la formacion del canon en el nuevo testamento

8/16/2019 La Formacion Del Canon en El Nuevo Testamento

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EL CANON DEL NUEVO TESTAMENTO:¿SE PUEDE CONFIAR PLENAMENTE EN SU PROCESO FORMATIVO?

Introducción

“Nuestro apóstol Fulano ha dicho que este es el mes de la sanidad”, fue la expresión del

miembro de una iglesia neo-pentecostal en el occidente de Guatemala en el pasado mes de

agosto. Y aunque el tema de la sanidad es de relevada importancia y amplia discusión dentro de

la Iglesia actual, fueron las palabras, “ Nuestro apóstol… ha dicho”, las que captaron mi atención.

Con el movimiento apostólico contemporáneo, los máximos líderes de estas iglesias están

reclamando para sí (y la feligresía está de acuerdo con ellos), una posición que está colocando la

Biblia en igual o menor plano dentro de la autoridad eclesiástica.

Parte de nuestra creencia cristiana es la convicción en cuanto a que las Escrituras son el

legado divinamente inspirado (y con actualidad perpetua) para todo asunto de fe. Defendemos “a

capa y espada” doctrinas como la de la inerrancia e inspiración del texto como lo haríamos por

la de la deidad de Cristo y del Espíritu Santo. Y aunque, no estemos negando dichas enseñanzas,

cuando estudiamos el desarrollo de cómo fueron escogidos los libros que componen nuestras

Biblias1, nos damos cuenta que el mismo no se dio de una manera tan fácil; más bien, todavía en

la época de los reformadores, no se estaba del todo de acuerdo.2 Además, viene a nuestra mente

la cuestión de si la participación humana, jugó un papel subjetivo — más que objetivo — , dentro

de ella.

Es por ello que en el presente trabajo, el propósito central será hacer un análisis de la

formación del canon del el Nuevo Testamento. Obviamente, no se pude dar una respuesta sin la

1 En particular, los del Nuevo Testamento.2 Martín Lutero, por ejemplo, no estaba de acuerdo en la inclusión del libro de Santiago dentro del canon

bíblico. Otro ejemplo sería el de la inclusión de los libro deuterocanónicos en las primeras ediciones de la versión

Reina-Valera.


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previa investigación de los hechos ocurridos, por lo que se dará un breve panorama sobre la

manera cómo los creyentes de la naciente Iglesia vieron los escritos apostólicos, no sin antes

definir el concepto mismo de canon. Luego se describirá los comienzos de las controversias,

seguidamente de cómo la Iglesia respondió ante dicha polémica, llegando hasta la definición

final del mismo en el Concilio de Cartago en el 397 d. C. Para finalizar, se hará una evaluación

del proceso de la formación en sí; seguida de una conclusión.

Definición del termino “canon”

Es importante, aunque no lo parezca, comenzar con el origen mismo del término canon.

Esta palabra viene del griego kanon, y su significado básico era el de marcación y medición. 3

Aunque, como H. W. Beyer muestra, el uso común que tenía esta palabra, comprendía muchas

acepciones; desde el uso concreto de una viga de tejedor , pasando por un sentido figurado de

norma o ideal, hasta conceptos relacionados con música, gramática, derecho, filosofía y

matemática.4 Henry Clarence Thiessen nos especifica el mismo, al comentar que “kkaannww,,nn”” tuvo

tres significados,

(1) Literalmente significo una vara recta o barra, como una regla usada por carpinteros,

para así mantener algo derecho... (2) Metafóricamente significa lo que sirve para medir,una regla, norma o standar... (3) Pasivamente significa aquello que ha sido medido y

aceptado.5

Es significativo señalar que este vocablo griego, no poseía uno similar en el Antiguo

Testamento, por lo que su uso es propiamente del Nuevo.6 En éste, el término kanon aparece

cuatro veces (2 Co. 10.13, 15, 16 y Ga. 6.16). En 2 Corintios 10.13, 15 y Gálatas 6.16, la Reina-

3 J. N. Brandsall, “Canon” en Nuevo Diccionario Bíblico Certeza (Buenos Aires, Argentina: Editorial

Certeza, 2003), 213.4 H. W. Beyer, Compendio del Diccionario Teológico del Nuevo Testamento. G. Kittel y G. Friedich, eds.

(Grand Rapids, Michigan: Libros Desafió, 2002): 408.5 Henry Clarence Thiessen, Introduction to the New Testament (Grand Rapids, Michigan: Wm. B.

Eerdmans, 1943): 3.6 Julio Trebolle Barrera, La Biblia judía y la Biblia cristiana. (Madrid, España: Editorial Trotta, 1993): 161.


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Valera 95 traduce “regla”; mientras que en 2 Corintios 10:16, utiliza el término “obra”. Sin

embargo, parece ser que el uso en este verso, tiene un sentido similar al de regla.

Con el correr del tiempo, dentro de la Iglesia, el vocablo llegó a convertirse

primeramente, en el listado de los libros utilizados en su culto público.7 Luego, adquirió el

significado de “la lista de libros reconocidos por la iglesia como Escrituras (sic) inspiradas,

normativas de la fe y la practica”.8 Ya en la época de los padres apologistas, Ireneo utiliza el

concepto de canon de verdad 9 para referirse a “la verdad vinculante del evangelio”.10 De tal

manera que para mediados del siglo I, “canon” ya presenta indicios del concepto que ha llegado

hasta nuestros días.

Cabe mencionar, sin embargo, que la iglesia del primer siglo no tuvo este tipo de

conflictos. De hecho, no pensaban en elaborar un canon, ni nada por el estilo; ellos tenían sus

escritos regentes: el Antiguo Testamento. A continuación, veremos el entorno en que Jesús, sus

discípulos y la iglesia de Pentecostés se desenvolvieron.

La Iglesia en el primer siglo

El Antiguo Testamento

Es importante describir brevemente cómo fue la situación de los primeros creyentes —

entre ellos los apóstoles — en el siglo I. El trasfondo religioso de la naciente iglesia era el

Antiguo Testamento, particularmente la observancia de la Ley (Torah) y la consecuente

tradición.11 Era la Torah la fuente de autoridad para todos aquellos que profesaban creer en

Jehová. Así que al igual que cualquier otro judío, Jesús, habiendo nacido en medio de esta

7 Brandsall, “Canon” Nuevo Diccionario Bíblico Certeza: 213. 8 Ibid .9 Libro 2, capitulo 27, ¿verso 1?10 Beyer, Compendio del Diccionario Teológico del Nuevo Testamento: 408.


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cultura, creció y se desenvolvió teniendo como norma de vida, la Torah. Vemos, pues, que Jesús

mostró un profundo respeto y obediencia a la Torah.12 De hecho, fueron muchas las veces que él

citó y/o hizo alusión a pasajes de la misma, mostrando el alto grado de autoridad que ésta tenía y

la relación entre estos escritos y su persona.13 Además, Jesús mismo dijo que había venido para

cumplir la ley (Mt. 5.17 — 18).

Lo mismo puede decirse de los profetas y los escritos. En cuanto al primero, un claro

ejemplo es el presentado en Lucas 4, estando en la sinagoga de Capernaum, Jesús toma el rollo

del profeta Isaías, lo lee y lo interpreta.14 En el segundo caso, después que Jesús purificó el

Templo en Jerusalén y sanó a muchos enfermos, estos comenzaron a alabarle; las autoridades

judías le reclaman y Jesús cita el Salmo 8.15 No puede negarse que para Jesús, las escrituras

veterotestamentarias tenían un lugar central en su kerigma. Aunque, como dice Alfred

Wilkenhauser, Jesús también “adopto frente al AT (sic) una actitud independiente y crítica.16 El

sermón del monte sería el ejemplo clásico en cuanto al nuevo enfoque que Cristo le dio a las

Escrituras; los conocidos Oísteis que fue dicho…pero yo os digo17 presentan una ley conocida

pero, con un matiz diferente.

Jesús era alguien que utilizó el texto del Antiguo Testamento de una manera que los

escribas no habían hecho (Mt. 7.28 — 29); los discípulos tenían a su maestro con ellos y mientras

él estuviera a su lado, no tendrían qué preocuparse por la doctrina. Sin embargo, en los planes de

11 Esta tradición es la que posteriormente seria la base para la elaboración de documentos como la Misná, y posterior la conformación del rabinismo judío.

12 Un ejemplo seria el del impuesto al templo (Mt. 17.24 — 27), el cual estaba basado en ordenanzas

veterotestamentarias (Ex.30.13; 38.26).13 Son los evangelistas los que nos presentan una cantidad enorme de citas antiguo testamentarias

cumplidas a lo largo de la vida, muerte y resurrección del Señor.14 Lucas 4.16 — 21; cf. Isaías 61.1 — 2.15 Mateo 21. 12 — 17; cf. Salmo 8.2.16 Alfred Wikenhauser, Introducción al Nuevo Testamento (Barcelona, Espana: Editorial Herder, 1966): 38.17 Mateo 5.21 — 22, 27 — 28, 31 — 32, 33 — 37, 38 — 42, 43 — 45.


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cuando la mayoría de ellos fueron elaborados no existían un canon definido del Antiguo

Testamento siquiera.21 Como lo dice Hans Dieter Betz,

Ninguno de los escritos del Nuevo Testamento sabe que vaya a tener vigencia algún día comoSagrada Escritura. Sus ideas sobre la autoridad de la Escritura y la autoridad doctrinal son de

índole distinta. Incluso la idea de un canon del Antiguo Testamento no es decisiva en el NuevoTestamento. Es verdad que el Antiguo Testamento es citado e interpretado como “Escritura”, ...

(sin embargo) vemos que los límites del canon del Antiguo Testamento no están nítidamentedefinidos.22

Sería completamente anacrónico sostener entonces que pasajes como los de 2 Timoteo

3.16 — 17 y 2 Pedro 1.20 — 21, se refieren a los escritos novotestamentarios.23 Y aunque la iglesia

de las primeras décadas no tuvo un interés en cuanto a dicha tarea 24, sí encontramos que la

autoridad que los apóstoles tuvieron iba creciendo a medida que avanzaba el tiempo. Ya el libro

de Hechos nos presenta a Pedro, no sólo liderando el grupo reunido en el aposento alto,25 sino

como el portavoz del mensaje apostólico en varias ocasiones.26

Por su parte, Pablo reclama que el evangelio que predica no lo aprendió de hombre

alguno, sino por revelación de Jesucristo.27 Cada una de las cartas enviadas a iglesias o personas

particulares resalta la autoridad de quienes las escribieron. Incluso, el caso de 2 Pedro 3.15 — 16

muestra como el prestigio (¡autoridad!) de Pablo era muy re(conocido) por parte de las iglesias.

Sin embargo, no se puede pasar por alto, el comentario que coloca sus epístolas con las otras

Escrituras (ta.j loipa.j grafa.j). Quiere decir entonces, que ya para la segunda mitad del siglo I,

21 En el caso de Johann Maier, las discusiones llevadas a cabo en el supuesto (para el no existió dicho

evento) concilio de Jamnia, no fueron en torno a la definición de un “canon”, como el establecimiento del farisaísmo

rabinico. Johann Maier, Entre los dos testamentos. Historia y religión en la época del segundo templo. Trad. por

Manuel Olasagasti Gaztelumendi (Salamanca, España: Ediciones Sígueme, 1996): 11 — 12.22 Hans Dieter Betz, “El canon del Nuevo Testamento, ¿fundamenta una iglesia en fragmentos?” Concilium

271 (Junio 1997): 461.23 Cf. Bible Knowledge Commentary en estos pasajes. WORDsearch Bible Study Software. Copyright

1987-2000, iExalt, Inc. All rights reserved24 Como señala Alan Perdomo, “...la iglesia del primer siglo no se preocupo mucho por una lista

‘autorizada’ de libros sagrados”. Edgar Alan Perdomo, Motivaciones y temas teológicos que influyeron en el

desarrollo del canon del Nuevo Testamento Kairos (22 Enero-Junio 1998): 9.25 Hechos 1.12 — 26.26 Hechos 2.14 — 42, 3.11 — 26, 4.5 — 22, 10.34 — 48.


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existía no sólo un reconocimiento de los apóstoles sino también de sus escritos (por lo menos ese

fue el caso de Pablo).

Cuando faltaron los apóstoles

Sin embargo, al transcurrir el tiempo, y el consecuente deceso de los apóstoles, fue

necesario tener por escrito los eventos de la vida de Jesús.28 Como resultado de esta acción,

surgieron los cuatro evangelios que ahora conocemos. Ignacio de Antioquia (inicios del siglo II)

da testimonio en cuanto al conocimiento y contenido de estos escritos. En su carta a la Iglesia de

Esmirna dice:

Así pues, los que contradicen el buen don de Dios perecen por ponerlo en duda. Peroseria conveniente que tuvieran amor, para que también pudieran resucitar. Es, pues, apropiado,

que os abstengáis de los tales, y no les habléis en privado o en píblico; sino que prestéis atencióna los profetas, y especialmente al Evangelio, en el cual se nos muestra la pasión y es realizada laresurrección.29 (cursivas mías)

Aunque el comentario no afirma de la existencia de un documento titulado evangelio

(probablemente sea por eso, que no hay mayor mención del mismo por parte de Ignacio), sí

muestra que ya existía, al menos un discurso que presentaba los elementos de la pasión y

resurrección de Cristo. Obviamente esta no es una declaración apologética, intentando demostrar

algún tipo de selectividad; es simplemente una referencia al tema de la resurrección de

Jesucristo, el cual fue central en su carta.30 Lo mismo sucede con Clemente de Roma (fines del

siglo I) que cita algunos dichos de Jesús,31 que pudieron haber sido transmitidos de manera oral.

27 Galatas 1.11 — 12; cf. 1.1.28 Kummel, Introduction to the New Testament : 39. 29 J. B. Lightfoot, Los Padres Apostólicos (Barcelona, España: Editorial CLIE, 1990): 201.30 Cf. Lightfoot, Los Padres Apostólicos: 198 — 203. Ahí puede verse que la resurrección del Señor es

parte importante en su carta a la Iglesia de Esmirna. 31 Lightfoot, Los Padres Apostólicos, 75.


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Tiempo después, Ireneo (finales el siglo II) dice que Juan escribió su evangelio, después

de saber que otros apóstoles lo habían hecho.32 Fue Justino Mártir quien primero menciona la

existencia de cuatro evangelios, aunque sin describirlos por nombre.

En cuanto a las cartas, éstas fueron esparciéndose dentro de la comunidad creyente de

manera espontánea y eran tomadas con toda la autoridad, anteriormente mencionada, que

merecían sus remitentes — Juan, Pedro, Pablo, Santiago, etc. Por lo complicado y costoso que era

el escribir documentos y el subsiguiente envío de los mismos, lo más probable era que una

misma carta (o evangelio) fuera leído en varias comunidades (Co. 4.16). Nadie cuestionaba o

ponía en tela de duda esta literatura apostólica; era aceptada sin recelo. Policarpo, en su carta a

los Filipenses, les presenta a sus destinatarios, la entrega que “el mismo Pablo y el resto de los

apóstoles” tuvieron al padecer por la causa de Cristo.33 Si bien es cierto que esta frase no esté

sino reconociendo lo que estos hombres hicieron, podría ser que, basados en una referencia

anterior en la misma carta, Policarpo se encuentre dándole cierta singularidad a Pablo, y

consecuentemente a los apóstoles. Dice así:

Porque ni yo, ni hombre alguno, puede seguir la sabiduría del bienaventurado y gloriosoPablo, el cual, cuando estuvo entre vosotros, enseñó cara a cara a los hombres de aquel día la

palabra de verdad con cuidado y certeza; y cuando estuvo ausente, os escribió una carta, en lacual, si la escudriñáis con diligencia, podréis ser edificados en la fe que se os ha dado, la cual esla madre de todos(sic), en tanto que la esperanza sigue en pos y el amor va delante…34

Y aunque la misma no está mostrando clara autoridad en cuanto a la enseñanza, estaría

testificando, al igual que 1 Pedro3.16, esa autoridad conferida a su persona. Y así, al transcurrir

el tiempo, las iglesias iban siendo edificadas tanto con un (o tal vez, más) evangelio(s) y las

cartas de aquellos que habían sido pilares de la génesis eclesiástica.

32 Hadjiantoniou, New Testament Introduction: 142.33 J. B. Lightfoot, Los Padres Apostólicos (Barcelona, España: Editorial CLIE, 1990): 229. 34 Ibid : 226 — 27.


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Entonces, ¿dónde comienza el conflicto en torno a un canon neotestamentario? A

continuación estudiaremos al causante de dicha polémica: Marción. Es este el personaje que dio

inicio de la posterior formación del canon, que se estableció básicamente a finales del siglo IV.

Surgimiento del conflicto y la reacción de la Iglesia

Marción

Marción nació cerca del año 100 en Sinope, puerto en la costa del Mar Negro, en el Asia

Menor, d.C. 35 Su padre parecer haber estado al frente de la iglesia en esa localidad. 36 Cerca del

año 140 se dirigió a Roma, donde poco tiempo después fue excomulgado por la Iglesia de esa

misma localidad.37 En la actualidad no existe ninguna obra sobreviviente suya; sin embargo, por

medio de personajes como Ireneo y Tertuliano, podemos conocer en esencia su pensamiento.38

En cuanto al tema de las Escrituras, probablemente Marción recibió el “fundamento” de

sus creencias de un tal Cerdo; este último propuso la doctrina que enseñaba que el Dios del

Antiguo Testamento no podía ser el Jesús del Nuevo.39 Marción, por su parte, se dedicó a

desarrollar dicha doctrina. En palabras del mismo Ireneo,

Marción del Ponto le sucedió a él (Cerdo), y desarrolló su doctrina. Haciendo eso, él profirió lamás atrevida blasfemia contra El, quien es proclamado como Dios por la ley y los profetas,declarándolo a El como el autor del mal, de disfrutar de la guerra, ser falto de propósito, e inclusode contradecirse a sí mismo. Pero Jesús habiendo procedido de ese padre quien está sobre el Diosque hizo el mundo, y que vino a Judea en tiempos de Poncio Pilato el gobernador, quien fue el

procurador de Tiberio Cesar, se manifestó en la forma de un hombre a aquellos que estuvieron enJudea, quitando los profetas y la ley, y todas las obras de ese Dios que hizo el mundo, a quientambién llama Cosmocrator.

35 Bruce, El canon de la Escritura: 135.36 Justo L. Gonzalez, Historia del Cristianismo. Tomo 1 (Miami, Florida: Editorial Unilit, 1994): 79.37 W. Ward Gasque, “Marción” en Diccionario de Historia de la Iglesia Wilton M. Nelson (Miami,

Florida: Editorial Caribe): 693.38 Ibid .39 Alexander Roberts y James Donaldon, eds., The Ante-Nicene Fathers Vol. I (Grand Rapids, Michigan:

Wm B. Eerdmans, 1973): 352.


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De allí que Marción se propone “depurar” las escrituras novotestamentarias, eliminando

los elementos “bélicos y contradictorios” del Dios judío, y dejando al Jesús lleno de amor y

bondad .40 Así, Marción decide solamente incluir — dentro de su canon — el evangelio de Lucas,

eliminando completamente los otros tres evangelistas, ya que éstos habían mezclado su mensaje

con la religión judía.41 Sin embargo, en el caso del medico amado, quita todo nexo con el Dios

del Antiguo Testamento y el judaísmo.42 Marción, según el escritor de Contra Herejías,

…mutila el evangelio que es según Lucas, quitando todo lo que está escrito correspondiente a lageneración del Señor, haciendo a un lado una gran parte de la enseñanza del Señor, en la cual elSeñor estaá registrado claramente, confesando que el Hacedor del universo es su padre...43

Además, Marción sólo reconoce al apóstol Pablo como el único que presenta un

evangelio correcto. Incluso, ni el mismo Pablo estuvo exento de los ajustes que éste hizo a sus

escritos. Ireneo dice que:

...él desmembró las Epístolas (sic) de Pablo, quitando todo lo que es dicho por el apóstol conrespecto a que Dios que hizo el mundo, para el efecto que El es el Padre de nuestro Señor Jesús

Cristo, y también aquellos pasajes de los escritos proféticos, los cuales, los apóstoles citaron, enorden de enseñarnos que ellos anunciaron de antemano la venida del Señor.44

De las trece cartas paulinas que el Nuevo Testamento posee en su actualidad, Marción

sólo reconoció diez de ellas; las cartas pastorales no fueron incluidas.45 Con esto, el hereje del

Ponto, formo el Evangelio y el Apóstol; ambos basados en el discípulo paulino y los escritos de

este último. Como diría Justo González, “...la doctrina de Marción es un paulinismo exagerado y

descarriado”.46

40Wikenhauser, Introduccion al Nuevo Testamento: 46.

41 Ibid .42 Para ver con más detalles los ajustes que Marción hizo, refierase a F. F. Bruce, El canon de la Escritura:

137 — 42. Bruce propone la posibilidad de la existencia de un evangelio lucano primigenio, el cual no contenia

algunos de los elementos que el que ha llegado hasta nosotros y al cual Marción se refirio para la elaboración de su

canon.43 Roberts, The Ante-Nicene Fathers Vol. I: 352.44 Ibid .: 352.45 Wikenhauser, Introduccion al Nuevo Testamento: 46.46 Justo L. Gonzalez, Historia del pensamiento cristiano. Tomo 1 (Miami, Florida: Editorial Caribe, 1992):

48.


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“Marción — en palabras de Bruce — es la primera persona, que nosotros sepamos, que

publicó una colección definida de lo que podríamos denominar libros del Nuevo Testamento”.47

La aparente lógica que lo llevó a tomar la determinación de seleccionar sólo las obras que

presentaran a ese Cristo amoroso, hizo que Marción fuera considerado uno de los herejes más

sonados en el segundo siglo. Sin embargo, él no fue el único; hubo otro personaje que, aunque de

menor impacto que Marción, hizo que la Iglesia también decidiera responder a sus propuestas:

Valentino. A continuación veremos en qué consistió su enseñanza, la cual lo llevó a ser

considerado como hereje.

Valentino

Poco sabemos en cuanto Valentino y su vida. Al parecer era oriundo de Alejandría fue y

contemporáneo de Marción.48 Además, vivió en Roma entre los años 135 al 160 d.C.49

Tertuliano cuenta que había esperado convertirse en obispo,50 probablemente en Roma.; esto,

debido a que era un hombre dotado tanto de genio como elocuencia.51 Más que por un contacto

físico, se le relaciona con Marción debido a sus enseñanzas heterodoxas. Es por ello que

Tertuliano hace el siguiente comentario en cuanto a ellos: “Un hombre (Marción) pervierte las

Escrituras con su mano, otro (Valentino) su significado, por su exposición”.52 Entonces, la

herejía de Valentino consistía en la tergiversación del integro instrumento53 (el Nuevo

Testamento, según Bruce).

47 F. F. Bruce, El canon de la Escritura. Trad por. Elena Flores Sanz, 2002 (Barcelona, España: Editorial

CLIE, 2002): 135.48 Bruce, El canon de la Escritura: 147.49 Ibid .50 Tertuliano, Contra los valentinianos, 4. Early Church Fathers. Christian Classics Ethereal Library.51 Ibid .52 Alexander Roberts y James Donaldon, eds., The Ante-Nicene Fathers Vol. III (Grand Rapids, Michigan:

Wm B. Eerdmans, 1976): 262.53 Tertuliano, Prescripcion contra los herejes, 38.


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En contraste con las obras marcionistas, se tiene en la actualidad una obra que parece

provenir de su autoría, el llamado Evangelio de la verdad . Ya Ireneo hace referencia a esta

obra,54 que hasta 1945 había estado desaparecida.55 El texto muestra una obra gnóstica, ya que

presenta mucho conocimiento escondido que es revelado por Jesús a sus discípulos, entre ellos

María; incluso ellos mismos podían hacerlo: Felipe devela el significado del himno de la

sabiduría (XXX 32 — 38).56

Aunque el texto del Evangelio de la verdad , no hace referencias directas de los escritos

novotestamentarios, Bruce afirma que “...el tratado alude a Mateo y Lucas (posiblemente junto a

Hechos), al evangelio y la primera carta de Juan, las cartas de Pablo (excepto las pastorales),

Hebreos y Apocalipsis”.57 Además, añade que “...no solo hay alusiones, sino que los cita en

términos que presuponen autoridad”.58 Probablemente, a lo que Bruce se refiere es a citas como

las siguiente:59 XXIX 12, habla de las regiones superiores, que podría estar haciendo referencia

al apóstol Pablo, cf. Ef. 6.12; en XXIX 22, Maria llama a Jesús mi Salvador y Señor ,

señalamiento que nos llevaría a Lc. 1. 46 — 47; en XXXIII 18, María parece citar Mt. 19.30; en

XXXVII 22, Jesús estaría haciendo alusión al Apocalipsis; y muchas otras de este tipo.

La aportación indirecta de Valentino es la referencia a obras neotestamentarias, mostrada

en su evangelio, dando conocimiento y reconocimiento a la autoridad bíblica.

54 Ireneo, Contra Herejías, 3.11.9. Early Church Fathers. Christian Classics Ethereal Library.

55 En cuanto al procedimiento de este documento, refierase a Bruce, El canon de la Escritura: 148 — 49.56 www.meta-

religiones.com/Religiones_del_mundo/Cristianismo/otros_libros/evangelio_de_Valentino27_63.htm57 F. F. Bruce, El canon de la Escritura: 149.58 Ibid .59 En las fuentes que encontré sobre el Evangelio de la vedad, solo aparecen porciones, por lo que no se si

se tiene el día de hoy la obra completa o solo porciones. Un ejemplo es la obra de James M. Robinson, The Nag

Hammadi Library solo aparece una porción seleccionada (XI 22, 1 — 39, 39) y exposición de ciertos temas. La otra

fuente fue www.meta-

religiones.com/Religiones_del_mundo/Cristianismo/otros_libros/evangelio_de_Valentino27_63.htm

http://www.meta-religiones.com/Religiones_del_mundo/Cristianismo/otros_libros/evangelio_de_Valentino27_63.htmhttp://www.meta-religiones.com/Religiones_del_mundo/Cristianismo/otros_libros/evangelio_de_Valentino27_63.htmhttp://www.meta-religiones.com/Religiones_del_mundo/Cristianismo/otros_libros/evangelio_de_Valentino27_63.htmhttp://www.meta-religiones.com/Religiones_del_mundo/Cristianismo/otros_libros/evangelio_de_Valentino27_63.htmhttp://www.meta-religiones.com/Religiones_del_mundo/Cristianismo/otros_libros/evangelio_de_Valentino27_63.htmhttp://www.meta-religiones.com/Religiones_del_mundo/Cristianismo/otros_libros/evangelio_de_Valentino27_63.htmhttp://www.meta-religiones.com/Religiones_del_mundo/Cristianismo/otros_libros/evangelio_de_Valentino27_63.htmhttp://www.meta-religiones.com/Religiones_del_mundo/Cristianismo/otros_libros/evangelio_de_Valentino27_63.htm


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Respuesta de la Iglesia

La iglesia, entonces, se enfrentó a algo completamente nuevo y nocivo, proveniente de su

propio seno (tanto Marción como Valentino eran miembros de la Iglesia Católica). Es importante

mencionar que antes de Marción, no hay referencia histórica a que se pretenda elaborar un

canon; Marción entonces, aunque equivocado en su teología, tuvo una idea completamente

novedosa. Por otro lado, Valentino estaba presentando una hermenéutica ajena a la que la

ortodoxia había transmitido hasta ese entonces. Así que la iglesia, defensora de esa “fe

apostólica” decide responder ante dichas amenazas. Por un lado, habría que hacer una evaluación

de la propuesta de Marción y — ¿guiados por el Espíritu? ¿O el conocimiento de la “doctrina”

hasta ese momento conocida? ¿Tal vez, ambos? — tomar una decisión al respecto. El caso de

Valentino no dejaba de ser igualmente complejo; la iglesia tenía que decidirse en adoptar o no su

método interpretativo, bajo presupuesto similares aplicados a Marción.

Ireneo (130 — 200 aprox.), padre apologista, fue uno de los primeros en rebatir la doctrina

marcionista. En su obra Contra (las) Herejías, Ireneo rechaza las enseñanzas de Marción

utilizando argumentos basados en la Escritura.60 El historiador Eusebio registra el relato que hace

el obispo de Lyón, en cuanto a la composición de los cuatro evangelios. El dice que:

...Mateo sacó a luz entre los hebreos un Evangelio también escrito, redactado en su propia lengua,cuando Pedro y Pablo se hallaban en Roma evangelizando y asentando los fundamentos de laiglesia. Tras la partida de estos, Marcos, el discípulo e intérprete de Pedro, también transmitió porescrito la predicación de Pedro. Y Lucas, el compañero de Pablo, expuso en un libro el Evangelioque aquel predicara. Luego, Juan, el discípulo del Señor, aquel discípulo que se recostara en

cierta ocasión sobre su pecho, también publicó el Evangelio en Efeso de Asia.61

Es interesante que, si esta es una cita textual de Ireneo, ya para la segunda mitad del siglo

II, existían los evangelios que conocemos, y estos en el orden que nuestra Biblias poseen. Sin

60 Ireneo, Contra Herejías,2.30.9. Early Church Fathers. Christian Classics Ethereal Library.61 Eusebio de Cesarea, Historia eclesiástica. Tomo 1. Trad por. George Grayling. (Barcelona, España:

Editorial CLIE, 1998): 302. Sin embargo, también cita la obra de El pastor de Hermas como parte del

reconocimiento escriturario que tenían las otras obras, pág. 303.


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embargo, podría ser que Eusebio los colocara, al hacer la citación, en el orden que existían ya en

su época. De igual manera, Orígenes (185 — 254 d.C.) hace citaciones tanto de las epístolas

paulinas como de los evangelios.62

Sin embargo, fue probablemente Tertuliano (150 — 212), quien más escribió contra

Marción, llegando a redactar cinco libros titulados Contra Marción. En ellos, Tertuliano rebate

las doctrinas que éste había enseñado. Esta obra Tertuliano no se dedica a tocar el tema del

canon únicamente, ya que la (o las) herejía de Marción contemplaba este tópico otros asuntos.

El canon de Muratori

La importancia de este códice, que data probablemente de finales del siglo II, radica en la

inclusión de más de la tercera parte de los libros contemplados en nuestro Nuevo Testamento. La

lista incluye: (al parecer, Mateo y Marcos), Lucas, Juan, Hechos, 1 y 2 Corintios, Romanos,

Gálatas, Filipenses, Colosenses, 1 y 2 Tesalonicenses, Filemón, Tito, 1 y 2 Timoteo, Judas, 1 y 2

Juan, y Apocalipsis.63 El documento se encuentra mutilado en su inicio, y solamente se lee unas

cuantas palabras que se atribuyen a Marcos. Luego, continua citando a Lucas como el tercero.

Curiosamente, este documento aduce un probable “término” a la labor apostólica y

¿profética?; aunque realmente la declaración resulta ser muy ambigua. Sin embargo, si esta fuera

una referencia a ello, estaríamos ante un testimonio de finales del siglo II que reconocía esta

cesación de revelación bíblica.

62 Orígenes, Tratado de los principios. 2.2.3 y 2.2.5. Comp. por Alfonso Ropero (Barcelona, España:

Editorial CLIE, 2002): 143, 147.63 J. Stevenson, ed. A new Eusebius. Documents illustrating the historiy of the Church to AD 337 . (London,

Great Britain: SPCK, 1987): 123 — 24. Ya en este canon, El Pastor de Hermas queda fuera del reconocimiento

autoritativo dentro de la iglesia, aunque posee cierta importancia.


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Eusebio

El obispo de Cesarea (295 — 373), a través de su Historia eclesiástica, muestra un canon

muy parecido con el de Muratori, aunque comenta la dificultad que algunos de los escritos

poseen para ser incluidos dentro del mismo. En primer lugar, reconoce los cuatro evangelios,64

seguidos de Hechos. En tercer lugar, menciona, sin detallar, las cartas paulinas; seguidas de 1

Juan y 1 Pedro. Apocalipsis, Santiago, Judas, 2 de Pedro, 2 y 3 Juan y Hebreos, son parte de la

literatura discutida.65 Si asumimos que “las epístolas de Pablo” son las trece conocidas,

tendríamos, ya para mediados del siglo IV, la totalidad de los libros (reconocidos y discutidos)

del actual Nuevo Testamento.

Carta pascual de Atanasio

Atanasio, obispo de Alejandría, escribió en el año 367 (al parecer), una carta donde

presenta tanto la lista de libros que componen tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo. A

continuación presentamos la lista del segundo listado, debido a la importancia que este tiene para

nuestro estudio:

Nuevamente no es tedioso hablar de los [libros] (sic) del Nuevo Testamento. Estos son, los cuatroevangelios, según Mateo, Marcos, Lucas, y Juan. Seguido, los hechos de los Apóstoles y lasepístolas (llamadas católicas), siete, viz de Santiago, una; de Pedro, dos; de Juan, tres; después deestas, una de Judas. Adicionalmente, hay catorce epístolas de Pablo, escritas en este orden. La

primera, a los Romanos; luego dos a los Corintios; después de estas, a los Galanas; la siguiente, a

los Efesios; luego a los Filipenses; luego a los Colosenses; después de estas, dos a losTesalonicenses, y aquella a los Hebreos; y nuevamente dos a Timoteo; una a Tito; y finalmente, aFilemón. Y además, el Apocalipsis de Juan.66

Es así que, para entrada la segunda parte del siglo IV, estaba formado (aunque no

reconocido oficialmente) el canon del Nuevo Testamento. Sin embargo, aunque fue en el

Concilio llevado a cabo en Cartago (397) que se aprobó dicha lista, tomó mucho tiempo para que

64 Eusebio de Cesarea, Historia eclesiástica. 3.24.6 — 12. (Tomo 1)65 Ibid . 3.25.1 — 5.66 Atanasio, Carta 39 (367), 5. Early Church Fathers. Christian Classics Ethereal Library.


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las iglesias de occidente aceptaran completamente la misma.67 El canon del Nuevo Testamento

había acabado la parte crucial de su formación (aunque no la última).

De manera muy somera y selectiva, se ha presentado el proceso de la formación del

canon novotestamentario. Sin embargo, estos han sido los datos históricos que han llegado hasta

nuestros días. La inquietud que surge al contemplar esta información es si dicho proceso fue

objetivo. Vemos que en el Concilio en Cartago, aunque en mucho menor grado, la discusión

sobre la escogencia de los libros perduró hasta los tiempos de la Reforma. Luego, con el

surgimiento y desarrollo de la crítica y liberalismo en los siglos recién pasados, añadido a eso el

descubrimiento de la biblioteca de Nag Hammadi, esta situación ha perdurado y está aun abierta.

Bien lo expresa James L. Garrett, hijo, cuando plantea la pregunta, basado en estos

descubrimientos arqueológicos, de si el canon del Nuevo Testamento está abierto o cerrado.68

Así que es necesario evaluar el proceso y tomar una postura al respecto. Eso mismo es lo que a

continuación se hará.

¿Podemos confiar, entonces, en este proceso?

Obviamente la respuesta es más compleja que un simple “si” o “no”; cualquiera de ellas,

conlleva una serie de interrogantes consecuentes (aunque para muchos la negativa a esta

interrogante no tendría ningún problema). La formación del canon es, sobretodo por el elemento

divino involucrado, un terreno sumamente pantanoso.69 Por ello, en un intento sensato y sin

prejuicio malicioso, analizar este proceso. Sin embargo, es necesario recapitular rápidamente los

eventos antes expuestos

67 A Kenneth Curtis, The 100 Most Important Events in Christian History (Grand Rapids, Michigan:

Fleming H. Revell, 1991): 38.68 James Leo Garrett, Teologia Sistematica. Tomo 1.(El Paso, Texas: Casa Bautista de Publicaciones,

1996): 141.


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Se ha visto que durante el tiempo de Jesús, aunque no había sido establecido oficialmente

un canon de los escritos del Antiguo Testamento, los mismos regían la vida entera de la nación

judía. La predicación de Cristo es testimonio vivo y real del apego que Israel poseía a la Ley,

Profetas y Escritos; aunque, con ella, Jesús reestructura la esencia de la misma y presenta un

euvagge,lion (buenas nuevas) que, obedeciendo a su naturaleza, viene a dar libertad a todo aquel

que este dispuesto a recibirlo. Sus discípulos, que luego se convertirían en sus apóstoles, se

dedicaron a proclamar este mensaje a estos nuevos creyentes. Algunos como Mateo y Juan

relataron la experiencia que vivieron con el Maestro; Marcos plasmó la de Pedro, mientras que

Lucas se dedicó a recopilar el testimonio de muchos otros creyentes (incluyendo el del mismo

Pablo, posiblemente). Por otro lado, las iglesias que iban surgiendo, junto a sus propias

necesidades y conflictos, fueron el centro de la atención apostólica como Santiago, Judas, Juan,

Pablo y Pedro para el envío de correspondencia que sirviera para atender dichos tópicos. Fueron,

pues, todos estos escritos los que, fueron circulando a partir de la segunda mitad del siglo I.

Luego, cuando la generación que no conoció a Jesús apareció, estos grandes líderes de la

iglesia utilizaron los escritos dejados por sus maestros y mentores para el crecimiento de la santa

grey. Nadie cuestionaba ni a los escritores ni sus obras, hasta que apareció Marción. El se atrevió

a hacer a seleccionar, basado en su criterio teológico, cuales de estas obras debían circular y

cuales no. Como diría Trebolle Barrera, “el proceso que condujo al establecimiento del canon

neotestamentario esta relacionado con polémicas antiheréticas.70 El añade que:

El cristianismo hubo de establecer un canon por el simple hecho de que, junto a los cuatroevangelios, existían otros muchos que pretendían rivalizar con aquellos. Se vio obligado a señalaruna distinción neta entre evangelios canónicos y evangelios apócrifos y, en general, entre libros

ortodoxos y libros heréticos.71

69 Cf. la introducción del artículo de Perdomo, “Motivaciones y temas teologicos” Kairos 22 (Enero-Junio,

1998).70 Trebolle Barrera, La Biblia judia y la Biblia cristiana: 165.71 Ibid .


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Como se ha mencionado, lo que hace que sea discutido el tópico de la formación

canónica del Nuevo Testamento (y de la Biblia entera), es la participación divina 72 dentro del

proceso. ¿Cómo mostrar (o demostrar) que Dios tuvo una participación activa en la selección

humana de esos veintisiete libros del nuevo pacto? ¿Es posible que el criterio humano haya sido

ofuscado por factores como ser, la predisposición (hacia personajes), poco conocimiento (de la

revelación), ignorancia? Todos estos cuestionamientos caen dentro de la conjetura y atreverse a

contestarlos radicalmente, puede rayar en lo que no está permitido.

Sin embargo, cuando vemos la manera en cómo se hizo la selección de los textos, nos

resulta sumamente ambiguo, y alejado de la objetividad científica. Como un claro ejemplo de

esto, se cita a J. N. Brindsall, quien considera que para la inclusión de un libro:

…se debe distinguir claramente tres cuestiones: el conocimiento de un libro dado a conocer porun determinado Padre de la iglesia o fuente; la actitud asumida hacia dicho libro como Escritura

inspirada por parte de dicho Padre o fuente (lo cual puede deducirse por las fórmulasintroductorias que se utilizan, como ser, ‘Escrito está’ o ‘Como dice la Escritura’); y la existenciadel concepto de una lista o canon donde figura la obra citada (lo que se verá, no solamente por las

listas mismas sino también por la referencia a ‘los libros’ o a ‘los apóstoles’ cuando se trata de uncorpus literario).73

No puede obviarse que todo el argumento está basado en la opinión, y por que no decirlo,

la buena intención de los participantes. Sin embargo, eso no quita todo el subjetivismo que pudo

prestarse entre todos ellos. De manera que no podemos confiar plenamente en el justo juicio que

(siendo apologistas de la “sana doctrina”) intentaron poseer. Esto nos lleva a releer sus escritos y

evaluarlos.

Al revisarlos, encontramos en primer lugar que no existe ningún vestigio histórico que

evidencie la presencia de Dios en la conformación del canon del Nuevo Testamento. Con lo que

72 Obviamente, para muchos esta es una presuposición teologica que no estan dispuestos a admitir, debido a

la imposible inmanencia de Dios en esta tierra.73 Brand, “Canon” en Nuevo Diccionario BIblico Certeza: 213.


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se cuenta hoy es con el testimonio de las personas, que por deducción (Marción) o en defensa,

propusieron una lista de los libros que debían tomarse como autoridad. Decir más de esto, seria

caer en parcialismo y no estaríamos siendo honestos con estos escritos.

Si no se hablara de inspiración divina, probablemente el Nuevo Testamento seria otra

obra histórica mas, como la Iliada y la Odisea de Homero. Pero es que una cosa es el reconocer

el valor histórico y significativo que determinado(s) escrito(s) posea(n), y otra muy distinta el

darle a esta(s) una autoridad divina, sin la participación sobrenatural para confirmarla. Esto sin

mencionar los cambios que el texto mismo presenta, y que en algunas ocasiones podría verse

como corrupción del mismo, a conveniencia de los escribanos. Julio Trebolle Barrera, por

ejemplo, declara que las variantes textuales se vieron ampliamente reducidas, una vez que el

canon fue establecido;74 sin embargo esto no las elimino por completo ya era necesario tener

mantener la doctrina. Afirma que

...la inclusión de un escrito en el canon de libros sagrados determinaba entre los copistas unatendencia a corregir el texto, expurgándolo de todo aquello que pudieran considerar erróneo,

incorrecto o simplemente inconveniente. Los copistas no se interesaban, a diferencia de loscríticos modernos, por la lectura , sino por la lectura o conforme a la

tradición eclesial.75

Obviamente nos encontramos con un argumento histórico, critico y objetivo que no

puede rebatirse fácilmente: histórico, porque no hay evidencia dentro de los textos actuales que

muestren esa intervención metafísica; critica, como consecuente estudio de la falta de dicha

información: objetiva, como el resultado sensato del estudio realizado. Siendo sinceros y,

queriendo ser académicamente objetivos, no podemos estar en desacuerdo con esta conclusión:

No existe, históricamente hablando, evidencia alguna de la intervención divina en esa labor de

selección.

74 Julio Trebolle Barrera, “Texto y crítica textual del Nuevo Testamento” en La Biblia en su entorno

(Navarra, España: Editorial Verbo Divino, 1999): 508.


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Sin embargo, como personas creyentes en un Dios soberano, que tiene presente cada cosa

y detalle de la vida, no podemos pensar que la transmisión del mensaje para su pueblo, quedo

fuera de dicha soberanía. Como diría Helmut Gabel, “siendo la constitución de la comunidad

obra de Dios, El es también el creador de los textos constitutivos que han surgido en ella”. 76 Si

bien es cierto que estaríamos de acuerdo con la conclusión antes expuesta, nuestro argumento se

encuentra cimentado en un elemento que, aunque intangible, fortalece nuestra convicción:

¡Nuestra fe!

A manera de conclusión

Somos herederos de una tradición cristiana que acepta y reconoce las doctrinas de la

inspiración divina y autoridad de los sesenta y seis libros que componen el corpus bíblico. Ese es

uno de nuestros presupuestos teológicos, los cuales, aunque no podemos respaldar

científicamente, forman parte de nuestra convicción mas profundas (o al menos debería serlo).

Por lo tanto, damos por sentado que la colección de escritos con que contamos, es el canon que

Dios permitió que llegara hasta nosotros. Como diría L. S. Chafer, “el teólogo no se ocupa

primordialmente en la tarea crítica de probar la inspiración y el carácter divino de la Biblia, sino

mas bien en ordenar y exhibir la verdad positiva que las Sagradas Escrituras dejan por

sentado”.77 Al igual que la resurrección de Cristo es un fundamento a nuestra fe, aunque nadie

haya sido testigo del evento mismo, también recibimos los veintisiete escritos del Nuevo

Testamento. Es, entonces, nuestra declaración (probablemente para muchos) harta subjetiva pero

profundamente arraigada en nuestras vidas.

Juan Carlos M. López B., 09.10.04

75 Ibid. 76 Helmut Gabel, “Inspiración y verdad de la Escritura” Selecciones de Teología 167 (Julio-Septiembre,

2003): 215.77 L. S. Chafer, Teología Sistemática Tomo 1. (Dalton, Georgia: Publicaciones Espanolas, 1974): 7.


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Apéndice

tapas principales en la aceptación

del canon del Nuevo Testamento

Ireneo de Lyon

ca. 130 — 200

Cano de

Muratori 170 —

210

Eusebio,

HE 3.25 ca.

260 — 340

Carta pascual

39 de

Atanasio, 367

Canon

actual

Mateo

Marcos

Lucas

Juan

Hechos

Romanos

1 Corintios

2 Tesalonicenses

1 Timoteo

2 Timoteo

Tito

Filemón

Hebreos

Santiago

1 Pedro

2 Pedro

1 Juan2 Juan

3 Juan

Judas

Apocalipsis

Obras apócrifas seleccionadas

Sabiduría de Salomón

Apocalipsis de Pedro E

El pastor de Hermas ** E

Hechos de Pablo E

Epístola de BernabéE

La Didaje E

Evangelio según loshebreos

E


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Bibliografía

Libros

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Fuentes electrónicasChristian Classics Ethereal Library

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