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Medio Ambiente

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La investigación ambiental para la toma de decisiones

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La investigación ambiental para la toma de decisiones

Secretaría de Medio Ambiente y Recursos NaturalesInstituto Nacional de Ecología

Instituto Nacional de Ecología 2001-2006

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ISBN: 968-817-818-7Impreso y hecho en México

Primera edición: octubre de 2006

Instituto Nacional de Ecología (INE-Semarnat)Periférico sur 5000, col. Insurgentes Cuicuilco, C.P. 04530. México, D.F. www.ine.gob.mx.os

D.R. ©

Coordinación editorial, diseño de interiores y tipografía: Raúl Marcó del Pont Lalli Diseño de la portada: Álvaro Figueroa Foto de la portada: Claudio ContrerasCorrección de estilo: SyG Editores S.A. de C.V.Versión para internet: Susana Escobar Maravillas

Fotos de los interioresClaudio Contreras Koob: páginas 10, 15, 50, 59, 62, 71, 75, 95, 194, 243, 298 y 303Helena Cotler: páginas 30 y 31Grupo de Ecología y Conservación de Islas (GECI): páginas 54 y 82 NASA: página 79Viviana Toranzo: páginas 34-35, 42 y 46- 47 Las demás pertenecen al archivo INE o se obtuvieron los derechos en IStockphoto

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Índice

Introducción . 6

Planeación territorial . 11

La conservación de especies, ecosistemas y genes . 51

Calidad del aire . 103

Residuos, sustancias tóxicas y riesgos . 163

Economía y política ambiental . 194

Laboratorio ambiental . 227

Cambio climático . 239

Capacitación y difusión . 267

El Fondo Sectorial de Investigación Ambiental . 283

Conclusiones . 299

Bibliografía . 320

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La investigación ambiental

IntroducciónAl finalizar el año 2000, ocurrían grandes cambios polí-ticos de repercusión histórica para el futuro de México. Esos cambios originaron también grandes desafíos. Vis-tos desde el ámbito del medio ambiente —nuestro cam-po de trabajo y estudio— implicaban la tarea urgente de lograr la integración de políticas ambientales y económi-cas, el fortalecimiento de los cuadros gubernamentales, el desarrollo del uso, manejo y conservación de los recur-sos naturales, compatibles con el desarrollo sustentable, y la adecuada atención a los problemas de contamina-ción, considerando al amismo tiempo las demandas de la población por una mejor calidad de vida.

A pesar de que nuestro país ha tenido avances nota-bles en ciencia y tecnología durante los últimos cincuenta años, se encuentra aún muy lejos de alcanzar los niveles de productividad científica de los países desarrollados, o incluso de algunas naciones en desarrollo que han logra-do mayores avances en este campo por que han aplicado recursos para programas de formación de cuadros de ex-celencia (becas para programas de posgrado), así como para investigación y desarrollo tecnológico a escalas mu-cho mayores a las de nuestro país.

En ese contexto, la refundación del INE en el año 2001, como una institución gubernamental de investigación y análisis ambiental capaz de proporcionar insumos cien-tíficos a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Na-turales (Semarnat), representó una enorme oportunidad para contribuir al desarrollo sustentable del país funda-mentando las acciones de protección del ambiente en la mejor información técnica y científica disponible.

La conformación del INE como una institución guber-namental de investigación planteó una serie de desafíos en el seno de la propia institución. Un breve repaso de lo que era este instituto antes del 2001 ayuda a situar la dimensión de tales desafíos.

Durante la administración federal 1995–2000, el INE tenía, entre otras, las siguientes responsabilidades: el or-denamiento ecológico del territorio nacional; el análisis y dictamen de las manifestaciones de impacto ambiental y la consecuente aprobación o no de proyectos de inversión; la autorización de empresas dedicadas al manejo y trata-miento de los residuos peligrosos; la política de calidad del aire; la gestión de la vida silvestre, y la elaboración de normas ecológicas para cada uno de los temas antes men-cionados. Por si fuera poco, también se tenía como tarea la administración de las áreas naturales protegidas, además de cumplir compromisos internacionales derivados del Protocolo de Montreal, la Convención de Basilea, la Con-vención Marco sobre el Cambio Climático, la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, y acuerdos regionales como el Programa Frontera XXI con Estados Unidos.

Como es fácil imaginar, la estructura y andamiaje de ese INE se dedicaban casi en su totalidad a actividades administrativas y de gestión (otorgamiento de permisos, licencias y autorizaciones), y a la elaboración de normas y reglamentos ambientales. El INE tenía una enorme car-ga de trabajo administrativo y actuaba casi siempre con una visión de corto plazo tratando de responder a nece-sidades coyunturales y a urgencias de corte político que surgían por la aparición de algún problema ambiental en los medios masivos de comunicación.

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Introducción

taron, motivaron y nos dieron una enorme cohesión como grupo:

Honestidad y objetividad científicas para ser reconoci-dos como una institución capaz de proporcionar infor-mación fehaciente y rigurosa por encima de las circuns-tancias políticas.

Confiabilidad y calidad de nuestras investigaciones, orientadas a resolver los problemas ambientales del país y a lograr un equilibrio adecuado entre la conservación y el uso sustentable de los recursos naturales.

Compromiso con nuestra institución, con la defensa del ambiente, y con el desarrollo armónico de México para lograr una sociedad que al ser más sustentable fue-ra también más justa.

Creatividad para que las ideas originales y la capaci-dad de concebir de manera novedosa soluciones a los problemas ambientales fueran los motores de la mejor investigación científica.

Liderazgo para que nuestro trabajo fuera reconocido como puntal en el campo de la investigación ambiental aplicada, capaz de establecer y fomentar mecanismos de colaboración científica intensa y productiva.

Así, desde sus inicios definimos la misión estratégica fundamental, nuestra hoja de ruta como “la generación de información científica y técnica sobre problemas am-bientales y la capacitación de recursos humanos, para informar a la sociedad, apoyar la toma de decisiones, im-pulsar la protección ambiental, promover el uso susten-table de los recursos naturales y apoyar a la Semarnat en el cumplimiento de sus objetivos.

Ese propósito general se apoyó en cuatro líneas o “agendas”, con intenciones específicas:

Por ello, en el 2001, el INE necesitaba construir una nueva identidad, conformar un nuevo nicho de actua-ción, llevar a cabo un proceso de reingeniería institucio-nal, e iniciar un paulatino proceso de renovación y capa-citación de sus recursos humanos para prepararse para enfrentar las nuevas responsabilidades y desafíos, muy diferentes a los que venía realizando hasta el año 2000. Por iniciativa del Presidente del Instituto comenzaron de inmediato actividades de planeación estratégica y de coordinación dentro de la institución que culminaron en la creación del perfil y la definición de la misión, visión y objetivos de la institución.

Fue necesario trazar un rumbo claro para la inves-tigación, identificar las formas de vinculación y coope-ración con las áreas de gestión, normativas, y de toma de decisiones de la Semarnat. Se requería también ge-nerar indicadores de productividad (número de publi-caciones de divulgación y arbitradas, asesorías a otras áreas, estudios e investigaciones, entre otros), alcanzar el reconocimiento público hacia el Instituto como una autoridad científica ambiental y además, consolidar su autonomía intelectual. Este nuevo arreglo institucional abría la posibilidad de crear la cultura de la toma de de-cisiones basada en evaluaciones objetivas con la mejor información técnica y científica disponible y de tender puentes entre dos comunidades hasta entonces des-conectadas: los grupos de investigación de las univer-sidades y los tomadores de decisiones en el gobierno federal mexicano.

Desde luego no fue una tarea sencilla. Sin embar-go, ayudó mucho que desde el inicio el personal del Instituto hizo suyos una serie de valores que nos orien-

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La investigación ambiental

• La agenda verde cuyo objetivo es realizar investiga-ciones que conduzcan al aprovechamiento susten-table de los recursos naturales mediante el ordena-miento ecológico, la conservación de la biodiversidad y el manejo integral de las cuencas.

• La agenda gris que reúne las acciones de control de la contaminación en los niveles local, regional y global, formulando políticas que permitan prevenir la conta-minación y mantener adecuadamente los materiales peligrosos.

• La agenda socio-económica cuyos proyectos están orientados a diseñar nuevos instrumentos económi-cos de política ambiental, nuevas metodologías de evaluación económica del capital natural y de los ser-vicios ambientales.

• La agenda de investigación experimental y capacita-ción que incluye las actividades de investigación en tecnologías de control y monitoreo, y caracterización de contaminantes, sustancias y residuos en todas las matrices ambientales, así como la capacitación de re-cursos humanos orientados el estudio de problemas ambientales con entrenamiento teórico-práctico en laboratorios de alto nivel.

Cada una de estas agendas tuvo como metas especí-ficas la producción de publicaciones científicas; el desa-rrollo de bases de datos ambientales de acceso público; la realización de proyectos de investigación ambiental aplicada, y la elaboración de informes y análisis estratégi-cos temáticos que sirvieran como insumos técnicos para la toma de decisiones.

La atención de estas agendas fue posible gracias a la composición interdisciplinaria del INE, que abarca tanto

las ciencias naturales como las ciencias sociales, lo que permite el estudio de los temas ambientales de manera integral. El INE se fue consolidando como una institución orientada a resultados y evaluada por su productividad.

El éxito alcanzado y la confiabilidad se basaron en nuestra capacidad para continuar transmitiendo la infor-mación resultante de nuestros estudios de manera ade-cuada y efectiva, construyendo una base de confianza tanto con el sector ambiental gubernamental como con la sociedad en general. En el INE, la transparencia infor-mativa ha sido un objetivo de la mayor importancia. El acceso abierto, libre, y transparente a la información ge-nerada es y será la esencia del trabajo honesto.

El lector que nos acompañe a lo largo de las páginas de este libro encontrará información muy diversa acerca de los temas, las políticas y las acciones ambientales que hemos llevado a cabo a lo largo de esta administración federal. Esta publicación no fue editada con el espíritu de un documento oficialista, y mucho menos pretende ser un texto apologético. En el mejor espíritu del método científico, la publicación busca hacer un balance objetivo del trabajo realizado, y aportar contribuciones analíticas y conceptuales a las políticas públicas basadas en la au-tocrítica constructiva a la gestión gubernamental, inclu-yendo la del propio Instituto.

Hemos tratado de exponer la problemática de una manera sencilla para alcanzar a una gama amplia de lec-tores pero sin perder la seriedad en el abordaje de los temas. El INE es un universo plural de pensamientos dis-tintos, que surgen de la heterogeneidad disciplinaria y de los puntos de vista contrastantes de sus investigadores. Esta pluralidad enriquece el trabajo del Instituto y se ma-nifiesta combinando una obsesión por el trabajo científi-

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Introducción

co riguroso, por un lado, con un compromiso social y el deseo de contribuir activamente a la conformación de un mejor país, por el otro.

El abanico de estudios, acciones, publicaciones y ca-pacitación que se generan en el INE, y que el lector en-contrará en los capítulos correspondientes, incluye más de 500 investigaciones y reportes técnicos; cerca de 650 convenios, bases de colaboración, participación en leyes y normas, y colaboraciones científicas y técnicas; más de 900 artículos científicos, artículos de libros, libros, ensa-yos de divulgación, y ediciones; así como 950 acciones de capacitación externa en congresos, simposia, cursos or-ganizados, participación como ponentes, conferencias, dirección de tesis, y 1,150 acciones de capacitación para personal del INE.

La actividad internacional del INE es también desco-llante. El Instituto cumple la tarea de representar a México ante cinco foros mundiales —el Panel Intergubernamen-tal sobre el Cambio Climático, el Instituto Interamericano de Investigación sobre Cambio Climático, la Comisión Ba-llenera Internacional, la Comisión de Desarrollo Susten-table de las Naciones Unidas en su capítulo de América Latina, y la Comisión Internacional para la Bioseguridad y los Organismos Genéticamente Modificados— y partici-pa activamente además en numerosos otros organismos ambientales internacionales.

No obstante los obstáculos a los que frecuentemente se enfrenta la actividad editorial, particularmente la de

difusión científica, el INE ha desarrollado una actividad destacada en este aspecto. Desde su fundación en 1988, el INE ha publicado más de 400 títulos, y hoy hemos al-canzado un techo de 30 títulos al año, cantidad superior —con excepción de la UNAM— a la producción editorial de las universidades del país.

En seguimiento de la política institucional de acceso libre y abierto a la información, la oferta de publicaciones electrónicas es ahora uno de los rasgos más sobresalien-tes del INE. De manera electrónica, los lectores se llevan, vía Internet, casi cien mil libros al año de nuestra pro-ducción, y más de cinco millones de usuarios consultan nuestra biblioteca digital, una de las más grandes de su tipo en español. Esperamos que esta enorme diversidad de conocimiento e información ambiental sea consulta-da en las distintas formas en que se ha puesto al alcance del público. De poco sirve el conocimiento si no llega a la sociedad, quien es el centro y el objetivo del quehacer científico.

Concluyendo una etapa y abriendo otra de su nueva vida institucional, refrendamos que el INE está al servicio de los mexicanos, de todos aquellos que hacen posible nuestra existencia con su trabajo, con sus impuestos, con su apoyo, con sus demandas válidas y necesarias. Por ellos trabajamos, a ellos nos debemos.

exequiel ezcurra y adrián Fernández

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Planeación territorial

Planeación territorial

Introducción

México tiene el reto de propiciar un proceso de transformación del territorio que revierta las tendencias de deterioro del capital natural y a

la vez favorezca la organización social y económica; o di-cho de otra manera, debe realizar una planeación inte-gral para el uso del territorio es un asunto nacional.

La planeación en el manejo de los recursos naturales y en la ocupación del territorio cobra una gran impor-tancia, ya que los efectos de la forma en que la sociedad establezca su relación con la naturaleza definirán, en buena medida, el incremento o la disminución de la pro-blemática ambiental tanto al nivel global como al nivel regional o local.

Por esta razón, la generación de marcos conceptua-les y metodológicos para elaborar, implementar, operar, evaluar y para el seguimiento de instrumentos de pla-neación territorial orientados hacia la sustentabilidad, es uno de los objetivos primordiales del quehacer del INE.

Este capítulo presenta diversos esfuerzos en materia de planeación territorial que se desarrollaron en el INE en los últimos seis años, tanto desde el punto de vista del instrumento de política ambiental denominado Ordena-miento Ecológico, como desde el enfoque de análisis in-tegral de cuencas hídricas. Ambos enfoques analizan el manejo de los recursos naturales con una clara referencia territorial, consideran aspectos biofísicos y socioeconó-micos, y buscan la coordinación de actores, si bien tienen historias y énfasis distintos y pueden ser apropiados para contextos diferentes, como se describe a continuación.

El Ordenamiento ecológico

La planeación territorial explícita se inició en México en la década de los setenta del siglo pasado, momento en que el proceso de industrialización había provocado una concentración de la población en un número redu-

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cido de ciudades, sobre todo, en la Ciudad de México. Por lo tanto, las primeras acciones en materia de planea-ción territorial se enfocaron a los asentamientos huma-nos. De tal modo, en 1976 se promulgó La Ley General de Asentamientos Humanos (LGAH), y por primera vez aparece el término de ordenamiento territorial referido como un instrumento de regulación territorial aplicado al ámbito urbano-rural.

Por otra parte, en la década de los ochenta, se incor-poró el aspecto ambiental a la planeación del desarrollo. Como parte de las acciones que reflejaban la preocupa-ción del gobierno mexicano por atender los problemas ecológicos, en 1982, la Ley Federal para Prevenir y Con-trolar la Contaminación Ambiental (publicada en 1971) fue sustituida por la Ley Federal de Protección al Am-biente, y, más adelante, en 1988, ésta también se reformó. En ambos casos, la justificación de las reformas se fun-damentó en que se trataba de disposiciones orientadas a corregir los efectos de la contaminación sobre la salud humana o bien a regular la contaminación ambiental provocada por las actividades económicas. Así entonces, las reformas publicadas en 1988, en la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEE-PA), básicamente consistieron en la introducción de po-líticas y mecanismos para prevenir los problemas am-bientales. En este sentido, uno de los instrumentos que se introdujeron fue el Ordenamiento Ecológico.

El Ordenamiento Ecológico (OE) es un instrumento de política ambiental mediante el cual se imprime un carácter integral a la planeación del desarrollo, puesto que considera los aspectos sociales, económicos y am-bientales que repercuten en la configuración del territo-rio. Es un instrumento base que brinda tres perspectivas temporales del territorio: actual, tendencial y deseable. En años recientes, sobre todo con la publicación del Re-glamento de la LGEEPA en materia de OE, se ha concebi-do como un instrumento que promueve la participación social y la concertación entre los actores sociales, con el

fin de minimizar los conflictos ambientales en el uso del territorio. La formulación del OE implica un proceso de trabajo, el cual, al ser socialmente incluyente, permite diseñar las pautas normativas que garanticen el equili-brio territorial mediante la distribución racional de los asentamientos humanos y los usos del suelo, el apro-vechamiento sustentable de los recursos naturales, y la conservación de los ecosistemas.

En la actualidad, en la planeación territorial en Méxi-co prevalecen los dos instrumentos: el Ordenamiento Territorial, sustentado en la LGAH, y el Ordenamiento Ecológico, con fundamento en la LGEEPA. Desde fina-les de la década de los noventa ha habido esfuerzos por unificar la aplicación de ambos instrumentos, con algu-nos avances, particularmente en la parte metodológica de la elaboración de los estudios; pero una armonización completa es aún una tarea pendiente. En lo que respecta al OE, dentro de Semarnat y con la transformación del INE en 2001 se dividieron las funciones relacionadas con el instrumento. Las actividades de gestión (firma de con-venios, promoción de la participación social, el decreto y la instrumentación) quedaron a cargo de oficinas centra-les de la Semarnat, y el aspecto técnico para la formu-lación de los estudios (base conceptual y metodológica), a cargo del INE.

En este contexto, el INE ha trabajado en la generación de información técnica acorde con las necesidades que exige la realización de estudios de OE y la ha puesto a disposición de los usuarios en formas directas y accesi-bles. Así, la elaboración de guías técnicas, términos de referencia, propuestas metodológicas para el análisis del territorio, la sistematización de datos estadísticos y la elaboración de cartografía constituyen tareas principa-les del INE en materia de OE. Además, el INE ha sido un actor clave en la conducción técnica de los procesos de OE de competencia federal (regional y marino), y ha participado como asesor técnico de los trabajos de OE de competencia estatal y local (municipal y comunita-

El ordenamiento ecológico

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Planeación territorial

rio), cuando así se le ha solicitado. Cabe mencionar que el INE ha jugado un papel activo en la tarea de armoni-zar los términos de referencia para la realización de los estudios de Ordenamiento Ecológico Territorial y los de Ordenamiento Territorial a nivel local (municipal). El INE difunde su trabajo a través de publicaciones, capa-citación, colaboración, atención a solicitudes de asesoría técnica e investigación. A continuación se exponen algu-nas de las acciones que ha desarrollado el INE, según los distintos niveles de aplicación del OE.

Ordenamiento Ecológico General del Territorio (OEGT)

El ordenamiento ecológico general del territorio (OEGT) es, hasta el momento, el único instrumento de planeación que puede proporcionar a los sectores del gobierno fede-ral una base territorial común para la construcción de sus planes y programas sectoriales. De esta manera, la planea-ción en el país estará en condiciones de generar sinergia, a través de la planeación y puesta en marcha de activida-des compatibles o complementarias, que se enmarquen en una visión integral y sustentable del uso del territorio.

Según la LGEEPA, el objetivo del OEGT es determi-nar la regionalización ecológica del territorio y de las zonas sujetas a la soberanía y jurisdicción nacional, y establecer los lineamientos y estrategias ecológicas para la preservación, protección, restauración y aprovecha-miento sustentable de los recursos naturales (art. 20). En el reglamento de la LGEEPA en materia de OE, se enfati-za que como parte de la regionalización ecológica habrá que distinguir las áreas de atención prioritaria y las áreas de aptitud sectorial (art. 22 fracción I).

Para contribuir a la ejecución de este objetivo, y de acuerdo con sus atribuciones en materia de OE general, el INE se ha enfocado a fortalecer las bases técnicas para la regionalización ecológica del territorio y el reconoci-miento de áreas de atención prioritarias.

En este sentido, el INE hizo una revisión de los indi-cadores y la cartografía que fue utilizada para el OEGT entre 1996 y 2000, con el fin de actualizar y validar la información que originalmente se había generado para una escala geográfica de 1:4 000 000. Lo anterior debido a que se prefirió ampliar la escala de trabajo a 1:250 000, por considerar que ésta sería más útil para los estudios de OE (el general del territorio y los regionales), pues los fenómenos o hechos analizados pueden ser representa-dos con mayor detalle que con la escala anterior.

Como resultado de la revisión de los indicadores uti-lizados para el OEGT, se validaron aproximadamente 70 indicadores con su respectiva representación cartográfi-ca. Esta información se sistematizó y se montó en un sis-tema de cartografía en línea, con el propósito de poner-los a disposición de todas aquellas entidades y personas interesadas en la planeación territorial.

El Sistema de Cartografía en Línea se ha ido enrique-ciendo con una diversidad de productos cartográficos generados durante los últimos 5 años, los cuales han sido utilizados por un gran número de dependencias, acadé-micos y organizaciones sociales (ver sección de geopro-cesamiento de datos espaciales para la planeación terri-torial y el manejo de recursos naturales).

Las áreas de atención prioritaria son aquellas “zonas del territorio donde se presenten conflictos ambientales o que por sus características ambientales requieren de atención inmediata” (reglamento de la LGEEPA en mate-ria de OE). El INE ha identificado a los humedales como áreas de atención prioritaria, tanto por su importancia debida a los bienes y servicios ambientales que proveen, como por el alto grado de presión y deterioro al que están sometidos. Esto justifica la necesidad urgente de ubicar y caracterizar a este tipo de ecosistemas. Al respecto la tarea consiste en contar con una cartografía y un inven-tario de humedales a nivel nacional. Los humedales de-berán incluirse en los estudios de OE del país tomando en cuenta los siguientes aspectos:

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• La regulación de los usos del suelo y las actividades productivas, en función del interés del uso sustenta-ble de los mismos

• El mantenimiento de la biodiversidad y los bienes y servicios ambientales que proporcionan a la sociedad

• Su mantenimiento como componente del funciona-miento integral de las cuencas hídricas.

El INE ha promovido un trabajo conjunto, con otras áreas de la Semarnat y con otras dependencias del go-bierno federal, con el propósito de realizar el inventario y la cartografía de humedales bajo el contexto de áreas de atención prioritaria (ver sección Inventario Nacional de Humedales).

Otra actividad del INE relacionada con el OEGT, en esta administración, fue el Diagnóstico Ambiental de la Región Sur-Sureste. Este trabajo se hizo a solicitud de la Semarnat, en el marco del Plan Puebla-Panamá (PPP), y con él se buscaba hacer un análisis integrado del terri-torio de los estados mexicanos comprendidos en el PPP, que permitiera evaluar y monitorear los efectos sobre el territorio de las acciones de desarrollo e infraestructura que se proponían.

Los sectores de gobierno podrán emplear el Programa de OEGT para orientar sus acciones y facilitar la aplica-ción de otros instrumentos de política ambiental, como por ejemplo la evaluación del impacto ambiental, la ubi-cación de Áreas Naturales Protegidas y el manejo de la vida silvestre. La sociedad en su conjunto podrá verifi-car que las acciones del gobierno estén alineadas y sean congruentes con el manejo, conservación, preservación y restauración de los recursos naturales y ecosistemas, so-bre todo en áreas de atención prioritaria. Con todo esto, se generará certidumbre y confianza en el desarrollo de nuestro país.

La participación del INE en los grupos de trabajo técnico para la conformación del programa de OEGT, deberá continuar como trabajo coordinado con la Se-

marnat, una vez que se establezcan las alianzas nece-sarias para la participación de los sectores del gobierno federal y actores relevantes que incidan en la planeación sectorial de nuestro país. Para fortalecer las bases técni-cas del OEGT, se deberá continuar con la conformación de las bases de datos y cartografía digital, y mantener la investigación y los trabajos concurrentes con institu-ciones educativas y del sector civil para definir áreas de atención prioritaria.

Ordenamiento Ecológico Marino

México cuenta con una extensión territorial marina de 209,000 km2 y un litoral de 11,208 km (Conabio, 1998). Toda su extensión litoral está ligada a diversas activida-des, entre las que se destaca el turismo, la pesca y el trá-fico mercantil. Desafortunadamente el desarrollo de las actividades de aprovechamiento de los recursos marinos no ha sido acompañado por un nivel similar de formula-ción de instrumentos para la planeación de estas activi-dades. La LGEEPA contempla al marino entre los distin-tos niveles de ordenamiento ecológico, justamente con esta finalidad.

Al inicio de la presente administración, sólo existía una experiencia sobre ordenamiento ecológico marino (OEM), el OEM del Mar de Cortés. Éste logró conjun-tar en un solo Sistema de Información Geográfica una serie de bases de datos dispersas de diferentes institucio-nes regionales; además desarrolló un estudio técnico de ordenamiento ecológico completo, con las cuatro fases de caracterización, diagnóstico, pronóstico y propuesta (INE-Semarnap, 2000). Sin embargo, la propuesta nun-ca fue consensuada con los gobiernos estatales ni con la sociedad civil organizada. De esta forma, el OEM del Mar de Cortés, como pionero en el tema, no llegó a de-cretarse, pero logró sentar ciertas bases metodológicas y de información para los estudios posteriores que se ela-boraron en esa misma área geográfica

Ordenamiento Ecológico

General del Territorio

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Planeación territorial

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Considerando la escasez de información y de meto-dologías ad hoc para realizar estudios de OEM, uno de los objetivos principales del INE, en la presente admi-nistración, fue generar y consensuar entre los expertos marinos del país un marco conceptual y metodológico que sirviera de base para los futuros estudios de OEM. Este trabajo se realizó a través de la contratación de estu-dios y la coordinación de talleres enfocados, en primera instancia, en aspectos de regionalización marina.

El INE ha combinado su trabajo de generación de un marco conceptual con la conducción técnica de los pro-cesos de OEM llevados a cabo en esta administración, primero el OEM de la región de la Escalera Náutica y posteriormente el OEM del Golfo de California (INE-Colmex, 2002; INE-UABC, 2002; INE-UABC, 2005). Con esta combinación de actividades el INE ha innova-do el aspecto metodológico para la formulación de los estudios de OEM que actualmente están en proceso, al mismo tiempo que, vía la aplicación de casos reales, va-lida las innovaciones metodológicas. Hasta el momento, las regiones donde se han realizado procesos de ordena-miento marino son limitadas, ya que solamente existe el OEM del Golfo de California (INE-UABC, 2003; Semar-nat, 2006). El próximo OEM que se prevé es el del Golfo de México, en el que nuevamente el INE jugará un papel importante en la conducción técnica del proceso.

La metodología generada tendrá su aplicación directa en los procesos de OEM que se desarrollen en el futu-ro cercano, teniendo en primera instancia al OEM del Golfo de México y El Caribe. En el caso del OEM-GC, la aplicación de la propuesta entrará en vigor a partir de la publicación de su decreto en el DOF, y representa un primer nivel de consenso entre los diferentes actores con interés en la región.

Entre los principales usuarios de la metodología de-sarrollada se tiene a las instituciones académicas encar-gadas de elaborar estudios técnicos de OEM, así como a los Órganos Técnicos de los procesos de OEM que se

promuevan en el futuro. Para el OEM-GC, los princi-pales usuarios son los sectores interesados en la región (pesca, acuacultura, conservación, turismo y pueblos in-dígenas) y los tres órdenes de gobierno (federal, estatal y municipal), que deberán incluir en su planeación los lineamientos y metas definidos en la etapa de propuesta.

En lo que concierne al desarrollo de procedimientos metodológicos, los siguientes esfuerzos se orientarán, en el corto plazo, a la elaboración de metodologías para estu-dios que integren tanto el ámbito marino como el terres-tre a nivel de ordenamientos costeros. Esto debido a que desde el punto de vista ambiental y socioeconómico, am-bos medios están estrechamente relacionados, y es muy difícil planear el uso del territorio costero y sus recursos naturales desde una perspectiva exclusivamente terrestre o marina. Asimismo, es fundamental generar bases de da-tos marinos, a nivel regional y para todo el país, en temas como biodiversidad, batimetría a escalas locales, disper-sión de contaminantes terrestres, procesos oceanográfi-cos, distribución de especies de importancia económica y ecológica e identificación de hábitats críticos, entre otros.

Ordenamiento Ecológico Regional

El ordenamiento ecológico regional representa un mar-co general para la planeación territorial en las regiones prioritarias (o de interés de la federación) del país. Por un lado, es un instrumento que facilita la coordinación institucional entre los tres órdenes de gobierno (princi-palmente al nivel federal y estatal) que tienen atribucio-nes concretas en el territorio, por lo que orienta espa-cialmente la aplicación de sus programas; por otro lado, ofrece un espacio de discusión para la búsqueda de con-sensos entre los principales actores de la región.

De esta forma, el ordenamiento ecológico regional ar-moniza los programas de la federación con los programas, intereses y necesidades regionales, generando un marco de planeación de las actividades desarrolladas sobre el te-

Ordenamiento Ecológico

Marino

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Planeación territorial

Hacia una propuesta conceptual y metodológica del ordenamiento ecológico marino: La regionalización marina

Al igual que el territorio continental, las áreas costeras y la zona de influencia marina correspondiente se han visto so-metidas a fuertes procesos de presión por parte de la po-blación, producto del uso poco planificado de los recursos naturales. Sin duda, una de las principales causas de esta situación es el régimen de propiedad existente en estas zo-nas, así como la delimitación de las mismas. Esta situación ha ocasionado en estas zonas una multitud de conflictos de uso que ponen en riesgo las probabilidades de conservación de las tierras, así como la efectividad del uso sustentable de los recursos presentes. El ordenamiento ecológico marino pue-de ser, en tanto instrumento de planeación, una herramienta adecuada en la búsqueda de consensos para lograr un apro-vechamiento sustentable de los recursos marinos.

Durante los años 2004 y 2006 se convocó a expertos del sector académico así como a representantes de la so-ciedad civil a participar en una serie de talleres cuyo obje-

tivo era avanzar hacia una propuesta del marco concep-tual metodológico del ordenamiento marino. El enfoque inicial fue la regionalización de los espacios marinos. Entre los resultados obtenidos se incluyen la definición de un procedimiento metodológico para la regionalización de zonas costeras, la revisión de metodologías para la repre-sentación espacial de las actividades productivas en el mar y para la identificación de hábitats críticos y la distribu-ción de especies de importancia ecológica y económica, así como la generación de una representación dinámica del cambio de temperatura de la superficie marina, y una propuesta integrada de regionalización para los mares de México. Estos productos son insumos para los futuros pro-cesos de OEM del país y podrán facilitar la elaboración de los estudios técnicos correspondientes.

Las experiencias generadas y los resultados obteni-dos se encuentran plasmados en diversas publicaciones de este instituto (Córdova et al. 2006; Rosete, et al., 2005 y 2006) y en la página electrónica del INE. Se espera que durante el año 2007 se publique el libro con los resultados de las investigaciones realizadas durante 2006.

rritorio que puede ser retomado al nivel local para definir concretamente las formas de manejo de los recursos natu-rales en procesos de planeación a mayor detalle.

Durante la pasada administración, el instrumento de planeación territorial-ambiental de mayor desarrollo y aplicación fue, sin duda alguna, el ordenamiento ecológi-co regional. Se generó un gran número estudios técnicos en sus modalidades estatal, macro-regional (aquellos que involucran más de un estado) y micro-regional (aquellos que incluyen varios municipios dentro de un mismo es-tado). Sin embargo, el porcentaje de los estudios decreta-dos fue muy bajo (inferior al 10%), por lo que en realidad este esfuerzo tuvo un impacto menor al deseado.

Con base en este panorama, durante la presente ad-ministración se estableció como objetivo hacer más efi-ciente el esfuerzo de planeación y concretar el decreto de los procesos existentes, en especial de aquellos que se consideraron como prioritarios para la federación. Para lograr ese objetivo se aplicó una estrategia de participa-ción social (tanto de los gobiernos locales como de la so-ciedad civil organizada) para poder construir la propues-ta de los ordenamientos ecológicos regionales mediante consensos. En este sentido el reglamento de la LGEEPA en materia de OE representa un avance en su instrumen-tación al sentar los requerimientos de participación y otros lineamientos importantes en los procesos de OE.

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El ordenamiento ecológico marino del Golfo de California

El 5 de junio del año 2004, en el marco de las celebraciones del día mundial del medio ambiente, cinco estados y seis dependencias de la administración pública federal firma-ron el convenio de coordinación del ordenamiento ecoló-gico marino del Golfo de California (OEMGC).

En esa fecha se convoc a diversos sectores produc-tivos y a la academia a conformar el Comité de OEMGC para trabajar conjuntamente en el desarrollo de dicho or-denamiento. Durante el periodo 2004-2006 el papel del INE se centró en presidir el Órgano Técnico del Comité mencionado.

El Órgano Técnico está integrado por 21 miembros: un representante de cada uno de los gobiernos de Baja Ca-lifornia, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa y Nayarit; un representante académico de cada estado; un represen-tante de cada una de las dependencias federales involu-cradas de la SAGARPA, SECTUR, SEMAR, SCT y SEGOB; y un representante de cada uno de los sectores productivos, pesca industrial, pesca ribereña, acuacultura, actividades turísticas, conservación y pueblos indígenas. En el Órga-no Técnico se establecen los lineamientos técnicos para la conducción del estudio de ordenamiento; se definen el área de estudio e índices de aptitud sectorial, y se elabora el pronóstico y la propuesta de OEM.

Los resultados de la etapa de caracterización se some-tieron a consulta pública durante los meses de septiembre a diciembre de 2005, y la etapa de propuesta durante los meses de junio a septiembre de 2006. Se espera que a fina-les de 2006 se publique en el Diario Oficial de la Federación el decreto, que contendrá: la Declaración de Principios de Sustentabilidad; las estrategias de aplicación general para la atención de problemas ambientales; y los lineamientos y estrategias a aplicar en las Unidades de Gestión Ambiental.

En la región del Golfo de California se ubican ecosis-temas muy conservados y únicos en su tipo, con especies de alto valor comercial y con una belleza escénica muy atractiva para el turismo. Al mismo tiempo, en esa región existe un fuerte desarrollo de diversas actividades produc-tivas. El OEMGC será un factor clave para la preservación y la protección de los ecosistemas, así como para la genera-ción de esquemas de aprovechamiento sustentable de los recursos naturales en las zonas marinas.

Ordenamiento Ecológico Regional

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Planeación territorial

El ordenamiento ecológico de la Región Mariposa Monarca

A principios de la presente administración se contaba con un estudio técnico concluido para el OE de la Región Mariposa Monarca, pero la etapa de propuesta solamente había sido consensuada con la Dirección de la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca. A iniciativa de los estados involucrados (estado de México y Michoacán), en el año 2002 se inició una serie de talleres de consulta con autoridades estatales, mu-nicipales, sector académico y organizaciones sociales. Como resultado de esos talleres, se concluyó que era necesaria la actualización del estudio, ya que los datos habían quedado obsoletos pues el estudio técnico se concluyó en el año 1998 y los datos utilizados correspondían a 1995. En el año 2004, el INE contrató y supervisó la actualización del estudio exis-tente hasta la etapa de pronóstico y se planteó la necesidad de construir la propuesta en forma consensuada con los go-biernos estatales y las organizaciones sociales de la región (INE-IG, 2006). Además, se redefinió el área de estudio a so-licitud de los gobiernos estatales, de tal forma que la actua-lización incluyó 27 municipios (11 del estado de México y 16 de Michoacán). En ese mismo año se instaló formalmente el Comité del Ordenamiento Ecológico, en el que el INE lleva la presidencia del Órgano Técnico. Durante el año 2005 se realizaron diversos talleres en los dos estados para revisar y validar las etapas actualizadas del estudio técnico, así como para comenzar a plantear una propuesta de aplicación de lineamientos, estrategias y acciones para la región. Durante el año 2006 el INE contrató y supervisó la integración de la etapa de propuesta, con base en los resultados obtenidos tanto en la actualización del estudio técnico como en los ta-lleres realizados durante el año anterior, con la finalidad de presentar una propuesta de ordenamiento ecológico facti-ble para su decreto al final de este mismo año.

El decreto de este ordenamiento dará como resultado la alineación de programas y proyectos de la APF, de los go-biernos estatales y municipales, así como de las ONG inte-resadas en la protección ambiental de la Región Mariposa Monarca. Estos programas y proyectos estarán orientados a frenar los problemas propios de la región tales como la tala clandestina, la explotación del bosque por la gran cantidad de industrias de aserrío, los incendios forestales, la erosión del suelo (por el cambio de uso forestal a uso agrícola) y la contaminación del agua. Además la propuesta de OE, dado el carácter integral de éste, también sentará las bases para dirigir estrategias y acciones para disminuir la pobreza de la que adolece la población, sobre todo, al atender uno de los principales problemas que es la falta de empleo. Esto último se logrará mediante la incorporación de la población en las acciones de protección ambiental así como en aquellas acti-vidades que permitan hacer un uso sustentable del territorio (como la actividad ecoturística).

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El ordenamiento ecológico de la Cuenca de Burgos

La Región Cuenca de Burgos abarca diversos ecosistemas con una alta biodiversidad que proveen de numerosos ser-vicios ambientales a la población. Entre los recursos de la re-gión se incluyen las vastas reservas de gas natural; recursos pesqueros; grandes áreas de humedales como la Laguna Madre, hábitat natural de varias especies de aves residen-tes y migratorias, así como de algunas especies marinas; y el Matorral Espinoso Tamaulipeco de gran importancia por sus poblaciones de fauna cinegética, entre otros.

El área de estudio comprende 208,586 km2 abarcando parcialmente el estado de Tamaulipas (19 municipios y 31 cuencas hídricas), Nuevo León (48 municipios y 15 cuen-cas) y Coahuila (31 municipios y 155 cuencas). En las últimas décadas, la presión antrópica ha aumentado considerable-mente a través de actividades extractivas de hidrocarburos, instalación de industrias maquiladoras y actividades agro-pecuarias. Por otro lado, el crecimiento urbano demanda cada vez mayores servicios y repercute en un incremento de la presión ejercida sobre los recursos naturales.

Ante esta situación, el 5 de agosto de 2003 se suscribió un convenio de colaboración que establece las bases para la instrumentación del proceso tendiente a la formulación, la aprobación, la expedición, la ejecución, la evaluación y la modificación del programa de ordenamiento ecológico de la Región Cuenca de Burgos, celebrado entre la Semar-nat, SedeSol y Pemex y los estados de Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas.

El INE lleva la presidencia del Órgano Técnico del Comi-té de Ordenamiento Ecológico; con ese papel ha conduci-do los trabajos técnicos del estudio de OE, en coordinación con representantes estatales y académicos de la región. Los avances hasta la fecha incluyen los términos de referencia para elaborar el estudio, las etapas de caracterización y diagnóstico, así como la realización de talleres participati-vos para determinar las áreas de interés de los sectores.

Se espera tener concluido el estudio técnico y lograr el decreto durante este año.

Desde 2001 el INE ha enfocado su esfuerzo en mate-ria de OE regional a la conducción, supervisión y asesoría técnica, en conjunto con los actores involucrados y fre-cuentemente en concurrencia con estados y municipios. Cuatro de los procesos de ordenamiento ecológico re-

gional de competencia federal en los que ha participado el INE son: OE de la Región Mariposa Monarca (INEIG, 2005), OE de la Región Cuenca de Burgos, OE de la Re-gión del Volcán Popocatépetl y su Zona de Influencia y el OE de la Cuenca del Río Tuxpan.

Ordenamiento Ecológico Regional

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Planeación territorial

Ordenamiento ecológico territorial de la Cuenca del río Tuxpan

La cuenca de río Tuxpan abarca 29 municipios, de los cuales cinco corresponden al estado de Hidalgo, seis al estado de Puebla y 18 al estado de Veracruz. En esta región se encuentran ecosistemas de gran importancia para la conservación de la biodiversidad y los servicios ambientales. Asimismo, la riqueza de combustibles fó-siles en el subsuelo hace que esta zona sea importante para el desarrollo de actividades petroleras y de pro-ducción de energía eléctrica. Entre los objetivos de este proceso se tiene la coordinación de acciones de la APF, y promover el desarrollo económico conservando los recursos naturales y los servicios y bienes ambientales.

En el año 2005 se firmó el convenio marco de coordi-nación entre Semarnat, Sedesol, CFE, Pemex y los go-biernos de los estados de Hidalgo, Puebla y Veracruz. Los resultados a la fecha son la delimitación del área de es-tudio, la formulación de los términos de referencia para contratar las etapas de caracterización y diagnóstico, la definición de la escala de trabajo (1:250,000), la integra-ción de la agenda ambiental, un listado de la información disponible y el perfil para la contratación del consultor. Se tiene previsto que durante el 2006 se concluyan las etapas de caracterización y diagnóstico.

Ordenamiento Ecológico de la región del Volcán Popocatépetl y su zona de influencia

El área de ordenamiento involucra a 34 municipios (11 en el estado de México, 5 en el estado de Morelos y 18 en el estado de Puebla). La importancia de este ordena-miento radica en la problemática ligada al riesgo de ori-gen volcánico, ya que existen varios núcleos de población en las inmediaciones del volcán (Semarnat, et al., 2004 y 2005). El objetivo general del ordenamiento ecológico es regular e inducir los usos del suelo y actividades pro-

ductivas bajo una perspectiva que compatibilice el apro-vechamiento y la conservación de los recursos naturales y reduzca la vulnerabilidad ante una contingencia volcá-nica. Durante el año 2003 se concluyeron las etapas de pronóstico y propuesta para Puebla, y se comenzó con la elaboración de esas mismas etapas para los estados de México y Morelos. En el 2004 se firmó el convenio de co-ordinación entre la Semarnat, Sedesol y los gobiernos de los estados de México, Morelos y Puebla. En el año 2005 se concluyó la consulta pública de la etapa de pro-puesta para el estado de Puebla, la cual se decretó en ese mismo año (Semarnat et. al., 2005).

También se concluyó la etapa de propuesta para el estado de México, y se conformó un grupo de trabajo de-rivado del Órgano Técnico para enriquecer la propuesta. Durante el año 2006 se concluyó la etapa de propuesta para el estado de Morelos y se inició el proceso de con-sulta pública para las propuestas en los estados de Méxi-co y Morelos. Se tiene contemplado que a finales de 2006 se pueda decretar la propuesta del ordenamiento ecoló-gico para ambos estados.

Por otra parte, el INE también ha apoyado con ase-soría técnica procesos de ordenamiento ecológico re-gional de competencia estatal, como los casos del OE de la región La Zacatecana, Zacatecas (Semarnat-SGM, 2006); el OE de las cuencas de los ríos Necaxa y Laxaxalpan correspondientes a los estados de Hidalgo, Puebla, Tlaxcala y Veracruz (INE, 2005); el OE de la Región Barrancas del Cobre, Chihuahua (Semarnat-CRM, 2002); el OE del estado de Michoacán; la actuali-zación del OE del estado de Colima; el OE de la Cuenca de Valle de Bravo, estado de México (UAEM, 2002); el OE de la costa de Yucatán; el OE de la Laguna de Coyu-tlán, Colima (Semarnat-CRM, 2002); el OE del estado de Tlaxcala; el OE de la Cuenca de Cuitzeo, Michoacán (SUMA-IG-UNAM, 2005)

Una labor técnica adicional ha sido la construcción de propuestas metodológicas para el OE. En este sentido,

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resalta la generación, entre el INE y la Semarnat, del Manual de Ordenamiento Ecológico Regional, mismo que será en breve publicado en medio impreso y digital. Este manual representa un avance importante hacia la estandarización de las metodologías que se aplican en los diversos procesos de ordenamiento ecológico regional a nivel nacional.

Una vez decretados, los ordenamientos ecológicos regionales se aplican en la planeación e implementación de los diferentes programas de gobierno, así como en la orientación de los recursos públicos hacia espacios geográficos concretos con la finalidad de alcanzar las metas específicas asignadas a cada porción del territo-rio en cuestión.

Los principales usuarios de los ordenamientos eco-lógicos regionales son los sectores interesados que in-teractúan en cada región y los tres órdenes de gobierno (federal, estatal y municipal), que deberán incluir en su planeación los lineamientos y metas definidos en la etapa de propuesta del OE.

En lo que se refiere al fortalecimiento de este instru-mento, es necesario llegar a establecer términos de re-ferencia consensuados entre la Semarnat y la sedesol para los estudios de OE y los de ordenamiento territorial a escala regional (al menos en sus modalidades de OE esta-tal y OE regional de zonas de interés para la federación).

Otro punto importante es el desarrollo de metodo-logías, por un lado para el establecimiento de consensos dentro de un proceso participativo, y por otro lado para poder identificar, en forma de atributos, los intereses de los sectores en el territorio y la definición de la aptitud te-rritorial para el desarrollo de las actividades sectoriales.

Ordenamiento Ecológico Local

En el ámbito municipal, el Ordenamiento Ecológico Local (OEL) apoya directamente la definición de los usos del suelo, vinculando hacia arriba la planeación del desa-

rrollo con los otros niveles de gobierno, y hacia abajo con la planeación comunitaria. Por lo corto de los periodos de gobierno en los municipios, y por la visión de 12 a 15 años prevista en el OEL, éste sirve de base para la confor-mación de los planes de desarrollo municipal, lo cual re-dunda en una planeación congruente de mediano plazo.

El ordenamiento ecológico local, como lo prevé la LGEEPA, se aplica en un municipio o parte de éste. Por ordenamiento ecológico local-comunitario se entiende la aplicación de técnicas de participación directa de los dueños de la tierra, generalmente campesinos, en un solo ejido, comunidad o propiedad privada, para la elabora-ción del estudio. Ambos tipos de ordenamientos fueron muy poco atendidos durante la administración 1994-2000. Se presentaron sólo 18 iniciativas, de las cuales menos de 10 llegaron al decreto.

En este sentido, el apoyo a los programas de OEL de-bía partir de la conformación de un marco conceptual y metodológico para su aplicación y la adquisición de ex-periencia en este ámbito de planeación. Para ello el INE se planteó el desarrollo de una serie de acciones tanto a nivel comunitario como a nivel municipal.

Al final de periodo administrativo señalado, tres fac-tores propiciaron un cambio en la atención al ordena-miento ecológico local y local-comunitario: a) la gran demanda de comunidades y ejidos que de manera directa o a través de la sociedad civil organizada solicitaron la participación del gobierno en sus procesos de planeación territorial; b) la vinculación del ordenamiento ecológico local (OEL) con las iniciativas de diferentes dependencias de la Semarnat que trabajaban con otros instrumentos de planeación territorial y el uso de los recursos natu-rales a nivel comunitario (ver cuadro 1); c) en el marco de la agenda de transversalidad entre la Semarnat y la Sedesol, por el carácter regulatorio y no sólo inducti-vo que ha prevalecido al nivel local, así como el interés compartido por el apoyo y fomento a los ordenamientos ecológicos y territoriales municipales.

Ordenamiento EcológicoRegional

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Planeación territorial

A nivel comunitario se alcanzaron los siguientes resultados:

• Elaboración de términos de referencia para los orde-namientos territoriales en el contexto local-comuni-tario, puesto que los términos de referencia de este tipo de ordenamientos, no seguían en su totalidad el esquema de los estudios de OE.

• Apoyo técnico, seguimiento y validación de estudios de ordenamiento territorial de nivel comunitario impulsa-dos por las instituciones y programas de la Semarnat

• Elaboración de una guía campesina para el ordena-miento ecológico local-comunitario.

En el contexto comunitario, entre los años 2001 y 2002, la Conanp y el INE impulsaron la elaboración de propuestas de Ordenamiento Ecológico Comunitario Participativo (OECP) en comunidades de varios estados del país, enfatizando el carácter participativo y de mane-jo integrado de cuencas. Esto se hizo en un trabajo con-junto denominado Ordenamiento Ecológico Comunita-rio Participativo en Áreas Naturales Protegidas (véase http://reliot.ine.gob.mx). Se realizaron seis estudios, de los cuales sólo uno logró la validación en cabildo muni-cipal, el ordenamiento de la Cuenca del río Coapa y Ejido de Coapa, en el municipio de Catazajá, Chiapas.

De igual manera, con participación de la Conanp, en el marco de un proyecto conjunto con la Agencia de Cooperación Técnica Alemana (GTZ por sus siglas en alemán), el INE participó en la elaboración de una pro-puesta que buscaba vincular las acciones del desarrollo hacia el interior del municipio de Calakmul, Campeche, y hacia fuera de éste con el estado y la federación. En el contexto de este trabajo con la Conanp y la GTZ se rea-lizaron talleres para la homologación de metodologías y su aplicación al contexto comunitario, y se insertaron técnicas de planeación participativa útiles para los fines del ordenamiento ecológico en el ejido La Guadalupe,

municipio de Calakmul, Campeche. El INE decidió con-tinuar con la aplicación de las herramientas, conducien-do, coordinando y financiando la realización del progra-ma de ordenamiento ecológico del ejido. A partir de éste y otros trabajos del INE, se pretende publicar una guía para el uso y manejo de herramientas de planeación par-ticipativa en la formulación del ordenamiento ecológico local-comunitario. Por su parte la GTZ ha continuado su trabajo en el ordenamiento ecológico local-municipal de Calakmul, buscando con ello una estrategia político-administrativa para mejorar la intervención de las ins-tituciones de gobierno y la sociedad civil que influya en el uso del suelo del municipio. En este marco de trabajo continúa la colaboración entre la GTZ y el INE.

Los resultados obtenidos a nivel municipal fueron los siguientes:

• Elaboración de términos de referencia, validados con-juntamente entre la Sedesol y la Semarnat, para el ordenamiento ecológico y territorial municipal.

• Apoyo técnico, seguimiento y validación de estudios de ordenamiento ecológico y territorial municipal.

• Desarrollo conceptual y metodológico para la eva-luación en la etapa de seguimiento del ordenamiento ecológico local.

• Con la colaboración técnica del INE, el Instituto para el Desarrollo Sustentable de Mesoamérica A.C. lo-gró en el año de 2004 la aprobación en cabildo mu-nicipal del Programa de Ordenamiento Ecológico del Municipio de Catazajá, Chiapas.

En el contexto municipal, uno de los principales es-fuerzos del INE en esta administración ha sido la armo-nización de los marcos conceptual y metodológico del ordenamiento ecológico y del ordenamiento territorial, de la Semarnat y la Sedesol respectivamente, en una propuesta única, aceptada por ambas dependencias para su presentación a la sociedad.

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Cuadro 1. Dependencias de la Semarnat y acciones relacionadas con el ordenamiento ecológico territorial local y local-comunitario

Institución Área, programa o proyecto Acciones desarrolladas

Conanp Dirección de Alternativas para el Desarrollo Ordenamiento comunitario mediante la estrategia Proder1

Programa de Manejo Integrado de Tres Ordenamiento territorial Ecorregiones Prioritarias de México (principalmente comunitario)

Conafor Conservación Indígena de la Biodiversidad Planeación comunitaria Programa de Desarrollo Forestal Ordenamiento forestal Comunitario (Procymaf) (principalmente comunitario o de cuenca)

Conabio Corredor Biológico Mesoamericano-México Ordenamiento territorial comunitario

En el contexto comunitario, entre los años 2001 y 2002, la Conanp y el INE impulsaron la elaboración de propuestas de Ordenamiento Ecológico Comunitario Participativo (OECP) en comunidades de varios esta-dos del país, enfatizando el carácter participativo y de manejo integrado de cuencas. Esto se hizo en un trabajo conjunto denominado Ordenamiento Ecológico Comu-nitario Participativo en Áreas Naturales Protegidas (ver http://reliot.ine.gob.mx/). Se realizaron seis estudios, de los cuales sólo uno logró la validación en cabildo muni-cipal, el ordenamiento de la Cuenca del río Coapa y Ejido de Coapa, en el municipio de Catazajá, Chiapas.

La colaboración intersecretarial se ha extendido al apoyo técnico conjunto y en algunos casos al financia-miento de diversos programas. En el año 2005 se apo-

yaron los primeros trece programas de ordenamiento ecológico y territorial municipal (ver cuadro 2).

Hasta el momento, sólo el programa de ordenamien-to ecológico y territorial del municipio de Rosario Te-sopaco, Sonora, ha sido aprobado por el cabildo muni-cipal. Entre los municipios a apoyar en el año 2006 se incluyen los municipios de Centro (Tabasco) y Veracruz (Veracruz), que serían apoyados por segunda vez, con la finalidad de que se concluyan los estudios y se validen en cabildo municipal (cuadro 3).

Finalmente, el grupo interinstitucional ha promovido una amplia interacción, retroalimentación y seguimiento de la aplicación de los términos de referencia desarrolla-dos, con el propósito de evaluar su aplicación en campo y mejorarlos.

* Las estrategias que tiene el Programa de Desarrollo Rural Sustentable (PRODERS) consisten en fortalecer la aplicación del ordenamiento ecológico a nivel subregional y comunitario, con el fin de difundir la idea de la conservación y la protección de la biodiversidad al interior de las comunidades dispersas en las regiones prioritarias para la conservación de la Conanp sin descuidar el desarrollo económico de las mismas.

Ordenamiento Ecológico

Local

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Planeación territorial

El INE le ha dado una gran importancia al trabajo a nivel comunitario, buscando generar un marco concep-tual y metodológico que permita a las organizaciones de la sociedad civil consolidar sus esfuerzos de planeación territorial, a través de la vinculación con el ordenamien-to ecológico local-municipal. Al asociar los ejercicios comunitarios de planeación territorial a un instrumento viable para ser aprobado a nivel municipal y decretado por el estado, se brinda mayor certidumbre a estos ejer-cicios, justamente en el nivel en que se hace realidad la planeación en la práctica cotidiana del uso del suelo.

Considerando lo anterior, el INE se planteó la elabora-ción de una guía metodológica que permitiera mantener el esquema institucional del ordenamiento ecológico y a la vez incorporar las herramientas de la planeación participa-tiva para la construcción de las propuestas de manejo co-munitario del territorio. Durante el 2003 y 2004 se elaboró la Guía campesina de ordenamiento ecológico local-comu-nitario (Carranza, en prensa), y durante el 2004 y 2005 se presentó para su enriquecimiento a las instituciones de go-bierno, a la sociedad civil organizada y a representantes de comunidades. Se analizó y se integró la retroalimentación recibida y en este año se publica la guía.

Los esfuerzos encaminados hacia el mejor desempe-ño de la planeación local-comunitaria son aprovechados por los municipios; en la mayoría de los casos sirven como referentes para hacer compatible la planeación municipal y para vincular al municipio con las comuni-dades reproduciendo estos ejercicios. Específicamente, el ordenamiento ecológico municipal permite la gestión y la toma de acuerdos entre los diferentes niveles de go-bierno que programan y realizan acciones en los muni-cipios y comunidades, sin perder de vista que la sociedad en su conjunto también puede utilizar el instrumento para los mismos fines, sobre todo en relación con el ám-bito municipal.

En un futuro inmediato, será importante mantener el trabajo transversal y avanzar en la conformación uni-

ficada de los marcos conceptual y metodológico en todos sus niveles de aplicación, ya que de otra manera seguirán existiendo confusiones y redundancia en los esfuerzos de ambas dependencias. Conformar una base sólida que per-mita vincular al nivel local-comunitario y a los municipios con los diferentes niveles de planeación territorial y con el desarrollo del país, es otro de los retos, así como también contribuir, a través de la aplicación del ordenamiento eco-lógico, al fortalecimiento del municipio como eje articula-dor entre los tres niveles de gobierno, entre sus institucio-nes y con los usuarios y usufructuarios del territorio.

Serie de Planeación Territorial

Debido a la importancia del tema y a la insuficiencia de materiales editoriales sobre planeación territorial, el INE en 2006 decidió comenzar la edición de una serie dedi-cada a este tópico. El propósito es apoyar los ejercicios de planeación territorial en el país, brindando metodo-logías, lineamientos y reseñas que pudieran facilitar y enriquecer dichas labores. Los títulos que aparecerán en 2006 incluyen: Ordenamiento territorial comunita-rio; Guía campesina para la elaboración de estudios de ordenamiento ecológico local–comunitario; Semblanza histórica del ordenamiento ecológico territorial en México; Naturaleza, saberes y territorios comcáac (seri) y Aproximaciones metodológicas al ordenamiento ecoló-gico marino. En el 2007, se tiene previsto publicar libros sobre generación de unidades de paisaje, cartografía de sistemas naturales, instrumentos de política para océa-nos y costas y regionalización marina, entre otros.

Geoprocesamiento de datos espaciales para la planeación territorial y el manejo de recursos naturales

Todo trabajo territorial requiere de una clara referen-cia geográfica. Los Sistemas de Información Geográfica

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consulta y el análisis de la información territorial utili-zada en los estudios de Ordenamiento Ecológico General del Territorio (OEGT). El SIORE funcionaba con la plata-forma de Arc/Info en su versión Workstation y se diseñó como una interfaz por medio de menús que facilitaba al usuario el uso del sistema para la consulta y análisis de la base de datos del OEGT.

Por la carencia de datos geográficos, la mayoría de los insumos cartográficos digitales que formaban la base de datos del SIORE se generaron, principalmente, a dos es-calas geográficas: 1:4,000,000 y 1:1,000,000. En menor medida había productos a escala 1:250,000.

En menos de una década, ya se había avanzado mucho en cuanto a la obtención de datos, y la percepción remota estaba dando la oportunidad de generar y actualizar con relativa rapidez y facilidad información del territorio. Es así que al inicio de la presente gestión del gobierno fede-ral, se estableció la posibilidad de ampliar la base de datos geográfica, principalmente a escala 1:250,000, con el fin de apoyar más y de mejor manera los estudios de ordena-miento ecológico en sus distintos niveles. De esta forma,

Cuadro 2. Procesos de ordenamiento ecológico y territorial apoyados por la Sedesol,

la Semarnat y el INE en el año 2005

Con financiamiento del programa Hábitat de Sedesol

Estado Municipio

Campeche CampecheCampeche EscárcegaCampeche ChampotónMorelos TlaltizapanGuerrero José AzuetaMorelos JiutepecPuebla TehuacánPuebla San Martín TexmelucanTabasco CentroTamaulipas Ciudad VictoriaVeracruz Veracruz

Con financiamiento de microrregiones de Sedesol e INE

Sonora Rosario Tesopaco

Con financiamiento de agencias Hábitat de Sedesol

Yucatán MéridaJalisco Tonalá

Cuadro 3. Procesos de ordenamiento ecológico y territorial apoyados por la Sedesol,

la Semarnat y el INE en el año 2006

Estado Municipio

Morelos Zacatepec Cuautla TemixcoAguascalientes AguascalientesVeracruz VeracruzHermosillo SonoraPuebla TepeacaTabasco Centro

(SIG) han venido a cambiar la visión y las formas en que se realiza la planeación territorial, y el INE ha sido van-guardista en su aplicación para este propósito.

Durante el periodo 1995-2000, se desarrolló el Sistema de Información para el Ordenamiento Ecológico (SIORE). Este sistema tenía como objetivo facilitar y agilizar la

Ordenamiento Ecológico

Local

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Planeación territorial

Cartografía de la biodiversidad*

En momentos en los cuales México está completando sus inventarios de plantas y animales silvestres, se hace nece-sario conocer también la ubicación geográfica de estos recursos, bien sea para fines de su conservación y preser-vación in situ, como también para su posible aprovecha-miento sostenible.

Existe una demanda creciente de información sobre la distribución de los taxa (corología) para la evaluación correcta y geográficamente comparable de la biodiversi-dad. Es a través de este conocimiento que podemos ubi-car en el tiempo y en el espacio las áreas de mayor riqueza de especies, los cambios en la estructura, composición y abundancia de las mismas y con ello podemos delinear las políticas de uso y conservación de estos recursos.

Todo proyecto que tenga como objetivo cartogra-fiar la distribución de la diversidad biológica necesita de un mecanismo que le permita acopiar la información en una base de datos georeferenciada que además permita la unificación de conceptos y metodologías. Para lo an-terior se requiere de personal conformado por expertos, profesionales y estudiantes en las áreas de fitogeografía, zoogeografía, biogeografía, corología y cartografía de la biodiversidad.

Existen diversas fuentes para obtener información sobre la distribución de la biodiversidad, sin embargo, la información georeferenciada de manera sistemática y confiable es una práctica que tiene menos de dos décadas. Por lo general se recomienda trabajar con información ya publicada u obtenida de herbarios, museos y colecciones. En México de manera oficial y para este tema destacan las bases de datos y cartografía del INEGI y de la CONABIO.

Los productos cartográficos derivados de la mani-pulación de los datos georeferenciados de flora y fauna

—en ocasiones aprovechando algunas variables físicas y sociales del ambiente— se plasman en mapas de flora y fauna, de áreas de concentración de especies endémicas o amenazadas, de regiones y taxa prioritarias para la conser-vación, de pesquerías, de zonas maderables, de regiones ecológicas, de tipos de vegetación, de áreas cinegéticas, entre muchos otros.

La cartografía vegetal dentro de las distintas expre-siones de modelar la distribución de la diversidad vegetal es la que tiene más avances en México, lo anterior princi-palmente por el mayor conocimiento de este grupo y la naturaleza sedentaria del mismo lo que permite de una manera más directa el estudio y el registro de los cambios en el espacio y en el tiempo.

Otro aspecto importante respecto a la cartografía de la vegetación es que México esta en el camino de sistema-tizar sus metodologías con el objetivo de perfeccionar los inventarios periódicos que hace el país al respecto. Estas descripciones permiten analizar como los recursos fores-tales varían en el tiempo y en el espacio lo que permite dirigir las acciones pertinentes según sea el caso.

La cartografía de la biodiversidad, es sin duda, una de las principales herramientas para conocer y asimilar la dis-tribución de las especies. Este conocimiento nos permite tomar importantes decisiones relativas al aprovechamien-to y permanencia de este valioso recurso. Por lo anterior, queda claro que esta actividad debe ser impulsada y apo-yada en el corto plazo desde los programas de las carreras de geografía y la biología hasta los presupuestos que se invierten a esta actividad.

*Tomado de: Bocco et al., 2004.

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Geo-procesamiento

de datos espaciales

La percepción remota en el INE

El medio ambiente y los recursos naturales se encuentran en constante cambio debido, en gran medida, a las acti-vidades humanas. Para comprender muchas de las inte-rrelaciones complejas de los fenómenos que causan estos cambios, es necesario analizar una gama de escalas tanto temporales como espaciales. El estudio de la superficie de la Tierra, por medio de la percepción remota, puede ser una manera eficaz y económica de colectar datos a escalas temporales y espaciales necesarias para el monitoreo de cambios y fenómenos de un territorio.

La percepción remota comprende los métodos, las técnicas y la instrumentación para la observación de la su-perficie de la Tierra a distancia, así como la interpretación de las imágenes obtenidas con el fin de adquirir informa-ción significativa de los objetos de interés.

En el INE la percepción remota se empezó a usar re-cientemente. Una aplicación importante es en el estudio de la vegetación. En el instituto se han generado mapas te-máticos de formaciones o tipos de vegetación por medio de diferentes métodos. Algunos de los principales trabajos realizados son:

• Análisis y evaluación de los cambios de uso del suelo y vegetación en el área de Petatlán, Guerrero.

• Evaluación preliminar del estado de conservación de los bosques del ejido Río Frío del Estado de México.

• Elaboración de cartografía de formaciones vege-tales del Área de Flora y Fauna Cuatro Ciénegas en Coahuila.

Otra aplicación es la delimitación y la clasificación de humedales por medio de sensores remotos como forma de adquirir información para el Inventario Nacional de Hu-medales. Dada la magnitud del proyecto del INH, el uso de sensores remotos constituye un método que permite una eficiente relación costo-beneficio en la obtención de infor-mación para grandes áreas como es el territorio nacional.

Actualmente, en el instituto se está desarrollando un proyecto piloto de monitoreo del crecimiento de la zona urbana sobre áreas de conservación en el Gran Bosque de Agua. En este proyecto, la percepción remota se utiliza para detectar la dinámica de cambio en el ámbito urbano-rural, aportando elementos para la planeación y conserva-ción de las áreas forestales que circundan a las zonas me-tropolitanas de la Ciudad de México, Toluca y Cuernavaca.

en el año 2001 se propuso como meta presidencial el desa-rrollo del proyecto Sistema de Cartografía en Línea.

El Sistema de Cartografía en Línea se implementó inicialmente con el objetivo de poner a disposición de especialistas, académicos y público en general, la infor-mación cartográfica base para apoyar los estudios de ordenamiento ecológico general del territorio y otros ejercicios de planeación territorial. Posteriormente el ob-jetivo se amplió para considerar la producción y difusión de cartografía digital especializada en temas de Orde-namiento Ecológico, Conservación de los Ecosistemas y

el Manejo Integrado de Cuencas Hídricas, producida a través de investigaciones del instituto.

El diseño e implementación de este sistema de con-sulta por Internet se basa en el software ArcIMS de ESRI, que incorpora capacidades de alta personalización y co-nectividad con la plataforma SIG institucional. El sistema también soporta estándares del Open GIS Consortium, que al ser estándares abiertos, permiten la interoperabi-lidad con otras plataformas.

A través de este sistema el usuario puede visualizar y consultar la cartografía y bases de datos relativas a la

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Planeación territorial

planeación territorial, manejo de cuencas y conservación de ecosistemas. También pueden ser consultados los me-tadatos1 correspondientes a los mapas publicados, infor-mes de proyecto, estadísticas y fichas técnicas.

La información que integra actualmente el Sistema de Cartografía en Línea, contempla temas tanto del me-dio natural como del medio socioeconómico que son bá-sicos para llevar a cabo el análisis de diversos problemas relacionados con el medio ambiente y el manejo de los recursos naturales.

Actualmente se cuenta con 135 productos organiza-dos en cinco temas: medio físico, medio biótico, medio social, medio económico y estudios regionales. Dentro de los temas del medio físico, se encuentran el relieve y la hidrología.

En este caso, se dispone de la delimitación de cuencas hidrográficas y la morfometría del terreno a nivel nacio-nal. Los temas del medio biótico incluyen los mapas de uso del suelo y vegetación así como una serie de mapas que muestran la distribución geográfica de diferentes especies de flora y fauna a nivel nacional. Estos mapas fueron elaborados en el INE a partir de datos correspon-dientes a colecciones zoológicas y de herbarios que pue-den encontrarse en la Conabio e instituciones académi-cas de alcance nacional.

La cartografía del medio social está conformada por una serie de mapas temáticos, los cuales revelan la dis-tribución territorial de los fenómenos sociales. Se ela-boraron a partir de la cuantificación de atributos de la población, por medio de indicadores y de su representa-ción cartográfica, tomando como unidad de referencia espacial al municipio. La importancia de la representa-ción cartográfica de los indicadores sociales estriba en su

capacidad de mostrar, de manera abreviada, el patrón de emplazamiento y la situación concreta de las cualidades de la población en los años 1990 y 2000.

Los mapas del medio económico, al igual que los del medio social, se elaboraron a partir de la valoración cuantitativa de los atributos relativos a la producción de bienes y servicios representados, básicamente, mediante la referencia espacial municipal. En este caso, los mapas muestran de manera abreviada la distribución geográfica y las características de las formas de producción de los sectores primario (1991), secundario (1994 y 1998) y ter-ciario (1994 y 1998).

Como parte de la cartografía en línea se presentan dos estudios de carácter regional: Sur-Sureste y Cuen-ca Lerma-Chapala. En cuanto a la Región Sur-Sureste, el trabajo del INE consistió en la elaboración de aproxi-madamente 80 indicadores que fueron organizados con base en los aspectos más generales del territorio: medio físico, medio biótico y medio socio-económico. Se realizó la representación cartográfica de los indica-dores; esto permitió conformar una base de datos con información a escala 1:250,000 cuyas unidades espa-ciales de análisis utilizadas fueron el municipio y la localidad, para el aspecto socio-económico, mientras que los aspectos físico y biótico quedaron represen-tados según la distribución natural de las categorías definidas para cada indicador. Con esta información el INE contribuyó a la identificación de zonas críticas y prioritarias, a la determinación de las potencialidades y limitaciones del medio natural de la Región Sur-Su-reste, así como a la elaboración de estrategias de desa-rrollo socio-económico para el manejo sustentable de los recursos naturales.

El estudio integral de la Cuenca Lerma-Chapala se desarrolló a escala 1:250,000. Su propósito es conocer el estado actual de los paisajes del territorio y lograr una zonificación funcional socioeconómica que tenga en cuenta las zonas de funcionamiento hidrográfico (cabe-

1 Los metadatos, proporcionan información complementaria al usuario acerca del autor, la fecha de elaboración, fuentes de datos y metodologías, proyección cartográfica, entre otros.

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cera, captación-transporte y emisión) de la cuenca y sus potenciales naturales para el desarrollo de diferentes ac-tividades socioeconómicas.

La información de la base de datos geográfica producto de los proyectos de investigación del INE, está disponible para el público en general. Sin embargo, los usuarios que con mayor frecuencia solicitan los insumos cartográficos del instituto, son aquellos dedicados a la investigación en materia de la problemática ambiental y la planeación del territorio, incluyendo los que se relacionan con la elabora-ción de los programas de ordenamiento ecológico.

Entre los diferentes usuarios se encuentran las insti-tuciones del sector ambiental, tales como diversas áreas de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Natu-rales, órganos estatales de ecología, así como algunas organizaciones no gubernamentales. En el ámbito aca-démico, se han facilitado anualmente una gran cantidad de productos cartográficos a universidades atendiendo solicitudes de investigadores y tesistas de todo el país.

Los beneficios que aporta el Sistema de Cartografía en Línea se basan en proporcionar información sobre temas ambientales y recursos naturales a un público amplio de forma ágil y atractiva. A través de la carto-grafía en línea, el usuario puede conocer la información disponible y sus características con el fin de evaluar si le es útil a sus propósitos. En caso afirmativo, el INE, a

solicitud del usuario, proporciona las bases de datos di-gitales completas y sin costo alguno. De esta forma, se contribuye al mejoramiento de las capacidades técnicas de las instituciones que se dedican al desarrollo de pro-yectos relacionados con los problemas ambientales que se presentan sobre el territorio.

Como parte de las acciones a futuro se pueden men-cionar las siguientes. El Sistema de Cartografía en Línea continuará siendo alimentado con los resultados de los proyectos de investigación del INE. También se contem-pla su actualización, para hacer más atractiva la presen-tación al público y facilitar su navegación así como la consulta de la información.

En el rubro de la administración de las bases de datos geográficas, se contempla su migración a un sis-tema de referencia (datum) nuevo. Este procedimiento tendrá como fin facilitar a los usuarios la integración de la información del INE con las bases de datos geo-gráficas de otras instituciones como el INEGI y datos satelitales.

Finalmente, se espera incrementar la aplicación de la percepción remota en los proyectos del INE, esto con di-ferentes fines: la adquisición de datos sobre los recursos naturales a escalas más detalladas, la generación de car-tografía temática, y el estudio de la dinámica del cambio de uso de suelo en el territorio nacional.

Geo-procesamiento

de datos espaciales

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Planeación territorial

Manejo integral de cuencas hídricas

En las últimas décadas, la cuenca hidrográfica ha al-canzado un amplio reconocimiento como unidad es-pacial para la planeación que posibilita la gestión de recursos naturales en un marco de transversalidad de políticas sectoriales. En América Latina, este proceso ha prevalecido y se ha fortalecido durante las últimas décadas, de tal modo que algunos países cuentan hoy en día con instituciones federales dedicadas a este en-foque de planeación.

Asimismo, varias instituciones internacionales pro-mueven esta perspectiva. Entre ellas, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD, por sus siglas en inglés), quien recomendó a México “for-

talecer y desarrollar más un enfoque integral de mane-jo de cuencas tanto para mejorar la gestión de recursos hídricos y forestales como para proporcionar servicios relacionados con el medio ambiente de manera más efi-ciente” (OECD, 2003: 68).

Con el inicio de este sexenio, el Programa Nacional de Medio Ambiente y Recursos Naturales (2001-2006) señaló que “la nueva política ambiental va más allá de un enfoque puramente ecológico y considera que los recur-sos naturales deben ser manejados en forma conjunta. Para lograr el manejo integral de los recursos naturales en el territorio se adoptará un enfoque integral de cuen-cas” (PNMARN, 2001:72). Para ejecutar esta política se advirtió la necesidad de organizar al sector medio am-biente a nivel federal de una manera compatible con este

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concepto e impulsar la descentralización de algunas atri-buciones ambientales (Semarnat, 2001).

El cambio de enfoque de planeación y gestión, desde unidades políticoadministrativas hacia unidades confor-madas por límites naturales, implicaba el cambio de mu-chos paradigmas. Ante este reto, el INE se planteó como objetivos principales en este tema:

i. Fortalecer e impulsar el desarrollo de proyectos de investigación en materia de conservación y manejo de los recursos naturales en cuencas hídricas, a tra-vés de acuerdos y mecanismos de coordinación con los tres niveles de gobierno y sectores académico, so-cial y privado.

ii. Identificar, diseñar y elaborar propuestas concep-tuales y metodológicas para el desarrollo de estudios y proyectos relacionados con el manejo integral de cuencas hídricas.

iii. Formular propuestas de políticas públicas para el ma-nejo integral de cuencas hídricas.

El INE considera a la cuenca hídrica como una uni-dad delimitada por la divisoria de las aguas, también co-nocido como parteaguas, que abarca un territorio sujeto a interacciones sistémicas entre el medio biofísico, los modos de apropiación del territorio (considerando eco-nomía, tecnología, organización social e identidades cul-turales) y las instituciones existentes.

La investigación de la problemática en una unidad te-rritorial definida naturalmente, como lo es una cuenca hídrica, ofrece diversas ventajas analíticas, ya que por un lado permite la comprensión de la dinámica del agua y sus interrelaciones con el sistema biofísico, y por otro lado, posibilita tanto considerar como evaluar las exter-nalidades causadas por los diferentes usos y usuarios.

El concepto de manejo integral de cuencas (MIC) lo define el INE como el proceso de planeación, imple-mentación y evaluación de acciones y medidas dirigidas

al aprovechamiento adecuado de los recursos naturales con fines productivos, de conservación de ecosistemas y de control y prevención de los procesos de degradación ambiental, en el contexto de una cuenca hidrográfica como unidad territorial. Este proceso conlleva la gestión participativa para fomentar el desarrollo de capacidades locales, y su objetivo final es el logro de formas de desa-rrollo social, económico y ambiental sostenibles y sus-tentables en el mediano y largo plazo.

En ese sentido, la utilización de esta unidad territo-rial busca la gestión equilibrada de los recursos naturales y la integración de los actores involucrados en una sola problemática, en lugar de atender varios problemas sec-toriales dispersos. Por ello, un supuesto básico para la instrumentación del MIC es la capacidad de los actores para coordinarse entre sí y lograr acciones conjuntas en torno a un objetivo común.

Las investigaciones que se han realizado en el INE durante este sexenio, y que se describen en esta sección, se hicieron de manera conjunta con otras instituciones, tanto académicas como gubernamentales y ONG; todas han sido difundidas en diferentes medios escritos (revis-tas, libros, medios electrónicos y memorias de congre-sos). Estos proyectos de investigación se realizaron para reforzar el conocimiento de los procesos y arreglos que se requieren para el uso de la cuenca como unidad de planeación y gestión, tanto desde el ámbito geográfico-ambiental como social-institucional.

Bases técnicas para la planeación y la gestión de cuencas a nivel nacional

La planeación es un mecanismo para dar certeza a la toma de decisiones porque de esta manera se garantiza que los recursos se asignen a las acciones más pertinentes y se minimiza el riesgo de que las políticas se deformen en el proceso de implementación. Para que este proceso logre su fin, tiene que estar basado en información científica

Manejo integral

de cuencas hídricas

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Planeación territorial

sólida expresada en un lenguaje claro. Habiendo deter-minado a la cuenca hidrográfica como unidad de pla-neación, el INE se abocó a elaborar los insumos necesa-rios para, primero, elaborar una delimitación de cuencas consensuada con otras instituciones (CNA e INEGI) y, segundo, presentar la información ambiental y socioeco-nómica por cuencas.

Uno de los principales requisitos de una delimitación de cuencas (como de cualquier otra clasificación) está su carácter consensual que provea un lenguaje común para estudios a escalas regional y nacional, lo cual contribui-ría a mejorar la comunicación entre tomadores de deci-siones. Ante este reto, el Instituto Nacional de Ecología en coordinación con el INEGI y la CNA establecieron un grupo de trabajo interinstitucional para el estableci-miento de los criterios, la metodología y la delimitación de cuencas a nivel nacional.

Ya que una de las premisas fundamentales para la instrumentación del manejo integral de cuencas consti-tuye la definición de estas unidades territoriales, nuestro primer paso consistió en definir a la cuenca hidrográfica conceptualmente para después, aplicar dicho concepto a la realidad territorial. Como proyecto complementario, se está desarrollando un sistema de información geográ-fica que aporte indicadores ambientales y socioeconómi-cos para cada una de las cuencas hidrográficas.

A comienzos del sexenio, la Semarnat, en concor-dancia con diversas instituciones internacionales, plan-teó la necesidad de utilizar a la cuenca hidrográfica como unidad espacial para la planeación y gestión. Uno de los principales problemas a los cuales se enfrentó fue la au-sencia de una delimitación de cuencas consensuada al interior del país.

Esta información constituye un paso importante para la determinación de una unidad espacial de planeación común para el sector ambiental.

La gestión de los recursos naturales en cuencas en México no es una práctica nueva. En años anteriores

Criterios y metodología para delimitación de cuencas a nivel nacional

Los criterios utilizados por el grupo interinstitucional INE-INEGI-CNA para la delimitación de las cuencas fueron ex-clusivamente naturales: hidrología superficial y morfogra-fía, y se excluyeron criterios como tamaño, uso del suelo, grado de contaminación y características administrativas. De esta forma, se delimitaron cuencas de carácter endo-rreico y exorreico; asimismo se definieron criterios para la denominación de cada cuenca (Cotler et al., 2006).

Como resultado se generó el mapa nacional de cuen-cas hidrográficas a escala 1:250,000. Este mapa se constru-yó utilizando técnicas tradicionales de análisis cartográfico en conjunto con herramientas de Sistemas de Información Geográfica (SIG). Adicionalmente se elaboró una base de datos asociada y metadatos.

Según este procedimiento, el país cuenta con 1448 cuencas hidrográficas continentales de las cuales, el 56% (817) son menores de 50 km2 y ocupan menos del 1% del territorio nacional.

diversas instituciones académicas, gubernamentales y ONG privilegiaron esta práctica. El manejo de cuencas implica numerosos temas, desde aspectos ambientales a tópicos de gestión, política y gobernabilidad. Una prime-ra exploración de esos temas en México, donde se integró el conocimiento de varios expertos, se plasmó en Cotler (2004). Por otra parte, para establecer lineamientos que hagan posible la gestión de recursos naturales en cuen-cas se elaboró un proyecto con la finalidad de: (i) pden-tificar las condiciones institucionales, organizacionales, socioeconómicas y medio ambientales que intervienen en proyectos para aplicar el manejo integral de cuencas sostenible; (ii) generar recomendaciones sobre las condi-ciones, arreglos y acciones que se requieren para llevar

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Manejo integral de cuencas

hídricas

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Planeación territorial

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Bases técnicas para la planeación

a cabo un manejo integral de cuencas en México; (iii) generar recomendaciones sobre políticas públicas que podrían impulsar el manejo integrado de recursos natu-rales en cuencas hídricas.

La necesidad de establecer un mejor manejo de los recursos naturales está impulsando a un gran número de municipios a considerar a las microcuencas como uni-dades de planeación y gestión, por lo cual las lecciones aprendidas de distintos casos de estudio a nivel nacio-nal serán de gran utilidad tanto para municipios como para ONG y diversas entidades gubernamentales. Poste-riormente, a partir de este estudio se podrán extraer los

principales elementos y pasos metodológicos necesarios para un plan de manejo integral de cuencas en México.

A partir de la caracterización de cuencas a nivel na-cional se priorizarán las cuencas en función de su dete-rioro natural así como de indicadores socioeconómicos. Este estudio requerirá del diseño de un marco conceptual especializado y multidisciplinario en el que se aplicarán técnicas de análisis espacial multicriterio utilizando a los sistemas de información geográfica como herramienta operativa.

Por otro lado, se elaborará un documento sobre las lecciones aprendidas del manejo de cuencas en México, el cual resumirá parte de la memoria histórica de los aciertos y fracasos de este instrumento de planeación y gestión que se ha venido desarrollando durante más de una década en el país.

La descentralización ambiental en México

En el Programa Nacional de Medio Ambiente y Recursos Naturales (PNMARN), 2001-2006, se estableció que una de las estrategias de gestión para desarrollar y consolidar los sistemas de manejo de los recursos naturales, asegu-rar la participación y corresponsabilidad social y promo-ver la descentralización del manejo y la administración, sería la de tomar como unidad de gestión la cuenca hi-drológica (Semarnat, 2001).

Para el gobierno federal, introducir la cuenca como unidad de gestión en la distribución de competencias, inherente al proceso de descentralización, agregaba un grado de dificultad más al reto de descentralización de otros sectores. Esta dificultad radica, principalmente, en la diferencia entre los límites políticoadministrativos de las entidades federativas y los municipios, y los límites naturales de una cuenca; en la interdependencia entre los recursos naturales de los estados que la conforman; y en el carácter de bien público de los bienes y servicios derivados del cuidado y la conservación de una cuenca. De tal modo

Manejo de cuencas en México: algunos resultados

La primera parte de este proyecto (recopilación de datos en campo para conocer las acciones realizadas) recibió el apoyo económico de la WWF-México, a través del Centro de Investigaciones de Ecosistemas-UNAM.

Los principales resultados mostraron que hoy en día, en México, se está realizando un número significativo de casos de manejo integral de cuencas, a lo largo del país, con particular énfasis en Guanajuato, Jalisco, Durango y Guerrero. Estos procesos son dirigidos por diferentes instituciones. Resaltan los esfuerzos encabezados por el Programa Nacional de Microcuencas a cargo del FIRCO-SAGARPA, seguidos por otras instituciones federales como Semarnat, Conafor, Conanp y con la activa participación de varias organizaciones no gubernamentales. Los casos de manejo de cuencas, subcuencas y microcuencas, son muy desiguales entre sí. Las diferencias se deben a la ex-tensión que abarcan (que puede variar entre 6 y 285 km2), el enfoque establecido por la institución líder, el tipo de participación social, las fuentes de financiamiento, las condiciones ambientales y las acciones ejecutadas, entre otras.

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Planeación territorial

que los efectos de la política ambiental de un estado sobre otras jurisdicciones exigía la uniformidad de políticas y la coordinación entre los estados involucrados.

Conscientes de esta dificultad, en el INE se diseñó una estrategia para coadyuvar a traducir una política descen-tralizadora en resultados para el medio ambiente y para la sociedad. Con el objetivo de apoyar a la Semarnat en el proceso emprendido, el INE desarrolló varios proyectos de investigación sobre el tema de la descentralización.

En un inicio, se estudió el estado y los planes del pro-ceso descentralizador en el sector ambiental desde di-versas perspectivas. Para ello, el INE conjuntó la parti-cipación de los expertos más reconocidos en el tema a nivel nacional, organizando un taller de discusión cuyos resultados fueron posteriormente publicados en La des-centralización en México: experiencias y reflexiones para orientar la política ambiental (Rodríguez, 2003c).

El campo de aplicación de los productos obtenidos se sitúa en la esfera del diseño de mecanismos de coordina-ción pertinentes para instrumentar una gestión ambien-tal descentralizada. Tales mecanismos pueden ser la de-finición de criterios para la distribución de competencias o un listado de insumos para la elaboración de manuales de operación. Lo anterior nos lleva a identificar como usuarios potenciales no sólo a las organizaciones que in-tegran el sector ambiental a nivel federal, sino también a los gobiernos estatales y municipales.

Cabe destacar que si bien el tema de la descentraliza-ción en México ocupa un lugar importante en la agenda de los gobiernos, la descentralización en el sector am-biental sigue todavía en una fase preliminar, por lo que es necesario desarrollar los mecanismos de implemen-tación más adecuados que permitan evaluar hasta qué nivel resulta conveniente la descentralización del sector ambiental y bajo qué figuras. Mientras tanto, el aporte de este Instituto al tema en cuestión, es una caja de herra-mientas que permitirá a los tomadores de decisión ana-lizar todo el abanico de posibilidades existente, conside-

Descentralización ambiental en México: algunos resultados

Uno de los aportes más sobresalientes en este tema fue la elaboración de un listado exhaustivo de las funciones de la Semarnat en los ámbitos federal, estatal y municipal, que podrían eventualmente dividirse en un proceso no sólo de descentralización, sino de ordenamiento funcional. Con la elaboración de este listado, el instituto ofreció un certero punto de partida para la definición de competencias, la elaboración de manuales de operación y la determinación de los mecanismos de coordinación entre los diferentes niveles de gobierno. Estos mecanismos de coordinación se extendieron a la federación y a las denominadas “coor-dinaciones regionales de cuenca”, en el entendido de que sería ésta la figura adoptada para llevar a cabo la gestión por cuencas (Quántica, 2003).

Divulgación de resultados

Para la divulgación de los resultados obtenidos, se gene-raron tres publicaciones electrónicas: Marco teórico para sustentar la propuesta de distribución de facultades por nivel de gobierno (Rodríguez, 2003a); El ejercicio de la autoridad ambiental: descentralización versus manejo federal (Rodríguez, 2003b) y Manejo Ambiental por Co-ordinaciones Regionales de Cuenca y su Financiamiento (Quántica, 2003). Además, se publicó el libro “La Descen-tralización en México: experiencias y reflexiones para orientar la política ambiental” (Rodríguez, 2003c). Adicio-nalmente, los resultados de las investigaciones realizadas fueron presentados en foros internacionales tales como el Tercer Congreso Latinoamericano de Cuencas Hidrográfi-cas, en Arequipa, Perú, en junio de 2003.

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rando los pesos y contrapesos que permitan optar por las mejores decisiones.

Análisis socioambiental de la cuenca Lerma-Chapala: insumos para tomadores de decisiones

El análisis socio-ambiental de una cuenca, como unidad de manejo, adquiere relevancia en la medida que brinda a los tomadores de decisión un mejor conocimiento de la forma en la que las acciones diseñadas afectarán positi-va o negativamente no sólo el entorno ambiental, sino a la sociedad en su conjunto. Tal cometido lo logra al iden-tificar, en primer lugar, las relaciones de interdependen-cia entre las características físicas del agua, sus usuarios y usos principales. En segundo lugar, permite conocer la forma en que las características de los subsistemas eco-nómicos, los patrones demográficos y las dinámicas so-cioculturales que se conjugan en las cuencas, estructu-ran y organizan el territorio.

Al inicio de 2003, a petición de la Semarnat, el INE llevó a cabo diversos estudios para la elaboración de un diagnóstico socioambiental de la Cuenca Lerma-Cha-pala. El propósito fue avanzar en el conocimiento de los problemas ambientales derivados del manejo de los re-cursos naturales que han afectado significativamente el ciclo hidrológico en la región.

Con esta iniciativa se pretendía atender el enfoque de cuenca propuesto en el PNMARN 2001-2006 y también se intentó complementar los esfuerzos de planeación y administración que, desde la década de los noventa, se habían venido realizando por parte de la Comisión Na-cional del Agua.

La suma de los diferentes estudios realizados sobre la Cuenca Lerma-Chapala, se concretaron en el Diagnóstico Biofísico y Socioeconómico de la Cuenca Lerma-Chapala (INE, 2003). Los dos grandes apartados incluidos en este documento tienen como principal objetivo encontrar las interrelaciones entre la dinámica socioeconómica de la

Análisis socio-ambiental de la cuenca Lerma-

Chapala

cuenca y el estado de los recursos naturales, haciendo hin-capié en los recursos forestales y el suelo como elementos imprescindibles para asegurar el ciclo hidrológico.

Dicho documento incluye diversos temas de impor-tancia para la toma de decisiones desde las agencias del sector público ambiental, toda vez que ofrece una gran cantidad de información ambiental y socioeconómica que hace posible tener una visión general sobre el estado de la cuenca y su dinámica interna. Asimismo, al estu-diar las reglas e instituciones que la sociedad establece para sí misma para definir el acceso y las formas de apro-piación de los recursos naturales, es posible identificar los incentivos que determinan ciertas formas de aprove-chamiento, y conocer y reconocer las capacidades reales del sector ambiental para actuar ante la problemática ambiental que se enfrenta en la cuenca.

Entre las principales recomendaciones que derivan de este estudio se encuentra la exigencia imperativa de dirigir las acciones gubernamentales para detener y re-vertir el deterioro de la cobertura vegetal y los suelos de la cuenca, a través de la coordinación interinstitucional e intergubernamental que evite la duplicación de funcio-nes y la dispersión de esfuerzos y recursos.

En suma, el Diagnóstico Biofísico y Socioeconómico de la Cuenca Lerma-Chapala ha representado la base para el análisis integral de los diversos temas que de-ben de ser considerados ante la posibilidad de concre-tar la gestión de los recursos naturales bajo el enfoque de cuenca. Asimismo, ha sido punto de referencia para diversos proyectos de investigación que, ya sea a nivel local o regional, tienen como propósito iniciar la plani-ficación de los recursos naturales, atendiendo su diná-mica socioeconómica.

Del diagnóstico mencionado se desprendieron tres productos posteriores. El primero de ellos fue el Proyec-to de Ecorrehabilitación de la Cuenca Lerma-Chapala, a partir de la identificación de zonas prioritarias, aten-diendo como principales criterios la vulnerabilidad de la

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Planeación territorial

cuenca como unidad de gestión y se realizó el análisis de la problemática de cada una de las subcuencas del río Ler-ma. El estudio denominado Zonas prioritarias estratégicas para la recuperación de la cuenca Lerma-Chapala (Sotelo et al., 2006) constituye una herramienta de utilidad para la planeación y la toma de decisiones de actores locales y regionales en el marco del Acuerdo para la Recuperación y Sustentabilidad de la Cuenca Lerma Chapala, signado en marzo de 2004, entre la federación y los gobiernos de las entidades federativas que participan en la cuenca.

Una aportación importante de este documento es la oportunidad de ubicar espacialmente no sólo los princi-pales procesos de degradación por subcuenca, sino tam-

población y la fragilidad de los ecosistemas. Este estudio identifica las áreas críticas, es decir, aquéllas con mayores problemas ambientales en la región, especialmente pro-blemas que afectan al suelo y la vegetación, y que requie-ren de acciones urgentes para la rehabilitación ecológica de estos recursos. La finalidad principal fue construir un instrumento que sirviera de guía para tomadores de de-cisiones.

El segundo producto surge a partir de la necesidad de proponer una estrategia de implementación de acciones de manejo integral que resultara factible, dadas las dimen-siones de la Cuenca Lerma-Chapala y la multiplicidad de actores involucrados. Para ello se propuso utilizar la sub-

Diagnóstico biofísico y socioeconómico de la Cuenca Lerma-Chapala

Concentrándose en la dinámica ambiental, se inició con un estudio sobre los paisajes hidrológicos de la cuenca y su balance hídrico (PLADEYRA, 2003) para conocer el gra-do de deterioro y vulnerabilidad de los recursos hídricos de la región. Posteriormente se evaluó el cambio de uso del suelo (1976-2000) y su relación con la vegetación, en términos de fragmentación y biodiversidad, y con los tipos y grados de degradación del suelo (INE, 2004). Asimismo, dada la importancia de las actividades agrícolas, por ex-tensión y por consumo de agua, se caracterizaron los sis-temas de producción considerando agricultura, ganadería y tenencia de la tierra.

Con el propósito de encontrar las relaciones entre la actividad económica preponderante de los centros de población y su entorno biofísico, se delimitó el área de in-fluencia económica a partir de la identificación de flujos de las actividades económicas de la región más allá de las fronteras físicas de la cuenca, pero hasta donde llegaron

los impactos económicos significativos (Cardona, 2004).Por otro lado, se analizó el marco institucional (marco

legal y organizacional) a partir del cual se realiza actual-mente la gestión ambiental. Ambas perspectivas per-mitieron identificar y señalar los potenciales obstáculos ante la propuesta de la SEMARNAT sobre la adopción del enfoque de cuencas para la gestión ambiental en México. Como principal reto se señala la posibilidad de asegurar la coordinación intersectorial a nivel federal y lograr el com-promiso de las entidades federativas para construir una política ambiental cada vez más preventiva y transversal (Caire, 2004).

Este diagnóstico concluye destacando que los proble-mas de gestión y conflictos derivan de la falta de claridad y precisión que enfrenta el marco institucional en torno al manejo de los recursos naturales, especialmente ante es-cenarios de escasez y deterioro ambiental. La gestión am-biental requiere de una visión de largo plazo que debe ser construida por las instituciones públicas en aras del bien común.

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bién las alternativas de solución que podrían ser aplica-das, identificando el conjunto de políticas públicas que lograrían incentivar las prácticas de manejo y de conser-vación en esta zona (Sotelo et al., 2006). Este proyecto adquiere importancia en la medida que señala y ubica geográficamente los principales problemas que amena-zan la funcionalidad ambiental de la cuenca. Con base en esta información los actores locales y regionales pueden seleccionar las prácticas que mejor se adapten tanto a su realidad social como ambiental.

Un tercer producto derivado del diagnóstico general fue elaborado a petición de la Comisión Especial para Analizar la Situación en la Cuenca Lerma-Chapala de la Cámara de Diputados LIX Legislatura. Bajo el título de Problemática Actual de la Cuenca Lerma-Chapala: Una visión estatal, se organizó la información a partir de la problemática am-biental que enfrenta cada uno de los estados en la porción de territorio que forma parte de la cuenca. Con el propósito de atraer la atención de las instancias estatales correspon-dientes, en este documento se advierte sobre las principales dinámicas naturales que afectan la funcionalidad ambien-tal de la cuenca por el manejo indebido y excesivo de los recursos naturales (Caire et al., 2005).

Finalmente, hacia principios de 2006, se propuso la elaboración de un documento compilador de todos los es-tudios realizados a lo largo del sexenio, titulado Atlas de la Cuenca Lerma Chapala: construyendo una visión con-junta. El atlas adquiere gran relevancia al contar con la co-laboración de más de 60 autores de diez instituciones del ámbito gubernamental, académico y ONG. Cabe destacar que este trabajo contribuye a la difusión de la información básica y especializada sobre esta región lo que hace de él un valioso referente para los procesos decisionales en ma-teria ambiental y de desarrollo económico, ya sea que se trate de instituciones del sector público, social o privado (Cotler, Mazari Hiriart, De Anda, editores, en prensa).

La difusión y las propuestas para la solución de la problemática de la Cuenca Lerma-Chapala se ha realiza-do a través de la Semarnat, de los gobiernos de los cinco estados involucrados en la cuenca, del Consejo de Cuen-ca y de la Comisión Especial para Analizar la Situación en la Cuenca Lerma-Chapala de la Cámara de Diputados LIX Legislatura.

Aún queda pendiente la elaboración de proyectos que profundicen y destaquen no sólo los impactos de la acción humana sobre los recursos naturales, sino, por el contrario, el impacto que tiene el mal aprovechamiento de los recursos naturales y su degradación, en las ac-tividades y el bienestar de la sociedad. Al estudiar las relaciones contrarias y plantear los resultados en tér-minos de costos sociales, y no únicamente ambientales, es muy probable que se logre transmitir y comunicar la importancia de preservar y conservar los recursos naturales. Entre estos estudios podrían mencionarse algunos como los efectos negativos de las deficiencias de gestión de los recursos hídricos en los recursos na-turales, como son la contaminación de suelos y mantos freáticos, degradación de ecosistemas acuáticos y eco-sistemas ribereños y otros impactos sociales y econó-micos. Otro ejemplo sería la medición de la afectación por uso de agroquímicos en la calidad del agua y sus

Proyecto de Ecorrehabilitación de la Cuenca Lerma-Chapala

Para la identificación de las áreas críticas, de las cuales de-pende el restablecimiento del funcionamiento hidroecoló-gico de la cuenca, se integraron los tres principales proce-sos de degradación (erosión hídrica superficial, erosión en forma de cárcavas y declinación de la fertilidad) aunados al índice de antropización de la cobertura vegetal. Este ejer-cicio arrojó 5 subcuencas de atención prioritaria de las 21 existentes: Ignacio Ramírez/Antonio Alzate, Huacamacato, Ceballos, Tepetitlán y Charapán. (Cotler, et al., 2004)

Análisis socio-ambiental de la cuenca Lerma-

Chapala

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Planeación territorial

alcances, o, entre otros, la identificación y la valoración de la degradación ambiental en los recursos hídricos y la infraestructura hidráulica.

A manera de conclusión puede afirmarse que si bien todos los estudios realizados no han llegado a evaluar y cuantificar las pérdidas sociales y económicas ocasiona-das por el deterioro ambiental de la cuenca, muestran enfáticamente una realidad en la que la sociedad ha des-cuidado los recursos naturales (agua, suelo, vegetación y biodiversidad), los que, de acuerdo con la lógica propia de la naturaleza, son imprescindibles para la continuidad del ciclo del agua a nivel regional y local.

Cumplimiento de la regulación industrial en la Cuenca Lerma-Chapala

La dinámica económica de la Cuenca Lerma-Chapala tiene como sector protagónico al sector industrial. Su ac-tividad y localización han marcado gran parte de las ca-racterísticas del desarrollo socioeconómico no sólo de la cuenca y su área de influencia, sino del país. No obstan-te, el crecimiento de este sector también ha tenido im-portantes implicaciones ambientales, tanto por el uso de insumos como por el tipo y cantidad de desechos y des-cargas que genera, sobrepasando en muchos casos la ca-pacidad de carga de los ecosistemas.

Entre 1997 y mediados de 2005 la Procuraduría Fe-deral de Protección Ambiental ha realizado 2936 inspec-ciones a 1398 (1.07% del total de las unidades económicas existentes) empresas asentadas en la Cuenca Lerma-Chapala. Aunque no todas son industrias de jurisdicción federal, estos datos nos hablan de la poca probabilidad que enfrentan los establecimientos industriales de ser inspeccionados y, por lo tanto, de los pocos incentivos que poseen para invertir en el cumplimiento de la nor-matividad en materia ambiental.

Esta difícil relación entre industria y medio ambiente dio lugar a que distintos actores gubernamentales y so-

ciales externaran su preocupación por la poca capacidad de regulación industrial en la cuenca. Ante este hecho, el INE se dio a la tarea de estudiar cuál ha sido la estra-tegia que la autoridad ha desarrollado, dado su marco de funcionamiento actual, y proponer instrumentos que in-crementen el cumplimiento de la regulación industrial. Con esto, el INE no sólo contribuye a generar informa-ción útil susceptible de ser utilizada por los tomadores de decisiones en materia de regulación industrial, sino que además contribuye a la construcción de sólidos ar-gumentos para dar respuesta a las inquietudes de la so-ciedad civil organizada.

Para encontrar el efecto de la presencia de la autori-dad reguladora y conocer las consecuencias de las san-ciones impuestas a las industrias asentadas en la cuen-ca, se analizó con más detalle el comportamiento de las empresas que han sido visitadas en más de una ocasión por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente. A través de este análisis se pudo observar que sólo una cuarta parte de las industrias cumplió totalmente con los requisitos de la inspección, y en un 12% de las indus-trias se decretaron medidas de urgente aplicación. Si se clasifica el resultado de las inspecciones por tamaño de industria, se aprecia que el 40% de las industrias inspec-cionadas son microempresas, y sólo un 6% son industrias de gran tamaño.

Actualmente las penalizaciones monetarias y no mo-netarias aplicadas a las industrias asentadas en la cuenca no parecen tener un efecto positivo en la disponibilidad de las empresas a cumplir con sus obligaciones en mate-ria ambiental. Si consideramos los bajos montos de las multas, estas cantidades no parecen lo suficientemente persuasivas para tomar acciones preventivas. Una in-dustria asentada en la cuenca se enfrenta a una baja pro-babilidad de ser inspeccionada y a sanciones mínimas; las grandes empresas o aquellas cuyos desechos sean costosos de manejar, prefieren enfrentar ese riesgo que realizar los cambios e inversiones necesarias para mejo-

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Planeación territorial

rar sus procesos y generar un menor impacto negativo al ambiente.

Los datos de la Cuenca Lerma-Chapala, en cuestión de cumplimiento, no difieren mucho de los que se presentan a lo largo del territorio nacional: las industrias sin irregulari-dades representan menos de un cuarto de todas las instala-ciones industriales inspeccionadas. Los índices de cumpli-miento de la regulación industrial a nivel nacional y en la Cuenca Lerma-Chapala son muy bajos; por consiguiente, se está afectando el frágil equilibrio de los ecosistemas y ade-más se pone en riesgo la seguridad de la población.

Para entender mejor los incentivos que generan las ins-pecciones realizadas por la autoridad reguladora a las industrias en la cuenca, se estudió el comportamiento de 707 empresas inspeccionadas en más de una ocasión, en el periodo comprendido entre 1997 y 2005. Se diseñó un modelo logístico que muestra las variables que influyen en la probabilidad de cumplir con la regulación impues-ta a los establecimientos industriales, así como el efecto del monto de las multas en el desempeño ambiental de las empresas.

El modelo se diseñó a partir de dos posibles resulta-dos de la inspección industrial: cumplir con la regulación o no. Estas posibilidades están representadas por una va-riable “dummy”, que toma el valor uno si cumple y cero en caso contrario. Los resultados de la inspección fueron agrupados para poder clasificarlos y decodificarlos en una variable binaria.

Para cada empresa inspeccionada se hizo un listado de características principales, las cuales se transformaron en variables que fueron incluidas en un modelo logístico en distintas etapas.

Algunos resultados

• El giro al que pertenecen las industrias es un factor parcialmente influyente en la probabilidad de cumplir las regulaciones. Las industrias químicas muestran un modesto incremento en la probabilidad de cumplir con la regulación industrial; entre el resto de los giros no se observan diferencias significativas.

• Las empresas catalogadas como riesgosas no presen-tan una diferencia significativa en su probabilidad de cumplir con la normatividad ambiental, aunque son consideradas como prioritarias en las estrategias de inspección industrial.

• Las multas impuestas son bajas en comparación con los costos de implementar tecnologías que permitan cum-plir con los requerimientos de las normas ambientales.

• La gran mayoría de las industrias inspeccionadas ge-nera residuos peligrosos, casi el 50% representa riesgo y cerca de una cuarta parte genera emisiones a la at-mósfera.

El usuario principal de los resultados de esta línea de inves-tigación es la Profepa, pues la metodología expuesta puede ser replicada para analizar sectores industriales de distintas regiones del país. Conocer el comportamiento del sector in-dustrial en general, le permitiría a la autoridad reguladora lograr un diseño más acabado y eficaz de su sistema de re-gulación. Esto significa que si se conocen los incentivos que mueven a las industrias mexicanas a cumplir o no con las disposiciones en materia de regulación industrial, pueden orientarse mejor las acciones de mejora del marco que re-gula las actividades de este sector productivo.

Efecto de las inspecciones en el desempeño ambiental de las industrias en la Cuenca Lerma Chapala

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Las autoridades ambientales se enfrentan a la necesi-dad de diseñar estrategias regulatorias mixtas que, siendo viables dentro de su marco regulatorio vigente, puedan aprovechar las complementariedades y sinergias entre la regulación directa, los instrumentos económicos, y la regulación informal a través de difusión de información a los distintos actores. Existe un desafío real de creativi-dad e innovación en combinar estos distintos elementos dentro de una estrategia regulatoria coherente, que pue-da ser más efectiva y práctica que los esfuerzos aislados de implementación de instrumentos económicos. Para contribuir en la superación de este desafío, el INE se pro-pone continuar apoyando a la autoridad reguladora con la emisión de recomendaciones pertinentes, que recojan las mejores enseñanzas de los análisis que se realicen en distintas regiones y tipos de industria del país.

Análisis socioambiental de presas

La discusión sobre la construcción de grandes presas ha cobrado importancia a nivel mundial (World Comission on Dams- WCD, 2000) debido a los grandes impactos ambientales y sociales que estas obras generan. En el último reporte del Millenium Ecosystems Assessment (2005) se menciona que durante el siglo XX existía de 3 a 6 veces más agua en presas que en ríos naturales (consi-derando sólo las grandes presas, que constituyen el 65% del total). En los últimos años, la construcción de estas obras hidráulicas ha generado un fuerte polémica en México (como ha sido el caso de La Parota, Guerrero, y San Nicolás, Jalisco) al considerar los posibles impactos ambientales y las implicaciones sobre temas como equi-dad y gobernabilidad.

En México, la construcción de las presas está suje-ta a una legislación en materia de impacto ambiental, la cual es relativamente nueva, por lo que existe escasa experiencia y conocimiento práctico, tanto de las instan-cias que elaboran las evaluaciones de impacto ambiental

como de aquellas que las evalúan y les dan seguimiento. Por lo tanto, la información generada en este proyecto dará nuevos elementos para mejorar los manifiestos de impacto ambiental y las medidas de mitigación conse-cuentes.

Ante esta situación, el INE consideró de vital im-portancia iniciar líneas de investigación que ofrecieran insumos para la valoración de los impactos sociales, eco-nómicos y ambientales que originan las presas en térmi-nos del costo-beneficio de su establecimiento y del efecto en el funcionamiento ecohidrológico de las cuencas.

De manera más precisa se analizó la valoración de los beneficios y costos asociados a la interrupción del caudal por el establecimiento de una presa, considerando los be-neficios sociales y económicos, así como los costos am-bientales asociados al cambio de la dinámica hidrológica en una cuenca hidrográfica.

Estimación económica de los principales efectos que generan las presas sobre el caudal ecológico y la sistema-tización de una metodología de valoración costo-benefi-cio que permitirá su aplicación en estudios posteriores.

La información generada en este proyecto dará nue-vos elementos para mejorar los manifiestos de impacto ambiental y las medidas de mitigación consecuentes, al brindar una visión más fundamentada de los efectos de la construcción de presas sobre el medio ambiente. Esto permitirá que tanto los gobiernos como los evaluadores de impacto cuenten con información y puedan actuar en consecuencia. Al valuar los costos ambientales asociados a estas obras hidráulicas, es posible establecer una estrategia de inver-sión que permita dirigir los esfuerzos y recursos econó-micos para atenuar los efectos ambientales negativos más perjudiciales para la región aledaña y, al mismo tiempo, establecer acciones preventivas ante los nuevos proyec-tos de presas en el país.

Desde el punto de vista social, el análisis permite esti-mar los beneficios y costos sociales, con lo cual se puede

Cumplimiento de la regulación

industrial de la cuenca

Lerma-Chapala

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Planeación territorial

conocer el impacto real de estas obras en las condiciones de vida de la población.

Finalmente, desde el punto de vista ambiental, el aná-lisis permite detectar los principales impactos de estas obras en la dinámica ambiental de la cuenca; con base en esto se puede trabajar en el diseño de las medidas nece-sarias para recuperar la integridad de la cuenca sin poner en peligro el desarrollo social y económico. El estudio de los impactos de las presas en el medio ambiente es aún un terreno inédito, por lo que se requiere continuar los estudios sobre el efecto de las presas sobre hábitats acuáticos, ecosistemas riparios, generación de gases in-vernadero, entre otros.

Servicios ambientales: estudio de la oferta hídrica en México

Los humanos obtenemos una amplia variedad de bene-ficios de los ecosistemas, entre los que se encuentran los alimentos, las medicinas, las materias primas, el agua u otros servicios menos tangibles pero igualmente de indispensables, como la regulación del clima, de en-fermedades, o bien aspectos culturales y paisajísticos, entre muchos otros. Una de las consecuencias directas del grave deterioro ambiental de México es la pérdida de estos servicios, por lo cual, la valoración económi-ca de los servicios ambientales comienza a ser de gran preocupación en nuestro país. Los servicios ambienta-les hídricos son aquellos resultantes del ciclo hidroló-gicos producto de la capacidad de los ecosistemas para captar agua y así mantener la oferta hídrica disponible para el beneficio de la sociedad.

La valoración económica de los servicios ambientales se encuentra en pleno apogeo tanto en México como en el mundo. Si bien el programa federal de Pago por Ser-vicios Ambientales Hidrológicos (PSAH), iniciado en el 2003, es un gran avance dentro de la política ambiental en México, se requiere aún incorporar la dinámica pro-

pia de los ecosistemas a estos programas, con la finalidad de fortalecer sus objetivos a mediano plazo.

En la búsqueda de afinar la fase de planeación de este programa, el INE en colaboración con el Instituto de Ecología A.C., elaboró un estudio sobre modelos de simulación de servicios ambientales hídricos. El objetivo de esta investigación fue desarrollar un modelo detallado que simulase los procesos de filtrado, retención y almace-naje de agua, identificando los métodos y sus respectivas fuentes de información para su evaluación en México.

En este estudio se retoman conceptos e ideas genera-dos en las teorías de dinámica de sistemas y en la genera-ción y aplicación de modelos, que sirven como herramien-tas base para apoyar la toma de decisiones relacionadas con el PSAH y el manejo de recursos naturales. En este sentido, constituye una información esencial, tanto para la Semarnat y la Conafor, como para aquellas enti-dades gubernamentales y no gubernamentales que bus-quen promover este esquema de pago. Los resultados del presente trabajo permiten el análisis de los PSAH bajo un esquema multidisciplinario e integral, bajo un enfoque de cuencas hidrográficas.

La construcción del modelo de oferta ambiental hí-drica favoreció el entendimiento de los procesos ecoló-gicos que generan servicios ambientales, y subrayó que la oferta de estos servicios depende de la combinación de diversas variables biofísicas, las cuales deben ser medidas o evaluadas en cada ecosistema, para conocer la oferta ambiental. En ese sentido, la elaboración de este modelo, bajo un enfoque sistémico, se realizó con la finalidad de generar simulaciones orientadas a encontrar aquellas va-riables que optimizaran uno o varios de los servicios am-bientales hídricos considerados por el PSAH, como re-carga de mantos acuíferos, mantenimiento de calidad de agua, reducción de la carga de sedimentos cuenca abajo.

Para poner en marcha el modelo en una zona especí-fica, se requiere de una gran cantidad de datos tanto de variables físicas como biológicas, los cuales no siempre

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Planeación territorial

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tanto estudios de campo, puntuales, como metodologías cualitativas que permitan dar una idea de aquellos eco-sistemas cuya oferta ambiental hídrica es prioritaria. En ese sentido, se continuarán apoyando y generando estu-dios que mejoren nuestro conocimiento sobre el tema.

Conclusiones

El trabajo realizado por el INE en materia de planea-ción territorial ha sido muy importante y ha fortaleci-do las bases para la planeación ambiental en México. En Ordenamiento Ecológico y Manejo Integral de Cuencas se han desarrollado marcos conceptuales y metodológi-cos adaptados a las condiciones del país y a diversas es-calas y ambientes (terrestres y marinos).

Asimismo se ha hecho una fuerte difusión de los re-sultados de las investigaciones, a través de publicaciones científicas, de divulgación, en cartografía en línea, en co-mités especiales del Congreso de la Unión, con tomado-res de decisiones en la Semarnat, entidades federativas y municipios, con la comunidad académica nacional e internacional, así como con un gran numero de organi-zaciones de la sociedad civil.

En todo ello ha habido un compromiso de alcanzar estándares académicos de alto nivel y un particular inte-rés en formar cuadros técnicos especializados en las re-giones del país, a través de diplomados, cursos diseñados específicamente para diversos grupos, entre otros.

En Ordenamiento Ecológico, durante la presente administración se logró concretar el decreto de una proporción mucho mayor de estudios de OE que ante-riormente, en parte gracias al énfasis que se ha dado a la participación pública en los procesos, a través de los comités de ordenamiento, las consultas públicas, talle-res sociales y otros espacios de involucramiento de la sociedad.

Durante la próxima administración, será importan-te continuar a enfatizando la concreción de los decretos

Algunas características del modelo de oferta ambiental hídrica

La construcción del modelo favoreció el entendimiento de los procesos ecológicos que generan servicios ambienta-les, y subrayó que la oferta de estos servicios depende de la combinación de diversas variables biofísicas, las cuales deben ser medidas o evaluadas en cada ecosistema, para conocer la oferta ambiental. En ese sentido, la elaboración de este modelo, bajo un enfoque sistémico, se realizó con la finalidad de generar simulaciones orientadas a encontrar aquellas variables que optimizaran uno o varios de los ser-vicios ambientales hídricos considerados por el PSAH, como recarga de mantos acuíferos, mantenimiento de calidad de agua, reducción de la carga de sedimentos cuenca abajo.

Para poner en marcha el modelo en una zona especí-fica, se requiere de una gran cantidad de datos tanto de variables físicas como biológicas, los cuales no siempre es-tán disponibles para distintas regiones del país. Dada esta carencia de información, se dispuso que el modelo calcule analíticamente algunas de las variables faltantes.

están disponibles para distintas regiones del país. Dada esta carencia de información, se dispuso que el modelo calcule analíticamente algunas de las variables faltantes.Experiencias previas al programa de Pago por Servicios Ambientales Hídricos (PSAH) en México han mostrado que su diseño juega un papel central para garantizar su éxi-to; una de las variables claves es la evidencia científica clara que relaciona los usos del suelo y la provisión del servicio.

En este sentido, la metodología establecida podría ser utilizada por municipios u otras entidades guberna-mentales y sociales para el diseño del establecimiento del pago por servicios ambientales hídricos.

La evaluación de los ecosistemas y su oferta ambien-tal es un tema vasto y complejo, en el cual se requieren

Servicios ambientales

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Planeación territorial

y asignar mucha importancia a la instrumentación y el monitoreo de los ordenamientos para que los efectos de este instrumento comiencen a verse realmente en el te-rritorio.

Entre otros, los niveles de ordenamiento que deben de-sarrollarse y fomentarse con mayor intensidad serán los costeros (integrando las porciones marinas y terrestres de las costas), los locales y los locales-comunitarios. Será muy importante consolidar la armonización de los procesos de ordenamiento de Sedesol y Semarnat, no sólo en los as-pectos metodológicos, donde se ha logrado un gran avance en los últimos años, sino también en la operación institu-cional e incluso en la reglamentación, donde se comprome-ta a ambas dependencias a trabajar coordinadamente en los ejercicios a escala nacional, regional y local.

Finalmente, los estudios de planeación territorial desde la Semarnat deben abordar más sistemáticamen-te temas como:

• la interfase urbano-rural, • el crecimiento desordenado de las ciudades sobre

suelo de conservación, • el efecto del metabolismo urbano (consumo de recur-

sos y descargas de contaminantes) sobre las regiones que lo sustentan,

• abordar la planificación asociada a la disminución del riesgo frente a fenómenos naturales extremos, para es-tar a la altura de las necesidades actuales del país.

En Manejo Integral de Cuencas, las diferentes líneas de investigación que se han desarrollado en el transcurso de este sexenio permitirán la elaboración de una priori-zación de cuencas a nivel nacional. A partir de este in-sumo se podrán encauzar los programas y acciones del gobierno federal de manera más eficiente.

Si bien en las últimas décadas en México los cambios en la gestión ambiental han tendido a transitar de un en-

foque sectorial y centralista hacia uno descentralizado y de mayor participación social, las deficiencias institucio-nales-organizacionales y la dificultad para conseguir una coordinación intrasectorial y entre órdenes de gobierno, son aspectos que aún siguen frenando la gestión adecua-da de las cuencas.

El trabajo en cuencas ha identificado tres líneas de trabajo cuyo desarrollo será fundamental en los próxi-mos años. Uno de los recursos naturales más afectados y menos atendidos en nuestro país es el suelo. Evidencia de ello es que el 45% del territorio nacional presenta al-gún tipo de degradación de suelos (Semarnat-Colegio de Posgraduados, 2002).

Esta degradación tiene efectos tanto a nivel local, re-duciendo los rendimientos de los cultivos, como a nivel regional y global, originando problemas de sedimenta-ción e inundación, pérdida de biodiversidad y emisión de gases de efecto invernadero (como CO2), responsables del cambio climático. Además, la pérdida de los suelos limita en gran medida la aportación de servicios ambien-tales requeridos por la población urbana y rural.

Por ello, el INE considera urgente iniciar líneas de investigación sobre degradación de suelos integrando enfoques ambiental, legal y de políticas públicas. Por otro lado, la degradación de tierras tiene consecuencias disímiles en función de la resiliencia de los ecosistemas en los que se dan.

Es fundamental analizar las causas y los efectos de la desertificación en México, desde la elaboración de un diagnóstico que permita afinar las políticas públicas ambientales que se implementen en las zonas afectadas, hasta la generación de indicadores que permitan el mo-nitoreo de la desertificación en el país.

Por último, es necesario continuar generando cono-cimiento sobre el impacto que ocasionan las presas sobre el ambiente en general, y en específico sobre el caudal ecológico.

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Ecosistemas, especies y genes

La conservación de ecosistemas, especies y genes

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Introducción

La conservación de los recursos naturales en México supone un gran reto debido a la enorme compleji-dad biofísica y social en un país que se encuentra

entre las cinco naciones con mayor riqueza biológica y cultural del mundo. Su privilegiada ubicación geográfi-ca e historia geológica le permite contar con casi todos los tipos de clima y ecosistemas conocidos y le confiere elementos bióticos —flora y fauna— característicos del norte y sur del Continente Americano. Lo anterior da lu-gar a extraordinarias composiciones de flora y fauna; por ejemplo, sitios donde se entremezclan osos negros con jaguares y donde los encinos y pinos están cubiertos de epifitas tropicales y se entrelazan con otros árboles de origen cálido-húmedo.

Desafortunadamente muchas de las especies y eco-sistemas se encuentran bajo algún grado de amenaza, y el alto nivel de riqueza y endemismo hace aún más com-plicada la labor de conservación. Es reconocido que las principales amenazas a los ecosistemas y su biodiver-sidad son la pérdida y degradación del hábitat, la frag-mentación de los bosques, la contaminación, la colecta ilegal, la sobreexplotación de la flora y la fauna, la in-troducción de especies exóticas invasoras, y el cambio climático global.

El mantenimiento de la diversidad biológica también debe incluir la protección y el uso sostenible de la diver-sidad dentro de cada especie, por lo que las acciones de conservación a esta escala se deben de dirigir a nivel de las poblaciones y de los genes. Además con el crecimien-to de la biotecnología, en un país rico en centros de ori-gen y diversidad genética como es México, surge la nece-sidad de establecer los procedimientos adecuados para la transferencia, manipulación y utilización de los organis-mos vivos modificados resultantes de esta actividad.

Los esfuerzos de conservación resultan difíciles de priorizar en un territorio tan vasto, con necesidades

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específicas, dispersas a todo lo largo y ancho de su ex-tensión terrestre y marina. A lo anterior se sumar tasas muy elevadas de pobreza, gran dependencia de la agri-cultura y ganadería extensiva, la tala ilegal y otras ac-tividades productivas y turísticas que aún no han sido del todo ordenadas.

Este capítulo es la recopilación de seis años de tra-bajo de un comprometido grupo de servidores públicos, investigadores enfocados en la biología de la conserva-ción y que contribuyen de manera creativa a la preser-vación de los recursos naturales de México mediante la realización de acciones concretas, la generación de in-formación técnica y científica para la toma de decisio-nes, la difusión del conocimiento y cultura ambiental, así como la capacitación.

La conservación y la restauración de los ecosistemas

El trabajo de conservación y restauración de ecosistemas del INE abarca acciones que incluyen la coordinación, ejecución, capacitación y divulgación del conocimiento en estos dos grandes temas. Gran parte de los proyectos de conservación y restauración de ecosistemas se han en-focado en el noroeste de México, como los trabajos efec-tuados para la restauración del Delta del Río Colorado, la conservación de los humedales de la Mesa de Andrade y la conservación y restauración de la Isla Guadalupe. Sin embargo, también se han fomentado investigacio-nes para la conservación de otros ecosistemas, como los trabajos de restauración en la Selva Lacandona median-te el manejo de acahuales relacionados con la agricultu-ra tradicional lacandona. Particular énfasis se le ha dado al tema de humedales por considerar a estos ecosistemas muy valiosos en términos de sus servicios ambientales y su biodiversidad. En este tema destacan los esfuerzos por inventariar los humedales, así como la evaluación de las tasas de pérdida y el estado de conservación del man-

glar en México. En materia de capacitación se realizaron diplomados sobre conservación de bosques templados, restauración ecológica y conservación de humedales, di-rigidos a personal técnico de gobierno.

Isla Guadalupe

La motivación por conservar el territorio insular más occi-dental y septentrional de México nació del interés por man-tener su singular biodiversidad, casi devastada por las es-pecies introducidas desde principios del siglo XIX cuando arribaron a ella cazadores rusos, ingleses y americanos.

En tan sólo 150 años una isla que había permanecido fuera del alcance del hombre durante milenios y libre de fauna y flora exótica durante millones de años, perdió casi toda su biodiversidad.

Durante el siglo XX, ante la creciente evidencia del peligro en el que se encontraban los bosques de pino, ciprés, enebro, palma y otras poblaciones vegetales, así como las aves anidantes y endémicas, la comunidad cien-tífica nacional e internacional alertó sobre la irreparable pérdida de estas especies, así como del riesgo que en-frentaban otras, que hasta ese entonces, habían logrado sobrevivir.

A pesar del esfuerzo del gobierno mexicano que en 1922 y 1928 decretó como zona reservada para la protec-ción las comunidades de flora y fauna nativas de la isla, éstas continuaron decreciendo. Algunas especies de aves, como el caracara de Guadalupe, el carpintero de pechera de Guadalupe, el chivirín cola oscura de Guadalupe, el reyezuelo rojo de Guadalupe y el toquí pinto de Guada-lupe, y al menos 26 especies de plantas, muchas de ellas endémicas de la isla, se extinguieron. De igual manera, las 4000 hectáreas de bosque de coníferas que existían en el siglo XIX se redujeron a tan sólo 70 hectáreas según los registros del año 2004.

Además de la fuerte resiliencia que demuestra la isla, en el extremo sur de ésta se encuentran situados los islo-

Introducción

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Ecosistemas, especies y genes

tes Toro y Zapato, que han permanecido fuera del alcance del ser humano y de especies introducidas, manteniendo sus ecosistemas en condiciones prístinas. Ambos islotes constituyen por ello la más grande esperanza para todas aquellas especies que, en ausencia de depredadores, no logren recuperarse por sí mismas en Isla Guadalupe, ya que su flora puede servir como banco para iniciar una restauración inducida.

Por todo lo anterior, a principios del año 2001 el Ins-tituto Nacional de Ecología vislumbró la posibilidad de poner en marcha un proyecto de largo plazo para lograr la conservación y restauración de Isla Guadalupe.

En 2002 se inició formalmente la coordinación del proyecto y en abril de 2003 se llevó a cabo una reunión de planeación y establecimiento de compromisos en el Mu-seo de Historia Natural de San Diego con la participación de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) de la Semarnat, la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), el Grupo de Ecología y Conservación de Islas, A.C. (GECI), y el INE. A finales de 2003 se organizó el Taller sobre la Restauración y Conservación de Isla Guadalupe, con el fin de contar con la mayor, mejor y más reciente informa-ción técnica y científica disponible que permitiera la ela-boración de un diagnóstico ambiental y la discusión de un plan de acción para la restauración y la conservación de la isla. Fruto de este taller fue el libro Isla Guadalupe. Restauración y Conservación (Santos del Prado y Peters, comps. 2005).

El INE, directa e indirectamente, ha apoyado el pro-yecto con 5.3 millones de pesos que se han ejercido des-de finales de 2003 y que finalizarán en el 2007. De 2003 a 2005 se realizó de manera exitosa la primera etapa del proyecto: la erradicación de cabras introducidas.

Como complemento a las acciones aplicadas de con-servación, investigación y monitoreo en la isla, el 25 de abril de 2005 se decreta como Reserva de la Biosfera la zona marina y terrestre que incluye a la Isla Guadalupe.

Con la erradicación de cabras se comenzó a observar la recuperación de algunas especies vegetales endémicas; para el verano de 2005 se contabilizaban más de 2000 plántulas del pino Pinus radiata var. binata y cientos de la palma Brahea edulis. Asimismo se han redescubierto tres especies cuyo último registro databa de 1885 y se ha documentado una especie que probablemente constitu-ya un nuevo registro.

Adicionalmente, como parte de la planeación, la in-vestigación y el monitoreo, se elaboró un sistema de in-formación geográfica, se desarrolló una estación biológi-ca en la punta norte de la isla y se repararon caminos.

Con el fin de dar seguimiento a las acciones empren-didas a partir del taller realizado en el 2003, el INE orga-nizó el Segundo Taller sobre la Restauración y Conserva-ción de Isla Guadalupe, que se llevó a cabo en Ensenada, B.C., en noviembre de 2005. En él se presentaron los avances en la conservación y restauración de la isla, y se discutieron las acciones futuras.

Entre las aplicaciones destaca el conocimiento y la experiencia generada sobre erradicación de especies exóticas, rehabilitación y restauración de ecosistemas insulares; la experiencia del trabajo transdisciplinario, intra e interinstitucional, para el logro de objetivos co-munes y para la consecución de recursos financieros, humanos y en especie; así como la obtención, la com-pilación y el análisis de la información generada sobre Isla Guadalupe. Entre los usuarios se encuentran la co-munidad científica nacional e internacional relacionada con los temas de biología, ecología y conservación en ambientes insulares; la comunidad de pescadores que hace uso directo de los recursos de la isla; personal de la Secretaría de Marina Armada de México destacado en la isla, que será receptor directo de los beneficios ecoló-gicos de la restauración; y los tomadores de decisiones encargados de la gestión, manejo o investigación en esta u otras islas de México.

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Ecosistemas, especies y genes

Las acciones futuras deben enfocarse a la conclusión de la erradicación de cabras, a la erradicación de los gatos que ponen en riesgo a las poblaciones de aves, y a la con-tinuación del programa de monitoreo de flora y fauna na-tiva, que proporcionará las pautas para la continuación de los trabajos de erradicación, rehabilitación, restaura-ción y conservación de la isla.

Selva Lacandona

La Selva Lacandona es considerada como una de las áreas de mayor prioridad para la realización de acciones de conservación en el país. Los lacandones, que consti-tuyen el único grupo realmente autóctono de la región, tienen un íntimo conocimiento tradicional sobre la flo-ra y vegetación regionales, y combinan formas de ma-nejo con alta adaptación ecológica con aprovechamiento sostenido y diversificado, sin deterioro biológico y edáfi-co apreciable. En este sentido, la especie Ochroma pyra-midale Cav., conocida como “chujúm”, puede desempe-ñar un papel importante en la formulación de estrategias de conservación para las áreas de amortiguamiento de las ANP y Reservas de la Biosfera tomando en cuenta su carácter nativo, rápido crecimiento y gran capacidad de producción de materia orgánica.

Ante la acelerada expansión de los acahuales en la Selva Lacandona, producto de la destrucción de esta selva, es necesario generar formas de aprovechamiento forestales y agroforestales económicamente rentables y ecológicamente persistentes.

El INE, durante los tres últimos años, en coordina-ción con investigadores del Colegio de la Frontera Sur, apoya una iniciativa de sistematizar el manejo forestal sustentable en la Selva Lacandona, mediante la combi-nación del conocimiento tradicional lacandón y el cien-tífico. La especie Ochroma pyramidale Cav., conocida como “chujúm”, es característica de acahuales maduros, que debido a su carácter pionero, su rápida tasa de creci-

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versificado y productivo, sustentado en un amplio bagaje cultural, sino también la oportunidad de conocer mejor una forma de aprovechamiento y manejo persistente de la selva.

Al parecer, México importa la totalidad de la madera balsa que consume, por lo que es muy importante pro-mover el desarrollo de un proceso de cultivo y comercia-lización de esta especie nativa, común en la región y cuyo potencial económico es prácticamente desconocido para la mayoría de los agricultores en la Selva Lacandona.

En la actualidad y para dar continuidad a esta inves-tigación de largo plazo, se realiza una segunda fase re-lacionada con el diseño de corredores biológicos y áreas de amortiguamiento de la Reserva de la Biosfera y Áreas Naturales Protegidas, mediante técnicas tradicionales mayas de manejo y aprovechamiento forestal.

Como productos de esta colaboración se tienen: 1) parcelas de selva en proceso de restauración bajo distin-tas condiciones experimentales; 2) zonas degradadas en proceso de recuperación mediante restauración, buscan-do generar a pequeña escala corredores biológicos; 3) y un video titulado “Chujum: una alternativa tradicional de manejo agroforestal en la Selva Lacandona”, el cual muestra los resultados de 13 años de investigación etno-botánica en estrecha colaboración con los agricultores tradicionales lacandones.

Humedales

Inventario Nacional de Humedales

Para revertir la pérdida de los humedales del país es ne-cesario implementar políticas de conservación susten-tadas en inventarios actualizados que apoyen el estable-cimiento de programas destinados a manejar con bases reales los humedales a nivel local, regional y nacional.

Además de las instituciones de gobierno, existen otras organizaciones e individuos interesados en la con-

miento y su alta producción de hojarasca (que conlleva a una gran producción de materia orgánica), los agriculto-res tradicionales lacandones, al permitir que sus áreas de cultivo descansen, favorecen la dominancia de esta espe-cie al inicio de la sucesión. Lo anterior da un espacio muy preciado para realizar restauración activa y pasiva del ecosistema en cuestión. Actualmente O. pyramidale se emplea en la recuperación y rehabilitación de áreas fores-tales degradadas, en el control de erosión, como barrera rompevientos, cerca viva, y su madera de baja densidad sirve para una amplia variedad de productos comerciales (lápices, abatelenguas, aeromodelismo, entre otros) y de autoconsumo (construcciones rurales).

En un primer momento, las investigaciones realiza-das se orientaron a demostrar el potencial del “chújum” como una especie capaz de aportar gran cantidad de ma-teria orgánica, que actúa como inhibidora de las especies que detienen la sucesión. Por esta razón, los siguientes estudios se enfocaron hacia la restauración de zonas invadidas por el helecho Pteridium aquilinum, conoci-das como “petatillas”, por considerar que esta condición ocupa alrededor del 20% del área deforestada en la Selva Lacandona. Se concluyó que gracias a la capacidad del “chujúm” para reprimir la colonización de distintas plan-tas invasoras, como las gramíneas nativas y P. aquilinum, puede ser empleada como relevo florístico para el resta-blecimiento de selvas. Esto sería muy importante para promover la recuperación de los acahuales dominados por “petatillas”, y para la reconversión productiva de po-treros degradados.

De los 57 agricultores milperos en la comunidad de Lacanhá Chansayab, Chiapas, sólo diez son agricultores tradicionales, ya que hay, por parte de los campesinos jóvenes, una marcada tendencia hacia el abandono de la cultura agrícola milenaria lacandona. Si esta tenden-cia continúa, es posible que en menos de una década la milpa tradicional lacandona desaparezca. De ser así, no sólo se perdería un sistema de producción altamente di-

La conservación y la restauración

de los ecosistemas

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Ecosistemas, especies y genes

servación y restauración de los humedales, que requieren información actualizada y precisa sobre estos ecosiste-mas.

Los inventarios de humedales permiten conocer el estado actual de estos ecosistemas y proporcionan la base de información para el monitoreo, el manejo y la conservación de los humedales a todos los niveles.

En México, en la actualidad no se cuenta con un in-ventario nacional de humedales. Existen algunos inven-tarios regionales y locales; el más importante es el de DUMAC, que tiene una cobertura incompleta del país y no es de libre acceso al público.

Para cubrir las necesidades de información sobre hu-medales, en mayo de 2004 se formuló el proyecto del In-ventario Nacional de Humedales (INH). Como parte de este proyecto, se formó el grupo interinstitucional para el INH en el que el INE ha jugado un papel activo muy importante. Además del INE, participan en este grupo la CNA, la Conabio, la Conanp, el INEGI; y por parte de la Semarnat la Dirección General de Vida Silvestre (DGVS), la Dirección General del Sector Primario y Re-cursos Naturales Renovables (DGSPRNR) y la Dirección General de Zona Federal Marítimo Terrestre y Ambien-tes Costeros (ZOFEMATAC).

El INH tiene como objetivo general contar con in-formación cartográfica y estadística de los ecosistemas de humedal del país, para apoyar la política nacional y la toma de decisiones para su protección, conservación y aprovechamiento sustentable. El INH contempla generar un sistema de información geográfica que incluya las áreas de humedales, tanto costeros como continentales, a una escala 1:250,000. Este inventario permitirá, entre otras cosas, apoyar la planeación y el desarrollo de políticas en pro de los humedales, identificar aquellos de importancia nacional e internacional, y realizar estudios sobre la pérdi-da y degradación de los humedales, entre otros temas.

La planeación del INH se desarrolló con base en el “Marco para el inventario de humedales” propuesto por

la Convención Ramsar. Este marco proporciona un en-foque normalizado para el diseño de un inventario de humedales y consiste en 13 pasos que indican la forma de adoptar decisiones en relación con el propósito, los objetos y los recursos disponibles para el inventario.

En la primera etapa de trabajo, el grupo interinstitu-cional se dedicó a definir los objetivos del inventario y desarrollar un marco conceptual para el mismo. Dentro del marco conceptual se incluyeron los siguientes ru-bros:

• Definición operativa de humedal• Definición de la escala de trabajo• Revisión y comparación de diferentes sistemas de cla-

sificación de humedales y la propuesta de un sistema de clasificación de humedales para México

• Definición de los campos de información que se le-vantarán para la base de datos del inventario

• Un índice para el documento estratégico rector del INH

• El análisis legal y de competencias en el sector medio ambiente.

Durante la segunda etapa se inició la elaboración de un documento con los criterios para la delimitación de los humedales. También en una primera aproximación al inventario, el INEGI elaboró el Mapa de Humedales Potenciales de México.

En el año 2006 se iniciaron los trabajos de instru-mentación del inventario. Con este fin, el grupo se dio a la tarea de elaborar una primera versión del Documento Estratégico Rector mediante la recopilación del trabajo desarrollado para el inventario desde 2004 a la fecha. El INE está coordinando un estudio piloto, financiado por sí mismo y la DGSPRNR, en el que se incluyen tanto humedales costeros como continentales y que persigue varios fines:

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• Verificación del Mapa de Humedales Potenciales del INEGI

• Afinar la metodología para el levantamiento de in-formación en campo para el llenado de los campos de datos correspondientes

• Evaluar los costos, el tiempo y los recursos reque-ridos para el levantamiento de la información en el terreno, de acuerdo a los campos de datos definidos para el INH.

Dentro del grupo interinstitucional, el INE trabajó activamente en un subgrupo que está elaborando una metodología para la delimitación y la clasificación de hu-medales por medio de sensores remotos.

El INH proporcionará información sobre la distribu-ción y el estado actual de los humedales del país, cuyas aplicaciones principales serán:

• La planificación del uso y el manejo del territorio.• Contar con una línea base para el monitoreo de la

dinámica de cambio de estos ecosistemas.• Plantear medidas para la conservación y el manejo

de los humedales.• Aportará datos sobre la biodiversidad de los ecosiste-

mas de humedal, contribuyendo con los inventarios de especies de flora y fauna de instituciones como la Conabio y la DGVS al proporcionar información sobre especies endémicas, en riesgo y otras.

• La identificación de los humedales de importancia nacional e internacional, para cumplir las metas comprometidas en los varios acuerdos internaciona-les firmados por México.

Se planea que el INH forme parte del Sistema Nacio-nal de Información Ambiental y de Recursos Naturales. De esta forma, se contribuirá a la difusión al público ge-neral de información acerca del medio ambiente y recur-sos naturales del país.

La información contenida en el Inventario Nacional de Humedales, además de apoyar el trabajo de los plani-ficadores en los tres órdenes de gobierno, también será de utilidad para diversas organizaciones académicas y sociales interesadas en la conservación y la restauración de los humedales que requieran información actualizada y precisa sobre estos ecosistemas.

Como parte de la etapa de planeación del INH, se diseñará e implementará el sistema de información. Las temáticas que incluirá el sistema abarcarán la caracte-rización biofísica de los humedales, su clasificación, los servicios ambientales que aportan a la sociedad, su re-presentatividad, los impactos a los que están sujetos y su grado de conservación. El sistema de información será interinstitucional y multipropósitos, facilitando la con-sulta y actualización de la información por y para dife-rentes usuarios. Se contempla su revisión y la actualiza-ción con una periodicidad de 5 años.

Entre las acciones para pasar a la fase operativa del INH, se encuentra la de crear al interior de la Semarnat un área encargada de la ejecución y el mantenimien-to del inventario. Esta área deberá reunir los recursos humanos, materiales y financieros necesarios para la ejecución del INH. De esta forma, se encargará de la contratación de proyectos con el fin de recopilar y adquirir la información que se integrará al Sistema de Información del INH de acuerdo a los lineamientos es-tablecidos en el Documento Estratégico Rector corres-pondiente. Los proyectos contratados tendrán como fin la delimitación de los humedales por sensores remotos, el levantamiento en campo de puntos de verificación y la adquisición de datos para el llenado de la ficha téc-nica (datos biofísicos y socioeconómicos). Toda esta información se deberá de obtener a nivel nacional. Es importante que este grupo dé continuidad a los trabajos del grupo interinstitucional para el INH.

Humedales

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Ecosistemas, especies y genes

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Manglares

Los manglares son humedales costeros con bosques de plantas leñosas tolerantes a la salinidad, caracterizados por crecer a lo largo de litorales asociados a ríos y esteros que conducen al mar. Son fuente de alimento para dife-rentes especies acuáticas y marinas, se utilizan como re-cursos forestales (leña, madera, postes y carbón) y tienen una alta importancia en la productividad primaria y se-cundaria de las aguas costeras.

Los manglares son fundamentales para las activida-des productivas, ya que aseguran la sustentabilidad de la pesca, pues constituyen zonas de desove y crianza de especies de importancia comercial. Además son muy importantes en el control de la erosión costera, ya que ayudan a estabilizar la línea de costa y contribuyen a la formación del suelo por la acumulación de los sedimen-tos que quedan atrapados entre sus raíces.

En México, las perturbaciones principales sobre este ecosistema están relacionadas directamente con el cambio de uso del suelo para la construcción de infra-estructura turística, con el incremento de la superficie agropecuaria, de la camaronicultura, de los asentamien-tos humanos y de la actividad petrolera. En la actualidad, muchas obras de desarrollo portuario, industrial, acuí-cola y turístico ocurren en zonas de mangle. Por lo tanto, se trata de un ambiente que está sometido a una gran presión de uso. Las consecuencias ambientales de alterar incontroladamente este ambiente pueden ser muy gra-ves. Además, por tratarse de un ambiente costero, puede ser muy sensible a los cambios climáticos.

La Semarnat ha identificado el tema de los mangla-res como altamente prioritario. En ese contexto es muy importante para esta secretaría contar con información sólida sobre el estado de conservación y la dinámica de este tipo de vegetación, para poder desarrollar e imple-mentar políticas públicas para su conservación y manejo sustentable. Particularmente, es necesario contar con

insumos para robustecer instrumentos como la NOM-022 de conservación de humedales costeros en zona de manglar.

En este sentido, el INE ha desarrollado una serie de trabajos sobre el ecosistema de manglar. Varios trabajos se han enfocado a los aspectos físicos y biológicos y otros en aspectos económicos y de política. En cuanto a los aspectos físicos y biológicos, se planteó, en primera ins-tancia, estimar en el ámbito nacional las tasas de cambio de la cobertura de manglar para un periodo de 24 años (1976-2000).

Mediante el análisis comparativo, a través de foto-grafías aéreas e imágenes de satélite de las superficies de manglar en 1976 y 2000, se logró calcular la tasa de pér-dida, que oscila entre el 1 y el 2.5% anual. Las proyeccio-nes de estas tendencias indican que en los próximos 25 años se podría perder entre el 25 y el 50% de la superficie actual.

Para complementar la información sobre las tasas de pérdida, se hizo una evaluación rápida, del estado gene-ral de conservación de los manchones de manglar en es-cala nacional, a partir de imágenes satelitales de los años 2002 y 2003.

Es importante señalar que si bien estas estimaciones revelan información importante a nivel nacional, no son apropiadas para implementar políticas de conservación y uso sustentable a escala regional o local. Para lograr esto último es necesario desarrollar análisis a escalas más fi-nas y con información más específica.

Otras líneas de trabajo sobre este ecosistema, en es-pecial de los aspectos físicos o biológicos, han incluido la generación de un producto cartográfico a nivel nacio-nal donde se identifican y representan diversos niveles de conservación del manglar y se recomiendan políti-cas de preservación, conservación, restauración y uso sustentable; así como la coordinación de trabajos para definir tasas óptimas de aprovechamiento de este eco-sistema.

Manglares

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Ecosistemas, especies y genes

Estos insumos se entregan a la Subsecretaría de Pla-neación y Política Ambiental (SPPA) y Subsecretaría de Fomento y Normatividad Ambiental (SSFNA) para for-talecer con bases técnicas el trabajo que ellas realicen en materia de política y normatividad ambiental relaciona-da con manglares.

El trabajo de tasas de pérdida y estado de conserva-ción del manglar en México ha sido útil para evaluar la presión a la que está sometido este ecosistema. También ha servido de insumo para orientar las políticas de con-servación del manglar. Como usuarios ha tenido princi-palmente a la Semarnat; sin embargo, ha contribuido a la discusión académica que existe sobre el tema y a los grupos no gubernamentales interesados en el asunto. Este proyecto también ha servido para explorar el estado del conocimiento que se tiene sobre la distribución de este tipo de vegetación en México, así como las limita-ciones y carencias de la información existente.

El INE debe mantener como línea de trabajo el tema del manglar, y la investigación se debe orientar a enten-der mejor las causas de su deterioro y a orientar las ac-ciones de conservación a la raíz de los problemas que se detecten.

Clasificación de las comunidades vegetales

Uno de los problemas que a menudo enfrentan las perso-nas que realizan estudios sobre vegetación o comunida-des vegetales de México, es que hasta la fecha no existe un sistema de clasificación y nomenclatura de las comu-nidades vegetales que sea de uso común. Esto ha traído como consecuencia dificultades en la aplicación e inter-pretación; cada usuario hace su propia interpretación del sistema que eligió utilizar, lo cual origina confusiones. Frecuentemente se hace una mezcla de los diferentes sis-temas de clasificación, lo que también origina ambigüe-dades. El uso de términos y criterios subjetivos es fre-cuente, y esto aumenta las dificultades de clasificación y

la nominación de las comunidades vegetales. Un sistema de nomenclatura y clasificación de las comunidades ve-getales de México contribuye a la sistematización de la información sobre algunas características y condiciones de la biodiversidad, y sirve como base o guía para la co-munidad técnica y académica interesada en el manejo y la conservación de los recursos naturales, especialmen-te los bióticos.

Así pues, el INE se planteó generar un sistema de cla-sificación y nomenclatura de las comunidades vegetales de México, con un enfoque fisonómico, estructural, fe-nológico, ecológico y florístico; un sistema que permi-tiera tener un marco de referencia, donde ubicar otro tipo de investigaciones, como aquellas de tipo florístico, sinecológico, fitogeográfico, etc. Para ello el INE finan-ció la elaboración de un sistema uniforme, jerárquico e incluyente, procurando evitar las generalizaciones sub-jetivas, para lo cual hubo que revisar las clasificaciones de las comunidades vegetales que se han realizado para el país, y con ello proponer un Sistema de Clasificación y Nomenclatura de la Vegetación de México.

El producto final de este fue fueron la publicación del libro Las Comunidades Vegetales de México: Propuesta para la Unificación de la Nomenclatura de la Vegetación de México (González-Medrano, 2004), editado por el Instituto Nacional de Ecología en el año 2004. Debido a su gran demanda en círculos académicos, al año siguien-te se publicó una segunda edición. La segunda edición incluyó cambios en la estructura y secuencia de algunos capítulos y un perfil esquemático de la vegetación poten-cial en la República Mexicana a lo largo del Trópico de Cáncer, en el meridiano 23° 27’, desde Baja California Sur hasta Soto la Marina, Tamaulipas.

Este sistema de clasificación será importante para apoyar la realización de estudios comparativos median-te sistemas digitales que permitan una actualización, una evaluación y un análisis de la información existente sobre las comunidades vegetales, así como el estableci-

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Ecosistemas, especies y genes

miento de los mecanismos adecuados para evaluar los cambios en la vegetación causados por acciones huma-nas o por procesos naturales. Por ello, que está sujeta a cambios y adecuaciones que en un futuro, en la medida en que se genere más información o se profundice en el conocimiento de la misma, con ajustes a nivel subregio-nal o local, este sistema podrá modificarse o adecuarse. Asimismo se propone a futuro elaborar la cartografía de estas comunidades vegetales.

Muestreo y monitoreo de pesca incidental en Alto Golfo de California

En septiembre de 2003, cuando se autorizó la mani-festación de impacto ambiental para la pesca de cama-rón azul y café por la flota pesquera de Puerto Peñasco, Sonora, y San Felipe, Baja California, en la zona de amor-tiguamiento de la Reserva de la Biosfera del Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado, se estableció que las embarcaciones deberían de aceptar como condicio-nante operativa la participación y la cooperación con el Programa de Observadores a Bordo, que se encargaría de monitorear la pesca incidental y los impactos de la pesca de arrastre durante la temporada 2003.

En la región del Alto Golfo de California existe, desde finales de la década de los años treinta, una pes-quería enfocada a la captura de camarón. Sin embar-go, aunque esta pesquería industrial genera importan-tes beneficios socioeconómicos, ocasiona importantes impactos negativos sobre otras especies y sobre los ecosistemas. Las redes de arrastre utilizadas en estas pesquerías no son selectivas, por lo que además de capturar camarón, atrapan una gran cantidad de otros organismos de la comunidad béntico-demersal (Nava y García Caudillo, 2003). Típicamente, se captura sólo un kilogramo de camarón por cada diez kilogramos de fauna de acompañamiento que incluye fundamental-mente varias especies de peces —algunas de ellas de

importancia comercial—, moluscos y crustáceos (Al-verson et al., 1994).

Además de los impactos sobre otras especies que comparten el hábitat, las redes de arrastre provocan cam-bios masivos en la estructura de las comunidades bentó-nicas (Pauly & Chriestensen, 1995), así como el riesgo de extinción de especies de ciclo de vida largo, como la totoaba, un pez endémico del Golfo de California que años atrás sostuvo una importante pesquería comercial (Cisneros-Mata et al., 1995), y la vaquita marina; aunque no son frecuentes, desde 1961 hay reportes de vaquitas ahogadas en redes de arrastre.

La importancia económica y social de la pesca de ca-marón, y por otra parte los impactos negativos que ge-nera esta pesquería en el Golfo de California y su biodi-versidad, hace que sea indispensable buscar y promover alternativas que minimicen estos impactos, y cuya apli-cación sea técnica y económicamente factible.

En este sentido, el Instituto Nacional de Ecología fue designado para proporcionar un protocolo de in-vestigación de utilidad para la evaluación de los im-pactos de la pesca de camarón con redes de arrastre sobre la fauna acompañante y el medio físico del Alto Golfo de California, con el objetivo de proteger la Re-serva de la Biósfera Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado.

Para la realización del programa de observadores, el INE en colaboración con Profepa planteó dos alternati-vas que persiguen objetivos diferentes:

Alternativa 1. Pretende evaluar el impacto de las re-des de arrastre sobre la pesca incidental del Alto Golfo de California, determinando el estado de la comunidad mediante la interpretación de las variaciones de índices ecológicos (diversidad, equitatividad, dominancia, etc.). Al integrar a esos análisis los valores de los niveles de esfuerzo pesquero, se podrá entender mejor el papel que ha jugado en dichos cambios el uso de redes de arrastre de fondo en la pesca de camarón.

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Alternativa 2. Pretende evaluar el desempeño de la flota camaronera comercial con respecto a la relación camarón/pesca incidental en el norte del Alto Golfo de California, identificando la relación camarón/fauna de acompañamiento en los 3 meses de mayor actividad pes-quera. El análisis de los resultados permitirá determinar las variaciones de la proporción camarón/fauna de acom-pañamiento en la pesca de arrastre de la flota comercial en el Alto Golfo de California.

Con la implementación de este programa se benefi-ciarán los gobiernos estatales y locales, así como las per-sonas y organizaciones interesadas en la conservación de esta región, que presenta una enorme heterogeneidad ambiental y, por tanto, una extraordinaria biodiversidad. Asimismo, es importante considerar que el propio sector pesquero será beneficiado, ya que no sólo se conservarán otros recursos de la zona, sino que al reducirse el impac-to sobre la fauna de acompañamiento, será una actividad que se desarrollará de manera sustentable y repercutirá en bienestar para todas las personas cuyas vidas depen-den de la riqueza del Golfo de California.

Para la implementación de este programa será nece-sario capacitar a los observadores tanto para la toma de muestras como para establecer la relación camarón/fau-na de acompañamiento. La coordinación con PROFEPA y con ONGs de la zona resultará fundamental para el éxito de este programa.

Diagnóstico ambiental del Golfo de México

El Golfo de México es uno de los grandes ecosiste-mas marinos identificados por las instituciones World Conservation Union, Intergovernmental Oceanographic Commission de UNESCO, National Oceanic and Atmos-pheric Administration y Global Environment Facility (GEF). El primer paso establecido por estas instituciones para iniciar un esfuerzo global encaminado a mejorar a largo plazo la sustentabilidad de los recursos y los am-

bientes de los grandes ecosistemas marinos y sus cuen-cas asociadas, fue contar con un diagnóstico ambiental de este gran ecosistema marino. Por otra parte, en 1998 la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) instrumentó el Programa de Regiones Marinas Prioritarias de México con el apoyo de la agencia The David and Lucile Packard Foundation (Packard), la Agencia Internacional para el Desarrollo de la Embajada de los Estados Unidos de América (USAID), el Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza (FMCN) y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).

En este programa se identificaron, delimitaron y ca-racterizaron 70 áreas costeras y oceánicas consideradas prioritarias por su alta diversidad biológica, por el uso de sus recursos y por la falta de conocimiento sobre su biodiversidad. Asimismo, se identificaron las amenazas al medio marino de mayor incidencia o con impactos significativos en nuestras costas y mares, de acuerdo con las cuales se hicieron recomendaciones para su prevención, mitigación, control o cancelación. De estas 70 áreas costeras, 27 corresponden al Golfo de Méxi-co, y están clasificadas como áreas de alta biodiversidad (Arriaga et al., 1998).

Adicionalmente, a principios de 2003 surgió como una meta presidencial la elaboración de un diagnóstico am-biental del Golfo de México. Ante esta situación, el Ins-tituto Nacional de Ecología se propuso realizar un diag-nóstico ambiental transfronterizo del gran ecosistema del Golfo de México, para identificar las áreas y los temas en los que hace falta investigación científica, y promover el manejo integrado y el desarrollo sostenible de las áreas costeras y el ambiente marino del Golfo de México.

El uso y la protección de los recursos naturales pre-senta siempre una compleja problemática, y en el Golfo de México la problemática tiene características particu-lares. México cuenta con 11,592 km de litoral, de los cua-les 3,117.71 km corresponden al Golfo de México y Mar Caribe. El Golfo de México se encuentra rodeado por

Muestreo y monitoreo

de pesca incidental

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Ecosistemas, especies y genes

tres países, México (cinco estados), Estados Unidos (seis estados) y Cuba. El área recibe un importante aporte de agua dulce, ya que en el Golfo de México desembocan las descargas de los principales ríos de Norteamérica, como es el caso del Mississippi, el Usumacinta y el Gri-jalva, además de muchos otros ríos de caudales diversos: la sección mexicana recibe el 60% de la descarga de los ríos nacionales y tiene el 75% de la superficie de ambien-tes estuarinos (Botello et al., 1998); por parte de Estados Unidos, el río Mississippi tiene una cuenca de drenaje to-tal de aproximadamente tres millones de km2, abarca un 40% de los 48 estados de Estados Unidos de Norteaméri-ca debajo de la frontera con Canadá, y es responsable de cerca del 90 % del influjo de agua dulce hacia el Golfo de México (Day et al., 2004).

El Golfo de México es una zona donde se presentan ecosistemas de alta diversidad, y en la que ocurren fuer-tes interacciones entre los ecosistemas acuáticos y los terrestres, como bahías, deltas, lagunas costeras y es-tuarios, humedales, pastos marinos, y arrecifes de coral. Estos ecosistemas presentan fuertes perturbaciones, en-tre las que destacan las ocasionadas por los desarrollos turísticos e infraestructura portuaria, el desarrollo de la industria del petróleo, la descarga a la zona costera de diferentes contaminantes, la sobrepesca, la desecación de humedales, la introducción de especies exóticas y la sobrecarga de nutrientes.

Por otra parte, de acuerdo con los datos del Cen-tro de Ecodesarrollo de la Secretaría de Pesca (1998) y del Censo Nacional de Población y Vivienda del INEGI (2005), en México, aunque ha disminuido la tasa de cre-cimiento demográfico, el aumento de la población du-rante los últimos años, en particular en los estados del Golfo de México y el Caribe, ha provocado una mayor y más intensa utilización de la zona costera y de sus recursos naturales.

Para la realización del diagnóstico ambiental, el Ins-tituto Nacional de Ecología, en colaboración con el Insti-

tuto de Ecología A.C., llevó a cabo un taller en la Ciudad de Veracruz en agosto de 2003, en el que participaron más de 35 especialistas en diferentes temas ambientales del Golfo de México, de Estados Unidos, México y Cuba. Como resultado del taller se identificaron como los prin-cipales problemas a los que se enfrenta la gran cuenca del Golfo la pérdida de hábitats críticos, la contaminación de agua y los sedimentos, el aumento de turbidez y de nutrientes en la zona costera, la reducción de la descarga de agua dulce a la llanura costera y al mar, la alteración de la dinámica estuarina, la erosión litoral, la pérdida de biodiversidad, la sobrepesca y el deterioro a la salud pú-blica. Por ello, el manejo ambiental de la zona costera del Golfo de México y el Mar Caribe se enfrenta a los desafíos de preservar la hidrología y la cobertura vegetal de los humedales costeros, proteger los ambientes sedi-mentarios en las cuencas bajas de los ríos, dunas y playas, y mantener el suministro y la calidad de agua dulce en los estuarios mediante acciones tierra adentro.

El libro Diagnóstico Ambiental del Golfo de México publicado por el INE en colaboración con el Instituto de Ecología A.C. y el Harte Research Institute for Gulf of Mexico Studies en 2004, fue la culminación de este esfuerzo.

El libro en 2 volúmenes es el resultado del trabajo de 96 autores provenientes de 55 instituciones acadé-micas, estatales, paraestatales y organizaciones no gu-bernamentales, vertido en 38 capítulos. Los autores que colaboraron con sus estudios a este diagnóstico am-biental, aportaron la experiencia de toda una vida dedi-cada a investigar y a contribuir al desarrollo sustentable del Golfo de México. La información contenida en estos volúmenes está tratada desde diferentes puntos de vis-ta, e incluye la fisicoquímica, la biota, los ecosistemas, el manejo de la zona costera y los aspectos socioeconó-micos del Golfo de México.

Por su importancia y su carácter transfronterizo, el libro será publicado en inglés por el Harte Research

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Institute for Gulf of Mexico Studies de la A&M Texas University.

Para una siguiente etapa, consideramos fundamen-tal la difusión del contenido de este diagnóstico entre los tomadores de decisiones de la región, y en general entre las personas que viven en la zona, y a las que afecta directamente la conservación y el aprovecha-miento sustentable de los recursos naturales del Golfo de México.

Este proyecto de cooperación entre tres países con características y capacidades tan diferentes, favorecerá la formulación de un programa de acción, basado en el concepto integrado de cuencas y ecosistemas marinos, que tenga como objetivo unir los esfuerzos involucra-dos en la conservación y el manejo de los recursos na-turales del Golfo de México. El tratamiento conjunto, transfronterizo e interdisciplinario de la problemática de este gran ecosistema servirá para prevenir, reducir y controlar la degradación del medio marino y coste-ro, manteniendo e incluso mejorando sus capacidades productivas.

Conservación de especies

Dado que en México el número de es-pecies de flora y fauna es elevado, los esfuerzos del INE en materia de con-servación se han enfocado a las espe-cies prioritarias y en riesgo. En particu-lar el énfasis ha sido en la investigación sobre algunas de ellas, la coordinación de esfuerzos para la gestión de instru-mentos que contribuyan a su conser-vación, y el establecimiento de alian-zas con los sectores gubernamental, académico y no gubernamental para la realización de proyectos de investi-gación. De esta manera, se han hecho contribuciones importantes para la re-introducción del cóndor de California

a México; la realización de estudios y difusión de re-sultados sobre el berrendo, y la atención al problema de electrocución de aves en líneas eléctricas; la evalua-ción de la condición de la salud de la aves marinas en el Golfo de California; y la actualización del listado de es-pecies en riesgo de la Norma Oficial Mexicana NOM-059-Semarnat-2001.

EL cóndor de California

El cóndor de California (Gymnogyps californianus) per-tenece al orden Falconiforme. Es miembro, al lado del cóndor andino, de la familia Cathartidae o buitre del Nuevo Mundo y se alimenta por lo tanto de carcasa de animales muertos. Es una de las aves voladoras de ma-yor tamaño; con las alas extendidas llega a medir 3 me-tros y pesa aproximadamente 10 kg. Es una especie en peligro crítico de extinción de acuerdo con la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y del Acta de Especies en Peligro de

Conservación de especies

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Ecosistemas, especies y genes

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Extinción de los Estados Unidos de América; se encuen-tra en el apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES); y en México se clasifica en la catego-ría E (probablemente extinta en el medio silvestre) en la NOM-059-Semarnat-2001.

El rango de distribución histórica del cóndor de Ca-lifornia abarcaba la costa del Pacífico, desde Canadá, a lo largo del sur de los Estados Unidos, hasta México. De-bido a su capacidad y rango de vuelo, su hábitat es muy amplio, desde las elevadas montañas de California hasta la costa; sin embargo, durante los últimos 200 años su rango de distribución se colapsó y quedó restringido, desde principios del siglo XX, a las montañas del sur de California y norte de Baja California. Después de 1939 se había extinguido en México, y desde la década de 1980 únicamente existía en una muy reducida área al sur de California.

En 1985, cuando sólo vivían 6 aves en condiciones silvestres, agencias gubernamentales de los Estados Unidos decidieron capturarlos e incorporarlos al pro-grama de reproducción en cautiverio. En condiciones ambientales controladas, aumentó rápidamente tanto el número de cóndores nacidos como su tasa de super-vivencia. En 1991 existían ya 52 ejemplares, suficientes para iniciar la liberación y devolver cóndores al medio silvestre. Desde entonces comenzó la reintroducción en los Estados Unidos, particularmente en los estados de California y Arizona.

En noviembre de 1998, cuando ya existían 147 cóndo-res de California y se contaba con experiencia en los pro-gramas de reintroducción de 42 ejemplares al medio sil-vestre, el California Condor Recovery Team del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos propuso, a la entonces Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca, establecer un acuerdo de cooperación para liberar cóndores de California en la Sierra de San Pedro Mártir (SSPM), Baja California, e integrar dicha

área al Plan de Recuperación del cóndor de California (California Condor Recovery Plan).

En 1999, el INE inició el diseño de un plan enfocado a generar las condiciones biológicas, sociales, financieras y administrativas que garantizaran el establecimiento y la supervivencia de cóndores de California en la SSPM. Dicho plan fue ejecutado durante los años 2001 y 2002 e incluyó entre las acciones relevantes el estudio del há-bitat, la elaboración del Protocolo de reintroducción, así como la coordinación interinstitucional, tanto a nivel nacional como binacional, para el establecimiento de los acuerdos, los compromisos y las acciones que han dado certidumbre y soporte al proyecto.

En el verano de 2002 se realizó la primera reintro-ducción de cóndores de California en México. Fueron trasladados cinco ejemplares desde el zoológico de Los Ángeles rumbo al aviario de aclimatación construido con anticipación en el Parque Nacional Sierra de San Pe-dro Mártir. En dicho aviario permanecieron en observa-ción hasta ser liberados el 9 de octubre. Así y después de 60 años volvían a volar cóndores de California sobre las montañas de Baja California.

A partir de agosto de 2002 se han reintroducido 5 ejemplares en promedio al año en la SSPM. La población total actual, en ambos países, es de 273 individuos; 146 viven en cautiverio y 127 en libertad, y 15 vuelan en Baja California.

La reintroducción de cóndores de California en Méxi-co ha producido exitosos resultados en su proceso de adaptación al ambiente natural, los cuales son atribuibles a la calidad del hábitat de la Sierra de San Pedro Mártir y a la aplicación, a cargo de biólogos de campo expertos en el cóndor de California, de un detallado programa de cuidado, alimentación, manejo y seguimiento vía satéli-te del comportamiento de las aves. El programa ha sido apoyado en forma continua por el INE y por el Zoológico de San Diego. Adicionalmente, a partir de una propuesta sometida por el INE, en marzo de 2005, el Programa de

Conservación de especies

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Ecosistemas, especies y genes

Restauración y Compensación Ambiental administrado por la Conabio garantizará la permanencia del proyecto hasta el año 2007.

Aplicación de métodos que la biología de la conser-vación utiliza actualmente para el reestablecimiento de poblaciones animales cuyo tamaño se ha reducido alar-mantemente. Dichos métodos incluyen la reproducción y la crianza en cautiverio, la selección, la preparación y el monitoreo del estado de salud de los ejemplares que son reintroducidos, su traslado al hábitat natural previamen-te seleccionado y necesariamente protegido, el manejo en campo y el seguimiento intensivos y de largo plazo. La sistematización y el análisis de la información que arroja la aplicación de dichos métodos son de enorme impor-tancia para la biología de la conservación.

Los usuarios del proyecto incluyen a la comunidad científica nacional e internacional, a las instituciones gubernamentales y no gubernamentales orientadas a la conservación de la biodiversidad, a los pobladores ale-daños al Parque Nacional Sierra de San Pedro Mártir, y a la población en general que a partir de la difusión del proyecto toma conciencia de la importancia del cuidado del ambiente natural para la conservación de la biodi-versidad.

La etapa de traslado de ejemplares al área de libe-ración en la SSPM concluirá en el segundo semestre de 2006 con el arribo de las últimas 5 aves. Las futuras im-portaciones dependerán de la necesidad de reponer aves con la idea de mantener un grupo estable de 20 indivi-duos. La continuidad del proyecto dependerá del man-tenimiento de las tareas de cuidado y seguimiento de las aves, al menos diez años, dentro de los cuales se espera lograr una baja mortalidad, la formación de parejas, la construcción de nidos, el nacimiento y la crianza de nue-vos ejemplares y la supervivencia de juveniles autónomos en condiciones silvestres, eventos cruciales para la recu-peración de la especie.

El berrendo en México

El berrendo es un mamífero del orden Artiodactyla, y su género es el único de la familia Antilocapridae en el mundo. Se originó hace 20 millones de años en las pra-deras de América del Norte. Sus poblaciones se exten-dieron por el sur de Canadá, los pastizales de los Estados Unidos, los desiertos y los pastizales del altiplano central del norte de México y en la península de Baja California. En México, actualmente el berrendo existe sólo en áreas reducidas en el desierto de El Vizcaíno en Baja California Sur, en el desierto sonorense, en Chihuahua y, como re-sultado de su reintroducción, en Coahuila.

El berrendo se encuentra en la categoría en peligro de extinción según la NOM-059-Semarnat-2001. Para excluir a esta especie de tal categoría, la Semarnat coordina el “Proyecto para la Conservación, Manejo y Aprovechamiento Sustentable del Berrendo (Antiloca-pra americana) en México”, con la participación de or-ganizaciones gubernamentales, no gubernamentales y la academia. Las medidas que se llevan a cabo están orien-tadas a proteger, mantener y mejorar las poblaciones; co-nocer, mediante monitoreos anuales, el inventario de los hatos; promover el manejo intensivo de la reproducción y la crianza; y reintroducir ejemplares.

En el contexto de estos esfuerzos, en el año 2002 el INE apoyó la realización del estudio Monitoreo aéreo de berrendos en las áreas de El Sueco-Moctezuma, en Chi-huahua y Valle Colombia, Coahuila, llevado a cabo con la colaboración de Unidos para la Conservación, A.C.; a través de este estudio fue posible estimar las poblaciones en ambos estados (entre 176 y 294 berrendos en Chihu-ahua y 43 individuos en Coahuila).

Por otra parte, en 2004 el INE en colaboración con el Grupo Especialista en Reproducción para la Con-servación de la UICN-CBSG-México, la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas y el Centro de Investigaciones

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Biológicas del Noroeste, realizó el Taller de conserva-ción del berrendo peninsular, en la ciudad de La Paz, Baja California Sur. Ahí se hizo un balance colectivo del Programa de Recuperación del Berrendo Peninsu-lar, se identificaron necesidades y oportunidades para su continuidad y se dibujaron escenarios futuros en la viabilidad de la población y el hábitat del berrendo pe-ninsular. Fue destacable el programa de manejo en cau-tiverio que había producido entonces 191 ejemplares, suficientes para regresar berrendos al medio silvestre. La reintroducción de los primeros ejemplares tuvo lu-gar en marzo de 2006.

En el año 2003 el INE diseñó un proyecto editorial enfocado a reunir y difundir entre un público amplio, in-formación científica acerca de la biología y la ecología del berrendo y las experiencias concretas de su conservación en México. El berrendo en México es una obra que inte-gra la historia evolutiva y biogeográfica de la especie y las controversias en su taxonomía. Es una referencia actua-lizada de los proyectos de conservación y de los cambios históricos de las poblaciones y en el hábitat de Sonora, Baja California, Chihuahua y Coahuila. La recopilación de los textos fue concluida en 2005; actualmente está en proceso de edición a través de un convenio de concerta-ción entre el INE y Agrupación Sierra Madre, S.C.

Aplicación de métodos que la biología de la conser-vación utiliza actualmente para el conocimiento de las poblaciones y el hábitat histórico, actual y potencial de una especie cuyas poblaciones y áreas de distribución se han reducido alarmantemente, así como la aplicación de métodos para su restablecimiento. Estos úlimos incluyen la reproducción y la crianza en cautiverio en la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno, B.C.S.

Los usuarios del proyecto incluyen a la comunidad científica nacional e internacional, a las instituciones gubernamentales y no gubernamentales orientadas a la conservación de la biodiversidad, a los pobladores aleda-ños a las áreas de distribución del berrendo en México

y a la población en general que, a partir de la difusión del estado de conservación de una especie y los proyec-tos existentes para su recuperación, toma conciencia de la importancia del cuidado del ambiente natural para la conservación de la biodiversidad.

La reintroducción de ejemplares a su hábitat natural en la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno, la continuidad en las reintroducciones de ejemplares en el Valle de Colombia, Coahuila, así como en otros hábitats iden-tificados como óptimos a través del modelaje ecológi-co. La protección de las poblaciones en Chihuahua y en Sonora, así como el desarrollo de un programa de reproducción en cautiverio del berrendo sonorense en colaboración con el Arizona Game and Fish. La conti-nuidad del monitoreo de las poblaciones en sus áreas de distribución actuales.

Aves marinas

Las aves marinas, debido a que son consumidores que se encuentran en la parte superior de la cadena trófica, fun-cionan como excelentes indicadores de la salud del eco-sistema, ya que pueden proveer información como por ejemplo la presencia de patógenos infecciosos emergen-tes y contaminantes.

En Estados Unidos, durante las décadas de 1950-1970, el pelícano pardo (Pelecanus occidentales, subespecie ca-lifornicus) declinó gravemente debido a los efectos de con-taminación por pesticidas, el decremento de su alimento por sobrepesca de anchoveta, la pérdida de sitios de per-cheo postanidación, el enmallamiento, e infecciones bac-terianas. Esto motivó, en 1970, al Dr. Daniel W. Anderson de la Universidad de California en Davis, a realizar estu-dios, con propósitos comparativos, en el Golfo de Califor-nia para detectar la presencia de residuos contaminantes en poblaciones no afectadas. Para entonces, los resultados indicaban que el Golfo de California se encontraba libre de tóxicos insecticidas organoclorados. Pero, desde entonces,

El berrendo en México

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Ecosistemas, especies y genes

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no se habían realizado análisis similares sobre la presencia de contaminantes en esta área marina.

La VIII Expedición de Monitoreo Ambiental a las Islas del Golfo de California organizada por el Área de Protección de Flora y Fauna Islas del Golfo de California, en Baja California (APFF-IGC-BC) y el Instituto Nacio-nal de Ecología, sentó las bases para la elaboración del proyecto Monitoreo del estado de salud de aves marinas en la Región de las Grandes Islas y norte del Golfo de Ca-lifornia. Este proyecto constituyó un esfuerzo por con-juntar la labor de las distintas instancias involucradas en el estudio de la región, con el fin de hacer un diagnóstico de la condición de salud del ecosistema marino, que con-tribuya a la formulación de los planes o programas de manejo y conservación.

El proyecto se inició formalmente en el año 2004 bajo la coordinación general del INE y del APFF-IGC-BC. Desde entonces, el INE en estrecha colaboración con el APFF-IGC-BC, asumió la elaboración y la coordinación del proyecto, involucró a distintas instituciones acadé-micas y de investigación, así como a organizaciones so-ciales, para el logro de un objetivo común: contar con un indicador de salud del ecosistema marino.

De 2004 a 2006 se llevaron a cabo cuatro salidas de campo a la Región de las Grandes Islas y norte del Golfo de California. Durante estas salidas se realizó el monito-reo de las siete colonias de anidación del pelícano pardo en las islas San Luis, Ángel de la Guarda, Piojo, Partida, Salsipuedes, Las Ánimas y San Lorenzo; el anillado y toma de muestras de pollos de pelícano pardo en las colonias de San Luis, Piojo, Ángel de la Guarda y Las Ánimas; la toma de muestras de gaviota ploma Larus heermanni en Isla Rasa, para la determinación de parásitos y agentes in-fecciosos, y la colecta de huevos de pelícano pardo, gaviota ploma y gaviota de patas amarillas Larus livens, para la determinación de la presencia de contaminantes.

Se han tomado muestras biológicas de sangre, cul-tivo de cloaca y coana, regurgitados, ectoparásitos, co-

procultivo y plumas, lo que ha permitido detectar la presencia de influenza aviar, New Castle, virus del Oes-te del Nilo, bronquitis infecciosa, Gumboro, parásitos y bacterias, así como contaminantes. Entre otros resulta-dos sobresalientes se encuentran los siguientes: 1) da-tos poblacionales de 2004 a 2006, y 260 pelícanos par-dos anillados. 2) En el 2004 y 2005 todas las muestras analizadas fueron negativas para influenza aviar, New Castle, Salmonella sp., bronquitis infecciosa y Gumbo-ro. En cuanto al virus del Oeste del Nilo en el 2004 se encontraron 15 de 143 muestras positivas en pelícanos, y en 2005 todas fueron negativas. 3) Se han identifica-do más de 256 diferentes géneros y, posiblemente, 18 nuevas especies y subespecies bacterianas, y se cuenta ya con una flora de referencia para aves marinas. 4) Los análisis parasitológicos, arrojaron un nuevo registro del parásito sanguíneo Haemoproteus sp. en pelícanos y gaviotas. 5) Se cuenta con un banco de sueros y uno de leucocitos, ubicados en el Laboratorio de Medicina de la Conservación del IPN y en Africam Safari. 6) Se elaboraron protocolos de manejo y toma de muestras biológicas de pelícano pardo y gaviota ploma, así como de manejo de muestras en laboratorio de campo. 7) Se ha entrenado un total de 13 personas en el monitoreo, manejo y toma de muestras biológicas. 8) Se han esta-blecido alianzas institucionales, indispensables para el desarrollo de proyectos multidisciplinarios.

Destaca la aplicación de protocolos de manejo y toma de muestras de aves marinas en vida libre, y de manejo de muestras en laboratorio de campo; la obtención de resultados sobre enfermedades emergentes y contami-nantes para evaluar, por primera vez en estas poblacio-nes de aves marinas, la condición de salud; y el rastreo de posibles epidemias o mortalidades que se presenten en la región gracias a los bancos de suero y leucocitos con que se cuenta. Además, la identificación de algunos patógenos permitirá dirigir la investigación futura del proyecto; y el diagnóstico de enfermedades de relevan-

Aves marinas

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Ecosistemas, especies y genes

cia mundial contribuirá al esfuerzo internacional por el mapeo, seguimiento, diagnóstico y control de estas zoonosis. Finalmente, los resultados tienen aplicación en programas específicos de manejo y conservación de estas especies, y en programas de salud humana y de salud de los ecosistemas. Entre los usuarios destacan los tomadores de decisiones encargados de la gestión y el manejo de aves marinas y de la región en donde éstas se distribuyen, y los encargados del sector salud en el país; así como la comunidad científica nacional e internacional relacionada con temas de medicina de la conservación, ecología, manejo y conservación de aves marinas, y la salud ecológica.

El carácter multidisciplinario e interinstitucional de este trabajo ha favorecido la realización del pro-yecto en sus múltiples actividades, y ha contribuido al establecimiento de un marco de colaboración entre distintas instancias del sector gubernamental, acadé-mico y social. Por todo ello, es necesario continuar con el proyecto, garantizar su financiamiento y forta-lecer las alianzas institucionales que a la fecha se han establecido.

Actualización de la NOM-059

La norma oficial mexicana NOM-059-Semarnat-2001 es el instrumento normativo que identifica a las especies silvestres que se encuentran en alguna categoría de ries-go de extinción en México. Este instrumento normati-vo es de sumo interés para la sociedad mexicana, ya que permite conocer aquellas especies que deben ser prote-gidas y hacia dónde se deben de orientar los esfuerzos de protección; además permite que diferentes actores de la sociedad (desarrolladores, planificadores) consideren en sus proyectos a aquellas especies y ambientes que no de-ben de ser alterados.

Los orígenes de la actual norma se remontan al año de 1994, cuando la lista de especies se elaboró basada

en una consulta con diferentes expertos en cada grupo taxonómico en México (Anfibios, Aves, Hongos, Peces, Plantas y Reptiles). En 1997 el INE y la Conabio se encar-garon de organizar y conducir el proceso de revisión y actualización de la norma; dicho proceso comprendió la actualización de la lista y la adopción de un método más objetivo para determinar la inclusión de nuevas especies. En la versión 2001 la NOM-059 incorporó por primera vez un método (Método de Evaluación del Riesgo de Ex-tinción de las Especies Silvestres en México, MER) que permite valorar y determinar técnicamente la categoría donde debe estar.

El INE tiene la atribución de mantener actualizada la lista de especies en riesgo, por lo que promueve, entre la comunidad y los actores relevantes, la elaboración de propuestas que permitan mantener actualizada y debi-damente validada la lista de especies en alguna categoría de riesgo.

Durante el año 2004, el INE y la Conabio abrieron una convocatoria, que se cerró el 31 de mayo de 2005, con el objeto de recibir propuestas para actualizar el anexo normativo II de la norma correspondiente a la lista de especies en alguna categoría de riesgo en la Repúbli-ca Mexicana. Se recibió un total de 1237 propuestas que eran para cambio en la categoría de riesgo, o para inclu-sión o exclusión en la lista (Tabla 1).

El INE recibió y revisó todas las propuestas realiza-das, con el objeto de hacer un primer filtro y eliminar todas aquellas propuestas que no se ajustaban a la nor-mativa vigente. El resultado de esta revisión determinó que del total de propuestas recibidas sólo 739 cumplían con los requerimientos básicos de la norma (Tabla 2).

Todo el material recibido y procesado se envió a la Subsecretaria de Fomento y Normatividad Ambiental, que coordinó junto con el INE y la Conabio el proceso de actualización de la NOM-059. La evaluación técnica de las propuestas se realizó con el apoyo de expertos de instituciones académicas nacionales que se organizaron

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en equipos de trabajo para cada grupo de especies. Con los resultados obtenidos de este proceso se elaboró la lis-ta actualizada de especies en riesgo para México.

La NOM-059 tiene implicaciones a diferentes niveles de la sociedad mexicana; por un lado y de acuerdo con la Ley General de Vida Silvestre y la Ley General de Equi-

librio Ecológico y Protección al Ambiente, restringe de-terminadas actividades económicas en donde se puedan encontrar las especies enlistadas, y por otro obliga que la Semarnat promueva e impulse actividades de conser-vación y protección de las especies enlistadas.

Además del valor legal de la norma, su existencia permite tomar decisiones de manejo, seleccionar áreas naturales a proteger y jerarquizar a las ya existentes, de-tectar necesidades legales y fundamentar técnicamente nuevas disposiciones, evaluar o clarificar la gravedad de los ilícitos a los funcionarios que los juzgan, identificar a las especies prioritarias para ser investigadas, conserva-das o protegidas y finalmente guiar la atención de la opi-nión pública hacia los animales realmente amenazados por sobre los que estarían fuera de peligro.

El proceso de recepción, análisis y evaluación de pro-puestas ha llegado a su término y se ha hecho entrega formal de las listas a Semarnat, se está en espera de que la dependencia correspondiente haga llegar a Cofemer la propuesta de actualización de la norma y la nueva lista de especies en riesgo.

Por lo anterior, el INE durante el próximo año se de-dicará principalmente a difundir la norma a diferentes

Tabla 1. Resumen de propuestas recibidas en el INE

Grupo Total recibidas Cambio Excluir Incluir Mantener N/A Total

Anfibios 69 41 4 1 21 2 69Aves 461 142 4 33 148 134 461Hongos 0 0 0 0 0 0 0Invertebrados 25 0 6 9 10 0 25Mamíferos 150 42 0 3 104 1 150Peces 79 24 5 12 38 1 79Plantas 217 72 1 78 64 2 217Reptiles 236 141 3 1 86 5 236Total 1,237 462 23 137 471 144 1,237

Tabla 2. Resumen de evaluación de propuestas

Grupo Total No Aceptadas Total considerar

Anfibios 69 3 66 69Aves 461 295 166 461Hongos 0 0 0 0Invertebrados 25 9 16 25Mamíferos 150 16 134 150Peces 79 5 74 79Plantas 217 145 72 217Reptiles 236 25 211 236Total 1,237 498 739 1,237

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sectores de la sociedad, hacerla accesible al público en general y promover entre los investigadores la norma y el Método de Evaluación del Riesgo de Extinción de las Especies Silvestres en México (MER), con el objeto que sea aplicado adecuadamente y en forma satisfactoria de acuerdo con la normativa vigente.

Conservación de mamíferos marinos

México ocupa el segundo lugar en diversidad de mamí-feros a nivel mundial; esto, si se incluye a los mamíferos marinos. Se consideran mamíferos marinos aquellos per-tenecientes a las órdenes de los Cetáceos (ballenas, del-fines y marsopas); de los Carnívoros, dentro de éstos los Pinnípedos (focas y lobos marinos) y la nutria marina; y de los Sirenios (manatíes). En México se tienen registros de 46 representantes de estos tres grupos de mamíferos, en-tre los cuales existen especies migratorias, residentes, en-démicas, de distribución cosmopolita, abundantes, ame-nazadas, en peligro de extinción; una especie que ya no se distribuye en aguas mexicanas —la nutria marina—, e incluso una especie extinta —la foca monje del Caribe—, que representa a la única especie de pinnípedo extinta en la era moderna.

Además de su importancia en la biodiversidad de nuestro país, los mamíferos marinos juegan un papel importante como parte de los ecosistemas y como indi-cadores de la salud de éstos. También, muchos de ellos representan un atractivo turístico significativo y generan gran cantidad de divisas. La percepción acerca de los ma-míferos marinos en los medios masivos de comunicación y desde la opinión pública es que se trata de especies ban-dera y carismáticas. Este hecho es otro aspecto relevante que se debe de considerar al momento de establecer las políticas de conservación y manejo de estas especies.

De acuerdo con la legislación mexicana, a la Semar-nat le corresponde establecer las políticas de conserva-ción y manejo de los mamíferos marinos; al INE le co-

rresponde hacer estudios de investigación que apoyen la formulación de este tipo de políticas, por lo que alberga al conjunto de investigadores en mamíferos marinos más grande del gobierno federal mexicano. A continuación se describen sus actividades más importantes.

Vaquita y CIRVA

El tema de la vaquita (Phocoena sinus) es recurrente de-bido a su estatus como una de las especies de cetáceos en mayor peligro de extinción en el mundo. Ha habido múltiples demandas en diversos foros nacionales e inter-nacionales para que México demuestre su voluntad de implementar políticas efectivas para evitar la extinción de la vaquita. Las medidas mencionadas en dichos foros incluyen desde un embargo al camarón mexicano hasta presión diplomática y pronunciamientos públicos de di-versos sectores de la sociedad.

La evaluación del estatus de la vaquita se ha hecho a través del Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA), constituido por investigadores de primer nivel, que funciona de manera transparente. El CIRVA ha realizado tres reuniones desde su conforma-ción en 1997; los resultados se han reportado a nivel in-ternacional y nacional. El CIRVA ha hecho un conjunto de recomendaciones que incluyen aspectos científicos, técnicos y de manejo. Entre las primeras, está el llevar a cabo una serie de investigaciones que cumplan con la exigencia y el rigor establecidos por estándares científi-cos de investigación, que incluyan estudios poblaciona-les (abundancia, distribución, uso de hábitat, genética y dinámica poblacional). Los resultados de estas investiga-ciones se han difundido a diferentes niveles: publicacio-nes y presentaciones científicas, tanto nacionales como internacionales, y publicaciones, presentaciones y entre-vistas de difusión.

Entre las recomendaciones de manejo, la más impor-tante es eliminar la captura incidental de vaquita en re-

Conservación de mamíferos

marinos

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des de pesca, lo cual aún no se ha logrado. Sin embargo, la Semarnat ha atendido varias de las recomendacio-nes, como las arriba señaladas en términos de investiga-ción, y con una participación fuerte del INE ha logrado que las organizaciones más importantes sobre mamífe-ros marinos reconozcan y avalen los trabajos de México a favor de la vaquita; estas organizaciones incluyen a la Comisión Ballenera Internacional, Society for Marine Mammalogy, Sociedad Europea de Cetáceos y American Society of Mammalogist, entre otras.

La participación del INE tiene como propósito prin-cipal contribuir al conocimiento del proceso de repro-ducción de la vaquita, de tal manera que los planes de manejo consideren todos los aspectos que intervienen en tal proceso y así evitar su extinción. Debido a sus carac-terísticas reproductivas, la recuperación será lenta, pero de no tomar acciones definitivas de manera inmediata la extinción de la vaquita será inminente.

En los últimos años se realizaron 10 cruceros con equipo acústico en el área de distribución de la vaquita. El esfuerzo acumulado de muestreo es de más 3200 km en transectos y de 570 horas en estaciones fijas, y ha re-presentado una cobertura homogénea en el área de dis-tribución. Se han obtenido más de 60 detecciones acústi-cas de vaquitas. Todas ellas han estado restringidas a una zona entre la Bahía de San Felipe y las Rocas Consag, en la costa occidental del Alto Golfo de California. Esta área de detecciones podría apuntar, entre otras hipótesis, a una constricción del rango de distribución por la dismi-nución continua del tamaño poblacional.

Mediante técnicas de genética molecular, y en elabo-ración con el CIBNOR, el INE ha clonado y secuenciado fragmentos de ADN de vaquita; con estas secuencias se simularon distintos escenarios demográficos recientes e históricos. Estos estudios genéticos emplearon modelos analíticos y computacionales que permitieran explicar la fijación de un alelo específico en la población, bajo un régimen de deriva genética. La información genética y

evolutiva de que disponemos ahora no sugiere que la va-quita sea una especie condenada a la extinción, por lo que un plan destinado a su recuperación y conservación está plenamente justificado.

En lo que se refiere al futuro de las investigaciones, los modelos desarrollados por el INE indican que realizar más cruceros, o nuevos estudios de mortandad incidental en redes de pesca, no aportarán datos que permitan mejo-rar el entendimiento del estado actual de la población de vaquita. Estos estudios son excesivamente caros y no brin-darían información suficiente en los tiempos necesarios para implementar un plan de recuperación efectivo.

Entre las nuevas líneas de investigación que el INE está desarrollando se encuentra el abordar el tema des-de una perspectiva a nivel de ecosistemas. Mediante la toma de muestras de fitoplancton superficial, como un indicador que nos permita conjuntar nutrientes y estruc-tura de la comunidad fitoplanctónica (abundancia y dis-tribución) con la toma de datos de la vaquita, podemos caracterizar productivamente las masas de agua in situ en donde se mueve la vaquita.

Asimismo hemos detectado la urgente necesidad de reducir la tasa de captura incidental a CERO, encontrar artes de pesca alternativas y, del mismo modo, alterna-tivas económicas y sociales para los pescadores del Alto Golfo de California. Además continuaremos desarro-llando modelos sobre el estatus actual de la población utilizando estadística bayesiana, los estudios acústicos sobre uso del hábitat y estimación de densidad, y los es-tudios a nivel de ecosistema.

Los usuarios de estos trabajos incluyen a la comu-nidad científica nacional e internacional y no guberna-mental enfocadas a la conservación de la biodiversidad; al sector pesquero en general, dado que se evitaría cual-quier tipo de medida económica contra este sector (por ej. un embargo); a los gobiernos estatales y federales por las repercusiones internacionales que la extinción de la vaquita podría traer.

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Las investigaciones del INE en materia de la vaquita han sido un insumo fundamental en la toma de decisio-nes y la concreción de acuerdos de la Semarnat en torno al establecimiento del área de refugio para la protección de la vaquita y un programa de protección de la vaquita, dentro del área ubicada en la porción occidental del Alto Golfo de California.

Por último, en términos de política, aún está pen-diente que los gobiernos de los estados de Baja California y Sonora acepten la evidencia científica, aceptada ya por las sociedades científicas especializadas de México y el extranjero, que lleva a las medidas de conservación de la vaquita para evitar su extinción y las consecuencias que ello le podría traer a la región y al país.

Cetáceos del Golfo de California y del Pacífico mexicano

La gran biodiversidad de mamíferos marinos del Golfo de California y del Pacífico es un patrimonio natural de gran valor económico, estético y cultural para México. En este sentido, se debe mencionar que las aguas del Golfo de California albergan al 37% del total de especies que se encuentran en el mundo. Esta región se caracteri-za por su intensa actividad pesquera (de altura, artesanal y deportiva) y turística. Debido a estas interacciones re-sulta relevante analizar las condiciones en las que se en-cuentran las poblaciones de cetáceos.La Sociedad Mexicana de Mastozoología Marina (Somemma) señaló la importancia de evaluar el estado de las poblaciones de cetáceos del Pacífico mexicano, incluido el Golfo de California, y esta evaluación es parte de las ta-reas de los investigadores de mamíferos marinos del INE.

Se planteó llevar a cabo un programa conjunto, con el liderazgo de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) y con el Centro de Estudios Costeros de la School for Field Studies (SWFSC) de Estados Unidos, con cruceros y vuelos aéreos para estimar el tamaño de

las poblaciones utilizando dos métodos (muestreo a dis-tancia y fotoidentificación). Recientemente se hizo una evaluación preliminar con los datos del crucero de 1993 del SWFSC y se utilizaron las estimaciones llevadas a cabo con la UABCS y el CICIMAR, con lo que se tienen las estimaciones de los tamaños poblacionales para 16 especies.

Ballena jorobada

La ballena jorobada (Megaptera novaeangliae) es una es-pecie prioritaria, como lo señala el programa de trabajo de la DGVS y el programa de especies de interés común para la conservación de la Comisión para la Cooperación Ambiental de América del Norte. Dentro de este contex-to se le han solicitado varias investigaciones al INE. Una solicitud fue la evaluación del impacto posible del turis-mo desordenado en el área de Bahía de Banderas, Jalisco y Nayarit, sobre las ballenas que visitan el área durante el invierno para cumplir con su ciclo reproductivo.

Para ello el INE, en conjunto con el ITMAR de la Cruz de Huanacaxtle, se planteó hacer un muestreo pi-loto para caracterizar los patrones de actividad de las embarcaciones turísticas y las ballenas en el área; esti-mar el grado en que las embarcaciones respetan la NOM que regula esta actividad; evaluar los proyectos de inves-tigación que se realizan en la zona, y plantear, en caso necesario, un programa de investigación a corto plazo que permita tomar medidas de manejo. Los resultados del primer esfuerzo de investigación determinaron la cantidad de tiempo que las ballenas estuvieron en pre-sencia de barcos y algunos efectos de esta interacción. Sin embargo, al ser discutidos y comparados con los in-vestigadores de otros centros, se llegó a la conclusión de que hacía falta más investigación al respecto para poder proponer medidas de manejo.

Otra participación del INE sobre la ballena joroba-da se llevó a cabo bajo el Plan de Acción de América del

Vaquita y CIRVA

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Norte para la Conservación de la Ballena jorobada en el Pacífico mexicano en la temporada invernal 2005-2006. Se participó en cruceros y prospecciones en diversos puntos del Océano Pacífico mexicano y del Golfo de Ca-lifornia, donde se colectaron biopsias de piel y se pudo fotoidentificar a más de 300 individuos. Con esta infor-mación se puede evaluar el tamaño de la población de ballenas jorobadas, la estructura genética y factores de riesgo. Éste es un trabajo conjunto con la UABCS y forma parte de un esfuerzo mayor con Canadá, EUA e investi-gadores de Rusia y Japón.

Finalmente, como parte de un programa de coopera-ción interinstitucional entre el INE y el Laboratorio de Mamíferos Marinos de la Facultad de Ciencias, UNAM, se generó un sistema de información geográfica de la dis-tribución de la ballena jorobada. Dicho sistema se basó en los datos adquiridos a través de avistamientos realiza-dos por el Laboratorio de Mamíferos Marinos, en Bahía de Banderas, Jalisco y Nayarit, entre 1990-2006. Además de la generación de este SIG, a partir de 2004 se colabora con el Laboratorio de Mamíferos Marinos en los avista-mientos de ballena jorobada en Bahía de Banderas.

Ballena gris

La ballena gris (Eschrichtius robustus) del Océano Pacífico oriental es el único ejemplo de una especie de ballena cuya población se ha recuperado después de haber sido severamente explotada. En la actualidad la ballena gris es el centro de atención de estudios y eva-luaciones poblacionales. Se cree que la población está cerca o, incluso, por arriba de su capacidad de carga. Algunas de las investigaciones en proceso han contri-buido ya a la generación de información necesaria para su manejo y para la conservación de las lagunas coste-ras que son su hábitat durante el invierno. Aunque esta especie fue protegida por el gobierno de México desde la década de 1930, y alrededor de la década de 1980 se

declararon áreas naturales protegidas algunas de las la-gunas en las que se reproduce, el desarrollo de las in-vestigaciones estuvo muy limitado y la información ge-nerada fue escasa.

Entre 2000 y 2005 se publicaron más de 35 artículos especializados y tesis sobre esta especie. En al menos 11 de ellos participaron como autores, revisores o sinodales, los investigadores de mamíferos marinos del INE. Entre los estudios más relevantes resaltan los relacionados con las condiciones que guarda actualmente la especie; la forma en que utiliza las lagunas costeras del estado de Baja California Sur durante el invierno, incluyendo es-tudios de fidelidad a sus áreas de reproducción; así como algunos aspectos relacionados con el manejo de la acti-vidad de observación turística de ballenas que se realiza de manera regulada en las lagunas Ojo de Liebre, San Ignacio y el complejo lagunar de Bahía Magdalena. Al-gunos de los estudios se han realizado en coordinación con otras instituciones entre las que destacan la UABCS y el Centro de Estudios Costeros de la School for Field Studies (SFS).

Los temas de mayor interés para el INE y la Semar-nat fueron el estado y la salud de la población y sus posi-bles variaciones así como contar también con elementos para la adecuada administración de las actividades de observación de ballenas con fines recreativos.

En cuanto a las ballenas jorobadas, el INE tiene pro-puesto llevar a cabo un trabajo experimental durante dos temporadas, en aguas adyacentes a las Islas Marías, para evaluar el impacto potencial a la población de ballenas que llega a aguas mexicanas.

Por otra parte, es importante continuar con el monitoreo del estado que guarda la población de ballena gris, la situación de conservación en que se encuentran las lagunas costeras donde se congrega y reproduce durante el invierno, así como los posibles impactos de las actividades de observación turísti-ca. Es recomendable incorporar el uso de métodos

Cetáceos del Golfo

de California

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Ecosistemas, especies y genes

acústicos que permitan conocer cuáles son los efec-tos y umbrales de tolerancia de las ballenas hacia las fuentes de ruido antropogénicas, incorporar otros enfoques para determinar la capacidad de carga de visitación, y desarrollar estudios socioeconómicos sobre la observación turística de ballenas, su relación con otras actividades extractivas, su efecto en la edu-cación ambiental y conservación, y su relación con otras actividades complementarias.

Lobos marinos

El lobo marino de California se considera una especie centinela debido a que es sensible a los cambios medio-ambientales y los refleja en su salud. Por esta razón puede proveer información esencial y temprana que sirva como advertencia de posibles daños en el ambiente (como son la presencia de patógenos infecciosos emergentes y con-taminantes); por lo tanto, proporciona un diagnóstico de riesgo rápido. De esta manera, funciona como excelente indicador de la salud del ecosistema.

El proyecto se inició formalmente en el año 2004 bajo la coordinación general del INE y del APFF-IGC-BC. Hasta el momento el INE ha aportado recursos humanos y financieros. A esto se suman los recursos humanos y en especie aportados por el APFF Islas del Golfo de Califor-nia, B.C. Con estos recursos y la participación de todas las instancias involucradas (que han apoyado con mate-rial y equipo de laboratorio), de 2004 a 2006 se llevaron a cabo tres salidas de campo a la Región de las Grandes Islas y el norte del Golfo de California.

Durante el trabajo de campo se censaron siete colo-nias de reproducción y se tomaron muestras biológicas (sangre, cultivos de boca, ano, prepucio o vagina, biop-sias de lesiones, pelo y grasa subcutánea) de crías de lobo marino de California en los islotes El Rasito y El Partido; en Los Cantiles y Los Machos (isla Ángel de la Guarda); en las islas Granito, El Coloradito y Rocas Consag. Las

muestras permitieron determinar la presencia de parási-tos y agentes infecciosos, así como de contaminantes.

Con las muestras biológicas tomadas se determinará la presencia de morbillivirus, Toxoplasma gondii, calici-virus (virus del lobo marino de San Miguel), Leptospira interrogans, Brucella sp., parásitos y bacterias, y tam-bién contaminantes orgánicos y metales pesados. Entre los resultados más destacados resaltan los siguientes: (1) Se tienen datos poblacionales de las loberas censadas en los tres años, por categoría de sexo y edad. (2) En 2004 y 2005 todas las muestras fueron negativas a Brucella abortus, Toxoplasma gondii, Salmonella sp. y Leptospi-ra interrogans. (3) Se elaboraron protocolos de manejo y toma de muestras biológicas de lobo marino de Califor-nia, así como de manejo de muestras en laboratorio de campo. (4) Se han entrenado un total de 14 personas en el monitoreo, manejo y toma de muestras biológicas.

Los lobos marinos de California y su interacción con las pesquerías

El lobo marino de California (Zalophus californianus californianus) es una de las especies de mamíferos ma-rinos consideradas bajo el régimen de protección espe-cial en México (NOM-059-Semarnat-2001). Esta especie interactúa con las actividades pesqueras: camarón, pe-lágicos menores, y otras pesquerías artesanales, pues el lobo marino aprende rápidamente a seguir embarcacio-nes y a sustraer peces capturados en redes y anzuelos. Potencialmente esto provoca conflictos debido a los da-ños que causan a las artes pesqueras, a las especies blan-co, o a ellos mismos al quedar enmallados en las redes o al salir heridos durante esta interacción.

El INE ha estudiado este fenómeno y elaboró una propuesta que permite generar nueva información de la interacción entre los lobos marinos y redes agalleras en el complejo insular Espíritu Santo-Partida. Este trabajo también sirve de base para la búsqueda de soluciones en

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Ecosistemas, especies y genes

Esta etapa del proyecto representa sólo el inicio de un proyecto de largo plazo. La identificación de patógenos en lobos marinos es primordial para dirigir la investiga-ción futura, puesto que permitirá identificar las enferme-dades que presentan las poblaciones estudiadas así como detectar los factores de transmisión de tales enfermeda-des, y a partir de ello determinar cuáles requieren de un programa específico de conservación. También será po-sible evaluar el riesgo que las enfermedades representan para las poblaciones silvestres y para la salud humana.

Otro aspecto que se estará analizando en fechas próximas, es la solicitud de las cooperativas pesqueras de la Región de Baja California Sur, que capturan langostas por medio de trampas, dado que han venido reportando la interacción que tienen los lobos marinos con las tram-pas, específicamente buscando recuperar el pescado que se utiliza como cebo para las langostas, destruyendo las trampas y de esta manera afectando las capturas de este valioso recurso pesquero.

Varamientos de mamíferos marinos

La importancia de los varamientos reside en que son una excelente fuente de información científica ya que, entre otras cosas, los mamíferos marinos son buenos indicado-res del estado de salud de su medio ambiente. La infor-mación que se puede obtener a través del registro y aná-lisis sistemático de estos eventos puede utilizarse, entre otros, para estudios taxonómicos o de identidad genética, estudios de fisiología, estudios de ecología (alimentación, mortalidad, distribución) y para acciones de conservación y manejo a través del análisis de impactos antropogénicos, tales como la interacción con pesquerías. El registro, y en su caso diagnóstico de los eventos, nos permite proponer medidas que prevengan o mitiguen los factores que pro-ducen mortalidad adicional en las poblaciones.

Los varamientos se han registrado en México y parti-cularmente en el estado de Baja California Sur al menos

otras regiones del noroeste de México, así como para ha-cer recomendaciones de manejo enfocadas a minimizar los daños y efectos negativos de la interacción, que per-mitan una coexistencia estable (sin afectación significa-tiva) entre las colonias de lobos marinos y los pescadores ribereños de la región.

Lobo fino de Guadalupe

El lobo fino de Guadalupe es el único representante del género Arctocephalus en el hemisferio norte, y su pobla-ción se ha recuperado de una manera más paulatina que las especies congéneres en el hemisferio sur. El lobo fino de Guadalupe sólo se reproduce en dos islas mexicanas: en la costa este de la Isla Guadalupe y en la Isla San Benito del este. La Isla Guadalupe es muy importante en la histo-ria de la conservación de los pinnípedos a nivel mundial dado que fue el primer lugar en donde se decretó, por el gobierno mexicano en 1922, una reserva para la protec-ción y conservación de los elefantes marinos y de los lo-bos finos, así como de otras especies insulares y marinas.

En colaboración con el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) Unidad Guaymas y la Universidad de Santa Cruz, California, el INE ha es-tudiado el lobo fino de Guadalupe y se han generado los censos más completos y recientes de la población de esta especie en México.

El carácter multidisciplinario e interinstitucional de este trabajo ha favorecido la realización del proyecto en sus múltiples actividades, y ha contribuido a establecer un marco de colaboración entre distintas instancias del sec-tor gubernamental, académico y social. Esto ha sido vital para el desarrollo del proyecto, ya que las actividades par-ticulares que cada una de las instancias realiza son funda-mentales para el éxito de proyectos de esta naturaleza. Por todo lo anterior, es necesario continuar con el proyecto, garantizar su financiamiento y fortalecer las alianzas ins-titucionales que a la fecha se han establecido.

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desde 1979. Aunque se han presentado múltiples trabajos en reuniones científicas, las publicaciones sobre el tema en nuestro país son escasas. Los trabajos abordan casos particulares, contaminación, eventos de mortandad in-usual, e interacción con pesquerías, entre otros.

Durante los últimos años, el INE ha participado activamente con otras instituciones y organizaciones, incluyendo la Sociedad Mexicana de Mastozoología Marina (Somemma), para mejorar la coordinación de estos eventos así como el registro de los datos mí-nimos. En mayo de 2002 se publicó un acuerdo de la Semarnat en el que se establece como área de refugio, para proteger a las especies de grandes ballenas de los subórdenes Mysticeti y Odontoceti, a las zonas mari-nas que forman parte del territorio nacional y aquellas sobre las que la nación ejerce su soberanía y jurisdic-ción. En dicho documento se estableció que la Se-marnat, con el apoyo de la sociedad civil organizada, atenderá las contingencias ambientales asociadas con el varamiento de los mamíferos marinos y que para tal propósito se consolidará la Red Nacional de Atención a Varamientos.

El INE, la Somemma y diversos grupos, en 14 esta-dos costeros, han realizado importantes avances para la consolidación de esta red nacional, aunque todavía falta aprobar su estructura y poner en operación un centro en el que se reciban y administren los datos generados por los grupos estatales. También queda pendiente ofrecer apoyo con mayor regularidad a los grupos en las entida-des federativas e identificar, entrenar y apoyar a indivi-duos o grupos interesados en cada uno de los estados con límite de costa. Cabe mencionar que el INE ha organiza-do tres talleres internacionales para capacitar a investi-gadores en la atención de varamientos.

Además del trabajo a nivel nacional, los investigado-res en mamíferos marinos del INE colaboran con insti-tuciones de Estados Unidos y han participado en la ac-tualización y revisión de publicaciones, como la segunda

edición del libro Marine mammals ashore, que fue publi-cado recientemente.

Se busca aplicar los métodos más modernos para la atención de los varamientos de mamíferos marinos. Los usuarios incluyen a la PROFEPA, organismos relaciona-dos con la salud pública y a los gobiernos estatales y mu-nicipales costeros donde se den varamientos.

Desarrollar e implementar la Red Nacional de Vara-mientos junto con la Sociedad Mexicana de Mastozoolo-gía Marina (SOMEMMA) y continuar con el intercambio de información y técnicas de atención de este fenómeno con investigadores de otros países.

Bioseguridad y cultivos transgénicos

Con el desarrollo de la biología molecular y los avances en el conocimiento de la molécula de la herencia el áci-do desoxirribonucleico o ADN alcanzados en los últimos 50 años, se ha dado el surgimiento de la ingeniería gené-tica y con ella la posibilidad de aislar, editar y transferir material genético entre especies con relaciones de paren-tesco muy distantes entre sí, produciéndose así los orga-nismos transgénicos. La biotecnología moderna abarca, entre otros desarrollos, el uso de técnicas in vitro de ma-nipulación de ácidos nucleicos (moléculas de la herencia) para transferir información genética entre organismos que comúnmente no se entrecruzan y por lo tanto no intercambian material genético. Este proceso, relativa-mente nuevo y sin paralelo, ha impulsado prometedoras expectativas para contribuir a un desarrollo sustentable, y significa un gran desafío para su manejo de forma se-gura, responsable y respetuosa del ambiente y de la so-ciedad en su conjunto.

A principios de los años noventa, durante la Confe-rencia de Medio Ambiente y Desarrollo (1992) llevada a cabo en Río de Janeiro, se reconoció dentro del capítulo 16 de la Agenda 21 sobre Gestión ecológicamente racio-nal de la biotecnología, que si bien la “biotecnología por

Varamiento de maíferos

marinos

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Ecosistemas, especies y genes

sí misma no puede resolver todos los problemas funda-mentales del medio ambiente y el desarrollo, […] cabe esperar que aporte una importante contribución facili-tando, por ejemplo, una mejor atención de la salud, un aumento de la seguridad alimentaria mediante prácticas de agricultura sostenible, un mejor abastecimiento de agua potable, procesos de desarrollo industrial más efi-caces para la elaboración de las materias primas, el apoyo a métodos sostenibles de forestación y reforestación, así como la desintoxicación de los desechos peligrosos”.

Ligado al reconocimiento de las posibles aportaciones y beneficios de la biotecnología moderna está también asociado el reconocer que, como en el caso de la mayoría de las nuevas tecnologías, la investigación en biotecnolo-gía y las aplicaciones de sus productos podrían tener tam-bién efectos negativos para el medio ambiente y la salud así como consecuencias socioeconómicas y culturales. Por lo tanto, en la Agenda 21 se establece que los efectos, tanto positivos como negativos, deben de ser determi-nados cuidadosamente, con el propósito de aprovechar de manera segura las posibilidades que ofrece la biotec-nología moderna. Se requiere de acuerdo a este progra-ma continuar el establecimiento de los procedimientos de seguridad existentes para fomentar el desarrollo y la categorización científica en la evaluación de los ries-gos y su gestión. Esto se refiere a cubrir necesidades en materia de información, bases de datos, procedimientos para evaluar los riesgos y las condiciones de liberación, creación de condiciones de seguridad y vigilancia en el ámbito del uso de la biotecnología moderna.

En México el uso de organismos genéticamente modificados (OGM) para su liberación al ambiente se inició en 1988, cuando se llevaron a cabo las primeras pruebas con un tomate genéticamente modificado en el estado de Sinaloa. Un tanto cuanto de manera reac-tiva la Dirección General de Sanidad Vegetal (DGSV), de la entonces Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAGAR), se dio a la tarea de atender las primeras so-

licitudes de liberación al ambiente de este tipo de cul-tivos. La manera como la DGSV enfrentó este reto fue mediante la creación, en 1989, de un Comité Nacional de Bioseguridad (CNB) compuesto por científicos de diversas disciplinas y funcionarios del gobierno fede-ral capaces de aportar argumentos e integrar recomen-daciones para la realización de actividades en campo con cultivos transgénicos. A partir de entonces ha sido la Secretaría de Agricultura, primero con el apoyo del CNB y posteriormente con el apoyo del Subcomité Es-pecializado de Agricultura (SEA), a través de la DGSV que ahora forma parte del Servicio Nacional de Sanidad Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) los organismos que han determinado la viabilidad del uso de cultivos transgénicos en nuestro país.

Con el inicio de este sexenio, el Programa Nacional de Medio Ambiente y Recursos Naturales (2001-2006) de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Natura-les señaló explícitamente, dentro del Programa Estraté-gico para Conservar los Ecosistemas y su Biodiversidad, que para cubrir la necesidad de proteger el ambiente se requiere formalizar aspectos legales, particularmente las normas en materia de bioseguridad, y contribuir a gene-rar conocimiento a través de estudios e investigaciones. Lo anterior se dispuso dentro de las actividades del INE, en colaboración con la Comisión Nacional para el Uso y Conocimiento de la Biodiversidad (Conabio) y con la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad y Organis-mos Genéticamente Modificados (CIBIOGEM).

Estado actuºal del uso de organismos transgénicos

Actualmente en el mundo se siembran millones de hec-táreas de cultivos transgénicos, y el uso de estos culti-vos muestra una tendencia que se mantiene en aumen-to. En el informe del Servicio Internacional para las Adquisiciones de Aplicaciones Agro-biotecnológicas (ISAAA, por sus siglas en inglés), James (2005) detalla

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el incremento de la superficie total de cultivos transgé-nicos, a nivel mundial, desde 1996, cuando se inició su siembra comercial, hasta el año 2005 (figura 1).

Durante la primera década del uso comercial de cul-tivos transgénicos, de 1996 a 2005, la tolerancia a her-bicidas fue de manera sistemática el rasgo dominante transformado en estos cultivos, seguido de la resisten-cia a insectos, y de la combinación de genes apilados para estas dos características. En 2005, la tolerancia a herbicidas, introducida en el maíz, la canola y el al-godón, ocupó el 71%, o sea 63.7 millones de hectáreas del total de 90 millones de hectáreas de transgénicos a nivel mundial. El 18%, es decir 16.2 millones de hectá-reas, se sembraron con cultivos Bt que confieren a las plantas la resistencia a algunas plagas, y 10.1 millones de hectáreas (11%) con cultivos de genes apilados con-teniendo ambas características: tolerancia a herbicidas y resistencia a insectos. Los cultivos de genes apilados representaron el grupo de características de aumento mayor entre 2004 y 2005, con un 49% de crecimiento,

comparado con el 9% de aumento de la tolerancia a her-bicidas y el 4% de la resistencia a insectos.

En 2005, de los 21 países productores de transgéni-cos, 11 constituyen países en desarrollo y 10 son países industrializados. Éstos fueron, en orden de hectáreas de superficie: Estados Unidos, Argentina, Brasil, Canadá, China, Paraguay, India, Sudáfrica, Uruguay, Australia, México, Rumania, Filipinas, España, Colombia, Irán, Honduras, Portugal, Alemania, República Checa (James, 2005). Los cultivos comerciales que han mantenido ma-yor superficie durante los últimos años son soya, con más de 50 millones de hectáreas sembradas en 2005: maíz, con cerca de 20 millones de hectáreas; seguidos por al-godón y canola (figura 2).

En México se siembran extensiones considerables de dos cultivos transgénicos: soya y algodón. La carac-terística modificada en la soya que se está cultivando en México es la tolerancia a herbicidas, mientras que en al-godón se usan variedades tanto tolerantes a herbicidas como variedades Bt resistentes a plagas, y últimamente se siembran variedades con la combinación de ambos

Figura 2. Superficie global de cultivos genéticamente modificados (en millones de ha)

Estado actual del uso de

organismos transgénicos

Figura 1. Superficie mundial de cultivos transgénicos de siembra comercial (en millones de ha)

1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005

100

80

60

40

20

0

TotalIndustrializados

En desarrollo

60

40

20

0 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005

Soya Maíz Algodón CanolaFuente: James, 2005.

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rasgos. Tanto para algodón como para soya, el cultivo de variedades transgénicas es sólo una proporción de la superficie total sembrada del cultivo convencional o no transgénico. La aprobación de estos dos cultivos se dio por vez primera a nivel experimental en 1995, por lo que la SAGARPA cuenta con datos al respecto de más de 10 años de siembras experimentales.

Recientemente a partir de la entrada en vigor de la Ley de Bioseguridad, en mayo de 2005, la Semarnat, a través de la Dirección General de Impacto y Riego Am-biental (DGIRA), tiene la competencia de emitir un dic-tamen vinculante al SENSICA, respecto a la emisión de permisos de liberación de OGM de uso agrícola. Actual-mente, dicho dictamen se basa en la opinión técnica del análisis de riesgo que se lleva a cabo en la Coordinación de Bioseguridad del INE y en la recomendación que emi-te la Conabio.

Otros de los cultivos que se han liberado al ambien-te en nuestro país a nivel de pruebas experimentales y por lo tanto en extensiones muy limitadas, entre 1988 y 2005, son: alfalfa, calabacita, papaya, arroz, cártamo, clavel, Arabidopsis, chile, limón, lino, maíz, melón, papa, piña, plátano, tabaco, tomate y trigo. El uso de varios de estos cultivos es problemático en México porque nues-tro país es el centro de origen y de diversidad de algunos de ellos, y la Ley de Bioseguridad establece condiciones particulares para la liberación al ambiente estos cultivos. Además, para el caso particular del maíz, la citada ley establece el mantenimiento de un régimen de protección especial para este cultivo.

Con el vertiginoso avance de los desarrollos biotec-nológicos, hay además en puerta nuevas aplicaciones, como la producción de vacunas o sustancias industria-les en cultivos así como árboles, peces e insectos trans-génicos, con diferentes características que se deben de evaluar para determinar si es conveniente o no liberarlos al ambiente y con qué medidas de seguridad y condicio-nantes para proteger la biodiversidad.

La atención de este tema de bioseguridad en el INE tiene como objetivo principal dar atención especializada y apoyar a la Semarnat en la toma de decisiones y fortale-cer la participación del sector ambiental, esto mediante la generación y la integración de información científica y técnica en la materia. Se reconoce la importancia de darle a la biotecnología la oportunidad de contribuir a un desarrollo sustentable; por lo tanto, el propósito especí-fico es fomentar su uso seguro para proteger el ambiente y la biodiversidad de efectos adversos generados por la li-beración de OGM. Entre las tareas más importantes que asume el INE se encuentran:

• Coordinar y atender los programas especiales, temas emergentes y asuntos prioritarios encomendados por la presidencia del INE a fin de incrementar el conoci-miento científico y técnico en las materias de biose-guridad y biotecnología.

• Proporcionar información a los tomadores de deci-siones en materia de bioseguridad y biotecnología, a través de la generación y la recopilación de elemen-tos científicos y técnicos para contribuir al desarrollo sustentable.

• Promover acuerdos, convenios y acciones de coope-ración con otras instituciones gubernamentales, pú-blicas y privadas para incrementar el conocimiento científico y técnico en materia de bioseguridad, bio-tecnología y análisis de riesgo.

• Proporcionar asesoría, difusión y capacitación de alto nivel sobre investigación científica y técnica en temas relacionados con bioseguridad, biotecnología y análi-sis de riesgo.

• Promover la difusión de los resultados de investiga-ción aplicada sobre problemas prioritarios en materia de protección al ambiente y conservación de los re-cursos naturales, particularmente relacionados con bioseguridad y biotecnología.

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El impulso que ha dado el INE a la bioseguridad en México desde la perspectiva del sector ambiental se ha concretado en varios logros. Éstos se han visto reflejados en resultados dentro de los ámbitos de investigación apli-cada, apoyo técnico y científico para el fortalecimiento del sector ambiental en el tema; colaboración con opi-niones técnicas que fundamentan el dictamen vinculan-te que establece la Ley de Bioseguridad entre Semarnat y SAGARPA mediante la elaboración de análisis de riesgo; capacitación técnica a funcionarios del gobierno fede-ral de varios niveles tanto en oficinas centrales como de las delegaciones estatales de Semarnat y Profepa; apoyo para el cumplimiento del Protocolo de Cartagena y la participación del presidente del INE como representante titular de la Semarnat en el Comité Técnico de la CI-BIOGEM.

Fueron varias las acciones que el INE ha llevado a cabo y que sigue desarrollando en materia de bio-seguridad:

• Se participó en las reuniones del Comité Interguber-namental del Protocolo de Cartagena (ICCP por sus siglas en inglés) y se fundamentó la necesidad de la ratificación del Protocolo de Cartagena por parte de la Cámara de Senadores. Actualmente el INE parti-cipa proporcionando apoyo científico y técnico en las reuniones preparativas y dentro de la delegación mexicana para atender la Conferencia de las Partes que sirve como la Reunión de las Partes (COP-MOP) del Protocolo de Cartagena.

• El INE participó en la elaboración de la propuesta y en la implementación del Proyecto de Fortalecimiento de capacidades Nacionales para la Implementación del Protocolo de Cartagena financiado por el GEF; en el marco de este proyecto el INE ha contribuido en la capacitación técnica a todos los niveles dentro del gobierno federal, y en apoyo a los gobiernos estatales. Actualmente coordina las actividades de la Semarnat

en el desarrollo del Proyecto de Continuación de la Creación de Capacidades Institucionales y Técnicas para la toma de Decisiones en Materia de Bioseguridad financiado con recursos del gobierno federal con el apoyo del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

• El INE ha participado en los grupos de trabajo para la elaboración y la revisión de normas en materia de bioseguridad, así como durante la formulación de la Ley de Bioseguridad. Actualmente participa en los trabajos para la realización del reglamento de la ley, así como en los trabajos para establecer los elemen-tos e instrumentos que posibiliten el desarrollo de los acuerdos entre la SAGARPA y la Semarnat para la definición de centros de origen y de diversidad gené-tica, en colaboración con la Conabio y el INIFAP.

• El presidente del INE es el representante titular de la Semarnat ante el Comité Técnico de la CIBIOGEM, donde se analizan y evalúan los aspectos científicos y técnicos que fundamenten las políticas públicas que se generan en la comisión en materia de bioseguri-dad. El INE creó y actualmente coordina el Subcomité Especializado de Medio Ambiente (SEMA), confor-mado por científicos de varias disciplinas que apoyan y asesoran los trabajos, y con la participación del sec-tor ambiental en bioseguridad y análisis de riesgo.

Dentro de los resultados más sobresalientes de esta administración se encuentran las siguientes actividades.

Análisis de riesgo ambiental por la liberación de orga-nismos genéticamente modificados: insumos para toma-dores de decisiones. En el seno del Subcomité Especiali-zado de Medio Ambiente (SEMA), órgano de consulta en materia de Bioseguridad coordinado por el INE, se acor-dó desarrollar un protocolo de análisis de riesgos para la liberación al ambiente de organismos transgénicos. Dicho protocolo consta de tres productos: una serie de diagramas de flujo; un programa de cómputo que faci-

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lita el seguimiento de este análisis, y un manual del usuario. La elaboración del protocolo responde a varias necesidades; una es desarrollar un método sistemá-tico y basado en información científica, para evaluar la información requerida al solicitar un permiso para la liberación al ambiente de un OGM. Además con este protocolo se pretende contribuir a que la evaluación sea entendida como un proce-so transparente.

El protocolo de análisis de riesgo ha sido desarrollado con más profundidad y se basa, en cierta medida, en OGM de uso agrícola, ya que éstos son los más comercializados actualmente y su uso implica su liberación al ambiente. De cualquier forma, el protocolo puede aplicarse igualmente a OGM pecua-rios, pesqueros, plantaciones forestales, microorganismos o cualquier OGM en general. Por este motivo y ya que la in-vestigación en relación al uso de OGM es un proceso dinámico, se tiene con-templado que este Protocolo de Evalua-ción de Riesgo Ambiental sea revisado periódicamente para adaptarse a los nuevos avances de la biotecnología y a la creación de nuevos OGM con dis-tintas características. Este protocolo se encuentra disponible en la página del INE http://www.ine.gob.mx/aromma/.

Investigación de la presencia no inten-cional de transgénicos en sitios de alta di-versidad genética de maíz. A partir de la comunicación de resultados que indican la presencia de transgenes en variedades criollas de maíz (Zea mays spp mays L.) en

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el estado de Oaxaca (Quist y Chapela, 2001) el INE ini-ció un programa de monitoreo en la región de la Sierra de Juárez. La presencia reportada de material genéticamen-te modificado en maíz de Oaxaca fue muy alarmante en su momento porque esta región forma parte del centro de origen mesoamericano del maíz y ostenta gran diver-sidad genética del cultivo, generada y mantenida por las prácticas agrícolas de los campesinos. Es además notable porque en México no se había aprobado el cultivo del maíz transgénico; únicamente se aprobaron casos de liberacio-nes experimentales, todos anteriores a 1999 y bajo estric-tas medidas de bioseguridad.

La investigación que inició el INE tiene por objeto es-tablecer la frecuencia de la presencia de materiales trans-génicos en maíz de la zona, y reportar dichos resultados a las comunidades involucradas y a la comunidad científica internacional, así como a las autoridades competentes, para apoyar la toma de decisiones. La metodología del muestreo consistió en obtener mazorcas de varias loca-lidades diferentes de la región conocida como Sierra de Juárez, que incluye las comunidades en donde se llevó a cabo el estudio de Quist y Chapela.

Desde mayo de 2001 y hasta la fecha se han tomado muestras de semillas de más de 12,870 plantas prove-nientes de milpas o parcelas de campesinos de la zona. A partir de las colectas del 2003, se han analizado las muestras en laboratorios certificados con los más altos estándares de calidad. Se probaron cientos de miles de semillas para identificar la presencia del promotor 35S del virus del vosaico de la coliflor (CaMV) y del termi-nador del gen de la nopalina sintasa de Agrobacterium tumefaciens. Al menos una de estas dos secuencias está presente en todas las variedades comerciales de maíz ge-néticamente modificado.

Los resultados de los muestreos de 2003 y 2004 (figu-ra 4) han sido publicados (Ortiz et al., 2005) y muestran evidencia de que aunque se usaron marcadores de PCR de alta sensibilidad, además de controles positivos y ne-

gativos apropiados y duplicados de cada muestra para las extracciones de ADN, no se logró detectar ni una sola se-cuencia transgénica en las muestras analizadas de estas épocas de cosecha y sitios muestreados.

Los resultados certificados de estos análisis se hicie-ron llegar en su momento a los campesinos que colabo-raron con el muestreo de ambos periodos de cosechas (2003 y 2004). Las conclusiones de la investigación in-dican que las semillas muestreadas no presentaron se-cuencias transgénicas detectables en los campos mues-treados con los métodos utilizados. Estas conclusiones no se deben extrapolar a otras regiones de México sin información cuantitativa; además, esto no significa que la situación actual permanezca inalterable. Por lo tanto, el INE mantiene un monitoreo en la zona, se han colecta-do más muestras en 2005, y se está promoviendo la par-ticipación de los campesinos interesados en el monitoreo para mantener el estudio en la Sierra de Juárez en Oaxa-ca, y ampliar estos estudios a otras regiones del país con alta diversidad de maíz.

Fortalecimiento de infraestructura para la detec-ción de OGM. Paralelamente al desarrollo de las inves-tigaciones sobre la presencia no intencional de maíz transgénico en México, se identificó la imperiosa ne-cesidad de que el gobierno federal, y en particular el sector ambiental, contara con un laboratorio especia-lizado de biología molecular. Se inició la gestión del montaje de este laboratorio durante el desarrollo de actividades del Proyecto GEF-CIBIOGEM, y con re-cursos del Fondo del Medio Ambiente Mundial (GEF) y otra parte del gobierno, y a partir de fructíferas ne-gociaciones con la UAM Iztapalapa, que es donde se encuentran ubicados los laboratorios del Centro Na-cional De Investigación y Capacitación Ambiental (CENICA), se logró contar con la infraestructura y el equipo necesarios para llevar a cabo investigaciones y estudios de detección, identificación y cuantificación de OGM.

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El laboratorio de biología molecular del CENICA, ac-tualmente es el único laboratorio en México certificado por la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA) para la detección de maíz transgénico.

Entre los usuarios de las actividades arriba mencio-nadas se encuentra diversas áreas del gobierno federal, particularmente de la SEMARNAT, pero también de la Secretaría de Agricultura y de la Secretaría de Salud. También los interesados en llevar a cabo liberaciones al ambiente de OGM, que incluyen investigadores y empre-sas así como diversas organizaciones civiles, pueden in-volucrarse e informarse respecto a cómo se lleva a acabo el análisis de riesgo en el INE, e incidir con aportaciones científicas y técnicas sobre el mejoramiento del mismo.

Otros grupos involucrados y que se perciben como usuarios de los productos del INE son los agricultores que cultivan y conservan variedades de maíz criollo, par-ticularmente en los sitios donde se han llevado a cabo muestreos para determinar la presencia no intencional de maíz transgénico. Estos incluyen hasta ahora cam-pesinos de Oaxaca, Guerrero, Jalisco y Michoacán, pero se espera ampliar la cobertura de los monitoreos a otros estados y sitios de alta diversidad de maíz.

Finalmente, en el laboratorio del Biología Molecular del CENICA se puede apoyar la investigación sobre de-tección de OGM tanto a investigadores como a ONG y a los particulares interesados.

Muchas de las actividades que realiza el INE en ma-teria de bioseguridad deben aún fortalecerse; entre éstas se encuentra particularmente el desarrollo y la imple-mentación de la metodología de análisis de riesgo por la liberación de OGM al ambiente, y el mantenimiento y ampliación de la investigación y monitoreo relativo a la presencia no intencional de cultivos GM en zonas de alta diversidad. Se debe reconocer la relevancia del tema tanto a nivel político como social, para buscar consolidar una estructura que permita adecuar las cargas de trabajo necesario relativo a la elaboración de los análisis de ries-

go e integración de información, para que las decisiones se tomen con la mejor información disponible y apoyada por profesionales altamente capacitados en el tema y con el tiempo necesario para atender la carga de solicitudes de liberación, que aumenta cada año.

Como parte del proceso de adopción de la biotecno-logía, se debe fomentar la creación de mecanismos na-cionales que permitan tener en cuenta la opinión funda-mentada del público con respecto a la investigación y la aplicación de la misma, objetivo que plantea la Agenda 21 y que aún no se ha implementado en nuestro país. Esta participación debe ir de la mano de programas de análi-sis y evaluación que además de considerar los aspectos científicos y técnicos de bioseguridad incluyan análisis económicos de costo-beneficio del uso de la tecnología considerando las condiciones particulares tanto sociales como culturales y económicas de nuestro país.

Se requiere desarrollar de manera coordinada una Red Nacional de Monitoreo para detectar la liberación no intencional de organismos genéticamente modifica-dos en México, y para generar la información de línea base que permita establecer los efectos de estos organis-mos sobre el medio ambiente y la diversidad biológica. Esta tarea sólo es posible involucrando varias institucio-nes de investigación nacionales, así como comunidades de agricultores en las que se mantiene la diversidad de cultivos y con un enfoque interdisciplinario. El INE es una institución pionera en investigación y monitoreo de organismos transgénicos, por lo que podría coordinar los mecanismos y las sinergias para el establecimiento de esta Red Nacional de Monitoreo.

Para que el gobierno de México garantice un uso se-guro de la biotecnología, en particular la que se refiere al uso de organismos genéticamente modificados, se debe destinar los recursos necesarios, tanto económicos como de infraestructura, considerando además la nece-sidad de mantener y consolidar los cuadros profesionales capacitados en este tema de alta relevancia para el país,

Estado actual del uso de

organismos transgénicos

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Ecosistemas, especies y genes

en donde confluye la promesa de un desarrollo sustenta-ble y la posibilidad de manejar los riesgos del uso de esta tecnología con escenarios de alta complejidad a niveles genéticos, poblacionales y de ecosistemas.

Asuntos internacionales

La colaboración internacional relacionada con la agenda verde tiene un fuerte componente de colaboración en-tre México y Estados Unidos. Destaca la cooperación en materia de conservación de especies y ecosistemas en-tre el Departamento de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos (USFWS) y el INE. Esta colaboración se da en el seno de un programa conocido como Vida Silvestre sin Fronteras. Además el INE junto con el USFWS organi-za anualmente diplomados de capacitación sobre temas de conservación de vida silvestre con una perspectiva ecosistémica. También es del interés de las dos naciones abordar los temas de conservación que están cerca de sus fronteras, como es el caso del Delta del Río Colorado donde el INE tiene un papel muy activo. Además de esta cooperación binacional destacan varios acuerdos mul-tilaterales, como son CDB, CITES y CBI, donde el INE participa activamente.

México-Estados Unidos

Estados Unidos y México comparten muchos ecosiste-mas y especies migratorias, y están cada vez más vincu-lados a través del intercambio económico, social y cul-tural, como lo demuestra el Acuerdo de Cooperación Ambiental de América del Norte (ACAAN).

La persistencia de la biodiversidad en la región depen-de fuertemente de desarrollar nuevas estrategias de con-servación que sean aceptadas entre la ciudadanía y que se apliquen en los ámbitos nacionales y locales. Cada vez resulta más claro que las medidas de carácter regional constituyen un caso exitoso de cooperación binacional

en materia ambiental es el que ocurre entre el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados de Unidos (USFWS) y la Semarnat. Estas agencias gubernamentales tienen una larga historia de cooperación en la conservación y el manejo de los recursos naturales. Esta cooperación, que continúa hasta la fecha, incluye una diversidad de te-mas entre los que se incluyen aves migratorias, especies amenazadas, manejo de humedales y otros ecosistemas, áreas protegidas, capacitación, y regulación del comercio de flora y fauna. Durante la década pasada, esta colabora-ción se ha incrementado significativamente bajo el Acta de Conservación de los Humedales de Norteamérica, el Plan de Manejo de Aves Acuáticas, y el Comité Trilateral MEX-CAN-EUA para la Conservación y Manejo de Vida Silvestre y los Ecosistemas. Por último, es de destacar el programa del USFWS-INE, Vida Silvestre sin Fronteras, que anualmente emite una convocatoria para financiar proyectos de conservación en territorio mexicano.

Diplomados

Parte de la colaboración entre los gobiernos de México y de Estados Unidos de Norteamérica ha incluido la reali-zación en territorio mexicano de diplomados en conser-vación de ecosistemas. Estos diplomados son implemen-tados principalmente por el INE, la organización Unidos para la Conservación, A. C. (UPC) y el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados de Unidos (USFWS).

Los Diplomados han estado dirigidos, principalmen-te, hacia la capacitación y la actualización de personal directamente involucrado en la planeación, operación y seguimiento de programas de conservación de ecosiste-mas. En cada uno de ellos se capacita aproximadamente a 30 estudiantes, lo cuales a su vez deben como parte del trabajo postdiplomado transmitir a otros técnicos los conocimientos, enfoques, métodos y prácticas adquiri-dos durante los cursos en sus regiones del país en donde trabajen, lo que permite tener un efecto en cascada que

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aumente el número de personal capacitado. Los alumnos provienen fundamentalmente de las dependencias de go-bierno estatal y federal involucradas en el manejo y con-servación de los recursos naturales. Los diplomados se imparten de manera intensiva, lo cual implica la perma-nencia de los alumnos en las sedes correspondientes por un lapso de un mes, a tiempo completo (incluyendo fines de semana). A lo largo de esta gestión se realizaron tres eventos de este tipo: 1) conservación de ecosistemas tem-plados de montaña, 2) restauración ecológica y 3) conser-vación de humedales y otros ecosistemas acuáticos. Cada uno de estos cursos tuvo también, como producto final, la publicación de un libro que concentra, en capítulos es-pecíficos, información científica y técnica para que los alumnos y público en general interesado en el tema pue-dan adquirir los fundamentos necesarios para entender y atender los problemas de conservación que involucra cada uno de los temas tratados en esas obras.

Este esfuerzo de capacitación necesita reforzarse en dos aspectos principales: 1) incrementar el número de alumnos capacitados y 2) convencer a las entida-des gubernamentales que los envían a continuar con el trabajo de capacitación, mediante la implementación de cursos locales que respondan a sus necesidades es-pecíficas.

Vida silvestre sin fronteras

El propósito fundamental de este programa ha sido im-pulsar proyectos que fortalezcan la capacidad de México para el manejo sostenido de la diversidad biológica, y contribuir de esta manera a la integración de la proble-mática sobre la conservación con los procesos de desa-rrollo, para que se obtenga como resultado acciones de conservación concretas y duraderas.

Este programa binacional México-Estados Unidos había tenido como institución focal a la Dirección Ge-neral de Vida silvestre de la Semarnap, pero a partir de

2001 ambas naciones convinieron en que la institución focal sería el INE.

Al momento de recibir el tema, la convocatoria se ha-bía abierto en seis ocasiones consecutivas.

Con base en un análisis de las convocatorias ante-riores y en conversaciones que este instituto tuvo con el USFWS, se modificaron algunos aspectos relacionados con: a) la difusión de la convocatoria; b) los mecanismos de evaluación de la Semarnat; c) los temas para apoyar por la convocatoria.

Actualmente la convocatoria se difunde vía Internet, en las páginas del INE y del USFWS. Esto ha logrado in-crementar mucho el número de propuestas recibidas, ob-teniéndose cerca de 70 por cada convocatoria anual.

Durante esta administración, se han realizado cinco convocatorias, recibiéndose en total 280 propuestas de las que se han aceptado 86, lo que representa un monto total aproximado de $2,500,000.00 USD. Este esfuerzo se tradujo en la capacitación (en diversos temas vincula-dos con la conservación y el manejo de los recursos natu-rales) de alrededor de 900 personas en todo el país.

Actualmente las propuestas son evaluadas por los diferentes sectores de la secretaría relacionados con la convocatoria: DGVS, Conanp, Conafor, Conabio y Profe-pa. Cada dependencia recibe una copia de todas las pro-puestas para que las jerarquicen de acuerdo con criterios definidos para los intereses respectivos. Este análisis de pertinencia es complementado con análisis de viabili-dad científica, técnica y financiera, realizado por el INE. Además se han ampliado los temas que se apoyan en la convocatoria, para incluir aquellos proyectos dirigidos a reforzar los vínculos sociales que garanticen la conserva-ción y el manejo sustentable de los recursos naturales.

Los alcances de esta convocatoria se pueden mejorar si se incrementa el dinero asignado anualmente a la con-vocatoria, quizás mediante el propio financiamiento de la Semarnat. Esto se traducirá en un mayor número de proyectos aprobados. También sería pertinente involu-

Asuntos internacionales

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Ecosistemas, especies y genes

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crar a la secretaría en el seguimiento de los proyectos aprobados.

Delta del río Colorado

A finales del siglo XIX y principios del XX, el del delta del río Colorado era un ecosistema rico en especies con una composición y una estructura de especies caracte-rísticas de la región, debido a las condiciones particula-res de inundación y contraste entre la zona de agua dulce y salada, ubicado dentro de una zona árida. Esto permi-tía que en los ambientes, formados por el efecto de las corrientes y los procesos propiciados por el río, se forma-ran distintos ambientes como el ripario, humedales ale-daños al río, así como otros tipos de ambientes influen-ciados por las condiciones ambientales. El efecto de estos ambientes permitía que las especies vegetales y anima-les encontraran condiciones especiales para su estable-cimiento, reproducción, anidación, y como sitios de des-canso en su ruta migratoria, tanto de forma temporal como permanente.

El manejo del recurso hídrico en el río Colorado ha provocado diversos cambios en las condiciones ambien-tales del mismo. La construcción de diversas presas ha traído consigo la modificación de distintos ecosistemas acuáticos. Uno de los ecosistemas donde se manifesta-ron los efectos de la derivación del agua fue la región del delta del río Colorado, ya que a partir del estableci-miento de la presa Morelos y el manejo que se ha hecho del recurso hídrico, eliminando los flujos requeridos por el ambiente para el mantenimiento de los ecosiste-mas y cambiando el uso solamente para fines humanos, se provocó la degradación de diversos ambientes natu-rales desde la presa Morelos hasta el Alto Golfo de Ca-lifornia. Anteriormente a 1994, se consideraba que los ecosistemas del río Colorado y los relacionados con éste se encontraban prácticamente muertos. Sin embargo, la presencia de excedentes provocados por un incremento

en los flujos en ese mismo año, permitió que una buena proporción de los humedales dependientes del río se re-generaran. A raíz de esto, diversas organizaciones tanto mexicanas como internacionales, sobre todo ONG, se interesaron profundamente en la recuperación de los ecosistemas del río Colorado. La zona del delta del río Colorado desde entonces ha recibido gran atención so-bre todo de aquéllos preocupados por la conservación de las especies y de los ecosistemas.

El interés manifestado por las distintas ONG y por el gobierno federal, llevaron a la creación de una reser-va ubicada en el Alto Golfo de California y delta del río Colorado. Sin embargo, la delimitación de la reserva no cubre toda la zona desde el Alto Golfo hasta la presa Mo-relos, sino que se limita únicamente al Alto Golfo y a una pequeña porción del delta. Esto ha llevado a que las dis-tintas ONG se interesen también en la restauración del resto de los ecosistemas ubicados sobre el río Colorado, debido a la importancia que tienen en cuanto a los ser-vicios ambientales y ecológicos que presenta tanto para las poblaciones humanas como para las especies nativas, residentes y migratorias. Por tales motivos, el INE ha co-laborado en distintos grupos de trabajo con la finalidad de brindar las opiniones técnicas necesarias para lograr la restauración del ecosistema ripario en cuestión.

Por iniciativa propia e invitación de algunas ONG (Sonoran Institute, PRONATURA-noroeste y Environ-mental Defense) vinculadas con el rescate de los ecosis-temas del río Colorado, hemos participado en la planifi-cación y el desarrollo de los planes para la restauración de algunos humedales sobre el corredor ripario, así como también en el aspecto legislativo, con la finalidad de es-clarecer y tramitar los mecanismos apropiados para la protección a largo plazo de las áreas por restaurar, e identificar las fuentes confiables y duraderas de agua para uso ambiental.

Asuntos internacionales

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Ecosistemas, especies y genes

Canal Todo Americano

El Canal Todo Americano (CTA) en los Estados Unidos (EUA), corre al sur de los estados de Arizona y California, desde la presa Imperial, en el norte de Yuma, Arizona, paralelo a la frontera de los Estados Unidos y México, hasta terminar al oeste del Valle Imperial (U.S. Bureau of Reclamation, 2006). Este canal deriva parte de las aguas transportadas por el río Colorado para abastecer poblaciones en Arizona y California. El U.S. Bureau of Reclamation estimó que 70,000 acre-pies (86.38 millo-nes de m3) de agua por año se pierden por infiltración a lo largo del Canal Todo Americano a través de la zona arenosa (Zamora-Arroyo et al., 2005). Esto ocasionó que las autoridades de ese país elaboraran un proyecto para reducir las pérdidas de agua a través del canal. De las opciones exploradas, la creación de un nuevo canal re-vestido y paralelo al viejo CTA fue la aceptada. Sin em-bargo, no se consideraron los impactos ambientales que la obra tendría en México. En un estudio realizado por Hinojosa-Huerta et al., (2002) se dio a conocer la pre-sencia de los Humedales de la Mesa de Andrade (HMA) ubicados en la región y al parecer alimentados por las in-filtraciones. Estos autores dieron a conocer la importan-cia de los humedales en la biota no sólo de la zona, sino de la región.

Por otra parte, ante la inminente decisión del go-bierno estadounidense de realizar la obra pasando por alto los impactos en México, las autoridades mexicanas, tanto federales como estatales, hicieron patente su opo-sición al revestimiento del canal, junto con un análisis mayor de sus impactos.

La Semarnat a través del INE evaluó los impactos sobre el medio natural, mientras que la Comisión Na-cional del Agua (CNA) evaluó los efectos sobre los cul-tivos agrícolas. El INE realizó un estudio de la avifauna

relacionada con los humedales, determinando que 100 especies de aves dependían de los mismos. De éstas, se identificaron 12 especies de aves listadas en alguna ca-tegoría de riesgo, ya sea por leyes federales de México, de Estados Unidos o del estado de California. De este estudio y de otros realizados en la región, se determinó que los HMA son de gran importancia para la biota de la región, así como para diversas aves residentes y migrato-rias en esta región árida, ya que forma parte de la Pacific Flyway, ruta migratoria de aves de Norteamérica.

Asimismo, el gobierno del estado de Baja California junto con el INE solicitaron al Sonoran Institute y Pro-natura-noroeste una evaluación del impacto del reves-timiento del canal sobre los humedales; la primera fase consistió en evaluar solamente los impactos ambientales en los HMA provocados por el revestimiento, concluyen-do que la obra afectaría 212.7 ha de marisma, 66.6 ha de cachanilla y pino salado, y 1642.7 ha de mezquite (total 1,922 ha). La segunda fase determinó los mecanismos de mitigación para los hábitat afectados, así como los posi-bles costos para su compensación.

Ante la negativa del Gobierno de Estados Unidos para considerar los impactos transfronterizos y el potencial daño a los HMA, el gobierno federal de México, teniendo el INE un papel muy importante en las variables ambien-tales, está explorando alternativas de mitigación y com-pensación en la región. Por otro lado, en 2006 los gobier-nos de Estados Unidos y México acordaron identificar las prioridades de conservación en el delta del río Colorado utilizando como documento base “Prioridades de Conser-vación en el Delta del Río Colorado” (Zamora et al., 2005) editado por el INE. En dichos acuerdos se estableció una matriz de prioridades con sus proyectos asociados y en conjunto ambos gobiernos explorarán las fuentes de fi-nanciamiento. Este trabajo se lleva a cabo en el seno de la CILA (Comité Internacional de Límites y Aguas).

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estudios de especies CITES y revisión de los resultados de dichos estudios.

CDB

El Instituto Nacional de Ecología forma parte del comité interinstucional que lleva el tema y participa en el comi-té revisando los diferentes documentos de trabajo que el secretariado pone a discusión previamente a las reunio-nes de las partes.

Durante el año de 2005 se participo en la edición y revisión del 3° informe país sobre la implementación del convenio en México.

También hemos participado en el 1° y 2° Taller de Au-toevaluación de Capacidades Nacionales para la imple-

Asuntos multilaterales

CITES

El Instituto Nacional de Ecología forma parte del Comité de Seguimiento CITES, ocupándose a los temas de flora y fauna. Se participa regularmente en las actividades del comité emitiendo opiniones técnicas respecto de los do-cumentos que la secretaría de la convención pone a dis-cusión con antelación a las reuniones de las partes. En la actualidad, la participación del INE se limita a participar en el comité de seguimiento y emitir opiniones técnicas respecto a los documentos preparatorios a las conferen-cias, así como también apoyo al punto focal (CONABIO-DGVS) en la elaboración de términos de referencia para

Asuntos multilaterales

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Ecosistemas, especies y genes

mentación del convenio y las sinergias existentes entre éste y los convenios sobre Cambio Climático y Deserti-ficación.

Durante el presente año se formó parte de la delega-ción mexicana participante en la VIII Reunión de la Con-ferencia de las Partes en el Convenio; se participó en el Grupo de Trabajo I que consideró los siguientes temas: Di-versidad Biológica de Islas, Zonas Áridas y Subhúmedas, Iniciativa Mundial Taxonómica (GTI), Especies Exóticas Invasoras, Diversidad Biológica Forestal, Aguas Interio-res, Diversidad Biológica Marina y Costera, Diversidad Biológica Agrícola y Áreas Protegidas. Se apoyó en la ela-boración de declaraciones con el objeto de manifestar la posición de México en temas relevantes para el país.

También se apoyó al punto focal (Conabio) en la re-visión de los documentos preparatorios para las reunio-nes del Órgano Subsidiario de Asesoramiento Científico, Técnico y Tecnológico (SBSTTA).

Comisión Ballenera Internacional (CBI)

En 1946 las naciones balleneras adoptaron la Convención Internacional para la Regulación de la Caza de las Ballenas (CIRCB) que dio a origen la Comisión Ballenera Internacional (CBI). En el caso de México, la convención entró en vigor el 30 de junio de 1949.

Debido a la sobreexplotación de la mayoría de las po-blaciones de ballenas por la industria, en 1982 se estable-ció la moratoria a la caza comercial de ballenas que inició en 1986 con la tasa de captura CERO para todas las exis-tencias de ballenas costeras y en 1985-86 con una mora-toria para la caza pelágica. La CBI cuenta actualmente con 65 países miembros y realiza sus reuniones cada año. En estas reuniones anuales se adquieren compromisos cuyo avance se reporta a dicho organismo internacio-nal. Es así que dicho foro se convierte en una ventana al mundo sobre las políticas ambientales de los países miembros, las cuales expresan sus intereses en cuanto

al manejo y conservación de los cetáceos y a la salud de los ecosistemas marinos. Cabe señalar que a la reunión de la CBI también asisten en calidad de observadores al-rededor de 100 organizaciones no gubernamentales, in-tergubernamentales, así como un número importante de medios de comunicación internacionales.

Investigadores del INE han atendido las reuniones del Comité Científico de la CBI, y uno de ellos fue elegido presidente del Grupo Permanente de Asuntos Ambien-tales. Este fue el primer investigador en Iberoamérica en ocupar un puesto de este nivel dentro del comité cientí-fico. Los trabajos de investigación y recuperación de la vaquita le han valido a México varios reconocimientos del comité científico.

A partir del 2004 la responsabilidad de atender la re-unión de Comisionados de la CBI pasó a manos del INE. Desde entonces este instituto organiza el Foro Nacional de Consulta sobre Ballenas, al cual asisten representan-tes de la academia, la sociedad civil organizada y el go-bierno, para consensuar la postura que llevará nuestro país a este foro.

Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA)

Durante la 48ª reunión de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), México anunció una estrategia para la recuperación de la vaquita. El componente prin-cipal fue la creación del Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA), el cual se creó en 1997 por iniciativa del gobierno de México, a través del entonces presidente del Instituto Nacional de la Pesca. El mandato del grupo fue crear un plan de recuperación de la vaquita basado en la mejor información científica dis-ponible y que contemplara los aspectos socioeconómicos de la región.

Las razones por las que se creó el CIRVA fueron prin-cipalmente tres:

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i) El estado crítico de la población de vaquitas y la falta de información confiable en el gobierno

ii) La constante mención de embargo a productos pes-queros del Alto Golfo

iii) Las fuertes críticas que venía recibiendo el gobierno de México, de manera particular a nivel internacio-nal, por su inacción y bajísimo nivel técnico en el de-sarrollo de investigaciones sobre esta especie.

Los trabajos de este “equipo de recuperación”, de muy alto nivel académico, le han valido a México el recono-cimiento internacional de la organizaciones científicas más importantes que tratan con mamíferos marinos, en-tre ellas, la Society for Marine Mammalogy, la Sociedad Europea de Cetáceos y la Comisión Ballenera Internacio-nal. Esto ha acallado los rumores del embargo.

Para la implementación del plan de recuperación de la vaquita, hace falta encontrar artes de pesca alternati-vas a las redes agalleras y, del mismo modo, alternativas socioeconómicas para los pescadores de la región del Alto Golfo de California.

Los esfuerzos de la conservación de los recursos natu-rales hasta ahora se han basado principalmente en la des-cripción del estado de los sistemas naturales, las amenazas y algunas propuestas de conservación con pocas acciones en el campo. En este tema se debe privilegiar el trabajo aplicado donde, de una manera adaptativa, se siga avan-zando en la atención de los problemas y paralelamente se genere información y conocimiento útil para detener y re-vertir la pérdida de la riqueza natural de México.

Hoy hasta el área más aislada, con algunas excep-ciones, muestra evidencia humana directa o indirecta, lo que sólo confirma que estamos confinados todos en un mismo recipiente, la biosfera. Lo anterior hace ur-gente incorporar el factor social en todo esfuerzo de conservación, ya que pretender atender a los ecosiste-mas aislados del elemento humano resulta un ejercicio muy interesante pero poco real; al parecer la “ecología

químicamente pura” empieza a ser una disciplina que tiende al desuso.

El trabajo de conservación y restauración que se rea-liza en el INE atiende problemas, genera información aplicada, capacita y difunde conocimiento ecológico a nivel genético, de especie y de ecosistema.

En estos últimos años se han centrado los esfuerzos en algunos ecosistemas como:

• la Selva Lacandona —logrando avances en las técni-cas de restauración—

• las islas del noroeste de México, donde destaca Isla Guadalupe —por primera vez libre de cabras—

• el delta del río Colorado —con esfuerzos binacionales reales para su conservación y restauración—

• el ecosistema de manglar con valores actualizados en tasas de pérdida y estado de conservación en todo México

• dentro de las especies más atendidas destacan el cón-dor de California —con veinte animales reintroduci-dos en el campo después de haberse extinguido hace más de 60 años en México—

• un fuerte impulso a la conservación de mamíferos marinos, donde destaca la vaquita —por primera vez con un área de refugio—

• a nivel genético el trabajo realizado en el tema de bio-seguridad con especial énfasis en el maíz —donde ya se cuenta por primera vez con instrumentos regula-torios a nivel de ley.

Otros temas que aportaron al conocimiento y a la conservación fueron:

• una nueva propuesta de clasificación de las comuni-dades vegetales de México

• una nueva lista de las especies en riesgo de México• un avance significativo en el marco y las bases para el

inventario nacional de humedales.

Asuntos multilaterales

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Ecosistemas, especies y genes

Se debe seguir avanzando en la investigación asocia-da con acciones concretas de conservación en:

• ecosistemas terrestres, como la Selva Lacandona • insulares, como el archipiélago de las Islas Marías,

donde existe una oportunidad de seguir avanzando en la conservación de las islas del Pacífico mexicano aunada a la posibilidad de conformar el primer centro ecológico de readaptación social en el mundo

• a nivel de especies es necesario seguir con los esfuer-zos vigentes e incursionar en la conservación de otras especies prioritarias

• referente a los mamíferos marinos se debe mantener una política de conservación nacional e internacional

• Con respecto al tema de bioseguridad se debe de seguir trabajando en el sentido de evitar modifica-ciones transgénicas en cultivos de importancia ali-menticia como es el caso del maíz en México, que pudieran limitar o inhibir sus propiedades como alimento

• como otro tema adicional, es necesario atender el bi-nomio biodiversidad y cambio climático.

Por último, se debe trabajar en entender y atender las causas estructurales de pérdida de la biodiversidad y del deterioro de los ecosistemas, impulsando una política de estado que involucre a toda la Administración Pública Federal y que se tenga como una prioridad nacional.

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Calidad del aire

Calidad del aire

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Introducción

El crecimiento de la población, el aumento en el consumo de combustibles, así como el incremen-to en la densidad de vehículos en circulación, en-

tre otras variables, contribuyen al deterioro de la calidad del aire. Es en las grandes ciudades y en los corredores industriales en donde se agudiza el impacto de todos es-tos elementos vinculados directamente con el desarrollo, teniendo como una de sus manifestaciones a la contami-nación atmosférica y sus consecuentes efectos en los eco-sistemas y en la salud de la población.

La evidencia internacional en cuanto a la asociación entre contaminación del aire y efectos en la salud ha sido contundente. De hecho, los estudios epidemiológicos realizados en la última década en más de 100 ciudades en el mundo han proporcionado los fundamentos para la revisión de las normas de calidad del aire en Estados Unidos, Europa y México. En los últimos años, se logró el establecimiento de una norma para partículas sus-pendidas de la fracción fina (aquellas con un diámetro aerodinámico menor a 2.5 micras, PM2.5) y actualmente en varios países se revisan los límites permisibles por la consistencia en los resultados ys que no se ha logrado identificar un umbral de concentración para la mayor parte de los efectos en la salud estudiados. Los resulta-dos de dichos estudios han sido un insumo valioso para desarrollar evaluaciones de impacto y de costo-beneficio en América y Europa, fundamentales para la toma de de-cisiones en materia de gestión de la calidad del aire.

En los últimos años se han observado algunas me-joras en la calidad del aire en las principales ciudades y zonas metropolitanas del país: Zona Metropolitana del Valle de México, de Guadalajara, de Monterrey, del Va-lle de Toluca, Puebla, Ciudad Juárez, Tijuana y Mexicali. Por ejemplo, se han registrado reducciones significativas en las concentraciones de monóxido de carbono (CO), bióxido de azufre (SO2) y bióxido de nitrógeno (NO2).

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Con excepción de Guadalajara, Mexicali y Ciudad Juá-rez, se han logrado mantener dentro de la norma las con-centraciones de CO en las otras ciudades; también, las concentraciones de NOx se encontraron dentro de los límites establecidos en las normas, salvo en en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) y en la ZMVM; por último, en el caso del SO2 no se han excedido las nor-mas en ninguna de las ciudades mencionadas.

A pesar de las reducciones en los contaminantes men-cionados, en siete zonas urbanas del país se siguen reba-sando las normas de calidad del aire para el ozono (O3) y partículas con diámetro aerodinámico menor a 10 mi-cras (PM10) (cuadro 1). Así, en siete de las ocho ciudades con mencionadas —excepto Tijuana— los niveles de O3 rebasaron la norma horaria en el 2005 y la norma anual en el periodo 1998-2005. En forma similar, la ZMM, la ZMVT, Ciudad Juárez y Mexicali han registrado concen-traciones muy elevadas de PM10 en el periodo 1997-2005,

y no cumplen prácticamente en ninguno de estos años, ni con la norma de 24 horas ni con la norma anual.

Por ello, se hace indispensable continuar con los es-fuerzos para una adecuada y efectiva gestión de la calidad del aire, que se beneficia y hace más eficiente con infor-mación científica y técnica que permita caracterizar la problemática, evaluar tendencias y tener elementos para valorar medidas, estrategias y programas de control. El INE, a través de la Dirección General del Centro Na-cional de Investigación y Capacitación Ambiental (CE-NICA) y la Dirección General de Investigación sobre la Contaminación Urbana, Regional y Global (DGICURG), busca proporcionar esta información, que incluye la ca-racterización y la estimación de la magnitud de las fuen-tes de emisión, las características y concentraciones de los contaminantes en la atmósfera, la exposición de la población a dichos contaminantes, los posibles impactos en la salud y la evaluación de los beneficios por la ins-

Ciudades y zonas metropolitanas Ozono PM10 (1 hora > 0.11 ppm) (24 horas > 120 µg/m3)

Ciudad Juárez 4 naPuebla 7 11Zona Metropolitana de Monterrey 32 163Zona Metropolitana de Toluca 22 173Zona Metropolitana de Guadalajara 66 51Zona Metropolitana del Valle de México 233 34Tijuana 0 naMexicali 5 na

Cuadro 1. Días en que se excede el valor de la norma (promedio diario) para O3 y PM10 durante 2005 en seis ciudades mexicanas

Na = no aplicable: sólo existen mediciones cada 6 días en Ciudad Juárez, Tijuana y Mexicali.

Introducción

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Calidad del aire

trumentación de medidas de control. En este sentido, la investigación científica proporciona elementos para con-testar las siguientes preguntas:

• ¿En dónde existen problemas de contaminación?• ¿Quién es responsable de la emisión de contaminan-

tes atmosféricos?• ¿Qué impactos en la salud se asocian con las concen-

traciones ambientales de un contaminante, o bien las emisiones provenientes de una fuente específica?

• ¿Cómo mejoraría la calidad del aire y la salud de la población con el control de la contaminación?

Durante los últimos años, los estudios de investigación en la materia que se han llevado a cabo en el INE se han di-rigido a aportar información para contestar estas pregun-tas. El primer Inventario Nacional de Emisiones, la elabo-ración del Programa Nacional de Monitoreo Atmosférico, el Sistema Nacional de Información de la Calidad del Aire (SINAICA), la investigación experimental de los contami-nantes atmosféricos, los estudios de exposición personal a contaminantes, el uso de herramientas de modelación para la estimación de impactos en la salud y la elaboración de estudios costo-beneficio de medidas de control, en gran medida han contribuido a la generación de información útil para el proceso de toma de decisiones. A continuación se hace un recuento de los estudios emblemáticos llevados a cabo en la materia, seleccionados por su relevancia e im-pacto para contribuir a la toma de decisiones en la gestión de la calidad del aire en el país.

Inventarios de emisiones

Durante el periodo 2001-2006 se dio un salto cualitativo trascendental en el desarrollo de inventarios de emisio-nes. El avance hasta ahora había sido parcial, ya que al inicio de la presente administración sólo se contaba con inventarios de emisiones para las principales concentra-

ciones urbanas del país, es decir, las zonas metropolitanas del Valle de México (ZMVM), Guadalajara, Monterrey y Toluca, así como para Ciudad Juárez, Tijuana-Tecate-Rosarito y Mexicali, que se habían formulado como parte de sus correspondientes Programas de Mejoramiento de la Calidad del Aire (PROAIRE), elaborados en su mayo-ría durante el periodo 1995-2000. El esfuerzo y el trabajo realizados durante los últimos años permiten que ahora contemos, por primera vez, con un inventario de emisio-nes que cubre todo el territorio nacional. Con ello, fue posible cumplir con el mandato legal del artículo 109 bis de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, y sentar un precedente que impulsa las ac-ciones para tener la mejor información disponible para la toma de decisiones relacionada con el mejoramiento de la calidad del aire en el país.

Los inventarios de emisiones son una herramien-ta básica en la gestión de la calidad del aire; para las autoridades federales, estatales y municipales poruqe constituyen un punto de partida para la evaluación de programas de gestión de la calidad del aire. Nuestros vecinos del norte, Estados Unidos y Canadá, cuentan con inventarios nacionales desde 1990 y 1992, respecti-vamente, que además actualizan al menos cada 6 años, lo que les ha permitido generar y sistematizar la infor-mación necesaria para su desarrollo, mejorar las téc-nicas y los métodos para la estimación de emisiones, utilizarlos para modelación de la calidad del aire y, por supuesto, fundamentar su política de calidad del aire en esta información.

El proyecto para conformar el primer Inventario Na-cional de Emisiones de México (INEM, www.ine.gob.mx/dgucurg/calaire/inem1999.html) comenzó con el interés mutuo de Estados Unidos y México de atender la problemática de calidad del aire en la frontera entre ambos países, debido al gran crecimiento demográfico y económico de la región. La preocupación principal era el incumplimiento de las normas de calidad del aire en am-

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bos lados de la frontera, especialmente por las altas con-centraciones de O3 observadas en el sur de California, las violaciones a las normas de calidad del aire de CO, PM10 y O3 en El Paso, Texas, y los problemas de visibilidad re-gistrados en el parque Big Bend del sur de Texas.

A partir de la firma del Acuerdo de La Paz en 1983 y, posteriormente, el Programa Frontera XXI, se sentaron las bases de colaboración entre ambos países en materia de calidad del aire y se proyectaron diversos estudios de colaboración para una mejor comprensión de los meca-nismos físicos y químicos involucrados en la dinámica de

los contaminantes en la zona. Para tal efecto, era nece-sario contar con un inventario de emisiones, por lo que desde 1995 comenzaron los esfuerzos y el apoyo de los grupos interesados para construirlo y para desarrollar capacidad técnica en México en la materia. Posterior-mente, el apoyo financiero y técnico se extendió para construir el inventario de emisiones de todo el país y ca-pacitar a las autoridades estatales y federales e institucio-nes académicas en la elaboración, usos y actualización de inventarios de emisiones.

¿Qué es el INEM 1999 y quiénes participaron en su desarrollo?

En el 2001 se inició el desarrollo del inventario nacio-nal de emisiones, con año base 1999 (INE et al., 2006), para caracterizar las principales fuentes de emisión de seis contaminantes para cada uno de los 2,443 munici-pios de la República Mexicana. El INEM-1999 contiene la estimación de emisiones provenientes de fuentes fijas (industria), móviles (relacionadas con el transporte), mó-viles que no circulan por carreteras (equipo agrícola y de construcción), de área y naturales (vegetación y fuentes geogénicas, es decir, la actividad volcánica), para óxidos de nitrógeno (NOx), óxidos de azufre (SOx), compuestos orgánicos volátiles (COV), monóxido de carbono (CO), partículas suspendidas menores a 10 micras (PM10), par-tículas suspendidas menores a 2.5 micras (PM2.5) y amo-niaco (NH3).

Para este inventario las fuentes fijas se clasificaron de acuerdo con la jurisdicción en la que operan, incluyendo establecimientos industriales de jurisdicción federal, es-tatal y municipal. La división para clasificar a las plantas industriales, comerciales y de servicios en fuentes fijas o de área se basó en umbrales de emisiones; así, los esta-blecimientos con emisiones superiores a 1.0 Mg/año para NOx, SOx y COV y 1.5 Mg/año para PM10 se consideran como fuentes fijas, y aquellos con emisiones por debajo

Inventarios de emisiones

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Calidad del aire

de los umbrales, como fuentes de área. Las fuentes de área también incluyen otros establecimientos y actividades, tales como gasolineras, tintorerías y fuentes fugitivas de partículas suspendidas (activi-dades de la construcción, por ejemplo), y vehículos como locomotoras, aeronaves y embarcaciones ma-rítimas comerciales.

En cuanto a las fuentes móviles, se trata de ve-hículos con autorización para circular por caminos públicos, ya sean carreteras o calles, por lo que esta categoría incluye automóviles particulares, motoci-cletas, taxis, microbuses, autobuses y camiones de carga pesada que utilizan diesel o gasolina. Los vehí-culos que funcionan con gas LP se consideran como combustión de gas LP en el sector transporte y se incluyen en las fuentes de área. Una categoría rela-cionada, pero considerada independientemente, son las fuentes móviles que no circulan por carreteras. En ella se incluyen los equipos automotores o portá-tiles cuya operación en caminos públicos está prohi-bida; en el INEM-1999 esta categoría se ha limitado al equipo a base de diesel utilizado en actividades de construcción y agrícolas, como grúas, niveladoras, tractores, aspersores, segadoras, etc.

Por último, las fuentes naturales, aquellas que emiten contaminantes atmosféricos que no provie-nen directamente de actividades humanas, se clasi-fican en este inventario en biogénicas y geogénicas. Las primeras incluyen las emisiones de COV pro-ducidas por bosques y cultivos, así como las de NOx provenientes del suelo. Por su parte, las segundas son aquellas de origen geológico, como volcanes, géise-res, manantiales de aguas sulfurosas y emanaciones de aceite que suelen registrarse en ambientes marinos, ente otros.

El INE encabezó la iniciativa para elaborar este pri-mer INEM-1999 y, más adelante, se incorporó al esfuerzo la Subsecretaría de Gestión para la Protección Ambien-

tal de la Semarnat. La integración del primer inventario nacional de emisiones fue resultado de un amplio pro-ceso de participación interinstitucional, que involucró a muchas dependencias y entidades públicas y privadas

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Cuadro 2. Metodología e información utilizada para el desarrollo del Inventario Nacional de Emisiones, 1999

Tipo de fuente

Grandes fuentes fijas: plan-tas de generación de energía eléctrica, refinerías y termi-nales de almacenamiento de combustibles

Otras fuentes fijas: industrias de alimentos, bebidas y taba-co, productos minerales no metálicos, textiles y curtido de pieles, manufactura de cerámica, entre otras

Fuentes de área

Otras fuentes de área, exclu-yendo polvo de caminos pavi-mentados y no pavimentados

Fuentes móviles (que transi-tan por carreteras)

Otras fuentes móviles (no carreteras): equipo de construcción y agrícola

Contaminantes

CO, SOx, NOx, PM10, PM2.5 y COV

CO, SOx, NOx, PM10, PM2.5 y COV

CO, SOx, NOx, PM10, PM2.5 y COV NH3

CO, SOx, NOx, PM10, PM2.5, COV y NH3

CO, SOx, NOx, PM10, PM2.5, COV y NH3

CO, SOx, NOx, PM10, PM2.5 y COV

Metodología y fuentes de información

Factores de emisión: EPA AP-42 (US-EPA, 1995) Información de SENER y PEMEX

Factores de emisión: EPA AP-42 (US-EPA, 1995) Información de las cédulas de operación anual federales y es-tatalesBase de datos DATGEN de la DGGCARETC

Uso de combustibles: Balance Nacional de Combustibles Base en datos de consumo de combustibles proporcionados por SENER (ERG, 2003c)

Factores de emisión: EPA AP-42 (US-EPA, 1995)

Información de instituciones de gobierno, cámaras industriales e instituciones académicas (SAGARPA, INEGI, ANAFAPYT, UNAM, etc.)

Estimación de emisiones: Modelo de demanda de recorrido (Trans-Engineering, 2004)Modelo MOBILE6-México (ERG, 2003b)

(Continúa)

Inventarios de emisiones

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Calidad del aire

(figura 1). Esta organización refleja la interdependencia que guardan las competencias de los tres niveles de go-bierno, pues la estimación de las emisiones de fuentes contaminantes requiere de información de los ámbitos federal, estatal y municipal.

El INE coordinó y apoyó los esfuerzos de recolección de información de otras dependencias gubernamentales y de la industria; asimismo, brindó asistencia técnica para la interpretación de inventarios locales previamente elaborados y de bases de datos existente. A su vez, la Sub-secretaría de Gestión para la Protección Ambiental co-ordinó el procesamiento de la información sobre fuentes fijas, y asumirá la responsabilidad de su mantenimiento y actualización, en coordinación con las dependencias ambientales estatales.

El apoyo financiero y técnico proporcionado por or-ganizaciones del ámbito internacional, como la Comisión para la Cooperación Ambiental de América del Norte (CCA), la Agencia de Protección Ambiental de Estados

Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) y la Asociación de Gobernadores del Oeste de los Estados Unidos de Nortea-mérica (WGA, por sus siglas en inglés), fue fundamental para este proyecto. En conjunto, estas instituciones apor-taron más de dos millones de dólares durante el periodo 2001-2006 para la contratación de consultores nacionales y extranjeros, el financiamiento de eventos, la construc-ción de capacidades, así como para el diseño del Sistema Nacional de Emisiones, que se explicará más adelante.

Las instituciones públicas y privadas de todas las entidades federativas, en especial las autoridades am-bientales estatales y municipales, aportaron informa-ción valiosa para integrar el inventario. Asimismo, fue imprescindible involucrar a las dependencias y entidades del sector energía, tales como la Secretaría de Energía (SENER), la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (Pemex), dada la importancia que dentro del inventario nacional tienen la producción, el manejo y el uso de combustibles. También diversas aso-

ANAFAPYT: Asociación Nacional de Fabricantes de Pinturas y Tintas; DATGEN: Datos Generales; DGGCARETC: Dirección General de Gestión de la Calidad del Aire y Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes; EPA: Environmental Protection Agency; ERG: Eastern Research Group; GloBEIS: Global Biosphere Emission and Interactions System; INEGI: Instituto Nacional de Estadística, Geogra-fía e Informática; NCDC: US. National Climatic Data Center; PEMEX: Petróleos Mexicanos; SAGARPA: Secretaría de Agricultura, Gana-dería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación; SENER: Secretaría de Energía; SMN: Servicio Meteorológico Nacional; UNAM: Universidad Nacional Autónoma de México; US: United States.Fuente: INE.

Cuadro 2. Metodología e información utilizada para el desarrollo del Inventario Nacional de Emisiones, 1999 (continúa)

Tipo de fuente

Fuentes naturales

Contaminantes

NOx, VOC, CO

Metodología y fuentes de información

Factores de emisión:Información proporcionada por SMN, NCDC, UNAM, SA-GARPAModelo GloBEIS3 (Yarwood, et al., 2002).

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Figura 1. Instituciones participantes en el desarrollo del Inventario Nacional de Emisiones, 1999.

ciaciones industriales, entre ellas la Asociación Nacional de Fabricantes de Pinturas y Tintas, A.C. (ANAFAPYT), Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ), la Cámara Nacional de la Industria de la Perfumería y Cos-mética (CANIPEC), la Cámara Nacional de la Industria

de la Transformación (Canacintra) y la Cámara Na-cional de la Industria de Lavanderías (Canalava) fueron consultadas para recabar información sobre actividades económicas, uso y consumo de solventes, aplicación de plaguicidas, etc.

Inventarios de emisiones

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Calidad del aire

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Desarrollo y capacitación para el desarrollo del INEM-1999

El INEM-1999 se integró con la misma base metodoló-gica utilizada en los inventarios locales elaborados hasta entonces en México (cuadro 2). Sin embargo, por su al-cance nacional, fue necesario desarrollar y adaptar cier-tas metodologías, en particular, para la estimación de emisiones de fuentes móviles que circulan por carretera y las que no circulan por carretera. Para mayor detalle de los métodos de estimación y modelos utilizados, se pue-de consultar el propio Inventario Nacional de Emisiones, 1999 (INE et al., 2006).

Como apoyo y orientación para autoridades locales y estatales, académicos y otros interesados, se elaboró una guía para la elaboración y los usos de inventarios de emisiones, que proviene de la integración, adaptación y actualización de otros manuales de inventarios de emi-siones (Radian, 1996a; Radian, 1996b; Radian, 1996c; Radian, 1997a; Radian, 1997b; Radian, 2000; ERG, 2002; ERG, 2000). Esta herramienta incluye aspectos de pla-neación e instrumentación para el desarrollo de inven-tarios de emisiones; características de las fuentes fijas, móviles, de área y naturales; metodologías básicas y más comunes en el mundo para desarrollar inventarios; iden-tifica la paquetería de cómputo y bases de datos dispo-nibles para la elaboración de inventarios; y, por último, incluye los lineamientos básicos para su desarrollo con fines de modelación de la calidad del aire (véase http://www.ine.gob.mx/dgicurg/calaire/inem_fort_capa.html; INE, 2005a).

Adicionalmente, durante la elaboración del INEM-1999 se llevaron a cabo talleres sobre los aspectos prác-ticos para integrar inventarios de emisiones y se ofreció una capacitación básica a las autoridades ambientales estatales, que les permitió realizar las primeras verifi-caciones de aseguramiento de calidad con sus propios datos. Estos talleres, además, sirvieron como foro para

identificar las necesidades de las autoridades estatales y las delegaciones de Semarnat para mantener, manejar y usar de manera eficaz la información sobre calidad del aire en sus propias regiones.

Información sobre emisiones nacionales

El principal resultado de este proyecto multianual (ade-más de las herramientas metodológicas y de los materia-les de capacitación que se desarrollaron y de los mate-riales de capacitación) es la información sobre emisiones generada a nivel nacional. Esta información se concentra en tres productos: el informe del inventario de emisio-nes de los estados de la frontera norte de México (INE, 2005b), el Sistema Nacional de Emisiones (SINE), y el in-forme final del INEM-1999 (INE et al., 2006).

El desarrollo del inventario de emisiones de la fronte-ra norte permitió afinar la metodología, la organización y el manejo de la información, como paso previo a su aplicación en el resto de las entidades del país. Asimis-mo, sirvió como insumo para los esfuerzos de gestión de la calidad del aire en la zona fronteriza México-Estados Unidos.

Por su parte, el SINE, concebido por el grupo de traba-jo que ha participado en la elaboración del inventario de emisiones en el INE y en la Subsecretaría de Gestión para la Protección Ambiental, ha contado con apoyo financie-ro de la CCA y con recursos federales. Desde su origen, el SINE se concibió como una herramienta que permitiera consolidar en un solo sistema la información sobre inven-tarios de emisiones del país, es decir, aquella incluida en el INEM-1999, así como la correspondiente al Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero, por año, por estado, municipio o sector. Asimismo, el SINE contará con un enlace directo a la base de datos del Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes (RETC) administrada por la Subsecretaría de Gestión para la Protección Ambiental. El SINE arrancó a finales de 2005

Inventarios de emisiones

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Calidad del aire

con la información del inventario de gases de efecto in-vernadero y entrará en operación plenamente a finales de 2006 (http://aplicaciones.Semarnat.gob.mx/sine/). Este sistema proporcionará acceso público a esta información mediante procedimientos transparentes y flexibles, faci-litando también su actualización, ya que las autoridades locales podrán incorporar y dar mantenimiento a la in-formación sobre emisiones de su entidad.

El Inventario Nacional de Emisiones de México, 1999

Con el INEM-1999 se cuenta por primera vez en nuestro país con información esencial para la gestión de calidad del aire a nivel nacional. Por ejemplo, es posible distinguir la contribución porcentual de distintos sectores o entidades a las emisiones totales de los contaminantes atmosféricos incluidos en el inventario. Así, como puede observarse en la Figura 2, sin considerar las fuentes geogénicas, es decir, la actividad volcánica, las fuentes antropogénicas con ma-yor contribución a las emisiones de SOx en el país son las plantas de generación de electricidad (56.2%), seguidas por los procesos de manufactura y otros procesos industriales (17.3%), las refinerías de petróleo y el consumo industrial de combustibles (13.6%).

Asimismo, el inventario reveló que para el NOx las principales fuentes de emisión de origen antropogénico, (es decir, aquéllas que no son de origen natural) como las actividades y prácticas agrícolas, incluyendo la apli-cación de fertilizantes y plaguicidas, son las fuentes mó-viles (vehículos automotores), seguidas de las fuentes móviles que no circulan por carreteras (equipo de cons-trucción y agrícola) y por las plantas de generación de electricidad (figura 3). En conjunto, estas tres categorías son responsables de más del 68% del total de emisiones de NOx reportadas en el INEM-1999.

En forma análoga, para PM10 y PM2.5, el 80% del total de emisiones antropogénicas de estos contaminantes se

asocia con otros usos de combustibles (fuentes de área), con procesos de manufactura y otros procesos indus-triales, así como con polvos fugitivos y plantas genera-doras de electricidad. Finalmente, en cuanto a los COV, casi el 85% de las emisiones no biogénicas (no prove-nientes de suelo y vegetación) se asocia con el uso de solventes, los vehículos automotores, la distribución de combustibles (gasolina y gas LP), y otros usos de com-bustibles (fundamentalmente combustión doméstica de leña).

Asimismo, el INEM-1999 permite identificar las emi-siones contaminantes por fuente emisora de cada entidad federativa. Por ejemplo, en relación con las fuentes fijas, las mayores emisiones de NO2 se presentan en Coahuila dada la presencia en el estado de dos grandes plantas car-boeléctricas; en cuanto a las emisiones de SO2, el estado de Hidalgo es el principal emisor, ya que en él se asientan importantes plantas de generación de energía eléctrica y refinerías de petróleo; en Veracruz se presentan las ma-yores emisiones de COV, por ser éste un estado con una prominente industria química y petrolera; finalmente, las emisiones principales de PM10 y PM2.5 se presentan en Sonora, relacionadas con las actividades mineras y plan-tas de generación de energía eléctrica que hay en dicho estado (figura 4).

En un análisis similar, en relación con las fuentes móviles, se encuentra que Jalisco es el principal estado emisor de NOX debido a la circulación de vehículos pe-sados a diesel; el Distrito Federal presenta importantes emisiones de COV provenientes de vehículos y camio-nes ligeros a gasolina; en forma comparable, los vehícu-los y camiones ligeros a gasolina son los responsables de grandes emisiones de CO en el estado de México, Nuevo León y Veracruz (figura 5).

De esta forma, el INEM permitió identificar por pri-mera ocasión las principales fuentes de contaminación atmosférica en el país, con el desarrollo y utilización de metodologías uniformes que permiten comparar las

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Figura 2. Emisiones antropogénicas de SOx: contribución por sector en México, 1999

Fuente: INE et al., 2006.

Figura 3. Emisiones antropogénicas de NOx: contribución por sector en México, 1999

Figura 4. Emisiones de fuentes fijas en México, 1999

Fuente: Elaboración propia de los autores con base en resultados del Inventario Nacional de Emisiones, 1999 (INE et al., 2006).

Fuente: INE et al., 2006.

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Calidad del aire

piedra angular de la gestión de la calidad del aire y estan-darte del acceso a la información ambiental en México. Además de la versión impresa y en disco compacto, el archivo electrónico con el texto del documento, así como sus anexos y cuadros, se encuentran disponibles en la pá-gina de Internet del INE: http://www.ine.gob.mx.

Retos y oportunidades

El principal reto que se presenta para la próxima admi-nistración federal 2007-2012 es consolidar los esfuerzos para la actualización del INEM-1999, mediante el forta-lecimiento de los mecanismos de coordinación con las autoridades ambientales estatales, así como dentro del propio nivel federal entre las diversas dependencias y sectores que pueden proveer la información que requie-

emisiones entre entidades federativas y municipios, así como herramientas de modelación adaptadas a México. Con estos insumos, es posible identificar —o, en su caso, ratificar— las líneas de acción prioritarias para mejorar la calidad del aire en el territorio nacional, en cuencas específicas o en zonas metropolitanas y urbanas. De la misma manera, la información sobre emisiones desagre-gada a nivel municipal permite la aplicación de modelos de la calidad del aire, la evaluación de medidas de control de emisiones y el análisis de las tendencias de emisiones, útiles para los interesados en el sector académico, priva-do y público.

El INEM-1999 representa un paso importante hacia una cultura de recopilación, reporte y análisis de datos sobre emisiones a la atmósfera en nuestro país, y se en-cuentra a disposición de los usuarios e interesados, como

Figura 5. Emisiones de fuentes móviles en México, 1999

Fuente: Elaboración propia de los autores con base en resultados del Inventario Nacional de Emisio-nes, 1999 (INE et al., 2006).

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re la conformación de un inventario de emisiones. A ma-nera de ejemplo, cabría mencionar el hecho de que al-rededor de 20% de las fuentes de jurisdicción federal y 50% de las de jurisdicción estatal no informan a las auto-ridades correspondientes sobre sus emisiones, elemento que resulta en una subestimación de las emisiones rea-les. Adicionalmente, se presenta el problema de registros con calidad deficiente o en forma incompleta, lo que re-sulta en estimaciones de emisiones con un mayor grado de incertidumbre.

El inventario ha permitido identificar las carencias en la información disponible para la estimación de emi-siones. En este sentido, la mayor área de oportunidad identificada durante la conformación del inventario fue el desarrollar mecanismos y estrategias para lograr la disponibilidad de información para la estimación de emisiones de diversas fuentes.

Sin duda, la formalización de la relación con otras de-pendencias y cámaras industriales para la obtención de información necesaria de mejor calidad y más comple-ta, tanto la que ya se encuentra disponible como aquella que es necesario generar específicamente para México, constituye uno de los mayores retos para la actualización del INEM-1999. En este sentido, las dependencias cuya información es fundamental incluyen a la Secretaría de Energía (SENER), a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), a Petróleos Mexicanos (Pemex), a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), a la Secretaría de Comuni-caciones y Transportes (SCT), así como asociaciones y cámaras industriales, entre las que destacan la Asocia-ción Nacional de Fabricantes de Pinturas y Tintas, A.C. (ANAFAPYT), la Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ), la Cámara Nacional de la Industria de la Perfumería y Cosmética (CANIPEC), la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (CANA-CINTRA) y la Cámara Nacional de la Industria de La-vanderías (CANALAVA), entre otras. En forma similar,

al interior del sector, el llevar a cabo modificaciones y ajustes a la regulación existente y a los procedimientos vigentes puede permitir que los reportes de emisiones de la industria que ya existen sean el medio para recolectar cierta información que no se ha colectado en forma sis-temática, que no ha contado con los controles de calidad adecuados, o que no se ha incluido como requerimiento para el reporte de emisiones de la industria.

En lo referente a la generación de información espe-cífica para el país, necesaria para reducir la incertidum-bre en la estimación de las emisiones de todas las fuentes incluidas en el INEM-1999, algunas de las prioridades se centran en el desarrollo de factores de emisión de fuen-tes fijas; la generación de datos de actividad de fuentes móviles a nivel municipal; el desarrollo de los insumos para estimar las emisiones asociadas con las categorías que mayor incertidumbre presentaron en este inventario o que no fue posible estimar, como sucede con ciertos equipos incluidos en las fuentes móviles que no circulan por carretera, con polvo proveniente de caminos pavi-mentados/no pavimentados, y con la erosión del viento.

Así, para la estimación de emisiones de fuentes fijas se utilizaron en su mayoría factores de emisión de la EPA (cuadro 1), que se basan en pruebas realizadas en Estados Unidos, es decir, no necesariamente representan de ma-nera adecuada las tecnologías, procedimientos de opera-ción, condiciones de los equipos y de mantenimiento, la calidad de los combustibles, etc., que existen en nuestro país. Con base en los resultados del INEM-1999, ahora sabemos que para México sería recomendable comenzar por desarrollar estos factores para los tipos de fuentes que representan las mayores emisiones totales: plantas para la generación eléctrica, la industria del petróleo y gas (refinerías, exploración de petróleo y gas, terminales de almacenamiento) y la industria de productos de mine-rales no metálicos (ERG, 2006a).

También, para reducir la incertidumbre de las emi-siones de fuentes fijas, es necesaria la recolección de

Retos y oportunidades

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Calidad del aire

información, como el calendario de operación, infor-mación sobre los parámetros de chimenea y datos para el cálculo de emisiones por “proceso”. El calendario de operación permitiría desarrollar patrones temporales y los parámetros de chimenea (características específicas de los puntos de emisión, tales como altura y diámetro de chimenea, tasa de emisión, temperatura de los ga-ses de salida, etc.), requerimientos para la utilización del inventario con fines de modelación de la calidad del aire. Por otra parte, se requiere incluir en los reportes de emisiones de industrias de jurisdicción federal y estatal la información relativa a las emisiones por “proceso”, es decir, aquellas relacionadas con el manejo de mate-riales, uso de solventes y desengrasantes en las instala-ciones industriales, y otras fuentes de contaminación no asociadas con la combustión. Se calcula que pueden asociarse con emisiones significativas de compuestos de azufre, por ejemplo, algunas operaciones que se llevan a cabo durante la refinación de petróleo, en cuyo caso se estima que las contribuciones por “proceso” pueden lle-gar a representar más del 10% de las emisiones totales asociadas con la combustión en las refinerías.

En lo referente a la estimación de las emisiones de fuentes móviles, la metodología utilizada en el INEM-1999 fue desarrollada para cubrir la falta de información sobre actividad vehicular a nivel municipal en nuestro país, pero sería conveniente que para la actualización del inventario se recopile información para hacer esti-maciones con menor grado de incertidumbre. Para ello, se requiere de investigación orientada a la obtención de información sobre los kilómetros recorridos por vehí-culo (KRV) y las características de la flota vehicular a nivel local. Con base en estas áreas de oportunidad, el INE actualmente elabora un diagnóstico nacional de información sobre actividad vehicular, distribución de la flota, tasas de emisiones, etc., que esté disponible o que se haya generado en cada entidad federativa. Con base en el diagnóstico se conformará una guía metodo-

lógica introductoria que permitirá auxiliar a autorida-des estatales o municipales en la recopilación y el pro-cesamiento de información para estimar las emisiones de fuentes móviles, utilizando los métodos disponibles más rigurosos en el contexto de la mejor información disponible.

El INEM-1999 es el primer inventario de emisiones desarrollado en el país que incluye las emisiones de fuen-tes móviles que no circulan por carreteras. Sin embar-go, en esta categoría sólo se incluyó equipo agrícola y de construcción, pero debiera incorporar a futuro también equipo industrial/comercial —como montacargas, etc. —, botes recreativos, equipo utilizado en operaciones de tala y desmonte, entre otros. Para incluirlos en las si-guientes actualizaciones del inventario se requiere de la caracterización y la distribución de este tipo de equipos y de su nivel de actividad.

En cuanto a las emisiones de polvos de caminos pa-vimentados y no pavimentados, es prioritario el desarro-llo y la recopilación de la información necesaria para su estimación, dado que han resultado ser una fuente de emisión significativa de PM10 y PM2.5 en la mayoría de los inventarios de emisiones existentes. Sin embargo, en el INEM-1999 se optó por no incluirlas por la incertidum-bre asociada con los muy escasos datos o su carencia total de datos para alimentar el algoritmo que se utiliza para su cálculo, tales como el contenido de limo en caminos no pavimentados y la carga de limo en caminos pavimen-tados. En forma similar a la resuspensión de polvos en caminos, la categoría de emisiones por erosión del viento no se incluyó en el INEM-1999, aunque esta vez debido a la falta de una metodología confiable, incluso en otros países, para su estimación.

Finalmente, el contar con un inventario de emisiones a nivel nacional ofrece la oportunidad de utilizarlo con fines de modelación de la calidad del aire, útil, a su vez, en el contexto de evaluación de impactos (véase sección de Evaluación de impactos y análisis costo-beneficio, de

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Calidad del aire

este capítulo). A la fecha en México se han realizado evaluaciones de la calidad del aire en algunas zonas me-tropolitanas o industriales utilizando modelos tridimen-sionales, pero nunca se ha hecho un esfuerzo a nivel na-cional. Por ello, y dada la necesidad que existe de evaluar el impacto potencial de estrategias de control de emisio-nes a nivel nacional, para apoyar la toma de decisiones por parte de las autoridades ambientales de nuestro país (por ejemplo, evaluar el impacto de la aplicación de una nueva norma sobre calidad de combustibles en la calidad del aire a nivel regional o nacional), el INE inició un estu-dio para identificar y seleccionar, entre las diferentes he-rramientas de modelación disponibles en el mundo, un modelo que pueda ser instalado y operado en el INE con los recursos de cómputo y de información disponibles. En forma paralela, la utilización de los datos que se gene-raron para el INEM con fines de modelación requiere de la desagregación espacial y temporal de las emisiones, así como de la especiación de grupos químicos, como COV, NOx y PM.

Por ello, en seguimiento de las actividades de me-jora e investigación del INEM-1999, el INE ha conti-nuado la colaboración técnica con la EPA, la WGA y la CCA para realizar estudios y proyectos, incluyendo, como elemento fundamental, el desarrollo de capacida-des. Como parte de estos proyecto se debe contemplar la elaboración de guías sobre técnicas específicas para la estimación de emisiones de fuentes fijas, móviles, de área y naturales; procesos de control y aseguramiento de la calidad de los inventarios de emisiones; y estima-ción de emisiones de partículas menores a 2.5 micras (PM2.5). También, la actualización periódica del inven-tario por medio de la elaboración de materiales de ca-pacitación, a usarse en talleres de capacitación, que la Subsecretaría de Gestión para la Protección Ambiental dirigirá en el futuro próximo.

Monitoreo de la calidad del aire

Antecedentes

A fin de diseñar y evaluar cualquier programa de ges-tión y mejoramiento de la calidad del aire, es indispensa-ble contar con datos consistentes generados a través del monitoreo atmosférico. En este contexto, el monitoreo de los contaminantes atmosféricos generados por las di-versas fuentes de emisión es una referencia obligada para conocer el estado del medio ambiente y, por ende, para poder definir estrategias de mejoramiento de la calidad del aire. En otras palabras, no se puede establecer metas de mejoramiento de la calidad del aire si no se cuenta con esquemas de vigilancia de la calidad ambiental. El moni-toreo atmosférico es una herramienta fundamental para alcanzar estos objetivos.

Desde principios de la década de los 70, en el siglo pasado, la entonces Subsecretaría de Medio Ambiente de la Secretaría de Salubridad y Asistencia ya brindaba asesoría a los pocos estados de la República Mexicana, incluyendo el Distrito Federal, que contaban con equi-po de monitoreo manual para partículas suspendidas totales. Desde esa época a la fecha, las áreas responsa-bles de la calidad del aire en el gobierno federal, han continuado brindando apoyo, asesorando e incluso suministrando equipo de monitoreo, manual y auto-mático, a los distintos estados del país. Actualmente, como resultado de los cambios de diseño institucional en el sector medio ambiente y recursos naturales, el INE tiene la atribución de apoyar con asesorías, ca-pacitación, calibraciones, inspecciones técnicas, pro-gramas de aseguramiento y control de calidad y de manejo de datos, así como en el diseño de redes, a los estados que tienen o que planean instalar redes de mo-nitoreo atmosférico. De esta manera, en los últimos 5 años se ha brindado apoyo a 60 localidades, lo que refleja el esfuerzo que el personal del INE realiza para

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120

atender la demanda de los gobiernos locales, munici-pales e incluso de la industria.

El INE y el monitoreo de la calidad del aire

Una de las primeras acciones que el INE desarrolló para que el apoyo en materia de monitoreo de la calidad del aire que se brinda a los estados sea más eficaz y eficien-te, así como para fortalecer esta actividad a nivel nacio-nal, fue elaborar un Programa Nacional de Monitoreo Atmosférico, PNMA (INE, 2003, véase http://www.ine.gob.mx/cenica/pnma.html), con el objetivo principal de garantizar la calidad de los datos que se generan. A raíz de la presentación pública de este programa en noviem-bre del 2003, se logró implementar un esquema de tra-bajo, integrado por varias etapas, que a su vez se confor-man de diferentes actividades de apoyo y servicio a los sistemas y programas locales de monitoreo de la calidad del aire.

La instrumentación de dicho programa permitirá ga-rantizar un diagnóstico y una vigilancia del estado de la calidad del aire a nivel nacional, que genere información real, válida y comparable entre los diferentes sitios y re-des del país, como instrumento fundamental en el esta-blecimiento de políticas ambientales de protección a la salud de la población y de los ecosistemas. Antes de que culmine la primera fase del programa en el 2007, se con-tará con criterios y procedimientos consistentes y uni-formes en los sistemas de monitoreo, con lo que podrá manejarse información representativa y comparable, lo que representará un hito en los primeros treinta años de monitoreo de la calidad del aire en México. Asimismo, este programa incluye el fortalecimiento de la plataforma de información, denominada Sistema Nacional de Infor-mación de Calidad del Aire, SINAICA, que es un sistema transparente de acceso a la información de monitoreo at-mosférico generada por las principales redes localizadas en el país, con el que cualquier persona interesada y con

acceso a Internet puede constatar los datos de concen-traciones de contaminantes atmosféricos, prácticamente en tiempo real, de las principales ciudades del país.

El PNMA tiene como objetivo Instaurar un progra-ma de monitoreo atmosférico que garantice un diagnós-tico y vigilancia del estado de la calidad del aire a nivel nacional, que genere información real, válida y compara-ble entre los diferentes sitios y redes del país, como ins-trumento fundamental en el establecimiento de políticas ambientales de protección a la salud de la población y de los ecosistemas. Como parte de las actividades corres-pondientes a la Primera Etapa del PNMA, hasta junio de 2006 se han concluido los siguientes elementos:

• Diagnóstico de la situación actual de los sistemas de monitoreo atmosférico a nivel nacional.

• Establecimiento del marco de referencia de procedi-mientos de monitoreo atmosférico.

• Fortalecimiento del Sistema Nacional de Informa-ción sobre la Calidad del Aire (SINAICA).

• Fortalecimiento del monitoreo de calidad del aire y estimación de las capacidades de las ciudades actual-mente participantes.

• Fomento al cumplimiento de los procesos de descen-tralización.

Como se desprende del documento Situación ac-tual del monitoreo atmosférico en México (Fentanes, O., et al, 2004), actualmente existen 25 sistemas de monitoreo atmosférico automático administrados por entidades públicas en México. Adicionalmente, exis-ten 6 redes de empresas privadas en zonas de influen-cia de sus plantas. En general se tiene un registro de 53 sitios con actividad de monitoreo en el país, ya sea manual o automática. En la gran mayoría de los ca-sos, se cuenta únicamente con equipos de medición de SO2, O3, PST y PM10. Cabe destacar que México es el único país en toda América Latina que cuenta con

Monitoreo de la calidad

del aire

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121

Calidad del aire

Figura 6. Ciudades con actividad de monitoreo de la calidad del aire en la República Mexicana

Fuente: DGCENICA, 2006.

este número de ciudades con equipo de monitoreo; sin embargo, es en las principales ciudades del país don-de se concentra la mayor parte del equipamiento en operación, en tanto que en varias ciudades medianas y zonas de influencia industrial aún debe ampliarse el equipamiento y los parámetros a medir. El número de equipo por ciudad o institución de redes automáticas operando, así como los parámetros que se miden, se resumen en cuadro 3.

En forma adicional a lo anterior, los gobiernos del Distrito Federal, Querétaro, Nuevo León, Guanajuato, estado de México, el municipio de Ciudad Juárez y el propio INE operan en total 8 unidades móviles de mo-nitoreo de la calidad del aire debidamente equipadas. Por su parte, las estaciones ubicadas en localidades de la frontera norte son operadas en coordinación con la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Uni-dos (USEPA). Actualmente, el INE participa en el pro-

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122

Cuadro 2. Monitoreo atmosférico en México

Ciudad Número de equipos de monitoreo por contaminantes Número O3

1 CO1 SO21 NO0

1 PM2.51 PM10

1 PM2.52 PM10

2 PST2 de equipos

25 redes automáticas oficiales operando

Aguascalientes, Ags. 2 2 2 2 3 3 14Mexicali, B.C. 4 4 2 4 1 1 4 2 22Tecate, B.C. 1 1 1 1 4Rosarito, B.C. 1 1 1 1 1 1 1 7Tijuana, B.C. 3 3 1 3 1 1 3 1 16Cd. Juárez, Chih. 3 3 6 12ZMVM 20 25 26 19 8 15 7 13 133Durango, Dgo. 1 1 2 1 5Goméz Palácio, Dgo. 1 1 1 1 1 5Celaya. Gto. 3 2 2 3 10Irapuato, Gto. 3 3 3 3 12León, Gto. 2 2 2 2 2 10Silao, gto. 1 1 1 1 1 5Salamanca, Gto. 3 3 3 3 1 2 1 16Tula, Hgo. 1 1 1 1 1 1 6ZMG, Jal. 8 8 8 8 8 40ZMVT, Edomex. 7 4 7 7 7 2 5 39Cuautla, Mor. 1 1 1 1 4Ocuituco, Mor. 1 1 1 1 1 5Cuernavaca, Mor. 1 1 1 1 4 8Morelia. Mich. 1 1 1 1 1 1 6ZMM, N.L. 5 5 5 5 5 5 30Puebla, Pue. 4 4 4 4 4 20San Luis Potosí, S.L.P. 2 2 2 2 1 1 10Villahermosa, Tab.. 1 1 1 1 1 5

1 Estaciones de monitoreo automático. 2 Estaciones de monitoreo manual.Fuente: DGCENICA. INE, 2006.

Monitoreo de la calidad

del aire

Page 124: La investigación ambiental para la toma de decisiones

123

Calidad del aire

ceso de transferencia de las redes de Baja California al gobierno estatal.

La infraestructura de monitoreo de la calidad del aire en operación en el territorio nacional, beneficia aproxi-madamente a 33 millones de personas, lo cual represen-ta un tercio de la población total del país. Sin embargo, este monitoreo se refiere a los contaminantes conocidos como criterio (CO, SO2, O3, PM10 y NOx), por lo que es necesario incluir de manera rutinaria en las mediciones de calidad del aire las partículas PM2.5, debido a su im-pacto en la salud de las personas expuestas a este conta-minante. Actualmente, sólo en la Ciudad de México y en Monterrey se mide rutinariamente este contaminante. En la Figura 6, se ilustran las localidades con actividades de monitoreo automático o manual hasta junio de 2006.

Cada ciudad cuenta con un equipamiento distinto y su nivel de desempeño varía en función de la consis-tencia y la capacidad técnica operativa, así como de los recursos financieros, materiales y logísticos aplicados. No obstante, se ha podido documentar que el nivel de capacidad técnica y compromiso del personal involu-crado en la operación de las redes es alto, y constituye una fortaleza en la mayoría de las ciudades con redes de monitoreo. En contraste, destaca la insuficiencia de asig-nación presupuestal y organizaciones administrativas en las que, por lo general, el personal responsable de las redes de monitoreo ocupa un nivel jerárquico inferior al tipo de servicio de especialidad que prestan.

La implementación de procedimientos estándar y el control y aseguramiento de la calidad de los datos son imprescindibles para lograr la compatibilidad y la comparabilidad de la información de la calidad del aire de las diferentes ciudades. Estas línea de actividad del INE recibe apoyo de la Agencia de Cooperación Inter-nacional del Japón (JICA), a través de un convenio de colaboración con duración de tres años denominado Fortalecimiento del Monitoreo de la Calidad del Aire en México, que incluye tanto recursos financieros para

el equipamiento del Laboratorio de Calibraciones y Transferencia de Estándares y las dos estaciones de mo-nitoreo de la calidad del aire operadas por el INE, como

Proyecto de cooperación INE-JICA para el Fortalecimiento del Monitoreo de la Calidad del Aire en México

Objetivo: fortalecer el monitoreo atmosférico en México.

Resultados esperados:

• Desarrollo y consenso de un marco de procedimientos de las prácticas de monitoreo atmosférico.

• Fortalecimiento y ampliación del laboratorio de cali-braciones y transferencia de estándares para ser un laboratorio de referencia a nivel nacional.

• Instrumentación de técnicas de evaluación de redes de monitoreo.

• Manual de manejo y análisis de datos de monitoreo atmosférico del país.

• Fortalecimiento de instrumentos de difusión de la in-formación como apoyo en la sensibilización de toma-dores de decisiones y público en general.

• Diseño de la segunda fase del Programa Nacional de

Monitoreo Atmosférico 2007-2010.

Como parte de las actividades de cooperación, se ha culminado la elaboración de manuales sobre: a) monito-reo de la calidad del aire, b) diseño de redes, c) instalación de equipo de monitoreo, d) operación, mantenimiento y calibración de equipo, e) aseguramiento y control de cali-dad, f) manejo de datos y g) auditoría. Esto permitirá sen-tar las bases para regir las redes bajo un mismo estándar nacional.

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124

para la formación de recursos humanos relacionados con los sistemas de monitoreo a nivel nacional.

Construcción y operación del SINAICA

En relación con el acceso del público a la informa-ción del monitoreo de la calidad del aire, destaca el Sistema Nacional de Información de la Calidad del Aire (SINAICA), el cual reúne y difunde a través de la Internet los datos generados por las principales redes automáti-cas de monitoreo atmosférico de la República Mexicana. Esta información es útil tanto para especialistas en la materia e investigadores como para funcionarios de los tres órdenes de gobierno, iniciativa privada y público in-teresado en consultar los niveles de concentración de los

contaminantes atmosféricos. El SINAICA se conforma por datos en tiempo casi real, datos históricos, y datos validados por las redes de monitoreo. En este sentido, el sistema ofrece una plataforma confiable para depositar y difundir los datos de las concentraciones de los conta-minantes atmosféricos. También resuelve, ante las múl-tiples solicitudes de varias áreas del sector, un solo canal de recepción y distribución de los datos, lo cual favorece un análisis descentralizado y transparente de la informa-ción de la calidad del aire en el país, así como el acceso inmediato a los datos. El SINAICA representa un impor-tante logro después de treinta años de monitoreo y ges-tión de la calidad del aire en México.

Al respecto de la instrumentación del SINAICA, cabe destacar que la operación y la administración

Figura 7. Tecnologías de transmisión de datos y número de ciudades incluidas en el SINAICA

Construcción y operación

del SINAICA

Integración de bases de datos en forma centralizada (INE-

DGICURG)

Integración por bloques de los datos de las redes de monitoreo

al SINAICA

Integración automática de los datos de las

redes de monitoreo al SINAICA

JICA aprueba el Fortalecimiento del

Sistema Nacional de Monitoreo: extensión

de la cobertura del SINAICA

100% de consistencia y comparabilidad

de los datos de las redes de monitoreo

Fax, disquete o correo-e

Módem

Internet

18

16

14

12

10

8

6

4

2

0

1995

1994

1996

1997

1998

1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

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125

Calidad del aire

de los sistemas de monitoreo son responsabilidad de los gobiernos locales, por lo que para la implementa-ción de dicho sistema se requiere de una constante interacción entre el personal del INE y con los res-ponsables operativos y administrativos de cada uno de los sistemas de monitoreo. De manera adicional, esta interacción se ha convertido en una ventana de comunicación sobre los criterios de homologación de los procedimientos de monitoreo atmosférico y de la administración de la información de la calidad del aire del país.

El SINAICA debe considerarse una herramienta di-námica dada su vinculación con los avances informáti-cos, a los que se debe su continua transformación y op-timización. La cobertura y la consistencia del SINAICA ha aumentado con los cambios tecnológicos relacionados con los procesos de envío y recepción de datos. De hecho, el SINAICA ha logrado alcanzar mejores estándares de

consistencia y comparabilidad por la ampliación y la re-novación de los instrumentos de medición y los sistemas de adquisición de datos. Al respecto, la JICA ha otorga-do importantes apoyos financieros para el desarrollo de herramientas y la modernización del sistema con meca-nismos de consulta abierta vía Internet. En la figura 6 se describe la forma en que ha evolucionado el manejo de datos del SINAICA.

Actualmente, el SINAICA proporciona al público en general un mecanismo transparente de acceso a la infor-mación de la calidad del aire de 19 sistemas de monito-reo, cuya ubicación se ilustra en la figura 8.

Como objetivo del monitoreo de la calidad del aire, destacan los siguientes aspectos de visión a futuro a lo-grarse con la instrumentación del PNMA:

• Garantizar el diagnóstico y la vigilancia del estado de la calidad del aire a nivel nacional

Figura 8. Sistemas de monitoreo de calidad del aire integrados al SINAICA hasta junio de 2006

Page 127: La investigación ambiental para la toma de decisiones

126

• Generar información real, válida y comparable entre los diferentes sitios y redes del país, como instrumen-to fundamental en el establecimiento de políticas ambientales de protección a la salud de la población y de los ecosistemas.

Como parte de las actividades específicas inmediatas para avanzar en esta dirección, se debe dar especial én-fasis de 2006 a 2007 a lo siguiente:

• Consolidar el marco regulatorio a efecto de que se in-diquen las condiciones y procedimientos obligatorios de monitoreo del aire.

• Consolidar esquemas financieros que permitan su-fragar la operación de las redes de monitoreo.

• Establecer lineamientos y procedimientos técnicos para garantizar la calidad de las mediciones.

• Homologar los procedimientos operativos de las re-des de monitoreo a nivel nacional.

• Establecer programas de auditorías técnicas y de con-trol y aseguramiento de calidad.

En una segunda etapa del Programa Nacional de Monitoreo Atmosférico, que puede abarcar el periodo 2007-2010, se deberían ejecutar las actividades referen-tes a:

• Definir los sitios que requieren monitoreo at-mosférico en el país, estableciendo prioridades.

• Cubrir la demanda de monitoreo atmosférico de los si-tios establecidos como prioritarios en el país.

• Impulsar campañas de sensibilización y difusión so-bre la importancia de instrumentar programas de monitoreo de la calidad del aire.

• Promover la instrumentación de programas de mo-nitoreo atmosférico locales, estatales o regionales a través de organismos gubernamentales, académicos o privados.

• Apoyar a las autoridades ambientales estatales en el desarrollo de su programa de instrumentación de monitoreo atmosférico en las regiones que así lo re-quieran.

• Fomentar el equipamiento de redes de monitoreo at-mosférico a nivel nacional.

• Diseñar una red nacional/regional para monitorear condiciones de contaminantes múltiples en las prin-cipales áreas metropolitanas y en áreas rurales o su-burbanas que así lo requieran.

El INE debe de aprovechar las oportunidades de co-operación técnica con la Agencia de Protección Ambiental de los EUA, la Agencia de Cooperación Internacional de Japón y otras organizaciones nacionales e internacionales, a fin de alcanzar estándares de control de calidad compa-rables con redes de monitoreo, a nivel mundial.

La implementación del PNMA y el SINAICA ha sido posible gracias a la participación y el apoyo continuos de los representantes de los gobiernos de los estados y mu-nicipios. Este proceso de coordinación deberá de man-tenerse en forma permanente. De igual forma habrá que considerar el rol que en relación con el monitoreo del aire y el uso de la información juegan las organizaciones no gu-bernamentales, legisladores y medios de comunicación.

Como una asignatura pendiente a resolverse, se obser-va que la falta de recursos económicos suficientes en todos los niveles de gobierno obligan a volver más eficientes y costo-efectivos los programas de monitoreo atmosférico. Este reto debe conciliarse frente a la necesidad de que los sistemas de monitoreo atmosférico actualmente en opera-ción se mantengan y puedan consolidarse y modernizarse. Una acción inmediata al respecto es realizar un estudio para el desarrollo de esquemas de financiamiento para la operación de dichos sistemas de monitoreo.

En cuanto al manejo de los datos y el acceso del pú-blico a la información, se contemplan sistemas informá-ticos capaces de atender múltiples propósitos y objetivos

Construcción y operación

del SINAICA

Page 128: La investigación ambiental para la toma de decisiones

127

Calidad del aire

sobre la utilización de la información. En el caso del SINAICA, este sistema deberá consolidarse como una herramienta de consulta con criterios unificados para reunir la información de los sistemas, redes o estaciones aisladas de monitoreo atmosférico localizadas en el país, al cual se le podrán incorporar las redes que así lo solici-ten, públicas o privadas, incluso estaciones aisladas loca-lizadas en áreas de importancia para la evaluación de la calidad del aire, siempre que se apeguen a los Programas de Aseguramiento y Control de Calidad requeridos. En este mismo contexto, el INE debe acreditar el laboratorio de calibración y transferencia de estándares, para que se convierta en un referente nacional en materia de medi-ción de contaminantes atmosféricos.

Contar con datos de la calidad del aire, confiables y comparables, no es el fin último de esta información, sino saber utilizarla en el diseño de políticas de mejo-ramiento de la calidad del aire. En este sentido, es nece-sario fortalecer la participación del INE como un apoyo fundamental en la toma de decisiones y en el desarrollo de capacidades de gestión de la calidad del aire en los tres niveles de gobierno.

Investigación sobre contaminación atmosférica

La investigación experimental en el tema de la contami-nación atmosférica es de suma importancia, ya que para encontrar medidas efectivas para su prevención y con-trol es necesario entender a profundidad todos los facto-res asociados a este fenómeno.

Si bien los datos de la calidad del aire que se gene-ran a través de la operación de las diferentes redes de monitoreo a cargo de los gobiernos estatales y munici-pales proporcionan información sobre los niveles de los contaminantes criterio, es necesario generar además a partir de mediciones y otros estudios de tipo expe-rimental datos e información tales como la presencia

y los niveles de otros contaminantes, relaciones entre éstos, procesos de formación y destrucción, así como aspectos relacionados con la difusión y el transporte de los mismos tanto en las capas verticales como en su tra-yectoria horizontal, entre otros.

La búsqueda de soluciones a la problemática de la con-taminación del aire tanto en zonas urbanas como no ur-

Page 129: La investigación ambiental para la toma de decisiones

128

banas en nuestro país requiere de información sobre fenó-menos físicos y químicos que intervienen en la formación y la destrucción de contaminantes atmosféricos. Por otro lado, las características inherentes de los contaminantes atmosféricos que permiten su transporte a grandes dis-tancias del lugar en donde fueron generados, implica que la prevención y el control de la contaminación del aire debe considerar no sólo el impacto de los contaminantes en el lugar donde fueron generados, sino también el que pueden tener en poblaciones humanas y sistemas natu-rales de zonas receptoras cercanas, y también de aquellas que se encuentran a cientos o miles de kilómetros.

Asimismo, es necesario conocer las concentraciones de contaminantes a nivel microescala, es decir en los mi-croambientes donde la población humana se encuentra expuesta en sus casas, centros de trabajo o escuelas. Esta información es de suma importancia para diseñar e im-plementar programas y políticas públicas eficientes para la protección de la salud.

También, es necesario identificar aquellos grupos altamente vulnerables por su exposición a altas con-centraciones de contaminantes del aire, por ejemplo los que habitan en zonas rurales con alta exposición a contaminantes generados por la quema de leña, en niños y adultos mayores de zonas urbanas o industriales con altos niveles de contaminantes; o bien individuos ocupa-cionalmente expuestos a la contaminación, como lo son los vendedores ambulantes, los policías de crucero o los conductores de taxis, microbuses y autobuses.

Al inicio de esta administración, y gracias al apoyo de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA por sus siglas en inglés), el INE a través de la DGCENICA contaba ya con una infraestructura ins-trumental para el análisis de contaminantes, de lo más avanzado y completo en México. Esta infraestructura, aunada al perfil y la experiencia del personal, logró establecer líneas de investigación que han permitido consolidar su prestigio como uno de los más impor-

tantes centros en materia de investigación experimen-tal de la contaminación atmosférica, no solo del país, sino en América Latina, en las siguientes líneas de in-vestigación:

• Caracterización de partículas suspendidas e hidro-carburos.

• Evaluación de microambientes y exposición personal a contaminantes del aire.

• Modelación del transporte e impacto de contami-nantes atmosféricos.

Con estas líneas de investigación, el INE se concen-tró en generar información relacionada con la contami-nación atmosférica que aportara elementos de juicio en el diseño de programas y políticas públicas para preve-nir y revertir el impacto de la contaminación atmosfé-rica en la población humana y los sistemas naturales de nuestro país.

Se identificó que uno de los principales retos de la investigación aplicada en contaminación atmos-férica en el INE, sería mantener un equilibrio entre la generación de productos orientados a servir como insumos a tomadores de decisiones, manteniendo al mismo tiempo el máximo rigor científico que diera reconocimiento al grupo de investigadores a través de publicaciones en revistas científicas de alto im-pacto. Otra meta fue la consolidación del grupo a través de estrategias tales como la capacitación es-pecializada, la asociación y colaboración estrecha con otros grupos de investigación de excelencia, y al mismo tiempo la relación estrecha con funcionarios y tomadores de decisiones de los gobiernos locales y federal a través de la comunicación y el apoyo cons-tante a través de asesorías, consultas, apoyo técnico y cursos especializados en temas diversos de la con-taminación atmosférica.

Investigación sobre

contaminación atmosférica

Page 130: La investigación ambiental para la toma de decisiones

129

Calidad del aire

Caracterización de contaminantes atmosféricos

Partículas suspendidas

En el tema de las partículas suspendidas, una de las me-tas planteadas ante la necesidad de contar con mayores elementos de juicio para identificar las fuentes emiso-ras y los impactos potenciales de las partículas, fue la determinación de la composición elemental ósea de las especies químicas presentes en ellas, con mayor aten-ción en las partículas finas (PM2.5). Esta actividad se lle-vó a cabo bajo estrictos estándares de calidad, tanto de métodos de muestreo como en la utilización de las di-versas técnicas analíticas. La tarea de caracterización de partículas no sólo se restringió a estudios de investi-gación científica sino que incluyó un apoyo constante a gobiernos estatales, tanto para la determinación gravi-métrica de los filtros colectados por éstos, como en al-gunos casos, la caracterización química y morfológica con el fin de identificar la contribución de fuentes espe-cíficas a los problemas de calidad del aire por partícu-las suspendidas.

Para el desarrollo de las investigaciones sobre partí-culas, el INE cuenta con equipo tanto de referencia como equivalente para el muestreo de las tres fracciones PM2.5, PM10 y PST. Para la determinación gravimétrica de par-tículas suspendidas, cuenta con un laboratorio de acon-dicionamiento y pesaje de filtros que cumple con las más altos estándares de calidad (en 2005 obtuvo la acredita-ción por la EMA).

La capacidad instalada permite hacer una caracteri-zación morfológica (forma, tamaño, aspecto y textura) de las partículas atmosféricas suspendidas mediante mi-croscopía electrónica de barrido. Para la caracterización elemental de las partículas atmosféricas suspendidas, se cuenta con un espectrofotómetro de fluorescencia de ra-yos X, y para la caracterización química del contenido de carbón orgánico y elemental en partículas, con un anali-

zador de carbón orgánico por el método de Reflectancia Térmica Óptica.

En los últimos cinco años, se consolidó la técnica para la caracterización morfoquímica a través de la mi-croscopía electrónica de barrido como una herramienta más para la identificación de la fuente y el impacto de las partículas suspendidas. Esta técnica ha mostrado que si bien se han descrito partículas derivadas de las activida-des urbanas o industriales, existe un gran universo de partículas biológicas aún por caracterizarse.

La experiencia y los conocimientos del personal de la DGCENICA aunados a la infraestructura de muestreo y análisis han posicionado al INE como un referente en materia de investigaciones, asesorías y capacitación en el tema de las partículas suspendidas (figura 9). De esta ma-nera y a petición de autoridades locales o de otras áreas del gobierno federal, se ha participado en estudios cuyos resultados en su momento permitieron que se tomaran las medidas necesarias para solucionar una problemática específica. Algunos ejemplos de estudios son:

• Determinación del grado de contaminación am-biental en la comunidad de Campos, municipio de Manzanillo, Colima, estudio en el cual se determina-ron las concentraciones atmosféricas de PM10 y PM2.5 con el objetivo de determinar la magnitud del impac-to de las emisiones de la termoeléctrica Gral. Manuel Álvarez Moreno, ubicada en ese sitio.

• Diseño de la red de monitoreo PM2.5 de la Ciudad de México, estudio que se llevó a cabo en colaboración con la Secretaría del Medio Ambiente del Distrito Federal y el Instituto de Investigaciones Nucleares, para determinar la ubicación de ocho estaciones de monitoreo de partículas PM2.5 (véase el recuadro).

• Determinación de niveles de plomo en partículas suspendidas, suelo y polvo, en los alrededores de la empresa siderúrgica “Peñoles” en el área de Torreón, Coahuila. Los resultados permitieron a las autorida-

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130

mación de las especies y concentraciones de los compues-tos orgánicos volátiles es de suma importancia. Además, esta información se usa para alimentar modelos fotoquí-micos de formación de ozono; verificar o reforzar inven-tarios de emisiones de COV; generar información para sustentar el desarrollo de nuevas normas que regulen las emisiones de compuestos tóxicos, como el benceno; así como para proporcionar bases para la gestión integral de la calidad del aire y definir estrategias efectivas para el control de la concentración de ozono y de compuestos orgánicos volátiles tóxicos. No obstante su importancia, en nuestro país, excepto usando algunos trabajos de in-vestigación científica (Arriaga et al., 2004; Velasco et al., 2005; Gasca et al., 2004; Mugica et al., 2002), son muy li-mitados los datos sobre las concentraciones ambientales de compuestos orgánicos volátiles.

El INE cuenta con la capacidad instrumental para realizar muestreos y análisis de especies de 55 hidro-carburos. Desde 1999 se realizan muestreos horarios y determinaciones de 13 especies utilizando como sitio de

Figura 9. Microscopio electrónico de barrido para la caracterización morfológica de partículas, INE-DGCENICA

des locales y federales definir un plan de acción para abatir las concentraciones de plomo presentes en el ambiente y reducir el riesgo a su exposición, princi-palmente en la población infantil.

Es necesario continuar con la consolidación de las capacidades del INE en relación con las partículas sus-pendidas, con el objeto de contar con herramientas que permitan a través de la caracterización química la iden-tificación de la contribución de fuentes específicas así como el posible impacto de estos contaminantes en la salud humana y de sistemas naturales. En este sentido, se requiere ampliar el conocimiento en el manejo de mo-delos de receptor para entender mejor los procesos de emisión-impacto de este tipo de sustancias.

Compuestos orgánicos volátiles

Por su participación en la producción de ozono, así como por la toxicidad de algunos de estos compuestos, la infor-

Caracterización de contaminantes

atmosféricos

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131

Calidad del aire

muestreo las instalaciones de la UAM Iztapalapa, la úni-ca institución en México con dicha capacidad. La infor-mación generada a lo largo de estos años permite carac-terizar la atmósfera del sureste de la Ciudad de México en lo que respecta a estos compuestos (figura 10).

Estas mediciones han permitido caracterizar algunos compuestos orgánicos tóxicos con características carci-nogénicas, como es el caso del benceno, cuyas concentra-ciones encontradas en el suroeste de la Ciudad de Méxi-co, son una llamada de atención para iniciar mediciones rutinarias y elaborar una norma ambiental que regule las emisiones de este compuesto (figura 11).

Uno de los logros obtenidos en este periodo fue la acreditación del proceso de muestreo y análisis de 55 COV bajo el procedimiento TO-15 (USEPA, 1999), sien-do el primer laboratorio en México en contar con esta

Figura 10. Especiación de compuestos orgánicos volátiles precursores de ozono presentes en el sureste de la ZMCM, enero de 2000

Fuente: Bueno et al., 2003.

certificación, lo que permite asegurar una alta confiabi-lidad en los datos que se generan.

Por otro lado, se continuaron durante el periodo 2001-2006 los estudios iniciados a fines de 1999 so-bre el perfil vertical de compuestos orgánicos voláti-les, ozono y parámetros meteorológicos, consolidando esta línea de investigación a través de la realización de diferentes campañas de monitoreo así como de pu-blicaciones que proveen de una herramienta más para identificar de la contribución de fuentes específicas mediante el uso de modelos de receptor (Wöhrnschi-mmel et al., 2006).

También se realizaron diferentes estudios para deter-minar la concentración microambiental de hidrocarbu-ros en el transporte público, los cuales se describen en la sección de estudios de exposición personal.

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132

Con el objeto de generar información clave para el en-tendimiento de la formación de ozono en ciudades mexi-canas y apoyar a gobiernos estatales, se firmó en el año 2005 un acuerdo de coordinación con la Secretaría de Medio Ambiente del Distrito Federal para la realización del estudio “Diagnóstico de las especies y concentracio-nes de COVs en cinco zonas de la ZMCM”, resultando en un modelo de colaboración para realizar de proyectos de investigación científica con participación activa y econó-mica de los gobiernos estatales.

Si bien hubo un avance considerable en la investi-gación científica en el tema de hidrocarburos volátiles precursores de ozono, queda pendiente ampliar la ca-pacidad analítica para la realización de estudios sobre compuestos tóxicos en el aire que permitan no sólo te-ner un diagnóstico sobre los niveles de estos contami-nantes en las ciudades mexicanas, sino que puedan apo-yar la creación de estándares de calidad del aire para la protección de la salud y de sistemas naturales. En este sentido será necesario no sólo la implementación de nuevas técnicas y metodologías sino también la adqui-sición de instrumental analítico especializado.

Exposición personal y concentraciones microambientales

Las mediciones de contaminantes atmosféricos que se realizan en ambientes exteriores en las estaciones fijas de monitoreo se han utilizado en forma extensiva para eva-luar los efectos potenciales en la salud, a través de estudios epidemiológicos. Sin embargo, múltiples estudios han mostrado que hay grandes diferencias entre los niveles de contaminación registrados en dichas estaciones de moni-toreo, y las concentraciones a las que se ve expuesta en realidad la población (Kinney et al., 2006). Esto se ha ex-plicado ampliamente por los fuertes gradientes espaciales de las concentraciones de contaminantes en las ciudades; las barreras físicas que los edificios y construcciones re-

Diseño, adquisición e instalación de una red de monitoreo para PM2.5 en la zona

Metropolitana del Valle de México

• Este proyecto fue financiado por el Fideicomiso Am-biental de la Comisión Ambiental Metropolitana (CAM) a solicitud del Gobierno del Distrito Federal a través de su Secretaría del Medio Ambiente (SMA), quien invitó a participar a la DGCENICA del INE de la SEMARNAT, en coordinación con la Universidad Autónoma Me-tropolitana Unidad Iztapalapa (UAMI). Asimismo, en el diseño participaron el Instituto Nacional de Investi-gaciones Nucleares (ININ) y en la selección de equipos instalados, la Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco (UAMX).

• Este estudio se desarrolló con el objetivo de contar con los elementos científicos para el diseño de una red de monitoreo de PM

2.5 con sitios representativos que aten-

dieran la vigilancia de la calidad del aire orientada a nú-cleos poblacionales densamente poblados.

• Para este estudio, la ZMVM fue dividida en ocho regio-nes, cuatro de las cuales fueron estudiadas por el INE: los municipios Ecatepec, Tlalnepantla, y Nezahualcóyotl en el estado de México, y las delegaciones Cuauhtémoc y Benito Juárez en el Distrito Federal.

• La interpretación de los resultados incluyó la aplicación de diferentes métodos estadísticos, tales como el análisis de dispersión y tendencias de las concentraciones, inter-polación geoestadística, análisis multivariado, y la aplica-ción del modelo de Chan-Hwang.

• Esta red de monitoreo entró en operación en agosto de 2003 y constituye hasta la fecha la primera red de monitoreo de contaminantes atmosféricos en México, diseñada con bases técnicas y mediciones en una ma-lla de 2 por 2 km.

Caracterización de contaminantes

atmosféricos

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133

Calidad del aire

presentan para la penetración de los contaminantes a los ambientes intramuros; los patrones de tiempo-actividad de la población (especialmente el tiempo y forma de trans-porte); y las fuentes de emisión en interiores, tales como estufas para cocinar y calentar los hogares, entre otras.

Por lo anterior, el INE ha establecido como una lí-nea de investigación prioritaria la caracterización de la exposición personal y de las concentraciones de conta-minantes atmosféricos en diversos microambientes (es-pacios donde las concentraciones de contaminantes son relativamente homogéneas). Gracias a estos estudios, hoy se conocen mejor los principales determinantes de la exposición personal. Por ejemplo, para algunos con-taminantes como las PM, el tiempo de permanencia en ambientes intramuros, que se calcula que es cercano al

80%, determina fuertemente la exposición personal. En forma análoga, una contribución importante a la expo-sición personal a PM proviene del tiempo dedicado al transporte, primordialmente en vehículos automotores, aunque en este caso se asocia con la cercanía a importan-tes fuentes de emisión, más que al tiempo en sí mismo, como sucede con los ambientes intramuros (Fernández Bremauntz et al., 1995; Rojas-Bracho et al., 2004).

En México, el INE se ha consolidado en esta línea de investigación, como resultado de trabajos realizados con personal de diferentes áreas y direcciones generales; los estudios han incluido la estimación de la exposición per-sonal y las concentraciones microambientales en pobla-ciones de adultos (INE, 1998 y CONSERVA, 2000), pobla-ciones indígenas y niños, para PM10, PM2.5, VOC y CO.

Figura 11. Concentraciones de benceno, octubre de 1998-noviembre de 2004

Fuente: INE-DGCENICA, 2006.

Norma del Reino Unido: 5 ppbV promedio anual de 24 h

Norma de la Unión Europea: 3 ppbV promedio anual de 24 h

Norma de Japón:1 ppbV promedio anual de 24 h

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Cambios en los niveles de exposición personal: introducción del Metrobús en avenida Insurgentes

Este trabajo conjunto de investigación entre el INE y el Centro de Transporte Sustentable se desarrolló en el contexto de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, donde se establece que el go-bierno federal debe fomentar investigaciones científicas que permitan prevenir, controlar y abatir la contamina-ción, pudiendo valerse para ello de la celebración de con-venios con instituciones de educación superior, centros de investigación, instituciones del sector social y priva-do, investigadores y especialistas en la materia.

Las concentraciones de contaminantes atmosféricos en determinados microambientes están determinadas en gran parte por las fuentes de emisión cercanas; por ello, se ha encontrado que en el transporte las concentracio-nes de partículas suspendidas pueden llegar a ser entre 2 y 5 veces más altas que los niveles ambientales respec-tivos (Adams et al. 2001; Fitz et al., 2003). Así, es ob-vio que el transporte sea uno de los determinantes más importantes de la exposición personal. Algunos autores han estimado que entre el 50 y el 80% de la exposición de la población a las partículas ocurría en el transporte, aunque el tiempo de traslado correspondía sólo al 6% del día (Fitz et al., 2003). En forma similar, estudios reali-zados en México encontraron niveles altos de CO (Fer-nández-Bremauntz y Ashmore, 1995), PM2.5, benceno y compuestos orgánicos volátiles en el transporte (Gómez-Perales et al., 2004; Shiohara, 2005).

Dada la importancia del transporte en la exposición personal, el INE, en colaboración con el Centro de Trans-porte Sustentable del Centro Interdisciplinario de Bio-diversdad y Ambiente (CEIBA, AC), realizó un estudio con el objetivo de evaluar el efecto sobre la exposición personal de los pasajeros del nuevo sistema de transporte público Metrobús en Avenida Insurgentes, en la Ciudad de México. Los sistemas de “Autobuses de Tránsito Rá-

pido” (BRT por sus siglas en inglés), como el metrobús de avenida Insurgentes, son usados en otras partes del mundo con éxito, ya que es un sistema de transporte ma-sivo rápido, ordenado y seguro. En su caso, el Metrobús utiliza autobuses de alta capacidad que emplean tecnolo-gías limpias en un corredor vial con carril exclusivo para el transporte público y funciona como los sistemas de metro, con paradas fijas y rápidas.

En el verano de 2004 y verano/otoño de 2005 se eva-luó la exposición de personal técnico a PM10, PM2.5, CO y benceno, en autobuses y microbuses (campaña 2004) y en vehículos del sistema Metrobús (campaña 2005), que recorrían avenida Insurgentes en el tramo comprendido entre Indios Verdes y San Ángel. Los monitoreos se rea-lizaron de lunes a viernes durante la hora pico del tráfico de la mañana, utilizando equipos portátiles.

Al comparar la exposición personal antes (autobuses y microbuses) y después de la introducción del metrobús se encontraron reducciones significativas; así, la exposi-ción personal al interior del metrobús a CO, benceno y PM2.5 se redujo en 53%, 59% y 35%, respectivamente, con respecto a la exposición personal que se registró en los microbuses. En forma similar, la reducción de la exposi-ción personal en los pasajeros del metrobús con respecto a la de los pasajeros viajando en autobuses, fue del 34% para CO, 53% para benceno y 23% para PM2.5. Las con-centraciones de cada contaminante por modo de trans-porte se presentan en el cuadro 3.

Los resultados de este estudio muestran claramente la reducción en la exposición personal que ocurre du-rante el transporte en vehículos del sistema Metrobús, en comparación con los vehículos que circulan en los sistemas convencionales de transporte público, como el microbús y el autobús, para contaminantes atmosféricos asociados con fuentes móviles, tales como PM2.5, bence-no y CO.

Los resultados de la reducción en la exposición per-sonal a contaminantes atmosféricos por la introducción

Exposición personal y

concentraciones microambientales

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Calidad del aire

del metrobús se presentaron a la prensa y al público en general, así como a los tomadores de decisiones de los gobiernos federal y local. El gobierno del Distrito Fede-ral se encuentra en proceso de planeación para poner en operación más rutas de autobuses en carriles confinados, por lo que los resultados del presente estudio proporcio-nan el argumento de mayor fuerza que apoya su instru-mentación en una zona urbana altamente congestionada,

en la que mejorar y modernizar los sistemas de transpor-te público también ayuda a proteger a la población al re-ducir significativamente su exposición a contaminantes atmosféricos.

Asimismo, los resultados de este estudio, sin prece-dente a nivel mundial podrán ser utilizados por funcio-narios de otras entidades federativas y de otros países en América Latina que estén considerando la implementa-

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136

estar de la población. En este contexto, la importancia que la quema de combustibles sólidos, como leña, es-tiércol, carbón y residuos agrícolas, pueden tener en las comunidades que aún los utilizan para cocinar y calentar sus hogares se ha documentado ampliamente en cuanto a los efectos que puede tener en la salud de las mujeres y los niños —por ser los que mayor tiempo pasan cerca del fogón o las estufas.

Se calcula que aproximadamente el 17% de las viviendas en México, en las que viven entre 18 y 25 millones de per-sonas, generalmente ubicadas en zonas rurales marginadas, utilizan leña como fuente primaria de energía por razones económicas y culturales (INEGI 2001; INEGI 2003; INE 2005). El impacto en términos ambientales y de salud pú-blica es significativo, ya que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la quema de combustibles sóli-dos puede asociarse con infecciones oculares, quemaduras, enfermedades respiratorias agudas, enfermedades pulmo-nares obstructivas crónicas y cáncer de pulmón, debido a la inhalación de las emisiones constituidas por partículas suspendidas y monóxido de carbono, entre otros contami-nantes (Smith et al, 2004; WHO, 2002).

ción de sistemas de transporte como el metrobús o BRT, lo que les proveerá de elementos de apoyo para la toma de decisiones, como lo es la protección a la salud de los usuarios a través de la disminución significativa de la ex-posición a contaminantes durante el transporte.

La evaluación de la exposición en carriles confinados durante periodos más extensos y en otras rutas podría proporcionar información más representativa que pudie-ra corroborar y afinar los resultados obtenidos. Estudios como éste son valiosos para evaluar los beneficios de pro-yectos de mejoramiento y modernización del transporte público, y para usarlo como herramienta de comunicación al público para incentivar el uso del transporte público.

Uso de leña en hogares

El presente estudio permite dar cumplimiento a varios mandatos establecidos en la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, en términos de generar información que conduzca a la implementa-ción de medidas orientadas al mejoramiento de la ca-lidad del aire y, en consecuencia, de la salud y el bien-

Cuadro 3. Exposición personal antes y después de la puesta en operación del Metrobús en avenida Insurgentes

Contaminantes Antes del metrobús Después del metrobús (junio-agosto 2004) (agosto-octubre 2005) Microbús Autobús Microbús

Exposición personal (mediana)

Monóxido de carbono (ppm) 15.8 11.4 7.5Partículas PM2.5 (µg/m3) 152 129 99Partículas PM10 (µg/m3) 196 202 183Benceno (ppbV) 10.2 8.9 4.2

Exposición personal y

concentraciones microambientales

Fuente: INE, Centro de Transporte Sustentable 2005.

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Calidad del aire

En México y en otros países, como China e India, en donde estas prácticas son frecuentes, las concentracio-nes de partículas suspendidas de la fracción fina (PM2.5) al interior de los hogares puede llegar a ser entre diez y cincuenta veces más altas que las establecidas en las normas de calidad del aire para exteriores (Riojas et al., 1999; von Schirnding et al., 2002; Saksena et al., 2003).

Por lo anterior, el Grupo Interdisciplinario de Tecno-logía Rural Aplicada (GIRA) ha desarrollado el programa de diseminación de estufas eficientes de leña en comuni-dades rurales del estado de Michoacán, con el fin de que las comunidades utilicen la energía local de tal forma que coadyuve al desarrollo sostenible de la localidad. Este pro-grama ha contado con la colaboración de la Universidad de California-Irvine y el Instituto Nacional de Salud Publica (INSP) y el INE. Como sector ambiental, la participación del INE se ha referido a la evaluación de los impactos en la calidad del aire al interior de viviendas rurales en las que se utiliza leña para cocinar y calentar los hogares.

Realizado en el periodo 2004-2005, el presente estu-dio tenía por objetivo evaluar los cambios en la exposi-ción personal y en las concentraciones de PM2.5 al inte-rior de las viviendas que utilizan leña, antes y después de la instalación de estufas mejoradas, conocidas como Patsari. Estas estufas se diseñaron para quemar la leña más eficientemente (reducen en un 60% el uso de leña), emiten menos contaminantes y permiten la salida de los contaminantes generados al exterior de la vivienda.

Para lograr los objetivos planteados se seleccionó una muestra de casas de la comunidad de Comachuén, mu-nicipio de Nahuatzen, ubicada en la Meseta Purépecha de Michoacán, donde cerca del 95% de los hogares utiliza leña como fuente energética primaria. Antes y después de la construcción de las estufas Patsari se realizaron mediciones de PM2.5 en tres microambientes de cada una de las viviendas: en la cocina lejos y cerca del fogón o de la Patsari, y en el patio. Se determinó la concentración promedio de PM2.5 por periodos de 48 horas utilizando

equipo portátil de monitoreo, y se siguieron los procedi-mientos estándar para la toma y análisis de las muestras (Zuk et al., 2005).

Los resultados del estudio muestran una disminu-ción importante en las concentraciones de PM2.5 en los dos microambientes de la cocina después de la construc-ción de las estufas Patsari, registrándose una reducción aproximada del 58% lejos de la estufa y del 71% al lado de la estufa (figura 12). Para estimar la exposición perso-nal integrada diaria a PM2.5, se utilizaron los resultados de las mediciones de PM2.5 y la información recolectada sobre las actividades de las participantes. Así, fue posi-ble estimar que con la utilización de las estufas Patsari la exposición personal se reducía en alrededor del 50%; al utilizar el fogón abierto, el promedio de la exposición personal a PM2.5 ascendía a 211 µg/m³, y después de la instalación de las estufas Patsari, se reducía a 106 µg/m³.

A pesar de haber registrado disminuciones de PM2.5 al interior de la cocina y en la exposición personal, los niveles son muy elevados. Por ejemplo, al comparar con la norma de calidad del aire de 24 horas para PM2.5 (65 µg/m³) es-tablecida por la Secretaría de Salud, el promedio de PM2.5 al lado de la estufa (255 µg/m³) y el promedio de la expo-sición personal fueron casi cuatro veces y 63% superiores, respectivamente, que el límite establecido en la norma.

Las estufas Patsari permiten ahorros importantes de consumo de leña, lo que incide en una reducción de emi-siones de PM2.5, en menores concentraciones al interior de las viviendas y, por lo tanto, en una menor exposición personal de mujeres y niños, que son los grupos que pa-san la mayor parte del tiempo en las cocinas y cerca de los fogones y estufas; con ello, se logra disminuir los riesgos en la salud. No obstante, a pesar de las disminuciones en las emisiones, la exposición personal a PM2.5 sigue siendo elevada por lo que sería necesario que estas comunidades utilizaran eventualmente combustibles más limpios de la escalera energética y mejores tecnologías para lograr una calidad del aire satisfactoria al interior de las viviendas.

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Los usuarios directos de información generada en este estudio son el Grupo Interdisciplinario de Tecnología Ru-ral Apropiada A.C. (GIRA) y el centro de Investigaciones en Ecosistemas (CIECO) de la Universidad Nacional Au-tónoma de México (UNAM) que desde mediados de los años noventa han estado participando activamente en el desarrollo y la aplicación de un programa multi-institu-cional y de largo plazo encaminado al desarrollo y la pro-moción de un modelo sustentable para el uso de la leña en los hogares mexicanos, basado en el uso múltiple de combustibles. Estas instituciones han trabajado en cola-boración con el Grupo de Energía y Recursos (ERG) de la Universidad de California, Berkeley y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), así como con la Universidad de California–Irvine y el Instituto Nacional de Salud Publica (INSP). En general, los resultados del presente estudio proporcionan elemen-tos para corroborar la necesidad de desarrollar programas para reducir el uso de fogones abiertos al interior de la

vivienda y sustituirlos con combustibles más limpios y tecnologías más eficientes de combustión.

El uso de estufas mejoradas sin duda puede mejorar la calidad del aire al in-terior de las viviendas. Sin embargo, existe también la posibilidad de que ésta empeore si las estufas no son usadas con regularidad o bien si son usadas pero no se les da un mantenimiento adecuado. Por ello es importante considerar en es-tos estudios un periodo de evaluación del impacto de mayor duración, y así ga-rantizar el éxito de estos programas.

En casi todas las viviendas, durante el periodo de transición, las participan-tes o los miembros de su familia todavía contaban con fogones abiertos. La ma-

yoría de las participantes continuaba usando su fogón abierto para calentar agua para el aseo personal y para poner nixtamal, situación que debería ser contemplada en el diseño de estudios futuros.

Transporte de contaminates en la atmósfera y sus impactos potenciales

Como se mencionó anteriormente, si bien la caracteriza-ción de contaminantes atmosféricos se identificó como un tema prioritario, otro objetivo importante fue la inte-gración de estas capacidades con otras como la modela-ción o estudios integrales que permitieran la identifica-ción de la contribución de fuentes, así como el transporte y el impacto de contaminantes.

Participación en estudios integrales

Un excelente ejemplo de la importancia que el INE ha ad-quirido y que hace que incluso hoy sea un referente en lo

Exposición personal y

concentraciones microambientales

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Calidad del aire

que se refiere a partículas y COV, es el hecho de que sus instalaciones fueron elegidas por investigadores de gran prestigio para ser la sede de dos campañas de monitoreo realizadas en 2002 y 2003, y la participación de investi-gadores del INE en esas campañas y en la recientemen-te celebrada en marzo del 2006, la campaña MILAGRO (MILAGRO, 2006).

Durante los años de 2002 al 2004 se llevó a cabo el “Programa Integral de Contaminación del Aire Urbana, Regional y Global” bajo la coordinación del doctor Mario Molina, con financiamiento de la Comisión Ambiental Metropolitana. En el marco de este programa se realizó

una campaña exploratoria en febrero de 2002 y duran-te abril de 2003 la campaña de medición denominada MCMA-2003.

La campaña MCMA-2003 tuvo como objetivo au-mentar la comprensión de los problemas de la calidad del aire en las megaciudades mediante la medición y la mo-delación de los contaminantes atmosféricos en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México. La campaña fue diseñada para cubrir el pico de la estación fotoquímica anual. A diferencia de la campaña exploratoria de febre-ro de 2002, que se centró fundamentalmente en medicio-nes realizadas con un laboratorio móvil, la campaña de

Figura 12. Concentraciones de PM2.5 en los tres microambientes muestreados en las viviendas antes y después de la instalación de las estufas Patsari

Fuente: INE, INSP 2005.

Page 141: La investigación ambiental para la toma de decisiones

140

2003 incluyó, además, la habilitación de un sitio donde se instalaró una gran cantidad de equipos de medición llamado “superemplazamiento” en el Centro Nacional de Investigación y Capacitación Ambiental (CENICA).

Los resultados de estas campañas han sido presenta-dos en numerosos foros académicos así como en publica-ciones, en las cuales participó personal del INE (Salcedo et al., 2006; De Foy et al., 2005; Bueno et al., 2004, 2005; Worshshimmel et al., 2006).

Participación de la DGCENICA en la campaña MILAGRO

Durante el mes de marzo de 2006 se llevó a cabo la cam-paña de mediciones del Proyecto MILAGRO (“Megacity Initiative: Local and Global Research Observations”). Este proyecto es el más completo y ambicioso esfuerzo de mo-nitoreo y análisis atmosférico regional que se haya realiza-do en el mundo en una megaciudad. En él participaron más de 50 instituciones académicas y de investigación, y cer-ca de 200 investigadores nacionales e internacionales. La campaña estuvo compuesta a su vez por tres programas: MCMA-2006, MIRAGE-Mex y MAX-Mex: Megacities Impacts on Regional and Global Environment (MIRAGE-Mex), patrocinado por la Fundación Nacional de Ciencia (NSF) y Megacity Aerosol Experiment-Mexico City Study (MAX-Mex), patrocinado por el Departamento de Energía (DOE) de los Estados Unidos y la campaña Mexico City Metropolitan Area 2006, financiada por la Comisión Ambiental Metropolitana, el fondo Mixto Conacyt-Semarnat, el Instituto Nacional de Ecología, así como por instituciones mexicanas y extranjeras participantes.

La campaña MILAGRO contempló tres sitios princi-pales y diversos sitios frontera para el monitoreo fijo des-de superficie, diversos sitios frontera, y mediciones con 6 diferentes aeronaves que realizaron patrones de vuelo dentro de la trayectoria de salida de los contaminantes de la ZMVM hacia las regiones circundantes.

El INE participó activamente tanto apoyando la lo-gística de la campaña como con tres proyectos de inves-tigación científica relacionados con la caracterización química de partículas suspendidas, la determinación de mercurio en fase gas y particulada, la determinación de concentraciones de compuestos orgánicos volátiles tanto en la superficie como en perfiles verticales, y la determi-nación de parámetros meteorológicos y contaminantes atmosféricos en sus estaciones de monitoreo.

Además del CENICA, la participación mexicana es-tuvo compuesta por científicos y técnicos de numerosas instituciones, incluyendo expertos en temas de contami-nación del aire, química atmosférica y caracterización de contaminantes, entre las que se encuentran la Uni-versidad Nacional Autónoma de México, la Universidad Autónoma Metropolitana, UAEM, Instituto Tecnológi-co y de Estudios Superiores de Monterrey, Universidad Autónoma de San Luis Potosí, Centro de Investigación en Materiales Avanzados, Instituto de Investigaciones Eléctricas, Secretaría de Medio Ambiente del Distrito Federal, Secretaría del Medio Ambiente del estado de México, Instituto de Ecología de Guanajuato, Agencia de Protección Ambiental y Recursos Naturales de Nuevo León y Secretaría del Medio Ambiente de Querétaro.

El conjunto de datos obtenidos en las campañas que se han realizado anteriormente y el que se obtendrá du-rante la campaña MILAGRO 2006, son claves para va-lorar las incertidumbres en la transformación química de los contaminantes atmosféricos, ya que la campaña incluye extensas mediciones de una amplia variedad de COV, a escalas espaciales diferentes, mediciones directas de OH, HO2 y radicales de NO3, y un nuevo indicador para la química de los COV, el glioxal, que permite, por primera vez, definir el grado de oxidación de los COV en el aire urbano. Se necesitan, sobre todo, predicciones validadas por modelos fotoquímicos para desarrollar es-trategias efectivas de control para reducir los niveles de ozono y partículas suspendidas.

Exposición personal y

concentraciones microambientales

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Calidad del aire

Uno de los grandes pendientes en la investigación científica en contaminación atmosférica en nuestro país se refiere a la determinación de impactos en sistemas na-turales y en cultivos agrícolas. Si bien la generación de información en estos temas fue modesta, es importante mencionar la realización de algunos estudios en estos temas. Entre ellos se encuentra el estudio denominado “Determinación en vegetación por deposición de ozono: Estudios a escala local y regional” (Ramírez et al., 2004), en el que se encontraron evidencias del impacto por el transporte de ozono generado en la zona urbana de la Ciudad de México a las zonas rurales cuya actividad agrícola se ve impactada.

La severa problemática de ozono y partículas a lo lar-go del país deja muy claro que es prioritario continuar con estudios que identifiquen las fuentes de estos conta-minantes y sus procesos de formación. Por otro lado, la poca información sobre contaminantes atmosféricos no criterio con la que contamos en nuestro país no permite determinar el impacto en la salud humana y los sistemas naturales, tanto en los sitios donde se generan como en aquellos a los que se transportan, por lo que se hace evi-dente la necesidad de continuar la investigación científi-ca en temas como caracterización, transporte e impacto de contaminantes atmosféricos.

El esfuerzo iniciado hace ya 10 años y en especial el realizado en los últimos cinco años, ha rendido frutos ge-nerando información que ha apoyado a la toma de decisio-nes tanto a nivel federal como estatal, y al mismo tiempo ha contribuido a la generación de conocimiento científico. Sin embargo, se debe continuar avanzando tanto para al-canzar una excelencia en términos de desarrollo de capa-cidades humanas como de infraestructura analítica. Tam-bién es necesario fortalecer los esquemas de divulgación y difusión de la información generada y sobre todo, utilizada por todos los sectores interesados, por lo que debe haber una mayor vinculación con otras áreas de la Semarnat, los gobiernos estatales e incluso el legislativo, con el sector

científico en contaminación atmosférica, de forma tal que los resultados de las investigaciones realizadas se apliquen en el diseño de políticas públicas.

Al interior del INE será necesario continuar con el desarrollo de las capacidades humanas para optimizar la infraestructura existente así como identificar oportuni-dades para el crecimiento. Si bien se logró la implemen-tación de numerosas técnicas que permiten el muestreo como caracterización de contaminantes atmosféricos, aún será necesario la consolidación de éstas y la imple-mentación de otras más. Un gran pendiente se refiere a la integración de capacidades para la utilización de mode-los que permitan un análisis integral de la problemática de la generación, transformación y transporte de conta-minantes atmosféricos.

Contaminación atmosférica: evaluación de impactos y análisis costo-beneficio

Las decisiones políticas relativas a la gestión de la contami-nación del aire se deben sustentar, cada vez más, en el me-jor conocimiento posible de los impactos potenciales que los contaminantes pueden tener en las poblaciones huma-nas y el medio ambiente, así como en los costos econó-micos asociados a ellos. Así, la evaluación y la valoración económica de los impactos de la contaminación del aire y, también, de los programas diseñados para su control, son elementos que conviene incluir en el marco de decisiones para la gestión de la calidad del aire. En ese contexto, las metodologías de estimación de los impactos de la conta-minación y de análisis costo-beneficio permiten expresar, en términos monetarios, los beneficios potenciales deri-vados de la implementación de programas y medidas de control. Esto es, con estudios de esta naturaleza es posible estimar los posibles impactos que para la salud de la po-blación representa la instrumentación de medidas de con-trol de la contaminación del aire, antes de su implementa-ción y, en este sentido, se convierten en una herramienta

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142

de análisis de indiscutible valor en la generación de infor-mación útil para apoyar la toma de decisiones.

En esta administración, el INE ha logrado establecer una línea de investigación para aplicar las metodologías del análisis de impactos y costo-beneficio, así como pro-mover su uso en la toma de decisiones ambientales de la secretaría. Los primeros esfuerzos en la materia estu-vieron orientados a la estimación de los beneficios aso-ciados con la aplicación de varias medidas de control de la contaminación en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) y al mejoramiento de la calidad am-biental de los combustibles, así como a la estimación del impacto de las emisiones contaminantes de una fuente fija de emisiones ubicada en Tuxpan, Veracruz.

Evaluaciones de los impactos y análisis costo-beneficio

El Instituto Nacional de Ecología, con el apoyo y en el mar-co del Programa de Estrategias Ambientales Integradas (Integrated Environmental Strategies Program) de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (US Environmental Protection Agency), ha llevado a cabo di-versos proyectos desde el año 2002, y de esta colabora-ción se ha desarrollado la metodología analítica que ha permitido estimar los impactos y beneficios potenciales asociados con la virtual instrumentación de diferentes medidas o estrategias de control de la contaminación.

En esta administración, el INE ha logrado establecer una línea de investigación para aplicar las metodologías del análisis de impactos y costo-beneficio, así como pro-mover su uso en la toma de decisiones ambientales de la Semarnat y de otras secretarías involucradas en algunos de los temas de política que son transversales en la admi-nistración pública. Los primeros esfuerzos en la materia estuvieron orientados a la estimación de los beneficios asociados con la aplicación de varias medidas de control de la contaminación en la Zona Metropolitana del Valle

Exposición personal y

concentraciones microambientales

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Calidad del aire

de México (ZMVM), a la estimación del impacto de las emisiones contaminantes de una fuente fija de emisiones ubicada en Tuxpan, Veracruz, y al mejoramiento de la calidad ambiental de los combustibles.

La metodología para la evaluación de los impactos de la contaminación en la salud se basa en gran medida en las etapas de la evaluación de riesgos, y hace uso de informa-ción generada a través de varias herramientas de análisis que incluyen desde lo inventarios de emisiones y la mode-lación de la calidad del aire hasta estudios epidemiológi-cos y toxicológicos. En general, el proceso de evaluación y valoración de los impactos de la contaminación atmosféri-ca en la salud considera cuatro etapas: 1) cuantificación de emisiones contaminantes; 2) evaluación de la calidad del aire; 3) estimación de los impactos en la salud humana y 4) valoración de los impactos en la salud.

Durante la primera etapa, que se refiere a la cuanti-ficación de emisiones contaminantes, se aplican los mé-todos que se utilizan en la generación de inventarios de emisiones, cuyos insumos básicos son los datos de activi-dad de la fuente y los factores de emisión. Los factores de emisión se pueden obtener de mediciones locales, bases de datos y modelos de factores de emisión desarrollados en otros países; en México no hemos desarrollado facto-res de emisión para fuentes de combustión industriales, por lo que se recurre a factores de emisión de Estados Unidos (USEPA, 1998). En el caso de fuentes móviles se ha adaptado a nuestro país el modelo Mobile6 desarrolla-do en Estados Unidos, utilizando la información dispo-nible localmente. A través del uso de estas herramientas se tiene por resultado la cuantificación de las emisiones de los contaminantes generadas por una fuente o un conjunto de fuentes.

Una vez estimadas las emisiones, se utilizan como insumo en la etapa de evaluación de la calidad del aire para estimar, con la aplicación de modelos matemáticos de simulación, las concentraciones atmosféricas de los contaminantes. Actualmente existe una gran cantidad y

variedad de modelos de calidad del aire; sin embargo, el modelo a emplear en cada aplicación específica depende de la naturaleza del problema que se evalúa y de la dispo-nibilidad de insumos para la modelación.

El siguiente paso es la estimación de los impactos en la salud, en el que se utilizan resultados de estudios epidemiológicos que permiten, a través de funciones concentración-respuesta, relacionar las concentraciones ambientales del contaminante con una respuesta en la salud. Así, se tiene una estimación del número de casos de enfermedad o muerte que se presentan en un lugar determinado asociados con un incremento o decremen-to específico en la concentración ambiental de un con-taminante. Cuando no existen estudios epidemiológicos propios de una ciudad o país, frecuentemente se utiliza la mejor información disponible a nivel internacional, lo que obliga a asumir respuestas similares de diferentes poblaciones asociadas con la exposición de un contami-nante determinado.

Por último, en la valoración de los impactos se asigna un valor monetario a los efectos en la salud estimados previamente, que pueden incluir tanto indicadores de morbilidad como de mortalidad. Dado que no existe un mercado que permita asignar un valor económico a la salud, al considerarla como un “bien” se hace necesario estimar los precios a través de diversos métodos. Entre los que se utilizan más frecuentemente se encuentran los costos directos de la enfermedad, la pérdida de produc-tividad, y la disponibilidad a pagar para reducir el riesgo de morir o enfermar. El primero estima los costos direc-tos asociados con la atención a una enfermedad, como las consultas médicas, medicinas, estudios y hospitali-zación, entre otros, sin importar si los costos los cubre directamente la persona enferma o el seguro médico (público o privado). En el segundo, se calcula el tiempo de trabajo perdido debido a una enfermedad o muerte, lo que conlleva pérdidas en la productividad. Por último, el método de disponibilidad a pagar estima la cantidad de

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dinero que una persona estaría dispuesta a pagar para evitar un caso de enfermedad o para reducir el riesgo de mortalidad. Este valor, teóricamente, incluye tanto los costos asociados con el tratamiento de una enfermedad y las pérdidas de productividad, como el sufrimiento y el dolor que genera una enfermedad, aspectos que no están incluidos en los otros enfoques.

Para las evaluaciones de costo-beneficio es nece-sario agregar varias etapas a las ya descritas. La pri-mera etapa se refiere a la cuantificación de las emi-siones contaminantes para dos escenarios; el primero es el escenario base, es decir, sin la aplicación de una medida de control, y el segundo es el escenario con la medida de control. Así, la diferencia entre las emisio-nes de ambos escenarios corresponde a la reducción de emisiones que se obtendría por la aplicación de la medida de control. A partir de esta reducción de emi-siones se procede a la estimación de la consecuente disminución que se tendría en las concentraciones ambientales de los contaminantes, de impactos en la salud y, por último, beneficios monetarios asociados con la reducción de impactos en la salud. Adicional-mente, se estiman los costos de la virtual implementa-ción de la medida o medidas objeto de la evaluación y, por último, se comparan los costos con los beneficios que conllevaría dicha instrumentación.

Tres estudios sobre la evaluación de los impactos

La metodología de evaluación de los impactos se utili-zó en tres estudios; el primero trata sobre la evaluación de medidas de control de emisiones en fuentes vehicula-res, puntuales y de área en la ZMVM; el segundo, sobre el análisis de los impactos en la salud generados por las emisiones a la atmósfera provenientes de la planta ter-moeléctrica más grande del país; y, el tercero, se refiere a la estimación de los beneficios que se obtendrían con la reducción del contenido de azufre en los combustibles de

uso vehicular en todo el país. En cada uno de ellos se hi-cieron ajustes a la metodología general descrita anterior-mente, en función de la naturaleza del estudio y de la me-jor información disponible. A continuación se detallan los aspectos más destacados de cada uno, y al finalizar esta sección se discuten los retos y oportunidades para esta aplicación metodológica.

Evaluación de cobeneficios en el control de la contaminación en la ZMVM

El término co-beneficios se refiere al éxito que pueden tener medidas y programas para controlar simultánea-mente las emisiones de contaminantes atmosféricos lo-cales y aquellos conocidos como gases efecto invernadero (GEI). Los primeros incluyen CO, SO2, NOx, O3 y partí-culas suspendidas, en sus fracciones inhalables (PM10) o respirables (PM2.5) –también conocidas como finas; los segundos incorporan gases tales como el bióxido de car-bono (CO2), el metano (CH4), el óxido nitroso (N2O) y el ozono (O3). Desde la década pasada el acoplamiento de las políticas orientadas a la atención de estos proble-mas se ha estrechado, sobre la base del reconocimiento de que para algunos contaminantes locales y GEI hay co-incidencia en ciertas fuentes de emisión, sobre todo en la combustión de energéticos fósiles.

A partir de este reconocimiento, se llevó a cabo un proyecto para cuantificar los costos y beneficios por la instrumentación potencial de medidas de control en cinco fuentes emisoras de contaminantes criterio y GEI. Este proyecto, realizado durante 2002 y 2003, fue posi-ble gracias al apoyo financiero y técnico del Programa de Estrategias Ambientales Integradas (IES, por sus siglas en inglés) de la Agencia de Protección Ambiental de Es-tados Unidos de América (EPA, por sus siglas en inglés), que tiene por objetivo identificar políticas y tecnologías que permitan reducir las emisiones de contaminantes criterio y de GEI en países en desarrollo.

Evaluación de los impactos

y análisis costo-beneficio

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Calidad del aire

Las cinco medidas que se seleccionaron están inclui-das en el PROAIRE 2002-2010 de la ZMVM o en docu-mentos de planes estratégicos de cambio climático:

• Renovación de la flota de taxis: esta medida impli-ca el reemplazo del 80% de la flota con vehículos que cumplan con los estándares de emisiones conocidos como Tier I (de Estados Unidos), que tendrían un in-cremento en el rendimiento de combustible de 6.7 km/l a 9 km/l.

• Expansión de las líneas del metro: se refiere a la cons-trucción de 76 km de nuevas líneas, lo que conllevaría a una reducción en el uso de microbuses.

• Reemplazo de autobuses a diesel por autobuses hí-bridos: se trata de la sustitución de 1,029 autobuses, cuyo rendimiento se incrementaría de 0.79 a cerca de 1.21 km/L.

• Eliminación de fugas de gas LP en estufas: se refiere a dar mantenimiento a las estufas de un millón de ho-gares para evitar fugas de este gas.

• Incremento en la capacidad de cogeneración indus-trial: esta medida se refiere a la instalación de 160 MW para aprovechar el calor o el vapor excedente resultan-te de un proceso productivo para generar electricidad.

La metodología que se siguió se describe brevemente a continuación, y para mayor detalle véanse INE, 2003 y McKinley et al., 2005. En primer lugar se estimaron las emisiones de los diferentes sectores para el periodo 2003-2020 para dos escenarios, el de la línea base, es decir, las emisiones sin la aplicación de las medidas de control, y el que correspondería a la instrumentación de las medidas de control. Para estimar el impacto de la reducción de emisiones sobre las concentraciones am-bientales de partículas PM10 primarias y secundarias, se utilizaron los resultados de un estudio de aportación de fuentes realizado en la ZMVM (Chow et al., 2002); en forma complementaria se estimaron los impactos de las

reducciones en emisiones de hidrocarburos y óxidos de nitrógeno sobre las concentraciones ambientales de ozo-no, a partir de los resultados generados con un modelo fotoquímico (Salcido et al. 2001).

Para la evaluación de los impactos en la salud asocia-dos con las reducciones en las concentraciones ambien-tales de PM10 y ozono por la aplicación de las medidas de control, se utilizaron como indicadores de salud la mortalidad por causas cardiorrespiratorias, bronquitis crónica, hospitalizaciones y visita a las salas de urgen-cia por causas respiratorias y cardiovasculares y días de trabajo perdido, de actividad restringida y de ausentismo escolar.

Las funciones concentración-respuesta se derivaron de una revisión bibliográfica de estudios epidemiológi-cos nacionales e internacionales (McKinley et al., 2005) y se caracterizó la incertidumbre en las funciones combi-nando la información de varios estudios para aproximar un estimador central con sus correspondientes interva-los con límites superiores e inferiores.

Por último, para traducir los beneficios de las me-didas de control en términos monetarios, se utilizaron valores de disponibilidad a pagar para mortalidad, bron-quitis crónica y días de actividad restringida (Hammitt e Ibarrarán, 2005); los costos directos de hospitalizaciones y visitas a salas de urgencias (INSP, 2003); y el salario promedio (INEGI, 2000) para calcular la pérdida de pro-ductividad. Para estimar los costos de la aplicación de las medidas, se combinaron los costos directos de inversión con ahorros asociados con mejorías de la eficiencia ener-gética en los diferentes sectores.

Los resultados del estudio indican que las medidas de control sobre contaminantes criterio reportan mayores beneficios que costos, y se estimó que con ellas se logra-rían, al año 2020, reducciones significativas en emisiones de GEI. De forma más puntual vale decir que se encontró que con la implementación de estas medidas se reduci-rían las concentraciones ambientales de PM10 en aproxi-

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madamente un 1% (0.06 µg/m3) y de ozono en un 3% (4.8 µg/m3) y se evitaría la emisión de cerca de 1.5 millones de toneladas de bióxido de carbono equivalente.

Los impactos asociados con la instrumentación de las cinco medidas de control se presentan tanto en tér-minos de beneficios por la disminución de emisiones de contaminantes locales, calculados como beneficios

monetarios (en forma de beneficios netos, que resul-tan de la diferencia de los beneficios estimados menos los costos de inversión), como en términos de reduc-ción de emisiones de GEI, calculados como reduccio-nes de CO2 equivalente (figura 13). Así, la renovación de la f lota de taxis resultaría en los mayores benefi-cios locales y ayudaría también reduciendo en forma importante las emisiones de CO2; adicionalmente, una flota de taxis con vehículos de mayor eficiencia resultaría en ahorros significativos en los gastos de combustibles. Del otro lado del espectro, el incremen-to en la capacidad de cogeneración industrial resulta-ría en grandes reducciones de emisiones de CO2, con casi nulos beneficios locales, lo que se explica porque involucraría la generación local de energía que reem-plazaría a la que se genera fuera de la ZMVM. Esto resultaría en mayores emisiones locales, minimizando sus beneficios asociados. Por su parte, la medida de la expansión de la red del metro muestra significativas reducciones de CO2, con pocos pero positivos benefi-cios locales, resultado de los altos costos de inversión. Finalmente, las medidas de reemplazo de autobuses a diesel por autobuses híbridos, y la reparación de estu-fas de gas LP muestran importantes beneficios netos locales, mayores que aquellos de las medidas del metro y cogeneración, además de que también tendrían cier-tas reducciones de las emisiones de CO2.

En términos de los indicadores de morbilidad y mor-talidad analizados se encontró que la aplicación de las cinco medidas podría prevenir anualmente 100 muertes, 700 casos de bronquitis crónica y cerca de 500,000 casos de días de actividad restringida, con beneficios moneta-rios de $210 millones de dólares estadounidenses (USD por sus siglas en inglés) al año. En contraparte, la imple-mentación de las cinco medidas tendría un costo de $50 millones de dólares al año. Los resultados de este estu-dio indican que las medidas para mejorar los sistemas de transporte público son las opciones con mayor potencial

Estudios sobre la evaluación

de los impactos

Page 148: La investigación ambiental para la toma de decisiones

147

Calidad del aire

para reducir conjuntamente las emisiones de contami-nantes locales y de GEI, con los beneficios resultantes para la salud humana y el medio ambiente global.

Un producto adicional de este trabajo fue la creación de una herramienta de modelación amigable usando el software Analítica. Dicha herramienta permite mode-lar de una forma sencilla los cobeneficios asociados con diferentes medidas. Dicha herramienta junto con la ca-pacitación para su uso fue entregada a las autoridades ambientales del Distrito Federal, quienes manifestaron su interés por contar con la herramienta para aplicarla en su trabajo. Adicionalmente, es importante destacar el interés que otras entidades del país manifestaron, como fue el caso de las autoridades ambientales del estado de

México, para utilizar esta herramienta en la evaluación de medidas de control de su interés.

De manera muy particular, los resultados derivados de este estudio permitieron a las autoridades ambienta-les del Distrito Federal identificar las medidas de control de emisiones con mayor potencial para controlar de ma-nera simultánea las emisiones de contaminantes locales y las de gases de efecto invernadero.

Impactos de las emisiones de la central termoeléctrica Adolfo López Mateos

La quema de grandes cantidades de combustibles fósiles en las plantas termoeléctricas constituye una de las ma-

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148

yores fuentes de emisión de contaminantes atmosféri-cos. Los estudios realizados en Estados Unidos y Europa han mostrado que las emisiones provenientes de centra-les termoeléctricas pueden resultar en impactos signi-ficativos en la salud humana, aun cuando cumplen con las normas de emisiones (Levy et al., 2002 y Comisión Europea, 1995).

Adicionalmente, en un estudio que analizó las ex-ternalidades de la generación de energía en México se encontró que las emisiones de las trece plantas termo-eléctricas más grandes del país podrían resultar en im-pactos significativos en la salud humana, representando daños con un valor monetario de aproximadamente 465 millones de dólares americanos (Semarnat y CEPAL, 2004). Dado lo anterior y por la coincidencia con la revi-

sión de la NOM-085-Semarnat-1994, que establece los niveles máximos permisibles de emisión a la atmósfera de contaminantes emitidos por fuentes fijas que utilizan combustibles fósiles (DOF, 1997), en el año 2003 se desa-rrolló un estudio para evaluar el impacto de las emisio-nes de la termoeléctrica Adolfo López Mateos, ubicada en la ciudad de Tuxpan, Veracruz, sobre la calidad del aire de la región, así como sobre la salud y su valoración económica.

La central termoeléctrica de Tuxpan es la planta de mayor capacidad instalada en el país para generar ener-gía eléctrica y es, al mismo tiempo, la planta que emite la mayor cantidad de SO2 en América del Norte (Vijay, 2004). Las emisiones de PM2.5 provenientes de esta plan-ta son 10 veces mayores que el promedio estadouniden-

Figura 13. Impacto de las cinco medidas: beneficios netos y reducción de CO2 equivalente

Estudios sobre la evaluación

de los impactos

Fuente: McKinley et al. 2003.

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Calidad del aire

se, y aproximadamente 38% mayores que el promedio mexicano. Estas elevadas emisiones se deben, en gran medida, al alto contenido de azufre de los combustibles que utiliza y, también, a la falta de sistemas de control de emisiones (Miller y Van Atten, 2004; López et al., 2005).

Una síntesis de los métodos utilizados se incluye en este capítulo, y para consultarlos con mayor detalle, véase INE, 2003; López et al., 2005. Se eligió como año de estudio el 2001 por ser el año para el que se obtu-vo la información más completa y confiable. Dadas las limitaciones computacionales y de información para modelar un año completo, se seleccionaron periodos representativos utilizando análisis de cluster (Linares, et al., 1986), por ser adecuado para la clasificación de periodos meteorológicos (Physick W.L. y Goudey R., 2001).

Como primer paso se calcularon las emisiones anuales de la planta utilizando factores de emisión ge-nerados en EUA (USEEPA, 1998). Este método se con-sideró adecuado debido a que la tecnología del equipo de combustión que se utiliza en esta central es similar a la utilizada en centrales del país vecino. No obstante, las diferencias en las condiciones de operación y man-tenimiento pueden generar incertidumbre en la estima-ción de las emisiones (Vijay, 2004). La estimación del impacto de las emisiones sobre concentraciones am-bientales se llevó a cabo utilizando el sistema de mo-delación CALMET-CALPUFF (Earth Tech Inc., 2000) que simula la dispersión, remoción y transformación química de los contaminantes. Se seleccionó un dominio de modelación de 120 x 120 km, quedando incluidas las poblaciones de Tuxpan, Tamiahua, Cazones y Poza Rica, entre otras (figura 14).

Con base en la evidencia internacional sobre la ex-posición a contaminación atmosférica y sus efectos en la salud, se utilizó como indicador de efectos en la salud a la mortalidad, por tener mayores impactos sociales (Evans et al., 2002; César et al., 2002), amén de la falta de infor-

mación sobre morbilidad en la zona, que hubieran sido necesarios para incluir otros indicadores de salud. Para la valoración económica se empleó el método de dispo-nibilidad a pagar, por considerar que integra de manera más adecuada y completa los costos asociados con un deceso.

Los resultados que se obtuvieron para las concentra-ciones de PM2.5 primarias y secundarias muestran que las partículas primarias emitidas por la termoeléctrica tien-den a dispersarse predominantemente hacia las zonas noroeste, oeste, suroeste y sur del área modelada, con las concentraciones más elevadas a distancias menores de 20 km (figura 15). En cuanto a las partículas secundarias, las concentraciones más altas se presentan hacia el sur y suroeste de la región modelada (figura 16), con un área de impacto mayor que para las partículas primarias, pues alcanzan distancias que rebasan los límites del dominio en las direcciones noroeste a sureste.

En términos de los impactos en la salud los resultados indican que las emisiones de la planta termoeléctrica se pueden asociar con 30 muertes prematuras anuales en la población de adultos mayores de 30 años de edad; este impacto, medido en términos monetarios, resulta en un costo de 8 millones de dólares anuales.

El presente análisis puede estar subestimando dichos impactos por varias razones; entre ellas, por el dominio modelado, ya que se encontró que las PM2.5 secundarias pudieran rebasarlo llegando a otras localidades ubicadas hacia el sur y el oeste de la central termoeléctrica Adolfo López Mateos; por no haber considerado el impacto en la salud en la población menor de 30 años; por no haber in-cluido otros posibles efectos en salud, tales como enfer-medades respiratorias y cardiovasculares, ni el impacto potencial por la exposición simultánea a otros contami-nantes atmosféricos.

No obstante, los resultados del estudio concuerdan en magnitud con datos obtenidos en estudios interna-cionales y nacionales similares (Levy et al., 2002; Levy

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150

Evaluación de beneficios (y costos) por la reducción del contenido de azufre en combustibles vehiculares

La reducción de emisiones contaminantes a la atmósfera lleva a una mejor calidad del aire, y ésta es una prioridad de la Semarnat, dado que ello permite proteger la salud de la población. En este sentido, este proyecto permitió contribuir de manera significativa en la evaluación inte-gral de una de las medidas ambientales de mayor tras-cendencia de la última década.

La situación actual de la calidad del aire en las princi-pales ciudades de México requiere atención y medidas de control, dado que más de 27 millones de habitantes están expuestos a concentraciones de ozono y partículas que frecuentemente exceden las normas de calidad del aire establecidas por la Secretaría de Salud.

La flota vehicular en el país prácticamente podría du-plicarse en los próximos 15 años; este crecimiento, man-teniendo las condiciones actuales, implicaría un incre-mento considerable en las emisiones de contaminantes a la atmósfera, lo que a su vez conllevaría a un mayor deterioro de la calidad del aire. Con la comercialización de combustibles con bajo contenido de azufre se hace posible que tecnologías vehiculares modernas y avanza-das, disponibles en Estados Unidos y Europa, funcionen eficientemente logrando reducciones significativas en las emisiones de contaminantes. Además, los beneficios por la reducción del contenido de azufre en los combustibles se reflejarían también en la disminución de emisiones de los vehículos con tecnologías anteriores. Por ello, la tendencia internacional se orienta a la aceleración de la comercialización de combustibles de uso vehicular con menor contenido de azufre (cuadro 4).

En este contexto y con el objeto de evaluar los bene-ficios potenciales y los costos asociados con el proyecto integral de calidad de combustibles, en particular lo refe-rente a la introducción de combustibles de uso vehicular

Figura 14. Dominio de simulación de los impactos de la central termoeléctrica Adolfo López Mateos,

Tuxpan, Veracruz

y Spengler, 2002; Comisión Europea, 1995; Semarnat y CEPAL, 2004), indicando que existe un problema con posibles impactos en la salud pública asociado con las emisiones de plantas termoeléctricas.

El estudio sirvió como una herramienta analítica y de negociación para impulsar la revisión y la disminución de los límites de emisión de la norma oficial mexicana NOM-085-ECOL-1994 para fuentes fijas, poniendo én-fasis en el costo asociado a la morbilidad y la mortali-dad causadas por los efectos de las emisiones de dichas fuentes.

Estudios sobre la evaluación

de los impactos

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Calidad del aire

con menor contenido de azufre, el INE en coordinación con Pemex-Refinación realizó la evaluación socioeconó-mica de dicho proyecto para el periodo 2005-2030. Dicha evaluación se inició en el año 2003 en el marco de las de-liberaciones del grupo de trabajo que se integró desde el inicio de la presente administración para la modificación de la norma oficial mexicana NOM-086-Semarnat-1994, que incluye las especificaciones sobre protección ambiental que deben reunir los combustibles fósiles lí-quidos y gaseosos que se usan en fuentes fijas y móviles.

La descripción sucinta de la metodología empleada se presenta a continuación; para mayor profundidad con-súltese el informe final (INE y PEMEX-Refinación, 2006). Para la evaluación de los beneficios de la aplicación de la

NOM-086 se definieron el escenario base y el escenario control, siendo el primero el que correspondería sin la apli-cación de la NOM-086 y, el segundo, con la aplicación de esta misma norma, es decir, asumiendo que el contenido de azufre en gasolina y diesel se reduciría de acuerdo con el calendario publicado en la norma, que establece una in-troducción gradual de gasolina y diesel con menores con-tenidos de azufre en el territorio nacional, culminando en el año 2009 con niveles de 30/80 (promedio/máximo) ppm para gasolina y 15 (máximo) ppm para diesel (figura 15).

Como primera etapa, se proyectó la flota vehicular nacional (GDF-SMA, 2000), asumiendo para el escena-rio base y el escenario de control la misma tasa de creci-miento y distribución de edad de la flota vehicular, pero

Figura 15. Pluma de concentraciones anuales de PM2.5 primarias y secundarias

a) Pluma de concentración de PM2.5 primarias b) Pluma de concentración de PM2.5 secundarias

Page 153: La investigación ambiental para la toma de decisiones

152

los escenarios difirieron en cuanto a la composición de la flota en términos de las tecnologías vehiculares. A partir de la estimación de la reducción de las emisiones vehicu-lares, se estimaron las reducciones en concentraciones ambientales de PM2.5 (primarias y secundarias), ponde-radas por población, utilizando modelos simplificados de calidad del aire (Stevens, 2005).

Como siguiente paso, se utilizaron funciones concen-tración-respuesta para estimar los posibles beneficios en la salud que se tendrían por la reducción en la concen-tración de contaminantes en la atmósfera. Se selecciona-ron los efectos tomando como base la consistencia de la evidencia internacional y nacional, y también la disponi-bilidad de información científica y económica (de estu-dios epidemiológicos y de valoración monetaria). Así, se utilizaron los resultados de los estudios para relacionar las concentraciones ambientales de PM2.5 con mortali-dad por causa cardiopulmonar, mortalidad por cáncer de pulmón, mortalidad infantil por causas respiratorias,

mortalidad por síndrome de muerte súbita infantil, así como bronquitis crónica, días de actividad restringida y días de trabajo perdidos.

Para finalizar, la estimación del valor económico de estos beneficios en la salud se realizó con las metodolo-gías de disponibilidad a pagar y productividad perdida. En la primera, debido a la falta de estudios mexicanos, se utilizaron valores de un meta-análisis (técnica estadísti-ca que permite combinar resultados de diferentes estu-dios) de estudios realizados en Estados Unidos, ajustados al ingreso mexicano y, en la segunda, se cuantificó como el ingreso perdido por falta de trabajo con datos del úni-co estudio llevado a cabo en México.

Cabe mencionar que los beneficios anuales se estima-ron calculando el valor presente utilizando una tasa de des-cuento del 12%, tasa que la SHCP aplica para la evaluación de los costos de proyectos a financiarse bajo la modalidad de Proyectos de Inversión Diferida en el Registro del Gasto (Pidiregas) —es decir, proyectos necesarios para el país

Cuadro 4. Estándares internacionales del contenido de azufre en gasolinas

Fuente: Blumberg et al. (2003).

País Contenido de azufre en gasolinas (promedio/máximo, ppm) Año de introducción 2004 2005 2006 2007 2008 2009

EUA 30/80 30/80 30/80 Unión Europea 50 10Japón 50 Hong Kong 150(desde2001) Australia 150 Argentina 600 500 300 50Brasil 1000 80Chile 400 100 30

Estudios sobre la evaluación

de los impactos

Page 154: La investigación ambiental para la toma de decisiones

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Calidad del aire

que, por restricciones en el presupuesto federal, cuentan con la participación del sector privado.

El análisis realizado muestra que el mejoramiento de la calidad de los combustibles, a la par de la introducción de nuevas tecnologías vehiculares, reduciría en 91%, 50%, 28% y 45% las emisiones a nivel nacional de SO2, NOx, HC y PM2.5 respectivamente, para el año 2020 con respecto al escenario base (sin control). Las reducciones para SO2 y PM2.5 se presentan de manera gráfica en la figura 16.

Estas reducciones redundarían en una mejor calidad del aire que, a su vez, se asociaría con una reducción de cerca de 55,000 muertes prematuras, 166 mil casos de bronquitis crónica, 5.6 millones de días de trabajo per-didos y 7.8 millones de días de actividad restringida por enfermedades respiratorias, todo ello durante el periodo 2005-2030.

Se estimó también que los beneficios serían dos ve-ces superiores a los costos. Así, el valor presente de estos beneficios sería de $11,373 millones de USD y, al compa-rarlo con el valor presente de los costos, calculados en $4,683 millones de USD (estimación de PEMEX-Refina-ción), se traduciría en un valor presente neto de $6,690 millones de USD. Los resultados muestran la importan-cia de reducir el contenido de azufre de los combustibles en México y de hacerlo en los términos del calendario de introducción incluido en la norma, ya que se calculó que cada año de retraso con respecto al calendario de la nor-ma significaría pérdidas de casi 900 millones de USD.

Es importante mencionar que estos resultados pueden estar subestimados por múltiples razones, entre las que cabe resaltar el no haber incluido en el análisis los bene-ficios que se obtendrían con la reducción de emisiones de los vehículos en circulación al utilizar combustibles con bajo azufre; tampoco se consideró la disminución de emi-siones de los vehículos a diesel al instrumentar programas de retrofit; en forma similar, no se incorporaron las reduc-ciones de emisiones que se tendrían con la introducción anticipada de gasolina y diesel en zonas metropolitanas y

de diesel en la zona fronteriza, antes de su introducción en el resto del país.

En un tenor similar, la limitada selección de los indi-cadores de salud también pudiera intervenir en la subes-timación de los beneficios estimados, dado que no se in-cluyeron todos los efectos en la salud que pudieran estar asociados con la exposición a PM2.5, ni aquellos asocia-dos con la exposición a otros contaminantes, como sería el ozono, cuyos efectos se han documentado también a nivel internacional. Por último, otro elemento que pu-diera asociarse con una subestimación es el haber uti-lizado una tasa de descuento de 12%, tasa muy superior a la utilizada en estudios de beneficios sociales en otros países (3%-7%) (OMB, 2003). En este sentido, al utilizar la tasa de descuento de 3%, los beneficios sociales por la reducción de azufre en combustibles son 3.4 veces los costos totales.

Los resultados de la evaluación de los beneficios so-ciales, medidos en términos de salud de la población, contra los montos de inversión del proyecto de introduc-ción de combustibles de uso vehicular con menor con-tenido de azufre, realizada por el INE, fueron elemen-to fundamental para la toma de decisiones en el sector ambiental y energético de México durante la presente administración.

Este análisis de beneficios complementó el de cos-tos, realizado por Pemex-Refinación, para integrar la evaluación socioeconómica del proyecto de mejora-miento ambiental de los combustibles. Esta evaluación socioeconómica fue una de las tres condicionantes —las otras dos fueron la evaluación y el establecimiento de la política de precios y la publicación como Norma Ofi-cial Mexicana de la Modificación a la NOM-086 (DOF, 2006)— para incorporar el proyecto al Presupuesto de Egresos de la Federación en la modalidad de Pidiregas. Así, el producto final de la evaluación socioeconómica contribuyó a lograr esta incorporación, permitiendo a Pemex-Refinación desarrollar este año la ingeniería bási-

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Figura 15. Calendario de introducción de combustibles vehiculares con bajo contenido de azufre en la modificación de la NOM-086

2003 2004 201120102003 200920082006 2007 2012

Premium

Magna ZM

Magna RP

Diesel ZM

Diesel ZF

Diesel RP

500 máx.

250 promedio/300 máxima

30 promedio/80 máxima

Octubre

Octubre300 promedio/500 máxima

30 promedio/80 máxima

1,000 máxima

30 promedio/80 máxima

500 máxima

15 máxima

500 máxima

15 máxima

500 máxima

15 máxima

Septiembre

Estudios sobre la evaluación

de los impactos

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Calidad del aire

ca del proyecto y, para el 2007, con recursos PIDIREGAS, iniciar tanto los proyectos de mejoramiento de gasolinas en Cadereyta, Salamanca y Tula, para surtir en abril de 2009 las zonas metropolitanas de la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, como los de diesel relativos a la modernización de hidrodesulfuradoras y la construc-ción de las plantas nuevas.

Retos y oportunidades

En los últimos años, en el INE se impulsaron varios proyec-tos para desarrollar y adaptar a México las metodologías para la valoración de impactos y el análisis costo-beneficio. Es necesario continuar aplicando, difundiendo y generando información para consolidar las metodologías de tal forma que se promueva su utilización tanto hacia el interior del sector como hacia otras dependencias y entidades federales para sustentar la toma de decisiones.

Como en cualquier estudio técnico, la calidad de los resultados obtenidos y la incertidumbre asociada a las

evaluaciones de impactos dependen en gran medida de la calidad de la información con la que se cuenta y de los supuestos que entran en la estimación. Las limita-ciones detectadas y documentadas en los estudios rea-lizados deben ser consideradas en el proceso de toma de decisiones, a la vez que pueden orientar investigaciones, estudios y acciones futuras; en el caso del INE, se han considerado para el diseño y el desarrollo de proyectos, algunos de los cuales se encuentran en curso, como se detallará más adelante. Algunas de las áreas en las que se han identificado limitaciones y la necesidad de promover la generación de más y mejor información, se discuten a continuación.

En este sentido, se pueden mencionar las limitaciones para la modelación de la calidad del aire a escala nacio-nal. El estudio del azufre en combustibles utilizó mode-los simplificados de calidad del aire, basados en estudios estadounidenses, debido a la escasez de herramientas y capacidad en el uso de modelos que permitieran una aplicación con una resolución espacial suficiente para

Figura 16. Estimación de la reducción de emisiones de SO2 y PM2.5 debido a la NOM-086

1.E+04

Tone

lada

s anu

ales

8.E+03

6.E+03

4.E+03

2.E+03

0.E+00

2006

2008

2010

2012

2014

2016

2018

2020

3.E+04

Tone

lada

s anu

ales

2.E+04

2.E+04

1.E+04

5.E+03

0.E+00

2006

Material particulado (PM2.5)

45%

4.E+04

3.E+04

2008

2010

2012

2014

2016

2018

2020

Bióxido de azufre (SO2)

91%

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156

abarcar todo el territorio nacional. A esto, cabe agregar que la mayoría de la capacidad que tiene México en el uso de modelos de la calidad del aire está concentrada en la academia, y pocas veces, los gobiernos locales y fede-ral cuentan con la capacidad para utilizar modelos que apoyen en la toma de decisiones. Como resultado de lo anterior, el INE realiza, en colaboración con la EPA y la WGA, un estudio para fortalecer las capacidades e iden-tificar modelos de la calidad del aire que puedan utilizar-se a nivel nacional, lo que constituirá una herramienta para futuros análisis de impacto o de costo-beneficio por la aplicación de medidas de control o de otras políticas ambientales.

En el país se cuenta actualmente con evidencia de es-tudios epidemiológicos de series de tiempo que relacionan la exposición aguda (horas y días) con el incremento en morbilidad y mortalidad. Sin embargo, estudios de cohor-te internacionales (Pope et al., 2002; Dockery et al., 1993), que asocian la exposición crónica con efectos en la salud, han mostrado un impacto mucho mayor que los estudios de series de tiempo, y carecemos de estudios de este tipo en el país. El haber utilizado sus resultados se justifica por constituir la evidencia científica más robusta a nivel internacional; no obstante, el hacerlo tiene limitaciones, ya que la función concentración-respuesta puede variar tanto por las condiciones ambientales, tales como niveles de contaminación, composición de las partículas (meta-les, sulfatos, nitratos, material geogénico, etc.), mezclas de los contaminantes, patrones espaciales y temporales en la distribución de los contaminantes, como por factores poblacionales, entre los que pueden resaltarse los estilos de vida, la forma de la pirámide poblacional, los sistemas de seguridad social, los patrones de tiempo-actividad de la población, las tasas basales de enfermedades bajo estudio, entre otros. Debido a estas diferencias y a la incertidumbre que genera el uso de resultados de estudios extranjeros, sería conveniente que las autoridades de salud fomenta-ran y apoyaran el desarrollo de estudios epidemiológicos

de cohorte en México para determinar el impacto a largo plazo de la contaminación atmosférica en diferentes re-giones del país.

En otro tenor, también relacionado con la falta de información generada en México, puede existir un grado considerable de incertidumbre en los métodos utilizados para la valoración económica de los impactos en la sa-lud. Por ejemplo, en México existe únicamente un estu-dio sobre disponibilidad a pagar para reducir el riesgo de mortalidad y morbilidad llevado a cabo en la Ciudad de México (Hammitt e Ibarrrarán, 2005) y, a nivel inter-nacional, existe gran variabilidad entre los resultados de diferentes estudios (Viscusi, 1993). De hecho, en el estu-dio de México la mediana para el valor estadístico de una vida es de aproximadamente 300 mil USD para adultos, y la mediana del valor estadístico de una vida infantil se calculó en 1.3 millones USD, mientras que en Estados Unidos se tienen estimaciones para el valor estadístico de una vida que rebasan los 6 millones de USD (USEPA, 2000a).

En este mismo sentido, la valoración económica se estimó, en la medida de lo posible, con la información generada en México. Para el estudio de la termoeléctri-ca se utilizaron los resultados del estudio de la Ciudad de México, ajustados al ingreso promedio de Veracruz, aún con la reserva de que pudieran no representar las preferencias “reales” de los habitantes de las poblaciones aledañas a Tuxpan. Para el caso del estudio del azufre en combustibles, con el objeto de minimizar la incerti-dumbre para calcular los beneficios, se utilizaron valores de un meta-análisis de estudios realizados en Estados Unidos, ajustados al ingreso mexicano; de nuevo, cabe la consideración sobre las posibles diferencias en las pre-ferencias de la población estadounidense y mexicana al valor que dan a su salud, que pueden estar determinadas por factores ajenos al ingreso. Las reflexiones anteriores apuntan a la necesidad de llevar a cabo estudios de valo-ración económica de la salud en poblaciones del país, lo

Retos y oportunidades

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157

Calidad del aire

que permitiría disminuir la incertidumbre en las estima-ciones de los beneficios.

Conclusiones

Es indudable que gracias al avance en políticas ambien-tales, instrumentos de gestión y normatividad, se ha pre-sentado una mejoría importante en la calidad del aire en algunas zonas metropolitanas para ciertos contaminan-tes criterio; sin embargo, como se comentó en la introduc-ción, en la mayor parte de las localidades con redes de mo-nitoreo (y datos confiables y completos), los problemas de PM y O3 persisten con tendencias incluso crecientes en al-gunas de ellas. Esta deficiente calidad del aire es conse-cuencia de lo que muestra el INEM, 1999: aún prevalecen importantes fuentes de emisión, fijas, móviles y de área en zonas metropolitanas y corredores industriales del país.

La mitigación y el control de la contaminación pue-den reforzarse en nuestro país con la articulación de las políticas estatales y locales con las federales. A nivel na-cional, la implementación de un Programa Nacional de Calidad del Aire podría ser el mecanismo que fungiera como instrumento integrador permitiendo la articula-ción federal y local. Este programa debería incluir es-quemas para asegurar y verificar el cumplimiento de las normas de calidad del aire y, en forma paralela, también incorporar mecanismos con sanciones para las ciuda-des que no cumplan, e incentivos para las que cumplan con dichas normas, y despertaría interés por parte de las autoridades locales para promover el diseño y la ins-trumentación de medidas orientadas a tener y mantener una buena calidad del aire.

En forma complementaria al desarrollo de programas de calidad del aire, se requiere reforzar elementos básicos de apoyo para la toma de decisiones, como son los inven-tarios de emisiones. En los últimos diez años hemos te-nido avances importantes para desarrollarlos y fortalecer la capacidad institucional, esfuerzos que se consolidaron

con la terminación del primer inventario nacional de emi-siones en el año 2006. Para dar continuidad a este traba-jo se desarrolló un plan de acción elaborado para nues-tro país, en el que se estima necesario invertir cerca de siete millones de dólares anuales durante los próximos tres a cinco años, necesarios para desarrollar y extender la infraestructura, incluyendo la capacidad técnica en las autoridades ambientales estatales; desarrollar un sistema nacional de datos de emisiones que permita el acceso y la comunicación de los resultados a usuarios y público inte-resado; aumentar los recursos humanos disponibles para compilar, mantener y actualizar los inventarios de emi-siones; elaborar guías metodológicas y desarrollar facto-res de emisión e información de emisiones propias de las condiciones de México.

Considerando las limitaciones de información y las tareas de actualización de los inventarios existentes, es claro que se requieren nuevas vertientes metodoló-gicas para mejorar la confiabilidad de los datos y per-feccionar sus aplicaciones en modelos fotoquímicos y de calidad del aire. La Semarnat ya ha iniciado las tareas para la actualización del INEM, 1999; duran-te este proceso deberá garantizar la participación de las entidades federativas y establecer mecanismos de coordinación para el intercambio de información, a la vez que fortalecer las capacidades de las autoridades locales. En cuanto a la escala temporal, es indispen-sable modelar sistemáticamente, con la colaboración e insumos de información de otros sectores, una pro-yección del año base hacia el futuro (a los años 2020 o 2030), de tal forma que sea posible delinear, evaluar y seleccionar estrategias más eficientes para el control de las emisiones de contaminantes a la atmósfera para las siguientes décadas.

El INEM, 1999 muestra que las plantas generadoras de electricidad y las refinerías son responsables de gran parte de las emisiones de SOx, NOx y PM, por lo que son indispensables acciones para controlarlas. Entre las

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158

acciones que deberán efectuarse a corto plazo se en-cuentra la revisión de la NOM-085 (regula los equipos de calentamiento indirecto de fuentes fijas) y, a mediano plazo, acelerar la sustitución de combustóleo y carbón por combustibles más limpios.

Por su parte, la flota vehicular en el país práctica-mente se duplicará en los próximos quince años, lo que demanda acciones para evitar el incremento irremisible en las emisiones de contaminantes a la atmósfera, con el

consecuente deterioro de la calidad del aire. Para lograr-lo, sería necesario que nuestro país se orientara hacia la homologación internacional de estándares y regulacio-nes, como estrategia para promover el desarrollo y la más rápida introducción de tecnologías vehiculares avanza-das para el control de emisiones, dado que esto abate los costos de investigación, desarrollo y manufactura de tecnologías de punta para la industria. Relacionado con esto, debe considerarse como factor complementario e

Conclusiones

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159

Calidad del aire

indisoluble el contar con combustibles de calidad mun-dial, en particular con menor contenido de azufre, con el cumplimiento del calendario publicado en la NOM-086, pues permitirá la introducción y manufactura de líneas de vehículos en armonía con los requerimientos y ten-dencias del mercado internacional.

Adicionalmente al establecimiento de normas más estrictas, se debe contemplar la aceleración de la renova-ción del parque vehicular, por ser uno de los medios más eficientes para la reducción de emisiones vehiculares. Esto puede fomentarse utilizando mecanismos no regu-latorios aprovechando programas establecidos como el de verificación vehicular, por ejemplo, en la ZMVM con un programa voluntario de incentivos con beneficios de cir-culación diaria para exentar la verificación vehicular de emisiones utilizando dos parámetros ambientales: nivel de emisiones y rendimiento de combustible. Esta medida favorecería una acelerada renovación del parque vehicular con automóviles que tengan un desempeño ambiental su-perior al requerido por las normas vigentes.

Varios frentes deben de atenderse para lograr las re-ducciones potenciales de las emisiones de los vehículos pesados a diesel, que son posibles gracias a las tecnolo-gías de control que se han desarrollado en el mundo. Esto es sin duda relevante, dados los efectos en la salud que se han documentado en múltiples ciudades del mundo asociados con la exposición a emisiones de vehículos de diesel, amén de que en México la vida útil de estos ve-hículos es de más de 25 años. Por estas razones, la revi-sión de la NOM-044 (que está en proceso de revisión en COMARNAT) debería enviar el mensaje de la necesidad de reducir las emisiones en el menor tiempo posible con la comercialización de las tecnologías EPA 98/EURO III hasta 2007, siempre y cuando el fabricante o importador demuestre que por cada unidad nueva que se incorpore al parque vehicular y que cumpla con este estándar se retirará de la circulación una unidad altamente conta-minante, modelo 1987 o anterior, y que la tecnología EPA

04 se introdujera al mercado mexicano a partir de la en-trada en vigor de la nueva NOM-044.

En relación con los vehículos en circulación, el meca-nismo que ha funcionado en la ZMVM para controlar sus emisiones es el Programa de Verificación Vehicular –a la vez que ha favorecido la renovación de la flota vehicular.

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160

Éste es, de hecho, el instrumento que permitirá regular las emisiones de los autos ilegales que entran al país y cuya entrada se acelerará en los siguientes años. No obstante, el modus operandi actual con que las autoridades locales desarrollan e instrumentan dichos programas de verifica-ción vehicular tiene como consecuencia la heterogeneidad en los programas en las diferentes entidades federativas, lo que ha favorecido su incumplimiento en aquellas donde es obligatorio y donde su cumplimiento se ha reforzado continuamente, con emplacamientos en entidades donde no hay programas, o no son obligatorios o en las que su cumplimiento es irregular. Por ello, un programa de veri-ficación vehicular eficiente tendría que tener una aplica-ción nacional, con poco espacio para el emplacamiento o reemplacamiento que permita su elusión.

El diseño de políticas se fundamenta también, en for-ma importante, en la información que se genera en las estaciones y redes de monitoreo, para construir indicado-res que permitan tener un diagnóstico objetivo y evaluar tendencias espaciales y temporales. Nuestro país enfren-ta el reto de contar con información sobre la calidad del aire en las ciudades con más de 500,000 habitantes y en zonas prioritarias y críticas, con datos consistentes, vá-lidos y comparables. Para lograrlo se debe dar continui-dad al Programa Nacional de Monitoreo Atmosférico. En ese sentido, dada la diversidad de equipos de monitoreo y sistemas para el manejo de datos, se requiere de progra-mas de capacitación acordes con las necesidades de cada región, considerando al menos el aspecto operativo y el manejo de la información. También son necesarios la ho-mologación de las prácticas de monitoreo atmosférico, a la par del establecimiento de sistemas de control y asegu-ramiento de calidad, que debe ir enlazado con un sistema de vigilancia de la calidad por medio de auditorías a nivel nacional. Ligado a lo anterior está el papel fundamental del SINAICA, como herramienta que permitirá el acceso a dicha información y que deberá consolidarse en los si-guientes años con criterios unificados para reunir y siste-

matizar la información de las estaciones, redes o sistemas de monitoreo atmosférico existentes en el país.

Las evaluaciones de impactos de la contaminación, también conocidas como cuantificación de las externa-lidades, han sido un avance que ha requerido del trabajo con los demás sectores del gobierno federal que inciden en la toma de decisiones; con ello, se ha sentado el pre-cedente de la validez de dichos análisis para evaluar los beneficios de los instrumentos regulatorios y de otras medidas de control para la reducción de emisiones con-taminantes a la atmósfera, apuntalando la importancia de la consideración de los impactos potenciales en el am-biente y en la salud de la población como elemento fun-damental en la toma de decisiones.

En otros países estas evaluaciones se hacen en forma rutinaria para la evaluación de programas, de estándares de calidad del aire y de normatividad, como ha sucedido con la EPA de Estados Unidos y la Agencia Ambiental de la Unión Europea. Específicamente, estas agencias lleva-ron a cabo el análisis para estimar los beneficios de la re-ducción del azufre en combustibles de uso vehicular. El que los beneficios netos ascendieran a 91.4 mil millones de USD y 2.7 mil millones de Euros para Estados Unidos y los países de la Unión Europea, respectivamente (USE-PA, 1999; USEPA, 2000; DGE, 2001), fue sin duda una pieza clave en la decisión de las autoridades para contar con gasolina con niveles de azufre 30/80 ppm en 2006 en Estados Unidos, y con niveles de 50 ppm en 2005 y de 10 ppm en 2009 en los países de la Unión Europea. Éste es, sin duda, un ejemplo de las posibles aplicaciones de la metodología y de su injerencia en la ponderación de me-didas y programas a evaluar a seleccionar en el ámbito gubernamental.

La existencia y las atribuciones actuales del INE lo-graron subsanar el vacío que existía en cuanto a institu-ciones de investigación para la formulación y el apoyo de políticas de calidad del aire. Ahora, queda el garantizar la continuidad en la investigación aplicada lo que permi-

Conclusiones

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161

Calidad del aire

tirá en el mediano y largo plazos fortalecer la capacidad institucional para una gestión de la calidad del aire ba-sada en la mejor información técnica y científica dispo-nible. Las investigaciones que se requieren sólo pueden

realizadas por un puñado de instituciones, pero ninguna de ellas está orientada hacia la investigación aplicada a la toma de decisiones, para el análisis y sustento de políti-cas ambientales.

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162

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Residuos, sustancias tóxicas y riesgo

Residuos, sustancias tóxicas y riesgo

[163]

Antecedentes

A principios de la presente administración, las ac-tividades que se desarrollaban en este tema en el INE se orientaban prácticamente a la investiga-

ción y la capacitación en temas de residuos peligrosos. Lo anterior como resultado, por un lado, de los propios obje-tivos a la hora de constituir el instituto, es decir, al defi-nir sus funciones orientadas a los temas de la calidad del aire y los residuos peligrosos, y por otro, para apoyar a la Semarnat en la atención de una de sus competencias: los residuos peligrosos.

Sin embargo, los residuos peligrosos son sólo una par-te de la problemática de los residuos. Los residuos urbanos también requieren de atención especial. Éstos se generan en todos los ámbitos de la sociedad y se necesitan estudios relacionados con su generación, composición, impactos, tecnologías de tratamiento, reciclaje y disposición final, para facilitar una toma de decisiones educada. Aunado a lo anterior, una de las grandes líneas de trabajo establecidas en el sector, la llamada “Cruzada por un México Limpio”, indujo al INE a abrir líneas de investigación en materia de residuos urbanos para apoyar los esfuerzos de la Semarnat en ese campo.

Considerando estos antecedentes, se definieron dos grandes líneas de investigación: residuos peligrosos y re-siduos sólidos urbanos.

Residuos peligrosos

Al inicio de esta administración, se realizaban estudios relacionados con la incineración de residuos peligrosos, como respuesta a la discusión dada en el seno del grupo de trabajo para la elaboración de la norma oficial mexi-cana NOM-098-Semarnat-2002 (DOF, 2004a) que es-tablece la protección ambiental —incineración de resi-duos, las especificaciones de operación y los límites de emisión de contaminantes. El INE tuvo una participa-

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164

ción muy activa en el desarrollo de la norma, principal-mente en la discusión sobre el impacto que genera la operación de los incineradores debido a las emisiones de dioxinas y furanos.

En la década de 1990 la incineración se promovió como una opción de tratamiento para los residuos bio-lógicos —infecciosos, y como una alternativa de trata-miento de los residuos sólidos urbanos generados en grandes urbes, como es el caso de la Ciudad de México. En el aspecto normativo, el INE también participó ac-tivamente en la revisión y la actualización de la norma NOM-052-Semarnat-1993 (DOF, 2003) que establece las características de los residuos peligrosos, el listado de los mismos y los límites que hacen a un residuo peligroso por su toxicidad al ambiente.

Ante la falta de información específica a las condicio-nes de nuestro país para evaluar la tecnología de la in-cineración, como un opción al tratamiento de residuos, se desarrollaron varios estudios orientados a la obten-ción de datos sobre este proceso industrial; conocer la eficiencia de los incineradores industriales en operación en nuestro país (Rosas, 2002); evaluar la eficiencia de la estabilización de las cenizas derivadas de la incineración, con cemento Pórtland (Flores et al., 2003), y determinar el poder calorífico de materiales homogéneos y heterogé-neos de residuos sólidos urbanos (RSU), y residuos peli-grosos (Encarnación et al., 2003).

Residuos sólidos urbanos

Los estudios desarrollados en materia de residuos sólidos urbanos fueron también en respuesta a la problemática identificada en el país. Por un lado, en el ámbito norma-tivo, el INE participó en el proceso de actualización de la NOM-083-Semarnat-2003 (DOF, 2004b) que establece las especificaciones de protección ambiental para la se-lección del sitio, diseño, construcción, operación, moni-toreo, clausura y obras complementarias de un sitio de

disposición final de residuos sólidos urbanos y de mane-jo especial, y por otro lado, en los temas de investigación, definiéndose dos principales líneas de investigación, que se describen a continuación.

Estudio de emisiones (biogas y lixiviados) en sitios de disposición final de residuos sólidos urbanos

En el 2002 se inició el estudio “Caracterización de lixi-viados y biogas generados en sitios de disposición de resi-duos sólidos municipales de México” (Rosas et al., 2004), con objeto de evaluar las características de los lixiviados y biogas generados en sitios de disposición final de resi-duos sólidos urbanos. Se seleccionaron algunos lugares en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), con diferentes características en cuanto a ubicación, di-mensión, población atendida y control de operación, para formular posteriormente propuestas para el manejo de las emisiones generadas en estos sitios. Aparte de esto, un objetivo importante fue el de aportar datos a la dis-cusión de la posible peligrosidad de los lixiviados. Como se sabe, la norma abrogada, NOM-052-Semarnat-1993, consideraba a los lixiviados como peligrosos. La nueva norma, NOM-052-Semarnat-2005, los desclasifica, por lo que será necesario realizarles la prueba de corrosivi-dad, reactividad, explosividad, toxicidad e inflamabili-dad (CRETI) para determinar su peligrosidad. La prime-ra etapa de este proyecto terminó en 2004.

En 2006 se inició una segunda etapa, que incluye los sitios representativos del estudio anterior y otros sitios con diferentes condiciones climatológicas, tamaño y operación, fuera de la ZMVM. La contribución de esta nueva etapa, además de confirmar o reconsiderar los resultados de la primera etapa en cuanto a la peligro-sidad de los lixiviados y a las características del biogas, se orientó hacia el análisis de las relaciones entre los sitios de disposición y las propiedades de las descargas y emisiones, así como del desarrollo de un inventario

Residuos peligrosos

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Residuos, sustancias tóxicas y riesgo

del biogas generado en los diferentes lugares, enfocán-dose principalmente a los gases de efecto invernadero. Asimismo, se están llevando a cabo otros estudios com-plementarios que cuentan con un elemento innovador al medirse las concentraciones de vapor de mercurio emitido de los sitios de disposición final.

Como resultados preliminares del proyecto de ca-racterización de lixiviados y biogas en sitios de disposi-ción final de residuos sólidos urbanos, se encontró que la composición promedio del biogas es relativamente homogénea en todos los sitios (figura 1) y corresponde a la caracterización típica del biogas generado en rellenos sanitarios de otros países (cuadro 1).

Al caracterizar la peligrosidad en los lixiviados, al-gunas muestras se podrían considerar tóxicas, lo que puede deberse a la disposición clandestina de residuos

industriales, propiciada por el escaso control durante el ingreso de residuos a estos sitios.

Ciclo de vida de los materiales

El manejo de los residuos con un enfoque de ciclo de vida permite identificar el impacto real de un producto a lo largo de todo su ciclo de vida, considerando las alterna-tivas de postconsumo, como son el acopio, la transferen-cia, el reciclaje, el tratamiento o la disposición final. En México son escasos los estudios sobre este tema, por lo que se consideró importante iniciar una línea de investi-gación en este campo.

Con el apoyo de la JICA en sus primera etapas, se llevó a cabo el Proyecto Análisis de Ciclo de Vida de Envases de Bebidas (Encarnación et al., 2004). Dicho estudio tuvo

Figura 1. Composición promedio del biogas generado en 5 sitios de disposición de RSU en la ZMVM

Tepotzotlán Chimalhuacán Tlalnepantla Prados de la Montaña

Santa Catarina

80.0

100.0

60.0

40.0

20.0

0

N2

O2

CO2

CH4

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166

a Valores promedio ± desviación estándar. b Parámetros analizados en campo. c Valores debajo del límite de detección. d Kym y Kym, 2002 e Lindberg et al., 2001 Oper: operando Clausu: clausurado.

Cuadro 1. Composición del biogas muestreado en los sitios estudiados, comparada con otros sitios reportados a nivel internacional

Parámetro

Tipo de sitio

CH4 (%)CO (%)O2 (%)N2 (%)H2S (ppm)bTolueno(ppm)b

Hg Vapor (ng/m3)

Sitio 1

Tiradero controlado (oper.)a

23.6 ± 1.49.2 ± 1.58.8 ± 1.647.7 ± 2.218 ± 5

<LDc37.5 ± 9.2

Sitio 2

Tiradero a cielo abierto (oper)a

31.5 ± 0.520.7 ± 0.25.7 ± 0.820.6 ± 1.750 ± 10

2 ± 012.5 ± 0.8

Sitio 3

Relleno sanitario(oper)a

59.3 ± 3.131.0 ± 2.12.5 ± 0.27.4 ± 0.895 ±10

100 ± 1052.4 ± 15.6

Sitio 4

Tiradero a cielo abierto (clausu)a

56.2 ± 2.131.3 ± 3.50.9 ± 0.01.4 ± 0.0120 ± 20

<LDc

33.3 ± 16.2

Sitio 5

Tiradero a cielo abierto (clausu)a

55.6 ± 1.237.6 ± 0.51.0 ± 0.22.6 ± 0.5150 ± 20

90 ± 101282.3 ± 247.1

Seul, Koread

Tiradero controlado (clausu)a

7.2-72.4----

-11.9- 2646

Florida, EUAe

Relleno sanitario (oper)a

-----

-7190 ± 330

como objeto realizar el Análisis de Ciclo de Vida (ACV) de envases de bebidas en dos etapas de tres materiales: vidrio, cartón multicapas y polietilén-tereftalato (PET). La prime-ra etapa comprendió el Inventario de Ciclo de Vida (ICV) de los materiales de estudio, desde la obtención de las mate-rias primas hasta la producción del envase. La segunda eta-pa comprendió la fase de postconsumo. El proyecto sigue en curso y se espera aportar información útil para que las autoridades involucradas puedan desarrollar instrumentos que promuevan el uso de materiales oportunos y ambien-talmente adecuados para la fabricación de envases de be-

bidas, así como promover las alternativas para su manejo que impliquen las menores cargas en términos ambientales y energéticos.

La línea de investigación de ACV considera también el estudio de las fases de producción y post-consumo del envase de aluminio, y el estudio del ciclo de vida de los en-vases de vidrio y de cartón multicapas. Con esto se busca completar el ICV de los envases de bebidas enfocándose en la etapa de post-consumo, considerando datos nacionales hasta el mayor grado posible, según la disponibilidad de los mismos, en combinación con datos extranjeros, parti-

Ciclo de vida de los materiales

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167

Residuos, sustancias tóxicas y riesgo

cularmente de Japón y Europa. Los resultados obtenidos de la investigación muestran que el mayor consumo de agua, vapor, electricidad y otros combustibles se presen-tó en el caso de los envases de PET. Asimismo, la elabo-ración de las botellas de vidrio no retornables presentó el mayor consumo de combustóleo, posesionándose éstas como las de mayor emisión de CO2, NOx, SOx. Respecto a la demanda biológica de oxígeno (DBO) y la demanda química de oxígeno (DQO), los envases multicapas mos-traron los valores más altos. Asimismo, el envase no re-tornable de vidrio presenta la mayor tasa de generación de residuos sólidos.

Contribución de sitios de disposición final (SDF) de residuos sólidos urbanos en la emisión a la atmósfera de vapor de mercurio y COVs (De la Rosa et al., 2006)

México tiene el compromiso ante la CCA de reducir las emisiones de mercurio a la atmósfera, por lo que ha ela-borado inventarios de emisiones. Sin embargo, dichos in-ventarios no contemplaron algunas fuentes difusas, y para hacer una adecuada selección de prioridades es necesario considerarlas, sabiendo que a nivel urbano se desechan materiales que contienen compuestos tóxicos como el mercurio y las COV presentes en ciertas pilas, lámparas fluorescentes, envases de aerosoles (plaguicidas, etc.) en-tre otros objetos, y que estos compuestos debido a su vo-latilidad podrían emitirse en el flujo de biogas generado en los sitios de disposición final. Se realizó un estudio para determinar la contribución de vapor de mercurio y COV emitidos a la atmósfera en la ZMVM por estos sitios. Para el desarrollo del mismo se contó con el apoyo de la CCA, que gestionó el préstamo del equipo instrumental para cuan-tificar el vapor de mercurio y la capacitación del personal del INE en su operación.

El estudio aporta información sobre las concentracio-nes de algunos COV y del vapor de mercurio en el biogas de 5 sitios de disposición final ubicados en la ZMVM. Es im-portante resaltar que prácticamente no existen estudios de esta naturaleza en México y que son escasos los estudios que se han realizado en otros países.

Los resultados del estudio muestran que el conteni-do de vapor de mercurio y COV en el biogas emitido por los sitios estudiados puede ser muy variable; su concen-tración depende principalmente del tipo de residuos que están confinados y de las condiciones de operación del si-tio. Un sitio en particular reportó concentraciones altas de mercurio y muy diversas de COV comparadas con los otros sitios estudiados, pero se encuentran dentro de los rangos reportados en otros países.

Estos sitios deben ser considerados como fuentes po-tencialmente importantes de mercurio y de COV (debido a su amplia dispersión por el territorio nacional y su escaso control de emisiones), por lo que se deberían monitorear periódicamente los sitios para entender con mayor preci-sión las variaciones estacionales y el comportamiento de las emisiones, y así diseñar las estrategias adecuadas para su control.

Vale la pena mencionar, sin embargo, que a pesar de los resultados encontrados en el estudio, éstos sólo re-presentan tendencias de las emisiones bajo los criterios y supuestos establecidos, por lo que no es posible asentar cuál de los envases impacta menos al ambiente, hasta que se complete todo el inventario y se estimen los impactos siguiendo la metodología de ACV.

Lo interesante de este tipo de estudios es su aplica-bilidad para orientar los esfuerzos de reciclaje o de se-lección de materiales para la elaboración de envases que sean más amigables con el medio ambiente.

Page 169: La investigación ambiental para la toma de decisiones

168

Proyecto 3R: reducir, reusar y reciclar

La colaboración exitosa que se ha tenido con la JICA des-de 1995, continúa rindiendo frutos y es precisamente en el área de residuos donde recientemente se ha autorizado un nuevo proyecto de colaboración, cuyo objetivo es ini-ciar un proceso de incorporación en la sociedad mexica-na del concepto de las 3R (reduce, reusa y recicla) como política en el manejo de los residuos. El objetivo de esta nueva colaboración, es que el INE pueda promover y participar en los esfuerzos que debe hacer la Semarnat para definir una política y un programa nacional en ma-teria de manejo de residuos que incorpore los conceptos de reducir, reusar y reciclar.

Diagnóstico básico de residuos

De conformidad con lo que establece la LGPIR en su artí-culo 7, son facultades de la federación: "Formular, con-ducir y evaluar la política nacional en materia de re-siduos así como elaborar el Programa Nacional para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos."

Derivado de estas facultades de la federación y para dar cumplimiento a la ley, la Semarnat encargó al INE coordinar los esfuerzos de las diversas áreas de la secre-taría involucradas en el tema, para elaborar el Diagnósti-co Básico para la Gestión Integral de Residuos (DBGIR). Este diagnóstico básico incluyó un análisis del marco legal, institucional y político de los residuos en México. En lo que respecta a los inventarios de residuos, éstos se desarrollaron con base en la información existente y disponible, lo que implica la presencia de grandes incer-tidumbres en los datos que se presentan y que reflejan claramente la necesidad de que la SEMARNAT y los go-biernos locales, en sus ámbitos de competencia, realicen los esfuerzos necesarios para tener inventarios confia-bles de los residuos peligrosos y urbanos que se generan en el país.

Entre los principales hallazgos del Diagnóstico Bási-co para la Gestión Integral de Residuos (DBGIR), se des-criben los siguientes (Semarnat-INE, 2006):

• Se identificó que no existen suficientes fundamentos constitucionales referentes al tema de los residuos, por lo que es importante incluir en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos el tema de los residuos, básicamente para definir con precisión la competencia de los tres órdenes de gobierno, y es-tablecer que los generadores de residuos son respon-sables de su tratamiento y de los efectos que éstos ocasionen en el ambiente.

• Ante la carencia de regulación local se busca que las legislaturas de los estados expidan leyes sobre la pres-tación de los servicios públicos de limpia, recolec-ción, traslado, tratamiento y disposición final de los residuos. Buscando que los servicios de aseo urbano sean financieramente sostenibles, se puede incluir el pago por la prestación de los servicios; los procedi-mientos para la prestación de los servicios; y la po-sibilidad para que los particulares puedan intervenir en la prestación de los servicios, con o sin concesión.

• Se requiere modificar el Código Penal Federal para simplificar los tipos penales en materia de residuos peligrosos. Existe una carencia de acción pública para impugnar ante el poder judicial, la inactividad o actividad ilegal de las autoridades competentes, y una carencia de un sistema jurídico para reclamar la re-paración de daños ambientales.

• Se requiere definir y separar claramente las funcio-nes que deben ejercer los distintos organismos invo-lucrados para la adecuada organización institucional y con esto, evitar la superposición, evasión o vacío de competencias. El ordenamiento sectorial deberá con-siderar, entre otros aspectos, la rectoría del sector, la regulación, operación, organización institucional y la autosustentabilidad financiera de los servicios, así

Proyecto 3R

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Residuos, sustancias tóxicas y riesgo

como, la participación de la iniciativa privada, el fo-mento a la formación del capital humano y el desa-rrollo tecnológico.

• Se requiere al corto plazo trabajar en la formulación de la política de gestión integral de los residuos, con-siderando aspectos de sustentabilidad, factibilidad técnica, económica y financiera, el desarrollo social y la cultura ambiental, la calidad de vida, el marco legal que garantice su instrumentación y la corresponsabi-lidad intersectorial.

• Se considera que los instrumentos de política de-ben ser fortalecidos e impulsados con el compro-miso del gobierno federal, apoyado en los gobiernos de la entidad federativa y de las unidades político-administrativas, principalmente para alcanzar los objetivos planteados por la política delineada, to-mando en cuenta el ciclo de vida de los productos; la prevención y minimización de la generación de los residuos sólidos urbanos, de manejo especial y peligrosos; el reciclaje y reutilización de los pro-ductos, el desarrollo tecnológico y de recursos hu-manos, mediante la aplicación de la tecnología efi-ciente al menor costo, el fomento de aportaciones y equipos nacionales; el fortalecimiento de la capaci-dad institucional; la mejora y adecuación del marco legal vigente; la prevención de la contaminación y el mejoramiento en la calidad de vida de la pobla-ción; y el cumplimiento con los compromisos in-ternacionales.

Residuos tecnológicos

Otra línea de trabajo que el INE ha desarrollado es la re-lacionada con los llamados residuos de manejo especial, en particular los denominados residuos tecnológicos, que incluyen aquellos provenientes de las industrias de la informática, fabricantes de productos electrónicos o de vehículos automotores y otros que al transcurrir su vida

útil, por sus características, requieren de un manejo es-pecífico (Art. 19 LGPGIR, 2003).

Una de las actividades que recientemente ha desper-tado el interés por parte de la opinión pública y las au-toridades gubernamentales es la generación de residuos electrónicos, dado el notable dinamismo de este merca-do. A partir de la segunda mitad de la década de los 90, el sector electrónico en México ha tenido una evolución muy favorable, consolidándose como una de las indus-trias con mayor participación en el ramo manufacture-ro nacional. Con el incremento en la producción de los equipos electrónicos se genera “basura electrónica”, cuya disposición inadecuada puede liberar sustancias tóxicas al ambiente, incluyendo metales pesados como plomo, cadmio, níquel, y compuestos orgánicos persistentes como los retardantes de flama polibromados. Actual-mente existe la necesidad de generar información preci-sa sobre la generación y la disposición de estos residuos, lo que permitirá tomar medidas más eficientes por parte de las autoridades ambientales.

Dentro de los vacíos de información destaca la falta de un inventario de residuos electrónicos, que permita apoyar la elaboración de la normatividad correspondien-te de acuerdo a la Ley General de Prevención y Gestión Integral de los Residuos, así como identificar los sitios de riesgo para el ambiente y la población humana. Para esto, el INE trabaja actualmente en la elaboración de un diagnóstico de la generación de basura electrónica y de las sustancias tóxicas contenidas en éstas, que se liberan al ambiente. En mayo de 2006 se integró un grupo de tra-bajo, y la versión preliminar del diagnóstico estará lista para este mismo año.

Pilas y baterías

Existe en la percepción ciudadana la noción del posible riesgo para el ambiente que puede representar la dispo-sición inadecuada de las pilas y baterías. Dado que se tie-

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nen limitada información acerca de la generación y ma-nejo de estos artículos, y escasos estudios que hayan evaluado su impacto en el ambiente, el INE está llevando a cabo una actualización del estatus de su generación y disposición a nivel nacional, así como un análisis de los riesgos asociados a este tipo de residuos, que incluye un análisis químico de la composición de las pilas alcalinas en uso en el país tendiente a determinar su peligrosidad en función de las concentraciones de los diversos com-ponentes de las pilas.

El INE ha estimado un consumo promedio de 5 pilas/hab-año, para la década de 1990, sin contar las comercializadas en el mercado informal, y de 10 pilas/hab-año incorporando este último dato (Gaceta Ecoló-gica; INE-Semarnat, Nº 72, México (2004)). Ante esta situación la Semarnat, la Asociación Mexicana de Pilas y la Confederación de Cámaras Industriales, han firma-do un acuerdo en el que se comprometen a fomentar el manejo integral de pilas de desecho. Las acciones pro-puestas en dicho convenio permitirán caracterizar las pilas comercializadas en México, fomentar lineamien-tos técnicos sobre el contenido de metales pesados, e impulsar los procesos de información y sensibilización a la población acerca del manejo de las pilas al término de su vida útil.

La gestión integral de los residuos desde una perspec-tiva sustentable representa uno de los retos más impor-tantes que enfrentan las autoridades de los tres órdenes de gobierno, los prestadores de servicios y la sociedad en su conjunto. Es urgente dirigirse hacia esquemas de so-lución y manejo de carácter metropolitano, regional o in-tersectorial, pues están en juego los recursos involucra-dos, así como el riesgo de tomar decisiones acertadas.

Los grandes retos para el INE son incursionar en los temas donde no hay o es muy escasa la informa-ción, para dotar de insumos para una toma de decisio-nes informada. Tal es el caso de los residuos de manejo especial.

Por otro lado, la coordinación del DBGIR puede ser un área de oportunidad para el INE, como una institu-ción que puede concentrar la información y participar como coordinadora en la elaboración de los diagnósticos subsecuentes, y de manera particular de otros instru-mentos que se mencionan en la LGPGIR y cuya elabo-ración queda pendiente, como es el Programa Nacional para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, entre otros.

Otro reto importante para el INE, es garantizar que la información que se genere se utilice para realizar po-lítica pública, es decir, que sus investigaciones en este campo tengan vinculación directa con otras áreas del gobierno federal, estatal o municipal.

Sitios contaminados

En México, durante décadas de desarrollo industrial, en varias partes del territorio nacional se han acumula-do pasivos ambientales por el depósito o vertimiento en donde se han depositado residuos peligrosos sin ningún tipo de control. Desafortunadamente, hasta hace algu-nos años, no se le había dado a esta situación la impor-tancia que merece por parte de las autoridades, la socie-dad y la opinión pública (Volke et al., 2002; Volke et al., 2005).

Como se sabe, la falta de infraestructura y de servicios para el manejo adecuado de residuos ha propiciado la pro-liferación de prácticas ineficientes de gran impacto am-biental. Sus consecuencias ambientales en México apenas han sido documentadas parcialmente y abarcan desde el deterioro a la salud y la inutilización de acuíferos, hasta la afectación de cadenas tróficas a través de procesos de bio-acumulación. Asimismo, las actividades relacionadas con la industria química y petrolera, por la fuga y derrame de hidrocarburos y compuestos tóxicos, han provocado afec-taciones al ambiente y una significativa contaminación de suelos y acuíferos en el país (Volke et al., 2002).

Residuos tecnológicos

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Residuos, sustancias tóxicas y riesgo

La investigación científica y tecno-lógica sobre la remediación de estos pasivos ambientales, así como en la evaluación de los riegos ecotoxicológi-cos y a la salud, es reciente en México. Incluso en el año 2000 el INE todavía no contaba con líneas de investigación en ese campo del conocimiento cientí-fico. A partir del 2002, ante una defi-nición institucional para hacer frente a ese problema, el CENICA inició un proceso de formación y consolidación de un área destinada a responder desde un punto de vista analítico y de evalua-ción de tecnologías a la restauración de sitios contaminados.

Cuando en el INE se decidió desa-rrollar una línea de investigación en el campo de la remediación de sitios contaminados, como respuesta a la problemática que enfrentaba la Semarnat para dar solución al creciente número de pasivos ambien-tales, los esfuerzos se orientaron, en una primera etapa, a la evaluación de sitios contaminados con hidrocarburos, por lo que entre 2002 y 2004 se participó con investiga-dores de la Universidad Autónoma Metropolitana-Izta-palapa en un proyecto multidisciplinario que incluía el análisis de tres tratamientos (fotocatálisis, electroquímica y biológicos) para este tipo de compuestos. Esta investiga-ción se enmarcó en la creciente necesidad de la industria petrolera para dar solución a la gran cantidad de pasivos ambientales generados por la explotación de pozos petro-leros, así como por derrames de crudo, gasolina y produc-tos derivados de los procesos de refinación.

Otra línea de investigación en materia de remediación de sitios contaminados a la que se le dedicó un gran es-fuerzo en este periodo, es la relacionada con la remoción de hidrocarburos en suelos contaminados, con técnicas combinadas de fitorremediación y composteo.

Como parte de las actividades enfocadas a generar información y conocimiento para enfrentar la gran pro-blemática relacionada con los pasivos ambientales de la industria minera, se incluyeron también proyectos para evaluar la remediación de suelos contaminados con me-tales. En 2003 se llevó a cabo un proyecto para la caracte-rización de los residuos provenientes de actividades mi-neras de los distritos de El Triunfo-San Antonio y Santa Rosalía, en Baja California Sur (Volke et al., 2003).

Posteriormente, en 2004 se realizó el proyecto “Mé-todo de análisis y propuesta para el manejo de los resi-duos mineros del sitio de Nacozari, Sonora”, en el cual se realizó un muestreo de residuos y de lixiviados gene-rados por el drenaje ácido, de los cuales se determinó el contenido de metales (Alvarado et al., 2004). Dicho estu-dio tuvo como finalidad evaluar en una fase preliminar la situación ambiental de los residuos mineros en esa re-gión. El contexto del estudio se realizó en cumplimiento del marco del convenio de colaboración entre el INE y el

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Grupo BRGM (Oficina de Investigaciones Geológicas y Mineras), del gobierno de la República Francesa.

De igual manera se colaboró activamente en el mues-treo y la caracterización de suelos y material vegetal, así como en el análisis de mercurio dentro del proyecto mul-tiinstitucional para enfrentar la problemática existente en el estado de Zacatecas sobre la contaminación del sue-lo por mercurio. Dicho proyecto es de gran importancia, debido a que forma parte de las actividades prioritarias de la Comisión de Cooperación Ambiental de América del Norte (CCA) dentro del Plan de Acción Regional de América del Norte (PARAN) para el mercurio.

Con referencia a la evaluación de tecnologías, se llevó a cabo un proyecto de investigación para evaluar cinco tecnologías para el tratamiento de residuos mi-neros y la remediación de suelos contaminados con metales (separación física, lavado, electrocinética, solidificación/estabilización, tratamiento en un bio-rreactor) (Velasco et al., 2004; Velasco et al., 2005). Las tecnologías seleccionadas para evaluación representan aproximadamente el 60% el total de las técnicas dispo-nibles en el mercado. La evaluación de estas tecnologías permitirá al INE incrementar la experiencia en el área para emitir opinión técnica sobre las propuestas tec-nológicas presentadas por las instituciones o empresas remediadoras, ya que actualmente en México no existe gran experiencia en el área de remediación de suelos contaminados con metales.

Por otro lado, el INE actualmente colabora en un proyecto de investigación con la Universidad Autónoma Metropolitana para evaluar técnicas de fitorremediación y fitoestabilización, como respuesta a las necesidades de solución a los problemas ambientales del estado de Gua-najuato. Dicho proyecto generará información técnica que permita enfrentar la fuerte problemática relacionada con la disposición de los residuos mineros en dicho estado.

En el ámbito normativo, el INE participó en la ela-boración de normas oficiales relevantes en remediación

de sitios contaminados, como la NOM-138-Semarnat/SS-2003, que establece los límites máximos permisibles de hidrocarburos en suelos y las especificaciones para su caracterización y restauración, así como la NOM-147-Semarnat/SSA-2004, que establece criterios para de-terminar las concentraciones de remediación de suelos contaminados por arsénico, berilio, cadmio, cromo hexa-valente, mercurio, níquel, plomo, selenio, talio y vanadio. En este último caso, el INE estuvo a cargo de la redacción del anexo de técnicas analíticas para la cuantificación de los diferentes metales, y participa actualmente en las guías para la correcta interpretación y aplicación de la NOM-138-Semarnat/SS-2003. De la misma manera, el INE ha contribuido en la elaboración del proyecto de norma NMX-132, que establece criterios de muestreo para suelos contaminados con metales.

En este contexto, aún existen retos de actualidad en la agenda del INE. Por ejemplo, la actual norma oficial mexicana para la caracterización de suelos contaminados por hidrocarburos no garantiza la ejecución efectiva de dichos estudios, principalmente debido a que el número de puntos de muestreo por cantidad de superficie está limitada a un número que según los criterios internacio-nales no es suficiente para determinar las afectaciones de estos contaminantes, por lo que es necesario evaluar tanto los criterios acordados en dicha norma como eva-luar la posibilidad de que sean más flexibles para cada tipo de suelo o para cada caso en particular.

Actualmente, México enfrenta un gran reto para dar solución a la problemática surgida por la disposición de residuos mineros en el territorio nacional. La falta de grupos de investigación expertos en el área, así como la poca oferta de empresas que cuenten con la capacidad tecnológica para remediar sitios contaminados con me-tales pesados, hacen de esta área un campo prioritario de estudio.

Debido a que todavía no se conoce con amplitud el tipo de tecnologías adecuadas a las condiciones socia-

Sitios contaminados

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Residuos, sustancias tóxicas y riesgo

les, políticas y económicas del país, es importante seguir evaluando tecnologías alternativas para remediar sitios contaminados con metales pesados, y generar mayor in-formación y conocimiento en esta área, dada la existen-cia de un importante número de pasivos ambientales de esta naturaleza.

Por otra parte, en la actualidad existen también ex-tensiones de tierra contaminadas con compuestos orgá-nicos persistentes (BPC, herbicidas, plaguicidas, etc) en diferentes zonas del país, resultado del mal manejo de residuos peligrosos y del uso excesivo o no controlado de plaguicidas, lo cual constituye un área de oportunidad que requiere de la atención de las autoridades así como de la sociedad mexicana.

El INE deberá impulsar como estrategia la vincula-ción con instituciones de investigación y en general con la academia, para la formación de recursos humanos y de líneas de investigación que aporten conocimiento y solu-ciones a la problemática de los sitios contaminados con re-siduos o sustancias tóxicas. También deberá de consolidar un grupo altamente especializado en el tema, que evalúe tecnologías; apoye el desarrollo de un marco normativo adecuado; asesore a otras áreas de la secretaría y de los go-biernos locales; capacite a funcionarios de los tres niveles de gobierno; participe en el diseño de políticas orientadas a disminuir los pasivos ambientales; y promueva y desa-rrolle investigación aplicada en ese campo.

Sustancias tóxicas y riesgos

En México, las actividades mineras, agrícolas, petroleras y de la transformación son fuentes de emisión al ambien-te de sustancias tóxicas, principalmente metales, meta-loides y compuestos orgánicos persistentes, tales como plaguicidas y bifenilos policlorados (BPC), que pueden afectar la salud y el equilibrio ecológico. Entre los efec-tos negativos de estos contaminantes en los humanos se han identificado defectos al nacimiento, cáncer, proble-

mas de fertilidad, mayor susceptibilidad a las enfermeda-des, y alteraciones neurológicas.

En forma complementaria, conviene resaltar el he-cho de que los niños son especialmente susceptibles a la contaminación ambiental debido a sus patrones de exposición y a que sus cuerpos se encuentran en un acelerado proceso de desarrollo, lo que incrementa su vulnerabilidad. Los volúmenes de aire y la cantidad de agua que los niños respiran y consumen en relación con su peso, son mucho mayores que en los adultos; ade-más, por sus etapas de motricidad y estatura pasan más tiempo que las personas mayores en algunos microam-bientes, como el piso, en contacto con los materiales presentes en el suelo, lo que hace que la magnitud de la exposición a metales y compuestos orgánicos persisten-tes se incremente. Por otra parte, los niños tienen rutas de exposición adicionales y características, como son la exposición fetal vía la placenta y la neonatal a través de la leche materna.

En este contexto, el INE realiza y coordina investiga-ciones y estudios sobre plaguicidas, sustancias tóxicas y residuos peligrosos, para sustentar la toma de decisiones en materia de prevención y minimización de los riesgos ambientales asociados a la exposición a dichas sustan-cias. Cabe resaltar que, considerando la gran cantidad de sustancias potencialmente tóxicas que existen en el mercado, estos esfuerzos se han concentrado en un gru-po conocido como sustancias tóxicas persistentes (STP), que por sus características son las que implican mayores riesgos para los ecosistemas y la salud humana.

La investigación aplicada sobre sustancias tóxicas persistentes

Para dar cumplimiento a sus atribuciones en materia de investigación, capacitación, difusión y apoyo al proceso de toma de decisiones, el INE ha desarrollado dos ver-tientes igualmente importantes: la primera se relacio-

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na con la realización y la coordinación de investigación científica aplicada, en temas como la evaluación de ries-gos, contaminación por mercurio, plomo y compuestos orgánicos persistentes y, la segunda, con el desarrollo de los sistemas de información.

Otra línea en la que el INE ha sido proac-tivo es en el biomonitoreo de metales y conta-minantes orgánicos persistentes en población sensible, como son los niños y las mujeres en edad reproductiva. Este esfuerzo ha marcado la necesidad de desarrollar un programa de alcance nacional que permita monitorear las tendencias de las concentraciones de metales y contaminantes persistentes en el ambien-te y la carga corporal en la población, lo que permitiría evaluar la efectividad de medidas de control que el gobierno ha implementado o instrumentado. Por lo pronto, se realizó en 2004 un estudio preliminar en una muestra pequeña de niños de nueve comunidades ale-dañas a sitios contaminados de México.

En otro tenor, se desarrolló el diagnóstico sobre el lindano, insecticida que se ha utiliza-do ampliamente en la agricultura y con fines sanitarios, para combatir piojos y sarna, pero cuyos riesgos para el ambiente se han docu-mentado ampliamente. Por ello, las autori-dades mexicanas buscan desde el año 2005 cancelar su registro en el país, decisión que se reflejó a su vez en el Plan de Acción Regio-nal de América del Norte (PARAN) sobre el lindano, en el seno de la CCA, así como en la propuesta de México de incorporar este com-puesto al Convenio de Estocolmo, lo que im-plicaría su eliminación gradual del mercado y su reemplazo por alternativas más amigables para el ambiente.

Las actividades del INE han incidido también en la construcción de capacidades en diversos centros de investigación. Por ejemplo, en el estudio de biomonitoreo realizado en niños, se incluyó la capaci-tación de técnicos mexicanos, tanto del sector público como del académico, en uno de los mejores laboratorios

Sustancias tóxicas y riesgo

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Residuos, sustancias tóxicas y riesgo

del mundo en el área de COP, el laboratorio del Instituto Nacional de Salud Pública del Quebec, en Canadá, que ha participado activamente en el programa de compues-tos orgánicos persistentes del Ártico.

En lo referente a los sistemas de información, el INE ha desarrollado un sistema sobre plaguicidas, cuya prin-cipal finalidad es sistematizar y poner a disposición del público en general información sobre los efectos que pueden producir en el medio ambiente y en la salud hu-mana estas sustancias. También, ha desarrollado una base de datos sobre especialistas e instituciones que rea-lizan investigación sobre sustancias tóxicas persistentes en México y las necesidades en nuestro país en el campo de investigación científica sobre COP. Esta base incluye el diagnóstico sobre la infraestructura analítica para es-tos compuestos a nivel nacional, evaluación importante para apoyar las acciones del Plan Nacional de Implemen-tación del Convenio de Estocolmo en México.

Por último, es importante mencionar que existe un conjunto de actividades y temas prioritarios en proceso de desarrollo; estos temas responden a la dinámica social y a los desarrollos de frontera en este campo, y sus resul-tados proporcionarán elementos de juicio indispensables a los responsables de la toma de decisiones en materia de gestión ambiental de sustancias tóxicas. En este senti-do, para el logro de sus metas la SEMARNAT considera como herramienta imprescindible el sustento científico que da apoyo a la toma de decisiones, para lo cual resulta fundamental profundizar y ampliar las acciones de in-vestigación en México, como una estrategia de fortaleci-miento institucional en la atención de los diversos temas de la agenda ambiental.

Dioxinas y furanos

Las dioxinas y los furanos son compuestos potencial-mente tóxicos, ya que pueden producir efectos adversos a la salud a nivel celular en seres humanos, y pueden cau-

sar algunos otros efectos negativos en el medio ambien-te (USEPA, 2001). Estos efectos son en algunos casos lo suficientemente significativos para justificar la minimi-zación de las emisiones de dioxinas en el medio ambien-te (Norton, 2006).

Las dioxinas son compuestos que poseen una gran es-tabilidad química y física, por lo que generalmente son ca-paces de transportarse a largas distancias, distribuyéndose por la atmósfera y concentrándose en el medio ambiente. Debido a que estas sustancias son altamente lipofílicas y resistentes a la degradación, son bioacumulables en tejidos y grasas animales, siendo la cadena alimenticia el último receptor en el medio ambiente. (Nessel y Gallo, 1992).

Las dioxinas y los furanos son subproductos no de-seados en los procesos químicos y térmicos. De acuerdo con información reportada por la Agencia de Protec-ción Ambiental de los Estados Unidos (USEPA, 2000), de las 23 diferentes actividades definidas como gene-radoras de dioxinas en Norteamérica, el 90 % se debe a la incineración de residuos sólidos municipales, a la quema de pasto doméstico, a hornos de cemento que usan residuos industriales peligrosos como combus-tible alterno, a la incineración de residuos médicos, a plantas fundidoras y a plantas metalúrgicas de hierro. Las dioxinas también pueden ser producidas por fuen-tes naturales; sin embargo, éstas se generan en cantida-des insignificantes comparadas con las que se generan por fuentes antropogénicas.

Identificar las principales fuentes de emisión de dioxinas y furanos en el país, y elaborar un primer esce-nario sobre las cantidades generadas por las diferentes tipos de fuentes.

Se elaboró el primer diagnóstico nacional de dioxi-nas y furanos tomando como referencia factores de emisión propuestos por la USEPA. El estudio es aproxi-mativo y ofrece una imagen de cuáles son las principa-les fuentes de emisión de este tipo de compuestos (INE-CENICA, 2002).

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Posteriormente, se realizó el estudio para comparar la aplicación de dos métodos de cuantificación de libe-raciones de dioxinas y furanos en México (INE-CENI-CA, 2003); así, se compararon la metodología plantea-da por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA, 2001) y la propuesta del USEPA (USEPA, 2000).

También se desarrolló un estudio con el apoyo de la CCA para la selección de seis sitios para el monitoreo inicial y medición de dioxinas y furanos en México (Us-taran, et al., 2003), con objeto de desarrollar en México un programa para medir estos compuestos, de tal forma que se evaluaran los niveles de fondo en el país; además, se pretende que se integren a una red de monitoreo nor-teamericana de dioxinas y furanos, y promover y desa-

rrollar acciones para el desarrollo de capacidades para el monitoreo y la evaluación ambiental de estos conta-minantes. Los seis sitios para el monitoreo fueron selec-cionados mediante criterios de condiciones regionales, como situación geográfica, vientos dominantes, regiones fisiográficas, etc.

Dado que ambas metodologías se basan en las can-tidades o volúmenes de actividad de cada proceso ana-lizado por unidad de tiempo determinada, se estimaron y evaluaron las actividades, los procesos y los niveles de producción de las industrias de México que pueden con-tribuir a este tipo de emisiones. Utilizando la aplicación de los factores de emisión propuestos por el PNUMA, se estimó que la emisión total de PCDD/F en México du-rante el año 2000 fue de 3,114 g TEQ, seis veces más que

Cuadro1. Emisiones de dioxinas y furanos en México utilizando dos métodos de estimación diferentes

Fuente: Alvarado y Gutiérrez, 2003.

Actividad Emisión (g EQT) Porcentajes Rango Método EPA Método PNUMA EPA PNUMA EPA PNUMA

Incendios forestales 1.85 49.23 0.40 1.35 7 6Incendios agrícolas 221.5 1,162.77 48.05 31.83 1 1Incineración de RBIMC 5.7 33.61 1.14 0.92 5 7Incineración de residuos idnustriales 0.84 724.98 0.18 19.85 8 3Quema doméstica de basura 103.74 666.90 22.50 18.26 3 4Incendios en DCA 115.47 824.81 25.05 22.58 2 2Quema de biogás 0.154 0.0005 0.03 0.00 12 13Quema incontrolada de llantas 0.06 0.256 0.01 0.01 13 12Producción de ladrillo 0.46 0.887 0.10 0.02 11 11Industria del cemento 7.71 4.18 1.67 0.11 4 8Industria metalúrgica 0.81 180.97 0.17 4.95 9 5Industria de pulpa y pape 0.74 1.34 0.16 0.04 6 9Total 461 3,653 100 100 33

Dioxinas y furanos

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Residuos, sustancias tóxicas y riesgo

la emisión estimada utilizando los factores de la USEPA (INE-CENICA, 2003). De acuerdo con los resultados, las fuentes con mayor aportación de emisiones en el país fueron (en orden decreciente de magnitud): los incendios de depósitos de residuos a cielo abierto, la incineración de residuos industriales, la quema doméstica de basura, los incendios agrícolas, los incendios forestales y la indus-tria metalúrgica. La suma de todas estas actividades es de casi el 99% de las emisiones totales en nuestro país.

Desde una perspectiva general, este estudio sirvió de ejercicio para analizar la situación de las emisiones de PCDD/F en México, así como para cotejar las bondades de cada método de estimación, cuyos resultados se com-paran en el cuadro 1.

Debido al riesgo ambiental y de salud que pueden producir las dioxinas y los furanos a nivel local y mun-dial, muchos países han implementado medidas para re-ducir o eliminar la generación y la emisión de este tipo de sustancias en el medio ambiente. México en este sentido no ha sido la excepción, dado que a través del INE ha participado activamente, tanto en los grupos de traba-jo derivados de la aplicación de Convenio de Estocolmo, como de los derivados del Grupo de Manejo Adecuado de Sustancias Químicas de la Comisión de Cooperación Ambiental de América del Norte (CCA).

En este contexto, el INE a través de la DGCENICA ha estado al frente de los principales trabajos realizados en nuestro país para evaluar las concentraciones de es-tos compuestos en el ambiente. La DGCENICA coordi-na también el apoyo de instituciones académicas para la red de monitoreo de dioxinas, ya que serán estas institu-ciones, al incorporarlas a sus líneas de investigación, las responsables de la operación de la red y del seguimiento de las mediciones. Las determinaciones analíticas se rea-lizarán en laboratorios de la USEPA.

Mercurio

El mercurio es un metal altamente tóxico cuyas carac-terísticas físicas y químicas lo hacen un contaminante persistente. Se acumula fácilmente en ecosistemas acuá-ticos, representando un serio problema de riesgo am-biental y a la salud.

Como parte de los compromisos adquiridos por México en el seno de la Comisión de Cooperación Am-biental (CCA), en la administración pasada se elaboró un diagnóstico sobre la situación del mercurio (Hg) en México (Acosta, 2001). Durante esta administración se ha reforzado la investigación, lo que ha permitido consolidar un número de capacidades para hacer fren-te a los compromisos de México en relación con este metal tóxico.

Analizar la concentración de vapor de mercurio en la atmósfera en varios sitios de interés, aprovechando los analizadores de mercurio proporcionados en présta-mo por el gobierno de Canadá, con objeto de ampliar la base de información sobre la presencia de este metal en el ambiente, y fundamentar decisiones informadas para controlar sus emisiones.

Gracias al préstamo de analizadores automáticos de mercurio Tekran®, que tienen la capacidad de analizar la concentración de vapor de mercurio en la atmósfera en escala de ng/m3, se realizaron estudios de mercurio en la atmósfera en varios sitios de interés (Zacatecas, Puerto Ángel, Oaxaca; Huejutla, Hidalgo; Iztapalapa, Xalostoc y San Agustín en la ciudad de México) siendo Iztapalapa el sitio más evaluado, ya que allí se ubica el sitio de monitoreo que la DGCENICA tiene dentro de la UAM Iztapalapa, y se pudieron evaluar las correlacio-nes con otros contaminantes atmosféricos y condicio-nes meteorológicas. La Ciudad de Zacatecas fue estu-diada en dos momentos, en la temporada de lluvias y en la temporada de sequía cálida, observándose mayores concentraciones promedio en esta última temporada.

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Se cree que las concentraciones elevadas encontradas se deben a la influencia de residuos de minería que con-tienen mercurio y que posiblemente se usan como ma-teria prima en la elaboración de tabique recocido (Her-nández et al., 2005).

En 2003, también se evaluaron las emisiones de mer-curio de algunos sitios de disposición final de residuos sólidos urbanos dentro del área metropolitana de la Ciu-dad de México (De la Rosa et al., 2005), para lo cual el CENICA desarrolló una técnica para la toma de mues-tras de biogas y de aire ambiente, dando a conocer que estos sitios pueden ser fuentes importantes de emisiones de mercurio a la atmósfera.

En los sitios de Puerto Ángel y Huejutla se obser-varon las menores concentraciones promedio de estos

estudios; estas concentraciones corresponden a las re-portadas como ruido de fondo global (de la Rosa et al., 2002). En estos dos sitios se encuentran dos estaciones de monitoreo de deposición húmeda de mercurio, exten-sión de la red de monitoreo de América del Norte, Estas estaciones al encontrarse en zonas con concentraciones de fondo en la atmósfera, aportarán datos importantes sobre el incremento o disminución de mercurio en la at-mósfera de la región.

Las publicaciones emanadas de estos estudios han sido citadas en la propuesta del PNUMA de instrumen-tal para estimar las emisiones de mercurio, con lo que México a través del CENICA aporta información a di-versos organismos internacionales sobre estas emisiones difusas.

Mercurio

Cuadro 3. Resumen de las mediciones efectuadas en Iztapalapa durante 2002 y 2003 (ng/m3)

Cuadro 2. Resumen de las mediciones efectuadas en ciudades mexicanas (ng/m3)

Fuente: de la Rosa et al., 2006.

Fuente: De la Rosa et al., 2006.

Zacatecas Zacatecas Puerto Ángel Huejutla (Sept. 2002) (May.-Jun. 2003) (Oct. 2002) (Oct. 2002)

Máximo 702.32 2230.00 10.81 5.64Mínimo 0.26 24.68 0.76 1.13Promedio 71.92 332.35 1.06 1.60

Septiembre Octubre Noviembre Diciembre Enero Febrero Mayo

Máximo 223 105 38 65 117 83 33Mínimo 2 0.06 1 2 3 2 4Promedio 13 11 9 11 12 11 11

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Residuos, sustancias tóxicas y riesgo

Actualmente se continúa amplian-do el número de sitios a evaluar en la República Mexicana, reafirmando que no todos los sitios tienen el mismo com-portamiento, debido al tipo de basura que se deposita por región, y ampliando y mejorando la calidad de la informa-ción obtenida en 2003.

Metales tóxicos y residuos peligrosos: Plan de acción de La Zacatecana

A partir del diagnóstico sobre el mer-curio (Acosta, 2001), se delinearon ac-ciones específicas, primordialmen-te en el sector minero del estado de Zacatecas, dado que en dicha entidad se desarrollaron actividades de extrac-ción de oro y plata mediante la técnica de amalgamación con mercurio durante la época de la Colonia, sin acom-pañarlas de un manejo adecuado de los residuos. Así, los residuos se dispersaron hacia las partes bajas de los de-sarrollos mineros contaminando tierras que posterior-mente se utilizaron en labores de agricultura, ganadería y desarrollo urbano. La problemática en varias localida-des, tales como la presa La Zacatecana, San Felipe Nuevo Mercurio y Vetagrande, implica la presencia de metales pesados tales como plomo, mercurio, plata, cadmio y el metaloide arsénico, entre otros.

Durante el año 2002 se formó un grupo de trabajo co-ordinado por el INE, e integrado por representantes fede-rales y estatales del sector salud, la Universidad Autóno-ma de Zacatecas (UAZ), la Profepa, la CNA, el Instituto de Ecología y Medio Ambiente de Zacatecas (IEMAZ) y la delegación estatal de Semarnat, con el propósito de elaborar un plan de acción para la contención de meta-les pesados en la presa La Zacatecana. Éste ha sido hasta

hoy el esfuerzo más importante realizado en la zona para contener la dispersión de metales pesados provenientes de los jales procedentes de las antiguas minas españolas del estado, situadas en las inmediaciones de la zona co-nurbada de Zacatecas-Guadalupe.

Las acciones acordadas en el Plan de Acción para La Zacatecana fueron:

1. Realizar el ordenamiento ecológico de la región de influencia de La Zacatecana.

2. Realizar un muestreo representativo de metales pe-sados en sangre, con énfasis en mercurio y plomo, en habitantes de la localidad de La Zacatecana.

3. Realizar un muestreo de suelo y cultivos en el área agrícola adyacente a la laguna.

4. Compactar los jales dispersos alrededor de la laguna, cubrirlos primeramente con material inerte, y des-pués con suelo fértil sobre el cual se sembrarán espe-

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180

cies vegetales propias de la región y con característi-cas de formadoras de suelo.

5. Cerrar el dique de la presa con la finalidad de permi-tir el llenado de la laguna durante la época de lluvias, para que el espejo de agua funcione como “cubierta de agua” para los sedimentos impactados con metales pesados.

Los resultados de los análisis realizados para estimar la magnitud del problema se muestran en el cuadro 4.

Se tomaron 28 muestras de sedimento, encontrando una concentración promedio de 342.9 mg/kg para plo-mo, 38.3 mg/kg para mercurio y 99.4 mg/kg para arsé-nico (cuadro 4). Cabe señalar que el 36, 25 y 78% de las muestras rebasaron los niveles recomendados por la EPA como límite para el uso de suelo residencial, para plomo (400 mg/kg), mercurio (23 mg/kg) y arsénico (22 mg/kg), respectivamente. México aún no cuenta con las normas correspondientes.

Estos resultados ayudaron a orientar el desarrollo de medidas para evitar la exposición de la población a los metales. Para ello, se establecieron límites de crecimien-to urbano, se redefinieron los usos del suelo y se deli-mitaron las áreas de riesgo; también se restauró la zona de jales y se recubrió con una capa de vegetación nativa; finalmente, se levantó barda en todo el perímetro del área, con señalización como zona con residuos mineros (Semarnat, 2002). Como tareas pendientes quedaron la suspensión de las actividades agrícolas en la zona de la presa, y la conducción de estudios diseñados para rea-lizar muestreos representativos en la zona y evaluar la disponibilidad de los contaminantes presentes.

Concentración de plomo en suelos y en sangre de mujeres lactantes y de niños en Vetagrande

En cuanto a la localidad de Vetagrande, su problemática ambiental se explica porque se encuentra asentada sobre una veta de plata; de ahí que se haya trabajado en la extrac-ción de este metal desde su fundación. Actualmente, en este municipio operan dos empresas que explotan las ve-tas y benefician los jales antiguos, de los que extraen oro, plata y plomo; los residuos que resultan de estas activida-des se liberan al ambiente durante el transporte del mate-rial en camiones descubiertos, lo que facilita la dispersión de polvos provenientes de las minas. A la problemática an-

La relevancia de las actividades realizadas en La Zacateca-na radica en la redefinición del ordenamiento ecológico de la zona y en la reducción de la exposición de la pobla-ción aledaña, a través de la minimización del contacto de los habitantes con los jales de minería, suelos contamina-dos y actividades que utilizan los jales para fabricar ladri-llos. Como logro principal se tiene la prevención del creci-miento urbano de Guadalupe y Zacatecas hacia la zona de la presa, evitando la exposición de la población a suelos contaminados con plomo y mercurio. Adicionalmente, las obras de contención y reforestación redujeron aún más la exposición de la población de La Zacatecana.

Estas actividades son un ejemplo de potencial aplica-ción en otros sitios contaminados, y reflejan el éxito del tra-bajo conjunto de diversas instancias de gobierno.

Cuadro 4. Concentraciones de metales pesados en sedimentos de la presa La Zacatecana

Plomo Mercurio Arsénico

Concentración media (mg/kg) 342.9 38.3 199.4Desviación estándar (mg/kg) 198.8 90.7 168.35Máximo (mg/kg) 772.2 198.8 503.9Mínimo (mg/kg) 47.4 0 0

Metales tóxicos y residuos peligrosos

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Residuos, sustancias tóxicas y riesgo

terior se suma el que la mayoría de las casas tengan pisos de tierra y que gran parte de las calles no estén pavimenta-das, condiciones que pueden incrementar la exposición de la población a los polvos contaminados con metales.

En el año 2002 se realizó un estudio en la localidad con el objeto de conocer el perfil elemental de plomo en suelo y las concentraciones de plomo en sangre de los habitantes.

Para cumplir con los objetivos planteados, se tomaron muestras representativas en suelo (n = 21) y en sangre de niños (n = 33) y mujeres embarazadas o lactantes (n = 13). Las muestras de suelo fueron colectadas en algunas de las viviendas de los niños seleccionados, así como en el jardín infantil de la localidad, en la mina y en la plan-ta de beneficio de metales. La cuantificación analítica se hizo por espectrofotometría de absorción atómica con horno de grafito.

En forma complementaria se elaboró un mapa de isoconcentraciones de plomo en Vetagrande mediante el uso de sistemas de información geográfica. Este mapa permitió estimar cuáles serían las zonas con mayores concentraciones de plomo en la región estudiada (INE, 2004), que coinciden con la veta minera y las áreas en donde se lleva a cabo el procesamiento de los minerales (figura 2, página siguiente).

La media de plomo en sangre de los niños fue de 16.0 mg/dl con una desviación estándar (DS) de 3.5 mg/dl. Al estratificar los niveles de plomo en sangre de acuerdo con la NOM-199-SSA1-2000 (DOF, 2002) en cuatro ca-tegorías, se encontró que sólo el 23% de los niños se ubi-caron en la categoría I, con niveles dentro de la norma, es decir, por debajo de 10 mg/dl; en cambio, el 33% se ubicó en la categoría II, el 27% en la III y el 17% en la IV.

Los resultados para las mujeres muestran un prome-dio de plomo en sangre de 11.2 mg/dl (DS = 4.1 mg/dl) con el 38% de la muestras por arriba de 10 μg/dl. Cabe resaltar que el 23% de las mujeres presentaron niveles de plomo en sangre en la categoría IV (entre 45 y 69 mg/dl),

lo que indica que sus niveles de plomo se encuentran al menos cuatro veces por encima del valor normado. Tan-to en este estudio, como en el realizado en La Zacate-cana, un porcentaje elevado de la población muestreada presenta niveles de plomo en sangre que rebasa la norma oficial mexicana. Es importante mencionar que las evi-dencias recientes en la literatura internacional indican que incluso con niveles por debajo de la categoría I de la norma se pueden observar efectos adversos de tipo neuroconductual, que pueden ser irreversibles y mani-festarse en términos de una reducción importante en el coeficiente intelectual (Landrigan et al., 1994).

Por otro lado, las concentraciones de plomo en las muestras de suelo de la mina (50.2 µg/g), de la primaria (29.5 µg/g), del jardín de niños (24.5 µg/g), y de la planta de beneficio (5.5 µg/g) fueron menores a las encontradas en el suelo de las casas.

Para profundizar en algunos de los aspectos de los riesgos ambientales asociados con la contaminación por plomo, en el 2004 se llevó a cabo un estudio de segui-miento. Así, se realizó un muestreo aleatorio sin restric-ción a lo largo de la cabecera municipal, colectando 89 muestras de suelo superficial y analizando los niveles de plomo mediante espectrometría de energía dispersiva de rayos X. El valor promedio de las muestras de plomo en suelo fue de 1,397 mg/kg (DS = 86 mg/kg) con un valor máximo de 7,730 mg/kg, valor que rebasa el valor de 400 mg/kg establecido en el proyecto de NOM-147 para uso de suelo residencial.

Los resultados obtenidos de plomo en suelo indican que se tiene un problema de salud pública significativo en la población de la zona, con niveles que rebasan por mucho los niveles recomendados, por lo que las acciones de mitigación recomendadas tienen carácter de urgente. Los pasos a seguir incluyen realizar estudios para eva-luar la contribución de diversas rutas de exposición, de las características de la vivienda y de hábitos personales, a los niveles de plomo en sangre de los habitantes. Ade-

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más, es importante, tal y como lo indica el proyecto de la NOM-147, realizar los estudios correspondientes para determinar la biodisponibilidad del plomo y en función de ello, determinar el riesgo al que se encuentran sujetos los habitantes de la zona.

En cuanto a las medidas de mitigación que pueden em-prenderse, se recomendó la reforestación con vegetación endémica para evitar la resuspensión de polvos; el recu-brimiento de los jales residuales con concreto o grava; el incremento de las superficies pavimentadas en las calles; y el recubrimiento en los pisos de las viviendas (INE, 2004).

Figura 2. Concentración de plomo en suelos de Vetagrande

Fuente: INE, 2004.

Concentración de plomo en suelos

y en sangre

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183

Residuos, sustancias tóxicas y riesgo

epóxido, HCB, alfa-HCH, beta-HCH, gama-HCH (lin-dano), aldrín, clordano, nonaclor, p,p’-DDE, p, p’-DDT, mirex y endrin).

Los resultados más relevantes obtenidos para los plaguicidas organoclorados se muestran en la fFigura 4 (Díaz-Barriga, 2005). En todos los niños muestreados de las nueve comunidades incluidas en el estudio, se encon-traron niveles detectables de DDE en sangre. Asimismo, en cinco comunidades se encontró que más del 20% de la población bajo estudio estaba expuesta al lindano. Es posible que en aquellas comunidades en las que se pre-sentaron los niveles más elevados DDE se aplique ilegal-mente DDT —a pesar de que su uso ya está eliminado en el país desde 1997— como medida contra el paludismo, como sería la situación de Puerto Madero; en cuanto a las localidades en las que se presentaron niveles elevados de lindano, pudiera ser utilizado en los shampúes, locio-nes y cremas para el tratamiento de pediculosis (piojos) y escabiosis (sarna), como sería la situación de Puerto Ma-dero, y, también en la comunidad de pepenadores de San Luis Potosí.

Un resultado inesperado fue haber encontrado nive-les detectables de mirex en La Zacatecana y en Minatit-lán, ya que el uso de este plaguicida está prohibido desde 1991, lo que hace suponer que se usa en forma ilegal, ya sea por su disponibilidad a través de contrabando o de un stock remanente en la zona. A este respecto, es nece-sario llevar a cabo averiguaciones en las localidades para determinar el origen de este plaguicida.

En cinco comunidades se encontraron niveles detectables de HCB y, en una de ellas, niveles detec-tables de BPC. En tres de las comunidades en las que se encontró HCB (Comarca Lagunera, La Zacatecana y San Nicolás, Qro.) y en aquella en que se detectaron BPCs (San Nicolás, Qro.) —por cierto, este compuesto se encontró en más de la mitad de los niños muestrea-dos— existe un número importante de ladrilleras, que utilizan frecuentemente aserrín como combustible en

Exposición a sustancias tóxicas persistentes y carga corporal en niños

En años recientes se han implementado en México po-líticas y medidas para reducir la liberación e incluso eli-minar del mercado algunos contaminantes; sin embargo, no existe un programa nacional de monitoreo que per-mita evaluar su efectividad y que coadyuve al diseño de estrategias eficientes de prevención y atención a los efec-tos de la contaminación ambiental por metales y com-puestos orgánicos persistentes. Por esta razón, se hace indispensable llevar a cabo estudios para evaluar la mag-nitud de la exposición a estos contaminantes en grupos vulnerables, especialmente en la población infantil y de mujeres en edad reproductiva.

En este contexto, el INE desarrolló en el año 2004 un estudio con el fin de evaluar los niveles de algunos me-tales, arsénico y contaminantes orgánicos persistentes: bifenilos policlorados (BPC), pp-DDT, pp-DDE, hexaclo-robenceno (HCB), mirex y los isómeros alfa, beta y gama del hexaclorociclohexano (HCH), en muestras ambien-tales y biológicas de población infantil, en nueve sitios contaminados de México.

Los sitios se eligieron con base en sus antecedentes históricos de contaminación ambiental (figura 3). Se seleccionaron 208 niños y niñas de 6 a 9 años de edad en escuelas ubicadas dentro del área de influencia de los sitios potencialmente contaminados, que hubieran resi-dido en la zona por al menos tres años cuando menos, que fueran clínicamente sanos y que no estuvieran bajo tratamiento con medicamentos. Considerando estudios previos realizados por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí y la Universidad Autónoma de Querétaro, en los sitios de San Luis Potosí y Querétaro se seleccionó un mayor número de niños participantes (figura 3).

El método de análisis de laboratorio que se utilizó permite cuantificar varios congéneres de los BPC’s, así como diversos plaguicidas organoclorados (heptacloro-

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los hornos; en ocasiones el aserrín proviene de maderas previamente tratadas con HCB o BPC. La exposición de los niños a estos contaminantes pudo haber ocurrido directamente de las emisiones de los hornos, o se pu-dieron haber expuesto las madres durante el periodo de lactancia con el paso de los contaminantes a los niños a través de la leche materna.

En lo que respecta al plomo, el 50% de la población infantil muestreada presentó niveles en sangre superio-res a los 5μg /dl. Las comunidades más expuestas fueron las de Zacatecas, San Luis Potosí y Minatitlán.

Por otra parte, las comunidades ubicadas en la Co-marca Lagunera, Salamanca y La Zacatecana resulta-ron las más expuestas al arsénico; de hecho, en la Co-marca Lagunera se ha documentado esta problemática desde hace muchos años, en donde la sobreexplota-ción de los acuíferos ha ocasionado que este metaloide

Figura 3. Ubicación de las localidades muestreadas y características de sus fuentes potenciales de contaminación

n = tamaño muestral de niños incluidos en el estudio.

1

2

345

6

789

Nombre

Comarca Lagunera, Dgo. Zacatecas, Zac.

San Luis Potosí, S.L.P.Querétaro, Qro. San Nicolás, Qro.

Salamanca, Gto.

Jacona, Mich. Minatitlán, Ver. Puerto Madero, Chis.

Características

Comunidad agrícola en donde existen jales de minería, con ladrilleras ubicadas en la periferia Campos agrícolas y presencia de ladrilleras; recicladores de jales de mercurio, plomo y plata en zonas cercanasComunidad de pepenadoresComunidad urbanaLadrilleras con antecedentes de quema de combustible contaminado con bife-nilos policloradosCercanía a la industria Teckchem (instalación en la que se sintetizaron organo-clorados), una refinería y una termoeléctricaComunidad agrícolaComunidad urbana con una refinería ubicada frente a la escuela Comunidad semirrural con alta ingesta de pescado

n

15

23

501737

15

131820

Exposición a sustancias

tóxicas persistentes

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Residuos, sustancias tóxicas y riesgo

cuidadoso inventario de los com-puestos peligrosos para asegurar su retiro, evitar su uso en localidades en las que los problemas sanitarios lo habían requerido previamente, y proporcionar información a la po-blación sobre sustitutos costeables y menos tóxicos. Lo mismo se apli-ca en el caso de la detección de bi-fenilos policlorados en el municipio de San Nicolás, Qro.

Gracias a estos resultados, re-portados por el INE, actualmente las instituciones de salud y medio ambiente de los tres niveles de go-bierno y la academia han integrado un grupo de trabajo con la finalidad de desarrollar acciones conjuntas que lleven a identificar las posibles rutas de exposición mediante el análisis de muestras ambientales.

Con dichos análisis será posible determinar las acciones que se deben tomar para evitar la exposición de la po-blación y así protegerla de los riesgos asociados con este contaminante.

Por otra parte, el INE participa como punto de enla-ce en un proyecto regional para evaluar la exposición a las STP en mujeres embarazadas. Este esfuerzo involucra a los tres países de América del Norte (Canadá, Estados Unidos y México) y está financiado por la Comisión para la Coope-ración Ambiental de América del Norte, el Banco Mundial y el Instituto Nacional de Salud Pública de México.

El lindano: eliminación gradual en México

El lindano, uno de los isómeros del hexaclorociclohexano (HCH), es un compuesto organoclorado que fue sinteti-zado por primera vez en el año de 1825. En 1943 se de-

—presente en forma natural— se concentre en forma importante.

Es preciso hacer notar que los niños seleccionados de las nueve comunidades estudiadas no constituyen una muestra representativa de la población infantil mexica-na, es decir, los resultados no pueden extrapolarse al res-to de la población de niños del país. En este mismo sen-tido, tampoco es representativa de la población de cada una de las comunidades, debido al número reducido de muestras que fueron colectadas.

A pesar de estas limitaciones, el estudio presenta una herramienta útil para detectar los sitios en donde la po-blación infantil está expuesta a metales y COP, propor-cionando información para el desarrollo de acciones de prevención y mitigación de riesgos. Así, el haber encon-trado niveles detectables de DDE y de mirex, ambos pla-guicidas prohibidos en el país desde hace nueve y quince años, respectivamente, apunta a la necesidad de llevar un

Figura 4. Niveles detectables de plaguicidas organoclorados en muestras de sangre de niños en nueve localidades de México

Lindano

Mirex

p.p-DDE

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larmente eficaz contra las larvas de la mosca común, los ácaros de la sarna, los piojos, pulgas, garrapatas, arañas y alacranes; y también, para la formulación de medica-mentos dermatológicos para el tratamiento de la pedi-culosis y la escabiosis. Aparentemente, el lindano que se utiliza en México se importa en cantidades de cerca de 20 toneladas anuales para su posterior formulación, y no hay registros de exportaciones hacia otros países.

Realizar un diagnóstico preliminar sobre el lindano en México, y evaluar la viabilidad de su erradicación de-finitiva, así como preparar el perfil de riesgos requerido para sustentar la petición de que se incluya en el Conve-nio de Estocolmo.

El lindano: eliminación

gradual en México

terminó que es el único isómero (isómero gama) de HCH con actividad insecticida y, hacia 1950, dio inicio su uso masivo en la agricultura. Años más tarde, sus propieda-des tóxicas fueron comprobadas por Van Der Linden, de quien deriva su nombre.

Por ser un plaguicida de amplio espectro, el linda-no tiene usos muy variados. En México se utiliza en el sector agropecuario y veterinario, e incluso en el ámbito de la salud humana. De acuerdo con los registros de la SAGARPA, el lindano está autorizado para el tratamien-to de semillas (avena, cebada, frijol, maíz, sorgo y trigo); como antiparasitario externo en ganado (bovino, equino, ovino y caprino) y animales domésticos, siendo particu-

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Residuos, sustancias tóxicas y riesgo

Dada la preocupación de la comuni-dad científica en cuanto a la toxicidad del lindano, el INE realizó un diagnóstico na-cional a través de un grupo de trabajo con representantes de gobierno, academia y sociedad civil, incluyendo asociaciones de productores, asociaciones de la industria farmacéutica y fitosanitaria, organizacio-nes no gubernamentales y representantes de grupos étnicos(http://www.ine.gob.mx/dgicurg/download/Proyectos-2003/EL_LINDANO_EN_MEXICO.pdf).

Por otra parte, en el año 2005 la Semarnat presentó una propuesta de México para la inclusión del lindano en el Convenio de Estocolmo; para este efecto, el INE realizó el acopio y la sis-tematización de la información técnica necesaria para sustentar el caso ante el Comité de Revisión de Contaminantes Orgánicos Persistentes de dicho conve-nio; Asimismo preparó el perfil de ries-gos correspondiente, mismo que está disponible actualmente para consul-ta pública en la página de Internet del convenio(www.pops.int).

Como resultado de este trabajo de in-vestigación y consulta, se llegó a la conclu-sión de que el lindano representa un riesgo importante para los ecosistemas y la salud de la población mexicana y, considerando que existen sustitutos costeables y menos tóxicos para todas las aplicaciones de este plaguicida, se acordó cancelar su registro en el país. Las consecuencias de esta de-cisión se han reflejado en diferentes ac-ciones dentro del país, y en actividades en dos foros internacionales.

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términos precisos para el plan de acción nacional para la eliminación del uso del lindano en el país. En forma paralela, la Comisión de Protección contra Riesgos Sani-tarios (COFEPRIS), de la Secretaría de Salud, está nego-ciando con las industrias farmacéuticas y agroquímicas los plazos para la eliminación gradual del mercado de los diversos productos que contienen lindano.

Por otra parte, el Consejo de la CCA en su resolución 02-07, de junio de 2002, estableció el compromiso de de-sarrollar un PARAN sobre lindano; la aprobación defini-tiva de este PARAN se ha programado para la reunión de representantes alternos en el otoño de 2006. El plan in-cluye acciones en los ámbitos de uso farmacéutico, usos agropecuarios y veterinarios, uso agrícola, investigación científica, difusión y educación, aspectos relativos al comercio y manejo de residuos. La estrategia se orienta fundamentalmente a la erradicación de su uso y a la eli-minación segura de residuos y remanentes del comercio. Las acciones comprenden la realización de inventarios, el desarrollo de alternativas, la difusión y la educación, la construcción de capacidades y la evaluación de los efec-tos sobre el ambiente y la salud.

Algunas actividades prioritarias que deberán reali-zarse en México, en el marco del PARAN de la Comi-sión de Cooperación Ambiental, son: cubrir los vacíos de información sobre la producción histórica, verificar las cantidades comercializadas, investigar la existencia de usos no autorizados y de comercio ilegal, entre otras. Asimismo, es necesario impulsar el uso de alternativas químicas y no químicas, y determinar cuáles son las más adecuadas para las condiciones que prevalecen en el país. Es recomendable que estas acciones se acompañen con actividades de monitoreo, incluyendo biomonitoreo en humanos, así como en especies y en matrices ambienta-les selectas, lo que permitirá dar seguimiento y evaluar la eficiencia de las medidas para su erradicación, así como la reducción gradual de riesgos crónicos para los ecosis-temas y la población.

Contexto internacional del lindano

El lindano está considerado como una “sustancia progra-mada para restricción de usos” en la Convención sobre Contaminación Atmosférica Transfronteriza de Largo Alcance, (UNECE-LRTAP). Esto implica que todos los usos restringidos del lindano deben ser reevaluados bajo los lineamientos del protocolo a más tardar dos años después de su entrada en vigor. (El protocolo entró vigor el 23 de octubre del año 2003) (IHPA, 2006).

El lindano, así como la mezcla de isómeros de HCH, están incluidos en el Convenio de Rótterdam sobre el Pro-cedimiento de Consentimiento Previo Informado como “sustancias sujetas al procedimiento de consentimiento previo”. El convenio entró en vigor el 24 de febrero de 2004 (UNECE, 1998).

Los isómeros del hexaclorociclohexano, incluyendo el lindano, están considerados en la Convención para la Protección del Medio Ambiente Marino del Atlántico Nor-te (OSPAR). Este convenio plantea la reducción de las des-cargas y emisiones de sustancias peligrosas, con objeto de lograr concentraciones cercanas a cero para las sustancias antropogénicas, y cercanas a los valores de fondo para las sustancias naturales en el ambiente marino. La convención entró en vigor en marzo de 1998 (OSPAR, 1992).

El HCH técnico, y el lindano, están incluidos en la es-trategia binacional sobre tóxicos en los Grandes Lagos, entre los Estados Unidos y Canadá, lo que implica que al menos uno de los dos países cuenta con elementos para documentar su persistencia en el ambiente, potencial de bioacumulación y toxicidad.

Las dependencias gubernamentales mexicanas a tra-vés de la Comisión Intersecretarial para el Control del Proceso y Uso de Plaguicidas y Sustancias Tóxicas (CI-COPLAFEST) trabajan actualmente en la revisión de los

El lindano: eliminación

gradual en México

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Residuos, sustancias tóxicas y riesgo

Desde enero de 2005 se han suspendido las importa-ciones de lindano para usos agrícolas y veterinarios, y las correspondientes a usos farmacéuticos se han limitado; dado que se espera completar la instrumentación del PA-RAN sobre lindano en un plazo de ocho a diez años, den-tro de este horizonte temporal, a partir de la aprobación del plan, deberá concretarse la cancelación definitiva del registro del lindano por parte de la CICOPLAFEST, me-diante la publicación correspondiente en el Diario Ofi-cial de la Federación.

Sustancias químicas: transparencia y sistemas de informacion

La gestión de las sustancias tóxicas plantea muchos re-tos a varios sectores de la sociedad, siendo uno de los principales cubrir los vacíos de información existen-tes. Para una adecuada gestión de las sustancias tóxi-cas, es importante contar con datos sobre su toxicidad y destino en el ambiente, así como con información acerca de su producción, consumo, usos, importación y exportación. Además, es necesario sistematizar y di-fundir los datos generados por investigadores nacio-nales e internacionales relacionados con los niveles de estas sustancias en diferentes regiones del país.

Uno de los principales esfuerzos del INE se ha con-centrado en el desarrollo de varios sistemas de informa-ción sobre sustancias químicas, cuya principal finalidad es poner a disposición del público herramientas útiles para conocer las características de las sustancias y los efectos que pueden producir en el medio ambiente y en la salud humana, así como datos acerca de los especialis-tas e instituciones mexicanas que realizan investigación sobre dichas sustancias.

En ese sentido, el INE ha desarrollado hasta ahora cuatro sistemas de información relacionados con las sustancias tóxicas:

i) Base de datos sobre plaguicidas: incluye información acerca de su identidad, propiedades físico-químicas y destino ambiental; también contiene los efectos que producen sobre los organismos los 427 ingredientes activos que están registrados en México como plagui-cidas y que aparecen en el Catálogo de Plaguicidas que publica la Comisión Intersecretarial para el Control del Proceso y Uso de Plaguicidas, Fertilizantes y Sustancias Tóxicas (CICOPLAFEST, 2004).

ii) Fichas técnicas de las 104 sustancias incluidas en la norma mexicana NMX-AA-118-SCFI-2001 sobre el registro y transferencia de contaminantes: detallan la información sobre su identidad, propiedades, pe-ligrosidad, usos, fuentes, destino ambiental y efectos tóxicos;

iii) Base de datos sobre capacidades de COP: esta base comprende un listado de científicos e institucio-nes que realizan investigación sobre contami-nantes orgánicos persistentes. En ella se incluye: líneas de investigación, trabajos publicados, infra-estructura y técnicas analíticas disponibles, per-sonal disponible y matrices más frecuentemente analizadas; y en una actualización en curso, las políticas y métodos de control de calidad de la in-formación.

iv) Censo sobre investigadores que trabajan en los temas de ecotoxicología y aplicación de bioensayos, en el cual se recabó información referente a la formación acadé-mica, experiencia docente, principales líneas de inves-tigación, proyectos y publicaciones de cada investiga-dor, así como cuestiones relacionadas con las matrices ambientales que analizan, los tipos de contaminantes que estudian, las especies de organismos que emplean, la infraestructura con la que cuentan y su disponibili-dad para dar capacitación.

Los primeros tres recursos se encuentran disponibles en línea en la página del INE, mientras que el censo sobre

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uno o varios (en los casos más afortunados) sustratos y, en ciertas excepciones, han incluido el biomonitoreo en po-blaciones aledañas al sitio. Sin embargo, carecemos de una metodología estandarizada que permita evaluar la magni-tud del problema en sitios contaminados, y los riesgos que pueda producir en el ambiente y en la salud humana.

Frente a esta necesidad el INE, conjuntamente con la Subsecretaría de Gestión Ambiental, ha trabajado para desarrollar esta metodología bajo tres consideraciones básicas: 1) que contemple tanto a la población huma-na como a los otros receptores ecológicos, es decir, que permita una evaluación integral del riesgo; 2) que evalúe escenarios reales que se presentan en los sitios contami-nados, caracterizados por la presencia de mezclas de con-taminantes en diferentes compartimientos ambientales, con varias rutas potenciales de exposición; y, 3) que tome en cuenta las limitaciones económicas, de información y de personal capacitado que prevalecen en nuestro país.

En lo que respecta a la evaluación de daños ambien-tales por derrames, fugas y accidentes en general en ins-talaciones petroleras, a partir de los avances obtenidos hasta el momento, se requiere continuar el trabajo en aspectos tales como la calibración de la matriz de daños y la fórmula matemática para estimar el impacto eco-lógico total. Para ello, sería conveniente realizar ejerci-cios con valores representativos de distintos escenarios y con datos reales disponibles de derrames. Se requiere además de la definición de los criterios de interpretación del valor del impacto total obtenido, es decir el punto de corte a partir del cual se procederá a una demanda ci-vil, así como el sustento legal para la metodología que se propone, consultando con las áreas jurídicas pertinentes (Profepa, Semarnat, etc), y la evaluación de los efec-tos a mediano y largo plazo. De igual forma, es necesario complementar lo anterior con un programa de capacita-ción para la aplicación del protocolo en campo,

En forma complementaria, el INE se encuentra en proceso de desarrollar una batería de bioensayos de la-

Sustancias químicas:

transparencia y sistemas de información

investigadores en ecotoxicología y bioensayos se encuen-tra en proceso de edición y validación.

La información recopilada y difundida a través de estos sistemas es una herramienta útil para apoyar la evaluación de los riesgos ambientales provocados por las sustancias tóxicas, para la toma de decisio-nes involucradas en la prevención y control de la contaminación por sustancias tóxicas persistentes, para apoyar la elaboración de normas, para estable-cer redes institucionales de coordinación en apoyo a la investigación y la gestión sobre dichas sustancias, para diseñar programas de atención a emergencias y estrategias de comunicación de riesgos, entre otras aplicaciones.

Retos y oportunidades

A través de la experiencia mediante las actividades con las áreas de gestión de la Semarnat y de la Profepa, el INE ha identificado algunas áreas de oportunidad en las que ha trabajado durante los últimos años. Entre ellas se encuentra el desarrollo de herramientas para la evalua-ción de los riesgos e impactos en el ambiente por con-taminación de compuestos orgánicos persistentes, me-tales e hidrocarburos. Éste es el caso del protocolo para evaluar los impactos inmediatos por el derrame y fugas de hidrocarburos en instalaciones y ductos petroleros; la metodología integrada de evaluación de riesgos en sitios contaminados con materiales peligrosos; y la batería de bioensayos para evaluar el impacto de la contaminación por estos compuestos en el ambiente.

Los estudios que se han llevado a cabo en el país en sitios contaminados con materiales peligrosos han mos-trado que los métodos que se utilizan, en general, son li-mitados y no permiten un entendimiento más integral del impacto potencial en el ambiente y en la salud de la po-blación. Dichos esfuerzos se han reducido al muestreo de uno o varios (en el mejor de los casos) contaminantes en

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Residuos, sustancias tóxicas y riesgo

boratorio, específica para las condiciones ambientales de México, que permita la evaluación ecotoxicológica de las sustancias. Estos bioensayos son necesarios para evaluar plaguicidas nuevos en proceso de obtener un registro, sustancias nuevas que buscan integrarse al mercado, contaminantes provenientes de fugas, derrames y acci-dentes, residuos industriales, o para establecer límites máximos de emisiones y descargas de procesos indus-triales. Su aplicación permite complementar los análisis fisicoquímicos para contar con una evaluación completa de los daños que se pueden producir sobre los compo-nentes bióticos y abióticos de los ecosistemas y, con ello, establecer medidas integrales para la protección del me-dio ambiente.

Las tres herramientas anteriormente descritas se com-plementan en varios aspectos. La metodología integrada de riesgo resulta ser el marco conceptual en el que pueden aplicarse los bioensayos para llevar a cabo la evaluación de los efectos adversos de los contaminantes en el esce-nario ecológico contemplado en dicha metodología. Por su parte, el protocolo de respuesta ante los derrames de hidrocarburos requiere de una descripción y estimación de los daños sobre los organismos y ecosistemas, similar al que se propone en la metodología integrada y que tam-bién puede ser apoyada mediante el uso de bioensayos.

En el caso de dioxinas y furanos, la atención a estos compuestos plantea retos significativos, derivados en primera instancia de los costos particularmente elevados asociados con la componente analítica, y la consecuente carencia de una oferta en México de este tipo de servicio. Gracias a la normatividad aplicable, se han venido deter-minando desde hace varios años concentraciones de D/F en descargas a la atmósfera para ciertos giros; sin embar-go, existe por otra parte un vacío importante en cuanto a la caracterización de las descargas líquidas y sólidas al agua o al suelo, y de manera particular se desconocen los niveles de fondo de estos compuestos en las diversas matrices ambientales del país.

El inventario de emisiones de D/F elaborado por el INE necesita actualizarse con base en el instrumental normalizado, preferentemente incorporando factores de emisión para las fuentes en las que ya se tienen medicio-nes directas. Esto resulta particularmente complejo en lo que concierne a fuentes difusas, como son la deter-minación de la masa total implicada en incendios fores-tales, la masa a considerar —por tipo de cultivo— en los incendios agrícolas, el volumen y composición de resi-duos quemados a cielo abierto, entre otros. Es así que el principal reto a vencer en las futuras actualizaciones de los inventarios de emisiones es obtener datos certeros y de ser posible de primera mano acerca de las actividades que los generan, los procesos y las cifras de producción en el país.

El objetivo es lograr un inventario de emisiones de alta calidad que se utilice como insumo en la definición de estrategias para controlar y prevenir las emisiones de D/F en México. Deberá ponerse especial atención en los compromisos derivados de la firma y la ratificación del Convenio de Estocolmo, relacionados con estos com-puestos.

Por otra parte, es importante que a través de medicio-nes tanto en fuentes como de concentraciones ambienta-les se dé continuidad al esfuerzo de conocer las concen-traciones en México a través de la medición de D/F en los seis sitios de monitoreo seleccionados. Para llevar a cabo este monitoreo, el INE debe contar con un presupuesto adecuado, personal y equipo, pero de manera especial es necesario asegurar la disponibilidad de recursos en el lar-go plazo. Finalmente, se deberá evaluar, de manera seria y objetiva, la factibilidad y la conveniencia de establecer un laboratorio en México que tenga las capacidades ana-líticas para realizar mediciones de dioxinas y furanos.

En el caso del mercurio, los compromisos adquiridos por México a nivel internacional impulsan a que instan-cias como el INE contribuyan a la caracterización de este contaminante. En primera instancia y como un caso par-

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ticular se señalan las actividades de monitoreo efectua-das en los sitios de Puerto Ángel, Oaxaca, y Huejutla, Hi-dalgo, en los cuales se determinó la deposición húmeda de mercurio durante dos años, con el apoyo de recursos semilla aportados por la CCAAN y un laboratorio esta-dounidense. Sin embargo, la operación de ambos sitios se detuvo por falta de recursos, y con ello se interrumpe la continuidad en la generación de datos, que resultan ne-cesarios para una modelación del mercurio que permiti-ría establecer los flujos y movimientos transfronterizos del metal entre los tres países. Resulta pues un reto im-portante, ubicar y obtener los recursos, necesarios para retomar y continuar con esta importante actividad

La actualización del inventario de usos y emisiones de mercurio en México es una tarea importante que debe considerarse como prioritaria en el corto plazo, ya que el inventario disponible fue elaborado con factores de emisión que no responden a las condiciones mexica-nas, y actualmente se cuenta con registros de algunas fuentes (incineradores de residuos, hornos cementeros) para las que pueden establecerse factores de emisión más realistas y confiables. Un factor que puede ayudar al logro de los compromisos adquiridos, es el lanzamiento del esquema de asociaciones o alianzas para el mercurio, lanzado por el PNUMA y con el importante apoyo de la USEPA. A este respecto, México ha solicitado el apoyo para desarrollar la actualización del inventario mencio-nado, entre otras actividades.

La importancia de la realización de estudios para de-terminar las especies y los niveles de mercurio en fase gas justifica que el INE cuente con el equipo analítico adecuado. Se debe de dar la importancia y la continuidad a los proyectos relacionados con el estudio de mercurio en México para la toma de decisiones informadas que lleven a mejorar el medio ambiente a través del control y disminución de sus emisiones.

Finalmente, y dado que el mercurio es un insumo comúnmente utilizado en procesos industriales (cloro-

sosa, fabricación de lámparas, etc.), se torna necesario establecer los mecanismos de coordinación adecuados entre las dependencias involucradas en su comercializa-ción, importación, etc., de manera que se pueda contar con datos estadísticos oportunos y confiables sobre el manejo del mercurio en México. Esta información es re-quisito básico para la toma de decisiones en la materia, así como para cumplir con los compromisos de informar sobre este manejo a las instancias internacionales con las cuales México ha firmado diversos acuerdos.

Como se mencionó previamente, México no cuen-ta con programas de alcance nacional que brinden in-formación acerca de la carga corporal de algunos con-taminantes ambientales en la población humana, que permita evaluar las tendencias de los contaminantes en las cargas corporales y en el ambiente, de tal forma que se complementen y orienten los programas para la mi-tigación y el control de la exposición de la población a dichos compuestos.

El INE ha coordinado esfuerzos en estudios piloto llevados a cabo en población infantil para evaluar la car-ga corporal de algunas sustancias tóxicas, con el afán de detectar sitios con problemas de contaminación y mo-tivar la conducción de estudios de mayor alcance en el futuro. Adicionalmente, el INE participa como punto de enlace en un proyecto para evaluar la exposición a las STP en mujeres embarazadas. Este esfuerzo involucra a los tres países de América del Norte, y está financiado por la CCA, el Banco Mundial y el Instituto Nacional de Salud Pública de México.

El proyecto consiste en analizar la sangre de madres primerizas para determinar su carga corporal de con-taminantes orgánicos persistentes (DDT, BPC, lindano, dioxinas y furanos, y clordano, entre otros), así como a metales (tales como mercurio y plomo) y arsénico; se se-leccionaron 25 mujeres que viven en 10 sitios en total, incluyendo cinco localidades con antecedentes de con-taminación (hot spots) y cinco ciudades que pueden ser

Retos y oportunidades

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Residuos, sustancias tóxicas y riesgo

más representativas de los habitantes del resto del país. El objetivo es tener una primera aproximación de los ni-veles de los contaminantes y realizar comparaciones ini-ciales entre regiones y entre los países.

Además del valor que en sí mismo tiene este esfuerzo, también constituye una oportunidad para el desarrollo de capacidades analíticas para México en la detección de STP en una matriz biológica como la sangre, ya que algunos de los análisis se realizarán en el INE y en el la-boratorio de toxicología de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, siguiendo protocolos estandarizados y con estricto control y aseguramiento de calidad.

Conclusiones

La generación de información técnica y científica es un aliado fundamental para la toma de decisiones y el dise-ño políticas públicas. El INE ha jugado un papel funda-mental en la consolidación de la agenda científica en los

temas prioritarios de la Semarnat, incluyendo las líneas de investigación que se han desarrollado en el INE para fortalecer la evaluación y la gestión de las sustancias quí-micas. También resulta esencial aprovechar los esque-mas de colaboración con las instituciones académicas del país, para fortalecer capacidades de los funcionarios públicos a través de programas y acuerdos de actualiza-ción y capacitación en temas ambientales.

Por tal motivo, es imprescindible apoyar y dar segui-miento a los estudios y proyectos vigentes, así como a nuevos estudios que permitan dar mayor sustento cien-tífico a los temas prioritarios en materia ambiental, y con esto asegurar que las decisiones que se tomen estén fun-damentadas en el mejor conocimiento disponible. Las actividades desarrolladas dentro de estos estudios res-paldarán sin duda la misión de la secretaría, al fomentar la divulgación del conocimiento, fortalecer las capacida-des de investigación en México e impulsar iniciativas a favor del desarrollo sustentable del país.

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Economía y política ambiental

Economía y política ambiental

[195]

Introducción

Las decisiones económicas de hogares, empresas, y gobiernos son la fuerza más importante de trans-formación y uso de los recursos naturales. Para

diseñar políticas que lleven al desarrollo sustentable, es necesario entender las variables que influyen en estas de-cisiones. La economía y la ciencia política son disciplinas que por un lado analizan la interrelación entre variables; estudian fenómenos como el crecimiento poblacional, el crecimiento del país, la distribución del ingreso, los sub-sidios, la calidad de los recursos naturales, el compor-tamiento político, y las relaciones entre éstos. A partir del estudio de estas relaciones, es posible identificar es-trategias para hacer coincidir los objetivos del desarro-llo económico con el cuidado del medio ambiente. Por otro lado, la economía provee herramientas de política que son cada vez más reconocidas por los tomadores de decisiones por su utilidad. Los impuestos ambientales, los pagos, los bonos intercambiables, han demostrado su capacidad para cambiar el comportamiento de los hoga-res, de las empresas y de los gobiernos, hacia conductas más sustentables.

Este capítulo se divide en dos partes que reflejan es-tas dos maneras de interrelación entre la gestión am-biental, la ciencia política y la economía. La primera parte manifiesta tres grandes vertientes de la reflexión de la ciencia política y económica aplicada a la gestión de los recursos naturales: 1) la valoración económica, 2) la modelación de decisiones de productores y consumi-dores y 3) el análisis institucional. La segunda parte se refiere a políticas económicas que al ponerse en prácti-ca inciden de manera importante en el comportamien-to de la ciudadanía hacia la contención del proceso de deterioro de los recursos naturales y de la contamina-ción. Esta segunda sección se divide en 1) instrumentos fiscales, 2) sistemas depósito-reembolso, 3) subsidios perversos para el medio ambiente, 4) pago por servicios

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ambientales e 5) información para el desarrollo de mer-cados verdes.

Desde luego que los temas que se describen en este capítulo no agotan todo el quehacer de la economía en materia ambiental. Aquí se presenta únicamente el hilo conductor de las tendencias, así como los ejemplos que mejor ilustren el caso. Se omiten, en aras de la brevedad, muchos ejercicios, sin que ello represente dejar de reco-nocer su utilidad e importancia.

Herramientas de análisis

Valoración económica

Las decisiones de política obedecen a diversos factores: condiciones tecnológicas, contexto político, interés hacia diversos grupos, ya sea por su vulnerabilidad o por su po-der. No obstante las limitantes que impone el contexto, cuando el objetivo es la maximización del bienestar de la sociedad, la valoración económica es una de las herra-mientas más útiles para priorizar estrategias de política. La valoración en muchas ocasiones requiere el cálculo de la demanda de diferentes mercados, y a partir de estos es-tudios es posible hacer propuestas de política que resul-tan muy útiles para la conservación de los recursos. Tal es el caso de la valoración del servicio recreativo de los man-glares en Nayarit o la valoración de los parques naturales en Quintana Roo. En ocasiones la valoración se ha utiliza-do para calcular el monto necesario para compensar un daño ambiental, como cuando el buque Rubin encalló en arrecifes mexicanos.

Valoración para evaluación de políticas

Mediante la valoración económica, es posible obtener el valor de un proyecto y compararlo con el valor de otro proyecto. En este sentido, a pesar del aparente consen-so que hay por conservar especies tan importantes como

lo son las ballenas, o bien ecosistemas vitales como los manglares, es necesario contar con evidencia que apoye el discurso. Los resultados de estos ejemplos de valora-ción aparecen a continuación.

El valor económico total de una ballena incluye valo-res de uso y de no uso. Dentro de los valores de no uso está, por ejemplo, el valor que le atribuye la sociedad por el simple hecho de existir (valor de existencia). Entre los valores de uso se encuentra el valor de observar a la ba-llena por razones científicas o turísticas, el valor de ma-tar la ballena y usar sus partes, el valor de tener la opción de observarla posteriormente, entre otros. El INE llevó a cabo un estudio concentrado en obtener al menos una parte del valor económico total: el valor derivado de la observación de ballenas.

La observación de ballenas se cataloga como una ac-tividad de ecoturismo, que se basa en la conservación de las ballenas y su hábitat. Esta actividad es de las de mayor éxito en el mundo, con más de 9 millones de participan-tes por año en alrededor de 87 países, expandida hasta en 492 comunidades. La derrama económica de esta in-dustria a nivel mundial es de aproximadamente un billón (un millón de millones) de dólares (Hoyt, 2001).

En México la observación turística de ballenas ha tenido un crecimiento considerable y se pronostica que continúe esta tendencia porque es una actividad ren-table para los prestadores de servicio que se sirven de estos animales para obtener recursos. Esta actividad re-presenta una fuente de ingresos para las comunidades costeras de las zonas donde habitan las ballenas, o en aquellas zonas ruta de las ballenas migratorias. A partir de este estudio se conoce que los ingresos aproximados de un prestador de servicios de observación de ballenas son en promedio 70,000 pesos por temporada. Algunas grandes embarcaciones llegan a reportar hasta 590,000 pesos. Estas cifras indican que vale la pena impulsar la política de avistamiento de ballenas sobre políticas que procuren la extracción o pesca del recurso, puesto que

Herramientas de análisis

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Economía y política ambiental

además de la derrama económica se añaden los valores no cuantificados aún del valor de existencia y de opción, no sólo para los mexicanos, sino para el mundo entero.

Otro ejemplo de la utilidad de la valoración para la su-gerencia de políticas es el estudio realizado para la valo-ración de los manglares en el estado de Nayarit. Este caso resaltó la importancia de la organización de la actividad extractiva: cuando los pescadores están organizados y tienen capacidad de vigilar (acceso regulado en tapos y prohibición de la atarralla), el ingreso social generado por una hectárea de mangle es cuarenta veces más elevado que: en el caso de completa desorganización (libre acceso en ambas artes). Estos resultados permiten al tomador de decisiones conocer que una política que procure la orga-nización de los pescadores redituará en una mejor conser-vación de los manglares; posiblemente mayor que un esce-nario donde hay prohibiciones, pero hay desorganización de la comunidad pesquera.

Valoración para manejo de demanda

Existe una correlación entre el incremento del flujo tu-rístico y el decremento en la calidad de los recursos natu-rales. El cobro de una cuota es una herramienta útil para controlar la demanda y de esta manera mantener un ni-vel determinado de la calidad del recurso. Sin embargo, para establecer la tarifa adecuada para este propósito, es indispensable conocer la demanda; la disposición de los visitantes a pagar por tener acceso al lugar. Conocer esta demanda es todo un reto desde el punto de vista meto-dológico cuando se considera que los parques naturales cumplen muchas funciones: son lugares de esparcimien-to, son albergue de plantas y animales, proveen paisaje, información genética, recarga de acuíferos y un sinfín de atributos difíciles de aislar.

En el INE se han estudiado parques naturales terres-tres y parques marinos para proponer esquemas de mane-jo de demanda. En este sentido, resulta interesante el caso

de los manglares en Nayarit. En este caso la valoración económica se realiza en presencia de un mercado interve-nido por dos tipos de política: a) la política ambiental que impulsó la creación de un monopolio (que regula la capa-cidad para recibir visitantes a través del precio de entrada), y b) una política antimonopolio que impide que el precio sea demasiado alto. En este caso en particular, el ejerci-cio de valoración permite observar que la combinación de políticas resulta en beneficio para el manglar porque se respeta la capacidad de carga del ecosistema, y para los consumidores porque no se les cobra un precio excesivo (Sanjurjo, 2005).

La valoración de diversas áreas naturales protegidas, tanto parques marinos como terrestres, dio como re-sultado una serie de recomendaciones para su manejo. Los parques marinos estudiados fueron aquellos que se encuentran ubicados alrededor de Cancún: Costa Oc-cidental de Isla Mujeres, Punta Cancún y Punta Nizuc, Arrecifes de Cozumel, Arrecifes de Puerto Morelos e Isla Contoy; y en Baja California Sur: Cabo Pulmo. Estos par-ques resultan ser muy importantes porque del total de visitas en México a un destino de playa con arrecifes, el 93% corresponde a visitas a estos parques. Este fenóme-no produce una presión excesiva sobre los recursos ma-rinos y vuelve urgente su conservación y protección. Por otro lado, los parques terrestres que se estudiaron fueron Iztaccíhuatl-Popocatépetl en el estado de México, el Chi-co en Pachuca, el Desierto de los Leones en el Distrito Federal y Sierra la Laguna en Baja California Sur. Estos parques tienen la característica de encontrarse cerca de grandes centros urbanos, y por lo tanto son lugares de re-creo y escape de las personas de las ciudades con el fin de tener contacto con la naturaleza, divertirse y descansar de la presión de la ciudad.

Para obtener la información fue necesaria la aplicación de encuestas a los turistas en los parques mencionados. A través de los métodos de valoración contingente, en el caso de los marinos, y de costo-viaje, en el caso de los terrestres,

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Valor recreativo del Desierto de los Leones

El valor económico total divide el valor de un recurso en las siguientes categorías:

Clase Categoría Subcategoría

Uso activo Usos presentes Extractivos Industrial/comercial (madera, no maderable) directos No extractivos Recreativo (ciclismo, correr, día de campo) Comercial (venta de alimentos) Usos presentes indirectos Estéticos Observación de aves, de paisaje, fotografía Ecosistémicos Captura de carbono, fijación de nitrógeno, filtrado de agua Usos futuros Opción Posibilidad de visita futura Cuasiopción Almacén de recursos genéticos Uso pasivo Herencia Familia, futuras generaciones Altruismo Amigos, familia (contemporáneos) Ecocentrismo Reconocer el valor inherente de otras especies

De entre todas las categorías arriba descritas, se obtuvo el valor recreativo mediante el método de costo-viaje que es la observación de un comportamiento que se relaciona con el uso del recurso natural. Para llevar a cabo este método es indispensable que el bien público que se pretende valorar sea complementario del bien privado. Los bienes complementarios son los que tienden a utilizarse en conjunto. En este caso, los cambios en los costos del viaje pueden percibirse como cambios en el precio de la entrada. La variable dependiente es el número de viajes y tiene las siguientes características que debieron ser consideradas:

1. La variable es discreta. Nadie hace dos viajes y fracción; por lo tanto, es necesario utilizar modelos de conteo (Poisson y binomial negativo).

2. La variable no es negativa. Se visita de cero a muchas veces, por lo tanto tiene forma exponencial. La encuesta también tiene ciertas características: 1. Presenta estratificación endógena; mayor probabilidad de encuestar a los más frecuentes. Este problema se solucionó median-

te una ponderación adecuada a la frecuencia. 2. La encuesta está truncada. Sólo se considera al conjunto de los que sí visitan y no se les pregunta a los que no van por qué no

van. La solución es un modelo truncado y por lo tanto hay que reescalar las probabilidades.

(Continúa)

Valoración económica

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Economía y política ambiental

se obtuvo la demanda, así como el valor económico del par-que desde el punto de vista recreativo.

La declaración de una zona como áreas naturales pro-tegida reconoce que para la sociedad tiene un gran valor conservar estos sistemas naturales. Los ejercicios de va-loración de estos parques no pretenden sugerir que esta política deba cambiar, sino que permiten conocer mejor la demanda del parque para sugerir estrategias de manejo de demanda. Los principales resultados son los diversos perfi-les de turistas para cada uno de estos parques: los parques terrestres son de suma importancia para los habitantes de las ciudades cercanas, pero particularmente para ciertos sectores de la población, como los ciclistas o alpinistas, que están dispuestos a pagar entre 20 y 300 pesos por vi-

sita a estos parques. Asimismo, se determinó, que más del 80% de los visitantes a los parques marinos de Quintana Roo están dispuestos a pagar más de los veinte pesos que se cobran hasta el año 2006. El monto del derecho que se cobra por el uso, goce y aprovechamiento no extractivo de los recursos naturales marinos, genera ingresos que se destinan al manejo de las áreas naturales protegidas de tal manera que el cobro es útil no sólo para el manejo de la demanda sino también para generar ingresos. El monto entonces puede ser mayor de veinte pesos y si es necesario, pueden establecerse cuotas especiales para grupos relati-vamente vulnerables, como adultos mayores, estudiantes o maestros. Actualmente, los turistas hacen un pago de aproximadamente 100 pesos para tener acceso a los par-

3.

Las principales conclusiones del estudio son que el valor económico por hectárea oscila entre $35,500 y $62,000 pesos. Además el valor recreativo no excede ingresos derivados por cambio de uso del suelo ($25 millones por hectárea). Es probable que si se suma el valor estético, ecosistémico, de opción y de usos pasivos, el valor del Desierto de los Leones sea más alto que el valor de un multi-familiar construido en lugar del parque. La elasticidad precio de ciclistas en promedio es -0.71 y de no ciclistas es -0.61.

Estadística descriptiva de los visitantes:

Ciclista No ciclista Promedio Desv. est. Promedio Desv. est.

Visitas al año 40 26.7 1.61 1.65Costo de viaje 89.7 58 179.2 158.6Tiempo de traslado (minutos) 28 22.55 61 40.63Tiempo de permanencia (minutos) 164 88.68 242 102.43Intervalo de ingresos (miles de pesos) 12-14.4 8.4-10.8

Fuente: Martínez Cruz, A., 2005.

h(xi y entrevista | x

i > 0) =

e-λ λi

xi-1

(xi -1)!

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ques. Los prestadores del servicio de lanchas son quienes se apropian del excedente del consumidor (más del 80% del pago). Si el monto del derecho aumenta, es probable que el impacto en primera instancia sea un aumento en el flujo de ingresos para los parques, que provoque una dis-minución de los ingresos de los prestadores de servicios y no afecte la cantidad de turismo. Finalmente, se realizó un análisis de discriminación de precios, donde se observa que si no es posible cobrar el precio de competencia (vein-te pesos), la mejor solución tanto para la conservación de los parques como para la obtención de recursos es hacer cobros diferenciados por temporadas y por nacionalidad (extranjeros y mexicanos).

Valoración para compensación

En México la valoración económica de la biodiversi-dad se está empezando a utilizar cada vez más en las demandas gubernamentales por compensación de da-ños por accidentes industriales o relacionados con el transporte. Dichos montos han incluido tradicional-mente sólo los gastos en restauración, y parcialmen-te las pérdidas en ingresos de quienes aprovechan di-rectamente el recurso natural dañado. Desde el año 2000 ha habido algunos casos donde a esta pérdida se le han añadido los daños a los flujos de servicios am-bientales que sostienen indirectamente otras activida-des económicas.

Uno de los casos más relevantes es el caso del acci-dente del barco Rubin que dañó 4,150 metros cuadrados del arrecife coralino Pájaros, del Parque Marino Nacio-nal “Sistema Arrecifal Veracruzano”, el 28 de febrero de 2001. En este caso se discutieron dos técnicas básicas con el fin de determinar el monto para la compensación del daño: la compensación por la pérdida del valor del arre-cife, y la compensación para la reparación del arrecife.

Para la determinación de la pérdida del valor del arrecife se aplicó el concepto de valor económico to-

tal, que incorpora los valores de uso directo, indirec-to y futuro, así como los valores de no uso. Para tener una aproximación de este valor, se tomaron en cuenta diversos estudios realizados en todo el mundo (Cesar, 2000).

La otra técnica discutida fue la de costo de repara-ción. Las primeras estimaciones sobre el costo de repa-ración indicaban un costo de aproximadamente medio millón de dólares. Sin embargo, estas estimaciones ha-bían pasado por alto dos principales factores: el factor temporal y el factor de riesgo de nuevos accidentes. Al incluir estos nuevos factores al análisis, el costo de repa-ración del daño se elevó a 1.2 millones dólares (Fernán-dez Ugalde, 2001).

Esta misma idea de poder incorporar los factores de temporalidad e incertidumbre en la determinación de la superficie a restaurar, puede ser generalizada en otros temas, como por ejemplo derrames de hidrocarburos o determinación de criterios de compensación en las ma-nifestaciones de impacto ambiental.

Cabe resaltar que en muchas ocasiones no es posible cuantificar el monto de la pérdida en términos moneta-rios. Por esta razón, la compensación que resulta de un ejercicio parcial de valoración económica puede resultar en una solución no adecuada para resarcir el daño. Un ejemplo es el caso del Mayan Palace en Cancún, cuya compensación ideal, según los expertos, era conservar un área determinada del mismo tipo de ecosistema que había destruido.

Valorando costos de oportunidad

En el Alto Golfo de California tiene su hogar la va-quita marina, carismático mamífero marino endémi-co que ha movilizado a la sociedad civil internacional para evitar su extinción. En el momento en el que la Secretaría de Medio Ambiente decidió llevar a cabo la estrategia para prohibir el uso de redes agalleras en un

Valoración económica

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Economía y política ambiental

polígono determinado en el Alto Golfo de California, surgió el reclamo de las poblaciones pesqueras. El INE reunió la información recabada por universidades, aca-démicos y el Fondo Mundial para la Conservación de la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés), y se dedicó al cálculo del valor de la pesca que dejarían los pescado-res de obtener con el establecimiento del polígono. Fue necesario llevar una encuesta orientada a los dirigentes pesqueros y cotejar los diferentes datos hasta obtener cifras confiables. Con la ayuda de este estudio fue po-sible llegar al consenso con el Instituto Nacional de la Pesca para repartir 11 millones de pesos a los estados afectados. Estos recursos se destinaron a la creación de proyectos alternativos a la pesca que puedan represen-tar opciones para los pescadores.

Previamente a la creación del Programa de Pago por Servicios Ambientales Hidrológicos, fue primordial el ejercicio de valoración del costo de oportunidad del uso del suelo forestal. En otras palabras, fue indispen-sable conocer cuál sería el ingreso de los dueños de los bosques en caso de dedicarse a alguna actividad que no fuese la forestal, en cuyo caso el bosque sería ta-lado para dar lugar a la ganadería, la agricultura o la urbanización. El monto calculado se convertiría en la cantidad a pagar para evitar que estos predios dejen de ser bosque. La metodología para el cálculo de este pago consideró los precios del maíz y del frijol prorrateados por región, así como el precio de bovinos, ovinos y ca-prinos (Jaramillo, 2003). A partir de este documento se observa cómo el rendimiento por hectárea del maíz fluctúa entre 0.8 y 2.54 tons/ha; este nivel de rendi-mientos genera rentas para los productores de maíz en un rango entre $ 640/ha hasta $ 940/ha con una media de $ 283/ha. El frijol puede llegar a generar rentas hasta de cinco veces las del maíz.

Los ejemplos mencionados resaltan la enorme utili-dad de los ejercicios de valoración, que pueden ser de-terminantes para tomar las mejores decisiones en ma-

teria de proyectos o políticas; que sirven para conocer las voluntades de los demandantes y por lo tanto, poder manejar las demandas por bienes o servicios ambienta-les, como parques nacionales o como la generación de un sistema de pago por servicios ambientales.

El uso de estas herramientas de manera cotidiana para la toma de decisiones indudablemente ofrece un parámetro de mayor certidumbre sobre lo que conviene hacer. Por esta razón el siguiente paso requiere no so-lamente aumentar los esfuerzos por hacer este tipo de ejercicios; sino también organizar una base de datos de numerosos estudios de valoración.

Los estudios de valoración deben organizarse con una estructura tal que permita acceder a la investigación mundial en el tema. De esta manera será posible avanzar en ejercicios de transferencia de beneficios, que es una herramienta para valorar proyectos considerando estu-dios previos en contextos distintos, pero adecuados a la realidad que nos ocupa.

Modelación de decisiones de productores y consumidores

La transición hacia un desarrollo sustentable implica un cambio profundo y de largo plazo, que exige un es-fuerzo de todos los sectores, tanto por el lado de la producción como del consumo. En el INE se ha pres-tado particular atención al análisis económico de es-tos dos agentes que son los que transforman el medio ambiente. Es fundamental identificar los procesos de producción y de consumo para ser capaces de incluir la conservación de los recursos naturales como parte importante de sus decisiones. Aquí se incluyen cua-tro ejemplos de modelación, tres de ellos análisis del productor: en primer lugar se modela la deforestación en núcleos agrarios, en segundo lugar se modela a los agricultores en unidades de riego y en tercer lugar se modela a los organismos operadores como prestadores

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del servicio de agua a nivel municipal. El cuarto ejem-plo es la modelación del consumidor de autos. Todos estos estudios permiten conocer cuáles son las causas que motivan a las personas a comportarse de una ma-nera adversa al medio ambiente, y por lo tanto permi-ten identificar de qué manera es posible cambiar su comportamiento.

Deforestación en núcleos agrarios y propiedades individuales

Antes de emprender estrategia alguna para la contención de la deforestación es análisis imprescindible el conoci-miento de las causas subyacentes a este fenómeno. Ante la severa crisis que aqueja a nuestro país en materia de tala ilegal y deforestación, el INE llevó a cabo un aná-lisis a nivel nacional para identificar aquellas variables que inciden en las decisiones para deforestar, tanto en-tre comunidades como los individuos. Con tal propósito se hizo una encuesta a nivel nacional y posteriormente se examinaron los datos mediante un análisis economé-trico que tuvo los siguientes resultados: las comunidades mejor organizadas son capaces de hacer un uso más ade-cuado de los recursos comunes; por esta razón no defo-restan tanto como las comunidades donde no hay mane-ra de hacer cumplir los acuerdos. Los predios cercanos a zonas agrícolas tienen una mayor probabilidad a defo-restar. Los terrenos cercanos a los caminos y a las ciuda-des de más de 100,000 habitantes, también. Como es de esperarse, cuando la política agraria otorga subsidios por hectárea al uso agrícola, aumenta la probabilidad de de-forestación.

Decisión de compra de automóviles

De acuerdo con connotados expertos (Molina et al., 2002), los automóviles son la causa del 80% de la con-taminación atmosférica en las principales ciudades del

país. Ante tal circunstancia se consideró la necesidad de incentivar la compra de vehículos de menos emisiones. El primer paso para generar algún tipo de incentivos es conocer el mercado. Por esta razón el INE se avocó a la tarea de modelar la demanda de autos.

El modelo pretende obtener las elasticidades cruzadas para conocer cómo cambia la decisión de comprar un auto al cambiar el precio de otro auto. El mayor interés está en cuantificar el efecto que ten-dría en la composición de la f lota vehicular un incre-mento en el precio de los vehículos que presentan un menor rendimiento.

Para poder estimar este efecto se requiere un modelo de elección discreta alimentado por datos a nivel indivi-dual que liguen las características del consumidor con los atributos del carro que fue elegido. Actualmente, en julio de 2006, se lleva a cabo la aplicación de la encues-ta en las principales agencias de autos nuevos. Se espera contar con 1500 encuestas distribuidas en cada una de las categorías de vehículos (subcompactos, compactos, lujo y deportivos, pick-ups y SUV). La encuesta contem-pla principalmente cuatro aspectos: atributos del vehí-culo, uso del mismo, forma de pago y características del consumidor.

Se espera que las elasticidades cruzadas obtenidas mediante el proceso de estimación sean mayores al in-terior de cada uno de los segmentos que entre segmen-tos, debido a que el consumidor al percibir un incre-mento en el precio del vehículo que pensaba adquirir buscará sustituirlo por uno que sea similar en atribu-tos. Por otro lado, se espera que al haber un incremen-to en el precio de los vehículos con peor rendimiento y una disminución en el precio de los vehículos con ma-yor rendimiento, las decisiones de los consumidores se ajusten considerando la eficiencia energética como una variable sumamente importante dentro del proceso de selección.

Modelación de decisiones

de productores y consumidores

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Economía y política ambiental

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Decisión de tecnología de riego

Uno de los problemas ambientales más apremiantes en nuestro país es la sobreexplotación de los acuíferos subte-rráneos. La agricultura utiliza el 77% del agua extraída del subsuelo, así es que resulta primordial conocer, con la ma-yor precisión posible, el efecto de diversas políticas sobre el comportamiento de los agricultores de unidades de riego, principales usuarios de los acuíferos. El INE llevó a cabo un ejercicio de modelación de la respuesta ante casos hipotéti-cos de aumentos en el precio del agua. El principal resulta-do es que en el corto plazo, sin dar oportunidad a cambios tecnológicos o de tipo de cultivo, el consumo de agua dis-minuye 15% si el precio se duplicara. Al modelar cambios en el tipo de tecnología de riego, el resultado es que la can-tidad de agricultores que utilizaría una tecnología de riego rodado (la que presenta una mayor ineficiencia en la con-ducción y la aplicación) disminuiría casi la mitad.

Modelación del tipo de cobro por organismos operadores

Además del uso agrícola, el agua tiene un uso industrial y por supuesto un uso residencial. Las actividades de cap-tación, tratamiento y suministro del agua para uso in-dustrial y doméstico, de acuerdo con el artículo 115 de la Constitución, son responsabilidad de los municipios. A lo largo del país existe una gran disparidad entre los nive-les de eficiencia de los servicios que proveen los diferen-tes municipios del país. En el caso del agua se observa que generalmente hay una baja o nula recaudación por cobro, falta personal especializado, hay falta de planeación y de inversión, lo que genera una cobertura parcial de servicios y un alto grado de dependencia a subsidios federales.

Ante este panorama, el Instituto Nacional de Ecolo-gía llevó a cabo un estudio para conocer qué variables inciden en la manera en que los municipios, y más par-ticularmente, los organismos operadores de agua, admi-nistran el recurso. El análisis se concentró en la manera de cobrar de los organismos operadores para conocer las variables que son relevantes en la toma de decisiones de las autoridades locales con respecto a la ejecución de es-tos servicios.

A partir de un modelo econométrico cualitativo, se encontraron los siguientes resultados. Hay cinco dife-rentes maneras de administrar el suministro de agua: 1) algunos organismos no cobran en lo absoluto; 2) otros organismos tienen un cobro fijo; 3) otros organismos di-ferencian por tipo de toma (residencial, comercial e in-dustrial); 4) otros organismos diferencian por el tamaño del tubo, y por último 5) otros diferencian por volumen. Desde el punto de vista de eficiencia económica, el tipo de diferenciación por volumen permite cobrar más a quienes más usan, de tal manera que es posible que quie-nes más agua utilizan paguen más y subsidien a los pe-queños usuarios que probablemente utilicen el agua para satisfacer necesidades básicas.

Gráfica 1. Porcentaje de agricultores que utilizan diferentes tecnologías de riego ahora, y si el precio

de bombeo aumentara 75% o 100%

Decisiones de tecnología

de riego

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Economía y política ambiental

El análisis econométrico permitió observar las si-guientes tendencias. Los municipios pequeños que ade-más no cuentan con organismos operadores autónomos suelen ser los que no cobran por el servicio. Los orga-nismos o municipios que cobran un monto fijo suelen ser cabeceras municipales o bien municipios que perte-necen a entidades federativas que deciden a nivel estatal el tipo de cobro fijo. El cobro diferenciado suele ser más eficiente conforme aumenta la autonomía del organismo operador, el tamaño del municipio en términos de pobla-ción y el ingreso del municipio. Es decir, los organismos operadores que son autónomos y además generan un PIB considerable y tienen una población importante suelen ser aquellos con mayores posibilidades de tener un cobro diferenciado por volumen y contar con un mejor servi-cio. No obstante, cabe resaltar que los gastos administra-tivos, de inversión y de mantenimiento casi en todos los casos rebasan la recaudación; en algunos municipios los gastos son 200 veces más altos que los ingresos.

Conclusiones

La aportación más importante de la modelación de pro-ductores y consumidores es que permite que el tomador de decisiones identifique las variables que han de mo-dificarse para incidir en la conducta de las personas. El proceso analítico que culmina en la abstracción de un modelo, es un ejercicio que proporciona al tomador de decisiones una herramienta práctica de donde pueden derivarse conclusiones que en un principio no eran ob-vias ni triviales, y que permitirán formular estrategias de acción más adecuadas.

De este modo, es posible generar políticas públicas más efectivas y menos costosas. La generación de mode-los económicos rigurosos es necesaria para:

• conocer los efectos de una iniciativa de política• proponer nuevas alternativas

• valorar distintos proyectos, y• disminuir el riesgo de equivocarnos en el diseño y

creación de políticas.

Análisis institucional

El quehacer de la gestión ambiental requiere de una re-flexión seria sobre los alcances de diversas políticas bajo un marco metodológico riguroso y que permita jerarqui-zar estrategias. El INE realiza entre otras tareas el aná-lisis de diversas políticas y omisiones de política, con el compromiso de presentar a los tomadores de decisiones evaluaciones que den luz del rumbo adecuado de la ges-tión en temas muy específicos.

Análisis de conflictos del agua

Considerando el problema del agua, además de políti-cas que envían señales distorsionadas sobre su escasez, hay procesos sociales como el crecimiento demográfico, la densificación de zonas urbanas y la migración a zonas donde la disponibilidad de agua es baja, que ejercen pre-siones adicionales sobre los acuíferos y también sobre las fuentes superficiales de agua. Las consecuencias no son sólo la dificultad creciente para cubrir necesidades de ali-mentación y salud, productivas y de preservación del am-biente, sino el surgimiento de tensiones entre usuarios y autoridades, que se manifiestan muchas veces por cana-les institucionales como demandas, quejas ante los me-dios establecidos para ello, denuncias; pero que también pueden llegar a medios no-institucionales tales como marchas, bloqueos, destrucción de infraestructura ,y vio-lencia entre usuarios o entre usuarios y autoridades.

Gran parte de estas manifestaciones de conflicto se deben a la escasez relativa del agua, es decir, a la compe-tencia de distintos grupos por el mismo acervo de agua. La competencia por el recurso es causa de conflictos de diferente intensidad y escala, tanto entre usuarios de la

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Modelo de tecnología de riego

La modelación de la tecnología de riego se hizo mediante un modelo probabilístico ordenado con una distribución del término es-tocástico del tipo Gompertz (en lugar de normal). Esto se debe a que la distribución del término estocástico del tipo de tecnologías no se distribuye normalmente, sino que tiene una forma más sesgada hacia un lado. Este supuesto mejoró significativamente el poder predictivo del modelo comparado con la especificación del logit o probit que asume una distribución normal.

Las tecnologías de riego se agrupan según su eficiencia en categoría 1: riego rodado (la tecnología más ineficiente); categoría 2: riego por aspersión; categoría 3: riego por goteo (la tecnología más eficiente). Con esta agrupación de tecnologías se estimó el modelo probabilístico ordenado bajo la siguiente especificación,

yi* = β’x

i + ε

i ~ Gompertz (εi|θ), E[ε

i ] = 0, Var[ε

i ] = σ2

en donde β’ es el vector columna de parámetros estimados y asociados a las variables correspondientes. Los resultados de la regre-sión se anexan a continuación:

Modelo de opción tecnológica

Variable Unidad de medida Coeficiente estimado

Precio sombra del agua Pesos por m3 24.699 (2.507)*Relación extracción a recarga del acuífero m3 por segundo -3.154 (0.254)*Índice de marginación conaPo 1.052 (-2.5 muy mariginados (0.181)* 2.5 no marginados) Productividad del agua Pesos por m3 1.056 (0.151)*Productividad de la tierra Toneladas por ha -0.146 (0.013)*Volumen total extraído m3 anuales -0.004 (0.000)*Usuarios Número de usuarios -0.0490

(0.008)*

(Continúa)

Análisis del conflicto

del agua

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Economía y política ambiental

misma comunidad como entre distintos municipios, es-tados e incluso a nivel transfronterizo; y aunque la ma-yoría de las tensiones logra ser encauzada, hay conflictos que pueden exceder la capacidad institucional de control de los diferentes niveles de gobierno.

Con el objeto de apoyar la formulación de políticas públicas del agua, en particular en la etapa del análisis de su factibilidad política, el INE realizó un estudio en el que se identifican las variables determinantes para el surgimiento de conflictos sociales por agua en México (Becerra, Sainz y Muñoz, 2006). Para obtener estas variables, se construyó una base de datos de los conflictos por agua registrados en la prensa nacional durante el periodo 1990-2002. Los resultados de un análisis probabilístico de los datos permitieron gene-rar un bosquejo general de conflictividad en México e identificar las acciones de gobierno que mayor con-flicto han producido.

La investigación sobre conflictos por agua verifi-ca el surgimiento del conflicto y cómo se manifiesta ante dos factores: 1) la escasez de agua, y 2) la ins-trumentación de políticas para resolver los problemas

de escasez, principalmente las políticas de precios y políticas que buscan resolver los problemas mediante infraestructura.

La evidencia empírica del estudio señala que a medi-da que la condición del acuífero empeora, se presentan demandas relacionadas con aumentos de precio, y cuan-do existen demandas por el recurso, la probabilidad de un conflicto aumenta.

Por lo anterior, es menester librar las etapas de nego-ciación con las diferentes comunidades, fortalecer a las instituciones para que sean capaces de cobrar, monito-rear el uso del agua y hacer cumplir los acuerdos.

Análisis de política de los océanos y costas

La ausencia de una política integral de zona costera y la importancia creciente de estos ecosistemas en los ámbi-tos económico y social, motivaron la elaboración de un estudio con el objetivo de identificar las principales lí-neas de política para un manejo integral de la zona cos-tera. En un plano general, se propone la creación de una Ley General de Océanos y Costas que integre y ordene

Variable Unidad de medida Coeficiente estimado

Utilidad neta de la tierra Pesos por ha 0.0030

(0.000)*

Superficie dominada Hectáreas -0.019

(0.003)*

Parámetro ancilar 19.489

(1.925)*

Nota: * es significativo al 5%.

Los errores estándar se muestran entre paréntesis.

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los elementos que en la actualidad se encuentran disper-sos o incompletos en la legislación.

En el plano de la política sectorial se hacen tres pro-puestas de política: 1) la coordinación entre las áreas del sector para alinear los objetivos de política y fomentar la complementariedad de los instrumentos disponibles en la actualidad; 2) la generación de estrategias de sistemati-zación y difusión de la información disponible tanto para quienes la generan, como para los tomadores de decisio-nes de política; 3) incrementar la capacidad institucional de las áreas encargadas de la ejecución y la verificación de los instrumentos.

Conclusiones

En medio de una realidad donde el problema ambiental, objeto de la política, es parte de una controversia social y seguramente estará permeado por intereses partidistas y agendas de poder, es importante contar con herramien-tas que planteen en la discusión la información relevan-te, definiciones claras de los problemas, y que provean alternativas viables susceptibles de ser evaluadas por el tomador de decisiones.

En este sentido, el análisis riguroso de las políti-cas públicas mediante métodos cuantitativos u otros permitirá:

• alcanzar eficientemente los objetivos del sector para los problemas que requieren visión a largo plazo.

• desarrollar una agenda sectorial que atienda los problemas a corto plazo, y

• establecer medidas preventivas.

Herramientas prácticas

Desde la óptica económica, el problema básico que ge-nera la contaminación y el deterioro de los recursos na-turales es la existencia de fallas de mercado. No exis-te un mercado de contaminantes del aire que le cobre a los generadores de emisiones el precio del daño que causan a las demás personas. No hay un mercado clara-mente definido de biodiversidad, de calidad del agua… En ocasiones, ni siquiera existen unidades de medida de estos bienes ambientales: ¡en qué unidades podría medirse el paisaje!

Sin embargo, si se pudieran cuantificar las unidades del bien natural y además generar mercados con precios que reflejen los verdaderos costos sociales, entonces se forzaría a los agentes económicos a considerar el daño que sus acciones causan a los demás. Si el precio del agua que usa la ciudad río arriba refleja el costo para los agricultores río abajo, y además el costo del deterioro del acuífero y el costo sobre las especies que dependen de la calidad del río y todos los costos que implica usar el agua en la ciudad y no en otro lado, entonces es pro-bable que los consumidores de agua en la ciudad dismi-nuyeran su demanda. Si todos los usuarios del agua del mismo río pagan por el agua un precio que refleje los costos de usarla, entonces el usuario que valore más el agua se quedaría con ella, y así el recurso se utilizaría muy eficientemente.

De acuerdo con esta lógica, entonces es consecuente encarecer los combustibles más sucios, por ejemplo. Al aumentar el precio, el usuario percibe que el uso de este bien es caro para él, como lo es para la sociedad. Como consecuencia, se logra el desplazamiento paulatino de los combustibles más sucios hacia combustibles relati-vamente más limpios. Además, la creación de mercados tiene la ventaja de que permite que el recurso se utili-ce donde más se valora y además incentiva a un cam-bio paulatino de comportamiento que permite que los

Análisis de la política

de océanos y costas

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Economía y política ambiental

agentes se ajusten paulatinamente a cambios de política. La Semarnat ha procurado identificar aquellas fallas de mercado que pudieran eliminarse para permitir que el sistema de precios refleje los costos para la sociedad del consumo de los bienes o servicios. Los instrumentos económicos se han organizado en tres tipos de instru-mentos: 1) aquellos que se han traducido en herramien-tas de política fiscal y que generalmente castigan a los contaminadores; 2) subsidios acoplados a la producción o al consumo que promueven el deterioro ambiental; y 3) pagos para premiar el comportamiento ambiental-mente deseable.

Instrumentos fiscales para la política ambiental

Los instrumentos económicos para la gestión ambiental en numerosas ocasiones toman la forma de impuestos, de-rechos, tarifas o subsidios. La política fiscal, en términos generales, incide en el comportamiento de los individuos y las organizaciones, y de esta manera genera comporta-mientos perjudiciales o a favor del medio ambiente. En nuestro país existen esfuerzos, muchos de ellos exitosos, por utilizar instrumentos fiscales para solucionar proble-mas ambientales. Un ejemplo es el cobro de tarifas para uso residencial del agua, que organismos operadores rea-lizan cotidianamente. En México la figura de los derechos y aprovechamientos es un instrumento que brinda flexibi-lidad para el etiquetado de lo recaudado, y se utiliza para el pago por el uso no extractivo de recursos naturales tales como el avistamiento de ballenas o el uso extractivo de es-pecies en unidades de conservación. Se ha considerado in-cluir en el precio de los combustibles un componente am-biental que encarezca los más sucios.

Precios relativos de los combustibles

La contaminación del aire es un problema ambiental que impone costos económicos y sanitarios considera-

bles para la sociedad. Muchos factores han contribuido a esta situación, entre ellos el crecimiento industrial, la explosión demográfica y la proliferación de automóvi-les. Autoridades de salud de la Ciudad de México indi-can que el costo anual de la contaminación en materia de atención hospitalaria y ausentismo laboral asciende a 837 millones de dólares. Según la Secretaría de Salud, el 35% de la carga total de enfermedades que se regis-tran en el país tiene su origen en factores ambientales, especialmente relacionados con la mala calidad del aire. En la ZMVM los niveles elevados de sustancias conta-minantes en el aire aceleran la muerte de 4,000 perso-nas por año.

La estrategia para contener la contaminación del aire tiene que ser integral. No será suficiente con sólo un pro-grama que evite la circulación de algunos coches un día a la semana; mejorar el transporte público tampoco será suficiente, pero éstas y otras iniciativas podrán comple-mentarse para solucionar este problema.

Entre otros aspectos, se prestó particular atención a que las fuentes móviles, principalmente los autos, son responsables del 84% de la contaminación atmosférica en México. Ante tal situación, parece adecuado incenti-var la reducción en el consumo de gasolina, ya que ésta resulta ser la principal fuente contaminante.

Para elaborar una propuesta que modifique precios a través de un impuesto (o subsidio), es requisito previo estudiar la sensibilidad de la demanda de las gasolinas ante cambios en los precios. Este análisis de sensibilidad permitiría prever los escenarios derivados de diferentes cambios en precios (tanto a la alza como a la baja). En tér-minos generales se obtiene que la elasticidad del precio de la gasolina es suficiente como para provocar cambios en el comportamiento de los automovilistas. Además, se obtiene que el encarecimiento de la gasolina tendrá un mayor efecto en el 10% más rico de la población. Por otro lado, será importante impulsar políticas de apoyo a grupos vulnerables y mejorar el transporte público a fin

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incorporar el aspecto ambiental en las decisiones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y de Petróleos Mexicanos respecto al precio al consumidor de los com-bustibles. Considerando la dificultad para aplicar esta política, se han propuesto otros instrumentos fiscales para desincentivar el uso de combustible e incentivar el mejor desempeño ambiental de los vehículos; tal es el caso de la Tenencia Ambiental y el Impuesto Ecológico Sobre Automóviles Nuevos. Se espera entonces que al haber un incremento en el precio de los vehículos con peor rendimiento y una disminución en el precio de los vehículos con mayor rendimiento, las decisiones de los consumidores se ajusten considerando la eficiencia ener-gética como una variable sumamente importante dentro del proceso de selección.

La aplicación simultánea de estas propuestas incen-tivaría el uso de las tecnologías más limpias que hubiera en el mercado en su momento, logrando una modifica-ción en la estructura del parque vehicular, un ahorro de combustible de 6,500 millones de litros de gasolina en cuatro años, y una disminución de entre 0.34 a 0.40% del total de las emisiones de óxidos de nitrógeno y bióxido de carbono (INE, 2005ª).

Tarifas de agua

En años recientes se ha desarrollado un interés particular por el estudio de las funciones de demanda de agua para uso residencial (véase Hove y Linaweaver, 1967; Agthe y Billings, 1980; Griffin y Martin, 1981; Hanemann, 1997; Martínez-Espiñeira, 2002; Pashardes y Hajispyrou, 2002). El objetivo primordial de estas investigaciones se concentra en encontrar un instrumento de mercado para lograr un consumo más eficiente del agua y que, por su-puesto, redunde en una distribución mucho más equita-tiva entre las demandas competidoras (e.g. industrial y agrícola o ricos y pobres). Como recomendación a este problema, el precio, como señal de mercado, podría ser el

de que una política de precios tenga buenos resultados para el medio ambiente y para la distribución de los da-ños causados por el tráfico y la contaminación del aire en las principales ciudades.

Precios relativos de los autos

Debido a que los precios de los energéticos suelen ser herramientas esenciales de política fiscal, ha sido difícil

Instrumentos fiscales para

la política ambiental

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Economía y política ambiental

mecanismo ideal para incentivar a los consumidores in-dividuales a realizar un uso más racional del agua.

Así como en otros países, en México los organismos que operan la distribución de agua en los municipios son en su mayoría entidades descentralizadas del sector público muy diferentes entre sí. Algunos de estos orga-nismos operadores son organismos públicos municipa-les, otros son independientes pero dependen financie-ramente del municipio, otros son organismos privados y combinaciones de estos arreglos. No obstante la gran heterogeneidad de sus arreglos institucionales, se puede aplicar medidas costo-efectivas que permitan el uso efi-ciente del agua.

En la búsqueda de estas soluciones, el INE llevó a cabo un estudio para conocer la demanda de agua residencial y así proponer mejores esquemas de pago. Los resultados indican que los usuarios residenciales son más sensibles a cambios en la estructura de las tarifas que al precio en sí mismo. Es decir, genera un mayor ahorro escalonar las tarifas que aumentar los precios. Escalonar las tarifas quiere decir que los primeros metros cúbicos de agua se cobren a precios muy bajos y si se pasa de cierto nivel, el precio aumente y así sucesivamente hasta llegar a un precio casi prohibitivo para consumos muy elevados.

En el estudio del INE se encontró que en México los hogares tienen una respuesta ante cambios en el precio mayor que la que se manifiesta en la literatura interna-cional; la consecuencia práctica de este hallazgo es que los aumentos del precio provocarán la disminución de la cantidad de agua consumida. Otro descubrimiento, que insiste en la reparación de las tuberías de abastecimien-to, es que las construcciones con más de treinta años consumen el doble de agua que las casas más nuevas.

Sistema depósito-reembolso

En 1993 México generó 28 millones de toneladas de re-siduos sólidos urbanos, y doce años después, en 2005,

esta cifra alcanzó casi 35 millones de toneladas. Como punto de referencia, el crecimiento poblacional fue del 11%, mientras que el crecimiento de los residuos sóli-dos municipales fue de 18.5%. Por otro lado, más del 20% de los residuos urbanos se disponen en calles, ba-rrancas y ríos, mientras que el resto se va a tiraderos a cielo abierto (26%), rellenos sanitarios (40%) o rellenos de tierra (9.5%).

Esta situación aumenta los riesgos ambientales y de salud para la población. Como consecuencia, es necesa-rio tomar medidas inmediatas para reducir los montos de los residuos que se generan, disminuir la cantidad de desechos que requieren disposición final, y administrar y disponer de manera más eficiente los residuos termina-les que queden (INE, 1993). Para lograr estos resultados, se requiere de medidas que se complementen entre sí.

Una de estas herramientas es el sistema depósito reembolso. Los instrumentos económicos para la mi-nimización de residuos tienen como objetivo cambiar el comportamiento de las personas. En el caso del siste-ma depósito-reembolso, el objetivo es que las personas lleven sus residuos a algún lugar adecuado en lugar de tirarlos en sitios donde generan problemas a la salud y al medio ambiente. En muchos casos es un instrumento muy apto para hacerlo de manera eficaz y sin incurrir en altos costos.

En México existe un sistema de depósito y reembolso para los envases de cerveza. Antiguamente era común cobrar el importe por los envases de vidrio de los refres-cos. A fin de ampliar el tipo de materiales que se acopian con esta herramienta, el INE elaboró un estudio para conocer la disposición de los habitantes de la Ciudad de México para regresar botellas de PET (polietilen terefta-lato) a un centro de acopio.

A partir de este estudio fue posible conocer que más del 90% de los envases terminarían en un centro de aco-pio si se cobrara un depósito de un peso, mismo que se regresa cuando se retorna el envase. El establecimiento

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de un sistema depósito-reembolso, facilita el acopio, pero también es necesario considerar que además del importe hay costos adicionales de transporte y almacenamiento. Cuando estos costos son demasiado elevados, entonces se vuelve impráctica la medida. No obstante, a pesar de los costos adicionales, algunos casos han resultado exi-tosos, prácticos y benéficos para la sociedad. Además del vidrio y el acopio de los acumuladores de auto en Méxi-co, existen los casos de pilas, llantas, envases de bebidas y aceites usados en Australia, Austria, Canadá, Dinamar-ca, Estados Unidos, Holanda, Hungría, Suecia, Taiwán, entre otros.

Subsidios perversos para el medio ambiente

Unos instrumentos fiscales que merecen particular aten-ción son los subsidios acoplados a la producción. Las agendas de desarrollo económico y de protección am-biental coinciden de manera importante en su interés por eliminar estos subsidios. Estos subsidios son perver-sos tanto para la agenda de desarrollo, como para la del medio ambiente.

Para la agenda de desarrollo, los subsidios acoplados a través de precios de los productos o insumos crean una pérdida en bienestar al distorsionar las señales de mercado, que de otra forma harían que la producción de un bien o servicio ocurriera donde sus costos reales fue-ran más bajos. En la última reunión de la Organización Mundial de Comercio (OMC), en la declaración ministe-rial de DOHA, se menciona en el párrafo 91 que “se debe alentar a la reforma en materia de subsidios que tiene un impacto negativo importante sobre el medio ambiente y son incompatibles con el desarrollo sostenible”.

Para la agenda ambiental, estas señales de mercado distorsionadas también provocan otro problema: gene-ran incentivos a una mayor expansión de la actividad económica sobre áreas naturales, o una mayor descarga de contaminantes.

Un punto donde ambas agendas divergen es que para la ambiental siempre hay ganancias por actúa unilateral-mente desacoplando subsidios. Conviene hacerlo aunque los demás países no lo hagan, porque lo que se gana es quitarle presión a los recursos naturales sin reducir los ingresos totales de los grupos que se benefician de los subsidios.

De este modo, los subsidios al agua, a los agroquí-micos, o a insumos en particular, originan un uso ma-yor que el socialmente óptimo de los recursos natura-les, y provocan una presión innecesaria sobre el medio ambiente. De acuerdo con la Organización Mundial de Comercio, el monto de los subsidios perversos a ni-vel mundial varía entre 500 mil millones y 1.5 billones (OMC 2003) de dólares al año, mismos que generan una poderosa fuerza de destrucción del medio ambiente y de la eficiencia económica.

El desacoplamiento de impuestos y de exenciones fiscales dañinos para el medio ambiente consiste en sustituir estos apoyos por subsidios directos. Otorgar incentivos en efectivo en lugar de reducir precios per-mitiría que las señales económicas de los costos priva-dos y sociales dirijan las decisiones de las personas sin reducir sus ingresos.

Hay muchos ejemplos de este tipo de subsidios; a con-tinuación se incluye el caso del subsidio a la tarifa para bombeo agrícola; la exención del IVA a plaguicidas, y el subsidio al diesel para uso agropecuario.

Subsidio al riego agrícola

El problema de sobreexplotación de acuíferos que hay en México equivale en términos prácticos a estar sacando más de una cuenta bancaria de lo que se invierte en ella. El resultado de no cambiar esta tendencia es que even-tualmente la cuenta se agota. Las consecuencias para la sustentabilidad del desarrollo en México son graves: este patrón de sobreexplotación de los acervos de agua dulce

Sistema depósito-

reembolso

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Economía y política ambiental

amenaza la posibilidad de legar a las generaciones futu-ras la capacidad de satisfacer sus propias necesidades.

Y no es que el problema de la sobreexplotación de los acuíferos en México provenga de una limitación natural inescapable. Tiene que ver con un problema de propie-dad colectiva y una falla de gobierno. En México hay pro-blemas para administrar sustentablemente el agua sub-terránea, problemas que son agravados por una política de subsidios a la extracción de agua a través de la tarifa eléctrica especial que se le aplica.

El problema de sustentabilidad que provocan los sub-sidios a la tarifa eléctrica para bombeo agrícola puede ser evitado a través de una reingeniería que desacople al apoyo económico del propio precio del insumo. En otras palabras, que los agricultores reciban un apoyo econó-mico directo, que puedan usar para lo que mejor les con-venga, pero que el precio de la electricidad cubra al me-nos los costos de generación y transmisión. Con el apoyo directo, los beneficiados pueden invertir en tecnologías de ahorro de agua, en mejoras a los métodos de produc-ción, y eventualmente incrementar su productividad.

Ante estas consideraciones, el Instituto Nacional de Ecología desarrolló un modelo de demanda agrícola de agua subterránea aprovechando el experimento natural que implica tener acuíferos más sobreexplotados que otros. El precio varía entre los acuíferos por el costo que implica el bombeo de agua, mismo que se registra en los recibos de electricidad de la tarifa para bombeo agrícola, que se denomina tarifa 09.

A partir del análisis de los datos, el primer resulta-do es la regresividad del subsidio (beneficia más a los que más tienen): si se consideran sólo las comunidades que reciben subsidio a la tarifa de bombeo agrícola, las comunidades con un nivel de vida más alto, según el índice de marginación de la CONAPO, reciben 3,890 millones de pesos al año, mientras que las comunida-des más marginadas reciben en conjunto 10 millones de pesos. Peor aún, al hacer un comparativo nacional,

las comunidades con mayores niveles de marginación no reciben subsidio alguno.

Los resultados indican que el cambio en la demanda por agua sería mayor en el largo plazo, cuando el agricul-tor puede cambiar el cultivo o bien la tecnología de riego. Sin embargo, en el corto plazo, mediante ahorros que no implican cambiar de cultivo o de tecnología de riego, si el precio de la electricidad se duplica; entonces se dejarían de extraer 3,000 millones de m3 por segundo aproxima-damente; lo suficiente para que 58 acuíferos vuelvan a tener un margen de extracción y para alargar la vida útil de todos ellos.

El modelo predice que el desacoplamiento total, que equivale a cobrar 1.44 pesos por kW-h en lugar del promedio de 32 centavos, permitiría que 183 acuíferos vuelvan al equilibrio o tengan margen de extracción. Sin embargo, en el escenario de desacoplamiento total hay mayor incertidumbre porque el precio tendría que au-mentar un 450%, situación que queda fuera del alcance de predicción del modelo.

Cabe señalar que la propuesta no es la eliminación del subsidio, sino su desacoplamiento, lo que indica que los agricultores de riego en su conjunto seguirían percibiendo los 7,600 millones de pesos que actualmente constituye el subsidio a la energía eléctrica (Ávila et al.,l 2005).

IVA cero a agroquímicos

Las intervenciones gubernamentales que reducen los precios relativos de los agroquímicos hacen que haya un consumo excesivo de los mismos. Excesivo en el senti-do de que el consumo es mayor al que sería determina-do bajo las señales de un mercado sin distorsiones, y aun mayor al nivel socialmente óptimo que resulta de corre-gir al mercado para tomar en cuenta los costos ambien-tales de la contaminación puntual o difusa.

Para los productores, el mayor consumo de agroquí-micos ocurre al cambiar el precio relativo entre dos in-

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sumos que pueden ser utilizados para las mismas tareas; se minimizarán costos eligiendo una combinación que tenga más del insumo cuyo precio fue reducido. Tres ejemplos de esta sustitución son:

a) En las tareas de deshierbe un productor puede susti-tuir con herbicidas el uso de mano de obra.

b) Un sustituto común de los fertilizantes sintéticos es dejar descansar la tierra durante uno o varios años; otro es incorporar más fertilizantes orgánicos o per-mitir al ganado que se alimente in situ, mientras sus heces fertilizan la parcela.

c) El uso de insecticidas se puede reducir utilizando métodos de control biológico, los cuales son intensi-vos en conocimiento técnico o tradicional.

Esto permite ver que los agroquímicos pueden sus-tituir tanto a la mano de obra, como al capital (humano y físico) o el tiempo. Cuando los primeros reciben subsi-dios se reduce la demanda de sus sustitutos.

El efecto de este desplazamiento de sus demandas puede tener implicaciones sociales importantes. Por ejemplo, al competir los agroquímicos contra la mano de obra, se crea una reducción de la demanda de mano de obra en las zonas rurales. Los productores orgánicos podrían competir mejor en el mercado contra quienes producen usando agroquímicos si estos últimos enfren-taran los costos reales de sus insumos, sin necesidad de depender exclusivamente de los consumidores ambien-talmente concientes.

El menor precio relativo de los agroquímicos también frena la adopción de tecnología. La oferta actual de ma-quinaria y equipo contiene varios niveles de tecnología con mayor o menor eficiencia en la aplicación de agro-químicos. La eficiencia en la aplicación reduce la exposi-ción de los trabajadores al agroquímico, así como reduce la exposición de los vecinos y áreas naturales cercanas o conectadas ambientalmente al sitio de aplicación.

El que más productores adquieran esta tecnología o le den mejor mantenimiento a sus equipos depende direc-tamente del precio del insumo que utilizan. Entre más alto sea el precio del insumo, más rentable y rápida será la tasa de adopción de la tecnología de menor impacto ambiental, y más rentable es el darle mantenimiento al equipo con que cuentan.

Si el precio de los agroquímicos aumentara, ya sea mediante la eliminación de la exención al IVA, o me-diante un impuesto diferenciado, el mercado de horta-lizas no se vería significativamente afectado; en cambio, el consumo de plaguicidas sería distinto; un impuesto diferenciado promueve el consumo de agroquímicos con toxicidades más bajas y de alternativas menos dañinas (Ávila y Muñoz, 2005).

Subsidio al diesel marino

El interés por apoyar a los pescadores artesanales y a la gran industria pesquera también ha seguido un ca-mino de subsidios distorsionantes que llevan a la so-breexplotación y el daño ambiental. Su más clara ex-presión en México son los subsidios al diesel y las gasolinas para embarcaciones. Con un precio del 40% inferior al aplicado para el resto de la economía, los combustibles para la pesca buscan ser el vehículo para evitar la quiebra de muchas empresas pesqueras. El exceso de esfuerzo pesquero ha llevado no sólo a de-teriorar la productividad de muchas pesquerías, sino a que los impactos de ésta sobre el resto de los ecosiste-mas marinos sean mayores.

Estos subsidios son un problema que México com-parte con otros países, especialmente los más ricos y con grupos de interés de pescadores muy poderosos, los países mediterráneos y bálticos dentro de la Unión Europea, Japón y Estados Unidos.

Como en los casos anteriores, es posible dar apoyos que no incentiven la sobreexplotación, pero implican

Subsidios perversos

para el medio ambiente

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Economía y política ambiental

un redimensionamiento neto de la ac-tividad, más cerca de lo que es social-mente eficiente.

Reingeniería de subsidios

El objetivo de la reingeniería de subsi-dios es distorsionar lo menos posible las señales de precios, tanto precios de pro-ductos como de insumos, sustituyéndo-los por pagos neutrales. El mejor tipo de pago neutral es aquel dado en efectivo a hogares que califiquen, y que sea basado en un criterio que no dependa de su uso de insumos o su nivel de producción. Otro ejemplo es la tierra en propiedad, con límites si se quiere, o en menor me-dida, la tierra en producción.

La experiencia internacional mues-tra que no ha sido fácil desacoplar sub-sidios. Además de las consideraciones de estrategia na-cional, donde un gobierno podría no elegir realizar un desacoplamiento unilateral de subsidios por no perder “posición de mercado”, hay otras razones para la opo-sición interna a estos nuevos instrumentos. Tienen que ver con la redistribución de rentas dentro de los propios grupos beneficiados.

Una de las virtudes de los subsidios desacoplados es que pueden generar mejor distribución del subsidio cuan-do hay productores-objetivo que tienen pocos excedentes o uso de insumos. Por ejemplo, si hay, como en México, un gran número de campesinos que no producen suficiente para vender en el mercado, éstos no estarían recibiendo ningún subsidio atado a la comercialización.

En cambio, un subsidio desacoplado, como los pagos por hectárea, sí beneficiaría a este tipo de productores. Una reingeniería de subsidios que mantuviera el gasto gubernamental constante, estaría de hecho restando

subsidio a los grandes agricultores para dárselo a los pe-queños productores.

Esta ventaja distributiva de desacoplar subsidios es a la vez uno de los principales obstáculos políticos para las reformas. Aquellos usuarios que recibían beneficios por arriba del promedio serían perdedores netos con el nue-vo esquema, mientras que los usuarios que estaban por abajo del promedio se beneficiarían.

En la experiencia internacional, la oposición generada por la búsqueda de rentas es una causa importante del poco éxito que han tenido los gobiernos en lograr subsidios des-acoplados. No obstante, en estos casos, en que el esfuerzo productivo excesivo se debe a una sobre-oferta de produc-tores, el subsidio directo amplifica esta falla de mercado.

Pago por servicios ambientales

Así como en el caso de las actividades que generaban un costo social el gobierno podía imponer un cobro para

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que los precios reflejaran el verdadero costo social, en los casos en los que las actividades generan mayor beneficio social que privado (conservación de ecosistemas) la so-ciedad podrá realizar pagos que intenten igualar el bene-ficio social con el privado. Hacer este pago representa un estímulo para las mejoras ambientales, se promueve la innovación tecnológica y se incentiva la conservación.

La mayor parte de la veces, quien hará el pago en nombre de la sociedad es el gobierno, y lo hará a través de exenciones de impuestos o por medio de programas de subsidio. Entre los programas de subsidios destacan el Programa de Desarrollo Forestal, el Procampo Ecológi-co, y el Programa de Empleo Temporal y el Programa de Pago por Servicios Ambientales. Sin embargo, cuando la sociedad civil se organiza, es capaz de premiar este com-portamiento benéfico para todos.

Algunas organizaciones privadas están dispuestas a premiar la conservación; toca al Estado crear las condi-ciones adecuadas para que estos recursos cumplan con su propósito: ejemplo de ello es el caso del usuario ecoló-gico del agua para el Delta Colorado.

Pago por servicios ambientales hidrológicos en zonas forestales

El programa de Pago de Servicios Ambientales Hidrológicos (PSAH) es uno de los instrumentos que conforman la estrategia de políticas públicas de México para enfrentar problemas tanto de escasez de agua, como de reducción de la cubierta forestal. El mecanismo con-siste en promover contratos entre el gobierno federal y los propietarios de los bosques: el primero, a través de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) se comprome-te a realizar pagos directos a aquellos propietarios que hayan conservado las áreas forestales primarias (bos-ques en buen estado) establecidas en el contrato.

El programa se puso en práctica a partir de 2003, y se determinó que en una primera etapa el financiamiento

proviniera de los recursos que se obtienen por el pago de derechos de agua, a través de una reforma a la Ley Fede-ral de Derechos (LFD) y la creación del Fondo Forestal Mexicano (FFM). Para el primer año se fijaron en el artí-culo 223 de la LFD 200 millones de pesos.

El programa PSAH busca que en los predios benefi-ciados el bosque genere más rentas a los dueños de la tie-rra que los usos alternativos que podría tener. Para ele-gir los predios que participan cada año, se da prioridad a aquellos bosques situados en las zonas de recarga de acuíferos sobreexplotados y en cuencas con alta escasez o mala calidad de agua superficial.

El comité técnico ha modificado los criterios de se-lección de predios conforme la discusión se enriquece con nuevos análisis y evaluaciones (Braña y Martínez, 2005). Uno de los objetivos de política del programa es promover la generación de servicios hidrológicos que no se generarían sin la aplicación del programa, es decir, concentrar los pagos en los predios donde hay alto riesgo de deforestación y donde el pago podría influir en las de-cisiones de los usuarios de los bosques.

Para ello, el pago tendría que cubrir la utilidad que los usuarios podrían obtener de un uso de suelo alternativo al bosque (costo de oportunidad). Un caso ideal sería, por ejemplo, utilizar los recursos para pagar a los miembros de un ejido que están sopesando la conveniencia de abrir el bosque para sembrar milpas para el autoconsumo.

Una de las aportaciones más relevantes a la discusión sobre los criterios de selección de propuestas es la me-dición del riesgo de deforestación. La inclusión de estas mediciones permitiría focalizar los esfuerzos hacia aque-llos predios donde exista mayor probabilidad de defores-tación. Actualmente se cuenta ya con modelos de riesgo de deforestación que involucran tanto aspectos biofísi-cos, como aspectos socioeconómicos y de accesibilidad a mercados (Muñoz et al., 2003).}

Si bien el programa PSAH ha funcionado hasta ahora como un programa de subsidio directo resulta deseable

Pago por servicios

ambientales

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Economía y política ambiental

que poco a poco se vaya transformando en un programa de creación de mercados locales. Tanto en la experiencia nacional como en la internacional se encuentran casos de la formación de este tipo de mercados.

Con la intención de buscar este paso desde un progra-ma de subsidio hacia la creación de mercados, el INE ha apoyado a la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) en el diseño del PSAH y en su evaluación y modificación a través de su participación en el comité técnico. Adicio-nalmente, ha implementado una serie de acciones para cumplir con uno de los objetivos principales del meca-nismo: alcanzar una etapa en que el programa sea elabo-rado, operado y financiado en el ámbito local. Para ello se requiere promover la construcción o el fortalecimiento de las capacidades locales para el diseño e instrumenta-ción del PSAH-local.

El proyecto tiene dos líneas de trabajo principales: elaborar un manual para la instrumentación del progra-ma de pago por servicios ambientales hidrológicos en el ámbito local, y proveer asesoría a los municipios y go-biernos estatales interesados en diseñar e implementar el programa.

Pago por servicios ambientales: carbono y biodiversidad

El programa para desarrollar el mercado de servicios ambientales por captura de carbono y los derivados de la biodiversidad, y para fomentar el establecimiento y el mejoramiento de sistemas agroforestales (CABSA) se estableció en 2004 con la finalidad de promover que los propietarios y poseedores de los recursos forestales tengan acceso a los mercados nacionales e internacio-nales de los servicios ambientales relacionados con la captura de carbono y con la biodiversidad de los eco-sistemas forestales. El INE participó activamente en la creación del programa y el diseño de las reglas de operación.

En 2005 se apoyaron 117 proyectos de elaboración y 14 de ejecución para captura de carbono, mientras que para biodiversidad se apoyaron 439 de elaboración y 100 de ejecución. El presupuesto de ese año fue de aproxima-damente 50 millones de pesos.

El objetivo del programa es compensar a los propietarios de terrenos forestales que proveen servicios ambientales, para que tomen conciencia del valor de este servicio cuan-do enfrenten la decisión de uso del suelo. De esta manera, se generan incentivos económicos para que la opción de con-servación del terreno compita en términos de rentabilidad, frente a otros usos como la agricultura o la ganadería.

Para el rubro de captura de carbono, la compensación otorgada a los propietarios es del orden de dos salarios mínimos por tonelada de CO2 capturada en un mínimo de 500 ha. Los apoyos se pueden otorgar hasta por cinco años consecutivos.

En cuanto al rubro de biodiversidad, una de las prin-cipales condiciones es que el potencial beneficiario de-muestre tener un compromiso de conservación de por lo menos diez años; sin embargo, los proyectos en ejecución recibirán cinco pagos anuales sujetos al cumplimiento de los compromisos establecidos en el proyecto aprobado. Los montos de apoyo, tanto para elaboración del proyecto como para su ejecución, varían dependiendo del número de hectáreas que éste incluya, y son publicados cada año por la Conafor en el Diario Oficial de la Federación.

Para otorgar los recursos, el programa opera de la si-guiente manera: en primera instancia, la Conafor da a conocer las “zonas elegibles”, esto es, los lugares del país que son susceptibles de ser seleccionados a partir de cri-terios ambientales. Posteriormente y a partir de la con-vocatoria emitida en el Diario Oficial de la Federación, los propietarios dentro de las zonas elegibles presentan una solicitud a la Conafor. Finalmente, el comité nacio-nal analiza la solicitud y decide si la acepta o la rechaza.

Cabe destacar que las solicitudes son calificadas con base en los criterios de prelación establecidos en las re-

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glas de operación. Entre los criterios se encuentran las siguientes: que tenga algún tipo de contrato por venta de servicios ambientales, que se encuentre en un municipio de mayoría indígena y que esté ubicado en una ANP, en un humedal de importancia mundial (sito Ramsar) o una zona clasificada como Área de Importancia para la Con-servación de las Aves (AICA).

Además de estos criterios generales, existen criterios diferenciados para captura de carbono y para biodiver-sidad. Con respecto a la captura de carbono se valora favorablemente que el proyecto se destine a usos estruc-turales y que el proyecto esté apegado a los lineamien-tos de la Convención Marco de Cambio Climático de las Naciones Unidas. Con respecto a la biodiversidad, se va-lora favorablemente estar dentro de alguna de las regio-nes terrestres o hidrológicas prioritarias publicadas por Conabio; así como contar con una Unidad de Manejo y Aprovechamiento de Vida Silvestre (UMA).

Usuario ecológico

Existen ecosistemas costeros que requieren de un caudal mínimo de agua para funcionar adecuadamente; pero el agua cuenca arriba se utiliza para actividades como la agricultura o el consumo humano. El problema es mu-cho más relevante cuando se tiene en cuenta que los eco-sistemas costeros son fuente de riqueza y bienestar para comunidades enteras, y que el agua puede ser más renta-ble cuenca abajo que cuenca arriba.

Pese a las dificultades que puede haber para la compra de agua por parte de los beneficiarios de los bienes y ser-vicios del ecosistema, existen casos en los que la sociedad (a través de donaciones) manifiesta su deseo de compra de agua para usos ecológicos. Un claro ejemplo de ello es en el delta del río Colorado, donde organizaciones no gubernamentales y asociaciones civiles realizan acciones y negociaciones para lograr que el río Colorado lleve al menos el caudal mínimo necesario para el ecosistema.

Pago por servicios

ambientales

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Economía y política ambiental

Estudios preliminares realizados por el Instituto Na-cional de Ecología indican que los beneficios económicos (pesca, recreación, paisaje, caza, existencia) por el mante-nimiento del caudal mínimo de agua generan 380 millo-nes de pesos. Comparando estos beneficios con los costos de iniciar el proyecto y con los costos anuales de mante-ner el flujo de agua constante, se tendría un valor presente neto social de 154 millones de pesos (Sanjurjo, 2006). Este ejemplo muestra que el reconocimiento del usuario ecoló-gico del agua no es sólo una cuestión ambiental sino que puede resultar en una inversión social altamente rentable.

Información para la creación de mercados verdes

La economía ha puesto particular atención al problema de información desigual de los participantes en un mercado. La eliminación de asimetrías de información permite a los consumidores efectuar decisiones de compra más acordes con sus propias preferencias. Si se dan a conocer los atribu-tos ambientales de algunos productos, es probable que al menos un segmento del mercado se convierta en consumi-dor de bienes y servicios amigables con el medio ambiente.

Lo anterior ayuda además a que el público presione a las empresas para producir de una manera sustentable. El etiquetado de productos que especifican sus procesos, los instructivos para hacer más eficiente el consumo de energía eléctrica en el hogar, y la publicación de resul-tados de las empresas contaminantes, son ejemplos de eliminación de asimetrías de información.

Una situación en la que el mercado asigna ineficiente-mente los recursos de la sociedad es cuando la informa-ción no es completa para alguna o algunas de las partes involucradas, es decir, cuando existen asimetrías de in-formación. El argumento clásico es que algunos vende-dores con información completa de la calidad de un bien no estarán dispuestos aceptar los términos ofrecidos por un comprador con menos información.

Como consecuencia de lo anterior, las transacciones no se llevan a cabo o se obliga a que la venta del bien sea a un precio menor que el que hubiera si se conociera toda la información. Por ejemplo, hay un sector del mer-cado turístico que valora los esfuerzos de los hoteleros por tomar medidas para disminuir el impacto sobre el medio ambiente: usar menos agua para el lavado de blan-cos, disminuir el consumo de energía, tratar sus aguas de desecho. Si los turistas no pueden diferenciar un hotel convencional de un hotel que toma medidas adicionales para cuidar el ambiente, entonces no hay manera de pre-miar a los “hoteles sustentables” con su preferencia o con la disposición a pagar más.

Por esta razón, es indispensable que exista una ma-nera de diferenciar productos por su cuidado del medio ambiente, por sus beneficios para la salud (como los pro-ductos orgánicos) y por otras características que pueden ser valoradas por el mercado. Los desafíos para una in-formación adecuada pueden enfrentarse a través de la certificación o el etiquetado, pero es crucial la reputación y la validez de la etiqueta, pues el mercado debe recono-cer y creer que lo que dice el sello es veraz.

Para eliminar este tipo de problemas, el gobierno puede obligar a los productores a publicar información referente a la producción de sus contaminantes, al uso de agroquímicos, a la cantidad de nutrientes de un produc-to, y otros atributos más.

La eliminación de asimetrías de información permi-te a los consumidores efectuar decisiones de compra más acordes con sus propias preferencias. Además ayuda a que el público presione a las empresas a producir de una mane-ra sustentable. El etiquetado de productos que especifican sus procesos, los instructivos para hacer más eficiente el consumo de energía eléctrica en el hogar, y la publicación de resultados de las empresas contaminantes, son ejem-plos de eliminación de asimetrías de información.

El INE ha concentrado su atención en sectores estra-tégicos y con algunas deficiencias en su manera de dar a

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conocer al mercado los atributos ambientales: el turismo, la certificación industrial manufacturera y la certifica-ción de madera. Pero también se estudió la mejor manera de dar a conocer información, como es el caso del sello “industria limpia” que otorga la PROFEPA, o la creación del sistema nacional de playas.

Una de las maneras de reducir los problemas de in-formación es mediante la divulgación de la información. Esto puede ser mediante la generación y la difusión de información que no se tenía, o bien mediante la creación de obligaciones para hacer pública la información priva-da. Algunos ejemplos para hacer pública la información privada son los etiquetados obligatorios sobre eficiencia energética de algunos productos o el contenido nutricio-nal de algunos alimentos. El otro de los casos es generan-do información nueva y divulgándola.

Información sobre calidad del agua en las playas

En el transcurso de esta administración se crearon las normas de certificación de playas, que servirán para fortalecer el Sistema Nacional de Información sobre la Calidad del Agua en Playas Mexicanas. El objetivo de este sistema es monitorear la calidad del agua de mar de las 15 playas de mayor turismo, con el fin de informar a los turistas, prevenir enfermedades e incentivar el mejo-ramiento de la calidad del agua.

El programa funciona por medio de banderas de cua-tro colores que indican la calidad bacteriológica del agua de mar. El azul es el de mayor calidad, después el verde, el amarillo y el rojo que señala el mayor riesgo sanitario. El IMTA es el encargado de actualizar la información: toma muestras del agua a 25 y 150 metros de la playa, a 20 centímetros de profundidad en contracorriente. Se toman en cuenta dos bacterias como indicadores: los co-liformes fecales y los enterococos. Estos indicadores son representativos de aguas residuales generadas por pro-cesos industriales, turísticos y agrícolas. Estas y otras

bacterias, así como virus presentes en el agua de mar contaminada, son responsables de enfermedades como cólera, gastroenteritis, salmonelosis, conjuntivitis, hepa-titis, enfermedades respiratorias, entre otras.

Como complemento a este esfuerzo, el INE hizo un estudio para hallar estrategias de mercadotecnia para dar a conocer esta información a la población.

Otro ejemplo claro de la utilidad de divulgar infor-mación para eliminar problemas de asimetría en la in-formación y así permitir que el mercado demande bienes más benignos para el medio ambiente, es la presentación visible de las emisiones de los autos cuando un ciudada-no tiene intenciones de adquirir un auto nuevo.

Industria limpia

Además de las opciones de mercado, existen acuerdos con diversos agentes que permiten beneficios para el me-dio ambiente. Un actor particularmente relevante es el sector empresarial. La empresa tiene una relación muy importante con el medio ambiente: por un lado, como agente situado entre el mercado de bienes y servicios (fi-nales, intermedios y de producción), y por el otro, en los mercados de los insumos productivos.

Aunque la mayoría de las empresas prestan muy poca atención a la sostenibilidad a largo plazo, algunas reco-nocen la necesidad —y los beneficios a largo plazo— de invertir en el medio ambiente y los recursos sociales, que son la base de todas las economías, y consecuentemente analizan diferentes opciones.

La adopción de criterios de responsabilidad social y ambiental de las empresas toma en cuenta la formación de políticas y sistemas de gestión en los ámbitos econó-mico, social y ambiental, la transparencia informativa de los resultados alcanzados en tales ámbitos, y el reconoci-miento externo de los mismos.

En este sentido, se dice que las organizaciones ejer-cen su responsabilidad social y ambiental cuando pres-

Información para la creación

de mercados verdes

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tan atención a las expectativas que sobre su comporta-miento tienen los diferentes grupos de interés; éste es el caso de los empleados, socios, clientes, comunidades locales, ambiente, accionistas y proveedores, que como parte de sus objetivos contemplan contribuir a un de-sarrollo sustentable (que considera lo ambiental, social y económico).

Este enfoque de la gestión empresarial supone una manera diferente de manejar los impactos de sus ac-tividades en la economía, en la sociedad y en el medio ambiente. La atención pública respecto a los impactos de las actividades de las empresas adquiere un carácter universal con los conocidos casos del Bophal, el Exxon Valdez y Prestige, eventos documentados por los me-dios de comunicación que tuvieron un impacto am-biental negativo.

Por esta razón, el nuevo enfoque de responsabilidad social empresarial considera que las demandas sociales en buena parte se articulan a través de los mercados de producto y consumo responsable; mercados de capitales en inversión socialmente responsable; o a través de la diferenciación de productos ambientalmente superiores sin haber regulación obligatoria, pero sí procurando ob-tener una ventaja a través de las ganancias.

El INE reconoce que la transición hacia un desarrollo sustentable implica un esfuerzo continuado por parte de todos los sectores, incluyendo a las empresas. Por ello, se ha procurado reunir a distintos actores gubernamentales y privados para compartir sus puntos de vista y difundir la importancia de la adopción de criterios de responsabi-lidad social y ambiental de las empresas.

Además, se han llevado a cabo estudios para cono-cer los motivos que llevan a una empresa a adoptar una postura de mayor respeto al medio ambiente y los me-canismos más eficaces para incentivarlo. Asimismo, se analizan las herramientas al alcance de las empresas para abordar sus problemas ambientales relacionados con la producción y distribución de bienes y servicios,

tales como los sistemas de gestión ambiental, las audito-rias ambientales y la certificación.

La aplicación coercitiva de la legislación ambiental es una condición necesaria pero no suficiente para lograr el mejoramiento ambiental del que es capaz la industria. Es verdad que, para algunas empresas, la posibilidad de su-frir una multa o una clausura constituye una motivación muy importante para cumplir con la normatividad, pero también es cierto que muchas empresas están dispuestas a cumplir con las normas por iniciativa propia e incluso a ir más allá de las exigencias legales, cuando cuentan con un entorno favorable.

Para que haya cumplimiento de la legislación am-biental por parte de la industria, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) órgano descen-tralizado de la Semarnat, tiene dos mecanismos: uno coercitivo, que son las inspecciones y otro voluntario, que es la auditoria ambiental.

Las auditorias ambientales voluntarias en México son aplicadas a través del Programa Nacional de Auditoria Ambiental (PNAA). Este programa voluntario se inició en 1992 bajo la iniciativa de la PROFEPA, y su certificado de participación es conocido como Industria Limpia. El PNAA fomenta la auditoria ambiental a través del uso de negociaciones y acuerdos voluntarios con el sector in-dustrial de jurisdicción federal.

A partir de estudios realizados por el INE, se deter-minó que ciertas condiciones pueden incentivar a las empresas a participar en la certificación ambiental vo-luntaria (INE-DGIPEA, 2003). Las empresas exportado-ras, las proveedoras del gobierno, las que tienen mayor capital, las que pertenecen a los sectores de la construc-ción, electricidad, agua, gas, manufactura, minería y otros servicios, son las que tienen mayor probabilidad de unirse al programa.

De forma paralela se realizó un estudio para conocer a fondo los incentivos que tienen las empresas manufac-tureras para participar en el PNAA. La principal conclu-

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sión es que es importante canalizar esfuerzos hacia las empresas exportadoras, y que se debe procurar que las empresas proveedoras del gobierno también participen en este esquema.

Certificación turística

Específicamente en el área de certificación de servicios tu-rísticos, el INE llevó a cabo una encuesta en nueve regiones representativas de alta actividad turística, para determinar los beneficios de la certificación ambiental de hoteles.

Los resultados del estudio muestran que en efecto los turistas están dispuestos a pagar entre 30 y 60 dólares extra por habitación por noche si el hotel tiene prácticas sustentables o bien, están dispuestos a sacrificar como-didad por que el hotel tenga más elementos sustentables. Estos resultados muestran que existe un nicho de mer-cado turístico que demanda prácticas sustentables; que el comportamiento ambientalmente amigable puede re-dituar en ganancias para los inversionistas; y que es im-portante contar con una certificación creíble y adecuada del nivel de sustentabilidad de los hoteles.

Este estudio fue presentado en diferentes seminarios y conferencias y ante tomadores de decisiones, tanto de SECTUR como de Semarnat. A partir de entonces, la Semarnat se unió a la Red de Turismo Sostenible de Latinoamérica, lo que significa un avance en la transver-salidad de las políticas ambientales. Además, la PROFE-PA incluyó en su programa de certificación a los hoteles de manera específica, y firmó un convenio en 2003 con SECTUR para la promoción del sello de Certificación Ambiental Turística.

El siguiente paso es lograr que el sello o certificado de hotel sustentable sea reconocido por el mercado. Las ac-ciones en este sentido van por el camino de llevar a cabo estrategias de mercadotecnia para dar a conocer este se-llo, y sobre todas las cosas procurar su reconocimiento y legitimidad.

Mercado de madera certificada

Además del sector turístico, otro de los sectores prio-ritarios dentro de la agenda ambiental que ha adoptado la certificación voluntaria como instrumento de regu-lación interna es el sector forestal. En México la cer-tificación de madera fue introducida y promovida en 1994 como resultado de una alianza establecida entre el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible en México (CCMSS) y el programa Smartwood de Rain Forest Alliance.

El CCMSS promueve el manejo forestal sustentable en las comunidades forestales impulsando la certificación a través del Forest Stewardship Council (FSC, en inglés). El gobierno federal mexicano reconoció el valor de impulsar esta y otras formas de certificación que enviaran la señal a los consumidores de que la madera que compraban in-cluía servicios adicionales de conservación del entorno.

Desde la creación de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), la certificación recibió apoyos estratégicos y subsidios a través de los programas PRODEFOR y PRO-CYMAF. Las comunidades forestales del norte, centro y sur del país que participan, confían en que la certifica-ción es un instrumento poderoso no sólo para estimular la conservación y proteger los servicios ambientales del bosque, como la protección de la biodiversidad y la cap-tura de carbono, sino también para generar ingresos.

Actualmente en México hay un total de 36 ejidos certificados por FSC que cubren 613,671 hectáreas. Los productores forestales del norte del país tienen acce-so a los mercados de Estados Unidos y Europa, que es en donde se encuentra la demanda de madera certifi-cada. Estos productores en efecto perciben beneficios económicos. Pero por otro lado, los productores de los estados del sur y del centro del país no han tenido la oportunidad ni la capacidad para tener acceso a los mercados de exportación, y por lo tanto no han perci-bido el beneficio pecuniario de la certificación y sí en

Información para la creación

de mercados verdes

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Economía y política ambiental

cambio incurren en altos costos para mantener el certificado.

El INE llevó a cabo un estudio (INE, 2005b) para identificar el esta-do del mercado de madera certificada. Las principales conclusiones fueron: el mercado mexicano de madera certifi-cada tiene serias deficiencias; las im-portaciones de madera de Brasil y Chile son más competitivas que el producto nacional. Cualquier iniciativa empre-sarial que pretenda generar una mayor productividad tiene que considerar los acuerdos preestablecidos y el tipo de organización de ejidos y comunidades. Y en tercer lugar, la desorganización de las comunidades es un gran obstáculo para la productividad.

En muchos aspectos el producto no es el problema, porque la calidad de la madera mexicana es superior a la de Brasil y Chile. El problema está en el manejo de las operaciones de diversas formas. En muchas de estas organizaciones las posiciones administrativas se rotan entre los miembros y no hay continuidad en los proyec-tos. Los problemas son administrativos, de contabilidad y proyección: les hacen falta planes de negocio. El tipo de producción que usan es obsoleto, lo que le resta valor agregado al producto.

En cuanto a los canales de distribución, el proble-ma principal es que no se hace una diferencia entre la madera certificada y la no certificada, y por lo tanto no se aprovecha la segmentación del mercado. Hay una clara evidencia de que la cadena se rompe, puesto que las ventas finales no están certificadas. Existe poca o nula evidencia que muestre que se venden productos de madera certificada en México, porque faltan canales de distribución y existe poca información, además de la

falta de sensibilidad de los fabricantes de productos a base de madera.

Finalmente, se realizó una encuesta a los consu-midores, en la que se encontró que el concepto de certificación era poco conocido; sin embargo, los en-trevistados reportaron que sería un factor potencial en la decisión de compra. A partir de estos hallazgos, los siguientes pasos deben encaminarse hacia parti-cipar con las comunidades para resolver sus proble-mas de organización, sus problemas contables y de visión estratégica.

Por otro lado, la autoridad ambiental participa activa-mente para lograr el reconocimiento de la certificación de madera al final de la cadena productiva (vendedores de muebles, por ejemplo). Además será necesario conti-nuar promoviendo la comunicación entre los diferentes eslabones, hasta lograr el acceso a los mercados que va-

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loran las características sustentables, ya sean mercados nacionales o internacionales.

Conclusiones

En esta segunda sección del capítulo se han enumera-do ejemplos de herramientas prácticas; es decir, instru-mentos económicos que inciden en el comportamiento de las personas. Es importante notar dos características comunes de este tipo de instrumentos. En primer lugar, los instrumentos económicos permiten alcanzar los ob-jetivos ambientales al menor costo posible.

En segundo lugar, los instrumentos económicos eli-minan la necesidad del regulador de conocer el compor-tamiento específico de los agentes que pudiera requerir la normatividad (por ejemplo, la regulación de plaguici-das podría requerir información referente al tipo de pla-guicida que se consume, en dónde se utiliza y bajo qué condiciones; pero mediante un aumento en el precio de los plaguicidas más tóxicos hay la certeza de la respuesta del agricultor sin necesidad de un monitoreo).

Cabe señalar que el uso de los instrumentos eco-nómicos no elimina la necesidad de normas, controles, sanciones y, por supuesto, el correcto establecimiento de derechos de propiedad y de acuerdos sociales explícitos o implícitos. Por lo general, los instrumentos económicos complementan la regulación directa.

Pero en contraste, también es importante mencionar que el uso exclusivo del control directo no resolverá los complejos y numerosos problemas ambientales en Méxi-co. A medida que se confía más en el mercado como asig-nador de recursos, es importante contar con el análisis científico y riguroso que permita conocer el impacto de las iniciativas en materia de instrumentos económicos.

Es necesario conocer si una medida en particular en efecto tendrá efectos distributivos negativos; saber si en efecto habrá consecuencias inflacionarias; saber si, al contrario, el beneficio excede por mucho el costo para

los mexicanos de hoy, y conocer con la mayor certeza po-sible el costo para las futuras generaciones.

Existe un consenso cada vez más amplio en la comu-nidad política acerca de la necesidad de incorporar los in-centivos económicos dentro del portafolios de estrategias de protección ambiental, y por esta razón es imprescindi-ble contar con un equipo de expertos que se avoquen a la tarea de generar, estudiar y evaluar estas iniciativas.

De no contar con un espacio para la reflexión desde la perspectiva económica de la agenda ambiental que, con la rigurosidad analítica que el caso merece, no conside-re las posibles opciones, entonces la gestión ambiental perderá la gran oportunidad de usar instrumentos que permiten llegar a soluciones factibles con menores cos-tos para la sociedad mexicana.

Para solucionar los graves problemas ambientales que enfrenta nuestro país, es necesario utilizar todas las he-rramientas al alcance. La misión de resolver la compleji-dad de los problemas de deforestación, erosión del suelo, sobreexplotación de acuíferos, contaminación del agua y del aire requerirá que se modifique la conducta de los ho-gares, las empresas y los gobiernos, porque las decisiones económicas de estos tres agentes son la fuerza más impor-tante de transformación y uso de los recursos naturales.

Para diseñar políticas que lleven al desarrollo sus-tentable, es necesario entender las variables que influyen en estas decisiones. Estas consideraciones económicas tienen diferentes impactos en el medio ambiente, que dependen entre otras cosas del contexto político, del cre-cimiento poblacional, del ingreso del país y cómo se dis-tribuye, de los cambios inducidos por instrumentos de política ambiental y de otros sectores, de la dotación de recursos naturales y de la calidad de los mismos.

Hacia delante será necesario impulsar de manera de-cidida los siguientes aspectos:

• Instrumentos fiscales que permitan que los contami-nadores enfrenten los costos de sus decisiones: aumen-

Conclusiones

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225

Economía y política ambiental

tar el costo de usar combustibles sucios, aumentar el costo de contaminar el agua, el costo de disponer in-adecuadamente de los residuos. Hay muchos ejemplos enumerados a lo largo del texto que presentan situa-ciones en las que es necesario aumentar estos costos.

• En el otro extremo, se requiere premiar actividades de conservación, de cuidado del ambiente, que invo-lucran costos para quienes las llevan a cabo. Tal es el caso del pago por servicios ambientales, del recono-cimiento del usuario ecológico.

• Por razones de justicia social, se requiere otorgar subsidios a grupos vulnerables; o bien, con el objetivo de impulsar algún sector en particular, será necesa-rio subsidiar algunas actividades. Sin embargo, el de-sarrollo sostenible requiere que los subsidios se des-acoplen de la extracción, deterioro o contaminación de los recursos naturales.

• El desacoplamiento de subsidios es una herramienta transversal que incide en el sector pesquero, indus-trial y agrícola, donde habrá que lidiar con grupos de interés con elevada cohesión.

• Se requerirá una gran dosis de voluntad política para llevar a cabo una reingeniería de subsidios, pero los resultados valdrán la pena por los altos be-neficios que implica para la colectividad: transpa-rencia, equidad, competitividad y un mejor medio ambiente.

Finalmente, una estrategia que reditúa en ganancias donde antes no las había es la procuración de informa-ción. Pueden surgir nuevos mercados cuando los consu-midores conocen las características ambientales de los productos. La sociedad puede exigir la solución de pro-blemas como la contaminación del agua cuando se cono-ce la calidad del agua en playas.

Es responsabilidad del Estado llevar a cabo políticas que procuren un desarrollo sostenible, pero el Estado re-querirá utilizar herramientas que incidan en las decisio-nes de los ciudadanos, particularmente que logren que el comportamiento económico de hogares, empresas y gobiernos considere al medio ambiente como una varia-ble de gran trascendencia.

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226

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227

Laboratorio ambiental

Laboratorio ambiental

[227]

Introducción

Desde su inauguración en noviembre de 1997, una de las metas del laboratorio ambiental del INE fue consolidarse como un referente nacional e

internacional en materia de muestreo, medición y aná-lisis de contaminantes y sustancias tóxicas en aire, resi-duos, suelos y otras matrices ambientales.

Al inicio del periodo 2001-2006, las principales ac-tividades desarrolladas en el laboratorio ambiental del INE, a cargo de la DGCENICA, se enfocaron a la puesta en operación de los equipos e instrumentos de medición y análisis de contaminantes, especialmente los relacio-nados con la contaminación atmosférica, aprovechando que el personal ya participaba desde 1997 en proyectos de investigación sobre exposición personal a contami-nantes del aire y a estudios sobre compuestos orgánicos volátiles presentes en el sureste de la Ciudad de México. En paralelo a lo anterior y para atender los requerimien-tos de los compromisos adquiridos por nuestro país, tanto con la CCA como los derivados del Convenio de Estocolmo, se montaron en el laboratorio las técnicas analíticas de compuestos orgánicos persistentes, tales como bifenilos policlorados, DDT, y en general todos los plaguicidas organoclorados. También se elaboró un ma-nual de muestreo para sustancias tóxicas.

En el 2001, con la intención de apoyar a la Semar-nat en aspectos relacionados con la gestión de residuos peligrosos, se instaló la metodología analítica para la identificación y la cuantificación de los parámetros esta-blecidos en la NOM-052-Semarnat-1993 (DOF, 2003), que establece las características de peligrosidad de los residuos. Para el año 2002, ya se tenían montados los métodos analíticos para evaluar la toxicidad de metales, compuestos orgánicos volátiles y semivolátiles, así como las características fisicoquímicas como corrosividad, reactividad e inflamabilidad. Es decir, se amplió el alcan-ce del laboratorio a la matriz de residuos. Simultánea-

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228

mente se implantó el sistema de calidad, logrando una mayor confiabilidad en los resultados analíticos, aspecto fundamental para obtener la acreditación por parte de la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA).

En los últimos años, el laboratorio ambiental ha for-talecido y ampliado su capacidad analítica a las matrices de suelo, sedimentos, tejido humano y vegetal, lo que le ha permitido participar exitosamente en pruebas de in-tercalibración y de aptitud, no sólo a nivel nacional, sino también internacionalmente.

El laboratorio ambiental se ha dividido para efectos prácticos en las siguientes áreas: a) análisis físicos, quí-micos y biológicos, b) investigación de la contaminación atmosférica, c) monitoreo atmosférico, d) emisiones in-dustriales y vehiculares, e) transgénicos y f) residuos y suelos. Una descripción de las capacidades y la situación actual de cada una de estas áreas de laboratorio, se pre-senta a continuación.

Laboratorio de análisis físicos, químicos y biológicos

Los laboratorios de esta área se describen brevemente a continuación y el cuadro 1 muestra la información más relevante sobre ellos.

Caracterización básica y biotoxicidad de contaminan-tes. En este laboratorio se analizan muestras ambientales para la determinación de parámetros fisicoquímicos por las técnicas de gravimetría, volumetría, potenciometría, espec-trometría infrarroja y espectrofotometría ultravioleta-visi-ble, realizando pruebas como humedad de muestras, cromo hexavalente, pH, inflamabilidad y corrosividad. Asimismo, se evalúa el efecto tóxico, agudo o crónico que pueden oca-sionar los contaminantes presentes en el ambiente a orga-nismos vivos, y se realiza la preparación y el tratamiento de las muestras para su análisis en otras áreas.

Cuadro 1. Capacidades de los laboratorios para realizar análisis físicos, químicos y biológicos

Contaminante genérico y específico

Metales:As, Be, Cd, Ca, Cu, Cr, Co, Sn, Fe, Ni, Pb, Zn, Ta, V, Sb, Sr, Ti, Li, Na, K, Hg, Ag, Se, Cr VI.

Acidez o alcalinidad

Inflamabilidad

Reactividad (contenido de sulfuros, cianuros)

Matriz

Suelos, sedimentos, residuos, aire, sangre, matrices vegetales, tejido animal, agua

Suelos, sedimentos, residuos

Residuos

Residuos

Técnica instrumental

Espectrofotometría ultravioleta-visibleEspectrofotometría de absorción atómica por flama, generador de hidruros y horno de grafito.Espectrometría de emisión de plasma inductivamen-te acoplado

Volumetría, potenciometría

Espectrofotometría UV-VIS, volumetría

(Continúa)

Introducción

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229

Laboratorio ambiental

Cuadro 1. Capacidades de los laboratorios para realizar análisis físicos, químicos y biológicos (continúa)

Contaminante genérico y específico

Iones (cloruros, fosfatos, nitratos, nitritos, sulfatos,)

Plaguicidas organoclorados (COP)

Plaguicidas organofosforados

Hidrocarburos poliaromáticos16 compuestos

Hidrocarburos totales de petróleoFracción diesel y fracción gasolina

Bifenilos policlorados

Compuestos orgánicos semivolátiles. Integra poliaromáticos

Herbicidas;2,4 D; Silves

COV; hidrocarburoscompuestos clorados, solventes

Matriz

Suelos, sedimentos, residuos, aire

Suelos, sedimentos, residuos, aire, sangre, matrices vegetales, tejido animal, agua

Suelos, sedimentos, residuos, aire, sangre, matrices vegetales, tejido animal, agua

Suelos, sedimentos, residuos, aire

Suelos, sedimentos, residuos, aire

Suelos, sedimentos, residuos, aire, aceites gastados

Suelos, sedimentos, residuos, aire

Suelos, sedimentos, residuos, aire

Suelos, sedimentos, residuos

Técnica instrumental

Cromatografía iónica

Cromatografía de gases/captura de electronesCromatografía de gases/ acoplado a espectrómetro de masas (CG/MS)

Cromatografía de gases/detector de nitrógeno fósforoCG/MS

Cromatografía de gases/captura de electronesCG/MS

Cromatografía de gases/detector de ionización de flamaCG/MSEspectrofotometría infrarroja

Cromatografía de gases/captura de electronesCromatografía de gases acoplado a espectrómetro de masas

Cromatografía de gases/captura de electronesCG/MS

Cromatografía de líquidos con detector de arreglo de diodos y fluorescencia

Cromatografía de gases/captura de electronesCG/MS

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230

Cromatografía de gases para compuestos orgánicos volátiles y semivolátiles. Identifica y cuantifica en di-versas matrices ambientales, contaminantes orgánicos, como herbicidas, hidrocarburos policíclicos aromáticos, aldehídos, plaguicidas clorados y fosforados, bifenilos policlorados, fenoles, hidrocarburos de petróleo, y com-puestos orgánicos semivolátiles y volátiles en general.

Determinación de metales. Determina en diferentes matrices (aire, agua, suelo, sedimentos, residuos, azolves, tejidos orgánicos y fluidos biológicos) la presencia de un promedio de 25 metales, cuantificando mediante las téc-nicas de absorción atómica y emisión de plasma inducti-vamente acoplado.

Cromatografía de líquidos de alta resolución. Evalúa en suelos, aire, agua, y residuos, contaminantes orgáni-cos ambientales, como herbicidas, hidrocarburos poli-cíclicos aromáticos; contaminantes inorgánicos, como aniones, cationes, ozono, bióxido de azufre, óxidos de nitrógeno, sulfatos, nitratos, nitritos, cloruros y carbona-tos, entre otros, por las técnicas de cromatografía iónica y cromatografía de líquidos con detectores de arreglo de diodos y de fluorescencia.

Laboratorios de investigación en contaminación atmosférica

Caracterización de partículas

El INE cuenta con equipo de altos volúmenes (método de referencia) para medir PM10 y PST, de medio volumen (método de referencia) para medir PM2.5, y equipos de bajo volumen (método no referenciado) para medir PM2.5 y PM10. Estos equipos funcionan bajo el principio de ha-cer pasar un flujo de aire a través de un filtro que retiene a las partículas presentes en el aire. Los filtros son pesa-dos bajo condiciones controladas de temperatura y hu-medad previa y posteriormente a su utilización, para de-terminar la concentración de partículas.

Laboratorios de análisis f ísicos,

químicos y biológicos

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231

Laboratorio ambiental

Para el pesado de los filtros, se cuenta con un cuarto de pesado de fil-tros, acreditado ante la Entidad Mexi-cana de Acreditación, EMA, donde se controla la temperatura y la humedad. De hecho, existen pocos laboratorios de gravimetría acreditados fuera de la Ciudad de México en los que se contro-le la temperatura y la humedad. De ahí el papel fundamental del INE al brin-dar el servicio de pesado de filtros, en apoyo a varios estados de la República que disponen de equipo de medición de partículas.

El INE ha logrado consolidar un área, líder en el país, de caracterización de partículas. El tamaño y la composi-ción de las partículas son de gran ayuda en la diferenciación entre la contribu-ción de fuentes locales o regionales, entre componentes primarios o secundarios, y origen natural o antropogénico (McMurry et al., 2004).

Para la caracterización elemental de partículas atmos-féricas suspendidas se cuenta con un espectrofotómetro de fluorescencia de rayos X, que permite identificar un espectro de hasta 73 elementos de la tabla periódica. Para la caracterización química del contenido de carbón orgá-nico y elemental en partículas atmosféricas PM10 y PM2.5 se cuenta con un analizador de carbón orgánico por el método de reflectancia térmica óptica. Las determina-ciones de carbón elemental y orgánico ayudan a recono-cer el origen de las partículas provenientes de procesos de combustión, ya sea industrial o vehicular.

A través de la operación de un microscopio electró-nico de barrido que lleva acoplada una sonda de mi-croespectrometría por energía dispersiva de rayos X, las partículas atmosféricas se caracterizan morfológica-mente (forma, tamaño, aspecto y textura) y se obtiene su

composición elemental. Este equipo es una herramienta muy valiosa en la determinación de perfiles de emisión e identificación de fuentes emisoras de contaminantes. La experiencia acumulada durante los últimos años ha permitido elaborar un catálogo de partículas, próximo a publicarse, el cual constituirá una aportación importan-te al documentar de forma clasificada las características morfoquímicas de las partículas suspendidas derivadas de las actividades urbanas o industriales.

Caracterización de compuestos orgánicos volátiles

En este laboratorio se realizan desde 1998 análisis de hasta 57 compuestos orgánicos volátiles (normalmente se ha utilizado un estándar para 13 compuestos), la ma-yoría con alta reactividad en los procesos de formación de ozono, mientras otros son tóxicos e incluso canceríge-nos, como el benceno. El sistema es único en México, por la posibilidad que ofrece de analizar muestras de manera

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232

continua a lo largo del día. Éste consiste en un controla-dor de humedad, un preconcentrador, un cromatógrafo de gases 6890 Plus acoplado a un detector por ionización de flama, un sistema de dilución, un rack para 9 canisters (nombre genérico de recipientes de acero inoxidable), y un sistema de programación para el análisis de estos re-cipientes.

Exposición personal y monitoreo microambiental

El uso de muestreadores y dispositivos que puedan por-tar los individuos, nos permite conocer de manera más directa lo que los individuos están respirando a lo lar-go de sus actividades. La experiencia ha mostrado que el confiar exclusivamente en las mediciones realizadas en estaciones de monitoreo del aire ambiente no siempre es adecuado o suficiente para determinar la exposición hu-mana a los diferentes contaminantes. De igual forma, es importante conocer las concentraciones en interiores y otros microambientes (como podrían ser las casas, es-cuelas, oficinas, bares y estacionamientos) que tienden a presentar una composición y concentración diferente que la que se presenta en el aire ambiente. Para reali-zar mediciones personales y microambientales, el INE cuenta con monitores de partículas suspendidas totales, PM10, PM2.5, ozono y monóxido de carbono, y tiene la ca-pacidad analítica instalada para medir, a través de mo-nitores pasivos, ozono, óxidos de nitrógeno y óxidos de azufre. A la fecha el área se ha consolidado como el labo-ratorio más importante de México en esta materia.

Perfiles verticales y campos de viento

Se tiene la capacidad de determinar los perfiles vertica-les a través del uso de un globo cautivo de 9 m3 que se infla con helio y está sujeto con un cordón a un malaca-te automático para controlar su ascenso y descenso. En él se sujetan sondas meteorológicas, con las que se mide

temperatura, presión, humedad relativa, velocidad y di-rección de viento. Para la determinación de las concen-traciones de ozono se utiliza una sonda de ozono. La in-formación de las sondas se obtiene mediante un sistema de radio de onda corta (transmisor-receptor), y los da-tos se almacenan en una computadora portátil en tiem-po real. Las sondas de ozono utilizadas se basan en la re-acción de oxidación del yoduro de potasio en presencia del ozono.

Para determinar los campos de viento, se cuenta con tres teodolitos (tripié, teodolito y carpeta almacenadora de información), así como de globos piloto, con los cua-les se obtienen datos de velocidad y dirección de viento en la vertical.

Monitoreo atmosférico

Estaciones y unidad móvil de monitoreode la calidad del aire

El INE cuenta con dos estaciones y una unidad mó-vil de monitoreo de la calidad del aire, a cargo de la DGCENICA. Las estaciones fijas se localizan en la UAM Iztapalapa y en el edificio de la Subsecretaría de Gestión para la Protección Ambiental ubicado en Av. Revolución 1425. La primera capta los contaminantes atmosféricos a las alturas tradicionales entre 3 y 15 metros, mientras que la segunda tiene como objetivo medir los contami-nantes a una altura entre los 60 y 80 metros. Tanto las estaciones como la unidad móvil realizan el monitoreo continuo de ozono (por absorción ultravioleta), óxidos de nitrógeno (por quimioluminiscencia), dióxido de azu-fre (por detección ultravioleta pulsante), monóxido de carbono (por infrarrojo no dispersivo), PM10 y PM2.5 (mé-todo de microbalanza oscilatoria), e hidrocarburos tota-les (metano y no-metano por detección de ionización de flama). Además, cuentan con una estación meteorológi-ca que mide precipitación, velocidad del viento, direc-

Laboratorios de investigación en contaminación

atmosférica

Page 234: La investigación ambiental para la toma de decisiones

233

Laboratorio ambiental

ción del viento, temperatura, humedad relativa y presión barométrica.

La estación UAMI además cuenta con un analizador de carbón orgánico y elemental (método termal-CO2) y equipo de radiación UV-A y UV-B.

Laboratorios de calibraciones y transferencia de estándares (LCTE).

El laboratorio brinda apoyo a las redes o estaciones de monitoreo atmosférico de la República Mexicana, me-diante programas de control y aseguramiento de calidad, asesorías técnicas, mantenimiento y calibración, además de proveer servicios de calibración y estandarización de sus componentes.

El laboratorio cuenta con 4 analizadores de gases (SO2, CO, NOx y O3) y tres calibradores dinámicos mul-tigas. Además, dispone de dos calibradores de raíz (root meter), para medidores manuales de partículas. Estos equipos se utilizan como referencia secundaria para la estandarización y la calibración de la mayoría de los equipos de monitoreo de la calidad del aire en operación en el país.

En el año 2006, con el apoyo de la JICA y del Centro Nacional de Metrología, se instalará un espectrofotóme-tro de referencia primario para ozono, con lo que el cen-tro se convertirá en el referente nacional para la calibra-ción de equipos de medición de ozono atmosférico.

Laboratorio de emisiones vehiculares e industriales

Emisiones vehiculares

Este laboratorio originalmente se ubicaba en Tacubaya, y a principios de esta administración se transfirió junto con el laboratorio de monitoreo atmosférico a las insta-laciones de Tecamachalco. Los equipos que componen

el sistema de medición de emisiones vehiculares tienen más de 30 años en operación, por lo que se requiere ur-gentemente una actualización.

Actualmente, el dinamómetro y el sistema de mues-treo a volumen constante, junto con los analizadores de gases, operan con relativa eficiencia, suficiente para dar respuesta a solicitudes de evaluación de dispositivos an-ticontaminantes y aditivos de ahorro de combustibles.

Fuentes fijas y ruido

Este laboratorio realiza la calibración de instrumentos de medición de emisiones de fuentes fijas. Asimismo, cuen-ta con el equipo necesario para realizar la determinación de ruido en fuentes fijas y en el medio ambiente.

Biología molecular

Es el laboratorio de la Semarnat diseñado específicamen-te para atender la demanda de información técnica y cien-tífica en materia de transgénicos y apoyar a los tomado-res de decisiones en relación con los riesgos asociados a la liberación al ambiente de Organismos Genéticamente Modificados, OGM. Su principal función es el análisis de OGM a través de la detección, cuantificación e identifi-cación de los mismos.

El laboratorio cuenta con los equipos necesarios para implementar y desarrollar de manera rutinaria diferen-tes técnicas moleculares. El método principal de análi-sis emplea la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para amplificar ácidos nucleicos insertados en los OGM, por lo que dispone de dos equipos de PCR: uno de punto final y otro de tiempo real, además de los equipos menores utilizados para el desarrollo de técnicas moleculares como base para análisis posteriores de las muestras.

Con esta infraestructura, se apoya el desarrollo de proyectos de investigación que sustenten la toma de de-cisiones en materia de bioseguridad por la liberación al

Page 235: La investigación ambiental para la toma de decisiones

234

ambiente de OGM y se da cumplimiento a uno de los compromisos adquiridos por parte del gobierno de Méxi-co en la implementación del Protocolo de Cartagena, en lo que al INE le compete como integrante del sector gu-bernamental ambiental.

El laboratorio está acreditado ante la EMA en el mé-todo de detección de OGM en maíz, y se desarrollan los procedimientos de identificación de eventos específicos en el maíz, así como de cuantificación de OGM mediante PCR tiempo real. Posteriormente se implementarán estas técnicas en otros cultivos de importancia para nuestro país, centro de origen de muchas especies y considerado como el cuarto país más megadiverso.

Laboratorios de residuos y suelos

Para cumplir con los compromisos adquiridos y los pro-yectos de investigación relacionados con las áreas de resi-duos y sitios contaminados, se instaló un laboratorio espe-cífico para estas áreas. Actualmente el laboratorio cuenta con la capacidad analítica para realizar análisis de metales por espectroscopía de absorción atómica y espectrofoto-metría uv/visible (Cr6); determinación de gases (CO2, CH4, O2) por cromatografía de gases con detector de conducti-vidad térmica; análisis de explosividad; cuenta con equi-pos de muestreo de suelos y residuos; para evaluar vitrifi-cación; para realizar pruebas de lavado de suelo y pruebas de floculación y flotación; de flotación de minerales, y para realizar pruebas de electroremediación.

Análisis realizados y confiabilidad

El conocimiento de las capacidades del laboratorio am-biental por parte de la comunidad científica y de otras áreas de gobierno, ha ocasionado que año con año se in-cremente la demanda de análisis.

El apoyo técnico que los laboratorios del INE propor-cionan a las diferentes dependencias del gobierno federal

Confiabilidad y reconocimiento de los laboratorios del INE

Durante el periodo 2000-2006 el INE obtuvo, de la Enti-dad Mexicana de Acreditación (EMA), la ACREDITACIÓN de varias pruebas de laboratorio en las matrices de residuos, suelos, sedimentos, aire ambiente y tejidos vegetales.

El proceso inició en el 2002 con la acreditación con base en la NMX-025-IMNC-2000, de 18 pruebas relaciona-das principalmente con la identificación de residuos peli-grosos y análisis de contaminantes atmosféricos.

En el 2003 la EMA otorgó la ampliación de la acredita-ción a 9 pruebas para residuos, suelos, sedimentos y aire, para contar ya con un total de 27 pruebas acreditadas, en-tre las que destacan las de herbicidas y compuestos orgá-nicos volátiles en residuos e hidrocarburos poliaromáticos en suelos, sedimentos y aire.

En el 2005 se obtuvo la acreditación bajo los criterios de la norma NMX-17025-IMNC-2000 con 30 pruebas con reconocimiento nacional e internacional en las ramas de residuos y suelos (24 pruebas), aire (5 pruebas) y OGMs (1 prueba).

Vale la pena resaltar que se otorgó la acreditación a la prueba de detección de maíz genéticamente modificado por el método de la reacción en cadena de la polimerasa, PCR y a la prueba de determinación de 55 compuestos or-gánicos volátiles por el método TO-15, siendo los primeros laboratorios a nivel nacional acreditados en estas pruebas.

El laboratorio cuenta con un reconocimiento de cum-plimiento de requisitos de calidad por el Centro Nacional de Metrología por la participación aprobatoria en la prue-ba de aptitud para la determinación de hidrocarburos po-liaromáticos en suelo (junio de 2005).

Biología molecular

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235

Laboratorio ambiental

y a los gobiernos estatales es fundamental, ya que con base en los resultados de los estudios que realiza, es posible ela-borar diagnósticos, y caracterizar sitios contaminados o matrices ambientales, También permite la identificación y la cuantificación de contaminantes, cuyos resultados son fundamentales para establecer cursos de acción tanto en la definición de políticas, programas o planes, como en la solución a conflictos ocasionados por derrames, fugas, o lo que se conoce comúnmente como “focos rojos”, que son sitios con un historial de acumulación de sustancias con-taminantes con impactos en el ecosistema.

Participación exitosa en proyectos y pruebas de aptitud

Una prueba clave para identificar las capacidades reales en materia de confiabilidad, precisión y exactitud de los datos que genera un laboratorio ambiental, son las prue-bas de aptitud y de intercomparación. El laboratorio del INE ha participado en varias pruebas tanto en México como internacionales con resultados satisfactorios, lo que indica la calidad del trabajo que se realiza en él.

Retos y visión a futuro

Desde el año 2000, la inversión en equipamiento del CENICA ha permitido consolidar las capacidades de la-boratorio a un nivel sin precedentes. Durante el perio-do 2001-2006 hubo un impulso importante a la capaci-tación del personal, tanto en muestreo como en análisis de contaminantes.

Para alcanzar la meta de ser un laboratorio líder en México sobre análisis ambientales, se requiere la actua-lización de técnicas, la modernización del equipo y la capacitación de personal. También se requiere garanti-zar la confiabilidad y lacertidumbre de los resultados e información emitida. Para esto se deberá mantener un proceso continuo de mejora en los sistemas de calidad

del los laboratorios; continuar y mantener la acreditación de todas las técnicas instaladas y propiciar ejercicios de intercomparabilidad con laboratorios nacionales y con laboratorios internacionales; mejorar la sensibilidad de las técnicas e instrumentos para alcanzar menores lími-tes de detección en varias técnicas para realizar deter-minaciones en otras aplicaciones. Para ello, se requiere

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236

Año

2003

2004

2005

2006

Número total de análisis

4,745

13,876

14,446

23,847

Matrices

Residuos, suelos, sedimentos, lixiviados, cenizas de incineración, aguas y filtros

Suelo, sedimentos,agua, filtros y extractos

Diversas matrices ambientales y filtros

Plaguicidas organofosforados, plaguicidas organoclorados, PAH, TPH, trihalomentano,volátiles

Parámetros

Pruebas de metales, análisis fisicoquímicos, pruebas de toxicidad herbicidas, aniones compuestos semivolátiles, plaguicidas, hidrocarburos poliaromáticos

Análisis de metales, iones, hidrocarburos poliaromáticos, compuestos orgánicos volátiles, plaguicidas organoclorados y organofosforados, pruebas toxicidad, herbicidas, semivolátiles, fisicoquimicos y para validación de métodos

Análisis de metales, iones, hidrocarburos poliaromáticos, compuestos orgánicos volátiles, plaguicidas organoclorados y organofosforados, pruebas toxicidad, herbicidas, BTEX, TPHs, semivolátiles, fisicoquimicos y para validación de métodos

Análisis de metales, iones, fisicoquímicos, herbicidas y toxicidad

Cuadro 2. Número total de análisis por año

de la sustitución de equipos de laboratorio que permitan llegar a detectar trazas de compuestos, e incluso hay que considerar la posibilidad de adquirir equipo para el aná-lisis de dioxinas y furanos, que pueda atender los reque-rimientos no sólo de México sino de los países de Centro América, el Caribe y los del norte de Sudamérica.

Operar y mantener un laboratorio de las caracterís-ticas que tiene el del INE, requiere de la asignación de recursos suficientes en tiempo y forma, que permitan sostener su funcionamiento en los términos óptimos de eficiencia y eficacia. Lo anterior significa que se necesita

personal adicional altamente preparado en los conceptos analíticos.

En materia de monitoreo atmosférico el reto es gran-de, por los compromisos que se tienen con la JICA para establecer en 2007 un laboratorio primario nacional de calibración y transferencia de estándares para equipo de monitoreo de la calidad del aire, el cual sería el primero en su tipo. El compromiso de contar con un laboratorio nacional de referencia y operarlo implica una gran res-ponsabilidad que sólo se podrá cumplir si se proporcio-nan los recursos económicos y humanos suficientes.

Retos y visión a futuro

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237

Laboratorio ambiental

Prueba

Prueba de aptitud metales en residuos-CENAM

Prueba de aptitud en hidrocarburos poliaromáticos en suelo

Programa de intercomparación como QC/QA para proyecto biomonitoreo en sangre materna

Proyecto VOC plaguicidas en aire

Parámetros

Análisis de metales en residuos

Hidrocarburos poliaromáticos en suelos (6)

Plomo cadmio y mercurio

PCB, plaguicidas, hidrocarburos poliaromáticos

Matriz

Residuos

Suelo

Sangre

Aire

Institución que lo promovió

CENAM. Resultados satisfactorios

CENAM. Resultados satisfactorios

Instituto Nacional de Salud Pública de QuébecResultados satisfactorios

Prueba íntercalibración promovida por la CCA en la que participan laboratorios de EUA, Canadá y México. Resultados pendientes.

Cuadro 3. Pruebas de aptitud e intercomparabilidad

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238

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239

Cambio climático

Introducción

La abundante evidencia científica apunta al hecho de que la Tierra está experimentando un cambio en su sistema climático, atribuible directa o indi-

rectamente a las actividades humanas. Se sabe con clari-dad que a partir del proceso de industrialización ocurri-do desde mediados del siglo XIX, se han incrementado drásticamente las emisiones de los llamados gases de efecto invernadero (GEI), entre los cuales el más abun-dante es el bióxido de carbono (CO2) resultante princi-palmente del consumo de combustibles fósiles y de la deforestación y quema de bosques. Las concentraciones de algunos GEI han alcanzado incluso sus valores más altos de los últimos 1000 años, durante la década de los noventas. Tan sólo para el CO2, entre 1750 y 2001 su concentración atmosférica se incrementó en un 31%, pa-sando de 280 ppm a 367 ppm (y se infiere que en 2005 se han alcanzado alrededor de 380 ppm).

Las concentraciones de CO2 y de otros GEI se han elevado significativamente, alterando la composición global de la atmósfera, y agravando el llamado efecto invernadero, presente en forma natural durante toda la historia de la Tierra, que impide que la energía que en-tra a la atmósfera terrestre salga en la misma medida, lo que ha producido una alteración en la manera en que la energía natural fluye a través del sistema climático; esto a su vez ha alterado variables tales como la tempe-ratura, la precipitación, y otras que conforman el clima. Tan sólo en lo que hace a la temperatura del planeta, se ha observado una elevación en el promedio global en la superficie de la Tierra de 0.6 ºC ±0.2 ºC desde la era industrial, y hasta fines del siglo XX.

Las simulaciones del ciclo de carbono indican que para estabilizar las concentraciones de CO2 a 450, 650 y 1000 ppm se requeriría que las emisiones antropogéni-cas de CO2 mundiales disminuyeran más allá de los ni-veles de 1990 en unas cuantas décadas (para 450 ppm),

Cambio climático

[239]

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240

en alrededor de un siglo (para 650 ppm); y en alrededor de dos siglos (para 1000 ppm); y que siguieran decrecien-do constantemente de ahí en adelante. A largo plazo, po-dría ser necesario que las emisiones de CO2 también se redujeran a una fracción muy pequeña de las emisiones actuales.

Aun con los esfuerzos por estabilizar las concentra-ciones de GEI mediante la mitigación de sus emisiones, los impactos del cambio climático seguirán durante muchas décadas más; por ejemplo, el nivel del mar y las capas de hielo continuarían con su respuesta al calenta-miento durante muchos siglos después de que se estabi-lizaran las concentraciones de GEI.

Las proyecciones que utilizan los escenarios de emi-siones en una gama de simulaciones climáticas dan como resultado un aumento de la temperatura media de la su-perficie del planeta de entre 1.4 y 5.8 ºC para el periodo 1990-2100, lo que implica un aumento en la temperatura promedio entre dos y diez veces más drástico que el ob-servado durante el siglo XX.

Con estos cambios, se prevé que el nivel de los mares se incremente entre 0.09 y 0.88 m en el periodo de 1990 a 2100, en parte por el derretimiento de los polos y de los glaciares, pero en mayor medida por la expansión térmi-ca de los océanos.

Se espera también que aunque el cambio climático proyectado tenga consecuencias ambientales y socioeco-nómicas tanto positivas como negativas, predominarán los efectos adversos, en especial cuanto más grandes sean los cambios y mayor su frecuencia. Igualmente, se espera que los impactos del cambio climático recaigan de forma desproporcionada en los países en desarrollo y en las poblaciones más desfavorecidas de todos los países, y por lo tanto, que con el cambio climático se profundicen aún más las desigualdades en materia de salud y acceso a alimentos adecuados, agua limpia y otros recursos.

Se requiere entonces investigar y conocer a mayor profundidad el fenómeno del cambio climático, y no

sólo a escala global, sino también regional e incluso lo-cal, para adoptar medidas de mitigación de las causas de este fenómeno, siempre que sea factible, y sobre todo de adaptación al mismo, dado que algunos efectos son ya evidentes y han dado inicio ya procesos de cambio global que parecen irreversibles.

Para el Instituto Nacional de Ecología de la Semar-nat (INE), en particular, el cambio climático se ha convertido en uno de los temas más importantes en su agenda de investigación. Por esto, se ha creado recien-temente la Coordinación del Programa de Cambio Cli-mático, que depende directamente de la presidencia del INE. La creación de esta coordinación eleva el nivel que se le otorga a la investigación sobre cambio climático, y facilita que el grupo de funcionarios encargados del tema interactúe directamente con otras áreas del instituto y de la Semarnat, e incluso con funcionarios de otras es-feras del gobierno federal, de otros niveles de gobierno, de organismos internacionales, y de instituciones acadé-micas, empresariales y no gubernamentales, entre otras, para establecer los vínculos de colaboración esenciales para realizar sus tareas.

El INE reconoce la utilidad que la investigación sobre todos los aspectos relacionados con el cambio climático tiene para el país, en especial para informar a la sociedad y a los tomadores de decisiones. Resal-tan, por su trascendencia, los temas relacionados con la vulnerabilidad de México al cambio climático, es-pecialmente a escalas regional y local, y más recien-temente también la investigación sobre posibles me-didas de adaptación ante el cambio climático, dada la creciente preocupación sobre la inminencia del fenó-meno y su agravamiento a una escala y una velocidad a las que sería difícil para la sociedad y el medio natural adaptarse.

El tema de la mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero es otro al que se le ha dado prepon-derancia dentro la agenda de investigación sobre cambio

Introducción

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Cambio climático

climático, al igual que se le ha dado, como se mencionó anteriormente, a escala nacional. Dentro de este tema, destaca la investigación aplicada al desarrollo de tecno-logías y la evaluación de políticas enfocadas a los sectores energía y transporte. Para México, es importante contri-buir a la reducción de emisiones globales de GEI, aunque el país no tiene establecidos ni metas ni compromisos cuantitativos en este sentido frente a la comunidad in-ternacional. Más importante es, en todo caso, que la mi-tigación de emisiones de GEI produzca beneficios adicio-nales para la sociedad, lo cual es un criterio importante para el INE al determinar los apoyos que otorga para el desarrollo de la investigación que sustente la instrumen-tación y aplicación de políticas, medidas y tecnologías en el tema de la mitigación de GEI.

La investigación sobre cambio climático, tal como se concibe en el INE, parte de reconocer la “transversali-dad” del tema y sus vínculos con prácticamente todos los sectores productivos, y con una amplia variedad de actores. También precisa la conjunción de fuerzas, desde la de los posibles donadores que puedan apoyar el de-sarrollo de proyectos de investigación, hasta la de las propias universidades y centros de investigación que se encarguen de su ejecución.

Panorama mundial

La comunidad internacional ha emprendido acciones para enfrentar el cambio climático, siendo las más no-tables la firma de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), y de su Protocolo de Kioto, que establece metas concretas de re-ducción de emisiones de GEI para los países desarrolla-dos durante un primer periodo de compromisos que va de 2008 a 2012. México firmó la Convención en 1992, y la ratificó en 1993, ésta entró en vigor el 21 de marzo de 1994. Con respecto al Protocolo de Kioto, México lo firmó en 1998, el Senado de la República lo ratificó por

unanimidad en 2000; y entró en vigor a nivel internacio-nal en 2005.

El objetivo de la CMNUCC y el Protocolo de Kyoto es lograr la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a niveles que eviten la interferencia antropogénica riesgosa en el sistema climá-tico. Idealmente, debe llegarse a tales niveles dentro de un periodo suficiente para permitir que los ecosistemas se adapten naturalmente al cambio climático, que no se amenace la producción de alimentos y que se permita el desarrollo económico de manera sustentable.

A la fecha, dentro de los compromisos actuales de México ante la CMNUCC, como país No Anexo I, pueden destacarse: 1) elaborar comunicaciones nacionales sobre el tema y presentarlas al Secretariado de la convención; 2) realizar y actualizar periódicamente su inventario de emisiones antropogénicas de gases de efecto invernade-ro, por fuentes y sumideros; y 3) formular programas que contengan medidas de mitigación y adaptación.

México ha cumplido en tiempo y forma con estos compromisos. En lo que hace a las comunicaciones na-cionales, México ha sido el segundo país No-Anexo I en presentar su Primera Comunicación Nacional, en 1997. Esta primera comunicación se elaboró con resultados del estudio de país, que tuvo financiamiento y asesoría técnica de Estados Unidos, para la elaboración del Pri-mer inventario nacional de emisiones de gases de efecto invernadero, de estudios para evaluar posibles medidas para la mitigación de emisiones, y los primeros estudios sobre vulnerabilidad y adaptación al cambio climático. Posteriormente, en 2001, México se convirtió en el pri-mer país No-Anexo I en presentar su Segunda Comuni-cación Nacional, que contiene una actualización y mejo-ra sustancial del INEGEI 1994-1998, y un informe sobre nuevos estudios y acciones para la mitigación y la adapta-ción, así como para la evaluación de la vulnerabilidad del país, el desarrollo de escenarios de emisiones, y el estado de la investigación científica y tecnológica. Actualmente,

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se está preparando la Tercera Comunicación Nacional de México ante la CMNUCC, que incluye la actualización del inventario nacional de GEI 1990-2002, y una serie muy amplia de estudios e informes, de los que se presen-tan detalles más adelante.

El objetivo es planificar y coordinar la investigación sobre cambio climático en México, que incluye la divul-gación de la misma, para darla a conocer a la comunidad académica y a la población en general.

Es importante profundizar lazos de colaboración con organismos nacionales e internacionales, así como forta-lecer su participación en la negociación de acuerdos inter-nacionales en materia de cambio climático, para fomen-tar el desarrollo de capacidades nacionales en el tema.

El INE, desde 1992, ha realizado acciones para miti-gar y adaptarse al cambio climático, mediante la búsque-da de beneficios adicionales para la sociedad y la protec-ción del medio ambiente.

El INE tiene un papel fundamental en el desarrollo de las comunicaciones nacionales ante la CMNUCC, siendo ésta una de sus tareas fundamentales en el área de cambio climático. Igualmente, el INE desempeña un papel preponderante en el asesoramiento técnico y científico para las delegaciones mexicanas que asisten a las negociaciones internacionales, en particular en el marco de la CMNUCC. El personal de la Coordina-ción del Programa de Cambio Climático ha participa-do directamente en dichas negociaciones, en especial cubriendo la agenda de sus órganoss subsidiarios, el de Asesoramiento Científico y Tecnológico (OSACT), y el de Ejecución (OSI).

El INE es punto focal nacional ante el Panel Intergu-bernamental sobre Cambio Climático (PICC), y da se-guimiento y participa regularmente en sus trabajos. Es de resaltar, dentro de las actividades recientes del PICC, que el INE coorganizó y fue anfitrión de la Reunión de Trabajo del Grupo II, que tuvo lugar en Mérida, Yuca-tán, del 16 al 19 de enero de 2006, con el propósito de

avanzar en la compilación y el análisis de los capítulos que se incluirán en el volumen dedicado a impactos, vulnerabilidad y adaptación, que serán parte del Cuar-to Informe de Evaluación del PICC. Este informe está actualmente en proceso de elaboración y será publicado a fines de 2007; y en él contribuyen 12 investigadores mexicanos como autores líderes (tres como autores lí-deres coordinadores de capítulo), quienes cubren ade-más un rango muy amplio de temas; mientras que en el Tercer Informe de Evaluación, que se publicó en 2001, intervino como autor líder o revisor solamente un ex-perto mexicano.

El INE cumple con las tareas que implica la represen-tación nacional de México ante el Instituto Interameri-cano de Investigación sobre el Cambio Global (IAI, por sus siglas en inglés). El presidente del INE fungió hasta mayo de 2006 como presidente del consejo ejecutivo de este importante instituto regional de investigación. Una de las tareas realizadas bajo su presidencia, fue la 21ª Re-unión del Consejo Ejecutivo (CE) del IAI, que se celebró en Puerto Vallarta, Jalisco, México. Esta reunión tuvo como tema más destacado la aprobación de los proyectos a ser financiados bajo la segunda ronda del programa de Redes de Investigación Cooperativa (CRN-II) que cuen-ta con un fondo aproximado de $10 millones de dólares, provenientes en su mayor parte de la Fundación Nacio-nal para la Ciencia (NSF, por sus siglas en inglés) de Es-tados Unidos.

El INE participa en la Red Iberoamericana de Ofi-cinas de Cambio Climático (RIOCC), presentada ofi-cialmente en la Décima Conferencia de las Partes de la CMNUCC, celebrada en Buenos Aires, Argentina, en diciembre de 2004. Esta red se creó por iniciativa del gobierno español para facilitar la cooperación interna-cional en el intercambio de posiciones y propuestas co-munes en materia de desarrollo y cambio climático, así como la firma de acuerdos para el desarrollo de tecno-logías limpias. El Mecanismo de Desarrollo Limpio del

Panorama mundial

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Cambio climático

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Protocolo de Kioto y la adaptación al cambio climático conforman una parte importante en los objetivos de la red, los que incluyen la promoción de la integración del tema del cambio climático en las estrategias de ayuda oficial al desarrollo, facilitar la relación entre los sec-tores público y privado, y apoyar la creación de capa-cidades y conocimiento, incluyendo la transferencia de tecnología, la observación sistemática y las opciones de adaptación al cambio climático.

El tamaño de la economía de México y su grado de desarrollo dentro de los países No-Anexo I, hacen posible que en el futuro pueda asumir ciertos compro-misos de mitigación, tal vez de forma voluntaria y sin penalizaciones asociadas al incumplimiento, para los siguientes periodos de compromisos del Protocolo de Kioto. En este sentido, el INE debe continuar con la investigación en conjunto con otras dependencias gu-bernamentales, académicas y sociales, de las opciones de mitigación de emisiones de GEI que mejor se ajus-ten a las actividades socioeconómicas de México.

Por otro lado, los resultados de las evaluaciones de la vulnerabilidad y la adaptación a la variabilidad y al cam-bio climático en los diferentes sectores y regiones del país, coordinadas por el INE, aportarán los elementos necesarios para las gestiones hacia una apertura mundial en las negociaciones sobre esta temática.

Conclusiones

El trabajo de investigación sobre cambio climático que se desarrolla en el INE, para la toma de decisiones y la defi-nición de la posición de México en foros internacionales, es fundamental y debe mantenerse, con la finalidad de mejorar el desempeño de los negociadores de México en el ámbito internacional.

Inventario Nacional de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero

Los inventarios nacionales de emisiones de gases de efec-to invernadero (GEI), no controlados por el Protocolo de Montreal, informan sobre la contribución por tipo de gas, para cada fuente y sumidero dentro de las catego-rías que lo integran. Lo anterior permite identificar los sectores de la economía que más contribuyen con sus emisiones, en los cuales deben concentrarse los esfuer-zos para identificar las opciones de mitigación de emi-siones de GEI.

Desde 1994, el INE coordina la elaboración del in-ventario de emisiones de GEI; en 1995 publica el primer inventario de emisiones de GEI, con cifras de 1990, den-tro de las actividades del “Estudio de País: México ante el Cambio Climático”, financiado por el “US Country Studies Program” y el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés), a través del Pro-grama de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Las emisiones para este inventario fueron estimadas con la primera metodología del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (PICC). En el segundo inventa-rio se aplicaron las metodologías revisadas por el PICC, publicadas en 1996. Este inventario cubrió los años 1994, 1996 y 1998, y se publicó en 2001.

Cabe mencionar que todo inventario de emisiones que realice el INE para ser presentado ante la CMNUCC y el país, deberá buscar la mejora continua en su realiza-ción y publicación. Una parte de este proceso ha sido la recopilación y la generación de información que sea útil para los fines del inventario. Para esto se observó la ne-cesidad de tener una interacción mayor con los respon-sables de la generación de la información, para reducir la incertidumbre.

El almacenamiento de la información para estimar las emisiones de gases de efecto invernadero se realiza a través de las hojas de cálculo del PICC, las cuales han

Panorama mundial

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Cambio climático

sido usadas por los expertos para realizar el inventario en cada categoría. Se instaló un sistema para el registro del inventario en la página electrónica del INE.

El principal propósito es la generación de inventarios de GEI de mayor calidad, que se logra a través de talleres y estudios para mejorar el proceso del inventario y la ase-soría a instituciones involucradas en el tema.

En el 2002 se logra integrar el segundo inventario de GEI con cifras de 1994, 1996 y 1998 en un sistema inte-ractivo, el cual se distribuyó en un disco compacto con la Segunda Comunicación Nacional; dicho documento se puede consultar en la página del INE.

El estudio para la Mejora del Inventario de Gases de Efecto Invernadero (INE, 2003a) se realizó con recursos de la Agencia para la Protección Ambiental de Estados Uni-dos (US EPA, por sus siglas en inglés) y tuvo como objetivo identificar errores cometidos en el último inventario, de acuerdo con la evaluación realizada por la consultora ICF, contratada por la US EPA.

En este mismo estudio se realiza un análisis de fuen-tes clave, las cuales se definen como aquellas que repre-sentan el 95% del total del inventario. Esta evaluación mostró que las fuentes clave más importantes por nivel, en 1996, son el transporte con el 13% de las emisiones, seguida por uso del suelo con el 12% y la generación de la electricidad con el 11%.

Se realizó la actualización 2000-2001 del inven-tario en los sectores transporte y emisiones fugitivas de metano (INE, 2003b). Los resultados indican que el consumo de energía del sector transporte aumen-tó 25% en el periodo 1990-2001. El mayor aumento, del 77%, se tuvo en la navegación marítima nacional, en tanto que la aviación nacional aumentó 53%, y el transporte automotor 24%. En el transporte por fe-rrocarril el consumo de combustibles disminuyó 22%. Se estima que en 2001 el consumo de energía para el transporte internacional (aéreo y marítimo) represen-tó el 15% del consumo total.

Las emisiones fugitivas de metano en 1999 alcanza-ron 49.3 Tg en CO2 eq.; en 2001 fueron de 46.4 Tg en CO2 eq., similar a los niveles de 1997.

A fines de 2004 se realizó el taller de consulta para la Tercera Comunicación Nacional, con fondos GEF/PNUD. En este taller se discutió la importancia del in-ventario y se recopilaron ideas para mejorar la recolec-ción de datos y fortalecer las capacidades institucionales, entre otros.

A partir de 2005, el INE realiza los trabajos para la actualización del Inventario Nacional de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero 1990-2002 (INE, 2006a), con recursos fiscales de la US EPA y del GEF/PNUD. Se elaboró el documento “Aspectos Metodológicos del INE-GEI 2002”, el cual indica los principios que debe contener cada informe y recoge las observaciones a los estudios pasados; se elaboraron formatos guía para la revisión y la verificación de cada sector del inventario. Se diseñó un formato para conjuntar la información referente a las emisiones de cada categoría, así como la metodología utilizada y la estimación de la incertidumbre. Se man-tuvo comunicación constante con las instituciones que generan y proporcionan información y con los expertos responsables de cada categoría.

En este inventario se estiman las emisiones de 1990 a 1998 para todos los sectores, además de dos nuevos sec-tores, así como nuevos datos de actividad y mejores fac-tores de emisión. Para la categoría “uso del suelo, cambio de uso de suelo y silvicultura” sólo se presentan las emi-siones promedio 1993-2002.

Los resultados preliminares del inventario mues-tran que las emisiones para 2002 fueron de 553,329 Gg en equivalente en CO2, lo que representa un aumento del 30% respecto a 1990 (sin considerar la categoría uso del suelo, cambio de uso del suelo y silvicultura (US-CUSS).

En 2002, la contribución de las diferentes categorías de emisión de GEI, en términos de CO2 equivalente, es la

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siguiente: energía 61% (389,497 Gg); USCUSS 14% (89,854 Gg); desechos 10% (65,584 Gg); procesos industriales 8% (52,102 Gg) y agricultura 7% (46,146 Gg).

Durante el periodo 1990-2002, trece fuentes contri-buyeron con el 95% de las emisiones; destacan como las más importantes las subcategorías de transporte, pro-ducción de electricidad y manufactura e industria de la construcción, seguidas de la fermentación entérica, la re-finación del petróleo y las emisiones fugitivas del sector petróleo y gas natural. Siete de las trece fuentes pertene-cen a la categoría “energía”.

Se diseñó e incluyó en la página del INE un sistema computarizado para la captura y la actualización del in-ventario (INE, 2005a), alimentado con las bases de da-tos generadas como parte de los estudios del inventario 1990-2002. Una ventaja del sistema es que puede ser usa-

do para estudios por las diversas instituciones educati-vas y gubernamentales para el desarrollo de indicadores. Cabe mencionar que el sistema despertó interés en va-rios países de Centroamérica.

Se trabajó conjuntamente con la Dirección de Calidad del Aire de la Subsecretaría de Gestión de la Semarnat y la Dirección General de Investigación sobre la Contami-nación Urbana, Regional y Global del INE, para integrar los diferentes inventarios de emisiones locales y globales en el Sistema Nacional de Emisiones (Semarnat, 2005).

El World Resources Institute, el World Business Council for Sustainable Development y la Subsecretaría de Fomento y Normatividad Ambiental de Semarnat, trabajan desde 2004 en el Protocolo para el Registro de Emisiones Voluntarias de GEI con la industria, para identificar las posibilidades de reducción de emisiones de GEI y someter proyectos al MDL. El INE brinda ase-

soría técnica sobre metodologías a este grupo de trabajo.

El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) invitó al INE, junto con otras instituciones, a desarrollar indicadores de transporte, los cuales se trabajan con dependencias similares de Estados Unidos y Canadá; la aportación del INE son las emisiones de GEI y gases criterio (gases de efecto invernadero indirecto) para los sectores automotor, ferroviario, navegación na-cional y aviación nacional, para los años 1994, 1996, 1998 y 2002.

La Subsecretaría de Planeación y Po-lítica Ambiental de Semarnat, a través de la Dirección General de Estadística e Información Ambiental, utiliza la in-formación del inventario para desarro-llar los indicadores ambientales que se publican periódicamente.

Figura 1 Contribución a las emisiones de GEI por categoría en 2002

Inventario nacional de

gases de efecto invernadero

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Cambio climático

En 2002 y 2003, la CMNUCC invitó al INE a realizar una revisión “in-depth” del inventario de emisiones de GEI de Hungría, Latvia y Noruega. Cabe mencionar que el INE ha nominado expertos nacionales que han cola-borado en la revisión de otros inventarios. A solicitud del PICC, el INE revisó y utilizó la Base de Datos sobre Factores de Emisión para los inventarios nacionales de gases de efecto invernadero, la cual se puede consultar en el sitio del PICC.

Se colaboró con la Secretaría de Energía y la Agen-cia Internacional de Energía Atómica en el desarrollo del proyecto Comparative Assessment of Energy Options and

Strategies until 2025 (IAEA, 2005) que utilizó el modelo ENPEP. El INE aportó factores de emisión y desarrolló el capítulo de emisiones de GEI en 2002.

En 2004, se impartieron los cursos ”Capacitación so-bre la Actualización del Inventario Nacional de Emisio-nes de Gases de Efecto Invernadero en el Sector Trans-porte y Emisiones Fugitivas en la Industria del Petróleo” y “Visita técnica de fortalecimiento de capacidades en inventarios de contaminantes criterio y gases de efecto invernadero Perú-México”.

La información de las emisiones del inventario ha sido incluida en las estadísticas de algunas organizaciones in-

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ternacionales, como es el caso de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

El compromiso de la siguiente administración será actualizar y mejorar el inventario.

Conclusiones

La elaboración del inventario es un proceso de mejora continua; para lograrlo se requiere sistematizarlo, lo cual involucra a las instituciones que generan información re-querida por la metodología del PICC; la idea es que en los futuros inventarios sean esas instituciones las que llenen las hojas de cálculo, e ir estimando las emisiones en for-ma más detallada hasta llegar a una contabilización de “abajo hacia arriba”.

A medida que el inventario crezca en requerimientos de información y complejidad, se requerirá mejorar los procedimientos para iniciar, procesar, revisar, registrar y publicar los inventarios, con el fin de agilizar las actuali-zaciones, y detectar y corregir errores. Cada informe rea-lizado incluye una serie de recomendaciones específicas, así como el registro de observaciones al informe final del inventario, que es muy importante tomar en cuenta.

Es importante también realizar estudios de factores de emisión nacionales y sustituir los valores por defecto propuestos por el PICC, para reducir la incertidumbre en las estimaciones.

Una vez aprobadas por las Partes de la Convención, las nuevas metodologías del PICC para estimar las emi-siones de GEI serán adoptadas. Cabe mencionar que el sector agricultura se integrará con el uso del suelo, cam-bio de uso del suelo y silvicultura.

Mitigación en el área energética

El INE, a través de la Coordinación del Programa de Cambio Climático, es responsable del desarrollo de estu-dios sobre la mitigación de emisiones de GEI, de escena-

rios de emisiones futuras, y de análisis de los beneficios adicionales o cobeneficios de la reducción de emisiones locales y globales.

La evidencia científica del PICC y de otras fuentes se-ñala que una de las principales causas del incremento de la concentración de bióxido de carbono (CO2) y de otros GEI en la atmósfera, causantes del cambio climático glo-bal, es la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo y sus derivados, y gas natural) (Cfr. Tercer Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental.

Los datos de la actualización del Inventario Nacio-nal de Emisiones de GEI 1990-2002 señalan que la con-tribución del sector energía en 2002, en términos de CO2 equivalente, representó 61% de las emisiones, con 389,497 Gg. (INE-Semarnat, 2006).

México contribuye con cerca de 1.5% de las emisiones globales de GEI, ubicándose dentro de los 15 países con mayores emisiones por quema de combustibles fósiles en el mundo. Las emisiones per cápita de nuestro país son del orden de 1.4 toneladas de carbono, ubicándose en el lugar 80 a nivel mundial (Baumert, 2004).

El INE lleva a cabo estudios de mitigación de emi-siones de GEI y participa en grupos técnicos nacionales e internacionales sobre el tema, con el propósito de for-talecer su capacidad técnica en la materia y para apor-tar elementos técnicos a los tomadores de decisiones de nuestro país.

Los resultados de las investigaciones en la materia permiten cumplir con los compromisos internacionales de México como Parte No-Anexo I de la CMNUCC, es-tablecidos en sus artículos 4 y 12, referentes a la elabora-ción de comunicaciones nacionales.

El INE ha realizado y coordinado estudios de medidas de mitigación con el propósito de analizar el potencial y los costos de estas medidas. En 1997 coordinó el estudio académico “Apoyo para un Plan de Acción Nacional”. En el sector energético, el análisis de las tecnologías de miti-gación de GEI se centró en el incremento de la eficiencia

Conclusiones

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Cambio climático

energética, la sustitución de combustibles y la implanta-ción de estándares y normas para reducir el consumo de energía.

A fin de conocer las emisiones futuras de GEI en México, el INE contribuyó en la elaboración del “Modelo de demanda de energía primaria y final”. Dicho modelo desagrega la economía nacional en dos grandes rubros: la división de los sectores productivos (PEMEX, CFE, agro-pecuario, comercial, público y de servicios, transporte e industria) y la de sectores consumidores (residencial). Para el cálculo de las emisiones asociadas a los consumos energéticos históricos y a las proyecciones de energía, se empleó una matriz de fuentes y contaminantes.

En 2000 el INE coordinó el estudio “Apoyo a la Ofi-cina Mexicana para la Mitigación de Emisiones de Ga-ses de Efecto Invernadero en el Área de Energía”, que presentó una metodología para la elaboración de in-ventarios de emisiones de GEI asociadas al consumo de energía en México, y el análisis de costos y beneficios de opciones de mitigación. El estudio tuvo como objetivo apoyar las acciones del gobierno de México para el es-tablecimiento de la Autoridad Nacional Designada para propósitos del MDL.

En 2001 se evaluaron diversos estudios, elaborados con fondos del Banco Mundial, sobre medidas de mitiga-ción de emisiones en el sector energético. Entre los estu-dios se encuentra: “Eficiencia energética en inmuebles de los sectores público y privado en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM)”, “Estudio de prefactibili-dad para introducir autobuses híbridos en la prestación del servicio público de transporte de pasajeros en la ZMVM” y “Uso masivo de la energía solar en sustitución de combustibles fósiles en la ZMVM”.

Como parte de los esfuerzos del INE para apoyar las actividades en materia de energías renovables del gobier-no federal, se participó en el “Programa piloto de promo-ción y venta de calentadores solares orientado al sector residencial en México”, convenio firmado en 2002 por la

Comisión Nacional para el Ahorro de Energía (CONAE), la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (CANACINTRA), la Asociación Nacional de Energía So-lar (ANES) y el propio instituto.

En 2003 se participó en un grupo de trabajo coor-dinado por la CONAE para el análisis de un proyecto piloto de calentamiento solar en el sector residencial de la ZMVM, que permitiera modelar los mecanismos de financiamiento y sustentar un programa de gran escala.

Desde 2004, el INE es miembro del Comité Técnico del Premio Nacional de Energía Renovable, coordinado por la CONAE. Se participa en la evaluación de la in-formación presentada por los concursantes y se funge como jurado calificador. Asimismo, el INE es miembro del Subcomité en Investigación y Desarrollo de las Ener-gías Renovables (SCIDER), constituido por la Secretaría de Energía (SENER) a fin de identificar los elementos que puedan ser utilizados para el desarrollo de las energías renovables en México. También forma parte de la Subco-misión de Ahorro de Energía en el Transporte, coordina-do por la CONAE.

En 2002 el INE llevó a cabo el estudio “Control con-junto de la contaminación atmosférica urbana y de emi-siones de gases de efecto invernadero en la Zona Me-tropolitana del Valle de México”, con el que se evaluó la reducción de emisiones de contaminantes criterio y de GEI de algunas medidas del Programa para Mejorar la Calidad del Aire en la Zona Metropolitana del Valle de México (PROAIRE 2002-2010) y de estudios de reduc-ción de emisiones de GEI. Se concluyó que es posible re-ducir un 3.1% las emisiones de CO2 proyectadas al año 2010 por medio de las medidas evaluadas del PROAIRE. Adicionalmente, se determinó que la instrumentación del PROAIRE puede realizarse a un costo 20% menor del informado en dicho documento.

En 2003 se llevó a cabo el estudio “Beneficios Locales y Globales del Control de la Contaminación en la Zona Metropolitana del Valle de México”. Se alcanzaron los

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Cambio climático

siguientes objetivos: 1) estimar el ahorro monetario del mejoramiento en la salud derivado de la reducción de la contaminación del aire, simultáneamente con la reduc-ción de emisiones de GEI; 2) comparar los costos y los beneficios de medidas específicas de mitigación de emi-siones; 3) fortalecer la capacidad de la evaluación inte-grada de temas ambientales y económicos en organismos del gobierno federal y local.

El estudio concluyó que con las cinco medidas anali-zadas es posible reducir anualmente la exposición a par-tículas en 1% del nivel de ozono máximo diario en 3% y la reducción de emisiones de GEI en 2% (más de 300,000 toneladas de carbono equivalente anuales). Se estimó que el beneficio monetario en salud pública para el periodo 2003-2020 es cercano a $200 millones de dólares anuales.

Los estudios dieron como resultado las siguientes pu-blicaciones internacionales:

• Quantification of Local and Global Benefits from Air Pollution Control in Mexico City. Environmental Science & Technology. 2005. Vol. 39, no. 7. pp.1954-1961

• Co-control of Urban Air Pollutants and Greenhouse Gases in Mexico City. Environmental Science and Technology. 2004. 38: 3474-3481.

La experiencia obtenida en la ZMVM condujo al INE a colaborar con la Universidad de Guadalajara en el de-sarrollo del estudio Control Conjunto de las Emisiones Locales y Globales en la Zona Metropolitana de Guada-lajara, que será terminado a finales de 2006.

En 2003 el INE llevó a cabo seminarios con represen-tantes del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (INFONAVIT), el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE), desarrolladores de proyectos de vivienda y expertos en materia de agua y energía, con el propósito de explorar oportunidades para la incorporación de tecnologías eficientes en proyectos

habitacionales; como resultado se firmó un convenio de colaboración entre el FIDE e INFONAVIT, cuyo objetivo es el desarrollo de acciones que permitan promover el ahorro de energía eléctrica en las viviendas, con el bene-ficio adicional de la reducción de emisiones de GEI.

El convenio es una de las primeras iniciativas en el mundo que pretenden llevar a cabo un programa piloto para la incorporación de alternativas de ahorro de ener-gía eléctrica en las viviendas de interés social. Las medi-das propuestas son: luminarias con lámparas compactas fluorescentes, aislamiento térmico, ventanas térmicas y equipo eficiente de aire acondicionado.

En 2004 el INE participó en un grupo de trabajo para la elaboración de la guía de uso eficiente de la energía en la vivienda, coordinada por la Comisión Nacional de Fomento a la Vivienda (CONAFOVI).

Para dar seguimiento a los trabajos sobre viviendas, en 2006 se llevaron a cabo los estudios “Realización de mediciones de energía eléctrica en viviendas de interés social para el análisis de ahorros energéticos” y “Valora-ción de ecotecnologías para mejoras en eficiencia ener-gética en viviendas de interés social en Torreón, Coahui-la y Mexicali, Baja California”. A través de estos estudios se determinaron los consumos de energía eléctrica en usuarios residenciales de interés social, y se estimó su impacto en la reducción de emisiones de GEI.

En 2004 el INE coordinó el estudio “Modelación del impacto económico de la mitigación de emisiones de GEI”, cuyo propósito fue el desarrollo de un modelo general de equilibrio que sirva de herramienta para de-terminar el efecto económico y ambiental de diferentes políticas de mitigación de emisiones de CO2. El modelo evalúa distintos escenarios para toda la economía mexi-cana, y contrasta los impactos en el Producto Interno Bruto (PIB), en la balanza de pagos, en el nivel de capital acumulado y en las emisiones de GEI.

En 2005, se coordinó el estudio “Escenarios de emi-siones y medidas de mitigación de gases de efecto inver-

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nadero en sectores clave (transporte y desechos)”. En el sector desechos se incluyeron dos escenarios: el tenden-cial y el sustentable, basados en las prospectivas oficiales para los sectores agua y energía eléctrica. El estudio ac-tualiza los inventarios de emisiones de GEI de los sub-sectores residuos sólidos y plantas de tratamiento de aguas residuales municipales e industriales. Desarrolla escenarios de emisiones de gas metano del sector dese-chos para 2020, y realiza un análisis de costo-beneficio para cada uno de los escenarios. En el sector transporte se proponen medidas de mitigación para el escenario al año 2020 a nivel nacional. El estudio considera el ren-dimiento de combustible (km./l) para diversos tipos de combustibles y vehículos.

En 2006 el INE coordinó el estudio “Proyección de emisiones por sector y gas para los años 2008, 2012 y 2030”. Los sectores analizados fueron definidos con base en la importancia de su contribución a las emisiones na-cionales. Para la construcción del escenario base se con-sideró información oficial previamente publicada, com-plementada con información adicional de los sectores involucrados, previamente validada con las secretarías correspondientes.

Para la construcción de escenarios se utiliza la plata-forma computacional LEAP para relacionar el consumo de energía de los diferentes sectores de la oferta y de-manda de energéticos, las variables de crecimiento eco-nómico y poblacional, y las emisiones de GEI. El estudio concluirá en octubre de 2006.

Como parte de las funciones y atribuciones del INE en materia de cambio climático, se participa en las reuniones de los órganos subsidiarios de la CM-NUCC, en grupos de trabajo del PICC y en foros na-cionales e internacionales en materia de mitigación de emisiones de GEI, tales como el “Diálogo sobre Acciones Futuras para Abordar el Cambio Climático Global”, coordinado por el Centro para Políticas de Aire Limpio (CCAP, por sus siglas en inglés). Entre

los objetivos del diálogo se encuentra el intercambio de conocimientos sobre medidas tecnológicas y sec-toriales para la mitigación de emisiones de GEI. A fi-nales de 2005 el INE participó en un grupo de trabajo técnico con el CCAP y el Centro Mario Molina para la definición de un estudio de evaluación de tecnolo-gías en el área energética.

Las investigaciones sobre mitigación de emisiones de GEI, modelación de emisiones y co-beneficios, han apor-tado elementos para la elaboración de comunicaciones de México ante la CMNUCC, y para la toma de decisio-nes.

La información sobre las opciones de mitigación de GEI y sus costos, escenarios de emisiones y de co-be-neficios, es utilizada por el gobierno federal, gobiernos locales, investigadores, organismos no gubernamentales, sector privado y público en general, para la toma de de-cisiones.

México ha pronunciado en foros internacionales su disposición de asumir compromisos voluntarios de re-ducción de emisiones de GEI, motivo por el cual resulta fundamental evaluar las medidas, programas y acciones de mitigación, así como sus costos y posibles beneficios adicionales en la economía. Por lo anterior, el INE debe continuar con la evaluación de opciones de mitigación en los sectores clave, identificados por los inventarios nacio-nales de emisión de GEI.

Dicha información será útil tanto para la definición de las posturas de México en las negociaciones interna-cionales sobre compromisos de mitigación de emisiones de GEI, como para el diseño de políticas nacionales en la materia.

Es fundamental desarrollar metodologías y factores de emisión adecuados a las condiciones de México para determinar las reducciones de emisiones de GEI atribui-bles a políticas, medidas y acciones de mitigación en el sector energético.

Mitigación en el área energética

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Cambio climático

Conclusiones

Con base en sus funciones y atribuciones en materia de cambio climático, el INE ha fortalecido sus capacidades y promovido acciones en materia de mitigación de emisio-nes de GEI con actores clave del gobierno federal e ins-tituciones de investigación, tanto a nivel nacional como internacional.

Para hacer frente a los escenarios de crecimiento de las emisiones de GEI de nuestro país, se debe con-tinuar con los trabajos en materia de mitigación, a fin de aportar los elementos técnicos para la toma de de-cisiones nacionales y las bases necesarias en las rondas de negociación internacional en materia de cambio climático.

Mitigación en el área forestal

Prácticamente todos los ecosistemas de la Tierra han sido transformados de forma significativa por las ac-tividades propias del ser humano. En la segunda mi-tad del siglo XX, los ecosistemas se modificaron a un ritmo mayor que en ningún otro momento de la his-toria de la humanidad. Algunos de los cambios más importantes han sido la transformación de grandes extensiones de bosques, selvas y praderas en tierras de cultivo; el desvío y almacenamiento de agua dulce en represas; y la pérdida de zonas de manglares y de arre-cifes de coral.

La quema de combustibles fósiles y los cambios en el uso del suelo (principalmente la deforestación) son las principales fuentes de emisión de GEI, que a una elevada concentración incrementan la temperatura de la superfi-cie de la Tierra, propiciando una serie de alteraciones en el sistema climático global, que a su vez se manifiestan en la incidencia de eventos climáticos extremos cada vez más frecuentes e intensos (sequías, inundaciones, incen-dios forestales, etc.).

El tema del cambio climático cobra importancia en México a principios de la década de los años 90, a raíz de la firma, ratificación y entrada en vigor de la CM-NUCC para México. Es en 1994 cuando con el apoyo financiero y técnico del gobierno de Estados Unidos a través del U.S. Support for Country Studies to Address Climate Change que se realiza el proyecto “Estudio de País”, el cual comprendió tres áreas: inventarios, esce-narios y vulnerabilidad. En este estudio se realizó una evaluación de la vulnerabilidad que tendrían los eco-sistemas forestales de México como consecuencia de la aplicación de tres modelos de cambio climático. Los modelos aplicados predicen un aumento en la tempe-ratura; el impacto más significativo ocurriría en las zonas templadas en donde se establecen comunidades vegetales como los bosques de coníferas (pinos, abetos) o latifoliadas (como los encinos), algunos pastizales naturales y matorrales. Al ser éstas especies de climas templados, significa que no soportan las condiciones cálidas, y que no poseen la capacidad adaptativa para soportar esas temperaturas; esto hace suponer que un incremento en la temperatura tendría efectos drásticos en la vegetación de esas zonas, y su distribución se vería dramáticamente reducida, e incluso en algunos casos desaparecería (Villers y Trejo, 2004).

En México, el sector uso del suelo, cambio de uso del suelo y silvicultura, de acuerdo con el Pri-mer Inventario Nacional de Emisiones de GEI (año base 1990) y su respectiva actualización (datos para 1996) (Masera et al., 2000a), publicado en 2001 (INE 2001), representa la segunda fuente de emisiones, con aproximadamente el 30% del total, sólo después de la quema de combustibles fósiles para la generación de energía.

Por otro lado, México presenta condiciones naturales muy propicias para las acciones de mitigación en el área de recursos naturales (De Jong et al., 2004a), con una su-perficie de 50 millones de ha de bosques cerrados y con

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alrededor de 62 millones de ha forestales con vegetación semiárida, como matorrales y otros.

En la actualidad, varias actividades del país, cuyo ob-jetivo es atender prioridades nacionales de desarrollo, simultáneamente contribuyen a reducir la tasa actual de crecimiento de las emisiones de GEI. Por ejemplo, la conservación y el manejo adecuados de los bosques na-turales, las alternativas para disminuir la deforestación, así como la reforestación de las tierras degradadas y de-forestadas, y el fomento de los sistemas agroforestales. De acuerdo con Masera y Sheinbaum (2004), el sector forestal podría aportar aproximadamente el 65% de la mitigación de GEI al año 2010.

Los principales proyectos de mitigación de emisiones de GEI en el área forestal fueron: a) Scolel Té: captura de carbono y manejo forestal sustentable en Chiapas; b) silvicultura sustentable en la Sierra Norte de Oaxaca; c) cultivo de la salicornia, en Bahía de Kino, Sonora; y d) proyecto de Acción Climática de Calakmul, entre otros.

Sólo Scolel Té (De Jong et al., 2004b) logra vender bo-nos de carbono, establece una estructura administrativa formal (fideicomiso) y sistematiza su funcionamiento (plan vivo). Los demás proyectos se quedaron en la etapa de estudio de factibilidad, dado que no hubo instituciones que financiaran su instrumentación. Algunos de ellos, como el de Silvicultura sustentable en la Sierra Norte de Oaxaca, y el de Cultivo de la salicornia en Bahía de Kino en Sonora, buscan la posibilidad de registrarse como proyectos de captura de carbono dentro del MDL.

También destaca el estudio Consolidación de la Ofici-na Mexicana para la Mitigación de Gases de Efecto Inver-nadero en el sector forestal (Masera et al., 2000b), finan-ciado por el Banco Mundial y elaborado conjuntamente por el Instituto de Ecología de la UNAM y El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR); dicho documento tuvo como fi-nalidad apoyar la realización de propuestas, el proceso de toma de decisiones, y la evaluación de los proyectos desti-nados a la captura de GEI en el sector forestal.

El estudio La Modelación de la Deforestación en México e Implicaciones para Proyectos de Captura de Carbono (Brown et al., 2003), financiado por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (US-AID por sus siglas en inglés), aborda aspectos relaciona-dos con la conservación forestal (es decir, deforestación evitada), lo cual constituye un tipo único de proyectos de uso del suelo, cambio de uso del suelo y silvicultura (LULUCF por sus siglas en inglés). Varios países, entre ellos México, han mostrado interés en el desarrollo de proyectos de conservación forestal dado su potencial para desalentar la deforestación e incluso revertir las al-tas tasas existentes en nuestro país, lo cual podría gene-rar reducciones importantes de emisiones de GEI. Este estudio cobra importancia desde el momento en que se han iniciado las negociaciones en la CMNUCC para el establecimiento de un esquema de incentivos para la re-ducción de la deforestación en países en desarrollo.

El estudio Land Use, Land Use Change and Forestry, realizado por el Centro de Investigaciones en Ecosistemas de la UNAM y El Colegio de la Frontera Sur, y financiado por la US EPA, tuvo como objetivo el establecimiento de un sitio de Internet interactivo con mapas digitales de uso del suelo y cubierta vegetal; asimismo, se construyeron mapas de densidad de carbono de las principales clases de vegetación y de emisiones, entre otros productos. Este es-tudio facilitará a los tomadores de decisiones la evaluación del potencial de los proyectos de mitigación de GEI, así como la identificación de áreas prioritarias para la mitiga-ción en este sector, tomando en consideración criterios e indicadores sociales, económicos y ambientales.

En 2003 se elaboró el manual Lineamientos técnicos a considerar por la Oficina Mexicana de Mitigación de Gases de Efecto Invernadero, para la aprobación de pro-yectos de captura de carbono del sector forestal mexica-no, dentro del marco del MDL, que consistió en facilitar, a los interesados en el desarrollo de proyectos en este sector, una descripción de todos los pasos y requisitos

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Cambio climático

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para el desarrollo de este tipo de proyectos, de manera amena y sobre todo en idioma español, facilitando con ello la labor de la Autoridad Nacional Designada, en la revisión y aprobación de dichos proyectos.

El INE participó en el proyecto: Asistencia Técnica para el Desarrollo de un Índice de Carbono para México, financiado por la USAID, que buscó fortalecer las capaci-dades del país para estimar la cantidad de CO2 en bioma-sa perdida o ganada en el tiempo; facilitar el intercambio de información entre los principales involucrados en el análisis de las existencias de carbono en México; iden-tificar elementos que limitan el poder de informar con exactitud las pérdidas y ganancias de carbono, así como recomendar formas de enfrentar dichas limitaciones. Como resultado del estudio se hicieron recomendacio-nes para mejorar las estimaciones de carbono del país en este sector en particular.

México es integrante del Proceso de Montreal (Se-marnat, 2003), en un Grupo de Trabajo sobre criterios e indicadores para la conservación y el manejo susten-table de los bosques templados. Cabe resaltar la amplia participación del INE en este grupo, en la elaboración del Criterio Número Cinco (Mantenimiento de la Con-tribución de los Bosques al Ciclo Global del Carbono), para lo cual fue de suma importancia la utilización de los resultados del inventario nacional de emisiones de GEI en el sector LULUCF de 1996.

Programa Mexicano del Carbono (PMC)

Fue creado formalmente por un grupo de expertos mexi-canos coordinados por el INE, a finales de 2005. El PMC está integrado por cuatro áreas temáticas: ecosistemas te-rrestres, acuáticos, atmósfera y dimensión humana. Tiene como misión la coordinación de las actividades científi-cas de los estudios del ciclo del carbono que se realicen en México, y actuar como contraparte científica frente a pro-gramas similares en otros países, entre otras.

En 2006 el INE apoya una serie de actividades que fortalecen al PMC; destacan su presentación ante los medios de comunicación, el diseño de una página web dentro del portal de cambio climático del INE, y la rea-lización de un taller sobre metodologías e instrumenta-ción para la investigación sobre carbono en ecosistemas de México.

La información científica generada o coordinada por el INE se realiza en el contexto del Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006 y del Programa Nacional de Medio Ambiente 2001-2006, y para dar cumplimiento a los compromisos internacionales adquiridos por México ante la CMNUCC.

Entre los retos y oportunidades se hallan:

• Colaborar estrechamente con algunas secretarías en el intercambio de información necesaria para la elaboración del inventario nacional de emisiones de GEI.

• Desarrollar esfuerzos para la elaboración de inventa-rios estatales, que complementen la información del inventario nacional de GEI.

• Mejorar continuamente las estimaciones de las emi-siones de GEI en el sector de uso del suelo, cambio de uso del suelo y silvicultura, es recomendable reali-zar estudios para: i) las estimaciones sobre incremen-tos en biomasa; ii) las estimaciones de factores de ex-pansión; iii) mayor precisión en la estimación de la tala ilegal; iv) delimitación de las coberturas foresta-les; v) las estimaciones sobre densidades de biomasa por tipo de vegetación; vi) las estimaciones en arbus-tos y hierba; y vii) contar con un mayor número de si-tios de muestreo y de distribución de los suelos en la República Mexicana.

• Continuar el desarrollo de estudios para conocer el potencial de captura de carbono en sistemas agrofo-restales, agro-silvo-pastoriles, y afines; técnicas de cultivo de conservación (p. ej. abonos verdes, arado

Mitigación en el área

forestal

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Cambio climático

mínimo) y agricultura orgánica (café, cacao, aguaca-te, vainilla y otros cultivos perennes domesticados en México o con posibilidades de cultivarse en sistemas agroforestales).

• Continuar el desarrollo de estudios sobre líneas base en proyectos de aforestación y reforestación dentro del MDL.

• Difundir y fomentar el desarrollo de proyectos de captura de GEI.

• Estimación de factores de emisión nacionales.

Conclusiones

Los bosques proporcionan una serie de bienes y servicios ambientales que en los últimos años han empezado a co-brar importancia.

Los ecosistemas forestales tienen la doble función de constituir fuentes de emisión o reservorios netos (sumi-deros) de carbono, por lo que es importante continuar con estudios para comprender con mayor certeza dicho proceso y fomentar el desarrollo de proyectos dentro del MDL.

Vulnerabilidad y adaptación

México, por su ubicación geográfica, topografía y as-pectos socioeconómicos, es especialmente vulnera-ble a los impactos de la variabilidad y del cambio cli-mático, así como a los eventos hidrometeorológicos extremos.

En la década de 1990 se incrementó la preocupa-ción de México por los potenciales impactos adversos del cambio climático en el desarrollo económico, en la sustentabilidad y la productividad de las actividades hu-manas, así como de los ecosistemas naturales; principal-mente por el incremento de la temperatura, del nivel me-dio del mar y de la frecuencia e intensidad de fenómenos hidrometeorológicos extremos.

A través del INE y en conjunto con otras dependen-cias de la administración pública federal y de la acade-mia, se realizaron evaluaciones de la vulnerabilidad ante el cambio climático de sectores y regiones priori-tarios como agua, agricultura, bosques, zonas costeras del Golfo, asentamientos humanos y zonas industriales. La información de las evaluaciones está disponible en El estudio de país: México (INE 1995) y en la Primera Comunicación Nacional de México ante la CMNUCC (INE, 1997).

Las conclusiones más relevantes que se obtuvieron a partir de los resultados de esas evaluaciones fueron:

1. Existe una creciente desertificación en el centro y el norte del país, una reducción del potencial agrícola y dificultades para el suministro de agua a poblacio-nes.

2. Se proyecta que las planicies costeras van a ser afec-tadas por el incremento del nivel del mar.

3. Se prevé un incremento de eventos hidrometeoroló-gicos extremos.

4. Existe una alta probabilidad de que los sistemas fo-restales se vean afectados por una mayor incidencia de incendios.

5. Se espera un incremento de la pérdida de biodi-versidad.

Los resultados obtenidos de las evaluaciones per-mitieron al INE y al gobierno de México: i) conocer y evaluar la vulnerabilidad del país al cambio climático en diferentes sectores de relevancia, como lo son agua, agricultura y bosques; ii) cumplir con los compromisos internacionales que tiene México ante la CMNUCC, al servir como insumos para desarrollar las comunicacio-nes nacionales; y iii) detectar y definir acciones concre-tas a realizar por el INE, en materia de vulnerabilidad y adaptación al cambio climático, a través de la Coordina-ción del Programa de Cambio Climático (anteriormente

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Cambio climático

Dirección de Investigación de Cambio Climático), con el fin de ampliar el conocimiento nacional en esta área, y sobre todo de impulsar estudios de adaptación al cambio climático.

Realizar evaluaciones de la vulnerabilidad ante los impactos del cambio climático en los diferentes sectores del país, para identificar, desarrollar e instrumentar me-didas y estrategias de adaptación que permitan reducir la vulnerabilidad y aumentar la capacidad adaptativa y la resiliencia de la sociedad y de los ecosistemas al cambio climático, con un proceso que incluya la participación de los actores clave.

El recursos hídrico es considerado por el gobierno de la República un tema de seguridad nacional. El INE realizó un estudio de caso en Hermosillo, Sonora, con el objetivo de determinar esquemas de trabajo entre auto-ridades, actores clave y académicos locales, que resulta-ran en propuestas de medidas de adaptación al problema de disponibilidad de agua. Se seleccionó esta ciudad por presentar un problema de disponibilidad de agua, ade-más de que ejemplifica la problemática de gran parte del país en cuanto a sobreexplotación de acuíferos y la competencia por el agua entre sectores, como el urbano y el agrícola, y en algunos casos el industrial y el turístico (INE, 2004a).

El proceso de evaluación de la problemática del agua es una buena oportunidad para analizar el tema del cam-bio climático dentro del proceso de formulación de nue-vas políticas y programas hídricos. La metodología em-pleada en el proyecto puede servir como modelo a seguir en otros proyectos de adaptación, tanto en México como en otros países.

Para fomentar el desarrollo de capacidades en materia de evaluación de la vulnerabilidad y opciones de adapta-ción al cambio climático, el GEF a través del PNUD fi-nanció el proyecto regional para Centroamérica, México y Cuba (INE, 2004b), el cual comenzó en 2004 y termi-nará a finales de 2006.

Cada país seleccionó sectores prioritarios de estu-dio. En México, el proyecto se llevó a cabo en el estado de Tlaxcala y consideró tres sectores socioeconómicos identificados de gran importancia: agua, agricultura y bosques. Se cuenta con un primer resultado que corres-ponde a la evaluación de la vulnerabilidad actual (INE, 2005b), que presenta al estado de Tlaxcala ante condi-ciones extremas en el clima, principalmente en tempera-tura y precipitación.

Se espera que el esfuerzo regional sobre la adapta-ción al cambio climático permita una caracterización de la vulnerabilidad actual y futura de los sistemas se-leccionados; la identificación de opciones de adaptación viables y factibles que permitan aminorar los impactos actuales y futuros, considerando aspectos socioeconó-micos, ambientales y naturales de manera integrada; y la identificación de estrategias de adaptación que incluya recomendaciones para el incremento de la capacidad de comunidades rurales a adaptarse al cambio climático y la variabilidad climática, mediante el fomento de procesos participativos que involucren desde tomadores de deci-siones gubernamentales hasta usuarios finales y la socie-dad en su conjunto.

Aunque se avanza en la generación y el aprovecha-miento de pronósticos del tiempo, el mayor reto está en la generación de capacidades entre científicos, autorida-des de gobierno y en general, entre usuarios de informa-ción climática.

En 2004 se reunieron expertos nacionales en mode-lación del clima de distintos centros e institutos de in-vestigación del país y agencias de pronósticos climáticos internacionales, con la finalidad de analizar los recursos y necesidades tecnológicas para generar información cli-mática de utilidad a los encargados de planificar y tomar decisiones, al igual que para el público en general.

Los resultados de esta iniciativa, coordinada por el INE, están disponibles en el informe “Evaluación de Mo-delos y Construcción de Capacidades para la Evaluación

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para generar un plan de implementación del programa y para definir las estrategias y los pasos inmediatos para establecer el programa en cinco componentes: i) mode-los, ii) procesos, iii) datos, iv) evaluación, y v) educación, comunicación y usos de la información climática. De este estudio se destaca la integración de un documento descriptivo del Plan Científico del programa que destaca los elementos que deberán ser considerados en el PNMC. Los resultados pueden ser consultados en “Elaboración de la Estrategia de Implementación del Programa de Mo-delación del Clima” (INE, 2005c).

La importancia de la instrumentación del programa radica en el uso de modelos que prueben hipótesis cientí-ficas sobre los procesos y refuercen el conocimiento sobre el clima del país, permitiendo analizar las consecuencias de las variaciones y tendencias del clima, para desarro-llar estrategias de respuesta, oportunas y eficaces.

Con el propósito de identificar a nivel nacional a los in-vestigadores que trabajan en el tema del cambio climático y para coordinar los esfuerzos de investigación, en 2002 el INE coordinó la elaboración del inventario de los investi-gadores e instituciones nacionales en esta materia. Poste-riormente, en 2005, el INE solicitó la actualización de este inventario. Las bases de datos e informes de estos estudios están disponibles en los informes “Potencial de Investiga-ción Científica y Tecnológica” (INE 2002) e “Investigación Científica y Tecnológica en México” (INE, 2006b).

Los resultados indican que la investigación en materia de cambio climático va en aumento y por lo tanto cobra mayor relevancia. La distribución de contactos identifi-cados es de 520, de los cuales 74 pertenecen a programas de posgrado y 446 son investigadores. El Distrito Federal es la entidad con mayor número de investigadores, y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) sobresale como la principal institución que concentra el mayor número de investigadores. El sector privado tam-bién ha contribuido en parte a la generación de investi-gación en la materia.

Adaptación al cambio climático en Hermosillo, Sonora

El esfuerzo de este proyecto cobró gran relevancia al ser una de las primeras iniciativas formales en México en ma-teria de adaptación al cambio climático. Se enfocó a los problemas del agua en el entorno inmediato a la ciudad de Hermosillo; y con la participación de actores clave se decidió analizar las siguientes opciones de adaptación:

1) Promoción de una “cultura del agua” dirigida a usua-rios (uso de aparatos ahorradores de agua en los ho-gares).

2) Mejoramiento de la eficiencia en el consumo de agua y energía en viviendas urbanas.

3) Mejor manejo de eventos extremos de lluvia (captura y almacenamiento de escurrimientos).

De acuerdo con el análisis de las propuestas, con una inversión total de $23 millones de pesos, para instalar apa-ratos ahorradores de agua en el 100% de los hogares de Hermosillo que cuentan con medidor, se tendría un ahorro estimado de 15 millones de m3, lo cual significaría un aho-rro de aproximadamente $78 millones de pesos. También se encontró que los diseños de arquitectura bioclimática (orientación, forma, tipo de materiales, aislantes naturales, etc.) contribuyen de manera significativa en la reducción del consumo de energía y ahorro del agua en los hogares.

de la Vulnerabilidad al Cambio Climático” (INE, 2004c), en el cual se presenta un diagnóstico de las capacidades existentes en el país, así como las etapas básicas para la construcción de un Programa Nacional de Modelación del Clima (PNMC).

En seguimiento a la iniciativa de crear el PNMC, el INE coordinó en 2005 un segundo estudio en el tema,

Vulnerabilidad y adaptación

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Cambio climático

Las políticas y medidas de adaptación y mitigación del cambio climático tendrían mejores oportunidades de éxito si se diseñan e implementan a nivel estatal o local, como es el caso del “Plan Estatal de Acción Climática para el estado de Veracruz” que se inició en 2006 y ter-minará en 2008.

La información que se genere con este estudio ten-drá un alto valor para la sociedad y los tomadores de decisiones del país y del estado seleccionado. De igual forma, se espera que el proceso de elaboración del Plan Estatal de Acción Climática sea replicable en otros es-tados del país.

Otro de los estudios a nivel regional se centra en el estado de Morelos, con la finalidad de evaluar su vulne-rabilidad ante los efectos de la variabilidad climática y el cambio climático en los sectores hídrico y agrícola, lo cual permitirá desarrollar medidas de adaptación ante el cambio climático. Los resultados parciales se presen-tarán en la Tercera Comunicación Nacional de México ante la CMNUCC.

En 2006 se lleva a cabo un estudio para evaluar los posibles impactos del cambio climático en el sector tu-rístico en Cancún, Quintana Roo, por el incremento en la frecuencia de huracanes bajo diferentes escenarios climáticos. Se espera que los resultados estimen el cos-to económico de dichos impactos del cambio climático, con el fin de proponer medidas de adaptación que per-mitan mantener a esta región como uno de los polos más importantes de atracción turística. Actualmente, el sector turismo es la tercera fuente generadora de divisas del país. Los resultados del estudio se presentarán en la Tercera Comunicación Nacional de México ante la CM-NUCC.

Otro estudio en desarrollo, de gran utilidad para el sector energético, identifica y estima el incremen-to potencial de la demanda de energía eléctrica como consecuencia del cambio climático. Dicha información aportará elementos para los tomadores de decisiones

en la planificación del sector. Resulta importante tener en cuenta los impactos por eventos hidrometeorológi-cos extremos sobre las plataformas petroleras, presas, y torres y líneas de transmisión eléctrica; por ello, el INE solicitó el estudio a la UNAM. Los resultados del estudio se presentarán en la Tercera Comunicación Nacional de México ante la CMNUCC.

El INE inició, en colaboración con el Instituto Na-cional de Salud Pública (INSP), la evaluación de los im-pactos del cambio climático en la salud de la población, enfocándose en enfermedades transmitidas por vectores y parásitos, como paludismo y diarreas, así como por los golpes de calor. Los resultados del estudio se presentarán en la Tercera Comunicación Nacional de México ante la CMNUCC.

En 2006 se analizan los resultados del Estudio de País (1994-1996) a través del estudio Análisis de escenarios de cambio climático y vulnerabilidad de sectores clave en México y propuestas de adaptación (INE, 2006c). Este estudio considera los avances en materia de modelación del clima, detección de señales de cambio climático, el análisis de vulnerabilidad en el mundo en general, así como el manejo de la incertidumbre del clima futuro. Se actualizarán los escenarios de cambio climático a escala regional, para obtener diagnósticos del riesgo que a fu-turo enfrentarán los sectores de análisis, considerando algunas opciones estratégicas de adaptación y sus impli-caciones prácticas. Los resultados del estudio se presen-tarán en la Tercera Comunicación Nacional de México ante la CMNUCC.

Con la intención de conocer las capacidades nacio-nales sobre la implementación de los objetivos y metas de la CMNUCC, la Convención de Diversidad Biológi-ca (CDB) y la Convención de la Naciones Unidas para Combatir la Desertificación (CNUCD), para identificar aquellas capacidades nacionales (individuales, institu-cionales y sistémicas) que requieran ser desarrolladas en las diferentes instituciones involucradas, y para fomentar

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la sinergia entre estas tres convenciones, se lleva a cabo el estudio “Auto Evaluación de Capacidades Nacionales para la Instrumentación de las Convenciones de Cambio Climático, Biodiversidad y Lucha Contra la Desertifica-ción” (INE, 2006d), coordinado por la Subsecretaría de Planeación y Política Ambiental de la SEMARNAT con la participación del INE, entre otras instituciones.

Con la finalidad de fomentar la sinergia entre los estu-dios relacionados con biodiversidad y cambio climático, el INE coordina un estudio con el Instituto de Biología de la UNAM, para evaluar los impactos del cambio cli-mático en especies de vertebrados endémicos de México, que proponga medidas de adaptación y de conservación de dichas especies. Los resultados del estudio se presen-tarán en la Tercera Comunicación Nacional de México ante la CMNUCC.

El INE con la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), inició la fase de preparación de un proyecto mul-tianual, con apoyo técnico y financiero del Banco Mun-dial, mediante el cual se instrumentarán medidas de adaptación al cambio climático en humedales del Gol-fo de México, con la finalidad de proteger sus funciones medioambientales y su biodiversidad ante los impactos del cambio climático. El proyecto fomentará la sinergia para cumplir los objetivos de las Convenciones de CDB y CMNUCC.

Los usuarios de la información sobre vulnerabilidad y adaptación al cambio climático son el gobierno federal, gobiernos locales, investigadores y público en general, para la toma de decisiones en la materia.

El cambio climático constituye sin duda el mayor reto ambiental del presente siglo. Los estudios realizados en el mundo permiten concluir que aunque persisten cier-tas incertidumbres respecto a la magnitud y los tiempos en que ocurrirá, ya es claro para la mayoría que por un lado, es necesario actuar para reducir emisiones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a través de la mi-tigación, pero también es necesario iniciar acciones que

permitan la adaptación, para reducir la vulnerabilidad al cambio climático en diversos sectores socioeconómicos. La combinación de la mitigación y la adaptación lleva así a la reducción del riesgo ante el cambio climático.

Para reducir la vulnerabilidad, lo primero es pregun-tarse: ¿quién es vulnerable? y ¿a qué es vulnerable? Diver-sos estudios muestran que, esencialmente, el factor que más nos preocupa es la disponibilidad del agua, al verse afectado el ciclo hidrológico. México es un país donde los sectores relacionados con el agua son altamente vulnera-bles. La agricultura, los bosques y el manejo del agua ya muestran signos de una alta vulnerabilidad a periodos se-cos. El retraso de las lluvias en el verano de 2005 resultó en graves pérdidas en el sector agrícola. Los periodos de transición invierno-primavera se asocian regularmente con incendios forestales. El reto de proveer de agua a una población de economía creciente es de gran magnitud, principalmente en el norte del país.

En casi todos los sectores, la planeación requiere de un buen diagnóstico y manejo del riesgo. En aquellos en que la amenaza es de origen hidrometeorológico, se han desarrollado metodologías para reducir el riesgo mediante los avances en el diagnóstico y pronóstico de condiciones de peligro. Es decir, la amenaza se valora cuantitativamente (incluso en el sentido probabilístico), mientras que la vulnerabilidad se estima cualitativamen-te a través de la experiencia de impactos pasados, con algunos análisis de la resiliencia.

En el caso del cambio climático, se han tenido lo-gros importantes para generar escenarios regionales. Pero aún es necesario trabajar en construir productos “hechos a la medida” de las necesidades del tomador de decisiones o del responsable de planeación. Por ejemplo, ya no basta con conocer las probabilidades de aumento de la temperatura y de los cambios en precipitación, sino que se requiere también generar información sobre pro-babilidades de eventos extremos, de cambios en el ciclo del agua por cuenca, o sobre las posibilidades de rebasar

Vulnerabilidad y adaptación

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Cambio climático

valores climáticos umbrales que definen un riesgo into-lerable en determinado sector.

En este sentido, el INE ha apoyado un plan que lleve en el corto plazo a construir el Programa de Modelación del Clima en México. Bajo tal iniciativa es un reto el apro-vechar las capacidades existentes en México y en algunos de los grandes centros de estudios climáticos del mundo, para que en conjunto se mejore la capacidad en materia de bases de datos climáticos, análisis de procesos, uso y evaluación de modelos para predicción climática estacio-nal y para generación de escenarios de cambio climático, así como en estrategias de comunicación de la informa-ción y formación de recursos humanos. Este último pun-to es fundamental en un país donde los especialistas en estudios climáticos modernos son escasos.

Aunque se ha avanzado en el estudio cualitativo y cuantitativo de la vulnerabilidad de México a la varia-bilidad y el cambio climático, la mayor parte de los aná-lisis carecen de una clara metodología para proyectar vulnerabilidad a futuro. Existen numerosos especialis-tas de las ciencias sociales y económicas en esta ma-teria. Sin embargo, es un reto necesario trabajar con equipos multidisciplinarios de especialistas de las cien-cias naturales para en conjunto valorar el riesgo bajo el cambio climático.

Finalmente, será fundamental que en los proyectos que apoye y coordine el INE en estos temas, se con-sidere como prioritaria la formación de recursos hu-manos, principalmente con el objetivo de aumentar la capacidad del país en materia de gestión de riesgo ante el cambio climático. Los costos de un manejo inade-cuado del riesgo han sido muy altos para México, y es sabido que la prevención paga al menos al seis por uno. El INE ha promovido el diálogo entre especialistas de muy diversas disciplinas y, en gran medida, los logros obtenidos se deben a su carácter científico multidisci-plinario. El reto del cambio climático requiere que las instituciones de investigación sigan esta filosofía para

que las nuevas generaciones de mexicanos vivan en un país mejor preparado.

Conclusiones

El INE apoyó en los últimos años estudios para el diag-nóstico de la vulnerabilidad en regiones específicas de Sonora, Tlaxcala, Veracruz, Morelos y la Ciudad de México, entre otras. Sin embargo, falta establecer una visión integral de la vulnerabilidad del país y sus secto-res socioeconómicos. En este sentido se debe fortalecer

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la construcción de un Plan de Acción Climática que con-sidere los aspectos físicos del problema, en combinación con los aspectos del desarrollo del país en un marco de cambios en el recurso clima. Bajo tal perspectiva multi-disciplinaria se pueden discutir acciones de adaptación con actores clave, trabajo que requiere un adecuado es-quema de comunicación.

Adaptarse al cambio será necesario para muchos sec-tores considerados clave para México. La Tercera Comu-nicación Nacional de México sobre Cambio Climático presentará y analizará los impactos del clima futuro en sectores como salud, biodiversidad, energía o turismo. En conjunto con trabajos en materia de vulnerabilidad en bosques, agua y agricultura, las propuestas de adap-tación requerirán considerar aspectos de interrelaciones entre sectores, de forma tal que la adaptación en un sec-tor considere las características de los otros. Por ello, en los años por venir y a medida que las acciones de adap-tación al cambio climático comiencen a implementar-se, serán necesarios estudios con una visión integrada de los sectores. Los primeros pasos en esta dirección se comienzan a dar dentro del proyecto de Generación de Capacidades para la Adaptación al Cambio Climático en México, Cuba y Centroamérica.

Se reconoce la necesidad de una valoración diferente de las evaluaciones de adaptación para integrar aspec-tos de cambio climático en el desarrollo nacional. Se ha identificado la necesidad de un examen de políticas y medidas pertinentes, y la integración de la vulnerabili-dad frente al clima con las condiciones socioeconómicas y los modelos de desarrollo sustentable.

Sensibilización de la sociedad ante el cambio climático

A partir de la evidencia científica del PICC sobre las mo-dificaciones en las temperaturas de la tierra y los océa-nos, el deshielo en los polos, el incremento del nivel del

mar; en conjunto, lo que por primera vez se denominó “cambio climático” o “cambio global” durante la Cumbre de Río en 1992, el gran reto es dar a conocer a la comuni-dad mundial el fenómeno.

Uno de los principales compromisos de México es el cumplimiento del Artículo 6 de la CMNUCC, en el que se menciona la elaboración y la aplicación de programas de educación y sensibilización del público, así como el acceso a la información, entre otros aspectos.

A partir de diciembre de 2000, el INE, con sus nue-vas atribuciones de investigación en materia de cambio climático, realiza acciones de difusión, entre las que des-taca la página de Internet http://www.ine.gob.mx/. En la página se presentan publicaciones sobre las investigacio-nes que realiza el INE en la materia y que se distribuyen en foros nacionales e internacionales, así como en biblio-tecas públicas e instituciones de educación superior. De igual manera, se difunde el tema del cambio climático en medios de comunicación (radio, prensa y televisión).

En 2005 se desarrolló el portal sobre cambio climático, con fondos del PNUD. Los temas que se pueden consultar en el portal son: 1) Para comprender el cambio climático, 2) Cambio climático y gobierno, 3) La investigación sobre el cambio climático, 4) Las organizaciones no gubernamen-tales y el cambio climático, 5) El sector privado y el cambio climático, y 6) El cambio climático y los medios nacionales e internacionales. El portal se encuentra dentro de la página del INE (http://cambio_climatico.ine.gob.mx/), y se presen-tó en los medios de comunicación nacionales.

Se diseñó un video promocional sobre el portal, que se dio a conocer durante la 11ª Conferencia de las Partes (COP) de la CMNUCC, en Montreal, Canadá, en 2005, con la ayuda del consulado de México en ese país.

Las comunicaciones nacionales ante la CMNUCC constituyen una vía mediante la cual se difunden las ac-ciones y los logros obtenidos en materia de cambio climá-tico, y también los problemas y las preocupaciones sobre el tema, hacia una audiencia amplia del país, que incluye

Conclusiones

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Cambio climático

mación sobre el tema, con objeto de establecer convenios de intercambio.

Conclusiones

La difusión y la concientización de los temas en torno al cambio climático a la sociedad y los tomadores de deci-siones, hará más fácil la tarea para comprender el pro-blema del cambio climático y para desarrollar e instru-mentar acciones que permitan mitigar las emisiones de GEI y reducir la vulnerabilidad a los efectos adversos del cambio climático. Por lo anterior es importante que el INE continúe trabajando con especialistas para desarro-llar estrategias de difusión y comunicación de la infor-mación del cambio climático.

a tomadores de decisiones, ONG, comunidad científica y educativa, sector privado, medios y público en general.

La Coordinación del Programa de Cambio Climáti-co, con apoyo del PNUD, desarrolló un cuento dirigido a niños de entre 10 y 12 años, en el que se abordan los dife-rentes temas que se relacionan con el cambio climático. Los resultados se presentarán como parte de la Tercera Comunicación de México ante la CMNUCC.

El tema del cambio climático ha comenzado a per-mear en la sociedad; no obstante, todavía queda mucho por hacer. Se requiere intensificar los programas de difu-sión, a fin de dar a conocer la información sobre el cam-bio climático a todos los grupos de la sociedad.

Es importante utilizar los contactos que el INE ha es-tablecido con instituciones que generan y manejan infor-

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266

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267

Capacitación

Capacitación y difusión

[267]

Introducción

La capacitación ambiental es una actividad esencial del Instituto Nacional de Ecología, ya que es fun-damental dentro de su misión: “la generación de

información científica y técnica sobre problemas ambien-tales y la capacitación de recursos humanos, para infor-mar a la sociedad, apoyar la toma de decisiones, impul-sar la protección ambiental, promover el uso sustentable de los recursos naturales, y apoyar a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales en el cumplimien-to de sus objetivos”.

Como brazo científico del sector medio ambiente y recursos naturales, el INE debe asegurar que la política ambiental esté basada en el mejor conocimiento cientí-fico y tecnológico disponible. Este propósito general, se apoya en cuatro líneas de actividad institucional de las que destaca la capacitación especializada. De esta ma-nera, se tiene el compromiso de contribuir a fortalecer la capacidad de respuesta de funcionarios y técnicos mexi-canos pertenecientes a los tres órdenes de gobierno. Para cumplir con este compromiso, el INE fomenta y estable-ce vínculos de colaboración con centros de investigación afines nacionales e internacionales y la cooperación téc-nica en temas relacionados con la contaminación atmos-férica y el manejo de residuos, el ordenamiento ecológico, la conservación de ecosistemas, la economía ambiental, y el cambio climático principalmente.

En el INE la capacitación se conceptualiza como una herramienta que busca mejorar el desempeño profesio-nal a muy alto nivel con una conciencia de prevención, en apoyo al desarrollo de políticas ambientales, especial-mente en lo relacionado a la gestión de la calidad del aire y al manejo adecuado de residuos sólidos y peligrosos. Si bien aún no cuenta con un sistema para identificar la demanda de capacitación ambiental en el país, la agen-da de capacitación se ha podido construir con base en las principales áreas de investigación y vinculación in-

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terinstitucional que ha desarrollado a través del tiempo, reconociendo que en muchos de los casos, la planeación de los cursos de capacitación se hace en forma reactiva a las demandas que plantean diversas autoridades ambien-tales de los tres órdenes de gobierno.

A continuación se describen las acciones de capacita-ción que llevaron a cabo las distintas áreas del INE.

Dirección General de Investigación sobre la Contaminación Urbana, Regional y Global

Los eventos de capacitación realizados por la DGICURG sobre calidad del aire cubrieron temas generales de pro-blemas y política ambientales, contaminación atmosféri-ca, y, también, aspectos más específicos relativos al ma-nejo de información y análisis de datos; evaluación de los impactos de la contaminación en el ambiente; el desarro-llo del Inventario Nacional de Emisiones 1999 y el mane-jo de herramientas de modelación de la calidad del aire, principalmente.

Las capacitaciones relacionadas con temas generales se han ofrecido en colaboración con instituciones aca-démicas nacionales y de otros países. Entre ellas, cabe destacar como uno de los logros de mayor trascendencia por su valor curricular y nivel académico el programa de “Maestría en gestión ambiental y salud”, ya que se desa-rrolló en colaboración con la Universidad deHARVARD y el Massachusetts Institute of Technology (MIT), insti-tuciones que cuentan con prestigio internacional que las posiciona entre las mejores del mundo. Este programa inició en 2002, con los primeros tres alumnos provenien-tes del sector público federal, contando al momento con tres generaciones de egresados; desafortunadamente, por cuestiones administrativas, el programa debió inte-rrumpirse temporalmente en 2005.

Por otra parte, también relacionado con institucio-nes extranjeras, se participó en cursos de posgrado so-

bre gestión ambiental de la Universidad de Harvard y del Massachusetts Institute of Technology con temas relacio-nados con calidad del aire en México, estándares de emi-siones, entre otros; cabe mencionar que la Universidad de Harvard ofreció el curso simultáneamente por inter-net a alumnos registrados de todo el mundo. También, se colaboró en cursos sobre calidad ambiental y de vida, or-ganizado entre la Universidad de Harvard y la Universi-dad de Berna, impartido en Moscú, Rusia. Asimismo, se participó en el programa de salud pública en México, or-ganizado para alumnos de la Northwestern University, de EUA, que se imparte en coordinación con la Escuela de Medicina de la Universidad Panamericana de la Ciudad de México, ofreciendo tutorías de investigación con te-mas de exposiciones a contaminantes ambientales, salud infantil y medio ambiente e impartiendo seminarios con temas de calidad del aire y contaminación ambiental. Por último, a nivel nacional, se han impartido seminarios a los alumnos de doctorado en la Facultad de Economía de la UNAM, con temas sobre contaminación atmosférica, evaluación de impactos en la salud y política.

Por otra parte, en temas más específicos de manejo de datos, elaboración de inventarios, etc. destaca el curso de capacitación que se impartió para representantes del Consejo Nacional del Ambiente de Perú para el fortale-cimiento de capacidades en inventarios de emisiones de contaminantes criterio y gases de efecto invernadero. De igual forma se realizaron un taller sobre contaminación atmosférica y matemáticas, organizado en colaboración con el Instituto de Investigación en Matemáticas Aplica-das y Sistemas (IIMAS) y el Instituto de Matemáticas de la UNAM, impartido en forma conjunta por la Universi-dad de Washington, el California Air Resources Board y el INE.

Por otra parte, la elaboración del Inventario Nacio-nal de Emisiones-1999, publicado en septiembre de 2006, requirió un importante esfuerzo de capacitación a nivel nacional, en particular bajo la forma de talleres, entre los

Contaminación urbana, regional

y global

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Capacitación

que destacan aquellos para la revisión de las versiones preliminares del dicho inventario, así como aquellos con el ánimo homologar los principios, métodos y estánda-res para la elaboración del mismo. Por ello, se llevaron a cabo talleres regionales en Querétaro, Qro., Culiacán, Sin., Cancún, Q. Roo y en la Ciudad de México, todos ellos en colaboración con la Comisión para la Coopera-ción Ambiental de América del Norte y la Asociación de Gobernadores del Oeste de Estados Unidos (Western Governors’ Association, WGA).

Un tercer capítulo de importancia fundamental es la difusión y capacitación de herramientas y técnicas para la utilización de modelos de calidad del aire y para la modelación de escenarios que utilizan información de los inventarios de emisiones. En este capítulo destacan los cursos de capacitación para aplicar diversos mode-los (SMOKE, Sparse Matrix Operator Kernel Emissions-SMOKE; Advanced training with the Comprehensive Air Quality Model with Extensions-CAMx; y, Environmental Benefits Mapping and Analysis Program-BenMAP), or-ganizados en colaboración con la Agencia de Protección al Ambiente de Estados Unidos (EPA) y con el apoyo téc-nico y financiero de la WGA.

Los eventos de capacitación sobre sustancias quími-cas se relacionaron con los proyectos prioritarios de este tema que se han llevado a cabo en el INE, incluyendo metodologías para evaluaciones de riesgo, el cumpli-miento con los compromisos de país en el marco de la Convención de Estocolmo y las gestiones para la elimi-nación del uso del lindano en México. Puede decirse que la función central que tuvo el Inventario Nacional de Emisiones-1999 como guía para la capacitación sobre temas de calidad del aire, lo cumplió el Plan Nacional de Implementación del Convenio de Estocolmo, para el área de sustancias químicas.

En este contexto se realizaron foros nacionales sobre investigación de COPs en México, en los que se aborda-ron las dificultades para su análisis en diversas matrices

ambientales; la comparabilidad de resultados, los riesgos a la salud humana y a los ecosistemas, las perspectivas ciudadanas, y, en forma importante, la vinculación de las actividades de investigación de la comunidad científica con las prioridades del Plan Nacional de Implementación (PNI) de la Convención de Estocolmo en México.

Finalmente, el compromiso adquirido por México en el marco de la Comisión de Cooperación Ambiental de América del Norte para preparar planes de acción regio-nal para lindano y para dioxinas/furanos y hexacloro-benceno y el hecho de que el lindano esté considerado en el Convenio de Estocolmo como un candidato a futuras acciones regulatorias, condujeron a la realización de tres talleres sobre usos del lindano en México, en colabora-ción con otras direcciones generales de SEMARNAT. En estos talleres participaron representantes de la industria, la academia, ONGs y sector público y permitieron elabo-rar un informe que representa un insumo para el proceso de toma de decisiones relativas a la regulación de los usos del lindano en México.

Dirección General de Investigación de Política y Economía Ambiental

En el INE la capacitación en materia de economía y po-lítica ambiental toma dos formas diferentes. La primera es a través de presentar los resultados de investigación en ponencias o como profesores invitados en los eventos de capacitación de otras instituciones públicas y organis-mos internacionales. En este sentido la actividad podría ser clasificada como un subconjunto de la difusión. En otras instancias, el programa de capacitación es diseña-do por el propio INE y responde a las necesidades perci-bidas por el instituto como las más importantes de aten-der en la materia.

La línea de capacitación más importante desde el 2004 es la de diseño de programas de pago por servicios ambientales a nivel local. Estas actividades se refuerzan

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270

en 2005 cuando el INE asume como meta presidencial el capacitar a los gobiernos estatales o municipales in-teresados en echar a andar sus propios programas y continúan en 2006 con el compromiso de dar soporte a quienes avanzan ya en estas iniciativas. Esta capacita-ción incluye temas como la comparación entre sistemas de PSA aplicados en México y otros países, el estado del conocimiento científico de la relación agua-bosque, el di-seño del impuesto o derecho ambiental para financiar los programas, la economía de la deforestación y el diseño de reglas para la mejor focalización. A finales de 2006 el proyecto de mercados locales de servicios ambientales de CONAFOR recibe un préstamo del Banco Mundial y una donación del GEF, y los trabajos de capacitación del INE forman parte del compromiso del gobierno de México frente a estas dos instituciones y frente a los pro-pietarios colectivos o individuales de los bosques.

En capacitación en materia del uso de herramientas de análisis de políticas públicas el INE ha colaborado con la Universidad de California en Berkeley para dar cursos a funcionarios públicos del área ambiental. Estos cursos fueron a nivel federal en el año 2004 y a nivel estatal en 2006. Contando con la presencia de los expertos a nivel mundial en la materia, tales como los profesores Eugene Bardach y Michael Hanemman, estos eventos cubren los principales conceptos y herramientas de análisis, así como revisión de una serie de casos. Para México se eligieron dos temas básicos: los problemas de calidad y cantidad de agua y las negociaciones de localización de centros de tra-tamiento y confinamiento de residuos peligrosos.

Al interior de la Semarnat destacan los cursos de capacitación en materia de análisis costo-beneficio para la normatividad, valoración económica de daños y bene-ficios ambientales, seguros y fianzas ambientales, siste-mas de compensación ambiental con mercados, la apli-cación de instrumentos económicos para la protección ambiental, economía del acceso a los recursos genéticos y el reparto de sus beneficios y políticas de desarrollo.

Al exterior, destacan los cursos impartidos, en los mismos temas, al Instituto del Mar Peruano, CEPAL, Ins-tituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, Universidad Iberoamericana, Universidad de Chapingo, el IMTA, El Consejo Estatal de Michoacán, funcionarios del gobierno federal, el Congreso Mexicano y ONG.

Uno de los resultados de investigación más im-portantes en el área de la economía ambiental son las estimaciones de funciones de demanda por el uso de recursos naturales. Estas funciones son la relación en-tre diferentes precios (Jaramillo 2003. ) y las cantidades que los consumidores (individuos, hogares o empresas) desearían adquirir ante esos precios. La herramienta generada es en efecto una función, con sus parámetros estimados y determinado poder predictivo. El uso de estas funciones para crear escenarios de políticas públi-cas requiere cierta capacitación, la cual el INE ha pro-veído cada vez que una herramienta de esta naturaleza es generada. Entre los cursos a destacar están aquellos dados por los investigadores del INE sobre como utili-zar las funciones de demanda estimadas de agua para uso doméstico en la fijación de tarifas de agua a nivel de organismo operador. El IMTA ha sido colaborador frecuente en este tema.

También es de notar la capacitación brindada a fun-cionarios del la Conanp en el uso de las funciones esti-madas de demanda por visitas a áreas naturales prote-gidas, donde se hace énfasis en la forma de determinar los precios que generan mayor recaudación así como los precios que generan mayor bienestar para consumidores y proveedores de estos bienes (Muñoz y Rivera, 2005).La SHCP y el Congreso han sido usuarios regulares de estas y otras funciones de demanda (gasolina, autos, defores-tación) en la simulación de resultados de política. Para que puedan apropiarse más completamente de la herra-mienta se requiere un mayor esfuerzo de capacitación a su personal de soporte, y esta es una de las metas pro-puestas para el INE en el 2007.

Política y economía

ambiental

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271

Capacitación

Dirección General de Investigación de Ordenamiento Ecológico y Conservación de Ecosistemas

Capacitación externa

Entre 2001 y 2006, la DGIOECE puso un fuerte énfasis en la formación de cuadros técnicos en diversas institu-ciones de todo el país. Personal de esta Dirección General ofreció más de 200 capacitaciones a interesados y dedica-dos a la planeación territorial y al aná-lisis, diseño y evaluación de políticas públicas en temas vinculados al ma-nejo integral de los recursos naturales, aprovechamiento y conservación de es-pecies y hábitat. Esta capacitación se brindó a través de asesorías, opiniones técnicas, conferencias, e impartición de cursos, talleres y diplomados, apoyando así la reflexión, el análisis, la identificación de propuestas y la elabora-ción de programas de manejo, bajo una perspectiva de sustentabilidad.

En el primer rubro, se incluyen participaciones en conferencias, cursos, seminarios, diplomados y progra-mas de postgrado de las siguientes instituciones: Univer-sidad de San Salvador; Universidad Mayor de San Simón, Cochabamba, Bolivia; Universidad de Uberlandia, Brasil; University of California, San Diego; la Agencia de Coope-ración Técnica Alemana (GTZ); Universidad Nacional Autónoma de México (diversas facultadas e institutos); Colegio de Posgraduados; El Colegio de México; Univer-sidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN); Uni-versidad Autónoma del Estado de Morelos; Universidad Autónoma del Estado de México; Universidad Autónoma

de Querétaro; Universidad Veracruzana; Tecnológico de Monterrey; Universidad Autónoma Metropolitana; Uni-versidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo; Uni-versidad Autónoma de Chapingo; Universidad Anáhuac; Universidad Iberoamericana; Universidad Autónoma de Chiapas; Universidad Autónoma de Ciudad Juárez; Uni-versidad de Quintana Roo; Universidad Autónoma de Zacatecas; Instituto Tecnológico Autónomo de México; Instituto Tecnológico del Estado de México; Alliant In-ternacional University; Red Mexicana de Organizaciones Campesinas Forestales, AC; Consejos Consultivos para el Desarrollo Sustentable; Colegio de San Luis; Sociedad Mexicana de Herpetología; Sociedad Mesoamericana para la Biología y la Conservación; Congreso Nacional de Mastozoología; XXIX Reunión Internacional para el estudio de los mamíferos marinos; 16th Bienal Confe-rence on Marine Mammals; Consejo de Cuenca Lerma-

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Chapala; CICESE; Centro de Información y Comunica-ción Ambiental de América del Norte, AC (CICEANA); Stockholm Water Symposium; Instituto para el Desarro-llo Sustentable de Mesoamérica, AC (IDESMAC); Con-servación del territorio Insular Mexicano, AC; Centro de Estudios Jurídicos y Ambientales, AC; Delegaciones de Semarnat en varios estados; Secretarías de Ecología, Desarrollo Urbano y Consejos Estatales del Agua de va-rios estados; diversos Gobiernos Municipales; oficinas centrales y diversas ANP de CONANP; IMTA; Profepa; DGVS; Conafor; INEGI; entre otras.

En el segundo rubro, y con el propósito de fortalecer las capacidades técnicas de los funcionarios públicos de diferentes niveles de gobierno, miembros de organiza-ciones no gubernamentales y especialistas diversos, la DGIOECE organizó 80 eventos de capacitación y difu-sión de resultados, desde el INE o en coordinación con otras instituciones. Los temas abordados incluyeron: conservación de maíces locales, mamíferos marinos, aves, islas; reintroducción de especies; manejo de vida silvestre; ecosistemas templados de montaña; humeda-les; tierras silvestres; restauración ecológica; rehabilita-ción de acahuales; ordenamiento ecológico, en general e incluyendo los niveles marino, local y local-comunitario; geomorfología; geografía física; ecología de paisaje; eva-luación de unidades de paisaje; vulnerabilidad y riesgo en el contexto del ordenamiento ecológico; Sistemas de In-formación Geográfica y sus usos en la planeación territo-rial; cartografía temática; descentralización en México; servicios ambientales; clasificación y nomenclatura de la vegetación en México; gestión integral de cuencas hídri-cas; modelamiento en cuencas hídricas; entre otras.

Capacitación interna

En aras de fortalecer el trabajo sustantivo del área, que es el de investigación, se apoyó la actualización del personal técnico y administrativo de la DGIOECE en el manejo

de nuevas metodologías y herramientas que permitieran un mejor desempeño de sus funciones. En este contex-to, personal de la Dirección General participó en más de 200 capacitaciones.

Los cursos de capacitación giraron en torno a tópi-cos relacionados con la programación, bases de datos, sistemas de información geográfica, percepción remota, seguridad informática, legislación ambiental, recursos naturales, paisajes culturales, redacción de artículos y do-cumentos técnicos, integración de informes de la gestión administrativa, manejo integrado de cuencas y de zonas costeras, desarrollo sustentable, conservación de ecosiste-mas, propagación de especies nativas, manejo de recursos forestales, análisis demográficos, la vegetación de México, ciencia del suelo, vulnerabilidad actual y futura, economía ambiental, servicios ambientales, entre otros temas.

Adicional a los cursos mencionados, también se recibió capacitación vinculada al servicio profesional de carrera para certificarse en las capacidades gerenciales y transver-sales. Estos cursos incluyeron liderazgo, trabajo en equi-po, visión estratégica, introducción a la administración pública federal; orientación a resultados; entre otros.

Para una lista completa de las capacitaciones internas y externas en que participó personal de la DGIOECE, ver los Informes de Actividades del INE, 2001 a 2006.

Dirección General del Centro Nacional de Investigación y Capacitación Ambiental

La DGCENICA organiza, en coordinación con las unida-des administrativas competentes de la Secretaría, cursos y programas de capacitación técnica y científica de alto nivel en materia de contaminación atmosférica, monito-reo de la calidad del aire, manejo de materiales y residuos urbanos y peligrosos, sustancias tóxicas, remediación de sitios contaminados, análisis químico de contaminan-tes y de organismos genéticamente modificados. Estos

Ordenamiento ecológico

y conservación de ecosistemas

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273

Capacitación

cursos están enfocados principalmente a funcionarios mexicanos del sector público y en menor medida a los sectores privado y académico. Con este tipo de cursos, se busca una capacitación y actualización científica y técni-ca útil para los tomadores de decisiones y personal téc-nico involucrados con la gestión ambiental en cualquiera de los tres ordenes de gobierno.

El proceso de consolidar a la DGCENICA como un referente en materia de capacitación y de formación de formadores, independientemente de tratar de cubrir una necesidad real del gobierno, también se debe considerar dentro de los compromisos contraídos con la Agencia de Cooperación Internacional de Japón, JICA, cuya visión es que el Centro sea una referencia regional en materia de monitoreo y caracterización de contaminantes at-mosféricos, sustancias y residuos, que pueda abordar la demanda de capacitación y actualización profesional de sus áreas de trabajo tanto en México como en Centro-américa y el Caribe.

En las figuras 1 y 2 se muestran el número de cursos, talleres y simposia realizados en el periodo del 2001 a

junio del 2006. También se puede observar que el esfuer-zo de capacitación se ha enfocado principalmente a las áreas relacionadas con la calidad del aire y el manejo de residuos ya sean peligrosos o urbanos. Las variaciones de un año a otro se deben a eventos específicos, por ejem-plo, en el 2004 y 2005 hubo un incremento en los cursos correspondientes a la contaminación del aire como re-sultado de la instrumentación del SINAICA, lo cual in-cluyó cursos para técnicos de algunas de las ciudades que se incorporaron a dicho Sistema. Lo anterior, también es una llamada de atención para ampliar el número de cur-sos en áreas como; contaminación de suelos; sustancias tóxicas; detección e identificación de organismos gené-ticamente modificados; técnicas de muestreo y análisis, así como control de calidad en laboratorios.

Otro de los aspectos importantes del CENICA se refiere a las acciones de difusión, que tienen el propó-sito de dar a conocer los resultados de los proyectos que se desarrollan en las diferentes líneas de inves-tigación, así como divulgar la información técnica y científica relevante.

Figura 1. Número de cursos en el periodo 2001- junio 2006 Fuente. DGCENICA-INE. 2006

2001 20052002 2003 2004 2006

14

0

2

4

6

8

10

12

Residuos Calidad del aire Otros

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274

Entre los principales temas se encuentran los de ca-lidad del aire y manejo de residuos, los cuales incluyen la producción de memorias de los eventos organizados por el Centro. Los temas que han recibido una menor cobertura de divulgación corresponden a líneas de inves-tigación novedosas y/o difusión de resultados en temas especializados como es el caso del muestreo de OGM. Entre las acciones de difusión y divulgación, destaca la publicación de artículos científicos en revistas arbitradas o en congresos.

En las siguientes gráficas se muestran las diferentes acciones de difusión y divulgación en el periodo 2001-2005, resaltando los resultados del 2003, año en que hubo una gran de acciones de difusión y capacitación, lo cual se reflejó en el número de memorias editadas. También se observa un incremento constante a lo largo de los años en materia de artículos científicos. El tema que presenta mayores actividades de difusión es el de contaminación del aire (figura 4).

Es una realidad que el área de capacitación del INE no se ha consolidado como las de investigación o el labora-torio ambiental debido a la insuficiencia de personal. Sin

Figura 2. Principales temas de cursos ofrecidos en el periodo 2001- junio 2006

Figura 4. Acciones de difusión 2001-2005

Figura 5. Temas de difusión periodo 2001 – 2005

embargo, el Centro ha podido instituirse como un centro regional de capacitación ambiental que, además de ofre-cer capacitación para funcionarios de los tres ordenes de gobierno en México, realiza también actividades de capa-citación para países de Centroamérica y el Caribe, con el impulso a la cooperación sur – sur, que JICA promueve.

La actividad de capacitación desarrollada en estos úl-timos años, si bien ha sido importante, normalmente se da como resultado de peticiones de gobiernos locales o

CENICA

Residuos (36%)Laboratorio (4%)Estadística (2%)

Calidad del aire (39%)Ecotoxicología (7%)Biología molecular (2%)

Gestión ambiental (5%)Sitios contaminados (5%)

5% 2% 2%36%

39%

5%4%

7%

Residuos sólidos y peligrosos

11%

Sitios contaminados

Otros

Calidad del aire

Ecotoxicología

10%5% 17%

57%

2001 2002 2003 2004 2005

Artículos científicos/libros Carteles/Ensayos de divulgación Memorias

30

25

20

15

10

5

0

Tip

o

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275

Capacitación

instituciones académicas y/o por compromisos interna-cionales y no de acciones de las áreas del INE. Es decir, la planeación de cursos realizada por el DGCENICA ha sido principalmente reactiva, lo cual, aunado al insufi-ciente personal dedicado a la planeación y organización de cursos, han impedido consolidar un programa de ca-pacitación con una visión a largo plazo.

Por lo anterior, es urgente definir cual es el papel que debe jugar el Centro, como un agente catalizador y forma-dor de personal técnico que verdaderamente contribuya a generar la masa crítica que el país necesita de funcionarios y académicos especializados en temas ambientales.

Para ello, es necesario plantear cuando menos las si-guientes estrategias:

• Detectar las necesidades de formación, capacitación y actualización de las poblaciones objetivo

• Establecer vínculos con centros de investigación su-perior y formación tecnológica afines para establecer acuerdos, convenios de cooperación y colaboración

• Identificar la oferta educativa, de capacitación, for-mación y desarrollo tecnológico acorde con las nece-sidades detectadas

• Aprovechar las tecnologías en comunicación e infor-mación para la capacitación técnica y la difusión am-biental

En forma adicional, para evitar que las actividades de capacitación se desarrollen de manera reactiva y aleato-ria, es necesario:

• Identificar aquellas áreas en las que se debe y puede incidir de manera prioritaria.

• Orientar la capacitación hacia los tomadores de deci-siones, personal técnico y operativo de las delegacio-nes federales de la Semarnat, de los gobiernos esta-tales y municipales, así como al sector académico y estudiantil.

• Delimitar los temas de capacitación a aquéllos en los cuales se tiene experiencia o formen parte de las lí-neas de trabajo y de investigación.

• Identificar y evaluar la disponibilidad del capital hu-mano con que se cuenta para desarrollar las activida-des de capacitación, tanto al interior como de espe-cialistas y expertos en instituciones afines

• Definir el tipo de capacitación y modalidad (curso, taller, diplomado y especialidad) de acuerdo al públi-co meta.

• Prever la viabilidad de la capacitación en función de la demanda, es decir la oportunidad.

• Evaluar el impacto de las acciones anteriores y dar el seguimiento correspondiente.

• En el ámbito interno, establecer programas perma-nentes de actualización y especialización para el per-sonal de la institución

• Orientar esfuerzos de la capacitación institucional, en temas que den respuesta adecuada a los compro-misos y acuerdos de colaboración nacional e interna-cional previamente establecidos.

Difusión

Más de una década de publicaciones en el INE

El mundo del libro está dejando de ser lo que era. Después de un largo periodo de bonanza, a partir de la segunda mitad de la década de 1990 ha comenzado a resentir lo que se avizora como una transformación de largo alcan-ce, y las editoriales universitarias no resultan inmunes a estos vientos de cambio.

Las presiones académicas derivadas de la productivi-dad y de los esquemas tradicionales que obligan a publi-car de manera constante como requisito para obtener un puesto en algún centro de investigación, han dado lugar a una producción creciente de títulos, asunto que va de la mano con una serie de otros aspectos de signo claramen-

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te contrario: falta de recursos y de lectores, devoluciones que alcanzan niveles sin precedente, baja notoria en el promedio de ejemplares vendidos, principalmente en el caso de las monografías (los productos emblemáticos de las editoriales universitarias), reducción drástica en las compras hechas por bibliotecas, encarecimiento en los precios de los libros y revistas así como una reprografía desbocada. Para complicar el diagnóstico, campea una creencia poco fundamentada en la revolución digital como solución a muchos de los problemas apuntados.

De por sí poco alentador, este panorama se complica si le sumamos: a) que los recortes presupuestales gene-ralmente afectan a las áreas de difusión; b) que existe un proceso de cambio generalizado hacia esquemas de ges-tión más eficientes, junto con c) procesos de fusión edito-rial pantagruélicos que generan economías de escala que complican cualquier proceso de competencia, más desde el ámbito público, y que, en el caso de México, d) los ca-nales de distribución distan de ser los adecuados.

Sin embargo, y por fortuna, como lo señala Gabriel Zaid (1996: 39): “con raras excepciones, el mundo del libro no corresponde a los mercados masivos e indife-renciados, sino a las clientelas segmentadas, a los nichos especializados, a los miembros de un club de interesados en tal o cual conversación.” Quienes comenzamos a tra-bajar en los temas ambientales desde la función pública a mediados de la década de 1990 nos encontramos ante un panorama como el que refiere el poeta regiomonta-no. El movimiento ecologista, Los límites del crecimien-to de Meadows y el Club de Roma, Chernobyl, Laguna Verde, la Cumbre de la Tierra de 1992 junto a procesos locales fueron dando lugar a una necesidad creciente de información ambiental que, en parte, ha ido cubriendo el INE, y que, a pesar de la presencia cada vez mayor de esta temática en la agenda de muy diversos sectores, ha sido poco atendida desde el ámbito editorial. Y esta casi exclusividad ha facilitado una peculiar continuidad en el gobierno federal y una permanente transformación, tra-

tando de acercarnos a un grupo de lectores muy diversos cuya fidelidad y crecimiento hay que agradecer.

Una primera fase de esta trayectoria, que abarca de 1989 a 1994, tuvo que ver con la publicación de leyes, normas y reglamentos en la Gaceta ecológica (en sus pri-meros 30 números) así como un primer boom editorial con la llegada de Julia Carabias al INE. El resultado fue un proceso que tratamos de consolidar durante el segun-do periodo, que se extendió de 1995 a finales del 2000, y que estuvo caracterizado por los vacilantes intentos de convertir a la Gaceta ecológica en una revista de divul-gación, junto con el inicio de una diversificada, aunque desigual, difusión de datos, de la más diversa calidad, por medio de literatura administrativa (informes, progra-mas y demás modalidades editoriales que caracterizan al gobierno federal). A todo esto deberíamos agregarle la búsqueda poco exitosa por llevar a cabo coediciones y la construcción de esquemas hacendarios que fueran más flexibles y adaptados a la lógica de la distribución de libros y revistas.

Con la transformación del INE en una instancia de investigación en el año 2001, el papel jugado por las pu-blicaciones adoptó un perfil más definido. La Gaceta ecológica, a pesar de su eclecticismo, fue adquiriendo un carácter propio, más académico, fortalecido por su indi-zación reciente, lo cual no se hubiera logrado de no ser porque el Dr. Ezequiel Ezcurra planteó como regla de oro la revisión externa de todas nuestras publicaciones, una herramienta inapreciable para tratar de asegurar la cali-dad y consistencia de la información presentada.

Otro asunto repetido machaconamente fue que debíamos evitar el autoconsumo, el convertirnos en un vehículo para dar a conocer sólo lo que la institu-ción generaba, un sesgo muy común, por cierto, en los más disímbolos ámbitos académicos. La mitad de los 114 artículos publicados en la Gaceta ecológica desde 2001 fueron escritos por estudiosos que no pertenecen siquiera al sector ambiental del gobierno federal. La

Más de una década de

publicaciones

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Capacitación

misma proporción aplica a las publicaciones editadas durante 2005.

Tampoco nos ha interesado estar solos. El trabajo de investigación hace mucho tiempo que dejó de ser una ta-rea individual, aislada, lo mismo que la divulgación de sus resultados. Hemos sido compañeros editoriales de diversos centros de la UNAM, de la UAM, de las univer-sidades autónomas de Yucatán y de Campeche, del FCE, de la Conabio, del CICESE, del US Fish & Wildlife Ser-vice, de la Fundación Ford, del Consejo Mexicano para la Silvicultura Sostenible, de Sierra Madre, del Harte Ins-titute, de Unidos para la Conservación, de la Fundación Cultural Mariana Yampolsky, de la Western Governor’s Association, del Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza, del Instituto de Ecología A.C., de la Universidad Iberoamericana y de Utah University Press. Como una muestra de esta tarea compartida: en el año 2005, si dejamos de lado los números de la Gaceta ecoló-gica y sus separatas, el 80% de los títulos producidos se llevó a cabo en coedición.

Entendimos que ante las evidentes limitaciones en nuestros esquemas de distribución, la puesta en línea de los títulos publicados (que abarcan de 1989 a la fe-cha y que hoy suman más de 400) podría ayudar a paliar nuestra ausencia en los estantes de las librerías. A pesar de esta evidente carencia, nuestros lectores aceptaron la oferta y se llevan, internet mediante, casi cien mil libros al año (en pdf) y más de cinco millones de lectores y lec-toras entran a la sección de libros y revistas del INE en busca de información ambiental en la biblioteca digital más grande de su tipo en español.

Intentamos también adoptar desde hace unos años una nueva imagen gráfica sobria, identificable dentro del bombardeo actual de imágenes, que le otorgara fuerza y presencia a los textos editados bajo nuestro sello. Un paso en el mismo sentido fue la certificación en 2001 (y su re-novación tres años después) de los procesos de edición y divulgación conforme la norma ISO 9001-2000.

Por otra parte, todo parece indicar que hemos alcan-zar un techo de unos 30 títulos por año, una cantidad equiparable a la producción de otras instituciones. De-jando de lado a gigantes como la UNAM, que produce (se sospecha) más de 1,000 títulos anuales (Zaid 2005), la mayor parte de las universidades de nuestro país no publica más de una veintena al año (aunque los infor-mes en este sentido brillan por su ausencia); la Universi-ty of Chicago Press edita 400 en 12 meses, Oxford, 743, pero New York Univesity Press, 50 y McGraw Hill, 56 (Thompson 2004 y BYTES 2001). Para una comparación de la producción de las editoriales universitarias latinoa-mericanas, véase de Sagastizabal 2005, Rama, Uribe y de Sagastizábal 2005 y Uribe, Guerrero y Steenkist 2005.

Una vez colocados en este punto, la pregunta obli-gada es ¿y ahora, hacia dónde? Los caminos parecen ser variados. Si hay que priorizar, sin duda se debe empezar por el aspecto de la distribución. Con el sarcasmo que lo caracteriza, Zaid (1996: 17-18) se burla de los demasiados libros y dice: “El progreso ha logrado que todo ciudadano, no solo los profetas elegidos, puedan darse el lujo de ha-blar en el desierto.” Para evitar la impresión de libros que no son leídos porque, en parte, nadie sabe que existen, es ineludible una estrategia seria, constante y agresiva de distribución. Se dice más fácil de lo que se logra, pero la percibimos como esencial. Y hay que reconocer que internet no nos ayuda en esto; al menos en Iberoamé-rica, a diferencia del mercado norteamericano, la venta de libros en línea ni siquiera aparece en los análisis de comercialización más recientes (Schroeder 2003).

A la fecha hemos probado la distribución casuística vía algunas librerías con muy pobres resultados. En 2006 logramos que la Secretaría de Hacienda y Crédito Públi-co nos autorizara un descuento mayor para distribuido-res, lo que nos facilitará poner nuestro fondo editorial en manos de empresas que hagan llegar el material a libre-rías y bibliotecas de todo el país. Para el caso de pedidos en el extranjero contamos desde hace un par de años con

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una empresa que atiende ese segmento y, si se resuelven algunos aspectos de normatividad, Amazon.com puede convertirse en un espacio a explorar.

Ahora bien, la revolución digital, como lo ha demos-trado la quiebra estrepitosa de muchísimos punto com a finales de la década de 1990 y principios del nuevo mile-nio, no tiene palabra. Y es arriesgado (y peor aún, es inútil) tratar de predecir con certidumbre su comportamiento más allá de un par de años (como muestra véanse las opi-niones de Umberto Eco sobre el futuro del libro e Internet en Numberg 1996). Sin embargo, a pesar de esto la red mundial es una herramienta crucial y debe aprovecharse para el trabajo de diseminación de la información, más en el caso de un editorial pública cuya finalidad no está regi-da por la maximización de las ganancias (aunque tampoco puede resultar compatible con el derroche). Como afirma Thompson (2004 y 2005) la revolución digital en el mundo del libro parece ser más una transformación del proceso que del producto, el cual, en última instancia, continuará viéndose como lo pocketbooks que imprimió Aldo Ma-nuzio en Venecia a principios del siglo XVI.

La impresión sobre demanda es una línea a explorar junto con la venta de los archivos en formato pdf, la re-ducción de tirajes y una planeación estricta de la pro-ducción junto con los autores, teniendo a la mano datos sobre el comportamiento de escritores y libros de temas similares.

La telaraña global ha sido de gran utilidad para alma-cenar los resultados y ponerlos al alcance de los usuarios potenciales y también resulta un medio de propaganda relativamente barato y eficiente. Tal vez debamos aprove-char mejor las redes existentes de intercambio de infor-mación ambiental así como Google Print y Google Scho-lar. Es posible también pensar en una reingeniería que logre imbricar las publicaciones dentro de un contexto más amplio del trabajo variopinto del INE, que incluya dentro de una estructura integral no sólo los materiales impresos sino textos sobre el mismo tema con diferentes

propuestas, borradores, comentarios de usuarios o lecto-res externos, entre otros aspectos. Estamos pensando en este sentido en la propuesta de libro piramidal o vertical de Robert Darnton (1999) como guía.

A pesar de la presencia abrumadora de internet en la investigación científica, difícilmente un autor acep-tará que su obra se convierta exclusivamente en un libro electrónico. Debemos definir criterios (académi-cos, de divulgación y económicos) que nos permitan decidir cuándo un manuscrito debe convertirse en un libro impreso y cuándo debe ser exclusivamente un in-dividuo binario.

La Gaceta ecológica, por su parte, requiere un trata-miento especial. Es necesario trabajar más sus conteni-dos y lograr que se incluya en otros índices y bases de datos distintos a aquellos en los que ya aparece, como La-tindex, Redalyc, Periodica y CAB International. Se puede revisar también la experiencia de algunas revistas cien-tíficas exclusivamente en línea y pasar a un esquema de ese tipo (con la posibilidad de imprimir ejemplares sobre demanda). La modalidad vía internet podría (¿debería?) incluir el proceso de dictaminación externo por pares (peer review) bajo esa modalidad. Tampoco habría que descartar que una empresa editorial pudiera producirla y encargarse del conjunto de las actividades vinculadas.

La reducción de los tirajes y la edición exclusiva de algunos textos en formato digital pueden ser un cami-no para contar con un pequeño fondo extra que amplíe nuestro catálogo y su impacto vía coediciones, definien-do algunas líneas de apoyo especiales sobre temas espe-cíficos, poco difundidos pero de relevancia para la ges-tión pública.

En resumen, el desafío continuará siendo producir li-bros de calidad, aprovechar la indisciplinada, polimórfi-ca y políglota plaza de la aldea global (Esptein 2001: 175) y seguir aportando información contrastable, confiable y actualizada que ayude a ejercer esa libertad responsable llamada juicio.

Más de una década de

publicaciones

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Capacitación

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Centro documental INE/Semarnat

La tarea de difundir información ambiental es una de las responsabilidades del INE, máxime cuando es precisamen-te ésta institución una de las principales fuentes de produc-ción de información científica en materia ambiental.

El Centro Documental tiene una larga historia de servicio, su origen se encuentra desde los tiempos de la formación del INE en 1988 y desde entonces ha tenido transformaciones importantes buscando adaptarse a las nuevas necesidades de información y desde el año 2001, al nuevo papel del INE como generador de información científica.

El Centro Documental dejó de ser un lugar a donde se enviaba la bibliografía de desecho de las distintas áreas, a ser hoy un espacio especializado que cuenta con un acer-vo actualizado en materia ambiental y de recursos natura-les. Su personal es altamente especializado en las nuevas herramientas biblioteconómicas y técnicas en disciplinas afines a los temas que trabaja el Instituto, cubriendo las necesidades de información del equipo de investigadores del Instituto Nacional de Ecología y de los funcionarios de la Semarnat y a la vez servir como fuente recurrente de información para profesionales en trabajos de titulación y rubros de especialización en temáticas que inciden en problemas ambientales, como punto clave para el desarro-llo de la sociedad en un contexto global.

Como parte de un Sistema Nacional de Información Ambiental el Centro Documental se contempla como soporte específico de apoyo a todo proyecto de investiga-ción ambiental que se desarrolle a nivel nacional o inter-nacional en lo que respecta a México.

A partir de la conformación en el 2001 del INE como Institución Gubernamental de Investigación, el Centro Documental se propuso apoyar la actividad científica y técnica de sus investigadores, desarrollando técnicas para conocer los recursos y servicios de información en la disciplina del medio ambiente.

La búsqueda de información es un proceso con el que se pretende encontrar el insumo que satisfaga una nece-sidad precisa. El equipo biblioteconómico del Centro ha organizado sistemas para recuperar la información de una manera efectiva, la cual se encuentra en fuentes almace-nadas para permitir la recuperación con altas probabilida-des de resultar útiles a la comunidad de usuarios.

• Para realizar este proceso hacemos uso de fuentes de información que permiten determinar los términos de búsqueda acordes con las necesidades de información.

• Desarrollamos estrategias de búsqueda manual y au-tomatizada.

• Evaluamos las fuentes de información• Estudiamos los sistemas de control bibliográfico na-

cionales e internacionales A pesar de que existe tanta información relevante en

todas las áreas del conocimiento, esto no es suficien-te para satisfacer una necesidad de información, debe seleccionarse de aquella que no cumple con las ex-pectativas de satisfacción del usuario. Utilizamos los siguientes sistemas para seleccionar la información.

• Relacionar la información obtenida de las diversas fuentes consultadas.

• Incluir aquella nueva información que surge a la base del conocimiento existente.

• Hacer inferencias, relaciones, enlaces y establecer conclusiones.

• Organizar la información para su aplicación práctica. • Utilizar la información para la resolución de proble-

mas, lo cual requiere de un criterio analítico. • Generar nueva información o conocimiento apoyán-

dose en el análisis y la síntesis. • Difundir la información en diversos formatos, apo-

yándose en las tecnologías de la información y la co-municación como son: fuentes de información bi-bliográfica y fuentes de información electrónica en Internet y bibliotecas digitales.

Cenyro documental

INE/Semarnat

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Capacitación

El Centro Documental proporciona el servicio de ac-ceso a bases de datos en: acuacultura, bacteriología, con-taminación, ecología, medio ambiente, toxicología, biolo-gía, oceanografía, meteorología, conservación, ingeniería, suelos, biotecnología, agricultura, zoología, bioingeniería, energía, forestación, plantas, recursos naturales, salud, fertilizantes, pesticidas y química entre otras.

El 12 de diciembre de 2002 el Centro Documental fue reinaugurado con el propósito de mejorar el servicio que venía prestando a la comunidad interesada en la temá-tica de la ecología y el medio ambiente, se llevó a cabo la remodelación del Centro el cual fue ampliado con la incorporación de la biblioteca de la Semarnat y fusio-nándose ambos en una sola entidad denominada Centro Documental INE/Semarnat.

Después de grandes esfuerzos de modernización, en 2004 por fin la página Web del Centro Documental fue ágil, ya que cuenta con su propio servidor. Dado que la distancia y el tiempo son fundamentales, proporciona-mos servicio vía correo electrónico y digital, incremen-tándose notoriamente las consultas vía Internet. Nuestra página cuenta además con:

• Catálogo en línea • Publicaciones en texto completo• Préstamo ínter bibliotecario nacional e internacional• Sitios de interés • Boletines electrónicos• Convenios de intercambio.

A través del servicio electrónico los investigadores del INE pueden acceder a las colecciones en línea de la UNAM, la OCDE, la Agencia Ambiental Europea de Medio Ambiente y a la Red Panamericana de Ingeniería Ambiental.

Nos esforzamos en mantener actualizado el acervo bibliográfico, cada semestre realizamos la adquisición de

nuevo material, el cual es seleccionado por las distintas áreas del INE.

Sabemos de lo vertiginoso de los avances tecnoló-gicos, por ello el Centro Documental que se vislumbra para los próximos tiempos estará enfocado a la creación de una biblioteca digital, por lo que resulta necesaria la creación de:

• Redes de trabajo en alta velocidad y rápida conexión a Internet

• Bases de datos relacionales que soporten diversos for-matos digitales

• Motores de búsqueda de texto completo que indicen y proporcionen acceso a las fuentes

• Funciones de administración de documentos electró-nicos, que ayudarán en el manejo integral de los re-cursos digitales.

También se está preparando la certificación del Cen-tro conforme la norma ISO 9001: 2000.

Con el fin de apoyar la tarea de investigación en el INE el Centro se enfoca la creación de un sistema de información que gestione la información científica y que ofrecerá como principal producto, indicadores bibliomé-tricos que analizarán desde el punto de vista estadístico y gráfico, la producción, el impacto y los resultados de la investigación desarrollada en el INE.

El Centro Documental ha modernizado su servicio gracias a que cuenta con una partida presupuestal defini-da y al trabajo profesional de su personal, siempre atento a proporcionar una buena orientación a los investigado-res y al público en general.

Hacia delante, la labor de difusión científica del INE se verá consolidada mediante la utilización de las distin-tas herramientas que para ello existen: publicaciones, ta-lleres, seminarios, conferencias, etcétera. En esa labor, el Centro Documental tendrá también su lugar.

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Fondo Sectorial de Investigación Ambiental

El Fondo Sectorial de InvestigaciónAmbiental

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Mejores ciencias para un mejor ambiente

La investigación en México tiene una larga histo-ria llena de actos heroicos, tropezones financieros, instituciones gloriosas, personalidades geniales,

éxitos considerables y numerosos desencantos. A pesar de los muchos esfuerzos que se han hecho, en diversas instituciones y en diferentes momentos, aún se trata de una actividad que no acaba de ser valorada en su justa di-mensión y cuyos alcances son aún incomprendidos.

Algunas cifras comparativas permiten ubicar a la si-tuación de la investigación científica en México de me-jor manera. Estados Unidos, Japón y la Unión Europea realizan la mayor parte de la investigación en el mundo, siendo responsables del 35.8%, 14.8% y 26.6% de la acti-vidad mundial respectivamente. China realiza alrededor del 5% de la investigación mundial, mientras que Canadá produce el 2.1% y la India 2%.

Por su parte, toda América Latina en conjunto produ-ce el 2%. En términos de inversión en la investigación, las diferencias son también enormes. Japón y Estados Unidos invierten, cada uno, alrededor de 2.5 de su producto in-terno bruto en investigación. Europa y los países asiáticos que recientemente devinieron en industriales (Corea del Sur, Taiwán, Hong Kong, Malasia y Singapur) invierten en promedio 1.9% de su PIB en este tipo de actividades. Canadá invierte 1.6& y Australia y Nueva Zelanda 1.5%.

El promedio de inversión en investigación científica e innovación tecnológica en América Latina es apenas de 0.3%. En el año 2000, México dedicaba 0.4% de su PIB a las actividades de producción de conocimientos y de tecnología, y en 2005 esta cifra se había reducido a 0.34% a pesar del compromiso presidencial de dedicar el 1% del PIB a dicho fin (Conacyt, 2002, 2003,2005).

Si bien una abundancia de recursos no garantiza in-vestigación de calidad, ésta sí se dificulta mucho cuando hay que desarrollarla en un escenario de insuficiencia crónica de fondos que no ha logrado ser remontada.

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Durante muchos años, en México se favoreció la in-vestigación básica a través de mecanismos que orienta-ron la actividad científica y académica y que privilegia-ron cierto tipo de resultados, en especial la publicación de artículos arbitrados en publicaciones internacionales de alto nivel.

Estos lineamientos ayudaron a consolidar a algu-nos grupos de investigación y orientaron la actividad de quienes en ellos participaban, priorizando las múl-tiples actividades que conforman el ejercicio de un académico de alto nivel. La investigación básica, movi-da por la curiosidad de quien la realiza, se ha desarro-llado bajo este esquema, y a pesar de las carencias eco-nómicas y de infraestructura ya mencionadas, México cuenta hoy con algunos grupos de investigación muy productivos y con prestigio y reconocimiento interna-cionales. Esto no se logró, desde luego, de la noche a la mañana, tanto por las dificultades que este proceso, aún en curso, enfrenta como por el tiempo mismo que la investigación demanda.

La investigación orientada a resolver problemas espe-cíficos, i.e. la investigación aplicada, se ha insertado en el esquema de la ciencia básica, sin contar con un progra-ma rector derivado de la identificación de las prioridades en este campo. México no ha tenido una política de es-tado estructurada y a largo plazo que apoye el desarro-llo de la ciencia, y tradicionalmente las necesidades de conocimiento que se tenían, sobre todo desde el sector público, se tenían que resolver casi de manera casuística e informal.

Cómo en otras partes del mundo, muchas veces se tomaron decisiones con un fundamento científico in-adecuado o insuficiente que a la postre resultaron equi-vocadas e incluso tuvieron graves consecuencias. En el terreno ambiental, desafortunadamente, abundan los ejemplos de este tipo.

La otra cara de esta moneda corresponde a quienes han dedicado su vida a la investigación sin lograr que sus

conocimientos se apliquen a la resolución de problemas concretos y a la atención de las prioridades nacionales, que preocupan a los investigadores como a cualquier ciu-dadano. Tal pareciera que el hilo de comunicación entre el sector público y el académico fuera defectuoso, o cuan-do menos insuficiente. Las diferentes escalas temporales en las que transita el quehacer del sector académico y el del sector público contribuyen, desde luego, a esta cróni-ca incomunicación que mucho daño ha hecho.

En 1999 se promulgó la Ley de Fomento a la Ciencia y la Tecnología. Entre sus muchas modificaciones, esta ley proponía, en el artículo 17 un mecanismo de vinculación entre la investigación científica y la de innovación tecnoló-gica y los diferentes sectores gubernamentales totalmente inédito en México: los fondos sectoriales y los fondos mix-tos. Esta Ley se vio sucedida por la Ley de Ciencia y Tec-nología, aprobada, en la que se ajusta la reglamentación reglamentan los fondos sectoriales y mixtos.

En estos fondos se introducen varias innovaciones. La primera, y quizá la más relevante de ellas, es que el finan-ciamiento con el que se cuenta está destinado exclusiva-mente a atender las necesidades de conocimiento nuevo que los sectores en el caso de los fondos sectoriales, y los gobiernos de los estados en el caso de los mixtos, han identificado como prioritarios. Sin menoscabo de la in-vestigación básica, que cuenta con su propio fondo (Fon-do Sectorial de Educación Pública), la inversión en estos dos tipos de estructura se hace específicamente en temas que por algún motivo son prioritarios para el país y que así han sido identificados por los responsables de diseñar e implementar políticas públicas en diferentes áreas.

Una segunda novedad en esta nueva estructura es que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Cona-cyt) ya no es la única dependencia gubernamental de la cual provienen los fondos para la investigación científica y para la innovación tecnológica. Por el contrario, la Ley establece que las secretarías en el caso de los fondos sec-toriales, y los gobiernos estatales en el caso de los mixtos,

Mejores ciencias para un mejor

ambiente

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Fondo Sectorial de Investigación Ambiental

deben hacer aportaciones previamente presupuestadas y etiquetadas específicamente para estos fines. El Cona-cyt, por su parte, debe hacer aportaciones equivalentes a las de sus contrapartes.

De esta forma, se abre la posibilidad de que las dife-rentes instancias de gobierno identifiquen las necesidades más urgentes en lo que a producción de conocimiento y a innovación tecnológica se refiere y, al mismo tiempo, se genera y difunde la importancia de desarrollar el conoci-miento necesario desde el país mismo, fortaleciendo su desarrollo y su independencia científica y tecnológica.

La tercera aportación de esta Ley es que da transpa-rencia a las decisiones sobre la asignación de los recursos financieros gracias al mecanismo de evaluación externa que la sustenta.

Es necesario recalcar la importancia de que este esque-ma permite comprometer fondos para financiar la investi-gación científica y la innovación tecnológica con esquemas multianuales que se ajustan adecuadamente a los lapsos de tiempo que estas actividades requieren para producir resul-tados confiables. De esta forma, se garantiza una continui-dad que no se puede esperar con otros esquemas adminis-trativos, como la contratación directa de consultores, que trabajan bajo esquemas temporales muy estrechos e inade-cuados para el tipo de investigación que se busca fomentar con instrumentos como los fondos sectoriales.

El objetivo esencial de los fondos sectoriales es apoyar proyectos que responden a los requerimientos del sector en la generación de investigación científica y tecnológi-ca que genere conocimiento de frontera para el sector, resuelva problemas concretos, atienda necesidades espe-cíficas y permita el aprovechamiento de oportunidades a través del conocimiento generado. Igualmente, pretende apoyar proyectos de innovación y desarrollo tecnológico que ofrezca soluciones tecnológicas integres y promue-van el desarrollo sustentable.

Los fondos sectoriales cuentan con seis instancias que los estructuran y regulan, a saber:

1. Comité Técnico y de Administración (CTA): es la máxima autoridad del fondo, y está compuesto por un presidente, que pertenece al sector, y que en el caso de Semarnat es el C. Secretario; un vocal pertenecien-te al Conacyt y un vocal del sector. El presidente y los vocales cuentan con un suplente cada uno. El CTA debe aprobar la emisión de la convocatoria y el conte-nido de la misma, y es el responsable del dictamen fi-nal de proyectos aprobados. Además, el CTA resuelve los casos especiales y las situaciones no previstas por la ley o por las reglas de operación del fondo

2. Grupos de Análisis de Pertinencia (GAP): se confor-man con los miembros del propio sector y su función es identificar los proyectos que sí se ajustan a los tér-minos específicos de cada convocatoria y aquellos que no. Este grupo no emite opinión alguna sobre la cali-dad o la factibilidad del proyecto y se limita a escoger las propuestas que realmente atienden las prioridades del sector planteadas en la convocatoria. Los respon-sables de los proyectos identificados como prioritarios son invitados a presentar una propuesta en extenso, a través de la cual se evalúa su calidad técnica.

3. Comisión Evaluadora (CE): está compuesta por ocho expertos de amplia experiencia y de reconocido pres-tigio (véase cuadro 1). La Comisión puede ser amplia-da temporalmente cuando es necesario por el tipo de experiencia que se requiere para evaluar un gru-po específico de proyectos. Los comisionados son ho-norarios, y tienen por función ayudar a la Secretaría Técnica y a los representantes del sector a identificar a los evaluadores adecuados para los proyectos reci-bidos. Una vez realizada la evaluación por parte de los expertos, la Comisión Evaluadora debe revisarla, resolver los casos en los que haya dudas y emitir una sugerencia final al CTA, a quien proporciona toda la información relacionada con el proceso de dictami-nación. Además, la Comisión Evaluadora coadyuva en la evaluación del desarrollo de los proyectos y en

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la resolución de los problemas que se puedan ir pre-sentando durante la misma. La responsabilidad fun-damental de la Comisión Evaluadora se centra en la calidad técnica de las propuestas, y no emite opinión sobre la pertinencia de los programas que evalúa.

Los miembros de las comisiones evaluadoras del Fondo Sectorial para la Investigación Ambiental son: Mario Molina, Cecilia Conde, Luis Herrera Estrella, Nelly Correa, Jorge Soberón, Enrique Provencio, Jorge López-Portillo, Alfonso Larqué, María Eugenia Ibarrarán, Blanca Jiménez, Martín Merino, Jordan Golubov (subcomisionado), Roberto Zambrano, José Luis Lezama (subcomisonado), Stefan Marian Waliszewski, Telma Castro Romero (subcomisiona-da), Rodolfo Dirzo, Leticia Merino Pérez (subcomi-sionada) y Sergio Revah.

4. Grupo de evaluadores externos (GEE): está confor-mado por investigadores pertenecientes al Sistema Nacional de Investigadores (SNI), i.e., por personas cuyas capacidades científicas y técnicas han sido de-bidamente reconocidas y que están registrados en una base de datos, elaborada por el Conacyt, en la que se registran sus áreas de especialidad. Esta base de datos es un importante apoyo para la asignación de evaluadores específicos para cada propuesta. En caso de que la Comisión Evaluadora sugiera expertos que por algún motivo no se encuentran en esta base de datos por no pertenecer al SNI, es su prerrogativa decidir si deben o no ser consultados a pesar de no cumplir con estos requisitos.

5. Secretaría Técnica (ST): corresponde al Conacyt nombrar al representante de esta secretaría, cuya función de coordinación es muy importante, pues se ocupa de todos los aspectos técnicos del funciona-miento del Fondo.

6. Secretaría Administrativa (SA): es la responsable de la firma de los convenios con los responsables téc-nicos y administrativos de los proyectos financia-

dos, y de todo el manejo administrativo de los fondos. La Secretaría Administrativa es atendida por el sec-tor que emite la convocatoria, en coordinación con la Secretaría Técnica.

La selección de proyectos y de investigadores indivi-duales o de grupos de trabajo sigue un riguroso mecanis-mo de selección, ilustrado en la figura 1, que se inicia con la apertura de una convocatoria pública propuesta por el sector con el apoyo de miembros de la comunidad aca-démica y de las diferentes áreas del sector, en la que se establecen las prioridades del mismo.

En esta convocatoria se establecen los temas y los términos de referencia específicos que orientan y rigen la investigación a financiar. Una vez que la convocatoria ha estado abierta un tiempo suficiente como para que su difusión haya sido adecuada, se reciben las pre-propues-tas de los proponentes, cuya pertinencia es evaluada por el GAP.

En nuestro caso, el INE es el responsable de convo-car y organizar, con el apoyo del Conacyt, la evalua-ción de la pertinencia, en la que participan las diferentes dependencias de la Semarnat. Los miembros del GAP identifican las propuestas que se apegan a la demanda del sector y descartan aquellas que no lo hacen, sin evaluar el contenido ni la calidad técnica de la propuesta. Como tercer paso se notifica a aquellos cuyas demandas fueron consideradas como pertinentes, a fin de que desarrollen su propuesta en extenso de acuerdo a lineamientos esta-blecidos homogéneamente para todos los fondos. Tam-bién se deben detallar las metodologías, los montos eco-nómicos, las instituciones y las personas participantes, así como los resultados esperados. Estas propuestas in extenso son evaluadas por el cuerpo de evaluadores ex-ternos, coordinados por la Comisión evaluadora.

Los resultados se pueden dividir en tres rubros: resul-tados científicos (por ejemplo, publicaciones científicas y de divulgación, patentes, prototipos, etc.); resultados cien-

Mejores ciencias para un mejor

ambiente

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Fondo Sectorial de Investigación Ambiental

Figura 1. El proceso de evaluación de propuestas

Recepción de propuestas Evaluación de pertinencia

Dictamen concensuado

Publicación de resultados

Dictamen concensuadoRecepción de propuestas Asignación

de evaluadoresEvaluación

técnica individual

Recomendación al CTA Aprobación de propuestasPublicación

de resultados

st gap gap st

st

ce

ce

cta

evaluadores rcrea

st/sa

ce

ce: Secretaría Técnica gap: Grupo de análisis de pertinencia cta: Comité Técnico y de Administración

sa: Secretaría Administrativa ce: Comisión de evaluación

tíficos o tecnológicos transferibles al sector que emitió la convocatoria (informes técnicos, patentes, metodologías específicas, equipo especializado cuyo diseño resulta del proyecto, información relevante, etc.); y formación de re-cursos humanos (estudiantes que obtienen un grado o equivalente, o una especialización técnica, entre otros).

Como hemos dicho, los evaluadores de los proyec-tos son miembros del Sistema Nacional de Investigado-res (o, en algunos casos, tienen la experiencia y el nivel equivalentes) y se identifican a través de la base de datos en la que está registrada la mayoría de los investigado-

res mexicanos y también con base en la experiencia y el conocimiento de los expertos de un área que tienen los miembros de la comisión evaluadora.

Una vez terminado este proceso, la Comisión Eva-luadora lo revisa y resuelve los casos especiales, en caso de haberlos, que pueden incluir evaluaciones muy dispa-res o incompletas, y emite una sugerencia que se basa en la ponderación hecha por los evaluadores. Cabe recalcar que la Comisión Evaluadora y los evaluadores externos sólo pueden opinar sobre la calidad técnica de las pro-puestas, y no sobre su pertinencia.

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Entre los parámetros que se evalúan se encuen-tran el planteamiento del problema, lo apropiado de la metodología, lo adecuado de la infraestructura, así como el desglose presupuestal y el cronograma. Es im-portante resaltar que las convocatorias no fijan techos presupuestales ni límites cronológicos a priori, y que se considera que un proyecto sólido necesariamente hace una propuesta adecuada en estos dos rubros que, como hemos dicho, son parte de lo que los comisionados y los evaluadores analizan. Igualmente, es prerrogativa de los proponentes fijar el número de etapas que tendrá su proyecto.

La Comisión Evaluadora hace llegar su propuesta final al Comité Técnico, mismo que toma una decisión final con base en los proyectos identificados como de alta cali-dad y también en los fondos disponibles. Una vez pasada esta etapa, los resultados de la convocatoria son dados a conocer públicamente y se notifica a quienes recibirán el financiamiento, a fin de que procedan a firmar los conve-nios respectivos, a cuyos términos deberán apegarse. Los temas prioritarios identificados por la Semarnat para el fondo sectorial se resumen en la tabla 2.

Uno de los efectos de los fondos sectoriales es que coadyuvan a la descentralización y al financiamiento equitativo. La respuesta a las convocatorias emitidas por el INE ha sido, desde un principio, nacional. En la figura 2 se muestra la respuesta a la convocatoria, la distribu-ción de los proyectos financiados por el Fondo y la distri-bución de los recursos a nivel nacional.

Los proyectos presentan reportes técnicos y financie-ros a lo largo de su desarrollo. Los resultados finales, y los parciales en algunas ocasiones, se revisan a detalle en ta-lleres de evaluación ex post y ad hoc. La evaluación corre a cargo de evaluadores técnicos, pertenecientes el GEE, y de representantes del sector. Estos últimos ponderan los resultados transferibles al sector.

Los proyectos que se desarrollan bajo el esquema de los fondos sectoriales deben vincular sus resultados con

Mejores ciencias para un mejor

ambiente Convocatoria 2002

Recursos: 220 millones de pesosNúmero de proyectos financiados: 2022004Recursos: 57.5 millones de pesosNúmero de proyectos financiados: 1052006 (en proceso al cierre de la edición de este libro)Recursos: aproximadamente 50 millones de pesos

Tabla 2. Temas prioritarios de cada una de las emisones de convocatorias

para el Fondo Sectorial

Temas

1. Ordenamiento ecológico y conservación de ecosistemas2. Contaminación y degradación ambiental3. Política y economía ambiental4. Impacto ambiental5. Comunicación y educación ambiental6. Campos de frontera y tecnologías de vanguardia1. Conservación de especies y ecosistemas, manejo sustentable y ordenamiento2. Contaminación del aire3. Cambio climático4. Residuos y suelos contaminados5. Economía y medio ambeinte1. Vulnerabilidad socioambiental al cambio climático

el gobierno federal y los gobiernos estatales y municipales, o bien con las autoridades locales del sitio donde se desa-rrollan. Igualmente, deben proporcionar información que sea útil a las organizaciones no gubernamentales o a las instituciones locales. De esta forma, representan una gran oportunidad para que los investigadores vean el resultado de su trabajo aplicado a la resolución de problemas con-cretos y al desarrollo de estrategias de sustentabilidad que redunden en el bienestar de la sociedad.

Quizá habría que hacer hincapié en las ventajas de participar en el fondo Sectorial de Investigación Am-

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Fondo Sectorial de Investigación Ambiental

• Impulsar la investigación científica y la innovación tecnológica de México, y consecuentemente, impul-sar nuestra independencia y desarrollo

• Impulsar la incorporación del conocimiento científi-co en todos los ámbitos donde se toman decisiones de política pública

• Fortalecer la transparencia y la rendición de cuentas en la asignación de recursos públicos

Gracias al trabajo entusiasta y comprometido de nu-merosos investigadores e instituciones, los proyectos desarrollados a partir de la convocatoria de 2002 y la de 2004 han arrojado ya resultados, tanto preliminares como finales en algunos casos.

La información sobre los resultados más importantes en los tres rubros mencionados anteriormente es pública y se encuentra al alcance de todos los interesados en la página electrónica del INE.

Cabe señalar que en muchos proyectos se ha pro-ducido información que ya ha sido considerada en di-ferentes niveles de gobierno, y en grupos sociales es-pecíficos, tanto para la toma de decisiones como para el diseño de estrategias tendientes a la sustentabilidad. Éstas pueden ir desde la aportación de información taxonómica sobre grupos poco conocidos que son parte de la megadiversidad de México y la elaboración de inventarios de residuos o emisiones contaminantes, hasta el apoyo al desarrollo de estrategias comerciales basadas en la conservación de las especies y el adecua-do manejo de sus germoplasmas. Inclusive se ha re-gistrado ya una patente como resultado de uno de los proyectos en curso.

Así mismo, se han publicado artículos científicos ar-bitrados, documentos de divulgación, libros y capítulos de libros. Además, se han elaborado algunos videos y se ha formado una gran cantidad de recursos humanos.

Por su parte, las distintas áreas del INE llevaron a cabo acciones de colaboración científica con distintas

Figura 2. Ubicación de las instituciones con proyectos financiados por el Fondo Sectorial de investigación

ambiental (convocatorias 2002-2004)

01-23-45

6-7

12-208-11

21-42

01-23-45

6-7

12-208-11

21-42

2002

2004

biental, que se pueden resumir de la siguiente manera:

1. Ventajas inmediatas

• Impulso a la aplicación del conocimiento científico• Impulso a la producción de conocimiento orientado a

la resolución de problemas concretos• Evaluación imparcial por expertos reconocidos• Cero discrecionalidad y 100% de transparencia en la

evaluación.2. Ventajas a mediano y largo plazo:

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Mejores ciencias para un mejor

ambiente

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Fondo Sectorial de Investigación Ambiental

instituciones nacionales e internacionales de investi-gación. La relación de tales colaboraciones se describe a continuación.

Dirección General de Investigación de Contaminación Urbana, Regional y Global

Las actividades de colaboración sobre calidad del aire incluyeron temas como calidad del aire en zonas me-tropolitanas, el desarrollo del Inventario Nacional de Emisiones, 1999, emisiones vehiculares y calidad del aire en ambientes intramuros.

1. Instituto Tecnológico de Massachussets, EUA. 2002. Diseño de una Estrategia Integral para la Gestión de la Calidad del Aire en la Zona Metropolitana del Valle de México. Realizado para la Comisión Ambiental Metropolitana. La DGICURG es el área responsable de llevar a cabo la evaluación y la aprobación de los informes producidos.

2. Durante el desarrollo del INEM, 1999 la dirección técnica fue proporcionada por el Comité Técnico Asesor (CTA) conformado por agencias e institucio-nes mexicanas (en orden alfabético):

• Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Centro de Calidad Ambiental

• Universidad Autónoma de Baja California, Instituto de Ingeniería

• Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, Centro de Investigaciones en Materiales Avanzados

• Universidad Nacional Autónoma de México, Centro de Ciencias de la Atmósfera

3. Universidad Autónoma Metropolitana-Rectoría General. 2003. Estrategias para mejorar la promo-ción de vehículos limpios y eficientes y la economía de combustible en la planta vehicular de México.

4. Actvidades relacionadas con contaminación del aire en diversos microambientes:

• Instituto Nacional de Salud Pública. 2006. Evaluación de concentraciones microambientales de partícu-las suspendidas en hogares rurales de Michoacán y las actividades que influyen la exposición personal. México. D. F.

• Instituto Nacional de Salud Pública. 2006. Evaluación de la exposición al humo de tabaco en el edificio del Instituto Nacional de Ecología. México, D.F.

Las actividades de colaboración sobre sustancias quí-micas incluyeron temas relacionados con capacidades en el país para la investigación de COP, con convenios in-ternacionales, evaluación de riesgos y caracterización de metales pesados y sustancias tóxicas.

1. Universidad Autónoma Metropolitana. 2003. Identificación de las capacidades y necesidades de investigación en México en materia de contaminan-tes orgánicos persistentes (COP s). Informe final.

2. Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Ciudad de México. 2003. Informe final de la asesoría: Seguimiento a los compromisos de México en convenios internacionales en materia del ma-nejo adecuado de sustancias químicas.

3. Universidad Autónoma de San Luis Potosí. 2005. Diseño y aplicación de una metodología para la eva-luación integrada de riesgos ambientales en sitios pe-ligrosos de México. México, D. F.

4. Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa. 2005. Pruebas biológicas para la evaluación ecotoxi-cológica de sustancias químicas. México, D. F.

5. Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Ciudad de México. 2003. Programa de comunicación de riesgos para el manejo de residuos generados por productos de consumo do-méstico.

6. Universidad Autónoma de Zacatecas. 2002. Estudio del perfil elemental de plomo y mercurio en suelo, en

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sangre de niños menores de 5 años y en embarazadas, en Vetagrande, Zacatecas.

7. Universidad Autónoma de San Luis Potosí. 2004. Metales y contaminantes orgánicos persistentes en ni-ños y muestras ambientales de 10 sitios contaminados de México.

8. Universidad Autónoma de Zacatecas. 2004. Evaluación de riesgos ambientales por plomo en la población de Vetagrande, Zacatecas.

9. CINVESTAV, Unidad Mérida. 2005. Diagnóstico re-gional de los contaminantes orgánicos persistentes (COP) en la zona costera de la Península de Yucatán y el sur del Golfo de México. México, D. F.

Dirección General de Investigación de Política y Economía Ambiental

Las actividades de colaboración sobre pagos por servi-cios ambientales incluyeron temas como el de estima-ción del riesgo de deforestación, diseño de impuestos o tarifas ambientales, integración de objetivos de política en reglas de operación, y evaluación de la focalización de programas:

5. Universidad Iberoamericana (UIA), Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), Universidad de California en Berkeley (UCB) y Banco Mundial. Estudios de respaldo sobre economía de la deforestación, comparación internacional de sistemas de PSA, distribución espacial de pobreza y servicios ambientales en zonas forestales y evaluación de la fo-calización en ambientes de autoselección de los parti-cipantes. (2002-2006)

6. Universidad Autónoma de México (UNAM): Instituto de Geografía e Instituto de Ecología. Estudios hidro-geológicos e geohidrológicos de diversas zonas del país para identificar las características de los proce-sos de recarga de acuíferos subterráneos y su relación

con las zonas forestales en las zonas de recarga; es-tudios sobre la vulnerabilidad a desastres naturales y su relación con la cubierta forestal; estudios sobre la captación de agua en diversos ecosistemas foresta-les de zonas de niebla estacional. Estos estudios dan elementos de decisión y advertencias sobre grados de incertidumbre para el diseño de los programas de servicios ambientales federal y, en 2006, los locales. (2003-2006)

7. Universidad Autónoma de Barcelona, Universidad de Boloña, Tyndall Centre UK: Estudios socioeconómi-cos sobre determinantes de participación en esque-mas de pago por servicios ambientales (2006)

8. Universidad de Oregon, ITESM: Estudios de deman-da indirecta por servicios ambientales expresados a través del mercado de madera certificada (2005)

Las actividades de colaboración sobre economía de los instrumentos fiscales para la política ambiental inclu-yen temas diversos como los derechos de uso y aprove-chamiento de áreas naturales protegidas, los impuestos especiales a los combustibles, subsidios a la electricidad para bombeo y la exención de impuestos al valor agrega-do para el caso de agroquímicos.

9. Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), estudios sobre la demanda por plaguicidas, 2004.

10. Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores Monterrey (ITESM), estudios sobre el valor del servi-cio ambiental de control biológico de plagas (2005).

11. Universidad Autónoma de Chapingo, CIDE: estudios sobre decisiones de extracción y tecnología de riego y subsidios agrícola. (2004(.

12. Universidad La Salle, Universidad de Baja California Sur, UIA, Universidad de Michoacana: estudios so-bre demanda de ecoturismo y otros usos no consu-mativos de biodiversidad en áreas naturales protegi-das (2003-2005).

Contaminación urbana, regional

y global

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Fondo Sectorial de Investigación Ambiental

Dirección General de Investigación del Ordenamiento Ecológico y Conservación de Ecosistemas

Entre 2001 y 2006, la DGIOECE firmó 22 convenios y acuerdos de colaboración marco con diversos institutos de investigación, asociaciones civiles y organismos pú-blicos, con el propósito de fortalecer las actividades de investigación científica, apoyo técnico y tecnológico, in-tercambio de información y la definición de trabajos de asesoría, capacitación y ejecución de acciones en materia de ordenamiento ecológico, conservación de los ecosis-temas y manejo integral de cuencas hídricas.

Las instituciones involucradas incluyeron a un con-junto muy representativo de las de mayor prestigio de todo el país: Instituto de Ecología, AC; El Colegio de Mi-choacán, AC; El Colegio de la Frontera Sur; El Colegio de México, AC; El Colegio Mexiquense, AC; El Colegio de San Luis; El Colegio de Sonora; El Colegio de Jalisco; la Universidad de Guadalajara; La Universidad Autónoma del Estado de México; La Universidad Nacional Autóno-ma de México; el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CISESE), el Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, SC (CIBNOR); Planeación , Desarrollo y Recuperación Ambiental, SC (PLADEYRA); Fundación Baja California para el Desa-rrollo Sustentable, AC; Ducks Unlimited de México, AC (DUMAC); San Diego Zoo; Secretaría de Marina Arma-da de México; CONANP; CONABIO; Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza; Consejo de Re-cursos Minerales (COREMI); Grupo de Ecología y Con-servación de Islas (GECI).

De igual forma, durante el mismo periodo, se firmaron más de 85 Acuerdos o Convenios Específicos de Colabora-ción con instituciones académicas y de investigación para la realización de estudios, asesorías y eventos puntuales.

Las instituciones con quienes se promovieron dichos instrumentos incluyen: Universidad Nacional Autónoma

de México (diversos centros de investigación); El Cole-gio de la Frontera Sur; Universidad Autónoma de Baja California; Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, A.C; La Universidad Autónoma de Sinaloa; El Centro de Investigación Científica y de Educación Su-perior de Ensenada, Baja California; El Instituto de Eco-logía, A.C; La Universidad Autónoma de Baja California; Universidad Autónoma de Tamaulipas; El Colegio de Michoacán; Centro de Estudios Superiores de Sonora; Instituto politécnico Nacional (diversos centros de inves-tigación); CIBNOR; Universidad Autónoma de Quintana Roo; Universidad Autónoma de Baja California Sur; Uni-dos para la Conservación, AC; PLADEYRA; IDESMAC; Grupo Interdisciplinario de Tecnología Rural Aplicada; El Colegio de la Frontera Norte; entre otras

Las colaboraciones mencionadas se dirigieron a ela-borar insumos para apoyar la planeación territorial y el desarrollo regional sustentable, así como lineamientos para fortalecer la biodiversidad de especies de flora y fauna en diversas regiones del país y acciones que orien-ten hacia un manejo integral de cuencas hídricas a nivel nacional.

Asimismo, se firmó un contrato de comodato con la Asociación Civil “Espacios Naturales y Desarrollo Sus-tentable”, mediante el cual se concede al INE el uso, a título gratuito, de la embarcación KOIPAI YU-HA. Di-cha embarcación se utiliza en los estudios de monitoreo de Vaquita.

Dirección General del Centro Nacional de Investigación y Capacitación Ambiental (CENICA)

Una de las fortalezas del CENICA es su vincula-ción con instituciones educativas como la UAM y la UNAM, entre otras, en donde se combinan activida-des de investigación y de capacitación relacionadas con el conocimiento y solución de los problemas am-bientales. En apoyo a estas instituciones se desarrollan

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GEO México 2004 Perspectivas del medio ambiente en México

El informe GEO México 2004 fue elaborado conjuntamente por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Am-biente (PNUMA) y la SEMARNAT, a través del INE. Este Infor-me ofrece una visión global de un país que ha transitado de posiciones originadas en la Conferencia de Estocolmo a principios de la década de 1970, a un proceso de inte-gración de políticas y compromisos que rebasan el ámbito nacional y que se encuentran insertos en el marco de la globalización y en el espíritu de la Cumbre de Río sobre medio ambiente y desarrollo. El informe aborda pregun-tas como ¿Cuál ha sido el resultado de los últimos treinta años de la política ambiental en México y que condiciones políticas y económicas permitieron su desarrollo? ¿Qué actores intervinieron para impulsar o revertir la problemá-tica del medio ambiente en México? ¿De qué información disponemos para hacer un balance?

El informe se realizó con el objetivo de servir como guía para la mejor toma de decisiones y proveer informa-ción para el análisis y la reflexión acerca del estado actual y las perspectivas del medio ambiente en el país así como para vislumbrar las posibles soluciones a los problemas existentes. Presenta una visión de un país con un rico pa-trimonio natural que se ha visto degradado por un estilo de desarrollo enfocado al crecimiento urbano e industrial, hace referencia a como México transitó en el siglo pasado

de una estructura predominantemente rural a otra en un proceso creciente de urbanización, y que inicia en el siglo XXI inmerso en una dinámica de integración a un mundo globalizado, con los retos que ello implica; describe el con-texto de una economía en la que ahora predominan la in-dustria y los servicios, y los efectos del estilo de desarrollo predominante sobre la cantidad y calidad de los recursos naturales, la contaminación del aire y agua, la pérdida de ecosistemas y especies, y la desertificación, entre otros impactos que han disminuido nuestro capital natural a lo largo del siglo XX.

El diagnóstico de aire, agua, suelos, biota, zonas mari-nas y costeras y residuos que se incluyen en el Informe GEO México 2004 muestra el nivel de deterioro que han sufrido los ecosistemas de nuestro país, así como los impactos so-bre el bienestar humano debido a las diversas presiones a las que se encuentra sujeto el capital natural.

En cuanto a las perspectivas del ambiente, en este do-cumento se exploran tres escenarios para describir las al-ternativas que nos depara el futuro, a través de escenarios prospectivos al 2030. El informe identifica las fuerzas con-ductoras de la política y de la gestión ambiental, en dichos escenarios se esquematizan las relaciones entre la política y la economía con el medio ambiente y este análisis refle-ja una seria llamada de atención acerca de la urgencia de alcanzar grandes acuerdos nacionales que permitan avan-zar hacia la sustentabilidad ambiental.

actividades como aceptación de servicios sociales, di-rección de tesis y estancias académicas, con las cuales se coadyuva en la formación de profesionistas en te-mas ambientales.

Asimismo, se realizan colaboraciones con institucio-nes gubernamentales como la Comisión Federal de Pre-vención de Riesgos y Emergencias Sanitarias, COFEPRIS,

el Gobierno del Distrito Federal, GDF, el Instituto Nacio-nal de Salud Pública, INSP; organizaciones internaciona-les como JICA y OPS/OMS y GTZ de Alemania; ONG y privadas, para la realización de estudios específicos sobre análisis de contaminantes en diferentes matrices y/o ca-pacitación técnica en temas ambientales competencia de la DGCENICA.

CENICA

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Fondo Sectorial de Investigación Ambiental

Esta plataforma de vinculación ha permitido desarro-llar importantes líneas de colaboración dentro del propio sector de medio ambiente y recursos naturales; por ejem-plo, se han desarrollado proyectos de diagnóstico con re-lación a problemas de contaminación ambiental para las

Mejores ciencias para un mejor ambiente

Los resultados obtenidos hasta el momento por los pro-yectos financiados por el Fondo Sectorial de investigación ambiental abarcan un amplio rango de temas. Hasta el momento, se han publicado más de 200 artículos, cerca de cincuenta libros, y alrededor de 70 capítulos de libros. Además, se han titulado 185 estudiantes de licenciatura, 130 de maestría y 40 de doctorado, con lo que el fondo ha contribuido a la formación de recursos humanos especiali-zados en temas ambientales.

Son muchos los logros en términos de conocimientos y de resultados transferibles, y entre ellos, como ejemplo, podemos citar la Cuenca Lerma-Chapala, que es de extre-ma importancia para el país, y para la cual se cuenta ahora, entre otras cosas, con la información más actualizada resu-mida en un Atlas: el descubrimiento de una nueva especie de tiburón en el Golfo de California, y la descripción de los principales rasgos de su historia de vida; la identificación de importantes rasgos de la genética de las poblaciones de cícadas en peligro de extinción y el manejo de esta información en el establecimiento de viveros locales que permiten el comercio internacional legal por parte de eji-datarios y comuneros. Un diagnóstico climático que con-sidera el comportamiento de las lluvias, los cambios de temperatura y la ocurrencia de eventos extremos permite caracterizar los principales eventos peligrosos, tales como heladas, inundaciones y deslizamientos de tierra, mien-tras que la información sobre las semillas de leguminosas capaces de germinar en suelos contaminados con hasta

200,000 mg de petróleo crudo por kilogramo de suelo nos permite vislumbrar que estas plantas coadyuvarán a la limpieza de estos mismos suelos. De la misma manera, se avanzó en el conocimiento taxonómico de grupos antes poco estudiados, y la información se entregó a la Conabio a fin de que se integre debidamente en las bases de datos. También se han desarrollado trabajos relacionados con la calidad del aire y las medidas potenciales para mejorarlo en diversas ciudades del país -varias de las cuales ya están siendo consideradas por los responsables correspondien-tes- así como su efecto específico en padecimientos res-piratorios y cardíacos. Se hicieron grandes esfuerzos para avanzar en el ordenamiento de regiones que resultan de interés por su valor ambiental y ecológico así como por su potencial económico, como es el Golfo de California. Se ha producido información que permitirá evaluar el status real de las poblaciones de cactáceas a fin de ubicarlas adecua-damente en CITES y en las normas mexicanas, así como la identificación de riesgos específicos de dunas y manglares. Igualmente, se ha desarrollado trabajo muy relevante so-bre los recursos genéticos de las zonas áridas, templadas y tropicales de México. Adicionalmente, se ha avanzado en el análisis de las técnicas para la detección de transgenes, y se han realizado múltiples esfuerzos locales para, por ejemplo, instalar estufas eficientes que impiden la acumu-lación de hollín las cocinas y proporcionar herramientas a las comunidades para participar activamente en la conser-vación de especies y sitios de importancia ecológica.

delegaciones de la Semarnat en los estados, así como para diversas autoridades ambientales estatales y locales. En el siguiente cuadro se puede observar el número de colaboraciones, asesorías y convenios ejecutados por la DGCENICA en el periodo 2001-2005.

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Así mismo, en la siguiente gráfica se describe la dis-tribución temática de las líneas de colaboración, en don-de se observa la predominancia de convenios y colabo-

Tipo 2001 2002 2003 2004 2005Convenio 0 3 5 2 8Colaboración 2 22 33 17 26Asesorías 0 7 1 48 38Totales 2 32 39 67 72

Cuadro 1. Convenios, colaboraciones y asesorías 2001-2005

raciones en materia de calidad del aire, originados por la intensa actividad que se ha desarrollado en la aplicación

del Programa Nacional de Monitoreo Atmosférico y por los diversos proyectos de investigación en el campo de la caracterización de contaminantes y de exposición perso-nal y microambiental a contaminantes atmosféricos.

Como parte de sus actividades de vinculación, la DG-CENICA coordinó la elaboración y difusión del Informe GEO MÉXICO 2004 Perspectivas del Medio Ambiente en México. Este documento forma parte de la serie de infor-mes regionales y nacionales cuya elaboración ha impul-sado el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, como una forma de evaluar la sustentabilidad del desarrollo e identificar prioridades para la política ambiental de cada país.

El Informe GEO México 2004 aborda la necesidad de contar con información y análisis sistemáticos sobre el estado del medio ambiente, las principales fuerzas im-

Figura 3. Convenios, asesorías y colaboraciones por tema

2004 2004 2004 2004 2004Años

60

50

40

30

20

10

0

Tota

l

Residuos sólidos y peligrosos

Calidad del aire

Sitios contaminados

Ecotoxicología

Otros

CENICA

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297

Fondo Sectorial de Investigación Ambiental

Proyectos del Fondo Conacyt 2002

pulsoras detrás del cambio ambiental, las consecuencias de este estado en términos de impactos en la salud y cali-dad de vida de los habitantes y las respuestas que actual-mente se están implementando. Asimismo, el informe plantea escenarios futuros y concluye con recomenda-ciones sobre el camino que México debe tomar.

El establecimiento de los fondos sectoriales impli-có un gran esfuerzo colectivo, que incluyó al Conacyt y a los sectores gubernamentales como salud, educación,

energía, economía, INMUJERES, entre muchos otros. La armoni-zación de procedimientos y el establecimiento de reglas trans-parentes para la evaluación y la asignación de recursos son al-gunos de los procesos más im-portantes. Adicionalmente, ha sido posible establecer mecanis-mos de financiamiento a corto, mediano y largo plazo con base únicamente en las necesidades de los propios programas de trabajo que cada proyecto desa-rrolla.

Si bien es aún necesario agilizar los procesos y sistemas para la recepción y evaluación de las propuestas, así como los mecanismos de reporte y fi-nancieros, y la ampliación de

los recursos financieros disponibles, podemos decir que con este proceso se abrió el camino que permite a las ins-tancias gubernamentales contar con la mejor informa-ción científica posible y a los investigadores ambientales incorporarse, a través de su propio trabajo, a la identifi-cación, prevención y remediación de los problemas am-bientales que reclaman atención urgente en México.

0

1-2

3-4

5

6-7

8-11

12-20

21-71

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La investigación ambiental

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299

Conclusiones

Conclusiones

[299]

A lo largo de los capítulos que conforman este libro ha quedado plasmado el trabajo fecundo que los investigadores, técnicos y personal de apoyo del

INE, ha venido realizando a partir de que el Instituto se transformó en un organismo de investigación ambiental, para cumplir la tarea de proporcionar un soporte cientí-fico para la toma de decisiones en materia ambiental. Es este trabajo profesional y comprometido el que le da ahora su fortaleza para ir cobrando una creciente influencia en el sector gubernamental, ganar paulatinamente una acep-tación como pares entre la comunidad científica nacional e internacional, una mayor valoración y consulta por parte del Congreso de la Unión, un reconocimiento y prestigio entre los medios de comunicación y sobre todo una am-plia credibilidad entre la población en general.

Entendemos que el trabajo científico adquiere toda-vía más relevancia cuando logra conjuntar el análisis ri-guroso y objetivo de la realidad, con la responsabilidad de transformarla en beneficio de la sociedad. Éste es el principio fundamental que nos guía en el INE: análisis científico con compromiso social.

Desde el inicio, las autoridades de Semarnat en-tendieron y apoyaron la idea de que este instituto cum-pliera con un papel estratégico: asegurarse de que las decisiones que toma el gobierno sean las más objetivas y costo-efectivas posibles. Durante los primeros años de la administración que esta por concluir, el Dr. Ezequiel Ezcurra lideró un esfuerzo por abrir los espacios entre la comunidad científica para que se escuchara y recono-ciera la voz del Instituto. Su labor fue titánica, pues no solamente consistió en debatir y defender posiciones en distintos foros: gubernamental, privado y científico, sino además, organizar al interior del INE el trabajo de inves-tigación a partir de una inédita estructura administrati-va. Su esfuerzo, visión y perseverancia se reflejan hoy en una institución dirigida hacia funciones sustanciales de la investigación y difusión del conocimiento ambiental.

En esta tarea de investigación, es imposible salir ade-lante si no se cuenta con aliados estratégicos. Durante

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La investigación ambiental

estos años, el INE ha compartido esfuerzos con otras ins-tituciones, públicas y privadas, que le han permitido sa-car adelante numerosos trabajos, a la vez que se ha nutri-do de la experiencia acumulada en tales instituciones. En casa, dentro del paraguas institucional de la Semarnat contamos siempre en nuestras tareas de investigación con el apoyo de la Comisión Nacional para el Conoci-miento y Uso de la Biodiversidad, la Comisión Nacional Forestal, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Pro-tegidas y la Comisión Nacional del Agua. Adicionalmen-te, hemos tenido el privilegio de apoyar las tareas de las subsecretarias de Planeación, Gestión para la Protección Ambiental, y la de Normatividad y Fomento, así como trabajar muy de cerca con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente.

Contamos también con el apoyo destacado y com-prometido de la Universidad Metropolitana, con quien compartimos el diseño, creación y consolidación del Centro Nacional de Investigación y Capacitación Am-biental, pieza clave del INE y ejemplo de cooperación in-ternacional entre los gobiernos de México y del Japón a través de su Agencia de Cooperación Internacional. Un agradecimiento especial para los doctores Julio Rubio, José Luis Gazquez, Luis Mier y Terán, José Lema y Ós-car Monroy por su continuo apoyo para hacer realidad este proyecto.

Son más de 50 las universidades y centros de inves-tigación de todo el país con los que hemos trabajado y apoyado a lo largo de los últimos seis años a través de proyectos de cooperación, estudios, asesoría y también por medio del Fondo Sectorial de Investigación Ambien-tal, establecido junto con el Conacyt.

En esta sociedad globalizada, el intercambio científi-co entre instituciones de distintos países es afortunada-mente un punto a favor de este fenómeno globalizador. También en el extranjero, el INE tuvo socios muy des-tacados; entre otros, la Universidad de Harvard, el Ins-tituto Tecnológico de Massachussets, la Universidad de

California, el Colegio Imperial de Ciencia y Tecnología de Londres, la Universidad de Oxford, la Agencia Inter-nacional de Cooperación de Japón, la Agencia de Protec-ción Ambiental de Estados Unidos, la Agencia Ambiental de Alemania, la Comisión de Cooperación Ambiental de América del Norte, y la Organización para la Coopera-ción y el Desarrollo Económico, entre otros.

Mención muy especial es la referente a la enriquece-dora y estimulante colaboración que el INE ha mantenido con el Centro Mario Molina de Estudios Estratégicos en Energía y Medio Ambiente. Contar entre nosotros, como mexicanos, con el Dr. Mario Molina, es a la vez un gran orgullo y una gran responsabilidad de poder incorporar su conocimiento y experiencia en el estudio y solución de los temas ambientales de México.

De igual forma, el Instituto tuvo el privilegio de ser la principal contraparte y sede del Proyecto Milagro, coor-dinado por la Dra. Luisa Molina, investigadora del MIT. Este proyecto constituye el mayor y más amplio esfuerzo de investigación sobre los impactos locales, regionales y globales de la contaminación generados por una mega-ciudad que se haya realizado a nivel mundial.

La investigación científica para la toma de decisio-nes en la política ambiental presenta el trabajo llevado a cabo por el INE durante la Administración Federal 2000–2006, sintetiza la gran aspiración que nos guía: contribuir al desarrollo sustentable de México a través de apoyar la toma de decisiones de las autoridades am-bientales mediante la elaboración de estudios científicos, informes técnicos, o asesorías especializadas, así como contribuir a garantizar el derecho público a la informa-ción ambiental.

México vive momentos de trascendencia histórica: junto al crecimiento económico que coloca al país entre las principales economías del mundo, avanzamos tam-bién en la consolidación de la vida democrática y en el fortalecimiento de las instituciones nacionales. Ninguna de las dos tareas ha sido fácil y antes bien, todos los días

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301

Conclusiones

hay que redoblar esfuerzos para hacer realidad la aspira-ción nacional consagrada en los artículos 3 y 25 consti-tucionales que hablan de una sociedad democrática con un desarrollo integral y sustentable.

Por esa trascendencia histórica, es prioritario para mantener la viabilidad del desarrollo nacional, que re-conozcamos en los hechos y no sólo en el discurso la importancia estratégica que tiene el capital natural de nuestro país. No debemos caer en la falsa dicotomía en-tre crecimiento económico y la protección del ambiente.

La ciencia económica se fundamenta en los princi-pios de equidad y eficiencia para el manejo de los factores de producción: capital, trabajo y tierra. En otras palabras, lograr un uso eficiente y equitativo de estos tres factores para asegurar su conservación y reproducción en las me-jores condiciones posibles.

Hasta ahora, el modelo de desarrollo que hemos te-nido en México no fomenta la utilización de nuestro capital natural de manera eficiente y equitativa. Por el contrario, a lo largo de este libro se pueden consta-tar las enormes presiones que existen sobre el medio ambiente derivadas de las actividades productivas que realiza la sociedad.

Modelos de producción abusivos, fallas de mercado, fallas de gobierno, defensa del interés de unos pocos sobre el interés de las mayorías, uso de tecnologías ineficientes, carencia de educación, ausencia de conocimiento cientí-fico, escasa planeación, corrupción, son solo algunos de los factores que intervienen en la compleja problemática que daña al medio ambiente en nuestro país hoy en día.

Varios son los retos que enfrentamos para alcanzar el desarrollo integral y sustentable que hace referencia la Constitución de la República: una política ambiental de Es-tado que conjunte al Ejecutivo Federal y al Congreso de la Unión en un consenso histórico para conservar, proteger y usar sustentablemente los recursos naturales de México.

La transversalidad de la política pública que lleve a la práctica el concepto de desarrollo sustentable incor-

porando en cada una de las políticas sectoriales la visión de sustentabilidad que le de al país viabilidad producti-va y ambiental. El cuidado del medio ambiente no puede seguir siendo responsabilidad de un solo sector. Todas y cada una de las áreas gubernamentales debe rendir cuentas por los impactos que sus planes y programas ocasionan: por edificar carreteras, por construir hoteles en zonas costeras, por tolerar la venta de vehículos con tecnologías obsoletas, por regularizar vehículos inter-nados ilegalmente al país. Las naciones desarrollados de Europa occidental han demostrado en las últimas déca-das que es posible generar empleos y riqueza económica al tiempo que protegen el medio ambiente y la calidad de vida de sus habitantes. Han demostrado que se puede y se debe ser competitivo a nivel mundial sin basar sus éxi-tos comerciales en la dilapidación de los bosques y selvas ni en exponer a sus ciudadanos a niveles peligrosos de contaminantes en el aire, el agua o el suelo.

Una política fiscal que aliente la sustentabilidad e impida la proliferación de prácticas productivas dañinas al medio ambiente, internalice costos y promueva tecno-logías limpias.

Un compromiso público indeclinable a favor del capi-tal natural de México que inicia con las propias prácticas gubernamentales y se difunda a toda la sociedad.

Una reforma administrativa que dote a la autori-dad ambiental de los instrumentos legales, financieros y políticos que le permita desplegar en toda su magni-tud la influencia necesaria para promover el desarro-llo sustentable.

Una total transparencia en la información que alien-te y estimule la participación pública en la detección y solución de los problemas ambientales, cumpliendo ca-balmente con los principios de la democracia ambiental.

Un apoyo decidido a la investigación ambiental que permita aprovechar el talento de los científicos mexicanos y su compromiso con las mejores causas de México.

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Un esfuerzo coherente y articulado de educación am-biental que contribuya desde el seno familiar y escolar a modificar las prácticas perversas contra el medio am-biente y establezca, por el contrario, actitudes ciudada-nas en pro de la naturaleza.

El INE se propone seguir avanzando en la consoli-dación de su estructura de investigación científica y am-pliando su presencia e influencia en la administración pública mexicana. Sin duda, tenemos nuestros propios retos particulares que habrá que superar para continuar consolidando a nuestra institución como proveedora del cimiento y legitimidad de la toma de decisiones. Debemos esforzarnos aún más por ser sensibles a las necesidades de las áreas de planeación, gestión y normatividad ambiental para responder oportunamente a las demandas de infor-mación o de análisis estratégicos sobre temas complejos.

La ruta crítica que nos hemos trazado incluye los si-guientes lineamientos:

El INE como organismo público descentralizado con presupuesto y patrimonio propios, y sobre todo con au-tonomía de gestión que le permita cumplir mejor con la responsabilidad estratégica de apoyar la toma de de-cisiones del Estado mexicano, a la vez que garantizar el derecho de los ciudadanos a la información ambiental. Creemos que este instituto debe servir y apoyar no sólo al gobierno federal sino también al Congreso de la Unión y a los grupos de la sociedad civil.

Ser líder en la investigación ambiental y hacer siner-gia con otras instituciones científicas y académicas mexi-canas para formar una red nacional de investigación am-biental. Certificar sus procesos y elevar la calidad de sus investigaciones y compartir sus experiencias con otros centros de investigación.

Ampliar sustancialmente sus actividades de difusión científica a fin de que el resultado de sus estudios sea co-nocido por más ciudadanos.

Ampliar la cooperación con otras agencias ambien-tales internacionales buscando no solo el intercambio científico, sino también el apoyo financiero de estas or-ganizaciones a los trabajos del INE.

La evidente complejidad de la problemática ambiental hace imprescindible que sea el conocimiento científico y los análisis objetivos lo que guíe la política en la materia en los asuntos estratégicos o controversiales. Alejada de los intereses de grupo o de las posturas políticas o ideo-lógicas, la toma de decisiones basada en el conocimiento científico es la mejor herramienta que puede garantizar que el interés público estará siempre por encima de cual-quier otra pretensión.

Hemos cumplido apenas con una primera etapa en la transformación del INE en una institución de inves-tigación científica. El mérito de lo que se ha avanzado hasta ahora es patrimonio colectivo de cada uno de los integrantes de nuestra institución. Su profesionalismo y compromiso con México han sido totales y en ello des-cansa lo que se ha logrado. A quienes trabajamos aquí nos une una responsabilidad inquebrantable no sólo con el ambiente sino con la democracia y con principios fun-damentales de derechos humanos, de tolerancia y de no discriminación por raza, género, estatus socio económi-co, nacionalidad o preferencia sexual.

Adrián Fernández BremauntzNoviembre de 2006

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Conclusiones

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se terminó de imprimir en los talleres gráficos de la empresa S y G Editores,

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