la figura historica de jesús

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I. Introducción Con el presente trabajo intentare hacer una comparación entre las aportaciones de dos grandes escritores sobre la Historia de la vida de Jesús de Nazaret. E. P., Sanders, es catedrático de Religión en la Universidad de Duke (Durham, Carolina del Norte). Destacado especialista en el estudio del judaísmo antiguo y de los orígenes del cristianismo, y reconocido investigador en el contexto de la llamada «búsqueda del Jesús histórico». Es autor, entre otras obras, de Pablo y el judaísmo palestino (1977), Pablo, la Ley y el pueblo judío (1983), El judaísmo: práctica y creencia (1992) y, traducida al castellano, La figura histórica de Jesús (2000). Esta Editorial ha publicado Jesús y el judaísmo. Este autor trata de dar desde una investigación exhaustiva, una respuesta sobre La figura histórica de Jesús y proporciona una convincente visión de conjunto de la vida del Jesús real y es una demostración práctica de cómo distinguir en los evangelios entre información histórica y elaboración teológica. Sanders nos conduce paso a paso a lo largo de la actividad pública de Jesús y examina con detalle los problemas más notables para su comprensión, como los milagros, los seguidores de Jesús y sus adversarios, su última semana en Jerusalén, su juicio y ejecución, la resurrección. Es una obra que nos puede ayudar con referencia al Jesús histórico.

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Page 1: La figura historica de Jesús

I. Introducción

Con el presente trabajo intentare hacer una comparación entre las aportaciones de dos

grandes escritores sobre la Historia de la vida de Jesús de Nazaret.

E. P., Sanders, es catedrático de Religión en la Universidad de Duke (Durham, Carolina

del Norte). Destacado especialista en el estudio del judaísmo antiguo y de los orígenes del

cristianismo, y reconocido investigador en el contexto de la llamada «búsqueda del Jesús

histórico». Es autor, entre otras obras, de Pablo y el judaísmo palestino (1977), Pablo, la

Ley y el pueblo judío (1983), El judaísmo: práctica y creencia (1992) y, traducida al

castellano, La figura histórica de Jesús (2000). Esta Editorial ha publicado Jesús y el

judaísmo.

Este autor trata de dar desde una investigación exhaustiva, una respuesta sobre La figura

histórica de Jesús y proporciona una convincente visión de conjunto de la vida del Jesús

real y es una demostración práctica de cómo distinguir en los evangelios entre información

histórica y elaboración teológica. Sanders nos conduce paso a paso a lo largo de la

actividad pública de Jesús y examina con detalle los problemas más notables para su

comprensión, como los milagros, los seguidores de Jesús y sus adversarios, su última

semana en Jerusalén, su juicio y ejecución, la resurrección. Es una obra que nos puede

ayudar con referencia al Jesús histórico.

José Antonio Pagola (Añozga, Guipúzcoa, 1937) es un sacerdote español licenciado en

Teología por la Universidad Gregoriana de Roma (1962), Licenciado en Sagrada Escritura

por Instituto Bíblico de Roma (1965), Diplomado en Ciencias Bíblicas por la Escuela

Bíblica de Jerusalén (1966). Es conocido por haber sido el vicario general del obispo de

San Sebastián José María Setién. Su último libro ha sido criticado fuertemente y finalmente

ha sido retirado por la propia editorial PPC a pesar de contar con el nihil obstat e

imprimatur episcopal de monseñor Uriarte obispo de San Sebastián.

El teólogo y sacerdote José Antonio Pagola presenta su último trabajo, “Jesús,

Aproximación Histórica”, donde hace un intenso y exhaustivo recorrido sobre la vida de

Jesús desde un punto de vista científico e histórico.

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Según su autor, el libro consiste, como indica su título, en una aproximación histórica para

ayudar al hombre de hoy a acercarse a la figura de Jesucristo. En Jesús van a encontrar

pasión por un Dios amigo de la vida y compasión por los últimos, por las víctimas, por lo

que sufren.

Gracias a una amplia investigación el autor ha podido plasmar en su obra un perfil muy

detallado de Jesús y de la sociedad en la que vivía. Así, explica que nació durante el

reinado del emperador romano Augusto, aproximadamente en el año 4 a.C. y que el lugar

concreto es muy difícil de definir: algunos libros, como los evangelios de Mateo y Lucas

aseguran que fue en Belén por razones teológicas, y otros señalan que fue en Nazaret,

donde vivió toda su familia.

Para entender la verdadera historia de Jesús, el autor repara en aspectos muy concretos,

desde qué lenguas manejaba, la materna era el arameo pero sabía hebreo y algo de griego,

hasta su oficio como artesano y su educación en el seno de una familia judía. El

conocimiento del contexto sociocultural y religioso permite al lector, además, comprender

cómo se vivía en la época.

También hace mención al papel que tuvo Jesús en las curaciones que realizaba con diversos

tipos de enfermos. Según el autor, Jesús fue en su tiempo un exorcista y curador popular

que presentó su actividad curadora como signo de la llegada del reino de Dios a los sectores

más hundidos en el sufrimiento y la alienación.

Ambos autores nos refieren de una u otra manera a la persona de Jesús en todas sus

dimensiones.

Desarrollo

II. Punto de partida de cada uno de los autores:

A continuación pretendo dar un enfoque general de cada uno de los autores de forma

individual de sus aportaciones sobre la persona de Jesús, vista desde sus planteamientos

propios de cada uno:

Page 3: La figura historica de Jesús

La figura histórica de Jesús

E.P. Sanders

Los estudios del NT se pasaron varias décadas diciendo que nuestro conocimiento sobre el

Jesús histórico se podía calificar de entre muy poco y prácticamente inexistente. Para el

autor el estudio de los evangelios que son las fuentes propias del conocimiento sobre Jesús

es sumamente duro. El conocimiento de los evangelios sigue estando muy difundido,

incluso en nuestra secularizada era, pero la comprensión de sus problemas críticos es menos

común.

Por los años 30, las autoridades romanas de Judea ejecutaron a tres hombres. El tercero fue

ejecutado como criminal político de otro tipo. No había robado, saqueado, ni asesinado y

tampoco había almacenado armas. Fue convicto, sin embargo, de haber pretendido ser “rey

de los judíos”, un titulo político. Los que asistían a la ejecución, se encontraban algunas de

las mujeres que habían seguido al tercer hombre, sin duda pensaban que sus esperanzas de

“insurgencia” con éxito habían quedado destruidas y que el mundo apenas advertiría lo que

sucedía esa mañana de primavera.

Jesús llego a ser el centro de una religión nueva y se convirtió en una figura teológica, no

solo en el fundador histórico de un movimiento religioso, sino en alguien cuya persona y

obra eran materia del pensamiento filosófico y teológico. El autor en su libro no pretende

analizar lo que Dios hizo y no hizo a través de la vida y muerte de Jesús, ni el modo en que

Jesús participa o no participa en la divinidad, sino que se propone analizar al ser humano

Jesús que vivió en un determinado lugar y tiempo. Examinara más ampliamente la teología

propia de Jesús, pues esta constituye un elemento muy importante de su identidad.

Para el autor hay una continuidad entre lo que pensó Jesús y lo que pensaron sus discípulos

tras su muerte y entre lo que pensaron estos y lo que creyeron los cristianos de siglos

posteriores. Los documentos más o menos contemporáneos suyos, dejando aparte los del

NT, prácticamente no arrojan luz alguna sobre el ambiente social y político en que se

desenvolvió. Las fuentes principales de nuestro conocimiento de Jesús como tal, los

evangelios del NT, están viciados, desde el punto de vista del historiador, por el hecho de

que quienes los escribieron intentaban glorificar a su héroe.

Page 4: La figura historica de Jesús

La lectura de los informes sobre Jesús escritos durante este periodo de 200 años por

estudiosos serios y entregados pone de manifiesto que las conclusiones han sido

extraordinariamente diversas, hecho que induce a muchos a pensar que en realidad no

sabemos nada. La aprobación general de Jesús demuestra lo bien que hicieron su trabajo los

autores de los evangelios. Pretendían que la gente se volvieran hacia él, lo admirase y

creyera que fue enviado de parte de Dios y que el seguirlo les conduciría a la vida eterna.

Con relación a la vida de Jesús no hay dudas serias acerca del curso general de su vida,

cuando y donde vivió, aproximadamente cuando y donde murió y el tipo de cosas que hizo

durante su actividad pública. El contexto político en el que nació Jesús, era cuando Roma

dominaba sin oposición el Mediterráneo oriental. En realidad, Roma no gobernaba

Palestina en la concreción del día a día. Gobernaba Palestina indirectamente, bien a través

del un rey, etnarca o tetrarca. En Galilea durante los años en que vivió Jesús, Antipas fue un

tetrarca cliente semiindependiente. Tuvo tanta independencia como su padre Herodes el

Grande, aunque al parecer fue más blanco y menos implacable. Judea estuvo bajo el

sistema imperial alternativo, un gobernador romano y un reducido número de soldados

residían de forma permanente en Palestina. La mayoría de sus consejos eran aristócratas y

muchos eran sacerdotes aristócratas.

La Palestina judía no estaba al borde de la rebelión cuando fue ejecutado Jesús. Había

tensión entre los judíos, especialmente los jerosolimitanos y Pilato porque este paseo los

estandartes romanos por la ciudad.

El judaísmo en aspecto religioso creía en la existencia de un Dios verdadero, es decir, eran

monoteísta. Con relación a la elección divina y a la ley los judíos creían que Dios había

elegido a Israel y había establecido una alianza con el pueblo judío, una alianza que

obligaba al pueblo a obedecer a Dios y obligaban a Dios a guiar y proteger al pueblo. Con

relación al arrepentimiento, al castigo y el perdón quienes transgredían la ley debían hacer

reparación si sus delitos perjudicaban a otros, arrepentirse y ofrecer un sacrificio. Los

judíos tenían que adorar o servir a Dios y esto suponía sobre todo adorarle en el Templo de

Jerusalén.

Page 5: La figura historica de Jesús

Con relación a las fuentes sobre la persona de Jesús, el autor intenta presentar tres

problemas: las referencias a tiempos, personas y acontecimientos que aparecen en los

evangelios entran a veces en conflictos. A veces es difícil conciliar los relatos evangélicos

con Josefo y dos casos es difícil concentrar los evangelios con la astronomía. Los aspectos

inciertos de la cronología de la vida de Jesús no inducen a concluir que no sabemos nada, ni

significan que no hay absolutos y por tanto cabe cualquier reconstrucción concebible de los

acontecimientos, sabemos bastantes cosas sobre él, solo que debemos ser prudentes y

juiciosos y no irreflexivos y extremistas.

Con relación a los problemas de las fuentes primarias es que, los primeros cristianos no

escribieron una narración de la vida de Jesús, sino que más bien hicieron uso de unidades

individuales y de ese modo se conservaron. Los primeros cristianos revisaron algunos

materiales y crearon otros. Los evangelios fueron escritos de forma anónima. El evangelio

de Juan es bastante diferente de los otros tres evangelios, y es principalmente en éstos

donde se debe buscar información sobre Jesús. Los evangelios carecen de muchas de las

características de una biografía y debemos distinguirlos especialmente de las biografías

modernas.

Una es que los evangelios tal como han llegado hasta nosotros no fueron escritos por

testigos oculares basándose en un conocimiento de primera mano sobre Jesús. La otra es

que hay diferencias importantes entre los primeros tres evangelios y el cuarto. Los

evangelios, tal como los conocemos eran citados en la primera mitad del siglo II, pero

siempre anónimamente. El esquema general de la vida de Jesús es el mismo y muchas de

las unidades también lo son. Juan se aparta de ellos. Su esquema narrativo es diferente y el

material de sus discursos guarda escasa semejanza con los dichos de los sinópticos. En los

sinópticos muchas de las curaciones de Jesús son expulsiones de demonios. Cuando se le

pide un signo de autoridad Jesús se niega a darlo. El Jesús sinóptico pregunta a los

discípulos quien dice la gente que es él, pero no hace comentarios explícitos sobre ese

tema. El tema principal del material de dichos sinópticos es el Reino de Dios. Quizá lo más

sorprendente sea la diferencia en el estilo de la enseñanza.

Los evangelios sinópticos carecen de la mayoría de las cosas que hoy en día esperamos

encontrar en la historia de la vida de alguien: apariencia, personalidad o carácter de Jesús.

Page 6: La figura historica de Jesús

Con relación a los contextos, el autor visualiza dos. El primero es el contexto teológico en

el cual los evangelios sinópticos especialmente Mt y Lc, sitúan el relato. La mayoría de los

primeros cristianos compartían esa estructura mental. El segundo es el contexto brindado

por cuanto sabemos de lo que ocurrió inmediatamente antes de que Jesús empezara su obra

y poco después de que la terminara: el contexto inmediato de su actividad pública. Los

evangelios se escribieron con pleno conocimiento del hecho de que el propio movimiento

de Jesús se difundía mucho mejor entre los gentiles que entre los judíos.

Los evangelios presentan a Jesús como salvador del mundo entero, pero es un salvador

universal que encaja dentro de la historia judía de la salvación. Los autores desde sus

propias perspectivas, escribieron la verdad, e invitaban al lector que la creyera. El

historiador responde que desea distinguir una clase de verdad de la otra, y estudiar

solamente la segunda, la mundana. Según los evangelios, Jesús empezó su ministerio activo

después de ser bautizado por Juan. Este contexto es históricamente crucial, puesto que es el

marco de la misión global de Jesús.

El escenario del ministerio de Jesús, parece haber sido un pequeño pueblo galileo llamado

Cafarnaúm. Fue cerca de allí donde llamó a sus discípulos principales, dos parejas de

hermanos: Pedro Y Andrés y Santiago y Juan. Jesús también predico y curo en los demás

pueblos y aldeas de Galilea, pero sin embargo considero que su ministerio era de

trascendencia para todo Israel. Toda esta obra ministerial de Jesús va a estar preparada

primeramente por momentos de oración para un preparar la misión que iba a efectuar. Para

el autor todo esto puede estar montado por los evangelios sinópticos desde una elaboración

mitológica basada en hechos.

Los relatos sinópticos de la vocación de los discípulos nos permiten ilustrar el modo en que

se desarrolla la tradición. Los discípulos futuros ya sabían algo sobre Jesús, de manera que

cuando les llamó tenían alguna idea de quién era. Los sinópticos sitúan la historia de Jesús

en el contexto de la historia judía de la salvación.

En el apartado de los milagros el autor intenta dar algunas informaciones. En el mundo

moderno, los milagros de Jesús han desempeñado un papel fundamental en la evaluación

del cristianismo. Algunos han considerado los milagros obviamente ficticios y han

Page 7: La figura historica de Jesús

concluido que el cristianismo está basado en un fraude, mientras que otros encuentran en

ellos la prueba de que Jesús era más que meramente humano, el Hijo de Dios encarnado.

Los primeros cristianos pensaban que Jesús era el Mesías, el Hijo de Dios y un taumaturgo.

Según los evangelios Jesús obro dos tipos de milagros: milagros de curación y milagros del

ámbito de la naturaleza (relativos a los alimentos y el mar). En los milagros de curación, el

acento se pone a menudo sobre la fe. Los autores de los evangelios y probablemente la

tradición cristiana primitiva anterior a nuestros evangelios, se extendieron sobre la

reputación de Jesús como exorcista eficaz. Las únicas acciones que los evangelios

sinópticos atribuyen directamente a Jesús son el hablar, el tocar y el utilizar saliva, pero los

pasajes que mencionan el uso de saliva no son expulsiones de demonios. Con relación a los

milagros los evangelios apócrifos representan a Jesús obrando milagros de unas formas

fantásticas y grotescas, esto no está presente en los evangelios canónicos.

Los milagros que van relacionado con la naturaleza están la tempestad en el mar y los

relacionados con la alimentación están las multiplicaciones de los panes y los peces. Para el

autor la significación de los milagros se puede visualizar de la siguiente manera: todas las

curaciones son explicaciones psicosomáticas o victorias de la mente sobre la materia,

algunos milagros fueron meras coincidencias, se ha sugerido que algunos milagros fueron

solamente aparentes, la sicología de grupo se ha utilizado a menudo para explicar los

milagros de las multiplicaciones y algunas historias de milagros pueden ser leyendas a las

que se ha dado apariencia histórica. Esta necesidad de explicaciones racionales es moderna.

Los evangelios sinópticos no indican que quienes buscaban y obtenían curaciones de Jesús

lo llamaran “Hijo de Dios”, aunque si atribuyen esta opinión a los demonios. Los datos de

los evangelios acerca de la reacción pública ante los milagros de Jesús apuntan en la misma

dirección. La gente no dudó de que era un taumaturgo, pero esto no les movió a convertirse

en seguidores suyos, ni a concluir que era el portavoz definitivo de Dios. La categoría

interpretativa más importante de los evangelios es que los milagros muestran que en Jesús,

Dios estaba empezando la victoria sobre el mal y sus consecuencias. Los milagros como

tales no expresaban la esperanza escatológica, solamente comunicaban esa esperanza para

los que entendían.

Page 8: La figura historica de Jesús

Con respecto al Reino de Dios, según el autor, Jesús pensaba que Dios estaba a punto de

traer el Reino y que su voluntad se haría en la tierra como el cielo. La esperanza de Jesús

relativa al reino encaja dentro de las esperanzas mantenidas por largo tiempo y en

profundidad entre los judíos que continuaban esperando que Dios redimiera a su pueblo y

constituyera un Reino nuevo, en el cual Israel estaría seguro y en paz y los gentiles

servirían al Dios de Israel.

La tendencia de Jesús de manera global es la enseñanza de la compasión por la fragilidad

humana. El tono del ministerio de Jesús fue compasivo y no critico. Había que ser

perfectos, pero Dios era indulgente. Jesús mismo no vivió una vida rigurosa y escrita. Jesús

llamaba a los pecadores y les ofrecía su amistad mientras todavía eran pecadores. El

perfeccionismo de Jesús no le hizo rehuir la compañía ni siquiera de los peores elementos

de la sociedad, por el contrario la buscaba y desde ahí intentaba manifestar el Reino de

Dios, desde la misericordia y la humildad.

Ni las mujeres que ungieron el cuerpo de Jesús, ni Pedro y los demás apóstoles de

Jerusalén, ni Pablo, ni los adversarios de Pablo en Galacia pensaban que Jesús hubiera

dicho a sus discípulos que no tenían que guardar las leyes del sábado ni las alimentarias.

La visión que Jesús tenia sobre su papel en el plan de Dios, él se consideró a si mismo

poseedor de plena autoridad para hablar y actuar en nombre de Dios. El término “Hijo de

Dios” se usa en los evangelios de tres maneras principales: a veces es un circunloquio para

denotar una persona o el que habla yo, al predicar su propia muerte Jesús habló del “Hijo

del hombre” y se llama “Hijo del hombre” al que vendría del cielo y marcaría el comienzo

del Reino de Dios.

Con relación a la ultima cena el autor destaca cinco escenas principales: Jesús entro en

Jerusalén sobre un borrico, la gente le dio la bienvenida gritando: “Hosanna”. Fue al

templo, donde volcó las mesas de los cambistas y los puestos de los que vendían palomas.

Compartió una última cena con sus discípulos y dijo que no volvería a beber vino “hasta el

día en que lo beba nuevo en el Reino de Dios”. Los guardias del sumo sacerdote lo

detuvieron y lo llevaron ante éste y su consejo, algunos testigos le acusaron de haber

amenazado con destruir el Templo, pero no fue hallado culpable. Sus captores lo mandaron

Page 9: La figura historica de Jesús

a Pilato, quien lo interrogo y después lo mandó crucificar por pretender ser “el rey de los

judíos”.

El autor intenta presentar también dos teorías de por qué fue detenido Jesús: una es que

entendieron mal. Caifás y Pilato pensaban que tenía en mente un reino de este mundo y que

sus seguidores estaban a punto de atacar al ejército romano, lo ejecutaron erróneamente

como rebelde. Otra teoría es que a Jesús fuera detenido a causa de diferencias teológicas

con la mayoría de los judíos, encabezados por los fariseos. Creía en el amor y la

compasión, ideas que los fariseos abominaban y discrepaba del mezquino legalismo y

ritualismo, de los que ellos eran partidarios, por estas razones conspiraron para hacer que lo

mataran.

Al parecer el autor se va por la primera, ya que para él Caifás tomo una decisión y no actuó

movido por discrepancias teológicas, sino por su principal responsabilidad política y moral,

el de mantener la paz y prevenir disturbios y derramamiento de sangre.

Con relación a la resurrección, el autor indica que esto no forma parte de la historia del

Jesús histórico, pertenece más bien a las consecuencias de su vida.

Jesús (Aproximación histórica)

José Antonio Pagola

La intención de este autor es la de tratar de saber quien está en el origen de sus fe a la hora

de estudiar o investigar sobre la persona de Jesús, ya que a él no le interesa vivir de un

Jesús inventado por él ni por nadie. Para él es irritante oír hablar de Jesús de manera vaga e

idealista, o diciendo toda clase de tópicos que no resistirían el mínimo contraste con las

fuentes que poseemos de él. Es triste comprobar con que seguridad se hacen afirmaciones

que deforman gravemente el verdadero proyecto de Jesús y con qué facilidad se recorta su

mensaje desfigurando su buena noticia.

Jesús fue recordado por quienes le conocieron más de cerca como una buena noticia. La

vida concreta de Jesús es la que sacude el alma, sus palabras sencillas y penetrantes

Page 10: La figura historica de Jesús

seducen. El Jesús narrado por los evangelios es más vivo que el catecismo, su lenguaje, más

claro y atractivo que el de los teólogos. Jesús aporta un horizonte diferente a la vida, una

dimensión más profunda, una verdad más esencial. Su vida es una llamada a vivir la

existencia desde su raíz última, que es un Dios que solo quiere para sus hijos e hijas una

vida más digna y dichosa. El contacto con él invita a desprenderse de posturas rutinarias y

postizas, libera de engaños, miedos y egoísmo que paralizan nuestras vidas, introduce en

nosotros algo tan decisivo como es la alegría de vivir, la compasión por los últimos o el

trabajo incansable por un mundo más justo.

Jesús invita a vivir su experiencia de un Dios Padre, más humano y más grande que todas

nuestras teorías, un Dios salvador y amigo, amor increíble e inmerecido a todos. Hay que

volver a las raíces, a la experiencia primera que desencadenó todo. No basta confesar que

Jesús es la encarnación de Dios si luego no nos preocupa saber cómo era, que vivía o como

actuaba ese hombre en el que Dios se ha encarnado. Nada es más importante en la Iglesia

que conocer, amar y seguir más fielmente a Jesucristo.

El autor para introducirnos en el mundo de ese Jesús que él nos quiere presentar trata de

hacer un recorrido por todo el ambiente social, político y religioso en el que Jesús más tarde

toma contacto. Todo el ambiente político y social va a estar marcado por la dinastía de los

Herodes.

Hace una descripción de la ciudad a la que pertenecía Jesús, como es el caso de Galilea.

Con relación al aspecto religioso Pangola destaca la importancia del Templo de Jerusalén

pero a la vez afirma su desvío con relación a su verdadero objetivo por lo que dice: el

templo era, sin duda, la casa de Dios, pero ahora representaba también un centro de poder

que los sometía directamente al sistema de recaudación de los diezmos y demás tasa

sagradas. Hace referencia al carácter judío que tenían los galileos, aunque hablaban el

arameo debido a la expansión de los asirios. Galilea no era Judea. La ciudad santa de

Jerusalén quedaba lejos por lo que la vida religiosa no giraba en torno al templo a sus

sacrificios. El templo era para los judíos el corazón del mundo, por eso en Nazaret al orar

orientaban su mirada hacia Jerusalén.

Page 11: La figura historica de Jesús

Con relación al seno familiar el autor trata de resaltar que: Jesús no vivió en el seno de una

pequeña celular familiar junto a sus padres, sino integrado en una familia más extensa.

Como todos los niños de Nazaret, Jesús vivió los siete u ocho primeros años de su vida bajo

el cuidado de su madre y de las mujeres de su grupo familiar.

La vida en Nazaret era dura, el hambre era amenaza real en tiempos de sequia severa o

después de una mala cosecha. Las familias hacían todo lo posible para alimentarse de los

productos de sus tierras sin tener que depender de otros. Por eso Jesús con su modesto

trabajo era tan pobre como la mayoría de los galileos de su tiempo.

El autor habla de Jesús como el sin esposa ni hijos, ya que Jesús no convive con una mujer

no es porque desprecie el sexo o minusvalore la familia, es porque no se casa con nada ni

con nadie que pueda distraerlo de su misión al servicio del reino, no abraza a una esposa

pero se deja abrazar por prostitutas que van entrando en la dinámica del reino, después de

recuperar junto a él su dignidad, no besa a unos hijos propios, pero abraza y bendice a los

niños que se le acercan.

Con Jesús todo comienza a ser diferente, el temor al juicio deja paso al gozo de acoger a

Dios, amigo de la vida. Jesús invita a la confianza total en un Dios Padre. Después de su

bautismo y su estadía en el desierto Jesús no se instala en su casa de Nazaret, sino que se

dirige a la región del lago de Galilea y se pone a vivir en Cafarnaún, en casa de Simón y

Andrés. La vida itinerante de Jesús en medio de ellos es símbolo vivo de su libertad y de su

fe en el reino de Dios. No vive de un trabajo remunerado, no posee casa ni tierra alguna, no

tiene que responder ante ningún recaudador, no lleva consigo moneda alguna con la imagen

del Cesar, ha abandonado la seguridad del sistema para entrar confiadamente en el reino de

Dios. Su vida itinerante al servicio de los pobres deja claro que el reino de Dios no tiene un

centro de poder desde el que haya de ser controlado.

Con relación al Reino de Dios en Jesús no era especulación, sino un símbolo bien conocido,

que recogía las aspiraciones y expectativas más hondas de Israel. Una esperanza que Jesús

encontró en el corazón de su pueblo y que supo recrear desde su propia experiencia de

Dios, dándole un horizonte nuevo y sorprendente. Este reino tal como lo presenta Jesús, es

algo sencillo, alcance de aquellas gentes a los cuales el se dirigía. Jesús habla con toda

Page 12: La figura historica de Jesús

naturalidad del reino de Dios como algo que está presente y al mismo tiempo como algo

que está por llegar.

Todo el mensaje de Jesús va a estar enmarcado por diversas parábolas para ayudar a la

gente a ver en la misericordia el mejor camino para entrar en el reino de Dios. Jesús sufre al

ver la enorme distancia que hay entre el sufrimiento de los hombres, mujeres y niños

hundidos en la enfermedad y la vida que Dios quiere para sus hijos e hijas. Cuando se

acerca a ellos para despertar su confianza en Dios, liberarlos del mal y devolverlos a la

convivencia, Jesús les está mostrando antes de nada que son dignos de ser amados.

Jesús no solo curaba a los enfermos, sino que también se acercaba a los poseídos y los

liberaba de los espíritus malignos. La actuación de Jesús con los endemoniados provocó un

impacto mucho mayor que sus curaciones. La gente quedaba sobrecogida y se preguntaba

dónde estaba el secreto de una fuerza tan poderosa. Esta actuación de Jesús estaba

encaminada a presentar el reino de Dios. Las fuentes cristianas resumen la actuación de

Jesús afirmando que se dedicaba a dos tareas: anunciar la buena noticia del reino Dios y

curar las enfermedades y dolencias en el pueblo.

Jesús gozaba experimentando ya el reino de Dios en la curación de los enfermos y en la

liberación de los poseídos, eran los que más lo necesitaban, pero no los únicos, pronto se

acercaron a él los más indigentes de Galilea. Es el amor compasivo el que está en el origen

y trasfondo de toda la actuación de Jesús, lo que inspira y configura toda su vida, la

compasión no es para él una virtud más, una actitud entre otras. Jesús toca al leproso y no

es Jesús el que queda impuro, sino el leproso quien queda limpio.

Jesús sorprende a todos al sentarse a comer con cualquiera, su mesa está abierta a todos,

nadie se ha de sentir excluido, no hace falta ser puro, no es necesario limpiarse las manos,

puede compartir su mesa gente poco respetable, incluso los pecadores que viven olvidados

de la alianza, Jesús no excluye a nadie. El mensaje de Jesús era tan seductor que resultaba

increíble. Jesús entiende y vive estas comidas con pecadores como un progreso de curación,

ofrece su confianza y amistad, los libera de la vergüenza y la humillación, los rescata de la

marginación, los acoge como amigos, a toda esta vivencia Jesús los llama reino de Dios.

Los pobres y los enfermos, los impuros y los pecadores, los publicanos y las prostitutas le

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entendían y lo acogían. Las mujeres que se acercaron a Jesús pertenecían por lo general al

entorno más bajo de aquella sociedad. Jesús las mira de manera diferente y las mujeres lo

captan.

En la nueva familia de Jesús todos comparten vida y amor fraterno, los varones pierden

poder y las mujeres ganan dignidad, para acoger el reino del Padre hay que ir creando un

espacio de vida fraterna, sin dominación masculina. En el movimiento de Jesús son los

niños los que en su pequeñez tienen autoridad. Son los más importantes y han de ocupar el

centro, porque son los más necesitados de cuidado y de amor. Los demás, los grandes y

poderosos, empiezan a ser importantes cuando se ponen a servir a los pequeños y débiles.

Los enfermos y atormentados por espíritus malignos experimentaban en su propia carne la

fuerza curadora de un Dios amigo de la vida. Los mendigos y desposeídos, victimas de toda

clase de abusos y atropellos, comenzaban a sentir a Dios como su defensor y Padre. Los

pecadores, las prostitutas y los indeseables se sentían aceptados, mientras comían con su

amigo Jesús, en su corazón se despertaba una fe nueva antes desconocida. Jesús habla

repetidamente en sus parábolas de la compasión, del perdón, de la acogida a los perdidos,

de la ayuda a los necesitados: el amor a Dios y el amor al prójimo. El amor a Dios y al

prójimo es la síntesis de la ley, el principio supremo que da nueva luz a todo el sistema

legal.

Para Jesús, el amor a Dios tiene una primacía absoluta y no puede ser reemplazado por

nada. Es el primer mandato. No se disuelve en la solidaridad humana, lo primero es amar a

Dios: buscar su voluntad, entrar en su reino, confiar en su perdón. La oración se dirige a

Dios, no al prójimo, el reino se espera de Dios, no de los hermanos. El reino de Dios exige

organizar el mundo no en dirección a la violencia, sino hacia el amor y la compasión.

La experiencia de Dios fue central y decisiva en la vida de Jesús, el profeta itinerante del

reino, curador de enfermos y defensor de pobres, el poeta de la misericordia y maestro del

amor, el creador de un movimiento nuevo al servicio del reino de Dios, no es un hombre

disperso, atraído por diferentes intereses, sino una persona profundamente unificada en

torno a una experiencia nuclear: Dios, el Padre de todos. Jesús alimenta su experiencia

desde una vida diaria de oración en una actitud contemplativa en un ambiente de silencio y

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soledad, desde una relación de Padre e Hijo, ya que a Jesús le gustaba llamar a Dios como

Padre. Jesús vive esta cercanía amorosa de Dios con asombrosa sencillez y espontaneidad.

La fe en Dios lo empuja a ir directamente a la raíz: la defensa de la vida y el auxilio a las

víctimas.

Con relación a la muerte para el autor, Jesús la entiende como siempre ha entendido su

vida, un servicio a Dios a favor de todos. Se ha desviado día a día por los demás, ahora si es

necesario, morirá por los demás. Su muerte fue el servicio último y supremo al proyecto de

Dios, su máxima contribución a la salvación de todos. Jesús fue ejecutado en la cruz, la

sentencia fue dictada por el gobernador romano, hubo una acusación previa por parte de las

autoridades judías, solo Jesús fue crucificado, nadie se preocupó de eliminar a sus

seguidores.

El reino de Dios defendido por Jesús pone en cuestión al mismo tiempo todo aquel

entramado de Roma y el sistema del templo. Las autoridades judías, fieles al Dios del

templo, se ven obligadas a reaccionar: Jesús estorba. Invoca a Dios para defender la vida de

los últimos. Caifás y los suyos lo invocan para defender los intereses del templo. Condenan

a Jesús en nombre de su Dios, pero, al hacerlo, están condenando al Dios del reino, el único

Dios vivo en el que cree Jesús. Lo mismo sucede con el Imperio de Roma. Jesús no ve en

aquel sistema defendido por Pilato un mundo organizado según el corazón de Dios. Él

defiende a los más olvidados del Imperio; Pilato protege los intereses de Roma. El Dios de

Jesús piensa en los últimos; los dioses del Imperio protegen la paz romana. No se puede, a

la vez, ser amigo de Jesús y del César; no se puede servir al Dios del reino y a los dioses

estatales de Roma.

Con relación a la resurrección de Jesús el autor, dice que el encuentro con el resucitado

transforma de raíz a los discípulos. Jesús les ofrece de nuevo su confianza: su infidelidad

queda curada por el perdón; pueden iniciar una vida nueva. Con Jesús todo es posible. Es

tanta su alegría que no se lo pueden creer. Jesús les infunde su aliento y los libera de la

tristeza, la cobardía y los miedos que les paralizan. Por lo que los evangelios han sido

escritos no solo para saber quien fue Jesús, sino para anunciar que es, de hecho, una vez

resucitado, para sus seguidores y que puede esperar de él la humanidad.

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A la luz de la resurrección todo cobra una profundidad grandiosa que no podían sospechar

cuando le seguían por Galilea. Aquel Jesús al que han visto curar, acoger, perdonar, abrazar

y bendecir es el gran regalo que Dios ha hecho al mundo para que todos encuentren en él la

salvación. La resurrección ha mostrado que Dios estaba con el crucificado de manera real,

sin intervenir contra sus verdugos, pero asegurando su triunfo final.

III. Diferencias y semejanzas en los dos autores

En cada uno de los autores encontraremos sus diferencias y sus semejanzas, ya que cada

uno desde su forma de ver e investigar han sabido indagar muy bien el tema del Jesús

Histórico.

Diferencias:

La diferencia que puedo observar en ambos autores antes mencionados es que ambos se

diferencian en el modo de presentar todo el contexto histórico de Jesús con relación al

esquema y también al momento de indagar sobre la persona de Jesús, yo siento que Pagola

es más detallista que Sanders, es decir, tiene un estilo más sencillo que Sanders. También

otra diferencia es que ambos tienen objetivos distintos al momento de hacer la

investigación sobre la persona de Jesús, con relación a vivencia desde la fe y su crecimiento

espiritual. Cada uno escribe desde contextos diferentes.

Semejanzas:

La semejanza que pude encontrar en estos dos autores leído es que ambos toman como

fuentes principales los evangelios, sus esquemas de investigación estar en la misma línea,

ambos reflejan a profundidad la experiencia vivida por Jesús con relación a Dios Padre, con

la gente y con las autoridades de su tiempo. Ponen claro ambos el ambiente en que se

realizó el ministerio de Jesús, los milagros, el enfoque del Reino de Dios, los valores del

Reino de Dios, la muerte y la resurrección de Jesús. Es como la semejanza que se puede

observar y captar al momento de leer paralelamente ambos autores. Otra semejanza es que

ambos buscan saciar una sed de conocer y profundizar sobre el personaje de la historia que

tanto ha dado hablar, Jesús de Nazaret.

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IV. Aportes a la investigación sobre la persona de Jesús

V. Conclusión