Mercedaria de Castilla, Archicofrade

de la Merced, agregado a la de D. Juan de Alarcón.LA MERCED, interpretando los deseos de sus lectores, eleva al EminentisimoPurpurado, con la felicitación «di calore», los más fervorosos votos por su prospe-ridad y bienestar para bien de la Iglesia, de cuyo augusto Senado forma parte

desde ahora. «Ad multos annos».

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r1124-1Aeller[iRepostaban sus ganados

a las espaldas de un montede la torre de Belénlos soñolientos pastores.Alrededor de los troncos,de unos encendidos robles,que restallando a los airesdaban claridad al bosque,en los nudosos redileslas ovejuelas se encogen;la escarcha en la yerba heladabeben, pensando que comen.No lejos los lobos fieroscon aullidos ferocesdesafían los mastines,que adonde suenan responden,cuando las oscuras nubesde sol coronado rompeun capitán celestialde sus ejércitos nobles.Atónitos se derribande sí mismo los pastores,y por la lumbre las manossobre los ojos se ponen.Los perros alzan las frentes,y las ovejuelas corren,unas por otras turbadascon balidos desconformes,cuando el nuncio soberanolas plumas de oro descoge,y enamorando los airesles dice tales razones:e Gloria a Dios en las alturas;paz en la tierra a los hombres;Dios ha nacido en Belénen esta dichosa noche.Nació de una pura Virgen:buscadle, pues, sabéis dónde,que en sus brazos le hallaréis

envuelto en mantillas pobres».Dijo, y las celestes avesen un aplauso conformes,acompañando su vuelodieron al aire colores.Los pastores convocandocon dulces y alegres sonestoda la sierra, derribanpalmas y laureles nobles.Ramos en las manos llevan,y coronados de flores,por la nieve forman sendascantando alegres canciones.Llegan al portal dichoso,y aunque juntos le coronen,racimos de serenesQuieren que laurel le adornen.La pura y hermosa Virgenhallan, diciéndole amoresal Niño recién nacidoque hombre y Dios tiene por nombre.El santo Viejo los llevaadonde los pies le adoren,que por las cortas mantillaslos mostraba el Niño entonces.Todos lloran de placer;pero qué mucho que llorenlágrimas de gloria y pena,si llora el Sol por dos soles?El santo Niño los mira,y para que se enamoren,se ríe en medio del llanto,y ellos le ofrecen sus dones...Alma, ofrecedle los vuestros,y por que el Niño los tome,sabed que se envuelve bienen telas de corazones.

LOPE DE VEGA

Repastaban sus ganados...o

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PAGINA MISIONAL Tirso de Molina, Poeta Mariano 'e@ie(CONTINUACIÓN)

Comedia titulada DOÑA BEATRIZ DE SILVA

(CONTINÚA LA JORNADA TERCERA)

Camino de Toledo D. Beatriz de Silva, en el pueblo de Olías, aparéceseleSan Antonio de Padua, en hábito franciscano, alentándola a seguir en suintento.

Es en la India. Lo relata el Padre Mer-tens. Una niña pagana, maltratada feroz-mente por su madre, huye a los ochoarios y llama al Asilo de la Santa Infan-cia.

Se la admite. Las monjas la limpian,la curan—está hecha toda una llaga—, laacuestan y consuelan.

Pronto sana, y con la salud nace laalegría. Y se esponja como una rosa alsol.

Siente la felicidad de vivir. Prontoaprende a leer, a coser, a bordar, a can-tar. Es un primor de habilidad y sim-patía. Y se pone a la cabeza de sus com-pañeras en la clase, y crece sin perderla cautivadora ingenuidad de su infantilinocencia. Como un gorrión va y vieneentre las monjas durante los recreos,resplandeciente de alegría, entusiasmadacon sus religiosas, soñando con ser undía como ellas y cuidar a sus hermanitosabandonados.

Y precisamente cuando ya despertabala aurora de su ingreso en Religión, derepente, de un golpe, se viene abajo todoel edificio de sus ilusiones.

Su madre pagana se había enteradohacía años del paradero de su hija. Calló.Pero cuando llegó el tiempo en que podíacasarla, se presentó en el convento, re-clamándola para un novio pagano. ¡Quéduro contraste, en el locutorio, madre ehija!

—Yo soy cristiana y no quiero ser en-tregada a un pagano.

—Pues él ya me dió sesenta piastraspor tí...

—IDevuelvaselas , madre! ¡Sería mimuerte!

—Ya me las gasté. ¡Hala, no me hagasperder tiempo! Ya no hay otro reme-dio.

La religiosa intercede. —Una niña taneducadita para un pagano que será, sinduda, algún rudo salvaje.

—Pues si se la quieren quedar, denmelas sesenta piastras.

—¡Imposible! El hecho se repite tantasveces, que si las monjas se decidieran arescatarla de nuevo, nubes de gente sinconciencia se dedicarían a esta lucrativaexplotación, y entre litigios y escándalosacabarían con el Colegio.

Madre, espere unos meses... Yo cose-ré y bordaré, y pronto tendré todo esedinero.

—Me hace falta ahora mismo!—IPero si es imposible! ¡Piedad, ma-

dre!—Vámonos o te vendrá luego a buscar

la policía.¡Qué desolación! ¡Qué escenas des-

garradoras de despedida!Y las monjitas ven con lágrimas ale-

jarse para siempre aquella encantadoracriatura, en la que a fuerza de años y desolicitud habían ido labrando poco apoco y delicadamente un bello ejemplarde mujer cristiana...

NOGAPA

(De «Catolicismo».)

Se convierte y muere el día de laordenación sacerdotal de su hijo

BUKOBA (Africa).—Días hace se ve-rificó en Kashozzi la ordenación de dossacerdotes africanos. La madre de unode ellos, aunque pagana, dejó en libertadcompleta a sus hijos para que abrazaranla Religión Católica. Ella, sin embargo,rehuía todo contacto con los Misioneros.Gravemente enferma, no pudo presen-ciar la ordenación sacerdotal de su hijo.Y aquel mismo día moría, solicitando elbautismo. A la primera misa de losneosacerdotes asistieron dos Sultanesde la Provincia de Rwaijurnba, numerososcabecillas y miles de fieles, venidos detodos los rincones del Vicariato Apos-tólico de Bukoba, a cargo de los PadresBlancos.

FIDES

ESCENA IX

ANTONIO

Virgen has de ser, y madreque así (de algún modo) imitasa quien siendo Madre y Virgena Dios que se humane obliga.Y, porque el cómo no ignores,escucha, Beatriz querida,la propagación dichosaque a la Iglesia ha de hacer mía.La Aurora madre del sol,la nave que de las Indiastrujo al mundo el pan celestepor el mar de amar María;en fe de que en el instantefeliz, que fué concebidasin mácula de pecado,por la prevención divina,ab aeterno preservadamás que las estrellas limpias,fundadora quiere hacertede una religión, que vistalo blanco de su pureza,lo azul del cielo a que aspiras.Hay en el mundo y habráquien de su Majestad diga

que probó el mortal venenoque causó su golosina.No quiere Dios hasta agoraque este misterio definasu Iglesia, que el cuándo sabereservado a su noticia.Pero, como es hijo suyoy parece cosa indignanacer de madre villana,Rey, a quien las jerarquíassirven de escabel y trono,volviendo por su honra misma,por la de su madre vuelvey su devoción te fía.De Santo Domingo el Realsaldrás a empresa tan dignade la honra de su madre,que, no en vano determinaque en Santo Domingo empieceReligión que Dios fabricaa la pura Concepción,porque la honre su familia.Tendrás mil contradicciones;pero siendo defendidapor Fernando e Isabelluz de Aragón y Castilla.

Sentado en una silla carmesí aparécese Sixto IV, Papa, y a su vista conti-núa San Antonio:

(1) Véase el número de LA MERCED del mes de junio último.

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Sixto cuarto de nuestro orden y en el oficio y octava(éste que ves en la silla

de su inmaculado día.

de la popa de la Iglesia, Escribirá de su manocuya nave sacra rija)

las lecciones y homilías,

con apostólico celo, concediendo a sus devotosorden te dará en que vivas, indulgencias infinitas.

En estos versos hace alusión al oficio de la Inmaculada, que en tiempo deTirso era ya común y se rezaba en algunas Ordenes religiosas, entre ellas lanuestra.

Volverán las opiniones, sin pecado original,contrarias a tu porfía, para que en bronces se imprima.desde aquí a doscientos arios, Será patrón de esta causa,y la competencia antigua. por lo que medre en seguirla,Mas, crecerá de manera en fe de su mucho celo,la devoción (ahora niña) un Felipe; que la sillaen nuestra dichosa España gozara de los dos orbesde la Concepción Virgínea rigiendo en paz y en justicia,que en Castilla y en Toledo, un siglo por él dorado,Valencia, el Andalucía dos Esparias y dos Indias.y, en fin, en los pueblos todos Este trayendo en su pecho,de estas bélicas provincias. con toda tu Real familia,Los doctos, los ignorantes, la Concepción en medallasla vejez y la puericia, de diamantes guarnecidas,con palabras y con obras, del sucesor de San Pedrocon fiestas, con alegrías; Paulo quinto (esencia quintaen cátedras, en sermones, en santidad y prudencia,en prosas y en poesías, piedad y sabiduría)confesará toda España alcanzará un propio motuque fué el Alba concebida que las disputas impida.

En estos versos que preceden se manifiesta bien a las claras lo extendidaque estaba en tiempos de Tirso la creencia en la Inmaculada Concepción. Sonbellos, y por demás poéticos, esos versos alusivos a Felipe Segundo. Y continúa:

aquélla por tener dichade ser casa de solar

Rejuvenecerá Espata, de esta religión benigna,y en sus ciudades y villas y estotra por el Colónharán asombrosas fiestas, que su Iglesia patrocina,Pero Toledo y Sevilla del Monte Santo en Granadase han de aventajar a todas; que en vez de oro da reliquias.

Aparécense en visión Toledo y Sevilla, y luego el Rey D. Jaime armadocon capa de la Merced y una tarjeta de sus armas, y, finalmente, D. Juan pri_mero. A su vista, San Antonio prosigue:

— 366 —

Toledo y Sevilla sonlas dos que la fama pinta,para que encumbressu nombrey su bendición bendigas.Aragón, también devota,con dos Reyes autorizala verdad 'de este Misterio,en servicio de María.Don Jaime el primero es esteque a su Concepción dedicala Orden de la Merced;porque cautivos redima,en fe de que su patronajamás estuvo cautiva,en la original prisión

. que a cuantos nacen' obliga;por razón de la pureza,

Desaparece San Antonio dichas estasexclamar a D. Beatriz:

Milagroso lusitano,¿por qué con tu ausencia eclipsasluces que mi fe alentaron?Oye, Antonio, espera, mira.

Mientras tanto, los Reyes y caballeros que habían salido en seguimiento deBeatriz, apresan por aquellos alrededores al fiel criado Melgar, que la acom-pañaba, y él «con más miedo que vergüenza»—según frase de Tirso—, contócuanto sabia.

Los Reyes, al tener noticia del propósito de D. Beatriz y de los móvilesque la impulsaban a encaminarse a Toledo, lejos de airarse, quisieron ellosmismos acompañarla hasta la famosa ciudad, para dejarla en Santo Domingoel Real.

Por la transcripción,FR. Josi: CEREIJO MUIÑOS

(Continuará.)

».»

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* 4, , *17'

— 367 —

de su célebre miliciase viste el manto que vesdel candor que al alba envidia.El otro Rey es Don Juanel primero, la cariciade sus vasallos, que esperandichosa paz con su'Vista.Este en públicos edictosa los rebeldes castigacon destierros . y rigores,que esta devoción no sigan.

• ¡Ea, fundadora noble!,a Toledo el paso guía,para que esta Orden comiencepor Doña Beatriz de Silva.

palabras, y su ausencia le hace

¿Es esto verdad o sueño?Pero no, Virgen benigna:¡Viva vuestra Concepcióny quien la defienda, viva!

ARTISTAS MERCEDARIOSeff

NUIS SOBRE FRMY iGUSTIN LEON7IRDO

La biografía del pintor mercedario y lareproducción en esta revista de un cuadrosuyo cierto y de dos probables, han mo-vido a algunos a preguntar: ¿Qué dice deél su contemporáneo Fr. Gabriel Téllez?Sería extraño que no le mencionara alhistoriar la vida de la Orden por aque-llos días.

La verdad es, sin embargo, que el nom-bre de Fr. Agustín no aparece en la His-toria General de la Merced, del célebreescritor. ¿Por qué no lo nombra? ¡No lemerecían estimación sus pinceles? El pá-rrafo que ahora copiaré demuestra lo con-trario. La razón de su omisión ha de bus-carse probablemente en el deseo mismode no rebajarlo con comparaciones odio-sas.

Alaba Tirso repetidas veces la genero-sidad y magnificencia del general FrayGaspar Prieto y dice entre otras cosas:

«Dióle la Reina católica, nuestra seño-ra (Isabel de Borbón), por conocer el celode su gobierno y vigilancia, una imagenhermosísima y adornada majestuosamen-te de telas y joyas, en que se esmeró todala valentía del primor humano, retratan-do en ella a la que nos dió hecho hombrela Omnipotencia eterna e increada; y en-riqueció con su presencia el célebre mo-nasterio que en Burgos poseemos, patriasuya, acompañándole con un cuadroguarnecido costosamente de el gran doc-tor y grande penitente San Jerónimo, detanta estima su pincel que afirmaron lospintores reales valía más de mil escudosde oro».

«Otro casi de su precio y mucho mayor

en la capacidad, dió al monasterio nuestrode Toledo, para la testera de el hermosorefectorio, que contiene el convite queDios-Hombre, Redentor universal, hizocon los limitados panes y peces a aquellainfinidad de oyentes suyos; imitado en éleste milagro tan al propio, que parece nofalta persona de los cinco mil hambrien-tos, con sus hijos y mujeres» (1).

Este cuadro era de Fr. Agustín Leonar-do, según reconoció D. Antonio Ponz ensu Viaje de España, lamentando la res-tauración poco afortunada que de él sehabía hecho a fines del siglo XVIII. Téllezle da casi el mismo precio que al de Bur-gos, cuyo pincel era de tanta estima. Meintrigó saber quién era su autor, para verel aprecio que Téllez hacía de su compa-ñero el mercedario, pero el cuadro deBurgos se ha perdido y mi deseo parecíaquimérico.

Sin embargo ha sido satisfecho: hacealgunos meses un señor Archivero me dijoque en la biblioteca de Fernán Núñez ha-bía un manuscrito interesante de FrayMelchor Prieto, hermano del General FrayGaspar y escritor fecundo. Con permisodel señor Duque examiné los dos tomosde la obra, que resultó ser la Historia dela ciudad de Burgos, cuyas iglesias yconventos describe amorosamente en elsegundo, fijándose con deleite en los cua-dros de mérito, pues el autor era tambiénpintor.

Al enumerar las pinturas de la Mercedpone entre ellas el San Jerónimo regalado

(1) Historia General de la Merced, II fol. 346 y.

por el General y dice que era de JoséRibera, el Esparioleto, uno de los diosesmayores del Arte español y aun del ArteUniversal. No queda, por tanto, rebajadoel pintor mercedario, a quien se gradúapor un poco inferior.

El P. Melchor Prieto terminó su obra en1639 y Ribera murió en 1652, reputadocomo émulo de Velázquez y de Rem-brandt.

Ahora podemos apreciar mejor el buengusto y la delicadeza de Téllez, para noherir susceptibilidades, dando a cada per-sonaje el lugar que le corresponde.

La villa

Un tema de arte y de historia, eso esJunquera de Ambía. Un lugar de turismoen la provincia de Orense.

En la paz campera de una tarde deagosto llegué a ella, a tiempo en que latormenta había lavado los árboles yabrillantado los campos. Y recordé quepor los caminos que yo recorría, los me-rinos de la Colegiala, secas las fauces yllagados los pies, acudían a Junquera arendir cuentas y a pedir justicia.

Hoy la antigua « corredoira, se convir-tió en carretera de tercer orden, pésima-mente conservada. Arranca en Allariz,frente a la opulenta mole del monasteriode Clarisas, y sigue su trayecto hastaBaños de Molgas y Maceda.

En su ascensión lenta, pero segura,veo plasmado aquel dicho por mí oído,que es a un tiempo adagio y maldición:«inda vayas pr'adiante como a feirad'Allariz».

El paisaje es impresionante. El matizocre de los prados en sazón, el perfume

D.» Blanca de los Ríos, protocronistade la Merced, sospecha que fueron los pinceles de Fr. Agustín los que fijaron en ellienzo las facciones de Tirso, suposiciónverosímil, aunque difícil de comprobarhoy, pues el retrato que adorna la sala derevistas de la Biblioteca Nacional es unacopia hecha a fines del siglo XVIII por elRvdmo. Artalejo, sin duda para la biblio-teca de la Merced de Madrid, que le debiógrandes aumentos y costosos adornos, se-gún dicen las actas de un Capítulo gene-ral.

FR. GUILLERMO VÁZQUEZ

—

de los alcores cercanos, la canción delrío, todo es manjar del alma y encantode los ojos.

A la izquierda corre el Arnoya, nom-bre geográfico de abolengo sanscrito,que fertiliza esta vega y presta sus aguasa las tenerías aquí tan abundantes, peroque, a medida que avanzamos, se escon-de en una hoz cada vez más profunda ymás continuada, hasta llegar al puenteromano de Armariz.

Por la derecha, yergue sus picachos lasierra de Penamá y estribaciones, y tandentellada está, y tan diforme es su figu-ra, que semeja un mar de montañas pe-trificadas en el momento álgido de unatem pestad.

Entre estos dos factores geológicossurge en lontananza el blanco y matecaserío de Junquera, sobre el que des-cuella la torre de la Colegiata, esbelta yerguida, como lanzón hincado en tierraque vela el sueño de su señor.

Por todos lados, rincones encantado-res, robles de entrañas carcomidas yquiméricamente contorsionados, pinos

De Junquera de Ambía

— 368 — 369 —

NOTICIASceltas, «touzas», acogedoras en el vera-no y leñeras del invierno, y otras milfrondas, asilo de cucos burlones y asien-to deleitable para el cansancio, que diría-mos en verso berciano.

Eso es el acceso de la villa. Entradosya en ella os chocará su «hall», típica-mente vario y pintoresco, con su macete-ro en el centro, que es la capilla de SanPedro Mártir, de rumbosa fiesta por lascalendas de abril.

Si no alcanzáis a vivir la fe de unpueblo, no paréis mucho en Junquera,porque no la comprenderíais. Su distin-tivo es la religiosidad, que se difundepor los tentáculos o lugares que la ro-dean. La Colegiata es el centro de unacircunferencia, cuyos radios terminan enlas capillas de San Pedro, ya citada; deSan Antonio, en la Siota; de Santa Mar-ta, en la Fárria; de San Bartolome, en elCobelo; de San Juan, en Sanguillau, yde San Martín, en el cementerio.

Del «hall» parten las vías y callejas,sin orden ni alineación. El urbanismomunicipal que hoy impera, es tan aca-démico y cansón, que uno no sabe quéencantos encierran estas viejas villas, demúltiples calles y travesías, que si des-orientan al viajero, dejan en su retina yen su bloc, el sabor, la imagen y lasnotas de una fruta rara y paladeada congusto.

En la bibliografía junquereña hay unlibro que la ensalza como «Villa sana»,y en verdad que su autor acertó del todo.Aires puros, tierra alta, aromas de la-branza, que son embajadores de la salud;aguas limpias, depósitos minero-medici-nales, sentido del aseo en sus habitan-tes, y exquisitez y cariño en el trato conlos extraños.

La industria es, por suerte, casi exclu-I••nn•nnI•nemmrz.o•me.re

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sivamente agropecuaria, y los paisanöscuidan con amor sus vacadas, para loque la tierra les ayuda con «pastos enabundancia», según atestiguaba el em-perador Alfonso.

Una industria derivada es la del zueco,el zueco galaico y lírico, hermosamentecantado por Ochaita.

Sombras de grandeza vagan por lasrúas junquereñas. Aquí se ostentó elfausto de hombres poderosos, y el or-gullo de los apellidos que se esculpenen piedra. La resaca de guerras feudalespasó humillando la fuerza de los seño-ríos, y éstos retoñaron dejando sus cuar-teles en los bien tallados escudos, sobrelos que descuella el real de España, yaque según reza el documento aludido,«aquel monasterio q e. se llama de Sta.María de Junquera... me pertenece contodos sus términos y pertenencias».

Vagan las figuras venerables de aque-llos Priores de brillante historial, quesalen de los cultos litúrgicos, y cuyasvestiduras huelen todavía a incienso ymirra. Sus nombres son la historia delpueblo, y sus hechos la ejecutoria depasado glorioso.

Al escribir así no pienso en tropos, nien efectos de fácil lirismo, sino que anu-do recuerdos de lecturas y datos feha-cientes de un subido valor.

¿Adivináis ahora por qué llamo a estepueblo un tema de arte y de historia, osi queréis mejor, una reliquia? Pero Jun-quera sin la Colegiata es tal que uncuerpo sin alma, o un verso sin idea;por eso es necesario hablar de ella, y,Dios mediante, lo haremos en el artículo

siguiente.

FR. GUMERSINDO PLACER

Sárria, 4-XI-1935.

El

MADRID

Buena Dicha.—Jueves Eucarísticos in-,fantiles.—Reanudadas las comuniones yhoras santas, han ingresado nuevos socios,siendo en la actualidad doscientos dieciséis,animados todos del mejor espíritu para bus-car nuevos juevistas. Las comuniones y horassantas son edificantes, tanto por el fervor delos niños como por la puntualidad y asisten-cia, a pesar de que la comunión se celebra alas siete y media, para que puedan asistir asu hora a los colegios.

Una novedad en nuestra iglesia es el gru-pito de niños juevistas que, a modo deescolanía, toman parte en el canto en todaslas funciones. Desde el cuarto domingo denoviembre, primero de su actuación, acudenconstantemente, llamando mucho la atenciónpor su buen gusto en la interpretación de loscantos.

Catequesis.—Estamos ya preparando lospremios y festejos, más bien entretenimien-tos, para los días de vacaciones de Navidad.Los niños, muy contentos y animados, sobretodo con la noticia de que desde mediados dediciembre se les darán las explicaciones, va-liéndonos del aparato de proyecciones.

Triduo a Santa Bibiana.—Se celebró del30 de noviembre al 2 del mes actual con granconcurrencia, predicando Padres de esta Co-munidad. Fue extraordinario el número deniños que acudieron para recibir el cordón dela Santa.

De predicación.—En la parroquia de SanPedro, de Lugo, predicó la novena de laInmaculada el P. Fernando Díez, de estaresidencia.

ALARCON

El 20 de octubre, fiesta de Misiones, tuvoComunión general «Juventud Misionera»,con plática, por el Rvdo. P. José Cereijo, suDirector.

El

—El 4. 0 sábado de octubre y noviembre,función mensual de Hijas de Maria, con plá-tica, por el Rvdo. P. Valentin R. Cotón, Di-rector de la Asociación.

—El 4. 0 domingo celebró sus cultos la Ar-chicofradía, imponiéndose el escapulario ymanto al Excelentísimo Señor Conde de Co-lombí.

—El 17, función mensual a la Beata Ma-riana de Jesús. Durante la Misa Axplicó a las .niñas el Rvdo. P. Luis Barros, la devoción dela Beata al Santísimo Sacramento.

—El 21, fiesta de la Presentación, tuvieronlas alumnas Comunión general y sus cultos alas cinco de la tarde.

SARRIA (Lugo)

Cultos.—Con la puntualidad de todos losmeses tuvieron su ejercicio y Cómúnión men-sual los Tarsicios de la villa, en esta nuestraiglesia.

El dia 27 celebráronse los cultos del cuartodomingo de Nuestra Santísima Madre, conplatica del R. P. Comendador, y procesiónclaustral.

El dia 10 de noviembre terminó la novenade las Animas, que se vió concurrida de losfieles.

También, en su día, se hizo la colecta porlas Misiones Católicas, excitando para ello lapiedad de las almas el P. Penedo, quien ex-puso los fines de dicha colecta.

Del postulantado.—El dia 6 del mes denoviembre fue trasladado para nuestra casa-noviciado de Verin el cuarto curso de los estu-diantes de Humanidades, integrado por lospostulantes siguientes: Manuel Cid, CastoFranco, Marcial Cid, Rosendo Sánchez, An-tonio Ramallo, Gustavo Rivera, Luis Cid, Al-bino Fernández y Urbano Fernández, acom-pañándoles en su viaje el R. P. Comendador.

Quedan aqui los otros tres cursos, con untotal de cuarenta y tres postulantes, a los quehay que agregar cinco aspirantes legos.

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— 370 — — 371 —

Profesión.—El dia 21 de noviembre, fiestade la Presentación de Maria Santísima, des-pués de preceder el Capitulo y hechos losEjercicios Espirituales, profesó de votos so-lemnes el Hermano Fr. Adolfo Cid, a quiendeseamos larga vida religiosa, coronada conun final de santidad.

VERIN

Profesión religiosa. —El dia 5 de noviem-bre hicieron la profesión de votos simples losnovicios estudiantes Fr. Claudio Peláez, FrayJosé Abelairas, Fr. Gerardo Gamboa, FrayGermán Garcia, Fr. Ricardo Sanlés, Fr. Ra-món Conde, Fr. José Benito G. Blanco, FrayJosé Tajuelo, Fr. Joaquín González y Fr. Be-nito Santos. También emitió la profesión devotos solemnes, el Hermano converso Fr. Mi-cruel Aguiar.

Al día siguiente se trasladaron los citadosnovicios al Convento de Poyo para cursar enel Constado los estudios de Filosofía y Teo-logía.

De Särria llegaron el mismo dia nuevepostulantes para estudiar aqui el cuarto delatín.—Corresponsal.

HERENCIA

Triduo a Cristo Rey. - Se ha celebradocon esplendor y mucha concurrencia, predi-cando el P. Comendador.

Catequesis.—Además del catecismo losdomingos, empezaron las clases diarias deCatecismo graduado. Tres días para niñas ytres para niños y todos, los domingos. Unavez o dos en semana se les enseña por mediode proyecciones fijas el Catecismo e HistoriaSagrada, y es enorme el entusiasmo y la con-currencia. Muy pronto llegarán a más de unmillar los que asisten. Tarea que se puedesostener gracias a la cooperación de unas 40catequistas especializadas, pues tienen tam-bién su clase, no sólo para ser competentes,sino para aplicar el método más eficiente.

Acción Católica. —El primer grado deAcción Católica, las Benjaminas, en númerode 75, y que son el mejor exponente del Ca-tecismo, han ido en excursión a Villarta deSan Juan el primer domingo de noviembre.Cantaron allí la Misa e Himno de las Juven-

tudes, se pusieron en contacto con la Juven-tud de Villana, levantando de modo extraor-dinario el entusiasmo en aquel Centro. Fue-ron a comer al monte y regresaron a Heren-cia por la tarde.

Adoración Nocturna.—El treinta de no-viembre vino a nuestra Iglesia una Secciónde la Adoración Nocturna de Alcázar de SanJuan, unos 45 caballeros, para hacer unaVigilia en presencia de unos 200 hombres deesta villa y con miras a establecerla aquí.Resultó un acto espléndido y esperamos po-der llegar a establecer la Adoración Nocturnamuy en breve. —Corresponsal.

FERROL

Con la venida del nuevo Prelado, el Ilus-trísimo Sr. D. Benjamín de Arriba, ha cobra-do nueva vida la Acción Católica en esta ciu-dad y en toda la Diócesis. El Sr. Obispo haestado ya dos veces en Ferrol, hospedándoseen el Colegio de PP. Mercedarios.

Con su palabra ardorosa ha conseguido queen todas las parroquias se ponga catecismovarios días a la semana, entusiasmando a lasseñoras y señoritas piadosas con esta obratrascendental. La catequesis de nuestra igle-sia (cinco días a la semana) ha tomado nue-vos brios y nadie duda ya de su completoéxito. Sin quitar a nadie su mérito, hay queotorgar el diploma de la constancia a la seño-rita Gloria González 011o.

La Asociación de Padres de Familia, diri-gida por nuestro P. Rector, ha conseguidoorganizar clases de Religión en la iglesia deDolores, para los alumnos de bachillerato, alas que asisten gran número de jóvenes, se-paradamente dos días a la semana los de cadasexo.

Además de la escuela del Divino Redentorque dicha Asociación sostiene actualmentecon las limosnas recogidas en las iglesias, seva a inaugurar otra en el barrio de Esteiro,que por indicación del Sr. Obispo servirátambién de capilla para el numeroso vecin-dario.

El Colegio Sadel Tirso de Molina tiene unamatricula numerosa y en él se trabaja conentusiasmo creciente.

NUESTRA SEÑORA DE UBA(San Sebastián)

Mes de Animas.—Sin olvidar nuestro finprimario, que es la educación de los niños, secelebró con toda solemnidad y con muchaconcurrencia, en este Santuario, el mes dedi-cado a las almas del Purgatorio.

A las seis de la mañana se celebraba laSanta Misa, explicada por un Padre de esta Co-munidad, y en la cual tomaba parte muy ac-tiva esta gente, por medio del canto, acompa-ñado por nuestro P. Comendador, y a conti-nuación se hacia el ejercicio de Animas.

Santos Ejercicios. - Esta Comunidad, endos tandas, practicó los Santos Ejercicios, enla residencia de los PP. Capuchinos de SanSebastián, dirigidos por un Padre de aquellaComunidad.

Huésped ilustre.—El día 2, procedente deMadrid, llegó a esta casa Mr. Cornelissen, di-rector de la Ferme-Ecole de niños anormalesen Moll (Bélgica). Vino a saludar al P. Co-mendador, que le conoció en su viaje por elextranjero.

La impresión del Mr. acerca de nuestroestablecimiento fué muy buena, alabando subuena marcha. De los niños que había visi-tado en Espuria en estas Casas Educaciona-les, era de los nuestros de quienes llevabamejor impresión.

Velada literario-musical.—Dia 23. Conmotivo de celebrar su onomástico, nuestroquerido P. Comendador, la Comunidad y ni-ños educandos, le obsequiaron con una velada.

En ella se desarrolló el siguiente programa:

L° «Presentación», por el Rvdo. P. Ama-deo González.

2.° «Canon de Mozart».3.° «Vida de San Clemente», por José Ca-

bezón.4. 0 «Baladas gallegas».5.° «Rasgos de mi vida», por Fernando

Buen o.G.° «Aires Vascos».7 • 0 «Mi sorpresa», por Ignacio Gorrochá-

tegui.8.° «Mi confesión sincera», por Felicísimo

F. Tejedor.9 •° «Despedidas».

Hermosa velada, en la cual los niños emo-cionados se conmovieron, al recordar hechoscomo el de abandonar tan pronto a sus pa-dres y lanzarse por el mundo adelante.

Al final de ella, dió las gracias el P. Co-mendador en frases profundamente emocio-nadas, haciéndoles ver cómo en estas casasconviene mucho la intimidad de los niñospara con los educadores, a fin de que seancorregidos más prontamente.

Un pabellón más.—Se ha terminado enestos días el edificio que va a dedicarse a Es-cuela de Observación. Pronto se inaugurará,y entonces enviaremos a nuestros lectoreslos detalles de esta obra...

Uba-28-XI-35.

JUNQUERA DE AMBIA

Fiesta de Nuestra Madre.—Para confu-sión de los que temen al número 13, el 13 deseptiembre tuvimos la magna excursión delcatecismo, y el 13 de octubre ha resultadograndiosa la fiesta de Nuestra Madre benditade las Mercedes.

La asistencia, como el ario anterior, nume-yosisima: el pueblo de Junquera de Ambía enpleno y muchos devotos de las parroquiasvecinas... y distantes. Todos unidos con unsolo corazón para alabar, bendecir y pedirmercedes a la dadora de todas.

Estuvo la cátedra sagrada a cargo del Pa-dre Gaite, ya gloriosamente conocido aquípor la misión del ario 29, dada por él y elP. Orjales. La parte de canto a cargo delcoro de cuarenta voces formado ya el añopasado, cantándose todos los dias algunacomposición nueva y varias sabidas por todoel pueblo. El altar con sólo el lugar de la Ex-posición de S. D. M. y el de la bella, celestialimagen de la Virgen Blanca; lo restante, ar-cos de flores y de luces. El último dia con laMisa, Procesión, etc., resultó apoteósico.

Podemos asegurar después de esto que ladevoción mercedaria está ya bien arraigadaen esta comarca. Nuestra Madre Celestialtodos los días, desde su hermosisima imagen,oye súplicas y suspiros y derrama copiosa-mente sus mercedes sobre sus nuevos peroverdaderos devotos de esta religiosa comar-ca.—C.

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Del Instituto de las Hermanas Merceda,-rias de la Caridad

GUADARRAMA (Madrid)

Ejercicios espirituales.—Los practicó laComunidad de este sanatorio bajo la direc-ción de nuestro M. R. P. Provincial Fr. Al-berto Barros, desde el dia 5 al 14 de noviem-bre.

ZUMARRAGA (Noviciado)

Fallecimiento de D. » Luisa ElóseguiAranguren.— El dia 5 del corriente falleciósantamente en la villa de Segura (Guipúz-coa) nuestra bienhechora D. Luisa (que enpaz descanse) a la avanzada edad de ochentay cinco arios.

Su vida se deslizó en obras de misericor-dia, siendo el consuelo de cuantos acüdianen su socorro.

Si tanto se preocupaba por el bienestar delprójimo, no podia menos de demostrar entodos sus actos que era un alma de Dios, sa-crificándose por cuanto veía gloria de Dios ysalvación de las almas.

Siempre manifestó un santo afecto paranuestro amado Instituto, demostrándolo asísus actos generosos en favor del mismo.

Su gran corazón no descansó hasta verrealizados los deseos que sentía de levantaren esta villa una Casa Noviciado. Hubo quepasar por muchas contradicciones, pero al fin,con la gracia de Dios y la protección de Nues-tra Santísima Madre, se pudo cantar victoria.

Desde el ario 15 que se inauguró este santorecinto, ha gozado ario tras año, dia tras dia,viendo palpablemente que su obra fue delagrado de Dios, por el número consideradode jóvenes que han pasado por este plantelmercedario.

El Señor quiso premiar sus últimos días yhoras, dándole un fervor de espíritu que nocesaba de hacer actos de amor y reparación.Entregó su alma al Creador pronunciandoclaramente «O Crux, ave, spes unica» y be-sando con amor el crucifijo.

En esta iglesia hemos celebrado algunoscultos por el descanso eterno de la finada; eldia 19 se cantó una Misa de Requiem.

A todas nuestras queridas hermanas roga-mos no olviden en sus oraciones a la que envida tanto nos amó.

Suplicamos a los devotos lectores de LA

MERCED una oración por su eterno descanso.Corresponsal.

SANTIAGO

Votos perpetuos. — En el Sanatorio de«La Merced» de Santiago de Compostela quedirigen nuestras B ermanas, el dia 4 de no-viembre tuvo lugar una ceremonia conmo-vedora: la profesión de votos perpetuos deSor Benigna Zabalo. Celebró la Santa Misael R. P. Ricardo Delgado Capeáns, Comen-dador del convento de Poyo, y cantada porparte de la Capilla de la S. I. Catedral. El Pa-dre Delgado, con el entusiasmo y fervor quele caracteriza, pronunció una sentida alocu-ción en la que cantó las excelencias del esta-do religioso. Por ser la primera religiosa queprofesaba en el nuevo Sanatorio revistió elacto una verdadera nota emotiva. Felicita-mos muy de veras a Sor Benigna y demásComunidad.

VERIN

Complacidas damos a los lectores de LA MER-

CED noticia de la marcha del Colegio de «LaMerced» de Verin dirigido por nuestras Her-manas, fundado en octubre del presente ario.Han empezado el curso académico con 76alumnas de pago; en la clase de gratuitastienen 40, lamentando que los locales no seanmás amplios para admitir mayor número dealumnas. Han abierto también la EscuelaDominical con 70 jóvenes obreras y sirvien-tas, donde reciben una formación y educa-ción cristianas y adquieren los conocimien-tos que debe saber la joven moderna.—Co-rresponsal.

CONSTANTINA (Sevilla)

Es Constantin a una preciosa poblaciónandaluza, de la provincia de Sevilla, situadaen el corazón de su sierra.

En este poético rincón tienen las HermanasMercedarias de la Caridad un hospital y unalinda iglesia, que fueron de la Orden Hospi-talaria de San Juan de Dios.

No es extraño que en medio de tales encan-tos naturales haya un recinto donde se escu-chan gemidos y ayes de dolor. ¡Así es la vidahumana!

Pero para que esa nota ingrata de la enfer-medad y de la vejez tenga su entonaciónriente y bella, como en todo lo demás tieneConstantina, están allí estas hermanas blan-cas, cariñosas, dulces y sonrientes que com-

iglesia del Hospital de Constantina, a cargode las HH. Mercedarias de la Caridad

pletan la fascinación del ambiente y la admi-ración de los ondulados cerros frondosos devegetación que por doquier se divisan, conla contemplación de los eternos paisajes delcielo y de las virtudes e,jemplares de estassantas Religiosas, que endulzan las horastristes del dolor, enjugan lágrimas y ponenesperanzas y consuelos a sus enfermos aco-gidos.

Constantina la sabe y lo agradece. Cons-tantemente lo demuestra en las personas delos pobres, que veneran a las Madres delHospital, como las llaman, y con sus cuida-dos se encuentran en aquel santo refugio,mits contentos que en sus propias casas.

Las personas pudientes y tollos los veciñoS,en un plebiscito mudo pero elocuente, se lotestimonian a diario y en las ocasiones so-lemnes se lo demuestran con sus entusias-mos.

Dos acontecimientos han celebrado estasHermanas beneméritas, en los cuales hanrecibido asistencias efusivas del cariño queConstantina les profesa.

Las bodas de oro de esta Congregación enesta ciudad, que fue de las primeras Casasque instituyó en España y cuya fundaciónfue efectuada por el mismo fundador donJuan N. Zegri, Canónigo de Málaga, quienestuvo en Constantina a tratar con el Ayun-tamiento las condiciones de estas fundacio-nes.

Cincuenta arios cumplieronse el 24 de sep-tiembre pasado, dia de la Santísima Virgende la Merced, que estos ángeles de la Caridadtendieron sus blancas tocas y sus níveoshábitos sobre los lechos del dolor en estehospital.

Cincuenta arios que Constantina viene re-cibiendo la acción de la caridad sublime yabnegada de unas benditas mujeres que vena Dios en cada enfermo y por él se sacrificany velan día y noche, derramando raudalesde consuelo en los corazones tristes y enfer-m OS.

Por eso esta fiesta de las Bodas de Oro fuecelebrada con una solemne función religiosa,en la que celebró la santa Misa Fr. Venancio,Capuchino, asistido de los Presbíteros donJuan Perea y D. ,Bernabe Sarabia, y en laque ocupó la sagrada catedra el Sr. Coadju-tor de esta parroquia D. Alberto Díaz Gar-cia, pronunciando una sentida y elocuenteoración.

Asistieron el Sr. Alcalde D. Antonio Gon-zález Cabrera, acompañado de casi todos losConcejales, por ser esta Casa propiedad delAyuntamiento, quien la sostiene con asigna-ciones convenientes, que unidas a las rentasde los legados y fundaciones, como las deD. Lorenzo Irizarri y Caro, la de D. PedroFernández de Córdoba y la de D. a DoloresSolís, Marquesa del Real Tesoro, a los que seunen los donativos y limosnas de muchosparticulares caritativos, dan lo necesario,

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aunque con estrecheces, para sostener deordinario veinte enfermos varones y otrastantas mujeres.

El bienhechor D. Mariano Ortiz Repiso ysu distinguida esposa D. 5 Gloria Jofra, quefrecuentemente favorecen esta Casa, envia-ron este dia varios borregos para la comidade los acogidos; varios señores amigos deD. Antonio Urbano, dos arrobas de vino; donAntonio Barrios, dos bandejas de dulces, yotros, tabaco para los hombres.

El coro de las Hermanas y señoritas, conel pueblo, cantaron la Misa, y todo el dia fuevisitado el hospital por incontables personas,que deseaban felicitar a esta Comunidad, asu digna Superiora, ese dia, Madre JosefinaGálvez, y a las beneméritas y antiguas Her-manas Sor Lorenza y Sor Asunción.

Otra fiesta ha sido la profesión perpetua devotos religiosos de la Hermana Eulalia Zaba-lo, recibida por la actual Superiora MadreMariana Gallarte y por el Arcipreste-Párrocode esta ciudad D. Manuel González-Serna,quien dirigió exhortaciones apropiadas a lanueva profesa.

Otro dia de demostración de cariño a estaCongregación y también de recuerdo de laMadre Josefina, que hasta hace poco ejercióeste cargo por espacio de seis años, siendo detodos muy estimada.

Constantina agradece los beneficios querecibe de la Religión de la Merced por mediode estas edificantes Hermanas, que siempretienen socorro y consuelo para los pobres yenfermos de esta población.

•Quede consignado así en este noticiario

Vista parcial del Hospitalde Constantina

Revista de la Orden de la Merced para gloriade Dios y de su Santísima Madre, quien sedignó instituir esta Orden e inspirar estaCongregación Terciaria, que repartida porlos pueblos siembra virtudes, propaga la fe,consuela las almas y las lleva a Dios.—M. G.-S.

Por recibirse tarde no podemos publicaralgunas crónicas de nuestros corresponsales.

La Comunidad de HH. Mercedarias de Cons-tantina con algunas asiladas

HISTORIA EVANGELICA DE JESUS,por Fr. Carlos Silva Castro, mercedario;Colaboración Cultural, S. A., Guzmán elBueno, 18, Madrid, 1935.—Precio: En rús-tica, pesetas 4,50; en tela, pesetas 5.

Con verdadero placer vemos la apariciónde esta obra, que hace tiempo esperábamos.

•Pensamos que el gran público se alegrarácon nosotros por tal motivo, tanto más cuan-to que la obrita está destinada a ese mismogran público, al que su frecuente lecturahabrá, sin duda, de ser altamente útil, ins-tructiva y, al mismo tiempo, amena. Contie-ne el relato evangélico según los cuatroevangelistas, pero reducido a un texto único,para lo cual, en aquellos pasajes que hansido narrados por más de un evangelista, sólose reproduce aquí la narración de uno deellos, eligiendo el que parece más circuns-tanciado y completo, supliéndose, cuando haylugar en ello, algún detalle con alguna pala-bra o frase dé otro, pero haciendo siempreconstar al margen cuál de ellos es el quehabla, con la indicación de sus capítulos yversículos respectivos.

Toda la obra va distribuida en tres partes,setenta y siete capítulos y trescientas docesecciones o párrafos, en lugar de las trescien-tas veintidós que trae el P. Laverg,.ne en suedición francesa de la Sinopsis griega delP. Lagrange, obras que el autor no ha per-dido de vista un solo momento.

Contribuyen a dar gran interés al textoabundantes notas ilustrativas y exegéticas,todas ellas en la altura que nuestros dias hanalcanzado los estudios bíblicos, para lo cual

el diligente autor se ha preparado con ampliay variada lectura de los mejores autores mo-dernos nacionales y extranjeros, cuyos nom-bres, así como también varios otros puntosde Historia, Geografía, etc., enumera y ex-plica en una sustanciosa Introducción.

Lástima que, bien sea el autor, bien sea laEditorial, no hayan hecho un esfuerzo máspara dotar el libro con mejor ilustración grá-fica; en efecto, los grabados que en él apare-cen son pocos y malos; la obra merecía otracosa en este respecto.

Otro lunarcillo nos duele tener que seña-lar, pero no podemos menos de hacerlo: tales cierta inclinación que se descubre en elautor en favor de la opinión, y aún diré másexplícitamente, error... de los milenarios,cuyos vestigios esperamos que desaparezcanen ediciones posteriores que, Dios mediante,se sucederán. El Reino de Cristo ya está fun-dado por el mismo Cristo y en su primeravenida, y... desde la cruz, como lo canta laliturgia: Regnavit a ligno Deus, y tal reinoes la Iglesia, la que no espera ni esperó nun-ca la fundación de otro reino que no sea ella,y a ella, militante o triunfante, debe atri-buirse cuanto del reino de Cristo se dice enel sagrado texto. Fíjese el autor en el ver-sículo 21 del capitulo XVII de San Lucas,página 205 de su obrita, donde se dice: «... elreinado de Dios está en medio de vosotros».La segunda venida será para celebrar el granjuicio y dar por terminado el reinado tempo-ral, como la primera fué para fundar sureino y dar por terminada la regencia de laSinagoga con el rasgón del velo del tem-plo, símbolo de la renovación y traslado del

BIBLIOGRAFÍA

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NECROLOGIA1SANCTA SANCTORUM que tras él se ocultaba.

Asimismo nos parece un poco descuidadala redacción de algunas otras notas que pue-den herir algo los sentimientos del lector;por ejemplo, en la página 254: «El cuadro delJuicio Final que aquí nos propone Jesús pue-de ser alegórico...» Siempre debemos ser cui-dadosos al expresarnos, pero muy particular-mente es menester serlo cuando se escribepara el pueblo. Otra notita por el estilo seve en la página 79, en la que * se dice: «Con-tra las leyes civiles sólo son delitos los he-chos, pero la voluntad no delinque,. La ex-presión no es prudente.

Con estas reservas, nos es por lo demásmuy grato enviar al autor nuestra cordialenhorabuena, pidiendo al mismo tiempo alSeñor bendiga larga y copiosamente sus tra-bajos, concediéndole gran cosecha de sazo-nados frutos espirituales en sus lectores.

FR. C. O.

Mercedario.

HISTORIA EVANGELICA DE JESUSpor FRAY CARLOS SILVA CASTRO, Mercedario

Los pedidos a: COCULSA - Guzmán el Bueno, 18 - MADRID

O bien al autor: PP, Mercedarios - JUNQUERA DE AMBIA (Orense)

DE ADMINISTRACION

Rogamos a nuestros suscriptores que no hayan abonadotodavía la suscripción, lo hagan cuanto antes, avisando desu envío al P. Administrador de la revista. Los pagos puedenhacerse por giro postal o por envío de sellos de correo encarta.A nuestros corresponsales y a las Comunidades que deseenmandar crónicas mensuales, les recordamos que debenhacerlo antes del día 30 de cada mes.

IN MEMORIAM

La Comendadora de la V. O. T. de laMerced de El Ferrol.—Dejamos pasar laprimera oportunidad de consignar en las pá-ginas de LA MERCED el fallecimiento de doñaDolores Garcia del Rio, viuda de Plä (que enpaz descanse), ocurrido en su casa de La Ca-balla (El Ferrol) el 30 de agosto último, por-que queriamos dedicarle un recuerdo espe-cial. Bien lo merece este apóstol de la devo-ción a nuestra Santísima Madre y a su Ordende la Merced. Juzgando de las cosas de lavida y de la muerte con criterio humanodebieran ser de muy sentida pena nuestraspalabras; pero como el Espíritu Santo nosdice que es preciosa a los ojos del Señor lamuerte de los justos, por eso exclamamos:¡Feliz esta mujer fuerte que, a través de mu-chos martirios, disfrutará, al fin, del mereci-do galardón de sus virtudes en el descanso ygozo de su Dios!

La conocimos en un trance bien dolorosode su vida. De rodillas, tocada con el severomanto de viuda y rodeada de siete hijitos quereflejaban en sus caras inocentes el asombrode quien ve turbado un sueño feliz por elaleteo terrible de la muerte; está ofreciendoa la Virgen una pena muy amarga. Joventodavía, acaba de perder a su marido; hacepoco más de dos horas que se le ha muerto, yalli está con los huérfanos al amanecer de undia de primavera, para que el contraste seamás cruel, dispuesta a recibir, en sufragiodel que murió y como aliento de quien tieneque vivir, la divina Eucaristía. ¡Gran fe,gran fortaleza, no menos que sólida piedade intenso cariño maternal reflejaba el cuadro!Esto fué, toda la vida de la primera y vitali-cia Comendadora de la V. O. T. de la Merced.Esto comprobamos dia por día en los veintearios que tuvimos el consuelo de observarla ytratarla muy de cerca.

Dios nuestro Señor la probó de muchos

modos, como suele hacer con los elegidos:muertes de seres muy queridos (además de ladel marido pasó por el trance amargo de lapérdida de su hijo primogénito en plena ju-ventud, en circunstancias particularmentecrueles, así corno de la mayor de sus hijas alos diecinueve años); pérdida de la fortuna(después de muchos sufrimientos morales vió-se forzada a la liquidación de los importan-tísimos negocios heredados de su marido);enfermedades dolorosisimas y continuadas(hasta el instante mismo de su muerte desdehacia lo menos quince afros vivió constante-mente sufriendo muchísimo de dolores reu-máticos y nerviosos inmovilizada en el lecho).Dificilmente se hallará más vivo retrato delpaciente de Idumea.

Una pasión, mejor dicho dos, fueron entodo momento lo que pudiéramos considerarcomo razón de su vida: el amor y cariño,dentro de lo maternal extraordinario, a sushijos, y el ansia y santo afán por la propaga-ción del culto y amor a la Virgen de la Mer-ced y a su Orden Tercera. Organizada éstaen Ferrol, distinguióse muy pronto entretodas las asociaciones similares por el espíritude verdadera piedad que la informaba, y a laseñora viuda de Plä, primera Comendadora,débese aquel florecimiento que hizo fueseconsiderada la de Ferrol como modelo paratodas las demás fundaciones. Y no fué obs-táculo a una intensa labor de fecundo prose-litismo mercedario y mariano el hallarse,como hemos dicho, impedida sin apenas poderabandonar el lecho. Allí mismo recibía consu inalterable sonrisa y aquel su no fingidoafecto a todos los terciarios, que la conside-raron siempre como algo propio.

¡Qué entusiasmo el suyo por nuestra Or-den, y cómo sabia contagiarlo a tedos los quehablaba! Nuestra Historia, nuestra hagio-grafía sobre todo, hallaron en ella su másfervorosa propagandista. Sabia y retenía enla memoria los nombres casi innumerables

Favor de Nuestra SantísimaMadre

D. Eduardo Maldonado y señora hacen

público un favor especial recibido de

Nuestra Santísima Madre, deseando se

manifieste en LA MERCED, según lo habían

prometido.

Ofrenda a la Virgen dela Merced de Sevilla

Ha sido aplazado el acto de la ofrenda

a la Virgen de la Merced, de la Herman-

dad del Nazareno, del traje de bodas de

la infanta doña María de las Mercedes de

Borbón y Orleáns. Hará la ofrenda la

señora viuda de Lircola, dama de doña

Luisa; el acto revestirá la mayor solem-

nidad.

— 378 — — 379 —

de nuestros santos, mártires, redentores, sa-bios y misioneros, con los rasgos más carac-terísticos de la vida de cada uno. A la Virgenbajo la advocación dulcisima de la Merced,amábala con un cariño tan intenso y fami-liar, que no parece sino la conocía de toda lavida y gozaba de su trato intimo. Hacia co-lección de estampas de la Merced y presumohaya conseguido formar una de las más ricasy variadas. Escribía a las más apartadasregiones en donde vislumbrase un nombre ouna gesta de sabor mercedario para recrear-se con su conocimiento más detallado, almismo tiempo que divulgaba lo muchisimoque ella sabia.

Por eso, si son muchas las que hoy com-parten con sus hijos la pena de tan dolorosapérdida, de un modo especial siéntela laV. O. T. del Ferrol. Anime a todos la espe-ranza de que Nuestra Santísima Madre lahabrá obtenido la gracia que corone en elcielo entre sus predilectos hijos del blancohábito, una vida tan mercedaria y por tantotan mariana.

D . Asunción Iglesias, viuda de Pila.—Otro motivo más para que nuestros lectores,principalmente los terciarios, eleven sus fer-vorosas súplicas al cielo. Se las pedimos porel alma de esta Hermana de la Merced, falle-cida en Ponce, P. R., el 14 de octubre próxi-mo pasado. Los que tuvimos el honor y lasatisfacción de conocerla, sabemos que susvirtudes abonan nuestra confianza de queestará gozando ya de Nuestro Señor, y en-tonces las oraciones serán únicamente paraque desciendan en forma de consoladora re-signación a unos hijos amantisimos, con razónatribulados.

La señora viuda de Pila era una dama queunía a su piedad sólida el prestigio que laposición social y bellas prendas personales ledaban entre lo más distinguido de la buenasociedad portorriqueña. Llóranla hoy prin-cipalmente los pobres y necesitados de todoorden como a verdadera madre. La V. O. T.de la Merced considerábala como uno de susmás firmes sostenes,,no sólo por formar partede la Junta directiva desde su fundación,sino sobre todo porque era modelo de autén-tica piedad y legitimo espíritu mercedario.Puede decirse que su concurso era buscado

con solicito afán como garantía de éxitopara cuantas obras de beneficencia y religiónse intentasen en Ponce; y, a pesar de que sus.achaques y los años ya no la permitían últi-mamente desplegar aquella actividad deotros tiempos, todavía la prestancia de sunombre animaba y atraía poderosamente.

Débele Puerto Rico inmensa gratitud portodo esto, y deberiaselo de todas formas

aunque sólo fuese por el único titulo de santamadre del, por tantos otros, ilustre DoctorPila, cuyo nombre va asociado a lo másgrande y noble réalizado en la isla de algu-nbs años a esta parte. Para él y para su dis-tinguida esposa el testimonio de nuestro sen-tido pésame, que hacemos extensivo a la Re-verenda Madre Gloria Pila, religiosa del Sa-grado Corazón, a quien la muerte de laabuela tuvo que ser motivo de mucho mere-cimiento ante Nuestro Señor, según era deespecial la ternura de su cariño. R. I. P. —Fr. L. Barros.

—El dia 9 del mes de noviembre falleció enel convento de Madres Mercedarias de Guer-nica (Vizcaya), Sor Paulina de la AscensiónMendive. Fué una religiosa muy observante,dando pruebas de su virtud en su últimaenfermedad, sufrida con indecible pacienciay resignación sin la menor queja. Tenia unagrandísima conformidad con la voluntad delSeñor, y con esa conformidad recibió lamuerte. Según veia que ésta se acercaba,redoblaba el fervor. Pidió ella misma losúltimos Sacramentos, recibiéndolos tan fer-vorosamente que edificó a la Comunidad. ElSeñor habrá premiado su vida virtuosa.

INDICE DEL AÑO 1935POR ORDEN ALFABETICO DE AUTORES

Amenidades: Págs. 56, 88, 216 y 251.

BARROS (Fr. Luis)

«Los cuentos para niños», pág. 45.—«La Santidad y el carácter», pág. 161.—«Hispanidad:Ideal del Misionero», pág. 205.—«...¡Serás buena!», pág. 336.—«Nacimiento espiritual de Je-sús», pág. 353.—«In memoriam», pág. 379.

CASTRO (Fr. Juan Gilabert)

«Puntos de Religión: El articulo 3.° de la Constitución de la República española», pág. 9.«Sobre la Bula de la Confirmación de la Orden», pág. 12.—«Sobre la noción de criatura yCriador», pág. 35.—«Puntos de Religión: El hombre criatura», pág. 67.—«Puntos de Religión:La causa del Género humano está fuera del Género humano», pág. 102.—«La Beata Marianade Jesús, ejemplar de la Acción Católica», pág. 108.—«Puntos de Religión: La causa delGénero humano está fuera del mundo», pág. 132.—«Puntos de Religión: El hombre criatura:No está en el mundo el origen originado del Género humano», pág. 200.—«Jesucristo, tambiénen cuanto hombre, Rey visible e inmortal de los siglos», pág. 294.—«Jesucristo, tambiénen cuanto hombre, Rey visible e inmortal de los siglos», pág. 324.

CEAN BERMUDEZ

«El pintor mercedario P. Fr. Agustín Leonardo», pág. 43. —«Artistas mercedarios», pág. 89.CELTA

«El país de los sueños», pág. 87.—«La crisis de la masonería», pág. 188.—«Todos somosmillonarios cuando tenemos salud», pág. 195.

CEREIJO (Fr. José)«Tirso de Molina, poeta mariano», págs. 20, 81, 115, 181 y 365.

CRESPO (Fr. José Santiago)

«Canto a la Merced» (poesia), pág. 41.—«A Santa Trahamunda» (poesia en gallego),pág. 270.

DE LOS RIOS (Blanca)«En el Centenario de Lope», pág. 299.

DELGADO (Fr. Ricardo)

«San Pedro Nolasco y su obra», pág. 5.

(Diario espiritual de un joven chauffer de camión», pág. 232.

«Estadística, contrastada oficialmente, de la revolución de octubre pasado», pág. 49.EVEN (Michel)

«Lugar que la Santísima Virgen debe ocupar en la vida cristiana», pág. 97.—«La notamariana en la Orden de la Merced», pág. 257.

FALCONI (y. P. Juan)

«Dos cartas a su madre y un billete a su hermana», pág. 328.

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GARCIA HERREROS (Julia)«La cruz de la tia Liboria», págs. 22 y 51.-«Un guijarro en el camino», págs. 84 y 151.-

«Vida por vida», pág. 177. - «Lazo de unión», pág. 213. - «Rey de Paz», pág. 312.-«Las

palabras de Jesús», pág. 345.

Grabados: Gregorio IX entrega a un mercedario la Bula de Confirmación de la Orden»,pág. 3.-Tránsito de San Pedro Nolasco, pág. 6.- San Serapio condenado a ser azotado,pág. 14.-Claustro del convento de Verin, pág. 36.-El P. Francisco Ponce de León, pág. 38.

Convento de Verin, pág. 40. Claustro del convento de Verín, pág. 44.-D. José Martinez

Ces, pág. 55.-Iglesia de la Merced de Querétaro, pág. 69.-La V. Sor Clara de Jesús Maria,pág. 71.-Imagen de la Merced del templo de Querétaro, pág. 80. -Ruinas del convento eiglesia; de Zacatecas, pág. 98.- Convento de la Merced en Zacatecas, pág. 100.-Imagen dela Merced en Querétaro, pág. 104.-Misionerás de Bérriz, pág. 114.- Archicofrades de Alar-eón, pág. 130.-Primera Comunión de El Ferrol, pág. 133.-E1 V. P. Fr. Juan Falconi, página138.-Mercedarias, directores y obreros del Instituto Social Obrero, pág. 158.-P. Fr. Pedrode la Serna, pág. 199.-«Archicofrades de Alarcón, pág. 201.-Excmo. e Ilmo. Fr. InocencioL. Santamaria, pág. 202.-P. Fr. Carlos Carnevali, pág. 223.-Juventud femenina católicade San Ramón Nonato del Piauhy, pág. 226.-Primera Comunión en Almufiécar (Granada),pág. 231. -Niña Joyita Sánchez, pág. 239.-E1 P. Juan Segalars, pág. 240.-E1 excelentisimo

señor Marqués de Zahara, pág. 250.-Nuestra Señora de la Merced, de V. L., pág. 259.-Cuadro del Señor de la Sentencia, pág. 263. -El Sanatorio Lago de La Tablada, pág. 271.-

Directiva del Sanatorio Lago, pág. 272.-San Jerónimo, pág. 274.-Colegio de Montefrio,

pág. 290.-Otro grupo del Colegio de Montefrio, pág. 295.-Ilmo. P. Jerónimo de Valderas,

pág. 300.-E1 Ilmo. P. Juan José Tejada, pág. 326.

GUILLAUME«De la Economia nacional», pág. 47.-«De la Economia nacional», pág. 149. -«Renuncio

a morir en cama», pág. 175.--«El culto de San Ramón Nonato», pág. 230.- «Las reformas deRoosevelt», pág. 76.

GUTIERREZ (Fr. Fermín)«Mariolog,ía del Dr. Gregorio Alastruey», pág. 68.

HURTADO (Fr. Agnelio)«Nuevo palomar» (poesia), pág. 332.

JORDAN (F.)«Ocho siglos de glorioso apostolado de la Real Orden de la Merced», pág. 168.

LOPE DE VEGA«El Alma» (idilio), pág. 212.-«San Jerónimo» (poesía), pág. 274.-«Repastaban sus gana-

dos», pág. 363.

MIR (Fr. Liborio)«El Cristo de Velázquez » , pág. 314.

NUÑEZ (Fr. O.)«Milagrerias», pág. 18.-«La atmósfera sobrenatural», pág. 129.-«El Centenario de Lope

de Vega», pág. 171.-«La colonización española y la francesa», pág. 342.

O. ARRIAGA (Fr. Martín)«Lo que dice un francés de la Francia de hoy», pág. 118.

PACCHIAROTTI (Flavio)«Un lirio en el Calvario: Vida del niño Pipo Michelini», pág. 193.

- 582 -

«Página Misional,: Págs. 16, 73, 111, 143, 172, 203, 242, 271 y 308.

PLACER (Fr. Gumersindo)«Dos centenarios», pág. 79.-«Tirso», pág. 184. - «De Junquera de Ambia», pág. 369.

SANJURJO (Fr. R.)«Una obra de apostolado», pág. 341.

SERGIO M. DUN«La muerte del corazón» (poesia), pág. 25.

SILVA (Fr. Antonio María)«Un niño ejemplar: Antonio Martínez de la Pedraza», pág. 265.

SILVA (Fr. Carlos)«Domingo de Ramos», pág. 103.

SILVA (Fr. Emilio)

«Una visita a las Sisters of Merey», pág. 339.

UJAN

Radiogramas: «Una Superiora de las Hermanas de la Caridad. ¿Tenemos nosotras lasmismas indulgencias que la Orden de la Merced?»-«¿Es licito meter moneda falsa? ¿El hacerloobliga a restitución?», pág. 28.-«Una Religiosa. ¿Es licito buscar voluntariamente la ocasióndel martirio, no huyendo, no ocultándose u ofreciéndose espontáneamente a los revoluciona-rios que busquen a una para matarla en odio a Jesucristo o a la Religión?».-«Un curioso.Deseo inc diga los Santos canonizados en el Ario Santo de la Redención humana y sus nacio-nalidades», pág. 90.-«¿Es lo mismo caridad que misericordia?»-«Un pecador. Dios sabeinfaliblemente antes que las corneta todas las faltas que cometeré, ¿cómo estas faltas son demi libertad, si necesariamente han de suceder, pues es imposible que Dios se engañe?»,pág. 123.-«Religiosa. ¿Tengo derecho a entregar cerrada a la M. Superiora la carta quedirija a una M. Consejera general y a recibir también cerrada de la Superiora la carta queme escriba alguna Consejera general?»-«Un P. Comendador, como tantos que hay oprimidospor el trabajo y solicitos del bien de los prójimos. ¿Puede sacrificarse la observancia regulara las obras de celo?», pág. 155.-«Capellán de Monjas. Acabo de ser nombrado de este santoConvento con mucho gusto mio, y me encuentro que hay aquí establecidas la Cofradía y laTercera Orden de la Merced, ¿quién me debe dar el nombramiento de Director de estasasociaciones?»-«¿Pueden los escrúpulos en algún caso ser obstáculo para entrar religioso yserial, por tanto, de no tener vocación»?-«Reparación de daños. Tenia un hermoso perro decaza; se puso rabioso sin que yo me diese cuenta y mordió a un cerdo de un vecino que rabiómuy pronto y furiosamente. El asunto se llevó al Juzgado y tuve que pagarle el cerdo. Lasentencia no me parece justa. ¿Puedo indemnizarme de ella? Tengo sobrados medios parahacerlo sin que el vecino pueda sorprenderme en la faena de la indemnización», pág. 217.-«Si la penitencia impuesta por el confesor está indulgenciada, como la estación, el rosario,el via-crucis, ¿puede el penitente con el mismo rezo de la penitencia ganar también laindulgencia o indulgencias?» - « Obligación grave de enseriar o hacer que se enserie elCatecismo, ¿quiénes la tienen?»-«Está obligado el patrono a dar a sus obreros el llamadosalario familiar?», pág. 252.-«¿Quién debe cantar el Panem de Coelo en la reserva, el cele-brante o los cantores? ¿Y si no hay cantores, sino sólo el organista, cantando la gente? ¿Y siel coro es de mujeres solamente?»-«El sacerdote que dé la absolución general desde el altar,después de rezar las preces de rodillas en la última grada, ¿a qué lado se debe colocar paradar la absolución?» -«¿Se ganan las indulgencias del Rosario rezando el de difuntos con susoraciones, pero sin decir los misterios?», pág. 284.

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V. (Fr. G.)

Radiograma: «El canon 507 dice: Guárdense todos (los religiosos) de procurar directa niindirectamente los votos (en las elecciones), tanto para:si mismos como para otros. ¿Serapecado grave quebrantar este precepto?», pág. 28.—«Por las rías altas de Galicia», pág. 282.«Luz eléctrica sin cables», pág. 275.

VAZQUEZ (Fr. Guillermo)«La Confirmación de la Orden de la Merced», pág. 1.—«Paz y tranquilidad», pág. 65.—

«La penitencia y el dolor», pág. 193.—«Amor a la Iglesia», pág. 223.—«Milicia és la vida delhombre», pág. 289. — «¡Exceso de amor a Dios?, pág. 321.—«Los mas antiguos manuscritosbíblicos», pág. 334.—«Nos falta esperanza», pág. 357.

Mercedarios Ilustres: «El P. Francisco Ponce de León», pág. 37.—«E 1 P. Fr. Pedro de laSerna o de Jesús María», pág. 198.—«E 1 Ilmo. P. Juan José Tejada», pág. 326.—«LaRvda. M. María Antonia de Jesús», pág. 359.

Santoral Mercedario: «Las Venerables Sor Ana de la Cruz y Sor María de la Paz», página10.—«La V. Sor Clara de Jesús Maria», pág. 70.—«El Ilmo. P. Luis García página106.—«El V. P. Juan Segalars», pág. 240.—«E 1 V. Fr. Alonso de Arequipa», pág. 262.—«ElIlmo. P. Jerónimo de Valderas», pág. 300.

W. G. M.«Elegía en prosa», pág. 186.

WILHELM

«El diablo predicador», pág. 26.

X.

«Vida católica», págs. 50, 121, 146, 207, 245, 277 y 310.

CON LAS DEBIDAS LICENCIAS

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ellas de elaboración en

Fi de San Juan(Ciudad Real)

'roveedores de los SacrosPalacios Apostólicos

Esta Casa garantiza la absoluta pureza de sus vinoscon recomendaciones y certificados de los EminentísinzosSefier es Cardenal Arzobispo de Burgos, Arzobispos deSantiago y Valladolid, Obispos de Ciudad Real, Pamplo-na, Orihuela, Jaca, Segovia, Auxiliar de Burgos, Bagona(Francia), R. P. Dr. Eduardo Vitoria, S. I., (Q.

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Concesionario en Madrid para la venta de estos vinos:

Casa NAZARET.-Bordadores, 3Telifono 15054

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EDITORIAL CATÓLICA TOLEDANA

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