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FACULTAD DE EDUCACIÓN DE SEGOVIA
DEPARTAMENTO DE DIDÁCTICA DE LA EXPRESIÓN MUSICAL, PLÁSTICA
Y CORPORAL
TESIS DOCTORAL:
LA INVESTIGACIÓN-ACCIÓN PARTICIPATIVA
DESDE LA MIRADA DE LAS MAESTRAS
PARTICIPANTES EN UN PROCESO DE FORMACIÓN
PERMANENTE DEL PROFESORADO SOBRE
EDUCACIÓN INCLUSIVA
Presentada por Raúl Alberto Barba Martín
para optar al grado de
Doctor por la Universidad de Valladolid
Dirigida por:
Dr. D. Luis M. Torrego Egido
Dr. D. Víctor Manuel López Pastor
2019
PROGRAMA DE DOCTORADO EN INVESTIGACIÓN
TRANSDISCIPLINAR EN EDUCACIÓN
TESIS DOCTORAL:
LA INVESTIGACIÓN-ACCIÓN
PARTICIPATIVA DESDE LA MIRADA DE
LAS MAESTRAS PARTICIPANTES EN UN
PROCESO DE FORMACIÓN
PERMANENTE DEL PROFESORADO
SOBRE EDUCACIÓN INCLUSIVA
Presentada por Raúl Alberto Barba Martín
para optar al grado de
Doctor por la Universidad de Valladolid
Dirigida por:
Dr. D. Luis M. Torrego Egido
Dr. D. Víctor Manuel López Pastor
AGRADECIMIENTOS
A mi hermano, José Juan, porque nada de esto hubiese sido posible sin su presencia en
mi vida. Él cambio mi forma de entender la vida, la educación, las relaciones… y eso se
ha visto reflejado en cómo soy y en cómo se ha desarrollado esta tesis doctoral. Iniciamos
juntos este camino, pero no lo hemos podido finalizar, como yo siempre lo soñé. Sin
embargo, he podido llegar hasta aquí gracias a él, porque a pesar de no haberme podido
acompañar hasta el final, me allanó el camino y me empujó con fuerza antes de irse. Ese
día prometí que intentaría que estuviese orgulloso de mí y espero que esta tesis doctoral
haya sido un paso más para conseguirlo. Nunca lo podré saber, pero sí que me queda el
consuelo de saber que aunque no fue posible acabar juntos esta tesis, este trabajo es en
gran parte suyo, pues en él he puesto todo mi esfuerzo y mi corazón, en el cual José se
encuentra. Tu fuerza me sigue acompañando.
A mis directores, Luis Torrego y Víctor M. López-Pastor, por su dedicación y
constancia conmigo. La gente siempre me dijo que lo más importante en una tesis doctoral
es elegir bien a los directores y yo tuve la suerte de tener a mi lado a dos grandes
profesionales, pero sobre todo a dos grandes personas. Solo puedo mostrarles mi
agradecimiento por prestarse a emprender este camino junto a mí y por haberme cuidado
durante todo él.
A Shirley Steinberg por su inestimable ayuda en esta tesis doctoral y su preocupación
desinteresada por mí. Durante mi estancia me mostró su cariño y me hizo sentirme como
en casa y desde entonces siempre he podido contar con su ayuda y su amistad. A su lado
amplié mis conocimientos, pero me quedo con el aprendizaje de haber descubierto a una
persona crítica y preocupada por la sociedad, la educación y las personas.
A Andrea Muñiz Rodríguez porque tuve la suerte de conocerla en un momento muy
difícil y lo llenó de ilusión, porque nunca ha dejado de hacerlo y porque solo puedo
agradecerle que haya decidido compartir conmigo su alegría, su felicidad, sus
conocimientos y su cariño.
A mi padre, José Luis, por abrirme el camino al mundo de la educación, por mostrarme
la pasión con la que se vive esta profesión y por haber hecho todo lo posible porque
llegase hasta aquí.
A mi madre, Mari Carmen, por su esfuerzo inagotable y su paciencia conmigo, pero
sobre todo por haber sacado fuerzas para seguir acompañándome, cuidándome y
ayudándome hasta este momento.
A mi hermano, David, porque me ha enseñado lo importante que es cuidar y querer a las
personas fundamentales en tu vida, porque siempre me ha protegido y ayudado y porque
siempre puedo contar con él.
A Lucía y Montse por su cariño y su apoyo en cada momento. Dos personas de las cuales
admiro su altruismo y que han hecho esta tesis mucho más fácil
A Juan y Alberto porque, aunque aún no lo puedan entender, la alegría que han traído a
mí y a la familia ha hecho cada momento más especial. Espero que les quede un gran
futuro por delante y, quién sabe, si cercano a la educación.
A Miriam Sonlleva Velasco porque su aparición en mi vida y en esta tesis doctoral ha
sido fundamental para seguir adelante. Sin apenas conocernos siempre mostró una gran
preocupación por mí, me ayudó, me apoyó y llenó de risas malos momentos. Me ha hecho
comprender la importancia que tienen la vida y la educación cuando se tratan desde el
corazón.
A Gustavo González, Suyapa Martínez, Alberto Acebes y Carlos Sanz quiero
agradecerles su amistad. Han sido tres amigos que el destino cruzó en mi vida y cuyas
ayudas constantes, su preocupación y las largas charlas juntos han llevado esta tesis
doctoral hasta aquí, pues sin su apoyo y sus conocimientos no hubiese sido posible.
A David Hortigüela y Daniel Bores por todo lo que me han enseñado durante este
tiempo, por compartir conmigo sus ideas y sus conocimientos que tanto me han hecho
crecer, pero también por su generosidad y su sentido del humor que hacen este camino
más sencillo.
A Carlos, Mayte y María Jesús, por abrirme las puertas de su casa y su familia, así como
a Uca, María, Pili, Marcos, Laura, Fernando, Sergio, Lara, Sara, Cristina, Nadia,
David, Uxia, Rubén y Raúl por haberme acogido como uno más desde el primer día.
A mis compañeros de profesión y amigos Carme García, Carolina Guzmán, Roberto
Monjas, Aitor Gómez, Ángel Pérez-Pueyo, Carlos Velázquez, Lars Bonell, Ángel
Antolín, Juan Carlos Manrique, Miriam Molina, Cristina Pascual, Antonieta
Blanco, Mayte Archilla, Ana Maroto, Rocío Anguita, Gonzalo Martín, Alba
Torrego, Patricia Gómez, Noelia García, y los muchísimos más que me han
acompañado con generosidad durante mis primeros pasos en la universidad y la
investigación.
A Lisa, Jennifer, Fouzia, Michael, Luis, Sicilia, Verónica, Brenda, Marlene y Elena
por ayudarme durante mi estancia y hacérmela más sencilla.
A mis tíos, Carlos y Javier, a Ana, de la AECC, a Hilda, a Eulogio y a Patricia por
estar siempre a mi lado y al de mi familia.
A mis amigos de la universidad, Adrián, Laura, Rubén, Álvaro, Maribel, Javier,
Noelia, Sergio… y a mis amigos de Ávila, Javier, Manuel, Santiago, Raúl, Alberto,
Daniel, Sergio, Hugo, Gonzalo, Héctor, Sergio, Alejandro… por estar en los buenos y
malos momentos.
Por último, querría dar las gracias a un grupo de personas fundamentales en estas tesis,
todas las maestras participantes del Proyecto y de esta tesis. Les agradezco su amistad
y su colaboración. Compartir este proceso junto a ellas me ha ayudado a ampliar
enormemente mis conocimientos y me ha servido para vivir la pasión por la educación en
las aulas, el entusiasmo y la dedicación de unas maestras comprometidas con su
alumnado, sus aulas, sus escuelas y sus comunidades.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
RESUMEN ................................................................................................................. 19
ABSTRACT ............................................................................................................... 21
INTRODUCCIÓN ...................................................................................................... 23
Objeto de estudio .................................................................................................... 23
Objetivos de la tesis doctoral .................................................................................. 23
Justificación ........................................................................................................... 25
Académica ........................................................................................................... 25
Motivación personal ............................................................................................. 25
Estructura de la tesis doctoral ................................................................................. 26
CAPÍTULO I: BUSCANDO EL SENTIDO DE LA INVESTIGACIÓN EN MI
EXPERIENCIA PERSONAL Y PROFESIONAL ...................................................... 29
1.1. A vista de pájaro. El inicio, las conexiones personales y el recorrido académico y
profesional de quien escribe esta tesis, desde una mirada autobiográfica .......... 29
1.1.1. Donde todo empieza… el recuerdo de cuando quería ser maestro ............... 30
1.1.2. Mi paso por la escuela y el instituto ............................................................ 32
1.1.3. Recordando la experiencia en el Grado de Maestro ..................................... 35
1.1.4. Un paso más… la experiencia en el TFG .................................................... 40
1.1.5. Las huellas de la formación inicial en la construcción de mi
identidad docente ........................................................................................ 40
1.1.6. ¿Y después de la carrera qué voy a hacer? .................................................. 42
1.1.7. El Máster y los comienzos en el Proyecto ................................................... 43
1.1.8. Otro paso más: El Trabajo de Fin de Máster ............................................... 45
1.1.9. El trabajo con las maestras y con los participantes del PID-FPEIAP ........... 47
1.1.10. Los primeros años en el Proyecto y el comienzo de la tesis doctoral ......... 49
1.1.11. Una mirada a mi formación doctoral ......................................................... 51
1.1.12. ¿Y en estos años, qué fue del Proyecto? .................................................... 54
CAPÍTULO II: ESTADO DE LA CUESTIÓN ........................................................... 57
2.1. Introducción al estado de la cuestión ................................................................ 57
2.2. Proceso de elaboración del estado de la cuestión en nuestro estudio ................. 58
2.2.1. Resultados cuantitativos de la búsqueda...................................................... 60
2.2.2. Análisis cualitativo de los documentos ....................................................... 63
2.2.3. Selección de literatura para la tesis doctoral ................................................ 65
2.2.4. Interpretación de los documentos recopilados ............................................. 68
2.2.5. Nuevas líneas de investigación ................................................................... 70
CAPÍTULO III: APROXIMACIÓN TEÓRICA A LOS EJES DE
LA INVESTIGACIÓN ............................................................................................... 73
3.1. Introducción a la formación docente ................................................................ 73
3.2. La formación permanente del profesorado ....................................................... 75
3.2.1. Modelos de formación permanente del profesorado .................................... 81
3.2.1.1. Clasificación de los modelos formativos según Francisco Imbernón .... 81
El modelo de formación orientada individualmente ..................................... 82
El modelo de observación-evaluación .......................................................... 82
El modelo de desarrollo y mejora................................................................. 82
El modelo de entrenamiento o institucional .................................................. 82
El modelo de investigación o indagativo ...................................................... 82
3.2.1.2. Clasificación de los modelos formativos según Carlos Marcelo ........... 83
Desarrollo profesional autónomo ................................................................. 83
Desarrollo profesional basado en la reflexión, el apoyo mutuo
y la supervisión............................................................................................ 83
Desarrollo profesional a través del desarrollo curricular e innovación curricular
y la formación en el centro ........................................................................... 83
Desarrollo profesional a través de cursos de formación ................................ 83
Desarrollo profesional a través de la investigación ....................................... 83
3.2.1.3. Clasificación de los modelos formativos según Manuel
Fernández Cruz .................................................................................... 84
Modelo de desarrollo profesional autónomo ................................................ 84
Modelo de desarrollo basado en itinerarios formativos ................................. 84
Modelo de desarrollo basado en el aprendizaje profesional cooperativo ....... 84
Modelo de desarrollo basado en la reflexión ................................................ 84
Modelo de desarrollo basado en la mejora escolar........................................ 84
Modelo de desarrollo basado en la indagación ............................................. 85
3.2.1.4. Clasificación de los modelos formativos en dos vertientes ................... 85
Modelo de formación instrumental o técnico ............................................... 85
Modelo de formación autónomo, reflexivo y crítico ..................................... 86
3.2.2. El posicionamiento de los actores durante la formación .............................. 86
3.2.3. La relación teoría-práctica en la formación ................................................. 89
3.3. La investigación-acción participativa en la formación permanente
del profesorado ................................................................................................ 93
3.3.1. El posicionamiento de los actores en la investigación-acción participativa .. 94
3.3.2. La relación teoría-práctica en la investigación-acción participativa ............. 95
3.3.3. El desarrollo de la formación a través de investigación-acción
participativa ................................................................................................ 96
3.3.3.1. El desarrollo de la investigación-acción participativa a través de la espiral
reflexiva ............................................................................................... 96
3.3.3.2. El desarrollo de la investigación-acción participativa a través del modelo
cogenerativo ......................................................................................... 99
3.4. La formación permanente del profesorado y la innovación educativa ............. 101
3.4.1. La innovación en educación ...................................................................... 101
3.4.1.1. De la innovación educativa a la transformación educativa ................. 102
3.4.2. Los Proyectos de Innovación Educativa .................................................... 104
3.4.2.1. Los Proyectos de Innovación Educativa desde las Administraciones
educativas .......................................................................................... 105
3.4.2.2. Los Proyectos de Innovación Docente desde las universidades .......... 106
Los Proyectos de Innovación Docente en la Universidad de Valladolid...... 107
El caso de nuestro Proyecto de Innovación Docente ................................... 109
CAPÍTULO IV: METODOLOGÍA ........................................................................... 113
4.1. Introducción .................................................................................................. 113
4.2. El diseño de la investigación .......................................................................... 114
4.2.1. Investigación cualitativa ........................................................................... 115
4.2.2. Perspectiva crítica de la investigación ....................................................... 118
4.2.3. Método de investigación cualitativa utilizado en la investigación .............. 120
4.2.3.1. La investigación-acción ..................................................................... 121
4.2.3.2. Modalidades de la investigación-acción ............................................ 123
Técnica ...................................................................................................... 123
Práctica...................................................................................................... 124
Crítica-emancipadora ................................................................................. 124
4.2.3.3. Investigación-acción-participativa-crítica .......................................... 125
4.2.3.4. Características de la investigación-acción-participativa-crítica .......... 129
4.3. Recogida de datos .......................................................................................... 134
4.3.1. Observación ............................................................................................. 136
4.3.2. Entrevistas ................................................................................................ 139
4.3.2.1. Entrevistas individuales ..................................................................... 139
4.3.2.2. Grupo de discusión............................................................................ 143
4.3.3. Análisis documental ................................................................................. 150
4.3.4. Cuestionario cualitativo ............................................................................ 151
4.4. Análisis de datos ............................................................................................ 152
4.4.1. Organización de las categorías .................................................................. 152
4.4.2. Informe de investigación .......................................................................... 157
4.4.3. Codificación de los datos .......................................................................... 159
4.5. Procesos éticos de la investigación ................................................................. 162
CAPÍTULO V. ANÁLISIS DE DATOS Y DISCUSIÓN (I): LOS INICIOS DEL PID-
FPEIAP Y LA FORMACIÓN DESDE LA PERSPECTIVA DE LAS MAESTRAS . 167
5.1. Los inicios y el comienzo de la creación del grupo de trabajo ........................ 167
5.1.1. Primeras aproximaciones al PID-FPEIAP ................................................. 167
5.1.1.1. El acceso de las maestras a la participación en el PID-FPEIAP.......... 167
Primer curso .............................................................................................. 168
Cursos posteriores ..................................................................................... 171
5.1.1.2. Los intereses de participación de las maestras cuando accedieron al PID-
FPEIAP .............................................................................................. 174
Primer curso .............................................................................................. 174
Cursos posteriores ..................................................................................... 176
5.1.1.3. Las expectativas formativas y de transformación de las maestras cuando
accedieron al PID-FPEIAP ................................................................. 178
Primer curso .............................................................................................. 179
Cursos posteriores ..................................................................................... 181
5.1.2. El grupo multinivel del PID-FPEIAP ........................................................ 183
5.1.2.1. El proceso de creación y consolidación del grupo multinivel del PID-
FPEIAP .............................................................................................. 183
5.1.2.2. La valoración de las maestras del carácter heterogéneo y multinivel del
PID-FPEIAP para su formación .......................................................... 187
5.2. Metodologías de formación docente en la trayectoria de las maestras del PID-
FPEIAP. Análisis y comparaciones de las potencialidades y debilidades ........ 191
5.2.1. La formación previa de las maestras ......................................................... 191
5.2.1.1. Tipos de formación previas al PID-FPEIAP ...................................... 191
5.2.1.2. Motivaciones e intereses formativos de las maestras .......................... 193
5.2.2. Metodología de formación en el PID-FPEIAP .......................................... 195
5.2.2.1. Participación en la toma de decisiones durante todo el PID-FPEIAP . 195
5.2.2.2. Implantación de prácticas inclusivas por las maestras ........................ 200
5.2.2.3. Procesos de reflexión individuales y colectivos con el grupo ............. 203
5.2.3. Aspectos más valorados por las maestras en el proceso de formación realizado
en el PID-FPEIAP ..................................................................................... 209
5.2.3.1. La relación teoría-práctica ................................................................. 210
5.2.3.2. Adaptación al contexto y a las necesidades ........................................ 214
5.2.3.3. El trabajo colectivo con otros agentes educativos .............................. 218
5.2.3.4. El seguimiento prolongado y el carácter longitudinal ........................ 221
5.2.3.5. La finalidad transformadora de la formación ..................................... 223
CAPÍTULO VI. ANÁLISIS DE DATOS Y DISCUSIÓN (II): TRANSFORMACIONES,
ASPECTOS RELEVANTES Y TENSIONES EN EL PID-FPEIAP .......................... 227
6.1. Transformaciones .......................................................................................... 227
6.1.1. Transformaciones producidas en las maestras por su participación en el PID-
FPEIAP..................................................................................................... 227
6.1.1.1. Transformación y proceso de la identidad docente. El papel
del grupo ............................................................................................ 228
6.1.1.2. Transformación del pensamiento docente y el conocimiento
educativo ............................................................................................ 231
Transformación en el concepto a sobre educación inclusiva ....................... 231
Transformación en el lenguaje en torno al término educación inclusiva ..... 234
Transformaciones en pensamiento docente de las maestras y cómo les ha
afectado a su práctica diaria ....................................................................... 236
6.1.1.3. Autonomía y liderazgo de las maestras .............................................. 240
6.1.2. Transformaciones producidas en la práctica por la participación de las maestras
en el PID-FPEIAP ..................................................................................... 244
6.1.2.1 El proceso de asentamiento de grupos interactivos ............................. 244
Cómo trabajábamos antes de entrar al PID-FPEIAP ................................... 245
El proceso de realización de grupos interactivos ........................................ 247
Transformación en el aprendizaje del alumnado......................................... 256
Transformaciones en las relaciones con las familias ................................... 259
Cómo trabajamos después de hacer grupos interactivos ............................. 264
6.1.2.2. El proceso de transformación de los boletines informativos de evaluación
para las familias ................................................................................. 268
Los primeros boletines informativos. Replanteando su validez................... 269
Transformación del boletín informativo impuesto a un boletín informativo
cualitativo-individualizado ........................................................................ 271
Perspectivas de la comunidad escolar respecto a la transformación del boletín
informativo ................................................................................................ 272
6.2. Aspectos destacados y tensiones del PID-FPEIAP encontrados por las
participantes .................................................................................................. 278
6.2.1. Aspectos destacados del PID-FPEIAP ...................................................... 278
6.2.1.1. Relación escuela-universidad ............................................................ 279
Percepción acerca de la conexión entre la escuela y la universidad............. 279
Principales aportaciones de la relación entre la escuela y la universidad en el
PID-FPEIAP .............................................................................................. 280
La seguridad de trabajar en un proyecto junto a la universidad ................... 281
El papel del profesor universitario en el PID-FPEIAP ................................ 282
Darse a conocer a la comunidad científica ................................................. 287
6.2.1.2. El trabajo en grupo ............................................................................ 291
El trabajo con compañeras dentro de la misma escuela. Una transformación de
las relaciones ............................................................................................. 291
El papel del grupo multinivel del PID-FPEIAP en el apoyo emocional a las
maestras .................................................................................................... 295
6.2.2. Tensiones surgidas en el PID-FPEIAP ...................................................... 297
6.2.2.1. Miedos e incertidumbres ante lo desconocido .................................... 298
Los primeros pasos de las maestras en el PID-FPEIAP .............................. 298
La ruptura con posiciones de comodidad ................................................... 299
6.2.2.2. Agotamiento docente ........................................................................ 302
6.2.2.3. Momento de estancamiento en el segundo año .................................. 306
6.2.2.4. La reducción del acompañamiento universitario cuando
el grupo creció.................................................................................... 310
CAPÍTULO VII: CONCLUSIONES, LIMITACIONES Y FUTUROS
DESARROLLOS ...................................................................................................... 315
7.1. Conclusiones de nuestro estudio .................................................................... 315
7.1.1. ¿A qué aspectos se prestó especial atención durante el proceso de formación
de las maestras en el PID-FPEIAP? ........................................................... 315
7.1.2. ¿Cuáles son las principales características que las maestras destacan de una
formación docente y cómo fue su cumplimiento en el PID-FPEIAP en relación
con otras formaciones? .............................................................................. 317
7.1.3. ¿Cómo han sido los procesos de transformaciones intrínsecos de las maestras,
surgidos a raíz de su participación en el PID-FPEIAP?, ¿cuáles han sido las
transformaciones en las aulas y en los contextos de las maestras? .............. 318
7.1.4. ¿Cuáles fueron las características del PID-FPEIAP más destacadas por las
maestras y las principales tensiones vividas? ............................................. 319
7.1.5. ¿Qué ha aportado el modelo de investigación-acción participativa a la
formación de las maestras participantes en el PID-FPEIAP? ..................... 320
7.2. Limitaciones de la investigación .................................................................... 321
7.3. Líneas de investigación futuras ...................................................................... 323
CHAPTER VII: CONCLUSIONS, LIMITATIONS AND FUTURE LINES ............. 325
7.1. Conclusions of our study ............................................................................... 325
7.1.1. What aspects were given special attention during the training process of
teachers involved in PID-FPEIAP? ........................................................... 325
7.1.2. Which are the main characteristics that teachers highlight from a I-service
teacher training and how was the fulfillment in the PID-FPEIAP comparing to
other kind of trainings? ............................................................................. 326
7.1.3. How have the intrinsic transformation processes that arose as a result of the
participation of teachers in the PID-FPEIAP been? Which are the
transformations in classrooms and in the teacher’s contexts? ..................... 327
7.1.4. Which were the most highlighted PID-FPEIAP characteristics by teachers and
the main tensions lived? ............................................................................ 329
7.1.5. What has the participatory action-research model contributed to the training of
teachers participating in the PID-FPEIAP? ................................................ 330
7.2. Limitations of the research ............................................................................. 330
7.3. Future lines of research .................................................................................. 332
REFERENCIAS ....................................................................................................... 335
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 2.1. Búsquedas en bases de datos en función del criterio establecido................. 61
Tabla 2.2. Resultados de las búsquedas totales en las bases de datos .......................... 62
Tabla 2.3. Selección de temas de interés ...................................................................... 66
Tabla 2.4. Resultados de la búsqueda en función de los temas de interés ..................... 66
Tabla 3.1. Los momentos de la investigación-acción ................................................... 98
Tabla 4.1. Características de la investigación cualitativa de nuestra investigación ... 116
Tabla 4.2. Características de la investigación-acción participativa (crítica) y su relación
con nuestra investigación .......................................................................... 131
Tabla 4.3. Fases y explicación del proceso de recogida de datos ............................... 135
Tabla 4.4. Técnicas de recogida de datos utilizadas en esta tesis doctoral, distribuidas
por fases ................................................................................................... 136
Tabla 4.5. Realización de observaciones en función del contexto y fases ................... 138
Tabla 4.6. Realización de entrevistas por número de participantes y fases ................ 139
Tabla 4.7. Guion de preguntas de las entrevistas individuales ................................... 142
Tabla 4.8. Datos de los participantes en el grupo de discusión .................................. 145
Tabla 4.9. Guion de preguntas del grupo de discusión .............................................. 148
Tabla 4.10. Documentos analizados .......................................................................... 150
Tabla 4.11. Preguntas del cuestionario cualitativo .................................................... 152
Tabla 4.12. Categorías y subcategorías del análisis de datos .................................... 155
Tabla 4.13. Líneas temáticas del análisis de datos..................................................... 156
Tabla 4.14. Pseudónimos de los participantes ........................................................... 160
Tabla 4.15. Codificación de las entrevistas ............................................................... 160
Tabla 4.16. Codificación de las observaciones .......................................................... 161
Tabla 4.17. Codificación de los documentos analizados ............................................ 161
Tabla 4.18. Codificación de los cuestionarios ........................................................... 162
ÍNDICE DE FIGURAS
Figura 1.1. Mi padre dando clase. Año 1994 ............................................................... 30
Figura 1.2. Mi padre tras un festival con sus alumnos. Año 1973 ................................ 31
Figura 1.4. Yo en clase con mis compañeros. Imagen extraída del periódico Diario de
Ávila. Año 1999 ....................................................................................... 33
Figura 1.5. Alumnado y profesorado de la Escuela de Magisterio de Segovia en una
protesta en defensa de la escuela pública ................................................... 36
Figura 1.6. Mis compañeros de prácticas y yo preparando una actividad para todo el
alumnado del colegio en la semana cultural............................................... 38
Figura 1.7. Fotos y despedida al alumnado de prácticas publicadas en las redes sociales
de la escuela durante mi Prácticum II. ....................................................... 40
Figura 1.8. Junto a mis compañeros de carrera tras acabar nuestro último examen ...... 41
Figura 1.9. Foto hecha a mis compañeros de trabajo en el VIII Congreso Internacional de
Actividades Físicas Cooperativas. Villanueva de la Serena, 2012 .............. 43
Figura 1.10. Imagen de algunos integrantes del PID-FPEIAP antes de una cena ......... 45
Figura 1.11. Imagen junto a algunas compañeras del PID-FPEIAP en el intermedio de
unas jornadas de formación organizadas por el Proyecto. Segovia, curso
2013/2014 ................................................................................................. 49
Figura 1.12. Imagen de algunos integrantes del PID-FPEIAP tras una reunión en uno de
los colegios. Curso 2013/2014 .................................................................. 51
Figura 1.13. Imágenes de diferentes presentaciones en congresos donde he expuesto
algunos resultados de esta tesis doctoral .................................................... 52
Figura 1.15. Imagen de mi hermano y mía en las V Jornadas de Historias de Vida en
Educación. Almería, 2015 ......................................................................... 55
Figura 2.1. Relación entre las publicaciones totales y sus años de publicación ............ 63
Figura 2.2. Relación entre las publicaciones de interés y sus años de publicación ....... 67
Figura 2.3. Relación entre el número de publicaciones y los temas de interés ............. 68
Figura 3.1. Modelo de desarrollo de la investigación-acción participativa en espiral
(Kemmis & McTaggart, 1988) .................................................................. 97
Figura 3.2. Modelo co-generativo de desarrollo de la investigación-acción participativa
(Greenwood & Lewin, 2007). ................................................................... 99
Figura 4.1. Modelos de hélice de investigación-acción (Stringer, 2007) y para el
aprendizaje de acción participativo y la investigación-acción (Zuber-Skerritt,
2018). ..................................................................................................... 130
Figura 4.2. Núcleo y temas del análisis de datos ....................................................... 154
Figura 4.3. Proceso de realización del análisis de datos ............................................ 159
Figura 5.1. Díptico de las I Jornadas de Educación Inclusiva en Educación Infantil:
Presencia, Participación y Buenos Resultados. ........................................ 170
Figura 5.2. Díptico de las Jornadas “El trabajo por proyectos: Implicaciones
y procesos”. ............................................................................................ 197
ÍNDICE DE ANEXOS
Anexo A Transcripciones de las entrevistas individuales.
Anexo B. Transcripción del grupo de discusión.
Anexo C. Cuestionarios cualitativos realizados por las maestras del PID-FPEIAP.
Anexo D. Documento realizado por el profesorado de universidad y entregado a las
maestras en la reunión del PID-FPEIAP acerca de Grupos Interactivos.
Anexo E. Plantilla explicativa para utilizar la plataforma ILDE como intercambio de
materiales
Anexo F. Boletín de evaluación informativo tradicional.
Anexo G. Boletín de evaluación informativo cualitativo-individualizado.
Anexo H. Diario de investigación (2013- 2016)
Los anexos pueden ser consultados a través del siguiente código QR:
RESUMEN
La presente tesis doctoral analiza un proceso de investigación-acción participativa como
vía de formación permanente del profesorado. El estudio está contextualizado en un
Proyecto de Innovación Docente de la Universidad de Valladolid, llevado a cabo desde
la Facultad de Educación de Segovia, cuya finalidad es la promoción de la educación
inclusiva en los contextos de los participantes. En el Proyecto participaron profesorado
de la Facultad, alumnado de los Grados de Educación y maestras en ejercicio, siendo este
último subgrupo sobre el que se asienta el desarrollo del estudio. Hemos realizado un
recorrido de tres cursos académicos por el Proyecto junto a las maestras a través de sus
vivencias, experiencias y reflexiones. Sus primeras aproximaciones a la formación, las
principales características del modelo formativo del Proyecto, las transformaciones
producidas y los aspectos más destacados, así como las tensiones surgidas, constituyen
las cuatro categorías de análisis desde las que hemos construido el discurso de las
maestras. Estos cuatro focos nos permitirán aproximarnos a una comprensión de la
investigación-acción participativa como modelo formativo del Proyecto, conocer cuáles
fueron sus principales características y valorar las transformaciones producidas.
La investigación está diseñada como una investigación-acción participativa desde una
perspectiva socio-crítica. El estudio se realizó desde la colaboración activa y continua
junto a las maestras en su proceso formativo. Se adoptó una postura de bricoleur durante
la investigación que nos condujo a recoger los datos a través de múltiples técnicas e
instrumentos, tales como entrevistas individuales, observaciones participantes, análisis
documental, cuestionarios abiertos y un grupo de discusión. Durante todo el proceso de
investigación, así como en el tratamiento de los datos, se ha procurado cuidar y proteger
los derechos de las participantes, sin traicionar su confianza ni invadir su privacidad.
Los resultados de este estudio revelan cómo la investigación-acción participativa se erige
como un modelo de formación permanente propicio para construir una identidad docente
crítica en sus participantes, así como conseguir transformaciones en sus procesos de
enseñanza-aprendizaje y en los contextos sociales en los que desarrollan su labor en pro
de la justicia social. Para conseguirlo, los resultados destacan las posibilidades de este
modelo formativo, frente a otros trabajos realizados previamente por las maestras, para
relacionar la teoría y la práctica, adaptarse a los diferentes contextos educativos y las
necesidades formativas particulares, fomentar la colaboración entre docentes de
diferentes escuelas y otros agentes educativos, realizar un trabajo formativo longitudinal
y producir transformaciones visibles en los contextos. Además, la forma en la que las
docentes narran sus experiencias en el Proyecto permite visibilizar cómo la investigación-
acción participativa comprende factores potenciadores de la formación y las
transformaciones, como el cuidado del bienestar docente, la reflexión crítica individual y
colectiva, la participación en la toma de decisiones, el sentimiento de grupo o el desarrollo
de autonomía.
La investigación abre un debate hacia el modelo formativo de investigación-acción
participativa, incidiendo en aquellos aspectos que posibilitan el desarrollo profesional y
que son claves para conseguir la transformación social, como forma de ampliar y mejorar
el conocimiento acerca de los procesos de formación permanente del profesorado.
Palabras clave: investigación-acción participativa, formación permanente del
profesorado, educación inclusiva, justicia social, relación escuela-universidad.
ABSTRACT
The present doctoral thesis analyzes a participatory action-research process as an in-
service teacher training. The study is contextualized in a Teaching Innovation Project of
the University of Valladolid carried out from the Faculty of Education of Segovia, whose
purpose is the promotion of inclusive education in the contexts of the participants. The
Project involved teachers from the Faculty, students of the Degree of Education and
teachers in practice, the latter being a subgroup on which the development of the study is
based. We have done a tour of three academic courses for the Project together with
teachers through their lived experiences and reflections. Their first approaches to training,
the main characteristics of the Project’s training model, changes produced and the most
outstanding aspects, as well as the tensions that have arisen, constitute the four categories
of analysis from which we have built the teachers’ discourse. These four points will allow
us to bring near a comprehension of the participatory action-research as a formative model
of the Project, to describe its main characteristics and to evaluate the changes produced.
The research is designed as a participatory action-research from a sociocritical
perspective. The study was carried out from an active and continuous collaboration with
teachers during their formative process. A bricoleur position was adopted during the
research that led us to collect data through multiple techniques and instruments, such as
individual interviews, participant observations, documentary analysis, open
questionnaires and a discussion group. For the whole research process, as well as in the
treatment of data, care has been taken to protect the participants’ rights, without betraying
their confidence or invading your privacy.
The results of the study reveal how the participatory action-research stands as a permanent
training model conducive to building a critical teaching identity among its participants,
as well as achieving transformations in its teaching-learning processes and in the social
contexts in which it develops its work in favor of social justice. Results highlight the
possibilities of this formative model, compared to other previously worked by teachers;
to relate theory and practice; to adapt to different educational contexts and the particular
training needs; and to encourage collaboration between teachers from different schools
and other educational agents to carry out a longitudinal training work and produce visible
transformations in contexts. Moreover, the way in which teachers talked about their
experiences in the Project allowed us to see how the participatory action-research includes
factors that enhance training and transformations, such as the care of the teachers’
welfare, individual and collective critical reflection, participation in decision-making,
group feeling or the development of autonomy.
The research encourages a debate toward a formative model of participatory action-
research, influencing in those aspects that support professional development and that are
key points to reach social transformation, as a way to increase and improve current
knowledge about in-service teacher training.
Keywords: participatory action-research, in-service teacher training, inclusive education,
social justice, school-university relationship
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
23
INTRODUCCIÓN
Objeto de estudio
Nos preocupan las propuestas de mejora que se reducen a implementar uno
o más modelos educativos sin conceder igual importancia a las creencias
iniciales de los docentes sobre la enseñanza y el aprendizaje (Fullam &
Hargreaves, 1996, p.46).
¿Cuál es el fundamento de la formación permanente del profesorado? ¿Qué elementos
permiten enriquecer los saberes de los docentes? ¿Qué papel ocupa la reflexión en la
formación de maestros y maestras críticos? ¿Qué importancia tiene la innovación en la
educación de nuestros días? Durante más de cinco años, estas preguntas, y otras muchas,
han guiado a la investigación que presentamos.
La investigación de esta tesis doctoral se ha realizado en el contexto de un Proyecto de
Innovación Docente (PID-FPEIAP) surgido desde la Universidad de Valladolid, donde
maestras de escuela, profesorado universitario y alumnado de Magisterio han trabajado
juntos para procurar transformaciones sociales y mejoras en el alumnado. El Proyecto se
desarrolló a través de la investigación-acción participativa, con la finalidad de ser un
espacio formativo para los participantes, a través del cual adquirir nuevos conocimientos,
desarrollar una conciencia crítica y procurar una transformación de las prácticas de aula
y las realidades, todo ello en valores de educación inclusiva. Como el Proyecto cambió
de nombre cada año, pero todos los cursos versó sobre la formación permanente, la
educación inclusiva y la investigación-acción participativa, lo denominaremos a lo largo
de la tesis como “Proyecto de Innovación Docente sobre Formación Permanente en
Educación Inclusiva a través de Investigación-Acción Participativa” (PID-FPEIAP).
En el estudio analizamos la investigación-acción participativa como metodología de
formación permanente del profesorado, a través de la experiencia de las maestras que
participaron en el PID-FPEIAP. El análisis del Proyecto se ha realizado desde la propia
voz de las maestras, prestando atención a sus vivencias, sus experiencias y opiniones.
Objetivos de la tesis doctoral
El objetivo general de la investigación que presentamos es evaluar el modelo de
investigación-acción participativa, vinculado con la educación inclusiva, desde la
perspectiva del subgrupo de maestras participantes del Proyecto de Innovación Docente
“La educación inclusiva en Educación Infantil: transformación de la docencia
universitaria y de la docencia en las Escuelas de Infantil”, de la Universidad de
Valladolid.
Para llegar a la comprensión de este objetivo de forma amplia y clara, nos planteamos
cuatro objetivos específicos con los que abordar diferentes aspectos del proceso vivido
por las maestras. Estos objetivos se trazaron a lo largo de la investigación, a medida que
fuimos debatiendo los datos con las maestras. El objetivo principal fue considerado a lo
largo de todo el proceso investigador. La reflexión sobre él y su contraste con las
actividades realizadas y los datos conseguidos, nos condujeron a la evidencia de la
necesidad de tener en cuenta determinados aspectos, así como momentos concretos
determinados, si se aspiraba a dar respuesta al objetivo principal y se pretendía completar
Introducción
24
el mismo. Este es el origen de los objetivos específicos que se marcan en esta tesis. De
esta forma los objetivos específicos que finalmente abordamos en este trabajo son:
Valorar los aspectos que fueron clave en el proceso de formación de las
maestras participantes en el PID-FPEIAP durante los tres primeros años del
Proyecto.
Analizar las sinergias y discordancias destacadas por las maestras entre el
PID-FPEIAP y los modelos de formación vividos por ellas anteriormente.
Estudiar los procesos de transformación producidos en las maestras como
resultado de su participación en el PID-FPEIAP, así como el grado en el que
afectaron a su alumnado, a sus prácticas y a sus contextos.
Realizar un análisis de las características del PID-FPEIAP más destacadas por
las maestras y de las tensiones vividas durante los tres años de duración del
Proyecto.
Para guiar el estudio realizado en esta tesis doctoral, transformamos los objetivos en
preguntas de investigación. Tratamos de ir respondiéndonos estas preguntas durante todo
el proceso. Las preguntas fueron realizadas con la suficiente amplitud para abarcar las
múltiples visiones de las maestras. El objetivo general y por tanto, la pregunta central de
la investigación, fue:
¿Qué ha aportado el modelo de investigación-acción participativa a la formación de las
maestras participantes en el PID-FPEIAP?
Por su parte, los objetivos específicos también se vieron transformados en preguntas que
nos ayudarían a guiar la investigación. Dichas preguntas específicas fueron:
¿A qué aspectos se prestó especial atención durante el proceso de formación
de las maestras en el PID-FPEIAP?
¿Cuáles son las principales características que las maestras destacan en una
formación docente y cómo fue su cumplimiento en el PID-FPEIAP en relación
con otras formaciones?
¿Cómo han sido los procesos de transformación intrínsecos de las maestras,
surgidos a raíz de su participación en el PID-FPEIAP?, ¿cuáles han sido las
transformaciones en las aulas y en los contextos de las maestras?
¿Cuáles fueron las características del PID-FPEIAP más destacadas por las
maestras y las principales tensiones vividas por ellas?
La investigación trata de dar respuesta a los objetivos a través de una metodología de
investigación-acción participativa y un posicionamiento socio-crítico por parte del
investigador. Hemos sido participantes internos del PID-FPEIAP desde su comienzo, lo
cual nos ha permitido acompañar y colaborar en el desarrollo de la investigación desde
dentro del Proyecto y entablar una relación cercana con las maestras participantes.
Nuestra investigación siempre ha procurado un trabajo ético junto a las maestras, a través
del cual hemos entablado una relación interpersonal, cuidando y protegiendo siempre sus
derechos. Hemos trabajado junto a las maestras por hacer de la tesis doctoral un espacio
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
25
que apoyase su formación y recogiese realmente sus vivencias, sin traicionar su confianza
ni invadir su privacidad.
Justificación
Académica
La Resolución 8 de junio de 2016, del Rectorado de la Universidad de Valladolid, por la
que se hace pública la normativa para la presentación y defensa de la tesis doctoral en la
Universidad de Valladolid (BOCYL nº114 de 15 de junio de 2016), señala en el artículo
2 que:
De acuerdo con el Real Decreto 99/2011, una tesis doctoral consiste en un
trabajo original de investigación en cualquier campo de conocimiento,
cuya elaboración debe capacitar al doctorando para el trabajo autónomo en
el ámbito de la I+D+i. En la Universidad de Valladolid se contemplan dos
modalidades de tesis: ordinaria y por compendio de publicaciones.
La investigación que presentamos se encuadra en el programa de doctorado en
Investigación Transdisciplinar en Educación de la Universidad de Valladolid, bajo la
modalidad de tesis ordinaria. El documento que la recoge cumple con los requisitos
mencionados en el artículo 3 de la citada resolución para tal fin, incluyendo una memoria
con los apartados de índice, introducción, cuerpo formado por capítulos diferenciados,
conclusiones y bibliografía; así como el aval de su calidad, certificado a través de varios
artículos publicados en revistas que cumplen los criterios establecidos por la ANECA,
para el reconocimiento de tramos de investigación en el Área de conocimiento de las
Ciencias Sociales:
Barba-Martín, R. A., Barba, J. J., & Martínez-Scott, S. (2016). La
formación continua colaborativa a través de la investigación-acción. Una
forma de cambiar las prácticas de aula. Contextos Educativos. Revista de
Educación, 19, 161-175.
Barba-Martín, R. A., González-Calvo, G., & Martínez-Scott, S. (2018). El
papel de una maestra en la integración de una alumna sordociega en la
comunidad educativa. Educar, 54(1), 83-99.
Barba-Martín, R. A., Sonlleva-Velasco, M., & García-Martín, N. (2018).
“Presencia, participación y progreso”: el aprendizaje basado en proyectos
en la trayectoria de una maestra en formación. Revista Electrónica
Interuniversitaria de Formación del Profesorado, REIFOP, 21(2), 13- 25.
Además, la tesis doctoral se presenta bajo la mención “Doctor Internacional”, por ello, y
siguiendo las directrices del Real Decreto 99/2011, de 28 de enero, por el que se regulan
en España las enseñanzas oficiales de doctorado (BOE nº35, de 10 de febrero de 2011),
parte del estudio ha sido realizado en la University of Calgary (Canadá); y el resumen y
las conclusiones serán expuestos en inglés.
Motivación personal
La realización de esta investigación supone el inicio de un deseo personal, el de poder
dedicar el futuro de mi carrera profesional a mejorar el mundo a través de la investigación
educativa. Para ello, el primer paso era formarme, adquirir unos conocimientos y una base
Introducción
26
que me permitiese desarrollar esta labor durante muchos años y tratar de aportar un
conocimiento que haga de la educación el motor de cambio hacia una sociedad más justa,
equitativa y democrática.
Esta concepción educativa la han creado mis vivencias personales en torno a la educación,
pero también el haber compartido mi camino con gente con un pensamiento similar. Entre
todas estas personas, hay una que destaca por haber sido un referente para mí y para iniciar
esta tesis, mi hermano José Juan. Él entendía la educación como una forma de transformar
el mundo en pro de valores de igualdad, solidaridad y respeto, que permitiesen otorgar un
aprendizaje de calidad a todo el alumnado. Mi hermano siempre dirigió sus esfuerzos para
conseguirlo y creyó en mí para continuar con él la labor. Así me lo hizo saber en los
agradecimientos de su tesis doctoral “a Raúl que está comenzando a estudiar para ser
maestro y tiene ante sí la posibilidad de hacer algo por un mundo mejor y mejorar la vida
de los otros” (Barba, 2011, p. s.n). Compartir estas ideas con José me ayudó en la decisión
de iniciar mis estudios en Educación y continuarlos hasta llegar a esta tesis doctoral.
El tema del estudio de esta investigación supone un acercamiento a esta idea de
educación. Fue para mí una motivación poder trabajar junto a las maestras para evaluar
su perspectiva en un proceso formativo destinado al desarrollo de la educación inclusiva.
La investigación comenzó con mi Trabajo de Fin de Máster. La elección de esta temática
me permitió la posibilidad de reflexionar, indagar, aprender y mostrar cómo la educación
puede llegar a transformar la sociedad y la vida de las personas. Sin embargo, tuve que
limitar la investigación a la solicitud de espacio y tiempo de dicho trabajo. Por ello, quedó
en mí una necesidad de seguir narrando el proceso y poder indagar más profundamente
en factores, ideas, prácticas, etc., que permitiesen comprender mejor cómo se puede
encarar una educación crítica desde la formación permanente del profesorado. Por esta
razón, decidí continuar mis estudios doctorales abordando esta línea.
Pero más allá de las razones académicas, hubo algo personal que me llevó a escribir esta
tesis doctoral, y fue aprovechar la posibilidad de quien confió en mí para tratar de hacer
del mundo un lugar mejor.
Estructura de la tesis doctoral
La investigación que hemos llevado a cabo se estructura en seis capítulos. A continuación
presentamos un breve resumen de cada uno de ellos, con el objetivo de mostrar al lector
una panorámica del estudio realizado.
Capítulo I. Buscando el sentido de la investigación en mi experiencia personal y
profesional
El primer capítulo trata de dar a conocer las relaciones que se establecen entre el estudio
realizado y la trayectoria personal y profesional de su autor, como docente e investigador.
En él, tratamos de mostrar las vivencias que llevaron al autor al desarrollo de esta tesis
doctoral y su implicación personal con el proceso.
Capítulo II. Estado de la cuestión
El segundo capítulo muestra el recorrido por las investigaciones científicas publicadas
sobre formación permanente del profesorado e investigación-acción en bases de datos
nacionales e internacionales. En este apartado de la tesis buscamos la conexión de nuestro
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
27
trabajo con otros previos y hacemos una comparativa con las investigaciones realizadas
hasta el momento, vinculadas con la formación del profesorado y la investigación-acción.
Capítulo III. Aproximación teórica a los ejes de la investigación
El tercer capítulo está dedicado a contextualizar la tesis en relación a los modelos y teorías
principales que afectan al objeto de estudio, la investigación-acción participativa como
metodología de formación permanente del profesorado, así como a describir los
principales conceptos y tendencias en los que se basa la tesis. Este apartado del trabajo
no pretende ser una descripción profunda de los aspectos teóricos marcados, sino más
bien sentar las bases del estudio a nivel teórico.
Capítulo IV. Metodología
El cuarto capítulo nos lleva a enmarcar el estudio desde el enfoque metodológico
cualitativo y crítico. A través del mismo hacemos una presentación del diseño de la
investigación, asentado en la perspectiva de investigación-acción-participativa-crítica.
Además, exponemos cómo hemos hecho la recogida de datos del estudio y su posterior
análisis, así como los criterios éticos seguidos en nuestro trabajo. Estos aspectos nos
servirán para dar inicio al capítulo de análisis y discusión de los datos.
Capítulo V. Análisis de datos y discusión (I): los inicios del PID-FPEIAP y la formación
desde la perspectiva de las maestras
El quinto capítulo presenta la primera parte del análisis de los datos recogidos a lo largo
de la investigación y su discusión con otras investigaciones. Para ello, primero analizamos
cómo fueron los inicios y el comienzo de la creación del grupo de trabajo del Proyecto.
Después comparamos la formación recibida en el PID-FPEIAP con la vivida por las
maestras durante su trayectoria personal y profesional.
Capítulo VI. Análisis de datos y discusión (II): Transformaciones, aspectos relevantes y
tensiones en el PID-FPEIAP
El sexto capítulo muestra la segunda parte del análisis de los datos. Comenzamos
debatiendo sobre las transformaciones experimentadas por las maestras a lo largo de su
participación en el PID-FPEIAP. Además analizamos las potencialidades y limitaciones
presentadas por las participantes a lo largo de la experiencia formativa en el Proyecto. En
cada apartado presentamos cada uno de estos puntos del análisis para organizar, a
continuación, una discusión de los datos obtenidos con los de otras investigaciones.
Capítulo VII. Conclusiones, limitaciones y futuros desarrollos
La tesis finaliza exponiendo algunas conclusiones del estudio, desde las que tratamos de
dar respuesta a los objetivos de la investigación. También detallamos cuáles son las
limitaciones del trabajo y presentamos un bosquejo sobre las posibles futuras líneas de
investigación que nacen a partir de la tesis doctoral realizada.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
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CAPÍTULO I: BUSCANDO EL SENTIDO DE LA
INVESTIGACIÓN EN MI EXPERIENCIA
PERSONAL Y PROFESIONAL
En este primer capítulo de la tesis doctoral presentaremos un estudio autobiográfico de la
persona que escribe esta tesis doctoral. Hemos decidido comenzar el estudio por este
capítulo, con el objetivo de mostrar al lector los acontecimientos vitales y profesionales
que nos llevaron a escribir esta investigación, así como las relaciones que nos unen con
el Proyecto que constituye el objeto de estudio de la misma.
Explican Bolívar, Domingo y Fernández (2001), que la escritura autobiográfica en una
investigación realizada por un docente resulta algo fundamental, pues a través de ella se
engrana el estudio y se da sentido a los elementos que lo componen. Nuestro interés no
es en este punto repasar todos aquellos aspectos que componen nuestra vida, sino
reflexionar sobre una serie de hitos y personas que han marcado nuestra experiencia
personal y nos han llevado a nivel profesional a ser lo que hoy somos. Por ello iniciaremos
nuestra autobiografía por los primeros recuerdos en la niñez relacionados con la
educación, el papel de la familia y las vivencias en la escuela y el instituto. Continuaremos
a través de los principales momentos que marcaron al doctorando durante la formación
inicial y el máster. Por último, abordaremos los primeros pasos en la tesis doctoral y la
participación en el Proyecto.
1.1. A vista de pájaro. El inicio, las conexiones personales y el recorrido
académico y profesional de quien escribe esta tesis, desde una mirada
autobiográfica
Una tesis doctoral es un trabajo amplio, largo en el tiempo. Esta característica hace que
llegue un momento en el que el investigador se da cuenta y, a veces, se replantea la gran
cantidad de decisiones que le hicieron llegar a este momento. Desde mi experiencia
personal, considero que es mucho más que los cinco años (o alguno menos) que se suelen
utilizar en hacer una investigación, redactarla y defenderla. Es un proceso profesional
ligado muy fuertemente al desarrollo personal. En mi caso creo que está bastante unido,
debido al tipo de investigación y mi implicación personal y profesional en ella.
Como ya avanzábamos en el capítulo introductorio al lector, la investigación de esta tesis
doctoral está realizada en un Proyecto de Formación Permanente del Profesorado. El
investigador que escribe estas líneas ha formado parte de dicho proyecto y ha tenido una
vinculación especial con quien lo inició. Esto nos ha hecho ser participantes activos
durante el desarrollo de este, pero también tener una implicación personal no solo con el
proyecto, sino también con los docentes e investigadores que participaban en el PID-
FPEIAP. Desde luego, dar a conocer esta parte subjetiva y personal de la trayectoria
personal y profesional de quien escribe estas líneas, resulta clave para poder entender la
tesis que podrá leerse en las siguientes páginas. Recordar mi experiencia y mis vivencias
antes y durante el desarrollo del proyecto, hacerlas explícitas, darles sentido y encajarlas
como piezas de un puzle en un buen bricolaje, es uno de los aspectos que, como detallan
Bolívar, Domingo y Fernández (2001), darán sentido, rigor y solidez a la investigación.
CAPÍTULO I: Buscando el sentido de la investigación en mi experiencia personal y profesional
30
1.1.1. Donde todo empieza… el recuerdo de cuando quería ser maestro
Se podría decir que siempre he querido ser maestro, siempre desee estar unido al mundo
de la educación. Esto lo tengo claro. He tratado de recordar la primera vez que tuve esta
motivación, el primer recuerdo que hizo que tomase esa decisión. Después de mucho
pensar, me vino a la mente un recuerdo bastante nítido pese a la gran cantidad de años
que han pasado. Realmente no sé si es la primera vez que pensé en ser maestro (estoy
seguro de que no), pero por algún motivo este recuerdo me resulta significativo.
Estaba en la escuela, probablemente estaría en 4º o 5º de Primaria, no me recuerdo mayor
de 10 o 11 años. Estaba sentado en aquellas mesas y sillas verdes, típicas de las escuelas,
rodeado de mis compañeros, que se sentaban a mi lado en forma de U, por lo que tenía a
un compañero a cada lado. En el esfuerzo por hacer memoria, consigo recordar a una de
mis compañeras de al lado en ese momento, pero ya no logro recordar a la otra compañera,
la profesora o la asignatura.
La maestra nos había mandado hacer unos ejercicios de un cuadernillo. Entre todos los
ejercicios había uno que es el que me ha traído este momento a la cabeza. Sin ser capaz
de exponer cuál era el enunciado literal del ejercicio, decía algo así como “di cuáles son
las profesiones que te gustaría ser de mayor”. Probablemente a esas edades es una
respuesta que va asociada a tu vivencia, tus gustos, tus referentes o tus ídolos. Yo era –y
soy- un gran aficionado al deporte, sobre todo al fútbol. Por tanto, ¿quién no hubiese
dicho querer ser futbolista?, más en una época de jugadores como Ronaldo o Zidane. Sin
embargo, esa no fue mi respuesta. Recuerdo que el ejercicio te daba la opción de dar tres
respuestas, en orden de preferencia. Pero yo solo marqué una. Solo la primera y puse
maestro. Lo tenía claro y fue una decisión que me acompañó siempre.
Ciertamente, mi decisión en el ejercicio es más fácil de comprender si consideramos que
mi padre y mi hermano eran profesores. Ellos fueron siempre mis referentes. Desde que
mi hermano decidió estudiar Magisterio, mi casa se convirtió en un lugar de discusiones
y debates sobre educación. Yo viví durante años comidas y cenas llenas de charlas
pasionales sobre educación y anécdotas en las escuelas.
Mi padre era un maestro entusiasmado. Un docente que vivió una época en la que la
escuela era una parte muy importante de los municipios y el maestro era conocido por
toda la comunidad.
Figura 1.1. Mi padre dando clase. Año 1994
Yo a mi padre siempre le recuerdo de maestro y director en un colegio de Ávila capital,
donde estuvo impartiendo docencia sus últimos 20 años. Pero sus anécdotas se remontan
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
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años atrás y a lugares muy diversos. Durante más de cuatro décadas mi padre impartió
docencia en casi una decena de colegios, aproximadamente.
Sus primeros años como maestro se forjaron en las escuelas de una multitud de pueblos
de la provincia de Ávila, durante la década de los años 70 y 80. Mi padre siempre
recordaba aquellos años de forma muy especial, sus recuerdos hacían mucho hincapié en
la cercanía entre la escuela, el alumnado, el maestro y la gente de los pueblos. Para mi
padre esta fue una época muy feliz de su etapa como docente. Cuando rememoraba
anécdotas de aquellos años, siempre lo hacía desde una fuerte nostalgia y una sonrisa.
Fueron momentos donde desempeñó su labor como docente tanto en las aulas y la escuela
como fuera de ellas. Mi padre siempre nos recordaba acciones que realizó junto a su
alumnado para mejorar y conocer el contexto de los pueblos, como ayudar a construir las
pistas de fútbol y baloncesto, conocer y visitar a los diferentes trabajadores o preparar un
gran número de festivales tradicionales junto a sus alumnos para las fiestas. Esta unión
entre la escuela y el pueblo que mi padre nos narraba la pudimos comprobar mi familia y
yo tiempo después. Para la celebración de la jubilación de mi padre decidimos hacerle un
vídeo recordatorio y visitar los pueblos en los que había estado de maestro. En ese
momento descubrimos felices y orgullosos como había gente que aún se acordaba de él
cuarenta años después.
Figura 1.2. Mi padre tras un festival con sus
alumnos. Año 1973
Por su parte, mi hermano fue un maestro convencido de que la educación podía cambiar
el mundo. Hacer la carrera de Magisterio no fue su primera decisión, pero cuando accedió
a esta formación algo le cambió. Mi madre siempre decía que decidir ser maestro y
hacerlo en la Escuela de Magisterio de Segovia fue una de las mejores decisiones que
tomó mi hermano. Allí descubrió su pasión y se unió a grandes profesores y compañeros
que le hicieron sentir una gran atracción por la educación. Mi hermano se entregó en
cuerpo y alma a la que quería que fuera su profesión, y en pocos años terminó la carrera
y aprobó las oposiciones. Esto último es un recuerdo que aún tengo muy presente. Mi
hermano se presentó a oposiciones el mismo año que acabó la carrera, él no quería, pero
le convencieron para que lo intentase. Todas las pruebas le salieron bien y él estaba a la
espera de la nota final. En aquella época dormíamos los dos en la misma habitación en
casa de mis padres. Habitación en la que se encontraba el ordenador de mesa, aún no
teníamos portátiles. Serían las 8 o 9 de la mañana de un sábado. Mi hermano me despertó
para poder encender el ordenador y lo siguiente que recuerdo es que despertó a toda la
casa al grito de: “¡He aprobado! ¡He aprobado!”.
Su etapa como maestro duró poco tiempo, apenas llegó a una década. Durante estos años
siempre desarrolló su labor en la escuela rural, un contexto que le encantaba por sus
CAPÍTULO I: Buscando el sentido de la investigación en mi experiencia personal y profesional
32
particularidades y, en algunos casos, su labor se realizó en pueblos cercanos donde años
antes estuvo mi padre. Esta situación supuso en mi casa una gran cantidad de
conversaciones entre ambos con multitud de anécdotas contrastadas, debates sobre la
escuela rural de antes y ahora o recuerdos que se prolongaban hasta la actualidad.
A mi hermano le gustaba la escuela rural por su cercanía con la comunidad y los contextos
reales. A José le encantaba salir con el alumnado al campo y disfrutar del aprendizaje que
proporcionaba el contexto al alumnado. Él era maestro de Educación Física y esto le
permitía tener aún un contacto mayor con espacios fuera del aula. Nos contaba cómo
hacía las clases de Educación Física en las calles y descampados del pueblo, cómo iba
con el alumnado a realizar rutas por zonas naturales o cómo aprovechaba la nieve y las
oportunidades que le daba el contexto para trabajar con sus alumnos.
Figura 1.3. Imagen extraída del artículo de José:
Barba, J. J. (2004). Dónde realizar la Educación
Física en la Escuela Rural. Efdeportes. Revista Digital, 10(79).
Estas fueron las vivencias que encaminaron mi deseo por la educación. En palabras de
Steiner y Ladjali (2005) “el maestro es alguien de quien uno puede pensar que le gustaría
ser como él, hecho que no tiene que ver con la ambición, sino con algo parecido al amor,
al eros” (p. 129). Ver como dos de las personas a las que más quería vivían y hablaban de
la educación con tanta pasión, creo que fue lo que me hizo desear ser maestro ya desde
pequeño.
1.1.2. Mi paso por la escuela y el instituto
Mi paso por la escuela lo recuerdo muy rápido y feliz. Un niño al que le gustaba estar con
sus compañeros en clase, muy inquieto y que sacaba buenas notas.
Fui a un colegio de la capital de Ávila. En concreto, fui al colegio en el que mi padre era
el director. Esta fue una decisión que tomaron mis padres ante la imposibilidad de cuadrar
sus horarios de trabajo con las entradas y salidas del colegio. De esta forma, ir a la escuela
en el que daba clase mi padre les permitía compaginar un poco mejor su vida laboral y
mi cuidado. Desde el punto de vista personal, reconozco que esta decisión me marcó en
cierto sentido. La exigencia y el control de mi padre fueron mayores que si hubiese ido a
otro colegio. Él sabía todo lo que pasaba conmigo dentro de la escuela y era imposible
ocultarle cuando me castigaban, cuando tenía exámenes o cuando no hacía los deberes.
Pero esto también me ayudó a esforzarme más durante esta época. Además, en un curso
académico mi padre me dio clase de Conocimiento del Medio y Matemáticas. Para mí fue
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
33
una suerte. No sé si en aquel momento lo pensé así, pero ahora, años después, me alegro
de haberle conocido como maestro en la cercanía del día a día. Cuando he analizado con
calma y madurez todo lo que mi padre me contaba sobre su paso por la escuela, he podido
verlo en él dando clase y recordar el entusiasmo con que lo hacía.
Sin embargo, también hubo aspectos en los que esta decisión de mis padres me afectó
más negativa que positivamente. En el colegio, y durante algunos años en el instituto,
siempre fui conocido como “el hijo del dire”. Tengo la sensación de que durante esa etapa
se creó una imagen de mí de niño protegido, “mimado” o “enchufado”. Realmente no
creo que fuese la verdad y, si lo fue, nunca fue mi intención aprovecharme de la situación,
pero estoy seguro de que entre mis compañeros de colegio y sus padres se pensaba (yo
mismo lo escuché). Algunas veces llevé mal algunos comentarios, pero es algo que con
el tiempo aprendí a ignorar. Considero que fue una imagen socialmente mal creada,
muchas veces con maldad y llevada a cabo más por parte de algunos padres que por los
propios niños. Sin embargo, más allá de esta pequeña situación, no tengo un recuerdo
malo de haber compartido centro con mi padre, más bien lo contrario.
Figura 1.4. Yo en clase con mis
compañeros. Imagen extraída del periódico Diario de Ávila. Año 1999
Mi paso por el instituto fue muy diferente al de la escuela. Mi rendimiento académico
bajó e incluso hubo momentos en los que me planteé abandonar los estudios. Durante
aquellos años mis profesores se empeñaron en enseñarme que el aprendizaje memorístico
era la única forma de llegar a comprender un contenido y aprobar un examen. A día de
hoy he podido tener la suerte de comprobar que eso no es así.
Yo fui un alumno inquieto, como he afirmado al comienzo de este apartado. No me
gustaba tener que estar sentado todas las tardes estudiando y haciendo ejercicios.
Recuerdo mis días de diario en el instituto como una constante de ir a clase, a clases
particulares (algún año a alguna actividad extraescolar), volver a casa a hacer más
ejercicios y estudiar, irme a dormir y comenzar de nuevo el bucle al día siguiente. Esta
situación me alejó mucho de tener una motivación o un deseo por la educación y con ello
mi rendimiento académico bajó fuertemente.
Cuando rememoro estos años del instituto siempre se me viene a la cabeza mi madre.
Recuerdo una frase que me decía constantemente: “no os puedo dejar nada más en esta
vida que unos estudios”. En su momento no supe comprender todo lo que me quería decir
con esa frase, aunque creo que aún sigo sin poder entenderla en toda su dimensión. Era
una frase llena de preocupación, por mi presente y mi futuro, y que ya me avisaba del
esfuerzo que iba a hacer junto a mí para conseguir revertir mi situación en los estudios.
Con la madurez de los años y alejado en el tiempo he podido comprender lo difícil que
fue esta situación para mis padres. El deseo que tenían porque yo aprobase, el esfuerzo
CAPÍTULO I: Buscando el sentido de la investigación en mi experiencia personal y profesional
34
económico y de tiempo que hicieron, fueron clave para que yo esté hoy redactando esta
tesis.
A estas situaciones provocadas por mi desmotivación hacia el estudio a veces se juntó lo
que considero fue una mala conducta por parte de algunos de mis profesores. Estas
situaciones fueron mínimas durante mis años de estudiante de secundaria, pero algunas
me marcaron enormemente. En especial dos situaciones. La primera fue el
comportamiento que tuvo conmigo una maestra durante 3º de la E.S.O. No hablaré en
términos de “manía”, ya que no creo en ello. Soy incapaz de pensar que una persona
puede premeditadamente querer hacer sentir mal a un niño o adolescente. Pero sí hablaré
de una mala praxis educativa. Reconozco que no es fácil estar en un aula con un alumno
decidido a no estudiar, inquieto e incapaz de estar cincuenta minutos callado. Asumo mi
culpa, pero no puedo comprender algunas de las decisiones tomadas por esta profesora.
Ante mi comportamiento en las clases y mi falta de esfuerzo, esta docente llegó a tomar
decisiones que rozaban la humillación personal. Colocó mi pupitre al final de la clase
para que no pudiese hablar a ningún compañero, me acusaba públicamente de ser el
problema por el que la clase no podía avanzar e incluso llegaba a obligarme a barrer y
fregar la clase durante las horas de su asignatura para que no molestase, bajo la frase:
“esto es lo mejor que puedes hacer, aprender a barrer”. Pero la decisión que más me marcó
y me dolió fue cuando decidió dar la vuelta a mi mesa y colocarme en dirección contraria
a la pizarra. Durante meses pasé horas mirando la pared, pegado a ella, mientras mis
compañeros aprendían. Esta situación finalmente terminó el mismo día en que mi padre
fue llamado para ir a una tutoría y, ante la posibilidad de que se asomase a la clase y me
viese, la profesora decidió volverme a incorporar al grupo. En esa tutoría de mi padre es
donde surgió la segunda situación.
En un alarde de creatividad e inconsciencia, mi tutora en aquel momento decidió decir a
mis padres cuál era mi problema. Esta docente, sin hacerme ningún tipo de control o
prueba, decidió diagnosticarme como un “niño hiperactivo”. La tutora les aseguró a mis
padres que mis problemas para no poder estar sin hablar durante las clases o mi falta de
concentración cuando algo no me interesaba eran porque padecía un Trastorno por Déficit
de Atención e Hiperactividad (TDAH). Esta decisión de la maestra a mí apenas me afectó,
su desconocimiento para diagnosticarme TDAH estaba en relación con su inexperiencia
o torpeza para tratarlo. Su solución fue dar a mis padres unas hojas con sopa de letras y
laberintos que yo debía hacer durante cinco minutos antes de ponerme a estudiar y, de
esta forma, podría mejorar mi concentración.
A quién afectó este diagnóstico fue a mis padres. Recuerdo a ambos realmente
preocupados por las palabras de la profesora. Ante esta situación, surgió uno de los
momentos en los que más he agradecido que mi hermano estudiase para ser maestro.
Estábamos en una comida y mis padres se lo contaron a mi hermano; él ya era maestro
desde hacía varios años y había iniciado sus primeros pasos en la investigación educativa.
Mi hermano comenzó a preguntar a mis padres acerca de quién se lo había dicho o cómo
lo sabía mi tutora, ante las respuestas de mis padres y el conocimiento que tenía de mi
persona mi hermano rápidamente les sacó la idea de la cabeza. Esta situación la recuerdo
con gran nitidez, me marcó mucho y siempre ha generado una reflexión en mí, ¿Y si en
mi familia no hubiese habido un maestro como mi hermano? Los docentes trabajamos
junto a personas, a niños, nuestro esfuerzo a veces no se ve recompensado, pero no
podemos jugar con quien ha depositado en nosotros toda su confianza.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
35
Hoy no guardo ningún tipo de rencor hacia estas profesoras. Vivirlo en mis carnes me
ayudó mucho, principalmente cuando accedí a Magisterio. Pude comprender como jamás
debe ser un maestro y el daño que se puede hacer a un niño cuando realizas un diagnóstico
equivocado. Además, en gran medida, creo que estas situaciones fueron un
desencadenante para que yo adquiriese un deseo por encaminar mis investigaciones
educativas, como la de esta tesis, hacia el desarrollo de la inclusión, la equidad, la
cooperación o la justicia social en la educación.
Sin embargo, y por suerte, esta no fue la tónica general. También tuve grandes profesores
durante estos años. Docentes que siempre confiaron en mí y me ayudaron mucho, que
siempre realizaron un encomiable esfuerzo lleno de cariño por mí y que, años después,
cuando han sabido de mi éxito académico se han alegrado. Algunos de ellos me ayudaron
enormemente en el aspecto académico y personal para que yo decidiese seguir mi camino
en la universidad. Quiero destacar a mi profesora de Física en los últimos años de
instituto. Fue una docente que me marcó. Nuestra relación no comenzó muy bien, mi
carácter le hizo creer que yo sería un alumno que estaría en su clase molestando y sin
ganas de aprender nada. Sin embargo, llegó el primer examen de la asignatura y con él la
sorpresa: solo dos aprobados entre treinta alumnos y yo era uno de ellos. Yo no había
estudiado, el examen eran problemas de física, de razonar lo que se hacía y, por algún
motivo, destaqué. Esta situación hizo que ella cambiase su mentalidad respecto a mí.
Durante los años siguientes nuestra relación se fortaleció y esto le llevó a tener una gran
preocupación personal hacia mí que me ayudó mucho en momentos difíciles. Fueron estas
situaciones las que me llevaron a tener especial interés por la materia y a admirar a esta
profesora. Tanto fue este entusiasmo que me llegué a plantear durante mi último año de
instituto no estudiar Magisterio, sino la carrera de Física. Finalmente descubrí que lo que
me gustaba era la docencia.
1.1.3. Recordando la experiencia en el Grado de Maestro
Aun así, cuando tuve que tomar una decisión seguí dudando hasta última hora e incluí
más posibilidades en mi futuro. Cuando realicé la preinscripción a la universidad, a la
duda entre querer hacer Física o Magisterio se sumó mi deseo de ir a estudiar a Salamanca.
Había Magisterio en Educación Primaria en Salamanca; sin embargo, las menciones a las
que se unía la carrera no me atraían. Por esta razón, comencé a buscar otras opciones.
Había Física y, por tanto, volvió a subir puestos en mi deseo de estudiarla. Pero también
me empecé a interesar por otras carreras como Trabajo Social. En este momento volvió a
aparecer la figura de mi hermano José Juan en mi vida.
Mi hermano me ayudó a tomar la decisión. Recuerdo que llamó a compañeros suyos que
trabajaban o habían estudiado en Salamanca diferentes carreras de las que yo me
planteaba, para que hablase con ellos. Les pude preguntar acerca de las carreras que
estudiaron, sus impresiones y sus salidas profesionales. Tras ello, mi hermano se acercó
y me dijo, “toma la decisión que quieras, pero todo tu futuro siempre estará ligado a la
decisión que tomes, porque probablemente tengas que trabajar cuarenta años en ello”.
Este es uno de los aspectos por los que siempre he respetado mucho lo que mi hermano
me decía. Jamás me impuso nada, jamás me obligó a tomar una decisión en mi vida.
Siempre me argumentó la que para él era la mejor opción, me hablaba de su experiencia
y, a partir de ahí, dejaba que tomase la decisión correcta. Por ello, siempre he valorado
mucho sus opiniones y consejos.
Finalmente, elegí hacer el Grado de Educación Primaria en Segovia. En esta Universidad
había la mención de Educación Física, se acababan de instaurar los actuales grados del
CAPÍTULO I: Buscando el sentido de la investigación en mi experiencia personal y profesional
36
Plan Bolonia y la carrera duraría cuatro años. A pesar de todas las dudas iniciales, fue una
decisión de la que nunca me he arrepentido.
Al comienzo de mi formación inicial se dio una curiosa situación. Después de que me
llegase la notificación de aceptación para hacer la carrera en la Escuela de Magisterio de
Segovia y justo antes de comenzar en el mes septiembre, a mi hermano lo contrataron en
esta misma Universidad para dar clase. Aunque José no me dio clase durante mi
formación inicial, de nuevo volvía a compartir centro con alguien de mi familia. Sin
embargo, esta vez las sensaciones fueron totalmente diferentes, probablemente por la
madurez que ya teníamos los alumnos, pero también por la actitud de mi hermano.
Durante los años que compartimos universidad, José trató de inmiscuirse lo menos
posible en lo que yo hacía.
Los años de mi formación inicial fueron momentos en los que aprendí la amplitud de la
palabra educación. Entre los muchos contenidos, metodologías o prácticas aprendidas,
destaco especialmente la vivencia de cómo las aprendí. La Escuela de Magisterio de
Segovia era un lugar pequeño, con poco alumnado en clase y, por lo general, con
profesorado muy involucrado. Estas situaciones hicieron que yo viviese la universidad
como una gran familia por momentos. Mis amigos en otras universidades me contaban
sus experiencias, con más de cien alumnos por clases y exámenes en los que presentar el
DNI era una obligación para que el profesor te conociese o supiese tu nombre. Sin
embargo, yo viví algo distinto. En mi primer año éramos entre cincuenta y sesenta
alumnos, luego el número fue descendiendo. Esto hizo que el profesorado te conociese
desde el primer día y, la mayoría, nos llamasen por nuestro nombre desde la primera
semana. Además, a ello se sumaba que en aquellos primeros años, la Escuela de
Magisterio se encontraba en un edificio muy pequeño, donde las interacciones profesor-
estudiantes en los pasillos o la cafetería eran constantes. Esta situación creaba un vínculo
cercano entre alumnado y profesorado. Los docentes se preocupaban por el alumnado
más allá de las clases, te conocían, te saludaban allí donde te viesen, o se preocupaban
por ti, aunque ya no te diesen clase y, muchos de ellos, trataban de ayudarte cuando te
veían con dificultades. Este contexto llevaba a que estudiantes y profesorado
emprendiesen proyectos juntos fuera de las aulas y tuviesen una estrecha relación. Esta
vivencia me hizo entender todo lo que puede y debe llegar a abarcar la educación y un
maestro. Comprendí que la educación era una labor que traspasaba las paredes del aula.
Figura 1.5. Alumnado y profesorado de la Escuela de Magisterio de Segovia en una protesta en defensa de la escuela pública
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
37
El primer año de mi formación inicial volví a recuperar la pasión por la educación y el
estudio. No sé si fue la novedad del cambio, después de tantos años en el mismo instituto
y con el mismo profesorado, o que por fin comenzaba a estudiar aquello que me gustaba,
pero recuerdo la ilusión con la que encaraba cada día el ir a clase, hacer las prácticas e
incluso estudiar. Mi rendimiento académico ese primer año fue bastante bueno. Recuerdo
la alegría que sentí cuando llegué a casa y les conté a mis padres que había aprobado todo
y que aquella era la carrera que verdaderamente quería hacer. Los años en la Universidad
los recuerdo con mucho cariño, pero si tuviera que destacar un momento de aquella
formación ese fue mi primer Prácticum.
En mi primer Prácticum tengo un recuerdo bueno por la experiencia, pero también de
desilusión. Era la primera experiencia que tenía con alumnado en una escuela. Recuerdo
el primer día que llegué al colegio. Éramos varios compañeros los destinados en el mismo
centro. Después de mostrarnos las instalaciones, la directora del centro nos juntó a todos
para repartirnos en las diferentes clases que habían solicitado alumnado de prácticas. A
mí me tocó 2º de Educación Primaria. Al entrar en la clase me encontré con la profesora.
Estaba embarazada y ya me avisó de que, probablemente, se daría de baja antes de que
yo acabase mis prácticas. Después miré a la clase. Eran casi treinta alumnas y alumnos.
Justo en ese momento mi profesora me comentó que el colegio tenía mucho alumnado
inmigrante y con bajo rendimiento.
Durante los primeros días yo tenía una mezcla entre ilusión y miedo. La maestra quería
que participase y, para ello, hacía que durante las clases me fuese a la parte de atrás con
el alumnado que iba un poco más atrasado e hiciésemos ejercicios. Yo esto lo percibía
como algo bueno para mí, porque la maestra me dejaba participar en la clase. Sin
embargo, en la primera reunión que tuvimos con nuestro tutor de la universidad lo
comenté y me di cuenta de que su opinión no era como la mía. Me hizo ver y reflexionar
críticamente sobre lo que se escondía detrás de esa participación. La maestra estaba
buscando un alumnado de prácticas que le ayudase a apartar a los alumnos con un nivel
más bajo que le dificultaban la clase. Recuerdo que en aquel momento la opinión de mi
tutor me sentó mal. Yo me había sentido arropado por la maestra y veía que quería que
participase. Sin embargo, a medida que pasó el tiempo me fui dando cuenta de que mi
tutor tenía toda la razón. La maestra apartaba de manera constante al alumnado con un
nivel más bajo, los sacaba varias veces al día a hacer apoyos o les mandaba ejercicios de
un cuaderno diferente mientras explicaba al resto de alumnos la lección que tocaba. Al
darme cuenta decidí luchar contra ello, a pesar de mi escasa formación. Cuando la maestra
me otorgó la posibilidad de llevar a cabo una unidad didáctica, decidí hacerlo a través del
aprendizaje cooperativo. Organicé pequeños grupos, realicé unas fichas de trabajo e hice
que todo el alumnado participase. Es verdad que no salió como yo esperaba, pero me fui
contento por ver la implicación y la ilusión de algunos alumnos por trabajar junto a sus
compañeros por primera vez, al menos desde que yo llevaba allí. Creo que fue la primera
vez que sentí la dimensión que tiene la figura de un docente.
Cuando le pregunté a la maestra, su opinión no fue muy buena. Me dijo que la actividad
hubiese salido mejor sin el alumnado de rendimiento más bajo. Intenté justificar mi
decisión a través del aprendizaje que suponía para los alumnos más aventajados el
aprender a argumentar y enseñar a sus compañeros, pero ella no lo entendía así, creía que
ese alumnado no debía participar con el resto de sus compañeros porque su nivel era muy
bajo y frenaba a los demás. Ante todas estas situaciones, ella se justificaba diciendo que
ese alumnado iba a repetir y, por tanto, con que adquiriesen bien los conocimientos del
curso anterior ya les valía. Estábamos en 2º de Educación Primaria, al inicio del segundo
CAPÍTULO I: Buscando el sentido de la investigación en mi experiencia personal y profesional
38
trimestre y esa maestra ya los había condenado. Evitaré contar aquí la opinión que la
maestra me transmitía respecto al alumnado fuera de la escuela, aunque sí diré que no
solo en lo académico había condenado ya su futuro. Reconozco que esta situación me
llenó de rabia y me trajo muchos recuerdos. De nuevo volvía a vivir como una maestra
decidía por sí misma cuál sería el futuro de su alumnado y actuaba en consecuencia,
aunque más lástima me dio cuando descubrí que en el centro esta era una postura general.
Otra de las situaciones que me marcaron durante el Prácticum, e influyeron en mi
trayectoria docente, fue una situación concreta que viví en aquel periodo. El centro no se
preocupaba por el alumnado. Era manejado como una empresa. Recuerdo una situación
que me llamó mucho la atención y me dolió. Era una actividad cultural muy conocida en
Segovia, Titirimundi y el centro había contratado unos títeres para que fuesen a la escuela
a actuar para todo el alumnado. Pero esta actividad no era gratuita, asistir dos horas a esta
actividad constaba 3€ por cada alumno. El centro contaba con una población de una
situación económica media-baja. Esto supuso que algunas familias, al tener varios hijos
en la escuela, decidiesen no pagar. Yo hablé con unos alumnos y me dijeron que en su
familia eran tres hermanos en el centro, lo que suponía casi diez euros, y con ese dinero
su madre les había dicho que podían comer toda la semana y no se lo podían permitir.
Sentí una gran pena por este alumnado porque ellos querían asistir, pero ya demostraban
la madurez de una persona adulta y aguantaban la situación. Junto con otro compañero en
prácticas y una maestra del centro, acordamos realizar unos títeres por nuestra cuenta para
estos alumnos. Al enterarse en el centro, vinieron a hablar con nosotros. Nos dijeron que
eso no podía ser, que si esas familias no querían pagar no les podíamos hacer títeres a los
niños. Nos pidieron que los metiésemos en un aula e hiciesen ejercicios de matemáticas
en silencio durante las dos horas. Por supuesto, no lo hicimos. Mi compañero, la maestra
y yo decidimos ignorar esta imposición y realizamos unos pequeños títeres para los
alumnos.
Figura 1.6. Mis compañeros de prácticas y yo preparando una actividad para todo el
alumnado del colegio en la semana cultural
Este primer Prácticum me dejó reflexiones muy importantes en mi vivencia y mi carrera
profesional. Gracias a mi tutor de la universidad aprendí a reflexionar críticamente sobre
educación y para ello descubrí el potencial del diario de reflexión. Durante las prácticas,
cada día escribía lo que había visto y después reflexionaba. Aprendí mucho gracias a ello.
Comprendí que la educación, y los centros educativos, no eran lugares utópicos y que los
maestros realmente comprometidos deben luchar contra las injusticias. Fueron momentos
de desencanto, pero también de felicidad y aprendizaje por estar cada día en un aula, por
conocer profesorado comprometido a pesar de todo y por el cariño que durante todas las
prácticas me mostraron los alumnos.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
39
Mi Prácticum II fue totalmente diferente. El segundo año realicé mis prácticas en un
pueblo de la provincia de Segovia. El centro se acababa de transformar en Comunidad de
Aprendizaje y esto fue lo que llamó mi atención para solicitarlo. El esfuerzo iba a ser
mayor que estar en un colegio cercano, como estuve el primer año. Pero a pesar de tener
que levantarme antes y tener que hacer un viaje en autobús todos los días hasta el pueblo,
merecía mucho la pena poder conocer y vivir esa forma de trabajo en la escuela. Fue una
muy buena decisión para mi formación.
Mi estancia en esta escuela fue muy gratificante. Pude conocer un centro, un profesorado
y unas familias que avanzaban juntas por un cambio y una mejora en la educación del
alumnado. De nuevo volví a acceder a un aula de primer ciclo de Educación Primaria. En
este caso, al ser pocos alumnos, estaban juntas las clases de primero y segundo. Además,
este año también estuve en las clases de Educación Física y psicomotricidad, ya que el
maestro con el que compartí aula era el especialista en todo el centro. Era un profesor
joven y eso también ayudó mucho a que conectásemos muy rápido. Fue muy abierto y
atento conmigo desde el primer momento. Recuerdo la primera vez que fui al colegio, mi
tutor de la universidad nos acompañó. Aunque no me había dado clase, mi tutor me
conocía muy bien, sabía de mi trayectoria y los trabajos que yo había realizado otros años.
Estuvo un rato hablando con el maestro. Cuando el tutor se fue, el maestro me dijo que
estaba muy contento de tenerme allí, que mi tutor le había dicho que me gustaba mucho
el aprendizaje cooperativo y que ya había hecho algún trabajo sobre ello. Esto le gustó,
porque él quería incluir algo de aprendizaje cooperativo en sus clases ese año y me dijo
que conmigo se iba a sentir más seguro. Para mí fue una alegría lo que mi tutor hizo, pues
supuso tener una buena valoración del maestro hacia mí ya desde el principio. Desde el
primer momento comencé a participar en las clases como si fuese un docente más. El
maestro y yo compartíamos las tareas del aula como compañeros. Esta aceptación tan
rápida también la viví en todo el centro, al igual que mis compañeros.
Era una escuela muy pequeña, con treinta alumnos en total y cuatro maestros. Esta
situación hacía que el trato fuese muy cercano, casi familiar. Además, el hecho de estar
transformándose en Comunidad de Aprendizaje posibilitaba que la escuela fuera un lugar
abierto, con muchos proyectos entre escuela y comunidad, como el periódico escolar,
excursiones, decoración de patios, habilitación de biblioteca, el huerto escolar…, y en
todos ellos participamos activamente mis compañeros y yo durante nuestras prácticas. Mi
labor en esta escuela traspasó totalmente el aula. Me acuerdo de algunas tardes que nos
quedamos mis compañeros y yo a comer en el colegio para luego ayudar a decorar la
biblioteca o a hacer trabajos para la escuela. Lo hacíamos encantados porque veías la
ilusión de la gente y sentías como el centro te empujaba a ello. En esta escuela descubrí
la educación que me apasionaba, la que salía de las aulas, en la que el maestro era un
agente más del proceso de aprendizaje, en la que se contaba con las familias y el entorno.
Por esta razón, decidí realizar el Trabajo de Fin de Grado sobre mi experiencia en esta
escuela.
CAPÍTULO I: Buscando el sentido de la investigación en mi experiencia personal y profesional
40
Figura 1.7. Fotos y despedida al alumnado de prácticas publicadas en las redes sociales de la escuela durante mi Prácticum II.
1.1.4. Un paso más… la experiencia en el TFG
El Trabajo de Fin de Grado lo realicé sobre dos conceptos que me apasionaban y que ya
se han podido ver a lo largo de mi relato: el aprendizaje cooperativo y las Comunidades
de Aprendizaje.
Mi tutor de Prácticum nos aconsejó que una buena forma de aprovechar nuestras prácticas
era realizar sobre ellas nuestros Trabajos de Fin de Grado, diseñar algún tipo de
intervención e investigar sobre ella. Ante la facilidad que me ofreció el maestro con el
que compartí aula, decidí hacer una intervención en la que uniría el aprendizaje
cooperativo y los grupos interactivos, una actuación propia de las Comunidades de
Aprendizaje. No entraré aquí a detallarla, pero la finalidad de aquella experiencia era
buscar algún tipo de transferencia entre dos formas de aprendizaje basadas en las
interacciones entre el alumnado y el trabajo en grupo (Barba-Martín, 2013). La
experiencia fue muy satisfactoria. Ya no sé si por los resultados, pues considero que las
investigaciones en un Trabajo de Fin de Grado deben comprenderse desde la
inexperiencia de quien las realiza, pero sí que fue satisfactorio en lo que supuso para mí.
Fue un trabajo con el cual acabé muy contento y en el que aprendí mucho, tanto en la
puesta en práctica como en su posterior presentación ante un tribunal.
1.1.5. Las huellas de la formación inicial en la construcción de mi identidad docente
Todas estas experiencias durante mi formación inicial, y algunas otras que por espacio no
puedo relatar, dejaron en mí una idea clara de educación y de la figura del maestro cuando
terminé mis estudios. En este momento final de carrera yo concebía la educación con la
necesidad de que fuese abierta, comunitaria, cooperativa, inclusiva y equitativa. Respecto
a la figura del maestro, iba en consonancia con estos valores. Siempre he considerado que
la tarea de educar es delegada a un grupo especial de personas (Dewey, 1916, p.11).
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
41
Para mí era muy importante que un docente fuese una persona preocupada por todo el
alumnado, para la que no sólo lo académico era importante, sino también la vertiente
humana. Una persona capaz de comprender la individualidad de las situaciones y la
capacidad de reconocer que trabajamos con personas y sus historias importan.
Es verdad que estas ideas se han ido asentando poco a poco. Probablemente, ahora cuando
hablo de ellas, lo hago con un mayor conocimiento y vocabulario con el que lo hacía en
aquella época. Sin embargo, recuerdo una anécdota que me demuestra cómo estas fueron
las ideas educativas en las que ya creía cuando acabé la carrera. Sucedió cuando ya
habíamos terminado nuestros estudios, a pocos días de despedirnos. Nos encontrábamos
varios compañeros de la universidad comiendo en una casa. En ese ambiente distendido,
surgió una conversación sobre nuestro paso por las prácticas durante ese último año. Uno
de mis compañeros nos dijo orgulloso que el maestro con el que compartió aula le había
explicado el “chollo” que era ser maestro para él. Le contó como su trabajo sólo implicaba
el momento que tenía que dar clase, donde él abría el libro y el cuaderno y mandaba a los
alumnos hacer tareas. De esta forma tenía mucho tiempo libre, pues había decidido hace
años que no se llevaba nada de trabajo fuera del horario escolar. En ese momento mi
compañero dijo que eso era a lo que él buscaba en la vida. Ir a la escuela, dar la lección
del libro, tener un buen sueldo e irse a casa pronto para tener las tardes y los fines de
semana libres. La verdad es que para caer totalmente en el falso tópico de definir a un
maestro le faltó decir que tendría muchas vacaciones. Es verdad que no era la primera vez
que yo le oía decir esto. Sin embargo, esta vez me molestó especialmente. Quizá fue por
todo lo que había vivido yo en mis segundas prácticas o a lo mejor por el conocimiento
que yo tenía sobre educación. No sé cuál sería la razón, pero sé que no estaba nada de
acuerdo con que ese tipo de docente fuera el modelo de nadie y mucho menos de alguien
que acababa de terminar la carrera.
Figura 1.8. Junto a mis compañeros de carrera tras
acabar nuestro último examen
Estas ideas son las que he defendido desde que acabé la carrera. Con un mayor
conocimiento y con muchos más matices, pero siempre he tenido claro que la educación
solo puede abarcase desde la democracia y la búsqueda de mejoras en todos los ámbitos
para todo el alumnado. En cuanto a los maestros, siempre he considerado que son algo
más que expertos que atesoran determinadas cualidades personales y competencias
profesionales. Son personas que encarnan una forma de vida particular e inigualable
(Higgins, 2011; Steiner, 2004).
CAPÍTULO I: Buscando el sentido de la investigación en mi experiencia personal y profesional
42
1.1.6. ¿Y después de la carrera qué voy a hacer?
Cuando estaba a punto de terminar la carrera tuve que tomar una decisión, prepararme las
oposiciones o seguir formándome. Ante esa decisión se ocultaba otra más grande, ser
maestro en una escuela o dedicarme a la investigación educativa. Esa era la cuestión que
trataba de contestar realmente. Pero esta decisión había comenzado a planteármela hacía
ya bastante tiempo.
Un año antes de acabar mi formación inicial, comencé a acercarme al mundo de la
investigación educativa. Hasta ese momento apenas conocía nada de ella, lo poco que
podía haber visto a mi hermano y haber estado junto a él cuando presentó su tesis o cuando
le ayudé en un congreso que organizó en Ávila. Pero no lo entendía, no sabía realmente
en qué consistía ir a congresos, jornadas, hacer investigaciones, publicar o hacer una tesis
doctoral. Sin embargo, a mediados del tercer año de mis estudios universitarios, un día
mi hermano me dijo que le acompañase a una reunión. Había quedado con dos
compañeros de Ávila. Uno de ellos era maestro en un pueblo de Ávila, el otro acababa de
terminar la carrera en Segovia y estaba preparándose las oposiciones. Fuimos a casa de
uno de ellos y, en un ambiente distendido, comenzaron a debatir sobre educación y,
particularmente, sobre aprendizaje cooperativo. La verdad es que mentiría si dijese que
me enteré de algo. Pero cuando te embarcas en una travesía no puedes saberlo ni tenerlo
todo de antemano, sino que llega a medida que vas avanzando (Fernández-Balboa, 2013).
Tras el amplio debate, comenzaron a hablar de la posibilidad de presentar un trabajo a un
congreso. Rápidamente me dijeron que yo participaría. En aquel momento acepté
encantado; si estaba allí, era para aprender. Nos repartimos trabajo, en mi caso era buscar
bibliografía sobre un tema específico y después de casi una hora de reunión, nos fuimos.
Cuando iba junto a mi hermano hacia el coche, me sinceré con él. Le confesé que no me
había enterado de nada, no sabía de qué habían hablado ni en qué consistía lo de presentar
un trabajo a un congreso. Su contestación fue muy clara, me dijo que por eso me había
llevado. En verdad sé que había más razones, yo estaba pasando una mala época a nivel
personal y eso había afectado un poco a la motivación con la que estaba afrontando los
estudios y estoy seguro de que su decisión de incorporarme al grupo se precipitó como
una forma de intentar sacarme de aquello.
Volvimos a reunirnos el grupo unas cuantas veces más, realizamos los trabajos para el
congreso, uno fue un taller práctico y otro una comunicación, los enviamos y fueron
aceptados.
Una vez en el congreso, mis compañeros decidieron que debía ser yo quien dirigiese la
actividad. Recuerdo la noche antes de presentar el taller en el congreso. Estaba con uno
de mis compañeros de Ávila en la habitación y estuvimos repasando los trabajos. Me lo
sabía bastante bien, el cuento, las actividades… Sin embargo, en la puesta en práctica al
día siguiente mi inexperiencia se notó. Fue algo caótico. La verdad, creo que lo recuerdo
peor de lo que fue, pero en aquel momento yo quería que todo saliese bien. A pesar de
ello, me fui con un gran sabor de boca del congreso y la sensación de que todo aquel
proceso me había gustado realmente.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
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Figura 1.9. Foto hecha a mis compañeros
de trabajo en el VIII Congreso Internacional de Actividades Físicas Cooperativas.
Villanueva de la Serena, 2012
El grupo de compañeros que fuimos a aquella actividad seguimos trabajando al año
siguiente, pero como ese año no había congreso nos dedicamos a intentar publicar un
artículo. Si lo de presentar trabajos a congresos apenas lo conocía, a pesar de haber
asistido a uno antes, lo de hacer un artículo científico era algo que no se me había ni
pasado por la cabeza.
Durante meses estuvimos trabajando en el artículo a raíz de una experiencia de un
compañero. Quedamos en varias ocasiones y nos repartíamos el trabajo, después lo
poníamos en común e íbamos modificándolo. Por supuesto, en todo este proceso yo me
dejé guiar. Tuve la suerte de estar junto a grandes maestros e investigadores que me
ayudaron mucho a aprender cómo se hacía y a encontrar los errores que cometía. Tras
varios meses de trabajo, realizamos un documento que fue aceptado para su publicación
en una revista (Martín-Pérez, Barba-Martín, & Torres, 2013). Fue un duro trabajo,
primero de conocer en qué consistía o cómo se hacía un artículo y después todo el proceso
para hacerlo, pero fue un momento en el que aprendí y disfruté enormemente.
La investigación educativa no estaba dejándome más que buenas sensaciones a pesar de
algunos momentos difíciles. Esto lo hablé con mi hermano y él me dijo que si me gustaba
podría seguir por esa línea cuando terminase mis estudios. Una opción era ser maestro e
investigar, como hacían los otros compañeros del grupo y la otra opción era dedicar la
mayor parte de mi tiempo a la investigación y hacer la tesis doctoral como hacía él en ese
momento.
Cuando finalmente tuve que tomar la decisión al acabar la carrera, volví a hablar con mi
hermano. En ese momento él me recordó lo que implicaba cada decisión. Me dijo que, en
otro momento, me hubiese podido permitir intentar hacer las dos cosas a la vez, pero las
condiciones en educación estaban empeorando y debía de tomar una decisión, porque lo
que decidiese iba a requerir de todo mi esfuerzo durante muchos años. Finalmente decidí
dirigir mis esfuerzos a la investigación educativa, me matriculé en el Máster.
1.1.7. El máster y los comienzos en el Proyecto
La decisión para elegir un máster fue más sencilla que la de optar por una carrera. Busqué
másteres que me atrajesen en diferentes ciudades de España, sin embargo, no encontraba
nada realmente de mi interés. Como mi finalidad era hacer la tesis doctoral, necesitaba
un máster que tuviese al menos una parte de investigación, ya que eso era lo que me iba
CAPÍTULO I: Buscando el sentido de la investigación en mi experiencia personal y profesional
44
a permitir luego acceder al doctorado. De nuevo, la voz de mi hermano fue mi salvación.
Él me recomendó el máster que se impartía en la Facultad de Educación de Segovia (es
el mismo lugar donde yo estudié la carrera, pero durante mis estudios se transformó de
Escuela de Magisterio a Facultad de Educación). El máster iba dedicado a la investigación
en Ciencias Sociales y estaba directamente relacionado con la investigación en educación.
La verdad es que, si mi idea era seguir hacia el doctorado y la investigación educativa,
era el máster más acorde. Así que decidí que esa sería mi dirección y una vez presenté el
Trabajo Fin de Grado, me inscribí en el máster. En todo este proceso he de decir que mis
padres jamás pusieron la más mínima pega. Ellos siguieron haciendo un gran esfuerzo
económico para que yo pudiese seguir estudiando, eso también fue muy importante para
que yo pudiese encaminar mis pasos hacia la investigación educativa y seguir
formándome.
El máster me gustó especialmente por la forma de aprendizaje. Me permitió formarme
desde la indagación y la curiosidad. Quitando algunas asignaturas o momentos puntuales
de la carrera, fue la primera vez que aprendí sin tener que memorizar un libro. Todo el
máster se basó en la búsqueda de bibliografía, la realización de trabajos de investigación,
lecturas, debates…, una forma de aprendizaje totalmente alejada de lo que llevaba años
viviendo y que no me gustaba. El máster lo disfruté muchísimo y creo que lo aproveché
enormemente. Más allá de mi rendimiento académico, me llevé una gran cantidad de
aprendizajes que he seguido usando durante años.
Durante mi año de formación en el máster realicé otros trabajos formativos en paralelo.
La gran mayoría de estos trabajos fueron junto a mi hermano. Él ya llevaba varios años
en la investigación educativa, y aunque solía contar conmigo para diferentes proyectos en
los que él participaba, a raíz de mi decisión de hacer el máster comenzó a contar conmigo
de una forma más continuada. Entre estos trabajos, realizamos juntos algunas
comunicaciones a congresos, trabajamos y publicamos varios artículos y me invitó a
participar en el Proyecto de Innovación Docente en el que se contextualiza esta tesis
doctoral.
Mi participación en el PID-FPEIAP comenzó en noviembre de 2013, cuando José nos
avisó a unos cuantos compañeros para participar. José nos había reunido una tarde, justo
acababa de terminar las clases del máster y me dirigí al aula en el que nos había citado.
Íbamos juntos un compañero de máster y yo. Mi compañero había sido tutorando de José
en el Trabajo de Fin de Grado y ahora lo era también en el Trabajo de Fin de Máster.
Cuando llegamos al aula, allí se encontraban José y dos profesoras, a una de ellas la
conocía personalmente, a la otra no, pero José me había hablado de ella. Había sido la
maestra de una alumna en prácticas tutorada por él. Mi hermano me contó que le impactó
tanto cómo esta maestra daba la clase que, a pesar de que sólo iba a ver a la maestra para
dialogar con ella, finalmente estuvo casi toda la mañana viéndola dar clase. Aquella
primera reunión fue una toma de contacto, nos presentamos, contamos un poco nuestras
experiencias sobre educación inclusiva, ya que era el núcleo central del PID-FPEIAP y
finalmente tratamos de comprender en qué consistía lo que José nos planteaba.
La siguiente vez que volví a tener contacto con algo del PID-FPEIAP fue en unas jornadas
sobre educación inclusiva. Recuerdo perfectamente aquellas jornadas. Pero me centraré
únicamente una de las ponencias, ya que luego tendría una repercusión en mí al poco
tiempo. Fue una ponencia realizada por Alejandro Martínez y Lars Bonell sobre escuelas
inclusivas singulares (Martínez & Gómez, 2013). Ambos investigadores nos contaron
cómo trabajaban en algunas escuelas de España para fomentar el aprendizaje de todo su
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
45
alumnado. Fue una presentación que me llamó realmente la atención. Algunas cosas de
las que explicaban parecían imposibles. Yo no me podía imaginar que ese tipo de
educación existiese y eso amplió mi deseo de conocer más.
Cuando las jornadas terminaron, se organizó una cena para todos los participantes. Yo
asistí, pero no conocía a casi nadie. Cuando llegué al restaurante vi que estaban unas
compañeras de la carrera de Educación Infantil de mi promoción, por lo que decidí
juntarme a ellas. Pasamos una cena agradable recordando los años anteriores juntos en la
universidad. En general, tengo un recuerdo de aquella cena llena de risas y muchas charlas
entre todos los asistentes.
Figura 1.10. Imagen de algunos integrantes del PID-FPEIAP antes de una cena
De aquellas jornadas nos emplazamos a una nueva reunión. Cuando llegó el día, el aula
de la universidad estaba llena de gente, había varias maestras de diferentes centros
educativos, había investigadores asociados a la universidad y había alumnas de 1º del
Grado de Educación Primaria. Ese día se comenzó a vislumbrar por dónde avanzaría el
PID-FPEIAP. Tras la vuelta de vacaciones volvimos a reunirnos y comenzó la puesta en
práctica de la formación. Así, llegamos a la reunión que quisiera destacar aquí por ser un
momento importante en esta tesis doctoral. Fue la reunión de febrero del año 2014. Tras
la puesta en práctica de la formación en las aulas, aquel día el entusiasmo de las
participantes era muy alto. La reunión fue un continuo de charlas y debates emocionados
sobre todo lo que había acontecido en las aulas desde la última vez que nos habíamos
visto. Esto se transmitió de tal manera que todo el mundo salimos de aquella reunión muy
motivados por seguir avanzando. Una vez fuera de la reunión, recuerdo que estábamos en
el pasillo mi tutor del Trabajo de Fin de Máster, José y yo. Estábamos hablando, entre
otras cosas, había decidido cuál sería el tema de mi trabajo. Había estado dubitativo
durante los meses anteriores y ya debía tomar una decisión, pues el tiempo se nos echaba
encima.
1.1.8. Otro paso más: El Trabajo de Fin de Máster
A las pocas semanas de comenzar el máster nos dijeron que era preciso empezar a elegir
un tema pronto para el Trabajo de Fin de Máster. El máster estaba muy enfocado al
desarrollo de este trabajo y muchas de las prácticas que hicimos durante la formación nos
iban ayudando a completar diferentes apartados. El trabajo debía estar tutorado por un
profesor del máster. Así, un día durante las primeras semanas, fueron todos los profesores
CAPÍTULO I: Buscando el sentido de la investigación en mi experiencia personal y profesional
46
del máster a clase. Cada uno de ellos nos hizo una breve presentación de sus líneas de
investigación y nos animaron a que si alguna nos interesaba, les eligiésemos como tutores.
En mi caso no tenía del todo claro cuál sería la línea de mi Trabajo de Fin de Máster, pero
sí quién sería mi tutor. Incluso antes de inscribirme en el máster ya se lo había solicitado.
Respecto a la temática, mi primera idea fue seguir la línea de investigación de mi Trabajo
de Fin de Grado. Tenía la intención de seguir investigando en el contexto de la
Comunidad de Aprendizaje. Sin embargo, tras algunas charlas durante los primeros meses
de curso con mi tutor, con José y con algunos de los maestros de la escuela, me di cuenta
de que esta vez era más difícil. Mi situación ya fuera del centro me dificultaba hacer una
investigación basada en una intervención, por lo que esta opción la deseché y busqué la
alternativa de investigar en ese contexto alguna actuación que estuviesen realizando. Sin
embargo, descubrí que ya había en marcha otras investigaciones en esa Comunidad de
Aprendizaje desde hace años, lo cual me impedía investigar algo que ya se estuviese
haciendo. Por último, se me ocurrió poder investigar alguna actuación nueva que fuesen
a implementar. El centro estaba en un proceso grande de cambio. El profesorado y el
alumnado habían aumentado y aunque se encontraban buscando nuevas actuaciones para
implementar, esta situación hizo que no supiesen con seguridad si lo harían ese año por
lo que mi trabajo se podría ver comprometido si finalmente no lo llevaban a cabo. Todas
estas situaciones favorecieron que comenzase a buscar nuevas alternativas y esto nos
devuelve de nuevo a aquella reunión del PID-FPEIAP en febrero de 2014.
Tras la reunión, mi tutor, José y yo estábamos hablando de qué otras posibilidades me
gustarían para hacer mi Trabajo de Fin de Máster. Después de haber escuchado hacía unos
meses la charla de Lars y Alejandro en las jornadas, les dije que me gustaría hacer una
investigación parecida a la suya sobre escuelas inclusivas singulares, centrándome en
conocer y detallar el trabajo de algunas. Pero mi tutor rápidamente me hizo ver la realidad
de mi propuesta. Me dijo que lo primero es que debía comprender todo lo que suponía
esa investigación. Conocer e investigar diferentes centros de las regiones de España
suponía un gasto económico elevado de viajes y estancias, un amplio tiempo del que ya
no disponía, pues las clases en el máster eran presenciales. Por ello, tan rápido como vino
la idea, se esfumó.
Ante estas dificultades se me ocurrió hacer un meta-análisis bibliográfico de algún tema
relacionado con las Comunidades de Aprendizaje o escuelas inclusivas. En este caso,
teniendo en cuenta que luego quería continuar con la tesis doctoral, tanto a mi tutor como
a José les quedaba la duda de si podía llegar a realizarse un estudio lo suficientemente
amplio como para abordar los dos trabajos y contribuir realmente a la ciencia con ellos.
En ese momento José me sugirió hacerlo sobre el PID-FPEIAP y a mi tutor le pareció una
decisión muy lógica y buena. Todo el mundo había salido entusiasmado de aquella
reunión, el PID-FPEIAP parecía que avanzaba con ilusión y comenzaba a producir
algunos cambios en la práctica. Además, José y mi tutor, con muchos más conocimientos
que los míos, me indicaron que sí podía ser una investigación que aportase nuevo
conocimiento ya que trabajaba una metodología poco usada en España en los últimos
años. Además, abarcaba un contexto que no estaba siendo estudiado y era necesario
hacerlo. Teníamos la posibilidad de hacer una investigación con un aporte a la literatura
científica y, desde el punto de vista del PID-FPEIAP, nuestra investigación podía
colaborar en procesos de reflexión o evaluación.
Ese día me fui a casa pensando sin parar y, durante algunos días más, le seguí dando
vueltas. Era una decisión que me iba a acompañar durante muchos años de mi vida, me
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
47
iba a requerir un gran trabajo y esfuerzo y, para mí, era fundamental sentirme convencido
y hacer algo que me gustase, que me enganchase. Comencé a leer un poco sobre el tema;
es verdad que ya sabía algo sobre grupos interactivos, que era la primera actuación que
estaban llevando a cabo las maestras, pero quería saber más sobre educación inclusiva, la
investigación cualitativa y la investigación-acción. Sería mentira si dijese que estas
lecturas fueron lo que me acabó por convencer. Aquellas breves lecturas me otorgaron
una pequeña pincelada de conocimiento, pero no me aclararon las dudas. Lo que de
verdad hizo que mi decisión definitiva fuese elegir este tema fue todo lo que confiaba en
mi hermano y en mi tutor y, sobre todo, la ilusión con la que las maestras habían acabado
la última reunión. Es verdad que ese entusiasmo había sido contagioso y, por tanto, poder
hacer una investigación, junto a ellas, de ese proceso consideré que podía ser muy bonito,
y no me equivoqué.
José se lo comunicó a los participantes en la siguiente reunión. Yo ya se lo había dicho a
algunas maestras, ya que desde que acordé con mis tutores hacer sobre ello mi Trabajo
de Fin de Máster comencé a hacer algunas visitas a los colegios. En aquella reunión les
pedí su ayuda para realizar la investigación y les contamos que sería una forma de evaluar
el proyecto y proporcionar otro punto de vista. Yo estaba un poco cortado y no sabía
mucho qué decirles, José les recalcó que los datos que de allí saliesen serían totalmente
anónimos y que yo los devolvería antes de publicar para tratar de ayudar al PID-FPEIAP
y la formación de las maestras. También les expuso que era algo voluntario y que si alguna
no quería participar no era necesario hacerlo. Ninguna maestra dijo que no. Todas
estuvieron encantadas, alguna incluso nos dijo que lo veía como una buena posibilidad
para ellas y para el PID-FPEIAP. En ese momento me di cuenta de que habíamos
planteado un tema realmente interesante. A mí me estaba gustando mucho, a pesar del
poco tiempo que lo llevaba trabajando, pero ver la implicación y complicidad con la que
las maestras se lo tomaron me llenó de ganas de seguir.
1.1.9. El trabajo con las maestras y con los participantes del PID-FPEIAP
Cuando ya comencé el Trabajo de Fin de Máster, mi idea era hacer una investigación de
todo el PID-FPEIAP y todos sus participantes. El grupo estaba formado principalmente
por maestras en ejercicio, pero también había un grupo de investigadores, entre los que
se encontraban mis compañeros de máster, dos profesores de la universidad, mi hermano
y yo, también había alumnado de Magisterio en ese momento, dos alumnas de 1º del
Grado de Educación Primaria, que eran alumnas de José y luego había más maestras
recién egresadas que aún no trabajaban en una escuela.
Los primeros datos que recogí fueron los de una entrevista a mi hermano sobre el PID-
FPEIAP para una asignatura del máster. Recuerdo aquel día. Estábamos en su casa, yo
era la primera vez que hacía una entrevista. Había hecho un guion de preguntas y era mi
hermano, una persona de confianza. Sin embargo, fue un desastre la entrevista. A veces
le repetí preguntas que ya le había hecho, en otras ocasiones me salté algunas o paraba
buscando qué tenía que preguntarle. Si finalmente ese trabajo salió bien fue gracias a las
ganas y la ayuda de José. Él ya sabía de mi falta de experiencia en este tipo de acciones
y estuvo ayudándome con sus contestaciones, amplias, cuidadas en detalle y, a veces,
anticipadas a cosas que yo quería saber y no le había ni preguntado. Pero en verdad, mi
vida junto a él siempre fue un poco así, siempre me dio más de lo que yo le podía pedir.
En esa entrevista, José me habló de aspectos como por qué le había surgido la idea del
PID-FPEIAP, su experiencia previa con la investigación-acción y como estaba viviendo
esos primeros meses en el Proyecto. Por ello, mi idea era haberla utilizado para el Trabajo
CAPÍTULO I: Buscando el sentido de la investigación en mi experiencia personal y profesional
48
de Fin de Máster. Sin embargo, las características de espacio y tiempo de este trabajo
condicionaron mi decisión de no utilizarla finalmente.
El Trabajo de Fin de Máster tenía un máximo de páginas establecido y una fecha límite
de entrega. Nosotros habíamos recogido una gran cantidad de datos durante los meses
que duró el PID-FPEIAP el primer año, sin embargo, llegó un momento en que nos dimos
cuenta de que era imposible utilizarlos todos. Disponíamos de cien páginas como máximo
y de un tiempo que se agotaba para transcribir, analizar e interpretar los datos y redactar
toda la investigación. Por esta razón, mi tutor y yo decidimos que lo más lógico era acotar
la muestra. De esta forma, centramos el trabajo en el grupo de maestras de uno de los tres
centros educativos que pertenecían al PID-FPEIAP en ese momento. Aparcamos el resto
de los datos (porque por entonces yo ya tenía la idea de continuar estos estudios de máster)
para luego continuar la tesis doctoral y únicamente utilizamos aquellos extraídos del
grupo de las maestras de ese colegio, mi diario y sus voces. Esta fue una decisión que me
gustó. El resultado del Trabajo de Fin de Máster dio una perspectiva muy completa del
PID-FPEIAP desde la voz de un grupo de maestras. Permitía conocer la formación, pero
también comprender el entusiasmo con el que estaban viviéndolo y, por ello, decidí
mantener también esta decisión en la tesis. Además, me pareció una decisión lógica
debido al posicionamiento que tenían en el PID-FPEIAP.
José les dio todo el protagonismo a las maestras durante el PID-FPEIAP. En las reuniones,
él presentaba el orden del día y, la mayoría de los días, apenas se le oía hablar de nuevo
hasta el final. El resto de participantes, alumnado e investigadores, acompañábamos y
aprendíamos de las maestras. Las maestras eran el centro del Proyecto porque ellas
dirigían la acción y de ahí surgía todo el conocimiento. Por estas razones, llegó un
momento en el que decidí que, si el PID-FPEIAP era de las maestras, lo lógico es que mi
investigación así lo reflejase.
Una de las cosas por las que ha sido posible hacer esta investigación ha sido la buena
actitud de las maestras siempre conmigo. Desde el primer momento se mostraron muy
abiertas a ayudarme y eso hizo que establecer una relación con ellas fuese muy sencillo.
Las maestras siempre me abrieron sus aulas y sus espacios para participar junto a ellas.
Recuerdo las primeras veces que fui a las escuelas lo bien que me trataron. Apenas nos
conocíamos aún y, sin embargo, las conversaciones no cesaban. Hablábamos de cosas del
PID-FPEIAP, los grupos interactivos, la próxima reunión o lo que yo observaba. Yo
agradecí mucho esta forma de ser de las maestras, porque a pesar de la apertura con la
que siempre traté mi investigación con ellas, me sentía un extraño y no quería molestarlas.
Por ejemplo, recuerdo que cuando necesité realizarles entrevistas para recoger datos, no
sabía ni cómo pedírselo; es verdad que ya había pasado un tiempo y nuestra relación era
buena, pero sentía que estaba robándoles parte de su tiempo. Cuando me lancé a
comentárselo, ellas estuvieron encantadas, me invitaron a ir un día a sus centros y, en
todos ellos, se organizaron para que pudiese realizar todas las entrevistas en un día.
Aprovechamos los recreos, antes de entrar a la escuela o justo al salir. Fue una verdadera
suerte para mí haber hecho una investigación en estas condiciones. Ellas me hacían sentir
acogido, me hacían ver que les gustaba tenerme allí y eso fue fundamental para que esta
tesis haya podido salir adelante.
A medida que pasó el tiempo, nuestra relación fue adquiriendo una mayor confianza.
Nuestras charlas ya no solo se referían a aspectos del PID-FPEIAP, también a nuestras
vidas. El contacto prolongado nos ayudó a conocernos más, nuestros gustos, problemas,
aficiones…, todo eso nos permitió ir forjando una relación de amistad. Es verdad que
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
49
parte del mérito lo tuvo el ambiente distendido del Proyecto y de las jornadas, pero
también me ayudó mucho la relación que manteníamos a nivel personal, los cafés después
de las reuniones, las cenas y las conversaciones fuera de las reuniones. Adquirí una
confianza plena con algunas de ellas y eso fue muy bonito. Me invitaron a las fiestas de
fin de curso e incluso compartimos momentos personales fuera de la formación. En aquel
momento no tenía la sensación de estar investigando junto a maestras, sentía que estaba
investigando junto a amigos.
Figura 1.11. Imagen junto a algunas compañeras del PID-FPEIAP en el intermedio de unas jornadas de formación organizadas por el
Proyecto. Segovia, curso 2014/2015
Aunque me he centrado en exponer la relación con las maestras porque han sido el centro
de la tesis doctoral y con las que más tiempo he pasado, esta buena relación y de confianza
se produjo con todos los miembros del PID-FPEIAP. En el caso de los investigadores era
fácil, al final éramos un número muy pequeño y ya nos conocíamos de antes, algunos
habían sido mis profesores, otros mis compañeros y el coordinador era mi hermano. La
relación era de un equipo unido. Respecto al alumnado de Magisterio, el grupo también
era muy pequeño, dos alumnas. Pero eran dos alumnas encantadoras, muy abiertas y con
ellas establecí una gran amistad y confianza. En lo académico realizamos varios trabajos
juntos.
1.1.10. Los primeros años en el Proyecto y el comienzo de la tesis doctoral
Con el relato que he realizado hasta el momento, se puede vislumbrar que mi experiencia
en el PID-FPEIAP fue muy positiva. Mis tres primeros años en el Proyecto, sobre los que
se ha realizado esta tesis doctoral, han sido unos de los momentos más importantes de mi
formación. En el PID-FPEIAP encontré un proyecto y a un grupo de personas que
compartían una idea de educación afín a los ideales que yo había ido asentando poco a
poco. Fue una época en la que disfruté y aprendí de ver a maestras ilusionadas con hacer
de la escuela un lugar mejor. El PID-FPEIAP me permitió trabajar en las aulas junto a
ellas y ver su trabajo y esfuerzo, pero también cómo el alumnado avanzaba y eso a ellas
les llenaba de satisfacción.
El primer año fue probablemente el más intenso. A pesar de que comenzamos en el mes
de noviembre, la novedad de la situación, los primeros resultados, los primeros cambios,
las primeras relaciones, las primeras decisiones…, hicieron que todo se viviese con una
mezcla de nerviosismo e ilusión. Esa fue la sensación que me transmitía el PID-FPEIAP,
CAPÍTULO I: Buscando el sentido de la investigación en mi experiencia personal y profesional
50
a pesar de estar apoyado en una base científica sólida, nadie sabía cómo iban a salir las
cosas. Cuando los resultados comenzaron a llegar, la motivación aumentó enormemente.
En mi caso, estar haciendo el Trabajo Fin de Máster y visitar las escuelas a menudo, me
proporcionó un acercamiento aún mayor al PID-FPEIAP y se transmitió a mi día a día.
Recuerdo muchos momentos de conversación con José, con mi tutor o con otros
investigadores sobre el PID-FPEIAP, ya no solo por el Trabajo de Fin de Máster sino por
lo que allí estaba ocurriendo, por cómo todos estábamos aprendiendo y eso nos tenía
enganchados.
El segundo año fue diferente. Era normal que el PID-FPEIAP cambiase, ya habían salido
los primeros resultados, la gente ya sabíamos cómo funcionaba y entonces esperábamos
seguir por la misma línea. Sin embargo, no fue del todo posible. Algunos cambios en el
Proyecto estaban produciendo tensiones y desmotivaciones entre algunos participantes,
José lo notaba y temía perder la esencia con la que había nacido el PID-FPEIAP. Esta
situación nos llevó a muchas horas de charlas. Aquel año recuerdo muchas
conversaciones con José, pero esta vez ya no solo sobre la ilusión que nos transmitía el
PID-FPEIAP, sino sobre la preocupación de poder perderlo. Esa fue un poco la sensación
con la que me quedé ese segundo año, de ilusión, pero también de preocupación y es que
el PID-FPEIAP seguía avanzando, las maestras participaban y se conservaban las buenas
relaciones, pero sentía cómo todos queríamos más.
El tercer año, fue un año en el que podríamos decir que no viví el PID-FPEIAP. Recuerdo
que comenzó con mucha ilusión y mucha fuerza. Se buscaba romper con el pequeño bajón
del año anterior, pero no nos dio tiempo. Al poco de comenzar, mi hermano enfermó y el
Proyecto se detuvo. Finalmente, José falleció al poco tiempo. El PID-FPEIAP tardaría en
volver a comenzar un par de meses. Recuerdo aquella primera reunión. Se dio un 23 de
febrero de 2016. Recuerdo bien la fecha porque ese día la Universidad realizó un
homenaje a mi hermano y, después, decidimos reunirnos los participantes del PID-
FPEIAP para ver cómo podíamos avanzar. Todos queríamos seguir avanzando, por
nosotros y porque sabíamos que a José así le habría gustado. Aquella reunión no se
parecía en nada a cualquier otra. El ambiente era triste y las reflexiones de las maestras
surgían únicamente como una forma de romper el silencio. Los meses de después apenas
les recuerdo. Probablemente tampoco quiero hacerlo. Si soy sincero, confesaré que para
realizar la tesis he tenido que leer el diario de aquellos meses para saber qué ocurrió y aun
así sigo sin recordarlo con claridad.
Aunque he ido incluyendo en este relato fotos significativas de los momentos vividos por
mí, me gustaría acabar este apartado comentando una foto. Una amiga siempre me dice
que destaco esta foto muchas veces cuando hablo del PID-FPEIAP. Para mí es una foto
muy significativa de lo que fue el Proyecto esos tres años. A mí simplemente con verla
ya me transmite la alegría, el compañerismo y la unión con la que se vivió el Proyecto.
Cuando recuerdo el momento en el que se hizo la fotografía, me vienen a la cabeza
muchas más sensaciones. Esta foto está tomada tras una de las reuniones del PID-
FPEIAP, pero fue una reunión diferente. Normalmente realizábamos las reuniones en las
aulas de la Facultad de Educación de Segovia. Hasta allí nos desplazábamos todos los
participantes un martes al mes. Algunos desde la propia ciudad de Segovia, como en mi
caso, otros desde los pueblos de la provincia, donde horas antes habían terminado su
jornada laboral y otros, desde pueblos de Ávila a más de setenta kilómetros de distancia.
Pero aquel día, la reunión se realizó en uno de los colegios donde daban clase un grupo
grande de maestras que participaban en el PID-FPEIAP. Yo aproveché la mañana y fui a
visitar el colegio como otras veces, esta vez lo hice con más compañeros del Proyecto.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
51
Cuando acabó la jornada nos fuimos juntos a comer a uno de los bares del pueblo.
Compartimos un momento lleno de anécdotas y risas y cuando acabamos volvimos al
colegio para comenzar la reunión. Allí ya se encontraban José y otros investigadores de
la universidad. A petición de las maestras se habían desplazado antes de la reunión para
informar a más maestros de la escuela sobre qué consistía el PID-FPEIAP y a invitarles
a la reunión y a sumarse al Proyecto. Al poco tiempo de estar todos en el aula, llegaron
los compañeros desde Ávila. Cuando pienso en todo esto, rememoro la ilusión de los
participantes, su motivación, el compañerismo o las ganas que teníamos todos de
transformar las escuelas. Nos daba igual desplazarnos varios kilómetros para vernos,
incluso todos lo hicimos lo antes que pudimos para ir a aprender a las aulas o a apoyar la
formación de las maestras. Es verdad que este esfuerzo de desplazarse, ya lo hacían las
maestras del PID-FPEIAP en la mayoría de las reuniones, celebradas en la Facultad. Pero
esta era la primera vez que yo lo vivía y ese día pude realmente comprender que lo
importante no era el Proyecto, eran los participantes que lo formaban, pero sobre todo,
las maestras y todos íbamos en una misma dirección con ellas, como muestra la fotografía.
Figura 1.12. Imagen de algunos integrantes del PID-FPEIAP tras una reunión en uno de los
colegios. Curso 2013/2014
1.1.11. Una mirada a mi formación doctoral
La realización de esta tesis doctoral me ha supuesto momentos buenos y no tan buenos.
A diferencia de la carrera o el máster he de confesar que no son positivos la mayoría de
los recuerdos que guardo de este proceso.
Hacer la tesis, entendiéndola como la parte pura de hacer la investigación y redacción del
informe, me ha reportado buenas experiencias, quitando algunos momentos de agobio.
He aprendido muchísimo, me he formado y he disfrutado mucho haciéndolo. Durante
estos años no sólo he hecho esta tesis doctoral, considero que he iniciado un camino hacia
la investigación educativa y hacia una mayor comprensión de su potencial en el ámbito
CAPÍTULO I: Buscando el sentido de la investigación en mi experiencia personal y profesional
52
educativo. He podido conocer a grandes profesionales de la educación, escuchar sus ideas,
intercambiar opiniones y debatir junto a ellos. Todo esto ha forjado un gran aprendizaje
en mí. He tenido la oportunidad de ir dando a conocer pequeñas partes de esta
investigación en congresos, donde he descubierto a mucha gente interesada en lo que
estábamos haciendo, que me han hecho sentir feliz con ello y he recibido multitud de
propuestas de mejora que han ayudado enormemente en la redacción de este informe. He
conocido a muchos compañeros con los que he iniciado un camino académico, pero
también de amistad.
Figura 1.13. Imágenes de diferentes presentaciones en congresos donde he expuesto algunos resultados de esta tesis doctoral
Sin embargo, como decía al principio de este relato, para mí la tesis es mucho más que
los cinco años dedicados a formarte y redactar la investigación. Es un proceso largo que
te acompaña en tu vida, en tu día a día. Creo que la tesis doctoral tiene una implicación
directa en tu vida personal, es capaz de unir ambos aspectos, entremezclarlos y conseguir
afectarse el uno al otro.
Recuerdo una de las primeras conversaciones que tuve con mi director cuando comenzó
la tesis. Estábamos en una de las mesas que hay en los pasillos de nuestra Facultad. Él es
una persona con una gran experiencia en tesis doctorales y en aquel momento él quería
instruirme en lo que suponía hacer una tesis doctoral. Entre otras muchas conversaciones
me dijo algo que aún recuerdo. Mi tutor me comentó que la tesis doctoral era un proceso
complicado y, para ejemplificármelo, me contó que entre los muchos doctorandos a los
que él había dirigido sus proyectos de tesis, solo había habido dos personas que no se
habían planteado abandonar la tesis en ningún momento del proceso. Recuerdo estas
palabras porque me fui pensando que esto jamás me pasaría a mí. Tenía claro por lo que
había decidido hacer la tesis, era algo que me gustaba. Esto me llenaba de confianza para
saber que por muy duro que fuese el proceso siempre iba a querer seguir hacia delante.
Sin embargo, un tiempo después descubrí que la tesis abarcaba más que la redacción del
informe, se entrelazaba con la vida personal y esa fue la parte que, durante algunos
momentos, afectó a la decisión de querer seguir.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
53
Aunque ya he narrado cuáles fueron mis primeros pasos en la tesis, hubo mucho más tras
esos primeros momentos. En el relato se aprecia lo que significó para mí el hecho de
comenzar la tesis junto a mi hermano, pero esa vivencia fue mayor que lo que suponía la
propia tesis. Desde que yo comencé, nuestro día a día se convirtió en una multitud de
momentos de debate, ideas, trabajos conjuntos, lecturas… Cuando José estaba en Ávila,
yo por las mañanas me iba a su casa y allí trabajábamos juntos, él en sus cosas y yo en la
tesis o trabajos asociados a ella. Aunque me hacía madrugar mucho y a mí nunca me ha
gustado, me alegraba de estar allí por las mañanas. Le tenía a mano ante cualquier duda
y eso era una suerte enorme. Pero estos momentos traspasaban más allá de los horarios
que nos poníamos para trabajar. La verdad es que el PID-FPEIAP fue algo que a los dos
nos tocó muy en el fondo. Ambos lo estábamos viviendo con un entusiasmo muy grande
y esto hacía que cualquier momento que tuviésemos lo aprovechásemos hablando de ello.
Recuerdo que íbamos juntos al gimnasio; todos los días tratábamos de sacar un hueco
para hacer un poco de deporte. Entre los diferentes ejercicios que hacíamos siempre
acabábamos con unos minutos de bici estática. Este era un momento de tranquilidad,
recuperación y que aprovechábamos para hablar. Es verdad que hablábamos un poco de
todo, de nuestras vidas, nuestras alegrías y nuestros problemas, pero también
aprovechábamos mucho este momento para hablar cosas del PID-FPEIAP, de mi tesis,
de investigación, etc., porque al final también era parte de nuestras vidas y una parte que
compartíamos.
Durante los primeros años, para mí la tesis fue un trabajo que abarcó mi día a día. Era una
pasión y cuando una pasión es compartida se hace más grande, porque la ilusión no sólo
la tienes en el contenido, sino en poder compartirlo y disfrutarlo con personas a las que
quieres. Yo viví mi tesis los primeros años así. Ya no solo me gustaba el estar
investigando, participando en el PID-FPEIAP y formándome, me estaba gustando porque
tenía una pasión compartida con mi hermano y eso nos hacía estar más cerca, nos hacía
disfrutar de ese momento en cada instante y nos permitía tener a una persona con la que
poder hablar de ello en cada momento. Y es que cuando algo te apasiona eres así, pesado.
Quieres hablar mucho de ello, tienes dudas y quieres aprender. Sin embargo, llegó un
momento de la tesis en el que la vida me arrebató esto.
Cuando José falleció sentí que una parte de mi vida se había ido y, llevándolo a la tesis,
también se había ido una parte de la ilusión que me hacía realizar este trabajo.
Los primeros meses seguí con más fuerza que nunca, probablemente ante la incredulidad
de lo que había pasado. Este momento se unió a la concesión de un contrato pre-doctoral
por parte de la Universidad de Valladolid. Yo había estado preparando la documentación
junto a José, él creía que podía conseguirlo aquel año y no se equivocó. Tres meses
después de su fallecimiento me llegó la noticia. Estaba yo en mi habitación y me llegó un
correo electrónico de la Universidad informándome de que se había publicado la
concesión de los contratos. Me metí rápidamente en la web y al abrir el documento vi mi
nombre entre los beneficiarios. Recuerdo que comencé a gritar, creo que no grité tanto
como aquella vez que mi hermano aprobó las oposiciones y despertó a toda la casa, pero
el susto que les di a mis padres sí fue similar. Me llenó de alegría porque me permitía
acercarme un poco más a mi deseo de futuro, comenzaría en la docencia, trabajaría en la
Universidad y podría tener un sueldo. Tras unos meses de espera, firmé mi contrato y
comencé en la Universidad el 1 de septiembre de 2016. La ilusión fue enorme y la fuerza
que me dio para seguir con la tesis aún más. Sin embargo, a medida que pasó el tiempo,
la tesis y mi situación actual dejaron de reportarme un aprendizaje o motivación, sólo me
traían recuerdos y fue cuando me tuve que plantear qué hacer.
CAPÍTULO I: Buscando el sentido de la investigación en mi experiencia personal y profesional
54
En aquellos momentos de duda, volví a recordar las palabras de mi tutor tres años antes
y percibí cómo me estaba sucediendo lo que dije que jamás me pasaría. Una parte de mí
quería acabar la tesis, la parte más racional, la que sabía que eso era lo que me gustaba,
mi pasión y a lo que me quería dedicar toda mi vida. Me decía que aquel momento iba a
pasar o al menos iba a no ser tan intenso y entonces volvería a mi vida, a la vida que desde
hace años buscaba tener. Otra parte, la emocional, solo me pedía que saliera de allí.
Finalmente, tras muchos meses de dudas y estancamiento y con la ayuda de muchos
amigos, decidí seguir. Conseguí tirar hacia delante con la tesis y he vivido momentos muy
buenos desde entonces, muchos aprendizajes y he adquirido una buena formación que me
ha permitido realizar esta tesis. Sin embargo, mentiría si no dijese que el proceso y la
ilusión no volvieron a ser igual. He acabado la tesis doctoral porque así lo necesitaba, le
he echado muchas ganas, esfuerzo e ilusión, pero durante estos últimos años siempre me
ha faltado algo para que el proceso hubiese sido como yo lo soñé cuando comencé.
1.1.12. ¿Y en estos años, qué fue del Proyecto?
El Proyecto ha seguido adelante después de José. En la actualidad sigue activo. El número
de maestras y colegio ha ido fluctuando estos años, pero se llegaron a momentos con un
gran número de participantes.
Como ya he contado, cuando José falleció, en febrero hicimos una reunión con la
intención de continuar con el PID-FPEIAP ese año. Yo tenía claro que quería seguir
adelante por lo que sabía significaba el Proyecto para José. Ese año, junto a uno de los
profesores universitarios que pertenecían al PID-FPEIAP, amigo y compañero mío y de
José, decidimos acabar el año. Con base en las ideas y el legado de José continuamos con
la dinámica de trabajo que él había planteado. Al año siguiente volvimos a solicitar el
PID-FPEIAP. Aunque por problemas burocráticos yo no podía constar oficialmente en la
coordinación del Proyecto, mi posición fue la de intentar apoyar en todo lo posible al
nuevo coordinador para que juntos siguiésemos adelante con el Proyecto. Sin embargo,
al igual que con la tesis, hubo un momento en el que necesité alejarme.
La coordinación del PID-FPEIAP fue un trabajo al que no pude hacer frente mentalmente.
Cuando José falleció tuve la sensación de que todas las decisiones en mi vida estaban
siendo malas ideas. Al leer este relato se puede comprender como mi hermano siempre
había sido un factor fundamental en todas mis decisiones importantes, yo respetaba
mucho su opinión porque siempre me había ayudado y cuando perdí a José sentí con
mayor necesidad que nunca esas opiniones. Me encontré muy perdido, de repente sentí
que era más dependiente de él de lo que en verdad había sido cuando él estaba a mi lado.
Y es que desde entonces, en mi día a día, en mi tesis y en el PID-FPEIAP no hubo un
instante en el que no pensara, ¿Qué haría José? Incluso hoy aún me sigue ocurriendo. Por
esta razón, sentí que no era capaz de poder coordinar el Proyecto. Yo no podía tomar
decisiones que afectaran a más gente cuando no sabía tomarlas ni para mí. Esto hizo que
me desmarcara un poco de la coordinación. Mi intención de seguir ayudando a organizar
el PID-FPEIAP no pudo ser. Seguí asistiendo y participando en las reuniones por mi tesis,
por José, por las maestras y por mi director, pero no podía dar más de mí que mi presencia.
El PID-FPEIAP era una pasión que nos unía a mi hermano y a mí. José era una parte muy
importante de cómo yo vivía el PID-FPEIAP y no pude llenarla yo solo.
El nuevo coordinador asumió todo el esfuerzo de llevar a cabo el Proyecto. No necesité
decirle nada, él me conocía y creo que lo comprendió. Siempre ha seguido contando
conmigo, informándome y teniendo en cuenta mi opinión para todas las labores de
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
55
gestión, pero ha sido gracias a él y al empuje de las maestras por lo que el PID-FPEIAP
ha podido seguir activo después de la pérdida de José.
Por último, quiero terminar este relato en el que me he presentado a mí y a la tesis doctoral
esperando haber conseguido lo que buscaba cuando comencé estas líneas, que el lector
sea capaz de comprender cómo ha sido mi proceso como investigador para llegar hasta
aquí. Sin duda, ninguna de las decisiones que he tomado para la realización de este
proyecto se ha alejado de mis experiencias personales y profesionales. Pero con este relato
también me gustaría conseguir que quién lea esta tesis doctoral la comprenda no solo
como un proceso investigador de cinco años que finaliza con este informe, sino que
entienda que hoy estoy un poco más cerca del deseo por el que siempre quise estar
relacionado con el mundo de la educación, ser como mi hermano.
Figura 1.15. Imagen de mi hermano y mía en las V Jornadas de Historias de Vida
en Educación. Almería, 2015
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
57
CAPÍTULO II: ESTADO DE LA CUESTIÓN
El presente capítulo expondrá el trabajo de búsqueda y selección de fuentes bibliográficas
realizadas para situar esta tesis doctoral. Se mostrarán las bases de datos elegidas y los
criterios de búsqueda seleccionados para conseguir una muestra de publicaciones
científicas próxima al tema de estudio de esta tesis doctoral. A lo largo del capítulo
expondremos detalladamente los resultados obtenidos y realizaremos un análisis de los
principales estudios encontrados, tratando de acercarnos cada vez más a nuestra temática
de investigación. De esta forma, intentaremos dar a conocer cuáles son las principales
líneas de investigación seguidas por las publicaciones científicas en torno a nuestro tema
de estudio y cuáles podrían ser las nuevas vías de desarrollo científico en las que incidirá
esta tesis doctoral.
El capítulo comenzará con la fundamentación teórica que nos ha guiado en el proceso de
realización del estado de la cuestión. Más adelante se explicarán las decisiones tomadas
en torno a la selección de bases de datos y los criterios de búsqueda. Con base en estos
aspectos, se analizarán cuantitativamente los primeros datos obtenidos en torno a la
selección de publicaciones científicas, dividiéndolos por años y formato de publicación.
Este análisis cuantitativo dará paso a otro de corte cualitativo, a través del cual
mostraremos las principales líneas de investigación trabajadas por estas publicaciones
científicas. Continuaremos el capítulo a través de la exposición de un nuevo proceso de
lectura y análisis, esta vez basándonos en unas líneas temáticas que acerquen las
publicaciones científicas antes seleccionadas a nuestro objeto de estudio. Con todas las
referencias de esta nueva selección realizaremos un estudio para conocer cuáles son las
principales temáticas que abordan, así como sus conclusiones. Por último, expondremos
algunos de los aspectos poco trabajados por las publicaciones científicas en torno a
nuestra temática de investigación y cómo trataremos de darles cabida en nuestro estudio.
2.1. Introducción al estado de la cuestión
El estado de la cuestión es un trabajo que consiste en una presentación
completa, sistemática, objetiva e imparcial y, a la vez, suficientemente
abreviada y clara de todos los principales resultados existentes en las
investigaciones acerca de un problema o tema en cualquier rama del
conocimiento […] tiene como finalidad señalar las vías de búsqueda que
han sido abiertas, hasta el presente y para el futuro para la investigación”.
(Zubizarreta, 1986, p. 63)
El estado de la cuestión se presenta como una de las partes más importantes de una
investigación. En ella, los investigadores realizan una búsqueda y análisis de la
bibliografía existente sobre el tema del que trata su estudio (Reboratti, & Hortensia,
1999). A través de un análisis crítico de las obras que anteceden al trabajo de
investigación, la persona que inicia la búsqueda de literatura pretende conocer qué
aspectos han sido tratados y poder incorporarlos a su estudio. De esta forma se asegura
que la investigación presentará un avance innovador, superador y propositivo (Esquivel,
2013).
Cuando hablamos de una tesis doctoral, no cabe duda de que la búsqueda de
investigaciones previas supone una de las fases clave del estudio (Randolph, 2009). A
través de la lectura y el análisis detallado de la literatura existente, los doctorandos serán
CAPÍTULO II: Estado de la cuestión
58
capaces de comprender la literatura de su campo. Este es un paso importante en la
preparación de un doctor, pues como afirman Boote y Beile (2005), “un investigador no
puede realizar una investigación significativa sin comprender primero la literatura en el
campo” (p.3). De esta forma, el estado de la cuestión va a ayudar a los doctorandos a
aumentar sus conocimientos e ideas y tener una visión más global y detallada de sus temas
de investigación.
El proceso llevado a cabo para realizar un estado de la cuestión es muy importante. Seguir
unas fases y unos procedimientos estructurados y críticos es fundamental para poder
analizar la literatura existente. Esta idea la hemos tenido en cuenta para plantear este
capítulo de la tesis. A continuación, mostramos al lector el proceso seguido en este
recorrido teórico y los resultados obtenidos.
2.2. Proceso de elaboración del estado de la cuestión en nuestro estudio
Para elaborar nuestro estado de la cuestión realizamos al inicio una búsqueda
bibliográfica en cinco bases de datos. Estas bases fueron, Dialnet, ERIC, Scopus, Teseo
y Web of Science (WoS). La finalidad de elegir dichas bases fue poder contar con una
amplia variedad de documentos (a nivel nacional e internacional), que aportan un
conocimiento extenso de nuestro objeto de investigación. Hemos elegido Dialnet porque
es una de las mayores bases de datos a nivel mundial de bibliografía en lengua hispana y
especializada, entre otras, en el campo de las Ciencias Sociales. Por su parte, ERIC es una
base de datos imprescindible para realizar un estado de la cuestión completo sobre nuestra
temática, pues se trata de la mayor base de datos online en el ámbito educativo. Scopus y
WoS son las dos bases de datos de citas más importantes del mundo. Tienen un gran
prestigio a nivel nacional e internacional, lo que hace que sean las mejor consideradas por
organismos como la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación
(ANECA). Además, su crecimiento en los últimos años, a través de la indexación de
nuevas revistas y mediante la creación de nuevas colecciones, como la Emerging Source
Citation Index (ESCI), ha permitido que su literatura indexada enfocada en el ámbito
español haya aumentado. Por último, Teseo resulta imprescindible para un estudio
realizado en el marco de una tesis doctoral. Esta base de datos únicamente incluye tesis
doctorales defendidas en universidades españolas.
Una vez elegidas las bases de datos, el siguiente paso fue encontrar un descriptor con el
que iniciar la búsqueda. Como hemos expuesto hasta este momento, nuestra tesis doctoral
versa sobre un proceso de formación permanente del profesorado. Para nosotros, este es
el núcleo principal de la tesis y de ahí nacen las características concretas de nuestro caso
particular como es la investigación-acción participativa, los Proyectos de Innovación
Docente o la formación crítica y reflexiva. Por esta razón, decidimos realizar la búsqueda
en torno al término “formación permanente” y más concretamente decidimos hacerlo en
torno al término “formación permanente del profesorado”, ya que nos ayudaba a centrar
la búsqueda en el ámbito educativo. Sin embargo, como analizamos al comienzo del
capítulo teórico, la formación permanente del profesorado es un concepto polisémico.
Podemos referirnos al concepto a través de los términos “formación permanente”,
“formación continua”, “perfeccionamiento”, “reciclaje”, etc. Además, estos términos
hacían referencia a un posicionamiento de la formación como una forma de suplir déficits
o un proceso continuo. En nuestro caso hemos defendido el posicionamiento de la
formación docente como un proceso continuo.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
59
Las consideraciones mencionadas con anterioridad nos llevaron a realizar varias
búsquedas en las bases de datos utilizando diferentes términos, que se presentan sobre el
mismo concepto. Utilizamos los conceptos “formación permanente del profesorado” y
“formación continua del profesorado”. Además, al utilizar bases de datos internacionales,
decidimos emplear un descriptor en inglés. La elección del idioma se debió a que el mayor
número de producción de literatura científica en las bases de datos seleccionadas se
realiza en inglés. Para ello, junto a los dos términos anteriores, realizamos también la
búsqueda con el descriptor más utilizado por nativos de habla inglesa para el término
específico formativo al que nos referimos, “In-service teacher training”. Debemos apuntar
que, en los términos de búsqueda seleccionados, hicimos uso de las comillas, ya que,
como se aconseja en las bases de datos, su uso es necesario cuando se utiliza un conjunto
de dos o más términos que necesariamente deben ir juntos y en un orden determinado.
Tras la búsqueda procedimos a organizar la información. En un primer momento
realizamos un análisis cuantitativo de la información que nos arrojaron las bases de datos.
Organizamos en tablas las publicaciones y las diferenciamos en función del tipo de
documento. Han sido objeto de recolección por nuestra parte artículos, tesis doctorales,
libros y capítulos de libros. Posteriormente, llevamos a cabo otro análisis cuantitativo de
los datos, esta vez en función del año de publicación de los documentos. Realizamos una
gráfica distribuyendo los documentos en cuatro grupos, en función de su año de
publicación: “antes de 1990”, “entre 1990 y 1999”, “entre 2000 y 2009” y “entre 2010 y
2018”. La última fecha en la que hicimos un análisis del estado de la cuestión es el 21 de
diciembre de 2018.
Tras la organización de los datos, procedimos a realizar un análisis individualizado de
cada artículo. Realizamos una primera lectura, a través de los títulos y resúmenes, para
averiguar cuáles eran los principales puntos tratados en la literatura científica en torno a
la formación permanente del profesorado. Descubrimos una gran variedad de aspectos
que nos llevaron a agrupar los artículos en función de: los contenidos trabajados, el
modelo formativo, el formato del artículo, el área de conocimiento, el nivel educativo y
la contextualización geográfica. Todos los grupos estaban relacionados de alguna manera.
Esta agrupación nos permitió tener una visión más detallada de la literatura sobre
formación permanente del profesorado y nos ayudó a concretar una serie de temas sobre
los que seleccionar los artículos de interés para nuestro estudio. Para ello nos basamos en
la agrupación según los modelos formativos y nuestro objeto de estudio, la investigación-
acción participativa. Ante la posibilidad de que los autores no nombraran directamente el
término, pero hiciesen referencia a procesos acordes con este modelo, decidimos trazar
temas que agrupasen sus principales características. Dividimos la búsqueda en función de
dos aspectos, que apareciese el término “investigación-acción” o “investigación-acción
participativa” o que apareciese alguna de las siguientes características: “autorreflexión”,
“ciclos de reflexión”, “formación reflexiva”, “formación colaborativa”, “formación
cooperativa” o “investigación docente”. Así, volvimos a revisar los títulos y resúmenes
de los artículos y recogimos todos aquellos que hacían alguna referencia a estos temas.
Con estos artículos seleccionados realizamos una nueva gráfica para conocer su
producción a lo largo de los años, utilizando los mismos grupos de años que en el caso
anterior.
Por último, realizamos una lectura detallada de todos los posibles artículos de interés.
Pudimos comprobar cómo, en algunos casos, los temas eran nombrados, pero no
desarrollados profundamente en los procesos formativos de los documentos. En otros
CAPÍTULO II: Estado de la cuestión
60
hacían referencia al modelo de investigación externo o basaban su interés principalmente
en el contenido, por lo que el modelo de formación apenas se analizaba. Por ello,
realizamos una segunda selección únicamente de aquellos documentos en los que la
investigación-acción, investigación-acción participativa o un modelo formativo de
características similares fueran el modelo de formación que se desarrollaba en el
documento. De esta forma, reducimos el volumen de publicaciones que analizaban el
modelo formativo de investigación-acción o investigación-acción participativa, sus
características, beneficios y problemáticas, como el que nosotros presentamos en este
estudio. Con estos documentos se realizó primero una gráfica agrupando los documentos
en función de si trabajaban la investigación-acción, la investigación-acción participativa
o un modelo similar y, en segundo lugar, un análisis y agrupamiento detallado de los
artículos en función de sus contenidos, características principales y conclusiones.
2.2.1. Resultados cuantitativos de la búsqueda
La primera aproximación que realizamos fue la búsqueda de todos los descriptores
seleccionados en cada una de las bases de datos (Tabla 2.1). Con los datos totales
realizamos una organización de las publicaciones en artículos, tesis doctorales, libros y
capítulos de libros. Decidimos eliminar las comunicaciones a jornadas y congresos, así
como los libros de actas de estos eventos, ante la posibilidad de que esos trabajos no
hubiesen superado una revisión sistemática para su publicación.
Además, hay que destacar que en el criterio “In-service teacher training” en Dialnet, el
número de documentos que nos devolvía la base de datos era mucho mayor al que aparece
en la tabla. En primera instancia nos extrañó el alto número de publicaciones que surgían,
al tratarse Dialnet de una base de datos de publicaciones en lengua hispana. Entendíamos
que pudiese haber alguna publicación en inglés debido a números especiales de las
revistas indexadas o porque dichas revistas publicasen en ambos idiomas, sin embargo,
el número era muy alto. Descubrimos que esto sucedía debido a que Dialnet toma el
término de los artículos en inglés que utilizan el criterio, pero también de las traducciones
de los títulos y resúmenes de artículos en castellano. Con la finalidad de no repetir la
misma búsqueda, únicamente se recogieron los artículos completos en inglés.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
61
Tabla 2.1
Búsquedas en bases de datos en función del criterio establecido
Descriptor
Base
de
datos
Total
Artículos
de
revistas
Tesis
doctorales Libros
Capítulos
de libro
Documentos
de interés
para la tesis
Fechas
Formación
permanente
del
profesorado
Dialnet 579 341 96 39 103 212 1986-2018
ERIC
Scopus 13 13 2010-
2018
Teseo 101 101 7 1986-
2018
WOS 20 19 1 1 2004-
2018
Formación
continua
del
profesorado
Dialnet 212 157 26 2 27 126 1980-
2018
ERIC
Scopus 4 4 2 2013-
2017
Teseo 11 11 1 1997-
2018
WOS 4 4 2010-
2014
In-Service
Teacher
Training
Dialnet 20 17 3 5 1988-
2018
ERIC 245 229 11 5 9 1974-2018
Scopus 311 285 3 23 9 1954-
2018
Teseo
WOS 332 319 3 10 12 1974-
2014
Fuente: elaboración propia
Como se observa en la tabla, la variedad de descriptores utilizados nos ayudó a recopilar
un mayor número de documentos que abordaban la misma temática. Del total de
documentos seleccionados, el 38,50%, con 713 publicaciones, corresponde al descriptor
“formación permanente del profesorado”; el 12,50%, con 231 publicaciones, hace
referencia al descriptor “formación continua del profesorado” y el 49%, con 908
documentos, corresponde a “In-service teacher training”.
Con los criterios en español, el mayor número de publicaciones se encuentra en Dialnet
y, después, en Teseo. Entre las dos bases de datos copan el 95,65% de los documentos
encontrados con los términos “formación permanente del profesorado” y “formación
continua del profesorado”. El otro 3,45% corresponde a la suma entre Scopus y WoS. El
menor número de documentos con los descriptores en español se corresponde con el
exiguo número de revistas de habla hispana y, particularmente españolas, indexadas en
estas dos bases de datos (por ejemplo, en el año 2018 en Scopus, en la categoría de
Educación, solo había indexadas 35 revistas españolas). Por su parte, Eric no mostró
ningún archivo para los descriptores en español.
En el descriptor en inglés “In-service teacher training” los resultados se dan la vuelta,
ERIC, Scopus y WoS son las bases de datos con mayor número de publicaciones. Las tres
CAPÍTULO II: Estado de la cuestión
62
se reparten de manera casi equitativa el total de documentos. WoS representa el 36,56%
del total, mientras que Scopus acumula el 34,25% y, un poco por debajo de ambos,
aparece Eric con el 27%. Sin embargo, con este descriptor en Dialnet únicamente se
encuentran 20 artículos completos en inglés, lo que supone el 2,19% del total encontrado.
Teseo, al igual que ERIC con los descriptores en castellano, no procesó ninguna
búsqueda.
Tras las búsquedas de cada criterio, realizamos un agrupamiento de todos los datos. De
esta forma podemos ver cómo la búsqueda nos arrojó un total de 1.852 publicaciones
(Tabla 2.2).
Tabla 2.2
Resultados de las búsquedas totales en las bases de datos
Base de
datos Total
Artículos
de
revistas
Tesis
doctorales Libros
Capítulos
de libro
Documentos
de interés
para la tesis
Fechas
Dialnet 811 515 122 41 133 343 1980-
2018
ERIC 245 229 11 5 9 1974-
2018
Scopus 328 302 3 23 11 1954-
2018
Teseo 112 112 8 1986-
2018
WOS 356 342 4 10 13 1974-
2018
Total 1852 1388 245 53 166 384 1954-
2018
Fuente: elaboración propia
La base de datos de la que rescatamos más artículos fue Dialnet. Esta base de datos supuso
casi la mitad de todos los documentos encontrados, con 811 de los 1.852 (41,79%). Al
tratarse Dialnet de una base de datos de escritura hispana, esta cifra entraba dentro de la
normalidad, al haber usado dos de los tres descriptores en español. Como muestran las
tablas, este aspecto supuso números muy altos de documentos en Dialnet en dos de las
tres búsquedas. Las bases de datos de WoS y Scopus arrojaron unas cifras parecidas entre
sí. La de WoS supuso el 19,22%, mientras que los documentos extraídos de Scopus fueron
el 17,71% del total. Por su parte, ERIC mostró el 13,22%, con 245 publicaciones. Un
número más bajo que los anteriores al haber obtenido todos los documentos de uno de los
tres descriptores. Y, por último, Teseo, al ser una base de datos únicamente para tesis
doctorales, arrojó un número menor que las anteriores bases con un 6,04% del total.
La división por documentos nos permite comprobar como la mayor parte de la literatura
en torno al tema proviene de artículos en revistas. De los 1852 documentos totales, un
74.94% son artículos. Este número va acorde con las plataformas para publicar indexadas
en estas bases de datos, donde la mayoría son revistas. Las tesis doctorales fueron otro
gran formato de publicación en temáticas de formación permanente del profesorado. El
análisis nos mostró 245 tesis sobre el tema, el 13,22% del total. Los capítulos de libro
supusieron el 8,96% y los libros completos indexados en estas bases apenas sumaron el
2,86% del total.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
63
Además de los datos totales de documentos, extrajimos sus años de publicación. Como
se puede apreciar en la Figura (2.1), distribuimos las 1.852 publicaciones en 4 grupos. La
finalidad de este análisis fue poder comprobar el actual interés por la temática y su
evolución a lo largo del tiempo.
Figura 2.1. Relación entre las publicaciones totales y sus años
de publicación
El análisis de los años de publicación nos muestra un creciente interés en los
investigadores por la formación permanente del profesorado. El número de publicaciones
en torno a esta temática ha seguido una evolución positiva desde sus primeras
publicaciones, siendo un tema de especial interés en las investigaciones en los últimos
años. Como podemos observar en la gráfica, durante los últimos 8 años se han publicado
más de la mitad de los documentos totales que encontramos en las bases de datos
(52,53%). Este considerable aumento en los últimos años resulta aún más llamativo si
tenemos en cuenta que el grupo al que nos referimos (2010-2018) tiene un año menos que
el resto de las agrupaciones. Sin embargo, este aumento sigue la línea de la creciente
evolución mostrada por las publicaciones. Cada década que hemos utilizado para el
análisis supera a la anterior en el número de documentos. Así, las publicaciones entre
2000 y 2009, con un total de 473, agrupan 163 documentos más que la década anterior,
entre 1990 y 1999. Antes de estas fechas, el número de documentos es muy escaso (96).
Esta situación concuerda con la menor producción de literatura científica en esos años
respecto a la actualidad y, también, con las acotaciones de algunas bases de datos respecto
al año desde el cual inician su indexación.
2.2.2. Análisis cualitativo de los documentos
Tras la comprobación del interés generado por la formación permanente del profesorado
en la actualidad, hicimos un análisis cualitativo de todos los documentos. Para ello,
realizamos una primera lectura de los títulos y resúmenes de todos los artículos. Nuestra
finalidad en esta parte del análisis era encontrar cuáles eran los fenómenos de interés más
asociados a la formación permanente del profesorado en las investigaciones. Como
comprobamos en el análisis, la temática puede abarcar innumerables situaciones, desde
ser el tema principal sobre el que discute el artículo, hasta ser únicamente el marco
conceptual para desarrollar una investigación en torno a un contenido. De esta forma,
0
100
200
300
400
500
600
700
800
900
1000
Antes de1990
1990-1999 2000-2009 2010-2018
Nº
Pu
blic
acio
nes
Años
CAPÍTULO II: Estado de la cuestión
64
encontramos seis grandes aspectos que suelen asociarse a las publicaciones de Formación
Permanente del Profesorado. Estas agrupaciones las realizamos en función de: (a) la
forma de abordar la formación permanente; (b) el formato del artículo; (c) el área de
conocimiento en el que se enmarcaba el estudio; (d) el nivel educativo sobre el cual se
hacía la investigación; (e) el modelo formativo desarrollado; y (f) el contexto. En la
mayoría de las publicaciones aparecían varios de estos aspectos a la vez. Sin entrar a hacer
un análisis exhaustivo de las 1.852 publicaciones, sí que comentaremos los principales
aspectos que encontramos dentro de cada grupo y pondremos algunos ejemplos de las
publicaciones analizadas.
En los documentos encontrados observamos que había dos formas de tratar la formación
permanente del profesorado: como contenido central del estudio o como marco contextual
en el desarrollo de un contenido. En los primeros, la formación es el tema central y el
investigador suele exponer datos y conclusiones sobre la misma de forma genérica o las
características a destacar (Colén, 2012; Rodado, 1992). Por su parte, en el segundo
formato comparten importancia la formación permanente y el contenido. Las
conclusiones se centran en la aplicación o necesidad de un contenido y las características
de la formación para conseguir implementarlo. En este modelo encontramos un tema
destacado en los últimos años, el desarrollo de las Tecnologías de la Información y la
Comunicación (López Guerrero, 2015). En los siguientes grupos, con la finalidad de no
repetirnos, expondremos únicamente los aspectos principales que encontramos cuando la
formación permanente era el contenido principal.
Respecto al formato de los artículos observamos dos vías principalmente. Un gran
número de publicaciones son investigaciones empíricas, llevadas a cabo en el campo,
donde los investigadores suelen analizar las características del desarrollo formativo de los
participantes involucrados (D'Angelo & Rusinek, 2014; Lizasoain, Bereziartua, & Bartau,
2016). El otro gran formato de publicación que encontramos eran documentos teóricos.
Este formato suele basarse en análisis documentales de características de la formación
permanente del profesorado. Destacan publicaciones centradas en analizar características
concretas de un modelo formativo, comparar características de modelos formativos entre
sí o analizar cuestiones políticas en torno a la formación permanente del profesorado
(Rodríguez & Gutiérrez, 1991; Tiana, 2011).
El área de conocimiento en el que se enmarcan las investigaciones no siempre aparece
destacada claramente. Comprobamos que los investigadores subrayan el área de
conocimiento en el que se realiza la formación si esta tiene un carácter diferenciador
respecto a otras áreas. Así, nos encontramos con el predominio de dos áreas: la Educación
Física, cuyo trabajo con y a través del cuerpo del alumnado rompe con las características
de otras áreas (Calderón & Martínez de Ojeda, 2014; Fraile, 1998) y las Ciencias
Experimentales, en auge en los últimos años a través de estudios sobre el aprendizaje del
alumnado para las ciencias y, por tanto, la necesidad de una formación destinada a
conseguir este aprendizaje (Christodoulou & Osborne, 2014; De Lemús & Treviño,
2014). En un menor número también encontramos documentos contextualizados en el
área de Música, en centros educativos o conservatorios (Royo, 2003) y estudios sobre la
formación en lenguas extranjeras (Syed & Kuzsborska, 2018).
Otra agrupación que realizamos fue en función de la etapa educativa en la que se
realizaban las formaciones. Observamos cómo los autores suelen destacarlo si la
formación es fuera de la etapa de Educación Primaria. De esta forma, aparecen
investigaciones contextualizadas en la formación de docentes universitarios o en
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
65
Educación Superior (Tojar & Matas, 2005); en Educación Secundaria (González-Vallinas
2006; Lupión & Martín, 2016) y en Educación Infantil (Úcar, Belvis, Pineda, & Moreno,
2007).
Cuando los documentos se centran en el análisis del modelo formativo, lo hacen por sus
características diferenciadoras respecto a metodologías tradicionales. Las publicaciones
en las que sus autores analizan un modelo formativo suelen hacerlo porque dicho modelo
presenta alguna característica importante en el desarrollo de la formación. En este grupo
observamos que destacan, por un lado, las publicaciones de modelos formativos
orientados desde el trabajo colaborativo o cooperativo entre docentes, mediante grupos
de trabajo, proyectos o comunidades de aprendizaje (Rubio, 2004; Pérez Granados, 2018)
y, por otro lado, los modelos donde los docentes actúan individualmente como
investigadores para su formación (Gonzalo, 2003).
Por último, realizamos una agrupación de los artículos en función de la contextualización
geográfica donde se realizaban las investigaciones. Descubrimos que este aspecto
destacaba cuando el factor localización afectaba al contenido del documento o la
publicación era en una revista extranjera. En este grupo destacan los análisis teóricos de
la formación permanente del profesorado y, sobre todo, los centrados en el análisis de las
políticas educativas. Además, descubrimos que existe una amplia diferenciación en
función de si el artículo está escrito en español o inglés. La mayoría de las publicaciones
en español se centran en el contexto de España; aunque advertimos cómo las
particularidades con las que cada Comunidad Autónoma adapta las leyes educativas
generales favorecen que aparezcan un amplio número de documentos en los contextos
específicos regionales (Ornellas, 2007; Villar, 2000). Otro grupo de contextos
geográficos en las publicaciones en español son países de habla hispana de Centroamérica
y Sudamérica, como Colombia, Cuba, Chile o México (Fidel, 2013; Miranda, 2005). Por
su parte, a través del descriptor en inglés encontramos una mayor variedad de ubicaciones
geográficas. Las principales eran países de habla inglesa nativa, como Estados Unidos y
Reino Unido (Jacob & Lefgren, 2004; Reeves & Pedulla, 2011). Fuera de estos países,
destacan los estudios contextualizados en países asiáticos (Courtney, 2007) y africanos
(Wolf, Turner, Jukes, & Dubeck, 2018).
2.2.3. Selección de literatura para la tesis doctoral
Tras el primer análisis y agrupación de los documentos, procedimos a la selección de las
publicaciones de interés para nuestra tesis. Basándonos en el análisis del estado de la
cuestión realizado hasta el momento y nuestro objeto de estudio, la investigación-acción
participativa, extrajimos una serie de temas que centraran y acotaran nuestra búsqueda
(Tabla 2.3). Para la selección de dichos temas nos basamos en dos aspectos: la aparición
concreta del término de nuestro objeto de estudio o de alguna de las características que lo
pudiesen definir. En el caso del término decidimos usar “investigación-acción
participativa”, pero también “investigación-acción” al ser un concepto que, aunque
presenta diferencias, muchas veces es utilizado de forma indiferente en las publicaciones.
Después, realizamos una nueva lectura de los documentos, a través de los títulos y
resúmenes, para seleccionar aquellos en línea con los temas de interés marcados.
CAPÍTULO II: Estado de la cuestión
66
Tabla 2.3
Selección de temas de interés Término Características
Investigación-acción
Autorreflexión
Investigación-acción participativa Ciclos de reflexión-acción
Formación reflexiva
Formación colaborativa
Formación cooperativa
Investigación docente
Fuente: elaboración propia
En el análisis a través de los temas de interés encontramos un total de 383 documentos.
Al haberlos recogido de una muestra basada en varias bases de datos, procedimos a hacer
una comparación entre todos los artículos para eliminar aquellos que estuviesen
duplicados. Tras este proceso, obtuvimos un total de 365 documentos que podían ser de
interés para nuestra tesis doctoral (Tabla 2.4).
Tabla 2.4
Resultados de la búsqueda en función de los temas de interés
Total Artículos de
revistas
Tesis
doctorales Libros
Capítulos de
libro Fechas
365 237 102 3 23 1983-2018
Fuente: elaboración propia
Igual que nos ocurrió en los análisis anteriores, de los 365 documentos rescatados, la
mayor parte eran artículos de revistas (64,93%). Destaca especialmente el alto número de
tesis doctorales que encontramos en línea con nuestros temas de interés, 102 documentos,
un 27,94% del total. Los libros y capítulos de libro encontrados fueron escasos.
Recogimos 23 capítulos que pudiesen ser de interés para nuestro estudio y, únicamente,
3 libros completos.
Con los 365 documentos de interés realizamos un estudio de los años de publicación.
Como hicimos anteriormente, agrupamos los estudios en cuatro grupos, en función del
año en el que se publicaron, para comprender la evolución e importancia actual de los
temas (Figura 2.2).
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
67
Figura 2.2. Relación entre las publicaciones de interés y sus años
de publicación
La figura 2.2 nos muestra como la formación del profesorado relacionada con nuestros
temas de interés está en auge en los últimos años. Las producciones en relación a las
líneas de interés sufren una evolución progresiva, experimentando un aumento
desproporcional en la actualidad. Las publicaciones en estas líneas durante los últimos 8
años copan el 64,65% de todas las seleccionadas, con 236 documentos. Mientras que las
publicaciones desde 1983 (año de la primera publicación que seleccionamos) hasta 2009
suman un total de 129 documentos, 35,35%. Como defendíamos anteriormente,
entendemos que estos datos están asociados a la mayor producción de literatura científica
en los últimos años. Sin embargo, muestra un interés creciente y actual por nuestra
temática objeto de estudio.
Tomando los 365 documentos, realizamos un análisis detallado de cada uno de ellos. Al
leerlos en profundidad pudimos comprobar como en algunos casos los temas eran
nombrados, pero no desarrollados de forma completa en los textos de los documentos.
Otros hacían referencia al modelo de investigación externo o centraban demasiado su
interés en el contenido y, en consecuencia, no destacaban ampliamente el modelo de
formación. Esto nos supuso tener que realizar una segunda selección.
Con la finalidad de encontrar artículos que expusiesen y ampliasen nuestro conocimiento
sobre un modelo formativo en línea con nuestros intereses, hicimos una nueva selección
de los documentos. Mediante una lectura profunda de todas las publicaciones,
seleccionamos únicamente aquellos documentos que trabajaban y centraban su estudio en
la explicación y conclusiones de un modelo formativo de investigación-acción,
investigación-acción participativa o de características similares (Figura 2.3). De esta
forma, se redujeron los documentos que realmente podían ser de interés para nuestro
estudio.
0
50
100
150
200
250
Antes de1990
1990-1999 2000-2009 2010-2018
Nº
Pu
blic
acio
nes
de
inte
rés
Años
CAPÍTULO II: Estado de la cuestión
68
Figura 2.3. Relación entre el número de publicaciones y los temas de interés
Tras este segundo análisis recogimos un total de 55 documentos. Como podemos ver
reflejado en la Figura 2.3, la mayoría de las publicaciones rescatadas tenían como guía
un proceso formativo de investigación-acción (36 documentos). Los documentos que
destacaban de forma explícita procesos de investigación-acción participativa fueron
bajos: 4 publicaciones. De ellos, 3 documentos están escritos en inglés. A pesar de ser el
término que acota nuestro objeto de estudio, esta no es una circunstancia preocupante
para nuestro trabajo, porque ambos términos suelen utilizarse de forma indiferente en las
investigaciones. Para finalizar, se encontraron también 15 documentos que, aunque no
exponían explícitamente ser un trabajo de investigación-acción o investigación-acción
participativa, podían ser de gran interés para la tesis, al trabajar modelos formativos
basados en reflexiones colectivas, procesos investigadores docentes o ciclos de reflexión-
acción.
El siguiente proceso fue realizar un análisis completo de cada documento. A través de la
interpretación de los documentos, centrada en el modelo formativo, tratamos de encontrar
sinergias entre todos ellos para esbozar nuevas líneas de investigación.
2.2.4. Interpretación de los documentos recopilados
El análisis de todas las investigaciones seleccionadas tiene la finalidad de encontrar las
líneas de investigación que guían estos trabajos, así como los posibles vacíos temáticos
en relación con nuestro objeto de estudio. A través del análisis detallado de dichas fuentes,
trataremos de comprender las características principales del modelo formativo trabajado
en esta tesis en relación a otros contextos y contenidos, así como conocer a los autores y
autoras referentes en el campo. De esta forma, podremos guiar nuestra investigación por
nuevas líneas de conocimiento no exploradas aún por la literatura científica (Hernández
Sampieri, Fernández Collado, & Baptista Lucio, 2010).
A continuación analizaremos todas las publicaciones recogidas. Para ello trataremos de
hacerlo desde la explicación de las características más destacadas por los autores respecto
al modelo de formación utilizado.
El análisis de la literatura nos ha permitido comprender cómo la investigación-acción es
un tipo de formación que suele apoyarse en el trabajo colaborativo de forma prolongada.
0
5
10
15
20
25
30
35
40
investigaciónacción
investigaciónacción
participativa
modelossimilares
NºP
ub
licac
ion
es
Tema de interés
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
69
Se trata de una metodología a través de la cual se fomenta el desarrollo de grupos de
trabajo entre docentes (López-Pastor et al., 2005; López-Pastor et al., 2016; Mancila,
Soler & Morón, 2018), se crean redes de trabajo multinivelar (Barba-Martín, Barba &
Martínez-Scott, 2016; O´Hanlon, 1991) y se inician proyectos colaborativos (Fernández,
2010). Dichos proyectos suelen ser de carácter longitudinal. La literatura nos muestra
cómo los procesos de reflexión y acción requieren de un trabajo prolongado en el tiempo.
Es un proceso formativo sin fin (García, Martín & Pérez, 2000), pues una vez que se
inician, los maestros pueden permanecer formándose durante años a través de procesos
reflexivos (Fernández & Calvo, 2012; López-Pastor et al., 2005; López-Pastoret al., 2016;
Pujol, 1998). Así, a través de este método formativo, los maestros son capaces de trabajar
de manera prolongada con docentes de otras escuelas a nivel nacional (Fernández, 2010),
incluso con carácter internacional (García et al., 2000). Además, es una forma eficaz de
desarrollar una relación entre profesorado universitario y docentes en escuelas (Barba-
Martín, Gómez-González & González-Calvo, 2018; Creu, Vallès & Alsina, 2014), donde
el profesorado universitario suele centrar su labor en desarrollar investigaciones externas
para encontrar debilidades y fortalezas (Anh, 2017) y ser un facilitador en los procesos
de formación de los docentes (Platteel, Hulshof & Van Driel, 2008).
Es un método basado en la reflexión que es capaz de unir la teoría y la práctica más allá
de la escuela. La reflexión sobre los contextos es el proceso formativo principal en la
investigación-acción y a través del cual los maestros buscarán problematizar sobre sus
realidades (Razfar, 2011), comprender los contextos en los que desarrollan su práctica
educativa para transformarla (Ferreira, Schlemer & Sceffer, 2016) y mejorar su formación
como docentes (Alsina, 2007; Corrêa & Tomazzetti, 2018; Gomes, 2002). De esta forma,
el conocimiento se crea a partir de la experiencia y los análisis contextuales de los
docentes (Loza, Guzmán & Regalado, 2010). Esta característica permite a los docentes
crear praxis educativa (Mancila et al., 2018; Ruiz de Gauna, 1997; Santamaría & Sanoja,
2013) y unirla con la pedagogía popular (Ilgo & Signor, 2018). Es una forma de relacionar
la escuela y la ciudad (Lopera, 2017).
La investigación-acción permite trabajar de manera simultánea varios ámbitos del
desarrollo profesional de un docente (López-Pastor et al., 2005; López-Pastor et al., 2016;
Ruiz de Gauna, 1997; Vezub, 2013). Su carácter reflexivo ayuda a los docentes a dar
significado a las situaciones para construir su propio conocimiento (Badia & Monereo,
2004) y abordar nuevas estrategias de trabajo (Piliouras, Plakitsi & Nasis, 2015). De esta
forma el docente es capaz de generar competencias pedagógicas y curriculares
(Rodríguez-Gómez, 2016) que le ayuden a tomar decisiones en su aula en torno a la
planificación y la gestión (Rossouw, 2009).
Si bien la investigación-acción es un método idóneo para el desarrollo profesional
docente, este se acrecienta cuando se utiliza en los primeros años de docencia (Mir, Riera,
Rodríguez & Roselló, 1990). Las inseguridades de un maestro novel pueden ser
superadas, en parte, gracias a procesos de investigación-acción que le ayudan a
complementar su formación inicial (López-Bernard, 2015). Incluso sus características
particulares hacen posible que sea una metodología capaz de apoyar el desarrollo de
profesores poco cualificados o sin cualificación en países en vías de desarrollo
(O´Sullivan, 2002).
Sin embargo, la investigación-acción va más allá del desarrollo profesional. Como ya nos
ha confirmado la literatura es un proceso capaz de salir de las aulas, lo que permite que,
en casos concretos como el desarrollo de los docentes de escuelas caracterizadas como de
CAPÍTULO II: Estado de la cuestión
70
alto riesgo y alta necesidad, estos puedan adaptarse a responsabilidades adicionales
sociales y no solo de aprendizaje (Ebersöhn, Loots, Eloff & Ferreira, 2015).
Los documentos analizados nos muestran una finalidad transformadora de la
investigación-acción desde varios puntos de vista. Este método es un recurso eficaz para
introducir la innovación de forma prolongada en las aulas y escuelas (Bracho, Mas,
Jiménez & García, 2011; Campayo-Muñoz & Cabedo-Mas, 2018; Fernández-Díaz &
Calvo, 2013; Iglesias, Lozano & Roldán, 2018; Lupión & Martín, 2016; Tójar & Matas,
2005), afectando e implicando tanto al alumnado como a los docentes (Fernández &
Calvo, 2012). Su carácter de reflexión-acción y búsqueda de mejoras educativas permite
implementar y diseñar propuestas didácticas con las que enseñar (Salido-López, 2017),
así como la introducción en el aula de nuevos dispositivos pedagógicos (Vilaça, Andrade
& Martins, 2018), pero también de nuevos conceptos y conocimientos teóricos (Aznar,
2010). Además, en el proceso de transformación para mejorar, la formación debe avanzar
en la creación de una educación más equitativa y, está comprobado que, la investigación-
acción es un método eficaz para avanzar en la consecución de una educación democrática
e inclusiva (Fabra, 1995; Moriña & Parrilla, 2006).
La finalidad transformadora también se produce en el ámbito personal de los docentes.
La investigación-acción a través de los procesos cíclicos autorreflexivos ayuda a los
maestros a ser mejores investigadores (Fernández, 2010; Lupión & Martín, 2016), lo cual
les permite profesionalizar su docencia (Davis, Laines & Jarrin, 2016) y mejorar la
calidad educativa (Molina, 1996). Estos procesos están destinados a la transformación de
la identidad docente (Contreras, 2013) y a la emancipación del profesorado (Eilks &
Markic, 2011).
La investigación-acción es una forma de avanzar en el cambio educativo (Imbernón,
2006; Zhou, 2014). Los modelos que buscan romper con metodologías tradicionales
deben promover, entre otros aspectos, el análisis y problematización de los contextos
sociales, personales e interpersonales (Motos-Teruel & Navarro-Amorós, 2012), la
creación del conocimiento entre iguales (Martín-Ruano, 2016) y los procesos de apoyo
entre docentes y de estos con agentes externos, a través de procesos de asesoramiento
(Quintana, 2012) o tutorización (Méndez & Martínez, 2016). Sin embargo, aún estamos
lejos de conseguir este cambio. Las metodologías, la complejidad de organización, el
seguimiento y la necesidad de invertir mucho tiempo y dinero, hace que la investigación-
acción no se encuentre entre las opciones formativas más llevadas a cabo en la formación
permanente del profesorado, a pesar de su eficacia (Nieto & Alfageme, 2017).
2.2.5. Nuevas líneas de investigación
Tras el análisis de las investigaciones referidas con anterioridad, la primera observación
que realizamos es que la investigación-acción en la formación permanente es un método
en olvido en los últimos años (Torrego, 2014). Las publicaciones que hemos analizado
destacan su carácter eficaz para el desarrollo de procesos de formación, sin embargo, la
literatura al respecto no resulta abundante. Tanto en la literatura hispana como en la
inglesa, el número de publicaciones que hemos encontrado es reducido. Esta situación ya
nos asegura estar trabajando un tema de interés por sus múltiples facetas eficaces para la
formación docente y con un amplio campo por desarrollar tanto a nivel nacional como
internacional. Además, realizar la tesis doctoral con mención internacional nos ayuda a
poder llegar a ambos niveles.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
71
Una de las líneas a desarrollar que hemos encontrado es la necesidad de una explicación
completa de los proyectos formativos desde la perspectiva de las participantes. La
mayoría de las publicaciones exponen la organización de la investigación-acción desde
la postura del investigador y dan voz a las maestras únicamente para comprender la puesta
en práctica de los proyectos formativos y sus consecuencias. Sin embargo, los procesos
de formación a través de investigación-acción resultan más amplios y complejos. Desde
la organización, la decisión de participar o la redacción del informe de evaluación, las
maestras y los investigadores ya están tomando decisiones que condicionarán el proceso
y que muchas veces se pasan por alto. Por ello, en nuestra investigación intentaremos
abordar este aspecto y trataremos de realizar un repaso a la totalidad del proceso
formativo de las maestras en el PID-FPEIAP a través de sus palabras, donde nos
expliquen las decisiones que les llevaron a participar, sus primeros sentimientos respecto
al Proyecto, cómo eran antes de entrar a participar en el proyecto, qué les aportó que no
habían conseguido hasta el momento con otras formaciones, qué les hizo permanecer en
el PID-FPEIAP durante tres años o qué les ha aportado la realización de esta tesis doctoral
en su formación.
Otro vacío que hemos encontrado es la importancia que pueden tener los Proyectos de
Innovación Docente en el desarrollo de formaciones a través de investigación-acción. A
pesar de que la mayoría de las investigaciones tratan de exponer proyectos formativos
organizados, en algunos casos incluso desde las universidades, no hemos encontrado
ninguno que haga referencia a Proyectos de Innovación Docente. Si bien hemos
comprobado cómo son varias las investigaciones que consideran esta metodología como
recurso necesario para la innovación y la mejora de la práctica educativa no existen
ejemplos en nuestra búsqueda que la lleven a cabo a través de proyectos universitarios.
Nuestro estudio es revelador en este sentido, pues podremos realizar a través del mismo
un análisis de la aplicación de esta metodología en el tipo de proyectos mencionado.
Por último, entraremos a profundizar en algunas de las demandas mencionadas en la
revisión bibliográfica. Se constata cómo resulta una necesidad alentar procesos de
investigación-acción a través de la formación permanente. Las investigaciones analizadas
nos han dado muestras de cómo la investigación- acción se presenta como la herramienta
necesaria para favorecer la reflexión compartida y lograr cambios efectivos que llevarán
a la transformación no solo de la identidad docente, sino también de las escuelas. Sin
duda, nuestro estudio es un claro ejemplo de la contribución a esta línea de trabajo. Pero,
además, tomar en cuenta las propias respuestas de las maestras nos permitirá analizar la
transformación vivida a lo largo de la formación, su influencia en las relaciones sociales
del alumnado, su repercusión en el contexto cercano y los cambios producidos en su
propia vida personal y profesional.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
73
CAPÍTULO III: APROXIMACIÓN TEÓRICA A
LOS EJES DE LA INVESTIGACIÓN
Este capítulo tiene como finalidad abordar una fundamentación conceptual y realizar una
aproximación a las teorías principales de nuestra investigación. El apartado de la tesis que
se presenta a continuación trata de asentar los principios teóricos del estudio. Para ello,
realizaremos un análisis de las principales perspectivas expuestas por la literatura
científica en torno a nuestra temática de estudio, acercándonos cada vez más a cuestiones
concretas de nuestra investigación.
El capítulo comenzará por un análisis teórico de la formación docente, para adentrarse
más adelante en la formación permanente del profesorado, específicamente. En esta parte
del capítulo abordaremos las principales posturas en torno a la formación permanente del
profesorado, los modelos más trabajados y sus potencialidades y debilidades para el
desarrollo profesional de un docente crítico. Tras esta primera parte, se indagará en
algunos aspectos importantes de la formación permanente del profesorado, las posturas
más seguidas y los posicionamientos necesarios para trabajarlos de forma crítica.
Continuaremos a través de un análisis de la formación permanente del profesorado a
través de la investigación-acción participativa. En esta parte examinaremos las
principales tendencias de esta metodología formativa, sus características y, por último,
sus modelos más trabajados. La última parte de este capítulo abordará el tema de la
innovación educativa mediante el análisis crítico del término, su valor para la
transformación social y alguna de las formas para llevarlo a cabo, como los proyectos de
innovación en las escuelas o los proyectos de innovación docente desde las universidades,
como en el que se enmarca esta tesis doctoral.
3.1. Introducción a la formación docente
El docente, a lo largo de su proceso de aprender a enseñar, irá pasando por diferentes
fases que le ayudarán a construir su “yo” profesional (Berliner, 1988; Huberman, 1988;
Vonk, 1988). En dicha construcción, además de la experiencia, serán clave el contexto,
las relaciones sociales, los procesos de reflexión o la formación docente (Roda Fernández,
2003; Wanous, 1992; Zeichner & Tabachnik, 1985). Aunque todos estos factores
facilitarán o dificultarán al docente su construcción profesional, la formación ocupa un
lugar indiscutible en el proceso de profesionalización (Montero, 2011). Como
analizaremos a lo largo de este capítulo, la formación docente es un proceso capaz de unir
varios factores, cuestionárselos o ayudar a superar sus problemáticas.
La formación del profesorado se trata de un concepto muy utilizado en las investigaciones
pero muy poco definido, debido a la complejidad de abordar en una explicación corta la
amplitud de su proceso. Una de las definiciones más conocidas en el ámbito español fue
la realizada por Marcelo en 1989 y adaptada y modificada brevemente por el mismo autor
en 1995. Este autor define la formación del profesorado como:
El campo de conocimientos, investigación y de propuestas teóricas y
prácticas, que dentro de la Didáctica y Organización Escolar, estudia los
procesos mediante los cuales los profesores -en formación o en ejercicio-
se implican individualmente o en equipo, en experiencias de aprendizaje a
través de las cuales adquieren o mejoran sus conocimientos, destrezas y
CAPÍTULO III: Aproximación teórica a los ejes de la investigación
74
disposiciones, y que les permite intervenir profesionalmente en el
desarrollo de su enseñanza, del currículum y de la escuela, con el objetivo
de mejorar la calidad de la educación que reciben los alumnos. (Marcelo,
1995, p. 11)
Como muestra Marcelo en su definición, la formación docente está orientada a la mejora
de la enseñanza. Los procesos de formación del profesorado permiten a los docentes ir
ampliando y actualizando sus conocimientos, pero también es un proceso de desarrollo
personal en el que los docentes van reconstruyendo constantemente su forma de ser y
afrontar la docencia. De esta forma, el profesorado va mejorando su enseñanza tanto en
los conocimientos que imparten a su alumnado como en la forma de hacerlo. La finalidad
de este proceso formativo, desde esta forma de entender la formación del docente, no es
otra que la mejora de la enseñanza y la calidad de la misma.
Un aspecto al que Marcelo no hace referencia en su definición es el social. Sin embargo,
la formación del profesorado resulta necesaria en una sociedad en constante movimiento.
La educación es un proceso paralelo al avance de la sociedad y, por tanto, los maestros
deben estar preparados para los constantes cambios. La sociedad y las instituciones
educativas reclaman, cada vez más, la necesidad de responder a nuevos y complejos
desafíos (Imbernón, 2017). El docente debe preparar a su alumnado para una sociedad
que no deja de exigirle nuevos conocimientos y la formación del profesorado surge como
clave para poder afrontar dichos retos (Montero, 2011). Sin embargo, en este proceso es
muy importante el cuestionamiento crítico de los docentes ante las exigencias de la
sociedad (Liston & Zeichner, 2003). Sin la constitución de un docente crítico, ético y
comprometido con valores de justicia social, la formación docente cae en una simple
puesta al día ante los cambios sociales y una reproducción de las injusticias.
El maestro, comprometido con la democracia, debe buscar la equidad entre todo su
alumnado entendiendo que esta será la forma de alcanzarlo también en la sociedad (Apple
& Beane, 2007). Para conseguirlo, las propuestas educativas que surjan de la formación
docente deben afrontarse desde la mejora de diferentes aspectos en el alumnado. Por
supuesto, una mejora de le educación del alumnado debe ir de la mano con una mejora de
sus conocimientos cognitivos, pero también de actitudes equitativas, democráticas y en
línea con los derechos humanos.
La formación de un docente debe comprenderse como un proceso de lucha por la justicia
social y la equidad (Escudero, González, & Rodríguez, 2013; Zeichner, 2010). Para
Zeichner, la justicia social debe ser capaz de abarcar tanto las relaciones sociales en las
que se trate con dignidad a todo el mundo, como el reparto justo de los recursos
materiales. Esta idea sigue la línea marcada por McLaren y Giroux (1990), quienes
consideran la formación del profesorado como el proceso idóneo a través del cual acabar
con la burocracia, las relaciones de poder y el sentido del profesor como técnico, para
generar maestros críticos capaces de tomar decisiones sobre sus realidades. Desde esta
perspectiva puede definirse la formación docente como:
Un proceso de desarrollo integral dirigido a formar profesionales
comprometidos con los postulados y los fines de la justicia social, a través
de un enfoque pedagógico que recupere contenidos de índole
metodológico, emocional, actitudinal y político, abordados en un ambiente
colaborativo, crítico y signado por la indagación reflexiva sobre la
práctica, con el fin de generar escenarios educativos más justos y de mayor
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
75
calidad para todos los estudiantes. (Krichesky, Martínez-Garrido,
Martínez, García, Castro y González, 2011, p.65)
Esta misma postura ha sido defendida en España desde hace años por los Movimientos
de Renovación Pedagógica (MRP). Este colectivo aboga por el derecho a una educación
de calidad para todo el alumnado. Para ello, defienden que el profesorado debe ser
formado ética, crítica y colectivamente. Solo desde este posicionamiento los docentes
tomarán conciencia crítica y adquirirán un compromiso respecto a los males del sistema
educativo que les afectan (Domínguez, 2010).
La formación del profesorado suele dividirse en fases. Aunque todas forman parte de un
mismo proceso, las diferencias contextuales hacen que la mayoría de autores se refieran
principalmente a dos: (a) la formación inicial y (b) la formación permanente.
La formación inicial es la primera fase de formación profesional continua de un docente
(Imbernón, 2017; Marcelo & Valliant, 2015). En la mayoría de los países, incluido
España, este periodo formativo se realiza en instituciones universitarias (Marcelo, 2016).
En el caso de los maestros de Educación Infantil y Educación Primaria en España, su
formación inicial se realiza a través de los actuales títulos de Grado en Educación Infantil
y Educación Primaria, cuyos Planes de Estudios se estructuran en función de la
Comunidad Autónoma y la propia universidad (Orden ECI/3857/2007; Orden
ECI/3854/2007; Real Decreto 1393/2007). La importancia de esta fase se ve justificada
por la necesidad de que los futuros maestros adquieran una cualificación profesional
mínima con la que afrontar sus primeras inmersiones en las escuelas (Marçal, 2012).
A través de la formación inicial los futuros maestros se preparan para aprender a enseñar.
Para Torrego (2012), existen cuatro necesidades formativas que un futuro docente debe
desarrollar durante la formación inicial: (1) la comprensión de las dimensiones sociales y
políticas de la educación del momento que permita al alumnado entender la complejidad
cambiante de la sociedad donde desarrollará su vida laboral; (2) la capacidad de
autorreflexión crítica a través de la cual poder reflexionar y cuestionarse su propia
práctica, sus actuaciones y los modelos educativos que promueven; (3) el desarrollo de
un compromiso social y sociofectivo que se traduzca en la elección de una educación
humanizadora, liberadora y en línea con el reconocimiento de la diversidad y la garantía
de equidad; y (4) la adquisición de competencias pedagógicas necesarias para ser docente.
Tras esta primera fase de formación los profesores continuarán su proceso formativo
como docentes en ejercicio.
3.2. La formación permanente del profesorado
La formación permanente del profesorado es un constructo polisémico (Miranda &
Rivera, 2009). Existen diferentes terminologías para nombrar esta fase de la formación
de un docente: “reciclaje”, “reconversión” “formación continua” “perfeccionamiento”
“formación en ejercicio”, etc. Cada uno de estos términos ha sido utilizado por los autores
como forma de aproximarse más a las características de sus perspectivas respecto la
formación permanente.
Para Avalos (2008) todos estos términos se pueden agrupar desde dos perspectivas
diferenciadas. A través de la primera, la formación en servicio es entendida como un
proceso donde el docente trata de suplir el déficit de su formación inicial. En esta
perspectiva la formación inicial se entiende como insuficiente en una profesión tan
CAPÍTULO III: Aproximación teórica a los ejes de la investigación
76
compleja como la docente (Gimeno Sacristán, 2005). Así, la formación en servicio del
profesorado es una forma de complementar y ayudar a suplir dichos déficits.
Desde esta perspectiva la formación de los docentes en ejercicio se define como un
reciclaje activo, “un tipo de formación continua que viene determinado por carencias
graves de la formación inicial, por cambios profundos y rápidos en el conocimiento o por
modificaciones profundas de programas escolares” (Salinas, 1989, p.107).
Ante esta situación los docentes se ven necesariamente dispuestos a seguir formándose a
causa del déficit de la formación inicial y a causa de las transformaciones experimentadas
en el conocimiento, los contextos, las características de los estudiantes o las políticas
educativas a lo largo de los años (Vezub, 2013). Por tanto, desde esta perspectiva la
formación docente se erige como un proceso para suplir el déficit de la formación inicial
y, a la vez, de actualización para adecuarse rápidamente a las necesidades del momento
(Lansdheree, 1987).
Otra definición más actual, pero en la misma línea, es la que realiza el Consejo Escolar
del Estado (2012):
La recapacitación profesional que lleva a cabo ininterrumpidamente el
docente, debido a la perenne necesidad evocada por la actualización y
adquisición de nuevas habilidades, herramientas, estrategias de enseñanza
y de trabajo en equipo que demanda la sociedad y los alumnos para
conseguir una optimización de todo el sistema educativo. (Consejo Escolar
del Estado 2012, p. 10)
Aunque menos explícita que la propuesta por Salinas (1989), esta definición nos sigue
mostrando la formación de los docentes en ejercicio como un proceso de actualización.
Para el Consejo Escolar del Estado la formación permanente se presenta como un proceso
para que el docente en ejercicio pueda actualizarse, de acuerdo con las necesidades de
conocimiento personales y las demandas educativas de la propia sociedad. Sin embargo,
la definición obvia la necesidad de ser crítico cuando nos referimos a la adquisición de
nuevos conocimientos demandados por la sociedad.
La profesión docente requiere de una adaptación a algunas de las circunstancias del
momento. Los cambios sociales y educativos originan una modificación de las
necesidades de la sociedad. Estas transformaciones sociales suponen que los
conocimientos que un maestro va adquiriendo tengan una fecha de caducidad y el
aprendizaje continuado sea una necesidad en los docentes (Marcelo, 2001, 2002). Solo de
esta forma los profesores serán capaces de enseñar a su alumnado a enfrentarse a los retos
sociales actuales (Salazar & Tobón, 2018). Vergara et al. (2004) destacan el aspecto social
de la formación de los docentes en ejercicio:
La formación permanente (o capacitación) del docente debe entenderse
como un proceso de actualización que le posibilita realizar su práctica
pedagógica y profesional de manera significativa, pertinente y adecuada a
los contextos sociales en que se inscribe y a las poblaciones que atiende.
(p. 81)
Esta postura puede resultar simplista si la formación permanente no se realiza desde la
reflexión y la crítica. Si bien, es cierto que la formación docente requiere de una
adaptación a determinados acontecimientos de la sociedad como la tecnología o las
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
77
nuevas metodologías, también es necesario que sea capaz de ayudar a los docentes a que,
junto con su alumnado, rompan con imposiciones políticas y de organización social
(Santos Guerra, 2010).
La educación debe buscar propuestas alternativas a las de la sociedad en algunos aspectos.
Como afirma Peter McLaren (2005) “el conocimiento es una construcción social
profundamente arraigado en los nexos de relaciones de poder” (p.267). Para este autor la
adaptación de la formación a las necesidades de la sociedad solo supone la acomodación
a las necesidades de los poderosos, donde el conocimiento que se imparte ha sido
preestablecido por los intereses de quienes mandan. Por tanto, una función educativa
basada únicamente en conseguir preparar al alumnado para la sociedad del momento se
torna en conservadora (Rodríguez-López & Agudo, 1998; Sabater, 1997). El docente
debe ser un individuo crítico y formado para conseguir acabar con el conservadurismo y
romper con las imposiciones injustas y exclusoras de la sociedad.
La formación permanente basada en suplir déficits resulta insuficiente para desarrollar
docentes ético-críticos. Para poder acabar con las injusticias sociales a las que un maestro
se enfrenta, no es suficiente una formación permanente basada en la adquisición de
herramientas impuestas por la sociedad. Los procesos de formación deben producirse
desde múltiples enfoques democráticos y modelos de pensamiento crítico que aboguen y
se comprometan con políticas y prácticas anti-opresivas (Cochran-Smith, 2009). Para
conseguirlo, deben ir acompañados del desarrollo de principios éticos que conduzcan la
educación hacia un modelo social democrático, libre, crítico y constructivo (Federación
de Movimientos de Renovación Pedagógica de Catalunya, 2011). Desde esta perspectiva,
Krichesky et al. (2011) consideran que la formación docente debe ir más allá de la
adquisición de herramientas para el futuro y, por tanto, debe entenderse como:
Un proceso en el que se entremezclan conocimientos, marcos
interpretativos, métodos de enseñanza y valores. Esto quiere decir que, si
bien dicha formación debe abordar indefectiblemente contenidos teóricos
y metodologías que los profesores necesiten para su práctica posterior, no
debe descuidar las ideas previas que los profesores tengan, por ejemplo,
en relación a los fines de la educación, a los propósitos de la escuela o a
las expectativas de logro que tengan de sus futuros estudiantes (Enterline,
Cochran-Smith, Ludlow y Mitescu, 2008). (Krichesky et al., 2011. p.65)
Este posicionamiento de la formación va más acorde con la segunda perspectiva a la que
hacía referencia Ávalos (2008. Citado en Miranda & Rivera, 2009), a través de la cual la
formación de docentes en ejercicio es entendida como un proceso continuado. Para un
gran número de autores la formación de un docente es un proceso que no termina nunca
(Imbernón, 1994, 2007, 2017; Marcelo, 1995, 2002; Martínez, 2016; Montero, 2002;
Vonk, 1988). Por esta razón, en esta perspectiva se utilizan las denominaciones formación
continua o permanente.
El docente pone al servicio de su aprendizaje sus experiencias previas y sus saberes para
fortalecer y desarrollar nuevas competencias. Desde esta óptica, la formación permanente
es entendida como un proceso continuo donde el profesorado amplía sus conocimientos
de manera constante y donde la formación inicial es la base que inicia dicho proceso
(Rodríguez López, 1997; Vonk, 1988). La formación permanente es entendida como un
desarrollo progresivo donde el conocimiento se va acumulando a través de procesos de
mejora (Andreucci, 2012).
CAPÍTULO III: Aproximación teórica a los ejes de la investigación
78
Esta segunda perspectiva de la formación permanente está ligada al concepto de
desarrollo profesional docente (González-Calvo & Barba, 2014). Dicho concepto se trata
de una “actitud de constante aprendizaje” (Imbernón, 2007, p.45). El maestro es un sujeto
activo que busca el crecimiento personal y profesional que le permita ir mejorando su
enseñanza a medida que avanza el tiempo (Montero, 2002).
De forma más amplia, el desarrollo profesional docente se puede definir como:
Las experiencias de aprendizaje natural y en las actividades conscientes y
planificadas que pretenden aportar un beneficio directo o indirecto al
individuo, grupo o escuela y que, a través de éstos, contribuyen a la calidad
de la educación en el aula. Es el proceso por el cual, solo y con otros, el
profesorado revisa, renueva y extiende su compromiso como agente de
cambio con los fines morales de la enseñanza y por el que adquiere y
desarrolla críticamente los conocimientos, destrezas e inteligencia
emocional esenciales para la reflexión, la planificación y la práctica
profesional adecuadas [. . .] en cada fase de su vida docente. (Day, 2005,
p.17)
Como se observa en la completa definición de Day, el desarrollo profesional docente es
un fenómeno complejo y multidimensional (Marcelo & Vaillant, 2010). Se trata de un
proceso de indagación, realización de preguntas y búsqueda de soluciones por parte del
docente (Rudduck, 1991), que implica interacción con el entorno, reflexión, crítica,
continuidad, transformación de las prácticas y del pensamiento y que otorga a los
docentes una multitud de oportunidades de mejora y formación (Marcelo & Vaillant,
2010). Por tanto, el desarrollo profesional debe guiar todos los procesos formativos
encaminados a la mejora de la educación, al ser el centro del aprendizaje de los docentes
en todas sus formas (Sykes, 1999).
La formación permanente debe potenciar el desarrollo profesional docente (Imbernón &
Canto, 2013). Si basamos la formación permanente en aspectos técnicos o en arreglar los
déficits de la formación inicial, estaremos alejándonos de las necesidades de los docentes,
los estudiantes y las escuelas (Marcelo & Vaillant, 2010). Así, Hawley & Vali (1998)
definieron nueve principios que debían definir el diseño de programas de formación
orientados al desarrollo profesional docente. Dichos principios son:
1. El contenido del desarrollo profesional se ha de centrar en lo que los
estudiantes deben aprender y cómo abordar los diferentes problemas que
los estudiantes pueden tener al aprender dicho contenido. Una formación
encaminada el desarrollo profesional debe abordar directamente lo que se
espera que los estudiantes aprendan y las estrategias educativas más
adecuadas para enseñar ese contenido, adaptándose a los objetivos de las
diferentes escuelas
2. El desarrollo profesional debe basarse en el análisis de las diferencias
entre (a) metas y estándares para el aprendizaje de los estudiantes y (b)
el rendimiento de los estudiantes. Dichos análisis definirán lo que los
educadores necesitan aprender y centrarán su desarrollo profesional. De
esta forma, ayudarán a los docentes a acortar la distancia entre el
aprendizaje actual del estudiantado y el aprendizaje deseado, definiendo
de una forma más clara lo que el profesorado necesita aprender.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
79
3. El desarrollo profesional debe involucrar a los maestros en la
identificación de lo que necesitan aprender y, cuando sea posible, en el
desarrollo de la oportunidad de aprendizaje y / o el proceso que se
utilizará. Al basarse en sus necesidades, el compromiso y motivación de
los docentes aumentará, al igual que la probabilidad de que lo que
aprendan será relevante para sus contextos y problemas particulares.
4. El desarrollo profesional debe basarse principalmente en la escuela y es
integral a las operaciones escolares. Aunque no ha de ser exclusivo, la
formación debe estar mayoritariamente vinculada a mejorar y evaluar la
práctica diaria. De esta forma las escuelas serán lugares óptimos de trabajo
donde el aprendizaje surge y se retroalimenta de la experiencia laboral. No
se trata únicamente de resolver problemas, sino que también permitirá a
los maestros conocer nuevas estrategias y aplicarlas, participar en el
desarrollo del currículum, los procesos de evaluación y la toma de
decisiones.
5. El desarrollo profesional debe proporcionar oportunidades de
aprendizaje que se relacionen con las necesidades individuales pero que,
en su mayor parte, se organizan en torno a la resolución colaborativa de
problemas. La formación debe organizarse a través de la resolución de
problemáticas de forma colaborativa, conduciendo a la aclaración de las
necesidades de aprendizaje y al intercambio de conocimientos y
experiencias. Si la resolución de los problemas no se realiza de forma
colaborativa los cambios serán individuales, pero no garantizarán que
afecten a la escuela.
6. El desarrollo profesional debe ser continuo y evolutivo, e involucrar el
seguimiento y el apoyo para un mayor aprendizaje, incluido el apoyo de
fuentes externas a la escuela que puedan proporcionar los recursos
necesarios y las perspectivas externas. Si no se satisface la necesidad de
aprendizaje, recursos y apoyo la motivación para participar en el desarrollo
profesional adicional disminuirá. Sin estos factores es poco probable que
se experimente una mayor competencia profesional y mejore el
rendimiento de los estudiantes. Llevar a cabo prácticas eficaces en las
escuelas requiere de un aprendizaje continuo, lo que en la formación se ha
de traducir en apoyo y seguimiento de fuentes fuera de la escuela.
7. El desarrollo profesional debe incorporar la evaluación de múltiples
fuentes de información sobre los resultados y los procesos involucrados
en la implementación de las lecciones aprendidas a través del desarrollo
profesional. Se debe incluir información sobre los resultados de
aprendizaje en el alumnado y sobre cada una de las puestas en práctica que
han afectado a dichos resultados. Para ello es importante contar con
estudios de investigación externos que ayuden a los maestros a reflexionar
sobre su práctica de aula.
8. El desarrollo profesional debe brindar oportunidades para participar en
el desarrollo de una comprensión teórica del conocimiento y las
habilidades que se deben aprender. La formación debería proporcionar a
los maestros la oportunidad de comprender mejor las teorías que subyacen
al conocimiento y los aprendizajes que llevan a cabo. Muchas veces, los
CAPÍTULO III: Aproximación teórica a los ejes de la investigación
80
resultados de investigación publicados y las teorías pedagógicas resultan
incomprensibles para los maestros debido a su lenguaje o al público al que
se dirigen. Por ello, es necesario que la formación realice un esfuerzo en
la comprensión de dichas teorías, pues solo desde su adecuada
comprensión será capaz de entender y adaptar mejor sus estrategias de
aprendizaje a sus contextos.
9. El desarrollo profesional debe integrarse con un proceso de cambio
integral que aborde los impedimentos y facilitadores del aprendizaje de
los estudiantes. El desarrollo profesional debe formar parte de un esfuerzo
de cambio sistémico que incluya componentes de la comunidad, de la
escuela y de los individuos. Este enfoque colectivo para el aprendizaje de
los maestros significa que la formación orientada al desarrollo profesional
no puede comprenderse sin una mejora de los contextos donde se
desarrolla la labor docente. Mejorar las capacidades de los profesores, sin
mejorar las condiciones donde las desarrollan puedes ser incluso
contraproducente.
El desarrollo profesional de un docente debe ir ligado a compromisos con la justicia
social. Los puntos desarrollados por Hawley y Vali (1998) son la base para guiar un
desarrollo profesional, sin embargo, deben ir de la mano con un desarrollo de valores
éticos y críticos en el profesorado para el avance de su enseñanza hacia posturas justas y
equitativas. Villegas y Lucas (2002) elaboraron un listado de destrezas y actitudes que un
profesorado formado en la justicia social debería adquirir. Dichos postulados consideran
que los docentes que trabajen por la justicia social deben (Villegas & Lucas, 2002.
Resumido por Zeichner & Flessner, 2010, p. 91):
Ser conscientes de las circunstancias socioculturales, y reconocer que
existen múltiples formas de percibir la realidad, en las que influye la
ubicación de cada uno en el orden social.
Tener una idea positiva de los alumnos de orígenes diversos y considerar
los recursos para el aprendizaje con que cuentan todos los alumnos, más
que ver las diferencias como problemas que se deban superar.
Considerarse responsables y capaces de propiciar un cambio educativo que
favorezca que los centros educativos sean receptivos a todos los alumnos
Comprender cómo construyen conocimiento los alumnos y saber estimular
esta construcción.
Conocer la vida de sus alumnos, incluidos los fondos de conocimientos de
sus comunidades.
Utilizar sus conocimientos sobre la vida de sus alumnos para diseñar una
instrucción que se asiente sobre lo que ya saben para luego trascender de
lo familiar
La formación docente debe ser un proceso de desarrollo y ético de los docentes. Sin
embargo, la realidad es que no todos los modelos de formación son capaces de fomentar
ambos desarrollos.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
81
Las características de un modelo de formación permanente van a determinar la facilidad
o dificultad con que dicho modelo contribuirá al desarrollo profesional y ético de un
docente. Aspectos tales como la relación entre la teoría y la práctica, la reflexión, la
contextualización, las interacciones entre participantes o el rol adquirido por el formador,
son algunos factores clave que dificultarán o facilitarán el desarrollo de la
profesionalización y ético de los docentes que no en todos los modelos se desarrollan por
igual. Por ello, los diferentes modelos de formación a los que un docente puede acceder
y sus posibilidades van a determinar en gran medida su aprendizaje, el de su alumnado y
la dimensión de las transformaciones producidas.
3.2.1. Modelos de formación permanente del profesorado
Los puntos antes descritos por Hawley y Vale (1998) y por Villegas y Lucas (2002)
precisan ser concretados en propuestas estructuradas de formación. Dicha estructuración
consistirá en la definición de aspectos organizativos como objetivos, metodología,
duración, evaluación, etc. Incluso la propia decisión de quién acotará todos estos aspectos
formará parte del propio proceso de estructuración de un modelo de formación
permanente. De esta forma, a través de la concreción de todas las características se dará
lugar a diferentes propuestas formativas que vendrán determinadas por los aspectos
ideológicos del formador o de la institución de formación (Zeichner, 1983). A esta
variedad de planteamientos para abordar un proceso de formación permanente se les
denomina modelos de formación.
Los modelos de formación son "un diseño para aprender, que incluye un conjunto de
supuestos acerca de, en primer lugar, dónde procede el conocimiento y, en segundo lugar,
de cómo los profesores adquieren o desarrollan dicho conocimiento" (Sparks & Loucks-
Horsley, 1990, p.235). Los modelos van a venir determinados por la relación entre la
teoría y la formación, así como por la forma en la que los docentes se relacionarán con
ellas. Se trata de acotar los aspectos organizativos y filosóficos que estructurarán el
modelo formativo y definirán el tipo de docente que se pretende propiciar (Díez Gutiérrez,
Dolz Romero, & Fernández Salas, 2018).
Aunque existe una gran variedad de modelos de formación, estos se pueden clasificar en
grandes grupos. Diferentes autores (Imbernón, 1998; Marcelo, 1995; Fernández Cruz,
1999; Vezub, 2013; Yus Ramos, 1999, Zeichner, 1983) han establecido clasificaciones
genéricas de los modelos de formación permanente. Aunque muy parecidas entre sí, estas
clasificaciones guardan pequeñas diferencias en función del autor, el foco en el que centra
su atención o la época. A continuación, abordaremos algunas de las clasificaciones más
amplias, trabajadas y citadas en el ámbito español.
3.2.1.1. Clasificación de los modelos formativos según Francisco Imbernón
Imbernón (1998) realizó una clasificación de los modelos de formación en función de
cuatro criterios. Para Imbernón estos aspectos son los que establecen una diferencia entre
unos modelos y otros. Dichos criterios son: (a) la orientación, hace referencia a los
fundamentos teóricos que subyacen a la formación; (b) la intervención, enfocada en la
concreción del modelo formativo en función de los contextos escolares; (c) la evaluación
de los resultados, trata del conocimiento que se tiene de los resultados de la aplicación
del modelo en la práctica; y (d) la organización de la gestión del proceso, en referencia al
nivel de participación del profesorado en todos los procesos del modelo.
CAPÍTULO III: Aproximación teórica a los ejes de la investigación
82
A través de estos criterios, Imbernón (1998) realizó una clasificación en cinco modelos
de formación:
El modelo de formación orientada individualmente
En este modelo el profesorado es quien planifica y desarrolla actividades formativas que
satisfagan sus necesidades. Se trata de un modelo formativo basado en el aprendizaje del
profesorado por sí mismo, en el que tienen gran relevancia los procesos de observación,
las lecturas, las conversaciones con colegas, la puesta en práctica de nuevas formas de
enseñanza y los procesos reflexivos. Todos ellos, procesos guiados por el interés propio
del maestro, quien organiza los contenidos a aprender y busca la mejor forma para
lograrlo.
El modelo de observación-evaluación
Se trata de un modelo orientado a mostrar al profesorado cómo afronta y actúa en su
práctica diaria. A través de la observación de un agente externo el profesorado podrá
conocer en profundidad los entresijos de su práctica educativa, obteniendo otro punto de
vista para realizar reflexiones. Sin embargo, Imbernón afirma que este modelo no suele
ser bien considerado por los maestros, quienes lo suelen comprender como una forma de
control. Esto suele ser debido al carácter individual con el que muchos profesores
entienden sus clases, así como a una mala organización del modelo, al no plantearse todo
el proceso de forma colaborativa entre profesor y observador.
El modelo de desarrollo y mejora
En este modelo el profesorado se ve inmerso en procesos de formación destinados a
mejoras concretas en sus contextos. Los docentes participan en proyectos didácticos u
organizativos creados para resolver situaciones problemáticas. Mediante el análisis de
problemas o situaciones a mejorar en sus contextos, el profesorado organiza planes de
intervención que les ayuden a adquirir conocimientos y estrategias con los que abordarlos
y mejorarlos.
El modelo de entrenamiento o institucional
Este modelo se asocia al entrenamiento del profesorado por parte de expertos. Todas las
decisiones de la práctica formativa son cerradas y especificadas previamente por quien
imparte la formación. La concepción con la que se imparten estas formaciones es que
existen una serie de aprendizajes o técnicas que es necesario que el profesorado conozca
y reproduzca en sus clases. De esta forma, en función de las diversas investigaciones, los
expertos organizan planes de formación para hacer llegar al profesorado estos
aprendizajes.
El modelo de investigación o indagativo
Este modelo se basa en el aprendizaje a través de procesos reflexivos e investigadores de
los docentes sobre su práctica y sus contextos. El proceso seguido por el profesorado en
este modelo suele ser la identificación de un área de interés, la recogida de información
y, en función de los datos, la realización de cambios para mejorar la enseñanza. Sin
embargo, este modelo permite abordar este proceso desde diferentes perspectivas. Así, el
profesorado podrá realizarlo de forma individual, en pequeños grupos o con todo el
claustro de su centro educativo, ser una actividad formal o informal y tener lugar en la
clase, el centro educativo o un centro de profesores. Es, por tanto, un modelo más abierto,
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
83
basado en la formulación de interrogantes por parte del profesorado y la recolección de
datos que den respuestas a esas preguntas entre todos los participantes
3.2.1.2. Clasificación de los modelos formativos según Carlos Marcelo
Marcelo (1995) plantea una clasificación de los modelos formativos muy parecida a la de
Imbernón. Marcelo plantea cinco tipos de modelos basándose, en la revisión de los
modelos de Sparks y Loucks-Horsley (1990). Sin embargo, a diferencia de Imbernón,
este autor los relaciona directamente con el desarrollo profesional.
Desarrollo profesional autónomo
Para Marcelo se trata de la modalidad de desarrollo profesional más simple. El profesor
decide por sí mismo los conocimientos o destrezas que cree necesarios para su desarrollo
profesional. Los maestros son sujetos capaces de autoaprendizaje y, por ello, pueden
planificar, dirigir y seleccionar actividades de formación autocontroladas que les ayuden
a mejorar su aprendizaje. Para este autor, esta modalidad es elegida por el profesorado
cuando las ofertas formativas a las que pueden acceder no responden a sus necesidades.
Desarrollo profesional basado en la reflexión, el apoyo mutuo y la supervisión
Para Marcelo los aspectos de reflexión, apoyo mutuo y supervisión pertenecen a una
misma categoría al estar relacionados en torno a los procesos reflexivos. De esta forma,
el autor refleja la reflexión como una estrategia de desarrollo profesional que se puede
realizar de forma individual, a través de procesos de reflexión sobre la acción que
implican la observación por parte de un compañero o mediante la supervisión clínica
consistente en la observación y análisis por parte de un supervisor.
Desarrollo profesional a través del desarrollo curricular e innovación
curricular y la formación en el centro
Este modelo incluye las actividades formativas a través de las cuales el profesorado
desarrolla un currículum o diseña un programa de mejora de la escuela. Se trata de un
modelo basado en implicar a una gran cantidad de maestros de una misma comunidad
escolar para desarrollar proyectos de innovación educativa con los que mejorar los
procesos de enseñanza, la colaboración y la autonomía de la escuela para resolver sus
dificultades.
Desarrollo profesional a través de cursos de formación
Los cursos de formación son modelos formativos cerrados. El contenido y las actividades
del curso vienen definidas por un agente externo considerado como experto y quien
impartirá la formación. Los cursos de formación tratan de facilitar la conjunción entre la
teoría y la práctica. Sin embargo, su duración, generalmente limitada, y su centralización
en la teoría hacen que, a veces, la formación tenga poca incidencia en la práctica. Por ello,
para Marcelo los cursos de formación pueden ser una forma importante como punto de
partida del desarrollo profesional que se continúe con otras modalidades de formación.
Desarrollo profesional a través de la investigación
Se trata de un modelo unido a la práctica de la investigación-acción. A través del mismo,
el profesorado analizará e identificará los problemas de su práctica, creará actuaciones de
mejora, las pondrá en práctica y las evaluará. Todo ello como un proceso que se repite
sistemáticamente. De esta forma el profesorado se ve inmenso en una indagación auto-
CAPÍTULO III: Aproximación teórica a los ejes de la investigación
84
reflexiva constante que le ayudará a comprender y mejorar sus prácticas educativas y
sociales, llegando a teorizar a través de los problemas de situaciones particulares.
3.2.1.3. Clasificación de los modelos formativos según Manuel Fernández
Cruz
Fernández Cruz (1999), al igual que Marcelo, realiza una clasificación basada en el
desarrollo profesional docente. Sin embargo, para este autor existen seis modelos de
desarrollo profesional.
Modelo de desarrollo profesional autónomo
Este modelo hace referencia a las acciones de autoformación de los docentes. Al igual
que en los modelos autoformativos propuestos por Imbernón y Marcelo, se trata de un
modelo de formación basado en la necesidad y la capacidad de los profesores para
aprender por sí mismos a partir de sus necesidades individuales. Para este autor los cursos
de formación son parte de las acciones de autoformación de un docente.
Modelo de desarrollo basado en itinerarios formativos
Se trata de un modelo donde el profesorado diseña programas de formación
personalizados. Los docentes articulan situaciones formativas y de trabajo a través de las
cuales reflexionarán, junto a compañeros, sobre sus experiencias y sus saberes
profesionales. De esta forma, la formación partirá de las reflexiones compartidas en base
a la experiencia y de las necesidades de los docentes para realizar cambios individuales y
en los centros.
Modelo de desarrollo basado en el aprendizaje profesional cooperativo
Es un modelo basado en el crecimiento profesional a través del trabajo de profesores en
pequeños grupos. A través del diálogo, el desarrollo del currículo o la supervisión entre
compañeros, los docentes trabajarán para mejorar sus clases y el centro educativo. Es un
modelo formativo basado en el diálogo profesional y el trabajo colaborativo entre
compañeros de centro para crear nuevas formas de pensamiento e intervención educativa.
Modelo de desarrollo basado en la reflexión
En este modelo el profesorado desarrollará un pensamiento crítico que le incite a la
reflexión en torno a su práctica profesional. Es un modelo basado en las reflexiones
colectivas de los docentes que les permitan un desarrollo profesional propio y un
desarrollo organizativo del centro. El pensamiento crítico resulta fundamental para juzgar
ideas y acciones, proyectar y anticipar las consecuencias a las acciones o analizar la
adecuación de los conocimientos y los actos.
Modelo de desarrollo basado en la mejora escolar
Este modelo está destinado a la resolución de problemas por parte de los profesores en el
propio contexto escolar. Es una formación destinada a dar respuesta a problemas
concretos. Los docentes identifican las problemáticas de sus contextos con el fin de
buscarles una solución.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
85
Modelo de desarrollo basado en la indagación
El modelo de indagación consiste en la unión de modelos e investigaciones que conciban
la enseñanza como una actividad crítica y una práctica social de carácter ético. El
profesorado es considerado como un profesional autónomo y reflexivo con capacidad
crítica para mejorar su desarrollo profesional a través del análisis crítico de las
condiciones contextuales de su enseñanza. Se trata de una formación encaminada a la
mejora de la racionalidad y la justicia de toda la comunidad educativa mediante la
comprensión de las presiones y limitaciones en las que se desenvuelven las prácticas
educativas. Se busca una respuesta a problemas de la escuela desde el análisis profundo
de todo lo que le acontece.
3.2.1.4. Clasificación de los modelos formativos en dos vertientes
Como hemos podido analizar los diferentes modelos plantean entre sí características
comunes. Son pequeñas las particularidades que los diferencian en la mayoría de los
casos. Lo que supone que el salto de un modelo a otro pueda verse definido únicamente
por un solo aspecto. Debido a esta circunstancia, algunos autores desechan hablar de una
multitud de modelos de formación permanente y suelen agrupar todos desde dos
perspectivas: (a) una técnica, consistente en que los docentes adquieran conocimientos o
destrezas a través de la reproducción de estrategias; y (b) una reflexiva y crítica, destinada
al dominio a largo plazo de los conocimientos y las destrezas a través de procesos donde
el docente se implica en transformar su docencia y sus contextos sociales (Díez Gutiérrez
et al., 2018; Vezub, 2013). Díez Gutiérrez et al. (2018) los diferencian más ampliamente
afirmando que:
Actualmente podemos decir que hay dos grandes modelos de formación
de profesorado en disputa. Por un lado, una formación centrada en el
desarrollo de la autonomía profesional, basada en la toma de decisiones, y
que focaliza el modelo formativo en la investigación y en la resolución de
problemas. Por otro lado, el modelo contrario, con una progresiva
implantación en países con claras políticas educativas neoliberales, que
pretende una formación orientada a la ejecución de directrices externas,
destinada pues al entrenamiento en técnicas y habilidades profesionales
específicas, sin espacio para la reflexión y la investigación sobre la
práctica, mediante cursos breves que se añaden a una formación
universitaria previa en cualquier disciplina académica. (p. 98)
Ambos posicionamientos de la formación afectarán, innegablemente, al desarrollo
profesional y ético de los docentes participantes.
Modelo de formación instrumental o técnico
Es un modelo basado únicamente en la adquisición de conocimientos por parte del
profesorado. En este modelo todo el conocimiento proviene de expertos (Marcelo, 1995).
Las relaciones entre participantes son poco importantes y el conocimiento solo se crea de
forma lineal del experto hacia el docente. La relación entre participantes y formador es
vertical. Por su parte, la relación entre la teoría y la práctica se realiza de manera
secuenciada, pues se considera que una vez presentadas y estudiadas las teorías el maestro
será capaz de llevarlas a la práctica (Vezub, 2013). Su fundamentación consiste en que
hay recursos, estrategias y técnicas educativas efectivas y, por tanto, simplemente con
dárselo a conocer a los docentes los podrán reproducir (Aramburuzabala, Hernández-
CAPÍTULO III: Aproximación teórica a los ejes de la investigación
86
Castilla, & Ángel-Uribe, 2013). Sin embargo, la realidad es que estos modelos son
difícilmente aplicables a la práctica (Bevins & Price, 2014). El docente debe realizar un
gran esfuerzo por vincular la teoría y la práctica, lo que supone que muchas veces no se
consiga o, si se hace, sea a través de cambios puntuales (Barba-Martín et al., 2016).
Modelo de formación autónomo, reflexivo y crítico
En este modelo el docente es el centro de los aprendizajes. Los profesores participantes
son concebidos como profesionales activos y reflexivos capaces de formular sus procesos
formativos (Vezub, 2013).
Se trata de un modelo basado en la reflexión y la investigación crítica del docente sobre
su propio contexto, ya sea de forma individual o colectiva. La principal diferencia con el
modelo técnico es que además de la adquisición de conocimientos y destrezas, este
modelo tiene como objetivo la transformación del pensamiento docente. De esta forma, a
través de la reflexión continua los docentes podrán modificar sus concepciones educativas
y, por tanto, asentar en sus prácticas nuevos conocimientos y destrezas (Kincheloe, 2012;
Schön, 1998; Stenhouse, 1987; Korthagen, 2007; Korthagen y Kessels, 2009; Perrenoud,
2010; Zeichner, 1993; Zeichner y Liston, 1996).
En este modelo los expertos son guías en el proceso autoformativo de los docentes. Los
formadores son acompañantes cuya misión es apoyar a los docentes y fomentar los
procesos de reflexión colectivos a través de los cuales surgirá el conocimiento (Barba-
Martín, 2016, 2018; Greenwood, 2000).
Todos los modelos analizados en este capítulo nos muestran una gran variedad de factores
que pueden fomentar el desarrollo profesional y ético del docente. Tras el análisis de los
modelos técnico y autónomo, crítico y reflexivo podemos diferenciar dos características
claves en una formación permanente que busca la profesionalización completa de un
docente y el desarrollo de un docente comprometido con la justicia social (Zeichner,
2016): (a) el posicionamiento de los actores durante la formación, este aspecto tendrá una
gran relación con el siguiente y con aspectos como la motivación, el interés o el desarrollo
de posturas críticas. Vendrá determinado por factores como la directividad por parte del
experto, la toma de decisiones durante el proceso formativo o el grado de participación
de los docentes; y (b) la relación entre la teoría y la práctica, esta característica definirá
las posibilidades de transformación social y tendrá consecuencias positivas o negativas
en el trabajo docente en función de si la aproximación entre ambos factores se realiza de
forma vertical y separada de los contextos educativos o de forma crítica y reflexiva,
prestando atención a la cultura y los contextos de los docentes (Zeichner, 2009).
3.2.2. El posicionamiento de los actores durante la formación
El posicionamiento del formador (también denominado asesor o investigador) y los
participantes en los procesos formativos va a determinar sus posibilidades de aprendizaje
y transformación. En función de quién organiza la formación, quién elije los objetivos y
contenidos o cómo se relaciona el docente con el conocimiento, la formación va a
conseguir ser un mayor o menor apoyo en el proceso de desarrollo profesional de los
docentes.
Podemos encontrarnos con diferentes posturas de los formadores en los procesos de
formación permanente. Para Vaillant y Marcelo (2001) existen dos posicionamientos por
parte de los formadores: (a) orientado a la implantación, donde el objetivo del formador
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
87
es que el profesorado instaure innovaciones; y (b) orientado al desarrollo, donde el
formador busca el desarrollo profesional del profesorado evolutivamente.
Marcelo (1997) expone ambos posicionamientos de los formadores de forma más extensa
y en relación con los objetivos de los procesos de formación:
Una imagen del cambio, como proceso planificado y diseñado, cuyo
contenido está avalado por resultados de investigaciones experimentales,
y que se implanta con mayor o menor nivel de obligatoriedad, requiere un
asesor especialista en el propio contenido de la innovación, ejecutor de
planes preelaborados, y que enseñe a los profesores a implantar la
innovación en cuestión. Una segunda imagen del cambio como proceso
que se construye de forma evolutiva, que puede iniciarse por parte de los
profesores, pero que en cualquier caso los incorpora de forma activa en las
diferentes etapas del proceso de innovación, no sólo la implantación,
requiere asesores que posean conocimiento y saber hacer profesional en
contenidos no exclusivamente curriculares, sino también organizativos y
de relaciones humanas (Marcelo, 1997, p. 250).
Estas dos imágenes a las que hace referencia Marcelo se relacionan con los dos modelos
de formación permanente anteriormente expuestos, el técnico y el crítico. El formador
orientado a la implantación se relaciona con un modelo técnico, como un especialista,
muchas veces teórico, en un determinado contenido que busca se implante en las escuelas.
Por su parte, el formador orientado al desarrollo se relaciona con un modelo crítico, como
un formador más completo y pendiente de otros aspectos formativos. En este segundo
modelo formativo adquiere aún más valor la figura del formador. Si su actuación no es
acorde a las características del modelo, desvirtuará el proceso y objetivo de la formación.
Las diferentes características de ambos modelos condicionan el posicionamiento del
investigador. Como analizábamos anteriormente, ambos modelos tenían diferencias en
cuanto al protagonismo de sus actores antes, durante y después de la formación; las
relaciones que se establecían entre el formador y los participantes; y la forma en la que
los participantes se acercaban al conocimiento.
El protagonismo de los actores durante el proceso formativo es importante para
desarrollar aspectos como la motivación o el interés en los participantes (Imbernón,
2006). Cuando el formador adquiere el protagonismo de la formación él es el único
encargado de tomar todas las decisiones antes y durante la formación. El formador elige
los contenidos, los objetivos, la duración y la forma en la que hará llegar el conocimiento
al profesorado (Imbernón, 1998; 2006). Los participantes no tienen ningún o casi ningún
poder en la toma de decisiones. Todas les suelen venir impuestas y únicamente son
asistentes, más o menos pasivos, en el proceso formativo. Esta situación hace que la
formación a veces no se relacione con las necesidades o intereses de los maestros y, por
tanto, estos pierdan el interés por realizarla (Imbernón, 1998; Macerlo, 1995). Cuando los
docentes tienen libertad para elegir el contenido formativo, la estructura o la duración, su
motivación aumenta (Martín Ruano, 2016). Este es el motivo por el que resulta necesario
tener en cuenta que la toma de decisiones durante los procesos formativos debe recaer en
los participantes (Barba-Martín et al., 2016). El profesorado debe ser el protagonista de
la formación durante todo el proceso. Solo de esta forma se conseguirá generar una
respuesta positiva del profesorado asistente, quienes verán reflejados sus intereses y
participarán activamente en toda su formación.
CAPÍTULO III: Aproximación teórica a los ejes de la investigación
88
La relación con los participantes implica una subrepticia concepción de la formación
permanente. Podemos encontrarnos con dos tipos de relaciones entre formador y
participantes. Por un lado, una relación vertical donde el formador siempre se posiciona
como experto y los participantes como aprendices. Esta forma de relacionarse oculta una
relación de poder donde el formador se sitúa ante los participantes como la persona que
posee el conocimiento y el profesorado actúa como simples oyentes y ejecutores
(Domingo & Hernández, 2008). Por esta razón, Domingo (2003) propone “restablecer un
equilibrio entre las relaciones de poder que necesariamente se establecen en toda relación
profesional” (p. 3). Este autor aboga por eliminar las relaciones colonialistas y sustituirlas
por relaciones equilibradas entre todos los actores participantes. De esta forma, nos
encontramos con el segundo tipo de relación entre formador y participantes, una relación
horizontal. Es una forma de interacción donde las relaciones dialógicas predominan frente
a las relaciones de poder (Flecha & Puigvert, 2005). Las decisiones y el conocimiento no
están supeditados a la figura del experto, sino que toda la formación parte de la relación
entre el formador y los participantes, prestando atención a la cultura y el contexto de los
docentes (Zeichner, 2016). Se trata de un proceso de co-aprendizaje donde cada actor
aporta su conocimiento y experiencias para dirigir la creación de nuevo conocimiento y
formarse.
Desde dónde y quién origine el conocimiento determinará las intenciones de
transformación. Por un lado, el conocimiento puede nacer de la teoría del formador. En
este caso no hay una compartición de saberes entre formador y participantes. Todo el
conocimiento en la formación nace del experto, quien es considerado el poseedor de la
teoría (Marcelo, 1995; Vezub, 2013). El desempeño del formador consistirá en hacérselo
llegar a los docentes, para que estos traten de ponerlo en la práctica. Al basar toda la
formación en el conocimiento del experto el único contacto entre participantes y formador
es el momento de la exposición. Este aspecto imposibilita las transformaciones sociales
y dificulta la puesta en práctica de un contenido de manera prolongada, ya que ante las
dudas los docentes no podrán acceder de nuevo al conocimiento teórico en posesión
únicamente del formador. Por otro lado, el conocimiento puede nacer del profesorado y
las realidades de los docentes. Desde este posicionamiento los formadores son
acompañantes en el proceso autoformativo de los maestros y la transformación de sus
contextos sociales (Barba-Martín, 2016, 2018). La misión del formador es apoyar a los
docentes y fomentar los procesos de reflexión, individuales y colectivos, a través de los
cuales surgirá el conocimiento (Greenwood, 2000). El acompañamiento se realizará de
forma prolongada y el formador usará su conocimiento para guiar y complementar la
reflexión de los docentes, apoyándole en el asentamiento de transformaciones. Se
encargará de indagar y hacer preguntas que ayuden a los participantes a reflexionar y
buscar soluciones. El formador será un apoyo para los docentes ante los momentos de
dudas y dificultades, realizando un seguimiento y evaluación de la formación junto a los
participantes.
Como hemos analizado, el posicionamiento del formador y de los participantes
determinará aspectos como las actitudes y motivaciones ante la formación, el
empoderamiento del profesorado o las posibilidades transformadoras de los docentes y
sus contextos sociales. Estas actitudes afectarán a otro contenido fundamental de los
procesos formativos, la relación entre la teoría y la práctica.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
89
3.2.3. La relación teoría-práctica en la formación
La relación entre la teoría y la práctica constituye un problema en casi
todos los ámbitos de la vida; las discrepancias entre los discursos y los
hechos son habituales. También en el campo de la educación la teoría y la
práctica sufren desencuentros. (Álvarez-Álvarez, 2015a, p. 173)
Paulo Freire (1968/2007) consideraba que la educación era un acto de relación entre teoría
y práctica, no pueden entenderse la una sin la otra. Este autor defendía que la verdadera
educación sólo es posible cuando ambas confluyen, dando lugar a la praxis. Por tanto, en
la formación permanente es necesario que exista una relación entre ambos elementos
(Imbernón, 2007; Perrenoud, 2010).
La desconexión entre la teoría y la práctica en la formación permanente del profesorado
es un inconveniente para el desarrollo profesional de un docente (Álvarez-Álvarez, 2012;
Korthagen, 2007; Zeichner, 2010). Las propuestas basadas en anticipar alguno de los dos
aspectos suponen una escisión de la formación. Esta situación implica que los docentes
deban realizar la formación y, posteriormente, un esfuerzo por unir ambos aspectos.
La formación docente centrada en la teoría supone una descontextualización de los
conocimientos aprendidos. Este enfoque se denomina de la teoría-a la-práctica (Carlson,
1999) o enfoque deductivo, ya que todo el contenido de la formación se deduce
directamente del conocimiento científico ya disponible (Korthagen, 2010). En esta
formación el conocimiento no tiene una relación directa con las necesidades de los
participantes, sus contextos o situaciones individuales. Como hemos analizado, el
formador es quien decide qué conocimiento es importante y, por tanto, lo que los
participantes deben aprender (Korthagen, 2010). La anteposición de la teoría a la práctica
supone que el profesorado adquiera conocimientos desvinculados de sus situaciones
particulares (Esteve & Alsina, 2010). Los docentes adquieren conocimientos teóricos que
luego deben unir a sus necesidades contextuales. Esta situación supone un problema para
los docentes, quienes se sienten incompetentes al tratar de unir por sí mismos la formación
teórica con la realidad educativa (Barba-Martín, Sonlleva, & García-Martín, 2018),
alejada de cualquier ideal pedagógico aprendido en la teoría (Bousquet, 1972).
Si, por el contrario, la formación se centra en la práctica, dificultará la creación de
conocimiento. Este enfoque se denomina basado-en-la-práctica o ensayo-error
(Korthagen, 2010) y se fundamenta en la aplicación de técnicas (Beyer & Zeichner,
1990). Esta formación resulta inadecuada y peligrosa en el ámbito educativo. Realizar
prácticas educativas alejadas del conocimiento teórico y la reflexión llega a convertirse
en un modelo de ocurrencias, apartado de la ética que debe acompañar a cualquier proceso
educativo (Díez-Palomar & Flecha, 2010). El profesorado no debe basar su formación en
probar técnicas sin una base científica que las avalen y sin un proceso reflexivo que les
ayude a determinar las posibles consecuencias de dichas prácticas. Sin ambos procesos
unidos a la práctica, el conocimiento generado puede no ser válido e incluso
contraproducente para el alumnado.
En conclusión, la práctica por sí sola no va a crear conocimiento y la teoría sin práctica
no va a generar aplicaciones en las aulas y escuelas. La relación entre ambos dualismos
debe ser continua. La teoría debe servir para transformar la práctica y esta, a su vez, debe
aportar conocimiento a la dimensión teórica sobre la que se sustenta (Gorodokin, 2005).
CAPÍTULO III: Aproximación teórica a los ejes de la investigación
90
El contexto juega un papel fundamental en la unión teoría-práctica. El factor de la
contextualización es un elemento imprescindible en la formación, ya que es necesario que
el maestro comprenda cómo afecta en el desarrollo de su alumnado un contexto social e
histórico determinado (Imbernón, 2001a). Esto supone la necesidad de que la formación
se haga desde dentro, desde situaciones particulares que afectan al profesorado y, para
ello, la reflexión se erige como la estrategia principal (Tabachnick & Zeichner, 1991).
La reflexión docente es un aspecto clave en un itinerario formativo que busca unir la
teoría y la práctica (Korthagen, 2010). Para Furlong (2002), la reflexión es un proceso
inherente a la teoría y a la práctica. Para este autor, la reflexión es capaz de crear de forma
simultánea un conocimiento contextual y un conocimiento teórico, relacionados ambos
entre sí. Sin embargo, esta posibilidad de relación va a venir condicionada por las
diferentes tipologías de reflexión. En palabras de Zabalza (2014):
Reflexionar no es hacer introspección, no es dar vueltas a nuestras propias
ideas. Es analizar nuestra experiencia a la luz de las evidencias recogidas
y, después, valorarlas mediante el contraste con referentes pertinentes (la
experiencia de otros, los avances del conocimiento, la literatura
especializada, etc.). (p. s.n.)
Desde esta perspectiva la reflexión puede resultar un proceso capaz de abarcar la teoría y
la práctica de forma paralela y entrelazada, sin anteponer ni supeditar un aspecto al otro.
Según Zeichner & Liston (1996) existen dos tipos de reflexión: (a) la reflexión-en-la-
acción, realizada durante el desarrollo de la acción; y (b) la reflexión-sobre-la-acción,
desarrollada de forma alejada de la acción en tiempo y espacio.
La reflexión-en-la-acción responde a las presiones de aula (Havelock y Huberman, 1977).
Se trata de las decisiones que se toman de forma rápida y precisa debido a la velocidad,
inmediatez y complejidad con la que trascurren las cosas que suceden en el aula. Se
origina al darse una situación sorpresa por un resultado inesperado. En ese momento, el
maestro reflexiona de forma rápida para guiar el siguiente paso (Perrenoud, 2007). Estas
decisiones son reflexionadas pero no suelen provocar cambios profundos en el docente ni
en sus prácticas. Son decisiones que afectan únicamente al momento inmediato del aula.
El docente se cuestiona los cómos, pero no los porqués. La propia presión de aula no
permite entrar a valorar cuestiones más allá de la inmediatez de la toma de decisiones.
Este tipo de reflexión no es capaz de unir la teoría con la práctica más allá de situaciones
concretas y puntuales en la práctica. No se crea un conocimiento teórico de las
transformaciones prácticas que se llevan a cabo, ni dichas transformaciones se apoyan,
en ocasiones, en la teoría, sino en la necesidad de inmediatez.
La reflexión-sobre-la acción se realiza alejada de la acción en tiempo y espacio. Es un
proceso reflexivo más complejo que el anterior, consiste en “tomar la propia acción como
objeto de reflexión” (Perrenoud, 2007, p. 30). El docente explora lo sucedido sin la
necesidad de inmediatez, lo que le lleva a poder analizar críticamente la validez y eficacia
de sus intervenciones docentes (Ramón, 2013). Se trata de un proceso de investigación
donde el profesor reflexiona para descubrir si sus enseñanzas son válidas o no para su
alumnado. Es, por tanto, un proceso cuya finalidad es comprender, aprender e integrar lo
sucedido (Perrenoud, 2007).
La reflexión-sobre-la-acción es la forma que produce aprendizaje y conocimiento. Los
procesos de reflexión son una de las mejores formas de aprendizaje de los maestros y
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
91
maestras (Schön, 1988). Se trata de una forma de pensamiento crítico y consciente a
través del cual el docente realiza un cuidadoso análisis de sus presupuestos, ideas y
conocimientos (Tagle, 2011). En este proceso crítico el docente asume un papel
intelectual dentro su propia práctica como punto clave en su aprendizaje (Giroux, 1990).
El aprendizaje extraído de la reflexión-sobre-la-acción debe ser profundo en el docente.
No se trata de realizar procesos reflexivos únicamente para incluir técnicas o formas
nuevas de enseñanza. El proceso reflexivo de los maestros debe ser profundo y tratar de
conseguir que las transformaciones derivadas se asienten en el tiempo. Para ello, es
necesario un proceso de transformación de las concepciones educativas de los docentes.
Solo si los docentes son capaces de experimentar una transformación de sus pensamientos
de forma crítica, las transformaciones metodológicas y prácticas serán duraderas en el
tiempo (Kincheloe, 2012; Stenhouse, 1987; Korthagen y Kessels, 2009). Esta forma de
reflexión es propicia para unir el conocimiento teórico y práctico (Perrenoud, 2007). El
docente creará conocimiento teórico y práctico, en base a la reflexión de su acción y la
búsqueda de nuevas propuestas referentes que le ayuden a transformar eficazmente su
práctica y sus concepciones educativas.
La transformación en el pensamiento de los docentes se debe realizar desde la reflexión
profunda, individual o colectiva, de la acción en sus contextos (Zeichner y Liston, 1996).
A través de la reflexión, los docentes analizan críticamente sus situaciones particulares,
buscan sus fortalezas y debilidades y tratan de dar solución a estas últimas. La reflexión
es un proceso relacionado estrechamente con la acción, donde ambos aspectos se apoyan
el uno en el otro y, a la vez, se modifican (Dewey, 1933; Schön, 1987). Por ello, es
fundamental la forma en que el docente incorpora los contextos en sus procesos
reflexivos.
Es importante no caer en el error de considerar válida cualquier tipo de reflexión-sobre-
la-acción. El aspecto crítico es fundamental en los procesos reflexivos (Reynolds, 1998).
Zeichner (1993) plantea que el profesional reflexivo debe cumplir con tres principios o,
si no, la reflexión docente puede convertirse en un problema mayor del que trata de
solucionar. Los principios a los que hace referencia Zeichner son: (a) el docente debe
tener un objeto sobre el que reflexionar, un profesional reflexivo sin unas metas claras
suele centrarse en su propio ejercicio profesional, desvinculándose del contexto y
deformando las condiciones sociales en las que ejerce su labor; (b) la práctica reflexiva
debe impulsar la democratización y emancipación, el docente reflexivo debe someter a
un proceso de análisis minucioso las injusticias y desigualdades sobre las que se asienta
la educación; y (c) el docente debe comprender el gran valor que tiene la reflexión como
práctica social, ayudándole a construir comunidades de aprendizaje de maestros que se
apoyen y estimules, siendo este un fin estratégico para el cambio institucional y social.
Para que la reflexión del docente sea eficiente debe estar centrada y situada en lo que hace
y cómo lo hace para que el alumnado aprenda (Ramón, 2013). Entender el contexto
implica en el docente la capacidad de comprender la realidad de cada estudiante y sus
particularidades para poder realizar transformaciones en pro de la justicia social (Darling-
Hammond, 2002; Zeichner, 2009). El profesorado debe autoanalizarse y analizar sus
prácticas, unirlo con el conocimiento ya existente y hacerlo todo desde una visión ética y
crítica que le permita comprenderse en un contexto determinado, el cual trata de
transformar.
La unión de teoría y práctica a través de procesos reflexivos debe tener como objetivo la
transformación de los contextos sociales. Sin embargo, las posibilidades de
CAPÍTULO III: Aproximación teórica a los ejes de la investigación
92
transformación van a venir determinadas en función de si el docente realiza la reflexión
de forma individual o grupal (Barba-Martín et al., 2016)
Los procesos de reflexión individual están destinados a la transformación de las aulas. En
este análisis y razonamiento personal, cobra un papel relevante la autoformación
reflexiva, pues invita al docente a la búsqueda de una formación profesional orientada a
su contexto profesional y a las necesidades del mismo. Es el propio docente quien recoge
datos sobre lo acontecido en el aula y, de forma crítica, los relaciona con el conocimiento
existente. De esta forma tratará de dar solución a los problemas de su práctica educativa
y se formará para mejorar su enseñanza.
El problema de este tipo de reflexión es que resulta difícil que estas transformaciones
salgan del aula y afecten a todo el contexto escolar (Barba-Martín et al., 2016). Como
afirma Zeichner (1993), para conseguir cambios sociales e institucionales en el contexto
escolar es necesario hacerlo desde la colectividad de los procesos reflexivos. La reflexión
individual es una tarea propia del docente y, por tanto, suele afectar al entorno en el que
el docente actúa mayoritariamente en solitario, su aula y su alumnado.
Para la reflexión individual del docente se erigen como principales estrategias de
formación (González-Calvo & Barba, 2014): (a) el diario de clase, un instrumento de
reflexión donde el profesorado recoge sus impresiones sobre lo acontecido en el aula para,
posteriormente, profundizar sobre sus propias acciones y procesos de
enseñanza/aprendizaje (Barba, González-Calvo, & Barba-Martín, 2014a; González Calvo
& Martínez Álvarez, 2009; Liston & Zeichner, 2003; Zabalza, 2008); (b) las historias de
vida, permiten al docente captar cómo se ha sentido y actuado ante las situaciones que se
ha encontrado (Bolívar, Domingo Segovia, & Fernández Cruz, 2001; Silvennoinen, 2001;
Sparkes, 2004), a la vez que dan significado a su propia trayectoria (Creswell, 2007;
Goodson, 2004); y (c) las auto-etnografías, un método centrado en describir o reconstruir
analíticamente los contextos y grupos culturales, otorgando al docente la posibilidad de
describir, interpretar y explicar los fenómenos educativos que tienen lugar en él (Goetz
& LeCompte, 1988).
Por su parte, a través de la reflexión colectiva se busca que los cambios afecten a toda la
institución y el contexto social (Kemmis & McTaggart, 1988). Pasar desde la reflexión
individual a la reflexión colectiva aumenta las posibilidades de que los cambios traspasen
las paredes del aula y afecten a toda la comunidad (Zeichner, 1993). El profesorado se
une en la transformación de sus centros escolares y la eliminación de sistemas opresores
a través de una idea compartida sobre la educación.
La reflexión colectiva también puede suceder entre profesorado de diferentes centros. De
esta manera, el profesorado puede conocer cómo sus ideales de educación son también
utilizados en otros contextos, saber de antemano qué problemáticas les pueden surgir y
realizar modificaciones en función de necesidades que podían no haberse planteado
(Barba-Martín et al., 2016). De este modo el profesorado crea un conocimiento de
transferencia lateral, basado en las reflexiones sobre las mejores experiencias entre
iguales (Hargreaves & Shirley, 2009).
Desde esta perspectiva destaca especialmente como estrategia de formación la
investigación-acción, que analizaremos más adelante.
Podemos finalizar este análisis afirmando que para unir teoría y práctica el profesorado
debe ser el centro del proceso de formación. La relación entre la teoría y la práctica debe
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
93
establecerla el docente a través de un esfuerzo consciente, autocrítico y abierto al diálogo
con otros (Álvarez-Álvarez, 2012). Intentar relacionar ambos aspectos es un trabajo duro
por parte del profesorado y, a veces, imposible si no se realiza de forma correcta. Tratar
de unir teoría y práctica directamente, sin un puente intermedio entre acción y
conocimiento teórico, suele avocar al fracaso (Álvarez-Álvarez, 2012). Los procesos
reflexivos pueden ser dicho puente (Korthagen, 2010; Tabachnick & Zeichner, 1991;
Schön, 1993; Zabalza, 2014). Desde una postura crítica de análisis constante de sus
procesos de enseñanza y contextos sociales, individual y colectivamente, el profesorado
será capaz de transformar su práctica, sus ideales educativos, las instituciones donde
ejerce su labor y el sistema social envolvente. En dicho proceso será fundamental el
posicionamiento del formador como actor de apoyo al desarrollo profesional de los
docentes a través de la reflexión. Una metodología de formación capaz de unir todos estos
aspectos es la investigación-acción participativa.
3.3. La investigación-acción participativa en la formación permanente
del profesorado
La investigación-acción participativa es una metodología de investigación y, a la vez, de
formación docente. En nuestro caso vamos a analizar el proceso de investigación-acción
participativa desde dos perspectivas. Por un lado, la de las maestras del PID-FPEIAP,
quienes se formaron a través de un proceso de investigación-acción participativa y, por
otro lado, la del autor de este estudio, quien realizó una investigación-acción participativa
junto a las maestras. Por ello, en este apartado trataremos de exponer y relacionar con lo
anteriormente analizado en el marco teórico, únicamente la visión de la investigación-
acción desde la perspectiva de las maestras como un método de formación del
profesorado. En el capítulo metodológico de esta tesis doctoral haremos lo propio con el
posicionamiento de la investigación-acción participativa como el método seguido en este
trabajo de investigación por parte del autor.
La investigación-acción participativa pertenece a un modelo de formación permanente
investigador (Imbernón, 1998), de indagación (Marcelo, 1995), autorreflexivo y crítico.
Por tanto, se enmarca en los modelos formativos más vinculados a potenciar el desarrollo
profesional docente (Elliott, 1991; Latorre, 2003; Parra, 2002; Suárez, 2002). Se trata de
una metodología formativa basada en la investigación del profesorado que busca
desarrollarse profesionalmente y mejorar su labor (McKernan, 1996; Stenhouse, 1984).
Además, los procesos investigadores desde los que parte la formación son llevados a cabo
por los propios participantes con la finalidad de comprender lo que sucede en su entorno
y producir mejoras en la acción (Elliott, 1991; Suárez, 2002). En esta línea McKernan
(1999) lo define como:
El proceso de reflexión por el cual en un área-problema determinada,
donde se desea mejorar la práctica o la comprensión personal, el
profesional en ejercicio lleva a cabo un estudio […] es un estudio científico
autorreflexivo de los profesionales para mejorar la práctica. (p. 25)
La formación se puede desarrollar de manera individual o grupal. Para Kemmis &
McTaggart (1988) ambos aspectos deben darse durante el proceso. Estos autores afirman
que la investigación-acción cuando se desarrolla de forma individual va a transformar el
lenguaje y las prácticas educativas de los maestros, pero al realizarlo junto a un grupo
serán capaces de transformar los discursos, las prácticas sociales y la organización social.
CAPÍTULO III: Aproximación teórica a los ejes de la investigación
94
La investigación-acción participativa es un proceso crítico. Esta metodología de
formación docente debe ser guiada por procesos reflexivos éticos y democráticos
(Greenwood, 2000). Las transformaciones que los docentes buscan en sus contextos
deben repercutir en procesos de mejora para toda la comunidad en pro de la democracia
y la justicia (Brydon-Miller, Greenwood, & Maguire, 2003). Desde esta perspectiva más
crítica y social, Carr & Kemmis (1986) lo definen como:
Una forma de estudio autorreflexivo emprendido por los participantes en
situaciones sociales para mejorar la racionalidad y la justicia de sus propias
prácticas, su comprensión de estas prácticas y las situaciones en que se
llevan a cabo. (p. 186)
Para estos autores la investigación-acción es un proceso necesariamente participativo y
orientado a la mejora social y no únicamente a las prácticas personales. Sin embargo,
ambas definiciones nos muestran como puntos comunes los dos aspectos analizados
anteriormente de forma genérica en el marco teórico: (a) la necesidad de que la formación
parta desde los participantes y (b) la finalidad transformadora y la creación de
conocimiento se basan en la comprensión de la práctica y los contextos como puente de
unión entre la acción y la reflexión, la teoría y la práctica.
3.3.1. El posicionamiento de los actores en la investigación-acción participativa
El profesorado es el actor principal en los procesos de investigación-acción participativa.
La formación parte de los análisis que los docentes realizan sobre su acción y avanza a
través de la evaluación de la evaluación de los cambios realizados, la reconstrucción y
creación de nuevas propuestas de mejora (Stringer, 2014). Este proceso formativo supone
la ruptura de la frontera entre investigador y docente (Elliott, 1993). Los participantes se
erigen como investigadores de su propia práctica educativa. De esta forma, los docentes
son capaces de romper con el dualismo positivista de la formación tradicional, a partir del
cual se considera que la investigación pertenece exclusivamente a expertos externos (el
sistema) y la práctica a las personas participantes (el mundo de la vida) (Habermas, 1984).
Es por tanto una metodología de formación donde los docentes están implicados en los
procesos y viven los problemas de forma directa mientras tratan de transformar su
educación sin esperar a que los expertos se la solucionen, por esta razón Greenwood
(2000) denomina a los participantes en la investigación-acción participativa “los dueños
del problema (the owners of the problem)” (p.32).
Los dueños del problema participan en la toma de decisiones durante todo el proceso
formativo (Barba-Martín et al., 2016). Los contenidos, objetivos, duración o
estructuración de la formación vendrán determinados por los participantes y el avance del
proceso formativo. Es una metodología formativa que permite al profesorado ejercer “un
papel activo en el establecimiento de los propósitos de su trabajo, así como en liderar la
reforma escolar” (Torrego, 2014, p.122). En la investigación-acción participativa el
diseño de la formación se origina desde el análisis de los participantes y sus procesos
autorreflexivos (Carr & Kemmis, 1988; McKernan, 1999). Los docentes son quienes
definen sus intereses formativos asociados a su situación social y quienes realizan
procesos investigadores para transformar sus contextos. Por estas razones, la formación
debe estructurarse y reestructurarse de forma constante en función de dichas situaciones
y de las necesidades de los participantes, no pudiendo estar determinada por el formador.
El formador es un acompañante en la investigación-acción participativa. Su rol es el de
un investigador interno al grupo y sin potestad para dirigirlo (Greenwood & Levin, 2007).
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
95
Será un acompañante, un guía y un apoyo del profesorado durante su proceso formativo.
A través de relaciones dialógicas y horizontales el formador trabajará junto al profesorado
para ayudarle en su proceso formativo y la transformación de sus contextos. El formador
debe ser un guía de los procesos autorreflexivos del profesorado y un apoyo frente a las
trabas que se encuentre el profesorado en la transformación de sus contextos (Barba-
Martín et al., 2016). Por tanto, mediante una relación basada en compromisos
intelectuales y éticos, los participantes trabajan junto con un investigador para co-
desarrollar sus metas investigadoras y conseguir transformaciones sociales (Greenwood,
2000; Greenwood & Levin, 2007).
El posicionamiento de los actores en la investigación-acción participativa supone la
independencia del docente respecto al formador o los investigadores (Greenwood &
Levin, 2007; Stringer, 2014). A diferencia de otras formaciones donde el formador es el
eje central durante todo el proceso, en la investigación-acción participativa su
posicionamiento al servicio del grupo social le otorga un papel diluyente. A medida que
el profesorado se va formando adquirirá hábitos y herramientas para la autorreflexión y
la investigación, lo que supondrá una menor dependencia progresiva respecto al
formador. El investigador en su papel de guía debe evitar crear dependencias en torno a
su figura. Estos roles permiten que los participantes en la formación alcancen una
autonomía investigadora que les permitirá asumir un liderazgo en sus aulas y en sus
escuelas en el futuro, siendo esto el percusor de transformaciones (Hargreaves & Shirley,
2009).
3.3.2. La relación teoría-práctica en la investigación-acción participativa
La investigación-acción participativa es un método propicio de formación para hacer de
puente entre el conocimiento teórico y el conocimiento práctico (Álvarez-Álvarez,
2015a). La autonomía investigadora de los docentes sobre sus propias prácticas sociales
les permitirá establecer relaciones entre la teoría y práctica mediante ciclos de reflexión
y acción (Kemmis & McTaggart, 1982).
Los procesos reflexivos de los maestros desde dentro llevados a cabo a través de la
investigación-acción participativa pueden ser una solución al problema teoría-práctica
(Elliott, 1993). La reflexión es un método eficaz para unir teoría y práctica y es la principal
característica de la investigación-acción participativa. Los maestros son investigadores
de su propia práctica de forma constante y buscan el conocimiento necesario para
transformar sus realidades. De esta forma, a través de la investigación-acción
participativa, los docentes unen sus análisis sobre la práctica al conocimiento teórico para
conseguir una comprensión profunda de las situaciones sociales y su transformación. Al
reunir la reflexión y la acción los maestros llegan a la unión entre la teoría y la práctica
(Reason & Bradbury, 2001), integrando ambos aspectos en una misma realidad (Barba,
2013; Elliott, 1993; Kemmis & McTaggart, 1988; Latorre, 2003; Zuber-Skerritt, 1992).
La reflexión compartida es un aspecto clave para unir teoría-práctica en la investigación-
acción participativa (Álvarez-Álvarez, 2015a). Al compartir sus reflexiones individuales,
los docentes consiguen unirlas al conocimiento de más compañeros e investigadores. Las
teorías y experiencias de cada participante son compartidas y puestas a disposición del
grupo con la finalidad de buscar propuestas y soluciones que transformen las acciones
(Perrenoud, 2010). De esta forma se crea un nuevo conocimiento práctico y teórico de
forma lateral entre los participantes a través de la compartición de experiencias y sus
conocimientos individuales (Hargreaves & Shirley, 2009). En este proceso es importante
que los participantes comprendan la importancia de los análisis y experiencias docentes
CAPÍTULO III: Aproximación teórica a los ejes de la investigación
96
para transformar sus prácticas y busquen en ellas la solución a sus problemáticas en lugar
de hacerlo únicamente en la literatura científica.
En este orden de cosas, resulta interesante considerar las bondades de la unión entre teoría
y práctica. Una unión separada de la crítica conlleva una pérdida de la identidad de la
investigación-acción participativa. Desde los enfoques positivistas de la investigación y
la formación, la teoría es usada para justificar la práctica (Brydon-Miller et al., 2003) o
para reproducir modelos hegemónicos (Elliott, 1993). En esta postura la investigación-
acción participativa pierde su esencia al someter la práctica a la teoría. Sin embargo, la
unión entre teoría y práctica en la investigación-acción participativa debe realizarse desde
un proceso crítico y de ruptura con posiciones tradicionales. La reflexión sobre la práctica
y la finalidad transformadora deben ser los ejes sobre los que unir la teoría y la práctica.
Así, Elliott (1993) y Lomax (1995) afirman que la teoría se debe desarrollar a través del
proceso reflexivo con el que tratar de mejorar la práctica. Desde esta perspectiva el
conocimiento teórico se pone al servicio de una práctica dirigida a conseguir un cambio
social positivo (Brydon-Miller et al., 2003). La teoría va a ser una forma de comprensión
de la práctica y de producción de mejoras, pero también de empoderamiento e identidad.
3.3.3. El desarrollo de la formación a través de investigación-acción participativa
La investigación-acción participativa requiere de un proceso constante de investigación
y acción por parte del profesorado. Con el fin de conseguir transformaciones que se
asienten en el tiempo los docentes deben realizar un trabajo continuo de análisis y puesta
en prácticas de mejora que les dirija a hacer de sus contextos sociales lugares cada vez
más justos y mejores. De esta forma, a través de la investigación-acción participativa el
profesorado analiza sus propias prácticas e ideas educativas de forma continua a través
de ciclos de planificación-actuación-observación-reflexión (Elliott, 1990, 1991; Kemmis
& McTaggart, 1988; McKernan, 1996; Stenhouse, 1984; Woods, 1987). Este proceso es
necesario en cualquier formación a través de la investigación-acción participativa.
Aunque, como analizamos a continuación, en función de la perspectiva más o menos
crítica que se tenga de la metodología el proceso será más o menos abierto.
3.3.3.1. El desarrollo de la investigación-acción participativa a través de la
espiral reflexiva
La investigación-acción participativa se desarrolla en forma de ciclos reflexivos que se
repiten constantemente. Esta forma de trabajo se basa en el avance de los maestros a
través de una espiral o bucle autorreflexivo (Carr & Kemmis, 1988; Kemmis &
McTaggart, 1988; Lewin, 1946, 1948; McKernan, 1999). El precursor de este modelo de
trabajo fue Lewin (1946,1948) y, a lo largo de los años, diferentes autores han ido
acomodando dicha espiral a una forma de investigación-acción más crítica y participativa
(Carr & Kemmis, 1988; Kemmis & McTaggart, 1988). Desde este avance a un
posicionamiento más crítico nos encontramos con el modelo de Kemmis y McTaggart
(Figura 3.1)
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
97
Figura 3.1. Modelo de desarrollo de la investigación-acción participativa en espiral (Kemmis & McTaggart, 1988)
Para Kemmis y colaboradores el desarrollo de la investigación-acción participativa en
forma de espiral se basa en el paso de los docentes por diferentes momentos
interrelacionados (Carr & Kemmis, 1988; Kemmis & McTaggart, 1988). Para estos
autores el paso de forma cíclica por los cuatros elementos es lo que define al trabajo de
esta metodología respecto a otras formas de investigación o reflexión docentes. Estos
momentos son (Kemmis & McTaggart, 1988): (1) planificación, (2) acción, (3)
observación y (4) reflexión.
La planificación es una acción organizada y debe anticipar a la acción. En algún momento
del proceso se identifica una situación o problema que requiere mejora. Tras valorar de
forma crítica los riesgos de emprender un cambio social y la elección de un modo de
actuación efectivo, el grupo organiza un plan de acción docente partiendo de sus
inquietudes. El plan debe ayudar al análisis y mejora de su comprensión y su acción. Debe
CAPÍTULO III: Aproximación teórica a los ejes de la investigación
98
ser abierto y flexible para adaptarse a los imprevistos y estar organizado en su totalidad
por los participantes.
La acción consiste en la puesta en práctica de las ideas planificadas anteriormente. Es la
forma de llevar a la práctica las ideas y, a la vez, una forma de desarrollo de la acción
posterior con un propósito educativo crítico. Sin embargo, la acción no es solo la simple
puesta en práctica de planes. Su carácter es arriesgado y se enfrenta a limitaciones. En
consecuencia, los planes de acción deben estar abiertos al cambio para responder a las
circunstancias. La acción es, por tanto, dinámica y exige de decisiones instantáneas
basadas en el raciocinio crítico que permitan continuar, en la medida de lo posible, con la
planificación.
La observación tiene la función de documentar los efectos de la acción críticamente
informada. Se trata de la construcción de una base documental para la posterior reflexión.
La observación anticipará los logros de la acción, pues se trata de una forma de anticiparse
a las limitaciones con vistas de poder ir superándolas. Al igual que la planificación y la
acción, las categorías de observación deben ser abiertas y reestructurables para adaptarse
a las realidades cambiantes. Es un proceso basado en la acción con miras a mejorarla.
La reflexión es un proceso destinado a rememorar la acción tal y como ha quedado
registrada a través de la observación. Tiene como finalidad hallar sentido a los procesos
que se han manifestado en la acción. Además, trata de tomar en consideración la multitud
de perspectivas de una situación social, comprenderlas y ver su efecto en la acción
estratégica llevada a cabo. La reflexión se acaba de construir a través de la discusión. Los
participantes comparten sus reflexiones para reconstruir el significado de su situación
social y proporcionar una base para poder revisar la planificación.
A su vez, estos cuatro momentos se agrupan en dimensiones. Carr y Kemmis (1988)
realizan un agrupamiento de los cuatro momentos en dos dimensiones siguiendo la teoría
de los intereses constitutivos del conocimiento de Habermas (1972), quien los califica en
práctico y emancipador. Para estos autores la primera dimensión hace referencia al
carácter reconstructivo o constructivo de los momentos por los que el docente navega y
la segunda hace alusión al carácter discusivo o práctico del proceso (Tabla 3.1).
De esta forma, los docentes realizan un proceso cíclico conjunto de autorreflexión entre
el conocimiento y la acción.
Tabla 3.1
Los momentos de la investigación-acción Reconstructivo Constructivo
Discurso
(entre los participantes)
4 Reflexionar
Retrospectivo sobre la
observación (reconocimiento y
evaluación)
1 Plan
Prospectivo a la acción
(acción construida)
Práctica
(en el contexto social)
3 Observar
Prospectivo para la reflexión (documentación)
2 Actuar
Guía retrospectiva a partir de la planificación (acción estratégica
deliberada y controlada)
Fuente: Carr & Kemmis, 1988
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
99
3.3.3.2. El desarrollo de la investigación-acción participativa a través del
modelo cogenerativo
Greenwood y Levin (2007) desarrollan un modelo de investigación-acción participativa
basado en las relaciones. Teniendo como base el modelo en espirales, estos autores
realizan un modelo co-generativo en el que prestan especial atención al posicionamiento
y la relación entre investigadores externos, outsiders (investigadores profesionales) y los
investigadores internos, “insiders” (dueños del problema). Estos dos grupos conviven
durante un proyecto. Para estos autores ambos son iguales y diferentes. Iguales, en el
sentido de que su objetivo debe ser la transformación social. Diferentes, porque mientras
los dueños del problema deben convivir con las decisiones que tomen y sus resultados,
los investigadores externos pueden abandonar el proceso sin ningún tipo de consecuencia.
El modelo cogenerativo divide el desarrollo de la investigación-acción participativa en
dos fases principalmente (Figura 3.2):
Puede considerarse como un proceso que consiste en al menos dos fases
analíticamente distintas. La primera implica la aclaración de una pregunta
de investigación inicial, mientras que la segunda implica la iniciación y
continuación de un proceso de construcción de significado y cambio
social. (Greenwood & Lewin, 2007, p. 93)
Figura 3.2. Modelo co-generativo de desarrollo de la investigación-acción participativa
(Greenwood & Lewin, 2007).
Para Greenwood y Levin (2007) hay cinco elementos que se deben tener en cuenta en el
desarrollo de las dos fases de un modelo co-generativo (pp. 93-98): (a) la definición del
CAPÍTULO III: Aproximación teórica a los ejes de la investigación
100
problema, (b) las arenas de comunicación, (c) la retroalimentación, (d) la creación de
arenas y (e) qué no pueden hacer los investigadores de acción.
La definición del problema partirá de una pregunta por parte de los participantes. El
modelo co-generativo trata de resolver los problemas de los participantes. En este sentido,
todo el proceso de investigación debe surgir de demandas por parte de los docentes. La
aceptación de los investigadores externos a que sean los participantes los que formulen
las preguntas es el primer paso para un aprendizaje mutuo entre ambos. Solo de esta forma
se facilitará un proceso en el que el conocimiento interno se aclara en relación con el
conocimiento profesional externo y la relación entre las personas internas y externas crea
una nueva comprensión mutua a través de la comunicación entre ellos.
Las arenas de comunicación son un espacio para los procesos de aprendizaje. Son
ubicaciones donde los actores involucrados se encuentran entre sí en un entorno de
material con el propósito de abordar reflexiones y discusiones para la puesta en acción.
Estas discusiones y reflexiones son el motor de los ciclos de aprendizaje continuo. Se
busca que las acciones comunicativas tengan lugar en un entorno estructurado para el
aprendizaje y la investigación co-generativos. Cada arena se organizará de modo
diferente, se adaptará a las necesidades de los investigadores internos y dependerá de las
habilidades profesionales y de la experiencia del formador.
A través de las acciones tomadas como resultado de los procesos co-generativos, los
participantes aprenden cosas nuevas sobre los problemas que enfrentan, a menudo
revisando sus entendimientos de manera fundamental. Los resultados de este proceso
colectivo de acción y reflexión apoyan la creación de nuevos entendimientos
compartidos. Cuanto más amplio es este terreno compartido, más fructífera ha sido la
comunicación y mayor la probabilidad de que se puedan desarrollar nuevos
conocimientos a través de la reflexión y las acciones basadas en este conocimiento
compartido.
Los bucles de retroalimentación son similares tanto para internos como externos, pero los
intereses que tienen y los efectos que experimentan de la comunicación pueden ser muy
diferentes. Para los usuarios internos, puede ser fundamental mejorar sus capacidades de
conocimiento de la acción, mientras que los expertos externos pueden, a través del
proceso de reflexión, producir un significado (publicaciones o ideas) para la comunidad
de investigación. Ambos procesos de reflexión se retroalimentan luego en el proceso
comunicativo, dando forma a las arenas para nuevos diálogos destinados a redefinir la
declaración del problema inicial o mejorar la capacidad local de resolución de problemas.
Ciclos como este continúan a lo largo de la vida de un proyecto.
Hay varios obstáculos que superar en la creación de arenas. La capacitación convencional
de los investigadores académicos generalmente los convierte en expertos con mucha
práctica en el manejo de modelos conceptuales. Esto puede crear una situación de
dominación comunicativa que socava el proceso co-generativo. El prestigio social del
profesional y los años de capacitación formal pueden convencer a las personas de que
acepten un punto de vista particular con demasiada facilidad. Cuando esto sucede, es una
seria amenaza para el proceso porque distrae la atención de los puntos de vista locales
que son fundamentales. La creación de un proceso co-generativo debe estar orientado al
cambio a través del trabajo colectivo, el análisis y el diseño de acciones basadas en la
investigación de los problemas y la implementación y evaluación de la acción de forma
liberadora por parte de los investigadores internos.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
101
En la investigación-acción participativa co-generativa hay una serie de procesos que no
pueden realizar los investigadores. Aunque para Greenwood y Levin (2007) cualquier
proceso o técnica son válidos en la investigación-acción participativa, afirman que existen
limitaciones. Los procesos, métodos o técnicas utilizados no pueden privar
deliberadamente a ningún grupo de apoyo o información que los afecta de manera
importante. No se permiten los procesos controlados con el único fin de promover las
ciencias sociales profesionales o de satisfacer la curiosidad de personas externas sin
beneficio para los dueños del problema. Si la divulgación de intereses y objetivos forma
parte de la estructuración de la arena, la acción también debe revelar sus intereses y
objetivos en la situación, pues todos los resultados son de copropiedad.
En definitiva, la investigación-acción participativa es un método formativo donde el
profesorado es el actor principal, su formación surgirá de comprender sus contextos e
ideas educativas de forma crítica a través de procesos investigadores, transformadores y
participativos de forma cíclica con el objetivo de transformar sus prácticas educativas y
sociales en pro de una mejora educativa y una mayor justicia social.
3.4. La formación permanente del profesorado y la innovación educativa
3.4.1. La innovación en educación
La literatura relacionada con la formación permanente no has hecho ver cómo parece que
el término “innovación” se repite en muchas investigaciones relacionadas con la temática.
El número de congresos, literatura y proyectos dedicados a la promoción de la innovación
en educación ha aumentado de manera exponencial en los últimos años (Sancho-Gil,
2018). Este aumento ha favorecido una diversidad de perspectivas desde las que se ha
comprendido la innovación educativa, en función de los contextos y los intereses de quien
lo ha definido (Cañal de León, 2005; Gros Salvat & Lara Navarra, 2009).
Así, podemos encontrar propuestas de innovación totalmente contrapuestas. Por un lado,
algunas definiciones surgen con un interés comercial y desde la industria, como la
propuesta por la OCDE (2005). Desde este posicionamiento se entiende la innovación
como:
La implementación de un producto nuevo o significativamente mejorado
(bien o servicio), o un proceso, un nuevo método de mercadeo o un nuevo
método de organización, prácticas de negocios, organización en el lugar
de trabajo o de las relaciones externas. (OCDE, 2005, p.46)
Por otra parte, encontramos posturas cercanas al ámbito educativo como la de Fernández-
Navas (2016), quien define la innovación desde el ámbito educativo como:
Un conjunto de cambios introducidos de forma sistemática en una práctica
educativa y coherentes con los conocimientos de las diferentes áreas del
saber en el campo educativo, así como con las finalidades que se expresan
y se comparten por los integrantes de la comunidad como concepto de
mejora. (p. 31)
Aunque, como analizamos en los siguientes apartados, esta segunda definición es sencilla
y deja muchos aspectos sin recoger, nos permite ver una amplia diferencia con la
definición orientada desde la industria. Mientras la primera va destinada al producto y
orientada hacia el beneficio particular externo; la segunda se centra más en los procesos
CAPÍTULO III: Aproximación teórica a los ejes de la investigación
102
de mejora para buscar un beneficio para los agentes internos. El problema surge cuando
la innovación para el ámbito educativo proviene desde la primera perspectiva y no de la
segunda.
El término innovación educativa está cada vez más influenciado por la perspectiva
industrial y de la empresa. Los centros escolares, principalmente los privados, viven una
actual necesidad de competitividad que les ha dirigido a entender la innovación como una
necesidad vital con la que posicionarse mejor respecto a los demás (Moschen, 2005). Esta
situación supone un peligro para una educación y formación permanente dedicada a la
promoción de valores en pro de la justicia social, como los que hemos defendido en el
capítulo anterior. La utilización de la innovación para satisfacer intereses económicos y
externos al profesorado y el alumnado desvirtúa su concepto y sus fines plenamente
educativos.
Por estas razones y, ante el creciente aumento de congresos, literatura y proyectos
educativos patrocinados por empresas y corporaciones privadas dedicadas a la difusión
de la innovación educativa, se nos hace necesario acotar el término y comprender su valor
fuera de intereses partidistas.
3.4.1.1. De la innovación educativa a la transformación educativa
La innovación educativa se puede comprender y definir desde múltiples puntos de vista.
Su carácter complejo le hace un concepto polisémico y, al igual que la mayoría de los
conceptos educativos, es difícil abarcarlo en una sola definición. Por ello, realizaremos
un repaso a algunas definiciones que nos den una visión global de la innovación educativa
en conjunto.
Marín Navarro (2017), define la innovación educativa centrándose en los procesos de
enseñanza-aprendizaje para mejorar la educación y el rendimiento del alumnado:
La innovación educativa, en el contexto de las enseñanzas previas a la
universitaria, podría entenderse como el proceso de cambios llevados a
cabo en el aula o en el centro que tienen como finalidad la mejora de la
calidad educativa (enseñar mejor) y del rendimiento académico del
alumnado (aprender más). El primer propósito de la innovación educativa
es introducir cambios en la praxis metodológica tradicional. (p.30)
En la línea de la búsqueda de cambio y mejoras, Cañal de León (2005) fundamenta la
innovación educativa como un proceso. La realización de cambios en la innovación
educativa no debe comprenderse únicamente como la realización de cambios, sino como
el mantenimiento de los cambios a lo largo del tiempo (Zabalza, 2004). Por tanto, desde
esta postura el autor define la innovación educativa como (Cañal de León, 2005):
Un conjunto de ideas, procesos y estrategias, más o menos sistematizados,
mediante las cuales se trata de introducir y provocar cambios en las
prácticas educativas vigentes […] Su propósito, como decíamos, es alterar
la realidad vigente, modificando concepciones y actitudes, alterando
métodos e intervenciones y mejorando o transformando, según los casos,
los procesos de enseñanza y aprendizaje. (pp. 11-12)
Ambas definiciones muestran una postura funcionalista. La innovación educativa
centrada únicamente en la búsqueda del cambio puede conllevar la perdida de una visión
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
103
global de la educación, olvidándose de factores importantes como los actores que deben
participar y cómo deben hacerlo.
Los cambios afectan al alumnado, al profesorado y a las instituciones, por esta razón
deben verse implicados en los procesos de mejora y cambio (Hannan y Silver, 2006;
Zabalza, 2007). Desde esta postura centrada en los actores Vogliotti y Macchiarola (2003)
definen la innovación educativa como:
Un cambio, en términos de representaciones conceptuales individuales y
colectivas y de prácticas. El cambio no es espontáneo ni casual, sino que
es intencional, deliberado e impulsado voluntariamente, comprometiendo
la acción consciente y pensada de los sujetos involucrados, tanto en su
gestación como en su implementación. (Vogliotti & Macchiarola, 2003,
p.3)
Para estos autores la innovación educativa no puede consistir solo en la implementación
de una práctica y esperar cambios. La innovación educativa debe ser comprendida desde
la participación activa de los docentes, el alumnado y las instituciones en la búsqueda de
cambios con los que mejorar sus procesos de enseñanza y aprendizaje. En esta misma
línea, Domingo (2013) expone:
Las experiencias innovadoras son imprescindibles y sólo tienen sentido y
recorrido si se orientan para hacer entre todos una escuela resilente, capaz
de mejorar los resultados de aprendizaje para todos y entre todos. Y, en un
marco de autonomía curricular, toman decisiones y asumen compromisos
entre todos soberanamente, en el seno de comunidades profesionales de
aprendizaje, donde sea común el trabajo en equipo, el liderazgo distribuido
y para el aprendizaje, así como cercanas y comprometidas acciones de
supervisión y asesoría. (p. 23)
A pesar de la autonomía que estos autores dan al profesorado en los procesos de
innovación, esto no es suficiente para mejorar las escuelas y las comunidades donde el
alumnado se desarrolla.
Los cambios asociados a la innovación educativa deben conllevar una transformación
mayor. La innovación educativa no debe estar solo vinculada únicamente al cambio de
prácticas, sino también a un cambio en el pensamiento docente (Martín-Pérez & Barba,
2016) y en la cultura existente en la escuela, donde debe penetrar para conseguir cambios
significativos (Darling-Hamond, 2001; Goodson, 2000; Margalef, & Arenas, 2006). Este
hecho conseguirá que la innovación educativa afecte a un mayor número de prácticas y
situaciones del aula y la escuela. Sin embargo, las posibilidades de cambio siguen siendo
limitadas.
Los cambios fuera de los procesos de enseñanza y aprendizaje no son tratados por la
innovación educativa. A pesar de la complementariedad entre las diferentes posturas
sobre innovación educativa, todas ellas muestran un carácter reducido de los posibles
cambios y mejoras. Son cambios que afectarán a los niveles “micro” (aula, escuela y
comunidad educativa), pero incapaces de afectar a los niveles “macro” (contextos
educativos y reformas educativas) (Cañal de León, 2005). Por esta razón, hay autores que
afirman que el término innovación docente ha sido superado por el de transformación
educativa (Álvarez-Álvarez, 2015b; Sancho-Gil, 2018).
CAPÍTULO III: Aproximación teórica a los ejes de la investigación
104
La transformación educativa supera las limitaciones de la innovación educativa. La
transformación educativa se entiende como un proceso destinado a la totalidad de la
comunidad educativa, donde todos los agentes juntos desarrollan procesos de mejora
educativa y social basados en la equidad. Desde este posicionamiento Álvarez-Álvarez
(2015b) destaca algunas de las características principales de un proceso de transformación
educativa:
La transformación implica un diálogo igualitario entre todas las personas
de la comunidad del centro, generando acciones solidarias que permitan
alcanzar los retos comunes acordados dialógicamente por todos y todas,
tratando de acabar con la exclusión educativa y social de estudiantes,
familias, centros y contextos. (p.286)
La transformación educativa debe ser un proceso dirigido a la transformación social. Para
ello, la transformación no se centra solo en el cambio, sino que requiere de un
comportamiento realmente intelectual por parte del profesorado (Chomsky, 2001;
Giroux, 1990). La transformación educativa debe ir en línea con la formación permanente
que exigíamos anteriormente y los cambios generados deben comprometer valores de
equidad, democracia y justicia social. El aprendizaje tiene una dimensión social (Aubert
Flecha, García, Flecha, & Racionero, 2008; Bruner, 1984; Vygotsky, 1995) y, como tal,
separar los procesos de la escuela destinados a su mejora de los de transformación social
llega a resultar incoherente.
Una forma de unir la innovación educativa con la transformación social en las escuelas
son los Proyectos de Innovación.
3.4.2. Los Proyectos de Innovación Educativa
Los Proyectos de Innovación Educativa son un método valioso de formación permanente
del profesorado (Tojar Hurtado & Matar Terrón, 2005). Los Proyectos de Innovación
Educativa “se basan en el trabajo autónomo de un grupo de profesionales que se reúnen
en torno a un proyecto diseñado por ellos mismos para elaborar propuestas innovadoras
basadas en la investigación y la experimentación rigurosa” (Gonzalo, Pumares, &
Sánchez, 2012, p.38). En esta misma línea Pérez Sancho, Martínez de la Muela y
Fernández Díaz (2014) exponen:
Los proyectos de innovación son el resultado tangible del trabajo reflexivo
que realiza el docente que, conociendo las necesidades y el contexto en el
que se encuentra, desea proponer o encontrar las mejores estrategias para
mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje. (p. 32)
Se trata de un espacio de trabajo colaborativo donde los docentes pueden colaborar con
compañeros para la mejora progresiva de sus procesos de enseñanza-aprendizaje. En este
sentido, los PIEs se asemejan a una forma de Grupo de Trabajo o Grupo de Investigación
(Gonzalo et al., 2012).
De forma más concreta, Durán Lorca (2009, p. 42-43) establece una serie de
características que deberían poseer los Proyectos de Innovación Educativa a raíz de la
investigación realizada por Salgado (2005. Citado en Durán Lorca, 2009). Estas
características son:
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
105
Partir de un proceso de reflexión y selección de los problemas pedagógicos
más importantes del establecimiento educativo, planteando alternativas
viables de solución.
Proponer estrategias y actividades concretas para atender las necesidades
y demandas pedagógicas más sentidas.
Estar orientado al mejoramiento de la calidad educativa y el desarrollo
docente.
Estar articulado al desarrollo institucional del centro educativo.
Movilizar a la comunidad externa al centro educativo, estableciendo redes
de trabajo cooperativo en relación con el objetivo del proyecto.
Los objetivos planteados deben ser claros y precisos, factibles de alcanzar,
medir y verificar su ocurrencia.
Coherencia entre los elementos internos del proyecto: problema
seleccionado, objetivos, actividades, indicadores de evaluación y
presupuesto.
El acompañamiento y la evaluación deben estar planteados desde el inicio
del proyecto y desarrollarse de manera permanente.
El proyecto debe ser sostenible en el tiempo una vez finalizado el
financiamiento y factible de ser institucionalizado.
Trabajo en equipo y compromiso de la comunidad educativa (directivos,
docentes, administrativos, alumnos, etc.), quienes deben participar en
todas las etapas del proyecto: planificación, ejecución y evaluación del
mismo.
Esta forma de organización y trabajo colaborativo ha sido muy utilizada en los últimos
años desde las Administraciones educativas y las universidades.
3.4.2.1. Los Proyectos de Innovación Educativa desde las Administraciones
educativas
En las actuales Leyes educativas ha surgido un interés por el fomento de la innovación en
las escuelas. La Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, modificada por la
Ley Orgánica 8/2013 de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa, en su
capítulo primero, establece como principios y fines de la educación “el fomento y la
promoción de la investigación, la experimentación y la innovación educativa” (p. 15).
Asimismo, respecto a la formación permanente, estas mismas leyes afirman en el artículo
102.3 que a las Administraciones educativas “les corresponde fomentar programas de
investigación e innovación” (p.64).
Una de las formas en las que las Administraciones educativas han acercado la innovación
solicitada por las Leyes de Educación a la formación de los docentes han sido los
Proyectos de Innovación Educativa. A través de convocatorias abiertas a los centros
escolares, las Administraciones educativas ofertan ayudas, como asesoramiento externo,
dinero o materiales, para la implantación de Proyectos de Innovación Educativa en las
CAPÍTULO III: Aproximación teórica a los ejes de la investigación
106
escuelas. Las ofertas son diferentes en función de la Comunidad Autónoma. En algunos
casos, las convocatorias permite al centro elegir la temática de innovación (véase por
ejemplo: RESOLUCIÓN 167/2018, de 17 de abril, del Director General de Educación,
por la que se regula la convocatoria de Proyectos de Innovación Educativa del Plan de
Formación Permanente del profesorado durante el curso 2018/2019, en la Comunidad
Foral de Navarra) o en otros casos el contenido del PIEs viene marcado por la propia
Administración (véase por ejemplo: ORDEN EDU/832/2015, de 2 de octubre, por la que
se regula el proyecto denominado "FORMapps" para la implantación de nuevas
metodologías de formación permanente del profesorado en su competencia digital, en
centros educativos sostenidos con fondos públicos de la Comunidad de Castilla y León).
Los centros educativos solicitan dichas ayudas y desarrollan los PIEs en función,
principalmente, de los intereses de los docentes o el equipo directivo (Marcelo, Mayor,
& Gallego, 2010), para emprender cambios o mejoras en las aulas y las escuelas.
Los PIEs son una forma de cambio y mejora de los centros, la enseñanza y el aprendizaje
(Marcelo, Mayor, & Gallego, 2010). A través del desarrollo de los proyectos de forma
colaborativa se produce una mejora en el centro y en los procesos de enseñanza-
aprendizaje. Sin embargo, sus capacidades transformadoras no suelen exceder de ahí. Las
necesidades urgentes con las que se desarrollan los PIEs centran su formación en la puesta
en práctica, obviando aspectos importantes de la formación permanente como los que
analizábamos en el capítulo anterior.
3.4.2.2. Los Proyectos de Innovación Docente desde las universidades
Los Proyectos de Innovación Docente desde las universidades son una forma de PIEs
destinados y organizados desde las instituciones universitarias (Durán Lorca, 2009). El
profesorado universitario, dedicado a las labores de docencia e investigación, tiene en los
Proyectos de Innovación Docente una forma de unir ambos factores. Sin embargo, a pesar
de estar centrados en la mejora de los procesos de enseñanza-aprendizaje en las
universidades, los Proyectos de Innovación Docente son una buena oportunidad para la
formación de otros niveles educativos.
Este tipo de Proyectos son una forma eficaz de unir la formación permanente en las
escuelas con la formación universitaria. Como nos han mostrado múltiples Proyectos de
Innovación Docente en los últimos años, aunque estén centrados en la mejora de la
educación universitaria, son una forma muy potente de co-formación entre la universidad
y la escuela (Barba-Martín, 2016; Barba-Martín et al., 2016; Barba-Martín, Sonlleva &
García, 2018; Bores García, González-Calvo, & García Monge, 2018a; Bores García,
González-Calvo, & García Monge, 2018b; Pascual-Arias, López-Pastor, & Hamodi,
2019; Santos-Fernández, Carramolino-Arranz, Barba-Martín, Pizarro-Sánchez,
Quintano-Nieto & Ortega-Gaite, 2013)
Los objetivos, contenidos y bases de la convocatoria de estos proyectos son diferentes en
función de la universidad. Las necesidades y contextos de cada institución cambian y se
adaptan a las necesidades de su alumnado y los intereses de investigación de su
profesorado. Por esta razón, centraremos la explicación de cómo funcionan
específicamente los Proyectos de Innovación Docente en la convocatoria de la
Universidad de Valladolid, donde se contextualiza nuestra investigación.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
107
Los Proyectos de Innovación Docente en la Universidad de Valladolid
Los Proyectos de Innovación Docente en la Universidad de Valladolid surgieron en el
curso académico 2011-2012. Estos proyectos se crean como una forma de seguir
ayudando al profesorado universitario en procesos de innovación tras la supresión de las
ayudas que las universidades recibían para su adaptación al Espacio Europeo de
Educación Superior.
En la Universidad de Valladolid, los Proyectos de Innovación Docente emergen con el
objetivo general de:
Estimular y apoyar iniciativas de innovación que permitan avanzar en el
nivel de madurez docente institucional como eje estratégico de nuestra
Universidad, con el fin último de mejorar la calidad docente en nuestra
institución y de promover la creación y consolidación de equipos de
profesionales colaborativos en la innovación docente (Convocatoria
Proyecto de Innovación Docente UVa, 2018-2019, p.1).
En cuanto a los objetivos específicos, la Universidad de Valladolid muestra, entre otros
aspectos, su capacidad para desarrollar proyectos basados en la colaboración internivelar
(Santos-Fernández et al., 2013). Así, destaca en su convocatoria, entre otros, los
siguientes objetivos específicos:
Flexibilizar el concepto de proyecto de innovación docente, en cuanto a la
integración de múltiples agentes implicados directa o indirectamente en la
docencia, en los equipos de innovación, en cuanto a la temporalización de
las intervenciones y finalmente, en cuanto a los ámbitos de actuación.
Impulsar acciones orientadas al desarrollo profesional docente (que
atiendan a la diversidad de realidades presentes en el PDI) y promover
procesos de innovación docente desarrollados por redes de colaboración
interdisciplinares e internacionales (Convocatoria Proyecto de Innovación
Docente UVa, 2018-2019, p.2).
Los Proyectos de Innovación Docente se solicitan a través de una convocatoria abierta
para el PDI de la universidad. A comienzos de cada curso académico, la Universidad de
Valladolid pública la convocatoria de Proyecto de Innovación Docente a desarrollar
durante ese mismo curso. Los requisitos que la convocatoria solicita son: la realización
de un documento donde el profesorado solicitante exponga una breve base científica que
apoye la realización del proyecto, objetivos, línea temática, líneas de actuación, acciones
a realizar, participantes y el apoyo económico y bibliográfico que se solicita.
Las líneas temáticas sobre las que realizar el Proyecto de Innovación Docente vienen
marcadas por la propia Universidad de Valladolid. Para guiar el desarrollo de la
innovación educativa por parte de su profesorado, la Universidad de Valladolid establece
en sus convocatorias unos temas de interés en torno a los que el profesorado puede realizar
su solicitud. Estas líneas temáticas son (Convocatoria Proyecto de Innovación Docente
Uva, 2013-2014, pp. 3-4):
Creación o consolidación de equipos de trabajo, redes colaborativas,
comunidades de aprendizaje, incluyendo la formación permanente de los
miembros del equipo
CAPÍTULO III: Aproximación teórica a los ejes de la investigación
108
Virtualización y Nuevas Tecnologías en la Educación
Docencia on-line
Internacionalización
Responsabilidad Social en el ámbito educativo
Elaboración de píldoras de conocimiento u otros objetos de aprendizaje
Nuevas tendencias educativas: gamificación, “flipped classroom”, BYOD
(“Bring Your Own Device”), MOOCs (“Massive Open Online Courses”),
etc
Tras la finalización del plazo, las solicitudes de los Proyecto de Innovación Docente son
evaluadas individualmente por la Sección de Formación Permanente e Innovación
Docente de la universidad. Los Proyectos de Innovación Docente reciben una puntuación
y calificación en función de los siguientes criterios (Convocatoria Proyecto de Innovación
Docente Uva, 2013-2014, pp. 11-12):
Coherencia (0-20 puntos.)
Pertinencia (0-20 puntos.)
Trayectoria (0-10 puntos.)
Relevancia (0-20 puntos.)
Carácter Innovador (0-30 puntos.)
Para poder ser aprobada la solicitud se requiere que al menos el proyecto haya alcanzado
el 50% de cada uno de los criterios, excepto en el de trayectoria.
En función de la puntuación obtenida, los Proyectos de Innovación Docente reciben una
calificación. Esta calificación puede ser, de mejor a peor, “Excelente”, “Destacado”,
“Apto” o “No Apto”. La calificación obtenida va a regular la dotación económica que
recibirá el Proyecto de Innovación Docente para su desarrollo durante el curso.
A partir de este momento los Proyectos de Innovación Docente se comienzan a
desarrollar, a través de una metodología concreta con la que conseguir cumplir sus
objetivos y líneas de actuación marcadas. Para conocer el desarrollo y valorar los
Proyecto de Innovación Docente, la Comisión de Formación e Innovación Docente pide
a los coordinadores entregar dos informes durante el curso.
El coordinador debe entregar un informe de seguimiento a mitad del desarrollo del
Proyecto de Innovación Docente y una memoria al finalizar. En ambos informes el
coordinador debe exponer ante la Comisión de Formación e Innovación Docente
evidencias con las que demostrar los resultados que avalen el cumplimiento de los
objetivos y las líneas de actuación. Las memorias finales son más elaboradas y contienen
una mayor información de los Proyectos de Innovación Docente al poder valorar la puesta
en marcha del proyecto durante todo el curso académico. Estas memorias, una vez
valoradas son publicadas en la plataforma de la Universidad de Valladolid (Cardeñoso
Payo & Corell Almuzara, 2015). La no presentación de alguno de los dos informes en
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
109
tiempo y forma supone la anulación de los apoyos otorgados al Proyecto de Innovación
Docente.
El caso de nuestro Proyecto de Innovación Docente
El estudio que presentamos en esta tesis doctoral se contextualiza en un Proyecto de
Innovación Docente solicitado por el profesor José Juan Barba Martín en el curso 2013-
2014. Ese curso académico fue el punto de partida del Proyecto de Innovación Docente
que aquí presentamos y que se desarrolló a lo largo de varios cursos académicos más.
José Juan, llegó a solicitar la continuación del Proyecto de Innovación Docente y lo
coordinó durante dos cursos más, hasta su fallecimiento en el año 2016. Aunque el
Proyecto de Innovación Docente luego continuó gracias al trabajo y dedicación de
compañeros que asumieron el legado de José Juan, en esta tesis doctoral analizamos los
tres cursos académicos en los que José Juan fue coordinador.
En líneas generales, la labor realizada por el coordinador durante este periodo, facilitó
que el número de participantes fuera en aumento desde el comienzo de la propuesta de
formación. El primer año el Proyecto de Innovación Docente contó con alrededor de
dieciocho participantes de tres centros educativos y la Facultad de Educación de Segovia.
El segundo año el número de maestras y centros educativos aumentó a, aproximadamente,
veinticinco participantes de siete centros educativos y de la Facultad de Educación de
Segovia. Este año el número de centros también aumentó debido al traslado de algunas
maestras de sus centros del primer año donde estaban con más participantes del Proyecto
de Innovación Docente a otros nuevos donde iniciaron el nuevo curso de forma
individual. Por último, el tercer año continuaron, prácticamente, todos los participantes y
se sumaron algunas compañeras más de los mismos centros educativos de participantes
de años anteriores, aumentando el número de participantes total. La tipología de estos
participantes se divide en: maestras, profesorado de la universidad (o investigadores) y
estudiantes de Magisterio.
Desde la primera solicitud José Juan centró la petición del Proyecto de Innovación
Docente en la línea temática relacionada con la creación y consolidación de equipos de
trabajo y redes colaborativas. El primer año, bajo el nombre “La Educación Inclusiva en
Educación Infantil: Transformación de la docencia universitaria y de la docencia en las
Escuelas de Infantil”, José Juan solicitó un Proyecto de Innovación Docente para tratar
de crear una red de trabajo colaborativo entre maestras de Educación Infantil, profesorado
de la universidad y alumnado en formación inicial. Así lo destacaba en uno de los
objetivos principales de la solicitud del Proyecto de Innovación Docente:
Establecer vínculos entre centros que desarrollan metodologías de
educación inclusiva y participativa con la Facultad de Educación de
Segovia, a través de la participación de maestros y maestras de centros
educativos, estudiantes de la Universidad de Valladolid y Profesorado de
la Universidad de Valladolid. (Solicitud Proyecto de Innovación Docente,
2013-2014, p.14)
El Proyecto de Innovación Docente fue cambiando de nombre y adaptando los objetivos
cada curso académico, pero siempre se centró en el trabajo colaborativo como la base
para conseguir un proceso de co-formación entre todos los participantes (Hargreaves &
Shirley, 2009). Así lo podemos comprobar en los objetivos del segundo y tercer curso:
CAPÍTULO III: Aproximación teórica a los ejes de la investigación
110
Establecer vínculos entre centros que desarrollan metodologías de
educación inclusiva y participativa con la Facultad de Educación de
Segovia, a través de la participación de maestros y maestras de centros
educativos, estudiantes de la Universidad de Valladolid y Profesorado de
la Universidad de Valladolid. (Solicitud Proyecto de Innovación Docente,
2014-2015, p.14)
Vincular la teoría educativa sobre educación inclusiva con su práctica real
en las escuelas creando un espacio de colaboración entre maestros y
maestras de centros educativos, estudiantes de la Universidad de
Valladolid y Profesorado de la Universidad de Valladolid. (Solicitud
Proyecto de Innovación Docente, 2015-2016, p.5)
Para José Juan la colaboración era uno de los pilares básicos de la formación docente
(Barba, 2008, 2011; Barba et al., 2014a; González-Calvo & Barba, 2014). Desde esta
línea, el coordinador compartía las ideas de autores como Freire, Habermas, Zeichner,
Giroux, Kincheloe o Hargreaves, entre otros, acerca de la necesidad del trabajo colectivo
en educación (Freire, 1992; Giroux, 1990; Habermas, 1999; Hargreaves & Shirley, 2009;
Kincheloe, 2012; Zeichner, 2010). A través de este posicionamiento José Juan buscó un
cambio en las prácticas y los contextos de los participantes del Proyecto de Innovación
Docente.
La transformación de las prácticas escolares y universitarias era otro objetivo
fundamental del Proyecto de Innovación Docente solicitado por José Juan. En un
Proyecto de Innovación Docente el principal objetivo debe ser el cambio y la mejora de
los procesos de enseñanza-aprendizaje (Sein-Echaluce, Fidalgo-Blanco & Alves, 2017).
José Juan nos muestra esta finalidad en algunos de los objetivos en la primera
convocatoria:
Diseñar unidades didácticas basadas en estrategias didácticas que
fomenten la interacción social en las aulas de segundo ciclo de Educación
Infantil.
Implementar las unidades didácticas diseñadas analizando las
transformaciones producidas. (Solicitud Proyecto de Innovación Docente,
2013-2014, p.14)
Estos objetivos muestran la finalidad de cambio con la que el coordinador solicita el
Proyecto de Innovación Docente ya en su primer año. Este primer curso, José Juan
muestra unas intenciones de cambio a través de puesta en práctica de unidades didácticas.
Sin embargo, en años posteriores José Juan, ya en consenso con los participantes, guía la
solicitud del proyecto a una transformación más profunda y prolongada de los procesos
de enseñanza-aprendizaje de los participantes.
A medida que fueron pasando los cursos académicos, José Juan fue dirigiendo cada vez
más los procesos de cambio y transformación desde la puesta en práctica de unidades
didácticas a procesos de transformación más estables en la docencia de los participantes.
El coordinador, cambia y pone en el centro de los objetivos los procesos de reflexión y
análisis colectivos sobre la propia práctica como la forma de conseguir una
transformación profunda de la docencia de los participantes (Carr & Kemmis, 1988;
Greenwood, 2000; Kemmis & McTaggart, 1988; Stenhouse, 1987; Tabachnick &
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
111
Zeichner, 1991; Zeichner & Liston, 1996). Así, lo podemos comprobar en algunos de los
objetivos de las solicitudes del segundo y tercer año del Proyecto de Innovación Docente:
Desarrollar estrategias de investigación-acción participativa entre los
miembros del Grupo de Innovación Docente que consigan la
transformación de la docencia en las aulas universitarias y escolares,
innovando en las líneas de la educación inclusiva y la participación de la
comunidad educativa. (Solicitud Proyecto de Innovación Docente, 2014-
2015, p.14)
Desarrollar estrategias de investigación-acción participativa entre los
miembros del grupo que consigan la transformación de la docencia en las
aulas universitarias y escolares, implicando una transformación de la
docencia en los colegios y de la enseñanza y aprendizajes en las aulas de
la Universidad de Valladolid. (Solicitud Proyecto de Innovación Docente,
2015-2016, p.5)
Todos los procesos de transformación del Proyecto de Innovación Docente iban dirigidos
al desarrollo de actitudes inclusivas en las aulas y escuelas. Siguiendo las ideas de Apple,
Ainscow o Zeichner (Ainscow, 2001; Ainscow, Booth, & Dyson, 2006; Apple & Beane,
2001; Zeichner, 2010), para José Juan era fundamental que la educación avanzase en el
cambio y la transformación de las prácticas escolares por otras más inclusivas, equitativas
y en línea con la justicia social (Barba, 2009; Barba & Rodríguez-Hoyos, 2012; Martínez
Scott, Gea Fernández, & Barba, 2012; Santos-Fernández et al, 2013). En las solicitudes
de todos los años aparece siempre reflejado el desarrollo de la formación para fomentar
la educación inclusiva tanto en los objetivos que hemos expuesto anteriormente, como en
los títulos del Proyecto de Innovación Docente.
La metodología de desarrollo de nuestro Proyecto de Innovación Docente fue la
investigación-acción participativa (Carr & Kemmis, 1988; Greenwood & Lewin, 2007;
Kemmis & McTaggart, 1988). A través de procesos de planificación-acción-observación-
reflexión los participantes del Proyecto de Innovación Docente trabajaban en la puesta en
práctica de propuestas inclusivas con las que transformar sus aulas y escuelas.
Los procesos de reflexión y planificación del Proyecto de Innovación Docente se
realizaban entre todos los participantes a través de reuniones mensuales. Todos los
participantes del Proyecto de Innovación Docente nos reuníamos una vez al mes, desde
el comienzo del curso en septiembre hasta su finalización en junio. Exceptuando el primer
año que el Proyecto de Innovación Docente comienza en el mes de noviembre y el último
año que, entre noviembre y febrero, el Proyecto de Innovación Docente se detiene por el
fallecimiento de José Juan.
La mayoría de estas reuniones se realizaron en las aulas de la Facultad de Educación de
Segovia durante los tres cursos, a excepción de dos reuniones. Durante el primer año hubo
dos reuniones que se desarrollaron en espacios diferentes a petición de los participantes,
una en uno de los colegios de la provincia de Segovia con un mayor número de
participantes en el Proyecto de Innovación Docente y otro en un colegio de Ávila, ante el
gran número de profesorado participante de esta localidad. Las fechas de las reuniones se
acordaban al finalizar el encuentro previo y José Juan era el encargado de proveer el
espacio para ese día y realizar un recordatorio por email a todos los participantes.
CAPÍTULO III: Aproximación teórica a los ejes de la investigación
112
En las reuniones, los participantes reflexionaban en torno a las acciones ocurridas en las
aulas y escuelas y buscaban nuevos planes de acción. Como analizamos de manera
detallada en el capítulo de análisis de datos, todos los participantes asistían a estos
encuentros para compartir sus reflexiones y buscar solución a sus problemáticas a través
de la experiencia de los demás participantes (Barba-Martín, 2014a; Barba-Martín et al.,
2016). Con las nuevas propuestas volvían a sus aulas para implementarlas durante un
mes, hasta la siguiente reunión.
Los procesos de acción y observación eran llevados a cabo en las aulas y centros escolares
principalmente por las maestras y, a veces, con el apoyo de otros docentes participantes
del Proyecto de Innovación Docente o investigadores. Las maestras tenían el compromiso
de poner en práctica las acciones consensuadas con el grupo y recoger datos de su
desarrollo. A veces, los investigadores visitaban las aulas de las maestras entre reuniones
para ayudarles en lo que necesitasen y añadir otro punto de vista a las reflexiones
originadas de la práctica. Su papel era el de apoyo a las maestras (Greenwood, 2000;
Greenwood & Lewin, 2007). Todo este proceso lo analizaremos de forma más detallada
en el capítulo de análisis de datos.
A veces, se realizaban jornadas de formación o jornadas internas del Proyecto de
Innovación Docente a petición de los participantes. Cuando estos requerían de una
formación teórica previa a la puesta en práctica, solicitaban a José Juan la realización de
jornadas donde expertos teóricos en el contenido elegido les guiasen. José Juan era el
encargado de ponerse en contacto con los ponentes elegidos por el grupo y buscar el
espacio donde poder desarrollar las jornadas. Otras veces, estas jornadas eran internas del
grupo y eran los propios participantes quienes, de manera más extensa que en las
reuniones, exponían algún aspecto característico de su práctica o los investigadores
compartíamos los resultados tomados hasta ese momento (Barba-Martín, 2014b).
Cuando el curso académico finalizaba se hacía una valoración general que servía para el
desarrollo del año siguiente. Desde el comienzo del Proyecto de Innovación Docente se
procuró que todas las decisiones se tomasen de forma consensuada entre todos los
participantes. Por ello, al finalizar cada curso se realizaba una valoración general de cómo
se había desarrollado el Proyecto de Innovación Docente, sus problemáticas y puntos
fuertes. Además, se consensuaba cuáles eran los propósitos de los participantes para el
año siguiente. Con toda esta información José Juan realizaba las memorias finales que le
exigía la Universidad de Valladolid (Cardeñoso Payo & Corell Almuzara, 2015) y dirigía
la petición de solicitud del Proyecto de Innovación Docente para el año siguiente. José
Juan entendía que solo desde este posicionamiento no directivo se podía conseguir el
desarrollo de un proyecto co-formativo basado en la innovación y la transformación
(Domingo, 2013).
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
113
CAPÍTULO IV: METODOLOGÍA
En este capítulo expondremos las cuestiones metodológicas que han guiado nuestra
investigación. Este apartado de la tesis tratará de aproximar al lector a las principales
decisiones tomadas en torno al diseño de la investigación, la utilización de técnicas e
instrumentos, el análisis de los datos y los principios éticos seguidos. A través de este
recorrido trataremos de mostrar cuáles fueron las decisiones tomadas a lo largo del
proceso investigador, cómo estas se relacionan con la teoría existente y con nuestro
posicionamiento en el estudio.
El capítulo metodológico comenzará por una aproximación teórica a nuestro diseño de
investigación. Mostraremos los objetivos y las preguntas de investigación y cómo estas
se relacionan con el diseño metodológico elegido. En esta parte del capítulo también nos
adentraremos en las principales teorías sobre nuestra metodología y realizaremos un
recorrido por todas ellas a medida que exponemos cómo nuestro diseño va encajando y
centrándose hasta alcanzar la investigación-acción participativa crítica.
La segunda parte de este capítulo tratará de presentar una reconstrucción sobre cómo fue
realizada la recogida de datos. En este apartado analizaremos cómo se realizó la recogida
de datos durante el proceso de investigación, cuáles fueron las técnicas e instrumentos
utilizados, así como las situaciones o circunstancias que nos guiaron a su utilización. Tras
este apartado expondremos cómo se realizó el análisis de datos, tratando de mostrar las
principales decisiones que se tomaron para realizarlo, cómo surgieron las categorías,
subcategorías y líneas temáticas que lo guiaron y cómo este análisis se refleja en el
informe de investigación. Por último, expondremos los principios éticos seguidos durante
toda la investigación.
4.1. Introducción
Como avanzamos en el Capítulo I, la investigación de esta tesis doctoral tiene su punto
de partida en el Trabajo Fin de Máster que realizamos en el curso 2013/2014, año de
creación del PID-FPEIAP (Barba-Martín, 2014a). Dicho trabajo nos permitió conocer en
mayor profundidad conceptos como la formación permanente del profesorado, la
investigación-acción o la reflexión docente y, sobre todo, nos ayudó a comprender las
posibilidades del PID-FPEIAP en la formación de las maestras.
En aquél trabajo expusimos un primer boceto de la formación de las maestras
participantes en el PID-FPEIAP. Debido a las acotaciones de tiempo y de espacio en un
Trabajo Fin de Máster, tuvimos que tomar como muestra únicamente a las maestras de
uno de los colegios. Esta situación nos dejó un deseo de continuar y ampliar nuestra
investigación, como reflejamos en las líneas de investigación futuras que extrajimos del
Trabajo Fin de Máster:
Hubiese sido interesante poder analizar a los docentes en formación
continua de los tres colegios que pertenecían al PID-FPEIAP [...] Respecto
al futuro de esta línea de trabajo, me gustaría que fuera la línea de
investigación de mi Tesis Doctoral. Después de los cambios analizados
hasta el momento y con las expectativas de que irán en aumento hasta
llegar a transformar el contexto, entiendo que hacer un análisis desde el
principio acerca de la transformación que ha sufrido un colegio a través de
CAPÍTULO IV: Metodología
114
la investigación-acción es una investigación interesante para la comunidad
científica. (Barba-Martín, 2014a, p.123)
El Proyecto siguió creciendo en los años siguientes y, con ello, nuestros deseos de
continuar investigándolo. Si bien, este crecimiento nos otorgó la posibilidad de acceder a
una mayor cantidad de experiencias, también nos dificultó el diseño de la investigación.
Para nosotros era importante poder captar las vivencias, experiencias y opiniones de las
maestras, a la vez que nuestra investigación apoyase al Proyecto y a la formación de las
propias docentes.
4.2. El diseño de la investigación
Para el diseño de la investigación fueron muy importantes los continuos debates con los
directores de la tesis doctoral, así como con el coordinador del PID-FPEIAP y con otros
investigadores. De estas reflexiones nos surgieron dos posibilidades de realización: (a) un
estudio de caso o (b) una investigación-acción participativa.
Al comienzo del estudio, pensamos en un diseño de investigación desde un
posicionamiento empírico. La idea principal con la que iniciamos el planteamiento de esta
tesis doctoral era analizar el fenómeno del PID-FPEIAP desde dentro, a la vez que
utilizaríamos distintas fuentes que nos posibilitaran ampliar y verificar los datos. Esta
idea encajaba a la perfección con el diseño metodológico de un estudio de caso (Stake,
1995). Este método nos permitía, entre otras muchas cosas (Yin, 2009): (a) responder a
las preguntas "cómo" o "por qué"; (b) realizar un estudio cuando el investigador tiene
poca o ninguna posibilidad de controlar los eventos; (c) conocer en profundidad el PID-
FPEIAP como fenómeno contemporáneo en un contexto de la vida real; (d) comprender
la dimensión del PID-FPEIAP en las maestras y en los contextos, realizando un estudio
de casos múltiples; y (e) poder hacer la investigación como participantes del Proyecto.
Por tanto, parecía el método idóneo en el que centrar el diseño de investigación de la tesis.
Sin embargo, para nosotros era importante que la investigación fuese transformadora de
la realidad y esta no es una finalidad del estudio de caso, aunque puede conseguirlo.
Tras amplios debates, fue el coordinador del PID-FPEIAP quien nos mostró otra
posibilidad: hacer una investigación-acción participativa (Greenwood & Levin, 2007).
Desarrollar una investigación-acción participativa posibilitaba realizar todo lo que nos
permitía el estudio de caso y se le sumaba la finalidad de buscar una transformación de la
realidad. Sin embargo, desde este enfoque el diseño metodológico era totalmente
diferente. La finalidad de que la tesis doctoral estuviese ligada a los procesos de
transformación se debía tener en cuenta durante todo el desarrollo, desde el planteamiento
de los objetivos, hasta la recolección y análisis de los datos.
Así, una vez tomada la decisión del enfoque que daríamos a la tesis doctoral, pudimos
plantear los objetivos y las preguntas de la investigación. Ambos se modificaron a lo largo
del proceso para adaptarse a las necesidades e inquietudes de las maestras. Finalmente, el
principal objetivo de nuestro estudio es:
Evaluar el modelo de investigación-acción participativa en un Proyecto de
Innovación Docente de la Universidad de Valladolid, vinculado con la
inclusión, desde la perspectiva de las maestras participantes.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
115
El cumplimiento del objetivo principal tratará de mostrar un análisis amplio del PID-
FPEIAP desde la perspectiva del subgrupo de maestras en ejercicio, que se verá reflejado
de forma más concreta en los siguientes objetivos específicos:
a) Valorar los aspectos que fueron clave en el proceso de formación de las
maestras participantes en el PID-FPEIAP durante los tres primeros años
del Proyecto.
b) Analizar las sinergias y discordancias destacadas por las maestras entre el
PID-FPEIAP y los modelos de formación vividos por ellas anteriormente.
c) Estudiar los procesos de transformación producidos en las maestras como
resultado de su participación en el PID-FPEIAP, así como el grado en el
que afectaron a su alumnado, a sus prácticas y a sus contextos.
d) Realizar un análisis de las características del PID-FPEIAP más destacadas
por las maestras y de las tensiones vividas durante los tres años de duración
del Proyecto.
De acuerdo con estos objetivos, la pregunta que guio esta investigación fue:
¿Qué ha aportado el modelo de investigación-acción participativa a la
formación de las maestras participantes en el PID-FPEIAP?
Esta pregunta general la concretamos en otras cuestiones:
¿A qué aspectos se prestó especial atención durante el proceso de
formación de las maestras en el PID-FPEIAP? ¿Cuáles son las principales
características que las maestras destacan en una formación docente y cómo
fue su cumplimiento en el PID-FPEIAP en relación con otras formaciones?
¿Cómo han sido los procesos de transformación intrínsecos de las
maestras, surgidos a raíz de su participación en el PID-FPEIAP? ¿Cuáles
han sido las transformaciones en las aulas y en los contextos de las
maestras? ¿Cuáles fueron las características del PID-FPEIAP más
destacadas por las maestras y las principales tensiones vividas por ellas?
El planteamiento del análisis del fenómeno a través de este diseño de investigación nos
llevó a definir esta investigación como: (a) cualitativa; (b) socio-crítica y ;(c) mediante
un método de investigación-acción participativa. En los siguientes apartados
profundizaremos en las bases científicas en los que se apoya esta elección en nuestra
investigación.
4.2.1. Investigación cualitativa
La investigación cualitativa es una actividad situada, que ubica al
observador en el mundo. Consiste en una serie de prácticas materiales e
interpretativas que hacen visible el mundo y lo transforman, lo convierten
en una serie de representaciones que incluyen las notas de campo, las
entrevistas, las conversaciones, las fotografías, las grabaciones y las notas
para el investigador. En este nivel, la investigación cualitativa implica un
enfoque interpretativo y naturalista del mundo, lo cual significa que los
investigadores cualitativos estudian las cosas en sus escenarios naturales,
CAPÍTULO IV: Metodología
116
tratando de entender o interpretar los fenómenos en función de los
significados que las personas les dan. (Denzin & Lincoln, 2012, pp. 48-49)
El objetivo principal con el que planteamos esta tesis encarnaba un deseo de los
investigadores por conocer y comprender en profundidad el proceso de formación del
PID-FPEIAP en las maestras y sus contextos educativos a través de sus voces. El proceso
formativo estaba sucediendo desde la práctica en las escuelas, por ello, tomar posturas
positivistas que separasen la práctica de la investigación era un proceso ilógico. Nosotros
pretendíamos explorar junto a las maestras sus experiencias, opiniones y formas de
interpretar los múltiples y particulares contextos naturales en los que el PID-FPEIAP se
desarrollaba. En definitiva, nuestro deseo era poder satisfacer nuestra curiosidad del
mundo, en este caso en torno al PID-FPEIAP, comprendiéndolo, narrándolo,
interpretándolo y construyéndolo desde las relaciones humanas con los participantes
(Corbin & Strauss, 2008). Para conseguirlo, era necesaria una metodología capaz de
abarcar y adaptarse a una diversidad de contextos, participantes y experiencias, sin
hacerles perder su identidad individual. Así, nuestro diseño de investigación se dirigió
hacia una investigación cualitativa, al ser esta una investigación dirigida a la comprensión
e interpretación de las personas y los fenómenos dentro de su propio marco de referencia
(Taylor & Bogdan, 1986). A continuación, avanzaremos en la conceptualización de la
investigación cualitativa y su relación con nuestra investigación, desde las principales
características que definen a esta metodología.
Las características de la investigación cualitativa nos muestran una amplia variedad de
posicionamientos y múltiples acepciones a lo largo de los años, en función de las
tradiciones, las perspectivas o los métodos (Sandín-Esteban, 2003). Nosotros nos hemos
querido basar en la recopilación de las principales características recogidas por el
coordinador del PID-FPEIAP, José J. Barba (Barba, 2013). La forma en la que este autor
presenta las características de la investigación cualitativa permite comprender los
principales factores a tener en cuenta durante la realización de una investigación desde
esta metodología. En nuestro caso, nos ayuda a mostrarlas a través de nuestra elección de
realizar el estudio como investigación-acción participativa desde una perspectiva socio-
crítica.
En la tabla 4.1 mostramos las principales características que este autor destaca, a qué
hacen referencia y cómo están presentes en esta tesis doctoral.
Tabla 4.1
Características de la investigación cualitativa de nuestra investigación Características de la
investigación cualitativa
Definición de la característica En nuestra investigación
El problema a investigar
proviene de la realidad, no de
las limitaciones del marco
teórico
El qué investigar surge de la
necesidad de entender alguna
situación real o de la necesidad
de algún grupo de transformar
su realidad.
Nuestra investigación surgió al
tratar de comprender las
necesidades de transformación
de las participantes.
La búsqueda bibliográfica no
tiene por qué anteceder a la
práctica de estudio
Si el problema se encuentra
presente en la realidad, lo
importante es entenderlo o solucionarlo. Así, la búsqueda
bibliográfica se realiza en la
medida en que ayuda a
comprender la situación y a
enlazarla con estudios similares.
La búsqueda bibliográfica se
realizó a medida que surgían las
acciones en el contexto, como una forma de poder
comprenderlas mejor y hacer así
consciente a las participantes de
estudios similares.
Continua
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
117
Tabla 4.1
Características de la investigación cualitativa de nuestra investigación (continuación) Características de la
investigación cualitativa
Definición de la característica En nuestra investigación
Se pretende comprender o
transformar la realidad
La investigación cualitativa no
tiene la finalidad de encontrar una ley universal, sino una
respuesta a un hecho concreto
(Flick, 2004).
La tesis doctoral se marcó como
objetivo la comprensión del PID-FPEIAP desde la voz de las
de las participantes.
La selección muestral se realiza
por el interés del caso a estudiar
La selección muestral ha de
realizarse en función del interés
de la situación o de las personas
y no su representatividad
estadística. Esto se denomina
«muestra intencional» (Goetz &
LeCompte, 1988).
Para algunos instrumentos de
recolección de datos se realizó
una selección muestral
intencionada, ante la
imposibilidad de abarcar a todas
las participantes cuando el
Proyecto aumentó.
Enunciar el problema a partir de
preguntas que hay que
responder
Lo habitual es plantear
preguntas u objetivos que nos
den una información densa que
nos permita comprender e
interpretar (Flick, 2004). Estas
preguntas no son definitivas.
Al inicio del capítulo
mostramos la pregunta genérica
que nos hicimos previo al
estudio. Las preguntas
específicas se fueron creando a
medida que avanzó la
investigación.
Las personas con las que se
investiga son participantes, no
sujetos
Se investiga con la colaboración
de sus protagonistas, las
personas que viven en ese
contexto son participantes y han de tener un rol importante en la
investigación.
Durante el proceso se ha
entregado a los participantes los
datos que se iban recogiendo
para validarlos y tratar de contribuir a los procesos de
transformación de las realidades
mediante la co-creación de
conocimiento.
La planificación de la
investigación se realiza en fases
y se modifica según los avances
de la investigación
La planificación se modifica en
función de los avances ya que
como el contexto y los
participantes son realidades
vivas.
La planificación de la
investigación fue realizándose a
medida que avanzó el PID-
FPEIAP. Las circunstancias y
necesidades decidieron aspectos
como cuándo realizar la toma de datos o cuando finalizarla.
La ética se basa en la toma de
decisiones
Se basa en dos pilares: (a)
sociales, los propios de los
estándares en el campo de la
investigación cualitativa y; (b)
personales, los valores que
demuestra el investigador en la
práctica (Angrosino, 2012). La
ética debe estar al servicio de
los grupos investigados (Denzin
& Lincoln, 2012).
La ética ha sido un aspecto muy
cuidado durante todo el proceso.
Se ha dialogado y compartido
con las participantes todo lo
referente a este aspecto para
tratar de crear una ética
negociada que complementase a
la del investigador y la propia
de la investigación cualitativa.
Continua
CAPÍTULO IV: Metodología
118
Tabla 4.1
Características de la investigación cualitativa de nuestra investigación (continuación) Características de la
investigación cualitativa
Definición de la característica En nuestra investigación
El rigor se basa en la
triangulación o en la cristalización
La triangulación consiste en la
utilización de múltiples técnicas como: utilizar múltiples
instrumentos, prolongar el
trabajo en el campo, validar los
informes con los participantes,
dejar revisar los documentos a
expertos, establecer pautas de
revisión... (Guba, 1983). Otros
autores proponen la
cristalización, en la que el rigor
lo aporta el investigador
mostrando la realidad de forma parcial, compleja y dependiente
(Richardson, 1997).
Como se expone más adelante
en este capítulo, se cumplieron varios aspectos que Guba
destaca en la triangulación
como: la utilización de varios
instrumentos, el trabajo
prolongado en el campo o la
validación de los datos por los
participantes. Además, a lo
largo de la metodología y el
análisis hemos tratado de
mostrar la complejidad de la
realidad.
La investigación es válida si
transforma el entorno
Elliott (1986, 1990) considera
que la validez se debe aportar de
dos formas: a través de la
validez interna, cuando se
transforma el contexto
investigado, y mediante la
validez externa, referente a que
algunas de las conclusiones
pueden servir para contenidos similares.
Ambos aspectos destacados por
Elliott han sido expuestos en las
conclusiones del estudio.
Fuente: Adaptada de Barba (2013)
4.2.2. Perspectiva crítica de la investigación
En este apartado expondremos las creencias y visiones que guiaron todo nuestro proceso
de investigación, desde la creación de objetivos, pasando por la elección de métodos,
hasta la redacción final de este informe. Aunque esta definición concuerda, en gran
medida, con la que Guba y Lincoln (1994) dan de “paradigma”, hemos preferido evitar
dicho término para describir esta sección. La controversia y críticas que se crearon
durante años (y aún continúan) respecto al término (Sandín-Esteban, 2003), podrían llegar
a limitar nuestra exposición acerca de la multitud de decisiones que se tomaron en esta
tesis doctoral desde una perspectiva socio-crítica.
Hansen (1993) señala que la perspectiva crítica en investigación debe buscar
uniformemente la consecución de tres aspectos: (a) comprensión o entendimiento,
mediante una descripción de la realidad social y las fuerzas de poder que actúan en esa
realidad; (b) crítica, enfocada en examinar la legitimidad de las relaciones y las
actividades con las fuerzas de poder en una organización; y (c) educación, destinada a
desarrollar una autoformación a través de la capacidad de los participantes para
organizarse y tomar decisiones en pro de su libertad.
Una de las finalidades de esta investigación es comprender el proceso formativo vivido
por las maestras en el PID-FPEIAP a través sus voces. Para ello, hemos tratado de
construirlo y darle respuesta desde la interacción continua y simultánea con las maestras
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
119
durante todo el proceso (López Sánchez, 2016). De esta forma, la tesis doctoral realiza
una descripción detallada de los ideales que guían al PID-FPEIAP, las metodologías
utilizadas en él y los comportamientos de investigadores y participantes. También hemos
tratado de mostrar la evolución de las maestras en el proceso formativo vivido en el PID-
FPEIAP: sus inicios, sus decisiones, sus opiniones o su grado de participación. En esta
línea, también hemos mostrado las consecuencias derivadas de su participación en el PID-
FPEIAP, cómo fue el proceso de puesta en práctica, cómo se transformó la realidad, las
problemáticas que surgieron, las luchas contra fuerzas de poder y cómo se abordaron.
Además, para recoger una comprensión profunda del proceso se han expuesto las
tensiones encontradas durante la formación que afectaron a las maestras y sus realidades.
Aunque este proceso de descripción ya denota un intento de los investigadores por otorgar
a la investigación un carácter crítico, la exposición detallada del proceso y el trabajo con
los participantes también son aspectos propios de una perspectiva interpretativa (Guba &
Lincoln, 1994; Vallés, 1997).
La perspectiva socio-crítica en el proceso de investigación es necesaria para contribuir a
la justicia y el cambio social (Kellner, 1990). El enfoque socio-crítico no acepta que la
explicación interpretativa finalice con la simple exposición de los resultados (Sandín-
Esteban, 2003), ya que se trata de una forma reduccionista de clarificar las intenciones y
significados de los actos sociales (Carr & Kemmis, 1988). Así, una perspectiva socio-
crítica en el proceso de investigación no sólo se tiene que preocupar narrar con detalle lo
acontecido, sino que debe ser un primer paso hacia formas de acción política que corrijan
las injusticias detectadas (Kincheloe & McLaren, 2005). En esta tesis doctoral hemos
analizado y criticado las relaciones de poder experimentadas por las participantes durante
su proceso formativo. A través de una comprensión profunda de los fenómenos desde la
perspectiva de las maestras hemos tratado de conocer cómo se produjeron dichas
presiones y exponer cómo a través de esta investigación se buscó apoyar a las maestras
en estos momentos.
En cuanto al aspecto de educación que señalaba Hansen (1993), esta tesis doctoral ha
buscado participar en el proceso de autoformación de las maestras. La utilización de la
metodología del PID-FPEIAP a través de investigación-acción participativa tenía como
una de sus finalidades conseguir dotar de autonomía emancipadora a los participantes
(Greenwood & Levin, 2007; Stringer, 2007). De esta forma se buscaba que las maestras
fueran capaces de adquirir una liberación frente a posibles presiones, haciéndolas frente
a través de la reflexión y la acción (Freire 1968/2007). Esta tesis doctoral ha tratado de
apoyar también este proceso, mediante la continua devolución de los datos en reuniones,
conversaciones informales o jornadas, hemos tratado de hacer más consciente al
profesorado de su proceso de formación, las presiones contra las que ha tenido que luchar,
las injusticias que se ha encontrado y cómo el PID-FPEIAP les ha ayudado en alguno de
esos momentos. Además, en este proceso, hemos hecho llegar a las participantes algunos
trabajos derivados de esta tesis doctoral, como comunicaciones a congresos o artículos
científicos, con la idea de poder mostrarles una relación de sus experiencias con la teoría
científica. De esta forma hemos tratado de apoyar su proceso formativo desde otra
perspectiva, tratando así de ayudarles a poder rebatir las presiones que en ciertos
momentos sufrieron en sus contextos.
Como observamos, la utilización de una perspectiva debe acompañar a todo el proceso
investigador y no se puede reducir únicamente a la realización del informe final (Guba &
Lincoln, 1994). Para ello, es muy importante la posición que toma el investigador durante
el desarrollo.
CAPÍTULO IV: Metodología
120
En la investigación cualitativa socio-crítica, una postura común de los investigadores es
la de erigirse como bricoleurs (Denzin & Lincoln, 2012). Este término se usa para
remarcar la posición activa del investigador, quien construye activamente los métodos de
investigación a partir de las herramientas que posee (o crea, si hace falta), en lugar de
asumir pasivamente un modelo. En la investigación cualitativa los investigadores son
considerados como profesionales que ensamblan y utilizan toda clase de métodos,
materiales o estrategias que se encuentren disponibles (Becker, 1998). El término
bricoleur describe a un personal de mantenimiento que hace uso de las herramientas
disponibles para completar una tarea (Kincheloe, 2001). Se trata de una persona que
utiliza todo aquello que está a su alcance, que inventará o rearmará herramientas y
técnicas, para hacer frente a los obstáculos que se le irán presentando a lo largo de su
tarea (González Gil, 2009). El bricoleur comprende la complejidad y heterogeneidad de
la experiencia humana y entiende que cualquier objeto de investigación es inseparable de
su contexto, su lenguaje y su experiencia (Kincheloe, 2001), lo que requiere una
conciencia del investigador de sí mismo y del contexto. De esta forma, se entiende el
proceso de investigación cualitativo como un bricolaje o construcción del investigador
con sus propias manos, adaptándose a las circunstancias y alejándose de esquemas
cerrados aplicables universalmente (Kincheloe, McLaren, Steinberg, & Monzó, 2017).
Un proceso que se irá construyendo, cambiará y tomará nuevas formas a medida que el
bricoleur tome decisiones (Weinstein & Weinstein, 1991). Esta perspectiva de la
investigación cualitativa y el investigador fue la que nos permitió adaptarnos a los
múltiples contextos en los que se produjo la acción en nuestro trabajo. Como
expondremos más adelante, los métodos, instrumentos o técnicas utilizadas se adaptaron
a las circunstancias del PID-FPEIAP y a las maestras, tales como la ampliación en el
número de participantes, la multitud de contextos y experiencias o el lenguaje.
Dentro de las diferentes posturas que existen de bricoleurs (Denzin & Lincoln, 2012), ya
hemos avanzado que en nuestra investigación optamos por una posición socio-crítica.
Autores como Kincheloe y McLaren (2005) señalan que los investigadores críticos
formulan sus trabajos como una forma de acción que trate de corregir las injusticias. Así,
si nuestro trabajo como bricoleurs no se hubiese realizado desde una perspectiva socio-
crítica, podríamos haber estado ante la posibilidad de no conseguir luchar contra las
injusticias (McLaren, 2001). El bricoleur, desde una perspectiva crítica, es capaz de
negociar una serie de técnicas de recolección de datos y una variedad de constructos
teóricos interpretativos (Steinberg, & Kincheloe, 2011), que le permitan alejarse de la
búsqueda de la objetividad y le acerquen a la comprensión de las fuerzas de dominación
de los individuos para contribuir a la transformación social (Kincheloe et al., 2017). En
esta tesis doctoral se han utilizado múltiples técnicas, instrumentos y métodos. Esta
variedad siempre se ha guiado por una finalidad transformadora que nos permitiese
apoyar a las maestras durante su formación. Más adelante se justifica esta situación de
forma extensa, para que se pueda comprender el cómo y el porqué de dichas elecciones
en cada momento.
4.2.3. Método de investigación cualitativa utilizado en la investigación
Como afirmábamos al principio de este capítulo, la elección de un método no fue sencilla.
Las múltiples posibilidades que nos ofrecían los contextos nos permitían guiarnos por
diferentes métodos cualitativos. Además, nuestra postura crítica de bricoleurs nos
obligaba a no centrarnos en un único método para conseguir que fuese la propia acción
de la investigación la que guiase el proceso. De esta forma, en el informe de redacción de
esta tesis doctoral podemos observar esa utilización de múltiples métodos. En la
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
121
introducción hemos realizado una indagación autobiográfica para conocer mejor al autor
de esta tesis doctoral y su posicionamiento como investigador participante del PID-
FPEIAP. Mientras que el capítulo de análisis de resultados lo hemos realizado como un
estudio de caso descriptivo, mostrando el proceso de formación vivido por las maestras
en el Proyecto a través de sus voces. Y es que “ambos métodos, junto a cualquiera que se
quiera utilizar de forma crítica, son parte de la investigación-acción participativa y la
realización crítica de un bricolage. Esta metodología permite la unión de diferentes
métodos para tratar de conseguir su finalidad de transformación social” (conversación
con la Dr. Shirley Steinberg. 29/11/2018).
Por esta razón, aunque hemos utilizado diferentes métodos cualitativos a lo largo de la
investigación, a continuación hemos elaborado un proceso metodológico centrado en la
investigación-acción participativa como el método seguido en esta tesis doctoral.
4.2.3.1. La investigación-acción
Uno de los primeros trabajos académicos en lo que se trata la investigación-acción es el
de Lewin (1946). Para este autor la investigación-acción debía surgir como una forma de
investigar y dar solución a prácticas sociales:
La mejor caracterización de la investigación necesaria para la práctica
social es la de investigación para la gestión social o la ingeniería social. Es
un tipo de acción-investigación, una investigación comparativa sobre las
condiciones y los efectos de diversas formas de acción social y una
investigación que conduce a la acción social. La investigación que no
produce más que libros no es suficiente. (Lewin, p. 35)
La propuesta de Lewin rompía con la investigación establecida hasta el momento, basada
en encuestas y métodos estadísticos (Somekh & Zeichner, 2009). Este autor buscó alejar
la investigación únicamente de la producción científica, para dedicarla a mejorar las
formaciones sociales de sus participantes al involucrarlos en procesos cíclicos de
investigación, planificación, exploración y evaluación, guiados por un experto externo
(Lewin, 1948). Años después, siguiendo esta línea, Corey (1953) definió la investigación-
acción como, “el proceso por el cual los prácticos intentan estudiar sus problemas
científicamente con el fin de guiar, corregir y evaluar sistemáticamente sus decisiones y
acciones” (p. 6). Este autor continúa la idea inicial de Lewin, al remarcar la importancia
de centrar el proceso cíclico en la mejora de las habilidades profesionales y la resolución
de problemas. Sin embargo, esta perspectiva fue cambiando con los años.
Stenhouse (1984), aboga por llevar la investigación-acción más allá de la resolución de
problemas y unirla al currículum. Para este autor, la investigación-acción no puede ser
utilizada únicamente para ocasionar cambios, sino que la unión de la investigación y la
práctica debe producirse mediante el currículum. De esta forma, considera que el
profesorado debe convertirse en investigador y hacer de esta característica la base de su
desarrollo (Stenhouse, 1987). Siguiendo esta línea, se encontró también Elliott, discípulo
de Stenhouse, y quien definió la investigación-acción como:
El estudio de una situación social para tratar de mejorar la calidad de la
acción misma. Su objetivo consiste en proporcionar elementos que sirvan
para facilitar el juicio práctico en situaciones concretas y la validez de las
teorías e hipótesis que generan no dependen tanto de pruebas ‘científicas’
CAPÍTULO IV: Metodología
122
de verdad, sino de la utilidad de ayudar a las personas a actuar de modo
más inteligente y acertado. (Elliott, 1993, p. 88)
Stenhouse y Elliott destacan el potencial de la investigación-acción para producir mejoras
en la acción y, por tanto, afirman que debe ser llevada a cabo por los participantes del
grupo. Desde esta postura, la investigación-acción se trata de una forma de ampliar la
comprensión de los docentes hacia sus problemas prácticos (Latorre, 2003).
Debatiendo esta visión de la investigación-acción, nos encontramos con Carr, Kemmis y
McTaggart (Carr & Kemmis, 1988; Kemmis & McTaggart, 1988). Estos autores afirman
que la investigación-acción no solo debe dirigirse a que el profesorado realice mejoras en
sus prácticas de manera individual; sino que este tipo de investigación debe tener un
componente colectivo que le lleve a la transformación de los entornos sociales en los que
se desarrolla:
Es una forma de investigación autorreflexiva colectiva realizada por
participantes en situaciones sociales para mejorar la racionalidad y la
justicia de sus propias prácticas sociales o educativas, así como su
comprensión de estas prácticas y las situaciones en que se llevan a cabo.
(Kemmis & McTaggart, 1988, p. 1)
A través de esta definición, podemos comprobar como los autores destacan el proceso de
participación colectivo por parte de los implicados. Siguiendo las opiniones de Lewin
(1952), los precursores de esta nueva visión prestan especial atención al proceso
participativo como una forma única de asegurar el compromiso de los participantes con
la vida social (Kemmis, McTaggart, & Nixon, 2015).
Para estos autores y el equipo investigador de la Universidad de Deakin, institución a la
que pertenecían, la investigación-acción deja de tener un componente simplemente
práctico, para pasar a convertirse en un proceso crítico y emancipatorio (Sandín-Esteban,
2003). Este método pasa a adquirir una comprensión más amplia de la transformación,
incluyendo ahora las prácticas educativas, los entendimientos educativos y los valores
educativos de las personas que intervienen en el proceso, así como las estructuras sociales
e institucionales en torno a las que se realizan las actuaciones de dichas personas (Carr &
Kemmis, 1988).
Por último, presentamos la perspectiva de la investigación-acción de Greenwood y Levin
(2007). Para estos autores, la investigación-acción sigue teniendo un marcado
componente crítico y de acción en las prácticas y las estructuras sociales en las que se
genera, pero consideran que su encasillamiento rompe su esencia. Greenwood (2000)
defiende que en investigación-acción todo proceso que se realice desde la ética y la
intelectualidad de manera colaborativa, sin relaciones de poder, es aceptable de
considerarse investigación-acción:
La investigación-acción no es una disciplina, ni una facultad, ni un método.
Es un grupo de prácticas multidisciplinares orientadas a una estructura de
compromisos intelectuales y éticos. La investigación-acción es
investigación social desarrollada mediante una colaboración entre un
investigador profesional y los «dueños del problema» en una organización
local, una comunidad o un grupo intencional creado para un propósito
específico. (Greenwood, 2000, p.32)
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
123
Desde esta perspectiva, la investigación-acción deja de tener validez por el formato de
trabajo con el que se lleva a cabo y empieza a tenerlo únicamente por los resultados. La
investigación-acción deja de identificarse como un método único, cerrado, para acoger
todas las opciones que sean aceptables críticamente durante el desarrollo de un proceso.
Dicha aceptabilidad se juzgará por su utilidad para transformar los contextos en pro de la
democratización (Greenwood & Levin, 2007). Si todo el proceso, indiferentemente de las
elecciones tomadas durante él, se ha realizado dialógica, igualitaria, intelectual y
democráticamente, será válido y su éxito pasará a depender solo de los resultados, “la
investigación-acción se compromete abiertamente con el cambio social democratizante,
y su éxito o fracaso se juzga según el grado en que las acciones diseñadas en el proceso
producen tal cambio” (Greenwood, 2000, p.33).
Como hemos podido observar a través de la selección de algunos de los autores referentes
y cuyas publicaciones han sido más seguidas, el término investigación-acción comportó
una constante transformación y ampliación a lo largo de los años. La perspectiva en la
que se apoyaban los autores que lo definían llevó a esta diferenciación. Por ello, desde la
literatura científica se afirma que existen tres modalidades en la investigación-acción
acordes con cada una de estas etapas.
A continuación, analizaremos estas tres modalidades y expondremos en cuál de ellas
articulamos esta investigación.
4.2.3.2. Modalidades de la investigación-acción
Comenzaremos este apartado exponiendo de dónde surge la clasificación en modalidades
en la investigación-acción. Habermas (1972), a través de su teoría de “los intereses
constitutivos del saber”, afirma que van a ser estas necesidades naturales e intereses las
que regirán los procesos del saber en las diferentes actividades humanas. Dichos intereses
van a ser los que guíen los diferentes modos de pensamiento y, por tanto, la forma en la
que se constituya la realidad y se actúe sobre ella (Carr & Kemmis, 1988). A partir de
esta teoría, Habermas defiende la constitución de tres tipos de saberes, denominados por
él como “técnico”, “práctico” y “emancipador”. Estas modalidades del saber fueron más
adelante trasladadas a la investigación-acción (Walker, 1993).
La principal aplicación de los tres intereses constitutivos de Habermas para la
investigación-acción fue realizada por Grundy (1982) y Carr y Kemmis (1988). Aunque
hubo más categorizaciones de las modalidades de investigación- acción (Berg, 1989),
todas ellas son comunes y pueden agruparse en función de sus características, en: (a)
técnica; (b) práctica; y (c) crítica-emancipadora. Las principales diferencias entre estos
tres modelos se encuentran en las cuestiones de poder y control del proceso investigador,
que puede ser más dirigido por los investigadores o por los participantes (Eilks, Markic,
& Witteck, 2010; Eilks & Rallel, 2002).
Técnica
Este modelo de investigación-acción se vincula, principalmente, a las investigaciones
realizadas por sus precursores, como Lewin o Corey. La forma de investigación-acción a
través de esta modalidad consiste en la planificación y aplicación de un plan de
intervención para la resolución de problemas en la práctica (Colmenares & Piñero, 2008).
El diseño, los propósitos y las pautas que se deben seguir son definidas por expertos
externos a la investigación (Masters, 1995), quienes realizan un plan de actuación cerrado
para que los docentes lo lleven a la acción y les permita solucionar sus problemas. Estas
CAPÍTULO IV: Metodología
124
características hacen identificar el modelo con una racionalidad técnica e instrumental,
cuya única diferencia con la perspectiva positivista se encuentra en la búsqueda de
resolución de problemas en la práctica y la incorporación de los participantes como co-
investigadores (Colmenares & Piñero, 2008).
Este modelo de investigación-acción se alejaba de nuestro propósito en la tesis doctoral.
La supeditación de los participantes al trabajo de personas externas al grupo, con la
finalidad de desarrollar un modelo cerrado, se alejaba de las características de trabajo que
hemos venido defendiendo con esta tesis. Además, la finalidad única de solucionar los
problemas de los participantes hacía imposible que pudiésemos haber conseguido la
mayoría de nuestros objetivos, dedicados a comprender y apoyar la formación de las
maestras en todos sus ámbitos, pero nunca a dirigirla.
Práctica
Esta perspectiva de la investigación-acción se encuentra representada, principalmente, en
los trabajos de Stenhouse y Elliott. En esta modalidad, la investigación-acción se trata de
un proceso centrado en la transformación de la conciencia y las prácticas de los
participantes (Latorre, 2003). Desde este modelo, el profesorado adquiere un papel
protagonista y más autónomo que en el modelo técnico. A través de este diseño, el
profesorado es quien realiza procesos de indagación y reflexión de su práctica. Ya no
existe la separación entre investigador e investigado, sino que se combina una
cooperación estrecha y una negociación mutua entre expertos externos y practicantes
mediante ejercicios diseñados para identificar problemas y sugerir acciones potenciales
(Laudonia, Mamlok-Naaman, Abels, & Eilks, 2017). Los expertos son consultores o
asesores que participan para apoyar y facilitar la participación colaborativa de los
participantes (Latorre, 2003). Así, este modelo de investigación-acción se encuentra
representado por la búsqueda de la interpretación de los significados que los participantes
hacen de su realidad (Colmenares & Piñero, 2008).
Aunque el modelo de investigación-acción práctico se acercaba más a nuestros objetivos
de investigación que el modelo técnico, presentaba limitaciones que nos impidieron
encuadrarnos en él. El papel del investigador resultaba únicamente de gestor y no
proporcionaría ninguna información más que la que generaba el grupo (Sandín-Esteban,
2003). Sin embargo, nuestro proceso junto a las maestras trataba de ser más amplio que
el acompañamiento. Siempre tratamos de que esta investigación apoyase los procesos
transformadores de las maestras, como, por ejemplo, a través de la devolución y el co-
debate de informes o denunciando socialmente y apoyando a las participantes ante las
presiones sufridas. De esta forma, tratamos de ampliar su conocimiento para que pudiesen
identificar las contradicciones o las presiones limitadoras en su proceso de transformación
y pudiesen liberarse de ellas, contando siempre con nuestra investigación para
conseguirlo. Esta fue una forma de apoyar su proceso de consecución de una autonomía
emancipadora. Por tanto, este papel del investigador más allá de la interpretación de la
práctica de las maestras nos alejaba de este enfoque.
Crítica-emancipadora
En la modalidad de investigación-acción crítica encontramos como principales
defensores del modelo a Carr, Kemmis, Grundy, Greenwood o Levin. Este es un modelo
destinado a la praxis y a la emancipación del profesorado (Latorre, 2003). A través de
este modelo se fomenta que la investigación permita al profesorado replantearse y
transformar las estructuras restrictivas, como una manera de entender las limitaciones de
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
125
la práctica (Bausela, 2004). De esta forma, las transformaciones producidas superarán el
aspecto puramente práctico y permitirán a los participantes luchar en pro de su liberación. En esta modalidad de investigación-acción se eliminan las jerarquías, no existen expertos
y todos los participantes son responsables de las acciones y las transformaciones que se
generan, como parte de un proceso co-investigativo (Colmenares & Piñero, 2008). Todos
los participantes, de forma colaborativa, “definen la meta del proyecto de investigación-
acción, diseñan el proceso de investigación, desarrollan las preguntas y las capacidades
investigadoras de todos los colaboradores, llevan a cabo la investigación, desarrollan y
ponen en acción los resultados” (Greenwood, 2000, p. 32). Esta modalidad incorpora así
las ideas de la teoría crítica (Carr & Kemmis, 1988). Los autores defensores de este
modelo defienden que la investigación-acción debe producir una transformación
profunda de las organizaciones sociales en las que se produce, hacia posturas
democráticas y de justicia social (Zeichner & Diniz-Pereira, 2006).
Este modelo, encajaba perfectamente con la investigación que venimos definiendo hasta
el momento; sin embargo, en los últimos años ha surgido una nueva modalidad más
próxima a la perspectiva de esta tesis doctoral. Se trata de la investigación-acción-
participativa-crítica (Kemmis & McTaggart, 2005). Como veremos a continuación, el
modelo es muy próximo a la investigación-acción crítica-emancipatoria que aquí hemos
señalado, pero con una mayor preocupación por los procesos participativos, éticos y
críticos.
4.2.3.3. Investigación-acción-participativa-crítica
Antes de comenzar este apartado, nos gustaría hacer una aclaración respecto al término
investigación-acción participativa. Este modelo de investigación comienza a desarrollarse
al unirse varias tendencias críticas de investigación y escuelas de pensamiento crítico
(Rocha, 2016). En la década de los 70, ante el auge del capitalismo y la modernización
globalizante, las comunidades tuvieron que hacer frente a una crisis de valores (Fals
Borda, 2008). De esta necesidad, surge una reorientación de la teoría y la práctica social,
formándose la perspectiva de la investigación participativa, que trataría de acabar con las
formas tradicionales de investigación, así como de legitimar el saber popular frente al
saber dominante (López de Ceballos, 2012). Este modelo trataba de ser una filosofía
alternativa a la investigación social tradicional que ideológicamente se posicionaba a
favor de los más poderosos (Freire, 1982; Greenwood & Levin, 2007). Por tanto, la
investigación participativa y el modelo de investigación-acción propuesto por Lewin se
fueron autocompletando, dando lugar a un modelo de investigación-acción participativa
cuya finalidad era la participación, la acción y el empoderamiento de los participantes,
para que pudiesen transformar sus vidas por sí mismos (Park, 1992).
Definir la investigación-acción participativa es muy difícil. Como afirma McTaggart
(1991) “cualquier búsqueda bibliográfica que use los descriptores investigación
participativa, investigación-acción e investigación-acción participativa identifica una
diversidad confusa y sin sentido de enfoques de la investigación. Es imposible averiguar
de tal muestra qué es investigación- acción-participativa” (p.169). Para este autor, los
múltiples enfoques desde los que ha surgido la investigación-acción participativa, hacen
imposible una definición cerrada que pueda dar cabida a la variedad de aportaciones que
cada ciencia hace al método. Sin embargo, a través de definiciones abiertas vamos a tratar
de aproximarnos al método.
CAPÍTULO IV: Metodología
126
Argyris y Schön (1989), tratan de aproximarse a una definición de investigación-acción
participativa, afirmando que es:
Una forma de investigación-acción que involucra a los profesionales como
sujetos y como investigadores centrales. Se basa en la proposición de
Lewin de que las inferencias causales sobre el comportamiento de los seres
humanos tienen más probabilidades de ser válidas e inaccesibles cuando
los seres humanos en cuestión participan en su construcción y prueba. Por
lo tanto, tiene como objetivo crear un entorno en el que los participantes
den y obtengan información válida, tomen decisiones libres e informadas
(incluida la opción de participar) y generen un compromiso interno con los
resultados de su investigación. (p. 613)
En esta misma línea, para autores como McTaggart o Kemmis, la investigación-acción
participativa conlleva una mayor amplitud del término participación del que proponía
Lewin en la investigación-acción, aunque esté inspirado en su trabajo (Kemmis et al.,
2015). Estos autores defienden el término “investigación-acción participativa”, en la
unión con la investigación (acción) participativa, ya que afirman que hasta que ambos
aspectos no empezaron a contemplarse juntos en su totalidad, los trabajos de
investigación-acción denotaban una falta de diálogo entre los grupos de diferentes
practicantes y defensores (Kemmis & McTaggart, 2005).
Para todos estos autores, las ideas con las que surge la investigación-acción con la
propuesta de Lewis, son la base de la investigación-acción participativa. Se trata de una
forma de investigación-acción que presta especial atención a los procesos de decisión y
participación de todos los participantes durante la investigación en la acción. Los
participantes intercambian sus conocimientos para tratar de mejorar los resultados en
todos los contextos. Este fue el proceso que se siguió durante el desarrollo de esta tesis
doctoral. Nuestro conocimiento, más próximo a la teoría, y el conocimiento de las
maestras, más próximo a la práctica, se fueron intercambiando en las reuniones
mensuales, en jornadas o a través de devolución de informes por nuestra parte. De esta
forma, dicho intercambio pretendía apoyar tanto a las transformaciones en los contextos
de las maestras como ampliar las voces de las maestras para plasmarlas en esta tesis
doctoral.
El intercambio de datos no fue el único momento en el que las maestras participantes
vieron reflejados sus intereses durante el proceso de investigación de este trabajo. Los
objetivos de nuestra tesis doctoral se han visto modificados y definidos a lo largo del
proceso de investigación. El objetivo general de la investigación fue compartido con las
maestras al comienzo del estudio; sin embargo, la mayoría de los objetivos específicos se
fueron creando a medida que las maestras mostraban preocupaciones en torno a una
temática. En la investigación-acción participativa esta es una característica definitoria, las
realidades son cambiantes y, como tales, los investigadores pueden modificar los
objetivos y los puntos centrales de la investigación a medida que se adquieren nuevos
conocimientos y/o las condiciones cambian (Kincheloe, 2005; Martin, LisaHunter, &
McLaren, 2006)
En la investigación-acción participativa la colaboración entre participantes e
investigadores debe ser activa durante todo el proceso (Greenwood, 2000). Para Whyte,
Greenwood y Lazes (1991), el proceso de colaboración debe darse desde el diseño inicial
hasta la presentación de resultados y la discusión de las implicaciones en la acción. En la
misma línea Vollman, Anderson y McFarlane (2004) definen la investigación-acción
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
127
participativa como “un enfoque filosófico de la investigación que reconoce la necesidad
de que las personas estudiadas participen en el diseño y la realización de todas las fases
(por ejemplo, diseño, ejecución y difusión) de cualquier investigación que las afecte”
(p.129. Citado en McDonald, 2012). En nuestro proceso de tesis doctoral tratamos de
cumplir con estos aspectos. Nuestra intención de ir apoyando a las maestras en su proceso
formativo y transformador, a través de darles otra visión fue bien valorado. Durante la
investigación se fueron acotando los objetivos específicos. Los intereses de las maestras
fueron los que guiaron la consecución de dichos objetivos, a veces hablados con ellas y a
veces descubiertos en el análisis. Además, la recogida de datos y los instrumentos se
adaptaron a las necesidades de las maestras y del grupo, como analizaremos a
continuación. En cuanto a la difusión de los datos, todos los años del PID-FPEIAP se ha
realizado una devolución de los datos a través de jornadas internas del Proyecto. Cuando
los datos eran sobre un caso concreto, el proceso de devolución se ha realizado de forma
individual con la maestra. Así hemos podido debatir, verificar y encontrar las necesidades
que las maestras más recalcaban, para comprender cómo podíamos acceder a esas
necesidades desde la investigación. De esta forma, el proceso final de difusión siempre
ha conllevado un diálogo previo entre participantes e investigadores.
Siguiendo esta línea, Kemmis (2011) defiende la realización del proceso desde la
colectividad, como la única forma de comprender lo ocurrido y sus consecuencias. Este
autor afirma que los procesos de investigación colectivos, participativos y en torno a
prácticas sociales como la investigación-acción participativa, solo pueden expresarse
teniendo en cuenta todos estos factores:
Dado que las prácticas se forman colectivamente, una comprensión rica de
las prácticas sociales y una transformación legítima de las prácticas, los
profesionales y los entornos de práctica involucrados, solo pueden lograrse
a través de una discusión abierta, fluida y colectiva y la formación
voluntaria. (Kemmis, 2011, p.14)
De esta forma, Kemmis, junto a sus colegas Carr y McTaggart, defienden que la
investigación-acción a veces no ha tenido en cuenta estos procesos (Carr & Kemmis,
2005; Kemmis, 2006); la investigación-acción se ha dirigido a veces por aspectos
demasiado técnicos, en lugar de por la perspectiva crítica con la que Carr y Kemmis
trataron de guiarla (Carr & Kemmis, 1988). Por ello, estos autores defienden una nueva
concepción de la investigación-acción participativa, como una investigación-acción-
participativa-crítica.
La concepción de investigación-acción-participativa-crítica surge como una forma de
hacer más explícitos los aspectos fundamentales de este tipo de investigación. Kemmis
(2011) trata de dar una definición de la investigación-acción-participativa-crítica amplia,
que permita conocer los compromisos teóricos, sociales y políticos de esta perspectiva:
1. Es una investigación realizada colectivamente por participantes en una
práctica social para lograr la autoconciencia histórica (o “conciencia
histórica efectiva” dirigida tanto a la conciencia histórica de un objeto
histórico como a la historicidad de la persona que la interpreta) en y de su
práctica como praxis, es decir, como una acción comprometida e
informada moralmente, orientada por la tradición, que responde
sabiamente a las necesidades, circunstancias y detalles de una situación
práctica, no solo por parte de cada uno sino también a través de la
deliberación colectiva dirigida a la autocomprensión colectiva.
CAPÍTULO IV: Metodología
128
2. Como un proceso en el que se reflejan críticamente y autocríticamente
en:
Su praxis como participantes individuales y colectivos en la práctica
(acciones que pueden resultar desfavorables en términos de sus efectos
o consecuencias a largo plazo).
Sus entendimientos de la práctica formados históricamente e
intersubjetivamente compartidos (que quizás puedan resultar
ideológicamente o de otra manera distorsionados).
Los campos cultural-discursivos, sociales y material-económicos
formados históricamente que constituyen las condiciones de su
práctica y las situaciones y los entornos en los que se lleva a cabo
(condiciones, situaciones y entornos que pueden resultar destructivos).
3. Abriendo un espacio comunicativo, es decir, un espacio para la reflexión
colectiva y la autorreflexión a través de la acción comunicativa dirigida al
acuerdo intersubjetivo, la comprensión mutua y el consenso no forzado
sobre qué hacer, en el que los participantes puedan esforzarse juntos,
subjetiva e intersubjetivamente, para llegar a compartir ideas y decisiones
sobre qué hacer en relación con la naturaleza y la formación histórica de
su práctica en términos de
Cómo ha evolucionado su práctica a lo largo del tiempo en sus
dimensiones interconectadas (ya veces contradictorias o disputadas)
cultural-discursivas, sociales, material-económicas y personales.
Temas y cuestiones que surgen como preocupaciones comunes como
consecuencia de las tensiones e interconexiones dentro y entre sus
mundos de vida compartidos (que proporcionan contenidos y recursos
constituidos en los logotipos compartidos de lenguaje y supuestos de
fondo compartidos en la dimensión cultural, solidaridades en la
dimensión social) , y competencias y capacidades en la dimensión
personal), por un lado, y, por otro, los sistemas administrativos y
económicos que estructuran y limitan las posibilidades de su acción en
la situación.
4. Interviniendo en su historia colectiva desplegada a través de acciones
exploratorias para investigar su realidad compartida con el fin de
transformarla y transformar sus realidades compartidas con el fin de
investigarlas, es decir, haciendo cambios en lo que hacen y reuniendo
evidencia de la conducta observable y las consecuencias históricas de sus
acciones para diferentes personas y grupos involucrados y afectados en
términos del carácter cultural-discursivo, social, material-económico y
personal, la conducta y las consecuencias de la práctica.
5. Con el objetivo práctico de actuar correctamente (en términos de
adecuación moral) y con sabiduría (basada en la tradición y la experiencia
interpretadas críticamente) y la prudencia en respuesta a un problema o
inquietud actual que los enfrenta en su situación particular.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
129
6. Con los objetivos emancipatorios de eliminar, en la medida de lo
posible, el carácter, la conducta o las consecuencias que sean
desfavorables, distorsionadas, destructivas o insostenibles porque son
Irracional (discursivamente insostenible).
Injusto (causando o apoyando la dominación o la opresión), alienando
o excluyendo (insostenible moral y socialmente).
Improductivo (material-económicamente insostenible).
Las causas injustificadas de sufrimiento o insatisfacción para personas
o grupos particulares y de mejorar la capacidad de los participantes
para la acción histórica colectiva, a menudo en el contexto de
movimientos sociales. (Kemmis, 2011, pp. 13-19)
Esta definición de Kemmis trata de poner de manifiesto los principales aspectos que guían
a algunos investigadores en la investigación-acción-participativa-crítica. Este método
presta especial atención a los procesos activos que conlleva investigar en la acción. Se
destacan la búsqueda de la emancipación de los participantes los procesos
transformadores en los contextos donde se realiza la investigación y la transformación de
las circunstancias, condiciones o habilidades de quienes participan. De esta forma, los
resultados no son solo expuestos o válidos en función del conocimiento de la
investigación, sino que estos se deben exponer y juzgar desde las historias los
investigadores, las comunidades, las personas con quienes interactúan y las comunidades
de práctica (Kemmis & McTaggart, 2005), tratando de mostrar cómo dichas historias
podían ser diferentes de no haber actuado en la transformación de la práctica. En esta tesis
doctoral hemos tratado, de mostrar dichas historias y sus transformaciones, así como la
propia historia del investigador al interactuar con el contexto de estudio. Desde la
perspectiva de las maestras hemos intentado comprender como el PID-FPEIAP afectó a
su formación, a sus contextos, a sus relaciones o a sus perspectivas y habilidades en torno
a la educación.
Si bien, la definición de Kemmis (2011) es muy amplia, creemos que el proceso seguido
en esta tesis se comprenderá mejor analizándolo desde las características de la
investigación-acción-participativa-crítica.
4.2.3.4. Características de la investigación-acción-participativa-crítica
De la mano de Lewin (1946, 1948), la investigación-acción se caracterizó en sus inicios
por guiarse por un proceso cíclico de actuación. Para Lewin, el objetivo de la
investigación-acción se conseguía a través de un proceso cíclico de investigación,
planificación, acción exploratoria y evaluación (Lewin, 1948), donde existía además una
fase previa, la búsqueda del objetivo general de la investigación (Coghlan & Brannick,
2005). Durante años, esta espiral ha sido utilizada y adaptada por múltiples autores
(Figura 4.1), como Stringer y su modelo “look-think-act" (Stringer, 2007) o Zuber-
Skerritt quien expone un ciclo para unir la investigación-acción y el aprendizaje activo
(años más tardes lo realizó con la investigación-acción participativa) (Zuber-Skerritt,
2000, 2001, 2018). A pesar de que el modelo propuesto por Lewin es tecnicista y hay que
comprenderlo desde el carácter temprano de la propuesta (Somekh & Zeichner, 2009),
para muchas personas la imagen de la espiral de ciclos de autorreflexión se ha convertido
CAPÍTULO IV: Metodología
130
en el rasgo dominante y característico de la investigación-acción (Kemmis & McTaggart,
2005).
Figura 4.1. Modelos de hélice de investigación-acción (Stringer, 2007) y para el aprendizaje de acción participativo y la investigación-acción (Zuber-Skerritt, 2018).
Con el paso de los años y el acercamiento de la investigación-acción y la investigación-
acción participativa a la perspectiva crítica, los límites del modelo en espirales se
volvieron más difusos y con ello las características que se le atribuyen. Así, por ejemplo,
nos encontramos con la propuesta de Greenwood (2000), quien considera que la
investigación-acción (participativa) más que guiarse por espirales autorreflexivas debe
ser guiada por tres elementos: (1) acción, ya que tiene como objetivo alterar la situación
inicial del grupo, organización o comunidad en la dirección de un estado más
autogestionado, liberado y sostenible; (2) participación, al tener que ser un proceso
participativo en el que todos los involucrados asuman cierta responsabilidad; e (3)
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
131
investigación, al ser un proceso de reflexión individual y colectivo sistemático, siendo
esta una de las formas más poderosas de generar nuevos conocimientos de investigación.
Para este autor, sin la aparición o equilibrio de estos tres elementos la investigación podrá
ser válida, pero no podría ser considerada investigación-acción (participativa).
En nuestro caso, para explicar las características seguidas en nuestra investigación,
seguiremos la propuesta de Kemmis y McTaggart (2005). Para estos autores, la
investigación-acción participativa desde la perspectiva crítica debe cumplir siete
características, que son, al menos, tan importantes como la espiral autorreflexiva. A
continuación, exponemos en una tabla (Tabla 4.2) las características que estos autores
dan y cómo aparecen en nuestra investigación.
Tabla 4.2
Características de la investigación-acción participativa (crítica) y su relación con nuestra
investigación Características de la
investigación-acción
participativa
Definición de la característica En nuestra investigación
Proceso social Explora deliberadamente la relación entre los ámbitos del
individuo y lo social. Es un
proceso que se sigue en la
investigación en entornos como
el de la educación y el
desarrollo comunitario, cuando
las personas, individual y
colectivamente, intentan
comprender cómo se forman y
reforman como individuos, y en
relación con otras en una variedad de entornos.
Nuestra investigación ha tratado de ayudar a las maestras a
comprender el proceso social
que vivieron durante su
formación. A través de la
devolución de informes y dando
nuestro punto de vista en las
reflexiones colectivas, hemos
tratado de ayudarles a tener una
comprensión mayor de los
procesos, el entorno y cómo
influía en ellas.
Participativa Es un proceso en el que todos
los individuos en un grupo
tratan de entender las formas en
que su conocimiento moldea su
sentido de identidad y agencia y
reflexionan críticamente sobre
cómo su conocimiento actual
enmarca y restringe su acción.
Como podemos observar en el
capítulo de análisis, los
momentos de recogida de datos
de esta investigación les
ayudaron a reflexionar
colectivamente sobre aspectos
que, hasta el momento,
únicamente habían reflexionado
individualmente, como la transformación de su lenguaje,
la identidad docente o la
identidad como grupo y sus
consecuencias en el avance de
su formación.
Continua
CAPÍTULO IV: Metodología
132
Tabla 4.2
Características de la investigación-acción participativa (crítica) y su relación con nuestra
investigación (continuación) Características de la
investigación-acción
participativa
Definición de la característica En nuestra investigación
Práctica y colaborativa Involucra a las personas en el
examen de las prácticas sociales
que las vinculan con otras
personas en la interacción
social. Los investigadores
participativos pretenden trabajar
juntos en la reconstrucción de
sus interacciones sociales
mediante la reconstrucción de los actos que los constituyen.
Como hemos venido
exponiendo en este capítulo de
metodología, y como se expresa
más adelante, esta investigación
ha sido creada a través de la
construcción colaborativa y la
reconstrucción continúa entre
nosotros, los investigadores, y
todas las participantes del PID-FPEIAP.
Emancipatoria Tiene como objetivo ayudar a
las personas a recuperarse y
liberarse de las limitaciones de
las estructuras sociales
irracionales, improductivas,
injustas e insatisfactorias que
limitan su autodesarrollo y
autodeterminación.
Como ya hemos expuesto, esta
investigación ha tratado de
mostrar tanto en el momento en
que se recogían los datos como
en la escritura de este informe,
las injusticias y relaciones de
poder vividas por las
participantes como una forma
ayudarles a liberarse.
Crítica Es un proceso en el que las
personas deliberadamente
refutan y reconstituyen formas
irracionales, improductivas (o
ineficientes), injustas y / o
insatisfactorias (alienantes) de
interpretar y describir su mundo
(por ejemplo, lenguaje,
discursos), formas de trabajar
(trabajo), y formas de
relacionarse con los demás (poder).
La perspectiva crítica seguida
en la tesis doctoral nos ha
permitido trabajar junto con las
maestras un proceso de
investigación crítico, al tratar de
conocer sus realidades mediante
la reflexión, interpretación y las
historias de las propias
maestras. Discutiendo sus
consecuencias en los procesos
de transformación personales, de identidad, de las prácticas o
de las relaciones.
Continua
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
133
Tabla 4.2
Características de la investigación-acción participativa (crítica) y su relación con nuestra
investigación (continuación) Características de la
investigación-acción
participativa
Definición de la característica En nuestra investigación
Reflexiva Tiene como objetivo ayudar a
las personas a investigar la
realidad para cambiarla y
(podríamos agregar) cambiar la
realidad para investigarla. Es un
proceso social deliberado
diseñado para ayudar a grupos
de personas que colaboran a
transformar su mundo para aprender más sobre la
naturaleza de las relaciones
recursivas entre las siguientes:
Sus prácticas (individuales y
sociales). Su conocimiento de sus
prácticas. Las estructuras sociales que dan
forma y restringen sus prácticas. Las redes sociales en las que se
expresan sus prácticas.
Una finalidad de la tesis ha sido
apoyar a las maestras en su
comprensión de las realidades,
darles otros puntos de vista
sobre los que reflexionar y
abrirles nuevas vías de debate
que les hiciesen cuestionarse
aspectos de su formación y sus
contextos.
Tiene como objetivo
transformar tanto la teoría como
la práctica
No considera la teoría o la
práctica como preeminente en la
relación entre la teoría y la
práctica; más bien, tiene como
objetivo articular y desarrollar
cada uno en relación con el otro
a través del razonamiento crítico
sobre la teoría y la práctica y sus
consecuencias. Tiene como
objetivo transformar las teorías y prácticas de los profesionales
y las teorías y prácticas de otros
cuyas perspectivas y prácticas
pueden ayudar a configurar las
condiciones de vida y el trabajo
en entornos locales particulares.
Consideramos que nuestra tesis
doctoral ha sido una forma de
ayudar a las maestras en el
proceso de unir la teoría y la
práctica. Sin querer anteponer
una a la otra, hemos tratado de
ayudar a las maestras a conectas
sus conocimientos teóricos y sus
prácticas con otras realidades ya
investigadas, para ampliarles las posibilidades de dicha relación.
Fuente: Adaptada de Kemmis y McTaggart (2005)
Como podemos comprobar, la investigación-acción-participativa-critica fue el modelo
seguido en esta tesis doctoral. Este modelo nos otorgaba la posibilidad de trabajar junto
a las maestras participantes de forma continua y colaborativa. De esta forma, nuestras
aportaciones como participantes del PID-FPEIAP, desde la perspectiva de investigadores,
iban a poder apoyar al profesorado participante en su proceso formativo y emancipador.
Desde el posicionamiento crítico, nuestro trabajo, más próximo a la teoría, podía
complementar el trabajo de las maestras participantes en la práctica. Así, se ha buscado
la co-construcción de un conocimiento, en el que todos los participantes nos viésemos
beneficiados.
CAPÍTULO IV: Metodología
134
A continuación, exponemos las técnicas, instrumentos y el proceso de recogida de datos
seguidos en esta tesis doctoral, mostrando su adecuación con el diseño metodológico aquí
presentado.
4.3. Recogida de datos
En la investigación-acción participativa desde una perspectiva crítica la viabilidad de las
técnicas y los instrumentos se valoran en función de su aporte al proceso de
transformación social (Greenwood & Levin, 2007). De esta forma, desde un paradigma
participativo y socio-crítico como el seguido en esta tesis doctoral, se pueden usar
técnicas e instrumentos cuantitativas y cualitativas (Barba, Barba-Martín, & González-
Calvo, 2015; Greenwood & Levin, 2007; Kincheloe et al., 2017; Steinberg, & Kincheloe,
2011). De este planteamiento subyace la idea clave de que las técnicas e instrumentos no
pueden limitar la investigación. Lo importante en la investigación es el proceso de
investigación y su aporte a la transformación social, siendo el uso de múltiples técnicas e
instrumentos un apoyo para conseguirlo.
A continuación presentamos las técnicas e instrumentos utilizados durante el proceso de
recogida de datos en nuestra investigación, exponiendo el porqué de su elección para
adaptarnos al proceso, al contexto y/o a las participantes.
De acuerdo con Angrosino (2012), las principales técnicas de recogida de datos en
investigación cualitativa son: (a) observación, la cual nos permite comprobar de manera
sistemática y formal los aspectos que caracterizan la investigación, pudiendo realizarse
de forma participante o no participante; (b) entrevista, esta técnica nos ayuda a conocer,
a través de la conversación, las perspectivas personales y compartir los códigos de los
participantes en la investigación; y, (c) investigación de archivos (o análisis documental),
mediante el cual se analizan los materiales archivados por el grupo y los individuos. En
nuestra investigación, usamos las tres técnicas que propone Angrosino (2012). Además,
el gran número de participantes del PID-FPEIAP nos hizo utilizar otras técnicas, como
un cuestionario cualitativo, el cual se basa en recoger información de los participantes
mediante preguntas a las que pueden responder ampliamente.
La recogida de datos en esta tesis doctoral se realizó en tres fases, coincidiendo con cada
curso académico. Los datos comenzaron a recogerse desde el comienzo del PID-FPEIAP
en el curso académico 2013/2014, hasta el final de curso académico 2015/2016, aunque
algunos procesos relacionados con el análisis, la cristalización y la validación de los datos
se prolongaron hasta el año 2018.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
135
Tabla 4.3
Fases y explicación del proceso de recogida de datos Fases de la recogida de
datos
Explicación del proceso de recogida
1ª fase. Desde noviembre
de 2013, momento de comienzo del PID-
FPEIAP, hasta junio de
2014
Esta fase consistió en una exploración inicial, la recogida de las primeras
impresiones de las maestras respecto al PID-FPEIAP y los primeros datos sobre las transformaciones producidas en los contextos.
Se comenzó la recogida de datos con un cuestionario cualitativo a todas
las participantes y la realización de observaciones, en las reuniones del
PID-FPEIAP y en las escuelas. Además, durante esta fase se hicieron
actividades en el Proyecto que conllevaron la elaboración de documentos,
que también han sido analizados. Finalmente, se acordó con las maestras
la realización de entrevistas individuales. Esta última técnica fue posible
gracias a que todas las maestras participantes se agrupaban en tres centros
educativos únicamente. De esta forma se pudo acordar con las docentes la
realización de las entrevistas sin interferir ampliamente en su tiempo.
2ª fase. Desde septiembre
de 2014 hasta junio de
2015
La incorporación de nuevas maestras al PID-FPEIAP desde una multitud
de centros educativos hizo que el segundo año la recogida de datos versase
en torno a dos circunstancias: (a) se recogieron datos sobre el
asentamiento en el Proyecto de aquellas maestras que participaron el
primer año. La recogida de datos se realizó principalmente a través de
observaciones y entrevistas individuales al comienzo de la fase a aquellas
maestras con las que no se pudo acordar un momento el primer año y a
una maestra cuyo caso particular nos interesaba especialmente; y (b) se
realizó un estudio exploratorio con las maestras que accedieron nuevas,
parecido al de la primera fase.
En esta fase se obviaron las entrevistas individuales, más allá de las ya
acordadas desde el año anterior. Fue necesaria la reorganización de la investigación y su adaptación a las nuevas condiciones del PID-FPEIAP y
de las participantes. Esta nueva situación fue consecuencia del aumento en
el número de nuevas maestras, de centros educativos a los que pertenecían
y de un momento de indecisión del PID-FPEIAP que produjo una
fluctuación en la participación de algunas docentes y que analizaremos a
través de sus voces en el análisis. Todas estas razones, nos llevaron a
tomar la decisión de no realizar nuevas entrevistas para no interceder en el
PID-FPEIAP y en el proceso formativo de las maestras en un momento de
inestabilidad y agobio que se podría haber visto acrecentado por nuestra
presencia.
3ª fase. Desde septiembre
de 2015, hasta noviembre
de 2015 y desde febrero
de 2016, hasta junio de
2016
En esta fase se comenzó realizando un estudio en la línea de la segunda
fase. Sin embargo, debido al fallecimiento del coordinador, el PID-
FPEIAP y la recogida de datos se detuvieron entre los meses de
noviembre y febrero. Cuando el PID-FPEIAP comienza de nuevo en
febrero de 2016 tomamos la decisión de realizar un trabajo final de
recogida de datos ante el cambio en las circunstancias del Proyecto. Esta
circunstancia nos guio a la utilización de técnicas diferentes a las de las
fases anteriores que nos permitiesen recoger una gran cantidad de datos en
un espacio más breve de tiempo, como el grupo de discusión.
Fuente: elaboración propia
En la siguiente tabla (Tabla 4.4) se presentan las tres fases de trabajo con las técnicas que
se utilizaron. Como se puede observar, se muestra una variación en el número de técnicas
utilizadas en cada fase, esta circunstancia tiene relación con las situaciones mencionadas
en la anterior tabla (Tabla 4.3).
CAPÍTULO IV: Metodología
136
Tabla 4.4
Técnicas de recogida de datos utilizadas en esta tesis doctoral, distribuidas por fases 1ª fase 2ª fase 3ª fase Total
Entrevistas
11 3 1 15
Observaciones participantes
15 14 5 34
Cuestionarios
cualitativos
16 8 0 24
Análisis
documental
4 0 0 4
Fuente: elaboración propia
4.3.1. Observación
Mediante la observación, el investigador accede al entorno del campo para tratar de
comprender las prácticas, las interacciones y los eventos que ocurren en un contexto
específico (Flick, 2009). De esta forma, la principal ventaja de la observación es que
permite a los investigadores contemplar a las personas en sus entornos naturales para
comprenderlas más profundamente (Williamson, 2013), a través de ver las actividades y
las relaciones tal y como suceden (Barba, 2013). El investigador trata de reconstruir casos
individuales, como los eventos de un entorno específico, las actividades de una
determinada persona o la interacción concreta de varias personas juntas (Flick, 2009). La
observación es capaz de mejorar la calidad de la recolección e interpretación de los datos
e incluso facilita el desarrollo de nuevas preguntas de investigación (DeWalt & DeWalt,
2002). Se trata, por tanto, de una técnica de recolección de datos única para conocer de
primera mano los entresijos de lo acontecido en los contextos que se estudian. Sin
embargo, la capacidad para conocer en profundidad dichos entresijos va a venir
determinada por el tipo de observación que el investigador realice.
Existen diferentes tipos de observación en función de factores como la estructuración o
el grado de participación del investigador (Williamson, 2013). La estructuración o no de
las observaciones está vinculada con el método utilizado por el investigador en el estudio,
así las observaciones estructuradas suelen relacionarse con métodos cuantitativos, siendo
una técnica utilizada para garantizar la estandarización y el control, mientras que las
observaciones no estructuradas lo hacen con métodos cualitativos (Adler & Adler, 1994).
En este segundo formato es muy importante que el investigador trate de dejar al lado sus
ideas preconcebidas y no dé nada por supuesto. De esta forma el proceso de observación
avanzará desde la captación y el registro con detalle de todo lo que acontece, hasta la
diferenciación y concentración de la observación en asuntos importantes (Angrosino,
2012).
En cuanto al grado de participación del investigador en las observaciones, estas pueden
considerarse observaciones participantes o no participantes. Estas últimas son llevadas a
cabo por el investigador “desde fuera” sin participar en los contextos del grupo que
investiga. Por su parte, en la observación participante, el investigador forma parte de la
vida del grupo y trata de establecer un contacto lo más estrecho posible con los miembros
(Piñeiro, 2015). En este tipo de observación el investigador participa junto a los miembros
de la investigación en las actividades del grupo durante un periodo largo de tiempo, que
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
137
le permitan comprender mejor los comportamientos, culturas y actividades de los
participantes (Kawulich, 2005). Así, se puede definir la observación participante como:
La investigación que se basa en vivir con (o cerca de) un grupo de
informantes durante un período extendido de tiempo, durante el cual se
mantienen conversaciones largas con ellos y se participa en algún grado
en la vida local. (Greenwood, 2000, p. 30)
En la observación participante es importante el posicionamiento del investigador durante
la observación y la forma en la que esta se realiza. El investigador debe comprender que
la observación participante no es únicamente la “charla” con participantes en sus
contextos, ni la realización de interrogatorios a los informantes (Jociles, 2016). El fin de
la observación participante no puede ser únicamente la obtención de información, sino
que debe ser un proceso de convivencia en el que exista una reciprocidad entre
investigadores y participantes (Angrosino, 2012). Para ello, el investigador debe
comprender que el conocimiento generado en las observaciones es un constructo del
grupo y no le pertenece al investigador en exclusiva (Greenwood, 2000).
En nuestra investigación, realizamos observaciones no estructuradas y desde una posición
participante. La elección de hacer observaciones no estructuradas se debió a que nuestra
finalidad era comprender las especificidades e individualidades de lo que ocurría en los
diferentes contextos de las maestras. De esta forma, fuimos recogiendo observaciones
durante las reuniones del PID-FPEIAP y cuando visitábamos las escuelas y las aulas de
las maestras. Como afirmaba Angorsino (2012), en nuestro diario de investigación se
puede observar cómo las primeras observaciones son muy amplias y genéricas, mientras
que las últimas están más centradas en aspectos concretos. Al principio, tratamos de
recoger todo aquello que a las maestras les parecía importante, incluso destacando frases
literales o conversaciones de las docentes que nos permitiesen tomar una gran cantidad
de datos con detalle y con la menor interpretación posible. A medida que el Proyecto y
nuestra investigación fue avanzando, se puede observar como las observaciones son más
ricas en aspectos puntuales que las maestras destacaban con más asiduidad, como
problemas específicos de la práctica o aspectos concretos de la formación del PID-
FPEIAP.
Respecto al carácter participativo, realizamos observaciones participantes. Esta es una
postura lógica al realizar una investigación-acción participativa (Greenwood, 2000). El
tratamiento de las observaciones participantes ha seguido nuestra perspectiva
participativa, crítica y ética del diseño de la investigación. Así, nuestra finalidad con las
observaciones no ha sido únicamente la obtención de información. Nosotros buscábamos
recoger datos en los contextos de las maestras que les ayudasen a ampliar sus experiencias
y puntos de vista, desde una perspectiva diferente. De esta forma, los datos recogidos en
las observaciones eran continuamente expuestos a las maestras a través de reflexiones en
las reuniones o conversaciones informales, donde destacábamos aspectos recogidos a
través de las observaciones. Así, tratábamos de ayudar al debate y la reflexión de las
maestras, ampliando su espectro de observación y análisis. Además, las observaciones en
el campo nos permitieron comprender mejor los intereses, problemáticas, situaciones
particulares y comportamientos de las maestras, lo que ayudó a ir guiando y centrando la
investigación.
Llevamos a cabo un total de 34 observaciones participantes que se pueden diferenciar en
función del contexto en: (a) observaciones en las reuniones mensuales y eventos
formativos del PID-FPEIAP. Una vez al mes el grupo se reunía para debatir y reflexionar
CAPÍTULO IV: Metodología
138
colectivamente sobre lo sucedido en las diferentes aulas, analizar las experiencias de los
contextos o solucionar problemas y encontrar propuestas de mejora. Además, una o dos
veces por curso se realizaban jornadas formativas organizadas desde el PID-FPEIAP para
que las maestras expusiesen sus procesos formativos, o para reflexionar junto a expertos
sobre una determinada temática. En todos estos momentos los investigadores recogíamos
información a través del punto de vista observacional que nos otorgaba ser un participante
más del grupo; y (b) observaciones en las escuelas de las maestras participantes. Durante
estas inmersiones los investigadores conocíamos el contexto de las docentes y
accedíamos, con su consentimiento, a las diferentes aulas de las maestras que participaban
en el PID-FPEIAP. A través de estos procesos de observación pudimos conocer de
primera mano cómo se desenvolvían las participantes en la práctica, en el contexto escolar
y en las relaciones con otros agentes educativos. En algunos casos, llegamos a participar
como voluntariado en actividades en las aulas, lo que nos permitió poder conocer aún más
desde dentro la labor de las maestras y su incidencia en el aprendizaje de su alumnado.
Además, estas inmersiones nos permitieron establecer diálogos más largos e informales
con las maestras que los que podíamos tener en las reuniones del PID-FPEIAP. Así,
docentes e investigadores aprovechábamos estas visitas para dialogar sobre aspectos
organizativos, problemáticas encontradas en el día a día o especificidades de los
contextos. Todas estas observaciones se extendieron a lo largo de los tres cursos que duró
la recogida de datos.
En la siguiente tabla (Tabla 4.5) se muestra el número total de observaciones realizadas
en función de las fases de recogida de datos y los contextos señalados.
Tabla 4.5
Realización de observaciones en función del contexto y fases 1ª fase (de noviembre de 2013
a junio de 2014)
2ª fase (de septiembre de 2014
a junio de 2015)
3ª fase (de septiembre de 2015
a octubre de 2015 y de febrero
de 2016 a junio de 2016)
9 observaciones en el PID-
FPEIAP
10 observaciones en el PID-
FPEIAP
5 observaciones en el PID-
FPEIAP
6 observaciones en colegios 4 observaciones en colegios
Fuente: elaboración propia
Todas las observaciones fueron escritas en un diario de investigación. El diario es un
instrumento idóneo para la toma de notas y la reflexión alejada de la acción (Barba et al.,
2014a). Se trata de una herramienta donde se registran observaciones y se analizan e
interpretan las situaciones (Bolívar et al., 2001). En nuestro caso, el diario de
investigación se divide en dos partes: una primera donde reflejamos las observaciones y,
una segunda utilizada como medio de reflexión personal del investigador. La idea de
realizar esta separación fue motivada por la decisión de que nuestra postura como
participantes en el PID-FPEIAP influyese lo menos posible en los datos recogidos a través
de las observaciones, intentando no emitir juicios o prefijar ideas. En la primera parte se
describen las observaciones tal y como ocurrían, mientras que en la segunda parte el
investigador realiza un análisis e interpretación de las observaciones con su vivencia
como investigador participante. Ambas partes han sido empleadas en la tesis doctoral.
Para Angrosino (2012), tras la realización de observaciones la pregunta inevitable, y que
a nosotros nos surgió, es: ¿Qué significan exactamente esos comportamientos? Para ello
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
139
es necesario preguntar a los participantes, siendo la entrevista una consecuencia lógica de
la observación.
4.3.2. Entrevistas
La entrevista es una de las técnicas de recogida de datos más utilizada en la investigación.
La entrevista se ha definido por diversos autores como “una conversación entre dos o más
personas, en la cual uno es el que pregunta (investigador)” (López & Sandoval, 2006, p.
s.n.), cuya finalidad suele ser la obtención de información “de forma oral y personalizada,
sobre acontecimientos vividos y aspectos subjetivos de la persona” (Massot, Dorio, &
Sabariego, 2004, p. 336). Es una técnica de investigación a través de la cual conocer las
creencias, actitudes o valores de las personas que viven las acciones investigadas
(Bisquerra, 2012). De esta forma, la entrevista es una técnica que permite dar voz a los
participantes y conocer su historia a través del diálogo, basado en preguntas y respuestas
entre investigador e investigado.
La entrevista en la investigación cualitativa, y desde la perspectiva crítica, trata de ser un
proceso abierto y dialógico entre entrevistador y entrevistado (Denzin, 2001). No se trata
solo de un investigador que formula preguntas y un informante que responde, sino de un
proceso basado en el diálogo y la colaboración entre dos personas (Fontana & Frey,
2005). Para Denzin (2001), la entrevista es un privilegio que las personas conceden a los
investigadores y, por tanto, el fin no puede ser la “utilización” del entrevistado con la
única finalidad de obtener datos. En esta línea, otros autores (Alshenqeeti, 2014;
Schostak, 2006) consideran que la entrevista debe ser un proceso reflexivo, crítico y
dialógico entre entrevistador y entrevistado y no sólo ser un proceso ilustrativo.
Las entrevistas pueden realizarse con una persona o con varias personas de forma
simultánea (Gaskell, 2000). En nuestra investigación hemos utilizado ambos tipos. Se han
realizado 14 entrevistas individuales y un grupo de discusión (Tabla 4.6). Como hemos
especificado anteriormente, las entrevistas individuales se realizaron a finales de la
primera fase y en la primera mitad de la segunda fase, mientras que el grupo de discusión
se realizó al terminar la tercera fase.
Tabla 4.6
Realización de entrevistas por número de participantes y fases 1ª fase (de mayo a junio de
2014)
2ª fase (de noviembre de 2014
a febrero de 2015)
3ª fase (junio de 2016)
11 entrevistas individuales
3 entrevistas individuales
1 grupo de discusión
Fuente: elaboración propia
4.3.2.1. Entrevistas individuales
Las entrevistas individuales son una forma de captar las perspectivas, sentimientos y
opiniones de cada persona en los procesos que se investigan (Williamson, 2013). Se tratan
de conversaciones entre dos personas (entrevistador y entrevistado) y, como en la vida,
las conversaciones son el modo de conocer a otras personas, sus sentimientos, opiniones
y el mundo que les rodea (Kvale, 2011). Para investigadores de campo, los procesos de
conversación con los participantes son fundamentales (Vallés, 2002), a través de ellos se
CAPÍTULO IV: Metodología
140
confirman, debaten o critican todas las perspectivas recogidas y se reconocen nuevas vías
de datos importantes para las participantes.
Las entrevistas se pueden realizar de forma presencial o no presencial y su duración puede
variar. Actualmente, con el auge de nuevas tecnologías de comunicación, algunos
investigadores defienden la posibilidad que ofrecen estas herramientas para realizar las
entrevistas a través de plataformas online, como Skype, en lugar de cara a cara (Deakin
& Wakefield, 2013). Sin embargo, la tradición habitual es su realización cara a cara. Por
su parte, la duración es un aspecto variable en las entrevistas (Fontana & Frey, 2005).
Las entrevistas se diferencian en función de la estructura y el diseño con el que las prepara
el investigador. En función de esta tipología nos podemos encontrar con tres formas
diferentes de entrevista (Bisquerra, 2012): (a) estructuradas, esta modalidad de entrevistas
se encuentra próxima a la técnica del cuestionario (Fontana & Frey, 2005). Consiste en la
realización de una batería de preguntas cerradas por parte del entrevistador, donde el
investigador sigue el orden de un guion elaborado con anterioridad, sin posibilidad de
modificación (Bisquerra, 2012). El entrevistador realiza una serie de preguntas
preestablecidas, de forma secuenciada y dirigida, limitando las posibilidades de respuesta
por parte del entrevistado (Fontana & Frey, 2005; Vargas, 2011); (b) no estructuradas, se
trata de la perspectiva más abierta de los modelos de entrevistas (Patton, 2015). En esta
tipología, el entrevistador no realiza ningún tipo de preparación previa (Vallés, 2002).
Las preguntas surgen con el devenir de la conversación. A medida que la entrevista
avanza, el entrevistador expone preguntas, situaciones o temas al entrevistado, en relación
con la historia que está contando. Por lo general, las preguntas suelen ser de carácter
abierto y el entrevistado puede construir sus propias respuestas (Vargas, 2011); y (c)
semiestructuradas, son un modelo de entrevista guiado, pero flexible. Es un tipo de
entrevista más cercana al modelo no estructurado que al estructurado (Williamson, 2013).
A pesar de contar con un guion preestablecido, al igual que la entrevista estructurada, su
forma de realización es próxima a la reflexión y apertura de la entrevista no estructurada.
El guion preestablecido consiste en la realización por parte del entrevistador de una lista
de verificación con las principales preguntas de investigación (Alshenqeeti, 2014). El
entrevistador crea unas líneas temáticas (y puede crear preguntas) con las que tratará de
guiar la entrevista por las áreas relevantes de la investigación (Kvale, 2007). Sin embargo,
a pesar de tener un guion preestablecido, el entrevistador deberá intentar conectar las
respuestas del entrevistado con su guion (Bisquerra, 2012). De esta forma, con el devenir
de la entrevista, el entrevistador puede realizar nuevas preguntas, eliminar algunas o ir
modificando el orden del guion, para adecuarse a las respuestas del entrevistado y realizar
una conversación fluida. Esta característica permite al investigador realizar un sondeo
profundo, al tiempo que mantiene la entrevista dentro de los parámetros trazados por el
objetivo del estudio (Berg, 2007).
El papel que el entrevistador toma durante todo el proceso de la entrevista es crucial. Para
Vallés (1997) existen dos tipos de tácticas que el entrevistador debe tener en cuenta. La
primera es la elaboración de un guion y la segunda son estrategias para la escucha, que el
entrevistador debe fomentar durante la entrevista para hacer más confortable la
conversación al entrevistado; se trata de tácticas como la animación, la reafirmación o la
aclaración. Para ello, es necesario que el entrevistador aprenda a escuchar, un aprendizaje
que requiere de espera, silencio y dar tiempo para la reflexión y el diálogo interior (Sierra
Nieto & Blanco García, 2017). Por tanto, el entrevistador debe ser el encargado de crear
una atmosfera confortable para el entrevistado, donde ambos puedan hablar entre sí cosas
importantes que les atañen, de forma natural (Taylor, Bogdan, & DeVault, 2015). Un
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
141
factor importante para conseguirlo es la confianza establecida entre entrevistador y
entrevistado (Ruiz Olabuenaga, 2009).
En nuestro caso, decidimos realizar entrevistas porque durante meses habíamos recogido
información a través de diferentes técnicas (observaciones participantes, análisis de
documentos y cuestionarios cualitativos), pero queríamos dialogar con las maestras sobre
todos estos datos y obtener citas directas de las participantes (Williamson, 2013). Todas
las entrevistas individuales fueron realizadas a maestras participantes que accedieron al
PID-FPEIAP el primer año. La mayoría se realizaron al final del primer curso académico
y tres de ellas se postergaron a comienzos del curso siguiente. Aunque nuestra intención
era haber continuado con esta técnica de recogida de datos durante los tres cursos, tuvimos
que desechar esta idea ante los cambios vividos por el Proyecto durante los años
siguientes, como hemos expuesto en la Tabla 4.3.
Realizamos las entrevistas individuales de forma presencial y con una tipología
semiestructurada. Respecto al carácter presencial, nos decantamos por esta forma debido
a nuestra posición participativa en el PID-FPEIAP y a la mayor facilidad que tendríamos
para crear un espacio distendido y ameno, de conversación y reflexión con las maestras.
Todas las entrevistas individuales se realizaron en los centros educativos de las maestras
durante los recreos o antes de comenzar su jornada lectiva o al finalizarla. Las entrevistas
individuales tuvieron una duración entre 20-30 minutos y cuando se realizaron durante
los recreos se respetó un margen de entre 5-10 minutos antes de comenzar la entrevista y
al finalizarla, para que las maestras pudiesen tener tiempo de finalizar sus actividades o
preparar todo antes de recibir de nuevo al alumnado. Estas decisiones se consensuaron
con las maestras. De esta forma, decidimos que fuesen los entrevistadores quienes se
desplazasen hasta los centros educativos, aprovechar los momentos en los que las
docentes pudiesen realizar la entrevista y adecuarnos al tiempo. Esta era la mejor forma
de no suponer un perjuicio de tiempo o desplazamiento a quienes ya nos estaban
brindando la posibilidad de conocer la realidad de sus contextos.
En cuanto a la tipología semiestructurada, los entrevistadores trazamos un guion previo a
la realización de las entrevistas individuales (Tabla 4.7). Lo primero que acotamos fueron
los objetivos de la entrevista, estos se dirigieron a obtener una visión global del proceso
vivido por las maestras en el PID-FPEIAP y verificar o disentir algunos de los datos ya
obtenidos mediante otras técnicas. Nos interesaba conocer su historia, sus inquietudes,
sus deseos, sus ideales educativos o sus perspectivas y comprobar si estas se habían
transformado con su paso por el Proyecto. Queríamos poder conversar con las maestras
de forma reflexiva y crítica, haciendo que la entrevista les permitiese analizar la historia
vivida en el PID-FPEIAP, de dónde habían partido y hasta dónde habían llegado. A partir
de los objetivos, trazamos las preguntas temáticas. Se trataban de preguntas genéricas con
las que dar contestación a los objetivos previamente marcados. Eran preguntas amplias y
abiertas, a las que las entrevistadas podían dar múltiples contestaciones en función de sus
experiencias o sus vivencias. Por último, trazamos las preguntas dinámicas que son una
tipología de cuestiones más acotadas que las preguntas temáticas. Aunque este formato
de preguntas no es necesario en las entrevistas semiestructuradas, mi inexperiencia como
entrevistador hizo que decidiésemos realizarlas. De esta forma, ante los nervios o los
momentos en los que la conversación se parase, podía ayudarme de estas preguntas y
exponérselas directamente a las maestras. Este guion lo seguimos en todas las entrevistas
individuales. En las primeras, el seguimiento del guion fue más estricto que en las últimas.
Con el paso de las entrevistas aumentó mi experiencia y conocimiento, lo cual me ayudó
a poder ir guiándolas de forma más abierta y cercana a una conversación informal. Sin
CAPÍTULO IV: Metodología
142
embargo, a pesar del uso del guion, siempre priorizamos la fluidez en la conversación a
través del recordatorio de anécdotas o conversaciones ya vividas con las maestras,
tratando así de incitar a la reflexión y provocar un proceso más informal de conversación,
con el que las maestras se sintiesen cómodas.
Tabla 4.7
Guion de preguntas de las entrevistas individuales Objetivo Preguntas
temáticas
Preguntas dinámicas
Conocer la
realidad laboral
para orientar las
preguntas
1. ¿Cuál es el papel
presente y futuro de
los docentes en la
escuela?
1.1 ¿Cuál es tu papel en la escuela? (maestra tutora,
maestra de apoyo…)
1.2 ¿Cuántos años hace que eres maestro o maestra?
1.3 ¿Todo ellos en este colegio?
1.4 ¿El próximo año sigues en este colegio? *Si es que NO… hacer la última pregunta más detallada
Conocer a qué
otro tipo de
formaciones han
tenido acceso
2. ¿Por qué se ha
elegido esta
formación respecto
a otras?
2.1 ¿Qué otro tipo de formaciones continuas para docente
conoces?
2.2 ¿Para qué sirve cada una de ellas?
2.3 ¿Habías participado en alguna otra formación? *Si es
que sí – 2.4 *Si es que no – 2.5
2.4 ¿Qué tipo de formación era? ¿Has llevado algo a la
práctica?
2.4.1 NO - ¿Por qué no?
2.4.2 SÍ - ¿El qué? ¿Te ha resultado más fácil esas veces
o ahora con el PID-FPEIAP? 2.5 ¿Por qué crees que no has conocido otros proyectos o
cursos?
2.6 ¿Qué ha tenido de diferente la forma de trabajar este
PID-FPEIAP respecto a otras formaciones? (En
función de lo antes contestado)
Conocer la
valoración del
PID-FPEIAP y
aclarar algunas
preguntas de la encuesta abierta
3. ¿Cuál es la
valoración que
hacen los maestros y
maestras del PID-
FPEIAP?
3.1 ¿Estabas interesada en la educación inclusiva antes de
conocer este proyecto?
3.2 ¿Cuál ha sido tu papel?
3.3 ¿Qué crees que te ha aportado trabajar con la
universidad? 3.4 ¿Qué valoración haces del PID-FPEIAP?
Conocer los
cambios que se
han producido en
la práctica
habitual del
docente y sus
relaciones
4. ¿Qué cambios se
han producido en el
docente, en la
organización del
aula y en el
alumnado?
4.1 Antes de empezar el PID-FPEIAP, ¿qué forma de
trabajo tenías con tu alumnado? (rincones, trabajo en
grupo, etc.)
4.1.1 Fuera de los GI, ¿sigues haciéndolo? ¿Has
cambiado algo? (actividades, tu papel, los
grupos…)
4.2 ¿Ha cambiado tu relación con tus compañeras?
4.3 ¿Ha cambiado la relación con las familias dentro del
aula? ¿Y fuera del aula?
Conocer que les
ha aportado el
PID-FPEIAP para
su futuro docente
y las intenciones
para el próximo
año
5. ¿Qué
expectativas tenía
sobre el PID-
FPEIAP y cómo ve
el futuro del mismo?
5.1 ¿Esperabas todos estos cambios en ti cuando decidiste
participar?
5.2 ¿Crees que, después de esta formación, podrías llevar
GI en otra aula sin necesidad de apoyo de la universidad
5.3 El próximo año ¿Cuáles son las intenciones que tienes
respecto al PID-FPEIAP?
Fuente: elaboración propia
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
143
Todas las entrevistas individuales que realizamos se grabaron, previo permiso de las
maestras participantes, y se transcribieron íntegramente (Anexo A).
4.3.2.2. Grupo de discusión
Actualmente y durante años ha existido un debate acerca de la denominación y las
características definitorias de los grupos de discusión (Barbour, 2013). Esta técnica ha
sido confundida e intercambiada terminológicamente por otras como la entrevista grupal,
entrevista en grupos de discusión o el grupo focal (Gutiérrez, 2011; Ruíz, 2016). Por ello,
comenzaremos este apartado exponiendo que nosotros hemos seguido la postura de
Barbour (2013), una autora referente en la investigación cualitativa y el uso de grupos de
discusión, quien afirma que:
Uno de los textos más tempranos y citados con más frecuencia (Fontana &
Frey, 1993) utiliza la expresión “entrevistas grupales”, pero describe un
enfoque al que es más común hacer referencia bajo la denominación de
“debates en grupo de discusión”, que se basa en generar interacción entre
los participantes y analizarla, más que en plantear la misma pregunta (o
lista de preguntas) a cada participante en el grupo que sería el enfoque
favorecido por lo que más habitualmente se denomina “entrevista de
grupo”. (pp. 24-25)
Por tanto, desde esta perspectiva puede definirse el grupo de discusión como:
Un proyecto de conversación socializada en el que la producción de una
situación de comunicación grupal sirve para la captación y análisis de los
discursos ideológicos y las representaciones simbólicas que se asocian a
cualquier fenómeno social […] el grupo de discusión es fundamentalmente
un dispositivo que se establece sobre la base de la identidad social y sus
representaciones, siendo estas representaciones sociales las formas de
conocimiento colectivamente elaboradas y compartidas. (Alonso, 1996)
De forma más sencilla, otros autores han definido los grupos de discusión como
“cualquier debate de grupo se puede denominar grupo de discusión en la medida en que
el investigador estimule activamente la interacción del grupo y esté atento a ella”
(Kitzinger & Barbour, 1999, p.20). El factor principal de los grupos de discusión radica
en la construcción del conocimiento de forma compartida a través de las interacciones de
los participantes. De esta forma, se busca la obtención de una información donde las
hablas individuales quedan superadas por el propio grupo (Suárez-Ortega, 2005). Los
grupos de discusión son una técnica común de recogida de información al finalizar las
investigaciones, ya que permite su utilización como método en combinación con las
técnicas anteriormente utilizadas (Flick, 2009).
A continuación, analizaremos algunas de las características principales de los grupos de
discusión y, de forma simultánea a cada una de ellas, explicaremos cómo las llevamos a
cabo en nuestra investigación.
Existen diferentes perspectivas acerca del número de participantes que pueden participar
en los grupos de discusión, así como su relación. Respecto al número de participantes, la
mayoría de los autores afirman que lo idóneo es contar con entre 5 y 10 participantes
(Mena & Méndez, 2009). Esta acotación se debe a que, al ser una dinámica basada en la
interacción entre participantes, salirse de estas dimensiones puede provocar una dificultad
CAPÍTULO IV: Metodología
144
para generar un diálogo entre los participantes. Sin embargo, en las ciencias sociales y
desde una perspectiva menos técnica, se considera que el número de participantes puede
ser más flexible, entre 3 y 12 (Barbour, 2013). Este número se decidirá en función de
factores como: el espacio en el que se desarrollará el grupo de discusión, el objeto de
estudio, los criterios con los que se seleccionan a los participantes o la experiencia del
entrevistador en procesos grupales (Suárez-Ortega, 2005). Respecto a la relación entre
los participantes, también existen diferentes posturas dependiendo de los autores y las
épocas. Las perspectivas más tradicionales consideraban que los participantes no deberían
conocerse entre ellos antes de su participación en el grupo (Ortí, 1992). Esta perspectiva
considera que realizar los grupos de discusión con grupos preestablecidos de personas
puede sesgar los resultados de la investigación, e incluso autores como Suárez-Ortega
(2005) afirman que quienes defienden esta postura consideran que, si el grupo de
discusión se realiza con un grupo de amigos, compañeros o conocidos, es probable que
tendiesen a hablar entre sí y no se conseguiría un sentimiento de grupo. Sin embargo, para
comprender esta postura, es necesario entender que quienes lo afirman lo hacen dentro
del ámbito de estudios de mercado (sector donde los grupos de discusión son muy
utilizados), donde un grupo de conocidos podría llegar a sesgar a su favor la información
(Barbour, 2013). Sin embargo, en el ámbito de las ciencias sociales los objetivos son muy
diferentes, principalmente dedicados a la comprensión de fenómenos concretos, donde
los grupos son reducidos y los contextos concretos. Por ello, en este ámbito es defendida
la postura de que los participantes sí puedan conocerse (Barbour, 2013; Suárez-Ortega,
2005). Además, investigaciones como las de Nelson y Frontczak (1988) o Bloor,
Frankland, Thomas y Robson (2001) han comprobado que realizar grupos de discusión
con participantes que se conozcan también supone ventajas en cuanto a la variedad y el
número de ideas emitidas, respecto a grupos de desconocidos.
En nuestra investigación realizamos el grupo de discusión con 7 docentes, todos ellos
conocidos entre sí, ya que nuestro objeto de estudio era la comprensión del fenómeno
vivido por las maestras en un determinado proyecto de formación docente. Además, la
participación activa en el PID-FPEIAP fue uno de los requisitos para formar parte del
grupo de discusión, lo cual hacía que solo fuese posible realizarlo con personas conocidas
entre sí. De esta forma, tratamos de aprovechar la confianza entre las participantes y su
sentimiento de grupo. Buscamos analizar el PID-FPEIAP a través de la reflexión y el
recuerdo que les generaba el proceso vivido como grupo. Así, se puede comprobar en la
transcripción, cómo las interacciones entre los participantes se potenciaron debido a la
confianza y al poder rememorar experiencias colectivas, lo cual dio lugar a la producción
de un discurso compartido y creado de forma continua desde las diferentes perspectivas.
Respecto al número de participantes, la decisión se tomó tras realizar un muestro que nos
asegurase informantes claves y heterogeneidad.
La técnica del muestreo es el componente principal de la investigación a través de grupos
de discusión (Barbour, 2013). A diferencia de los estudios cuantitativos, en los grupos de
discusión se trata de identificar a los participantes “atípicos” que podrán otorgar un punto
de vista diferente. Por tanto, la intención no es dar una muestra representativa, sino que
el grupo sea capaz de reflejar la diversidad dentro de la población que se estudia (Barbour,
2013). Así, el muestreo se realiza de forma deliberada o intencionada, en el cual el
investigador va a seleccionar a los participantes en función de sus características, con el
fin de contar con buenos informantes. Los participantes deben poseer características
homogéneas y heterogéneas (Suárez Ortega, 2005). Las características homogéneas las
va a determinar el objeto de estudio y la población con la que se realice, mientras que las
características heterogéneas, son las que van a conseguir que el grupo de discusión
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
145
muestre la diversidad de la población del estudio. La heterogeneidad en determinadas
características son las que nos van a permitir que el grupo de discusión tenga diferentes
puntos de vista y, sobre ellos, haya discusiones, debates y críticas que ayuden a crear un
discurso de grupo más rico y diverso.
En nuestra investigación, la característica homogénea resultó ser maestras en activo que
hubiesen pertenecido de manera activa al PID-FPEIAP durante, al menos, un curso
académico. Esta característica era básica, pues nuestro objeto de estudio se centraba en
comprender el proceso de formación de las maestras en el PID-FPEIAP. Respecto a la
heterogeneidad, tuvimos en cuenta características como el género, la experiencia docente,
situación laboral (fijo o interino), los años de participación en el PID-FPEIAP, así como
características particulares que hacían de los participantes un informante clave. El
muestreo que realizamos y las características definitorias para determinar los
participantes del grupo de discusión se pueden ver de forma más detallada en la tabla 4.8.
Todos los datos han sido ya codificados, como se explicará más adelante.
Tabla 4.8
Datos de los participantes en el grupo de discusión Maestras
participantes Colegio Género Años de
participación en el
PID-FPEIAP
Observaciones
MAES01 A Mujer Participante durante
los tres años del
PID-FPEIAP.
Ha sido capaz de conseguir la
inclusión de una alumna sordo-
ciega en la comunidad gracias a
hacerla participar en grupos interactivos, sobre los cuales se
formó a través del PID-FPEIAP. Realizó un máster de
investigación en la Facultad de
Segovia
MAES02 H
Los dos
primeros
años
perteneció al colegio A.
Mujer Participante durante
los tres años del
PID-FPEIAP en dos
colegios diferentes.
Fue la primera maestra que
decidió participar en el PID-
FPEIAP. A través de ella se
informaron en resto de
compañeras del colegio A, la escuela con un mayor número de
participantes.
MAES07 G
El primer
año
perteneció al
colegio A.
Ha sido
destinada al
colegio K el
próximo año
Mujer Participante durante
los tres años del
PID-FPEIAP en dos
colegios diferentes.
Ha ejercido un gran liderazgo en
el segundo colegio. Entró en una
escuela nueva e implantó lo
aprendido en el PID-FPEIAP.
Incluyó en el Proyecto a maestras
de dicho centro con las que
comenzó a hacer grupos
interactivos y trabajar por
rincones. Este año ya ha contactado con su
nuevo colegio para empezar las
transformaciones en él. Realizó un master de
investigación en la Facultad de
Segovia
Continua
CAPÍTULO IV: Metodología
146
Tabla 4.8
Datos de los participantes en el grupo de discusión (continuación) Maestras
participantes Colegio Género Años de
participación en el
PID-FPEIAP
Observaciones
MAES09 B Mujer Participante durante
los tres años del
PID-FPEIAP.
Accedió al PID-FPEIAP con otras
compañeras de su centro, aunque
en la actualidad es la única que
sigue activa en el PID-FPEIAP y
realizando transformaciones en su
práctica.
MAES13 C
Ha sido
destinado al
colegio J el
próximo año
Hombre Perteneciente al
equipo directivo en
C durante los tres
años de PID-
FPEIAP
Ha dado charlas en otros colegios y
la universidad sobre las
transformaciones que el colegio ha
llevado a cabo gracias a participar
en el PID-FPEIAP. Ha sido quien ha ejercido el
liderazgo en uno de los centros que
comenzó en el PID-FPEIAP y que
ha llevado a cabo más
transformaciones
MAES14
E Mujer No participó el
primer año.
Comenzó a formar
parte del PID-
FPEIAP el segundo
año
Tiene un gran conocimiento sobre
la educación inclusiva. Ha recorrido
toda España conociendo centros
singulares que fomenten la
educación inclusiva.
MAES15
D
Ha sido
destinada al
colegio I el
próximo año
Mujer No participó el
primer año.
Comenzó a formar
parte del PID-
FPEIAP el segundo año
Accedió al PID-FPEIAP junto a dos
compañeras y se han mostrado muy
activas. Realizan prácticas
inclusivas en su aula diferentes a las
realizadas por otros centros del PID-FPEIAP.
Fuente: elaboración propia
Una vez hecho el muestreo, el siguiente paso es realizar un acercamiento a las personas
seleccionadas. El investigador debe contactar con los participantes, invitarles a formar
parte en el grupo de discusión, explicarles su dinámica y finalidad, tratar de acordar un
espacio y tiempo con ellos, así como cerciorarse de que, de querer participar, asistirán a
la reunión (Suárez-Ortega, 2005). Se trata de un proceso a través del cual el investigador
va ganando confianza con los participantes antes de llevar a cabo el grupo de discusión.
En nuestro caso, este proceso fue más sencillo de lo que relata la literatura científica.
Como participantes del PID-FPEIAP, los investigadores teníamos ya una relación cercana
con los participantes seleccionados, lo cual nos permitió llevar a cabo este proceso desde
el diálogo y la confianza con ellos. A través de llamadas telefónicas y mensajes
instantáneos en el móvil realizamos el proceso de invitación y explicación. Las
participantes ya conocían de nuestra investigación, lo cual también facilitó el proceso.
Todas las participantes seleccionadas en el muestreo aceptaron participar en el grupo de
discusión. A partir de ahí, tratamos de acordar un espacio y una fecha que fuese buena
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
147
para todas ellas. Las maestras nos mostraron una gran predisposición desde el principio.
La mayoría de ellas nos dieron la posibilidad de realizarlo varios días y en diferentes
horas. De esta forma, fuimos realizando una tabla para tratar de cuadrar el día que todas
pudieran. Una vez que lo tuvimos, volvimos a ponernos en contacto con las participantes
para informarles de la fecha y hora y cerciorarnos de su asistencia. El espacio acordado
fue un aula de la Facultad de Educación de Segovia, donde se realizaban las reuniones
mensuales del PID-FPEIAP.
Otro aspecto importante en la preparación de un grupo de discusión es la creación de un
guion. Se trata de una guía para que el moderador se asegure que los temas importantes
serán tratados a lo largo del tiempo que dure el grupo de discusión (Suárez-Ortega, 2005).
El guion debe ser flexible, adaptable y con un lenguaje acorde a los participantes. No se
trata de realizar preguntas concretas buscando una respuesta por parte de uno o varios
participantes, como en las entrevistas semiestructuradas, sino que deben ser preguntas
que fomenten el debate y la reflexión entre los informantes (Suárez-Ortega, 2005).
Además, en los grupos de discusión es difícil acotar un tiempo de realización, ya que
dependerá de las interacciones entre los participantes y la extensión de sus reflexiones.
En nuestro caso, realizamos un guion basado en nuestro objeto de estudio y en los datos
recogidos anteriormente a través de otros instrumentos. Se trató de un guion con 5 temas
para debatir (Tabla 4.9). En función de los objetivos que pretendíamos con cada tema,
extrajimos unas preguntas de investigación. A partir de ahí centramos las preguntas que
realizaríamos en el grupo de discusión. En todos los temas comenzamos por exponerles
por qué nos interesaba tratar ese tema en la investigación, y después les lanzamos unas
preguntas abiertas. Estas cuestiones no se necesitaban contestar, tenían la única función
de ayudar a los participantes a concretar sus reflexiones e ideas. De esta forma, tratamos
de que el guion únicamente fuese un elemento de ayuda tanto para el moderador como
para los participantes; una herramienta en la que apoyarse o a la que recurrir cuando las
conversaciones se desviaban en exceso del objeto de estudio o se estancaban. El grupo de
discusión tuvo una temporalización de dos horas.
CAPÍTULO IV: Metodología
148
Tabla 4.9
Guion de preguntas del grupo de discusión Objetivos Preguntas de
investigación
Preguntas para los participantes
- Analizar la
importancia de la
participación para
transformar el
pensamiento del
profesorado
- Evaluar cómo las
transformaciones en el
pensamiento que han sufrido los docentes
han afectado a sus
prácticas
- Analizar las
transformaciones de la
identidad docente
¿Cómo ha cambiado el
pensamiento de las
docentes acerca de la
educación inclusiva
desde que comenzaron
en el Proyecto?
¿Cómo ha influido en
este proceso de cambio
el modelo formativo del PID-FPEIAP?
Un tema importante en estos proyectos es
como ha ido evolucionando vuestro
pensamiento profesional acerca de la
educación inclusiva. Algunas cuestiones
específicas para hablar podrían ser: ¿Creéis
que ha cambiado desde que comenzasteis en
el Proyecto? ¿Cómo ha sido ese cambio?
¿Cómo ha afectado a vuestra práctica ese
cambio en vuestro pensamiento? ¿En qué medida la participación en el PID-FPEIAP
ha influido en dicho cambio?
Otro de los temas que nos gustaría tratar es
vuestra identidad docente. Para ello algunos
temas para hablar podrían ser: ¿Cuáles creéis
que son las labores docentes?, ¿Qué
motivación tenéis?, ¿Qué funciones tiene
que realizar un maestro o una maestra?, ¿Para qué es útil esta profesión? y, así
mismo, si estas cuestiones han cambiado en
los últimos tiempos y si ha influido o no la
participación en el PID-FPEIAP.
- Evaluar las ventajas y
desventajas que la
investigación-acción
participativa proporciona en un proceso de
formación permanente a
través del análisis de 3
años del PID-FPEIAP
- Evaluar los vínculos
transformadores entre
maestras de escuela y
docentes de universidad
¿Qué ventajas y
desventajas consideran
las maestras que tiene
el modelo formativo del PID-FPEIAP?
¿Cómo ha influido en
los procesos de
transformación la
figura de los
investigadores del
Proyecto?
Nos interesa valorar si realizar procesos de
investigación-acción participativa, como en
este PID-FPEIAP, tiene ventajas en el
proceso de formación permanente del profesorado. Os agradecería que
reflexionarais y dialogarais sobre este tema.
¿Creéis que esta forma de organizar el PID-
FPEIAP tiene alguna ventaja o desventaja?
También nos gustaría analizar el papel del
profesorado universitario que participa en el
Proyecto, especialmente en qué medida aporta algo o ayuda en los procesos de
trasformación que estáis realizando en
vuestras aulas.
- Analizar en qué grado se
aplica sistemas y buenas
prácticas de evaluación
formativa en el ejercicio
profesional de las maestras y su relación
con la formación inicial
recibida
- Analizar si la formación
permanente del PID-
FPEIAP ha ayudado a
las docentes a
transformar sus prácticas
de evaluación
¿Cómo evalúan las
docentes a su
alumnado?
¿En qué medida la
forma de evaluar que utilizan las docentes
está influida por la
evaluación que
vivieron durante su
formación inicial?
¿La participación de
las maestras en el PID-
FPEIAP ha modificado
su forma de
evaluación?
Otro de los temas que estamos investigando
es sí en vuestra práctica docente estáis
llevando a cabo sistemas y procesos de
evaluación formativa y, en caso positivo, en
qué medida la forma de evaluar que utilizáis está influida por la evaluación que vivisteis
durante vuestra formación inicial.
Otro aspecto complementario es si vuestra
participación en el PID-FPEIAP os ha
ayudado a modificar, trasformar o mejorar la
forma de evaluación que hacíais antes.
Continua
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
149
Tabla 4.9
Guion de preguntas del grupo de discusión (continuación) Objetivo Preguntas de
investigación
Preguntas para los participantes
- Comparación de los
tipos de formación
permanente y cómo
estos pueden ayudar a
transformar las escuelas
- Analizar la formación
permanente colaborativa
cómo factor para apoyar
a las maestras a emprender
transformaciones
¿Qué aporta el PID-
FPEIAP para poder
transformar las aulas y
los centros, que otra
formación no?
En las
transformaciones que
se han llevado a cabo
en las aulas y colegios, ¿cómo ha influido la
colaboración con otros
compañeros y otras
escuelas?
Otro tema importante es comparar la
formación permanente que supone el PID-
FPEIAP con otros tipos de formación
permanente del profesorado-FPP- (cursos,
talleres, jornadas, congresos, lectura,
estudios universitarios, etc.). En este sentido:
¿Cuáles de todos esos procesos de FPP
tienen más potencial a la hora de transformar
las aulas y los centros educativos?
En las transformaciones que se han llevado a
cabo en las aulas y colegios, ¿cómo creéis
que ha influido la colaboración con otros
compañeros y otras escuelas?
- Analizar los procesos de
autonomía de las
docentes que pertenecen
al PID-FPEIAP.
¿El Proyecto ha dotado
de autonomía a las
maestras para seguir
formándose por su
cuenta?
Respecto a las
prácticas que han
llevado a cabo,
¿podrían las maestras
ponerlas en práctica en
otros centros sin el apoyo del PID-
FPEIAP?
El último tema del que queremos hablar es si
consideráis que participar en el PID-FPEIAP
ayuda a generar procesos de emancipación
profesional (autonomía profesional,
capacidad de autoformación, capacidad de
seguir generando cambios y trasformación
en vuestro centro, aunque no sigáis en el
PID-FPEIAP, etc.).
Fuente: elaboración propia
Igual que en las entrevistas individuales, en la realización y organización de los grupos
de discusión es clave el papel del moderador. Como hemos analizado, el moderador
realiza un arduo trabajo ya desde la preparación del grupo de discusión. Su labor
fundamental es conseguir crear desde el principio un clima de distensión, confianza y
relajación, que no coarte la expresión de ningún participante (Suárez Ortega, 2005).
Durante el desarrollo del grupo de discusión es importante que el moderador domine
algunas técnicas de dinamización de grupos.
En nuestro caso, el investigador era novel en la utilización de los grupos de discusión.
Para tratar de suplir esta situación realizamos una gran cantidad de lecturas previas al
grupo de discusión, que nos permitieron comprender la importancia de adoptar una
postura más flexible y relajada que en las primeras entrevistas individuales. A este aspecto
se sumó la predisposición y deseo de las participantes por debatir y reflexionar.
Acostumbradas a los debates en grupo durante las reuniones mensuales del Proyecto, no
surgió ningún conflicto y las discusiones fluyeron de forma natural, lo cual supuso que
nuestro papel durante el grupo de discusión fuese únicamente de incitador a la reflexión
y al debate en momentos puntuales.
El grupo de discusión, previo consentimiento de los participantes fue grabado y,
posteriormente, transcrito en su totalidad (Anexo B).
CAPÍTULO IV: Metodología
150
4.3.3. Análisis documental
Un individuo o grupo tiende a recoger materiales y documentos por escrito cuando
trabaja. En dichos materiales, las personas suelen reflejar a menudo aspectos pertinentes
a su historia, sus logros o sus planes de futuro (Angrosino, 2012). Estos archivos, creados
por los propios participantes, son una amplia fuente de información y, por tanto, el análisis
de estos documentos puede resultar de gran valor en la investigación.
El análisis documental es el método que los investigadores utilizan para incluir en sus
estudios los documentos elaborados por los participantes. Así, el análisis documental se
define como “una actividad sistemática y planificada que consiste en examinar
documentos ya escritos” (Massot et al., 2004, p.34). Dichos documentos son elaborados
y almacenados por los participantes con fines de investigación, servicio u otros propósitos
tanto oficiales como no oficiales (Angrosino, 2012). A través de esta técnica, el
investigador lee los documentos almacenados por los participantes para darles sentido e
incorporar la información a su investigación. Los datos obtenidos a través de esta técnica
son utilizados, generalmente, para corroborar y completar la información recogida a
través de otras técnicas como la entrevista o la observación (Massot et al., 2004; Yin,
2009).
En nuestro caso, el análisis documental fue utilizado para completar la información
recogida a través del resto de documentos. Una vez que realizamos los primeros análisis
de las entrevistas y las observaciones, decidimos recurrir al análisis documental para
obtener más información y la corroboración en diferentes temáticas. Así, analizamos un
total de 4 documentos.
Los documentos analizados son comunicaciones que los participantes del PID-FPEIAP
elaboraron para un congreso internacional de investigación educativa. En dichas
comunicaciones los participantes, repartidos en grupos de 3 a 9 autores, expusieron
diferentes aspectos de su práctica y el papel del PID-FPEIAP en su formación. En la tabla
4.10 se muestran los detalles de los documentos analizados.
Tabla 4.10
Documentos analizados
Número de autores Contenido del documento
3 Experiencia de las maestras sobre su proceso de formación y la puesta en práctica de Grupos Interactivos en sus aulas.
3
Experiencia de las maestras para haber podido poner en práctica Grupos
Interactivos en aulas multinivel.
4
Proceso de reflexión de las maestras para realizar materiales y actividades
para Grupos Interactivos que se adaptasen a la diversidad de sus aulas.
9 El proceso de transformación vivido en el colegio como consecuencia de la
participación de gran parte de su profesorado en el PID-FPEIAP.
Fuente: elaboración propia
Como se observa en la tabla, los documentos nos permitían conocer cómo las maestras
narraban sus procesos de transformación acontecidos en sus aulas y cómo el PID-FPEIAP
había influido. La búsqueda de datos en esta línea fue la seguida con el resto de los
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
151
instrumentos. Por ello, decidimos incluir el análisis de las comunicaciones en nuestra
investigación, como una forma de completar y corroborar los datos.
4.3.4. Cuestionario cualitativo
Los cuestionarios se pueden definir como un “instrumento que consiste en aplicar a un
universo definido de individuos una serie de preguntas o ítems sobre un determinado
problema de investigación del que deseamos conocer algo” (Sierra, 1994, p. 194). Su
potencialidad radica en la posibilidad que otorga al investigador de acceder a un gran
número de participantes en un breve periodo de tiempo (Casas, García, & González, 2006;
Martín Arribas, 2004).
En función del tipo de preguntas que realicemos en el cuestionario estos se pueden
diferenciar entre cerrados y abiertos (García, Alfaro, Hernández, & Molina, 2006) o entre
cuantitativos y cualitativos (Johnson & Christensen, 2012). Los cuestionarios cerrados o
cuantitativos suelen utilizar preguntas cerradas cuya respuesta viene definida previamente
por el investigador, y donde el participante solo tiene la posibilidad de marcar una opción
(Corral, 2010). Por su parte, los cuestionarios abiertos o cualitativos utilizan preguntas
abiertas a través de las cuales los participantes pueden realizar amplias respuestas. Este
último tipo de cuestionarios son principalmente utilizados para estudios exploratorios
(Johnson & Christensen, 2012).
En nuestro caso, elegimos realizar los cuestionarios gracias a su capacidad para acceder
a un gran número de participantes en un espacio corto de tiempo. Cuando comenzó el
PID-FPEIAP queríamos recabar información que nos ayudase a guiar la investigación.
Buscábamos comprender cuáles habían sido los deseos, inquietudes y perspectivas que
las maestras tenían para haber decidido participar el PID-FPEIAP. El amplio número de
maestras y la posibilidad de que los datos se viesen afectados si esta recogida de datos se
prolongaba en el tiempo, nos hizo decidirnos por la utilización de cuestionarios.
Realizamos un único cuestionario que fue rellenado por un total de veinticuatro maestras,
dieciséis de las cuales lo realizaron el primer año y ocho el segundo año (Anexo C). Todos
los cuestionarios fueron realizados por las participantes de forma anónima y se llevaron
a cabo durante el primer mes de cada curso, antes de que las maestras comenzasen la
puesta en práctica.
Elegimos un modelo de cuestionario cualitativo, con preguntas abiertas (Tabla 4.11). Los
cuestionarios del primer año tenían siete preguntas, mientras que los cuestionarios
utilizados el primer año fueron brevemente ampliados y adaptados, y contaron con nueve
preguntas. La selección de este formato nos permitía adaptar las cuestiones a las
particularidades de cada maestra, su contexto y sus circunstancias. Además, este tipo de
preguntas nos iban a dar la oportunidad de conocer más en profundidad la variedad de
motivaciones, intereses y expectativas con las que las maestras se sumaron al PID-
FPEIAP. Los cuestionarios cualitativos se entregaron a las maestras en mano durante una
reunión del Proyecto. El cuestionario fue realizado por las docentes de forma anónima.
CAPÍTULO IV: Metodología
152
Tabla 4.11
Preguntas del cuestionario cualitativo Preguntas cuestionario 1ª Fase Preguntas cuestionario 2ª Fase
1. ¿Cómo te enteraste de este proyecto?
2. ¿Qué necesidades, inquietudes, etc. te
llevaron a querer formar parte del
proyecto?
3. ¿Qué esperabas, respecto a tu
formación, cuando te apuntaste?
4. ¿Qué te añade este tipo de formación a
la formación que ya tienes como
maestro?
5. ¿Tu participación ha supuesto algún cambio en tu práctica docente?
¿Cuál?
6. Respecto a la forma de trabajo en el
proyecto ¿Qué valor le das a las
reuniones periódicas?
5.1. ¿Y a la heterogeneidad de
participantes?
7. Sugerencias o cambios
1. ¿Cómo te has enterado de este proyecto?
2. ¿Qué necesidades, inquietudes, etc. te han llevado a
querer formar parte del proyecto?
3. ¿Qué esperas, respecto a tu formación, que te aporte
participar en el Proyecto?
4. ¿Crees que participar en este Proyecto cambiará la
relación que tienes con los compañeros y compañeras?
4.1. Si la respuesta es afirmativa ¿Cómo?
4.2. Si la respuesta es negativa ¿Por qué?
5. ¿Crees que tu participación supondrá algún cambio en tu práctica habitual de aula, más allá de poner en marcha
los grupos interactivos?
5.1. Si la respuesta es afirmativa ¿Cuáles?
5.2. Si la respuesta es negativa ¿Por qué?
6. La participación en este Proyecto de uno o varios
maestros y maestras de tu centro, ¿Crees que puede
hacer que se produzcan cambios en el propio centro?
6.1. Si la respuesta es afirmativa ¿Cuáles?
6.2. Si la respuesta es negativa ¿Por qué?
7. Respecto a la forma de trabajo en el Proyecto ¿Crees que
te ayudará que haya reuniones periódicas?
7.1. Si la respuesta es afirmativa ¿Cómo? 7.2. Si la respuesta es negativa ¿Por qué?
8. Respecto a la heterogeneidad de participantes, ¿Crees que
aportará algo en tu formación?
8.1. Si la respuesta es afirmativa ¿Cómo?
8.2. Si la respuesta es negativa ¿Por qué?
9. Sugerencias o cambios
Fuente: elaboración propia
4.4. Análisis de datos
El análisis de datos constituye una de las tareas más atractivas dentro del
proceso de investigación. Los datos recogidos por el investigador resultan
insuficientes por sí mismos para arrojar luz acerca de los problemas o las
realidades estudiadas, situando al analista frente al reto de encontrar
significado a todo un cúmulo de materiales informativos procedentes de
fuentes diversas. (Rodríguez, Gil Flores, & García, 1999, p. 197)
El análisis de datos se presenta como un gran puzle que contiene la información de las
diferentes realidades observadas y recogidas por el investigador. En esta fase del estudio
resulta fundamental que la persona que lleva a cabo la investigación sea capaz de
identificar, registrar y juntar aquellos datos que describen o ejemplifican una misma idea
teórica o descriptiva, con la finalidad de dotarles de sentido y unión (Gibbs, 2012). Este
ensamblaje dará lugar a un discurso completo que permitirá la descripción y comprensión
de la investigación.
4.4.1. Organización de las categorías
El proceso de análisis de datos comenzó con la creación en formato escrito y digital de
todos los datos recogidos. Para ello, digitalizamos y ampliamos las observaciones
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
153
realizadas en el cuaderno; transcribimos todas las grabaciones de las entrevistas a
ordenador; se obtuvo la copia digital de los documentos que analizaríamos después y, por
último, se digitalizaron todos los cuestionarios abiertos que las maestras nos entregaron
en papel. A partir de ese momento comenzamos con la organización de los datos en
categorías.
En la investigación que hemos llevado a cabo, uno de los momentos más complicados fue
la organización de la información recogida bajo diferentes categorías de análisis. Para
llegar a este punto de concreción pasamos por una serie de fases de análisis que nos
llevaron a construir y (de)construir las categorías prefijadas, hasta encontrar el verdadero
significado de los datos de los que disponíamos. Pasamos a contar cada una de estas fases
de análisis:
En una primera fase tratamos de agrupar los datos de acuerdo a la literatura científica.
Tras una lectura profunda de todos los datos transcritos intentamos categorizarlos a través
de algunas características marcadas previamente por las publicaciones científicas. Sin
embargo, en este intento de categorización nos dimos cuenta de que gran parte del
discurso de las maestras se quedaba fuera. El análisis de datos no era posible ni lógico
hacerlo desde la teoría, al no haberla utilizado desde el principio para conducir la
investigación (Sandín-Esteban, 2018). Todo nuestro estudio fue una investigación
empírica guiada por los acontecimientos y, como tal, este enfoque debía seguir en el
análisis de datos. Así, desechamos la posibilidad de categorizar los datos desde el
conocimiento teórico.
En la segunda fase volvimos a leer de forma exhaustiva los datos, tratando de dejar de
lado nuestras concepciones teóricas. La idea era volver a ver los datos como quien lee del
tema por primera vez. Por supuesto, esto no fue una tarea fácil y nos supuso un proceso
de lectura e interiorización largo. Sin embargo, una vez realizada la lectura nos
dispusimos a comenzar nuestro análisis de forma inductiva, donde el texto nos guiase en
la construcción de las categorías y, posteriormente, de las proposiciones teóricas
(Hernández Carrera, 2014). De esta forma fuimos capaces de ir comprendiendo el texto
desde el significado que nos evocaba y dimos con el núcleo neurálgico (o tema principal)
y los temas específicos.
Nuestra recolección de datos se realizó de forma continua y paralela al proceso formativo
de las docentes. Por esta razón, descubrimos que los datos mostraban la línea temporal
del proceso formativo de las maestras. La información recogida presentaba un discurso
más amplio y profundo por parte de las maestras, a medida que el PID-FPEIAP avanzaba
en el tiempo. De esta forma, comprendimos que el núcleo neurálgico de la investigación
era “el proceso de formación vivido por las maestras durante el PID-FPEIAP”. Esta
situación nos condujo a la idea de crear un discurso a través del análisis de los datos,
donde se comprendiera el proceso formativo de las maestras. Para ello, debíamos ser
capaces de abordar en el análisis de datos la totalidad de este proceso desde su punto de
vista, destacando aquellos aspectos más importantes para ellas. Para comenzar tratamos
de dividir el análisis de datos en temas que nos permitiesen, una vez ensamblados, llegar
a comprender la totalidad del núcleo neurálgico y proporcionar al lector un discurso
limpio y entendible. De esta forma, descubrimos que el discurso de las maestras pasaba
por tres momentos: (1) un momento inicial, en el que comentaban aspectos tales como:
por qué decidieron participar o qué esperaban; (2) un momento procesual, que trataba de
dar respuesta a lo vivido durante el Proyecto; y (3) un momento final, en el que se podía
ver una evaluación general del PID-FPEIAP, sus principales características y situaciones.
CAPÍTULO IV: Metodología
154
El siguiente paso fue renombrar estas nomenclaturas para unirlas específicamente a
nuestra investigación, creando los núcleos de significado que denominamos: “previo a la
participación en el PID-FPEIAP”, “proceso y consecuencias de la participación en el PID-
FPEIAP” y “análisis y valoración del PID-FPEIAP”.
A partir de la construcción del núcleo y los tres momentos fuimos destacando temas
específicos dentro de cada uno (Figura 4.2). Dichos temas reflejaban las categorías de
análisis sobre las que habría que hacer navegar el discurso posteriormente.
Figura 4.2. Núcleo y temas del análisis de datos
La tercera fase de nuestro análisis supuso ya la creación de categorías y la selección de
los extractos. El proceso de categorización consiste en la creación de una estructura que
permita guiar el análisis de datos (Cisterna Cabrera, 2005; Stake, 1998). Las categorías
pueden ser creadas a priori o a posteriori (Stake, 1998). En nuestro caso, el camino de la
investigación lo fueron marcando los acontecimientos. De esta forma, nuestra
categorización se realizó a posteriori de la recogida de datos. Una vez descubrimos el
núcleo neurálgico y los núcleos de significado pudimos reorganizar los temas incluidos
dentro de ellos y dar sentido a la información en categorías y subcategorías.
Los temas anteriormente señalados dentro de cada núcleo de significado fueron
agrupados, reorganizados y renombrados para dar lugar a categorías de análisis. En esta
fase, volvimos a leer el texto y agrupamos los temas de cada núcleo en categorías.
Algunos de los temas se fueron enlazando entre sí, mientras que otros los rompimos y
fueron incluyéndose en diferentes categorías. A medida que hicimos este proceso fuimos
descubriendo como dentro de cada categoría había pequeños subgrupos de ideas o
subunidades que son los que dieron lugar a las subcategorías (Romero, 2005). Usamos
los extractos ya incluidos en las categorías y los fuimos agrupando dentro de cada
subcategoría. Durante este proceso nos surgieron nuevas subcategorías y algunas
cambiaron de disposición respecto a nuestra idea inicial. En la tabla 4.12 se puede
comprobar cuáles han sido las categorías y subcategorías de nuestra investigación.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
155
Tabla 4.12
Categorías y subcategorías del análisis de datos Categorías Subcategorías
5.1. Los inicios y el comienzo de la creación
del grupo de trabajo
5.1.1. Primeras aproximaciones al PID-FPEIAP
5.1.2. El grupo multinivel del PID-FPEIAP
5.2. Metodologías de formación docente en
la trayectoria de las maestras del PID-
FPEIAP. Análisis y comparaciones de las
potencialidades y debilidades
5.2.1. La formación previa de las maestras
5.2.2. Metodología de formación en el PID-FPEIAP
5.2.3. Aspectos más valorados por las maestras en el
proceso de formación realizado en el PID-FPEIAP
6.1. Transformaciones 6.1.1. Transformaciones producidas en las maestras
por su participación en el PID-FPEIAP 6.1.2. Transformaciones producidas en la práctica por
la participación de las maestras en el PID-FPEIAP
6.2. Aspectos destacados y tensiones del
PID-FPEIAP encontrados por las
participantes
6.2.1. Aspectos destacados del PID-FPEIAP
6.1.1. Tensiones surgidas en el PID-FPEIAP
Fuente: Elaboración propia
El análisis ha tratado de dar una visión global del proceso formativo de las maestras en el
PID-FPEIAP y las especificidades de cada caso. A través de su unión, las categorías tratan
de responder a la pregunta de investigación “¿Qué ha aportado el modelo de
investigación-acción participativa a la formación de las maestras participantes en el
PID-FPEIAP?” Por su parte, las subcategorías son una forma de acercarnos a las
preguntas específicas de investigación “¿A qué aspectos se prestó especial atención
durante el proceso de formación de las maestras en el PID-FPEIAP? ¿Cuáles son las
principales características que las maestras destacan en una formación docente y cómo
fue su cumplimiento en el PID-FPEIAP en relación con otras formaciones? ¿Cómo han
sido los procesos de transformaciones intrínsecos de las maestras, surgidos a raíz de su
participación en el PID-FPEIAP? ¿Cuáles han sido las transformaciones en las aulas y
en los contextos de las maestras? ¿Cuáles fueron las características del PID-FPEIAP
más destacadas por las maestras y las principales tensiones vividas por ellas?”. Todas
ellas muestran un discurso a través de los principales temas destacados por las maestras.
Sin embargo, este fue un procedimiento costoso, pues las vivencias de las maestras
respecto al proceso formativo fueron diferentes entre sí.
Con la intención de que los discursos individuales se viesen reflejados dentro del informe
global creamos unas líneas temáticas. El uso de este aspecto tenía como finalidad reunir
los datos en torno a un tema lo máximo posible y crear así un discurso más fácilmente
comprensible. A través de este proceso pudimos detallar aún más el contenido de las
categorías de análisis y las subcategorías, organizando las líneas temáticas de forma que
las individualidades siguiesen formando parte del discurso del grupo. Toda la
categorización y codificación se llevó a cabo a través del software de análisis cualitativo
de datos ATLAS.ti (2015).
En la tabla 4.13 mostramos todas las categorías, subcategorías y líneas temáticas que
guiaron nuestro análisis.
CAPÍTULO IV: Metodología
156
Tabla 4.13
Líneas temáticas del análisis de datos 5.1. Los inicios y el comienzo de la creación del grupo de trabajo
5.1.1. Primeras aproximaciones al PID-
FPEIAP
5.1.1.1. El acceso de las maestras a la participación en el PID-
FPEIAP
- Primer curso - Cursos posteriores
5.1.1.2. Los intereses de participación de las maestras cuando
accedieron al PID-FPEIAP
- Primer curso
- Cursos posteriores
5.1.1.3. Las expectativas formativas y de transformación de
las maestras cuando accedieron al PID-FPEIAP
- Primer curso
- Cursos posteriores
5.1.2. El grupo multinivel del PID-
FPEIAP
5.1.2.1. El proceso de creación y consolidación del grupo
multinivel del PID-FPEIAP 5.1.2.2. La valoración de las maestras del carácter
heterogéneo y multinivel del PID-FPEIAP para su
formación
5.2. Metodologías de formación docente en la trayectoria de las maestras del PID-FPEIAP. Análisis
y comparaciones de las potencialidades y debilidades
5.2.1. La formación previa de las maestras
5.2.1.1. Tipos de formación previas al PID-FPEIAP
5.2.1.2. Motivaciones e intereses formativos de las maestras
5.2.2. Metodología de formación en el
PID-FPEIAP
5.2.2.1. Participación en la toma de decisiones durante todo el
PID-FPEIAP
5.2.2.2. Implantación de prácticas inclusivas por las maestras 5.2.2.3. Procesos de reflexión individuales y colectivos con el
grupo
5.2.3. Aspectos más valorados por las
maestras en el proceso de formación
realizado en el PID-FPEIAP
5.2.3.1. La relación teoría-práctica
5.2.3.2. Adaptación al contexto y a las necesidades
5.2.3.3. El trabajo colectivo con otros agentes educativos
5.2.3.4. El seguimiento prolongado y el carácter longitudinal
5.2.3.5. La finalidad transformadora de la formación
6.1. Transformaciones
6.1.1. Transformaciones producidas en
las maestras por su participación en
el PID-FPEIAP
6.1.1.1. Transformación y proceso de la identidad docente. El
papel del grupo
6.1.1.2. Transformación del pensamiento docente y el
conocimiento educativo
- Transformación en la idea sobre educación inclusiva
- Transformación en el lenguaje en torno al término
educación inclusiva
- Transformaciones en pensamiento docente de las
maestras y cómo les ha afectado a su práctica
diaria
6.1.1.3. Autonomía y liderazgo de las maestras
6.1.2. Transformaciones producidas en la
práctica por la participación de las
maestras en el PID-FPEIAP
6.1.2.1. El proceso de asentamiento de grupos interactivos
- Cómo trabajábamos antes de entrar al PID-
FPEIAP
- El proceso de realización de grupos interactivos
- Transformación en el aprendizaje del alumnado - Transformaciones en las relaciones con las
familias
- Cómo trabajamos después de hacer grupos
interactivos
Continua
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
157
Tabla 4.13
Líneas temáticas del análisis de datos (continuación)
- 6.2. Aspectos destacados y tensiones del PID-FPEIAP encontrados por las participantes
6.1.2.2. El proceso de transformación de los boletines
informativos de evaluación para las familias
- Los primeros boletines informativos.
Replanteando su validez
- Transformación del boletín informativo
impuesto a un boletín informativo
cualitativo-individualizado
- Perspectivas de la comunidad escolar respecto
a la transformación del boletín informativo
6.2.1. Aspectos destacados del PID-FPEIAP 6.2.1.1. Relación escuela-universidad
- Percepción acerca de la conexión entre la
escuela y la universidad - Principales aportaciones de la relación entre la
escuela y la universidad en el PID-FPEIAP
6.2.1.2. El trabajo en grupo
- El trabajo con compañeras dentro de la misma
escuela. Una transformación de las
relaciones
- El papel del grupo multinivel del PID-FPEIAP
en el apoyo emocional a las maestras
6.2.2. Tensiones surgidas en el PID-FPEIAP 6.2.2.1. Miedos e incertidumbres ante lo desconocido
- Los primeros pasos de las maestras en el PID-
FPEIAP
- La ruptura con posiciones de comodidad 6.2.2.2. Agotamiento docente
6.2.2.3. Momento de estancamiento en el segundo año
6.2.2.4 La reducción del acompañamiento universitario
cuando el grupo creció
Fuente: Elaboración propia
4.4.2. Informe de investigación
Todo el proceso de análisis de datos ha finalizado en la redacción de esta tesis doctoral.
De acuerdo con las categorías, subcategorías y líneas temáticas previamente marcadas
fuimos elaborando el informe final. La redacción de esta tesis doctoral se elaboró de
forma lineal y cronológica. Los investigadores tratamos de crear una historia que reflejase
los principales momentos destacados y vividos por las maestras durante su participación
en el PID-FPEIAP. Para conseguirlo, y que se comprendiesen, era necesario mostrar al
lector un desarrollo claro, donde los acontecimientos narrados fuesen explicando los
siguientes. Sin embargo, esto no fue un procedimiento sencillo ya que nos encontramos
con la dificultad de realizar este discurso a través de las vivencias individuales de las
maestras, las cuales se solapaban y complementaban. Gracias a la ardua tarea previa de
extracción de núcleos, categorías, subcategorías y líneas temáticas el trabajo se
simplificó.
La redacción del informe se estructuró en dos capítulos, agrupando las cuatro categorías
de análisis. En la primera categoría se exponen los procesos de acercamiento de las
maestras al PID-FPEIAP y nos adentramos en los procesos formativos de las maestras.
Comenzamos narrando cuáles fueron las razones para que las maestras conocieran el PID-
FPEIAP, sus intereses para decidirse a participar y las expectativas. De esta forma
CAPÍTULO IV: Metodología
158
hacemos un repaso a las primeras decisiones colectivas que tomó el Proyecto para acercar
a maestras, el posicionamiento del coordinador o las necesidades formativas de las
docentes, entre otros aspectos. Este capítulo continúa relatando cómo las maestras se
asentaron en el PID-FPEIAP junto a compañeras de otros colegios y formaron un grupo
que ha sido la base del trabajo formativo. En la segunda categoría de este capítulo el relato
comienza por una retrospectiva a las formaciones permanentes a las que las maestras
habían accedido antes de iniciar su formación en el Proyecto. De esta forma podemos
analizar la variedad de formaciones ofertadas a las maestras, sus deseos formativos y sus
motivaciones con estas formaciones. El capítulo continúa adentrándose por los modelos
de formación vividos por las maestras hasta llegar al del Proyecto. A través de las
vivencias de las maestras se analiza cómo ha sido su participación en el PID-FPEIAP,
cómo fue la puesta en práctica y el papel que le otorgan a la reflexión individual y
colectiva en todo el proceso. Por último, este capítulo nos guía a una comparación entre
los modelos formativos vividos previamente por las maestras y el modelo de
investigación-acción participativa del Proyecto. Las palabras de las maestras nos
permiten analizar los diferentes modelos desde los aspectos de: relación teoría-práctica,
la cercanía a las realidades de las aulas, la dilatación en el tiempo, el trabajo colectivo y,
por último, las posibilidades transformadoras. En relación con dichas posibilidades, se
inicia el siguiente capítulo.
Las transformaciones vividas por las maestras a raíz de su participación en el PID-
FPEIAP forman la primera parte del segundo capítulo. Esta categoría está conducida a
través de dos tipos de transformaciones y su implicación en el aprendizaje del alumnado.
Por un lado, la transformación de la identidad docente de las maestras y cómo el PID-
FPEIAP les ha afectado a aspectos profesionales, tales como su concepción sobre la
educación inclusiva, su visión de la educación o su lenguaje y, por otro lado, el análisis
de las transformaciones prácticas, donde se detallan los procesos de transformación de su
práctica educativa a través de dos actuaciones concretas, los grupos interactivos y los
boletines de evaluación. Dichas prácticas fueron las más recurrentes en el discurso de las
maestras. Por último, este capítulo finaliza con una categoría destinada a realizar una
evaluación general del Proyecto y sus particularidades. En ella se destacan los aspectos
positivos del modelo de formación del PID-FPEIAP, así como los momentos
problemáticos que las maestras vivenciaron durante su participación. En este capítulo
podemos comprobar como la relación con la universidad o el trabajo en grupo es bien
valorado por las maestras, mientras que diferentes decisiones tomadas en el PID-FPEIAP
produjeron momentos de tensión.
En todos los capítulos de análisis de datos la narración va intercalando la voz de las
maestras con la del investigador. La narración fluye a través de la voz de las maestras,
recogida principalmente a través de las entrevistas y los cuestionarios abiertos, junto a la
voz del investigador, mostrada principalmente a través de las observaciones en el diario.
Sin embargo, en esta tesis doctoral siempre hemos apostado por un modelo de
investigación que privilegiase la palabra de las participantes.
Para la selección y organización de los extractos tuvimos en cuenta la triangulación.
Mediante este proceso el investigador trata de visibilizar diferentes realidades de forma
simultánea (Denzin & Lincoln, 2005), mostrando la información a través de la utilización
de diferentes técnicas, participantes o momentos temporales (Stake, 2005, 2006). Así, a
lo largo de nuestro informe van apareciendo las citas textuales con los códigos entre
paréntesis que muestran el instrumento, el participante y la fecha de recogida. Este
proceso de codificación lo expondremos de forma detallada en el siguiente apartado.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
159
Por último, al finalizar la narración de cada una de las líneas temáticas realizamos una
discusión de los datos más relevantes que nacen del discurso de las maestras con la
literatura científica, lo que permitirá posteriormente llegar a conclusiones generales.
Todo el proceso de análisis de datos y redacción del informe lo podemos ver en la figura
4.3.
Figura 4.3. Proceso de realización del análisis de datos
4.4.3. Codificación de los datos
El primer proceso de codificación que realizamos fue respecto a los nombres de las
maestras, de las personas que aparecían en los extractos y de los centros educativos a los
que se referenciaban. A cada maestra se le ha otorgado un número precedido de la palabra
“MAES”. Respecto a los investigadores asociados al PID-FPEIAP se ha realizado el
mismo procedimiento y se les ha otorgado un número con el prefijo “INV”. A las alumnas
de Grado participantes en el Proyecto se les otorgó también un número y el prefijo
“ALUM” Por último, a los centros escolares se les ha dotado de una letra y el prefijo
“COLE”. De esta forma cuando ha aparecido alguno de los nombres de investigadores,
maestras o sus centros educativos, han sido sustituidos por su pseudónimo. Este proceso
se muestra en la tabla 4.14.
CAPÍTULO IV: Metodología
160
Tabla 4.14
Pseudónimos de los participantes Código Número
MAES. Maestras
INV. Investigadores
ALUM. Alumnas
COLE. Colegio
01 a 22 (para las maestras)
01 a 05 (para los investigadores)
01 a 02 (para las alumnas)
A a T (para los colegios)
Ejemplo
Hoy, MAES08 ha estado hablando con INV01 sobre cómo realizar una práctica en el COLEC.
Fuente: Elaboración propia
Respecto a los instrumentos utilizados, estos también han sido codificados para dotar de
anonimato a quienes pusieron sus voces y para poder otorgar una amplia información
sobre ellos de forma concisa.
Todas las entrevistas y el grupo de discusión fueron codificados para su utilización en
esta tesis doctoral como se muestra en la tabla 4.15
Tabla 4.15
Codificación de las entrevistas Instrumento Tipo de entrevista Número
asignado a la
maestra
Colegio de pertenencia
de la maestra
entrevistada
Fase de recogida
de datos
EN. Entrevista IN. Entrevista
individual
GD. Grupo de
discusión
01 a 17 A a T
14. Primera fase
15. Segunda fase
16. Tercera fase
Ejemplos
ENIN05C14 – Entrevista individual a la maestra 05 perteneciente al colegio C durante la primera fase
de recogida de datos.
ENGD07B16 – Entrevista en el grupo de discusión a la maestra 07 perteneciente al colegio B durante la
tercera fase de recogida de datos.
Fuente: Elaboración propia
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
161
La codificación de las observaciones se realizó como se muestra en la tabla 4.16
Tabla 4.16
Codificación de las observaciones Instrumento Mes Año Formato de recogida de la
información en el diario
Diario Septiembre a
Junio
2013 a 2016 O. Observaciones
R. Reflexiones
Ejemplos
Diario. Abril, 2014. O – Observación recogida en el diario de investigación durante el mes de abril del año
2014
Diario. Marzo, 2015. R – Reflexión realizada por el investigador en el diario de investigación durante el
mes de marzo del año 2015
Fuente: Elaboración propia
Respecto a la codificación de los documentos analizados, esta se realizó como se muestra
en la tabla 4.17.
Tabla 4.17
Codificación de los documentos analizados Instrumento Nº
Comunicación
Contenido de la comunicación Fase
AD. Análisis
documental
01 a 04 GI. Experiencia de las maestras sobre su proceso de
formación y la puesta en práctica de Grupos Interactivos
en sus aulas.
14.
Primera
fase
GIM. Experiencia de las maestras para haber podido
poner en práctica Grupos Interactivos en aulas
multinivel.
GIMT. Proceso de reflexión de las maestras para realizar
materiales y actividades para Grupos Interactivos que se
adaptasen a la diversidad de sus aulas.
TRPF. El proceso de transformación vivido en el colegio
como consecuencia de la participación de gran parte de su profesorado en el PID-FPEIAP.
Ejemplo
AD01TRPF14 – Análisis documental del primer documento referido al proceso de transformación vivido
en el colegio como consecuencia de la participación de gran parte de su profesorado en el PID-FPEIAP
durante la primera fase
Fuente: Elaboración propia
CAPÍTULO IV: Metodología
162
Por último, la codificación de los cuestionarios cualitativos se realizó como se expone en
la tabla 4.18. En este caso los cuestionarios eran anónimos, pero se solicitó el nombre del
centro educativo. Por ello, no se utilizan los números asociados con las maestras, pero sí
las letras asociadas con los colegios.
Tabla 4.18
Codificación de los cuestionarios Instrumento Nº de
cuestionario
Colegio Fase
CST. Cuestionarios
01 a 24 A a K 14. Primera fase
15. Segunda fase
Ejemplo
CST05F14 – Cuestionario número 05 realizado por una maestra perteneciente al colegio F durante la
primera fase
Fuente: Elaboración propia
4.5. Procesos éticos de la investigación
La investigación cualitativa conlleva procesos participativos y éticos al mismo tiempo
(Galeano, 2004). El investigador establece relaciones con los participantes, accede a sus
contextos y recibe informaciones personales durante el proceso. Por ello, una mala
actuación del investigador y del tratamiento de los datos puede llevar asociado unos daños
o costes para los participantes (Gibbs, 2012). La persona que investiga siempre debe
asegurarse de proteger y salvaguardar el bienestar físico, social y psicológico de los
participantes durante toda la investigación (Galeano, 2004). En la búsqueda de
información, el investigador debe tener siempre en cuenta estas cuestiones y anteponerlas
a su búsqueda de avance en el conocimiento. La investigación debe asegurarse ser una
práctica ética a través de la cual los daños o costes hacia los participantes sean mínimos
y los beneficios los máximos posibles.
En nuestra investigación nos hemos enfrentado a esta problemática de forma constante.
Realizar una investigación como participantes nos ha llevado a plantearnos debates en
torno a la ética de forma continua durante toda la investigación. Algunas de estas
reflexiones estuvieron relacionadas con el uso de instrumentos, el tratamiento de los datos
y su publicación en esta tesis doctoral. Otros debates surgieron en torno a cómo afectaría
a la investigación nuestro posicionamiento interno en el grupo. Pero el debate principal
que nos persiguió durante todo el proceso fue cómo hacer de esta investigación un proceso
colaborativo entre investigadores y maestras participantes donde ambos se viesen
beneficiados. A continuación, señalamos los aspectos que hemos tenido en cuenta para
tratar de hacer frente a las problemáticas mencionadas.
Es necesario que los participantes comprendan y consientan su participación en el estudio.
En muchas ocasiones, los investigadores suelen utilizar consentimientos informados para
mostrar a los participantes sus derechos y responsabilidades dentro de la investigación
(Noreña, Alcaraz-Moreno, Rojas, & Rebolledo-Malpica, 2012). De esta forma, los
participantes conocen cuál será su papel en la investigación, cómo procederá el
investigador con los datos o cómo se guardará su anonimato, pudiendo aceptar o rechazar
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
163
su participación en la medida en la que no se respeten sus creencias, valores e intereses
(Botto, 2011). Sin embargo, de acuerdo con Abad (2016) este es un procedimiento de
ética vacía, al tratarse de un proceso estandarizado y puntual que se aleja de la ética
situada que debe producirse en estudios sociales cualitativos donde se trabaja junto a
personas durante un tiempo prolongado. Por ello, en la investigación cualitativa en
ciencias sociales es necesario que el consentimiento sea un proceso construido, negociado
y reafirmado de forma continua, mediante los que se denomina “conversaciones éticas”
(Neale 2013, p. 8).
En nuestro caso, el proceso de consentimiento se realizó de forma colaborativa y dialógica
con las maestras participantes durante toda la investigación. Como ya hemos expuesto
anteriormente, tanto los objetivos como los procedimientos de recogida de datos en esta
tesis doctoral fueron construidos colaborativamente con las maestras participantes. La
situación de las maestras, sus intereses y sus motivaciones fueron los aspectos sobre los
que se tomaron decisiones como utilizar o desechar determinadas técnicas e instrumentos
o centrar la búsqueda de información en una determinada línea. Esto solo fue posible
gracias al trabajo colaborativo junto a las maestras durante todo el proceso, el cual ayudó
a que las docentes comprendiesen las implicaciones de la investigación y pudiésemos
mostrar de forma clara y concisa las cuestiones del estudio en cada momento. Esto
permitió que siempre pudiesen ser modificadas en la medida en la que las maestras así lo
considerasen. Nunca tratamos de que el consentimiento de las maestras a participar en la
investigación fuese un proceso a través del cual exponer a las docentes las situaciones de
la investigación y hacerlas así conscientes, sino que buscamos que fuese siempre un
proceso dialógico mediante el cual construyésemos juntos todas las consideraciones del
estudio.
El aspecto ético seguido durante toda la investigación es necesario que quede reflejado
en la redacción del informe final, como una manera de acercarse a la búsqueda de rigor y
calidad. La realización de informes en la investigación cualitativa conlleva un dilema
ético, ya que el rigor y la calidad científica, metodológica y éticamente, va a depender de
cómo se realiza este proceso (Abad, 2016). Así, Markham (2012) expone algunos
indicadores de rigor y calidad que se deben abordar en el momento de interpretación de
los análisis:
Identificar y describir los pasos seguidos en el proceso de construcción de
significado, desde la experiencia cruda a la interpretación final. La
descripción del proceso de formulación de preguntas relevantes, de toma
de decisiones, de razonamiento analítico ayuda a demostrar la competencia
interpretativa de quien asume la figura de investigador/a.
Hacer visible el rol de investigador/a en el campo, así como en el proceso
analítico de transformación de la experiencia social en una experiencia
analítica. Esto permite aliviar la presión que los y las investigadoras
cualitativas pueden sentir hacia la presentación de un informe exhaustivo.
Lo importante es clarificar los criterios de selección de la información y
los criterios analíticos usados para “fabricar” una interpretación con
sentido y fidedigna. (p. 348)
En el caso particular de perspectivas críticas de la investigación cualitativa, el rigor va a
venir también determinado por cómo la investigación es capaz de mostrar su intención de
transformación, impulsando reflexiones y contrastes de opiniones que ayuden a construir
nuevos conocimientos que reviertan en la praxis educativa (Valera & Vives, 2016).
CAPÍTULO IV: Metodología
164
En esta tesis doctoral hemos trabajado por mostrar todos estos factores de forma amplia
y detallada. A lo largo del capítulo de metodología hemos descrito todos los pasos
seguidos desde el comienzo de la investigación y la elección del diseño metodológico
hasta cómo se redactó el informe final, describiendo entre medias las decisiones tomadas
para la elección de las técnicas e instrumentos o para la realización del análisis. En estas
descripciones hemos tratado de dar cuenta de cómo se han producido todas las decisiones,
quién ha participado en ella y los factores o situaciones que fueron guiando la
investigación en cada momento. Se ha tratado de mostrar cómo cada decisión que se ha
tomado en esta investigación ha estado apoyada por la búsqueda de proporcionar un
apoyo a las maestras participantes en su finalidad formativa y transformadora. Por otra
parte, hemos sido conscientes de la importancia de hacer visible el rol del investigador.
Por ello, hemos comenzado la redacción de este informe con un capítulo autobiográfico
del doctorando en que hemos tratado de exponer cuáles fueron sus intereses y
motivaciones para realizar este estudio, pero también sus relaciones con las participantes
y consideraciones teóricas, políticas y sociales, así como sus emociones y sentimientos.
Tratando de mostrar nuestra conciencia por la implicación que ello puede haber supuesto
durante la investigación, tal y como luego destacamos en las conclusiones del estudio.
En el tratamiento de los datos, también existen procesos éticos y de rigor. En la
investigación cualitativa el rigor en el tratamiento de los datos viene determinado por los
procesos de triangulación o cristalización (Barba, 2013). Mediante estos procesos el
investigador va a otorgar credibilidad a su investigación. No se trata de seguir procesos
estandarizados de rigor, sino que son procesos mediante los cuales el investigador va a
utilizar diferentes técnicas e instrumentos, va a trabajar con diferentes participantes, va a
prolongar su trabajo en el campo, va a usar diferentes perspectivas, va a recoger datos en
diferentes momentos, etc. con la finalidad de enfrentar los datos y contrastarlos (Guba,
1983). Para ello, la triangulación debe producirse durante toda la investigación y no solo
en la redacción del informe (Denzin, 1978). De esta forma, se tratará de mostrar la
realidad a través de un espectro más amplio y contrastado.
En nuestra tesis doctoral se siguieron todos estos procesos. Hemos utilizado 5
instrumentos de recogida de datos, con una amplia variedad de participantes. Nuestro
trabajo en el campo ha durado 3 años en los cuales se ha recogido información en
diferentes momentos y toda ella ha sido contrastada tanto con expertos, en congresos
nacionales e internacionales, como con los participantes a través de la devolución de la
información recogida.
Los datos de esta tesis doctoral han sido devueltos y reflexionados junto a los
participantes en varios momentos. Como hemos venido explicando a lo largo de la
metodología, ha existido un proceso constante de retroalimentación entre el investigador
y los participantes. Todos los datos extraídos en la investigación han sido presentados a
los participantes, previo a su publicación en esta tesis doctoral, de diferentes modos: (a)
cuando los datos provenían de instrumentos individuales, como las entrevistas, fueron
devueltos a cada maestra individualmente y debatidos con ella cara a cara; y (b) cuando
los datos provenían de prácticas grupales fueron expuestos en las reuniones del PID-
FPEIAP o a través de jornadas internas del Proyecto. La devolución en reuniones
consistió en la aportación del punto de vista del investigador en reflexiones iniciadas por
las maestras. De esta manera pudimos contrastar los datos y mostrarles a las maestras la
información que nosotros estábamos recogiendo. La devolución a través de jornadas fue
un proceso más exhaustivo, donde contábamos con un tiempo para exponer los datos,
nuestra interpretación y debatirlo con las maestras participantes. Estas jornadas se
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
165
desarrollaron en varios momentos del PID-FPEIAP, por lo que los datos les fueron
expuestos a las maestras en función de la información recogida hasta el momento. Las
primeras jornadas donde se devolvieron los datos fueron en mayo del año 2014 a través
de la comunicación “Avance del Trabajo Fin de Máster. Análisis de la formación continua
de los docentes en el Proyecto de Innovación Docente de Educación Inclusiva en
Educación Infantil”. Más tarde en marzo de 2015 volvimos a exponer nuevos resultados
mediante la ponencia “Evaluación del Proyecto de Innovación Docente de Educación
Inclusiva y participación familiar. Logros, avances y resultados”. Y, por último,
expusimos los datos en junio de 2018 mediante la ponencia “Informe: La evaluación y
los informes de evaluación. Perspectiva de las maestras participantes en el PID-FPEIAP”.
Aunque la recogida de datos terminó en 2016, todos los procesos de devolución de datos
se han alargado hasta 2018, año en el que terminó de ser construido el informe de
investigación.
Todos los datos personales recogidos únicamente han sido visibles por el investigador y
se han mostrado a la comunidad científica de forma anónima.
La transcripción de los datos es otro aspecto importante dentro de una práctica ética en el
tratamiento de los datos. Capturar con detalle la multitud de expresiones o significados
que los participantes quieren expresar a través de un determinado gesto o frase no es una
tarea sencilla. Las transcripciones deben tratar de reflejar la realidad lo más fielmente
posible. Sin embargo, en ocasiones se presentan frases de los participantes de forma
dubitativa, poco correctas gramaticalmente o con un habla demasiado coloquial que el
investigador debe decidir si reflejar o no en el informe final (Gibbs, 2012). Cuando una
persona habla es difícil que realice un discurso cerrado y completo. Por ello, el
investigador debe ser capaz de diferenciar aquellos momentos de duda causados por el
nerviosismo del participante frente a momentos dubitativos que generan información.
Todo ello sin alterar el discurso de los participantes. En este proceso de transcripción, un
factor clave es garantizar la confidencialidad y el anonimato del participante. Saltarse o
fallar en este procedimiento es uno de los daños más probables y de mayor perjuicio para
los entrevistados (Punch, 1994). La confidencialidad es el principal medio para proteger
a los informantes. Una de las prácticas más utilizadas y la que seguimos en nuestro
informe es la utilización de pseudónimos o códigos para nombrar a las personas
participantes y algunos contextos. Sin embargo, aun así, los participantes a veces son
fácilmente reconocidos por personas internas a la investigación (Christians, 2005), lo que
les expone de nuevo. Para tratar de minimizar esta situación, en nuestro estudio hemos
llevado a cabo un proceso de eliminación de datos que pudieran revelar la identidad de
las maestras participantes y de otros actores asociados a la investigación. Únicamente se
muestran los datos del investigador de esta tesis doctoral, como forma de que se
comprenda su posicionamiento en la investigación y su posible y también se muestran los
datos del coordinador del PID-FPEIAP, pues su implicación en la investigación, tanto en
el desarrollo del Proyecto, como en la tesis doctoral consideramos no pueden ni deben ser
ocultados. Todas estas apariciones se han realizado de forma que no supongan un
perjuicio a quien aparece.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
167
CAPÍTULO V. ANÁLISIS DE DATOS Y DISCUSIÓN
(I): LOS INICIOS DEL PID-FPEIAP Y LA
FORMACIÓN DESDE LA PERSPECTIVA DE LAS
MAESTRAS
Hemos dividido en dos capítulos el análisis de datos y la discusión en esta tesis doctoral,
aquí se presenta el primero de ellos. Ambos constituirán el análisis de los datos extraídos
durante la investigación y su unión con la literatura científica. A través de una
interpretación de los resultados desde diferentes puntos de vista de las maestras,
trataremos de construir un discurso que permita dar una visión de cómo las docentes
vivieron su formación en el PID-FPEIAP.
En este capítulo comenzaremos analizando los primeros pasos de las maestras en el PID-
FPEIAP, cómo fue su acercamiento al Proyecto y cuáles eran sus motivaciones y sus
expectativas cuando comenzaron. Además, analizaremos cómo se formó el grupo y su
proceso de asentamiento a lo largo de los tres años. En la segunda categoría de análisis
de este capítulo analizaremos cuáles fueron las principales características del modelo de
formación del PID-FPEIAP según las maestras y realizaremos una comparación con otros
modelos de formación previos a los cuales habían asistido ya las maestras.
Todos estos datos se discutirán con la literatura científica al finalizar cada línea temática
de análisis, tratando de encontrar sinergias y disentimientos con otras investigaciones ya
existentes.
5.1. Los inicios y el comienzo de la creación del grupo de trabajo
5.1.1. Primeras aproximaciones al PID-FPEIAP
Uno de los aspectos fundamentales en la investigación-acción participativa son el grupo
de personas participantes (López de Ceballos, 2012). Cuando comenzamos a analizar los
datos del PID-FPEIAP vimos reforzada esta idea. La importancia de estos actores no solo
afecta en el buen desarrollo de la propuesta, sino que también influye directamente en los
resultados, en la motivación de quien lo dirige o en la ilusión compartida por lograr una
meta, entre otros aspectos. Estas ideas nos hicieron reflexionar acerca de la importancia
que los participantes tienen durante todo un proceso formativo de investigación-acción
participativa. Por ello, decidimos conocer no solo las vivencias de las maestras durante
su participación en el PID-FPEIAP, sino desde el momento en el que conocieron el
Proyecto. Así, en esta primera categoría trataremos de analizar cuáles fueron las
motivaciones que llevaron a la maestras a participar en el Proyecto. Lo haremos
diferenciando el acceso de las maestras durante el primer curso y los cursos posteriores,
pues al hacer un primer análisis de los datos descubrimos que algunos factores como el
(des)conocimiento hacia el Proyecto fueron determinantes en dicha participación.
5.1.1.1. El acceso de las maestras a la participación en el PID-FPEIAP
El acceso de los participantes es un momento muy importante en cualquier proyecto de
formación. Quien decida participar lo debe hacer convencido de querer formarse. Esta
importancia aumenta en un proyecto de investigación-acción participativa debido a sus
características. Estos proyectos se tratan de procesos colectivos que exigen una formación
CAPÍTULO V: Análisis de datos y discusión (I)
168
prolongada en el tiempo y que requieren de constancia y esfuerzo por parte de las personas
participantes; por ello, la confianza y la motivación se presentan como factores clave para
conseguir el éxito.
Primer curso
La cercanía que nos unía al coordinador, nos ayuda a ver la ilusión que tenía este profesor
por crear este Proyecto. El PID-FPEIAP comenzó en el curso 2013/2014, sin embargo,
desde el año anterior, José Juan ya había empezado a plantear la posibilidad de que
participasen en la iniciativa a maestras de su confianza.
Me lo comentó el pasado año un profesor de la universidad (J.J. Barba)
(CST06A14).
A comienzos del curso académico 2013/2014 José Juan decidió hacer efectiva la
propuesta y redactó una solicitud de proyecto para la convocatoria de Proyectos de
Innovación Docente en la Universidad de Valladolid. En noviembre de 2013 le llegó la
notificación de que el proyecto había sido aceptado y comenzó a organizarlo. Como
acabamos de ver, José Juan ya había contactado con algunas maestras y algunos
estudiantes para invitarles a participar. Las personas interesadas fuimos instadas a asistir
a una reunión inicial para dar forma a la propuesta de trabajo y empezar a planificar
posibles actuaciones. A través de un correo electrónico, el coordinador ya nos avanzó un
borrador con algunas ideas que trabajaríamos en un ambiente distendido.
Hoy José me ha enviado un correo para participar en un Proyecto. Me ha dicho
que ha invitado también a maestras y a otro compañero mío. Aunque ya nos lo
había comentado hoy nos ha enviado un correo a todos que decía: “Hola a todas
y todos, el curso pasado solicitamos un Proyecto de Innovación Docente (PID)
sobre Educación Inclusiva en Educación Infantil. Para mí ha sido una suerte
enorme que nos lo concediese, ya que es una oportunidad de trabajar con
maestras, antiguos estudiantes y estudiantes actuales a los que admiro por su
trabajo. Me gustaría convocaros a una reunión con pastas y café el miércoles 13
a las 18:30. Siento mucho la hora y el día, pero es en el único día y hora en que
coincide libre el horario de las maestras y de los estudiantes de máster, y está
reunión es importante para plantear el trabajo. Además la planificación es que
no nos reunamos más de seis veces a lo largo del curso. El orden del día es: 1)
Breve presentación del PID-FPEIAP; 2) Breve presentación de los trabajos ya
realizados: Aprendizaje cooperativo en un aula rural de Educación Infantil, y co-
evaluación entre niños de un aula rural de Educación Infantil; 3) Detección de
líneas de trabajo para este curso desde las necesidades de la práctica y
posibilidades de actuación. El fin es conseguir desarrollar materiales que se
apliquen en el aula desde una perspectiva inclusiva. Por último, podría ser
posible ampliar el grupo, con lo que si conocéis a personas interesadas en
Educación Inclusiva en Educación Infantil se lo podéis decir. Saludos” (Diario.
Noviembre de 2013. R).
En esa primera reunión fuimos muy pocos los asistentes (dos maestras, dos alumnos del
Máster de Investigación de la Facultad de Educación Segovia y el coordinador). En la
reunión se notaba aún el desconocimiento y nerviosismo de ser el primer día, pues José
Juan nos decía que éramos nosotros los que debíamos hablar, ya que el Proyecto estaba
organizado para hacerse lo que los participantes decidiésemos. Como ninguno nos
atrevíamos a hablar, decidimos seguir el orden del día y cada uno de nosotros presentó
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
169
brevemente sobre qué aspectos de la educación inclusiva habían versado nuestras últimas
prácticas o investigaciones educativas. En general, eran prácticas aisladas que se habían
llevado a cabo durante momentos puntuales.
En la reunión de hoy José nos ha contado brevemente en qué consistía el
Proyecto. Además, hemos expuesto los trabajos que cada uno ha hecho en torno
a la educación inclusiva. En mi caso he expuesto el que realicé para mi Trabajo
Fin de Grado sobre aprendizaje cooperativo en una Comunidad de Aprendizaje.
Una maestra ha expuesto una práctica de co-evaluación que llevó en su aula.
Otra maestras, sus trabajos habituales en el aula y cómo fomenta la participación
del alumnado y mi compañero ha hablado también de su Trabajo Fin de Grado
en el que fomentó el aprendizaje cooperativo en un aula de Educación Infantil
durante su Prácticum (Diario. Noviembre de 2013. O).
Cuando finalizábamos la reunión el coordinador preguntó cuál creíamos que era el
camino por el que podríamos avanzar. Las docentes participantes consideraron que, ante
su todavía desconocimiento sobre el PID-FPEIAP y como forma de hacérselo llegar a
otras compañeras, podía ser una buena opción organizar unas jornadas de presentación en
las que se expusiese el Proyecto y algunas prácticas inclusivas que llevar a la escuela. De
esta manera, ellas tratarían de que sus compañeras asistiesen y se les podrían explicar de
forma más detallada la iniciativa e invitarles a participar.
Las maestras han dicho que podríamos organizar unas jornadas sobre el PID-
FPEIAP y la educación inclusiva. De esta manera, ellas invitarán a asistir a sus
compañeras y ya allí que vean cómo funcionaría, para que se decidiesen a
participar. A todos nos ha parecido bien la idea, así que nuestra primera tarea es
invitar a nuestras compañeras y compañeros a asistir. José se va a encargar de
organizarlo todo (Diario. Noviembre de 2013. O).
Las jornadas se organizaron para el 13 y 14 de diciembre de 2013 y a aquel encuentro
asistieron cincuenta personas. El coordinador había contactado con compañeras y
compañeros expertos en educación inclusiva, quienes expusieron una amplia variedad de
prácticas y hablaron de la temática a nivel teórico. En estas jornadas el coordinador
también promovió la construcción de espacios informales que fomentasen el contacto
entre los asistentes mediante cafés-debate y una cena, tratando así de hacer una jornada
distendida (en línea con el primer correo electrónico que nos envió), que generase un
acercamiento entre los asistentes y de estos con el coordinador.
CAPÍTULO V: Análisis de datos y discusión (I)
170
Figura 5.1. Díptico de las I Jornadas de Educación Inclusiva en Educación Infantil: Presencia,
Participación y Buenos Resultados.
En estas jornadas iniciales el coordinador presentó el PID-FPEIAP de una forma abierta
y volvió a destacar la idea de que fuese dirigido desde por los participantes desde sus
intereses. Se trató de unas jornadas con muchos espacios de debate, con exposiciones
teóricas por parte de expertos, pero también con momentos prácticos y experiencias de
maestras en sus aulas. De esta manera, el coordinador comenzaba a romper con el modelo
de formaciones tradicionales puramente teóricas.
La primera formación previa creo que la necesitábamos […] con experiencias de
otros coles, con gente entendida, bien la parte teórica pero siendo práctica
(ENIN02A14).
Tras las jornadas muchas maestras mostraron una gran motivación por querer participar
en el Proyecto. La invitación por parte de alguien cercano para asistir fue lo que animó a
muchas de ellas a participar.
Dos compañeras me invitaron a participar en las jornadas sobre inclusión en
Educación Infantil y a partir de ahí empecé a formar parte de este grupo
(CST09B14).
Cuando estas maestras fueron preguntadas acerca de cómo se informaron del PID-
FPEIAP, la mayoría aluden a que fue a través de una compañera del mismo centro escolar.
Una compañera del Colegio nos lo comentó (CST01A14).
En algunos casos tenían una relación personal con la compañera, además de una relación
profesional.
A través de una amiga (CST08B14).
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
171
Las maestras participantes en la primera reunión del PID-FPEIAP, encargadas de hacer
llegar la información de las jornadas a sus compañeras, aprovecharon los espacios de
contacto que tenían con estas para hacerlo. Así, las docentes utilizaron los momentos en
que se reunieron con algunas de sus compañeras en pequeños grupos para tratar de
despertar su interés.
A través de una compañera del colegio donde trabajo. Nos lo comentó en una
reunión de ciclo y nos interesó (CST02A14).
Las maestras también usaron los momentos donde se encontraba todo el claustro para
explicarles brevemente el PID-FPEIAP e invitarles a las jornadas que ya estaban
preparándose.
Una compañera del colegio, lo comunicó en una reunión y nos explicó un poco
de qué iba (CST04A14).
El coordinador también hizo llegar la información de las jornadas a más maestros y
maestras que él conocía en la provincia de Ávila y les pidió que se lo hiciesen llegar a sus
compañeros y compañeras de centro.
Me ha sorprendido que hoy en las jornadas haya maestros de Ávila. Al
preguntarle a una de las maestras que estuvo en la primera reunión, me ha dicho
que José los conocía de haber trabajado juntos anteriormente en el colegio
cuando era maestro y que fue él quien les invitó (Diario. Diciembre de 2013. R).
Los maestros invitados por el coordinador informaron a todos sus compañeros de centro.
De esta forma, más maestras explican que participaron en las jornadas, y posteriormente
en el PID-FPEIAP, desde la invitación de una persona de confianza en el aspecto
profesional. Parece que el jefe de estudios del centro y algún compañero (que además en
algunos casos coinciden con ser una persona de confianza en el ámbito personal) son los
que hicieron esta propuesta.
Un amigo que a la vez es mi jefe de estudios (CST13C14).
A partir de este momento el PID-FPEIAP comenzó a funcionar durante el curso
académico, lo que supuso que para las maestras que accedieron en años posteriores ya no
existiese un desconocimiento hacia el modelo de formación.
Cursos posteriores
En cursos posteriores el acercamiento al PID-FPEIAP fue diferente. Las transformaciones
producidas en las prácticas de enseñanza-aprendizaje de las maestras durante el primer
año se fueron expandiendo. En estos inicios de cursos no se realizaron unas jornadas de
presentación como el primer año. El Proyecto estaba abierto a nuevas incorporaciones,
pero estas se hicieron directamente con la asistencia de las interesadas a las reuniones
mensuales. Así, las maestras que accedieron el segundo y tercer curso ya conocían cómo
funcionaba el PID-FPEIAP gracias a la información que les habían hecho llegar
compañeras que participaron el primer curso.
Este año una compañera que asistió el curso pasado nos dio la información
(CST23E15).
Las nuevas maestras también conocieron el PID-FPEIAP gracias al profesorado
universitario participante, ya que algunos se dedicaban a impartir cursos de formación en
CAPÍTULO V: Análisis de datos y discusión (I)
172
los centros escolares. De esta forma, cuando durante el año 2014 fueron llamados desde
los centros educativos para dar formación en educación inclusiva aprovecharon la ocasión
para animar a las maestras a participar en el PID-FPEIAP.
A través de INV01. Al interesarse el centro por las nuevas metodologías se
programó un seminario dónde participó INV01 (CST18D15).
Algunas de estas maestras destacan al centro educativo como el agente que les informó
sobre el Proyecto, en lugar de a la figura del profesorado universitario, al haber sido el
colegio quien llevó al investigador del PID-FPEIAP a darles formación e informarles
sobre el Proyecto.
A través del equipo directivo de mi centro (CST19D15).
El PID-FPEIAP se expandió tanto durante su primer curso de andadura que algunas
maestras revelan que accedieron al Proyecto el segundo curso por la recomendación de
terceras personas que habían participado.
Por una compañera que estaba en contacto con otras de un centro que se había
iniciado en grupos interactivos (CST17F15).
La mayoría de las maestras que entraron el segundo año fue por la recomendación de
participantes que ya lo habían vivido el primero. Sin embargo, hubo otras maestras que
accedieron el segundo curso al PID-FPEIAP, a pesar de conocer de su existencia y haber
sido invitadas a participar el primer año. Estas maestras explican que a pesar de conocer
el Proyecto no pudieron participar el primer curso debido a problemas de coordinación
de sus horarios. En las primeras reuniones del PID-FPEIAP tras las jornadas las maestras
decidieron elegir un día fijo para realizar las reuniones, lo que supuso que algunas
maestras que se enteraron después no pudiesen participar ante la imposibilidad de
reorganizar el horario de su centro a mitad de curso para no coincidir con el del Proyecto.
Creo que lo hacíais los jueves y no podíamos y así, entonces, al final fue como
vosotros, el segundo año (ENGD14E16).
El coordinador mantuvo informadas a estas maestras durante el primer curso con la
intención de que al siguiente año pudiesen participar desde el inicio, lo que les permitiría
coordinar los horarios del centro con los del PID-FPEIAP.
El curso pasado recibíamos información de J. Barba, pero se hacía en días en los
que no podíamos asistir (CST23E15).
Al curso siguiente estas maestras decidieron asistir a las primeras reuniones del PID-
FPEIAP para conocer de primera mano en qué consistía este tipo de formación, conocer
al grupo, al coordinador y comprobar si creían que les sería útil para su formación. De
esta manera, tras este primer contacto decidieron participar.
Fuimos un día y dijimos, pues para adelante, porque nos pareció muy buena idea
y nos gustó. Y fue eso, el segundo año, el primero no estábamos (ENGD15D16).
Síntesis y discusión
Todas las maestras que participaron en el PID-FPEIAP el primer curso lo hicieron a través
de la invitación de alguien cercano a ellas. En esta lógica de acercar a las docentes al PID-
FPEIAP desde la confianza, el coordinador muestra como subyace una idea de dar
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
173
seguridad a las maestras ante un modelo de formación novedoso y desconocido para ellas.
José Juan siguió una postura en la que primó los aspectos emocionales y psicológicos del
profesorado durante su acercamiento al PID-FPEIAP. El coordinador trató de cuidar la
dimensión emocional de las participantes y generar sentimientos positivos hacia el
Proyecto, a través de procurar un acercamiento abierto, voluntario y en compañía. Esta
idea sigue la línea defendida por autores como Hargreaves (1998) o Schutz y Lanehart
(2002), quienes consideran que la educación está ampliamente relacionada con el aspecto
emocional. Sin embargo, la postura de José Juan no es la habitual. Las políticas educativas
y otros procesos asociados con la educación, como el liderazgo o la formación, se han
dirigido habitualmente por factores racionales, primando los contenidos o conocimientos
e ignorado las emociones de los docentes (Crawford, 2011; Day & Chin-kin, 2011;
Hargreaves, 1998; Sutton & Wheatley, 2003). Sin embargo, esta postura de obviar las
emociones, contraria a la que desarrolló el PID-FPEIAP, resulta ilógica en procesos
asociados con la educación, ya que la enseñanza lleva implícita una dimensión emocional
(Nias, 1996), latente en todas las relaciones que tienen los maestros (Hargreaves, 1998).
Por esta razón, autores como López-Pastor et al. (2016) defienden que en proyectos de
formación permanente colaborativos, como los del PID-FPEIAP, es necesario construir
unas buenas relaciones personales entre el grupo. El coordinador buscó la participación
desde la estimulación de unas emociones positivas en las maestras, como el interés o la
confianza, que les ayudasen a adquirir una motivación por participar en el PID-FPEIAP.
Esta finalidad ha sido expresada por diversos autores, quienes consideran que una
motivación y un carácter positivo en los docentes les ayuda a generar mejores estrategias
de aprendizaje y, con ello, lograr mejores resultados en las aulas (Bolhuis y Voeten, 2004;
De Pablos & González-Pérez, 2012; Hoekstra, Beijaard, Brekelmans y Korthagen, 2007).
José Juan organizó unas jornadas para que las maestras descubriesen el PID-FPEIAP y se
relacionasen, se conociesen y se crease un vínculo entre ellas. De esta forma, el
coordinador motivó que las participantes pudiesen comprender qué, cómo y con quién
iban a trabajar si su decisión, finalmente, era formar parte del PID-FPEIAP. Esta actitud,
ha sido defendida por autores como Montero (2011), quien considera que ni siquiera los
mejores contenidos y procesos formativos serán efectivos en el profesorado si ellos no
los sienten como suyos.
En el análisis realizado sobre los cursos posteriores, la confianza y la cercanía de quien
invita a participar sigue siendo muy importante, aunque ahora las maestras ya
participantes invitaron a compañeras con el convencimiento de que el PID-FPEIAP
funcionaba.
Una de las razones que llamó la atención de otras participantes en cursos posteriores fue
el impacto que creó la aplicación del PID-FPEIAP en las escuelas y comunidades. Esto
fue posible gracias a que el Proyecto estaba sustentado en propuestas innovadoras
avaladas por la ciencia. En esta línea Flecha y Molina (2015) afirman que cuando los
propios participantes aplican dichas evidencias en sus contextos educativos y sociales,
son capaces de conseguir un impacto social a pequeña escala, en las propias comunidades.
En cursos posteriores también destaca el papel del coordinador, quien mantuvo un
contacto e intercambio de información con maestras que no pudieron participar el primer
curso. Esta postura de José Juan sigue, en parte, la línea marcada por Ainscow, Hopkins,
Southworth y West (2001), quienes consideran que el papel de un coordinador debe estar
también orientado a controlar las redes de comunicación que canalizarán la información
sobre los avances y logros. Sin embargo, el trabajo de coordinación de José Juan, externo
CAPÍTULO V: Análisis de datos y discusión (I)
174
y paralelo al proyecto formativo en acción con la intención de cuidar a posibles
participantes, amplía la literatura que encontramos al respecto de la figura de un
coordinador, interno o externo, en la formación permanente, donde, generalmente, las
publicaciones analizan sus labores dentro del grupo de trabajo y con los participantes del
proceso de formación en activo (Fernández & Lázaro, 2008; Moriña & Parrilla, 2006;
Pérez, Aguaded, & Fandos, 2009).
A continuación, en relación con el tipo de acercamiento al PID-FPEIAP que las maestras
vivieron, examinaremos cuáles fueron los intereses que les surgieron para decidirse a
participar.
5.1.1.2. Los intereses de participación de las maestras cuando accedieron al
PID-FPEIAP
Analizar los intereses de participación con los que las maestras accedieron al PID-
FPEIAP nos dará una visión de la importancia que para ellas tenía encontrar una
formación vinculada a sus intereses y a su vez conocer cuáles eran estos.
Primer curso
Como es lógico, los intereses de las maestras fueron muy diversos cuando accedieron al
PID-FPEIAP, sin embargo, al analizar sus palabras hemos encontrado dos temas
principales que mueven su motivación: (a) un tema recurrente fue la temática del
Proyecto, la educación inclusiva; y (b) las maestras afirman que el interés recayó en el
modelo del PID-FPEIAP como una formación diferente que podía ayudarles a continuar
aprendiendo sobre educación.
Las maestras que acceden al PID-FPEIAP el primer curso aluden al tema de trabajo, la
educación inclusiva, como el principal interés de su participación. Como hemos analizado
hasta el momento, la mayoría de las maestras se sumaron al Proyecto tras las primeras
jornadas en las que se hizo una exposición de la educación inclusiva y de algunas prácticas
innovadoras en escuelas. Ver los resultados de promover la educación inclusiva en las
aulas de Educación Infantil llamó tanto la atención de las maestras que para la mayoría
ese fue el desencadenante de que quisiesen participar en el PID-FPEIAP.
El que fuera un Proyecto de Innovación dedicado a Infantil sobre la educación
inclusiva, es decir, el propio tema (CST02A14).
En las jornadas, las maestras conocieron muchos de los aspectos positivos que conllevaba
el desarrollo de la educación inclusiva en las aulas y que fueron los que les animaron a
participar, como por ejemplo, la transformación de los contextos donde desarrollaban su
labor.
Me pareció que podía ser interesante y enriquecedor para el aula del que soy
tutora, para mí como maestra y para el centro en general, por lo que fueron estos
los motivos que me hicieron participar (CST07A14).
Las docentes consideraban que el PID-FPEIAP les ayudaría a transformar sus prácticas
de aula por otras inclusivas, lo cual les permitiría potenciar los aprendizajes de su
alumnado.
Porque era un Proyecto que iba a beneficiar a mis alumnos y me proporcionaba
una manera nueva de trabajar (CST14C14).
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
175
El aprender una nueva metodología, forma de trabajar… y sobre todo porque he
pensado desde un principio que sería muy positivo para mis alumnos
(CST13C14.)
El discurso de las maestras durante este primer curso muestra una necesidad de cambio
hacia otro tipo de prácticas innovadoras, que se alejasen de los modelos tradicionales
individualistas de dar clase en las aulas.
Buscar un poco de cambio e innovación en mi aula con mis alumnos (CST05A14).
Las maestras buscaban prácticas que promoviese más el aprendizaje activo, que conectase
mejor con los intereses del alumnado y que por tanto, probablemente, fuese más eficaz
para que este aprendiese y se encontrase motivado en la escuela.
Incorporar nueva metodologías al aula y hacer tu trabajo distinto para hacérselo
al alumnado, más ameno y novedoso (CST08B14).
Las transformaciones que buscaban siempre estaban centradas en eliminar los procesos
segregadores en sus aulas, al realizar prácticas innovadoras en torno al fomento de la
educación inclusiva y la mejora del aprendizaje de todo el alumnado.
El interés por dinamizar y potenciar los aprendizajes de los alumnos en el aula y
no separarlos en función de sus dificultades (CST11C14).
Para otras maestras, estos intereses que hemos analizado se centraban, específicamente,
en los grupos interactivos y no en la educación inclusiva a nivel general. Estas maestras
afirman que fue dicha práctica, expuesta en las jornadas, y sus resultados positivos lo que
realmente les llamó la atención para participar.
Sobre todo saber qué son los grupos interactivos, ya que me parece algo nuevo y
muy interesante para poner en práctica en el aula (CST10C14).
Los grupos interactivos ya anticipaban unos resultados beneficios en el fomento de la
participación familiar en las aulas y la inclusión comunitaria del alumnado.
Nos parecía una actividad interesante en la que podríamos trabajar la
integración en el aula y fomentar la participación de las familias en el aula
(CST12C14).
Si bien la educación inclusiva fue el interés principal de la mayoría de las maestras, otras
docentes reflejaron intereses más asociados a la formación docente, el PID-FPEIAP o su
metodología de trabajo. Así, algunas maestras afirman que su deseo de formarse
continuamente fue lo que hizo que quisiesen participar.
Mi interés por la formación docente (CST09B14).
Las maestras cuyo interés se asociaba a la formación mostraban un deseo por seguir
aprendiendo, renovándose y conociendo modelos innovadores pedagógicos.
La necesidad de actualización e innovación pedagógica (CST03A14).
CAPÍTULO V: Análisis de datos y discusión (I)
176
El PID-FPEIAP les permitía no solo aumentar sus aprendizajes, sino pertenecer a un
proyecto de formación colectivo con más profesores y profesoras, lo que algunas maestras
valoraron como importante para su formación.
La necesidad de aprender más y formar parte de un proyecto educativo
(CST01A14).
El PID-FPEIAP era un proyecto de formación colectivo que rompía con las formaciones
tradicionales a las que habían accedido hasta el momento. Para estas maestras el PID-
FPEIAP era una formación innovadora con una metodología de formación participativa,
que más allá de ayudarles a formarse representaba un modelo de trabajo educativo desde
lo colectivo.
Participar en algo nuevo, innovador, diferente… y sobre todo la metodología o
forma de trabajo que representa (CST15C14).
Para estas docentes el propio Proyecto fue el interés principal para participar, aunque el
tema de la educación inclusiva también fue importante.
Quería seguir haciendo cosas, pero que me valieran realmente para el aula, para
el día a día y para la práctica docente, entonces el proyecto de innovación,
hombre, no sé a lo mejor si el tema hubiera sido que no me hubiera llamado nada
nada, pero que no fue el hecho de la educación inclusiva sino el hecho de un
proyecto de innovación más lo que me llamó (ENIN07A14).
El primer curso, las maestras centraron sus intereses en la educación inclusiva y en sus
necesidades formativas. Aunque el desconocimiento que aún tenían del PID-FPEIAP hizo
que sus respuestas fuesen muy genéricas, sus intereses muestran a docentes preocupadas
por seguir aprendiendo sobre educación para tratar de mejorar el aprendizaje de su
alumnado. A continuación, analizaremos cómo en cursos posteriores el conocimiento
sobre el PID-FPEIAP de nuevo juega un papel importante en las respuestas de las
maestras.
Cursos posteriores
Las maestras que accedieron al PID-FPEIAP el segundo curso ya conocían los resultados
de la puesta en práctica del Proyecto durante el primer año y tenían un conocimiento más
claro acerca de su finalidad y su forma de trabajo. Por ello, en el análisis hemos
encontrado diferencias con los intereses de las maestras que accedieron el primer curso.
La principal diferencia es que apenas hay maestras que aludan a la educación inclusiva o
los grupos interactivos como el aspecto motivador para participar, y quien lo hace muestra
un amplio conocimiento por la metodología de trabajo del PID-FPEIAP, sabiendo ya que
lo va a poner en práctica y a intercambiar su experiencia.
Aprender a trabajar y compartir experiencias de educación inclusiva y medidas
de éxito educativo (CST23E15).
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
177
Este segundo curso también hay maestras que afirmaban tener una necesidad formativa
que querían suplir con el PID-FPEIAP. Pero a diferencia de las maestras que accedieron
el primer curso, estas docentes destacaban el intercambio de experiencias como el método
con el que querían aprender, estar motivadas y formarse.
Inquietud de querer aprender o acercarme a experiencias de otros compañeros
que me faciliten mi trabajo y querer seguir aprendiendo, no estancarme, seguir
con ENTUSIASMO en mi trabajo (CST19D15).
Un método que consideraban no sólo bueno para acabar con su estancamiento, sino con
el de un centro escolar que no les acompañaba en sus deseos de transformación. Lo que
hacía que trabajar a través del intercambio experiencias le permitiese conocer otros
contextos activos.
Apatía en el centro en general y a nivel personal conocer nuevas experiencias
(CST17F15).
Las docentes buscaban también adquirir herramientas, recursos y actividades que poner
en práctica, destacando de nuevo el intercambio de experiencias como la estrategia
propicia para ello y una de las razones de su interés por participar.
Compartir experiencias, recursos… innovadores con otros maestros, para
ponerlos en práctica en el aula (CST20D15).
Algunas maestras aluden a la necesidad de compartir experiencias para poder realizar
trabajos conjuntos con otros participantes que les ayudasen a mejorar sus prácticas.
La necesidad de compartir experiencias con maestros que están realizando las
mismas actividades con el propósito de enriquecer el mío (CST21D15).
En este proceso de intercambio, las maestras también destacaban la potencialidad del
análisis sobre su práctica para poder poner en marcha en sus aulas los conocimientos que
adquieran.
Dentro de mi formación profesional, analizar y poner en práctica estas
metodologías activas (CST18D15).
Las docentes esperaban que esto les ayude a transformar sus prácticas educativas hacia
una mejora de la educación en sus aulas.
Mejorar la práctica educativa (CST24B15).
Destaca que ninguna maestra que accedió en años posteriores hace alusión a querer
formarse en grupos interactivos. Sin embargo, como analizaremos en la última categoría
sobre las tensiones del Proyecto, el interés de las maestras que accedieron el segundo año
por formarse sólo en grupos interactivos está en el origen de una de las mayores tensiones
del PID-FPEIAP.
Síntesis y discusión
Las docentes muestran un deseo de mejorar la educación de su alumnado a través del
tema propuesto por el PID-FPEIAP, la educación inclusiva. La elección de este contenido
por parte del coordinador del Proyecto y el posterior interés de las maestras persiguen la
búsqueda de equidad en la educación. Las maestras se encuentran interesadas en
CAPÍTULO V: Análisis de datos y discusión (I)
178
participar en una formación capaz de mejorar la educación de su alumnado, pero para
autores como Ainscow, Booth, Dyson, Apple y Beane (Ainscow, 2001, 2012; Ainscow,
et al., 2004, 2006; Apple & Beane, 2001), esto solo se puede entender desde procesos de
transformación que garanticen el éxito de todos los niños y niñas.
En el análisis, algunas maestras relatan su deseo de poner en práctica aspectos concretos
de la educación inclusiva, como la participación familiar o los grupos interactivos. Las
docentes muestran cómo sus intereses se centran en que sean estas las prácticas que les
ayuden a mejorar la educación de todo su alumnado y es que, como ha demostrado el
proyecto INCLUD-ED Consortium (2011) y múltiples investigadores (Elboj & Niemelä,
2010; Valls & Kyriakides, 2013), ambas actuaciones son unas de las mejores formas de
conseguir el éxito educativo.
Este posicionamiento de las maestras contradice el de algunos académicos, quienes se
resisten a la idea de una educación inclusiva como forma de éxito para todo el alumnado
(Brantlinger, 1997; Freire & César, 2003) y concuerda con las ideas relatadas por Aubert
et al. (2008), quienes consideran que en la sociedad de la información, donde los maestros
y maestras tienen acceso a múltiples conocimientos, los docentes deben basar su
educación en evidencias y resultados que les certifiquen una mejor educación para todo
su alumnado, como han demostrado la educación inclusiva o las actuaciones de éxito
basadas en la participación familiar.
Otro de los aspectos que más destacan las maestras del primer año y con el que,
principalmente, coinciden con las maestras de años posteriores es el método formativo
del PID-FPEIAP. Las maestras destacan los procesos de reflexión y el intercambio de
experiencias como un método de formación motivador y que realmente puede llegar a
transformar sus prácticas de aula partiendo desde el análisis de la propia práctica, al igual
que destaca la literatura científica (Hargreaves & Shirley, 2009; Imbernón, 2006; Zhou,
2014).
En toda esta línea temática del análisis, al igual que defienden Flecha y Molina (2015),
las maestras muestran su exigencia de que los procesos formativos, tanto en sus
contenidos como en el modelo seguido, sean capaces de garantizarles mejoras basadas en
evidencias
5.1.1.3. Las expectativas formativas y de transformación de las maestras
cuando accedieron al PID-FPEIAP
En relación a la categoría anterior, los intereses de las maestras, quisimos preguntar a las
docentes acerca de sus expectativas cuando comenzaron en el PID-FPEIAP. Intereses y
expectativas pueden ir relacionados, y es que cuando un grupo de maestras deciden
participar en una formación por lo general tratan de adquirir unos conocimientos, recursos
o herramientas que les amplíen su aprendizaje y les ayuden a mejorar o cambiar su
práctica educativa. Que la formación sea capaz de conseguir estas expectativas e incluso
superarlas es un factor de éxito y motivación para las maestras. Así, cuando a lo largo del
análisis tratemos las transformaciones que se produjeron en el PID-FPEIAP, conocer las
expectativas con las que las maestras accedieron nos otorgará una visión más completa
de la dimensión transformadora del Proyecto desde el punto de vista de las docentes.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
179
Primer curso
Cuando las maestras comenzaron en el PID-FPEIAP el primer curso, las dudas sobre
cómo funcionaría hicieron que las expectativas fuesen muy genéricas y girasen, en
algunos casos, únicamente en torno a conocer este tipo de formación y comprender cuál
sería el papel que ellas tendrían.
Saber qué era el Proyecto, como funcionaba, cuál era mi papel y cuáles los
objetivos a conseguir (CST14C14).
Otras maestras afirmaban que ellas únicamente tenían la expectativa de aprender y por
eso decidieron participar, ya que el PID-FPEIAP podía ser una formación que completase
la que ya tenían y les ampliase su conocimiento en otros campos.
Sobre todo aprender y complementar mi formación (CST10C14).
El Proyecto les dotaba de una experiencia formativa que desconocían, al usar una
metodología diferente a la de otras formaciones docentes más comunes.
Tener una experiencia nueva y ampliar conocimientos (CST16C14).
El tipo de formación del PID-FPEIAP les ayudaría a mantener un contacto con otros
maestros y maestras, con profesorado universitario y con alumnado de Magisterio, lo que
les ayudaría a obtener un acercamiento a otros miembros de la comunidad educativa, más
allá de sus compañeros de colegio.
Ampliar formación y obtener contactos de otras personas de la comunidad
educativa (CST03A14).
Trabajar en grupo les permitiría a las maestras salir de sus contextos e interactuar con más
docentes de Educación Infantil. Algunas maestras trabajaban en Centros Rurales
Agrupados o Centros de Educación Obligatoria con un número muy bajo de alumnado,
lo que suponía tener pocos compañeros de centro; incluso, en algunos casos, siendo ella
la única maestra de Educación Infantil del centro. Por ello, para algunas docentes ese
acercamiento a otros compañeros fue la principal expectativa.
Relacionarme más con docentes del mismo campo educativo (CST09B14).
Algunas maestras ya buscaban que el PID-FPEIAP les aportase un cambio en su práctica
educativa, aunque sus expectativas seguían siendo muy genéricas y con la principal idea
de aprender.
Aprender sobre la temática del Proyecto y la forma de llevarla al aula
(CST01A14).
Fue importante que el Proyecto fuese una formación que les ayudase a hacer algo
diferente en su día a día o que les ayudase a realizar alguna transformación durante su
jornada escolar.
Aprender a trabajar de manera distinta en algún momento de la jornada
(CST08B14).
CAPÍTULO V: Análisis de datos y discusión (I)
180
Las maestras esperaban del PID-FPEIAP una formación que les guiase en todos los
aspectos de la puesta práctica, desde los más genéricos como la organización de las aulas,
hasta los más específicos como el papel de las propias maestras.
Aprender cómo poner en marcha este proyecto, como se desarrollaba en el aula,
su organización, mi papel en el aula y los objetivos a conseguir (CST13C14).
A pesar de que algunas maestras afirmaban que cuando comenzaron en el PID-FPEIAP
la temática de educación inclusiva les era totalmente desconocida, su deseo era formarse
en ella para aprender a transformar su aula.
Aprender lo que era la educación inclusiva y como podía llevarla a la práctica en
mi aula (CST06A14).
Para otras docentes el deseo de transformar la práctica se tornaba en necesidad, al tener
casos de alumnado con necesidades educativas especiales en su aula. Estas docentes
esperaban que la formación del PID-FPEIAP les ayudase a subsanar aspectos concretos
de su realidad educativa, a través de la obtención de recursos o herramientas que
fomentase la inclusión del alumnado con necesidades educativas especiales en sus aulas.
Obtener recursos que me permitieran trabajar con alumnos con necesidades
educativas especiales (CST02A14).
Algunas maestras aludían al fomento de la participación familiar como la expectativa que
tenían cuando se iniciaron en el PID-FPEIAP. El interés de estas docentes se debía a que
su decisión de participar en el PID-FPEIAP se produjo después de la primera reunión tras
las jornadas, donde entre todos los participantes se decidió formarse para fomentar la
participación familiar en las aulas.
Implicación y participación activa de toda la comunidad educativa (CST11C14).
Para las docentes el PID-FPEIAP era el medio a través del cual esperaban aprender cómo
conseguir una participación activa de las familias en la escuela. Querían aprender
recursos, metodologías y prácticas que les ayudasen a incluir a las familias en el
aprendizaje del alumnado dentro del propio centro.
Aprender cosas nuevas, nuevas formas de enseñanza, nuevas formas de
implicación de las familias (CST04A14).
El fomento de la participación familiar sería lo que ayudaría a las docentes a subsanar
necesidades que tenían en la práctica, como se pone de manifiesto en el caso concreto de
una maestra (Barba-Martín, González-Calvo, & Martínez-Scott, 2018), quien consideraba
la participación familiar como la forma ideal de conseguir que una alumna sordo ciega
fuese conocida por las familias que entraran al aula, fomentando así su inclusión en la
comunidad, fuera de la escuela.
El hecho de involucrar a la comunidad educativa aunque complicado, por
experiencias anteriores, me parecía interesante ya que es un tema que se suele
dejar mucho de lado en los centros educativos. Además, consideraba que podía
ser una experiencia muy positiva para la alumna sordo ciega de mi clase, ya que
nuestro objetivo con ella es que se integre y se relacione y sin embargo, muchas
familias no la conocían o no lo suficiente, por lo que el estar con ella iba ayudar
a que la conocieran, integraran y valoraran (CST07A14).
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
181
Para algunas maestras sus expectativas respecto al PID-FPEIAP cuando comenzaron eran
bastantes negativas. Sus experiencias previas en formación les habían hecho tener unas
expectativas muy bajas y únicamente la curiosidad de una formación metodológicamente
diferente es lo que les llamó la atención.
Cuando me apunte, pensé que no me aportaría mucho en mi formación, por lo
que no esperaba demasiado, pensé que sería como muchos otros cursos,
actividades… que he realizado que aunque comienzas con ilusión al final no te
aportan tanto como pensabas (CST07A14).
Como hemos podido analizar, las expectativas que las maestras tenían al acceder al PID-
FPEIAP el primer curso eran muy genéricas y poco ambiciosas. Sin embargo, esto no
significa un punto negativo, pues como analizaremos más adelante al tener unas
expectativas muy generales cuando comenzaron a ver los primeros cambios en la práctica
la motivación y el entusiasmo se apoderó de ellas, y ayudó enormemente a que la
formación avanzase mejor y con mayor ilusión.
Cursos posteriores
Las maestras que accedieron al PID-FPEIAP en cursos posteriores muestran
principalmente dos expectativas. La primera de ellas es similar a la de las maestras que
accedieron el primer curso, y es que para la mayoría de las docentes el deseo de
transformación fue su principal expectativa. A veces este deseo de transformación se
centraba en sus centros educativos.
Adquirir y conocer diferentes vías de cambios en la escuela (CST17F15).
Otras veces el deseo de transformación se concretaba en su práctica en las aulas, de
manera que implicase el fomento de la educación inclusiva.
Mejorar mi práctica educativa (CST22E15).
De manera más específica, también aludían a la expectativa de que su participación en el
PID-FPEIAP le ayudase en su crecimiento personal y profesional.
Crecimiento a nivel profesional y personal (CST18D15).
El segundo bloque de expectativas en el que se puede agrupar a las maestras que
accedieron al PID-FPEIAP en cursos posteriores nos muestra un conocimiento del
Proyecto y su metodología de trabajo. Para estas maestras, sus expectativas giraban en
torno a que dicho intercambio fuese el que les ayude a formarse.
Enriquecerme con las opiniones y experiencias de otras personas (CST20D15).
Las docentes esperaban que conocer las experiencias de otros compañeros fuese la forma
idónea para aprender y formarse, beneficiándose de que el PID-FPEIAP trabajaba
basando su metodología en compartir el trabajo que las participantes desarrollaban en sus
aulas.
Aprender del trabajo de los demás y aprovecharme de ello (CST21D15).
CAPÍTULO V: Análisis de datos y discusión (I)
182
La compartición de experiencias sería la llave a través de la cual estas maestras buscaban
conseguir transformar sus aulas de la misma forma que lo estaban haciendo otras
compañeras.
Conocer las experiencias de otros compañeros y llevarlas a cabo en el aula
(CST24B15).
Para las maestras el PID-FPEIAP debía ser capaz de conseguir una serie de
transformaciones que incidían a nivel profesional, personal y en su práctica.
Estar ENTUSIASMADA, IMPLICADA y con muchas ganas de INNOVAR,
TRABAJAR, EXPERIMENTAR con el fin de MEJORAR mi PRÁCTICA DIARIA
(CST19D15).
Síntesis y discusión
La intención con la que preguntamos acerca de las expectativas en nuestro cuestionario
cualitativo era poder comprender qué esperaban las maestras del PID-FPEIAP, para
dárselo a conocer al coordinador y, más adelante, poder reflexionarlo junto a las maestras
con carácter retrospectivo. Esta intención que nos marcamos en la tesis doctoral sigue la
línea de otros proyectos como las Comunidades de Aprendizaje, donde en una de sus
fases iniciales todos los participantes exponen sus sueños a cumplir a corto, medio o largo
plazo, como la forma de guiar las futuras actuaciones (Aubert, García, & Racionero, 2009;
Elboj, Puigdellívol, Soler, & Valls, 2005; Elboj, Valls, & Fort, 2000; Flecha, & Puigvert,
2005; García,Lastikka, & Petreñas, 2013).
Las maestras muestran una gran variedad de expectativas. Aprender, establecer relaciones
o fomentar la participación de las familias son las principales motivaciones de las
participantes. Unas expectativas donde las maestras priman los nuevos conocimientos,
pero también el contacto con compañeros y familias o la posibilidad de participar en un
proyecto que las entusiasme y motive. Esta variedad nos evoca a las palabras de Paulo
Freire (1997) cuando expone que “la educación, en verdad, necesita tanto de la formación
técnica, científica y profesional como de sueños y utopía” (p. 34).
En un proceso como el PID-FPEIAP, destinado a la transformación, es necesario que sus
participantes tengan un deseo y motivación previos para mejorar su realidad escolar, así
como una visión optimista de la educación. Así, las maestras mostraron una variedad de
planes y proyectos enfocados a la mejora de la educación a nivel personal, con su
alumnado y en sus escuelas. Estas expectativas están en contraposición a las posturas
neoliberales de la formación que consideran que los cambios deben venir marcados
únicamente por la competitividad y el acceso a mercados (OCDE, 2005), y se acercan a
posturas como las de Giroux (2006) o Flecha y Álvarez (2015), al considerar que las
transformaciones educativas en pro de la equidad solo se pueden emprender desde la
relación entre la rigurosidad científica y las utopías. En definitiva, como explica Rivas
(2014), conocer la manera subjetiva de entender la educación desde el pensamiento de los
docentes, tomando en cuenta sus deseos, sentimientos y emociones, no solo resulta
fundamental para entender los procesos educativos y poder transformarlos, sino que,
además, supone una construcción de la propia realidad educativa con una clara intención
liberadora
Este capítulo del análisis, nos ha mostrado el proceso, los intereses y las expectativas con
los que las maestras accedieron al PID-FPEIAP. Hemos podido comprender como la
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
183
auto-selección de las maestras para participar en el Proyecto iba a acompañada de
motivación, ilusión e intenciones y deseos de formación, transformación o solución de
problemas. Se ha evidenciado cómo el Proyecto, ya desde un principio, se inició con la
idea de transformar la práctica y a las maestras a través de una metodología de
intercambio y participativa. Y es que todas estas ideas que el PID-FPEIAP transmitió son
las que hemos podido observar en el análisis de este capítulo.
5.1.2. El grupo multinivel del PID-FPEIAP
La investigación-acción participativa es una metodología de formación colectiva que
permite promover procesos colaborativos de reflexión, de solidaridad entre compañeros,
de intercambio, de diálogo reflexivo y de planificación conjunta de experiencias
innovadoras (González-Calvo & Barba, 2014; Perrenoud, 2010). Para ello, es muy
importante el trabajo en grupo entre todos los participantes. Una de las características
principales en el PID-FPEIAP fue la organización de un grupo de carácter multinivel con
el que fomentar todos estos aspectos en los participantes. El Proyecto estuvo formado por
maestras de Educación Infantil en ejercicio (más adelante se incluiría la Educación
Primaria), estudiantes y egresados de Magisterio y profesorado de universidad.
Aunque en esta tesis doctoral analizamos únicamente la perspectiva de las maestras en
ejercicio, consideramos conveniente analizar cómo el grupo del PID-FPEIAP y su
carácter multinivel afectaron a su formación. Para ello, comenzaremos analizando el
proceso de creación y consolidación del grupo multinivel, para después analizar los
puntos fuertes y las debilidades en torno a la característica multinivel que las docentes
han encontrado en relación a su formación.
5.1.2.1. El proceso de creación y consolidación del grupo multinivel del PID-
FPEIAP
Como hemos analizado en la anterior categoría “5.1.1. Primeras aproximaciones al PID-
FPEIAP” el coordinador contactó con dos maestras y dos alumnos del Máster en
Investigación en Ciencias Sociales de la Facultad de Educación de Segovia para la
primera reunión del PID-FPEIAP. Entre otras cosas, ese día se trabajó cómo hacer llegar
el Proyecto a más personas interesadas. Se decidió realizar unas jornadas a las que invitar
a compañeras y compañeros a asistir para que valorasen la posibilidad de participar
posteriormente en el Proyecto, tratando de crear así un grupo multinivel más amplio. Cada
uno de los asistentes en esa primera reunión se comprometió a informar a sus compañeros
sobre el trabajo que se iba a realizar. Al ser ya un grupo multinivel pequeño esto supuso
que el día de la jornada los asistentes también cumpliesen esta característica. Así, a la
jornada asistieron maestras en ejercicio, egresados de Magisterio, estudiantes de la
universidad (de Magisterio y del Máster) y profesorado universitario.
Hoy tenemos la primera parte de la jornada del Proyecto. Ha venido mucha gente
a la jornada, las maestras han conseguido que vengan muchas de sus
compañeras. Además, hay alumnado de la universidad y antiguos compañeros
míos de la carrera. Creo que José o INV01 se habrán puesto en contacto con ellas
(Diario. Diciembre, 2013. O).
Tras las jornadas, mucha gente se sumó al PID-FPEIAP desde los diferentes niveles
educativos, creándose un grupo multinivel más amplio, en torno a veinticinco
participantes. El grupo más numeroso fue el de maestras de Educación Infantil, con
aproximadamente quince participantes. El grupo de alumnado del Máster no aumentó y
CAPÍTULO V: Análisis de datos y discusión (I)
184
fuimos dos participantes. Por su parte, el grupo de profesorado de universidad aumentó
del coordinador a tres participantes y además se sumaron al PID-FPEIAP dos alumnas de
1º de Grado en Educación Primaria y aproximadamente tres maestras egresadas que no
estaban impartiendo docencia en ninguna escuela y eran antiguas alumnas de la Facultad
de Educación de Segovia.
En la reunión de hoy hay muchísima gente. Somos aproximadamente 25 o 30
personas. José me ha pedido que haga una especie de acta de la reunión. Pero
me está costando un poco porque apenas conozco a nadie, a mis compañeros o
excompañeros de la carrera y al profesorado de la universidad, sí los conozco y
las alumnas de Magisterio es fácil porque son dos. Pero hay más de 12 maestras
y no he podido aprenderme el nombre de todas cuando se han presentado (Diario.
Diciembre, 2013. R).
Este grupo permaneció, con altas y bajas en todos los niveles, trabajando durante los tres
años que se analizan en esta tesis doctoral. En líneas generales, los participantes del PID-
FPEIAP aumentaron cada año, pero si analizamos estos datos desde los diferentes
subniveles, sí que apreciamos que el crecimiento fue dispar. El grupo de maestras fue el
subgrupo con mayor crecimiento año tras año. Del primer al segundo curso, a petición de
las maestras participantes, se acordó que el PID-FPEIAP incluyese también al
profesorado de Educación Primaria, lo que aumentó el espectro de docentes que podían
participar. Las transformaciones que se realizaron el primer curso también llamaron a
muchas maestras a sumarse en años posteriores y, además, algunas de las maestras del
primer curso cambiaron. Alguna lo hizo voluntariamente, a través del concurso de
traslados, lo cual supuso que invitasen a participar a las nuevas compañeras. De esta
forma, se aumentó el número de maestras en ejercicio, pero también el de colegios en el
que alguna maestra participaba, de tres centros que hubo el primer curso a casi una decena
de colegios diferentes durante el tercer curso.
En la primera reunión de hoy hay más maestras que el año pasado. Algunas
habían venido ya a las últimas jornadas del año pasado, pero otras es la primera
vez que las veo en el PID-FPEIAP. Este año hay muchos más colegios que los
tres que éramos el año pasado (Diario. Septiembre, 2014. O).
El profesorado universitario (o investigadores) que trabajó de manera activa en el PID-
FPEIAP se mantuvo estable durante los tres años. Si observamos las solicitudes del
proyecto, nos damos cuenta de que el colectivo del profesorado universitario es el
subgrupo que más oscila, pues aparece profesorado diferente en alguno de los cursos. Ello
es debido a que algunos de estos profesores entran en el PID-FPEIAP para temas de
asesoramiento en momentos puntuales, pero no son miembros que desarrollasen una
actividad continuada. Así, el grupo de profesorado universitario que trabajó de manera
constante en el PID-FPEIAP, junto al coordinador, se mantuvo de forma invariable con
tres miembros.
El profesorado universitario sigue siendo el mismo, José, INV01 e INV02. José
me ha dicho que lo mismo algún día viene INV3 para ayudar con temas de
tertulias ahora que van a empezar a trabajarlas este segundo año (Diario.
Septiembre, 2014. R).
El alumnado universitario también se mantuvo estable, aunque en un número muy
reducido. Durante el segundo y el tercer año el profesorado de universidad invitó a
participar a su estudiantado de Magisterio, pero este alumnado se unía al PID-FPEIAP de
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
185
forma esporádica o participaban únicamente en actividades o jornadas, por lo que sólo las
dos alumnas de Magisterio que comenzaron el primer curso en el PID-FPEIAP fueron las
que continuaron de forma estable los tres cursos.
El otro día vinieron a la reunión alumnos de 1º de Grado en Educación Primaria
de la clase de José, pero hoy ya no han venido. ALUM01 y ALUM02 son las únicas
alumnas que sí que vienen de manera estable a las reuniones, las jornadas –en
las últimas del curso pasado incluso expusieron su experiencia- e incluso visitan
las escuelas (Diario. Marzo, 2015. O).
El número de maestras sin experiencia docente fue disminuyendo a lo largo de los tres
cursos hasta extinguirse. Este subgrupo nunca fue realmente activo durante el primer
curso. Su situación era muy difícil ya que a pesar de que el PID-FPEIAP no ocupaba
mucho tiempo en la asistencia presencial a las sesiones, este subgrupo lo tenía que
compaginar con preparar oposiciones, impartir clases particulares o realizar un Máster.
Todo ello supuso que tuviesen que tomar la decisión de abandonar el PID-FPEIAP.
El otro día me encontré con MAES16 me ha dicho que aunque el año pasado ya
al final vino poco, este año no podrá venir. Tiene academia en Madrid un día a
la semana, que estudiar oposiciones y da clases particulares por las tardes para
poder ganar algo, lo que apenas la deja tiempo (Diario. Septiembre, 2014. R).
El subgrupo de alumnado del máster o jóvenes investigadores, también disminuyó a lo
largo de los años. Al ser un colectivo de estudiantes asociado al Master, cuando
terminaron sus estudios en el curso 2013/2014 uno de los participantes decidió abandonar
la investigación educativa y dedicarse íntegramente a preparar oposiciones, por lo que se
encontró en la misma situación que las maestras egresadas. El otro participante, autor de
este trabajo, sí decidió continuar asociado a la investigación educativa y realizar su tesis
doctoral asociada al PID-FPEIAP, incluyéndose en el subgrupo de investigadores.
INV04 me comentó que este año tampoco podrá estar. Tratará de venir lo máximo
posible e ir a las jornadas, pero va a empezar a dar clases particulares y a
prepararse oposiciones. Le atrae la idea de dar clase en un aula de Educación
Infantil, por lo que al igual que yo, ha tenido que decidir entre intentar las
oposiciones o seguir con la tesis doctoral. Hemos tomado diferentes caminos
(Diario. Septiembre, 2014. R).
Hay que recalcar que durante los años siguientes tampoco se sumó nuevo alumnado del
Máster al PID-FPEIAP. Eso sí, el segundo año, las maestras que se habían integrado en
el Proyecto desde el año anterior, se matricularon en el máster y realizaron sus trabajos
finales de investigación en torno al PID-FPEIAP y la transformación de las prácticas
docentes en sus aulas.
José me ha dicho que se van a apuntar al máster 4 profesoras del PID-FPEIAP
(Diario. Septiembre, 2014. R).
Aunque en el análisis de esta categoría hemos clasificado a las personas participantes del
PID-FPEIAP en cinco subgrupos, su heterogeneidad nos hubiese permitido hacerlo en
muchos más.
Somos todos distintos, tenemos desde directores, jefes de estudio, gente de
magisterio, gente de aquí de la universidad, maestro de infantil, de primaria…
(ENGD07G16).
CAPÍTULO V: Análisis de datos y discusión (I)
186
De esta forma se consolidó un grupo multinivel que siempre estuvo abierto a nuevas
incorporaciones. Con altibajos, el grupo llegó a tener un número de participantes cercano
al medio centenar pertenecientes a, aproximadamente, doce centros educativos de
Primaria e Infantil y la Facultad de Educación de Segovia. Y aunque este gran aumento
de participantes a veces supuso tensiones en el PID-FPEIAP, como analizamos en la
categoría “6.2.2. Tensiones surgidas en el PID-FPEIAP”, también fue un indicio de estar
realizando un buen trabajo.
Síntesis y discusión
La actitud abierta del PID-FPEIAP, dispuesta siempre a recibir a nuevos y a antiguos
participantes, denota dos posicionamientos del Proyecto: la idea de otorgar a los
participantes una formación de fácil acceso y adaptable a sus necesidades cambiantes y
el poder del trabajo colectivo para conseguir transformaciones.
El análisis de los datos nos permite observar como las necesidades y condiciones de un
docente son variables a lo largo del tiempo. El trabajo de un maestro no es inmóvil y, por
tanto, requiere de una formación abierta y adaptable que permita a los docentes seguir
formándose ante diferentes circunstancias. En esta línea, López-Pastor et al. (2016)
afirman que el trabajo colaborativo permite a los docentes evolucionar y hacer frente a
las nuevas particularidades a las que se enfrentan.
El PID-FPEIAP buscó la posibilidad de adaptarse a las circunstancias cambiantes de los
participantes a través de la creación de un grupo de acceso libre y voluntario en cualquier
momento. Para ello, el PID-FPEIAP sigue una forma de colegialidad cercana al “mosaico
móvil” propuesta por Hargreaves (1994). En esta forma de colaboración el grupo se
articula de forma flexible y con capacidad de respuesta, los participantes tienen la opción
de acomodar sus momentos de agrupamiento y reflexión para poder avanzar, no siendo
estos obligados.
Sin embargo, a pesar de este posicionamiento, en el PID-FPEIAP hubo ocasiones en la
que los cambios y las condiciones del actual sistema educativo hicieron que algunas
maestras abandonaran el Proyecto. La pérdida de la estabilidad de los interinos o la
reducción de las plazas de oposición son algunas de las circunstancias que empujaron a
los participantes del PID-FPEIAP a abandonar la formación y que se han visto agravadas
con las nuevas políticas educativas (Rodríguez-Martínez, 2014)
La decisión de José Juan de realizar la formación del PID-FPEIAP a través del trabajo
grupal fue el primer paso para conseguir transformaciones prolongadas en las maestras,
las escuelas y las comunidades. El número de maestras aumentó cada curso, las nuevas
maestras accedían con la intención de conseguir para ellas y sus contextos los resultados
obtenidos por el PID-FPEIAP los cursos anteriores a través del trabajo colaborativo.
Autores como Imbernón (2001a, 2007) defiende la formación permanente a través de
procesos colectivos como la forma de acabar con la cultura individualista en educación.;
y es que para Zeichner (1993), dicho enfoque individualista no permite al profesorado
conseguir un verdadero desarrollo profesional, pues solo será capaz de lograrlo a través
de procesos colectivos que influyan en la transformación de sus contextos y sus
condiciones de trabajo.
La creación y consolidación del grupo de trabajo multinivel del PID-FPEIAP llevó un
largo tiempo. Al basarse en la búsqueda de transformaciones estables a través de procesos
cíclicos de reflexión-acción, solo se puede comprender desde un carácter longitudinal.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
187
Esta es una característica de los procesos formativos desarrollados mediante
investigación-acción (Fernández & Calvo, 2012; López-Pastor et al., 2005; López-Pastor
et al., 2016; Pujol, 1998).
5.1.2.2. La valoración de las maestras del carácter heterogéneo y multinivel
del PID-FPEIAP para su formación
La importancia que la formación colectiva tiene en la investigación-acción participativa
y en los procesos de formación es una faceta ampliamente demostrada en algunas
investigaciones (Barba, 2013; Barba-Martín et al., 2016; Carr & Kemmis, 1988; Elliott,
1990, 1993; Imbernon, 2017; McKernan, 1996). Por ello, en esta categoría hemos querido
centrarnos en la peculiaridad del grupo del PID-FPEIAP y su carácter multinivel para
analizar cómo esta característica influyó en la formación de las maestras.
La creación de un grupo multinivel por parte del coordinador suponía su deseo por unir
escuela y universidad en una formación en la que todos sus agentes se viesen favorecidos.
Las memorias del proyecto desvelan como éste fue el objetivo del coordinador desde el
inicio del PID-FPEIAP y así queda reflejado en los objetivos de la propuesta, en los que
se explica la necesidad de: (a) vincular la realidad docente con los estudios de Grado de
Maestro en Educación Primaria e Infantil en Segovia, a través de diferentes formas de
contacto entre maestros en ejercicio, estudiantes de grado y estudiantes –investigadores.
A través de esto se desarrollaran una serie de materiales que serán expuestos a la
comunidad y que puedan ser utilizados tanto en la formación inicial de los estudiantes de
Magisterio como en la formación permanente del profesorado no universitario,
virtualizando algunos de esos objetos de aprendizaje; y (b) acercar la universidad al
sistema educativo no universitario, creando redes de colaboración y comunidades de
formación entre el profesorado y el alumnado de ambos sistemas educativos.
Desde un primer momento, las maestras valoraron muy bien el carácter multinivel del
PID-FPEIAP, ya que para ellas la diversidad y la heterogeneidad era un factor positivo
para su formación al proporcionarles una mayor diversidad de puntos de vista.
La heterogeneidad aporta siempre, enriquece y suma (CST21D15).
La heterogeneidad de los participantes iba en consonancia con un Proyecto sobre
educación inclusiva. Al estarse formando en esta temática, las maestras estaban tratando
de conseguir que la diversidad de su aula fuese un factor potenciador para todo el
alumnado. Por ello, siempre mostraron su aprobación por la formación de un grupo
heterogéneo, pues consideraban que si para su alumnado era bueno para ellas también lo
sería.
La diversidad siempre es riqueza y más en un proyecto de escuelas inclusivas.
(CST03A14).
Las participantes esperaban que el grupo multinivel les proporcionase una visión más
global en su formación. El contar con diferente agentes educativos, de diferentes
contextos, con distintas experiencias, deseaban les supusiese una visión más amplia de la
educación que la que podían encontrar en sus contextos.
Espero que las diferentes experiencias nos den una visión más global
(CST24B15).
CAPÍTULO V: Análisis de datos y discusión (I)
188
En líneas generales, las maestras afirmaban que la característica multinivel del grupo sí
cumplió con estos deseos de darles una visión más extensa de la educación. Las maestras
consideraban que las interacciones que se daban entre los participantes eran mucho más
ricas en contenido gracias a este carácter multinivel.
Muy importante para enriquecer interacciones (CST01A14).
Conocer una gran diversidad de experiencias desde diferentes niveles y contextos les
permitía adquirir una mayor cantidad de nuevos conocimientos y reflexiones.
Creo que cuantas más experiencias y más diferentes nos abren puertas, ideas,
imaginación… (CST19D15).
Las maestras valoraban el carácter multinivel como positivo para su formación, al poder
no solo conocer las aportaciones de otros agentes educativos en sus contextos, sino
también poder colaborar con ellos a través de crear y compartir el conocimiento.
Dentro de la heterogeneidad del grupo del PID-FPEIAP, las maestras valoraban que
hubiese docentes en activo de diferentes colegios, ya que esto les permitía conocer
diferentes experiencias y poder analizar cómo una práctica funcionaba en diferentes
contextos de manera parecida. Las docentes afirmaban que esto les ayudó a aprender,
puesto que conocían otras formas de actuar ante un mismo problema, de aportar nuevas
soluciones diferentes soluciones o diferentes formas de adaptarse al contexto.
Eso, desde mi punto de vista es clave, ya que el hecho de ver que algo que tú haces
funciona también en centros muy diferentes al tuyo y además, el estar con gente
con diferente forma de trabajar y de ver la educación te enseña mucho
(CST07A14).
Existieron casos particulares en las maestras en los que la oportunidad de compartir con
otros colegios sus experiencias habían sido bien recibidas, como aquellas que nunca
habían sido interinas, puesto que les había ayudado a suplir el no haber podido conocer
diferentes contextos escolares.
Al menos si somos diferentes coles, el poder compartir, el poder vivir otras cosas,
ya que no he tenido esa experiencia, pues poder ganarla por otra parte
(ENGD01A16).
Para estas maestras la falta de interinidad en sus carreras profesionales les impidió
conocer diferentes realidades educativas. Consideraban que la interinidad te da una
riqueza de experiencias y puntos de vista que ellas no habían conocido.
La riqueza que te da poder compartirlo con otros coles no te lo da el “tú sacas tu
plaza, estás en un centro y no me he movido” (ENGD01A16).
Las docentes sin interinidades valoraban el PID-FPEIAP y el trabajo en grupo con
diferentes colegios como una oportunidad de conocer otras realidades escolares que les
ampliaron sus perspectivas del trabajo en diferentes escuelas.
A mí lo que más me gustó es el hecho de que participaran diferentes colegios,
porque yo por ejemplo, nunca he sido interina entonces siempre me quedo con la
cosa de “Jo, nunca he estado con otros colegios” (ENGD01A16).
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
189
No solo la diversidad de colegios y docentes en ejercicio fue considerada como positiva
por las maestras. El estudiantado universitario de Máster y los jóvenes investigadores
también resultaron positivos para el crecimiento profesional de los participantes. Así, las
maestras afirmaban que la visión de los estudiantes era más cercana a las innovaciones
actuales, lo que resultaba positivo para el grupo cuando compartían sus conocimientos.
Vosotros que sois estudiantes que lo tenéis mucho más reciente que nosotras,
siempre nosotras nos vamos reciclando, pero vosotros conocéis más
(ENIN06A14).
Los trabajos de investigación realizados por el alumnado de máster durante el primer
curso ayudaron a las maestras a ampliar la visión que ellas tenían de sus realidades
escolares. Realizar observaciones en las aulas y entrevistas con más maestras o familiares,
que después eran compartidas con el grupo, supuso otorgar a las maestras una visión más
amplia del PID-FPEIAP y lo que estaba abarcando.
A vosotros por ejemplo con los trabajos que estáis haciendo le estáis dando otra
visión que nosotros a todo el papel del proyecto o de las familias (ENIN07A14).
Estas investigaciones supusieron también un elemento facilitador para que las maestras
comprendieran y asentaran los cambios que estaban haciendo. Las docentes afirmaban
que a veces entraban en una “bola de nieve”, olvidando de dónde partían y todo lo que ya
habían logrado, pero que gracias a las investigaciones que el alumnado de Máster realizó
en torno al PID-FPEIAP, como la nuestra continuada en esta tesis doctoral, ellas habían
podido reflexionar sobre ello y ser conscientes.
Sí y esto que estáis haciendo vosotros, a mí me ha hecho la regresión de la vuelta
atrás. Que parece que vas haciendo, tiras para adelante y no te das cuenta de
donde partías (ENIN07A14).
Las maestras, en su totalidad, percibieron la heterogeneidad del grupo como una
superación de las limitaciones de los centros escolares donde únicamente podían trabajar
con un núcleo muy pequeño de personas y del mismo contexto, lo que reducía su visión
de las realidades escolares.
Está guay que haya salido tanta gente de diferentes colegios porque eso yo creo
que lo enriquece muchísimo […] si tú estuvieras sólo en tu cole con tus cosas y
con tu historia sin recibir nada de la Universidad y de otros colegios se reduciría
muchísimo (ENIN05A14).
Las docentes recalcaban que cada subgrupo del PID-FPEIAP aportaba una parte diferente
que ayudaba a que el conocimiento que se generaba fuese más amplio.
Me parece muy enriquecedor que trabaje gente: estudiantes, maestros, gente de
la universidad, creo que eso está muy bien porque cada uno puede aportar ciertas
cosas (ENIN07A14).
CAPÍTULO V: Análisis de datos y discusión (I)
190
La multitud de experiencias, puntos de vista o conocimientos fueron valorados como muy
positivos por las maestras y consideraban que esto sólo se puede conseguir si se trabaja
conjuntamente desde diferentes ámbitos, con diferentes realidades y diferentes visiones.
El hecho de haber podido trabajar con personas de la universidad, con
estudiantes, con tal, te ha permitido ver otras formas de pensar de poder
compartir cosas (ENIN01A14).
Síntesis y discusión
En esta línea temática del análisis podemos observar como las maestras consideran
importante para su formación la diversidad de participantes del PID-FPEIAP. Por un lado,
han destacado la heterogeneidad de las maestras pertenecientes de diferentes centros
escolares y, por otro, el carácter multinivel del Proyecto.
El grupo formado en el PID-FPEIAP permitió a las maestras el intercambio de
experiencias con docentes de otros centros educativos. Esta situación se fomentaba en el
PID-FPEIAP al trabajar a través de una metodología basada en la creación del
conocimiento de forma lateral mediante el análisis de las experiencias colectivas
(Hargreaves & Shirley, 2009), una de las formas más enriquecedores para el desarrollo
profesional docente (Salgado & Silva-Peña, 2009, Vezub, 2013).
Las maestras destacan el hecho de poder interaccionar con otras docentes fuera de su
centro escolar y conocer otras realidades, principalmente en la situación en la que la
maestra siempre ha desarrollado su labor en el mismo centro y contexto educativo. Este
análisis sigue las ideas recogidas por García (1999), quien muestra como las docentes
sobre las que realizan su estudios valoraban muy positivamente el grupo de trabajo de
diferentes centros educativos, al permitirles intercambiar experiencias y trabajar con
contextos similares al suyo.
Respecto al carácter multinivel, las maestras lo valoran positivamente. Las docentes
consideran al alumnado de Magisterio y a los investigadores como parte del grupo y de
su formación, donde todos suman en un proyecto formativo común. Esta es la visión de
Imbernón (2001a, 2001b) sobre cómo debería ser un trabajo colaborativo en la formación
docente, donde la formación que se construya se haga desde el trabajo grupal y no
mediante la suma de las individualidades.
En el caso particular de los investigadores, las maestras afirman encontrarse con la
oportunidad de obtener una visión retrospectiva y un apoyo a su formación a través de los
trabajos de investigación. En el PID-FPEIAP, los investigadores compartimos la visión
de Greenwood (Geenwood, 2000; Greenwood & Lewin, 2007) al establecer nuestra
posición al servicio de los participantes y nuestras investigaciones, como esta tesis
doctoral, desde un posicionamiento de apoyo al proceso formativo de las docentes.
Aunque en esta tesis doctoral únicamente estamos analizando el proceso de formación
del grupo de maestras en ejercicio, queremos destacar que el co-aprendizaje entre todos
los participantes sí se produjo, independientemente de su nivel. Un ejemplo es esta tesis
doctoral, en la que su autor se ha visto ampliamente beneficiado del co-aprendizaje con
las maestras, pero también se han realizado otras investigaciones que destacan la
formación en el PID-FPEIAP como un beneficio para alumnado de Magisterio que
participó (Barba-Martín, Sonlleva Velasco, & García Martín, 2018).
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
191
La investigación que presentamos es un claro ejemplo de cómo el trabajo colaborativo en
la formación permanente del profesorado se potencia y completa aún más desde grupos
multinivel.
5.2. Metodologías de formación docente en la trayectoria de las maestras
del PID-FPEIAP. Análisis y comparaciones de las potencialidades y
debilidades
En el ámbito de la educación española, a finales del siglo XX, la investigación-acción
estuvo muy presente como una forma de transformación de la realidad escolar (Pérez
Gómez, Sola Fernández, Soto Gómez & Murillo Mas, 2009). Sin embargo, en los últimos
años parece haber reducido su presencia, al menos en su componente de formación y
transformación de la realidad educativa (Barba-Martín, Martín-Pérez, & Barba, 2015;
Torrego, 2014).
Con la finalidad de comprender mejor la innovación metodológica del PID-FPEIAP y
qué aportó a la formación de las maestras este método, consideramos importante realizar
una comparación respecto a otras formaciones a las que las participantes habían accedido.
Esta categoría no trata de ser una crítica a esos procesos formativos, sino una forma de
comprender más ampliamente las potencialidades y debilidades de la metodología del
PID-FPEIAP, al compararse con la experiencia previa en formación de las participantes.
Para ello: (a) analizaremos las formaciones a las que las maestras habían accedido
previamente a su participación en el PID-FPEIAP; (b) conoceremos cómo las maestras
han trabajado en el Proyecto; y (c) realizaremos una análisis de las características que las
maestras consideran fundamentales en la formación continua y su grado de presencia en
el PID-FPEIAP.
5.2.1. La formación previa de las maestras
El proceso de formación de un docente nunca debe detenerse (Imbernón, 2017). Desde
las instituciones, empresas y otros colectivos a las maestras les ofertan multitud de cursos,
jornadas o proyectos con los que apoyar su formación. Por ello, consideramos que merece
la pena conocer los intereses y las motivaciones que mueven a las maestras a elegir un
tipo de formación u otro.
En esta categoría hemos tratado de conocer los tipos de formación a los que las maestras
habían accedido antes del PID-FPEIAP y por qué decidieron participar.
5.2.1.1. Tipos de formación previas al PID-FPEIAP
Como punto de partida para poder analizar la comparación entre el PID-FPEIAP y otros
tipos de formación permanente analizaremos a cuáles habían accedido las maestras antes
de participar en al Proyecto. Por lo general, estas formaciones las realizaban en el propio
centro, ofertadas por los Centros de Formación del Profesorado e Innovación Educativa
(CFIE), que es el órgano de la administración educativa en Castilla y León para el apoyo,
asesoramiento y la formación del profesorado y están encargados de impulsar, gestionar
y posibilitar la formación permanente del profesorado de los centros de niveles no
universitarios sostenidos con fondos públicos en esa región.
Normalmente las que hace el CFIE, que son cursos de un tiempo de duración y
bueno también lo que hacemos aquí en el colegio de autoformación
(ENIN11C14).
CAPÍTULO V: Análisis de datos y discusión (I)
192
Un gran número de maestras hacían referencia, únicamente, a la formación que el propio
centro educativo les oferta.
Los planes de formación de aquí, del propio centro (ENIN07A14).
La mayoría de esta formación provenía del CFIE y se trataba de cursos puntuales o de
corto tiempo, de carácter gratuito y en los que un experto en la temática impartía una
ponencia teórica para las maestras.
Cursos del CFIE, sí, hay algunas jornadas, pues algunas reuniones o charlas que
dan ponentes (ENIN04A14).
Las maestras también afirmaban haber podido acceder a otros cursos, como los que
organizaba la Junta de Castilla y León a distancia o formaciones online organizadas por
universidades. Ambas de carácter gratuito, como los planes de formación del centro
escolar, pero con la diferencia de que no requerían asistencia presencial.
Yo este año es los que he hecho los del CFIE y de la Junta de Castilla y León a
distancia y la UNED (ENIN07A14).
Un menor número de maestras afirmaba haber asistido a formaciones organizadas desde
otras entidades diferentes a las anteriores. Sin embargo, recalcaban que eran formaciones
que se debían pagar ellas y que solían estar organizadas por los sindicatos o por
instituciones privadas, vinculadas con centros de referencia pedagógica. Estas
formaciones solían versar sobre temáticas específicas y requerían de un mayor esfuerzo
por parte de las maestras que los planes formativos realizados en el centro, al tener un
coste económico o tener que desplazarse para realizarlas.
Los sindicatos también han realizado cursos, suelen ser de pago (EN02INAH14).
El año pasado fui a dos de Oxford, que estaba muy bien, de la inteligencia
emocional, que la hizo Elsa Punset, y fui a dos de esas y luego también estoy
yendo, pero eso lo tengo que pagar yo, a cursos de Reggio Emilia que hacen en
Madrid (EN05INA14).
Síntesis y discusión
Las maestras no muestran una gran variedad de experiencias formativas a las que
hubiesen accedido previamente a su participación en el PID-FPEIAP, a pesar de ser un
grupo muy numeroso. Entre todas ellas se imponen los planes de formación del propio
centro como la formación mayoritaria y, en muchos casos, la única. Esta respuesta por
parte de las maestras resulta lógica si comprendemos que, actualmente, los planes de
formación del propio centro, impulsados principalmente por los CFIEs, son la principal
referencia en la formación permanente en España (Soria Aldavero, 2017).
En cuando a la modalidad, la gran mayoría de las maestras hace referencia a cursos. Esta
ha sido el tipo de formación más común en España y la única durante décadas (Imbernón,
2007). Los cursos son un buen punto de partida en la formación permanente, pero se
deben complementar con otros modelos formativos (Marcelo, 1995; Serrano, 2012). Sin
embargo, las maestras exponen que en algunos casos esa ha sido su única formación, lo
que supone una necesaria reflexión, ya que los discursos de las maestras contradicen la
intención de cambio adoptada desde las últimas décadas del siglo XX hasta la actualidad
en la formación permanente. Desde las décadas de los 80-90 se ha tratado de abandonar
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
193
posturas técnicas por otras más colaborativas y críticas (Imbernón, 2001a) y continuaron
su labor movimientos encaminados a conseguir este nuevo modelo, como los MRP
(Esteban Frades, 1995).
Pero más allá de esta oferta de formación permanente a la que los docentes suelen recurrir,
nos gustaría profundizar en cuáles son las consecuencias de dicho modelo formativo. Este
tipo de cursos puntuales y sin vinculación con la práctica llevan a los docentes a no
sentirse seguros con lo que saben, disponer de escasos recursos para el ejercicio de su
labor, así como un limitado repertorio de estrategias pedagógicas, razón por la cual se ven
obligados a utilizar en sus aulas metodologías que limitan las posibilidades de desarrollo
intelectual de su alumnado y no van en línea con la inclusión educativa (Vergara et. al,
2004).
Sin duda, la capacitación profesional docente a través de proyectos que tengan
continuidad en el tiempo y favorezcan la participación y reflexión de los docentes,
repercuten de forma directa en la mejora de la calidad educativa, y así podremos
confirmarlo a lo largo del análisis que presentamos al lector.
Para conocer a qué es debida la participación de las maestras en estas formaciones,
pasaremos a conocer cuáles fueron los intereses y las motivaciones que las llevaron a
participar en las mismas.
5.2.1.2. Motivaciones e intereses formativos de las maestras
El interés y la motivación con el que las maestras accedieron a cada tipo de formación
nos van a permitir conocer en profundidad los porqués de la categoría anterior. Además,
va a permitirnos analizar las características, virtudes y defectos de estas formaciones para
despertar la motivación de las maestras
Respecto a los cursos que les ofertaba el centro, las maestras valoraban como una
motivación para asistir la comodidad de poder hacerlos sin desplazarse de su lugar de
trabajo y poder aprovechar para su formación horas que debían permanecer en el centro.
Es muy cómodo, porque lo haces en horas de exclusiva, de dos a tres o bien por
las tardes el día que te toca taller y no tienes que estar aparte haciendo otros
cursos y demás (ENIN01A14).
El aspecto de la comodidad por no desplazarse también fue un requisito que valoraron
positivamente para realizar los cursos online. En estos casos, las maestras tenían la
libertad para decidir cuándo hacerlos.
Hombre la verdad es que está muy bien, pues te facilita mucho no tener que
desplazarte o hacer otros cursos por Internet (ENIN01A14).
Otro de los intereses por los que las maestras afirmaban haber participado en cursos,
principalmente los de fuera del centro, era para conseguir los créditos o puntos que les
otorgaban la asistencia y participación en estos cursos.
Luego los cursos de fuera [del centro escolar] algunos no valen para nada más
que para darte créditos (ENIN07A14).
Los créditos o puntos eran necesarios para algunas maestras que se encuentran en una
situación de inestabilidad laboral. Algunas participantes eran maestras interinas e
CAPÍTULO V: Análisis de datos y discusión (I)
194
intentaban conseguir una plaza fija acumulando puntos obtenidos en formaciones
complementarias, como las descritas anteriormente.
Sólo lo hacías por otros intereses como pueden ser puntos para las oposiciones
(ENIN04A14).
Para aquellas maestras que ya tenían su plaza fija, su motivación residía en seguir
sumando créditos ante los sexenios de formación que han de conseguir periódicamente.
Por ello, estas maestras afirmaban que, aunque a veces se apuntaban a cursos que les
interesaban, también lo hacían con la motivación de ir consiguiendo poco a poco esos
créditos solicitados por la Administración regularmente.
Lo haces porque te interesa, pero también, claro, tienes que hacer cada seis años
por puntos de formación (ENIN01A14).
Cuando los puntos ya no eran necesarios porque las maestras habían alcanzado el
máximo, las participantes admitían que no solían realizar formaciones complementarias,
salvo que el contenido captase su interés y atención.
Si es verdad que luego en el CFIE tienes un montón de cursos que te da y tal y yo
sinceramente a no ser que haya un curso que me interese mucho no…
(ENIN01A14).
Los fuertes intereses solían radicar en necesidades que las maestras se encontraban en su
contexto y ante su escasa formación en la temática o el problema buscaban recursos para
formarse. En estos casos, los créditos pasaban a un segundo plano o directamente las
maestras los obviaban.
Elegí ese curso [refiriéndose a un curso puntual al que se ha apuntado] porque me
hacía falta al estar con la niña con sordo ceguera y no tenía ni idea de lengua de
signos […] pero en plan de título que me vayan a dar un título o unas horas que
me vayan a servir, no me sirve de nada (ENIN03A14).
Si la fuerte motivación no existía, las maestras afirmaban que perdían el interés y aunque
sabían que necesitaban la formación, la realizaban sin ganas.
Muchas veces dices, “tengo que hacer cursos”, pero las cosas las haces sin ganas
(ENGD01A16).
Síntesis y discusión
Como hemos podido comprobar el discurso de las maestras respecto a sus intereses para
la realización de actividades de formación previas a su participación en el PID-FPEIAP
nos muestra unos intereses alejados de motivaciones formativas. A veces, las necesidades
impuestas por el sistema o la mala experiencia en este tipo de cursos llevan a las maestras
a buscar otras motivaciones e intereses que los puramente formativos. Las participantes
hacen referencia a dos aspectos de interés para ellas respecto a este tipo de formación: (a)
Por un lado, las comodidades de tiempo que les otorgan estas formaciones, ya que al venir
organizadas por el centro, pueden realizarlas en su horario de exclusiva y dentro del
colegio, sin tener que desplazarse. Estos hallazgos son coherentes con las afirmaciones
de Dopico (2013), al considerar que el profesorado dispone de un escaso tiempo para
formarse; y siguen la línea de las investigaciones realizadas por Rodríguez, Pozuelos y
García (2012) o Balcazar (2003), quienes consideran que el tiempo en los procesos de
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
195
innovación educativa o de trabajo colaborativo, a veces, resulta un impedimento para el
profesorado.
Por otro lado, las maestras relacionan sus intereses de participación en estos cursos con
la adquisición de créditos o puntos de formación que les solicita la Administración. Esta
es una postura detallada por Carro (2000). Este autor considera que cuando las
formaciones no son del interés de los docentes y no se adaptan a sus necesidades para
participar, los propios maestros suelen anteponer otros intereses a los intereses
formativos, como la búsqueda de créditos.
Las motivaciones formativas suelen ir centradas en la necesidad. La tipología de los
cursos hace que las maestras únicamente decidan asistir por una exigencia formativa
promulgada desde su centro o de forma intrínseca.
Las palabras de las maestras dibujan una situación preocupante y a tener en cuenta por
parte de las escuelas. La motivación es uno de los aspectos limitantes en la búsqueda de
una mejor calidad educativa (Murillo & Román, 2012). Si la escuela no es capaz de ofertar
a sus maestros una mejor formación que haga aumentar su motivación, su capacidad de
innovación se verá limitada (González-Torres, 2003).
Tras esta visión global de la formación previa al PID-FPEIAP de las maestras, pasaremos
a analizar la metodología del PID-FPEIAP, para posteriormente poder detectar virtudes
y defectos de ambas formaciones.
5.2.2. Metodología de formación en el PID-FPEIAP
La formación en el PID-FPEIAP se realizó a través de la metodología de investigación-
acción participativa según el modelo de Greenwood y Levin (2007). Se trata de una
metodología formativa en el olvido en la formación del profesorado en España (Martínez-
Bonafé, 2008; Torrego, 2014), a pesar de que su objetivo principal es la mejora de la
calidad educativa de sus participantes (Zúniga, Jarquín-Saenz, Martinez-Andrades, &
Rivas, 2016). Por esta razón es lógico que ninguna maestra hubiese accedido nunca a una
formación o Proyecto a través de esta metodología. Lo cual supone que resulte
fundamental en la tesis mostrar una categoría en la que se analice qué ha supuesto esta
metodología de formación en las maestras y si para ellas se ha cumplido con la
investigación-acción participativa como proponían Greenwood y Levin (2007). Para ello
analizaremos a continuación los procesos metodológicos seguidos por las participantes
durante su formación en el PID-FPEIAP.
5.2.2.1. Participación en la toma de decisiones durante todo el PID-FPEIAP
Una de las características de la investigación-acción participativa es que el investigador
debe adoptar un rol en el que comparta la propiedad de las decisiones con los participantes
(Galuppo, Gorli, & Ripamonti, 2011; Wittmayer & Schäpke, 2014), tratando de darles el
mayor poder en la toma de decisiones.
Como hemos analizado en la categoría de primeras aproximaciones la decisión inicial que
tomaron las maestras cuando el PID-FPEIAP comenzó fue realizar unas jornadas para
hacer llegar la propuesta del Proyecto a otras compañeras. Tras esas jornadas en las que
se expusieron una diversidad de prácticas inclusivas fue el grupo quien decidió que
querían poner en marcha una actuación educativa que fomentase la participación familiar.
CAPÍTULO V: Análisis de datos y discusión (I)
196
Las jornadas en diciembre yo creo, yo no puedo hablar por todos pero lo digo
por mí, como que me quedé con ganas de más, de que sí como mola lo que han
puesto en práctica en este cole mira que bien funciona, mira qué actividades más
chulas mira el recurso de los padres que los tenemos ahí pero no se nos ocurre
llamarles a clase o sea te dan tantas ideas, ves que otros sitios sí que funcionan
que dices ¡jobar! yo también quiero hacerlo entonces ya a partir de ahí a
movernos vamos y llevarlo a la práctica (ENIN02A14).
La actuación elegida fueron los grupos interactivos. Ante el desconocimiento
generalizado por parte de las maestras hacia esta práctica, más allá de lo que habían
escuchado en las jornadas, pidieron al coordinador del PID-FPEIAP una formación
teórica antes de comenzar a llevarlo a las aulas.
En la reunión de hoy hemos estado hablando de por dónde comenzábamos. Qué
decidíamos hacer para llevar a la práctica. Las maestras, en su totalidad, quieren
trabajar Grupos Interactivos. Les encantó la exposición en las jornadas y dicen
que les gustaría conseguir que las familias participasen más en el aula. Aunque
han comentado que necesitarían conocer más sobre Grupos Interactivos, al
menos de la puesta en práctica para poder llevarlo a cabo (Diario. Diciembre,
2013. O).
En la siguiente reunión, el coordinador y uno de los profesores de universidad integrante
del PID-FPEIAP, ambos expertos en la temática, proporcionaron un sencillo dossier a las
maestras acerca de grupos interactivos y realizaron una formación teórica en torno a ese
documento en las dos horas de reunión. En dicha sesión se expusieron los puntos teóricos
y de organización, unas guías iniciales que permitieron a las maestras tener una base
formativa con la que empezar a trabajar en el aula.
*Anexo D Documento realizado por el profesorado de universidad y entregado a
las maestras en la reunión del PID-FPEIAP acerca de Grupos Interactivos.
A partir de ese momento las maestras comenzaron a ponerlo en práctica y las reuniones
mensuales se convirtieron en momentos de debate donde las maestras reflexionaban
acerca de su práctica, intercambiaban ideas y materiales o transmitían su experiencia a
las demás compañeras.
[Sobre las reuniones mensuales] Intercambias información con otros profes que
están realizando la misma actividad que yo, comentas dificultades, problemas,
posibles soluciones, surgen propuestas de actividades… (CST06A14).
Las temáticas que se abordaban en cada reunión surgían de las maestras. El coordinador
únicamente se encargaba de dinamizar los procesos de reflexión y organizar los tiempos
por si hubiese otros temas que tratar, como la propuesta de nuevos encuentros, el debate
de lecturas, etc. Para ello, al finalizar las reuniones, el coordinador realizaba un pequeño
guion para la siguiente reunión junto con las maestras.
Son como más tertulias en las que todos participamos y se van fijando unos puntos
sobre los que vamos a trabajar y eso en la siguiente reunión (ENIN12C14).
Las reuniones se realizaban en la Facultad de Educación de Segovia, pero las maestras
después pidieron cambiar este emplazamiento en algunas sesiones. Al tratarse de un
Proyecto en el que participaban varios centros rurales la mayoría de las participantes
requerían de un desplazamiento para ir a las reuniones, por eso, el grupo acordó hacer una
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
197
reunión en unos de los pueblos con mayor número de participantes y otra en Ávila durante
el primer curso del PID-FPEIAP.
Hoy las maestras han dicho que podíamos realizar las próximas reuniones en sus
centros escolares. Algunas han tenido que quedarse en el centro y llegan a la
reunión muy apuradas. De esta manera, dicen, pueden enseñarnos el centro y, al
menos un día, se ahorran el viaje. Vamos a realizar la reunión de abril en COLEC
y la de marzo en Ávila (Diario. Marzo, 2014. O).
La participación de las maestras en los procesos de decisión no se limitaba solo a las
reuniones. En determinados momentos las participantes llegaron a pedir la participación
del profesorado universitario en las escuelas, para tratar de convencer y formar a más
maestros que aunque no querían pertenecer al PID-FPEIAP, sí querían seguir las prácticas
de las maestras. Además, también solicitaron la realización de encuentros o la
participación específica de algún experto en dichas jornadas. Así, a petición de las
participantes, pasaron por el proyecto algunos expertos como Águeda Hervás, un
referente en el aprendizaje basado en proyectos.
Las maestras han pedido que en las jornadas de final de curso este año se podía
tratar el tema del Aprendizaje por Proyectos, ya que quieren iniciarse en ello el
próximo año. Además, han dicho que conocen a una ponente que unas maestras
vieron en otras jornadas y que es muy interesante para dar una visión general e
iniciarse. José dice que, aunque no la conoce, intentará ponerse en contacto con
ella para ver si puede venir a las jornadas. En función de su disponibilidad ya
decidiremos el día que son (Diario. Abril, 2015. R).
Figura 5.2. Díptico de las Jornadas “El trabajo por proyectos: Implicaciones y procesos”.
Aunque los objetivos del PID-FPEIAP cuando comenzó fueron propuestos por el
coordinador principal, estos siempre fueron amplios y abiertos con la intención de que se
pudieran amoldar a las necesidades y exigencias de los participantes. Así, aunque el PID-
FPEIAP estaba centrado en el fomento de la educación inclusiva, al finalizar cada año el
coordinador buscaba la opinión de las participantes para amoldar la propuesta de trabajo
CAPÍTULO V: Análisis de datos y discusión (I)
198
del año siguiente a lo que ellas solicitaban. Para intentar cumplir los deseos de todas las
maestras de cara al año siguiente, esta propuesta se realizaba en la última reunión del
curso. Junto a esta propuesta también fueron utilizadas las entrevistas realizadas el primer
año a las participantes, en las que una de las preguntas trataba de descubrir los intereses
de las maestras en sucesivas convocatorias del proyecto.
Objetivo: Conocer qué ha aportado el PID-FPEIAP a las maestras para su futuro
docente y las intenciones para el próximo año. Pregunta temática: ¿Cuáles
expectativas tenía sobre el PID-FPEIAP y cómo ve el futuro del mismo?
Preguntas dinámicas: El próximo año, ¿Cuáles son las intenciones que tienes
respecto al PID-FPEIAP? (Guion entrevistas primer año. Abril, 2014).
Una de las decisiones que se tomaron al finalizar el primer curso fue que el PID-FPEIAP
se abriese también a maestros y maestras de Educación Primaria, ya que el primer año el
coordinador lo propuso únicamente para maestras de Educación Infantil.
Ampliar y el primer ciclo de educación primaria se va a unir a nuestros objetivos
y se va a meter de lleno en esto pues en principio seguir con más compañeros en
el centro con más actividades hacía delante con el proyecto que estamos
(ENIN12C14).
La inclusión de estos profesionales cambió a partir del segundo curso. Este cambio lo
podemos ver reflejado en las memorias del Proyecto. El documento presentado al
comienzo del curso 2013/2014, llevaba por título “La Educación Inclusiva en Educación
Infantil: Transformación de la docencia universitaria y de la docencia en las Escuelas de
Infantil”, mientras que en el curso académico siguiente el título del PID-FPEIAP pasó a
ser: “Formación continua e inicial de profesorado multinivelar sobre educación inclusiva
a partir de investigación-acción”.
Fueron muchas las entrevistas que se realizaron a las maestras al finalizar el primer año
y en casi todas, las maestras querían focalizar su segundo año en asentar las actuaciones
que ya estaban haciendo, pues apenas llevaban con grupos interactivos medio año.
Pues me gustaría seguir trabajando como lo estamos haciendo ahora, seguir con
los mismos retos intentado afianzarlas y sobre todo ir buscando nuevas
actividades (ENIN01A14).
Aunque la mayoría de las maestras querían ampliar la propuesta hacia otras actuaciones
inclusivas y llevarlas a cabo en la práctica de manera paralela, de nuevo podemos
constatar cómo la ausencia de formación en relación a la educación inclusiva suponía un
bloqueo para presentar futuras líneas de trabajo.
A mí me gustaría seguir trabajando cosas que se pueden llevar a la práctica
novedosas, tipos grupos interactivos pues otra cosa, pero cual, no se te decir,
habría que verla (ENIN02A14).
Parecía que las tertulias literarias dialógicas, una actividad que habían experimentado
ellas mismas en su experiencia en el PID-FPEIAP, se convirtió en una de las propuestas
más demandadas. Esta actuación les había resultado eficaz para su aprendizaje y por ello
no dudaron en querer utilizarla en sus aulas durante el segundo año.
Pues seguir con grupos interactivos y como comentábamos el otro día meternos
en otra medida de actuación como pueden ser las tertulias (ENIN04A14).
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
199
La formación recibida por expertos como Águeda Hervás también fue importante para
que las participantes demandaran en el segundo año la formación y práctica en el
aprendizaje por proyectos.
De cara al año que viene, las maestras han decidido que les gustaría formarse en
y a través de:
Lecturas
Experiencias
Jornadas
Aprender a organizar el aula
Elaborar materiales
Aprendizaje por proyectos en
aula multinivel
Aprendizaje por proyectos con
alumnado con necesidades
educativas especiales
Participación familiar-
fomentarla con los proyectos
Aprender a evaluar- Cambiar
la evaluación con Ítems y
aprender a hacer una que sirva
para evaluar los GI, los
Proyectos...
Elaborar documentación
Cómo convencer al centro
(fundamentación pedagógica)
Fijar reuniones y orden del día
previamente en las reuniones
Que hay una explicación por
coles (un responsable que diga
que ha pasado en 5 o 10 min)
Currículum
Dudas y lecturas
Fijar los cursos pronto. Para
poder conseguir a gente.
Tener bibliografía común.
Intercambio de profesores.
Para poder ver a otros
compañeros hacer las
actividades en el cole.
Cómo comenzar (dirigido Vs
No dirigido)
Consolidar lo avanzado
Formación de maestros nuevos
Entre los acuerdos respecto a la organización son de mencionar:
Se acuerda que para el próximo año las reuniones serán los martes
La próxima reunión será el martes 15 de septiembre
Se harán unas jornadas de gente próxima al grupo que expliquen cómo
trabajan por proyectos. El interés inicial a desarrollar es crear
documentación que nos permita trabajar por proyectos en el aula.
Se acuerda que habrá debates en las reuniones sobre lectura, siendo la
primera la de Philipe que aparece en la bibliografía de Águeda (Diario. Junio,
2015. O).
Todas estas actuaciones de participación fueron la tónica de trabajo en los años
analizados. Como analizaremos en la categoría de tensiones del PID-FPEIAP, conseguir
la participación de todas las maestras en la toma de decisiones grupales durante el
segundo y el tercer año fue más difícil. El grupo aumentó en número y con ello el número
de centros, las necesidades y deseos, lo que supuso que en algunos momentos no todas
las demandas de los participantes se pudiesen atender por el grupo o por los
investigadores. Sin embargo, se siguió llevando a cabo la misma metodología de trabajo
iniciada desde el comienzo del proyecto, donde la toma de decisiones y la resolución de
problemas se hacía de forma dialogada y compartida por todos sus integrantes.
CAPÍTULO V: Análisis de datos y discusión (I)
200
Síntesis y discusión
Como se observa en el análisis, las maestras participaron siempre en la toma de decisiones
en cuanto a organización, objetivos o asesoramiento. El PID-FPEIAP, organizado desde
el posicionamiento de investigación-acción participativa de Greenwoood (2000;
Greenwood & Levin, 2007), otorgó toda la toma de decisiones en torno a las necesidades
de los participantes y sus acciones. Esta resulta una postura lógica cuando un proyecto va
destinado a la transformación, ya que van a ser los participantes quienes mejor conozcan
sus necesidades e inquietudes para avanzar en el cambio. Así lo muestran las maestras en
sus relatos al solicitar prácticas concretas, formaciones o posicionamientos teóricos que
les permitiesen seguir avanzando en la transformación de sus prácticas y escuelas.
El PID-FPEIAP vuelve a mostrar un seguimiento de las ideas promulgadas por
Greenwood y colaboradores (Greenwood, 2000; Greenwood & Levin, 2007; Schaff &
Greenwood, 2003) al tratar de comprender la investigación-acción participativa como un
proceso co-generativo donde los diferentes actores interactúan para co-desarrollar unas
metas y producir un cambio social y, por tanto, toda la toma de decisiones le corresponde
a quien va a producir el cambio, quien tiene el conocimiento local surgido en la acción.
Dar voz y poder de decisión a las maestras en momentos más allá de las reuniones y la
propia acción, como en la organización de objetivos y finalidades o la realización de
jornadas consiguió romper en el PID-FPEIAP con lo que Rojas (2012) o Salazar, de
Souza, Cheaz y Torres (2001) han denominado “falsa participación” o
“pseudoparticipación”, formaciones en las que a los participantes se les hace creer que
están tomando las decisiones y participando en un espacio democrático, pero en verdad
las decisiones finales son tomadas por un grupo selecto.
El coordinador tomaba decisiones junto a las maestras, pero les incitaba a que fueran ellas
mismas las que propusieran una solución ante posibles conflictos. José Juan hizo que las
maestras pasasen a apropiarse del PID-FPEIAP y que su misión consistió en el
acompañamiento formativo, junto a otros investigadores, de las participantes. También
se ocupó de la gestión administrativa del PID-FPEIAP y de la logística necesaria para el
desarrollo de las acciones emprendidas por el PID-FPEIAP. Sin embargo, el análisis nos
expone como todas estas misiones las supeditaba a las peticiones de las maestras. El
coordinador es un investigador externo al servicio del grupo de maestras (Greenwood,
2000).
Los discursos de las maestras muestran cómo el Proyecto se realiza bajo un clima basado
en el dialogo igualitario, sin relaciones de poder. El PID-FPEIAP busca el aprendizaje de
los participantes y la transformación de sus contextos a través de procesos dialógicos
entre todos los actores implicados, donde afirmaciones como la de Habermas (1981)
cobran sentido “sólo el concepto de acción comunicativa presupone el lenguaje como
medio de entendimiento para negociar definiciones de la situación que puedan ser
compartidas por todos” (pp. 137-138).
5.2.2.2. Implantación de prácticas inclusivas por las maestras
Otro aspecto metodológico fundamental en el PID-FPEIAP fue el compromiso de las
maestras para poner en marcha prácticas inclusivas en sus aulas. La investigación-acción
participativa es una metodología de aprendizaje que trata de tomar medidas en la acción
con vistas a mejorarla (McNiff, 2017). Por ello, este aspecto de puesta en práctica es
absolutamente necesario para poder avanzar en la formación y creación de conocimiento
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
201
teórico y práctico. Sin una transformación progresiva de los contextos escolares, otros
aspectos como la reflexión o la participación se estancarían, al partir todos ellos de las
necesidades en la práctica de los participantes.
Las maestras afirmaban que para ellas el PID-FPEIAP sí que tuvo el aspecto práctico de
la acción. Llevaron a cabo actuaciones en las aulas y fueron realizando modificaciones
poco a poco mediante el avance en su formación.
Llevarlo a la práctica las profesoras que somos las que lo hemos puesto en el aula
en práctica (ENIN02A14).
Algunas maestras expresaban que el papel práctico del PID-FPEIAP no se limitó
únicamente a la puesta en práctica en las aulas. Las participantes consideraban que una
de sus tareas en la acción consistió también en el planteamiento de actividades.
Planteo la actividad y la llevo a cabo en el aula (ENIN06A14).
El proceso de planteamiento de las actividades, en la línea de fomentar una educación
inclusiva, requería un trabajo previo a la puesta en práctica en las aulas de, por ejemplo,
la realización de actividades que se adaptasen a sus objetivos de fomentar la interacción
entre el alumnado o un trabajo de ponerse en comunicación con el voluntariado que iba a
asistir.
Somos las que estamos haciendo en el aula, llevándolo a la práctica todas las
semanas, pensando en las actividades, elaborando materiales, poniéndose en
comunicación con las familias y tal (ENIN02A14).
Las maestras afirmaban que la implantación de prácticas inclusivas en sus aulas exigió
más que un simple planteamiento de actividades y la puesta en práctica de las mismas.
Ellas tuvieron que encargarse de las medidas organizativas y de la coordinación de los
procesos necesarios en el centro que concluyeron con la puesta en práctica de las
actividades en el aula.
Con el equipo de infantil diseñar un poco la manera en que íbamos a empezar,
informar a los padres, contar con ellos y luego poner en práctica en mi aula
(ENIN11C14).
Las participantes reflejaban su deseo de no aislarse en la aplicación de estas medidas de
transformación de su práctica educativa. Por el contrario, demandaban la implicación de
la comunidad educativa, lo que les supuso en muchos casos no solo servirse del
compromiso de puesta en práctica que figuraba como una de las notas características del
PID-FPEIAP, sino también de articular mecanismos de coordinación con sus compañeros
de centro que participaban en el Proyecto y con quienes trataron de transformar las
prácticas del colegio a nivel general mediante la puesta en práctica de actuaciones
inclusivas.
Mi papel ha sido poner en marcha con los demás compañeros (ENIN01A15).
Todas las maestras, fuesen o no tutoras, lo llevaron a cabo en sus aulas o participaron
activamente de alguna forma.
Yo estaba observando y rápido dije yo quiero también hacer cosas y me puse a
hacer (ENIN07A14).
CAPÍTULO V: Análisis de datos y discusión (I)
202
Por todo ello, las maestras consideraban que su papel en el PID-FPEIAP fue activo.
Creían que no se trató de una formación de carácter pasivo para el participante, sino que
implicó una puesta práctica en la cual ellas jugaron un papel principal.
Activo, somos las profesoras las que lo estamos llevando a la práctica totalmente,
muy activo (ENIN02A14).
Las docentes consideraban que dicho aspecto práctico podía observarse fácilmente a
través de las transformaciones que se habían producido en sus aulas y centros escolares.
El proyecto ha sido totalmente práctico y eso está en el aula todas las semanas
(ENIN02A14).
Las maestras afirmaban que comenzaron a realizar otras actividades durante su jornada
escolar a raíz de su participación en el PID-FPEIAP y que eso es fácilmente observable y
denota que realmente hubo una transformación en la práctica.
Es activo porque varias de las prácticas que hemos decidido poner en marcha en
el aula, como las tertulias, las estamos haciendo en el cole, como los grupos
interactivos los estoy haciendo en el cole que antes no los estaba haciendo,
entonces yo creo que es activo (ENIN01A15).
De esta forma, las maestras pudieron ver los resultados de su compromiso práctico desde
el primer día, pero también los pudieron ver toda la comunidad educativa. Poner en
práctica lo abordado en su formación implicó la apertura de las puertas de su clase y del
centro a la comunidad. Eso ayudó a que todo el mundo pudiese observar que la formación
de las maestras en el PID-FPEIAP les estaba ayudando a transformar sus prácticas.
Sabes que funcionan que es lo bueno porque todo el mundo está viendo que
funciona y que se saca mucho provecho de esto (ENIN03A14).
A través del análisis de esta categoría podemos comprobar cómo las maestras afirmaban
que su papel en el PID-FPEIAP fue activo en cuanto a participación. Las docentes realizan
esta valoración gracias a que su compromiso con el Proyecto de poner en práctica la
formación que iban adquiriendo les permitió asentar prácticas nuevas, adquirir una
autonomía organizativa en sus centros y, en definitiva, transformar su labor educativa.
En esta categoría no hemos querido analizar el proceso de acción o si las transformaciones
de las que hablan las maestras han sido o no positivas, ya que estos aspectos los
trabajaremos en la categoría destinada a las transformaciones en la práctica. El interés de
este punto del análisis ha sido conocer en qué aspectos las maestras vieron reflejado la
puesta en práctica del PID-FPEIAP y la dimensión que tuvo para ellas en su formación.
Síntesis y discusión
El discurso de las maestras describe una actitud activa por parte de las docentes en el PID-
FPEIAP, que se refleja en la práctica. Este es un planteamiento en línea con las
metodologías de investigación-acción (Elliott, 1991; Latorre, 2003; McKernan, 1996;
Parra, 2002; Suárez, 2002; Stenhouse, 1984), donde la finalidad del proceso es la puesta
en práctica para conseguir un desarrollo profesional y la mejora de sus acciones. Esta
posición, a su vez, adquiere un comportamiento contrario a las formaciones puramente
teóricas, donde la puesta en práctica a veces es una utopía para los participantes
(Korthagen, 2010).
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
203
Así nos encontramos con investigaciones como las de Campayo-Muñoz y Cabedo-Mas
(2018), Eilks y Markic (2011), López-Pastor et al. (2005, 2016), quienes desarrollan
procesos de investigación-acción en los que se muestran unas mejoras de los resultados
en los procesos de enseñanza-aprendizaje del profesorado y su desarrollo profesional.
Las maestras muestran un compromiso con el grupo y la formación. Esta es una necesidad
en una formación destinada a la acción. A través de la voz de las maestras podemos
analizar como ellas afirman haber dado un paso adelante y se consideran agentes activos
en el proceso formativo. Para autoras como Mancila, Soler y Morón (2018), el
compromiso de las maestras por poner en práctica las acciones es una necesidad en este
tipo de formaciones para poder construir conocimiento.
Además, las maestras nos remiten a los resultados observables en sus contextos para
comprobar la puesta en práctica. Esto resulta un paso mayor que la simple mejora de los
procesos de enseñanza-aprendizaje, ya que el resultado es observable y se ha producido
una mejora observable por toda la comunidad. Esta situación se encuentra más en línea
con la postura de autores como Greenwood (2000), quien considera que el
posicionamiento en la acción debe dar un paso más y debe ir destinado a la transformación
y mejora de los contextos y las situaciones sociales.
Para ello, es necesario que las maestras adquieran aparte de un compromiso con la
formación, un compromiso ético, crítico y social con la educación. En una formación
destinada a la mejora de la educación inclusiva, podríamos afirmar que viene implícito.
Las maestras deben producir cambios destinados a la mejora de todo el alumnado, pero
también de sus contextos. En palabras de López Melero (2018), los participantes se
transforman en “activistas sociales comprometidos con la transformación crítica de la
realidad social” (p.35). Es una postura ética del docente que se compromete con el cambio
para posibilitar una realidad social más equitativa y en línea con la justicia social (Freire,
1997).
5.2.2.3. Procesos de reflexión individuales y colectivos con el grupo
Acorde a las características de la investigación-acción participativa, la intención con la
que se creó el PID-FPEIAP fue que el debate en grupo y el intercambio de experiencias
fuesen la forma a través de la cual las maestras reflexionen sobre su propia práctica y las
problemáticas de sus realidades escolares (Herr & Anderson, 2005). Resulta indudable
que para poder llevar a la acción prácticas adaptadas a las necesidades del alumnado y el
contexto es necesario que se produzca un proceso de reflexión previo (y posterior) acerca
de cuáles son esas necesidades, con qué recursos contamos para poder adaptar la teoría
de manera efectiva a la práctica y se realice un análisis social, político y cultural del
contexto.
Las maestras afirmaban que en el PID-FPEIAP la reflexión que se procuró sí les permitió
trabajar sobre lo que realizaban en las aulas y lo que ocurría en sus contextos. Se trataba
de una reflexión que partía del análisis de las prácticas, los contextos y el alumnado.
Nosotros aquí lo que trabajamos es sobre nuestra situación, la vivencia que
tenemos, el aula con la que contamos, y a partir de ahí trabajamos
(ENGD01A16).
CAPÍTULO V: Análisis de datos y discusión (I)
204
Para las docentes esta forma de reflexión fue la estrategia idónea para poder trabajar en
la búsqueda de transformaciones en sus aulas y en sus contextos escolares que afectasen
a todo el contexto a través de su análisis constante mediante reflexiones.
Actúas sobre tus propias necesidades […] actúas sobre tu propio contexto, por lo
de volver un poco a lo que hemos comentado, de transformar los centros y las
aulas (ENGD07G16).
El primer paso que debieron dar las maestras en su formación a través de la investigación-
acción participativa fue comprender la importancia de la reflexión en su formación. Para
poder conseguir un intercambio y transformación de la propia realidad las maestras
detallaban que había sido fundamental aprender a detenerse, a reflexionar y a actuar en
torno a esas reflexiones.
Yo iba a mi clase a hacer y a hacer y a hacer, y solo hacer. Y ahora me doy cuenta
de lo importante que es la reflexión […] pararte a pensar lo que has hecho, y yo
realmente eso no me paraba (ENGD07G16).
La necesidad de aprender a reflexionar fue trabajada en el Proyecto, siendo este aspecto
favorecedor para conseguir que las maestras percibieran lo que estaban haciendo en sus
aulas y despertara en ellas una conciencia crítica sobre su forma de enseñar.
No me había parado yo a meditar sobre lo que yo estaba haciendo en el aula,
cosa que con el proyecto sí que me ha servido (ENIN01A15).
Este proceso de detenerse a reflexionar les ayudó a pasar de una forma de actuar en la
escuela más centrada en “hacer por hacer” donde solo les preocupaba rellenar el tiempo
con actividades sin plantearse sin son las más adecuadas, a otra más centrada en la
reflexión y la calidad de las prácticas.
Yo llegaba y hacía, hacia, hacía, y ahora ya todo lo que hago me paro, pienso,
reflexiono, replanteo (ENGD07G16).
Los procesos de reflexión en el PID-FPEIAP se iniciaban con las propias maestras en su
aula, de manera individual. Las participantes afirmaban que hacían pequeños ciclos de
reflexión individuales que les permitían ir recabando información y tratando de mejorar
su práctica.
Al final sí estás un poco en investigación-acción. Al final llegas a tu casa, piensas
una cosa, reflexionas, al día siguiente la intentas hacer mejor, y al final es eso
(ENGD07G16).
Cuando los procesos son únicamente de reflexión individual y no compartida, las
transformaciones se limitan y difícilmente pueden salir del aula. Por ello, las maestras
consideraban que es muy importante compartir las reflexiones con más compañeros para
mejorar la formación personal y que los demás también se beneficiasen.
El intercambio de experiencias, de opiniones… da sentido a la labor docente y
sobre todo la mejoran. En la educación muchas veces tendemos a encerrarnos en
nuestra aula y no compartir. Sin embargo, el abrirse a los demás tiene muchas
ventajas tanto para el propio maestro, como para el resto, ya que te permite
conocer otros puntos de vista y aprender a trabajar de otras formas (CST07A14).
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
205
Precisamente las maestras contaban que en el PID-FPEIAP encontraron el espacio donde
poder compartir esas reflexiones a través de las reuniones mensuales. Valoraban muy
positivamente ese espacio.
Muy importantes para poner en común dudas, inquietudes y nuevas formas de
actuar. Es imprescindible (CST01A14).
Las maestras consideraban las reuniones mensuales como el principal espacio del PID-
FPEIAP de aprendizaje y formación.
Son muy interesantes y enriquecedoras, [...]. Se aprende mucho en esas reuniones
(CST06A14).
Las docentes afirmaban que las reuniones periódicas fueron la forma de dar estabilidad
al grupo, mantener las relaciones entre colegios y hacer más sistemático los procesos de
reflexión.
Yo creo que la estabilidad del grupo, que sea un poco sistemático el reunirnos
todos los meses también es importante (ENGD07G16).
En las reuniones, las maestras encontraron una forma de ampliar sus puntos de vista, su
conocimiento, sus ideas y reflexiones, gracias a la posibilidad que les brindaba para
compartir sus experiencias y poder recibir preguntas que les hacían replantearse aún más
sus prácticas.
Cuando tú se lo cuentas a alguien también te enriqueces, porque estás viendo, y
te preguntan cosas que igual no te habías planteando (ENGD13C16)
A través del intercambio de experiencias las maestras subsanaban errores que hubiesen
cometido o solventaban dudas, haciendo de ese proceso de reflexión compartido una
forma de aprendizaje.
Todo lo que vayamos poniendo en común está muy bien porque es aprendizaje y
puedes tanto corregir errores que tienes como disipar dudas que te han surgido
(ENIN12C14).
Los procesos de reflexión conjuntos les permitían volver después a la acción y llevar a
cabo transformaciones basadas en las reflexiones compartidas, realizando ciclos de
acción-reflexión-acción de forma constante.
Lo estás continuamente viendo cómo funciona, lo vas cambiando, vuelves a
preguntar, vuelves, tiene retroalimentación (ENIN11C14).
El intercambio de reflexiones con docentes de otros centros fue realmente fructífero para
las maestras al estar los participantes haciendo las mismas prácticas inclusivas en
diferentes centros. De esta manera se dieron una multitud experiencias en los contextos
que al ser compartidas ayudaron a las maestras a poder resolver sus dudas y problemas.
Vienes al PID-FPEIAP y dices, “oye que esto no ha funcionado”, y ya te dan las
experiencias de los demás centros (ENGD09B16).
CAPÍTULO V: Análisis de datos y discusión (I)
206
Las maestras no habían sido capaces de resolver individualmente algunas dudas. Lo que
reafirmaba la idea de que les podía haber supuesto un estancamiento sino hubiesen podido
compartirlas.
Y si te sale algo mal, pues puedes preguntar, “oye, yo he hecho esto, no me ha
salido, ¿por qué no me habrá salido? ¿Lo habéis hecho igual?” (ENGD09B16).
La situación de estancamiento podía haber inducido a las docentes al abandono de la
práctica, pues en los momentos de duda cuando las prácticas no salían como esperaban al
principio, el intercambio de experiencias, conocer que estaban funcionando en otros
contextos y poder debatir sobre lo que les había fallado hizo que muchas maestras
continuasen.
Ya vas compartiendo lo que vamos diciendo "Es que esto me sale, es que esto no
sé qué". Entonces claro que hay cosas que no te funcionan, pero claro, como estás
avalado por el grupo, pues te funciona después (ENGD09B16).
Si bien hasta ahora hemos analizado que los participantes en el PID-FPEIAP exponían
sus reflexiones y experiencias en la práctica como una forma de retroalimentación y
resolución de sus problemas, también se trataba de una forma de ampliar el conocimiento
del resto de compañeras a través del relato de su propia experiencia.
Las experiencias porque me resultan positivas, porque puedes aprender de los
demás y los demás pueden aprender de ti (ENIN10C14).
Los problemas a veces eran compartidos y había quien ya había encontrado una solución
o iniciado un camino y al decirlo en la reunión aportaba un conocimiento al resto de
participantes, quienes se replanteaban de nuevo su situación.
Cuando tú lo pones en práctica el primer día dices, bueno, pero tienes una duda
de “Pero es que a mí no me vienen voluntarios”, y te dicen, “no es que nosotros
lo hacemos así. Poned un grupo de WhatsApp, poner no sé qué” Ah, y ves,
entonces es compartir y encima que te está beneficiando porque te están ayudando
(ENGD15D16).
A veces, la narración de la propia experiencia ayudó a que otras compañeras se
adelantasen a dicho problema, poniendo solución o adquiriendo un conocimiento que les
posibilitaba estar preparadas ante una posible situación similar.
Puede que ya le hayan surgido a otro compañero y ya te las están resolviendo a
ti también de antemano porque puede que no hayas tenido ese problema en la
clase, pero te lo cuenta otro compañero y realmente enriquece entonces
(ENIN12C14).
Conocer las experiencias de otras compañeras les otorgó la posibilidad de aprender una
gran variedad de nuevas prácticas para fomentar la educación inclusiva.
El ver diferentes centros y ver diferentes cosas, dices ¡Jo, qué cosas se pueden
hacer! (ENGD01A16).
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
207
Algunas prácticas eran desconocidas por las maestras y no se habían llegado a plantear
su existencia debido a las limitaciones formativas de su contexto o a su conocimiento.
Y muchas posibilidades porque es que hay posibilidades que igual tú no te
planteas. Que si no es porque a alguien se le ocurre, tú a lo mejor, no sé, porque
tu contexto no te lleva a ver esa posibilidad (ENGD13C16).
Fue tras conocer reflexiones de las compañeras cuando descubrieron el potencial que
tenían y trataron de adaptarlas a sus contextos para ponerlas en marcha.
Decir, “Jo mira, hacer talleres internivelares, pues qué bonito es esto, pues por
qué no nos metemos en hacer algo parecido”, o darle la vuelta, un poco a
condicionarlo en función al centro que tenemos y tal (ENGD13C16).
Por estas razones, el intercambio de reflexiones para resolver dudas, ampliar su
conocimiento e incitar cambios más profundos en las prácticas y en el profesorado fue
una de las características metodológicas del PID-FPEIAP que más destacaron las
maestras de su formación.
Intercambiar con los compañeros que están haciendo lo mismo y con las personas
que lo llevan pues las dificultades que te encuentras en la puesta en práctica
diaria, es lo que más me aporta (ENIN01A15).
Las docentes afirmaban que conocer e intercambiar experiencias con otros maestros es
uno de los aspectos que mayor aprendizaje les otorgó en su proceso formativo.
Al final son experiencias que son lo que a nosotros nos vale. Nos centramos en
las experiencias del aula, de lo que pasa en cada aula (ENGD15D16).
La reflexión y el compartir experiencias es una forma de crear conocimiento de forma
lateral (Hargreaves & Shirley, 2009). Así, las maestras afirmaban que este intercambio
de experiencias y reflexiones que venimos analizando fue la forma en la que aprendieron:
reflexionando, compartiendo experiencias y debatiéndolas conjuntamente.
El hecho de poder venir al mes siguiente y contar, “mira, pues he probado y voy
a hacer las tertulias así, o voy a hacer los grupos interactivos asa, o los talleres
internivelares” “Ah, pues que guay, pues nosotros empezamos también así”. Y
que puedas ir a contarlo, que la gente te apoye, o el grupo te critique lo que tú
estás haciendo, porque muchas veces tampoco está mal lo que tú dices, y te puedes
equivocar y bienvenidos sean todos los errores, porque luego son parte del
aprendizaje (ENGD07G16).
Trabajar a través del intercambio de experiencias les supuso dar credibilidad al
conocimiento que se generaba. Las maestras afirmaban que ya no se trataba de la teoría
de un experto, a veces alejada del aula, sino que el trabajo a través de la reflexión sobre
la propia experiencia proporcionaba una unión con la realidad.
Claro, no es lo mismo leerlo en un libro, pues esto se hace así, asá… Que en la
teoría queda muy bien, pero en la práctica, que escuchar experiencias reales,
“que yo esto lo he hecho así y me ha salido así, pues esta compañera de esta otra
forma...” Entonces dices “Leches, pues sí que se puede, sí que parece que
funciona, sí que lo están llevando a la práctica” (ENGD02H16).
CAPÍTULO V: Análisis de datos y discusión (I)
208
Intercambiar experiencias y puestas en práctica en contextos parecidos, ayudaba a las
maestras a creer que esas prácticas podían ser realmente útiles y factibles en sus contextos
también.
Conoces a más maestros, te cuentan experiencias que están llevando a cabo en
su cole y esas experiencias ya las han puesto realmente en práctica maestros,
entonces ya sí que son factibles para el aula (ENIN01A15).
En ese intercambio de experiencias las participantes analizaban todos los problemas que
se habían encontrado en la puesta en práctica, sus contextos, etc., lo que hacía que la
explicación fuese más adaptada a la propia práctica y no tanto a la teoría.
La teoría es esto, pero esto no lo pongas en práctica o a mí no me ha servido, no
sé si a ti, pero yo he encontrado estos fallos. Entonces ya se ha puesto, ya lo han
puesto en práctica en el aula, entonces yo creo que es más beneficioso para los
maestros trabajar así, formarnos desde el PID-FPEIAP (ENIN09B15).
Para las maestras, todo este proceso de reflexión debe hacerse de forma sistemática para,
al final, conseguir el objetivo de transformar la educación en sus contextos.
Este grupo lo que te ha hecho es ¿Qué tal le primer día? Pues el primero un
desastre todos ¿Qué tal la quinta semana? pues ya aparecen estas dudas. Y claro
a final de curso maravilloso, la continuidad que nos daba (ENGD02H16).
Como hemos analizado, las maestras valoraban muy positivamente la reflexión conjunta
a través del intercambio de experiencias que realizaron en el PID-FPEIAP. Las
participantes consideran que este proceso de diálogo, reflexión e intercambio fue
fundamental en su proceso formativo. Además, les permitió resolver problemas en el
contexto, ayudar a maestras a resolver los suyos y, en definitiva, comprender el potencial
de la reflexión en la formación, tanto individual como compartida.
Síntesis y discusión
El discurso de las maestras alude a la mejora de su formación a través de dos procesos
reflexivos motivados por su participación en el PID-FPEIAP, la reflexión individual y la
reflexión grupal.
Las maestras afirman que los procesos de reflexión individual les han ayudado a
replantearse sus prácticas y mejorarlas. Es un proceso que se ha iniciado desde el análisis
de sus contextos y como consecuencia de la necesidad de las maestras de conocer qué
ocurría en sus aulas para después contárselo al grupo. En esta línea, el PID-FPEIAP ha
fomentado en las maestras procesos de reflexión de su práctica y las situaciones
contextuales, con la finalidad de buscar mejoras que afectasen a su forma de dar clase y,
sobre todo, al aprendizaje de su alumnado. Este proceso comparte las ideas expuestas por
varios autores (Chant, Heafner, & Bennett, 2004; Elliott, 1991; Lee, 2007), quienes
consideran que un proceso reflexivo requiere de un pensamiento crítico, un conocimiento
personal y del contexto y una finalidad. La reflexión solo se puede considerar valiosa
cuando se realiza de forma crítica sobre el propio proceso de enseñanza (Bailey, 2006).
Es un proceso que las maestras afirman haber comprendido como fundamental para su
formación. Lo exponen como necesario y una ayuda para terminar con posturas técnicas
en las que su misión parecía únicamente proponer actividades. Esta situación ha sido
defendida en la literatura por Leather y Popovic (2008) quienes consideran que la
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
209
reflexión no debe venir impuesta, sino que debe ser un proceso que las maestras
comprendan como necesario y positivo para su formación y la mejora de sus contextos,
pues solo de esta forma se podrá prolongar en el tiempo.
El PID-FPEIAP parece haber ayudado a las maestras a realizar los procesos reflexivos de
forma constante y, a su vez, les ha otorgado la posibilidad de compartirlos. En este sentido
podemos estar hablando de que gracias a su participación en el PID-FPEIAP los docentes
han pasado a ser investigadores de su propia práctica, pues Zeichner & Liston (1996)
consideran que el proceso continuo de reflexión sobre la propia práctica, cuando se hace
de forma sistemática y organizada, se convierte en investigación sobre la propia práctica.
Las reuniones mensuales organizadas por el PID-FPEIAP y los compromisos antes
expuestos adquiridos por las maestras supusieron un paso de las reflexiones individuales
a las reflexiones colectivas. Las maestras pudieron así resolver problemáticas, conocer
nuevas actuaciones o dialogar sobre posibles avances en su enseñanza. Dotar al
profesorado de estos espacios colaborativos es una necesidad que se solicita desde hace
años en educación, donde se busca abandonar el individualismo docente y que el
conocimiento sea analizado y generado por el colectivo (Imbernón, 2007a, 2007b).
Pero las maestras avanzan más allá de la resolución de problemas, muestran una creación
de nuevo conocimiento que parte desde la transferencia lateral, con otros docentes, a
través del intercambio de experiencias (Hargreaves & Shirley, 2009). Los procesos
reflexivos han sido una forma de desarrollo profesional (González-Calvo & Barba, 2014),
pero también de transformación y creación de conocimiento desde el diálogo compartido
(Zeichner, 1993).
A través de las valoraciones de las protagonistas, la metodología del PID-FPEIAP nos
muestra un recorrido de formación en el que las maestras han sido los agentes principales
tanto en los aspectos de participación, como en la puesta en práctica y la creación de
conocimiento y mejoras desde la reflexión. Una formación en las que las propias docentes
fueron quienes construyeron su propio conocimiento tanto teórico como práctico dándole
unidad a través del análisis de sus contextos, sus necesidades y problemáticas, basándolo
en la transferencia lateral a través de la compartición de experiencias, haciéndolo de
manera sistemática durante un periodo prolongado en el tiempo y consiguiendo
transformaciones en sus contextos. Analizamos estos aspectos más en profundidad en la
siguiente categoría a través de una comparación con las anteriores formaciones a las que
habían accedido.
5.2.3. Aspectos más valorados por las maestras en el proceso de formación realizado
en el PID-FPEIAP
Los diferentes modelos de formación docente llevan consigo diferentes aprendizajes en
sus participantes (Mayorga Fernández, Santos Guerra, & Madrid Vivar, 2014). La
posibilidad de adaptar la formación a la práctica, la creación de teoría o la concepción
sobre educación que adquieren los docentes participantes son algunos de los aspectos que
varían entre los diferentes modelos. Por eso, analizaremos en esta categoría los aspectos
más valorados por las maestras en el proceso de formación realizado en el PID-FPEIAP
en comparación con otras formaciones a las que tuvieron acceso. La intención no es
criticar otros modelos de formación, sino conocer, a través de su experiencia formativa,
cuáles son los aspectos que las maestras destacan en sus procesos de formación
permanente.
CAPÍTULO V: Análisis de datos y discusión (I)
210
Al analizar los datos hemos encontrado cinco aspectos sobre los que versará esta categoría
y que las maestras consideraban fundamentales en una formación docente para que sea
realmente eficaz y se adapte a los nuevos sistemas de enseñanza, provocados por el actual
cambio social: (a) la relación entre la teoría y la práctica; (b) la adaptación al contexto y
a las problemáticas o necesidades; (c) el aspecto colectivo y de intercambio; (d) el
seguimiento y la prolongación en el tiempo y; (e) la transformación de los contextos.
Todas ellas, como analizamos a continuación, estrechamente relacionadas.
5.2.3.1. La relación teoría-práctica
La relación entre la teoría y la práctica en la formación docente es el principal factor que
las maestras destacaban y constituye la base de conexión del resto de los aspectos. Su
experiencia les hizo comprobar que esta vinculación es uno de los temas más
problemáticos en cualquier formación. Sin duda, en el ámbito de la enseñanza esta
relación se presenta fundamental si lo que se pretende es reforzar el campo de
conocimiento y mejorar la práctica del aula. Las maestras afirmaban que la relación entre
la teoría y la práctica muchas veces es inexistente en la formación docente. Desde sus
comienzos en la formación inicial ellas consideraban que su profesionalización se basó
principalmente en formaciones teóricas.
Teoría ya hemos estudiado en la carrera, hemos estudiado en las oposiciones y
dices pues muy bien (ENIN02A14).
En dichas formaciones les explicaban las guías maestras de actuación docente, pero al ser
formaciones potencialmente teóricas les supuso una complicación a la hora de querer
trabajarlo después en sus aulas.
Siempre han hablado de la educación que tiene que ser participación de los
alumnos, los protagonistas del proceso, el profesor es como el guía, el
motivador...pero muchas veces dices "Vale, esto en el papel queda muy bien, pero
¿cómo lo llevo a la práctica?" (ENGD02H16).
La centralización de la formación en el aspecto teórico rompe con el ideal que las maestras
tenían de formación educativa, pues consideraban que aunque se den ambos aspectos la
formación debe estar más centrada en la práctica que en la teoría.
La formación, para mi gusto, tiene que ser sobre todo práctica (ENIN02A14).
En algunos casos, esta ruptura entre la teoría y la práctica les llevó a reproducir modelos
formativos bancarios como los que ellas habían vivido en su época de estudiantes.
Te ponías en clase y dices, vale, yo soy la motivadora, yo soy la guía, muchas
veces terminabas al final haciendo la lección, te lo explico, me escucháis y os lo
aprendéis. Porque casi que no sabíamos otra forma (ENGD02H16).
Con la formación permanente las maestras afirmaban que esta ruptura entre teoría y
práctica apenas se solucionó. Así, las docentes comentaban que la mayoría de las
formaciones permanentes a las que accedieron durante estos años también tenían la
problemática de ser demasiado teóricas y poco prácticas.
Te da una pequeña formación, que no es excesiva tampoco, que es lo que ocurre
en el CFIE, que te largan unos “rollazos” (ENIN05A14).
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
211
Esta situación les condujo de nuevo a que la teoría no fuese aplicable luego a la práctica.
La motivación para acceder a este tipo de formación permanente precisamente era la
búsqueda de conexión entre ambas.
Yo toda la formación que hago es de cara a poder aplicar en el aula […], pero
muchos de los cursos que te apuntas piensas que son en el mismo camino y luego
son más teoría y no son aplicables (ENIN01A15).
En los casos en los que sí se encontraba esta relación partiendo de la teoría, las propias
maestras admitían que debían ser ellas mismas las que a través de un trabajo
extraordinario la adaptasen a la práctica.
Depende qué formación, porque hay alguna que es muy teórica y dices está muy
bien la teoría, pero luego hay que adaptarlo (ENIN02A14).
Debían ser las propias maestras quienes buscasen por su propia cuenta materiales y
bibliografía dónde les explicasen cómo llevarlo a cabo o encontrasen soluciones a sus
problemas. Ambos aspectos, desmotivaban a las docentes, que esperaban una formación
fácilmente aplicable a su aula y a sus necesidades.
Realmente yo los cursos que he hecho fuera no me aportan mucho, de hecho, te
vienes un poco abajo porque a lo mejor quieres hacer uno de conductas agresivas
y lo que te dicen es que busques tu bibliografía y hagas grupos, pero no te dan
soluciones (ENIN12C14).
Las maestras afirmaban que sí había cursos a los que accedieron, como los que les
planteaban desde el centro, que les ayudaron a unir la teoría y la práctica, a pesar de ser
principalmente teóricos.
Han sido como muy teóricas, salvo las que hemos realizado en el centro, que van
un poco más enfocado para la práctica en el aula (ENIN01A15).
Estos cursos ofertados desde el propio centro y en muchos casos solicitados por las
propias maestras, proporcionaban una formación más relacionada con las necesidades de
la escuela, lo que afirmaban les facilitaba su puesta en práctica.
Entonces realmente lo que he visto de provecho son los cursos que hacemos en el
centro […] realmente nos dan soluciones de lo que queremos (ENIN12C14).
Al analizar en profundidad la puesta en práctica de los cursos del centro, nos encontramos
con que se referían a la realización de materiales o recursos para momentos puntuales del
aula.
A lo mejor más practica la que hemos hecho de formación aquí, dentro del centro,
porque casi siempre hemos intentado coger algo que pudiéramos utilizarlo, pues
un año hemos tenido elaboración de materiales de Lengua y Matemáticas para el
aula y estos dos últimos años de biblioteca, de animación lectora, entonces hemos
ido elaborando cosas y las hemos utilizado con los niños, es lo más práctico
(ENIN01A15).
CAPÍTULO V: Análisis de datos y discusión (I)
212
Dichos cursos eran a veces utilizados por las maestras para ampliar su conocimiento y
elaborar materiales de manera conjunta sobre prácticas que ya estaban realizando antes
de la formación.
Entonces realmente lo que he visto de provecho son los cursos que hacemos en el
centro […] si se hace uno de grupos interactivos es que todo ese material o todo
ese tiempo que dedicas fuera a preparar los grupos interactivos pues es trabajo
que haces aquí que compartes y que es mucho más fácil con mucha más gente que
nos complementamos más (ENIN12C14).
La entrada de las maestras en el Proyecto parece que supuso un cambio en esta forma de
entender la formación permanente y las relaciones entre teoría y práctica. Cuando
llevamos a cabo el análisis de las reflexiones de las participantes, observamos que desde
el comienzo hacían alusión a esta vinculación.
Que esto [refiriéndose al PID-FPEIAP] vincula un poco lo que es la teoría con la
práctica (ENGD07G16).
Al comparar el aspecto relación teoría-práctica de la experiencia formativa de las
maestras respecto al PID-FPEIAP, lo primero que observamos en el análisis es que las
maestras valoraban más positivamente la unión de teoría y práctica en el PID-FPEIAP
que en cualquier otra formación previa a la que habían accedido.
No tiene nada que ver, esto es mucho más completo porque creo que siempre los
cursos de lo que pecan mucho es como muy teórico (ENIN05A14).
En esta comparación las maestras también incluían aquella formación que consideraban
que sí les había sido de utilidad en la práctica, aunque las maestras afirmaban que no era
equiparable con la realización de materiales o recursos para el aula que les
proporcionaban estos cursos.
El proyecto nos ha servido para la práctica desde el primer momento […] yo creo
que la formación externa del CFIE, yo creo que es menos práctica, puedes poner
menos en práctica que con el proyecto (ENIN07A14).
Para las participantes la relación teoría-práctica en el PID-FPEIAP estuvo siempre
presente. El Proyecto les permitió que la práctica orientara el aprendizaje sustentándose
en la teoría que se trabaja en las diferentes sesiones mensuales; y a la vez, esta teoría era
(de)construida continuamente con los resultados nacidos en la práctica.
Lo bueno del PID-FPEIAP además de la teoría que podemos tener cada uno,
luego lo puedes poner tú en marcha (ENGD09B16).
Las maestras consideraban que el PID-FPEIAP trabajó ambos aspectos desde las
necesidades de los participantes. Así, por ejemplo, en ocasiones se comenzó con
formaciones teóricas a petición de las maestras, pero siempre uniéndolo rápidamente a la
práctica.
La primera formación previa que creo que necesitábamos […] con experiencia
de otros coles, con gente entendida, bien la parte teórica, pero siendo práctica
así que bien y luego llevarlo a la práctica las profesoras (ENIN02A14).
El conocimiento teórico en el PID-FPEIAP se creó desde la propia práctica, como ya
hemos analizado en la categoría relacionada con los procesos de reflexión individuales y
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
213
colectivos con el grupo. Por estas razones, las maestras afirmaban que ninguna formación
previa a la que habían accedido era comparable al PID-FPEIAP en cuanto al aporte
práctico de la teoría.
La diferencia de esto con cualquier otro curso es abismal, al menos para mí,
incluidos los del centro que son los que un poquito más me han podido aportar
(ENGD01A16).
En el análisis de esta categoría hemos podido ver cómo para las maestras es de vital
importancia que las formaciones desarrollen la teoría en la práctica. Las maestras afirman
que el PID-FPEIAP sí consiguió unir ambos aspectos, basando la unión en las necesidades
que las maestras manifestaban en cada situación. Y es que la adaptación a las necesidades
y los contextos es otro de los aspectos que las maestras consideran debe darse en su
formación.
Síntesis y discusión
El discurso de las maestras refleja la problemática que han vivido desde su formación
inicial en torno a la relación teoría-práctica. Las docentes afirman que a lo largo de su
carrera académica su formación se basó, principalmente, en la teoría. Tras su llegada a la
escuela esperaban que este modelo formativo tuviera continuidad. Esta afirmación de las
maestras está en la línea de investigadores como Barba (2011), Barba-Martín, Sonlleva y
García. (2018), Berliner (1988) o Vonk (1988), al considerar que las exposiciones orales
teóricas han sido y son prácticas comunes del profesorado en la formación inicial e
implican una deficitaria adquisición de competencias en los docentes que se refleja
cuando deben desenvolverse en un aula por primera vez. Curiosamente este tipo de
situaciones solo ocurre en el Magisterio, pues como afirman Bacaicoa y Marín (2002), en
cualquier otra profesión, desde la medicina a la ingeniería, pensar en una formación
profesional permanente que no se inspire en la práctica nacida de un determinado contexto
y que suscite una reflexión teórico-experimental no tiene ningún tipo de cabida, ya que
no permite avanzar en el conocimiento de quienes la cursan
Respecto a la formación continua, las maestras se muestran críticas con los cursos que
siguen una formación teórica y aluden a este tipo de formaciones como ineficaces para su
desarrollo profesional al no adaptarse a sus contextos. Esta es una postura defendida desde
hace años por autores como Bevins y Prices (2014), quienes consideran que los modelos
de formación permanente basados en la teoría, principalmente si es presentada por un
experto, son difícilmente aplicables a la práctica. Al darse una ineficaz o nula relación
entre la teoría y la práctica se produce un obstáculo para la mejora y el desarrollo
profesional de los docentes (Álvarez-Álvarez, 2012; Carr, 2007; Korthagen, 2007, 2010;
Zeichner, 2010).
Las maestras exponen que las formaciones organizadas desde los centros de formación
del profesorado sí son capaces de adaptarse a sus contextos o necesidades. En estos casos,
el discurso de las maestras se fija en dos aspectos: la posibilidad de elegir el contenido de
la formación o la adquisición de herramientas. En esta línea, Bismack, Arias, Davis y
Palincsar (2015) consideran la elaboración de materiales curriculares, por parte de los
propios maestros es uno de los componentes más influyentes sobre el aprendizaje. Sin
embargo, en otras investigaciones nosotros hemos discutido este posicionamiento (Barba-
Martín et al., 2016), al analizar que estos aspectos producen únicamente cambios
superficiales en las maestras, adquiriendo un contenido que necesitaban o una
herramienta para ponerlo en práctica en un determinado momento y, aunque pueden
CAPÍTULO V: Análisis de datos y discusión (I)
214
ayudar a mejorar el aprendizaje, no consiguen cambios profundos como los que deben ir
asociados a procesos de formación críticos y que buscan la justicia social.
Respecto al PID-FPEIAP y la formación a través de investigación-acción participativa,
las maestras consideran que ha sido capaz de unir la teoría y la práctica de una forma
eficaz para su formación. No les ha dado sólo herramientas, sino que les ha ayudado a
crear un conocimiento teórico que partía de su práctica y volvía a verse reflejado en ella,
todo a través del intercambio de experiencias y la reflexión individual y colectiva. Este
discurso de las maestras es certificado por otros estudios como el de Álvarez-Álvarez
(2012), quien considera que para unir teoría y práctica es necesario elaborar puentes
capaces de hacerlo y, entre ellos, se encuentran la reflexión y la investigación-acción. En
esta línea encontramos investigaciones que también apoyan la teoría de Álvarez, como la
de Mancila et al. (2018) en torno al Proyecto Roma, que a través de una metodología de
investigación-acción muestran cómo el profesorado consigue profundizar en la teoría y
transformar la práctica.
Nuestra reflexión coincide con las conclusiones extraídas por Martín-Ruano (2016), en
las que se menciona el choque entre los modelos de formación permanente del
profesorado, impregnados por la racionalidad técnica, donde prevalece la formación a
través de expertos, impera una estructura jerárquica y el sujeto es concebido como objeto
de la formación; y aquellos otros que se caracterizan por tratar a la persona como sujeto
en formación, donde el conocimiento es abierto, emergente y crítico, se da valor a la
práctica reflexiva, al trabajo entre iguales, a los intereses demandados por los propios
docentes… Las palabras de las maestras son las que nos llevan a apostar por el segundo
tipo de formación, pues como las propias participantes afirman, estos modelos son los
que “ayudan a solucionar los problemas en la práctica
5.2.3.2. Adaptación al contexto y a las necesidades
Si antes analizábamos la importancia que otorgan a la práctica, ahora especificamos un
poco más al denotar la importancia que le otorgan a que esa práctica sea posible en sus
contextos particulares.
Cuando las maestras hablaban de la adaptación al contexto de las formaciones, de nuevo
vuelven a ver un problema en las formaciones primordialmente teóricas.
La mayoría de los cursos van enfocados a teoría, pero yo luego tengo esta
realidad en mi aula, yo tenga esta situación y ¿cómo narices lo haces? Sí, es todo
muy bonito, pero... y sin embargo no es lo mismo (ENGD01A16).
La teoría que les hacían llegar solía describir escenarios utópicos que las maestras
consideraban poco parecidos a las múltiples realidades escolares con las que una docente
se puede encontrar. En las formaciones que afirmaban unir teoría y práctica las maestras
consideraban que no era del todo verdad o al menos no fue posible hacer dicha unión en
muchos casos, pues estaban alejadas de sus necesidades docentes, las características del
alumnado o los recursos con los que contaban en sus aulas.
La verdad es que te haces un curso de rincones en Educación Infantil pues a lo
mejor alguna cosa es más innovadora pero otras cosas se quedan ahí un poco,
amplío conocimientos, pero no puedo poner en práctica muchos de ellos, ya sea
porque no son innovadores, porque no te llaman o porque no hay recursos para
hacerlos en el aula (ENIN07A14).
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
215
La parte práctica de estos modelos formativos se solía sustentar en un grupo de escolares,
con características inventadas por el formador, que no solían parecerse a los grupos-clase
con los que las maestras trabajaban y, por tanto, no les era útil y les suponía una gran
desmotivación.
En cualquier otro tipo de formación no, haz una memoria o una actividad para
un grupo que ni se parece al tuyo, ni tiene nada que ver con lo que tienes, entonces
no te motiva lo que no te pilla cerca, porque al final lo que te afecta es lo que te
interesa. (ENIN07A14).
Para las maestras estas formaciones eran únicamente una manera de ampliar
conocimientos teóricos. Si la posible unión con la práctica no se realizaba sobre las
necesidades sociales, políticas y culturales que tenían en ese momento las maestras, para
ellas la formación seguía sin conseguir unir dicho aspecto.
Hay muchas veces que en los cursos te dicen que puedes llevarlo a la práctica,
pero luego tú en tu aula real es imposible, por las características de los niños o
por los recursos que tienes dentro del aula muchas veces no es posible
(ENIN09B15).
Para tratar de minimizar que la formación no se adaptase a las necesidades específicas de
las maestras, estas afirmaban que era importante poder elegir sobre qué querían formarse.
Así, los cursos del centro eran bien valorados por las maestras al permitirles elegir los
contenidos de manera más concreta que otros tipos de formaciones.
Los cursos que hacemos en el centro, porque como los proponemos según
nuestras necesidades (ENIN12C14).
Estos contenidos solían venir suscitados por las necesidades a nivel de centro,
principalmente. De esta forma, las maestras de un colegio se ponían de acuerdo para elegir
las temáticas de los cursos que les gustaría solicitar.
La formación que nos llega todo por el CFIE […] solemos solicitar los cursos que
queremos realizar a nivel de Centro (ENIN01A14).
Las participantes consideraban que el poder elegir ellas mismas las temáticas y los
contenidos en función de las necesidades del centro facilitaba su adaptación al contexto.
Los que hacíamos en el centro, que sí, que bueno, que como los diseñas más para
el centro y pides unos más específicos sí que algunos son más útiles
(ENGD01A16).
Para las maestras esta forma de adaptarse al contexto tampoco era la ideal, aunque la
valoración era más positiva que los cursos puramente teóricos. El curso se acomodaba a
las necesidades de la mayoría del claustro, pero los intereses y necesidades individuales
dentro de un mismo centro también eran muy diversos. Por ello, aunque el curso fuese de
interés general, a veces estaba alejado de las posibilidades actuales de las maestras y no
lo podían aplicar.
Nosotros en el centro estamos haciendo uno de nuevas tecnologías, pero como es
para todo el claustro, pues hay muchas cosas que yo en mi aula no lo voy a poder
aplicar (ENIN09B15).
CAPÍTULO V: Análisis de datos y discusión (I)
216
En otros casos, a pesar de estar adaptado al contexto del centro, estaba muy alejado de las
necesidades de su aula.
Lo que pasa es que este año por ejemplo se ha centrado [...] para que todos nos
formásemos en las necesidades y obviamente como yo no tengo ningún tipo de
necesidades educativas en el aula pues no lo he podido llevar tan a cabo
(ENIN05A14).
Las docentes afirmaban que dichas formaciones podían ser muy interesantes, pero si su
contexto actual no se relacionaba con el curso la parte práctica desaparecía al no poder
llevarla a cabo.
Muchas veces dices— sí esto está muy bien pero ahora no me pilla porque no
tengo un niño con estas características— (ENIN01A14).
Para las maestras la formación debe ser fácilmente adaptable a los contextos individuales,
aportándoles ideas o recursos que ellas puedan implantar en sus aulas.
La formación [...] que la puedas adaptar, que te dé ideas o recursos para adaptar
en el aula (ENIN02A14).
Como analizamos en la categoría relacionada con la participación en la toma de
decisiones durante el Proyecto, en el PID-FPEIAP las maestras eran las encargadas de
programar los contenidos. Esta toma de decisiones también se hacía de manera común
por todo el grupo de participantes, aunque en este caso las posibilidades de actuación
dentro de la educación inclusiva estaban totalmente abiertas, por lo que la elección a nivel
grupal era más fácil que se adaptase a las necesidades individuales.
Hoy José nos ha recordado que el PID-FPEIAP no es un Proyecto para trabajar
únicamente una determinada práctica. Que el PID-FPEIAP está totalmente
abierto a la multitud de prácticas inclusivas que las maestras realizan y quieran
realizar (Diario. Mayo, 2015. O).
Las maestras consideraban que la metodología de trabajo en el PID-FPEIAP, centrada en
las reflexiones y experiencias propias, otorgaba un carácter personalizado a la formación
y les daba la posibilidad de trabajar desde su propia situación de manera cíclica.
Nosotros aquí lo que trabajamos es, sobre nuestra situación, la vivencia que
tenemos, el aula con la que contamos, y a partir de ahí trabajamos (ENGD01A16)
De esta forma, las maestras lo veían más adaptado a sus realidades escolares particulares,
facilitándoles la puesta en práctica en sus aulas y con su alumnado.
Respecto a la formación del PID-FPEIAP nuestro, me parece que tiene muchas
más ventajas […] son cosas que yo estoy aplicando en el aula y que estoy
encantada porque sí que es realmente para mi clase (ENIN09B15).
Para las maestras, que la formación sea capaz de adaptarse a su contexto y a sus
necesidades particulares es fundamental para poder poner en práctica lo abordado. La
elección de contenidos en grupo es una forma de acercarse a este aspecto, aunque
consideran que no es suficiente y que la participación debe extender a otros aspectos que
les ayuden a que se adapte a las necesidades individuales de cada docente. Por ejemplo,
la elección de varios contenidos dentro de una misma temática o el trabajo desde la propia
reflexión de la práctica, como hicieron en el PID-FPEIAP. Sin embargo, nos gustaría
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
217
destacar que los aspectos que las maestras valoran como positivos para unir una
formación al contexto y que el PID-FPEIAP cumplió también supusieron momentos de
tensión en el Proyecto, que analizaremos en la categoría de debilidades.
Aunque en el análisis hemos podido observar cómo las maestras consideran que la
formación debe adaptarse a necesidades individuales, esto no significa que crean que deba
de ser individual pues, como analizamos a continuación, para las maestras es muy
importante el aspecto colectivo en una formación docente.
Síntesis y discusión
Las voces de las maestras muestran un carácter crítico frente a la descontextualización de
las formaciones teóricas. Las docentes aluden a que estos cursos, cuando tratan de
exponer casos concretos o prácticos, lo hacen aludiendo a situaciones utópicas alejadas
de la realidad. Estas formaciones dibujan un contexto y una situación social idílicas que
no suelen tener en cuenta las características diversas del alumnado, las presiones
administrativas y burocráticas de las maestras que reducen su tiempo para formarse o los
recursos con los que pueden contar en su aula o escuela. Incluso, cuando lo tienen en
cuenta y bajan las pretensiones de la situación que exponen, resulta imposible que puedan
ser capaces de abarcar todas las posibles situaciones de todos los participantes.
La descontextualización de la formación permanente es un problema histórico, en el que
los procesos educativos eran tratados como genéricos, estándar, que todo el profesorado
tenía y que se podían resolver mediante una solución que, normalmente, era aportada por
expertos (Imbernón, 2001a). Esto rompe con las ideas que desde años promulgan autores
como Escudero y Bolívar (1994), Cochran-Smith y Lytle (2003) o Lieberman y Miller
(2003), defensores de una formación desde dentro, que ocurra en los contextos de trabajo
y verse sobre cómo mejorarlos.
Las maestras destacan de entre este tipo de formaciones los cursos ofrecidos por el propio
centro educativo. Estos cursos, al venir solicitados por la decisión del claustro y realizarse
en el propio centro, suelen adaptarse más a sus características contextuales y sus
necesidades. Este discurso de las maestras es acorde al estudio presentado por González
y Cutanda (2017). Estas autoras realizan una investigación, bajo un modelo metodológico
mixto, de la incidencia de la formación organizada desde los centros de formación de
profesores y la organizada desde otras instancias. González y Cutanda (2017) registran a
través del estudio cuantitativo una mayor incidencia en modalidades de formación en
centros que en la de otros cursos. Aunque las autoras luego realizan un estudio cualitativo,
no llevan a cabo una distinción entre ambos para conocer los porqués de esta distinción.
De esta forma, nuestra investigación puede continuar esta línea de trabajos, aportando un
punto de vista cualitativo que explique la diferencia que las maestras encuentran para
hablar de una mayor o menor incidencia de los cursos del centro respecto a otros cursos.
Las maestras también muestran cómo los cursos del centro solo son capaces de adaptarse
a las necesidades individuales. Su carácter teórico, alejado de la práctica, vuelve a utilizar
las situaciones descontextualizadas para su formación. De esta forma, aunque son más
cercanos al contexto y las necesidades de las maestras por su localización y su forma de
acceso, son incapaces de satisfacer todas las necesidades de un claustro diverso, con
diferentes situaciones en sus aulas. Curiosamente, a una conclusión parecida han llegado
estudios como el de Domínguez, Calvo y Vázquez (2015), realizado en el contexto
gallego con un amplio número de docentes. Estos profesionales demandan a través de sus
encuestas un tipo de capacitación en centros que: dé respuestas a sus necesidades
CAPÍTULO V: Análisis de datos y discusión (I)
218
formativas, facilite su realización dentro del horario de permanencia en el centro, que se
ajuste a las demandas de una sociedad en continuo cambio y cada vez más tecnológica y
plurilingüe y responda a la demanda derivada de la práctica profesional diaria.
Respecto al PID-FPEIAP, las maestras tienen una opinión positiva de su incidencia en la
práctica. Las docentes consideran que este tipo de formación es capaz de adaptarse a su
realidad al partir desde el conocimiento práctico y es que la investigación-acción
participativa es un proceso cuya base es la investigación en la acción (Latorre, 2003;
Kemmis, 2011). En una formación destinada a las transformaciones en pro de la inclusión
como el PID-FPEIAP, la formación debe dotar al profesorado de la posibilidad de partir
de sus contextos y trabajar en el aula, para poder transformar sus situaciones y poder
hacerlas más justas (Zeichner, 2010).
5.2.3.3. El trabajo colectivo con otros agentes educativos
A los aspectos ya analizados anteriormente, relación teoría y práctica y adaptación al
contexto, se une otro factor fundamental para las maestras en una formación docente, el
carácter colaborativo entre los participantes.
Las docentes afirmaban que la mayoría de los cursos de formación permanente a los que
habían accedido por su cuenta habían sido individualizados. En ellos, las únicas
relaciones que tuvieron con los demás participantes fue el contacto durante los momentos
de asistencia, pero ese contacto después no implicó ningún trabajo común sobre la puesta
en práctica en las aulas.
En los cursos, es más individualizado todo, tú vas, asistes a tu curso, aprendes
cuatro cosas y ves a alguien con la que estuviste hace tiempo en un colegio y ya
está, pero no emprendes proyectos en común (ENIN07A14).
En los cursos realizados en el centro las maestras sí que resaltaban un trabajo colectivo
con el resto de las participantes, pues al desarrollarse dentro del colegio, con los
compañeros y compañeras, las maestras consideraban que se daban espacios para
compartir experiencias con mayor facilidad.
Yo me he hecho un montón de cursos, y es justo que los del centro, que también
hacemos a nuestra medida y entre nosotros, porque es que compartes con los
demás, y dices "yo es que hago así, pero tú haces así y a mí me funciona..."
(ENGD14E16).
A través de la creación de grupos de trabajo, de seminarios o de un proyecto común de
centro en torno a dicha formación, se potenciaban las relaciones humanas entre los
docentes.
Sobre todo, la formación del CFIE, la que hacemos aquí en el colegio que
podemos hacer grupos de trabajo, proyectos, seminarios y luego también pueden
darnos cursos específicos de algo (ENIN05A14).
La posibilidad de trabajar con los compañeros y compañeras del centro en los cursos
programados por el centro a veces fue utilizada por las maestras para apoyar su formación
en el PID-FPEIAP. Así, las docentes encontraron en dichos cursos una forma de poder
ampliar los espacios en los que debatir y crear materiales de manera conjunta con sus
compañeros de centro que también participaban en el Proyecto.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
219
Al año que viene ya hemos encaminado otra nueva rama de educación inclusiva
[…] pues vinieron del CFIE y nos dijeron que nos iban a abrir una tercera rama
para hacer grupos de trabajo, seminarios y cursos de educación inclusiva o sea
que estábamos todas y comenzamos uy qué bien, uy qué bien eso es una manera
de que tú estás aquí trabajando de dos a tres todos los días y también te lo están
reconociendo y entonces está muy bien (ENIN07A14).
En cuanto al PID-FPEIAP el trabajo colaborativo a través del intercambio de experiencias
fue muy bien valorado por las maestras. Ellas consideraban positivo poder trabajar a
través del intercambio de experiencias en grupo, respecto a las formaciones puramente
teóricas e individualizadas.
Entonces te están contando muchas experiencias reales, que no es como cuando
vas a un curso y te cuentan cosas teóricas, que no sabes si cuando se lleven a la
práctica van a funcionar (ENIN08B15).
Las docentes consideraban que no todo el intercambio de experiencias en grupo era
igualmente válido. Así, la forma de trabajo del PID-FPEIAP que analizábamos era para
las maestras la forma más completa de formarse.
Este año se han hecho unas jornadas […] en las que se ha hecho algo parecido a
compartir experiencias entre maestros, pero, no tiene nada que ver con esta
riqueza que hay aquí. (ENGD13C16)
Se trataba de una forma de reflexión compartida y trabajo colectivo que les permitiese
recibir ayudas en momentos de duda a través de la experiencia en la práctica de otro
compañero.
Pero tienes una duda […] y te dicen, “no es que nosotros lo hacemos así” […]
entonces es compartir y encima que te está beneficiando porque te están
ayudando. Por eso para a mí el PID-FPEIAP mucho mejor que cualquier otro
curso (ENGD15D16).
El PID-FPEIAP les permitía compartir su experiencia como una forma de ayudar al resto
de participantes del grupo.
Dices “Mira, a mí me paso esto, e hice esto, pues yo utilicé esto”, y eso un curso
no te lo da (ENGD01A16).
El conocer las experiencias de otros participantes y buscar soluciones en común era la
forma más eficaz de trabajo y formación que les permita llegar a la práctica de sus
contextos.
Es mucho más efectivo que otro curso, porque al final son experiencias que son
lo que a nosotros nos vale (ENGD15D16).
Trabajar en grupo con compañeros y compañeras reporta a las maestras una serie de
ventajas en su formación que se ven reflejadas en su aprendizaje. Sin embargo, no todas
las formas de trabajo colectivo son igual de idóneas para conseguirlo. Las participantes
consideran que el trabajo a través del intercambio de experiencias sobre la propia práctica,
como el que se dio en el PID-FPEIAP, es el que más les ayuda a poder formarse. Como
analizamos a continuación, este trabajo necesita hacerse durante un periodo prolongado
en el tiempo.
CAPÍTULO V: Análisis de datos y discusión (I)
220
Síntesis y discusión
Las maestras consideran que algunos cursos son demasiado individuales y no permiten el
trabajo prolongado con compañeros. Los cursos de carácter puntual tienen la
problemática de que dificultan la creación de proyectos con otros asistentes. Las docentes
expresan que el contacto entre participantes en estos cursos es muy corto en el tiempo
como para poder emprender acciones de transformación o cambio juntos. Autores como
Aguado, Gil y Mata (2008) apoyan esta posición de las maestras del PID-FPEIAP al
considerar que hay contenidos de trabajo que requieren de un intercambio y cooperación
para poder ponerse en marcha, aspecto que la individualidad de los cursos fuera del centro
no permite.
Las docentes afirman que la formación en el centro acaba, en parte, con el individualismo.
Al realizarse en torno a mejoras para la escuela, por parte de todo el claustro y varias
veces al año, les ayuda a crear redes de trabajo. Esta formación, en ocasiones, les permite
la creación de grupos de trabajo dentro de la propia escuela. Las ideas de las maestras son
coherentes con otras investigaciones como la de Moreno, Quesada y Pineda (2010),
quienes relatan como la creación de grupos de trabajo, ligados a cursos o proyectos en las
escuelas, es una práctica de formación más a demanda del profesorado y más colaborativa
que los cursos.
Además, las maestras ven estos cursos y grupos de trabajo desde los centros como un
apoyo a la formación del PID-FPEIAP. La posibilidad de elección del tema y la
participación de varias maestras del mismo centro en el PID-FPEIAP les ha permitido
solicitar cursos y grupos en torno a contenidos en línea con el Proyecto, siendo capaces
de unir toda su formación en una misma línea y obtener más espacios y tiempo para
continuar trabajando como en el PID-FPEIAP con las compañeras de su propio centro.
En línea con esta acción de las maestras Manzanares y Galván-Bovaira (2012) realizaban
unas conclusiones en las que defendían la posibilidad de que la formación desde los
centros de profesores adquiriese modalidades capaces de insertarse en la trayectoria o los
proyectos de centro. De esta forma, nuestro estudio completa las conclusiones que
destacaban Manzanares y Galván-Bovaira (2012) al corroborar como la formación desde
los centros de profesores también puede ser una forma de adaptarse a proyectos
originados fuera del centro y a la trayectoria individual de las maestras.
Sin embargo, de acuerdo con Escudero (2009), las investigaciones que hemos analizado
en torno a los grupos de trabajo creados en los centros tienden a obviar los factores
emocionales y motivacionales de los docentes y a presentar un carácter formal e impuesto,
como denunciaron Kincheloe, Steinberg y Villaverde (2004). En este caso, nuestra
investigación sí lo ha tenido en cuenta y, como hemos expuesto anteriormente, se han
analizado los discursos de las maestras en cuanto a sus motivaciones y emociones
respecto al PID-FPEIAP y a los cursos, organizados desde fuera y desde dentro del propio
centro.
El PID-FPEIAP, por su parte, es bien valorado por las maestras debido a su carácter
colectivo con docentes de diferentes escuelas. Las maestras destacan que su participación
en el PID-FPEIAP les ha permitido establecer redes de docentes con más compañeros que
los de su escuela, lo que les permite comprender experiencias y relacionarlas con otros
contextos y otras realidades (Hargreaves & Shirley, 2009).
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
221
5.2.3.4. El seguimiento prolongado y el carácter longitudinal
La formación docente es un proceso que no se detiene a lo largo de toda la vida. En esta
formación, la guía y el asesoramiento resultan fundamentales, pues evitan el aislamiento
profesional y facilitan una mejora del aprendizaje.
Una de las experiencias de formación permanente más utilizada por las maestras eran los
cursos. Ellas criticaban que esta formación puntual solo les ofrecía asesoramiento durante
el período de asistencia a las sesiones presenciales, pero no les permitía tener continuidad
en el tiempo.
Cuando tú estás haciendo un curso a distancia o bueno, aunque sea presencial
vas al curso estás allí 3 horas y te vas (ENIN07A14).
La imposibilidad de realizar un seguimiento del curso fue visto por las maestras como un
problema. En algunos casos, porque el curso solo les permitía adquirir recursos puntuales
que llevar una única vez al aula.
Online sacas el recurso si quieres, algo que te ha llamado la atención, lo
imprimes, lo haces y ya está (ENIN04A14).
En otros casos, cuando las formaciones eran más completas y las docentes conseguían
romper las barreras de llevarlo a la práctica, se encontraban que no sabían avanzar más
allá de los primeros pasos.
Muchas veces vas a un curso de rincones o de proyectos y vas al curso y ya está.
Y a lo mejor había un par de actividades interesantes, las pones en práctica y
¿ahora qué? (ENGD07G16).
Ante las dudas o los problemas que se encontraban en la práctica, no podían recurrir de
nuevo a la formación, al formador o a otros compañeros que les ayudasen a solventarlas.
El CFIE o lo que haces en el seminario, bueno vale, lo pones en práctica, pero
nadie te puede decir si aquello ha funcionado o puedes preguntar a alguien por
qué no me ha funcionado esto o cómo te ha ido a ti, poner en común
(ENIN11C14).
La frustración de no tener un seguimiento de la formación, les incitaba al abandono de la
parte práctica en cuanto aparecían los primeros problemas que no sabían resolver.
Un curso, grupo interactivo, vamos a llevarlo a la práctica. Lo llevamos un día a
la práctica, claro, el primer día nunca sale bien, pues anda que esto...pues no
pruebo más (ENGD02H16)
Estos cursos de duración breve trataban de condensar el aprendizaje en un espacio corto
de tiempo. De esta forma, las maestras consideraban que la formación trataba de abarcar
un trabajo que realmente necesita de un espacio prolongado en el tiempo para poder
realizar aspectos tan importantes como la puesta en práctica, la reflexión en torno a ella
o el intercambio de feedbacks.
Y que no tenemos ese feedback, es imposible, no puedes, en una semana no te da
tiempo a prácticas, no te da tiempo a reflexionar, no te da tiempo a nada
(ENGD13C16).
CAPÍTULO V: Análisis de datos y discusión (I)
222
En el PID-FPEIAP este proceso de seguimiento y prolongación en el tiempo al que las
maestras hacen referencia se podría analizar fácilmente desde su duración. En esta tesis
doctoral estamos analizando el proceso de formación de las maestras durante tres años,
con reuniones grupales cada mes y jornadas de formación entre una y tres veces al año.
Hoy he quedado con un grupo de maestras para hacer un grupo de discusión.
Vamos a hablar sobre su experiencia durante los tres años del PID-FPEIAP. Esta
será, probablemente la última toma de datos que realice. Ha sido una formación
amplia [...] reuniones cada mes, observaciones en las aulas, jornadas (Diario.
Junio, 2016. R).
Esta forma de trabajo les permitió mejorar su práctica educativa poco a poco y les ayudó
a solucionar los problemas que se iban encontrando en cada momento hasta que estos
fueron disminuyendo o desaparecieron casi por completo.
Este grupo lo que te ha hecho es ¿Qué tal el primer día? Pues el primero un
desastre todos ¿Qué tal la quinta semana? pues ya aparecen estas dudas. Y claro
a final de curso maravilloso, la continuidad que nos daba (ENGD02H16).
El seguimiento les motivó para no abandonar ante la primera dificultad que se encontrasen
en la puesta en práctica, pues sabían que tenían un espacio al que iban a poder acudir
siempre para encontrar asesoramiento.
Cualquier otro curso no lo llevas a cabo y si lo intentas llevar a cabo y no te
funciona pues dices, “pues bueno, es que no lo he sabido hacer, no me he enterado
bien cómo se hará, o no funciona”. Cosa que aquí vienes al PID-FPEIAP y dices,
“oye que esto no ha funcionado”, y ya te dan las experiencias de los demás
centros (ENGD09B16).
Por todas estas razones, las maestras consideraban que debería haber un replanteamiento
de los cursos de formación docente, en el que estos cursos incorporasen un modelo de
seguimiento que les ayudase a ir adaptándose a sus nuevos conocimientos.
Los cursos tenemos que replantearnos y tenemos que pensar que hay que hacer
un curso que pueda durar desde principio de curso hasta junio, y que tenga tres
momentos de intensidad a lo largo el curso, porque tú vas a ir cambiando en esos
momentos (ENGD13C16).
Para las maestras, el seguimiento en los procesos de formación es una forma de conseguir
un apoyo continuo. Al tratarse de formaciones, en la mayoría de los casos, sobre
innovaciones educativas, las maestras consideran que la puesta en práctica por primera
vez es un momento de incertidumbre. Los problemas surgidos y la imposibilidad de optar
a más formación para resolverlos o verificar sus actuaciones, hacen que muchas veces las
formaciones sean abandonadas por las docentes. En el PID-FPEIAP el desarrollo a través
de los tres años, con reuniones periódicas, consideran que fue la forma idónea de asentar
la formación. Y es que sólo a través de una prolongación en el tiempo es como se pueden
conseguir transformaciones prolongadas, aspecto que analizamos a continuación.
Síntesis y discusión
El discurso de las maestras refleja un deseo de que las formaciones adquieran un carácter
prolongado en el tiempo y con posibilidad de asesoramiento constante.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
223
Las docentes aluden a la falta de estas características en los cursos puntuales, donde su
asesoramiento únicamente dura el momento presencial. Por ello, consideran que estos
modelos formativos no les ayudan en su formación y aprendizaje, lo que favorece que no
se vean reflejados sus contenidos en su práctica diaria. Estas afirmaciones de las maestras
son acordes a lo expuesto por Marcelo y Vaillant (2010), al considerar que la formación
de cursos esporádicos no es capaz de contribuir al desarrollo profesional docente.
Esta situación les supone una frustración y una dificultad para llevar el contenido a la
práctica de forma prolongada, pues cuando lo intentan se encuentran con dificultades y
una formación que ni les ofrece un asesoramiento prolongado ni les ha ayudado a
fomentar una autorreflexión que les permitiese avanzar o buscar otras alternativas de
formación. En esta línea Tomàs-Folch y Duran-Bellonch (2017), en su estudio sobre la
transferencia de la formación permanente, consideran que una de las barreras con las que
se encuentra el profesorado para poder poner en práctica los conocimientos aprendidos
en la formación es que estas no se extienden en el tiempo y no hay un seguimiento.
Respecto al PID-FPEIAP las maestras valoran positivamente su continuidad a lo largo de
los tres años, con la posibilidad de haber tenido un asesoramiento por parte de los
investigadores e incluso de otros participantes. La investigación-acción participativa tiene
un carácter longitudinal debido a sus características. Esta situación la podemos comprobar
en múltiples formaciones continuas que usan la investigación-acción y cuyo recorrido
siempre es de varios años (Ebersöhn et al., 2015; Eilks & Markic, 2011; López-Pastor et
al., 2005, 2016; O’Sullivan, 2002; Platteel et al., 2008; Razfar, 2011). Además, en línea
con lo expuesto por las maestras, Martínez Bonafé (2008) destaca que la investigación-
acción participativa es una forma de asesoramiento, formación y apoyo del profesorado.
Las maestras también afirman que sería beneficioso que los cursos dotasen de este
carácter a todas las formaciones. Sin embargo, hay que tener cuidado con estas posturas
porque no todos los asesoramientos son iagualmente beneficiosos para el profesorado. En
esta tesis hemos analizado la postura de José Juan y el equipo investigador del PID-
FPEIAP como actores guías del grupo que poco a poco deben dotar de autonomía a las
maestras (acción que analizaremos más adelante si se consiguió). Por ello, es necesario
comprender que no todo el asesoramiento es válido y que prolongar una formación en el
tiempo bajo la premisa de necesitarlo puede resultar una forma de sometimiento y
hegemonía, y no de emancipación, como debería ser (Martínez Bonafé, 2008).
En la siguiente categoría expondremos la importancia que las maestras dan a que la
formación docente consiga transformaciones.
5.2.3.5. La finalidad transformadora de la formación
El último aspecto que hemos extraído de las palabras de las maestras es la finalidad
transformadora que debería acompañar a todo proceso de formación permanente. Desde
este apartado, las participantes afirmaban que algunos de los cursos puntuales a los que
habían accedido antes de su participación en el Proyecto no habían sido capaces de
transformar su aula.
Yo creo que un curso del CFIE no te va a hacer transformar tu aula, ni más allá
la educación el día de mañana (ENGD07G16).
La mayoría de estos cursos únicamente proporcionaban a las maestras recursos que
utilizar, como mucho, en algún momento puntual de su día a día.
CAPÍTULO V: Análisis de datos y discusión (I)
224
Hay cursos que dices este recurso lo guardo en el ordenador porque es súper
importante y hay recursos que los guardas en la carpeta porque dices la verdad
que no me ha gustado (ENIN04A14).
Otros cursos, como los del centro, les otorgaban la posibilidad de crear materiales, pero
para las docentes esta formación tampoco proporcionaba ningún cambio en sus aulas más
allá del uso de ese material.
La que hago con el CFIE sí, sí más o menos sí […] tienen unas horas de hacer
material que es al final lo que haces, pero en realidad tampoco sacas mucho en
provecho (ENIN05A14).
Algunas maestras sí que afirmaban que la realización de este material era muy útil para
sus clases, aunque de sus palabras se extrae que no lo era para transformarlas, sino para
tener un recurso ya hecho y, por tanto, ahorrarse tiempo y avanzar rápidamente.
Los grupos de trabajo del centro no solo para formación sino también para
elaboración de material, entonces eso te vale para el día de mañana en el aula
con los niños avanzar mucho, eso está muy bien (ENIN07A14).
Respecto al PID-FPEIAP, las aportaciones que recalcamos de las maestras son muy
breves ya que la siguiente categoría está dedicada a las transformaciones producidas
durante su consecución. Así, las maestras consideraban que la forma de trabajo en el
Proyecto permitió que los resultados se vieran reflejados con mayor facilidad, en los
centros donde había varias maestras participantes.
Esto al haber sido una formación que luego hemos participado todo el cole, pues
sí que la hemos llevado a cabo, sí que has visto que ha tenido resultados
(ENIN01A14).
Las docentes también consideraban que no solo cambiaron su práctica cotidiana, sino su
formación.
Sí lo he notado que ha funcionado que a lo mejor el día de mañana yo me voy a
otro cole y digo, puedo trasladarlo, puedo usarlo, puedo echar mano de ello, pero
a lo mejor otra formación no (ENIN04A14).
Las maestras consideraban que la transformación de las prácticas debía ser un objetivo
final de los procesos de formación. Sin embargo, las actuaciones deben ir encaminadas
en torno a las cuatro categorías que analizábamos anteriormente para conseguirlo y no
caer en la simple utilización de recursos que nunca llegarán a conseguir que este se
prolongue en el tiempo, aunque pueden suponer un cambio.
En el análisis de esta categoría hemos podido observar cuáles son para las maestras los
aspectos fundamentales que deben acompañar a un proceso de formación y las
características de las formaciones que los dificultan y las que los impulsan. Por su parte,
el PID-FPEIAP es valorado por las maestras como una formación completa respecto a la
unión teoría-práctica; a la adaptabilidad al contexto; a realizar la formación de forma
colectiva; a tener un proceso de seguimiento; y, como analizamos a continuación en
profundidad, una finalidad transformadora.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
225
Síntesis y discusión
La creación de materiales en algunos modelos de formación permanente no favorece la
transformación educativa. Esta afirmación es realizada por las participantes, que aluden
a que este tipo de materiales nunca pueden ser finalmente llevados a la práctica, pues
carecen de contextualización. Este tipo de formación y estrategias únicamente consiguen
lo que Havelock y Huberman (1977) denominaban el cambio sin el cambio, una
formación capaz de producir un cambio puntual en las aulas mediante la utilización de
una herramienta, pero incapaz de prolongarse como un cambio en las docentes, en su
forma de dar clase y en sus contextos educativos y sociales.
En cuanto al PID-FPEIAP, las maestras consideran que su participación sí ha tenido una
incidencia en su práctica y en su forma de afrontar la docencia. Las maestras consideran
que la incidencia del Proyecto en la transformación de su forma de dar clase puede
comprobarse a través de los resultados en las aulas y el contexto. Por ejemplo, hemos
visto a lo largo del análisis como algunas de ellas consideran que los escolares han
avanzado en el conocimiento, se ha mejorado la inclusión en el aula e incluso se ha
favorecido la participación de la familia y de otros agentes educativos
Además, consideran que el proceso de transformación realizado a través del PID-FPEIAP
les permitiría transferirlo a otro colegio, con otro alumnado y otro contexto. Esto supone
una transformación no solo en los procesos de enseñanza-aprendizaje como confirmaban
Elliott (1991) o McKernan (1999), sino también en aspectos profesionales y formativos,
ya que la formación del PID-FPEIAP ha aportado a las maestras más que unas
herramientas, les ha ayudado a formarse de una manera en la que han sido capaces de
asentar las nuevas formas de trabajo, ideas y contenidos (Kincheloe, 2012; Perrenoud,
2010).
En la siguiente categoría analizaremos más en profundidad el grado crítico de cómo el
PID-FPEIAP contribuyó en el desarrollo de ambos aspectos: cambios profesionales y en
la práctica.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
227
CAPÍTULO VI. ANÁLISIS DE DATOS Y
DISCUSIÓN (II): TRANSFORMACIONES,
ASPECTOS RELEVANTES Y TENSIONES EN EL
PID-FPEIAP
Este segundo capítulo de análisis de los datos y discusión sigue la dinámica del anterior.
En este apartado trataremos de formar un texto con los datos extraídos de la investigación
que permita comprender el desarrollo del PID-FPEIAP, sus causas y consecuencias,
desde la voz de las docentes participantes.
En esta segunda parte de análisis abordaremos las transformaciones producidas por la
participación de las maestras en el PID-FPEIAP. Comenzaremos analizando las
transformaciones que vivieron las maestras en el desarrollo del Proyecto, a través del
análisis de los cambios en su identidad docente, su concepción educativa, su lenguaje o
su autonomía. Continuaremos por las transformaciones producidas en la práctica, las
aulas, las escuelas y la comunidad. En este apartado abordaremos dos prácticas, los
grupos interactivos y los boletines de evaluación informativos, por convertirse en dos de
las actuaciones más destacadas dentro del análisis de datos y que mayores repercusiones
tuvieron para el desarrollo del Proyecto. Analizaremos cómo fue su proceso de
asentamiento en la práctica de las maestras, qué factores llevaron a su consecución y cómo
afectaron al alumnado y las familias. Por último, analizaremos las características de
algunos de los aspectos más destacados por las maestras de la formación del PID-
FPEIAP, como fueron la relación entre la escuela y la universidad, y el trabajo en grupo
dentro y fuera de los centros educativos. Finalizaremos este apartado con el análisis de
las principales tensiones encontradas por las maestras durante su proceso formativo en el
Proyecto. Todas estas líneas de análisis serán rebatidas con la literatura científica,
tratando así de profundizar en su significado.
6.1. Transformaciones
6.1.1. Transformaciones producidas en las maestras por su participación en el PID-
FPEIAP
Para que una formación lleve a cambios prolongados en el tiempo esta no sólo debe
transformar las prácticas de los maestros, sino también su pensamiento (Kincheloe, 2012).
Estas transformaciones han de tener relación con cómo las maestras entienden la
educación, cómo afecta esa idea de educación a su día a día o cómo de asentada esta esa
idea para que las acompañe allá donde vayan. Todos estos factores, guían y son parte de
lo que se ha llamado en la literatura científica identidad docente. Esta identidad se trata
de un constructo constante del maestro en función de sus experiencias y relaciones
(Sancho-Gil & Correa-Gorospe, 2016). Marcelo (2010) explica la identidad docente
como la forma en la que los maestros se van a percibir, ver y querer que les vean y
considera que “es una construcción del sí mismo profesional que evoluciona a lo largo de
la carrera docente y que puede verse influido por la escuela, las reformas y los contextos
políticos” (p. 19). Desde este posicionamiento, comprendemos que la participación de las
docentes en el PID-FPEIAP les ha influido como maestras. Por ello, en esta categoría
hemos querido analizar cómo las maestras perciben que el PID-FPEIAP ha influido en la
construcción su identidad docente.
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
228
6.1.1.1. Transformación y proceso de la identidad docente. El papel del grupo
Comenzaremos analizando lo que las maestras consideraban que ha sido su proceso de
construcción de la identidad docente durante su participación en el PID-FPEIAP. El
desarrollo que afirmaban haber seguido, los factores que más les afectaron y en qué se
vio reflejado.
Para las maestras, las experiencias vividas a lo largo de su vida son las que determinan a
una persona a ser y actuar como lo hace.
Tú tienes la experiencia vivida de todo lo que has vivido en tu infancia, de todo lo
que has estudiado, de las experiencias que luego has tenido, y con las cosas que
te has encontrado (ENGD01A16).
Estas experiencias, afirmaban las maestras, son las que les hicieron querer ser docentes,
pues les dieron una visión de la docencia que desde pequeñas les llevó a querer dedicarse
a esta profesión. Sin embargo, esa experiencia que vivieron, creían que se alejaba bastante
de la verdadera experiencia de ser maestra.
Yo siempre he querido ser maestro, como decías, luego en realidad no era lo que
yo pensaba que era ser maestro, una vez que te metes dentro, pero siempre hay
muchas cosas que son diferentes, pero bueno (ENGD13C16).
Para las maestras, cada persona tiene una percepción de qué es ser docente y la docencia.
Para ellas, esta visión de la figura del docente nace cuando eres estudiante.
A lo mejor esa percepción la tienes en base a tu experiencia sobre lo que han sido
tus profesores a lo largo de tu época de estudiante (ENGD13C16).
Esta percepción va siendo modificada a lo largo de los años, de tal forma que las
participantes consideraban que su identidad docente fue construyéndose desde la
formación inicial y continuó a lo largo de su trayectoria dentro del aula. Esta visión de la
identidad docente es muy próxima a la que da la literatura científica.
Uno tiene la percepción sobre lo que considera que es un docente […] luego
también como decía MAES01, tu experiencia en los primeros años de docente
sobre lo que ves en compañeros y luego tu experiencia con las situaciones a las
que tú te has tenido que enfrentar como docente (ENGD13C16).
Las maestras destacaban entre toda su formación el PID-FPEIAP como un Proyecto que
les ha ayudado a sumar una experiencia más. Una experiencia de intercambio, de conocer
diferentes contextos, de reflexionar…
Cuando esa identidad la compartes dentro de un grupo como hemos podido hacer
en el PID-FPEIAP, sumas una experiencia que no tenías (ENGD13C16).
Para algunas maestras este grupo fue una experiencia muy destacada en ellas, ya que
debido a sus circunstancias no habían podido conocer nada más que un centro y a un
grupo pequeño de compañeros, por lo que su experiencia previa al PID-FPEIAP estaba
reducida a un único contexto.
Me gustó el hecho de que participaran diferentes colegios, porque yo, por
ejemplo, nunca he sido interina entonces siempre me quedo con la cosa de “Jo,
nunca he estado con otros colegios”. Mucha gente me decía “Jo, que lo mismo
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
229
da” Ya, pero la riqueza que te da poder compartirlo con otros coles no te lo da el
“tú sacas tu plaza, estás en un centro y no me he movido” (ENGD01A16).
Otras maestras por el contrario afirmaban que ellas sí que tuvieron la oportunidad de
conocer varios centros y experiencias en sus primeros años. Sin embargo, en muchos
casos, no lo veían como una oportunidad, sino como una limitación que podría llegar a
ahogar sus deseos iniciales.
El primer año que yo empecé a trabajar pasé por nueve centros diferentes, que
entonces yo llegaba a un centro dónde había mucha inclusión y se trabajaba por
proyectos, muchísimas cosas y estabas ahí y decías que bien, y te duraba la
sustitución un mes. Y luego te daban otra sustitución que te duraba tres meses y
eran más cerrados, más de "no, esto se hace así y no te puedes salir de esto"
(ENGD15D16).
Ambas, las experiencias en el PID-FPEIAP y en centros más cerrados, son experiencias
que afectan a la forma de ser de las maestras y ambas las transforman. Sin embargo, la
transformación se realiza en direcciones opuestas. El PID-FPEIAP, aparte de haber
añadido una experiencia más a las maestras, sumó las experiencias de múltiples centros
y personas que avanzan en la misma línea de la búsqueda de la inclusión. Esta situación
expandió la visión de las maestras hacia algo en lo que ya creían y buscaban.
Vas conociendo gente y te metes en proyectos como este, y vas diciendo "No, es
que hay otras cosas. Es que está aquí el grupo, el grupo me está cambiando" y a
mí me ha cambiado (ENGD14E16).
Las maestras afirmaban que su participación en el Proyecto consiguió transformarlas. Las
docentes consideraban que iniciativas de formación permanente como el PID-FPEIAP,
en las que todos trabajan juntos con motivación por un fin común, consiguen transformar
a los participantes a partir de las relaciones que se establecen entre ellos.
Te metes en grupos [refiriéndose a grupos de formación como el PID-FPEIAP] y
ves que es verdad, que el contagio es lo que me ha transformado a mí
(ENGD14E16).
En muchas maestras el PID-FPEIAP les transformó completamente. Hay docentes que
afirmaban que el Proyecto les había hecho ser una maestra totalmente nueva. La forma
de trabajo dentro del mismo, les había permitido crecer y transformarse.
Soy otra maestra totalmente diferente. O sea, por la participación aquí en el
proyecto, el intercambio y vivencias, de experiencias, el compartir los errores, los
problemas, a lo que yo hago en clase con mis alumnos (ENGD07G16).
Para estas docentes, la identidad docente dejó de ser algo únicamente individual para
empezar a ser compartida. Para ellas, adquirieron otra identidad como grupo que les
afectó a su forma de entender la educación y la propia identidad docente, como algo que
solo ellas se crean, para pasar a entenderla como algo que creaban a partir de la reflexión
conjunta y el debate de sus propias experiencias. Ellas ya no consideraban que la identidad
docente fuese solo lo que vivían como maestras, sino también el intercambio que hacían
de sus experiencias, pudiendo conocer otras que ampliasen las suyas. Cuando esas
experiencias iban en la línea de lo que buscaban y deseaban, les ayudaban a transformarse
y a ser otra docente.
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
230
¿Y por qué ha cambiado el PID-FPEIAP?, pues sí, no era la visión de antes de la
identidad docente, es totalmente diferente […]. La identidad docente no es propia,
la identidad docente es grupal y si no la entendemos como tal, no vamos a
funcionar (ENGD13C16).
Las maestras aludían al intercambio de experiencias y afirmaban que les enriqueció en su
trabajo diario al poder observar otras formas de trabajar y llevarlo a la práctica
Me enriquece mucho poder ver y trabajar sobre ello (ENIN12C14).
Las maestras explicaban que el grupo tuvo una gran influencia en ellas, ya que
consideraban que el PID-FPEIAP fue clave para ir transformándolas como maestras en la
concepción que tenían o querían tener sobre la educación y que sin el Proyecto estos
aspectos no hubiesen podido ser transformados.
Por mí mismo, creo que no hubiera sido capaz de dar con esas claves o puntos en
los que hubiese reforzado los aciertos y hubiese eliminado los errores, vamos, de
ninguna manera (EN13GDC16).
La maestras consideraban que la identidad que adquirieron gracias al PID-FPEIAP fue
algo que muchos de sus compañeros no podrían tener al no haber vivido un proceso de
formación como el del Proyecto.
Esta identidad, o esta labor, o esta motivación que tenemos ahora nosotros dentro
del proyecto de innovación no es la de la gran mayoría (ENGD13C16).
Algunas compañeras de colegio vivieron también un proceso de transformación en su
identidad docente gracias al contacto con maestras participantes en el Proyecto, a pesar
de no comenzar participando en el PID-FPEIAP.
Ella ha cambiado a raíz del intercambio que ha tenido conmigo (ENGD07G16).
Las maestras del PID-FPEIAP afirmaban que gracias a la relación que establecieron con
ellas, estas compañeras vivieron también una transformación completa de su forma de dar
clase y su forma de entender la educación, tras muchos años de asentamiento.
Llevo doce años trabajando aquí, y en los dos años que he trabajado contigo, no
quiero volver a hacer lo que hacía antes […] la ves ahora recogiendo las cosas
de la mudanza y como coge cajas de papeles de estos ya que estaban casi
amarillentos, y dice “¿qué fichas que fichas? ¿Esto qué hago con ello?” y yo
“MAES17....”. ¡Y este año ya coge y “Esto todo lo voy a tirar eh!”
(ENGD07G16).
El PID-FPEIAP es visto por las maestras como un proceso formativo y una experiencia
en sus vidas que les afectó a nivel personal y profesional. Las maestras consideran que el
contacto con el grupo hizo que entendiesen la educación y aspectos de su práctica de
forma diferente, lo que les supuso una transformación a nivel personal y profesional que
analizamos de forma más detallada a continuación.
Síntesis y discusión
Algunas maestras consideran que sus primeras experiencias educativas siendo aún niñas
y estudiantes son las que les guiaron en su deseo de ser docentes. Estas experiencias
comenzaron a forjar su decisión de ser maestras y a tener una visión de la educación. Esta
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
231
posición es coherente con lo expresado por Marcelo (2010), quien considera que la
identidad docente se va configurando desde la época de estudiante, mediante la
observación de modelos docentes con los que el futuro maestro se va identificando,
gracias en mayor parte, más al carácter emocional que al racional.
El modelo idealizado de enseñanza que las maestras toman como punto de referencia para
iniciarse en la profesión docente, finalmente termina por no convencerlas, tras su primer
contacto con la realidad del aula. En esta línea y desde una posición de crítica a lo
señalado por Marcelo, Sancho-Gil et al. (2014) consideran que “la constitución de una
identidad docente responsable y comprometida no siempre comienza con el deseo, a veces
más maternal que profesional, de dedicarse a la educación” (p. 15). Para estos autores
existe un peligro para los docentes, a nivel cognitivo y emocional, en el hecho de basar la
construcción de su identidad en una idea romántica y utópica de la enseñanza y la escuela.
Las maestras consideran que son las experiencias como docentes y las relaciones las que
han forjado su identidad, donde el PID-FPEIAP ha tenido una gran influencia al participar
en ambas. Las maestras afirman que en la construcción de su identidad les han afectado
tanto las malas como las buenas experiencias y relaciones. Esta idea de las maestras
confirma las expuestas por otros autores que consideran la identidad docente como un
constructo continuo en el que afectan múltiples factores, entre ellos, las experiencias y
los acontecimientos personales y profesionales (González-Calvo, 2013). En el caso
particular del PID-FPEIAP las docentes lo destacan como una experiencia, personal y
profesional, que les ha llevado hacia un cambio positivo. De esta forma, Taylor (1996)
considera que a partir de la propia identidad, el docente va ser capaz de comprender lo
verdaderamente importante y lo que tiene un significado profundo para él.
El discurso de las docentes refleja como su participación en el PID-FPEIAP les conduce
a hablar de un sentimiento de identidad compartido. Las maestras aluden al Proyecto
como una experiencia en su formación que ha conseguido crear en ellas una identidad
grupal que ha tenido gran influencia en la construcción de su identidad personal. Incluso,
esta situación ha sido influyente en la construcción de las identidades docentes de
compañeros de escuela de las participantes del PID-FPEIAP. Desde esta línea de discurso
de las maestras, Imbernón (2007a) señala que en el proceso de crear una identidad
personal son importantes las relaciones que se establecen y que permiten a los individuos
complementar su identidad docente con la identidad grupal. Así, la identidad profesional
se construye en espacios sociales de interacción, como los que generó el PID-FPEIAP,
donde el docente va a ir configurando su identidad a través del reconocimiento de los
demás (Bolívar Botía, Fernández Cruz, & Molina Ruiz, 2005; Taylor, 1996).
6.1.1.2. Transformación del pensamiento docente y el conocimiento educativo
Como consecuencia del proceso de transformación de la identidad docente a través de la
relación con el grupo del PID-FPEIAP, las maestras cambiaron no solo algunas prácticas
(como analizaremos en la siguiente categoría), sino que experimentaron un proceso de
transformación interno que les llevó a comprender la educación de otra forma, desde: (a)
el concepto sobre educación inclusiva; (b) su lenguaje en torno a la educación o; (c) el
modelo de educación que comenzaron a transmitir día a día en sus aulas.
Transformación en el concepto a sobre educación inclusiva
El trabajo en el fomento de la educación inclusiva llevó a las maestras a una
transformación sobre el propio concepto que tenían respecto al espectro de alumnado que
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
232
abarcaba. Así, algunas maestras a pesar de llevar varios años dando clase y habiendo
aprobado unas oposiciones afirmaban que desconocían el concepto educación inclusiva.
No tenía ni idea de la educación inclusiva, no tenía información ni formación de
la educación inclusiva para nada. O sea, que tampoco lo había escuchado como
tal (ENIN03A14).
La mayoría de las maestras desconocían todo lo relacionado con actuaciones educativas
para fomentar la educación inclusiva, como grupos interactivos o tertulias literarias
dialógicas.
Grupos interactivos ¿Qué es eso? Tertulias ¿Pero eso quién se lo ha inventado?
Yo no conocía nada de eso ni había escuchado hablar nunca jamás
(ENGD02H16).
Muchas de las participantes antes de su participación en el PID-FPEIAP consideraban
que la educación inclusiva hacía referencia al trabajo con alumnado con necesidades
educativas especiales. En algunas de sus respuestas puede apreciarse cómo las maestras
entienden el concepto de diversidad de forma errónea.
Yo antes la educación inclusiva como que lo atribuía pues a integración, o
atención a la diversidad, pero a la diversidad sobre todo de casos más específicos
(ENGD07G16).
Otras maestras, afirmaban que ellas sí que conocían el concepto, pero de manera muy
circunstancial y sin ser capaces de profundizar en los objetivos o qué se planteaba con
esta educación. Lo que suponía que las maestras afirmasen que no sabían cómo llevarlo
a cabo en el aula.
Antes sabía que existía algo que se llamaba educación inclusiva pero no sabía
muy bien qué era ni para qué ni cómo hacerlo en el aula para llevarlo a la
práctica, no, antes no (ENIN02A14).
Las docentes no consideraban que la educación inclusiva podía llegar a abarcar a toda la
escuela. Era una posibilidad que ni tan siquiera se habían planteado.
Había escuchado hablar de ella, tenía conocimiento que existía, pero tampoco me
había planteado directamente la escuela como escuela inclusiva (ENIN09B15).
La falta de conocimiento y de formación previa acerca de la educación inclusiva hizo que
muchas maestras al iniciarse en el PID-FPEIAP no tuviesen ni siquiera interés por este
tipo de educación.
Casi no sabía lo que era, había escuchado hablar de ella, pero no sabía muy bien
lo que era, entonces interés como tal, pues no (ENIN02A14).
Sin embargo, en el análisis también encontramos un número muy bajo de maestras que
afirmaban conocer qué era la educación inclusiva antes de su participación en el Proyecto.
Yo de educación inclusiva sí había oído hablar (ENGD14E16).
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
233
Estas docentes afirmaban que debido al carácter individual de la formación donde lo
aprendieron nunca lo pusieron en práctica.
Hacía ya un tiempo que lo conocía por un compañero, estuve con él en Palencia
en unas jornadas y bueno, pues quedó ahí, porque estaba sola (ENIN11C14).
Tras el trabajo de las maestras en el PID-FPEIAP el desconocimiento sobre la educación
inclusiva desapareció. Las maestras afirmaban que el Proyecto les ayudó a comprender
la amplitud del término, sus principales factores, objetivos, etc.
A raíz de esto [refiriéndose al PID-FPEIAP] te das cuenta de mira, que otros
caminos para que efectivamente la participación, del protagonista, el niño, que
ellos sean los que dirigen su aprendizaje (ENGD02H16).
Se formó en ellas una nueva concepción del término o ampliación que les ayudó a
transformar su pensamiento en torno a las posibilidades que la educación podía ofrecer.
El formarme, el saber de la educación inclusiva, lo estamos diciendo antes que
no tenía ni idea de que era y ahora a través de la Universidad nos han hecho
cambiar un poco la forma de pensar y aprender cosas nuevas (EN03INA14).
El nuevo conocimiento se vio reflejado en la multitud de prácticas educativas que
conocieron y con las que fomentar la educación inclusiva en sus aulas y sus centros
educativos.
Fue a raíz de este proyecto cuando “ah, pues mira, sí que existen cosas novedosas
por ahí que se llevan a la práctica y funcionan y demás” (ENGD02H16).
El PID-FPEIAP les ayudó, en algunos casos, a cambiar la percepción errónea que tenían
de la educación inclusiva. Una percepción que les hacía relacionar la educación inclusiva
como una educación solo para alumnado con necesidades educativas especiales.
A mí me ha cambiado la visión de eso, de verlo antes, no como un problema, pero
como que lo atribuía a los niños que tenían entrecomillas “problemas”. Como un
poco tender a la diversidad de esos niños que más lo necesitaban (ENGD07G16).
Las maestras afirmaban que transformaron este concepto que tenían en torno a la
educación inclusiva limitado a un grupo del alumnado, para entenderla como una
posibilidad para todo el alumnado.
Entonces a mí lo que me ha cambiado es que realmente la inclusión es la inclusión
para todos, para el que tiene un ritmo más rápido, para el que lo tiene más lento,
para el que habla más, para el que es más tímido…(ENGD07G16).
Las docentes comenzaron a entender la educación inclusiva como una educación que
abarcaba a toda la comunidad educativa.
Ahora creo que la inclusión abarca todo. A todos los niños, a toda la comunidad
educativa (ENGD07G16).
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
234
Esta transformación en el concepto sobre educación inclusiva les supuso una evolución
en su pensamiento y su aprendizaje. Afirmaban que a través de la forma de trabajo del
PID-FPEIAP construyeron otra forma de entender la educación desde el conocimiento.
Ver otras maneras de trabajar para ver que con todos los niños se puede trabajar
cualquier cosa, no porque tengan limitaciones y sobre todo… bueno es que no te
puedes estancar que hay otras formas de trabajar y otros puntos de vista que te
pueden aportar otros profesores también y no sé es como evolución, como
renovarse (ENIN04A14).
Las maestras, por lo general, desconocían el concepto educación inclusiva o tenían un
conocimiento muy superficial cuando accedieron al PID-FPEIAP. Las docentes afirman
que su participación en el Proyecto les ayudó a comprender la amplitud y posibilidades
de la educación inclusiva para todo el alumnado, lo que les supuso una transformación en
su concepto de entender la educación, que se vio también reflejado en otros aspectos como
el lenguaje que comenzaron a usar.
También queremos recalcar que, si bien, las maestras en general desconocían el concepto
o cómo ponerlo en práctica, como analizaremos más adelante, algunas de ellas sí que
realizaban ya prácticas o tenían metodologías que abarcaban el concepto de inclusión.
Transformación en el lenguaje en torno al término educación inclusiva
Una de las transformaciones propias de las maestras que descubrimos al analizar los datos
fue el lenguaje que usaban. Al principio, como hemos analizado, apenas conocían el
término educación inclusiva, por lo que su lenguaje era muy limitado en términos de
inclusión. Sin embargo, las maestras afirmaban que tras su participación en el PID-
FPEIAP el lenguaje que adquirieron en torno a la inclusión cambió. Creían que su
conocimiento sobre educación inclusiva se vio reflejado en la forma en la que hablaban
y lo transmitían oralmente.
Ahora es un lenguaje como más rico a la hora de hablar de la inclusión
(ENGD13C16).
Comprender la amplitud del término educación inclusiva les ayudó a expresarse de una
forma más completa en torno al propio término y a sus múltiples matices.
No hablamos el igual o el concepto de atención a la diversidad no es igual al que
tengo yo ahora […]. O a lo mejor sí que es el mismo concepto, pero no es la
percepción o los matices (ENGD13C16).
Las participantes revelaban que comenzaron a trabajar oralmente conceptos que antes no
se habían planteado, como las interacciones, la participación familiar, la comunidad
educativa, etc. Conceptos que desconocían y que modificaron su lenguaje al hablar de
educación.
Es como que tienes ahí, no sé, has concretado más, has ido parcelando más el
lenguaje. Yo en eso sí que he notado un cambio grande, al menos, personalmente
(ENGD13C16).
La ampliación del término y el lenguaje hizo que la propia palabra inclusión se tornase
para ellas en una palabra llena de matices y posibilidades.
Se ha vuelto más inclusiva la propia palabra en sí (ENGD07G16).
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
235
Las docentes afirmaban que su lenguaje se había ampliado a otras palabras relacionadas
con la inclusión y el PID-FPEIAP, como el término transformación. La palabra
transformación fue muy utilizada en el Proyecto al ser unos de los objetivos
fundamentales. Las maestras, cuentan que ese término se amplió y lo comenzaron a
entender en una mayor variedad de contextos.
La palabra que más me gusta dentro del proyecto de innovación y es una que yo
creo que la tenía clara, es la transformación, no sé si de transformación de la
escuela o de transformación de la sociedad. Creo que aquí se me ha ampliado
mucho más, pero era de transformación (ENGD13C16).
La transformación del lenguaje se vio reflejada en momentos en los que las maestras
necesitaron usar un lenguaje más técnico, como, por ejemplo, en un vídeo de uso propio
que se grabó para el COLEC. Las maestras mostraron un gran conocimiento de conceptos
propios de la literatura y el trabajo diario sobre educación inclusiva.
Hoy después de la reunión del PID-FPEIAP las maestras del COLEC han pedido
a otras maestras del PID-FPEIAP grabarles para un vídeo que están haciendo
sobre grupos interactivos, el PID-FPEIAP y la educación inclusiva. De otros
colegios ha participado MAES05. INV01 y yo estábamos oyéndola hablar y nos
hemos quedado muy sorprendidos. La forma de expresar aspectos concretos de
la práctica de grupos interactivos como las interacciones o el aprendizaje social
o términos de su formación como la importancia de la formación reflexiva reflejan
un conocimiento muy amplio de la educación inclusiva, cuando hace unos pocos
meses apenas sabía en qué consistía (Diario. Abril, 2014. O).
La ampliación del lenguaje también se pudo observar cuando las maestras tuvieron que
explicar a otros compañeros que no conocían qué eran los grupos interactivos la forma de
trabajo y los principales aportes de esta actuación.
El lenguaje de algunas profesoras es increíble. Están explicando a otros
profesores nuevos en qué consisten los grupos interactivos: “grupos heterogéneos
que favorezcan la diversidad, sean estables y prolongados en el tiempo, mejoren
la socialización...” (Diario. Mayo, 2015. O).
Las docentes consideraban que ellas lo habían visto reflejado cuando tuvieron que realizar
peticiones de proyectos en el centro, al redactar las solicitudes o memorias de dichos
proyectos. Las protagonistas explicaban que mientras que antes de participar en el PID-
FPEIAP el lenguaje que solían utilizar en la solicitud de estos proyectos era muy limitado
en vocabulario, expresiones e ideas, tras su participación en el Proyecto esto cambió.
Yo veo proyectos que elaborábamos igual al inicio de ese año de empezar a hacer
los grupos interactivos, y el lenguaje que nosotros mismo utilizamos es diferente
(ENGD13C16).
Su participación en el PID-FPEIAP les ayudó a adquirir un lenguaje más amplio que les
ayudó, por ejemplo, en la redacción final de las memorias de los proyectos. Así,
mantienen que cuando compararon ambos documentos, el redactado antes de su
participación en el PID-FPEIAP y el posterior, notaron grandes diferencias.
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
236
Ese primer proyecto que yo me acuerdo ahora, un proyecto inclusivo a la
memoria inclusiva final, que es totalmente diferente, porque ves otros aspectos
diferentes y, no sé, porque también el lenguaje que nosotros utilizamos es también
muy diferente (ENGD13C16).
Las docentes consideraban que otra de las transformaciones que habían experimentado
como maestras a raíz de su participación en el PID-FPEIAP es el lenguaje que ahora
utilizan. Ampliar su concepto sobre educación inclusiva, el trabajo diario en las aulas o
los procesos de reflexión colaborativos, les ha permitido una amplitud de su lenguaje en
términos de inclusión que les ha ayudado en momentos de su práctica. Tanto en aspectos
más dedicados a la gestión, como los que hemos analizado, como en aspectos de su día a
día, como analizamos a continuación.
Transformaciones en pensamiento docente de las maestras y cómo les ha
afectado a su práctica diaria
Todas estas transformaciones que las maestras experimentaron en su forma de entender
la educación, sus conceptos o su lenguaje también se vieron reflejados en la educación
que transmitían con su práctica diaria.
Hay participantes que nos explicaban que este cambio no se vio tan reflejado, ya que antes
de su participación en el PID-FPEIAP realizaban prácticas o metodologías inclusivas.
Yo cambios metodológicos en el aula no he hecho ninguno (ENIN02A14).
Para otras maestras, la transformación fue muy importante. Así, estas maestras afirmaban
que su forma de trabajar y su concepción en torno a la educación cambiaron. Gracias al
PID-FPEIAP desarrollaron aspectos que no se esperaban cuando comenzaron a participar
en el Proyecto.
Yo cuando empezamos nunca creí que tres años después […] que tanto a nivel
personal me iba a cambiar la forma de trabajar, de ver la educación
(ENGD01A16).
Consideraban que en este periodo de tres años que hemos analizado, el Proyecto fue el
factor principal en la transformación de su pensamiento.
El proyecto, la verdad que me ha servido mucho para cambiar la forma que yo
tengo de pensar (ENIN03A14).
Tras su participación en el PID-FPEIAP, las docentes se transformaron en maestras
completamente diferentes, con otra identidad respecto con la que comenzaron tres años
antes.
Yo de 3 años antes a ahora soy otra maestra, totalmente diferente (ENGD07G16).
La concepción educativa y la identidad docente que les acompañaba a raíz de su
participación en el PID-FPEIAP les ayudaron a encontrar una concepción de educación
con la que se sentían identificadas y que les posibilitó avanzar en el cambio educativo.
Me ha enriquecido y me ha servido pues para cambiar y decir, jo, pues sí que
merece la pena el intentar, el hacer algo, y más sobre todo cuando lo que haces
lo haces porque te gusta (ENGD01A16).
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
237
Esta nueva concepción de educación les permitió romper con algunas posturas anteriores
preconcebidas que tenían en torno a la educación. Con una concepción de metodologías
tradicionales e individualistas para trabajar con el alumnado.
Yo venía de la clase típica, a lo mejor en Primaria todos sentados o en Infantil si
se trabaja más por rincones, pero en Primaria el trabajar cada uno en su mesa,
pues me ha hecho cambiar la forma de pensar (ENIN03A14).
La transformación de su concepto también les ayudó a romper con las limitaciones que
muchas veces ellas mismas o el contexto les marcaban. Así, comenzaron a comprender
las posibilidades que tenía la educación para traspasar las paredes del aula y transcender
a otros ámbitos de la vida.
Yo antes, me quedaba más en el día a día y en lo que yo hacía en mi clase, y ahora
como que transciende a decir, jo, es que se pueden cambiar las cosas
(ENGD07G16).
La nueva concepción no sólo se vio reflejada en las palabras de las maestras, sino también
en su práctica diaria. Así, afirmaban que desde su participación en el PID-FPEIAP, la
educación que comenzaron a transmitir a su alumnado tenía que estar centrada en el
fomento de la educación inclusiva.
Estoy un poco obsesionada ya porque a todo lo que hago con los niños le tengo
que ver la inclusión, la cooperación, la verdad que eso ha trascendido a otras
cosas (ENIN07A14.).
Al tener la necesidad de adaptar la educación a su concepción educativa, las maestras
consideraban que su práctica educativa se transformó por completo desde que
comenzaron a participar en el PID-FPEIAP.
En la práctica a mí totalmente me ha cambiado, de cómo trabaja antes a como
trabajo ahora (ENGD07G16).
El cambio conceptual en las clases de estas maestras fue muy grande. Así, por ejemplo,
trataron de dar protagonismo a las interacciones con el alumnado y cambiaron la visión
que tenían de las clases y del potencial de las diálogo entre el alumnado.
Yo era mucho que en clase, silencio, tranquilidad que no se alborotaran mucho y
claro para favorecer las interacciones tienen que estar hablando, tiene que haber
movimiento y en eso también me ha cambiado, ahora cuando entro en la clase y
veo a los niños hablando digo ¡ay qué bien! y antes ¡huy estos! esta profesora los
tiene aquí a rajatabla porque están desmadrados, y eso también me ha cambiado
la verdad que sí (ENIN07A14.).
Esta transformación conceptual se vio reflejada en su actuación durante la práctica.
Trataron de ser menos protagonistas durante las clases y dar el protagonismo de su propio
aprendizaje al alumnado.
Intento, sobre todo, hablar yo menos y que entre ellos sean capaces de averiguar
lo que hay que hacer (ENIN09B15).
Las docentes aprendieron otras formas de trabajar en el aula. Comenzaron a enseñar no
solo conceptos o destrezas, sino que centraron sus esfuerzos en conseguir en el alumnado
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
238
el desarrollo de aspectos como la mejora de los procesos de interacción para mejorar su
aprendizaje.
Con el proyecto, sí me he dado cuenta de una forma diferente de trabajar que
aprendan a ayudarse, y claro requiere tiempo el que aprendan a ayudarse como
tú quieres que se ayuden (ENIN01A14).
El interés de las maestras por enseñar y fomentar estos nuevos conocimientos en su
alumnado vino relacionado con una transformación del aprovechamiento del material
para acabar con las individualidades.
Cuando doy informática a los niños y a veces a lo mejor para un niño hay diez
ordenadores, bueno, pues me bajo a siete niños y ponemos cada uno en uno.
Ahora no, les enciendo tres y “os ponéis de dos en dos y por lo menos vais
hablando de lo que vais haciendo o vais esperando el turno”, la verdad es que ya
es todo para todo, ya, eso sí que ha trascendido la inclusión y la cooperación a
todo lo que estoy haciendo (ENIN07A14).
Las docentes también transformaron la forma en la que comenzaron a organizar sus aulas,
para realizar grupos más heterogéneos y que las interacciones se impulsasen.
Hasta la forma de colocar el aula, yo antes tenía a los de tres años en una mesa
a los de cuatro en otra y a los de cinco en otra, y ahora los tengo mezclados
(ENIN09B15).
Las maestras afirmaban que este deseo de fomentar la inclusión traspasó las paredes del
aula y necesitaban que todo fuese inclusivo a lo largo de la jornada. Un cambio en su
concepción educativa y en su práctica que consideran una transformación sustancial.
Ya como que tiene que ser todo, todo, inclusivo. Que en todos los sitios los
alumnos aprendan a ayudarse, aprender a respetarse, a colaborar. Yo creo que,
de tenerlo como parcelado, a que incluya todo, toda la jornada escolar, y a todos
los niños, y a la comunidad y a todo. Para mi es que es un cambio radical
(ENGD07G16).
El cambio en su concepción educativa fue tan grande en las maestras que afirmaban que
no podían parar, que siempre estaban tratando de avanzar poco a poco en la búsqueda de
más inclusión, en otros lugares, con otras estrategias.
¿Ahora? ¿Cómo voy a cortar y a hacer otra cosa totalmente diferente? Pues no,
tienes que buscarte diferentes estrategias, metodologías, como lo quieras llamar,
para seguir teniendo esta inclusión, porque ves que funciona, ves que va bien,
necesitas eso para estar tu mejor trabajando, para estar más a gusto
(ENGD15D16).
Las maestras, en general, afirmaban que su concepción educativa se vio transformada a
raíz del PID-FPEIAP y, junto a ella, los valores que comenzaron a transmitir en su
práctica diaria. La inclusión y las interacciones fueron aspectos buscados por las maestras
en cualquier momento de la jornada educativa. Para ello, trataron de encontrar las formas
de poder avanzar poco a poco en esta nueva concepción de educación que les acompañaba
y, que como analizamos a continuación, se asentó como una parte de su identidad docente.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
239
Síntesis y discusión
En su proceso de formación, el discurso de las maestras nos muestra cómo transformaron
su concepción en torno a la educación inclusiva. Antes de comenzar en el PID-FPEIAP,
la mayoría de las maestras entendían la educación inclusiva como una educación asociada
únicamente al alumnado con necesidades educativas especiales. Echeita (2008) afirma
que la asociación entre inclusión y necesidad viene explicada por la corriente educativa
que inició su curso en España en los años noventa, con la LOGSE. En esta legislación se
relacionaba la integración escolar con el alumnado con necesidades educativas especiales.
El fin de esta integración no era otro que el acomodar a dichos escolares a los patrones de
“normalidad”. La mayoría de las participantes del proyecto estudiaron sus carreras
durante aquel periodo y la escasa participación en cursos y formaciones posteriores
vinculadas con la educación inclusiva, desde el fin de la formación inicial, les lleva a
tener esta conceptualización errónea de la inclusión en el aula.
Tras su participación en el Proyecto, las maestras afirman que consiguieron transformar
y ampliar su concepción en torno a la de educación inclusiva. Comenzaron a comprender
que era un concepto que buscaba la mejora de todo el alumnado e incluía también a toda
la comunidad educativa. Así, el PID-FPEIAP consiguió que las maestras creasen un
conocimiento teórico (Hargreaves & Shirley, 2009) en torno al término educación
inclusiva, adoptando una postura crítica y acorde a la actual literatura científica, pues, en
palabras de Botth y Ainscow (2015) la educación inclusiva:
No se trata de un aspecto de la educación relacionado con un determinado
grupo de estudiantes. Tiene que ver con la coherencia en las actividades
de mejora o innovación que habitualmente se llevan a cabo en los centros
escolares bajo una variedad de iniciativas, para que converjan en la tarea
de fomentar el aprendizaje y la participación de todo el mundo: los
estudiantes y sus familias, el personal, el equipo directivo, y otros
miembros de la comunidad (p. 24).
La transformación de la expresión de las maestras y el aprendizaje de nueva terminología
a través del Proyecto nos hace pensar en las relaciones que planteaba Foucault (2000)
entre el lenguaje y el poder. Sin duda, a lo largo de su formación inicial las participantes
fueron construyendo su identidad docente y su forma de entender la educación a través
del lenguaje plasmado en la legislación pertinente, los discursos políticos y los medios de
comunicación. Los resultados que hemos extraído en nuestro análisis visibilizan los
errores que produce esta única forma de enseñar a los futuros docentes y demandan no
solo la necesidad de enseñar nuevos modelos educativos alejados del discurso oficial,
sino también de formar su capacidad crítica. Estamos de acuerdo con Zúñiga (2013) en
que si queremos formar docentes innovadores y comprometidos con la educación
debemos hacer que su lenguaje tenga en cuenta a todo el alumnado y la comunidad
educativa, que permita generar espacios de participación y que a ellos mismos les haga
reflexionar sobre lo que aprenden y lo que viven en sus aulas. Sin duda, el lenguaje es
una de las herramientas que transforman nuestro pensamiento y nuestra forma de entender
el mundo
Pero, además de construirnos como sujetos individuales, hemos visto a través de nuestro
análisis cómo el lenguaje permite adquirir una identidad de grupo. Las maestras muestran
cómo el trabajo en el Proyecto ha llevado a sus integrantes a compartir un lenguaje común
que les ha permitido tener una concepción distinta de la educación. Esta línea de discusión
se corresponde con trabajos como el de Picón (2001), en el que se afirma que el cambio
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
240
en las instituciones educativas viene motivado por las formas de comunicación y el
lenguaje utilizado. El lenguaje permite crear sentimientos conjuntos, valores compartidos
y una forma homogénea de entender la educación (Cantón & García, 2012).
La voz de las maestras refleja cómo se ha producido una transformación de su
pensamiento docente, impulsada por los factores antes analizados. El profesorado ha
adquirido un pensamiento crítico respecto a la educación que les ha llevado a procurar
transformaciones sociales y no solo en las prácticas educativas. Autores como Kincheloe,
Giroux o McLaren, (Kincheloe, 2012; Giroux, 1990, Kirylo, Thirumurthy, Smith, &
McLaren 2012) consideran que la adquisición de un pensamiento crítico por parte del
profesorado es un paso fundamental y necesario para que las formaciones puedan
producir transformaciones sociales. En el PID-FPEIAP, la adquisición de este
pensamiento produjo que las maestras comenzasen a centrar sus esfuerzos educativos en
promulgar entre su alumnado actitudes equitativas, dialógicas, de solidaridad y de justicia
social que se expandieron más allá de las aulas, procurando una transformación social. Si
analizamos las investigaciones de otros autores como Zeichner (Zeichner, 2010, 2016;
Zeichner & Liston, 1996), comprendemos como este posicionamiento de las maestras
refleja unos valores de justicia social y transformación propios de un docente
comprometido no solo con la mejora educativa de su alumnado, sino con la mejora de la
sociedad.
6.1.1.3. Autonomía y liderazgo de las maestras
El pensamiento educativo de un docente va a ser el que le acompañe en sus prácticas
diariamente. Cuando este pensamiento está asentado y realmente es propio, el docente
adquiere una necesidad de liberarse de todo aquello que le quiera hacer volver a
pensamientos posteriores.
Para conseguirlo, los procesos formativos deben dotar a los participantes de las
herramientas suficientes para que puedan seguir formándose y avanzando sin necesidad
de ser dependientes de nadie ni nada. Así, las maestras fueron preguntadas en las
entrevistas individuales acerca de su autonomía para seguir realizando las prácticas
inclusivas en el caso de que el PID-FPEIAP desapareciese. Todas ellas afirmaron que
podrían seguir adelante con total autonomía. Su convencimiento con la forma de trabajo
que habían aprendido durante un año, continuaría en sucesivos cursos académicos.
Sí, yo creo que sí, más que nada porque en mi cole hay muchas compañeras
interesadas en seguir haciéndolo, o sea que no me quedaría que, si lo dejara la
universidad y no los quiere hacer nadie, sería yo sola lo seguiríamos haciéndolo
las compañeras todas yo creo que sí que seguiríamos seguro porque nos está
gustando mucho a todas (ENIN02A14).
Esta adquisición de autonomía, relacionada con su actual identidad docente, fue muy
importante para que las maestras que iban a cambiar de colegio al finalizar el año, se
incorporasen al nuevo centro con el convencimiento de que iban a seguir trabajando como
lo habían hecho durante su formación en el PID-FPEIAP.
Yo si estoy en otro colegio yo voy a seguir implantando los grupos interactivos
(ENIN07A14).
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
241
El convencimiento de estas maestras era tan fuerte que querían mantener esta forma de
trabajo en sus nuevos destinos y contagiar a otros compañeros de esta manera de entender
la educación.
Yo intentaré hacerlo yo y tratar de convencer allá donde vaya para difundirlo
pues, la verdad, está muy bien (ENIN07A14).
Finalmente, algunas maestras tuvieron que cambiar de centro durante el PID-FPEIAP. En
algunos casos, estas maestras optaron por conocer primero el centro y al alumnado e ir
añadiendo poco a poco en su aula las prácticas, mientras trataban de conseguir que más
compañeros se sumaran.
A mí me paso este año, calladita, a ver por donde cojean estos compañeros míos.
El año que viene empezamos con más tertulias literarias y grupos a lo mejor
también. Pero claro, el primer año nada más llegar, es como que no puedes poner
ahí... Y les vas contando un poquito, y vente un día y los ves… (ENGD02H16).
En otros casos, hubo maestras que se cambiaron de centro y comenzaron, ya desde el
principio, a trabajar estas dinámicas en la práctica y a tratar de que sus compañeros y todo
el centro participasen junto a ella.
El año pasado cuando llegué empecé ahí a vender, a vender, a vender, y empecé
con los grupos interactivos, con los talleres con padres, y en cuanto lo vieron,
pues ya marcas y empiezas a meter igual a todo (ENGD07G16).
Las maestras, se cambiasen o no de centro, afirmaban que en el caso particular de
continuar haciendo grupo interactivos, sí que podrían seguir sin estar en el PID-FPEIAP,
pues el Proyecto les había dotado de un conocimiento en todos los ámbitos necesarios
para llevarlo a cabo.
Si fuera que pasara cualquier cosa y no pudierais sí que lo podríamos hacer pues
la verdad es que este año ha sido de mucha ayuda pues todos los que habéis
participado, yo creo que sí más o menos, pues las pautas como hay que hacerlo y
todo lo tenemos bastante organizado (ENIN06A14).
La forma de trabajar en el Proyecto había sido la clave para dotar de autonomía a las
participantes. En el PID-FPEIAP, cada una de las acciones que las maestras llevaran a
cabo en sus respectivos centros, tuvo aparejada la toma de decisiones por parte de las
maestras en relación a temas vinculados con la organización, la coordinación y la puesta
en práctica. Esta forma de trabajo les otorgó una gran autonomía y seguridad para poder
llevar a cabo nuevas experiencias en solitario si el PID-FPEIAP desaparecía.
Yo creo que sí, yo creo que se podría encarrilar ya sabemos cómo funciona, ya
sabemos más o menos por dónde lo tenemos que llevar y habiendo una
coordinadora y tal yo creo que sí que se podría llevar (ENIN04A14).
Aunque las docentes afirmaban que sin el Proyecto podría no ser igual, el convencimiento
de haberlo estado realizando durante un año en la práctica les daba la seguridad de creer
que funcionaría.
Entonces sí funcionaría porque ya estamos, llevamos todo el año con ello, pero a
lo mejor no de la misma manera (ENIN05A14).
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
242
Las maestras estaban convencidas de que perder al Proyecto supondría una mayor
dificultad para relacionarse con otros centros educativos con los que sumar experiencias.
Sí, hombre digo que poder funcionar funcionaría, pero no sería tan enriquecedor
teniendo otros puntos de vista y sería como tenemos ahora los grupos interactivos
(ENIN05A14).
Las docentes no sólo afirmaban que sentían una autonomía a la hora de realizar una
práctica concreta, sino que se veían más autónomas en muchos aspectos relacionados con
la docencia y la formación.
Nos hemos vueltos más autónomos a la hora de reflexionar, a la hora de innovar
(ENGD07G16).
La autonomía de las maestras en su proceso de formación se vio reflejada en momentos
durante el PID-FPEIAP. Así, durante el segundo año, el PID-FPEIAP vivió un
estancamiento (como se analiza en la categoría de tensiones), pero las maestras siguieron
avanzando en su formación a pesar de no poder contar con la participación constante del
Proyecto, como el primer año.
Hoy he hablado con MAES07. Me ha dicho que está un poco quemada. El PID-
FPEIAP este año no le está ayudando mucho porque se ha centrado más en
grupos interactivos. La he preguntado que entonces qué estaba haciendo y me ha
dicho que está haciendo talleres con infantil y un trabajo de rincones inclusivos
que le gustaría contar en el PID-FPEIAP para poder mejorarlo. Me ha
sorprendido esta respuesta, porque, aunque afirma que el PID-FPEIAP este año
no le está ayudando mucho, ella ha seguido avanzando y haciendo cosas nuevas
(Diario. Abril, 2015. R).
El mayor ejemplo de autonomía lo encontramos el tercer año. Cuando el PID-FPEIAP se
para a causa de la enfermedad del coordinador y, finalmente, se inicia pasados 4 meses.
En aquella primera reunión las maestras contaron lo que habían estado haciendo durante
ese periodo y los cambios que habían estado llevando a cabo.
Hoy es la primera reunión del PID-FPEIAP desde octubre. El ambiente, por
supuesto no es el más idílico, pero las maestras muestran muchas ganas de poder
seguir adelante con el Proyecto. José les ha pedido que para empezar podía ser
una buena forma que nos contasen qué están haciendo actualmente en sus
prácticas y si han realizado algún cambio en este tiempo que no nos hemos visto
(Diario. Febrero, 2016. O).
Las maestras habían seguido realizando las prácticas inclusivas que ya realizaban, pero,
además, muchas de ellas habían comenzado a poner en práctica el aprendizaje por
proyectos, método sobre el que se formaron a final del curso pasado y que sólo habíamos
podido trabajar en dos reuniones antes del parón.
Me ha sorprendido mucho lo que ha contado alguna maestra. Por lo general han
dicho que siguen con grupos interactivos y con Tertulias o Talleres que ya
realizaban. Pero hay maestras que dicen han comenzado con el Aprendizaje por
Proyectos. Ese era el objetivo de este año del PID-FPEIAP, que apenas hemos
podido trabajar y, sin embargo, ellas han sido capaces de buscarse otros medios
y otras formas para comenzar a llevarlo a cabo. Para mí eso denota en las
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
243
maestras un gran entusiasmo por seguir avanzando y una adquisición de
autonomía respecto al PID-FPEIAP (Diario. Febrero, 2016. R).
Esta adquisición de autonomía que hemos analizado, consideraban las maestras que la
lograron gracias a la forma de trabajo del PID-FPEIAP, basada en procesos de guía y
orientación por parte del coordinador.
Al principio un poco guiar y orientar y después dejar la autonomía, lo mismo que
hacemos con los alumnos tiene que pasarnos a nosotros, yo creo que estos
proyectos buscan también un poco eso, porque si ya eres autónomo en esto puedes
pasar a otras cosas esto ya se integra en tu dinámica general del día a día
(ENIN07A14).
Las maestras afirman que durante su participación en el PID-FPEIAP adquirieron una
autonomía que les permitió anteponerse a las dificultades y las presiones para seguir el
camino de construcción basado en un ideal educativo y una identidad docente que habían
adquirido en el Proyecto.
Como hemos podido analizar en esta categoría, las participantes detallan que el PID-
FPEIAP les ayudó en la construcción de sus identidades docentes, lo que se vio reflejado
en sus conocimientos, su lenguaje o su ideal educativo. Todo ello, marcó durante su
participación en el PID-FPEIAP la forma de concebir la educación de las maestras, lo que
junto a la autonomía que les otorgó la formación del Proyecto, consideran que les ayudó
a seguir trabajando sin descanso en construir escuelas y comunidades más inclusivas.
Síntesis y discusión
El discurso de las docentes nos muestra cómo estas consideran que el PID-FPEIAP les
enseñó en relación a la autonomía docente, formativa e investigadora. Esta autonomía se
vio reflejada en aspectos como sus prácticas educativas o su capacidad de autoformación.
El proceso de adquisición de autonomía es necesario en la investigación-acción
participativa (Stringer, 2014). Greenwood y Levin (2007) adquieren una postura crítica
al respecto, estos autores consideran que en la investigación-acción participativa la
formación y el desarrollo de los docentes no puede estar supeditado a la figura de un
externo; este debe ser un acompañante que dote de autonomía progresivamente a los
participantes y abandone el grupo cuando considere que ya no es necesario. De no
hacerlo, la investigación-acción participativa pierde su carácter crítico y el docente
sacrifica su autonomía en pro de adquirir una falsa seguridad que oculta una relación de
poder (Elliott & Adelman, 1996).
Así, encontramos investigaciones como la de Osses (2008), quien analiza la importancia
del desarrollo de la autonomía de los docentes participantes en un proceso de
investigación-acción en comunidades vulnerables; o investigaciones como la de Wang y
Zhang (2013), quienes justifican la realización de su estudio sobre la autonomía de los
docentes a través de procesos de investigación en la necesidad de que se aumente la
literatura científica sobre cómo los docentes hacen investigaciones y cómo obtienen
autonomía a través de ese proceso.
La forma de trabajo del PID-FPEIAP permitió a las maestras adquirir una conciencia
crítica sobre sus realidades y sobre la educación que les permitieron avanzar en sus
prácticas y su formación de manera autónoma. Ante las dificultades, las maestras
consideraban que podían seguir avanzando autónomamente. Se trató de un proceso de
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
244
autonomía en el que el docente adquirió un liderazgo sobre sí mismo para buscar su
libertad y las mejores formas para avanzar en la línea de su concepción educativa (Freire,
1968/2007).
Basada en el asentamiento de un concepto educativo, las maestras muestran una
adquisición de liderazgo. Las docentes asumieron un papel principal en momentos de su
formación para poder seguir avanzando en la transformación de sus prácticas y de sus
contextos por otros más inclusivos, independientemente del contexto o si su situación era
fija o de interinidad. Esta postura de las maestras ha sido definida por autores como un
liderazgo docente, mediante el cual “los profesores, individual o colectivamente, influyen
en sus colegas, directores y otros miembros de la comunidad escolar para mejorar la
enseñanza y las prácticas de aprendizaje con el objetivo de incrementar los aprendizajes
y los logros de los estudiantes” (York-Barr y Duke, 2004, p. 287). Bolívar (2011) apoya
esta postura afirmando que cuando los docentes comprenden la educación más allá de la
interacción profesor-alumno, les mueve la necesidad de adoptar un papel de agente activo
en el cambio y ejercer un liderazgo docente.
6.1.2. Transformaciones producidas en la práctica por la participación de las
maestras en el PID-FPEIAP
En esta categoría analizaremos algunas de las transformaciones que se produjeron en las
prácticas de las maestras durante su participación en el PID-FPEIAP. Ante la
imposibilidad de analizar las múltiples transformaciones que se dieron, hemos elegido
dos de ellas que, por diferentes motivos, reflejan la potencialidad de la formación del
PID-FPEIAP para transformar las prácticas de las maestras. La primera actuación que
analizaremos son los grupos interactivos. Se trata de la actuación sobre las que más
extractos hemos encontrado en el análisis y, además, la actuación con la que las maestras
comenzaron su formación en el Proyecto y la que la gran mayoría de participantes ha
realizado de manera estable. Por tanto, se trata de una actuación en la que el Proyecto
trabajó directamente. La segunda actuación serán los boletines informativos de
evaluación finales. En este caso, a diferencia de los grupos interactivos, las maestras no
solicitaron ningún tipo de formación relacionada con los boletines durante los tres años,
ni tan siquiera hubo debates en las reuniones en torno a este tema. Sin embargo, en el
análisis de los datos, hemos encontrado que muchas maestras han transformado sus
boletines de evaluación durante la participación en el PID-FPEIAP. Por ello, hemos
querido seleccionar dicha práctica para tratar de comprender cómo el Proyecto contribuyó
a que las maestras realizasen dicha transformación sin un trabajo directo de intercambio
de experiencias o reflexiones colectivas.
6.1.2.1 El proceso de asentamiento de grupos interactivos
La primera actuación sobre la que las maestras se quisieron formar y llevar a la práctica
fueron los grupos interactivos. Las maestras tenían un deseo de fomentar la participación
familiar y los grupos interactivos son una de las mejores prácticas para conseguirlo (Elboj
& Niemelä, 2010; Elboj et al., 2005; Valls & Kyriakides, 2013).
Las maestras llevaron a cabo esta actuación durante el primer cursoo de manera única y
durante los años posteriores paralelamente a otras actuaciones. La mayoría de
participantes que se iniciaron en el PID-FPEIAP el segundo año también lo pusieron en
práctica. Para conocer en profundidad el proceso de transformación que se produjo
realizaremos un recorrido desde: (a) la forma de trabajo de las maestras ante de participar
en el PID-FPEIAP; (b) el proceso de implantación de grupos interactivos, las primeras
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
245
dudas y el trabajo de consolidación; (c) cómo se vio reflejado el aprendizaje del
alumnado; (d) si el fomento de la participación familiar conllevó algún cambio en la
relación con las familias; y, por último, (e) si esta práctica afectó a otros aspectos del día
a día de las docentes en el aula.
Cómo trabajábamos antes de entrar al PID-FPEIAP
Como analizábamos en la categoría “5.1.1. Primeras aproximaciones al PID-FPEIAP”,
los intereses por los que las maestras accedieron al PID-FPEIAP eran muy diversos. Esto
es debido a que su formación, su concepción educativa y su forma de trabajar también lo
eran. Por ello, antes de acceder al análisis de la puesta en práctica de grupos interactivos,
consideramos necesario presentar una perspectiva de cómo eran las prácticas que
realizaban las docentes antes de acceder el PID-FPEIAP. Así, la mayoría de las maestras
afirmaban que antes de entrar en el PID-FPEIAP realizaban las organizaciones típicas de
un aula de Educación Infantil, tales como, rincones, asambleas, fichas…
Antes, si es verdad lo típico, hacer asambleas, hacer el trabajo más de fichas
(ENIN01A14).
Tras estas formas de trabajo, normalmente, había un tipo de metodología tradicional o al
menos muy controlada por el papel de la maestra. Por ejemplo, en el uso de fichas.
Aunque las maestras afirmaban que trabajaban en grupo toda la clase, las fichas eran de
carácter individual.
Yo he trabajado siempre las actividades que hacemos en gran grupo […] su tarea
individual (ENIN04A14).
Las actividades eran totalmente controladas por las maestras. Todo el alumnado realizaba
de manera individual la misma tarea, tratando así la profesora de controlar mejor el trabajo
del alumnado.
Antes, pues en ficha todos a la vez, todos a la vez (ENIN06A14).
Cuando las actividades eran más difíciles y la maestra creía que requerían una mayor
presencia suya, realizaba una subdivisión en grupos de la clase. Sin embargo, la
subdivisión en grupos que hacían tenía únicamente la intención de poder controlar mejor
al alumnado y no de trabajar en grupos, haciendo que mientras la mitad de la clase
trabajaba en la ficha, la otra mitad jugase libremente.
Si había una actividad más difícil, pues, a lo mejor, dos grupos hacían la actividad
y a los otros dos les ponía otra cosa en la alfombra o plastilina u otra cosa y luego
cambiaba (ENIN06A14).
El uso de organizaciones grupales no suponía ningún trabajo colaborativo o cooperativo.
Las tareas eran dirigidas e individuales y los únicos momentos en los que el alumnado
trabajaba con compañeros era a partir del juego libre en rincones.
Cuando terminan su tarea individual se van a rincones, pero no de esta manera
así, sino como juegos que pueden estar más dirigidos o menos dirigidos, pero
siempre los lunes está el equipo amarillo en el rincón de cocinita, rojo
construcciones, siempre tenía la misma dinámica (ENIN04A14).
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
246
Las maestras afirmaban que les costaba controlar mucho el trabajo colaborativo de su
alumnado y, por esa razón, preferían obviarlo.
Yo, a ellas, a la hora de trabajar, hacia más no, no se lo digáis, tenía un trabajo
más individualizado […] porque ellos, muchas veces aprenden el vale, este me
ayuda y a me lo acaba haciendo y siempre lo hacían los mismos (ENIN01A14).
Algunas maestras también trataban de incluirlo poco a poco en el aula, pero siempre
alternándolo con metodologías tradicionales, con las que se sentían más a gusto, al creer
que controlaban mejor el aprendizaje del alumnado.
Al principio hacía un poco de todo, combinaba metodologías más dirigidas y a
veces por zonas de ambiente de aprendizaje (ENIN07A14).
En cuanto a la participación de las familias en el aula, esta era muy controlada por las
maestras. Participaban de forma puntual realizando actividades como cuentacuentos o en
fechas especiales, pero no participaban de las actividades habituales del alumnado en
clase, ni era una participación prolongada en el tiempo
Estaban involucrados los padres en el cole, porque siempre que tenían alguna
experiencia nos la venían a contar o el libro viajero (ENIN09B15).
En algunos centros, las puertas se cerraban para impedir que los familiares pudiesen entrar
sin previa autorización de las maestras. De esta forma, el control de la participación
familiar se volvió más estricto y la escuela era un lugar cerrado.
Cuando yo llegué la obsesión, era cerrar las puertas del colegio, cerradas a cal
y canto. Cuando yo llegué pusimos un telefonillo para que aquel que quisiera
entrar tuviera que llamar al telefonillo para hacer un control extremo de todos
los que entran en el centro (ENIN07A14).
Si bien este fue el discurso general de las maestras, también nos encontramos con
maestras que afirmaron que ellas ya trabajaban de manera colaborativa en grupos,
fomentando las ayudas.
Siempre están trabajando por rincones, haciendo actividades, no jugando, no les
pones ahía ¡hala, jugar a esto! No, son actividades programadas, lo hacen en
pequeños grupos y van rotando (ENIN05A14).
Dichas ayudas consistían en dinámicas de trabajo autónomas, sin fichas, en las que el
alumnado aprendía junto a sus compañeros a través del trabajo conjunto y la exploración.
Yo trabajaba por rincones y por proyectos, o sea yo trabajo un proyecto que dura
un tiempo y los niños tienen trabajo en los rincones, entonces ellos estaban
acostumbrados a trabajar en pequeños grupos (ENIN11C14).
Las prácticas de las maestras antes de comenzar en el PID-FPEIAP eran muy diversas.
Aun así, tras el análisis de sus palabras, podemos observar cómo la mayoría de las
docentes solían prestar poca atención a trabajos colaborativos o a la participación familiar
de una forma prolongada. Por ello, mejorar estos aspectos fue la primera medida que
decidieron poner en marcha en las aulas.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
247
El proceso de realización de grupos interactivos
La primera práctica que las maestras decidieron llevar a cabo durante el primer año en
sus aulas fue la realización de grupos interactivos, ya que es una actuación educativa que
fomenta la participación familiar. El conocimiento que las maestras tenían de esta práctica
cuando decidieron llevarla a cabo se basaba únicamente en la breve exposición que
escucharon de una maestra en las primeras jornadas del PID-FPEIAP.
Las maestras han analizado por dónde les gustaría empezar la formación en el
PID-FPEIAP. Una gran mayoría dice que querrían trabajar la participación en
las aulas de las familias, ya que les cuesta que participen. El resto de maestras
admite que ellas también. Creen que una buena medida para empezar sería
grupos interactivos (Diario. Diciembre, 2013. O).
Como hemos analizado brevemente en la categoría “5.2.2. Metodología de formación en
el PID-FPEIAP”, las maestras pidieron al coordinador una formación teórica breve sobre
el tema.
José les ha dicho que si quieren grupos interactivos el siguiente paso es lanzarse
a la práctica con ellos. Pero las maestras han pedido hacer primero una pequeña
formación teórica para controlar mejor los aspectos teóricos y estar así más
tranquilas cuando se lo digan a los familiares (Diario. Diciembre, 2013. O).
De esta forma, en la siguiente reunión se realizó una breve formación teórica y se dio a
las maestras un dosier con unos puntos básicos sobre la organización de los grupos
interactivos, cuál era el papel de la maestra y cuál era el papel del voluntariado (Anexo
D).
Hoy INV01 nos va a dar una pequeña formación sobre grupos interactivos. Las
maestras van a comenzar a llevarlo ya a la práctica y en la anterior reunión
pidieron al coordinador que necesitaban esta formación antes de lanzarse
(Diario. Enero, 2014. O).
Tras aquella exposición, alguna maestra afirmaba que aún se sintió confundida y creyó
que se trataba de un tipo de prácticas como las que ya hacían en clase, en las que las
familias participaban de forma esporádica en una determinada actividad con los niños.
Yo la primera vez que lo escuché dije “pues menudo, esto es lo que hacemos en
clase todos los días de los rincones, de que vengan los padres a la biblioteca, de
no sé qué” y sinceramente no me llamó nada la atención (ENIN01A14).
Las maestras comenzaron a llevarlo a la práctica en sus aulas y centros educativos. La
primera acción que realizaron, previo al trabajo en el aula, fue realizar una reunión con
los familiares para explicarles brevemente en qué consistían los grupos interactivos,
conocer la disponibilidad de los familiares para poder o querer asistir a las aulas y darles
una breve formación en grupos interactivos.
De primera hicimos una reunión y les dimos unas hojas para ver la disponibilidad
que tenía cada padre (ENIN13A14).
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
248
La explicación, en algunas ocasiones, fue realizada por los investigadores del PID-
FPEIAP a petición de las maestras.
Cuando nosotros nos lanzamos a hacer grupos interactivos y lo comentamos a
INV01 “no os preocupéis, yo voy, convocar a los padres, a ver qué día”
(ENGD15D16).
Las maestras comenzaron a implementar los grupos interactivos. Fueron momentos de
nervios ante la novedad, la apertura de las clases y del centro a la comunidad.
Las primeras jornadas eran de más nervios, también con los voluntarios, quien
vendrá que les parecerá les gustará venir, no les gustará (ENIN02A14).
Con los primeros días, empezaron a surgir las primeras dudas y reflexiones de las
maestras. Uno de los focos principales fue las dudas ante el tipo de actividades que podían
proponer en grupos interactivos. El hecho de que fuese un tiempo reducido y que tuviese
que fomentar las interacciones entre el alumnado hizo que las maestras dudasen mucho
sobre el tipo de actividades que llevar a cabo.
¿Y qué actividad pienso?, ¿cómo va a salir? ¡Uy! y esto no sé cómo va a ser no
me va a dar tiempo al principio con más inseguridad (ENIN02A14).
Esta problemática en torno a las actividades fue una de las primeras reflexiones que
surgieron en las reuniones grupales. A todas las maestras de los diferentes centros, les
había surgido esa duda o miedo. Hubo un gran interés en las maestras por conocer qué
tipo de actividades hacían otras participantes, cómo les habían funcionado o cuáles eran
los problemas que habían tenido con determinadas actividades. Esta fue una forma de
poder obtener ideas que les pudieran valer para sus aulas.
Las maestras están hablando respecto a las actividades que se pueden hacen en
grupos interactivos, parece que es una duda que les ha ocurrido a todas.
Consideran que es mejor evitar las fichas, ya que son demasiado individuales. Lo
mejor es usar cosas manipulativas. Otras ideas que dan son usar fichas, pero en
DIN A3, una para cada grupo o hacer actividades en cadena, en la que cada
componente del grupo haga una parte (Diario. Febrero, 2014. O).
Las maestras del COLEA afirmaban que el tiempo que les llevaba la búsqueda y
realización de actividades era muy amplio. Por ello, encontraron que un método idóneo
era compartir materiales dentro del mismo centro con otras maestras.
Te vas dando cuenta que si los demás te ayudan es mejor, que no tienes que
elaborar tú tu material y yo el mío. Si vamos a hacer lo mismo, tú me le dejas a
mí yo te le dejo a ti (ENIN07A14).
Las maestras afirmaban que tras la puesta en práctica habían intercambiaban información
con sus compañeras de centro acerca de cómo les había funcionado en la puesta en
práctica. De esta manera, las actividades eran a veces modificadas por una maestra y se
compartían con las compañeras para conseguir una mayor interacción en el alumnado.
MAES01 está haciendo el juego del bingo en su clase. El otro día, en clase de
MAES05, también lo hicieron, pero a un voluntario se le ocurrió una forma de
hacerlo para mejorar las interacciones y se lo explicó a la profesora. Hoy
MAES01 está haciendo el bingo como se le ocurrió el otro día a un voluntario. Le
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
249
pregunto cómo se le ha ocurrido la idea y me dice que MAES05 se le explicó el
otro día (Diario. Mayo, 2014. O).
Este intercambio que se producía en los centros, se trasladó más adelante a las reuniones
grupales. Tras exponer la problemática del tiempo en la realización de actividades y la
solución encontrada, resulta que las maestras de otros centros también habían comenzado
a intercambiárselo. En ese momento, todas las participante consideraron que también
podría ser muy beneficioso si ese intercambio de materiales se producía entre todo el PID-
FPEIAP.
En COLEC han avanzado muchísimo. Las maestras de infantil son como una piña
que se pasan ideas y actividades. Han formado hasta un dosier que están
enseñando al resto de maestras. Estas le están haciendo fotos y les piden algunas
actividades (Diario. Mayo, 2014. O).
Durante el segundo año, cuando las nuevas maestras comenzaron a llevar a cabo grupos
interactivos, esta idea volvió a surgir de nuevo. Esta vez surgió la idea de crear un espacio
virtual para compartir materiales. Las participantes pidieron al coordinador la creación de
alguna plataforma donde poder almacenar recursos y en el que cada maestra pudiese subir
sus materiales para que otras compañeras pudiesen utilizarlo.
Las maestras han propuesto la creación de alguna plataforma para compartir
materiales y actividades entre todos los miembros del PID-FPEIAP (Diario.
Octubre, 2014. O).
En la siguiente reunión de este segundo año, el coordinador y las maestras analizaron las
posibilidades que había para compartir materiales como el uso de Dropbox o de Google
Drive o plataformas de fácil acceso y con espacio de almacenaje como Moodle. Incluso
se habló de la posibilidad de crear un blog para el que se prestó voluntaria una alumna de
Magisterio participante del PID-FPEIAP.
Hoy se ha vuelto a hablar de la posibilidad de crear una plataforma para
intercambiar material todos los participantes del PID-FPEIAP. Han salido varias
propuestas, pero muchas maestras dicen que ellas esas plataformas no las saben
manejar. Una de las alumnas de Magisterio ha dicho que ella realizó un Blog
para una asignatura y que puede intentarlo (Diario. Noviembre, 2014. O).
La alumna debía compaginar este trabajo con sus estudios y trabajos fuera del PID-
FPEIAP. Esto supuso que, finalmente, no pudiese realizar el blog y las maestras
decidieron que podía ser más sencillo intentarlo a través Google Drive. Para ello, el
coordinador rápidamente abrió uno.
Hoy José nos ha enviado un correo para que las maestras empiecen a usar el
Drive como medio para compartir materiales: “Hola, Este enlace de Drive, es
para compartir materiales. Para evitar que la cosa se desmadre el acceso es por
invitación de email. Estáis invitadas las personas que estabais ayer en la reunión
y de las cuales tengo el email. Para añadir a más gente, por favor mandadme un
WhatsApp o un correo con el email de la persona en cuestión. PD: Fue un placer
compartir la tarde de ayer hablando de educación. Abrazos.” (Diario. Febrero,
2015. O).
La herramienta Google Drive apenas se usó y la propuesta quedó en pausa ante la
búsqueda de una solución por parte del coordinador. En un último intento, al inicio del
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
250
tercer año, el coordinador contactó con una de las investigadoras asociadas al PID-
FPEIAP y experta en TICs. Esta realizó una presentación a las maestras de la plataforma
ILDE.
Hoy en la reunión hemos hecho una videoconferencia con INV05. Nos ha
explicado una plataforma para intercambiar material, ILDE. Yo la verdad es que
había oído hablar nunca de ella, pero INV05 dice que ella ha trabajado con esta
plataforma, es sencilla y permite el intercambio de materiales (Diario. Octubre,
2015. O).
En esa reunión se debatió sobre cómo organizar toda la información en la plataforma por
carpetas para que los compañeros pudiesen acceder fácilmente a ellas, en función de la
edad del alumnado, temática, etc. Incluso se trató la posibilidad de incluir en las fichas
una breve descripción de cómo habían funcionado. Pero todo esto generó gran
controversia entre las participantes porque el tiempo que se emplearía para aprender cómo
funcionaba la plataforma, subir todas las fichas y realizar la descripción sería muy amplio.
Las maestras han preguntado a INV05 por la posibilidad de hacer subcarpetas
para encontrar después mejor los materiales. INV05 nos ha explicado que en
lugar de carpetas lo que se puede hacer en esta plataforma es poner etiquetas. De
esta manera cuando cada persona suba la actividad puede ponerle varias
etiquetas. Otra de las cosas que se ha hablado es la posibilidad de homogeneizar
las actividades que se suban a través de realizarlas en una ficha. Esto no ha
gustado mucho porque algunas maestras consideran que se perdería mucho
tiempo (Diario. Octubre, 2015. O).
Finalmente, a causa del parón del PID-FPEIAP entre los meses de noviembre a febrero,
la utilización de la plataforma quedó parada. Tras el parón, las maestras recuperaron la
idea de activar la plataforma y yo traté de ayudar realizando una plantilla explicativa
(Anexo E). Sin embargo, debido a fallos en la inscripción de los participantes en la
plataforma y otras dificultades asociadas a las destrezas técnicas necesarias, se desistió
finalmente del uso de este recurso.
El otro día llevé a la reunión una plantilla con las instrucciones, punto por punto,
para que las maestras pudiesen acceder a ILDE y empezar a subir sus materiales.
Sin embargo, me están llegando correos de muchas de ellas que la plataforma no
les permite entrar o que el correo con el que han verificado su usuario ahora les
dice que no existe (Diario. Marzo, 2016. O).
De nuevo en el primer año, otra de las reflexiones que surgieron con fuerza al principio
de realizar grupos interactivos fue acerca del voluntariado. Sobre este tema se dieron dos
principales reflexiones en las maestras. Por un lado, respecto al trato que ellas debían
tener con el voluntariado ya que las maestras tenían muchas dudas acerca de cómo podían
dirigirse a él. El voluntariado eran adultos que únicamente deben ayudar a fomentar las
interacciones entre el alumnado (Racionero, 2011). Sin embargo, muchas veces el
voluntariado actuaba como maestros, llegando incluso a dar la solución a los niños, lo
que ponía en un compromiso a las maestras que no se atrevían a corregirles.
Algo que me cuesta mucho: decir a los voluntarios lo que están haciendo mal y lo
que falta (ENIN04A14).
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
251
Las maestras afirmaban que al final eran voluntarios y, por tanto, creían que si les
corregían podían llegar a molestarse.
Siguen los problemas con los voluntarios. Algunos se meten mucho en la actividad
y actúan como profesores, mientras que otros apenas intervienen y están muy
parados. Las maestras no saben si decírselo y cómo hacerlo ya que creen que
pueden enfadarse (Diario. Marzo, 2014. O).
Esta fue una reflexión compartida por el grupo. Sin embargo, en este caso no siempre se
tomaron las mismas decisiones. Las maestras más lanzadas o con confianza resolvían el
problema mejor que aquellas más tímidas o cortadas ante los familiares.
Algunas maestras han dicho que ellas se lo han dicho directamente y que los
voluntarios no les han dicho nada (Diario. Marzo, 2014. R).
Finalmente, el grupo llegó a la conclusión de que era necesario decírselo, ya que si no, la
actividad se desvirtuaba y perdía todo su potencial. Algunas maestras optaron por corregir
a los voluntarios en el mismo momento y en la actividad, de manera amigable, tratando
de explicarles cómo hacerlo. Otras optaron por ir dando pequeñas recomendaciones a los
voluntarios al inicio de grupos interactivos. De esta manera, algunas maestras hacían una
pequeña asamblea al inicio donde se presentaba el alumnado, el voluntariado y se
explicaban las actividades del día, así como se mostraba a los voluntarios cómo hacerlo.
Hoy he estado en grupos interactivos en el aula de MAES04. En la última reunión
estaba muy preocupada por el tema de los voluntarios. Le estaba costando mucho
saber cómo decirles que no actuasen como profesores. Por lo que he podido
observar, está intentando corregir este aspecto antes de comenzar grupos
interactivos. Se lo ha recalcado un poco y luego, cuando estaban en asamblea
con los niños lo han vuelto a recordar entre todos, “que el voluntario es un adulto
que está en el grupo y que no nos lo tiene que hacer” (Diario. Abril, 2014. O).
Al igual que había pasado con las dudas sobre las actividades, las maestras del segundo
año también tuvieron dudas sobre cómo tratar con el voluntariado. La experiencia de las
maestras el primer año les ayudó y pudieron resolverlo rápidamente.
Las maestras que se están iniciando en grupos interactivos han comentado al
grupo que tienen problemas con cómo tratar a los voluntarios. Esta es una
problemática que también tuvieron las maestras el año pasado. Las maestras del
primer año les han explicado cómo hicieron ellas y las nuevas maestras están
sorprendidas y contentas porque creen que esa puede ser la solución también
para ellas (Diario. Octubre, 2014. O).
Otra problemática que las maestras abordaron al principio del PID-FPEIAP respecto al
voluntariado fue sobre su participación. Al principio de realizar grupos interactivos, una
gran cantidad de familiares quisieron ir a las aulas como voluntariado.
Las maestras dicen que hay una gran cantidad de padres y madres ya con muchas
ganas de participar en los grupos interactivos y que alguno que no van a poder
ir ahora al principio les están pidiendo que les reserven para dentro de dos o tres
semanas (Diario. Febrero, 2014. O).
Esta situación desbordó un poco a las maestras que, de manera interna en cada centro,
decidieron que hubiese una compañera como encargada del voluntariado.
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
252
Yo de ser la coordinadora de voluntarios. Entonces mi participación pues llamar
voluntarios, de primera hicimos una reunión y les dimos unas hojas para ver la
disponibilidad que tenía cada padre y a partir de ahí yo he ido cogiendo esas
hojas para ir llamándoles a los que vengan a las clases, a los grupos y todo eso
(ENIN03A14).
Una de las reflexiones que surgió en el PID-FPEIAP respecto a la participación del
voluntariado en las aulas fue si era conveniente que los padres y madres fuesen de
voluntariado al aula de sus hijos e hijas. Algunas maestras afirmaban que podía ser
perjudicial para el alumnado al distraerse por la presencia de sus padres en el aula.
También hubo quien defendía que podía tratarse de un beneficio para cierto alumnado
que se motivaba ante esta presencia.
Las maestras afirman que hay algunos padres que solo quieren ir de voluntarios
al aula de sus hijos. Las maestras creen que esto no es positivo porque distraen
más a sus hijos y algunos, a veces los tratan como sus hijos. Otras maestras por
el contrario dicen que ellas no han tenido ese problema y que los niños han
aprendido que se trata de un voluntario más y el padre actúa como uno más. Para
estas últimas, la presencia de los padres es positiva, para las primeras no (Diario.
Febrero, 2014. O).
Cada colegio tomó una decisión al respecto. Por lo general, decidieron permitir
finalmente la presencia de los padres en el aula de sus hijos, ya que entendían que a los
padres les podía ayudar luego fuera del aula ver cómo trabajaba su hijo. Esta situación se
alternaba por semanas con la participación del padre o la madre en otras aulas.
Hoy estoy en el COLEA y he preguntado a la coordinadora de voluntarios por lo
de los padres. Me ha dicho que ellos sí que están permitiendo que los padres
vayan a las aulas de sus hijos, aunque no de manera única (Diario. Abril, 2014.
O).
Había familiares que solo querían ir al aula de sus hijos. El grupo decidió que esto no
podía ser posible ya que se necesitaba la presencia de adultos en todas las aulas y había
clases en las que los familiares no podían ir por motivos de trabajo o personales y no
tendrían gente.
Las familias muy bien, la verdad es que yo he visto que no han participado tanto
como me gustaría, sí que es verdad que muchos trabajan (ENIN01A14).
La coordinadora les explicó la necesidad de que el voluntariado no pudiese asistir solo a
la clase de sus hijos y que se debía tratar de ayudar entre todos.
MAES03 ha comenzado explicando un poco a los voluntarios cuál es su papel en
grupos interactivos. Además, ha recordado a aquellos voluntarios que van a la
clase de sus hijos que actúen como voluntarios y que otras semanas ya saben que
les tocará en otra clase (Diario. Abril, 2014. O).
Otra de las reflexiones que surgieron en el PID-FPEIAP con el voluntariado fue cuando
por olvido, enfermedad u otros motivos los adultos faltaban a la actividad. En este caso
había una clase que no tenía todos los voluntarios necesarios. Las maestras debatieron en
el grupo y algunas expusieron que la solución encontrada la primera vez que les sucedió
fue que una maestra, libre en ese momento, actuase como voluntaria. Desde entonces, lo
que habían hecho era avisar a los familiares que iban a ir de voluntarios la próxima vez y
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
253
a otros dos como posibles reservas. Estas maestras encontraron así una solución idónea y
fácil para su situación, pues al realizarse los grupos interactivos a primera hora de la
mañana, únicamente tenían que pedir al padre o madre “reserva” que se quedase en el
colegio unos minutos después de dejar a su hijo o hija.
Hoy había muchísimos padres en el hall esperando para entrar en las aulas.
MAES03 los ha repartido a todos y cuando han quedado dos les ha dado las
gracias y se han ido. Le he preguntado y me ha dicho que es que están tratando
de pedir a padres que después de dejar a sus hijos en el colegio, si se pudiesen
quedar a grupos interactivos, se esperen un poco para ver si falta algún padre y
lo tienen que sustituir. Me ha dicho que a veces ha entrado ella, pero que si puede
prefiere esta solución (Diario. Abril, 2014. O).
En otros centros el voluntariado no era tan numeroso como para poder optar por esta
solución.
Nosotros que somos un pueblo pequeñito y lo estamos haciendo de las tres aulas
dos, pues muchas veces los voluntarios se quedan muy limitados (ENIN09B15).
La situación de la escasez de voluntariado hacía que se repitiese constantemente y cuando
estas personas habituales no podían acceder, los grupos interactivos se viesen alterados.
Los voluntarios se repiten mucho porque no hay gente. Nosotros necesitamos
todos los miércoles seis voluntarios y para un pueblo que tiene 33 alumnos
muchas veces es muy repetitivo (ENIN09B15).
Ante esta problemática el grupo no encontró una solución. Algunos participantes
propusieron que fuese como voluntariado los estudiantes de Magisterio. Para conseguirlo
propusieron que la Universidad financiase el transporte del alumnado hasta los pueblos o
que el alumnado asistente tuviese créditos extras o algún incentivo. Sin embargo, esta
solución no era viable ya que la universidad no concede este tipo de ayudas y los pueblos
estaban muy lejos como para que el alumnado de Magisterio pudiese asistir como
voluntariado y no faltar a ninguna clase.
MAES09 dice que en su pueblo son muy pocos alumnos y los padres trabajan
algunos fuera del pueblo, por lo que los voluntarios siempre son los mismos. No
se pueden permitir que fallen. Han preguntado si no podrían ir alumnos de
Magisterio, pero el pueblo está a 40km y el coordinador nos dice que la
universidad no da ayudas para ello, por lo que, aunque se lo propondrá a los
alumnos, tiene que salir por voluntad del alumnado (Diario. Mayo, 2014. O).
Por último, otro aspecto sobre el que más se debatió en el PID-FPEIAP tras la puesta en
práctica de los grupos interactivos, fue cómo evaluarlos. Las maestras buscaban que todos
los aspectos de la actividad se aunasen para que fuesen inclusivos. Para ello, decidieron
hacer partícipe de la evaluación a familiares y alumnado al finalizar la actividad. Las
maestras, realizaban una asamblea con el alumnado y el voluntariado al finalizar, donde
todos realizaban una evaluación de las actividades y del desempeño cognitivo y social del
alumnado. En el caso de los voluntarios, sobre la actividad y el trabajo del alumnado. En
el caso del alumnado, hacían una evaluación de su trabajo individual, el de los
compañeros y las actividades.
Al acabar los grupos interactivos hemos realizado una asamblea los voluntarios
y el alumnado, en ella los alumnos han evaluado cómo se han comportado, a
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
254
quién han ayudado y si han sido ayudados, su desempeño en las actividades, cuál
es la que más les ha gustado y por qué. Después los voluntarios hemos hecho
también una evaluación de las actividades y del alumnado (Diario, Febrero, 2014.
O).
En el caso del voluntario, las maestras le entregaban dos fichas. Una, al principio de la
actividad para evaluar las actuaciones sociales y el comportamiento del alumnado en la
actividad.
Al entrar, la maestra me ha entregado una ficha que debo rellenar durante la
actividad. Es sobre el comportamiento del alumnado en la actividad (Diario,
Febrero, 2014. O).
Las maestras entregaban al voluntariado otra ficha al finalizar la sesión, esta vez para
evaluar la actividad en la que habían estado.
Al acabar los grupos interactivos me han entregado otra ficha, esta para evaluar
la actividad. Me ha dicho que podía rellenarla ahí si quería o llevármela a casa
y dársela otro día (Diario. Febrero, 2014. O).
El proceso de evaluación con los padres no funcionó. Su utilidad no fue la esperada. El
voluntariado se sentía incómodo rellenando fichas de comportamiento acerca del
alumnado. Esta situación suponía que el feedback que les llegaba a las maestras a veces
no tenía que ver con la realidad percibida por ellas en el aula.
Algunos padres han dicho que no les gusta rellenar esta ficha porque sienten que
están juzgando a los niños, por lo que siempre ponen a todos bien (Diario. Marzo,
2014. O).
Este hecho llevó a las maestras a intentar modificar las fichas, pues creían que era
necesario conocer la información del voluntariado respecto al alumnado.
MAES13 dice que en su colegio han rehecho la ficha de observación de los
voluntarios. Se la están enseñando a las demás compañeras y estas le están
haciendo fotos (Diario. Marzo, 2014. O).
Con el paso del tiempo y tras varias pruebas, las maestras consideraron que lo mejor era
suprimir la ficha. Los resultados no eran veraces, a algunos padres se les olvidaba volver
a entregar la ficha y otros no se sentían cómodos realizándola.
Las maestras del COLEA han quitado la ficha de comportamiento que entregaban
a los padres [...] Hemos acabado y nos han dado la ficha de evaluación de la
actividad, pero no la de comportamiento del alumnado como la última vez (Diario,
Abril, 2014. O).
Las maestras finalmente eliminaron las dos fichas y la evaluación utilizada era
únicamente la asamblea final entre el alumnado, el voluntariado y la maestra.
Los voluntarios hablan brevemente con las maestras al acabar la asamblea, ya
no hemos usado fichas (Diario, Mayo, 2014. O).
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
255
Para las docentes, estos procesos de evaluación entre todos los agentes educativos que
habían participado en la actividad eran más positivos. Mientras que el voluntariado se
sentía incómodo evaluando al alumnado de manera privada a través de las fichas, en las
asambleas la evaluación era más abierta y expresaban más su feedback.
En la asamblea los voluntarios hablan un poco de la actividad y si ha habido
algún problema o algún momento de interacción del alumnado lo explican.
Después, la maestra pregunta también al alumnado, que dice un poco cómo cree
que ha estado en los grupos interactivos, si ha ayudado a alguien o si alguien le
ha ayudado (Diario. Mayo, 2014. O).
Se incluyó al alumnado en la evaluación. Este se evaluaba a sí mismo, evaluaba a sus
compañeros y podía responder al voluntario sobre su evaluación. En este proceso el
alumnado era consciente de su evaluación y podía participar.
Yo también creo que hemos introducido la autoevaluación de los alumnos. A
través de los grupos interactivos yo creo que les hemos hecho participes
(ENGD14E16).
Al igual que en los casos anteriores, las maestras de años posteriores también tuvieron
dudas sobre cómo evaluar los grupos interactivos.
Hoy en la reunión se ha hablado de grupos interactivos, ya que hay algunas
compañeras este segundo año que han comenzado a ponerlos en marcha. Me
llama mucho la atención que tienen las mismas dudas que tuvieron el año pasado
las maestras que comenzaron. Tienen dudas con las actividades, con el
voluntariado y con cómo evaluar los grupos interactivos (Diario. Octubre, 2014.
O).
Para las maestras, todo este proceso de reflexión que ellas vivieron en el PID-FPEIAP en
torno a los grupos interactivos es lo que realmente les hizo comprender la esencia del
trabajo en grupos interactivos y la importancia de transformar su práctica poco a poco, un
aspecto que consideraban fundamental para no caer en transformar una actividad
inclusiva en una actividad tradicional. Así lo reflejaban cuando algún compañero del
colegio quiso poner en marcha grupos interactivos sin participar en el PID-FPEIAP.
La diferencia de los que han empezado después y no están metidos de lleno en el
proyecto que las que hemos estado desde el principio y sabemos cuál es la esencia,
es que en el momento que pierdas la esencia de esto se queda en una metodología
como el trabajo en los rincones o los ambientes de aprendizaje de la Educación
Física (ENIN07A14.).
El proceso de formación en grupos interactivos de las maestras fue largo y complejo. Las
reflexiones continuas, individuales y colectivas, les permitieron ir mejorando su práctica
y dirigir la actividad de grupos interactivos hacia un fomento de las interacciones y una
participación familiar y del alumnado cada vez mayor. Aunque los debates en las
reuniones eran muchos más amplios y se trataban una gran diversidad de temas, aquí
hemos querido expresar los que principalmente acontecieron a las maestras durante casi
todo el curso respecto a la puesta en práctica de grupos interactivos. Además, queremos
destacar que finalmente se abrió un blog acerca del PID-FPEIAP en 2018, aunque en la
actualidad apenas se le ha dado uso como plataforma de intercambio de material.
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
256
Transformación en el aprendizaje del alumnado
Los procesos de innovación en las aulas no se deben entender si no les acompaña un
beneficio en el aprendizaje, social y cognitivo, del alumnado. Por ello, es indispensable
analizar este apartado en la tesis. Los grupos interactivos se tratan de una medida de éxito
educativo ampliamente comprobada. Sin embargo, hemos querido conocer la opinión de
las maestras para comprender mejor cómo, en el contexto específico del PID-FPEIAP, la
puesta en práctica de esta actuación mejoró o no el aprendizaje de su alumnado.
La totalidad de las maestras afirmaban que el aprendizaje de su alumnado se vio realmente
mejorado gracias a la realización de grupos interactivos y la presencia de más adultos en
el aula.
Lo que se hace en una hora con los grupos interactivos no lo haces durante todo
el día una profesora sola de clase normal, es que se trabaja y se aprende mucho
más (ENIN03A14).
Las maestras afirmaban que esta potenciación del aprendizaje fue debida a que con grupos
interactivos podían realizar otro tipo de actividades que no podían realizar estando ellas
solas en el aula con ratios altas.
Potencia mucho [refiriéndose a grupos interactivos], podemos hacer otras
actividades en el aula que una persona sola no puede (ENIN02A14).
Dichas actividades, si una maestra sola quería realizarlas en un aula con 25 niños debía
dividir la clase en grupos pequeños y trabajar solo con un grupo, mientras el resto
realizaba actividades más sencillas. De esta forma esperaban que el resto de grupos no
necesitasen su ayuda —o esta fuese mínima— y no requiriesen de su atención, para poder
estar más inmersa en la actividad más compleja. Algo que en un aula de Educación
Infantil puede ser una utopía.
Me ayuda muchísimo a actividades que, a lo mejor, yo no puedo hacerlo todas o
a la vez juntas, porque soy una sola persona, a que si puedo hacer cuando están
los voluntarios (ENIN05A14).
La presencia de más adultos en el aula les permitía realizar actividades complejas en cada
uno de los grupos gracias a la supervisión de un adulto con un grupo pequeño de
alumnado.
Aprovecho los grupos interactivos para hacer las actividades en las que necesitan
la presencia de un adulto (ENIN05A14).
Las maestras podían realizar actividades que, por su complejidad, podían hacer
desconectar al alumnado si alguien no estaba encima para apoyarles o motivarles, pero
que eran muy potenciadoras del aprendizaje.
Necesitas tener una persona encima; no que se lo haga, pero sí que los controle,
que les lleve un poco, que los motive y, claro, con una persona solo no se puede
(ENIN02A14).
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
257
Las docentes consideraban que sin la presencia de más adultos en el aula, al realizar estas
actividades en varias tandas con grupos pequeños aumentaría considerablemente el
tiempo dedicado para una sola actividad de gran aprendizaje. Por ello, los grupos
interactivos fueron percibidos también por las maestras como una actuación que
aumentaba los tiempos de aprendizaje el alumnado.
Sirve para trabajar mogollón de actividades que a lo mejor de forma individual
no te da tiempo (ENIN04A14).
Al poder realizar varias actividades de gran aprendizaje a la vez, en un periodo corto de
tiempo, las maestras consideraban que el aprendizaje del alumnado aumentaba respecto
a una metodología de trabajo habitual de un aula, con una sola maestra.
En 10 o 15 minutos que dura, cada niño con cada voluntario aprende mucho más
que en una hora haciendo una ficha (ENIN03A14).
Todo este aprovechamiento de los grupos interactivos y la participación del voluntariado
en el aula dieron sus frutos en el aprendizaje del alumnado. Así, las maestras manifestaban
que hubo una gran evolución en el aprendizaje de su alumnado, incluyendo lo relativo al
aprendizaje de carácter social. Los niños adquirieron un compromiso con sus compañeros
que les incitaba a querer ayudarles en cuanto podían, aspecto que para las maestras
resultaba importantísimo en su educación.
Estoy encantada, sobre todo por los niños, como van evolucionando y como ellos
mismos solamente según terminan la tarea me digan ¿a quién ayudo?, para mí ya
me ha valido estar el año y pico que llevamos con el PID-FPEIAP (ENIN09B15).
Este aprendizaje no se dio solo en grupos interactivos. Las maestras afirmaban que se
trasladó a otros momentos del aula y del día a día de clase.
Socialmente que unos se ayudan a los otros que ahora los niños están en clase y
enseguida se están ayudando y eso antes no lo hacían (ENIN03A14).
También se trasladó fuera de las aulas, en espacios como el recreo. Las maestras
consideraban que el alumnado comenzó a estar más pendiente de sus compañeros o a
compartir más con los demás.
No solo las actividades y las fichas, sino en cualquier ámbito. En el recreo
comparten más, están más pendiente del otro (ENIN04A14).
El aprendizaje salió fuera de la escuela, como, por ejemplo, cuando se quitaban o se
ponían la cazadora antes y después de las clases. El interés del alumnado por sus
compañeros y por ayudarles se trasladó a todos los ámbitos de su día a día.
En los niños he notado que se ayudan más los unos a los otros, la frase te ayudo
yo la he oído muchísimo, ya no solo en las cosas de clase, sino te ayudo con la
cremallera, te ayudo con el zapato y no sé, cuando me piden ayuda antes de que
vaya yo, ya va otro niño (ENIN04A14).
Este aspecto fue favorecedor para todo el alumnado, pero las maestras destacaban lo
importante que fue para aquel alumnado al que le costaban más las relaciones sociales.
En clase que hay niños tímidos que hablan más con los compañeros y se ofrecen
ayuda entre ellos (ENIN12C14).
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
258
Gracias al trabajo colaborativo y el fomento de las interacciones dialógicas con grupos
interactivos, este alumnado ahora había abandonado el individualismo y la competición
por la preocupación de ayudar a sus compañeros cuando podían.
Los que son muy tímidos, muy inteligentes pero muy tímidos, también les ha
ayudado mucho a interactuar, a ayudar a los compañeros que normalmente no lo
hacían porque son súper individualistas en algunas ocasiones (ENIN11C14).
El aprendizaje social del alumnado, hacia posiciones colaborativas, fue tan importante
para ellos en las clases que llegaron a conseguir hasta influir en las maestras.
Yo doy más las gracias porque ellos son como más, no sé, están más pendientes
de ti (ENIN04A14).
Pero el aprendizaje del alumnado no fue solo de carácter social. Las maestras afirmaban
que también hubo una mejora en los aprendizajes cognitivos del alumnado, aspecto que
veían reflejado en los resultados cuando, por ejemplo, hacían trabajos en clase que ya
habían realizado con anterioridad a la implantación de grupos interactivos.
Al principio se han ayudado, han participado todos, se han desinhibido, les ha
subido la autoestima… pues luego cuando sobre el mismo tema tienen que hacer
una ficha individual hay mejores resultados (ENIN12C14).
Las maestras destacaban que el aprendizaje cognitivo conseguido gracias a los grupos
interactivos se trasladó posteriormente a otras actividades del aula.
Una cosa es que te lo cuenten y otra el vivirlo; entonces cuando vi a los niños con
los voluntarios […] y luego los vi que hacían rincones, como fue que se adaptaron
ya enseguida, entonces ya me pareció increíble el cambio (ENIN05A14).
El alumnado aprendió no sólo que era necesario ayudar, sino cómo hacer las ayudas,
mediante explicaciones, argumentaciones, ejemplos, etc., lo que fortaleció aún más su
aprendizaje.
También han aprendido que ayudar no es hacerle, que les cuesta muchísimo
(ENIN05A14).
Aunque este aprendizaje fue importante para todos, las maestras destacaban la mejora
para aquel alumnado que en el aspecto cognitivo estaba más alejado de sus compañeros.
La realización de grupos interactivos le había permitido participar mucho más con sus
compañeros en las actividades de aprendizaje.
Los niños se relacionan mucho mejor, sobre todo los que estaban un poco más
descolgados se han integrado mucho en los grupos y participan y se les ha visto
madurar (ENIN11C14).
Estos resultados hacen que no solo las maestras estuviesen encantadas con los grupos
interactivos, sino que el alumnado también tuviese una gran motivación hacia esta
práctica educativa.
Están muy satisfechos, hasta los propios niños están encantados (ENIN12C14).
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
259
El alumnado esperaba entusiasmado cada semana la realización de grupos interactivos en
su clase.
Hoy lunes ya estaban preguntando qué grupo interactivo vamos a tener el viernes
(ENIN02A14).
Las maestras empezaron a plantearse la posibilidad de llevarlo a cabo más días a la
semana, para fortalecer aún más el aprendizaje de los menores.
Enseguida los niños han ido mejorando en todo y ha sido genial y las expectativas
que tengo cuanto más se haga van a ser mejor y va a favorecer mucho más a los
niños (ENIN05A14).
Como podemos ver en algunas de las entrevistas, las docentes consideraban que si estos
resultados los vieron en tan poco tiempo, realizarlo varias veces a la semana y durante
varios años, podía suponer en el alumnado un aprendizaje social y cognitivo
extraordinario.
Estos niños de 3 años, cuando lleguen a 5, si los has visto ya una evolución en
tres meses, en años (ENIN07A14).
En el análisis de esta categoría hemos podido ver como la implantación de grupos
interactivos en las aulas estuvo conectada con una mejora del aprendizaje del alumnado
a nivel social y cognitivo que se vio reflejada en la práctica diaria del alumnado en la
escuela.
Otro de los aspectos por lo que las maestras procuraron la aplicación de grupos
interactivos fue el aumento de la participación familiar, por lo que hemos querido analizar
si este aumento conllevó algún tipo de transformación en la relación entre familias y
escuelas.
Transformaciones en las relaciones con las familias
El fomento de la participación familiar en las aulas a través de grupos interactivos trajo
consigo una mayor presencia y participación de los familiares en las aulas y la escuela.
De esta manera, las maestras empezaron a tener más momentos de contacto con los padres
de su alumnado y con los padres de otras clases. Por ello, una de las características de
transformación de los grupos interactivos que hemos querido analizar ha sido si el
fomento de la participación familiar ha conllevado alguna transformación en la relación
entre las maestras y los familiares, que favoreciese al alumnado.
Las maestras que llevaban varios años en el mismo centro, por lo general, afirmaban que
las relaciones existentes con las familias ya eran buenas antes de realizar grupos
interactivos.
Yo con las familias siempre súper bien como tutora y es verdad que llevo muchos
años en el centro y ya te conocen mucha gente (ENIN10C14).
Algunas de las docentes afirmaban que llevaban con el mismo alumnado los tres cursos
de Educación Infantil, lo que hacía que la relación con las familias ya fuese amplia y de
confianza.
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
260
Yo, con niños de 5 años llevo 3 años conociendo a los padres, pues digamos que
es una relación más cordial, de más confianza, por eso porque son tres años
(ENIN02A14).
Estas circunstancias de las maestras contrastaban con quien exponía que eran sus
primeros años en el centro educativo y por tanto, su relación con las familias, cuando
comenzaron los grupos interactivos, apenas existía.
Yo, al principio al ser nueva aquí yo no tenía ninguna relación con nadie, yo no
conocía a nadie (ENIN03A14).
Las maestras, en su totalidad, explicaban que de una manera u otra sí que vieron
transformada su relación con los familiares de su alumnado. Así, para las maestras que
afirmaban que su relación ya era buena con las familias, creían que esta se había
modificado más en cuanto a la percepción que los familiares tenían de ella y su labor
ahora que la habían podido ver trabajar con el alumnado en el día a día.
Ellos me ven de una manera diferente, porque como han entrado al aula y lo ven
tal, me ven como mucho más cercana y ven el colegio ellos de otra manera […].
La relación no ha cambiado mucho pues era muy buena, pero la percepción que
tienen del cole y de la escuela y de cómo participar y todo eso ha cambiado
muchísimo no tiene nada que ver (ENIN05A14).
Dicha situación supuso un mejor entendimiento entre ambos, docentes y familiares.
Ahora los padres entendían lo que su hijo hacía en clase y esto les ayudaba en la
comunicación con la maestra.
Es como una relación más cercana, hablas más con menos cosa de a ver que te
puedan decir tanto ellos como yo (ENIN02A14).
Las maestras consideraban que esta facilidad para hablar y el trato continuo, ayudó mucho
a ganar una gran confianza en la relación con las familias, siendo un trato más estrecho.
Sí que tienes mucho más trato y mejor, una relación más de tú a tú (ENIN03A14).
Desde la realización de grupos interactivos las maestras consideraban que las relaciones
con las familias dejaron de ser serias o formales, para estar basadas en la confianza que
permitía a los padres sugerir a las docentes que realizasen más actividades para entrar en
las aulas.
Quizá para mejor, sí, claro, es que este año como estamos en 3 años, pues quizá
si he notado evolución desde primeros de curso hasta ahora, me piden más
participar a lo mejor hay una relación más estrecha no tan seria (ENIN04A14).
Esta buena actitud ha incidido positivamente principalmente en las maestras a las que les
costaba más el trato con los familiares. Estas maestras, que afirmaban sentirse antes
agobiadas en los momentos de contacto con las familias, como las tutorías, relataban que
el trato continuo y de confianza que se generó, les ayudó a vivir esos momentos con
naturalidad, un aspecto que les ayudaba en su trabajo y en el aprendizaje del alumnado.
Sí, realmente y yo creo que cuando haces ya las reuniones generales yo ya no me
asusto porque al principio dices ¡Jo! me toca con padres, pues nerviosa todo el
día, hasta que llegan las 12 que tienes la reunión, vamos, no das pie con bolo en
toda la mañana. Pero ya no, ya súper relajada, ya dices pues les voy a hablar de
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
261
esto, siempre te haces tú guion y tal y es mucho más cordial, es un trato que yo
creo que beneficia luego el trabajo y el aprendizaje de los niños, claro, y mi
trabajo, porque te sientes respaldada también (ENIN06A14.).
No solo las maestras perdieron el miedo al trato con las familias, sino que también se dio
al revés. Las familias, a raíz de participar más en el aula, perdieron ese miedo que les
daba entrar y participar.
Al tener ya lo de los grupos, que han participado más en clase, pues ya que les da
menos miedo meterse en clase (ENIN03A14).
Los padres y madres hicieron del centro un lugar común en el que interactuar, pudiendo
pedirse colaboraciones y ayudas en momentos necesarios.
Y que el cole está más abierto a todos en cualquier momento ves allí a un padre
a una madre, para cualquier cosa les pides ayuda, colaboración (EN09GDB16).
Las maestras afirmaban que esta relación no solo se transformó con los padres y madres
de su alumnado. Como analizábamos anteriormente, una de las decisiones que las
maestras tomaron es que al aula no solo accediesen como voluntariado padres y madres
de alumnado de esa clase. Esto supuso que las relaciones se viesen mejoradas también
con padres y madres del centro en general.
Sí que me ha servido para conocer a los padres de los niños que yo ya conocía de
otra aula por ejemplo de mi paralela que sí, trabajaba con ella y con los niños,
pero no conocías a los padres y ahora como han entrado en tu clase a los grupos
y han hablado entonces ahora eres como otra media tutora también de sus hijos
y te consideran más cercana (ENIN12C14).
Las docentes valoraban positivamente la participación, pues en escuelas rurales, donde
los pueblos no son muy grandes, hacer que todas las familias del centro conociesen a
todas las maestras podía ser muy positivo de cara al futuro, cuando el nuevo alumnado
accediese al aula y las nuevas familias ya pudieran conocer cómo son las maestras, gracias
a otras familias con hijos en el centro. Esto antes solo podía suceder si las familias amigas
habían estado con la misma maestra.
Yo, en realidad, con las madres tenía muy buena relación, pero yo creo que ahora
aparte de que las madres de tu clase te conozcan, te conocen todas las demás y
yo creo que eso crea un ambiente de que al año que viene cuando vengan los
niños nuevos y tal, pues ya el comentario entre las madres, pues mira pues sí,
pues trabaja, pues hace tal, yo creo que sí, los padres van a tener una confianza
mayor en nosotros que la que pudieran tener porque no nos conocían,
evidentemente, y ahora sí (ENIN11C14).
Las maestras desvelaban que la realización de grupos interactivos supuso que el centro se
convirtiese en un lugar abierto, en el que las maestras ya no solo se veían limitadas a sus
clases, su alumnado y las familias de los menores a su cargo. Había una relación más
colectiva a nivel de centro entre familiares y maestras.
Es verdad que tengo más relación con padres de otras clases, que antes era muy
buena relación, pero dentro de tu grupo u otros que conoces y, sin embargo,
ahora sí que es verdad, familias que ni siquiera conoces, ellos te conocen porque,
bueno, con los que nunca habías hablado, ahora te ven por la calle o tal ahora y
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
262
ya vas sabiendo más quiénes son y no te ves limitada a tus padres, tu clase y tú,
tú, tú (ENIN01A14).
El colegio se había abierto y con él las personas. Las maestras consideraban que esta
mejora en la relación se vio también trasladada fuera del centro escolar. Ahora la relación
también era de más confianza en los espacios fuera del colegio.
Te los encuentras en la calle, entonces a lo mejor antes te daban un “hola” o un
“adiós” o como mucho un “qué tal” y ahora vamos hablando de más cosas
(ENIN04A14).
Esto permitió a las maestras tener otros momentos de contacto con las familias, que ellas
valoraban como positivos, en los que podían denotar el entusiasmo por participar en el
centro y recibir felicitaciones por parte de los familiares.
Los padres me felicitan, siempre me van cogiendo por la calle cuando voy al
autobús, que ayudo en el autobús escolar, me paran y me dicen —oye, cuando
puedo venir a ver a mi hijo, oye que yo quiero ir a los grupos, oye que esta semana
no puedo, pero para la siguiente cógeme que sí, que voy— son superpositivos
(ENIN03A14).
La calle se convirtió en un espacio donde las familias podían expresar sus sentimientos a
las maestras y la labor que estaban desempeñando.
Poco a poco y a medida del boca a boca y que ha ido rodando un poco, sí que las
veo muy contentas, además te ven algunas veces por la calle y te dicen “¡jobar,
esto de los grupos interactivos es que está genial!” (ENIN01A14).
La valoración de su trabajo fue una de los que más destacaban las maestras dentro de la
transformación de la relación familias-maestras que venimos analizando. Para las
maestras, los familiares, tras la participación prolongada en el aula, mostraban una mayor
valoración de la profesión docente.
Los padres te miran de otra manera, valoran tu trabajo (ENIN12C14).
Este reconocimiento se debió a que, en muchos casos, los familiares no tenían una idea
clara de lo que sus hijos hacían en el aula y, el hecbi de poder participar en actividades,
ver cómo se desenvolvía su hijo con otros compañeros o en actividades de aprendizaje,
habían hecho comprender mejor la labor de la docente en ese proceso de aprendizaje y a
valorar su día a día.
Lo veo muy positivo, lo primero porque han participado, porque aprenden un
poco a entender lo que realmente hacemos en clase, porque muchos te dicen es
que yo pensé que aquí veníais a… y ven un montón de cosas y luego aparte porque
también se involucran, participan más (ENIN01A14).
Los padres habían comprendido, por ejemplo, cómo hacían las maestras para fomentar el
aprendizaje a través del juego. Aspectos que las maestras consideraban que desconocían,
lo que les hacía pensar que el niño solo estaba jugando en clase. Ahora habían cambiado
su percepción. Pero además de cambiar su percepción, habían aprendido como en casa
también podían jugar y fomentar el aprendizaje en sus hijos.
Están viendo que, aunque sea solamente un juego como el parchís que en casa no
le dan importancia, aquí lo miran de otra manera, o un bingo o cosas así que a
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
263
veces metes esas actividades pues para que los niños aprendan jugando y los
padres están viendo que realmente jugando se aprende (ENIN12C14).
Los familiares hicieron llegar a las maestras cómo su participación en las aulas se había
reflejado en el trato y la forma en la que trataban de trabajar con sus hijos en casa.
Una de las maestras ha dicho que un voluntario le ha comentado que gracias a
participar en grupos interactivos han aprendido a tratar y a trabajar con sus hijos
(Diario. Mayo, 2014. O).
Mientras que antes los padres únicamente veían cómo se desenvolvía su hijo, de manera
individual en casa, ahora habían podido verle trabajando junto a otros compañeros y
habían podido conocer el aprendizaje y las estrategias de otros niños, aspectos que les
habían servido para adentrarse en la realidad educativa, conocer la diversidad en el aula
y ver cómo la práctica inclusiva favorece la integración de todo el alumnado.
Ven cómo trabaja el grupo y realmente valoran mucho más nuestro trabajo,
porque se dan cuenta de cosas que hacen los niños, pero ellos ven al suyo en su
casa y tal, pero no ven a todos haciendo lo mismo, entonces se quedan
sorprendidos (ENIN06A14.).
Dentro de este conocimiento, las maestras consideraban que los familiares habían
aprendido a tratar con la diversidad de niños que hay en un aula. Por ejemplo, una maestra
hablaba del caso específico que ella tenía en el aula con una alumna sordo-ciega. La
maestra afirmaba que el primer día los padres no sabían cómo tratarla, pero que, gracias
a la participación continua en el aula, habían cogido soltura, habían conocido su
enfermedad, sus características y posibilidades y el trato había pasado de ser de
inseguridad hacia la niña a ser un trato con soltura. Algo que fue positivo para las familias,
pero principalmente para la alumna (Barba-Martín, González-Calvo, & Martínez Scott,
2018).
Aprenden a conocerla, a tratarla, el primer día pues como los niños la primera
vez que la veían se quedan como qué hago con ella, pero ya poco a poco ya todos
la conocen, van cogiendo soltura; para los niños que los cuesta más es que lo veo
súper positivo (ENIN01A14).
Por todas estas razones, las familias estaban muy contentas y agradecidas con las
maestras. Se lo hacían saber continuamente, les agradecían su labor en el aula, les pedían
que siguiesen con el proyecto y les animaban a seguir avanzando en pro de la inclusión y
el fomento de la participación familiar, opiniones que llenaban a las maestras de
entusiasmo para continuar y aumentaban su motivación.
Me ha sorprendido mucho el que te den tanto las gracias los padres, el decir que
esto funciona fenomenal, el decir que ven cómo valoran a las profesoras y es que
nos lo dicen a todos y a mí, yo que tengo más tanto trato con ellos, es que
muchísimas gracias por todo, el hacer este proyecto, continuar con él, nos
felicitan todo el rato y que sigáis con este tipo de actividades porque están
encantados de la vida (ENIN03A14).
La participación familiar que fomentaron las maestras, a través de grupos interactivos,
supuso beneficios en relación entre ellas y los familiares. El centro pasó a ser un lugar
más abierto y de trabajo común entre ambos agentes educativos. Las maestras se vieron
beneficiadas de esta participación, su relación con las familias mejoró ampliamente y, a
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
264
su vez, las familias también se vieron beneficiadas al aprender a trabajar con sus hijos. Y
es que la mejora de la relación entre maestras y familias supuso, no solo beneficios para
ambos, sino también una ayuda en la mejora del aprendizaje del alumnado. Al final, para
maestras y familias todo giraba en torno a conseguir esa mejora durante el mayor tiempo
posible. Por ello, como analizamos a continuación, algunas maestras decidieron
extrapolar su aprendizaje en grupos interactivos a otros momentos del aula.
Cómo trabajamos después de hacer grupos interactivos
Comenzábamos este capítulo del análisis analizando cómo trabajaban las maestras antes
de comenzar en el PID-FPEIAP y con la realización de grupos interactivos. Por ello,
queremos terminar este apartado analizando si esas prácticas que realizaban antes de
grupos interactivos se modificaron o únicamente incluyeron los grupos interactivos una
vez a la semana.
Como analizamos al principio, había maestras que afirmaban seguir trabajando cómo lo
hacían antes, al tener una metodología inclusiva y participativa. Sin embargo, otras
maestras utilizaban metodologías o actividades más tradicionales e individuales con su
alumnado. Estas maestras expusieron que su práctica del día a día, fuera de grupos
interactivos, se transformó y comenzaron a realizar dinámicas de trabajo colaborativo
entre el alumnado en lugar de actividades individuales.
La verdad que, por rincones, como estamos trabajando, nunca he trabajado […]
ahora he descubierto esta forma de trabajar (ENIN04A14).
Gracias a la realización de grupos interactivos descubrieron otra forma de trabajo en la
práctica, los beneficios que suponía para el aprendizaje de su alumnado y esto les sirvió
para quitarse el miedo a intentarlo en su aula.
Nunca he trabajado en rincones hasta ahora, ahora ya a partir de los grupos
cuando comenzamos con ellos me atreví yo y dije venga (ENIN06A14.).
Ver al alumnado desenvolverse en grupos interactivos y que conocieran cómo funcionar
si se trabajaba en pequeños grupos en el aula, ayudó a las maestras a llevarlo a cabo
cuando se encontraban ellas solas en las aulas.
Ahora puedo hacer cuatro actividades y ellos van rotando, saben quién es su
grupo y saben a qué actividad tienen que pasar y es más fácil (ENIN06A14).
Estas maestras afirmaban que comenzaron a trabajar en sus aulas a través de pequeños
grupos, dando autonomía al alumnado y fomentando las interacciones.
A lo mejor no las mismas que con los voluntarios pero un estilo, que dices, bueno
no necesitan ninguna persona adulta para que lo hagan ellos solos, pero es otra
forma de trabajar (ENIN04A14).
Las docentes trataron de imitar la dinámica de grupos interactivos, pero sin la presencia
del adulto.
Trabajar no solo en grupos sino otro día de la semana así, de esta forma de
trabajar, que cada grupo haga una actividad diferente, luego van rotando y vamos
trabajando diferentes actividades de la unidad, de los objetivos que estudiamos
(ENIN07A14).
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
265
Algunas maestras, que sí realizaban ya trabajos en grupos, destacaron que cambió su
planteamiento respecto a algunas actividades. Mientras que antes eran actividades
individuales o colaborativas pasaron a buscar más la cooperación.
Ha cambiado no lo que es la metodología en sí, sino los juegos, ahora sí que estoy
poniendo más en práctica juegos cooperativos (ENIN07A14).
Estas docentes también centraron su interés en trabajar otros aspectos con su alumnado
en el día a día, como que aprendiesen a ayudarse en lugar de que cada alumno hiciese
únicamente su tarea.
Que se ayuden más entre ellos que se pidan las cosas que aprendan que ayudarse
no es hacérselo y eso sí que es verdad que no lo había trabajado antes tanto
(ENIN07A14).
Las maestras trataban de fomentar en su día a día un método que hiciese más partícipe al
alumnado en su aprendizaje, como hacían en grupos interactivos.
Yo, por ejemplo, al principio no lo hacía, pero luego vi que era necesario hacer
una pequeña asamblea después de los rincones, igual que con los grupos
interactivos y hablar, entre todos (ENGD07G16).
Las participantes no solo transformaron su práctica de aula, sino que según su perspectiva
las escuelas donde se llevó a cabo el Proyecto también se transformaron, pasando a ser
lugares más abiertos para las familias y la comunidad.
De ahí [refiriéndose a dejar sólo entrar a las familias al centro si se llamaba antes
a un timbre] a pasar a una metodología de puertas abiertas (ENIN07A14).
Todas estas transformaciones derivadas de la realización de grupos interactivos y de la
participación de las maestras en el PID-FPEIAP fueron algo que las maestras valoraron
de forma muy positiva. Afirmaban que la mejora cognitiva en el alumnado la esperaban,
pero todos los cambios que hemos analizado derivados de ello fue algo que sobrepasó sus
expectativas.
Los niños por supuesto, pero parece que el tema de los alumnos que iban a
mejorar como que lo sabíamos, como que era algo que bueno sí, pero toda la
repercusión que ha habido después no pensábamos que la iba a haber y hemos
sido un poco inconscientes que no nos hemos dado cuenta, ahora te pones a
analizar y dices ¡joer! (ENIN07A14).
Aunque algunas maestras afirman que su día a día en las aulas ya implicaba una
participación alta del alumnado, para otras maestras la realización de grupos interactivos
les ayudó a cambiar por completo su aula. Ver en la práctica la importancia de las
interacciones o de hacer protagonista al alumnado, junto con otros aspectos como la
transformación en su identidad docente, que analizábamos anteriormente, les ayudó a
transformar toda su práctica educativa.
En esta categoría hemos podido hacer un recorrido por la puesta en práctica y lo que
supuso para las maestras, alumnado y familia su implantación en las aulas. El PID-
FPEIAP ayudó a las maestras a llevar a cabo esta medida y poco a poco, ir mejorando y
subsanando problemas. Todo ello, supuso una transformación en la forma en la que
comenzaron a dar clase, en la relación con las familias o en el aprovechamiento que
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
266
hacían de las actividades que se vio reflejado de manera muy positiva en el aprendizaje,
social y cognitivo, del alumnado.
Síntesis y discusión
Antes de comenzar en el PID-FPEIAP las maestras hacen alusión a formas de trabajar
muy diversas. Para algunas maestras el uso de fichas y trabajo individual era una dinámica
común en sus clases, mientras que para otras, lo era el fomento del trabajo en grupos y
rincones. Sin embargo, ambas coinciden en que la participación familiar era muy escasa
y esporádica. Esta fue la razón que llevó al grupo a decidir que el PID-FPEIAP avanzase
en su fomento el primer año. Esta situación en las aulas y las escuelas coincide con otras
investigaciones, como la de Castro y García-Ruiz (2013), quienes, tras realizar un estudio
en la Comunidad Autónoma de Cantabria, dedujeron que a pesar de que las maestras
afirmaban tener una visión positiva de la participación familiar, sus discursos reflejaban
una implicación familiar esporádica en las aulas y escuelas. Estas formas de participación
no reflejan mejores resultados en el alumnado, pues las familias no participan de ninguna
manera en la toma de decisión o intervenciones, únicamente son informados e invitados
a participar (INCLUD-ED Consortium, 2011).
El modelo de formación seguido por las maestras fue lo que potenció su aprendizaje y la
puesta en práctica de grupos interactivos para desarrollar una verdadera participación
familiar. Si antes analizábamos cómo las maestras consideraban el modelo de formación
del PID-FPEIAP como positivo y capaz de transformar sus prácticas, ahora hemos podido
comprobar cómo se dieron estas circunstancias en la acción. Los procesos reflexivos
compartidos se erigieron como la forma en la que las maestras pudieron transformar sus
procesos de enseñanza-aprendizaje, ya no sólo cambiándolos por otros, sino puliéndolos,
transformándolos y asentándolos en su práctica para hacerlos realmente potenciadores del
aprendizaje y la inclusión del alumnado. La dinámica del ciclo de autorreflexión en la
investigación-acción surgió con la finalidad de conseguir transformar las prácticas de
enseñanza de los docentes a través de un trabajo de planificación, reflexión, acción y
evaluación sistemático (Lewin, 1946, 1948; Corey, 1953). Este trabajo cíclico y constante
es el que consigue asentar los conocimientos en las aulas. Así, nos encontramos con
investigaciones como las de Santamaría y Sanoja (2013), quienes hacen referencia a este
bucle de trabajo como la forma de potenciar los cambios de prácticas y mejorar los
procesos educativos.
Sin embargo, la postura de autores críticos en la investigación-acción participativa como
Kemmis, McTaggart o Greenwood (Greenwood, 2000; Greenwood & Levin, 2007;
Kemmis, McTaggart, & Nixon, 2015; Kemmis, 2011) exigen que esta metodología debe
ir más allá de las simples transformaciones de las prácticas de enseñanza-aprendizaje.
El primer aspecto que se muestra en el análisis respecto a una transformación más amplia
que los procesos de enseñanza-aprendizaje de las docentes, es un avance hacia la
inclusión de todo el alumnado. Esta búsqueda de las maestras no implicó solo cambiar
unas prácticas por otras, sino por otras de valores democráticos, justos y equitativos. En
esta línea nos encontramos la postura de críticos como Giroux o Freire (Giroux, 1990;
McLaren & Giroux, 1990; Freire, 1968/2007), quienes consideraban que la
transformación en educación debe estar basada en la búsqueda de valores de justicia
social. Estos valores consiguieron asentarse en sus a través de la investigación-acción
participativa. Y es que gracias a la investigación colaborativa, los docentes son capaces
de dirigir sus esfuerzos a reducir las dificultades que fomentan actitudes de segregación
y les impiden avanzar en la inclusión en sus aulas (Ainscow, 2001). Desde este
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
267
posicionamiento nos encontramos investigaciones como las de Sancho-Álvarez, Jardón y
Grau (2013), que tras realizar una investigación-acción para fomentar la educación
inclusiva en las escuelas, concluyen en la línea de Ainscow afirmando que la
investigación-acción puede conducir al profesorado a reducir las dificultades que se
encuentra en el proceso de mejora y desarrollo de prácticas y actitudes en línea con la
educación inclusiva.
Para conseguir la producción de valores democráticos en sus aulas y escuelas, las
maestras eligieron fomentar la participación familiar a través de grupos interactivos. A
través de la elección de los grupos interactivos y el trabajo constante de investigación-
acción de las maestras para asentarlos, consiguieron fomentar actitudes prosociales en su
alumnado. Los niños y niñas, no sólo mejoraron sus conocimientos, sino que
desarrollaron actitudes de solidaridad. En esta línea, Valls & Kyriakides (2013) exponen
cómo los grupos interactivos son capaces de abordar las desigualdades sociales y mejorar
el aprendizaje de los estudiantes. Elboj y Niemelä (2010) consideran que el aspecto clave
en los grupos interactivos son los tipos de interacciones que se producen basadas en actos
comunicativos dialógicos, pues el mero hecho de organizar grupos heterogéneos en el
aula no va a asegurar ningún tipo de aprendizaje en el alumnado (Muntaner, Pinya, &
Iglesia, 2015).
Así, encontramos investigaciones como la de Fernández-Antón (2014) que refleja como
los grupos interactivos en un colegio en la provincia de Segovia ayudaron a que el
alumnado fomentara habilidades académicas, referidas al éxito académico propio y de los
demás, habilidades comunicativas, consistentes en la mejora de la expresión verbal y
capacidad de argumentación y habilidades prácticas, las cuales hacen referencia a la
solución de conflictos y la preocupación por los demás. Otra investigación que apoya el
discurso de las maestras es la realizada por Álvarez y Puigdellívol (2014), quienes
exponen como los grupos interactivos fomentan el aprendizaje cognitivo y social del
alumnado a través de cuatro aspectos siempre presentes en los grupos interactivos: su
carácter de aprendizaje social, la presencia de adultos de la comunidad, la seguridad que
sienten los estudiantes y el desarrollo de un progresivo empoderamiento del alumnado.
Las maestras consiguieron mejorar y potenciar los actos comunicativos dialógicos entre
el alumnado a través de un replanteamiento constante de su práctica y una reflexión
compartida con otros participantes del PID-FPEIAP. Este aspecto llevó a las maestras a
una búsqueda insistente por fomentar las interacciones del alumnado más allá de los
grupos interactivos.
Mediante la iniciación en el trabajo de grupos interactivos, las maestras terminaron
extendiendo al resto de sus prácticas de aula el uso del aprendizaje dialógico. El discurso
de las maestras nos muestra un cambio en el aprendizaje del alumnado, pero también en
su actitud en el proceso de dicho aprendizaje. Desde este posicionamiento, la postura de
las maestras es coherente con las ideas defendidas por Flecha y Torrego (2012), quienes
consideran que cuando se utiliza el aprendizaje dialógico “el profesorado no es un simple
transmisor de cultura, sino que la vive y la crea junto con el resto de los integrantes que
intervienen en el proceso educativo” (p. 21). Ejerce, por tanto, un posicionamiento crítico
en busca de la democracia en sus aulas y el fomento de la participación igualitaria de
familiares, profesorado y alumnado (Flecha, 2000).
La voz de las maestras nos muestra como la transformación de su posicionamiento hacia
otro más crítico y dialógico tuvo también su repercusión fuera de las aulas, en las
relaciones con las familias, la comunidad y el alumnado y de estos entre sí. A través de
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
268
los grupos interactivos las maestras consiguieron mejorar sus relaciones con las familias
y la comunidad, así como las relaciones de estos con el alumnado. Al realizar prácticas
dialógicas con participación familiar, las puertas de las escuelas y las aulas se abrieron y,
con ellas, se comenzaron a fortalecer e iniciar relaciones sociales. De acuerdo a esta idea,
Flecha y Soler (2013) exponen como basándose en la transformación dialógica se
consigue involucrar a las familias y las comunidades en la escuela, el aula y otros espacios
de aprendizaje.
El discurso de las maestras coincide con la idea de Flecha y Soler (2013) y nos muestra
cómo las docentes transformaron sus relaciones con las familias dentro de la escuela y
cómo esto supuso una transferencia a todo el contexto social. Esta situación sigue las
ideas defendidas por autores clásicos como Vygotsky (1995) o Bruner (1984) y, más
recientemente, por otros como Aubert et al. (2008) que evidencian que el aprendizaje
tiene una dimensión social y el conocimiento se crea en la interacción con otras personas
en múltiples contextos.
Otro de los aspectos que nos muestra el análisis es cómo la transformación del
pensamiento de las maestras, propiciada por su participación en el PID-FPEIAP, ha
incidido en los procesos de transformación social. De nuevo, este análisis nos permite ver
reflejado en el contexto de las maestras las afirmaciones que hacían en la subcategoría
anterior acerca de su nueva concepción educativa. Las docentes ya no solo cambiaron
prácticas o introdujeron los grupos interactivos, sino que desarrollaron una actitud de
búsqueda de interacciones dialógicas, equidad y justicia en cada instante de su práctica
docente y sus relaciones, dentro y fuera de la escuela. Esta es una postura defendida por
autores como Kincheloe o McLaren (Kincheloe, 2001; Kincheloe & McLaren, 2005).
Estos autores entienden que un proceso formativo e investigador crítico, como el vivido
por las maestras en el PID-FPEIAP, debe siempre suponer una transformación del
docente y su acción en pro de desarrollar actitudes y transformaciones de justicia social.
En esta línea, nuestra investigación pretende sumar un nuevo posicionamiento a una
amplia literatura científica sobre grupos interactivos y aprendizaje dialógico. Nuestro
estudio apoya la potencialidad del trabajo en formación continua del profesorado a través
de la unión de procesos críticos de investigación-acción participativa, el aprendizaje
dialógico y los grupos interactivos, como tres factores complementarios y potenciadores
unos de otros en la finalidad de conseguir transformaciones sociales democráticas y justas
en las aulas y las comunidades.
6.1.2.2. El proceso de transformación de los boletines informativos de
evaluación para las familias
En un proyecto de investigación-acción participativa en el que se producen
transformaciones en la manera de entender la educación, las participantes llegan a realizar
transformaciones con la finalidad de amoldar poco a poco su contexto y su práctica a su
nuevo pensamiento educativa. Este es el caso que analizamos en esta categoría.
A diferencia de la anterior categoría relacionada con los grupos interactivos, las maestras
nunca solicitaron en el PID-FPEIAP una formación o reflexión con sus compañeras
acerca de los boletines de información que se entregan a las familias a final de trimestre.
Apenas aparecen extractos de este tópico en las actas de las reuniones, ni nunca fue un
tema de debate entre los participantes. Sin embargo, cuando dialogamos con las
profesoras en el grupo de discusión acerca de la evaluación, pudimos observar que era un
tema importante para ellas y que sus métodos de información a las familias habían
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
269
experimentado una transformación asociada a su evolución como docentes. Por tanto, en
esta categoría trataremos de mostrar la transformación progresiva que han experimentado
los boletines de información a las familias por parte de algunas maestras y tratar de
comprender los porqués de dicha transformación.
Los primeros boletines informativos. Replanteando su validez
Para comprender el proceso de transformación de los boletines informativos de las
maestras, comenzaremos por conocer cómo eran los que realizaban antes del cambio.
Cuando las participantes se iniciaron como maestras realizaban un tipo de boletín
informativo basado en una hoja de control, en el que exponían si el alumnado había
conseguido o no unos criterios preestablecidos muchas veces no por ellos, sino por el
centro o la administración. Se trata de criterios cerrados en los que las maestras debían
marcar una opción con una X y, como mucho, tienen un espacio acotado para incluir
alguna observación genérica (Anexo F).
Yo cuando empecé a trabajar, pues empiezas con […] el boletín típico de "Conoce
del 1 al 3, conseguido no conseguido, Entiende el proceso" Entonces es una X una
X una X, que tardas 2 minutos en rellenar boletines, venga, una X, y es cómo vas
evaluando (ENGD15C16).
Las maestras asemejaban este tipo de boletín con una quiniela, al ser parecido al juego de
apuestas en el que debes marcar una opción con una X o un número. Se trata de una forma
de menosprecio por parte de las maestras hacia este tipo de boletines a los que comparan
con quien rellena una quiniela al azar, sin tener que explicar sus criterios y dando
importancia solo al resultado final.
Cuando ha acabado el grupo discusión he hablado con las maestras sobre los
boletines de evaluación. Me ha sorprendido mucho. Una de las cosas que les he
preguntado es por el apelativo de “quiniela” y me han dicho que es que lo llaman
así porque es como el juego, en el que la única posibilidad que te dan para
expresarte es poner una X y es lo único que vale (Diario. Junio, 2016. R).
Las maestras consideraban este tipo de informe final muy acotado, ya que solo podían
evaluar “conseguido o no conseguido”. Para ellas el boletín tradicional era un instrumento
cuya importancia radicaba únicamente en la información final, pero no en el aprendizaje
ni el proceso que el alumnado había seguido.
Y allí hay un intervalo de cosas desde que lo tiene o no lo tiene, que ojo. Y dices
"¿el que no lo tiene no hace nada? y ¿el que lo tiene lo hace todo?” no, no, hay
muchas cosas (ENGD13C16).
Las participantes explicaban que algunas partes de los boletines eran iguales para los tres
trimestres en los que se dividía el curso. Este aspecto suponía un problema para ellas,
pues no les permitía reflejar la evolución del aprendizaje del alumnado. Las respuestas
cerradas como “conseguido o no conseguido” eran las únicas vías que tenían para reflejar
este aprendizaje. Con estos boletines, las maestras no podían hacerles llegar a las familias
si el alumnado había seguido avanzando en su asentamiento o perfeccionamiento.
En el centro es un único boletín para los tres trimestres y lo vamos rellenando, si
se supone que tú en el primer trimestre ya lo has puesto conseguido, ¿qué hago
en el segundo y en el tercer trimestre? (ENGD09B16).
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
270
Las maestras reconocían que los familiares les habían llegado a expresar que algunos de
los ítems les costaba entenderlos, ya que exponían generalidades al tratarse de estándares
cerrados y para todo el alumnado igual.
Muchas veces ellos [los familiares] ante los indicadores de valoración que venían
no los entendían. (ENGD15D16).
Con este tipo de informe, la finalidad del boletín (informar a las familias del aprendizaje
de sus hijos) no se cumplía. A las maestras les resultaba imposible exponer a las familias
el aprendizaje de sus hijos dentro de toda la diversidad de prácticas que una maestra puede
llevar a cabo en su aula.
Si el boletín es para informar a las familias de lo que se hace en el aula, yo con
este boletín de las quinielas no informo de nada, porque no informo de qué hago
en la asamblea, no informo de qué hago en los GI, no informo de lo que hago en
los rincones (ENGD07G16).
Debido a todas estas causas, las maestras afirmaban que comenzaron a replantearse la
validez de este boletín de información mientras se formaban en el PID-FPEIAP. Las
maestras consideraban que ellas hacían procesos de evaluación en sus prácticas para
conocer el proceso de aprendizaje seguido por el alumnado, pero con estos informes no
eran capaces de exponérselo a las familias.
Nosotras el año pasado nos planteamos que según estábamos trabajando nuestros
boletines no tenían nada que ver con cómo según trabajábamos. Por qué
estábamos haciendo proyecto, rincones, teníamos que evaluar a cada niño desde
donde parte (ENGD15D16).
Las transformaciones que habían llevado a cabo en sus aulas a raíz de participar en el
Proyecto habían favorecido el aprendizaje del alumnado en más factores que el cognitivo,
como hemos analizado anteriormente, pero el boletín tradicional no era capaz de
recogerlo.
El primer año de estar en este proyecto, dijimos estamos haciendo grupos,
estamos haciendo talleres, estamos haciendo proyectos, esto en un boletín con X
no queda reflejado (ENGD15D16).
Al igual que habían cambiado sus prácticas de aula para hacer su educación más inclusiva
y más abierta a la comunidad, las docentes consideraron que aquellos instrumentos que
no sirviesen para reflejar estos cambios y fomentar la apertura de sus aulas no podían ser
buenos para su alumnado y, por tanto, debían transformarlos por otros que sí lo reflejasen.
Entonces tenemos que quitar el boletín con X, entonces dijimos, “pues nos
rellenamos un informe individualizado de cada niño” (ENGD15D16).
Las maestras, en su proceso de transformación de su práctica educativa acorde a sus
pensamientos educativos, afirman que comenzaron a replantearse la validez de los
boletines informativos que realizaban hasta el momento. Estos boletines les impedían
mostrar a las familias el amplio trabajo y desarrollo de sus hijos en las aulas. Los boletines
tradicionales estaban apartando a las familias de la comprensión del aprendizaje de su
hijo y, por esta razón, decidieron cambiarlos por otros que sí lo consiguiesen.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
271
Transformación del boletín informativo impuesto a un boletín informativo
cualitativo-individualizado
Las maestras decidieron que debían transformar sus boletines de evaluación por otros en
los que pudiesen exponer a las familias el proceso de aprendizaje de sus hijos, tanto
cognitivo como social, en todas las prácticas que realizaban durante del trimestre.
Las maestras decidieron que la mejor solución para conseguir exponer a las familias todo
el aprendizaje del alumnado durante la multitud de prácticas que realizan durante un
trimestre era escribiéndoselo.
Entonces nosotras cambiamos y nuestros boletines son redactados
(ENGD15D16).
Pasaron de un boletín tradicional, con los mismos estándares para todo el alumnado, a
uno redactado por ellas mismas e individualizado para cada alumno.
Nosotros este año también hemos cambiado la forma del boletín, de la quiniela,
por un informe individualizado (ENGD07G16).
De esta manera, las maestras trataron de acabar con los boletines tradicionales y su
información, centrada únicamente en la información final del alumnado.
Ya no son las X de conseguido/no conseguido, en proceso, que al final es una
forma de calificar igual (ENGD07G16).
El nuevo boletín informativo se trataba de un informe amplio sobre cada alumno.
Igual son cuatro folios, pero son individualizados totalmente (ENGD15D16).
En estos nuevos informes, las maestras consideraban que ya no se premiaba solo los
resultados finales, como en el boletín tradicional, sino que se buscaba otro tipo de
información.
Es un boletín totalmente individualizado y a la hora de evaluar a los niños les
evalúas de otra manera (ENGD15D16).
De esta forma, las maestras afirmaban que podían relatar el aprendizaje del alumnado
desde varias dimensiones, como la social, la cognitiva o la emocional. Todo ello en torno
a la multitud de prácticas que realizaban en clase y que, consideraban, era necesario
exponer a las familias.
Es un informe individualizado, lo que tú dices, y ahí redactábamos aspectos de
los grupos interactivos, de si el niño trabaja en equipo, de si colabora, de si le
cuesta compartir, si ayuda a los demás. Muchos aspectos de la inclusión que en
ese boletín no quedaban claros, pues claro, había que reflejarlo (ENGD07G16).
Aunque el nuevo informe variaba ligeramente entre unas y otras maestras, constaba de
dos partes, principalmente. Una primera parte, donde las maestras redactaban los aspectos
que se habían trabajado durante el trimestre en clase de manera genérica (proyectos,
grupos interactivos, unidades didácticas…) y, una segunda parte, donde explicaban con
detalle el aprendizaje del alumno a lo largo de todas esas prácticas (Anexo G).
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
272
Va redactando un poco al principio generalizado los contenidos que hemos
trabajado con todos y luego ya especifico (ENGD07G16).
En la parte específica referida a cada alumno de manera individual, las maestras trataban
de mostrar los contenidos positivos y negativos del aprendizaje del alumnado en cada una
de las prácticas.
Ha cambiado totalmente porque se da un informe individualizado a cada niño con
los aspectos positivos y negativos (ENGD07G16).
Aunque exponían aspectos positivos y negativos, trataban de mostrar los negativos no
como un fallo o debilidad, sino como retos a mejorar por parte del alumnado. Así,
intentaban que la información se convirtiese en una forma de dar feed-back a las familias
para que entre todos pudieran contribuir a la mejora del aprendizaje del alumnado.
Yo explico cómo es el niño, cómo se maneja en clase, intentamos destacar lo
positivo del niño. Lo que le cuesta se lo pones de una manera que oye, porque le
cuesta y los padres lo tienen que conocer, pero sí que ha influido, siempre
hacemos una parte de lo “qué he aprendido, qué nos gusta hacer y cómo me
porto” (ENGD15D16).
Para recalcar que la información concierne al alumno, algunas maestras redactaban estos
informes desde la propia voz del estudiante.
Además, lo rellenamos como si fuera el niño el que lo cuenta (ENGD15D16).
Para las docentes, este nuevo informe de información era mucho más completo que el
boletín tradicional. Con el nuevo modelo de boletín, ellas consideraban que sí eran
capaces de recoger todo lo que hacían en el aula y el proceso de aprendizaje de cada
alumno en cada situación.
Ahí se refleja todo, como tú dices, [...] que recoja todo lo que hemos trabajado
(ENGD07G16).
Las maestras querían poder explicar los procesos de aprendizaje del alumnado a las
familias y que el boletín dejase únicamente de informar de los resultados finales. Por esta
razón, decidieron acabar con el boletín tradicional que habían estado haciendo durante
años para pasar un boletín que actuase como guía para que las familias y les ayudase a
comprender el aprendizaje de sus hijos.
La transformación de estos boletines afectó a las familias, pero también a otros
estamentos de la comunidad educativa cuyas posturas analizamos en la siguiente
categoría.
Perspectivas de la comunidad escolar respecto a la transformación del boletín
informativo
En el ámbito educativo, los cambios suelen ser muy cuestionados por aquellos a los que
les produce desconocimiento o ven tambalearse sus posiciones cómodas de poder (Freire,
1968/2007). También hay gente que se posiciona a favor de estos cambios, generalmente,
aquellos que los necesitaban, por inquietudes propias o porque el cambio les beneficia.
Así, cuando las maestras decidieron realizar esta transformación en sus boletines
informativos, se encontraron con ambas posturas.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
273
Respecto a las personas que se posicionaron en contra o, al menos, no a favor de que las
maestras transformaran sus boletines informativos, se encontraron algunos compañeros y
compañeras de centro, así como algunos equipos directivos.
Cuando alguna de las maestras propuso este nuevo boletín a las compañeras más cercanas,
estas lo vieron como imposible. Como hemos analizado anteriormente se trata de un
boletín amplio, aproximadamente de cuatro páginas de extensión, lo que hacía que para
una clase con veinte alumnas y alumnos, las maestras, siempre cargadas de trabajo y sin
apenas tiempo, tuviesen que encontrarlo para redactar entre ochenta y cien folios.
Yo este año se lo comenté a MAES17 Yo este año voy a hacer un informe
individualizado" "¿Tú estás loca? con 19 niños, uno para cada uno, ¿dónde vas?"
(ENGD07G16).
En este caso concreto, la compañera acabó realizando también el nuevo boletín
informativo. La maestra del PID-FPEIAP le hizo ser parte del grupo y propició que su
necesidad como docente, aferrada a nuevas concepciones inclusivas, se sobrepusiese a la
maestra incrédula y pasiva que mostraban las anteriores palabras.
MAES07 nos ha comentado hoy que su nueva compañera está encantada con ella.
Era una maestra que nunca había trabajado ni conocía nada de la educación
inclusiva, pero que a partir de trabajar con MAES17 ha empezado a realizarlo y
va a participar en el grupo. MAES07 dice que le sigue en todas las prácticas que
ella hace (Diario. Octubre, 2014. O).
El cambio en la mentalidad de la compañera fue un caso excepcional y, por lo general,
las maestras afirmaban que cuando ellas exponían a otras compañeras la idea de realizar
este boletín recibían comentarios o miradas de desaprobación.
Yo se lo planteé a principio de curso y todas me miraban como esta está loca
(ENGD07G16).
En algunos casos, estas formas de desaprobación se convirtieron en chascarrillos con los
que las compañeras trataron de ridiculizar el trabajo que las maestras estaban haciendo
por el bien de su alumnado y las familias.
En el cole se ríen de nosotras, si porque dicen "el libro ese que dais para que se
lean los padres" (ENGD15D16).
Las compañeras no fueron las únicas que pusieron trabas a las maestras en la realización
de los nuevos boletines. Los equipos directivos de algunos centros informaron a las
maestras que era obligatorio que redactasen y entregasen a las familias el boletín
tradicional.
Pero es que eso es depende también del centro, porque a mí me pasa que me
obligan a darlo (ENGD09B16).
Esta obligatoriedad por parte de los equipos directivos a entregar el informe tradicional
era, principalmente, impuesta a las maestras en el tercer trimestre al final de la etapa.
Ahora sí que tengo que rellenar de fin de evaluación. Fin de etapa, pero ese es el
único que relleno, los otros, yo quito las cruces (ENGD15D16).
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
274
Los centros obligaban a algunas maestras a presentar el informe tradicional al final de la
etapa. Los equipos directivos se excusaban en la necesidad de guardar un boletín al final
de la etapa para que las futuras maestras del alumnado conociesen su desarrollo y, a pesar
del argumento de las maestras por guardar el nuevo boletín, el equipo directivo quería
que fuese el mismo en todas las clases.
Este año pues para que quede en el expediente guardado tiene que haber un
modelo de boletín y yo he dicho, bueno, pues lo que le doy a los padres, yo lo
guardo y me han dicho "No, eso no vale” (ENGD15D16).
Las maestras trataron de mostrar al equipo directivo que el informe que ahora realizaban
era más amplio y contenía más información para las futuras maestras, pero los equipos
directivos únicamente querían el boletín tradicional, justificando que era el boletín pedido
por la institución competente, en este caso, la Junta de Castilla y León.
Yo me voy, los niños se quedan el año que viene en 5 años, y yo no voy a estar, y
digo "Vamos a ver, yo les doy todo el informe donde realmente queda lo que es
cada niño" Pero no, no, no, eso no vale, por que como no es el informe
generalizado oficial de la Junta de Castilla y León, tienes que hacer el informe
individualizado final de cuatro años. Y las X (ENGD07G16).
La argumentación de los centros supuso que las maestras tuviesen que realizar el boletín
tradicional. Sin embargo, esto no hizo que dejasen de realizar el nuevo informe. Ellas
siguieron adelante con el boletín de evaluación en el que creían y el boletín tradicional
sólo lo rellenaban cuando se lo pedía el equipo directivo.
Entonces claro, después de que hago el boletín, tengo que marcar la X, que no me
sirve para nada (ENGD15D16).
La obligatoriedad por parte de la Junta de Castilla y León que los equipos directivos
hacían ver a las maestras para tratar de que abandonasen sus nuevos boletines
informativos era falsa. En una reunión del PID-FPEIAP en el año 2018, a raíz de la
exposición de estos resultados en unas jornadas, el grupo analizó la ORDEN
ECI/3960/2007, de 19 de diciembre, por la que se establece el currículo y se regula la
ordenación de la Educación Infantil y en ninguna parte del documento se encontró que
existiese un informe generalizado oficial.
El otro día en la reunión salió la posibilidad de hacer unas jornadas conjuntas
con otro PID-FPEIAP de Evaluación Formativa y compartida en Educación
Infantil que hay en la Facultad. A raíz de esta propuesta yo conté un poco estos
datos que tengo en torno a los boletines de evaluación y se abrió un debate en el
grupo. Quedamos en que hoy íbamos a haber mirado en la ley sobre el tipo de
informe de evaluación que se pide. Resulta que, tras analizar el documento entre
todos, no existe ni el más mínimo indicio de que haya un informe estandarizado
que las maestras tengan que cumplir (Diario. Mayo, 2018. R).
Como el grupo analizó, la Orden solicita una evaluación mucho más cercana a los
boletines individualizados que realizan las maestras que al boletín que les trataban de
imponer desde los centros.
Pero ya no es que hable de que exista un modelo. Es que el tipo de informe que
dice deben hacer las maestras es mucho más cercano al que realizan ahora que
a los informes tradicionales que les imponen: “Al finalizar cada uno de los ciclos,
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
275
el tutor elaborará un informe individualizado sobre los logros en su proceso de
desarrollo y en la adquisición de los aprendizajes en relación con los objetivos
establecidos. Asimismo, se harán constar los aspectos que más condicionen su
progreso educativo, para de esta manera garantizar una atención individualizada
y continuada.” (Diario. Mayo, 2018. R).
Los cambios que las maestras quisieron hacer respecto a sus boletines informativos les
supusieron, en algunos casos, tener que lidiar con presiones por parte de sus compañeras
o equipos directivos. Estos compañeros, aferrados a los métodos tradicionales, querían
que el nuevo trabajo de las maestras no les afectase. Pero a quien sí afectaba esta medida
era a los padres, cuya valoración de la transformación del boletín de evaluación
recogemos a continuación.
Los boletines informativos en edades tan tempranas van destinados, principalmente, a los
familiares, como una forma de conseguir mostrarles el proceso de aprendizaje de sus hijos
e hijas. Por ello, las familias fueron las principales afectadas por el cambio en los boletines
de evaluación finales.
Las maestras afirmaban que los boletines tradicionales eran difíciles de comprender por
parte de los padres al contener aspectos tan genéricos que no permitían mostrar los
aspectos individuales de cada menor ni sus capacidades.
Al final, la tabla tradicional, muchas veces los padres no lo entienden
(ENGD01A16).
El hecho de intentar explicar un aprendizaje constituido durante tres meses simplemente
con una X de “conseguido” o “no conseguido”, era difícil para las maestras y, en
ocasiones, hacía dudar a los padres sobre el desarrollo en el aprendizaje de sus hijos.
A ti una cruz no te dice nada, y muchos padres te dicen, “es que le has puesto una
cruz a no sé qué y me habías dicho que el niño iba muy bien” (ENGD01A16).
Las maestras observaron que cuando les entregaban a las familias los boletines
tradicionales, estas se dirigían inmediatamente al apartado de observaciones, donde las
maestras, de forma voluntaria, podían haber redactado un pequeño texto que les explicase
mejor los estándares marcados.
De hecho, los padres cuando les das la quiniela, lo que van a ver es si has puesto
algo en el apartado de observaciones (ENGD15D16).
Por estas razones, las maestras afirman que tuvieron una valoración muy positiva por
parte de las familias cuando decidieron transformar sus boletines informativos por otros
redactados e individualizados.
Los padres, yo en mi mismo grupo los he tenidos dos años, los he calificado con
las X y al año siguiente yo los califiqué con el boletín individual, y te dicen, “eh,
por qué el año pasado no me hacías esto, que lo entiendo mucho mejor. Aquí
ahora sé que no comparte” (ENGD15D16).
Los nuevos boletines que realizaban las maestras habían facilitado a las familias la
comprensión del aprendizaje que su hijo había tenido en la escuela a lo largo del trimestre.
Te preguntaban y dicen “Esto lo entiendo mucho mejor” (ENGD15D16).
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
276
Por ello, mientras que con los boletines tradicionales las familias les hacían llegar a las
maestras comentarios como que eran demasiado genéricos o no les mostraban nada sobre
el aprendizaje de sus hijos, con estos nuevos boletines individualizados les hicieron llegar
comentarios haciendo referencia a que de este modo sí eran capaces de comprender
realmente el crecimiento personal de sus hijos.
A mí los padres también me lo han valorado positivamente, “porque es que
realmente aquí veo a mi hijo, en esto que me has dado ahí va mi hijo, en lo otro
no” (ENGD07G16).
La valoración por parte de los padres fue tan positiva porque las maestras consideran que,
tras esta transformación de los boletines de evaluación, se esconde una idea de educación
abierta a la comunidad, en la que las maestras trataban de mostrar detalladamente a las
familias qué hacían los niños y niñas en las aulas.
Dar a conocer a los padres, de que ellos realmente sepan lo que están haciendo,
lo que no. Primero porque te valoran mucho más y por qué te entienden lo que tú
haces. Yo, por ejemplo, ya no solo el boletín, yo a lo largo del curso, yo este año
lo he probado con el aula virtual, les voy contado pues estamos experimentando
esto, y hacemos esto y ahora ha salido esto. Y ahora hemos aprendido no sé qué.
El dar a conocer lo que el niño va a haciendo a los padres, aparte de que les
encanta, les ayuda a conocer mucho mejor a su hijo, porque de otra forma no lo
conocen (ENGD01A16).
Las familias valoraron positivamente la transformación de los boletines de evaluación.
Las maestras trataron, con el cambio, de mostrarles de una manera más amplia como
crecía el aprendizaje de su hijo en todos los ámbitos y las familias les valoraron el esfuerzo
y les hicieron saber que para ellos el cambio era muy importante.
Como hemos analizado en esta categoría, los boletines de evaluación de las maestras
vivieron un proceso de transformación durante su participación en el PID-FPEIAP. La
transformación de sus prácticas de clase y de sus concepciones educativas más centradas
en la participación y la apertura a la comunidad fue primordiales para que las maestras se
replanteasen la validez de los informes de evaluación que entregaban y buscasen una
solución. Así, comenzaron a redactar los informes de manera individualizada. Pero, como
cualquier transformación que traspasa las paredes del aula, encontró detractores y
partidarios. En este caso, las maestras se centraron únicamente en estos últimos y
siguieron realizando los nuevos informes a pesar de las trabas encontradas en el camino.
Síntesis y discusión
Los datos obtenidos muestran cómo antes de su participación en el PID-FPEIAP, las
maestras utilizaban como instrumento de evaluación, únicamente, los boletines
informativos que el centro les obligaba a rellenar. De acuerdo con Díaz y Velasco (2018)
esta es una parte del proceso de evaluación en Educación Infantil. Estos autores destacan
que entre los objetivos de evaluación en la etapa de Educación Infantil se encuentra
ofrecer a los adultos instrumentos significativos para la compresión del niño, como así lo
hacían con las familias las participantes.
Estos boletines consistían, con pequeñas diferencias dependiendo del centro, en una
escala gráfica a través de la cual las maestras rellenaban si su alumnado había conseguido
o no una serie de ítems en torno al comportamiento, el aprendizaje o la higiene. En
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
277
algunos casos, su única respuesta podía ser sí o no, mientras que en otros casos usaban
una escala de colores para informar de si el ítem ya había sido conseguido, no estaba
conseguido o estaba en proceso. Estos instrumentos únicamente proporcionan a los
familiares una información final que no les permite conocer el proceso de consecución y
la consolidación de dichos aprendizajes. Si nos remitimos a la literatura, encontramos
experiencias como la de Silva y Fernández (2017), donde la escala gráfica se utiliza como
forma de evaluación cuando se dirige al propio alumnado. Pero, en este caso, el boletín
tiene la finalidad de informar a los padres. Por esta razón, recoger el proceso de
aprendizaje de los niños y hacerlo a través de una escala gráfica presenta un desacuerdo
con lo establecido en la Ley, “la valoración del proceso de aprendizaje de los niños se
expresará en términos cualitativos, recogiendo la apreciación de su evolución en este
proceso” (Orden EDU 721/2008, art.13.5).
Las maestras aluden a una escasa formación inicial sobre evaluación que les permitiese
plantearse la modificación o incluso la validez del boletín informativo. La formación
universitaria resulta a veces insuficiente para romper con las presiones que tiene un
maestro novel. En esta fase primera fase como maestro, el docente se da cuenta de que
las competencias que ha adquirido durante la formación universitaria no son suficientes
para su desarrollo profesional (Barba, 2011; Berliner, 1988; Vonk, 1988). En el caso
específico de la evaluación, autores como Hamodi, López-Pastor y López-Pastor (2017)
o Pérez-Pueyo, Hortigüela, y Gutierrez (2016) afirman que el profesorado tiende a utilizar
en su docencia los métodos de enseñanza y evaluación que utilizaron con ellos cuando
eran alumnos. Como forma de solución, estos autores defienden la necesidad de aplicar
al alumnado universitario los procesos e instrumentos de evaluación que deben
desarrollar en su futura docencia.
En su discurso, las maestras corroboran que el tipo de formación del PID-FPEIAP es lo
que ha llevado a las maestras a replantearse los boletines informativos que realizaban.
Las docentes afirman que, como hemos analizado anteriormente, el PID-FPEIAP les ha
transformado su forma de entender la docencia. Los procesos reflexivos colectivos sobre
su acción, fomentados en el PID-FPEIAP a través de la investigación-acción
participativa, y el posicionamiento del PID-FPEIAP cuya finalidad era el fomento de la
equidad y la justicia social, han llevado a las maestras a transformar su pensamiento
docente y sus prácticas de aula en busca de posiciones más abiertas a la comunidad
(Barba-Martín et al., 2016).
Como consecuencia de estas transformaciones, las maestras comenzaron a replantearse
todas sus prácticas educativas en pro de una apertura de sus aulas a las familias. En este
proceso de replanteamiento, las docentes centraron parte de sus esfuerzos en la evaluación
y los boletines informativos. Las maestras afirman que consideraban necesario ofrecer a
las familias una mayor información sobre el aprendizaje de sus hijos y, de esta forma,
hacerlas más conscientes de todo lo acontecido en las aulas durante el trimestre. Este es
un proceso que busca romper con las formas tradicionales de educación y evaluación y
abrir el aula a las familias en todos los procesos educativos. En esta línea, García-Herranz,
(2017) considera que es necesario poner en marcha sistemas de evaluación que traspasen
las verjas de la escuelas e involucren a las familias, dado que son los grandes interesados
en la formación de sus hijos.
Los resultados muestran que aún queda un camino para que el profesorado se acerque a
procesos de evaluación formativa y compartida capaces de involucrar realmente a las
familias, pero ampliar los boletines de información para dotar a las familias de una mayor
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
278
comprensión es un primer paso importante y significativo en el avance hacia la apertura
de sus aulas y la participación conjunta en la evaluación.
Durante el proceso, las voces de las maestras nos han mostrado comportamientos diversos
de los miembros de la comunidad educativa. Han recibido la aceptación de las familias,
pero también han sufrido presiones ante la falta de entendimiento por parte de algunas
compañeras y la obligación de los equipos directivos por seguir realizando el boletín
informativo con escala. Sin embargo, las maestras aluden a su nueva concepción de
educación asentada gracias a su participación en el PID-FPEIAP, como la situación que
les ha impulsado a buscar una solución que rompiese con dichas presiones. En este
posicionamiento de las maestras se observa un desarrollo desde el PID-FPEIAP de una
conciencia crítica, uno de los aspectos fundamentales cuando una formación quiere
avanzar en la transformación social y la eliminación de las injusticias (Liston & Zeichner,
2003; Zeichner, 2010). El carácter crítico adquirido por las maestras les ha permitido
sobreponerse a unas relaciones de poder que les buscaban obligar y dirigir en su forma de
entender la educación y de actuar (Cochran-Smith, 2009; Freire, 1968/2007; McLaren y
Giroux, 1990; Zeichner, 2016).
Esta categoría de análisis “5.3.2. Transformaciones producidas en la práctica por la
participación de las maestras en el PID-FPEIAP”, nos ha permitido analizar cómo la
formación de las maestras en el Proyecto tuvo un impacto social en los contextos donde
se llevó a cabo. Transformó las prácticas educativas, las relaciones sociales entre todos
los miembros de la comunidad, dentro y fuera de la escuela, e hizo avanzar las aulas y los
centros hacia ideas de equidad, dialógicas y de justicia social. De esta forma, a través de
este análisis se puede comprender que el PID-FPEIAP, coordinado por José Juan, ha
conseguido apoyar la ideas promulgadas desde el proyecto de investigación “IMPACT-
EV”: Evaluating the impacts and outcomes of the EU SSH Research (2014-2017) y ha
supuesto un impacto social en los contextos donde se ha desarrollado, ya que como
consecuencia de su implementación ha logrado mejoras sociales.
6.2. Aspectos destacados y tensiones del PID-FPEIAP encontrados por
las participantes
El desarrollo de una investigación desde una perspectiva crítica, como esta tesis doctoral,
no se puede entender sin un análisis de los principales factores que potencian la
investigación, pero también de las tensiones surgidas durante el proceso. Se trata de
conseguir una consciencia más informada, capaz de comprender todas las acciones
necesarias para transformar la sociedad (Ramos, 2015). Por tanto, consideramos que dar
a conocer ambos aspectos es una forma de mostrar dónde se encontraron los puntos más
fuertes y las problemáticas del PID-FPEIAP, para mejorar la compresión del proceso para
futuros investigadores.
6.2.1. Aspectos destacados del PID-FPEIAP
En esta subcategoría queremos reseñar algunas de las características del PID-FPEIAP que
las maestras han destacado como significativas para su formación. Aunque ya hemos
analizado su metodología, el PID-FPEIAP tuvo muchas características que se han
quedado fuera de ese apartado y que fueron realmente importantes para la formación de
las maestras. Por un lado, la formación del Proyecto implicó una relación entre la
universidad y la escuela, muchas veces descuidada, pero muy necesaria en los procesos
de formación (Imbernón, 2017) y que las maestras valoran que ha tenido aspectos
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
279
destacados en su formación. Por otro lado, como hemos analizado, el PID-FPEIAP se
basó en el trabajo colectivo de un grupo multinivel. Sin embargo, las implicaciones que
esto tuvo para la formación de las maestras también es necesario destacarlas como una
categoría aparte.
6.2.1.1. Relación escuela-universidad
El fomento de la relación entre la escuela y la universidad es uno de los aspectos más
destacados del tipo de formación del PID-FPEIAP. Habitualmente, las relaciones entre
las universidades y las escuelas son de aprovechamiento por parte de las primeras hacia
las segundas, ya sea para extraer datos para sus investigaciones, para obtener méritos al
dar formaciones o para que su alumnado conozca la realidad escolar (Sayago Quintana,
2006). Pero pocas veces las segundas se ven beneficiadas de este contacto. En el PID-
FPEIAP, el objetivo principal de unir ambas realidades fue que la docencia de las escuelas
y las universidades se transformase a través del apoyo mutuo.
En esta línea temática analizamos si esta relación ha sido beneficiosa para las maestras.
Comenzaremos debatiendo sobre la percepción que las participantes tenían acerca de la
relación que se establece entre la universidad y la escuela, para adentrarnos en cómo han
vivido esta conexión dentro del PID-FPEIAP.
Percepción acerca de la conexión entre la escuela y la universidad
A lo largo de su experiencia como alumnas y profesoras, las maestras han adquirido una
perspectiva de la relación entre la universidad y la escuela. Las participantes comparten
una misma visión acerca de las relaciones que han vivido con la universidad y con el
profesorado universitario previo a su participación en el PID-FPEIAP.
Las maestras tenían la opinión de que, muchas veces, la universidad y la escuela son dos
mundos separados.
Muchas veces parece que vamos aparte, los coles, por un lado, la universidad por
otro, los estudiantes por otra (ENGD01A16).
Para las maestras, esto es debido a que se suele pedir a los docentes que trabajen con otros
compañeros, con otros centros, sin embargo, pocas veces se pide a la universidad el
mismo esfuerzo para trabajar con las escuelas.
Y creo que el que la universidad se implique con los colegios, es como igual de
importante que veo el que un mismo centro se intercambie con otra persona, con
otro profesor, con otro centro (ENGD01A16).
Las maestras consideraban que una solución sería que la universidad dotase de
oportunidades a su alumnado en formación inicial para poder ir a las escuelas, ver las
prácticas en un contexto real y poder dialogar con docentes.
Y que la universidad dé oportunidad a los alumnos, que muchas veces se quejan
los alumnos de “es que no tienen horas, no tienen medios, para acercarse al
cole”, y yo creo que es lo más importante, ver cómo funciona realmente un aula
(ENGD09B16).
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
280
La unión de ambas realidades sería muy importante para que el alumnado universitario
ampliase su formación, aprovechase su Prácticum y pudiese ver en la práctica lo que le
enseñan teóricamente en la universidad. Pero requiere de una mayor coordinación entre
las escuelas y las universidades.
Yo siempre criticaba que tenía que estar más relacionado la universidad con el
colegio, porque muchas veces venían los chicos de prácticas y había ciertas cosas
que a mí me parecían básicas que debían de conocer y a lo mejor ellos no sabían
que eran, entonces teniendo una relación entre la universidad y el colegio hay
ciertas cosas que ellos las pueden trabajar desde la teoría en la universidad y
nosotros, luego, que la vean aquí en la práctica (ENIN09B15).
Las maestras también consideraban que esta relación tiene que ser recíproca y no solo la
universidad visitar las escuelas, sino que la institución universitaria debería abrir sus
puertas a maestros y maestras en activo.
Nosotros también poder participar más aquí [refiriéndose a la universidad], de
alguna manera (ENGD07G16).
Las participantes creían que su experiencia en el centro universitario podría ser
beneficiosa para la universidad y su estudiantado. Presentar un código de buenas prácticas
a los futuros docentes, compartir sus aciertos y errores en el aula o comentar sus formas
de trabajo eran algunas de las propuestas que las maestras realizan para poder intervenir
en la institución universitaria.
Habría que buscar medios para que nosotros pudiéramos venir aquí a contarles
nuestras experiencias. O sea, lo que hicimos el otro día de contar un poco la
experiencia entre proyectos. Poder decir, "Venga, te vienes una tarde a las cinco
y le cuentas a los alumnos toda la teoría, y luego llegas tú y les cuentas cómo lo
haces". Yo creo que tiene que ser más reciproco (ENGD07G16).
Por todas estas razones, las maestras veían necesario que hubiese más proyectos como el
PID-FPEIAP, que unan la teoría y la práctica y la universidad y la escuela. De esta forma,
podría existir un intercambio de aprendizaje entre quien está normalmente más cerca de
la teoría (la universidad) y de la práctica (la escuela).
Toda esa teoría, luego nosotros la ponemos en práctica, pero que luego ellos vean
esas prácticas y también se lo puedan transmitir luego en teoría a los nuevos
maestros. Entonces yo creo que es un poco de feed-back (ENGD07G16).
La relevancia que las participantes dan a esta unión entre universidad y escuela nos lleva
a adentrarnos en el enlace armónico que se ha intentado dar a las relaciones entre ambas
instituciones en el PID-FPEIAP.
Principales aportaciones de la relación entre la escuela y la universidad en el
PID-FPEIAP
Las maestras apenas hacen hincapié en el trabajo con la universidad como institución.
Cuando hablamos acerca de esta relación, las docentes tienden a valorar el PID-FPEIAP
y la relación con la universidad como la relación que tienen con los investigadores que
pertenecen a ella, pero no con la institución. Sin embargo, en el análisis de los datos sí
que se generó una categoría de análisis que vinculaba la labor de las maestras con la
institución universitaria.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
281
La seguridad de trabajar en un proyecto junto a la universidad
Aunque desde el PID-FPEIAP se trató de tener una relación horizontal entre la
universidad y la escuela, la idea social de que la universidad es una institución dedicada
a la investigación científica y rigurosa hizo que las maestras, en cierto momento, usaran
el trabajo conjunto con la universidad como una forma de tener un respaldo científico a
lo que hacían.
Pues a mí me ha aportado como que parece que estamos haciendo las cosas con
mayor rigor científico […] y hacerlo más, eso, darle un poco más carácter
científico a lo que tú estás haciendo día a día en el aula (ENIN07A14).
Como hemos analizado anteriormente, las dudas de las maestras eran resueltas muchas
veces por el grupo. Pero, cuando las maestras no podían apoyarse en compañeros y
compañeras del Proyecto, ya fuese por el tiempo que pasaba entre reuniones o por no
poder asistir, tener la conciencia de que la universidad apoyaba lo que hacían les suponía
dar veracidad al camino que ellas deseaban seguir.
Yo hay veces que me pongo a dudar, y luego digo, no, no, si yo formo parte de un
proyecto, y ya como que me lo creo y todo. Que esto tiene una base científica,
tiene una base, que están los de la universidad con nosotros detrás
(ENGD07G16).
El respaldo de la universidad hacia las prácticas que las maestras desarrollaban
individualmente en el aula, no solo les aportaba seguridad personal para desarrollar sus
actuaciones docentes, sino que garantizaba que su trabajo fuera reconocido por el centro
y las familias.
Donde vivimos nosotros, es que tú hablas de grupos interactivos, educación
inclusiva, tertulias... es que no saben ni lo que es, entonces, claro… decir que
estás formando parte de un proyecto y que están funcionando todas esas cosas,
es como decir, no es una tontería que nos hemos inventado y que lo vamos a poner
en marcha (ENGD09B16).
Las maestras trataron de explotar esta seguridad que daba a los familiares el apoyo de la
universidad y cuando les explicaron que iban a realizar grupos interactivos, lo hicieron
recalcando esta relación. De esta manera, afirmaban que las familias se sentían más
seguras, pues para ellas la institución universitaria era un aval de seguridad científica.
Es que lo de que esté la universidad hace mucho, porque yo me acuerdo cuando
reunimos por primera vez a todos los padres, yo de cuatro clases que éramos, era
la única de mi nivel, que mis padres eran, a ver qué se le ha ocurrido ahora a
esta. Y claro, somos cuatro clases, y solo nos convocas tú, y muchos nos decían,
“ah, ¿que estáis con la universidad? Ah es que esto lo apoya la universidad”. Eso
era como “Ah, entonces...”. Como que se lo tomaban en serio. “Ah bueno,
entonces esto no es una locura que se os ha ocurrido y ya está”. Y eso la verdad
a mí me llamó mucho la atención porque muchos te decían, no, no, es que está
avalado por la universidad (ENGD01A16).
En algunos casos, incluso veían necesario que fuese el profesorado universitario quien lo
explicase a los familiares para fomentar esa seguridad en lo que hacen y que las familias
se quedasen más tranquilas ante las transformaciones en la educación de sus hijos e hijas.
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
282
Entonces tienes un respaldo ahí, de la universidad, que no es lo mismo que vaya
yo a los papás de mi clase y les diga, “voy a hacer esto” (ENGD15D16).
A pesar de que las maestras se consideraban parte de un proyecto, la visión social que se
tiene de la universidad les facilitaba la aceptación de los familiares y les daba seguridad
a la hora de exponerles las nuevas prácticas que querían desarrollar en las aulas.
Yo trabajo así y así, y formo parte de un proyecto de la universidad […]. Pero
bueno, la verdad es que yo creo que, para venderlo un poco, a mí me da seguridad.
(ENGD07G16).
Parece ser que la figura del docente universitario adquiere una relevancia importante no
solo para el respaldo de las actuaciones que llevan a cabo las maestras en el aula, sino
también en la confianza que deposita la comunidad educativa en ella para el desarrollo de
cualquier innovación que se presenta. Será esta idea la que nos lleve a adentrarnos en el
papel del profesor universitario dentro del PID-FPEIAP.
El papel del profesor universitario en el PID-FPEIAP
Desde el comienzo del Proyecto, el papel de los docentes universitarios que en él
colaboraban ha estado encaminado al acompañamiento profesional y personal de las
maestras. Se adoptó esta forma de trabajo para que las participantes sintieran que sus
actuaciones estaban respaldadas en momentos de incertidumbre y pudieran refugiarse en
estos profesionales si necesitaban apoyo, formación teórica o simplemente compañía,
hasta lograr la autonomía pretendida. Por ello, hemos querido analizar la perspectiva que
tienen las maestras acerca de esta forma de trabajar con el profesorado de universidad,
dialógica y horizontal.
Así, las maestras afirmaban que la participación y la forma en la que el profesorado
universitario actúa en la formación son vitales.
Para mí la participación del profesorado de la universidad es clave
(ENGD01A16).
Para las docentes, el papel de la universidad y de los investigadores fue clave en la
organización y continuación del PID-FPEIAP. Destacaban la labor del coordinador como
necesaria para poner en contacto a diferentes colegios que les permitiesen a los
participantes conocer otras realidades.
Nos pone en contacto con otros coles y también es súper enriquecedor ver cómo
lo hacen en otro contexto, en otro sitio, ver cómo funciona entonces a mí me
parece que es genial o sea que está montado fenomenal (ENIN05A14).
Además de ponerles en contacto, también resaltaban cómo esta figura es necesaria para
la coordinación de los espacios de trabajo y momentos en los que el profesorado de
diferentes colegios podía relacionarse, reflexionar, debatir, etc.
Se necesita mucho de… sobre todo a la hora de coordinarnos con otros colegios
y ver en las reuniones cómo unos tienen unos problemas y otros tiene otros, ver
cómo los han resuelto… sobre todo para interrelacionar entre profesores
(ENIN03A14).
El coordinador del Proyecto, apoyado por un grupo de compañeros y compañeras de la
universidad, se encargó de organizar otros espacios como jornadas o seminarios (a
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
283
petición de los participantes) con los que ampliar el conocimiento teórico, darse a conocer
o hacer llegar el PID-FPEIAP a más profesorado.
Ellos han sido los que han movido todas las jornadas, todas las charlas, cuando
fuimos en diciembre (ENIN04A14).
El papel en la coordinación les resultaba fundamental a las maestras. Llegaban incluso a
afirmar que, si el profesorado de universidad no se encargase de estos aspectos
organizativos, el PID-FPEIAP no podría mantener su estructura de trabajo entre
diferentes colegios.
Han movido a diferentes colegios, mueven las reuniones o sea yo creo que son
ellos los que están moviendo todo un poco, si no nosotras solas no lo podríamos
hacer (ENIN04A14).
Las maestras consideraban que sin la persona encargada de coordinar y organizar las
reuniones entre colegios no habrían podido llevar a cabo algunas de las prácticas
inclusivas. Pues como hemos analizado en categorías previas, el conocimiento se creaba
principalmente a través de la transferencia lateral.
Venga, vamos a hacer un grupo que también participa el COLC, el cole de tal.
Entre todos, hacemos reuniones a ver qué les pasa, ¡ah! Unos, mira, coinciden
contigo, un poco todo que sin la universidad no estaríamos haciendo grupos
interactivos ahora mismo seguro (ENIN02A14).
Si bien el principal conocimiento se creó a través de transferencia lateral, la formación
teórica y el conocimiento científico de las nuevas prácticas educativas son fundamentales
para poder mostrar cualquier innovación. Por ello, las participantes consideraban que la
figura del profesorado universitario no fue solo trascendental a nivel coordinativo, sino
que también resultó muy importante la formación que poseían.
Que esto vincula un poco lo que es la teoría con la práctica […] había que tener
una base científica, formarnos un poco, y todo eso nos lo dio la universidad
(ENGD07G16).
Las maestras afirmaban que fueron los docentes universitarios del PID-FPEIAP quienes
les dieron a conocer por primera vez la actuación de grupos interactivos. Aspecto que
como hemos analizado en la categoría “5.3.2.1. Grupos interactivos”, la mayoría
desconocía antes de iniciarse en el PID-FPEIAP.
¿Qué son los grupos interactivos? ni idea teníamos y a través de la universidad
lo hemos sabido (ENIN02A14).
Este acercamiento es puntual. El coordinador muestra o facilita la exposición de
diferentes prácticas inclusivas, pero después son las maestras las que se forman mediante
la reflexión compartida con otros compañeros. Sin embargo, para las maestras, deseosas
de seguir avanzando en la inclusión completa de sus aulas y sus centros educativos, los
docentes universitarios siguen siendo necesarios para darles a conocer otras innovaciones
que ellas puedan llevar a la práctica posteriormente.
Si quisiera ampliar otras unidades de éxito en las que yo me encuentro más
perdida a la que ellos me pueden acercar experiencias (ENIN07A14).
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
284
Las participantes ven al profesorado universitario como esa figura al corriente de las
últimas innovaciones que, poco a poco, les puede ir haciendo llegar nuevo conocimiento
o puede hacer llegar al grupo nuevas maestras con prácticas innovadoras.
Empezamos con ciertas medidas, pero aquí conocimos otras muchas que nosotros
no hubiésemos ni imaginado (ENGD13C16).
Como hemos analizado anteriormente, el profesorado universitario eran guías del proceso
de formación de las maestras. Sin potestad para tomar decisiones ni dirigir el PID-
FPEIAP, su papel pasaba por ser el de apoyo a las maestras. Este apoyo se debe ver
reflejado tanto en el aspecto profesional como personal, ambos muy ligados y claves en
un proceso formativo.
Los investigadores trataron de estar muy atentos a estas cuestiones. Dar apoyo a las
maestras, no solo en las reuniones mensuales sino en la propia escuela ha sido uno de los
aspectos que más positivamente han valorado las maestras. Consideraban que el
profesorado universitario realmente se involucró en el PID-FPEIAP al haber ido a ver y
colaborar con las maestras en sus aulas.
Te apoyan, porque a nosotros, por eso, venía a participar, pero también a vernos,
a ver cómo íbamos. Y dices, Jo, qué importante. Porque muchas veces dices,
bueno tú estás allí, yo te cuento lo que me dé la gana. Pero no, realmente me
involucro, me meto voy allí, te veo, tu vienes aquí a las reuniones, pero yo también
voy (ENGD01A16).
En las visitas a las escuelas, donde durante un día las maestras abrían las puertas de su
clase a los investigadores, las docentes afirmaban que sentían el apoyo del profesorado
universitario y valoraban el esfuerzo de los investigadores al realizar estas visitas.
Te sientes respaldada, porque aparte de que fueron un día, y luego te sientes
respaldada, que vino Raúl, es gente que viene, que aparte de que estamos en el
proyecto, “voy a ver lo que están haciendo”, y se chupan cincuenta kilómetros
para ir a ver al centro, hacerte una visita, para ver realmente. Y todo lo que estás
contando aquí cuando te reúnes, no, es “que yo te quiero ver”. Oye, pues también
dices, pues qué bien (ENGD15D16).
Las maestras revelaban que esta participación de los investigadores en las escuelas, más
allá del apoyo, les ayudaba a tener otra visión de lo que sucedía en las aulas, al poder
compartir observaciones en el momento con los investigadores, aspecto que luego se veía
reflejado en sus reflexiones personales.
Yo puedo entender que lo hago mal o lo hago bien pero también tener a otra
persona ahí que este reflexionando contigo pues yo creo que también ayuda
(ENGD07G16).
Dicho aspecto también se reflejó en las reflexiones compartidas con el grupo en las
reuniones mensuales, puesto que al referir lo acontecido en las aulas, se podía contar con
la visión de las maestras y la del investigador que las visitó.
Y decir "es verdad, y estuvimos el otro día en la clase de MAES07 y hacen esto"
y tener otra visión (ENGD07G16).
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
285
Este apoyo en las aulas también se vio reflejado a nivel de centro y, en ocasiones, fue
demandado por las propias maestras. Así, cuando las docentes iniciaron alguna práctica
inclusiva y a petición suya, los investigadores fueron a las escuelas para explicar el PID-
FPEIAP y en qué consistían las prácticas que iban a realizar a las familias. Esta era una
forma de mostrar su apoyo a lo que las maestras querían realizar en su aula.
Sí que aporta y sí que ayuda sobre todo a nivel de centro. Cuando tú te lanzas
a una actividad nueva o algo nuevo, por ejemplo, en nuestro caso cuando
nosotros nos lanzamos a hacer grupos interactivos y lo comentamos a INV01,
“no os preocupéis, yo voy, convocar a los padres, a ver qué día”
(ENGD15D16).
La participación del alumnado universitario en las escuelas fue vista como un aspecto
motivador por parte de las familias. El interés de agentes relacionados con la universidad
por participar en las escuelas suponía un estímulo en las familias.
Y ya no solo los profesores, porque yo cuando fue Raúl allí de voluntario a los
grupos, bueno, los padres lo comentaban "Mira, han venido alumnos de
Magisterio, porque es que están aprendiendo a hacer, porque no sé qué". Y es
como otra motivación también (ENGD09B16).
A veces, el apoyo del profesorado universitario en las escuelas fue también demandado
por las maestras para conseguir evitar las presiones de los compañeros o intentar
convencerles de que se unieran a la realización de prácticas inclusivas.
José e INV01 vinieron para hablar con el resto del profesorado, porque a los
padres con que los teníamos más ganados, pero la parte que nos costaba eran los
propios compañeros. Ellos vinieron y el hecho de que digas "Ah, es que viene
alguien de la uni” te da credibilidad (ENGD09B16).
Si bien las maestras desde su punto de vista afirmaban verse beneficiadas del apoyo de
los investigadores en el propio contexto, los investigadores también se vieron
ampliamente beneficiados al poder aprender de las maestras en su propio contexto, poder
participar de las actividades y poder compartir las reflexiones de las maestras en el
momento en el que surgían los problemas.
Hoy he asistido a grupos interactivos en el colegio COLEA. He participado como
voluntario en una clase y al acabar he podido hablar con las maestras sobre las
impresiones que me han surgido al trabajar con el alumnado. Es muy interesante
porque ellas conocen perfectamente cómo se maneja el alumnado y el
voluntariado durante toda la actividad. Además, me cuentan que a veces hay
alumnado con un mal día, como ha sucedido hoy, lo que me ayuda a no llevarme
una visión equivocada de la actividad o el alumno ante la actitud que hoy ha
mostrado de no saber hacer las actividades. Es impresionante ver cómo la
maestra es capaz de controlar todo lo que pasa en el aula y motivar al alumnado
que más lo necesita ese día (Diario. Mayo de 2014. R).
Como hemos analizado hasta ahora, cuando se trabaja en un grupo como el PID-FPEIAP
a través de investigación-acción participativa, es muy importante la actitud de quien lo
coordina, para que las maestras participantes se sientan apoyadas y protegidas ante las
dudas y las presiones que les puedan surgir. El profesorado universitario debe trabajar
desde la horizontalidad, como iguales, con las maestras participantes para crear climas de
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
286
confianza que permitan a todos avanzar en su formación. Así, las maestras destacaban el
aspecto cercano del profesorado universitario del PID-FPEIAP como un factor clave para
haber querido participar en el Proyecto.
La formación que tienen ellos su forma de ser como persona… ya sabía un poco
como iban y eso también me ha echado para adelante para poder participar
(ENIN03A14).
Para quien no conocía al profesorado universitario asociado al PID-FPEIAP, podemos
observar cómo la idea que las participantes tenían del mismo estaba cargada de
estereotipos. Así puede comprobarse en sus entrevistas, en las que definen al docente
universitario de manera genérica y desde su experiencia previa como una persona fría y
distante a la que la escuela solo le interesa en su beneficio propio. Esta visión previa hizo
que cuando conocieron al profesorado universitario del PID-FPEIAP les sorprendiese su
cercanía.
Me ha cambiado un poco el concepto de profesores, pues yo tenía de cuando
estudié la carrera, que eran personas no muy cercanas de no hablar mucho y así
[…]cuando comenzamos a conocer a los profes yo decía ¡jo! qué cercanía, qué
bien, te tratan como de compañero (ENIN12C14).
Las maestras valoraban muy positivamente la actitud abierta y comprometida que los
investigadores externos del PID-FPEIAP tomaron hacia ellas. Afirmaban haber notado el
interés y preocupación del profesorado universitario del PID-FPEIAP al visitarles en los
colegios para comprender mejor sus contextos, a su alumnado y tratar así de ayudarles de
una forma más efectiva con sus realidades.
Tú los ves a ellos que son muy cercanos y que realmente se interesan, y es más
fácil para nosotras que ellos nos ayuden porque conocen el entorno
(ENIN06A14).
Las docentes destacaban que siempre estaban pendientes ante cualquier petición que las
participantes tuviesen, tratando de colaborar con los docentes rápidamente dónde y cómo
lo necesitasen.
Se han recorrido 150 kilómetros para ir a mi centro, y yo no lo olvidaré nunca, y,
además, enviar material, y colaborar, mil cosas que os podía decir
(ENGD13C16).
La intención del investigador no era acaparar la atención en la formación, sino tratar de
dar el protagonismo a las maestras en las reuniones y durante todo el PID-FPEIAP.
Actuando, principalmente, como guías y co-aprendices de las maestras en su proceso de
formación.
Cuando estamos con Barba, es como de un igual que te va preguntando y solo te
va sonsacando para que todos vayan hablando (ENIN08B15).
Las maestras valoraban como muy importante la relación que con el profesorado
universitario fue más allá de lo profesional, compartiendo momentos de charla informal
en pasillos, por teléfono o tomando un café.
Hoy MAES07 me ha contado que estuvo tomando un café con José y después
hablando por teléfono. Tiene un problema que la tiene muy nerviosa y José le está
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
287
prestando su ayuda y preocupándose por ella. Lo cual, me dice, ahora que afirma
estar más calmada, le ayudó (Diario. Mayo de 2015. R).
La cercanía y preocupación que el coordinador y el profesorado universitario ha mostrado
siempre por las maestras ha sido uno de los factores claves para que estas se sintiesen
respaldadas ante los problemas que les podían surgir en sus contextos. Si bien, esta
relación cercana y cuidada les ha conllevado a grandes beneficios en sus aulas y sus
centros como hemos analizado, también les ha supuesto beneficios fuera de las aulas
como se muestra a continuación.
Darse a conocer a la comunidad científica
El papel del investigador en el PID-FPEIAP estaba asociado a la organización y el apoyo
a las maestras, pero también a la publicación y a la difusión del Proyecto. Sin embargo,
en el PID-FPEIAP las investigaciones son realizadas de manera colectiva. Así, maestros
y alumnado de la Facultad han realizado investigaciones en torno al PID-FPEIAP. Los
procesos de I-A-P en los que la reflexión sistemática era un aspecto necesario, hicieron
que todos los participantes investigasen sobre su práctica. Sin embargo, consideraban que
esto no se daría a conocer si no es por estar en contacto con la universidad y con
investigadores dedicados a la difusión científica.
Si no se cuenta con el apoyo de la universidad, pues al final será algo que haces
aquí en tu clase, que lo haces muy bien, que tal, pero que se cierra ahí. Sin
embargo el hecho de que la universidad esté ahí, que se siga y se publique al final,
pues hace que se dé a conocer (ENIN01A14).
El apoyo del profesorado universitario fue recibido por los participantes como quienes
pueden mostrarles cómo esas investigaciones internas que realizan en sus aulas y en el
PID-FPEIAP se pueden hacer llegar a la comunidad científica a través de congresos,
jornadas o publicaciones científicas.
El rollo de cursos, de ponencias, el congreso de CIMIE, todas esas cosas que si
no lo canalizas por la universidad es más difícil llegar, te abre más las puertas a
otras cosas (ENIN07A14).
El PID-FPEIAP participó en un congreso que se organizó en Segovia y en otro virtual.
En estos congresos, el grupo de participantes del Proyecto se dividió en pequeños grupos
para realizar comunicaciones en las que poder contar su experiencia. Estos grupos estaban
formados por los docentes y al menos un investigador. La idea que subyació a esta forma
de crear grupos fue que, a pesar de que las comunicaciones fuesen realizadas por las
maestras acerca de sus vivencias y reflexiones, un investigador les pudiese acompañar en
este tipo de eventos ayudándoles con aspectos como la estructura de la comunicación, la
escritura científica, la adaptación al formato o el envío.
Hoy he estado hablando con José. Le he comentado la posibilidad de hacer una
comunicación juntos para el congreso de CIMIE. Me ha dicho que no, porque las
maestras del PID-FPEIAP van a llevar comunicaciones y nosotros vamos a ir en
alguna con ellas. Las maestras del PID-FPEIAP ya están organizándose en
pequeños grupos y luego él, yo y otros investigadores iremos uno en cada grupo
para ayudarles (Diario. Enero de 2014).
Así, las maestras realizaron comunicaciones acerca de sus procesos de formación en el
PID-FPEIAP a través de investigación-acción participativa, relatando su experiencia en
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
288
el Proyecto mediante los datos recogidos en sus contextos tras haber estado fomentando
la participación familiar durante un año.
En la presente comunicación indicamos cómo se ha producido el proceso de
incorporación de las aulas de Ed. Infantil a un proyecto común que genera
expectativas y entusiasmo compartido entre los diferentes miembros de la
comunidad educativa. Ese proyecto común es la organización semanal de grupos
interactivos en todas las aulas de Ed. Infantil a partir de un PID-FPEIAP en el
que figuran otros dos centros educativos. También incorporamos unas
conclusiones que nos permiten continuar con la investigación-acción, buscando
la mejora de los resultados escolares, optimizando la participación de la
comunidad educativa (AD01TRPF14).
En otras comunicaciones mostraron el proceso y las principales conclusiones de la puesta
en práctica, específicamente, de grupos interactivos.
En esta propuesta vamos a desarrollar un tema muy interesante que hemos
llevado a la práctica en nuestras aulas. Son los grupos interactivos, englobados
dentro de la educación inclusiva (AD02GI14).
Destacan, en otros casos, la relación entre la puesta en práctica de esta actuación y
aspectos concretos de sus contextos dando a conocer las adaptaciones que realizaron para
poder ponerlos en práctica.
En la presente comunicación planteamos nuestro contexto que son aulas
multinivel en educación infantil. A partir de la participación en una actividad
formativa de investigación-acción, se han comenzado a desarrollar grupos
interactivos en las aulas (AD03GIM14).
En otros trabajos se centraron en aspectos más específicos de la puesta en práctica de
grupos interactivos, como la realización de material a nivel general y para alumnado con
necesidades educativas especiales. Este fue uno de los aspectos sobre los que más
debatieron el primer año, como hemos analizado en la categoría “6.3.2.1 Grupos
interactivos”.
En esta comunicación expondremos nuestra práctica de grupos interactivos (GI),
centrándonos en las actividades y materiales más adecuados para desarrollar
esta actuación de éxito en Educación Infantil. […] Finalmente se presentará como
se incluye en las actividades y materiales a una alumna sordo ciega
(AD04GIMT14).
Las maestras realizaron exposición de sus experiencias a la comunidad científica, lo que
consideraban fue importante para hacer llegar su trabajo diario en las aulas a otros
profesores o investigadores con los que entablar un contacto.
Cuando participamos en el Congreso Iberoamericano, a mí, por ejemplo, cada
uno contaba su experiencia, y luego podías ponerte en contacto con gente del
congreso que era todo online (ENGD01A16).
Profesores e investigadores se mostraron interesados en sus trabajos, lo que ayudó a las
maestras del PID-FPEIAP a establecer relaciones profesionales para intercambiar
experiencias y conocimiento con profesorado no participante del Proyecto.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
289
Y a mí me escribió una profesora de Valladolid y me preguntó: “¿Puedes venir,
por favor, a contar esto a mis alumnos?, porque yo no soy capaz. Yo les cuento a
mis alumnos la teoría, pero es que yo no cuento con nadie que realmente... “Y
dice, “Jo, me gustaría que alguien, de un cole viniera, y dijera: esto que os estoy
contando es posible porque yo tengo esto, esto, esto e hice esto, esto, esto”
(ENGD01A16).
En algunos casos, como el caso particular del centro perteneciente a Ávila, esta apertura
a la comunidad científica fue ampliamente beneficiosa. El hecho de explicar el proyecto
a otros docentes, a profesorado de otras universidades y a alumnado universitario de
Ávila, les permitió desarrollar una colaboración con la Universidad de Salamanca.
Nosotros eso en Ávila sí que se ha aprovechado del trabajo del Proyecto de
Innovación Docente de Segovia, porque sí que nos han llamado en varias
ocasiones para que contemos el trabajo que estamos desarrollando
(ENGD13C16).
Una profesora de la universidad encontró en este centro un grupo de maestros y maestras
que seguían su concepto de educación, por lo que les pidió colaboración en sus clases
universitarias.
En Ávila era una cosa innovadora, que nadie había escuchado hablar de todo
esto, y claro, esta profesora es como que ha encontrado alguien que lo hace,
entonces claro, estaba deseando encontrar una persona que siguiera el mismo
camino que ella […] y ha aprovechado. “Estoy explicando tal cosa, veniros y lo
contáis. Tertulias, venís y lo contáis” (ENGD09B16).
Esta relación creada fuera del grupo del PID-FPEIAP gracias a la apertura a la comunidad
fue beneficiosa para los docentes del centro, toda la escuela y el Proyecto, pues gracias a
esta profesora las maestras se enteraron de la posibilidad de presentar su experiencia de
transformación del PID-FPEIAP a un concurso sobre innovación educativa en las
escuelas, el cual ganaron, recibiendo el premio “Perfecta Corselas; este es un galardón de
la Fundación Vicente y García Corselas de la Universidad de Salamanca, constituida el
17 de junio de 1991 y que tiene como fin fomentar la dedicación de profesionales en las
áreas de Medicina, Pintura y Educación básica. Dicha fundación cada año concede un
premio a cada una de estas áreas con una dotación económica que reconoce la labor
investigadora. El de Educación Básica lleva por título “Perfecta Corselas” y puede ser
solicitado por profesionales de Castilla y León.
También nosotros nos hemos aprovechado de esa formación, porque nos propuso
hacer un proyecto para el premio “Perfecta Corselas” y fue ella la que nos dijo
que por qué no lo llevábamos a cabo y que por qué no trabajábamos de manera
conjunta. Es que el proyecto de innovación docente ha abierto muchas puertas,
no solamente la de la mejora docente o la propia práctica docente, si no, la
difusión que también es muy importante (ENGD13C16).
La relación entre la escuela y la universidad puede ser ampliamente beneficiosa para
ambos contextos siempre que se eliminen las posiciones hegemónicas y el interés por co-
aprender sea igual de fuerte en los dos sentidos. De esta manera, como hemos analizado,
el coordinador y el profesorado universitario prestaron todo su conocimiento y ayuda a
los maestros del PID-FPEIAP para ayudarles en su formación a la vez que, con gran
interés, buscaban aprender ellos también. Por ello, esta relación de interés real por
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
290
ayudarse mutuamente ha sido una de las potencialidades que las maestras han destacado
del PID-FPEIAP.
Síntesis y discusión
El discurso de las maestras en torno a la visión que tenían de la relación escuela y
universidad antes de entrar en el PID-FPEIAP resulta preocupante. Las maestras afirman
que tenían una perspectiva de la universidad y el profesorado universitario como alejado,
frío o distante. Esta es una visión que desde hace años comprenden y tratan de romper
muchos investigadores (Denzin & Licoln, 1998; Greenwood & Levin, 2011; Huberman
& Levinson, 1987). Para estos autores, la tradición positivista predominante en las
universidades y en los procesos investigadores durante años ha supuesto una relación
deshumanizada entre investigadores y docentes.
Las maestras consideran que, para acabar con esta visión social de la universidad, la
institución debería abrir más sus puertas a los maestros, a la vez que debería hacer un
esfuerzo por estar más presente en las escuelas. Respecto a la participación de docentes
en las universidades, un ejemplo es la posición del profesor asociado defendida por
Bullough et al. (2004) o la del programa de maestros en residencia descrita por Post,
Pugach, Harris, & Hughes (2006). Respecto a la presencia de la universidad en las
escuelas, las maestras consideran que una buena forma de unión y aprovechamiento sería
la incursión más a menudo del alumnado universitario en las escuelas. Esta petición de
las maestras concuerda con las investigaciones de Marcelo y Vaillant (2015) o Zeichner
(2010), quienes exponen modelos y formas de colaboración para que la relación entre
ambas instituciones resulte más productiva para el alumnado durante la formación inicial
Siguiendo esta línea, en el marco contextual de esta tesis doctoral, realizamos un estudio
biográfico-narrativo de una maestra en formación perteneciente al PID-FPEIAP (Barba-
Martín, Sonlleva, & García, 2018). En la investigación exploramos la problemática de la
relación entre escuela y universidad y cómo la participación de la futura maestra en el
PID-FPEIAP le ayudó a contrarrestarla. De esta forma, pudimos analizar y corroborar,
desde otro punto de vista, la perspectiva que aquí muestran las maestras. Además,
consideramos que con dicha investigación y esta subcategoría de la tesis, se está apoyando
una vía de desarrollo investigativo acerca de cómo la participación de futuros docentes
en proyectos multinivel fuera de su formación inicial reglada puede ayudarles a suplir las
carencias del sistema respecto a la unión de la universidad y la escuela.
En línea con las ideas previas de las maestras acerca de la universidad, las docentes
afirman que esta visión social que tenían de la universidad y el profesorado universitario
les ha dado seguridad ante las dudas y ante la comunidad. La visión social de la
universidad y los investigadores, considerados siempre más cerca de la teoría científica,
ayudó a las maestras a tener una base ante las presiones. Esta visión social se basa en que,
durante años, en las investigaciones y las formaciones tradicionales y positivistas la teoría
le ha correspondido al experto, el investigador, generalmente asociado a la universidad
(Elliott, 1993).
Sin embargo, a pesar de que en esta ocasión la visión social de la universidad y los
investigadores jugó a favor de las maestras, es una visión que se debería romper a través
de relaciones horizontales entre investigadores y docentes y el reconocimiento a los
conocimientos que poseen los docentes (Barba-Martín, Gómez-González, & González-
Calvo, 2018).
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
291
Las maestras consideran que su participación en el PID-FPEIAP transformó esta visión.
El trato cercano y amable del profesorado universitario que participó en el Proyecto ayudó
a que adquiriesen una nueva visión de la universidad, mucho más cercana. Las maestras
apoyan la transformación de su opinión gracias al apoyo académico y emocional que los
investigadores asociados al PID-FPEIAP les proporcionaron. Estas afirmaciones
muestran una postura ética de los investigadores asociados al PID-FPEIAP que venimos
defendiendo a lo largo de la tesis y que desde hace años se ha exigido en la investigación.
Una relación que sea beneficiosa para ambas partes, donde la investigación sea co-
desarrollada de forma dialógica (Vasilachis de Gialdino, 2006) bajo un enfoque socio-
crítico (Guzmán-Valenzuela, 2014), tanto en la producción de los datos como en la
redacción de informes (Greenwood & Levin, 2011) y, donde los intereses de los
investigadores externos en la investigación-acción participativa estén supeditados a los
intereses de los verdaderos protagonistas, los docentes (Greenwood, 2000; Greenwood &
Levin, 2007).
El PID-FPEIAP además de regirse desde estas premisas, lo hizo desde el apoyo emocional
a las docentes, como ocurrió al comenzar el Proyecto, aspecto que analizamos en la
subcategoría “5.1.1. Primeras aproximaciones al PID-FPEIAP”. En este análisis, la voz
de las maestras nos muestra como los investigadores asociados al PID-FPEIAP
procuraron un apoyo emocional constante a las participantes a través de sus visitas a las
escuelas, sus llamadas telefónicas o su preocupación por las maestras ante problemáticas
de carácter personal. Así, nos encontramos con posturas como la de Imbernón (2007),
quien considera la preocupación por las emociones un factor clave la formación
permanente. En esta línea, Holmes (2014) considera que la reflexión, el trabajo en equipos
de trabajo o comunidades de aprendizaje o la investigación-acción son algunas formas de
formación que pueden resultar útiles para procurar el bienestar docente.
6.2.1.2. El trabajo en grupo
Aunque ya hemos analizado la importancia que las maestras le dieron al trabajo colectivo
o el grupo multinivel, el análisis de datos nos devolvió un gran número de extractos acerca
de la importancia que las maestras le otorgaron al grupo en su desarrollo, asociándolo a
factores importantes, pero a veces ocultos en la formación. Por ello, hemos querido
realizar esta categoría dedicada a explorar otros aspectos en los que las maestras afirman
que el trabajo en grupo favoreció su formación, como la mejora de las relaciones con sus
compañeras de centro o el apoyo que supuso el grupo en momentos de soledad o
incertidumbre.
El trabajo con compañeras dentro de la misma escuela. Una transformación de
las relaciones
En el análisis hemos podido observar cómo el trabajo del PID-FPEIAP implicaba la
reflexión constante. En algunos casos individualmente, en otros con compañeras de
centro y, por último, con todo el grupo del PID-FPEIAP. Así, en este proceso, las
reflexiones con compañeras de centro eran más constantes, pues su contacto era
prácticamente diario. De esta manera, dentro de los centros hubo un gran trabajo de
reflexión que se vio reflejado en las relaciones entre las maestras.
En líneas generales, las maestras cuando aludían a las relaciones con compañeras lo
hacían centrándose únicamente en la relación con la compañera que compartía el mismo
curso que ellas y desde el ámbito profesional. Para ellas, la principal relación profesional
fue con estas maestras al ser con las que más podían intercambiar ideas, materiales o
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
292
realizar actividades conjuntamente. El intercambio con compañeras que tienen alumnado
de edades diferentes les era más costoso.
La actividad que hacen en 3 que buena idea para el año que viene, pero para mí
este año no me sirve (ENIN02A14).
Así, al ser preguntadas las maestras por cómo era esa relación antes del PID-FPEIAP, la
mayoría de ellas aludían a que se trataba de una buena relación, que estaban bastante
coordinadas con su paralela —maestra con un curso de niños de la misma edad— y eso
siempre les había ayudado mucho a poder trabajar juntas.
La verdad es que somos un equipo bastante unido, sobre todo en el mismo nivel,
mi paralela y yo estamos súper coordinadas, nos llevamos bien, nos
complementamos mucho y hacemos todo igual (ENIN12C14).
En líneas generales las maestras detallan que dentro del propio centro las relaciones
también eran bastante buenas, al ser la gran mayoría maestras activas con ganas de
innovar.
Siempre ha sido buena, realmente somos muy jóvenes la mayoría y las que no son
tan jóvenes son muy participativas y tal y colaboran bastante (ENIN06A14).
Si bien, como desvelaban las maestras, estas relaciones eran buenas antes de comenzar el
PID-FPEIAP, la mayoría también consideraban que estas relaciones se vieron reforzadas
con su participación en el Proyecto.
Es una relación más fluida (ENIN05A14).
Emprender un proyecto juntas, fuera de las aulas, les había ayudado a crear un vínculo
personal más fuerte que se vio reflejado dentro de la escuela. A pesar de que las relaciones
eran buenas ya dentro y fuera, tener un deseo común les ayudaba a estar más conectadas
unas con otras.
Este año ha mejorado bastante también porque, claro… bueno, el año pasado
también bien, lo que pasa es que este año pues al estar más tiempo juntas
haciendo todas algo que va en la misma dirección, pues al final crea más vínculos
y muy bien y muy contenta (ENIN05A14).
Esta mejora de las relaciones, dentro y fuera de la escuela fue, por ejemplo, la razón por
la que algunas maestras quisieron apuntarse al trabajo dentro del PID-FPEIAP. Para estas
maestras el Proyecto era una oportunidad de establecer una relación con sus compañeras
más allá del ámbito profesional.
Empecé a tener buena relación con las profesoras y las personas que se
apuntaban, pues tenía así muy buen rollito con ellas y pensé que era una forma
también de relacionarme mejor con ellas y tener un vínculo o algo más, aparte de
verles aquí por el colegio que también te ves y todo, pero también como algo más
social (ENIN03A14).
Para otras maestras la única relación que sí que se vio afectada fue únicamente la
profesional.
Ha cambiado, sí, no a lo mejor la relación mía personal con ellas, pero lo que es
la profesional ha cambiado mucho (ENIN07A14).
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
293
En algunos casos, las buenas relaciones ya existentes les habían llevado a emprender otros
trabajos comunes a nivel de Educación Infantil.
La realidad es que en este cole el equipo de infantil ya tenía muy buena relación,
y ya nos reuníamos y hacíamos muchas cosas juntas (ENIN11C14).
Las maestras afirmaban que podía haber sido una de las razones por la que el PID-FPEIAP
ha funcionado tan bien en estos centros, al ir todas las maestras en la misma dirección.
Quizá por eso se ha puesto en marcha en todo el cole a la vez (ENIN11C14).
En otros casos, las maestras afirmaban que el PID-FPEIAP les había ayudado a que las
maestras que solían ser más reticentes o más pasivas se hubiesen incorporado junto a
ellas, puede que no con un papel activo en el PID-FPEIAP, pero sí al menos en la práctica.
Y, por tanto, la coordinación a nivel general había mejorado.
Desde que hemos empezado, empezamos cinco clases y ahora somos nueve y he
visto como una coordinación entre todo infantil (ENIN07A14).
Las participantes tenían espacios dentro de su horario y su centro para realizar reuniones
a las que, poco a poco, se fueron sumando más compañeros, lo que les ayudó a adquirir
una coordinación a mayor nivel.
Entre nosotras comenzó a surgir mucha coordinación. Nos juntamos los martes,
pero luego se fue extendiendo al ampliarse a otras clases, se fue extendiendo y
como te digo hay una coordinación (ENIN07A14).
Aunque la relación que tenían ya era buena, hubo casos puntuales en los que esta relación
no era fluida o era inexistente en el ámbito profesional. En algunos casos, debido a la
imposibilidad geográfica, pues eran maestras de escuelas rurales que formaban un centro
de educación obligatoria (CEO) entre varias localidades, lo que suponía que la relación
con maestras de otras localidades fuese muy pobre.
Nosotros, aquí en el CEO, somos varias localidades que estamos a varias
distancias entre unos y otros (ENIN09B15).
En este caso particular, la maestra afirmaba que el PID-FPEIAP había ayudado a que la
relación entre estas maestras de diferentes localidades mejorase, a pesar de la distancia.
Existía un mayor intercambio y coordinación entre ellas.
Entonces, el estar metidos en el PID-FPEIAP nos ha servido sobre todo con tres
compañeros, nos ha servido para estar más unidos porque casi todos los días nos
llamamos para ver lo que estamos haciendo, qué actividades vas a preparar para
los grupos y demás (ENIN09B15).
Igual que anteriormente, las mejoras en las relaciones se habían producido, únicamente,
con maestras que participaban en el PID-FPEIAP. Sin embargo, no había una mejora de
la relación con maestros que no compartían el Proyecto.
La relación es mucho más estrecha; con otros compañeros la relación sigue igual,
la de siempre, pero con los compañeros que están metidos en el PID-FPEIAP,
antes era una relación normal y ahora es mucho más estrecha (ENIN09B15).
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
294
Sí que existió el caso particular de una maestra que afirmaba haber transformado la
relación con su compañera sin que esta participase en el PID-FPEIAP. Esta maestra
manifestaba que antes de comenzar ella en el Proyecto, la coordinación era casi
inexistente ya que no compartían las mismas formas de trabajar y de entender la
educación.
Mi nivel no ha estado nada coordinado, porque hay diferentes formas de trabajar
y por diferencias entre nosotros, entonces claro yo siempre he echado de menos
¡jo! pues el hacer algo en común (ENIN01A14).
El PID-FPEIAP supuso una transformación a nivel general en el centro y no solo en las
aulas, lo que empujó a las maestras más reticentes o pasivas (como analizábamos
anteriormente) a unirse en la transformación, al menos en la práctica, sin participar en el
Proyecto. Lo que ayudó a esta maestra a empezar a compartir prácticas con su compañera.
Yo con los de 4, que al final eres tú sola y, sin embargo, al hacer esto y poder
trabajar más con otros compañeros y, al final, el hecho de que ellos lo hayan visto
y se hayan incorporado, al final, ha hecho que en cierta medida esta separación
se haya unido un poquito y podamos trabajar un poquito mejor (ENIN01A14).
Es verdad que la relación, a pesar de haber mejorado, siguió sin ser muy fluida como en
otros casos. La compañera participaba llevando a cabo en la práctica actuaciones
inclusivas, pero al no participar en el PID-FPEIAP como formación, su pensamiento
docente no se han transformado y, por tanto, el intercambio no se producía más allá de
una práctica.
Sigue habiendo menos intercambio, pero bueno sí que ha mejorado, si ahora hay
algo de intercambio que antes no había (ENIN01A14).
Para nuestra maestra el verdadero logro del PID-FPEIAP fue ya no solo la pequeña
transformación de su compañera, sino la posibilidad que le otorgó el Proyecto de trabajar
con maestras de otros ciclos. Esto le sirvió para no encontrarse tan sola en el centro y
tener con quién intercambiar materiales e ideas.
Yo con otros compañeros nos intercambiamos todo y fenomenal, la verdad muy
bien […]. Para mí ha sido muy positivo porque yo empecé sola en esto dentro de
mi nivel, pues nadie quería saber nada, entonces claro, el hecho de poder trabajar
con las de otros niveles, a mí me ha unido más a ellas (ENIN01A14).
Las maestras, a nivel general, tenían una buena relación y coordinación dentro de su
centro antes de comenzar en el PID-FPEIAP. Al menos, las maestras que participaron en
el Proyecto. Sin embargo, el contacto constante dentro y fuera de la escuela para trabajar
en el Proyecto les ayudó a afianzar esta relación. Además, pudieron conseguir que otras
maestras se uniesen a ellas y crear una coordinación total a nivel de centro que, en algunos
casos particulares, resultó muy positiva para las maestras.
Sin embargo, durante el segundo y el tercer año, muchas de las maestras que accedieron
al PID-FPEIAP lo hicieron siendo las únicas de su centro. Otras maestras que llevaban
desde el principio se cambiaron de centro y, por tanto, pasaron a ser también las únicas
de su colegio. Para estas maestras la coordinación y apoyo a pequeña escala dentro de su
escuela no se podía dar, por lo que el grupo del PID-FPEIAP jugó un papel muy
importante.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
295
El papel del grupo multinivel del PID-FPEIAP en el apoyo emocional a las
maestras
Los procesos de formación a través de investigación-acción participativa son largos y los
momentos de inestabilidad de los participantes pueden ser momentos críticos en un
proyecto, llegando incluso a hacer que abandonen. Por ello, es necesario que los
participantes se sientan parte de un Proyecto, de un grupo al que ayudan y que les apoya
cuando lo necesitan.
Las maestras afirmaban que el grupo formado en el PID-FPEIAP fue muy importante
para romper con una concepción pesimista hacía la educación, otorgándoles fuerza para
seguir transformando su docencia y dándoles una visión transformadora de la educación.
Me ha hecho más optimista, porque yo pensaba durante un tiempo que esto no
tenía solución, y ahora yo me estoy viendo que no, que mucha gente que este
preocupada en el papel ese, sobre todo de transformar, que la escuela tiene que
transformar a nosotros, a los niños, a la sociedad y a todo lo demás, Y yo creo
que el grupo ha hecho mucho (ENGD14E16).
Para las maestras el grupo fue un refugio. Un apoyo y un respaldo para cuando estas dudas
regresaron o tuvieron problemas durante su periodo de formación.
Te sientes más acompañada, más segura. Tienes en quien apoyarte, en quien
basarte (ENGD02H16).
El sentirse parte de un grupo hizo que algunas maestras que cambiaron de centro de un
curso académico a otro decidiesen no abandonar. Estas maestras expresaron en sus
entrevistas que a pesar de las dudas generadas por la posible soledad con la que se
encontrarían y tener que empezar de nuevo, sintieron que el grupo les apoyaría y tenían
un lugar para reflexionar y debatir.
Y fue gracias al proyecto, o sea, te motiva a seguir a decir, bueno tengo ese
arropo, que sé que yo estoy en mi clase, yo sola, haciendo, haciendo, haciendo,
pero yo dentro de un mes llego allí, y cuento al menos las cuatro cosas que he
hecho, comparto un poco, y parece que te respalda, y te da un poco esa seguridad
(ENGD07G16).
Cuando, años después, han tenido que volver a cambiar de centro, estas maestras han
tenido la seguridad de que el grupo siempre les acompañaba y esto les hizo perder el
miedo y las dudas que tenían la primera vez.
Este año vuelvo a cambiar de centro, y vuelta a empezar, pero ya tengo esa base
segura […] como que tienes a la gente ahí, aunque no estén dentro de tu mismo
centro (ENGD07G16).
La soledad a la que temían algunas maestras dentro de su centro educativo llegó a suceder.
Al realizar estos cambios de centro, las maestras experimentaron la falta de apoyo y el
cuestionamiento por parte de nuevos compañeros al querer realizar prácticas innovadoras.
Sin embargo, las maestras explicaban que el grupo del PID-FPEIAP les había ayudado a
romper estas barreras al saber que en ese grupo tenían a quienes creían en lo que la
maestra hacía y por qué lo hacía.
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
296
Yo creo que el PID-FPEIAP ha sido, al menos en mi experiencia, fundamental
para lo que decías, que hay ciertos compañeros que tienen otra forma de enseñar,
y entonces tú te ves respaldada, y dices mira, aunque ellos no lo hagan , yo me
siento segura porque dentro de unos días voy a llegar, voy a contar lo que he
estado haciendo y me van a decir, pues mira qué bien, y no vas a estar ahí
dándote, dándote, como si estuvieras dándote con una piedra (ENGD09B16).
Las participantes consideraban que tener un grupo como el del PID-FPEIAP, con gente
que compartía sus ideas y quería avanzar en la misma línea fue fundamental. Fue un
apoyo para no abandonar y volver a realizar prácticas tradicionales como las que
realizaban sus compañeros de centro.
Si en tu centro no te apoyan, y luego encima no tienes ningún sitio, pues luego
muchas veces dices, pues mira, tiro la toalla, a lo mejor. Pero dices, no, tengo
que seguir adelante que aquí hay más gente que lo hace y es por lo que creo.
(ENGD15D16).
Para estas maestras que estuvieron solas en sus centros educativos, el grupo fue
considerado no solo como un factor de apoyo, sino también de ayuda y de motivación.
Y el decir, bueno, pero como tengo un grupo fuera, que sí que tira y que sí que
eso, pues te hace motivarte (ENGD01A16).
Por tanto, las maestras afirmaban que el PID-FPEIAP no solo les dotó de experiencias,
reflexiones o debates, sino que el sentimiento de grupo fue más profundo. Entenderse con
otros compañeros y compañeras, compartir una concepción de educación y apoyarse les
ayudó a tirar hacia adelante, mejorando poco a poco sus prácticas sin abandonar.
Es como cuando das con un grupo de compañeros con los que te entiendes
perfectamente e intentas llevar a cabo un proyecto, pues si no es por esos
compañeros no serías capaz de tirar hacia delante (ENGD15C16).
El grupo fue considerado por las maestras como fundamental en su formación. Más allá
de todo lo que les aportó en la creación de conocimiento y que ya hemos analizado, las
maestras destacaban que el apoyo del PID-FPEIAP fue fundamental en momentos de
soledad o incertidumbre, apareciendo como un factor motivador para seguir adelante.
En esta categoría, referida a las potencialidades, hemos podido comprobar cómo aspectos
del PID-FPEIAP como la relación entre la escuela y la universidad o el trabajo en grupo
tuvieron una influencia en la motivación, la relación o la percepción de la educación que
fue también muy importante en la formación de las maestras, junto con todos los aspectos cognitivos y de trabajo en la práctica.
Síntesis y discusión
Si bien, durante toda la tesis hemos podido comprobar el valor que las maestras le daban
al grupo en su formación y transformación de las realidades, en esta subcategoría de
análisis hemos podido comprobar cómo su discurso respecto a la transcendencia del grupo
es aún más amplio. Las maestras aluden a dos aspectos del grupo: las ventajas de haber
podido participar con maestras del mismo centro en el PID-FPEIAP y la significación de
formar parte de un grupo multinivel como el del PID-FPEIAP.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
297
Respecto al trabajo con compañeras del mismo centro, las maestras destacan como este
aspecto ha sido muchas veces favorecedor para mejorar o asentar sus relaciones.
Compartir un proyecto, un concepto común de educación y una finalidad educativa
fortaleció las interacciones entre las maestras y con ello sus relaciones dentro y fuera de
la escuela. Incluso, esta relación también ha mejorado con maestras que no participaron
en el PID-FPEIAP, pero que por la presión del grupo en la escuela incluyeron algunas
prácticas inclusivas en sus aulas. Este hecho hizo que, aunque solo fuese el material o las
actividades, las maestras del PID-FPEIAP tuviesen algo en común con estas compañeras.
Esta situación es coherente con el estudio de Matas, Tojar y Serrano (2004), quienes en
su trabajo de investigación exponen que cuando los docentes se unen en un proyecto de
innovación, tienden a mejorar las relaciones entre ellos y desarrollan más tareas de
colaboración.
En cuanto al grupo formado en el PID-FPEIAP, las maestras consideran que ha sido
fundamental para superar momentos de debilidad emocional, soledad y relaciones de
poder en las escuelas. Imbernón (2017) considera que el trabajo en grupo en los procesos
de formación ayuda a las maestras no solo a conseguir transformaciones, sino también a
adquirir un sentimiento de pertenencia hacia él que genera seguridad y estímulo.
Los cambios de escuelas llevaron a algunas maestras a encontrarse con que debían
comenzar de nuevo a implantar transformaciones en sus nuevos contextos, pero esta vez
sin el apoyo de más maestras en el centro. Por ello, el grupo del PID-FPEIAP fue una
forma de evitar el aislamiento y ayudar a las participantes a avanzar en la transformación
de sus nuevos contextos. En esta línea nos encontramos la investigación de Navarro y
Hernández (2017), quienes consideran que el desarrollo de una red colaborativa de
profesionales permite a los docentes salir del aislamiento de algunas de sus escuelas y
ponerlas en cuestionamiento.
Desde esta idea, el trabajo en grupo en el PID-FPEIAP procuró a las maestras un estímulo
emocional. Fue un apoyo en momentos de duda e incertidumbre. En este discurso, las
maestras aluden al Proyecto no como un simple grupo de trabajo de desarrollo
profesional, sino como un grupo de colegas preocupados también por el aspecto personal.
Este posicionamiento del grupo del PID-FPEIAP es defendido por otras investigaciones
como la de Kelly y Cherkowski (2015). Estas autoras corroboran en su estudio la
importancia de prestar atención a los componentes afectivos en los grupos de trabajo entre
docentes y afirman que este factor es esencial para permitir que los docentes asuman
riesgos y avancen en su desarrollo profesional.
6.2.2. Tensiones surgidas en el PID-FPEIAP
La realización de una investigación-acción participativa desde un paradigma socio-crítico
no podría entenderse sin ser realmente críticos con el proyecto, mostrando sus fortalezas,
pero también sus tensiones. Aunque algunas tensiones se han ido mostrando a lo largo de
las categorías previas al ser específicas de un determinado momento, en esta categoría
hemos recogido aquellas resistencias que engloban la totalidad del Proyecto y que las
maestras dicen haber encontrado, así como las que los investigadores hemos detectado al
analizar el Proyecto. Además, expondremos las posibles soluciones que se trataron de
llevar a cabo.
Así, se han detectado tensiones en algunos aspectos ya recogidos en la literatura científica
y sobre los que realizaremos el siguiente análisis: (a) los miedos de las maestras al
comienzo del PID-FPEIAP; (b) el agotamiento de participar en un Proyecto durante un
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
298
largo tiempo; (c) los momentos de estancamiento y; (d) los problemas surgidos ante la
ampliación del grupo.
6.2.2.1. Miedos e incertidumbres ante lo desconocido
Una de las tensiones que surgieron fue la aparición de miedos en las maestras al comienzo
de su participación en el PID-FPEIAP. La novedad por el tipo de formación puede
producir miedos e inseguridades. No saber a qué se enfrentaban, la ruptura con lo
anteriormente vivido en su formación inicial o el intento de eliminar las relaciones de
poder fueron algunas de las tensiones que las participantes del PID-FPEIAP vivieron con
inseguridad en su momento.
Los primeros pasos de las maestras en el PID-FPEIAP
Como hemos analizado en la categoría de primeras aproximaciones, la mayoría de las
maestras no sabían exactamente qué era el Proyecto cuando decidieron participar. Este
desconocimiento provocó que algunas maestras accedieran al PID-FPEIAP con
incertidumbre.
Me metí al principio con cautela, ¿cómo será esto? (ENIN05A14).
Las expectativas de las maestras al inicio del proyecto estaban relacionadas con una
formación de tipo bancaria. Al trabajar con profesorado de universidad, las participantes
esperaban que se tratase de formaciones estrictas en las que los investigadores darían
todas las pautas a seguir.
Me lo imaginaba como más serio, como con un trabajo más estricto
(ENIN05A14).
Tras pasar estos primeros momentos de incertidumbre y conocer cómo funcionaba el
Proyecto, las docentes se dieron cuenta de que no se trataba de una formación teórica,
sino que debían tener un compromiso de transformar su práctica educativa. Ahí volvieron
a surgir nuevos miedos, esta vez ante la puesta en práctica.
Pero, claro, hay que llevarlo a la práctica y dices ostras, a ver qué tal sale, pues
eso las primeras jornadas eran de más nervios (ENIN02A14).
Decidirse a transformar sus prácticas educativas, incluyendo otras que apenas conocían,
supuso para las maestras una incertidumbre por no saber cómo saldría, qué opinarían las
familias, cómo respondería el alumnado o si los resultados serían positivos.
Al principio, ¿esto por dónde saldrá? ¿Esto ira bien? ¿Funcionará?
(ENGD02H16).
La transformación de sus prácticas educativas por otras en las que abrirían las puertas de
su clase a la comunidad fue un cambio drástico en algunos casos, lo que supuso un
sentimiento de miedo y recelo.
Al principio da un poco de miedo [refiriéndose a la puesta en práctica de grupos
interactivos] (ENIN07A14).
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
299
En algunos casos, este miedo a la puesta en práctica estaba directamente relacionado con
no saber cómo reaccionarían los adultos que accedían a sus aulas con su alumnado.
Yo tenía muchos miedos porque a mí lo de la participación de los padres […]
tenía mucho miedo a que juzgaran a los alumnos (ENIN01A14).
En las reuniones mensuales estos miedos o inseguridades se mostraban a través de las
reflexiones. En las primeras semanas, los debates eran un constante foco de preguntas y
respuestas para cerciorarse de que iban por el buen camino.
Y las primeras semanas “¿Qué tal te ha salido?”. Íbamos todas con un miedo
tremendo (ENGD02H16).
Los debates también eran una forma para adelantarse a los problemas antes de que
surgieran. De esta manera, ante la posibilidad de encontrarse con una situación similar
que ya había vivido una compañera, las maestras iban más tranquilas a la práctica
conociendo la posible solución.
Hoy algunas maestras están contando problemas que han tenido con voluntarios
en la práctica, al tratarse de meterse mucho en el trabajo del grupo, a pesar de
que se lo han recordado al comenzar la clase. Dicen que han probado otras
soluciones como que sean los niños quien se lo diga también. Otras maestras han
dicho que ellas, por ahora, los que han tenido han ido muy bien, pero que les
interesa conocer para cuando les toque ese tipo de voluntarios (Diario. Marzo de
2014. O).
Estos miedos pueden ser paralizadores. La incertidumbre puede llevar a las maestras a no
querer salir de sus zonas de confort, lo que hubiese acabado con el Proyecto. Por ello, el
coordinador trató de estar pendiente de cada participante. De esta manera, consiguió ganar
una confianza con los miembros del PID-FPEIAP que, en muchos casos, le permitió que
cuando estos miedos surgían, fuese el guía en el que las maestras se apoyaban para
confirmar el buen camino de su proceso.
José me ha dicho que hoy ha hablado con MAES13. Le ha llamado por teléfono
para ver cómo llevan la puesta en práctica de grupos interactivos. Además, me
ha dicho que pronto visitará uno de los colegios y que tratará de ir a todos.
Mientras tanto, está en contacto constante con ellos por mail y teléfono. Así, si
tienen algún problema les puede tratar de ayudar antes de la siguiente reunión
(Diario. Febrero de 2014. R).
Pero los miedos de las maestras no surgieron solo como una forma de afrontar
incertidumbres personales, sino que también se dieron por factores externos como sus
centros escolares.
La ruptura con posiciones de comodidad
Algunos participantes del Proyecto experimentaron dificultades con otros miembros de
la comunidad educativa. El miedo que ellas habían vivido al principio de participar en el
Proyecto ahora lo notaban en compañeros que, al no querer trabajar junto a ellas, les
estaban frenando en su deseo de transformar el colegio. Las maestras explicaban que la
motivación y las ganas de transformar sus aulas y sus contextos escolares, muchas veces
no eran compartidas con sus compañeros de centro.
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
300
Esta motivación que tenemos ahora nosotros dentro del proyecto de innovación
no es la de la gran mayoría, o yo en mi percepción creo que no es la de la gran
mayoría (ENGD13C16).
Sin embargo, esto no fue un problema para las maestras, ya que en la mayoría de los casos
el PID-FPEIAP agrupaba a varias docentes de un mismo centro.
Aunque no conozco a las participantes, todas ellas vienen, principalmente, de tres
centros educativos. En un centro creo que son aproximadamente siete, en otro
otras siete y en el otro dos o tres (Diario. Diciembre, 2013. R).
Al ser un grupo numeroso de maestras en un mismo centro, en muchos casos tuvieron la
fuerza para enganchar a otras compañeras a hacer prácticas inclusivas. Aunque estas
compañeras no se formaban a través del Proyecto, eran las propias maestras del PID-
FPEIAP las que les ayudaban para que pudiesen entrar en la dinámica de trabajo.
Se empieza a comentar, y enganchas a una compañera, y enganchas a tres,
enganchas a cinco, luego ya enganchas a siete, luego ya empieza la mayoría del
centro a hacer cuestiones de estas. (ENGD13C16).
A veces el miedo al cambio hacía que no consiguiesen convencer a las compañeras.
Las maestras quieren que José e INV01 vayan a dar formación al colegio a otros
maestros, a ver si así pueden convencerlos para que comiencen a hacer grupos
interactivos también, porque ellas por ahora no han podido (Diario. Marzo, 2014.
O).
Cuando estas situaciones sucedían eran los familiares los que lo intentaban. Las maestras
del PID-FPEIAP estaban fomentando la participación familiar en las aulas y la escuela,
por lo que los padres y las madres del alumnado de aquellas otras maestras reticentes al
cambio, demandaron que también se hiciese en las aulas de sus hijos.
En COLEA afirman que algunos padres ya se han empezado a quejar a maestros
que no hacen grupos interactivos. Quieren también entrar en el aula de sus hijos
y esto está haciendo que las maestras se lo replanteen (Diario. Abril, 2014. O).
En algunos casos esto no gustó a las maestras reticentes al cambio, que veían como sus
posiciones de tranquilidad y privacidad en sus aulas se veían amenazadas, lo que supuso
críticas a las maestras que participaban en el PID-FPEIAP.
Las maestras dicen que, en verdad, esto no les ha sentado muy bien. Parece que
no les gusta que las maestras del PID-FPEIAP estén haciendo grupos interactivos
porque les está afectando a ellos, ya que los padres ahora se lo exigen (Diario.
Abril, 2014. O).
Al abrir las aulas y la escuela, también se vieron afectadas las estructuras directivas. Así,
las maestras revelaban que, cuando las transformaciones se empezaron a producir,
algunos equipos directivos les pusieron impedimentos y restricciones con las que no
perder el control que querían tener sobre el centro y las maestras.
Las maestras de COLEA han dicho que desde el equipo directivo no les dejan
pegar carteles en ningún sitio para tratar de que voluntarios de la comunidad
participen. Les han dicho que, dentro del centro, mientras les informen les dejan,
pero que fuera no pueden colocar nada (Diario. Marzo, 2014. O).
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
301
Al ser un grupo numeroso de maestras y haber convencido a otra gran parte del
profesorado, los equipos directivos terminaban adoptando posturas de indiferencia.
Tienen la sensación de que les dejan hacer lo que quieran mientras sea dentro de
su edificioy no molesten a nadie (las maestras de Ed. Infantil están en un edificio
diferente al de Ed. Primaria y el equipo directivo) (Diario. Marzo, 2014. O).
Esta situación en la que las maestras del PID-FPEIAP eran el grupo numeroso en el centro
y podían aguantar más fácilmente las críticas, no se dio en todos los casos. Las maestras
que estaban solas en su centro al haberse cambiado recientemente, afirmaban que para no
despertar estos miedos trataban de esperar y buscar momentos en los que ya hubiese una
confianza.
El año que viene te vas a un centro nuevo y ¿ahora qué? A ver en qué momento
tengo que decir “pues yo he empezado a hacer esto”. Y que voy a hacer apoyos
dentro... que a ver cuándo lo suelto (ENGD13C16).
Las maestras consideraban que en un centro nuevo es difícil porque puede haber
presiones, por lo que trataban de buscar compañeros con los que trabajar, incluyéndoles
en las dinámicas del PID-FPEIAP. Pero al final, algunas maestras no podían realizar sus
prácticas durante un largo periodo de tiempo.
A mí me pasó este año, calladita, a ver por donde cojean estos compañeros míos
[...] el primer año nada más llegar, es como que no puedes poner ahí... Y les vas
contando un poquito, y vente un día y lo ves… (ENGD02H16).
Para tratar de solucionar estas presiones, tanto en soledad como cuando eran varias
maestras, los investigadores del PID-FPEIAP decidieron visitar los centros escolares. En
algunos casos, dando formación e información sobre el Proyecto a familiares,
compañeros y equipos directivos. De esta manera, trataban de mostrar públicamente el
apoyo de la universidad a las maestras y de contrarrestar las críticas de estos agentes hacia
las docentes participantes por intentar transformar los contextos educativos.
Hoy vamos a realizar la reunión en el COLEA. Antes de comenzar la reunión,
José e INV01 han venido de visita al colegio y han estado hablando con otros
profesores que no hacen grupos interactivos para invitarles a la reunión del PID-
FPEIAP (Diario. Abril, 2014. R).
Podemos observar como el miedo de otros agentes educativos produjo momentos de
tensión. Las maestras sintieron como, aparte de luchar contra sus miedos, tuvieron que
luchar contra el miedo de compañeros y estructuras que se volvían en su contra en forma
de presiones para que abandonasen o no molestasen. Estos agentes veían como sus
posiciones de poder y tranquilidad podían ser derruidas, por lo que sus miedos se
expresaban a través del intento de finalizar con el cambio. Pero los investigadores tenían
ya claro que esto iba a pasar y trataban de ayudar a las maestras a superarlo, porque como
José Juan decía, había que tratar de acabar con estos miedos si se quería avanzar, porque
miedo y libertad son incompatibles.
Síntesis y discusión
Las maestras aluden a un miedo ante lo desconocido en sus primeros pasos en el PID-
FPEIAP. Las docentes exponen como no conocer el tipo de formación, abrir las puertas
del aula o dudar sobre si la práctica iba a funcionar, les produjo momentos de
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
302
incertidumbre al principio de su formación. Esta postura de las maestras es normal si
consideramos que la ruptura con modelos tradicionales y el avance hacia una educación
liberadora (como la que el PID-FPEIAP pretendía), suele provocar temores (Freire &
Shor, 2014). Fullam (1994) lo consideraba como algo lógico, ya que entiende que “bajo
condiciones de incertidumbre, el aprendizaje, la ansiedad, las dificultades y el miedo a lo
desconocido son intrínsecos a todos los procesos de cambio, especialmente en las etapas
iniciales” (p.25).
Combinado con la falta de seguridad ante los nuevos cambios, el miedo de las maestras
se vio relacionado con aspectos como la adquisición de protagonismo y la posible presión
de la comunidad educativa, cuando lo que necesitaban era su apoyo (Lansky, 2005).
Desde esta problemática encontramos que otros de los miedos que surgieron en torno a la
formación del PID-FPEIAP fue el surgido en los compañeros y contextos escolares ante
las transformaciones que las maestras querían hacer. Bolívar (1996) afirmaba que la
cultura escolar, tradicionalmente conservadora, es una de las principales resistencias al
cambio. El conservadurismo de las instituciones educativas es un freno para las
transformaciones educativas y la innovación. Desde esta postura, si entramos a analizar
en profundidad el discurso de las maestras, no somos capaces de conocer cuáles eran las
motivaciones del equipo directivo y los compañeros que se resistían al cambio. En la
literatura nos encontramos varias posturas enfrentadas al respecto. Para Sarramano (2011)
estas resistencias por parte de los docentes antes las actualizaciones corresponden a una
falta de compromiso ético o una posición de comodidad. Sin embargo, Sparks (1997)
defiende que la resistencia al cambio por parte de los docentes a veces no es un aspecto
negativo, sino una forma de lucha provocada por la baja calidad de algunas de las
propuestas de innovación que se les solicitan.
En este proceso de miedos, tensiones y resistencias, las maestras vuelven a destacar la
labor de José Juan y los investigadores del PID-FPEIAP como un apoyo. El coordinador
y los investigadores eran conscientes de la posibilidad de que estas reticencias apareciesen
y no dudaron en mostrar su apoyo a las maestras. En este sentido, volvemos a comprobar
como la postura de José Juan y sus compañeros era cercana a las ideas de Freire (1993)
al considerar que el miedo no puede ser negado al educador, pero hay que conseguir que
no sea paralizador.
6.2.2.2. Agotamiento docente
Una de las problemáticas que han encontrado las maestras acerca de la formación del
PID-FPEIAP fue que, al participar en este tipo de formación, en la que siempre podían
seguir proponiendo y avanzando, llegó un momento que no se supo controlar el avance y
eso les llevó a situaciones de cansancio que les hicieron dudar si continuar como
participantes del Proyecto.
El PID-FPEIAP tenía como principal objetivo transformar los contextos escolares hacia
una educación cada vez más inclusiva, pero se trataba de un objetivo casi sin fin. Siempre
se podían proponer prácticas o metodologías que completaran lo que ya se estaba
haciendo.
Siempre he dicho que esto no acaba, lo de la inclusión, no acaba nunca porque
siempre seguimos, es un proceso que sigue avanzando, avanzando, y no lo
acabamos nunca (ENGD13H16).
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
303
En el PID-FPEIAP esta variedad de propuestas era muy amplia, ya que cada participante
daba a conocer en las reuniones lo que estaba haciendo. Así, el afán de las maestras por
seguir avanzando hizo que tratasen de llevar a la práctica todo lo que otras compañeras
del PID-FPEIAP hacían.
Tanto ritmo de querer probar, "yo quiero probar lo que hace MAES09, y además
lo que hace MAES15 y además lo que hace MAES01. Y voy a hacer esto, más la
idea que yo he tenido, mas no sé qué” (ENGD07G16).
Las maestras veían estos avances como un trabajo extra a su labor ya como docentes. Lo
realizaban porque lo consideraban satisfactorio, pero les requería de un tiempo del que a
veces no disponían.
Es trabajo añadido, mucho trabajo añadido, porque nos lo hemos tomado con
mucha responsabilidad y aparte de todo el temario que tenemos con los niños, los
objetivos y los trabajos pues es mucho más trabajo y horas que tienes que echar
tanto en reuniones como en pensar actividades, preparar materiales, controlar
las fiestas que hemos hecho para despedir los grupos interactivos pero bueno, la
recompensa es buena ves cómo están motivados los niños, los padres, los
profesores… Entonces, bueno, ese esfuerzo extra queda recompensado
(ENIN12C14).
A todo ese proceso de planificación y realización debían sumarle el proceso de reflexión,
lo que se reflejó en momentos de agotamiento.
Llegas aquí y reflexionas, “y ahora este me ha dicho... ah pues voy a probar”, y
es agotador (ENGD07G16).
Las maestras habían transformado sus prácticas y se habían transformado ellas mismas.
Tenían la necesidad de replantearse todo lo que hacían para buscar la mayor inclusión
posible y no supieron controlar el desgaste mental que conllevaba no parar de reflexionar.
Yo el año pasado tenía un replantear constante de mi práctica, lo que yo era, todo
lo que haces está continuamente, “ah no esto, esto no”, y es agotador
mentalmente (ENGD07G16).
Esta actitud condujo a alguna maestra a momentos de agobio y estrés.
Genera estrés, agobia y que el replantear constantemente todo te puede llegar a...
(ENGD07G16).
Achacados a veces por la situación personal, estas situaciones afectaban duramente al
estado anímico y emocional de las maestras.
Sobre todo, cuando va pasando el tiempo, en estos tres años, pues, claro, tienes
momentos en lo que estas con mucha fuerza y tienes momentos, que igual tu
situación es más complicada, y es como ¡uf!, parece que te vas un poco
(ENGD01A16).
Estas situaciones hicieron que algunos participantes se planteasen abandonar. Veían
como sus compañeros apenas se esforzaban en las aulas, mientras que ellas estaban
agotadas y eso les frustraba y les hacía plantearse continuar la formación.
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
304
¡Si a mis compañeros les pagan lo mismo que a mí! Pues yo voy a ir allí, ya está
[…]. De nueve a dos, y a las dos me voy a mi casa y me olvido, y no estoy todo el
día pensando y pensando, y replanteándome y reflexionando (ENGD07G16).
Ante estos momentos, afirmaban que la decisión por la que finalmente decidieron no
abandonar fue por el grupo.
Luego vienes aquí y dices, jolín, es que esta todo el mundo igual, y tira, y aquí
también ha funcionado (ENGD07G16).
Como hemos analizado anteriormente, las maestras afirman que participar en un Proyecto
común y haberse comprometido con el grupo les hizo sentirse en la obligación de no
abandonar.
Ese compromiso que tienes con el grupo te hace también el hecho de tirar. En
momentos que estas más de, uf, esto es agotador (ENGD07G16).
Esta decisión fue debida a que en el PID-FPEIAP se había creado una identidad como
grupo (analizado en el apartado “6.3.1.1. Transformación y proceso de la identidad
docente. El papel del grupo”), que les empujaba en su compromiso con los demás
compañeros y compañeras.
La identidad grupal te genera ese compromiso de seguir para adelante
(ENGD07G16).
El grupo hacía sentir una obligación intrínseca en las maestras, que les motivaba a seguir
participando.
Pero el hecho de que esté el grupo es como "no, venga, que hay que seguir, que
viene una dificultad..." Es como que te obliga a veces (ENGD01A16).
Pero el grupo y el PID-FPEIAP no solo fueron vistos como un lugar al que agarrarse en
momentos de agobio, sino que también favoreció que las maestras sintieran el apoyo para
avanzar en momentos de estancamiento, agobio o indecisión.
Yo creo que el proyecto como que te empuja, porque cuando tú empiezas a hacer
algo, empiezas con mucha fuerza, pero llega un momento que decaes
(ENGD01A16).
El sentimiento de compromiso por el grupo y el PID-FPEIAP no acabó de ser una
solución al problema. En su momento detuvo a quien quiso abandonar el PID-FPEIAP,
pero la situación de agotamiento puede repetirse y volver a generar agobios, como así
ocurrió. Y es que, las maestras afirmaban que una vez que comienzas a reflexionar y
descubres su potencial, es muy difícil parar.
Pero cuando entras en una dinámica de replantearte y de repensar, yo creo que
no hay marcha atrás […] es muy complicado el intentar parar (ENGD13H16).
El replanteamiento de su práctica y la búsqueda de nuevas propuestas es un aspecto que
les acompaña todo el día, incluso aunque dicen saber que deben parar a veces.
Yo ahora venía en el coche y digo, ¿al año que viene? Pues bueno, por las tardes
no, pero igual después del recreo... ¿Sabes? Y también hay un poco que sentar
las cosas (ENGD07G16).
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
305
Aunque las maestras consideraban haber aprendido a controlarlo con el paso del tiempo,
es cierto que este momento de calma que afirmaban tener coincidió con una época en la
que el PID-FPEIAP se detuvo y no podemos saber si ambos aspectos tienen co-relación.
Yo este año he parado un poco, pero el año pasado estaba hasta agobiada, era
como “madre mía”, el quererlo cambiarlo todo, el querer transformar todo, y
querer... (ENGD07G16).
El PID-FPEIAP no supo en su momento solucionar este problema y las maestras
consideraban que era muy importante que se aprendiese a controlar.
Hay que pararse un poco e ir más lento. Yo creo que ha sido demasiado el querer
proponer tantas cosas (ENGD07G16).
Las docentes entraron en una dinámica de reflexión menos intensa, más centrada y más
prolongada en el tiempo. Aunque no fuera fácil el cambio.
Echar el freno, a mí me cuesta, Creo que hay que hacerlo para reflexionar, pero
creo que es muy difícil (ENGD13H16).
Las maestras creían que si no conseguían controlarlo llegaría un momento en el que el
PID-FPEIAP pudiese llegar a desaparecer por el agotamiento de sus participantes.
Es muy importante el que lleguemos a un punto en el que seguir enriqueciendo, y
no llegue un momento como que digas, que se infla, se infla y de repente, pum
(ENGD01A16).
El agotamiento fue uno de los problemas más importantes a nivel personal que
experimentaron las maestras. La necesidad de reflexionar sobre toda su práctica educativa
de forma constante como se les inculcó desde el PID-FPEIAP les supuso un
replanteamiento continuo que llegó a agotarlas. Esta situación estuvo a punto de hacer
que, incluso, dejasen de participar en el Proyecto. Pero su compromiso calmó la situación
de las maestras y les hizo continuar. Aunque este no fue el único motivo por el que alguna
maestra pensó en abandonar.
Síntesis y discusión
Las maestras consideran que el trabajo constante del PID-FPEIAP, basado en la reflexión
y en la búsqueda constante de mejora social les produjo un momento de agotamiento.
El agotamiento o estrés es muy habitual entre los docentes. El magisterio ha sido una de
las profesiones más afectadas por las exigencias de la sociedad, tanto dentro como fuera
del aula (Espinoza-Díaz, Tous-Pallares, & Vigilcolet, 2015). Estas exigencias no han
venido acompañadas de mejores condiciones, lo que ha llevado a los docentes a
situaciones de agobio o estrés (Ruíz-Calzado, 2016), como las que muestran en su
discurso las maestras. En la literatura científica a esta problemática se le denomina como
el “síndrome del Burnout o Síndrome de Quemado” por el trabajo de Gil Monte y Peiró
(2009).
Así, nos encontramos con múltiples investigaciones en los últimos años que exploran las
situaciones de estrés, agotamiento y el síndrome de Burnout entre los docentes de sus
países o contextos sociales, examinando los niveles de estrés del profesorado, las
situaciones que los producen o las consecuencias que suponen a nivel personal,
profesional, en los contextos y en el aprendizaje del alumnado (Ibáñez, Bicenty, Thomas,
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
306
& Martínez, 2012; Jiménez, Jara, & Miranda, 2012; Marenco-Escuderos & Ávila-
Toscano 2016; Muñoz & Correa, 2012).
En el caso particular de las maestras del PID-FPEIAP, las maestras aluden a varios
aspectos para producir su agotamiento. Principalmente, fueron los procesos de reflexión
constantes durante un largo tiempo los que produjeron un agotamiento mental para las
participantes. Esta es una situación reflejada por Balcazar (2003), al tratar algunas
problemáticas comunes en los procesos de investigación-acción participativa. Este autor
afirma que la permanencia de un largo tiempo en estos procesos puede llegar a desgastar
a los participantes. Pero también el escaso tiempo o la pasividad de sus compañeros,
fueron algunas de las razones por las que las maestras sintieron en algún momento un
agotamiento que les hizo plantearse abandonar el grupo. Para Gil Monte, Carlotto y
Gonçalves (2011) esta es una situación normal, pues cuando los docentes sufren un fuerte
estrés pueden llegar a alejarse de la situación o abandonarla.
6.2.2.3. Momento de estancamiento en el segundo año
Al iniciar el segundo año, con la incorporación al PID-FPEIAP de nuevos participantes
comenzaron a emerger tensiones. Durante el primer año se habían producido importantes
transformaciones en los contextos donde se había puesto en práctica el Proyecto, lo cual
llevó a que nuevas maestras quisiesen incorporarse al mismo buscando esas
transformaciones en sus contextos. Esto supuso una heterogeneidad en los participantes
en cuanto a su conocimiento del Proyecto, su necesidad de formación o sus intereses que
llevó al PID-FPEIAP a momentos de tensión.
El segundo año comenzó con unas jornadas donde se expusieron diferentes prácticas
inclusivas a los grupos interactivos por la solicitud de las maestras de trabajar a lo largo
de ese año más prácticas inclusivas.
En las jornadas de hoy nos han explicado aspectos de la inclusión y las Tertulias
Literarias Dialógicas, que es una medida que las maestras del PID-FPEIAP que
estaban el año pasado pidieron realizar este año (Diario. Septiembre, 2014. O).
Informadas por otros participantes del PID-FPEIAP, las nuevas participantes llegaron al
grupo con la única intención de formarse en las prácticas inclusivas del año anterior.
Sí que es verdad que vinimos con la idea de grupos, porque es como nos lo
vendieron, entonces vinimos con la idea de grupos (ENGD15D16).
Este grupo de nuevas maestras era muy numeroso. Lo que supuso que en la mayor parte
de las reuniones durante todo el año se debatiese únicamente sobre la práctica inclusiva
que se realizó el primer año.
Hoy las nuevas maestras han comenzado a hablar de grupos interactivos. Ellas
tienen dudas, en muchos casos muy parecidas a las que tenían las maestras del
año pasado y quieren ayuda para resolverlas. Además, como las maestras del
primer año también siguen haciendo grupos interactivos, pueden contarles
experiencias actuales (Diario. Noviembre, 2014. O).
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
307
Esto chocaba con los intereses de las maestras que participaban desde el inicio y que
querían seguir formándose en otras prácticas.
Grupos y grupos y llegó un momento que “Jo, necesito conocer más, ver otras
cosas” […] me encantan los grupos, pero llega un momento que es, como decía
MAES07, otra vez grupos... (ENGD01A16).
Situación que supuso que su segundo año fuese una repetición del primero al reflexionar
constante y únicamente sobre aspectos de la práctica que estas maestras ya habían resuelto
en su momento.
Y claro, yo llego allí, no se habla nada más que de grupos y la gente “Y las
actividades…” y era como volver a vivir lo que habíamos vivido (ENGD07G16).
Algunas maestras afirmaban que era necesario no abandonar del todo la reflexión sobre
las prácticas que ya realizaban de años anteriores para seguir asentándola.
Yo creo que tampoco hay que pasar página como, “bueno, yo ya los grupos
interactivos los domino”. Yo creo que también hay que seguir un poco
controlando bien. Porque yo, por ejemplo, lo que empecé, este año los he
continuado haciendo, pero como que ahora ya no reflexiono tanto, y yo creo que
tampoco... que hay que estar un poco pendiente. Aunque esto esté más asentado
seguir un poco ahí... (ENGD07G16).
Esta situación se descontroló tanto que hasta las maestras que accedieron el segundo año
al PID-FPEIAP encontraron que se trabajó demasiado sobre grupos interactivos.
Pero sí que es verdad lo que dices, yo solamente he estado el año pasado de
grupos interactivos y sí que al final era, otra vez hablando de grupos interactivos,
y solo llevaba un año (ENGD15D16).
El coordinador también se dio cuenta de que en el intento de incluir y hacer avanzar lo
más rápido posible a las nuevas maestras, se perdió el control y la perspectiva genérica
del PID-FPEIAP sobre la educación inclusiva.
José hoy nos ha recordado en la reunión que el PID-FPEIAP no es solo para
trabajar una práctica en concreto. El objetivo es encaminar poco a poco toda
nuestra docencia hacia el fomento de la educación inclusiva durante toda la
jornada escolar (Diario. Abril, 2015. O).
Esta situación de trabajar casi por completo en un único tema supuso que algunas
maestras llegasen a creer que, a partir de ese momento, el PID-FPEIAP se iba a centrar
solo en grupos interactivos y no volvería a avanzar.
Yo hubo un momento que pensé que nos íbamos a estancar mucho en grupos,
como que no íbamos a avanzar de ahí (ENGD01A16).
Debido a los nuevos cambios se generó una gran tensión en las maestras que querían
hacer otras prácticas y conocían la amplitud del trabajo que proponía el PID-FPEIAP,
llegando a mostrar su desacuerdo con que solo se debatiese en torno a grupos interactivos
en una de las reuniones.
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
308
Yo recuerdo una vez MAES07, que dijo "Bueno, es que inclusión no son solamente
grupos interactivos, hay muchas otras cosas" […]. Hay que buscar otras cosas
para que esto pueda seguir funcionando (ENGD15D16).
Las tensiones trajeron, como consecuencia, la pérdida de la motivación que estas maestras
tenían al principio.
“Bueno, vamos a hacer una jornada de grupos interactivos” y “madre mía, ¿otra
vez? Otra vez lo mismo, otra vez lo mismo”, y a mí me deshinchó (ENGD07G16).
El primer año las maestras realizaron muchas transformaciones en sus aulas. Al intentar
repetir el mismo ritmo el segundo año y ver que el PID-FPEIAP no avanzaba a la misma
velocidad les supuso una desmotivación.
Yo empecé la carrera y yo quería correr, correr, correr, correr y correr y no mirar
atrás. Y empezamos haciendo tantas cosas, que para mí el año pasado fue un
¡ufff!, se deshinchó, yo me deshinché (ENGD07G16).
Las reuniones pasaron a ser momentos de frustración para aquellas maestras que querían
seguir haciendo, pero que no encontraban su espacio.
A mí el PID-FPEIAP del año pasado me deshinchó. Fue como, quería hacer
tantas cosas y llegaba aquí y yo ¡uuuh! contar todo lo que quería hacer
(ENGD07G16).
El coordinador, llegó un momento en el que comprendió esta problemática y cómo estaba
afectando a alguna de las maestras del primer año. Por ello, intentó animar a las maestras
que perdían la motivación para que no abandonasen. Trató de hacerles ver la importancia
de que ellas fueran quienes acogieran a las nuevas maestras, que nadie mejor que ellas les
podía ayudar y que este año debían pensar menos en ellas y más en las compañeras, con
la intención de que en años posteriores todos pudieran avanzar ya juntos.
Yo me acuerdo de un día hablando con José, que una bronca por teléfono
descomunal, que yo le decía “que no, que estoy desmotivada, que es que no”. Y
él me decía, “vamos a ver, no seas egoísta, piensa en la gente que está
arrancando, piensa en la gente nueva. Intenta este año, pues intercambiar
experiencias, intentar contagiar a esa gente para que lo haga”. Y estaba
emperrada "Ya, estoy haciendo muchas cosas, y yo quiero llegar y que alguien
me ayuda, que alguien me diga, bueno si has empezado con los talleres con
padres, ¿qué tal?" (ENGD07G16).
Algunas maestras afirmaban que comprendieron desde el principio del segundo año que
era necesario volver a trabajar las primeras prácticas.
Es que yo creo que el año pasado era necesario volver a grupos interactivos
porque el primer año empezamos solo tres coles, entonces el año pasado éramos
once. Esos ocho colegios pues no sabían lo que eran, aunque a nosotros nos
resultara repetitivo (ENGD09B16).
Para poder hacer del grupo, de nuevo, un todo que avanzase en la misma dirección.
Había que hacerse al grupo, y es verdad que el grupo había cambiado. Los que
habíamos empezado al principio éramos muy pocos, y es verdad que había que
abrir a todos los demás (ENGD07G16).
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
309
Para otras maestras no fue fácil. Algunas maestras explicaban que, en ese momento, ellas
habían perdido la perspectiva de grupo y solo pensaban en seguir avanzando en la
transformación de sus aulas y al no poder hacerlo, se les borró parte de la ilusión.
Y claro, fue una postura un poco egoísta, lo reconozco, pero también es verdad
que en esa carrera que habíamos llegado con tanta energía, había sido con tanta
energía, me desplomó (ENGD07G16).
Estas docentes decidieron continuar en el grupo tras hablar con el coordinador. Gracias a
esta continuidad, pudieron ver el avance de otras maestras y les hizo recordar la ilusión
con la que ellas lo vivieron, algo que les sirvió para seguir.
Y luego, también es verdad que empecé a decir, “es verdad, venga, vamos a
empezar un poco con el grupo”, empecé a ver que la gente empezaba a arrancar,
a motivarse (ENGD07A16).
El coordinador comprendió dónde estuvo el error y al inicio del tercer curso comenzó
presentándolo en la primera reunión del PID-FPEIAP. Trató de mostrar el Proyecto como
un espacio de debate abierto a la totalidad de prácticas inclusivas y alejarlo de ser una
formación basada únicamente en prácticas concretas.
Hoy José ha explicado el PID-FPEIAP en la primera reunión. Ha recalcado que
no se trata de una formación únicamente para hacer una práctica y que la idea
es encontrar momentos para que cada maestra cuente su práctica y su experiencia
y todos nos nutramos de ello (Diario. Septiembre, 2015. O).
El tercer año el PID-FPEIAP retomó el rumbo inicial y abrió los debates al amplio abanico
de propuestas que las maestras querían realizar.
El haber empezado que si proyectos, que si los talleres, que si no sé qué, poder
ampliar. Que realmente sea educación inclusiva. No solo quedar al principio
(ENGD01A16).
Esta situación ayudó a volver a conseguir la motivación de quienes la habían perdido e
iniciar el tercer año con ganas.
La verdad es que este año, el abrir el abanico a otras cosas a mí me alentó a
hinchar (ENGD07G16).
Aunque las maestras afirmaban que el segundo año fue duro, el tercer año les dejó con
una gran ilusión por seguir.
El bajón es verdad que existió, pero es verdad que hemos sabido subir, y ha
habido muchísimo ánimo (ENGD14E16).
Para los participantes, es normal que se produzcan caídas de la motivación en proyectos
de esta longitud en el tiempo, en este caso generado por la inestabilidad de tener nuevos
participantes.
Y claro, el bajón ese que siempre tiene que haber, se produjo un poco el año
pasado. Pero siempre se genera, y el que venga gente nueva genera
(ENGD13C16).
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
310
El grupo del PID-FPEIAP tuvo un momento de descenso en la motivación durante el
segundo año. La incorporación de muchas maestras con un mismo objetivo, pero alejado
del objetivo de las maestras que ya estaban participando desde el primer año, supuso un
momento de tensión que no se supo controlar en el momento. Las maestras consideran
que el PID-FPEIAP perdió el rumbo y estuvo a punto de estancarse o de perder la
identidad con la que había surgido. Sin embargo, el aumento del número de participantes
no trajo solo este momento de tensión.
Síntesis y discusión
Algunas de las maestras del PID-FPEIAP afirman que durante el segundo año del
Proyecto se produjeron algunas tensiones en relación con los intereses formativos. El
discurso de las maestras muestra cómo el PID-FPEIAP se centró demasiado en el objetivo
de fomentar grupos interactivos durante el segundo año, lo que supuso que las maestras
con un conocimiento más o menos asentado del tema, perdiesen la motivación. Estas
maestras afirmaban que el Proyecto no fue capaz (durante ese periodo) de satisfacer sus
necesidades individuales. Son muchas las investigaciones que encontramos que hablan
sobre la necesidad de que la formación surja y cumpla con los intereses de los docentes
(Marcelo, 1995; Imbernón, 2007, 2017; Zeichner, 2010). Este es un factor importante
para conseguir transformaciones sociales. En el PID-FPEIAP esto se consiguió como
hemos analizado, pero hubo momentos en los que algunas maestras destacan una falta de
intereses en el trabajo conjunto. En un grupo de trabajo, es necesario ser capaz de aunar
los intereses individuales con los intereses grupales.
El aumento de participantes supuso un mayor número de intereses individuales, lo cual
dificultó encontrar un interés colectivo por ciertas temáticas. Aunque el primer año el
PID-FPEIAP ya tenía un grupo numeroso de participantes, con la incorporación de más
maestras y la variedad de tiempo en la formación, los intereses aumentaron y con ello la
incapacidad o imposibilidad por hacerlos frente. El trabajo en grandes grupos dificulta la
formación y la adaptación a las necesidades de todos los participantes. Por ejemplo, esta
es una pauta que se establece desde el aprendizaje cooperativo (Johnson, Johnson &
Holubec, 1984) o los grupos interactivos (Oliver & Gatt, 2010), donde se ha comprobado
que el trabajo en grupos reducidos o pequeños fomentan las interacciones y con ello el
aprendizaje, ya que es más fácil atender a las demandas y capacidades de cada individuo.
Algunas maestras comprendieron esta situación, sin embargo, otras docentes vivieron una
tensión al no poder satisfacer sus intereses individuales. José Juan solicitó a estas maestras
que durante el segundo año tratasen de abandonar sus intereses individuales para centrarse
en los intereses del colectivo, pues solo de esta manera podrían volver a avanzar todos
como grupo. Este posicionamiento del coordinador concuerda con las ideas de Dewey
(1995), quien consideraba que para una formación democrática es necesario apartar los
intereses individuales si chocar con los colectivos.
6.2.2.4. La reducción del acompañamiento universitario cuando el grupo
creció
Otra de las tensiones que las maestras detectaron del PID-FPEIAP está relacionada con
el acompañamiento por parte de los investigadores a partir del segundo año. Las maestras,
reclamaban la participación de los investigadores no solo en las reuniones mensuales o
las jornadas, sino también en los centros escolares.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
311
Para las maestras era importante contar con el apoyo de la universidad en sus clases, así
como compartir reflexiones en el momento a través de los diferentes puntos de vista. Sin
embargo, aunque el primer año los investigadores visitaron varias veces los centros, a
medida que el número de centros fue creciendo, esta situación disminuyó. Lo que para
las maestras resultó ser un grave problema.
Yo ahí voy a poner una pega. Que a mí no me han ido a ver (ENGD07G16).
En algunos casos, las maestras cambiaron de colegio, lo que hizo que el número de centros
aumentase aún más y supuso que pasasen de recibir varias visitas en su primer año a
apenas una o ninguna los posteriores, algo que echaban en falta.
Yo sí que he echado en falta que fuera alguien ahí a verme, algún día
(ENGD07G16).
El aumento del número de centros no vino asociado con el aumento de profesorado de
universidad, que era quien visitaba las escuelas para dar apoyo a las maestras.
Noto en falta el que hayan participado luego, o sea, que ha crecido mucho el
número de centros, pero no ha crecido mucho el número de profesores de la
universidad (ENGD01A16).
Lo que supuso que visitar todos los centros o hacerlo varias veces al año fuese una
situación difícil de abordar. En algunos casos, la conciliación de la docencia, la
investigación, la gestión administrativa y el PID-FPEIAP era difícilmente abarcable o
incapaz de coordinarse por un número pequeño de investigadores.
José me ha dicho que tenemos que ir a visitar algún colegio esta semana. Pero él
está hasta arriba de trabajo y clases, este cuatrimestre, me dice que solo podría
el miércoles (Diario. Marzo, 2015. R).
Aunque el primer año sí que se visitaron varios centros varias veces, hubo momentos en
los que los problemas personales se unieron a las obligaciones profesionales en algunos
investigadores, lo cual supuso que tuvieran menos tiempo para dedicar a las labores
profesionales y el acompañamiento a las maestras se viese afectado, al no haber más
investigadores que pudiesen ayudar en estos momentos.
Antes de que José enfermase me dijo que teníamos que empezar a visitar los
colegios. Yo querría visitar algún colegio ahora, pero me es imposible en este
momento, además que la situación hace que tampoco me apetezca mucho, así que
creo que en principio el PID-FPEIAP se parará un poco (Diario. Noviembre,
2015. R).
Con el aumento de los centros y no del profesorado de universidad, algunas maestras
afirmaban que notaron como la participación de este último en las escuelas había
disminuido. Para las maestras, el PID-FPEIAP debía trabajar en el aumento del número
de investigadores para conseguir abarcar el acompañamiento de todos los participantes
en los centros educativos o suplir la ausencia de algún investigador cuando no pudiese
hacer dicho acompañamiento.
En esta categoría hemos podido analizar las tensiones que las maestras encontraron
durante sus tres años de participación en el Proyecto. Algunas como los miedos e
incertidumbre iniciales de las maestras y sus contextos pudieron ser fácilmente
CAPÍTULO VI: Análisis de datos y discusión (II)
312
subsanables. Sin embargo, otros problemas asociados al aumento en el número de
participantes o el no saber detenerse, llevó a tensiones que pudieron suponer el abandono
de algún participante.
Síntesis y discusión
El discurso de las maestras muestra una crítica ante la disminución en la participación de
los investigadores en las escuelas. Estas docentes consideran que durante el segundo y el
tercer año del PID-FPEIAP el acompañamiento de los investigadores en los centros
educativos disminuyó.
Esta es una situación que como también analizan las maestras, sucedió en parte ante el
aumento en el número de centros educativos y el estancamiento en el número de
investigadores en el PID-FPEIAP. Entre el primer y el último año, el PID-FPEIAP
aumentó de tres centros educativos a once. Sin embargo, el número de investigadores
permaneció estable, siendo bajo durante los tres años. Ambos factores, unidos a las
condiciones laborales del profesorado universitario dificultaron continuar con el nivel de
acompañamiento producido durante el primer año. Desde esta posición, la literatura
científica comprende y expresa las presiones que sufre el profesorado universitario. De
acuerdo con la Ley Orgánica 6/2001, de 21 de diciembre, de Universidades, “la actividad
universitaria […] de forma coherente y global, debe sistematizar y actualizar los múltiples
aspectos académicos, de docencia, de investigación y de gestión” (p. 49400). Estos
aspectos aumentaron con la reforma del año 2007 (Ley Orgánica 4/2007, de 12 de abril,
por la que se modifica la Ley Orgánica 6/2001, de 21 de diciembre, de Universidades),
así se considera necesario que el profesional universitario cumpla con: la actividad y
dedicación docente, la investigación, la formación docente, la transferencia de
conocimientos, el desarrollo tecnológico y la gestión.
Curiosamente, uno de los aspectos que tiene un escaso reconocimiento en la evaluación
del profesorado universitario es la participación en proyectos y el reconocimiento de la
producción científica que no sea de alto nivel (Galán y Zych, 2011). En esta línea, las
políticas educativas tienden a financiar investigaciones con datos cuantitativos, capaces
de estandarizarse, lo que supone una traba para trazar estudios desde la perspectiva
cualitativa (Barba, González-Calvo, & Barba-Martín, 2014b) y, además, dificultan la
posibilidad de contratar personal investigador, que pueda dedicarse a tiempo completo a
los proyectos. Esta falta de presupuesto, sin duda dificulta —como ha ocurrido en nuestro
caso— el buen desarrollo de iniciativas que buscan la mejora social y la transformación
educativa.
Esta discusión no trata de ser una excusa, pues comprendemos y compartimos la visión
de las maestras y la necesidad de que el PID-FPEIAP contase con más investigadores,
sino que a través de ella pretendemos hacer una crítica al sistema universitario, que exige
y demanda a su profesado una multitud de tareas que dificultan una docencia e
investigación de calidad.
El análisis de esta subcategoría “6.4.2. Tensiones surgidas en el PID-FPEIAP” puede ser
un apoyo a futuros investigadores interesados en promover formaciones basadas en la
investigación-acción participativa. Comprendemos las singularidades del contexto y no
tratamos de que los futuros investigadores traten de extrapolar estas situaciones a las
suyas, ni tampoco que el conocimiento de estas situaciones condicione alguna de las
acciones básicas que antes hemos descrito, pero creemos que mostrar las tensiones
surgidas durante el proceso y plantear algunas propuestas de mejora, puede ampliar la
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
313
visión acerca de la investigación-acción participativa de futuros investigadores y hacerles
estar preparados ante circunstancias similares.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
315
CAPÍTULO VII: CONCLUSIONES,
LIMITACIONES Y FUTUROS DESARROLLOS
En este capítulo presentaremos las principales conclusiones de nuestra tesis doctoral. A
través de las mismas, trataremos de dar respuesta a los cuatro objetivos específicos y al
objetivo general de la tesis que han dirigido la realización de este informe. Por tanto, este
capítulo tiene como finalidad ofrecer al lector una visión clara y precisa a partir de la
pregunta general de la tesis:
¿Qué ha aportado el modelo de investigación-acción participativa a la formación de las
maestras participantes en el PID-FPEIAP?
La respuesta a los objetivos será clave para discernir las principales contribuciones de
nuestro estudio e iniciar un camino a la comprensión de las limitaciones y las futuras
líneas de investigación. Para ello, tras un primer apartado en el que se dará respuesta a las
preguntas de investigación, se expondrán dos apartados más: en el primero se presentarán
las limitaciones encontradas en el proceso de investigación y de redacción de la tesis y,
por último, un apartado donde se mostrarán y justificarán cuáles pueden ser algunas líneas
futuras de investigación que nacen de las conclusiones extraídas.
7.1. Conclusiones de nuestro estudio
Las conclusiones suelen representar el apartado más importante en los informes de
investigación cualitativa (Ander-Egg, 1990; Rodríguez, Gil-Flores, & García, 1996). A
través de ellas, se reflejan los puntos clave del estudio. Este apartado de la tesis debe
proporcionar a los lectores una idea precisa de la investigación y las evidencias extraídas
(Bell & Waters, 2014). Para conseguirlo, en esta parte del documento los autores deben
reflejar y destacar los principales datos extraídos de la investigación, tratando de dar
respuesta a los objetivos de que se marcaron (Quecedo & Castaño, 2002).
En nuestro caso, hemos organizado este capítulo a través de las preguntas de que nos
marcábamos al inicio del estudio. En los siguientes apartados, daremos respuesta a dichas
preguntas asociadas a cada uno de los objetivos específicos y, por último, realizaremos el
mismo proceso con la pregunta general de investigación.
Es habitual que las conclusiones vayan acompañadas con un proceso de discusión de los
resultados encontrados con los obtenidos en otras investigaciones. Sin embargo, nosotros
ya hemos venido haciendo dicha unión en los capítulos de análisis de resultados. Por ello,
a continuación expondremos directamente las conclusiones del estudio.
7.1.1. ¿A qué aspectos se prestó especial atención durante el proceso de formación
de las maestras en el PID-FPEIAP?
Esta pregunta de investigación va asociada al objetivo específico: Valorar los aspectos
que fueron clave en el proceso de formación de las maestras participantes en el PID-
FPEIAP durante los tres primeros años.
Un aspecto al que prestó atención el PID-FPEIAP en sus inicios, y durante los tres
primeros años analizados en esta tesis, fue el bienestar de las maestras. El coordinador
siempre mostró un especial interés por cuidar las emociones y sentimientos de las
maestras participantes y por conocer sus motivaciones e intereses para guiar el Proyecto.
CAPÍTULO VII: Conclusiones, limitaciones y futuros desarrollos
316
Los datos descubiertos en la primera categoría nos han mostrado la importancia de prestar
atención a las emociones de los participantes como aspecto crucial para conocer sus
intereses, aminorar sus miedos y asegurar una continuidad de la formación en el tiempo.
Los primeros momentos en una formación de carácter novedoso para los participantes
pueden estar plagados de nerviosismos e indecisiones. Ante estas dudas, las relaciones
cercanas y conocidas son un factor importante para evitar el abandono y fomentar la
seguridad. Las compañeras de centro, los equipos directivos o las amistades son algunas
figuras destacadas que aportan confianza a las maestras y les permiten abordar con mayor
tranquilidad los procesos formativos desconocidos. Además, otro aspecto importante para
reportar una seguridad en las maestras es el posicionamiento del coordinador y del resto
de participantes. Parece importante estimular en los participantes un acercamiento a estas
figuras desconocidas desde ambientes formativos distendidos y con espacios informales.
De esta forma, las nuevas relaciones se forjan desde la interacción natural y espontánea
en espacios no forzados ni obligados. Este factor resulta de mayor importancia cuando la
formación se basa en el trabajo colaborativo, pues una buena unión de los participantes
desde la base puede llegar a generar un mayor sentimiento de grupo, lo cual permite que
factores como la heterogeneidad de participantes, en cuanto a sus contextos o a su nivel,
sean concebidos como aspectos potenciadores de la formación.
Los datos de la primera categoría también nos enseñan algunos requisitos necesarios en
la elección de un tema en una formación basada en la reflexión. En este tipo de formación,
las temáticas elegidas deben partir de los intereses de las participantes y se deben
consensuar en grupo, de tal forma que intenten implicar al profesorado y encuentren una
relación directa con sus contextos. Esto resulta un aspecto fundamental para que los
participantes adquieran una actitud motivacional hacia la formación, al conseguir ver
reflejados sus intereses, y permite que el proceso pueda basarse en la creación de
conocimiento de forma lateral a través del análisis de las experiencias de los participantes
(Hargreaves & Shirley, 2009). Estas mismas características se deben cumplir para poder
abarcar las múltiples expectativas de los participantes. En este segundo caso, es lógico
que vayan cambiando a medida que avance la formación y se obtengan los primeros
resultados; por ello mantener una formación y un tema con un carácter abierto permite
utilizar las nuevas expectativas como guía de avance de la formación, repercutiendo a su
vez en la motivación. Además, otro requisito fundamental a la hora de seleccionar un
tema para una formación debe ser su sustentación en una base científica y su capacidad
para producir mejoras en todo el alumnado. Aunque los participantes puedan verse
atraídos por diferentes propuestas innovadoras, en la formación solo pueden ser válidas
aquellas cuyos resultados ya hayan demostrado científicamente ser capaces de conseguir
un éxito educativo en todo el alumnado.
Como respuesta al primer objetivo específico de la tesis, señalamos como clave la
atención a los sentimientos, las emociones y las necesidades de los participantes en un
proceso de formación permanente con el colectivo docente. Estos factores resultan
importantes para generar un sentimiento de grupo, comprometer al profesorado con la
formación y avanzar en equipo hacia propuestas de mejora.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
317
7.1.2. ¿Cuáles son las principales características que las maestras destacan de una
formación docente y cómo fue su cumplimiento en el PID-FPEIAP en relación con
otras formaciones?
Esta pregunta de investigación va asociada al objetivo específico: Analizar las sinergias
y discordancias destacadas por las maestras entre el PID-FPEIAP y los modelos de
formación vividos por las maestras anteriormente.
Los datos de la segunda categoría indican que es importante que en la formación exista:
(a) una correcta relación entre la teoría y la práctica; (b) una adaptación al contexto y
necesidades de los participantes; (c) una base de trabajo colectivo e intercambio; (d) un
seguimiento y la prolongación en el tiempo; y (e) una finalidad transformadora de los
contextos.
Dicha categoría ha mostrado la importancia de estos factores a través de su grado de
consecución en las principales formaciones a las que tienen acceso las docentes
participantes y la ofrecida en el Proyecto de Innovación Docente objeto del análisis de la
presente tesis. Los datos dejan constancia de cómo las formaciones a las que normalmente
tienen acceso los docentes están promovidas desde los planes formativos del propio
centro e impulsadas por los CFIES. Los participantes analizan los factores anteriores en
estas formaciones y concluyen con que muestran: (a) dificultad para unir la teoría y la
práctica más allá de un nexo a través de la realización de materiales; (b) adaptación al
contexto escolar del centro, pero escasa conexión con las realidades singulares del aula;
(c) posibilidad de compartir ciertas prácticas de trabajo en común entre docentes del
mismo centro, pero no crear redes de trabajo colaborativas con maestros de otras escuelas;
(d) un asesoramiento esporádico y una longitud breve o puntual; y (e) incapacidad de
incidir en la práctica del día a día, salvo pequeños cambios provocados por la utilización
de las nuevas herramientas. Como consecuencia, estas formaciones tienden a dirigir las
motivaciones de los participantes hacia otros aspectos alejados de los formativos, tales
como conseguir horas para los sexenios de formación, la comodidad o el ahorro de
tiempo.
Por su parte, la metodología de investigación-acción participativa con la que se ha llevado
a cabo el PID-FPEIAP ha resultado un proceso capaz de facilitar en los docentes el
desarrollo de aspectos importantes para su formación. Les ha proporcionado una
participación activa en todas las tomas de decisiones con las que dirigir la formación, un
compromiso con el Proyecto mediante el cual incidir en sus acciones de forma crítica y
una mejora de sus capacidades reflexivas, individuales y colectivas, con las que analizar
y transformar sus prácticas, contextos y pensamientos. Esta forma de trabajo parece
influir en las características anteriormente destacadas al: (a) ser un puente capaz de
conseguir una eficaz unión entre la teoría y la práctica educativa; (b) permitir a los
participantes adaptar la formación a sus necesidades y a las particularidades de sus
contextos; (c) estar basada en un trabajo colaborativo y de intercambio de experiencias
entre participantes de diferentes centros escolares y niveles educativos; (d) ser un trabajo
que se ha prolongado en el tiempo durante tres años, con un acompañamiento constante
del resto de participantes; y (e) ser capaz de transformar los procesos de enseñanza-
aprendizaje de los participantes, sus prácticas de aula y contextos educativos y asentar un
conocimiento transferible a otras realidades.
Nuestra tesis ha dado muestras de cómo la elección de un modelo formativo condiciona
el aprendizaje de sus participantes, como ya destacaban Mayorga-Fernández et al. (2014),
CAPÍTULO VII: Conclusiones, limitaciones y futuros desarrollos
318
pero también su incidencia en algunas de las características fundamentales de la
formación permanente.
Como conclusión al respecto, podemos decir que la formación permanente de los
docentes a través de procesos de investigación-acción participativa, favorece el aumento
de la motivación entre los participantes, se adapta a las necesidades de su contexto y
repercute directamente en el entorno, aspectos que producen una mejora educativa
directa.
7.1.3. ¿Cómo han sido los procesos de transformación intrínsecos de las maestras,
surgidos a raíz de su participación en el PID-FPEIAP?, ¿cuáles han sido las
transformaciones en las aulas y en los contextos de las maestras?
Esta pregunta de investigación va asociada al objetivo específico: Estudiar los procesos
de transformación producidos en las maestras como resultado de su participación en el
PID-FPEIAP, así como el grado en el que afectaron a su alumnado, a sus prácticas y a sus
contextos.
Los datos extraídos en la tercera categoría muestran como la formación del PID-FPEIAP
a través de investigación-acción participativa consigue incidir en la construcción de la
identidad docente de los participantes y en las prácticas educativas. Ambas
transformaciones se encuentran interrelacionadas y son consecuencia una de la otra,
dentro de un proceso de transformación completo.
Los datos reflejan algunos aspectos concretos que parecen haber influido en la
construcción de la identidad docente de los participantes, tales como el trabajo en grupo,
el pensamiento docente y la autonomía y el liderazgo. En la formación a través de
investigación-acción participativa el trabajo colaborativo y el sentimiento de pertenencia
a un grupo se erigen como una experiencia importante que incide en la creación de una
identidad grupal, la cual influye y complementa la propia identidad docente de los
participantes. Por su parte, si este tipo de formación está guiada por la promoción de
valores democráticos, el pensamiento docente se transforma y contribuye a la identidad
docente a través de la consolidación de conocimientos, la transformación del lenguaje y
la adquisición de un ideal educativo acorde con valores de justicia social. Todo ello
supone una fuerte influencia en la práctica diaria dentro y fuera de las aulas, al incidir en
una mejora de aprendizaje social del alumnado en todos los ámbitos. Por último, la
consecución de autonomía parece posible a través de la investigación-acción participativa
y se convierte en un factor importante en la construcción de una identidad docente al
permitir a las maestras consolidar y transferir una nueva idea de educación a otros
contextos, consiguiendo ampliar el radio de las transformaciones.
Respecto a las transformaciones en la práctica, los datos mostraron el proceso seguido
para la consolidación de dos actuaciones educativas: los grupos interactivos y los
boletines informativos de evaluación. Los ciclos de reflexión colectivos se presentan
como una forma de poder asentar las prácticas educativas innovadoras en las aulas y las
escuelas, al conseguir solucionar los problemas en la acción y tener la capacidad de
ayudar a rehacer las prácticas de los participantes hasta su consolidación. En el caso
concreto de los grupos interactivos, la formación a través de investigación-acción
participativa permite a los participantes extrapolar las bases en las que se asientan estas
actuaciones, consiguiendo así un fomento del aprendizaje dialógico a otras prácticas del
día a día en las aulas y fuera de las escuelas. Esta situación permite a los participantes
dirigir sus actuaciones hacia la transformación de las prácticas de enseñanza-aprendizaje,
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
319
pero también hacia la transformación social. Al respecto, Zeichner y Diniz-Pereira (2007)
explican que la transformación social se presenta como una necesidad en los procesos
formativos a través de investigación-acción participativa, pues esta debe garantizar una
educación verdaderamente inclusiva y acorde con los valores de justicia social.
Por otra parte, los procesos de transformación intrínsecos de los participantes vividos en
el PID-FPEIAP parecen incurrir en la transformación de sus prácticas educativas con la
finalidad de adaptarlas a su nueva idea educativa. Así, la transformación de los boletines
informativos de evaluación tradicionales por otros cualitativos e individualizados permite
a las docentes acercase a una idea educativa más abierta, compartida y democrática,
acorde con el nuevo conocimiento educativo adoptado. Además, la consecución de
autonomía permite a las participantes luchar contra las relaciones de poder a las que se
enfrentan en la cotidianidad, buscando estrategias democráticas para afrontar las
imposiciones del centro. Todos estos procesos de transformación social, orientados desde
una base científica y desde la educación inclusiva, permiten encarnar una educación que
produce mejoras en la educación del alumnado y en las relaciones entre los miembros de
la comunidad educativa.
En conclusión, podemos afirmar que los procesos de investigación-acción participativa
contribuyen a las transformaciones sociales a través de los cambios en la identidad de los
docentes y el asentamiento de nuevas prácticas educativas. Su capacidad para analizar
colectivamente las bases que subyacen a las prácticas educativas les permiten adquirir un
posicionamiento crítico con el que afrontar una transformación global de la educación,
las aulas, las escuelas y las comunidades, llegando a conseguir un impacto social.
7.1.4. ¿Cuáles fueron las características del PID-FPEIAP más destacadas por las
maestras y las principales tensiones vividas?
Esta pregunta de investigación va asociada al objetivo específico: Realizar un análisis de
las características del PID-FPEIAP más destacadas por las maestras y las tensiones
vividas durante los tres años de duración.
La cuarta categoría vislumbra algunas de las características y momentos del PID-FPEIAP
que favorecieron u obstaculizaron el desarrollo formativo de las maestras.
Los datos muestran algunas características del Proyecto que incidieron de manera positiva
en la formación de las participantes, tales como la relación entre la escuela y la
universidad y el trabajo en grupos, dentro y fuera de la escuela. Los proyectos formativos,
desarrollados desde las universidades, que fomentan el trabajo colaborativo con las
escuelas a través de relaciones éticas y democráticas, permiten a los participantes tener
una visión positiva de las instituciones universitarias y su profesorado. Este tipo de
relaciones suponen un apoyo formativo, científico y emocional para los participantes, que
los ayuda en sus procesos de profesionalización al otorgarles la seguridad que necesitan
en momentos de cambio, durante su proceso formativo, y al acercarles a nuevas vías
formativas a través de las cuales potenciar su desarrollo docente. Respecto al trabajo en
grupo, los proyectos formativos basados en el trabajo colectivo entre docentes, del mismo
y de diferentes colegios, y otros agentes educativos permite fomentar unas relaciones
positivas entre los participantes. Compartir un proyecto de formación fuera del centro con
compañeros de la escuela ayuda a afianzar y fortalecer las relaciones entre los docentes,
lo cual se verá reflejado en su desempeño dentro de las escuelas. La tesis demuestra como
si no es posible compartir un proyecto externo con compañeros del mismo centro, la
colaboración con docentes de otros contextos afianza su seguridad, supera el sentimiento
CAPÍTULO VII: Conclusiones, limitaciones y futuros desarrollos
320
de soledad y ayuda a encarar con mayor firmeza los procesos de transformación en la
acción.
Por otra parte, la cuarta categoría también recoge las principales tensiones vividas durante
los tres años primeros años en los que se desarrolló el Proyecto, que fueron: los miedos
en los primeros momentos, el agotamiento de los participantes, un momento de
estancamiento en el Proyecto y la reducción del acompañamiento durante los últimos
años. La falta de seguridad o la incertidumbre en los primeros pasos de un proceso
formativo son una dificultad que puede ser resuelta mediante un posicionamiento atento
y cercano del coordinador. Una vez que se avanza, adquirir un sentimiento de pertenencia
al grupo formado desde el proyecto resulta un sustento y un empuje ante momentos de
agotamiento, propios de modelos formativos docentes prolongados en el tiempo, como la
investigación-acción participativa (Balcazar, 2003). En este largo tiempo, los proyectos
pueden experimentar cambios y como consecuencia de ellos, momentos de
estancamiento, como le ocurrió en la formación ofrecida por el Proyecto el segundo año.
El aumento de participantes y la diferencia en el nivel formativo de los mismos pueden
presentarse como características negativas de un proyecto que llevan a generar tensiones,
pues implican la pérdida de motivación de aquellos participantes más avanzados, si no se
consigue construir espacios capaces de albergar diferentes niveles y los intereses ya
tratados anteriormente junto a los nuevos. Este aumento de participantes también puede
ser una dificultad para llevar a cabo un buen acompañamiento de los maestros por parte
del profesorado universitario si este colectivo no es muy numeroso y si sus tareas
profesionales no les permiten disponer de suficiente tiempo durante la jornada matinal
para visitar los centros.
Como conclusión, podemos afirmar que los proyectos formativos que unen la relación
escuela-universidad, si se realizan desde una base científica y una posición ética, resultan
beneficiosos no solo para el propio proceso formativo, sino que ayudan a la institución
universitaria a ejercer su función de contribuir a la mejora de la educación y de la sociedad
en general. Además, este tipo de proyectos formativos fuera de las escuelas fomentan la
construcción de relaciones sociales entre docentes y constituye un apoyo para avanzar
ante las dificultades.
7.1.5. ¿Qué ha aportado el modelo de investigación-acción participativa a la
formación de las maestras participantes en el PID-FPEIAP?
Esta pregunta de investigación va asociada al objetivo general de la tesis: Evaluar el
modelo de investigación-acción participativa en un Proyecto de Innovación Docente de
la Universidad de Valladolid, vinculado con la inclusión, desde la perspectiva de las
maestras participantes.
Las conclusiones obtenidas a través de los cuatro objetivos específicos dan respuesta a
nuestra pregunta general de investigación. El estudio realizado a través de la voz de las
maestras participantes hace patente cómo la investigación-acción participativa permite
crear un espacio formativo cercano, compartido, ético, crítico y basado en evidencias
científicas, capaz de incidir en factores que potencian el desarrollo profesional de las
participantes y de producir transformaciones sociales.
El modelo formativo de investigación-acción participativa vivido por las maestras en el
PID-FPEIAP, unido al trabajo en un modelo de educación inclusiva ha procurado un
impacto social en los contextos de los participantes. Las características con las que se
trabajó esta metodología de formación permitieron a las docentes adquirir una nueva
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
321
concepción educativa, lo cual les permitió extender las transformaciones que ellas
experimentaron a los procesos de enseñanza-aprendizaje de sus propias aulas y tuvieron
un impacto positivo en los respectivos centros educativos y en sus contextos,
contribuyendo a la transformación social.
Una de las conclusiones clave del estudio y que amplia otros trabajos como los de Melero-
Aguilar (2011), Fernández y Johnson (2015) o Mancila et al. (2018) es cómo la
investigación-acción participativa, para conseguir crear una conciencia pedagógica
crítica, capaz de procurar una transformación personal, de los procesos de enseñanza-
aprendizaje y social, debe incidir y relacionarse con otros factores importantes en la
formación docente, tales como el bienestar emocional, la motivación, las relaciones éticas
y democráticas entre participantes, el sentimiento de grupo, la creación de nuevos ideales
educativos o la adquisición de autonomía y liderazgo.
Estos procesos de investigación-acción participativa, que desde nuestra tesis se presentan
en un contexto totalmente distinto a los que aparecen en la literatura científica del
momento (tanto por el colectivo de docentes participantes, como por el tema que se
aborda en el proyecto y la localización en la que se enmarca el mismo) contribuyen de
forma significativa al estudio de esta línea de investigación.
Además, las propias impresiones de las docentes, sus experiencias, miedos e
inseguridades durante el desarrollo del Proyecto, aportan muestras de la necesidad de
ofrecer a los docentes en ejercicio una formación capaz de suplir las carencias no solo de
la formación inicial sino también de la propia experiencia en los primeros años de carrera,
pues se ha comprobado como el sistema educativo de nuestros días y las prácticas
impuestas no responden a un modelo de educación inclusiva, justa y democrática.
7.2. Limitaciones de la investigación
Tras plantear las conclusiones del estudio se hace necesario ofrecer al lector algunas
limitaciones que subyacen en el mismo. A continuación, pasamos a detallar las más
importantes.
El estudio realizado en esta tesis doctoral tenía como intención comprender las vivencias
de un grupo de maestras en un proceso formativo permanente de investigación-acción
participativa. Por ello, la primera limitación es que la investigación se centra únicamente
en recoger las voces de las maestras participantes en dicho proyecto y excluye las
opiniones de otros participantes, como las del colectivo de investigadores, de docentes
universitarios y de estudiantes. Es posible que una mirada restringida a ese colectivo haya
impedido la aparición de aspectos que hubiesen resultado importantes. Sin embargo, esta
decisión fue tomada al comienzo de la investigación con la finalidad de ofrecer una visión
del PID-FPEIAP acorde a las vivencias de las maestras, al ser las principales
protagonistas del proceso formativo y transformador.
La situación contextual de la investigación nos dirige a la comprensión de la segunda
limitación. El estudio está realizado en una Facultad de una región concreta de España y
en el mismo participan unos centros educativos cuyas situaciones contextuales, sociales
y demográficas suponen una acotación de la investigación. Esto es así porque forma parte
de la naturaleza de una investigación cualitativa crítica, por lo que más que una limitación,
es una característica propia de nuestro proceso de investigación-acción participativa. Sin
embargo, resulta de interés ampliar nuestro conocimiento, que se ve limitado al carecer
de la comprensión de cómo se hubiera desarrollado y qué efectos habría tenido la
CAPÍTULO VII: Conclusiones, limitaciones y futuros desarrollos
322
investigación en otros contextos con diferentes circunstancias. Por ello, consideramos que
el contraste de datos de esta investigación con otras realizadas en otras regiones, pueden
aportar nuevos datos y reflexiones.
Otras dos limitaciones encontradas en la investigación se relacionan con la participación.
Por un lado, existe una limitación respecto al número de participantes y, por tanto, la
cantidad de datos recogidos. Aunque la investigación cualitativa no se rige por la cantidad
de participantes ni de los datos, es necesario apuntar que el número de participantes del
Proyecto analizado no es muy abundante. Esta circunstancia ha limitado el número de
datos recogidos ya que, probablemente, con otro tipo de enfoque metodológico, mixto o
cuantitativo, se podría haber accedido a un mayor número de datos. Sin embargo, la
elección de la metodología en esta tesis doctoral nos permitió desarrollar la investigación
desde una posición participativa junto a las maestras, compartir con ellas la recogida de
información a lo largo de tres años y obtener datos con una mayor profundización. Por
otro lado, como avanzamos en el capítulo metodológico, hubo una participación desigual
de las maestras durante la formación. Este aspecto resultó una limitación para la recogida
de datos. De esta forma, existen momentos o años en la investigación en los que se
recogen un menor número de datos, a causa de una participación menos activa de las
maestras. Sin embargo, dichas fluctuaciones nos han permitido realizar la investigación
de forma prolongada en el tiempo y trabajar junto a las maestras en diferentes momentos,
sin desgastar nuestras relaciones con las participantes.
La propia realización de la investigación ha conllevado también alguna limitación. La
limitación se encuentra relacionada con el investigador y es que realizar la investigación
en el marco de una tesis doctoral implica que el doctorando se encuentre inmerso en un
proceso formativo e inicial como investigador. Además, comprendemos la existencia de
un sesgo en la investigación, al haber realizado el estudio como investigadores
participantes. Como ya avanzábamos en el capítulo introductorio, nuestras vivencias,
implicación en el Proyecto y conocimientos han sido claves en el desarrollo de la
investigación y en las decisiones tomadas a lo largo del proceso. Comprendemos que esta
circunstancia puede ser una limitación de la investigación, ya que nuestra vinculación
emocional con el Proyecto y con las maestras participantes pudo verse reflejada en los
datos recogidos a través de entrevistas o conversaciones informales. No obstante, esta
situación nos ha permitido realizar la investigación a través de una relación más cercana
con los participantes, lo cual ha resultado positivo para la tesis doctoral al haber
conseguido recoger una mayor cantidad de datos, debatirlos en multitud de ocasiones con
las maestras y poder así plasmar las vivencias e impresiones de las participantes durante
el proceso de forma más certera.
La última limitación está relacionada con la redacción de este informe. La mayoría de
participantes en el estudio fueron mujeres. Ante esta situación, elegimos referirnos al
subgrupo analizado en esta tesis doctoral en términos en género femenino. Sin embargo,
cuando hemos hecho referencia a grupos, en términos genéricos sin asociarse al PID-
FPEIAP, lo hemos hecho en masculino. Comprendemos que esta es una limitación de la
tesis doctoral, ya que no se ha realizado una reflexión sobre el uso del lenguaje ni de la
influencia del género. Si bien, esta reflexión y análisis hubiese sido necesarias, la elección
de usar el género femenino para referirnos a los grupos del PID-FPEIAP ha tratado de ser
una forma de visibilizar su carácter mayoritario.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
323
7.3. Líneas de investigación futuras
A partir de la discusión de los datos y las conclusiones extraídas en esta tesis doctoral,
podemos establecer algunas líneas de investigación futuras.
La primera línea de investigación con la que podremos ampliar y complementar este
estudio es la utilización de las voces del resto de participantes del PID-FPEIAP, para
comprender su proceso formativo vivido. La voz de los investigadores asociados al
Proyecto y la del alumnado de Magisterio participante pueden suponer una nueva visión
del Proyecto que permita una comparación y complemente los resultados extraídos en
esta tesis doctoral y, por tanto, lograr una comprensión más amplia y profunda del
Proyecto. Además, en el caso concreto del alumnado de Magisterio, la simple
comprensión del PID-FPEIAP desde su voz y el grado en el que afectó a su formación
pueden suponer un aporte a la literatura científica, al dar voz a un grupo poco partícipe
en formaciones externas de larga duración durante su formación inicial.
La acotación del tiempo de análisis del Proyecto que realizamos para esta tesis doctoral
puede suponer otra futura línea de desarrollo. Para este trabajo realizamos el estudio en
base a los tres primeros años de desarrollo. Sin embargo, como hemos comentado a lo
largo del trabajo, el Proyecto ha continuado hasta la actualidad. Esta situación nos plantea
la posibilidad de desarrollar una investigación que abarque desde el momento final que
analiza en esta tesis hasta la actualidad, ampliando algunos aspectos y tratando de
encontrar nuevas vías de análisis no contempladas en el presente estudio.
Como exponíamos en el anterior apartado, la contextualización geográfica fue una
limitación de la investigación, pero también nos permite abordar una línea de desarrollo
futura. Desde esta circunstancia, una nueva aportación a la literatura científica puede
venir motivada al realizar un análisis comparativo de los resultados de esta tesis doctoral
con investigaciones similares en otras regiones de España o en otros países europeos.
En relación a la metodología utilizada en esta tesis doctoral, también cabría plantear una
nueva vía de investigación. Realizar el proceso de esta tesis doctoral desde una
perspectiva crítica como una investigación-acción participativa junto a las maestras
participantes nos permite abordar una vía de investigación que busque analizar la
potencialidad de dicha metodología para la formación del investigador durante su periodo
de tesis doctoral.
Por último, algunas líneas de investigación futuras se han ido marcando durante la
discusión de los datos. Al realizar el proceso de unión de los datos con la literatura
científica, hemos podido comprobar como la tesis doctoral parece incidir en algunos
aspectos poco cubiertos por las publicaciones científicas actuales, tales como: (a) el valor
de las emociones en los momentos iniciales en la formación permanente colectiva; (b) la
importancia del carácter multinivel de un proyecto formativo desde diferentes puntos de
vista; o (c) nuevas formas alternativas compartidas e inclusivas de realizar los boletines
de evaluación informativos. Por tanto, otras líneas de actuación futuras serán la
profundización en estos tres aspectos.
Estas líneas de investigación nos hacen ver que el análisis de esta tesis, lejos de ser un
proceso cerrado que culmina con el presente informe, se presenta como una oportunidad
para abordar nuevos estudios. Desde luego, si algo hemos aprendido en este proceso es
que la formación permanente del profesorado a través de la investigación-acción
participativa tiene tantas caras como miradas que se ven envueltas en ella.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
325
CHAPTER VII: CONCLUSIONS, LIMITATIONS
AND FUTURE LINES
In this chapter, main conclusions of my doctoral thesis will be displayed. Through them,
I will try to solve the four specific objectives and the main aim of the thesis, which have
guided the realization of this report. Therefore, this chapter aims to present the reader a
clear and precise vision from the general question of the thesis:
What has the participatory action-research model contribute to the training of teachers
involved in PID-FPEIAP?
The answer to these objectives will help to distinguish main contributions of the study
and will describe limitations and future research lines. For all this, after a first paragraph
in which research questions will be answered, two paragraphs more will be shown: in the
first one limitations found during the research and redaction of the thesis will be shown
and, lastly, in the other paragraph, future lines of research that arise from the conclusions
drawn will be indicated.
7.1. Conclusions of our study
Conclusions usually represent the main paragraph in qualitative research reports (Ander-
Egg, 1990; Rodríguez, Gil-Flores, & García. 1996). Through them, key points of the study
are shown. This thesis paragraph should give the reader a concrete idea about the research
and the evidence extracted (Bell & Waters, 2014). In order to get it, in this section of the
document, authors should reflect and highlight main data extracted from the research,
trying to answer the proposed objectives (Quecedo & Castaño, 2002).
In our case, we have organized the chapter into the proposed questions at the beginning
of the study. Through consecutive sections, we will answer each question associated with
each specific objective and, lastly, we will do the same work with the general question of
the research.
It is usual that conclusions come with a process of discussion of results found with the
ones obtained during other studies. Nevertheless, we have already made this union in
chapters of results analysis. Therefore, we will present the conclusions of the study
directly.
7.1.1. What aspects were given special attention during the training process of
teachers involved in PID-FPEIAP?
This research question is associated with the following objective: To assess key aspects
in the training process of teachers involved in PID-FPEIAP during the first three years.
A point to which the PID-FPEIAP gave attention in its beginnings and during the three
years was the welfare of teachers. The coordinator always presented a special interest to
take care of emotions and feelings of participating teachers and to recognize their
motivations and interests in order to guide the Project.
Data collected in the first category have shown us the importance of paying attention to
the emotions of the participants as a crucial aspect to know their interests, reduce their
fears and ensure a continuity of training over time. The first moments in a new kind of
CHAPTER VII: Conclusions, limitations and future lines
326
training for participants can be riddled with nervousness and indecision. Because of these
doubts, close and knowns relationships are an important factor in order to avoid
abandonment and promote safety. Center colleagues, management teams or friendships
are some outstanding figures that bring confidence to teachers and allow them to approach
the unknown training processes with greater tranquility. Moreover, another important
aspect in order to report safety in teachers is the positioning of the coordinator and the
rest of participants. It seems important to stimulate an approach to these unknown figures
from distended training environments and informal spaces in participants. In this way,
new relationships emerge from natural interaction in unforced spaces. This factor is more
important when training is based in collaborative work, because a good linkage between
participants from the beginning can lead to create a greater group feeling which allows
that factors such as heterogeneity of participants in terms of their contexts or their level
are conceived as empowering aspects of training.
Data from the first category show us some requirements necessary for the choice of a
topic in a reflection-based training as well. In this kind of training, chosen themes should
be based on the interests of participants and should be agreed on in a group, in such a way
that they try to involve the teaching staff and find a direct relationship with their contexts.
This enables the participants to acquire a motivational attitude towards training, to get
their interests reflected, and allows the process to be based on the creation of knowledge
in a lateral way through the analysis of the experiences of participants (Hargreaves &
Shirley, 2009). These same characteristics must be fulfilled in order to be able to cover
the multiple expectations of participants. In this second case, it is logical that they should
change as the training progresses and the first results are obtained, therefore maintaining
a training and a topic with an open mind. This allows us to use the new expectations as a
guide for the advancement of the training, impacting on their motivation. Moreover,
another main requirement for choosing a topic for training must be its support in a
scientific base and its capacity to produce improvements in every student. Even though
participants could be attracted by different innovative proposals, only those whose results
have already been supported by research to achieve educational success in all students
can be valid.
As a conclusion to the first specific aim of the thesis, we highlight as a key point the
attention to feelings, emotions and needs of participants in an in-service teaching training
with the teaching collective. These factors are important in order to create a group feeling,
involve teaching staff with the training, and advance as a team towards improvement
proposals.
7.1.2. Which are the main characteristics that teachers highlight from a I-service
teacher training and how was the fulfillment in the PID-FPEIAP comparing to other
kind of trainings?
This research question is associated with the following objective: To analyze synergies
and disagreements highlighted by teachers between the PID-FPEIAP and training models
experienced by the teachers previously.
Data from the second category show us that it is important the existence during training
of: (a) a correct relationship between theory and practice; (b) an adaptation to the context
and needs of participants; (c) a collaborative work and exchange baseline; (d) a follow-
up and prolongation over time, and (e) a transforming purpose of context.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
327
This category has shown the importance of these factors through their level of
achievement in the training in which participating teachers had access and that were
offered in the Teaching Innovation Project, object of the analysis of this thesis. Data show
that the training to which teachers normally have access is promoted from the training
plans of the center itself and boosted by CFIES. Participants analyzed previous factors in
this kind of training and they concluded that they show: (a) difficulty in order to join
theory and practice beyond a nexus through the realization of materials; (b) Adaptation
to the school context of the center, but little connection with singular realities of the
classroom; (c) the possibility of sharing some work practices between teachers from the
same center but not create collaborative networks with teachers from other schools; (d)
sporadic advice and a short or punctual length; and (e) unable to influence daily practice,
except for small changes caused by the use of new tools. As a result, this training tends
to lead the motivation of participants toward other aspects, far from formative ones, such
as the completion of the six years of training, comfort or time saving.
Participatory action-research methodology used during PID-FPEIAP has been a process
capable of helping teachers during the development of important aspects of their
development. It has given the teachers active participation in every decision involved in
the direction of training, a commitment with the Project which enables them to influence
their actions of critical form and an improvement of their reflective, individual and
collective capacities that analyze and transform practices contexts and thoughts. This way
of working seems to influence in characteristics mentioned previously because: (a) it is a
bridge to get an efficient union between theory and educational practice; (b) it allows
participants to adapt training to their needs and the particularities of their contexts; (c) it
is based on collaborative and experience exchange between participants from different
scholar centers and educational levels work; (d) it is a work that has been prolonged in
time during three years, with a constant accompaniment of the rest of participants; and
(e) it is able to change the teaching-learning processes of the participants, their classroom
practices and educational contexts and establish a transferable knowledge to other
realities.
My thesis has shown how the election of a training model determine the learning of its
participants supports the findings of Mayorga-Fernández et al. (2014), but its incidence
in some of the main characteristics of permanent training as well.
As a result, we are able to affirm that permanent training of teachers through participatory
action research processes, supports the increase of motivation among participants and it
adapts to the needs of the context and directly affects the environment, aspects that lead
to a direct educational improvement.
7.1.3. How have the intrinsic transformation processes that arose as a result of the
participation of teachers in the PID-FPEIAP been? Which are the transformations
in classrooms and in the teacher’s contexts?
This research question is associated with the following objective: To study changing
processes produced in teachers as a result of their participation in the PID-FPEIAP, as
well as the degree in which their students were affected, their practices and their contexts
Data taken from the third category show how the information of PID-FPEIAP through
participatory action research is able to influence in the construction of the teaching
identity of participants and their educational practices. Both transformations are
CHAPTER VII: Conclusions, limitations and future lines
328
interrelated and are a consequence of one another, inside a complete process of
transformation.
Data reflect some particular aspects which seem to influence the construction of the
teaching identity of participants, such as working in a group, teacher thinking, and
autonomy and leadership. In the training, through participatory action research, the
collaborative work and the feeling of belonging to some group are set up as an important
experience that leads to the creation of a group identity, which influences and
complements participants’ own teaching identity. For its part, if this kind of training is
guided by the promotion of democratic values, the teacher thinking changes and
contributes with the teaching identity through the consolidation of knowledge, the
transformation of language and the gaining of an educational ideal according to social
justice values. Everything that has been mentioned supposes a great influence in daily
practice inside and outside the classrooms, when influencing in an improvement of social
learning of students in every way. Lastly, the achievement of autonomy and leadership
seems to be possible through participatory action research and they are important factors
in the building of a teaching identity by allowing teachers to consolidate and transfer a
new idea about education to other context, getting to extend the radius of the
transformations.
Regarding the transformations in practice, data showed the following process in order to
consolidate two educational actions: interactive groups and the evaluation newsletters.
Collective reflection cycles appear as a way of being able to settle innovative educational
practices in classrooms and schools, because they get to solve problems in action and to
have the ability to help redo the practices of the participants until their consolidation. In
the specific case of interactive groups, training through participative action-research
allows participants to extrapolate the bases on which these actions are based, achieving
in this way a promotion of dialogical learning to other daily practices in the classrooms
and outside the schools. This situation allows participants to direct their actions towards
transformation of teaching-learning practices, but also towards social transformation.
Thereon, Zeichner and Diniz-Pereira (2007) explain that social transformation appears as
a need in training processes through a participatory action-research, because it must
guarantee a truly inclusive education that is in accordance with the values of social justice.
Furthermore, processes of intrinsic transformation of participants experienced during
PID-FPEIAP seem to be involved in the transformation of their educational practices in
order to adapt them to their new educational idea. In this way, transformation of
conventional evaluation newsletters into other qualitative and individualized newsletters
allow teachers to be closer to a more shared and democratic idea, according to new
adopted educational ideals. Moreover, the achievement of leadership allows participants
to fight against power relationships they face during daily life, looking for democratic
strategies in order to face the impositions made from the center. All of these social
transformation processes oriented from a scientific baseline and from the inclusive
education allows embodying an education that produces improvements in students and
relationships between members of the educational community.
In conclusion, participatory action-research processes contribute to social transformation
through changes in the teachers’ identity and the establishment of new educational
practices. Its ability to analyze collectively basis that underlie educational practices allow
them to acquire a critical position with which it is possible to face a global transformation
in education classrooms, schools and communities, leading to an important social impact.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
329
7.1.4. Which were the most highlighted PID-FPEIAP characteristics by teachers and
the main tensions lived?
This research question is associated with the following objective: To carry out an analysis
about highlighted PID-FPEIAP characteristics by teachers and tensions lived during the
three years of duration.
With the fourth category we are able to see some characteristics and moments of PID-
FPEIAP that favored or hindered the formative development of teachers.
Data show some PID-FPEIAP characteristics which had a positive influence on the
training of participants, such as the relationship between school and University and team
work, inside and outside school. The training projects developed by universities that
promote collaborative work with schools through ethical and democratic relationships
allow participants to have a positive vision of University institutions and their teaching
staff. These kinds of relationships are a formative, scientific and emotional support for
participants; they help participants in their professionalization processes by giving them
the security they need when a change is being produced, during their training process,
and bringing them closer to new training paths through which to enhance their teaching
development. Regarding team work, formative projects based on collective work between
teachers, from the same and from different schools, and other educational agents allow
enhancing positive relationships between participants. To share a formation project out
of the center with school mates help to make sure and encourage relationships between
teachers, this will be reflected in their performance within schools. The thesis indicates
that if it is not possible to share an external project with mates from the same center,
teamwork with teachers from a different context strengthens their security, overcomes the
feeling of loneliness and helps to face more firmly the processes of transformation in
action.
On the other hand, the fourth category also includes the main tensions experienced during
the first three years in which the project was developed, which were: fears in the first
moments, the exhaustion of participants, a moment of stagnation in the Project and the
reduction of accompaniment during the last times. The security lack or the uncertainty in
the first steps of a training process is a difficulty likely to be compensated by an attentive
and close positioning of the coordinator. Once progress is made, acquiring a feeling of
belonging to the group is a support and a push before moments of exhaustion, typical of
In-service teacher training models prolonged over time, like the participatory action-
research (Balcazar, 2003). Over this long time, projects are able to change and as a
consequence, to be stunk, as it happened in the formation offered by the Project during
the second year. The increase of participants and the difference in their training level can
appear as a moment of tension in a project, involving the loss of motivation or the
disinterest of those participants more advanced, if it is not possible to build spaces capable
of housing different levels and the interests already treated previously with the new ones.
In addition the increase of participants can be a difficulty in order to carry out a good
accompaniment of participants by the University teachers if it is not a very big group and
if their professional tasks do not allow them to have enough time during morning to visit
every center.
To conclude, we are able to say that if formative projects that join the relation between
school and University are done from a scientific baseline and an ethical position, result
to be profitable, not only for the training process itself, but to help the University
institution to contribute into the school and society improvement . Furthermore, this sort
CHAPTER VII: Conclusions, limitations and future lines
330
of training processes out of the schools promote the building of social relationships
between teachers, inside and outside schools, that are a support to advance in the face of
difficulties.
7.1.5. What has the participatory action-research model contributed to the training
of teachers participating in the PID-FPEIAP?
This research question is associated with the general objective of the thesis: To evaluate
the participatory action-research model in a Teaching Innovation Project of the University
of Valladolid linked to inclusion, from the perspective of participating teachers.
Conclusions from the four specific objectives answer our general research question. The
study was carried out through the voices of participating teachers and shows how
participatory action-research allows us to create a training space built on handy, shared,
ethical, critical and based on scientific evidence. Thus, we are able to focus on factors
that empower the professional development of participants and to produce social changes.
The formative model of participatory action-research experienced by teachers involved
in PID-FPEIAP, together with the work in a model of inclusive education has sought a
social impact in the context of each participant. Characteristics of the training
methodology we worked with allowed teachers to acquire new ways of understanding
education, which enable them to increase transformations they experienced to the
teaching-learning processes of their own classrooms and had a positive impact on the
respective educational centers and their contexts, contributing to the social
transformation.
One of the key conclusions of the study, one that extends other works such as the works
belonging to Melero-Aguilar (2011), Fernández and Johnson (2015) or Mancila et al.
(2018), is how the participatory action-research, in order to achieve to create a critical
pedagogical conscience capable of procuring a personal transformation, of the teaching-
learning and social processes, should influence and relate to other important factors in In-
service teacher training, such as emotional welfare, motivation, ethical and democratic
relationships among participants, the group feeling, the creation of new educational ideals
or the acquisition of autonomy and leadership.
Since this thesis presents a completely different context than those which appear on
current scientific literature (both by the group of participating teachers, and by the topic
that is addressed in the project and the location in which it is framed), it contributes
significantly to this line of research.
Moreover, judgements of teachers themselves, their experiences, fears and insecurities
during the development of the Project, indicates the need to offer teachers in practice a
training capable of fill the gaps not only of the initial training but also of the own
experience in the first year of career, because it has been proven how educational system
of our days and imposed practices do not respond to a model of inclusive, fair and
democratic education.
7.2. Limitations of the research
After raising the conclusions of the study, I present to the reader some limitations from
the study itself. I will remark on the most important ones.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
331
The study done for this doctoral thesis had as its aim to understand the experienced lived
by a group of teachers in an In-service teacher training of participatory action-research.
That’s why the first limitation is that the research is only focused on the voices of the
teachers participating in that project and it excludes the opinion of the rest of participants,
like the ones coming from the collective of researchers, university teachers and students.
It is possible that a restricted look to this group has prevented the appearance of aspects
that would have been important. Even though this decision was made at the beginning of
the research with the purpose of offering a vision of the PID-FPEIAP according to the
experiences of teachers, being the main characters of the training and transforming
process.
The contextual situation of the research leads us to the understanding of the second
limitation. The study has been done in a specific Faculty of a specific Spanish region and
some educational centers participate, whose contextual, social and demographic
situations suppose a delimitation of the research. This is in this way because it is part of
nature of critical qualitative research, so that rather than being a limitation, it is a
characteristic of our participatory action-research process. However, it is interesting to
expand our knowledge, which is limited by not having an understanding of how it would
have developed and what effects the research would have had other contexts with
different circumstances. That is why contrasting data from this research with others
conducted in other regions, can provide new data and reflections.
Two other limitations found during the research are related to participation. On the one
hand, there is a limitation on the number of participants and so, the amount of data
collected. Even though qualitative research is not based on the quantity of participants or
data, it is necessary to record that the number of participants involved in the Project is not
too large. This circumstance has limited the number of data collected because, probably
with another kind of methodological mixed or quantitative approach, a greater number of
data could have been accessed. Nevertheless, the election of the methodology in this
thesis allowed us to develop the investigation from a participative position next to
teachers, to share with them the collection of data through the three years and to obtain
deeper data. On the other hand, as I described in the methodological chapter, there was a
different participation of teachers during training. This aspect resulted to be a limitation
for the data collection. In this way, there are moments or years in which a smaller number
of data is collected, due to a less active participation of teachers. Nevertheless, those
fluctuations allowed us to conduct research over a longer period and to work next to the
teachers in different moments, without wearing down our relationships with participants.
The achievement of the research itself carried out some limitation as well. This limitation
is related to the researcher because to carry out a research in a doctoral thesis implies that
the doctoral student is immersed in a formative and initial process as a researcher.
Moreover, we understand the existence of a bias in the research, having conducted the
study as participating researchers. As it was told in the introduction chapter, our livings,
project involvement and knowledge have been key in the development of the research
and in the decisions made throughout the process. We understand that this circumstance
could be a limitation during the research, because our emotional link with the Project and
teachers involved was reflected in collected data through interviews or informal
conversations. However, this situation has allowed us to carry out the research through a
closer relationship with participants, what has resulted positive for the doctoral thesis
having managed to collect a greater amount of data, discuss them on many occasions with
CHAPTER VII: Conclusions, limitations and future lines
332
teachers and thus be able to capture the experiences and impressions of the participants
during the process in a more accurate way.
The last limitation is related to the redaction of this report. Most participants were women.
In this situation, we chose to refer to the subgroup analyzed during the doctoral thesis in
terms of female gender. Nevertheless, when we have referred to groups, in generic terms
without being associated with the PID-FPEIAP, we have done it in masculine. We
understand that this is a limitation of the doctoral thesis. Although this reflection and
analysis would have been necessary, the choice to use feminine gender to refer to the
PID-FPEIAP groups has tried to be a way to make visible its majority character.
7.3. Future lines of research
From the discussion of data and conclusions drawn in this doctoral thesis, we can establish
some future research lines.
The first line of research with which we are able to expand and complement this study is
the use of the voices of the rest of participants of PID-FPEIAP, in order to understand
their lived training process.
The voice of the researchers associated with the Project and that of the participating
student body can imply a new vision of the Project that allows a comparison and
complements the results extracted in this doctoral thesis and, therefore, achieve a broader
and deeper understanding of the Project. In addition, in the specific case of Teaching
students, the simple understanding of the PID-FPEIAP from their voice and the degree to
which it affected their training can make a contribution to the scientific literature, giving
voice to a group with little participation in long-term external training during their initial
training.
The delimitation of the time of analysis of the Project that we carry out for this doctoral
thesis can suppose another future line of development. For this work we carried out a
study based on the three first days of development. Nevertheless, as we have said
throughout the work, the Project has continued until the present. This situation raises the
possibility of developing a research that covers from the last moment analyzed in this
thesis to the present time, expanding some aspects and trying to find new ways of analysis
not contemplated in this study.
As we explained in the previous section, geographical contextualization was a limitation
of research, but it also allows us to address a line of future development. From this
circumstance, a new contribution to the scientific literature could be motivated when
performing a comparative analysis of the results of this doctoral thesis with similar
research in other regions of Spain or in other European countries.
Related to methodology used in this doctoral thesis, a new line of research could be
proposed. To carry out this doctoral thesis process from a critical view such as a
participatory action-research together with the participating teachers allows us to address
a research path that seeks to analyze the potential of this methodology for the training of
the researcher during his doctoral thesis period.
Finally, some future lines of research have been described during the discussion of data.
When carrying out the process of joining data with scientific literature, we have been able
to check how the doctoral thesis seem to influence in some aspect little covered by current
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
333
scientific publications, for example: (a) the value of feeling during the initial moments in
the collective permanent formation; (b) the importance of the multilevel character of a
training project from different points of view; or (c) new alternative shared and inclusive
ways of producing informative evaluation newsletters. Therefore, other new research
lines will serve to extend these three aspects.
These lines of research enable us to see that the analysis of the thesis, far from being a
closed process that culminates with this report, is presented as an opportunity to tackle
new studies. Certainly, if we have learned something during this process is that the
permanent training of teachers through participatory action-research has as many faces as
looks that are involved in it.
La investigación-acción participativa desde la mirada de las maestras participantes en un proceso
de formación permanente del profesorado sobre educación inclusiva
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