la independencia hispanoamericana - navarro garcía
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La independencia hispanoamericana, un proceso singular
- Luis Navarro García –
Dos independencias, dos procesos diferentes
La independencia de Hispanoamérica es singular, en primer lugar por la
condición de los rebeldes o separatistas: no fueron indígenas ni clases
oprimidas sino algunos sectores de los grupos blancos dominantes. La
particularidad es que generalmente las independencias la han hecho los
colonizados contra los colonizadores.
Este punto es común con la independencia de las Trece Colonias.
En segundo lugar, el motivo original del conflicto para los colonos británicos
fueron cuestiones relativas a la creación de nuevos impuestos y monopolios y a
la lesión de sus derechos. En el caso Hispanoamericano fue solamente político,
la ausencia y prisión del rey debido a la invasión de la metrópoli por el ejército
de Napoleón, con la formación de un gobierno improvisado y de discutible
legitimidad.
Una tercera razón fue la magnitud del fenómeno en extensión y duración. En
Hispanoamérica la guerra duró 17 años y fue sobre un terreno 15 veces mayor
que el de las colonias; en cambio, la guerra de la independencia de Estados
Unidos duró sólo 8 años, con 6 años de conflicto armado.
En cuarto lugar, está la diferencia en el grado de dureza del enfrentamiento. En
el caso Hispanoamericano hubo enormes pérdidas de vida y de población por
exilios, sumado a la perdida de capitales y bienes. En cambio, en los Estados
Unidos no se produjo el terror característico de las revoluciones ni la
devastación que sí se produjo en las Indias españolas.
Por último, una importante diferencia es el grado de éxito. En las Trece
Colonias la lucha por la independencia fue lo que las fundió en una sola
Nación. En Hispanoamérica, en cambio, se ganó la independencia a costa de
la unión política del mundo hispanoamericano, rompiendo múltiples lazos y
produciendo una progresiva fragmentación.
Clave de la diferencia.
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La guerra de independencia Hispanoamericana fue entre los dos bandos de
españoles, mayoritariamente criollos en la que se separó la elite blanca
colonial, a favor o en contra de la unión con España.
El hecho excepcional de este proceso de independencia es la resistencia a la
separación de la metrópoli, explicado esto por la fuerza de los vínculos políticos
(amor al rey y a la dinastía junto a la religión católica) y de familia (divididas
entre los dos continentes) que unían a los criollos con los peninsulares.
La Corona Española buscó reforzar la unidad nacional permitiendo ir a América
sólo a españoles selectos católicos y de buenas costumbres.
A diferencia de las Trece Colonias Británicas no existe esa unidad nacional y
religiosa; fueron a este territorio los castigados por la justicia, los prófugos, las
minorías políticas perseguidas y los enemigos del imperialismo inglés.
Personas indiferentes cuando no hostiles hacia la Monarquía Británica, por eso
cuando se planteó la rebelión nadie se opuso.
La intervención de varias potencias como Francia y España a favor de los
rebeldes contribuyó a la brevedad de la Guerra de Independencia
Norteamericana.
En el caso hispanoamericano, los insurgentes nunca tuvieron un aliado
exterior.
Dos aspectos a considerar: lo primero es que la Independencia de
Hispanoamérica es un proceso genuinamente español; lo segundo es que el
desprestigio de España y de su labor colonizadora, alimentado por potencias
rivales, se agrava ahora desde la misma España.
El inicio del proceso independentista en Aca
Podemos distinguir tres momentos entre 1808 y 1810.
- En 1808 se da el primer movimiento juntista con la creación de gobiernos
provisionales.
- En 1809 se producen serios disturbios como señal de desconcierto o
descontento con el gobierno peninsular.
- En 1810 cuando con un segundo movimiento juntista triunfa definitivamente la
tendencia a establecer la autonomía que se desembocará en las sucesivas
independencias.
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