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ESQUEMA DE CONTENIDO
INTRODUCCIÓN
CONTENIDO:
1. FACTORES GEOHISTORICOS Y SU INFLUENCIA EN LA
CONFORMACIÓN DEL PAÍS.
Los pueblos aborígenes antes del contacto con el
conquistador.
Proceso de colonización y organización del espacio.
Organización político-administrativa.
2. LAS ACTIVIDADES ECONÓMICAS
Petróleo.
Agrícola.
El Uso y Tenencia de la tierra en Venezuela.
Principales rubros Agrícolas en Venezuela.
Sector Industrial.
Siderúrgica.
La energía eléctrica como industria básica de
Venezuela.
Actividad petroquímica en Venezuela.
CONCLUSION
BIBLIOGRAFIA
INTRODUCCIÓN
En el tema de la geohistoria se van a diferenciar las bases que
conforman la estructura geoeconómica de Venezuela. Es importante
destacar que dicha estructura al igual que en todos los países del
mundo, tiene como objetivo la producción de bienes materiales con la
finalidad de satisfacer las necesidades básicas de cada sociedad.
Además, la producción de bienes es siempre, y en cualquier
condición, una producción social.
Entre los factores que intervienen en el proceso de producción,
de manera general pueden señalarse tres factores que se encuentran
siempre presentes en todo proceso productivo; tales como: El Trabajo
del Hombre, que es la actividad humana mediante la cual se
transforman y adaptan los objetos de la naturaleza para intentar
satisfacer las necesidades económicas de una sociedad.
Asimismo, el objeto de trabajo, que es todo aquello sobre lo que
recae el trabajo del hombre; los objetos de trabajo son suministrados
muchas veces de manera directa, por la propia naturaleza. A menudo
suele llamarse también a los objetos de trabajo, Materias Primas.
Los Medios de Trabajo, que son todos aquellos instrumentos y
herramientas utilizados por el hombre para transformar y modificar
los objetos de trabajo.
En otro orden de ideas se estudiará como el espacio geográfico
de Venezuela fue modificándose a medida que se introdujeron nuevas
actividades económicas. De igual manera la evolución geohistorica
del poblamiento venezolano.
1. FACTORES GEOHISTORICOS Y SU INFLUENCIA EN LA
CONFORMACIÓN DEL PAÍS.
La geohistoria es una nueva ciencia que inaugura un nuevo
método del que participan por partes iguales los métodos geográficos
y los históricos. Hay que discernir en primer lugar entre Geografía,
Geografía histórica y Geohistoria. La Geografía no tiene un concepto
fijo y unívoco. Partimos de una grave disparidad de escuelas dentro
de la Geografía.
Según Vidal de La Blache la geografía es la "ciencia de los
lugares, no de los hombres". Esta geografía puede ser estudiada
dinámicamente pero no forma parte de la geohistoria, sino de la
Geografía histórica. Por su parte N.F. Braudel cree que "la geografía
es el estudio espacial de la sociedad o mejor aún el estudio de la
sociedad en el espacio". Según el mismo Braudel la geohistoria es
una verdadera geografía humana retrospectiva que tiene como objeto
el que los geógrafos tengan más en cuenta al tiempo y el que los
historiadores se inspiren ante el espacio, ya que el espacio y el
tiempo son medios para el conocimiento de los hombres.
Estas ciencias la Geografía, la Historia, la Geohistoria y la
Geografía histórica tienen muchos puntos comunes ya sea en el
sustrato racional del hombre, en la integración de los individuos en
una cultura como en los objetivos y métodos. En un sentido filosófico
más abstracto y por lo tanto de menor utilidad para los geógrafos e
historiadores el espacio y el tiempo son en la forma más radical de su
consideración los ontoentes necesarios para todo conocimiento. Kant
las denominaba formas sintéticas a priori. Otros autores las conocen
como coordenadas del ser. Sin llegar a estas disquisiciones los
historiadores de todos los tiempos han considerado al espacio y al
tiempo como los ojos de la historia.
El suceso histórico puede ser comprendido mejor como síntesis
de las relaciones de todo género que se intercambian entre el hombre
y el suelo en un determinado paisaje. Pero hay algo más: el suceso
histórico está inmerso en una coyuntura. y las diversas coyunturas
religiosas, espirituales, económicas, sociales, políticas e incluso
técnicas no son propias de un Estado, de una nación, de un individuo,
sino que vienen compartidas por un grupo de pueblos que integran
una cultura y que forman un total social. Estas culturas vivas no
forman un organismo biológico, pero tampoco son la suma de
individualidades autárquicas. Para Toynbee toda cultura es producto
de una interacción del medio físico, los elementos biológicos y la
actividad de los hombres.
Conocemos como geohistoria el acercamiento científico y
neutral a los hechos del ayer con el ánimo de comprenderlos dentro
de sus parámetros del espacio y del tiempo. Conocer no significa
justificar. Comprender es hacer asequibles esos hechos y hacerlos
susceptibles de una posible ordenación y sistematización. En los
estudios geohistóricos no deben encontrar ni los políticos de partido
ni los diplomáticos ningún alegato en pro o en contra de talo cual
cuestión litigiosa. la Geohistoria pretende sólo asentar las bases
generales de una comprensión correcta del factor geográfico en el
proceso histórico de las comunidades humanas.
Algunos confunden la geohistoria con la geopolítica. Esta última es la
ciencia que interpreta el pasado geográfico e histórico en aras de
justificar la actualidad. Esta geopolítica siempre cae sojuzgada bajo la
ideología del grupo de presión totalitario triunfante.
La geopolítica ya la definió en 1897 F. Ratzel en su "Politische
Geographie" como la ciencia que se ocupa del Estudio de los Estados
en cuanto entidades geográficas vinculadas al suelo y al paisaje, pero
que a la vez sufren el influjo de las ideas nacionales y religiosas.
Más tarde Arthur Dix, discípulo de Ratzel define esta ciencia
como la que estudia el asentamiento y el ámbito de actuación de los
Estados. En otro lugar afirma que esta ciencia se ocupa de las
relaciones que tienen las colectividades políticas con el espacio en el
que habitan y con el área de tráfico en la que se mueven. Para el
profesor de Harvard, Dervent Whittlesey en 1944 en su obra "The
Earth and the State" es la ciencia que estudia el grado de relación
existente entre el Estado y el medio natural, tanto cuando coinciden
como cuando discrepan entre sí. Por su parte Kjellen la define como la
ciencia que estudia la tierra como morada de las poblaciones
humanas en sus relaciones con las demás propiedades de la misma.
Para Haushofer es la doctrina de la división del poder estatal en los
ámbitos de la superficie terrestre y su determinación por la forma,
estructura, clima y vegetación del suelo.
Los pueblos aborígenes antes del contacto con el
conquistador
Para el momento del descubrimiento de América, a fines del
siglo XV, el territorio actual de Venezuela se encontraba ocupado por
una gran diversidad de pueblos, con diferentes grados de cultura y
modos de vida; estos pueblos abarcaban desde el nomadismo
recolector hasta una organización social bajo un jefe y una agricultura
experimentada.
Las fuentes históricas conocidas han permitido hacer una
estimación general de las áreas más densamente pobladas y de las
áreas con población nómada y aunque ello no proporciona
información precisa de los volúmenes poblacionales, sí procura cierto
nivel de conocimiento, el cual deberá ser ampliado y complementado
por las investigaciones arqueológicas y etnolingüísticas; de esta
manera se logrará la caracterización definitiva del poblamiento del
territorio de Venezuela durante el período prehispánico.
Puede decirse que existían fundamentalmente dos grupos
lingüísticos dispersos en todo el ámbito nacional: el arawaco (o
aruaco) y el caribe; estos grupos estaban concentrados en grandes
áreas dentro de las cuales estaban enclavados otros pueblos, cuyo
grupo idiomático no ha sido bien determinado todavía.
Los estudios arqueológicos permiten presumir que los pueblos
arawacos eran de procedencia andina suramericana, la cual debió
entrar por el corredor del Orinoco, ocupando las riberas del río;
invasiones más tardías pudieron entrar por el piedemonte llanero
occidental de los Andes suramericanos y por la costa atlántica desde
el Amazonas; posiblemente los pueblos ribereños avanzaron hacia la
costa y hacia el piedemonte andino; asimismo, aprovecharon las
abras orográficas, especialmente el surco Turbio-Yaracuy, para
desplazarse hacia las tierras falconianas y el golfo de Venezuela y
llegar hasta la Guajira; hacia el oriente, lograron dispersarse hasta las
pequeñas Antillas. Este avance arawaco produjo el aislamiento de
otros grupos radicados anteriormente en el territorio, tal es el caso de
los timotes, cuicas y chamas, en los Andes, grupos que se presume
eran de lengua betoya.
La otra oleada invasora, la de los caribes, provenientes de las
tierras ístmicas del Caribe, ocurrió unos siglos antes de la llegada de
los españoles; logró ubicarse entre los pobladores existentes,
especialmente en el centro y oriente, aislando a su vez a los
arawacos, sin embargo, estos se mantuvieron en occidente, con
excepción de los Andes y de la vertiente occidental del lago de
Maracaibo.
La cordillera andina estaba poblada por los timoto-cuicas, en
sus áreas más elevadas y en algunos valles que descienden hasta las
tierras cálidas, coexistiendo con pueblos de diferentes etnias. Los
caquetíos, jiraharas, gayones y ayamanes penetraron por el flanco
meridional de la cordillera a través de los cursos de los principales
ríos y obligaron a los timoto-cuicas a refugiarse en las altas cumbres.
El poblamiento de los Andes venezolanos presentaba distintas
densidades demográficas, producto de las actividades económicas de
los diferentes grupos. Las áreas con altas densidades de población
correspondían a las agriculturas de riego permanente, cuya población
estaba organizada en aldeas con viviendas de piedra, paja y barro.
Las áreas con una relativa densidad demográfica pero con aldeas
estables, fueron aquéllas cuya agricultura era de azada. Las áreas con
escasa densidad demográfica se vinculaban con una economía
basada en la recolección, caza y pesca y se localizaban en la
periferia.
La agricultura de los timoto-cuicas es la actividad más avanzada
de los primitivos pobladores en el país. De allí que en sus relatos,
Jorge de Spira señala que cuando ascendía de los llanos de Barinas,
localizó poblados con depósitos de más de 1.500 fanegas de maíz,
volumen significativo de excedente agrícola, el cual permitía el
intercambio de productos de consumo con otros grupos indígenas.
Los pobladores andinos mantenían comercio con las
poblaciones del llano y del lago de Maracaibo, y la agricultura del
área andina influyó de manera significativa en la concentración y
estabilidad de la población indígena; posteriormente, estas peculiares
condiciones demográficas se ponen de manifiesto, en el período
colonial, ya que las primitivas aldeas indígenas facilitaron la
fundación de pueblos hispanos, como es el caso de los Aborígenes
tostós, tomoni, jajáes y tiranjá, los cuales fueron la base para el
establecimiento de las poblaciones de Tostós, Niquitao, Jajó y Tirandá,
entre algunos de los numerosos ejemplos.
Asimismo, los Andes requirieron de escasa mano de obra de
negros esclavos. Las costas y tierras adyacentes del lago de
Maracaibo, estaban pobladas por grupos arawaco y caribes. Alonso de
Ojeda estableció contacto en 1499 con aldeas enclavadas en el lago;
estos grupos eran pueblos de economía preagrícola.
En la Guajira venezolana dominaba el nomadismo; en la
provincia de Paruara, Axuduara, Xuruara o Churuaran, la cual incluía
las tierras planas costaneras del lago, desde Punta Misoa hasta la
desembocadura del Chama, predominaban los grupos preagrícolas,
pero también existían aldeas cuya vida económica combinaba la
pesca, el intercambio de bienes de consumo y la agricultura.
Las fuentes históricas señalan que el actual estado Falcón estaba
ocupado por caquetíos y jiraharas; los primeros, de filiación arawaca,
residían en la llanura costera desde los límites de Falcón y Zulia hasta
la boca del Yaracuy, los segundos ocupaban las áreas montañosas de
Falcón (sierras de San Luis, Churuguara, Aguas Negras), hacia el O
coexistían con ayamanes y gayones.
Los caquetíos fueron una población numerosa, consecuencia de
la agricultura de bajo riego; y desarrollaron rutas comercial-
migratorias hacia el interior, en los valles del Turbio y del Yaracuy.
Los valles centrales y estribaciones de la cordillera de la Costa
formaban también un área densamente poblada, cultivaban maíz,
yuca, batata, auyama y árboles frutales. Los indios aragua se
concentraban en el valle del mismo nombre y los tacarigua en las
vertientes del lago de Valencia.
Ocupaban también estos grupos las ensenadas de la costa;
fueron cultivadores y pescadores y desarrollaron asimismo una
excelente alfarería. Los cumanagotos se extendían por la costa,
faldas montañosas de Bergantín, valle del Neverí-Prespuntal y tierras
de contacto en la cuenca de Unare y las mesas; estos aborígenes
habitaban aldeas que constituyeron una importante base para el
desarrollo demográfico durante la colonización.
En el litoral y en la isla de Margarita habitaban los guaiqueríes,
dedicados a la pesca y a la agricultura primitiva. El denso
poblamiento del nororiente del país contrasta con la escasa población
dispersa observada en las riberas del Orinoco. Ambas riberas del río
estaban despobladas, por lo menos hasta los raudales de Atures.
Los llanos venezolanos estaban ocupados por grupos con
diferentes grados de desarrollo económico-social, los había dispersos
con una economía de recolección, caza y pesca; y otros nucleados y
asentados en aldeas como los otomacos, localizados en las llanuras
entre el Apure y el Orinoco, con agricultura y pesca intensivas. Llano
adentro residían los achaguas, nación muy numerosa, extendida
desde Barinas por todos los llanos occidentales hasta Popayán (actual
República de Colombia).
Proceso de colonización y organización del espacio:
El viaje descubridor de Venezuela no tuvo consecuencias en la
población aborigen. Sin embargo, las siguientes expediciones a las
costas venezolanas (Ojeda, 1499 y Niño, 1499-1500) dieron comienzo
a las depredaciones de la población indígena venezolana al ser
capturados esclavos con destino a La Española y Puerto Rico.
Los españoles dan inicio a la explotación de perlas en la isla de
Cubagua donde surge la primera, aunque efímera, población de
Nueva Cádiz, en territorio venezolano. En el oriente del país, la
explotación perlífera fue la actividad fundamental, a través de
Cubagua y Margarita; ésta última fue también el gran centro de
esclavos indígenas. En el occidente del territorio, Juan de Ampíes
fundó la primera ciudad, Coro, en 1527; a través de estas poblaciones
al oriente y occidente de la costa, es como se inicia la ocupación del
territorio venezolano; a partir de 1528, a raíz del contrato entre la
Corona española y los Welser, la provincia es objeto de expediciones
por sus agentes alemanes, con fines comerciales, no colonizadores.
Al fracasar en su empresa, el territorio venezolano vuelve a ser
administrado directamente por la Corona en 1546. El año anterior,
Juan de Carvajal realiza una expedición que sale de Coro y establece
una población en el valle de El Tocuyo, la cual es el núcleo de
irradiación de la conquista y colonización del territorio occidental del
país. Subsiguientes expediciones organizadas desde allí, dieron
origen a otros pueblos: Borburata, Barquisimeto, Valencia, Carora,
Trujillo. A fines del siglo XVI, los españoles habían logrado fundar 20
ciudades en el N y O de Venezuela, entre ellas las 4 mayores:
Caracas, Maracaibo, Barquisimeto y Valencia. Las primeras ciudades
fueron establecidas en sitios cercanos a aldeas indígenas, es decir,
grupos con mayor nivel cultural, a fin de garantizar mano de obra.
El poblamiento estuvo íntimamente relacionado con ciertos
factores naturales, como la altitud, a fin de establecerse en sitios con
temperaturas más bajas y soportables, y la ubicación en relación al
mar o algún río. Asimismo, este proceso estuvo muy vinculado a las
actividades económicas. El proceso de ocupación fue lento y difícil.
Los conquistadores debieron luchar contra los diferentes grupos
aborígenes. A fines del siglo XVI, todavía había vastas extensiones del
territorio sin colonizar: casi toda la cuenca del lago de Maracaibo, los
llanos y Guayana. Desde mediados del siglo XVII, esta tarea estuvo
prácticamente en manos de los misioneros agustinos, capuchinos,
jesuitas, franciscanos y dominicos, cuya acción fue muy efectiva en
ciertas áreas y abrió el camino hacia el interior de Venezuela.
La población de origen africano comienza a llegar al territorio
venezolano en el siglo XVI, para trabajar en la explotación de perlas y
oro y posteriormente, para las actividades agropecuarias, tales como
el cultivo de cacao y la ganadería. Las plantaciones de cacao dieron
origen a la población negra en 4 zonas principalmente: en la costa
Caribe entre Paraguaná y el golfo de Paria; en los valles centrales del
Tuy, de Aragua y Barlovento; en la depresión de Yaracuy y en el S del
lago de Maracaibo. Las actividades ganaderas en los llanos
permitieron la formación de numerosos poblados, bien sea en los
mismos hatos o alrededor de éstos. Durante los 3 siglos del período
colonial, se constituyó la población venezolana, producto del intenso
proceso de mestizaje étnico-cultural de europeos, aborígenes y
esclavos africanos; cuyo proceso formativo incide en la
concentración, distribución e integración de áreas demográficas hasta
la Venezuela contemporánea.
Organización político-administrativa:
La división territorial establecida durante el régimen español fue
la de provincias. En 1864, cuando se constituyó la República Federal,
las 20 provincias entonces existentes pasaron a ser estados.
Constituciones sucesivas han modificado esta división territorial,
agrupando a veces algunos estados para formar un número menor,
pero en definitiva se han conservado a raíz de la independencia, con
algunos ajustes.
La Constitución de 1961 establece que el territorio nacional se
divide en 20 estados, 2 territorios y un Distrito Federal. A partir del 3
de agosto de 1991 el Congreso de la República mediante Ley
Especial, decreta que el territorio federal Delta Amacuro pasa a la
categoría de estado. Igualmente, en fecha 29 de julio de 1992, el
territorio federal Amazonas pasa a ser estado Amazonas. De esta
manera, la actual división territorial del país es de un distrito federal,
22 estados y las dependencias federales.
En relación con la división del país en regiones administrativas,
está vigente el decreto núm. 478 del 8 de enero de 1980, el cual
establece las siguientes regiones: Capital (Distrito Federal y estado
Miranda), Central (estados Aragua, Carabobo y Cojedes), Centro-
Occidental (estados Falcón, Lara, Portuguesa y Yaracuy), Zuliana
(estado Zulia), los Andes (estados Barinas, Mérida, Táchira y Trujillo y
distrito Páez del estado Apure), los Llanos (estados Apure y Guárico),
Nororiental (estados Anzoátegui, Monagas y Sucre), Guayana
(estados Bolívar, Amazonas y Delta Amacuro), e Insular (estado
Nueva Esparta).
Este proceso ha perdido vigencia con motivo de los cambios
generados con la promulgación de la Ley Orgánica de Régimen
Municipal de 1988 y la de Elección y Remoción de Gobernadores de
1989, las cuales al establecer un nuevo esquema de poder basado en
los ámbitos estatal y municipal, restaron de hecho, importancia y
funcionalidad al esquema de actuación regional.
2. LAS ACTIVIDADES ECONÓMICAS
Petróleo
Durante los 3 siglos del período colonial y bajo la influencia de
las actividades económicas, se constituyó la población venezolana,
producto del intenso proceso de mestizaje étnico-cultural de
europeos, indígenas y esclavos africanos; ese proceso formativo ha
incidido en la concentración, distribución e integración de áreas
demográficas hasta la Venezuela contemporánea.
Sin embargo, luego de 1925, cuando por vez primera el valor de
las exportaciones de petróleo sobrepasó el de las agropecuarias, se
inicia en Venezuela una modalidad de poblamiento opuesto en
muchos sentidos a las que prevalecieron en las etapas precedentes.
Esa modalidad, por responder a condiciones de producción
basadas en el trabajo no agrícola, reflejó fundamentalmente el
ensanchamiento enorme de la vida urbana a través de la expansión
rápida de un gran número de pueblos y ciudades. El mecanismo de
ese proceso ha consistido en la orientación hacia los principales
centros poblados de los recursos económicos y financieros que se
derivan de la exportación petrolera.
A partir de 1.925, cuando el Petróleo pasó a convertirse en el
primer producto de exportación venezolano –superando al café, que
había liderado el quehacer económico en el siglo XIX- comenzaron a
darse profundas transformaciones en la organización del espacio
geoeconómico venezolano; junto al explosivo crecimiento
demográfico y de la vida urbana, comenzó a desarrollarse un inédito
sector industrial. Algo similar ocurrió con el sector financiero, que
inició un enorme proceso de expansión en el ámbito nacional. El
petróleo contribuyó también de manera indirecta en el desarrollo del
sector transporte y, en menor medida, en el auge de la producción de
manufacturas.
Mención aparte merece el papel desempeñado por el petróleo
en la consolidación del Estado venezolano, mediante el
fortalecimiento de la hacienda pública; con los ingresos provenientes
del ”Oro Negro”, el Estado venezolano pudo por vez primera, llevar
adelante políticas efectivas de estímulo a los demás sectores
económicos.
En la fase posterior a 1945 se profundizó la formación de
grandes ciudades, pero al mismo tiempo se multiplicaron las
medianas y pequeñas, como consecuencia de la elevación del
crecimiento demográfico que fue consecuencia de la desaparición del
paludismo y otras endemias y epidemias, y de un aporte significativo
de inmigración europea y latinoamericana. El constante aumento de
los ingresos petroleros y la permanencia de altas tasas de natalidad,
terminaron por formar en este período un poblamiento bastante
denso en algunas áreas de la faja costero-montañosa, como la
pequeña zona del centro-norte, la parte noroccidental y la costa
oriental del lago de Maracaibo, los Andes, la zona costero-oriental y
los valles de los ríos Tocuyo, Turbio y Yaracuy. En las demás zonas del
país la población se ha inclinado también a concentrarse en grandes
centros urbanos, sobre todo después de 1960.
Como ya se señaló al inicio del presente tema, el espacio
geoeconómico es la relación existente entre la producción, la
distribución y la circulación de los bienes; en función de esa relación,
la estructura actual de la economía de Venezuela puede definirse
como Capitalista, de iniciativa y propiedad privada, aunque con un
elevado grado de participación del Estado venezolano en la actividad
económica. Funcionan con relativa libertad los mercados de
productos y servicios, existiendo además, movilidad interior y a
escala internacional de grandes capitales.
En materia laboral el régimen predominante es el de salarios
establecidos por contratos colectivos, salvo el salario mínimo que es
establecido por decreto del Ejecutivo nacional. La explotación de
hidrocarburos, que ha sido durante más de sesenta años la base de la
economía nacional, se encuentra monopolizada por el Estado, al igual
que la comercialización de dichos hidrocarburos a escala local e
internacional.
En líneas generales puede observarse que el Modo de
Producción predominante en todos los ámbitos de la economía
nacional venezolana ha sido el capitalista, aunque todavía hoy
persisten residuos de modos de producción precapitalistas en la
agricultura, la pesca, la artesanía y en algunos servicios. Resalta
también el hecho de que, luego de 1975 se ha iniciado un importante
proceso de descentralización económica y administrativa de tal
manera que, al final de la década de los noventa era ya posible
observar un equilibrio geoeconómico menos concentrado que en los
períodos precedentes.
Resalta también el hecho de que, luego de 1975 se ha iniciado
un importante proceso de descentralización económica y
administrativa de tal manera que, al final de la década de los noventa
era ya posible observar un equilibrio geoeconómico menos
concentrado que en los períodos precedentes.
Agrícola
La actividad agrícola es una de las bases sobre las que
descansa la estructura geoeconómica de Venezuela. Esta actividad,
junto a las denominadas “Operaciones extractivas”, conforma el
denominado Sector Primario de la economía y posee en el caso
venezolano, una larga tradición histórica ya que por más de cuatro
siglos, la agricultura –y en menor medida la ganadería- fueron el eje
central en la conformación y organización del espacio geoeconómico
venezolano.
Dentro de todo conjunto geográfico, las superficies aptas para
la práctica y desarrollo de las actividades del agro y la ganadería
constituyen lo que se denomina Espacio geográfico. Desde el punto
de vista de su conformación, el espacio agrícola comprende, tanto las
tierras destinadas o aptas para el pastoreo como aquellas dedicadas
a los cultivos vegetales. Al momento de aprovechar económicamente
el espacio agrícola existen factores que pueden propiciar o limitar el
desarrollo de la actividad agrícola; en este sentido poseen especial
importancia los factores climáticos (temperatura, régimen de lluvias,
etc.), edafológicos (características físicas y químicas de los suelos), el
relieve, la vegetación existente, entre otros.
En Venezuela se ha calculado en la actualidad la extensión del
espacio agrícola en 31.238.155 hectáreas (Ha), representado esta
cifra aproximadamente el 34,1% de la extensión del territorio
nacional; dicha cifra aunque pudiese parecer elevada, da cuenta más
bien de la situación de sub-utilización en la que se encuentra el
espacio agrícola venezolano en relación con sus posibilidades reales
de aprovechamiento.
Al evaluar las características físicas del espacio agrícola
venezolano, se observa que son la depresión central llanera y las
tierras montañosas las que presentan las condiciones más favorables
para el desarrollo de la actividad agrícola. Sin embargo, algunos
estudios recientes han señalado que, en líneas generales, las tierras
venezolanas no son de una calidad capaz para sostener elevados
niveles de población, debido a ciertas características físicas que
poseen, por ejemplo, la aridez de su suelo; además de esto, factores
culturales asociados con formas irracionales de explotación de la
tierra, como la tala y la quema indiscriminadas, o el sobre pastoreo,
reducen drásticamente las posibilidades del espacio agrícola nacional,
por lo que se hace necesario con vista al futuro, optimizar la
explotación y uso del espacio agrícola con que cuenta Venezuela.
Evolución histórica de la actividad agrícola en Venezuela.
El Uso y Tenencia de la tierra en Venezuela:
El uso de la tierra se define como la explotación que de ella
realiza el ser humano a los fines de satisfacer sus necesidades
económicas de subsistencia; en Venezuela para el año 2.000, el uso
de la tierra abarcaba unas 31.238.155 Ha., es decir, el 34,1% de la
superficie del territorio nacional.
De acuerdo al grado y forma de explotación, el uso de la tierra
puede ser:
- Poco intervenida: Mediante usos de extracción vegetal y
animal, con un marcado predominio de vegetación natural no
modificada.
- Uso extensivo o muy extensivo: Ganado de carne (bovino,
ovino, caprino).
- Uso intensivo: Suelos urbanizados, cultivos mecanizados,
horticultura, ganado porcino, avicultura, etc.
En cuanto a la tenencia de la tierra, ésta se define como el
modo o los modos de régimen de propiedad que imperan entre
quienes hacen uso de la tierra; en la estructura agraria de la
Venezuela actual se distinguen las siguientes formas de tenencia de
la tierra:
Propietarios: Son aquellas personas que poseen de manera
legal el título de propiedad de la tierra que trabajan, siendo
por ello además, dueños de los bienes inmuebles que en ella
se encuentran. Los propietarios pueden ser: pequeños
propietarios, grandes propietarios (terratenientes,
latifundistas).
Arrendatarios: Son aquellos productores que por no ser
propietarios de la tierra que trabajan, tienen que pagar un
alquiler o canon de arrendamiento por el uso que hacen de
dicha tierra; el pago puede ser en efectivo o en especie, es
decir mediante la entrega de parte de su cosecha.
Aparceros y Medianeros: Aparceros son aquellos productores
agrícolas que dan al propietario de la tierra una parte de la
cosecha por ellos producida; los medianeros son también
aparceros, sólo que tiene la obligación de entregar al
propietario la mitad de su cosecha (de ahí el nombre).
Pisatarios u ocupantes: Son productores que hacen uso de
tierras públicas o privadas sin pagar por ese uso, monto
alguno a sus propietarios; los pisatarios son muchas veces
“invasores” de terrenos, los cuales usan sólo de manera
temporal.
En la Venezuela petrolera, la actividad agrícola no ha podido
representar un papel protagónico, pese a los esfuerzos realizados por
productores y por el propio Estado Venezolano para incentivar y
desarrollar la producción agrícola. Para el año 1998, por ejemplo, el
sector primario en general aportó sólo el 15% del Producto Interno
Bruto venezolano, y de este exiguo porcentaje, menos de la mitad
provino de manera directa del sector agrícola. Balanza comercial del
sector agrícola.
Por lo dicho anteriormente, la situación del agro en la Venezuela
de hoy constituye una difícil realidad, cuya consecuencia más
evidente se relaciona con la grave baja en la producción de muchos
rubros, así como la elevación de los costos de producción; además de
ello, en los últimos años la incapacidad del agro venezolano para
abastecer el mercado nacional, ha obligado al gobierno nacional a
autorizar la importación de enormes cantidades de productos
agrícolas, hecho éste que atenta de manera directa contra la
seguridad alimentaria de los venezolanos, poniendo por ello en
peligro la soberanía nacional.
De manera general puede señalarse que en los últimos años la
producción agrícola se ha concentrado en aquellos rubros que poseen
un valor agregado por servir de materia prima para el sector
industrial, en especial, para la industria agroalimentaria. En 1.999, de
los 46.319 millones de bolívares que produjo en total el sector
agrícola, casi la mitad (22.649 millones) provinieron de las
actividades del sector “Animal”, mientras que el sector “Vegetal”
generó 17.816 millones de bolívares y el sector pesquero colaboró
produciendo 2.995 millones de bolívares adicionales. En cuanto a la
producción agrícola por entidades federales, en el sector “vegetal"
destacan hoy día: Portuguesa, Zulia, Carabobo, Táchira, Yaracuy,
Guárico y Cojedes. En el sector animal destacan los siguientes
Estados: Barinas, Zulia, Apure, Monagas. Por último, en el sector
pesquero los Estados líderes en Producción son: Sucre, Nueva
Esparta, Falcón y Anzoátegui.
Principales rubros Agrícolas en Venezuela:
El café: Es una planta oriunda del África; se da en buenas
condiciones en las zonas tropicales, donde se siembra entre
los 600 y los 1.800 M.S.N.M.. Requiere condiciones de
humedad precisas, así como insolación moderada. En
Venezuela el cultivo del café fue introducido por los
españoles en el siglo XVIII, llegando a ocupar un siglo más
tarde y hasta los inicios del XX, el primer lugar como
producto nacional de exportación. Geográficamente, las
zonas productoras de Café más importantes del país se
ubican en los estados Táchira, Mérida, Monagas y Trujillo.
Aunque Venezuela no ocupa un puesto relevante entre los
principales países exportadores de este rubro agrícola, sin
embargo el café venezolano es exportado en cantidades
moderadas hacia los EE.UU., Europa y últimamente hacia el
Japón. Para 1.999 el valor de la producción nacional de café
estuvo por el orden de los 1.034 millones de bolívares,
provenientes de una cosecha que fue de 62.533 toneladas
métricas (TM.); en ese año se sembraron con café en el país
179.367 hectáreas.
El cacao: El cacao es una planta de origen americano; se cree
que fue traído de México a Venezuela por religiosos
españoles, aunque hay quienes sostienen que es autóctono
del territorio venezolano. Requiere para su desarrollo y
maduración altas temperaturas, así como altos niveles de
humedad y de humus en el suelo donde es sembrado. El
cacao no se da en altitudes que superen los 450 M.S.N.M.
Históricamente, el cacao constituyó la base de la economía y
de la sociedad venezolana durante el período colonial; ya en
ese entonces la calidad del cacao venezolano era admirada
en el ámbito internacional, sobre todo en Europa. La
producción cacaotera sufrió una considerable merma en el
siglo XIX, siendo entonces superado el cacao por el café como
primer rubro para la exportación.
Geográficamente, las áreas de producción más destacadas se
encuentran en los valles de Aragua, en Yaracuy, en la zona
de Barlovento y en sur del lago de Maracaibo. El cacao
venezolano es exportado en la actualidad a numerosos
países, entre ellos: Suiza, Alemania, Italia, EE.UU., Dinamarca
y Japón. En el año de 1.999, se destinó al cultivo del cacao
una superficie de 62.085 hectáreas de las que se extrajeron
17.581 toneladas métricas del producto, con un valor
económico que alcanzó los 193 millones de bolívares.
El arroz: Es un cereal originario del Asia septentrional, cuya
siembra sólo es posible en tierras llanas inundadles. Requiere
abundante humedad, así como temperaturas cálidas, por lo
que su cultivo es característico de países con clima tropical.
Durante todo el período colonial y hasta el propio siglo XX, no
tuvo el arroz gran importancia económica en Venezuela, pues
su producción fue muy escasa. Sin embargo esta situación
comenzó a cambiar luego de la implementación del “Plan
arrocero nacional” del año 49, hasta tal punto que hoy, el
arroz es un alimento infaltable en la mesa de la mayoría de
los venezolanos.
Geográficamente los estados con mayor producción arrocera
en Venezuela son: Portuguesa, Barinas y Guárico. En el año
1.999 la producción de arroz totalizó 692.451 toneldas
métricas como resultado de la siembra de 172.952 hectáreas
lo que significó un monto cercano a los 1.322 millones de
bolívares.
El maíz: Es un producto típicamente americano, aunque no se
ha podido determinar con exactitud su región de origen. Esta
planta posee la bondad de poder ser cultivada en casi todas
las condiciones climáticas sin importar a que altura se realice
la siembra, pues posee una gran capacidad adaptativa. El
cultivo del maíz se ha extendido hoy a casi todo el mundo y
es uno de los productos alimenticios más consumidos a
escala planetaria. Históricamente, la siembra del maíz fue el
primer cultivo desarrollado por los indígenas venezolanos,
siendo copiado de éstos por los primeros europeos en habitar
el territorio venezolano.
La siembra de maíz representa hoy día la principal fuente de
ingresos para la inmensa mayoría de los habitantes del
campo venezolano, donde es cultivado tradicionalmente en
conucos. A nivel nacional los estados líderes en el cultivo de
éste importante rubro son los siguientes: Táchira, Yaracuy,
Portuguesa, Aragua, Carabobo y Guárico. Pese a ser uno de
los alimentos más cultivados en el país, la elevada demanda
del mercado interno venezolano, ha llevado al gobierno
nacional en los últimos años a importar enormes cantidades
del producto, especialmente de Brasil y los EE.UU. Para 1.999
se cultivaron con maíz en Venezuela un total de 423.557
hectáreas, de las cuales se extrajo una cosecha que alcanzó
1.008.378 toneladas métricas, produciendo en total una cifra
cercana a los 2.440 millones de bolívares.
El tabaco: Originario del continente americano, el tabaco fue
dado a conocer en todo el mundo por los españoles a partir
del siglo XVI; es un cultivo que necesita de gran atención,
pues son múltiples y complejos los factores que inciden en la
calidad final de la hoja, que es utilizada como materia prima
en la elaboración de cigarrillos. En Venezuela las principales
entidades productoras de tabaco son las siguientes:
Portuguesa, Cojedes, Carabobo y Barinas. Para el año de
1.999 se produjeron en el país 13.196 tonelas métricas de
hoja de tabaco siendo esta producción el resultado de
sembrar 8.580 hectáreas, las cuales produjeron beneficios
económicos por el orden de 337 millones de bolívares.
La caña de azúcar: Este producto vegetal es originario de la
India, desde donde fue llevado a Europa y de ahí traído a
Venezuela por los españoles en la época colonial; Es una
planta cuya adaptación a las tierras venezolanas se ha visto
favorecida por el clima tropical. La caña puede sembrarse
inclusive en alturas cercanas a los 2.000 metros S.N.M. Hoy
día la actividad cañicultora es comandada en Venezuela por
los siguientes estados: Yaracuy, Trujillo, Aragua, Zulia y
Carabobo. En el ámbito nacional la superficie cultivada con
caña de Azúcar en 1.999 rondó las 105.000 hectáreas de las
cuales se extrajeron más de 7 millones de toneladas métricas
generando ingresos para la Nación que estuvieron por encima
de los 1000 millones de bolívares.
Otros rubros agrícolas importantes: Además de los productos
agrícolas ya referido, existe en Venezuela una enorme
variedad de rubros cuya siembra es también importante.
Entre estos tenemos: Ajonjolí, algodón, sorgo, plátano, sisal,
tomate, granos, papa, copra, entre otros. Se cultivan también
en el país gran cantidad de hortalizas y leguminosas además
de una variada gama de frutas tanto autóctonas como
exóticas. A continuación se presenta una lista detallada de
los principales rubros vegetales cultivados en Venezuela; en
esta lista se pueden observar los principales datos
estadísticos de esa producción para el año 1.998.
Sector Industrial
Las industrias básicas son las encargadas de llevar a cabo este
proceso en primera instancia, y se integran de la siguiente forma:
1. Siderurgica
2. Energía eléctrica
3. Petroquímica
La riqueza de un país no depende de la cantidad de sus
recursos naturales, se sujeta a la manera en que se vinculan y del
modo en que se establecen las relaciones entre los distintos actores
económicos de una nación. En este sentido, el papel del factor
industrial en la economía y desarrollo de un país es de vital
importancia.
En Venezuela, la presencia de un sector industrial
medianamente sólido, donde se destaca el petróleo, permitiría, entre
otras cosas, reducir la vulnerabilidad de la industria petrolera pues
aumentarían las posibilidades de competir en mercados
internacionales con otros productos aparte del petróleo,
disminuyendo así la peligrosa dependencia histórica en Venezuela de
un sólo producto de exportación atado a los vaivenes de los mercados
internacionales. Además, permitiría generar y, a la vez, ahorrar
divisas, crear posibilidades para incrementar las inversiones del
capital extranjero en el país, promover el desarrollo de una mejor
capacidad en la mano de obra, aumentar las posibilidades de
creación de nuevas empresas, lo que significaría nuevas fuentes de
trabajo, y aminorar la dependencia externa de la economía
venezolana.
Siderúrgica
La Industria Siderúrgica venezolana: De manera general, se
puede afirmar, como se ha hecho tradicionalmente, que Venezuela
cuenta con condiciones específicas que impulsan el desarrollo de la
industria siderúrgica. Esta posición está sustentada, en el
conocimiento, por una parte, de la existencia de extensas reservas de
recursos naturales entre las que se cuentan de modo general el
potencial hidroeléctrico (Caroní), las extensas reservas de crudo,
cuantiosos depósitos tanto de mineral de hierro de alto tenor como de
carbón y reservas de gas natural; y por la otra, de la situación
geográfica de dichos yacimientos, concentrados en su mayor parte
Hacia el sur del país, Estado Bolívar específicamente, ubicados
en relativa cercanía entre ellos, y del Orinoco, lo que facilita el
transporte de los productos transformados por las industrias básicas y
transformadoras venezolanas hacia la costa y su eventual
exportación.
Sin embargo, numerosos circunstancias han obstaculizado la
consolidación de esta industria básica fundamental impidiendo la
cabal consecución de las metas trazadas por el Estado
La energía eléctrica como industria básica de Venezuela
La importancia de la energía eléctrica es, hoy en día,
fundamental; no sólo constituye un bien de consumo final, sino que
además es insumo en la totalidad de los procesos industriales de
producción. La energía eléctrica se obtiene de dos maneras:
1.- La termoeléctrica, mediante el aprovechamiento de la energía
calórica producida por la quema de petróleo (o sus derivados), gas
natural o carbón.
2.- La hidroeléctrica, aprovechando la fuerza hidráulica contenida en
los cauces de los ríos.
Ambas formas de obtención de energía eléctrica han producido
los resultados esperados por aquellos que las han empleado, sin
embargo, se hacen cada día más evidentes las ventajas que tiene la
hidroeléctrica sobre la energía termoeléctrica: en primer lugar, las
plantas que aprovechan la energía proveniente del calor producen, al
ser quemados los combustibles necesarios para generarlo, vapores
que una vez liberados tienen graves implicaciones para el deterioro
del medio ambiente en general, y en el aumento del efecto
invernadero específicamente; en segundo lugar, el costo, tanto de los
instrumentos industriales necesarios para la obtención de energía
calórica, como del combustible quemado, sea petróleo, gas o carbón
es notablemente mayor que el aprovechamiento de la fuerza
hidráulica; por último, el carácter limitado de las reservas minerales
combustibles (recursos no renovables) en comparación con la
abundancia de los cauces fluviales (recurso renovable, aunque hoy en
día y cada vez más, menoscabado por la contaminación, el
recalentamiento global y la explotación indiscriminada).
Se ha de señalar, respecto a la producción y consumo de
electricidad, que si bien constituye la óptima fuente energética con la
que se cuenta, tiene sus limitaciones: la imposibilidad de almacenarla
y la dificultad que presenta su transporte más allá de los mil
kilómetros, de allí la necesidad de producirla para el consumo
inmediato y de un área restringida.
Planta hidroeléctrica: La caída del agua, forzada mediante tubos
de grandes dimensiones, pone en movimiento por la presión
que desarrolla, las paletas de la turbina, cuyo eje está
conectado al generador, mecanismo encargado de producir la
electricidad. El funcionamiento de los complejos hidroeléctricos
se fundamenta en la puesta en marcha de turbinas generadoras
de electricidad movidas por la fuerza hidráulica. Con el objeto
de disponer de agua a lo largo del año, en las plantas
hidroeléctricas se construyen represas para embalsar el agua
en grandes lagos artificiales. La altura alcanzada por la represa
representará el potencial energético de esa gran masa de agua.
Una vez ha descendido el agua por tubos de grandes
dimensiones se encarga, por la presión ejercida, de mover las
paletas de las turbinas encargadas, a su vez, de producir,
mediante un generador de dimensiones industriales,
electricidad.
Plantas generadoras: Actualmente, las empresas generadoras y
proveedoras de energía eléctrica varían dependiendo de la
entidad federal en donde trabajen. La industria productora de
energía eléctrica venezolana es, en su mayor parte, ejercida por
el sector público, el Estado, siendo el mayor productor y
proveedor de electricidad a nivel nacional. La demanda de
energía eléctrica del territorio venezolano es cubierta por los
siguientes complejos hidroeléctricos:
o Plantas generadoras del Caroní: Iniciadas con la Central
Hidroeléctrica de Macagua I, cerca de Ciudad Guayana
con una capacidad de 870.000 kilovatios.
o Represa del Guri: Finalizada en 1977 lleva el nombre de
quien en su mandato tanto impulso generó a estas obras,
Dr. Raúl Leoni, ubicada en el río Caroní. Cuenta con dos
generadores de 700.000 kilovatios de potencia cada
2.250 km2. El Guri provee la mayor cantidad de energía
eléctrica que se consume en el país, está encargada de
cubrir la zona central y costera central de Venezuela, que
es la que cuenta con una mayor proporción demográfica.
o Represa Uribante-Caparo: Finalizada en 1987 lleva el
nombre de Dr. Leonardo Ruiz Pineda, ubicada en el
estado Táchira, cubre las necesidades de las regiones
andinas (Táchira, Mérida, Barinas) y recoge en su
embalse las aguas de los ríos Uribante, Caparo,
Camburito y Doradas; está constituida por tres centrales y
su capacidad anual se calcula en 4.546.000 Kilovatios.
La industria petroquímica
Es la rama de la industria química encargada de obtener
determinados productos a partir de hidrocarburos originales del
petróleo (de este se han logrado extraer alrededor de mil derivados,
entre los más importantes se encuentran: la gasolina, el kerosén, el
petróleo combustible, el asfalto, los aceites lubricantes y el plástico) o
del gas natural, mediante complejos procesos para lograr la
separación de sus componentes primarios, con la finalidad de lograr
productos químicos acabados de gran demanda alrededor del
planeta, además de materias primas necesarias para el desarrollo de
otras actividades industriales. Las plantas petroquímicas están
situadas generalmente cercanas a los principales yacimientos de
petróleo y gas, con la finalidad de disponer de fácil acceso, es decir,
su situación geográfica está determinada por la de sus fuentes de
abastecimiento.
Actividad petroquímica en Venezuela:
Si se consideran las variadas y abundantes fuentes de
minerales combustible con los que cuenta Venezuela, además de las
diversas fuentes de recursos naturales necesarios para su
procesamiento, seguramente parecerá extraño el retraso con que se
inicia la industria petroquímica en el país. En efecto, hacia finales de
los años cincuenta, mientras el sector de la transformación química
de productos de la refinación y elaboración de sustancias a partir del
gas natural era el de mayor crecimiento en el mundo, en Venezuela la
industria petroquímica se reducía al manejo de una planta
transformadora de caucho de modestas dimensiones.
Sin embargo, para 1953, el Ministerio de Minas e Hidrocarburos
había comenzado los estudios iniciales necesarios para el
establecimiento, operación y desarrollo de industrias destinadas al
aprovechamiento de minerales, hidrocarburos y aquellos otros
productos que guarden relación con la petroquímica; lo cual recibiría
un gran impulso cuando en 1956, salvando grandes obstáculos, se
establece el Instituto Venezolano de Petroquímica (IVP).
El IVP planteó el desarrollo de la industria petroquímica nacional
en tres fases:
- Primara fase: Planta de fertilizantes, explosivos, cloro y soda
caústica.
- Segunda fase: Plantas de insecticidas, fungicidas, herbicidas,
caucho sintético y otros explosivos.
- Tercera fase: Planta de olefinas y de derivados del petróleo.
La primera planta petroquímica del país se estableció, entre
1956 y 1963, en Morón, Estado Carabobo, por la cercanía a las
fuentes de materia prima, su proximidad a los muelles de Puerto
Cabello para efectos de importación y exportación, además de la
conexión con el ferrocarril Puerto Cabello - Barquisimeto; quedando
constituido el Complejo Morón de la siguiente forma:
1. Refinería experimental.
2. Planta cloro-soda.
3. Complejo de fertilizantes.
4. Minas de Riecito y Aroa.
CONCLUSIÓN
Las características económicas, sociales y espaciales de
América Latina, han estado condicionadas por su carácter
dependiente, lo que ha limitado el desarrollo del área a los intereses
de los países dominantes.
En Venezuela, desde lo espacial, el desarrollo desigual se
expresa a través de los desequilibrios espaciales, la estructura
espacial dominante desde 1950 es la Centralizada, consecuencia de
la transferencia del ingreso petrolero.
El Enfoque Geohistórico, es una propuesta teórico-metodológica
para el análisis del espacio geográfico desde una perspectiva
interdisciplinaria, entendiendo al espacio como producto social,
síntesis de la acción de los grupos humanos consecuencia de una
realidad histórica.
La Geohistoria es definida como la “relación entre la geografía y
la historia; una modalidad de interdisciplinariedad obligante en el
estudio del espacio y su dinámica.
Lo geográfico forma parte del proceso histórico y necesita de la
historia para ser explicado socialmente”. Lo temporal y lo espacial se
apoyan en la categoría proceso, el espacio (nacional, urbano, rural,
fronterizo, industrial, comercial…) presenta una dinámica,
complejidad, heterogeneidad y especificidad que lo define, de
acuerdo a las condiciones históricas determinadas.
Para el análisis del espacio se parte del presente, como síntesis
del proceso. La propuesta educativa que adelanta el Ministerio de
Educación y Deportes propone que desde la escuela se investigue la
realidad espacial bajo el Enfoque Geohistórico, para descubrir,
comprender y analizar la complejidad de espacio venezolano en la
escala local, regional y nacional, en correspondencia con el Plan de
Desarrollo Económico y Social de la Nación 2001-2007 en el cual se
plantea un nuevo reordenamiento territorial que tenga
correspondencia con el desarrollo social y económico, que permita
superar los desequilibrios espaciales.
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