Los misterios de Marta y María

Llara Arango Martínez

5º A

Los misterios de Marta y María

1

Aquel día, el teatro Palacio Valdés estaba a rebosar. Era

su inauguración y el estreno de” Marta y María”

Mi abuelo y mi abuela entraron por la puerta cogidos del

brazo y se sentaron en sus asientos. Las luces se apagaron y,

todo el público, con gran ilusión y en silencio, esperó a que

comenzase la función.

Mis abuelos, ilusionados, se agarraron fuertemente de la

mano esperando ser los elegidos.

A los cinco minutos, Armando Palacio Valdés los escogió.

Subieron al escenario y les dijo: “esta noche, veréis la función

desde el palco real y, si queréis cambiar alguna cosa, al final de

la obra me lo decís”.

Cuando iba a empezar, Armando

Palacio Valdés salió a escena a buscar a

alguien entre los asistentes.

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Así, mis abuelos subieron al palco y la función comenzó.

Mientras tanto, Marta hablaba con Ricardo, el novio de su

hermana. Al final, Marta y Ricardo se casaron y María se

quedó soltera.

La obra acabó y el público enloqueció aplaudiendo.

A mis abuelos les encantó; dijeron a Armando Palacio

Valdés que no había nada que cambiar.

La puerta se abrió suavemente y vieron una fantástica

escalera que subía al piso de arriba. Oyeron música de violín,

arpa y piano y risas de la gente. Entonces, entraron en el

palacio y fueron hasta el lugar donde estaba la fiesta.

La escena principal era un

salón donde María cantaba y

un grupo de personas la

escuchaban.

De vuelta a casa, mis

abuelos pasaron por delante

del Palacio de Llano Ponte

y allí empezó la aventura de

sus vidas.

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Vieron un gramófono, grades lámparas, un banquete…Y

descubrieron que ahí estaban Marta y María bailando al son de

los instrumentos.

Marta y María se acercaron a ellos y les explicaron que,

una vez al año, los personajes de su historia revivían y

participaban en un baile hasta las doce de la noche, al que muy

pocos podían asistir.

Marta les dijo que esto tenía que ser un secreto entre ellos

que sólo se transmite de padres a hijos. Las hermanas los

invitaron a quedarse a bailar y mis abuelos aceptaron.

Desde entonces, una vez al año, mi familia asiste al baile

donde Marta y María son las protagonistas.

Y así acaba la historia.

fin

¿Cómo era posible? Mis

abuelos no se podían creer que

unos personajes de ficción

estuvieran vivos.